#y punto. por eso en parte también quería que no fuera tan largo porque así puedo escribirlo todo y luego voy publicando cada semana o algo
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malkaviian · 2 years ago
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mi cerebro me está dando ideas para escribir desde que mav se separó de roxy y encontró a samael en sitios no muy legales, pero no quiero hacer eso
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miskhalie · 9 months ago
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Sex on the Beach - Fran/Francisco Romero x Reader
Pairing: Fran Romero
Advertencias: smut, cunnilingus, fingering, ¿Public sex?
El sol de verano calentaba el agua del mar, la piel y la arena de la playa. Tu te abanicabas con tu mano incluso dentro del agua. Metiste la cabeza dentro del mar. Cuando volviste a la superficie, miraste a Fran, que se bronceaba junto con las toallas y el bolso. Llevaba unas gafas de sol de colores que le quedaban preciosas con su tono de piel mas bronceada. Además, sus bañadores azules se veían desde la distancia.
Decidiste ir hasta allá. Fran vio como Venus surgió del mar. Tu caminabas a paso seguro mientras el agua te lamia el cuerpo y resbalaba sobre tu piel, dejando atrás gotas. ¡Que mujer!, pensó Fran. ¡Vaya vistas! Se tuvo que levantar un poco, apoyandose en sus codos y quitarse las gafas porque eras todo un espejismo. Tu pelo mojado, tu sonrisa, las gotas bajando por tu cuello a tus pechos a tu cintura y caderas hasta la arena. Se sintió afortunado, como lo había hecho muchas veces más.
Te sentaste sobre tu toalla y lo miraste con esos ojos que le expresaban ternura.
- ¡Que buena esta el agua! - dijiste - Metete si quieres, yo guardo el bolso.
Pero Fran tenia otras intenciones. Lo volvías loco y lo hacías actuar fuera de si. Queria recorrerte la piel con la punta de sus dedos.
- No, gracias. Estoy bien así. - te respondió.
Quizás si debía meterse en el agua, porque estaba empezando a sentir un cosquilleo dentro del estomago que solo podía significar una cosa: te quería allí mismo.
Él también estaba irresistible, con su piel morena, la arena pegada al cuerpo en pequeños granos y el cuerpo reluciente por el aceite corporal. De sus labios colgaba una sonrisa misteriosa y picara. Como si ya estuviera maquinando su siguiente movimiento. Su pelo al sol relucía tanto que parecía Apolo. Y olía a after-shave y a aceite de playa.
Te acercaste a él y juntaste tus labios con los suyos. Sabía a la macedonia que habías comprado de camino. Su lengua era suave, dulce y cariñosa. Por como profundizaba el beso, sabías que estaba necesitado. De ti. Sin separar los labios, te tumbaste a su lado. Un brazo voló a agarrarte de la cintura. Por suerte, habíais colocado en un lugar un poco remoto de la gente, en una pequeña cala a solas.
Su boca bajó de tus labios a tu cuello, donde dio un lametón caliente y sentiste un escalofrío. Suspiraste. Fran se puso sobre ti y poco a poco fue besando tu cuerpo, lamiendo y mordiendo. Cuando llegó a tu braga, beso sobre el forro de esta y sin previo aviso, metió la mano suavemente. Se tumbó a tu altura y siguió besándote con lengua. De momento solo sujetaba tus partes intimas como si lo reclamara, pero tu te sentía tensa, impaciente.
Un dedo hizo camino a tu agujero y se mojó ligeramente para poder acariciar tu punto más sensible, tu clitoris. Con la primera caricia, soltaste un gemido sutil. Fran se comió este al posar su boca sobre la tuya para hacerte callar. Te tapaste la boca después de que te besara y le concediste paso a tu cuello, donde dejaba marcas y besaba con pasión. La combinación de los besos húmedos y calientes con la euforia que sentías por como te tocaba te hacía mojarte más.
La rena de su cuerpo y el agua del tuyo se mezclaban creando una fricción que aunque te irritaba la piel también causaba sensaciones placenteras. El olor a Fran, a playa y el sol que calentaba, todo te traía a un trance del que no eras consciente. Tan profundamente estabas en ese trance que no notaste cuando Fran despego sus labios de tu cuello y fue dejando un camino de os labios de tu cuello y fue dejando un camino de besos hacia tu entrepierna. Hizo a un lado la tela y empezó a lamer. Tu tensabas tus músculos al gemir y no podías ya negar que te gustaba estar así en un lugar medio publico.
Fran te lamia con dulzura, con largos lametones de arriba abajo. Tú levantabas las caderas presa de las sensaciones. Tu cuerpo pedía más y formaba un nudo en la base de tu estomago. Se sentía tan bien que agarraste a tu novio del pelo, por lo que empezó a hacer vibrar su lengua y a lamer en círculos tu nudo más sensible. Justo cuando pensabas que no podías más, te introdujo un dedo, después de que lo aceptaras con facilidad, fueron dos, hasta que fueron tres. Sin parar de dar atención a ese punto donde los nervios de tus genitales se juntaban.
En unos minutos más te derretiste sobre sus dedos. Ambos jadeabais, tu casi perdiendo el conocimiento de tal climax y él asombrado por como habías estado.
- Che, no sabia que podías hacer eso. - se rió.
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possession-swapbody · 2 years ago
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Anillos gemelos parte 1
Si tuviera que decidir cual a sido mi fin de semana más extraño, sin duda diría que este.
Verán para no hacer muy largo esto les resumiré la historia familiar, mi abuelo encontró unos anillos gemelos en una tienda de antigüedades hace 18 años, y le regalo uno a cada uno de sus hijos (mi padre y mi tío que es 12 años menor que papá), mi padre perdió el suyo y mi tío nunca lo usaba o eso pensábamos todos, bueno eso hasta antes de "perder la comunicación con el" (hace 8 años), resulta que mi papá lo encontró grabando vídeos masturbándose para venderlos en Internet y mi padre pensó que sería mala influencia para mi ya que en ese entonces yo tenia solo 13 y mi padre a diferencia de mi tío es muy cerrado al mundo actual.
¿Y donde entro yo aquí?, bueno les diré, hace 2 meses cumplí 21 años y mi papá me regalo una caja que dejó el abuelo con varios recuerdos, antigüedades y demás, en uno de esos venía una sobre que contenía aquel anillo que era solo un aro de metal medio delgado y sin diseños, eso sí era de oro, mi padre lo reconoció y me platico lo que ya les conté, en fin el anillo me gustó algo me atraía a el y decidí a llevarlo puesto pero cuando salí de casa todo aquel que notaba mi anillo a pesar de no ser nada fuera de lo normal no dejaban de verlo, digo era solo un anillo a mi parecer, pero, no me quería arriesgar a que lo robaran así que decidí solo usarlo ocasionalmente o cuando estuviera en casa.
Resulta que mi tío (quien solo me lleva 10 años de diferencia) también estaba usando su anillo, y el jueves me llamó, si lo se, dije que no teníamos comunicación pero eso solo ante la vista de mi papá, ya que cuando cumplí 18 el consiguió mi número y comenzó a hablar conmigo de vez en cuando, y el viernes no fue la excepción, recibí un mensaje suyo para decirme que sabía que mi papá me dio el anillo y dijo que no usará ese anillo sin antes comunicarme con él.
En su momento ignore el mensaje ya que estaba con amigos y decidí que contestaría después.
Esa noche al llegar a mi casa tomé el anillo y me lo puse pero no le contesté a mi tío ya que igual era noche y no pasaría nada si contestaba hasta la mañana siguiente, entonces me recosté en mi cama y comencé a ver una película.
Pero entonces ocurrió algo que no podía entender de pronto todo me daba vueltas y lo siguiente que se es que estaba desnudo en cuarto que no conocía frente a una cámara y a punto de correrme, y entonces solo pude lanzar sentir como me corría y disparaba mi esperma por mi abdomen y la cama en la que me encontraba, fue entonces que me percate de algo mi mano no era mi mano y tampoco mi pene o el cuerpo, comencé a examinar y tras ver mi reflejo en un espejo en la habitación, vi el reflejo de mi tío Miguel, pero por algún motivo eso me hizo sentir más caliente, la conmoción la desesperación y lo desconcertado que estaba desapareció entre el placer y la excitación del cuerpo de mi tío en ese momento y comencé a tocar cada parte de su cuerpo a bombear mi nueva polla hasta que volví a descargar su esperma por todo mi pecho pero la serena del pastel era su voz, era tan sexy cuando la usaba.
Pero mi momento de placer se vio interrumpido por una llamada entrante al teléfono de mi tío, era mi número, entonces decidí contestar.
Miguel: Samuel dime estas bien?
Samuel: s-si.
M: porfavor cálmate se que esto puede ser algo muy raro y desconcertante pero devez tranquilizarte
S: p- pero esque ahhh
M: o rayos, estaba a punto de venirme cuando cambiamos, perdón por eso Miguel.
S: uf ahhh, tío porfavor no te preocupes pero dime porque carajos estoy en tu cuerpo.
M: si pero debes relajarte ara poder comprender lo que te voy a decir... espera porque estás así si ya pasaron como 10 minutos desde que cambiamos, te seguiste masturbado en mi?
S: no pude resistirme, tu cuerpo me pedía que lo hiciera y no me pude negar.
M: bueno eso no importa igual obviamente pasaría.
S: a que te refieres?
M: deje mi cuerpo a punto de correrse y el echo de que mi pene es muy sensible haría que te masturbaras tarde que temprano.
S: bueno pero dime como paso esto?
M: es muy simple, fueron los anillos originales eso te dije que no lo usaras sin antes hablar conmigo.
S: anillos? que tienen que ver con esto?
M: mira tu abuelo hace años compró...
S: si esa parte ya la se, me la dijo papá, pero, nunca mencionó que causaran un cambio de cuerpos.
M: es porque solo yo y un amigo lo sabemos, veras, luego de que mi padre tu abuelo en paz descanse, nos diera los anillos tu padre dejó su anillo en una mesa y un amigo mío que nos visitaba en ese momento lo encontró y se lo quiso probar, todo resultó en que el y yo cambiamos pero no queríamos que tu padre supiera que lo agarramos sin permiso y como no queríamos que nadie supiera lo que paso fue que el fingió ser yo y yo fingí ser el, me lleve el anillo y lo deje puesto hasta que efecto termino, solo dura un día, después de un mes el y yo quisimos cambiar otra vez, pero yo perdí el anillo y aun así regresamos en automático al pasar el dia, el encontró el anillo 2 años después y me lo regreso en un sobre, entonces yo lo escondí en una caja con reliquias familiares que nunca se abría, así nadie sospecharía de lo que pasó.
S: entonces los anillos son mágicos y pueden cambiarnos, dime esto puede revertirse antes del dia?
M: no lo se, las únicas veces que lo use fueron los días completos.
S: Y si el anillo causa eso porque lo usaste precisamente ahora que sabes que yo lo podía usar también? ( esto lo dije con un tono de duda y sospecha que el lo hiciera a propósito)
M: no es lo que piensas, el anillo atrae a las personas y no sólo eso, sino que hace que los demás vean con deseo de algún u otro sentido el cuerpo de quien lo trae puesto, no notaste que la gente lo viera o te viera mucho mientras lo traías puesto?
S: si pero eso no responde lo que te pregunte
M: bueno ese es mi secreto para que tanta gente disfrute de verme masturbándome.
S: usas el anillo para que a la gente le atraigas?
M: si, al inicio solo así ganaba audiencia pero ahora mi cuerpo esta en forma y lo entrene para no depender solo del anillo pero aun así, lo uso para asegurarme de que la gente sea atraída y hacer negocio seguro.
S: y porque de todos los días grabas hoy?
M: siempre grabó los vienes en la noche y los miércoles en la mañana, pero fue una suerte que que no lo usaras el miércoles porque grabe con alguien más y no solo, como hoy.
S: oye tío no te ofendas tu cuerpo es muy genial y sensible pero quiero regresar a mi cuerpo, podemos tratar de revertir esto?
M: si claro, pero no se como hacerlo.
S: que tal si uso los anillos de nuevo, así de que no los quitamos y volvemos aponer?
M: no funciona ya lo intente antes cuando...
S: que pasa?
M: llegó tu papá, tratare de fingir ser tu, tu has lo mismo conmigo, en mi escritorio esta mi agenda y si ocupas algo te lo mandare por mensaje pero tu padre no puede vernos hablar, ya sabes lo que opina de mi.
En eso escuché como se abría una puerta por el otro lado del teléfono y entonces se colgó en seco.
Si otros se asustaría en esta situación, pero yo no, en parte porque el cuerpo del tío Miguel hace que esto no sea ni incómodo ni nada, de echo solo me hace sentir que tengo tres días para disfrutar, si lo se en el fondo no quiero que esto se revierta, digo, cualquiera diría lo mismo si tuviera su cuerpo.
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Continuara...
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lunearta · 7 months ago
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𝐀𝐋 𝐋Í𝐌𝐈𝐓𝐄
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» Temática: SKZ Bangchan x Lectora » Género: Relación estable con Chan. Fluff. » Warning: Ansiedad, principio de depresión, hurt/confort por parte de Chan. » Tipo: Drabble largo.
⚠️𝘔𝘦𝘯𝘰𝘳𝘦𝘴 𝘺 𝘨𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘮𝘶𝘺 𝘴𝘶𝘴𝘤𝘦𝘱𝘵𝘪𝘣𝘭𝘦, 𝘢𝘣𝘴𝘵𝘦𝘯𝘦𝘳𝘴𝘦 𝘢 𝘭𝘦𝘦𝘳.⚠️
» Masterlist «
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A veces es difícil lidiar con tanta ansiedad.
Los estudios, el trabajo, las amistades, la ciudad, la vida misma… Lo que antes era una emoción positiva, ahora es el infierno en vida. Nada vuelve a ser lo mismo una vez aparece la ansiedad. Porque esta hija de puta golpea, y golpea fuerte. Al principio Chris solo te notó más alterada de lo normal: Te asustabas con facilidad, cambiabas de actividad cada cinco minutos y suspirabas más de la cuenta.
Algo se olía. No por nada conocía ciertos síntomas de haber visto a Jisung.
La cosa fue a peor. Tu humor se agrió, tus sonrisas se apagaron y dejaste de hacer cosas que antes te encantaban, ya fuera escribir, leer, pintar. Entre muchas otras cosas. Llegó a un punto tal que ni siquiera querías salir de casa.
Lo cierto es que Chan paraba poco por casa con el último comeback. Las promociones se habían alargado más de la cuenta, pero siempre se aseguraba de que, cuando llegara, lo primero que hiciera fuera besarte en los labios y abrazarte fuerte, tan fuerte que a veces temías que pudieras romperte.
Él solo reía y seguía abrazándote como si fueras a desaparecer. Y en parte, lo estabas haciendo, pero muy dentro de ti. La ansiedad drena, drena la energía, drena la esperanza, drena hasta el amor. Y tenías miedo de arrastrarlo contigo al abismo que empezaba a crearse en tus pies. Por supuesto, Chan lo notó.
— ¿Qué te pasa?
— Nada.
Era la respuesta más común que salía de tus labios, una que ya se había hecho costumbre. Porque, ¿qué ibas a decirle? ¿“Me siento atrapada en el trabajo.”? ¿”Mi vida está estancada y no sé qué hacer.”? ¿”Me siento mal sin motivo aparente, de la nada, como si la vida hubiera perdido color.”?
No, Bangchan ya tenía suficientes problemas con su grupo. A veces lloraba delante de ella, en silencio, acongojado por la presión de llevar un grupo de siete personas aparte de él, de ser el líder, el responsable. Él también tenía mucho estrés. ¿Por qué iba a responsabilizarlo de alguien más?
