#Fiesta del Vino
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minglana · 6 months ago
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cuando se puede pedir lo del verano joven????
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deefeeme · 4 months ago
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Temporada Invernal 2024 en la Provincia de Buenos Aires
Temporada Invernal 2024 en la Provincia de Buenos Aires La provincia de Buenos Aires lanzó su temporada invernal con eventos, descuentos y atractivos turísticos para todos los públicos y bolsillos.
La provincia de Buenos Aires lanzó su temporada invernal con eventos, descuentos y atractivos turísticos para todos los públicos y bolsillos. El Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires ha dado inicio a la temporada invernal con una amplia gama de actividades, descuentos y eventos para todos los públicos. Con la presencia de la ministra de…
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elcorreografico · 4 months ago
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Temporada Invernal 2024 en la Provincia de Buenos Aires
Temporada Invernal 2024 en la Provincia de Buenos Aires La provincia de Buenos Aires lanzó su temporada invernal con eventos, descuentos y atractivos turísticos para todos los públicos y bolsillos.
La provincia de Buenos Aires lanzó su temporada invernal con eventos, descuentos y atractivos turísticos para todos los públicos y bolsillos. El Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica de la Provincia de Buenos Aires ha dado inicio a la temporada invernal con una amplia gama de actividades, descuentos y eventos para todos los públicos. Con la presencia de la ministra de…
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elchaqueno · 6 months ago
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Delegación belga visita Tarija para promover turismo
Una delegación de 26 personas de Bélgica, entre agencia de viajes, operadoras de turismo y medios de comunicación, arribaron a la capital tarijeña para promover el potencial turístico del departamento. En una demostración de la fiesta grande de Tarija “San Roque”, se mostró el patrimonio cultural, gastronómico y turístico de la región. El Director de Turismo del Gobierno Municipal destacó la ruta…
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elvinodelmes · 2 years ago
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Termina el 2022 que me tuvo despegado del blog
El calendario vuelve a soltar sus últimas hojas que anuncian el final de un 2022 que termina y me encuentra algo distanciado de este blog. #elvinodelmes #añonuevo #felicesfiestas
Casi sin darnos cuenta, el calendario vuelve a soltar sus últimas hojas que anuncian el final de un 2022 que termina y me encuentra algo distanciado de este blog. Este año, que llega a su fin, comenzó como una topadora. Con un objetivo puesto hace muchos años que recién se cumplía y la motivación de ver que con dedicación, esfuerzo y algo de ayuda, todo se puede lograr. Cuando uno cumple una…
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stuckwthem · 10 months ago
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HOLAA para lo de las canciones con los chicos del cast: gold rush de taylor swift con enzo 😭😭 siento q es muy accurate.
gold rush | enzo vogrincic
summary: tu lucha contra sus sentimientos de celos y la creciente atención hacia su amigo, temiendo perderlo en medio de la fama y las chicas. friends to not yet lovers. 3k.
tw: inseguridad, angst, consumo de alcohol
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cuando enzo se hizo famoso, no fue una gran sorpresa. siempre había sido talentoso, determinado y esforzado en todo lo que se proponía. además, cumplía todos los requisitos para convertirse en la nueva estrella de la pantalla: guapo, culto, carismático y gracioso. 
así que cuando volvió al teatro, estrenando otra obra brillante, era de esperar que se abarrotasen todas las secciones. y se llenaron, con gente y más gente, todos tras otro pedacito de enzo. mujeres, hombres, jóvenes y mayores, todos estaban deseando por más. 
para enzo no había cambiado gran cosa, aparte del leve acoso, seguía sintiéndose igual, actuando igual, teniendo los mismos mejores amigos y tomando el café en la misma cafetería sencilla, pero ahora era reconocido en la calle y tenía más seguidores de los que podía registrar en instagram. eso era diferente, sin duda, tener la atención de todo el mundo después de tanto tiempo rogándola. pero a pesar de eso, era reconfortante pensar que por fin lo había conseguido. 
a ti te parecía asfixiante. era extraño ver cómo el chico con el que habías pasado los últimos años se convertía en una estrella de la noche a la mañana. para muchos era enzo vogrincic, un actor en una película nominada al oscar. para ti, sólo era enzo, tu mejor amigo. y tu antiguo amor. así que aunque admirabas la creciente fama de tu amigo, las cosas podían ser un poco confusas a veces. la fama atraía todo lo bueno que podías desearle como actor, pero también traía todo lo que te asustaba a muerte: chicas. 
todas guapas, con magníficas sonrisas, actitud y presencia magnética, podían tener fácilmente una oportunidad con enzo. fácilmente cualquiera menos tú. eso era lo que pensabas. 
era difícil reprimir tus celos, un sentimiento idiota que intentabas ignorar a toda costa. controlar tus propios sentimientos era una tarea ardua y agotadora. no te gustaba cómo se te calentaba la cara cuando él estaba cerca, ni cómo te sentías cuando alguna chica se acercaba demasiado. y te sentías fatal por eso. estabas siendo infantil y celosa, pero tú estabas allí primero, ¿no? 
no era una carrera, pero pensabas que ya te habías asegurado el primer puesto. eras el confidente de enzo, su compañera en casi todo momento y la persona más cercana a él. aun así, era como correr por el oro. y no te gustaba nada tener que competir.
cuando enzo te invitó a la fiesta posterior al estreno de su nueva obra, pensaste en declinar la invitación. por supuesto, verías toda la sesión, te volverías a enamorar durante hora y media, felicitarías a tu mejor amigo y volverías a casa, acompañada de una botella de vino y penas que ahogar.  pero el actor no aceptó un no por respuesta, de hecho, enzo estaba aún más confuso, ya que en las últimas semanas parecías muy distante. no respondías a sus mensajes, no contestabas a sus llamadas. por un momento se culpó a sí mismo, pensando que tal vez te estaba dejando de lado con su apretada agenda, pero en realidad, tú sólo estabas actuando como una cobarde.
sabías que era cobardía. contigo mismo, con enzo. estabas siendo una idiota. pero no tenías la valentía de abrirte y contarle tus sentimientos, especialmente con todos los focos girando ahora en su dirección. así que empezó a alejarse, pensando que no le afectaría con sus celos repentinos o sus sentimientos contradictorios. sus palabras sonarían superfluas al lado de toda la atención que él estaba recibiendo ahora. ni siquiera le importaría, otra razón más que se dijo a sí misma para sabotearse. probablemente arruinaría nuestra amistad. ¿y si piensa que intento aprovecharme? pensamientos que pasaban por tu cabeza por la noche.
"¡enzo, este es tu momento, tu obra acaba de estrenarse y tu película va estupendamente!", le dijiste a tu mejor amigo, con un tono de resignación poco convincente. "¡tendrás gente a tu lado toda la noche!".
estabas en el camerino después de la obra, mientras enzo se cambiaba la ropa de su personaje. la habitación olía a perfume fresco, a madera vieja y a una pizca del sudor del chico. con los brazos cruzados, mirabas fijamente el tabique donde enzo se cambiaba, sentada en el viejo sofá.
cuando salió de detrás de la barrera de madera, enzo te miró como si estuvieras bromeando, con los ojos muy abiertos, las cejas levantadas, y luego sacudió la cabeza, abrochándose los últimos botones de su camiseta negra.
"¿y qué tiene eso que ver con el hecho de que quiera a mi mejor amiga conmigo en una noche importante?", preguntó, como si lo que estabas diciendo fuera una tontería, y luego se detuvo frente al espejo, limpiándose el maquillaje.
te pusiste a su lado y cogiste uno de sus pañuelos, limpiándote suavemente el maquillaje blanco del cuello, incapaz de mirarle mientras enzo te observaba en el reflejo. mordiéndote el interior de la mejilla, te sorprendiste a ti misma con un torbellino creciendo en tu pecho.
"no quiero estorbarte" tu confesión salió en un susurro, a lo que enzo respondió con una risa suave y despectiva. "en serio, me quedaría ahí como una idiota, ¡ni siquiera me echarás de menos!".
enzo te sujetó la muñeca con calma, mientras tú te concentrabas demasiado en limpiarlo, pero hacía tiempo que el maquillaje había desaparecido. se giró para mirarte, con los ojos fijos en toda tu expresión ceñuda, que llevaba una insistente preocupación en el pliegue de las cejas, que le pareció adorable.
"deja de decir tonterías, sabes que te necesito siempre a mi lado. ¿o qué sería de mí?", declaró el moreno, con una voz tan firme y dulce como la sonrisa que se deslizaba por sus labios cuando le miraba. 
y así era imposible rebatirlo, simplemente era demasiado difícil resistirse a él y al sentimiento que la consumía por dentro, que la traía a este momento, en el salón de un piso grande y desconocido, lleno de actores y gente importante, críticos de teatro y alguna que otra gente insignificante. reconoció algunas caras, amigos comunes, compañeros de trabajo y, por supuesto, fans y admiradores de enzo. el ambiente es un zumbido de carcajadas, conversaciones animadas y copas que se alzan en señal de celebración. la gente aplaudió cuando enzo entró en el piso, llevando su mano, que pronto soltaron para que pudiera saludar a los demás. me parece justo. pensó, aunque el hormigueo entre los dedos causado por la ausencia de enzo empezaba a molestarle.
él irradiaba confianza, saludando con la cabeza a quienes le saludaban y respondiendo a cada cumplido con una modesta sonrisa.
intentaste mantener una expresión neutra y comprensiva, apreciando el esfuerzo de enzo por incluirte en su nuevo mundo. sin embargo, la sensación en el fondo de tu mente persistía. todo el mundo quería saber cómo era tocarlo, cómo era amarlo, y usted no tenía ningún privilegio en ser experta en esto. poco a poco, cuando el actor entabló conversaciones, usted se dispersó en un minuto, fue a por una copa de vino y pronto se vio fuera de lugar, enzo cada vez más rodeado en un pequeño círculo alejado de usted, y una hermosa chica riendo a su lado, intentando llamar su atención. 
a la cuarta copa, después de observarle desde lejos, estabas algo intoxicada por el alcohol y decidida. le daría espacio, tanta distancia como necesitara, para que pudiera disfrutar de su noche sin obstáculos. sobre todo, no quería ser su sombra ni sentir que le molestaba, aunque enzo no diera señales de aquello. 
el enorme balcón del enorme piso, ocupado apenas por unos pocos fumadores, tenía una escalera de incendios en la esquina y a través de ella descubriste la terraza, vacía y tranquila, con una vista increíble de las luces de la ciudad. te pareció una buena forma de alejarte de todo, un escondite perfecto para ti y todas esas sensaciones. 
mientras te alejabas por la terraza, enzo notó tu ausencia. alguien acababa de soltar un chiste estúpido y él se giró para intercambiar una mirada cómplice, dispuesto a ver tu sonrisa en su rostro, pero todo lo que obtuvo fueron rasgos desconocidos y sintió una inmediata incomodidad. enzo puso fin a la conversación bruscamente, disculpándose con los demás invitados, y empezó a buscarte entre el montón de gente en que se había convertido el salón. cruzó el piso, saludando rápidamente a quien se cruzaba en su camino, la preocupación en su rostro se hacía cada vez más visible al no haber rastro de ti.
