#Dia de los Negros
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ausetkmt · 1 year ago
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Black Seminole tribal members of El Nacimiento de los Negros have celebrated their version of Juneteenth since the 1870s.
When Mexico outlawed slavery decades before the United States, thousands of Black Texans found a new route to freedom.
Their descendants meet in Coahuila, Mexico, every year for Juneteenth celebrations. 
Just over 100 miles from the Texas-Mexico border, a small mountain town in Coahuila, Mexico, is preparing for their annual Juneteenth celebrations.
El Nacimiento de los Negros, translating to "Birth of the Blacks," is home to a community of Afro-Indigenous families that trace their roots back to the United States. Known as "Mascogos," the group are descendants of Black Seminoles who found a home in Mexico after fleeing slavery and the threat of slave catchers in the US.
Black Seminoles were formerly enslaved people who escaped the plantations they worked on and aligned themselves with the Indigenous Seminoles of Florida. The joined forces with the Indigenous tribes to fight the US in the Seminole Wars.
In the 1800s, many Black Seminoles were forced to relocate from places like Georgia and Florida to areas designated Indian Territory in Oklahoma. During that time, Black Seminole chief John Horse, who had both Indigenous and Black ancestry, led a group of people to Mexico, where slavery had already been outlawed. A group settled in El Nacimiento in 1852.
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The Southern Underground Railroad
When the General Congress of the United Mexican States completely outlawed slavery in 1837, enslaved people in Texas had a viable route to freedom by going southward. Notably, in the 1936-1938 federal Slave Narrative project, emancipated freeman and San Antonio-born Felix Hayward remarked: "There wasn't no reason to run up north… All we had to do was to walk, but walk south, and we'd be free as soon as we crossed the Rio Grande." By 1849, African Americans began to make the journey into Mexico. 
Experts estimate that up to 10,000 people crossed the border to Mexico to secure their freedom and escape slavery, creating what is known as the Southern Underground Railroad.
Contrary to the Union's agreement to return runaway slaves under the Fugitive Slave Act of 1850, Mexican law provided freedom for escaped slaves once they touched Mexican soil. Many of those escaped enslaved people, alongside Indigenous groups of Mexico, helped defend the Northern Mexican border in exchange for acres of land in Coahuila.
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Celebrating Juneteenth in Mexico
Juneteenth marks the official end of slavery on June 19th, 1865 when 250,000 Black people in Galveston, Texas were informed of their freedom by executive decree. Historians estimate that as some Black Seminoles traveled back and forth from El Nacimiento to Brackettville, Texas, Juneteenth celebrations spread to Mexico as early as the 1870s. 
For more than 100 years, Mascogos in El Nacimiento have celebrated what they call "Dia de los Negros," or "Day of the Blacks," on June 19th. Many Black Seminole descendants still embark on the pilgrimage from parts of Texas to El Nacimiento to celebrate the day. Traditional cuisine includes a sweet potato bread called tetapún and slow-cooked asado pork. The dishes combine Indigenous, Black, and Mexican cultural inspirations.
After generations in northern Mexico, many members of the Black Seminoles in El Nacimiento strictly speak Spanish. However, the hymns passed down from African American descendants are still sung in English on Dia de los Negros, including "Swing Low, Sweet Chariot" and "This Little Light of Mine." 
As more Black Seminole descendants are leaving El Nacimiento to find work in Texas or other parts of Mexico, many Mascogos are worried their culture is waning.
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To prioritize preservation, members have established the Museo Comunitario Tribu Negros Mascogos for local art, a hotel, a restaurant, and secured federal funding for community gardens. In 2017, the governor of Coahuila declared the Mascogo tribe as Indigenous people of the northern Mexican state.
As Juneteenth was officially recognized as a US federal holiday in 2021, tribal members are planning to promote cultural tourism as a source of support and revitalization for the enduring town, and prevailing traditions, of El Nacimiento de los Negros.
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sugar-zacharie · 19 days ago
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💛 Rin & Len | Finado & Moribunda 🩵
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cibervampiro · 4 months ago
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La Leyenda del Charro Negro
Joven originario de Jalisco. Provenía de una familia muy humilde que apenas tenía los medios para comer. Por ello, el chico sufría, pues añoraba una vida de lujos que jamás podría tener.
Así fue como decidió invocar al diablo para poder alcanzar sus objetivos. El demonio se apareció ante él y le ofreció todo el dinero que deseaba a cambio de su alma.
La ambición del muchacho lo cegó y aceptó el trato. De este modo, pudo comprar tierras, casas, vestir de manera elegante y rodearse de toda la abundancia y opulencia con las que siempre había soñado.
Sin embargo, con el paso del tiempo comprendió que el dinero no le trajo la felicidad. Se sentía vacío y quienes le rodeaban lo hacían por interés.
Arrepentido de la decisión que había tomado en su juventud, comenzó a llenar de cruces su hacienda y hasta construyó una capilla para mantener alejado al diablo. A pesar de sus intentos, no podía dormir debido a la angustia, por lo que en plena noche tomó una bolsa de monedas de oro, montó su caballo y huyó.
No obstante, el demonio podía encontrarlo en cualquier lugar, por lo que se apareció ante él y decidió tomar en ese mismo momento su vida.
A partir de ese momento fue condenado a vagar por los caminos, tratando de buscar a alguien que cometa su mismo error y as�� poder zafar de ser una eterna alma en pena.
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groriatrevi10xx · 1 year ago
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Hola groria.
En el mundo oscuro celebran a los muertos también?
Anónimo: Hello Groria.
In the Mundo Oscuro do they celebrate the dead too?
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G: Si lo celebran, justamente ahí se llama "Día Negro", no suelen poner altares típicos como de costumbre, pero... Suelen poner velas en sus chimeneas, colocan en ellas cristales de colores, joyas y flores en jarrones, perfumes y pócimas, llenan la chimenea de carbón y colocan un jarrón casi a la entrada de la chimenea con flores.../If they celebrate it, exactly there it is called "Black Day", they do not usually put up typical altars like normal, but they... They usually put candles in their fireplaces, they place colored crystals in them, jewelry and flowers in vases, perfumes and potions, they fill the fireplace with charcoal and place a vase almost at the entrance of the fireplace with flowers...
No suelen poner comida, pero sí azúcar cristalizada de colores, emitiendo los cristales de colores que colocan.../They don't usually put food, but they do put colored crystallized sugar, emitting the colored crystals they place...
No colocan marcos de fotos del ser fallecido, pero sí algunas cosas que pertenecieron a la Bruja o Brujo fallecido, ya sea ropa o algún accesorio…/They do not place photo frames of the deceased being, but they do place some things that belonged to the deceased Witch or Warlock, be it clothing or an accessory...
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demondesatan · 1 year ago
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"Modeus as El Charro Negro"
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El Charro Negro es una leyenda del folclor mexicano que, según la tradición popular, es un hombre alto, apuesto, elegante, de impecable traje negro compuesto por una chaqueta corta, una camisa, un pantalón ajustado y un sombrero de ala ancha. Deambula por las noches en las calles de México sobre el lomo de un caballo enorme y de color azabache. Cuenta la leyenda de un hombre que fue traicionado por su ambición. Este venía de una familia humilde en donde sus padres lo amaban, pero nunca pudieron cumplirle sus caprichos. Años después sus padres murieron y él entró en miseria, tomando una decisión muy riesgosa, la cual era invocar al diablo para pedir riqueza. Finalmente, Lucifer se apareció y le ofreció cantidades de dinero a cambio de su alma. El charro, sin pensarlo, aceptó el trato. Pasó el tiempo y el charro estaba cansado de gastar sus riquezas en vicios, mientras que la soledad poco a poco lo consumía dándose cuenta de que no lo querían por lo que era sino por las riquezas que poseía. Lucifer volvió recordándole que la hora de pagar estaba cerca, causando un terror inmenso al charro. Su miedo fue tan grande que pidió al personal de su hacienda poner cruces por todas las afueras e incluso, hicieron una pequeña capilla. A pesar de eso el miedo no lo dejaba dormir ni disfrutar. En un arranque de miedo, tomó a su caballo y unas pocas monedas que le quedaban. Huyendo por la noche, sin pensar que el diablo se daría cuenta, este fue a buscarlo y le dijo que esperaría hasta la hora de su muerte, pero por su cobardía y miedo decidió llevárselo esa misma noche. Desde entonces el charro fue condenado a sufrir tormentos en el infierno, esperando ahí solo para cobrar a quienes tienen deudas pendientes, esto con la esperanza que en una noche algún viajero tome su lugar, dejando ir a descansar en paz al charro y su caballo. Feliz dia de muertos 💀
youtube
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mikes81vw · 2 years ago
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Velas
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jaquemuses · 9 months ago
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puedes hacer el mismo concepto de matías con la mariguana con enzo porfi? ame ese fic es increíble!!!!!
❋ ࣪ ⊹ lavender haze 𓂂˚ ﹒
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pairing. enzo vogrincic x female reader.
synopsis. hacia un mes que no veias a Enzo sin embargo encuentran tiempo para volver a verse y compartir tiempo juntos, y un porro también
cw. marihuana, fluff, cuddling, actor!enzo, relacion a distancia
an. blurb muy simple con una idea reciclada pero al fin y al cabo una request !!
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Suspiraste con satisfacción mientras te acurrucabas más contra el pecho de Enzo, disfrutando de su calor en la fresca tarde de otoño. Estabas vestida con un atuendo acogedor pero casual: un top negro de mangas largas con un escote bajo, combinado con pantalones de jogging gris suave y Uggs rosados. Alrededor de tu cuello colgaba un delicado collar de plata con su inicial, un regalo de su primer aniversario juntos. Su brazo se encontraba envuelto de manera protectora alrededor de tus hombros mientras tus dedos trazaban patrones sin sentido en su pecho a través de su hoodie negro.
El sol se estaba poniendo sobre las montañas dejando detras un espectacular resplandor naranja. Ambos estaban felices, simplemente disfrutando de la compañía del otro después de tanto tiempo separados.
"Como extrañaba esto", susurraste contra su cuello, inhalando el familiar aroma amaderado de su colonia. Había pasado más de un mes desde su última cita adecuada debido a las grabaciones de Enzo en España. Las videollamadas simplemente no eran lo mismo que sentir el constante latido de su corazón bajo tu palma, pero ahora que -por fin- tenia un par de dias libres, no los iban a desaprovechar. Los labios de Enzo presionaron un tierno beso en tu frente, demorándose más de lo habitual.
"yo también extrañaba esto" dijo contra tu frente, sus ojos se llenaron de amor cuando alzaste la mirada, sentiste tu mejilla ser acariciada por sus asperas manos suavemente y presionaste un beso en su palma.
"Me alegra que hayas podido venir, ahora vamos a poder ponernos al día correctamente", dijo con una sonrisa.
"Bueno, creo que alguien prometió algo para ayudar con eso de ponerse al día..." Enzo resopló, buscando en su bolsillo para sacar una bolsita de plástico familiar y papeles para armar.
"Como mi señora diga", bromeó, dándote un rápido beso en los labios antes de sentarse para preparar.
El sol se estaba hundiendo por debajo del horizonte ahora, proyectando todo en un resplandor rosado que resaltaba sus fuertes facciones mientras trabajaba. Te tomaste un momento para admirar lo lejos que habían llegado: hace poco más de un año, este hombre perfecto era un rostro que observabas desde lejos, nunca imaginando el dulce vínculo que formarían. Tu sonrisa se amplió con la alegría del recuerdo, distrayendo a Enzo hasta que tocó la punta de tu nariz con su dedo juguetonamente.
"Deja de mirarme como una acosadora nena!" Exclamo alargando la 'A' "Ayúdame acá mejor, ¿dale?", dijo rodando los ojos con cariño, mientras te ponías a ayudar a moler los brotes verdes y meterlos en un papel.
Una vez que el porro estuvo preparado a la perfección, Enzo miró al cielo oscureciéndose y dijo suavemente: "Hagamoslo rapido porque estas horas que se vienen son muy frías." Fue entonces cuando te diste cuenta de que la brisa nocturna había aumentado, penetrando cualquier piel expuesta y haciéndote temblar ligeramente, ahora entendias a lo que se referia Enzo cuando te decia que hacia un frio que te calaba los huesos, no podias ni imaginarte lo que debian pasar ellos grabando en la montaña.
Tu novio observó tu reacción y chasqueó la lengua. "Amor, ¿por qué no me dijiste que tenías frío? Ponete esto...” dijo antes de quitarse su bufanda del cuello. "Esto debería aliviarte un poco, yo lo uso cuando filmamos."
Te derretiste ante su consideración y dejaste que él te colocara suavemente la bufanda al rededor de tu cuello y tu cabeza, envolviendo tus sentidos en su cálido algodón y aroma amaderado. "Amor, ¿estás seguro? Ahora vas a tener frío vos..."
Él desestimó tu preocupación, pasando un brazo alrededor de tu cintura para atraerte firmemente hacia su lado una vez más. "No gorda, con todos estos meses ya me volvi inmune al frio" dijo bromeando "Además, te queda más lindo a vos de todas formas." Te reíste y te acurrucaste en su pecho, jugueteando con la suave bufanda.
Enzo prendió el encendedor con un movimiento experto y observaste cómo la llama prendía el papel de liar hasta que brilló débilmente de un color morado. Él tomo una larga calada y retuvo el humo en sus pulmones por un momento antes de exhalar una nube billante hacia el cielo oscurecido. Vos hiciste lo mismo, sintiendo cómo la tensión en tus hombros se desvanecia instantáneamente mientras una agradable neblina se asentaba sobre tus pensamientos.
