#Hernando Cortés

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Aztecas o Mexicas y la caída de la Gran Tenochtitlan

Aztecas o Mexicas y la caída de la Gran Tenochtitlan #aperturaintelectual #vmrfaintelectual @victormanrf @Victor M. Reyes Ferriz @vicmanrf @victormrferriz Víctor Manuel Reyes Ferriz

13 DE AGOSTO DE 2024 Aztecas o Mexicas y la caída de la Gran Tenochtitlan POR: VÍCTOR MANUEL REYES FERRIZ Bien se dice que la historia está contada y plasmada por los vencedores, de manera casi natural es fácil encontrar victorias épicas e inusitadas donde los héroes de la batalla se encontraban al borde de la desesperación y tan sólo un milagro los podría salvar; este tipo de aventuras…

[tlatollotl]

Yesterday Catherine and I recorded an episode of Mesoamerican Studies On-Air with Paul Guinan, the creator of the Aztec Empire graphic novel/webcomic. The episode should be out in two weeks. But in the mean time, please check out his wonderfully illustrated and researched comic. It will make his interview so much more exciting.

[jaxfromthatcircus]

I’m here to colonize India.

-Christopher Columbus

"Y'know who also said that? Pedro the Second when he 'discovered' Brazil, and probably Hernando Cortés too when he discovered Mexico! None of you have sense of direction, it's hilarious"

[rabbitcruiser]

National Chocolate Candy Day

Chocolate candy is one of the world’s most popular sweets, and today it gets its own day. The candy is often created by mixing chocolate with ingredients like nuts and caramel. Some examples of chocolate candy include truffles and candy bars.

Chocolate comes from a bean called Theobroma cacao. The word “chocolate” itself comes from the Spanish, and it stems from the Aztec word xocolatl, which means “bitter water.” The Aztecs pounded the cacao beans and drank them without adding any sugar, and they thought the beans came from the gods. Indeed, Theobroma means “food of the gods.” Cocoa beans are about 50% “cocoa butter” and 50% “chocolate liquor.” Hernando Cortés brought cocoa beans back to Spain, and a chocolate drink that included sugar became popular right away. The word “chocolate” first appeared in print, in England, in 1604.

During the eighteenth century, a chocolate drink became fashionable throughout Europe, and it first became manufactured in what would become the United States in 1765. The first chocolate factory opened in the United States in 1780, but hard chocolate candy was not yet made until the dawn of the nineteenth century. Hardened chocolate candy bars first became being sold on a large scale by the Cadbury Company of England in 1842, and “chocolate creams"—candies with sugar-cream centers—were first eaten by Americans in the 1860s.

Milk chocolate was first made by the Swiss in 1875 when Daniel Peter added his chocolate to the newly-discovered sweetened condensed milk of Henry Nestlé, and it became popular in America and Europe. Milton S. Hershey, who had been in the candy business since the age of fourteen, and who had been quite successful with his Lancaster Caramel Company, was enamored by the chocolate-making he saw at the 1893 Columbian Exposition in Chicago—especially the making of milk chocolate. The first milk chocolate Hershey bar was produced in 1900, and by 1905 Hershey’s enormous factory in Derry Township, Pennsylvania, was in operation. With Hershey’s support, a company town sprang up around the factory, and milk from nearby farms was used in making the milk chocolate. Milton Hershey invented the Hershey’s kiss in 1907, and its trademark foil wrapper was added in 1924. Hershey provided troops in World War II with a Ration D bar, and later the better-tasting Tropical Chocolate Bar. These chocolate bars were resistant to temperatures higher than ninety degrees Fahrenheit. Besides Hershey bars and kisses, many other popular types of chocolate candies are under the Hershey’s umbrella, including Almond Joy, Mounds, and Reese’s. Another popular candy manufacturer in the United States is Mars, which produces chocolate candy bars such as Snickers and Twix.

How to Observe National Chocolate Candy Day

Celebrate the day by eating your favorite types of chocolate candy! Perhaps you have a favorite type of candy bar that you could have, or maybe truffles are more your style. Maybe you could stock up on some of the most popular candy bars from the United States or from around the world.

