#ruinas de Tiwanaku.
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Delegación belga visita Tarija para promover turismo
Una delegación de 26 personas de Bélgica, entre agencia de viajes, operadoras de turismo y medios de comunicación, arribaron a la capital tarijeña para promover el potencial turístico del departamento. En una demostración de la fiesta grande de Tarija “San Roque”, se mostró el patrimonio cultural, gastronómico y turístico de la región. El Director de Turismo del Gobierno Municipal destacó la ruta…
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#Bélgica#cultural#delegación#destino#Eco Parque La Arrinconada#El Alto#fiesta#gastronómico#Interés#La Paz#países europeos#patrimonio#potenciar#ruinas de Tiwanaku.#Ruta del Vino.#salar de Uyuni#San Roque#Tarija#Turismo#turístico
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Podrías hacer todo un RPG con los Andes, solamente. Los Incas son solamente una parte, están los collas y los demás hablantes aymara, los chimúes, los chachapoyas, las ciudades costeras como Pachacamac y los chinchas (que según Pizarro tenían diez mil barcos), los pueblos de Ecuador como los huancavelica y los cañari... todas con sus rasgos culturales únicos... todas las ruinas que predatan a los Incas (Chavín, que todavía era objeto de culto en épocas coloniales, Tiwanaku, las líneas de Nazca, Caral...) Y NI HABLEMOS DE LOS AMBIENTES, tenés desde las cumbres glaciales hasta los altiplanos, los desiertos costeros, las selvas cubiertas de nubes, los salares, las quebradas multicolores...
Eso es solamente en tres países actuales, Perú, Bolivia y Ecuador. Mínimo tenés un mapa del tamaño de un Skyrim. Imaginate si incluís el resto de Sudamérica.
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Cómo desapareció la civilización de los Tiwanaku, conocida como la "cultura madre" de América del Sur
En el corazón de los Andes, entre las imponentes cumbres y el espejo del lago Titicaca, floreció una civilización legendaria: la cultura Tiahuanaco. Su legado aún resuena en el tiempo, cautivando a investigadores y viajeros con sus enigmáticas ruinas, su iconografía única y su profunda conexión con la naturaleza. Un imperio que floreció entre el 1500 a.C. y el 1187 d.C., Tiahuanaco extendió su…
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Explorando La Paz, El Alto y Tiwanaku: Un viaje por la historia de Bolivia
Salimos temprano de nuestro hotel, ansiosos por explorar la ciudad de La Paz y su rica historia. El Palacio de Gobierno, situado en el centro de la ciudad, fue una de nuestras primeras paradas, junto con la hermosa catedral y el popular teleférico que lleva a El Alto, un animado barrio de la ciudad. También nos maravillaron los numerosos edificios históricos repartidos por la ciudad.
A medida que descendíamos hacia el valle, nos dimos cuenta de que los barrios se volvían más modernos, atendiendo a las familias más acomodadas que preferían vivir a menor altitud. Nuestro viaje fue exhaustivo, ya que intentamos recorrer la ciudad en un solo día. Decidimos terminar el día con una buena cena, preparándonos para el largo viaje del día siguiente, que incluía una parada en las ruinas de Tiwanaku y el cruce de la frontera con Perú de camino a Puno.
Salimos temprano a la mañana siguiente tras un copioso desayuno, y la ciudad ya bullía de actividad. Pasamos por El Alto y nos dirigimos hacia la carretera que nos llevaría a Tiwanaku. El viaje fue tranquilo hasta que llegamos a las ruinas, impresionantes por su importancia histórica.
Tras una breve parada, continuamos hacia Desaguadero, donde se encontraba la frontera boliviano-peruana. El paso fronterizo llevó algún tiempo, ya que las autoridades peruanas eran bastante meticulosas con sus requisitos, pero finalmente lo logramos y continuamos nuestro viaje hacia Puno, donde pasaríamos la noche.
El trayecto de 150 kilómetros fue bastante agradable, con frecuentes paradas para contemplar las magníficas vistas del paisaje. Puno, situado a orillas del lago Titicaca, es el lago más alto del mundo, con más de 4.000 metros de altitud. Nuestro hotel, un moderno establecimiento con todas las comodidades, fue una agradable sorpresa.
Tras un breve paseo para estirar las piernas, nos dirigimos a un restaurante cercano para una comida muy necesaria. Al día siguiente, nos embarcamos en una excursión a las islas flotantes de los Uros, hechas de totora, un tipo de junco que se encuentra en la zona.
