#Poesía de Adviento

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El soneto «Hoy tengo ya mi lámpara encendida» de Rafael Alfaro

El soneto «Hoy tengo ya mi lámpara encendida» de Rafael Alfaro

Ven, ven, Señor, no tardes,ven, ven, que te esperamos… Rafael Alfaro (El Cañavate, Cuenca, 1930-Granada, 2004), sacerdote salesiano, es autor de una extensa obra lírica, entre la que se cuentan títulos como El alma de la fuente (1971), Voz interior (1972), Vamos, Jonás (1974), Objeto de contemplación (1978), Tal vez mañana (1978), Cables y pájaros (1979), Música callada (1981), Los Cantos de…

[escudodeluz]

Gi

Dicen que escribir también es sanar. Hay una historia albergada en mi corazón hace mucho tiempo y hoy viéndola desde más lejos, con otra perspectiva, quiere darse.

Un 8 de diciembre, hace ya 2 años, mi mamá me llama para contarme el principio de una de las enseñanzas más importantes en mi vida (hasta ahora). “Su alma ya eligió” fueron las palabras de mi vieja. Una sabia. Era el principio de una lucha, tiempo de ponerse el escudo de luz. Mater, en dónde me estás metiendo en este día, tu día.

Soy misionera, pero en ese momento quizás lo fui un poquito más. Y también digo literalmente misionera, GM 15. Además de mi escudo para defenderme frente a la lucha, también tenía que usar mis pies y manos, mi corazón, no frenarme, dar dar dar. Desde mi luminosa juventud a otros jóvenes que la necesitan, dar dar dar. Pero en ese dar siempre hay un recibir, solo si estamos con los ojos del alma bien abiertos. Después de terminar ese 8 de diciembre en el que me levanté y di lo mejor de mi, un brillito me muestra una canción navideña de toda una primaria: “Stille Nacht-Noche de paz”. Lo que ella no sabía es que en cada una de esas vocecitas me estaba regalando una luz de esperanza, me estaba regalando verdadera paz en la lucha que recién empezaba. Las formas en que Dios mueve las fichas para enseñarnos lo más importante son muy misteriosas. Y la certeza que me dejó en ese comienzo del adviento es que este tiempo debería ser siempre así: dando, compartiendo, buscando y encontrando La Paz.

Curiosamente la navidad de ese año no me regaló el arbolito de luces encendidas en casa, tampoco una mesa larga con mis abuelos primos y tíos. Me regaló mucho más: El reencuentro corazón a corazón con mi tía que latía por seguir despertando, en los Aires Buenos. Me regaló charlas que hoy son tesoros. “Mati, cómo se reza?” “Mati, por qué en el Padre Nuestro decimos que El está en el cielo si debería estar en cada uno?” “Peque, todavía no amaste de verdad, y tampoco te amaron de verdad.” “Peque, no cometas los mismos errores que yo.” - Revuelvo este cofre, soy millonaria en enseñanzas. Gracias por este regalo de navidad Dios.

Y llega el 25, parto de nuevo a Córdoba para irme a misionar, sola, lejos de festejar el vitel tone de la noche anterior. Era una navidad muy distinta. Era yo en un colectivo leyendo “Para ser Cristiano”, un libro que me compre en el cpc en el puestito de usados (me costó $10, pero lo valió todo en ese momento). “...un amor que concentre todas las energías de la naturaleza humana. Pero, ¿somos capaces de amar así? ¿Está en nuestro poder dirigir todas nuestras fuerzas para hacerlas confluir en un amor tan absoluto?” Cada palabra de ese libro lo valieron todo en ese momento, 10 horas de viaje y con toda una lucha encima. Esas palabras, entre tantas más, fueron el impulso a algo grande, la muestra de amor absoluto.

La misión de GM15 en Dean Funes fue muy distinta a las anteriores. Fue ir con un corazón partido a la mitad, porque una estaba con mi Tia y mi familia en Buenos Aires, por supuesto. Pero en esa grieta entró luz. Nada más que luz. Otro impulso.

Y después llegué al Sur. Escaparme para adentro en el afuera más amplio, entre tanto cielo de montañas con pinitos a mochila la sonrisa y una flor. Y toda carga, alzarla. Y todo abrazo, recibirlo. Y cada risa, valorarla. Y cada aventura, compartirla. Pero sobre todo, en cada hombro descansar. 4 personas de fierro escalando conmigo, otro impulso.

