Let me be sad, it is the only way I know how to squeeze out the last drop of happiness, and then I won’t suffer as much later on.
Pedro Lemebel, My Tender Matador (translated by Katherine Silver)
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You will always reside in my dreams, and in the foliage of my lashes you will hide so that I can discover you, painfully haunting every fluctuation of my eternal sleep.
— Pedro Lemebel, My Tender Matador: A Novel. (Translated by Katherine Silver) (Grove Press February 10, 2005)
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A usted le doy este mensaje
y no es por mí
yo estoy viejo
y su utopía es para las generaciones futuras. Hay tantos niños que van a nacer
con una alita rota
y yo quiero que vuelen compañero
que su revolución
les dé un pedazo de cielo rojo para que puedan volar.
—Pedro Lemebel, Manifiesto (Hablo por mi diferencia), 1986
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“Manifiesto (Hablo por mi diferencia)” Pedro Lemebel.
No soy Pasolini pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg expulsado de Cuba
No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí está mi cara
Hablo por mi diferencia
Defiendo lo que soy
Y no soy tan raro
Me apesta la justicia
Y sospecho de esta cueca democrática
Pero no me hable del proletariado
Porque ser pobre y maricón es peor
Hay que ser ácido para soportarlo
Es darle un rodeo a los machitos de la esquina
Es un padre que te odia
Porque al hijo se le dobla la patita
Es tener una madre de manos tajeadas por el cloro
Envejecidas de limpieza
Acunándote de enfermo
Por malas costumbres
Por mala suerte
Como la dictadura
Peor que la dictadura
Porque la dictadura pasa
Y viene la democracia
Y detrasito el socialismo
¿Y entonces?
¿Qué harán con nosotros compañero?
¿Nos amarrarán de las trenzas en fardos
con destino a un sidario cubano?
Nos meterán en algún tren de ninguna parte
Como en el barco del general Ibáñez
Donde aprendimos a nadar
Pero ninguno llegó a la costa
Por eso Valparíso apagó sus luces rojas
Por eso las casas de caramba
Le brindaron una lágrima negra
A los colizas comidos por las jaibas
Ese año que la Comisión de Derechos Humanos
no recuerda
Por eso compañero le pregunto
¿Existe aún el tren siberiano
de la propaganda reaccionaria?
Ese tren que pasa por sus pupilas
Cuando mi voz se pone demasiado dulce
¿Y usted?
¿Qué hará con ese recuerdo de niños
Pajeándonos y otras cosas
En las vacaciones de Cartagena?
¿El futuro será en blanco y negro?
¿El tiempo en noche y día laboral
sin ambigüedades?
¿No habrá un maricón en alguna esquina
desequilibrando el futuro de su hombre nuevo?
¿Van a dejarnos bordar de pájaros
las banderas de la patria libre?
El fusil se lo dejo a usted
Que tiene la sangre fría
Y no es miedo
El miedo se me fue pasando
De atajar cuchillos
En los sótanos sexuales donde anduve
Y no se sienta agredido
Si le hablo de estas cosas
Y le miro el bulto
No soy hipócrita
¿Acaso las tetas de una mujer
no lo hacen bajar la vista?
¿No cree usted
que solos en la sierra
algo se nos iba a ocurrir?
Aunque después me odio
Por corromper su moral revolucionaria
¿Tiene miedo que se homosexualice la vida?
Y no hablo de meterlo y sacarlo
Y sacarlo y meterlo solamente
Hablo de ternura compañero
Usted no sabe
Cómo cuesta encontrar el amor
En esas condiciones
Usted no sabe
Qué es cargar con esta lepra
La gente guarda las distancias
La gente comprende y dice:
Es marica pero escribe bien
Es marica pero es un buen amigo
Súper-buena-onda
Yo no soy buena onda
Yo acepto al mundo
Sin pedirle esa buena onda
Pero igual se ríen
Tengo cicatrices de risas en la espalda
Usted cree que pienso en el poto
Y que al primer parrillazo de la CNI
Lo iba a soltar todo
No sabe que la hombría
Nunca la aprendí en los cuarteles
Mi hombría me la enseñó la noche
Detrás de un poste
Esa hombría de la que usted se jacta
Se la metieron en el regimiento
Un milico asesino
De esos que aún están en el poder
Mi hombría no la recibí del partido
Porque me rechazaron con risitas
Muchas veces
Mi hombría la aprendí participando
En la dura de esos años
Y se rieron de mi voz amariconada
Gritando: Y ya va a caer, y ya va a caer
Y aunque usted grita como hombre
No ha conseguido que se vaya
Mi hombría fue la mordaza
No fue ir al estadio
Y agarrarme a combos por el Colo Colo
El fútbol es otra homosexualidad tapada
Como el box, la política y el vino
Mi hombría fue morderme las burlas
Comer rabia para no matar a todo el mundo
Mi hombría es aceptarme diferente
Ser cobarde es mucho más duro
Yo no pongo la otra mejilla
Pongo el culo compañero
Y ésa es mi venganza
Mi hombría espera paciente
Que los machos se hagan viejos
Porque a esta altura del partido
La izquierda tranza su culo lacio
En el parlamento
Mi hombría fue difícil
Por eso a este tren no me subo
Sin saber dónde va
Yo no voy a cambiar por el marxismo
Que me rechazó tantas veces
No necesito cambiar
Soy más subversivo que usted
No voy a cambiar solamente
Porque los pobres y los ricos
A otro perro con ese huevo
Tampoco porque el capitalismo es injusto
En Nueva York los maricas se besan en la calle
Pero esa parte se la dejo a usted
Que tanto le interesa
Que la revolución no se pudra del todo
A usted le doy este mensaje
Y no es por mí
Yo estoy viejo
Y su utopía es para las generaciones futuras
Hay tantos niños que van a nacer
Con una alita rota
Y yo quiero que vuelen compañero
Que su revolución
Les dé un pedazo de cielo rojo
Para que puedan volar.
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Abya Yala (no) es un pueblo al sur de Estados Unidos. Colección de Apuntes.
Joaquín Torres García, América invertida.