Source

[cynthiabertelsen]

Tilting at Windmills with Don Quixote, Or, A Meditation on Spanish Herbals

  Illustration by Octavio Ocampo I’ll confess something here:  until just recently, I never read Don Quixote, except for snippets here and there. No, thanks to the preferences of my Spanish professors, instead I spent days swooning over the lyricism of poets Federico García Lorca and Pablo Neruda or stumbling through conquistador Bernal Díaz del Castillo’s account of Hernando Cortés’s conquest of…

[torosytoreros6]

Festival homenaje a Andrés Hernando en Villar del Olmo

La localidad segoviana de Villar del Olmo ha organizado con su Ayuntamiento a la cabeza un festival homenaje al matador de toros segoviano Andrés Hernando. En el cartel frente a ejemplares de Baltasar Iban harán el paseillo Uceda Leal, Morenito de Aranda, Javier Cortés, Alejandro Mora y el novillero Pedro Luis. Cartel de personalidad y … La entrada Festival homenaje a Andrés Hernando en Villar…

[kamreadsandrecs]

In fact, by the time they reached the city she was more famous than Cortés: no one knew that his name was Hernando—Helnantzin, they would have called him—because to them he was the huey Caxtilteca, spokesman of Castilla and companion of Malintzin: El Malinche.

from You Dreamed of Empires, by Álvaro Enrigue, trans. Natasha Wimmer

[kammartinez]

In fact, by the time they reached the city she was more famous than Cortés: no one knew that his name was Hernando—Helnantzin, they would have called him—because to them he was the huey Caxtilteca, spokesman of Castilla and companion of Malintzin: El Malinche.

from You Dreamed of Empires, by Álvaro Enrigue, trans. Natasha Wimmer

[armatofu]

¿De dónde vienen los apellidos?

En la antigüedad, no existían los apellidos.

Tomemos la Biblia, por ejemplo…

En la antigüedad, no existían los apellidos.

Tomemos la Biblia, por ejemplo…

A los personajes del Antiguo y Nuevo Testamento se les conocía por su nombre: Abraham, Moisés, Pedro, Juan, Mateo, Jesús, María y José. No había tal cosa como Abraham Pérez, Mateo Delgado o José García. (Cuidado: Iscariote no era el apellido del traidor Judas, ni Tadeo el del santo; eran sobrenombres, apodos).

Con el tiempo, las comunidades se poblaban cada vez más y más, y de momento surgían las dudas:

-Llévale este mensaje a Juan.

-¿Cuál Juan?- preguntaba el mensajero.

-Pues Juan, el ‘del valle’- explicaba para distinguirlo del otro Juan, el ‘del monte’.

En este caso, los apellidos ‘del Valle’ y ‘del Monte’, tan comunes hoy día, surgieron como resultado del lugar donde vivían estas personas. Estos se llaman ‘apellidos topónimos’, porque la toponimia estudia la procedencia de los nombres propios de un lugar. En esa misma categoría están los apellidos Arroyo, Canales, Costa, Cuevas, Peña, Prado, Rivera (que hacen referencia a algún accidente geográfico) y Ávila, Burgos, Logroño, Madrid, Toledo (que provienen de una ciudad en España).

Otros apellidos se originan de alguna peculiaridad arquitectónica con la que se relacionaba una persona. Si tu antepasado vivía cerca de varias torres, o a pasos de unas fuentes, o detrás de una iglesia, o al cruzar un puente, o era dueño de varios palacios, pues ahora entiendes el porqué de los apellidos Torres, Fuentes, Iglesia, Puente y Palacios.

Es posible que hayas tenido algún ancestro que tuviese algo que ver con la flora y la fauna. Quizás criaba corderos, cosechaba manzanas o tenía una finca de ganado. De ahí los apellidos Cordero, Manzanero y Toro.

