Tumgik
#volvía para eso no
princeofyorkshire · 1 year
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mentían, provocaron daños psicológicos irreversibles, prometieron que iban a volver y nunca lo hicieron y aún así ahí va la mejor boyband que ha tenido el mundo
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ittom2m · 3 months
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EL VIAJE ASTRAL
Los viajes atrales son un fenómeno muy fascinante pero poco estudiado, por eso el profesor Evan se ha dedicado la mayor parte de su vida a estudiarlos.
Pero por más que el profesor le apasione el tema, él ya esta viejo por eso mismo contrato a Mike su nuevo asistente un joven estudiante con mucho potencial en el campo de la investigación científica y que desde muy pequeño ha tenido la habilidad de hacer viajes astrales así que sabe muy bien del tema casi tanto como el profesor Evan por eso es muy común que realicen sesiones juntos para tener viajes astrales.
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En su última sesion estaban estudiando las interacciones entre sus cuerpos astrales y como es que se podían comunicar e interactuar en el plano astral, todo iba bien hasta que al terminar el viaje, el primero en despertar fue el profesor pero esta vez se sentía con más energía como si hubiera rejuvenecido, hasta que vio sus manos, se dio cuenta de que este no era su cuerpo Si no que era el cuerpo de Mike al verse en un espejo se emocióno aún más asi que se quito la playera y empezó a tocar su nuevo cuerpo en específico los músculos bien trabajandos de su asistente mientras hacía eso, comenzó a sentir como su corazón empezaba a bombear sangre a su entrepierna, asi que se bajo los pantalones solo para ver un bulto considerablemente grande debajo de su ropainterior, lo único que pensó Evan fue en desnudarse por completo y dejar salir ese pedazo de carne pero antes queria tomarse una foto y recordar ese momento.
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justo después de tomar la foto, Mike lo interrupio al parecer habia despertado muy desorientado, casi le daba un infarto al ver como se estaba comportando su cuerpo.
El profesor lo tranquilizo y le explico la situación mientras se volvía a vestir, aún así Mike quería regresar a su cuerpo y el profesor se sentía mal por haber actuado de esa forma en el cuerpo de su asistente, así que tuvieron una sesión rápida para volver a sus cuerpos.
Mike ahora se sentia aliviado mientras veía la foto que el profesor tomo cuando cambiaron de cuerpos, solto una sonrisa y le hizo saber que le gustaria seguir investigando más sobre el intercambio de cuerpos y que podrían intentar volver a intercambiar para la siguiente sesión.
El unico problema era que la siguiente sesión seria hasta el otro sabado ya que Mike estaba ocupado con la escuela, para Evan esto fue un gran inconveniente ya que necesitaba volverse a sentir así de fuerte y viril, y solo lo podía lograr teniendo el cuerpo de su asistente.
Así que el Profesor Evan ideó un plan. Espero a la noche del domingo aproximadamente a las 11:00 pm ya que Mike se iba a la cama temprano para ir al escuela, Evan se tomó las suficientes pastillas para dormir esto con el fin de relajarse y poder tener un viaje astral lo antes posible. En un instante el profesor se encontraba en el plano astral, se dirijo a la casa de Mike en específico a su cuarto donde se quedó esperando en una esquina hasta que vio como el cuerpo astral de Mike apareció, esa era la señal. Su asistente estaba teniendo uno de esos viajes astrales involuntarios, sabía que los tenía a menudo, ahora era el momento de poseerlo así que el espiritu de Evan se abalanzó sobre el cuerpo inerte de Mike.
Profesor Evan: Mi plan ha funcionado *dice con la voz profunda de mike* no lo puedo creer me siento genial en este cuerpo, ahora que tengo el control total podré disfrutarlo empezando por donde me quede.
Al levantarse de la cama el profesor se da cuenta de que su asistente duerme solo en ropa interior y con calcetines.
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El profesor no pudo evitar oler los diferentes aromas que emitía su nuevo cuerpo como el de sus axilas, parecía que Mike estaba tan cansado que se durmió sin bañarse, eso no le digusto a Evan al contrario empezó a exitarse mientras veía esos calcetines blancos. Derrepente tuvo unas ganas de quitárselos y olerlos, y así fue mientras los olia comenzó a tener una ereccion, sabía lo que tenía que hacer así que se bajo su bóxer dejando salir el pene de Mike, aproximadamente unos 17 cm sin circuncisión y con un buen grosor, en ese momento el profesor supo que fue una muy buena decisión haberlo poseído mientras se masturbaba con un calcetín comenzó a gemir, al oír los gemidos de su asistente lo éxito aún más e hizo que se viniera de una vez.
El cuerpo de Mike estaba todo sudado en medio de su cuarto con la verga metida en un calcetín lleno de su leche mientras el profesor lo poseía, solo de pensar en está escena sacada de sus fantasías más perversas aún mantenía duro su pene.
El profesor Evan se sentó en una silla mientras jugaba con sus bolas supo que este cuerpo ahora sería suyo, no pensaba dejarlo.
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Al día siguiente el profesor despierta y lo primero que ve es la ereccion mañanera de su nuevo cuerpo
Evan: Aun no puedo creerlo, sigo en el cuerpo de Mike, anoche fue como un sueño, parece que este cuerpo estaba esperando a ser usado por alguien con más experiencia.
*suena el despertador*
Evan: Vaya ya es tarde, tengo que bañarme después de haberme divertido anoche me quede dormido por eso este cuerpo ya apesta *se huele la axila* aunque me gustaria seguir oliendo así, tengo que ir al escuela y fingir ser Mike o bueno tratar de ser él.
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Evan: Este cuerpo es muy sensible, solo comenze a tallarme y ya tengo otra ereccion, quisiera volverme a masturbar pero ya se me hizo tarde, creo que me quede mucho tiempo mirándome al espejo, este cuerpo merece ser visto por todos, comenzare a tomarme más fotos para subirlas a las redes sociales de Mike así puede que llame la atención de un chico lindo con el que pueda sacar todo el potencial de mi nuevo cuerpo.
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Evan: ahora tengo que vestirme aunque Mike tiene coche, así que podría manejar en boxer solo para ver sus piernas peludas, pies y paquete en cada oportunidad que tenga.
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Evan: dedique toda mi vida al estudio de los viajes astrales y ahora que soy Mike puedo decir que vale la pena dar todo de ti a lo que te apasiona, talvez algún día puedas usar tus conocimientos para poseer un cuerpo como este.
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karylvsjuanii · 7 months
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PORFAVOR ESCRIBI DE PIPEEE 😩😩 nadie escribe de el no encuentro nada
2/Catorce | Felipe Otaño
tw: Lector Femenino x Felipe Otaño, sexo sin protección, hablando sucio, sobre estimulación, squirting/chorros.
Quiero aclarar que los diálogos son en Argentina pero mi narración será latina. Avísenme si me olvido de algo por favor.
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Últimamente Felipe había estado ocupado con su trabajo en el nuevo proyecto que tenía. Y claro que tú lo entendías pero eso no quitaba que lo extrañaras mucho.
Lo último que hablaron fue hace un día, por mensaje.
Te comentó que tenía que entregar papelería personal a la empresa de la película y necesitaba la computadora. Y así fue, recogió la computadora en tu casa pero tu no estabas para verlo, así que llevabas dos semanas y media, sin verlo, sin tocarlo.
Felipe y tu siempre fueron de mucho afecto físico, les encantaba estar abrazados y besarse cada que podían, incluso si había demasiada gente, el adoraba besarte frente a todos.
Donde sea.
El había estado bastante ocupado pero así como tú, se la pasaba pensándote.
Llevaba dos días buscando fotos de documentos e información. Por lo que decidió seguir con eso y mandar todo de una vez. Le aburría estar buscando ese tipo de cosas.
Iba bajando entre tantos documentos y carpetas hasta que vio una carpeta sin nombre por lo que decidió darle click.
La computadora abrió en grande tus fotos.
Tus fotos, esas fotos que lo ponían increíblemente cachondo y hacían que quisiera dejar todo e ir a tu casa para que le arregles esa calentura que había tenido estos días.
Quiso salirse rápido de esa carpeta para no torturarse pero hubo una en especial que robó su atención.
Era la foto que te había tomado justo una semana antes de comenzar con su trabajo pesado, donde estabas tú debajo de él con su polla en la boca. Estabas toda colorada y lograba verse solo el inicio de tus tetas, en las cuales caía tu cabello y tapaba un poco tu clavícula marcada. Tus ojos llorosos mirando fijamente la cámara hacía que Felipe volviera a entrar en ese momento.
Realmente quería repetirlo.
Habías terminado tu turno de trabajo en la oficina, tu carro estaba en mantenimiento ya que recién habías tenido un problema con una llanta.
Por lo tanto esperabas pacientemente el autobús justo afuera de tu empresa para tomar rumbo a tu hogar. Sabías lo tardado que iba a ser esto, así que te pusiste a ver qué había de interesante en tus redes.
Abriste instagram y viste que Felipe había subido una historia, dudaste un poco en abrirla pero finalmente decidiste presionarla.
Hace 5 horas. Era una foto de el en un espejo.
Ibas a responderla hasta que escuchaste el pitido de un auto. Alzaste la mirada y pudiste ver justo frente a ti a Felipe en su auto deportivo.
Te quedaste helada.
Este hizo una seña de que subieras y fuiste sin pensarlo dos veces.
Llevaban unos 10 minutos de camino y ninguno decía nada. Tan solo se dieron un saludo de piquito. Y fue suficiente para ponerte nerviosa.
Siempre te ha hecho sentir así. Y te encanta.
Te extrañé. - Felipe soltó sin despegar la mirada de la carretera.
Por qué no me habías mandado mensaje? - Respondes poniendo tus ojos en él.
Verlo manejando siempre fue una de tus adicciones, su cabello largo que te volvía loca moviéndose un poco por el aire frío que el carro soltaba. La maña tan atractiva que tenía de manejar con un brazo, ver cómo sus venas se marcan y sus trabajados músculos se notan gracias a la camisa juvenil que traía. La típica de manga corta que hace ver sus bíceps apretados.
Estuve muy ocupado, vos sabés todo lo que se me fue encima, disculpame bebé. - Felipe responde con sinceridad.
Llegan a tu casa y él baja enseguida para abrirte la puerta.
Ya fuera, te acercaste a la entrada pero no sin antes girarte. Volvió a entrar al auto.
Te quedaste parada haciendo un gesto de extrañeza. No sabias que hacer.
Te acercaste de nuevo a él sin más.
No vas a pasar? - Lo miras detrás de la puerta del auto.
Para qué? - Dice acomodándose el cabello.
Te quedaste sin palabras.
Cómo que para qué? Qué le pasa? Se aburrió de mi? Ya tiene a otra?
Pues no lo sé, sólo decía. - Decías quitando la mirada de él.
Qué querés hacer? - Felipe pregunta con una sonrisa en el rostro, burlándose.
Ya sabías a dónde iba todo esto. Estaba jugando contigo.
Te quedaste callada sin poder conectar su mirada con la suya.
No tenés nada que hacer? - Abre la puerta de su coche para salir y quedarse frente a ti.
Muy junto para ser real.
Bajaste la mirada al sentir su perfume recorrer tus fosas nasales, te prendió tanto su olor a hombre, siempre te había gustado su perfume.
Tendras que encontrar con qué distraerme si querés que me quede. - Felipe sonríe maliciosamente y te toma de la muñeca para entrar a tu departamento.
Cierra la puerta detrás de ustedes y avanza hacia tu sofá. Este se sienta con las piernas abiertas y los brazos detrás de su nuca.
Que caliente, Dios.
Y la verdad no sabías que hacer, verlo así te provocaba demasiado, podrías hincarte frente a él.
Y bien? - Pregunta Felipe después de recorrer con la mirada tu acogedora casa.
No decías nada y lo empezaba a desesperar.
No diras nada? - Preguntó un tanto serio despegando sus manos de la nuca.
Otra vez te quedaste callada.
Bien. Me voy. - Dijo finalizando la conversación para levantarse del sofá rápidamente y acercarse a la salida.
No, Felipe, ven. - Lo seguiste hasta tomarlo de su camisa por detrás.
Que pasa ahora? - Te pregunta conectando su mirada con la tuya al fin.
Quedate. - Dices mirándolo sin soltarlo de su camisa.
Felipe baja la mirada hacia tu mano aferrada a su camisa y vuelve a mirarte en un par de segundos.
Para ser sinceros, Felipe en serio quería desnudarte ahí mismo y cogerte hasta hacerte llorar, pero se contenía por verte así de sumisa e indecisa, no quería incomodarte.
Tanto me extrañas? - Suelta con una sonrisa en el rostro.
Asientes con la cabeza mordiendo tu labio levemente.
Demostramelo. - Te toma de la mano y te lleva nuevamente al sofá.
Sientes un empujón al sofá pero rápido decides pararte.
Estabas muy caliente ya y no querías hacerte esperar más.
Él se quedó confundido por tu acción, pero antes de que pudiera reclamar algo, lo empujaste y te pusiste encima suyo. Comenzaste a besarlo mientras te quitabas el saco y camisa de botones.
Felipe notó que necesitabas ayuda con eso y no tuviste que esperar demasiado para sentir sus dedos fríos retirarla con delicadeza.
Disfrutaste verlo comiendo con la mirada tus lindos pechos para después relamer sus labios rosados.
Comenzó a besar tu cuello y clavícula cuando quitaba tu sostén a la vez. Al final toda tu ropa quedó por algún lugar de la sala.
De un momento a otro su cabeza ya se encontraba hundida en tus tetas y tu en desesperación comenzaste una serie de movimientos frotándote contra el.
Suaves gemidos salían de tu boca por el placer que sentías en tu coño y tetas, cosa que a Felipe le volvía loco.
Puta madre, vos no sabes lo mucho que ya te ocupaba así. - Felipe te carga y hace a un lado, empieza a quitarse la camisa y pantalones rápido.
Pensabas en mi? - Preguntas viendo su trabajado cuerpo.
No tenés idea de cuanto. - Te dice antes de hincarse frente a ti.
Abre tus piernas y toca desesperadamente tu coño vestido.