Luego vinieron las discusiones unilaterales. La única persona que las iniciaba eras tú, mientras que Chan, el pobre, asistía a la riña mirándote con comprensión y dulzura. Eso te enervaba más. Lo entendía perfectamente cuando le pedías de mala manera que no dejara la cortina de la ducha dentro, porque le saldrían hongos. Cuando le decías que no mezclara la ropa de color con la blanca y que llevabas mucho tiempo diciéndoselo.
Y una noche, todo explotó. Te levantaste con un dolor muy fuerte en el pecho, como si te estuvieran partiendo por la mitad. Buscabas que el aire llegara a tus pulmones, sin éxito aparente, hasta que notaste unos brazos alrededor de tu cuerpo, cálidos. Los sollozos no tardaron en aparecer, grandes goterones de agua cayendo por las mejillas hasta las mandos del hombre que te sostenía como si tu vida dependiera de ello.
— Ya está, tranquila. —te susurraba con la cabeza apoyada en el hombro—. No te preocupes, estoy aquí.
— Chan… —gemiste, completamente desmadejada, ahora contra su pecho.
— Cuéntame que te pasa para poder ayudarte. —te pidió, sereno. Te rozó la mejilla con la palma de la mano, mientras veías que en sus ojos bailaba la promesa de no juzgarte. No podría.  
Y se lo contaste todo. Que estabas atrapada en un trabajo que no querías, que tu vida estaba estancada y que habías perdido el rumbo. Que temías que un día se cansara de ti por ser así, por no ser una persona normal.
— Ni se te ocurra pensar en eso. —negó Chris—. No voy a dejarte. Mañana a primera hora iremos al hospital, pediremos cita con la psicóloga de Han y ya verás como todo se solucionará. No voy a dejarte sola con esto. Te quiero demasiado como para hacerlo, ¿sabes?
— Channie…
— Vamos a descansar. No pienso separarme de ti, ni esta noche ni ninguna. Salvo… que tenga alguna promoción en el extranjero. En ese caso haremos videollamada, ¿qué te parece?
La ternura de sus palabras causó una sonrisa sincera en tu rostro, y Chris bebió de ella como si se tratara de un náufrago que, tras días de búsqueda, ha encontrado un río del que beber. Te besó lentamente, concentrando todo el amor que sentía por ti en mover los labios contra los tuyos.
Te besó hasta que te sumiste en la inconsciencia de nuevo, mucho más tranquila.
Todo iba a salir bien.
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© 𝘕𝘰 𝘦𝘴𝘵á 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘪𝘵𝘪𝘥𝘢 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘱𝘪𝘢 𝘵𝘰𝘵𝘢𝘭 𝘰 𝘱𝘢𝘳𝘤𝘪𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘤𝘶𝘢𝘭𝘲𝘶𝘪𝘦𝘳𝘢 𝘥𝘦 𝘮𝘪𝘴 𝘰𝘣𝘳𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘯𝘪𝘯𝘨𝘶𝘯𝘢 𝘱𝘭𝘢𝘵𝘢𝘧𝘰𝘳𝘮𝘢.
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pamsbx · 2 years ago
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UNA BALA EN EL CORAZÓN
Siempre ha sido más fácil escribir, estoy segura que no hubiera podido decir nada de esto sin haber sido grosera y sin gritos, prefiero escupir mi dolor en versos que tienen delicadeza y un poco sentido. La rabia como la siento no es buena que salga de manera rápida, puede destruir y ahora buscamos reconstruir, retroalimentarnos. Solo a veces no es fácil.
 Creo que nunca entenderás mi dolor, porque jamás has pasado por esta sensación que siento cada vez que respiro, nunca te habían amado como yo lo hago y por ese simple hecho no sabes cuánto duele, me podrías decir que te habían engañado en el pasado, pero no amaste con la intensidad que estoy segura yo obtuve y que en algún punto de la historia perdí. Te juro que quisiera tomarme una pastilla todas las mañanas para no pensar, al inicio de la noticia solo sentía tristeza y decepción, hoy reconozco que es enojo y que no puedo evitar hacerte sentir mal, una parte de mi lo disfruta, pero entiende que no se compara con lo que tu provocaste y mi intención no es pagarte con la misma moneda, me doy cuenta que durante siete meses solo estuviste a medias, la mitad de tu tiempo te la pasabas ideando como evitar el tema, como hacerme sentir mal, como CUIDARME de un daño que ya estaba hecho, solo faltaba tiempo para que la bomba estallara. Y hubiera elegido mil veces que t�� te hubieras quemado en esa mentira que meterme ahí, tus intensiones fueron buenas de ser honesta, pero no me servía de nada siete meses después, durante ese tiempo lo único que hacía era entenderme, quería darte mi mejor versión, quería que te sintieras segura conmigo y por ello debía trabajar en mis inseguridades, dejar de suponer, y dejar de manifestar cosas que no quería que nos pasaran. Estaba dispuesta a hacer todo lo que estaba en mis manos para que nuestro amor se conservara puro y real.
 Al final la historia fue distinta a lo que yo sentía e imaginaba, resulto ser que mis inseguridades eran reales, que mis suposiciones eran reales, que las mujeres tienen un sexto sentido, que yo si quería mejorar para las dos, pero en medio del camino te rendiste por mí, también no me pondré exigente, seguro tenías planes contigo y uno de ellos era sentirte libre, pero lamento decirte que esa bala más que pegarte a ti, me destruyo a mí. Sé que nunca entenderás mi dolor y que en las próximas semanas seguro saldrá a relucir una respuesta sobre porque lo hiciste, pero sinceramente yo se la respuesta, eres egoísta y no te importo ni imaginaste el daño que provocarías, no querías hundirte sola, así que preferiste hundirnos, al menos una de las dos ahora puede respirar, sentir un poco de tranquilidad.
 También debes entender que no me hubiera quedado si no sintiera algo por ti, no soy la clase de persona que solo se queda para vengarse, también se dé eso, tengo un historial con el amor no tan satisfactorio como otros. Para ser sincera me hubiera gustado el tiempo, pero el tiempo también estaba encima de nosotras, la familia, los planes, la bendición, la mentira, esa mentira que ahora yo sostengo, de un amor real, de un amor que construyen y no destruye, las apariencias también son difíciles de mantener, sobretodo porque se lo que conlleva una bomba de ese tamaño en mi comunidad, y no quiero que pases por eso, si al final esto se logra no quiero hacerte lidiar con miradas y comentarios fuera de lugar por parte de mis personas, me ayuda un poco a que lo sepan tres de ellos, eso hace que me burle de la situación más veces de las que quisiera pero por algún extraña razón prefiero reírme de mis desgracias que seguir llorando. Me ayuda a ser menos grosera contigo, evito decir mis chistes de mal gusto contigo, así evito más caos de lo que ya tenemos, pero a veces es inevitable la necesidad y las ganas de escupir mi dolor, sé que te amo, ahora solo me cuesta decírtelo porque no sé si lo que tenemos aún es real.
Esto será un camino largo, estoy construyendo con lo que puedo y lo que quiero aceptar, porque sé que lo intentas, pero la mente no olvida, solo ha pasado un poco y conforme pasen los días espero vaya mejorando. Y sobre todo que seas paciente, no es sencillo confiar, creer, construir, estoy agotada físicamente y mentalmente. Pensé que ya lo había dado todo y resulto ser que no fue suficiente, que el trabajo por meses que he hecho psicológicamente no sirvió nada porque ahora debo empezar con un nuevo reto, y no puedo dar más de lo que quisiera porque ya no me queda mucho, aunque pueda pensar que mereces que, de todo, no puedo darlo, me he quedado sin motivos y es difícil crear nuevos y confiar en ellos, lo que menos quiero es resultar herida por la misma bala una vez más.  
 No espero que entiendas mi dolor, pero no es sencillo, no es sencillo amar con locura a la persona que pensabas que te iba a cuidar y que jamás te fallaría de esa manera. Si es real lo nuestro el tiempo me lo dirá y lo abrazare.
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guardianasdelrpg · 2 years ago
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Pocos juegos como el rol acumulan tantísima gente con taras mentales. Hace años me creé un tumblr para rolear por acá y me reencontré con una amiga con la que hacía tiempo que no hablaba. Aparentemente esta se lo comentó a una amiga suya y ex-amiga mía, y esta última se confabuló con otra rolera que también era amiga suya y roleaba en tumblr para joderme. Para hacerlo más fácil, llamaremos a la primera amiga (que ya no es tal por ya obvias razones) A, B para la ex-amiga, y C para la amiga de B. Yo no sabía que B y C se conocían, y no entendí lo que estaba pasando hasta el final. No recuerdo si yo empecé a seguir a B o ella empezó a seguirme a mí, la cuestión es que teníamos varios fandoms y ships en común y, cuando hablábamos, todo parecía ir bien. Me decía que le pidiera todas las tramas y ships que quisiera, que lo aceptaba todo. Bien, pues todo rol que empezábamos, terminaba a los pocos posts porque dejaba de responderlos. Intenté crear historias con ella en varias ocasiones, a todo decía que sí, pero al final siempre acababa en lo mismo. Se me hacía todo un poco raro, era la típica chica que ponía constantemente el emoticono del corazón y te hablaba de forma linda, siempre "interesándose" por mí (incluso por temas de salud), y aunque esa actitud me parecía un poco forzada, pensé que serían imaginaciones mías y no le di más importancia, hasta que un día vi mensajes de B en Facebook hablando con C y diciendo lo mala que era. Hacían bromas en sus muros diciendo que la maldad de C iba en aumento, indirectas a los roles... Y cuando vi que A les decía que todo eso ya la estaba haciendo sentir mal, entendí por fin lo que estaba pasando.
Habían estado jugando conmigo todo ese tiempo, burlándose de mí, buscando que me hiciera ilusiones con los roles para luego ignorarme. Lo más doloroso fue ver que no sólo ellas tres estaban en el ajo, sino también otra rolera a la que le cogí mucho cariño... y la cual vi que también me estuvo poniendo verde en Twitter. No sé si ella también formó parte de ese horrible juego, pero el hecho de que supiera lo que estaba pasando y que no me avisara de nada, fue suficiente para no querer saber más de ella.
A partir de ese día, pasé página de toda esa gente y empecé a ignorarlos yo también. En algún punto, C posteó que se cambiaba de tumblr y que si alguien quería agregarla, que se lo dijera (o algo así, creo recordar que no hizo pública su nueva url). No hice caso, incluso me alegré de perderla de vista, pero vi que reblogueó ese mismo post en varias ocasiones, curiosamente cada vez que yo hacía saber que estaba ON. Nunca le dije que sabía lo que había estado haciendo. Odio a la gente que se jacta de putear a otros como si todavía estuvieran en secundaria.
Tiempo después, cuando ya me harté de los constantes problemas y dramas que había en tumblr, borré el blog e hice un nuevo Facebook para desconectar definitivamente de todo el mundo. Ah, ¿recuerdan cuando dije que A ya no era amiga por razones obvias, a pesar de que ella se sentía mal por lo que B y C hacían? Pues cuando desaparecí, me quedé viendo el Facebook de A por si preguntaba por mí, ya que tenía esperanzas de que ella no fuera como las otras dos... Pues el comentario que vi al respecto fue algo así como: Por fin me la he quitado de encima. Pocas cosas me han dolido tanto. Si tan harta estaba de mí (aunque a saber por qué, si mis problemas con B no le afectaban a ella en absoluto) podría habérmelo dicho en vez de fangirlear conmigo con todas las ships que teníamos y hacerse la super amiga, pero no... Era más fácil esperar a que yo me cansara y decidiera irme por mi propio pie.
Ojo, que yo no me considero un ángel ni nada de eso, pero cuando se trata de rol intento dejar los temas personales a un lado y divertirme con la otra persona creando una historia, que es lo que se supone que se debe hacer.
Perdón por el largo mensaje, pero necesitaba contarlo y me he quitado un buen peso de encima.
Al final uno sólo puede fiarse de su perro xD
Ahri 💖
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delicatesxn · 3 days ago
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Hoy me encontré mensajes largos y notas de cosas que quise decirte pero nunca me animé. Si contestabas, quizá te las hubiera dicho aunque una parte de mí ya sabía que te esconderías como el cobarde que eres y no me darías la oportunidad de dar el cierre que necesito. En todo caso, las iré publicando a continuación.
***
Oct 15, 2024
A veces creo que debería, miento, quisiera* hablar contigo pero no estoy segura del hilo que debería seguir y honestamente, hacerlo sin una idea clara en la cabeza me aterra. Aunque por una parte considero irrelevante lo que pienses al respecto -no por ello me refiero a que me de igual tu opinión, sino más bien a que independientemente de lo que digas (o no) no cambiará lo que he pensado todo este tiempo-. Si bien puede parecer ridículo en algún punto, es algo que haría por mí antes que por ti. Supongo que parte de mí no quiere dejar las cosas inconclusas, sin cierre, porque así no funciono.
Ocasionalmente pienso en ti, las cosas que pasaron, lo que callé y lo que me hubiera gustado fuera diferente. Y aclaro, no estoy aquí para mendigar atención, disculpas o algo por el estilo. Solo llevo mucho tiempo queriendo exteriorizar todo y no lo he hecho con la persona adecuada que en este caso vendrías siendo tú.
Me gustaste durante mucho tiempo pero las cosas se retorcieron demasiado y ya nunca supe definir qué éramos, a pesar de las conversaciones que hemos tenido al respecto. Quiero decir, al inicio tenía muy claro todo, eras un crush que tarde o temprano iba a superar y estaba bien con eso. Estuve bien con conocerte de a poco y que me acompañaras de vuelta a casa. Todo estaba en orden hasta que decidiste hacer algo al respecto. Y en ocasiones me pregunto ¿por qué? ¿Fue por tu ego? ¿Qué había de malo con seguir como estábamos? Va, que era bastante obvio que tú me gustabas pero así como yo no lo admitía, podías fingir demencia y continuar con nuestras vidas sin cruzar la raya de compañeros de trabajo, porque amigos nunca hemos sido.
Bien, de acuerdo, cruzamos la raya. Fui egoísta y tonta al dejar que las cosas siguieran sucediendo aún al estar consciente de que no pasaría de eso. Pero varias veces te dije que basta, que nos detuviéramos y no vayamos tan lejos, a pesar de que te quería, ya no quería empeorar las cosas. Pero nunca me hiciste caso. Otra vez ¿por qué? No creo que tengas ni una idea de lo mucho que he llorado por sentirme despreciable por involucrarme contigo cuando no debí hacerlo. Y luego también porque dejara de importarme lo que pasaba.
De verdad que hasta ahora no entiendo qué es lo que tienes o lo que me hiciste, porque, contario a lo que piensas, no soy alguien que se encula fácil. Ya sé que no tienes ninguna evidencia porque contigo me fui en caída libre. Más de una vez. Pero creo que sabes que digo la verdad. Es extraño que a ti no pueda mentirte porque me arrepiento al segundo y termino confesándote la verdad tarde o temprano. Bueno, podía.