Los oficios o profesiones del pasado también han producido muchos de los apellidos de hoy día. ¿Conoces a algún Labrador, Pastor, Monje, Herrero, Criado o Vaquero? Pues ya sabes a qué se dedicaban sus antepasados durante la Edad Media.

Otra manera de crear apellidos era a base de alguna característica física, o un rasgo de su personalidad o de un estado civil. Si no era casado, entonces era Soltero; si no era gordo, era Delgado; si no tenía cabello, era Calvo; si su pelo no era castaño, era Rubio; si no era blanco, era Moreno; si tenía buen sentido del humor, era Alegre; si era educado, era Cortés.

Quizás la procedencia más curiosa es la de los apellidos que terminan en -ez, como Rodríguez, Martínez, Jiménez, González, entre otros muchos que abundan entre nosotros los hispanos. El origen es muy sencillo: -ez significa ‘hijo de’. Por lo tanto, si tu apellido es González es porque tuviste algún antepasado que era hijo de un Gonzalo. De la misma manera, Rodríguez era hijo de Rodrigo, Martínez de Martín, Jiménez de Jimeno, Sánchez de Sancho, Álvarez de Álvaro, Benítez de Benito, Domínguez de Domingo, Hernández de Hernando, López de Lope, Ramírez de Ramiro, Velázquez de Velasco, y así por el estilo.

Así mismo ocurre en otros idiomas: Johnson es hijo de John en inglés (John-son); MacArthur es hijo de Arthur en escocés; Martini es hijo de Martin en italiano.

Ya ves: es así como, poco a poco, durante la Edad Media, comienzan a surgir los apellidos. La finalidad era, pues, diferenciar una persona de la otra. Con el tiempo, estos apellidos tomaron un carácter hereditario y pasaron de generación en generación con el propósito e identificar no solo personas, sino familias.

A los personajes del Antiguo y Nuevo Testamento se les conocía por su nombre: Abraham, Moisés, Pedro, Juan, Mateo, Jesús, María y José. No había tal cosa como Abraham Pérez, Mateo Delgado o José García. (Cuidado: Iscariote no era el apellido del traidor Judas, ni Tadeo el del santo; eran sobrenombres, apodos).

Con el tiempo, las comunidades se poblaban cada vez más y más, y de momento surgían las dudas:

-Llévale este mensaje a Juan.

-¿Cuál Juan?- preguntaba el mensajero.

-Pues Juan, el ‘del valle’- explicaba para distinguirlo del otro Juan, el ‘del monte’.

En este caso, los apellidos ‘del Valle’ y ‘del Monte’, tan comunes hoy día, surgieron como resultado del lugar donde vivían estas personas. Estos se llaman ‘apellidos topónimos’, porque la toponimia estudia la procedencia de los nombres propios de un lugar. En esa misma categoría están los apellidos Arroyo, Canales, Costa, Cuevas, Peña, Prado, Rivera (que hacen referencia a algún accidente geográfico) y Ávila, Burgos, Logroño, Madrid, Toledo (que provienen de una ciudad en España).

Otros apellidos se originan de alguna peculiaridad arquitectónica con la que se relacionaba una persona. Si tu antepasado vivía cerca de varias torres, o a pasos de unas fuentes, o detrás de una iglesia, o al cruzar un puente, o era dueño de varios palacios, pues ahora entiendes el porqué de los apellidos Torres, Fuentes, Iglesia, Puente y Palacios.

Es posible que hayas tenido algún ancestro que tuviese algo que ver con la flora y la fauna. Quizás criaba corderos, cosechaba manzanas o tenía una finca de ganado. De ahí los apellidos Cordero, Manzanero y Toro.

Los oficios o profesiones del pasado también han producido muchos de los apellidos de hoy día. ¿Conoces a algún Labrador, Pastor, Monje, Herrero, Criado o Vaquero? Pues ya sabes a qué se dedicaban sus antepasados durante la Edad Media.

Otra manera de crear apellidos era a base de alguna característica física, o un rasgo de su personalidad o de un estado civil. Si no era casado, entonces era Soltero; si no era gordo, era Delgado; si no tenía cabello, era Calvo; si su pelo no era castaño, era Rubio; si no era blanco, era Moreno; si tenía buen sentido del humor, era Alegre; si era educado, era Cortés.

