#Cuentos Cortos
Explore tagged Tumblr posts
mariaescribe · 5 months ago
Text
Lo simple
Busco la simpleza ahora. Me atrae la calma y lo bello de lo simple. Incluso ahora cuando escribo. Quiero liberarme de pretensiones, de palabras grandes y elaboradas. Siempre traté de incluirlas en lo que escribía y al leerlas, quedaba expuesta su falsedad. No hay palabra más honesta, más verdadera, que aquella que surge del destello en la mente y lentamente se va convirtiendo en voz.
25 notes · View notes
elquecuentacuentos · 7 months ago
Text
Carta al pequeño Yo
30 de abril de 2024.
Hola. Qué tal. Te escribo desde el futuro. Quizás te resulte extraño, pues creo que nunca hemos hablado anteriormente. Comenzaré diciéndote que te quiero mucho y un consejo: si está carta llega a tiempo, no juegues con las luces de bengala sobre los arreglos navideños. Evitaremos incendiar la sala.
Y bueno, ¿qué te puedo decir? la vida en el futuro no es como la imaginamos. ¿Recuerdas que queríamos ser paleontólogos? Bueno, lamento decirte que no lo logramos. Pero no te preocupes. No fue tu culpa. Fue cosa de alguien más, pero no lo culpamos ya. ¡Pero oye, nos siguen gustando los dinosaurios! Hasta nos tatuamos uno. Sí, tenemos tatuajes. ¿Quién lo diría, no? aun le tenemos miedo a las agujas y al mar, pero nos tatuamos y podemos entrar a una alberca. Pero sobre el tatuaje... por supuesto que papá se molestó. Pero fue por unos días. ¿Duele? Claro. Pero te voy a contar algo: duelen más otras cosas. Bueno, resulta que nos dedicamos a otra cosa. No dejes de dibujar, nos servirá. Resulta que estudiaste Comunicación. Así es. Tú, el niño más introvertido de la escuela. El miedo a hablar en público desaparecerá casi por completo e incluso llegarás a ser algo popular en radio.
Nos siguen gustando los comics, los superhéroes y los dibujos animados. ¡Incluso ahora es sexy! Jajaja. Bueno, creo que aún no sabes lo que eso significa. Pero es bueno, créeme. Y no te preocupes, crecerás. Ya no serás el primero en la fila. Oh, también vas a usar anteojos. Resulta que el no ver bien el pizarrón desde atrás del salón no era tan normal como pensábamos. Te darás cuenta en secundaria. Pero está bien. Te ves bien. Resulta que llegan a ser parte de tu imagen.
Te contaré que papá y mamá están bien. A papá le diagnosticaron Diabetes hace poco y ya te imaginarán con su temperamento cómo lo tomó. A veces la relación con él es difícil. Pero como tú lo ves ahora, sigue siendo un buen padre. Vas a adquirir su responsabilidad; en el trabajo y las relaciones con otras personas. De mamá copiarás su paciencia y y bondad... Tienes su cabello, de hecho. Resulta que tu cabello lacio desaparece en algún momento que no puedo ubicar bien. Con nuestros hermanos hay una relación preciosa. Oh, sí: hermanos. van a llegar otros dos. Serán tu adoración y harás todo por ellos como hermano mayor. Claro que eso hará que se te dificulte pedir ayuda a veces, pero te voy a decir algo: encontrar tu propósito en la vida ayudando a otros será un parteaguas en nuestra vida. Tendrás muchos amigos y ellos te mostrarán una imagen de Dios diferente a la equivocada que tienen todos. No juzgues a estos últimos. Muchos amigos van a ir y venir, pero realmente nunca estarás solo aunque a veces lo sientas así.
¿Recuerdas el día que comenzaste a leer El Zarco de Ignacio Manuel Altamirano? Pues bueno, resulta que es el nacimiento de un gran lector. Y posteriormente vas a escribir. ¡Sí, vas a escribir! Esas faltas de ortografía van a desaparecer y vas a despertar sentimientos tremendos en la gente que desee leerte. Vas a tener libros favoritos, autores favoritos... y qué crees... más tatuajes sobre lo que vas a leer. Jajaja. Quiero que sigas jugando fútbol, en algún momento lo dejaremos, pero lo habremos disfrutado. Ahora comemos cebolla, pero no lo lograremos con el brócoli.
