#Countryhumans x Y/N | Explore Tumblr posts and blogs

lubay-nue · 4 years ago

Text

Sirenas

Resumen:

El océano te llama. Es difícil no escucharlo clamando tu nombre aun si no hay palabras de por medio

Por desgracia, Bolivia y Guatemala descubren que el océano no es el único que los busca

Guatemala x El Salvador

México x Bolivia

Oneshot

Notas del fanfic:

Este me inspiro mas por un tiktok donde México y Perú eran sirenas y se llevaban al océano a Rusia y USA… pero se me antojo con Bolivia y México… ya saben, ship culposo y prota

Advertencia 1: No conozco los modismos de Bolivia, El Salvador o Guatemala… ni siquiera se como rayos referirme a las personas que son de Guatemala… me imagino que los nativos de Salvador son… ¿salvadoreños??? Harggg… por eso no me gusta escribir de countrys que no conozco… a ver si no hago algo malo TTnTT sobre advertencia no hay engaños ¬¬

Advertencia 2: Quiero aclarar que en mi puta vida he salido a un crucero-barco, etc… por lo tanto, me lo voy a inventar porque no conozco nada y hace rato que no veo el Titanic para informarme XD…

Titulo del cap:

Amor de Sirenas

Notas del cap:

Wiii, el dibujo de portada lo he hecho yo y me ha salido más pinches preciosos de lo esperado *¬* (valió la pena que me tardara tanto en poder acabarlo ¬¬)… no tenía ni idea de cómo hacer esta historia y, de hecho, entre que no sabía cómo avanzarlo y la imagen de portada que dios mío, me tarde horrores en acabar… pues, esto viene demasiado tarde…

¡Y lo peor es que no estoy satisfecha! ¡Quiero más!... me refiero a que quiero más de este tipo de historias México x Bolivia y que sean sobre sirenas y el mar… pero no me siento bien informada para escribir correctamente… ok ya, luego me quejo

¡A leer! (igual… hacía rato que no escribía un oneshot)

Texto:

-¿Ya tienes todo listo Bolivia?- se escucha a la distancia la pregunta de Guatemala al tiempo que termina de cerrar su propia maleta. Bolivia, en su habitación, ha acabado de acomodar sus pertenencias para el viaje por barco que habían estado planeando ambos compañeros de escuela. Bolivia termina de acomodar sus cosas y sonríe caminado hacia la puerta de su habitación

-Ya estoy listo, date prisa tu también Guatemala o te dejo atrás- anuncia emocionado el joven country bajando escaleras y dejando en la puerta sus maletas preparadas. Apenas terminando de acomodar en hilera sus propias maletas, encuentra a Guatemala bajando con sus propias cosas, suspirando aliviado luego de dejar a un lado las tres maletas grandes que había traído, suspirando aliviado y viendo con emoción a su amigo que corresponde con la misma acción

-¿Listos chavales?- pregunta España, el country que los llevaría al puerto en Guatemala para llegar a su crucero; ambos countrys asienten emocionados, el vehículo arranca y por fin los encamina a su destino

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-¡El océano!- chilla emocionado Bolivia asomándose desde la ventana viendo a la distancia como el mar se mueve suavemente, con su espuma blanca golpeando los puertos y las costas además de las rocas. Bolivia aspira aquel aroma a agua salada, sintiendo el viento golpeando en su rostro, casi desea salir del auto y correr hacia el océano pero Guatemala lo regresa para que no haga una locura

Llegan unos minutos as tarde, puntuales como pocas veces; bajando del vehículo de España y corriendo a buscar su barco. Tardan algunos minutos hasta poder dar con su crucero, un barco gigantesco que deja intimidado a Bolivia de observar tal tamaño. La emoción lo embriaga, tiene que ser sujetado por Guatemala de nuevo para no salir disparado y perderse o ocasionar problemas

Primero van a la sección para entregar su equipaje, España les ha ayudado a bajar y llevar las maletas; una vez listos, ambos countrys mas jóvenes se despiden del gales que a su vez, iba a pasar tiempo de caridad con su pareja… cierto europeo amante del té que no quería aceptar que ya llevaban algunos años de pareja… Bolivia le deseo buena suerte a España y por fin, ambos countrys se dirigen a la zona para abordar

-Ya quiero llegar, ya quiero llegar, ya quiero llegar, ya quiero llegar- era todo lo que repetía si parar Bolivia dando diminutos saltitos, impaciente para poder llegar a su destino y poder conocer el océano entero. Mordió su labio inferior con ansias, hasta que su hombro izquierdo rosa suavemente en un empujón no violento, en cuanto gira curioso, encuentra a otro country que jamás en su vida había visto

-Ho, discúlpeme, ha sido un accidente de mi parte- escucha una voz tranquila, Bolivia vio curioso a un countryhumans que jamás había visto, en verde, blanco y rojo, con un escudo de águila y largos cabellos ondulados atados en una coleta a la mitad de su espalda, viendo con ojos café oscuro, casi negro, al country que ha olvidado su emoción para verse perdido por aquella mirada oscura

-He… n-no…- su voz parece desaparecer y un frio se cala en su columna cuando nota al tricolor inclinándose suavemente para verse mas cercas uno del otro… Bolivia no había notado la diferencia de alturas de ambos pero, ahora que el tricolor se ha inclinado, le regala un suave beso en su frente sin malicia… aun si Bolivia ha sentido miedo de su tacto frio

-Aunque afortunado accidente si he podido conocerte, espero que tengas una agradable estadía en el crucero celeste- se despide, acariciando por la distancia la mejilla de Bolivia, marchando tranquilo. Para cuando el boliviano cree tener la fuerza para respirar y olvidar que ha retenido el aire, Guatemala le mira curioso, en especial, de verlo pálido

-¿Estás bien Bolivia?- pregunta al verlo pálido; y aunque Bolivia había querido comentarle lo que recién había pasado (estando Bolivia atrás de Guatemala) y confundido de que este no hubiera notado las interacciones, solo niega… lo mejor sería ignorarlo ¿cierto? Se dijo tratando de olvidar la situación, tragando nervioso

-S-Si… no es nada- finaliza. Guatemala ocupa el resto de la tarde para distraer la mente de su amigo, Bolivia suspira tranquilo, después de todo, con tanta gente a bordo y con las enormes habitaciones que prometía tener el crucero, volver a ver a ese country sería casi imposible, se dijo tranquilo; además, estaría más entretenido divirtiéndose que pensando en el tricolor

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El fuerte pitido del crucero alerto que por fin estaban zarpando; Bolivia y Guatemala corrieron emocionados hacia una de las bordas para observar como el resto de las personas ya despedían al barco, ellos hicieron lo mismo que las personas a bordo, despedir con emoción, aun si no conocieran a nadie de los que ahí estaban

-¡Que comiencen las vacaciones!- grita emocionado Guatemala saltando al interior de una alberca dentro del crucero; Bolivia quien miraba la escena, ríe divertido en cuanto nota a su amigo disculpándose con un grupo de chicas a quien sin querer había empapado de mas con su clavado