De regreso al hotel, nos relajamos con unas copas, preparándonos para cenar en el restaurante del hotel. A la mañana siguiente, salimos a explorar las islas flotantes, una experiencia fascinante que sería el punto culminante de nuestro viaje.
Originally published at https://marcelohidalgosola.com.ar/ on March 10, 2023.
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“Ruinas de Tiwanaku (Serie) PART II” - Tiwanaku - Bolivia © César González Álvarez 2016
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ruinas de tiwanaku
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Vicepresidente de Cuba visita ruinas de Tiwanaku y es declarado "Huésped Ilustre"
El vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, visitó el jueves por la tarde la localidad de Tiwanaku, donde están las ruinas de la civilización andina precolombina más longeva de la historia, y fue declarado "Huésped Ilustre" por las autoridades originarias de esa población, informaron fuentes oficiales. Vicepresidente de Cuba visita ruinas de Tiwanaku y es declarado "Huésped Ilustre"
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"Amantani y sus divinidades" Amantani es una de las tantas Islas del Lago Titicaca, cuyo aniversario se festeja el 9 de abril de cada año, sus habitantes tienen por lengua natural al quechua, la isla es casi circular y tiene un área aproximado de 15 km2, cuenta con dos cerros de gran tamaño denominados Pachatata y Pachamama, en la que se encuentran ruinas antiguas de la cultura Tiwanaku y de tiempos de los Incas, cada segundo jueves del mes de enero (día de San Sebastián) dichos apus son el centro para ofrecer los pagos a la tierra Pachatata y Pachamama, como parte de la dualidad andina Feliz fin de semana!!! Follow this link to see my latest work and more: www.500px.com/RonaldEspinoza facebook.com/RonaldEspinozaPhotography #VanguardWorld #Puno #Peru (en Amantaní) https://www.instagram.com/p/BpZ3YGZD79r/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=16yymkyve17rj
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TAWANTINSUYO – CAPITULO 29 – CULTURA MOCHE – EXPLORADORES – MAX UHLE – FICHAS (437-467) -
437 – Friedrich Maximilian Uhle Lorenz, nació en Dresde, Sajonia, Reino de Sajonia el 25 de marzo de 1856 y falleció en Loeben, Alta Silesia, Polonia, el 11 de mayo de 1944.
438 – Conocido en el mundo de habla hispana como Federico Max Uhle, fue un arqueólogo alemán, cuyo trabajo en el Perú, Chile, Ecuador y Bolivia a finales del siglo XIX y principios del siglo XX tuvieron un impacto significativo en la práctica de la arqueología de América del Sur.
439 – Fue el iniciador de la arqueología científica en el Perú, revalorando y difundiendo para el mundo el pasado preincaico, hasta entonces tratado como un simple y breve preludio del imperio incaico. Fue el primero en aplicar el método estratigráfico en las excavaciones de Pachacámac en 1896 y el primero en notar que la iconografía Tiahuanaco se había difundido desde la zona del lago Titicaca hasta gran parte del actual territorio peruano, observación que dio origen a la teoría del imperio tiahuanacota (hoy sabemos que se trata en realidad del estilo cultural Huari).
440 – Fue también el descubridor de la cultura Moche (que denominó Proto-Chimú) y el autor del primer esbozo de una cronología que partía desde las más antiguas culturas preincaicas conocidas hasta la época inca.
441 – Es autor de la teoría inmigracioncita del origen de la cultura andina, que sostenía que esta se originó de los aportes venidos de Mesoamérica (México y América central), teoría que fue refutada por Julio C. Tello, defensor del carácter autóctono de dicha cultura. Ha sido llamado el padre de la arqueología científica peruana.
442 – Fue hijo de Friedrich Ernst Uhle y Anna Kunigunde Lorenz. Al terminar sus estudios escolares, ingresó en 1875 a la Universidad de Leipzig. Tras hacer su servicio militar, cursó un año en la Universidad de Gottingen para volver luego a Leipzig, donde estudió filología y se graduó de doctor en 1880 con una tesis sobre la antigua gramática china.
443 – Pasó luego al Museo de Etnología de su ciudad natal como asistente del director, donde laboró de 1881 a 1888. Pasó a desempeñar igual función en el Museo de Etnología de Berlín, dirigido a la sazón por Adolf Bastian y que se estaba convirtiendo por esos años en un centro de estudios americanistas. Actuó como secretario asistente en el VII Congreso Internacional de Americanistas, efectuado en Berlín en 1888.
