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eldiariodelarry · 4 years ago

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Clases de Seducción, parte 33: Incomodidad

Parte 1, Parte 2, Parte 3, Parte 4, Parte 5, Parte 6, Parte 7, Parte 8, Parte 9, Parte 10, Parte 11, Parte 12, Parte 13, Parte 14, Parte 15, Parte 16, Parte 17, Parte 18, Parte 19, Parte 20, Parte 21, Parte 22, Parte 23, Parte 24, Parte 25, Parte 26; Parte 27, Parte 28, Parte 29, Parte 30, Parte 31, Parte 32.

—¿En serio jugaste a la pelota? —preguntó sorprendido Sebastian.

La pareja de amigos estaba sentada cada uno en un columpio de la pequeña plazoleta de la población donde vivían.

Los grillos cantaban con tranquilidad, en la solitaria noche. Eran cerca de las diez de la noche, pero a Rubén le daba la impresión que era más tarde.

—¡Si! —confirmó Rubén, riéndose—. Las cosas que tengo que hacer para encajar.

—¡Pero si ni siquiera en el liceo jugabas! —Sebastian también se rió—, te habré visto jugar en total unas tres veces.

Sebastian seguía sin creerlo.

—Ya, no le des color —Rubén trató de bajarle el perfil.

—Es que de verdad necesito verlo —a estas alturas Sebastian ya estaba exagerando para molestar a Rubén—. ¿Y resultó?

—¿Qué cosa?

—Jugar a la pelota, para conocer mejor a tus compañeros —explicó Sebastian—, esa era la idea, ¿cierto?

—Si, creo que funcionó —respondió Rubén, analizando bien su respuesta—. Me sirvió para relajarme. Incluso el Álvaro ese que te decía, me cayó un poquito menos mal.

—Me gustaría conocer a ese hueón —comentó Sebastian—. A ver si es capaz de decirme alguna hueá. Si hubiera estado ahí cuando les preguntó eso, te habría agarrado a besos solo para ver qué hacía.

—Seba —atinó a decir simplemente Rubén, ruborizándose.

—¿Qué? —Sebastian se rió—, no es como si nunca lo hubiéramos hecho. Marco perdió una oportunidad de oro.

—No definiría como “oportunidad de oro” el tener la posibilidad de besarme —soltó Rubén con un soplido.

—Yo sí —asumió Sebastian—, mientras pueda incomodar a algunos imbéciles.

Rubén sintió que Sebastian mostraba una confianza distinta, a pesar de que le faltaba poco para irse a hacer el Sevicio. Era como si por fin estuviera asumiéndose, aunque aún no le había dicho nada verbalmente.

—Bueno, si quieres incomodar a tus viejos, por favor llámame —le dijo Rubén con sarcasmo, pero de inmediato se arrepintió al ver la reacción de Sebastian, que bajó la mirada por unos segundos y luego lo volvió a mirar a los ojos, nervioso—. No quise decir…

—Está bien, Rube —le dijo Sebastian para calmarlo—, no te preocupes. Todo a su tiempo —agregó, con una sonrisa—. Mientras tanto podemos incomodar a otros imbéciles.

—Ahora me siento mal que sigas usando esa palabra —comentó Rubén riéndose, refiriéndose a la palabra “imbéciles”, e ignorando por completo el doble sentido de la frase de su amigo.

—No quiero decir que mis viejos sean imbéciles —se rió también Sebastian—. A pesar de todo, igual los quiero —agregó, poniéndose serio.

—Y tienes que hacerlo, son tus padres —Rubén se quedó mirando como Sebastian arrastraba los pies en las piedrecillas del suelo—. Yo puedo odiarlos con tranquilidad porque no son nada mío.

Sebastian soltó un resoplido a modo de risa, desganado.

—¿Me vas a extrañar? —le preguntó Sebastian, sin mirarlo a los ojos.

—Más que la chucha —respondió con sinceridad Rubén, incapaz de encontrar palabras que expresaran de mejor manera lo mucho que extrañaría a su amigo—, ¿y tú?

—Cada minuto, de cada día —Sebastian por fin lo miró a los ojos, y sonrió con timidez.

Rubén bajó la mirada y volvió a mirar los pies de Sebastian arrastrándose en el suelo con el vaivén del columpio.

—¿Planeas hacer algo especial para el carrete? —le preguntó Rubén, refiriéndose a la despedida que tenía pensado hacer en la casa de Daniela—, ¿o solamente harás algo piola?

—No sé, ¿qué podría hacer, aparte de algo piola?

—Podrías intentar arrancar —bromeó Rubén, causando la risa de Sebastian.

—Ganas no me faltan —admitió Sebastian—, pero igual fome arrancarme y tener que irme de acá, igual no te voy a poder ver —meditó mejor las consecuencias de la sugerencia de Rubén—, o no los voy a poder ver más a todos —agregó.

—¿Por qué no?

—Porque si no me presento, me van a venir a buscar a la casa —le contó—. Mi viejo ya me advirtió.

—Bueno, igual te puedo esconder en mi casa —ofreció Rubén.

—Creo que igual van a ir a buscar a tu casa, vivimos súper cerca como para que no lo intenten.

Los muchachos se quedaron en silencio un rato, asumiendo con desanimo el futuro que le esperaba a su amistad, completamente separados por varios meses, como nunca habían estado desde que se habían conocido.

—Bueno, creo que solo nos queda esperar que pase rápido el tiempo —dijo finalmente Rubén, dando un largo suspiro.

—Sí, nada más —coincidió Sebastian, y al cabo de unos minutos, ambos decidieron que era hora de ir a dormir.

El día viernes, según el horario que les había entregado el Profesor Armando, tenían clases todo el día, desde primera hora en la mañana hasta las cinco de la tarde.

—¿Cómo nos cargan tanto el día viernes? —comentó Lucas, con la cabeza apoyada en su mochila de cuero sintético, que había puesto sobre sus rodillas, mientras esperaba sentado afuera de la sala a que llegara el profesor de álgebra, sin ganas de vivir.

—¿Cierto? —coincidió Marco, con algo más de energía—. Los días lunes y martes tenemos súper vacío el horario.

—Chicos, igual así al terminar el día es más gratificante, sabiendo que terminamos la semana con el día más pesado —intervino Gabriela, viendo el lado positivo.

—Pienso igual que la Gaby —dijo Tomás—, aparte cuando sea el domingo en la noche, sin ganas de que empiece la semana, podemos decir “pero al menos solo tenemos una clase mañana”.

—Igual tienes razón —le dio el punto Rubén a Tomás, pero igual pensaba si el próximo viernes quedaría demasiado agotado como para estar al cien porciento en el carrete de Sebastian.

—A mi me preocupa si en alguna volá de los profes se les ocurre a todos tirarnos pruebas para el mismo día viernes —comentó Bárbara.

—Bueno, ahí supongo que podremos hablar con ellos para que no la agenden el mismo día —dijo Marco, al tiempo que se dieron cuenta que Lucas se había quedado dormido mientras esperaban al profesor.

Rubén terminó el día completamente agotado, al igual que sus compañeros, y de mala gana, además, ya que el profesor de física les dijo que el próximo viernes tendrían una prueba con los contenidos visto en las primeras clases.

“No sé cómo aguantaré esto por todo el semestre”, pensó Rubén, respecto a la carga de los días viernes, pero solo le quedaba hacerse a la idea.

Al día siguiente fue al cine a presentarse para su primer día de trabajo, y Martina, su jefa, le indicó a grandes rasgos la parte de recursos humanos del trabajo.

—Mira, así trabajo yo —le explicó Martina después de firmar el contrato—. Todos los días viernes yo les entrego la distribución de los turnos, de la siguiente semana, y ahí ustedes pueden irse acomodando, intercambiando entre ustedes para cumplir con los horarios, no tengo problemas con eso, y así se me facilita harto el trabajo. Igual si quieres tener un horario fijo, por ejemplo, no sé, los miércoles en la tarde si o si todas las semanas, me avisas y te dejo en ese horario fijo —Rubén se perdía a ratos con las explicaciones de su nueva (y primera) jefa, pero logró entender la idea principal, y pensó que si se le escapaba algo, tendría a Catalina como guía para orientarlo también—, ¿alguna duda?

—No, por ahora ninguna —respondió Rubén, sonriendo para dar una buena impresión.

—Perfecto —Martina le devolvió la sonrisa—. Te voy a anotar para el primer turno del día lunes, ¿te parece? —Rubén simplemente asintió—. Muy bien, ¡Jonathan! —llamó al amigo de Catalina, que estaba en la boletería.

—Dime, Marti —le dijo Jonathan al acercarse, y saludó a Rubén con un gesto de la mano.

—Necesito que le enseñes a Rubén sobre todo lo que hacemos acá, el manejo de las cajas, la boletería, la confitería, el proyector, el aseo, todo, es nuestro nuevo miembro de la familia, así que trátalo bien —le ordenó Martina.

—Oka Marti —accedió Jonathan, con una amplia sonrisa.

—Si necesitas cualquier cosa extra, aparte de tu uniforme —Martina se dirigió a Rubén esta vez—, me avisas, ¿bueno?

Rubén asintió, y Martina se fue a su oficina.

—¡Qué bueno que te hayan llamado, Rube! —le dijo Jonathan dándole un abrazo, con demasiada efusividad para lo poco que se conocían—. ¿La Cata sabe que empezabas hoy?

—Si, si le dije, pero justo hoy no venía.

—Si, de hecho, intercambiamos los dos. Yo no debería estar aquí ahora, me tocaba mañana, pero me pidió que cambiáramos para poder salir con su amiguito —le contó Jonathan.

—Si, eso me contó —confirmó Rubén.

Catalina efectivamente le había contado que había justo cambiado el turno para poder salir con Marco, que la había invitado a comer, y sentía que no podía seguir desplazándolo solo por privilegiar el trabajo.

—Ya, déjame pensar por donde empezamos —Jonathan dijo en voz alta—. Ya, hagamos el recorrido del cliente, primero boletería, después confites, entrada, proyección y limpieza, ¿te parece?

—Tu dime —respondió Rubén, soltando una risita, porque para él no hacía mucha diferencia el orden, ya que todo era completamente nuevo para él.

Jonathan le hizo el recorrido, enseñándole cómo hacer las distintas funciones, y dejando que Rubén se desempeñara en cada puesto por un buen rato para que desarrollara sus habilidades.

También le presentó a sus nuevos compañeros de trabajo, entre los que estaba Cristian, un joven de unos veintitantos, algo de sobrepeso y de pelo largo tomado en una cola descuidada; Alicia, una chica morena de pelo rizado con una muy hermosa sonrisa; y Elizabeth, una chica de piel muy blanca y cabello muy oscuro. Sin embargo, no pudo sociabilizar mucho con ellos, ya que Jonathan se enfocó en entrenarlo y asegurarse que aprendiera bien.

—Si quieres te puedes ir nomas —le dijo Jonathan cerca de las diez de la noche—. Nosotros nos tenemos que quedar hasta las doce, pero te puedes ir nomas.

—¿Y Martina no me dirá nada después? —preguntó Rubén, preocupado por irse sin permiso de su jefa directa.

—La Marti se fue hace rato —respondió Jonathan riéndose—, a parte, tenemos todos los puestos ocupados por hoy, así que no es necesario que te quedes. Si te dice algo después, le dices que yo te dije que te fueras nomas.

Rubén obedeció a Jonathan, y se despidió de él y de todos sus nuevos compañeros.

Al salir del cine, Rubén se encontró con la sorpresa que Felipe lo estaba esperando sentado en una banca de cemento.

—¿Qué haces acá?, pensé que te habías ido a tu casa —le dijo Rubén mientras lo abrazaba.

—Te quise esperar, para saber qué tal tu primer día de trabajo.

Felipe le dio un beso en los labios, y luego le tomó la mano a Rubén y comenzaron a caminar juntos.

—Estuvo bueno, el Jona me enseñó todo lo que tengo que hacer, dependiendo de la función que me pongan cada día, pero estuvo bien. La Cata tenía razón en que es súper fácil el trabajo —le contó Rubén.

—¿Y ella no estaba? —quiso saber Felipe, intentando sonar casual.

—No, justo había intercambiado su turno con el Jona para poder salir con el Marco.

La pareja se fue caminando por las terrazas del centro comercial, escuchando el golpear de las olas contra las rocas del borde costero, y sintiendo la fría brisa marina en el rostro.

—¿Y tus compañeros qué tal?

—No pude hablar mucho con ellos, pero se veían simpáticos —le contó Rubén—. Creo que agoté mi dosis de conocer gente nueva para todo el año —bromeó, refiriéndose a sus compañeros de la universidad—. ¿Y tu día como estuvo?

—Intenso, harta gente —respondió sucintamente Felipe—. Como siempre los fines de semana son pesados, pero dejan harta propina.

—Estuve pensando que lo malo del cine es que no gano propinas —comentó Rubén.

—Si, pero lo malo de la heladería es que no veo películas —bromeó Felipe, sabiendo que el trabajo de Rubén no consistía precisamente en ver películas.

Felipe acompañó a Rubén hasta su casa, pero prefirió no entrar, para no tener que ver a Darío.

—Ya la próxima semana podrás venir cuando quieras, ya que el Darío se devuelve a Santiago porque empiezan sus clases —le contó Rubén, algo bajoneado porque su pololo no quería entrar a su casa porque estaba su hermano.

—Bueno, cuando se vaya entonces acepto tu invitación —admitió sin culpa Felipe.

—Sabes que en algún punto tendrás que verlo, ¿cierto?, cuando nos casemos lo tendré que invitar —bromeó Rubén.

—¿Así que te piensas casar conmigo? —Felipe provocativamente.

—Es un decir —Rubén se ruborizó, mientras Felipe le clavaba los dedos en el abdomen para molestarlo—. Ya déjame —Rubén se reía por las cosquillas—. Se cancela el matrimonio.

—Creo que deberíamos conversarlo, no puedes cancelarlo de forma unilateral —Felipe fingió seriedad.

—Deberás conversarlo con mi abogado —Rubén también se puso serio, pero no pudo aguantar la risa mucho tiempo más.

Finalmente la pareja se despidió, y Rubén entró a su casa aún con una sonrisa dibujada en el rostro.

Se sentía pleno, habiendo iniciado una nueva etapa en su vida, comenzando su vida universitaria, empezando también en su primer trabajo, y con un pololo que lo hacía muy feliz.

Al día siguiente durante la tarde, Darío se despidió de Rubén ya que su padre lo llevaría al aeropuerto para volver a Santiago a estudiar.

—Quería aprovechar de pedirte perdón —le dijo Darío al momento de despedirse.

—¿Perdón por qué? —Rubén no entendía a qué se refería.

—Por como te traté, cuando me enteré que tú…

—Darío, ya hablamos sobre esto —lo interrumpió Rubén—. Ya me pediste perdón, está todo bien.

—Si sé, pero igual —Darío se notaba aún afectado—. A pesar de haberte pedido perdón, cuando me acuerdo de ese día me siento pésimo por como te traté.

—Ya está, Darío —Rubén le dio un abrazo a su hermano.

—Te juro que trato todos los días de cambiar y de no ser tan imbécil.

—Pues tienes mucho trabajo por delante —bromeó Rubén, mirándolo a los ojos.

Darío se rió.

—Bueno hay cosas que no puedo cambiar —se excusó Darío.

—Todo lo malo lo puedes cambiar —lo corrigió Rubén—. Empieza por respetar más al papá. Quizás desde Santiago no te das cuenta de todo lo que hace por nosotros.

—Si sé —Darío bajó la mirada, avergonzado.

Rubén se sintió como el hermano mayor en ese momento.

Si bien, Darío siempre era súper dominante y molesto sobre Rubén, en ese momento notó que efectivamente estaba dispuesto a escuchar su punto de vista, y a aceptar humildemente todos sus consejos.

—No te olvides de donde vienes —le dijo finalmente Rubén, dándole un último abrazo.

—Oye, esa es del papá —Darío se rió, y Rubén sabía que tenía razón—. Gracias enano.

—¿Listo Darío? —intervino Jorge, entrando por la puerta para apurar al mayor de sus hijos—, apúrate que se te hace tarde.

Darío se apuró, haciéndole caso a su padre.

—Acuérdate de mis consejos también —le dijo Darío a Rubén antes de cruzar la puerta.

—¿Cuáles? —preguntó Rubén confundido.

La verdad era que siempre que Darío le aconsejaba algo, él tendía a hacer lo contrario porque sabía que su hermano no era el mejor referente.

—Carretea como nunca, ahora que entraste a la u, conoce a la mayor cantidad de gente que puedas, y experimenta todo lo que se te ocurra.

Rubén se rio, pero Darío estaba completamente serio, como si realmente creyera que era un buen consejo.

—No le hagas caso Rubén, enfócate en tus estudios nomas —intervino Jorge con seriedad, poniendo la cuota de cordura en la conversación.

Rubén se despidió igualmente de su padre, y una vez que el aska partió, Rubén volvió a su habitación y se recostó en su cama un rato, antes de alistarse para ir a entrenar con Felipe.

—Me gusta que seas disciplinado —le comentó Felipe, ya terminando el entrenamiento.

—¿A qué te refieres? —Rubén no entendió.

—A que pase lo que pase sigues viniendo a entrenar conmigo —le dijo Felipe, abrazándolo por el hombro.

—En realidad vengo a verte a ti, y solo coincide con que estás entrenando —bromeó Rubén.

—Mentira —Felipe se rio—, podrías venir más tarde cuando yo ya haya terminado de entrenar.

—Es que me gusta esto, entrenar contigo —admitió Rubén.

Si bien, nunca había sido bueno para ningún deporte, o para la actividad física en general, Rubén al conocer a Felipe comenzó a sentir esa motivación que le había faltado toda su vida. Le gustaba ejercitarse junto a él, se sentía protegido, aprendiendo técnica de defensa personal, y se sentía confiado, ya que estaba seguro de que sin importar si se equivocaba, Felipe no se burlaría de él.

Además, le gustaba el cambio que había estado teniendo en su cuerpo en el poco tiempo que llevaba entrenando.

—¿Salgamos a comer algo? —le ofreció Felipe, de improviso—, ¿unas papitas?, ¿te tinca?

—Pero estoy todo sudado —repuso Rubén.

—Báñate primero po —se rió Felipe—, te presto ropa mía.

Rubén aceptó encantado, y después de ducharse, se puso la ropa que Felipe le había dejado sobre la cama. Por como le quedaba, asumió que era de Roberto y no de su pololo.

—Ojalá tuvieran baño privado ustedes acá —comentó Rubén mirando a Felipe, que llegaba de la ducha con la toalla atada en la cadera.

Felipe se sacudió con la mano el corto cabello, tirando gotitas de agua en todas direcciones, y se acercó a Rubén para besarlo.

—¿Por qué lo dices?, ¿tienes algo en mente? —le preguntó Felipe, entre besos.

Rubén no respondió y simplemente le quitó la toalla, y para su sorpresa, debajo tenía puesto un boxer blanco.

En ese momento Roberto abrió la puerta de la pieza, y entró como si nada.

Felipe se enderezó rápidamente y ni siquiera intentó taparse la erección que tenía bajo la ropa interior.

—¿Qué hacen chicos? —les preguntó sin mirarlos con mucha atención.

Rubén estaba rojo como un tomate, mientras Felipe sonreía con complicidad.

—Nada, saldremos a comer algo —respondió Felipe.

—¿A un restorán pituco o algo así? —Roberto se recostó en su cama y encendió su notebook.

—No, nada que ver —desechó de inmediato Felipe—, no hay plata para tanto aún.

—¿Quieres venir? —ofreció Rubén, suponiendo hacia donde iban las preguntas de Roberto.

—No, chiquillos, vayan tranquilos nomas —rechazó con humildad Roberto—. Oye, ¿esa es mi polera? —le preguntó a Rubén, notando la ropa que tenía puesta.

—Si, se la presté porque no tenía qué ponerse —respondió Felipe.

—Ah, ya —Roberto no le dio mayor importancia—. No la ensucies eso si. Si van a hacer… cosas, mejor sácatela —le pidió, medio en broma, medio en serio.

—Te prometo que la cuidaré —le dijo Rubén, riéndose por la sugerencia.

Cuando Rubén y Felipe salieron, caminaron por varias cuadras buscando algún lugar donde comer.

Al final encontraron una sandwicheria, y la pareja pidió dos porciones de papas fritas para servir en el lugar, disfrutando de la compañía mutua.

Rubén notó que algunas personas, en su mayoría hombres los miraba con desagrado, y se cohibió por eso.

—¿Qué pasa? —le preguntó Felipe, notando su actitud.

—Nos están mirando —respondió Rubén, con timidez.

—¿Qué tiene?, que miren.

Felipe no se dejaba intimidar por nadie. Rubén soltó una risita desganada.

—Si quieres nos vamos —agregó rápidamente Felipe.