¿te habías ido sin despedirte? ¿por qué estabas tan... diferente? enzo podía dejar que cambiaran muchas cosas, no todo lo que podía controlar, pero cambiar lo que existía entre ustedes no podía tolerarlo, y eso lo aterrorizaba. incluso después de todo, tú eras la persona que él quería a su lado. como amiga, como algo más. como cualquier cosa que te mantuviera cerca. a tus brazos corría cuando el mundo parecía tragárselo, cuando todo le abrumaba, cuando tenía noticias felices o tristes, cuando tenía planes o necesitaba un momento de paz escuchando tu voz. la vida de enzo, a pesar de todo, giraba en torno a tu órbita. podía sentir que te le escapabas de las manos, y no podía permitir que eso ocurriera. 
sus ojos vislumbraron entonces la puerta abierta del balcón y la atravesó, encontrándose con la misma escalera por la que habíais subido minutos antes. se conocían lo suficiente como para que enzo estuviera seguro de que iba en la dirección correcta cuando subió a la terraza. la brisa helada le golpeó en cuanto subió el último escalón, y sintió que se le formaba un nudo en el estómago.
la vista panorámica de la ciudad se fue revelando a medida que avanzaba por la terraza, pero lo que captó su atención fue usted, de pie en el borde de la misma, mirando al horizonte con expresión pensativa, con un vaso vacío en las manos. al actor le dio un vuelco el corazón, respiró hondo y se rascó la garganta.
"¿estás bien?" la voz de enzo cortó el silencio como una suave melodía, sobreponiéndose a la música apagada del piso justo debajo de sus pies, sorprendiéndole mientras contemplaba la ciudad desde arriba, absorbida por sus pensamientos. era una voz profunda y cálida, con una nota de preocupación delicadamente entretejida. 
no esperabas que llegara tan rápido. te giras hacia él e intentas sonreír, pero el gesto no llega a tus ojos.
"estoy bien, enzo. sólo necesitaba un poco de aire fresco". intentaste sonar despreocupada, pero había una notable tensión en el ambiente. 
realmente te sentías sofocada, un poco acalorada, atascada por el vino y la ansiedad.
el actor asintió, sus ojos buscaban los suyos, en busca de respuestas que usted no estaba dispuesta a dar. se acercó a ti lentamente, metiendo las manos en los bolsillos, dando un paso cada vez, como si temiera que cualquier movimiento brusco pudiera alterar el delicado equilibrio entre vosotros.
enzo no sabía cómo empezar a desentrañar las preguntas de su cabeza, y tú no sabías cómo retener las palabras dentro de tu mente cargada y ebria.
"las cosas están un poco raras", dijisteis los dos a la vez, generando un ligero estado de shock con la revelación al unísono. estabais en la mente del otro todo el tiempo.
intercambiasteis miradas divertidas, repentinamente tímidas, y enzo se rió, balanceando el cuerpo, sin saber muy bien cómo acercarse.
"empiezo a pensar que tenemos que repasar nuestras habilidades telepáticas", bromea él, tratando de aliviar la tensión del ambiente. 
su sonrisa era genuina, pero sus ojos seguían buscando algo más en los tuyos. la brisa nocturna jugaba con el pelo de enzo mientras se acercaba, creando una atmósfera de vulnerabilidad compartida.
dejas escapar una suave carcajada, disfrutando del ligero toque de humor. sin embargo, esa extraña electricidad entre vosotros no desapareció del todo. enzo parecía querer entender lo que estaba pasando, mientras que tú luchabas por expresar sentimientos confusos bajo la influencia de más vino del que deberías tener en tu organismo. 
"sí, podría ser una buena idea invertir en un curso de comunicación mental", respondiste, tratando de mantener un tono ligero, pero esa expresión algo desesperada seguía delatando lo que ocurría en tu interior.
enzo asintió, de pie a tu lado en el borde de la terraza, ambos contemplando la ciudad iluminada ante vosotros. había algo mágico en la noche, pero también algo incierto en la forma en que os mirabais.
"entonces, ¿qué está pasando?" enzo finalmente rompió el silencio una vez más, sus ojos te miraban con una intensidad que hizo que tu corazón se acelerase. sus orbes marrones invitan a sumergirse en ellos. estabas atrapada, sin ningún lugar al que huir. su mirada te recorrió como si fueras transparente, incapaz de ocultar nada a su atención.
dudaste un momento, mordiéndote el labio inferior antes de encontrar el valor para hablar. "es que... me he sentido un poco perdida. con todo lo que ha estado pasando, los cambios, tú haciéndote famoso, y yo... no sé dónde encajo". apartaste la mirada, sintiendo un nudo en la garganta. "no sé si podré soportarlo, en".
una sensación punzante pareció atravesar el pecho del chico, que sinceramente se esperaba muchas cosas, pero no esto. no su mirada huyendo de él a cada momento y la forma en que su cuerpo parecía repudiar la manera en que se apartaba inconscientemente. enzo perdió el aliento ante el golpe, y tardó unos segundos en procesar tu honestidad directa.
"¿no puedes lidiar... conmigo?", preguntó, con la voz baja, dolida. tu había bebido demasiado, se notaba. enzo no sabía si se sentía ofendido o preocupado. sus manos se tensaron en los bolsillos del pantalón, ansiosas por encontrar las suyas. de tocarte, de romper esa barrera.
"i... no sé si podré soportar la idea de perderte" la afirmación le salió, cortándole la garganta. dios, qué tonta y ridícula se sentía. toda una fiesta para él allí abajo y él perdiendo el tiempo con su drama.
la mirada de enzo pasó gradualmente del perplejidad a la comprensión, y a algo más profundo, más vulnerable. la noche que había parecido tan prometedora se teñía ahora de una nube de incertidumbre.
"¿perder...?" enzo repitió la palabra, como si tratara de comprender plenamente el significado que encerraba. sus ojos oscuros se clavaron en los tuyos, una mezcla de confusión y de inquietud pintada en su expresión.
tragas saliva, incapaz de responder inmediatamente. las emociones bullían en tu interior, y era difícil discernir qué era miedo, celos o simplemente inseguridad.
"sí, perder". bajaste la cabeza, tus dedos rodeando el borde de la taza en una huida nerviosa. riéndote para ti misma, cerraste los ojos, sintiendo el ligero mareo y la falta de control en la forma en que tu mente maquinaba las siguientes palabras, transformada por el alcohol. "y tambien estan los celos, esta cosa amarga que me esta carcomiendo. de adentro hacia afuera, parece volverme loca cada maldita vez que una chica se acerca... y nunca he sido posesiva, pero es tan difícil cuando se trata de ti, enzo. es como competir por el oro".
durante un rato no pasa nada. enzo permanece en silencio, inmóvil, observándola con expresión seria y atónita. la oye resoplar y, de repente, sus ojos se enrojecen, ardiendo por contener las lágrimas. 
" ¿tienes celos?" pregunta finalmente enzo tras una pausa que parece durar una eternidad, como si no pudiera creer lo que acaba de salir de su boca. su voz es baja y tranquila, como si intentara no asustar a una criatura frágil. su mirada permaneció fija en ti, tratando de comprender cada giro de la situación.
asentiste como una niña pequeña contrariada, sintiendo que se te quitaba un peso de encima al compartir algo que habías estado ocultando durante tanto tiempo. "sí, y lo odio. sé que es irracional e infantil, pero es más fuerte que yo".
una sonrisa crece en los labios de enzo, como si la situación le divirtiera. levantas la mirada, sintiéndote traicionada, cuando él empieza a reír. tu mano busca el pecho del actor, dándole un torpe puñetazo y el moreno asiente, sin importarle la repentina agresión.
te atrae en un espontáneo abrazo, colocando su barbilla sobre tu cabeza cuando no te resistes a aceptar su tacto, a pesar de sentirte insultada. toda la tensión se disipó de enzo cuando se dio cuenta de todo lo que estaba pasando. y de lo inconsciente que eras de sus sentimientos. pero eso no lo revelaría ahora, no cuando parpadeabas lentamente y visiblemente alterada por el vino. enzo quería que lo supieras, que lo recordaras.
enzo te abrazó un poco más fuerte, en un intento de transmitir consuelo. su pecho descendía y ascendía con calma, ayudando a que sus propios latidos se calmaran. 
"no necesitas ponerte celosa, y definitivamente no necesitas competir por nada, especialmente no por mí", susurró, sus ojos oscuros fijos en algún punto de la terraza mientras su mano acariciaba tu espalda. "siempre has sido la persona más importante para mí, desde el principio. nada de eso cambia por un poco de fama y atención. y menos por chicas que no eres tú".
las palabras de enzo eran suaves, y la sinceridad en ellas era innegable. quería que supieras que, a pesar de todos los cambios, seguías siendo la constante de su vida. y la única para la que tenía ojos. pero tú no lo asimilaste enseguida, sino que retrocediste un poco y lo miraste con ojos pesados y labios apretados, recelosa. 
enzo notó, con una mezcla de ternura y diversión, una sombra roja que denunciaba el contacto con la copa de vino en la comisura de tus labios. un destello de encanto apareció en su mirada, y un suspiro involuntario escapó de los labios del actor. 
"venga, vamos", te llamó, extendiendo la mano entre los dos. su mirada se detuvo en tus dedos abiertos y, tras evaluarlos unos segundos, los entrelazó con los suyos.
"¿adónde?", tartamudeaste, frunciendo el ceño. la sensación de su cálida mano contra la tuya era reconfortante y segura.
