#Agatha quien sino
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Analisis de la Serie: Agatha, ¿quién si no? o en Todas partes
Agatha all along Capitulos 1 y 2! – Misterios explicados y análisis. El personaje central de la serie, Agatha Harkness, que bajo el alias de Agnes era la vecina de Wanda en “WandaVision”, es en realidad una poderosa bruja. Viendo lo que Wanda hacía con su realidad alterna, Agatha decide intervenir, ya que también tiene problemas con el “sindicato de brujas”. A pesar de ser prácticamente…
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Las aventuras de Sherlock Holmes
Finalmente leí este libro. Desde hace mucho que me habían recomendado leer las aventuras de Sherlock, pero nunca le había prestado atención al genero detectivesco. Debo decir que he leído relativamente poco del género de misterio. En realidad, recién me inicié. Hace poco leí El Sabueso de los Baskerville de Conan Doyle y Se anuncia un asesinato de Agatha Christie, que me parecieron muy entretenidos. Aunque todo empezó con Las cosas no son lo que parecen de Carmen González Huguet.
El género policiaco/detectivesco/misterio era para mí desconocido y tenía un mal preconcepto ―ya lo he comentado―. Pero poco a poco he ido cambiando mi opinión al respecto. Aunque no es mi género predilecto, me gusta cómo va despertando tu curiosidad, a pesar de que el tema no siempre es ligero pues ocurren asesinatos la mayoría de las veces o algún hecho siniestro.
Esta compilación de aventuras de Sherlock Holmes nos muestra con mayor claridad algunas cosas como: hasta dónde llega la afición de Sherlock, su poder de observación y su relación con Watson. Encontramos a un personaje principal cuya «afición» lo envuelve en todos los aspectos de su vida. Él dedica su tiempo a sus hobbies bohemios, como los llama Watson, y a resolver casos que tiendan a lo extraordinario. Con su método de observación-deducción, Sherlock nos va guiando paso a paso a través de los casos atípicos que se le presentan para desentrañar los misterios que la policía no consigue descifrar. Claro, sin faltar su compañero de aventuras y cronista, Watson, con quien comparte una confianza y amistad destinada a conservarse en los anales de la historia.
«Nada me producía mayor deleite que seguir a Holmes en sus investigaciones profesionales y admirar sus rápidas deducciones, tan veloces como si fueran intuiciones, pero basadas siempre en la lógica, con las que desenmarañaba los problemas que se le proponían.» — Watson
A continuación, les dejo la lista de aventuras en las que se embarca Holmes:
· Escándalo en Bohemia
· La Liga de los Pelirrojos
· Un caso de identidad
· El misterio del valle de Boscombe
· Las cinco pepitas de naranja
· El hombre del labio retorcido
· La aventura del carbunclo azul
· La aventura de la banda de lunares
· La aventura del pulgar del ingeniero
· La aventura del aristócrata soltero
· La aventura de la diadema de Berilos
· La aventura de Copper Beeches
Todas son interesantes, sin embargo, mi favorita es «Escándalo en Bohemia», por el final poco común en los relatos sobre Sherlock. De los aspectos que más me inquietan sobre las aventuras es que no siempre terminan apuntando al norte proverbial. Es decir, no son lecciones morales las que intenta dar la historia, aunque se encuentra indicios, en ocasiones, que Sherlock posee un buen corazón y una buena moral. Esto se ve reflejado en los finales que tienen los «villanos» o mejor dicho contrincantes de Sherlock, a veces escapan, a veces mueren, a veces no se sabe de su paradero. En fin, no es que el autor nos quiera indicar qué es lo que debió haber pasado, sino que en situaciones estamos atados de manos para que suceda el «deber ser».
Son doce historias que se adentran en los métodos de Sherlock que disfruta tanto como depende de la compañía de su compañero Watson y que, ambientada en el S. XIX, es de esperarse que el papel de la mujer no se salga del de una doncella en peligro ―aunque a veces con carácter―, o de una damisela desamparada. En ese sentido, Conan Doyle, no es un escritor tan atractivo para mí, aunque no por eso descarto su ingenio. Simplemente prefiero otro tipo de lecturas. Cuatro estrellas.
Fecha original de publicación: agosto 5, 2022.
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«El sabueso de los Baskerville», de Arthur Conan Doyle
—¡Cielo santo! ¿Qué ha sido eso, Watson? —No lo sé. Un ruido que se produce en el pantano. Es la segunda vez que lo oigo. Cesaron los alaridos y se extendió sobre nosotros un silencio absoluto. Aguzamos el oído, pero no ocurrió nada más. —Watson —dijo el baronet—, eso era el aullido de un perro. La sangre se me heló en las venas, porque en su voz había un temblor que ponía de manifiesto el repentino espanto que se había apoderado de él. —¿Qué dicen de este alarido? —preguntó—. —¿Quiénes? —Los habitantes de la región. —Son gentes ignorantes. ¿Qué importa lo que digan? —Quiero que me lo repita, Watson. ¿Qué es lo que dicen? Vacilé unos instantes, pero no tenía escapatoria. —Dicen que es aullido del perro de los Baskerville.
Como era de esperarse, el libro de Pierre Bayard hizo que volviese a leer la novela de Conan Doyle. ¿Me pareció menos buena de lo que la recordaba? En absoluto. Si bien luego de haberla leído cuatro veces se pierde cualquier sorpresa, el desarrollo de la historia y sobre todo la atmósfera siguen pareciéndome tan buenas como siempre. El sabueso de los Baskerville está lejos de ser la mejor novela de misterio del mundo, pero definitivamente es la más lograda de entre las que aparece Sherlock Holmes.
En lo que respecta a la teoría sobre el verdadero asesino, ¿me parecen ahora más plausibles las teorías de Bayard? No mucho, pero más de lo que a primera vista me lo habían parecido. Aunque no lograse convencerme, este tipo de investigación (método que él llamó «crítica policial») me ha parecido más que entretenido, así que intentaré pronto leer la que realizó también para El asesinato de Roger Ackroyd de Agatha Christie.
Pero más que hablar sobre esta novela en sí, quiero aprovechar la ocasión para referirme un poco a sus adaptaciones cinematográficas. Todavía no las he visto todas (alcanzan la quincena), pero conozco suficientes como para poder decir cuáles destacan por sobre el resto. Voy a ello no sin antes citar un último pasaje genialmente atmosférico:
Al atardecer, me he puesto el impermeable y he andado hasta muy lejos por el páramo empapado; la mente llena de imágenes sombrías, la lluvia azotándome el rostro y el viento silbándome en los oídos. ¡Que Dios se apiade de quienes se aproximen a la gran ciénaga en tales momentos, porque incluso las tierras altas, habitualmente firmes, se tornan pantanosas! He encontrado el Risco Negro en el cual había visto al vigía solitario y he contemplado desde su accidentada cima las lomas melancólicas. Ráfagas de lluvia se deslizaban sobre las tierras rojizas, y densas nubes color pizarra colgaban bajas sobre el paisaje y caían en jirones grises por las laderas de las fantásticas colinas. A la izquierda, medio ocultas por la niebla, sobresalían por encima de los árboles las dos delgadas torres de la mansión de los Baskerville. Eran los únicos vestigios de presencia humana, si exceptuamos los habitáculos prehistóricos que tanto abundan en las laderas de las colinas.
Adaptación dirigida por Karel Lamač (1937)
Más que curiosa versión alemana llena de humor y chistes no del todo graciosos. El argumento es extrañamente distinto, no en detalles superfluos como en otras adaptaciones, sino en partes importantes de la trama. Aunque no aparezca hasta transcurrida media hora (sin duda que se pasaron con el preámbulo), el Holmes germano algo escuálido que aparece aquí resultó siendo, para mi sorpresa, bastante bueno.
Adaptación dirigida por Sidney Lanfield (1939)
Película en gran parte desperdiciada, sobre todo porque Basil Rathbone es uno de los mejores intérpretes de Holmes (aunque le reste bastante estar acompañado por el Watson tonto y antipático interpretado por Nigel Bruce). Esta película tiene el mérito de ser la primera sobre Sherlock Holmes ambientada en época, y eso sin duda que está logrado: la atmósfera es genialmente tétrica y los escenarios y los decorados son muy buenos. El problema está en las innecesarias modificaciones del argumento original, en particular el aburrido desarrollo amoroso (además de algún que otro cambio innecesario, como cuando Holmes aparece disfrazado de vendedor ambulante), y en ese final absolutamente insípido. Sí que hay que resaltar el ataque del perro, porque es uno de los mejores de todas las películas (es una lástima, sin embargo, que no se intentase seguir la descripción que se hace en el libro).
Adaptación dirigida por Terence Fisher (1959)
El hecho de que dos leyendas del cine de terror como son Peter Cushing y Christopher Lee actúen en esta película sin duda que le hace sumar muchos puntos. Cushing para mí es el mejor Sherlock Holmes de todos los tiempos (no acepto objeciones) y Lee hace un buen papel de Henry, pero fuera de eso hay pocos aspectos que destaquen especialmente. Las cosas que resultan desacertadas son, por otra parte, muchas: André Morell es un buen actor, pero no calza en nada con el papel de Watson; no se respetó en nada la descripción que se hace de Stapleton en la novela; la expedición a la mina sobra como han sobrado pocas cosas y el tema amoroso vuelve a tener más desarrollo del necesario. Por lo demás, el final es bastante pobre y casi se acerca más a la teoría de Pierre Bayard que al argumento original (eso sin contar que el sabueso parece más un perrito mal alimentado que una bestia asesina al estilo de la de Gévaudan). La oportunidad de Cushing para hacer una buena película vendría unos años después.
Adaptación dirigida por Graham Evans (1968) para la serie de la BBC
El mejor Holmes (Peter Cushing otra vez), el mejor Watson (Nigel Stock), el mejor Stapleton y el mejor Henry; súmese eso a que es por mucho la película más fiel al libro (salvo algunos detalles podría decirse que lo sigue casi a cada párrafo) y se tendrá como resultado que es la adaptación más lograda de todas. Si se quiere ver una adaptación de El sabueso de los Baskerville, que sea esta.
Adaptación dirigida por Ígor Maslennikov (1981)
Aun teniendo un Watson demasiado serio y un Henry demasiado estúpido, esta versión rusa me pareció sorprendentemente buena: es muy fiel al libro, tiene un Holmes genialmente interpretado (me gustó más que la interpretación de Jeremy Brett, por ejemplo) y cuenta con una producción superior a muchas de las otras películas. La recomiendo.
Adaptación dirigida por Douglas Hickox (1983)
Aunque por motivos casi sentimentales Cushing es mi favorito, objetivamente no puedo decir que Ian Richardson sea peor. De todos los actores que lo interpretan en las adaptaciones de El sabueso de los Baskerville, es el que más se parece físicamente al Holmes que ilustró Sidney Paget para The Strand Magazine (ilustraciones icónicas que terminarían por transformarse en la imagen estándar del detective). Pero no es solo el parecido físico lo que lo hace un buen Holmes, sino también su magnifica interpretación muy apegada a la original de los libros. El Watson que lo acompaña no es especialmente bueno, pero tampoco es tan malo como otros; sir Henry es bastante decente y Stapleton es quizá uno de los mejores de las películas (algunos papeles menores, como Beryl y Mortimer, también me gustaron). El argumento de la película difiere en bastante más que detalles al de la novela, pero a diferencia de las otras adaptaciones aquí no resultan contraproducentes. El final, que contiene mucha más acción que el de la obra original, podría decirse que hasta lo supera.
Adaptación animada dirigida por Eddie Graham (1983)
Tiene una animación al estilo de Scooby-Doo que me gusta mucho, pero no hay mucho más que destacar. Para que la vea un niño está bien.
Adaptación dirigida por Brian Mills (1988) para la serie de ITV
Nunca he entendido por qué suele decirse tanto que Jeremy Brett es ha sido el mejor Sherlock Holmes de todos. Definitivamente no es el peor (lo que tampoco quiere decir mucho, la verdad), pero está lejísimos de superar a Basil Rathbone, Peter Cushing o Ian Richardson. Los demás personajes también dejan mucho que desear: Edward Hardwicke es otro Watson antipático y que calza poco con el personaje; Henry es bastante mediocre, y aunque Stapleton no es tan malo, tampoco destaca particularmente. En fin, toda la película es bastante insulsa.
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Es difícil entender de quién estamos hablando
En 2017 escribí un texto sobre Marcelo Alzetta que después quedó dando vueltas. En 2018 me regaló un cuadro, debe ser el mejor regalo que me hicieron. Lo vi pocas veces, en esa ocasión comimos pizza. Hablábamos por chat, pero el último tiempo no tanto. Cuando me enteré de su muerte me sentí culpable y abandonado. Sabía que en 2020 la había pasado un poco mal. Me hubiera gustado contarle un chiste sobre Justin Bieber y la pandemia:
El chiste es que un noticiero anuncia con una placa enorme que Justin Bieber vuelve a las giras después del fin de la cuarentena. Otro texto en una letra más chica desarrolla la noticia: “pasó lo peor”.
Alzetta va a ser cada vez más importante. El diría que lo mejor todavía no pasó.
No importa la época. Primeros apuntes sobre Marcelo Alzetta.
Texto de catálogo para la muestra de Marcelo Alzetta en galería Walden, Buenos Aires septiembre de 2017.
Una estrella lejana titila raro, irregular en sus pulsos, y así confunde los instrumentos de medición. Claro que lo hace a conciencia, ¿quién va a pretender medir el arte? Marcelo Alzetta es el artista para encontrar provindencialmente, como él mismo encontró todo: amigos, ideas, sensaciones. Si se aguza la vista, se lo ve brillar con nitidez en el cielo del arte argentino de los últimos quince años, moviéndose dentro del complejo de soluciones y sabias torpezas que va del Rojas de Londaibere a la progenie hirsuta de Belleza y felicidad: sus piezas de comienzos de los 2000 todavía están marcadas por la rugosidad expletiva y los personajes queribles de la historieta argentina de fines del siglo XX; su muestra en Tu Rito del año 2010, con su psicodelia apenas visible (el espacio carecía de una fuente confiable de luz eléctrica) lo devolvió a los mayores escenarios de una corriente artística minoritaria y amiguera, ya madura; su más reciente exposición individual en Agatha Costure, en 2016, nos lo presentaba como un sereno pintor de bodegones que también fuera en sus ratos libres especialista en sintetizadores de la Guerra Fría. Cuadros suyos hay en la librería de Francisco Garamona, La Internacional Argentina, en la colección de Gustavo Bruzzone y en casas de artistas como Javier Barilaro, Fernanda Laguna, Miguel Harte, I Acevedo y tantos otros. Todo esto para el despistado o la despistada.
Alzetta nació en Tandil en 1977. En 1996 se instaló en Buenos Aires (“terminé la secundaria y rajé”, comenta). Fue cartero, cocinero en una casa de empanadas y también ejerció el oficio diurno de pintores como Ana Sokol, Anabella Papa y Juan Grela G.: peluquero. Incluso antes de instalarse en Buenos Aires, el jovencísimo Alzetta era un asiduo de la ciudad: solía venirse los fines de semana a hacer taller de historieta con Alberto Breccia de muy chico. Su primer alojamiento porteño, ya como residente, fue el caserón de Carlos Calvo y Boedo donde tenía sede El Tripero, el grupo-revista de historietas que Alzetta fundó junto a Frank Vega, Delius, Sandra Lavandeira, Esteban García, entre otrxs muchxs futurxs protagonistas de la ficción gráfica. Al grupo se sumaron luego artistas como Mariano Grassi y el -entonces todavía no- aclamado documentalista Julián D'Angiolillo, con quien Alzetta colaboró en varias ocasiones: una de las interacciones más particulares del arte local de este siglo.
En el año 2000, sobre la vara que puso Alfredo Londaibere, Alzetta participó en una exhibición en el Centro Cultural Rojas con el Búlgaro Freisztav, Marta Cali y María Fernanda Aldana (integrante del conjunto musical El Otro Yo). Fue una muestra legendaria y equívoca. El incipiente siglo artístico se perfilaba con entusiasmo. La consigna osada: el futuro es de los artistas que se dedican a otra disciplina. Alzetta por aquella época trabajaba de telemarketer, tarea de la que lo rescataron sus amigos.
Porque hablar de Alzetta es hablar de ellxs, los amigos: él brilla cuando lo iluminan sus colegas; y cuando algún obstáculo les hace sombra, vuelve a su mutismo productivo. Es el objeto de deseo, el artista que los artistas aman y que se deja amar. Los amigos para Alzetta son el oxígeno, el pan y el centro neuronal del equilibrio. Aunque sus cuadros parezcan solitarios a veces, es un artista de la colaboración. Y es así no por afán de socializar sino por su sinceridad, su búsqueda de la cascada emocional primitiva. ¿Las ideas y los sentimientos humanos más intensos y límbicos no son formas de colaboración en sí mismos? Al confesar la pena o la pobreza, al conjeturar la gracia rara de un perro de ojos maquillados Alzetta se mantiene atento a las personas, a su belleza, a sus tristezas. Algunas órdenes contemplativas enclaustradas bregan con la tarea de expiar pecados ajenos, cometidos lejos de los monasterios; sus miembros son como antenas del extravío y el dolor. El artista, retirado en los confines de un variopinto espacio mental, está a la distancia de un beso de quienes sufren y ríen.
*
Un día estaban mirando la tele con Marcelo Pombo y vieron algo distinto en la pantalla: Reynolds. La banda que formaban Roberto Conlazo, Alan Courtis y Christian Dergarabedian. Poco después, un amigo de Alzetta se entera, recorriendo un festival en el Parque Centenario, de que Conlazo daba un taller de música experimental en la sede de Puan de la FFyL. Y así empezó una amistad. Alzetta y Conlazo comenzaron a trabajar juntos. “Rob tira una idea, Frank (Vega) dibuja y yo después la pinto”. Con él también hizo cuadros en colaboración para la muestra en Tu Rito, organizada por Victoria Colmegna y el mismo Conlazo. Pero volvamos al Parque Centenario. O su pariente, el Rivadavia, ambos enlazados en el cuerpo astral de la ciudad por el Boulevard Campichuelo (D'Angiolillo es mi informante en el tema): son esos parques y sus ferias, reuniones y esparcimientos típicos los focos de una cultura avanzada y popular, escuelas de novedades musicales y vicios literarios ultramarinos (en la forma del samizdat y la reproducción ilícita) a los que Alzetta dedica un homenaje. Los que no se pueden comprar el CD se compran el cassette. Barbas, anteojos de sol, dinosaurios de la Gestapo y conejos de chocolate: a eso se dedicaban Alzetta y compañía.
“Olor a peinado o a cortes de pelo…” ¿Quién puede ver una mano transparente que se enfrenta con el atardecer? O un mocasín orlado de rayos y utilizado como vaso para cepillo de dientes, sobre un arcoiris. O el tigre con cuerpo y patas de mesa de jardín, bajo la luna roja. Leonor Vassena puede. Sokol también. O Gumier Maier (habitué de la peluquería de doña Sokol). Alzetta se mete en el póker de un surrealismo ingenuo y localista que avanza a contramano de la educación y el cálculo.
En Buenos Aires, en los noventa, Alzetta frecuentaba los boliches más coquetos del centro (“lugares muy anti pueblo”, admite) y al mismo tiempo se iniciaba en los arcanos de la vanguardia popular con uno de los cascabeles sueltos del momento: Pablo Suárez. Suárez conversa con el adolescente Alzetta, reprueba algunos de sus intentos y así lo induce a cristalizar en la adolescencia, a puro empujón y refunfuño. Alzetta muestra en Belleza y felicidad en 2000, antes del Rojas, y Suárez le compra una obra. Es la pintura de un ser bicéfalo y alegre en bicicleta: medio payaso de película de terror, medio tapa de LP bizarro de banda efímera. La muestra se titulaba Sentimientos y la integraban, además de Alzetta, Gumier Maier, Fabiana Imola, Fernanda Laguna, Sergio De Loof y Pombo. A este muchacho tímido, retraído de tan extrañas que eran sus ideas, le tocó empezar entre nombres que proyectaban sombras amenazantes a su alrededor.
