#Michoacán cuentos de terror
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escaldo · 1 year ago
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Leyendas de terror de Michoacán
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La Cañada de las Vírgenes
En los alrededores de Uruapan y entre las cuevas de la Sierra Madre Occidental, existe un estanque de aguas verdosas, lleno de peces dorados. Aún hoy sigue alimentándose del agua que mana desde la montaña, pura y fresca. A pesar de todo, no se recomienda a ningún excursionista que se bañe en él. ¿La razón? Decenas de almas yacen atrapadas en el fondo, esperando la oportunidad de ahogar a sus víctimas.
La fama del estanque se remonta a la época prehispánica, cuando los médicos ofrecían espantosos sacrificios a sus dioses. Siempre elegían a muchachas hermosas y vírgenes, para recostarlas sobre una cama de piedra junto al manantial y allí mismo, arrancarles el corazón. Se dice que esta muerte tan violenta las condenó a maldecir el lugar, conocido como la Cañada de las Vírgenes.
En 1795, el español Carlos de Labastida llegó a Michoacán acompañado por su hijo Ignacio, y otros tres empleados a su servicio. Tenía interés en iniciar una plantación de tabaco, pues había escuchado que las tierras de Uruapan eran muy fértiles.
Por casualidad llegaron a la cañada y tanto el padre como el hijo quisieron bañarse. No tardaron en sentir como unas manos heladas les tomaban los pies y tiraban de ellos hacia las profundidades. Allí, vieron los cuerpos mutilados y descompuestos de varias jóvenes vírgenes, quienes intentaron seducirlos con sus repugnantes besos y caricias.
Justo cuando estaban a punto de morir, las vírgenes les ofrecieron un trato: les dejarían vivir si a cambio, mataban a los hombres que los acompañaban y los arrojaban al lago.
El crimen se efectuó. Los Labastida regresaron a España sin dar explicaciones y allí, vendieron todo cuanto tenían para ingresar en un monasterio, a fin de lavar sus pecados. Años más tarde, la gente de Uruapan se asombró al encontrar el cuerpo sin vida de Carlos de Labastida, colgando de un árbol junto al estanque.
Atormentado por la culpa, había regresado con el único objetivo de pagar por los asesinatos.
El ahorcado de Zamora
Otra de las leyendas de Michoacán de terror más famosas, transcurre en la ciudad de Zamora de Hidalgo, donde cuentan que habitaba un muchacho llamado Juan. El era un gran fanático del fútbol, por lo que frecuentemente quedaba con sus amigos de jugar por las noches y se les hacía de madrugada en la cancha.
Una noche, cerca de la una, Juan iba de vuelta a su casa cuando pasó frente a un viejo caserón abandonado, el cual todos decían que estaba embrujado. Hace tiempo, un joven había intentado suicidarse colgándose de una viga del techo, pues le había sido infiel a su novia y ella lo había dejado. Ahora su alma vagaba sin descanso por la mansión. Juan, escéptico por naturaleza, se dijo que aquello era imposible.
En ese instante, al mirar hacia un ventanal del piso superior, el corazón saltó en su pecho de terror.
Podía ver cómo un joven pálido y sin pies, pasaba flotando frente al cristal, sosteniendo una vela en la mano. Las cuencas de sus ojos estaban vacías.
Juan corrió a casa aterrorizado y ni esa noche, ni las siguientes, pudo conciliar el sueño a causa de lo que había visto. Finalmente, después de contarle a su abuela lo que había ocurrido, ella le dio el consejo de regresar al caserón con un vaso de agua y arrojarla para curarse de espanto.
Así lo hizo Juan, aunque con mucho miedo de ver al fantasma de nuevo. Solo de esa manera consiguió recuperar la tranquilidad para dormir a pierna suelta cada noche.
La mujer solitaria de la cascada
El Salto, es una caída hermosa de aguas cristalinas, con muchísima fama en Michoacán. Y no solo por su impactante belleza. Los lugareños saben que de noche, una fantasmal aparición hace acto de presencia para bañarse y es mejor no cruzarse en su camino.
