#La habitación de al lado
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szoke house in san lorenzo de el escorial, madrid, spain
featured in pedro almodóvar's the room next door (la habitación de al lado) (2024)
architect: aranguren & gallegos arquitectos
photos by jesús granada
#the room next door#la habitación de al lado#pedro almodovar#szoke house#spain#architecture#interior design#upload
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• Vogue Spain, September 2024
British actress Tilda Swinton and American actress Julianne Moore, photography by Quentin De Briey
❛ Tilda is wearing a shirt, bow, pants and shoes, all by Chanel and Nina Ricci belt, Julianne wearing a Nina Ricci total look, Bottega Veneta shoes and Bvlgari earrings, styling Harry Lambert, head of content Ines Lorenzo
#vogue cover#vogue magazine#cover magazine#magazine#cover#vogue#vogue cover magazine#vogue spain#julianne moore#tilda swinton#pedro almodóvar#la habitación de al lado#nina ricci#chanel#bvlgari#bottega veneta
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Film Journal
"The Room Next Door" by Pedro Almodóvar
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A first look at Pedro Almodóvar’s THE ROOM NEXT DOOR, starring Tilda Swinton and Julianne Moore.
#Pedro Almodóvar#the room next door#La habitación de al lado#tilda swinton#julianne moore#cinema#trailer#Youtube
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🎬 The Room Next Door, 2024, PEDRO ALMODÓVAR
📸 CRISTINA GARCÍA RODERO
Puerto Llano, España, 1949
📷 Duelo. Canosa di Puglia. Italia
2000
Fotografía en blanco y negro
Gelatinobromuro de plata sobre papel baritado
75 x 115 cm; con marco: 110 x 148,5 x 4,7 cm
Colección CA2M
Fecha de ingreso: 2006
CE00873
Pertenece a la serie Entre el cielo y la tierra
Premios de Cultura de la Comunidad de Madrid. Fotografía. 2005
https://ca2m-coleccion.org/catalogo/obra/duelo-canosa-de-puglia-italia-serie-entre-el-cielo-y-la-tierra/
#Cristina Garcia Rodero#Duelo#Entre el cielo y la tierra#Magnum Photographers#Magnum Photos#Pedro Almodóvar#The Room Next Door#La habitación de al lado
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Entrevista con Pedro Almodóvar, director de "La habitación de al lado" (2024).
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Almodóvar, León de Oro a la mejor película en Venecia por ‘La habitación de al lado’
El cineasta español Pedro Almodóvar ganó este sábado el León de Oro del 81 Festival de Venecia con su película ‘The room next door’ (‘La habitación de al lado’) y aprovechó para reivindicar el “derecho fundamental” a una muerte digna. “La película habla no solo de la solidaridad sin límites, sino también de la decisión de un personaje de terminar con su vida cuando ésta sólo le ofrece un dolor…
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' ¿no crees que planean robarle gomitas a une heride, cierto? ' presiona sus labios en una fina línea, todavía no tiene instrucciones de levantarse de la cama, vendas cubriendo torso y hombro cubren cuerpo. le duele, no lo iba a mentir, aún así no soporta estar acostado sin nada que hacer. última gomita que le habían proveído al llegar estaba en su bolsillo y la cuidaba como si fuese más preciada posesión. claro, eso no se lo diría a nadie por su propio bien. ' parecen que fuesen a atacar a los dueños de las cabañas en cualquier segundo ' lo dice por grupo de vástagos que observan a personal con ojos predadores.
#leo quedó feo para la fotooo locooo#lo mordiendo en el hombro tiene un brazo fracturado y todo el lado izquierdo malo malo por eso está vendado !!!#respondo con maya#les explico rápido: está parado en una pared de algún pasillo y está viendo a quiénes observan al personal entrar y salir d una habitación#hehehe perdón no se explicar u_u
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Los Mitos de Cthulhu Completos en Español, 746 páginas
#La Sombra Sobre Innsmouth#La Llamada De Cthulhu#El Horror De Dunwich#El Sello De R'lyeh#La Habitación Cerrada#La Cosa En El Umbral#La Ciudad Sin Nombre#Arcilla De Innsmouth#El Pescador Del Cabo Del Halcon#Los Sueños De La Casa De La Bruja#La Ventana En La Buhardilla#En La Noche De Los Tiempos#La Sombra Fuera Del Espacio#La Piedra Negra#El Susurrador En La Oscuridad#El Que Acecha En El Umbral#El Desafío Del Mas Allá#El Color Surgido Del Espacio#El Caso De Charles Dexter Ward#El Ceremonial#Dagon#Cuaderno Hallado En Una Casa Deshabitada#Al Otro Lado Del Umbral#El Vampiro Estelar#El Morador De Las Tinieblas#La Sombra Que Huyó Del Capitel#La Declaración De Randolph Carter#A Través De Las Puertas De La Llave De Plata#En Busca De La Ciudad Del Sol Poniente#El Libro Negro De Alsophocus
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Movie Night - Enzo Vogrincic
+18! Friends to lovers, un poco de Dom!Enzo, sexo oral (fem!reader recibe), fingering, sexo sin protección (don´t do that), posible alusión a size kink/size difference, breve orgasm denial, begging, creampie, dirty talk, edades no especificadas, uso de español rioplatense.
Es viernes por la noche y llueve, diluvia, pero Enzo insistió en ver una película.
Es una tradición que mantienen hace tiempo, pero la costumbre se vio interrumpida por el casi interminable rodaje de una película y un sinfín de eventos y premieres. Naturalmente estás feliz por él, por su éxito profesional y personal, pero extrañás a tu mejor amigo y tenerlo cerca.
-¿En qué pensás…?
Su voz te saca de tu ensimismamiento y cuando volteás a verlo notás el atisbo de una sonrisa en sus labios, pero te forzás a mirarlo a los ojos y negás con la cabeza, sin saber qué explicación dar. El silencio se apodera de la habitación pero lejos de ser incómodo, es reconfortante.
-¿Qué querés ver?- pregunta, luego de un rato de ojear las opciones disponibles en Netflix.