"fuera. necesito una noche a solas con mi chica, por los viejos tiempos" enzo se encogió de hombros, sin dudar en tirar de ti a través de la terraza para marcharse.
te detuviste bruscamente, confusa e incapaz de entender por qué estaba dispuesto a dejar todo aquello atrás tan fácilmente.
"pero... enzo, la fiesta y tus amigos..." insististe, y enzo asintió.
"tengo prioridades esta noche, asuntos más importantes que tratar hoy que perder el tiempo con aduladores. todos ellos sólo sobre ti"
━━━━━━━ ✦ ━━━━━━━━
what must it be like to grow up that beautiful, mr. vogrincic?
hola!!! dios, como me quede obsesionada a esta ask. simplesmente, es la cancion que traduce los sentimientos de todas nosotras!!! muuuuy accurate muchas gracias!!!
espero haber conseguido transmitir la vibra de la canción 😭
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chiquititamia · 6 months ago
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Calmar tu sed
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No tenía pensado escribir nada más hasta que acabase los exámenes pero anoche esta idea vino a mi cabeza y no pude contenerme, voy a suspender. Espero que tanto el anon que me lo pidió como las demás lo disfruteis ;)
💕Blas Polidori x f!reader
❤️‍🔥+18 sexo explícito, sleep kink, blas es insaciable, masturbación
Tu diferencia de edad con Blas no era tanta, o era eso lo que te querías decir a ti misma. Y en realidad no era tanta, técnicamente.
Pero las diferencias a ciertas edades, especialmente entre hombres y mujeres se hacían más evidentes.
Al fin y al cabo, Blas estaba en el principio de sus veintes, y tú ya los habías terminado.
Teníais una relación muy sana en la que él era bastante maduro y tú estabas embelesada por su dulzura y en ocasiones torpeza.
No eras ninguna desconectada de la realidad. Sabías perfectamente que tu novio veinteañero aprovechaba prácticamente siempre que tu salieses de casa para... Pasarlo bien a solas.
No era ningún secreto, a veces aún está acalorado cuando llegas. Diablos, hasta a veces aún está su portátil sobre el sofá, (y sabias que cuando lo usaba para trabajar o responder emails siempre lo ponía encima de la mesa). No era algo que te molestara para nada, pero no podías dejar de sentirte algo culpable.
Sabías perfectamente que el hecho de que alguien se masturbase no tiene nada que ver con que no desee a su pareja o que no se encuentre satisfecha. Simplemente Blas tenía 22 años y sus hormonas seguían en plena efervescencia.
La cosa es que tú tenias un trabajo muy cansado y, más veces de las que te gustaría llegabas a casa en un estado lamentable que solo te permitía ducharte, cenar un bowl de cereales y meterte en la cama totalmente derrotada.
Era más que probable que Blas te dejase dormir por empatía y no por falta de ganas de fiesta.
Pero eso no podía ser. Vale que no siempre sería posible, pero te prometiste a ti misma que serías más atenta en ese sentido para que vuestra relación fuera lo mejor posible.
Esa misma mañana, al poco de despertaros tu mano serpenteó por debajo de las sábanas, y, sin mucho preámbulo comenzaste a masturbarlo.
Fue demasiado fácil que Blas entrara en el mood, ya que, como la mayoria de los hombres de su edad se despertaba con una erección dia sí día también.
-Pero nena... Qué bien te despertaste... -suspiró
-Si, mi amor -dijiste con tono meloso- es que la vi tan dura que te tenía que ayudar... -al decir esto aumentase el ritmo de tu mano
-Ah... Sí, carajo...!
Conocías perfectamente sus puntos débiles, así que decidiste usar tus conocimientos para impresionarle. Mientras le masturbabas, empezaste a lamer su cuello presionando con tu lengua y haciéndole cosquillas con la punta.
-Ah! Pará! Me voy a veni-...! - A Blas no le dio tiempo de acabar la frase cuando acabó sobre su abdomen y su pecho- uffff.... Pero qué bicho te picó amor? -dijo incrédulo mientras te daba un beso en la frente y se levantaba para limpiarse.
-Ninguno, ¿no puedo mimar a mi novio?
-por mi sí, preciosa, pero ahora te tengo que devolver el favor, dijo dirigiéndote una mirada traviesa desde la puerta del baño de vuestro dormitorio.
- me encantaría, pero me tengo que ir a trabajar dijiste con pena.
- Ah... Un día voy a matar a tu jefe para que te den el día libre - bromeó él.
- Pero en serio cariño, quiero que no te contengas cuando tengas ganas... De estar conmigo. -le habías acompañado al baño y te sentaste mientras el comenzaba a ducharse.
Al decir esto, el asomó la cabeza para mirarte
- ¿Lo sabés? – preguntó divertido.
- ¿Qué cosa?
- Lo mucho que me contengo y lo que tengo que “descontenerme” cuando vos no estás… - oías el agua corriendo y podías ver como tu novio se duchaba a través de la cortina semitransparente.
Semejante confesión te hizo sentir calor en las mejillas.
- Si sé, y me parece bien – aclaraste.
- Pero te prefiero a ti, lo sabés, ¿no?
- Hombre, eso espero…- te reíste.
- Entonces la próxima vez voy a por ti, ¿es eso?
- Eso es, quiero q- antes de que terminases la frase miraste la hora en la pantalla de tu móvil y tus ojos se abrieron como platos, llegabas terriblemente tarde – me voy volando cariño, te veo a la noche, ¡chau! – dicho esto le diste un breve beso en su carita mojada y saliste corriendo hacia tu oficina.
Esa noche a Blas se le alargó terriblemente la jornada de modelaje y después de terminar había ido a tomar unas cervezas con sus compañeros y su manager. Cuando llegó a casa tú ya estabas profundamente dormida en vuestra cama. Te contempló durante un momento, estabas tumbada sobre tu costado, acurrucada a su almohada, con un pijama de verano que dejaba ver gran parte de tus muslos, y tus pechos estaban a punto de escaparse de la fina camiseta de tirantes. No podías estar más preciosa. Blas notaba su erección formarse mientras se aflojaba la corbata y se quitaba los zapatos con cuidado de no hacer ruido. Una de tus manos se apoyaba en tu labio inferior. Tu boca entreabierta le estaba conduciendo a la locura.
Cuando se quedó en ropa interior, que era como solía dormir, tu novio se tumbó suavemente en la cama detrás de ti.
No fue hasta que comenzó a acariciar tu cadera que notaste su presencia, sin embargo, te encontrabas tan cansada que simplemente sonreíste levemente.
Su nariz estaba rozando tu pelo, estabas segura de que el aroma de tu champú estaba llenando sus fosas nasales volviéndolo loco. Sus brazos rodeándote y atrayéndote hacia sí mismo.
- Está dormidita esta muñeca… - susurró dejando claro que sabía que no era cierto. Decidiste seguir el juego y fingir seguir dormida – qué pena…
Sus caderas se adaptaron a la curva de tu culo, encajando su erección apenas contenida por la tela de su bóxer entre tus nalgas, moviéndose suavemente, como si de verdad no quisiera despertarte.
- Cariño…exhaló su aliento caliente sobre tu nuca, erizando tu piel. Él por su parte notaba perfectamente que la humedad que sentía en la punta de su miembro no era solo suya – cariño… -susurró en tu oído- tengo ganas, preciosa… ¿Puedo, mami?
Tuviste que morder fuertemente tu labio para no dejar salir un gemido al oír ese apodo por el que te llamaba cuando estaba realmente desesperado.
- Me lo voy a tomar como un sí.
Aunque no le podías ver, reconocías el sonido de sus movimientos y, sobre todo, el suspiro de alivio que soltó. Se había bajado la ropa interior y había hecho lo mismo con tus pantaloncitos cortos. Su punta estaba apoyada en una de tus nalgas, terriblemente caliente y mojada, mientras que, con su mano libre, la que no estaba acariciando tu pecho, ya libre de tu camiseta, hacía a un lado tus braguitas.
Su pulgar dibujo la línea de tu entrada, recogiendo tu excitación y haciéndole suspirar. No podías esperar a que colocase su pija en tu entrada. Por suerte, no te hizo esperar.
Entro lentamente en tu interior, viéndose asfixiado por tu estrechez y soltando el aire por la boca junto con un largo gemido en bajo.
Tú te estabas tapando la boca con todas tus fuerzas para no gemir. Era mucho más excitante continuar con el juego.
- Ay, muñeca, qué ganas tenía de estar aquí dentro tuya… no podía esperar a mañana…si no me hubieras dicho eso esta mañana me habría hecho una paja en la ducha, porque no puedo dormir con vos a mi lado tan preciosa…- dio una estocada más profunda- y no tocarme o cogerte…
Blas continuó un rato follándote de costado mientras susurraba todas las cosas sucias que normalmente no te diría, pero ahora estabas dormida ¿no?
- Sabés…eres mi gatita, y te tengo que dar mi leche todos los días, para que no pases hambre y no se me acumule… pobre gatita -gimió.
Por desgracia no pudiste más y te moviste para acelerar el ritmo de sus estocadas dolorosamente lentas y dejaste escapar un gemido agudo y muy alto.
- Blaaaaas…!!
- ¿Eh? ¿Pero la gatita estaba despierta? ¡No lo puedo creer, qué sucia…!
El fin del juego sólo significaba una cosa, sus movimientos lentos y moderados también se habían acabado. En un visto y no visto te dio la vuelta con sus grandes manos dejándote boca abajo en el colchón, se posicionó detrás de ti y tiró de tus caderas para hacerte estar a cuatro.
- Menos mal que despertó mi nena, ya la quería oír gritar…
Y vaya si te oyó gritar, te escuchó él y probablemente todo el edificio, ya que al ser verano las ventanas de vuestro piso y las de vuestros vecinos se hallaban abiertas de par en par para combatir el calor.
En esa posición notabas aún más los centímetros con los que tu novio había sido bendecido, de una forma casi dolorosa, al entrar una y otra vez en ti con brutalidad.
- Sos un puto adolescente, todo el día con la pija dura -dijiste sin poder parar de gemir.
- ¡Es culpa tuya de estar tan buena, carajo! Y encima me decís esas cosas esta mañana, y me hacés tremenda paja antes de irte a trabajar… no se vale nena.