En el amor... bueno... sinceramente no nos va bien. No voy a mentirte. Te enamorarás un par de ocasiones. Pero las cosas no salen tan bien, ¡Pero espera! Te juro que no es tu culpa. Quiero pedirte una disculpa enorme, Pequeño. Sinceramente no mereces todo lo que te pasará. Dabas mucho y merecías mucho, pero no podemos controlar todo. Te lo prometo: no será tu culpa. A veces... la gente solamente es como es. Lo entenderás tarde, pero te viene una lección muy fuerte e importante. Pero no te preocupes, ahí estaré. Sobreviviremos aunque primero sentiremos morir. Quiero que sepas que incluso yo llegaré a fallarte. Habrán tiempos oscuros en los que ni siquiera nosotros nos queremos. Pero en esos momentos, aunque no lo parezca, habrá gente a la que le importas muchos. Quiero que esto no te afecte, pero es una batalla por venir y sucederá.
Lo siento mucho, pequeño, de verdad. Quisiera decirte que todo estará bien, pero la vida no es así. No hay un mundo color de rosa ahí afuera. De hecho es un pantano oscuro y lleno de miedos. Pero lo harás bien. En este punto quiero ponerme muy serio contigo. Quiero que estés preparado. Un día, ya mayor y luego de vivir cosas que destrozarían a cualquiera, un doctor te dirá que un par de bichos llamados Depresión y Ansiedad están dentro de ti. No son bichos como la gripe o los que hacen que te duela la panza, pero son muy peligrosos. Quiero que seas valiente y los enfrentes. Si los conoces bien y los aceptas te dejarán vivir. A veces actuarán mal y te dirán cosas horribles. Quiero que cuando los escuches en tu cabeza murmurándote que los que te rodean y tú estarían mejor si estuvieras muerto los ignores. Quiero que seas fuerte y no los dejes ganar esa batalla. Incluso ahora sigo en la lucha con ellos y es la gente que está a mi lado quien me ayuda en la lucha, pero necesito que te prepares... al final es una lucha que tenemos que enfrentar tú y yo.
Bueno. Tengo que irme, pero quisiera estar más en contacto contigo. Eres algo bueno en mi vida, sabes. Verte en mi mente escuchando música y leyendo cómics boca abajo en nuestra habitación (incluso recordando el olor del papel y la tinta), haciendo dinosaurios con plastilina, dibujando nuestros animes favoritos o comiendo a la mesa con la familia, me hace sonreír. A veces pienso mucho en si estarías orgulloso de lo que logré. Si no estarás triste por la vida que nos conseguí y los errores que cometí. Sólo espero que de ser así, me perdones. Hago lo mejor que puedo, te lo juro. Por último quiero darte las gracias. Eres un gran niño. Ser el mejor de tu clase es un gran logro y te felicito por ello.
Sigue adelante, Pequeño. Mereces más cosas buenas de lo que crees.
Con cariño, tu Yo del futuro.
17 notes · View notes
esfeminidades · 1 year ago
Text
Reían
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Reían
Como si nada existiera.
Sabían que cada analogía el otro lo entendería.
Que su mundo se convertía en un universo a medida que contaban sus historias.
¿Cuando el tiempo se iba a detener?
Eso no importa
Puedes culpar al vino, a la noche, a la música o a las velas que decoraban el encuentro.
Pero en ese mundo de risas solo ellos sabían que el tiempo y el espacio por fin dejaban de existir. Que en medio de tantas risas era un sueño lo que vivían.
--
📸Pexels
21 notes · View notes
mariamanuelaae · 4 days ago
Text
Post Data:
Yo no te amo, ni te amé, ni pretendí hacerlo.
Amistad, compañerismo y colaboración literaria era todo lo ofrecido de mí para ti.
Tuve la claridad desde el primer verso que leí. Supe quién eras, en todo momento, incluso cuando pensabas que podías ocultarte detrás de tus palabras.
Fuiste un espejo más que intentó reflejarme, pero tus bordes eran demasiado pequeños, delgados, como para contener a quien soy.
Entendí tu juego antes de que tú mismo lo comprendieras, y aunque tus palabras creían tocar el alma, solo rozaban la superficie de mi pensar. A mi alma nunca la tocaste, por más que te quisieras engañar.
Creaste para mí un espacio en el que tú no cabías, y al descubrirlo, elegiste juzgarme para no enfrentar lo que temías en ti mismo.
Me mediste, me pesaste y, al final, me apartaste porque sabías que no podías competir con la verdad de quien soy. No fui yo quien falló; fuiste tú quien no estuvo a la altura de la situación.
No te busco, porque no hay nada que encontrar. No me pesa tu ausencia, porque nunca estuviste presente en realidad. Eres una inspiración pasajera, una historia que no tendrá continuación.
Ahora, soy yo quien cierro este fragmento de mi libro con su punto y su final. En el que tú quedarás solo como un personaje que creyó ser más de lo que podía ofrecer de verdad.