-Lo que quieras.
Ambos se acomodan en el sofá, sus cuerpos en sintonía adoptan la posición usual: cada uno en un extremo, tus piernas sobre su regazo y uno de sus brazos aprisionando tus pies cerca de su abdomen. Por un segundo te preguntás cómo es que después de tanto tiempo todo sigue igual, pero te distraen los créditos iniciales de la película y la trama te absorbe en poco tiempo.
Enzo arroja algún que otro comentario, se ríen de escenas que conocen de memoria, y es casi suficiente para olvidar la tormenta y el sonido del viento tras las ventanas. Casi… Cuando te sobresaltás una, dos, tres veces, él decide que intentar calmarte con palabras no basta.
-¿Tomamos algo?
Se ponen de pie al mismo tiempo y se dirigen hacia la pequeña cocina de su departamento. En algún momento entre tu llegada a su hogar y el inicio de la tormenta, la temperatura bajó y Enzo te prestó un suéter, pero ahora tus pies descalzos sufren un poco el frío de la cerámica; esperás a su lado mientras él prepara todo y se distraen repitiendo los diálogos de la película, él imitando las escenas al pie de la letra y vos adorando su interpretación, las muecas que transforman su rostro y cómo se ven las líneas de su cuerpo bajo la tenue iluminación.
El destello de luz proveniente de la ventana pasa desapercibido y segundos más tarde el fuerte estruendo de un trueno provoca que te asustes e intentes cubrir tus oídos. Tu mano golpea una taza (tu taza, esa que él compró exclusivamente para vos) y cae directo al suelo, haciéndose añicos y arrojando sus restos en todas las direcciones. Apretás las labios y comenzás a disculparte, pero Enzo te interrumpe.
-No es nada, nena. Cuidado ahí- te agarra de la muñeca para evitar que te muevas, su mano cálida te provoca escalofríos y un temblor te recorre de pies a cabeza. En un rápido movimiento te sujeta por debajo de los brazos y te sube a la encimera para evitar que te cortes.
-Perdón- susurrás, angustiada, por lo que se acerca para consolarte y te abraza.
-No pasa nada- asegura, masajeando tu espalda con delicadeza. Deshace el abrazo lentamente, acomoda un mechón de cabello tras tu oreja, pero su mano permanece sobre tu mejilla y su mirada se posa sobre tu boca. Su pulgar comienza a delinear tu labio inferior, tira de él casi sin fuerza mientras te sostiene la mirada de manera intensa. Tu respiración se entrecorta y tus pupilas se dilatan, pero aún así él necesita tu confirmación-. ¿Qué querés? Pedímelo.
-Enzo…
-Decime qué querés- repite.
-Besame.
Al principio sólo roza sus labios contra los tuyos de manera delicada y cariñosa, casi inocentemente, pero el beso comienza a tornarse más y más desesperado conforme pasan los segundos. Sujeta tu rostro mientras su lengua se abre paso entre tus labios, asaltando el interior de tu boca y transmitiendo la necesidad y urgencia que lo consumen. Rompe el beso para tomar un poco de aire, no sin antes morderte el labio y robarte un suspiro que te avergüenza un poco.
Aprisiona tus mejillas entre sus dedos para obligarte a mirarlo a los ojos mientras acaricia tu cintura, tu cadera y por último tu pierna, erizándote la piel y provocándote. Tus manos en su cintura lo atraen aún más hacia tu cuerpo y es entonces cuando lo sentís entre tus piernas, duro. Estás a punto de bajar la mirada, curiosa y excitada, pero la fuerza de sus dedos te mantiene estática, volviéndote espectadora de cómo cambia su rostro cuando comienza a rozarse contra tu centro: cierra los ojos, sus cejas se contraen y sus labios entreabiertos dejan escapar una respiración temblorosa.
Sentís el calor emanando de su cuerpo a pesar de las prendas que separan su piel de la tuya y su agarre en tu muslo tornándose cada vez más fuerte, bordando esa línea que te causa más placer que dolor. En el instante en que cerrás los ojos, presa de las sensaciones, sus movimientos se detienen y él se aclara la garganta. Lo mirás, tus ojos suplicando, pero él sólo sonríe.
-¿Qué?
-Sos hermosa- besa la comisura de tus labios-. Pedime lo que quieras.
-Ya sabés lo que quiero- contestás, casi sin aire y un poco molesta-. Por favor.
-Por favor…, ¿qué?- sus besos comienzan a descender por tu mentón hasta llegar a tu cuello y tus clavículas, alternando entre tus puntos más sensibles-. Decilo.
-Cógeme, Enzo, por favor.
Captura la piel de tu cuello entre sus dientes haciéndote gemir con fuerza, su cadera chocando una vez más con la tuya, antes de pasar sus manos por debajo de tus muslos para levantarte y poder llevarte hacia su habitación. Te recuesta en su cama, las sábanas limpias están impregnadas con su perfume y tus sentidos repletos de él, pero nada es suficiente para opacar el rastro ardiente que dejan sus labios en cada centímetro de piel que tocan.
Te despoja de tu short y tu ropa interior en un segundo y se recuesta entre tus piernas, comienza a regar besos en el interior de tus muslos y muerde tu piel hasta dejar una que otra marca, tus gemidos y suspiros incitándolo a continuar con su tortura por un tiempo prolongado. Su rostro es de concentración absoluta o devoción, no lo sabés con exactitud, pero eso deja de importarte cuando sentís su boca cada vez más y más cerca de tu entrepierna.
Uno de sus brazos te inmoviliza al rodear tu cadera, su pulgar traza una línea desde tu entrada mojada hasta tu clítoris para así lubricar la zona antes de comenzar a dibujar círculos sobre este. Observa atentamente tu reacción, casi perdiéndose en la imagen frente a él, y sólo aumenta la velocidad de sus movimientos cuando suplicás por más. Ahogás un grito cuando por fin sentís su lengua en vos, aunque es sólo sobre tus pliegues, y tus dedos se enredan en su cabello sedoso.
-Todavía no…- susurra, cesando sus movimientos.