Con Suárez lo había enchufado Dipi, su gran amigo de la temprana edad. En las charlas en el café Golden, en el centro de Tandil, Dipi entretenía multitudes de ocasión y cuando estaban solos le relataba a Alzetta obras como el Niño Bazooka de Suárez, ese memorial al triunfo gay sobre las huestes indecisas de toda cultura artística heterosexual. Era bueno el relato de Dipi, y muy buenas las obras de Suárez, porque Alzetta se encendía al escucharlo. Y algo tiene él también de ese chicle rosa (que según la anécdota Suárez hacía masticar a sus amigos antes de dárselo al personaje de la escultura): es un chicle inagotable que otros artistas mastican sin cansarse. El chicle de la inspiración: la goma de mascar de Dios, diría un rapero.
*
Quien se acerque a husmearlas, olerlas y tomarles el pulso verá que en las obras de Alzetta todo es maquillaje, rubor y disfraz; las criaturas más triviales y próximas se transfiguran; los duendes se visten para salir. Quienes beben ginebra en un parador rutero de repente caen bajo el influjo de la magia, a través de un acorde de cumbia o del chiste depravado que cuenta en voz alta un parroquiano ultimado. No hay justicia tal vez, pero hay milagro. Las cosas se deforman desde adentro, movidas por un sentimiento rítmico. Aunque sumergirse en la obra de Alzetta requiere un talento indefinible y escaso, no se sabe con certeza cuáles son las capacidades que despiertan sus elucubraciones. Por ejemplo: ¿se puede enseñar a oler un peinado? ¿qué hace el que no puede alegrarse con la sonrisa del chicle gigante en la gruta? A ese lo está esperando un gatito con corbata y un fondo rosa. Para que nadie se sienta excluido.
Esta psicodelia folclórica tiene fuentes dispares, inextricables unas y otras inmediatas. Están los ingenuos 1960 que recopilaban Mujica Láinez, Vassena y compañía en la galería El Taller de la calle 25 de Mayo. Está Gandolfo también, y Malincónico. Está el surrealismo bonaerense (la última coalición avanzada de nuestra vida cultural) y el arte del Rojas, que Alzetta conoció de muy chico. Pero hay mucho más. El personaje es galáctico, fáustico en sus caprichos; no cuesta nada ir hasta Friedrich ni Odilon Redon, hasta los visionarios californianos o los simbolistas rusos. Sin embargo, Alzetta hace de la nacionalidad un asunto de importancia. “Me reconozco en la tradición pictórica nacional. En general, no importa la época.” Ya señalé la última frase: no importa la época. La clave de un anacronismo vivo y abarcativo.
Witz tandilense Cuando no importa la época el arte se abandona plácidamente al cosmos, a lo entero. Psicodélico y surrealista por afuera, Alzetta es un universalista de corazón. “Un estilo naïf pero no tanto”, dice. Aunque naïf, surrealista, psicodélico, son etiquetas quietas si no las toca una varita imponderable. En Alzetta esa varita es la romántica exaltación de la obra de arte como universalidad en movimiento, océano de sensaciones y sentimientos. Es la idea de que un cuadro es también baile, música o novela; una idea alemana de fines del siglo XVIII que rejuveneció en las sierras bonaerenses.
Según esta idea, las distintas esferas del arte se conocen e integran en el plano invisible del sentimiento, el humor, el Witz. Cristo en la TV dentro de un ojo es una canción. La sombra de los pinos en la cabeza transparente de un alienígena es un acabado número de circo. La tierra de Alzetta no es Tandil ni mucho menos Argentina: es un secreto que se cierra a los ojos y se abre al corazón inquieto. El pintor nacional es un cosmopolita tapado. Su obra viaja de la miseria a la epifanía y de la sonrisa al sonido, una y otra vez. Y así se difunde y se mezcla con la vida, hasta ser invisible otra vez. Empieza un cuento de Daniil Kharms (Cuaderno azul, nr. 2):
Había una vez un pelirrojo que no tenía ojos ni oídos. No tenía pelo tampoco, por eso lo de pelirrojo es un decir. No podía hablar, porque no tenía boca. No tenía nariz. Ni siquiera brazos o piernas, ni estómago, espalda, espina dorsal, o cualquier clase de vísceras. No tenía nada, así que es difícil entender de quién estamos hablando.
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⚠ SPOILERS ⚠
Después de nueve episodios, WandaVision ha concluido con un tremendo episodio final. Los planes de Agatha Harkness y Tyler Hayward se han frustrado. Visión ha dejado de existir en un sentido, mientras que una versión de él continúa existiendo en otro sentido. Westview es liberado, todos excepto un ciudadano condenado. Wanda Maximoff, Scarlet Witch, ha avanzado para descubrir lo que realmente es.
Luego obtenemos dos escenas post-créditos diferentes. Cada uno está configurada para una próxima secuela del MCU.
CAPITÁN MARVEL 2
Jimmy Woo obtiene su momento de autoridad al tomar el control de la situación posterior a Wanda en Westview. Esto lleva a una pregunta interesante sobre qué será de Agatha. Wanda tenía la intención de que estuviera atrapada en su personaje de Agnes, condenada a ser la vecina entrometida residente de Westview, pero sus payasadas deberían ser bastante conocidas por las autoridades y presumiblemente por la gente de la ciudad. Nos imaginamos que acabaría detenida, a pesar de lo que Wanda había planeado para ella.
Independientemente, el director Hayward es arrestado. En todo caso, es su trato hacia Woo lo que lo meterá en problemas, aunque abrir fuego contra dos niños y otro agente de SWORD no le hará ningún favor. Para ser justos, si hubiera sacado a Wanda, no habría quedado ningún cuerpo de Billy y Tommy para lo investigara.
Mientras Jimmy Woo y Monica Rambeau discuten la situación, aparece otro agente para interrogar a Monica. Los dos entran al Coronet Theatre sin que Monica se dé cuenta de lo que está pasando.
La agente se revela como una Skrull enviada por una amiga de la difunta madre de Monica, Maria Rambeau. Esto concuerda con la teoría de que los agentes de SWORD leales a Monica sobre Hayward probablemente también eran Skrulls. Como se explicó anteriormente en WandaVision, María fundó SWORD después de los eventos del Capitán Marvel, donde Carol Danvers comenzó su misión de encontrar a los Skrulls un nuevo planeta de origen. Es natural que al menos algunos de los agentes sean en secreto cambiaformas alienígenas.
El amigo de sus madres del que habla Skrull no es otro que Nick Fury. Oportunamente, Iron Man, la primera película de Marvel Cinematic Universe, presentó a Fury en los créditos posteriores para reclutar a Tony Stark. Ahora es Mónica la que está siendo reclutada al final de la primera serie de Disney+, lo que debería darte una idea bastante clara de cuán importante debe considerarse su personaje para el MCU en el futuro. A pesar de estar en la Tierra para sus asignaciones, Fury quiere reunirse con Monica en el espacio.
Como sabemos por la escena posterior a los créditos en Spider-Man: Far From Home, que tiene lugar poco después de WandaVision, Fury se encuentra actualmente en el espacio con los Skrulls mientras Talos lo reemplaza en la Tierra.
Hay dos proyectos en camino que involucran a Nick Fury y los Skrulls. En primer lugar está Captain Marvel 2, que actualmente está programada para el 11 de noviembre de 2022. Esa película contará de manera destacada no solo con Carol Danvers, sino con Monica Rambeau y Kamala Khan, quien pronto será la estrella de su propia serie Ms. Marvel en Disney+. .
Luego está la serie Secret Invasion de Disney+. Si bien se supone que la filmación comenzará el próximo mes, no se ha dicho cuándo se supone que verá la luz la serie de seis episodios.
DOCTOR STRANGE 2
Vemos que Wanda Maximoff ahora vive sola en una cabaña remota. Al principio, parece estar viviendo una vida normal, aunque solitaria, mientras prepara su té con ropa normal. Luego, la cámara se acerca a otra habitación para mostrar a otra Wanda, vestida con su disfraz de Scarlet. Witch, leyendo atentamente el Darkhold con manos y ojos brillantes. Las páginas pasan por sí mismas.
Wanda se distrae de repente con los gritos de Billy y Tommy. Dondequiera que estén, están en peligro y la necesitan. Pase lo que pase, Darkhold parece ser la respuesta.
A pesar de haber sido filmada en Irlanda, se supone que el área es la montaña Wundagore, el lugar donde Wanda y Pietro crecieron en los cómics.
La configuración aquí es para Doctor Strange in the Multiverse of Madness. Aunque Strange aparecerá en Spider-Man: No Way Home el 17 de diciembre de 2021 para algunas travesuras del multiverso, seguirá con su propia secuela el 25 de marzo de 2022. Se ha confirmado durante mucho tiempo que Wanda es una de las principales en eso, y con algunas referencias inteligentes de Evil Dead, esta escena establece explícitamente esa conexión Doctor Strange 2.
La forma en que Wanda está estudiando Darkhold es muy similar a la del Dr. Strange que usa su forma astral para estudiar varios libros mientras duerme en su primera película en solitario. El problema es que Darkhold no es exactamente lo más seguro para tener en tu poder, y mucho menos leer. Si bien todo lo que dice Agatha es sospechoso, insistió mucho en que la aceptación de Wanda de ser la mítica Scarlet Witch tendrá efectos absolutamente desastrosos sobre la realidad.
Pero parece haber algún método para su locura. Si bien Wanda pudo explicar qué era su Visión resucitado, nunca obtuvimos una explicación completa de lo que eran Billy y Tommy. Oh, claro, eran construcciones de algún tipo y no podían existir fuera del hechizo, pero Wanda entendió que había algo más. Al despedirse, les agradeció por elegirla para ser su madre.
¿Qué son exactamente? ¿Dónde están? En los cómics, eran piezas del alma de Mephisto, pero podrían estar yendo en una dirección diferente aquí. ¿Fueron extraídos de diferentes partes del multiverso?
De cualquier manera, Wanda quiere encontrarlos y permitirá que se liberen los horribles efectos secundarios del Darkhold para recuperar a sus hijos.
★ Próximas fechas de lanzamiento
Loki (Disney+) Julio 11, 2021
Black Widow (2021) Mayo 07, 2021
Eternals (2021) Noviembre 05, 2021
Shang-Chi And The Legend Of The Ten Rings (2021) Julio 09, 2021
Spider-Man: No Way Home (2021) Diciembre 17, 2021
Thor: Love And Thunder (2022) Mayo 06, 2022
Doctor Strange In The Multiverse Of Madness (2022) Marzo 25, 2022
Black Panther 2 Julio 08, 2022
Captain Marvel 2 (2022) Noviembre 11, 2022
She-Hulk (Disney+) 2022
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Raven era la típica mujer “moderna” que pasaba más horas en su trabajo que en casa. El problema es que no solo tenía que hacerse cargo de un gato independiente, sino que tenía tres infantes en casa y nadie más que la pudiera ayudar. La pelirroja se había casado joven y enamorada, al año el matrimonio fue bendecido con dos gemelos; Dante y Leon. Ambos padres se compartían la responsabilidad, lo cual les permitía estar presentes en casa y cumplir con sus trabajos. Solo que la felicidad no fue eterna, cuando los pequeños tenías cuatro años y Raven estaba embarazada de seis meses de la pequeña Agatha, el esposo de ella tuvo un accidente que le arrebato la vida. Fue una época dura y oscura para la pelirroja, no permitió la ayuda de ninguno de sus familiares, se fue en contra de la vida, encerrándose en el dolor. Llegó al punto de que hasta la dulzura de su personalidad fue desapareciendo, convirtiéndola en alguien dura. Lo que no quiere decir que no ame a sus hijos, ellos son su mayor tesoro y da la vida por los tres, pero son los únicos con los que se permite ser dulce. Para el resto Raven es una perra detestable, inteligente y eficiente, pero infumable.
El problema es el presente. Toda su rutina se está viendo desmoronada, pues en la única persona en quien confía y tiene el amor de sus hijos se quiere marchar. La joven y linda niñera que parece tener mejor relación con sus hijos que ella misma, se quiere ir porque tiene que estudiar. Ni los niños, ni menos Raven desean que ella se vaya, se ha vuelto tan importante en su vida, solo que jamás lo admitiría. --Puedo contratar a alguien más que te ayude, así puedes estudiar tranquila por las mañanas -hablaba mientras sostenía a Agatha de dos años en sus brazos y los pequeños de seis a su alrededor poniendo ojitos de cachorro. Raven había ofertado todo lo humanamente posible y que el dinero pudiera pagar, ahora estaba sacando la artillería pesada; la emotividad. Odiaba mostrarse vulnerable y dependiente emocionalmente de alguien, pero era su última carta. --Por favor, los chicos te aman y te necesitan, esta casa no es lo mismo sin ti. Yo también te necesito. No te estoy pidiendo que sacrifiques tu sueño, solo que no te vayas. Yo me puedo encargar de ayudarte con los estudios, podemos organizarnos...no sé...mira estas caritas. Te lo pido por ellos -miraba a la contraria fijo, con los ojos brillantes. | @thbitchconquer
#rabloom#{ra;the nanny}#thbitchconquer#ay me emociona este convo#lo deje con icon porque mi internet esta funcionado lentísimo
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Noctis et tenebrae
Pareja: Steve Rogers (eventualmente Dark! Steve) X OFC Vampiresa (Agatha Rouwens).
Palabras: 4723 palabras
Resumen: Steve conoció a una mujer misteriosa de su pasado, con la cual se obsesionó, así que él no descansará hasta encontrarla.
Advertencias: Menciones de muerte y tortura, asesinatos, acoso, traición, dub-con no explicito, violencia, perdida de la virginidad, abuso, mención de sangre y obsesión. SI TIENES MENOS DE 18 AÑOS, NO LO LEAS.
N/A: Es mi entrada para The Penny Dreadful Writing Challenge con la criatura:
“Vampiro”.
NO SOY LA AUTORA DE 2 ESTROFAS QUE USÉ EN ESTE FIC DEL POEMA “LA DAMA DE SHALOTT” ESCRITA POR ALFRED TENNYSON, LAS ESTROFAS ESTÁN EN CURSIVAS, EL SITIO WEB QUE VISITÉ PARA LEERLO ES ESTE.
Este es mi primer dark fic que escribe para este fandom, espero que les agrade.
No doy ningún permiso para que mis fics sean publicados en otra plataforma o idioma (yo traduzco mi propio trabajo). Si encuentras alguno de mis trabajos en una plataforma diferente y no es alguna de mis cuentas, por favor avísame. Los reblogs están bien. ESTE ONE-SHOT ES PARA MAYORES DE 18 AÑOS.
Si te gusto por favor vota, comenta y rebloguea.
NO CONTINÚES SI ERES MENOR DE 18 AÑOS.
Actualidad, Nueva York
Sangre...
Sangre... la necesitaba...
Steve tenía mucha sed, el agua no la iba a calmar, ella se lo había advertido, sabía que entre más sangre bebiera más rápido se iría la sensación, era la única forma.
Agatha le había advertido lo que podría pasar si aceptaba el trato, le explicó con gran detalle cada una de las posibilidades, no le importó, quería estar con ella, estaba dispuesto a pagar cualquier precio, creyó estar listo para lo que iba a ocurrir, creyó que sería similar al suero, pero estaba equivocado, era muy diferente sentirlo en su organismo.
Había perdido la cuenta de las víctimas de las que tomó su sangre, no sabía cuanta sangre necesitaría para saciarse, agarró a otra víctima más, la cual estaba paralizada gracias a Agatha; él aún no había aprendido a usar sus nuevos poderes, pero pronto lo haría.
Steve bebió hasta la última gota de sangre de la víctima, la sed había desaparecido al fin, ni siquiera le molestaban las gotas que caían por su barbilla.
Pero sed no era lo único que había sentido que incrementaba en su interior, también la lujuria aumentó.
Dejó caer el cuerpo inerte al piso, necesitaba volver a sentir de esa manera Agatha, había pasado demasiado tiempo desde que estuvo con ella de esa forma, su espera fue tan larga que ni siquiera le importaba si ella quería o no la volvería a hacer suya
Agatha lo veía con satisfacción, muy pocas veces había convertido a alguien simplemente cuando notaba que era especial en definitiva Steve lo era le sonrió de forma benevolente
Steve se acercó a ella la tomó del cabello y la besó mordió los labios de la mujer la recostó sobre el piso con rapidez le quitó la ropa y puso una de sus grandes manos en el cuello de su amante
No le importaba el desastre que había alrededor sino simplemente y poder poseerla como aquella vez antes del suero
6 meses antes
En la oscuridad se movía Steve, quien estaba seguro que sabía que ella era la autora de esos asesinatos.
Era la sexta vez en menos de un mes que encontraban en escena de crimen igual, lo único diferente era que esta ocasión la policía había llamado a los Vengadores.
—No entiendo porque nos quieren aquí nosotros, no nos encargamos este tipo de crímenes—se quejó Tony.
—Quizás sea un asesino serial con tecnología o algo así—comentó Natasha.
Se quedaron paralizados cuando vieron el callejón manchado de sangre en las paredes como si una de las víctimas hubiera explotado. Los otros cuerpos inertes pero sin una sola gota de sangre tal como si se lo hubieran sacado completamente
— ¿Cómo es posible…?—preguntó Natasha estupefacta.
—Con razón nos llamaron—murmuró Tony.
La escena no le resulta ajena Steve, pero si era increíble volverse a topar con algo así después de más de 70 años.
—No encuentro ninguna explicación lógica—comentó Bruce al tratar de examinar la escena.
—Es como si los hubieran hecho ¡EXPLOTAR!—recalcó Clint mientras movía sus manos tratando de imitar una explosión.
A pesar de la escena Steve estaba casi seguro de percibir perfume o aroma de la autora del crimen, no había olvidado ni un solo detalle de ella.
Pero la pregunta que rondaba la cabeza de Steve era una que no sabía cómo responder, ¿la misma persona que había conocido años antes; en su juventud, era quien había ocasionado todo este lío? si era cierto eso significaba que entonces no era una persona sino otro tipo de ser y si era un humano probablemente podría ser un experimento de HYDRA.
Aunque también necesitaba comprobar si ella se seguía viendo como la recordaba.
Cuando despertó del congelamiento y estaba afuera, en la calle cuando trató de escapar de las instalaciones le pareció verla fugazmente, pero probablemente había sido una alucinación, no era lógico que supiera donde se encontraba él.
—Steve, ¡Steve!—lo llamó Nat.
— ¿Qué?
— ¿Estás bien?—cuestionó Clint.
—Sí, si lo estoy, es que todo esto… no sé me parece…es inverosímil
En cuanto llegaron a la base Steve comenzó a buscar entre sus pertenencias el que prácticamente era el único recuerdo que tenía de ella; se empezó a desesperar porque no lo veía hasta que encontró el dibujo, en ese momento le hubiera gustado tener el poder de materializarlo, quería, no más bien necesitaba volverla a ver.
1936. Brooklyn
Había pasado unas cuantas semanas desde que Sarah Rogers había fallecido, Steve se sentía perdido, si, tenía a Bucky, pero aun así la sensación de vacío en su interior estaba presente y parecía que había aumentado, tal vez de forma inconsciente empezó a buscar más problemas de los normales.
Esta vez estaba en verdaderos problemas, se estaba “enfrentando” a tres tipos, quienes evidentemente eran más altos, fuertes y corpulentos que Steve, le estaban dando una golpiza cuando Agatha apareció y vio la escena, estaba hambrienta, se acercó, vio como golpeaban a Steve, sin embargo notó algo especial en los ojos del chico, Steve estaba sangrando.
— ¿Interrumpo algo?—dijo de pronto Agatha.
— ¿Piensas defenderlo? —se burló uno de los tipos.
Ella se movió hasta donde estaban los cuatro sin dejar de observar a Steve, quien había alzado la cabeza al escuchar la voz.
—Déjenlo—ordenó Agatha.
— ¿Te irás con nosotros?—propuso otro.