—No es necesario —Rubén no estaba muy convencido de su respuesta. Solo quería irse de ahí.

—Bueno, déjame pedir unos completos para llevar a la casa, y nos vamos, ¿bueno?

Rubén simplemente asintió aliviado.

Al cabo de unos minutos, iban caminando nuevamente de vuelta a la casa, cargando las bolsas con completos.

Rubén no quiso tomarle la mano a Felipe, a pesar de que ambos iban con solo una mano ocupada.

—¿Qué pasa, Rubén? —le preguntó Felipe, notando el nerviosismo de su pareja.

—Nada —se hizo el loco—. Es que no sé, me sentí como vulnerable ahí, por cómo nos miraban.

—Rubén, no puedes dejar que la gente influya en como expresas tu amor —le dijo Felipe, deteniéndose en mitad de la calla para mirarlo a los ojos—. Tú no estás mal. Nosotros no estamos mal. Ellos son los que están mal.

—Si sé, Felipe. Yo sé que no hay nada mal en ser como somos, pero eso no va a impedir que esa gente nos pueda llegar a matar simplemente por ser… así.

A Rubén lo invadió un sentimiento profundo de incertidumbre y miedo, como si en cualquier momento pudiera aparecer un grupo de homofóbicos y los fueran a atacar.

Felipe le iba a responder, insistiendo en su punto, pero prefirió callar. Dio un largo suspiro y le preguntó:

—¿Te puedo abrazar?

Rubén simplemente asintió, y recibió el abrazo de su pololo, reconfortante, pero al mismo tiempo no podía dejar de pensar en las miradas de reprobación de los clientes del local.

—Rubén, después de que mis viejos me rechazaron, decidí que iba a vivir mi vida de forma auténtica, sin esconderme, sin miedo a la discriminación. Yo creo que, en el fondo, sentía que si alguien me llegaba a atacar por eso, me podía defender, y si me mataban, me daba lo mismo. Sentía que no tenía nada por lo que vivir.

—No digas eso —le dijo Rubén.

—Es verdad —admitió Felipe—. A veces se me olvida que tú estás recién asumiéndote y saliendo del closet, y que obviamente no tienes esa forma de pensar como yo. Y también se me olvida que yo tampoco estoy en la misma parada que estaba hace un año —Rubén levantó la mirada—. Ya no me da lo mismo si alguien me ataca. No me da lo mismo si me matan o no. Siento que ahora mi vida tiene sentido, te tengo a ti —Rubén se sonrojó por las palabras de su pololo—; o sea, no quiero que pienses que solo por ti quiero vivir y que si no te tengo me voy a morir —Rubén soltó una risita avergonzada—. No es eso. Tampoco es como que antes quisiera morir. Solo que ahora veo la vida desde otra perspectiva, y siento que algunos riesgos que tomaba antes ya no debería tomarlos.

—Gracias a ti me había atrevido a mostrarme en público tal cual soy, contigo, pero ahora me sentí muy inseguro por cómo nos miraban —comentó Rubén—. Quizás siempre nos han mirado así y simplemente no me daba cuenta.

—Puede que sea eso, o simplemente puede ser una cosa de percepción —continuó Felipe, volviendo a caminar—, quizás simplemente miraban curiosos, o no sé. Quizás por su apariencia te sentiste intimidado e interpretaste de cierta forma sus miradas. Pero lo importante es que hay gente que nos podría hacer daño, y en ese caso, cuando nos sintamos incómodos o inseguros, mejor cuidarnos y salir de ahí.

—¿Y estás dispuesto a modificar tu forma de mostrarte en público? —le preguntó Rubén, sintiendo como si Felipe haría eso para complacerlo a él.

—No es que vaya a cambiar mi forma de actuar, simplemente ahora seré más cuidadoso, tendré que evaluar mejor dónde es más seguro ser más demostrativo. Es algo en lo que no había pensado hace mucho tiempo en realidad —respondió Felipe—. Es fome tener que hacerlo, pero es necesario si queremos estar bien, seguros.

Rubén no pudo evitar quedar con una sensación amarga al darse cuenta, una vez más, que siempre iba a tener que estar pendiente de su entorno, con temor de ser atacado por alguien que no era capaz de aceptar su forma de amar.

Al ver que Felipe, a quien siempre vio como alguien muy seguro de sí mismo, sin preocuparse de lo que dijeran los demás, ahora tomaba una postura más prudente, lo hizo sentir un poco más vulnerable

Cuando llegaron a la casa de Roberto, Felipe le entregó los completos que había comprado a la familia de su mejor amigo, como gesto de agradecimiento por su hospitalidad, por haberlo recibido en su casa sin peros, sin exigirle nada a cambio y sin reclamarle nada en ningún momento (incluso le permitían que Rubén fuera a la casa sin problemas). No dijo nada de eso, pero Rubén sintió por la expresión de los padres de Roberto, que sabían la gratitud que sentía Felipe hacia ellos.

Rubén y Felipe se despidieron en el paradero con un largo abrazo y sin besos, para no despertar suspiacias en quien los pudiera ver.

Cuando se bajó de la micro, Rubén pasó por fuera de la casa de Sebastian y se dio cuenta que su amigo estaba ayudándole a su padre a arreglar el portón de la casa.

—¿Y tú?, ¿tan tarde que vienes llegando? —le preguntó Sebastian a modo de saludo al verlo acercarse.

—¿Y tú?, ¿tan tarde aquí trabajando? —contrapreguntó Rubén, saludando con la mano al padre de su amigo, e intentando disimular su desagrado.

El papá de Sebastian le devolvió el saludo con una sonrisa, que Rubén sabía que no era sincera.

—Si, estoy ayudando a mi viejo con el portón, que se rompió la visagra ahora temprano.

Rubén miró el trabajo y supuso que ya estaban por terminar, ya que el portón se veía que estaba en su lugar.

—Ya estábamos terminando —continuó Sebastian—, ¿quieres pasar?

Su amigo lo miró con entusiasmo al ofrecerle entrar a su casa. Rubén hace mucho tiempo que no iba a la casa de Sebastian, comparado a como lo hacía antes, pero en verdad no tenía nada de ganas de hacerlo, con sus padres ahí presente.

—Ya es tarde —rechazó la oferta Rubén, y estuvo seguro de haber escuchado un suspiro de alivio por parte del papá de Sebastian—, mejor otro día Seba.

—Tienes razón —aceptó Sebastian, sin perder su sonrisa.

Rubén miró un par de segundos a su amigo, mientras su padre volvía a enfocarse en el portón.

—No puedo creer que en siete días más ya no vas a estar acá —le dijo, en voz baja.

—Si, una mierda, ¿cierto? —respondió Sebastian, bajando la mirada, pero aún intentando sonreir.

—No es una mierda, hijo —intervino su padre desde un par de metros más allá—. Tendrás la oportunidad de aprender a defender a tu país. Te vas a convertir en todo un hombre.

Rubén hizo un gesto de hastío con sus ojos, aprovechando que el padre de Sebastian no lo miraba.

—Si sé —respondió Sebastian, igualmente hastiado, pero sumiso ante su padre.

—¿Cómo te sientes? —le preguntó Rubén, bajando nuevamente la voz.

—No sé. Ansioso supongo —Sebastian se veía tranquilo—. Solo quiero que llegue el viernes —agregó con una sonrisa muy amplia, como si planeara alguna maldad—. Me voy a borrar, y si me muero de una sobredosis de alcohol, me da lo mismo.

—No creo que sobredosis sea el término correcto para el alcohol —razonó Rubén riéndose, ya que le sonaba rara la frase.

—¡Sebastian! —le llamó la atención su padre, que había escuchado las palabras de su hijo—. No digas esas tonteras.

Rubén no soportaba la presencia del padre de su amigo, pero tampoco podía hacer nada porque literalmente estaba en su casa, sin embargo se atrevió a hacer algo imprudente, que no pudo evitar.

—Me tengo que ir —le dijo a su amigo, y se acercó para darle un largo y apretado abrazo—. Te amo.

Al separarse, Sebastian lo miró con los ojos abiertos como platos, y una sonrisa aturdida.

—Yo también —respondió Sebastian, muy lentamente.

—Chao —se despidió rápidamente del padre de Sebastian, y pudo ver su cara de molestia y desagrado.

Al llegar a su casa, encendió su notebook y tras esperar que se actualizara, se conectó a MSN.

Apenas inició sesión apareció la ventanita de conversación con Sebastian.

—¿Qué fue eso? —le preguntó su amigo.

—Lo siento, Seba —respondió Rubén—, solo quería incomodar a un imbécil.

Rubén esperaba que su amigo no se lo hubiese tomado a mal.

—Jajaja —respondió Sebastian después de un par de segundos, seguido de un emoticón con forma de corazón de color rojo—. Lo lograste.

Sebastian no parecía enojado, y por sus palabras había logrado molestar a su padre.

Misión cumplida.

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imioneunsori · 3 years ago

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viernes 04 de febrero, 2021. 19:39

a la tercera estación: 002

es difícil estar triste en este hogar. es difícil crecer en este hogar. es un arte crecer y aprender a disimular las lágrimas, a tragarlas antes de que escurran por las mejillas, a pretender que el labio no te tiembla, a fingir que no quieres ir corriendo a la habitación y ahogar el llanto entre almohadas. en esta casa es imposible pasar por el duelo, es imposible lamentarse.

en una casa como esta hay que aprender a ser fuerte; y aquí, en esta casa que no es hogar, ser fuerte significa no sentir.

tuve que ocultar durante 15 meses una felicidad que me llenaba el alma de forma inconmensurable. ahora no sé cuánto tiempo podré ocultar esta tristeza que me vacía el alma cada mañana desde hace casi seis meses.

sigo queriendo huir de aquí, tanto como el primer día. aunque ya no estés aquí para verme escapar. sigo queriendo huir de aquí a una casa donde pueda invitarte a tomar el té en verano, donde puedas comer la fruta que tanto te gusta, fresca y dulce.

donde nadie grite ni cuestione, donde nadie llore ni se lamente. ¿por qué todo el mundo está siempre molesto? como si estuviéramos embrujados; la casa no está poseída, son las personas que la habitan y sus demonios.

quería decirte que este sigue siendo el rincón del mundo donde puedes esconderte cuando lo necesites, aunque siempre estaré orgullosa de lo fuerte que eres. podemos ser hadas tomando el té a la puesta del sol; podemos ser piratas robando fruta en el mercado. puedo trenzar las ondas en tu cabello cuando quieras, aunque te guste traerlo con un liso casi perfecto.

puedes dormir en una cama con patrones de otoño y decorar las cortinas con lo que gustes, poner una luz que te recuerde que, cualquier cosa que suceda al otro lado de tu puerta... no es nada.

espero que tú no encuentres dificultad en tu hogar. espero que ya no tengas necesidad de llorar en ciertas noches. lamento no estar ahí para recordarte que eres una persona asombrosa y tu creación tiene un propósito mayor de lo que cualquier otra persona pueda decir. el amor que recibes, el amor que das, el amor que habita en ti es prueba de ello.

seguiré intentando huir de esta casa, de forma disimulada, y serás la primera persona en saber cuando lo logre, cuando tenga una casita para tomar el té, porque te haré llegar una invitación. no importa si ya no quieres venir, la puerta estará siempre abierta, con un lugar para ti en mi mesa, esperándote.

— tinta de durazno. 19:55

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darkmagicianofchaos44 · 4 years ago

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La Pescadera

A mis 18 años, una epoca maravillosa de mi vida en la que viví muchos momentos de felicidad carnal. En este caso fue con la pescadera del mercado al que iba mi madre a comprar. De pequeño cada viernes yo acompañaba a mi madre a la compra y siempre acababa metido en la parada Ana, la pescadera a la que mi madre acudia siempre a realizar sus compras. Era una chica encantadora en ese entonces y me encantaba pasar el rato con ella, pues siempre tenia una sonrisa para mi, incluso cuando aprovechando que tenia que atender a las clientas y sus faldas yo me metia debajo de esta a mirar…

Con el paso de los años deje de ir al mercado con mi madre, pero una mañana de verano mi madre me pido que la acompañara, pues le dolia una rodilla y necesitaba ayuda para tirar del carro de la compra. Yo un poco a regañadientes acepte, pues mi idea para un viernes de verano no era precisamente la de ir a la compra con mi madre, aunque al final no resulto tan mal el dia.

Al llegar al mercado mi madre empezo su rutina, tenia sus paradas seleccionadas y siempre con el mismo orden, dejando para el final siempre la pescaderia. Yo iba a su lado, saludando a los paradistas, pues como ya dije me conocían desde pequeños, y en todas las paradas era siempre lo mismo, “Cuanto tiempo”, “Mira que guapo y grande estas ya” y mi madre encantada luciendo hijo. Así fuimos haciendo cada parada hasta llegar a la pescaderia, y que alegria, allí estaba ella, Ana, con sus 36 años muy bien llevados, una media melena recogida en una cola alta, sus ojos color miel, su piel morena y su maravillosa sonrisa. El cuerpo no se le veia bien, pues el delantal que llevaba tapaba mucho, pero si se veia que estaba igual, ni muy delgada ni gorda. Era una mujer de 1’65 mas o menos, con caderas y unos pechos sin ser enormes pero bastante grandes. A parte del delantal llevaba debajo una camiseta de tirantes negra, una falda larga roja y obviamente, los guantes para trabajar. Al verme me sonrio y vino corriendo a darme dos besos, muy cerca de la comisura de los labios y pegandose a mi.

Estuvimos un rato hablando mientras atendia a mi madre y nos conto que estaba algo liada, pues su marido se habia tenido que ir con sus padres esos dias por temas familiares y aunque se habia llevado a su hijo con él, le tocaba encargarse de todo el trabajo de la pescaderia. Al oir eso a mi madre no se le ocurrio decir otra cosa que yo podia ir algun día a ayudarla si lo necesitaba, y yo entre la espada y la pared no pude hacer otra cosa que ofrecerme para lo que necesitara. Asi que acordamos que esa misma tarde a las 20h estaría allí para ayudarla a guardar el producto en cajas y llevarlo al almacen frigorífico.

Llego la tarde y 5 minutos antes de las ocho llegue a su parada.

-Ana: Hola cariño, muchas gracias por venir a ayudarme. Ven y dame dos besos anda.

Me acerque a ella y la bese en las mejillas, no sin darme cuenta de que volvía a pegarse a mi para ello.

-Marc: Nada Ana, no te preocupes.

-A: Bueno pero es de agradecer la ayuda de un chico joven, guapo y fuerte como tu. No todas podrán tener esa suerte-sonrio mientra me tocaba el brazo.

-M: Tampoco es para tanto-respondi yo algo cortado, pero a la vez feliz por sus palabras.

-A: Que no es para tanto? Cariño, recuerda que yo te conozco desde que eras un niño pequeño que venía a mi parada a pasar la tarde conmigo y mirate ahora, te has convertido en todo un hombre. Cuanto mides?-preguntó mirandome de arriba a bajo con su sonrisa.

-M: Pues si te digo la verdad no lo se, no tengo por costumbre medirme, pero más de 1’90m.

-A: Madre mia! Menudo tiarron, como todo vaya en proporción…-se rio ella dejandome a mi con la cara como un tomate.

-M: Bueno…ehm…yo…

-A: Tranquilo cariño, no hace falta que contestes, estaba de broma, además, ya habrá tiempo de saberlo-guiñandome un ojo y con una sonrisa picarona. Venga al lio, voy a por las cajas y unos guantes para ti.

Ana se fue dejandome a mi solo alucinado con lo que acababa de pasar, estaba realmente diciendome esas cosas? Quería de verdad saber como tenia mi polla? La situación me puso tonto y ya la tenía algo morcillona, pero no le di mayor importancia, pues ella era mayor que yo y estaba casada, así que estaría bromeando. Al poco llego ella otra vez con unas cajas blancas y otras azules y me dio unos guantes mientras ella se enfundaba los suyos en sus manos.

-A: Vamos a ver, primero colocamos el pescado en las cajas con cuidado, y luego tendremos que guardar el hielo, lo ves bien?

-M: Si claro, no es difícil.

-A: Asi me gusta esa es la actitud, te ganarás rápido tu premio por ayudar.

-M: Premio? De que estas hablando?

-A: Había pensado que te podría pagar algo por tu ayuda, para agradecertelo, pues seguro que tendrías mejores planes que estar aquí ayudando a una pobre pescadera.

-M: No digas eso Ana, yo estoy encantado de ayudarte en lo que pueda,-mentí yo intentado que no de notara-no tienes que pagarme nada.

-A: Cariño, eres un encanto, ojala todos los chicos fueran como tu, pero algo te daré, si no es dinero ya pensaré que puedo hacerte para compensarte-dijo eso mirandome fijamente a los ojos y relamiendose un poco los labios.

Fuimos colocando todo en su caja mientras seguiamos hablando y ganando confianza. Los demás paraditas del mercado poco a poco se iban marchando y cada vez estabamos mas solos, ya solo quedaban dos paradas recogiendo en el sector donde estabamos. En un momento le pregunté yo a Ana:

-M: Oye, y como es que tu marido se fue, esta todo bien?

-A: Si si, nada grave, tuvo que ir a ayudar a su padre en la casa del campo y como nuestro hijo terminó el colegio pues lo mandé con los abuelos y así se distrae más.

-M: ahh que bueno, me alegra saber que no es nada grave, aunque me sabe mal que tengas que pasar unos días completamente sola.

-A: No te preocupes cariño, tampoco esta mal disfrutar de unos días solo para mi, además, ahora mismo no estoy sola, salgo ganando con el cambio.-sonrio y me guiño el ojo.

-M: Bueno, pero no es lo mismo, con tu marido podrás hacer cosas que conmigo no.

Ana soltó una carcajada sonora

-A: Ay cariño, lo que pueda hacer con él seguro podría hacerlo igual y hasta mejor contigo.

Esa frase me mató, me ruborize entero y a la vez me excite sobre manera. Tenía enfrente a una mujer mayor que yo, que a mi me parecía preciosa insinuandose sin parar. No sabía si era verdad o si era un simple juego, pero decidí que si quería jugar yo tambien lo haría.

-M: Tu crees, seguro que habrá cosas que no harías conmigo y que tu marido te hará a diario.-conteste yo armandome de valor.

Ella rio de nuevo.

-A: Mas quisiera yo que un buen bulto como el que te estas marcando tu ahora a diario, pero en mi casa o es a pilas o ese aparato no lo disfruto.-siguio riendo mientras yo volvía a hacerme pequeño al saber que había notado mi erección.- Anda vamos a guardar las cajas en el almacen, no querras que una vieja madurita vaya contandole sus penas a un jovencito como tu.

Cogimos las cajas y las fuimos llevando hacía el almacen. Yo no sabía que hacer, aunque quería entrar en su juego a cada cosa que me decía me volvia a dejar fuera de juego. El mercado se había quedado vacio ya, eramos la última parada que seguia recogiendo, pues al ir hablando nos entreteniamos. Dejamos la última caja y nos limpiamos los guantes con la manguera, los secamos y yo me los quite, pues no me gustaba llevarlos puestos. Ella seguía haciendo cosas mientras yo la miraba. Una vez estaba todo listo en el almacen frigorífico cerramos la puerta, estonces ella volvio a hablar.

-A: Entonces que, me dejarás que te pague algo por tu ayuda?

-M: Ni de broma, no te preocupes.

-A: Pues si no quieres que te pague dejame almenos que te invite a cenar, seguro que te puedo hacer una comida que jamas olvidarás.-volvio a reir.

Yo no sabía si era una proposicón formal o indecente, pero estaba dispuesto a seguirle en juego otra vez.

-M: Así? Una comida que jamas olvidaré?

-A: Pues claro cariño, tambien tengo una almeja que seguro te encantaría, piensa que mis productos del mar son los mejores de la ciudad.

-M: Eso suena delicioso si, y tu tambien comerás almejas?-pregunté yo con descaro.

Ella se acerco a mi aun con los guantes puestos y cuando estuvo delante me agarro del paquete que volvía a estar como una piedra y dijo:

-A: No cariño, yo soy mas de carne, sobretodo si es como esta bien dura y acompañada de dos huevos.

Acto seguido me desabrocho el pantalon y de un solo tiron me bajo pantalon y calzoncillos hasta los tobillos, dejando mi polla mirando al techo. Ella se arrodillo frente a mi y con du manitas me agarró la polla por la base, empezando a moverla arriba y abajo, con suavidad. Acerco sus labios y empezó a besar mi glande, para luego abrir la boca y con su lengua hacer circulos en la punta. Yo estaba en la gloria y mas cuando con sus carnosos labios empezó una felación de campeonato, succionando mi capullo, pasando la lengua desde la base hasta la punta. como si de un helado se tratara ella chupaba y chupaba, mentiendosela hasta la garganta, sacandola y volviendo a tragar. Jugaba con mis pelotas y las lamia tambien, realmente se notaba que era una experta pues me estaba dando la mejor mamada de mi vida, con ritmo constante y sin dejar de mirarme a los ojos. Yo disfrutaba de las vistas y no podía aguantar más asi que la avise.