Estás a punto de reclamarle, pero introduce un dedo en tu entrada y en lugar de una queja, de tu boca escapa un gemido. Sus labios encuentran tu clítoris y comienza a succionar con fuerza, alternando con su lengua, mientras continúa moviendo el dígito hasta sentir la forma en que te contraés. Introduce otro dedo, extasiado por el sonido que producen en contacto con tu humedad, y continúa asaltando tu interior hasta que tus piernas comienzan a temblar.
Tu orgasmo te golpea como una avalancha: cerrás los ojos con fuerza al sentir el placer extendiéndose hasta las puntas de tus dedos, tu espalda se arquea y repetís su nombre una y otra vez. Enzo no separa sus labios de vos y continúa moviendo sus dedos, cada vez con más lentitud, hasta que tu respiración vuelve a la normalidad. Retira sus dedos y observás casi avergonzada la forma obscena en que los introduce en su boca para probar tu esencia.
Comienza a desnudarse y notás, además de su bulto, que su ropa interior está humedecida con líquido preseminal. Se deshace de sus prendas rápidamente, pero incluso así percibís una sombra de inseguridad atravesando sus facciones y tu corazón se encoge por un instante. Cuando vuelve a la cama se posiciona entre tus piernas y entrelazás tus manos en su nuca, acercándolo para poder devorar sus labios frenéticamente: sentís tu rastro en su boca, en su lengua, y la idea te fascina.
Tus dedos se deslizan por su cuerpo ardiente, delineás con lentitud su pecho y su abdomen para luego tomar su miembro caliente con un firme agarre. Su respiración se torna agitada y jadea producto del placer que tus movimientos le otorgan, muerde tu cuello y tu hombro mientras la palma de tu mano y tus dedos se humedecen con su excitación. Tu pulgar juega con su punta, de un rojo furioso y tan tentadora, hasta que echa la cabeza hacia atrás. Una de sus manos se cierra sobre tu muñeca al tiempo que descansa su frente sobre la tuya, su cabello te hace cosquillas.
-¿Qué…?
-Necesito cogerte- deposita un beso en tu sien antes de estirarse para tomar algo de la mesita de noche-. Eso es lo que querías, ¿no?
Asentís enérgicamente y ahogás un gemido cuando ves la forma en que el lubricante cae sobre su miembro, su mano masajéandolo para distribuir el producto, antes de dirigirse hacia tus pliegues y tu entrada para darles el mismo tratamiento. Coloca una de sus manos al lado de tu cabeza y descansa todo su peso en ella, bloquea tu visión del techo con su cuerpo haciéndote sentir pequeña y completamente a su merced, una sensación que adorás.
-Por favor- suplicás-. Metémela.
Desliza la punta de arriba hacia abajo, juega con tu clítoris por unos instantes antes de centrarse en tu entrada y comenzar a introducirse. Su tamaño es mucho mayor al que alguna vez experimentaste y provoca cierto ardor, así como un par de lágrimas que mojan tus pestañas antes de sentir sus besos sobre tus párpados repetidamente.
-Sh, yo sé que vos podés- susurra para calmarte. Sus caderas se mueven casi milimétricamente para permitir que te acostumbres a la intrusión, la sensación es suficiente para hacerte perder la cabeza y hundir las uñas en su piel-. ¿Así te gusta? ¿Sí…?
-Más, Enzo, por favor.
Se adentra por completo y gritás de placer cuando sus embestidas se tornan brutales, abusa de tu interior mientras una de sus manos se cola sutilmente por debajo de su suéter y comienza a jugar con tus pechos: sus dedos se cierran sobre tus pezones, los pellizca, tira de ellos hasta hacerte llorar y pedirle que pare, que siga, suplicando hasta que tus palabras pierden todo sentido.
Se detiene por un segundo para adoptar otra posición y toma tus caderas con fuerza, acercando tu cuerpo al suyo tanto como le es posible y moviéndote completamente a su antojo. El roce de tu centro con su pelvis causa estragos en tu ser y te sentís al borde de otro orgasmo, pero lo que finalmente te lleva al clímax es su mano presionando sobre tu abdomen bajo, justo donde su miembro provoca un bulto. Tus manos encuentran sus muñecas y el placer es tan intenso que por un segundo intentás detenerlo, incapaz de tolerarlo, pero él continúa con sus movimientos.
-Dios, cómo me encanta tu conchita apretada- dice entre dientes, capturando tus muñecas con una mano y tirando de ellas hasta que quedás sentada sobre él-. Me encantás.
Su mano acaricia tu cabello, tu rostro y se desliza fugazmente sobre uno de tus pechos cubierto por su suéter. Se recuesta y colocás tus manos sobre su pecho desnudo para ayudarte, creás un suave vaivén con tus caderas mientras sentís las yemas de sus dedos recorriendo tus muslos y cómo la fricción con su piel amenaza con llevarte al borde de la sobre estimulación. Tus piernas se fatigan rápidamente y tus músculos protestan, pero aún así continuás con tus movimientos hasta perder el equilibrio.
-No puedo…- lamentás, avergonzada, pero su sonrisa es tranquilizadora al igual que sus caricias en tu costado. Incluso en un momento así, sus pupilas dilatadas no impiden que su usual calidez siga reflejándose en sus ojos oscuros y en los gestos que te dirige.
Apoya las plantas de sus pies en el colchón para darse impulso y comienza a embestirte con tanta fuerza que caés sobre su pecho. Besás su cuello, sus clavículas y cada centímetro de piel que encontrás hasta llegar a su boca y confesar entrecortadamente cuánto te encanta, cuán profundo se siente dentro tuyo, le otorgás permiso para hacer con vos lo que él quiera.
Tira de tu cabello para obligarte a mirarlo a los ojos, su mano desciende hasta tu cuello y te besa desesperadamente. Entre besos te ordena que te toques y cuando lo hacés sabés que no vas a durar mucho más: no con la precisión de sus movimientos, dando en tu punto dulce repetidamente, o con la forma en que su mirada busca la tuya constantemente.
-Voy a…- un gemido le impide terminar la oración.
-Adentro, por favor- suplicás.