Quizás la procedencia más curiosa es la de los apellidos que terminan en -ez, como Rodríguez, Martínez, Jiménez, González, entre otros muchos que abundan entre nosotros los hispanos. El origen es muy sencillo: -ez significa ‘hijo de’. Por lo tanto, si tu apellido es González es porque tuviste algún antepasado que era hijo de un Gonzalo. De la misma manera, Rodríguez era hijo de Rodrigo, Martínez de Martín, Jiménez de Jimeno, Sánchez de Sancho, Álvarez de Álvaro, Benítez de Benito, Domínguez de Domingo, Hernández de Hernando, López de Lope, Ramírez de Ramiro, Velázquez de Velasco, y así por el estilo.

Así mismo ocurre en otros idiomas: Johnson es hijo de John en inglés (John-son); MacArthur es hijo de Arthur en escocés; Martini es hijo de Martin en italiano.

Ya ves: es así como, poco a poco, durante la Edad Media, comienzan a surgir los apellidos. La finalidad era, pues, diferenciar una persona de la otra. Con el tiempo, estos apellidos tomaron un carácter hereditario y pasaron de generación en generación con el propósito de identificar no solo personas, sino familias.

[periodicoirreverentes]

Al pie del acantilado (I)

Julio Ramón Ribeyro A Hernando Cortés Nosotros somos como la higuerilla, como esa planta salvaje que brota y se multiplica en los lugares más amargos y escarpados. Véanla como crece en el arenal, sobre el canto rodado, en las acequias sin riego, en el desmonte, alrededor de los muladares. Ella no pide favores a nadie, pide tan solo un pedazo de espacio para sobrevivir. No le dan tregua el sol…

[moicabinetdecuriosites]

MUY INTERESANTE. 👇

EL ORIGEN DE LOS APELLIDOS.

En la antigüedad, no existían los apellidos. Tomemos la Biblia, por ejemplo:

A los personajes del Antiguo y Nuevo Testamento se les conocía por su nombre: Abraham, Moisés, Pedro, Juan, Mateo, Jesús, María y José.

No había tal cosa como Abraham Pérez, Mateo Delgado o José García. (Cuidado: Iscariote no era el apellido del traidor Judas, ni Tadeo el del santo; eran sobrenombres, apodos).

Con el tiempo, las comunidades se poblaban cada vez más y más, y de momento surgían las dudas:

—Llévale este mensaje a Juan.

—¿Cuál Juan? —preguntaba el mensajero.

—Pues Juan, el "del valle" —explicaba para distinguirlo del otro Juan, el "del monte".

En este caso, los apellidos del Valle’ y del Monte, tan comunes hoy en día, surgieron como resultado del lugar donde vivían estas personas.

Estos se llaman "apellidos topónimos", porque la toponimia estudia la procedencia de los nombres propios de un lugar.

En esa misma categoría están los apellidos Arroyo, Canales, Costa, Cuevas, Peña, Prado, Rivera (que hacen referencia a algún accidente geográfico) y Ávila, Burgos, Logroño, Madrid, Toledo (que provienen de una ciudad en España).

Otros apellidos se originan de alguna peculiaridad arquitectónica con la que se relacionaba una persona.

Si tu antepasado vivía cerca de varias torres, o a pasos de unas fuentes, o detrás de una iglesia, o al cruzar un puente, o era dueño de varios palacios, pues ahora entiendes el porqué de los apellidos Torres, Fuentes, Iglesias, Puente y Palacios.

Es posible que hayas tenido algún ancestro que tuviese algo que ver con la flora y la fauna.

Quizás criaba corderos, cosechaba manzanas o tenía una finca de ganado. De ahí los apellidos Cordero, Manzanero y Toro.

Los oficios o profesiones del pasado también han producido muchos de los apellidos de hoy en día.