Cierto día, un grupo de jóvenes amigos acudieron a nadar a la cascada para refrescarse. Pasaron la tarde completa bromeando y divirtiéndose, y al caer la noche el clima seguía siendo tan agradable, que en lugar de marcharse decidieron quedarse unas horas más. En ese instante se percataron de que una mujer se acercaba a las aguas. Estaba desnuda y tenía una figura esbelta, su pelo era muy negro y hacía un bello contraste con su piel blanquecina.
Los chicos guardaron silencio para espiarla mientras se bañaba. Sin embargo, cuando la desconocida entró en la laguna un mal presentimiento se apoderó de ellos. Algo andaba mal ahí pero no sabían qué.
Imprudentemente y para quitarse el miedo, el más payaso del grupo le lanzó un piropo para romper la tensión.
La mujer volteó y un escalofrío les recorrió la espalda. Ella no tenía rostro.
Cuando emitió un espeluznante chillido, los muchachos salieron a toda prisa del estanque y corrieron despavoridos. Días más tarde, aún sin reponerse del susto, todos ellos enfermaron y luego, uno a uno, murieron en inexplicables circunstancias.
El tesoro de la Catedral de Morelia
En la preciosa ciudad de Valladolid, sobre un hundimiento de la loma de Santa María, se podía ver la entrada hacia un túnel que atravesaba la urbe completa. Sin embargo, nadie podía entrar debido a que unas enormes piedras la obstruían. Como el terreno era propiedad del estado, nadie tenía permitido construir nada y se encontraba desierto.
Los habitantes de las regiones aledañas tampoco se atrevían a acercarse, ya que juraban que todas las noches escapaban gritos del túnel. Gritos de horror.
Se cuenta que son las almas de un grupo de malhechores, condenados a vagar en su interior por toda la eternidad.
Años atrás, cuando todavía estaban vivos, se colaron en una habitación secreta de la Catedral de Morelia, donde los frailes guardaban mucho oro, plata, joyas y objetos de inestimable valor. Entraron por un túnel que cavaron en el suelo. Poco a poco fueron sacando cuanto pudieron, hasta acumular un tesoro considerable.
Pero cierto día, al ir a buscar una pieza que necesitaban de su fortuna, los religiosos se dieron cuenta de que les habían estado robando. De inmediato dieron aviso a las autoridades, las cuales no se explicaban cómo los ladrones habían podido entrar. Y es que el túnel estaba muy bien escondido.
Y aunque por toda Valladolid se supo que estaban buscando a los responsables, estos ladrones quisieron entrar una última vez para llevarse un cofre repleto de monedas de oro.
Esa noche, un cura los sorprendió mientras estaban sustrayendo el dinero y de inmediato dio aviso a los demás religiosos y a los criados. Cuando los rufianes escaparon por el túnel toda esta gente fue tras ellos, intentando impedir que escaparan. Desafortunadamente hubo un derrumbe y no pudieron alcanzarlos. Unos soldados se pasaron toda la noche sacándolos de entre los escombros y lo más extraño fue que, al explorar el resto del pasadizo, no pudieron encontrar a los ladrones por ninguna parte.
Jamás llegó a saberse lo que les pasó o porque desaparecieron. Días después, montones de monedas de oro y plata empezaron a circular por Valladolid.
La mano negra del convento de San Agustín
El padre Marocho, era un religioso que vivía hace años en el convento de San Agustín. Le gustaba tanto leer que siempre se quedaba hasta tarde con sus libros abiertos; lo malo es que esta costumbre le estaba haciendo perder la vista.
Una de esas noches, Marocho leía a La Luz de una tenue vela, en su celda solitaria, cuando un ruido lo hizo volver la cabeza. Ahí, en medio de las sombras, una enorme mano negra lo estaba acechando. Curiosamente esto no asustó al párroco, sino que le provocó una tremenda curiosidad. Así que le habló.
—¡Ya lo vi que me anda espiando! Y ahora para que se le quite, va a tener que sostenerme la vela, para que pueda leer mejor.
La mano le hizo caso y enseguida surgió otra que le hizo sombra, a fin de que sus ojos no se lastimaran por la luz. Marocho leyó tan a gusto en esa ocasión. Cuando se hizo de madrugada y la vela dejó de ser indispensable, el hombre soltó un bostezo y volvió a hablar con las manos.
—Bien, apague la vela y váyase. Ya le llamaré si necesito sus servicios otra vez.
Mientras las manos retrocedían, se escuchó el sonido de un aleteo en la oscuridad, que tampoco consiguió perturbar al padre.
