#*más tortilla de papás*

[sxllyscngs]

#MENTIRA @doierme

"no... no te he visto" momento donde ha entrado al baño y ha visto que no estaba ocupado ha sido inesperado. pero más sustancia que gotea de delicada fosas blanquecinas "---¿te has puesto a jugar con tiza?"

[delcarajoalcielo]

las comidas de mi papá

soy la persona con menos edipo del mundo. mi viejo no era cariñoso o expresivo. con suerte cada tanto se le soltaba alguna palabra. y yo era lo opuesto a él, mega charlatana y súper mimosa, a un nivel que no conectábamos jaja

el tiempo me fue dando perspectiva, sé que algo que mi viejo tenía era cocinar como los dioses. siempre el mejor momento en mi casa era tipo 9 de la noche donde nos sentábamos todos a comer y él venía con ollas gigantes o fuentes enormes llenas de las cosas más deliciosas que te puedas imaginar: paella, milanesas con puré, pastel de papa, tortillas, sorrentinos caseros, fideos largos caseros, empanadas de pollo, de jamón y queso, pascualinas, guisos de lentejas, asados que yo detestaba, pero él hacía mis batatas asadas para acompañarme, etc, etc, etc. en casa éramos 6 o 7 personas entonces las cantidades eran abundantes. siempre le decíamos que pusiera un restaurante.

resulta que a medida que fui creciendo me di cuenta que a la gente le encantaba la comida de mi viejo. yo llevaba milanesas o empanadas al colegio para el mediodía y mis amigas se morían por las sobras. en la familia siempre se halagaban sus platasos. pero para mí todo este mundo de delicias era moneda corriente y no le daba importancia.

hubo una época que mi viejo, por un terrible accidente, quedó en coma. en ese momento mi casa quedó vacía, a excepción mía y de mi hermanito, porque todos los demás estaban en el hospital o trabajando. así que yo sentí muy fuerte la falta de sus comidas. no sabía qué hacer. empecé a improvisar salsa de tomates, papas fritas y tostados de jamón y queso enormes, jaja lo recuerdo como manjares. y así empezó entonces mi amor por la cocina.

este año viví un tiempo en dubai, donde una noche en el desierto con 15 egipcios comiendo asado, me dieron de probar batata asada. MI CORAZÓN REBALSÓ. tenía ese sabor a niñez que te llena de amor. automáticamente me acordé de él.

al tiempo me fui a españa y me di cuenta allá, que más allá de las múltiples tortillas que probé, la mejor es la de mi papá, esa mitad babé mitad cocida tan especial que él hacía.

volví de esos viajes con el peor de los panoramas, mi viejo internado con cáncer, llegué justo 10 días antes de que partiera. y creo que le dije algo como PAPI HACES TORTILLAS MÁS RICAS QUE LAS DE ESPAÑA.

mi papá partio hace un par de meses. un poquito me arrepentí de no haberle pedido las recetas que sólo él sabía. pero entiendo que es parte de la vida no prestar atención a algunas cosas cuando somos chicos.

anoche hice una polenta con salsa y mucho queso derretido y rallado. la probé medio emocionada porque me salió como a él. y lo cuento TANNNN orgullosa. porque ayer fue que me di cuenta que aunque odiaba sus polentas y sus guisos de lentejas, hoy son de mis platos preferidos.

me di cuenta que hay algo con el AMOR A COCINAR Y COMER, que viene de mi papá, que me conecta con él. y aunque había muchas cosas que no nos unían, ahora veo que cada vez que pruebo un plato muy rico, me acuerdo de él <3

[amiguiz]

A veces las reuniones familiares son, para mí, un laboratorio de masculinidades, como un restaurant de cocina abierta, los chefs tiburones en un acuario. No. Mejor, como una cervecería de alambiques desnudos. Todo lo ves desde afuera. Sabes que ellos, los observados, te ven, a su vez, y que fingen no verte. Los tiburones continúan suspendidos. Los obreros continúan destilando, ocupados, preocupados, concentrados, tensos. Los hombres hablan. 

Antropología I primer módulo: la observación modifica el suceso. Todo es una delicada simulación.

Dos hombres platican en la fiesta de mi primo. A uno ya lo conoces, me dice mi primo, invitándome a sentarme en la misma mesa que ellos. Al otro, pues, ya lo vas a conocer ahora.

Los dos visten camisa de cuadritos y chaleco de ese medio inflado que le gusta a los políticos. La verdad es que me tardo en diferenciarlos. Hablan parecido y los dos son calvos, medio barbados, cachetones, ojos pequeños y del mismo tono de piel. Al que ya conocía, sí siento que, en efecto, lo conocía, pero ya no lo recuerdo; es un tipo que no mira a los ojos cuando habla, amable pero hermético. Poco a poco voy estableciendo más familiaridad con el segundo, al que le dicen Chiro, que es bien simpático.

Dice que a veces, cuando llega a su casa en carro compartido con uno del trabajo, se quedan afuera, con el radio del coche prendido, hasta que acaba segmento del Panda Show.

Dice que su abuelo fingía maltrato cada vez que su tía iba de vacaciones. Que una vez él y otros nietos se adelantaron a la hora de la visita y lo descubrieron tirándose al suelo para lastimarse. “Todo porraceado y con la piel, bien delgadita, como moronga”.

Dice que a su abuelo él lo llamaba “el hombre más alto del mundo” porque tenía una nube en un ojo.

Dice que bajó 34 kilos, de los cuales ya ha recuperado ocho. Que lo único que tuvo que hacer fue bajarle a los antojitos. De desayunarse diez enfrijoladas pasó a desayunarse dos, y comenzó a andar en bicicleta. Dice que cuando almuerza con su mamá, ella le sirve tortillas como cartas de póker. Al contarlo desliza una mano sobre otra, en el aire, barajeando.