Lo loco fue que mi pasaje de avión de vuelta resultó ser distinto, otra vez viajar sola a Córdoba (para después volver a despegar ese mismo día directo a mi guerrera favorita en Buenos Aires). Cómo me amargué no me lo olvido, pero menos me olvido estar en mi asiento con la vista al cielo bien celeste entre nubes, escuchando la primera canción de la lista de reproducción que el avión me ofrecía: Diego Torres. “Aquí estoy yo, vengo a cantarte con el corazón para entregarte todo lo mejor, aquí estoy yo. Ahí estaré, para cuidarte y no dejarte caer. Si tu te pierdes yo también lo haré. Ahí estaré lo sabes bien.” No podía ser otra cosa que no sea Dios. ¿Cómo decirle que no a llegar a casa, cambiar de valija y volver a salir corriendo a abrazarla? Y si, fue difícil. Eran 7 días durmiendo en una habitación de hospital en un sillón (single) viendo cómo mi tía de a poco dejaba de ser mi tía. No hay palabras. Pero Dios estaba ahí, y en eso tampoco hay palabras. Solo hay fe, hay amor absoluto.

Dios estaba en cada charla profunda con mi viejo, siendo pilar el uno del otro. Siendo PAPÁ e HIJA. Entre tanto, entre todo, el me decía: “Lo que disponga Dios mañana es algo del mañana.” “Uno tiene que aprender a leer la vida.” En esos días Dios era mi viejo.

Dios estaba en los chistes con mi abuela poniéndole onda y evadiendo todo.

Dios estaba en Nelly y su poesía cuando nos hablaba:

“Me fui al río. Miré el agua con la mente en blanco. Le tiré una flor y me la devolvió, la agarré y la volví a tirar, me la devolvió. La agarré de nuevo con las dos manos y la volví a tirar, me la devolvió de nuevo. Ahí entendí que me pedía que no le tire más flores, que no llore más.”

Dios estaba en mi hermana que llegaba y compartía el balcón conmigo en el desayuno, al frente de un árbol muy verde.

Dios también estaba en cada abrazo lleno de amor que me esperaba en Córdoba.

Dios estaba y está en Vicente.

Dios estaba,

Dios está,

Dios existe

y de eso no tengo dudas.

‘, con E.

[las-microfisuras]

El salto

Porque el agua se me fuga y yo -pura sed- soy un zahorí  que remata sus varas. Porque las palabras regresan de un viejo abuso y ya no tienen fuerzas para escalar los labios.

Tendré que invocar una caída en el umbral mismo del verbo con la fe de todas las manzanas.

Saltar muy dentro, libre al fondo de las cosas, deshabitar  la memoria, su ciudadela  adoquinada, su lacre, los arquetipos  rotos en las esquinas ofreciéndome su cuerpo.

Dejar de buscar advientos  en el pan de ayer, las migas que con que solía  despilfarrar el hambre, sacudir las cortezas  que ya ni pueden recordar su savia.

No bastará con la poesía; habrá que tener además los huesos livianos de los pájaros. 

Laura Giordiani

Edit. Amargord

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Poesía de Adviento: «Juan el Bautista», de Pedro Miguel Lamet, SJ

Poesía de Adviento: «Juan el Bautista», de Pedro Miguel Lamet, SJ

Preparemos los caminos,ya se acerca el Salvador… El año pasado por estas fechas, en el tiempo de Adviento, reproduje en el blog dos sonetos de Pedro Miguel Lamet, SJ (Cádiz, 1941- ) dedicados a esta temática, los titulados «Isaías» y «María», incluidos ambos en su libro de 2016 La luz recién nacida. Cancionero de Adviento y Navidad. Recupero para hoy, segundo domingo de Adviento, un tercer…

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#Barañáin (#Navarra), parroquia de Santa María Madre de la Iglesia, esta tarde-noche, con el párroco don Javier Sagasti, que ha presentado mi charla sobre el #Adviento y la #Navidad en la #poesía hispánica. #Adviento2022 #Navidad2022 https://www.instagram.com/p/CmH_3MrMJXa/?igshid=NGJjMDIxMWI=

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El próximo martes 13 de diciembre, a las 19:30 horas, en el salón de la parroquia de Santa María Madre de la Iglesia (avenida del Valle, s. n., #Barañáin, #Navarra) daré una charla sobre el #Adviento y la #Navidad en la #poesía hispánica. Los que os encontréis cerca, ¡estáis todos cordialmente invitados! #Adviento2022 #Navidad2022 https://www.instagram.com/p/CmCHFa6sfzL/?igshid=NGJjMDIxMWI=

