Don't wanna be here? Send us removal request.
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #INS47 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 ON THE OUTSKIRTS OF SEONGMI. STARRY NIGHT 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON + #ATAMEABESOS。.゚✧*
Terminada su jornada laboral, apenas llegó a su habitación y se recostó un momento sobre el colchón para descansar. Su cansancio era tanto mental como físico, así que solamente tuvo energías para revisar su teléfono cuando algunas notificaciones hicieron vibrar el dispositivo móvil. No recordaba cuando había sido la última vez en que tomó unas buenas vacaciones, en las que podía haberse despejado de la vida citadina. Seongmi era un lugar increíble y jamás se sentía víctima de la monotonía; sin embargo, pensaba que podía ser bueno tomarse un respiro.
Al encontrarse con nuevos mensajes en su bandeja de entrada, una brillante sonrisa apareció en su rostro al leer el remitente. «My bride. 💖» resaltó entre todas las notificaciones y abrió el mensaje tan rápido como pudo. Se sentía contenta, recordando a la chica que recientemente había conocido, gracias a la peripecia vivida en el metro. Había estado nerviosa, con el corazón, latiéndole a mil por hora, solamente por no saber qué decir frente a una chica tan bonita. Aeri se sentía tímida, pero al instante, percibió una conexión tan encantadora como la joven irlandesa. Sin duda alguna, ella era una de las razones por las que, en la actualidad, se sentía motivada y más animada.
El intercambio de mensajes fue tan fluido como cariñoso, algo que Aeri realmente disfrutaba en una amistad. Y ella, ella era tan sincera y estaba tan llena de amor, justo como su nombre le hacía honor. La japonesa se sentía cada vez más enternecida y encantada, aun cuando el momento de hablar de los agitados días en sus respectivos distritos, trajo algo de peso a la conversación.
No obstante, la ligereza con la que hablaba con ella, pronto recuperó el rumbo de la conversación, a uno más gentil. Justo como ella.
Sorprendentemente, Amor había propuesto, desde su iniciativa, en tener una escapada de Seongmi, a un lugar tranquilo. Uno rodeado de naturaleza, en la que pudiesen disfrutar de inmensas áreas verdes o la tranquilidad del oleaje del mar, mientras las aves se expresaban hermosamente y con tanta alegría como tranquilidad. Convivir con la naturaleza, era algo para lo que la japonesa, siempre estaba lista. Incluso si eran pocos días, claramente había aceptado.
Era algo que necesitaba para tomarse un respiro, para, finalmente, dejar atrás todos esos sentimientos pesados que llevaba en su corazón.
💬 SMS: My bride. 💖 [20:00] ¡Oh! Recientemente, leí que habrá una lluvia de estrellas. [20:00] Creo que sería increíble verla, especialmente fuera de Seongmi.
La joven irlandesa propuso la playa, y ella no pudo estar más de acuerdo. Hacía tiempo que quería visitar el mar, pero no había tenido oportunidad. Revisó un par de opciones en Internet, topándose con la preciosa imagen de la playa Eurwangni. Aeri enseguida le compartió el enlace y, en menos de lo esperado, habían reservado su estadía en una cabaña bastante cerca del lugar.
Los detalles del viaje se afinaron cada vez más, hasta que estuvieron de acuerdo en todo. No había sido difícil coincidir, pues sentía que Amor, tenía un pedacito de su propia alma dentro de ella. Se despidió con el cariño característico que desbordaba en cada mensaje y comenzó a preparar todo. El viaje sería hasta el día siguiente por la tarde, para llegar justo a tiempo a ver la lluvia de estrellas, apenas el cielo se oscureciera.
Aeri estaba tan emocionada, que la noche había pasado en un abrir y cerrar de ojos. Sin embargo, satisfactoriamente tenía todo listo para cuando se llegó la hora de transportarse hasta las afueras de Seongmi, a fin de encontrarse con el hermoso paisaje natural.
El viaje por carretera tampoco se había sentido pesado, debido a que solamente les había tomado un par de horas llegar al destino. La cabaña era idílica, parecía sacada de un cuento de hadas, y estaba a tan solo unos metros de la playa. En cuanto bajó del vehículo, percibió el aroma salino del océano, sintiendo que la espuma volaba hasta hacer sutiles caricias en sus mejillas y el sonido de las olas estrellándose contra la arena, de algún modo resultaba reconfortante.
La japonesa aspiró y exhaló profundamente antes de abrir los ojos, encontrándose con la puesta de sol, siendo el fondo panorámico perfecto para la chica que la acompañaba. Y por primera vez en ese poco tiempo de conocerla, se atrevió a darle un abrazo, aunque pidiendo permiso con sus movimientos llenos de cautela.
—Gracias por esto, my pretty bride. Mencionó la japonesa en un susurro, desde lo más profundo de su corazón.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #4BCKTLST_09 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 SEONGMI. BUTTERFLIES 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON + #ATPINKU。.゚✧*
El recorrido en la bicicleta para dos personas, había pasado de algo desastroso, a un completo éxito. La coordinación de ambas parecía salida de una historia mágica, en la que incluso sus movimientos estaban conectados con la profundidad del cariño que sentían la una por la otra. Entre algunas risas, todavía se mostraba ansiosa mientras sus cabellos rosáceos se despeinaban con el viento que hacían debido a la velocidad con la que se desplazaban por el sendero.
—¡Vic! ¿Deberíamos tomar un pequeño descanso?
Propuso la japonesa, con la voz un tanto agitada. No estaba acostumbrada a pedalear por tanto tiempo, así que sus piernas comenzaron a pedir un descanso. Su mejor amiga accedió, dándole la razón.
Encontraron poco a poco el tiempo para detenerse, teniendo cuidado de no lastimarse ni a su mejor amiga.
Debajo de la sombra de un árbol, decidieron descansar. La japonesa se recostó sobre el pasto, cerrando un momento los ojos antes de respirar profundo. Había bebido un poco de agua para refrescarse y volvió a abrir los ojos, encontrándose con la preciosa imagen de un azul brillante apenas cubierto por las verdes hojas del árbol que les compartía de su sombra.
La tranquilidad que se podía percibir en ese momento era propia de un espacio verde. Algunos habían tenido viajes por el periodo vacacional de primavera, mientras que otros tantos, se habían quedado en la ciudad. Debido a ello, la paz reinaba. Los únicos sonidos que se escuchaban eran el de los motores cuando esporádicamente transitaba un vehículo cerca o el de esos insectos adorables que parecían rechinar cuando el clima cálido se sentía más presente.
Y claro, el reconfortante sonido de las hojas de los árboles moviéndose con las distintas ráfagas de aire. El aire fresco —a pesar del calor— llenaba sus pulmones, como si quisiera renovarlos.
Aeri llevó su mirada hacia un lado, encontrándose con lo más bonito del paisaje de ese día: Vic. Su mejor amiga escuchaba música tranquilamente, cerca de ella. Y ese hecho bastaba para darle la seguridad que su alma necesitaba con creces. Sus largos cabellos negros danzaban con el aire, siendo removidos por ella cada vez que se acumulaban en su rostro. Sintió su corazón palpitar con ansias, debido a los intensos sentimientos que rodeaban su amistad con ella.
Y como si de una pintura artística se tratase, un par de mariposas se acercó volando, adornando el fondo en el que Vic se encontraba. Capturó aquel momento en su memoria, estando seguro de que no lo olvidaría jamás. Una mariposa se aproximó al árbol, mientras que la otra se paró sobre el cabello de su mejor amiga, quedándose quieta ahí en tanto movía sus alas.
—¡Pareces una princesa!
Exclamó enternecida, soltando algunas risas debido a lo ocurrido. La interacción duró apenas unos segundos, cuando la otra mariposa alcanzó a la que se encontraba en el árbol.
—¿Quizá esas somos nosotras en algún otro universo? Claramente, yo soy la que ha ido a darte un besito en el cabello.
Nuevamente, soltó un par de risas. Veía a Vic sonreír y divertirse con ella, sintiendo cómo el corazón le subía hasta la garganta. El mar de sensaciones y sentimientos que Vic le provocaba eran tan bonitos, que muchas veces no podía evitar querer llorar, quizá de tanto cariño que sentía por ella.
Finalmente, Aeri se acercó, dándole un abrazo en el que rodeó sus hombros con ternura. Escondió el rostro en la ropa de su amiga, mostrando una sonrisa al sentirse tan animada por poder sentir que pertenecía a un lugar. Y ese espacio tan cálido que muchas veces abrazaba a su corazón, era junto a su mejor amiga.
«I love you just as I feel right now. The end of all the wandering I've dreamed of in this world where sadness repeats. Goodbye to it from now on. Just the thought of you makes me stronger, help me so that I don't cry. We're sharing the feeling of this moment together.»
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #4BCKTLST_07 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 FOREVER. GOODBYE, WINTER SEASON 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON 。.゚✧*
No cabía duda alguna, el invierno era su estación favorita. Aeri siempre se encantaba viendo la nieve caer con tanta tranquilidad, con la gentileza de una caricia. Hasta que el concreto gris de las calles, se pintaba de un blanco irresistible, que no hacía más que darle calma a su corazón.
Tampoco creía que hubiese una forma agradable de despedir al invierno, especialmente cuando no disfrutaba tanto del cambio de estación. Arrastró sus pies cubiertos en pantuflas con una taza de café con leche en sus manos, acercándose a mirar por la ventana cómo seguía nevando. Y le entristeció pensar que, probablemente, era de las últimas nevadas de la estación.
La japonesa solía sentirse nostálgica por esos últimos días, especialmente al tener que guardar su ropa invernal. El calor pronto florecería con la primavera, dándoles una calurosa temporada en la que sería imposible salir de la casa con algún abrigo o, incluso, con blusas de manga larga. Mientras organizaba su armario, dejando en el fondo la ropa de la estación que estaba despidiendo, escuchó que llamaban al timbre de su casa.
Dejó algunas prendas en la cama para ir rápidamente escaleras abajo y recibir a sus tres amigas, a quienes había invitado a su casa para despedir al invierno juntas. Una última reunión de chicas para esa estación.
Las saludó a todas por medio de un fuerte abrazo.
El cuarteto de chicas estaba listo para subir nuevamente a la habitación de Aeri, donde cómodamente disfrutarían del tiempo juntas. Yizhuo fue la primera en ir directo a su computadora, provocando algunas risas por parte de la japonesa. Su amiga no podía ocultar el gusto que sentía por todo lo relacionado con la tecnología, y la verdad, es que se le daba bastante bien.
La dejó usar su computadora, dirigiéndose hacia donde Jimin se encontraba. Cerca del lado de su cama donde había dejado la ropa que iba a guardar.
—¿Estás guardando tus atuendos invernales? Cuestionó la más alta, tomando un par de prendas para ayudarle. Aeri asintió con pesar, pero su estado anímico pronto cambió a uno más ligero al recibir el abrazo de la coreana.