Sabías perfectamente que mañana tendrías las marcas de sus dedos tatuadas en tus caderas, pero poco te importaba. Notabas tu orgasmo aproximarse, lo cual te obligó a cerrar los ojos con fuerza. Le hiciste un gesto con la mano sin girarte. Aunque él ya había notado por la estrechez de tu interior lo que le querías decir: Sigue con el mismo ritmo y en la misma posición o te asesino.
Él te obedeció y te agarro de ambas manos, dejándote solo sobre tus rodillas y con la espalda arqueada para poder recibir su cogida. No pasó ni un minuto cuando tu clímax llegó arrasando, haciéndote gritar y aprisionando el miembro de él de la manera más deliciosa. Esto último provocó lo inevitable.
- Me voy a venir preciosa, ¿puedo…?
No hacía falta que te dijera lo que quería, y tú también lo querías, así que, como respuesta, lanzaste tus brazos hacia atrás agarrándote a sus hombros.
Ahora fue su turno de llenar el aire con sus gritos, mucho más profundos y roncos que los tuyos, ahogando el sonido del ventilador de vuestro techo.
Blas era de los que cuando te llenaban, te llenaban. Todo su líquido caliente salía disparado manchando tus paredes de blanco, haciéndote saber todo lo que te había extrañado ese día.
Cuando lograsteis recuperar el aliento fuisteis a asearos al baño que estaba junto a vuestro cuarto. Todas las marcas que os habíais hecho mutuamente, y vuestro cabello desordenado ahora se reflejaba en el espejito bañándoos con luz fluorescente.
- Mañana nos levantamos más temprano para que nos dé tiempo, ¿ta? – dijo secándose con tu toalla.
Dios mío, ¿en qué te habías metido?
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shactividades · 1 month ago
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CAPÍTULO 03: LARGA VIDA AL REY.
Ambientación: 19 de Octubre, 16:00 p.m. en adelante.
Clima: Cielo nublado.
Vestimenta: Ropa casual, abrigada. Colores neutros oscuros.
Ha pasado una semana desde el inquietante incidente con los animales. Tal como lo estipula la guía de iniciación del Proyecto, un citatorio semanal llegó puntualmente a los buzones de todos los residentes. Esta vez, la invitación era para una velada sorpresa en honor al cumpleaños del alcalde.
Al leer la nota, una sensación de desconcierto te invade. La falta de explicaciones sobre lo ocurrido y la propuesta de una celebración te parecen fuera de lugar, casi una burla al silencio que pesa sobre la comunidad desde el incidente.
Aunque la idea de celebrar en medio de tanto misterio te incomoda, decides que lo mejor será presentarte, al menos para evitar problemas mayores.
[...]
El sol se oculta tras las colinas, tiñendo el cielo de tonos cálidos, mientras los residentes de Safe Haven caminan por el sendero de árboles otoñales que lleva a la casona del alcalde Benjamin. La antigua casa rústica, con su fachada de piedra envejecida y enredaderas trepando por las paredes, se alza majestuosa al final del camino, rodeada de extensos jardines que resplandecen bajo la suave luz del atardecer.
Dentro, el ambiente es festivo y cálido. La sala principal, con vigas de madera en el techo y muebles de época, está llena de gente que se reúne en pequeños grupos, compartiendo anécdotas y risas a la espera del hombre. Una gran mesa, cubierta con un mantel de encaje, está repleta de bocadillos tradicionales y botellas de vino, mientras que en el centro de la sala se alza una tarta de cumpleaños decorada con esmero.
Benjamin, protagonista de la noche y recién llegado a la celebración, está de pie junto a la chimenea, saludando a cada nuevo invitado con una sonrisa intranquila. A su lado Georiga, su secretaria, golpea una copa para pedir por silencio.
—¡Qué sorpresa verlos a todos hoy! —exclama Benjamin, alzando su copa en un gesto que atrae la atención de todos—. Esta noche es especial para mí, no solo por celebrar otro año de vida, sino por poder compartirlo con cada uno de ustedes, quienes hacen de Safe Haven un lugar tan único.
Los presentes responden con aplausos y miradas silenciosas, y un cálido sentimiento de comunidad se extiende por la sala. Sin embargo hay algo en el semblante del alcalde que no termina de convencer a algunos. Se le nota preocupado y distante, muy distinto a lo común.
—Quiero agradecerles también por su ayuda limpiando las calles del pueblo. Me hubiera gustado recibirlos con actividades más entretenidas y no una ronda de limpieza de calles —dice con una sonrisa afable, recorriendo con la mirada a los presentes—. Espero sepan que algunos habitantes nos hemos reunido para llegar al fondo del problema.
Georgia, de pie a su lado, le da un suave apretón en el brazo, como recordándole su papel ante los demás. Cuando Benjamin vuelve a mirar a los residentes, su mirada refleja un agotamiento que no logra ocultar.
—¡Por favor, siéntanse como en casa! —añade, aunque su tono sugiere que él mismo no lo siente así.
—Sus nombres están escritos en las listas de pareja.
Busca a tu acompañante, elige tu bebida e intenta congeniar con los presentes. La casona del alcalde es famosa por contar con múltiples áreas recreativas que te ayudarán a distraerte del tu nueva vida.
Archivos anexos: Ubicaciones, actividades, grupos de organización y cuidados.
Tipo de desarrollo: Starters públicos.
Duración: 10 días, 23-1 de Noviembre.
Elecciones: Intervenciones secretas.
𝗔𝗖𝗟𝗔𝗥𝗔𝗖𝗜𝗢𝗡𝗘𝗦
TLDR; Georgia los citó a la casona del alcalde para celebrar su cumpleaños en una fiesta sorpresa. Todos los residentes fueron invitados también a participar en la recaudación de fondos anual en honor a Watts, teniendo que reunir propias de los residentes mayores en equipos. También se les asignó por parejas un adulto mayor al cual acompañar.
En esta actividad usaremos nuevamente la lanzada de dados para ver la cantidad de propinas que reúne cada equipo. Más información se sabrá en su momento.
El código de vestimenta es casual. Los invitamos a subir sus ediciones al blog y etiquetarlos con el nombre de sus personajes y al vecindario al que pertenecen.
¡Bienvenidos y gracias por adentrarse en el misterio de Safe Haven! Esperamos la actividad sea del agrado de todos. Cualquier duda pueden consultarla directamente en el main de forma anónima o con cuenta.
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latinotiktok · 1 year ago
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Propaganda;
Crowley (Good omens)
-crowley de good omens. porque sí, me da vibras. es un demonio que anda por todo el mundo y me van a decir que es Inglés??? chupenla, él merece elegir de dónde es y eligió ser latino porque le gusta el caos
-Crowley good omens, es Bodoquecoded
-Otra nominación para el Crowley. Mi crowliganda (Crowley propaganda) es que en Latinoamérica le dirían algo así como el Arrastrao y es demasiado perfecto para dejarlo pasar. Tiene vibras de que llegó a Chile en algún momento y se quedó por los vinos. Me dijo una amiga que se adjudicaría el Casillero del Diablo como su mayor logro y me dio mucha risa.
-Crowley y Aziraphale de Good Omens. La segunda temporada salio en fiestas patrias peruanas. A Crowley podría ir al Parque Kennedy en la capital y causar un choque de 6 personas al pegar 1 moneda al suelo. Aziraphale tomaria emoliente y comeria rico. Como la comida es bien variada tendria varios restaurantes diferentes en donde pediria su plato de siempre.
-Crowley, good omens (él es el diablo/tuetue/lo que sea que tu abuelo fué a machetear al monte)
Crowley claramente es chileno, cualquier latine estaría de acuerdo que tiene esas chilean vibes ¿Que cosas exactamente? No sé, no tengo pruebas pero tampoco dudas, que otro chilean crowlet advocate explique mejor
Hobie Brown
-Hobie Brown pq yo lo sé en mi corazón, su doblaje es simple prueba de q es latino (y mi papá pensó q era puerto riqueño cuando vimos la peli 💀)
Hobie Brown porque NO PODEMOS DEJAR QUE LOS INGLESES SE LO QUEDEN POR FAVOR ES DEMASIADO BUENO PARA ELLOS Y es punk, es buena onda
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hellokittywrites · 4 months ago
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MOONSTRUCK
teeth, tercera parte.
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¿se sellará la indescriptible atracción que sentías hacia Park Sunghoon con el pinchazo de un colmillo?
pair: vampire!park sunghoon x f!reader
summary: park sunghoon volvió a por ti y esta vez, selló lo que debería haber sellado desde que hace tres meses.
warnings of part 3: sangre, mordiscos, besos en el cuello, menciones de dios, traición de una amistad, lenguaje malsonante y si veis alguno más decidme pls
words: 4587
quick note: esta es la penúltima parte escrita escuchando compulsivamente moonstruck y folklore porque estoy obsesionada, de ahí el cambio de título! disfrutad <3
primera parte segunda parte cuarta parte
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Park Sunghoon miró a la Luna desde aquella azotea, lejos del lado por el cual podías llegar a verle desde la entrada. La miró con un corazón tembloroso y entrañas temerosas. Se sintió un niño, aquel que una vez fue él, mirando desde una de las grandes ventanas de su cuarto a la misma Luna que ahora todavía le proporcionaba esa simpatía que muchas veces, sintiéndose la criatura más horrorosa del mundo, necesitaba.
Te extrañaba.
Su pequeñez e iluminación de plenitud le provocaban paz, la misma que junto a ti minutos antes, dentro de toda la excitación y nerviosismo de vuestro primer encuentro, sentía. Porque os pertenecíais. Erais uno del otro.
Con una mano en su boca, intentando notar la relajación de sus colmillos, se dio cuenta de que todas aquellas veces de niño que hacía lo mismo, mirar a la Luna buscando una compañía específica, ya no se repetirían. ¿Por qué? Porque tú eras esa compañía que siempre su solitario corazón necesitó.
Tú eras su Luna. Y no podía perderte.
Tus manos, agarradas a los soportes laterales que tenía la moto en su asiento trasero, empezaban a congelarse mientras Park Jay conducía por la autopista.
Su camiseta holgada de tirantes sufría cada golpe del viento con pasividad, moviéndose descontroladamente mientras su pelo se revolvía al mismo ritmo. Tu corazón se relajó en tu pecho tras notar la prudencia con la que este ser que suponías inmortal conducía, preocupándose por seguir las normas de tráfico correspondientes pese a conducir una moto, conducta no muy seguida por la mayoría de los mortales.