¿Conoces a algún Labrador, Pastor, Monje, Herrero, Criado o Vaquero? Pues ya sabes a qué se dedicaban sus antepasados durante la Edad Media.

Otra manera de crear apellidos era a base de alguna característica física, o un rasgo de su personalidad o de un estado civil.

Si no era casado, entonces era Soltero; si no era gordo, era Delgado; si no tenía cabello, era Calvo; si su pelo no era castaño, era Rubio; si no era blanco, era Moreno; si tenía buen sentido del humor, era Alegría; si era educado, era Cortés.

Quizás la procedencia más curiosa es la de los apellidos que terminan en -ez, como Rodríguez, Martínez, Jiménez, González, entre otros muchos que abundan entre nosotros los hispanos.

El origen es muy sencillo: -ez significa "hijo de".

Por lo tanto, si tu apellido es González es porque tuviste algún antepasado que era hijo de un Gonzalo. De la misma manera, Rodríguez era hijo de Rodrigo, Martínez de Martín, Jiménez de Jimeno, Sánchez de Sancho, Álvarez de Álvaro, Benítez de Benito, Domínguez de Domingo, Hernández de Hernando, López de Lope, Ramírez de Ramiro, Velázquez de Velasco, y así por el estilo.

Así mismo ocurre en otros idiomas: Johnson es hijo de John en inglés (John-son); MacArthur es hijo de Arthur en escocés; Martini es hijo de Martín en italiano.

Es así como, poco a poco, durante la Edad Media, comienzan a surgir los apellidos.

La finalidad era, pues, diferenciar una persona de la otra.

Con el tiempo, estos apellidos tomaron un carácter hereditario y pasaron de generación en generación con el propósito de identificar no solo personas, sino familias.

Créditos al autor

Francisco Anzar Ruiz

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MUY INTERESANTE.

EL ORIGEN DE LOS APELLIDOS.

En la antigüedad, no existían los apellidos. Tomemos la Biblia, por ejemplo:

A los personajes del Antiguo y Nuevo Testamento se les conocía por su nombre: Abraham, Moisés, Pedro, Juan, Mateo, Jesús, María y José.

No había tal cosa como Abraham Pérez, Mateo Delgado o José García. (Cuidado: Iscariote no era el apellido del traidor Judas, ni Tadeo el del santo; eran sobrenombres, apodos).

Con el tiempo, las comunidades se poblaban cada vez más y más, y de momento surgían las dudas:

—Llévale este mensaje a Juan.

—¿Cuál Juan? —preguntaba el mensajero.

—Pues Juan, el "del valle" —explicaba para distinguirlo del otro Juan, el "del monte".

En este caso, los apellidos del Valle’ y del Monte, tan comunes hoy en día, surgieron como resultado del lugar donde vivían estas personas.

Estos se llaman "apellidos topónimos", porque la toponimia estudia la procedencia de los nombres propios de un lugar.

En esa misma categoría están los apellidos Arroyo, Canales, Costa, Cuevas, Peña, Prado, Rivera (que hacen referencia a algún accidente geográfico) y Ávila, Burgos, Logroño, Madrid, Toledo (que provienen de una ciudad en España).

Otros apellidos se originan de alguna peculiaridad arquitectónica con la que se relacionaba una persona.

Si tu antepasado vivía cerca de varias torres, o a pasos de unas fuentes, o detrás de una iglesia, o al cruzar un puente, o era dueño de varios palacios, pues ahora entiendes el porqué de los apellidos Torres, Fuentes, Iglesias, Puente y Palacios.

Es posible que hayas tenido algún ancestro que tuviese algo que ver con la flora y la fauna.

Quizás criaba corderos, cosechaba manzanas o tenía una finca de ganado. De ahí los apellidos Cordero, Manzanero y Toro.

Los oficios o profesiones del pasado también han producido muchos de los apellidos de hoy en día.

¿Conoces a algún Labrador, Pastor, Monje, Herrero, Criado o Vaquero? Pues ya sabes a qué se dedicaban sus antepasados durante la Edad Media.