"Tal vez, la permanencia de este clown del humor fácil en la pantalla chilena se debió a que fue cuidadoso en sus opiniones contingentes y supo atrincherarse en el Canal Católico, además su programa siempre tuvo el apoyo de la derecha empresarial. Aun así, aunque Don Francisco reiteradamente evitó los temas políticos, hay gestos suyos que pocos conocen y que harían más soportable su terapia populista. Se sabe que en los primeros días después del golpe, ayudó a un periodista que entonces era perseguido por los militares. Tal vez, esto que alguna vez ha reconocido públicamente, haga más digerible su insoportable chacra, pero no basta para el Vía Crucis de la Teletón. Esa odiosa teleserie de minusválidos gateando para que la Coca Cola les tire unas sillas de ruedas. No basta la emoción colectiva, ni la honestidad de las cristianas intenciones, ni el sentimentalismo piadoso para justificar la humillación disfrazada de colecta solidaria. No basta la imagen del animador, como virgen obesa con la guagua parapléjica en los brazos, haciéndole propaganda a la empresa privada con un problema de salud y rehabilitación que le pertenece al Estado. Con este Gran Gesto Teletónico, el país se conmueve, se abuena, se aguachan sus demandas rabiosas. Y el «Todos Juntos», funciona como el show reconciliador donde las ideologías políticas blanquean sus diferencias, bailando cumbia y pasándose la mano por el lomo con la hipocresía de la compasión. Porque más allá de los hospitales que se construyen con el escudo de la niñez inválida como cartel, quien más gana en popularidad y adhesión es el patrono del evento. El sagrado Don Francisco, el hombre puro sentimiento, puro «chicharrón de corazón», el apóstol televisivo cuya única ideología es la chilenidad, y su norte, la picardía cruel y la risotada criolla que patentó como humor nacional.
(…)
A lo mejor, en estos últimos años de desengaño democrático, si había que exportar un producto típico chileno, que no fuera el Condorito, pasado de moda por roto y derrotista, ahí estaba Don Francis: sentimental, triunfador y chacotero. Si había que instalarlo en algún escenario, no cabía duda que el mejor era Miami y su audiencia sudaca y arribista. Al resto del show, sumarle el gusaneo cubano y su hibridez de hamburguesa gringa y salsa transplantada, allegada, paracaidistas de visita siempre, pero igual se creen yanquis con sus pelos teñidos, sus grasas monumentales y su vida fofa del carro al mall, del mall al surfing, y del beach al living room, con bolsas de papas fritas, pop corn, pollo chicken y litros de Coca Cola, para ver al chileno gracioso, que cada tarde de sábado reparte carnaval y electrodomésticos a la teleaudiencia latina. Y no cabe duda que en estos trópicos se ha hecho insustituible, aunque ya no está con su yunta del humor, el cómico Mandolino, a quien dejó botado con su disfraz de vagabundo en las palmereadas costas de Florida. Pero eso no le preocupó a Don Francis, tampoco la querella por acoso sexual que le puso una modelo. El salió libre de polvo y paja y ella quedó como mentirosa, tonta y oportunista. En fin, dígase lo que se diga, Don Francisco equivale a la cordillera para los millones de telespectadores del continente que lo siguen, lo aman, le creen como a la virgen, y ven en la boca chistosa del gordo una propaganda optimista de país. Más bien, una larga carcajada neoliberal que limita en una mueca triste llamada Chile.
Pedro Lemebel, Don Francisco (o «la virgen obesa de la TV»)
"Para turistas gente curiosa, es un sitio exótico para visitar
Es solo un lugar económico, pero inadecuado para habitar
Les ofrecen Latino América, el carnaval de Río y las ruinas aztecas
Gente sucia bailando en las calles, dispuesta a venderse por algunos USA dollars.
Nadie en el resto del planeta toma en serio
A este inmenso pueblo lleno de tristeza
Se sonríen cuando ven que tienen veintitantas banderitas
Cada cual más orgullosa que su soberanía
(…)
Y el inocente pueblo de Latino América
Llorará si muere Ronald Reagan o la reina
Y le sigue paso a paso la vida a Carolina
Como si esa gente sufriera del subdesarrollo
Estamos en un hoyo.
Parece que en realidad Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos.
Los Prisioneros, Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos.
"He dicho Escuela del Sur porque en realidad nuestro Norte es el Sur. No debe haber Norte, para nosotros, sino por oposición a nuestro Sur. Por eso ahora ponemos el mapa al revés, y entonces ya tenemos justa idea de nuestra posición, y no como quieren en el resto del mundo. La punta de América, desde ahora, prolongándose, señala, insistentemente el Sur, nuestro Norte"
Joaquín Torres García.
"Con su ritual de acero
sus grandes chimeneas
sus sabios clandestinos
su canto de sirenas
sus cielos de neón
(…)
con sus predicadores
sus gases que envenenan
su escuela de chicago
sus dueños de la tierra
con sus trapos de lujo
y su pobre osamenta
sus defensas gastadas
sus gastos de defensa
con sus gesta invasora
el norte es el que ordena
pero aquí abajo abajo
cada uno en su escondite
hay hombres y mujeres
que saben a qué asirse
aprovechando el sol
y también los eclipses
apartando lo inútil
y usando lo que sirve
con su fe veterana
el Sur también existe
con su corno francés
y su academia sueca
su salsa americana
y sus llaves inglesas
con todos su misiles
y sus enciclopedias
su guerra de galaxias
y su saña opulenta
con todos sus laureles
el norte es el que ordena"
Mario Benedetti, El Sur También Existe.
"En tu reciente visita a México señalaste que en América Latina no se está en condiciones de hablar de pensamiento decolonial ni postcolonial. Afirmaste que lo decolonial es una moda, lo postcolonial un deseo y lo anticolonial una lucha. ¿Cómo seguir este camino anticolonial?
Yo creo que es una forma de poner en relieve que este proceso tiene larga data. Desde tiempos coloniales se han dado procesos de lucha anticolonial; en cambio, lo decolonial es una moda muy reciente que, de algún modo, usufructúa y reinterpreta esos procesos de lucha, pero creo que los despolitiza, puesto que lo decolonial es un estado o una situación pero no es una actividad, no implica una agencia, ni una participación consciente. Llevo la lucha anticolonial a la práctica en los hechos, de algún modo, deslegitimizando todas las formas de cosificación y del uso ornamental de lo indígena que hace el Estado. Todo eso son procesos de colonización simbólica.
Has profundizado mucho en la sociología de la imagen, tomando la imagen como teoría y no solo como ilustración. ¿De qué forma te sirve la imagen?
Es una forma de replantear el papel de la visualidad en la dominación y también sirve como forma de resistencia. Se trata de descolonizar la conciencia propia, superar el oculocentrismo occidental y convertir la mirada en parte de una experiencia completa, orgánica, que implique los otros sentidos también, como el olfato o el tacto. Es decir, reintegrar la mirada al cuerpo.
Quisiera profundizar en el concepto ch´ixi. ¿Cómo llegas a él y qué significa para ti?
