NOTICIA: Un hombre chino recorre una maratón en 3h28’ mientras se fuma un paquete de cigarrillos:
Este corredor que se hace llamar “Tío Chen” llenó los titulares después de correr este 6 de noviembre la maratón Xin’anjiang en la ciudad de Jiande fumándose un paquete de tabaco, cigarrillo tras cigarrillo…
Las fotos se viralizaron esta semana tras ver al corredor fumando, pero por si fuera poco el corredor acabó en la posición nº574 de entre 1.500 corredores con un tiempo total de 3h 28minutos.
Al parecer no es la primera vez que realiza esta “hazaña” ya que se le ha podido ver en otras ocasiones corriendo maratones mientras fuma, además de haber participado en Ultramaratones. Conocidos llegan a afirmar que Chen solo fuma mientras corre.
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CAPITULO 5: ELEAZAR, CORRIENDO LA MARATON DEL NARCISIMO
Nuestro viajero continuaba su marcha sin un destino claro, rodeado de portales que se abrían a su paso. A pesar de las experiencias pasadas, optaba por evitar el sufrimiento, cansado de la constante sombra de las ya conocidas tristeza y depresión. En un instante, una ráfaga de viento hizo volar su sombrero, intentó atraparlo en vano. De repente, una luz brillante captó su atención. ¿Era acaso la apertura de un nuevo portal? ¿No había transcurrido poco tiempo desde el último? Un sonido familiar resonaba a lo lejos, persistente. Sin detenerse, siguió su camino y divisó destellos intermitentes. ¿Un mensaje tal vez? Aunque el viajero presentía que no auguraba nada bueno, la ansiedad y la curiosidad lo impulsaron. Se lanzó hacia la luz resplandeciente y se precipitó en el vacío.
Hola!” alcanzó a escuchar, “¿Hola?” devolvió nuestro viajero el saludo al tiempo que abría los ojos, descubriendo un nuevo mundo repleto de árboles, vientos vigorosos, cálida luz y un ambiente vibrante. “¿Cómo te llamas?” inquirió el desconocido al protagonista.“
Soy el viajero, un placer. ¿Y tú?-Soy Eleazar, encantado.
Disculpa pero, ¿Qué año es? replicó nuestro singular personaje.
“Es el 2023”, respondió Eleazar
¡Imposible, solo me he adelantado un par de años!" exclamó el viajero con enojo y frustración. Mientras se levantaba, logró observar al joven que le extendía la mano para ayudarlo. Una sonrisa como nunca antes había visto hizo que nuestro viajero cayera hechizado. Su mirada se encontró con la del desconocido, y en ese instante, sintió como si el mundo a su alrededor se detuviera. Una conexión inexplicable se estableció entre ellos, dejándolo cautivado e intrigado por este nuevo encuentro inesperado.
Como describir a Eleazar, es un maratonista con una piel apiñonada que resalta su tono cálido y vibrante. Su rostro está iluminado por una sonrisa encantadora y cautivadora, que destaca como uno de sus rasgos más distintivos. A pesar de ser un ser mas joven, su estatura de 1.69 cm, su cuerpo robusto y atlético denotaba la fuerza y resistencia que había desarrollado como corredor de largas distancias. Eleazar irradia a primera vista confianza y seguridad en sí mismo, haciendo énfasis que acudió con un psicoanalista para poder resolver sus problemas del pasado, sin embargo no dejaba de mostrar un ego enorme y aun así no dejaba de lado una actitud narcisista que lo hacia destacar en cualquier ambiente, pero que sabia ocultar muy bien. Su presencia imponente y su carisma magnético hicieron que nuestro viajero se interesa mas en el, cegando la razón poco a poco..