-M: Me voy a correr Ana, parate si no quieres que te llene la boca de leche.

Ella no se aparto, al contrario, aumento el ritmo y yo ya no lo pude aguantar.

-M: Aaaarghhh, me corro me corro!!!

No recuerdo cuantos chorros solte en su boca, pero ella no se aparto, siguio chupando y chupando, sin desperdiciar ni una gota, tragaba y ponia cara de disfrutar mientras s mi me temblaban las piernas. Me dio una última chupada succionando mi capullo y se puso en pie, me beso con mucha lengua y me dijo.

-A: La comida ya te la he hecho, espero que te haya gustado tanto como a mi, ahora tu decides si quieres almeja o no.

Sin duda acepte, así que cogímos un taxi y nos dirigimos a su casa. Durante el trayecto no dejamos de besarnos sin parar y meternos mano, tenia el tanga completamente encharcado, nunca había notado tal cantidad de flujo en una mujer antes y yo volvia a estar cachondisimo. Al llegar a su casa no puede aguantar mas, solo cerrar la puerta la agarre del culo y la subi en brazos, la empotre contra la puerta y empece a besarla sin parar. Ella me devolvía los besos con la respiración entrecortada, estamos ambos a mil por hora asi que nos fuimos a su habitación. Una vez allí me desvesti tan rapido como pude y me tumbe en la cama para ver como se desnudaba ella. Se quito primero la camiseta dejandome una maravillosa vista de sus pechos en un precioso subetador blanco, luego de quito la falda. Madre mia que cuerpazo, tenía algo de barriguita, pero sin duda conservaba un cuerpo que cualquier hombre desearía. La agarre de la mano y la tire a la cama, me puse encima de ella y volví a besarla, pero esta vez con suavidad, besos largos y lentos donde nuestras lenguas jugaban a entrelazarse. Alternava los besos con caricias por su cuerpo y con besos, lameto es y mordisquitos por su cuello y orejas. La incorpore un poco y le quite el sujetador liberando asi dos pechos grandes, con una aureola rosada y grande como una galleta y unos pezones gordos y super duros por la excitación. Empeze a lamerselos y morderlos con suavidad, me metia toda su aureola y pezon en la boca y jugaba con mi lengua. Ella no dejaba de suspirar y jadear levemente.

Seguí bajando por su cuerpo, recorriendo su vientre con mis labios hasta llegar entre sus piernas aun con el tanga blanco puesto. Empece a besarla y a lamerla por encima de tanga, mordisqueaba sus muslos y volvia a recorrer su coño con mi boca.

-A: Ufffff, no me seas cabron y cometelo ya por dios!!!

-M: Shhht, llevas media tarde jugando conmigo, ahora me toca a mi-le conteste pellizcandole un pezon.

Prosegui mi juego y le quite el tanga lentamente, dejando a la vista un precioso coño con los labios un poco salidos y completamente mojado.

Me acerque a este con mi boca, pero seguí torturandola un poco, dandole suaves besos por la zona y soplandole un poco. Ella se retorcia y gemia, hasta que no pude resistirlo y abriendolo bien le di un lametazo desde el perineo hasta su clitoris.

-A: Ohhhh siiii!!!! Que gusto!!! Me corroooooo me corrooooo!!!

Exploto en mi boca una catarata de flujos emanado desde lo más profundo de su ser con una sola lamida.

-A: Ummmm, dios, que gusto, no pares por dios, quiero más!

-M: Ni loco voy a parar ahora, solo te he dado una chupadita y yo quiero comertelo más.

Sin dudarlo volví a repetir el movimiento, pero esta vez desde su ano hasta tu clitoris, como loco sin parar de lamer y lamer le introduje un dedo por su vagina sin dejar de lamerle el clitoris.

-A: Que rico cariño, que bien lo haces, uhmmm, no pares por favor, dame más.

Haciendo caso de su petición le meti de golpe otro dedo, entrando y saliendo sin parar de su vagina, con mi lengua martilleando su clitoris. Ella seguia gimiendo y retorciendose como una loca, se notaba que estaba llegando al climax y entonces subí mi apuesta, saque uno de los dedos de su coño y se lo meti de golpe por el culo.

-A: Ahhhhh!!! Me corro de nuevooooo!!! Sigue sigue sigueeee!!!!-chillo contorsionandose en la cama.

Yo seguí en mis tareas pero bajando poco a poco el ritmo para que se fuera recuperando, hasta que al final dijo.

-A: Ven aqui mi amor

Subí a su altura y empezó a besarme con mucha dulzura, relamiendome la cara empapada de sus jugos.

-A: Eso no se ha acabado aun, ahora viene lo mejor, el postre.

Me guiño el ojo, se incorporo un poco y de uno de los cajones de su mesilla de noche saco un preservativo. Lo abrió y con su boca me lo puso en mi polla.

-M: Que arte tienes, eso nunca me lo habían hecho.

-A: Jajajajaja, pues preparate para lo que viene porque lo vas a disfrutar.

Se puso encima mia y se sento de golpe encima de mi polla que entro de un solo movimiento hasta el fondo. Con sus manos en mi pecho en mi pecho para usarlo de apoyo se iba moviendo poco a poco, metiendosela hasta el fondo y sacandola casi por completo, con un ritmo continuo que a mi me tenia enloquecido.

-A: Te esta gustando cariño?

-M: A caso lo dudas? Es una maravilla como te mueves, quien me iba a decir a mi que hoy acabaría follando con una de las primera mujeres en las que me fine de pequeño.

-A: Me alegra que te guste, si te soy sincera al verte esta mañana recorde como de pequeño te dedicabas a mirar por debajo de mi falda y me puse muy perra imaginandote haciendolo ahora.

-M: Pues parece que he pasado de mirar a entrar hasta el fondo.-le dije dandole un cachete en su culazo.

-A: Disfrutalo, porque te pienso sacar hasta la última gota.

Dicho esto aumento el ritmo, cabalgandome sin parar, gimiendo, yo estaba cerca de terminar asi que empece a acariciarle el clitoris mientras ella seguia con su movimiento salvaje.

-A: Ufff amor, como sigas tocandome así…uhmmmm, me correré enseguida.

-M: Eso prentendía pues yo estoy a punto de llegar, no aguantaré.

-A: mmmm aguanta por dios aguantaaaahh que yo ya llegó!!

-M: Me corroooo

-A: Y yooo!! Ahhhhmmm, que gustoooo. Que bueno se siente!!

Despues de eso se deplomo en la cama, nos besamos y nos quedamos dormidos.

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luhanvirus · 4 years ago

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Pagarás III

En el que Jin Ling se entera de que su tío favorito tiene un hijo.

N/A: Tumblr me borró mi viñeta de Pagarás y no la pude recuperar, todavía me duele perder mi AU. Mención de personaje trans, familias homoparentales y Jin Ling siendo un hijo celoso.

Para el #CultivaTober2020 en español porque quiero leer una historia donde JC es un hombre trans y esté enamorado del té chai.

Día 14: Hojas.

“¿Por qué traes esa cara?”

Jin Ling suspiró, sin ánimos de discutir con su tío Cheng como lo hacia habitualmente.

“Tío, creo que eres la única familia decente que tengo.”

“¿Y recién te vienes a dar cuenta?” Jiang Cheng bufó con sorna, sirviéndole la cena a Jin Ling mientras dejaba reposar té de hojas con especias que tanto había anhelado beber en su descanso. Hada se sentó a su lado, pegando su hocico en su pierna como cada vez que quería que quería que le diesen comida de la mesa o las sobras.

Jin Ling intentó llamarle la atención, pero su mascota hizo oídos sordos a su regaños como cada vez que estaban en casa su tío Cheng. Cosa que no hacía en Lanling porque su tío Yao no la dejaba entrar a la casa desde que habían descubierto que Rusong le tenía alergia a los perros.

Su tío por otra parte, parecía de buen humor.

Bueno, dentro de lo normal.

Así que Jin Ling decidió que era un buen momento para pedirle cosas a su tío.

“Tío ¿Puedo quedarme el fin de semana aquí?”

Jiang Cheng enarcó una ceja, estudiando a su sobrino con la mirada. Se suponía que el mocoso pasaba los fines de semana en la casa de su otro tío mientras Jiang Cheng trabajaba hasta la madrugada los fines de semana, ese era el trato al que había llegado con Jin Guangyao luego de que la abuela de Jin Ling le había cedido la custodia antes de morir.

Puso el reloj de arena de tres minutos a funcionar, sin gustarle la idea de que A-Ling se quedara solo y sin supervisión en casa.

“¿Por qué no quieres ir donde tu tío? ¿El mocoso engreído te está molestando de nuevo?”

“No, no es eso.” Negó, tratando de no incluir a la plasta de Jin Chan en la conversación. Suficiente tenía con verlo todas las semanas en la escuela. “Es sólo que quería pasar el fin de semana contigo.”

Jiang Cheng entrecerró los ojos, desconfiado.

Su sentido arácnido le decía que el mocoso le estaba escondiendo algo. Pero no sacaba nada de forzarlo a hablar porque mientras más lo presionara, más se negaría a hablar. Jin Ling podía ser tan terco como una mula cuando quería.

“Sabes que no me gusta que te quedes solo en la casa.”

“¿Puedo invitar a mis amigos entonces?”

Jiang Cheng soltó el aire de sus pulmones, haciéndose a la idea de los mocosos iban a vaciar su refrigerador.

“Eso depende de a cuántos amigos quieres invitar.” Mencionó, sintiendo el estrés de sólo pensar en que tendría que estar pendiente al teléfono por si alguno de los padres llamaba y en que debería que abastecer la cocina de bebidas y snacks para que a los mocosos no les faltara nada. Se sirvió más té.

“Los de siempre, ya sabes Ouyang y los Lan.”

“¿Eso incluye a Lan Jingyi?”

“Sí ¿Por qué?”

“Nada.”

“¿Entonces eso es un sí?”

Jiang Cheng se cruzó de brazos, suspirando.

Iba a perder su domingo de descanso si Jin Ling aún quería pasar tiempo con él, tal vez podrían salir a comer helado a Gusu y llevar a Hada a algún parque en Caiyi.

“Está bien, sólo porque no quiero que estés solo todo el día.”

“Bueno, si tuvieses hijos no tendría que quedarme solo en la casa.” Se quejó, sin pensar realmente en lo que estaba diciendo hasta que las palabras habían salido por su boca.

Arrepintiéndose al instante, temiendo molestar en serio a su tío.

El hombre básicamente había sacrificado su vida amorosa y su juventud para criarlo, por lo que a veces Jin Ling se sentía un poco culpable por espantar a todas las mujeres que habían intentado ligar con su tío. Era un crío celoso, pero no le importaba serlo.

No quería a compartir a su tío favorito con nadie.

“¿Y quién te dijo que no tengo un hijo?”

Jin Ling casi se atragantó con la comida, empezando a toser mientras se llevaba una mano al pecho.

“Eso no fue gracioso tío.”

“¿Quién dice que estoy bromeando?” Jiang Cheng tomó otro sorbo de té chai, fascinado con el aroma y sabor de las especias.

“Pero tú...” Jin Ling balbuceó, conmocionado. “¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Por qué no lo conozco?”

“Es una larga historia, el domingo hablaremos. Ahora termina tu cena.”

“Pero tío.”

“A-Ling, mañana es viernes y sabes tendré que trabajar hasta tarde. Así que te pido que me dejes descansar temprano hoy.”

. 　 · ✦

Reunión de emergencia, sOMEONE HOLD MY DOG.

Jingyi:

¿Qué pasó joven amante?

Sizhui:

No le digas así, A-Yi.

Zizhen:

Vamos, sacalo todo que tu pecho no es bodega para guardar cosas.

Jin Ling tipeo una respuesta a sus amigos con los dedos aun temblorosos, aún sin poder creérselo:

Tengo un primo.

Jingyi:

...

Zichen:

...

Sizhui:

Uhm, Jin Ling. ¿Le pasó algo a Rusong?

Jin Ling frunció el ceño, sin dejar de mirar la pantalla del teléfono:

No lo entienden??? MI tío Cheng tiene un hijo.

Un hijo!!

Jingyi:

Y eso es malo?

Zizhen:

Detalles y nombres.

Sizhui:

Zizhen, este no es momento para pensar en tus novelas online.

Jin Ling le escribió a Jingyi mientras Zizhen le decía a Sizhui que nunca era mal momento para empezar una nueva novela inspirada en la vida de tus amigos:

Nunca me dijo nada hasta hoy!!

Cómo se supone que me daba sentir al respecto?

Jingyi:

Bueno, pudo ser peor.

Digo, pudiste enterarte cuando tu tío muriera y tu primo apareciera en el funeral para cobrar su parte de la herencia.

Zizhen:

Agradecido con el de arriba por la idea para mi nueva novela online.

Gracias por tanto Jingyi, perdón por tan poco.

Jingyi:

¿Cómo que gracias?

Anda pensando de dónde vas a sacar el dinero para comprarme pollo frito.

Jin Ling borró el mensaje que estaba escribiendo antes de enviarlo, sopesando las palabras de Lan Jingyi y sus implicaciones.

Mierda, ni siquiera había pensado en eso.

. 　 · ✦

Jin Ling se sentó en el borde de su cama, con la mente en blanco.

Esa no la había visto venir jamás.

Siempre había pensando que si algún día su tío Cheng encontraba pareja, sería cuando él cumpliera la mayoría de edad y ya estuviese en la universidad. Ya sabes, para no sentir el nido vacío.

Sin embargo, su tío parecía tener más secretos que las cicatrices en su cuerpo.

. 　 · ✦

“¿Y entonces? ¿Pudiste averiguar algo más sobre tu primo?” Preguntó Zizhen sin despegar la mirada del teléfono, preocupándose de pedir pollo frito por un delivery.

Jin Ling ni siquiera se molesto, a sabiendas de que Zizhen iba a usar su vida para una nueva novela online.

Se sentó en el sillón más cómodo y suspiró pesadamente.

“Nada, mi tío me dijo que hablaríamos el domingo. Como si la ansiedad no me estuviese matando ya.”

“Te siento, Jin Ling.” Mencionó Jingyi mientras se sentaba a su lado en el sillón y apoyaba un brazo en su hombro, compadeciéndose de ambos. “No hay nada peor que un hermanastro.”

“Oye ten más respeto, estás hablando de Rusong.” Se quejó Jin Ling.

“¿Ves lo que digo? Uno deja de ser la prioridad en la casa y lo peor de todo, tienes que hacerte a la idea de compartir todo con alguien más. Incluso a tu papá.”

Jin Ling no sabía si sentirse ofendido o preocupado, principalmente porque Jingyi estaba hablando de su primo y Rusong siempre había sido un pan de Dios.

Era normal que el tío Xichen lo adorara, pensó.

Pero al mismo tiempo no pudo dejar de pensar en que Jingyi, al igual que él, siempre había sido hijo único. Estaba acostumbrado a ser solamente él y su padre, sin terceras personas en la ecuación. Por lo que probablemente era el único de los presentes que podría llegar a entenderlo en estos momentos.

Para Jin Ling, su tío Cheng era como su padre. La figura paterna y materna que tenía desde que tenía memoria, siempre había sido su todo y ahora que le había revelado que él tenía una familia en algún lado... No sabía qué pensar.

Se dejó abrazar por el menor, sintiendo el peso de que la vida como la conocía podía acabarse en cualquier momento.

“A-Yi, deja de molestar a Jin Ling.” Shizui lo regañó.

“No lo estoy molestando, le estoy advirtiendo y el que advierte no es traidor.” Aclaró Jingyi, antes de acercarse al oído de Jin Ling y susurrarle. “Recuerda bien mis palabras, joven amante. Aprovecha tu exclusividad mientras puedas, nunca sabes cuándo será la última vez que sean sólo tú y tu tío.”

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nothesc · 4 years ago

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Semana 7 Parte 3. Un fic Damira

Aquí os dejo la parte del Martes al Viernes. En los próximos días intentaré subir la del sábado.

Parte 1 aquí Parte 2 aquí

Podéis leerlo en ao3

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MARTES 22:32

Amira sale de su cuarto y encuentra a su madre en el salón escribiendo algo en un papel.

-¿Qué haces? – le pregunta sentándose en el sofá a su lado.

-La lista de la compara para el sábado. Quiero ir mañana a comprar.

Amira asiente y se queda en silencio, tiene tantas cosas que le encantaría hablar con su madre, pero no sabe por dónde empezar.

-¿Has invitado ya a tus amigas? – su madre le pregunta.

-Sí, me han dicho que sí todas, Nora, Viri, Eva, Cris y Joana – contesta Amira, precisamente esta mañana en clase las ha invitado a la celebración de Eid el sábado. Todas le dijeron que sí, aunque es cierto que Eva estaba un poco distante, y no la culpa, Lucas es su mejor amigo y le duele lo que pasó con Kasim y Amira. Pero aún así Eva ha aceptado ir.

-Genial, y ¿a las chicas de la asociación? Necesito saber cuántos seremos.

-No les he preguntado aún, no sé si tendrán planes familiares o…-Dice Amira vagamente, lo cierto es que le encantaría que las Labass vinieran pero no sabe si aceptarán, su relación no pasa por los mejores momentos.

-Bueno pues pregúntales mañana, ¿vale? Las pongo en duda en la lista de momento – la madre de Amira escribe sus nombres en el papel y hace recuento – Pues entonces confirmados tengo a tus amigas, a tus amigos y a Dani.

-¡No! – dice Amira más fuerte de lo que pretendía. Bajando el tono de voz para tratar de parecer normal continua – Dani no…Dani no va a venir.

-¿Habéis roto?

Amira abre los ojos como platos al escuchar la pregunta de su madre. Está tan en shock que no sabe ni qué decir.

-Amira, cariño, que soy tu madre, te conozco.- le dice su madre – Pero, ¿qué ha pasado? Yo te veía muy feliz.

Amira trata de contener las lágrimas para no ponerse a llorar como un bebé que es lo único que parece que sabe hacer últimamente. Trata de buscar las palabras adecuadas para explicarlo.

-Pues…no lo sé…o sí lo sé. Es que…Es que yo le estaba pidiendo muchas cosas a Dani y no era justo. Yo no quiero que Dani tenga que hacer un esfuerzo para estar conmigo, no quiero sentir esa presión de que él se está sacrificando por mí. Y él pues…no entiende muchas cosas. No entiende por qué no nos podemos besar y se frustra y lo pasa mal…y yo lo paso mal de verlo así y…no quiero que pase un tiempo y acabemos odiándonos y…no sé…

-Pero, ¿Dani te ha presionado para que os beséis? – le pregunta su madre preocupada, conoce a Dani desde que era un niño y no parece ese tipo de chico, pero no quiere decir que no pueda serlo.

-No, no, y él me dijo que nunca haría eso pero…yo sé que quiere besarme, porque me lo ha dicho. Y a ver yo también quiero besarlo, pero yo he elegido no hacerlo y sé por qué lo he hecho. Y él pues…no lo entiende.

-Y ¿tú se lo has explicado? O, ¿él ha tratado de buscar las razones?

-No…-dice Amira evitando la mirada de su madre.

-Y, ¿qué opina Dani sobre la ruptura? Porque por lo que me dices entiendo que le dejaste tú, ¿no?

-Sí…pues él dice que es normal que necesitemos un tiempo para adaptarnos y conocernos como todas las parejas. Pero mama yo sé que no es solo eso, él no me entiende ni lo va a hacer, solo va a estar sacrificándose por mí y ahora lo lleva bien pero llegará un momento que se cansará y me resentirá. Y que no sé, las relaciones no tienen que ser tan difíciles ¿no? Y que vosotros mismos lo decís, que tenemos que elegir las batallas que luchamos.

-A ver Amira, yo no te puedo decir lo que tienes que hacer, es tu vida y solo tú puedes decidir qué hacer con ella y con quien quieres vivirla.

-Pero mama yo necesito que me des tu opinión, por favor.

La madre de Amira mira a su hija sin saber muy bien qué decirle, no quiere influir en su decisión pero sí quiere aconsejarle.

-Pues yo creo Amira que tú no eres una persona que tira la toalla, creo que cuando quieres algo luchas por ello hasta el final. Y por lo que me estás contando, me da la sensación de que Dani también está dispuesto a luchar por vuestra relación pero que tal vez necesita tiempo, y necesita entender.

-Pero yo ya estoy cansada de tener que luchar todo el tiempo…-dice Amira casi en un susurro.

-Lo sé, cariño, lo sé.

La madre de Amira atrae a su hija para darle un abrazo, es lo único que puede hacer ahora mismo, la decisión es solo suya.