No era un secreto para sus amigas, que le costaba adaptarse a los cambios, especialmente cuando se aferraba tanto al invierno. Como si este pudiese durar eternamente, algo que disfrutaría por completo.
—La primavera será aún más increíble, Aeri eonnie. Mencionó Minjeong, mostrando una brillante sonrisa mientras sostenía una de las bolas de cristal con las que la japonesa adornaba su escritorio.
Debido a los ánimos que recibía por parte de sus amigas, logró sentirse más contenta, contagiada por el buen ánimo de las chicas.
—¿Qué mejor que despedir al invierno con una canción para ello? La menor de todas, añadi�� con una melodía suave de fondo. El acompañamiento del violín resonó como un eco hermoso en la habitación.
Con la motivación de las chicas, teniendo más determinación, comenzó a guardar, con la ayuda de Jimin y Minjeong, tanto la ropa que le hacía falta, como algunos adornos más. Las cajas terminaron en el fondo de su clóset, junto a sus atuendos preferidos para la temporada del invierno.
Un suspiro abandonó a Aeri, pero nuevamente recibió un fuerte abrazo de parte de Jimin. Ella se afirmó al cuerpo de su amiga, descansando sus sentimientos un momento ahí, refugiándose en su calor. Era más que guardar aquellos objetos y ropa, sabía que su corazón estaba cargado de sentimientos y de personas, a las cuales dejaría atrás, porque así se lo había prometido a sí misma.
—¡Chicas, miren esto! Exclamó Yizhuo desde la silla frente a la computadora.
Las tres chicas se acercaron con pasos rápidos, notando que en la pantalla se encontraba un bonito paisaje invernal en la aplicación de KWANGYA. Sus cuatro avatares estaban ahí, saludándolas y mostrándoles una sonrisa. Al igual que en el mundo real, la nieve había comenzado a desvanecerse para darle paso a la primavera.
Y se habría sentido animada, hasta que notó la expresión de sorpresa en el rostro de Yizhuo. La menor lucía nerviosa, hasta algo temerosa. Sus dedos se movían ágilmente por el teclado. Entonces, Aeri se acercó a preguntar.
—¿Qué sucede, NingNing? —¿Recuerdas que hicimos un grupo con nuestros avatares? —Sí, lo recuerdo… lo hicimos privado para ser las únicas conectadas. —Mira lo que dice aquí, Aeri eonnie… alguien logró burlar mi sistema de seguridad.
La japonesa se acercó aún más a la pantalla, alcanzando a leer.
«Un nuevo integrante se ha unido al grupo.»
Volteó a ver a Yizhuo con sorpresa, sintiéndose algo desconcertada. Sin embargo, el verdadero miedo la asaltó cuando el símbolo de una serpiente negra comenzó a deslizarse por la pantalla, llenando todo el ambiente blanco del invierno con un intenso y oscuro negro.
Ambas se quedaron con la sangre helada cuando lo que aparecía en la computadora era ese fondo escamoso de lo que habían estado viendo desde meses atrás.
Ante el fuerte sonido tétrico que interrumpió la canción que escuchaban, las cuatro chicas se cubrieron los oídos, apretando los ojos con fuerza hasta que Yizhuo pudo desconectar la bocina.
—¿Qué demonios ha sido eso…? —Chicas… ¡miren!
Señaló la menor de todas el centro de la pantalla del computador. El cursor había tomado forma de una línea recta en un oscuro morado, como si ellas fuesen a escribir. Y para su sorpresa, no era ninguna de ellas, quien comenzó a escribir un mensaje que nuevamente les heló la sangre.
«Black Mamba will swallow everything.»
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #CLLH01 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 OH NO, WE ARE STUCK! 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON + #ATKIDULT + #ATAMEABESOS + #ATSIRIUS。.゚✧*
El sol brillaba con la suficiente fuerza para volver el día más agradable que de costumbre; los pájaros cantaban y las flores danzaban sutilmente con la brisa fresca que hacía cada vez que el viento soplaba. Un típico día de primavera, de esos que realmente apreciaba. Caminó por las calles hasta toparse con la entrada a la estación del metro. No era típico de ella el tomar aquel medio de transporte, pero ese día se sentía lo suficiente aventurera para descender hasta el espacio subterráneo.
Esperó a que el tren hiciera su aparición, quedándose detrás de la marca de seguridad para evitar algún accidente. En sus audífonos sonaban sus canciones preferidas, aunque a un volumen considerable. No prestaba atención detallada a la gente; sin embargo, su vista iba en todas direcciones, curiosa acerca de quiénes eran las personas que esperaban junto a ella. No conocía a nadie, pero era lo más lógico.
Seongmi era una ciudad grande, llena de personas distribuidas en los diferentes distritos. Sería casi imposible toparse con algún amigo o conocido en su día a día.
Sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando los vagones aparecieron frente a los próximos pasajeros, permitiéndoles subir. Tomó asiento justo en medio de un par de chicas a su derecha y otro chico más a su izquierda, a los cuales les dedicó una suave sonrisa. El resto de las personas iba sumergida en sus teléfonos, así que no hubo oportunidad de interactuar con nadie más que con ellos tres.
No recordaba que ir debajo de la tierra, significaba una desconexión del mundo exterior al no tener señal y, de algún modo, el ambiente dentro del vagón comenzó a notarse algo extraño, provocando que la japonesa tuviese un presentimiento.
No sabía si era malo o bueno.
Miró por la ventana, encontrándose con un par de luces chispeantes en el recorrido. Se sintió algo nerviosa, al no estar segura de si eso era normal o estaba siendo paranoica. Y justo cuando pensó en mantener la calma, el vagón se sacudió con fuerza, provocando que algunos pasajeros se movieran de sus lugares, algunos otros teniendo una inevitable caída al piso y otros más —como ella— se aferraron a sus asientos para evitar caerse.
Posteriormente, el tren se detuvo en su totalidad tras un fuerte rechinido de las llantas contra las vías.
Aeri se quitó los audífonos, escuchando por las bocinas al conductor, dando un mensaje acerca de la existencia de un problema inesperado en el sistema central del transporte. La información había sido tan ambigua y poco clara, pero sabía que debían esperar. No era lo más óptimo el quedarse atrapados bajo tierra, pero no podían hacer nada más.
El tiempo avanzaba tan lento, provocando la desesperación en algunas personas. Y de pronto, un nuevo mensaje se escuchó.
«Buenos días, pasajeros. Les informamos que estamos teniendo un fallo técnico sin tiempo estimado de solución. Les agradecemos su comprensión y paciencia, estamos trabajando arduamente para resolver el problema, tan pronto nos sea posible.»
El silencio incómodo en el vagón ensordecía sus oídos, además de sentirse nerviosa con las miradas desconcertadas de todos. Algunos intentaban conectarse con el mundo exterior, sin tener mucho éxito por la inexistente señal.
Aeri se levantó de su asiento para distraerse, respirando tan pausado y profundo como podía. La última vez que había estado en el metro, se había enfrentado a algo tan aterrador, que era debido a eso, por lo que no había usado el metro en varios meses.
Parecía una mala jugada de la vida.
Se acercó a la puerta, mirando hacia el exterior, aunque no había más que una profunda oscuridad disimulada con las pequeñas lámparas subterráneas que servían de guía para el conductor. En el exterior parecía no haber nada, pero luego de un segundo, creía que sus pupilas divisaban algo en plena penumbra. Un movimiento ondulante y escamoso que parecía acercarse amenazante hasta ella, cubriendo todo a su paso. No sabía si era una alucinación por los nervios o si realmente estaba sucediendo, pero dio un paso atrás, y las luces dentro y fuera del vagón se apagaron, dejando a todos en oscuridad total.
Aeri sintió como si su alma abandonó su cuerpo. Se quedó inmóvil durante un segundo e intentó regresar a su asiento, aunque sus pies no respondían, quizá debido al miedo que sentía por estar en la oscuridad. Estiró los brazos para intentar encontrar algo donde apoyarse y a tientas caminó hasta encontrar un asiento disponible.
Finalmente, se sentó, presionando con suavidad el brazo de la persona que se encontraba a su izquierda.
—Discúlpame, pero tengo mucho miedo.
Confesó, más asustada que apenada, por haberse afianzado al brazo de una persona desconocida. Pronto escuchó alguna plática hacia ella, por parte de la joven a su derecha, y recordó que se trataba del par de chicas y el chico que había visto al inicio de su viaje.
Era una situación digna de una película de miedo y nadie sabía cuánto tiempo significaba «sin tiempo estimado de solución» y cuánto más tendrían que estar ahí.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #4BCKTLST_03 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 YONGJEONG. PICNIC DAY WITH CHLOE 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON + #ATMUSE。.゚✧*
La ciudad de Seongmi pronto se había coloreado del rosa más precioso y brillante que sus ojos hubiesen visto en mucho tiempo. Quizá era porque finalmente había pasado un año, o quizá era debido a que hacía mucho tiempo no se sentía contenta y ahora podía ver la estación con una perspectiva diferente. Los árboles de cerezo adornaban cada calle, cada avenida importante de todos los distritos y cada espacio verde dentro de la ciudad, desprendiendo sus pétalos con tanta elegancia, como el mismo viento los llevaba hasta darle color al concreto.
Desde el primer momento, consideraba a su amistad con Chloe como una plantita en crecimiento, una que se aseguraba de regar con amor y atención tanto como le fuera posible.
Deseaba, desde lo más profundo de su corazón, que ese vínculo fuese creciendo y floreciendo de forma hermosa y sana.
No importaban las ocupaciones, cuando lo que más deseaba, era poder distraerse de la rutina. ¿Y qué mejor? Que la compañía de una preciosa chica, a la cual quería mucho, desde el primer momento.
El picnic corría por su cuenta, siendo bastante sencillo, a decir verdad. Le avisó a la más joven por medio de un mensaje de texto, acerca de la ubicación exacta y de la hora de encuentro. Además, le hizo saber que podía llegar cualquier tipo de comida o bebida que pudiesen compartir juntas.
Despu��s de todo, también era importante conocer los gustos de su amiga.
Cuando llegó al parque, encontró una agradable y enorme sombra de árbol, la cual decidió que sería el lugar de su picnic. Llevó sus pasos hasta ese espacio, cuidando no dañar el pasto al seguir los caminos de piedras, puestos exclusivamente para cuidar el crecimiento del espacio verde. La japonesa extendió el mantel a cuadros en blanco y rosado que había llevado consigo, sobre el pasto. Lo acomodó contenta, esperando que fuera tan funcional como bonito.
Su objetivo principal era tener todo listo para cuando llegara Chloe, así que manteniendo una sonrisa en su rostro, continuó con su labor.
Unas piedras sostenían cada esquina de la tela, a fin de evitar que el aire desacomodara la base de su picnic. Aeri dejó una canasta azul cielo en el centro de la improvisada mesa, asegurándose de haber llevado lo suficiente para que ambas pudiesen comer cuando miró en el interior.