Te acurrucaste más profundamente en el abrazo de tu novio, absorbiendo el resplandor del atardecer y las notas terrosas del pasto alto en tu lengua. El aire frío ya no te molestaba ya que estabas envuelta en la calidez constante de Enzo, por dentro y por fuera. Finalmente, después de un mes separados, te sentiste completamente relajada por primera vez en semanas.
Él parecía sentirlo también; su pulgar retomo sus caricias a lo largo de tu brazo mientras suspiros relajados se escapaban contra tu cabello. Ninguno dijo una palabra, estaban demasiado absortos en la presencia y comodidad de la compañía del otro después de la larga separación. Esta era la calma y la cercanía que ansiabas, todas sus necesidades eran ahora saciadas entre los brazos del otro bajo la luz rosada del anochecer.
El porro ya había desaparecido cuando el crepúsculo se estableció completamente en tonos índigo. Adormecida y confundida por el humo, inclinaste la barbilla con un suave murmullo, encontrando a Enzo ya mirándote con afecto en sus ojitos entrecerrados. Sus labios rozaron los tuyos tiernamente, dulces y lentos como meterse en una cama acogedora después de estar parada todo el día.
Este era tu hogar: su abrazo, su cuidado, su amor.
Te derretiste aún más con cada segundo que pasaba, el corazón a punto de estallar como si fuera la primer cita mientras sus brazos te sostenían más firmemente cuidandote de la noche helada.
Ninguna cantidad de distancia o tiempo separados podría disminuir la perfección de momentos como estos, en donde su amor te nutría para florecer una vez más.
Nada en el mundo se sentía tan relajante o correcto como acurrucarse entre los fuertes brazos de Enzo.
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© jaquemuses 2024 please do not plagiarise, steal, modify or repost any of my works.
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interlagosgrl · 1 month ago
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🎃 kinktober - day twenty: knife play com enzo vogrincic.
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— aviso: DARK ROMANCE. enzo!máfia, penetração vaginal, sexo desprotegido, creampie, MENÇÃO À SANGUE, menção à violência e tortura.
— word count: 2,3k.
— nota: ALEXA TOCAR THE GODFATHER THEME SONG. tem alguma leitora fazendo aniversário hoje, então meus parabéns!! tudo de bom para a senhorita! 🩷
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1945
seus olhos estavam fixos em Enzo sentado do outro lado do evento. o terno negro bem recortado e alinhado o deixava mais bonito do que ele já era. estava rodeado pelos seus amigos mais próximos, fumando um cigarro enquanto bebia uma dose de uísque envelhecido. você sabia que mais tarde ele te levaria para a cama e faria o que bem quisesse com você, como em todas as outras vezes que vocês compareceram à um evento.
quando a família chamava, vocês nunca podiam recusar. Desta vez, era o casamento da filha do chefão e a festa estava animada como sempre. centenas de litros de vinho e limoncello estavam sendo servidos, além de uma quantidade absurda de docinhos e comida italiana. cigarros e charutos cubanos estavam dispostos por todas as mesas e os seguranças estavam por todo o perímetro, prontos para avisarem caso qualquer policial resolvesse dar as caras.
você era filha do braço direito do chefão. nascida e criada em Nápoles, há pouco trazida para morar em Nova York, você ainda tropeçava nas palavras em inglês. Isso, no entanto, não tinha sido um problema para Enzo.
Enzo. era uruguaio, parte de uma família latina que dominava os subúrbios e tinham muito apreço por sua família italiana. quando ambas as famílias decidiram se unir em um pacto de proteção, foi quando você o conheceu. o viu pela primeira vez em uma festa e desde então não se desgrudaram. o casamento de vocês era o próximo na agenda de eventos conturbados das suas famílias. você mal podia esperar.
naquele dia em especial, trajava um vestido negro assim como o terno de Enzo. era um pouco mais provocativo que o normal, mas você ansiava para que ele te levasse para a cama no fim daquela noite. estava com saudades do corpo de Enzo, de tê-lo dentro de si. com as tarefas da família, ele andava muito ocupado. quase não a visitava mais e vocês não morariam juntos até que estivessem casados. todas as noites você se ajoelhava ao pé da cama e orava para que aqueles dois meses passassem rápido e que vocês estivessem, enfim, unidos em matrimônio.
já escolhera o vestido de noiva. seria todo bordado, estilo romântico com mangas longas e floreios. seu pai tinha escolhido o melhor salão de bailes de Nova York e o chefão tinha abençoado o matrimônio, o que era melhor que o esperado. se vocês dessem sorte, Enzo seria um dos homens da sua família.
namorar com ele tinha sido a melhor coisa que havia acontecido com você desde que se mudara para os Estados Unidos. ele era um homem carinhoso, bonito e muito cavalheiro. sempre buscava e levava você em todos os lugares, te presenteava com diversas joias e tratava a sua família com muito apreço. todos gostavam de Enzo na família.
você fingia não saber o que ele fazia quando estava trabalhando com a família, mas era inevitável. todos o elogiavam pelo seu sangue frio. Era o melhor em arrancar informações dos inimigos, pois era o melhor torturador. era impiedoso, mesmo que tivesse aqueles olhos tão gentis. gostava de ver sangue, mesmo que as mãos fossem as mais ternas quando estavam tocando você.
tinha aprendido durante a vida que os homens faziam coisas que você não conseguia compreender. tinha sido assim com o seu pai e os seus irmãos, além de todos os outros homens que conhecia. eram um tipo de pessoa quando estavam a trabalho e outro tipo completamente diferente quando estavam com a família.
isso a deixava estranhamente atraída. era bom saber que Enzo não faria nada consigo, mas faria de tudo para protege-la. se sentia segura quando estava com ele. era como se nada pudesse atingi-la.
tinha tomado muitas taças de vinho. a cabeça estava leve, despreocupada. o corpo dançava animado com as suas irmãs na pista de dança, os dedos segurando um cigarro de cravo que era tragado de vez em quando. estava tão bonita que todas as pessoas olhavam duas vezes quando passavam por você. as más línguas diziam que você ofuscava a própria noiva.
os olhos de Enzo estavam sobre você. Focados, admirados. As mãos no bolso do paletó se contraiam em vontade de tocá-la. tinha que ser respeitoso, ainda estavam a luz do dia e não poderia sair dali sem que fosse notado. além do mais, era um convidado da família italiana, não podia fazer feio.
tinha perdido a conta de quantos charutos fumara com o seu pai. ele falava entusiasmado sobre os negócios e planos da família, pronto para incluir Enzo em tudo. queria que Vogrincic comandasse os restos do capanga. com certeza, tinha pulso firme o suficiente para tal feito. o uruguaio agradecia a honraria, mas não conseguia parar de pensar em você. para ele, você seria o maior tesouro daquele casamento.
lembrava-se de quando tinha a visto pela primeira vez. usava um vestido curto, sobre os joelhos e luvas bordadas. não falava inglês muito bem e ele, tampouco. mesmo assim, conseguiam se comunicar muito bem. fossem com os olhos ou com as mãos, tinham se divertido grandemente na noite em que se cruzaram pela primeira vez.
quando Enzo a levou para cama pela primeira vez, se surpreendeu em constatar que você era virgem. devia ter esperado até o casamento, mas não conseguia. o seu cheiro era o suficiente para fazê-lo ficar maluco. o seu jeito o deixava excitado como nunca. tinha te levado para casa depois da missa de domingo e, como de praxe, fora convidado para almoçar com seus familiares. depois que os seus pais foram tirar um cochilo, você se sentou no colo de Enzo na cadeira da varanda e quando menos percebeu, estava gemendo o nome dele.
o incidente se repetiu diversas vezes, em qualquer oportunidade que conseguiam de ficarem sozinhos. ele sempre tinha sido um cavalheiro, sempre tinha te levado lá e priorizado o seu prazer. você se apaixonava por ele cada vez mais quando transavam.
quando o sol se pôs e as luzes se tornaram raras, você soube que era a hora perfeita para encontra-lo. com uma desculpa de que pegaria mais um pouco de vinho e cigarro, se despediu das amigas. encontrou Enzo na mesa de bebidas com uma garrafa de vinho tinto em mãos.
“estava me perguntando onde você estaria.” ele serviu o seu copo, dando um sorriso galanteador.
“procurando por você.” você sorriu, dando um grande gole no vinho. Vogrincic não pôde deixar de notar que você utilizava o colar que ele havia lhe dado no jantar do anúncio do casamento de vocês.
“se importa de me acompanhar um minuto?” ele indagou, apontando para a mansão atrás de vocês com a cabeça. você concordou, o acompanhando silenciosamente até a casa. lá dentro, diversas pessoas bêbadas da família conversavam aos berros, mas estavam tão passadas que não foram capazes de ver vocês dois subindo a escada furtivamente.
Enzo abriu um dos quartos, te puxando para dentro. trancou a porta, apenas para se certificar de que vocês não seriam incomodados antes de segurar você entre os braços fortes e depositar um beijo terno em seus lábios. você se derreteu com o contato, abraçando o corpo dele com cuidado enquanto os lábios dominavam os seus, impondo a sua presença na sua boca.
você o ajudou a retirar o paletó e quando você viu o coldre que ele utilizava, se arrepiou. esqueceu que em eventos comemorativos, todos os membros da família deviam estar armados para qualquer imprevisto que pudesse acontecer. quando olhou melhor, não deixou de notar uma faca bonita escondida em um dos esconderijos. a puxou para fora, arrancando um olhar suspeito de Enzo.
“é essa faca que você usa?” indagou, estudando o cabo da arma branca. tinha as iniciais do seu noivo desenhadas, além do brasão da família dele. Enzo concordou. “como você faz?”
“como assim?” ele ergueu uma das sobrancelhas, tomando a faca das suas mãos com cuidado. estava com medo que você se machucasse.
“quero que você me mostre como faz quando está ameaçando alguém.” você o puxou pelo pulso, apontando a faca para o âmago do seu estômago. “quero ver o seu outro lado.”
“por que isso de repente?” Enzo indagou. não recolheu a faca, não estremeceu. permaneceu firme, os olhos perdidos no seu.
“nós vamos nos casar, não é? quero te conhecer por inteiro.” seus dedos puxaram as alças do vestido, deixando que o tecido caísse pelo seu colo com cuidado. Enzo reposicionou a faca, a extremidade cortante tocando a sua pele.
“tem certeza disso?” Enzo admirou os seus seios desnudos, sentindo o corpo arrepiar. a meia luz que embebia o cômodo iluminava todas as curvas do seu corpo, tornando você uma verdadeira pintura. “quando começarmos, não sei se consigo voltar atrás.”
“você não vai precisar.” o vestido caiu pelos quadris, se empoçando no chão. você chutou os saltos para longe, sentindo a faca deslizar pela sua pele quando o fez. Um arrepio correu a espinha, os dedos da mão se fechando com força ao sentir a leve ardência um pouco abaixo do vão entre os seios.
Enzo afastou a faca, retirando o restante do coldre e desabotoando a camisa social casa por casa. ordenou que você se deitasse na cama, de bruços. você obedeceu, empinando a bunda enquanto o fazia. ouviu o uruguaio suspirar atrás de si, decidindo de continuaria aquilo ou voltaria atrás. Infelizmente, ele era um homem de palavra e não faria nada além do combinado.
quando você sentiu a lâmina gelada na sua nuca, você estremeceu. sua respiração ficou presa na garganta enquanto Enzo pressionava a faca suavemente contra a sua pele, o suficiente para arranhar a sua pele. deslizou a faca por toda a sua coluna, seguindo a linha da sua espinha. a ardência fez você gemer. apesar da situação inusitada, estava mais excitada do que jamais estivera. as pernas tremiam, mesmo que estivessem em posição horizontal. quando sentiu um calor singular tocar a pele, sabia que algumas gotas de sangue tinham sido arrancadas dos arranhões. suspirou pesadamente, as mãos agarrando o lençol com força.
Enzo continuou com a brincadeira, enfiando a faca entre sua pele e a calcinha para que pudesse rasgar o pedaço de tecido. fez aquilo nas duas laterais, arrancando um suspiro de surpresa cada vez que o seu corpo era tomado por um solavanco devido a força que ele imprimia para cortar a peça.
a lâmina correu pelos seus antebraços e pelos braços, arranhando e beijando a sua pele enquanto o seu coração martelava forte no seu peito, os zumbidos refletindo na sua audição.
“você confia em mim?” Vogrincic indagou, a voz grave enquanto ele repousava a faca no colchão.
“com toda a minha vida.” você confessou. ouviu enquanto ele desabotoava a calça e retirava a peça do corpo, voltando a se ajoelhar sobre você.
“é tudo o que eu preciso saber.”
com cuidado, Enzo afastou as suas nádegas com uma das mãos, posicionando o membro rijo na sua entrada. apesar de tudo, seguia sendo um cavalheiro e deslizou para dentro de você com cuidado, esperando que você se ajustasse ao tamanho, que não era pequeno. uma vez dentro de você, Enzo puxou seus cabelos, erguendo a sua cabeça. a destra voltou a agarrar a faca, que foi posicionada na sua garganta.