444 – Por esos años empezó su interés por el pasado arqueológico de Sudamérica. Este interés nació al apreciar en los museos alemanes las variadas muestras de arte peruano precolombino. Por entonces, muchos coleccionistas peruanos habían vendido sus valiosas colecciones de antigüedades en Europa, para librarlas de la rapiña de los chilenos durante la guerra del Pacífico.
445 – Un amigo cercano, Alphons Stübel, que en 1875 había excavado en la necrópolis precolombina de Ancón, en la costa peruana, orientó definitivamente a Uhle hacia la arqueología precolombina.
446 – Auspiciado por el Real Museo Etnográfico de Berlín y el gobierno alemán, en 1892 viajó a Sudamérica para estudiar el área de difusión de la cultura quechua en dicho continente.
447 – Desde la Argentina pasó a Bolivia, interesado en las ruinas de Tiahuanaco o Tiwanaku, aunque no logró la autorización necesaria para excavar allí.
448 – En ese mismo año publicó Las ruinas de Tiahuanaco en las tierras altas del Antiguo Perú, con el fotógrafo e ingeniero B. von Grumbkow.
449 – Esta extensa obra es considerada la primera de carácter científico sobre dicho sitio arqueológico. Aprovechó también para estudiar a los uros, de las riberas del lago Titicaca. Pasó luego al Perú, llegando al Cuzco. Como fruto de esta labor publicó años después el trabajo La esfera de influencia del país de los Incas.
450 – Se trasladó a Filadelfia, Estados Unidos, contratado por la Universidad de Pennsylvania, donde trabajó durante varios años. Allí se casó con Charlotte Grosse.
451 – Patrocinado por la Sociedad de Exploración Americana en Filadelfia preparó un nuevo viaje al Perú. También disfrutó del patrocinio de la señora Phoebe Hearst, la madre de William Randolph Hearst.
452 – En 1896 arribó a Lima, la capital del Perú. Su primera tarea fue remitir una relación acerca de su viaje a Bolivia y Perú, acompañando, además, un informe sobre el idioma de los uros (Bolivia), el cual fue publicado en el periódico Globus de Braunschweig, Alemania.
453 – Llevó a cabo excavaciones en Pachacámac, en el valle de Lurín, al sur de Lima, donde usó por primera vez en América el método estratigráfico, técnica que permite evaluar la antigüedad de unos restos con relación a otros sobre la base de su posición en los estratos analizados.
454 – Luego de un largo trabajo volvió a Filadelfia para dar cuenta de sus resultados. Sobre estos estudios publicó en 1903 la magnífica obra titulada Pachacámac, que fue muy elogiado y todavía se utiliza como texto básico para el estudio de la arqueología sudamericana. Fue el primero en afirmar la expansión de la cultura tiahuanaco en territorio peruano, al observar en la cerámica, textiles y otros artefactos hallados en la costa peruana, diseños propios de dicha cultura, que hoy sabemos que en realidad se trata del estilo de la cultura huari.
455 – Recuperó miles de artefactos que incluyen cerámica, conchas, textiles, metales, objetos de madera y otros materiales vegetales y objetos construidos con materiales de origen animal como plumas, huesos y piel. Se concentró en la datación de estos artefactos, y estableció un sistema basado principalmente en el diseño textil.
456 – En 1898 retornó con una misión de la Universidad de California y para completar su visión de las culturas prehispánicas se consagró a explorar diversas ruinas de la costa peruana. Excavó en la huaca de la Luna (costa norte), aislando el estilo Moche, al que denominó Proto-Chimú.
457 – Los artefactos que encontró en el valle de Moche fueron fechados sobre la base de la posición secuencial de estilos de cerámica inca. Esta datación temprana fue luego ampliada por el arqueólogo estadounidense Alfred Kroeber (su discípulo en Berkeley) y es uno de los puntos clave en la comprensión de la cronología preincaica en el Perú.
458 – Luego subió a la sierra norte y excavó en Marca Huamachuco, Wiracocha pampa y Cerro Amaru. En 1900, en el diario trujillano La Industria, dio a conocer una primera secuencia cultural a partir de sus excavaciones en Moche: Proto-Chimú, Tiahuanaco, Chimú e Inca. Posteriormente excavó en Chincha, Pueblo Nuevo y Tambo Colorado.