Que el pequeño mundo que elegiste te brinde la paz que necesitas, aunque nunca sea lo suficientemente amplio para contener lo que soy.
Tumblr media
2 notes · View notes
pensador-en-tiempo · 1 month ago
Text
¿Se te perdió algo?
Hoy desperté con mucha prisa, tengo miles cosas que hacer. Todos los días trato de no pensar en lo que fue ayer, o de lo que será mañana. Pero, hoy tengo que llenar la despensa, pensar en qué comeré durante los siguientes días y saber lo que hace falta en casa. Una lista interminable de pendientes y las presiones de mi rutina diaria me atormentan.
Hace días que decidí dejar de hacer cosas por bien mío. Ya no frecuentó tanto mis redes sociales, he dejado poco tiempo para ver películas y el ocio, me he disciplinado a ver solo un capítulo de la serie que me tiene entretenido para cuando tengo el tiempo para comer. Antes sentia que tenía menos tiempo, me daba cuenta que hacia menos cosas. Hace días que no he visto mi cuarto desorganizado ni la ropa regada por doquier. Hace días que mi patio tiene nuevas flores y los arbolitos están cuidados. Mañana hay que arreglar la avería del baño, parece que tiene goteras la regadera y el goteo hace mucho ruido que me está despertando por las noches.
Bueno, estoy manejando rumbo al trabajo, pero, acuérdate que al rato hay que llevar a papá al médico. Más adelante tendrás que pasar por mamá a la casa y luego, quedaron de ir a comer juntos. Bueno, de paso también se unen dos hermanos y llevamos el carro lleno. Total, ya tenemos planes para hoy. Todavía sigues en el tráfico, y aquel cabron que no quiere ceder ni un poco el paso, y ese otro que nomás no se sabe quedar en el mismo carril. ¡Carajo, todos tenemos prisa! ¡No eres el único!
Ya, por fin se movió, pero, ¿en qué estaba? ¡Claro! Hace tiempo que tengo dinero en la cuenta y eso que no estoy cerca de la quincena. Seguro estoy dejando un apartado para la deuda y futuro mantenimiento al auto, pero, espera... Antes gastabas mucho más, ¿Que está pasando? Pues si, ya no sales con tus amigos, hace tiempo que no sabes de ellos, ni siquiera recuerdo cuando fue la última vez que nos reunimos y por qué no fui esa vez que me estuvieron marcando al celular infinidad de veces. Tal vez porque estaba ocupado con este trabajo que me acaba todo el día, o tal vez, también fue porque saliendo del trabajo ya tenía pensado ir a ver a esa persona.
¡Ay! ¿Cómo pude olvidar a esta persona? Hace días que no le he mandado un mensaje, pero, acordamos en nada, realmente yo ya esperaba que eso pasaría entre nosotros. Simplemente no buscaba lo que yo pensé, ni estábamos buscando el mismo camino por andar. Estábamos por la calle, el restaurante, el bar, cantamos las mismas canciones; esos duetos que salieron de la nada y se convertían en momentos únicos. Recuerdo cuando me aventaba a ir a verla y planificaba todo y cada uno de esos minutos que quería compartirlo a su lado. Hasta que dos veces me canceló, días antes o cuando simplemente al salir no salió. Pero, un momento... Ya recuerdo que tampoco hice eso que en aquella charla pudimos planear. Ir al bosque y acampar, antes de dormir concluir con historias de terror, donde seguramente yo iba a ser el más espantado y me sugestionaria a tal grado de que no estar tranquilo hasta llegara el amanecer.
Pero, ¿Que está pasando? Sus mensajes no son frecuentes, aunque dijo que estaríamos en contacto. No, ya voy recordando que yo iniciaba las conversaciones. Era tan cretina su personalidad que no podía mandarme un "hola" o unos "buenos días" sin esperarlo primero de mí. ¡Pero que va, eso así lo quisiste! Aunque por días deseabas que eso cambiará, tal vez, algún día se despertaría primero que tú y te mandaría ese mensaje... Total, eso nunca paso.
Entonces, ¿Qué pasó? Pues nada, ya parece que la lluvia se la llevó, así como aquellos horribles calores y el sol intenso que trae el verano. Por cierto, mis días favoritos llegaron en el mes de octubre, pero están pasando tan rápidos que parecen que se están esfumando tal cual este último cigarrillo que acabo de encender. Qué te puedo decir, otra vez es de noche y bajo la luna, solo aprecio su hermosura y este cielo inmenso.