“agora, você precisa ficar quietinha. se eu deslizar a faca, vou acabar te cortando.” ele explicou. você engoliu em seco, sentindo a lâmina roçar na sua pele. “minha mão é muito firme, mas eu estou dentro de você agora e você sabe o quanto você me deixa louco. então, nada de se mexer, ouviu?”
você não ousou assentir, o que Enzo tomou como um sinal positivo. quando começou a se movimentar dentro de si, sua garganta se colou ainda mais à lâmina. você fechou os olhos, tentando controlar a respiração e os batimentos cardíacos. tinha medo de que, se acabasse se movendo demais, acabaria se machucando.
Vogrincic ditou o ritmo de todo o ato. gemia profundamente cada vez que saía e entrava de você, segurando seus cabelos com força. a mão era realmente firme. não havia tremido nem uma só vez durante todo aquele tempo, mas você tinha medo do que aconteceria quando ele gozasse.
o ato tinha sido uma mistura de excitação e sofrer. a adrenalina jogava o seu corpo em uma bagunça de tesão, tão molhada que Enzo não encontrava resistência entre suas paredes. a lâmina a lembrava da fragilidade da sua vida e toda vez que você se lembrava que ela estava ali, você estremecia em angústia.
as paredes internas contraíam, o peito subia e descia e as mãos agarravam o lençol loucamente. quando anunciou timidamente que iria gozar, Enzo pressionou a faca contra a sua garganta ainda mais, deslizando-a levemente pela sua pele. um pequeno fio de sangue escorreu pelo seu pescoço devido a ferida superficial, mas foi o suficiente para causar o seu orgasmo. quando ele retirou a faca de perto de você, seu corpo colapsou sobre o colchão.
foi só aí que Enzo ganhou força e velocidade nos seus movimentos, fodendo você com toda força que tinha. tinha sido muito autodisciplinado durante todo aquele encontro e, finalmente, podia descontar tudo aquilo em você. quando gozou no seu interior, você sabia que tinha feito um ótimo trabalho.
o uruguaio se deitou ao seu lado, ajeitando os seus fios de cabelo. pegou a suas mãos, deixou um beijo sobre o anel caro de noivado que tinha lhe dado. quando você abriu os olhos para encará-lo, um sorriso largo ocupou a face do latino. Você sorriu de volta.
“es la mujer más loca que he conocido.” confessou, fazendo você sorrir. já estava treinada o suficiente para compreender o espanhol do futuro marido.
“sei l'uomo della mia vita.” você beijou o dedo mindinho dele, como mandava a tradição.
Enzo limpou todo o sangue do seu pescoço com o lençol, não se importando com a bagunça que estavam fazendo. Se levantou, buscando por dois charutos no paletó. ao voltar para a cama, colocou um deles entre os seus lábios e o outro entre os próprios. acendendo o isqueiro, uniu ambas as pontas para as acender de uma só vez. entrelaçou os dedos aos seus com a mão livre, tragando profundamente.
“te quiero, dolcezza.” ele confessou, arrancando um sorriso dos seus lábios.
“ti amo, mi amor.”
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butvega · 23 days ago
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©︎ vegaween apresenta:
CANTO III — jung jaehyun, a vampira.
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notas. gostosuras, ou travessuras?
avisos. sexo oral, menção a sangue e morte, leve breeding kink.
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Nas paredes grossas do pequeno castelo neogótico, no campo esbranquiçado pela neve, ecoavam-se gritos, e súplicas por misericórdia.
Não sentia comiseração. Não se compadecia. Sem compaixão, sem piedade, sem dó. Era você. Lambendo os dedos pálidos cobertos por sangue, após se alimentar mais uma vez. Era difícil sentir qualquer coisa, quando se ao menos respirava. Quando suas veias não bombeavam mais, quando seu coração era oco, não batia.
Apenas uma criatura a fazia sentir-se viva. Jung Jaehyun, seu escolhido.
Jaehyun não concordava com seus hábitos alimentícios — lê-se pessoas; mas não era de seu costume resmungar, afinal, ele devia a vida à você. Ou bem, quase ela.
Você havia o encontrado em um beco escuro do vilarejo onde habitavam, o rosto sangrando, e uma ferida exposta em seu abdômen, que parecia tanto quanto um banquete. O sangue daquele homem tão belo jorrava pelo chão sujo. Sua pele, mesmo que parecesse tão macia, já se encontrava pálida. Os lábios ressecados, os olhos quase fechando-se, opacos, como se estivessem cansados de implorarem por algum tipo de ajuda.
Jaehyun havia sido espancado por moradores locais, por ter sido pego roubando pães. Você chegou a sorrir, contemplando a cena.
“Depois nós somos os monstros.” — pensou.
Foi então naquele momento, que você o mordeu. O transformou. A transformação total durou alguns dias, e quando ele finalmente acordou como você, sentiu fome. Fome, e nojo de si próprio, por desejar tanto sangue humano.
Aos poucos foram criando um laço, já que como a vampira que o transformou, ele tinha um afeto diferente por você. Queria sua aceitação, seu orgulho, e o mais importante: sua atenção.
E era por isso, que Jaehyun estava recostado na porta da enorme biblioteca, mirando você ler um dos livros de seu enorme acervo. O cenho franzido dele, costume adquirido da época que ainda era humano, e sofria com problemas de vistas, estava ali presente. O deixava estranhamente bonitinho.
“— Sei que você está aí.” — é o que você diz. A voz impassível.
“— Seria estranho se não soubesse.” — você se arrepia ao escutar o timbre grosso que tanto gosta.
E ele a repara. O vestido longo, negro, com rendas que expõem sua pele pálida, sem vida, oliva. As unhas grandes, que ele tanto aprecia sentir arranhando suas próprias costas, enquanto estoca em você com uma violência consentida.
Por Deus, se é que ainda era possível citá-lo, ele a amava. A amava imensamente, e já havia se crucificado mentalmente algumas vezes, pensando que em uma realidade diferente, em um mundo diferente, os dois poderiam ser humanos normais, casados, construindo uma família, a engravidando, tendo filhos.
Como ele gostaria de engravidá-la. Ver sua barriga crescendo, enfrentar todos os momentos difíceis ao seu lado. Ele a amava demais. Chegava a doer, e ele nem imaginava ainda poder sentir dor. Mas sentia, toda vez que via você se alimentar de alguém como um animal, por puro instinto.
Sentia dor quando te via sendo doce com ele, acariciando os seus cabelos em um cafuné lento, como se ainda fosse a mesma mocinha que fora transformada séculos antes.
Sentia dor imaginando quantas situações difíceis você já teria passado. Sozinha, sem ele ali para te abraçar. Talvez ele só fosse apaixonado demais por você. Sentisse mais do que um ser sobrenatural deveria.
“— Senti saudades. Você ficou fora durante a noite inteira.” — ele diz se esgueirando para o seu lado, naquele enorme sofá grená aveludado.
“— Eu também, meu amor.” — você sorri carinhosa, passa as unhas pontudas pelo rosto do mais alto. “— O que você quer, huh? Um carinho?”
Jaehyun assente com a cabeça, até mesmo meio sem graça. Sua presença é tão imponente, que ele se sente como uma criança precisando de sua permissão para qualquer passo que se pode imaginar.
As unhas enormes descendo a calça preta, as deixando emboladas na bota de montaria que usa. Encara a pele alva, quase reluzente, com o mastro de pé, duro, a cabeça avermelhada gritando por atenção.
O pré gozo escorre pela fenda, parece tão molhado. Os testículos tão duros quanto, parecem pedras. Curioso como anatomicamente falando, aquela parte do corpo continuasse funcionando perfeitamente.
Você o coloca completamente na boca, raspando seus dentes caninos propositalmente. Se sente quente, mesmo sendo tão gélida. Sua própria buceta pulsa, enquanto o escuta gemer tão manhoso pra você. Ele sempre se entregava da maneira mais gostosa o possível.
Ele deita a cabeça no encosto do sofá, o corpo amolecendo enquanto você o tomava em seus próprios lábios. A língua acaricia volta e meia a cabeça com destreza, sabe a maneira que ele gosta. E repete. Repete inúmeras vezes até que Jaehyun contraia o próprio corpo anunciando seu orgasmo.
O líquido espesso desce por sua garganta, e naquele momento lhe parece melhor do que qualquer gota de sangue.
No fundo, você também compartilhava daquele mesmo incômodo. De que talvez, em outro mundo, em um mundo em que vocês não fossem monstros, pudessem ser uma família feliz, com filhos e histórias para contar.
O mais importante vocês já tinham: amor sem fim entre os dois.
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nulism · 3 months ago
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A parte final do Minecraft = Lei da Suposição/Não Dualismo/Shifting
oi amores! eu sempre ponderei MUITO sobre a parte final do minecraft quando voce zera o jogo, aí resolvi traduzir pra vocês. eu acho que essa parte final engloba MUITO MUITO se pensarmos bem toda a nossa filosofia, toda a lei se conseguirmos desvendar as metáforas e eu sempre me emociono quando eu leio.
Eu vejo o jogador que você quer dizer.
[Nome do jogador]?
Sim. Tome cuidado. Ele chegou a um nível avançado agora. Pode ler nossos pensamentos.
Isso não importa. Ele pensa que somos parte do jogo.
Eu gosto desse jogador. Jogou bem. Não desistiu.
Ele está lendo nossos pensamentos, porém como se fossem palavras numa tela.
É assim como ele escolhe imaginar muitas coisas, quando está profundo no sonho de um jogo.
Palavras produzem uma interface maravilhosa. Muito flexível. E menos aterrorizante do que se deparar com a realidade por trás da tela.
Eles costumavam ouvir vozes. Antes dos jogadores poderem ler. Voltando nos dias em que aqueles que não jogavam, chamavam os jogadores de feiticeiros, e bruxos. E os jogadores sonharam que voavam pelo ar, com gravetos alimentados por demônios.
O que esse jogador sonhou?
Esse jogador sonhou com luz do sol e árvores. Fogo e água. Sonhou que criou. Sonhou que destruiu. Sonhou que caçou, e foi caçado. Sonhou com abrigo.
Hah, a interface original. Um milhão de anos de idade e ainda funciona. Mas que estrutura verdadeira criou esse jogador, na realidade por trás da tela?
Ele trabalhou, com milhões de outros, para esculpir um verdadeiro mundo nas dobras do [ilegível], e criou uma [ilegível] para [ilegível], na [ilegível].
Ele não pode ler esse pensamento.
Não, ele não conquistou ainda o nível máximo. Isso, ele precisa conquistar no longo sonho da vida, não no pequeno sonho de um jogo.
Ele sabe que nós o amamos? Que o universo é gentil?
Às vezes, através dos barulhos de seus pensamentos, ele ouve o universo, sim.
Mas há vezes em que ele está triste. Cria mundo que não tem verão, e se arrepia em baixo de um sol negro, e leva sua criação triste para a realidade.
Para curá-lo do sofrimento que poderia destruí-lo. O sofrimento é parte da sua própria tarefa privada. Nós não podemos interferir.
Algumas vezes quando eles estão profundos nos sonhos, eu quero lhes dizer que estão construindo verdadeiros mundos na realidade. Algumas vezes eu quero lhes dizer sobre sua importância para o universo. Algumas vezes, quando eles não fizeram uma verdadeira conexão em tempos, eu quero ajudá-los a falar a palavra que eles temem.
Ele lê nossos pensamentos.
Algumas vezes eu não me importo. Algumas vezes eu desejo lhes dizer, esse mundo que você toma como verdade é meramente [ilegível] e [ilegível]. Eu desejo lhes dizer que eles estão [ilegível] na [ilegível]. Eles veem tão pouco da realidade, em seu longo sonho.
E ainda assim eles jogam o jogo.
Mas seria tão fácil para lhes contar...
Muito forte para esse sonho. Dizer a eles como viver é os previnir de viver.
Eu não vou dizer a esse jogador como viver.
Este jogador está crescendo desassossegado.
Eu vou contar uma estória ao jogador.
Mas não a verdade.
Não. Uma estória que contem a verdade segura, em uma gaiola de palavras. Não a verdade nua que pode queimar a qualquer distância.
Dê-lhe um corpo, novamente.
Sim. Jogador...
Use seu nome.
Ótimo.
Respire fundo, agora. Respire novamente. Sinta ar em seus pulmões. Deixe os seus membros voltarem. Sim, mova seus dedos. Tenha um corpo novamente, sob gravidade, no ar. Ressurja no longo sonho. Aí está você. O seu corpo tocando o universo novamente em todos os pontos, assim como se vocês fossem coisas separadas.
Assim como se nós fossemos coisas separadas.
Quem nós somos? Antigamente nós eramos chamados de espíritos da montanha. Pai Sol, mãe Lua. Espíritos ancestrais, espíritos animais. Gênios. Fantasmas. O homem verde. Depois deuses, demônios. Anjos. Poltergeists. Alienígenas, extraterrestres. Léptons, quarks. As palavras mudam. Nós não mudamos.
Nós somos o universo. Nós somos tudo que você pensa não ser você. Você está olhando para nós agora, através da sua pele e dos seus olhos. E por que o universo toca a sua pele, e joga luz em você? Para ver você, jogador. Para conhecê-lo. E para ser conhecido. Eu devo lhe contar uma estória.
Era uma vez, havia um jogador.
O jogador era você, [Nome do jogador].