A partir de entonces la escena se repitió cada noche, mientras Marocho leía, aquellas manos negras sujetaban la vela y le hacían sombra hasta que salía el sol. Entonces se retiraban y el párroco dormía un rato, antes de ir a hacer sus labores del día.
Finalmente, una noche la mano negra le hizo una seña y apuntó hacia un rincón de la celda. Pero Marocho, que estaba muy cansado y no tenía tiempo para juegos, hizo caso omiso y se fue a dormir. El tiempo transcurrió. Marocho se fue y por la catedral transitaron diferentes curas y monaguillos.
La leyenda cuenta que un día, un joven llegó a dormir en la misma celda. Aterrorizado, vio aparecer una mano negra que apuntaba hacia una dirección específica. Allí encontró un gran tesoro.
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poliantum · 5 years ago
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25 Instantáneas de Víctor Solorio o Recuerda el cinco de noviembre, la traición de la pólvora y el complot/ Héctor Alvarado Díaz
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1. ¿Cuál es tu primera imagen al comenzar un relato?
Generalmente es algo interesante que le pase al protagonista, algún punto en donde el personaje esté haciendo algo fuera de lo ordinario o algo que sea riesgoso o algo que dé miedo. Puede ser, incluso, algo chusco. De ahí se va deshilvanando el carrete de lo que podría generar una historia. O no. Como todo proceso, puede funcionar o ser un fracaso absoluto.  
 2. ¿Siempre tienes el final?
Ya una vez que me decido a que algo vale la pena escribirse, sí, tengo el final. De hecho es uno de los exámenes que debe pasar el proyecto: que se alcance a vislumbrar un final que, aunque nebuloso, muestre un camino borroneado de cómo llegar a él. Sin embargo, como lo dijo algún general, ningún plan de batalla soporta las primeras hostilidades en el campo de guerra. Todo cambia mientras se avanza.
 3. ¿Marvel o DC Comics?
Como casa editorial, prefiero a DC sólo porque es la cuna de Vertigo y el origen de escritores como Warren Ellis, Grant Morrison o Neil Gaiman. Ni hablar de Alan Moore —de quien prefiero The League of Extraodinary Gentlemen—. Si hablamos de cine, tendría que irme por Marvel y el experimento en resistencia que fue la saga de los Avengers. Sí, infantil; sí, hueco y banal, pero también endemoniadamente divertido.
 4. ¿Sin el cine no sería lo mismo?
Con o sin cine sería lo mismo para mí. Aprendí a leer con los cómics, fueran los gringos o Mafalda o los Súper machos o Moebius. De niño, repasando hasta el hastío las páginas coloreadas, nunca me detuve a pensar si se traducirían bien al cine. A la fecha los considero dos cosas distintas, la historieta por un lado y el cine por otro. Prefiero la historieta por su materialidad, por poderle poner las garras encima y sentir el papel. Ese es un fetiche que comparte con los libros.  
 5. ¿Qué te motiva a seguir?
Supongo que la necedad. Una pizca de orgullo y el resbalarse por la rutina.
 6. ¿Tienes buena mano?
Para escribir, no tanto. Para tomar fotografías tal vez un poco. En general me cuesta trabajo hacerme tiempo para los proyectos o confiar en el proceso. Así que no, no creo tener buena mano.
 7. ¿Trabajas o estudias?
Trabajo: soy docente en universidades y escuelitas varias. También estudio: hago una maestría para poder ganar más. Como lo dijo algún personaje ficticio: preferiría no hacerlo.  
 8. ¿Te gustan las palomitas?
Sí, pero tienen que estar recién hechas. La mejor combinación son mitad de mantequilla y mitad de caramelo. Si se les quita la barrera de cartón que las separa en el bote, y se comen en la oscuridad de una sala de cine, uno las va degustando al arbitrio de la suerte. Le agrega emoción al asunto.
 9. Serie favorita.
Breaking Bad. No sólo es un neo western enrarecido que cumple con las convenciones del género, sino que además lo hace con maestría. Tal vez, en un cercano segundo lugar, The venture bros. que a pesar de ser una comedia, explora líneas de trama complejas y sutiles pero desopilantes.