459 – Retornó en 1901 a los Estados Unidos, llevándose todo el material acopiado, que hoy se encuentra en Berkeley. Se dedicó a la enseñanza de la arqueología americana en la Universidad de California y gracias al renovado apoyo de esta volvió por tercera vez al Perú en 1903.
460 – Esta vez excavó en los conchales de Ancón, Cerro Trinidad, Huaral Viejo, Supe, San Nicolás, descubriendo el estilo Blanco sobre Rojo en la cerámica. Años después publicó obras referentes a sus estudios en el Perú, entre ellas: Las ruinas de Moche (1913), Cronología sobre las antiguas culturas de Ica (1914) y The Nazca Pottery of Ancient Perú (1914).
461 – En 1906 fue nombrado director de la sección Arqueológica del Museo Histórico de Lima. En 1912, disgustado por ciertas cuestiones surgidas con el gobierno peruano por el puesto que desempeñaba, se trasladó a Chile, en donde fue nombrado Director del Museo de Etnología y Antropología de Santiago.
462 – Se dedicó a hacer excavaciones en el norte de Chile, (antiguo sur peruano), en Tacna, Arica, Pisagua y Calama.
463 – En 1917 fue el primero en describir científicamente las momias de Chinchorro. Los resultados de su labor los publicó en Los aborígenes de Arica (1917) y Arqueología de Arica y Tacna (1919).
464 – En 1919 se trasladó al Ecuador - debido a que el Gobierno de Chile pone termino a su contrato -, donde realizó estudios en Azuay, Loja, Cañar, Tumibamba y otros lugares. Allí se quedó hasta 1933, año en el que regresó a su patria, con una rica documentación acumulada a lo largo de cuatro décadas de incesante trabajo y con una visión completa de las culturas andinas. Acometió entonces la ardua tarea de elaborar una síntesis de sus investigaciones.
465 – En 1939 regresó a Lima para participar en el XXVII Congreso Internacional de Americanistas, donde presentó sus importantes trabajos sobre Procedencia y origen de las antiguas civilizaciones americanas y La marcha de las civilizaciones.
466 – Por un tiempo volvió a radicar en el Perú, cuando en Europa se desencadenaba la Segunda Guerra Mundial y el Perú se alineaba junto a los aliados contra las potencias del Eje. Ello motivo a que fuera deportado, junto con otros alemanes. Su muerte acaeció en Loeben, en la Alta Silesia.
467 – John Rowe publicó en 1954, con auspicio de la Universidad de California, Berkeley y Los Ángeles, el libro titulado: Max Uhle, 1856-1944. A memoir of the Father of Peruvian Archaeology.. Este libro otorga información acerca de la vida y obra del sabio alemán, valora sus aportes teóricos e intelectuales relacionados con sus investigaciones arqueológicas y etnológicas en el antiguo territorio del Tawantinsuyo, Perú, Chile, Argentina, Ecuador y Bolivia. Revista Tawantinsuyo.
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Norte y sustancia
Hace rato que tenia ganas y sentía la necesidad de conocer el norte argentino, y finalmente se dio. Incluso llegamos hasta la Isla del Sol, en Bolivia, algo impensado cuando empezamos a planear el viaje con mis amigos.
Fue un mes de una locura hermosa, de palpar por primera vez en mucho tiempo una paz indescriptible, que me entraba por todos los poros del cuerpo. La amabilidad de la gente, los pueblitos rodeados de cactus y montañas, los paisajes y animales que solo conocía por fotos. Todo, de principio a fin fue una locura.
Arranque en San Miguel de Tucuman, y pase por El Mollar, Amaicha, Tafi del Valle, Cafayate, Salta Capital, Purmamarca, Tilcara, Humauaca y Bolivia de Norte a Sur. Puedo decir con 22 años de vida que perdí la virginidad haciendo dedo y en menos de 15 minutos nos levanto una camionetita Fiat que estaba por hacer un auxilio. Después, esa misma camionetita nos dejo en el medio de la nada pero por una hora mas tarde por suerte divisamos una Amarok que freno con dos amigos míos atrás, fue una sensación hermosa.