¿Estoy con la luna o la luna está conmigo? Si ella hablara me recordaría aquello que hoy me cansé de recordar. Tal vez me daría consejos que seguramente no entendería. Esta roca enorme sabe cuántas noches me la he pasado madrugando, andando de aquí a allá. Me ha visto crecer y también me ha visto caer. Pero, ¡Qué más da! Una vez más parece que se está refugiando, marcando el tiempo que una vez se fue de mis manos. Quizá será también el momento en que yo vaya a descansar. Pero, ¡Que va, ya mero es la hora de irse a trabajar! Bueno, ya habrá otra noche para conversar. O bueno, ¿Quién sabe? Tal vez esto podría ser "el último rato sin sueño"...
-Pensdor en el tiempo-
4 notes · View notes
laescritoranocturna · 6 months ago
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
18/05/2024
Día de estar en casita, escuchar música y leer. Inicié lectura nueva con "Los que son azules" . Llevo leídos 2 relatos y me está sorprendiendo mucho.
Si no conocen a LAGOS, háganse un favor y vayan a escucharlos. Sacaron nuevo álbum, y no puedo estar más enamorada de él 😍. Espero se me haga verlos en agosto. Crucen deditos 🤞
Terminé mi día cenando taquitos de pastor y viendo documentales con mi novio (primero el de Barney y luego el de Nickelodeon)
-laescritoranocturna
2 notes · View notes
palabrasdesdebabel · 11 months ago
Text
Arepo, su templo, y su sacerdotisa.
Este cuento corto en tres partes tiene su origen en el blog writing-prompt-s («sugerencias de escritura») en Tumblr. En este lugar cualquier usuario puede escribir la continuación de un cuento corto (u otro tipo de texto) a partir de una de las sugerencias que se publican a diario.
La historia de Arepo se volvió viral casi inmediatamente después de su publicación en enero de 2018, y ha estado circulando por redes sociales desde entonces.
Yo he compartido esta historia a menudo con mis amistades angloparlantes, y la he descrito con todo detalle a mis allegados que no leen inglés. Por fin he decidido poner manos a la obra y traducirlo para que todos puedan disfrutar de esta pequenna obra de arte.
Notas del traductor: He obtenido permiso explícito de todos los autores originales que han contribuido a este cuento. Menciono a cada uno de los autores al inicio de su correspondiente parte. Para realizar la traducción de este texto he utilizado un motor de traducción automática, cuyo resultado he revisado personalmente para asegurar la consistencia y calidad.
Sugerencia inicial en [writing-prompt-s]
Los templos se construyen para los dioses. Sabiendo esto, un granjero construye un pequeño templo para ver qué clase de dios aparece.
Primera parte, por [sadoeuphemist]
Arepo construyó un templo en su campo, algo humilde, algunas piedras amontonadas para formar un mojón, y dos días después se mudó un dios.
«Espero que seas un dios de la cosecha», dijo Arepo, erigió un altar y quemó dos tallos de trigo. «Sería bueno. ¿Sabes?» Miró la ceniza esparcida sobre la piedra, las rocas todas torcidas, tosió y se rascó la cabeza. «Sé que no es mucho», dijo, con el sombrero de paja en las manos. «Pero… haré lo que pueda. Sería bueno pensar que hay un dios cuidándome».
Al día siguiente dejó un par de higos, y al siguiente pasó diez minutos de su mañana sentado junto al templo en oración. Al tercer día, el dios habló.
«Deberías ir a un templo en la ciudad», dijo el dios. Su voz era como el susurro del trigo, como los chillidos de los ratones de campo corriendo por la hierba. «Un verdadero templo. Uno bueno. Consigue que algunos dioses reales te bendigan. Yo no soy nadie, pero tal vez pueda interceder a tu favor.» Arrancó una hoja de un árbol y suspiró. «Quiero decir, no quiero ser grosero. Me gusta este templo. Es lo suficientemente acogedor. La adoración ha sido agradable. Pero honestamente no puedes creer que todo esto vaya a traerte ningún beneficio.»
«Esto es más de lo que esperaba cuando lo construí», dijo Arepo, dejando su guadaña y agachándose. «Pero dime, ¿Qué clase de dios eres?»
«Soy de las hojas caídas», decía. «De los gusanos que se revuelven bajo la tierra. Del límite entre bosque y el campo. Del primer indicio de escarcha antes de que caiga la primera nevada. De la piel de una manzana que cede ante tus dientes. Soy un dios de una docena de naderías diferentes, restos que destinados a pudrirse, vislumbres momentáneos. Un cambio en el aire y ya ha desaparecido.»