Surge como una metáfora que me comunica un escultor aymara —Victor Zapana— hablando de animales como la serpiente o el lagarto, que vienen de abajo, pero también son de arriba, son masculinos y también femeninas. Es decir, tienen una dualidad implícita en su constitución. Y eso me parecía a mi una muy buena metáfora para explicar un tipo de mestizaje que reconoce la fuerza de su lado indígena y la potencia para poder equilibrarla con la fuerza de lo europeo. Entonces se propone a lo ch´ixi como una fuerza descolonizadora del mestizaje. Lejos de la fusión o de la hibridez, se trata de convivir y habitar las contradicciones. No negar una parte ni la otra, ni buscar una síntesis, sino admitir la permanente lucha en nuestra subjetividad entre lo indio y lo europeo.
Resulta interesante como varias personas han manifestado alivio y tranquilidad al comprender tu noción de lo ch´ixi, sobre todo, en relación con problemas de identificación.
A mi también me ha llamado la atención que pueda dialogar este concepto con experiencias tan distintas. Lo que pasa es que todos vivimos una contradicción muy fuerte, entre lo occidental y lo que nos da el paisaje, el ámbito local, que nos conecta con la otra cara."
Silvia Rivera Cusicanqui, entrevista con Nora Narváes para El Salto.
"Adam Smith decía que el descubrimiento de América había «elevado el sistema mercantil a un grado de esplendor y gloria que de
otro modo no hubiera alcanzado jamás». Según Sergio Bagú, el más
formidable motor de acumulación del capital mercantil europeo fue
la esclavitud americana; a su vez, ese capital resultó «la piedra fundamental sobre la cual se construyó el gigantesco capital industrial de los tiempos contemporáneos». La resurrección de la esclavitud grecorromana en el Nuevo Mundo tuvo propiedades milagrosas: multiplicó las naves, las fábricas, los ferrocarriles y los bancos de países que no estaban en el origen ni, con excepción de los Estados Unidos, tampoco en el destino de los esclavos que cruzaban el Atlántico".
Eduardo Galeano, Las venas abiertas de América Latina.
"El protagonismo indígena en la producción audiovisual es una de las muchas facetas de un fuerte movimiento de resistencia en América Latina que apuesta a la valorización de la ancestralidad de pueblos originarios que habitaban la región antes de ser invadida por el colonizador europeo y vieron cómo se despreciaban y negaban sus modos de vida y cultura. No se respetaron las peculiaridades de cada pueblo y todos fueron denominados por igual “indios”. La Abya Yala, uno de los nombres con que los pueblos originarios llamaban a sus tierras, fue bautizada como América.
En este movimiento de resistencia, se acordó volver a llamar a la región de Abya Yala (tierra viva o tierra que florece), según la denominaba el pueblo Guna, de Colombia y Panamá, en su idioma original. En Brasil, el nombre de América era Pindorama.
«Usar el nombre de Abya Yala es una forma de enfrentar al nombre de América Latina, que fue dado por el invasor”, cuenta el profesor e investigador Janssen Felipe da Silva. “Su uso es la afirmación de que nosotros, que trabajamos con epistemologías del Sur y de América Latina y con el pensamiento descolonial, asumimos el tema como una confrontación”.
Fabia Prates, ¿Qué significan Abya Yala y Pindorama? Para Contemporary And América Latina.
"A principios del siglo XXI, las ideas feministas latinoamericanas se vinculan al éxito del capitalismo en la destrucción de las culturas locales (la llamada globalización), y al clima continental reactivo de profunda crítica a la occidentalización de América,2 y a sus secuelas de racismo y colonialismo que intentan reorganizarse en las ideas y las prácticas políticas del neoliberalismo.
Según María del Rayo Ramírez Fierro, ubicar el propio análisis de la realidad desde América Latina implica hacerlo desde "todos los lugares marginales del imperio global". Esto es, desde espacios geográficos, culturales y económicos donde los movimientos sociales más recientes han aglutinado a sectores diversos (mujeres y hombres indigentes urbanos, indígenas y campesinos, desempleados, de la tercera edad, niños de la calle, afrodescendientes, migrantes), para estructurar reclamos que tienen que ver con algo más profundo, más elemental que la lucha por la socialización de los instrumentos de producción, posiblemente con el cambio de una cultura basada en el concepto de lo superior, ejercida por los elegidos. Se han juntado alrededor de la no privatización de recursos naturales primarios como el agua o el gas, contra el turismo trasnacional, el latifundio y la agroindustria: son los sin tierra de Brasil, los sin rostro de México, y los sin techo de toda América, es decir son los seres humanos extranumerarios para el sistema capitalista mundial que, desde sus márgenes, son capaces de ponerlo en crisis.
Las mujeres que participan en el movimiento zapatista en México, las cocaleras en Bolivia, las indígenas amazónicas y andinas de Ecuador y Venezuela están denunciando la relación entre el colonialismo, el racismo y las desigualdades económicas, de oportunidades y de acceso a los servicios públicos que las marginan.
Igualmente juzgan como manifestaciones de racismo las políticas de castellanización y aculturación de los pueblos originarios: "Nos quieren desindianizar", denuncia la maestra Perla Francisca Betanzos Gondar, de Milpa Alta. "Quien estudia español ya no quiere hablar náhuatl y lo olvida. El proceso de desindianización implica que quien habla español es gente de razón, es gente respetada. Con la lengua se pierde la cosmovisión, la relación con la naturaleza como madre, la idea que el principio creador, Ometéotl, es femenino y masculino, que las mujeres representamos a la tierra…
(…)
En Sexo y conquista, Araceli Barbosa Sánchez analiza cómo el odio de los españoles contra las mujeres y contra toda "feminidad" de los hombres, llevó a los conquistadores a prácticas de violencia extrema, tortura, muerte y degradación de los cadáveres, de las mujeres indígenas que se resistieron a la violación y contra los "sodomitas", equiparándolos de alguna manera.14 De las indias y los sodomitas, los conquistadores nunca recogieron testimonios, palabras, ni describieron sus actitudes y saberes, a diferencia de los inquisidores que transcribieron con lujo de detalles los saberes "perversos" de las hechiceras y herejes. Fue relativamente fácil para el movimiento feminista europeo identificarse con las brujas, una vez que se llegó a demostrar la positiva diferencia de sus saberes con los de la cultura de la represión que sostuvo al absolutismo monárquico y al despegue del capitalismo. Pero ¿con qué diferencia positiva de sus antepasadas pueden identificarse las latinoamericanas sin pasar por una revisión antropológica de las culturas americanas actuales e históricas, y por la ruptura con la cultura mestiza hegemónica, que encubre la historia en sentido racista y sexista?"
Francesca Gargallo, Feminismo Latinoamericano.