-Guatemala, voy por una bebida!- le grita a la distancia a su amigo que se encuentra aun disculpándose de las chicas que ahora, entre el grupo de 5 comienzan a lanzarle agua al country que tiene que huir cuando una se sumerge para hundirlo. Bolivia ríe suavemente, dejando a su amigo con sus “nuevas amigas” y dirigiéndose a la barra para poder pedir por un jugo…

… … …

-¡Hgggg!- se ahoga Guatemala cuando sale, del otro lado de la alberca, aliviado de ya no encontrar a las chicas que le habían hundido, suspira aliviado de tener aire en sus pulmones; aliviado, comienza a ver a todos lados… alcanzo a escuchar a Bolivia diciéndole algo, pero no pudo comprender que era y, ahora que lo buscaba desde el agua, no podía verlo con tantas personas alrededor

-¡Waaa!- escucho un grito a su costado; ni tiempo le había dado de volver la mirada cuando el también había sido empapado y su vista nublada por escasos segundos; luego de haberse tallado los ojos para volver a enfocar, se encuentra con alguien que parecía tener problemas para flotar y que, de hecho, se estaba ahogando

Ni tiempo le dio de decir algo en su sorpresa pues se hunde bajo el agua, tomando desde las espaldas a quien se ahogaba, notando que, luego de ayudarle a sacar la cabeza, se trata de un country de azul más oscuro que el suyo y una franja diagonal con escudo que justamente esta tosiendo al tiempo que se aferra a su agarre

-¿Estás bien?- pregunta Guatemala enviando al country recién conocido en dirección de la orilla; una vez ahí, le empuja con cuidado para que pueda subir de nuevo; ahora que aquel country está a salvo, gira a ver a Guatemala con una gran sonrisa

-Muchas gracias por haberme salvado- anuncia suavemente, con una dulce sonrisa que embelesa a Guatemala junto a esos ojos azul profundo como el océano mismo

-Ha… si, no, no hay problema- susurra ido de su belleza, aquel country sonríe divertido, estirando su mano para tomar la de Guatemala que corresponde velozmente el agarre

-Soy El Salvador, mucho gusto ¿Puedo preguntar por el nombre de mi salvador?- se ríe suavemente, Guatemala siente sus mejillas calentarse con fuerza al observar al country que, bajo los rayos del sol, parece brillar celestialmente mientras las finas gotas de agua caen desde las puntas húmedas de sus cabellos y, otras más atrevidas, corren por su cuerpo empapado ayudando a la imaginación de Guatemala cuando nota la ropa empapada del salvadoreño pegarse a esa piel; Guatemala solo puede tragar nervioso y asentir torpemente a la pregunta que le fue hecha

-G-Guatemala… puedes llamarme Guatemala- susurra. El Salvador sonríe de medio lado; luego de soltar la mano de Guatemala se pone en pie dejando ver su cuerpo apenas cubierto por los bermudas y camisa blanca holgada empapadas ambas prendas y señalando detrás suyo divertido

-Ya que apenas nos conocemos ¿Te invito una bebida y tenemos la oportunidad de conocernos un poco mas?- pregunta, recibiendo un asentimiento de parte de Guatemala quien, con algo de torpeza (por solo mirar a El Salvador) sale de la alberca para seguir al country que, tomándolo de una mano, lo guía lejos del tumulto cercas de la piscina

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-Esto es vida- suspira Bolivia viendo el atardecer… habían pasado horas desde que perdi�� a su amigo de vista en la piscina… dedujo que el “Romeo” había conseguido llevarse más que bien con las chicas que lo habían atrapado… Bolivia envidiaba poco su habilidad para llamar la atención de las chicas, aunque él prefería la tranquilidad de estar solo, apenas acompañado por la gente que de verdad quería tratar…

Y ahora estaba ahí, con un agua de coco y su sombrilla viendo el atardecer junto al océano que se mueve tranquilo y lo llena de una agradable melodía al ser movidas sus olas. El viento hondeo sus cabellos cortos y respiro lo más profundo que sus pulmones le permitieron… de verdad, un día de esos se iba a mudar a una playa costera, se prometió hacia el atardecer de aquel maravilloso primer día

Luego de otro hondo suspiro de relajación, su mirada gira a contemplar el resto de la cubierta donde se encuentra, sorprendido de notar caminando por su lado derecho, al mismo tricolor que había visto ese día, viendo fijamente el océano, con sus cabellos siendo movidos suavemente por el viento tranquilo. La imagen casi le pareció ficticia y sin embargo, se encontró ahí, observando a aquel tricolor que sonreía suavemente al océano y que, luego de avanzar algunos pasos, por fin gira su mirada colindando con la del boliviano

Sus ojos se chocaron por segundos, sintiendo Bolivia sus mejillas calientes y un deseo necesitado de salir corriendo sin conseguirlo; su mirada baja avergonzada, bebiendo de su coco como si lo que recién hubiera pasado, fuera solo eso, pura ficción… aunque, al volver a subir la mirada, encuentra al tricolor aun ahí, en su lugar, observándolo con una gentil sonrisa que hace a Bolivia sentirse incomodo y nervioso aun cuando no crea comprender porque

-Parece que tenemos la suerte de volver a cruzarnos- escucha la voz del latino, pegando un brinco cuando lo nota a escasos pasos de su silla. Bolivia desvía la mirada sorprendido del latino que se encuentra ligeramente inclinado delante suyo. Había mucho espacio entre el latino que estaba de pie y el, que estaba entre las sillas de playa ¿Cómo había llegado tan rápido sin ser escuchado por Bolivia? Era extraño y la sensación de querer huir de él, se intensifico, aun cuando, por cortesía, (y la clara sensación de terror invadiéndolo) asiente suavemente

-Soy México, un placer que el océano nos permitiera volver a cruzarnos una segunda vez- sonríe dulcemente, emanando a ojos de Bolivia algún tipo de aura tranquila que solo hace poner de nervios al boliviano y sentarse correctamente en su asiento; el latino, sonriendo dulcemente apenas inclina suavemente su rostro con diversión ante los gestos del country más bajo

-Y… ¿Tendré acaso el honor de poder conocer el nombre de este hermoso country?- pregunta suavemente con un deje de diversión el tricolor, luego de esperar por algunos minutos que parecen eternos, a algún tipo de repuesta de Bolivia mas allá a que busque desesperado con la mirada una forma de escapar. Al saberse atrapado de todos modos, Bolivia carraspea algo avergonzado

-B-Bolivia, mi nombre es Bolivia… un gusto- susurra por lo bajo, notando al latino sonreír mas alegremente, dejando por fin de mirarlo para ver al océano y como, además de las gaviotas, las olas del océano comienzan a tener más movimiento

-Dígame entonces joven Bolivia ¿Alguna vez ha visto delfines nadando a la par de un crucero?- pregunta, logrando captar la atención del contrario, México corresponde con esa tranquila sonrisa, estirando su mano que, aun con la inseguridad y un deseo de huir, fluyendo como gritos por su mente, el boliviano termina tomando con aquella inseguridad la mano contraria, siendo guiado a la orilla del barco para observar sorprendido como, tal cual había dicho aquel country de nombre México… delfines comienzan a sobresalir del agua dando saltos y haciendo sonar su melodía característica