Dice que la primera vez que fue al gimnasio se sobrepasó, “o tal vez el entrenador me tuvo mala voluntad”, y que al día siguiente le temblaba el brazo hasta para acercarse la taza de café a la boca, y que para sentarse nomás se colapsaba en a la silla, el cuerpo derrumbado, inmenso (lo de inmenso lo pensé yo). También dice que abandonó el gimnasio: “que corran los cobardes”, y que mejor se dedicó a la bici.

Dice que las mejores natas del rumbo son las que venden en Teocelo, en un lugar del centro donde preparan malteadas. Lo que a él le gusta, o le gustaba, o le gusta todavía aunque ya no sea cosa de diario, es espolvorear un laurel sobre una buena porción de nata. Me lo imagino como un plato de Zucaritas, o de bimbuñuelos troceados.

Esto no lo dijo él, lo dijo el otro: que en su grupo de vecinos hay una señora que desde hace un año intenta desprenderse de un molde de gelatina. Lo ha anunciado a 300, luego a 150, y el molde nomás no sale, y ella sigue anunciándolo a cada rato. Y que él ha pensado, a ratos, incluso, organizarse con otros vecinos y comprarle el dichoso molde, con tal de que deje de anunciarlo. “Y es que además es de esos moldes que se pegan”.

"Ah, sí, se pegan”, dice el Chiro, que de postres sabe bastante y que acabó publicitando los roscos que hornean sus sobrinos con receta de una monja.

Dice que sus sobrinos crecieron sin papá y que por eso siempre han sido muy emprendedores.

Dice que a veces pasa, durante las separaciones, que estás acostumbrado a ciertas cosas... 

Y en eso se detiene y no dice más. El tema de la separación se queda en suspenso. Su vida personal y emocional, en suspenso. Nomás menciona una canción de Los Temerarios, y en eso el otro critica el machismo de una de sus letras... y de vuelta a esa conversación en la que me siento espectadora, uno le dice al otro y el otro asiente, que no está bien referirse así a las mujeres, que qué son esas ideas, que a poco no se darán cuenta de lo que cantan...

Hablan y hablan, suspendidos en el acuario, plática de bar, de auto, de oficina, de gimnasio, de fiesta de cumpleaños. Ellos dos, ping pong, su mundo. Alcanzo a colar una interacción breve, a la que ambos responden con amabilidad, con sonrisa. De inmediato la grieta hace lo suyo y se cicatriza, y de vuelta a las anécdotas, a la ligereza de uno, a la mirada esquiva del otro, qué tipo de comida les gusta, qué tipo de ejercicio prefieren, los trucos de los perros, las rutas de la bicicleta.

[letrocitia]

Amor a la mexicana - Microteatro.

Personajes: Julieta /Romeo/ Don Miguel (papá de Julieta) /Ramiro (hermano de Julieta)/ Lupe (la nana)

Escenario: Una habitación de mujer, sentada en un escritorio Julieta lee lo que acaba de escribir en su diario:

Julieta: «Querido diario: Romeo y yo llevamos ya cuatro semanas saliendo juntos, a escondidas. Sabemos que si nos descubren, no nos lo van a perdonar nuestras familias…»

Entran intempestivamente Don Miguel, su padre y Ramiro, su hermano.

Don Miguel:(La mira indignado). Teníamos nuestras sospechas, pero esto lo confirma. ¡Desvergonzada!

Ramiro: ¿Cómo pudiste? ¡La familia de Romeo son nuestra competencia! Nosotros siempre vendimos tacos en este rumbo y ellos vinieron y se nos pusieron enfrente para vender tacos también. ¡Hasta el nombre nos copiaron! Ahora hay dos taquerías «El Gym», en la calle.

Julieta: (Sorprendida, indignada). Lo siento, pero el corazón no entiende de negocios. Además me ha prometido que nos va a decir el ingrediente secreto de su guacamole que está buenísimo.

Don Miguel:(Afectado, se toca el pecho). Nunca pensé que una hija mía me iba a romper el corazón de esta forma. ¡Esto es alta traición! Ramiro, te encargo que vayas y le des su merecido al tal Romeo, que aprenda a respetar.

Julieta: ¡Nooooooo!.

Ramiro: ¡Síiiiiii!

Julieta: Bueno, pero no le toques la cara. ¡Es tan guapo! Sería una pena que le dejaras la nariz chueca.

Don Miguel: Lo vamos a dejar que no lo reconocerá ni su abuela. Espera hijo, voy contigo.

Se cierra el telón y al abrirse de nuevo está Julieta en la cocina de su casa, frente a ella tiene un plato enorme de tacos que come como si no hubiera un mañana. Entra su nana, Lupe.

Lupe: ¿Pero qué haces niña?

Julieta: ¡Necesito que me dé una indigestión! Necesito ponerme grave y que Romeo se entere y entonces vuelva. Mi padre y mi hermano tras golpearlo lo amenazaron con que si volvía le iban a hacer algo peor y ha desaparecido, ni una nota me dejó. Pásame uno de costilla nana, con muuuucha cebolla.

Lupe:(Mirando el platón de tacos espantada) ¿Cuántos llevas?

Julieta: (Lanza un sonoro eructo). Ya perdí la cuenta.

Lupe: Niña, esto no está bien. Ningún hombre merece que te enfermes por él.

Julieta: (A medio camino de zamparse otro taco) ¿No?

Lupe: Por supuesto que no. Y si Romeo vale la pena se pondrá en contacto contigo pronto o mejor aún, volverá a pesar de las amenazas, eso hace un hombre de verdad, un hombre valiente. ¡Como los de mis tiempos!

Julieta: ¡Ay Nana! No quiero perderlo, es que nuestro amor es único, no imagino mi vida con nadie más, sería triste, tan triste como una salsa que no pica o un taco sin tortilla. Nos casaremos y luego nos iremos a poner un puesto de tacos de cochinita pibil solo de nosotros dos. ¡Sí! Seguramente estará por llegar. (Cruza los brazos y mira un reloj de pared)

Lupe: Yo no contaría con eso niña. Pero mientras no hay que desperdiciar. ¿Hay de pierna?