Gracias por la ayuda, titubeo nuestro viajero, -De nada- respondió Eleazar, con su voz profunda y resonante, al mismo tiempo que caminaban juntos comenzó a hablar sobre sus teorías del amor, describiéndolo como un juego de poder y control, donde el más fuerte siempre termina ganando. Mientras nuestro viajero lo escuchaba, sintió una extraña mezcla de fascinación y desconfianza. Eleazar era como un espejo, reflejando los deseos ocultos del viajero, pero también sus miedos más profundos. A medida que la conversación avanzaba, Eleazar empezó a cuestionar las creencias del viajero, desafiándolo a repensar lo que sabía sobre el amor. El viajero teniendo experiencias pasada simplemente sonreía y asentaba con la cabeza, no comprendía que lo que estaba escuchando.
El viajero, atrapado en la red de palabras de Eleazar, comenzó a dudar de sus propias convicciones. Las palabras de el resonaban en su mente, y por primera vez en su viaje, sintió que el amor podía ser algo mucho más oscuro y complejo de lo que había imaginado.
Los días pasaban, y la emoción del viajero crecía incesantemente. Se encontraba cada vez más atraído por la presencia magnética de Eleazar, al punto de buscarlo diariamente, ansioso por escucharlo y estar cerca de él. Sin embargo, en medio de esas conversaciones que tanto lo fascinaban, empezaron a aparecer comentarios sutiles sobre su apariencia. Al principio, el viajero no les dio importancia; simplemente respondía con una sonrisa, sin entender del todo el peso de esas palabras.
Pero con el tiempo, esos comentarios se tornaron más incisivos, casi como pequeñas dagas disfrazadas de bromas, que poco a poco comenzaron a herir su mente y su corazón. Sin darse cuenta, el viajero empezó a cuestionarse a sí mismo, atrapado en un juego que no terminaba de comprender, mientras su razón se iba desvaneciendo, cegada por el carisma y la intensidad de Eleazar. Un día, este ser invitó al viajero a una gran fiesta con sus amigos, un círculo exclusivo que parecía ser algo diferente a lo que había conocido anteriormente. El viajero, emocionado por la idea de adentrarse más en el mundo de Eleazar, aceptó sin dudarlo, convencido de que esto le permitiría conocer más sobre su enigmático anfitrión. El día de la fiesta, el viajero se esforzó por estar a la altura de las expectativas, pero desde el momento en que cruzó la puerta, sintió que algo no estaba bien. Eleazar, que al principio lo había presentado con cierta amabilidad, pronto comenzó a hacer comentarios sarcásticos, ridiculizando al viajero frente a sus amigos. Las bromas, que inicialmente parecían inofensivas, se convirtieron en una forma cruel de hacer notar la diferencia entre ellos, resaltando las inseguridades del viajero con una precisión dolorosa. Rodeado de risas que no le pertenecían, el viajero empezó a sentirse fuera de lugar. Cada mirada y cada palabra de los presentes parecían señalar su falta de pertenencia, mientras Eleazar, con una sonrisa que ahora parecía más un gesto de poder que de simpatía, lo hacía menos a cada momento. Al final de la noche, el viajero se retiró en silencio, con la sensación de haber sido despojado de algo valioso. Caminando solo por las calles, se dio cuenta de que la búsqueda del amor lo estaba llevando por caminos oscuros, y que Eleazar, a quien había admirado tanto, era quizás una prueba más en su viaje, una prueba que debía superar...
¿Así lo hizo?, al parecer no. Esa madrugada, decidió dejar de lado las inseguridades que lo habían atormentado y se comprometió a apoyar a Eleazar, convencido de que esto fortalecería su conexión,- grave error- diría la madre vida. Era un día importante para Eleazar, quien se preparaba para correr un maratón, y el viajero, lleno de ilusión, se sintió emocionado por primera vez al tener la oportunidad de apoyar a alguien que le importaba en un momento significativo. Pero esta decisión resultó ser el comienzo de todo el caos que venia en los siguientes 3 días. A las 4:00 am, desvelado, alcoholizado y eufórico, el viajero se encontró solo en medio de la multitud, esperando ver a Eleazar correr. Sin embargo, en ese instante, mientras observaba las caras desconocidas a su alrededor, comenzó a darse cuenta de la realidad. Ahí, parado entre la multitud, una inquietante claridad lo golpeó... Continuara
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