Nuestra dinámica ha cambiado demasiado y hay unas cosas recientes que me molestan en la boca del estómago, me dan ansiedad y me hacen sentir estúpida. Hemos tenido un constante tira y afloja y he aguantado mucho para querer enfrentar esto. Hasta hace dos meses creía que estaba todo bien. Claro, me hablabas cuando te venía en gana pero estaba acostumbrada a no hablar demasiado contigo. Siempre me pareció extraño cómo decías sentir algo por mí pero nunca intentaste ni un poquito hacer algo al respecto y dejaste la distancia como tu mejor excusa cuando a mí, es la que más me jode. Me jode porque siempre he sentido más que tú y si de verdad hubieras querido, hubiera sucedido. Porque si me hubieras pedido algo a mí, hubiera hecho lo posible para que sucediera. Yo estuve dispuesta, en silencio, esperando que pensaras las cosas, que quizá soltaras tu temor a sentir algo diferente por mí y dejaras todos tus "y si" de lado por ver qué pasaría entre nosotros. Y cuando estuve a punto de rendirme, apareciste de nuevo hablando de ir por comida coreana. Claro, la tonta jamás te diría que no e incluso después de ver tu foto con alguien más, aceptó salir. Pero si acepté salir contigo ese día, después de ver esa foto, fue porque todo esto me hubiera gustado decírtelo de frente: ¿Por qué sigues jugando conmigo? A pesar del acuerdo que teníamos entre nosotros, me ocultaste cosas y ya ni sé si esa foto fue una indirecta para hundirme y hacerme ver que no eras sincero conmigo. De nuevo.
Quería decirte que estaba harta de esa situación y que no quería volver a hablar contigo o verte de nuevo porque yo soy mucho como para que me tengas de segunda opción porque no se te dieron las cosas con quien querías. Pero nunca confirmaste. Y eso me decepcionó aún más. Había escogido una hora, lugar y fecha y no fuiste capaz de decirme sí o no u ofrecer alguna alternativa. Por supuesto que estaba enojada contigo cuando decidiste hablarme días después por si estaba libre. Y sabías que era así porque nunca habías insistido con tantos mensajes y tu primera conclusión fue que yo estaba molesta. ¿Cómo no iba a estarlo si me hiciste sentir como estúpida en la espera de un mensaje tuyo para que salgamos? Era la primera vez que sugerías algo así sin depender del grupo. Nunca entendí por qué me dijiste eso y seguiste haciendo insinuaciones conmigo cuando estabas conociendo a alguien. ¿Te confieso algo? No fui a ese picnic por ti. Me sentía idiota porque había permitido que volvieras a jugar conmigo y tú ibas a fingir que no pasaba nada y yo no estaba bien como para verte y pretender igual que tú, no soy de piedra y créeme que llorar frente a todos no era una opción en mi lista. Pero lo de mi tía también sucedió. No te mentí con eso. Supongo que el universo quiso estar un rato de mi lado.
Pero lo peor de todo es que no termina ahí. Dejarme a la deriva con una salida por mi comida favorita no fue lo peor que pudiste hacerme. Elegiste no saludarme en mi cumpleaños y ahí fue donde superaste todos mis límites. Bien, entiendo que no seas bueno con las fechas, aunque tengamos exactamente cinco meses de diferencia entre nosotros. Entiendo que borraras nuestros mensajes y ni siquiera allí pudieras ver que mi cumpleaños es el 12 de septiembre. Pero no puedo entender por qué lo ignoraste aún después de que subí una foto con mi regalo de ese día. Y claro, para muchos quizá un mensaje de cumpleaños no signifique mucho verdad? Pero yo esperaba, ansiaba el tuyo. Porque yo sí te saludé y quería al menos eso de vuelta. Me atrevería a decir que fui la única de nuestro grupo que recordó tu cumpleaños y tú fuiste el único del grupo en no decirme nada. Ni siquiera días después.
Pero días después apareciste como si nada con un mensaje super x? Y esperabas que respondiera? No sé qué diablos estabas pensando ese día. Esperabas que te felicitara? Yo sé que tengo un problema muy grande para hablar sobre mis sentimientos de forma directa, pero tú no eres mucho mejor.
Me gustaría decir que las cosas terminan ahí, pero no es verdad. Estuve mucho tiempo molesta y dolida contigo, pero supongo que no quería alejarte del todo y quizá hasta pensé en darte otra oportunidad. Para colmo de males empecé a verte seguido en mis sugerencias de tiktok y si bien fue una excusa estúpida, era una excusa para volver a hablarte. Hasta que me ignoraste de nuevo. Claro, hasta el sábado que me escribiste con el pretexto más estúpido. ¿Qué tiene que le haya dado like a tu estado? Aún peor, por qué borraste los mensajes como si no los hubiera leído.
Después de todo este tiempo sigo sin entenderte pero estoy cansada de pensar en ti, de recordarte y de todo el conflicto que me causas. Sé que nada de esto es sano y no entiendo por qué, aún cuando soy consciente de ello, sigo así y hago cosas estúpidas y me aferro a ti cuando claramente ni me quieres ni te importo. Y no sé qué diablos hacer para dejarte atrás. Es decir, no te he visto en más de dos meses y todavía las cosas que pasaron contigo me remueven cuando estoy sola y llego a pensar que te extraño y quiero verte y sentirte pero eso sería humillarme demasiado, no? Aunque una parte de mí siempre estará dispuesta a humillarse por ti.
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bookishnerdlove · 8 months ago
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NELTHDR 134 [FINAL DE LA HISTORIA PRINCIPAL]
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"Para entonces ya me había enamorado de Edith y, en ese sentido, quería creer que era diferente a los demás hombres". Era estúpido, infantil y arrogante. "Ojalá hubiera hablado con ella más seriamente en ese entonces...... Creo que la he lastimado demasiado a lo largo de los años, para ser una chica tan dulce......' Killian dejó escapar un largo suspiro mientras observaba a Edith celebrar la boda de la mujer que había intentado hacerle daño. "Si la dejan sola, probablemente fingirá ser fuerte y se desquitará con todos los demás, pero no, la protegeré". Ella levantó la barbilla desafiante y dijo lo que tenía que decir, pero al final, fue ella quien lo abrazó. "Lizé es tan hermosa hoy, que es casi irreal". "Eres más bonita". Bajando su rostro hacia la oreja de Edith mientras ella aplaudía, Killian fingió responder, luego besó su linda aurícula y la mordisqueó. Las orejas son el punto débil de Edith. "¡Vaya! ¡Killian!" El solo hecho de ver a Edith estremecerse hizo babear a Killian. —¿Cuánto durará la boda? "No lo sé, pero la recepción durará hasta la medianoche". "...... mierda". Edith sonrió ante las palabrotas de Killian. "¿Sabes lo ansiosa que está una novia por quitarse su pesado vestido de inmediato?" "¿Soy solo yo quien no puede desvestirte en este momento?" Estremecida por el susurro lascivo de la voz de Killian, Edith miró juguetonamente a Killian y le dio una palmada en el antebrazo. Luego le susurró al oído: "Después del almuerzo, podemos desaparecer durante una hora y nadie lo sabrá". "Es agradable escuchar eso. ¿Tu habitación o la mía? "...... ¿O el balcón del tercer piso donde no viene nadie? "¡Ja...... De verdad, me vas a torturar". —Recuerda el funeral de tu abuelo, Killian. ¡Oh! Es nuestro turno de aplaudir". Killian y Edith aplaudieron junto con los demás, poniendo de nuevo los rostros dignos de un conde y una condesa, pero por dentro no eran más que un par de recién casados borrachos de amor.   ***   La creación de Killian como Conde de Ryzen se había decidido mientras yo yacía convaleciente.  En ese momento, era evidente que Killian iría a Ryzen en cualquier momento, por lo que el duque Ludwig se apresuró a informar a la corte imperial y, sobre el papel, Killian fue el conde Ryzen a partir de entonces. La boda de Cliff y Lizé había retrasado nuestra partida, pero no descuidamos nuestros preparativos, y poco después de la boda de Cliff y Lizé, nos dirigimos a Ryzen. "Cuídate". "Por favor, manténganse bien sano, madre y padre. Te escribiré tan pronto como llegue". El día que salimos de la mansión Ludwig, la duquesa apenas podía contener las lágrimas, y el duque también estaba de mal humor y remordimiento. Pero dado que Cliff ya era el heredero aparente, era natural que el segundo hijo recibiera otro título y se fuera a la finca después del matrimonio. —Estoy celoso de que estés un paso por delante de mí —dijo Cliff con nostalgia mientras estrechaba la mano de Killian para despedirse—. "Ahora que lo pienso, lo soy. Supongo que ha sido así desde que conseguí a Edith. "¿Quién hubiera pensado que serías tan talentoso?" Oh, cierto. Killian se jactaba de mí en todas partes, avergonzándome. Ahora que lo pienso, recuerdo que Cliff dijo que Killian tenía complejo porque nunca le había ganado. Ya sea gracias a mí o no, estoy feliz de que Killian haya superado su complejo sobre su hermano. Después de intercambiar cortesías durante un rato más, nos apresuramos a salir de la capital; El tiempo era esencial si queríamos llegar a nuestra ciudad de escala antes del anochecer. "¡Está bien, vámonos!" A la orden de Killian, el carruaje en el que viajaba traqueteó y comenzó a moverse. Apreté la mano de Anna mientras estaba sentada a mi lado. "¿Estás nerviosa?", preguntó. "Nervioso y...... emocionado". Le dediqué a Anna una sonrisa nerviosa. Pero no me siento asustada ni ansiosa. Todo esto se siente muy bien. "Va a ser muy diferente, Anna. No solo para mí y Killian, sino para ti. "Gracias por esta oportunidad, señora". "Es muy incómodo que te llamen señora". Me reí a carcajadas con Anna. Pero el viaje a Ryzen estuvo lejos de ser cómodo. El viaje en carruaje por caminos en mal estado me dio dolor de cabeza, y el área debajo de mis ojos parecía oscurecerse cada día, ya que tenía que hacer mis necesidades en la hierba y tenía dificultades para bañarme adecuadamente. Sin embargo, la fatiga desapareció tan pronto como llegamos a Ryzen. "¡Esto es...... ¡Ryzen!"  "¿Qué te parece? Todavía es una ciudad pequeña, pero hay mucho potencial de desarrollo". "Me encanta, de verdad". Mientras mi corazón latía con fuerza al ver a Ryzen desde la ventanilla del carruaje, el carruaje que nos transportaba entró en el castillo. "Bienvenidos a los nuevos propietarios de Ryzen. Soy Vincent, el mayordomo del castillo. Vincent, el mayordomo que había estado administrando el castillo durante años, parecía un poco más joven que Philip en la mansión Ludwig. Pero parece que tiene una buena cabeza sobre sus hombros, y el castillo, que no ha tenido dueño en años, está muy limpio y ordenado. Además, los muebles y otros artículos que habían sido ordenados y enviados con anticipación estaban todos en su lugar, lo que indica que los había organizado a su llegada. —Bueno...... es mucho menos que la Mansión Ludwig, pero......" "Me gusta". Es difícil que no te gusten las cosas que he elegido y ordenado que se hagan, discutiendo cada una de ellas con Killian. Pero incluso eso le pareció insuficiente a Killian. "Si necesitas algo, no te preocupes, solo dímelo y lo ordenaré de inmediato". Me pregunto si así es como se siente un joven maestro, que nunca ha conocido una carencia desde la infancia. ¿Qué más se puede comprar cuando el castillo está lleno de todas las cosas correctas? "No, esto es suficiente para vivir. Si necesitas algo, tendrás que pedirme permiso para comprarlo. Tienes una tendencia a desperdiciar dinero". —¿Lo hago......? "Sí. Te enojaste conmigo por vender cosas que no necesitaba". "¡Eso no es por lo que estaba enojado......!" —Si vamos a desarrollar la finca, vamos a tener que apretarnos el cinturón —dije, apretando los puños—. Killian sonrió. "Bueno, supongo que los papeles están invertidos de lo que pensaba, pero...... Tendré que trabajar duro para seguirte el ritmo". "¡Por supuesto! Si eres perezoso, no te dejaré libre solo porque eres mi esposo, ¡te regañaré!" "¡Jajaja! Supongo que tendré que trabajar más duro porque te tengo miedo". ¿Te estás riendo ahora? ¿Realmente puedes mantenerte al día con el horario de un oficinista coreano que está acostumbrado a trabajar horas extras? Le sonreí a Killian como un jefe que sonríe amablemente en una entrevista de trabajo a pesar de que tiene una oscura intención de explotar a sus trabajadores. No hay necesidad de intimidarlo ya. Después de nuestro recorrido por el castillo, nos bañamos y nos pusimos ropa cómoda, luego subimos a las murallas para tomar un poco de aire fresco. Una brisa fresca sopló y secó mi cabello aún húmedo. "Es hermoso". "Es la más hermosa de las propiedades de mi padre".  Montañas no tan escarpadas rodeaban la finca, y en los campos abiertos crecían trigo y cebada. Había algunos huertos a lo lejos, y había bastantes casas privadas. "El mercado ha ido creciendo en los últimos años". "Una vez que facilitemos que la gente viaje a través del Monte Philiac, Ryzen crecerá de forma explosiva". "Antes de que eso suceda, necesitamos aumentar la seguridad y desarrollar carreteras". "¡Ah, y necesitamos una clínica y una escuela! Si los plebeyos tienen una clínica a la que pueden ir si están enfermos o heridos, la población de la finca aumentará, y si enseñamos a los niños como es debido, habrá menos ladrones y mendigos". "Bien, entonces tendremos que encontrar buenos médicos y maestros, y para pagar por su trabajo, tendremos que apretarnos el cinturón...... como tú dices. Hablamos un rato más sobre lo que se necesitaría para desarrollar Ryzen, y luego respiré hondo. No fue porque no tuviera nada que decir. El corazón me latía en el pecho y necesitaba calmarme un poco. Originalmente, apenas había polvo fino en este mundo, pero Ryzen tenía un aire más limpio que la capital. Entonces sonreí y dije: "Sabes, honestamente estaba asustado. Si no fuera por nuestra intimidad física......" "...... ¿A qué te refieres? "En realidad, no pensé que me traerías aquí, gracias". "Si no te traigo...... ¿A quién traigo?" —Bueno, como dijo el conde Sinclair, podrías haberte divorciado de mí y haberte vuelto a casar con una mujer de una familia realmente decente. Estaba agradecido a mi manera, pero la expresión de Killian se volvía más sombría a cada minuto. Sus ojos parecían arder con fuego mientras me miraba. —¿Killian......? "Entonces, estás diciendo que la razón por la que te traje aquí es por...... intimidad física?" —¿No? "¿Intimidad física? ¿Intimidad física, dices? ¡Ja......! ¿Es esta mujer realmente ......?" Estaba confundido, sin saber lo que había hecho mal, cuando Killian de repente y con fuerza envolvió sus brazos alrededor de mi cintura y sonrió ominosamente. "Vas a pagar un alto precio por degradar el amor de Killian Ryzen a la lujuria. ¿No crees? —¿Qué? "¡Te amo, niña tonta! ¡Te amo!". En ese momento, estaba un poco aturdido. Me pregunté si acababa de oír algo de Killian...... Entonces Killian me recogió. "¡Aah! ¡Killian!" —Salva tu garganta, Edith. Vas a estar gritando en la cama desde ahora hasta mañana por la mañana". No fue hasta más tarde que me di cuenta de lo que había ofendido a Killian, pero ya era demasiado tarde.  Enterré mi rostro entre mis manos, sintiéndome tan avergonzado mientras las sirvientas a mi alrededor abrían mucho los ojos y bajaban la cabeza con urgencia. Por supuesto, no hay forma de que odie una situación en la que mi protagonista masculino me ame.   Fin. Read the full article
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valkyrandgris · 11 months ago
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Navidad II
Este es el momento cuando ni los ansiolíticos te hacen efecto para poder dormir .
Por años y años siempre sentí un rechazo por la navidad y esto fue principalmente porque crecí en una familia disfuncional con un padre alcohólico y una madre inestable emocionalmente, mis navidades se resumían en peleas antes y después de la "cena" mi mama muchas veces comiendo sola en su pieza, incluso a veces mi padre le negaba la cena porque el la había comprado y nosotras no teníamos que meternos.
gritos iban y venían, siempre me obligaron a estar en modo de alerta por si pasaba algo incluso a la corta edad que tenia.