Ella sonrió, parpadeó un par de veces, miró a los hombres que molestaban a Steve, lo soltaron, de pronto parecía como si ellos estuvieran hipnotizados o paralizados
Steve estaba demasiado herido, no podía moverse, probamente tenía algunos huesos rotos, sentía la sangre en su boca, a pesar del dolor no perdía ni un solo detalle de lo que sucedía.
Ella se acercó a los otros, tomó a uno de ellos, Steve no alcanzaba a ver con claridad lo que estaba pasando, ¿la chica estaba abrazando y besando al tipo?
De pronto ella dejó caer el cuerpo cuando ya no tenía sangre, a los otros se les podía notar el terror en el rostro, pero parecía como si no pudieran moverse, ella continuó con el siguiente, bebió hasta la última gota de sangre de los tres hombres.
Cuando terminó se acercó a Steve, le tomó el rostro con una de sus manos, él estaba maravillado ante la belleza sobrenatural de la mujer, si lo iba a matar no importaba, de todas formas ninguna mujer le había prestado atención como ella lo había hecho, estaba seguro que ya habían pasado otras personas antes e ignoraron lo que estaba sucediendo.
Ella lo tomó con cuidado y le dio un beso en la mejilla, Steve perdió el conocimiento después de eso.
El olor a flores podía sentirlo, era un poco molesto, quizás le causaría un ataque de asma, estaba seguro que estaba en el paraíso, abrió los ojos no sabía dónde estaba, no sentía dolor, lo último que recordaba era ese beso.
Estaba acostado en una cama muy lujosa, ¿Cómo había llegado ahí?, no había rastro de sangre, ni siquiera sentía dolor.
Se escuchaba música, abrió la puerta, bajo hasta la sala, ahí estaba la mujer tocando el violín, ella se detuvo al sentir la presencia de Steve, volteó con una sonrisa ¿cálida?
¿Lo habría secuestrado? ¿Lo mataría ahí? Es no tenía sentido alguno, ¿para qué quería a alguien como él?
—La cena está servida—dijo Agatha.
Su voz le pareció música, la siguió, Steve estaba extasiado, probablemente nunca en su vida podría comer esos platillos hasta que notó que ella no estaba comiendo.
—Señorita, ¿no va a comer?—cuestionó intrigado.
—Ya me alimenté—respondió Agatha.
—Si es por lo que me estoy comiendo que usted…
—En verdad ya me alimenté, puedes comer todo lo que te apetezca—interrumpió Agatha.
Steve no podía dejar de admirarla, no comprendía como alguien con una palidez así estuviera actuando tan normal, quizás tenía alguna enfermedad.
— ¿Cuál es su nombre?—preguntó Steve tratando de sonar casual.
Quería saber quién era esa mujer y porqué tenía interés en él.
—Steven, eso no importa—contestó Agatha.
— ¿Cómo sabe mi nombre?—inquirió Steve sorprendido.
—Yo sé muchas cosas, basta de plática, debes descansar—ordenó.
Ella lo guío de vuelta a la recamara por alguna razón confiaba en ella.
—Disculpe señorita, ¿en dónde se va a dormir?—preguntó preocupado Steve.
Si su madre supiera que quizás compartiría habitación con una mujer sin estar casados, se volvería a morir.
—Tengo mi propia habitación, a menos que quieras que me quede contigo.
—No, no es lo que estaba pensando...
Steve estaba completamente sonrojado
— Junto al margen velado por los sauces, deslizase tiradas las gabarras por morosos caballos. Sin saludos para como volando la falúa con su vela de seda—recitó Agatha.
—Eso fue hermoso—halagó Steve.
—Es parte de mi poema favorito.
— ¿Cuál es?
—Descansa—dijo Agatha para luego darle un beso en la frente.
Le llamó la atención el collar que ella traía, una hermosa letra A mayúscula de oro, probablemente era muy costosa, tal y como la casa en la que ahora estaba.
La tomó del brazo, no estaba seguro de lo que iba a hacer, Agatha se acercó a él y lo besó, Steve estaba estupefacto juraba que pudo haber sentido unos colmillos
Notó la marca en el interior del antebrazo de ella, ¿cómo se la había hecho? ¿O alguien se había atrevido a hacerle daño a una mujer tan tierna y hermosa como ella?
—Esa marca, ¿cómo…?
Lo beso de nuevo, Steve no hizo más preguntas, ya que le pareció que ella no le iba a responder ninguna de todas formas, tampoco sabía si su cuerpo iba a ser capaz de soportar lo que estaba pasando, al menos si moría iba a ser de una manera feliz.
Agatha lamió y mordió el lóbulo de la oreja de Steve, él parcia confundido con las sensaciones, pero tampoco se atrevía a tocarla.
Ella se quitó la ropa, guio las manos de Steve hasta sus pechos.
A Steve le parecía exorbitante la belleza que estaba contemplado, tembloroso empezó a acariciarla, poco a poco tomó confianza, necesitaba de cualquier forma memorizar cada centímetro de la mujer.
Ella tomó su virginidad esa noche.
Al día siguiente no supo cómo había regresado a la casa de Bucky, quien lo bombardeo con preguntas
Él nunca podría ofrecerle esos lujos, ninguna chica como ella podría fijarse en alguien como él.
Llegó a pensar que solo había sido un juego, no tenía más pistas que la marca y ese collar, no recordaba cómo había llegado a esa casa, ni siquiera como era por fuera.
No sabía su nombre, ni siquiera si seguía con vida, debía comprobarlo, le urgía encontrarla, si veía que ya no era ese mismo chico –al menos físicamente-, ahora sí podría ofrecerle algo más, todo lo que ella quisiera.
Steve no podía dejar de pensar en lo que había ocurrido la noche anterior, en todo lo que recordaba de su vida nunca había tan bien por primera vez; a pesar de lo que había…lo que habían hecho no tuvo un ataque de asma al realizar alguna actividad física y menos de ese tipo, no podía quitarse de la mente a esa mujer, la cual seguía siendo un misterio, no sabía quién era y ni detalle alguno y o si la volvería a ver.
Ni siquiera le había contado lo que había pasado a Bucky, simplemente le dijo una mentira para explicar su ausencia, la cual su amigo se la creyó o eso pensaba Steve.
Suponía que si le contaba Bucky y se la volvía a encontrar ella elegiría a su amigo, como siempre pasaba, a final de cuentas él quería tener algo que le perteneciera, algo como lo que Bucky solía hacer, aunque fuese una vez en su vida poder haber hecho lo mismo que los chicos normales de su edad
Sacó su libreta y comenzó a dibujarla, necesitaba plasmar todos los detalles mientras estaban frescos en su mente, le hubiera gustado haber tenido una de esas costosas cámaras que en su vida podría comprar para poder conservar mejor el recuerdo exacto, sin embargo no se detuvo hasta que estuvo seguro de haber plasmado hasta el más mínimo detalle de la mujer.
Actualidad, Nueva York
Oyeron un himno doliente y sacro
Cantado en alto, cantado quedamente,
Hasta que se heló su sangre despacio
Y sus ojos se nublaron del todo.
Se había dedicado a investigar cual había sido el poema que ella le había recitado, inclusive se lo había aprendido de memoria.
Ya no era ese mismo chico tímido del pasado, el mundo había cambiado así como él, esta vez no permitiría que se fuera, si era necesario la iba a obligar a quedarse con él, si tenía que renunciar a los Vengadores, lo haría.
Steve comenzó a salir por las calles en las noches, quizá ese era el momento en el que podría encontrar al ser; no le importaba realmente atrapar al autor de esos casos; sus compañeros aseguraban que era un asesino en serie o alguien de HYDRA, en cambio él tenía la firme esperanza de encontrarse con ella
Así pasaron dos semanas, en ningún momento la encontró, tuvieron una escena más del crimen en el lado contrario de la ciudad con respecto al anterior.
Mismo modus operandi, solo que no había tanto desastre esta vez, solamente los cuerpos sin una gota de sangre de nuevo.
Steve suspiró decepcionado, sentía que su esperanza era absurda, no encontraba alguna lógica para poderla encontrar, no tenía pistas ni sabía dónde buscar ni nada.
—Esto es horrible—dijo Natasha horrorizada.
— ¿Steve? ¿Steve?
— ¿Qué?
— ¿Estás bien?
—Si solo me preguntaba quién podría hacer algo así.
Natasha lo miró de no del todo convencida.
—Debemos atrapar a quien sea que haya hecho esto lo más pronto posible—dijo Tony.
Steve dejó de escucharlos nuevamente porque le pareció ver algo entre las sombras, empezó a caminar para seguirle, así estuvo unas cuadras.
— ¡Steve!—lo llamó Clint.
Bruce lo detuvo, Steve volteó a verlos luego regreso la vista a la calle, pero ya no había nada.
— ¿Qué te pasa?—le preguntó Clint.
—N-nada—respondió Steve.
—Quizás deberíamos regresar a la base a descansar; este caso te está afectando demasiado—sugirió Bruce.
Steve no puso objeción alguna.
Sus compañeros lo vigilaban querían dejarlo fuera de la misión ya que él se negaba a hablar sobre el tema o sobre cualquier cosa, ellos creían que de alguna manera le afectaba quizás por lo vivido en la guerra.
Steve se las ingenió para escaparse uno de esos días, no se iba a detener hasta saciar su curiosidad
La vio en un callejón en medio de la oscuridad; su corazón comenzó a latir fuertemente, ahí estaba ella a pesar de la nula luz podía reconocerla a la perfección, supuso que estaba ocupada así que observó la escena sin interrumpirla hasta que ella acabara con los hombres.
Agatha se acercó a la persona que estaba asustada y paralizada en el piso. La tomó con delicadeza tal y como lo había hecho con Steve, él no pudo evitar sentir una punzada de celos.
—Todo está bien pequeña, no volverán a molestar—aseguró Agatha.
Steve reconoció la voz, con eso ya comprobaba que era a quien buscaba, tenía que ser ágil para que ella no escapara.
Agatha acarició el cabello de la chica y le dijo unas palabras que le resultaron ininteligibles a Steve.
La chica a la que Agatha había defendido salió del callejón como si nada hubiera pasado.
—Te tardaste en encontrarme—se quejó Agatha.
Steve se sobresaltó, estaba seguro que no había hecho ningún ruido o algo para que su presencia fuera delatada.
— ¿Que le dijiste?—preguntó molesto Steve.
Agatha se le acercó para quedar frente a él.
— ¿A la chica?
Steve asintió.
—Simplemente la defendí, un simple hechizo para que olvide lo que había pasado antes de que yo llegara y lo que pasó después, no recordará nada de aproximadamente la última hora de su vida—explicó Agatha.
— ¿T-tú fuiste quien las otras veces…?
—Eran personas que le hacen daño a los demás como los que te lo hacían a ti—ella lo interrumpió.
Agatha puso una mano en la mejilla de Steve y lo beso ferozmente, Steve no quería que se acabara, al contrario deseaba más, necesitaba más.
—Debo irme—dijo Agatha dándose la media vuelta.
—No por favor no te vayas—pidió Steve y le sujetó la muñeca con firmeza—Iré contigo
Luego de eso Steve se empezó a sentir mareado.
1944, algún lugar durante la Segunda Guerra Mundial
Carter intentó llamar la atención de Steve de varias maneras, pero él solo tenía en mente a la mujer que había conocido aquella noche muchos años atrás, sin embargo usaba a la gente como fachada para que nadie sospechara el “secreto más oscuro” del Capitán.
Si ella lo viera como lucía ahora, después del suero, él definitivamente le podría pedir matrimonio…si es que ella no estaba casada aunque si así fuera la obligaría a dejar a su esposo y familia, se la llevaría no le importaba si eso manchaba su reputación, haría lo que fuera necesario para tenerla.
En medio del campo de batalla le pareció divisar esa mujer de inmediato se alertó, era muy peligroso estar ahí para ella y él no podía permitir que algo le pasara, trató de alcanzarla, pero no la logró encontrar
Actualidad, ubicación desconocida
Estaban en la casa, la cual seguía tal y como él la recordaba.
— ¿Perteneces a HYDRA?—preguntó de pronto Steve.
—HYDRA…ellos parecen niños en comparación a las cosas que la gente hacia en mi época—contestó de forma burlona Agatha.
— ¿En tu época?
—No eres el único fuera del tiempo Steve, de hecho soy mucho más vieja que tú—dijo Agatha.
—No entiendo, digo te ves igual que aquella vez que nos conocimos.
—Nací en la Edad Media, así que basta de plática.
Agatha se sentó en cuclillas encima de él, lo empezó a observar y luego procedió a besarlo.
— ¿La Edad Media? ¿Cómo es que…?
—Basta de plática dije—dijo exasperada Agatha.
—Al menos dime tu nombre, por favor—suplicó Steve.
—Agatha, Agatha Rouwens
Con rapidez le dio la vuelta y prácticamente le arranco la ropa había pasado tanto tiempo, si Steve había tenido sexo con otras mujeres pero ninguna era Agatha, ninguna lo complacía como ella sabía hacerlo.
Los sonidos que ella emitía parecían música para Steve, la piel tan tersa así como pálida tal y como la recordaba, no parecía que hubiera envejecido ni un solo minuto, seguía viéndose igual que la última vez que estuvieron juntos.
En definitiva no era humana, le había dicho que tampoco pertenecía a un experimento de HYDRA, entonces ¿que era Agatha?
A la mañana siguiente apareció en la base no recordaba cómo había regresado ahí.
2011, Nueva York
El partido que escuchaba Steve fue el último al que había asistido con Bucky, no estaba seguro si era una trampa de HYDRA aunque no recordaba como lo habían capturado ni que había pasado exactamente, su último recuerdo era muy borroso y confuso.
Salió del lugar corriendo después de que la “agente” se hubiera puesto nerviosa, ¿Dónde estaba? No parecía el lugar que recordaba, ¿qué eran todas esas luces?
No parecía la ciudad que él conocía, luego se dio cuenta que estaba rodeado de carros y más agentes aparte de una multitud en la calle.
— ¿Está bien?—preguntó Fury.
—Si…solo…
Le pareció ver a la mujer escabulléndose entre la multitud, con todo esa gente sería imposible seguirla sin contar que miles de preguntas de inundaban la cabeza.
—…Tenía una cita.
No podía ser cierto lo que estaba viendo, probablemente era una alucinación o quizás estaba muerto o no, pero si él seguía vivo y ella quizás también había sobrevivido setenta años, todo era un misterio, de alguna manera iba a tratar de resolverlo, quería muchas explicaciones.
Sin contar que tenía una cita con ella…a la que nunca pudo llegar…
“Las almas gemelas están destinadas a encontrarse varias veces en diferentes momentos” su madre solía decírselo cada vez que llegaba triste a casa porque alguna chica lo había rechazado.
¿Y si esa mujer era su alma gemela?
Actualidad, Base de los Vengadores
Cuando bajó a desayunar nadie le hizo ninguna pregunta, era como si no se hubieran dado cuenta de su ausencia.
Entrenó un poco en lo que trataba de recordar y procesar cada uno de los detalles de la noche anterior, ahora tenía más preguntas, eran pocas las respuestas conseguidas, aunque era información vital, no podía quitarse de la cabeza los hermosos ojos verdes de Agatha.
En internet buscó información, no tenía ningún sentido todo lo que ella le había contado con lo que encontró, según lo que leyó ella era de una familia que había sido acusada de brujería en la Edad Media y los ejecutaron, la última en morir había sido la única hija del matrimonio por lo que no había más registros de la familia como para que fuese alguna descendiente.
Esa mujer le había mentido, pero ya sabía dónde encontrarla, al despertar había en su mesita de noche una nota con una dirección y una fecha, ahí la volvería a ver.
La siguiente vez que se encontraran no se dejaría enredar, ahora si iba a exigirle todas las respuestas, la secuestraría si era necesario, sabía muy bien las técnicas para hacer hablar a alguien.
—Rogers creo que necesitas descansar te estás obsesionando con todo el caso—dijo Natasha entrando a la oficina.
—Estoy bien—aseguró Steve.
Nat se acercó y vio la pantalla de la computadora.
— ¿Cacería de brujas? ¿Esa es tu teoría para resolver el caso?—preguntó Nat con sorna.
—No, no lo es, solo buscaba información del pasado.
—No eres bueno mintiendo Steve, necesitas ayuda por todo lo que has vivido, sé que ha sido muy traumático
Steve ya se había hartado, era como si quisieran separarlo de su Agatha, había pasado por mucho como para que ahora lo mantuvieran lejos de ella.
De forma repentina tomó a Natasha del cuello y la estrelló contra la pared sin soltarla, comenzó a ahorcarla.
Al escuchar el alboroto el resto del equipo entró, Steve ni siquiera se había dado cuenta de que había alzado la voz, entre todos los separaron.
— ¿Qué diablos te pasa Steve?—preguntó Bucky.
—Barton, llévate a Romanoff—ordenó Tony.
—Tú... tú no actúas así Steve—dijo confundido Bucky.
Steve se negó a contestar las preguntas que le hacían, por lo que Tony le ordenó a FRIDAY mantener a mantener a Steve encerrado en su habitación, aunque eso no le importaba mucho, ya encontraría la forma de escaparse.
Bucky estaba preocupado, comenzaba a temer por su amigo.
—No es la primera vez que se comporta así, cuando él tenía dieciocho desapareció un día entero, nunca me quiso decir que fue lo que le pasó.
Steve se negaba a hablar con los demás, inclusive intentó atacar a su mejor amigo.
El día de la cita se las ingenió para escaparse, esta vez no faltaría ni iba a perder la oportunidad que se le presentaba, no le importaba nada más, necesitaba a Agatha, volver a besar esos labios carnosos.
—Comenzaba a creer que tendría que ir por ti—dijo Agatha cuando lo vio llegar.
—Me mentiste—le reclamó Steve.
Agatha alzó una ceja, Steve hacía un enorme esfuerzo para no lanzarse a besarla y poseerla.
—No te mentí.
—Busqué en internet, no hubo sobrevivientes según la historia que me contaste.
Agatha se alzó una manga del vestido exponiendo así su cicatriz.
—Lo que me quedó de ese evento, casi una semana me estuvieron torturando, no iba a sobrevivir hasta que Madre me salvó—explicó.
Ella sabía que no iba a poder ocultar su naturaleza ni su pasado por mucho tiempo, ya era el momento de decirle la verdad.
— ¿Madre?
—No mi madre biológica, mi creadora—aclaró Agatha.
— ¿Cómo…?
—Acompáñame—pidió Agatha ignorando la pregunta.
—No iré hasta que me digas toda la verdad—Steve se negó.
—Te la diré cuando lleguemos.
Ella se dio la vuelta y comenzó a caminar, Steve vio atento la figura de ella, sentía como el deseo empezaba a palpitar en él y mostrarse de forma física por lo que la siguió.
—Espera un poco—pidió ella al llegar al lugar.
Unos minutos después regresó con unos libros muy antiguos y una muñeca.
—No era mentira que mi familia provenía de una larga descendencia de brujas, éramos los más ricos y ayudábamos al pueblo, siempre había buenas cosechas, mi pueblo era el más próspero de todo el reino—comenzó a contar Agatha.
—No entiendo.
—Claro que nunca dijimos lo que éramos, eso significaba la hoguera, mis padres decidieron que era mejor que aprendiera, viajara e hiciera cosas muy diferentes a las otras mujeres de mi época, rechace a muchos pretendientes, ninguno era interesante, al menos no como tú.
Le acarició la mejilla y sonrió satisfecha.
—Yo tenía más de veinte años, para ser exactos veinticinco, era inconcebible que una mujer de mi clase no se hubiera casado y tenido hijos ya a esa edad. Un día el barón de Mercier fue con su hijo, un estúpido niño mimado que se enfureció cuando lo rechacé, como venganza nos acusó con la Iglesia de brujería.
—Por despecho…
—Fueron por nosotros, recuerdo perfectamente como asesinaron a mis padres, mi padre no soportó más de cinco días de tortura, mi madre casi llegó al sexto…
— ¿Qué te hicieron?—preguntó Steve tratando de mantener el control.
Sentía como la furia aumentaba en su interior, le tomó la mano para darle confianza.