Julieta: ¡Síiii! Y está para chuparse los dedos… Mmmmhhh yo quiero uno más.

Lupe: (Con la boca llena) Uno nomas niña…

Julieta: ¡Ay Nana! ¿Y si no regresa?

Lupe: Te sobrepondrás, te aseguro que nadie muere de amor. Pero no te adelantes, la esperanza muere al último.

Las dos se quedan comiendo. Se cierra el telón.

Autor: Ana Laura Piera.

[marica-ya]

Este fin de semana escuché a mi intuición y acepté la invitación de Gabby para ir a Riobamba. Cuando fui en fin de año 2021 fue increíble. G estaba muy emocionada de mostrarme todo: el parque de diversiones, chambo, el desierto, la comida... Esta vez la noté más apagada, tal vez no sabía que mostrarme o tal vez estaba cansada o ambos, pero de cualquier manera mi viaje fue una bocanada de aire fresco.

Vi mi primer pase del niño y quedé encantada. Simplemente increíble, me conectó mucho a la tierra, porque es exactamente algo que estaría en mi corazón y mente hacer.

Quiero participar en unos años, ser perro, ser payaso, bailar, ofrendar.

No sé qué haría sin las montañas. Los volcanes son mi nido. En mi crece el deseo de caminarlas. Me sentiría muy orgullosa y muy feliz de ser andinista, quisiera hablar con los apus, o realmente que los apus me hablen a mí. Siento que empiezo a entender algunas palabras, algunas ideas, algunas verdades que se ven a lo largo del tiempo. Estar rodeada de volcanes me hace sentir segura, especialmente sabiendo que cuando lo deseen, todxs moriremos.

El papá de G le preguntó si soy alcoholica porque me bajé media botella de tequila sola jajaja me mamé de verdad... Pero yo quería, no me arrepiento.

Una lista de mis experiencias favoritas del viaje:

- El pase del niño, especiales ver ese diablo que tenía la careta diferente. Los trajes con espejos, los payasos, los perros y como bailaban! Extasiada quedé.

- Las mollejas asadas que compré en vasija... Sé que seguiré antojada de ellas.

- Las tortillas de maíz del redondel de Guano, que eran perfectas! Que gusto me da probar algo perfecto, un bocadito perfeccionado. Me llena de gratitud

- La leche dorada que hizo Micky, realmente fenomenal

- Conocer más a Marcelo. Amo su aura de muppet.

- Tomar el hielo del chimborazo. Me diluyo en los detalles, como un pedazo de agua pura, tan maciza que no ha absorbido ningún sabor. Hielo perfecto del nevado... Me desborda la gratitud

[samuglyy]

Nunca fui alguien muy precavido. Siempre que era muy obvio que moriría, yo saltaba a tomar esa oportunidad. Mis amigos también, sólo que uno es más razonable que el otro.

Esa tarde Thiago había acabado de vomitar en la esquina de mi patio, Mateo reía a carcajadas y yo lo imitaba. No parecía que nos tomáramos en serio lo de Thiago, pero realmente lo hacíamos. Las risas salieron, y entre tanto murmullo se escuchó la palabra "Pastillas" y justo mi papá nos observó. Thiago rió nervioso y se corrigió diciendo:"Tortillas". Fue divertido, pero también me dio pánico. Allí sacamos ese apodo para las drogas. Luego de que se fuera, Mateo me miró con seriedad y me preguntó:"¿Qué es lo que quieren probar?" Y yo le respondí "Merca". Al día siguiente fue a mi casa y me llevó dos bolsas pequeñas, me costaron mucho dinero esas pequeñas mierdas.

Aspiré cocaína, de rodillas en frente de la pequeña y baja mesa de mi habitación. La coca tiñó de blanco la madera negra. Mi nariz se irritaba. Un líquido salió de mi nariz, no era sangre ni tampoco mucosidad, sólo líquido.

Y ahora no puedo estar más nervioso.

Quiero más.

[pilaraviani]

vie. 3-11-23

12:38, estoy pasando el diseño al mate con una microfibra mientras como una tortilla de papa con cebolla y pimentón que hizo mi papá

De la nada, quise.. Usar mis cuernos otra vez, me llamaban a que los usará, me sentía grande usándolos, y usándolos inicio la parte más larga del trabajo

[samisinthestars]

A ver

El viernes, como era de esperarse, me pasé todo el día estudiando

Ayer tenía ganas de dormir hasta el mediodía, pero como ✨ el universo me odia ✨ me desperté antes de las 8 y no me pude volver a dormir. Así que en vez de usar el sábado para descansar me quedé haciendo un tp que tenía pendiente. Estuve con eso como hasta las cinco de la tarde, y después de eso fui al centro con mamá, papá y Coni para comprarle el regalo de cumpleaños al tío César. Le compramos un mate con una bombilla.

Ayer, a la mañana, mamá, papá y Coni habían ido hasta Franck a ver si conseguían vestido para la recepción de Cony. Por suerte, consiguieron. Se compró un vestido negro, largo, con tela brillosa, y parece que le gustó. Así que una cosa menos de la que preocuparse para su recepción.

A la noche, vino la abuela Alicia a comer. Mamá preparó unas milanesas de carne y tortilla de papa (estaba rico). Y nada, después Coni salió de joda.

Hoy me levanté antes de lo que hubiera querido, pero por lo menos eran después de las diez. Me bañé, estuve buscando unas zapatillas (que no encontré), y después fuimos al quincho a festejar el cumple del tío. Obviamente, lo llevamos a Apolo, que estuvo corriendo por todo el campo así que ahora que llegamos a casa se acostó a dormir porque quedó agotado.