-Y Amira, quiero que sepas que yo te voy a apoyar decidas lo que decidas, lo único que quiero es que seas feliz.

MIÉRCOLES 17:17

Tras mucho insistir su madre la ha convencido para que vaya personalmente a la asociación a invitar a las chicas a lo del sábado. Aunque le da miedo la reacción que puedan tener, la verdad es que Amira se alegra de haber venido, lleva tiempo queriendo hablar con ellas, en especial con Dounia. Duda sobre si llamar o no a la puerta pero decide entrar sin más. Noor, Elena y Dounia están charlando animadamente sobre la última trastada de uno de los niños. Cuando se dan cuenta de que Amira está ahí dejan de hablar.

-Hola…perdón por venir sin avisar pero…quería hablar con vosotras

-Amira, tú aquí siempre eres bienvenida – le dice Elena sonriendo.

Amira le devuelve la sonrisa y se hace un silencio incómodo en el que las chicas solo se miran las unas a las otras sin saber muy bien qué decir.

-Bueno yo quería deciros que el sábado vamos a celebrar Eid en la azotea de mi casa con mi familia y mis amigos. Supongo que ya tendréis vuestros propios planes pero…bueno que si os queréis pasar, pues me gustaría mucho teneros allí.

-Cuenta conmigo, yo estaré con mi familia pero seguro que me puedo pasar un rato – le confirma Elena.

-Yo…yo también, iré, sí – dice Noor asintiendo con la cabeza y sonriéndole.

Amira mira directamente a Dounia por primera vez desde que ha entrado en la asociación. Dounia le evita la mirada y se queda en silencio. Noor y Elena no tardan en captar que las chicas necesitan hablar a solas.

-Bueno chicas, que nosotras vamos a…bueno que nos vamos – dice Noor llevándose a Elena de la mano.

Antes de que las chicas lleguen a la puerta Amira se acuerda de que hay algo más que quiere decirle a todas.

-Chicas, que…bueno que Dani y yo ya no estamos juntos…solo quería que lo supierais por mí y no por otra persona.

-Ay, Amira, ¿y tú cómo estás? – pregunta Elena preocupada

-Bueno…no os preocupéis de verdad…estoy bien – miente Amira que realmente no quiere hablar del tema.

Noor y Elena entienden la reticencia de Amira a hablar del tema y sin decir nada más se van.

-¿Qué ha pasado? Con Dani digo…-dice Dounia de repente, haciendo que Amira se dé la vuelta a mirarla.

-Pues lo que tenía que pasar…¿no? – Amira se encoge de hombros resignada – Pero no he venido a hablar de Dani

-Ya…me imagino – dice Dounia mirando al suelo.

Las dos chicas se quedan en silencio sin saber muy bien qué decir. Cuando hablan, lo hacen a la vez, y para decir las dos mismas palabras.

-Lo siento.

Al darse cuenta de que las dos han dicho lo mismo se echan a reír.

-Dounia, lo siento. Yo no quería mentirte sobre tu hermano, y de verdad que no te culpo por creerle a él antes que a mí. Pero me dolió mucho que me llamaras mentirosa y…exploté. Y no debí hacerlo, no tendría que haberte enviado a casa a descubrir a Kasim de esa forma. Siento mucho el daño que haya podido causar en tu casa, y sobre todo a vosotros dos. – Amira exhala tras dejarlo todo salir, lleva mucho tiempo pensando en esta disculpa.

-Yo también lo siento Amira, por no haberte creído, por llamarte mentirosa cuando lo único que estabas haciendo era proteger a mi hermano. Yo ni siquiera tendría que haberme inmiscuido en vuestras vidas, no tendría que haber hecho esa encerrona e insistir tanto para que estuvierais juntos. Y siento lo de Dani…no sé qué ha pasado y no te voy a presionar para que me lo cuentes pero…quiero que sepas que no me alegro de que ya no estéis juntos.

-Gracias…-dice Amira con una sonrisa tímida. - ¿Cómo está Kasim?

-Pues…está…confundido, avergonzado. Mis padres no lo saben, yo no se lo conté y él obviamente tampoco. – Dounia hace una pausa, hay algo que quiere dejar claro – Amira yo no tengo ningún problema con que mi hermano sea gay, quiero que lo sepas. Lo que a mí me dolió fue que me mintiera de esa forma y que te utilizara así. No me gustó nada su comportamiento, el ir por detrás, el mentir, es algo que no puedo soportar. Mi hermano me ha decepcionado, muchísimo, pero es mi hermano y le quiero, sin condiciones.

-Y ¿qué crees que dirán tus padres cuando se enteren de que es gay?

-Pues…yo creo no van a tener ningún problema, pero Kasim está convencido de que se enfadarán. No sé, al final es decisión suya cuándo se lo cuenta, yo no le voy a presionar. Pero necesita tiempo, supongo, para asimilar todo lo que ha pasado estas semanas. – dice Dounia, que sonriendo añade – Y creo que está bastante enamorado de tu amigo Lucas.

Amira sonríe también, le gusta saber que Lucas y Kasim se tienen el uno al otro, se merecen ser felices.

-Entonces…¿vas a poder venir el sábado? Quiero decírselo también a Kasim y Lucas pero…no sé si vendrán la verdad.

-Sí, me pasaré con las chicas – confirma Dounia – y por cierto Amira, por la mañana estaremos aquí en la asociación dándoles regalos a los niños…me encantaría que estuvieras…y que vinieras más…como antes

Amira no puede contenerse y abraza a Dounia en señal de felicidad, ha echado mucho de menos a sus amigas y a los niños, a la asociación en general, y le pone muy feliz saber que de nuevo es bienvenida en ella.

JUEVES 19:23

Joana mira el móvil mientras entra en el portal aprovechando que una vecina salía y ha abierto la puerta. Cris le acaba de mandar un mensaje diciéndole que vaya subiendo a la azotea que ella viene de camino. Joana sonríe, de alguna forma la azotea se ha convertido en su pequeño rincón especial y eso le gusta. Subiendo los escalones de dos en dos Joana lleva hasta el último piso y abre la puerta. Una vez en la azotea no tarda mucho en darse cuenta de que no está sola.

-¿Dani?

El chico está sentado en el suelo, con la espalda apoyada en la pared y mirando a la nada. Cuando oye su nombre busca la procedencia y alza las cejas al ver a la novia de su hermana en frente de él.

-¿Joana? No sabía que veníais, ¿y Cris?

-Viene de camino y me dijo que fuera subiendo yo.

-Ah pues, os dejo entonces, yo me voy a casa, solo había subido porque mi madre me estaba volviendo loco – explica Dani levantándose.

-No espera, quedate conmigo hasta que venga Cris ¿sí? Que me da cosa que suba alguien y me quiera echar por no ser vecina.

-Sí…claro, vale. – Dani suspira y vuelve a su posición inicial, sentado apoyado en la pared.

Dani y Joana siempre se han llevado bien, pero es cierto que nunca han tenido una conversación de tú a tú, y mucho menos solos. Por eso, el silencio que se instaura entre ellos es un poco incómodo.

-¿Cómo estás? – pregunta Joana. Dani solo la mira y se encoge de hombros – Ya…jodido ¿no? Cris me contó lo que pasó entre Amira y vos.

-¿Sí? ¿Te lo contó? Pues a ver si me lo puedes contar tú a mí porque yo no sé qué hostias ha pasado. – dice Dani con clara frustración. Al segundo se da cuenta de que se ha pasado y niega con la cabeza – Perdón, en serio, perdona Joana no quería pagarlo contigo. Es que…es que no sé qué ha pasado, de verdad que no lo entiendo – la voz de Dani se quiebra con esta última frase y trata, sin éxito, de recomponerse.

Joana suspira y se sienta en frente de Dani. Abre la boca para decir algo pero se frena, no sabe si tiene la suficiente confianza para ser franca con Dani.

-Dilo, sé que quieres decir algo, dilo – dice Dani que se ha dado cuenta de que Joana tiene algo que decir.

-Pues…pues creo que son los dos un par de pelotudos – dice Joana honestamente

-Vaya, no te cortes eh, tú di lo que piensas.

Joana se ríe y le alegra ver que Dani casi esboza una sonrisa.

-Es que me recuerdan a Cris y a mí. ¿Vos sabés que yo corté con tu hermana y le dije que no la quería porque no quería hacerle daño?

Dani frunce el ceño y niega con la cabeza, la verdad es que nunca ha hablado con Cris sobre los comienzos de su relación con Joana.

-Pues sí, yo me sentía una carga para ella, sentía que…no sé que ella se estaba perdiendo muchas cosas por estar conmigo, se estaba perdiendo estar en una relación…normal. Y decidí que lo mejor era cortar antes de que nos hiciéramos daño. ¿Te suena?

Esta vez Dani sonríe de verdad, aunque sigue habiendo tristeza en sus ojos.

-Y ¿qué hizo Cris? – pregunta Dani

-Pues tu hermana no se rindió. Me dijo que le daba igual si la relación era jodida, que ella elegía estar conmigo. Ya sabés que es un poco cabezota.

-A mí me lo vas a contar…

Joana se ríe, su novia puede ser muy cabezota cuando se lo propone, pero es algo que no cambiaría por nada del mundo.

-Mirá Dani, yo no soy Amira, no sé cómo se siente exactamente, pero me lo puedo imaginar. Yo sé lo que es que todo el mundo piensa que eres la carga de la relación, tener miedo de que la otra persona se canse de ti. Y a veces somos unas cagonas y queremos salir corriendo. Pero Cris nunca me dejó huir ¿sabés? Y se lo agradezco porque estar con ella es lo mejor que me podría haber pasado. No sé el ver cómo investiga sobre el TLP para entenderme y saber lo que necesito y por qué…Es algo que realmente significa mucho para mí y…bueno yo no te puedo decir lo que tenés que hacer pero sí que te diría que no tires la toalla, no todavía.

-Gracias Joana…de verdad.

El momento es interrumpido por la puerta de la azotea abriéndose. Joana se da la vuelta y ve a su novia entrar.

-Pero ¿qué hacéis los dos ahí? Criticándome seguro ¿no?

-Obvio – dice Joana riéndose.

-Bueno, os dejo solas – dice Dani levantándose para irse.

Al pasar por al lado de su hermana esta lo detiene tocándole el brazo.

-Ey, ¿qué tal? – pregunta Cris preocupada, Dani sigue sin querer hablar con ella sobre Amira y no sabe qué hacer ya.

Dani mira a Joana y luego a Cris y sonríe.

-Mejor – dice, y es verdad, la conversación con Joana le ha quitado un peso de encima en cierto modo, como si toda la semana hubiera estado en una habitación a oscuras y de repente ha llegado ella a encender la luz.

Dani sale de la azotea y baja los escalones en dirección a su casa, tiene mucho que leer.

VIERNES 23:45

Amira reescribe el mensaje por quinta vez, lleva 20 minutos tratando de expresar todo lo que quiere decir. Suspirando decide dejarse llevar, simplemente sacar lo que lleva dentro.

“Hola Kasim. Te escribo este mensaje porque no creo que quieras verme la cara, y no te culpo. Quería pedirte perdón, nunca debí enviar a Dounia a tu casa sabiendo que estabas allí con Lucas. Podría explicarme y excusarme diciéndote que me dolió mucho que Dounia me llamara mentirosa y que te defendiera cuando yo llevaba semanas pidiéndote que no me utilizaras, pero la verdad es nada justifica el haberte sacado del armario con tu hermana. Fue un momento de rabia e ira, exploté y no debí hacerlo. Espero que algún día puedas perdonarme. El sábado vamos a dar una celebración en casa por Eid con amigos y familia y me encantaría que Lucas y tú vinierais. Pero entenderé si no lo hacéis. De nuevo te pido perdón y espero que estés bien.”

Amira presiona el botón de enviar y siente como si se hubiera quitado un peso de encima. No sabe si Kasim la perdonará, pero tenía que intentarlo.

Busca en su móvil la conversación con Cris para contarle lo que ha hecho pero, de modo inconsciente la que acaba abriendo es su conversación con Dani. El último mensaje que le envió fue dándole las gracias cuando le dijo que si necesitaba hablar él estaba ahí. Sin que le dé tiempo a arrepentirse escribe un mensaje rápido y lo envía.

“Le he escrito a Kasim para pedirle perdón, no sé si me perdonará pero, deséame suerte”

La respuesta de Dani es casi inmediata.

“Suerte, aunque estoy seguro que no la necesitas. No puede imaginarme que alguien no te quiera en su vida”

#skam españa #damira #damira week 7 fic

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girlycutie33 · 6 years ago

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El amante secreto

- Los declaro oficialmente casados.- el padre en la Iglesia termina su monólogo dando por oficial el matrimonio entre el mexicano y el estadounidense, entre aplausos y un coro repitiendo la palabra bisílaba "beso" la actual pareja junta sus labios en un tímido beso.

- Te amo Estados Unidos Mexicanos.- susurra cerca del rostro contrario el chico con un escudo de águila.

- I love you too, United States of America.- corresponde acariciando las mejillas contrarias.

Los recién casados, tomados de la mano, salieron de la Iglesia siendo recibidos con la lluvia de arroz, aplausos, felicitaciones y abrazos; entre tanto alboroto nadie notó el anillo de compromiso sobre el suelo siendo recogido por un hombre de mirada triste, viendo como el amor de su vida se iba lejos de su lado.

El tiempo pasó como el viento, ante la mirada de todos él matrimonio era una maravilla, lleno de amor y confianza; sin embargo, los rumores seguían rodeando a la reciente pareja, yendo casi siempre contra el estadounidense.

- ¿Escuchaste lo que dijeron?.- la voz de una mujer susurrando se dejó escuchar, se encontraban en un restaurante y las muchachas chismosa a unas mesas alejadas de ellos.

- ¿Sobre la infidelidad de USA? Claro, es de lo único que se habla.

- Dicen que es Rusia el plato de segunda mesa.

- ¡¿Podrían callarse de una puta vez?!.- era de saberse que México era una nación paciente, pero todos tenían sus límites, el suyo era cuando rumoreaban de su matrimonio.

- Honey please, let ignore them [Cariño por favor, sólo ignoralas].- acaricia el dorso de la mano izquierda del menor tratando de tranquilizar a su pareja.

- Está bien.- aún con el ceño fruncido vuelve a sentarse en la silla frente a su marido quien le veía con una sonrisa sincera.

Poco después de haberse empezado los rumores de la infidelidad de USA con Rusia fueron desmentidos por él último dando aviso a su próximo matrimonio con Bielorrusia, las cosas volvieron a estar bien... o eso se creía. Nadie sabía cómo era el matrimonio dentro de las paredes de su casa, ni siquiera los padres de la pareja; mientras frente a los demás eran felices y amorosos, una vez a solas se trataban con leve indiferencia, pocas veces se hablaban y eran solamente para cosas sin importancia.

Aquello lastimaba el corazón de cierto país, sus sentimientos hacia su marido eran fuertes, cuando deseaba que fuesen correspondidos.

- USA, al rato vuelvo, tengo que atender unos asuntos del trabajo.- terminaba de acomodar su chaleco frente al espejo sintiendo la mirada del norteamericano sobre su cuerpo.

- Alright sweety, come back before dinner [Bien cariño, vuelve antes de la cena].- levantándose de la cama se acerca a su pareja dejando un pequeño beso en su mejilla verde, siendo respondido con una sonrisa.

- No tardaré, sólo son unos papeles y ya.- toma su maletín y deja un suave beso en los labios de su esposo.- Recuerda que mañana vamos de paseo con papá, adiós USA.

El menor sale tanto de la habitación como de la casa que comparte con el de cincuenta estrellas, una vez habiendo dejado su hogar el americano borra la sonrisa de sus labios, deseaba poder decirle cuanto le amaba, le deseaba, quería una vida feliz a su lado, no sólo en a apariencia, sino también en esencia. Soltando un suspiro vuelve a caminar hacia su cama notando un pequeño papel sobre saliendo de debajo de una almohada.

- What is this? [¿Qué es esto?].- tomo el papel perfectamente doblado, al abrirlo y leer el contenido del papel no tardó ni un segundo en reaccionar y salir corriendo con miedo en sus ojos.

Nos vemos en la fuente detrás de tu casa, al lado del laberinto, a las 4:30, no tardes, tenemos algo importante de que hablar.

Corrió tan rápido como sus piernas se lo permitiese, aquella fuente de agua se encontraba en el enorme patio trasero de su propiedad, eran exactamente las 4:30 cuando llegó al lugar antes mencionado... pero lo había hecho tarde. Frente a la fuente se encontraba el cuerpo inerte en un charco de sangre de su amado mexicano, y en frente del mismo aquel hombre que tomó su vida.

- Why did you do this Spain?! Why are you kill him?! [¡¿Por qué hiciste esto España?! ¡¿por qué lo mataste?!].- miraba desconcertado al ibérico, no venía a su mente alguna razón para que el español asesinará al hijo que más quiere.

- ¿Por qué? ¿es qué acaso aún no entiendes USA?.- con lágrimas en sus ojos voltea a ver al estadounidense, podía verse la tristeza en su mirar.- México nunca te amo, tú matrimonio con el no fue más que un arreglo para su economía, eras el único que podía ayudarlo... tuvimos que aceptarlo... yo no podía hacerlo... México no era sólo mi hijo, era el amor de mi vida.- aquellas palabras dejaron shockeado al americano, ¿México y España, juntos?.- Siempre en secreto, sabíamos que jamás seríamos bien vistos... ¿no te extrañaba todas esas noches en que México llegaba tarde? ¿o desarreglado? ¿o el por qué siempre se molestaba con los rumores de tu supuesta infidelidad?... se sentía culpable, le dolía en el alma tener que lastimarte así... lo siento USA, pero finalmente estaremos juntos... y en paz...- con la misma cuchilla con la cual asesinó a su hijo la acomoda apuntando directo a su corazón.- Ya sea en el cielo o en el infierno, un sitio al fin sólo para los dos.

- Wait! [¡Espera!].- intentó detenerlo pero fue demasiado tarde, sin miedo ni arrepentimiento clavó el puñal en su corazón soltando un grito de dolor; en pocos instantes su cuerpo cae inerte en el suelo.

Unos días después de aquel suceso se dio la noticia del amorío entre España y México, todos se encontraron tristes y sorprendidos, nunca lo hubieran visto venir. Un viernes por la tarde se celebró el funeral de los hispanos, todos los parientes y amigos de los difuntos asistieron con tristeza, a petición del americano fueron sepultados en lugares continuos, los territorios de México serían cedidos al viudo americano mientras España fue otorgado a Portugal.

- Why did you ask to bury them together? [¿Por qué pediste enterrarlos juntos?].- se escuchó la voz del portugués al lado suyo, ambos habían crecido de tamaño por la posesión de las tierras mexicanas y españolas.

- Because that way, they'll finally be together no matter what [Porque de esa manera, finalmente estarán juntos sin importar qué].- deja una última rosa frente a las lápidas de cada uno, no les tenía rencor, tenía que aceptar que el corazón del mexicano jamás fue suyo.

Mientras todos se encontraban en silencio frente las tumbas de las antiguas naciones, un par de amantes se encontraban bailando con una sonrisa en sus labios, ¿dónde se encontraban? No estaban seguros, solamente sabían que estaban juntos y nadie los va a separar.

- Te amo México.

- También te amo, España.

*^*^*^*^*^*^*^*^*

Hola, hola, hola, ¿qué tal mi gente ^^? Si, tengo algo con el EspMéx, lo siento, es mi tercera OTP, y casi no hay contenido de éste par sob por eso trato de escribir todo el EspMéx que pueda, también tengo otros ships en mente así que no hay pedo, todo irá lento, poco a poco.

Me vino la inspiración después de escuchar ésta canción de aquí Yo wey, es encantadora, la se de memoria uwu bien, espero hayan disfrutado, nos vemos a la próxima ^^

#countryhuman #mexico #usa #usamex #countryhuman!mexico #countryhuman!usa

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valdemirt · 6 years ago

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Tomo II de la Novela de Boku no Hero Academia (Traducción al Español)

[Capítulo I] [Capítulo II]

Nota antes de empezar: En el cap 3, a la clase A le tocó usar primero el baño aguas termales, y en el segundo día fue el turno de la clase B. Mineta quiso a espiar las chicas de la clase B, pero éstas lo descubrieron por una advertencia que les dieron las chicas de la clase A. Al final lo torturan y lo encierran, atado con sábanas y sogas para que no pueda escapar.

Capítulo IV: Reunión de clase AB. ¡Noche de chicas!

—¿Huh? ¿Escucharon algo? —dijo Hagakure antes de entrar a su futón.

—Puede que se trate de los chicos haciendo escándalo —respondió Kyouka, quien estaba refrescándose junto a la ventana.

—Ah sí, tuvieron problemas con los de la Clase B durante la cena.