El ritmo de sus caderas se vuelve errático, ansioso, pero cuando te escucha gemir su nombre y siente tus paredes contrayéndose no puede evitar salpicar tu interior con su semen. El calor de su orgasmo prolonga el tuyo aún más y te movés levemente sobre él, disfrutando la forma en que se queja a causa de la sensibilidad. Tu oído descansa sobre su pecho y oís sus latidos.
-Enzo…- cerrás los ojos por un momento al sentir sus dedos dibujando formas sobre tu espalda, alzás la vista para encontrar sus ojos-. Te quiero.
Una sonrisa se apodera de sus labios, su belleza te hace suspirar.
-Yo también te quiero- besa tu frente-. Muchísimo.
Sentís tus fluidos y los suyos sobre su abdomen, goteando por tus muslos, pero permanecen así durante largo rato mientras repiten te quiero un sinfín de veces.
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#enzo vogrincic#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#lsdln cast#esteban kukuriczka#esteban kukuriczka smut#esteban kukuriczka x reader#matias recalt#matias recalt smut#matias recalt x reader
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꩜ dirty little thing ꩜
enzo vogrincic x reader
tw: +18, phone sex
a/n: mi primera fic, no juzgar 😭pero no doy más de pensar en este chabon, disfruten
୨୧┈┈┈┈୨୧┈┈┈┈୨୧
“¿y este milagro?���
sonreíste con los ojos entrecerrados, dándote vuelta en la cama con tu celular en la mano mientras soltabas un quejido. “¿qué milagro?”
“me contestaste el celular, a las–” escuchaste a enzo resoplar a través del altavoz “–¿dos, son allá?”
“dos y media.”
“disculpáme, chiquita. te prometí que te iba a llamar a penas pudiera. ¿te desperté? aún no me acostumbro a la diferencia horaria.”
enzo llevaba varios días viajando al participar de la premiere de su nueva película; premiere a la cual decidiste no asistir por la privacidad de ambos. lo último que querías era que los titulares de los artículos pasaran de habla de la película a prejuicios sobre tu relación con el.
“no, amor.” respondiste suspirando, acomodándote en la cama. “estaba dormitando nada más. yo te extraño el triple, sabés. no es lo mismo sin vos.”
se rió por lo bajo. “yo te dije que vinieras. no era necesario que me acompañaras a los eventos, podrías solo haber–”
“enzo–” interrumpiste.
“pero escucháme, ángel. te podrías haber quedado acá conmigo en la habitación, hasta tarde.”
“¿hasta tarde, hm?” soltaste una risita al escucharlo reír, imaginándotelo agarrandose la cara por tu comentario. “¿haciendo que?”
“no sé, mi amor. ¿que se te ocurre?”
mordiste levemente tu labio inferior, apretando las piernas en el momento que tu cabeza comenzó a imaginar escenarios en los que podrías estar con tu novio si estuviera cerca.
“¿estás solo?”
lo escuchaste reír. “si nena, acabo de llegar a la habitación. ¿por qué?”
“ya sabes porqué.”
“no, ángel.” pusiste los ojos en blanco. “decime.”
“porque te extraño mucho.” exclamaste en voz baja, suspirando.
prácticamente lo podías escuchar sonreír. “¿cuánto?”
“deja de molestarme, enzo.”
“pero si recién estoy empezando, mi amor.” te quejaste al escuchar sus palabras, mientras el se recostaba en su cama de hotel. “¿dónde me extrañas?”
“¿dónde?”
“¿entre tus piernas, será?”
guardaste silencio por unos segundos, estremeciéndote al escuchar sus palabras cerca de tu oído a través del celular, ganándote una suave risa burlesca del otro lado de la llamada.
“¿si, mi amor?”
“sí, enzo. mucho. no es lo mismo tocarme solita.”
gruñó. “yo también extraño estar ahí, chiquita. no hay lugar mejor que entre tus piernas, escuchando los ruidos que hacés. no sabés como extraño comerte.”
te quejaste en voz alta en forma de suplica, acomodándote en la cama una vez más al no poder estarte quieta.
“extraño tocarte,” continuó enzo en voz baja. “besarte, cogerte. un par de días sin vos y me estoy volviendo loco.”
“enzo–”
“tocáte para mi, hermosa.” es como si fuera capaz de leerte los pensamientos. “dejáme escuchar los ruiditos que hacés para mi, ¿si?”
“mhm” fue lo único que fuiste capaz de escupir, bajando tu ropa interior por tus piernas y colocando tu mano entre las mismas, frotando circulitos al ímpetu de sus palabras. “hazlo conmigo, enzo.”
lo escuchaste reír por lo bajo. “si, mí amor. yo te necesito tanto como vos a mi.”
“te necesito acá, conmigo. en serio.” dijiste frustrada, quejándote por lo bajo mientras te lo imaginabas masturbándose en una pieza de hotel en españa.
“¿que querés de mi?”
“c-cualquier cosa.”
“¿cualquier cosa? ¿me dejarías hacerte lo que yo quiera, ángel?”
asentiste con la cabeza, como si te pudiera ver. “sí enzo, sí. lo que vos quieras.”
“hm.” lo escuchaste gruñir a través del altavoz, gimiendo como respuesta. “primero te comería a besos, como siempre..” se interrumpió a sí mismo con un casi inaudible gemido, haciéndote juntar las piernas con tu mano entremedio en respuesta. “.. y luego bajaría por tu cuerpo, pasaría mi lengua por todos lados, mi amor. como siempre.”
“¿y que más?” dijiste con la voz temblorosa.
“te daría besos por los muslos, y pasaría mis dedos para ver lo mojada que estás.” gemiste, interrumpiéndolo. “te dejaría probarte. no sabés como me pones, princesa. lo que más quiero es que te corras en mi boca, y luego me dejes cogerte hasta que no puedas más.”
“quiero que lo hagas como la última vez que nos vimos.”
te ganaste una risa de su parte. “¿ah, sí? ¿en la cocina otra vez, mi amor?” asentiste entre quejidos. “no tardaste nada en acabar mientras te cogía encima de la mesa. ¿o estás hablando de cuando te metí los dedos mientras cocinabas, chiquita?”