-¡Delfines!- anuncia como un niño pequeño, observando interesado a los delfines que saltan cada vez más alto, apenas permitiendo dejarse ver sobre el mar. México, quien en vez de observar a los delfines, observa a Bolivia, sonríe suavemente de medio lado sin ser notado por el boliviano, dando un suave respiro en sus pulmones antes de hablar

-No es usted persona que pasee por el océano seguido ¿Cierto? Me atrevo incluso a adivinar que esta es su primera vez en contacto con el mar- trata de sonreír amable, captando la atención del otro country, tal y como deseaba. En cuanto Bolivia comprende las palabas de México y esa supuesta “adivinación” el boliviano solo desvía la mirada de vuelta al mar con algo de pena

-Así es; esta es la primera vez que puedo ver y estar tan cerca el mar… es tan sorprendente- susurra, volviendo la vista al océano, observando que lo que antes eran apenas unos cuantos delfines, se vuelven más, perdiendo la cuenta, después de 12 delfines saltando a compases diferentes

-Me lo imagine, habría recordado a alguien como usted… además, el océano seguramente no habría dejado que uno de sus amados hijos volviera a tierra- sonrió suavemente divertido, también desviando la mirada al mar. Bolivia lo mira curioso… México, por lo poco que había tenido la oportunidad de hablar con él, se refería al mar y al océano como si fuera otra persona… eso le parecía extraño, aunque bueno ¿Qué parte de ese tricolor no le parecía extraño, sospechoso y peligroso? Se dijo incomodo de seguir a su lado, demasiado cercano a su cuerpo, se dijo

-¿Vienes en cruceros demasiado seguido?- pregunta el boliviano… creyendo ser tal vez lo único que pueda preguntar; el latino gira a verlo y sonríe suavemente divertido, sintiendo en todo momento el movimiento del viento acariciando los cabellos de ambos, pero mas, haciendo volar los largos del mexicano

-No exactamente… aunque se podría decir que he vivido más tiempo en el mar que en tierra firme… soy solo un humilde empleado- se ríe avergonzado, rascando su mejilla con un tenue rosa en sus mejillas. Bolivia parpadea suavemente sorprendido… si era un empleado, eso explicaría el porqué de su extraña actitud

-Entonces ¿Tú también eres uno de los amados hijos del mar?- pregunta, con una media sonrisa burlona, México desvía la mirada del mar al boliviano asintiendo con una media sonrisa sin malicia, Bolivia sintió un escalofrío calando desde su columna vertebral, atorándose en su nuca con un aire frio de peligro entero

-Todos somos hijos del océano. Como el marino que no puede quedarse en tierra firme pues el mar lo clama, yo no podría vivir en tierra firme, el mar clama por mi desde mi corazón, no podría ignorarlo aunque lo intentara- sonríe. Bolivia ha observado, sorprendido de sus acciones y sus palabras, volviendo la vista al mar, sintiendo su corazón palpitar mientras observa como lentamente el gigantesco sol, a la distancia, se hunde bajo las aguas tranquilas del mar… tan embelesado se encuentra observando el ocaso, que, aun cuando siente al latino acercándose peligrosamente, siente que no puede desprender la vista ante semejante imagen preciosa

-Nadie que es llamado por el océano, se puede negar a ser parte de él… ¿Qué hay en tu corazón Bolivia? ¿Perteneces al mar tu también?- y aunque sintió el aliento de México sobre su oído, rosando sus húmedos labios con su oreja, aun cuando sintió su cuerpo estremecerse por los escalofríos… su mirada nunca se aparto del ocaso, aun sintiendo claramente como el tricolor besaba suavemente su mejilla con amabilidad… se sentía hipnotizado y atrapado por la escena delante de sus ojos y el sonido de la voz del tricolor

Hubo silencio después de eso… en cuanto el ocaso término, volviendo la luz de aquel océano en completa oscuridad, Bolivia se sintió con la capacidad para apartar la mirada de las ahora oscuras aguas y su horizonte, pegando un brinco cuando nota que está siendo abrazado por el mexicano desde uno de sus costados

-Ha, por fin has reaccionado- suspira tranquilo el tricolor, notando ahora que Bolivia da un paso hacia atrás con nervios y miedo mas latente

-Descuida, es normal… cuando alguien que jamás ha visto el mar observa por primera vez un ocaso, pierden noción del tiempo… y como no vi que trajeras contigo una chaqueta, pensé que sería un buen método para que no te resfriaras...- le sonrió tranquilo, con esa misma tranquilidad que a Bolivia le hacía sentir que había algo mas, algo muy oscuro y siniestro en ese latino; como si aquello que acabara de hacer no fuera algo malo o incomodo. Bolivia mostro un gesto desagradable, realmente habría preferido que no hiciera nada de lo que hizo… pero el latino solo desvía la mirada hacia un costado, continuando con esa sonrisa tranquila y algo divertida

-Bueno, si me lo permites, es hora de que vuelva a mis deberes o se enfadaran conmigo- dicho esto, se acerca lo que Bolivia había retrocedido para simplemente, como aquella primera vez, elevar su fleco y dar un suave beso en su frente antes de marchar hacia el interior del crucero… dejando ahí, en completa soledad a Bolivia quien siente sus mejillas calentarse y una sensación de peligro que apenas parece desaparecer cuando ha perdido de vista al tricolor

… … …

Por algún extraño motivo, volver a su camerino había sido increíblemente agotador… luego de haberse encontrado con aquel tricolor extraño por segunda vez; su energía y sus ganas de seguir al aire se esfumaron y ahora, solo la idea de poder dejarse caer en su cama le era apetecible… aun si ni siquiera había probado alimento en todo el día, no es como que de verdad tuviera hambre luego de lo que había pasado

-¡Ho! ¡Bolivia!- escucho a la lejanía una voz familiar, en cuanto gira a sus espaldas se encuentra a Guatemala corriendo hacia su persona. Ambos se saludan tranquilos, Guatemala luce más alegre que nunca y eso le da curiosidad… finamente, aun contra su deseo, termina siendo jalado por Guatemala hacia el bufet para cenar algo juntos y poder contar lo que les ha ocurrido a ambos ese día… Guatemala es sorprendentemente mas parlanchín de lo que nunca había sido en su vida y Bolivia, solo siente ese frio de peligro cuando recuerda la amable sonrisa del tricolor

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~Mmmmm~ tararea suavemente, sintiendo el viento correr por sus cabellos, con sus ojos cerrados, sin necesidad de ver hacia el frente, después de todo, no era la primera vez que sucedía aquello. Volvió la vista hacia atrás solo un momento, notando a lo lejos la cabina de navegación y como había una persona viendo hacia el frente. México sonrió suavemente, volviendo la vista al frente y seguir tarareando aquella canción que tanto le encantaba

