mahxshxjo
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mahxshxjo · 26 days ago
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⭐┊。.゚✧* — ♡ #HOMETOBER25 다치고 망가져도 나 뭘 믿고 버티는 거야 어차피 떠나면 상처투성인 INSOMNIA. BEETLEJUICE, BEETLEJUICE, BEETLEJUICE 채로 미 워하 불쌍해하는 네가 내 눈엔 더 불쌍해 네 멋대로 내 사랑을 끝낼 순 없어 이 아픔 없 #JELLYMOON + #PINKSUNSET 。.゚✧* 🎃
En la nueva casa, la joven se sentía cómoda, pero había algo dentro de ese lugar que no le permitía estar tranquila, especialmente por las noches. No podía dormir en su nueva habitación; cada madrugada se removía sobre el colchón una y otra vez. Algo impedía que lograra conciliar el sueño por más de media hora.
Durante ese tiempo se había sentido incomprendida con respecto a ello, pero eso se terminaría —al menos por unos días—, pues su mejor amiga iría de visita. Gracias a la tecnología se la pasaba hablando con ella vía mensajes de texto, pero nada se comparaba a tenerla físicamente presente.
La joven salió corriendo a la entrada principal para recibir a su mejor amiga con un fuerte abrazo. Saludó contenta a los padres de Lisa, pero evidentemente tenían cosas más importantes que hacer juntas, así que dejó las maletas en la entrada y la invitó a ir a su habitación para hablar de todo, como si no hubieran hablado en años.
—¡Ahora sí, cuéntame! ¿Quién es ese chico del que me hablaste?
Invitó a Lisa a tomar asiento en el colchón de su cama, ansiosa de escuchar toda la historia de su interés amoroso. Nada en el mundo le hacía sentir más contenta que ver a su mejor amiga recibir cosas tan buenas como las que le estaban pasando. Si alguien merecía algo así de mágico, era ella. JiSoo aplaudía emocionada, gritaba en cada uno de los detalles brindados por Lisa con respecto al joven.
Cuando finalmente llegó la pregunta acerca de su vida en aquella nueva ciudad, la mayor se alzó de hombros en respuesta y continuó contando su experiencia. Sabía que si alguien entendía su sentir, era Lisa. No solo era el hecho de estar en una nueva ciudad más lejos de su mejor amiga lo que la tenía desanimada, también impactaba negativamente el no sentirse cómoda en su nueva habitación.
—He sufrido de 𝗶𝗻𝘀𝗼𝗺𝗻𝗶𝗼 desde que llegué aquí. Tengo sueños extraños donde camino por un pasillo iluminado con un azul oscuro. El piso es de mosaicos en blanco y negro, y es larguísimo, como si fuera infinito, y las paredes se cubren de muchas puertas. ¡Una detrás de otra!
JiSoo se cruzó de brazos al intentar recordar vívidamente el sueño que constantemente estaba teniendo desde que llegaron a la casa. Muchas veces se sentía como si fuera un aviso de que algo estaba por suceder, algo importante.
—Lo más raro es que llega un punto del sueño donde me encuentro con un hombre bastante extraño, sonriéndome e invitándome a decir su nombre tres veces. Parece un fantasma con un traje muy anticuado, por cierto. ¡Me dan escalofríos!
Hizo una breve pausa mientras recordaba que dentro del sueño había leído el nombre de aquel ser fantasmagórico en un letrero de neón durante su caminata por el cementerio al salir de aquel lúgubre edificio monótono.
—Su nombre es... Beetlejuice. Tendría que decirlo tres veces, pero no me imagino qué podría pasar si lo hago. ¿Crees que quiera decirme algo? ¿Quizá me volví loca?
Explicó al sacudirse un poco aquella sensación espeluznante, hasta que recibió el abrazo de Lisa. Enseguida se sintió reconfortada cuando accedió a aquel contacto. ¡Ahora no importaba nada! Porque ese día saldrían a explorar juntas la ciudad, además de ir a pedir dulces por la noche de Halloween. A la mayor le encantaba esa festividad y no haría otra cosa más que honrar su amor eterno por la víspera de la Noche de Brujas, saliendo a disfrutar de la noche en compañía de su persona favorita en todo el mundo.
Juntas comenzaron a transitar por las calles, pidiendo dulces a las amables personas que no les negaban la diversión, aun cuando ya no eran unas niñas. De pronto, a lo lejos, observó a un joven completamente vestido de negro que intentaba ser discreto al perseguirlas, fallando rotundamente, por cierto. La joven de cabello más oscuro miró en dirección de Lisa con preocupación, aunque intentando no preocuparla por la presencia de aquel hombre que había conocido semanas atrás, cuando recién se mudó a la ciudad.
Del que Lisa a��n no sabía.
El hombre había insistido demasiado en salir con ella, sin importar cuántas veces JiSoo se había negado. Parecía que no podía aceptar un no por respuesta, pues ahí estaba decidido a seguirlas toda la noche.
—¡Dulce o truco!
Exclamaron el par de amigas al unísono, mientras un amable señor de la tercera edad les obsequiaba algunos chocolates. Las dos chicas agradecieron contentas, disfrutando de ver la gran variedad de dulces que llevaban en sus calabazas de plástico. Estaba disfrutándolo, pero la sensación de ser perseguida le provocaba intranquilidad y así se detuvo un momento. Tomó asiento en una banca y se disculpó con Lisa, haciéndole saber que descansaría un momento debido a que se sentía mareada.
La joven tailandesa, preocupada, se acercó a la tienda que estaba algunos pasos adelante para buscar algo que pudiese ayudar a su amiga. JiSoo esperó por ella, buscando algún dulce para ver si con ello mejoraba, pero el temor llegó a ella cuando el hombre que la estaba siguiendo se apareció frente a sí. Era un hablador, él sabía bien qué decir para que ella bajara un poco la guardia, aprovechando justo ese momento para atraparla, lo que provocó que el hombre forcejeara con ella tras un intento exitoso de rapto.
Él repetía una y otra vez que JiSoo se arrepentiría de haberlo rechazado mientras se la echaba al hombro como si fuese un costal de papas.
Debido al pañuelo húmedo con el que cubría su rostro, la fuerza de pelear abandonaba el interior de la joven, quien comenzó a sentirse más mareada cada segundo que pasaba. Su calabaza de plástico terminó en el piso, provocando que algunos dulces quedaran regados en el concreto. En medio de la borrosa vista, observó a su mejor amiga salir de la tienda.
—¡Lisa!
Gritó JiSoo para que pudiera verla, completamente aterrada cuando el hombre hizo un movimiento más para dejarla inconsciente. Todo a su alrededor se volvió oscuro y confuso. Había perdido el sentido de la realidad. No escuchaba nada ni sentía nada tampoco.
Más tarde, solamente podía ver una y otra vez aquel sueño que había marcado su estancia en aquella ciudad. Beetlejuice le hacía un gesto con ambos brazos, un gesto que parecía invitarla a decir su nombre, mostrándole una sonrisa que sugería lo mismo. Como si fuera su única salvación.
De pronto despertó, sobresaltada. Su respiración agitada fue en aumento, pero se tranquilizó al encontrarse soñando con lo mismo de siempre: la iluminación azul, el piso en blanco y negro, las infinitas puertas. Solo faltaba encontrarse con el extraño hombre de la sonrisa; sin embargo, su sorpresa fue aún más grande cuando, en lugar de aparecer frente a ella como en el sueño, este se aproximó, por un lado.
—¿Qué...?
JiSoo asustada de percibir que aquello no era solamente un sueño, pero la realidad lo que estaba viviendo, se quedó atónita mientras veía fijamente al hombre.
—Esto no hubiera pasado, si tan solo hubieras dicho mi nombre, babe. Tu amiga está en peligro, ¡pero aquí adentro no puedo hacer nada!
Expresó Beetlejuice entre algunas risas, limpiándose el polvo imaginario de su sucio traje a rayas. La última frase mencionada por él, le hizo reflexionar que aquellos sueños trataban de avisarle que estaba en peligro y que probablemente necesitaba la ayuda de un fantasma superpoderoso como lo era él.
—Ojalá que ella sea más inteligente que tú, y diga mi nombre tres veces.
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mahxshxjo · 26 days ago
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⭐┊。.゚✧* — ♡ #HOMETOBER28 다치고 망가져도 나 뭘 믿고 버티는 거야 어차피 떠나면 상처투성인 FOG. THE HEADLESS HORSEMAN 채로 미 워하 불쌍해하는 네가 내 눈엔 더 불쌍해 네 멋대로 내 사랑을 끝낼 순 없어 이 아픔 없 #JELLYMOON + #PINKSUNSET 。.゚✧*
Durante la primera hora de clases, Chisa siempre estaba somnolienta. Ni siquiera el hecho de que la clase de arte se trataría de esculpir calabazas con motivo de Halloween lograba mantenerla despierta. El profesor de historia sí que sabía cómo hacer que una chica con problemas de sueño pudiese dormir tranquilamente. Entre sueños escuchó su nombre, ser susurrado un par de veces, pero ni ello fue suficiente para que sus ojos se abrieran. La castaña se acomodó mejor en la paleta de su pupitre hasta que el fuerte sonido de algo pesado cayendo sobre la madera la hizo abrir los ojos rápidamente.
El corazón le latió fuerte. Estaba a punto de quejarse hasta que se dio cuenta de que la persona que había hecho, había sido nada más y nada menos que el profesor para poder despertarla. La joven japonesa soltó una risa nerviosa antes de intentar explicarle su situación —por milésima vez en el curso—, pero entonces sonó el timbre de cambio de clase. El adulto exasperado regresó a su escritorio para recoger sus cosas mientras maldecía su trabajo como profesor.
A su lado, observó a su mejor amiga Hinata, quien divertida se reía del momento vivido, pero también se disculpaba con ella por no haber hecho un esfuerzo más grande para que despertara cuando susurró su nombre varias veces.
Caminaron juntas hasta el salón de artes y la emoción fue aún más grande al ver que sobre las mesas se encontraban dos calabazas tan grandes como un par de cabezas. Chisa casi corrió entre los asientos, tirando del brazo de Hinata para que rápidamente tomaran asiento.
—¡Estoy tan emocionada! Ya quiero tallar mi calabaza y ponerla en la entrada de mi casa.
En cuanto dio inicio la clase, la castaña comenzó a remover el interior de la fruta con ayuda de un cuchillo especial.
—¿Qué tipo de expresión harás en la tuya, Hina-tan?
Dejarlas completamente vacías era necesario para poder colocar dentro las velas que iluminarían por las noches, a fin de que la expresión de la calabaza fuese mejor apreciada por las personas que la vieran. Cada tanto volteaba a ver a su mejor amiga, mostrándole una sonrisa llena de cariño.
Nada le gustaba más que poder compartir con ella ese tipo de actividades, aun si cada una estaba concentrada en lo suyo.
La expresión de su calabaza fue una que consideraría una combinación entre lindo y espeluznante. Cuando estuvo lista, se sintió contenta al obtener el reconocimiento del profesor, así como se aseguró de elogiar el talento de su mejor amiga con un fuerte abrazo.
Al término de la jornada escolar, era hora de volver a casa, aunque más tarde de lo usual, debido a la exposición de arte de las calabazas de toda la escuela.
El camino de regreso a sus respectivas casas se había envuelto en una misteriosa neblina, provocando que el par de amigas se detuvieran al no saber en qué dirección debían seguir caminando. Chisa tomó con fuerza la mano de Hinata, bastante curiosa acerca de la razón de aquella 𝗻𝗶𝗲𝗯𝗹𝗮 misteriosa. Avanzaron un par de pasos más en medio de aquella silenciosa calle por la que normalmente también pasaban los vehículos, no obstante, todo estaba desierto.
—¿En dónde están todos?
La situación fue aún más extraña porque a lo lejos se escuchaba un sonido creciente, el cual ambas pensaron que pertenecería al vehículo de algún conductor, pero en lugar del sonido del motor, el ambiente se llenó con un fuerte relinchar de un caballo junto a ese característico sonido que hacían las patas al chocar contra el suelo.
—¡¿Escuchaste eso, Hina-tan?!
Susurró Chisa llena de miedo, apretándose al cuerpo de su mejor amiga entre escalofríos. Era desconcertante debido a que nadie en esos tiempos andaba a caballo en la ciudad, además de que segundos después parecía que alguien andaba detrás de ellas. Motivadas por el miedo, se decidieron a seguir con el camino que de memoria conocían.
Caminaron más rápido hasta que el ambiente nuevamente se llenó con un intenso eco del fuerte sonido de una carcajada tenebrosa.
El corazón le latía rápido mientras veía el rostro de su amiga. Estaba terriblemente asustada porque, además de lo sucedido, no se podía ver nada debido a la densa niebla que parecía volverse cada vez más densa. Cuando el sonido del trotar del caballo se volvió más fuerte, Chisa intentó salir corriendo de ahí con su mejor amiga, pero pronto se dieron cuenta de que algo les impedía el paso.
Ambas se detuvieron al pie de un enorme caballo completamente negro que expulsaba destellos de las pezuñas. Su mirada fue subiendo, encontrándose con los ojos rojos de aquel animal, algo completamente extraño. La risa nuevamente se escuchó, acelerando el ritmo de su corazón y entonces sus pupilas finalmente pudieron ver a través del tono grisáceo del ambiente. Un hombre de complexión mediana cabalgaba al caballo, aferrándose a las correas con las que lo manipulaba. El jinete estaba inmóvil, como si aguardara por algo. Pero lo verdaderamente terrible para las chicas fue cuando la neblina se disipó un poco para mostrarles que aquel hombre no tenía cabeza alguna.