"Ka’aru ´pytü
ha che rovetäme
hendypu joa
tataindyu mboriahúicha
tapÿi chavimi
mboriahu retä."
Susy Delgado, MBORIAHU RETÄ
"¿Quién te dijo a ti
que te hicieras carabinero,
Juan Antillanca?
Tú que naciste a la orilla del mar
y que jugaste en las playas sin dueño,
que naciste sabiendo
que la vida no necesita de ley
porque allí nunca ocurre nada;
a más de una ola y otra ola,
un transitar de espuma,
dos fantasmas de viento
y una gaviota borracha de cielos…
¿Y qué más pasa, Juan Antillanca?
Cuando llegaste de uniforme verde
y te pusiste rígido,
¡parecías un atado de "colloi"!
¡cómo te gozaban los chiquillos,
casi te empelotaron la primera vez!
Tus ojos que eran mansos y risueños,
tuviste que endurecerlos;
y aquel gesto tuyo que era como un amanecer,
lo transformaste en grito duro,
en amenaza negra,
en noche desconfiada …
¿Te acuerdas como se las arreglaban
para tener algo de comer
cuando tú eras niño?
¿Y ahora, Juan, tu andas buscando
a los que roban ovejas
porque tienen hambre y no tienen trabajo?
¿Cómo murió tu padre, recuerdas?
¿En qué cuartel amaneció muerto?
A ti te han escogido para esto
porque hablas "mapu dugun"
y porque conoces
todos los escondites de la costa.
Te vimos esa tarde cuando llevaste al Mauleo:
tú ibas más asustado que él,
pasaste avergonzado por frente de nosotros.
Ese día, Juan, nos dio una pena grande.
Alguien dijo:
-Antillanca se hizo carabinero
para ganarse el pan pescando presos a sus hermanos.
¿Qué gusto tiene ese pan, Antillanca?
Pedro Alonso Retamal, MARI AILLA
En principio, el antiimperialismo podría definirse como una modalidad de la resistencia política y cultural que involucra aspectos diversos, entre los que cabe mencionar un tipo de discurso, una retórica, una simbología, una serie de gestos dotados de rasgos específicos. Por esta vía es posible avanzar en la formalización de matrices discursivas y en la identificación de procedimientos formales típicos. La caracterización que ofrece Ana María Vara de la matriz narrativa sobre la que se apoya lo que designa el "contra-discurso neocolonial de los recursos naturales" y el intento de Andrés Kozel de inventariar una serie de rasgos del "ensayo histórico antiimperialista", son esfuerzos que, aunque no necesariamente sumables, se orientan en esa dirección (Vara, 2013; Kozel, 2012; 2010). Sin embargo, y aun cuando constituye un buen punto de partida, una definición así dista de resolver todos los problemas implicados. Una cuestión medular tiene que ver con cómo pensar la localización del antiimperialismo en el campo ideológico. Plantearla adecuadamente supone la forja de herramientas analíticas apropiadas para pensar las relaciones entre lo particular y lo general; se trata, en definitiva, de enfrentar algunos temas clásicos asociados a la teoría de conjuntos, pero también de otras cosas, para lo cual nos basaremos principalmente en los aportes de Cornelius Castoriadis (2013) y Pierre Ansart (1983). Para comenzar, parece conveniente hacer a un lado las definiciones del antiimperialismo que lo conceptúan como un cuerpo doctrinario o sistema ideológico particular. Por esta vía, el antiimperialismo aparecería como una ideología entre otras, a las cuales se contrapondría en la disputa en torno a la verdad acerca de lo social. Ocurre que, si se mira con detenimiento, el antiimperialismo no parece ser un fenómeno de ese tipo. En efecto, no sería difícil mostrar que el antiimperialismo se hace presente en más de una doctrina o ideología particular. Habría, de hecho, dosis importantes de verdad histórica de justicia.
En América Latina, el antiimperialismo no ha sido antes ni es hoy de alguien en particular. Siendo de nadie y, potencialmente, de todos, el antiimperialismo no parece ser exactamente un cuerpo doctrinario o un sistema ideológico, como sí lo serían, al menos en principio, el anarquismo, el socialismo, el liberalismo, el conservadurismo. Pero entonces, ¿de qué estamos hablando? Una posibilidad sería argumentar que el antiimperialismo es un elemento, algo así como un ornamento o voluta, que aparece integrando y eventualmente enriqueciendo y/o complicando algunos cuerpos doctrinarios o sistemas ideológicos particulares. De seguirse esta vía, se abren enseguida nuevas preguntas, relativas a los grados de afinidad entre cada uno de los distintos cuerpos doctrinarios y el componente antiimperialista, al peso relativo que éste puede adquirir dentro de los cuerpos permeables a su incidencia, a los eventuales efectos del componente —catalizadores, distorsivos, decorativos, etc.— sobre los equilibrios internos de los cuerpos. Ninguno de los derroteros de investigación insinuados por estas preguntas carece en principio de interés.
Juan Carlos Morales Manzur, El antiimperialismo latinoamericano y sus aportes a las ideas de unidad continental, para la Universidad del Zulia, Venezuela.
"El Plan Cóndor, también conocido como Operación Cóndor, fue una campaña de represión política y terrorismo de Estado respaldada por Estados Unidos que incluía operaciones de inteligencia y el asesinato de opositores. Fue implementado oficial y formalmente el 25 de noviembre de 1975 por los líderes de los servicios de inteligencia militar de Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay, e implementada luego por las cúpulas de los regímenes dictatoriales y gobiernos democráticos de América del Sur, a excepción de Surinam, Guyana y Trinidad y Tobago, así como las dependencias francesa y neerlandesa en esa región. Diversas fuentes han señalado también la participación secundaria, indirecta o esporádica en el Plan Cóndor de autoridades de Colombia, Ecuador y Perú, según la agencia DW del Estado alemán, el Ministerio Público de Argentina, o el exjefe del Ejército argentino general Martín Balza. A pesar de que algunas fuentes afirman la participación esporádica de Venezuela en el Plan Cóndor, el país mostró su rechazo y oposición a la Operación en reiteradas oportunidades, y durante su vigencia se convirtió en uno de los principales destinos para los exiliados de las dictaduras en el Cono Sur.