  10. Cinco autores de tu ronco pecho.
J.G. Ballard por nihilista y demoledor. A seis años de haber leído The atrocity exhibition, a veces la saco y releo pasajes enteros.
William Gibson, por la manera en que, sin quererlo, nos dio los cimientos del futuro/presente que disfrutamos/sufrimos.
Borges, obviamente. En específico por su imaginación descalabrante y sus mapas ficticios de la latinidad fantástica.
Rafael Bernal, por el Complot mongol. Sin quererlo, creó un nuevo arquetipo del detective: el detective mexicano. Muchos nos cobijamos bajo ese paradigma.
Frank Miller, por su prosa verborreica y sus historias sin complejos.    
 11. ¿La novela o el cuento?
Ambas. El cuento es fascinante en manos de los maestros y la novela es impresionante si se escribe con la cabeza fría. Si tuviera que quedarme con una o con otro, por aquello del escenario de la isla desierta, me quedaría con las novelas. Con toda seguridad, extrañaría los cuentos.
 12. ¿Qué te deprime?
Lo normal. La falta de tiempo para realizar proyectos, las separaciones, el desperdicio —sea material o anímico—, el cáncer, quedar mal…  
 13. ¿Haces borradores?
Sí. Creo que es lo que más hago. Junto con los borradores, hago escaletas. También esquemas que terminan teniendo colores, líneas, flechas, cuadros. Todo en pos de encontrar cabos sueltos o posibles caminos que lleven a algún lugar interesante. En muchas ocasiones los esquemas se ven muy bien una vez terminados; con líneas de plumón y recortes de periódicos. Tal vez alguna flor o una calavera dibujada por ahí. En muchas ocasiones, también, no dan historias interesantes.  
 14. ¿Ordenado o caótico?
Muy caótico y en todos los aspectos. El reto de la existencia es, entonces, tratar de mantener ese caos a raya. La única manera de lograrlo es tratar de ser ordenado en exceso. No siempre se logra.  
 15. ¿La violencia es el Gran Tema?
Probablemente no; creo que los grandes temas son el amor y la muerte. Sin embargo, la violencia puede ser el radar para mapear a ambos, desde un extremo de la experiencia humana. Por ello, la violencia puede ser una herramienta narrativa que permita conocer a los personajes —y al autor— de manera rápida y poco sutil. Funciona muy bien en los relatos de brocha gorda.
 16. ¿A qué tiempo te gustaría viajar?
Al futuro distante. Me gustaría atestiguar si la civilización triunfa o no, y por qué. Quisiera saber, sea cual fuera el resultado, si lo correcto está en la disciplina o en el placer. Cierto que los sabios apuntan a una equilibrada mezcla de las dos, pero la humanidad, como masa amorfa, parece no ser sabia.  
 17. ¿Cómo te ha ido con las editoriales?
En general bien, pero creo que parte del secreto es no tener expectativas altas. Así, cualquier cosa buena que venga de los editores, se recibirá con gran sorpresa y gusto. Cualquier cosa mala, solo confirmará lo que todos ya saben.
 18. ¿Cuál es el sentido más importante?
Una pregunta nada sencilla. Y siendo honesto me declaro incompetente para atisbar una respuesta satisfactoria. Cada posible candidato tiene tal cantidad de detracciones, reales o conceptuales, que no es posible casarse con el Sentido Más Importante. Algún budista diría que es estar en el presente, pero incluso se debe de escapar al presente en ocasiones. Y para muestra están aquellos maestros del Zen que se prendieron fuego como protesta en contra de un presente intolerable.      
 19. ¿Qué le falta a tu generación?
Un propósito. Aunado a eso, no sé si como causa o consecuencia, un sentido de certidumbre. Al parecer es una necesidad en todas las generaciones, pero en la nuestra esa falta está potenciada por la hiperconectividad, el ego, el capitalismo salvaje, Facebook, Kim Kardashian…  
 20. ¿Alfredo Carrera terminará la maestría?
Ya hasta la terminó y ahora se presenta como Maestro. A ver si hace el doctorado y nos saca de la pobreza a todos.
 21. ¿Cuándo empezaste?