—Los detalles no importan, fue un poco de diferentes torturas, no solo físicas sino también psicológicas, te hacían de todo con tal de obtener una confesión, nunca dije ni una sola palabra, cuando creyeron que ya estaba muerta me tiraron en un foso, recé tan fuerte, quizás hasta al diablo, esa noche Madre apareció y me sacó de ahí, ella es una vampiresa muy antigua, de las primeras, una de las hijas favoritas de Lilith, me convirtió y me enseñó todo acerca de mi nueva vida.
— ¿Vampiresa?—preguntó Steve incrédulo.
— ¿Por qué crees que todas esas personas no tenían sangre?
— ¿Solo atacas a los malos?
—No siempre, dos años después obtuve mi venganza, obvio sin los Rouwens el pueblo se hundió en la miseria, nadie nos había tratado de defender más que nuestros sirvientes, mi doncella me pidió que acabara con la vida de su hijo más pequeño, él no iba a sobrevivir a la enfermedad que tenía, no quería que sufriera.
— ¿Por qué no lo convertiste?
—Era un niño de año y medio más o menos, se iba a quedar para siempre en ese estado.
—Conviérteme en uno de los tuyos—pidió Steve.
— ¿Por qué debería de hacerlo?
—Te amo, has sido la única que realmente se fijó en mí cuando era nadie, no puedo estar sin ti, te necesito, me vuelvo loco cada vez que estamos lejos—confesó Steve.
—Dolerá un poco—advirtió Agatha.
Le mordió el cuello, empezó a beber su sangre, luego ella le dio a beber la de ella, el sabor metálico inundaba la boca de Steve, sentía que se iba a desvanecer, quizás estaba muriendo.
Después se comenzó a sentir mucho más fuerte y poderoso que cuando le habían inyectado el suero.
Después de que terminaron comenzaron a reír, se besaron.
Actualidad, Nueva York
— ¿Y ahora qué?—preguntó Steve.
—Podemos viajar por el mundo, no sé lo que quieras.
— ¡Rogers!
Voltearon cuando escucharon la voz, ahí estaba todo el equipo.
—Ella fue, ¿verdad? —preguntó Sharon.
—Steve, ¿qué haces?—inquirió Nat.
— ¿Qué significa esto?—cuestionó Bucky completamente incrédulo.
—Steve creí que tú y yo…—comenzó a decir Sharon.
— ¿Qué tú y yo que? No hay ningún “nosotros”, a ella es a la única que amo—Steve la interrumpió.
—Ya sabes que hacer, nos quieren separar—le susurró al oído Agatha.
Con rapidez Steve tomó a Sharon y comenzó a beber de su sangre.
— ¡Steve detente!—pidió Bucky.
Todos estaban atónitos, no sabían que hacer, Steve dejó caer el cuerpo sin vida de Sharon.
—Debemos irnos a otro lugar, te aseguro que no nos encontrarán—murmuró Agatha.
Ella movió su mano y les borró la memoria de todo lo sucedido al resto del equipo.
—Creerán que caíste en manos del enemigo.
Aún le escurría la sangre por la barbilla, se acercó a Agatha y la besó.
Iría hasta el mismo infierno por Agatha, su alma gemela.
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Diamante Amarillo y espinela fuego (Basura de Sentinel Prime y mi oc Vela)
Bueno, vino a mi cabeza esta pareja después de pensar “Sentinel Prime no pudo ser un gran hijo de puta” (luego alguien me dira si lo es o no, pero quiero pensar que no y es redimible).
Asique luego, mejor dicho, ahora, que estoy oyendo mucho canciones de Steven Universe, viene una voz en mi cabeza que según seria Sentinel Prime que no para de decir “¡¿Dónde esta mi Spinel, Zeta?! ¡¿Donde esta MI ESPINELA?!”
En mi cabeza es así: Prima Prime es Diamante blanco, Sentinel Prime es Diamante Amarillo y Optimus Prime/Orion Pax es como una combinación de Diamante Rosa/Ros Cuarzo y Diamante Azul. Y posiblemente el Zeta Prime es algo como la REAL Diamante Amarillo
La historia (era 1) más o menos es así:
Diamante Amarillo/Sentinel Prime tiene una Espinela antes de que “fuera una diamante de verdad” y Amarillo/Sentinel amaba su Espinela (interpreta amar como más gustes) al grado que cuando “dejo de ser una niña gema” y tomo sus responsabilidades como Diamante/Prime la llevo con el. La Espinela era una espinela Fuego, de color naranjado, era una espinel de juegos, pero que sorprendió a Sentinel/Amarillo al poder aprender cosas que no estaban con lo que “su clase” deberia poder o no poder aprender/hacer. La Espinela era tan única entre las demás espinelas que Sentinel/amarillo creyó que merecía un nombre, (ACLARACIÓN: solo las gemas especiales y de alta clase tenían un nombre para distinguirlas de las otras gemas)
En ese tiempo, su hermano Diamante/Prime, Optimus Prime/Diamante Rosa (o Diamante Azul, según tus preferencias) se había embelesado por las bellezas que hay en la Tierra y aunque se negó a ayudarla (Su Espinel mostró otra de sus peculiaridades ante eso, la empatía con la tristeza de su hermano, cosa que por supuesto se sintió un poco mal y APLAUDIO!), oyó del objeto “Vela” una cosa que daba luz en lugares oscuros y creyó que ese era el mejor nombre de la vida. La espinela no le molesto el cambio de nombre, incluso un honor lo considero, aunque aun regaño a Sentinel por el trato frío a su hermano Diamante. “Vela” y Sentinel se apegaron tanto que donde sea que fuera el Prime/Diamante estaría sin dudar la espinela “Vela”.
Esto no le gusto nada a Prima Prime/Diamante Blanco. El creía que un apego a algo tan ... bajo no era bueno. Pero todo se fue por la borda cuando... ¡LOS VIO BAILAR! pero no era un baile común, no era uno normal donde Sentinel/Amarillo dominaba, si no, uno donde los dos eran iguales donde se juntaban y separaban con una sonrisa complice... un baile de fusión. Insultante y hasta grotesco, Prima/Blanco los separo de inmediato (”¡¿QUE HACES CON LA LISIADA?! DFHSIDHK los mexicanos entenderán el mal chistes en mal momento ... lo siento). Sentinel se quejo ante acusaciones de Prime de que pensaba fusionarse con su espinel argumentando que eso era asqueroso, “Vela” no parecía estar en desacuerdo con un fuerte escalofrió y haciendo el simbolo diamante con sus manos esperando ordenes. (ACLARACIÓN: a la espinela Vela y a Sentinel Prime/Diamante Amarillo se les enseño para tener miedo a las ““incontrolables”” y ““peligrosas”” fusiones mixtas).
Entonces Prima se fue, pero no contento con esa afirmación para asegurarse de controlar a su hermano diamante, LE QUITO SU ESPINELA. La alejo de él mandándola con las espinelas cromo o Picotitas, espinelas de tipo armada, hechas para la diversión de Zeta Prime/ Diamante REAL amarillo, de los coliseos y la guerra. Y antes de que Sentinel fuera a preguntar (/reclamar) de su “Vela” a Prima, recibío un golpe más, un informe, un Cuarzo Azul había matado al pequeño Optimus Prima...
Sentinel tardo en recueperarse y cuando lo hizo, fue donde su hermano Prima y exigío “Dame a mi Vela”, Prima lo vio confundido, pregunto Prima “¿Tu qué?”. Sentinel lo miro más enojado “Mi Vela, Prima, mi Espinala Fuego” exigió. “Oh, ¿era una espinela fuego?, creí que era una espinela Cromo, tu espinela es ahora de Zeta” respondió calmadamente Prima. Sentinel quedo horrorizado “Pero... Zeta acaba de mandar a todas sus espinelas a la Tierra para parar la rebelión”. Prima levanto los hombros “Bueno, te conseguiremos un nuevo espinela en la siguiente generación” dijo. Sentinel no lo oyó en su cabeza solo estaba TODAS LAS ESPINELAS. “¡YO NO QUIERO NINGUNA OTRA ESPINELA! ¡QUIERO A MI VELA!” grito casi desgarrado, furioso mirando a Prima... “Sentinel Prime, Diamante. ¿Tu. Acabas. De. Gritarme?” Después de eso, NADIE, volvío a gritarle a Prima / Diamante Blanco. Sentinel no volvio a tocar el tema nunca y para algunos que nunca estuvieran cercas de el dirían que lo había olvidado y solo sufría la perdida de su hermano Optimus Prime. Pero sus gemas más cercanas (Su zafiro, perla) sabían que el luto a la Tierra también venia por donde venía el nombre de su gema más adorada.
Mientras tanto, “Vela” fue aventada con las Espinelas de Zeta Prime, “Vela” tenía mucho miedo, pues la líder de espinelas, un de dos Espinelas Gahnitas, la Gahnita más oscura (Galvatron) se río de ella un rato y decidió que no la de exterminarían mientras aun diera gracias. Se hizo amiga una Hercynita verde y otro Gahnita de color más claro a violeta (Scrouge y Cyclonus respectivamente). Ella en los coliseos se le puso cual bufona, hacíendo mofa de todos y en ocasiones casi lastimada en su forma fisica, pero no hizo más que hacer reir y entretener a todas a las Espinelas y otras gemas INCLUSO al mismo Zeta Prime que disfrutaba más cuando casi destruian su forma fisica. Se volvío muy apresiada por las Espinelas guerreras, no iban a pelear por ella pero si un gruñido sutil para que la juguetona Espinel Fuego no la molestaran demás. En ese tiempo de caos monotono, “Vela” descubrio el triste destino del diamante Optimus Prime, lamento no estar con su Prime en ese momento para consolarlo y darle todo el apoyo y cariño que pudiera, su desanimo se noto para las demás espinelas, para Zeta, fue todo igual pero ... el Hercynita verde le pregunto, frente a todas las espinelas y muy directamente (la Gahnita violeta lo golpeo por su imprudencia), ella no siendo una gema cerrada explico de donde venía y quien era y dijo con orgullo el nombre de su diamante le dio Vela. Muchas espinelas se rieron, pero otras como las dos Gahnitas, el Hercynita y algunas más mostraron su apoyo y buen visto, mientras estuvieran en la lata (una zona donde guardaban a todas) ellos la llamaban “Vela”. Zeta jamás se entero de esto.
Cuando fueron enviadas a la tierra, la espinela Gahnita lider (Galvatron) a escondidas del lider de misión Agatha (Nova Prime, aqui no es prime...). Mando a el Gahnita violeta a destruir la forma física y encerrar para que se quedara en su forma gema (la buffearon?? se dice asi), pues no veía porque enviaban a una NO guerrera a la guerra.
Ella fue olvidada accidentalmente en una cueva por el Hercynita verde quela escondia para luego volver por ella... no volvió nunca.
Tardaría casi un siglo antes de ser encontrada. Por Rodimus, un Granate Mali (Hijo/creación de “Orion Pax” “un cuarzo azul” y “Megatron” un Magnetita Galdiador. Lideres de la rebelión), que exploraba una cueva que decían embrujada, creyó que era causa una gema, pero encontró la Espinel Fuego en un burbuja verde que no podía hacer explotar. (ACLARACIÓN: El viaje de Lost Light sucede, pero no viajan al rededor del multiverso, sino de la Tierra para recuperar la matriz, un afinador para la reparación de gemas corruptas, ya que Blanco/Prima se negó a ayudar, mucha gente cree que es un mito) Cuando Cyclonus una Espinela Gahnita violeta vio lo que tenía Rodimus lo quiso tomar, pero en ese momento llego Tyrest (digamos que esto es similar a lo que pasa a la casi muerte de Tailgate, incluso el pequeño aquamarina casi muere, Tailgate es una aquamarina). Después de que se confirma que Tailgate, una gema que Cyclonus se había apegado, fue haber a la espinela fuego “Hola Violet...” sonrío la espinela fuego. Cyclonus la miro aun con sorpresa... “Voy ahora por Cyclonus”. “¡¿TE LLAMABAS VIOLET!?” (después de gritos. de Whirl sobre todo)
ACTUALIZACIÓN DE Sentinel Prime / Diamante Amarillo. Sentinel quería matar a Orion Pax/Cuarzo Azul y Megatron/Magnetita, no destruir la Tierra por mucho asco que tuviera de lo organico, el no la queria destruir porque su hermano Optimus gustaba de ella, (El no es tan despiadado como todos le dan credito) Pero Optimus/Orion/Cuarzo Azul le contó la verdad, primero tomo aire, conto hasta diez y le dio con su escudo eléctrico a Optimus hasta que se canso. Luego se fue. No podía ayudar a Optimus, Prima ya le había quitado mucho y si perdían, Primam le quitaría todo. El sequito de Sentinel Prime/Cuarzo central, era formado por; una Jasper (delgada, de era 2, Braistrom), dos jades blancos (Drift) uno más delgado que otro (Quark), dos Apatitas verdes que se mantienen fusionadas en una Apatita que curiosamente toma un color azul (Domimus y Minimus Ambus +Ultra Magnus), un zafiro (Rewind) y una Padparadscha que había estado con el incluso antes del comienzo de era 2 (Personaje original: Insecto, a su Vela le gustaba). Megatron se molesto mucho y casi hace que su revolución se vaya al... Orion lo evito, entendía el temor de su hermano, Blanco/Prima no era el mejor.
Sin embargo controlo a Zeta lo mejor que pudo, pues Sentinel, en el fondo, quería que Orion/Optimus Ganara. Y vaya que lo hizo, Zeta, Prima y Sentinel fueron enjuiciados, pero la coperación del primero y el ultimo, les salvo (claro que Sentinel estaba MUY INDIGNADO pero cooperación al final) Prima fue encerrado sin perder la forma fisica, pero encerrado. (NOTA: como extra esto le paso al sequito de Sentinel: Quark murío las fibras de su gema estan siendo guardadas, Domimus murió, la nueva forma física de Minimus es la Agata grande azul... aunque su gema es verde pero la esconde. Los otros se acoplaron a la nueva vida)
(La segunda parte esta en breve)
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Lado B.
“La depresión post parto es un trastorno del estado de ánimo que puede afectar a las mujeres después de dar a luz. Las madres que padecen depresión post parto tienen sentimientos de extrema tristeza, ansiedad y cansancio que les dificultan realizar las actividades diarias del cuidado de sí mismas y de otras personas. La depresión post parto no tiene una sola causa, sino que es consecuencia de una combinación de factores físicos y emocionales. La depresión post parto no ocurre por algo que una madre hace o deja de hacer.”
Siete meses atrás…
Se limpió las lágrimas que habían escurrido de sus ojos y se alejó para poder mirarla, estaba totalmente agradecida de la compañía de Lottie, si no fuera por ella, habría estado sola en todo el proceso de espera y también de la noticia.
- Necesito que vuelva -murmuró extendiendo su mano hacia la caja de pañuelos en el velador y se sonó, intentando tomar aire para buscar tranquilizarse, aún cuando su mente parecía correr en los distintos escenarios que se le vendrían. Estaba embarazada y ni siquiera sabía dónde estaba su esposo para decírselo.
Hoy.
Sus hijos ya habían cumplido tres semanas de nacidos, quizás, no en las mejores circunstancias ni en el contexto que cualquier bebé debería nacer, pero al menos nacieron rodeados del amor de sus padres, de sus cuidados y atenciones. Desde que Adela se había enterado de su embarazo que toda su visión de vida cambió drásticamente y semana a semana, a medida que sus hijos crecían, el amor y devoción por ellos también. Lloraba cada vez que debía despedirse de ellos a las 19 horas cuando el horario de visita en la sección de neonatología del hospital se acababa y ella debía regresar a su antiguo departamento con las manos vacías y el silencio de las paredes que parecían recordarle todo aquello que deseaba olvidar de los últimos meses, todos esos malos recuerdos que la llevaban actualmente a un estado constante de angustia.
El embarazo de Adela había sido de todo menos tranquilo, primero debió enfrentarse a la noticia sola, su esposo se encontraba desaparecido en Colombia cuando recibió la noticia y no pasaron semanas hasta que pudo compartirla. Luego, la desaparición de un mes de su mejor amiga, Lottie, quien se había convertido en la más fiel de las compañeras. Y finalmente, una vez más, la ausencia de Mors en un viaje a Grecia que lo mantuvo alejado del embarazo casi completo. Habían sido meses de angustia, de soledad, de una espera que no parecía superar y que se seguía extendiendo hasta el día de hoy.
- Quiero a mi Mors de vuelta -susurró finalmente ya con la voz totalmente quebrada- quiero a mi esposo que se fue a Colombia meses atrás y nunca volvió.
Se recostó en su antigua cama que daba a la ventana con vista hacia la calle, todos los días llegaba exhausta, con un dolor de espalda que llevaba semanas y que atribuía netamente a la constante posición de estar sentada y encorvada con los bebés, más el peso de sus pechos ahora con leche. Tomó aire y cerró sus ojos mientras exhalaba de manera pesada, todos los días era lo mismo, bastaba suspirar de esa manera para sentir la punzada en el pecho y los ojos inyectarse, tal cual como todas las noches durante su embarazo cuando ladeaba la mirada y veía el lado vacío del colchón, ausente de quien amaba.
Sus ojos verdes se pegaron en el techo al abrirlos, ya estaba oscureciendo por lo que apenas la habitación estaba iluminada mientras dejaba de contenerse, dejaba de ser fuerte y permitía que la desilusión fuera parte de ella por esa noche. Ya mañana sería otro día y volvería al intento de Adela que todos conocían, una maqueta funcional de 8 a 19 horas que lo único genuino que entregaba era el amor a sus gemelos, a esos dos pequeños seres humanos que se había esforzado por cuidar durante siete meses, a esos bebés que la convirtieron en la madre que no pensaba ser. Agatha y Theo eran el motivo por el que Adela seguía en pie.
- Nunca debimos dejar de luchar por el otro -concluyó, bajando la mirada y acomodando nuevamente su posición hacia el frente, hacia el mar.