“enzo..”
“¿ya, mi amor?”
“mhm..” gemiste, entreabriendo la boca sin poder controlar los sonidos que hacías.
“esperáme.”
“no me puedes hablar así y hacerme esperar.” lloriqueaste, haciéndolo reír. “no aguanto nada escuchando tu voz.”
“ni yo la tuya, chiquita. extrañaba tanto los ruiditos que hacés. no sabes como me tienes.”
“por favor, enzo.”
“¿por favor qué?”
“acaba conmigo.” ocultaba sus gruñidos, pero podías escuchar su respiración agitada y la forma en la que movía su mano. “por favor enzo, te necesito.”
“hazlo.”
tus oídos cesaron por un par de segundos al dejar de esperar, pero logrando escuchar los gemidos y gruñidos que soltaban ambos al mismo tiempo. después de unos segundos, lo único que se escuchaba en ambas líneas eran las respiraciones agitadas de los dos, seguidas de una risa burlesca por parte de enzo.
“un par de días más aguanta, mi amor.”
te quejaste. “no aguanto ni un par de segundos sin ti acá, amor.”
“dios.” suspiró. “me tenés como un idiota, sabelo.”
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Sleeping with them (Fontaine men ver.)
In which I tell you what it's like to spend a sleepover with them (I love sleepovers, they're so great, I want to go to one)
Includes Lyney, Freminet, Neuvillette and Wriothesley.
Warning: Nope now💖, Modern!Au(? idk, GN!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
Spanish:
Cuando no está ocupado y quiere darse un descanso de su vida, una pijamada es un sí para él.
Hacen algo de comer o piden algo para llevar y empiezan a hablar entre ustedes acerca de su día. Hay veces en las que te habla de sus preocupaciones y se da el lujo de dejar su máscara lejos, ya no necesita ser un Fatui o un hermano mayor ideal, solo es Lyney y lo estás alimentando con comida deliciosa y lo escuchas.
Te pide que le peines el cabello, puede ayudarlo a dormir más rápido, le gusta cuando lo acaricias.
Te pide muchos besos aleatoriamente o los roba.
Le gusta compartir una rutina de skincare contigo, verlos a los dos en el reflejo del baño mientras esperan a que la mascarilla se seque o verte aplicarle una crema humectante es muy íntimo para él.
Definitivamente se hacen manicura y pedicura (si te comes las uñas o las muerdes definitivamente te regaña).
Se cuentan chismes que han escuchado.
Cuando duermen juntos puedes escuchar sus ronroneos desde su pecho, también es alguien que le gusta ocultar su rostro en tu cuello y en algunas ocasiones rasguña tu cabello entre abrazos.
Si tiene sueño y tú te levantas para cualquier cosa, él te abraza más fuerte y puede morder tu hombro para que dejes de quejarte, luego besa dónde mordió (sabes, como ese vídeo tan lindo de los gatos siendo bonitos).
Le va a costar levantarse a la mañana siguiente, definitivamente te obliga a dormir hasta tarde con él. Es un gatito cansado, déjalo descansar contra el sol que se asoma por la ventana.
Le gusta mucho tener pijamadas contigo, sobre todo cuando están en silencio y está oscuro.
Tal vez hayan algunas velas para que puedan jugar algún juego de mesa o leer estando al lado del otro, pero cuando está oscuro se le hace más tranquilo.
Le gustan las velas aromáticas de olores suaves.
También deja que le hagas alguna rutina de skincare si quieres, le gustan cuando los productos son frescos contra su piel y huelen bien. También deja que le arregles las uñas.
Te ayuda si le pides que te ponga alguna mascarilla o rulos en el cabello.
Le gustan los susurros, cuando hablan en el mismo tono bajo lo hace sentir tranquilo, y el sonido de las hojas de los libros o las piezas de los juegos de mesa junto al crepitar de las velas lo relajan.
Te ayuda a peinarte el pelo antes de dormir.
Definitivamente se acuestan y se cubren con las mantas para abrazarse y descansar, en sí le gusta cuando están en silencio y están juntos.
Le gustan mucho los besos de buenas noches tanto como los besos de buenos días, entonces te los pide.
Pers duerme con ustedes como si fuera su bebé.
No tiene ni idea de qué es una pijamada pero le gusta dormir contigo, entonces acepta.
Definitivamente algún Melusine se entera de la pijamada y asiste, entonces están en una habitación gigante (espero que sí porque son un montón) y muchos Melusines están ahí riendo y hablando.
Se peinan entre todos, quienes están peinados ayudan a los demás y se llenan el cabello con adornos.
Neuvillette lleva el pelo suelto para estar más cómodo, para que las Melusines lo peinen y porque está cansado, entonces si se duerme de repente estará bien.
Se suele sentar entre todo el alboroto y bebe té a tu lado mientras tu y algunas Melusines le ponen mascarillas, crema y sérum con total tranquilidad.
Te mantiene a su lado y se deja guiar por lo que le pides, ya sea arreglarse las uñas o el cabello entre ustedes o para las Melusine.
Tal vez alguna Melusine se duerma en la cama y todas hacen lo mismo, Neuvillette las acomoda para que duerman cómodas, luego recogen todo y terminan el té ya tibio.
Te recuerda lavarte los dientes y él prepara una zona de la cama para que ambos duerman.
Duermen rodeados de sus hijitas, todos acurrucados y abrazados como si fueran una familia numerosa (que lo son), entre murmullos entre sueños y ronquidos.
Neuvillette te acaricia la espalda y el cabello para que duermas sobre su pecho.
Hace cualquier cosa que quieras porque se le dificulta decirte que no, por lo que cuando van a dormir ya tiene preparada una tetera y un buen té que les gusta.
Le gusta leer junto a ti, con tus piernas en su regazo para poder acariciarte. Es mucho más divertido cuando tiene una diadema de conejito en su cabeza y una mascarilla con forma de gatito.