Empecé a escribir con cierta intencionalidad desde la secundaria. Imitaba los escritos que me hubieran impactado casi inmediatamente después de haberlos leído. Hay por ahí un par de libretas con escritos que imitan a Asimov o a García Márquez, con toda la distancia que nos separa, claro está. Ya hubo un esfuerzo consciente por mejorar lo escrito durante la universidad, también una búsqueda por lecturas que explicaran el proceso de creación y de escritura. Hoy aún siento que sigo empezando. Yo creo que esa sensación nunca se quita.
 22. Agárrate: ¿Qué opinas del feminismo?
En las palabras de Kent Brockman: Yo, en lo personal, le doy la bienvenida a nuestras jefas supremas.
 23. ¿Eres fan de los gazpachos?
Fan, lo que se dice fan, no. Pero me gustan y los como con gusto. En general no entiendo la animadversión que le tienen algunos.
 24. ¿Tienes suficiente tiempo para escribir?
No, y creo que la vida nunca será suficiente para hacerlo. Eso muchas veces me deprime, ser consciente de que nunca habrá el tiempo para escribir, dibujar, leer, besar tanto como uno quisiera. Debería de instituirse un retiro obligado a los cuarenta para alcanzar a hacer todo lo que se quiere.    
 25. ¿Tienes un/a Sensei?
Durante la vida he tenido la suerte de contar con maestros excelentes para distintas cosas, pero un Sensei como tal, creo que no. Con el Sensei creo que es necesario cohabitar en un monasterio y hacer Katas todos los días. Wax on, wax off y así sucesivamente hasta mimetizarse uno con el otro
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Víctor Solorio Reyes. Morelia, 1982.
Diseñador gráfico y escritor. Sus cuentos se han incluido en varias antologías de terror, ciencia ficción y fantasía. El libro de cuentos Lex Arcana le mereció en 2014 el premio Xavier Vargas Pardo en el marco de los Premios Michoacán de Literatura. En el 2014, su novela Artillería nocaut fue ganadora del VIII Premio de Novela Negra “Una Vuelta de Tuerca”, convocado por Conaculta, el Instituto Queretano de la Cultura y las Artes y el sello editorial Joaquín Mortiz.
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sanlorimaginar · 6 years ago
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Tzintzuntzan, Michoacán, México. - Diciembre, 2016. . “Daba gusto mirar aquella larga fila de hombres cruzando el Llano Grande otra vez, como en los tiempos buenos. Como al principio, cuando nos habíamos levantado de la tierra como huizapoles maduros aventados por el viento, para llenar de terror todos los alrededores del Llano. Hubo un tiempo que así fue. Y ahora parecía volver.” . Pasaje del cuento: “El Llano en Llamas.” - Juan Rulfo. . #México #Michoacán #Tzintzuntzan #literature #walk #peace #tranquility #calm #serenity #door. . Proyecto: #JuanRulfo100Años A manera de #HomenajeAJuanRulfo, presento ésta serie de fotos mías @oscarsanlor, que he hecho a lo largo de varios años y que para mi representan la #MiradaRulfiana que me ha influido, en acabado #BlancoYNegro y en Medio Formato, que era como se veían las fotos de #JuanRulfo #series #Foto56de100 #blackandwhitephoto #blackandwhite #bw #photooftheday #mediumformat #picoftheday #6X6 #photo #pictureoftheday #100ConRulfo #Sanlor #SanlorImaginar #ManeraDeMirar (en Museo Antiguo Convento Franciscano de Santa Ana) https://www.instagram.com/p/BthRr3Gjbms/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=ollaiy2wcj3m
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jemappellesandra1691 · 7 years ago
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Problemas (de movilidad) en el paraíso.
Bueno, soy nueva aquí, en La Paz Baja California Sur: tiene 2 meses 15 días que llegué a vivir a este lugar. El 15 de Agosto de 2017 aterricé desde Tijuana, Baja California, que queda como a mil kilómetros de aquí, dos horas en avión, 22 en camión y a un huso horario de distancia. Antes de eso vivía en Ensenada, antes de eso en Uruapan, Michoacán y antes de eso en Ciudad de México. Viví como 24 años en CDMX y toda mi familia es de allá y la mayoría sigue ahí. 