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Glee «Will I get on the bus perhaps?» Part II
Octubre de 2042
-¿Todos tus problemas los solucionas con el fútbol?.... —pregunto Kurt llegando a la sala donde su esposo estaba sentando de cualquier manera en el sofá más grande, mirando un partido de básquetbol de un año en el que ninguno de los dos ni pensaba nacer. -No es fútbol… -¿No?... —agregó acercándose a la pantalla del televisor— bueno, para mi son solo hombres corriendo tras un balón— dijo riendo de su comentario, que en su opinión, había resultado ser súper asertivo y gracioso, Blaine lo miró pensando lo contrario— me corrijo entonces… ¿todos tus problemas los solucionas con basquetbol? -Solo algunos… —respondió Blaine subiendo el volumen. -¿Quien juega?... —agregó su esposo acercándose. -No los conoces… —respondió subiendo los pies para ocupar todo el espacio disponible, reafirmando aquello de que quería estar solo. -Ok… —dijo Kurt tomando aire para buscar la paciencia que parecía y se le estaba agotando— vaya forma delicada de llamarme ignorante Blaine Anderson-Hummel… —añadió para sí— ¿podrías apagarlo?... tengo al sensación que tenemos que seguir hablando… —agregó sentándose en el pequeño espacio que quedaba en el sofá, Blaine lo miró un instante, bajo los pies y luego apago el televisor, se cruzó de brazos y se quedó en silencio— sabes que cuando el verbo hablar esta en plural, quiere decir que más de una persona es la que emite sonidos… ¿verdad?, porque yo diría que sí… —dijo Kurt poniendo una pierna sobre la otra. -Yo también lo creo… -¿Entonces? -Entonces... ¿que?... -¡Háblame!... prometiste que no te molestarías y vas y es lo primero que haces cuando termine de contarte toda la historia…
-No estoy enojado… —respondió moviéndose en el sofá para quedar en el otro extremo bien lejos de su esposo. -Entonces esta actitud tuya… es ¿que, exactamente?… -No lo sé… me siento triste y engañado… y triste otro par de veces más… y celoso, pero eso último no se porque… —explicó desordenándose un poco el pelo. -Blaine, te juro... te juro que yo no sabia que esta persona estaba relacionada con tu actual jefe… de verdad.. -Entonces fue coincidencia que después de golpear 6984 puertas, tu hablas con la persona adecuada y todo se soluciona... -Escucha, si vas a poner en duda todo lo que te diga… —dijo Kurt haciendo ademán de levantarse. -No pongo en duda nada… excepto las mentiras claro…— Kurt blanqueo los ojos en señal de fastidio— ¿sabes cuanto tiempo espere una oportunidad como la que se me presentó en aquel momento?... ¿cuanto tiempo pase sintiendo que era un fracasado?... ¿cuanto tiempo pensé que no era lo suficientemente exitoso para merecer estar contigo?... -Blaine… -Mucho tiempo Kurt… mucho... y ese llamado… ese llamado antes que naciera Henry… te juro y pensé que por fin me llegaba la oportunidad que merecía… pero ahora me entero... —Blaine empuño sus manos como si quisiera mediante ese gesto deshacer todo lo que había pasado en su carrera desde el 2018 hasta el presente. -Blaine, eso fue hace más de 20 años… -Bien que te guardaste esa información por la misma cantidad de tiempo… —respondió levantándose -¡UY!... —exclamó empuñando sus manos— ¿quieres dejar eso y escucharme?... ¿qué hay si es que mi conversación con Carmen efectivamente te consiguió la oportunidad en SONY?, ¿crees que te hubieran llamado si no hubieses tenido talento?, porque yo se que soy excelente asesorando imagen pero no tanto como para tener influencias en compañías internacionales... -Pues yo ahora dudo de todo… -Pues no deberías, siéntate… —Blaine lo miró un instante sin hacer caso a aquello que más que una sugerencia parecía un orden militar, Kurt se limitó a arquear una ceja y a mirar el espacio disponible en el sofá como reafirmando aquella orden de manera silenciosa, su esposo acabó por acceder de mala gana— respondeme algo… —dijo poniéndose de pie— ¿quien compuso la pista que en esa ocasión yo le entregue a Carmen? -No sé a qué pista te refieres… pero asumo que yo… -¿Como?... —dijo Kurt poniéndose una mano cerca de la oreja como un anciano con problemas de audición lo haría. -Yo Kurt, yo compuse esa pista… -Ah… muy bien… —agregó comenzando a caminar alrededor de la mesa de café con las manos atrás, Blaine encogía y estiraba sus piernas cada vez que pasaba frente a él— ahora... respóndeme otra cosa, el álbum, ya sabes, ese que bautizaste como «My universe», ¿quien lo compuso? -Kurt… -Contesta la pregunta … —dijo apuntando en su dirección, Blaine sintió de pronto que estaba en un precinto de policía siendo interrogado por el oficial más rudo de todos. -Yo lo compuse… -¿Solo las canciones o los arreglos musicales también? -Todo, yo compuse todo.. -Vaya… nada mal para alguien que consiguió el trabajo a través de un favor… —dijo Kurt como pensando en aquello, Blaine sonrió un poco al darse cuenta de lo que su esposo quería lograr con todo eso— ahora… -Kurt... -No he terminado… ahora, ¿recuerdas esa obra que escribí y que necesitaba musicalizarse? -La recuerdo… -Perfecto… yo igual…pues en esa obra, que por cierto ganó varios Tonys como siempre…—dijo haciendo un gesto engreído con su hombro— el premio «Tony a la Mejor Banda Sonora Original»… ¿recuerdas quien lo gano? -Ya entendí Kurt… -¿Entendiste que? —preguntó deteniendo su paseo para pararse enfrente. -Entendí lo que quieres decir con todo esto… -¿Y eso es?... -Es… que en realidad no importa cómo conseguí llegar al sello más importante del país… sino que… y no quiero caer en el otro extremo de creerme lo máximo, lo importante es que tengo el talento necesario para estar donde estoy... -¿Lo dice en serio?, Señor Anderson Hummel… —dijo Kurt subiéndose arriba de su regazo como si se dispusiera a montar en bicicleta. -Mucho… —respondió Blaine poniéndole ambas manos sobre las piernas. -¿Puedo confiar entonces que de verdad cree que es su talento el que le ha conseguido el éxito que tiene, y no la capacidad de su esposo de combinar rayas y puntos?... -Ok, esa fue una frase malisima, lo reconozco… -Si que lo fue… —confirmo Kurt acariciándole la cara— creo que me merezco una disculpa… -¿Si?, pensé que el ofendido aquí era yo... -Pues no es así… y si no me la das estoy en una posición ideal para hacerte un montón de cosas, unas malas y otras bien profanas… —Blaine sonrió y lo sujeto de la espalda para girar con él y terminar sobre el sofá recostado sobre su cuerpo. -¿Cosas profanas dijiste?... —pregunto Blaine acomodándose a sus formas. -Entre otras…. —respondió Kurt haciendo lo mismo y soltando pequeñas risas mientras se movía debajo de él. -Gracias Kurt… -Por nada… es mi deber hacerte sentir mejor… tal y como tu lo hiciste el otro día con lo sucedido con la pesada de la Señora García... -¿Tenemos una relación de dar y recibir entonces?... —quiso saber Blaine mirándolo divertido. -Me temo que sí… —dijo Kurt acariciándole la espalda y el trasero. -Dios… como te amo… -Lo se… -¿Y sabes también que... si no fuera porque no estamos solos, te haría mio en este instante? —dijo besándole el cuello. -¡Vaya linea Señor Anderson-Hummel!… sexymente noventera —respondió Kurt dejándose besar, le metió las manos bajo la camiseta y se la levanto un poco para sentir su piel. -¿Papá?... ¿«Papáblen»?... ¿están haciendo cosas de casados acaso?... —preguntó Noah llegando a la sala con su gato y su dinosaurio. -¡Noah!... —exclamo Kurt incorporándose de inmediato obligando con ello a su esposo a hacer lo mismo— ¿que haces levantado bebé? —preguntó aparentando normalidad. -Tuve que bajar por una urgencia… -¿Urgencia hijo?... —repitió Baline arreglándose el pelo y la camiseta del pijama. -Si, pero no mía, de «Mister Stephen Whiskers»… —contestó elevando un poco a su gato que parecía de trapo, entregado total a los brazos de su amo. -¿Qué le pasó cariño?... —quiso saber Kurt acercándose a él. -No lo se… ¿estaban haciendo cosas de casados?, ¿interrumpo acaso?... —dijo el pequeño mirando a sus padres de manera alternada. -No interrumpes nada cariño, ¿y que es eso de hacer cosa de casado? —pregunto dando unos aplausos para apartar al gato. -Es lo que dice Lizzie Anderson Hummel, que ustedes no solo hablan cosas casados, sino que también hacen cosas de casados, pero yo no se cual es la diferencia… —respondió encogiéndose de hombros. -Mejor así bebé… —dijo Kurt mirando mal a «Mister Stephen Whiskers» al ver que no se daba por aludido. -¿Qué le pasa a tu gato hijo?... —agrego Blaine poniéndose al lado de su esposo, bajo a la altura de su hijo y comenzó a hacerle unas caricias a él y al gato, Kurt hizo una mueca como de asco. -Creo que esta enfermo, no quiso usar su caja y se puso hacer en la alfombra… —Kurt abrió sus ojos al máximo y sintió que le daba algo. -¿Como bebé? -Que se hizo en la alfombra, pero yo ya limpie… no te preocupes… -Pues me preocupo de igual manera bebé… -No debes, es la verdad, lo limpie todo con una de mis toallas… —dijo Noah sonriendo más que orgulloso de su proceder. -Por dios, no se que cosa es peor… —murmuró mirando de reojo a su esposo. -Muy bien hijo, eso es lo que hay que hacer, limpiar inmediatamente… ¿verdad Kurt? —dijo mirándolo para que se uniera al as felicitaciones, Kurt se limitó a sonreír y a murmurar algo entre dientes— y cuéntanos… ¿por qué crees que este pequeñín esta enfermo?... —agrego Blaine dándole un toque en la nariz al gato, el animal ronroneo y se retorció un poco para que lo dejaran en el piso, Noah lo hizo de inmediato y lo miró un buen rato antes de seguir con la conversación. -¿Noah? -Si… lo sé porque hable con Liverpool Westbrooks Stewart y él me dijo que cuando le paso eso con Agatha era porque tenía una enfermedad en los riñones y tuvo que hacerse unos «epsamenes» -Pues tal vez tu gato solo lo hace de maleducado bebé… —dijo Kurt sin mas, Noah lo miró ceñudo y Blaine no pudo evitar soltar una pequeña risa cuando su esposo miró ambos con cara de inocencia. -¿Podemos llevarlo mañana? -¿Mañana hijo? —repitió Blaine mirando de reojo a Kurt— no creo que mañana sea posible -¿Por qué no?, ¿tienen cosas del trabajo? —preguntó el pequeño un tanto entristecido. -No cariño, por supuesto que no… —se adelantó en decir Kurt al tiempo que lo tomaba en sus brazos— lo que pasa es que con el «Papáblen» teníamos un plan para pasar el día contigo… -¡¿Conmigo?! —exclamó Noah tomándose la cara como si aquello fuera súper extra increíble. -Así es hijo… ¿quieres saber lo que planeamos? -¡Si! —contestó entusiasmándose desde ya, Blaine miró a Kurt y este le guiñó un ojo como dándole la venia para que anunciara la sorpresa antes de tiempo. -Pues con el Papá, tenemos todo listo para recorrer la ciudad en el autobús y en el subterráneo… —dijo Blaine sonriendo, Noah abrió la boca y los ojos y se quedó como petrificado. -¿Voy a subirme a un autobús acaso? —pregunto tomándose la cabeza con las dos manos. -Así será bebé, ¿qué te parece? -¡Super sensacional!...¡Papá!…¡«Papáblen»!, ¡era mi super deseo!... —exclamó Noah dando unos aplausos antes de abrazar los cuellos de sus dos padres al mismo tiempo. -Te dijimos que un día cumplirías ese deseo… ¿no es así? -¡Si!... —volvió a exclamar Noah sin poder mas de felicidad— ¿puedo contarle a Lizzie Anderson Hummel y a Henry Anderson Hummel todo al «respepsto»? -Por supuesto bebé… —respondió Kurt bajándolo, Noah hizo una especie de baile de felicidad en cuantos sus pies tocaron el piso— ve a nuestro cuarto a encender la computadora para enseñarte el recorrido que planeamos … con el «Papáblen» vamos enseguida. -¡Si!... —contestó siguiendo con el baile, sus padres sonrieron contagiándose del entusiasmo del más pequeño de la familia.
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Capítulo 20.-La batalla final
Un silencio sepulcral se respiraba en el ambiente al momento de que Misty confesó que la profecía de la batalla final en donde 2 jóvenes adolescentes, un chico y una chica hermanos de sangre se enfrentarían cara a cara con una mujer anciana decrépita, cruel y malvada que planeaba gobernar la oscuridad y a su vez esclavizar a toda la humanidad para siempre. Por eso era cuestión de tiempo para que Stanley y Evangeline estuvieran realmente preparados y pudieran derrotarla de una vez por todas.
“eso es terrible” Rosemary exclamó entrando en angustia. “jamás pensé que la batalla fuera tan pronto; Stanley y Evangeline tienen que saberlo”
“aquí vienen” Madeline les dijo a las chicas, y en efecto ellas vieron que Stanley y Evangeline iban regresando después de haber visitado al señor Dreyfuss para decirle sobre el verdadero paradero de Hermione Anne y a final de cuentas mejor decidieron guardar el secreto con la intención de que una vez que los chicos lograran salvar al mundo, de este modo también pudieran traer a la niña nuevamente a su padre. “hola chicos, ¿cómo les fue con Albert?”
“fuimos a visitarlo pero Stanley y yo decidimos no decirle sobre Hermione” Evangeline explicó.
“se supone que lo harían” Anabel añadió. “Albert sufrió mucho cuando pensó que su amada hija había muerto de cáncer”
“originalmente ese era el plan, pero después nos pusimos a pensar que no fue una buena idea después de todo porque sabemos que Hermione está viva, y podremos reunirla nuevamente con su padre cuando esto termine” Stanley comentó. “porque piensen en el peor de los escenarios, ¿qué pasa si Agatha nos derrota y ya es demasiado tarde para salvar a la niña? Sería más doloroso meterle falsas esperanzas al pobre hombre de que su hija estuvo con vida todo el tiempo y que a final de cuentas las fuerzas de la oscuridad se la arrebataron para siempre”
“eso suena razonable” Rosemary dijo asintiendo. “y si logran restaurar el poder de la luz entonces el señor Dreyfuss podrá volver a ver a Hermione”
“y Ben y Sayuri volverán” Evangeline reafirmó siendo optimista. “mi hermano y yo estaremos listos para la batalla, al cabo que todavía falta mucho”
“sobre eso, yo no estaría tan segura” Madeline comentó un tanto indecisa y fue ahí donde los hermanos notaron que algo andaba mal.
“¿qué quieres decir Maddie?” Stanley preguntó confundido.
“será mejor que se sienten” Claire les dijo a los chicos y ellos asintieron sentándose en el sillón del gran vestíbulo. “Misty tuvo una visión que alteró un poco el curso de la batalla final y ahora más que nunca ustedes tienen que estar preparados para lo que viene”
“¿de qué están hablando?” Evangeline quiso saber y después volteó a mirar a su hermano. “¿tú sabes de qué hablan?”
“estoy igual que tú” Stanley le susurró en respuesta y después miró a las chicas. “¿qué es la cosa tan aterradora que necesitan discutir con nosotros?”
“La batalla final será más pronto de lo que habíamos imaginado y será brutal” Misty dijo con una profunda angustia. “y todo fue porque Agatha cambió el día de la profecía”
“¿qué tan pronto?” Evangeline preguntó entrando en alerta.
“la profecía originalmente decía que la batalla sucedería…”
“en el último eclipse lunar de sangre” Stanley y Evangeline recitaron al unísono.
“lo sabemos” Stanley respondió. “eso es dentro de una semana; así que estaremos listos para entonces”
“chicos…” Misty llamó la atención de sus dos aprendices adolescentes. “la batalla final será mañana”
“¿¡Mañana?!” Stanley y Evangeline exclamaron en shock y horrorizados al mismo tiempo.
“así es” Madeline explicó. “Agatha está más decidida con acabar el mundo que conocemos y por eso alteró el tiempo, fecha y hora que acontecerá la batalla final”
“es demasiado pronto” Evangeline replicó completamente angustiada. “creí que mi hermano y yo estábamos listos para pelear contra una anciana hechicera peligrosa y mortífera pero me equivoqué…bueno, al menos yo no me siento lista”
“esta vez ya no habrá entrenamiento o poder que los salve” Misty respondió. “deberán confiar en ustedes mismos para enfrentarse a Agatha; y sobre todo ser valientes, manténganse juntos no importa lo que pase”
“¿nos dejan un minuto a solas por favor?” Stanley le pidió a su familia con seriedad; y ellos comprendieran al instante que el muchacho y su hermana necesitaban un momento a solas para discutir acerca de la mortal batalla en contra de una malvada y sádica hechicera; poniendo de por medio la luz y la oscuridad, pero al mismo tiempo habían unas almas inocentes vagando en pena en el abismo entre la vida y la muerte.
“claro, lo que necesiten” Anabel dijo con suavidad y ella junto con Claire, Madeline, Misty y Rosemary abandonaron la habitación.
“gracias” Evangeline dijo con gratitud y cerró la puerta tras de sí, quedándose solamente ella y su hermano. “¿recuerdas aquella vez que peleamos y el abuelo nos encerró precisamente en esta habitación para que lográramos resolver nuestras diferencias?”
“sí lo recuerdo” Stanley comentó en tono solemne. “incluso dijo que no saldríamos de la habitación hasta que no hiciéramos las paces. Y pensar que en ese momento era solamente un niño”
“la verdad todo ha cambiado muy rápido en tan poco tiempo” Evangeline reflexionó comenzando a caminar por el vestíbulo. “era una chica completamente normal hasta que apareció Madeline diciéndome sobre mi destino, y a partir de ese momento mi vida dio un giro de noventa grados”
“también la mía” Stanley se puso a pensar y Evangeline miró a su hermano con nostalgia. “primero todo empezó con que fui secuestrado al nacer, Agatha me convirtió en un perro y después todo se volvió una gran montaña rusa. Así que entiendo perfectamente lo que quieres decir”
“¿estás asustado?” Evangeline le preguntó fijamente a su hermano.
“¿la verdad?” Stanley comenzó diciendo y Evangeline asintió. “no le tengo miedo a Agatha, ni me asusta pelear contra ella. Lo que me aterra es que la oscuridad gane y no podamos rescatar a todas las almas que Agatha se llevó”
“yo estoy muerta del miedo” Evangeline confesó. “pero si paso toda mi vida teniendo miedo, entonces jamás podré enfrentar mis temores. Y mañana se viene una prueba muy fuerte y tenemos que estar preparados”
“Evangeline, más allá del enfrentamiento y los poderes que tengamos eso no nos ayudará” Stanley le recordó a su hermana. “Misty claramente dijo que debemos de confiar en nosotros, ser valientes y no permitir que nadie nos separe nunca”
“¿te quedarás conmigo hermano?” Evangeline le preguntó a Stanley.
“hasta el final” Stanley respondió dulcemente y ambos adolescentes se abrazaron fuertemente, Evangeline recargó su cabeza en el hombro de su hermano y él recargó su cabeza sobre la muchacha, disfrutando los pocos momentos que les quedaba juntos en caso de que ellos fueran vencidos por la oscuridad para siempre; aunque también sabían que no todo estaba perdido porque la luz resurgiría como el resplandor y todo resultaría para bien al final. “sé que no te lo digo todos los días Evan, pero quiero que sepas que te amo y eres la mejor hermana”
“y yo a ti Stan, no lo olvides nunca” Evangeline le dijo en respuesta y los chicos se quedaron reflexionando en los sucesos que acontecerían al día siguiente.
Finalmente llegó el día donde Stanley y Evangeline, dos guardianes de la luz se enfrentarían en una batalla mortal contra Agatha Winchester, la emperatriz del mal y ama de la oscuridad, que a su vez era su propia tía lo cual hacía más complicada la situación; pero ahí no dependía de quién era pariente de quién, sino que en las manos de dos hermanos estaba el destino del mundo y de por medio unas almas que se encontraban atrapadas entre la vida y la muerte. La profecía estaba por cumplirse, una era llegaría a su fin y ya no habría marcha atrás. Los dos bandos se estaban preparando para la batalla; Agatha ya estaba pensando en las sucias artimañas para derrotar a los hermanos, y estos por otra parte decidieron seguir las instrucciones de Misty al pie de la letra: confiar en ellos mismos, ser valientes y no dejar que nada ni nadie los separara nunca. El eclipse de sol comenzó y todos se reunieron en el campo de batalla para dar inicio al final.
“de acuerdo chicos” Misty les habló a sus jóvenes aprendices. “ya hemos terminado con el entrenamiento y todo lo que han aprendido lo pondrán en práctica esta tarde. No saben lo orgullosa que me siento de ustedes por todo lo que han logrado hasta ahora; recuerden esto: no importa quien gane o pierda, ustedes manténganse juntos pase lo que pase y la luz volverá a gobernar el mundo” habiendo dicho esto, Misty les dio un abrazo a cada uno y se convirtió en el escudo luminoso que acompañaría a los dos adolescentes durante la batalla pero no cuando ellos pelearan contra Agatha porque ahí ya nadie podría ayudarlos.
Lentamente, la capa oscura fue cubriendo el sol lentamente hasta que el cielo se volvió completamente oscuro que hacía parecer como si fuera de noche, la torre del reloj marcó las doce campanadas y dio inicio a la batalla final, Agatha entró al campo a su vez que la oscuridad, como una gran plaga de destrucción iba destruyendo con todo a su paso.
“prepárense a ver como todo lo que conocen será destruido para siempre” Agatha dijo con una sonrisa malévola.
“no si nosotros te detenemos primero” Stanley dijo confidente.