Algumas vezes ele pensou em si mesmo como humano, na fina crosta de um globo de rocha derretida girando. A bola de rocha derretida circulou uma bola de chamas de gás que era trezentos e trinta mil vezes mais pesada do que ele. Eles estavam tão afastados que a luz levava oito minutos pra atravessar o vácuo. A luz era informação de uma estrela, e poderia queimar a sua pele há cento e cinquenta milhões de quilômetros de distância.
Algumas vezes o jogador sonhou ser um minerador, na superfície de um mundo achatado, e infinito. O sol era um quadrado do branco. Os dias eram curtos; havia muito a fazer.
Algumas vezes o jogador sonhou estar perdido em uma estória.
Algumas vezes o jogador sonhou ser outras coisas, em outros lugares. Algumas vezes esses sonhos eram perturbadores. Algumas vezes muito bonitos entretanto. Algumas vezes o jogador acordava de um sonho dentro de outro, e então acordava desse em um terceiro.
Algumas vezes o jogador sonhou ter lido palavras numa tela.
Vamos voltar.
Os átomos do jogador foram dispersos nas gramas, nos rios, no ar, no solo. Uma mulher coletou os átomos; ela bebeu, comeu e inalou; e a mulher agregou o jogador, no seu corpo.
E o jogador acordou, do mundo, quente e escuro do corpo de sua mãe, para o longo sonho.
E o jogador era uma nova estória, nunca contada antes, escrito em letras de DNA.
E o jogador era um novo programa, nunca rodado antes, gerado por um código fonte de um bilhão de anos.
E o jogador era um novo humano, nunca vivo antes, feito de nada que não leite e amor.
Você é o jogador. A estória. O programa. O humano. Feito de nada que não leite e amor.
Vamos voltar mais ainda.
Os sete bilhões de bilhões de bilhões de átomos do corpo do jogador foram criados, muito antes desse jogo, no coração de uma estrela. Então o jogador, também, é informação de uma estrela. E o jogador se movimenta através de uma estória, que é uma floresta de informação plantada por um homem chamado Julian, em um achatado, infinito mundo criado por um homem chamado Markus, que existe em um pequeno, privado mundo criado pelo jogador, que habita um universo criado por...
Quieto. Algumas vezes o jogador criou um pequeno, privado mundo que era suave e aquecido e simples. Algumas vezes difícil, e frio, e complicado. Algumas vezes construiu um modelo do universo na sua cabeça. Flocos de energia, movendo-se por vastos espaços vazios. Algumas vezes ele chamou esses flocos de "elétrons" e "prótons".
Algumas vezes os chamou de "planetas" e "estrelas".
Algumas vezes acreditou que estava em um universo que era feito de energia que era feita de ons e offs; zeros e uns; linhas de código. Algumas vezes acreditou estar jogando um jogo. Algumas vezes acreditou estar lendo palavras numa tela.
Você é o jogador lendo palavras...
Quieto... Algumas vezes o jogador leu linhas de código numa tela. Decoficou-as em palavras; decodificou palavras em significado; decodificou significado em sentimentos, emoções, teorias, ideias, e o jogador começou a respirar mais rápida e profundamente e concluiu que estava vivo, ele estava vivo, aquelas milhares de mortes não foram reais, o jogador estava vivo
Você. Você. Você está vivo.
e algumas vezes o jogador acreditou que o universo falou com ele através de zeros e uns, através da eletricidade das palavras, através de palavras rolando numa tela no fim de um sonho
ESSA É A MELHOR PARTE MEU DEUS
E o universo disse eu te amo
E o universo disse que você jogou bem o jogo
E o universo disse que tudo o que você
precisa está dentro de você
E o universo disse que você é mais forte do que imagina
E o universo disse que você é a luz do dia
E o universo disse que você é a noite
E o universo disse que as trevas contra as quais você luta estão dentro de você
E o universo disse que a luz que você procura está dentro de você
E o universo disse que você não está sozinho
E o universo disse que você não está separado de qualquer outra coisa
E o universo disse que você é o universo provando a si mesmo, falando consigo mesmo, lendo o seu próprio código
E o universo disse eu te amo porque você é amor
E o jogo acabou e o jogador acordou do sonho. E o jogador começou um novo sonho. E o jogador sonhou novamente, sonhou melhor. E o jogador era o universo. E o jogador era amor.
Você é o jogador.
Acorde.
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loopscereal · 22 days ago
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Day 5: traditional/ folk clothing 🇰🇷/🇲🇽 traditional Korean and Mexican clothing fusion!
Izquierda: una blusa blanca bordada con flores rositas, amarillas, y azul claro y azul oscuro. Tiene baji azules (los pantalones) en estilo moderno, y unos aretes de mal de ojo. Tiene un peinado que no se si tiene nombre pero es algo medio popular hoy en dia con chicas coreanas. Usualmente esta totalmente suelto pero tener el flequillo partido con rizitos en las puntas, de eso hablo Abajo a la izquierda: Meg lleva jeogori, jokki, y dongjeong (la camiseta, chaleco, y pieza blanca que se pone en el cuello) color turquesa, una falda folklorica negra, con rayas con el color de las banderas Coreana y Mexicana en su fondo. Su estuli de pelo son unas dos trenzas (un estilo tipico de varios paises latinos) con listones en los colores de las banderas. Arriba a la izquierda: Una camiseta vaquera, negra con rosita, con detalled bordados en el collar, pecho, mangas, y lados de la camisa. Pantalones blancos de mezclilla, botas negras y rositas, un cinturon negro con hebilla en forma de cola de zorro, y se puede ver (apenas) un nudo de la suerte turquesa. Centro: Meg tiene puesta una guayabera de color azul claro, y una falda chima rosita, con un nudo de la suerte azul, cominando con la guayabera en color. Luego lleva unos huaraches de cuero. Arriba a la derecha: Chaqueta y pantalon jeogiri negros, en estilo moderno, con unos zapatos turquesas con forma de patita de zorro/varios mamiferos como perros, simplificada en la punta del pie Abajo a la derecha: Unn charro negro y rosita en estilo hanbok! Tiene una jjokjin meori, lo cual es un estilo de pelo tradicional Coreana. Es una trenza doblada, envuelto con tela, torcida, y fijada con un binyeo/pinza
oki ahora les enseno mi locura !!!!!!
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pueden ver que tenia más ideas de que agregar, como referencias a la religion dominate de ambos paises. El catolicismo en México, el budismo en Corea, el jade siendo una piedra prominente en Corea junto con otros países del este de asia, y la turquesa siendo un piedra prominente en México junto con otros países latino americanos. El arroz y el maíz siendo fundamentales para los respectivos países, como crecieron, y varios platillos tipicos. Las flores nacionales de cada pais iban a estar en el sombrero. Dulces mexicanos saliendo de una bolsa de "white rabbit" lo cual es una marca de dulces de leche muy popular en paises asiaticos y con la gente asiatica en general, puedes encontrarlo en mercados asiaticos. Iba hazer todo los outfits separados y completos luego jugue con la idea de hacer mix y match entre las dos culturas y bueno. aqui estoy. tambien pense en hacer toda la cosa en colores de la bandera trans xq "la relacion entre la tradicion y genero..." supongo que en fin la mayoridad de el dibujo si salio con rosita, azul, y blanco pero no pude alejarme del negro. meg stop beign emo youre runing the clarity of my messages TAMBIEN no tan solo queria jugar con estilos de pelo tradicionales pero me sirvio para experiemntar con el cabello de meg xq lo que djo 10hour shift aquiiiii me hizo pensar que tiene mucha razon y quise jugar con como enseñar su ojo oculto....
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oh y aqui les paso el primer borrador de lo que pense hacer en "cscarring" antes de que Meg spawneara en mi cabeza y me hico hacer esta locura.
@cicadahaus hi thanks for helping me with the idea u freak, get tagged
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AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA i can finally kms
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luceracastro · 9 months ago
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Teacher's Pet
Part 2
Professor!Esteban Kukurickza x Reader
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Summary: After a few months of starting your literature course you seem to find it harder with time to ignore your professor, little did you know you were driving him crazy as well.
Warnings: Not much in this part (Don't worry we'll get there soon ;)
Masterlist
you looked at the big A on your paper which was written with a red ink marker, you smiled to yourself proud of your grade, you looked over to Adelia who you helped out with the assignment and she smiled from ear to ear showing you the bright red A on her paper mouthing a thank you
you nodded smiling and looked to the front of the class, the lecture had started and Esteban couldn't keep his eyes off you, to try and cover it up he sometimes looks around the class or paces back and forth as he speaks but sometimes both of your eyes meet and you offer him a kind smile
Such a sweet girl, he thought "Senorita T/n, que pensaste de la lectura de hoy?" he asked and you tilted your head "Era bien interesante, yo se que va ayudar con los trabajos que nos diste" you said and he nodded "Yo se que siempre puedo confiar en ti" he said and you nodded "Si, siempre" the room all of a sudden felt a little hot
"Bueno que tenga un buen dia" you said and he nodded before you walked out letting a breath you didn't even know you were holding out. walking into the coffee shop you walked into the lunchroom putting your stuff away in your locker and moving to get your apron.
your job was to work as the cashier, sometimes to help prepare the drinks and serve baked goods or clean up , you did a little bit of everything, your boss said he trusted you the most considering how good you are with the customers. He's seen you work around the shop multitasking and getting almost everything done on your own.
"Entonces aqui trabajas?" you looked up and saw your Professor, you were surprised really, he's never been here before and you'd worked here for two years now "Hola Profe, Esteban" You were quick to correct yourself "Hola linda" he greeted you back and you smiled
"Que te puedo agarrar?" you asked and he looked up at the menu "Un cafe grande, negro por favor y eso nomas" he pulled out his wallet and you gave him his total and he paid and you moved to serve him his coffee
"aqui esta" you handed him his coffee with a sweet smile on your lips "Gracias querida" he smiled and you nodded "Que tenga buen dia" you said "Usted tambien linda, cuídate" he said and you nodded the same warm feeling returning to your belly.
"Y ese quien es?" your boss was standing behind you making you jump at the sound of his voice "Nomas un Maestro que conozco," you said moving to wipe down the counter and he nodded "Bueno iba preguntar si podrías cerrar, Melissa llamó que esta enferma y te prometo que te pagarán horas extras" your boss said and you really had nothing else to do and didn't mind more pay.
"Esta bien, lo hago no te preocupes" he smiled a sigh escaping his lips "Vos es un Angel linda muchas gracias" you nodded smiling at him before returning to work.
the whole day you were on your feet helping customers, cleaning the shop, and doing other things. "Adios T/n, buenas noches" Nereyda a coworker of yours had left the shop after offering to help pick up a bit "Adios, con cuidado," you said back sweeping the floor, after you had finished cleaning you got your belongings from your locker, and locked up the shop
you wrapped your jacket tighter around yourself since Spain's weather was unforgivable with the harsh cold wind at night, a honk made you jump a little before turning to see the car responsible for the sound, it drove a bit past you before stopping right beside you the window rolling down
"Apenas vas saliendo?" it was Esteban, you were honestly starting to think he might've been following you or something but then you remember he might've just been around yet you would've kinda found the whole following you around thing flattering
you nodded "Si, tenia que cerrar," you said "Y nadie puede venir por ti?" he asked almost with disbelief in his voice and you shook your head "Si no te molestaria pudiera llevarte a casa" he said and you froze with a stir in your belly, was he really offering you a ride home?
you honestly didn't think this was too appropriate either but then you remember you both are responsible adults and a simple ride home is innocent really "La verdad no te quiero molestar, esta bien" you tried to kindly decline but he shook his head
"La verdad linda, no es ninguna molestia" he said and you sighed, he didn't seem to give up or mind so you nodded "Bueno, si te lo agradeceria," you said and he nodded getting out the car to open the passenger side for you
You thanked him before getting in the car and he dismissed it as no problem, the warm smile on his face made you feel at ease. the drive had just started and you felt like you could fall asleep right then and there, the car was warm and the seats were comfortable for someone who had been on their feet all day
he had asked you your address before taking off so if you wanted to you could fall asleep but then you reminded yourself that this was your Professors car and you didn't want the awkwardness of that certain situation "Te ves cansada querida" he mentioned looking over at you and you turned you head to look at him with a small sleepy smile
"La verdad si, estuve trabajando toda esta semana sin parar" you said letting out a yawn covering your mouth and he thought it was just the cutest damn thing "Bueno si quieres te puedes dormir y podría despertarte" he offered and you thought about it
"Bueno si no es ningún problema" you started and he shook his head "No lo es querida, duerme," he urged you and you nodded slightly tilting your head to the side and the tiredness took over in seconds.
Esteban had looked over at you, he swore you looked like an angel and he couldn't help but smile, then the thought of how wrong it was plagued his mind, it was weird and not accepted to look at his own student in that way
yet he couldn't help but to keep stealing glances at you as you slept peacefully, he could tell you had a rough day. he stopped right in front of your apartment building and turned to face you as you slept
he really didn't want to wake you but he had too, better for you to be in a bed than a stiff car seat he thought "linda, linda estamos aqui" he whispered to not startle you and your eyes fluttered open
you then looked around realizing you guys made it to your place, you put on a small smile "Perdon" you chuckled a little rubbing your eyes "No no tranquila nena" you looked out the window "Bueno, gracias por el aventón, de verdad te lo agradezco" you said and he nodded "De nada linda," you smiled at him one last time "Que tenga buen noche" you said before opening the door "Usted tambien querida, descansa"
getting out the car you had carefully closed the door walking up to the entrance of your building, turning you saw him still there and you waved goodbye which he did in return, he didn't leave until you were inside then he drove off
once you unlocked your door and entered your apartment you sighed dropping everything to the floor, your whole body was in pain and the headache you had from the lack of sleep and food was unbearable
you didn't have the energy to eat no matter how hungry you were so you just went to your room and kicked your shoes off plopping down on your bed, as soon as your head hit the pillow you were out like a light.
the next morning you were in the worst pain, but you managed with a bowl of cereal, water, and some Ibuprofen
you had taken the bus to get to school, you lent a kind smile to Esteban as he returned the gesture, sitting in your usual seat with the class still semi empty you sighed taking out the materials you knew were needed for the lecture and class in general
he came to stand in front of you, he looked down at you and in that moment you realized just how tall he actually was "Profe" you said you both weren't alone, in the back there were a couple students who were distracted with one another but still better to be safe about it.