Esta coordinación implicó, oficial y directamente, el seguimiento, vigilancia, detención, interrogatorios con tortura, traslados entre países, la violación y desaparición o asesinato de personas consideradas por dichos regímenes como «subversivas» al orden instaurado, o contrarias a su política o ideología.4 El Plan Cóndor se constituyó en una organización clandestina internacional para la estrategia del terrorismo de Estado que instrumentó el asesinato y desaparición de decenas de miles de opositores a las mencionadas dictaduras, la mayoría de ellos pertenecientes a movimientos de la izquierda política, el peronismo, el sindicalismo, las agrupaciones estudiantiles, la docencia, el periodismo, el campo artístico, la teología de la liberación y el movimiento de derechos humanos. Los llamados «Archivos del Terror» hallados en Paraguay en 1992 dan la cifra de 50 000 personas asesinadas, 30 000 desaparecidas y 400 000 encarceladas."
Plan Cóndor, Wikipedia la enciclopedia libre.
"Dos meses después de haber asumido en Argentina, Sampaoli se preparó para su primer juego oficial ante Uruguay, en Montevideo, por las Clasificatorias.
La previa de ese partido estuvo cargado a lo político cuando el DT fue consultado en conferencia por Santiago Maldonado, un activista de izquierda que en ese entonces estaba en condición de desaparecido luego de participar de un corte de ruta.
“Por mi generación y por todo los que vivimos en una época, como ciudadano argentino, no como entrenador de la Selección, molesta un poco que ese tema todavía no esté resuelto, porque realmente vivimos en nuestra época de adolescencia con mucho miedo y dolor y que aparezca esto acá, en estos momentos, sorprende un poco y ojalá que se resuelva y nosotros apoyar desde acá la aparición de Santiago”, respondió el DT.
Pero no fue lo único. Según la prensa, en ese entonces, Sampaoli intentó que sus jugadores ingresaran a la cancha el día del partido con alguna alusión a Maldonado, ya fuera una camiseta o una bandera. Eso sí, el plantel se negó argumentando que no deseaban mezclarse con lo político.
El conflicto llegó después, cuando Messi apareció en la antesala del juego junto a su amigo uruguayo, Luis Suárez, con vestimenta referida a la candidatura de ambos países a sede del Mundial del 2030. Esto desencajó a Sampaoli.
“Se ve que para los negocios sí, pero para los derechos humanos no”, habría lanzado el DT, como consigna La Sexta."
Pablo Velozo, La historia del motín de Messi que destrozó a Sampaoli en Argentina: cuatro peleas y un adiós.
"Las expresiones de rechazo hacia diversos sectores poblacionales son una constante creciente en América Latina en los últimos años. Los diversos países de la región conforman un crisol de complejas interacciones sociales enmarcadas en el desarrollo de políticas institucionales, cuyas directrices económicas neoliberales agudizan las condiciones de desigualdad y precarización, lo cual deriva en prácticas de despojo, inseguridad e intolerancia. Fenómenos como la movilidad creciente de personas a lo largo del continente, la visibilización de nuevas formas de alteridad, la diversidad religiosa, el narcotráfico y procesos de paz que no derivan en mejoras para la sociedad, son procesos que hoy día inciden de múltiples formas en la cotidianidad de nuestras sociedades.
En este convulso escenario existen también procesos organizativos que derivan en vigorosas experiencias de acción colectiva con fuerte incidencia política. Mujeres y hombres de pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos, por solo mencionar algunos, cuentan con agendas de construcción ciudadana importantes que construyen alternativas de vida sugerentes en este contexto de constante transformación. En este escenario emergen fenómenos como el racismo y la xenofobia, los cuales se convierten en un reto epistémico y metodológico para las ciencias sociales en general, y la antropología en particular. En la región, la ideología del mestizaje es la narrativa que permeó la construcción de los Estados-nación. La apología de la miscegenación construyó cierta “ceguera” a las dinámicas de racismo manifestadas por las sociedades latinoamericanas a partir de la consolidación del racismo científico decimonónico (Wade, 2000; van Dijk, 2007; Gall, 2014). De esto se desprende la tardía atención brindada a este flagelo. No obstante, a partir de las últimas décadas del siglo xx observamos una producción constante para entender las aristas y particularidades con que se expresan el racismo y la xenofobia en América Latina. Este aspecto es sumamente relevante, ya que partimos de considerar la importancia de generar un conocimiento situado con marcos interpretativos acordes a nuestras realidades".
Citlali Quecha Reyna y Cristina V. Masferrer León, Racismo y xenofobia en América Latina para el Boletín de Antropología, vol. 35 (Instituto Nacional de Antropología e Historia, Universidad de Antioquia)
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"So that the revolution does not completely rot
I leave you with a message
I am old
And your utopia is for future generations
There are so many children who will be born
With a little broken wing
And I want them to fly, comrade
I want your revolution
To drop them a piece of red heaven
So that they fly."
- Pedro Lemebel from A Last Supper of Queer Apostles
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Lo que nos hizo encontrarnos fueron dos historias que apenas se dieron la mano en medio de los acontecimientos. Y lo que aquí no pasó, no va a ocurrir en ninguna parte del mundo.
Tengo miedo torero, Pedro Lemebel.
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The Imperial Uncle Summary:
Prince Huai, uncle to the young emperor, is the chief of all poisons, the evil manipulator, the greatest of malignant tumors... or so people say.
But no matter--the imperial uncle has a plan. He will sabotage the conspiracy against the throne and make his loyalty known to all. His plan will wipe his reputation clean and put an end to the rumors.
Maybe then Prince Huai can start mending the other facets of his life. Perhaps, he can even be worthy of the paragon of virtue he yearns for...
My Tender Matador Summary:
Centered around the 1986 attempt on the life of Augusto Pinochet, an event that changed Chile forever, My Tender Matador is one of the most explosive, controversial, and popular novels to have been published in that country in decades. It is spring 1986 in the city of Santiago, and Augusto Pinochet is losing his grip on power. In one of the city's many poor neighborhoods works the Queen of the Corner, a hopeless and lonely romantic who embroiders linens for the wealthy and listens to boleros to drown out the gunshots and rioting in the streets. Along comes Carlos, a young, handsome man who befriends the aging homosexual and uses his house to store mysterious boxes and hold clandestine meetings. My Tender Matador is an extraordinary novel of revolution and forbidden love, and a stirring portrait of Chile at an historical crossroads. By turns funny and profoundly moving, Pedro Lemebel's lyrical prose offers an intimate window into the mind of Pinochet himself as the world of Carlos and the Queen prepares to collide with the dictator's own in a fantastic and unexpected way.
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You will always reside in my dreams, and in the foliage of my lashes you will hide so that I can discover you, painfully haunting every fluctuation of my eternal sleep.