Tus gemidos empiezan a hacerse presentes y a Felipe la saliva.
Da pequeñas lambidas con tus bragas aún puestas y agrega un dedo para frotar tu botón. De un momento a otro arranca la tela que le impide continuar e inicia devorándote como un hombre hambriento.
Mhm, igual de rica. - Suelta Felipe haciendo a tu coño vibrar.
Sientes a tu coño temblar de placer, enredas tus dedos en el cabello de Felipe para jalarlo fuertemente demostrando desesperación por correrte.
Felipe moviendo la lengua más rápido te hace estar a punto del clímax pero vuelves a bajar cuando despega su boca de tus jugos.
Te ves tan hermosa, me dan ganas de correrme en todo tu culo mientras te meto los dedos en tu bonito coñito. - Felipe te mira acariciando tus muslos.
Decide cambiar de posición y te acuesta después de bajar sus bóxers seguido de otro dedo frotando tu clitoris.
Sientes un cambio drástico de sus dedos a su polla frotar tu botón ya rojo. Arqueas la espalda sin dejar de soltar gemidos que cada vez lo prenden más.
Te tocaste mucho sin mi? Espero que si porque yo me corrí todos estos días pensando en vos y lo puta que te ves cuando me chupas la pija. - Felipe mete su polla de una sin dejar de acariciarte los brazos y piernas, lo que hace te quedes sin aire y tus ojos rueden a blancos.
Vos serás mi putita hoy? Vas a dejar que te trate como una puta y zorra? - Felipe toma tus muñecas y las junta, volviéndote más inmóvil.
Lo único que podías hacer era gritar y arquear la espalda.
Contestame, pendeja. - Felipe te golpea el coño buscando respuesta.
Ah, si, si pipe, soy tu putita, solo de vos. - Nunca se te había hecho tan difícil formular una oración. Estabas babeando.
Mostrame mi amor, mostrame lo puta que te volvés por mi, correte como toda una necesitada de mi pija. - Felipe empieza a empujarte el coño más fuerte que antes.
Sientes que tu cuerpo no se puede controlar y empiezas a ver borroso por el placer, tu espalda dolía de tanto arquearse y tu garganta de tanto gritar. Tus muñecas atadas por Felipe estaban rojas, tus tetas reboteando por todos lados y saliva embarrando todo tu cuello.
Los graves gemidos de Felipe resuenan en cada estocada, te asombraba el placer que te estaba demostrando, incluso comenzó a gemir tu nombre junto con lo hermosa que eres.
Sientes a su dedo corazón palmear tu clitoris y enseguida frotarlo con ganas, solo eso bastó para que comenzaras a chorrearlo.
Felipe se corrió ferozmente al ver esa imagen, estabas gritando, temblando y aferrándote a sus fuertes brazos mientras de tu coño rojo salían tiras de agua como cascada, el disfrutaba de su corrida y tu seguías mojándolo, todo aún sin sacar su polla de tu apretado coño.
Se recostó sobre ti sin dejar todo su peso caer.
Fuertes suspiros sonaban en tus oídos y su perfume te invadía completamente. Sabias que habías acabado cuando pipe dejó de moverse lentamente y tu dejaste de tener espasmos.
Sos lo más precioso que hay mi amor, te amo. - Dice Felipe recostándote en sus brazos.
Tus cachetes colorados lo hacen sentir el hombre más afortunado del mundo.
No debí dejarte tanto tiempo solita, de verdad perdoname, princesa. Te adoro. - Felipe toma tu rostro y deja piquitos por tus cachetes y nariz.
Yo también te amo, Pipe. - Dejas un suave beso en su mejilla antes de cerrar los ojos y quedar profundamente dormida.
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corazona-das · 5 months
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Una noche compartida
(Enzo Vogrincic & Pipe Otaño x reader)
1/2
tw: +18, diferencia de edad (no especificada), malas palabra.
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————
Tu relación con Enzo era lo que siempre habías soñado, él era y será tu chico ideal. Su apariencia tan suave hizo que te llevaras una sorpresa demasiado grande al inicio de su relación. Realmente te volvía loca la dualidad que poseía en el ámbito sexual, era un espectáculo gratificante de ver, podía ser el hombre más vanilla del mundo visualmente, pero estando caliente era irreconocible, le gustaba todo lo que tenía que ver con verte a ti a su completa merced, juego previo, palabras denigrantes durante el acto, hasta fetiches que te daba vergüenza mencionar, todo consensuado claramente. Algo que te gustaba mucho de él era su seguridad en sí mismo, jamás fue alguien celoso, sabe bien lo que vale y lo que merece.
Desde que estás con el uruguayo no podías apartar la mirada de él, y estabas bien con eso, para ti este era el "primer amor de tu vida" y él se encargaba de darte la mejor experiencia de eso. Pensabas que era casi imposible que alguien más acaparara tu atención, y esto fue así, hasta que conociste a Felipe. Un hombre encantador de ojos claros y cabello oscuro, sonrisa cautivadora y personalidad mucho más que coqueta. Desde que lo viste comenzaste a dudar de tus propios criterios, jamás habías sido alguien infiel, y entre tus planes no estaba serlo, simplemente te parecía atractivo, era atractivo.
————
(semanas despues)
Para tu sorpresa, Felipe se había vuelto muy amigo de todo tu grupo, incluido En. Jamás cruzaron palabras estando solos, siempre fue el saludo cordial y uno que otro chiste cuando compartían tiempo juntos. Te gustaba su amistad así, era alguien muy simpático y casi siempre lograba sacarle una sonrisa a todo el grupo.
Estaban todos charlando en el comedor hasta que fuiste a la cocina por un vaso de gaseosa, no te percataste de ese alguien que seguía tus pasos de manera sigilosa hasta estar solos en el otro cuarto. Estando ya ahí, te diste cuenta de quién era; enseguida te ofreciste para servile algo de beber, y él sin decir palabra alguna negó con su cabeza.
El silencio que había entre ustedes dos era agobiante, ninguno decía nada pero mantenían contacto visual. Como veías que no tenía nada para decir, ibas a salir de la cocina, pero su oportuno agarre te detuvo.
Andy espera, nunca hemos tenido la oportunidad de hablar solos y siempre he deseado hacerlo. —Confesó el argentino sujetando de mi brazo suavemente.
Algo sorprendida por sus palabras y sin decir nada aceptaste esa pequeña invitación a conocerse más por lo que te sentaste con cuidado sobre la encimera.
Dale pipe, aprovechemos ahora entonces. —Dijiste tratando de sonar divertida.
Estuve conversando con Enzo, hace cuanto son pareja ustedes? tengo curiosidad —Enunció él soltando una suave carcajada.
Para ti era muy curioso, el argentino dice querer conocerte más y lo primero que hace es preguntarte sobre tu relación con Enzo. De igual forma, lo dejas pasar.
Pues somos pareja hace 9 meses, casi diez. —Le comentaste con voz dulce. Hablar de En no te molestaba en absoluto, al contrario, amabas hablar de su relación, después de todo él ha sido tu pilar durante estos meses, y haz aprendido bastante gracias al uruguayo.
¿A qué se debe tu curiosidad? Si puedo saber claramente. —Preguntaste con cierta intriga.
Pues me intrigaba el saber cuanto tiempo lleva Enzo con una mujer tan guapa y joven como vos. —Expresó mientras se acercaba lentamente a ti, quedando frente a frente, jamás evitó el contacto visual, es más, había algo en su mirada que te impedia despergarte ella, él apoyo sus manos sobre la encimera encerrandote en medio de estos.
Tenías los nervios de punta, esta cercanía tan repentina te tomó por sorpresa, más aun cuando sentías que te había coqueteado descaradamente. No podías alejarte, te era imposible. Su maravilloso aroma te había atrapado y su mirada penetrante recaía sobre ti, lo cual te intimidaba ligeramente y te impedía el habla.
No te hagas la loca, me has devorado con la mirada toda la noche, preciosa. —Dijo él con obviedad acercándose aún más a ti, estando a centímetros de tu rostro, podías sentir como su respiración tibia chocaba contra tus labios. Pero tú no eras tan fácil, y jamás le harías algo así a Enzo.
Discúlpame pipe, no puedo. —Apoyaste tus manos sobre sus hombros alejándolo rápidamente de ti. Enseguida saltaste de la encimera y caminaste hasta la sala para sentarte junto a tu novio. Felipe no tardo mucho en venir detrás de ti, sentándose justo enfrente mientras te miraba fijamente.
Enzo al instante notó que algo no andaba bien, estabas rara.
Acompáñame un segundo a la cocina, corazón. —Habló el uruguayo mientras se levantaba de su lugar buscando tu mano para guiarte nuevamente a ese lugar.
Desentendida lo seguiste tomando de su mano.
¿Qué pasó con Pipe? —Vocalizó el más alto mientras te miraba fijamente. ¿Fue tan evidente tu disgusto?
En, si te cuento lo que sucedió prometes no molestarte? —Enunciaste en tono bajito tratando de mantener la mirada firme. Él asintió esbozando esa sonrisa que te encantaba.
Felipe intentó besarme, y yo casi no puse resistencia. —Confesaste ante él, a pesar de que es algo de lo que no estabas orgullosa, querías ser sincera para evitar problemas a futuro.
Te juro que fue todo muy repentino, de la nada quizo hablar conmigo diciéndome que quiere conocer más y luego estaba ahí mismo donde estás parado queriendo romper el espacio entre nosotros. —Decías con algo de culpa.
Mira ese pendejito. Es obvio que te tiene ganas, nena. Te comía con la mirada y juraba que nadie se daba cuenta. —Comentó divertido.
Y lo entiendo perfectamente, a mí también me cuesta controlarme cuando te tengo cerca, parece que la única que no sabe lo buena que estás eres tú, amor. —Dijo posando una de sus manos sobre mi mejilla acariciándola levemente.
La cosa aquí es, vos también le tienes ganas, amor? —Preguntó con cierta emoción en sus palabras mientras se agachaba un poco para estar justo a tu altura. Su pregunta obviamente te sacó de onda, ¿a dónde quería llegar con ésto?
Nada que ver En, el único que me despierta ganas aquí, eres tú. —Le explicaste con obviedad mientras te pegabas más a él para abrazarlo.
¿Estas segura, amor? porque si queres garchartelo, hacelo, pero yo quiero mirarte. —Expresó él dejándote sin palabras. Claramente Enzo está algo pasado de copas, no está ebrio, pero siempre con un par de tragos se calienta hasta con el mínimo roce.
Decíme si querés hacerlo, yo lo converso con él, corazón. —Insistió.
No estoy segura de hacer eso, En... —La idea sí te llamaba, pero sentías que no era algo correcto, ni aunque él mismo te lo ofreciera. No negabas que el ojiazul sí te calentaba, es algo que habias imaginado en repetidas ocasiones, estando sobre él apoyando tus manos sobre su pecho mientras sentias como susurraba tu nombre en suaves quejidos. Pero siempre pensaste que se quedaría ahí como una simple fantasía.
Dale chiquita, te conozco lo suficiente como para no conocer tus fantasias más oscuras. —Expresó el más alto con voz profunda mientras te atraía hacia a él con uno de sus brazos.
Y no sabés lo mucho que me calentó la idea de verte cogiendo con otro mientras yo te miro. —Posando su mano cerca de tu nuca con un fuerte agarre; atrapó tus labios con los suyos y una apasionada danza entre estos comenzó, su lengua no perdió tiempo para explorar tu cavidad y el grotesco sonido que producían sus bocas chocando era algo que le generaba aún más placer. Su mano libre recorría tu cintura con fascinación, levantando un poco tu blusa para tener mejor acceso. Tu no perdías tiempo, mantenías una de tus manos por debajo de su camiseta y el frío contraste de tu manos con su tibia piel lo erizaba, mientras que con la otra, tímidamente la dirgiste hasta su entrepierna tocandolo suavemente por encima del jean.
Estaban tan hipnotizados el uno con el otro que habían olvidado donde estaban. Entraron en razón y la mejor decisión fue irse. Iban tan desesperados que el ascensor fue el mejor lugar para empezar. Enzo te acorraló contra la esquina apoyando tu espalda sobre el espejo, comenzó a besarte desesperadamente sin querer distanciarse ni un milímetro de ti, tus manos vagaban alrededor de su cuello enredando pequeños mechones de su cabello entre tus dedos, saboreando el exquisito sabor de su boca. Ese sabor amargo por el tabaco pero con suaves toques dulces por alcohol que había bebido. Este hombre realmente era tu perdición. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, retomaron la compostura y caminaron normalmente tomados de la mano hasta llegar a tu puerta.
Cerrando la puerta detrás de ustedes, En se pegó a ti de nuevo, quitó tu chaqueta y tu blusa con mucha facilidad, dejándote en brasier; comenzó a desabotonar su camisa mientras caminaban sin cuidado hasta el sofá tirandote de espaldas sobre este. Te acomodaste sobre tus codos para disfrutar de la escena más erótica del mundo, ver como su torso ligeramente marcado quedaba desnudo ante ti era una de tus cosas favoritas en el mundo. Rápidamente se puso con cuidado sobre ti, y si había algo que a él le gustaba, era darte placer y hacerte sentir cosas que nunca antes habías experimentado. Besaba tu cuello con frenesí, dejando pequeñas marcas sobre esa blanquecina zona, adoraba tu sabor, tu olor, cada parte de ti para él era maravillosa. Sus besos mojados comenzaron a bajar por tu abdomen, llegando peligrosamente al borde de tu falda. Enzo cada vez carecía más de cordura, hasta que levantó sin cuidado tu falda, dejándote casi expuesta ante él. Sus dedos masajeaban tu zona por encima de la tela mojandote completamente, lo cual le encantaba.
Mira como estás por mi, toda mojadita. —Dijo observandote fijamente, adoraba lo rápido que te ponías colorada al escucharlo hablar así. Sus dígitos seguían recorriendo el camino sobre la tela mientras que se acercaba a la altura de tu boca para besarte y calmar tus jadeos.
Enzo... por favor... —Decías entre gemidos, recién estaban comenzando y él ya te tenía como quería.