La verdad que no hay mucho que contar, la pasamos bien, comimos torta, lo normal. Recién llegamos a casa y creo que todos se acostaron a dormir menos yo. Creo que, si duermo la siesta, a la noche me voy a desvelar peor de lo que me desvelo usualmente, y como tengo que ir a la facultad a las 10 medio que espero poder dormir más o menos bien.

Re divertido mi fin de semana, viste (no)

[cinocefalo]

2 cuentos breves*

Eugenio Valle Molina

Almuerzo

“Anoche, mi papá vino por mí” me dijo Mariano, mientras se servía otro jarrito de café. Yo ignoré sus palabras y seguí echando las tortillas como otros días.

Esta tarde lluviosa de noviembre, el cuerpo del muchacho descansa para siempre a la luz de cuatro cirios. Me hinco frente al ataúd para acomodar las flores. La tristeza me va humedeciendo los ojos.

Aquella noche vi a Eleuterio parado junto a la puerta de la casa y con un brazo sobre los hombros de nuestro único hijo.

*

Bunky 

Anoche soñé que vivía en una casa muy grande. Mi amo era escritor y yo jugaba con sus hijos en la terraza.

Cuando él no estaba escribiendo sus libros o atendiendo otros asuntos, me llevaba a pasear a un potrero, donde me divertía saltando y corriendo bajo un cielo limpio y azul.

En la casa había otros perros que iban de cacería en busca de las ardillas, conejos o de los tlacuaches que se escondían entre los encinos y los naranjos. Yo no los acompañaba, porque prefería estar en el camino vigilando los pasos de la gente que vivía en aquel pueblo.

A don Eleuterio le gustaba mi pelaje gris. A veces, él mismo me bañaba o me echaba al cuello una cadena, para asegurarse de que no mordería a los campesinos que pasaban, frente a su finca, cuando iban o volvían del corte de café.

Yo estaba muy contento en aquel lugar. Echado al pie de un chalahuite devoraba las memelas que me daban junto con los otros perros.

El canto promisorio de los gallos anunciando el nuevo día, me despertó y, tuve que volver de prisa al monte, como todos los coyotes.

* Del libro Los milagritos de Don Eleuterio, Eugenio Valle Molina, Cuetzalan, Puebla, 2016.

___

Eugenio Valle Molina. Originario de la comunidad náhuatl de Atlahuacapan, ubicada al norte de Cuetzalan, Puebla. Es escritor, difusor cultural, asesor editorial y conferencista. Algunos de sus libros publicados son  Cuaderno de Cuetzalan, Poesía, Tintanueva Ediciones (2004); Una Odisea más, Cuento, IEDF (2007) o Los ángeles harapientos, Poesía, PUNTOBLANCO Ediciones (2004) . En enero de 2001, fundó Puntoblanco Editores, Círculo literario para el fomento de la lectura y la escritura en la comunidad de invidentes en México, cuyas publicaciones son en Sistema Braille.

[lizethpaolabltr2007-blog]

hola, vengo hablar de una receta que hice el día de hoy y mas que nada mi experiencia pues todo empezó por que mire un video en internet donde una señora estaba cocinando y hizo tortillas de harina a mano, se miraban buenas y se me antojo, luego recordé que mi tia cuando era niña me había enseñado, pues decidí ponerme a hacerlas.

Busque lo que necesitaba y me di cuenta que tenia todo en mi casa para hacerlas, y pues se me hizo a un más sencillo. Solo necesitaba, Harina, Sal, Manteca de puerco, Mantequilla, Sal y Royal entonces lo tenia todo solo era mezclar esos ingredientes con agua.

Decidí hacerlo, ya las había echo antes mas nunca sola, lo mezcle todo hice las bolitas que serán las tortillas y las deje reposando 30 minutos.

Proceso…

Después estire la masa para intentar hacer formas redondas, y poder hacer las tortillas

ahi fue cuando las estaba estirando, la verdad yo no me tenia fé por que no se inflaban o me quedaban muy feas

Fácil tire como 5, después fueron saliendo mejores y me las iba comiendo, sabían muy ricas, mi papá se comió 4 y dos quesadillas porque si estaban muy buenas

Son las quesadillas de mi papá y yo también me hice una quesadilla

La verdad mis respetos a todas las personas que hacen tortillas, no es difícil pero es cansado, estar parado esperando a que se cocinen, si las estiraste mal o bien, pero si lo volveré a hacer y cada ves saldrán mejores, una experiencia algo cansada pero muy ricas🫢🥰💘

[restlesshazel]

Cuando tenía 7 años me preguntaba constantemente qué significado tiene el hogar, ¿Por qué le llamamos hogar?, y ¿dónde se encuentra?

Cuando corrí por el diccionario comprendí que hogar, por definición es "Domicilio habitual de una persona y en el que desarrolla su vida privada o familiar"

Pero, conforme fui creciendo y cambiando de ciudad cada cierto tiempo, no me parecía buena idea llamarle hogar a una casa nueva y vacía, a una colonia donde los árboles eran diferentes, y la gente a veces saludaba y otras veces nos ignoraban.

Hogar, estuvo en mi mente por un buen rato, volando entre las palabras sin ningún significado personal. Y a veces esa palabra me hacía sentir que no pertenecía a ningún lado, porque mi hogar nunca fue el mismo y, supongo que yo tampoco.

Así crecí por varios años, hasta que poco a poco olvidé esa palabra y dejé de tratar de encontrarle un significado más allá del físico, más allá del que encontramos en el diccionario. Hasta que un día, viendo tu sonrisa y sintiendo esa cálida sensación en mi cuerpo, lo entendí.

Hogar era aquella señora del puesto de tortillas que siempre me apartaba una con sal aunque no le comprara todos los días, hogar fue la persona que me llevaba a la escuela en las mañanas y prendía la radio donde comentaban las noticas del fútbol solo porque sabía que era mi deporte favorito.