El cuello de su traje era lo último que se veía de su figura, el cual abrazaba el mutilado cuello. La herida, aún fresca, escurría hilos de sangre por la tela que llevaba puesta. Un jinete sin cabeza.
Inevitablemente, los gritos agudos se escucharon por parte de las chicas cuando finalmente se movió, explotando esa risa tenebrosa que habían escuchado antes, causándole tanto susto que soltó los tirantes de la bolsa donde llevaba su calabaza recién tallada, provocando que la misma rodara hasta los pies del hombre que bajó del caballo.
El terror la llenó en su totalidad cuando notó que aquella expresión linda y tenebrosa hecha en su calabaza, cambiaba a una completamente espeluznante y tétrica, apenas las manos del jinete la tocaron. El hombre se colocó la calabaza encima del cuello, como si fuese su cabeza, pero por alguna razón el disgusto en él fue tan grande que furioso la sostuvo con tanto odio que le prendió fuego.
Chista estaba petrificada del miedo. Gracias a Hinata, finalmente reaccionó cuando la rubia tiró de su mano para salir corriendo. El jinete sin cabeza les lanzó la calabaza en llamas, sin tener mucho éxito. El par de amigas corría rápidamente en busca de auxilio, gritando por si alguien las escuchaba ahora que el hombre había vuelto a montar al caballo y este galopaba a toda prisa, persiguiéndolas. Por alguna razón, era bastante claro lo que aquel hombre quería de ellas en ese momento.
—¡Quiere tu calabaza!
Exclamó Chisa hacia Hinata, quien aún mantenía su trabajo de arte en una bolsa bajo su brazo. Pero la verdadera cuestión era: ¿qué pasaría con ellas cuando descubriera que no era más que una calabaza? Justo como pasó con la de Chisa.
El par de amigas no podía ni pensar claramente, lo único que podían hacer era seguir corriendo aun cuando pareciera no haber salida de aquella pesadilla.
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mahxshxjo · 27 days ago
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🌙┊。.゚✧* — ♡ #HOMETOBER02 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 NIGHTMARE AT THE LIBRARY. FREDDY KRUEGER 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #JELLYMOON  + #PINKSUNSET 。.゚✧*
Tras las actividades escolares, el par de amigas aún debían ir en busca de algunos libros a la librería más grande de la ciudad. Las tareas a la antigua sí que podían ser un dolor de cabeza. ¿Quién todavía pedía ir a buscar información en los libros obsoletos de la librería? Claro, el maestro de historia que parecía haberse quedado estancado en lo que más le gustaba estudiar: el pasado.
—Me gustan los libros, pero no los aburridos que están desactualizados...
Se quejó mientras tomaba el brazo de Vic, quien iba caminando a su lado con una sonrisa divertida. La menor de ambas era más lectora que la propia Aeri así que de cualquier modo estaba segura de que lograrían tener una exitosa tarea gracias a la destreza de su mejor amiga, a la cual apoyaría en todo lo que necesitara.
Comenzó a recorrer los pasillos de la solitaria biblioteca, recolectando una parte de los libros que el maestro había pedido específicamente. La japonesa inspeccionaba detalladamente las cubiertas para asegurarse de escoger los adecuados, pues tampoco quería perder el tiempo buscando algo que no encontraría. Cuando finalizó, los llevó entre sus brazos para regresar a la mesa donde había quedado en verse con Vic. Habían pasado algunos segundos y, mientras regresaba la menor, Aeri empezó a leer uno de esos libros aburridos de historia. Inevitablemente sintió cómo el sueño llegó a sus párpados, haciéndola pestañear de forma aletargada.
Era como si hubiese tomado un somnífero que rápidamente la indujo en un profundo sueño durante algunos segundos nada más, porque se despertó al escuchar la voz de su mejor amiga cuando le llamó un par de veces. Aeri alzó la mirada, esperando encontrarse a Vic, pero no parecía haber rastro de ella.
—¿Vic?
Cuestionó Aeri cuando vio la parte de libros que a la menor le había tocado recoger de los estantes sobre la mesa. Se puso de pie al instante, regresando a la zona de las escaleras luego de inspeccionar en cada una de las zonas de la planta baja de la biblioteca, asegurándose de que ella no estaba ahí. La preocupación hizo de las suyas, creando en Aeri una sensación amarga que recorrió su cuerpo rápidamente mientras subía escalón por escalón a donde los estaban los estantes de libros que parecían ser infinitos.
Observó la figura de un hombre alto que vestía un suéter a rayas de colores rojas y verdes, el cual también llevaba un sombrero. Este le daba la espalda, pues parecía leer un libro él mismo.
—¿Disculpe? ¿Ha visto a una chica de cabello oscuro por aquí?
Preguntó la joven castaña al hombre que aún no notaba su presencia, pero estaba algo temerosa, pues se encontraba completamente sola con él. Suspiró un par de veces antes de volver a intentar llamar la atención del hombre que parecía no escucharla.
—¡Disculpe! ¿Ha...?
Aeri se quedó con las palabras en la boca cuando el hombre finalmente volteó a verla, provocándole un escalofrío que recorrió su cuerpo. La cara masculina estaba completamente cubierta de heridas de quemaduras, como si se hubiese incendiado durante años. Una sonrisa siniestra adornaba su rostro, mostrando dientes tan asquerosos que sintió ganas de vomitar, pero no fue ello lo que la preocupó en su totalidad. El hombre juguetonamente alzó una de sus manos, mostrándole que sus dedos estaban cubiertos con unas filosas cuchillas.
—D-Disculpe... no quería molestarlo.
La joven dio un par de pasos hacia atrás, intentando controlar el temblor de sus piernas, pero antes de poder salir corriendo, escuchó la tenebrosa voz de aquel hombre.
—¡Espera, Aeri! Pensé que buscabas a tu mejor amiga. ¡Yo la encontré!
Un par de lágrimas se acumularon en sus ojos, ¿cómo sabía su nombre? Estaba por hacer preguntas, pero entonces él le mostró a una Vic completamente debilitada bajo esas filosas cuchillas. Las izquierdas las había enterrado en lo más profundo de su estómago y debido a ello, hilos de sangre le escurrían por las comisuras mientras le advertía con el último aliento que corriera lejos de ahí. El hombre soltó una fuerte carcajada que cubrió toda la biblioteca con un eco que la persiguió mientras parecía correr infinitamente por el pasillo sin poder llegar a las escaleras.
Cuando avanzó un poco más, de pronto apareció el principio del primer escalón, provocando que tropezara. Quedó algo lastimada luego de resbalarse por algunos escalones y entonces observó al aterrador hombre acercarse con pasos lentos, arrastrando a Vic con él.
Aeri lo observó desde abajo, muerta de miedo.
—Este es tu peor miedo, ¿verdad? Perder a tu mejor amiga. Lo volví una realidad, especialmente para ti.
Cubrió sus ojos al ver que el cuerpo sin vida de su mejor amiga se acercaba a ella mientras le llamaba con una expresión tétrica. Repetía su nombre una y otra vez, haciéndola llorar por lo aterradora que se veía. Cerró un momento los ojos antes de sentir cómo Vic se abalanzaba sobre ella para sacudirla, haciendo que Aeri gritara sin parar mientras el hombre entre carcajadas se acercaba a su cabello para olerlo y enseguida cortar con sus cuchillas uno de sus castaños mechones.
"¡Aeri!", escuchó nuevamente hasta que se levantó abruptamente de una silla en la que aparentemente estaba sentada. Iba a salir corriendo cuando nuevamente sus ojos se abrieron, pero Vic la sostuvo de la muñeca para hacerla entrar en razón. Cuando la menor le preguntó si estaba bien debido a que había estado gritando dormida, Aeri la abrazó fuerte al darse cuenta de que no había sido más que una 𝗽𝗲𝘀𝗮𝗱𝗶𝗹𝗹𝗮.
—¡Tuve un sueño horrible en el que morías!
Exclamó aún asustada, intentando calmarse con las caricias que su mejor amiga dejaba en su espalda y en sus cabellos. Después de que Vic le aseguró que ella estaba bien, Aeri finalmente dejó el miedo atrás, decidida a olvidar aquel terrible sueño.
La menor de ambas propuso regresar a casa, obteniendo una respuesta positiva por parte de la japonesa. No obstante, una pregunta en específico que le hizo Vic mientras caminaban en dirección de la salida, logró que una expresión de sorpresa y terror, nuevamente cubriera el rostro de Aeri.
« ¿En qué momento te cortaste ese mechón del cabello, Aeri? »
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mahxshxjo · 30 days ago
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🌙┊。.゚✧* — ♡ #HOMETOBER05 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 SILENCE. OUIJA BOARD 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #JELLYMOON + #PINKSUNSET 。.゚✧*
—¿Funciona? ¿De verdad funciona?
Esa fue la primera pregunta que vino a su cabeza cuando la chica frente a ella le hizo entrega de una bolsa negra que contenía un tablero de la Ouija. Ambas estaban siendo cuidadosas, pues no deseaban que los demás estudiantes comenzaran a esparcir rumores, o peor, que algún profesor confiscara el objeto, así que rápidamente lo guardó en su mochila.
El accidente que había marcado el final de la vida de su mejor amiga aún calaba en lo más profundo de su corazón, provocando en ella una intensa y profunda tristeza que estaba segura de que sería imposible de sanar. El funeral había sido hacía un mes y Aeri estaba completamente alejada de superar aquel evento. Un día Vic estuvo con ella y al día siguiente todos hablaban de la menor en pasado, haciéndole recordar en cada momento que ella ya no se encontraba a su lado.
En el interior del departamento todo parecía haber perdido su color cuando recordaba la ausencia de su mejor amiga. No era que aún no regresaba de la universidad o del trabajo, es que ella no iba a volver jamás. Se limpió las lágrimas un par de veces, mostrándose ansiosa y algo agitada mientras abrazaba su mochila con fuerza. Pero aquella situación estaba por cambiar, pues haría uso de aquel juego para ponerse en contacto con Vic.
Deseaba recordarle cuánto la quería y quería hacerle saber cuánto la extrañaba.
Aeri no se había atrevido a entrar al cuarto de Vic desde aquel día en que se despidió de ella con un atuendo en color negro. Por mucho tiempo había sido una de sus tonalidades favoritas, pero recientemente solo tenía un significado triste para ella: la pérdida de su alma gemela.
Octubre había llegado, dándole mucha más nostalgia de la esperada. Su festividad favorita y su cumpleaños no eran razones suficientes para que la alegría la llenara cuando hacía falta aquella persona importante, quien la complementaba, a quien habría querido ver todos los días de su vida hasta el final.
Entre nuevas lágrimas, presionó con su mano la perilla para así abrir la puerta que daba a la habitación de Vic. El sentimiento la llenó por completo cuando alcanzó a percibir ese aroma tan propio de ella y entonces sintió que nuevamente todo volvía a derrumbarse cuando notó que las cosas estaban intactas. Era como si solo se hubiera ido a la universidad, dejando un pequeño desastre en la habitación.
—Te extraño mucho, Vic...
Sollozó mientras se sentaba en el piso, alcanzando uno de esos peluches que ella tenía cerca de la cama y lo abrazó con fuerza. Entonces se decidió a sacar de su mochila la Ouija para abrirla, situándola en el centro de la habitación. Se quedó en 𝘀𝗶𝗹𝗲𝗻𝗰𝗶𝗼 un momento, preguntándose si serviría aquel ritual. Era una miedosa de primera cuando se trataba de cosas sobrenaturales, pero en ese momento solo tenía un objetivo en mente.
Un par de velas alumbraron la oscuridad de la habitación, siendo lo suficientemente fuertes para darle una clara vista de las letras que estaban en el tablero. Tomó una bocanada de aire, exhalando con fuerza antes de situar las manos en la pieza central con la que se seleccionaban las letras o al menos así había visto en las películas.
—¿Hola? ¿Estás aquí Vic?
Cuestionó nerviosa, con los ojos cerrados. Estaba sintiéndose como una completa tonta por intentarlo, pero aun así no se detenía. Constantemente le pedía una señal a su amiga, esperando que pudiese notar que estaba queriendo hablar con ella, quizá por una última vez antes de despedirse definitivamente.
—¿Vic? ¿Puedes darme una señal?
Nuevamente, preguntó, esta vez con un tono de voz más fuerte. Cerró los ojos un momento antes de volver a abrirlos y mirar en dirección del tablero. Entonces entró en pánico cuando sus manos se movieron con la pieza central, como si hubiese aplicado fuerza extra para hacer que se deslizara por la superficie de madera pero no había sido ella. Aeri cubrió sus labios tras quitar de ahí sus manos, silenciando un grito agudo porque lo que menos quería era llamar la atención.
Observó en todas direcciones, mostrándose tanto asustada como sorprendida.
—¡¿Eres tú, Vic?!
Preguntó inevitablemente más animada, volviendo a colocar ambas manos sobre la pieza central que servía para comunicarse con la persona en el "más allá". Las velas alrededor de ella se apagaron un momento solo para volverse a encender mientras se señalaba la palabra afirmativa que le dio la clara respuesta de que sin duda alguna era Vic.
Aeri comenzó a platicar todo tipo de cosas con aquel espíritu, dándole una sensación de tranquilidad. De pronto, una cuestión que alcanzó a percibir cuando deletreaba las palabras señaladas por aquel ente fuera del mundo real, logró hacerla sentir algo nerviosa.
¿Qué estaría dispuesta a hacer para recuperar a su amiga? ¿Por qué Vic le preguntaría algo así?