-Hasta que te encuentro- escucha una voz a la distancia, volviendo tranquilamente la vista hacia atrás, encuentra a su amigo y acompañante de viaje El Salvador que, en cuanto llega a su lado, se sienta a su costado, notando el gesto de su amigo tricolor y haciendo un puchero tal vez de regaño

-Ho no… conozco esa mirada tuya… te volviste a encaprichar de alguien- gruñe molesto, comenzando un monologo sobre lo infantil que solía ser su amigo al siempre terminar encaprichado de alguien que encuentra en sus viajes

-Vamos, no es para tanto… esta vez siento que es amor- susurra suavemente, colocando sus manos sobre su pecho, suspirando como un enamorado al tiempo que perdía su vista hacia el frente donde la oscuridad se combinaba con las oscuras aguas volviendo difícil el poder diferenciarlas. El Salvador suspiro cansado, negando suavemente

-Te recuerdo que lo mismo dijiste de ese ruso y el americano… al menos deja que- su voz es cortada cuando el latino coloca su mano sobre sus labios con un puchero molesto

-Deja de chingar la madre… a ellos también los quiero… a mi modo, pero los quiero carajo… además, no es como que sea indiferente en mi trabajo… tu lo has escuchado del océano, mientras cumpla con mi trabajo, lo demás no importa- se defiende el tricolor. El Salvador suspira cansado, dejando caer su cabeza en señal de rendición mientras el latino sonríe suavemente divertido, aunque mas, con un gesto “enamorado”

-Además, con el siento emociones nuevas que no había sentido ni con Rusia o con USA… es… difícil quitarle la vista de encima- suspira, notando ahora a el Salvador sonriendo divertido y negando, escuchando sus eternos “amoríos” del mexicano y como, siempre hablaba maravillas y dulzuras de las personas y countrys que terminan robando el corazón del tricolor… aun así, el Salvador tenía que admitir que México estaba diciendo la verdad… pese al “amor” (que el Salvador veía como un simple capricho) que aparecía en alguna persona que el latino veía, seguía manteniendo el mimos tipo de “amor” que le tenía al resto… es decir, por “adquirir” un nuevo “capricho” no había olvidado ni disminuido su capricho por el resto de sus “amores”… al menos, podía afirmar que el latino era constante y que al menos, cuidaba más que bien de todos ellos… por desgracia estaban siendo demasiados a forma de pensar de el Salvador

-Te lo juro hermano, estuve a una cosa de nada para comérmelo en el ocaso… se veía tan hermoso y perfecto… que juro que solo porque me regañaron, que si no, lo hubiera tomado ahí mismo, olvidando lo demás- escucho de pronto, sacándolo un poco de sus pensamientos para ver con cierto ápice de sorpresa al latino… bueno, es cierto que solía encapricharse demasiado rápido con alguien que veía pero, esta era la primera vez que parecía ser algo “a primera vista” pues, ni siquiera con aquel ruso que había atrapado tan poderosamente su atención, se había perdido tan pronto… ni intentado algo tan pronto

-¿Y al menos se de quien se trata?- pregunta el Salvador ahora interesado de la gran sonrisa alegre del mexicano que, luego de describir a quien claramente es un country, el nombre lo reconoce… aquel otro country que el había tenido la oportunidad de conocer, justamente había mencionado el mismo nombre en común… “Bolivia”

-Qué curioso… no vienen solos entonces- deduce el salvadoreño enderezándose y notando que el alegre monologo de México se detiene para acto seguido, apenas mostrar un gesto sorprendido que cambia radicalmente a una mirada emocionada

-NO. PUEDE. SER… ¡TU TAMBIÉN TE ENAMORASTE!!!!!! Wey ¡Cuenta! ¡Cuenta! ¡Cuenta!- comienza a zarandearlo, el Salvador gruñe… odiaba cuando se ponía en su modo loco, en especial cuando nota que la mirada siempre tranquila y calmada del mexicano cambia a una hiperactiva y destructiva que siempre acababa siendo un problema para quien trabajaba con el…

Tal vez el latino sea uno de los mejores para el trabajo de recolección… pero eso no justificaba que su compañero tuviera que soportar cuando dejaba de ser ese ser tranquilo y estratégico para mostrar su verdadero ser, hiperactivo, soñador e infantil que volvía difícil el trabajo de los dos… tal vez, por eso, se dijo el Salvador, es que el aun podía estar a su lado soportándolo… porque lo conocía de hace tanto tiempo que ya sabía cómo controlarlo para ayudarlo a volver a la “normalidad”

-¿Enamorado yo? ¡Estas completamente chiflado!- gruñe Salvador empujando al latino, sin saber que hay un sonrojo en sus mejillas que se vuelve demasiado claro aun en la oscuridad del barco. México ríe divertido, estirado sus manos para abrazar infantilmente a su amigo y comenzar a molestarlo pidiendo una y otra y otra vez por que cuente todos los detalles

-¡Si te digo! ¡¿Te calmaras?! Recuerda que aun no hemos acabado nuestro trabajo y no quiero tener que cuidarte, no soy tu maldito niñero- gruñe avergonzado y molesto; el mexicano por su lado, con grandes ojos que juraría el Salvador que brillan con destellos, asiente eufórico abrazando un brazo de su amigo… el Salvador suspira ¿Qué clase de castigo será ese, el tener que tratar y ser amigo del mexicano? Se pregunto

-Bien… te diré, pero quiero que te controles- gruñe avergonzado, México por fin se aleja para darle espacio, pronto, ambos comienzan a charlar… con un sonrojo en sus mejillas y desviando la mirada hacia la oscuridad de la noche, el Salvador comienza a contarle primero como lucia la persona que se encontró, aquel country de colores azules mas claros que los suyos, con cabellos semi largos y alocados y un hermoso escudo que termina por atraerlo, seguido de un mal juego donde se hacía pasar por alguien que se ahogaba, es rescatado y como, después de apenas, con trabajo, ambos decir sus nombres, comenzar una agradable y rápida amistad. El resto del día, ambos countrys de azul se la pasan charlando, divirtiéndose entre ellos, a punto, en el atardecer, de besarse de no ser que un tonto con pelota de playa los golpea a ambos y corta el ambiente

Lo siguiente es ver a su amigo mordisqueando un trozo de tela para callar sus gritos de frustración y ver sus ahora enromes ojos llorosos y estresados porque, el beso que el también había estado esperado escuchar, no se efectúa… México tiene ganas de golpear a quien interrumpió tan hermosa atmosfera, el Salvador solo ríe al ver las acciones de su amigo y, luego, el latino se pone a describir con lujo de detalles como el también conoció a Bolivia, como ha podido tratar muy poco con él y como es que, pese a todo, termina aun enamorado de su presencia (*)

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Se sentían descansados, Bolivia se sentía rejuvenecido cuando, al despertar y asomarse por su ventana, lo primero que observo fue precisamente el océano y no tierra firme, se sintió lleno de emoción y energía, de verdad, quería salir y lanzarse al océano para poder conocer sus profundidades pero, en cuanto sale de su lado de la habitación, nota a Guatemala también saliendo, él… él lucia como un hombre enamorado, suspirando y con una sonrisa de idiota feliz que le hace sentirse algo abandonado al boliviano