El dios lanzó otro suspiro. «No tiene sentido adorar nada de eso, no como la Guerra, o la Cosecha, o la Tormenta. Guarda tus oraciones para las cosas que escapan a tu control, buen granjero. Eres tan pequeño en el mundo. Tan vulnerable. Va a ser mejor que reces a algo más grande que yo».
Arepo arrancó un tallo de trigo y lo aplastó entre los dientes. «Me gusta mucho este tipo de adoración», dijo. «Así que si no te importa, creo que continuaré.»
«Haz lo que quieras», dijo el dios, y se retiró más profundamente entre las piedras. «Pero nunca digas que no te advertí lo contrario.»
Arepo decía una oración antes del trabajo de la mañana, y él y el dios contemplaban los árboles en silencio. Así pasaron los días, y las semanas, y luego llegó la Tormenta, negra, audaz y fanfarrona. Inundó los campos de Arepo, sacudió las tejas de su techo, golpeó su olivo y lo redujo a cenizas. Al día siguiente, Arepo y sus hijos caminaron entre el trigo, rescatando lo que podían. El pequeño templo había sido esparcido por el campo, así que cuando terminó el trabajo del día, Arepo juntó las piedras y las volvió a montar.###
«Trabajo inútil», susurró el dios, pero de todos modos regresó sigilosamente al interior del templo. «No había nada que pudiera hacer para evitar esto».
«Estaremos bien», dijo Arepo. «La tormenta ha pasado. Reconstruiremos. No tengo mucha ofrenda para hoy», dijo, y dejó algo de trigo estropeado, «pero creo que mañana apuntalaré estos cimientos, ¿qué te parece?»
El dios remoloneó en el templo y suspiró.
Pasó un año y luego otro. El templo tenía paredes de mampostería y un techo de ramitas tejidas. Los vecinos de Arepo se reían entre dientes al pasar. Algunos de sus hijos dejaban frutas y flores. Entonces la Cosecha fracasó y los dioses retiraron su generosidad. En el campo de Arepo el trigo brotó fino y quebradizo. La gente lloraba y rasgaban sus túnicas, sacrificaban corderos y derramaban su sangre, miraban al suelo con ojos atormentados y se acostaban hambrientos. Arepo vino y se sentó junto al templo, las flores ahora marchitas, los frutos arrugados, las costillas de Arepo se veían debajo de la piel, sus manos todavía temblando, y murmuró una oración.
«Aquí no hay nada para ti», dijo el dios, escondido en la oscuridad. «No hay nada que yo pueda hacer. No hay nada que hacer». Se estremeció y escupió sus palabras. «¿Qué es este templo sino otra carga para ti?»
«Nosotros…» dijo Arepo, y su voz tembló. «Así que es un año difícil» dijo. «Hemos pasado por esto antes, lo superaremos de nuevo. Pasaremos hambre», dijo. «Todavía nos tenemos el uno al otro, ¿no? Y mucha gente rezaba a otros dioses, pero eso no los protegía de esto. No», dijo, sacudió la cabeza y dejó algunas hierbas marchitas en el altar. «No, creo que me gusta nuestro arreglo».
«Vendrán cosas peores», dijo el dios desde entre los huecos de las piedras. «Y no habrá nada que pueda hacer para salvarte.»
Pasaron los años. Arepo apoyaba una mano arrugada sobre el templo de piedra y algunos días pasaba allí una hora, perdido en la contemplación con el dios.
Y un día fatídico, desde el otro lado de los mares oscuros como el vino, llegó la Guerra.
Arepo llegó tambaleándose a su templo, con una mano presionando el estómago, ungiendo el lugar sagrado con su sangre. Detrás de él ardían sus campos de trigo y los huesos ardían negros en ellos. Llegó arrastrándose de rodillas a un templo de piedra labrada, y el dios salió corriendo a su encuentro.
«No pude salvarlos», dijo el dios, su voz era un gemido bajo. «Lo siento. Lo siento. Lo siento mucho.» Las hojas caían quemadas de los árboles, una suave y lenta lluvia de cenizas. «¡No he hecho nada! ¡Todos estos años y no he hecho nada por ti!»
«Silencio», dijo Arepo, saboreando su propia sangre y con la visión borrosa. Se apoyó contra el templo, con la frente apoyada en la piedra en oración. «Dime» murmuró. «Dime de nuevo. ¿Qué clase de dios eres?»
«Yo…» dijo el dios, y extendió la mano, acunando la cabeza de Arepo, cerró los ojos y habló.