La japonesa volvió a notar cómo la luz de las velas se volvía intermitente antes de mirar por el espejo frente a ella. El terror llenó su interior cuando notó una sombra completamente oscura en el reflejo. No creía que Vic pudiese tener cuernos, así que comenzó a sentir miedo. Al mismo tiempo, notó cómo recibía un mensaje de texto de la chica que le había prestado el tablero de la Ouija.
Cuando sus ojos leyeron ese mensaje, Aeri contuvo el aliento mientras sentía cómo el miedo escalaba en su cuerpo.
«Olvidé mencionarte que te asegures de que sea Vic la que esté hablando contigo, porque hay muchos espíritus esperando ser contactados.»
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mahxshxjo · 1 month ago
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🌸┊。.゚✧* — ♡ #HOMETOBER19 제자리걸음 너에게로 혼자 웃고 또 나 울고 있어요 이렇게 SCREAM. PRETTY LITTLE LIARS 난 그 다른 곳 을 라 보네요 왜 그년가요 흔한 사랑 얘기 나 상상이니까 #JELLYMOON + YURI。.゚✧* 🎃
YoonA caminaba tomada del brazo con su mejor amiga mientras avanzaban por las solitarias calles de Rosewood. Se podía percibir el ambiente de Halloween no sólo por el aroma tan exquisito a otoño, también porque en el vecindario, no había ni una sola casa que no mostrase su entusiasmo por aquella festividad que volvía loca a la ciudad. Ella no era la excepción; se había esforzado en combinar su disfraz con el de YuRi a fin de ser un par de princesas misteriosas por esa noche.
Deseó que fuera lo contrario pero muy a su pesar, se encontrarían ahí con SooYoung. Era ella la que les daba el pase a esa fiesta a la que sólo asistían los chicos populares pero no podían evitar sentirse algo abrumadas por el actuar tan sospechoso de su amiga.
YoonA se quedó en medio de los estudiantes de la escuela preparatoria mientras su amiga iba en busca de las otras dos chicas, TaeYeon y MiYoung. Eran un quinteto de amigas aunque parecía que a menudo eran abandonadas por Soo, quien se moría por experimentar la vida universitaria aún a esa corta edad. Todos bailaban, lucían sus mejores disfraces y ella no podía evitar mostrar una sonrisa aunque bastante tímida, especialmente cuando se topaba con la mirada de alguna chica.
—Tu secreto está a salvo conmigo, Yoong. Las palabras de SooYoung resonaron con un fuerte eco dentro de su cabeza aún cuando se las había susurrado al oído segundos atrás. La preocupación en el rostro de la castaña se volvió tan evidente que en la expresión de la otra chica se mostró una sonrisa victoriosa. YoonA se apresuró a irse lejos de ella para encontrar la calma que necesitaba pero resultó todo lo contrario; sentía de todo menos tranquilidad al caer en cuenta que Soo podía leerla tan fácil como a una revista para adolescentes.
Había tomado asiento en una improvisada banca hecha con un tronco de madera en el jardín, estando algo apartada de los demás. Se sentía tan fuera de lugar, no sabiendo por qué siempre accedía a ir a esas fiesta en las que pasaban cosas que terminaban haciéndola sentir de ese modo. Pero Soo siempre terminaba convenciéndolas, pues las fiestas de Halloween de Noel Kahn eran un "must" para todos los habitantes de Rosewood.
De pronto observó que YuRi se acercaba con una expresión que dejaba en claro lo abrumada que se sentía, al igual que ella.
Ambas se miraron sin decir palabra alguna.
Al mismo tiempo, MiYoung y TaeYeon se aproximaban a ellas para discutir acerca de su tiempo en la fiesta. Quizá estaban listas para irse a la casa de alguna donde podrían tener una mejor experiencia de Halloween si pedían pizza y se perdían un momento en la emoción de un maratón de películas. No obstante, sus pensamientos se vieron interrumpidos cuando enseguida todas recibieron de forma individual un mensaje de texto por parte de SooYoung.
[DM: SOOYOUNG] [12:00] Estoy en problemas, ven sola.
Las cuatro chicas se miraron preocupadas, especialmente al notar la dirección adjunta al mensaje. Cuando fueron al rescate de la rubia, todas iban tomadas del brazo, miedosas y asustadas debido a que la casa a la que se habían dirigido, se veía todavía más aterradora en persona. YoonA se aferró al brazo de YuRi, percibiendo su corazón acelerarse al estar en el interior de una espeluznante casa abandonada que no se encontraba adornada con nada más que cortinas de encaje completamente rasgadas y una colección de muñecas en su respectiva casa, perfectamente acomodadas pero empolvadas y desgastadas.
El recorrido fue tortuoso mientras TaeYeon alzaba un poco la voz en busca de obtener una señal de SooYoung, pero no había nada más que sustos cuando al atravesar la sala de estar, YoonA jaló del brazo de YuRi para llamar su atención. —¡Acabo de ver una figura en la oscuridad con una aterradora máscara! Alguien nos está siguiendo. —todas se asustaron al encontrarse con un rechinido en el piso de madera, sonido que las llevó a divisar en una habitación oscura a una persona colgando en el techo.
MiYoung parecía ser la más asustada debido a que había comenzado a lagrimear pero en realidad todas estaban aterradas. Incluso después de caer en cuenta que la aparente persona que las seguía no era más que un saco colgado, aunque ello resultaba igual de inquietante.
—¡¿SooYoung?! ¡Esto dejó de ser gracioso horas atrás! Exclamó una impaciente MiYoung, al borde de las lágrimas.
Entonces todas escucharon un 𝗴𝗿𝗶𝘁𝗼 que conducía al piso de arriba. YoonA miró a las demás con preocupación; la sangre se le había ido a los pies pero no tardaron en reaccionar al reflexionar que era la voz de su amiga que había desaparecido horas atrás en la fiesta. Corrieron escaleras arriba para encontrarse al pie de una puerta trabada que les impedía ingresar.
YoonA intentó abrirla varias veces al tirar de la manija mientras SooYoung desde dentro relataba con terror que alguien la había arrastrado hasta ahí, amenazándola con quitarle la vida usando un cuchillo. La experiencia empeoró al momento de que YuRi llamó la atención de las tres para ver por el ojo de la cerradura. La imagen de un hombre disfrazado con una capucha negra junto a una desgastada y espeluznante máscara de bebé, luchando contra SooYoung y el cuchillo sólo aumentó el pánico que sentían las cuatro chicas, especialmente cuando pareció haberla lastimado, pero de pronto la joven desapareció cuando escapó de aquella lucha.
Entonces YoonA reflexionó que aquel disfraz era el que había visto minutos atrás en la habitación donde apareció el saco, no había sido producto de su imaginación y ahí fue cuando sintió aún más miedo.
La puerta curiosamente se había destrabad y se apresuraron en ir corriendo al interior de la habitación; no hubo rastro de la rubia así que regresaron escaleras abajo buscándola a gritos, pero el recorrido hacia la salida terminó pronto cuando en uno de los cuartos previos a la salida, se encontraron con la imagen de SooYoung meciéndose en una silla, bastante tranquila, jugando con el cuchillo que antes había sido el posible arma homicida de su historia.
Se veía completamente loca mientras las veía fijamente antes de hablar. —Fue todo una actuación. Noel era el atacante, la sangre es cátsup. Pasaron la prueba. ¡Feliz Halloween! —expresó divertida con algunas risas de por medio.
YoonA volteó a ver a sus amigas, sintiéndose bastante tonta al haber creído —una vez más— en uno de los teatros de SooYoung. Estaban completamente en blanco, aún llorosas debido al miedo que habían sentido. TaeYeon fue la que decidió hablar por todas, expresando su decepción y lo heridas que estaban por el estúpido chiste de Soo, ella por otro lado, continuó diciendo que ahora sabía que podía contar con ellas como sus verdaderas amigas cuando las necesitara.
—Vámonos chicas. —expresó la mayor de todas, caminando lejos del interior de aquella espeluznante casa. YoonA notó algunas calabazas destrozadas al pie de la casa pero no le tomó importancia. Después de la tensa experiencia, las chicas regresaron a la fiesta con una mezcla de alivio y confusión.
Las cuatro aún estaban bastante molestas por el comportamiento de SooYoung pero guardaban silencio.
Desde ese momento, YoonA supo que debían irse de ahí. No se sentía nada cómoda y sus ganas de salir de ahí aumentaron al encontrarse con la sorpresa de que la fiesta de estudiantes de preparatoria ahora estaba infestada con chicos de la universidad, gracias al hermano mayor de Noel.
—Chicas, ¿deberíamos irnos a casa? Cuestionó YoonA, bastante segura de que no deseaba permanecer más tiempo ahí.
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mahxshxjo · 2 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* — ♡ #DAYDREAM14 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔 ANIMAL SWAP. BLACK KITTEN 들어놔 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #JELLYMOON + #PINKSUNSET。.゚✧*
Aeri era una chica que se tomaba demasiado en serio el Halloween así que después de cumplir con la agenda del día, decidió ir a comprar todo tipo de decoraciones que aún hacían falta tanto para el departamento como para su habitación. La emocionante brisa de octubre anunció no sólo el otoño, también esa temporada tan mágica que la llenaba de emoción.
El viento acarició con gentileza los cabellos rubios de la joven japonesa, provocando una brillante sonrisa instantánea en su rostro.
Caminando por las calles del distrito, inspeccionó cada una de las tiendas en busca de más cosas porque creía fielmente que nunca eran suficientes. Aún no estaba segura de si hacer una fiesta por su cumpleaños; no había sido un año fácil, mucho menos con tantos recuerdos queriendo estropear el único tiempo que sentía como su lugar seguro. Sin embargo, llevó consigo una vajilla inspirada en Halloween, además de algunas decoraciones propias de sus películas favoritas.
—¿Dónde te pondré a ti? Quizá justo al lado de mi cama. Compartió aquel pequeño diálogo con la inanimada figura de plástico de Ghostface que "le había hecho ojitos". Soltó una leve risa, inspeccionando alrededor que nadie estuviese viéndola hablar con un objeto sin vida.
Y como si fuese cosa del destino, sintió que una fuerza atraía su mirada hacia el frente, hasta encontrarse con una tienda que parecía no haber estado ahí antes. O al menos eso recordaba de sus miles de paseos por esa calle. La puerta era rústica de madera con unas ventanas adornando la misma. Por uno de esos vidrios se asomó al interior sólo para darse cuenta que también vendían todo tipo de decoraciones para Halloween, aunque lucían más detalladas.
Ya tenía todo lo que necesitaba, sabía que no debía comprar nada más pero algo dentro de ella la invitó a cruzar la puerta hacia el interior. El sutil resonar de una campanita anunció su llegada aunque nadie acudió a su encuentro. Extrañada repasó las vitrinas y estantes más por curiosidad que por otra cosa e inspeccionaba con recelo, respirando la misma emoción que en la calle principal.
Algunos quizá la tacharían de loca pero ese lugar en específico tenía el más puro aroma a Halloween, algo que la hizo sentir reconfortada.
De pronto se encontró con la figura de un gato negro. Era bastante hermosa y relucía con el brillo de las tenues luces del lugar, pero algo extraño ocurrió; al fijarse en los ojos de aquella figura inanimada, estos resplandecieron como un par de chispas en color naranja. Ello la sacó de su concentración, preguntándose si había ocurrido realmente o simplemente había sido producto su imaginación.
Decidió salir de ahí cuando recibió la llamada de su mejor amiga, quien la esperaba con ansias para ponerse de acuerdo en un sinfín de planes. Aeri salió abruptamente de la tienda hasta que llegó a la comodidad de su hogar donde se encontró con Vic y animadas se pusieron al día con sus respectivas vidas. La japonesa le mostró las hermosas decoraciones, pero había omitido su visita a esa tienda ciertamente "spooky".
La noche transcurrió rápidamente, cambiando así a un nuevo día más rápido de lo que esperaba. Molesta por la luz que anunciaba el amanecer, se removió en la cama antes de aceptar su destino y levantarse. Ese día debía asistir forzosamente a la universidad así que de un salto salió de la cama, pero extrañamente veía todo diferente. Era como si estuviese caminando a la altura del piso o arrastrándose. Observó cada uno de sus pasos a fin de llegar al fondo pero pronto se dio cuenta que tenía un par de patitas en color negro en lugar de sus pies.
Asustada corrió a encontrarse con el espejo de cuerpo completo que colgaba de la pared y entonces sintió que la sangre se le iba a los pies... ¿o a las patas?
La imagen parecía salida de un sueño o una pesadilla mientras se reconocía a sí misma en el cuerpo de un pequeño gato negro, el corazón le latía fuertemente. Todo se sentía demasiado real. Corrió velozmente a la puerta pero le resultó inútil el salir de su habitación porque estaba cerrado con llave gracias a su psicosis. Con la angustia llenando su ser, se acercó entonces a la ventana en un intento de encontrar a Vic.
¿Pero qué le diría? ¿Cómo le haría saber que se trataba de ella si nada más que maullidos abandonaban su boca?
Normalmente le tenía miedo a las alturas así que cuando pasó de un barandal a otro, su cuerpo entero se erizó por completo mientras maullaba en éxtasis, deseando llamar la atención de su mejor amiga para que le abriera la ventana. Pareció no tener éxito, pues justo observó a Vic salir de su habitación con la mochila puesta. Más tardó en volver a su habitación que Vic abandonando el complejo de departamentos. La japonesa la observó caminar hasta la parada del autobús e inevitablemente sintió pánico, se sentía más vulnerable que nunca y no estaba dispuesta a pasar ese día lejos de la china.