De todos modos, al menos han salido juntos, charlando amenamente sobre lo que podrían hacer el día de hoy ya que había un evento de baile en la cubierta y un antro en la parte interna entre los primeros niveles; ambos countrys avanzan, el desayuno bufet es tranquilo, chicas y chicos se les acercan para coquetear, con algo de trabajo se escapan antes de que se pongan de intensos, Bolivia ríe cuando tienen que salir corriendo al ver a un grupo de chicos con rosas queriendo llegar a Guatemala

-En serio no entiendo cómo puedes ser tan popular con las personas- se queja de mentiras ante Guatemala quien también ríe algo incomodo de tener que soportar aquello tan seguido, Guatemala tampoco estaba muy seguro del porque de esa “maldición” de ser tan popular… él, que no gustaba de ser el centro de atención tanto tiempo, se siente avergonzado he incomodo… aun cuando está al lado de Bolivia, suspira poniéndose en pie y recuperando por fin su respiración acompasada

-Te juro que en estos momentos, al único al que quisiera encontrar es a ese country hermoso- suspira bajito, como no queriendo ser escuchado, Bolivia ríe un poco, viendo la mirada de enamorado de su amigo y negando

-¿Y al menos le has pedido algo mas allá de su nombre? No sé, un teléfono, un lugar donde vive… una cita?- pregunta entre pequeñas burlas al country que, al escuchar el último comentario muestra en su hermosa bandera azul celeste un sonrojo carmesí tan claro que casi pareciera que hace cambiar su bandera a un carmesí brillante

-¡¿C-Como podría pedirle algo así?!- se queja, cubriendo su rostro con ambas manos, mordiendo internamente sus labios al imaginarse a el Salvador aceptando tener una cita con él una vez bajaran del crucero o como podrían tener la cita ahí mismo en el barco, con una cena a la luz de las velas, con la luna iluminándolos, con una cena tranquila, solo ellos dos, olvidando al mundo a sus alrededores

-Dices eso pero pareces feliz de imaginarlo- se burla Bolivia entre suaves risas y feliz de ver tan alegre a su amigo; sin embargo, al ir Guatemala con sus manos cubriendo su rostro y Bolivia observando a su amigo, ninguno ha notado que delante suyo hay gente y, ambos terminan chocando con las espaldas de dos personas que se quejan suavemente en sorpresa. Guatemala y Bolivia vuelven la vista al frente, Guatemala se emociona junto a un fuerte golpeteo en su corazón… pero Bolivia no… Bolivia solo siente un escalofrío de miedo congelándolo en su lugar

-¡Guatemala!- grita el country de bandera azul y escudo casi saltando a abrazar al country de azul claro que lo recibe de brazos abiertos y siendo llenado por besos y gentiles abrazos que hacen al rostro de Guatemala sonrojarse suavemente

-¿Así que… él es tu amigo?- escuchan los tres una voz por aparte, Bolivia no había apartado la mirada del country que gentilmente habla a la ahora pareja que parece solo centrarse en ellos solos. El Salvador sale de su ensoñación volviendo la vista hacia el latino tricolor que le sonríe dulcemente sin malicia, siendo el salvadoreño quien asienta alegre

-Sí, permíteme presentarte a Guatemala, él fue quien me salvo- anuncia alegremente; el latino avanza, viendo a Guatemala y, con la misma sonrisa alegre pero tranquila, abrazar con cariño al country que se sorprende de la muestra de afecto tan “cercana”

-Muchas gracias, fuiste de gran ayuda para mi amigo y, como dicen en mis tierras, si eres amigo de mi amigo, también eres mi amigo- anuncia alegremente, dejando de lado a Guatemala quien ahora es aferrado por el Salvador de un modo territorial (que solo el mexicano puede ver y por tanto, se aleja) ignorando a la pareja que comienza a hablar y dirigiéndose rápidamente hacia el otro country que no había hablado y que no se había movido de su lugar

-También parece una bendición que tengamos la oportunidad de volver a vernos por segundo día consecutivo- saluda el mexicano a Bolivia quien, apenas cree tartamudear pero su boca no se ha movido ni sus músculos

-Entonces él es el country del que tú me hablaste- anuncia interesado el Salvador deteniéndose un momento de llenar de besos a Guatemala para ver fijamente a Bolivia quien, sintiéndose ahora el centro de la atención de todos, apenas tiene la fuerza para agachar la mirada suavemente; el latino sonríe suspirando sin ser notado por el resto, el Salvador se acerca al boliviano y coloca suavemente una mano sobre su hombro en señal de consuelo

-Disculpa al bruto de mi amigo, es buena persona pero a veces se le olvida que debe de haber espacio personal de por medio- dicho esto, y con un leve carraspeo del latino, el Salvador vuelve la mirada a Guatemala y comenzar de nuevo con un monologo entre ellos dos

-Parece ser que tu amigo ha robado al mío- sonríe suavemente México al notar que tanto Guatemala como el Salvador se han olvidado tanto de Bolivia como de México quienes se quedaron en un corto silencio, solo observando como ahora los countrys de azul marchan tranquilamente ignorando a los demás. Bolivia siente un escalofrío incomodo cuando nota movimiento de parte del mexicano; una vez más, acercándose para darle un suave beso en la frente al tiempo que le sonríe amablemente

-Yo… no…- trata de hablar el boliviano. México sonríe de medio lado, más un movimiento brusco de parte del crucero hace a muchos gritar, Bolivia estaba a punto de caer pero México logra sostenerlo y estrecharlo entre sus brazos para protegerlo, todos miran a todos lados, hay tranquilidad después de ese movimiento brusco, México busca a su amigo, sabe que estará a salvo pero tal vez le preocupa el otro country de colores más claros…

Al no verlo, vuelve la mirada hacia su pecho donde aun se encontraba Bolivia temblando. Lo primero que se le ocurre preguntar es si el boliviano se encontraba bien y, luego de recibir un asentimiento curioso mira hacia el océano con un gesto algo incomodo

-Parece ser que tengo que ver qué sucede… ¿Estarás bien tu solo o prefieres que me quede aquí contigo?- pregunta tranquilo, acariciando con su mano la mejilla de Bolivia quien lo mira con temor

-Estaré… bien… puedes marchar si es necesario- se ha armado de valor por fin, agradeciendo su fuerza para negar a su presencia, el latino asiente con un gesto tranquilo, esta vez sin su sonrisa calmada pero, aun así, inclinándose. Como aun seguía tomando su mejilla, ocupa el resto de su mano para subir suavemente la barbilla de Bolivia y por fin, plantarle apenas una leve presión en los labios que deja en shock a Bolivia al sentir la humedad de aquellos labios ajenos que solo se restriegan con delicadeza sobre los propios, marchando poco después sin decir nada mas