Hogar fue un pequeño amiguito que me compraba jugos de naranja en una bolsita y los congelaba para que me durara frío todo el día.

Hogar fueron los papás de mi mejor amiga, cuando compraban molletes después de una reunión escolar y siempre me mandaban el mío con salsita.

Hogar es el abrazo fuerte de mi papá diciéndome que todo va estar bien , los "buenos días" llenos de amor de mi mamá cuando me despierto y las peleas de luchita en la cama con mi hermano para que vayamos a hacer ejercicio.

Hogar es escuchar sus patitas caminar hacia mi cuarto y sentir su peso en mis pies mientras estoy trabajando, hogar es llegar a casa después de un largo día y saber que siempre me está esperando con sus incansables ganas de jugar y esa colita revoloteando.

Hogar eres tú, cuando me diste un abrazo y no me soltaste, hogar eres tú, cuando cuidaste de mi corazón y de todos a tu alrededor sin importar que el tuyo se rompiera primero. Hogar fue aquel día, que levantaste tu mano y me hiciste saber que no estaba sola.

Hace mucho que ya no veo tu sonrisa, espero que cada día tengas algo por lo cual sonreír, espero que tú también tengas un hogar al cuál volver de vez en cuando, como yo lo estoy haciendo ahorita para no olvidar que siempre tuve uno, solo que no lo podía entender.

- restlesshazel

[chefherrera]

MARTEADA. Las recetas nunca son independientes de las personas. Y cada persona tiene una historia que contar. Don Chan era amigo de mis papás. Originario de Charcas, San Luis Potosí, se fue muy joven a trabajar a Nuevo México. Se estuvo allá muchos años y terminó enrolándose en el ejército, y tal fue su suerte que lo enviaron a pelear al pacífico, en la Segunda Guerra mundial. Luchita, su nieta -que nos acompaña esta noche- está editando sus memorias, donde narra una batalla en particular -cruenta- y de cómo resultó herido por una mina. El punto es que la guerra terminó y don Chan regresó a los Estados Unidos, y tiempo después, arrastrado por la melancolía, se vino para México. Se dedicó a comerciar refacciones y la receta que se comparte hoy viene de la región de Charcas y Venado, en San Luis: pollo al mezcal. Originalmente era un conejo al mezcal (la región produce magníficos destilados de agave) pero le cambiaron algunas cosas y en su familia la preparan con pollo (en San Luis y en Matehuala así lo preparan también). Todo lo demás es igual. Esta receta es típica de una región minera con mucha historia y en ella se ven reflejados los ingredientes y técnicas de la zona. La salsa se hace con chiles puya y guajillo, orégano, laurel, tomate huaje y un chorrito de mezcal. Luego se pone este recaudo en una cazuela de barro y se cuece el pollo, tapado. Se sirve con arroz blanco y tortillas de maíz ribeteadas. Es una joya de nuestras cocinas rústicas. El chile puya le da una mineralidad y un picor increíbles. Don Chan decía que cuando se muriera, que por favor sirvieran este plato en el funeral, pues era su favorito. Luchita, su nieta me ha hecho el enorme favor de enviarme una foto de la receta escrita a mano por su abuelo. Dice que esa receta aún la preparan por allá y que cada quien le da su toque secreto. Quizá le halla puesto yo algo extra a esa receta, para hacerla más interesante. La cita es este martes a partir de las 7 y media de la noche. Márquele a Chela al 8119577070 y dígale que le separe mesa. Estamos sobre la calle de Manuel González 115, entre Vasconcelos y Garza Ayala, en el centro de San Pedro. #cocinamexicana #cocinaregional #sanluispotosi #mezcal https://www.instagram.com/p/CnxSqrjOqm9/?igshid=NGJjMDIxMWI=

[tetuanalimenta]

¡La pupusa no se toca!

Por María Cifuentes

Nos juntamos mucha gente, hasta treinta o más en la pupusería La Ceiba, cerca de plaza de Castilla. Nuestro objetivo común, acercarnos a la cocina salvadoreña, tan desconocida para la mayoría como tantas otras cosas del país centroamericano. Que su tamaño es aproximadamente el de la Comunidad Valenciana, por ejemplo. “Maras, selva y migración”, resume alguien; “volcanes y playas”, añade otro que ha viajado más. “Pupusas”, sigo yo, aleccionada por Mari, la señora salvadoreña que atendió como interna un par de meses a mis padres. Su pequeño equipaje incluía varias bolsas de harina de maíz. “No me acostumbro al pan de ustedes. Si quiere a sus papás puedo hacerles unas pupusas. Yo tenía un negocio en San Salvador”. 

Mari cocinó pupusas para mis ancianos padres y, a pesar del esmero con que amasó los ingredientes y tostó el resultado, no fue por el estómago que les llegó al corazón. “Demasiado pesadas”, sentenció mi madre desde su gusto segoviano. Mari siguió haciéndolas para ella sola, añorando la música de su país mientras les ponía bien de queso. Tenía yo curiosidad por ese plato, descrito como el sumum de la ‘salvadoreñez’, y la ocasión se me presentaba gracias a #TetuánFoodie, la iniciativa que, nunca mejor dicho, alimenta este blog. 

El restaurante se encuentra escondido en una zona de bajos comerciales algo laberíntica, parecida a AZCA, a la espalda de los juzgados, entre la calle de la Infanta Mercedes y la del Poeta Joan Maragall, donde Tetuán se pone oficinista. El local fue en tiempos un restaurante chino, del que aún quedan los paneles de madera roja, decoraciones doradas y espejos grabados que conviven con coloridos cuadros y murales de un pintor e ilustrador del país. Naif quizás, indudablemente alegre nos recibe un rótulo gigante de El Salvador. Hemos llegado.