Pedro Lemebel, My Tender Matador (translated by Katherine Silver)
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Manifesto (Falo pela minha diferença)
Não sou Pasolini pedindo explicações
Não sou Ginsberg expulso de Cuba
Não sou um viado disfarçado de poeta
Não preciso de disfarce
Essa aqui é a minha cara
Falo pela minha diferença
Defendo o que sou
E não sou tão estranho
Fico puto com a injustiça
E desconfio dessa dança democrática
Mas não venha me falar de proletariado
Porque ser bicha e pobre é pior
Tem que ser ácido para aguentar
É desviar dos machinhos da esquina
É um pai que te odeia
Porque o filho quebra a munheca
É ter uma mãe com as mãos rachadas de cloro
Envelhecidas de limpeza
Te ninando doente
Por maus costumes
Por má sorte
Como a ditadura
Pior que a ditadura
Porque a ditadura passa
E vem a democracia
E logo atrás o socialismo
E então?
O que farão com a gente, companheiro?
Vão amarrar nossas tranças em trouxas com destino a um sidário cubano?
Vão nos enfiar em algum trem para lugar nenhum
Como naquele barco do general Ibáñez
Onde aprendemos a nadar?
Mas ninguém chegou à praia
Por isso Valparaíso apagou suas luzes vermelhas
Por isso as casas de tolerância
Brindaram uma lágrima negra
Aos boiolas comidos pelos siris
Naquele ano que a Comissão de Direitos Humanos não lembra
Por isso, companheiro, eu te pergunto
Ainda existe o trem siberiano da propaganda reacionária?
Aquele trem que cruza suas pupilas
Quando minha voz fica doce demais?
E você?
O que vai fazer com nossas lembranças de moleque, batendo punheta um pro outro nas férias no litoral?
O futuro será em preto e branco?
O tempo, em noite e dia de trabalho sem ambiguidades?
Não haverá uma bichona em alguma esquina, desequilibrando o futuro de seu Novo Homem?
Vão deixar que bordemos pássaros nas bandeiras da pátria livre?
O fuzil eu deixo para você
Que tem sangue-frio
E não é medo
O medo eu fui perdendo
De tanto domar facas
Nos porões sexuais por onde andei
E não se sinta agredido
Se falo contigo dessas coisas
Olhando seu volume no meio das pernas
Não sou hipócrita
Por acaso os peitos de uma mulher não chamam sua atenção?
Não acha que aconteceria algo entre nós, sozinhos na montanha?
Mesmo que depois me odeie
Por corromper sua moral revolucionária
Está com medo de que a vida se homossexualize?
E não falo de meter e tirar
E tirar e meter simplesmente
Falo de ternura, companheiro
Você não sabe
Como é duro encontrar o amor
Nessas condições
Você não sabe
O que é carregar essa lepra
As pessoas mantêm distância
As pessoas compreendem e dizem:
É viado mas escreve bem
É viado mas é um bom amigo
Super gente fina
Eu não sou gente fina
Eu aceito o mundo
Sem pedir essa fineza
Mesmo assim dão risada
Tenho cicatrizes de risadas nas costas
Você acha que eu penso com a bunda
E que no primeiro choque no pau de arara
Eu ia abrir a boca
Não sabe que a hombridade
Eu nunca aprendi nos quartéis
Minha hombridade quem me ensinou foi a noite
Atrás de um poste
Essa hombridade da qual você se gaba
Foi imposta no regimento
Por um milico assassino
Desses que ainda estão no poder
Minha hombridade eu não recebi do partido
Porque me rejeitaram com risadinhas
Tantas vezes
Minha hombridade eu aprendi participando
Da dureza desses anos
E riram da minha voz afeminada
Gritando: e vai cair, e vai cair!
E apesar de você gritar como homem
Não conseguiu que o regime caísse
Minha hombridade foi a mordaça
Não foi ir ao estádio
E sair na porrada pelo Colo-Colo
O futebol é outra homossexualidade velada
Como o boxe, a política e o vinho
Minha hombridade foi mastigar o escárnio
Engolir a raiva para não matar todo mundo
Minha hombridade é me aceitar diferente
Ser covarde é bem pior
Eu não dou a outra face
Eu dou o cu, companheiro
E essa é a minha vingança
Minha hombridade espera paciente
Os machos ficarem velhos
Porque a essa altura do campeonato
A esquerda barganha sua bunda mole
No parlamento
Minha hombridade foi difícil
Por isso nesse trem eu não subo
Sem saber para onde vai
Não vou mudar pelo marxismo
Que tantas vezes me rejeitou
Não preciso mudar
Sou mais subversivo que você
Não vou mudar apenas
Porque os pobres e porque os ricos
Não me venha com esse papo
E sem essa de que o capitalismo é injusto
Em Nova York as bibas se beijam na rua
Mas essa parte eu deixo para você
Que está tão interessado
Que a revolução não apodreça de uma vez
Para você vai esse recado
E não é por mim
Eu já estou velho
E a sua utopia é para as gerações futuras
Há tantos moleques que vão nascer
Com uma asinha quebrada
E eu quero que eles voem, companheiro
Que a sua revolução
Dê a eles um pedaço de céu vermelho
Para que possam voar.
(Texto lido como intervenção em um ato político da esquerda chilena em setembro de 1986, em Santiago.)
Pedro Lemebel, in: Poco Hombre, ed. Companhia das Letras
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Welcome to the first edition of this humble reading club! In this first round we are doing poetry with an open conception about what poetry is. Each member of the club will be posting a piece of literature of their own country (in english and the original language). There will be one post per week every friday. Every member will post from their own blog respecting the style and using “les tumblrinas du mal” as tag. The discussion around the piece of literature will be on the same post in the section of comments (only). The club is open to new members, everyone can interact with post without being part of the club.
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"Manifesto (I Speak For My Difference)" by Pedro Lemebel
Pedro Lemebel (1952–2015) was a Chilean artist, writer, and queer revolutionary. Lemebel first made their mark on Chilean literature through a series of performances and readings made in the 1980s. Their writings (including poetry, short stories, and non-fiction pieces) were known for their boldly queer and provocative stance, as well as for their ability to commemorate the beauty and the grit of working-class queer life in Chile.
In 1986, there was a large gathering of left-leaning opposition groups in the Mapocho Station of Santiago. It was here that Lemebel would make their defiant entry into Chile’s literary culture, dressed in high heels and with a hammer and sickle dolled onto their face. It is this context, of an intransigent public intervention against the established left in Chile, that the poem should be read.
credits to Sebastian Sanchez
I Speak For My Difference
I am not Pasolini asking for explanations
I am not Ginsberg expelled from Cuba
I am not a fag disguised as a poet
I don’t need a disguise
Here is my face
I speak for my difference
I defend what I am
And I am not so strange
I hate injustice
And I don’t trust this democratic dance
But don’t talk to me about the proletariat
Because being poor and a faggot is worse
You gotta be rough to bear it
It’s crossing the street when you see those lads on the corner
It’s a father that hates you
Because his one and only son has a limp wrist
It’s having a mother with hands cut by chlorine
Aged by cleaning
Cradling you when you’re sick
Because of bad habits
Because of bad luck
Like the dictatorship
Worse than the dictatorship
Because dictatorships end
And then comes democracy
And right behind it socialism too
And so?