La japonesa había metido bebidas con sabores frutales, así como algunas botellas de agua natural, además de algunas gaseosas. No estaba segura de qué se les antojaría conforme avanzara el día, así que la variedad era la mejor opción. No hacía demasiado calor, pero los dejó dentro de la canasta para que conservaran la temperatura ideal.
Además de ello, había llevado comida que comprendía diversas frutas de temporada, previamente desinfectadas. Un par de aperitivos ligeros que seguramente se requerirían a la hora de que sus estómagos reclamaran por comida más sustanciosa y algo que jamás podía faltar bajo el cuidado de Aeri: un par de dulces que serían el postre de su picnic.
El viento sopló con fuerza, logrando despeinar algunos cabellos de la joven. Con la mirada siguió un par de semillas de dientes de león que salieron volando en cualquier dirección y, entre risas, notó la presencia de la menor. Contenta se levantó para recibirla, dándole un fuerte abrazo cuando estuvo muy cerca. Intentaba controlar su entusiasmo, para no ser tan empalagosa, pero estaba emocionada por compartir con ella y no iba a negarlo.
—¡Hola, Chloe bonita!
Saludó entusiasta, tomando un poco de distancia para verle con una sonrisa.
—¿Estás lista para nuestro picnic? Espero que todo te resulte agradable. Podemos comer y ver cómo nos entretenemos.
Propuso animada. En realidad, no importaba si tan solo pasaban el tiempo bajo la sombra del árbol, viendo las nubes o platicando sobre su día a día. Estaba segura de que aquel momento sería agradable por la sola presencia de la joven.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #INS43 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 YONGJEONG. SEONGMI COFFEE EXPO 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON 。.゚✧*
Con la agradable compañía del chófer Kang al volante, el lujoso vehículo de su familia la acercó a ella y a su padre al Centro de Convenciones de Yongjeong, donde se llevaría a cabo el prestigioso evento. Si bien, la empresa de su padre no estaba enfocada en el giro de la convención, el señor Uchinaga era un hombre al que le gustaba hacer amistades y conexiones empresariales, así como colaboraciones.
Así que, ahí estaban ambos, estudiando los folletos de información acerca del evento, para tener un mejor conocimiento de lo que sucedería. Entre sus manos, observó el boleto de entrada que su padre le había conseguido con semanas de anticipación, habiendo registrado a ambos semanas atrás, a fin de tener un lugar como visitantes. Inevitablemente, una sonrisa se dibujó en su rostro.
El café era su bebida preferida. Podía tomar una taza a la hora que fuera. Frío o caliente. No ponía ningún "pero", cuando se trataba de ese sabor tan exquisito.
En las noticias, el distrito había llamado a los "amantes del café" a acudir a tan emocionante evento que se llevaría a cabo los primeros días del mes. Aeri por supuesto, sería de las primeras en asistir. Es más, ahí se encontraba, dispuesta a autoproclamarse como una amante del café. Luego de unos segundos más, el vehículo se detuvo detrás de una fila de carros que esperaban dejar a sus pasajeros a las puertas del recinto. La japonesa se despidió del chófer Kang con una sonrisa, agradeciéndole por llevarlos.
Y mientras su padre se quedó con él, afinando los detalles acerca de la hora en que debía recogerlos, ella se acercó un par de pasos más hacia la entrada del lugar. Observó a todas las personas reunidas, discutiendo acerca del tema en sí y, cualquiera de ellas, podría pensar que estaba loca, pero incluso estando a metros de la entrada al recinto, Aeri podía percibir el exquisito aroma a café que llenó sus pulmones, deleitando su olfato.
No solamente le encantaba el sabor o el color de aquella bebida, el aroma en sí era uno que la reconfortaba con creces. Casi como si en lugar de estar parada, esperando entrar al evento, estuviese envuelta en sus mantitas, en la comodidad de su casa, abrazando a su peluche favorito.
Al percibir la compañía de su padre junto a una palmada en el hombro, la regresó al presente, dejando sus recuerdos por un momento.
Ambos se aproximaron hasta el interior, mostrando sus respectivos boletos. No era la primera vez que estaba en el Centro de Convenciones de Yongjeong, pero la Seongmi Coffee Expo sin duda le había dado un toque diferente. El prestigioso evento reunía a lo mejor de la industria cafetera de Corea, así como alrededor del mundo. Había todo tipo de escenarios, mostrando el futuro de la industria por medio de bolsas de café orgánico y tecnología innovadora que prometía aportar su grano de arroz hacia un mundo más sustentable.
No era nada sorpresivo ver que su padre se encontraba socializando con algunos empresarios. Incluso, le sacó una sonrisa divertida. Caminaría por su cuenta por entre los stands, descubriendo lo que el evento prometía. La zona de exhibición había sido su favorita hasta el momento. Había descubierto cafeterías nuevas por la zona, probando tantas muestras como le fue posible. Cada una siendo mejor que la anterior.
Durante ese día lograría ir a unas cuantas charlas y talleres de arte sobre el latte, algo que le fascinaba.
Sin embargo, algo que llamó su atención por completo, fue el anuncio que aseguraba que estaría por darse la competencia de baristas.
¿Una competencia? Pensó si era una de esas típicas competencias como de cocina que pasaban en la televisión. Y para su sorpresa, se encontró con que era así. No solamente se trataba de demostrar quién hacía un arte en un latte más rápido, también contaba el sabor, además del tiempo. Estaba divirtiéndose en grande, escuchando las chicharras de inicio y término de cada ronda, soltando algunas risas divertidas con las expresiones de los concursantes.
Era una sana competencia en la que al final se abrazaban; después de todo, era una comunidad que disfrutaba de la misma afición: el café. En diversas ocasiones reaccionó, aplaudiendo, sorprendiéndose y alertándose ante cualquier accidente causado por los nervios. Sin embargo, era emocionante pasar ese momento, estando acompañada siempre del aroma a café.
Con su teléfono tomó algunas fotografías, asegurándose de llevarse algunos recuerdos materiales. Después, caminó hasta la zona de compra donde consiguió una taza de porcelana preciosa en color azul cielo con algunos diseños de nube y, claro, una bolsa de granos de café de Honduras, el país invitado.
Ya se sentía una completa amante del café, pero sabía que era solamente el inicio de un increíble día, aprendiendo cosas nuevas y probando nuevas recetas.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #PAN12 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 SPRING AT SEONGMI 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON + #ATDRAGOON。.゚✧*
Lo único que disfrutaba de la estación primaveral, era que todas esas flores que habían aguardado durante todo ese tiempo, finalmente podían florecer y brillar con los rayos del sol, y un clima cálido. Otra de las razones —más recientes—, era ese festival que tendría lugar en la ciudad. El festival de Chunbun, era ese en el que los ciudadanos podían disfrutar del aire libre al participar en actividades de esa naturaleza. Algunos otros, quizá se adentrarían en un aspecto mucho más profundo al renovarse a sí mismos y otros más, simplemente apreciarían el arte de la naturaleza.
Su más reciente amistad, a quien llamaba Ryū, y ella, habían decidido encontrarse en el emocionante festival para encontrarse con su lado más natural. No era un secreto para él, el que Aeri disfrutara tanto de la jardinería, y a ella le encantaba compartir ese hobby con las personas que, estaba segura, lo valorarían al cien.
Además de todo, Ryū, creaba su propio jardín de flores en las espumosas bebidas que preparaba en el café. Algo que, además de artístico, era inspirador.
Caminó cerca de la Plaza Central de Seongmi, hasta que dio con él. Estiró su mano para llamar su atención.
—¡Ryū! —exclamó Aeri con una sonrisa, caminando rápidamente hasta encontrarse a su lado. —¿Llegaste hace mucho?
Cuestionó algo preocupada, decidida a culpar al tráfico y no a su distracción con un par de flores que se encontró en el camino, por su llegada sutilmente tarde.
Estaba segura de que ambos disfrutarían del festival, de la llegada de la primavera y el florecimiento de las flores, tanto como el de su amistad, la cual Aeri esperaba atesorar por siempre.
—¿Te gustaría ir por una bebida? Podemos sentarnos en algún lugar con pasto, bajo la gentil sombra de un árbol.
Propuso la japonesa con una sonrisa brillante en el rostro. Había un gran espacio verde lleno de árboles, así como plantas y flores, siendo todo esto el perfecto escenario para un festival de primavera y para conocer mejor a una persona.
Desde que había ingresado a su cafetería, tras una accidentada búsqueda para encontrar al artista del latte que había hecho una flor tan bonita en la espuma de la bebida, estaba segura de que grandes emociones le esperaban en aquella amistad con Ryū.
—Estoy tentada a probar una infusión de manzanilla... ¿qué piensas tú?
Volteó a verle con una sonrisa, deteniéndose un poco antes de llegar al puesto donde vendían esas bebidas, para darle oportunidad a revisar el menú antes de que decidiera.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #3BCKTLST_13 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 THANK YOU, FRIEND 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON + #ATDRAGOON。.゚✧*
Honestamente, el mes de marzo no estaba marchando como había esperado. ¿Pero realmente cuáles habían sido sus expectativas? Claramente, no tener sentimientos encontrados era una de ellas. No obstante, la vida solía ser una mezcla de ellos. Recostada en su cama, la japonesa intentaba distraer su mente de ese último acontecimiento que la tenía al borde de una crisis. Navegaba por sus redes sociales, mirando las historias de sus contactos hasta que se encontró con una en especial, que llamó su atención.
Su respectiva reacción no se hizo esperar, señalando que aquello le había encantado. Le envió tantos mensajes como pudo a aquella persona para hacerle todo tipo de preguntas acerca de la imagen, sin obtener respuesta alguna, al menos de momento.
«¡¿Quién es el responsable del arte en tu latte?!»
Esas fueron las primeras palabras que había mencionado la japonesa, apenas su amigo le contestó finalmente una de sus llamadas. El joven detrás del teléfono no pudo evitar mostrar molestia ante la insistencia de Aeri, quien le había llamado al menos unas diez veces, a quien además se había olvidado de saludar debido a la urgencia de encontrarse con esa tienda de café.
—Lo siento, ¡es solo que...! Me encontré con tu historia. Era un latte con el dibujo de una flor que me gusta mucho. ¿A qué café fuiste?
La investigación dio inicio para ella mientras intercambiaba detalles con aquel chico, quien finalmente confesaba haberse robado la imagen de uno de sus contactos. Aeri rodó los ojos ante el descaro de su amigo. De cualquier modo, podría servirle aquella información para dar con el contacto, pero terminó colgando la llamada cuando le hizo saber que no recordaba a quién se la había robado y entonces, le resultó inútil la información brindada por él. Nuevamente, abrió su galería para intentar encontrar algún detalle de fondo o en la mesa que pudiese darle alguna idea de qué cafetería se trataba. En toda Seongmi debía haber miles de esas tiendas, todas estéticamente preciosas; sin embargo, había algo en ese dibujo del latte que no había en todos los demás que había visto: alma.