Y aun cuando México ha desaparecido de la visión de Bolivia… este sigue ahí, viendo hacia la nada, congelado ante la sorpresa de haberse visto besado por alguien… a quien cada vez, tenía más miedo

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Bolivia se encontraba sentado en un sofá cercas de una pequeña biblioteca, con mirada gacha y suspirando cansado, su gesto luce decaído y solo se dedica a observar su mano izquierda y como continua temblando en miedo al tener en su mente al tricolor

-¿Y se suponía que estas eran mis esperadas vacaciones conociendo el mar?- se pregunto cansado, soltando el aire de sus pulmones y sintiendo que caía en un vórtice de depresión al sentirse atrapado por alguien a quien no conoce y no puede alejar de su presencia

-Buenas tardes joven… parece que tiene problemas, si me lo permite- Bolivia alza la mirada, encontrando a un hombre vestido de traje igual al resto de la tripulación en un saco azul marino y pantalones blancos, el hombre, que ya poseía barba y una piel acanelada le sonríe amablemente al country que corresponde con un intento de sonrisa

-Creo… que podría decirse que es algo más que un problema- suspira al final, el hombre asiente, sentándose al lado del country (a una distancia decente) permitiendo a ambos, charlar amenamente un largo rato… Bolivia por fin se puede sacar de su pecho todo lo que lo había estado preocupando desde que conoció al tricolor que no ha parado de besarlo; el hombre, que escucha atentamente enarca una ceja curioso

-Y dijo que trabajaba aquí… pero nosotros no hemos contratado a ningún countryhumans como parte del personal… es más, tenemos en una lista de “gente importante” a los countryhumans que tenemos el honor de llevar y solo figuran 2 nombres, el suyo y el de su amigo- menciona curioso y confundido el hombre, aunque con una extraña tranquilidad que confunde a Bolivia

-¿Entonces… entraron sin pagar?- pregunta Bolivia creyendo que tal vez, el miedo que le tiene a el latino, sea por eso, porque es mala persona… sin embargo; aun cuando el hombre se toma un momento para pensar su siguiente respuesta, niega tranquilo

-Entre nosotros los marinos, es normal escuchar cuentos de sirenas y tritones, criaturas de una inigualable belleza y astucia, capaces de confundirse con seres humanos… las leyendas las relatan como personas con torso humano y cola de pescado, pero la verdad, es que entre marinos, es sabido que las sirenas pueden tomar forma humana y su melodía guía a todo aquel que la escucha a la muerte… aunque, también se dice que las hay benévolas y que ayudan a los marinos perdidos a sobrevivir en el vasto océano- sonríe de medio lado con amabilidad propia de un hombre anciano

-Conozco el mito de las sirenas pero ¿Qué tiene que ver con ese country? No creo que existan sirenas countrys- finaliza Bolivia, el hombre se pone en pie, acomodando de nuevo su sombrero blanco en su cabeza y viendo a Bolivia con un mirar tal vez divertido como apenado

-Nunca se sabe… el océano guarda más secretos de los que el ser humano puede comprender… lo mejor es que siga sus instintos y se aleje de ese country… nuestros instintos más salvajes no suelen equivocarse- explica, dando una pequeña reverencia, pero, aun cuando está a punto de marcharse, Bolivia lo detiene

-¡Una última pregunta señor!... por favor- pide, tomando de una manga del saco al marinero que gira a verlo curioso, Bolivia se encoje un poco en su lugar pero mira necesitado de una respuesta, al anciano que solo observa en silencio el gesto preocupado del pequeño country

-Ese country me dijo que el mar siempre llamaba al marino y que todo aquel a quien llamaba el océano, no podía ignorar el llamado ¿A qué se refería con eso?- pregunta, incomodo de recordar que esas palabras, las dijo sobe su oído, a punto de llegar a algo más que gracias a los dioses no paso. El hombre se mantiene unos momentos en silencio, procesando la pregunta, hasta que termina por sonreír de medio lado suavemente

-Significa que, ante el llamado del océano, no hay alguien que se pueda negar… si el mar te llama, es algo que solo la persona puede comprender en su corazón… es, saber que hay algo, allá fuera, en el mar, que te está buscando… no dejaras de buscar hasta que lo encuentres o incluso, encontrar el mar por sí mismo, puede ser el llamado… tiene muchos significados si me lo preguntas- dicho esto, marcha por fin, dejando en soledad al Boliviano que termina igual de confundido que antes

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La noche por fin lo ha alcanzado, Bolivia no había visto a Guatemala después de que fuera llevado por ese otro country y ahora, lo único en lo que podía pensar, era en las palabras de aquel marinero… para empezar, ninguno de los otros countrys trabajaban en el crucero, ninguno estaba registrado y, las palabras y la poca explicación que le había dado sobre las actitudes y palabras del latino tricolor, solo lo habían puesto más de nervios

“Es saber que hay algo, allá afuera, en el mar, que te está buscando” no había parado de repetirse en su cabeza una y otra vez… aun cuando sentía el viento meciendo sus cabellos y el movimiento tranquilo, ahora, apenas perceptible del barco, su mirada se encuentra clavada más entretenida en el mar, en sus tranquilas aguas que parecen hechizarlo… ¿Seria cierto? ¿El mar de verdad lo estaba llamando?

Tal vez fuera porque él nunca había podido ver el océano debido a su posición geográfica; pero el de verdad ansiaba conocer el mar y poder verlo… en cuanto pudo estar tan cercas suyo, se dijo a si mismo que sin lugar a dudas tendría un hogar en una playa costera o donde pudiera ver siempre el mar… ¿Eso era el llamado? Se pregunto, negando en un suspiro cuando el viento de verdad calo en su cuerpo dándole frio

Volvió sobre sus pasos hasta poder llegar a su camerino, toco algunas veces a su vecino Guatemala pero no recibió respuesta alguna… supuso que seguiría con ese otro country que lo había llevado entre charlas y lo alejo de su persona… Bolivia no se sentía del todo cómodo estando solo, pero también sabía que no podía quedarse como una sanguijuela a su lado… aunque, si cierto mexicano tricolor no estuviera en el crucero, sin lugar a dudas Bolivia no tendría la sensación incomoda de la soledad… incluso, podría disfrutar mejor el viaje, se dijo por escasos momentos abriendo la puerta de su habitación y entrando. Ni siquiera cambio sus ropas. Solo se quito los zapatos y se dejo caer pesadamente en la cama… se sentía agotado y lleno de estrés. Tal vez mas de lo que había soportado en la escuela junto a su amigo Guatemala

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La oscuridad era profunda, apenas guiada por las luces de las estrellas y una luna menguante que casi juraría desaparecer… México bajo la mirada, encontrando el curso del crucero aun fijo, cerro sus ojos y la melodía de su pecho comenzó a sonar a oídos de aquellos que podían percibirlo pese al agotamiento del día ajetreado… las aguas se volvieron a agitar suavemente, acompañando la tranquila melodía del tricolor que, a su mente, mientras cantaba la melodía, permitía recordar a otro country, más pequeño que él, con un gesto que al latino se le antojaba como “inocente y desprotegido” como si se tratase de una presa increíblemente frágil y fácil de atrapar… aun así, se mantuvo, su voz continuo con la melodía, cantando suavemente, sintiendo su cabello moverse por el viento que parecía acariciarlo con amor