Definitivamente usan el sofá y se quedan dormidos ahí. Puedes moverte por todos lados, traer cosas para pintar sus uñas y hacer que coincidan con las tuyas, bailar a su lado o incluso hacerte alguna mascarilla capilar, él estará en el sofá dándote algunas miradas y sonriendo, levantándose a ayudarte cuando se lo pides.
Deja besos en tu cuello cuando has terminado de enjuagar tu cabello y te besa la cabeza cuando terminas de secarte el cabello.
Le gusta poner música tranquila y dejarte jugar con su cabello despeinado, también puede acceder a que le peines el cabello en algún nuevo estilo.
Te da galletas para que comas mientras hablan, también puede burlarse y pedirte que comas de la galleta que está entre sus labios.
Te arrulla para que duermas, te abraza muy fuerte para que no caigan del sofá (a él le gusta su sofá, es muy suave y tiene cojines cómodos).
Si te duermes primero, se acaba el té y va al baño antes de acostarse junto a ti, si se duerme primero él se bebe el té frío en la mañana.
Por favor usa su brazo como almohada, a él le encanta cuando lo haces.
Sus ronquidos son altos, pero intenta no molestarte, te deja ponerle alguna camiseta en la boca para que duermas tranquila.
English:
When he's not busy and wants to take a break from his life, a sleepover is a yes for him.
You make something to eat or order something to go and start talking to each other about your day.
There are times when he talks to you about his worries and has the luxury of leaving his mask far away, he no longer needs to be a Fatui or an ideal older brother, he is just Lyney and you are feeding him delicious food and you listen to him.
He asks you to comb his hair, it can help him fall asleep faster, he likes it when you pet him.
He randomly asks you for a lot of kisses or steals them.
He likes to share a skincare routine with you, seeing the two of you in the reflection of the bathroom while you wait for the mask to dry or watching you apply a moisturizing cream is very intimate for him.
You definitely get manicures and pedicures (if you bite your nails you will definitely get scolded).
You tell each other gossip you have heard.
When you sleep together you can hear his purrs from his chest, he is also someone who likes to hide his face in your neck and sometimes scratches your hair between hugs.
If he is sleepy and you get up for anything, he hugs you tighter and he can bite your shoulder to stop you from complaining, then kiss where he bit (you know, like that cute video of cats being cute).
He's going to have a hard time getting up the next morning, he definitely forces you to sleep in with him. He's a tired kitten, let him rest against the sun peeking through the window.
He really likes having sleepovers with you, especially when it's quiet and dark.
Maybe there are some candles so you can play a board game or read next to each other, but when it's dark it makes him calmer.
He likes the aromatic candles with soft scents.
He also lets you do a skincare routine for him if you want, he likes it when products are cool against his skin and smell good.
He also lets you do his nails. He helps if you ask him to put a mask or curlers in your hair.
He likes whispers, when you talk in the same low tone it makes him feel calm, and the sound of the pages of the books or the pieces of the board games together with the crackling of the candles relax him.
He helps you comb your hair before going to sleep.
You definitely go to bed and cover yourselves with the blankets to hug each other and rest, he actually likes it when you are silent and together.
He really likes good night kisses as much as good morning kisses, then he asks you for them.
Pers sleeps with you two like it's your baby.
He has no idea what a sleepover is but he likes sleeping with you, so he accepts.
Definitely some Melusine finds out about the sleepover and attends, then you are in a giant room (I hope so because there are a lot of them) and many Melusines are there laughing and talking.
All of you comb each other's hair, those who have their hair done help others and fill their hair with decorations.
Neuvillette wears his hair down to be more comfortable, so that the Melusines can comb it, and because he's tired, so if he falls asleep suddenly he'll be fine.
He usually sits among all the commotion and drinks tea next to you while you and some Melusines put him masks, cream and serum with complete peace of mind.
He keeps you by his side and lets himself be guided by what you ask him, whether it's doing your nails or hair for each other or for the Melusines.
Maybe some Melusine fall asleep in bed and they all do the same, Neuvillette arranges them so that they sleep comfortably, then you put everything away and finish the warm tea.
He reminds you to brush your teeth and he prepares an area of the bed for both of you to sleep.
You sleep surrounded by your little children, all curled up and hugged as if you were a large family (which you are), murmuring between dreams and snoring.
Neuvillette caresses your back and hair so you sleep on his chest.
He does whatever you want because he has a hard time saying no to you, so when you go to sleep he already has a pot of tea ready and a good tea that they like.
He likes to read next to you, with your legs in his lap so he can caress you. It's so much more fun when he has a bunny headband on his head and a kitty mask.
You definitely use the couch and fall asleep there. You can move around, bring things to paint his nails and make them match yours, dance next to him or even do a hair mask, he will be on the couch giving you some glances and smiling, getting up to help you when you ask him to.
He leaves kisses on your neck when you're done rinsing your hair and kisses your head when you're done drying your hair.
He likes to play calm music and let you play with his messy hair, he can also agree to let you comb his hair in some new style.
He gives you cookies to eat while they talk, he can also tease you and ask you to eat the cookie that is between his lips.
He lulls you to sleep, hugs you very tightly so you don't fall off the couch (he likes his couch, it's very soft and has comfortable cushions).
If you fall asleep first, he finishes the tea and goes to the bathroom before lying down next to you, if he falls asleep first he drinks the cold tea in the morning.
Please use his arm as a pillow, he loves it when you do.
His snoring is loud, but he tries not to bother you, he lets you put a shirt in his mouth so you can sleep peacefully.
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lindaa podes hacer uno de esteban kuku smut, me dio tierno, corte primera vez o algo asi, si no haces de él no pasa nada, yo entiendo
hola reina!! OBVIO que escribo para kuku, estaba esperando que alguien pida aaa te adoro !! hice esto recien, super rapidito, espero que te guste ♡
𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ petit-déjeuner
pairing: bf!esteban x gf!r
sinopsis: Esteban acaba de volver de su viaje a Venecia y estas dispuesta a recuperar todo el tiempo perdido.
content: age gap sin desarrollar (ambos +18), stablished relationship, smut sin plot (jiji), fingering, p en v, mentions of breeding, fluff, no se que más.
word count: 1.7k cortito y conciso.