Se hacen las presentaciones, la camarera —mesera en español de América— toma de nota de las bebidas: la mayoría nos pedimos jugos de maracuyá o tamarindo, en vaso grande con mucho hielo. Será una comida de degustación y pronto empiezan a desfilar los platitos: yuca frita con curtido y salsa de tomate; una reconfortante y muy clara sopa de res; y llegamos al plato estrella: la pupusa con su acompañamiento de curtido y salsa. La pupusa se come a mano, sin rechistar. No deja de sorprender ver a todo un cónsul como el que nos acompañaba, tomando pellizcos de la pupusa con suma delicadeza y llevándolos a la boca sin miedo a mancharse, tal era su habilidad. Así que intenté imitarle, arrancando trocitos de la masa de harina de maíz y dejando al descubierto el relleno de carne. 

Pese a su pequeño tamaño —no más que el cuenco de la palma de mi mano—, la pupusa es contundente. La comí despacio, pues no me daba mucha maña con tener que cargar el pellizco de tortilla con el curtido. Este es una ensalada de repollo, cebollas y zanahorias muy finamente cortados y ligeramente fermentada en vinagre ¡de piña!, con un toque a orégano que la distingue de cualquier otro aliño que yo haya probado. La combinación del frescor de la ensalada y lo sustancioso, graso y carnal de la pupusa, rematada con la salsita picante de tomate me pareció fantástica. 

Según supimos, las pupusas son el plato nacional y se comen a cualquier hora, varias veces al día, y casi siempre de tres en tres. Una ración realmente abundante, de masa de harina de maíz rellena de chicharrón, frijoles molidos y queso tipo mozzarella, tostado a la plancha hasta que el queso se sale. El chicharrón, que es carne de cerdo dorada con su tocino en aceite con ajo, cocida luego en agua, después licuada con tomate, cebolla y chiles verdes y rojos (dulces) y finalmente vuelta a freír en la grasa del principio, es una bomba calórica en sí mismo. De ahí que, en 2017, a la vista del aumento de la obesidad en la población infantil, el gobierno de El Salvador propusiera controlar la venta de las pupusas “grasosas” en los colegios, equiparándolas a las chucherías, las bebidas carbonatadas o la comida basura. La reacción del pueblo en contra de tan arbitraria medida no se hizo esperar, siendo un alimento tan simbólico. Finalmente, la propuesta quedó en ofrecer en las cafeterías escolares más opciones: frutas, jugos naturales y pupusas “saludables”. 

El tema da para reflexionar. Ciertamente, el sobrepeso es un tipo de malnutrición, y en Centroamérica conviven el hambre con la obesidad y las enfermedades relacionadas con ella (diabetes tipo 2, hipertensión…). Según los expertos, la obesidad y el sobrepeso son signos de inseguridad alimentaria, pues desvelan falta de acceso a opciones saludables: verduras, frutas, alimentos con densidad nutricional. Según yo creo, además, las comidas tradicionales superpalatables se agarran con fuerza a nuestros hábitos, y cuesta renunciar a ellas —estoy pensando en los madrileños churros y porras con chocolate—. No se me ocurre, por desgracia, la solución al problema de esa ecuación perversa por la cual quienes menos recursos tienen acaban comiendo alimentos vacíos en nutrientes y ricos en lo que no conviene. Sí me sale honrar a la sabrosa pupusa —una por ración—, tomándola a pellizcos, con su salsita de tomate y con mucho curtido para disfrutarla sin llegar al atracón. 

[targaryenact]

Victoria vivía en el pueblo vecino, hija de un campesino sobre protector, iba y venía 3 veces por semana al huerto donde Gael trabajaba desde que su familia descubrió la buena mano a la hora de plantar. No se hablaban para nada, pero compartían miradas que significaban saludos desde sus distancias; como levantar las cejas dos veces o ella guiándole con el ojo. Reían cuando Gael intentaba imitarla, aunque siempre cerraba ambos ojos al no poder. 

—¡Gael! 

—¡Victoria! 

Se gritaban sus nombres cuando ella, en su bicicleta, se alejaba bastante del huerto y así regresarse a su casa, desapareciendo junto a los últimos rayos del sol. Repetían la misma escena cada día lunes, miércoles y viernes sin falta. Su padre Casimiro sospechaba tanto de su hija por encontrarse a solas con el muchacho, no permitía conocer otros hombres porque él sabe como son, así como decir que ese muchacho no tenía los pantalones suficientes para ser llamado “hombre”. 

Su viejito, papá de Gael, no podría atender pedidos en la semana siguiente porque tenía que recoger semillas y revisar crías de ganados porque era el que mejor los hacía crecer rechonchos y sanos. Sintiendo la oportunidad llenar su pecho de emoción por conocer a Victoria. Sábado y domingo llegaba del huerto a casa de su madrina para preguntarle cosas sobre mujeres. 

—Pos madrina, ¿qué le digo? 

—Qué vas a estar preocupado por otra chamaca, apenas estás convirtiéndote en hombre. Ahora eres un rapazuelo. 

Pasaron un poco de esa noche comiendo tortillas con sal y café, también le aconsejó solo ser auténtico en cuanto la viera: 'No hay nada más romántico que conocer sin tapujos a un hombre' mencionó recordando a su chatito. El resto de la noche durmió tranquilo esperando ser de día. 

Así pasaron las horas y la campana de su bicicleta sonó dos-tres veces al llegar. Sorprendidos quedaron al verse cara a cara y el rubor en Victoria se incendió, se sonrieron apenados. Sus “hola” estuvieron presente cada vez que se regresaban las miradas. Ambos querían terminar rápido para irse, en su lugar Gael habló. 

—¿Puedo acompañarte? 

—¿Estás loco? Te mataría mi papá si te ve. 

—Nos despedimos en el puente, tú te vas y yo me quedo viendo. 

—Estás loco. 