Desde las alturas observó que el camión estaba cerca así que olvidó su temor a las alturas un momento y torpemente se lanzó, aprovechando la habilidad que tenían los gatos para caer siempre "de pie". Corrió tan rápido como pudo aunque no lo suficiente para alcanzar el camión en el que se había subido Vic.
Maldijo una y otra vez por sus cortas piernas, sumamente desesperada. ¿Cómo lograría llegar a la universidad? Vio en todas las direcciones, finalmente encontrando un poco de esperanza: reconocía al amable señor que trabajaba en la librería de la escuela así que corrió nuevamente hasta lograr subirse a la parte trasera de su camioneta.
Podía sentir su corazón acelerarse a un ritmo que de humana no sería nada normal.
En el momento en que llegó a la universidad, de un salto se bajó de la camioneta, escondiéndose detrás de las llantas. No tenía collar ni parecía tener dueño y lo que menos quería era que hubiese algún niño o persona que deseara llevarla consigo. Necesitaba encontrar a Vic. Atravesó a su velocidad normal el campus, subiendo, bajando escaleras, cruzando cada pasillo pero no había rastro de ella.
Y nuevamente se erizó por completo cuando escuchó ladridos resonando en su cabeza. Debía ser una pesadilla. Recordó al perro guardián de la escuela tarde, cuando este venía corriendo en su dirección. La joven en su forma de gato volvió a correr tan rápido como podía, sintiendo ganas de llorar debido al miedo que repentinamente sintió, especialmente cuando los ladridos detrás de ella mostraron al enorme Golden Retriever perseguirla. Maullaba con desesperación como su método de buscar ayuda y entonces, a lo lejos observó la bonita cabellera negra de una chica que sólo podía ser de su mejor amiga.
Podía percibir a distancia ese agradable perfume que ella usaba todas las mañana.
Lo confirmó cuando estuvo cerca, encontrándola cuando escuchaba música mientras sostenía su teléfono entre sus dedos. El pequeño gato subió una barda para encontrarse en el jardín con ella, dejando atrás al perro. Se aproximó a la menor, dejándose caer sobre una de sus piernas, pues estaba exhausta y antes de poder hacer algo más, se descubrió dormida sobre el cálido regazo de su mejor amiga.
No sólo era debido al cansancio, también a que finalmente había logrado su cometido: llegó a su lugar seguro.
Alzó su cabeza para intentar enviarle algún mensaje pero sólo podía maullarle a una confundida Vic que probablemente no tenía idea de qué hacía un pequeño felino sobre su regazo. La japonesa ronroneaba entre una sensación de gusto, acurrucándose en sus piernas cubiertas por la tela de su pantalón.
¿Cómo le haría saber que se trataba de ella? Y lo más importante, ¿cómo lograría volver a su forma?
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mahxshxjo · 2 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* — ♡ #HOMETOBER20 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 FEAR AT DERRY. PENNYWISE 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #JELLYMOON + MINJEONG 。.゚✧*
"Chicas, prometamos que si un día "Eso" vuelve, nosotras también volveremos", las palabras dichas por Jimin años atrás aún resonaban en el interior de su cabeza, sobre todo cada vez que se encontraba sola y por las noches cuando ansiosa se removía en su cama esperando conciliar el sueño. Ese momento no era diferente, pues daba vueltas sobre el colchón, pensando en cómo ambas habían decidido continuar con su vida luego de mudarse lejos de Derry de una vez por todas. Era más fácil hacer como si aquello no había sucedido, aún cuando muy en el fondo el peligro vivido todavía les hacía recordar que seguían siendo sólo un par de niñas asustadizas.
Extrañaba a sus otras dos amigas pero no estaba dispuesta a regresar a aquel lugar, no sin un motivo fuerte. Todos los días se iba a la cama al final de su jornada escolar, pidiéndole a los cielos no recibir mensaje alguno de quien se había quedado en Derry para cuidar el supuesto descanso eterno de Pennywise. Nuevamente abrió los ojos cuando se encontró con el sonido constante de su alarma, reflexionando que no se había dado cuenta cuando se quedó dormida. Parecía ser un día como otro pero desde que se levantó de la cama se sintió extraña, tenía un presentimiento acerca de algo.
Durante la noche había apagado su teléfono para poder dormir así que cuando encendió el dispositivo móvil, logró encontrarse con un montón de mensajes que fueron apareciendo en la pantalla uno tras otro. El corazón le dejó de latir un momento sólo para comenzar a latir con fuerza y rapidez cuando acto seguido leyó el nombre de Jimin en la pantalla. Se negaba a abrir el mensaje, percibiendo la sensación similar a un hueco creciendo en el estómago, sintiendo que las manos le sudaban en tanto sus dedos se movían nerviosamente por el teléfono.
Las esperanzas de que Jimin le escribiera sólo para saludarla fueron minimizándose cuando presionó la conversación para abrirla. El contenido de los mensajes provocó que las náuseas incrementaran junto a unas inmensas ganas de llorar ante el nerviosismo de saber que su presentimiento era una realidad. Derrotada caminó fuera de la habitación para encontrarse con MinJeong. La buscó hasta que la encontró en la cocina preparando su desayuno; la coreana le hacía todo tipo de preguntas mientras Aeri en shock optaba por sentarse en una de las sillas más cercanas.
—M-MinJeong... ha vuelto. Murmuró aún incrédula, sabiendo de sobra que la menor no la había escuchado. Quizá si no lo decía, le restaría el sentido de realidad. Sus ojos se cerraron durante un momento antes de volver a decirlo, esta vez más fuerte. Su mirada también buscó la de la chica frente a ella; observó su expresión cambiar de una bastante sonriente a una que se mostró completamente sombría. —P-Pennywise ha v-vuelto...
Hacía años que su problema de tartamudez parecía haberse extinguido pero con aquella noticia era como si todo hubiese regresado a ella, dándole el mismo sentir de cuando era una niña asustadiza que no podía hacer más que encerrarse en el baño para esconderse de aquellas pesadillas que tanto 𝗺𝗶𝗲𝗱𝗼​ le causaron. Estaba segura de que ninguna de las dos quería volver a Derry, pero habían hecho una promesa que sabían debían cumplir.
Un par de maletas las acompañaron hasta la estación de autobuses luego de cancelar todo tipo de planes durante al menos unas semanas. Ninguna de las dos decía palabra alguna durante el abordaje ni cuando encontraron sus asientos. Era diferente a cualquier viaje que habían hecho durante ese tiempo, no se sentía la misma emoción. La japonesa se acomodó en su lugar sin saber qué decirle a su amiga, quien al igual que ella buscaba ponerse sus audífonos para desconectarse un momento de la realidad.
Aeri observó por la ventana en un intento de despejar la mente pero el terror invadió su ser cuando allá afuera parecían estar caminando en un eterno bucle que mostraba siempre la misma imagen: una parada de autobús. Nuevamente su corazón estaba por salirse del pecho cuando el paisaje seguía avanzando rápidamente pero en cámara lenta aparecía aquel payaso de cabellera rojiza mientras sostenía un globo rojo con una de sus manos. La japonesa se levantó un poco de su asiento aunque estaba paralizada de miedo, lágrimas se precipitaban en sus ojos al encontrarse con Pennywise allá afuera, saludándola con una enorme sonrisa que sólo aumentó el pánico en ella.
Su labio inferior comenzó a temblar mientras extendía una mano hacia atrás para intentar llamar la atención de MinJeong. Cerró los ojos al apretarlos, deseando que aquella imagen desapareciera pero cuando los abrió, se encontró con una imagen aún más aterradora. It estaba viéndola fijamente con una expresión bastante seria, creía fielmente que no estaba nada feliz por verlas de regreso.
Acto seguido el payaso comenzó a correr en su dirección hacia la ventana, logrando que la joven soltara un grito mientras se cubría los ojos con ambas manos. Afortunadamente no había nadie más ahí que ellas dos, fue entonces que MinJeong preocupada le preguntó que había ocurrido. Aeri entre lágrimas fue incapaz de abrir los ojos mientras sollozaba, dando como respuesta la única lógica que su aterrada mente alcanzaba a estructurar.
—¡Sabe que estamos de regreso y no está feliz con ello!
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mahxshxjo · 2 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* — ♡ #SHADOW06 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔 RIVERDALE : BETTY COOPER'S PAIN 들어놔 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #JELLYMOON 。.゚✧*
En cuanto abrió la puerta de su casillero, notó cómo una hoja de papel caía hasta el piso, dándose cuenta de que se trataba de una invitación a la fiesta de bienvenida de Cheryl Blossom cuando la recogió. Aeri caminó hacia la salida principal del edificio, esperando encontrarse con Archie para preguntarle acerca de su asistencia al evento, además de quizá robar algo de su tiempo para pasarlo juntos.
Cuando sus pupilas encontraron el atractivo rostro sonriente del pelirrojo, la castaña percibió en su interior el constante y fuerte latir de su corazón, como si este fuese a salirse de su pecho ante la emoción de ver a la persona que por tanto tiempo le había gustado. Luego de un momento tomó el valor de acercarse a él, esperando a que terminara de hablar con una chica que ella no conocía, aunque le restó importancia a su identidad cuando tuvo la atención de Archie.
—¿Quién era ella? —Su nombre es Verónica. Es su primer día aquí en Riverdale.
El tono de voz del más alto estaba lleno de entusiasmo, algo que provocó una sensación de alerta en la más baja, especialmente cuando no creía que hubiese visto a Archie sonreír de aquella manera en todo el tiempo que lo conocía. Aquel pensamiento le causó una sutil presión en el pecho mientras veía al joven con la vista fija en la dirección en la que se había ido Verónica, como si la joven nunca se hubiera perdido de su vista.
Sacudió su cabeza por un momento, no queriendo hacerse ninguna idea.
Hacía un par de meses que Aeri le había confesado sus sentimientos. El corazón de la joven se aceleraba siempre que Archie le extendía la mano para que pudiesen caminar juntos en cualquier dirección, como en ese momento. El pelirrojo era así de cariñoso con ella, pero era sólo un pequeño gesto a comparación del todo de por qué había sido su crush hasta ese día. Tenían esos ratos juntos donde disfrutaban de alguna película, escuchaban música y hablaban por mensajes de texto durante toda la tarde hasta que alguno se quedaba dormido por la noche.
Los mensajes de cariño, para desear un gran día y buenas noches así como los abrazos estaban tan llenos de sentimientos que su corazón sólo podía ir en una dirección, sin importar cuanto quisiera negarlo.
Por la forma en que ambos se trataban, Aeri estuvo segura de que Archie sentía lo mismo por ella. Sin embargo, sabía bien que debía asegurarse y sólo lo lograría confesándose para saber la respuesta del más alto.
Pero las cosas nunca salían como uno esperaba o realmente la vida era graciosa jugando malas pasadas a las personas, como a ella en ese momento. Los ojos de Aeri se llenaron de lágrimas mientras escuchaba el gentil rechazo de Archie. Estaba confundida, no iba a negarlo. No sólo parecía que él no tenía idea de lo que ella hablaba aún con todo lo que habían pasado juntos, el pelirrojo se contradecía al asegurar que aunque en algún tiempo consideró tener algo con ella, simplemente no se sentía listo para una relación.
No quería lastimarla cuando él se encontraba tan dañado. Las palabras de Archie ni siquiera parecían estar cerca de la coherencia cuando en ese momento, el dolor en el pecho de Aeri era tan intenso que provocó que algunas lágrimas brotaran de sus ojos.
Observando el lugar donde se había confesado, recordó que ese día quiso salir corriendo, huir de aquel momento, del sentimiento de insuficiencia que aún calaba hasta sus huesos.
Días después se había disculpado con Archie por haber tomado mal las cosas, estaba apenada. Ellos eran amigos antes que todo, así que entendía que no estuviese listo para una relación. Los sentimientos de tristeza de Aeri disminuyeron cuando diversas personas lograron calmar su adolorido corazón, recordándole que podía tener paciencia, esperar, darle espacio a Archie para que lograra sanar y después ver qué sucedía.
Todo aquello aún pasaba por su mente, por su corazón, aún cuando había transcurrido algo de tiempo.
A la hora de la fiesta, caminó entre los pasillos de la mansión Blossom a fin de encontrarse con el pelirrojo como habían quedado horas atrás en la escuela, pero parecía no encontrarlo por ningún lado.
—¿Has visto a Archie? Preguntó la castaña a quien con una sonrisa le señaló una puerta que llevaba al enorme jardín de aquella propiedad.
Los pasos de la joven fueron firmes aunque ansiosos al intentar encontrar pronto a Archie.
Escuchó voces a lo lejos del pasillo y para cuando dio con el jardín, sintió cómo el corazón le subía a la garganta. La imagen que presenciaba en ese momento nunca sería fácil de digerir, no importaba cuánto tiempo pasara. Ver a Archie compartir con Verónica un beso tan intenso como el latir de su corazón durante ese momento sin duda era doloroso.
Era como si sus pies estuviesen pegados al piso, era incapaz de moverse o de dar algún paso a alguna dirección. Una excesiva acumulación de lágrimas en los ojos de la castaña provocaron que un par se precipitaran por sus comisuras. Fue aún más inquietante cuando se encontró con la mirada de Archie, quien se quedó mirándole con una expresión desinteresada, ello siendo lo que le ayudó a darse media vuelta para irse en silencio.
Estaba aún más confundida por las palabras dichas por Archie. No es que no estuviese listo para una relación, es que no quería tenerla con ella.
Y dolía.