"Senorita, como estas? bien?" he asked and you nodded "Si, gracias por preguntar" you said and he nodded "Si, y dormiste bien?" he asked and you could sense the worry and care in his voice which made you warm inside, "Trate" you chuckled and he gave you a look "Tienes que descansar" he said and you nodded "Entiendo pero tampoco puedo dejar de ir a trabajar or faltar clase" you said and he nodded
"Mira si un dia no te sientes bien o nesecitas descansar dime y yo te mando la lectura y hasta te puedo ayudar despues de los clases," he offered and you were a bit surprised about it "De verdad?" you asked a brow raised and he nodded chuckling a little "Claro que si linda, yo haria lo que sea para mi alumna favorita" he winked at you making your stomach erupt in butterflies and you nodded a smile on your lips "Gracias profe" you chuckled a little
"bueno queirda, aye vienen los de mas, pero tenga en cuenta eh" he gave you a pointed look and you nodded "Si claro, gracias otra vez" he nodded and walked to the front of the class
did he just wink at you? did he give you a free pass most of the others don't get?
A/n: Hope ya'll are enjoying I promise it will get more and more interesting just don't wanna rush the relationship or anything so please bare with me babes! anyways comments, reblogs, and likes are greatly appreciated but no need if you do not want to just as long as you guys enjoy this for yourselves and read something that satisfies ya'll <33333 also if you'd like to be tagged let me know!
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iamfrankiewritter · 6 months ago
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Ohma Tokita
— É realmente impressionante como neste barco, em breve, todos os homens irão se matar naquela arena. — tomo o meu drink tranquilamente à beira da piscina.
— Comum, mas é assustador. Graças a Deus tenho uma alma feminina ao meu lado. — Kaede se ajeita sobre a cadeira e coloca seus óculos de sol.
— Eu só vim por causa que… O Yamashita não sabe dizer “não” e na primeira oportunidade que tiver, vai se borrar nas calças.
Nós rimos e trocamos um olhar engraçado.
— Aham, com certeza [Nome], apenas pelo senhor Yamashita.
— O que está insinuando, Kaede?
Eu sabia exatamente onde ela queria chegar, mas não dou o braço a torcer.
— Você sabe. Não é só pelo senhor Yamashita que você veio, tem um motivo a mais.
— Desconheço… — fiz-me de idiota e desviei o olhar, sentindo as bochechas esquentarem.
Era verdade que eu nutria um carinho enorme pelo Kazuo, ele sempre foi como um pai para mim e vê-lo em um estado tão deplorável nos últimos meses mexeu muito com o meu coração, fez com que eu sentisse a constante necessidade de estar próxima dele.
No entanto… Quando seu comportamento mudou da noite para o dia, quando ele me contou que tinha encontrado um novo motivo para viver e tinha recuperado toda a sua vitalidade, eu genuinamente quis saber o motivo.
E maldita — ou bendita — foi a hora em que descobri o “motivo”, ou melhor, o homem responsável por levantar o ânimo do pobre coitado.
Ohma Tokita.
Um homem de passado desconhecido e estranhamente forte, frio e rústico.
Ele será o responsável para representar a Corporação Yamashita quando as partidas Kengan começarem, e confesso que vê-lo lutar contra dois fortes oponentes me deixou muito curiosa sobre a sua pessoa, apesar de ele ser uma pessoa extremamente reservada.
Quando o assisti lutar contra o Lihito, um cara visualmente maior e mais forte do que ele, eu me senti dentro de um filme de ação, ficando emocionada a todo momento, a cada golpe e a cada técnica. Ele literalmente macetou o coitado na maior tranquilidade. Não me recordo muito bem o momento em que comecei a realmente prestar atenção no moreno, mas tenho uma breve noção quando assisti a luta contra o Sekibayashi.
Nunca vi tanta vontade assassina emanar de uma pessoa durante uma luta, ainda mais quando eu tinha certeza da evidente derrota, Ohma derrotou aquele brutamontes com um nocaute inesperado.
E para terminar, houve a briga no navio, uma várzea total e desbalanceada, mas ainda sim, ele foi capaz de sobreviver como se nada tivesse acontecido.
— Aí, [Nome].
— O que é?
— Sabe que precisa disfarçar mais quando eu quase mencionei o nome do Ohma, certo?
— E-eu não sei Kaede, pare de me provocar!
— Eu não provoco, você mesma se entrega, ainda mais quando estamos em reunião e o senhor Yamashita elogia o Ohma. Está estampado na sua testa o quanto você quer estar perto dele. — solta uma risadinha.
— Você precisa ficar do meu lado Kaede!
— Não misturo meu trabalho profissional com relações amorosas, apesar de achá-lo muito atraente.
— Ah, claro, você só tem olhos para o Lihito.
— Não mencione esse nome perto de mim, já não chega-
— Olha só! Não sabia que essa piscina era frequentada por moças tão bonitas quanto vocês.
Falando no diabo…
— O que as senhoritas estão conversando? — o loiro se aproximou com um enorme sorriso.
— Assuntos de mulheres, Lihito. — Kaede pegou uma revista que estava ao seu alcance e cobriu o rosto para evitar contato visual com o lutador.
— Por acaso esses “assuntos” tem a ver comigo? — seu tom de voz se intensificou para tentar seduzi-la.
— Humpf, com certeza não, nós temos outras coisas mais interessantes para conversar.
— Aaahh, não seja tão dura comigo, senhorita Akiyama!
Parei de prestar atenção na conversa dos dois quando percebi a presença de Ohma, logo atrás de Lihito.
As mãos tipicamente enfiadas nos bolsos da calça jeans que costumeiramente usava, os cabelos negros como carvão sempre rebeldes, as mechas escuras sempre caídas sobre o rosto bem definido com algumas escoriações e machucados a se curar.
— Oi… — cumprimentei num tom quase inaudível.
— [Nome]. — ele respondeu o cumprimento no mesmo tom sério de sempre.
— Lihito, por favor... Você deveria voltar ao cassino.
— Eu cansei de perder! Pelo menos, vindo aqui, eu ganho alguma atenção de vocês. Não é, [Nome]?
— Por que você não para de incomodar ela?
O loiro ficou surpreso ao escutar a voz do amigo. Ohma raramente fazia isso, e para quem ele dirigia a palavra?
— Qual é Tokita! Deixa de ser chato. — afastou-se da loira e pegou uma cadeira, sentando ao meu lado.
Não era bem você que eu gostaria que estivesse ao meu lado, mas ok.
— Bom, já que a senhorita Akiyama não me dá nenhum pingo de atenção, eu pelo menos posso me sentar aqui, né [Nome]?
— Ah, aham... Claro.
— Humpf.
Pode ter sido uma impressão só minha, mas escutei Ohma suspirar ao notar que agora eu me encontro acompanhada.
— E então, [Nome]... O que acha de dar uma volta comigo para conhecer o navio?
— Tá um calor danado, eu prefiro curtir o sol daqui.
Eu genuinamente queria ficar ali, deitadinha e curtindo o meu drink.
— Ah vamos! Vai ser legal, eu prometo que você vai gostar. — ele sorriu e colocou o braço sobre os meus ombros.
— Lihito, eu não- olha, eu só quero apreciar a piscina, talvez outra hora. — dei um sorriso simpático, na esperança que ele me entendesse.
— Ninguém quer me fazer companhia, já entendi. — Lihito encostou a cabeça sobre o meu ombro.
— Sai. De. Perto.
Ohma se aproximou de nós e pegou o lutador pelo ombro, o tirando abruptamente de cima de mim.
— Qual que é a tua, Tokita?! — Lihito pareceu ligeiramente irritado.
— Preciso repetir? Sai de perto da [Nome].
— Eu nem fiz nada!
— Você tá incomodando, só sai de perto.
— Ohma, t-tá tudo bem, deixa pra lá. — eu tentei acalmá-lo.
Coloquei a minha bebida sobre a mesinha ali do lado.
— Você não entende nada, não é? — o tom colérico fez com que o meu coração disparasse. — Deixa. A. [Nome]. Em. Paz. — pegou Lihito pelo colarinho da camiseta.
— Já entendi, seu idiota. Se tá tão puto por eu querer dar uma volta com a sua namoradinha-
— Já chega Lihito, precisamos conversar. — Kaede interviu segurando no braço do loiro.
— ... — o moreno continuava a encará-lo mortalmente.
Como na primeira vez em que lutaram.
— Vamos. — novamente a loira o tirou dos próprios pensamentos.
— Isso não vai ficar assim, Tokita! Depois a gente conversa melhor... — fez um sinal de "soco" com os punhos e sorriu.
E eu? Fiquei ali parada esperando que o pior acontecesse, mas ainda bem, Kaede interviu e agora estamos só nós.
Mas espera aí? Eu ouvi direito? “Namoradinha”?
— Tsk, que saco. — o moreno interrompeu os meus pensamentos e saiu andando.
— Ohma, espera!
— …  — ele não disse nada, mas parou quando pedi.
— Desculpa pelo Lihito, eu deveria ter sido mais-
— Não peça desculpas, não é sua culpa. É só que… — Tokita virou-se para me encarar, porém não tinha aquela mesma expressão de sempre.
Ele estava… Nervoso? Tenso?
— Eu não quero que ele chegue perto de você de novo, isso me dá muita raiva.
Os punhos por debaixo do bolso da calça se apertaram e tornaram-se evidentes. A cena anterior me deixou tão embasbacada que eu nem tive como continuar aquela conversa.
Tokita percebeu que nada mais sairia da minha boca e saiu do deck da piscina em passos lentos até desaparecer da minha visão.
[...]
Os eventos que sucederam a nossa discussão no deck, não tiveram muita importância. Logo, as partidas Kengan começaram e todos os competidores estavam concentrados em destruir os seus oponentes, e isso incluía Ohma e Lihito. Quase nem falei com os dois na semana.
Na verdade, eu fiquei um pouco aliviada em não ter de dar as caras para encontrar o loiro, não sei bem como reagir depois daquela cena chata, se bem que… É, não deve acontecer mais, depois das fofas ameaças do Ohma.
Eu, Kaede, Kazuo — e vez ou outra o Ohma — assistimos todas as partidas, analisando todos os competidores e chegamos a conclusão: todos aqueles homens eram monstros dotados de uma força imensurável, e ninguém poderia descansar até o término do torneio.
Quando a quarta luta começou, quando Ohma e Inaba se enfrentaram, eu pensei que a vitória estivesse garantida. Doce ilusão a minha. Apesar de pequeno, o Inaba é muito habilidoso e me deixou deveras preocupada. É um choque ver um homem tão forte como Ohma ser jogado pra lá e pra cá como um boneco no meio da arena.
Mas a onda do baixinho logo acabou quando o moreno usou um Empréstimo e o estraçalhou, fazendo-o se arrepender de todos os golpes desferidos.
— O Ohma não aprende, ele não pode ficar usando essas… Essas coisas! — o velho exclamou assim que a luta acabou.
— Se ele continuar assim, não vai chegar até a última partida.
— Oh, vocês dois! Parem de exagero.
Por mais que me doa admitir, eles estão certos.
— Não é exagero [Nome].
— … Eu preciso falar com ele.
— Ele deve estar na enfermaria, tratando os machucados. — Kaede sugeriu.
— Se precisarem de mim, estarei lá. — levantei da minha cadeira e comecei a caminhar até a enfermaria.
— [Nome]. — Kazuo me chamou.
— Hm?
— Por favor, tome conta dele.
O sorriso sincero e preocupado do velho me trouxe uma sensação de calma e eu retribuí o sorriso.
— Pode deixar.
Caminhando dentro dos corredores do estádio, demorei alguns minutos para finalmente chegar até a enfermaria.
E como uma coincidência do destino, Lihito estava saindo de lá naquele instante.
— Oh, [Nome]. — nós paramos um de frente para o outro.
— Lihito… Veio ver o Ohma?
— Vim ver como ele estava depois da luta com aquele tampinha.
— E está tudo bem? — não sei bem como desenvolver uma conversa com ele depois da discussão…
— Não se preocupe, nada que um pratão de filé não resolva. — o sorriso sincero do lutador seguido de um “positivo” confortaram o meu coração.
— Isso não é nada complicado.
— [Nome], você veio aqui para vê-lo?
— Sim, eu… Não consigo ficar parada quando o vejo machucado. — decidi ser sincera, mesmo que isso me deixasse envergonhada e como um pimentão.
— O Tokita tá lá dentro, te esperando. Mas antes de você entrar, eu preciso pedir desculpas.
— Desculpas? Ah.