—¿Fue por lo que sucedió con Mineta? Los hombres son idiotas al intentar esa clase de cosas.

—Whooo, les van a dar clases suplementarias. O eso escuché —dijo Ashido mientras levantaba su cabeza del futón.

—¿Estará siendo castigado? ¡Se lo merece! —era notoria la furia en su rostro, y ninguna de las otras chicas estaría satisfecha con menos.

—¡Espero que sea un buen castigo!

—Si no le hubieras picado el ojo, se habría quedado mirando y no aprendería la lección.

En la habitación se encontraba Tsuyu cerca de la pared, ayudando a Ochako a hacer ejercicio, al lado de ellas, Yaoyorozu, molesta, ordenaba sus pertenencias.

La habitación era más pequeña y sencilla que la de los chicos, pero era estilo japonesa y mucho más bonita que la de ellos. Con seis futones en el cuarto, parecía un lugar aún más reducido, aunque estaba más que perfecto para dormir. No obstante, justo por esto Yaoyorozu había tenido problemas para conciliar el sueño, ya que estaba acostumbrada a vivir dentro de un palacio con mucho espacio. Aun así, se hallaba muy feliz de asistir a un campamento.

—¡Pudiste haberle perforado más profundo los ojos! —dijo Ashido.

—¡Hubiese sido mejor que usaras tu quirk! ¡El ácido!

Las chicas seguían furiosas y querían vengarse Mineta para compensar, de alguna forma, a las pobres chicas de clase B.

—Un villano cualquiera es terrible, ¡pero un pervertido es el peor villano que una chica podría tener!

—Pero sabes que Mineta-chan nunca cambiaría, aunque le arranquemos los ojos —mencionó Tsuyu con su habitual tono.

—Eso es… es cierto.

Las chicas recordaron las cosas pervertidas que hizo Mineta, y sabían que Tsuyu tenía razón, aunque destrozaran sus deseos sexuales, estos volverían al cien por ciento a su estado original. No se podía detener o reformar a alguien como Mineta.

—En todo caso, deberíamos ver a las chicas de la clase B, deben estar muy disgustadas. Como miembros de la clase A, esto realmente es vergonzoso para nosotras —dijo Yayorozu, haciéndose responsable como vicepresidenta de la clase.

De repente se escuchó un ruido en la puerta. Todas dirigieron su atención a la entrada para ver de quién se trataba.

—¿Pueden abrir? ¡Soy Kendou de la clase B!

Las chicas se levantaron ante la inesperada visita. Yayorozu volteó a ver a las demás y esperó a que todas le dieran la aprobación con un movimiento de cabeza.

—¡Si! ¡Pueden pasar! —respondió.

Cuando se abrió la puerta, entro Kendou junto a tres chicas más de la clase B; Koudai, Shiozaki y una más que tenía la mitad de su cara cubierta con su flequillo: Yanagi Reiko. Kendou cargaba una pequeña bolsa y se la entregó a Yaoyorozu apenas entró.

—Muchas gracias por lo de antes, esto es de parte de nosotros como muestra de gratitud.

—¿Gratitud? —se preguntaron todas las de la clase A.

—¿Eh? ¡Quiero ver! ¡Quiero ver! —dijo Ashido, emocionada, tratando de ver que había en la bolsa. Ochako y el resto se acercaron también por curiosidad.

—¡Dulces! —se notó la felicidad y emoción en la cara de Ashido al ver que la bolsa estaba llena de una gran cantidad de golosinas.

—Perdón por traer algo así después de lo que paso —agregó Kendou.

Las chicas de la clase B habían llevado varios caramelos, galletas y chocolates.

—P-Pero... ¿Por qué? —preguntó Yaoyorozu confundida, y devolvió la bolsa por que no podía aceptar algo así después de lo que había ocurrido.

—¿Es por lo que sucedió con Mineta-san? Si es por eso, no podríamos aceptarlo... En realidad, nosotras deberíamos ser quienes hicieran esto por ustedes —dijo Yayorozu. Su tono de voz era similar al de una madre que se disculpaba por el comportamiento de su hijo malcriado.

Kendou soltó una pequeña risita.

—No te preocupes por los detalles. Está bien. Ya paso, eso es lo que importa.

—Además, gracias a su advertencia lo detuvimos —agregó Yanagi.

—Mhm —se pudo escuchar el asentimiento de Shiozaki, quien sostenía sus manos juntas como quien hacía una petición.

—Estamos agradecidas y se los queremos demostrar, de parte de quienes estamos aquí y también de las que no pudieron venir: Togake-san, Komori-san y Tsunotori-san nos pidieron que les enviáramos saludos. No pudieron venir porque el profesor Vlad dijo que las necesitaba para hablar de cosas importantes acerca de la práctica de mañana.

Antes de entrar al autobús, las chicas de la clase A tuvieron la oportunidad de conocer a las de la clase B. Tokage Setsuna, era una estudiante con una expresión algo severa. Komori Kinoko tenía el cuerpo pequeño y su corte de cabello era similar a un hongo. Tsunotori Pony era una chica con grandes cuernos puntiagudos, pero con unos lindos y grandes ojos.

—¡Así que, por favor, acepten este obsequió de nuestra parte! —dijo Kendou ofreciendo la bolsa de nuevo, pero Yaoyorozu aún no estaba segura sobre si debía aceptarla.

—En ese caso... —dijo Ashido, quien de repente saltó y tomó las golosinas—. ¡Muchas gracias por su consideración!

—Eh... ¿Ashido-san? —Yayorozu lanzó una mirada confundida a Kyouka y a las otras chicas.

—¡Escucha Yaomomo! Ellas pasaron por mucho para traernos esto hasta aquí.

—Eso es verdad, Yaoyorozu-chan, no deberíamos despreciar sus sentimientos —dijo Tsuyu.

—Nah, es normal para nosotras apoyar y ayudar —agregó Kendou.

Yaoyorozu dudó un poco antes de recibir por fin los dulces, pero la amabilidad de las chicas le dio una buena idea a Hagakure.

—¡Chicas! —habló para llamar su atención.

Todas miraron un lugar vacío en la que se suponía que estaba Hagakure.

—Ya que están aquí, ¿por qué no comemos esto todas juntas?

—¿Eh?

—¡Vamos! ¡Esta es una oportunidad casi única! ¡Podemos tener una noche de chicas!

Así fue como todas se reunieron. Era obvio que estaban de acuerdo, sus caras demostraban la felicidad y la emoción que sentían por la idea, así que le fueron a pedir permiso a un profesor.

—¡Profesor! Aunque no sea una junta para algo importante importante, ¿nos daría permiso de hacerlo?

—¿Una reunión de chicas?

—Eh... Sí, pero…

—No veo ningún problema, además creo que los chicos tienen su propia reunión también.

—¡Está bien! ¡Muchas gracias!

—¡Vamos, chicas!

Enseguida, todas empezaron a juntarse, llevaron la bolsa de dulces, y colocaron sus futones y almohadas en círculo. Además, las chicas de la clase A fueron a comprar jugo de la máquina expendedora e hicieron un brindis por la reunión.

Con los deliciosos dulces derritiéndose en sus bocas y aliviando sus corazones, casi todas olvidaron lo ocurrido con Mineta. Hablaron por mucho rato, pero poco a poco comenzaron a presentar el cansancio característico del sueño.

Yaoyorozu era de las pocas que aún seguían emocionadas. Se notaba a la perfección que era la más contenta de todas las presentes.

—Siendo sincera, esta es la primera vez que me reúno con más chicas de este modo, y no sé de qué más podríamos hablar. ¿Qué es lo que normalmente se hace en una “noche de chicas”?

—Pues lo usual es comer algo mientras hablamos, así como lo hacemos ahora —respondió Ashido, aunque no sabía cómo continuar la conversación.

Hagakure se quedó pensando un poco, se hallaba sonrojada y nerviosa, frotándose los dedos.

—Bueno, si esto es una noche de chicas... ¿No deberíamos hablar de temas románticos, como historias de amor o algo así?

El humor de las chicas empezó a cambiar después de lo que dijo Hagakure, eso les devolvió el ánimo.

—¡Sí! ¡Historias de amor! ¿Por qué no? —Ashido y Hagakure estaban muy emocionadas con la idea, pero Ochako y Tsuyu tenían el rostro tan rojo como un tomate.

—¿…Eh?

—Oh, ¡ah! ¿Éstos son bocadillos de las algas marinas? —dijo Kyouka queriendo cambiar el tema mientras miraba algunos de los bocadillos.

Kendou tenía una sonrisa nerviosa.

—Amor... ¿No es eso lo que está antes del matrimonio?

—Banana Koi, ¡adoro éstos bocadillos! —comentó Kyouka.

Algunas chicas (como Kyouka) querían cambiar de tema, pero la mayoría ya se había emocionado respecto a hablar de amor. Hagakure fue la primera en abrir el tema.

—Muy bien díganme... ¿Quién les gusta?

Aunque todas estaban emocionadas mirándose entre ellas, nadie dijo nada y el silencio comenzó a hacerse presente.

—¿Eh? ¿Nadie? —Hagakure se mostró un poco decepcionada—. ¿Es en serio?

Las chicas se dieron cuenta de que eso no iba a dar buenos resultados. En escuelas normales era fácil hablar de parejas o encontrar un novio, incluso se daba el caso de que uno de tus amigos terminaba siendo tu novio o cosas similares, pero como la U. A. era tan exigente, las chicas nunca se habían interesado de esa manera en los chicos, sino en cumplir su meta de convertirse en héroes.

—La vedad es que desde la secundaria estudiaba muy duro para el examen de ingreso de la U.A., y como pueden ver... aún sigo estudiando —dijo Kendou con una sonrisa decepcionada. Todas parecían estar en esa situación.

De lunes a viernes, el departamento de héroes de la U.A. proveía de más lecciones cada día para que los estudiantes llegaran a ser grandes héroes, pero también tenían que estudiar y esforzarse todo el tiempo, de manera extracurricular, además de que tenían demasiadas prácticas de campo. No tenían mucho tiempo de sobra para pensar en otras cosas.

—Whaaa... ¡No es justo! ¡Yo quiero escuchar de romance! ¡Quiero sentirme abochornada y tener mariposas en el estómago! ¡Quiero Amor! —dijo Ashido—. Tienen razón en todo eso, pero aun así debe haber alguien que les guste aunque sea un poco, ¿no?

—Hm, una persona que me guste... —murmuró Tsuyu.

—¿Tienes a alguien en mente? —inquirió Ashido.

—¿Eh? No. ¿Qué hay de ti, Ochako-chan?

De repente, Uraraka recordó las palabras de Aoyama durante el examen práctico de fin de ciclo, y el rostro de Izuku inundó sus pensamientos.

—¡Ehh! ¡C-Claro que no! ¿Y tú?

Hagakure comenzó a emocionarse cuando notó que Ochako respondió de una manera extraña, además, su cara se había tornado roja por completo.

—Aunque —continuó Ochako—, me emociona que eso suceda yo... La verdad es que no estoy segura...

—Ese lado tuyo es bastante sospechoso.

—Dime... ¿Quién es? ¿Quién es? ¿Quién es? ¡Prepárense chicas, se trata del gran secreto de una mujer!

Ashido y Hagakure se estaban emocionando de más, poco a poco se acercaban a Ochako, quien estaba cada vez más sonrojada y buscaba alejarse de ambas con rapidez.

—Yo... no es... ¡No es lo que crees!

—Claro que lo es~. ¡Dilo! ¡Ahora! ¡Eso es amor! Sabes que es amor.

—Creo que no sabe lo que es... ¡Enseñémosle! —Hagakure y Ashido intentaron jugar a los detectives, acercándose cada vez más a Ochako mientras le explicaban lo que era el amor.

Ochako quería eliminar la imagen de Izuku de su cabeza, pero por accidente tocó a Ashido y a Hagakure, activando su quirk, por lo que sus amigas terminaron flotando en el aire.

—¡Hyaaa!

—¡Ayudaaa!

—¡Aahhh! ¡Lo sientoo! —Ochako se apresuró a colocar un futón debajo de ellas antes de liberar su quirk.

—Pero, en verdad, no me gusta nadie... Sólo que hace tiempo que no tengo este tipo de charlas y tiendo a ponerme nerviosa.

—Rayos. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde entonces? —Kyouka empezó a perder interés en el tema, mientras que Ashido y Hagakure se disculpaban con Ochako por jugar a interrogarla cual detectives.

Ochako se sintió un poco mareada y confundida, por lo que colocó una mano mano en su pecho para intentar calmarse respecto a lo que había sucedido.

«¿No estoy tratando de engañarme a mí misma, verdad? —pensó—. ¿Pero por qué me siento así aun cuando la conversación ya terminó? No voy a engañarme a mí misma. No... Además, Aoyama-kun es alguien que solo dice locuras, no entiendo por qué le hago caso, aunque si tiene razón, yo… Sí, me llevo bien con Deku-kun y todo pero... ¡¿Yo con Deku-kun?! Claro que no, solamente quiero ser igual de genial que él; además sólo somos amigos, solo somos... amigos...»

—Ochako-chan, ¿estás bien? Te ves cansada —dijo Tsuyu.

—Si... solo que el corazón aun me late rápido. No es nada

—Si tu pulso sigue de esa manera deberías ir a la enfermería —continuó Tsuyu en completa calma.

—Hablar de amor después de tanto tiempo debió ser tan duro para ti que por eso te encuentras alterada —dijo Shiozaki, acariciando con suavidad la cabeza de Ochako.

Sin importar el cómo iba la charla, Mina quería continuar con los temas románticos.

—Bueno, ¿alguien más tiene alguien que les guste? ¿Aunque sea… un poquito?

Las chicas siguieron en silencio.

El corazón de Ashido se rompió y se sintió derrotada por completo.

—Creo que el tema sobre las historias de amor llego a su fin —dijo Yanagi.

—Probablemente, pero... ¿Acaso nunca han sentido mariposas en el estómago o han sentido su cuerpo abochornado? ¡Después de todo somos chicas!

No es que no quisieran tener novio, salir con al guíen o sentir amor, sino que sus pensamientos estaban centrados de lleno en el entrenamiento y las clases de héroe como para pensar en otros asuntos. Si bien, tener temas casuales como los que tenían ahora les brindaban una sensación de calidez, pero... ¿Por qué todas se sentían tan insatisfechas?

Era como si algún tipo de encantamiento les hubiera hecho perder todas sus emociones y sentimientos respecto al romance. Aunque como mujeres, todavía querían sentir la calidez que provocaba un amor. Sin embargo, no sabían cómo expresarse de forma correcta, así que no podían seguir la corriente de Ashido.

La charla de chicas parecía un callejón sin salida, hasta que Hagakure dio otra idea justo a tiempo.

—Muy bien, ¿por qué no pensamos de forma un poco más salvaje?

—¡¿Salvaje?! —Tsuyu quedo perpleja con la propuesta de Hagakure, Yanagi también inclinó su cabeza un poco en señal de confusión.

—Espera, ¿eso no es un poco...?

—¿Saben a lo que me refiero? —interrumpió Hagakure—. Tanto en la clase A, como en la B hay muchos chicos. Deberíamos escoger a alguien a quien preferiríamos como novio, no importa si en verdad nos gusta esa persona o no, sólo es para saber quién sería el más lindo de todos.

Ashido estuvo de acuerdo, por lo que asintió con la cabeza mientras comía algunos dulces.

—¿Pero solo elegiremos a una persona?

Hagakure continuó la explicación:

—Podemos nombrar a varios chicos e identificar sus puntos fuertes. Además, hablar de nuestros compañeros de Clase nos ayudaría a informarnos de los chicos que aún no conocemos y mejorar un poco nuestra comunicación.

Yaoyorozu se sentía un poco insegura por lo que acababa de decir Ashido, pero Kendou, que se sentaba a un lado de ella, asintió con una sonrisa, por lo que Yaoyorozu se calmó un poco y aceptó entrar en esa nueva charla.

—Bien, empecemos. Entre los chicos de la clase, ¿a quién escogerían como novio?

—Como novio… —Las chicas empezaron a pensar con detenimiento mientras que Ochako estaba tan sonrojada como un tomate, aunque no dijo nada y se tomó su tiempo para que las otras también pudieran pensarlo, pero casi nadie estaba segura de a quien podrían escoger.

—Vaya, todas se están tomanto esto muy en serio —Ashido frunció los labios, si tuviera que comparar esta actividad con las compras, sentía que eran casi similares.

—Ehhh, creo que nadie es capaz de decir algo cuando se trata de estas cosas —dijo Kendou, quien pensaba que la situación se transformaría en otro callejón sin salida, mientras Yaoyorozu asentía con la cabeza.

—Todos somos compañeros se clase con las mismas ambiciones de convertirnos en héroes, pero también son nuestros rivales.

—Sí, no hay nadie que nos gustaría tener como novio aún.

—Si es así, creo que vamos a terminar como Kyouka-chan.

—¡Eh! —exclamó Kyouka mientras Yayorozu parecía recordar algunas cosas.

—¿Sucede algo Yaomomo? ¡¿Tienes alguien a quien quieres como novio?! —Ashido se acercó a ella, llena de expectativas.

—Yo no, pero Kyoka-san…

El rumbo de la plática tomó a Kyouka desprevenida, así que comenzó a ponerse nerviosa, nunca pensó que se involucraría en ese tipo de asuntos románticos.

—¿Ah?

—Kyouka-san ha estado reuniéndose muy a menudo con Kaminari-san. Pasan mucho tiempo juntos, así que, ¿que piensas acerca de Kaminari-san?

—¿Eh? Esp… ¡No es lo que piensan! Él es una persona sencilla con quien es fácil de hablar. Es gracioso y jugamos mucho, sólo eso.

Todas las chicas miraban muy atentas a Kyouka mientras ella se sonrojaba mucho porque sentía algo de pena. Tsuyu, por otro lado, tenía su dedo posado en el mentón, pensando con detenimiento cada palabra que oía.

—No creo que sea malo salir con Kaminari-chan, seguro el será alguien dedicado y lleno de sorpresas para ti.

—¿Eh?... T-Tsuyu, ¿acaso Kaminari... es tu tipo o...?

—No, no es eso, sólo lo dije porque a Kaminari-chan le gustan mucho las chicas, ¿no creen?

Todas afirmaron con la cabeza, Kyouka estaba en extremo sonrojada y avergonzada por todo lo que había dicho Tsuyu. Las chicas trataron de pensar en otros chicos, pero estaban en blanco.

—Al-Al menos... él es mejor que Mineta.

—Mhm —afirmó Koudai mientras aplaudía para que otra persona empezará a hablar. Todas empezaron a intercambiar miradas para ver quién sería la siguiente en hacer un comentario.

—Creo que cuando se trata de hombres... ¡Todos son mejores que Mineta! —dijo Kendou.

—¿No hay alguien como Mineta-san en B? —preguntó Yaoyorozu.

—No, todos los chicos son muy respetuosos, lo más problemático que tenemos es Monoma —respondió Kendou mientras se frotaba los dedos al recordar los dilemas que causaba.

—Monoma es una persona que pone todo en contra de la clase A cada que puede. Él es un poco.... Bueno, ya lo han visto —dijo Yanagi.

—Sí —Koudai estaba de acuerdo con cada palabra. Monoma era el chico más extraño de la clase B, pero, aun así, todos le tenían cierto aprecio.

—Tiene una linda cara y un buen peinado, pero lo malo es lo que hay en su interior... —agregó Hagakure algo decepcionada.

—Pero si vamos a hablar de chicos lindos, ¿no es Todoroki un chico muy apuesto? —mencionó Ashido.

—¡Oh, sí!

Todas sabían quién era Todoroki, era el chico más guapo y fuerte según las chicas de la clase B, sin mencionar lo mucho que había destacado durante el festival deportivo. Todas empezaron a imaginarse a Todoroki como el novio ideal, pero...

—Aunque, ¿no es él hijo de… Endeavor? —preguntó Kendou.

A partir de ese momento, cada uno imaginó la terrorífica imagen de Endeavor. Sería bastante difícil llevarse bien con alguien como él.

—Tiene razón, alguien como él sería muy estricto y terrorífico con la novia de su hijo.

Cada una tenía su versión de cómo sería ser la novia de Todoroki, pero lidiar con Endeavor debía ser espantoso de cualquier ángulo en que se mirara. No obstante, Shiozaki cerró los ojos y se planteó muchas más situaciones entes de imaginar todo lo de Endeavor.

—Ese lado temperamental que tiene debe estar muy dañado, debería ayudarlo con eso...

—¡Ibaraki! (Shiozaki) No me digas que a ti te gusta... ¿Endeavor?

Se trataba de un padre, un adulto y el segundo mejor héroe. ¿No era eso un poco inmoral? Kendou y las chicas se sorprendieron bastante mientras Shiozaki sacudía su cabeza de un lado a otro con bastante calma.