Y, en verdad, mientras Sunoo te peinaba escasas horas antes preparándote para la fiesta, el trayecto no te había parecido tan largo.
Recordaste lo emocionada que te sentías entre las risas de Sunoo y los comentarios de Aerin y tu estómago se revolvió, rememorando por algún motivo muy claro, el sabor a sangre de animal que habías ingerido pensando que era ese vino de mala calidad que Aerin te recomendó -con ella las recomendaciones son prohibiciones- no beber.
Volver a pensar en ellos, en tus hasta el momento amigos, no te produjo buenas sensaciones. Aerin no estabas del todo segura pero Sunoo sí... Sunoo era lo mismo que el chico que te llevaba a los dormitorios sin pedir aparentemente nada a cambio; un vampiro. No sabías si por esa similitud Jay te había recordado a Sunoo, o si eran sus acciones amables. Comportamientos de Sunoo contigo que ya no te parecían tan bondadosos.
El frío de tus manos empeoró mientras salíais de la autopista, volviéndose sumamente doloroso. El frío quema, y no sentías las cenizas de tus manos mientras Park Jay al entrar en la carretera que dirigía hacia el pueblo cercano a dónde se situaba la Academia Bram Stoker, era parado por un semáforo en rojo.
Rápidamente, tras él sacar sus pies de los soportes de la moto apoyándolos en la tierra para estabilizarla y cuando tuviste la seguridad de que la gravedad no te haría caer, llevaste tus manos a tu pecho, intentando de alguna forma calentarlas. Jay giró la cabeza hacia ti, notando tu movimiento y, tras chasquear la lengua -gesto que te asustó al relacionarlo con molestia por ti cuando en verdad era hacia él mismo por no haberse dado cuenta de que probablemente hacía un frío de muerte- desató la sudadera que tenía atada a la cintura y te la entregó.
Guiada por esa percepción de molestia causada por ti en ese ceño fruncido suyo, negaste con la cabeza efusivamente. El semáforo se puso en verde pero Jay siguió tendiéndote aquella prenda de ropa. Gesticulaste hacia el semáforo -considerabas que al tener el casco no te escucharía si hablabas, en fin- pero Jay ni se inmutó. Pese a coches pitando o adelantándole, la mano de Jay seguía dirigida hacia ti con la sudadera. Tus mejillas se calentaron de, lo que supusiste, frío y decidiste aceptar la oferta, poniéndotela rápidamente. Mañana seguramente te despertarías con fiebre.
Tras terminar de ponértela, te diste cuenta de que Jay seguía girado hacia ti y, antes de que pudieras comentarlo, agarró una de tus manos que llevó consigo hacia delante mientras el volvía a mirar al frente, colocándola en su abdomen, rodeándolo. Tu primer instinto fue apartarte, pero volver a pensar en estar en la posición de antes cuándo ésta era mucho más cómoda te hizo replantearte la situación hasta acabar aceptando, rodeando el otro lado de su abdomen con tu otro brazo.
Además, Jay no tenía intenciones de arrancar y seguir con la marcha hasta que te situaras de esa forma. No viste su sonrisa satisfactoria después de que lo hicieras y antes de encender el motor al sus anchos hombros bloquear tu campo de visión.
No pudiste evitar darte cuenta de lo relajado que estaba tu corazón y pensar en a cuánta velocidad latiría si tus manos estuviesen sobre los abdominales de Park Sunghoon y no sobre los del capitán del equipo de béisbol.
Buscando distraerte de cómo la adrenalina se instauró en tu diafragma ante el mero pensamiento de tener a Park Sunghoon a esta mínima distancia, pensaste en las preguntas que le harías a Jay una vez llegado a la Academia.
Toda las dudas que te podría provocar esta situación (tener pruebas de la existencia de vampiros) se podrían ramificar de muchas maneras, centrándose en diversos efectos. Pero, por tus vivencias y tú ya existente sospecha de la Academia y los alumnos SSR, tus se centraron en la identidad: ¿Quién era vampiro y quién no? ¿Eran todos los alumnos SSR vampiros? ¿Era la Academia una Organización secreta de vampiros? ¿Era Aerin... un vampiro? 
Sunoo, Jay, Jake y Heeseung lo eran. También Sunghoon aunque no necesitaba morder a nadie para demostrarlo. No eras estúpida, la atracción que sentías hacia Sunghoon no era una conexión posible entre dos meros humanos. Ni siquiera os conocíais ni habíais hablado más de las palabras que hacía menos de una hora habíais intercambiado... ¿Cómo podías sentir que lo necesitabas para existir cada vez que vuestros ojos se encontraban y amar semejante disparate? No, los vampiros tenían que tener algún  tipo de poder atrayente o de manipulación física y mental de la que los cuentos de hadas no hablaban. 
Esta era otra de las preguntas que le harías a Jay con confianza y seguridad pero... ¿Entrarías en detalles? Una especie de poder como el mencionado tenían que tener los vampiros y el hecho de que el colmillo de Jay estuviese partido podría ser una explicación de por qué con él no sentías ese indescriptible que se volvía una droga con Sunghoon.
Aunque luego pensabas en Jake y Heeseung, incluso en Sunoo, y te dabas cuenta de que tampoco lo sentías. Sólo con Sunghoon. Recapitulando algunos momentos de vuestra interacción, a veces Sunghoon ni siquiera parecía atraerte voluntariamente, frunciendo su ceño como si no pudiera controlar sus acciones pese a querer la anulación de ellas cuánto antes.
Tenias una pieza de un puzzle que no era parte del que Park Jay podía darte pistas sobre su colocación exacta. Eso sí, el resto de alumnos veían a los SSR con esos ojos de admiración que no solía provocar el simple hecho de una capacidad adquisitiva mayor, no. Eso normalmente daba envidia y no admiración.
Así que llegaste a la conclusión de que los propios alumnos SSR tenían algo que ver siendo ellos los responsables de la actitud de los azules.
Justo cuando ibas a dejar que tus pensamientos buscaran alguna otra cuestión o que simplemente tuviesen la oportunidad de recordar lo bonitos y definidos que lucían los lunares de Sunghoon a la corta distancia a la que habías llegado a estar de él, en el camino oculto por grandes árboles que llevaba directamente a la verja gótica que conformaba la entrada de la Academia, Jay bajó súbitamente de velocidad hasta quedaros parados en medio de naturaleza.
Le miraste extrañado pero antes de que pudieras preguntar, Jay te indicó bajar con la cabeza. Así hiciste, con su sudadera en tu cuerpo, apoyando los tacones en la gravilla de la carretera. Tras unos intentos de encender el motor, un Jay frustrado se dirigió a ti.
—Parece ser que nos hemos quedado sin gasolina de repente. Lo que no tiene ningún sentido porque este cacharro suele avisarme casi horas antes— y no dudabas las palabras de Jay pues aquella moto parecía haber costado una fortuna.
Jay se llevó una de sus manos cubiertas por guantes de cuero a la frente, resoplando mientras bajaba del vehículo y se dirigía a tu figura de brazos cruzados y mirada inocente.
—Creo que vamos a tener que seguir andando, menos mal que estamos cerca— Estableció mientras observaba. Asentiste sin remedio y comenzasteis a caminar: tú más cerca de los árboles y Jay tirando de la moto situándola en la carretera, caminado a tu lado izquierdo. Tras unos pasos de silencio cómodo hablaste.
—Es hora de mis preguntas— Tus palabras sonaron más serias de lo que esperabas y te sentiste una detective en una novela de Poe. Jay sonrió.
—¿Qué es lo que quieres saber?— Ladeó la cabeza mirando al frente mientras seguíais caminando.
—Antes de nada, ¿por qué me has ayudado?— Jay susurró algo entre las líneas de sabía que ibas a decir eso. Te miró de soslayo, girando su cabeza para conectar sus ojos rasgados con los tuyos, dijo — Cuando vives tantos años, los actos pierden mucho significado. Te ayudé porque vamos los dos al mismo destino. Además de que va en contra de mis valores dejar a una chica tirada en la calle rodeada de vampiros a estas horas—.
Te sorprendió sus largas respuestas al tener en tu cabeza la idea de que Park Jay era bastante reservado. Hasta su comentario final te había hecho sonreír.
—Que yo sepa, tú también eres un vampiro—.
—Sí, pero soy algo así como un retirado de guerra— El movimiento burlesco que realizó con sus cejas te hizo reír. Jay te miró con una expresión indescriptible.
Sorprendentemente, te sentías a gusto en la presencia del vampiro, demasiado a gusto. Deberías desconfiar de este sentimiento, de él, ya que no lo conocías. Pero no, seguiste con tu sonrisa, volviendo a mirarle tras tu explosión de risa. Hiciste contacto visual con esa mirada tan extraña y decidiste falsear tu antes verdadera sonrisa.
—No voy a preguntar acerca de vuestra condición porque ahora no podría procesarlo todo. Sólo necesito saber ahora mismo dos cosas, pues mi madre me enseñó a no ser avariciosa y la verdad siempre acaba saliendo a la luz— Tu mirada se tornó un tanto oscura, sorprendiendo a Jay. Ni de broma ibas a aceptar su amable gesto hacia ti como insignificante. Los vampiros no tenían tan mala fama en los cuentos sin razón.
Rápidamente ocultaste tu verdadera desconfianza al continuar con tus preguntas. —Bram Stocker es un refugio de vampiros, ¿verdad? Y manejáis vuestra identidad como secreto a través de la manipulación, ¿verdad? Tal y como ahora lo estás haciendo. Para que sienta confianza contigo sin apenas conocerte—.
Jay permaneció pensativo durante unos segundos mientras miraba al frente, ya distinguiéndose las verjas de entrada a la Academia. No te lo demostró, pero en el fondo estaba sorprendido porque no se esperaba esta forma de actuar por tu parte. Sin duda, eras estudiante becada por alguna razón. Después de varios pasos, habló.
—He de ser honesto, no eres la primera alumna azul o, en general, humana en descubrirnos porque la Academia no es un refugio, no es un escondite. Es nuestro lugar, somos nosotros los que tienen el poder. Si te das cuenta, mira de quiénes somos hijos los alumnos SSR. — En tu cabeza apareció el recuerdo de Aerin relatándote su primer encuentro con su ahora ex suegro, el presidente del país —Básicamente, tu sociedad está gobernada por mi sociedad. Pero no hay nada que temer, no nos interesa acabar con los humanos ya que ellos mismos podrían acabar con nosotros al conocer las formas de matarnos y porque siguen siendo nuestro mayor placer— Evitaste hacer contacto visual con Jay mientras seguíais caminando, reflexionando en sus palabras. Tras aclararse la garganta, Jay prosiguió.