“¿qué? ¿no van a correr?” Agatha se burló de sus sobrinos. “deberían temerme después de lo que voy a hacer con ustedes y sus seres amados”
“no nos asustas” Evangeline replicó de manera confidente y de la palma de su mano lanzó una descarga eléctrica que aventó a la decrépita anciana al otro lado del campo.
“¡CHIQUILLA INSOLENTE!” Agatha rugió poniéndose de pie y se abalanzó contra Evangeline. “¿¡cómo te atreves?!”
“a mi hermana no la tocas vieja bruja” Stanley replicó furioso y lanzó otra descarga eléctrica hacia la mujer.
“gracias” Evangeline le dijo a su hermano.
“acabemos con esto” Stanley le contestó a Evangeline y ambos regresaron a la batalla.
“¡LOS ACABARÉ!” Agatha rugió y lanzó sus rayos maléficos contra los chicos, pero ellos fueron más astutos y contraatacaron lanzando descargas eléctricas y usando sus poderes del bien para debilitar a la bruja anciana, sin embargo la oscuridad fue adquiriendo más fuerza y comenzó a llevarse a más personas, entre ellas a los familiares de los chicos, el ambiente se hizo cada vez más sombrío, lúgubre y frío.
“ya no puedo” Misty dijo debilitándose y su cuerpo comenzó a desvanecerse. “la oscuridad es más fuerte”
“¡Misty!” las chicas gritaron al ver como la joven fue arrastrada por la oscuridad.
“esto es horrible” Rosemary dijo horrorizada y lanzó un grito de angustia cuando la oscuridad la agarró de la pierna y comenzó a arrastrarla. “¡ayúdenme!”
“¡Rosemary!” Anabel gritó de jalarla junto con Claire y Madeline. “¡sostente!” ella no pudo hacer nada, ya que también la oscuridad se la llevó. “¡AHH!”
¡ANABEL!” Madeline y Claire gritaron al mismo tiempo y observaron con horror como la oscuridad se acercaba a ellas también.
“¿qué está pasando?” Evangeline preguntó asustada al tiempo que ella y Stanley luchaban contra Agatha.
“tontos” Agatha se burló. “de nada sirven sus inútiles poderes contra mí, la oscuridad es más fuerte y se está llevando a su familia”
“¡No!” Evangeline gritó y tanto ella como Stanley vieron que sólo quedaban en el campo Claire y Madeline.
“¡Madeline! ¡Claire! ¡corran!” Stanley les llamó para que ellas dos huyeran de la sombra que quería llevárselas. “¡rápido!”
“¡No! ¡Madeline!” Evangeline gritó al ver como su prima era arrastrada por la oscuridad y Agatha lanzó una diabólica risa, los ojos de los chicos se empezaron a llenar de lágrimas.
“Claire” Stanley trató de salvar a la joven rubia y sujetó su mano. “toma mi mano”
“Stanley…” Claire susurró con lágrimas resbalando por sus mejillas. “fuiste muy valiente”
“no…por favor” Stanley suplicó con lágrimas en los ojos y Evangeline también sujetó a Claire.
“no te rindas Claire” Evangeline sollozó. “por favor no te vayas”
“cuídense mucho mis niños” Claire les dijo. “siempre los llevaré en mi corazón”
“Claire” Stanley lloró. “no”
“¡Claire!” Evangeline gritó y tanto ella como Stanley vieron como la última de su familia era arrastrada por la oscuridad.
“sí queridos míos, mientras más se aterren yo me hago fuerte” Agatha dijo de forma malvada. “y la oscuridad en poco tiempo los alcanzará”
“¡Stanley!” Evangeline gritó cuando la oscuridad se acercó a ellos y lloró. “Stanley tengo miedo”
“no te dejaré” Stanley tomó sus manos y estrecharon sus dedos. “Evangeline, escúchame. Tienes que ser fuerte” Evangeline miró a su hermano y ambos seguían llorando. “tenemos que ser fuertes. Yo también estoy asustado pero no debemos permitir que la oscuridad nos lleve”
“¡ríndanse pequeños monstruos!” Agatha gritó. “nunca ganarán”
En ese momento Stanley y Evangeline sintieron que había llegado su fin y la oscuridad los exterminaría para siempre, cuando de repente recordaron las palabras de Misty justo antes de que comenzaran la batalla y se dieran cuenta de una cosa; nunca se trató de que usaran sus poderes, sino que la verdadera fuerza poderosa que podía acabar con la oscuridad, el dolor, miedo, violencia, tristeza y toda maldad era el amor.
"La verdadera razón para acabar con la oscuridad es el amor" Evangeline dijo sonriendo y lágrimas resbalaron por sus mejillas, pero ya no sintió miedo.
"Amor; claro" Stanley sonrió y miró a su hermana. "Evangeline, piensa en todos aquellos que amas más que a nadie"
"¿qué están haciendo?" Agatha preguntó acercándose a ellos.
"Claire" Evangeline dijo en voz alta.
"El abuelo Henry aunque ya no esté aquí" Stanley siguió, poco a poco unas luminosas chispas de luz salieron de ellos y comenzaron a debilitar a la oscuridad. "Misty"
"¡Les exijo que se detengan de inmediato!" Agatha chilló. "La oscuridad ganará"
"El amor es poderoso, infinito y es verdadero" Evangeline dijo confidente y una vez más chispas luminosas salieron en dirección a la oscuridad. "Madeline, Rosemary"
"¡ya basta!" Agatha claramente sintió como una horrible migraña estaba por destruirle el cerebro.
"Anabel, Ben, Sayuri" Stanley dijo en voz alta y la luz se fue haciendo más fuerte y poderosa.
"Adam, Hermione, el señor Dreyfuss" Evangeline continuó. "Bethany"
"A toda la gente del mundo alterno en México" Stanley recitó. "Jorge, Angélica, Diana"
"A nuestra familia" Evangeline lloró de alegría. "Nuestros padres"
"La tía Leslie y el tío Daniel" Stanley musitó. "A todo el mundo"
"¡CÁLLENSE!" Agatha rugió. "¡AHORA!"
"Te amo Stanley" Evangeline le dijo a su hermano.
"Y yo a ti" Stanley dijo sintiendo felicidad. "Te amo Evangeline"
"¡No!" Agatha gritó al ver como la oscuridad se iba extinguiendo. "Esto no es posible; la oscuridad vencerá"
"Te equivocas Agatha" Evangeline y Stanley miraron a la anciana. "Porque mi hermano y yo tenemos algo que tú no"
"Amor verdadero" Stanley siguió. "Y el amor siempre gana al final"
"¡NOOOO!" Agatha lanzó un último grito de agonía y una gran ola luminosa se expandió y destruyó para siempre a la oscuridad incluyendo a la malvada hechicera, los dos hermanos se abrazaron fuertemente y toda la luz volvió a resurgir, pero lo más sorprendente del mundo es que todas las almas que se habían perdido regresaron sanas y salvas.
"Stan..." Evangeline dijo asombrada y alzó la viata al ver que todos estaban ahí y la oscuridad fue derrotada para siempre.
"Lo logramos" Stanley susurró y después repitió con felicidad. "¡Evangeline enserio lo logramos!"
"¡Sí!" Evangeline rió de felicidad y ambos volvieron a abrazarse.
“bien hecho jóvenes” Ben dijo con gran orgullo y los adolescentes miraron al hombre afroamericano con una gran sonrisa. “las fuerzas de la luz están en deuda con ustedes”
“gracias Ben” Evangeline sonrió. “fue una gran idea que nos pusieras a mi hermano y a mí a trabajar juntos”
“no se trató de mí damita” Ben le guiñó un ojo. “así lo decía la profecía”
“valió la pena” Stanley comentó y puso un brazo alrededor de la cintura de Evangeline.
“Stanley, como has crecido” Ben observó sorprendido. “y en tan poco tiempo; la última vez que te vi eras un niño de doce años”
“ahora tiene quince” Evangeline explicó. “pasaron tres años”
“¡cielo santo!” el anciano exclamó.
“descuida Ben, estuvimos atrapados en la oscuridad mucho tiempo” Sayuri lo tranquilizó y después abrazó a los hermanos. “sabía que lo lograrían”
“no lo hubiéramos logrado sin Misty o ninguno de ustedes” Stanley dijo. “así que gracias”
“nunca se trató de mí, Ben o Sayuri chicos; ni mucho menos de su familia” Misty dijo con suavidad. “fueron ustedes todo el tiempo”
“¿nosotros?” Evangeline y Stanley preguntaron al unísono.
“así es” Anabel comentó. “creyeron en ustedes mismos y fueron valientes”
“pero más que nada, demostraron que el amor es lo más valioso y poderoso del mundo” Claire finalizó, ella seguía siendo joven y hermosa. “esa es la principal fuente de la luz y todos estamos muy orgullosos de lo que hicieron”
“vengan aquí” Rosemary dijo feliz y los chicos corrieron a abrazar a su familia y a sus mentores.
“los queremos” Madeline respondió con dulzura.
“y nosotros a ustedes” Evangeline comentó y después se puso triste de repente.
“¿qué pasa Evangeline?” Sayuri preguntó con preocupación al ver como la muchacha repentinamente se puso triste. “Stanley y tú derrotaron a la oscuridad, Agatha ya no existe y salvaron a todos; deberías estar feliz”
“no pudimos salvar a Hermione” Evangeline se lamentó. “quería que su padre finalmente lograra reunirse con ella y fallamos”
“¿eso crees?” Ben sonrió y tanto Evangeline como Stanley lo miraron con extrañeza.
“ella debería estar aquí” Stanley contestó. “están todos excepto Hermione”
“pequeña ven aquí” Ben contestó en tono paternal y en cuestión de segundos una preciosa niña de piel blanca como la nieve, largo cabello rubio como el oro y ojos tan azules como el océano se acercó tímidamente a ellos; inmediatamente Stanley y Evangeline reconocieron a la jovencita.
“Hermione” Stanley susurró de felicidad al ver que después de todo sí habían logrado salvar a la niña.
“hola” Hermione saludó tímidamente y después corrió a abrazar a los adolescentes que la habían rescatado. “gracias” ella empezó a llorar de alegría.
“gracias a Dios que estás bien” Evangeline suspiró de alivio mientras ella y Stanley seguían abrazándola.
los demás no lo pensaron dos veces y se unieron al abrazo grupal celebrando que todo había vuelto a la normalidad.
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246 pág.
Género: Novela.
¿Me gustó?: Sí.
De qué se trata: Un joven argentino que viene llegando a Oxford a hacer un PhD en matemáticas se topa con un asesinato. El crimen resulta ser un desafío intelectual lanzado a uno de los lógicos mas eminentes del siglo, quien hará de Sherlock Holmes en la novela y que contará, por cierto, con la ayuda de este joven estudiante que será como su Doctor Watson.
¿Por qué lo compré?: Porque en alguna reseña leí que en la novela se mencionaba a Wittgenstein y Gödel.
Partes destacables: Guillermo Martínez es, de hecho, un matemático. Entonces aprovecha el género de la novela para poner la estética por sobre el rigor y lanzar algunas conjeturas lógicas bastante creativas e inteligentes:
“Cuando usted plantea hipótesis sobre el mundo real introduce, sin poder evitarlo, un elemento de actividad irreversible que nunca deja de tener consecuencias.”
“Desafortunadamente [los detectives] se guían por el principio de la navaja de Ockham: en tanto no surjan evidencias físicas en contrario prefieren siempre las hipótesis simples a las mas complicadas. Este es el segundo error. No solo porque la realidad suele ser naturalmente complicada sino, sobre todo, porque si el asesino es realmente inteligente, y preparé con algún cuidado su crimen, dejará al a vista de todos una explicación simple.”
Le puede gustar a: matemáticos; gente del mundo de la ciencia; lectores de Artur Conan Doyle o Agatha Christie.
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Extra (FIC) parte 3 en Español Agatha x lectora fem!reader
Este fic tiene 9 capítulos xD
parte 1
parte 2
PARTE 3
El regalo de Agatha
Tu existencia en Westview aún era incomprensible para ti. Tenías consciencia de lo que sucedía a tu alrededor y podías usar tu autonomía para hacer y decir cosas pero no tenías identidad ni recuerdos. No tenías idea de quién eras, cuál era tu nombre real y de dónde venías, ni siquiera sabías si vivías en este vecindario porque, hasta que Agatha Harkness te encontró, no tenías una casa. Tu mente estaba en blanco pero todos los días tratabas de formar recuerdos desesperadamente.
Wanda era la causante de todo este desequilibrio no sólo tuyo, sino de todos los habitantes de Westview pero lo único que podías hacer, por más frustrante que sea, era seguir las órdenes de Agatha e investigar a la otra bruja. Si había algo que sabías con certeza en ese lugar era que tú sola no podrías enfrentarla y Agatha tenía algo planeado. Agatha nunca te decía exactamente en qué consistía lo que pensaba hacer pero al hacerse pasar por una vecina entrometida te hizo pensar que tal vez intentaría detener a Wanda en algún momento.
Agatha no sólo pretendía ser la vecina Agnes, ella se metía en el personaje. A veces la descubrías mirando sitcoms en su sala y te invitaba a mirar las series con ella cuando acababas de decirle todo lo que viste. Afuera Agnes era la vecina que entraba a tu patio y te ofrecía ayuda sin que se la pidas pero cuando acababa todo, la verdadera Agatha sacaba un lado un tanto macabro lleno de humor negro que atrapaba tu atención y hasta te hacía reír en ocasiones. Tenía algunos gestos amables contigo que no tenía con ningún otro extra, te iba a buscar cuando ibas en bicicleta y ambas aparecían en su casa de inmediato, hasta iban de compras (a veces te decía que necesitabas un cambio de look urgente y te recomendaba ropa más colorida).
Agatha siempre te decía que iba a trabajar en algo para que puedas recuperar tus recuerdos porque le parecía raro que estés tan perdida, a veces traía a otros extras que encontraba por ahí pero ellos sí tenían, al menos, un nombre y una identidad debajo del control de Wanda.
- ¡Siguiente!- Exclamó Agatha, justo después de hacer desaparecer con magia a un hombre de bigote y nariz muy grande. Abriste la puerta y otro de los compañeros de trabajo de Vision entró a la sala de Agatha. Lo reconociste por su estatura y su cabello negro.
- ¡Usted es la esposa de Ralph!- Exclamó el hombre, estabas segura de que su nombre era Norm porque escuchaste una conversación justo afuera de la oficina de Vision. - ¿En qué la puedo ayudar?
Agatha dio unos pasos hacia Norm y con un movimiento de la mano lo sacó del control mental de Wanda, igual como hizo contigo el día en que la viste. Los ojos de Norm se llenaron de pánico mientras observaba todo.
- ¡¿Quién es usted?! Espere...¡yo la he visto antes! ¡Usted vive aquí! ¿cómo hizo eso? necesito regresar....¡por favor! ¡déjeme salir de aquí!- Exclamaba Norm horrorizado, Agatha puso los ojos en blanco y después dirigió su mirada a tí con fastidio. Ya habián pasado por la misma situación unas cuatro veces y la bruja se estaba cansando.
- ¡Silencio!- Exclamó Agatha, haciendo saltar de la impresión tanto a Norm como a tí. - Dime tu nombre, ocupación, y algo que recuerdes sobre tí mismo. Ahora. - Continuó Agatha, tú eras quien tomaba nota.
- Me llamo Abilash Tandon. - Te sorprendió que Wanda le haya dado otro nombre a este personaje, te preguntaste por qué ni siquiera se tomó la moelstia de pensar en uno para ti. - Tengo que regresar, tengo que ver a mi padre...y a mi hermana...¿usted puede hacer eso?- Le suplicó a Agatha, la bruja no le hizo caso y casi al instante te hizo una señal para que anotes eso. - ¿Alguien sabe qué día es hoy? ¿Cuánto tiempo hemos estado aquí? - Preguntó Abilash con desesperación, tú entendías lo que pasaba, estabas exactamente en la misma situación. - ¡¿Alguien me puede prestar un teléfono?!
- ¿Ves, querida?- Agatha se dirigió a ti, ignorando totalmente al pobre Abilash, quien gritaba y caminaba en círculos. - Ellos sí saben quiénes son, es muy raro que tú no tengas idea ni siquiera de tu nombre.
La bruja movió la mano nuevamente y Abilash volvió al personaje de Norm, quien sonreía algo confundido pero con los ojos acuosos. - ¡Linda sala! Disculpe, ¿usted es la esposa de Ralph?
- ¿Quién es Ralph? no sabía que estabas casada, Agnes...- Le preguntaste a Agatha, quien arqueó las cejas mirándote sorprendida.
- Aquí la única entrometida soy yo, cariño. - Respondió Agatha con una sonrisa burlona. - Okay, ¡siguiente!- Exclamó Agatha mientras hizo desaparecer al confundido Abilash con magia.
...............
Seguías sin poder identificar la línea temporal pero (según tu percepción alterada de las cosas) habías pasado un buen tiempo espiando a la familia de Wanda a través de las ventanas para después contarle a Agatha todo lo que veías, incluso te habías acostumbrado a husmear en su jardín como una rata y escuchar las conversaciones de todos sin ser vista por nadie cuando estaban solos porque Agatha también se metía a conversar con ellos como Agnes, la vecina entrometida (te hizo gracia lo entrometida que podía resultar y la expresión de incomodidad de Wanda). Viste a Wanda hacer que las cosas se muevan sin tocarlas, viste a sus hijos hacerse cinco años mayores y escuchaste parte de las discusiones entre Wanda y Vision.
Lo primero que hacías era subirte a la bicicleta y fingir que seguías controlada hasta dar unas dos o tres vueltas por toda la ciudad, esta vez podías detenerte a mirar los escaparates de las tiendas donde Agatha iba de compras con Wanda y a veces, cuando te cansabas, podías ir al parque a sentarte a una de las bancas. Memorizaste rostros y nombres de las personas que se relacionaban con Wanda y Vision, como Norm, la antipática vecina Dottie y los demás compañeros de trabajo de Vision, escuchabas sus conversaciones en todos los paseos que dabas por Westview y tratabas de memorizarlos para después proporcionarle toda la información a Agatha.
A veces tratabas de explicarle a Agatha cómo era estar sometida al control mental de Wanda. Antes del encuentro, Wanda estaba en tu cabeza todo el tiempo y el dolor era insoportable, nunca se detenía. Le contabas con detalles qué imágenes mentales de Wanda se reproducían en tu cabeza mientras ibas en bicicleta y Agatha parecía interesarse mucho en el tema. Algunos de los recuerdos eran horribles como la explosión que acabó con la vida de sus padres o cuando perdió a su hermano. Lo que no entendías era la presencia de Vision en Westview y el hecho de que haya tenido dos hijos si viste claramente que Vision también había muerto.
No sabías si los días pasaban con normalidad o todo era una ilusión. Habían noches, mañanas, atardeceres, a veces llovía, y hasta había hora de dormir en la casa de Agatha (te permitió dormir en su habitación pero ella casi nunca ingresaba, trasnochaba muy seguido y no te atrevías a preguntarle por qué). A veces ella iba a buscarte cuando ya había anochecido y, para tu sorpresa, siempre eras bien recibida. No podías negar que le tenías un poco de miedo pero tratabas de ocultarlo porque ella siempre se mostraba muy amable y cariñosa contigo, desde que se conocieron nunca te amenazó con quitarte la autonomía o cualquier forma de castigo si fallabas en la misión (eso no te quitaba del todo el temor, por eso siempre tratabas de no arruinar sus planes).
- ¡Extra, querida!- Detuviste la bicicleta cuando la viste aparecer entre un montón de denso humo color violeta. Ahí estaba Agatha, con una gran sonrisa y agitando una mano. Ya la habías escuchado llamar a otras personas con apodos cariñosos y sabías que no era nada más que su forma habitual de expresarse, pero cuando se dirigía a ti con esas palabras tu corazón se aceleraba y no sabías a qué se debía. No tenía sentido, por una parte le temías por ser una bruja pero al mismo tiempo querías regresar para verla y escucharla explicarte la siguiente misión, o decirte alguna frase divertida, su humor oscuro te encantaba.