«Soy de las hojas caídas», decía, y evocaba la imagen de ellas. «Los gusanos que se revuelven bajo la tierra. El límite del bosque y del campo. El primer indicio de escarcha antes de que caiga la primera nevada. La piel de una manzana que cede bajo tus dientes». Los labios de Arepo se abrieron en una sonrisa. «Soy el dios de una docena de nadas diferentes» decía. «Los pétalos en flor que llevan a pudrirse, los vislumbres momentáneos. Un cambio en el aire…» Se le quebró la voz y lloró. «Antes de que desaparezca».
«Hermoso», dijo Arepo, su sangre manchando las piedras y filtrándose en la tierra. «Todos ellos. Todos eran tan hermosos».
Y mientras los campos ardían y el humo tapaba el sol, mientras los hombres eran pisoteados y la guerra sangrienta rugía, mientras los cielos desataban su ira sobre la tierra, Arepo el sembrador yacía en su humilde templo, con la cabeza protegida. por las piedras, y regresó a casa con su dios.
Segunda parte, por [ciiriianan].
Sora encontró el templo con los huesos dentro y el techo caído sobre ellos.
«Oh, pobre Dios», dijo, «sin nadie que entierre a tu último sacerdote». Luego hizo una pausa, porque venía de muy lejos. «¿O es así como se honra aquí a los muertos?» El dios salió de su contemplación.
«Se llamaba Arepo», decía, «era sembrador».
Sora se sobresaltó un poco, porque nunca antes había escuchado la voz de un dios. «¿Cómo puedo honrarlo?» Ella preguntó.
«Entiérralo», dijo el dios, «debajo de mi altar». «Está bien» dijo Sora, y fue a buscar su pala.
«Espera», dijo el dios cuando regresó y comenzó a recoger los huesos de entre las ramitas rotas y las hojas caídas. Los colocó sobre un rollo de lana sin teñir, la única tela que tenía. «Espera», dijo el dios, «no puedo hacer nada por ti. No soy un dios de nada útil».
Sora se sentó sobre sus talones y miró al altar para escuchar al dios.
«Cuando vino la tormenta y destruyó su trigo, no pude salvarlo», dijo el dios, «Cuando falló la cosecha y él tuvo hambre, no pude alimentarlo. Cuando llegó la guerra», la voz del dios vaciló. «Cuando llegó la guerra, no pude protegerlo. Vino sangrando de la batalla para morir en mis brazos». Sora volvió a mirar los huesos.
«Creo que eres el dios de algo muy útil», dijo.
«¿Qué?» preguntó el dios.
Sora levantó con cuidado el cráneo sobre la tela. «Tú eres el dios de Arepo».
Tercera parte, por [stu-pot]
Pasaron generaciones. El pueblo se recuperó de sus tragedias: casas reconstruidas, jardines replantados, heridas curadas. El anciano que una vez vivió en la colina y hablaba con piedra y escombros hacía tiempo que había sido olvidado, pero el templo estaba a su nombre. La mayoría creía que estaba vacía, ya que el dios que residía allí hacía mucho tiempo se había quedado en silencio. Sin embargo, cualquiera que pasara por el santuario en ruinas sentía un dolor en el corazón, como si estuviera de luto por un amigo perdido. El frío que se filtraba desde la entrada del templo los desanimó y ahuyentó a cualquier visitante potencial, salvo los raros y especialmente inconscientes niños que dejaban pequeños racimos de flores rosadas y blancas que recogían del prado circundante.
El dios estaba sentado en su apacible hogar, contemplando la carretera distante, los peatones, los caballos de carga y los carruajes, mientras llovían hojas que se arremolinaban alrededor de pies bulliciosos. ¿Cuánto tiempo había pasado? El mundo había progresado sin él, porque sabía que no había ayuda que brindar. El mundo debe ser un lugar cruel, que incluso los dioses útiles han abandonado, si las granjas pueden inundarse, las cosechas pueden resultar estériles y las casas pueden arder, pensó.
Había llegado a comprender que los humanos son criaturas sin sentido, que rezarían a un dios que no puede concederles deseos ni bendecirles la buena suerte. ¿Quién mantendría un templo y traería ofrendas sin nada a cambio? ¿Quién compartiría su compañía y meditaría con una deidad tan infructuosa? ¿Quién enterraría a un extraño sin esperanza de obtener ganancias? Qué bondad tan extraña e inútil habían desperdiciado con él. Qué criaturas tan maravillosas, tontas, virtuosas y desesperadas eran los humanos.
Así que pintó el atardecer con hojas amarillas, atrajo a los gusanos a bailar en su suelo, floreció el límite entre el bosque y el campo con flores y bayas, bautizó el aire con un frío cortante antes de que llegara el invierno, maduró las manzanas con pecas rojas y crujientes para romper bajo los dientes hundidos, y una docena de otras naderías, en memoria del hombre que una vez alabó la obra del dios en su último aliento.