Por primera vez pase las fiestas lejos de mi familia, y realmente no pudo ser mejor. La navidad tuvo lugar en Tafi, en un camping totalmente despoblado y sin nada para hacer, mas que armar un fogón y colar unas pepas que nos dejaron flasheando y despierto hasta el mediodía. El Año Nuevo lo recibí con mi novia que vino especialmente a Salta, y rodeados de italianos que cocinaron para todos. Bajonear fideos a la bolognesa post gran cantidad de alcohol y porro fue sin dudas un orgasmo gustativo.
Llego Jujuy, el Cerro de los 7 colores y toda la paz que se puedan imaginar. En el Hornocal, a 30 km de Humahuaca medite con amigos y un flaco que habiamos conocido en el camping. Fue como olvidarse de todo, como volar estando con el culo en el piso, como sacarse todo lo malo que tenia adentro hace años y años. Lo sentí de esa manera, fue un cambio, un antes y un después. Liberar la mierda que me azotaba desde hace tiempo y abrir los ojos para que entre de golpe todos los colores de una montaña inmensa a 4.380 metros de altura. Después de esa tarde maravillosa culminamos el día haciendo unas pizzas caseras, tomando damajuana, fumando a rolete y cantando canciones con 15 pibas de 16 y 17 años, que hablaban de política continuamente y gritaban ante cualquier postura o contestación. Yo, que estaba inmerso en una tranquilidad interior consecuencia de la meditación y la cantidad de escabio y sustancia ingerida en la noche, ni me metí en el debate político y escuchaba todo en medio de risas y temas del kuelgue que sonaba de fondo.
Paso el norte, paso Argentina y llego Bolivia. Para los que no conocen Bolivia es una feria enorme por donde vayas. Dejando el chiste de lado, es un país hermoso, con gente amable que esta todo el día mascando coca y llevando niños en la espalda como si fuera una mochila de viajero. Villazon, la ciudad fronteriza que esta del otro lado de la Quiaca, es como estar dando vueltas en Liniers. Puro puesto, comida en la calle y gente gritando para vender cosas. Lo pasamos rápidamente para llegar a Tupiza, “la ciudad donde nació la patria”, segun pintadas que te recibían en la entrada. Tupiza era lindo, con taxis/motos que nos llamaron la atención y por momentos me hacían sentir en la India. Obviamente, siendo fiel a mi pelotudes extrema, perdí mi celular en uno de esos taxis cuando volvíamos de una fiesta a la que fuimos con una chica de Belgica que dormía en nuestra habitación del hostel. El pedo y lo fumado que estaba, sumado a las calles de piedra y lo rapido que iba la motito/taxi fue una combinacion letal para que mi celular se cayera de mi bolsillo y ni me diera cuenta hasta recien bajado del mismo, post palpeada y desesperacion. Perdí todas las fotos del viaje y un celular que tenia solo dos meses de uso, quería volverme ya mismo para Buenos Aires, pero con el paso de las horas me di cuenta que solo era un aparto hecho en China y no podía amargarme en un viaje tan hermoso.
La bronca por la perdida del celular se me fue por completo cuando llegamos al Salar de Uyuni, el mas grande del mundo. Un lugar donde las nubes y el cielo se reflejan en el cielo. Obviamente nos fumamos un churron tamaño satelite y viajamos por completo. Nos sentíamos en una especie de limbo, no había piso, solo cielo; por un momento me creí un personaje de Lost.
Uyuni, ademas del salar, tiene un cementerio de trenes, un lugar en el medio de la nada misma donde hay vagones y formaciones abandonadas. Caminar por ahi con el amanecer de fondo fue otro de los momentos top del viaje. La ciudad boliviana también tenia… bueno no tenia nada mas, por lo que nos tiramos en la peatonal a tocar la guitarra y tocar para ver si teníamos suerte y hacíamos unos pesos. Tuvimos suerte, o talento, vaya usted a saber. Mi amigo, que toca la guitarra desde los 10, empezó a hacer temas de rock nacional que sabíamos desde siempre y yo, por mi lado, lo acompañe con la voz durante una hora y media. 135 bolivianos (algo así como 500 pesos argentinos) fue lo que juntamos en la gorra tirada adelante nuestro. No lo podiamos creer. Merendamos, comimos y nos hospedamos gratis en Potosí, lugar donde fuimos para escapar del bloqueo en la ciudad por el Dakar. Fue impresionante.
En Potosí vimos poco y nada, algo del centro pero la lluvia torrencial nos impidió seguir viendo lo que hasta el momento me parecía una linda ciudad. Fuimos directo a La Paz.