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Poesía de Adviento: «Isaías», de Pedro Miguel Lamet, SJ

Poesía de Adviento: «Isaías», de Pedro Miguel Lamet, SJ

El Adviento es esperanza;la esperanza, salvación;ya se acerca el Señor.Preparemos los caminos,los caminos del amor;escuchemos su voz. (Carmelo Erdozáin, «Abre tu tienda al Señor»,Nuevos cantos de Adviento y Navidad) Vaya para este cuarto domingo de Adviento —tiempo de esperanzada espera de la Navidad y el nacimiento del Niño Dios— otro soneto de Pedro Miguel Lamet, SJ (Cádiz, 1941- ), «Isaías»,…

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Poesía de Adviento: «¡Qué frío, qué frío!», del P. Gustavo González Villanueva

Poesía de Adviento: «¡Qué frío, qué frío!», del P. Gustavo González Villanueva

La Virgen sueña caminos,está a la espera.La Virgen sabe que el Niñoestá muy cerca. Vaya para este tercer domingo de Adviento un poema del sacerdote guatemalteco (nacido en Antigua Guatemala) Gustavo González Villanueva. Fallecido en 2005, el P. González Villanueva, abogado y Doctor en Teología, fue maestro de Educación Primaria por el Instituto Normal «Antonio Larrazábal» de Antigua Guatemala.…

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Poesía de Adviento: «María», de Pedro Miguel Lamet, SJ

Poesía de Adviento: «María», de Pedro Miguel Lamet, SJ

Siendo muy abundante la producción poética en torno al ciclo litúrgico de la Navidad, no lo es tanto la relacionada con el Adviento, este tiempo de preparación para la llegada del Dios hecho hombre en que nos encontramos. Sea como sea, en este blog ya he dado entrada a algunos poemas con esta temática específica como «El Adviento se viste de violetas» del Padre Jesús del Castillo; «Espera la…

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«Adviento», del P. Salvador Lugo Azuela, MNM

«Adviento», del P. Salvador Lugo Azuela, MNM

Abre tu tienda al Señor:recíbele dentro,escucha su voz. Abre tu tienda al Señor:prepara tu fuego,que llega el Amor. (Carmelo Erdozáin, «Abre tu tienda al Señor», enNuevos cantos de Adviento y Navidad, 1986) Vaya para este primer domingo de Adviento un poema del P. Salvador Lugo Azuela, MNM. Oriundo de México (nacido el 13 de noviembre de 1944), se ordenó como sacerdote en 1972. Fue maestro en…

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Poesía de Adviento: «Espera la Virgen pura», de Francisco Vaquerizo

Poesía de Adviento: «Espera la Virgen pura», de Francisco Vaquerizo

La Virgen sueña caminos, está a la espera…

Mañana ya es Nochebuena, pero hoy todavía estamos en tiempo de Adviento, de espera para la llegada del Niños-Dios, el Emmanuel (ʽDios con nosotrosʼ), el Salvador del mundo. Vaya, pues, para cerrar este tiempo de preparación espiritual el poema «Espera la Virgen pura», de Francisco Vaquerizo. El poema (42 versos de romance con rima é e) tiene la…

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Poesía de Adviento: un poema del Padre Jesús del Castillo

Poesía de Adviento: un poema del Padre Jesús del Castillo http://wp.me/p2FM39-ma

Muchos son los escritores que a través de los siglos han querido cantar el Nacimiento de Dios, y lo han hecho en los tres grandes géneros literarios: el narrativo, el lírico y el dramático. En cualquier caso, el terreno que mejor se presta a una evocación subjetiva del tema navideño es precisamente el de la poesía[1]. En los próximos días, dedicaré algunas entradas a reproducir y comentar algunos…

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Poesía de Navidad: «Encarnación», de Pedro Miguel Lamet, SJ

Poesía de Navidad: «Encarnación», de Pedro Miguel Lamet, SJ

Hace unos días, en el tiempo de Adviento, reproducía aquí un par de sonetos de Pedro Miguel Lamet, SJ (Cádiz, 1941- ), «Isaías» y «María», pertenecientes a su libro La luz recién nacida. Cancionero de Adviento y Navidad. Copio hoy otro soneto del mismo libro, dedicado este a la «Encarnación», que se construye como un apóstrofe al «niño mío» (v. 1; la voz lírica habla luego de «tu silencio», v. 5;…