Observó a detalle el arte de la flor, reconociendo que se trataba de una flor Iris. Desde pequeña, había admirado esas flores, pensando que se trataban de las flores ideales para las princesas debido a su elegancia, especialmente cuando su color era más suave que fuerte.
Guardó la foto para comenzar a preguntar en Internet acerca de si alguien sabía quién era el dueño de ese dibujo, pues era tan realista y hermoso, que necesitaba tener uno para ella.
Al día siguiente, notó que ninguna de sus publicaciones había tenido una respuesta favorable. ¿Cómo podía ser posible? Que, estando conectada con todo el mundo, no podía obtener una simple respuesta. Era todo. Sabía que debía ir a buscar por ella misma, así que tomando su abrigo negro, decidió salir de su casa para ir a todas las cafeterías cercanas a su distrito para encontrar al responsable de algo tan bonito.
Y después de un tiempo, algunas horas pasaron hasta que se hizo de noche. La decepción se dibujaba en su rostro mientras se acercaba al distrito de Jinsil, luego de haber recorrido las afueras de YongJeong, arrastrando los pies hasta que se encontró con una cafetería. La búsqueda parecía haber sido completamente inútil. No había encontrado a ese café en todo el día y ahora estaba completamente desesperanzada.
Suspiró, abriendo la puerta del café. No podía creer que estuvo entrando y saliendo de cafeterías, sin haber tomado alguno. Se acercó al mostrador para hacer su pedido. Observó el menú animada, decidiéndose por un latte de vainilla, su sabor favorito.
Pasó a sentarse a una de las sillas que acompañaba una agradable mesa, esperando a que su orden estuviese lista. Observó por el ventanal a su lado, viendo atentamente a la gente transitar por ahí, los vehículos andando, sonando sus bocinas mientras la ciudad se iba llenando de luces cuando el sol iba ocultándose.
Un pequeño detalle podía lograr que todo un día se volviera cálido, y aunque Aeri había estado tan frustrada, estaba por descubrir lo que era sentirse reconfortada por una taza de café.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #3BCKTLST_07 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 SECRET LOVE 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON 。.゚✧*
Cualquier persona diría que la hija del general Uchinaga, sería una chiquilla más que recatada, especialmente al rondar los dieciséis años, siendo esa la edad perfecta para mostrar un adecuado comportamiento de "señorita". No obstante, el propio general estaba harto de tener que tomar medidas desesperadas para que su hija fuese más obediente.
No se cansaba de encerrarla en su habitación, de dejarla a cargo de algunos soldados de menor rango, quienes terminaban siendo timados por la joven para lograr escapar.
Era una chica que amaba las aventuras, no podía quedarse en casa a esperar por algo más importante. Ella sabía que si quería experimentar algo, debía salir en busca de ello.
Odiaba la rutina que llevaba. Levantarse, preparar el desayuno, quedarse en casa a esperar a su padre, preparar la cena y finalmente ir a la cama. Aeri era un alma libre, alguien que se guiaba por el viento, por la corriente del río y el crecimiento de las flores que, acercándose la primavera, comenzaban a colorear todo el paisaje que se desenvolvía frente a ella cada tarde.
—Buenas noches, papá. La japonesa cerró los ojos, cubriéndose de aquella fría noche de invierno con una manta que, aunque era delgada, le daba la calidez que necesitaba para sentirse reconfortada. El adulto abandonó la habitación de la joven, aunque con cierto recelo ante una nueva travesura de su hija; sin embargo, por esa noche parecía bastante cansado, así que la dejó tranquila por primera vez.
Aeri era una chica ocurrente, amaba las aventuras y explorar lugares nuevos, hasta descubrir maravillas que pudiese guardar eternamente en su memoria.
En cuanto escuchó que su padre cerró la puerta con llave, se descubrió por completo para levantarse de su cama. El adulto parecía no conocer a su propia hija después de tantos años, pues aún confiaba en dejarla sola. Cuando a la perfección sabía que apenas tuviera oportunidad, escaparía e iría a explorar aquellas nuevas tierras desconocidas.
Sus largos cabellos lacios bailaban al ritmo con el que el viento soplaba, en cada uno de los sigilosos pasos que daba. Atravesó el jardín de la enorme mansión de verano que algunos militares de alto rango les habían prestado para vivir en aquellas tierras fuera de su país, mientras su padre estaba en aquella misión.
Debajo del abrigo en color negro que llevaba puesto, no lucía más que el camisón que usaba de pijama. La tela oscura le quedaba tan grande que en ocasiones se deslizaba hacia abajo por sus hombros, mostrando un discreto escote que adornaba un elegante encaje en color rosa. Un par de zapatos cubrían sus pies del frío y de la tierra conforme avanzó hasta llegar al granero que se encontraba a unos metros de la mansión.
Había una razón por la que ella siempre se levantaba en medio de la noche, sin miedo alguno de encontrarse con algún enemigo, como había escuchado a su padre llamar a los lugareños. No importaba nada, no tenía miedo de nada porque la recompensa era la mejor.
Las luces dentro del granero seguían encendidas y el pensamiento de que aquel joven se encontraba aún ahí, causó que el latir de su corazón se descontrolara por completo. Aeri caminó un poco más hasta llegar a la ventana de siempre, colocándose en sus puntas a fin de confirmar que él estuviera a la vista. Una brillante sonrisa adornó su rostro al verlo cortando algo de leña y podría jurar que también sus ojos estaban resplandecientes. No tenía idea de cuál era la misión asignada a su padre, ni tampoco sabía qué podría estar haciendo aquel joven, pero estaba agradecida por estar ahí.
Por haberlo conocido, aunque fuera de lejos.
Como todas las noches, se quedó mirándolo entre suspiros. No sabía cuál era su nombre o a qué se dedicaba, solamente sabía que sus ojos eran tan brillantes como las estrellas y cada vez que flexionaba sus brazos para cortar la leña, el cuerpo entero de la fémina se estremecía con escalofríos. Sentía que quien pudiese tener un lugar entre sus extremidades, era ella.
Sin embargo, no eran más que sueños.
El chico de cabello oscuro ni siquiera sabía de su existencia. Además de todo, estaba segura de que era coreano. Había escuchado hablar a su padre con algunos militares y no era una charla amigable con respecto a los habitantes de esas tierras, así que aquel enamoramiento debía ser un completo secreto para todos, especialmente para su padre, quien seguramente sufriría un infarto si supiera que su hija escapaba todas las noches con tal de ver a aquel joven coreano, al menos por la ventana.
No se atrevía a adentrarse en aquel granero. Quizá él la odiaría por ser japonesa. Desconocía lo que sucedía alrededor, pero por aquellas charlas, podía notar que había cierta tensión entre los lugareños y su país.
La simple idea de expresar sus palabras ante él la ponía nerviosa, a punto de tener un ataque. Sabía que incluso no podrían entenderse, al hablar un idioma distinto. No sabría cómo comunicarse con él ni cómo le haría saber que, aun sin conocerlo correctamente, lograba hacer que su corazón se acelerara como nunca, que su mente no podía dejar de pensar en él.
En el momento en que el joven se movió de lugar, Aeri caminó con el mismo sigilo que cuando escapó de su casa, buscando la otra ventana en un intento de tener una mejor vista de él. Sabía que no era correcto espiar a las personas, pero no podía dejar de verlo... quería saber todo de él, quería poder tocarlo, ansiaba estar en el mismo lugar que él, respirar el mismo aire que él.
En una combinación de sentimientos y sensaciones intensas, la joven se olvidó del cuidado que estaba teniendo. Presionó sus dedos en la ventana del granero para apoyarse e intentar verlo nuevamente, como si estuviese obsesionada —y quizá lo estaba—. No contó con que la madera de aquel espacio estaba tan deteriorada que, al tener su peso, terminó haciéndose añicos. Cubrió sus labios a fin de reprimir un grito del susto, pero había hecho demasiado ruido.
Notó que la mirada del joven se fijó en su dirección, lamentándose haber llamado su atención. Nerviosa, se dio media vuelta para salir corriendo, pero antes de poder hacer algo más, sintió cómo un firme agarre sostenía su muñeca cubierta con el saco negro que vestía. Volteó hacia atrás, encontrándose con el joven de pelo negro.
Él le miraba confundido, quizá se preguntaba qué hacía una joven ahí sola, a altas horas de la madrugada.
Quisiera haber podido decir algo, pero se sentía muda mientras su pecho descubierto subía y bajaba con rapidez, debido a la mezcla de nerviosismo y el fuerte latir de su corazón. Su mirada se encontró con la de él, y entonces supo a qué se referían aquellas personas.
Los que decían que podía existir el cielo en la tierra. Ahora lo sabía, en el momento en que sus pupilas se conectaron con las constelaciones de estrellas dentro de sus ojos.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #PURPLEPOCKET05 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 싸늘한 ITALY. HAPPINESS 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON 。.゚✧*
𝑊ℎ𝑒𝑟𝑒𝑣𝑒𝑟 𝑤𝑖𝑡ℎ 𝑦𝑜𝑢. 𝐴𝑡 𝑅𝑜𝑚𝑒 𝑤𝑖𝑡ℎ 𝑅𝑦𝑢.
Durante el viaje en compañía de su compañera, había pasado de todo. Habían visto alguna película, habían hablado de todo lo que sucedía en la vida de ambas. No importaba que hablaran a diario por mensajes o en pequeños encuentros, siempre había algo por decir, algo que contar, infinitas cosas que agradecer. En un mundo donde Aeri a menudo se sentía como una intrusa, siempre encontraba su lugar al lado de RyuJin.
Escapar de los recuerdos que le provocaban tristeza era justamente lo que necesitaba, a fin de sentirse libre. La felicidad que irradiaba cada vez que permanecía al lado de su mejor amiga, aun si fuera por pocos minutos, era notable. El dolor que había sentido constantemente por todos esos meses, casi un año, parecía desaparecer cada vez que escuchaba la risa o veía la sonrisa de la preciosa chica a su lado.
En medio de la madrugada abrió los ojos, encontrando que todo el avión estaba en silencio, en una cierta oscuridad que le causó un poco de ansiedad. Buscó su teléfono para ver la pantalla, suspirando despacio al ver que se trataba de la misma hora en la que se despertaba, como si hubiese algo importante esperándola cuando despertaba. No obstante, sabía que solamente eran esos sentimientos de tristeza los que causaban el insomnio.
Miró por la ventana, encontrándose con un paisaje tan hermoso como nostálgico. Sintió un par de lágrimas, amenazando con salir de sus ojos, como cada noche. No obstante, la respiración tranquila de RyuJin llamó la atención de la japonesa, especialmente cuando se removió un poco en su asiento.
En ese momento, la sensación de bienestar fue aún mayor que cualquier otro sentimiento negativo. Quizá no era que estaba completamente libre de ello, pero era como si un analgésico hubiese entrado en su cuerpo, haciendo un efecto inmediato al recordarse a sí misma que al menos en ese espacio, estaba segura.