- ¡Oh, Agnes! - Debías recordar que en público siempre tenías que llamarla Agnes. Te preguntaste la razón de ese nombre. - Ya estaba por regresar, ellos ya no volvieron a salir...- Agatha te interrumpió colocando una mano sobre la tuya y, muy sutilmente, haciendo una seña para que guardes silencio. Tu corazón volvió a acelerarse, pensaste que se iba a salir como en los dibujos animados, que tu pecho se rompería como papel y tu corazón saldría disparado a sacarle un ojo a alguien.
De pronto, algo extraño ocurrió. Pudiste ver a toda la ciudad de Westview cambiar, los edificios y el parque se iban transformando desde el otro extremo cambiando materiales de construcción o tipos de árboles, Agatha sólo se quedó ahí observando lo mismo que tú y aún con su mano sobre la tuya. - Ya se estaba tardando...- murmuró Agatha, pero no sabías si preguntarle a qué se refería.
- AGNES, ¡tenemos que irnos!- Entraste en pánico y ella parecía notarlo, te miró como si nada estuviese pasando y la mano que estaba sobre la tuya pasó a posarse en tu hombro.
- Descuida, querida. Espera un momento, necesito ver algo...- Respondió con el ceño fruncido mientras seguía mirando cómo cambiaban las cosas hasta que esa fuerza las alcanzó.
Te sentiste atrapada nuevamente, las imágenes del asesinato de Vision volvieron a reproducirse en tu mente como un vídeo que no podías detener pero te quedaste inmóvil mientras tu interior gritaba de pánico. Esta vez pudiste reconocer a Agatha pero no podías suplicarle por ayuda, la fuerza que te atrapó era demasiado agresiva y no te permitía hacer nada por tu cuenta, sólo hizo que gires la cabeza hacia Agatha, sonrías forzosamente y digas tu clásica línea.
- Disculpe, sabe cómo puedo llegar a M...- Agatha, observándote con extrañeza, interrumpió tu pregunta y chasqueó los dedos como la primera vez. Volviste a ese vacío pero al menos ya recordabas a Agatha y lo que pudiste experimentar desde que te encontró. Sólo desde que la viste.
- ...Wanda, otra vez...- La escuchaste murmurar. Parecía estar tramando algo.
- ¡Qué pasó! ¡¿Ha sido Wanda?!¿Cómo hizo eso? ¡Me ha vuelto a controlar!- Entraste en pánico y las lágrimas comenzaron a caer por tu cara, comenzaste a tener problemas para respirar. Agatha te sostuvo firmemente en sus brazos intentando calmarte.
- Tranquila cariño, ya terminó, ¡Caramba! supuse que iba a suceder pero no que te iba a regresar a como estabas antes, hummm...Tienes suerte de que fue ahora y no cuando estabas sola...- Se dirigía a tí pero parecía hablar más para sí misma, su mano acariciaba tu cabello y la otra seguía rodeando tu cintura. Tú estabas aferrada a la bruja como un gancho para el cabello y Agatha se separó muy lentamente para tratar de limpiar tu cara empapada.- ¡Santo cielo, míra cómo te ha dejado!
- ¿Cada cuánto hace esto?- preguntaste, tratando de recuperar la compostura.
- Se estaba tardando, creo que cuando estabas bajo su control no te dabas cuenta...
Pudiste notar que hasta la vestimenta de Agatha había cambiado, llevaba un chándal ajustado color violeta, zapatillas deportivas y tenía un nuevo corte de cabello en capas largas que se veía muy bien en ella. Te sentiste terriblemente avergonzada de haber tenido un ataque de pánico frente a ella, pero al menos no dijo nada más al respecto. Te soltaste inmediatamente tratando de pensar en algo más que puedas decirle sin resultados.
- Bienvenida a los noventas, querida, ¿O era la década de los dos mil? Veamos...tenemos a "Malcolm in the Middle" como referencia, ¿Recuerdas? muy buen show, pantalones de tiro bajo, deben ser los dos mil...En fin, ¡regresemos! tengo algo muy interesante que mostrarte hoy - Dijo Agatha, para después chasquear los dedos y transportar a ambas a un rincón de su casa que no habías explorado antes (y no lo harías porque apreciabas tu vida). Era un espacio cerrado y metido entre el pasillo hacia la cocina y el patio trasero, sólo habían unas escaleras al sótano y Agatha entrelazó su brazo con el tuyo para dirigirte hacia allá.
- Querida, necesito que me prometas que vas a guardar el secreto, aquí la única vecina entrometida y chismosa soy yo - dijo Agatha -¿De acuerdo?
Tú afirmaste con la cabeza pero ella siguió mirándote como si hubieras olvidado algo.
- ¡Oh! Sí, claro, lo prometo. Nadie se va a enterar nunca de lo que me vayas a mostrar - Lo que habías olvidado era que Agatha siempre esperaba una respuesta, o al menos esperaba a que le digas que has entendido. Agatha sonrió.
- Buena chica.
Bajaron las escaleras, todo se iba oscureciendo y después de avanzar por un pequeño pasadizo y cruzar una puerta de madera vieja, entraron a una mazmorra enorme y oscura llena de plantas raras, puertas, pasadizos y objetos misteriosos. La iluminación era muy pobre pero al menos podías ver por dónde caminar y no tropezar con alguna rama o una mesa a punto de quebrarse. No podías creer que ese lugar haya estado debajo de su casa todo el tiempo, y pensaste que probablemente ella pasaba todas las noches ahí haciendo quién sabe qué.
Agatha rompió el silencio sepulcral y te invitó a un pequeño recorrido por su extraño sótano, viste que cargaba a un conejo blanco.
- Señor Scratchy, te presento a Extra, Extra, señor Scratchy. Cariño, por cierto, no te preocupes que en este lugar la magia de Wanda no te puede hacer nada.
Encontraste una gran cantidad de libros apilados en muchos rincones, mesas, sillones muy antiguos, frascos cuyo contenido no pudiste identificar y estantes llenos de cajones mientras Agatha te contaba algunas anécdotas aterradoras de sus días en Salem como quien se queja de viejos jefes.
-...Y trataron de quitarme mis poderes, ¿te puedes imaginar? y bueno, qué te puedo decir querida...quise ser razonable, les dije que no rompí las reglas pero no me quisieron hacer caso...- Sacó una cajita de madera de uno de los cajones y la puso sobre una mesa que estaba entre ustedes dos.
- Ábrela - Te ordenó y tus manos temblorosas se acercaron a la pequeña caja, estabas muy nerviosa por todas las cosas que te sucedieron pero trataste de no hacerlo muy obvio. Abriste la caja y encontraste un collar pequeño y ovalado con bordes dorados. La piedra que estaba en el centro era color violeta y brillaba, quedaste hipnotizada por los detalles diminutos de los bordes y el brillo de la piedra.
- Es tan lindo...-murmuraste, hablaste sin pensarlo dos veces como solías hacer y pudiste notar que se dibujó una sonrisa en el rostro de Agatha.
- Me alegra que te guste, querida, pero no sólo es lindo, te protege de la magia de Wanda - Afirmó Agatha, rodeando la mesa hasta pararse detrás de ti - Estuve trabajando en él un par de días, supuse que Wanda iba a hacer algo como lo de hoy así que, para que no nos arruine el plan y no te controle mientras estás en la misión, decidí fabricar esto en lo que investigaba tu falta de recuerdos. Déjame ponértelo. -Dijo quitándote delicadamente el collar de las manos y tú acomodaste tu cabello, tus mejillas ardían y esperabas que ese efecto pase para cuando tengas que mirarla nuevamente. Usó su magia para que te des la vuelta y poder mirarte.
- ¡Encantadora! - Exclamó Agatha mientras te miraba fijamente y volvió a acomodar tu cabello ella misma, tú la dejaste hacerlo sin perder el contacto visual. De pronto, Agatha cambió ligeramente el tono de su voz - Es para tí, te lo puedes quedar - continuó - No todos los días encuentro compañía agradable en este lugar de pesadilla. ¡No hay nadie! todos tienen esos personajes de sitcoms y a la tal Dottie no la soporto, sus reuniones son ridículas, déjame decirte...no sé cómo las demás la soportan estando sobrias.
- Gracias, Agatha...- le respondiste y de pronto, abrazaste a Agatha Harkness. Lo hiciste sin pensar, no calculaste posibilidades ni consecuencias letales, sólo seguiste un impulso que te movió a acercarte más a ella y cuando te diste cuenta de lo que acababas de hacer, la soltaste inmediatamente pero Agatha te abrazó más fuerte y te empujó hacia ella. Tu corazón estuvo a punto de explotar otra vez y no había forma de que no se dé cuenta.
"Maldición"
CONTINUARÁ...
..........................................................
- Me encanta esta década, ¡le puedo hablar a la cámara! - Dijo Agatha mientras ambas cenaban. - Extra piensa que no me doy cuenta pero no sabe que leo mentes. Vamos, ¿Qué bruja no hace eso? - Soltó una risa macabra, tú parecías no escuchar nada.
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GLORIA RUBIO... ( Lady Guinness ) La mujer más elegante del mundo. Esta es la insólita vida de la olvidada 'socialité' mexicana Gloria Rubio: aristócrata alemana, princesa egipcia, amante de embajadores, supuesta espía nazi, esposa de un integrante de la célebre familia cervecera y amiga de Truman Capote. Una de las socialités más importantes del mundo en los años cuarenta y cincuenta del siglo XX fue mexicana. Su nombre: Gloria Rubio Alatorre, mejor conocida por su nombre de casada: Gloria Guinness. No se sabe a ciencia cierta si nació en Guadalajara o en el puerto de Veracruz, pues no se ha localizado documento que lo compruebe, solo se sabe que en agosto pasado habría cumplido 102 años de vida. Gloria Guinness es más reconocida fuera de México por su vida social que aquí, donde sólo un puñado de personas han tratado de reconstruir sus pasos. Al decir del periodista de sociales Pedro Luis de Aguinaga, Gloria Guinness era tapatía, en cambio para el también periodista y tío de la actriz Ana de la Reguera, Mario de la Reguera, era jarocha. Hija de un periodista pro maderista asesinado en la Revolución, cuando ella tenía cuatro años, y de una costurera veracruzana, Gloria nació el 27 agosto de 1912 y alguna vez declaró a la revistaHarper’s Bazaar (de la que fue editora entre 1963 y 1971) que de su madre había heredado el gusto por la moda y el porte. Al respecto, cuenta De la Reguera una anécdota que refuerza su teoría sobre sus orígenes jarochos “por la manera tan desenfadada como se comportaba”: un día, Loel Guinness le pidió que se apurara a vestir porque, de lo contrario, llegarían tarde a una cena que tenían, ella le contestó que no tenía qué ponerse, a lo que él le recriminó que tenía el clóset lleno de ropa. Al llegar a la casa de sus anfitriones y quitarse el abrigo de mink que la cubría, ¡oh sorpresa!, vio que estaba desnuda y, atónito, volvió a colocarle la prenda, no sin antes escuchar que le objetaba: “¡Te dije que no tenía qué ponerme!”. Alta, refinada y elegante, Gloria Guinness fue “la mexicana más extraordinaria que he conocido”, recuerda Elena Garro en su libro Memorias de España 1937 (Siglo XXI, 1992), y quien la conoció durante su exilio en París después de la polémica en que se vio envuelta Garro por el movimiento estudiantil del 68. Guinness se casó cuatro veces: su primer esposo, recuerda Garro, fue un alemán de apellido Scholtens residente en México de quien, agrega De la Reguera, a las primeras de cambio se divorció. Contrajo segundas nupcias el cuatro de octubre de 1935, en Kensington, Londres, con el conde de Fürstenberg-Herdringen, que en el nombre llevaba los de sus antepasados: Franz-Egon Maria Meinhard Engelbert Pius Aloysius Kaspar Ferdinand Dietrich (1896-1975); con él tuvo dos hijos: Dolores Maria Agatha Wilhelmine Luise, quien nació un año después, y Franz-Egon Engelbert Raphael Christophorus Hubertus, nacido en 1939, quienes por su padre recibieron el título de barón y baronesa. Garro recuerda: “Cuando empezó el desastre germano (la Segunda Guerra Mundial) huyó a Portugal para salvar a sus hijos. Solo llevaba sus alhajas. De allí pasó a Madrid, en donde Fakrí, el primo hermano del rey Faruk e hijo del embajador de Egipto en Madrid, se enamoró de ella. Gloria se vino a París”. Elena Garro recuerda que en su departamento de París “iban a visitarla las hermanas del rey Faruk: la princesa Faiza, esposa del sha de Persia, que estaba en París tramitando su divorcio, y la princesa Fawzia, casada con un diplomático egipcio, rubio y buena persona. Las dos eran bellísimas, de piel muy blanca, cabello negro y rostros perfectos. A principios de los años setenta, leí en los periódicos que a Fawzia la había matado su marido y luego él se había pegado un tiro en la cabeza. Vivían en Los Ángeles, acosados por la miseria. Ya estaban viejos y ambos trabajaban de sirvientes, a pesar de que Gloria Rubio, fiel a su amistad, les enviaba dinero. “Las dos hermanas deseaban que Gloria se casara con su primo Fakrí. Era la mejor manera de solucionar su vida. Pero Gloria, que había guardado siempre su nacionalidad mexicana, estaba en un grave dilema: su pasaporte había caducado y el consulado se negaba a renovárselo. Eso significaba para ella la deportación a Alemania, en donde su marido estaba preso, y el abandono de sus niños que se hallaban en un colegio de Suiza. ‘Nuestra Gloria Nacional’, la llamaban en el consulado. Ella estaba aterrada, pero llegó Anselmo Mena, el encantador Anselmo, del grupo Contemporáneos, que era nuestro cónsul en Londres, le extendió su pasaporte mexicano”, rememora Garro en su libro. El nieto del rey Fuad I de Egipto y, por tanto, sobrino de la princesa Fawzia de Egipto (la primera esposa de Mohammed Reza Pahlavi, Sha de Irán) y el rey Faruk I de Egipto, el príncipe Ahmad Abu-El-Fotouh Fakhry Bey (1921-1998) fue su tercer esposo; con él se casó en 1942. “Gloria iba bien como princesa egipcia, pues sus rasgos sólo la hacían comparable a Nefertiti”, agrega Garro. Para sus críticos Gloria Guinness era una descarada cazafortunas. Mientras estuvo casada con el príncipe Fakhry, fue amante del embajador del Reino Unido en Francia, Duff Cooper, por esa razón, dice Garro, “Lady Diana Cooper, la mujer más guapa de Inglaterra, detestaba a Gloria Rubio”. Después de que Gloria Guinness huyó de Alemania al inicio de la Segunda Guerra, se instaló una breve temporada “en el Madrid neutral”, como ya lo ha mencionado Garro. Allí conoció a Aline Griffith,aristócrata española nacida en Estados Unidos que más tarde se convertiría en condesa de Romanones. Con el seudónimo de Butch, Griffith fue espía de la OSS, la agencia estadunidense antecedente de la CIA, y a partir de los años ochenta ha escrito algunos libros sobre sus misiones secretas: El espía viste de rojo (1987), El espía fue al baile (1991) y El espía viste de seda (1992). En ellos, Griffith ha revelado que cuando estaba adscrita en Madrid durante los últimos años de la guerra supo que “la glamorosa Condesa von Fürstenberg” también era espía pero de las fuerzas del Eje y que tenía una estrecha amistad con importantes nazis como Hermann Göering y el mismo Adolfo Hitler. La verdad es que Madrid no era del todo neutral, pues el general Franco era adepto a las ideas del Führer, y si el esposo de Gloria estaba encarcelado era por oponerse al Tercer Reich. Además, el historiador Rupert Allason ha acusado a la condesa Griffith de inflar las historias que cuenta en sus libros con tal de que éstos se vendan más. La CIA, por su parte, ha evitado desmentir o si quiera comentar algo sobre el caso de la condesa Griffith. Por todo eso, los años de la guerra fueron difíciles para Gloria Guinness. En París, escribe Garro, Gloria “vivía en un palacio enorme, sin criados y sin dinero, vendiendo sus joyas poco a poco. Por las tardes iba a visitarla. Entraba al enorme vestíbulo de losetas de mármol blancas y negras cuya soledad y silencio me impresionaban. De pronto la voz de Gloria me llamaba: ‘Arriba, rubita’. En su lujosa habitación, tendida en la cama, me recibía. Gloria aparecía en las portadas de Vogue como la mujer más elegante del mundo. Manuel González y González, su protector y ministro plenipotenciario de México, se había ido de París y ella se encontraba desamparada. Yo me sentaba en una sillita baja, cerca de la ventana, y desde allí admiraba su belleza, fina e indescifrable como una estatuilla egipcia. Después, llegaba la embajada inglesa a rendirle tributo, con el embajador Duff Cooper a la cabeza. Yo escuchaba la conversación de Gloria en un inglés perfecto, a veces cambiaba al alemán y a veces al francés. No sólo era inteligente al hablar sino en sus movimientos y modales. Pero me sobrecogía su angustia, aunque ella no dijese nada, excepto cuando estábamos solas y entonces inventaba venganzas infantiles contra aquellos que le estaban haciendo daño: ‘¡Tú lo verás, rubita!... ¡Me compraré una casa preciosa, haré fiestas magníficas y no los invitaré nunca! ¡Nunca!’”. Entonces volvió la bonanza. Su cuarto y último esposo fue Loel Guinness (1906-1988). Se casaron el siete de abril de 1951 en Antibes, cerca de Cannes, después que él enviudó de su segunda esposa. Era miembro del Parlamento inglés y pertenecía a una familia de nobles irlandeses en la que hubo políticos, ministros religiosos y banqueros, y aunque la rama de su familia era propietaria de la famosa cerveza que lleva su apellido, él se dedicaba a los bienes raíces. Muy seguramente por esa razón, los Guinness tenían seis casas en diferentes países. Según enumera De la Reguera, las casas eran: un departamento en las Torres Waldorf, entonces las más caras de Manhattan; una casa de campo del siglo XVIII llamada Villa Zanroc en Epalinges cerca de Lausanne (con una bolera en el sótano); un yate de 350 toneladas con el que surcaban el Mediterráneo en el verano; una casa de siete pisos en la Avenida Matignon, en París, decorada por Georges Geffroy; un criadero de caballos en Normandía: Haras de Piencourt, cercano al que tenía el barón Guy de Rothschild; una mansión de Palm Beach, en Lake Worth, Florida, con el lago a un lado y la playa del otro. También tenían casa en Acapulco, cuando el puerto era la meca del jet-set internacional. Gloria misma había decorado esa casa, incluso algunos de los muebles los diseñó y se enorgullecía de que todo fuera mexicano “excepto mi esposo, que es inglés”, decía con peculiar sentido del humor. Uno de los habituales en la casa de Palm Beach era el célebre escritor Truman Capote, quien con su característica lengua viperina recuerda: “Lo que no entiendo es por qué todo el mundo decía que los Kennedy eran tan sexys. Sé mucho de pitos (he visto un montón) y si hubiesen empalmado todos los de los Kennedy habría salido una buena. Solía ver a John cuando estaba con Loel y Gloria Guinness en Palm Beach. Yo ocupaba una pequeña casita para invitados con su playa particular, y a veces él venía para poder nadar desnudo. ¡No tenía nada de nada! Y Bobby lo mismo; no sé cómo tuvo todos esos hijos. En cuanto a Teddy..., olvidémoslo” (citado en Capote, de Gerard Clarke. Ediciones B, 2006). Capote consideraba a Guinness una de sus cisnes, por su cabello negro como la seda, sus cejas bien dibujadas y su largo y esbelto cuello que, como bien lo dijo Garro, esos rasgos solo la hacían comparable con la reina Nefertiti. Capote y Guinnes eran tan amigos que fue una de las invitadas a la exclusiva fiesta “Black and White” que él organizó el 28 de noviembre de 1966 en el hotel Plaza de la Quinta Avenida, frente a Central Park, en Manhattan. Gloria Guinnes fue vestida por los diseñadores más importantes: Dior, Chanel, Saint-Laurent, Valentino y Givenchy, pero sus predilectos siempre fueron los españoles Antonio del Castillo y Cristóbal Balenciaga, que combinaba con exclusivas joyas de Cartier. Con un vestido de Balenciaga apareció en el número de diciembre de 1945 de Vogue, retratada por el famoso fotógrafo Cecil Beaton. Algunos de esos vestidos los donó después al Costume Institute del Museo Metro politano de Nueva York. Gloria Guinness tenía terror a subir de peso, así que sus últimos años prácticamente no comía. Murió de inanición en su casa de Suiza a los 68 años, el nueve de noviembre de 1980. “Antes de que Gloria se convirtiera en Lady Guinness, la gente más importante de la época le rendía amistad, como por ejemplo Winston Churchill. (Octavio) Paz, como buen poeta, estaba deslumbrado con ella y fueron grandes amigos durante muchos años”, apunta Elena Garro. Eleanor Lambert, árbitro de la moda y creadora de la lista de las mejor vestidas, la incluyó en su famosa lista varias veces entre 1959 y 1963 y la calificó como “la mujer más elegante del mundo”. En 1964, junto con la duquesa de Windsor y Jacqueline Kennedy Onassis, señala De la Reguera, Gloria Guinness fue de las tres primeras figuras sociales en ingresar al Hall de la Fama, por ser consideradas las mujeres más elegantes de todos los tiempos.