Hacía ya un día que Esteban había vuelto de su viaje a Venecia, donde asistió al prestigioso festival de cine. Lo habías extrañado, aunque te costara admitirlo incluso solo para vos misma. Tu cuerpo lo ansiaba.
Por eso, cuando escuchaste el familiar sonido del motor del auto apagándose en el garage, prácticamente corriste a lanzarte encima de él en cuanto entró por la puerta. Hizo a un lado su bolso para sostener tu cuerpo entre sus brazos mientras le llenabas de besos la cara.
Pasaron la noche entre copas de vino y pasta, compartiendo experiencias de Venecia, la gente que conoció, el éxito de la película y la felicidad de estar de vuelta en su queridisima Buenos Aires junto a vos. Esteban y vos llevaban once meses juntos, aunque los últimos meses habían sido caóticos debido a los rodajes, viajes y todo el trabajo de producción, dejando la vida sexual en segundo plano, sin embargo ambos tenían necesidades y estabas dispuesta a saciarlas.
Sabías que Esteban estaba cansado por el viaje, así que esperaste hasta la mañana siguiente para deslizarte desnuda en la cama que compartían. La luz matutina resaltaba los marcados rasgos de tu novio, y por un segundo pensaste, "¿Cómo puede tener una cara tan angelada?". Aunque Esteban ya estaba despierto desde que entraste a la habitación, mantuvo los ojos cerrados hasta que te subiste completamente a la cama y encima de él.
"Ah, bueno...", dijo, recorriendo con la mirada tu cuerpo y regalándote una sonrisa ladeada. Te mordiste el labio mientras comenzabas a restregarte contra él. Solo llevaba puestos unos boxers, así que frotaste tu cuerpo contra el suyo, disfrutando del calor de su piel.
"¿Estamos cariñosas hoy?", señaló con un tono burlesco pero dulce. Gemiste suavemente, besando ligeramente su muñeca cuando sentiste sus dedos entrelazándose en tu cabello.
"Estuviste lejos mucho tiempo", dijiste en un suspiro.
"Fue solo un mes, gorda."
"Mucho tiempo".
Esteban soltó una pequeña carcajada mientras te acomodabas sobre él, tus manos reposando en su pecho definido.
"Me debes algo", dijiste finalmente, mirándolo con ojos suplicantes.
Esteban arqueó sus cejas mientras sus manos se paseaban suavemente por tus muslos y costillas, a veces subiendo a tus pechos, acariciándolos con un poco de fuerza y bajando otra vez.
"¿Ah sí? ¿Y cómo puedo saldar la deuda?"
"Vos sabes perfectamente cómo, kuku."
"No, ángel, decime qué querés."
"A vos."
El mayor deslizó su pulgar por tu cadera, acariciándola con una sonrisa en su cara. "¿Sí? Pero si ya estoy acá, a mí ya me tenés hace mucho tiempo", refutó, haciéndose el desentendido.
Tu pecho estaba rojo de la vergüenza, sabías que te iba a hacer decirlo. "Quiero que me cojas", dijiste ahogando un gemido, tus caderas todavía moviéndose encima de su ya erecto bulto generando una fricción extasiante.
Esteban parpadeó ensimismado ante la vista que tenía delante suyo.
"¿Sí?"
"Sí, kuku, porfa", rogaste sobre su regazo.
"¿Cuánto?" volvió a preguntar, sus dedos estimulando tus pezones mientras se incorporaba lentamente. "Dios, te necesito adentro mío, Esteban, te necesito ya", exclamaste desesperada ante tantas preguntas.
El mayor soltó una risa, sus palmas sujetándote suavemente pero con firmeza.
"Está bien, preciosa, pero primero te quiero preparar."
"No, no, no, por favor, no hace falta."
"No es negociable, nena. Si quieres que te coja, primero te vas a tener que correr dos veces con mis dedos. Sino no hay trato", dijo, terminando de incorporarse y volteándote, quedando así en la posición en la que él estaba hace unos segundos atrás, su cuerpo por encima tuyo. Ambos sabían que tenía la fuerza suficiente para manejarte como quisiera.
Mordiste su brazo en respuesta, pero a él pareció no importarle mientras marcaba su camino hacia tus muslos con besos, así que simplemente te dejaste llevar. Después de todo, no te molestaba tener un par de orgasmos adicionales. Esteban siempre había sido hábil con sus manos y boca, pero después de tantos meses sin ningún tipo de contacto, cuando por fin sentiste sus largos dedos acariciando y estirando tus paredes empapadas, mientras su lengua jugaba con tu clítoris, llegaste a los dos orgasmos sin problema después de un par de minutos, casi rozando un tercero antes de gemir y arañarle los bíceps; tus uñas dejando marcas rojas en su piel.
"Ahora sí, tebi", dijiste sin aliento, tus piernas temblando por tus orgasmos recientes. "Por favor, no puedo más."
"Ahi va, bebé, esperaste todos estos meses ¿Qué te va a hacer unos segundos más?", murmuró coqueto, levantándose para que te sujetaras de sus hombros y te acomodaras encima suyo, tus rodillas seguían débiles, por lo que intentaste alinearte y sentarte encima de su polla con rapidez.
Sin embargo, él no te dejó apurarte y te fue ubicando lentamente encima de su duro miembro, entreteniéndote con un beso hambriento, su lengua introduciéndose en tu cavidad bucal mientras dibujaba círculos sobre tu sobreestimulado clítoris. Te estremeciste alrededor de él cuando sentiste cómo su punta se abría paso entre tu apretado interior, tan mojada que goteabas sobre su polla y sus muslos.
Cuando finalmente se hundió por completo, intentaste moverte de inmediato, deseando sentir cómo te destrozaba. Pero nuevamente te retuvo, retorciéndote y gimiendo, apretada contra él.
"Shh, disfruta un poquito", te dijo mientras presionaba besos y mordidas en tu hombro, tus uñas clavadas con fuerza en sus hombros ante la repentina intrusión y anticipación.