La japonesa se acomodó de nueva cuenta en su asiento, reclinándolo más, en un intento de dormir mejor. Llevó su mano a la manga de la sudadera de RyuJin para palpar la tela, presionándola entre sus dedos. Cerró los ojos, ligeramente húmedos, pero de algún modo sintió calma por ese simple gesto. No sintió en qué momento se quedó dormida nuevamente.
La luz del día caló gentilmente en sus ojos, por lo que la japonesa abrió los ojos para encontrarse con que era hora de levantarse. Estaban llegando a su destino. Emocionada, se asomó por la ventana, viendo cómo el paisaje cambiaba de uno completamente desconocido a uno más definido, al menos. Sabía que apenas se detuvieran en el aeropuerto, irían hasta el departamento para deleitarse con la elegancia del mismo. Ambas estaban acostumbradas a los lujos, así que no se podía esperar menos de las amigas.
El acuerdo de ambas fue arreglarse para salir por un helado. El ambiente no era demasiado caluroso, ¿pero cómo no comer uno en Italia? Sería un crimen.
Esperó a su amiga cerca de la puerta, y finalmente cuando se encontró con ella, decidieron salir para explorar las calles cercanas al departamento. Estaba animada, demasiado. El cambio de escenario se sentía como un respiro al corazón, además de contar con la presencia de RyuJin, una gran razón para que su sonrisa fuese la más amplia y brillante.
—¿Te parece si entramos ahí? Se ve muy hogareño. Señaló Aeri a una pequeña heladería que estaba cruzando la calle.
La fachada parecía salida de una de esas películas románticas que se situaban en la Toscana o Verona. Emocionada, tomó a RyuJin del brazo para ir hasta el local, el cual era pequeño, pero no demasiado. Había algunas cuantas personas además de ellas. Parecía que algunos esperaban sus pedidos mientras los otros disfrutaban de sus helados en algunas mesas. Aeri se acercó decidida al mostrador, encontrándose con el empleado que parecía ser el cajero.
De pronto, recordó la frase que RyuJin le había enseñado para saludar. No se había molestado en buscar la traducción, pues confiaba ciegamente en ella. Aclaró un poco su garganta, tratando de hablar claramente para darse a entender en ese idioma extranjero.
—Ciao, sei così bello. Exclamó algo fuerte para llamar la atención del joven mientras una linda sonrisa adornaba su expresión. Estaba acostumbrada a que, en su ciudad, todos le preguntaran antes de ser ella la que dijera palabra alguna, pero estaba consciente de que en un lugar extraño no podría ser la princesa mimada que solía ser siempre. Al menos, no todavía.
Ella estaba segura de que había dicho "buenos días", como su amiga le había dicho por llamada. Sin embargo, cuando sintió todas las miradas de los clientes sobre ella, y la expresión del cajero era una similar a la de pena, sintió que algo andaba mal.
Escuchó la risilla de RyuJin e inmediatamente la volteó a ver con sorpresa.
—¿Qué demonios acabo de decir, Shin RyuJin? Se acercó, susurrándole a su amiga, bastante avergonzada. Cuando supo el verdadero significado cuando llegaron a la mesa con sus helados, se cubrió el rostro para ocultar el sonrojo en sus mejillas. Después comenzó a reírse junto a su mejor amiga, empujándola suavemente para reprocharle aquella broma.
Volteó a ver hacia el cajero, el cual parecía haberse encantado con ese halago.
—Al menos sí es lindo. Se encogió de hombros, volviendo a reírse mientras comía de su helado.
Había mucho por hacer ahí. Visitar museos, comer pizza, ver atardecerse y, sobre todo, ir de fiesta. Y estaba segura de que se divertirían en grande, por eso no había prometido a su padre que se mantendría fuera de las noticias en internet. Especialmente estando con su compañera de crímenes.
Y de algo estaba aún más segura, y era el hecho de que en ese momento la felicidad sí tenía un significado. Y ese era... la persona que estaba sentada frente a ella, sonriendo divertida mientras comía su helado. Ella era y sería siempre su persona favorita en todo el mundo.
Shin Ryu Jin.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #PURPLEPOCKET04 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 싸늘한 SADNESS. ON THE WAY TO ROME 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON 。.゚✧*
𝐖𝐡𝐞𝐫𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐰𝐢𝐭𝐡 𝐲𝐨𝐮 𝐘𝐨𝐧𝐠𝐣𝐞𝐨𝐧𝐠❟ 𝐒𝐞𝐨𝐧𝐠𝐦𝐢 𝟏𝟎.𝟏𝟎.𝟐𝟒
El mensaje de texto que había recibido por parte de su mejor amiga, a finales de septiembre, contenía una propuesta bastante tentadora para la japonesa. En realidad, ¿cómo podría negarse a cualquier cosa que RyuJin le propusiera o pidiera? La amaba con todo su corazón, es más, desde ese día hasta principios de octubre, no había podido dejar de pensar en lo mucho que quería ir con ella, a donde sea que fuera, pero con ella, porque era donde más segura se sentía. Durante las semanas próximas a su festividad favorita, le costaba aceptar que el pensamiento de estar en casa, le estaba causando una inmensa tristeza, que no hacía más que provocarle cortos momentos de crisis.
No solamente su casa, incluso la ciudad por la que todos los días caminaba desde que era una adolescente, estaban llenas de recuerdos del año pasado, un año que creía que había sido el más caótico de toda su corta vida. El ambiente en Halloween le emocionaba, claro, pero también estaba lleno de promesas sin cumplir, de esa inmensa tristeza que aún vivía dentro de su corazón.
No había superado ninguna de las situaciones vividas, pero tampoco se apresuraba a sí misma. Aeri siempre había sido el tipo de persona a la que le costaba soltar tanto personas como experiencias traumatizantes. Siendo el último intento de salir con alguien, algo que aún le costaba olvidar, especialmente cuando parecía revivir todos esos recuerdos dolorosos.
Y aun cuando le resultara triste estar fuera de su casa para su cumpleaños, durante esas fechas no se imaginaba pasar su día especial sin la presencia de RyuJin. Estaba consciente de que aquel sentimiento amargo la consumiría por completo si se quedaba en Yongjeong, al menos en lo que durara ese solitario octubre, que, contrario a los anteriores, parecía ser el más nostálgico. ¿Qué más podía hacer con la tristeza? Si no era procesarla como cualquier sentimiento a fin de sanar. La respuesta era obvia: escaparía de ella como muchas otras veces, pensó mientras deslizaba el cierre de la última maleta que llevaría con ella a ese viaje, en el que no solamente disfrutaría de la compañía de su mejor amiga, también se daría el lujo de vivir con ella por un tiempo.
No le había dicho nada a sus padres. Quizá no había sido lo suficientemente considerada al tomar esa decisión de forma unilateral, pero estaba cansada de tomar en cuenta a todos, menos a ella. Necesitaba huir y vivir esa crisis en compañía de la persona más importante en todo el mundo.
Esa preciosa chica que siempre acudía a sus llamados de emergencia, quien había sido su confidente por tanto tiempo.
Ella, quien siendo tan caótica en ocasiones, solía ser la perfecta calma para la japonesa.
No iba a negar que estaba nerviosa ante la reacción de su padre, quien pensó que se tranquilizaría cuando se convirtiera en una universitaria. El hombre no le daba un respiro cuando se trataba de que fuese la heredera de la empresa. Caminó aun así, orgullosa, escaleras abajo para dirigirse a la entrada de la mansión donde vivía. El ruido de las llantas por el mosaico del piso llamó la atención del adulto cuando Aeri abrió la puerta para encontrarse con el señor Kang, el amado chófer de la familia desde que se habían mudado de Japón.
—¿Al aeropuerto, señorita Kim? La japonesa salió casi de un salto, entregándole algunas maletas al chófer para que la ayudara. Fue entonces cuando su padre se situó frente a ella para interrumpir su increíble aventura.
La discusión con su progenitor había durado apenas algunos minutos, cuando ella le recordaba que su vuelo salía a las nueve de la noche, en punto. Y no deseaba perdérselo por nada del mundo. Odiaba ser vulnerable, especialmente frente a su padre. Sin embargo, por primera vez en mucho tiempo, se concentró en sus ojos mientras le suplicaba que no hiciera una escena de algo que necesitaba.
—¡No quiero noticias tuyas en internet! Aeri soltó una carcajada mientras subía al vehículo con el chófer Kang. Negó un par de veces. Su padre aseguraba que RyuJin siempre había sido una mala influencia para ella, sin saber —o reconocer— que Aeri podía ser mucho peor que su amiga, especialmente con esa cara de no romper ni un plato.
En cuanto el chófer se puso en marcha, la japonesa miró por la ventana, sintiéndose ansiosa. No obstante, la tristeza parecía desvanecerse conforme se alejaba de aquel lugar. Estaba segura de que lo necesitaba, y lo confirmó una vez que se encontró con la silueta de su mejor amiga, quien venía elegantemente tarde.
—¿Todo bien? ¿Te secuestró alguien de camino aquí? Resaltó antes de abrazarla tan fuerte como le era físicamente posible. Después se despidió del chófer con una sonrisa, decidida a abordar el avión para escuchar aquellas maravillas que tenía para contarle su mejor amiga, como siempre.
Se sentó a su lado, observándola encantada mientras escuchaba, atenta, soñando con encontrarse con el departamento y en una ciudad completamente desconocida. Un viaje al extranjero que no habían planeado, pero necesitaban.
Y de pronto se dio cuenta de que la tristeza se había ido. Pero, ¿cómo podía sentirse triste? Cuando RyuJin existía en el mismo mundo que ella.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #PAN09 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 싸늘한 관중 RUINING VALENTINE'S DAY 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON 。.゚✧*
En cuanto sonó la alarma de su teléfono y sus párpados se abrieron, lo primero que hizo fue revisar el chat grupal que tenía con Jimin, Minjeong y Yizhuo. A pesar del poco tiempo que tenían de conocerse, las cuatro chicas se habían convertido en mejores amigas. La aplicación virtual en la que todas tenían avatares había resultado el mejor cupido amistoso, pues desde ese momento se habían vuelto tan inseparables como sus avatares.
Aeri comenzó a leer la inmensa cantidad de mensajes que se habían acumulado mientras ella estaba dormida. El enlace de la noticia, que había compartido la mayor de todas, la llevó directamente a un artículo que detallaba el plan del gobierno para hacer que las relaciones entre los ciudadanos fuesen exitosas a fin de aumentar la tasa de natalidad. La japonesa lo encontró desagradable al ser una obligación, debido a que se encontraba en su etapa más bitter. No creía en las relaciones humanas que llevaran consigo un interés amoroso más allá del que pudiese tener una amistad y tampoco creía en ese sentimiento de enamoramiento que a menudo expresaban las personas cuando gustaban de alguien.
Su primer pensamiento, cuando llegaba alguna confesión, era preguntar rápidamente si se trataba de una broma, seguido de un enojo sin control que terminaba en risas burlescas hacia la situación, finalmente pidiéndole a la persona que terminara con esas tonterías y siguiera con su camino.