Que boquita tan linda que tenes, mi amor. Úsala, decíme qué querés. —Dijo demandante.
Escucharlo hablarte de esa manera era algo que realmente te enloquecía. Verlo sobre ti, con su cabello ligeramente largo recayendo en sus mejillas algo coloradas era todo un deleite para tu vista. Estabas por contestarle una vulgaridad, pero fuiste interrumpida por un golpe en la puerta el cual te trajo devuelta a la tierra. Enzo esbozó una sonrisa bastante sospechosa y se separó de ti no sin antes besar dulcemente la comisura de tus labios; a paso rápido se dirigió a la puerta para abrirle a quien estuviera del otro lado. Esperabas que él se encargara de hacerle saber a cualquiera que estaba ocupado, pero al contrario, escuchaste como cerró la puerta dejando entrar a alguien más junto a ustedes. Estando aún más confundida cuando viste quién era, una mirada cómplice entre ellos los delató y algo en tu cabeza hizo clic.
no sé de dónde me saqué la fuerza de voluntad para escribir esto, pero en mi mente era una idea genial, y hay parte dos. 🤓
es mi primera vez escribiendo algo así. dont judge me. 🙏🏻
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miskhalie · 7 months
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Una noche más-Matías Recalt x Reader.
Pairing: Matías Recalt Advertencias: smut, sexo sin protección, rollo de una noche.
Era una de esas noches en las que Matías te llamaba, te decía que no podía soportar ni un minuto más a su novia y que se moría por verte. Ya no era la primera vez que ocurría, en esta semana. Sabías lo que eso quería decir: Quería otra noche contigo.
¿Qué era más duro si saber que nunca seria tuyo o saber que siempre le dirías que si? No lo sabías, pero esta noche no pareció afectarte. Llevabas unos días cansada, con ganas de desahogarte del trabajo y de los mundanos obstáculos de cada día. Además también ibas un poco cachonda debido a que Matías te tentaba cada día al enviarte un mensaje de lo bien que se lo pasaba contigo.
Sabías que Matías estaba en una relación abierta y que no había problema en ello, pero siempre te acababas compungiendo por ello. Pero, ¿y si esta noche te dejabas llevar y disfrutabas del sexo casual que te ofrecía ser la nueva enamorada del actor?
Decidiste ponerte un conjunto sexy, con seda y encaje que hacía que tu cuerpo pareciera más delicado de lo normal. Te aplicaste una crema que hacía que tu piel fuera terciopelo al tacto y, finalmente, te despeinaste un poco así como a él le gustaba. Pero para parecer menos interesada, como la diosa inalcanzable que eras, sobre la lencería te colocaste una camiseta que había dejado la noche anterior. Como si solo estuvieses de chill.
Oíste un coche, las luces del coche estaban apagadas aun siendo de noche. No vivías cerca, pero tenías ese código para reconoceros. Así pues, aparcaba y salía del coche a un paso calmado, sin preocupación. Había estado antes aquí. Ya te había visto desnuda y no era nada fuera de lo usual. O eso creía él.
Tenía una llave para emergencias, y si hubiera sabido que le esperaba lo hubiera considerado una emergencia. Lo esperaste en la cama, para aportarle misterio.
- ¿Nena, adonde estás? - preguntó una vez dentro de la casa.
- Sigue mi voz. - lo retaste.
Matías sonrió. ¿Qué estaba ocurriendo esa noche?
Se quitó la chaqueta y la dejo sobre el sofá. Por el camino cayeron sus zapatos, sus calcetines y una sudadera que llevaba encima de una camiseta ancha. Giró por el pasillo y te vio recostada sobre la cama con ese conjunto que nunca te había visto y te quedaba tan bien. Al verte, se lamio los labios como un lobo hambriento. Te iba a comer entera.
- ¿A que se debe tanto erotismo? - se sentó en la cama mientras te levantabas a masajearle la espalda de forma seductora.
- ¿Y porque no hacerlo? - le susurraste al oído. Un escalofrío recorrió la espalda del chico. Se le escapo un suspiro y se volvió a lamer los labios. De repente, tenía la boca seca. Se sentía como si fuera su primera vez de nuevo.
Te acercaste a su lado y tus pechos se movieron ligeramente, apretándose un poco debido a tu brazo. No eras tan inocente, sabias perfectamente que estabas haciendo. Tu cabello caía como una cascada sobre tu pecho y tu espalda. Matías se volvía loco con solo mirar tu cuello desnudo, tu clavícula marcada y tus pechos redondos y suaves.
- Puedes tocar si quieres. - le ofreciste un vista aún más tentadora de tus pechos, inclinándote hacia él. Definitivamente su novia no lo recibía así para tener relaciones.
Alzó la mano hacia tu pecho, pero antes de colisionar piel con piel, unió vuestros labios en un beso suave y lento que iba siendo cada vez más explicito. Masajeaba tus pechos sobre el sostén, no obstante, gruño frustrado y metió la mano por debajo. Te derretías con su tacto pero no podía ser, hoy te tocaba seducirlo, no al revés.
Lo tumbaste y te quistaste el sostén para colocarte sobre él. El contacto de piel con piel hizo que tus pezones se volvieran duros y Matías lo notara. Apuró los besos como si fuera un hombre hambriento, de ti, y cada vez eran más húmedos, más apasionados y más sucios. Tu boca no era lo único húmedo en el momento, lo que hacía él te encantaba, pero no era el momento de que te sedujera, sino que tu lo hicieras por él.
No dudaste al quitarle los boxers, y empezar a darle un ritmo continuo a su verga. Matías abrió los ojos sorprendido por tu iniciativa. Pero se sorprendió aun más cuando incorporaste tu boca al trabajo.
Bajo de ti, él temblaba, se escurría, se contorsionaba. No podía aguantar tanta fuente de placer, y más cuando no lo había conocido de ti. Rápidamente, sus dedos se colaron por dentro tus bragas y con solo rozarte, suspiraste entrecortadamente. Mojó sus puntas en tu agujero y cubrió la zona con tus jugos. Masajeaba la zona al mismo ritmo que tu le dabas. Él no podia aguantar el ritmo y tú tampoco.
Pronto la ropa sobrante se fue, por lo que solo os queréis tocar y frotar el uno con el otro.
- Nena, dejame entrar o me voy a correr como un gil. - jadeó viendote demasiado profundo en la pasión del momento.
Se acomodó dentro de ti y embistió suavemente para que te adaptaras. Pero tu ya estabas con los ojos en blanco, agarrandote a su espalda con tus uñas. Tus gemidos eran intensos y Matías no podía resistir los suyos al oírte. Era más vocal que otras veces.
- Más, Matías, más. - estabas fuera de si, su pene rozaba el punto mas sensible dentro de ti.
Matías empujó más, casi sin poder controlar su lujuria o la situación. Dejó escapar un gruñido fuerte y le temblaron los brazos que lo apoyaban sobre ti. No podía aguantar más. Tu lo apretaste, llegaste a tu climax con un gemido obsceno y temblor en las piernas. Él no se contuvo más. Gritó tu nombre y se vino.
Se cayó sobre ti y lo abrazaste con brazos y piernas. Jadeaba como si hubiera hecho un triatlón.
- Matías - lo llamaste.
- Decime, linda. - suspiró sonriendo.
- Te amo.
- Yo también te amo. - te acarició el pelo hasta que te dormiste.
Por primera vez, Matías consideró quedarse a dormir y así lo hizo.
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koishhiteru · 5 months
Note
hola linda! podes hacer algo de orgasm denial con enzo? 😵‍💫💗
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౨ৎ AGUANTA un poco MÁS
warnings: smut. +18. orgasm denial. unprotected p in v. dacryphilia.
n/a: lo siento por la inactividad, es que el último post tuvo poco apoyo y me desanimé haksbjs😓
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Enzo no paraba de juguetear con tú clitoris mientras te embestía lentamente. Llevabais así varias horas, con una de tus piernas en su hombro y sin dejar que te corrieras.
“Enzo… por favor” lloriqueaste mientras intentabas apartar su mano de tu clitoris.
“Shh, ya está chiquita. Solo un poco más, respira hondo y aguanta” dijo con una gran sonrisa, viendo como te corrompías debajo suya.
Gimoteabas mientras arañabas sus fuertes brazos en busca de alivio, sus embestidas te brindaban placer pero el se las apañaba para hacer que no te vinieras.
Lágrimas caían por tus mejillas y eso solo le prendía más. Sus caderas empezaron a moverse más rápido haciendo que ambos gimieran alto.
Enzo bajó tu pierna de su hombro y se recostó encima tuya para besarte apasionadamente. Sus caderas chocaban frenéticamente con las tuyas, volvías a estar al borde del orgasmo y ya te estabas exasperando, arañabas la espalda de tu novio mientras enrollabas tus piernas en su cintura.
“Enzo, te lo suplico, déjame correrme” suplicaste en su oído mientras tus ojos rodaban detrás de tu cabeza por el placer.
“Lo sé bebé, estás siendo una buena chica, aguanta, ¿si?” contestó con una pequeña sonrisa de lado mientras apartaba algunos mechones de tu pelo fuera de tu cara.
Ahora fuiste tú la que juntó sus labios con los tuyos, os besabais sin cesar mientras la mano que masajeaba tu clitoris fue a apretar uno de tus pechos, haciendo que jadearas. Enzo aprovechó que tu boca estaba abierta para meter su lengua en tu boca y así explorar el interior de esta.
Sus besos hacían que te distrajeras del hecho de que aún después de tantas horas que Enzo se había pasado dándote placer, todavía no te habías podido venir.
“Ya casi estoy pequeña, solo un poco más y te podrás correr” susurra sobre tus labios mientras cierra los ojos echa la cabeza hacia atrás, acto seguido suelta un sonido gutural gracias al placer y empieza a moverse lento de nuevo, pero de manera en la que su pene toque todos los lugares correctos.
Poco tiempo después el hombre pellizca uno de tus pezones, dándote vía libre a que te corras ya que él iba a hacer lo mismo.
Con un grito tuyo y un gruñido de parte de Enzo ambos se corren. Tus paredes vaginales se tintaban de blanco mientras la masculinidad del pelinegro se manchaba con tus jugos.
Enzo disminuyó progresivamente sus estocadas y apoyó su cabeza en tu hombro, intentando recuperar su respiración. Tus manos fueron instintivamente a su cabello y lo acariciaste mientras cerrabas los ojos, dispuesta a dormir después de tanto esfuerzo.
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themasterreader69 · 6 months
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INTERLUDIO
Enzo Vogrincic x Reader
Enzo Vogrincic protagoniza "Romeo y Julieta" en el teatro El Galpón con su ex, Sofia Lara. La narradora vive un interludio íntimo, desafiando la dualidad entre escenario y realidad.
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Esa noche de verano la compartimos en el teatro El Galpón. Él que se encontraba trabajando actualmente en "Romeo y Julieta" una reversión del clásico pero dirigida por Marcos un director de mala muerte que insistía en la participación estelar de Enzo —quien se había convertido en su actor fetiche— como Romeo. Ahora ¿quién fue la mismísima Julieta? evidentemente no podría serlo yo, de teatro lo único que sé es contar las butacas. El aclamado papel lo cumplió ni más ni menos que Sofia Lara, ex de Enzo. Marcos conocía —como todo el mundo actualmente— muy bien su historia y la química de ambos en el escenario era inigualable. 
     Puntos para ella, pensé yo.
Enzo estuvo durante todo el día, ansioso. Él me había confesado sus pensamientos y yo había querido calmarlo pero nada fue suficiente, hoy era distinto, era especial, la última función —al menos hasta la próxima temporada—
     No es como si le fuera a ir mal, lo había hecho muchas veces ya, ensayado más de mil quinientas. Por unos meses incluso, en cada cita que teníamos incorporaba diálogos de la obra, quizá para algunos eso sería agotador de experimentar pero para mí eso sólo indicaba su compromiso artístico, digno de su talento.
Él había insistido en que fuera a verlo —lo cual era algo inusual para mí— para darle mi apoyo. Estar juntos públicamente era arriesgado, no queríamos —ninguno de los dos— terminar en ningún programa de farándula y acordamos desde el principio hacer de nuestros encuentros nuestro pequeño mundo, aislado, privado... Nuestro.
«Pasa a buscarme cuando comience el interludio ¿si?» fueron sus últimas palabras antes de subir al escenario. Intrigada, intenté descifrar su significado, pero la confusión me impidió formular preguntas. Cuando logré procesar la situación, ya se había sumergido en la actuación.
Enzo se sumergió en la escena del balcón con una emotividad arrebatadora. Su expresión reflejaba el anhelo y la desesperación del amor prohibido.
 Cada palabra resonaba con un amor apasionado, y su mirada ardiente iluminaba el escenario. La química con la Julieta en el papel de Sofia Lara era palpable; eso a mí me generaba una tormenta de emociones. Cada gesto, cada mirada compartida, evocaba un vínculo que, aunque ficticio, despertaba sentimientos latentes. 
     La conexión palpable entre ellos se volvía un espejo de lo que había compartido con Enzo. Verlo entregarse a la escena con tal intensidad despertaba una mezcla de admiración y celos, recordándome que en el escenario, aunque actúen un amor efímero, la realidad de su historia compartida previamente se volvía más aguda y compleja. 
Salí de mi asiento con apuro, el bullicio no me dejaba pensar pero me moví abriéndome paso entre la gente hasta llegar a unos baños que Enzo me había indicado previamente.
«Amor, estuviste excelente» Habría soltado con emoción al verlo, si no fuera porque me interrumpió silenciándome con su mano mientras hacía una mueca apoyando su dedo índice sobre sus labios. Entramos al baño.
El interludio había llegado.
La puerta se cerró detrás nuestro y el susurro de esa cerradura vieja fue como un telón que caía, marcando inicio de nuestro propio acto privado.
En la penumbra del baño, la energía de la función aún vibraba en el aire. Enzo me guío hacia ese espacio íntimo, donde las luces tenues y los murmullos distantes creaban una atmósfera cargada de anticipación, me rodeó con la intensidad de su deseo sin mediar palabras sus labios encontraron los tuyos en un beso que evocaba la pasión contenida durante la actuación. 