Cuando finalmente aflojó su agarre en tus caderas, inclinaste tu peso hacia adelante, apretándolo contra el borde de la cama, y bajaste las manos hacia su ancho pecho. Cambiaste el ángulo de manera que veías estrellas al sentir su polla tan dentro tuyo.
"Dios, kuku", dijiste en un gemido, con la voz temblando un poco mientras tus caderas empezaban a mecerse contra su pelvis. Él gimió, casi como alentándote, viendo cómo la luz del sol se filtraba por la ventana y daba contra tu cuerpo desnudo, sus palmas se encontraban ligeramente presionadas sobre tus muslos mientras su pene bombeaba en tu interior. Todo se sentía increiblemente bien.
"Dios amor, es como si hubieras sido creada solo para mí", balbuceó envuelto en el delirio del momento, y por un momento pensaste que sí;
estabas hecha solo para él.
El mayor guió tus caderas hasta encontrar un ritmo adecuado que te hacía rozar tu clítoris contra el suave vello rubio sobre su pelvis. Toda esta situación era mucho para vos, realmente mucho después de haber alcanzado el clímax dos veces, pero no paraste incluso cuando algunas lágrimas comenzaron a salir de tus ojos, escurriéndose por tus mejillas, siendo resaltadas por la suave luz del sol golpeando tu cara.
Su polla se sentía tan bien dentro tuyo, te llenaba de una manera exquisita. La punta de su miembro se curvaba contra tus paredes y rozaba perfectamente ese punto dentro tuyo. Gemiste y jadeaste ante tal estímulo mientras mordisqueabas distraídamente su cuello y clavículas y gemías su nombre en su oído.
Una de sus manos subió hasta uno de tus pechos, tomándolo en su boca, chupándolo y besándolo vorazmente mientras que la otra estimulaba tu clítoris con velocidad.
Lo montaste vigorosamente mientras sentías cómo tu tercer orgasmo amenazaba cada vez más con llegar. Tus caderas comenzaron a moverse de forma desincronizada cuando un gemido agudo se escapó de tus labios. Esteban entendió la situación al instante, por lo que tomando tus caderas, salió de tu interior y te volteó nuevamente, un quejido abandonó tus labios ante la falta de estímulo. Sin embargo, Esteban volvió a adentrarse en tu coño apenas terminaste de acomodarte en cuatro, con tus antebrazos apoyados sobre la cama y el culo alto en el aire, dándole una vista asombrosa a su parecer, lo cual lo incentivó a mover sus caderas de una forma lenta y seductora, sin embargo golpeando justo el punto adecuado.
"Amor! Por dios!", gritaste contra la almohada, saliva escapándose de tu boca hacia la sábana, tu clímax cada vez más cerca, "Por favor, que rico, seguí, seguí, justo ahí." lloriqueaste de placer, tu respiración agitada "M-mas fue-fuerte." dijiste fuera de si.
Te desmoronaste debajo suyo apenas treinta segundos después, temblando, colapsando sobre el colchón y apretando las sábanas en tus puños como buscando que eso te salve de la sensación tan abrumadoramente satisfactoria, tu espalda todavía arqueada para mantenerlo adentro tuyo. Él acarició tu espalda, suavizando sus estocadas mientras sentía cómo lo apretabas tan, tan fuerte.
"Amor", murmuraste después de un minuto, incorporándote un poco, luciendo completamente agotada.
"¿Listo?" preguntó, sacando su miembro de adentro tuyo a punto de ayudarte a levantar.
Negaste, girando tu cuerpo, quedando ahora boca arriba y volviste a abrir tus piernas, sabías que todavía faltaba él.
"Acabá", le dijiste mientras guiabas su polla hacia tu entrada una vez más, apretándote alrededor suyo y sonriendo maliciosamente cuando sus ojos se cerraron con fuerza ante la sensación. "Porfi, quiero que acabes antes de que vayamos a desayunar."
Él no esperó ni una palabra más y te sacudió fácilmente de arriba hacia abajo, penetrándote con intensidad, buscando su propia liberación y vos seguiste el ritmo felizmente, apretando tus paredes cada vez que se empujaba dentro tuyo, exprimiéndolo. Miraste ensimismada sus músculos tensándose y emitiste pequeños sonidos ante la sobreestimulación, llorando de placer y aferrándote a sus brazos, rasguñando los mismos.
Cuando él llegó al clímax, gemiste como si hubieras acabado de nuevo, inclinando la cabeza hacia atrás mientras sentías su cuerpo desplomarse encima del tuyo durante unos segundos.
"¿Eso era lo que querías?" preguntó con su respiración agitada, tus dedos acariciando sus claros cabellos mientras él presionaba suaves besos en tu mejilla.
"Mhmm."
"Dios, te extrañé tanto, preciosa", dijo incorporándose, saliendo de tu interior con delicadeza y presionando un beso en tus labios.
"Mhmm", repetiste, tus ojos estaban cerrados y tenías una sonrisa pintada en la cara. Esteban se rió por lo bajo, acomodando los cabellos que estaban en tu rostro detrás de tu oreja.
"¿Quieres ir a bañarte mientras hago el desayuno?" dijo acariciando tu mejilla con tanto amor que pensaste que podías derretirte ahí mismo. Consideraste la oferta, pero terminaste negando con la cabeza. "Bañemonos y después hacemos juntos el desayuno", dijiste mirándolo a los ojos. Esteban entendió enseguida a lo que te referías y depositó un beso en tu nariz.
"Bueno, vamos a bañarnos, el desayuno puede esperar."
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Tráiler de "La habitación de al lado" (2024), de Pedro Almodóvar. Ingrid y Martha fueron muy amigas en su juventud. Ambas trabajaban en la misma revista, pero Ingrid acabó convertida en novelista de autoficción y Martha en reportera de guerra. Las circunstancias de la vida las separaron y, después de muchos años sin tener contacto, vuelven a encontrarse en una situación extrema, pero extrañamente dulce. Primer largometraje rodado íntegramente en inglés de Pedro Almodóvar. Con Julianne Moore y Tilda Swinton. ESTRENO: 18 OCTUBRE 2024.
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