La Paz es una ciudad totalmente repleta de gente y casas sin revoque por donde se mire, rodeado de montañas y cerros. A simple vista los cerros inundados de casas parecía una favela, sobre todo porque en el cielo había teleféricos inaugurados hacia poco. Era como Rio de Janeiro, sin la parte de la playa, brasileras en culo, etc. De la terminal de colectivos caminamos una cuadras en subidas hasta el lugar donde salían las combis. Esas cuadras fueron un calvario para nuestras piernas y pulmones. En ese momento entendí a los jugadores que juegan en La Paz, la altura te hace mierda en instantes. Una subida por escalera es totalmente diferente a 4000 metros sobre el nivel del mar, aunque paradojicamente, no exista el mar en Bolivia. La combi nos llevo a Tiwanaku, a 70 km de La Paz, donde existió una de las primeras poblaciones antes de los Incas y de los Mayas. Nos quisieron cobrar 100 bolivianos la entrada y ni en pedo se nos cruzo por la cabeza pagar eso, lo que si se nos cruzo la cabeza fue saltar el alambrado con alambre de puas y ver las ruinas gratis. El plan salio a la perfección, pisamos una casa de barro y saltamos como si fuéramos chorros profesionales. Las ruinas fueron fascinantes, sobre todo la entrada principal de lo que era la población Tiwanaku hace mas de 2000 años. Un muro de 4 metros de alto con totems y rostros que adornaban todo. Me asombro la perfección de las enormes piedras, de como cortaban hace tantos años y lo inteligente que eran para armar semejantes estructuras. De Tiwanaku directo a La Paz y de La Paz a Copacabana sin escalas.
Se acercaba el final de este viaje larguísimo, se acercaba Copacabana y el Lago Titicaca. Estábamos todos dormidos en la combi pero solo basto que uno de nosotros abriera los ojos y nos despertara a todos para que veamos el hermoso y gigante lago que teníamos a nuestra izquierda. Media hora después nos bajaron de la camionetita porque había que cruzar un tramo de agua, nosotros nos subimos en un barquito y la combi iba sola en un barco mucho mas grande. Del otro lado del agua volvimos a subirnos para llegar finalmente a Copacabana, la ultima ciudad antes de Perú. Pensar que ni siquiera pensaba en llegar a Bolivia, y ahora estaba a 15 minutos de tierras peruanas.
Copacabana fue algo terrible, de pe a pa. Llegamos y lo primero que hicimos fue ir a la costa. Repleta de barquitos y muelles, con islas a lo lejos que parecían minimas. A dos cuadras del hostel teníamos un comedor, típico lugar donde se come “bien” y barato. De mas esta decir que a lo largo del recorrido por Bolivia comimos como el reverendo orto, ingerí mas frito en 10 días que en toda mi vida. Pollo frito, papas fritas, milanesas fritas, todo frito. Así y todo le esquive a la intoxicación y cagadera como si fuera Messi en el Camp Nou apilando rivales. Volvimos a tirarnos en la calle para hacer música y unos pesos. Otra vez fue un éxito. 140 bolivianos en dos horas y dos uruguayas que nos vieron tomando mate y se quedaron al lado nuestro cantando las canciones y contándonos la experiencia de su viaje, que había arrancado en Cusco. Al otro día recorrimos el pueblo y caminando divisamos unas motos que estaban en alquiler. Ni lo dudamos. Regateamos lo mas que pudimos y nos llevamos dos motocross Yamaha. Eramos 4, dos sabían manejar, dos no. Mi mejor amigo y yo nunca nos habíamos manejado una moto. Tenia que probar. Rodrigo, mi amigo que tiene moto, me explico lo indispensable para manejar y no matarme en el intento. Me largue solo, como si tuviera 7 años y me soltaran en una bici a la que le sacaron las rueditas hace poco. Arranque mejor de lo que esperaba y no me caí, pero cuando quise doblar para volver donde estaba mi amigo se me paro la moto. Despues volví a intentar y me fui por una canaleta, la moto cayo y me costo un huevo y medio levantarla. Ese iba a ser el ultimo error, a partir de ahí domine la moto como si fuera Valentino Rossi. El camino por el que fuimos era increíble, todo de tierra y costeando el enorme lago, metiendose por bosques y pueblitos de 8 casas como máximo. Me sentía en una etapa del Dakar, maneje muy bien y hasta me anime a ir a los pedos en los tramos rectos. Mi amigo empezó con miedo pero después confió en mi manejo y disfrutamos los dos. Empezó a caer la noche y teníamos una sola meta, conseguir porro de vuelta, que se nos había acabado días antes. Fuimos por la peatonal y nos cruzamos con un Colombiano que no podía mas de lo duro que estaba, se le veían los huesos. Nos vendió en el bar donde trabajaba, mi amigo entro al baño y entre quejas por el olor y calidad del faso termino comprando. No lo sabíamos pero se acercaba una noche mágica.