Otra manera de crear apellidos era a base de alguna característica física, o un rasgo de su personalidad o de un estado civil.

Si no era casado, entonces era Soltero; si no era gordo, era Delgado; si no tenía cabello, era Calvo; si su pelo no era castaño, era Rubio; si no era blanco, era Moreno; si tenía buen sentido del humor, era Alegría; si era educado, era Cortés.

Quizás la procedencia más curiosa es la de los apellidos que terminan en -ez, como Rodríguez, Martínez, Jiménez, González, entre otros muchos que abundan entre nosotros los hispanos.

El origen es muy sencillo: -ez significa "hijo de".

Por lo tanto, si tu apellido es González es porque tuviste algún antepasado que era hijo de un Gonzalo. De la misma manera, Rodríguez era hijo de Rodrigo, Martínez de Martín, Jimenez de Jimeno, Sánchez de Sancho, Álvarez de Álvaro, Benítez de Benito, Domínguez de Domingo, Hernández de Hernando, López de Lope, Ramírez de Ramiro, Velázquez de Velasco, y así por el estilo.

Así mismo ocurre en otros idiomas: Johnson es hijo de John en inglés (John-son); MacArthur es hijo de Arthur en escocés; Martini es hijo de Martín en italiano.

Es así como, poco a poco, durante la Edad Media, comienzan a surgir los apellidos.

La finalidad era, pues, diferenciar una persona de la otra.

Con el tiempo, estos apellidos tomaron un carácter hereditario y pasaron de generación en generación con el propósito de identificar no solo personas, sino familias.

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National Chocolate Candy Day

Chocolate candy is one of the world's most popular sweets, and today it gets its own day. The candy is often created by mixing chocolate with ingredients like nuts and caramel. Some examples of chocolate candy include truffles and candy bars.

Chocolate comes from a bean called Theobroma cacao. The word "chocolate" itself comes from the Spanish, and it stems from the Aztec word xocolatl, which means "bitter water." The Aztecs pounded the cacao beans and drank them without adding any sugar, and they thought the beans came from the gods. Indeed, Theobroma means "food of the gods." Cocoa beans are about 50% "cocoa butter" and 50% "chocolate liquor." Hernando Cortés brought cocoa beans back to Spain, and a chocolate drink that included sugar became popular right away. The word "chocolate" first appeared in print, in England, in 1604.

During the eighteenth century, a chocolate drink became fashionable throughout Europe, and it first became manufactured in what would become the United States in 1765. The first chocolate factory opened in the United States in 1780, but hard chocolate candy was not yet made until the dawn of the nineteenth century. Hardened chocolate candy bars first became being sold on a large scale by the Cadbury Company of England in 1842, and "chocolate creams"—candies with sugar-cream centers—were first eaten by Americans in the 1860s.

Milk chocolate was first made by the Swiss in 1875 when Daniel Peter added his chocolate to the newly-discovered sweetened condensed milk of Henry Nestlé, and it became popular in America and Europe. Milton S. Hershey, who had been in the candy business since the age of fourteen, and who had been quite successful with his Lancaster Caramel Company, was enamored by the chocolate-making he saw at the 1893 Columbian Exposition in Chicago—especially the making of milk chocolate. The first milk chocolate Hershey bar was produced in 1900, and by 1905 Hershey's enormous factory in Derry Township, Pennsylvania, was in operation. With Hershey's support, a company town sprang up around the factory, and milk from nearby farms was used in making the milk chocolate. Milton Hershey invented the Hershey's kiss in 1907, and its trademark foil wrapper was added in 1924. Hershey provided troops in World War II with a Ration D bar, and later the better-tasting Tropical Chocolate Bar. These chocolate bars were resistant to temperatures higher than ninety degrees Fahrenheit. Besides Hershey bars and kisses, many other popular types of chocolate candies are under the Hershey's umbrella, including Almond Joy, Mounds, and Reese's. Another popular candy manufacturer in the United States is Mars, which produces chocolate candy bars such as Snickers and Twix.