     ¿Será este el amor prohibido que su expresión anhelaba desesperadamente?
—Estás realmente hermoso— Le susurré al oído tan pronto como pude hablar y le dí una lamida juguetona en su oreja. 
      Su boca, buscaba la mía con hambre, como si quisiera devorar cada beso como si fuera el último. El perfume de madera que Enzo llevaba consigo se mezclaba con el olor a sudor, como debe ser en un hombre. Era un aroma que me enloquecía, que me sumergía en la vorágine de la pasión.
—No me podía concentrar, no dejaba de pensar en vos— Me decía con una voz ronca y agitada, mientras sus manos, hábiles y decididas, recorrieron mi cuerpo como si quisiera cartografiar cada rincón de él.
     Me decidí por seguirlo y pronto logré su ritmo, en esa intimidad podría jurar que había sentido su pálpito. El encuentro se desarrolló como una sinfonía de jadeos y nuestra conexión alcanzaba un crescendo incontenible.
     El aroma a maquillaje se mezclaba con el calor creciente, era como un juego de contrastes, intensificando la experiencia visceral. Nuestra conexión era como una danza salvaje, pero yo lo sentía tan suave al mismo tiempo. 
     El baño del teatro se volvía el escenario de un encuentro donde la pasión se expresaba sin restricciones, como un río desbordado que no conocía límites.
     Más que en las nubes, estaba en Babilonia, hasta que lo arruinó cuando se despegó de mí para preguntar: «Decime la verdad ¿no te pone mal verme actuar con Julieta en escena?»
Su mirada buscaba la mía con intensidad, mientras sus manos seguían explorando con deseo.
Que tipo que sabe arruinar un momento.
—No, porque ella no te tiene así como yo— Le dije agarrándolo del mentón y luego de morder sus labios continúe explicando.— No hay escenario, no hay público, no hay tal acting.  Sos mío en este momento. Cada suspiro que compartimos ahora nos pertenece, solo a nosotros— Respondí con una mirada que desafiaba cualquier sombra de celos.
     El encuentro era crudo y real, sin reservas ni formalidades, nos buscábamos y encontrábamos con ansias, sin inhibiciones.
     Era primitivo, de haber estado en su casa, él habría sido un caballero, me habría preparado... Pero esto no era su casa y en ese baño no había ningún hombre, ni caballero, tan sólo un animal.
     Todo era perfecto pero volví a caer de las nubes cuando separándose de mí, dijo: «Aunque este interludio haya sido una obra maestra, tengo que regresar al escenario» — Y me soltó.
Fin de interludio.
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hellokittywrites · 3 months
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TEETH
primera parte.
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¿se sellará la indescriptible atracción que sentías hacia Park Sunghoon con el pinchazo de un colmillo?
pair: vampire! park sunghoon x f!reader (no hay descripciones específicas de cómo luce físicamente, así que puedes imaginarla como quieras <3)
summary: sólo te diré que está inspirado en la canción teeth de enhypen, vampire academy y hierarchy ;)
warnings of part 1: menciones de mordiscos, sangre y ataques de pánico (si hay alguno más no dudes en decírmelo¡!). also, la academia se llama bram stoker en referencia al escritor de Drácula
words: 5501
segunda parte tercera parte
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¿Qué tenía Park Sunghoon que siempre conseguía dejarte sin respiración? Podía ser su característica belleza principesca, casi digna del llanto de una voz poética romántica inglesa que la llamaba desde la desesperación de sólo ver fealdad. Podía ser su caminar, simple ante los ojos de los principales catadores de modelos que deben crear ellas mismas con cada paso la pasarela, pero demasiado elegante como para ser tan simple. O simplemente era el hecho de que era el ex de tu mejor amiga.
Él cortaba tu respiración desde la incertidumbre. Una chispa de interés provocaba que tu mirada quedase atrapada en su belleza, en su caminar, en su identidad. O, la identidad que él debe tener sin ningún juicio último que lo destinase así salvo la existencia de tu mejor amiga, la cual lo hacía en un ex y, por tanto, alguien que jamás debe traspasar las líneas de lo desconocido. Pues no debes saber quién es Park Sunghoon verdaderamente, no debes sentir interés ante él ni definirlo de una manera que no se resuma en tres catadoras palabras: frío, egoísta y narcisista.
Así debía ser Park Sunghoon en tu perspectiva, dentro de tu propio juicio crítico. Una sombra de fealdad y no de la belleza que tus ojos tan inocente e involuntariamente percibieron. Una imagen despectiva, para nada atractiva ya que, ¿por qué querrías a alguien frío, egoísta y narcisista en tu vida?
Pero aquella fijación silenciosa e indeterminada que tu persona padecía sufrir ante el imponente Park Sunghoon no coincidía con los asentimientos de cabeza que siempre le regalabas a Aerin, tu mejor amiga, cada vez que mencionaba a este "ser sin corazón", como ella lo definía. ¿Estaba bien juzgar a una persona sin conocerla? ¿Dejarse llevar por rumores emitidos por una clara e indiscutible subjetividad? No, claro que no lo estaba y tus padres, especialmente tu madre, te lo había inculcado, repitiéndote la misma reflexión cargada de tolerancia millones de veces, demasiadas este último verano, antes de ingresar en la prestigiosa academia Bram Stoker. Lugar en el que conociste a tu nueva y aclamada mejor amiga y lugar dónde tu secreta fijación tan vergonzosa ha nacido con el nombre de Park Sunghoon.
Jamás te habías sentido de esta forma hacia alguien en tu corta vida de veinte años. Era una constante consciencia que, si vuestros ojos se encontraban, se volvía similar al encierre que una historia produce sobre ti, llevándote consigo a lo más profundo de sus páginas, una absorción plácida que en ningún momento te hace considerar tu necesidad de libertad individual. Podía sonar demasiado particular e intenso esta comparación, pero de verdad lo sentías de esa forma: tan irreal. Más razones que hacían que tu curiosidad creciera hasta lo superlativo, quemara hasta tu propio sentido común.
Y es que cuando hacías contacto visual con Park Sunghoon, un indescriptible nacía. Una pregunta sin respuesta, una negación sin argumento. Pero, sobre todo, una atracción con, lo que parecía, una imaginaria justificación. Porque, a ver, sí, eras reservada y observadora. Una Luna que debe sentirse atraída a un Sol y no a otra Luna. En cambio, eso no sucedía así contigo. Sunghoon, otra Luna era el centro de tu capacidad de sentir atracción por alguien. Y no eras muy fanática de los romances entre personas similares, más atraída hacia los polos opuestos.
Esta ferviente situación comenzó a principio de curso, la primera vez que su persona, junto con la de su famoso grupo de amigos, entró en tu campo de visión. Con tu uniforme negro con corbata azul, te sentaste en lo que los alumnos denominaban Comedor -cafetería en tu antiguo instituto- y, jugando con la tirita de un corte en tu pulgar que el libro que te encontrabas leyendo la noche anterior causó, Park Sunghoon apareció. 
No hubo una primera impresión. No hubo una reacción. No pensaste nada. Las acciones del protagonista de la novela que leías hicieron que, ante hombres reales, no hubiese estándar alcanzable. Sí, la belleza de Sunghoon era arrebatadora, digna de ser observada por más de cinco segundos o un minuto, pero no sentiste esa necesidad. Fue como ver una obra de arte que no resonaba contigo, aunque fuese la obra más destacada y más bella de todo un siglo de artistas galardonados. 
No sentiste nada, pero al mirar de nuevo hacia tu mano para seguir observando la tirita, tu piel se encontraba lo más erizada que jamás la habías visto. Una piel de gallina casi enfermiza, con las puntas de las uñas de tus manos temblando. La confusión reinó por completo tu mente, expresándose en un ceño frunciéndose. Te acariciaste la piel cuestionándote su estado, y tus yemas de los dedos casi no la sentían. Te incorporaste un poco en la silla, colocando tus manos en tu regazo, intentando calentarlas un poco, mientras decidías no darle mucha importancia y pensar en otra cosa. Y, a la vez que decidías olvidarte de ello, tus ojos parecieron tener otra opinión distinta a la de tu mente, pues se dirigieron directamente a lo que habían visto antes de centrarse en la tirita. Tus párpados los cubrieron casi buscando detenerlos pero ya era demasiado tarde.
Unos ojos negros, profundos como el carbón, ocultos entre una piel extremadamente pálida, casi sin vida, asomándose entre dos líneas de oscuridad dada por pestañas, unos ojos brillantes ante la luz del comedor pero aun así tremendamente opacos, capturaron todo tu ser, aunque solo deberían haber capturado tu mirada. Ahora sí, la piel de gallina fue sentida. Ahora sí, los rápidos latidos de tu corazón dejaron de ser ignorados por tu cerebro. Ahora sí, tu lengua empezó a quejarse de su sequedad. Ahora sí, habías notado aquel indescriptible.
Desafíamelo con biología o con física, pero sentiste como si Park Sunghoon te hubiera activado, encendido, creado. Por aquella milésima de segundo que aquel contacto visual duró, Park Sunghoon pareció autodenominarse como dueño de tu cuerpo, controlando tus acciones con una simple mirada, manipulándote a su semejanza. Pero esto no era posible y, buscando ignorar la grandiosidad de las nuevas emociones que acababas de descubrir en ti misma, tras ver como él, sin inmutarse, rompía aquella conexión, miraste hacia otro lado.
Lado en el que se encontraba Aerin y el resto es historia.
Ahora que te encontrabas observándola durante largos periodos de tiempo, buscando que no se enterase de las miradas furtivas que le estabas lanzando a Park Sunghoon inconsciente de las mismas y el cual se encontraba bajando las barrocas escaleras de la entrada principal de la Academia, notaste la gran diferencia entre él y Aerin.
—Entiende que, por mucho que ya hayan pasado dos meses desde mi ruptura con el ser desgraciado...— Hizo una mueca con los dientes que los dejó pintados de su llamativo pintalabios rosa. Rápidamente gesticulé el mensaje y, sin vergüenza alguna, pues Sim Aerin nunca sentía vergüenza de ella misma desde el ser desgraciado; y tras una sonrisa que, como siempre, nunca le llegaba realmente a los ojos, continuó. —Lo que equivale a tres meses en el curso y por tanto, el final del semestre, he decidido dar un evento—.
Sonrió triunfalmente. No era la primera vez que Aerin hacía este tipo de "eventos", término con el que realmente definía una fiesta privada dónde lo ilegal se volvía legal por el dinero en la cartera de papá, el director de Bram Stoker, tataranieto del verdadero Bram Stoker. Nunca habías asistido a aquellas fiestas encubiertas porque eran para los alumnos SSR, es decir, los hijos de los principales dirigentes, tanto económica como políticamente, de la alta sociedad del país. Estos alumnos se diferenciaban del resto con una corbata carmesí y, aunque no pareciese real, no había un clasismo encubierto. No existía a diario una gran diferencia entre ellos y el resto de alumnos. De esta forma, que Aerin se hiciese mejor amiga de una de las estudiantes nuevas becadas de tercer año, tú, no le sorprendía a nadie.
Ni siquiera existía un trato especial para con estos alumnos por parte de los profesores. Es como si ellos hubiesen con su personalidad y acciones, hecho olvidar al resto de su verdadera posición social. Gesto que se observa en cómo no existía un grupo de populares diferenciados intocables. Salvo el grupo de Park Sunghoon, alumno obviamente SSR que junto a sus amigos Heeseung, Jay, Jake, Sunoo, Jungwon y Niki; se mantenían como el único grupo en todo Barm Stoker conformado por sólo alumnos SSR de distintos cursos.
Aerin y tú érais del mismo curso que Sunoo y, pese a lo anterior mencionado, Sunoo había mantenido plenas conversaciones amigables contigo e incluso él te consideraba una amiga. Pero no del grupo que, desde tu punto de vista, parecía una fraternidad llena de secretos. 
Podía ser que era por malas experiencias del pasado, pero una parte de ti siempre esperaba lo peor de Aerin, o lo peor de Sunoo. Todos ellos compartían esa sonrisa que jamás llegaba a sus ojos, un gesto que, bajo tu juicio, resonaba a una amistad llena de un vacío que jamás se podría cubrir. Aunque también podía ser simples suposiciones, pues Aerin no había sido mas que amable y Sunoo, más de lo mismo.
Cierto era que habías notado una ausencia de envidia o celos de los alumnos de tu rango hacia ellos. Ni una queja, ni ningún mal deseo. Ni una revolución. Es más, parecía que estaban deseosos de tener la atención de los SSR, especialmente de Sunghoon, la cara de la Academia. Un deseo que no compartías y que, siempre que escuchabas conversaciones en el baño de las chicas o tus compañeros de clase te comentaban algo entre as líneas de "ojalá poder estar con ellos", la extrañez era sembrada en tu interior. No te habías acercado primero ni a Aerin ni a Sunoo y no creías que hubieras tenido esa necesidad si ellos no lo hubieran hecho. Y, con respecto a Sunghoon, mientras sus ojos no se encontrasen con los tuyos, escapar era todavía posible.
—¡Qué buena idea!— Dijiste sin saber muy bien qué responder ante la noticia de otro evento al que, por normas establecidas desde un criterio un tanto desconocido para ti, alumnos de tu rango no estaban invitados. Aerin frunció el ceño rápidamente y sentiste un miedo irracional a haber dicho algo equivocado o a que hubiese notado tus miradas furtivas hacia Park Sunghoon. —¿Por qué el desinterés?— Su comentario, como tantos otros que desde su ruptura con Sunghoon te había dirigido, volvió a descuadrarte por un instante. Pero, y similar a lo que siempre sucedía, como si se hubiese acordado de algo tremendamente importante, ignoraba su propio comentario, en este caso una pregunta, para continuar con su monólogo, volviendo a sonreír de esa forma tan... SSR.
Aquel cambio en la actitud de Aerin hacia ti en instantes como éste fue paralelo a su desastrosa ruptura con Sunghoon. Dos semanas tardó Aerin en darse cuenta de que verdaderamente Sunghoon iba en serio en aquella conversación que, sin querer, habías escuchado un sábado lluvioso de noche, volviendo de la biblioteca de la Academia, dirigiéndote a los dormitorios que te correspondían, los de los alumnos no SSR, los azules. Además del lujo, la única diferencia con los otros era que se encontraban en un edificio separado de la Academia, al aire libre.