Cada una de las chicas parecía estar en contra de ello por razones tan distintas como personales, todas muy respetables. Ella misma no se habría atrevido a juzgar al trío de amigas que le acompañaban en cada una de sus etapas desde que había decidido romper definitivamente con las relaciones amorosas.
La idea de vandalizar las citas no había sido para nada descabellada ante el juicio de Aeri, quien al instante se sintió atraída por el plan que detallaban Jimin y Yizhuo. Al final de la conversación, todas se habían puesto de acuerdo para llevar a cabo su manifestación en contra.
«I'm totally in».
Presionó el botón para enviar su respuesta, decidida a seguirlas en lo que se les ocurriera. La ruptura que había tenido con su novio hacía dos años atrás era un evento que ella solía llamar «la caída del imperio romano», pues la vida no había sido más indulgente después de eso. Todo lo contrario. Había tenido decepción tras decepción y las personas solían decir que todo era debido a no haber sido compatible con aquellas personas; sin embargo, ¿no era mejor aceptar que no existía eso llamado "amor"?
Se levantó con la prisa de reunirse con las chicas en medio de las celebraciones de ese condenado día de San Valentín. Vistió junto con ellas un jumpsuit en color rosa, todas cubriendo sus identidades con pasamontañas que les darían la libertad para destrozar aquel plan estúpido. Mostrar su inconformidad con la falsedad de las palabras dichas en esas fechas, donde en el aire no había más que mentiras, era lo que ella buscaba. Había querido hacerlo desde hacía dos años atrás, pero creía que ese era el momento adecuado.
Lo supo desde que, frente a ella, encontró su propio reflejo en el vidrio de una de las cafeterías que había prestado sus servicios para ese plan de citas. No podía ver más que sus propios ojos debido a la máscara, y por primera vez en mucho tiempo, encontró en sí misma un intenso fuego interior que parecía arder como nunca.
—¿Estás lista, Giselle? Volteó en dirección de Minjeong cuando escuchó su voz, llamando su atención por haberla llamado con aquel nombre de usuario en la aplicación virtual. La japonesa asintió un par de veces.
Se llenó de nervios. No quería meterse en problemas, arruinar su carrera o dejar en mal el nombre de la empresa de su padre. No obstante, la adrenalina corría por su cuerpo mientras intentaba decidirse a si hacerlo o no, dando pasos lentos hasta entrar en la escena. En el momento en que su vista se enfocó en el interior de la cafetería, sus ojos se abrieron tan grandes como dos platos llanos. Sintió como si hubiese recibido un puñetazo en el estómago, percibiendo la sensación de vacío, seguido de la de náuseas cuando se encontró frente a frente con el chico que salió durante esas semanas, quien finalmente había optado por dejar en "leído" cada uno de sus mensajes.
Estaba claro que él se encontraba en una de esas citas patrocinadas por el gobierno, pero nada la preparó lo suficiente para cuando se encontró con la chica con la que había aceptado tener esa cita.
Se trataba de una modelo a la que ella bien conocía al haber trabajado juntas en algunos proyectos. Ella era todo lo contrario a Aeri, algo que la enfureció. Cerró los ojos un momento, con tanta fuerza como la que usaba su corazón al latir dentro. La sensación de dolor se apropió de su pecho. ¿También en ese momento dirían que se trataba de incompatibilidad? Tonterías.
Fue como si, durante ese momento, el mundo entero se detuvo. El trío de amigas estaba al tanto de la situación con aquel joven, así que todas voltearon a ver a Aeri atentamente, algo preocupadas. Sabía lo que estaban pensando, se lamentaban porque ella había tenido que ver eso en vivo y directo, y enterarse de que habían jugado una vez más con ella.
Humillante, si se lo preguntaban. Jimin se acercó a ella, tomando su mano.
—Es una situación de vida o muerte. No podemos darnos el lujo de ser inocentes. —Ve ahí y enfréntate al enemigo.
Escuchó de parte de dos de sus amigas. Había demasiado fuego en ella como para calmarse; ver la sonrisa de aquel chico ser dedicada a otra persona fue la chispa que incendió su interior.
—¿Qué estamos esperando?
La pregunta hecha por la menor de todas fue necesaria para que comenzaran con su manifestación. Las demás chicas dieron inicio a destruir los adornos de aquella cafetería, tronando tantos globos como podían, dejando en claro su descontento con un plan que parecía ser arcaico en pleno siglo veintiuno. Aeri se acercó hasta la mesa donde se encontraba el joven con el que salía. Había tantas cosas que quería hacer, pero no podía apartar su mirada de él. Sentía ganas de llorar; aun así, estaba llena de rabia, de ira. La expresión en el rostro masculino le dejó en claro que él la había reconocido solamente al encontrarse con sus iris sobresaliendo por el espacio del pasamontañas.
Aeri tomó el mantel de aquella mesa para tirar del mismo con fuerza, provocando que todo se viniera abajo en un estruendoso resonar. Con un encendedor, prendió fuego a la carta que tenía la letra masculina, que estaba sobre la mesa, y la dejó caer hacia la mesa frente al rostro del chico, causando un pequeño incendio cuando el fuego alcanzó el mantel.
La expresión de susto en el rostro de aquella modelo le dio un poco de satisfacción, especialmente cuando salió corriendo en medio del caos causado por ella y sus amigas. Todas estaban enojadas, haciendo desastres no tan significativos para la cafetería, pero lo suficientemente notables para llegar a las noticias de Seongmi.
Lo único que interrumpió el duelo de miradas con aquel chico, fue el sonido de las sirenas de la policía. Aeri volteó en dirección del vidrio que daba al exterior y nuevamente se vio interrumpida al sentir la mano de Yizhuo tomando su muñeca para avisarle que debían salir de ahí si no querían ser atrapadas.
—Jódete.
Fue lo único que alcanzó a decir la japonesa en dirección del pelinegro, luego de dejarlo empapado con el agua que había estado bebiendo de una elegante copa.
El cuarteto de chicas salió corriendo, atravesando las calles de la ciudad tan rápido como sus piernas se lo permitían.
—¿Por qué estamos corriendo? ¡Tenemos derecho de estar enojadas!
Exclamó la menor de todas, aun así no consiguiendo que ninguna se detuviera, al menos hasta que estuvieron fuera de peligro. Aeri se quitó el pasamontañas, cubriendo su rostro un momento mientras se apoyaba en el frío muro detrás de ella, comenzando a llorar. El silencio era claramente debido a que ninguna había pensado que se encontrarían a alguien conocido, pero la japonesa bien sabía que no era más que una de las malas pasadas de la vida.
Una de las que tanto había recibido desde hace dos años.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #3BCKTLST_01 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 WATCHING STARS AT SEONGMI 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON + #ATMUSE 。.゚✧*
El día de San Valentín era una de las festividades más especiales del año para incontables personas. Aeri se había desilusionado un par de veces durante ese tiempo, así que creía que no era más que un plan de mercadotecnia para consumir todo tipo de arreglos florales o peluches; sin embargo, ser capaz de poder celebrar también a las personas más importantes que tenía a su lado, volvía el hecho del consumismo, una completa exageración. La amistad era especial, tanto como cada una de las personas que consideraba como amigos.
La japonesa quería recordarles siempre lo importantes que eran para ella. Tan necesarios como el aire, tan queridos como sus flores favoritas. Chloe no era la excepción, es más, recientemente se había agregado a esa pequeña, pero preciosa lista de personas a las que deseaba hacerle saber lo importante de su existencia. Habían pasado algunas semanas desde la última vez que el par de chicas se encontró, así que estaba emocionada por hacer espacio en su agenda, apenas supo que la joven también podía encontrarse con ella.
Durante el día pensó cuál sería el plan adecuado, hasta que mirando el feed de una de sus redes sociales, se encontró con la noticia de que esa noche habría una lluvia de estrellas. Incluso si no era una adolescente, al instante pensó en proponer una pijamada. De hecho, era de sus actividades favoritas y fue lo suficientemente atrevida para hacerle saber a Chloe que le encantaría perderse un rato con ella, en la emoción de hacerse algún peinado, hablar de la vida de ambas, comer frituras y quizá hasta hacer maratón de algunas películas o serie luego de ver las estrellas.
Después de concretar aquella pijamada, Aeri le agradeció incansables veces por recibirla en su departamento. No podía evitar sentirse algo tímida, además de algo avergonzada por invadir su espacio, pero también estaba emocionada por compartir tiempo con ella.
Apenas el atardecer amenazaba con robarse el día, la japonesa se subió al transporte público para aventurarse hasta el distrito donde la joven habitaba. No llevaba más que una mochila donde cargaba su pijama y algunos objetos de uso personal que podría necesitar, así que el traslado fue fácil y rápido.
Las ansias la carcomían mientras caminaba por entre los edificios hasta que dio con el que marcaba la dirección brindada por Chloe. El atardecer finalmente marcaba el final del día, lo cual la animó a subir hasta el piso de la chica. Un par de choques de sus nudillos con la puerta anunció la llegada de la joven. En cuanto le abrió y se encontró con ella, Aeri no pudo evitar acercarse —aunque cautelosamente— para darle un fuerte abrazo.
Era correcto decir que la había echado de menos, especialmente luego de haber pausado brevemente el intercambio de mensajes debido a situaciones que no había podido controlar.
—¡Me da mucho gusto verte! ¿Cómo estás? Siento que hace mucho nos encontramos por última vez.
Agregó divertida por su propio dramatismo, aunque en parte era cierto. Hizo una pequeña reverencia antes de ingresar. Curiosa observó solamente lo que estaba a su alcance, sintiéndose bastante cómoda, como si estuviese en su propio hogar. En el momento en que la pregunta acerca de qué debían hacer primero rondó la conversación, la japonesa supo exactamente lo que debía sugerir.
—Las noticias mencionaron una lluvia de estrellas para esta noche, ¿te gustaría verla?
Cuestionó animada, sabiendo de antemano que Chloe diría que sí. La razón era que ella sabía que era una artista, así que quizá llamaría su atención aquel fenómeno natural. Estaba contenta, dejando la mochila donde la menor le había permitido ponerla.
—Después podemos volver dentro, cuando nos dé frío.
Soltó una leve risa. No podía ocultar el buen ánimo que la inundaba y tampoco es que quisiera ocultarlo. Chloe era especial, así que deseaba que pudiese hacérselo saber mediante sus acciones y expresiones de sentimientos. Se sentía algo empalagosa cuando su personalidad de golden retriever la hacía ir de un lado a otro detrás de ella, pero parecía imposible controlarse cuando estaba tan animada.