Contuvo los sollozos en medio de algunos jadeos suaves mientras con su diestra cubría sus labios. Un par de veces limpió las lágrimas que se deslizaban por sus mejillas, acelerando el ritmo de sus pasos hasta que se encontró corriendo hacia la salida.
Cruzó los pasillos de la mansión Blossom hasta dar con la soledad de las calles de Riverdale, se alejó un par de cuadras y cerca de un árbol se apoyó con la espalda y ahí continuó libremente con aquel llanto que anunciaba la ruptura de un corazón.
El de ella.
Quizá lo hubieran logrado, Aeri había esperado por él, había hecho "todo bien". Pero era fácil darse cuenta de que todo había terminado y que aunque quizá no había nadie a quien culpar, las cosas jamás serían iguales.
« Al final, soy una amiga. Pero eso es todo lo que soy para ti. »
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mahxshxjo · 6 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* — ♡ #HOMECAMP03 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아 넣어수치를 느끼게 멘 탈 을 DEMI-GODS. DARK FOREST 싸늘한 흔들 어놔 관중 무너져 더는 널 못 참아 두고 #JELLYMOON + #PINKSUNSET。.゚✧*
Los siguientes días fueron completamente extraños desde aquel evento donde una mujer se había acercado a ella para pedirle la hora pero en el momento en que le tomó del hombro, su mente se había llenado de memorias vívidas de una vida que parecía ser pasada, aunque Aeri aún pensaba que se trató de un sueño. No obstante, la idea no dejó de rondar por su mente mientras trataba de analizar si lo sucedido era cierto, si es que era más que un simple ser humano.
Caminaba por las concurridas calles de Seúl aunque sin prestar atención a lo que pasaba a su alrededor. Parecía perder sentido de la realidad al estar inmersa en la pantalla de su teléfono, preguntándose un sinfín de cosas. Como si estuviese a punto de llover, el cielo comenzó a tornarse gris claro hasta ser uno más opaco. No le resultó extraño debido a que esos días habían pronosticado lluvia, así que simplemente continuó con su andar, atravesando una solitaria avenida que la conectó con una realidad alterna de la que no estuvo consciente hasta que sus ojos se apartaron de la pantalla de su teléfono móvil.
La expresión de su rostro se transformó en una de temor cuando se dio cuenta de que pasó de estar en la civilización a estar en la profundidad de un tenebroso bosque. No se podía ver nada debido a que la poca luz del día estaba completamente opaca y apenas se filtraba por entre las frondosas copas de los árboles. El silencio reinaba en ese espacio hasta que el reconfortante sonido de las hojas haciendo fricción con el fuerte viento, anunció más que una simple lluvia.
Aeri caminó por el césped, teniendo cuidado de no tropezar con las salidas ramas de los árboles.
—¿Alguien anda ahí?
Cuestionó la japonesa en cuanto el crujir de las ramas de árboles que se encontraban en el suelo, se volvió más intenso. Observó a lo lejos sin poder distinguir bien debido a la oscuridad. ¿Se trataba de una persona? ¿O era alguna criatura fantástica? Pensó que aquello no podía ser posible así que intrépida caminó por entre los árboles, decidida a llegar al fondo de aquello, a encontrar la verdad detrás de ese extraño bosque. De pronto, el temor la paralizó cuando una enorme criatura se alzó en medio de fuertes gruñidos.
Un par de ojos centelleantes como fuego en la oscuridad emergieron entre los árboles hasta mostrar a la verdadera bestia. Desafiante, hambrienta, conducida meramente por su instinto animal de supervivencia al sentir que se encontraba en peligro o quizá simplemente estaba deseosa de marcar su territorio, dejándola sin vida. No había mucho tiempo que perder pero ella estaba como en estado de shock mientras hacía nada más que seguir a la bestia con la mirada, alzando la misma hasta que su cuerpo comenzó a temblar por escuchar el fuerte rugir de aquella bestia.
El eco de aquel rugido le heló la sangre.
—¡Ten cuidado!
Escuchó una voz en alerta aunque el timbre era bastante agradable, acogedor. Le recordó a una sensación similar a la que a menudo tenía cuando estaba en su lugar más seguro. Ello logró sacarla de su trance al tiempo que la temible bestia asestó un golpe en su dirección, aunque ella rápidamente lo esquivó para salir corriendo con una rapidez sobrehumana que jamás pensó tener dentro de ella. Se trasladó hasta esconderse detrás de un árbol, respirando agitada no por el cansancio, más bien por el miedo que tenía por ser encontrada por esa criatura.
Observó sus manos mientras las hacía puños, alcanzando a ver un resplandeciente dorado correr por sus venas, como si su sangre se estuviese transformando.
Y aún cuando el miedo la hacía sentir completamente cobarde, había dentro de ella una intensa fuerza de voluntad que la invitaba a continuar con aquella pelea. No estaba acostumbrada a ser cruel con nadie que no lo mereciera pero no parecía haber otro modo de escapar de aquella criatura mas que salir victoriosa. ¿Pero cómo? Miró en todas las direcciones, recordando la voz femenina que segundos atrás había escuchado. Fue entonces que a algunos árboles de distancia observó a una chica de cabello oscuro.
Quería ir hasta donde aquella chica se encontraba pero no deseaba hacer ruido al correr por ahí, mucho menos quería llamar la atención de la bestia. Durante un corto segundo cerró sus ojos, comenzando a pensar con insistencia en ese árbol donde la otra chica estaba. Cuando abrió sus ojos, se sorprendió al darse cuenta que ya se encontraba con ella.
Había usado la teletransportación.
—¿Tienes idea de qué es esa cosa? ¿Qué es lo que hacemos aquí?
Cuestionó a la joven, aterrada. La respuesta de aquella chica había dejado en claro que ella sí sabía quién era, qué hacían ahí y cómo derrotarían a aquella criatura.
—No sé si tengo poderes.
Expresó la joven japonesa con preocupación, cubriendo un momento su rostro al intentar controlar la frustración. Percibió luego el gentil tacto de aquella chica que con tan sólo una mirada le aseguró que no la dejaría sola. El miedo pronto se desvaneció, sintiendo una carga eléctrica aún más dentro de ella, como si algo dentro estuviese despertando.
—¡Espera! ¿Cuál es tu nombre?
Preguntó Aeri, sosteniéndole del brazo antes de que fuera a atacar a la bestia. "Vic", escuchó decir a la chica cuando le dedicó una sonrisa.
Ese simple gesto le dio la tranquilidad que necesitaba. No estaba segura de quién era o cómo se habían encontrado pero de algo sí estaba segura. El destino las había hecho encontrarse porque les esperaba algo más grande que ese pequeño encuentro.
Aún no lo sabía pero Vic no era una extraña, significaba y significaría siempre algo importante en su vida.
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mahxshxjo · 6 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* — ♡ #INDIGO04 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아 넣어수치를 느끼게 멘 탈 을 DOPAMINE. SWEPT AWAY WITH M 싸늘한 흔들 어놔 관중 무너져 더는 널 못 참아 두고 #JELLYMOON 。.゚✧*
Cabellos rubios adornaron tanto su rostro como sus hombros debido al largo de la peluca que había acomodado sobre su cabeza. Estaba sentada frente al espejo, observando su reflejo por última vez. El maquillaje era ligero a fin de resaltar el color azul de sus lentes de contacto. El vestuario confeccionado para aquella primera vez combinaba a la perfección con el escenario, así como la canción que interpretaría en ese debut que prometía ser uno de los más interesantes en toda la historia del bar.
—Aeri, cinco minutos. Anunció el joven que siempre llevaba un par de auriculares sobre sus oídos, dándole ánimos al alzar uno de sus pulgares, aunque desapareció al instante. La joven le había visto por el reflejo del espejo, le dedicó una sonrisa llena de gratitud y simplemente asintió. No se encontraba del todo nerviosa, aunque tampoco estaba en calma. Un sinfín de emociones recorrían su cuerpo, provocando que un sutil jugueteo entre sus dedos tomara lugar sobre su regazo cubierto por la tela roja con estampado de líneas negras de su vestuario.
Esos efímeros minutos le sirvieron para reflexionar acerca de su apariencia. No era nada parecida a la Aeri del día a día, pero suponía que ese era el encanto de aquel mundo: ser una persona diferente. Una sonrisa ladina se dibujó en su rostro, casi como si dentro de ella hubiese otra personalidad esperando el más pequeño impulso para aparecer y dominar la escena. La joven rubia se puso de pie, abandonando el camerino con firmes pasos hasta colocarse detrás del telón en lo que una voz la presentaba al público.
—¡Finalmente, el último acto! El debut de esta noche: ��Scarlet Moon! Escuchó junto a un fuerte conjunto de aplausos que resonaban y hacían eco en el lugar, todos provenientes de los asistentes que esperaban y anticipaban lo mágico que pudiese ser aquel show.
El beat de la música de Swept Away comenzó a sonar cuando el telón subía, dándole una vista completa de los presentes en el público. La rubia caminó al centro del escenario, marcando el ritmo del intro de la canción. Hacer lipsync era todo un arte, aún cuando las personas pensaban que se trataba de un simple sincronizar de labios, hacía mucho había entendido que la magia surgía cuando uno se adueñaba de la canción como si fuese propia, cuando los sentimientos descritos en la canción se sentían en carne propia.
Como ella lo percibía en ese momento.
Durante esas últimas semanas se había encontrado con una figura masculina que siempre se sentaba al fondo del bar, en la última mesa. Solía disfrutar del espectáculo desde aquel lugar mientras bebía lo mismo cada día; un par de vasos de whisky en las rocas. Lucía su mejor traje sastre en color negro, el cual sólo le daba una imagen aún más elegante y misterioso. De por sí, su porte lo era. Era tan atractivo que la joven apenas podía quitarle la mirada de encima cada vez que servía los tragos de las mesas.
Estar en el centro del escenario le permitió notar la presencia de aquel hombre de cabello oscuro en una mesa diferente a la de siempre. Justo la noche de su debut, él ocupaba un lugar en el centro. Su corazón se aceleró por completo, los segundos parecían eternos cuando se encontró con esa fija mirada que hizo que su cuerpo tuviese más de una reacción.
Esa era Aeri, nerviosa e introvertida. ¿Pero Scarlet?
Scarlet era valiente, tenía el valor de sostener aquella penetrante mirada al tiempo que con una de sus piernas se permitía deslizarse hacia abajo, hasta recostarse en el piso del escenario. Permaneció ahí, moviendo sus labios cuando la letra comenzó a relatar acerca de un sueño que tomaba lugar en una playa de una isla desierta. La sonrisa de aquella chica extrovertida disminuyó sólo ante la sutil mordida de su labio inferior que ella misma provocaba.
« I was lying there, lying on the beach. I dreamed you were there. I feel the heat, the sun and the waves. »
Movió su cuerpo, dándose una media vuelta en la que acentuó su parte trasera para enseguida quedar boca abajo, apoyándose de lleno en el piso mientras las yemas de sus dígitos hacían un sutil recorrido sobre el piso. Recorrido que terminó señalando a aquel chico de cabello oscuro que no hacía más que mostrar una pequeña sonrisa ladina.
Él sabía. Tanto como ella sabía que ese espectáculo era para él.
Alzó la cadera nuevamente al apoyarse en sus rodillas, resaltando su trasero cuando estuvo completamente empinada de la cadera. Se puso de pie con lentitud para continuar con aquel espectáculo, pavoneándose sobre el escenario entre movimientos contundentes aunque nada agresivos, eran bastante delicados. Se alejaba del centro sólo para notar cómo aquel chico la seguía con la mirada aún en cada sorbo que le daba a ese vaso de whisky.
« I was swept away with you. »
Un par de vueltas más la situaron cerca del solo de guitarra. Scarlet se arrodilló, doblándose hacia atrás mientras sus manos recorrían la extensión de su abdomen hasta su pecho. La agilidad de sus movimientos la situaron recostada de lado, permitiéndose alzar y sostener una de sus piernas por la coyuntura, tirando de esta. Enseguida se recostó sobre su espalda, manteniendo sus piernas en el aire. Deslizó una de ellas hacia abajo, acariciándose a sí misma en la otra cuando la fue flexionando hasta abajo. Después aprovechó uno de los golpes musicales de aquella pista para separar ambas a la vista del público.
Eran un baile que dejaban poco a la imaginación, así como demostraban lo flexible que era. Sabía que a él le encantaban esos movimientos de baile erótico que provocaban más de un pensamiento "indecente".
Lo confirmó una vez se puso de pie para continuar con el lipsync, encontrándose con esa mirada fija sobre su cuerpo, especialmente en sus piernas. Scarlet recorrió el escenario al continuar con su interpretación, situándose cerca del borde para puntualizar aquella línea.
« I'm gonna flow with you. It doesn't matter, 'cause nothing last forever. »
Encontrarse con aquella mirada le causó una sensación de victoria. Era todo lo que había soñado, deseado. Tener su atención, que pudiese verla solamente a ella mientras hacía lo que más disfrutaba, para quien más deseaba hacerlo. Finalizó la interpretación con algunos ad-libs, terminando con una pose elegante y hasta algo conservadora, como si minutos atrás no hubiese dado un espectáculo digno de la mayoría de edad.
Entusiasmada escuchó los aplausos de todos los presentes, agradeciendo con una sonrisa. Entonces se encontró nuevamente con la intensa mirada del hombre vestido con un traje color negro. Él aplaudía sin apartar sus pupilas de ella y de su cuerpo en general.
En ese momento se dio cuenta que se sentía muy comprendida por la letra de la canción. Incluso si durara un sólo día o fuera eterno, si fuera para siempre o si fuera la última vez, estaba inmersa en él.