El libro de Literatura Universal era bastante pesado y ocupaba incómodamente gran parte la circunferencia deforme que tus brazos doblados y unidos realizaban para poder agarrarlo. Tus bailarinas negras sin tacón conseguían no hacer ruido al entrar en contacto con el suelo de baldosa a cada paso, siendo sólo posible escuchar el ruido de la lluvia. Hasta que, justo cuando ibas a girar la esquina para seguir con tu recorrido, la voz de Aerin te hizo pararte en seco justo cuando te ibas a adentrar en el pasillo en el que ella estaba.
—¿Cómo que quieres romper conmigo? ¿Tú sabes con quién estás hablando ahora mismo?— Su voz sonaba con un toque de ferocidad que jamás habías escuchado en ella al sólo conocerla desde hace un mes en este momento. El silencio le respondió. —No sólo asientas con la cabeza, Sunghoon. Eso siempre me ha sacado de quicio— Recordaste cada vez que asentiste como respuesta a una pregunta de Aerin y fue ahí donde empezaste a notar esa sonrisa SSR y, así, el modelo de sonrisa SSR.
Escuchar el nombre del mencionado te cortó la respiración del susto. ¿Por qué del susto? ¿Qué es lo que pasaba? Seguías confundida por cómo te estabas sintiendo mientras tratabas de pegarte a la pared, escondiéndote. Apretaste más el libro contra ti. 
Entonces escuchaste la voz que llamaba al latido de tu corazón a revolucionarse, como si fuese dueña de ellos, de él. Pero no de manera romántica, sino de una forma primitiva, casi depredadora. Sonaba grave, aterciopelada y un poco nasal. A tus oídos, estúpidamente un Beethoven. ¿Cómo era posible que una voz fuese catalogada de esta manera por cómo tu cuerpo se sentía al escucharla? No sabías.
—Cállate. Me tienes harto, Aerin— Frío.
—Nunca quise esto y sólo acepté por mi padre y lo sabes— Egoísta.
—Ah, espera... No me digas... ¿Te has enamorado de mi?— Narcisista.
Podías hasta casi oír la sonrisa ladina burlesca con la que había pronunciado aquellas palabras.
Fue tal y como Aerin en dos semanas te describiría a Park Sunghoon. 
Sus palabras tan duras envueltas en el sonido tentador que su voz era te aterrorizó por completo porque, en vez de cesar todo aquel juego que considerabas individual del observar el efecto que Park Sunghoon tenía sobre ti, no cabía en tu cuerpo la necesidad de volver a jugar. Así, te fuiste de aquel pasillo sin escuchar más.
Dos semanas después te "enteraste" de lo sucedido y, a partir de ese encuentro, notaste el cambio en Aerin y el esquema, además del espejismo, en el que todos los SSR parecían estar dentro.
—Bueno, olvida eso. Lo importante es que, esta vez, estás invitada— Dijo Aerin cambiando de actitud mientras daba saltitos y te abrazaba efímeramente. No te dio tiempo a corresponder el abrazo. —¿Cómo? Pero, ¿eso es posible? ¿No va contra las normas?— Aerin te miró como si tuvieras tres ojos y no dos durante un momento, para después ignorar tu negación. —Todo está permitido y es legal, creo que ya sabes quién soy— Se rio y la mención de su identidad te produjo un escalofrío.
La principal razón por la que existía una aparente igualdad entre los alumnos era porque nadie hablaba de quienes eran en realidad. Todos lo sabían, pero ellos jamás habían forzado ese conocimiento en el resto. ¿La razón? Desconocida. Así, te reíste nerviosamente, haciendo como si no hubieses escuchado sus palabras. Los ojos de Aerin brillaron. Respuesta correcta.
—No acepto un no por respuesta. El impresentable va a estar allí y necesito a mi mejor amiga para que me apoye— Su brazo rodeó tus hombros mientras os girabais para ir a clase, apareciendo Park Sunghoon en tu campo de visión, el cual estaba hablando con Heeseung y Jake cerca de la escalera por la cual le habías visto bajar inicialmente.
Estabas tan centrada en Aerin que pensaste que Park Sunghoon sólo había bajado las escaleras para después desaparecer, pero parece que había estado ahí todo el tiempo tras encontrarse con sus amigos. Fue inevitable no mirarlo mientras se te secaba la garganta y decías un "Claro Aerin" al no poder dejar jamás que ella te pirase mirándole. Aerin casi paró en seco tras darse cuenta de la presencia de Park Sunghoon. Tras titubear un momento, retomó el paso a una gran velocidad que te sorprendió. Así, con tu mente sumergida en la sorpresa, tus ojos aprovecharon para dirigirse hacia él y tu corazón latió con fuerza. Como siempre, Park Sunghoon parecía inmune a hacer contacto visual contigo. Te miraba como si estuviera mirando al vacío, haciendo un contacto similar al que haces al confundirte y sonreírle a una persona que en verdad, estaba mirando a otra parte.
Así habías llegado a la conclusión de que, en verdad, debía de estar siempre mirando en otra dirección. No provocabas en él lo que el provocaba en ti. Además, no sentías que el mismísimo Park Sunghoon mirase en tu dirección las mismas veces que tú le mirabas.
Tu interior quería su atención, la necesitaba de una forma que nunca conseguía dejar de sorprenderte. Pero él seguramente miraba a Aerin, arrepintiéndose estos dos últimos meses de su decisión de abandonarla, de ser ese Park Sunghoon frío, egoísta y narcisista, de no ser él. La conexión tan individual que sentías hacia él te hacía pensar de esta manera, apenas sin conocerlo. Unos dirán idealización, otros dirán una búsqueda de entendimiento de tus propios gustos. Yo digo una satisfacción de los deseos de tu yo más profundo que parecía que sólo él podía brindarte...
Pero él estaba por Aerin. Estabas convencida.
Pero oh, cómo te equivocabas.
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
Tras llegar al comedor casi escapando de su ex, Aerin te sentó en uno de los bancos, justo al lado de Sunoo. La miraste con duda, temiendo su reacción ante el encuentro con Park Sunghoon. Pero, para tu sorpresa, y en contradicción con sus apretados puños casi blancos por sus puntiagudas uñas, estableció. —El evento es este sábado, siento que te avisara tan tarde pero me estaba asegurando de que pudieras venir con seguridad y déjame decirte que... qué segura estoy— Pronunció esto último mirando hacia el horizonte, gesto que te descuadró un poco. Miraste a Sunoo, el cual te la devolvió con una sonrisa ladina. —¡Hay que prepararse!— Le sonreíste de vuelta mientras un sentimiento asfixiante se asentaba en tu pecho. Lo llamaste hambre pero y tras comer, el hambre no puede durar... ¿verdad?
‧͙⁺˚・༓☾  ☽༓・˚⁺‧͙
Park Sunghoon no estaba mirando a Aerin precisamente. Desde que te vio por primera vez, todas sus convicciones de haber estado vivo temblaron -y mira que ha estado vivo por mucho tiempo-, ya que fue observándote (y después de hacerlo) cuando fue totalmente consciente de que no estaba ciego, de que sus ojos observaban una realidad cuyos colores sólo podía conocer a través de ellos, que realmente observar es una acción impersonal en la que el objeto que ha conseguido toda su atención, se vuelve lo más importante para él, aunque sólo sea por un segundo, una milésima, un simple pestañeo.
Cuando Park Sunghoon te observaba, no podía centrarse en nada más. Pero esta esclavitud de su concentración no estaba producida por resultar cautivado ante tu presencia, no. Era porque, por muy irracional que sonase, Park Sunghoon se sentía responsable de cada movimiento que hacías, cada respiración, cada paso. Era totalmente exasperante. Poco a poco, su sanidad se veía intoxicada por ti y, cuando eran tus ojos los responsables de su gran carga, Park Sunghoon quería más de ti. ¿El qué exactamente? No tenía ni la remota idea. O de eso se intentaba convencer.
Tampoco, según él, tuviste ninguna influencia en su decisión de terminar su trato, su engaño con Aerin. Y, tras ahora abandonar el hall con su ex, tampoco sintió las inmensas ganas de que te dieras la vuelta, volviéndole a brindar toda tu atención.
—Parece que Aerin te sigue odiando, Sunghoon— Sim Jake mencionó mientras que, con los brazos cruzados en el pecho, hacía una mueca de cansancio hacia donde Aerin antes se encontraba contigo. Eran primos lejanos y, tantos años juntos (demasiados), habían creado una atmósfera un tanto extraña. Su pelo rubio se movió también, al nunca estar tan controlado por Jake como le gustaría. Esto lo distrajo por un momento y no se fijó en como Sunghoon siguió mirando hacia aquella salida, contemplativo. Gesto que no paso de largo por Lee Heeseung.
—Ah, ya.— Fue simplemente lo que Sunghoon le respondió. A esto, Jake gesticuló con cierta energía.
—¿Esa es tu reacción? ¿No estuvisteis saliendo juntos durante todo el verano?—Sunghoon miró a Jake con cierto aburrimiento.
—Nunca fue seriamente— Jake miró con shock a Heeseung mientras cerraba la boca.
Heeseung, tras mirar un segundo a Sunghoon, hizo contacto con Jake y tras ver su sorpresa, rompió su silencio. —¿Qué? ¿No lo sabías?— Jake negó con la cabeza un poco, todavía sorprendido. Heeseung rio mientras le daba un suave golpe en el brazo. —Eso te pasa por siempre irte a Australia en verano— Jake lo empujó y comenzó a caminar hacia el comedor, negando con la cabeza.
—No es mi culpa que mi familia sea de allí— Refunfuñando, fue seguido por Heeseung. Sunghoon, un tanto sonriente ante las reacciones de su amigo, les siguió también, unos pasos por detrás.
Jake, que iba unos pasos más por delante, se giró y, tras dirigirle una mirada de disculpa, se colocó junto a Sunghoon. —No pasa nada, Jake— Rio este último mientras Heeseung esperaba a que llegasen a su altura, aprovechando para seguir observando la actitud de Sunghoon. —¡Perfecto entonces! Porque me acabo de acordar de la gran noticia. Aerin hará otro de sus eventos este fin de semana—.
Llegaron a la altura de Heeseung y Sunghoon simplemente resopló. —Vamos Sunghoon, el rol de vegetariano no te va muy bien—
Heeseung miró a Jake de soslayo, esperando que no siguese por ese camino. Sunghoon se tensó al momento. —No soy un asesino—.
Su tono frío le recordó a Jake por qué era un tema sensible pero, buscando reconfortar a su amigo, continuó.
—Tranquilo Sunghoon, es sólo pasarlo bien. Nunca ha muerto nadie así que no deberías— Heeseung interrumpió. —Mejor cambiamos de tema, ¿vale?—
Siendo el mayor de los tres, tanto Jake como Sunghoon dejaron de mirarse para asentir y continuar caminando. —Ahora que lo pienso no se si suena tan bien... Aerin va a llevar a su amiga, así que será su protegida— Jake lo mencionó con toda la buena intención del mundo, pero a Sunghoon no le gustó ni un pelo el tono decepcionante que usó Jake ni la mirada compasiva que Heeseung le dirigió.
Una necesidad casi primaria de prohibir a todo aquel que no sea él de mencionarte en los términos a los que Jake se refería perforó sus instintos y casi llegó a hablar para expresar tu súbito estatus como suya. Claro que Sunghoon fue el primero que se paró a sí mismo, extrañado ante sus sentimientos y negando absolutamente una posibilidad de necesitar protegerte o, peor aún, de morderte.
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Llegó el sábado sin anormalidad ninguna. Tampoco era como si estuvieses esperando algún cambio en la monótona vida académica que llevabas, o eso te repetías continuamente. El final del semestre se había dado el día después de que Aerin te invitara a aquel evento y de que te lo anunciara. Así pasaste el miércoles, jueves y viernes sin clases en tu dormitorio sólo compartido por ti y tu soledad. Aunque no sólo estuviste pudriéndote en tu cama con un buen libro, sino que también quedaste con Aerin y Sunoo en una especie de bosques interiores que existían en la Academia.
Un diseño arquitectónico que jamás habías visto, pues toda la academia se encontraba cubierta de patios interiores con la única excepción de la salida a los dormitorios de los alumnos azules.
Acostumbrada a las ventanas y, especialmente, a estar en contacto con el Sol, la estructura de las aulas y de la academia entera en general te resultó al principio un tanto agobiante. Techos infinitos que formaban triángulos afilados apoyados en altas paredes que sólo se encontraban agujereadas por ventanas en lo más alto. Escuchar por primera vez las campanadas de lo que parecía Notre Dame te había sorprendido. Antes de trasladarte, sabías de la apariencia tétrica de la academia, pero cada techo formaba un escondijo perfecto para el mismísimo Fantasma de la Ópera.
Pero nadie más que tú parecía extrañada, así que la normalidad fue sencillamente fácil de alcanzar.
La tela roja que conformaba tu vestido imitaba a tu propia piel al abrazarse con gracia y elegancia a la silueta de tu cuerpo. Sunoo te había convencido para elegir aquel vestido, haciendo hincapié en su gusto exquisito, cualidad que la misma Aerin no compartía pese a ser también una alumna SSR. Ella vestía bien, pero Sunoo más. La mirada indescifrable que Aerin te había regalado tras verte con aquel vestido a la salida de la academia (el evento se celebraba en una de las tantas casas sofisticadas de propiedad del director de la academia, es decir, del padre de Aerin), provocó una cierta inseguridad en tu apariencia. Fue Sunoo que, tras encargarse de tu pelo, asesinó cualquier sentimiento de duda.
—Estás exquisita—Estableció tras hacer contacto visual a través del espejo que el chófer de Aerin siempre traía consigo. Tu ceño se frunció ligeramente ante el uso de aquel adjetivo entre los tantos similares que podría haber usado pero, centrándote en la Luna que se dejaba ver a través del cristal, sonreíste con gratitud.