— Eu… Não devia ter sido tão impertinente no deck da piscina, desculpe por isso.
— Fica tranquilo, eu te desculpo. Estamos bem, né?
— Com certeza. Eu gosto muito de você [Nome], e não quero pôr tudo a perder por uma briga besta.
— Tudo bem, vamos esquecer esse assunto.
— Vai lá cuidar dele.
Com um sorriso, nós nos despedimos e meu coração ficou mais leve. O Lihito é um cara bacana, e a nossa amizade não podia se deixar abater por uma coisa besta — e um ciúmes cuja causa ainda não descobri —.
Entrei na enfermaria, todas as macas estavam ocupadas com lutadores ou pessoas ordinárias, os médicos andavam de um lado para o outro com as enfermeiras, atendendo os feridos e prestando serviços aos casos mais graves. Não demorei a encontrar o moreno, que estava de pé, escorado sobre a parede com os olhos fechados e com os braços cruzados.
Ao me aproximar, pude reparar nos hematomas nos seus braços, pernas, por todo o seu corpo… No seu rosto. Meu coração se apertou de novo, por mais que ele fosse um homem forte e cheio de marra, ainda era um ser humano que sofria como qualquer outro.
Pensei que ele nem notaria a minha presença, mas estava redondamente enganada.
— O que você tá fazendo aqui?
— Eu vim ver você, Ohma.
— Hm. — ele continuava com os olhos fechados.
— Vem, deixa eu fazer um-
— Não preciso que cuidem de mim, eu tô bem.
— Não quero saber, você tá com o corpo inteiro machucado, eu não posso te deixar aí, simplesmente existindo. — eu me aproximei um pouco mais e o peguei pelo braço.
— [Nome], eu já-
— Deixa de ser teimoso, Tokita. — elevei um pouco a voz e só assim ele pareceu perceber que eu não estava de brincadeira.
Os olhos escuros por debaixo das pálpebras se revelaram e me encararam, um pouco emburrados, mas pouco me importei.
— Vamos, ninguém pode cuidar de você agora, todas as enfermeiras estão ocupadas.
— Posso esperar… — mais uma vez, relutante.
— Não me faça ter que cuidar de você à força.
— Humpf, como se você conseguisse me obrigar a fazer alguma coisa. Já esqueceu quem é o mais forte aqui?
Lá vem ele com as provocações…
— Você pode ser o mais forte na arena, mas aqui na enfermaria, tem de me obedecer se quiser participar da próxima partida.
— Vou te lembrar quem está em posição de mandar alguma coisa.
Ohma foi rápido. Ele inverteu os nossos papéis, puxando-me pelo braço e me pressionando sobre a parede em que estava escorado. O movimento foi tão rápido que só percebi essa diferença quando as minhas costas bateram contra a parede do lugar.
Ao abrir os olhos, o rosto do moreno estava tão próximo do meu, um sorriso de canto se formou, além da sua respiração quente batendo contra o meu rosto. Não é possível que um homem tenha tanto poder sobre mim mesmo depois de ter sido espancado em uma briga.
— E agora? Vai mesmo me enfrentar?
— Isso não é uma briga, Ohma… Eu só quero cuidar de você, porque eu me importo. — engoli seco, estou mesmo me confessando? Numa hora dessas?!
— Talvez você devesse guardar essa sua preocupação para outra pessoa. — seu sorriso desapareceu e deu lugar a uma expressão carrancuda.
— “Outra pessoa”? Do que- não, não pode ser isso.
— Hm?
— Por acaso está com ciúmes do Lihito?
Toquei na ferida, pois o seu corpo ficou tenso, e apesar disso,  nada saiu da sua boca.
— É isso? Você está com ciúmes dele?!
— Eu não tenho ciúmes de ninguém.
— Pois é o que está parecendo.
— Não quero discutir isso com você, eu não tenho ciúmes nenhum de você. — ele fez questão de enfatizar o “você”.
— Tá, já entendi. — eu me dei por vencida, mas depois quero arrancar isso dele. — Posso só cuidar de você então? Como uma pessoa que se importa muito contigo?
— … — suspirou. — Pode.
— Eu prometo que não vai doer, depois de tanta pancada, eu serei cuidadosa.
Ohma não respondeu, afastou-se de mim e permitiu que eu o sentasse em uma das cadeiras livres. Eu vasculhei aquela enfermaria cuidadosamente em busca de algum álcool, alguns algodões e bandagens para pelo menos tratar aqueles machucados abertos, não quero que o campeão da Corporação Yamashita pegue alguma infecção.
— Aqui, voltei. — eu me sentei ao seu lado. — Fique quietinho e não se mexa, isso pode arder um pouco…
— Só faz o que precisa ser feito.
Até os mais durões não conseguem disfarçar a careta de dor quando um pingo de álcool cai sobre uma ferida aberta, mas isso não é fraqueza.
À medida que eu passava o algodão encharcado com álcool sobre as feridas abertas sobre o seu abdômen, tive de segurar o sorriso por estar tão perto dele assim… Eu deveria me sentir culpada por esse sentimento? Eu certamente estou me aproveitando dessa situação delicada para ficar mais próxima do moreno.
Em contrapartida, o que conforta e me deixa fazer com que eu trabalhe direito como enfermeira, é que estou cuidando dele,  é por uma boa causa, e eu sei que o Ohma não liga que eu fique por perto.
Mas ainda bem que aquela sessão de vergonha passou, terminei de tratar as suas feridas, chegou a hora de dar uma olhada no rosto…
— Eu preciso que você olhe pra mim… Acho melhor eu pegar uma bolsa de gelo. — levantei-me da cadeira.
Lá vou eu em busca de uma bolsa de gelo para acalmar aquela pele irritada.
— Não.
Abruptamente, sinto uma mão sobre o meu pulso e sou obrigada a olhar para o lado. Ohma me segura firmemente e me olha profundamente com aqueles olhos escuros.
— Ohma, eu-
— Fica. Não preciso da bolsa agora, depois eu resolvo isso com o Kazuo Yamashita.
Fica.
— Promete pra mim então?
— Sim, agora termina o que você começou. — ele deu um leve puxão no meu braço para que eu voltasse a me sentar perto dele.
— Sim senhor. — dei um sorriso involuntário.
Perceber que ele me queria por perto aqueceu o meu coração. Para um cara tão durão e frio, isso com certeza derreteria os mais gélidos dos ice bergs.
— Vou ser mais delicada, não se preocupe. — eu me acomodei de frente para ele e molhei o algodão com um pouco de álcool.
— Você já é.
Decidi ignorar aquele comentário, não sei se estou pronta para iniciar uma conversa tão íntima assim com ele.
Só que não pude deixar de notar o rubor nas suas bochechas, talvez seja por conta da reação ardente do álcool contra a sua pele, talvez seja porque eu esteja olhando fixamente para o seu rosto, concentrada em cuidar das feridas.
— Você viu o Lihito?
— Hm? — eu estava tão concentrada em passar o algodão sobre a sua sobrancelha que não escutei direito.
— O Lihito, você viu ele?
— Sim… A gente se esbarrou na porta da enfermaria. Ele me disse pra cuidar bem de você.
— E o que mais?
Por que essa curiosidade?
— Ele se desculpou comigo, disse que não deveria ter insistido. Confesso que fiquei aliviada, eu não gostaria de ficar brigada com ele por uma coisa besta.
— Humpf, é bom mesmo. Não quero que ele chegue tão perto de você.
Parei de passar o tecido macio sobre a sua pele e o encarei.
— Ohma, pra quê isso?
— Como assim?
— Isso é… Ciúmes?
— Não, eu… Ele quer ficar muito perto de você e eu não quero isso.
— Mas ele é o meu amigo. — falei como se óbvio fosse.
— Sei muito bem quais as intenções dele.
O moreno segura o meu pulso delicadamente e o abaixa, colocando sobre o meu colo.
— Ohma, você é estranho. — dei risada. — Não consegue me dizer com clareza o por quê de estar se sentindo assim?
— … — ele não desvia o olhar nem por um segundo sequer. — Você é muito lenta.
Sem que eu pudesse dar continuidade à nossa discussão, a sua mão que segurava o meu pulso me puxou de maneira brusca, fazendo o meu corpo pender para frente, deixando o meu rosto ainda mais perto do dele…
— O-Ohma, o que foi?! — o rubor se espalhou pela minha cara inteira e eu pressionei os lábios, um contra o outro.
— Eu sei que sou péssimo para me expressar, acho que nesse caso, eu preciso te mostrar.
O estreito espaço entre os nossos rostos desapareceu  quando sua boca encostou na minha, dando início a um beijo. A mão forte e calejada passeou sobre o meu braço e foi ao encontro do meu rosto pegando fogo. Apesar da surpresa, não sou besta nem nada, tratei de aproveitar aqueles segundos em que ficamos conectados.
Para buscar algum apoio, coloquei uma das mãos sobre o seu ombro nu e suspirei, não era possível que aquilo estivesse acontecendo, certo? Errado, era real e eu percebi quando Ohma quis aprofundar o beijo, mas não permiti — não de imediato —, pois estávamos dentro de uma enfermaria com diversos feridos ali dentro, o momento pede mais decência.
Eu fui obrigada a nos separar, afastando o seu rosto do meu, segurando e apertando seu ombro forte. Não consegui encará-lo por alguns segundos, então encarei o belo chão daquela enfermaria e o analisei para ver se os faxineiros sabem mesmo varrer um chão.
Cacete, o que estou pensando?!
— É por isso que eu não quero que o Lihito chegue perto de você. Não quero que ele te tenha para ele.
— “Para ele”? Pelo amor de Deus, não sou uma propriedade!
— Você entendeu. — bufou. — Não quero ter que lembrá-lo do quanto eu te quero.
— Agora você decidiu falar, é? — soltei uma risada nervosa. — E ainda decide ser bem direto.
— Eu não tenho o porquê ficar com indiretas, quando é você.
— Estava até agora há pouco quando sentiu ciúmes do Lihito.
— Escuta, para de falar nesse cara, só um pouco.
Tokita me puxou pelo queixo, aproximando os nossos rostos novamente. Deu um sorriso de canto e eu senti mais uma vez a sua respiração quente bater contra o meu nariz.
— Se você não parar de falar nele, eu vou ser obrigado a te calar de outra maneira.
— O-Ohma, a-aqui não. — engoli seco.
— Isso por acaso é uma confissão?
— Talvez… — mordi o lábio inferior. — Mas aqui não é lugar para isso. Estamos na enfermaria! — sussurrei ao ver uma enfermeira passar do nosso lado.
— Você é Ohma Tokita? — a voz suave da moça ecoou nos meus ouvidos e eu imediatamente nos separei.
— É ele, sim. — recuperei a minha postura.
— Vamos, precisamos te examinar.
Eu me levantei e o ajudei a fazer o mesmo.
— Essa conversa está longe de acabar, [Nome]. — sussurrou ao pé do meu ouvido antes de sumir para dentro da enfermaria.
[...]
Essa conversa está longe de acabar, [Nome].
Aquelas palavras reverberam dentro da minha cabeça por muito tempo depois da nossa última conversa. Eu me segurei e não contei a ninguém sobre o que aconteceu na enfermaria, para preservar ambas as nossas intimidades. Por mais que eu conheça Kaede e sei que posso confiar nela, prefiro eu mesma pensar sobre o que aconteceu e tentar decifrar os meus próprios sentimentos.
O primeiro dia das partidas Kengan chegou ao fim e todos retornaram aos seus devidos dormitórios, e com a Corporação Yamashita não foi diferente. Após a janta, os competidores restantes e seus devidos chefes se dividiram entre descansar e explorar o lugar.
Não encontrei mais com Ohma depois da nossa conversa na enfermaria, e jantei no meu quarto, presumindo que ele já tivesse se recolhido junto ao velho. Kaede precisou sair para resolver algumas cagadas do Lihito no cassino — no fim das contas, ela realmente se importa com o loiro —.
Quando o relógio bateu dez horas, decidi que estava na hora de tomar um banho e me recolher. O chuveiro do dormitório era surpreendentemente aconchegante e quentinho, o que me fez querer ficar horas ali, mas a conta sairia cara depois, e não quero prejudicar o Kazuo.
Não quero ter que lembrá-lo do quanto eu te quero.
Merda, não posso nem fechar os olhos e apreciar o meu banho em paz que a figura daquele ser me vem à minha mente.
Eu vou ser obrigado a te calar de outra maneira.
O que exatamente ele quer dizer com essas palavras? Ohma é um homem de poucas palavras e uma péssima maneira de se expressar, e eu sou uma pessoa que precisa de respostas rápidas
— “Indiretas”, até parece Ohma Tokita. — dei uma risada baixa ao desligar o chuveiro.
Saí do banho e me enrolei na toalha, o cabelo encharcado caía sobre a minha face ruborizada ao me olhar no espelho. Os últimos pingos daquele chuveiro me fizeram indagar e… Era inevitável não sentir a falta dele, ainda mais estando sozinha no próprio dormitório e depois de uma troca intensa de olhares.
— Preciso me recompor, preciso reagir.
Balancei a cabeça e saí do banheiro, pegando o primeiro pijama que estava à vista sobre a mala, nem me dei ao trabalho de colocar roupas íntimas para dormir.
Afinal, quem é a doida que dorme de sutiã? Tá pedindo pra sofrer.