Tener que estar en medio de esas discusiones años tras año que terminaban con mi mama encerrada en su pieza y mi papa encerrado en su pieza tomando hasta quedar borrado , muchas veces se quedaba dormido con todo prendido y teníamos que ver si lográbamos apagar la radio desde la ventana que daba al patio para poder dormir, por eso mismo creo que normalice el tener que obligatoriamente tomar para esas fechas hasta borrarme.
Cuando crecí las cosas no mejoraron ya que el alcohólico no estaba pero la inestable si y nos culpaba de no querer celebrar una navidad "normal" con ella si no estaba mi papa , lo que no entendía es que en mi cabeza yo no entendía el concepto de una navidad "normal" y las peleas siguieron por años , pero era casi obligatorio pasarlo en familia( y pensar que eso no ha cambiado)
omito detalles o estaría escribiendo toda la noche
Ya mayor de edad se me permitió celebrar fuera del núcleo familiar , pero al estar con otra familia que se comportaba distinto a la mía el único sentimiento que tenia era pena al pensar porque yo no pude crecer en un ambiente así de igual manera me sentía como una extraña aunque esa familia me acogió no logre adaptarme solo quería encerrarme y llorar, cosa que termina haciendo y nadie entendía el porque.
Ya después me adapte al patrón de pasarla donde fuera y curarme hasta borrarme como lo hacían todos o ir y portarme bien pero sentía que todo era plástico todo un farsa.
si hubo excepciones que lo pase con alguien que me dio tranquilidad dentro de lo que se podía y lo agradezco de corazón.
Y mis hermanos también intentaban hacer algo para nosotros pero tampoco me podía sentir cómoda soy una mal agradecida que no se siente parte de su propia familia y de ninguna.
en un punto entendí que daba lo mismo con quien o donde lo pasara porque la dañada era yo y el problema era yo así que preferí ser reacia a esta fecha, me gustaría emocionarme por las lucecitas un árbol de pascua y cosas así pero cada vez que lo intento pasa algo o alguien me bajonea la idea.
Solo tengo fotos cuando muy pequeña donde se me veía feliz.
Tengo muchos recuerdos bloqueados de mi infancia y por mi propio bien espero que siga así por los que tengo solo me provocan dolor, rabia o pena .
El año pasado lo pase con mi mama y mi hermana pero todo fue tan falso que me sentía incomoda , mi yo interno esperaba que en cualquier momento todo se fuera a la mierda y volviéramos al patrón inicial.
posterior a la cena fui a la casa de mi mejor amigo y su mama me abrazo y me tenia un regalo, ese pequeño gesto fue algo tan grande para mi que me quebré nuevamente .
Y este año intento hacer todo de la mejor manera pero no puedo con la ansiedad del " en cualquier momento queda la caga", me carcome.
Hace muchos años no me daba una crisis de pánico.
De corazón espero algún día poder sanar esto por mi bien y por el bien de los que me rodean, algo que debí hacer hace años …
por lo menos entendí que la terapia ayuda , es un proceso largo pero ayuda mucho.
La frase de siempre , pastillas y terapia.
debo finalizar este post antes de quedarme dormida encima del teclado.
Me gustaría escribir mas pero esto ya dio para largo asi que sera para una próxima vez.
Felices fiestas...
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mahxshxjo · 1 year ago
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🌸┊。.゚✧* — ♡ #BD009 제자리걸음 너에게로 혼자 웃고 또 나 울고 있어요 이렇게 난 그 GOTHAM CITY : CARMINE FALCONE 다른 곳 을 라 보네요 왜 그년가요 흔한 사랑 얘기 나는 너무 어려워 혼자만의 상상이니까 #JIGUJELLY 。.゚✧*
El camino por el que avanzaba el carro de la policía de Gotham que transportaba a Bullock como piloto mientras Scarlet estaba justo en el asiento a su lado, parecía uno sin rumbo alguno, sin sentido alguno. La alegre —aunque dura— mirada de la castaña escudriñaba hasta el rincón más recóndito de aquellos callejones solitarios, quizá buscando a algún malhechor al que pudiese atrapar con las manos en la masa. Tensionada bajo el cinturón de seguridad, su mente divagaba en busca de soluciones a fin de volverle a Gotham su gloria.
La brisa fría de aquella lúgubre ciudad le hizo sentir la misma nostalgia que percibió en su primer día. Aún recordaba la promesa que le había hecho a su padre. No importaba cómo o qué tuviera que hacer, limpiaría las calles de la ciudad que tanto amaba. Estaba determinada a cumplirlo, fuera cual fuera el precio que tuviese que pagar.
Scarlet de pronto salió de sus pensamientos cuando tras casi una hora de recorrido, observó frente a ellos una enorme mansión de color blanco, oculta entre la vegetación. Desconcertada regresó la mirada a su compañero, quien parecía estar tan nervioso como inseguro de su decisión. —Harvey... ¿qué hacemos aquí? —cuestionó la castaña mientras sus ojos se entrecerraban, casi como si de una amenaza se tratase. Sabía bien donde se encontraban, era nada más y nada menos que la casa de Falcone. Uno de los criminales más fuertes y poderosos de la ciudad, el enemigo más grande todos los que deseaban apoderarse de Gotham.
De algún modo, Harvey la convenció de bajar del carro para ingresar en aquella enorme mansión. Se veía tan encantadora, tan inocente. Toda una fachada para encubrir que quien vivía ahí no era más que una escoria de la vida.
—Harvey, ¿qué demonios? —Scarlet... lo siento, es algo que tienes que hacer al ser nueva en el departamento de policía. Yo también tuve que hacerlo.
Una discusión acalorada en medio de susurros llenos de enojo y arrepentimiento, ambos iban caminando por el largo pasillo que daba a la sala de estar donde Falcone los esperaba. Kensington no entendía bien la situación, pero estaba segura de que no era nada bueno. No quería tener nada que ver con él, mucho menos quería hacer tratos con alguien como él. Scarlet hizo una mueca de desagrado sin disimular lo que estaba sintiendo en ese momento cuando atravesaron el umbral y finalmente se encontraron con la figura de aquel imponente hombre que los esperaba rodeados de sus secuaces.
Repentinamente, un joven se acercó a ellos con una sonrisa maniaca. No tenía cabello ni cejas, lo cuál lo hacía ver aún más demente. En ambas manos cubiertas por guantes de cuero llevaba dos pistolas de un modelo tan reciente, mucho más nuevo que la que ella portaba por parte de la comisaría. No cabía duda de que estaba tratando con los líderes del crimen organizado de Gotham, si tenían tanto dinero para llevar esas armas.
—Victor, tranquilo. El joven sin cabello llevó su mirada a Falcone, mostrando una expresión triste probablemente por no poder hacerles nada. —Son mis invitados.
Victor Zsasz, el asesino, por placer, del líder de la mafia, retrocedió molesto no sin antes acercarse peligrosamente a Scarlet con una sonrisa ladina que terminó en un guiño antes de partir para dejarlos solos a los tres. No es que tuviera miedo, pero jamás había estado rodeada de criminales, se sentía vulnerable hasta cierto punto.
Era como estar en la cueva de un lobo, siendo ella una oveja.
Nuevamente llevó su atención al hombre mayor. Estaba vestido tan pulcro, se veía tan honrado, parecía un simple empresario, pero no era así. Era una de las escorias que tenía enferma a Gotham, era un virus que se propagaba fácil, uno de esos que ella quería erradicar. Pero lo que era peor, lucía una sonrisa socarrona que le ponía de nervios.
¿De qué se estaba riendo? ¿Era acaso una expresión sarcástica porque dos policías estaban bajo su yugo? La detective sintió la sangre arder al encontrarse con un saludo sumamente hipócrita de parte del hombre mayor. Ella se paró frente a él, tan altanera como siempre, decidida a mostrarle que no tenía miedo de estar frente a él.
El tono de voz de Falcone era amable, gentil, hasta dulce al momento de referirse a ella. Como si de su abuelo se tratase. —Detective Kensington, ¿cómo estás? ¿Qué tal te trata la ciudad? Es hermosa, ¿no es así? —finalizó el hombre, ofreciéndoles alguna bebida.
Scarlet observó a Harvey con tanta molestia que sólo provocó que su compañero agachara la cabeza, ocultándose bajo ese sombrero que llevaba puesto.
—Déjame decirte que conocí a tu padre... un hombre muy digno, debes estar orgullosa de él. Lamento lo que pasó.
La joven detective sintió aún más la sangre arder cuando aquella figura masculina se atrevió a mencionar a su padre. ¿Cómo podía hacerlo? Él también había sido un detective que había prometido limpiar las calles de Gotham de toda la basura. No toleraría que volviera a hablar de él como si tuviese el derecho de hacerlo.
Apretó sus puños en cada uno de sus costados, mordiéndose el labio inferior antes de soltar de forma impulsiva. Scarlet era así, más impulsos del momento cuando se enojaba.
—No hables de mi padre, maldita basura. Murmuró entre dientes, apretando la mandíbula. No podía ver a Harvey pero estaba segura de que la veía atónito al ella desafiar a una de esas autoridades del mundo bajo. —Acabaré contigo, con Maroni, con todos ustedes que tienen enferma a Gotham. Señaló, sumamente molesta mientras transformaba sus ganas de llorar en una determinante postura de acabar con él.
Ello sólo empeoró cuando una carcajada resonó con eco en la habitación. Falcone estaba riéndose tan fuerte que un silencio incómodo después llenó la sala de estar. Scarlet observó cómo entre sus dedos apretó la copa que sostenía.
—No tienes idea de cómo funciona el mundo, querida. Señaló el hombre mayor, adoptando una expresión más firme, más dura. —Es una lástima... tu padre era más accesible que tú.
Scarlet observó perpleja a Falcone antes de llevar su mirada a un desconcertado Harvey. Negó un par de veces con la cabeza, soltando una risa llena de amargura.
—No es cierto... no. —¿Crees que tu padre era inocente? Estás muy equivocada.
La joven castaña sintió sus ojos llenarse de lágrimas, aunque estaba decidida a no mostrarse débil ante él. Tragó saliva con algo de dificultad, sintiendo que su voz comenzaba a quebrarse ante aquel pensamiento. Había admirado a su padre toda la vida, él mismo era quien siempre repetía que no debía dejar que nadie se interpusiera en sus valores, en lo que era lo correcto. Dolida, decepcionada dio un paso hacia atrás, incapaz de creer aquello.
—Mi padre era el mejor detective de la policía, ¡estás mintiendo! —Tú padre era otro de mis títeres, ¿quién crees que lo convirtió en comisionado?
El corazón comenzó a latirle más fuerte, más rápido conforme el hombre soltaba aquellas palabras que la hacían sentir más dolida.
—¡Mientes, Falcone! Exclamó, tomando su pistola para señalarlo luego de cargar la próxima bala. La apuntó hacia el rostro del hombre, quien se sorprendió sólo por la acción repentina pero no le tenía miedo. Victor y otros de sus secuaces entraron rápidamente como si una alarma se hubiese activado.
—No haría eso si fuera tú, princesa. Añadió Victor, nuevamente irrespetando su espacio personal. El psicópata deslizó su lengua por la empuñadura hasta humedecer los largos dedos de Scarlet, imprimiendo aún más temor en ella cuando notó aquel gesto como una medida de lo brutales que podían ser. Harvey se acercó para tomarla del brazo con cuidado, ayudándola a retroceder y evitar que cometiese una tontería.
—No es una pregunta, Kensington. Tienes que demostrarme lealtad y lo harás... matando al pingüino. Lo quiero muerto mañana al medio día. Lo sabré si no lo haces, es una advertencia.
Explicó Falcone mientras tranquilamente tomaba asiento en su sofá, bebiendo un poco más de aquella bebida alcohólica.
—Llévatela, Harvey... y hazle saber lo que pasa cuando me desobedecen.
Dijo el líder de la mafia con desdén. Los dos fueron escoltados fuera de aquella mansión; Scarlet aún pensaba en todas aquellas palabras, sintiéndose sumamente perdida. ¿Es que su vida había sido una mentira? ¿Su padre también había sido corrupto?
¿Cuáles eran las consecuencias por no quitarle la vida al Pingüino? ¿Qué pasaría si desobedecía a Falcone? No sabía, pero estaba segura de que no quería ser un policía corrupto.
Aún cuando ello distaba de seguir los pasos de su padre.
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yamsday · 1 year ago
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no sé cómo iniciar esto pero definitivamente diré, ¡feliz cumpleaños, yami! espero que pases un lindo día junto a las personas que te aman y te aprecian porque es lo mínimo que mereces. también quería hacerte un detalle y no sé si acaso pensabas que no haría algo para ti, pero admito que cuando volvimos a hablar lo primero que se me vino a la mente fue realizarte algo por tu cumpleaños; incluso deseaba que fuera diecinueve de julio rápido y ahora que lo es no voy a perder la oportunidad de dártelo.
yo no soy tan buena escribiendo ni expresándome pero definitivamente haré cualquier intento por ti, para hacerte saber lo feliz que estoy que cumplas un año más. no puedo creer que ya tengas 21, aún recuerdo cuando estábamos bien mocosas y pequeñas, es increíble como pasa el tiempo y definitivamente me he dado cuenta que algunas cosas de ti no han cambiado en absoluto, te mereces todo lo lindo así que nunca dudes de las cosas hermosas que puedes recibir por parte de la vida, ¿de acuerdo?
no quiero hacer las cosas incómodas pero en parte quiero aprovechar para decirte lo que no pude en su momento, por eso quiero agradecerle al universo por permitirte estar aquí, por hacerme feliz y convertirte en una persona importante y especial para mí, cualquiera que te tenga simplemente es un afortunado porque dos como tú no hay, eres de esas personas que llegan para mejorarte la vida, para hacerte feliz y para enseñarte algo, eres de esas que aportan y brindan cosas que no esperabas encontrar en alguien; tú lo haces y es más que suficiente para agradecerte por estar aquí.
te aprecio muchísimo yamilet, no tengo palabras para decirte lo bien que me haces y lo mucho que disfruto de tu compañía, incluso desde pláticas serias hasta tontas a tu lado me dan felicidad, creo que pocas veces he logrado conectar con alguien en ese aspecto y por supuesto, tú eres de esas pocas que saber atraparme por completo. solamente espero que pases un lindo cumpleaños, que te sientas feliz, que sonrías y que aunque te enojes por cosas mínimas trates de animarte, los pro en cod nunca están tristes así que sonríe mucho, ríe mucho y disfruta mucho.
eres alguien tan especial para mí, quiero recordártelo hoy para que no dudes del cariño que tengo por ti porque me tienes, tienes mi apoyo y mi tiempo cada vez que lo requieras, así como tú me demostraste esa noche que en cualquier situación podría ir contigo. haces el mundo un poco mejor, haces que no se sienta tan cruel, haces que se sienta lindo y seguro, como un hogar que todos en algún punto esperamos encontrar.
tú me enseñaste muchas cosas que en cierto punto empiezo a comprender, soy muy despistada para darme cuenta de ciertas situaciones pero gracias a ti logro comprender y todo porque siempre estuviste ahí para apoyarme, para darme una lucecita cuando creí que todo estaba oscuro, gracias y mil gracias por eso.
sé que todos hemos tenidos días difíciles pero tú me demostraste múltiples veces lo fuerte que eres, hoy te deseo ese bienestar que buscas, espero que estés bien y que estés comiendo lo suficiente. no sé si te andas durmiendo tarde (carita de gato enojado), pero solo espero que disfrutes de tu tiempo con todo el ánimo del mundo, recuerda que las vacaciones son preciosas y debes disfrutarlas al máximo, señorita.
no quiero hacer esto más largo así que no tengo de otra que desearte nuevamente un feliz cumpleaños, come, disfruta y pásala lindo junto a tus familiares porque estoy segurísima de que te adoran yamilet. nunca dudes de que te llevo conmigo, de que te quiero y de que te echo de menos sin importar absolutamente nada. si alguna vez necesitas algo aquí estaré, por ahora disfruta de tu día especial, nadie cumple veintiún años todos los días así que nada, pásala increíblemente bien. te quiero, yams bonita.
posdata: sebas te manda saludos, anda en una salida escolar así que no puede felicitarte por audio. salúdame a manchas y a mi pequeña kensy (ojalá sí se escriba así o lloro), que sigas teniendo un lindo día.