Aerin con su vestido verde oliva también lucía absolutamente preciosa y, la forma en la que había mencionado a Sunghoon con tono de venganza, entre las líneas de "se arrepentirá de haberme dejado" tras Sunoo alabarla, sonaba más a una auto convicción que una promesa.
No decidiste prestar atención a cómo siguió la conversación porque... Sunghoon. Una adrenalina provocada por un estímulo que no sabías muy bien identificar se había asentado en tu vientre, haciendo casi temblar tus manos. Ahora el hambre era adrenalina.
Tu intuición te avisaba de que hoy no iba a ser como las otras veces, una presa que consigue escapar por la indiferencia de su depredador. Hoy, tu intuición te hacía asesina de tu propio juicio, o eso es el destino que ésta selló. ¿Iba a ser así? No tenias la prueba científica... ni siquiera sabías exactamente por qué te sentías así. Pero, cada vez que Park Sunghoon se hacía camino entre tus otros pensamientos hasta llegar al centro de tu mente consciente, la adrenalina se descontrolaba. Morirías de hambre a este paso.
Aunque tu juicio, todavía vivo, no quiso atender, ya que ¿por qué pasaría algo con Park Sunghoon justo hoy tras tres meses de simple atracción no correspondida?
De nuevo, erraste en el primer momento en el que estableciste que a Park Sunghoon le eras indiferente.
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El trayecto fue corto y simple, lleno de ilusión. No sabías que te esperaba y la cantidad de anécdotas que Aerin y Sunoo te contaban hicieron que tuvieses grandes expectativas. Tenías pensado pasarlo bien, intentando ignorar tus presentimientos, ya sean malos o buenos. Además de que todo iría bien, como muchas veces Aerin y Sunoo habían repetido porque ibas en calidad de su "protegida". Todavía no habías entendido muy bien qué significaba aquel término y las respuestas evasivas de Aerin no te aclaraban nada. Pero como estabas centrada en disfrutar del momento buscando cesar tu personalidad de naturaleza tan responsable que te ahogaba con el constante recordatorio de la existencia de consecuencias que tus actos podían llegar a producir, no insististe más.
Hasta que los viste. Varios pares, casi centenares, brillantes y puntiagudos, escondidos, casi tímidos en las distintas bocas por las que se asomaban. Colmillos.
Entrar en la fiesta que se estaba dando en la piscina no supuso ningún alteridad de tu intención inicial: pasarlo bien porque todo iría bien. Ni rastro de colmillos, nada. Simplemente te extrañaron dos cosas. La primera: ¿cómo una fiesta con tanta gente tenía tan poca iluminación, dependiendo solamente de la luz de la luna para ver? Aerin te habló de un apagón temporal. La segunda: ver la cantidad de parejas que se encontraban besándose en el cuello. Sunoo te dijo que eras demasiado inocente, hecho probablemente cierto.
Nada alarmante, nada alterante. Hasta que, tras estar bailando cinco canciones seguidas con Aerin y Sunoo (realmente te lo estabas pasando en grande), un pin pon con un borracho Jungwon y un descanso en la cocina con Jake y más conocidos; te excusaste para ir al baño.
Llevabas cerca de dos horas en aquella fiesta y sin una gota de alcohol en el estómago (sorprendentemente sólo había vino y Aerin no te lo recomendó al ser de mala calidad, pese a, después y desde la cocina, verla bebiéndolo), pensaste que buscar el baño no iba a suponer un gran reto. Pero te perdiste y caminando por el segundo piso sin rumbo alguno, la suerte preció estar de tu lado cuando lo encontraste.
Todo iba tan bien, tan perfectamente bien que mientras acercabas tu mano al pomo de la puerta entreabierta sonreíste para ti misma, sintiendo que habías juzgado todo demasiado meticulosamente, dándole la razón a tu madre. Hasta que lo escuchaste.
—Muérdeme, por favor— Una voz femenina y un sonido de piel desgarrándose rompieron el silencio de aquel blanco pasillo del segundo piso y, levantando la cabeza, viste a un Heeseung mordiéndole el cuello a una chica que no conocías haciéndolo sangrar.
Tus mofletes se calentaron y te apartaste rápidamente. Los gemidos de ella y los gruñidos de él anularon cualquier sonido que pudiste llegar a hacer mientras te alejabas, buscando volver a la piscina. Buscabas quitarte aquella imagen de la cabeza, aunque la sorpresa era indudable. Sabías que había gente a la que el dolor le producía placer y nunca te habías considerado una de esas hasta que viste aquella sangre corriéndole por su cuello. ¿Por qué tu cuello no paraba de palpitar?
Bajaste la escalera y echando una ojeada al primer piso para distraerte, volviste a encontrarte con la misma posición. En este caso, era Jake con una chica que tampoco conocías. Rápidamente seguiste bajando las escaleras, llegando al porche. Tu corazón latía demasiado fuerte y decidiste pese a lo que Aerin te había dicho, beber el vino servido. Necesitabas alcohol para quitarte aquella sensación.
Así te llevaste el vaso a la boca en la soledad de una desierta cocina. Todos estaban en la piscina bailando o besándose el cuello, pues la cantidad de parejas parecía haberse multiplicado desde el inicio de la fiesta. Verlas así te devolvió el recuerdo de lo que minutos antes habías visto y, ya sin dudas, te llevaste el vaso a la boca.
Un sabor metálico y un tanto caliente hizo contacto con tu lengua. Escupiste al momento. ¿Por qué aquel vino sabía a sangre? Abriste la nevera con la necesidad de quitarte aquel horrible sabor de la boca y las viste.
Más de veinte envases de plástico con etiquetas que ponían nombres de distintos animales en rojo te recibieron tras abrir la nevera. Era sangre de animal. El estómago te dio un vuelco y sentiste arcadas. Rápidamente fuiste al grifo y bebiste agua pese a nunca gustarte beber de él.
Mientras te limpiabas la boca notando que el gloss todavía resistía en tus labios, lo que habías visto anteriormente ya no te pareció una simple coincidencia. Así, con el ceño fruncido y una valentía calculadora, te acercaste a la piscina y observaste tus alrededores,¡. Destellos blancos similares a perlas parecían reflejar la luz de la Luna en aquellas parejas que ya no estaban unidas por un beso. Mirándolo mejor, era un mordisco.
Tu respiración se aceleró casi entrando en un ataque de pánico hasta que viste la figura de Aerin y Sunoo. Sintiéndote infinitamente aliviada, ibas a empezar a caminar para ir hacia ellos hasta que Sunoo abrió la boca tras acercarse al cuello de Aerin y viste con tus propios ojos como los dientes de Sunoo se transformaban en afilados colmillos que perforaron la piel de Aerin, haciéndola sangrar.
Las caricias de Aerin y sus ojos cerrados por placer fue la señal que necesitaste para darte cuenta de que había un consenso, de que esto era normal, de que esto era lo que pasaba en estos eventos.
Tu mente empezó a dar muchas vueltas, especialmente por el hecho de que no sabías muy bien qué tipo de culto de imitación vampírica se estaba llevando a cabo. Tu respiración se aceleró y entraste de nuevo en la casa, buscando escapar. Subiste la escalera hasta el primer piso sin darte cuenta de que Jake podría seguir allí (tampoco pensaste en ello del estado de shock en el que estabas entrando). Esta vez subiste hasta arriba de todo, no parando en el segundo piso. Necesitabas alejarte de fuese lo que fuese que estaba pasando abajo y, por alguna razón, ir arriba del todo. Necesitar ir arriba del todo.
Rápidamente, llegaste a la cima de las escaleras que consistía en una puerta ligeramente normal para el lujo del resto de la casa. Estaba entreabierta y la brisa nocturna salía de aquella. Justo lo que necesitabas en ese momento, lo que más anhelabas en ese momento estaba detrás de esa puerta. Así, cumpliste esa necesidad abriéndola y penetrándola.
Con las manos en los bolsillos y sus dos mechones de flequillo moviéndose en un dócil aleteo que la brisa nocturna provocaba, la figura esbelta e imponente de Park Sunghoon te recibió y sus profundos y mortales ojos se clavaron en tu persona sin titubeo ni expresión, pero con la intensidad de un contacto anhelado en sueños.
"Él es lo que necesito, mi sueño cumplido"
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notes 1: la segunda parte está en camino y esta semana estará terminada... no tengo pensado hacer más así que esto sería un one shot de dos partes (?). aunque si se me ocurre algún drabble pues quién sabe juju. espero verte en la segunda parte ilysm <3
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notes 2: omg!! el primer fic en español que escribo por aquí... veremos. si te ha gustado puedes dar un like y rebloguear y, si te sientes amable, un comentario me haría super happy. no he visto muchos blogs escribir en español de enhypen e intimida un poco 🙂‍↔️ solo espero que te lo hayas pasado bien leyéndolo como yo escribiéndolo jusjus. i love you <3
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pricesugarwife · 14 days
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Por si quieres saber más, escuché esta canción mientras lo escribía.
Una pequeña obscenidad para rascar la picazón que me ha dejado este relato sobre John Price x Cali x Me (Gigi). Si quieres conocer a una de las mejores escritoras de COD puedes encontrarla como @the-californicationist y aunque ella no lo sepa, probablemente tengamos una relación a distancia.
Como siempre, mis obras son +18. Si no te gusta algo, por favor no lo leas.
Johnny estaba, para decir palabras menores, celoso de lo afortunado que era su Capitán. El mismo Capitán que se había deslizado de su asiento, con Cali apretada contra su cadera, en busca del pajarito que les había dado la nota. Y aunque el resto del 141 intentó ignorarlo, o cómo había dicho la mujer de cabello negro cuando la invitaron a sentarse en su mesa: “hacerse los locos”, porque era difícil evitar el elefante en la habitación. Sin embargo, la más joven que les comentó le decían Gigi, parecía esa cosita dulce que cualquier hombre quisiera tener en sus fauces. 
Ghost, al menos, podía sentirse aliviado de que Price se había llevado toda la atención. La amargura de sus celos mermaba al mismo ritmo en que Cali parecía derretirse, conversando animadamente, al igual que John pareció más relajado cuando la rubia le daba miradas de aprobación ante los avances de la desconocida. 
Y no, Johnny después se enteraría, para disgusto de Price, que no tuvieron sexo con ella esa misma noche, ni siquiera dos semanas  posteriores a ese encuentro. Les había tomado varias citas para comunicar claramente sus intenciones, límites y necesidades; Gigi estaba temerosa, esa servilleta la había enviado bajo los efectos de dos sangrías y quizás un gesto demasiado atrevido luego de admirar durante toda la noche a la pareja que se había refugiado en el lugar más cálido del bar.
Pero todo esa travesía había llevado a ese momento, una lujosa noche de viernes donde Cali había preparado pasta con su cremosa salsa alfredo, tarta como postre; y John sacó un delicioso vino para acompañar. La casa se había limpiado y acomodado, en la habitación principal se cambiaron las sabanas, se recogió el desorden de ropa sin planchar e incluso se encendieron velas aromáticas para que una débil fragancia a vainilla y coco impregnara la atmósfera. 
Las negociaciones se habían elaborado. Y antes de darle la bienvenida a una persona a su cama, le habían abierto las puertas de su corazón, compartiendo su amor con la dulce joven que los había cautivado hasta cada célula de su cuerpo. 
Tan arrollador y caótico como su espíritu. Se habían enamorado de sus sueños, luchas y aspiraciones. 
Y ella, una migrante que había cruzado la frontera para construir una vida mejor, sin intención de encontrar el amor, los conoció a ambos, quienes la salvarían. 
“¿Crees que me veo linda?” Cali se movía nerviosamente entre la sala de estar y la cocina, acomodando el escote de su llamativo vestido rojo que hacía resaltar el color de su piel, así como el lápiz labial que había aprendido, volvía loco a John. 
Él la miró de vuelta, enrollando las mangas de su camisa blanca, revisando si las chuletas de su barba habían quedado bien recortadas. “Amor, estoy segura de que podrías recibirla vistiendo solo una tanga o una bata de abuelita y saltaría sobre ti”
“Oh, es que no me sentía tan nerviosa desde que cogimos por primera vez” señaló la rubia, aplicando otra capa de gloss para que sus labios luzcan mucho más provocativos. 
“Sí, en la manera en cómo te arrodillaste por mí disimuló bastante esos nervios” bromeó John, agarrándola por la cintura y besándola hasta que escucharon el timbre. 
__________
Lo que parecía ser una balada en español camuflaba la cacofonía de jadeos, gemidos y sonidos que rebotaban en las paredes de la habitación donde Cali, Gigi y Price yacían acostados como protagonistas de un cuadro renacentista. Las luces de hada brillando sobre la cama derramando sombras sobre los cuerpos que se fundían en el amor, cautivados, embrujados por la neblina de la lujuria que elevaba la temperatura sobre las sábanas con aroma a rosas y vainilla. 
Cali acariciaba los pechos de Gigi, pellizcando los pezones y dejando besos en su boca que gemía de placer ante las ministraciones de John que devoraba su coño, presagiando el dulce ardor de la quemadura de barba con la que despertaría en la mañana. Gigi sujetaba con fuerza el cabello del capitán que observaba como sus dos chicas se divertían, riéndose cuando Cali se burlaba juguetonamente de la mujer más joven que habían descubierto era una princesa de almohada.
“¿Quieres que papi folle este coño, hmm, dulce?” susurró la rubia, compartiendo la misma sonrisa lobuna de John que empujaba los dedos índices y anular en su agujero de goteo. 
“Por favor, los necesito a ambos, necesito…” su línea de pensamiento se vio interrumpida por la cadena de gemidos sin aliento que liberaba de su pecho y revoloteaba sus ojos del más asfixiante placer.
“Tenemos una cosita muy codiciosa aquí, amor” dijo John, embistiendo su coño con sus gruesos dedos mientras levantaba su rostro, el resbaladizo untado por toda la boca, su barba y cuello. Cali lo empujó contra sus labios, dándole un beso con lengua y dientes para probar el picante sabor a excitación de Gigi que seguía poniéndose más mojada al ver a los objetos de su deseo compartir esa intimidad con ella. 