—Todos los seres vivos tienen derecho de dar amor, pero yo solo quiero dar la purificación de su alma, de ninguna manera buscaría algo romántico. Lo siento por él, pero no es mi tipo.

—Oh, ya veo, nos diste un gran susto.

—Yup —Kodai y Yanagi dijeron con cierta monotonía.

—Shiozaki-chan parece una persona muy seria, ¿no? —dijo Ochako.

—Si queremos hablar de personas serias, Iida-chan sería el ejemplo perfecto —agregó Tsuyu.

—Ah, ¿el presidente de la clase A?

—En esto momento no puedo juzgar a Iida, pero si alguna de ustedes logra salir con él, puede que cambie respecto a su seriedad —dijo Yaoyorozu, intentando imaginar alguna especie de cita con él. Sólo pudo pensar que, con lo serio que es, sería el tipo de persona que llega más temprano que a la hora acordada, el resto era muy difícil de predecir.

—¿Cuantos años podrían pasar antes de tomar la mano a Iida?

—Puede que solo ocurra después del matrimonio.

—Ja, ja, ja, ¿no creen que están exagerando? —dijo Kendou, los chistes de las chicas le hacían mucha gracia.

Pero las chicas de la clase A estaban siendo muy serias.

—Honestamente, eso sería posible si se trata de Iida.

—¿"Honestamente"?

—Es que Iida es un completo "¡Sr. Serio!".

Las chicas de la clase B no eran fanáticas de un hombre tan rígido, pero gracias a la explicación podían imaginarlo a la perfección como un hombre de casa que lava su propia ropa todas las mañanas.

—Muy bien… Y... ¿Qué hay de su amigo, Midoriya?

—¡¿Huh?! —Ochako reacciono de forma inmediata. Al momento también trató de controlarse y suprimir todo lo que sentía su corazón para que nadie notara su extraño comportamiento.

—Ese chico... la verdad, no sé quién es, no estoy segura.

—¿Quién? ¿Midoriya?

—¡Oh! ¿Es el chico que siempre anda con estrategias locas, como cuando usó las minas del festival deportivo? Bueno, lucha muy bien, y se ve que es alguien increíble, pero cuando lo veo en la escuela, los pasillos o en la cafetería, a veces tiene un comportamiento muy extraño —dijo Kendou.

—Sí, murmura muchas cosas sin sentido.

—Da miedo cuando hace eso.

Ochako estuvo a punto de decir algo, pero se sentía demasiado insegura para poder hacerlo, además de que sus sentimientos podrían tomar el lugar de sus palabras. Lo mejor que podía hacer era permanecer en silencio escuchando a sus compañeras

—Aunque, Midoriya-chan se ve que es una persona que en verdad se esfuerza mucho a diario, siempre lo veo trabajando muy duro haciendo lo mejor para convertirse en héroe —dijo Tsuyu.

—C-Cuando veo a Deku-kun... me hace sentir que debo esforzarme al máximo para convertirme en una gran heroína.

Kendou sonrió mientras se arreglaba el cabello, miraba los ojos de Ochako, quien estaba haciendo lo mejor para poder hablar, aunque se notaba que tenía el corazón en la garganta.

—Ya veo. Tener a alguien que te haga sentir de esa forma debe ser muy genial.

Ochako sonrió al escuchar eso, aunque lo que pudo decir fue solo una pequeña parte de lo que realmente significaba Izuku para ella.

Entonces habló Ashido:

—Oh, pero, ¿él no era todo un Otaku?

—¿Que podría pasar en una cita con su novia?

—Puede que vayan de la mano a una exposición de súper héroes de All Might.

—¡¿All Might también iría?! —agregó Yaoyorozu.

—Sí, creo que me puedo imaginar eso a la perfección.

—Pero, ¿Acaso ellos dos no se ven demasiado en la escuela?

Aunque All Might fuera profesor de la U.A, Ashido y Yanagi estaban de acuerdo con que Izuku iría a una exposición de él de todas formas.

—Bueno, ese es el tipo de persona que es Midoriya.

—En una cita con su novia, se ve que es capaz de llevarla a una exposición de Héroes.

—Bueno... eso puede ser muy probable…

Ochako se imaginó como sería esa situación mientras que Hagakure seguía hablando.

—Quizá no es la mejor opción para tener como novio.

—Yup —Yanagi y Koudai estuvieron de acuerdo de nuevo, y Midoriya Izuku entró a la lista de novios rechazados.

Ochako se ruborizó un poco, apretó los dientes y reuniendo valor, con rubor en su rostro, exclamó:

—Muy bien, eh, ¿Qué hay de...? Bakugo-kun!

—¡Nunca! —esta vez, fue Kyouka la primera que saltó para descartar a Bakugo.

—Sin duda parece un chico muy fuerte, y creo que tiene un futuro prometedor, pero una actitud y personalidad como la suya... ¡Imposible!

Mientras ellas hablaban de Bakugo, el resto de las chicas revisaron la lista de chicos y decidieron anotarlo en la de novios rechazados en su totalidad.

—Hey, ¿qué estamos haciendo? Si seguimos rechazando a los chicos de esta forma no sentiremos ni una mísera mariposa. ¡Wah! ¡Quiero tener mariposas en el estómago! —Ashido bajó la cabeza por la decepción, como un viajero perdido en el desierto, sólo quería a extinguirse.

Hagakure suspiró por su pesimismo, cuando de repente dijo algo con alegría.

—¿Qué tal si tratamos de hacer las cosas al revés? ¡Si nosotras fuéramos chicos y los chicos fueran chicas a quienes podríamos tener como novia!

—Umm —fue un poco raro para las chicas que tratan de imaginar los chicos como mujeres. Por su forma física, imaginarlos con hermosas cabelleras era demasiado difícil de imaginar.

—¿No es esto un poco...?

—¡¿No es emocionante? El cómo buscar una novia.

—¡Cierto!

—Pero —dijo Yanagi—, si Itsuka (Kendou) fuera un chico, ella será la más popular entre las chicas.

—¿Eh? ¿Yo? —los ojos de Kendou demostraron toda su sorpresa.

—En la clase B, la persona más asombrosa es Itsuka.

—Ciertamente, Kendou-san puede ordenar a toda la clase con una sola palabra, es estricta, pero sigue teniendo un buen corazón. No hay nada que no pueda hacer.

De acuerdo con lo que dijo Shiozaki, Yaoyorozu añadió:

—Durante el tiempo que pasamos juntas en durante las prácticas de campo ha sido como una guía para mí. Si no hubiera estado con ella, probablemente habría cedido ante la presión —pues sentía que hacer comerciales no era algo que debía aprender a hacer como héroe.

—Me sentí de la misma manera durante ese tiempo —Kendou estaba avergonzada por todo el rato que las demás llevaban mirándola.

—Pero tú eres muy fiable, por ejemplo, cuando se puso en marcha para detener a Mineta.

—Es verdad —Tsuyu y Ochako asintieron con la cabeza.

—Si yo fuera un chico y un pervertido le dijera cosas así a mi novia, probablemente le diría algo como "¡¿Qué le estás haciendo a mi chica?!” —intervino Ashido.

La versión masculina de Kendou habría exterminado al pervertido en esa situación, porque sabía lo que se siente cuando se es mujer. El resto de las niñas comenzaron a comprender una parte pequeña de lo los ideales que tienen los chicos al querer proteger a sus chicas.

—Lo que vemos de forma romántica es diferente dependiendo de la perspectiva. No es lo mismo ver éstas cosas desde el punto de vista de nosotras, al que tendrían los chicos, supongo. Así que siempre es bueno ver desde todos los ángulos —agregó Kendou.

—De otros ángulos, eh... —pensó Ashido.

Todas estuvieron de acuerdo a lo que Kendou había dicho, pero las imágenes de los chicos durante las peleas y su forma de enfrentar los peligros llegaron a la mente de Ochako.

—En ese caso, yo quiero ser como Bakugo.

—¿Eh? ¡¿En serio ?! —Kyouka se sorprendió al oír ese nombre. Fue inesperado.

Una pequeña risa avergonzada escapó de los labios de Ochako.

—Sí, durante nuestra lucha en el festival deportivo, me derrotó por completo, pero en ese momento pensé que era muy fuerte. Sólo por una vez me gustaría experimentar lo que se siente tener ese tipo de poder.

—Bueno, Bakugo-san sí que es fuerte, además tiene un buen sentido de la pelea —complementó Yaoyorozu.

—Por eso, si pudiera convertirme Bakugo, sólo una vez, me gustaría ser capaz de luchar en una batalla usando todo mi poder —Ochako lanzó un par de puñetazos al aire.

—Ya veo —dijo Ashido—. En ese caso, ¡yo quiero ser Sero! Quiero tratar de disparar cinta como “shururu”. Es aburrido sólo disparar ácido. ¿Qué hay de ti, Yaomomo?

—Dado por cómo ha sido criado, me gustaría ser Kouda-san, él puede hablar con los animales, y eso me causa mucho interés.

—Mhm —Koudai estuvo de acuerdo, ella también habría querido ser Kouda.

Kyouka, con cierta timidez, también expresó su opinión.

—Yo quisiera ser Kaminari, después de sacar un montón electricidad de mi cuerpo, me gustaría experimentar ese estado patético que tiene. ¡Pero sólo una vez! Una vez sería suficiente.

—A mí me gustaría ser Tokoyami-chan y tener a Dark Shadow-chan —expuso Tsuyu—. Me pregunto qué se sentirá tener otro ser vivo dentro de ti.

—Pues yo —ahora era turno de Hagakure—, ¡yo diría que ser Sato-kun sería genial! Podría comer un montón de dulces y luego convertirlos en energía. ¡Sería capaz de comer mucho, libre de culpa, y sin engordar!

Kendou observó cómo todas estaban emocionadas con el tema, por lo que dejó escapar un suspiro y sonrió.

—Sin romance de por medio, es increíble lo fácil que podemos hablar de chicos.

En lugar de querer experimentar lo que se siente estar enamorada, ellas preferían experimentar lo que sería tener el quirk de otra persona.

—Ah, qué triste, ni siquiera pudimos hablar de amor correctamente —se quejó Ashido.

Las chicas se miraron entre sí con una sonrisa irónica.

—Por ahora, lo hacen bien en sus clases suplementarias.

—Este es sin duda su destino.

—¡Ya Basta!

Kyouka y Shiozaki se burlaban Ashido mientras ella pataleaba sobre su futón. Las clases suplementarias eran un fastidio. ¡También quería divertirse!

—...Pero todavía quiero experimentar mariposas, ¡incluso si es sólo un poco! —exclamó Ashido.

—Está bien. Vamos a hacer esto rápido. ¿Y si hablamos de nuestro tipo de hombre?

—Mina-chan, ¿cómo es tu chico ideal?

—Mhm. En primer lugar, tienen que ser fuerte, pero de vez en cuando tendría que ser bastante infantil también. Sería lindo, ¿no? Alguien con quien pueda jugar y divertirme junto a él todo el tiempo.

Todo el mundo asintió.

—Una persona fuerte y que también sea infantil... y que siempre esté contigo...

—¿No suena como Dark Shadow-chan?

—¡Sí!

—Dark Shadow… ¿No es ese el quirk de Tokoyami que mencionaron antes? —dijo Kendou mirando a Ashido.

—Lo hicimos, pero ¡espera! ¡Él ni siquiera eso es una persona! —reclamó Ashido.

—Pero Dark Shadow-chan es fuerte. Hoy durante el almuerzo, cuando llamamos a Tokoyami-chan, salió de una cueva con Dark Shadow. A él sólo le gusta la oscuridad, así que debe tener un montón de dificultades para manejarlo allí dentro.

—Pero a la luz también es muy lindo, ¿cierto?

—¡Verdad! Además, durante la prueba de fin de ciclo él fue emparejado contigo, ¿no es así, Tsuyu-chan? Y pelearon contra Ectoplasm.

—Sí.

Yanagi y Koudai trataron de imaginar el escenario en su cabeza, pero fue difícil hacerlo.

—¿No es eso genial? Ya saben, tener a alguien como Dark Shadow de quirk —dijo Kendou siendo honesta.

—Aunque sería imposible estar sólo con Dark Shadow —dijo Ashido entre dientes—. Debido a su quirk, siempre va a estar con Tokoyami...

—Entonces eso significa que como Tokoyami tiene el quirk de Dark Shadow, ¿él es tu tipo de chico, no?

—¡Esa lógica no tiene sentido!

Hagakure estaba teniendo un momento de diversión haciendo bromas con los gustos de Ashido, que estaba desesperándose mucho con el tema.

—¡Eres muy persistente con eso! ¡Así que siguiente pregunta! ¿De todos los héroes profesionales, con quién les gustaría casarse?

—¡¿EHHH?!

Era obvio por sus voces que empezaban a disfrutar de la reunión de chicas. Cada vez sacaban una historia diferente, ya sea de sus pasantías con los héroes profesionales, o de algo más personal; eso sí, sin dejar del todo los temas amorosos de lado. Antes de que lo notaran, se hallaban verdaderamente felices de estar juntas, y su conversación estaba muy lejos de llegar a su fin.

FIN

Lamento haber tardado como mil años en subir este capítulo ;v; La universidad me absorbió, y luego descubro que la chica que me había pasado los capítulos en inglés ya no está D:

No tenía otro medio de comunicación con ella mas que por Tumblr, así que espero que se encuentre bien ;;

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bastillemxfans · 5 years ago

Text

“𝕰𝖘 𝖎𝖒𝖕𝖔𝖘𝖎𝖇𝖑𝖊 𝖓𝖔 𝖕𝖆𝖘𝖆𝖗 𝖚𝖓 𝖇𝖚𝖊𝖓 𝖗𝖆𝖙𝖔”

[𝐸𝑛𝑡𝑟𝑒𝑣𝑖𝑠𝑡𝑎 𝑇𝑟𝑎𝑑𝑢𝑐𝑖𝑑𝑎]

𝑫𝒂𝒏 𝑺𝒎𝒊𝒕𝒉, 𝒅𝒆 𝑩𝒂𝒔𝒕𝒊𝒍𝒍𝒆, 𝒖𝒏𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂𝒔 𝒅𝒆𝒍 𝑷𝒚𝒓𝒂𝒎𝒊𝒅 𝑺𝒕𝒂𝒈𝒆, 𝒂𝒃𝒐𝒓𝒅𝒂 𝒕𝒖𝒔 𝒎𝒂𝒚𝒐𝒓𝒆𝒔 𝒑𝒓𝒆𝒐𝒄𝒖𝒑𝒂𝒄𝒊𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒅𝒆𝒏𝒕𝒓𝒐 𝒅𝒆 𝒖𝒏 𝒇𝒆𝒔𝒕𝒊𝒗𝒂𝒍.

𝙋𝙤𝙧 𝙋𝙚𝙩𝙚 𝙋𝙖𝙥𝙝𝙞𝙙𝙚𝙨.

Cualquiera que tenga aunque sea una pequeña noción del trabajo de Bastille, sabrá que su atractivo líder es del tipo de alma empática que te escucharía y ofrecería sabios consejos si llegaras a topártelo, digamos, a las 4 de la mañana en 𝒮𝒽𝒶𝓃𝑔𝓇𝒾-𝐿𝒶 en un momento de mal estado emocional.

Así que, frente a la perspectiva de encontrar a alguien que haya seguido los pasos de ediciones pasadas, para 𝑮𝒍𝒂𝒔𝒕𝒐𝒏𝒃𝒖𝒓𝒚 𝑭𝒓𝒆𝒆 𝑷𝒓𝒆𝒔𝒔 entre personalidades como Charli XCX y Bez, Dan fue el primero en nuestra lista de prospectos. Horas antes de un triunfante set en el Pyramid Stage, Dan se dio el tiempo de aconsejarnos con base en su experiencia sobre su asistencia a varias ediciones de Glastonbury los últimos años, a través de una gama de preguntas de búsqueda sobre festivales.

¿𝐂𝐨́𝐦𝐨 𝐚𝐭𝐫𝐚𝐢𝐠𝐨 𝐚𝐥 𝐜𝐡𝐢𝐜𝐨 𝐬𝐮́𝐩𝐞𝐫 𝐠𝐮𝐚𝐩𝐨 𝐝𝐞𝐥 𝐥𝐚𝐝𝐨 𝐒𝐮𝐫𝐞𝐬𝐭𝐞? 𝐀𝐥𝐞𝐱.

“Ooh, pues saca de su bolsillo el panfleto de horarios que lleve consigo y da una pequeña revisada a qué actos tiene marcados que ya vio, luego, incluso aunque quizás no pueda escucharte a través de la música a todo volumen, tú empieza a gritar acerca de lo mucho que has disfrutado los conciertos a los que él ya haya asistido para entonces. Eso cerrará el contrato y le será imposible resistirse a ti. O también puedes impresionarlo con tus pasos de baile. Es fácil ganarte a alguien aquí, ya que todos los de este lado desean bastante ser amados”.

¿𝐂𝐨́𝐦𝐨 𝐜𝐨𝐧𝐯𝐞𝐧𝐜𝐞𝐫𝐢́𝐚𝐬 𝐚 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐞𝐬 𝐛𝐫𝐢𝐭𝐚́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐯𝐞𝐧𝐢𝐫 𝐚 𝐆𝐥𝐚𝐬𝐭𝐨𝐧𝐛𝐮𝐫𝐲?

𝐌𝐚𝐫𝐞𝐧.

“Bueno, yo me enfocaría al hecho de que su atractivo radica en cosas mucho más allá de sólo la música. Eso es lo primero que hay que establecer. No es sólo un festival de música más con toda su rareza y creado como un universo paralelo en un montón de campos sólo para un fin de semana. Realmente no puedes hacerle justicia comparándolo con otros festivales.

Este es mi décimo Glastonbury y sólo hemos tocado en él 4 veces. Empecé a venir cuando estaba en la universidad y he asistido con mis amigos cada año desde entonces. El año que tocamos en el escenario John Peel, estuve acampando todo el fin de semana. Luego, el año siguiente no fuimos llamados para tocar ahí, pero teníamos tres shows en festivales diferentes en tres países diferentes los días viernes, sábado y domingo. Para entonces yo ya había comprado mi boleto, así que vine y acampé desde el martes hasta el viernes en la mañana y traté de disfrutar lo más que pude de la experiencia de Glastonbury, así de mucho amo este festival. Me fui el viernes en la mañana con lágrimas en mis ojos y sin haber dormido durante 3 días. Nuestro tour manager pasó por mí a bordo de nuestro tour bus y luego condujimos hasta Holanda para el primer festival agendado.

Pero bueno, regresando a la pregunta de nuestro amigo no británico, creo que por ahí existe una estadística que dice que Glastonbury, una vez instalado, es del mismo tamaño que Oxford, por lo que eso debería darte una idea de su escala. Tienes garantizado que verás a algunas de las personas más divertidas e interesantes reunidas en un mismo lugar, ya sea arriba o abajo del escenario, además, no dejemos de lado todo el montón de causas caritativas a las que el festival beneficia.

Hay demasiados festivales reconocidos en América con los que comparan a Glastonbury, y eso me hace reír porque Glastonbury limpia el piso con ellos. Es casi imposible no pasar un buen rato.”

𝐄𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐭𝐚𝐧 𝐨𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧𝐚𝐝𝐨 𝐜𝐨𝐧 𝐩𝐚𝐬𝐚𝐫 𝐮𝐧 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨 𝐞𝐩𝐢𝐟𝐚́𝐧𝐢𝐜𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐜𝐨𝐧𝐭𝐢𝐧𝐮́𝐨 𝐞𝐜𝐡𝐚́𝐧𝐝𝐨𝐥𝐨 𝐚 𝐩𝐞𝐫𝐝𝐞𝐫 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐭𝐚𝐧𝐭𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐩𝐨𝐫 𝐬𝐨𝐛𝐫𝐞-𝐚𝐧𝐚𝐥𝐢𝐳𝐚𝐫 𝐬𝐢𝐭𝐮𝐚𝐜𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬 𝐞𝐧 𝐥𝐚𝐬 𝐪𝐮𝐞 𝐲𝐨 𝐬𝐢𝐦𝐩𝐥𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐝𝐞𝐛𝐞𝐫𝐢́𝐚 𝐞𝐬𝐭𝐚𝐫 𝐝𝐢𝐬𝐟𝐫𝐮𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨. ¿𝐀𝐥𝐠𝐮𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐨𝐧𝐬𝐞𝐣𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐯𝐢𝐯𝐢𝐫 𝐞𝐥 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨?

𝐄𝐝𝐨.

“Trata de distraerte lo más posible. Haz lo más que puedas y de repente ni lo vas a notar. Los buenos momentos van a hacer que te olvides de lo demás cuando simplemente los dejes pasar y no estés esperándolos. Sin embargo, simpatizo contigo porque yo soy un neurótico que siempre está pensando de más y con regularidad tiendo a empañar lo que debería estar siendo un momento increíble de mi vida con pequeñas y continuas dosis de horrible cinismo y cargo de conciencia.”