Tan inmersa que se había olvidado de todo lo demás mientras bailaba para su deleite.
Y no importaba, porque de cualquier modo, nada era para siempre.
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mahxshxjo · 6 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* — ♡ #DAYDREAM47 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아 넣어수치를 느끼게 멘 탈 을 RACING CARS AT SUNSET 싸늘한 흔들 어놔 관중 무너져 더는 널 못 참아 두고 #JELLYMOON + #TANGERINE 。.゚✧*
—¡Adiós, papá! Que se diviertan.
Exclamó la joven pelinegra cuando por la puerta de su habitación, sus padres le avisaban que estaban por irse. No apartó la mirada de su teléfono, simplemente agitó la mano en un gesto de despedida. No se había tomado la molestia de darse vuelta para verles irse, estando ella recostada boca abajo en su cama. Vestía ropa casual, la que normalmente usaba para estar en su casa luego de un largo día de esas aburridas clases que no podrían importarle menos.
Sus padres se iban como cada tarde a sus reuniones sociales con inversionistas importantes para la empresa familiar. Y aún cuando debía ser la más interesada al ser la heredera de automóviles Uchinaga, realmente estaba más interesada en divagar en las redes sociales en busca de algún chisme nuevo en la escuela, uno que no la involucrara.
En cuanto escuchó que el enorme cancel eléctrico se cerraba, la japonesa se levantó de un salto para acercarse hasta el ventanal de su balcón sólo para confirmar que sus padres se habían ido. El atardecer estaba dando inicio y había un cierto aire de nostalgia mientras el fuerte resplandor del sol se apagaba, convirtiéndose en un intenso anaranjado que se mezclaba con tonos rosáceos así como púrpuras. Observó enseguida la hora en su teléfono, dándose cuenta de que se le estaba haciendo tarde.
Felizmente hacía tiempo que era libre de la supervisión cuando se quedaba sola. Claro, sin contar los guardias privados que custodiaban su mansión, pero después lidiaría con ello.
Corrió por toda la habitación para encontrar el atuendo perfecto para aquella tarde-noche. Después de una hora rápidamente bajó las escaleras de la mansión para escabullirse por la puerta trasera de la enorme mansión. Se encontró con el vigilante que rondaba su edad, ella le dedicó una sonrisa cómplice cuando este se hizo a un lado para que continuara con su travesura. Bastaba el perfecto uso de sus encantos para lograr que aquel joven prometiera dejarla salir cada atardecer sin mencionar palabra a sus padres, a ninguno de sus colegas que seguramente harían un mejor trabajo que él.
Al cruzar la reja que separaba la calle de su casa, percibió nuevamente ese sentimiento de libertad que sentía cada vez que se escapaba.
Aunque no tenía que escapar de nadie, pues no había nadie en el interior de su mansión.
Cuando se encontró al inicio del camino, observó aquella sonrisa conocida que le dio ese sentimiento de adrenalina que adoraba con todo su corazón. Se hubiese dejado deslumbrar por ese inocente brillo en los ojos de Mingyu, si no supiera que detrás de esa sonrisa de cachorro se encontraba un chico malo que sin duda alguna no significaba nada más que problemas.
Junto a él, emprendió camino hasta aquel solitario boulevard a las afueras de la ciudad. Una vez llegaron, el más alto se estacionó en una calle cercana así que sólo quedó caminar hasta encontrarse en el centro de todos los reunidos. No consideraba amigo a ninguno de los asistentes, además de ser completamente desconocidos para ella. Nadie de ahí asistía a su escuela, y si había algún individuo que lo hiciera, realmente no tenía idea de quién podría ser.
—Es tu turno, Giselle. Exclamó el chico que la había llevado hasta ahí. La japonesa le dedicó una sonrisa antes de robarle la paleta de dulce que recién se había llevado a la boca sólo para ser quien ahora la degustara con gusto y así caminó hasta el interior del vehículo que conduciría. Quizá era una completa desconocida para todos ahí, podría hasta catalogarse como que llevaba una doble vida porque una vez la noche cubría la ciudad, su estilo de ropa incluso era diferente tal como su nombre.
Condujo hasta la línea de partida, estacionándose ahí para esperar a que la bandera cuadriculada diera inicio a la carrera.
La joven pelinegra observó a su contrincante al otro lado, haciéndole una seña para desearle suerte. No era la campeona invicta, pero era lo suficientemente buena para hacerle probar el polvo a aquel chico que aseguraba que podría ganarle a una chica.
—Te veo cuando haya cruzado la meta, perdedor. Exclamó burlesca hacia el joven cuando la chica frente a ambos echó la bandera hacia abajo, iniciando así la carrera cuando Aeri pisó el acelerador.
En el mundo nocturno, aquellos arrancones eran famosos entre los chicos problemáticos que huían de sus casas cuando sus padres estaban demasiado ocupados para prestarles atención o simplemente esos que no tenían autoridad alguna que los rigiera. O simplemente era el centro de diversión y libertad para personas como ella, que debían fingir ser personas encaminadas a la rectitud. Había alcohol, todo tipo de sustancias ilícitas y claro, algunos otros temas que no estaban bien vistos por la sociedad, especialmente en esa ciudad repleta de familias llenas de prestigio y riquezas.
Aeri se sentía libre mientras sentía el viento acariciar su rostro con tanta suavidad mientras sus largos cabellos negros danzaban ante la emocionante velocidad a la que recurría para salir victoriosa de aquella carrera.
Nadie ahí sabía que era la heredera del importante negocio automovilístico, aunque eso estaba por cambiar cuando se encontrara con una persona conocida.
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mahxshxjo · 7 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* — ♡ #DAYDREAM51 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아 넣어수치를 느끼게 멘 탈 을 KARAOKE. GIRLS JUST WANNA HAVE FUN 싸늘한 흔들 어놔 관중 무너져 더는 널 못 참아 두고 #JELLYMOON + #PINKSUNSET 。.゚✧*
Después de esa fallida sorpresa de cumpleaños, recorría las solitarias calles de la mano de Vic. Cada paso que daba la terminaba alejando de aquel sentimiento de traición, aunque no necesariamente lo olvidaría... quizá sólo lo dejaría pasar porque no valía la pena. Habían platicado mucho aunque ahora reinaba el silencio en su caminata nocturna. No era uno incómodo aún así, todo lo contrario. Aeri se sentía segura y animada por poder tener alguien como Vic a su lado.
Ese alguien que le recordaba siempre que merecía cosas buenas como todos.
El alcohol inundaba su sistema aunque de forma muy sutil, no demasiado. No perdía visión de lo que ocurría a su alrededor. De hecho, en uno de los callejones encontró el luminoso letrero que anunciaba un edificio tradicional de karaoke.
—¡Vic! ¿Te gustaría entrar? Vamos a sacar todo mientras cantamos a todo volumen.
Propuso Aeri a su mejor amiga, mostrándose animada ante aquella idea. Sabía que Vic no se negaría así que más tardó en preguntar que en el segundo en que ambas ingresaron casi corriendo para pedir una habitación donde pudiesen estar con todas las comodidades para celebrar ese día que se había dado cuenta que aquel chico no valía la pena, además de descubrir que no todas las personas que se hacían llamar amigas lo eran.
La japonesa fue la primera en elegir una canción. Buscó en la lista aquella que tanto quería cantar, la que definía su vida desde que había nacido hasta ese momento. Especialmente porque no pedía más que sentirse feliz, divertirse.
Invitó a Vic a unirse a ella cuando le entregó el otro micrófono. Entonces ambas sostenían un pandero para armonizar la pista que haría resaltar sus voces. Entusiasmada por el inicio del instrumental, no sería demasiado difícil seguir la letra si es que el alcohol las traicionaba y de pronto olvidaban la letra. En la pantalla aparecían las oraciones que tenían que ir cantando mientras se pintaban de algún color que resaltaba para no perder el control de la melodía. Inevitablemente su cuerpo comenzó a moverse al ritmo de aquella divertida melodía hasta que acercó el micrófono a sus labios para iniciar con las estrofas sin importarle demasiado si no estaba en el tono correcto.
El coro era perfecto para ponerse a bailar mientras lo seguía con la respiración sutilmente agitada. En el momento en que ambas se unían, la sonrisa en el rostro de Aeri se volvía más grande.
Era cierto. Sólo quería divertirse, quería sentirse feliz en compañía de las personas que quería como era el caso de Vic. No, a Vic la amaba con todo su corazón. Y de no ser por ella, hacía mucho que habría renunciado a sí misma. Mientras la veía a su lado no podía evitar mostrarse animada cuando se encontraba con su expresión de entusiasmo.
« Some boys take a beautiful girl and hide her away from the rest of the world. I wanna be the one to walk in the sun. »
Cantó a todo volumen mientras cerraba sus ojos. Y al momento de terminar con esa frase, tomó su teléfono para buscar el número de aquel chico. Presionó el botón para bloquearlo cuando un mensaje tras otro llegaba, diciendo nada más que mentiras.
Y cuando sintió sus ojos humedecerse, volvió a aparecer ese emocionante coro que la hizo olvidarse de todo, de todos, excepto de la persona que más la hacía feliz en todo el mundo, su mejor amiga Vic.
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mahxshxjo · 7 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* — ♡ #INDIGO36 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아 넣어수치를 느끼게 멘 탈 을  싸늘한 흔들 INVISIBLE. BLACK MAMBA 어놔 관중 무너져 더는 널 못 참아 두고 #JELLYMOON 。.゚✧*
Semanas habían transcurrido desde aquel extraño suceso que ocurrió en el set de la sesión fotográfica, aunque Giselle realmente no recordaba en su totalidad lo que había sucedido. De hecho, continuaba pensando que había sido un sueño o un momento de debilidad de su mente al encontrarse tan cansada. La aplicación de Kwangya World fue todo un éxito para ella, podía explorar aquel mundo con su avatar así como comunicarse con diferentes personas alrededor del mundo gracias a la Xenoglosia, que era el poder de ae-Giselle.
Dentro de la aplicación conoció a algunas chicas, tres para ser exacta. Había comenzado a apreciar la amistad forjada con ellas, especialmente con una en específico. No sabía su nombre real pero podía imaginarse que era algo relacionado con el usuario que había elegido para su avatar.
La llama simplemente NingNing, sin el ae que llevaba su avatar.
A menudo podía reunirse con ellas en el mundo virtual, así como charlar durante horas por medio del chat. Las cuatro parecían tener una relación tan estrecha como si se conocieran de toda la vida, algo que a la modelo le hacía sentir sumamente cálida, pues la vida del entretenimiento era bastante solitaria. Incluso si tenía buena relación con su equipo, todos eran mayores que ella así que no había nadie que rondara su edad con quien pudiese convivir.
Debido a ello, apreció aún más la amistad creciente que pronto desarrolló con Karina, NingNing y Winter.
Durante el receso de la sesión fotográfica, esperaba sentada en una de las cómodas sillas mientras el equipo se decidía acerca del siguiente set. Giselle tomó su teléfono para abrir la aplicación de Kwangya World, deseosa de encontrarse con alguna de las chicas para deshacerse del aburrimiento que estaba experimentando en ese momento.
Extrañada por el exceso de tiempo que había tomado en cargarse el inicio, cerró la aplicación sólo para volverla a abrir aunque sin tener mucho éxito. —Qué extraño... —murmuró para sí misma mientras recurría a todos los medios posibles para que funcionara. Su teléfono se estaba reiniciando cuando la pantalla entera se quedó en un profundo negro que incluso podía reflejarla a ella.
Durante ese momento sintió que su corazón dejaba de latir por un segundo sólo para volver a hacerlo con un acelerado ritmo cuando observando bien la pantalla de teléfono se dio cuenta que no era su reflejo. La imagen frente a ella era la de su avatar, ae-Giselle, quien además de todo lucía aterrada, con una expresión de susto que alcanzó a helarle los huesos. La chica de cabello corto golpeaba la pantalla como si quisiera salir de ahí, gritando en mudo por ayuda mientras la oscuridad parecía consumirla hasta hacerla desaparecer.
La japonesa tenía el cuerpo completamente helado con la piel erizada, intentando darse consuelo al pensar que era una actualización nueva quizá para agregar alguna historia de drama. Aunque parecía ser demasiado real.
En la pantalla enseguida comenzaron a distorsionarse las imágenes así como los colores, como si tuviese una falla hasta que un mensaje apareció frente a ella solamente con la opción de aceptar.
« Black Mamba wants to share a picture with you. »
Y antes de que pudiese hacer algo al respecto, nuevamente ocurrieron una serie de fallas técnicas que llevó a su teléfono a mostrar una pantalla negra con el símbolo de una serpiente y posteriormente se apagó.
Estaba demasiado extrañada. No obstante, en ese momento su mánager le habló para que se acercara a ella a fin de discutir los últimos detalles de la sesión fotográfica. Giselle caminó hacia el siguiente set con sus pertenencias pero algo parecía darle mala espina conforme sus pasos se adentraban en el oscuro ambiente.
—El tema de este photoshoot es un mundo virtual contaminado.
Explicó el director creativo, ganándose una mirada llena de desconcierto por parte de la japonesa. Los colores oscuros reinaban el set mientras diversos mensajes distorsionados aparecían en las pantallas detrás de ella. Sentía algo de miedo, sin embargo, tenía que lucir y ser tan profesional como siempre así que se situó al centro del escenario para así esperar direcciones.