… … …

Soltó un suave jadeo, se sentía agotado y de verdad, le pesaban los ojos… pero las sensaciones en su cuello y sus costados le estaban haciendo difícil el poder acomodarse correctamente, hasta que sintió presión en uno de sus hombros que por fin le obligo a abrir sus ojos

Lo primero que noto fue un techo oscuro y sonido a la distancia; su mirada borrosa le permitió notar una mancha oscura removerse cercas de su cuello y, fue esto, lo que lo hizo alertarse para parpadear con fuerza y velocidad en busca de esclarecer su mirada

Cuando sus ojos se acoplaron a la oscuridad de la habitación, una melena invade su espacio, unos labios atrapan los suyos y una húmeda sensación se cuela en su boca robándole un beso profundo y apasionado que, aunque Bolivia no corresponde por nada del mundo, no puede negar tampoco… su cuerpo no le responde, eso es lo primero que nota pues busca empujar a quien le tiene acorralado contra su propia cama, su voz no sale, eso lo nota cuando, luego del beso sorpresa, quien le había besado, se aleja para permitirle conocer a su atacante

Bolivia quiere gritar y no lo consigue, cundo, a quien ve, es al tricolor mexicano que tanta desconfianza le crea. Aun cuando le ha liberado del beso, Bolivia no puede gritar, solo observar con respiración entrecortada por el miedo, como la sonrisa gentil del tricolor parece brillar en verde y rojo sangriento (a opuestos de su bandera) al tiempo que se inclina para comenzar a besar su cuello, pasando sus manos por los costados del cuerpo boliviano y lentamente traspasar las telas de la ropa hasta poder tocar directamente la piel

-Bolivia…- escucha cada tanto la voz de México llamándolo entre suaves jadeos… Bolivia no quiere, pero, ante las atenciones de México, su cuerpo reacciona y su voz solo permite soltar suspiros y pequeños gemidos cuando, su miembro viril es engullido por la boca del tricolor en una suave y placentera succión que hace a su cuerpo tener contracciones y comenzar a abocar suspiros de placer

No quiere, le tiene miedo a ese mexicano y aun así… su cuerpo es tocado con deseo y un cuidado que le parece enfermizo y aterrador como devoto… no sabe porque, solo sabe que le tiene miedo, que, ese miedo se comienza a transformar en pavor… pavor que es abocado en un alarido de placer y sorpresa cuando, los dedos que lo estaban preparado, son sustituidos por algo mas grande, caliente y húmedo que lentamente se va empujando en su interior

Sus gritos de dolor y agonía son callados por otro pasional beso; puede sentir las manos del latino acariciándolo; sus mejillas, su pecho desnudo, sus caderas, sus piernas ahora elevadas en los hombros del mexicano, como aquello que lo invade comienza a entrar y salir rítmicamente de su interior, aliviándolo al tenerlo fuera y ahogándolo entre intentos por gritar y tomar aire cuando este vuelve a ser empujado hacia su interior… los ojos de Bolivia se desorbitan…

No quiere aceptar que estaba siendo endemoniadamente placentero y que, aun pese a su miedo, el mexicano estaba cuidando al máximo su placer por sobre el suyo… no quiere aceptar, que cuando el latino guía su mirada para que se observen a los ojos, Bolivia, quien quería escapar de esa mirada, queda atrapado en ella, obedeciendo poco después, como si su cuerpo comenzara a responderle, solo para abrazarse al cuello del otro latino y ser recibido por otro beso profundo. Como sus piernas se envuelven alrededor de la cadera del mexicano y como, su cuerpo entero es movido para ser sentado sobre la hombría del tricolor y comenzar con movimientos más desesperados

Bolivia no quiere aceptar que pierde el mundo a sus alrededores y que pronto se ve cegado por la voz del latino que solo lo llama con deseo y desespero… Bolivia no quiere entender que, lo que se vuelve una noche de pasión… la verdad es que ha pasado en realidad y lo que menos desea entender… es que al final, en los brazos del mexicano, ha terminado por tocar el cielo contra su voluntad

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-Hey, Salvador- se giro en cuanto escucho su nombre a la lejanía, encontrando al latino, con una camisa semi abierta, sin los últimos dos botones, sonriendo tranquilo, mucho más tranquilo que de costumbre, con sus largos cabellos sueltos y sus ojos bicolor. El salvador sonrió suavemente de medio lado

-Así que los dos tuvimos la misma idea- menciona tranquilo, el latino llega a su lado y se sienta junto a él, palmeando suavemente su espalda

-Ya hemos llegado de todos modos, teníamos que marcarlos o serian tomados por el resto- se justifica el latino observando que muy lentamente la oscuridad de la noche comienza a esclarecer en señal de un nuevo día… solo que esta vez, no había un cielo despejado, sino uno lleno de nubes y una espesa neblina; y aunque esto fuera normal para ambos countrys, México gira a ver a su amigo y sonríe suavemente

-¿Y ese country es todo lo que esperabas?- pregunta tratando de crear algún tema de conversación. El Salvador gira a verlo con una media sonrisa divertida como peligrosa… si algo era seguro entre seres como ellos, es que solían ser terriblemente territoriales y, aunque México lo sabía y, el Salvador sabia que el latino no tenía interés por Guatemala, la pregunta le parece algo mas invasora… aun cuando sonríe en forma de amenaza hacia el tricolor

-Y mas- y, aun cuando México quería preguntar, sabía que el Salvador no diría más… después de todo, ni siquiera es necesario suponer. Para ellos, ver al contrario y percibir su aroma, les decía más que suficiente. Sus aromas personales se habían combinado con otros countrys y, sabían con quienes exactamente… tanto México como el Salvador habían tomado a Bolivia y Guatemala correspondientemente para “marcarlos” como su propiedad antes de llegar a su último destino

Ambos observaron al frente del crucero… ya estaban por fin cercas de sus territorios y por fin, la hora se acercaba. No hubieron palabras después de eso. Solo ambos poniéndose en pie para, juntos, comenzar a cantar la misma melodía que habían cantado desde el momento en que subieron al crucero; esta vez, al cantar juntos, su alcance es superior. El barco va aumentando su velocidad y lentamente, todas las personas que habían dentro, salen con tranquilidad pasmosa, perdidos en un limbo de melodía y sueños llegando a la parte delantera del barco, a la espera por lo que iba a suceder después

… … …

A lo lejos, entre la espesa niebla que los había envuelto, México y el Salvador pueden alcanzar a distinguir una serie de picos sobresalientes de roca, tan afilados que, apenas se ven claros, el barco termina por chocarM el movimiento es brusco y muchos humanos caen al agua…

El agua comienza a ser manchada en sangre; los gritos comienzan a brotar… de pronto, criaturas conocidas como sirenas y tritones comienza a emerger desde el mar y las rocas, saltando para atacar a todos y cada uno de los seres vivos ahí presentes. Ambos countrys observan la escena que era típica… ellos habían cumplido su misión… habían traído la comida para su gente, se dijeron