What will they do with us, comrades?
Will we be tied by our braids into bundles
bound for a Cuban AIDS sanitorium?
They’ll put us on some train to nowhere
Like on General Ibáñez’s ship
Where we learned to swim
But none of us made it to shore
Because of that Valparaíso dimmed its red lights
Because of that the whorehouses
Poured out a single black tear
For those fruits feasted on by crabs
That year the Commission of Human Rights
doesn’t remember
Because of that, comrade, I’m asking you
Does the Siberian train that
reactionaries decry still exist?
That train that passes before your eyes
When my voice starts to get too sweet
And you?
What will you do with that childhood memory
Of us stroking our cocks together (among other things)
While on holiday in Cartagena?
Will the future be in black and white?
Will the difference between night time
and the working day always be clear?
Won’t there be a faggot on some corner
Throwing the future of your new man off balance?
Will they let us embroider birds
on the flags of our free homeland?
I leave the rifle to you
Who is cold-blooded
And it’s not fear
I lost my fear
Of dodging knives
In the seedy basements where I spent my time
And don’t feel attacked
If I speak to you of these things
And check out your bulge
I’m not a hypocrite.
Don’t a woman’s tits
Make you lower your gaze?
Don’t you think
That alone in the mountains
Something would happen between us?
Even if you hate me afterwards
For corrupting your revolutionary morals.
Are you scared I’ll homosexualize your life?
And I’m not just talking about putting it in
& taking it out & taking it out & putting it in
I’m talking about tenderness, comrade
You don’t know
How much it costs to find love
In these conditions
You don’t know
What it’s like to carry this leprosy
People keep their distance
People understand and say:
He’s a fag but he writes well
He’s a fag but he’s a good friend
Real-good-vibes
But I’m not good vibes
I accept the world
Without asking for those good vibes
But either way they laugh
There are scars of laughter on my back
You say I think with my ass
And that with the first shock of the electric prod
I’d let it all slip
You don’t know that I never learnt
My manhood in the barracks
The night taught me my manhood
Behind a post
That manhood you boast of
Was drilled into you in boot camp
By a murderous pig
Like the ones still in power
I didn’t get my manhood from the party
Because they rejected me with sniggers
More than once
I learnt my manhood participating
In the struggle of those years
And they laughed at my faggy voice
Chanting: And it’s gonna fall, and it’s gonna fall
And although you shout like a man
You’ve brought nothing down
My manhood was the gag
It wasn’t going to the stadium
And getting into scraps for Colo-Colo
Football is another form of repressed homosexuality
Like boxing, politics, and wine
My manhood was biting down on my tongue
Eating my rage so I didn’t kill the whole world
My manhood is accepting myself as different
Being a coward is much more difficult
The only other cheek I’ll turn,
Comrade, is on my ass
And that is my vengeance
My manhood waits patiently
For the chauvinists to get old
Because at this stage of the game
The left is trading its limp ass
In parliament
My manhood was difficult
That’s why I won’t get on this train
Without knowing where it’s going
I won’t change for Marxism
Which rejected me so many times
I don’t need to change
I’m more subversive than you
I won’t change just
Because of the rich and the poor
Give me a break
I also wont change because capitalism is unjust
In New York fags kiss on the street
But I’ll let you chew on that
You who are so interested
In the revolution not rotting away
To you I leave this message
And this is not for me
I am old
And your utopia is for those who are to come
There are so many children who will be born
With a broken wing
And I want them to soar, comrade
I want your revolution
To give them a piece of red sky
So they can fly.
...
Hablo por mi diferencia
No soy Pasolini pidiendo explicaciones
No soy Ginsberg expulsado de Cuba
No soy un marica disfrazado de poeta
No necesito disfraz
Aquí está mi cara
Hablo por mi diferencia
Defiendo lo que soy
Y no soy tan raro
Me apesta la injusticia
Y sospecho de esta cueca democrática
Pero no me hable del proletariado
Porque ser pobre y maricón es peor
Hay que ser ácido para soportarlo
Es darle un rodeo a los machitos de la esquina
Es un padre que te odia
Porque al hijo se le dobla la patita
Es tener una madre de manos tajeadas por el cloro
Envejecidas de limpieza
Acunándote de enfermo
Por malas costumbres
Por la mala suerte
Como la dictadura
Peor que la dictadura
Porque la dictadura pasa
Y viene la democracia
Y detrasito el socialismo
¿Y entonces?
¿Qué harán con nosotros, compañeros?
¿Nos amarrarán de las trenzas en fardos
con destino a un sidario cubano?
Nos meterán en algún tren de ninguna parte
Como en el barco del general Ibáñez
Donde aprendimos a nadar
Pero ninguno llegó a la costa
Por eso Valparaíso apagó sus luces rojas
Por eso las casas de caramba
Le brindaron una lágrima negra
A los colizas comidos por las jaibas
Ese año que la Comisión de Derechos Humanos
no recuerda
Por eso, compañero, le pregunto
¿Existe aún el tren siberiano
de la propaganda reaccionaria?
Ese tren que pasa por sus pupilas
Cuando mi voz se pone demasiado dulce
¿Y usted?
¿Qué hará con ese recuerdo de niños
Pajeándonos y otras cosas
En las vacaciones de Cartagena?
¿El futuro será en blanco y negro?
¿El tiempo en noche y día laboral
sin ambigüedades?
¿No habrá un maricón en alguna esquina
desequilibrando el futuro de su hombre nuevo?
¿Van a dejarnos bordar de pájaros
las banderas de la patria libre?
El fusil se lo dejo a usted
Que tiene la sangre fría
Y no es miedo
El miedo se me fue pasando
De atajar cuchillos
En los sótanos sexuales donde anduve
Y no se sienta agredido
Si le hablo de estas cosas
Y le miro el bulto
No soy hipócrita
¿Acaso las tetas de una mujer
no lo hacen bajar la vista?
¿No cree usted
que solos en la sierra
algo se nos iba a ocurrir?
Aunque después me odie
Por corromper su moral revolucionaria
¿Tiene miedo que se homosexualice la vida?