De pronto, el silencio reinaba en el lugar. Todos tenían su mirada sobre ella, viéndola fijamente sin decir alguna palabra. Era como si estuviesen en pausa... todos. El miedo comenzó a inundar su sistema mientras llamaba a su mánager con ímpetu. No había respuesta alguna. Sintió ganas de llorar, y hubiese roto en llanto si no fuese porque un ruido detrás de los presentes la desconcentró por un momento.
—¡¿Q-Quién anda ahí?! —exclamó la joven con la voz entrecortada, acercándose un poco al borde sólo para darse cuenta de que el set comenzaba a llenarse de un humo en color morado. —Chicos, si esto es parte de la temática lo entiendo, pero me están asustando.
Llena de temor expresó a los presentes que inmóviles no hacían más que mirarla fijamente con algunas sonrisas falsas en el rostro. Giselle cubrió su rostro durante un momento hasta que el sonido de algunas sillas moviéndose le hizo ponerse alerta. Frente a ella, detrás de todas las personas se erguía la figura de una enorme serpiente.
Nadie más parecía estar al tanto de lo que ocurría, pero pronto relacionó que se trataba de la Mamba Negra, esa enorme serpiente que resultaba ser la más letal del planeta. Giselle retrocedió mientras la enorme víbora se aproximaba a ella, abriendo su boca, serpenteando su lengua como si quisiera comérsela. Las piernas le temblaban, imposibilitando que pudiese escapar.
« Black Mamba will swallow everything. »
Escuchó un susurro en tantos idiomas diferentes que alcanzó a entender al tiempo que la serpiente se lanzaba hacia ella para atacarla. Sus ojos se apretaron mientras gritaba, cubriendo su rostro.
—¡Giselle, Giselle!
Alguien gritaba su nombre infinidad de veces mientras se sentía atrapada por un firme agarre, del que intentaba zafarse en más de una ocasión hasta que fue sacudida con fuerzas. Sus pupilas se encontraron con el aterrado rostro de su mánager. La japonesa respiraba agitada y veía a todos los presentes verla con confusión, hasta con preocupación.
—¿Viste a la serpiente? ¡Iba a comerme!
Exclamó entre sollozos, abrazándose a la mujer frente a ella.
—Giselle, no había ninguna serpiente. Te desmayaste en medio de la sesión fotográfica y comenzaste a gritar. ¡Me asustaste mucho!
Sus ojos se abrieron tan grandes como dos platos ante la sorpresa de ello. Efectivamente todo lucía normal, nada aterrador a diferencia de lo que había... ¿alucinado? Su mánager la ayudó a levantarse para así dar por terminada la sesión, posponiendo la misma para darle la oportunidad de descansar y reponerse.
Nadie mas que ella había visto a esa aterradora criatura. No estaba segura de la razón pero el mensaje había sido claro: iba a tragarse todo.
Una vez en su departamento se acercó a su computador en lo que su teléfono se cargaba. Después de haber pasado tantas fallas, sería un milagro que se encendiera correctamente.
Ingresó a la aplicación de Kwangya World sin mayor problema. Encontró el estatus de su avatar como uno normal e instintivamente abrió el chat para encontrarse con las tres chicas con las que había conectado. Quería contarles acerca del sueño que tuvo, sin embargo, algo la detuvo y nuevamente tuvo ese nuevo sentimiento de terror relacionado al personaje llamado Black Mamba.
A lo lejos, desde unas montañas del mundo virtual observó que el bonito azul era consumido por un negro tan oscuro como el que más temprano había visto. Observó a su avatar, respirando agitada de nueva cuenta cuando en su rostro apareció una siniestra sonrisa mientras en la pantalla volvía a aparecer ese mensaje:
« Black Mamba will swallow everything. »
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mahxshxjo · 8 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* #SAEP006 — ♡ IDOL : SPICY ERA 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 HYYGE. GISELLE FROM AESPA 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #JIGUJELLY  。.゚✧*
El descanso que había tomado de forma involuntaria había llegado a hacerla sentir exhausta. Perderse de aquellos eventos no había sido fácil, sin importar cuánto su mamá le dijera que necesitaba dejar de estresarse por ello. En ocasiones se olvidaba de que era más que Giselle, que ese no era el único aspecto de su vida pero quería regresar al escenario tan pronto como fuera posible, aún cuando la salud era lo más importante para seguir haciendo lo que tanto le gustaba.
Sus compañeras de grupo habían continuado con las promociones del grupo, pues el show tenía que seguir aunque ella estuviese con problemas de salud. Hasta cierto punto entendía ello pero la preocupación de no formar parte de ello la tenía alerta a cualquier comentario que pudiese haber por ahí, aún cuando se había prometido a sí misma que dejaría de importarle si alguien decía algo negativo acerca de ella.
Estaba consternada por no poder ser parte de ello, aún más, de no poder estar sobre el escenario junto a sus compañeras.
Ella hacía todo lo que estaba en sus manos para recuperarse pronto, intentando darle a su cuerpo ese descanso que quizá le pedía mediante ese malestar. No estaba segura de cuando volvería pero daba todo de ella para que fuese tan pronto como fuera posible.
Pasado algún corto tiempo, Giselle estaba completamente recuperada pero fuera de divertirse o hacer cosas que no tuviesen relación a su trabajo, se ocupó en practicar cada uno de sus bailes y vocales a fin de recuperar la condición que ligeramente había perdido después de estar en cama por tantos días.
La empresa estaba enterada de que ella lo estaba haciendo mejor así que el anuncio de la empresa donde hacían de conocimiento público que la condición de Giselle había mejorado muchísimo y debido a ello formaría parte de las promociones para el concierto de Lotte Duty Free la llenó de tanta emoción que apenas pudo contener un sutil grito agudo cuando su mánager se lo hizo de conocimiento.
La noticia de que aespa formaría parte de la alineación del primer día del primer concierto presencial de Lotte Duty Free desde la pandemia llenó a la japonesa de emoción y entusiasmo. Ella estaba completamente recuperada y la necesidad de presentarse en compañía de sus compañeras era cada vez más grande.
Se sentía como una niña a la que sus padres la dejan subirse al juego de su interés durante un paseo en la feria.
El encontrarse con una buena respuesta de parte de los fanáticos era la cereza del pastel.
Y por primera vez después de ese tiempo caótico que ella había vivido en su año de debut, en Seúl se llevaría a cabo el concierto número 16. Era como una señal del destino. Su participación parecía unirse a aquella celebración que sin duda marcaría el inicio de una nueva era en la que no tenían que preocuparse más por el virus que los había aterrorizado por tantos años.
Importaba para ella, para su regreso. Estaba segura de que era tan importante para ella como para ese grupo de personas que siempre estaba animándola de cerca.
La japonesa había ensayado cada coreografía, había practicado tanto sus vocales como su respiración incluso durante las semanas de reposo pero ahora estaba completamente lista. El primer día del concierto presencial era la fecha destinada para ellas.
Claro que estaba nerviosa, pero deseosa de demostrarle a todo el mundo que era tan parte de ello como todos.
Desde los primeros números musicales de aespa, se había cuestionado acerca de la veracidad de sus vocales en vivo así como del talento de las cuatro chicas. Estratégicamente la empresa era la que decidía cuando se cantaba en vivo o cuando se hacía una sincronización de labios pero las personas no alcanzaban a reflexionar que no era algo que estuviese en sus manos.
No obstante, ese concierto era importante así que sabía que cantarían en vivo en su totalidad.
Sin duda alguna, la energía de un artista era completamente diferente cuando cantaba en vivo. Era aún más impresionante, logrando que el público fuese aún más apasionado. Giselle así lo sentía incluso si en algunas ocasiones sentía la falta de aire o que alguna nota se le iba. No había nada más divertido que sostener con fuerza el micrófono mientras bailaba e intentaba disfrutar tanto de la canción como mostrarle a todo el mundo que era tan talentosa y parte del grupo como las demás.
Las chicas lucían y se escuchaban increíbles durante el segmento de su presentación. Giselle, al notar que los fanáticos estaban contentos con su regreso, se aseguró de mostrar siempre una brillante sonrisa cada vez que esos gritos la animaban y le recordaban en un principio por qué se había decidido por ser cantante. No sólo su salud estaba mejor, también sus ánimos e incluso podía sentir cómo su corazón parecía estremecerse conforme las luces del evento la iluminaban al hacer sus respectivas partes.
Se sentía como una verdadera estrella.
Su voz nunca había sonado tan fuerte, haciéndose notar apenas sostenía el micrófono sobre sus labios. Sin duda alguna había sanado, pero la realidad era que el volver a sentirse parte de ese algo tan emocionante le daba fortaleza para cantar tan alto como su corazón le dictaba que lo hiciera.
Nunca había dado por sentada su posición dentro del grupo, pues desde antes de debutar sentía que tenía que demostrar en su totalidad que realmente merecía ese puesto.
No obstante, para Giselle todo se redujo a ese momento sobre el escenario mientras veía al público corear las canciones con ellas, animándolas desde sus asientos.
Cantar era uno de esos placeres de la vida que no iba de la mano con la fama. Sólo poder ser escuchada por ese grupo de personas que sonreían era lo que más importaba, no los comentarios negativos o cuánto le hubiese costado llegar hasta ahí.
La felicidad experimentada en esa actividad que bien podría ser algo común o pequeño para algunos, para ella significaba el mundo entero.
Y aunque los halagos y el reconocimiento que pudiesen llevarse de las personas que fuesen fanáticos o no, tener la oportunidad de hacer lo que amaba era lo que más atesoraba.
Sin importar qué tanto dolía, nunca había sido tan feliz como en ese momento que pudo volver a conectarse con lo que más contenta la hacía sentir: la música.
Como en otras ocasiones, era el principio de algo emocionante. La gira mundial de la que tanto se había hablado, para la que Giselle se sentía completamente lista.
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mahxshxjo · 9 months ago
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⭐┊。.゚✧* — ♡ #SAEA004 다치고 망가져도 나 뭘 믿고 버티는 거야 어차피 떠나면 상처투성인 FIRST KISS. GOT A SECRET, CAN YOU KEEP IT? 채로 미 워하 불쌍해하는 네가 내 눈엔 더 불쌍해 네 멋대로 내 사랑을 끝낼 순 없어 이 아픔 없 #JIGUJELLY 。.゚✧*
Desde la última fila de asientos —donde ella estaba sentada—, a través del salón de clases observó al profesor Cédric dar la clase de química, como si no fuese el hombre más atractivo que había conocido en toda su vida. El adulto caminaba de un lado a otro para señalar diversas fórmulas en el pizarrón, explicando algo que Vivian no entendía. Ella no era buena en las ciencias, mucho menos cuando tenía el recuerdo de los labios del adulto recorriendo su cuerpo entero la noche anterior.
Antes de saber que sería su profesor el resto del ciclo escolar.
Entre sus dedos sostuvo el lápiz con el que intentaba tomar apuntes, sin tener éxito alguno. Mordió sutilmente la goma de borrar en la punta con sus dientes frontales, después pasando esa presión hasta su labio inferior.
¿Era ella o estaba comenzando a hacer calor cuando observó la forma en que había fajado su camisa? Un cinturón negro ajustaba el borde del pantalón de forma injusta para la vista de la castaña. Se perdió un par de veces en aquel torso perfectamente cubierto, pero ella conocía cada centímetro de su tersa piel, de su trabajado abdomen.
La campana de término de clase la sacó de su éxtasis mental, volviendo entonces a la realidad. Sí, estaba preocupada porque alguien descubriera que había tenido un encuentro íntimo con quien ahora era su profesor, aún si juraba que lo había conocido antes, sabía que nadie le creería. El primer día de clases marcaba una excitante jugada del destino mientras los estudiantes abandonaban el salón de clases y Cédric guardaba sus materiales en su portafolio.
Se habían quedado solos pero antes de que ella pudiese decir algo, él se disculpaba al marcharse. Era evidente que la estaba evitando, provocando en ella aún más ansias de encontrarse con él.
Cabizbaja caminó por entre los solitarios pasillos del último piso, encontrándose de pronto con una silueta que vestida completamente de negro, estaba parada algunos metros a distancia de ella. No se veía su rostro debido a la capucha que llevaba puesta, provocando que fuese inútil el que viera de quién se trataba.
De pronto sintió miedo, especialmente cuando parecía que aquella figura estaba cada vez más cerca. Vivian entonces se dio media vuelta para caminar lejos de ahí. Entonces sintió que alguien la tomaba del brazo para atraerla hacia el interior del baño de chicas que a esa hora estaba completamente solo.
Un grito agudo fue acallado por una mano que cubría sus labios. Nerviosa observó el rostro tras abrir sus ojos, dándose cuenta de que se trataba del profesor Cédric.
Y entre la adrenalina del momento, de la noticia de que era su nuevo profesor... no pudo resistirse más. Él tampoco.
Fue cuando ocurrió: su primer beso dentro de la escuela. Dentro de esa inmoral temática en la que una menor de edad se enredaba con su profesor. En cuanto sus labios se tocaron, Vivian rodeó los amplios hombros de Cédric mientras este la apretaba contra su cuerpo, acorralándola contra el lavabo.
—No tenía idea de que sería tu profesor, no habría aceptado de saber que no podría andar contigo libremente. —Será nuestro secreto... lo prometo.
Mencionó entre esa sutil respiración agitada de ambos cuando tomaron una breve pausa, mostrándose completamente desvergonzada.
Nadie sabría acerca del amorío que mantenía con su profesor, porque sí... no sería el único encuentro que tuvieran. La menor se alejó del cuerpo ajeno, arreglando tanto sus cabellos como la boba sonrisa mal maquillada que se asomaba entre sus labios.