-Sera mejor que bajemos ya- anuncia el latino, notando como el barco comienza a hundirse permitiendo estar más cercas del agua, el Salvador accede, viendo como el primer en saltar hacia el mar es el mexicano y como, unos segundos mas tarde de haberse sumergido, brota ahora con una apariencia de tritón, nadado hacia donde toda su gente se estaba alimentando y moviéndose con velocidad para tomar a su preciada presa

Apenas sobresaliendo del agua, con un mirar perdido, se encontraba Bolivia, perdido en su propio sueño, sin ser tocado al ser notado en su cuerpo la esencia de uno de los mejores cazadores del banco de sirenas… el boliviano es atrapado por los brazos del mexicano que, luego de besarlo profundamente, permite a Bolivia reaccionar con sorpresa y miedo (sin ser consciente que ya respira bajo el agua)

Lo único que Bolivia nota es que está siendo llevado al fondo del océano, que los ojos bicolor de México lo están mirando fijamente y que, además de él, otras sirenas y tritones están llevando al fondo del océano a los humanos… viendo a lo lejos a Guatemala en su misma situación con aquel de nombre el Salvador. Bolivia trata de removerse y lucha por escapar pero, entre que dentro del mar es muy lento y que cree que perderá el oxigeno de sus pulmones, es recibido por un nuevo beso de parte del mexicano que le mira de medio lado con una sonrisa gentil pero que Bolivia toma como aterradora

-No te resistas, ya eres parte del océano después de todo; ya eres parte de mi, también- finalizo… para llevarlo mas y mas profundo en el océano, mas allá donde la luz del día no llegaba, mas allá, donde Bolivia solo podía aferrarse al tacto de México… aun cuando sus pulmones no han resistido y ha expulsado el aire, creyendo que iba a morir… se sorprende al poder respirar bajo el agua, apenas sintiendo la mirada del mexicano sobre su cuerpo y como es llevado a un lugar del que sabe, no podrá escapar

Se pregunta, antes de ser atrapado por la eternidad y las tinieblas… si su amigo Guatemala habrá tenido la misma suerte que él, siendo atrapado por una sirena… o si su destino fue más rápido y fue comido por esas criaturas caníbales… nunca lo podrá descubrir…

Las sirenas son territoriales con sus “tesoros” y tanto Bolivia como Guatemala, se volvieron los tesoros más apreciados por dos de los mejores cazadores del banco de sirenas… jamás volverían a ver la luz del sol otra vez

Notas finales:

*Y fue en estos momentos… cuando me estaba cuestionando si hacer esta historia solo un capitulo mas del goretober… un oneshot por aparte o un fanfic por completo… tiene todo para ser un capitulo de un nuevo fanfic… aunque me gustaría desarrollar más la idea… no es suficiente para ser un oneshot… no he acabado la trama y ni que decir… esto está lejos de ser parte del goretober…

Yuju! ¡9 páginas!... creí que no lo iba a poder acabar nunca XD de verdad… me costó un chingo acabar este oneshot XD… no sé porque pero ya esta… lo logre, lo acabe de algún bendito modo y doy gracias por eso XD ahora y como siempre, las explicaciones necesarias en datos extras XD

Datos extras:

*Originalmente esta idea era gore… pero no me salió y decide hacerlo un oneshot por aparte

*Bolivia estudia en una universidad de Guatemala, por eso se conocieron y son amigos, además, están de vacaciones y tienen la oportunidad de ir en un crucero… crucero que se jodio porque ahora hay sirenas dentro secuestrándolo sin que nadie se de cuenta XP

*Contrario al México que todos conocemos que es un desmadre, que nada se lo toma en serio y que en sí, es un pendejo divertido… este México es tranquilo, estratega más que nada y con un aire imperturbable de paz que en realidad, llega a ser jodidamente intimidante

*Pese a ese aire tranquilo, los humanos miran a las sirenas con miedo… ya sabe, ese sexto sentido animal que te dice que “algo no cuadra con ese cabron” o “algo es peligroso de ese pendejo” bueno, eso fue lo que Bolivia siempre sintió cercas de México, por eso le tenía miedo… aun si no sabía las razones. Moraleja, escucha a tus instintos…

*México choco por accidente con Bolivia, eso sí fue sin querer, pero, que Guatemala quien estaba delante de Bolivia no notara nada, fue obra de la “magia” de sirena de México

*Desde el primero momento, México decidió marcar a Bolivia, por eso siempre que se ven, el latino besa a Bolivia ¬u¬

*Sobre el Salvador y Guatemala… errr a según yo. Guatemala es el seme pero, El Salvador es el tritón… así que… la cosa esta interesante ahí XD

*Errr… cuando pasa lo de Bolivia y México en el ocaso… se supone que es magia de México quien lo está dejando en trance, pero el océano le regaña y México deja en libertad a Bolivia antes de “comérselo” ¬u¬ todos sabemos cómo ¿no?

*México ya posee en sus “territorios” a Rusia y a USA (sip, insinuaciones de ships) pero, no los ha olvidado, de hecho, no se come a ninguno, sino que los tiene “atrapados” en un hechizo de hipnosis y ambos corresponden a sus sentimientos… ya sabemos que Bolivia acabo como ellos. Eso sí, ninguno conoce al otro

*USA fue el primer country que México secuestra por amor, el segundo, es Rusia, con este se enamora más rápido y más intenso pero, si hacen una comparación con Bolivia… es como si se olvidara de todo solo para centrarse en él, por eso el Salvador cree que es un capricho de México, por la velocidad en que tomo interés hacia el boliviano

*Esta es la primera vez que El Salvador secuestra a alguien para tenerlo en su hogar

*México y el Salvador no son las únicas sirenas/tritones que salen del banco de sirenas (conjunto de sirenas, o tribu) para cazar, de hecho, todos van en grupos de 5 a mas, pero los que son “los mejores” van solo en quipos de 2… así como México y el Salvador, habían otros que solo van en parejas… pero no pensé desarrollar eso demasiado, aunque, se supone, que un grupo de 5 tritones cruzan con el crucero de México, por eso, el golpe que mueve el barco… eran ellos tratando de hundirlo para llevar la comida, México fue quien los detuvo pues ellos ya estaban trabajado en ello

*Se supone que el anciano debía de responder dudas a Bolivia, no dejarlo más pinches confundido XD

*Lol, no fue al tercer capítulo, sino al tercer día que hubo lemon entre estos 4 protagonistas XD aunque me disculpo por solo mostrar fragmentos de México y Bolivia… no ando con ganas de lemon y pusss, se me complica así we… sorry… pero, como único detalle, puedo decirles que el lemon de Guatemala y el Salvador fue más del tipo romance sin tanto hechizo de por medio ¬u¬ ahí le dato

Bueno, CREO YO que es todo lo que hay que explicar… y saben, si tienen dudas, les explico

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Que tengan lindo día

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Ko-fi

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