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mw2morenaouton2023 · 2 years ago
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TP2: Parte B.
Clase 2/5
Para esta clase empecé haciendo una búqueda más intensa de materiales en mi casa. Mi papá suele acumular muchas cosas que él cree tienen potencial para algo y realmente no tienen mucha funcionalidad, peeero para este tp me sirve, así que fui a asaltar su espacio. Pude encontrar muchos materiales nuevos y muy interesantes, la mayoría desgastados/viejos/oxidados, pero me parecía que podían formar un universo copado. Ya que la clase anterior habíamos sentido la falta de materiales que sirvieran como soporte (plenos con volumen más que nada para que el ensamble no fuera tan chato), tuve mayor cuidado de reunir materiales que sirvieran para ello, además de materiales con distintos tipos de espesor para tener variedad a la hora de elegir. Esto sin dejar de lado las otras categorías que vinos en clase: punto y línea.
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Se aconsejaba también llevar al menos una propuesta para trabajar en clase (ya que es preentrega), cosa que yo no pude cumplir porque no entendía bien el criterio por el cual ensamblar materiales. Es decir, entendía que los materiales convivían de alguna forma por pertenecer a un mismo universo, pero no sabía cómo decidir cuándo un material era más indicado que otro o con qué criterio colocarlo encima o por debajo de otro, incluso llegué a cuestionarme si era suficiente con que convivieran y podía ensamblarlos arbitrariamente. Si bien lo que intentamos la clase anterior fue divertido, analizándolo ahora con tps de otros años, creo que no eran para nada Assamblage. Era demasiado intuitivo y siento que en trabajos de otros años se puede ver un poco más de control sobre las decisiones tomadas para llegar ese resultado.
Tenía una leve idea de qué materiales quería usar, principalmente cierta madera que me parecía muy especial por su esencia tan natural y frágil, pero no sabía si convivía bien con otros materiales que me resultaban igual de interesantes, así que preferí solo llevar todas las cosas y plantearle a los profes la duda.
Empezamos la mañana hablando de las propuestas que llevaron a la clase, destacando tanto aciertos como errores. Hablaron de como un tp levantaba cuando los elementos convivían a diferencia de cuando parecía muchas cosas sobre un soporte. Pero también nos recordaron conceptos fundamentales que ayudan a que la propuesta sea interesante como lo son estructura, niveles de lectura, recorrido de la pieza, piezas muy cargadas, o muy simples, etc. Conceptos que yo había ignorado por completo (se re olvidaba de todo lo trabajado en el tp anterior) y que me ayudaron a entender mejor como podía hacer para ensamblar los materiales que llevé ese día.
Estos son algunas propuestas que me interesaron porque manejaban universos parecidos a los que yo podría lograr con mis propios materiales y que por lo tanto usé de referencia:
(Hacer una imagen con las refes)
Para cuando volvimos a las mesas a seguir trabajando en nuestra propuesta ya estaba un poquito más orientada así que pude ir desarrollando mi pieza a lo largo de la mañana con la ayuda de las profes que pasaban por las mesas para dar una mano.
Seguía aferrada a cierta madera como objeto principal en mi ensamble y que una de las profes la destacara por sus cualidades me impulsó a decidir que fuera mi protagonista. Fui sumando distintos elementos que me ayudaran más que nada a cumplir con el tamaño pedido para este trabajo (un recuadro de 15x15) ya que la madera era más pequeña que eso. Fue así que terminé sumando una reja por detrás un poco sobresalida y otra tabla de madera angosta a su lado, pero esta otra madera tenía características muy diferentes a la protagonista de mi ensamble, además agregaba otros colores a la paleta que manejaba mi pieza hasta ese momento (muchos tonos marrones y rojizos del óxido).
Una vez logrado el tamaño ideal procedí a fijarme en los detalles y para que no quedara tan desnuda la madera principal decidí agregar una argolla medio oxidada sobre un agujero bastante particular que la madera presentaba, con el objeto de resaltarlo. También agregué un trozo de vidrio que en su borde tenía una línea blanca, lo cual sentía que hacía juego con la madera angosta y larga que sumé.
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Finalmente me di cuenta de que todo esto estaba suelto, simplemente puesto uno sobre el otro, por lo que me hacía falta algo que los uniera, que los volviera un solo objeto y me decidí por usar el alambre oxidado. Me aproveché de los agujeros y endiduras entre las uniones de los elementos para pasar el alambre por ahí y dar un par de vueltas hasta que quedara más o menos firme (ya que no había llevado pinzas para apretar lo suficiente y estaba usando solo las manos). Había agregado también un pedacito de lija rosada solo para agregar una textura y color diferente a mi pieza pero la idea fue desestimada por los profes así que la retiré. Todo el resto de la pieza fue aprobado por lo que al final del día me fui muy conforme con una propuesta para trabajar para la entrega.
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TP2: Proceso Entrega
El proceso de entrega no es muy extenso esta vez por lo cual no creí necesario hacerle un apartado especial: simplemente desarmé la propuesta trabajada en clase para poder recortar la madera angosta que sobresalía al tamaño pedido (15 cm) y sumé una plancha de vidrio que me pareció interesante entre la madera protagonista y la reja, casi ni se nota de lejos pero siento que le suma unos puntos. Acomodé todo de forma prolija y midiendo el tamaño final que deseaba, finalmente volví asegurar el ensamble de materiales con el alamble de forma que quedara más prolijo que antes y también más firme con ayuda de mi papá.
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xlemonciel · 1 year ago
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lu-does-rp​:
xlemonciel​:
San realmente pensó que le costaría más dormirse de lo que realmente necesitó. Tal vez fuera el cansancio por el concierto o por todo el sexo con Wooyoung. Tal vez fuera por la ansiedad de aquellas conversaciones que habían tenido que mantener… Pero las palabras de San se hicieron realidad cuando, a los pocos minutos de poner la cabeza en la almohada, se quedó dormido instantáneamente.
Al menos, hasta que Wooyoung le quitó la sábana de pronto. San reaccionó con lentitud, entreabriendo los ojos con cansancio para poder mirar a Wooyoung incluso en la oscuridad de la habitación. — ¿Wooyoung…? — Lo llamó con voz ronca y cansada. Ni siquiera pensó en lo que estaba pasando o en lo que Wooyoung le había dicho. Tan solo se hizo a un lado ante los empujones contrarios, haciéndole hueco a Wooyoung sin dudarlo para que pudiera dormir a su lado. — Ven aquí… — Dijo en voz baja, arropando a Wooyoung con la sábana y pasándole un brazo por encima de la cintura, atrayéndolo a su cuerpo casi con posesividad. Hundiendo su nariz en el cabello de Wooyoung, San suspiró, cansado y aliviado al mismo tiempo. — Así mejor.
Agradeció que San no hiciera preguntas, ni replicara, simplemente le acogió allí, sin más, como si Wooyoung perteneciera a esa cama con él. y de hecho cuando el mayor le abrazó todo pareció de nuevo en orden en su cabeza y en su cuerpo. Si, sin duda así estaba mucho mejor. Se presionó totalmente contra él y cerró los ojos con un suspiro largo dejándose arrastrar al fin por el sueño. 
Y durmió profundamente entre los brazos de San durante horas, lo que no era una sorpresa, con San siempre había dormido bien aunque no mentía al decir que daba mucho calor pero en verdad era bienvenido. Sin embargo esta vez algo despertó a Wooyoung en algún punto y no era la alarma del móvil ajeno, sino algo menos incómodo. Se removió torpemente en la cama entre los brazos ajenos para intentar recuperar el sueño, no sabía la hora que era pero quedara una hora o unos minutos quería aprovecharlos al máximo o ese fue su pensamiento hasta que lo notó.
Fue cuando San, dormido  le apretó más contra él y era casi inequívoco que eso que estaba ahora presionando directamente contra su trasero no era lo que se suponía que era. Iba a ignorarlo completamente porque estaba cansado pero... Parte de su mente estaba pensando en ello una y otra vez, no era raro que cualquiera de los dos tuviera un desliz así, era natural pero ahora había un factor totalmente distinto al pasado y era que... Wooyoung había probado lo que eran los gemidos ajenos de placer y quizás era un poco adicto a ellos. Se removió de forma muy leve, diciéndose que solo era para buscar una mejor postura porque pensaba ignorar la erección ajena por completo pero a cada pequeño movimiento cada vez se sentía más y más despierto, su mente llenándose de recuerdos del día anterior y olvidando lentamente el sueño hasta que estaba claro que era algo que no iba a recuperar. Maldijo a San y maldijo su miembro y pensó que la forma de vengarse de que le hubiera despertado picándole con esa estúpida erección era no dejarle dormir a él también, así que  echó una mano hacia atrás hasta dar con el problema de su desvelo, delineándolo con los dedos lentamente antes de removerse entre sus brazos lo justo para poder maniobrar con la mano y empezar a frotar la zona por encima de la ropa.
❝ Fireworks ❞
@lu-does-rp
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0takudl · 3 years ago
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¿Se dan cuenta que las fans de esta serie (diabolik lovers) romantizan la misoginia y el machismo, y que cada escena de "mordidas" es en realidad una metáfora al abuso sexual ? En fin… Que mas da cada quien con lo suyo.
Hold my beer, esto va a ser largo.
Bueno, en primera instancia te diría que no todas, por lo que no está bien generalizar en este caso. Algo que he visto por ejemplo es que las fans más grandes o las que están hace más tiempo tienden a no romantizar o, si lo hacían antes, tienden a dejar de hacerlo. Creo que es algo propio de la maduración en sí, a pesar de que no sea el único motivo.
En segunda instancia, traté de buscar una definición de romantizar y encontré este tweet de la RAE que la toma como sinónimo de idealizar y a la vez como dotar a algo de carácter romántico.
Diabolik Lovers está hecho para la gente con morbo y cierta capacidad estomacal. Con esto me refiero a que juegan con esas escenas incómodas, abusivas, dolorosas y a la vez le dan esa connotación sexual que también hace a nuestra incomodidad. El espectador se debate internamente porque en el fondo sabe que lo que está pasando está mal, pero escucha gemidos, ve caras placenteras, escucha la música erótica, además de que las palabras elegidas en el diálogo no son casualidad, etc. La oportunidad de presenciar todo esto es del espectador, ya que si lo estuviera viviendo en carne propia seguramente lo sufriría, a no ser que desarrolle el síndrome de estocolmo de Yui. Básicamente, lo que pasa es el efecto Cincuenta Sombras de Gray, solo que DL lo hizo primero al menos en un medio audiovisual. A esta altura podemos debatirnos si las fans de Cincuenta Sombras también romantizan el abuso y así con tantas obras con el mismo contenido. De hecho, recuerdo que alguien había dicho que después de DL salieron un montón de obras de ese estilo dentro de Japón. ¿Por qué? Porque el morbo vende. Porque la gente lo consume. Rejet está enfocado en el público japonés y DL lleva diez años vivo. Eso no es casualidad ni ganas de tirar dinero a ver si tienen suerte. ¿Te calienta DL? Bueno, en parte también está hecho para eso y no quiere decir que esté mal.
Ahora, si tú eres fan ya sea porque te gusta la historia (sabiendo que implica mucho abuso decides seguirla), porque te calienta, porque empatizas con los personajes (empatizar NO es justificar, aunque hay gente que lo hace) o cualquier cosa… ok. Esto no deja de ser ficción. El problema es cuando lo llevas a la vida real. Y sí, hay gente machista, misógina, homofóbica y demás en el fandom. Desde mi experiencia, cuando estaba más activa en el fandom, tuve la sensación de que por suerte esa cantidad de gente decrecía. Hace como 5 años era muy común escuchar el típico odio infundado hacia Yui, por decir un ejemplo. Otra cosa, si hablamos desde el punto de vista de la creación de contenido, uno puede escribir, dibujar, hacer memes (el humor ES subjetivo) sobre lo que se le antoje. Pueden representar una situación de abuso de DL y eso no significa necesariamente que lo estén promoviendo. Uno puede usar incluso los recursos que toma Rejet para hacernos sentir lo mismo que nos pasa en DL a través de otra obra. ¿Cuál es el problema? Ahora, si me dices que está bien o que es lindo que te chupen la sangre de mil formas hasta el hartazgo y luego quieran cortarte un pie (a ver quién entiende la referencia), ve sacando fecha para un psicólogo.
PD: Siempre es un buen momento para recordar que DL no está clasificado como ATP. De hecho, HDB está para mayores de 15 y MB directamente lo subieron a mayores de 17 (con justa razón). Si lo agarra una chica de 13 años… alguien tiene que asumir las consecuencias. Si a un adulto ya se le dificulta separar realidad y ficción o le afecta el contenido de DL, imagínate a esa chica de 13 si empieza por la ruta de Laito.
PD2: Sobre lo de la justificación iba a hablar pero sentía que me desviaba mucho y no quería que fuera tan largo. Si alguien quiere saber, dígamelo en otro ask.