Su sonrisa fue confirmación ante su petición, habitualmente se iba al atardecer porque el calor era fuerte. Le invitó a tomar jamaica en lo que acababa, mientras se preguntaban cosas como su edad, comida, o por qué estaba atendiendo. Todas respondía cada vez que un cliente terminaba de comprar. Surgieron tantas preguntas en un solo instante que la hora rápido pasó, él iría caminando sosteniendo la pesada bicicleta con dos cajas que compró Victoria y de esta manera seguían platicando hasta llegar al puente que los dividía a ambos. 

Hicieron de esta caminata su costumbre, compartieron risas y pocas vivencias que ocurrían en sus vidas. Era todo lo que tenían; un melancólico apretón de manos a las 5 luego venderle tomates tan rojos como sus cachetes cada vez que Gael la sorprendía mirándole. 

—Adiós Gael. 

—Adiós Victoria, eres tan bonita. 

Creyó haberla asustado con su declaración, puesto que se montó y manejo como nunca antes había visto. Viendo como se iba una vez más junto con el atardecer, desapareciendo a lo lejos.

El fin de semana sentía presionado el pecho con una mezcla de sentimientos, como si tuviera aire acumulado, se lo contaba a su madrina 'solo es pasajero, no te asustes o te vas a empeorar'. Una semana había pasado desde que Victoria no fue los 3 únicos días, el sentimiento no abandonaba su gélido pecho. 

—¿Qué pasó con Victoria? 

—Estará bien, muchacho. 

Solo podía preguntar lo mínimo, nadie sabía de su amistad y mucho menos hablarle con tanta confianza al señor Casimiro. Otra semana pasó desde entonces, cada verdura que plantaba no germinaba, si lo hacía, se moría o podría. 

—Gael ven, tengo algo que decirte. — llamó su padre. 

—¿Qué es? — pregunta con cierta incomodidad, de pronto sabe lo que dirá. 

—Otro vendrá por las cajas de Casimiro, el próximo mes, porque este no podrá. Victoria... 

El corazón iba perdiendo fuerza con esa brevedad y pausa que se tomó para decir lo siguiente:

—Murió mientras dormía, su papá y los doctores no saben mucho, pero Gael. Siento... 

—No sintió dolor entonces... 

Dos días después regresó al mismo puente donde encandilaban sonrisas y estrechones de manos sudorosas que se causaban, arrojaba piedras pequeñas que solo miraba cuando llegaban al agua donde se formaban ondas al impactar. Por un minuto pudo sentir a Victoria y su brisa estacionada a su lado, un pequeño recuerdo febril que sentía al verla irse y perderse en dirección al sol. 

Solo quedaban vestigios de su recuerdo sumado a la podredumbre de las verduras y oscuridad en la que su corazón comenzó a llenarse. Alguien como ella sabía que no duraría para siempre, encontrando, apenas, un detalle romántico y filosófico al desfallecer en sueños en los que viviría para siempre.

[ Primer (des)amor.

[lolaalvaradorp]

ℂ𝕒𝕡𝕚𝕥𝕦𝕝𝕠 𝕍𝕀𝕀𝕀: 𝔼𝕝 𝕔𝕦𝕖𝕤𝕥𝕚𝕠𝕟𝕒𝕣𝕚𝕠.

Buenos Aires, 2014.

"¿Que carajo contaste?" Fue el mensaje que le llegó a Lola de un número desconocido.

La adolescente que recién llegaba a su casa de la escuela, miro el mensaje extrañada aunque cierta certeza tenía. "¿Quién sos?" Escribió a la vez que la puerta de su casa se abría y veía como su madre entraba con Damián algo que para cualquiera hubiera sido sospechoso, ellos ya lo estaban naturalizando.

- Hola - dijo con suavidad Lola al verlos y saludó a ambos.

- Hola, que suerte estás mí amor. Damián quería hablarte - le dijo Carolina besando la mejilla de su hija.

- ¿Conmigo? - preguntó con cierto nerviosismo, no quería meterse en más problemas con Mia.

- No la asustes, quería hablar con tu papá pero no está. - Damián hizo una pausa y al ver el rostro de la adolescente continuó. - El tema es que no vemos bien a Mia...

- ¿Y yo que tengo que ver? - Preguntó Lola tajante.

- No, nada pero por ahí te había dicho algo, o hecho algo...

- ¿Hecho algo?

- Si, antes de la pelea.

Lola recordó aquel momento y un estremecimiento la recorrió. Se había sentido mal por esa situación, no haberle dado concentimiento a lo que había intentado hacer.

- ¿Tenés vergüenza? - Insistió Damián con tranquilidad al ver que Lola había quedado muda.

- Loli, decile, no tengas vergüenza, no vas a quedar como una buchona - Intervino Carolina.

- Es que no quiero que me odie - Confesó la adolescente algo temerosa.

- No, no te va a odiar - Le dijo con una sonrisa Damián para buscar calmarla.

- Es por lo que dije mamá, se enojó porque la encontré vomitando - Dijo Lola encogiéndose de hombros, tragándose la otra verdad. - Nada más - Dijo negando mientras asentía ante Damián que le agradecía. Lola tomó su bolso y se fue hasta la habitación.

Cuando Damián se marchó, Lola volvió a salir y se sentó en el taburete que tenían en la cocina.

- ¿Ya se fue? - Preguntó en un susurro.

- Si... Confías en mí, ¿No? ¿Sabes que siempre podemos hablar? - Le preguntó también su mamá con dulzura. Sabía que algo escondía su hija, la conocía. - Dale, contame.

- Ya está, ya te conté - Le contestó la chica negando con su cabeza ante las insistencias de su madre.

Santiago entró junto a Nicolás, quejándose de que tenían hambre y Carolina en seguida busco los ingredientes para hacer una tortilla.

- ¿Alguna novedad? - Preguntó Santiago.

- No, nada - Dijo Carolina.

- ¿Como que no? Vino el papá de Fede preguntando por vos - Le dijo Lola volteando a ver a su padre.