LA NOCHE: Post movida con el consumido colombiano, y después de ver el poco movimiento que había en la noche empezamos a caminar para el hostel. Hicimos unas cuadras y escuchamos que una voz femenina nos grita en ingles. Hey, guys, come here! Obviamente fuimos, la mina estaba mas buena que comer pollo con la mano, se presento y dijo que era de Australia. Nos invito a un Bar, una secuencia muy rara pero que no dudamos en aceptar. Llegamos al unico bar que estaba abierto, en la puerta había otras dos Australianas, igual de hermosas que ella, y una yankee. En la barra pedimos 4 fernets, que hacia mucho tiempo no probabamos. Entre tragos me puse hablar con la australiana en ingles hasta que me dice -”disculpa, voy al baño a tomar cocaína y vuelvo”. Eran hiper merqueras, en un lapso de media hora fueron como 5 veces al baño para polvorear sus narices. Nos ofreció pero nos negamos, nosotros teníamos marihuana y unos minutos después fumamos sin parar. Salimos del bar a tomar aire, y afuera nos encontramos con un duro terrible. Emanuel, un pelado de unos 38 años. Sus primeras palabras hacia mi fueron “¿tenes una moneda?”, sin entender para que mierda quería una moneda en un bar a las 12 AM se la doy. Mira la moneda de 2 bolivianos, le pone merca y se da 4 saques. Una vez consumado el acto se nos pone hablar, era un genio. Cada tres palabras nos recomendaba que usemos condón, como decía el, mientras seguía tomando falopa como si no hubiera un mañana. En un momento Ema nos pide por favor que si esa noche cogemos no lo dejemos afuera, que hagamos un trió, que tenia casa a unas cuadras y estaba todo bien. Le dijimos que si, aunque interiormente nadie quería hacer un trió con un pelado merquero que habíamos conocido hacia 20 minutos. Pasado eso entramos al bar, donde había una mesa de pool con otros 6 duros alrededor, mas personas en la barra y una pista de baile donde estaban las extranjeras. Mis amigos hablaban entre ellos y ninguno tenia intenciones de bailar, por lo que me metí solo entre las australianas a tirar mis horribles pasos. Empezó a sonar Rodrigo y la yankee se me pone a bailar. A pesar de haber nacido en California bailaba muy bien cuarteto, me sorprendió. A los pocos minutos empezó a apoyar su culo en mi pija, descaradamente, pero no paso a mayores porque estoy felizmente de novio. A lo lejos estaban mis amigos, que seguian sin bailar con nadie, y Emanuel, que había entrado dispuesto a llevarse a una mujer para concretar un trió pero solo pudo quedarse parado al lado de la mesa de pool por lo duro que estaba. Las australianas y la yankee se terminaron yendo porque se aburrieron de bailar solas y solo quedaron los que estaban jugando al pool. Nos acercamos, le dije a uno que jugabamos con el ganador y así arranco una racha nefasta para todos nosotros. Hace mil años juego al pool, no soy demasiado bueno pero me la rebusco. Esa noche me salio todo mal, y para peor el partido era por dos tragos. Jugue con mati, que es muy bueno al pool, pero estaba en el mismo estado que nosotros. La cantidad de porro que habíamos fumado mas un par de tragos que habíamos tomado antes no fue el mejor escenario para jugar un partido por guita. Sumado a eso tuvimos muchisima mala suerte, la pelota pegaba en los bordes y no quería entrar. Perdimos, obviamente. Y después perdieron mis otros dos amigos. Fue una perdida de plata gigante, todo lo que habíamos ganado tocando la guitarra en la calle se nos fue en unos minutos, pero volvimos al hostel con un pedo tremendo y cagándonos de risa de lo mal que jugamos en el medio de una lluvia torrrencial. Llegamos al hostel con la idea de ir a dormir, pero en el cuarto de al lado había dos flacos, Guille y Jorge, dos merqueros buena onda con los que habíamos hablado en la mañana pero que en esas horas de la noche estaban mas duros que una mesa de mármol. Entraron a nuestro cuarto riéndose a los gritos y contando anécdotas de su noche. Disimuladamente los rajamos y ahí empezó lo mejor. Estaban gritando boludeces hasta que un colombiano se canso, subió hasta el cuarto piso para golpear todas las puertas, buscando que se callen de una vez porque eran las 2 y media de la mañana. Jorge, el mas duro de ellos, se enojo porque habían golpeado su puerta y empezó a soltar amenazas de muerte contra el colombiano. “Te voy a matar cagon, vine de vuelta puto” gritaba como loco. El colombiano se canso y subió de vuelta, golpeo la puerta para tirarla abajo y cagarlos a trompadas a los dos duros que estaban haciendo ruido adentro del cuarto. Guille se comió los mocos, seguía diciéndole que lo iba a matar pero no abrió la puerta en ningún momento. Al parecer el colombiano había estado en la cárcel y estaba super loco, se habían metido con el flaco equivocado. Estuvieron amenazándose hasta no se que hora, y nosotros, en un silencio enorme, escuchábamos toda la secuencia tapados en nuestras camas. Así termino una noche de locos, igual de locos como lo estábamos nosotros.