—La paz existente es esta. También está relacionada con lo que acabas de decir. Los vampiros os atraemos, pero no conscientemente como piensas. Hay algunos que sí que lo hacen, al fin y al cabo somos manipuladores por naturaleza, pero lo que tú estás sintiendo ahora, esa confianza, no te la estoy produciendo voluntariamente. Nosotros, por nuestra complexión y físico, hasta por la propia voz, atraemos a nuestras presas sin mover un dedo. Sois vosotros los que venís hacia nosotros— El contacto visual fue ahora inevitable y la sudadera de Jay ya no servía para protegerte del frío mientras un brillo rojo parpadeaba en sus pupilas. —Por eso los que descubren lo que somos, no se escandalizan, porque les gustamos. Quieren más de nosotros. Salvo tú, claro. No sé por qué desconfías. No deberíais y esa condición tuya, sólo aparece en estúpidas leyendas imposibles—.
Sólo se escuchaban el ruido que tus tacones provocaban al entrar en contacto con la gravilla de la carretera y las suaves pisadas de las botas de Jay mientras, pensativa, masticabas sus palabras internamente, siendo consciente de las respuestas que indirectamente te estaba aportando.
La primera, todos los SSR eran vampiros, incluyendo a Aerin. La segunda y que deriva de ésta, nuestro mundo parecía gobernado directa o indirectamente por ellos. La tercera, no había forma de resistirse o denunciar o nada. Parecía ser que su existencia en verdad era un secreto a voces. La cuarta, había una aparente paz que era mejor que no rompieras. La quinta y última, tal y como temías, eras diferente y Sunghoon lo sabía mejor que nadie. 
Buscando poder especificar qué era esa diferencia que te separaba del resto, decidiste preguntar más.
—¿Qué leyendas?— Tras tu pregunta, el capitán del equipo de béisbol te miró por un momento guardando silencio. Un silencio que notaste lleno de secretos.
—Eso yo no te lo puedo decir— Su tono de voz sonó un poco frío, lo que te hizo captar el mensaje que se escondía detrás de éste. Por ahí no podías seguir con tus preguntas.
Finalmente, llegasteis a la entrada de la Academia y la hora de separarse al Jay tener que dirigirse al aparcamiento destinado a los coches y motos de los alumnos SSR.
En silencio os situasteis cara a cara. Te quitaste su sudadera.
—Gracias Jay— Dijiste devolviéndole la prenda de ropa. Jay esbozó una misteriosa sonrisa después de fijarse por unos segundos en tu cuello.
—No hay de qué, amiga de Aerin— Se giró y su oscura figura empujando su moto desaparecieron en la niebla nocturna que se había empezado a formar.
¿Acaso no sabía tu nombre? Aquello te había molestado, especialmente tras el tono de burla que había empleado para designarte como amiga. Ya no sabías muy bien si podías encajar en esa categoría y no necesitabas que alguien como él te lo especificara.
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
Mientras caminabas a paso ligero por la bóveda central a partir de la cual se elevaba el resto de la estructura de la Academia, las palabras de Jay te perseguían mentalmente. ¿No era muy pronto para llegar a una conclusión exacta? Sí, te había dejado sola en la guarida del lobo, formando parte ella de la manada, además de todas aquellos comentarios o actuaciones que podían cuestionar perfectamente su moralidad como tu amiga. Siempre fuiste consciente de ello, pero a la vez, Aerin fue quién nunca te dejó sola y quién te hablaba de su vida con una elocuencia un tanto íntima. ¿Verdaderamente no significabas nada para ella? Y, si te lo esperabas, ¿por qué te dolía tanto?
Pero, ¿cómo de buena amiga eras tú si te encontrabas suspirando por su exnovio?
Seguiste caminando inconscientemente, sumergida a gran profundidad en tus pensamientos y emociones. Toda aquella noche había sido digna de las historias más fantasiosas del mundo y, aún así, era tu realidad. Giraste una esquina, acercándote a la salida trasera del edificio de piedra, donde se situaba el camino al aire libre hacia los dormitorios de los alumnos azules.
Pensar en Aerin te hacía pensar inevitablemente en Sunoo y en la proximidad en la que estos dos se habían encontrado durante el evento. Imagen que te hizo recordar la existencia de los vampiros y las palabras de Jay y... Era definitivamente demasiado.
La idea del mundo estar gobernado por vampiros no te hacía sentir muy cómoda. Aunque Jay habló de paz, la Academia te parecía ahora una granja en la que los depredadores criaban a sus presas con amor para después matarlos con esos colmillos. Podía ser que estuvieras exagerando un poco, pero ahora estaba todo demasiado reciente. La necesidad de estar con tus padres casi te atragantó.
Saliste del edificio principal hacia los soportales de los dormitorios, siendo bañada por una lluvia repentina y la luz de la Luna. Mañana definitivamente tendrías fiebre y un resfriado.
Tus pisadas hacían contacto con la hierba y tus pies estaban sufriendo demasiado en aquellos rojos tacones. Sin pensártelo mucho debido a lo agobiada que te encontrabas por toda la situación necesitando tumbarte en tu querida cama cuánto antes, te quitaste esos tacones, liberando tus pies para que hicieran contacto con la húmeda hierba. Estaba muy fría y, si no tuvieses esas heridas en los pies, correrías para resguardarte de la lluvia.
Con cada ligera pisada eras más consciente del silencio que te rodeaba. Con la nieblilla que se había instaurado y la ausencia de luz artificial, la escena que te rodeaba era bastante tenebrosa. Digno de Poe, otra vez.
Cuando tu imaginación empezó a crear sombras oscuras semejantes a seres extraños o personas con la nieblilla, decidiste caminar más rápido y lo escuchaste. El eco de tus pisadas que semejaban otras.
Sentiste los pelos de tu nuca erizarse. Caminaste todavía más rápido, intentando convencerte de que era una ilusión provocada por tu cerebro, que nadie te estaba siguiendo. Pero ahora ese eco que decidiste pensar que era de tus pisadas empezó a sonar más fuerte, diferenciándose de tus pasos. ¿Alguien estaba caminado detrás tuya?
Probablemente sí, pero llegaste a la tranquilizadora conclusión de que seguramente era otra alumna o alumno que volvía de la fiesta. Hasta que tu corazón empezó a latir a una velocidad sólo conocida en momentos determinados y sólo provocada por un único estímulo.
Dejaste de caminar súbitamente, rezando a Dios o a alguien esperando que el alumno o la alumna que te seguía pasase de largo, demostrando que no eran quién creías que era.
Pero con el fin de tus pasos vinieron el fin de los pasos que te seguían. Respirabas lenta pero profundamente mientras lo único que se movía eran las gotas que resbalaban por tu frente hasta decorar tus pestañas, junto con los árboles lejanos por el baile del viento. Con el corazón en un puño, las manos temblando y la boca repentinamente seca pese a la humedad de tus labios mojados por la lluvia, giraste tu cabeza lentamente para después acompañar el movimiento con tu cuerpo, dando un paso hacia atrás, apoyando la punta de tu desnudo pie derecho en la hierba. Dejaste de respirar, forzando los huesos de tu cuello y tu clavícula en un frío instante.
Un Park Sunghoon con la cabeza baja y el flequillo húmedo de la lluvia te recibió. Al escuchar la detención de tus pasos, él también se había parado, esperando con paciencia. Sus piernas ancladas en la tierra con firmeza, sus manos todavía en sus bolsillos. Escuchando como cesó el ruido de tu respiración, levantó la cabeza, dejando de mirar simplemente las huellas que tus pies habían dejado en la hierba para mirarte.
Unos ojos de sangre te recibieron entre las cortinas que su húmedo pero luminoso flequillo formaban. Hiciste contacto visual y tragaste la sequedad de tu garganta, pasando tu lengua brevemente por tus labios, frunciendo levemente el ceño en un gesto de puro anhelo.
Las indescriptibles sensaciones volvieron pero, buscando que no consiguieran dominar tu mente y hacerte perder el sentido, en medio de la adrenalina de su repentina aparición te provocó, hablaste.
—¿Qué haces aquí? Por aquí no se van a tus jodidos dormitorios— Intentaste sonar distante, cortante, fría. —No te acerques ni un segundo, Jay me ha contado todo y esto no es normal. Yo no debería...— Tus palabras finales sonaron débiles llenas de oxígeno más que de sonido mientras el anhelo que sentías por él incrementaba demasiado. Estabas cansada de toda la situación, de sentir incomprensibles.
En medio de tus agotadas palabras pestañeaste y Sunghoon, un vampiro con la antinatural velocidad que los caracterizaba, apareció a un sólo paso de ti, paso que cerró rodeándote con un brazo la cintura y con una mano acariciarte el cuello. Su tacto era gélido. Su voz sonó con el mismo cansancio y el mismo anhelo que habías impregnado en la tuya.
—Jay... Jay... Después de meses, meses aguantando esta estúpida necesidad de tenerte en mis brazos y de que por fin me hicieras el caso que necesito, que necesitamos, te pones a hablar de otros. Lo tuyo es— Se acercó a tu cuello, oliéndolo y sentiste como todo su cuerpo temblaba de necesidad —... Absolutamente increíble. ¿Crees que yo quería sentirme así hacia una mera humana aun sabiendo mi propio disgusto a gustaros, a probaros, a... —Su voz calló y sin fuerza alguna susurró con el limitado aire de una última respiración —¿morderos? Dime, ¿tienes alguna absoluta idea de esto? Hasta romper con Aerin sacando de quicio a mi padre para que luego huelas a ese capitán de pacotilla— Se apartó de tu cuello, haciendo contacto visual contigo.
Este era el momento de apartarlo. Separarte de un vampiro, del ex de tu mejor amiga, del maldito Park Sunghoon hijo del presidente del país. Deberías apartarlo, ¿no? Empujarlo y llamarlo asesino, llamarlo frío y egoísta y narcisista y... —¿Por qué sólo me siento así contigo, Sunghoon? ¿No era que todos los vampiros pueden..?— Tus palabras quedaron apagadas ante la jodida sonrisa y el leve movimiento hacia atrás que Sunghoon realizó tras tú llamarle por su nombre. —Dios, hoy ya no sé quién soy— Murmuró y tus cejas se fruncieron, no entendiendo ninguno de sus actos pero sintiendo un gran aprecio hacia él, pese a ser un desconocido. Sunghoon levantó la mano de tu cuello, acariciándote la mejilla. Su voz sonó rota. —Porque soy jodidamente tuyo y me acabo de dar cuenta—.