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John estaba extasiado, luego de haberle sacado un orgasmo a la mujer de cabello negro que yacía encima de Cali besándola y frotando su clítoris, mientras él follaba a la mujer de caderas más anchas, complaciéndola luego de que ambos decidieran entrenar a Gigi para que se volviera un desastre húmedo y desordenado, una gatita dispuesta a complacerlos a los dos. 
Su miembro estaba duro y cubierto por el resbaladizo de ambas, embistiendo con vehemencia hasta que su espalda se arqueaba a causa de la excitación. Los ojos brillantes, viciosos, los labios enrojecidos y el los colores de los lápices labiales esparcidos por su cuello, abdomen, y la base de sus bolas peludas, incluso se había transferido a los pechos de ambas mujeres que sonreían al ver la obra de arte que habían pintado. 
“¿Estás cerca, eh? Te ves tan deliciosa, cuando los vi no podía dejar de pensar lo bonita que serías con su polla enterrada en tu coño” las palabras más sucias se deslizaban de Gigi, que besaba y acariciaba la unión entre los dos mayores que gemían sin control. 
Cuánto se alegraba de que ella hubiese rechazado a MacTavish.
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natalygrhol · 26 days
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Brillante chatarra
Luciana era como el fenix, moría varias veces y volvia a renacer, rodeada de cenizas, envuelta en llamas, pero con mas fuerzas a pesar del dolor que sentia en su corazón. Caminaba todos los días al trabajo resignada, como un alma en pena, que no sabía de otra cosa mas que trabajar. Una maquinaría humana, de viejos engranajes en un cuerpo aun joven, pero cansado de la rutina. Había algo que la llenaba de paz, que le volvía el alma al cuerpo, y ese algo era el ver su casa llena de cosas viejas que encontraba en la calle. Luciana tenía una obsesión por el levantamiento mecanizado de cosas de baja importancia, que normalmente llamaríamos chatarras. Pero para ella, la chatarra acumulada en el sotano, fruto de arduas búsquedas en la calle , a la salida de su trabajo, eran verdaderas reliquias. El problema yacía en que las llamadas reliquias para luciana, no eran más que mugre para su hijo Nicolas. Estaba cansado de ver a su mama acumulando kilos de chatarra inservible. La veia ir y venir sonriendo de una extraña manera, como si estuviese poseida por el espiritu de la acumulación. Un ente, que le pedía a gritos que no parara de recolectar todos los objetos inanimados posibles, en especial los metalicos, tenia una facinacion por estos últimos. El sotano de Luciana brillaba de mugre y metal, y eso desesperaba a Nicolas. Un día , cansada de su rutinaria vida, luciana se dirije al sotano, a guardar un ventilador que habia hallado en la ezquina de la parada de colectivo, a la vuelta de su trabajo, y que tanto esfuerzo le habia costado traer, pero cuando baja las escaleras y enciende la luz del sotano, algo la deja paralizada. El sotano estaba vacio, brillaba de limpio, resplandecia inmaculado. La cara de luciana se habia transformado en un rostro de susto y demencia, ante la falta de sus tesoros. Como alguien pudo tener la osadia de arrebatarle todo lo mas preciado que tenia, sus pocas ganas de vivir reflejadas en cumulos de inservibles objetos. Le habian robado un trocito de su vida, pero aun le quedaba el ventilador, al cuál se abrazó de forma enfermiza como si alguien quisiera sacarselo… Luciana apoya el ventilador en el sotano, sube las escaleras y corre en busca de Nicolas. Estaba segura, que su hijo era el culpable de tal desastrozo suceso. Quien mas que Nicolas , pudo arrebatarle ese paraiso metalico que era su sotano. Ya en la sala de su casa, luciana divisa de lejos a Nicolas, que estaba distraido mirando una serie en la computadora, se le acerca de manera erratica y lo mira con ojos desorbitados en busca de una respuesta. Toca los hombros Nicolas, y este gira la cabeza, asombrado por la extraña cara que pone su mama al verlo. Luciana le exige respuestas, necesita saber donde estan esos preciados tesoros que tanto trabajo les costo conseguir. Nicolas de manera armoniosa intento explicarle que se los habia dado a unas personas que pasaban con una camioneta por la calle en busca de chatarra. "Chatarra" , era la peor palabra que podia escuchar Luciana, de sus amados objetos. Como podia su hijo llamar asi a esas preciadas reliquias. Lo sacudio de tal manera que parecia que se su cuerpito fuese a quebrase en mil pedazos, y de repente lo solto y se quedo quieta mirando un punto fijo… Luciana abrio la puerta y salio corriendo, Nicolas quiso alcanzarla, le grito que volviese, pero ella parecia no escuchar… El sonido de los parlantes de la camioneta que busca eso que las casas suelen tirar , se oia a lo lejos, mientras ella corria embelezada detras de ese sonido buscando recuperar aquella felicidad en forma de basura que gracias a Nicolas perdió
Natalia grhol
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latinotiktok · 11 months
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hablando de fanfics cagados.
No sé por dónde empezar pero voy a tratar de explicar esto lo mejor que pueda. Para el que no sepa hay un fandom de "countryhumans", que es países humanos (y no, no como en hetalia. eran bolas pelonas con las banderas todas pintarrajeadas en la cara. por lo menos en todo lo que es Hetalia tienen la DECENCIA de tener un medio de origen) donde todo el fandom se crea sus propias versiones y propio canon. cómo se pueden imaginar lleva a cosas muy... problemáticas a veces por decir de menos.
Bueno, por ahí de 2019 yo caí en el fandom ese, y como era un usuario de Wattpad pues me puse a buscar fanfics en esa página rancia y maligna. Y ahí encontré un fanfics del que no me acuerdo el nombre, pero era de una usuaria (? que se llamaba "mami-onu" en Wattpad. El fanfic si no mal recuerdo era uno donde la ALEMANIA NAZI volvía a la vida y decidía ir hacía un barrio? o edificio de la ONU(hasta las organizaciones eran humanos, y todos hombres también. Yaoi world.) y de ahí pasaba muchas cosas, la Unión Soviética tenía tensión romántica con la ALEMANIA NAZI. REPITO. ALEMANIA NAZI. y también El imperio de Japón y Italia Fascista estaban ahí como amigos del NAZI y creo que también eran shippeo. cuestión que esto sinceramemte era MUY común en esta comunidad, pero a mitad de la historia (o al final?) hay una fiesta por alguna razón, y en esta fiesta todos los países y organizaciones se empedan y cogen. algunos de los shippeos canonizados fueron; La ONU, la CIA, el FBI y no se quien chucha más, Norcorea y Surcorea (que eran HERMANOS EN EL FIC), Italia Fascista y Japón imperial, y LA ALEMANIA NAZI y LA UNION SOVIETICA.
y eso no es lo peor. lo peor de todo es que a este final tan ESTELAR le siguió un fanfic donde LA MAYORÍA DE LOS SHIPPEOS, INCLUYENDO A NOR Y SURCOREA QUE COMO MENCIONE ERAN HERMANOS *SE EMBARAZABAN Y TENIAN HIJOS A LO MPREG.* era horrible, los estados unidos de embarazo de rusia y perdió al bebé, portugal y españa tuvieron una hija ciega (la escritora lo trataba como lo peor del mundo), no estoy seguro si la alemania nazi se embarazo y ya no me importa. pero uno de los capítulos más absolutamente repugnantes fue uno donde China y Japón son el ship principal.
resulta que Japón era un bebé cuando China era un adulto, y China lo conocía. y lo tuvo en brazos. y pensó que era un bebé muy atractivo, lo suficiente como para DARLE UN BESO EN LA BOCA?? y se implica que el imperio japonés (quien es el padre de Japón) vio esto y lo único que hizo fue HACERSE EL MEDIO ENOJADO?? todo esto en un flashback, por qué en el presente China se estaba COGIENDO a Japón. Y OTRA VEZ SU PADRE NO DICE O HACE NADA??? btw Japón es una caricatura muy asquerosa, se viste y actúa como mujer y se implica que su padre está decepcionado en el (no hablemos de las políticas de nada de esto por que termina todo mal)
bueno cuestión que yo era un fan de seguir está serie y burlarme en los comentarios, y un día una cuenta recién hecha me empezó a responder a mis comentarios muy enojado. y se perfectamente que esa cuenta era un alt de "mami-onu" para q no le cayera una funa por decirme tales barbaridades que no colaban ni abajo de tal fanfic.
bueno, había MUCHO más en ese fanfic, y en esa cuenta en específico. pero creo que o se borró la cuenta/fanfics o se cambió de nombre el usuario ese. y francamente no tengo ganas de volver a revivir esos momentos xD. perdón por mucho texto mods de latinotiktok, pero tenía que dar mis dos granos de arena.
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No era una pregunta difícil, lo que ofrecía era agradable y en esta situación no tenía nada que perder.
“Hey, Anteojos.” Grita Ethan mientras entra a la biblioteca. “¿Qué opinas? Tú y yo en una partida de Ajedrez, ¿Aceptas?” Dice mientras se acercaba. Era raro, la última vez que había visto a Ethan estaba molesto conmigo, ahora parecía actuar como si no hubiera pasado algo. Él estaba solo, siempre está acompañado de sus “hermanos”, algo no estaba bien. “Aahmm… ¿Hola?" respondí confundido. “Vamos O'Malley, solo responde.” Dice Ethan mientras se sienta en frente de mí. “Escucha, Ethan, no tengo tiempo para esto, lamento lo de la última vez, no pensé que te afectaría tanto, pero ahora no tengo tiempo para tus juegos tontos, podemos hablar en otro momento y-” “Oh ¿Qué pasa amigo?, vamos, solo un juego.” Dice confiado y optimista. “¿Que ganas haciendo esto? ¿Es algún tipo de venganza o broma?” Pregunté. “Este el trato, nerd” Responde poniéndose serio. “Si yo gano, tendrás que entregarme algo preciado de ti.” “¿Algo preciado de mí?, ¿Y si yo gano?” un breve e incómodo silencio. “¡Lo tengo! Si ganas, seré todo tuyo por el resto del mes O’Malley, estaré a tú merced, sin restricciones o excusas, como te gusta". “En serio Ethan, yo-" respondo sonrojándome. “No lo niegues O'Malley, sé que te mueres por tener estos nenes, sólo para ti”. Dice Ethan mientras Flexiona ambos brazos.
Necesitaba pensar, es difícil confiar en alguien como Ethan, no era el tipo de persona que jugará limpio pero por otro lado, es un juego de ajedrez, dudo que alguien como el haya tocado un tablero en su vida, agregando que la sala estaba completamente vacía, no había nadie que pudiera ayudarlo. “Está bien, acepto tu trató”. respondo sin emoción alguna. “WUU, Genial amigo!” Dice Ethan con entusiasmo.
“Entonces, supongo que sabes las reglas del juego, ¿Cierto?". Pregunto intentando hacer conversación alguna. “Pff, Claro que no, no aprendería esa mierda aunque mi vida dependiera de eso”. Responde con tono bromista. “Como digas grandote, tu partida”.
Comencé a colocar el tablero, el lugar estaba completamente vacío y el inmenso silencio era abrumador. A una pequeña parte de mi le aterraba la sola presencia de Ethan, aunque él era demasiado indefenso, mientras ponía el tablero él estaba eructando y masajeando sus brazos, el mayor esfuerzo que hacía era evitar que su saliva saliera de su boca.
“Bien, todo listo”. “Ah, por fin, ya era hora". Dijo Ethan mientras bostezaba. “Yo tengo las fichas blancas, inicio yo”. Cuando iba a tomar la ficha, Ethan interrumpe. “Bien, solo necesito hacer algo” dice Ethan mientras levanta los brazos. “¿Q-que estás haciendo?” preguntó mientras se quita la camisa. Sabía que el haría algo así, tratando de llamar la atención de la única manera que él conoce. “Ya sabes, hace demasiado calor aquí”. De inmediato mi rostro se sonroja al ver los músculos tonificados de Ethan, esto era ridículo, sabía que algo planeaba. Al intentar apartar mi vista, mis ojos quedan atrapados por el collar que colgaba de su cuello, “Dios, Ethan esto esss-“ intente hablar, pero mi boca se quedó sin palabras. Pronto quede inmóvil, no podía hacer nada.
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“Oh, veo que te gusta está joyita, si es lindo, lo sé… Después de que me hayas dejado plantado fui a devolver el regalo a la tienda, pero el señor me ofreció un cambio y me entregó está belleza, dijo que este tendría mejores resultados, interesado lo acepte, y me dio instrucciones de cómo usarlo, y aquí estamos…”. Estaba aterrado, no podía hacer nada, solo estaba gritando internamente. Solía tener esta reacción con Ethan cuándo se acercaba con su olor penetrante hacía que todo mi sistema colapsara, me volvía tonto y pequeño, pero esto, esto era diferente. Mi vista estaba pegada al torso de Ethan, mientras él explicaba, solo podía veía como el collar daba vueltas y como sus perfectos pectorales rebotaban de arriba hacia abajo. “Bien, eso es todo, puedes empezar…” dijo Ethan con una sonrisa de orgullo en su cara. “Vamos amigo, acaso esos enormes brazos tuyos pueden moverse, ¿Cierto?”. Sus palabras rebotaron directo a mi cabeza, pronto sentí espasmos en ellos, sentí como mi camiseta se apretaba alrededor de mis brazos, pude escuchar como rasgaba y crujía, se movían de lugar mientras crecían, no podía verlos, estaba aterrado, el dolor era insoportable. “Oh vamos amigo! Solo mueve una ficha” y sin pensarlo, mi enorme mano tomo una ficha delantera. “Bien, no sé qué te pasa, pensé que eras un experto en este juego” dice Ethan en tono burlesco. “bien, mmm supongo que moveré esta, jaja, esto es divertido, tu turno!” seguía sin ser tener el control de mi cuerpo, seguía sin poder quitar la vista del torso de Ethan y cada vez su almizclé se volvía más abrumador. “Vamos O'Malley solo mueve esa dicha enfrente de la mía, si me dejas comerla, te ayudare entrenar ese perfecto torso tuyo, para que vaya juego con esos grandes brazos” la silla se agitó, la camiseta se volvió aún más incómoda y explotó, mi espalda se expandió, creciendo en músculo, mis pectorales se inflaron, rebotando en el proceso.