«Hola, Dios de cada humilde belleza del mundo», llamó una voz familiar.
Las esquinas entrecerradas de los ojos del dios lloraron sobre sus labios curvados. «Arepo» susurró, porque su voz estaba ronca por su mutismo de cien años.
«Soy el dios de la devoción, de las pequeñas bondades, de los vínculos inquebrantables. Soy el dios del amor desinteresado e incondicional, de las amistades eternas y de la confianza», confesó Arepo, tranquilizando al otro con cada palabra.
«Eso es maravilloso, Arepo», respondió entre lágrimas, «Estoy tan feliz por ti; una figura tan poderosa seguramente necesitará un gran templo. ¿Irás a la ciudad para reunir más fieles? Serás adorado por todos».
«No», sonrió Arepo.
«Más allá de eso, ¿a la capital, entonces? Gracias por visitarme antes de tu partida».
«No, yo tampoco iré allí», Arepo sacudió la cabeza y se rió entre dientes.
«¿Más lejos aún? Qué objetivos tan ambiciosos debes tener. Sin embargo, no tengo ninguna duda de que tendrás éxito», continuó el dios mayor.
«En realidad», interrumpió Arepo, «me gustaría quedarme aquí, si me permites».
El otro dios se quedó sin palabras. «…. ¿Por qué querrías vivir aquí?»
«Soy el dios de los vínculos inquebrantables y de las amistades eternas. Y tú eres el dios de Arepo».
4 notes · View notes
mexicuentos · 2 years ago
Text
Tumblr media
Una vez invitaron a la
tortuga a una fiesta.
Muy contenta, la tortuga
se bañó, se perfumó,
se pintó los labios y 
se puso un collar.
Después salió de casa,
y despacio, despacio,
se fue caminando.
Llegó al lugar de la fiesta 
y comenzó a subir las escaleras. 
Siete años tardó 
en llegar arriba,
y cuando ya pisaba 
el último escalón, 
se resbaló y cayó
 rodando,escaleras abajo.
Y mientras ella caía,
alguien le oyó decir:
- ¡Malditas prisas!
La próxima vez que 
me inviten caminaré 
despacio.
Autor: Anónimo.
9 notes · View notes
leeme-un-poco · 2 years ago
Text
Creo que no quería escribirte porque eso significaría hablar conmigo misma... Y no quería tener esta conversación conmigo.
Quizá ha pasado mucho tiempo, pero eres la única persona que me conoce tan bien que el tiempo realmente no es nada más que una excusa para romper el hielo al volvernos a encontrar, pero realmente no significa nada... No para nosotros.
No quiero contarte lo que he hecho, porque me hubiera gustado estar a tu lado para vivirlo, y... Al no ser así, podemos fingir que no ha sucedido. ¿Podemos? ¿Podemos fingir que esté tiempo en realidad no ha pasado? ¿Podemos pretender que seguimos siendo los mismos? ¿Puedo pretender que sigo doliendo de aquellas cosas que por lo menos hacían sentido? ¿Puedo pretender que mi dolor es solo parte de la trama adolescente necesaria para mover la historia? ¿Puedo fingirme importante aún hablando contigo mientras ambos esperamos ser los personajes principales en esta estúpida película? ¿Podemos seguir esperando el estreno?
Es estúpido buscarte ahora, lo sé. Ambos hemos trabajado tan duro en formar estas cosas que llamamos "vidas" y nos hemos esforzado tanto en alejarnos de las ganas de ponerle pausa. Hemos pretendido que no existimos, qué nunca existimos. Nos sentimos parte de un sueño del que tuvimos que despertar para volver a la rutina de la normalidad pero... Fuimos reales ¿verdad?
A veces logro poder recordar... Como fragmentos... Aquellas conversaciones y caminatas con nuestra propia banda sonora. Puedo recordar el color de tus ojos y el sabor de tus labios. Puedo recordar tan vividamente la sensación de querer vivir y morir contigo que hasta ahora casi, casi... Me pareces real.
Quizá no dormí mucho anoche y este sueño se prolongó demasiado, quizá es domingo y no tuve que volver a la rutina. Quizá leas esto. Quizá aún existas y quizá yo aún esté aquí mañana.
Quizá.
8 notes · View notes
libro-dulce-libro · 1 year ago
Text
Lluviosa, pero peligrosa
Las calles de Bogotá son hermosas, y a la vez lúgubres. Miro hacia arriba y todo está tan gris. La lluvia (o más bien una inofensiva llovizna) empieza a caer antes de que pasen la telenovela de las ocho, y es hora de un pandebono con una tacita de café. El paraguas de Mickey Mouse frena las delgadas gotas de agua, aunque la lluvia nunca le hace daño a nadie, y el olor a pan recién horneado colado en mis fosas nasales hace que me olvide de todo por un segundo, pero ¿soy yo o ese hombre me está siguiendo?