Una frustración interna desconocida se desató al verlo en ese estado y, sin darte cuenta, te acercaste a él mientras la lluvia te dificultaba ver claramente sus ojos ahora rojos, su cuerpo entero. Sunghoon, notando aquello, inclinó su cara hacia la tuya y llevó la mano que estaba en tu cuello a tu mejilla, rozando con su pulgar pestañas, quitándote el agua de éstas que no te permitía ver la sinceridad de sus palabras en su rostro, que no te dejaban observar la puerta a sus honestas emociones que sus ojos eran, que toda su expresión era. Lentamente dejó de rodear tu cintura para con la mano de ese brazo, hacer lo mismo en tu otra mejilla, en tu otro ojo.
Tras segundos de este íntimo cariño silencioso, susurró débilmente —Me vuelves loco. Dime que tú también sientes lo mismo, por favor—Notaste el temblor de unas manos que luchaban por no perder el control, por no expresar al cien por cien su deseo.
Aún en las últimas, Sunghoon quería escucharte. Quería saber si esto también lo sentías como él, que tú también compartieras el momento con la misma pena. Porque no deberíais desearos, necesitaros. Te anhelaba de una forma que iba más allá de algo terrenal, casi parecía una unión del destino y él no había elegido esto. Tú no habías elegido esto. Él odiaba notar el fuego de sus ojos ahora carmesís, lo puntiagudo de sus colmillos y el temblor de sus manos. No quería ser lo quién era y toda su vida se había comportado como un humano hasta que tú llegaste y activaste sus más olvidados sentidos. Tú odiabas tu incapacidad de separarte porque lo necesitabas y ¿quién era él? Un vampiro y además, el exnovio de Aerin, de tu maldita mejor amiga.
Pero, ¿cómo podíais resistiros a vuestro propio destino cuando él tenerte en sus brazos y tú estar en ellos se sentía tan correcto? Porque si Sunghoon quitaba su propio miedo a dejarse llevar contigo, ese futuro presentándose como suyo jamás se había sentido tan perfecto, encajando con el resto de su vida sin imperfecciones ni esquinas forzadas, la verdadera pieza de su puzzle existencial.
Lo mismo sucedía contigo. Él te proporcionaba la compañía que en tu solitaria infancia habías buscado en libros con personajes tolerantes y relatos apasionantes. Sunghoon era tu historia.
—No te conozco Sunghoon y aún así..— Te miró con unos ojos rotos de necesidad— Aún así, es como llevase toda la vida buscando tu compañía—.
Sunghoon tras tu confesión perdió cualquier tipo de control.
—¿Puedo probar una cosa que realmente nos ayudará a saber si esto es puro deseo o pura necesidad?— Sunghoon te miró como si te fueras a romper, hablándote con una intimidad muy personal. Tragaste tras escuchar un relámpago y, con tu corazón latiendo de emoción, asentiste mordiéndote el labio. Sabías perfectamente qué es lo que iba a hacer, qué es lo que necesitaba, cómo se podría probar esto.
Así Sunghoon, con una velocidad demasiado lenta buscando grabar cada segundo de este encuentro en su memoria, se acercó con cuidado, como si temiera romperte si actuase con toda la fuerza con la que te deseaba, como si de ti dependiera el silencio, como si necesitase concentración en semejante tiro para que su flecha encajara perfectamente.
Tu mente, cuándo sintió su gélido aliento sobre tu mojado cuello, se bloqueó. No hubo miedos, no hubo nerviosismo. Estabas a absoluta merced de su contacto, sintiéndote lo más segura que te habías sentido nunca. Sunghoon acercó sus carnosos labios casi violetas por la temperatura a tu cuello, permitiéndose rozarlo con ellos, mientras uno de sus brazos volvía a rodearte la cintura, acercándote a él. Vuestros cuerpos chocaron suavemente.
La delicadeza con la que te tocaba no era para nada la de un depredador hambriento, siendo consciente de cada uno de sus movimientos para negar cualquier posibilidad de dañarte. ¿Era verdaderamente deseo si a la hora de la verdad podía ser tan racional?
Notó tu acelerado pulso en sus labios y con el brazo que te rodeaba ejerció más presión, empujándote un poco más hacia él, besándote el cuello con más presión, gesto que hizo que emitieras un sonido ahogado que fue directo a su propio control, desafiándolo. Con una de tus manos, agarraste el bíceps del brazo que te rodeaba, necesitando un soporte.
Sunghoon escuchando tu petición desplazó la mano que había quedado en una de tus mejillas hacia tu otro brazo, deslizando sus dedos por tu desnuda piel hasta llegar a la palma de tu mano, juntándola con la suya y entrelazando vuestros dedos. Cuando apretaste su mano como respuesta, supo que eras suya y así lo selló.
Sus imposiblemente afilados colmillos penetraron tu piel y nunca habías sentido tanta satisfacción en tu vida. No era un placer sexual pero te sentías completa de una manera que sólo eso podía dar. Y Sunghoon, cuando probó tu sangre, sólo supo una cosa.
Estaba destinado a ella.
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notes: omg la parte 3 está aquí!! espero haberos acelerado un poco el corazón JAJSJAJAJ me gustaría saber vuestras impresiones so... comentarlas pls!!! ilysm <3
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deefeeme · 4 months ago
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Fiesta del Vino de la Costa de Berisso: Un éxito de tradición y comunidad
Fiesta del Vino de la Costa de Berisso: Un éxito de tradición y comunidad La Fiesta del Vino de la Costa de Berisso celebró su 21ª edición con tres días de eventos, premiaciones y música, se consolidan su importancia cultural y económica.
La Fiesta del Vino de la Costa de Berisso celebró su 21ª edición con tres días de eventos, premiaciones y música, se consolidan su importancia cultural y económica. Del 5 al 7 de julio se desarrolló la 21ª edición de la Fiesta del Vino de la Costa en Berisso. Este evento, que se ha convertido en un ícono de la producción local, es organizado por la Municipalidad de Berisso junto con la…
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elcorreografico · 4 months ago
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Fiesta del Vino de la Costa de Berisso: Un éxito de tradición y comunidad
Fiesta del Vino de la Costa de Berisso: Un éxito de tradición y comunidad La Fiesta del Vino de la Costa de Berisso celebró su 21ª edición con tres días de eventos, premiaciones y música, se consolidan su importancia cultural y económica.
La Fiesta del Vino de la Costa de Berisso celebró su 21ª edición con tres días de eventos, premiaciones y música, se consolidan su importancia cultural y económica. Del 5 al 7 de julio se desarrolló la 21ª edición de la Fiesta del Vino de la Costa en Berisso. Este evento, que se ha convertido en un ícono de la producción local, es organizado por la Municipalidad de Berisso junto con la…
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sleazysleazysleazy · 10 months ago
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Mira muy fijamente a Gary Stuart. Le conoce desde hace años, de cuando trabajaba de organizador de fiestas y guateques. Ha sido su manitas de confianza, y cuando Mary le dijo de comenzar una promoción de lucha libre fue en el primer nombre que se le vino a la cabeza para ocuparse de todo lo necesario para montar el espacio físico de la promoción.
...
Sin embargo, ahora le está dejando a su querida hermana gemela, Laura Niccals, y su adorado Chevrolet Impala del '67
...
Para que vaya al aeropuerto a recoger a tres personas de las que dependen las futuras relaciones internacionales de la promoción, una de ellas siendo la campeona y cara de la promoción, y a una ex-alumna de talento inigualable.
...
Don't fuck up. Es lo único que le dice, con un hilo de voz, antes de dejar las llaves del coche en su mano, enlazadas a un llavero en forma de crucifijo.
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rubywolffxxx · 30 days ago
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Ficción no tan ficción (Tom Glynn-Carney x lectora)
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Masterlist de mi autoría
Sinopsis: en una de las tantas reuniones que se hacían entre los actores de la serie, el hombre se acercó con curiosidad al ver que le sonreías muy divertida a tu celular.
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—Estamos en una fiesta, milady. La idea es socializar.—____ levantó la mirada de su celular, mirando a Tom aún divertida.
—Oh, lo siento, majestad. Me trajeron obligada. Hace frío, quería ir a dormir.—
—¿Qué tienes? ¿60?—
—No. Tengo 6 horas de sueño, 8 de grabaciones y 2 aquí clavada... Déjame ser feliz y asocial un rato.—
—... ¿Qué lees entonces que te hace tan feliz?—Tom se sentó en el sofá frente al que la chica estaba tumbada.
—Un fanfic horrendo.—
—¿Y qué es eso?—La mujer bajó su celular, mirándolo casi ofendida.
—... ¿Eres un actor y no sabes qué es eso?—lo vio fruncir los labios tontamente—. Pobre inocente inculto.—
—¿Piensas decirme qué es o te seguirás burlando?—La mujer empezó a explicarle vagamente qué era todo ese mundillo raro y profundo que eran los relatos de fans. Y Tom quedó intrigado—. ¿y tú cómo sabes todo eso?—
—Porque antes de ser ____ la actriz, era ____ la escritora de tonterías... estas son mis raices humildes.—
—... ¿Y de qué era la historia que leías entonces?—
A esas alturas, la fiesta del fondo pasó a segundo plano. El par de actores estaba en sus respectivos sofás, relajados hablando de aquellas tonterías.
—Era una historia tuya.—
—¿¡Mia!?—
—No tuya tuya, de Aegon.—____ sonrió de solo recordarlo—. Pero era muy tonta, una amiga me la envió justo por eso y es... Una joya incomprendida.—
—¿Puedo leerla?—
—Ah, esta en español, no lo entenderías.—
—Léela para mi entonces.—____ miró a Tom, quien ya había subido sus pies al apoyabrazos del sofá, bebiendo un poco de vino.
—... Tengo otra idea.—
—¿Y yo qué leo?—
—Lo que esta en... Es como un guión, tonto.—
____ le había pasado al hombre el archivo del texto tras traducirlo de forma tosca con un traductor de internet. Lo convenció de actuar el relato, ya que se trataba de Aegon. Ambos estaban algo ebrios, aburridos. Les pareció divertido.