No tenía dudas de que lograrían pasar una noche increíble, especialmente al elegir ver las estrellas como el inicio de su fiesta de pijamas.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #INS24 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 싸늘한 STORM AT SEONGMI 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON + #ATPINKU 。.゚✧*
El agradable chófer de la familia Uchinaga había pasado años al servicio de los integrantes, junto a la familia. Desde antes del nacimiento de Aeri hasta la actualidad, en la que ella se había vuelto una universitaria de primer año. Hacía tiempo que la japonesa aprendió a moverse por las calles de Seongmi con tal naturalidad, que parecía haber nacido ahí, debido a la necesidad constante de la escuela y el trabajo; sin embargo, de vez en cuando le pedía amablemente al chófer si podía llevarla a ciertos lugares.
Él ahora era un hombre mayor, que quizá estaba por jubilarse y se había acostumbrado a llevarla a todos lados desde su temprana edad, que ahora se había vuelto una tarea imposible el decirle que no, por el simple cariño que le tenía.
El recorrido desde Yongjeon hacia Haebyeon no era demasiado largo, pero aun así se acomodó en su asiento mientras veía cualquier cosa en su teléfono, al menos hasta que el hombre al volante llamó su atención y entonces bloqueó su pantalla.
—Señorita Aeri, ¿cree que vayan a estar bien? Quizá se venga una tormenta. —Deberá estar bien, chófer Kang. Una pequeña lluvia no nos detendrá. Él soltó un par de risas, llenas de ternura. —¿Se encontrará con la señorita Vic?
Aeri asintió un par de veces, mostrándose bastante animada, como cada vez que se mencionaba el nombre de su mejor amiga. No era un secreto para nadie de su familia, el que ella quisiera pasar todo el día a su lado, pero vivir en distintos distritos volvía difícil la tarea. Aun así, hablaba constantemente con ella e incitaba el crecimiento de su vínculo con pequeñas escapadas como ese día.
Para el momento que llegaron a la ubicación marcada por el GPS del vehículo, Aeri se despidió de su chófer, haciéndole saber que le haría una llamada cuando su estadía con Vic terminara, para que pudiera recogerla. Después subió por el ascensor del edificio donde su mejor amiga vivía y tocó el timbre sin más. El par de chicas había quedado con anterioridad, así que estaba segura de que la recibiría con los brazos abiertos, como era justo y necesario. —¡Vic bebé!
La estrechó entre sus brazos, más fuerte de lo que le hubiera gustado. Pero, la extrañaba muchísimo y no se iba a quedar con las ganas de hacérselo saber. Pasó al interior del departamento con sus cosas, poniéndose cómoda luego de la invitación de su amiga. La japonesa llevaba un par de accesorios veraniegos, porque aunque aún hacía algo de frío en esa estación, estaban seguras de que por la tarde podrían disfrutar de la zona del malecón.
—¿Qué opinas? ¿Crees que algo de lluvia nos detendría?
Cuestionó divertida, soltando algunas risas conforme se acercaba a la ventana más próxima. De pronto, notó cómo un relámpago cruzaba el cielo en su totalidad, sintiéndose algo aterrada por la escena digna de una película de apocalipsis. En ese momento, la programación de la televisión se vio interrumpida, abriendo paso a un anuncio importante de última hora que daba el canal de noticias de Seongmi.
En tanto el azul del cielo se veía opacado por nubes tan grises como casi negras, la reportera hacía el aviso importante acerca de fuertes tormentas tanto de lluvia como eléctricas que rodearían Seongmi durante los próximos días. Desde ese momento se vio desanimada ante la prohibición de ir a las áreas cercanas al malecón, pues podría haber un desbordamiento en aquella zona de Haebyeon.
Evitar salir si no era necesario o cargar paraguas e impermeable al momento de ir a la calle, tener todos los suministros necesarios para un posible corte de luz y estar pendientes de las actualizaciones para recibir actualizaciones eran algunos de los consejos que mencionaba la presentadora de las noticias.
Al igual que Vic, la japonesa llamó a sus familiares y amigos, especialmente al chófer Kang para advertirle que evitara salir a la calle, mucho menos que regresara por ella. No deseaba poner en peligro la vida del hombre que apreciaba tanto. Podría llegar a ser peligroso si la lluvia nublaba su vista o las llantas se derrapaban por la humedad del concreto.
—¿Estás lista para estar atrapada conmigo? Al menos mientras la lluvia baja un poco de intensidad.
Soltó unas leves risas, acercándose nuevamente a Vic. Mantenía el ánimo y estaba segura de que lo resolverían con un par de bebidas calientes, comida reconfortante y un maratón de la serie favorita de ambas. La siguió por el departamento, sintiéndose algo nerviosa cuando el ambiente se veía blanco debido al repentino resplandor de los relámpagos.
—Al menos no se ha ido la luz... de momento.
Mencionó entre una risa nerviosa. Y justo en el momento en que un relámpago se acompañó de un estruendoso trueno, la lluvia pareció desenfrenarse al comenzar a golpear fuertemente las ventanas. Ambas corrieron hasta el vidrio, para ver la ciudad, confirmando que parecía sacada de una película del fin del mundo.
—Ahora tengo miedo.
Un trueno más fuerte se volvió a escuchar, provocando que Aeri se abrazara a Vic con un sutil temblor. La lluvia le encantaba, pero los truenos detonaban algo dentro de ella, que la hacían sentir como una niña nuevamente, recordándose a sí misma completamente sola en su habitación, escondida bajo la cama, con sus peluches alrededor mientras intentaba ocultarse del fuerte sonido de una tormenta.
En el momento en que sintió los brazos de Vic a su alrededor, alzó el rostro para encontrarse con su sonrisa y al instante se sintió muchísimo mejor. Una vez más recordaba que no importaba qué tan fuerte fuera la tormenta, pasarlo en compañía de su mejor amiga, siempre se sentía como un lugar seguro.
Y ese momento no era la excepción.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #2BCKTLST_02 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 YONGJEONG. ICE SKATING 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON 。.゚✧*
En pleno invierno, el parque de Lotte World vibraba con música, atracciones brillantes de todo tipo y la helada brisa invernal de la que la japonesa se sentía adicta. Cuando el viento soplaba con gentileza, a pesar de provocar más de un escalofrío recorrer su espina dorsal, la sensación cálida tan única de presenciar su estación favorita en pleno apogeo, la invitaba mantener una sonrisa adornando su rostro mientras se dirigía a la taquilla para comprar su boleto de ingreso al famoso parque de atracciones.
Un gorro negro cubriendo su cabeza la resguardaba del frío para mantenerse cálida, pero aun así, sus largos cabellos rosados se las arreglaban para brillar junto a esas luces que adornaban el paisaje frente a ella.
La puntualidad era una de las virtudes de Aeri, pues normalmente se aseguraba de llegar al menos diez minutos antes de la hora acordada. Era de la idea de no hacer esperar a la persona que le acompañaba en cada momento. Ese día, no obstante, la motivación era diferente. No solamente los nervios la estaban traicionando al hacerla sentirse un poco preocupada por si se veía lo suficientemente presentable para ese día, además, la idea de encontrarse con Mingyu no hacía más que provocarle una fuerte sensación de cosquillas en el estómago en cada oportunidad que pensaba en él.
En un intento de sentirse más en calma, Aeri se situó justo a un lado de la entrada a la pista de hielo. El patinaje sobre la gélida superficie era una de sus actividades favoritas para hacer en aquella estación y, claro, era la primera atracción que deseaba visitar. La primera de muchas, pues aun cuando terminara su turno para disfrutar de esa aventura, estaba segura de que lograrían divertirse con algunas otras actividades. Era algo que había deseado hacer hacía mucho tiempo. No era muy buena para mantener el equilibrio, pero estaba segura de que se divertirían bastante.
Al menos, creía que las risas no faltarían.
Durante su espera, alzó la mirada hacia el cielo para darse cuenta de que la noche había caído, percatándose de ello aun cuando parecería que las luces del parque temático podrían opacar ese anochecer, pero no para ella. Aeri esperaba por él, dirigiendo su vista hacia todas las direcciones posibles, esperando que los nervios no le jugaran una mala pasada.
Fue entonces cuando, segundos después, Mingyu se acercó lentamente en su dirección. La sonrisa que se dibujaba en el rostro masculino era aún más brillante que cualquier luz existente dentro de ese parque de atracciones. Su mirada se encontró con la de él, percibiendo todo en cámara lenta hasta que se giró un poco, encontrándose de frente con su acompañante.
Y de pronto, parecía que el mundo había cobrado vida.
Ni siquiera la helada brisa de la pista de hielo detrás de ella, logró disminuir el calor que la emoción le provocaba ante el encuentro con Mingyu.
Ambos consiguieron ese par de patines que les garantizaba una aventura divertida, tras saludarse con entusiasmo.
—¿Estás listo, oppa? Espero no caerme.
Señaló entre risas, aligerando los propios nervios que ella estaba sintiendo. Avanzó un poco, sosteniéndose del amigable soporte que le habían prestado por si se volvía complicado hacerlo sola. Enseguida se volvió a dar vuelta, esperando por él.
Y en el momento en que lo vio entrar en la pista de hielo, Mingyu se aproximó a ella para deslizarse a su lado por la extensión del hielo, con el cielo nocturno y las estrellas sobre ellos. La calidez volvía a llenar su cuerpo, esta vez siendo una mucho más interna. Cuando se sentía sola, se acercaba aún más a él y se sentía como en casa.
Justo como en ese momento.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #PAN06 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 싸늘한 AT SEONGMI'S MUSEUM 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON + #ATMUSE。.゚✧*
El recorrido que hacía la camioneta que la trasladaba de regreso a su departamento luego de tener un desayuno importante con su padre, se volvió mucho menos aburrido cuando decidió pedirle amablemente a su conductor, que encendiera la radio, localizando la estación que le apetecía escuchar en ese momento. En cuanto las canciones distintivas de la época de los ochenta comenzaron a resonar en sus oídos, una amplia sonrisa se mostró en el rostro de la japonesa.
Aeri miraba entretenida por la ventana, tarareando o cantando las letras que mejor se sabía. Durante ese momento no prestó atención a su teléfono, pues quería apreciar el agradable día que parecía dar inicio al ver que la zona comercial de YongJeon abría sus puertas a cualquier visitante o transeúnte que pasara por ahí.
El sonido interrumpido de una de sus canciones favoritas llamó su atención, estando a punto de quejarse debido a los anuncios publicitarios, hasta que una voz bastante armoniosa comenzó a citar información importante con respecto al Museo de Cultura, Ciencia y Tecnología de Seongmi. Escuchó atenta, sorprendiéndose por la variedad de temáticas que abarcaba el espacio cultural.
Tomó su teléfono para anotar rápidamente la información, pues desde que escuchó acerca de los espacios ambientales como las exposiciones al aire libre y el planetario, estaba segura de que necesitaba darse una vuelta.
Los horarios de atención eran bastante generosos, así como los días en que se encontraría abierto y claro, los precios eran superaccesibles al tratarse de algo tan especial como lo era el arte y la cultura. Ahora estaba ansiosa de asistir, pero no deseaba encontrarse sola recorriendo los pasillos de aquel museo. Durante un momento pensó, hasta recordó a aquella nueva amistad que había encontrado por casualidad en el paseo del acuario.