Habitantes de Bogotá, ¿qué opinan? ¿Se sienten identificados?
Tumblr media
6 notes · View notes
mariaescribe · 4 months ago
Text
Me va a tomar toda la vida aceptar el hecho de que me voy a llevar conmigo siempre. Que no voy a poder soltarme nunca. Que voy a cargar conmigo a cuestas, a rastras. Tal vez algún día, con un poco de suerte, deje de sentir el peso de ser. Tal vez con el tiempo me vuelva ligera, tan ligera que se me olvide que me llevo puesta.
12 notes · View notes
elquecuentacuentos · 10 months ago
Text
«Fuimos dos desdichados que coincidieron y se encontraron en un punto de la existencia, y pudimos, con nuestros encuentros íntimos sobre una cama, hacer una pausa genuina en este mundo; un escape a un universo a parte de esta vida, de nuestra rutina y nuestra infelicidad.»
-Fragmento (Cuentos perdidos, Eloy Martínez).
10 notes · View notes
esfeminidades · 1 year ago
Text
Un nuevo comienzo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Fue caminando por su calles, que su historia se fue tejiendo
aprovechaba que no había nadie para poder cantar su canción favorita y caminar al ritmo que su corazón le decía.
Fue caminando por sus calles que entendió que el camino y sus decisiones solo ella las podría tomar, que estaba hecha para estar sola.
"Un nuevo comienzo" ella decía cada vez que sus planes se derrumbaban. pero esta vez ella sabia que esas calles que la enamoraban no estaban hechos para verla crecer.
---
📸 pexels
12 notes · View notes
nikanora-cautiva · 2 years ago
Text
DECLARACIÓN DE PRINCIPIOS
Soy furia, fuego
Llama danzante sobre un leño que muere; Soy herida que sangra
Y el filo que la muerde.
Soy Caos que emerge desde mi génesis
Y la misma Razón que sujeta su desborde. Soy la garganta que pronuncia la condena También la mano que la oprime y la silencia.
Soy los Sentidos estimulados
Las hormonas jadeando,
Soy las letras - como antagónico registro
Que le dan forma a este poema.
Naturalmente, soy.
16 notes · View notes
pensador-en-tiempo · 1 year ago
Text
Un día caluroso.
Nunca me ha agradado el calor. Simplemente me pone de malas y me hace sentir cosas que no quiero vivir. Parece absurdo que me queje de un clima. Es algo que me puede afectar y que no puedo controlar. Ayer fue un día así. Comencé a sentir calor en mi interior. Ni siquiera supe "¿cómo fue?" Pero ahí estaba, la pasé bien con esa voz, esos chistes y esa forma de ser. Yo sabía que era pasajero y no lo quise disfrutar. Mañana vuelvo a buscar el frío. Es algo a lo que me he acostumbrado. Y bueno, hoy parece que tengo un resfriado. Pero total, mi cuerpo ya sanará.
--pensador en el tiempo--
9 notes · View notes
andrest977-blog · 1 year ago
Text
PAPILOMA MACHISTA
Me salió un grano, que al principio no tomé en cuenta. Pero, de vez en cuando, antes de mear, lo observaba un poco. Luego, lo cubría con el cuero enrojecido.
Durante el día no pensaba jamás en él, hasta que una noche mi mujer me dijo:
—Está raro eso —y se largó a llorar, hundiendo el rostro contra la almohada.
Acaricié su cabello y susurré en su oído:
—Tranquila, ya pasó lo peor.
Una vez que se durmió, lo miré: era tan grande, horrible y lleno de suciedad, como una garrapata.
A la mañana siguiente, llamé por teléfono solicitando una hora médica con el urólogo.
El médico, un hombre ya mayor, me dijo:
—Tírese en la camilla y bájese los pantalones.
Apenas lo vio, lanzó el diagnóstico:
—Papiloma humano. ¿Está casado?
—Si —respondí yo.
—Conoce los preservativos —preguntó molesto, como un padre que amonesta a un hijo.
Bajé la cabeza y respondí:
—Fue una noche de locura.
—Tiene que pensar en su mujer —dijo él, mientras escribía en una receta médica.
—Lo sé —respondí, sin mucha convicción.
—Aplique el ungüento directo en el grano o le puede dar necrosis.
Le di las gracias y salí cuanto antes de ahí, pensando en lo machista que era.
3 notes · View notes