Habían quedado en verse a escondidas, en algún hotel fuera de Rosewood. Vivian le dedicó un guiño al más alto antes de abandonar el lugar, habiéndose asegurado que nadie la viera salir. Pronto hasta se olvidó de la figura en negro que había visto minutos atrás, cuando sólo podía pensar en Cédric.
Finalmente llegó a su casillero, donde ocultó el rostro para no ser evidente en la emoción que sentía.
De pronto, una nota en blanco entre sus libros llamó su atención. Curiosa la sacó para así leer el texto resaltado en un color rojizo. Sus ojos se abrieron como dos platos, sorprendida, asustada, confundida.
Llena de pánico.
« ¡Qué suertuda eres, Vivian! Las otras chicas tienen que hacer su tarea. You get to do the teacher... —A. »
Completamente aterrorizada volteó en todas direcciones, encontrándose puras expresiones sonrientes de los estudiantes mientras sus ojos se humedecían. El mundo andaba con normalidad mientras ella se preguntaba quién podría saber acerca de su relación con Cédric.
Aún cuando ella no había mencionado palabra alguna ni siquiera a sus amigas, alguien sabía su secreto.
¿Pero quién? ¿Quién era A?
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mahxshxjo · 9 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* #SAEA001 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 싸늘 OUR START. BLOODY VALENTINE 한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 #JIGUJELLY  。.゚✧*
Desde el primer momento en que sus ojos se cruzaron con las atractivas y brillantes pupilas de aquel hombre, la pelinegra sintió su cuerpo estremecerse en una corriente eléctrica que erizó su piel, así como percibió su corazón latir cada vez más rápido ante la emoción de encontrarse nuevamente con él. No recordaba con exactitud qué estaba haciendo ese preciso momento, lo que sí tenía en mente era que desde que se había topado con él, estaba completamente segura de que era su persona especial.
Estaba enamorada de esa sonrisa y no iba a poner en duda el hecho de que era él, a quien quería a su lado para toda la vida.
Observó detalladamente la pequeña caja que sostenía entre sus manos, guardando dentro los chocolates con forma de corazón que había escogido con tanto esmero para hacerle un regalo al detective por el día de San Valentín. Adornó con un pequeño moño en color rosa la esquina superior, sosteniendo así la tarjeta donde había escrito un corto mensaje.
Nada atrevido, solamente deseándole un buen día de forma anónima.
—Maldita sea. Eres tan cursi, Aeri. Escuchó la conocida y burlesca voz desde la cocina, intentando ignorar aquella presencia que siempre lograba ponerla de mal humor. —¿Puedes guardar silencio? Déjame tranquila. Replicó la japonesa con una sutil mueca antes de acomodar su atuendo en rosa frente al espejo de su habitación.
Estaba nerviosa, no lo negaba. ¿Y si él no aceptaba sus chocolates? Peor aún, si no aceptaba sus sentimientos. No sabía cómo reaccionaría ante ello pero intentaría dar lo mejor de sí para sólo hacerle saber que desde su efímero encuentro aquella noche, se había sentido atraída por él.
Conforme sus pasos avanzaban por la solitaria noche, su destino era la comisaría donde encontraría al joven que no podía sacar de su cabeza desde que se habían encontrado años atrás.
Nada más y nada menos que el detective Kim era el destinatario de esa caja de chocolates que contenía simbólicamente sus sentimientos. Aeri necesitaba hacerle entrega del presente, sin importar la burla que había recibido minutos atrás y la que recibiría cuando llegara a su departamento de la persona que vivía con ella.
Un paso más al frente para cruzar la calle y estaría en la entrada de aquel edificio del cuerpo policial.
No había ni un alma cruzando por ahí, ni siquiera un vehículo. Parecía que todas las personas estaban celebrando por aquella especial fecha, misma por la que ella estaba a punto de encontrarse con él.
Por algunos minutos de indecisión se encontró completamente sola hasta que un hombre se le acercó repentinamente. Quizá lo más inteligente era gritar por ayuda, especialmente al encontrarse a unos metros del edificio que contenía varios elementos de la policía.
No obstante, el brillo del cuchillo que sostenía el hombre frente a ella se traspasó a sus ojos. La pelinegra mostró una sonrisa ladina, encontrándose un momento con la luna llena que adornaba el cielo por esa noche.
Y enseguida experimentó esa sensación de blackout que a menudo sentía.
Con habilidad le arrebató el arma blanca de las manos sólo para ser ella quien lo incrustara sobre el hombro del hombre, quien desconcertado la veía. Claramente no sabía con quién se había metido, pero la japonesa pronto se olvidó hasta de la caja de chocolates cuando divertida y mostrando una sonrisa casi siniestra comenzó a atravesar repetidas veces el cuerpo del hombre con el filo del arma que sostenía con firmeza entre sus manos.
Había subido al cuerpo masculino, a la altura de sus muslos para seguir jugando con él. Completamente ida, ni siquiera el salpicar de aquel líquido rojizo la sacó de su trance hasta que el sonido de un vehículo derrapando por las calles la hizo 'despertar'.
En el momento en que la joven reaccionó, la respiración se le agitó por completo al encontrarse con aquel hombre... sin vida, sobre un charco de su propia sangre. Aeri observó el arma blanca entre sus manos, sintiendo el terror invadir su ser por completo. Dejó al hombre ahí, decidida a correr de regreso a su departamento mientras intentaba ocultar las manchas rojas que habían ensuciado su suéter en color rosa.
Las salpicaduras recorrían sus manos así como parte de la blanca piel de su rostro.
Al llegar al departamento se encerró en el baño para comenzar a lavarse las manos, los brazos, el rostro y claro, el arma homicida. Observó su reflejo en el espejo, viendo cómo la seria expresión cambiaba a una sonrisa ladina que soltaba algunas carcajadas, muy a expensas de lo que en realidad estaba sintiendo.
—¡No tenías que aparecer justo en ese momento, Giselle! —Anímate, Aeri. Ahora el detective andará detrás de ti, no tú de él.
Un par de veces negó con la cabeza, apoyándose en el lavabo con ambas manos. Quizá la voz dentro de ella tenía razón. No había mejor manera de llamar la atención de un detective que amaba su trabajo, que cometer un delito. No era como si fuera el primero de Giselle, pero siempre había la expectativa de si finalmente se darían cuenta que era ella.
—Incluso le dejé un mensaje con tus chocolates. Mencionó su reflejo, sorprendiendo a la joven que podría verse como una completa loca para quien la viera hablando con ella misma.
Tras una media hora, la joven regresó a la escena del crimen sólo para darse cuenta de que la policía ya había acordonado el perímetro. Finalmente Aeri se encontró con la imagen de aquel chico que la volvía loca con su increíble atractivo, aunque la angustia de Mingyu de encontrar a una persona sin vida había borrado cualquier rastro de esa sonrisa que tanto le gustaba a la joven.
—Detective, encontramos esto en la escena. Mingyu tomó la caja de chocolates con extrañeza, inspeccionando el objeto con sus manos cubiertas por un par de guantes de latex en color negro.
Aeri contuvo la respiración.
¿Le gustarían? ¿Sonreiría cuando se encontrara con los chocolates?
Emocionada se mordió el labio inferior mientras permanecía escondida detrás de un árbol.
« Feliz día de San Valentín, detective Kim. Este es sólo el comienzo... de nuestra historia. »
Eran las palabras citadas sobre la pequeña tarjeta que había escrito Giselle para adornar la caja que al igual que ese pedazo de papel, estaba salpicada con el tono rojizo de la sangre.
Aeri observó encantada cada una de las reacciones del hombre, incluso esa mirada desconcertada que parecía estar escudriñando los alrededores en busca de alguna presencia. Un mensaje claro que aseguraba que era sólo el comienzo.
El inicio de una historia junto al detective del que estaba enamorada.
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mahxshxjo · 9 months ago
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🌙┊ 。.゚✧* #SAEI010 — ♡ IDOL : SPICY ERA 날 밀어 넣어 준비가 안된 무대로 몰아넣어 수 AESPA AT CANNES FILM FESTIVAL 를 느 끼게 멘탈 을 흔들어놔 싸늘한 관중 무너져 더는 널 못 참아 이젠 내가 너를 잡 익숙하잖니 양보해 참아야만 돼 #JIGUJELLY  。.゚✧*
El encabezado del artículo en las páginas web era bastante claro, además de certero. El grupo de chicas más joven de la empresa SM sería el primer artista de pop coreano en asistir a Cannes para el Festival de Cine Internacional, representando a la marca Chopard. Parecía inusual que un grupo perteneciente a la música asistiera a un evento relacionado al mundo del cine, pero ahí estaba el cuarteto de chicas haciendo su debut de esa manera en la proyección « The Pout-Au-Feu » en el Palacio de Festivales y Congresos de Cannes.
A pesar de estar fuera de Corea del Sur, aún teniendo un poco de nostalgia de casa, Giselle jamás se sentía extraña en un lugar donde sentía que podía ser ella misma. Los fanáticos las acompañaban con esos diversos flash que fotografiaban cada paso que daban por esa alfombra roja, gritando sus nombres con tanta emoción que inevitablemente sentía su corazón alegrarse.
La representación de Chopard parecía ser la adecuada mientras el cuarteto de chicas posaba frente a los lentes de las cámaras con esos vestidos y la joyería adecuada para lucirse no sólo ellas mismas, también a la marca de la que eran embajadoras. Ello había sido una fuerte razón por la que habían sido invitadas, debido a que Chopard era uno de los patrocinadores oficiales del evento así que incluso si las personas se preguntaban qué hacían ellas ahí, la respuesta sería demasiado obvia.
Giselle estaba tan concentrada en lucirse para los fotógrafos, que de pronto se olvidó de estar en un evento tan diferente a las premiaciones en Corea del Sur. En algún momento se encontró haciendo un corazón con ambas manos al estilo del famoso 'aegyo' que parecía venir incluido en el sistema de todos los integrantes de la industria del entretenimiento del país surcoreano.
Era ese chip que parecían tener integrado que la puso en una especie de trance de la que pronto salió para reírse algo avergonzada, volviendo a saludar de una forma más solemne. Adecuada para el evento en el que se encontraba desfilando junto a otras celebridades.
Pensó que con suerte, las personas encontrarían su pequeño error como algo gracioso... quizá adorable, realmente esperaba que fuese así.
La emoción de viajar a París aún no había terminado para la japonesa cuando había recibido la invitación oficial de Ottolinger para tener una colaboración con la marca en la semana de la moda. Sin duda alguna había sentido nervios de ir por su cuenta, especialmente desde que no era común que ella fuese en solitario a representar a alguna marca o diseñador, a diferencia de sus compañeras de grupo.
Las otras tres chicas con las que compartía su día a día eran embajadoras de alguna marca, sin embargo, Giselle aún no era parte de esa alineación. En realidad desconocía la razón, pues su sentido de la moda era bueno y prometedor. Estaba segura de que mejoraría conforme pasaran los años y aunque no estaba pensando demasiado en ello, se esforzaría hasta que lograran tomarla en cuenta para ello.
Encontrarse en medio de un desfile de moda era todo un sueño mientras las bonitas prendas relucían con la iluminación del evento, pero sin duda alguna, uno de los acontecimientos más importantes de su vida sería siempre el haber tenido la oportunidad de tomarse una fotografía con uno de esos artistas que tanto admiraba: Travis Scott.
A su vez, la rapera también había sido invitada por parte de Acne Studios para un evento en la misma semana. Resultaba ser un sueño para Aeri que había crecido viendo el amor que tenía su madre por todos esos eventos relacionados de moda al ser ella una diseñadora.
Incluso en diversas ocasiones se sintió contenta pensando que Francia sería el mejor lugar para vivir, pues todo lo relacionado a la moda estaba ahí. Era algo que ella atesoraba desde sus inicios en la adolescencia cuando en Japón iba a tiendas para encontrar prendas interesantes con las que pudiese jugar hasta que finalmente encontró ese estilo que pronto la definiría.
Cuando las luces del espectáculo terminaron, los paparazzis se fueron a trabajar en sus notas para los diversos blogs y revistas, y ella aprovechó que aún no era momento de regresar a Corea del Sur para tomarse unas pequeñas vacaciones. Un par de días serían suficientes para que explorara las calles de esa famosa capital de la moda al tener su agenda libre. Podía ver esa falta de promoción en solitario como algo bueno si tomaba en cuenta que después de tantos años de esfuerzo, apenas tenían un respiro para descansar.
Aún cuando su teléfono se encontraba completamente apagado para las notificaciones del trabajo o de redes sociales, le gustaba estar en contacto con los fanáticos. Había tomado un sinfín de fotografías que podría subir después a su Instagram, esperando poder compartir con todos lo que le interesaba, así como algunas visitas a diversos lugares que también recomendaría.
El vídeo que había subido a redes sociales probando la salsa extra picante del restaurante más famoso de pollo frito había causado algo de sensación. Nunca la suficiente para volverse viral, sin embargo, lo suficiente para sentirse apreciada por ese grupo de personas que la animaba en cada paso que daba.
Estaba demasiado agradecida con todos ellos, pues era como lograba seguir día a día en medio del estrés.
¿Cuál sería el primer lugar al que iría? Probablemente a esas tiendas de ropa desconocidas que escondían tesoros entre sus escaparates. Su conocimiento en francés era lo suficientemente básico para comunicarse con algunas personas aunque volvería a recurrir al inglés cada vez que tuviese la oportunidad.
¿De qué modo podría pasar mejor esas pequeñas vacaciones? Claro estaba. Divirtiéndose en las calles de París e incluso, interactuando con cualquier persona que la reconociera.
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