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bookishnerdlove · 2 years ago
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ILM - Capítulo 191
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Las palabras pronunciadas por la voz rica y pesada de Akkard fueron tan firmes. Heinrich dejó escapar un profundo suspiro. "Dado que contaminaron la tierra, habrá una manera de purificarla si quieren". Estaba seguro. O entonces, en el mejor de los casos, incluso si ganaran la lucha por el poder, lo único que el Templo Mayor podría obtener sería tierra sucia e inútil. No habría ninguna razón para usar 'contaminación' y planear con tanto cuidado tal cosa. Al escuchar eso, Damia preguntó pensativamente: “Tal vez Cesare sepa cómo limpiarlo. ¿No podemos interrogarlo más?” No era algo que propondría el que una vez estuvo atado como una 'familia' por su nombre. Pero Damia, que nunca había considerado a Cesare como parte de su familia, estaba tranquila. Siempre había sido el crepúsculo que caía en el camino de Damia. Estaba oscuro. Damia tuvo que temblar y caer en la ansiedad mientras miraba la oscuridad, donde no podía descubrir qué se escondía en sus profundidades. Porque nunca sabía cuándo su peor miedo saldría de ese lugar en el peor momento. Estoy tan contenta de haber atrapado finalmente a Cesare. Su obsesión por ella era anormal. Damia ni siquiera podía imaginar adónde iban las raíces de esa fijación. 'Lo que es obvio es que no me estaba mirando directamente'. Debido al contacto continuo a lo largo de los años, Damia pudo notarlo débilmente. Cesare realmente no quería a Damia. En cambio, parecía más atado por el 'algo' que podía ver a través de Damia. De todos modos, mientras Cesare fuera capturado, tendría la oportunidad de preguntar. Una vez que el Príncipe Heredero terminó de interrogarlo. “… … un interrogatorio.” Sin embargo, al escuchar la propuesta de Damia, Heinrich parecía algo abatido. “Me pregunto si será posible. La última vez que lo vi fue después de que Lord Akkard lo convirtió en un completo desastre.” Parecía tan miserable que Heinrich pensó que Cesare estaba muerto al principio. Había tocado a la mujer que amaba, aunque pensó que Akkard no lo dejaría ir. 'Fue demasiado.' Había pensado que había crecido y se había vuelto un poco más relajado, pero estaba equivocado. El temperamento canino innato de Akkard todavía estaba allí. Como prueba, Cesare estaba flácido y cortado como un trozo de carne discutido y roído por una bestia. Gracias a esto, Heinrich no pudo obtener toda la información que quería de un esbirro del templo ya que Cesare estaba medio muerto y perdió el conocimiento durante el interrogatorio. "Especialmente porque aplastó ambas piernas hasta tal punto, estaba realmente sorprendido... ...". "Su Alteza." Akkard refunfuñó e insinuó: Ya siento que me voy a morir por lo mucho que Damia me odia, no bajes aún más mi puntaje ahora. Porque estaba desesperado a su manera. “Sí, um, ya veo. Ya veo." Heinrich, que recibió la temible mirada de Akkard, levantó ambas manos. Y respiró hondo y le dijo a Damia: "¿Preguntaste si podía interrogarlo más antes, Lady Damia?" "Si su Alteza." “En conclusión, es imposible. Ya escuchaste las buenas noticias, ahora es tu turno de escuchar las malas noticias”. Heinrich apretó la barbilla y miró sus ojos vidriosos. Palabras impactantes fluyeron de su semblante estoico. “Cesare escapó y escapó anoche”. La cabeza de Damia estaba blanqueada. •• •• Sentado en el banco frente al jardín de flores, Damia miraba a la nada. Parecía estar contemplando algo y, por otro lado, parecía no estar pensando en nada. Llevaba varias horas así. Debió haberse sorprendido cuando escuchó la noticia de que Cesare había escapado. El hombre que se escondió en su dormitorio y la estranguló. El corazón de Akkard estalló de ira ante la idea. Fue por eso que esculpió a Cesare hasta convertirlo prácticamente en un cadáver bajo la apariencia de un interrogatorio. Quería hacérselo saber a él también. El miedo de estar en peligro y abrumado por un oponente que el físico y la fuerza de uno no pueden vencer. Quería quitarle y devolverle el miedo que Damia debió sentir en ese momento. No pudo soportarlo. Después, pensó que se sentiría renovado. Pero incluso con las dos piernas de Cesare aplastadas, Akkard seguía sintiéndose miserable. Después de todo, también había lastimado a Damia. A los ojos de Damia, probablemente no era tan diferente de Cesare. El ramo de hortensias descartado parecía brillar frente a sus ojos. Recordando esa fría escena, no pudo acercarse más a Damia. Él era un desgraciado. '¿Damia también se sintió así en ese momento?' Cuando los labios de Akkard se cerraron con fuerza, se vio inmerso en una nueva realización. Los ojos de Damia de repente volvieron a enfocarse y lo encontraron. "... ... Señor Akkard". Era una voz débil. Aún así, fue una llamada convincente que Akkard no pudo resistir. Como si llevara una correa invisible, Akkard se inclinó más cerca de Damia, dudando en acercarse. Y preguntó con cautela, luciendo desconocido. “… … ¿Puedo sentarme a tu lado?” "Sí." Afortunadamente, a Damia no pareció disgustarle. Bueno, para ser exactos, su mente estaba ocupada con los asuntos de Cesare, por lo que ni siquiera parecía tener tiempo para sentir aversión por él. El hecho de que estuviera pensando en otra persona era muy desagradable, pero al menos no lo apartó. Akkard se sentó con cautela a su lado. Atrás Novelas Menú Siguiente   Read the full article
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eldiariodelarry · 3 years ago
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Clases de Seducción II, parte 2: El Diario
Temporada 1
Temporada 2: Parte 1.
Sebastian se despertó a la mañana siguiente aún con el diario entre sus brazos. La cabeza le dolía un poco, pero no demasiado como para clasificarla como caña del día anterior, por haber tomado muchas piscolas después de acompañar a Rubén a postular a la universidad.
Sentía algo de alivio. Si bien, ya tenía asumido que solo podría seguir siendo amigo de Rubén y no algo más, el haber escrito en el diario (y llorado en el proceso) le dio cierta satisfacción. Se sentía más liviano.
Con esta nueva actitud, tomó una ducha e hizo lo que debió haber hecho desde un principio. O una de las cosas al menos.
Tomó la micro ciento dos con dirección norte, y viajó por unos treinta minutos hasta llegar a su destino, la casa donde había sido sorprendido por Felipe besando a Rubén: la casa de Daniela.
—¿De qué quieres conversar? —le preguntó ella, entregándole un vaso de bebida helada en el living de su casa.
Su tono no era frío, a pesar de los últimos acontecimientos.
—De nosotros —respondió él, sin saber realmente a qué se refería con su respuesta.
—¿Aún hay un nosotros? —preguntó ella soltando una risita sarcástica.
—De mí —se corrigió Sebastian, sintiendo cierta incomodidad por lo egocéntrico que eso sonaba.
Daniela volvió a reírse, como si le leyera la mente a Sebastian.
—Quería pedirte perdón, si te hice sentir mal, si sentiste que estaba jugando contigo —comenzó diciendo Sebastian.
En realidad, ya se había disculpado con Daniela antes de volver del viaje de curso, y ella había aceptado sus disculpas, pero nunca estaba demás repetirlo. De verdad lo sentía.
—Está bien, Seba —respondió ella—. Ya me pediste disculpas, ¿recuerdas?
—Sí, me acuerdo —confirmó él—. Pero también quería decirte ahora que pensé que todo esto sería más fácil.
Daniela se mostró confundida por las palabras de Sebastian, pero rápidamente se acercó y le tomó la mano.
—¿A qué te refieres?
—Pensé que podría superar fácilmente lo que había empezado a sentir por el Rube. Pensé que, como me pasaba siempre, podría forzarme a estar con alguien más para olvidar a la persona anterior.
—¿Y no lo has logrado olvidar?, ¿te sigue gustando? —en el rostro de Daniela se podía ver la lástima que sentía en ese momento por Sebastian, quien asintió a su pregunta.
—Te juro que lo intenté racionalizar, convencerme que era una estupidez que me gustara. “¿Cómo me va a gustar si es mi amigo?, amigO”. Pero no podía cambiarlo. Realmente me gustaba. Me gusta, aún.
Daniela lo miró en silencio por unos segundos.
—¿Y yo? —preguntó ella—. ¿Acaso no te gusto?
Sebastian dio un largo suspiro, avergonzado. No sabía cómo responder a esa pregunta tan directa.
—Cuando conversamos esa vez estaba determinado en volver a intentar algo contigo, porque de verdad pensaba que sería más fácil olvidarme de todo eso. Pero no puedo —los ojos de Daniela se humedecieron, pero no dejó de mirarlo atentamente—. Siento que no estoy en condiciones. Mi cabeza es un desastre, y no sería justo para ti…
Daniela asintió y se puso de pie.
—¿Eres gay? —le preguntó directamente, aunque con voz suave.
—No lo sé —Sebastian se sentía estúpido por ser incapaz de responder esa pregunta tan sencilla.
—¿Alguna vez te sentiste realmente atraído por alguna chica?, ¿alguna de todas tus pololas?, ¿te gustaban de verdad?, ¿las amaste? —disparó Daniela sin darle tiempo de responder.
—Sí, supongo —respondió él algo abrumado—. No estuve con ellas… ni contigo para ocultar algo, si a eso te refieres.
—¿Te gusté yo en algún momento? —volvió a preguntar.
—Obvio que si —Sebastian la miró a los ojos, pero ninguno de los dos sonrió.
—¿Alguna vez te sentiste atraído por otros chicos, aparte del Rube?
Sebastian se encogió de hombros.
—No que yo recuerde.
Daniela pensó un par de segundos su siguiente pregunta.
—¿Lo amas realmente? —quiso saber.
Sebastian asintió con la cabeza, y bajó la vista, avergonzado.
Daniela se acercó a él y lo abrazó.
—Entonces, ¿qué mierda haces acá?, ¿por qué no estás con él, jugándotela?
—Ya me dijo que estaba conociendo a Felipe y prefería estar con él antes que conmigo —le recordó Sebastian.
—¿Y vas a dejar que se vaya con él?, ¿en serio?
—Creo que él le podrá dar algo que yo no puedo —admitió Sebastian, apenado.
—¿Qué cosa? Tienes el amor, ¿qué más necesitan?
Sebastian soltó una risita.
—Creo que le puede dar más seguridad.
—Eso se lo puedes dar tú con el tiempo —insistió Daniela.
—Quizás, quizás no. Pero él ya tomó su decisión —acató Sebastian.
—Eres un cobarde —murmuró Daniela exasperada.
—¿Por qué actúas así? —le preguntó Sebastian, algo molesto y sorprendido por su actitud.
—Porque antes de ser un posible futuro pololo eres mi amigo —admitió ella—. Y no quiero verte mal. Ya sé que conmigo la cosa no va a funcionar.
—Pero Dani…
—Seba, no soy tonta —continuó—. Aparte, no tengo tiempo para estar esperando que tu mente “se aclare”. Sé que al principio me sorprendió mucho enterarme de esto, pero creo que fue para mejor.
—Si no tienes tiempo para esperarme, ¿por qué me insistes que luche por el Rube y no por ti?
—Porque no soy una arpía —Daniela se rió—. Quiero que seas feliz. Y por lo que estoy viendo, el Rube te puede hacer más feliz en este momento que yo. Creo que por algo pasan las cosas, y si nunca dimos el siguiente paso y nunca formalizamos nada entre nosotros fue por una razón.
Sebastian de verdad admiraba la postura que estaba tomando Daniela. Ella tenía razón, nunca habían sido exclusivos, siempre mantuvieron esta relación extraña de coqueteo evidente, teniendo sexo ocasionalmente después de clases y saludándose de beso en la boca de vez en cuando al llegar al liceo, sin mayor razón que simplemente haber sentido las ganas de hacerlo, pero realmente nunca formalizaron nada. Sebastian por su parte nunca quiso dar un siguiente paso porque, a pesar de su propia seguridad, siempre se sintió intimidado por la belleza, inteligencia, e independencia de Daniela.
—Me gustabas, Dani —le aseguró Sebastian—, eso te lo puedo asegurar.
—Te gustaba —repitió ella, y a pesar de que esbozaba una leve sonrisa, en sus ojos Sebastian pudo ver que no sonreía—. Tiempo pasado.
Sebastian no supo qué decir. No podía mentirle y decirle que aún le gustaba, porque en realidad no estaba seguro de poder descifrar sus sentimientos por alguien que no fuera Rubén. Su mente realmente era un desastre en ese momento.
—¿Por qué no podemos retroceder el tiempo? —pensó en voz alta Sebastian, cuando Daniela volvió a sentarse a su lado en el sillón—. Dos meses, es lo único que necesito. Así no habría besado nunca a Rubén, ni tendría la cabeza hecha mierda. Podría estar contigo, sin preocuparnos de nada.
—¿De verdad preferirías no haber vivido lo que viviste con Rubén estos meses?
Sebastian sabía a qué se refería Daniela, y la respuesta claramente era negativa. A pesar de todo, tras haber besado a su mejor amigo, y haber estado con él, haberlo sentido dentro suyo, no quería olvidarlo nunca.
—No te preocupes por mí, Seba —le dijo Daniela, tras varios segundos de silencio—. Me gustó lo que tuvimos, aunque si lo piensas bien, creo que nunca fue nada. Nunca tuvo nombre, nunca tuvo implicancias sentimentales, nada.
Sebastian no dijo nada. Los ojos se le humedecieron, emocionado por la actitud estoica de Daniela, quien se acercó a darle un abrazo.
—No le digas a la Maca, porque me mataría, pero ojalá puedas estar con el Rube. De verdad se merecen el uno al otro.
Los buenos deseos de Daniela hicieron que Sebastian sintiera un alivio que no tenía desde hace meses.
Sin embargo, a pesar de sus buenos deseos, su postura personal no cambió mucho. Se sentía bien tener el apoyo de alguien más, no estaba solo, pero tenía claro que para él la felicidad de Rubén era lo primero, y en ese momento más que nunca, la felicidad no la iba a encontrar a su lado. Su propio estado psicoemocional le daba la ventaja a Felipe, y ahí era donde Rubén estaría más seguro, según Sebastian.
Ese mismo día en la tarde, sostuvo su postura de mantener a Rubén lo más alejado posible de sus emociones, para permitir que siguiera explorando su cercanía y felicidad con Felipe. Cuando su amigo le preguntó si todo lo que había dicho el día anterior en el pub era cierto, le mintió en su cara, diciendo que todo había sido una confusión tonta, y que ya estaba completamente seguro de su heterosexualidad.
Tomó esa decisión de priorizar la felicidad de su amigo por sobre la suya, y la mantuvo hasta el último día.
 Sebastian despertó de un sobresalto por el sonido de un golpeteo metálico que no supo qué era hasta que pudo centrar bien los ojos y orientarse en tiempo y espacio.
—¡Levántense Congrios culiaos! —gritaba un hombre de unos cuarenta años al lado de su cama, mientras otros militares que Sebastian supuso compartían el mismo rango hacían lo mismo en las camas y dormitorios aledaños.
El bullicio era insoportable y Sebastian notó que el uniformado golpeaba dos tapas de bandejas metálicas de comida.
—¡Les quedan quince minutos para estar bañados, vestidos y formados en el patio! —gritaba el teniente Guerrero, que estaba en la puerta levantando la voz en cada palabra que estuviese diciendo cuando un soldado pasaba por delante suyo.
—¡Si a las siete en punto siguen en la ducha, así mismo los vamos a sacar al patio! —escuchó Sebastian que gritaba algún superior en el dormitorio de al lado.
Sebastian se levantó, tomó sus útiles de aseo del casillero, y antes de salir del dormitorio miró con seriedad al uniformado que le gritó al lado de su cama. No sabía cómo se llamaba, pero ya lo detestaba.
Llegó a las duchas justo en el momento que Andrés iba de vuelta al dormitorio para vestirse, sonriendo de oreja a oreja por estar viviendo lo que siempre había querido (supuso Sebastian). Las duchas estaban completamente llenas de otros soldados bañándose desnudos con cara de sueño y dolor.
Las duchas parecían un laberinto para albergar tantas regaderas como fuera posible en un espacio relativamente pequeño. Sebastian se ubicó en la última ducha del fondo, que era la única que estaba desocupada en ese momento y abrió la llave.
—Conchetumare —dijo en voz alta Sebastian al sentir el agua helada en su piel desnuda.
Se tomó unos segundos para mentalizarse. Aguantó la respiración y se paró debajo de la regadera para mojar todo su cuerpo.
Si bien odiaba tener que dar en el gusto al ejercito siguiendo sus métodos de tortura obligándolo a ducharse con agua helada, odiaba más estar sucio.
En ese momento se ubicó en la regadera del lado el muchacho rubio de Iquique, a quien aún no le conocía el nombre.
—Hola —lo saludó el muchacho.
Sebastian respondió con un gesto del mentón y esbozó una sonrisa, para no parecer tan serio.
Para no pensar en lo fría que estaba el agua intentó pensar en otras cosas. Pensó, por ejemplo, que Rubén probablemente estaría con un ataque de pánico en esa situación, duchándose completamente desnudo con agua helada frente a un montón de desconocidos, desnudos igual que él. Al imaginarse la situación en la mente le dio risa.
Rubén completamente desnudo en la ducha.
“Cresta”. Pensó Sebastian.
Terminó de enjuagarse el champú del cabello y salió inmediatamente de la ducha, tapándose como pudo con el envase del champú y del jabón hasta alcanzar su toalla. Esperaba que nadie se hubiese percatado de su imprevisto, pero mientras corría hacia el dormitorio con la toalla amarrada en la cintura notó que cada uno estaba muy concentrado en estar listo antes de las siete en punto como para haberlo notado.