Chloe, era una chica bastante agradable con quien apenas había intercambiado algunos mensajes; sin embargo, deseaba profundizar aquella interacción para encontrar una nueva amistad con la cual pudiera sentirse cómoda. Justamente era como se sentía en compañía de aquella chica. Probablemente, ella también había escuchado las noticias, pero no quiso quedarse con las ganas de extenderle la invitación.
[SMS: CHLOE] [09:00] ¡Buen día, Chloe! [09:01] Espero que estés despierta, pues no quisiera ser la causante de una madrugada en pleno sábado. ㅋㅋㅋ [09:03] El Museo de Seongmi ha abierto sus puertas. Quizá ya te enteraste por las noticias, y quería preguntarte si te gustaría ir conmigo, ¿qué dices?
Esperó pacientemente por la respuesta, dándole tiempo para adentrarse en su departamento cuando llegó al edificio. Se despidió del chófer Kang cuando se bajó del vehículo, ingresando animada hasta que llegó al interior de su hogar. Suspiró un par de veces, decidida a terminar sus deberes. Fue entonces que recibió la respuesta positiva de Chloe, con quien finalmente quedó para verse fuera del museo, a las 12:00 en punto. Aún quedaba tiempo para que ambas estuviesen listas para encontrarse.
—12:00—
En cuanto cruzó la calle, se encontró con la increíble estructura que marcaba el frente del museo, sorprendida por el trabajo del arquitecto. Ella no conocía sobre ese tema, pero debía haber sido un genio el que lo diseñó. Animada dio unos pasos más hasta que se encontró sorpresivamente con Chloe, a quien rápidamente saludó con una sonrisa. Estaba nerviosa cada vez que convivía con personas, pero también se recordó mentalmente, que debía disfrutar de esa pequeña salida que no solamente le regalaría una nueva perspectiva cultural, si no, que también le permitiría conocer una nueva amistad.
Una vez que el par de chicas adquirió sus boletos de entrada, caminaron animadas hacia el interior del lugar. Entonces, la japonesa volteó a ver a Chloe para hacerle saber que su mayor deseo para esa experiencia, era el explorar la zona al aire libre, donde se exhibía parte del ambiente natural que rodeaba a Seongmi.
—¿A dónde deseas ir tú? ¡Hay tantas secciones!
En el momento en que decidieron ir a explorar primero las salas que cada una quería ver, pensó que quizá no podrían explorarlo todo en un solo día, ya que el museo era bastante grande. Afortunadamente, los letreros que mostraban las indicaciones eran bastante claros.
Fue así que exitosamente se encontraron con la exhibición del jardín al aire libre, proyecto que mostraba las diversas especies de vegetación propias de la región de Seongmi, donde además florecían en sus respectivas zonas, las plantas y flores provenientes de las secciones Haebyeon, Jinsil y YongJeon. Cada una de esas zonas era especial, pero debido a las diversas condiciones climáticas de cada una de las regiones, las foráneas eran más pequeñas, aunque no menos hermosas.
El invierno aún abrazaba al hemisferio norte, provocando que la vegetación fuese más rústica, quizá sin tanto color como sería en primavera, pero aun así era gratificante encontrarse rodeados de naturaleza aún en medio de una zona llena de edificios y empresas. Quizá ese era el punto para darle vida y un toque verde a ese lugar.
—Está haciendo frío aquí afuera, pero creo que lo vale por completo. ¿No crees?
Aeri cuestionó mientras recorrió junto a Chloe cada uno de esos pasillos, tomando fotografías con su teléfono. Cada tanto volteaba a ver a su compañera de aquella aventura, compartiendo comentarios, lecturas de los letreros, explicando cada exhibición y algunas risas hasta que el recorrido llegó a su fin, devolviéndolas al pasillo interno, que las resguardó un momento de la sutil brisa invernal.
—¿Estás lista para ir a tu sección elegida?
Volvió a preguntarle, mostrándose igual de animada que al principio. Así, entonces, caminó en la dirección que Chloe le señalaba.
Todavía quedaba mucho por ver, así que no se detendría por el momento, pues se sentía más que curiosa por ver qué maravillas les aguardaban.
0 notes
Text
🌙┊。.゚✧* — ♡ #INS22 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 싸늘한 HAEBYEON AQUARIUM 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #ATJELLYMOON 。.゚✧*
Estudiar podía ser abrumador cuando las vacaciones se terminaban, especialmente después de haber pasado una preciosa temporada invernal en compañía de la temporada navideña, pasando los días envuelta en alguna cobija, viendo películas mientras una deliciosa taza de chocolate caliente te hace olvidar que durante todo el año fuiste un desastre.
La japonesa estaba lista para continuar su recorrido por las aulas cuando terminó su comida. Sin embargo, antes de levantarse, reconoció en el ambiente un dulce aroma a cerezos que percibió justo en el momento en que Jimin se sentó frente a ella, con esa enorme y brillante sonrisa que la caracterizaba. Para ella era imposible apartar la mirada, cuando entraba en cualquier habitación, mucho menos cuando era claro que estaba ahí para verla.
—¡Aeri-yah! La mencionada mostró una sonrisa sutil, contrastando con la brillantez de su compañera. Era un gesto que consideraba lo suficientemente frío, para que la más alta no pudiese darse cuenta de su emoción cada vez que decía su nombre. Quizá porque no deseaba demostrar que, al minuto dos, su corazón le pertenecía a la dueña de esa sonrisa mágica.
Su acompañante le extendió su teléfono, a fin de mostrarle una noticia de la ciudad. Aeri tomó el dispositivo móvil y se propuso leer el artículo. Sus ojos se abrieron con sorpresa; jamás había escuchado de un acuario en Haebyeon, mucho menos que tuviese tantos años funcionando con una inmensa y diversa cantidad de especies marinas.
—Debido a la llegada del año nuevo, el Acuario de Haebyeon, ¡regalará el acceso gratis a los residentes de Seongmi!
No era fácil tomarse tiempos libres para hacer actividades que le gustaran, fuera de la rutina que llevaba. De la escuela partía a la agencia y cuando no había trabajos, estaba sentenciada por su padre para llevarla a las reuniones aburridas con sus colegas empresarios.
Afortunadamente, ese día estaba libre de sesiones fotográficas.
—Debe ser muy lindo, eonnie. ¿Piensas ir después de clases? Quizá era demasiado obvia la invitación indirecta, pero la japonesa no quería darse el lujo de no escucharlo explícitamente. Jimin se mostró ansiosa, frunciendo el ceño ante el jugueteo de Aeri, quien se hacía de la vista gorda. La mayor de ambas rodó los ojos para finalmente soltar un par de risas.
—¿Te gustaría ir conmigo, Aeri-yah? Ocultó perfectamente que la emoción invadiera su cuerpo entero, provocando que una sonrisa amplia fuese imposible de evitar. La japonesa alzó la vista antes de asentir, levantándose finalmente de su silla, para dirigirse a sus últimas clases
Habían quedado en verse en la entrada del lugar, justo después de clases.
Pero, después de una invitación de ese tipo, ¿quién podría poner atención a lo que el profesor decía? Aeri tuvo momentos difíciles para concentrarse cuando solamente podía pensar en aquella visita al acuario en compañía de Jimin, mientras se perdía en el azul del cielo, mirando por la ventana como si ella estuviese ahí.
Estaba nerviosa, no iba a negarlo.
Durante el recorrido hacia la dirección marcada por el mapa en su teléfono móvil, no podía evitar sentirse cada vez más ansiosa.
Su corazón latió rápido cuando, al mirar por la ventana, observó a Jimin esperándola. Aeri llevó la mano a su pecho para intentar calmarse y finalmente bajó del vehículo. Caminó animada hasta donde ella se encontraba, soltando algunas risas por verla tan emocionada, como si un cachorro la hubiese poseído.
Rápidamente, fue hasta ella, dedicándole una sonrisa que guardaba más que el sentimiento de felicidad. Las dos caminaron hacia la entrada y el interior, luego de mostrar sus identificaciones que avalaban su residencia en Seongmi.
Ella estaba en YongJeong mientras Jimin formaba parte de Haebyeon.
En cuanto cruzaron la entrada principal, el azul del agua, reflejándose en todo el panorama, la llenó de entusiasmo al ser su color favorito. Lucía mágico, como sacado de un cuento de hadas. El túnel por el que caminaban mostraba todo tipo de animales marinos, desde peces pequeños hasta caballitos de mar, e incluso había algunas especies más grandes por ahí. Lo confirmó cuando vio nadar sobre ella, algunos tiburones probablemente de alguna especie más "amigable" para vivir en un acuario.
—¡Tomemos una foto, eonnie! Para recordar este momento.
Propuso la japonesa con entusiasmo, a lo que Jimin respondió al acomodarse a su lado, aunque un poco detrás para encajar perfectamente. Estaba segura de que guardaría aquella fotografía por el resto de sus días.
—¿A dónde deberíamos ir ahora? ¿Vemos a los pingüinos? ¿El jardín de medusas?
Preguntó una emocionada Jimin mientras se alejaba con pasos grandes, jugueteando animada mientras mostraba esa sonrisa tan propia de ella, que solamente la hacía ver aún más bonita. La mayor se reía mientras vagaba por debajo del túnel, completamente pintada del azul más reconfortante que hubiese visto alguna vez. No estaba segura de nada, solamente sabía que Jimin era una de sus personas favoritas en todo el mundo.
Y de pronto pensó, que podría ser la última vez que la viera. La incertidumbre era un sentimiento constante cuando pasaba tiempo a su lado, así que sabía que debía aprovechar al máximo cada segundo.
Caminó detrás de ella, tomándole algunas fotografías más cuando ella inspeccionaba por sí sola las vívidas imágenes dentro de esa enorme pecera. Era el mejor modo de inmortalizar ese momento, pues las memorias podían desvanecerse junto con las personas.
No obstante, una fotografía era eterna. Tan eterna como el complejo sentir que caracterizaba su vínculo.
Cada segundo, cada momento, tenía que hacerlo durar tanto como le fuera posible. El tiempo siempre había sido generoso con ella, pero ahora se desvanecía rápidamente para abrir paso a una fragilidad que en cualquier momento podría romperse.
Pero, entre más tiempo pasaba con ella, menos quería dejarla ir. Quería pedirle un día más a su lado, suplicarle que no se fuera y, sobre todo, que no se llevara con ella su frágil corazón.
Y aunque Jimin siempre decía que seguirían siendo amigas y, sin importar lo que pasara, se encontrarían nuevamente algún día. Aeri se aproximó hasta la más alta para rodearla por los hombros, desde la espalda, compartiendo un abrazo tan sincero como ansioso.
¿Se iría? ¿Se quedaría un día más?
Sabía lo que quería decirle, aun cuando se lo guardara para ella, justo como esas lágrimas que buscaban un recorrido por sus mejillas.
«But if you leave, don't look back.»
0 notes