¿Saben que es lo más irónico de todo esto? Que los presos tienen más moral que la mayoría de los militares, guardias y policías de acá.
Tengo entendido que muchos presos (no se cómo) han difundido un mensaje para proteger a todos los niños y adolescentes que cayeron presos en las protestas.
Imagínate vivir en un país donde te sientas más seguro al lado de un malandro que de tu propio policía nacional o cualquier miembro del ejército venezolano.
Gente querida, quería decirles que no he posteado/compartido mucho estos últimos días porque hacía falta un descanso mental.
Quiero también tratar de ver como organizar más este blog más allá de rabietas pseudo-informadas y reblogs. Las rabietas no ayudan a informar, sólo a drenar lo que siento y, estas quizás no paren, pero voy a taguearlas apropiadamente a partir de ahora.
No obstante, los reblogs van a continuar porque hay personas aquí que se dedican a recopilar tweets relevantes a una velocidad que me supera.
Se siente tan mierda tener ésta paranoia, no puedo trabajar bien porque estoy al pendiente de las noticias de mi pais, no como porque no tengo apetito, no puedo dormir porque sueño que me secuestran por compartir informacion. Esto no es vida, por favor que la pesadilla termine pronto.
Es que, como dije anteriormente, todo fue muy sospechoso y de pana que las vibras del partido contra Uruguay no fueron nada bonitas.
Que horrible cuando mezclan el deporte con la política, es precisamente por eso que no me animé mucho después cuando los Olímpicos, más bien gracias a Dios no ganamos ni una medalla de bronce (que hayamos ganado en los paralimpicos es otra cosa). Pero en fin, si todos los partidos en casa serán así, pues qué lastima, puro marginal enchufado 🤷♀️
Bienaventurado quien no se sienta en la silla de los burladores. Salmo 1:1-6
Mentir se ha convertido en una práctica cotidiana. Nos hemos habituado a las falsedades, y en un mundo lleno de simuladores y embusteros, vestirse con la verdad es un acto suicida. Rumores, exageraciones, autoengaños; todo eso es moneda corriente. Mentiras piadosas, truculentas, vulgares… cientos para elegir. Pero hay…