Y no hablo de meterlo y sacarlo
Y sacarlo y meterlo solamente
Hablo de ternura, compañero
Usted no sabe
Cómo cuesta encontrar el amor
En estas condiciones
Usted no sabe
Qué es cargar con esta lepra
La gente guarda las distancias
La gente comprende y dice:
Es marica pero escribe bien
Es marica pero es buen amigo
Súper-buena-onda
Yo no soy buena onda
Yo acepto al mundo
Sin pedirle esa buena onda
Pero igual se ríen
Tengo cicatrices de risas en la espalda
Usted cree que pienso con el poto
Y que al primer parrillazo de la CNI
Lo iba a soltar todo
No sabe que la hombría
Nunca la aprendí en los cuarteles
Mi hombría me la enseñó la noche
Detrás de un poste
Esa hombría de la que usted se jacta
Se la metieron en el regimiento
Un milico asesino
De esos que aún están en el poder
Mi hombría no la recibí del partido
Porque me rechazaron con risitas
Muchas veces
Mi hombría la aprendí participando
En la dura de esos años
Y se rieron de mi voz amariconada
Gritando: Y va a caer, y va a caer
Y aunque usted grita como hombre
No ha conseguido que se vaya
Mi hombría fue la mordaza
No fue ir al estadio
Y agarrarme a combos por el Colo Colo
El fútbol es otra homosexualidad tapada
Como el box, la política y el vino
Mi hombría fue morderme las burlas
Comer rabia para no matar a todo el mundo
Mi hombría es aceptarme diferente
Ser cobarde es mucho más duro
Yo no pongo la otra mejilla
Pongo el culo, compañero
Y ésa es mi venganza
Mi hombría espera paciente
Que los machos se hagan viejos
Porque a esta altura del partido
La izquierda tranza su culo lacio
En el parlamento
Mi hombría fue difícil
Por eso a este tren no me subo
Sin saber dónde va
Yo no voy a cambiar por el marxismo
Que me rechazó tantas veces
No necesito cambiar
Soy más subversivo que usted
No voy a cambiar solamente
Porque los pobres y los ricos
A otro perro con ese hueso
Tampoco porque el capitalismo es injusto
En Nueva York los maricas se besan en la calle
Pero esa parte se la dejo a usted
Que tanto le interesa
Que la revolución no se pudra del todo
A usted le doy este mensaje
Y no es por mí
Yo estoy viejo
Y su utopía es para las generaciones futuras
Hay tantos niños que van a nacer
Con una alíta rota
Y yo quiero que vuelen, compañero
Que su revolución
Les dé un pedazo de cielo rojo
Para que puedan volar.
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Déjame estar triste, es la única forma que conozco de estrujar la felicidad para que después no me pene.
Pedro Lemebel, Tengo miedo torero
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Karin Eitel (or "the cosmetics of torture, on Channel 7 and for all viewers")
The face of a woman in a photograph sometimes has a vaporous atmosphere that poetizes the discovery of her presence retained and immobile on the paper. On the other hand, the face of a woman filmed on television represents a neurotic movement, a trembling image disturbed by the epileptic blinking that continually retouches the cosmetics of her appearance on the screen. And perhaps, that feeling of being in front of an electrified face could be the argument to remember Karin Eitel, to see again, with the same chill, her face shivering on the Channel 7 screen, on the familiar news program for everyone. viewer. Her young face bristled in the luminous glass of the video. Her face was chosen as a lesson, absolutely doped by the drugs that the CNI injected into her so that she could publicly read her letter of repentance. A lying paper, written by them, where Karin denied her past in the Manuel Rodríguez Patriotic Front. Confusingly intoxicated by barbiturates, she was denying the floggings and abuses in the secret prisons of the dictatorship. Those horror barracks on London or Burgundy streets. Those houses with high ceilings where the echo of screams replaced the vision blocked by the blindfold. Old houses in traditional neighborhoods, spread throughout a Santiago intemperate by the bark-metraca of the scare night, the blow night, the crime night, the metallic night of plowing fear in those thorny streets of the eighties.
Karin's appearance on the National Channel that afternoon was intended to deny the complaints about the violation of human rights in dictatorial Chile, which is why the pathetic scene of her televised confession was staged. That's why Karin was reading, and in her narcotized voice, she told a fake movie that the entire country knew by heart. In her calm tone, imposed by the thugs who were behind the cameras, she revealed the beating, the blind fist, the spear in the groin, the fall and the scratch on her face covered with Angel Face powder. In that voice foreign to the televised character, she raised a chorus of nevers and nevers stung by the needles of the current, the electric sting twitching her eyes, leaving them as open as a stiff doll stitched with syringes. Like a doll without will, she was forced to remain with her eyes fixed, wearing whore's makeup. (As she was angry, they threw the blue and black on her eyelids). Her eyes had just opened to the outside of her, after so many days imprisoned in the shadows, after that long night with her eyes unclosed, open to guess the blow openly. Her eyes were tremendously wild at that nothingness, at that flannel, at that rag of the bandage as a mourning curtain also open to the black forest of vexation. And after so much darkness and searching and denunciation, Karin's eyes were expressionless, wide open for the Chilean television, for the Chilean family having tea at that time of the news.
Perhaps, there are few who have in memory this image of high-rated cruelty in the recent past. There are few of us who, from that day on, learned to watch Chilean television with our eyes closed, as if we were tirelessly listening to Karin's statement repenting with lashes of her red militancy, her copihua and spoiled militancy that trembled coagulated in the rouge of her mouth, in the clown scribble they put on her mouth, in the heart scab drawn on her lips by the makeup of fear. her mouth twisted by the never, but that never, anesthetized, exhausted by the times she had to repeat it before filming, that never forced by the blow up her sleeve and off camera, that never fainted by the bottomless daze of the volts, the one never supported by the glass of water they gave her to remain standing, the one never bitten until the tongue was salted with the opaque taste of blood, the one never distributed to the country in the composite image, defaced and dressed as a good girl to deny rage, to fake cosmetically the purplish dark circles and bruises earned in the dark alley of the unforgettable CNI
Perhaps, remembering Karin in the televised calendar of the eighties allows us to now visualize her life ravaged by these events, knowing that she was the only student at the Catholic University who could not return to her career as a translator. As if the punishment were repeated eternally, in an endless movie for the victims of tricolor ridicule. It is possible that the little news I have about Karin, plus the video of Lotty Rosenfeld, the only artist who took on the case to denounce it in her work, does not allow me the serene objectivity to narrate this event, in fact, the reconciled torpor of these days, it alters my pen and I continue to see Karin trembling in the water of the screen, submerged further and further below the story, increasingly clouded by oblivion, slowly moving her mouth in the never-repentant ordeal of her guerrilla flower.
An artistic reproduction inspired by Pedro Lemebel's above article
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