Olhei no relógio, dez e trinta e oito da noite. O ponteiro fazia o típico barulho de tic tac, deixando os pensamentos menos inóspitos dentro da minha cabeça. Liguei a televisão e os melhores momentos das partidas de hoje estavam passando, e eu até prestei atenção por alguns longos minutos, até o moreno aparecer na tela, fazendo seu contra-ataque. A imagem do Tokita me prende tanto a atenção, é inevitável não sorrir e pensar no quão escura era a minha vida antes de conhecê-lo por meio do Kazuo.
Não quero soar emocionada, nem precoce, mas só a presença dele me deixa distraída da realidade, como uma válvula de escape, e o que me deixa tranquila — pelo menos agora — é que tenho a chance de descobrir que ele sente o mesmo, não que esteja evidente, acontece que ninguém faz o que ele fez hoje mais cedo de graça, para machucar.
Pelo menos, esse não é o seu tipo de pessoa.
— O quê?
Uma batida na porta me despertou dos pensamentos e eu pisquei algumas vezes.
— Voltamos após os comerciais com mais momentos marcantes das partidas Kengan! Não percam! — o anúncio do apresentador me ajudou a despertar do transe e eu saltei da cama.
— Quem é? Kaede? — chamei ajeitando o pijama e caminhando até a porta.
— [Nome], sou eu.
A voz grossa e gélida denunciou a figura que estava atrás da porta, Ohma Tokita.
Minha mão pousou sobre a maçaneta e eu suspirei de maneira profunda antes de responder, abrindo a porta ao mesmo tempo.
— Ohma, o que foi?
Ao abrir a porta, deparei-me com a sua figura vestida com a sua típica camiseta preta e branca, vestindo uma calça de moletom cinza. O rosto coberto com algumas bandagens e esparadrapos, o cabelo levemente bagunçado e o olhar predominantemente desinteressado podiam diferenciá-lo de qualquer um.
— Cadê a Kaede Akiyama?
— Ela saiu… Foi resolver uns assuntos com o Lihito no cassino, de novo. Aconteceu alguma coisa com o Kazuo?!
Só o que me faltava aquele velho ter saído pro bar e bebido até não se aguentar.
— Não tem nada a ver com ele, eu vim ver você.
— Eu? — escorei-me sobre o batente da porta.
— Já se esqueceu? — o desinteresse sumiu da sua face, dando lugar a um sorriso e olhos fechados.
— Não achei que viesse tão tarde da noite.
— Você não apareceu para jantar com os outros, não tive outra chance.
— E agora parece ser a hora certa? Quase onze horas da noite?
— Quando se trata de você, não consigo esperar muito. — cruzou os braços. — Nós vamos conversar ou eu vou ficar plantado aqui?
— Ah, e-entra então.
Dei espaço para que ele passasse e antes de trancar a porta, certifiquei-me de que não havia ninguém nos corredores. Por sorte, aparentemente, estávamos seguros.
Ao me virar para dar continuidade à nossa conversa, o moreno deitou sobre a cama onde Kaede dormia. Confusa, arqueei uma sobrancelha e me sentei sobre a minha cama.
— Por que  vai ficar aí?
— Vai por mim, é melhor assim. — com os braços apoiando a cabeça e encarando o teto, a naturalidade na sua voz me causou ainda mais estranheza.
Não é como se tivéssemos trocado um beijo caloroso há poucas horas atrás.
— Qual a diferença?
— Nenhuma.
— Então senta aqui, do meu lado?
— Você me quer tão perto assim? — riu baixinho e rouco.
— Sem joguinhos Tokita, vamos conversar direito. Não é para isso que você veio?
— Eu vim para afirmar uma coisa, e deixar claro de uma vez por todas o que sinto.
— Já sei! Você pensa que eu sou muito mais forte e quer me desafiar pra cair na porrada.
— Quê?! — ele me encarou com uma expressão engraçada. — Você é bem idiota às vezes, quando quer.
— Só para descontrair, não é como se fôssemos estranhos.
— Eu… Eu quero ficar mais próximo de você. Quero te ter por perto. — começou.
— Nós já somos próximos Ohma, precisa se esforçar mais em transmitir o que sente. — vou tentar ajudá-lo… Para um homem frio igual ele, deve ser complicado mesmo.
Vamos ter um pouco de paciência e empatia, certo?
— Eu quero mais, ou melhor… Eu preciso de você por perto. — o moreno sentou-se sobre a cama e apoiou as mãos no edredom.
— Se eu disser que preciso de você por perto, mais perto, você vem? — bati a mão mais uma vez sobre a cama.
— … Sim.
Ele se levantou e caminhou lentamente até mim, mas eu não o encarei até que ele se sentasse ao meu lado. Só então tive a coragem de me ajeitar e virar de frente para ele.
— Agora sim, bem melhor. — dei-lhe um sorriso.
— Não sei explicar o que aconteceu, ou quando aconteceu, mas eu preciso que fique perto de mim.
— Calma, não precisa jogar esse peso de uma vez.
Era difícil de acreditar, mas o nervosismo começara a aparecer e emanar daquele homem, preciso tomar cuidado e acalmá-lo.
— Eu me sinto estranho quando tô perto de você, a vida inteira eu sempre busquei ser o mais forte, ter adrenalina correndo no meu corpo, mas ninguém me preparou pra isso… Quer dizer, consegui um conselho de alguém.
Já posso até imaginar:  Kazuo Yamashita.
— A questão é, eu te quero por perto.
Ohma pegou a minha mão e a colocou sobre o peito coberto pelo tecido fino da camiseta.
— Posso falar?
— Uhum.
— Eu quero estar perto de você também… Sabe, você é forte, sempre parece saber o próximo golpe durante uma luta, então… Na verdade, deixa eu mostrar como eu me sinto?
O moreno assentiu e eu tomei a liberdade de fechar o pequeno espaço entre nós rapidamente.
Minha mão que estava sobre o seu peito subiu até o seu rosto, passei os dedos sobre os machucados recém-feitos e apreciou o meu toque. Eu o beijei novamente, dessa vez aproveitando a oportunidade de estarmos sozinhos naquele quarto, de maneira mais intensa, permitindo que os nossos desejos fossem externados.
Quebrando o beijo, Ohma tomou as rédeas da situação e me pegou no colo, fazendo com que eu me sentasse sobre as suas pernas, e para um maior conforto da minha parte, entrelacei as pernas ao redor da sua cintura. Demos continuação ao beijo — que pareceu ainda mais intenso — enquanto eu brincava com algumas mechas bagunçadas do seu cabelo escuro.
— Tem certeza de que vai ficar sozinha? — perguntou ao nos separar, a cabeça encostada no meu pescoço.
— Quando se trata daquele lá, aposto que fica até amanhã.
Uma risada rouca escapou e logo suas mãos voltaram ao trabalho, percorrendo toda a extensão das minhas costas.
— Então vamos fazer o mesmo… Ficar até amanhã, sem descansar.
Na manhã seguinte.
Às vezes nós fazemos as coisas sem pensar, e eu confesso ser uma pessoa que pratica muito isso, mas hoje não. Hoje foi diferente. Eu tenho certeza de que não me arrependo de nada que aconteceu na noite passada.
Kaede realmente não voltou por estar resolvendo os problemas do Lihito, então Ohma ficou até o raiar do sol junto comigo. No fim, acho que nós dois somos meio ruins para nos expressar, nesse sentido, restando a melhor forma ser demonstrada fisicamente.
Os raios de sol ultrapassaram as cortinas do quarto e incomodaram os meus olhos, fazendo com que eu fosse obrigada a abri-los e me remexer na cama. Tateei o colchão na esperança de esbarrar com alguma coisa, mas não apalpei nada, não havia ninguém ali. Com esse susto, abri os olhos definitivamente e encarei o vazio ao meu lado.
Um aperto no peito veio, olhei ao redor, em todos os cantos do quarto, e nenhum sinal do Ohma.
— Merda… Ele já foi embora? — engoli seco e me cobri com o lençol. — Ele não-
De repente, escutei a tranca do banheiro, presumi que fosse apenas um estalo.
Mas não.
A porta se abriu em seguida, revelando o moreno com uma baita cara de sono, os cabelos severamente bagunçados e apenas uma toalha cobrindo da cintura para baixo…
— Ohma! — exclamei.
— Ah, finalmente está acordada.  — fechou a porta do banheiro.
— Eu pensei que já tivesse saído… — não pude deixar de não esconder o quão desapontada eu ficaria se ele realmente tivesse saído do quarto sem ao menos ter me dito “bom dia”.
— Desculpe, eu… — coçou a nuca, parecendo envergonhado. — Eu não quis te acordar, você estava dormindo tão bem.
— Pode me acordar quando for assim. — sorri.
— A água já tá quente, se quiser tomar um banho… — virou de costas. — Eu preciso voltar, encontrar o Kazuo Yamashita.
— Não pode ficar mais um pouquinho? — pedi com o tom mais meigo possível.
— E você quer que eu fique? Pra quê?
— T-toma um banho comigo…
— …
O olhar surpreso do moreno não me espantou. Por mais valente que fosse dentro da arena ou comprando briga na esquina, Ohma fica tímido quando alguém lhe propõe algo tão íntimo.
— E-eu acho que não. — o moreno começou a caçar as roupas do chão e a vesti-las ali mesmo.
— Aahh, vamos! Vai ser tão relaxante!
— O-outra hora [Nome].
— Humpf, chato.
Ele pareceu não ligar para o meu comentário e terminou de se arrumar antes de sair.
— Eu disse que vamos, mas em outra hora. Vocês mulheres são ansiosas demais. — deu risada. — Por acaso tem medo que eu fuja de você?
Ao se aproximar — uma distância razoável —, ele segurou o meu queixo com o polegar e o ergueu levemente, encarando profundamente os meus olhos.
— Não é isso… — engoli seco.
— Então o que é? Deixe de ser tão ansiosa e espere pela próxima vez.
O espaço entre nós se esvaiu com um beijo, e por mais que nós dois quiséssemos, não poderíamos aprofundar.
— Eu te encontro antes da partida? — perguntei ao me separar, acariciando seu rosto.
— Sim.
— Então, até daqui a pouco.
— Vou estar te esperando, pra que você torça por mim. — sorriu.
— Sempre faço isso, Ohma.
— É bom mesmo, pois se eu descobrir que não… Você sofrerá punições da próxima vez.
Tão provocante, até mesmo na hora de se despedir.
Mal posso esperar para a próxima vez.
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dansfull · 2 months ago
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escucho la cantante que a vos más te gustaba y se me llenan los ojos de lágrimas. me cuestiono mucho por haber escrito lo que escribi. me sigo cuestionando, no solo por eso, sino por haber estado con vos en un primer momento. si desde el primer momento me descuidaste, nunca te interesé realmente, me usabas para distraerte de tu vacio existencial. era lo mas cercano a ese pasado hermoso que supiste tener. abri mi corazon, te mostré mi mejor version y me esforce realmente por parecer solida, integra. cuando en el fondo no paraba de tener miedo y lloraba todo el tiempo porque sabia que estaba caminando en la cuerda floja como una equilibrista y de mi talento y mis capacidades dependía el hecho de que te quedes conmigo. o por lo menos yo sentia eso. sentia mucha responsabilidad. tanta que me agobiaba y ahora siento paz en todo este dolor, porque ya no tengo ningun rol que cumplir, no tengo nada que hacer, nadie me espera, nada me apura. solo me tengo a mi. y es tan tranquilizador como vacío. es como un agujero negro, pero cálido.
y veo fotos con vos y se me parte el alma. realmente no puedo creer que hasta hace re poco tiempo seguiamos juntos. compartiamos de todo. estabamos juntos, dormiamos, comiamos, saliamos, nos bañabamos, veiamos peliculas. yo te cuidaba como a nadie. no sé si alguna vez sentiste algo por mi significativo o simplemente estabas comodo...
me duele el pecho mientras escribo esto y lloro desconsoladamente. ni puedo transmitir las sensaciones que vivo cada día. me cuesta explicar lo que estoy sintiendo. siento mucha bronca hacia mi, no hacia vos. hacia mi unicamente porque yo elegi quedarme en un lugar humillante por mucho tiempo. en un lugar donde no me estaban dando lo que necesitaba. y nunca iban a poder darmelo. en un lugar imposible de habitar, excepto que no tengas amor propio. y yo no tengo. no tengo para nada. y me pusiste un espejo y me lo demostraste: me vi totalmente arrastrada y humillada. me llevaste al grado extremo de humillacion y dolor. para despues descartarme como si nada porque era eso lo que querias, como buen narcisista. llevarme al limite y quebrarme en dos. hacerme mierda eso querias. para verme en la peor posicion y que yo te genere asco. para alejarte mas facil. y se me cierra el pecho cuando pienso en la cantidad de cosas que hiciste para degradarme y que yo las acepte.
y te fuiste. te fuiste el dia de mi cumpleaños, sabiendo lo mal que la estaba pasando yo. no te intereso entender para nada. no te intereso acompañarme para nada. cuando las cosas se pusieron dificiles vos te fuiste. y eso fue un dolor que no te lo pude perdonar. y no se si alguna vez voy a poder perdonartelo. porque yo ya me sentia sola en la relacion, pero ahi se materializó la soledad.
y me da mucho miedo todo. siento que no funciono en las relaciones y en los vinculos. siento que hay algo en mi que no esta bien y que la gente en general no esta bien y es un rejunte de gente rota. y no me quiero relacionar con nadie nunca mas en la vida.