Sebastian se vistió rápidamente con su uniforme de militar, y luego salió al patio donde ya había unos cuarenta soldados formados. Se paró al lado del último en la fila y esperó que pasara el tiempo.
No sabía cuánto tiempo faltaba para las siete, pero justo al lado suyo se puso de pie el muchacho rubio nuevamente, que miraba su reloj de pulsera. Sebastian sin decirle nada miró de reojo y notó que faltaba apenas un minuto para las siete de la mañana.
“Espero que no se haya dado cuenta”, pensó respecto a su compañero y al incidente de la ducha.
Cuando el reloj marcó las siete de la mañana, en el patio ya habían formados unos sesenta o setenta soldados, calculó Sebastian. En ese momento, los superiores que seguían dentro de las barracas salieron gritándoles a quienes no habían logrado terminar antes de la hora límite. Unos quince soldados en total, algunos a medio vestir, otros completamente desnudos y mojados por la ducha, y otros aún con el pijama puesto fueron formados frente a los demás, como ejemplo de lo que no había que hacer en el primer día.
—¡¿Qué pasó con estos soldados, Cabo Segundo Poblete?! —le preguntó Guerrero a uno de los superiores que llevó a los rezagados hasta el patio.
—¡Parece que tienen anemia porque fueron incapaces de levantarse cuando correspondía, mi Teniente! —respondió Poblete, de vistosas pecas en su rostro blanco como la leche.
El Teniente Guerrero se paseó frente a los rezagados, y les golpeó la mano a los dos muchachos que estaban completamente desnudos tapándose los genitales para que sus compañeros no los vieran. Ambos muchachos temblaban de frío, pero a los superiores no les importó.
Uno de los muchachos desnudos, alto y con un cuerpo completamente en forma, mostraba en su cara la rabia que sentía por la humillación. El otro, más pequeño y relleno, se le notaba en el rostro que estaba a punto de llorar.
Sebastian notó la diferencia que hizo Guerrero con quienes estaban al menos con ropa interior, que igualmente se tapaban con las manos la zona genital, pero a ellos no los golpeó. No sería tan humillante para ellos, supuso Sebastian que era el pensamiento de Guerrero.
—¡Para que aprendan, congrios culiaos, al suelo! —les gritó Guerrero a los rezagados—, ¡Denme cien lagartijas!.
Los quince muchachos apoyaron las manos en el suelo y comenzaron a hacer las flexiones al ritmo lento que contaba el Cabo Segundo Poblete junto a otros de su rango, supuso Sebastian.
Desde su posición, Sebastian veía que Guerrero se paseaba por delante de los soldados que hacían las flexiones, y pisaba muy cerca de donde llegaban sus cabezas al realizar el ejercicio.
—¡Congrios! —les gritó Guerrero a los rezagados cuando terminó de contar hasta cien, a pesar de que no todos cumplieron con la meta—, ¡Veinte vueltas al patio, ahora!
Poblete y sus compañeros les empezaron a gritar para que obedecieran, y una vez comenzaron a correr, Guerrero se dirigió a los demás.
—¡Soldados! —les gritó—, ¡No crean que se salvaron ustedes!
Guerrero con la ayuda de otros Cabo comenzaron a repasar visualmente a los soldados que estaban formados, y gritaban cosas aleatorias como “barba”, “Pelo”, “cinturón o “botas”, indicando algo que no habían hecho como correspondía. Al ver a Sebastian, Guerrero gritó “barba”, pero poco le importó porque no era el único.
Como castigo por la mala presentación, Guerrero los hizo a todos realizar cincuenta flexiones de brazo y luego dar diez vueltas al patio.
Sebastian se preguntó si realizar tanta actividad física en ayuno era recomendable para la salud, pero no le dio muchas vueltas al asunto en su mente.
Cuando cumplieron con las diez vueltas, los volvieron a formar en el centro del patio, ahora sin diferenciarlos de los rezagados, aunque éstos destacaban visiblemente. Sebastian quedó detrás del Adonis desnudo y se esforzó por mantener la vista en Guerrero cuando hablaba.
Tras un breve discurso de Guerrero respecto a los valores que se les inculcaría en el servicio, el Capitán Gomez les dio la bienvenida, formalmente, recalcó los puntos de Guerrero. Sebastian no puso mayor atención a ninguno, porque sentía que se daban vuelta en lo mismo, y ya estaba cansado del tono gritón de sus superiores.
Cuando terminó de hablar Gómez, se retiró rápidamente del patio y Guerrero retomó la palabra. Le dio el pase a los cabos que dirigieran a los soldados al comedor para desayunar. Se dirigieron marchando mientras los soldados repetían la letra de un coro militar gritado por los Cabo.
Al llegar a los comedores Guerrero le indicó a los rezagados que podrían ir a vestirse, en compañía del Cabo Poblete, y volverían a desayunar.
Sebastian pasó de los primeros por la línea del servicio, donde había otros soldados que le iban sirviendo la comida. Los soldados se veían de la misma edad que los demás, pero Sebastian no recordaba haberlos visto en el patio o en las duchas.
Apenas terminó de recibir la comida del desayuno (un pan con queso, una taza de té, un vaso de jugo y una fruta), se fue a sentar a la última mesa del fondo, pensando absurdamente que en ese lugar estaría lo más lejos posible de sus superiores.
—¿Cómo lo llevas? —le preguntó Javier a modo de saludo, completamente serio, sentándose frente a Sebastian.
Sebastian se encogió de hombros haciendo una mueca. No quería por ningún motivo comer con él al frente y sentía que Javier tampoco.
—Podría ser peor —respondió. “Podría haber estado completamente desnudo en el patio”, pensó, pero no lo dijo para no darle pie a Javier de seguir conversando.
—¿Vas a tener esa actitud todos los meses que estemos acá? —le preguntó Javier directamente.
—Si no te gusta puedes ir a comer a otro lado —Sebastian lo fulminó con la mirada.
—Eres un insoportable hijo de puta —Javier hizo una mueca sarcástica.
Sebastian lo miró serio, pero no respondió nada.
—No creas que me senté aquí porque me encanta contar con tu presencia —continuó Javier—. Los chicos dijeron que teníamos que permanecer juntos.
—Y con “los chicos” te refieres a Andrés, ¿cierto?
Javier soltó una risotada, tapándose la boca para no escupir el jugo.
—Eso es algo que diría Andrés —confirmó Javier con una sonrisa, aunque rápidamente volvió a ponerse serio.
En ese momento llegaron Andrés, Julio y los tres muchachos de Iquique, y se sentaron junto a ellos.
—¡Miren!, los mejores amigos desayunando juntos —comentó Julio con sarcasmo, sentándose al lado de Javier.
—Cállate —respondió Javier dándole un codazo en el brazo.
Sebastian los saludó con un gesto del mentón, demostrando su indiferencia.
—Creo que todavía no nos hemos presentado —comentó el muchacho rubio de Iquique, mirando directamente a Sebastian.
Sebastian solo lo miró fijamente sin decir nada. Estaba nervioso porque no sabía si el muchacho se había percatado de su incidente en las duchas, pero no quería averiguarlo.
—Yo soy Simón —continuó el muchacho rubio de apellido Gonzalez, según rezaba la etiqueta de su uniforme.
—Sebastian Guerrero —se presentó Sebastian, esforzándose por mantener su actitud de indiferencia.
—Guerrero —repitió Simón—, qué mejor lugar para ti entonces, ¿cierto?
A Sebastian no le hizo gracia la observación de Simón, así que simplemente no dijo nada.
—Yo me llamo Mario —Mardones, se presentó el muchacho alto de Iquique.
—Yo soy Luis —continuó el muchacho gordo, de apellido Rivera.
Sebastian esbozó una sonrisa sin ganas.
—No es personal contra ustedes, chicos —intervino Andrés—. Es así con todos, pero ya se le pasará.
Sebastian de verdad no entendía como Andrés podía ser tan optimista, y de alguna extraña manera le recordó un poco a Rubén, que siempre prefería ver lo bueno en las personas, aunque Andrés ya le estaba colmando la paciencia.
Mientras sus compañeros de mesa conversaban, Sebastian se concentró en lo que tenía en la bandeja. Cuando levantó la mirada, notó que Simón lo estaba mirando, con una leve sonrisa. Sebastian bajó la mirada avergonzado, y luego volvió a mirar. Simón seguía devolviéndole la mirada, pero ahora soltó una risita inaudible.
“Lo sabe”, pensó Sebastian. “De seguro le va a contar a todos”. Sebastian se puso visiblemente nervioso y se sintió vulnerable. No podía ser de otra forma, ahora todo el regimiento sabría que tuvo una erección en las duchas, en su primer día. La peor pesadilla para un joven en el closet.
—Permiso —murmuró Sebastian, poniéndose de pie con su bandeja en la mano.
No miró a ninguno de sus compañeros, así que no sabía si se percataron de su actitud o no. Solo quería salir de ahí.
Dejó su bandeja en el mesón destinado para ello y se dirigió a la salida del comedor.
—¡¿Para dónde va, Soldado?! —le preguntó un cabo que estaba parado en la entrada.
—Tengo que ir al baño —inventó Sebastian. Solamente no quería seguir ahí.
El cabo lo miró serio, como decidiendo si permitirle salir o no. Finalmente lo dejó pasar justo cuando los rezagados venían llegando al comedor.
Fue al baño, se lavó la cara, y se miró en el espejo. Notó que tenía la frente llena de espinillas. “Seguro es por el estrés de estar metido en esta mierda”, pensó.
Se miró los nudillos, que le volvieron a arder producto de la sequedad del ambiente. Recordó que el doctor Hoffmann le había dicho que debería estar sanado para entonces, y luego volvió al patio. Se sentó en un macetero grande, y al rato comenzaron a salir los primeros grupos de soldados al patio, algunos para fumar y otros solo para tomar aire.
Sebastian se miraba el uniforme y solo quería sacarse esa ropa gruesa e incómoda y salir corriendo de ahí y volver a Antofagasta. Esa ciudad donde vivían sus padres, que no habían tenido ningún remordimiento en enviarlo al regimiento. Esa ciudad donde vivía el amor de su vida, que ya ni siquiera era su mejor amigo, porque él mismo se había encargado de cortar esa relación. Realmente no tenía nada por lo que volver. Sólo tenía a Priscilla, su hermana, pero no la podía ver sin dejar en evidencia que se había ido del regimiento.
Estaba completamente solo, y no solamente en el regimiento. En la vida.
Vio como sus compañeros ya estaban formando lazos, mientras él insistía con su actitud de querer rechazar a todos.
Él no estaba acostumbrado a actuar como lo había estado haciendo desde el día anterior. Él no era frío ni conflictivo, al contrario, siempre se llevaba bien con todos producto de su personalidad segura y agradable, pero el servicio militar lo estaba cambiando. O mejor dicho, él había cambiado su personalidad al llegar ahí.
A las nueve en punto, todos los soldados se formaron en el patio a la orden de Guerrero, quien luego le ordenó a los cabos que los dirigiera al galpón donde les habían revisado los bolsos la noche anterior. En el lugar ahora habían tres sillas separadas por al menos tres metros de distancia la una de la otra. Al lado de cada silla, había un hombre de edad con un delantal blanco y una mesita con un maletín café.
Sebastian supo al momento de qué se trataba todo: Eran peluqueros, y les cortarían el cabello a todos.
—¡Soldados! —les llamó la atención Guerrero—. Les presento a Don Silverio Cuevas, Don Severino Rodríguez y Don Carlos Villanueva. Ellos serán los encargados de cortarles el pelo el día de hoy.
Los tres peluqueros saludaron con amabilidad y esperaron a que Guerrero les diera el paso para comenzar a cortar.
Los Cabo dividieron a los soldados en tres grupos para apurar el proceso, y entonces se dio inicio a la jornada de corte de cabello.
Sebastian esperó pacientemente su turno, mientras veía que sus compañeros terminaban con el cabello muy corto, típico de militares.
Si bien no le preocupaba cortarse el pelo, a Sebastian le molestaba tener que hacerlo obligado, sobretodo porque llevaba un par de meses dejando crecer su hermoso cabello castaño claro.
Finalmente estuvieron casi toda la mañana solo cortando el pelo a los soldados. Sebastian apreció que en general el cambio era para mejor en la mayoría, incluso en Javier, que se veía más intimidante ahora sin su cabello rizado. Andrés mantenía su sonrisa de oreja a oreja, entusiasmado por estar experimentando aquel rito militar. Simón, por su parte, no se veía muy diferente, porque ya tenía el cabello bastante corto.
 “Quizás te estás preguntando desde cuándo comencé a amarte. Y creo que la respuesta es desde siempre.
No, muy cursi.
O sea, sí, te he amado desde siempre, desde que somos amigos, pero obviamente solo te amaba como amigo en ese entonces.
¿Te acuerdas cuándo fue que nos conocimos?, esa vez que mi viejo me llevó a tu casa porque quería pedirle a tu papá que le revisara el auto. Estábamos recién llegando al vecindario ese verano, y creo que en ese tiempo tu papá tenía un letrero afuera que decía que tenía un taller.
Como sea, estabas sentado en la mesita de la cocina dibujando, con un vaso de leche al lado. Tu mamá me sirvió un vaso de leche a mí también mientras nuestros viejos revisaban el auto de mi papá.
‘Bonito dinosaurio’ te dije, mirando tu dibujo. Me parecía raro que siguieras dibujando a esa edad, a los nueve o diez años, porque al menos yo, desde kínder que ya no dibujaba por diversión. ‘Es un pato’, me respondiste y tu mamá explotó de la risa. Me fulminaste con la mirada, pero no lo hice con mala intención. Era un pato muy bonito, solo que yo no soy muy bueno para apreciar la belleza; de hecho, me tomó ocho años poder apreciar tu belleza, que no digamos que era algo muy difícil de ver. Siempre fuiste hermoso. Aún lo eres.
Recuerdo que en ese momento para que no te enojaras te pregunté si querías salir a jugar a la pelota, y me dijiste que no te gustaba (seguía cagándola). ‘Qué niño más raro’ pensé en ese momento, porque todos los niños que conocía les gustaba jugar a la pelota. No insistí, pero me quedé ahí. Seguí yendo a tu casa a jugar con tus juguetes, o a ver Dragon Ball en el Mega durante las tardes, tomando un vaso de leche con galletas.
Cuando entramos a clases, quedé en el mismo curso tuyo y fuiste mi gran ayuda para comenzar a hacer amigos desde cero. Desde ahí no nos separamos más, y quedamos en los mismos cursos en el liceo incluso, y el resto es historia.
Y bueno, así llegamos a la pregunta que quise responder esta tarde, tirado en mi cama escribiendo en este diario mientras tú de seguro estás con Felipe, siendo feliz.
¿Cuándo me empecé a sentir atraído por ti?
Creo que fue producto de mi propia estupidez. No quiero decir que el hecho de que me gustes sea una estupidez, pero sí el cómo me di cuenta.
Aunque no lo creas, fue después de las tontas clases que te hice.
Llevaba varias semanas preguntándome si eras gay o no. Ya sé que está mal teorizar sobre la orientación sexual de tus amigos. Ahora lo sé.
En ese tiempo tenía la sospecha porque llevaba todo el año insistiéndote que pincharas con la Maca, porque supuestamente ella te gustaba, y no podía creer que aún no hicieras nada al respecto, siendo que tu personalidad es genial, le caías bien a ella, y aparte eras muy lindo (esto lo pensaba en ese momento y creo que podría haberme dado una pista que quizás me estaba fijando mucho en ti).
