#yonghwa eres la mejor persona que pudo conocer yiahn
Explore tagged Tumblr posts
mikrokosmcs · 7 days ago
Note
Tumblr media
Ha sido criado con la gentileza y disciplina en ambas cantidades, en un hogar donde el cariño y el cuidado nunca faltaron pero siempre debía priorizas a la familia y sus intereses, incluso eso significa hacer a un lado el sentimiento más molesto y que podía nublar la mente de cualquiera: el amor. Yonghwa nunca había sentido esa atracción por alguien, sus compañeros iban cambiando cuando este se aburría, recompensándolos con suficiente dinero para que no tuvieran problemas por un tiempo. Hombres y mujeres han estado bajo su cuerpo pero tenía una clara preferencia por los segundos, por los bellos omegas a quién adoraba tratar cual joyas, consiguiendo las mejores prendas de diseñador para estos y cepillando él mismo sus cabellos, siempre encontrando felicidad en cómo sus dedos se movían entre las suaves hebras tras un baño, repartiendo besos por el rostro antes de una cita y noche entre las sábanas. Yiahn era especial, llegó a su vida de improviso y a pesar que ni su primer encuentro no fue para nada romántico ni los dos o tres siguientes (donde debía huir de la ira de Yeonsuk al enterarse lo que sucedió entre ambos) lograron platicar como personas normales, a veces terminando en una sesión de besos contra la pared de un bar o simplemente en una pequeña promesa de volverse a ver. Los celos no tardaron en llegar cuando la mano de Joohyeon reposaba en la cintura del omega, conteniendo su ira para no molerlo a golpes, buscando la compañía de otra persona dispuesta a complacerlo esa noche y si bien al principio lograba satisfacer sus deseos, poco a poco comenzó a sentir un vacío cuando no era Yiahn quien descansaba a su lado a la mañana siguiente. Dejó de frecuentar a otros omegas, enfocando su total atención en el hermoso gatito de cabellos rojos, disfrutando escuchar su risa cuando Yonghwa llegaba con presentes de alto valor y que rechazaba para no provocar a su anterior novio, o la sonrisa que tenía cuando le despierta con gentiles besos en su rostro. Se había enamorado y lo sabía, aquello podía interferir con el negocio y arruinar lo que su familia había construido, pero por Yiahn estaba dispuesto arriesgarlo todo, incluso si debía acabar con el hombre que jamás lo amó y usaba para su propio beneficio como moneda de cambio. Joohyeon desapareció de la ciudad y su cuerpo nunca encontrado, la zona de las serpientes ahora era controladas por un tipo que le causaba problemas constantes problemas a su mejor corredor. Todo esas preocupaciones y discusiones en las que debía entrometerse para que nadie saliera herido pasan a segundo plano cuando siente a su omega despertar, la marca en el cuello demostrando que ahora eran uno, que a pesar de todo el amor los une y que no permitiría que alguien vuelva a lastimar lo más preciado que tiene.  “Buenos días, lindo gatito.” Comenta entre pequeñas risas, extendiendo el brazo libre hacia el mueble más cercano a la cama y coger un pequeño regalo en cuyo interior había un anillo precioso, con un enorme diamante en el centro, algo que podía simbolizar un compromiso a futuro si es que Yiahn lo deseaba. “Jaerim queda a cargo de la carrera en la noche, así que soy todo tuyo hasta mañana, tengo reservado tu restaurante favorito solo para nosotros y un montón de sorpresas.” No tarda en dejar besos en esos carnosos labios, recostando al omega contra el colchón para posicionarse encima sin romper el contacto y luego mirarlo con dulzura. “Te amo Yiahn, feliz cumpleaños.” ♡
Tumblr media
Yiahn  no  recuerda  ni  un  solo  cumpleaños  donde  las  peleas,  los  golpes  o  los  gritos  no  hubiesen  sido  el  pan  de  cada  día.  Era  un  día  normal  para  su  padre,  que  al  parecer  encontraba  placentero  golpearlo  inclusive  en  el  día  en  que  le  trajeron  a  ese  asqueroso  mundo,  su  madrasta  siendo  especialmente  grotesca  dándole  “regalos  especiales,  de  los  cuales  no  debería  hablar  con  nadie”  y  luego  vino  Joohyeon,  quien  medio  iluminó  aquella  fecha  comprándole  obsequios,  siempre  para  su  deleite  personal  más  que  para  el  suyo.  Cosas  sexuales,  situaciones  incomodas,  siempre  un  martirio,  por  lo  que  no  era  para  menos  que  sus  cumpleaños  solo  tomasen  forma  cuando  conoció  a  sus  amigos,  Yeonsuk  siendo  el  primero  en  felicitarlo,  sumándose  luego  aquel  enigmático  alfa  que  entró  en  su  vida  como  todos  los  demás,  entre  sangre  y  ponzoña.  No  obstante,  cualquier  mal  recuerdo,  quedaba  en  el  olvido  y  opacado  por  todas  las  atenciones  que  recibió  del  rubio,  un  hombre  gentil  y  delicado  con  su  persona  que  solo  le  hacía  obsequios  que  realmente  le  gustaban,  viajes  en  motocicleta  hasta  la  playa,  fechas  en  la  formula  1,  accesorios  para  su  nena  —su  motocicleta—  y  ropa  costosa  que  resaltaba  sus  bonitas  facciones.  Era  cuidado  como  un  niño,  sanado  aquella  pequeña  criatura  que  nunca  tuvo  nada,  y  era  amado  como  un  adulto,  la  marca  que  los  unía  siendo  la  muestra  de  ello.  Sabe  que  debería  prepararse  para  un  largo  día,  por  lo  que  su  sonrisa  es  aletargada,  ronroneando  mientras  se  estiraba  ligeramente.  -  —Buenos  días,  mi  amor  —  -Yiahn  es  especialmente  meloso  durante  las  mañanas,  extendiendo  las  manos  hasta  la  caja  de  joyería  que  el  otro  estaba  dándole,  como  un  niño  pequeño  ante  un  dulce  deseado  y  no  duda  en  admirar  la  piedra  enorme,  que  luciría  preciosa  en  sus  delicadas  manos.  Sonríe,  gustoso  del  regalo,  pero  más  enamorado  por  las  palabras  y  acciones  siguientes,  olvidando  lo  material  para  enredar  sus  brazos  en  torno  a  aquel  cuello  que  lucía  una  marca  sutil,  pero  a  diferencia  de  la  suya,  se  iría  desvaneciendo  con  los  días.  Un  omega  no  puede  marcar  a  un  alfa,  pero  Yiahn  nunca  se  rinde  con  la  idea  de  hacerlo  posible  en  el  más  alto.  -  —No  esperaba  menos,  iba  a  ponerme  especialmente  loco  si  me  decías  que  había  que  trabajar  hoy  —  -bromea,  puesto  que  han  corrido  en  días  especiales,  Yiahn  haría  lo  que  sea  por  el  hombre  que  le  miraba  con  estrellas  en  los  ojos  en  ese  momento.  El  ahora  rubio  sonríe,  robando  un  beso  más,  sus  dedos  rastrillando  el  cabello  cenizo  del  contrario,  sus  cuerpos  reconociéndose  y  sus  corazones  latiendo  al  mismo  ritmo,  clara  prueba  del  amor  más  verdadero.  -  —Te  amo  Yonghwa,  gracias  por  todo. 
2 notes · View notes