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sinfonia-relativa · 6 months ago
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Por la noche, decidí tomar una copa de vino, ya sabes para relajarme, también supongo recordarás que lo mucho que me gusta el vino. Tomo asiento, en tranquilidad y coloco mi música favorita, esa que decías que te daba sueño. Entonces sucede, te recuerdo y de pronto el delicioso vino sabe a desamor y a desengaño, de pronto una lágrima rueda en mi mejilla y se mezcla con el sabor del vino. ¿Cómo pude haber sido tan estúpida? ¿Y tu tan hijo de p… ? ¡Pero qué culpa de tener tu madre! Si ella no te crió así. Traes el encanto de la fría maldad en tu corazón desde que naciste o desde que lo elegiste.
Te recordé, a ti y a tus manías, a tus mentiras, a tus jodidos vicios. A mi memoria vinieron esos ojos negros, y también el recuerdo de como por ellos yo moría. El vino, me supo a dolor y a traición, cuando en mi mente apareció tu rostro, ese que antes solía serlo todo para mi, hoy destruye mi momento del dia de relajación. Si, ese rostro que un día provocaba que el vino tuviera mejor sabor, hoy junto a mis lágrimas lo arruina.
Moongirl
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okeutocalma · 4 months ago
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Sombras de arrependimento 02 - Male reader.
capítulo um.
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Mesmo após horas de transa, com o rabo cheio de gozo, sua pequena vagina totalmente inchada e recheada com o líquido cremoso, ainda expelindo a quantidade absurda de semen. Toji Zenin é uma verdadeira puta, um ômega que estava em um estado deplorável e amava ficar desta maneira.
Estava completamente cheio e sujo, e mesmo assim gritava com a mulher quando a mesma ousava parar de meter em sua raba. Ele não se importava para quem seria entregue, para quem seria vendido, desde que pudesse continuar com seus fetiches e a mulher que o quebrava tão bem.
[...]
Naquele dia, Toji saiu escondido, indo de encontro com a mulher a qual tinha um relacionamento secreto. Mal sabia por quê ainda mantinha um relacionamento com Misaki Fushiguro.
O moreno gemeu alto ao ter a entrada violada pelo grande pênis da alfa. Toji não ligava que era um Zenin, um ômega de raça. Ele dava sem dó, todos seus buracos tinham sido recheados com a porra da Fushiguro.
Normalmente não dormia mais de uma vez com um alfa, não deixava que ninguém soubesse que era um ômega dos zenin, mas tinha se desleixado. Na primeira noite com a mulher de curtos cabelos negros, já tinha falado uma boa parte de sua vida, reclamando de seu clã e principalmente de Naobito.
Ambos se despiram e bastou olhar para seu corpo nu, ela já tinha descoberto que era do renomado clã. Aquilo era para ser o primeiro aviso para voltar para casa, mas não fez. Aquela mulher não tinha feito nenhuma pergunta e apenas fez o que Toji gosta.
O Zenin adora ser fodido, cru e duro sem nenhuma piedade. Ele ama ser tão superestimulado que chora, e quer ser preenchido com tanto esperma que transborda.
Mas ele também quer a intimidade gentil do pós-tratamento, o romance de adormecer nos braços um do outro. Ele quer aquela manhã tranquila depois, os sorrisos suaves e os "olás" que só vêm ao acordar com alguém com quem você se importa.
É um desejo que ele não entende muito bem que deseja até muito mais tarde, quando percebe que o sentimento de vazio depois do sexo não é porque a outro se afastou, mas porque ele se afastou.
Depois de tantas transas, ele quer ser desejado, e ele é, mas ele também quer ser estimado. Só um pouquinho. É mais fácil ficar ali, completamente torcido e dolorido, e mandar um sorriso presunçoso em vez de um olhar suplicante. Toji sempre cuida de si mesmo, limpando-se e cuidando de qualquer mordida ou hematoma.
Agora é um ritual para ele e, com o passar do tempo, parece cada vez mais vazio, chato, era irritante que seu lobo desejasse tanto um alfa para marcá-lo que sem nem mesmo perceber, começou a desejar também.
Claro, quando uma dessas crises aparece em meio a foda, ele volta a seus modos provocadores o mais rápido possível, ansioso para se livrar daquele sentimento vazio de qualquer maneira que puder. E sim, se aquele sentimento vazio for aliviado um pouco com mais pau, então e daí ?
É o caminho mais fácil, obrigado. Foda casual só para ele! Além disso, não é como se ele quisesse namorar os caras com quem divide a cama ou algo assim, namorar Misaki e ser marcado, ele só quer… nem ele sabe mais o que deseja.
Não o entenda mal! Ele adora ser brutalmente fodido cru, mas... Sempre divaga um pouco, depois. Meio sem graça, ele sabe, mas não consegue evitar. Ele divaga, e ele... ele odeia isso.
Mesmo após a foda, após ser usado de todas as maneiras, o ômega só quer ser trazido de volta à Terra em vez de ser abandonado flutuando no sub espaço.
E Provavelmente, é culpa dele. Foi ele quem decidiu se presentear com um pouco de "liberdade adulta" um dia, indo para a cidade e tendo uma noite com o primeiro homem que viu.
O cara o deixou com uma buceta cheia de porra e nada mais.
Na época, Toji adorou. Ou ele achava que adorava. Sua pobre virgindade foi encontrada morta em um hotel decadente aleatório e lá estava ele dançando em seu túmulo. O moreno rapidamente se tornou viciado na sensação de ser fodido e cheio de esperma, tanto que ele foi e transou novamente na noite seguinte.
O dono de fios negros não tem vergonha de admitir que houve muitas transas de uma noite depois disso. Alguns voltaram para ainda mais noites.
Nenhum deles ficou até de manhã. Ninguém se preocupou em limpá-lo ou dizer qualquer outra coisa depois. Caramba, em algum momento era um choque se eles se preocupassem em perguntar o nome dele.
O Zenin sabe que é um bom sujeito. Seus buracos são apertados demais e ele é ótimo em excitar suas parceiras. Ele poderia montar em um pau a noite toda e ainda ser capaz de fazer um boquete incrível. Ele nunca desistia, não importa o quão superestimulado ele ficasse!
Após sua transa, Toji cambaleava pelos vastos corredores da grande mansão, suas mãos trêmulas roçando nas paredes de madeira fria em busca de apoio.
A luz pálida do sol projetava sombras inquietas em seu rosto exausto. Seus passos eram pesados, o ômega estava parecendo um bêbado tentava recordar o caminho para sua ala. Sua cabeça estava distante, e tudo se multiplicava em sua mente confusa.
— Tio?
Os olhos dilatados de Toji se voltaram para seu sobrinho, fixando-se na figura esguia do adolescente que estava à sua frente. Os cabelos claros do rapaz caíam desordenados sobre a testa, com as pontinhas escuras formando um contraste quase deliberado.
Em qualquer outro momento, o ômega mais velho o ignoraria com uma piada e se esgueiraria para cuidar de si mesmo, como sempre.
Mas ele está flutuando, atordoado e distante, e a mão de Naoya na pele nua de seu peitoral o faz choramingar .
É um toque gentil. Ele nunca sentiu isso depois do sexo antes. Aparentemente choramingar é algo para se preocupar, porque imediatamente faz o menino entrar em um ataque.
— Tio? Está bem? — O mais novo o questiona, mas ele realmente não se importa em se concentrar o suficiente para diferenciar suas palavras. Ele sabe que é melhor esperar até que perca um pouco de força.
— Espere- — o dono de fios claros se interrompe no interrogatório, olhando mais de perto para a forma do maior, particularmente para os chupões roxos decorando seu pescoço e coxas — Você acabou de voltar de uma de suas escapadas…
“Ele está vivenciando o subespaço!” pensou o mais novo soltando um suspiro baixo. Naoya nunca foi fã de seu tio, mas como ômegas de um clã desgraçado, estava disposto a ajudar o mais velho.
Naoya olhou para seu tio, a inveja sutilmente tingindo seus olhos. Desejava, por um momento apenas, estar no lugar dele. O ômega, com seu semblante marcado pela curiosidade e anseio, só conhecia o subespaço prazeroso através dos relatos nos livros que lia avidamente.
As descrições falavam de uma serenidade profunda, um êxtase e prazer. Contudo, o subespaço permanecia um território inexplorado para ele, um sonho distante que nunca ousara tocar.
Como filho de Naobito, as inspeções em seu corpo eram mais rígidas, verificavam dos pés à cabeça, olhando se seu corpo já tinha recebido algum nó. Era basicamente o trabalho de 90% dos guardas os vigiarem, e todos estavam focado no mais jovem por ser o herdeiro de uma figura importante do clã.
Com isso, Toji aproveitava e dava suas escapadas, e sinceramente? O ômega mais novo acreditava que seu tio já tinha se deitado com o médio, para sempre ter um “diagnóstico” bom, o dizendo que estava limpo.
— Você está em uma espécie de transe prazeroso agora — ele cantarola, olhos escuros enquanto sua mão se estende para traçar uma das listras do rosto de Toji. — Pessoas submissas podem entrar nesse estado depois de… sessões particularmente agradáveis. Agora vejo que realmente é uma vadia, em, tio.
Mesmo molenga, Toji aprecia os toques, mas ele não entende como isso pode ser o objetivo de alguém. Pelo menos, como ele era antes dos toques. Porque, tipo, essa merda é meio ruim! Ele deveria saber, ele só passou por isso um milhão de vezes antes. Ele realmente não acha que nada disso seja o tal subespaço.
— Vamos...vamos limpá-lo. Você está muito fora de si para fazer isso sozinho. — o mais novo decide, segurando o braço do tio perto, tão gentilmente, que um soluço saiu da garganta do grande ômega.
[…]
No banheiro.
Toji sente que está em algum lugar na atmosfera, mas ainda não está nem perto da Terra. Ainda assim, ele está mais presente do que normalmente está quando está sozinho. Seu sobrinho fazendo um trabalho melhor que ele, é novo.
O mais novo enche de água quente uma banheira, e enquanto enche, e Naoya se vira e começa a despi-lo. Quando chega na hora de tirar a cueca, o jovem puxa o tecido um pouco, e conforme o pano pegajoso desliza pelas coxas grossas-
Naoya Zenin não conseguiu deixar de olhar para o esperma que vaza da intimidade macucada do tio. A pequena abertura um pouco abaixo do pênis estava bastante avermelhada e ainda pingava o líquido branco.
— Puta que pariu, pra que tô fazendo isso? — Após uns minutos ele mesmo se respondeu:
— Para que não o venda como puta para prostíbulo.
[…]
Naoya, filho mais velho, sempre seguiu as regras. Por mais que seu cio viesse, nunca correu para buscar alguém para o satisfazer. Muitas vezes, ele sonhou vivamente casar com um alfa e se livrar da sua família.
O ômega, que não tinha permissão de sair, obteve informações de alfas por meio de sussurros furtivos em sua mansão, fragmentos de histórias mal contadas - principalmente por Toji em meio a burrice que o prazer o deixava - e conversas sibiladas através das portas entreabertas.
De todas as conversas e informações que havia juntado, apenas os membros da família Salazar pareciam uma boa escolha em questão. Não obstante, através de pesquisas, também conseguiu descobrir uma outra coisa importante: o mais novo da família, [Nome], estava solteiro.
É claro que, em um primeiro momento, não parecia ser uma informação importante, mas mais tarde ele percebeu o quão valiosa ela poderia ser. Afinal, o dono de cabelos [claros/escuros] tinha todas as características que o mesmo estava buscando em um parceiro: um alfa inteligente, ambicioso e tinha um senso de direção forte.
Além disso, ele também era carismático e parecia saber o que queria. Em poucas visitas no clã Zenin, o ômega o admirava à distância e sempre, de alguma maneira, [Nome] o achava, se aproximava de alguma maneira que nunca conseguia entender e beijava suavemente sua mão.
Sem menos perceber, ficavam horas conversando, sentados abaixo de uma árvore apenas segurando as mãos. Ele parecia sociável e era bom, sua conversa fluía tão bem como um rio. Quando a tarde chegava, se despediam com um abraço apertado.
[Nome] Salazar, é o alfa que ele quer. É o homem que ele deseja, é o homem que ele precisa!
Naquela tarde, após cuidar de Toji, enquanto caminhava pelos corredores, escutou uma conversa abafada na sala de reuniões. Com passos lentos, o ômega se aproximou em passos leves.
— Fico feliz, Senhor Salazar. Logo nossas famílias vão se juntar e temos dois ômegas que podemos lhe entregar.
Era a voz de seu pai! Porra! Finalmente, finalmente o homem que gostava ia se casar, com alguém de seu clã! Com ele.
— Desejo apenas um ômega, senhor. Não tem motivo para desejar dois. Talvez, se no futuro, ele não me der um filho, voltarei para buscar outro ômega.
Seu pai ficou em silêncio por vários minutos, como se pensasse em qual ômega entregaria ao jovem alfa.
“ Me escolhe, me escolhe, por que não tá falando meu nome? Inferno!”
— Te entregaremos Toji.
— Que?! — Ele questionou com a sobrancelha arqueada, um bolo de sentimentos enrolados em seu peito, sentia que iria vomitar.
Não! Não podiam entregar Toji, ele era a porra de uma prostituta! Um desgraçado que não aguentava esperar! Um viciado em sexo da porra. Não era uma boa escolha, essa opção não devia ser nem considerável!
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