—Bueno, pero siéntate aquí. Por si no entiendo algo.—Tom rió apenas ____ levantó sus piernas y se sentó en el sofá, acomodando las piernas sobre sus muslos.
—Tómatelo en serio.—
—Tú ya te estás riendo.—____ rió tontamente, y Tom la imitó.
Después de un buen rato intentando controlar su risa, ____ comenzó a narrar la historia. No era nada complejo, pero sí muy exagerado. Todo fue divertido, al menos hasta que el vino se acabó, y el relato se puso más intenso.
—Aegon, sabes que esto no puede seguir adelante.—____ descansaba la mejilla en su mano, apoyada en el apoyabrazos—. No soy de noble cuna, no podemos estar juntos.—
—____... No me importa. Eres la mujer más maravillosa que he conocido.—Tom miró por encima de su celular a la mujer, quien sonreía mirándolo de reojo. Ya estaba algo adormilada—. Cuando llego al castillo... Eres a la primera que busco, y cuando me voy a dormir, eres lo último que mis ojos buscan ver...—Tom se sintió raro al leer eso, pues podía reflejarlo a la realidad. Cuando llegaba a los sets, ____ era por quien preguntaba primero, con quién almorzaba, tonteaba y adoraba salir después de filmar. Siguió leyendo—... Adoro tu sonrisa, y tu risa alegra mis oidos.—
—Que cursi...—
—Y si esa sonrisa tuya va dirigida a otra persona, los celos me atormentan.—
Ah, ése sería Clinton...
—Quiero que tus sonrisas sean solo para mi, querida... Que tú seas mía.—Tom miró a la chica, que bostezaba bajito—. Te amo, ____.—La chica espabiló un poco con aquello.
—Y yo te amo a ti, Aegon...—____ le dio unas palmaditas en las piernas que aún descansaban en sus muslos—. Fin... Fue divertido.—
—... ¿Leemos otro?—
—Quiero dormir, Tommy... ¿Crees que los demás se molesten si me voy temprano?—
—No dijeron nada porque desaparecimos y estuvimos aquí una hora leyendo esto.—la vio reír bajito—. Vamos, yo te llevo.—
—¿A dónde? Estamos en el hotel.—
—Cierto, sí... Bueno, te acompaño.—
El par salió del salón de reuniones y fiestas, subiendo hasta el piso designado para los actores.
—Tengo el 305 ¿Y tú?—
—312.—
El par se detuvo en la puerta de la chica, quien ingresó un código y se abrió.
—Bueno... buenas noches, Tommy.—
—¿Ya te irás a dormir?—ella enarcó una ceja.
—Subimos por eso, genio.—
—¿No quieres beber algo más? ¿O pedir algo de comer? Un helado... ¿Sushi?—alzó las cejas sonriente.
—... ¿Quieres que te invite a pasar?—
—Ah, me encantaría.—entró sin más.
—Tom... ¿Puedo preguntarte algo?—
—Claro, querida. Dime.—____ se acercó al hombre que se subió a la isla de la cocina, tomando unos bombones del centro. Se apoyó en la barra frente a él, cruzándose de brazos.
—... ¿Tú no sientes que algo más está pasando aquí?—Tom frunció el ceño confundido.
—¿Aquí en la cocina?—
—Aqui entre nosotros, Tom...—lo miró seria, pues era un asunto que venía ignorando hace tiempo—. No creas que no lo he notado... Cada vez estás más cerca y yo... No sé si lo estoy confundiendo o... Creo que es mejor que lo aclaremos ahora.—
—Diablos... Te hubiese dejado dormir.—suspiró nervioso. Tom movía apenas las piernas que colgaban de la isla de la cocina, y sus manos se aferraban al borde del mármol con firmeza—. Si digo algo que tú no quieres escuchar... Temo arruinar las buenas, hermosas y maravillosas energías que tenemos.—
—Sincérate. Hazlo y luego pedimos helado.—____ se relajó un poco—... ¿Quieres que lo haga yo primero? No soy cobarde.—
—Yo lo soy. Asi que si, te escucho.—sonrió enseguida—. Pero cuidado, me ofendo fácil.—
—... No te lo estás tomando en serio.—la mujer se marchó de la cocina, y Tom no tardó en seguirla a la sala.
—¡Estoy ebrio, y tú me estás pidiendo más de lo que mi cabeza confundida puede darte!—
—... ¿Te gusto, Tom? Di sí o no.—se detuvo de golpe, volteando a mirarlo.
—Si... No me odies.—
—¿Ves? No era tan dificil.—
—¿Y yo te gusto? ¿Si o si?—
—... Leo los fanfics de Aegon mentalizándonos a nosotros dos, Tom ¿Qué te parece?—
—Ah~ fantaseas conmigo... Yo también lo hago.—____ rió apenas, sintiendo como Tom la tomaba de las caderas, acercándola más—. ¿Pedimos ese helado entonces y tenemos una primera cita leyendo fanfics hasta que finalmente te duermas?—sonrió con ternura—. ¿Y puedo dormir aquí en ese caso?—
—Eso sería mucho para una primer cita.—
—En mi imaginación, cada momento a tu lado es una cita. Esta es como la número cien...—tomó sus mejillas—. Un beso es aceptable entonces.—
____ tomó la iniciativa, besándolo de forma lenta, tranquila. Como si quisiera tomarse todo el tiempo del mundo.
—... ¿Nos salteamos la cita?—Tom sonrió contra sus labios.
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jartita-me-teneis · 2 months ago
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Esta vida es un regalo,
envuelto en cada respiración,
cada latido del corazón es un recordatorio
para apreciar el ahora.
¿Por qué guardar la buena vajilla para un día especial?
¿Por qué acumular el buen vino para un mañana lluvioso?
Hoy es una fiesta.
Cada amanecer, una nueva invitación a prosperar.
Cada puesta de sol,
una suave promesa de que te esperan más maravillas.
En este mismo momento,
es la moneda más preciada que poseemos.
Deléitate con los pequeños placeres,
las alegrías fugaces.
El calor del sol en la cara,
la risa de los seres queridos en el oído.
Estos son los verdaderos tesoros,
las gemas al alcance de la mano.
No tengas miedo de brillar, de dejar tu huella.
Tu presencia en esta tierra es algo milagroso.
Abrázalo, amplíalo, compártelo con el mundo.
Se te ha dado un regalo extraordinario: tu vida.
Vívelo en voz alta. Vívelo sin restricciones.
Saborea la dulzura, i
ncluso en los momentos amargos.
Porque nada dura para siempre,
ni siquiera nuestras penas.
¿Pero los recuerdos que creamos?
Resuenan a través de la eternidad.
Así que abre las puertas, corre las cortinas.
Este día, esta hora, este segundo,
vale la pena celebrarlo.
Vale la pena celebrarte.
No guardes nada para una ocasión especial.
Estar vivo es la ocasión más maravillosa de todas.
~ 'Live Every Moment' by Etheric Echoes
Gille Rull art
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yo-soy-yo · 3 months ago
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Personajes de genshin en fiestas patrias
Venti
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•Va a la plaza en la noche para tocar música y ganar dinero, con ese dinero se va a los puestos a comprarse su piña colada.
•Es de los que suelen decir "no bebas tanto alcohol, eso va a afectar tu salud" mientras el se está tomando botella tras botella.
•Si te compras unas papas el se va a acabar comiendo la mitad pensando que no te das cuenta.
•Si hay banda se va a quedar escuchando la música hasta que termine, no importa la hora a la que se acabe.
"¿No se te antojan una papas?" Dice Venti mientras se encuentran al lado de un puesto "No Venti, no te volveré a comprar otras papas" dices mientras lo alejas del puesto.
Chongyun
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•Le gustan los tamales, suele comprar tamales dulces pero su favorito está entre el tamal de elote o el de champiñones con queso, a veces le dan mal el pedido dandole tamales rojos/verdes pero le da pena decirle al vendedor.
•Le gusta jugar los juegos que hay en la plaza, sus favoritos son donde hay peluches de premios pero se desanima cuando no lo consigue.
•Le gusta escuchar la música de banda pero cuando la fiesta se empieza a calentar se empieza a sentir un poco incomodo, hay de dos ahí, se aleja o acaba uniéndose, eso no suele salir bien y al día siguiente no recordara la mayoría de lo que hizo.
•Aunque le da pena admitirlo realmente le gustan las espadas con luces que vende el señor de los juguetes y globos, si le regalas una estará llevándola por toda la plaza feliz.
•Si lo llevas con tu familia a la hora de la comida probablemente se burlaran de el por no querer comer chile.
"¿Y tu novio por qué no le echa chile?" Vuelve a decir alguien de tu familia, no sabes cuántas veces te ha tocado escuchar esa pregunta hoy, ves como Chongyun se avergüenza un poco y se alejan a terminar de comer un poco lejos de tu familia "No te preocupes por eso, no es necesario echarle chile para que sepa bien, yo también lo prefiero sin chile" dices intentando animar a Chongyun, el parece un poco más calmado y se quedan en un silencio comodo el resto de la comida.
Heizou
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•Pide su elote con chile del que pica diciendo que "los que lo piden sin chile son llorones" pero momentos después se acaba enchilando mientras finge que no le pica.
•Le gusta jugar a los juegos de feria truqueados, cuando gana le prohíben seguir jugando pero si no consigue ganar se empieza a quejar de que es trampa y que no había manera de ganar.
•Disfruta subiendose a distintos juegos, sus favoritos son el barco ya que disfruta ver cómo la gente se asusta al subir y la rueda de la fortuna cuando ya está cansado de caminar o quiere ponerse en modo romántico.
•Cuando empieza la música le gusta sentarse en una banca y quedarse escuchando mientras ve como los demás empiezan a bailar.
"Te dije que no lo pidieras con ese chile" Le dices a Heizou mientras ves como sufre con su elote "No pica, bueno, si pica pero pica chido" Dice Heizou mientras sigue comiendo "Mejor vamos" empiezas a caminar para ir a comprar una bebida, una que probablemente necesitara Heizou si se niega a dejar de comer ese elote.
Nota: Lo siento por la ortografía, no estoy segura de que todo esté bien escrito, también es mi primera vez escribiendo aquí pero quería escribir esto porque se me vino la idea de la nada y me divertí escribiéndolo.
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