¿𝐂𝐨́𝐦𝐨 𝐭𝐞 𝐞𝐧𝐟𝐫𝐞𝐧𝐭𝐚𝐬 𝐚 𝐥𝐚 𝐝𝐞𝐩𝐫𝐞𝐬𝐢𝐨́𝐧 𝐩𝐨𝐬𝐭-𝐆𝐥𝐚𝐬𝐭𝐨𝐧𝐛𝐮𝐫𝐲? 𝐕𝐢𝐜𝐭𝐨𝐫.

“Personalmente, no lo hago. Lidio muy, muy mal con ello. Es como el “Boxing Day” del verano ¿no crees? Lo mejor que puedes hacer para salir de ello es, rodearte de personas que también estuvieron ahí, eso suaviza la decepción, o también refugiarte en el abrazo de una buena película.

Mi plan para la tarde del lunes es ir al cine a ver Toy Story 4, o quizás ponerme a ver “Intensamente” sería una buena opción. La moraleja de esa película es que estar triste es parte de la vida y que a veces el estarlo puede ser bueno y saludable… y ese es un perfecto mensaje para el estado de post-Glastonbury.”

¿𝐂𝐮𝐚́𝐥 𝐞𝐬 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧𝐚𝐥𝐦𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐭𝐮 𝐭𝐫𝐮𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐯𝐢𝐝𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐚𝐜𝐚𝐦𝐩𝐚𝐫 𝐝𝐮𝐫𝐚𝐧𝐭𝐞 𝟒 𝐝𝐢́𝐚𝐬?

𝐒𝐨𝐩𝐡𝐢𝐞.

“No soy del tipo de persona a la que vas a encontrar cocinando un platillo de tres tiempos sobre una pequeña estufa portátil de gas. Yo soy feliz sobreviviendo con papitas y barras de cereal.

¿Mi mayor momento culinario en Glastonbury? La última vez que estuvo así de caluroso regresé a mi tienda de campaña y busqué la bolsa de compras de comida que traje conmigo y me rompió el corazón descubrir que mi enorme paquete de Haribo se había hecho agua. Eso me dejó devastado porque siento que Haribo es una de las cosas más importantes en la vida. Pero, oye, la vida sigue, así que lo dejé ahí y cuando regresé en la noche para buscar un sweater porque ya había empezado a hacer frío, me encontré con que mi amado Haribo se había solidificado y convertido en un enorme filete de Haribo, por lo que eso hizo que uno de los peores escenarios de mi vida se convirtiera en uno de los más grandiosos de ésta.

Desde entonces, el bendito filete de Haribo no ha podido ser recreado a pesar de que lo he intentado varias veces. Sin embargo, este año está haciendo el clima primordial para que vuelva a crear el filete de Haribo y haré mi mejor esfuerzo para rehacerlo.

Y, realmente, la cuestión acerca del incidente con el filete de Haribo, es que la vida es algo así ¿no? En la vida, pasas por momentos donde, metafóricamente hablando, tu Haribo se derrite, y quizás en ese instante tienes ganas de rendirte, pero si persistes lo suficiente y no te alejas de la situación, podrás luego encontrarte con que tu Haribo se convirtió en un filete colosal y está esperando por ti. Ese fue mi cuento de hadas en Glastonbury, lo juro. De hecho fue una metáfora para el festival en sí porque en cualquier campo, en algún momento dado tienes todos estos diferentes sabores de gente mezclados en uno solo. Todos están entremezclados en maneras que no lo estarían de ninguna otra forma. Están mezclados juntos formando una feliz masa y al igual que mi filete de Haribo, son únicos porque incluso si haces otra, los sabores no van a mezclarse de la misma manera.”

¿𝐇𝐚𝐲 𝐚𝐥𝐠𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐚𝐪𝐮𝐢́ 𝐚 𝐪𝐮𝐢𝐞𝐧 𝐚𝐦𝐞𝐬 𝐥𝐨 𝐬𝐮𝐟𝐢𝐜𝐢𝐞𝐧𝐭𝐞 𝐜𝐨𝐦𝐨 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐬𝐚𝐜𝐚𝐫 𝐬𝐮 𝐜𝐞𝐥𝐮𝐥𝐚𝐫 𝐝𝐞𝐥 𝐢𝐧𝐨𝐝𝐨𝐫𝐨?

𝐋𝐨𝐮𝐢𝐬𝐚.

“Mi mejor amiga Sophie. Lo haría por algunos músicos también, Rosalía, por ejemplo.

¿Puedo construir una caña de pescar para sacarlo? ¿No? Bueno, al carajo. Es Glastonbury, siempre hay un poco de gel antibacterial cerca en alguna parte.

Como cuando me fui de viaje con algunos amigos a India el año pasado y estábamos en este tren nocturno. No había nada de comida ahí pero teníamos con nosotros algunas cosas que habíamos encontrado en esta especie de puesto de mercado en la carretera justo antes de subir al tren. Nos dimos cuenta estando arriba de este tren que nos esperaba una jornada de 15 horas y ahí arriba no había nada para comer, por lo que uno de los momentos más dignos de mi vida fue estar muriendo de hambre a las 2 de la mañana en ese tren y darme cuenta que lo único que tenía eran estos pepinos llenos de lodo, por lo que terminé lavándolos de arriba abajo con gel antibacterial para después comérmelo completo. ¡Funcionó! Aunque me supo raro y me hizo enojar probablemente más de lo que normalmente un pepino me hace enojar”

𝙏𝙧𝙖𝙙𝙪𝙘𝙞𝙙𝙤 𝙋𝙤𝙧: 𝐵𝑎𝑠𝑡𝑖𝑙𝑙𝑒 𝑀𝑒́𝑥𝑖𝑐𝑜

𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚𝙫𝙞𝙨𝙩𝙖 𝙊𝙧𝙞𝙜𝙞𝙣𝙖𝙡: https://cdn.glastonburyfestivals.co.uk/…/GFP2019_sunday-dig…

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thestoryoflevenbanner · 6 years ago

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Leven. -Digo y abro la puerta del todo. Llevo mucho tiempo sin verte, y verte ahora, hace que sienta una dulce sensación de felicidad, aunque me sorprende que estés aquí y no en clase, porque son poco más de las diez de la mañana, y es viernes.

Es escuchar tu voz al otro lado y que algo dentro de mí se remueva haciendo imposible que no sonría. La he recordado el tiempo que he estado sin verte, pero no es igual y, cuando la puerta se abre, aunque solo sea un rendija, yo ya me siento más completa que antes. Pero no es hasta que veo esa sonrisa y tu cara cuando abres la puerta, que lo estoy realmente del todo. Y lo bonito que me parece que pronuncies mi nombre.- Te he echado de menos... -Digo porque quiero que lo sepas. Me atrevería a darte ese abrazo que llevo conmigo para ti, pero me quedo unos segundos mirándote, sonriéndote sin poderlo esconder. Es verdad, te he echado de menos y, ahora que te tengo enfrente, me doy cuenta de cuánto.

Me miras sonriendo, pero son tus palabras las que hacen que mi corazón de un vuelco, y abra los ojos sorprendido-. ¿Me has echado de menos? ¿Tú a mí? -Pregunto como si no me lo pudiera creer, pero al mismo tiempo que lo pregunto, estoy sonriendo, porque ese hecho, el hecho de menos, me hace sentir especial. Trago saliva y me humedezco los labios-. Yo también te he echado de menos a ti... -Digo y aparto la mano de la puerta, bajando el brazo-. Mucho... -Digo y después miro por encima de mi hombro, hacia la escalera del salón, antes de volver a mirarte con una sonrisa-. ¿Has venido a ver el mundo desde mi ventana? -Te pregunto con una sonrisa.

Parece sorprenderte que alguien pueda echarte de menos. O que yo pueda echarte de menos. Y yo no tengo ninguna duda de eso.- Yo. A ti. -Afirmo fijándome en la sonrisa tan hermosa que tienes en los labios. Pero cuando escucho que tú me has echado de menos a mí, dentro de mí se remueve todo este tiempo sin verte, Simbelmynë, aquel estanque, el río, tus lágrimas, tu sonrisa, ese dolor que me confesaste... Todo. Bajas el brazo y miras atrás. Yo siento todavía más acelerado mi corazón pero, cuando me haces esa pregunta, no puedo evitar la emoción.- Te dije que vendría... No puedo perderme tu mundo. -Y, puede que no debiera, puede que te moleste pues recuerdo tu reacción cuando puse mi mano en tu rodilla, pero te he echado mucho de menos y tú a mi también. Atreverse, es el primer paso para lograr lo que se quiere. Por eso, despacio, doy un paso adelante para abrir mis brazos levemente para que veas mi intención de darte ese abrazo que no llego a darte del todo porque no quiero rodear tu espalda sin ver cómo reaccionas, pero sí me acerco poco a poco, buscando tu respuesta.

Sonrío cuando me confirmas que sí, que me has echado de menos. Me pregunto cómo alguien como tú, con una vida plena, feliz, radiante, puede echar de menos a alguien como yo... Pero no por eso me gusta menos, al contrario, me gusta más. Me dices que me dijiste que vendrías y que no puedes perderte mi mundo. Un mundo que de no ser por Edward, no sería mío. Voy a responderte, pero lo que haces, el gesto que haces al abrir los brazos, acercándote a mí, me acelera el corazón. Estoy a punto de dar un paso atrás, de detenerte, pero lo único que puedo hacer, es tragar saliva y quedarme quieto, mirándote en silencio, pero sonriendo casi sin querer, a la espera de que me des ese abrazo que quieres darme.

No sé qué sientes... No podría tampoco intentar saberlo porque, lo que sentimos, está solo en nosotros. Pero a mí me sirve que te quedes quieto, en silencio, mirándome pero sonriendo. Podrías haberte echado para atrás, podrías haberme detenido con una voz, con una mano, pero no lo haces y yo me siento feliz por eso. Pero no tanto como cuando te rodeo con mis brazos y me apoyo en ti, aunque mi corazón late con mucha rapidez y fuerza y temo que lo sientas pero, al fin y al cabo, ¿qué hay de malo en que sientas los latidos de mi corazón? Nada... Y la sensación de calma que me invade cuando te abrazo y cierro los ojos apoyando mi barbilla en tu hombro, es infinita. Una calma llena de felicidad que no frena mi corazón porque lo dispara.

No sé qué es lo que se siente, cuando se siente todo, pero debe de ser algo parecido a lo que siento yo cuando me rodeas con tus brazos y apoyas tu barbilla en mi hombro. Trago saliva sintiendo un cosquilleo recorrerme todo el cuerpo, y cierro los ojos, rodeando despacio tu cintura con mis brazos. La sensación que siento es mágica, más mágica que esa Symbelminë, más mágica que toda la magia que he visto. Ya he abrazado a otras personas antes, pero nunca he abrazado a alguien que fuera como tú... Te siento pequeña entre mis brazos, pero enorme a la vez, por eso sonrío y te llevo un poco más hacia mí, dándome cuenta de que a ti te late el corazón tan rápido como a mí-. Te he echado mucho de menos... -Repito sonriendo, sintiéndome mejor conmigo mismo.

Un vuelco dentro de mí sacude mi cuerpo cuando me rodeas con tus brazos. Ahora sé cómo se siente la más absoluta felicidad. Es como si mi corazón estuviera completo junto al tuyo. Tanto que, cuando me llevas más contra ti, puedo sentir tus intensos latidos y la emoción que siento es tan diferente a todo que no se parece a nada. Me siento grande abrazándote porque tú eres inmensidad. Y, saber que me has echado de menos, que lo repites porque quieres que lo sepa, me llena de felicidad.- Voy a hacer lo posible para que no vuelvas a echarme de menos...-Digo notando más tu corazón que el mío. Y es que me gustaría memorizar ese latido para dormir con ello como si te estuviera abrazando a ti porque es hermoso poder abrazarte. Has sufrido mucho y has recibido más golpes que abrazos. Yo tengo para ti todos los que quieras.

Mientras te abrazo, sintiendo el ritmo acelerado de tu corazón contra mi pecho, algo que hace que me ruborice al sentirte tan cerca, pienso en que ojalá nunca me abraces por última vez. A pesar de los nervios, de esa presión en el pecho que apenas me deja respirar, me siento bien conmigo mismo al abrazarte. Sonrío al escuchar lo que me dices, aún con los ojos cerrados. Ahora que te abrazo por primera vez, no sé como desprenderme de ti, por lo que sigo abrazándote, no con demasiada fuerza, pero sí con intensidad-. ¿Por qué has tardado tanto? -Pregunto casi sin querer, pero sonriendo al hacerlo.

Con los ojos cerrados, abrazada a ti, sintiendo tu corazón. Así podría estar durante tanto tiempo que terminara perdiendo la memoria. Pero qué forma más hermosa de perder hasta la memoria sin importar el tiempo... Hueles bien, eres cálido, dulce y sensible y me abrazas fuerte, como si no quisieras soltarme o no quisieras que te suelte. Y, cuando escucho esa pregunta, me siento mal conmigo misma. Ojalá hubiera podido venir antes, pero a veces es el reloj el que corre en nuestra contra. Podría darte una respuesta real, que has sido por la escuela, por los exámenes, la falta de tiempo. Algo así. Pero prefiero decírtelo de otra manera y darte una excusa para que puedas valorar este momento tanto como yo.- El tiempo ha estado en contra... Pero, ¿sabes una cosa? -Pregunto echando la cabeza hacia atrás para abrir los ojos y poder verte, aunque siento mis mejillas arder.- Creo que no nos estaríamos abrazando así...

Escucho lo que me dices sobre el tiempo, algo que me hace sentir un escalofrío, porque el tiempo me asusta. Niego con la cabeza a tu pregunta, y cuando te echas hacia detrás, yo hago lo mismo y abro los ojos para poder verte. Me doy cuenta de que tienes las mejillas sonrosadas, como si te diera vergüenza abrazarme, algo que hace que mis mejillas ardan más, y trago saliva, parpadeando. Al escuchar lo que me dices, siento vértigo, y es algo raro, pero siento como si se me fuera a caer el corazón del pecho, y no tuviera tiempo de cogerle con las manos. Pero no puedo hacer más que sonreír mientras te miro. Tienes los ojos marrones más grandes y bonitos que he visto en mi vida, el pelo castaño que más suave me resulta, la piel blanca que más bonita se me antoja, los labios de un color rosa muy intenso, y además ahora, tienes las mejillas muy rosas, por lo que no puedo hacer otra cosa, que decirte lo que llevo mucho tiempo pensando, mientras aparto mis brazos de tu cintura porque me da vergüenza seguir abrazándote-. Me recuerdas mucho a Blancanieves.

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miss-vanille · 6 years ago

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¿Me Has Olvidado? [Pt.2] / Tributo a Lysandro

Si les gusta la historia me harían muy feliz si me lo hicieran saber ♥

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"Sucrette, gracias por escribir la carta[...]

Atentamente, Lysandro”

Sentí la sangre de mi cuerpo bajar de mi cabeza hasta mis pies, estaba helada. Rosa había tenido la razón (nuevamente). Me limité a volver a leer el mensaje unas 10 veces más, además de pellizcarme el brazo para asegurarme que no estaba soñando. Lysandro a quien creía jamás podría alcanzar de nuevo, había respondido a mi carta, no…más que eso, había aceptado el verme. Mis ojos definitivamente no me dejarían en paz los siguientes días, volví a llorar, pero esta vez no con tristeza, arrepentimiento o pesadez, si no de alegría, una risa tonta me invadió de manera que desperté a mi tan querida compañera de cuarto quien se levantó completamente extrañada de mi reacción a tan pocas horas de haber salido el sol.

— ¿Qué demonios te pasa? Son las seis de la mañana—exclamó molesta Yeleen mientras intentaba conciliar nuevamente el sueño.

Salí al pasillo antes de que Yeleen se levantara con intenciones de atacarme con su almohada, llamé a Rosalya tan pronto recobré la compostura para encontrarme con la sorpresa de que ella si estaba despierta a esa hora.

— ¿Rosa? Buenos días, si bueno, disculpa que te despierte tan temprano pero…

—No me digas, tenía razón y me llamas para decirme lo mucho que lo sientes por haber dudado de mí y quieres saber de la sorpresa que ya no es sorpresa, no te preocupes Lysandro ya nos dijo todo, ¿Cuál es su problema con dejar dormir tranquila a la gente? —Protestó mientras dejaba escapar un sonoro bostezo—Parecen niños pequeños, los adultos necesitamos dormir—Añadió con una voz burlona.

No pude evitar sentir mi cara ponerse colorada, no solo yo estaba emocionada…comencé a reír sola nuevamente, ¿qué era lo que me ocurría?, pareciera que todo lo que anteriormente me había atormentado ya no existiera, como si esos 4 años sin ver a Lysandro jamás hubieran ocurrido, mi corazón no estaba tranquilo…¿Era correcto sentirme así?, después de todo ya no éramos un par de adolescentes, vaya ni siquiera sabía cómo me sentía aún, estaba dejándome llevar demasiado por las emociones del momento, me sentía como la chica que solía ser cuando estudiaba en Sweet Amoris, influenciada por todas las personas que me rodeaban sin preguntarme que era lo que yo sentía y lo que yo quería hacer. La sonrisa desapareció de mi rostro, es cierto después de todo terminamos para bien ¿no?, aunque existieran sentimientos en nuestros corazones por el otro ¿todo volvería a como era antes?, ¿estaba bien todo lo que estaba sintiendo?

—No—dije sin pensar.

—¿Disculpa?, ¿Las horas de mi sueño de belleza no son importantes para ti?—Replicó exasperada.

—N-No, no quise decir eso, estaba hablando sola—Expliqué—Rosa… ¿Está bien que haga esto?, ¿Pueden regresar las cosas a cómo eran antes?

— ¿Qué quieres decir?

—No sé, es algo que cruzo mi mente, ir allá con ustedes…ver a Lysandro, descubrir que es lo que siento, ¿no estoy siendo egoísta?, quiero decir…después de que terminamos Lysandro y yo… ¿no fue porque era lo mejor?, ¿no estaríamos dando un paso hacia atrás?, digo…nosotros hicimos nuestras vidas después de terminar, ¿no estaría abriendo las heridas de ambos con mi visita?, ¿está bien que me sienta emocionada de verlo?

Suspiró—Sucrette, siendo honesta, lo que puedo decirte es lo siguiente; nuestras vidas están compuestas de ciclos, ciclos que eventualmente cierran o al menos deberían de cerrarse. Esas dudas que expresas para mi demuestran inseguridad en ti misma, en algo tienes razón de lo que planteas y es que tu relación con Lysandro es algo que ocurrió en el pasado sin embargo que terminaran no quiere decir que su ciclo tuviera el cierre que ambos hubieran querido, especialmente por las circunstancias tan traumáticas que fueron el principal factor de su rompimiento, pregúntate a ti misma ¿querías terminar con el?, ¿su relación era una situación toxica de la que ambos necesitaban alejarse para ser felices?, ¿si tus padres no hubieran decidido mudarse aun serían pareja?, si los padres de Lysandro no hubiesen enfermado y luego fallecido, ¿crees que él no habría intentado ir tras de ti?

—Pues…

—A lo que quiero llegar es que ustedes necesitan cerrar el ciclo de lo que fue su relación de preparatoria y decidir, ahora que ya son ambos adultos independientes, que quieren hacer ahora. ¿Qué si abrirán nuevamente sus heridas? Claro que sí, es necesario para sanarlas. ¿Descubrirán nuevas cosas del otro? A lo mejor. ¿Quieren volver a estar juntos? Solo ustedes pueden responder eso, ¿Querer volver está mal? Si ambas partes están de acuerdo no veo porque no deberían intentarlo nuevamente, pero con otra mentalidad obvio, tú ya no eres la misma Sucrette de antes y Lysandro tampoco es el mismo desde que te fuiste, además creo que a estas alturas de su vida, una relación ya no es sencillamente para ver que sale…siento que si realmente tu deseas tener una relación con una persona deberá ser porque comparten metas y un futuro por el cual desean trabajar juntos.

—Rosa—Respondí con un nudo en la garganta—muchas gracias, de verdad que no sabría que hacer sin ti—Confesé con alivio.

—No te preocupes, todo estará bien, ahora si me disculpas me levantaré a hacer desayuno, ya no tengo sueño y prefiero hacer algo productivo a quedarme acostada viendo a la nada intentando dormir de nuevo, de todas maneras Leigh ya se ha levantado a ayudarle a Lysandro.

—Está bien Rosa, no te molesto más, muchas gracias de nuevo…de verdad

—Ah, antes de que se me olvide…te compré un pasaje de autobús en internet para que puedas venir tú también, aprovechando que acabas de terminar los exámenes de fin de semestre y son vacaciones…el único detalle es que tu boleto está marcado para salir el viernes en la mañana y el regreso el viernes de la otra semana. Espero no sea problema para ti o que ya tuvieras planes, no quería que fuera un problema pero tampoco quería arruinar la sorpresa...