En fin, me dije ‘voy a ver cómo reacciona si le invento estas clases para seducir a la Maca. Si no es gay, no pasará nada y habrá aprendido algo, ¿no?’.
La primera vez te pusiste nervioso, y me di cuenta que te gustó. A mí también me gustó, pero supongo que no te diste cuenta porque estabas preocupado de tu propia situación.
Fue evidente en ese momento, pero quise insistir, ir más allá. ‘Quizás me estoy pasando rollos’, ‘nada es definitivo sin el beso’, me decía para convencerme que tenía que volver a intentarlo. Hasta que lo hice. Te besé y te juro que nunca había sentido lo que sentí ese día.
Siempre pensé que eso de las mariposas en el estómago, o la sensación de fuegos artificiales cuando dabas un beso eran inventos de las películas gringas para romantizar los besos, porque nunca me había pasado. Ni con la Dani, ni con la Javi (mi primera polola, ¿la recuerdas?), ni con la Romi. Con nadie sentí eso, hasta que te besé a ti.
Después de eso creo que entré como en una espiral de adicción y miedo. Quería estar contigo, quería besarte y abrazarte, pero tenía tanto miedo de todas estas nuevas sensaciones que estaba experimentando que nunca me atreví a ser directo y decírtelo. Estaba seguro que a ti también te gustaba, no necesitaba que me lo dijeras, lo veía en tu mirada, pero fui demasiado cobarde como para asumirlo por mi parte.
Lamento mucho esa noche en la casa de la Dani, cuando te besé en el baño, y luego te empujé cuando Felipe abrió la puerta y nos vio. Creo que si hubiera estado sobrio no te habría empujado, supongo que el alcohol acentuó mi percepción del miedo que sentí en ese momento. Me arrepiento mucho de eso, y te ofrezco disculpas.
Después cuando retomamos nuestros cariños fue mágico. Lo recuerdo tan vívidamente, como si fuera una película reproduciéndose una y otra vez en mi mente. Estábamos en tu pieza y me diste permiso para besarte. Te juro que hasta ahora recuerdo cómo latía mi corazón. Silencio total, y luego tus labios en contacto con los míos.
En ese tiempo tenía claro que me gustabas, y mucho, pero trataba de convencerme a mí mismo diciéndome que era una travesura de niños, que sólo serían unos besos y nada más, después podría seguir siendo un rompecorazones con las niñas del liceo.
Escribiendo esto no sé cómo sentirme. Por un lado, estoy con una sonrisa en el rostro, recordando todos esos momentos lindos que pasamos, nuestros primeros besos; pero por otro lado, me siento pésimo, porque sé que te hice mucho daño.
Sé que todo esto comenzó de una forma retorcida y manipuladora, pensando solamente en mí, tratando de comprobar algo que quería saber de pura curiosidad, y en ningún momento pensé en ti.
Ahora pensándolo bien, creo que en realidad soy una mala persona, y por eso me está pasando todo esto, todas estas cosas malas. Tengo que ir al servicio como castigo por todo el mal que te hice.
Bueno, Rube. Ya decidí qué hacer con este diario.
Te lo voy a entregar, antes de irme, para que lo guardes con la condición de que no lo abrirás ni leerás hasta que yo vuelva (si es que vuelvo vivo). Va a ser como una fotografía, de cuál era mi estado emocional antes de ir al servicio, y cuando vuelva lo leeremos juntos. La idea, es que cuando lo leamos, haya logrado pasar página. Tú seguirás siendo feliz con Felipe, y yo probablemente seguiré solo, pero feliz también..
Me llevaré la llave, así que, si no fuerzas o rompes el diario, te va a ser imposible leerlo.
Ojalá puedas entender el por qué de todo lo que hice, y ojalá que no me odies por todo lo que escribí más arriba, y todo lo que voy a escribir desde ahora.
Tengo pensado hacer algo antes de irme. Un carrete o un asado. No sé, algo. Un evento. Tienes que asistir, obviamente, porque eres mi mejor amigo, y a pesar de todo, eso nada ni nadie lo va a cambiar, y también porque ahí te entregaré el diario, para que lo guardes hasta mi regreso.”
 La primera semana se le pasó volando a Sebastian, pero no por eso la disfrutó más.
Siguió con su actitud apática con sus compañeros y sus superiores, aunque en ningún momento les faltó el respeto. Al mediodía, después de almuerzo, tenían un tiempo libre donde podían compartir en una sala de estar, donde habían sillones, mesones de pimpón y de taca-taca, y un televisor, mientras que algunos preferían jugar un improvisado partido con sus compañeros en el patio.
Cuando veía a sus compañeros jugando a la pelota, le daban ganas de participar, después de todo, era su deporte favorito, pero luego recordaba el regalo de navidad de su padre y se rehusaba a darle en el gusto.
Por el contrario, se iba a su dormitorio a descansar. Tomaba una siesta hasta que Andrés lo despertaba con la mejor de las intenciones para avisarle que se acercaba la hora de la formación para la siguiente instrucción.
Era precisamente con Andrés con quién más interacción tenía, pero eso no alcanzaba para llamarlo amistad. Precisamente era solo eso: Andrés le avisaba por su buena voluntad solamente. De seguro haría lo mismo por un desconocido en la calle.
Las pocas veces que Sebastian se sentaba en la sala de estar a leer alguna revista de Condorito de los años noventa que estaban apiladas en un revistero, escuchaba las conversaciones absurdas y molestosas que tenían sus compañeros respecto a los dos soldados que habían sido humillados particularmente exponiendo su desnudez completa frente a todos.
—Tranquilo, que ahí viene Fabricio —decía siempre Luis Rivera, ya sea cuando se acercaba Morales, el muchacho alto, o Jimenez, el que era más bajito y gordito.
—¿Cuál de los dos se llama Fabricio? —preguntó confundido Andres.
—Ninguno —respondió Luis, incrédulo ante la inocencia de Andrés.
—¿Y por qué les dices Fabricio entonces?, ¿quién es Fabricio? —insistió Andrés, perdido.
—¿Cómo no vas a saber quién es Fabricio? —se rió Mario Mardones—, el que bailaba axé, que se sacó unas fotos en pelota y tenía tremenda anaconda.
—¿Las viste acaso? —intervino Julio, dándole un palmetazo en la nuca a Mardones—, hueón maricón.
Todo el grupito se rió, provocándole rechazo a Sebastian.
—Si es por eso, ¿por qué no usan una referencia más conocida? —preguntó Andrés, desconociendo por completo la cultura popular—, ¿por qué no le dicen “Oye, ahí viene Rasputin” o algo por el estilo?
—¿Y quién chucha es Rasputín? —preguntó Julio entre risas.
—Eres tan raro, Arancibia —le dijo Luis a Andrés.
En ese momento el tema cambió cuando Javier se integró al grupo tras perder una partida de pimpón contra Simón, que seguía jugando contra otro soldado. Entonces Sebastian perdió todo interés en escuchar la conversación. Si ya era nefasta, con Javier presente sólo podía ser peor.
Para su mala suerte, los Cabo Segundo siempre emparejaban a Sebastian con Javier durante las instrucciones, por la cercanía alfabética de sus apellidos (Guerrero y Gutierrez). Su relación era tensa porque detestaba profundamente al muchacho, siempre tan sarcástico y arrogante, como burlándose de su situación, de que no quería estar ahí pero estaba obligado a hacer el servicio militar porque su padre lo había decidido, porque era un tonto fracasado, gay de closet y sin carácter.
Obviamente Javier no tenía cómo saber todo eso, pero eso a Sebastian no le importaba. Necesitaba alguien a quien dirigir toda la rabia que sentía por la situación en la que se encontraba, y el odio mutuo hacía más fácil que esa persona fuera Javier.
Poblete veía que Sebastian y Javier completaban las instrucciones de forma rápida y eficiente, porque no perdían el tiempo conversando, y eso lo tomaba como algo positivo y ni siquiera consideraba cambiarlos de dupla.
Sebastian había tomado como objetivo intentar hacer todo mejor que Javier, sobre todo en lo relacionado a destreza física. Si Javier hacía cincuenta abdominales, él haría sesenta; si hacía cuarenta dominadas, él haría cincuenta, todo con tal de nunca verse disminuido ante él.
Por otra parte, también se pasó toda la semana evitando a Simón, a pesar de que éste lo saludaba amablemente todos los días y le preguntaba cómo estaba, Sebastian no respondía o hacía como que no lo escuchaba. Le daba terror darle espacio para que le comentara algo sobre el primer día en las duchas, y pensaba que si no lo hacía, menos probable era que Simón le contara a todo el mundo lo que le había pasado.
Llegado el fin de semana, su peor pesadilla se hizo realidad: le tocó hacer guardia con Simon durante la noche del sábado.
El Cabo Segundo Ortiz, que se encargó de distribuir a los soldados de guardia en duplas en las diferentes áreas y horarios, emparejó a Sebastian y Simón para el primer horario, que se extendía hasta las dos de la mañana.
A ambos les correspondía vigilar las torres del regimiento, que en total eran ocho y se extendían por toda la periferia del recinto.
—Tú vigila las cuatro de allá, yo me quedo con estas de acá —le dijo Sebastian a Simón apenas Ortiz los dejó solos.
—No creo que funcione así la guardia —respondió Simón, soltando una risita—, se supone que debemos estar juntos todo el rato, por algo nos emparejan.
Sebastian no supo qué responder. Era obvio que esa era la razón, pero no quería admitirlo.
—Haz lo que quieras, yo empezaré por acá —dijo secamente Sebastian y se fue caminando hacia la torre más cercana.
—¿Quieres un cigarro? —le preguntó Simón a su espalda, siguiéndolo.
—No fumo —contestó Sebastian, cortante.
Sebastian escuchó que Simón exhaló una risita.
—Te vendría bien —le dijo—, te ayudaría a relajarte.
—No necesito relajarme —el tono de Sebastian demostraba que obviamente lo necesitaba.
Simón volvió a reírse.
—Sí, se nota que estás súper relajado.
—¿Qué sabes tú? —Sebastian soltó un suspiro y continuó caminando.
Subió las escaleras metálicas hasta llegar a lo más alto y apuntó con su linterna hacia el exterior.
Primera vez que podía mirar el exterior del regimiento desde que había llegado. Se veían las luces de la ciudad a unos metros de distancia, y sintió muchas ganas de estar ahí afuera, lejos de todo el sin sentido de la instrucción militar, lejos de los gritos psicóticos y humillaciones de sus superiores.
Al cabo de unos segundos llegó Simón a su lado, y se mantuvo en silencio sin decir nada. Sacó una cajetilla de cigarros del bolsillo de la chaqueta y lo encendió. Imitó a Sebastian y miró hacia el exterior, apoyándose en la baranda de la torre.
Sebastian miró hacia la torre que estaba hacia la derecha de la de ellos, y vio a otro soldado haciendo guardia con un rifle en su mano.
—Encuentro que es una estupidez que nos hagan hacer guardia y no nos entregan nada para defender. No vamos a defender el regimiento a punta de linternas —comentó Simón, intentando crear conversación.
Sebastian lo miró y simplemente dio un suspiro sin seguir la conversación.
—¿Quieres tener un rifle? —le preguntó finalmente, para no ser tan monumentalmente pesado con él.
—En verdad, no particularmente, pero admite que es una estupidez —respondió Simón.
—Todo aquí es una estupidez —le recalcó Sebastian—. Los gritos, los uniformes, las armas. Todo.
—Bueno, no todo —se rió Simón—, igual hay cosas buenas…
—¿Cómo qué? —lo interrumpió desafiante Sebastian.
—Bueno, no sé, los…
—¿Viste?, todo es una estupidez —Sebastian ni siquiera tiempo de responder antes de interrumpirlo.
Simón dio un suspiro, y luego volvió a fumar sin decir nada. Se mantuvo cabizbajo por largo rato, y Sebastian lo notó.
Al cabo de un par de horas, cuando ya estaban en la penúltima torre, Sebastian le pidió perdón.
—Perdona por gritarte hace rato —le dijo, apoyándose en la baranda.
Desde esa torre no se veían las luces de la ciudad hacia afuera.
—No pasa nada —le dijo Simón, sin poder mirarlo a los ojos.
Simón se sentó en el suelo con las manos apoyadas en sus rodillas, y Sebastian lo imitó.
—Fui un imbécil, no trates de hacer como que no —insistió Sebastian.
Simón no respondió, lo que le pareció bien a Sebastian porque no quería seguir disculpándose.
Sebastian jugó con sus puños, apretando con fuerza y luego soltando para ver cómo se movían las costras de las heridas que ya estaban casi sanadas por completo. Ya no le dolían, pero sentía cierto gusto al ver cómo la piel se estiraba, pero las costras permanecían del mismo tamaño, dibujando un borde de color rosa pálido a su alrededor cuando presionaba el puño.
—¿Qué te pasó? —le preguntó Simón, mirándole los nudillos—, ¿te agarraste a pelea?
Sebastian pensó unos segundos en qué responder.
—Debiste ver cómo quedó el otro —respondió finalmente con ironía.
En su mente le parecía una respuesta genial, pero al decirla simplemente le pareció estúpido.
—Imagino que quedó mal, porque al parecer ni te tocó —Simón escudriñó el rostro de Sebastian.
Sebastian se ruborizó al notar que Simón estaba mirándole la cara, pero se mantuvo serio esperando que no se le notara.
—No tuvo oportunidad de pegarme —Sebastian bajó la mirada, algo avergonzado.
—Así que eras un matón antes de venir —bromeó Simón, recuperando algo de su confianza—. De a poco te vamos conociendo, chico malo.
—No soy un matón —repuso Sebastian, serio.
—Era una broma —Simon suavizó su voz para no provocarlo—. Se te nota que no eres matón, ni mucho menos eres malo.
—¿Cómo lo sabes? —le preguntó mirándolo a los ojos.
—Simplemente se nota —Simon se encogió de hombros, y a Sebastian le dio la impresión que iba a agregar algo más, pero al final no dijo nada.
—De verdad no lo soy —continuó Sebastian, más tranquilo—. De hecho, me arrepiento de haberlo hecho. Mucho.
—¿Quieres hablar sobre eso? —preguntó Simon con cautela.
Sebastian negó con la cabeza.
—Quizás más adelante —dijo.
Simón aceptó la respuesta de Sebastian y no insistió.
—¿Por qué eres tan huraño? —le preguntó Simón después de un par de minutos en silencio.
—¿Por qué no serlo?, estar aquí es una mierda —respondió Sebastian, desafiante.
—O sea, si, pero vamos a estar meses acá, podrías intentar por último socializar para que el tiempo no sea tan insoportable, ¿no crees?
—No necesito socializar con hueones para no aburrirme —Sebastian volvió a usar su tono cortante y desagradable.
Simón bajó la vista, y Sebastian supuso que se sentía avergonzado por haberlo hecho enojar.
—¿Sabes?, cuando llegué estaba súper nervioso por venir —comenzó a decir Simón, aún con la mirada baja—. No quería venir, de hecho, pero salí seleccionado y no tenía cómo excusarme. No tenía plata para estudiar, pero tampoco tenía trabajo como para acreditar ser el sostén económico de mi familia, así que no tuve alternativa —hizo una pausa y miró directamente a los ojos a Sebastian—. No sabes el alivio que sentí al darme cuenta que no estaría solo acá, que había alguien más como yo.
Sebastian se puso nervioso, porque sabía exactamente a qué se refería Simón.
Se puso de pie de un salto y se alejó de él medio metro.
—Yo no soy como tú —le dijo, incapaz de mirarlo a los ojos, y bajó la torre por las escaleras de caracol, dirigiéndose directamente a las barracas.
Llegando al dormitorio, se quitó la ropa y sin ponerse el pijama se acostó a dormir, con el corazón latiéndole a mil por hora.
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