How to Observe National Chocolate Candy Day

Celebrate the day by eating your favorite types of chocolate candy! Perhaps you have a favorite type of candy bar that you could have, or maybe truffles are more your style. Maybe you could stock up on some of the most popular candy bars from the United States or from around the world.

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[lusangelma]

EL ORIGEN DE LOS APELLIDOS.

En la antigüedad, no existían los apellidos. Tomemos la Biblia, por ejemplo:

A los personajes del Antiguo y Nuevo Testamento se les conocía por su nombre: Abraham, Moisés, Pedro, Juan, Mateo, Jesús, María y José.

No había tal cosa como Abraham Pérez, Mateo Delgado o José García. (Cuidado: Iscariote no era el apellido del traidor Judas, ni Tadeo el del santo; eran sobrenombres, apodos).

Con el tiempo, las comunidades se poblaban cada vez más y más, y de momento surgían las dudas:

—Llévale este mensaje a Juan.

—¿Cuál Juan? —preguntaba el mensajero.

—Pues Juan, el "del valle" —explicaba para distinguirlo del otro Juan, el "del monte".

En este caso, los apellidos del Valle’ y del Monte, tan comunes hoy en día, surgieron como resultado del lugar donde vivían estas personas.

Estos se llaman "apellidos topónimos", porque la toponimia estudia la procedencia de los nombres propios de un lugar.

En esa misma categoría están los apellidos Arroyo, Canales, Costa, Cuevas, Peña, Prado, Rivera (que hacen referencia a algún accidente geográfico) y Ávila, Burgos, Logroño, Madrid, Toledo (que provienen de una ciudad en España).

Otros apellidos se originan de alguna peculiaridad arquitectónica con la que se relacionaba una persona.

Si tu antepasado vivía cerca de varias torres, o a pasos de unas fuentes, o detrás de una iglesia, o al cruzar un puente, o era dueño de varios palacios, pues ahora entiendes el porqué de los apellidos Torres, Fuentes, Iglesias, Puente y Palacios.

Es posible que hayas tenido algún ancestro que tuviese algo que ver con la flora y la fauna.

Quizás criaba corderos, cosechaba manzanas o tenía una finca de ganado. De ahí los apellidos Cordero, Manzanero y Toro.

Los oficios o profesiones del pasado también han producido muchos de los apellidos de hoy en día.

¿Conoces a algún Labrador, Pastor, Monje, Herrero, Criado o Vaquero? Pues ya sabes a qué se dedicaban sus antepasados durante la Edad Media.

Otra manera de crear apellidos era a base de alguna característica física, o un rasgo de su personalidad o de un estado civil.

Si no era casado, entonces era Soltero; si no era gordo, era Delgado; si no tenía cabello, era Calvo; si su pelo no era castaño, era Rubio; si no era blanco, era Moreno; si tenía buen sentido del humor, era Alegría; si era educado, era Cortés.

Quizás la procedencia más curiosa es la de los apellidos que terminan en -ez, como Rodríguez, Martínez, Jiménez, González, entre otros muchos que abundan entre nosotros los hispanos.

El origen es muy sencillo: -ez significa "hijo de".

Por lo tanto, si tu apellido es González es porque tuviste algún antepasado que era hijo de un Gonzalo. De la misma manera, Rodríguez era hijo de Rodrigo, Martínez de Martín, Jiménez de Jimeno, Sánchez de Sancho, Álvarez de Álvaro, Benítez de Benito, Domínguez de Domingo, Hernández de Hernando, López de Lope, Ramírez de Ramiro, Velázquez de Velasco, y así por el estilo.

Así mismo ocurre en otros idiomas: Johnson es hijo de John en inglés (John-son); MacArthur es hijo de Arthur en escocés; Martini es hijo de Martín en italiano.

Es así como, poco a poco, durante la Edad Media, comienzan a surgir los apellidos.

La finalidad era, pues, diferenciar una persona de la otra.

Con el tiempo, estos apellidos tomaron un carácter hereditario y pasaron de generación en generación con el propósito de identificar no solo personas, sino familias.

Créditos al autor

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