- ¿Conmigo? - Preguntó extrañado. - Lo estuve llamando y parecía que no me quería atender.

- ¿Por qué no lo vas a ver mañana? - Intervino Carolina, algo nerviosa porque había estado en la tarde con él.- Capaz tenía el celular descompuesto.

- ¿Te mando mensaje Mia? Le pidió tu número a Fede... Quizás quería amigarse con vos, no se - Le comentó Nicolás a Lola que juntó las piezas y soltó un suspiro.

- ¿Vino solo para eso? - Continuo preguntándole Santiago a Carolina.

- No, me trajo después de la clase de tango... Quería hablarte de la obra, no se - Le contesto la mujer, pero sin poder mirarlo a los ojos. Solo Damián y ella eran testigos de lo que había pasado en aquel auto.

#ElAmorSecretoEntreLosAmantes

[night-art-blog]

Feliz cumpleaños a ti...

HOLA!

Bienvenido a los 53 años, dime que se siente llegar a este medio siglo con 3 unidades más?, hoy quiero felicitarte y darte las gracias por seguir respetando nuestro acuerdo de llegar hasta los 2 siglos, hasta que yo llegue a ser una pasita arrugadita como tú, que genial o va llegar a ser eso no lo cres?

Hoy es un año mas por el cual debemos celebrar, no solo tus años de vida, si no el porque estas destinado y decidido a vivirla, y claro por todo lo que has pasado para vivir hasta este instante.

Y bueno, aquí me encuentro escribiéndote como muchas de las otras veces que lo he hecho, solo que en esta ocasión si te envío este pequeño escrito. :)

Solo quiero decirte lo mucho que te quiero, te amo, te adoro y eres todo mi tesoro. Hoy a través de palabras escritas que en ocasiones me cuesta sacar de mi boca quiero expresarte todo lo que tu has logrado en tu vida, no solo a través de ti, si no también a través de las personas, especialmente de mi.

Debes estar orgulloso, orgulloso del gran hombre que eres, siempre gentil, amable, dedicado, creativo, y lo que te dije últimamente “divergente”. Eres la clase de persona que ya no existe en este mundo, del bajo porcentaje que si acaso aun esta existiendo, pero te dire un secreto, tu legado seguirá, no se si a través de las personas con las que has tratado, pero te aseguro de que trascenderá desde este capullo que formaste en su momento de amor y carillo, el cual tiene un nombre muy peculiar jeje.

Te agradezco por ser el padre que merecía, desde mostrarme lo que se creía imposible, hasta mostrarme las pequeñas sencilleses que conlleva la vida.

Gracias por enseñarme a andar en bici, por mostrarme a como dar garra patada, por enseñarme a andar en patines, por mostrarme la importancia de los pequeños detalles que van desde un huesito de tortuga grabado con palabras especiales, hasta una muela que llego a tener un significado en su momento importante para una niña de 9 años jaja. Gracias por mostrarme lo maravilloso que se llega a ver el cielo a las 6 am y por crear en mi la sensación de que la magia existe, por mostrarme algunas constelaciones y la maravillosa combinación del huevo con tortilla.

Gracias por apoyarme en mis proyectos creativos escolares y por nunca juzgar cada una de mis locas ideas, gracias por mostrarme el trabajo en equipo en vigilancia a los programas de televisión en la madrugada, por mostrarme que en esta vida no se vino a estresarse si no a vivirla, por crear este fuerte gusto por las anomalías y las películas de terror.

Gracias por enseñarme a reír cuando creo bigotes con espuma, y por reír cuando creo peinados locos en la ducha, gracias por enseñarme a comer picante y crear un gusto peculiar por la gastronomía, la repostería y el arte.

Gracias por transmitirme un poquito de ti, porque se que todo lo que te hace ser quien eres, toda tu esencia esta reflejada en la esencia que me complementa para ser quien soy ahora, claro un poco en combinación con esencia de mi mamá y la mía propia.

Te agradezco por cuidarme cuando era pequeña y dejar en mi ese recuero a olor a fabuloso donde después de tener la casa limpia se puede andar descalza y después jugar un poco de Nintendo con palomitas sentados en el sillón.

Gracias por formar en mi la imaginación desde que un gato tenia patas al revés desde un jardín mágico que compartimos donde se va regando cada que hablamos, y te dire un secreto nuestro jardín esta floreciendo mas hermoso que nunca antes.

Eres un buen padre, al menos lo has sido para mi, y no me cabe la menor duda que lo estas siendo para mis dos pequeñas.

No digo que no haya fallas, pero uno nunca viene con un manual de como ser padre cierto?, y creado que a pesar de todo lo has logrado, has logrado el titulo y el que yo me sienta muy orgullosa de decirle al mundo y al universo entero quien es mi papá y porque es que te. Amo y aprecio tanto!!

En ocasiones me cuesta mucho expresarte todo, y más decirte las cosas, pero creo que en eso nos parecemos mucho no es así?, quiero cambiar eso, quiero que nos contemos nuestros días y hasta que fue la canción que escuchamos ese día.Te amo y con ello viene el hecho de que te extraño cada día, aunque no parezca así, te extraño y me has hecho tanta falta en muchos momentos, que probablemente ya no tengan compensación en esos días pero se que los podemos rescatar en este presente que estamos tratando de arreglar y recuperar y con ello yo me siento mas que feliz.

Papi soy yo, aunque siga creciendo en edad y físicamente, yo nunca e dejado ni dejare de ser tu pequeña niña.

Te amo y te amare siempre, sos mi primer amor y aunque tenga novio o esposo algún día solo sera un principe, pero para mi tu siempre serás mi rey!! :)

Te amo muchísimo, todo el universo, galaxia y mundo juntos y claro un puntito mas que tú. (.) jaja

Feliz cumpleaños papi chulo, felices 53 vidas, y agradezco seguir perteneciendo a cada una de ellas.