Llego la Isla del Sol, momento final del viaje. El viaje en barco hasta la isla duro mas de lo que creíamos, nos toco el barco mas viejo y lento de Bolivia. Pero mientras mas nos acercábamos mas nos sorprendíamos, la Isla estaba a unas cuadras de distancia y era imponente. Nos bajamos en la parte sur de la Isla -única parte a la que se podía ir porque la parte norte estaba totalmente prohibida por problemas entre ellos- y subimos unas escaleras infinitas que con las mochilas gigantes en nuestras espaldas fueron el verdadero infierno. Nos cansamos tanto que tiramos la carpa en el primer lugar plano y con pasto que vimos. Pasamos la tarde ahí y después subimos a la parte mas alta de la isla. La altura hizo lo suyo y no dábamos mas, al punto que tuvimos que meternos hojas de coca que fueron salvadoras. En la parte alta había una casita abandonada, llena de gente que estaba tomando vino y mates. Vino la noche, y llego el fogón. Fogón, mas vino y porro, obviamente. Compartimos la velada con tres cordobesas y todo termino rápido cuando se largo a llover. Al parecer en la Isla del Sol llueve todas las noches. El otro día fue igual, nos encontramos con un grupo enorme de chicas y chicos que habíamos visto en Cafayate y nuevamente culmino el día en un fogón, pera esta vez un fogón gigante con 30 personas, entre ellos 6 uruguayos. La formación fue la misma: Vino, cerveza, porro y música. Con mi amigo hicimos temas de la vela puerca en honor a los uruguayos que nos acompñaban y el cielo totalmente estrellado nos acompaño durante horas. Hasta que nuevamente se largo con todo y abandonamos el fogón. El viaje terminaba de esa manera, con un fuego gigante que se acababa como nuestra travesía.
Si pueden viajar, sea donde sea, por favor háganlo. Te cambia la vida. Este viajo sin dudas cambio la mía. La paz y la tranquilidad que sentís conociendo otro lugar, y sobre todo con amigos, es indescriptible. Te encontras con vos mismo, conoces otras historias, otras personas, otras culturas, otras vidas. Ahora escribo esto desde mi casa en Buenos Aires, pero con mi corazón todavía en el norte.
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Ruinas Tiwanacotas Un dia maravilloso junto a los compañeros de carrera #CienciasDelDesarrollo #EstudiandoLasRuinas #LluviaMalaQueNosCayo (en Tiwanaku, La Paz)
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“Ruinas de Tiwanaku (Serie) PART III” - Tiwanaku - Bolivia © César González Álvarez 2016
PART I HERE
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“Ruinas de Tiwanaku I” Tiwanaku - Bolivia ® César González Álvarez 2016
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Ruinas Tiahuanacotas o Tiwanacotas.... Bueno aprendi q se escribe de ambas formas Un dia maravilloso junto a los compañeros de carrera... Esta vez si me diverti... Gracias por todo #CienciasDelDesarrollo #EstudiandoLasRuinas #LluviaMalaQueNosCayo (en Tiwanaku, La Paz)
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“Ruinas de Tiwanaku (Serie) PART I” - Tiwanaku - Bolivia ©César González Álvarez 2016
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