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El Osario de Sedlec: un lugar para conversar con los muertos
Por Abraham García
El Osario de Sedlec es el sitio turístico más macabro de Kutná Hora, una ciudad checa devenida en pueblo que durante la Edad Media rivalizó mucho, tanto en lo económico como en lo cultural, con Praga, debido en parte las minas de plata que había en sus cerros.
Al día de hoy, Kutná Hora se sostiene básicamente del turismo, con el Osario de Sedlec como foco principal, y por el dinero que le inyecta el imperio global del tabaco Phillip Morris, ya que ahí tiene una de sus sedes. Es como si en Kutná Hora el negocio se basara en la muerte, ya sea porque se contempla o porque se provoca.
Poder visitar el Osario de Sedlec fue la mayor motivación turística para hacer el afortunadísimo* viaje que hice el año pasado. Diez años antes supe del lugar y dije: “tengo que verlo antes de morir” y dos años antes me comprometí a viajar en cuanto fuera posible.
Me sorprendió mucho lo pequeña que es la capilla. No alcanzaría el espacio ni para hacer una misa, pero desde luego, es imponente.
Un día antes la agencia turística me citó a las 11 de la mañana en la calle Celetná, en el Pueblo Viejo de Praga. Todavía deslumbrado por el encanto de la arquitectura medieval de la ciudad, apenas me bañé y me salí del hostal lo más temprano que pude para llegar por el camino más largo. Ni siquiera desayuné.
El guía, lamento no recordar su nombre, pero es posible que sea David, resultó ser un estadounidense mitad mexicano y mitad español. Se notaba que mascaba muy bien el castellano, aunque de primera yo pensaba que era argentino por su gorra de La Patagonia. Fue chévere que se acercara a hablarme en español, aunque con el grupo tenía que hacerlo en inglés, ya que también estaba la pareja de Birmingham, las señoras de Escocia, la mamá y el hijo de Nueva Zelanda o Australia, el hipster de Nueva York, así como la gente de Japón y Taipei con quien no tuve interacción alguna.
Al llegar fue un tanto decepcionante ver las dimensiones de la capilla, en comparación con las iglesias y catedrales que hasta el momento había visto en Holanda, Alemania, o en la misma Praga. Incluso se veía una carpa en la entrada, como si estuviesen haciendo trabajos de restauración o ampliación en la fachada, y, rodeando la capilla, una pequeña extensión de terreno, que es el camposanto.
En la capilla superior de la iglesia, David nos contó la historia del lugar y antes de bajar a ver el osario, nos pidió respeto para el mismo. “Pueden tomar fotos, hacerse selfies, pero por favor no toquen nada. Ya se han robado piezas y una vez alguien quiso lamer un cráneo. Tengan buen gusto, nada más recuerden que allá abajo están los restos de personas que como ustedes y como yo, también tuvieron ideas, deseos y sueños”.
Cuenta la leyenda que en 1278 fue construída la iglesia y habilitada como cementerio. Se volvió popular en toda Europa Central porque a alguien se le ocurrió llevar y esparcir por el camposanto tierra de Gólgota, el monte donde ejecutaron a Jesucristo.
En los 100 años venideros, el panteón de Sedlec creció dramáticamente debido en parte a la peste que azotó al Reino de Bohemia. Hay registros que estiman 30,000 cuerpos inhumados para ese entonces. Ya en el siglo XV, la extensión del cementerio creció todavía más a causa de las bajas en la guerra de rebelión liderada por el teólogo Jan Hus contra la iglesia católica; 10,000 cuerpos más fueron enterrados.
La falta de espacio en el cementerio hizo que a finales de ese siglo comenzara la exhumación de cuerpos. Un aproximado de huesos de 60,000 personas fueron depositados en la capilla inferior de la iglesia y un monje decidió que lo mejor que podía hacer era apilarlos en seis grandes pirámides.
Durante el Siglo XVIII se consignó una total remodelación del recinto y el arquitecto Jan Santini comenzó a trabajar para impregnarle el estilo gótico que ahora tiene. Incluso le dio ornamentaciones con formas de cráneos y tibias. Sin embargo, los huesos continuaron apilados.
En algún momento la familia noble Schwarzenberg quedó como apoderada de la iglesia y decidieron por fin completar la remodelación.
Ahí fue que entró en escena František Rint, un carpintero y tallador de madera que quedó para la posteridad como el artista que volvió tan interesante y singular al Osario de Sedlec.
No hay gran información sobre Rint, qué intereses tenía o con qué finalidad trabajó de esa manera. El tríptico que me quedé sólo dice que desinfectó los huesos con hipoclorito de calcio y se puso a formar nuevas figuras.
Después de la decepción por las dimensiones de la capilla, al bajar al osario fue el pasmo. Es inefable la sensación de estar ahí. Esperaba que fuese más obscuro, pero la verdad es que al lugar le llega mucha luz natural.
Nada más comienzas a bajar por las escaleras y ves de frente la figura de una cruz de huesos, a la manera de esas cruces clericales que de manera figurativa emanan luz. Al extremo izquierdo se aprecia algo parecido a una copa gigante; es muy posible que emulara esos recipientes de las iglesias donde la gente toma agua bendita.
Terminas de bajar y no sabes dónde enfocar la mirada. Comienzas a sentir un olor similar a la humedad. Esperas que se vuelva más penetrante, pero no, permanece muy sutil.
De pronto encuentras lo que tanto anhelaste ver. Ahí está el candelabro con forma de araña, parece que está sujetado por cuatro columnas, o parece que sí está colgado. Se esparce por el techo y las paredes, se asemeja a un enorme listón conformado por insignias piratas. Hay huesos de todo tipo, algunos ni sabías que existen, que parecen algo como un colador para pasta. Es hipnotizante.
Las columnas están coronadas por querubines tocando una trompeta a los cráneos que tienen más cerca. Por avanzar con la mirada fija ya no viste los ventanales cubiertos que forman el pasillo. Están traslúcidos y pareciera que todavía están exhumando fosas. Da la sensación de estar en una mina, pero no.
Y detrás del candelabro, el Cristo crucificado. No tiene nada de particular, sólo que le pega la luz exterior por la espalda y está dispuesto en una capilla de huesos. En el extremo izquierdo está el escudo de los Schwarzenberg. Lo vez y te llega la idea de que el señor Rint hizo su trabajo con ganas de complacerles y que sí tienes que darle la distinción absoluta de artista, porque todo el escenario es único y muy bien logrado en los detalles. El escudo es muy similar al original, aunque también parece, con imaginación, claro, una mezcla entre los escudos del FC Barcelona y del Real Madrid.
Obvio que piensas en la muerte. En tu muerte. También te das cuenta que hay mucha paz en el ambiente, que no es tan agresivo como imaginabas.
Piensas en Iván Illych, el personaje de León Tolstoy, cuando se pregunta si habrá vivido como ha debido; en William Shakespeare y en esa línea de Macbeth que dice: “La vida es un cuento contado por un idiota, lleno de ruido y de furia, que no tiene ningún sentido”, o que “El secreto de la existencia humana no solo está en vivir, sino también en saber para qué se vive”, como dice Fedor Dostoievski en Hermanos Karamazov. También te cuestionas si al final, en el mundo material, sólo se puede aspirar a ser algún objeto anónimo.
Pero bueno, ¿quiénes habrán sido ellas y ellos?, ¿habrá caballeros, gente de la realeza, héroes, villanos?, ¿quién hizo el mal y quién hizo el bien?, ¿quién murió de peste y quién fue asesinado?, ¿quién habrá sido hombre y quién mujer? Si fuera médico, esto último tal vez podría notarlo, pero todos son tan iguales que no se puede notar diferencia alguna, salvo cuando te das cuenta que acabas de ver los huesos de un infante.
¿Les molestará que mucha gente que venimos a verlos somos extraños de otras tierras y épocas, o por el contrario, les complace la visita y les dice que están trascendiendo en el tiempo?
La obra total en el interior del osario podrá parecer muy mórbida o macabra, pero Rint sólo pudo hacer su trabajo lo mejor que pudo, y eso era colocar los huesos de la manera más estética posible.
Pienso que tiene un valor artístico porque, con todo y que la capilla es pequeña, el trabajo es monumental, el lugar tiene mucho qué decir, da la sensación, en el momento de la visita y en la posteridad, de que puedes o pudiste hablar con los difuntos, cuestionarlos.
Todo se ha logrado preservar hasta ahora, detalle que, de momento, parece evidente que no será posible hacerlo para siempre, debido a que la disposición en el espacio del decorado es muy frágil como para darle mantenimiento a los muros y al techo que se deterioran.
Coincido en que sí, Memento mori, hay que tener presente que moriremos, porque nada es eterno. Y Carpe diem, aprovechar los días sólo porque tenemos vida.
*Afortunadísimo por haber contado con la hospitalidad y buena onda de Willi, Dirk, Wout, Nout, Ted, Agatha y Jack, sus hijos, Adán, Tina y Emiliano, Fabián y mi primo Christopher.
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Carry On Countdown
Day 1: At Watford
▶ Hey, guys! Este es mi primer oneshot para el fandom de Carry On, y estoy muy feliz de que haya sido para el @carryon-countdown. No creo participar en todos los días, pero haré mi mejor esfuerzo ☆
▶ Hey, guys! This is a spanish fanfic. I would like to write in english too, but although I don’t have problem reading it, writing in english is still an odyssey for me. I’m so, so sorry, seriously. But I’m happy to be able to participate even in my native language. Thanks to the admins for that.
Words: 1605
Día 1: [At Watford / En Watford]
El sol le daba de lleno en la cara, pero contrario a todo lo que podían pensar, Baz no se estaba derritiendo en vida: eso no era más que otro estúpido mito acerca de los vampiros. Lo que sí le sucedía era que le escocían un poco los ojos, pero eso no era un impedimento para poder disfrutar de una tarde libre, sin entrenamiento de fútbol, sentado sobre el prado de Watford; donde el césped era tan verde que parecía de plástico. Incluso a él le gustaba a veces simplemente perder el tiempo y respirar. Relajarse y poder olvidar toda la mierda aunque fuese por un segundo.
Pero ese día las cosas no estaban resultando, y el hecho de que sintiera como si tuviese un tornado descontrolado en su interior no era más que culpa suya. Sólo tenía diecisiete años y ya se estaba convirtiendo en un masoquista con todas sus letras, porque aunque bien podía levantarse e ir a echarse a cualquier otro lugar del vasto prado que la escuela presumía, allí se encontraba. Justo en frente de Simon Snow y su amiguita, la poderosa maga. Ambos, al igual que él, habían decidido pasar la calurosa tarde al aire libre sentados en el borde de la pileta, conversando y riéndose totalmente ajenos a su atenta mirada. Incluso repentinamente Penelope apoyó su cabeza en el hombro de Snow, y este aprovechó de juguetear con uno de sus rulos negros mientras no dejaba de gesticular como un bobo y su cabello y piel relucían armoniosamente bajo la luz del sol.
Baz tensó la mandíbula. A veces deseaba cambiar de lugares con Penny, por su cercanía a Snow (ella era capaz de abrazarlo de la nada, apartar su cabello de los ojos y regalarle sonrisas amistosas). O con Agatha, por ser la dueña de su atención (ella conseguía las miradas de ilusión de Snow, que pusiera cara de estúpido enamorado y que se sonrojara antes de besarla). Tenía más que claro que aquello era imposible porque sería una traición a su familia, y aunque provocar a Simon le salía naturalmente, de igual forma no podía evitar sentirse un desgraciado. Con él mismo, por mentirse; y con Snow, aunque él fuese el maldito culpable de su maraña de pensamientos incomprensibles.
Odiaba ser demasiado perspicaz como para haberse dado cuenta de lo que le pasaba tanto como odiaba haberlo aceptado. Ante eso soltó un gruñido y prefirió desviar de una vez la mirada por su bienestar, tratando de convencerse que observar el pasto era mucho más atractivo que fijarse en cada cosa que hacía Snow. Y estaba tan sumido en ello que no notó cuando alguien se acercó por su espalda para acuclillarse a su lado.
“Hey, Baz,” la voz de Niall lo sacó rápidamente de sus cavilaciones por lo que volteó hacia él de forma instantánea, encontrándose de frente con la mirada azul que conseguía gracias a la magia viéndolo con cierto recelo. Ni siquiera Baz podía comprender su manía de hechizar diariamente sus iris para encubrir su verdadero color marrón, aunque a decir verdad le traía sin cuidado. El gasto de magia inútil era problema de él, “creo que es momento que te diga algo importante.”
El aludido alzó una ceja en respuesta, aguardando lo que fuera que quisiera decirle y que de seguro no era más que otra de sus bromas ácidas. Niall aprovechó de beber un trago corto de la botella de agua que llevaba en sus manos y se dejó caer a un costado de su amigo, pero procurando quedar a la sombra. Era un hecho que no le gustaba demasiado quedarse mucho rato bajo el sol ya que, al tener la piel pálida, temía quemarse la nariz y los pómulos.
“¿Y?” insistió Baz. “¿Qué es eso importante que tienes que decirme?”
“Escucha: si sigues observando fijamente al idiota, temo decirte que se te caerán los ojos.”
Al no esperarse esa respuesta, Baz en un principio no comprendió a qué se refería. Por ende, arrugó la nariz y le miró como si hubiese manifestado la mayor de las estupideces.
“¿Ah?”
“Lo que escuchaste. Si sigues observando al imbécil de Snow vas a quedarte sin ojos. Prácticamente ya tienes que soportar verlo cada día en la habitación que comparten, así que no creo que sea necesario el tener que vigilarlo también durante las clases, el desayuno, el almuerzo, en los pasillos o en los recesos,” respondió mientras, contradictoriamente, sus ojos estaban puestos en la figura del Elegido y su amiga, quienes habían detenido su charla para comer unos bollos de cereza que Simon había sacado su mochila. No obstante, rápidamente su atención se desvió hacia un silencioso Baz. “Tómate un descanso, hombre, él es demasiado corto como para planear algo contra ti o contra nosotros. Si no fuera tu mejor amigo y supiera de sobra que lo odias y tratas de destruirlo, bien podría decir que pareciera que te gusta.”
Dicho eso, le sonrió con las cejas levantadas y se echó hacia atrás para acomodarse apoyándose en los antebrazos, restándole importancia a lo que había mencionado. La voz de Niall se había escuchado serena y sin una pizca de burla, porque para él la idea le parecía tan descabellada que no había sido más que un comentario al aire, algo que había dicho porque sí. Incluso por preocuparse nuevamente de juguetear con la botella rasgándole la etiqueta y beber de ella cada tanto, no notó que el rostro de Baz se había vuelto más pálido de lo usual y se había quedado estático a causa del pánico.
Baz ni siquiera parpadeó al escuchar a su amigo, porque aquello fue algo totalmente inesperado. Un golpe bajo, un balde de agua fría, una desesperación. Sintió como su corazón latía eufórico dentro de su pecho y pensó que en cualquier momento se le escaparía por la garganta. Agradeció no ser capaz de sonrojarse (iría a beber sangre una vez que anocheciera) pero aun así se sintió jodidamente agobiado.
¿Tan poco sutil había sido? Siempre había procurado demostrar cuánto detestaba a Snow, ser un verdadero hijo de puta con él, hacerle la vida imposible para acallar sus sentimientos. Pero nunca se le había pasado por la cabeza que las miradas que le lanzaba con la idea de molestarlo, que tenían deseo escrito en letra pequeña, podrían ser interpretadas de otra manera.
De la manera correcta.
No tenía que preocuparse de que Snow lo notara, él era un animal y con suerte sabía dónde se encontraba de pie. Penelope era sagaz, pero habría dicho algo en caso de haber conectado las piezas. Pero si Niall lo había percibido, ¿Dev también se habría dado cuenta?
A Baz se le cerró la garganta. Ambos eran sus mejores amigos, y aunque a veces veía en ellos a unos esbirros, los apreciaba a ambos y a su compañía. Era cierto que varias veces lamentaba no tenerles la suficiente confianza para sincerarse y decirle a ellos (y a los cuatro vientos) de que estaba desesperadamente enamorado de Simon, pero no tenía sentido. ¿Para qué? Lo tratarían de loco, miserable y traidor. Y de igual forma a Snow de seguro le valdría una mierda y algún día tendría que morir, literalmente, en sus brazos.
Es por eso que todos estos años había preferido ocultarlo, aunque en ningún momento había dejado de desear con todas sus fuerzas poder dejarse arrastrar y quemarse bajo esa piel dorada adornada en lunares. Porque era lo que tenía que hacer y lo que seguiría haciendo de aquí hasta que se graduara de Watford con grandes honores y pudiera, quizás por fin, desprenderse de esos rizos de bronce que le robaban el sueño.
Las facciones de Baz se deformaron en una mueca de desagrado, la cual se esmeró en exagerar para eliminar toda sospecha. Niall le devolvió la mirada con curiosidad, viendo como Baz negaba con la cabeza.
“Niall, mierda, no digas cosas que me hagan querer vomitar,” respondió con voz ronca.
El chico se encogió de hombros, para luego entrecerrar los párpados con aire pensativo. Al poco rato se unió a su compañero con las muecas, frunciendo los labios en un gesto de disgusto.
“Tienes razón. Estar enamorado de alguien como Snow debe ser una tortura. No sabes cómo compadezco a Agatha,” dicho eso se levantó con parsimonia, sacudiéndose el polvo del trasero. “Bueno, como sea. Iré a mear, nos vemos en un rato, Baz.”
Baz levantó la barbilla en ademán de haberlo escuchado, viendo de reojo como su amigo pasaba frente a él para marcharse hacia el edificio principal. Viéndose nuevamente solo, soltó un suspiro pensando que quizás lo mejor era ir a echarse un rato a su habitación, o buscar a Dev para que lo desconcentrara con algún tema de conversación banal. Pero al levantar la mirada para darse su último capricho antes de luchar para dejarlo, nuevamente se quedó pasmado.
Snow le observaba de vuelta. Fijamente, y con el rostro inexpresivo. Pero lejos de cualquier predicción, en vez de mostrarle los dientes como solía hacerlo cada vez que cruzaban miradas, tan sólo desvió el rostro y continuó con lo suyo pasando sus dedos por el agua de la pileta mientras Penny le daba la espalda por unos segundos buscando algo en un libro. Baz cerró los ojos, sintiendo el calorcillo concentrándose en su coronilla.
Sólo quería respirar. Quizás deberían caérsele los ojos, así podría dejar de ver. Pero tampoco deseaba renunciar. Porque no era como Niall decía: no pareciera que le gustaba, sino que le gustaba.
Estaba y seguiría enamorado de Simon Snow.
Aunque sí tenía razón en que era una tremenda tortura.
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