Extraño Ensenada y a la vez mi rancho. Ya que no cuento con ningún medio de transporte porque mi economía de becaria CONACYT me lo ha impedido, (además de las mudanzas , la renta y la comida cara del Norte) desde que bajé del avión he dependido enteramente del transporte público de la capital de este estado *se oye música de terror en el fondo* y ahí empieza la aventura. Una vez que llegas al Aeropuerto de La Paz te enfrentas a la realidad de que solo hay servicio de taxis o vans de concesionarias, es eso o tendrás que rentar un auto de mínimo 700 pesos al día y con la condición de que tengas una tarjeta de crédito con 5000 pesitos disponibles por cualquier cosa. Y es que cuando llegas al AICM (Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México), aunque mal hechito y algo viejito, bueno, hay metro saliendo, metrobús, Uber para aventar para arriba y ya si eres turbo rico podrás tomar un taxi de aeropuerto. Pero pues acá seas o no rico, si no tienes familia de este lado del mundo tendrás que joderte y pagar de 200 a 300 pesos a donde quiera que vayas dentro de esta ciudad con 220 mil habitantes aproximadamente y de 27 km2 de superficie según Wikipedia .
Yo vivo en el centro de la ciudad y Google Maps me informa que el recorrido es de 12,7 km del aeropuerto a mi casa. Digamos, por otro lado, que el precio de la Gasolina Magna está en 16 pesos el litro y de Premium casi en 18. Sí, es cara, pero supongamos que alguno de los autos que hacen de taxis desde el aeropuerto tienen rendimientos de 10 km por litro (los modelos más ahorradores en la actualidad dan hasta 20 km, pero ya en la realidad ese dato siempre baja por condiciones ambientales etc., así que daré un margen muuuy amplio y usaré como ejemplo un rendimiento bajo). Esto quiere decir que si un taxi me lleva a mi casa se gastaría, por mucho, un litro de gasolina (o 16 pesos). A todo eso hay que añadirle el costo de servicio del auto, los sueldos de los cobradores, el derecho de piso del aeropuerto, entre otras muchas cosas, pero de igual forma 200 pesos son 12.5 litros de gasolina que alcanzan para que el auto recorra algo así como 150 km, esto es otras 6 (o por ahí así) vueltas desde el Aeropuerto al centro de La Paz, o lo que es igual, el precio que te cobra el camión de la terminal de autobuses del Malecón de La Paz a Cabo San Lucas que está a 160 km de distancia (coticé boletos en 200 pesos en Autobuses El Águila one way), lo que me hace preguntarme ¿realmente el usuario está siendo beneficiado de esa concesión?
El transporte en la ciudad es de igual forma caro, 10 pesos tarifa fija por cada usuario y 5 pesos personas mayores y estudiantes. Me he llegado a hacer de palabras dos veces con choferes de transporte público por no querer hacer válida mi credencial porque no es de aquí, o ¿en dónde esta eso? (Centro de Investigación Científica y de Estudios Superiores de Ensenada CICESE, mi escuela) o aunque tu credencial esté vigente no importa, deberías tener una credencial que diga que eres de La Paz porque ni a los estudiantes de San José del Cabo (municipio contiguo) les hacemos descuento. WHAT? 
Esto va de la mano con las peticiones de que entre Uber a la ciudad, las cuales no son pocas y, a las declaraciones irrisoras de las autoridades estatales que dicen que el servicio está cubierto, que es bueno y que por ley es casi imposible que Uber entre (acá la nota, ES REAL). ¿Es enserio?¿Andan en coches de lujo siempre o con los ojos tapados?. Bueno, en días recientes ha circulado la noticia de que Uber por fin entrará a finales de año a La Paz y, aunque en muchos lugares del país no los quieran, creo que aquí sí hace falta. Esta carta es de una estudiante de maestría que como mencioné, tiene que pagar renta entre otras cosas y no solo eso, ¡también trabaja en el aeropuerto de la Paz! ¡vaya suerte de tener que ir dos veces por mes a hacer muestreos y no tener dinero para completar su tesis! Bueno, pero es muy enserio, mejoren el transporte público de La Paz que como casi todo en este país, solo beneficia a unos cuantos y no a los usuarios. No simplemente por gente que vive y trabaja aquí, también por la gente que viene a vacacionar ya que el turismo es una fuente de ingresos enorme para el estado por sus muchas playas bonitas.
Comparto una bonita foto del rancho (Playa El Tecolote)  y un perrito, bueno bai :*
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#LaPaz #LaPazBCS #BCS #Movilidad #Uber #Transportepúblico 
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