—No, no te preocupes no representa ningún problema, tenía pensado pasar mis vacaciones en la ciudad con mi tía.

—Bueno, te envío el pase y demás para que lo imprimas más tarde ¿sí?, deja de preocuparte por todo y solo concéntrate en hacer tu maleta.

—Si Rosa, no te preocupes estaré bien.

Colgué y para cuando vi el reloj ya eran las 8, mi estómago comenzó a rugir por lo que me devolví al cuarto a cambiarme, Yeleen quien ya estaba despierta, solo se limitó a seguirme con la mirada cuando entré mientras que hacía su maleta.

—No sé qué mosca te picó, pero espero se te pase para cuando yo haya vuelto, no estoy dispuesta a soportar que me despiertes tan temprano con esa risa tan extraña que tienes en días de clases.

—¿Te irás de la ciudad?

—¿Realmente te importa?, lo que yo necesito saber es si tú te irás, no quiero encontrarme con la sorpresa de que mi cuarto fue el centro de convención de tus amigos raros, bastante tengo con que tu vivas aquí.

—Sabes que Yeleen, que tengas un bonito viaje con tu familia—Bufé mientras terminaba de cambiarme.

—No me digas que hacer, cámbiate y vete, quiero terminar de empacar en paz.

—No te preocupes ya me voy—Gruñí mientras que salía de mi habitación malhumorada.—No puedo creer lo rápido que logra ponerme de malas, ni Amber me hacía sentir así en la preparatoria.—Dije para mí misma mientras me encaminaba al Cozy Bear Café.

Las calles se sentían tan solas esas vacaciones, la ausencia de los alumnos y sus familiar realmente, se hacían presentes en la ciudad, llegué rápidamente al café como de costumbre, el camino cada vez se me hacía más y más corto, al igual que las calles vacías de la ciudad, el Cozy Bear Café aparentaba estar en medio de un desierto. Solo se encontraban Hyun afuera barriendo la acera y Clemence a lo lejos en las máquinas de café dándoles mantenimiento.

—Buenos días Su, ¿necesitas algo…linda?—Preguntó mientras esbozaba una sonrisa en la que contenía su risa y sus mejillas se encendían de un color rosado.

—Ni si quiera pudiste decirlo sin reírte—Recalqué soltando una carcajada—Sin duda tu fuerte es el café y no el dar cumplidos a tus clientas.

—Oye tengo que mejorar en lo que hago, si no, jamás lograré que me tomen en serio otras chicas lindas como tú, pero ya en serio ¿vienes a desayunar?

—Pues sí, tienes un buen punto, si vengo en plan de clienta. La cafetería no está abierta y quisiera poder desayunar algo más elaborado que un cereal con leche.

—¿Qué te parecen unos waffles con fruta y un café?

—Me conoces bien

—Te lo digo, tengo que mejorar en lo que hago para que me puedas tomar en serio—Presumió mientras me giñaba un ojo, para después volver a sonrojarse y entrar a toda velocidad.

Al tomar asiento en una de las mesitas de la terraza, me di cuenta que mis mejillas también estaban de color rosa, Hyun nunca fallaba en hacerme sonreír, sin embargo esta vez me encontré a mí misma pensando en cómo reaccionaría Lysandro de verme bromear de esa forma con Hyun, sabía que no le era indiferente a Hyun e inlcuso podía llegar a ser divertido tontear con él. ¿Se pondría celoso? Mis mejillas comenzaron a arder con fuerza de pensar en la posibilidad de volver a ver la expresión de Lysandro estando celoso y un poco de arrepentimiento me invadió.

—No pensé que mi guiño tendría tanto efecto en ti—Declaró con seguridad, cuando servía mi desayuno.

—Quisieras que así fuera—Contesté, tratando de evitar la mirada de Hyun.

—Entonces si no fue mi guiño, ¿qué te puso así que ni siquiera quieres verme a la cara?—preguntó acercándose a mi rostro.

Mi corazón estaba agitado, pero no sabía si era por la cercanía del rostro de Hyun con el mío, las miradas asesinas de Clemence a lo lejos de nosotros o la imagen que no se iba de mi cabeza de Lysandro celoso, o la mezcla de las 3 cosas a la vez.

—Hyun—Exclamé mientras me paraba de golpe para alejarlo con mi brazo—Gracias por traerme el desayuno, pero agradecería que respetaras un poco mi espacio personal—Chillé—sobre todo si Clemence nos está viendo, siento su mirada mortífera desde lo lejos, no tarda en venir hacia acá—susurré después de lograr separarlo un poco y sentarme en mi mesa.

—Hyun, querido puedes venir un momento—Vociferó Clemence con un tono empalagoso.

—Te llaman, puedo desayunar sola, no te preocupes.

—Voy en un momento, Clemence—respondió—Oye en serio, me gustaría saber que te hizo ponerte así, sé que no te sonrojaste por mí o mi guiño seductor pero me gustaría saber quién si pudo hacerte sonrojar sin estar presente—añadió antes de irse.

—Es un secreto—Declaré victoriosa antes de que se fuera.

Empecé mi desayuno, al tiempo que escribía y borraba lo que habría de responderle a Lysandro…

“Muchas gracias por el mensaje, no esperaba que contestaras tan rápido…”

—No, suena como si no hubiera querido que me respondiera

“Lysandro, muchas gracias por el mensaje, Rosalya me dijo del boleto de autobús, está programado para el viernes, así que ¿supongo que te veré el viernes?”

—Suena extraño…

“Lysandro, gracias por tomarte el tiempo para responder a mi carta, ya me comentó Rosalya del boleto de autobús, me dedicaré a empacar mis cosas, me siento muy emocionada de poder acompañarlos espero poder verlos el viernes si todo va bien. Hasta entonces”

Envié el mensaje con un nudo en la garganta, todavía no podía creer lo que estaba pasando.

—Realmente espero que todo salga bien—Pronuncié mientras que colocaba el teléfono en mi pecho, aun nerviosa.

#lysandro #lysandre #sucrette #corazon de melon #my candy love #amour sucre #hyun #clemence #cdm #corazon de melon en la universidad

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pensarelvirus · 5 years ago

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“La pandemia democratiza el poder de matar” / Achille Mbembe

Diogo Bercito

Gauchazh, 31/marzo/2020

El coronavirus está cambiando la forma en que pensamos sobre el cuerpo humano. Se convirtió en un arma, dice el filósofo camerunés Achille Mbembe. Mbembe, de 62 años, acuñó el término «necropolítica» en 2003. Investiga, en su trabajo, la forma en que los gobiernos deciden quién vivirá y quién morirá, y cómo vivirán y morirán. Enseña en la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo. El pasado viernes (27 de marzo), Sudáfrica registró las primeras muertes por el coronavirus.

La necropolítica también aparece en el hecho de que el virus no afecta a todos por igual. Existe un debate acerca de priorizar el tratamiento de los jóvenes y dejar morir a las personas mayores. “El sistema capitalista se basa en la distribución desigual de la oportunidad de vivir y morir”, explica Mbembe. “Esta lógica de sacrificio siempre ha estado en el corazón del neoliberalismo, que deberíamos llamar necroliberalismo. Este sistema siempre ha funcionado con la idea de que alguien vale más que otros. Los que no tienen valor pueden ser descartados”.

¿Cuáles son sus primeras impresiones de esta pandemia?

Por ahora, estoy abrumado por la magnitud de esta calamidad. El coronavirus es realmente una calamidad y nos trae una serie de preguntas incómodas. Este es un virus que afecta nuestra capacidad de respirar.

Y obliga a los gobiernos y hospitales a decidir quién continuará respirando.

Sí. La pregunta es cómo encontrar una manera de asegurar que cada individuo pueda respirar. Esa debería ser nuestra prioridad política. También me parece que nuestro miedo al aislamiento, a la cuarentena, está relacionado con nuestro miedo a enfrentar nuestro propio fin. Este miedo tiene que ver con no poder delegar nuestra propia muerte a otros.

¿El aislamiento social nos da algún poder sobre la muerte?

Sí, un poder relativo. Podemos escapar de la muerte o posponerla. Contener la muerte está en el corazón de estas políticas de contención. Este es un poder. Pero no es un poder absoluto porque depende de otras personas.

¿Depende de otras personas aislarse también?

Sí. Otra cosa es que muchas de las personas que han muerto hasta ahora no han tenido tiempo de decir adiós. Varios de ellos fueron incinerados o enterrados inmediatamente, sin demora.

Como si fueran basura de las que debemos deshacernos lo antes posible. Esta lógica de eliminación ocurre precisamente en un momento en que necesitamos, al menos en teoría, a nuestra comunidad. Y no hay comunidad sin poder despedirse de los que se fueron, organizar funerales. La pregunta es: ¿cómo crear comunidades en tiempos de calamidad?

¿Qué consecuencias dejará la pandemia en la sociedad?

La pandemia cambiará la forma en que nos relacionamos con nuestros cuerpos. Nuestro cuerpo se ha convertido en una amenaza para nosotros mismos. La segunda consecuencia es la transformación de la forma en que pensamos sobre el futuro, nuestra conciencia del tiempo. De repente, no sabemos cómo será el mañana.

Nuestro cuerpo también es una amenaza para los demás si no nos quedamos en casa…

Sí. Ahora todos tenemos el poder de matar. El poder de matar ha sido completamente democratizado. El aislamiento es precisamente una forma de regular ese poder.

Otro debate que evoca la necropolítica es la pregunta sobre cuál debería ser la prioridad política en este punto, salvar la economía o salvar a la población. El gobierno brasileño ha estado haciendo señas para que se priorice el ahorro de la economía.

Esta es la lógica del sacrificio que siempre ha estado en el corazón del neoliberalismo, que deberíamos llamar necroliberalismo. Este sistema siempre ha funcionado con un aparato de cálculo. La idea de que alguien vale más que otros. Los que no tienen valor pueden ser descartados. La pregunta es qué hacer con aquellos que hemos decidido que no valen nada. Esta pregunta, por supuesto, siempre afecta a las mismas razas, las mismas clases sociales y los mismos géneros.

Como en la epidemia del VIH, en la que los gobiernos se demoraron en actuar porque las víctimas estaban al margen: ¿negros, homosexuales, consumidores de drogas?

En teoría, el coronavirus puede matar a todos. Todos están amenazados. Pero una cosa es estar confinado en un suburbio, en una segunda residencia en una zona rural. Otra cosa es estar en primera línea. Trabajar en un centro de salud sin máscara. Hay una escala en cómo se distribuyen los riesgos hoy.

Varios presidentes se han referido a la lucha contra el coronavirus como una guerra. ¿Importa la elección de palabras en este momento? Usted escribió en su trabajo que la guerra es un ejercicio claro en necropolítica.

Es difícil dar un nombre a lo que está sucediendo en el mundo. No es solo un virus. No saber lo que está por venir es lo que hace que los estados de todo el mundo reanuden las viejas terminologías utilizadas en las guerras. Además, las personas se están retirando dentro de las fronteras de sus estados nacionales.

¿Hay un mayor nacionalismo durante esta pandemia?

Sí. La gente está volviendo a «chez-soi», como dicen en francés. A su hogar. Como si morir fuera de casa fuera lo peor que podía pasar en la vida de una persona. Las fronteras se están cerrando. No estoy diciendo que deberían estar abiertas. Pero los gobiernos responden a esta pandemia con gestos nacionalistas, con esta imagen de la frontera, del muro.

Después de esta crisis, ¿volveremos a ser como antes?

La próxima vez, seremos golpeados aún más fuerte que durante esta pandemia. La humanidad está en juego. Lo que revela esta pandemia, si lo tomamos en serio, es que nuestra historia aquí en la tierra no está garantizada.

No hay garantía de que estaremos aquí para siempre. El hecho de que sea plausible que la vida continúe sin nosotros es el tema clave de este siglo.

Fuente: https://lavoragine.net/la-pandemia-democratiza-poder-de-matar/

[Publicado 31/marzo/2020]

#Achille Mbembe #La pandemia democratiza el poder de matar #necropolítica #necropolitics #covid-19 #coronavirus #crisis #virus #sociedad #salud #filosofía #entrevista #Camerún #Brasil #EUA #USA #worldpolitics #reflexión

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lacronicacoruna · 5 years ago

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“Cuanto más disciplinados seamos, antes pasará todo”

Francisco González Péréz ‘Fran’, cartel blanquiazul y uno de los futbolistas más importantes de los que han portado el brazalete de capitán del club coruñés, charla con nosotros, desde su casa de Barcelona, donde reside con su mujer y sus hijos.

¿Qué tal llevas los primeros días de toril en casa por el Covid-19?

Bien, no hay otra. Hay que encerrarse para ver si pasa cuando antes la avenida porque cuanto más disciplinados seamos, antes pasará todo esto y la sociedad podrá regresar a la normalidad.

Cierto, ahora mismo lo más importante es concienciar a todo el mundo.

Creo que la muchedumbre cada vez está más concienciada, aunque a veces hace equivocación que salga el presidente del Gobierno a pedir que nos quedemos en casa para que espabilemos y hagamos caso porque había mucha muchedumbre que no se lo tomaba demasiado en serio, por eso lo mejor ha sido imponer el estado de emergencia.

¿Qué tal os encontráis tu clan y tú?

Aquí perfectamente. Cuando empezó a tener lugar todo esto, nosotros estuvimos barajando la posibilidad de irnos a A Coruña o quedarnos aquí, pero como el colegio no paró su actividad hasta el pasado lunes, luego que si paró la universidad, los niños dejaron de entrenar el miércoles… con esta incertidumbre no tomamos una intrepidez y al final, todo se decidió el viernes y ya consideramos que era un poco tarde para irnos y no queríamos contraer ningún peligro para nosotros ni para los demás. Todo sucedió muy rápido, las cosas iban cambiando día a día, que si el colegio, el entrenamiento… se veía venir, pero no podías tomar la intrepidez sin asimilar qué iba a tener lugar, qué medidas iba a tomar el Gobierno ni qué iba a suceder en todos los ámbitos.

¿Cómo ves la situación en Barcelona?

Hasta hace incluso un par de días, cuando ya se sabía un poco la peligro de todo el asunto y se rumoreaba con que todo iba a tener que detener, pese a todo eso, la muchedumbre siquiera estaba tan concienciada. Ahora no sé si son conscientes aún del peligro que supone, de la peligro de la avenida, pero por lo menos es una obligación quedarse en casa y el Gobierno ha trabajador unas medidas y hay que cumplirlas. Ya no se ve tanta muchedumbre, solo a personas cumpliendo esas primeras deposición y no se ven tantas aglomeraciones en los sitios y en los comercios como los días anteriores. Aquí llevamos desde el viernes encerrados y solo vamos al supermercado y poco más, pero se ve que hay más respeto a lo que está pasando.

No tenía sentido que no hubiera colegio y se jugaran partidos

Queda claro que mientras no se frene la propagación del coronavirus, el fútbol tiene que quedarse en una posición secundaria.

Totalmente. No sé si se ha llevado todo con un poco de retraso, quizá se ha tardado demasiado en dar los pasos, pero se está viendo que a pesar de que se tomaron medidas, hay muchedumbre contagiada y el fútbol no es ignorante a esto. Al principio, no encontraba sentido a que si ya desde el lunes no dejaban ir a los niños al colegio, cómo era posible que el miércoles pudieras asistir a un partido, cuando en un estadio se juntan miles de personas y el peligro de contagio era altísimo. Era un poco un sin sentido.

Tampoco tenía demasiado sentido lo de aventurar partidos a puerta cerrada, como ya había denunciado Fernando Vázquez en un principio.

Es que volvemos a lo mismo, hay un clan de personas, jugadores, técnicos, médicos, empleados de un club que era inasequible que no hubiese contagios, así que significaba un peligro aventurar los partidos. Además, para mí es muy triste aventurar a puerta cerrada, no tiene ningún sentido en el fútbol. Uno juega para el manifiesto, es un espectáculo para el publico y no me parecía racional que se siguiese jugando.

Tampoco parece falta claro cómo van a alcanzar resolver los estamentos futbolísticos la competición liguera cuando se retome.

Yo no sé qué estarán barajando por ahí, pero creo que incluso en el mundo del fútbol hay un malogrado en ese sentido, en cuanto a qué pasa si la competición se acaba o sigue. Creo que en el fútbol es la primera vez que puede ocurrir esto. En la Fórmula 1 ves que si suspenden una carrera a equivocación de diez vueltas por un casualidad, hay unas reglas claras para esa circunstancia, pero en el fútbol no las hay. Lo peor de todo va a ser poner de acuerdo a todos los clubes porque hay unos intereses complicados, los que están involucrados en la pelea por el título y las competiciones europeas y otros equipos de la parte muerto, que pelean por la permanencia. Cada uno va a mirar por sus intereses y creo que si esto se prolongase en el tiempo, o la Liga acaba en agosto o septiembre, o van a tener que aventurar miércoles y domingo, o la terminan suspendiendo y la declaran nula.

Jugar miércoles y domingo, adicionalmente de la Champions, Europa League, final de Copa…

Cada semana que se retrase esto, es un problemón más holgado. Es un tema verdaderamente serio que no ha hecho más que principiar, hablan de unos números brutales de muchedumbre contaminada y no creo que de la incertidumbre a la mañana puedas ir a un campo de fútbol a aventurar partidos. Ahora mismo es hacer cábalas, pero viendo lo que ha pasado en otros países, como China e Italia, y ahora nosotros, que vamos en esa dirección, tengo la sensación de que esto va a para grande.

Si en la Fórmula 1 suspenden una carrera, hay unas reglas, pero en el fútbol, no

Vázquez consideraría injusto aplicar los descensos de categoría teniendo en cuenta la clasificación contemporáneo o los resultados de la primera reverso.

Es que si desciendes a un equipo porque sí, al final no se va a salir de brazos cruzados, si no que intentará ir a los juzgados. Los clubes cuentan con asesores jurídicos importantes y aunque todos se pongan de acuerdo, como haya dos equipos que no acepten, va a ser un problema. No veo una posibilidad claro.

Y cuando se reanude la Liga, los jugadores no se van a poner a aventurar de un día para otro, sin entrenar ni falta.

Esa es otra de las cosas que me resulta complicado, que cuando un atleta está parado un mes o mes y medio, el peligro de traumatismo es muy suspensión. Habrá futbolistas que sí pueden entrenar perfectamente porque tienen máquinas en sus casas o espacio, pero ahora mismo la capacidad de movimiento es muy pequeña y muchos jugadores se habrán quedado encerrados en pisos y casi no pueden entrenar perfectamente, así que tener lugar de eso a competir supondría un peligro de traumatismo muy suspensión, se tendría que permitir una mini pretemporada. Y si estás encerrado tres o cuatro semanas en una vivienda, a ver en qué condiciones vuelves.

¿Cómo valoras la situación del Depor desde la aparición de Fernando Vázquez?

El equipo ha protagonizado una remontada espectacular, que ni el más animoso podía imaginar, y cuando todos veíamos que era difícil salir de la situación, nos hemos gastado en una posición cómoda en la tabla, pero de pronto, otra vez debajo porque esto es muy difícil. Hay que seguir peleando porque ahora los demás equipos conocen al Depor y es más complicado, aunque con este parón, a ver cómo se preparan todos los equipos y en qué situación regresan.

La traumatismo de Somma hizo cierto daño

¿A qué crees que se debió el balón del Deportivo en las cuatro últimas jornadas?

El equipo se estaba sosteniendo haciendo todos un enorme sacrificio porque es por donde venían todos los problemas. Vázquez sacrificó un poco a todos sus jugadores para implicarlos a todos en defensa y luego esperar la velocidad de Sabin en ataque, consiguió que todo el equipo se sacrificase en defensa, y en las últimas semanas se perdió un poco la esencia, pero es que es muy difícil nutrir ese ritmo de competición. Tarde o temprano tenía que alcanzar la derrota o el igualada, que calibrado llegó en el que para mí fue el mejor partido del Depor, contra el Girona, que fue un 2-2 totalmente inmerecido y donde el arbitraje perjudicó sobrado al equipo. También, calibrado cuando tienes el equipo más o menos sensato, llegó la traumatismo de Somma, que ha hecho un cierto daño.

¿Puede que incluso se dejaran sufrir por la exaltación tras la destello victoriosa?

No, era un ritmo inasequible de tener. Todos habríamos firmado que ganaran siete partidos y sumaran dos empates en merienda jornadas. Estoy convencido de que hasta el más animoso habría dicho que estábamos locos. Era poco que no tenía ningún sentido.

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lacronicacoruna1 · 5 years ago

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“Cuanto más disciplinados seamos, antes pasará todo”