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Mi abdomen plano explotó, sentía como con cada respiración crecían, tome la ficha y la puse en posición, para que Ethan la tomará. “Genial! Gracias hermano! Es toda mía” dice Ethan mientras mueve su ficha. “Es tu turno” dice Ethan. “Dios hermano, eres demasiado lento, toma una ficha, que sea conveniente para mí”. Era espantoso, intentaba pensar que me estaba pasando conmigo o como podía salir de este trance. “Supongo que es mi turno, pero ahora no sé qué hacer, ayúdame un poco, dime con esa voz de Alpha sexy cuál debería mover…” mi garganta se comienza a cerrar, puedo sentir como me quedo sin aire poco a poco, intento toser pero era inútil, algo se acumulaba en mi boca y… “m-mueve esa, podrás tomar mi ficha” Dije asustado con una voz que no reconocía. “Gracias Hermano, eres demasiado generoso”.
Así fue todo el juego, Ethan solo me ordenaba que hacer, y sin consentimiento alguno, obedecía, era inútil resistirse a sus palabras. “Bien, ahora tengo a tu caballo” dice Ethan. “Gracias por dármelo te recompensaré, te ayudaré a entrenar esas piernas grandes” mi pantalón se volvió incómodo, apretando mi entrepierna, mis piernas comenzaron a expandirse, comenzaron a llenarse de músculos y poder. “vaya aquí hace demasiado calor, como está el clima allá arriba grandote…?” mis huesos comenzaron a crujir y arder, abriéndose paso entre mis nervios y músculo, el dolor era insoportable, quería gritar, mi cabeza se movió hacia arriba, pero mi vista seguía fija, mientras crecían mis pies tocaron la mochila de Ethan. “Hey! cuidado amigo, esos enormes pies pueden ser estorbosos…” mis zapatos explotaron, mis dedos crecieron y mi planta del pie se expandió rompiendo mis calcetines en el proceso. “Y aquí estamos, parece que el juego está por terminar y, creo que ambos sabemos quién es el perdedor. No puedo explicar cómo me siento en este momento, creo que al final tuviste la razón, tú y yo nunca estuvimos al mismo nivel, pero de alguna manera que nunca sabré, hiciste que sintiera cosas por ti, tal vez fue la manera en la que no me temías o no eras sumiso ante mí, aunque como todos, te congelabas frente a mí, aprovechaste todo eso y me tuviste de muñeco sexual por más de un año, mientras tú te divertías, yo estaba cayendo enamorado por ti, pensaba que estábamos en la misma página, pero fui tan iluso que te invite a una cita, luego me dejaste esperando por horas, me rompí, por primera vez en mi vida no obtuve lo que quería, y Dios, no sabes cuando odio perder.” dice Ethan mientras se levanta. “Ahora quiero que sepas que se siente perder algo, algo que pensaste que siempre tendrías…” y con un movimiento de manos, toma a la reina. Mierda, estaba acabado en todos los sentidos, no podía explicarme a mí mismo como alguien tan tonto como Ethan había planeado algo así. Estaba pensando en cómo salir de aquí, antes de que mi propia arrogancia y ego me acabarán. “Ahora debes estar gritando internamente, pidiendo disculpas, pero ¡Ya es demasiado tarde!” Con un simple movimiento de dedos él me había acabado, la personalidad egocéntrica que me había creado para protegerme, me trajo a mi fin. Una lágrima de lamento salió de mí, no estaba seguro de que pasaría ahora, mentalmente estaba acabado pero estaba listo para cualquier cosa.
“/Risas”. Uuh?, no había pasado nada aún. “Wow, ¿Creíste en serio que simplemente acabaría tan rápido contigo y me iría?” Con un movimiento quito el collar de su cuello para colocarlo en la mesa, por un momento tuve la esperanza de liberarme de esto, que Ethan se había apiadado de mi alma me dejaría escapar, pero mi vista siguió fija en el collar. “Tan indefenso O’malley, si tan solo tú… Pero ya es demasiado tarde supongo” dijo mientras caminaba hacia mí, parado al lado mío, levanto los restos de lo que solían ser unos jeans para revelar mi polla , que junto con el crecimiento de mis piernas creció unas pulgadas más, con un simple apretón hizo que gimiera de placer, el primer sonido que hice sin que me pidiera. “Demonios, no recordaba que eras tan sensible” Dice mientras acerca su mirada a mi cara. “ nunca había visto tan cerca tu cara, pero ahora que tengo la oportunidad puedo mencionar como amo tu rostro, esas cejas gruesas, esa mandíbula fuerte junto con esos labios tan jugosos, pero creo que lo que más amo de ti es esa miraba, tus ojos verdes tan profundo que hacen que cualquiera suspire tan solo con verlos, es tan bello Jack, ahora entiendo todo lo que siento por ti.” Mientras Ethan seguía masajeando mi polla, mi realidad había cambiado, el rostro que alguna vez mire en el espejo había cambiado, mi nombre, el que alguna vez Ethan gimió había sido borrado, ahora solo era Jack. El collar había perdido su atracción, lo que hacía que me mantuviera bajo su poder ahora había desaparecido, antes de que pudiera reaccionar o decir algo comencé a gemir desesperadamente, en un momento todo mi cuerpo era solo placer, tan sensible. Mientras Ethan seguía masajeando mi entrepierna, con su otra mano tomo mi cabeza para tenerlo cara a cara. “Escúchame bien, en cuando llegues al orgasmo ya no serás más O’malley, serás solo Jack, cualquier rastro de tu antigua vida se enterrará en tu mente, ya no tendrás el control de tu mente, solo sabrás que tiene un dueño, ahora tu vida estará 100% dedicada a mí, todo lo eras antes se enterrará en tu mente, ahora solo serás el deportista más cachondo y tonto del mundo, pero eso no importará, todo que necesitas saber es como complacerte y adorarme.” Mierda, esto era todo, con mi última fuerza mental estaba evitando correrme, mientras seguía el masturbándome, los cambios se solidificaban en mí, mi cabello se oscureció, mi piel tomo un ligero bronceado, mis músculos tuvieron pequeños espasmos adaptándose a su nuevo cuerpo. “Como última orden hacía O’malley, no desaparecerás, quedará en el fondo de tu mente sin poder retomar el control de tu vida, simplemente verás a Jack manejar lo que alguna vez fue tuyo”. “Maldito hijo de pe- AAAAAAAAAAH~” En ese momento experimente el mejor y ultimo orgasmo de mi vida.
“UUghh… que demonios pasó?”
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“Ya sabes, no pudiste resistir y tuvimos que hacerlo en la biblioteca “ “Demonios, ve todo ese semen en tu mano, genial haha” “Hahaha, guarda silencio y límpialo.” sin pensarlo los veces, Jack tomo la mano de Ethan y paso su lengua por encima de ella, limpiando cada rastro de semen. “Demonios, que mierda paso con esta ropa” dijo Jack cuando terminó. “Ugh, demasiadas preguntas, simplemente usa esto, lleva toda la semana en mi mochila pero, no hay problema alguno.” Ethan saco un par de calzoncillos sucios de su mochila, al entregárselos a Jack el no dudo en olfatearlas antes de usarlos. “Mierda, ya amaneció, tenemos que salir de aquí” Dijo Ethan mientras caminaba hacia la salida, se detuvo un momento para mirar hacia atrás y ver su cometido, sonrió y soltó una pequeña sonrisa. Jack se puso de pie dejando caer pedazos de tela de lo que alguna vez fue mi ropa, se vistió con aquella ropa sucia sin cuestionar cuanta orina y semen había en ellos. En ese momento Jack estaba tan sensible que el rose de sus enormes manos con sus pezones lo hacían gemir y ponerse duro de nuevo. Si quería seguir viviendo en el placer tenía que resistir, al final del día solo importa lo que Ethan le hacía sentir.
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comeback jaja
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flan-tasma · 8 months
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fem reader cuddling w freminet maybe? pls and thank you 🤲💙
💖~ Your wish is my command! Loving Freminet here!
Warning: Nope now💖, Fem!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
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Spanish:
A Freminet le costó bastante aprender a aceptar el afecto físico de tu parte. Al inicio de la relación le parecía aún muy extraño tomar tu mano y no avergonzarse por ello, o recibir besos en su mejilla como muestra de cariño. Siempre se volvía más tímido de lo normal, no se movía y te dejaba bañarlo con todo el amor que quisieras darle. Fue cuestión de tiempo que descubriera los placeres de tenerte para él.
Un día entero en la playa era divertido, jugaban en la arena y buceaban, bailaban en el mar y saltaban hasta la superficie haciendo carreras, era de las pocas ocasiones en las que podrías ver a Freminet sonriendo sin timidez. Pero la mejor parte, su favorita incluso, era cuando recogían sus cosas de la arena, limpiaban sus zapatos y se tomaban de la mano para regresar a casa. El trayecto era emocionante, con un silencio acogedor o una plática tranquila, cualquier cosa le ayudaba, pero siempre recordaba lo que le esperaba en casa.
Se bañarían y comerían algo, habrían más risas mientras ambos ya vestían sus ropas para dormir, y finalmente el corazón de Freminet se calentaría entre las sábanas, ambos escondidos de la luna que entraba por la ventana, leyendo un cuento con la ayuda de una linterna como un par de niños que se quedan hasta tarde despiertos. Sus brazos sobre ti, los tuyos abrazándolo, él estaría bien con eso y las piernas que se enredan hasta caer dormidos, el libro se queda en algún lado junto a ustedes y Freminet intenta tenerte lo más cerca posible. Siente la calidez de tu cuerpo junto al suyo, el aroma de tu shampoo lo arrulla y la suavidad de la cama lo ínsita a dormir, pero ambos se mantienen despiertos, de vez en cuando acercándose más y rozando sus extremidades con cariño. Nunca falta algún beso robado que da fruto a una sonrisa cansada. Nunca falta que Freminet se sienta tan a gusto contigo que su respiración se relentiza y sus latidos te llaman para que duermas con él, y sientes un último apretón en tu espalda antes de que ambos caigan dormidos entre los brazos del otro.
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English:
It took a lot for Freminet to learn to accept physical affection from you. At the beginning of the relationship it still seemed very strange to him to hold your hand and not be embarrassed by it, or to receive kisses on his cheek as a sign of affection. He always became shyer than normal, he wouldn't move and let you shower him with all the love you wanted to give him. It was a matter of time before he discovered the places to have you to himself.
A whole day at the beach was fun, you played in the sand and dived, danced in the sea and jumped to the surface doing races, it was one of the few occasions when you could see Freminet smiling without shyness. But the best part, his favorite even, was when you picked your things from the sand, cleaned your shoes and held hands to return home. The journey was exciting, with a cozy silence or a calm conversation, anything helped him, but he always remembered what awaited him at home.
You would bathe and eat something, would be more laughter while both were already dressed in your sleeping clothes, and finally Freminet's heart would warm between the sheets, both hiding from the moon that came through the window, reading a story with the help of a flashlight, like a couple of kids who stay up late. His arms on you, yours hugging him, he would be fine with that and your legs tangled until you fall asleep, the book stays somewhere next to you and Freminet tries to keep you as close as possible. He feels the warmth of your body next to his, the aroma of your shampoo lulls him and the softness of the bed urges him to sleep, but you both stay awake, from time to time getting closer and touching his limbs affectionately. There is never missing a stolen kiss that gives fruit to a tired smile. Is never missing that Freminet feels so comfortable with you that his breathing slows and his heartbeat calls you to sleep with him, and you feel one last press on your back before you both fall asleep in each other's arms.
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phieral · 3 months
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﹙ 𝐷𝐼𝐴𝑅𝐼𝑂: 𝐾𝐼𝐸𝑅𝐴𝑁 𝑉𝐴𝐿𝐸𝑁𝑇𝐼𝑁𝐸 ﹚𝄒ㅤ ㅤⓘㅤ 🪽
Diario de Kieran Valentine [CGN14] en un 2-PACK exclusivo de la San Diego Comic-Con (SDCC) lanzado en 2015. Hasta abajo podrás encontrar la versión gráfica.
TAGS: Diario, Kieran Valentine, Spelldon Cauldronello, Djinni 'Whisp' Grant, Monster High.
CR: Mattel.
La traducción fue hecha por mí, NO ES OFICIAL. ♱⎯⎯ 𝑀𝐴𝑆𝑇𝐸𝑅𝐼𝐿𝑆𝑇𝑆 𝑀𝐻: 𝐺𝐸𝑁𝐸𝑅𝐴𝐿 | 𝐷𝐼𝐴𝑅𝐼𝑂𝑆 | 𝐶𝑂́𝑀𝐼𝐶𝑆
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1 de Mayo Cuando salí de Monster High después de la fiesta de cumpleaños de Draculaura por sus dulces 1,600, estaba enojado, humillado y apestoso por caer en ese caldero del eterno olor corporal. Apestaba tan mal, Mamá ni siquiera dejó que me quedara en casa: Tuve que dormir en la habitación para invitados arriba del garage. Ahora que lo pienso, probablemente fue la mejor cosa que me pudo haber pasado. Mis considerables y encantadores poderes no hacían competencia al hedor que me rodeaba. Mis poderes se debilitaron lentamente al ser privado de lo que los alimentaba: el amor que tomé egoístamente de las personas. Estaba en una prisión olorosa y salía raras veces del garage — pero eso me permitió recapacitar seriamente, y me di cuenta de que no estaba siendo honesto conmigo mismo. Después un día alguien llamó a mi puerta, la abrí para ver a una señora goblin un poco vieja con un bastón mirándome a través de unas gruesas gafas. “Soy la Sra. Goblin, pero puedes llamarme “Sra. Goblin.” Soy amiga de tu madre.” Dijo ella, “necesitas salir de esa habitación, y yo necesito algo de ayuda, así que vámonos.” Se dio la vuelta y se alejó, y, sin nada más que perder, la seguí. Resultó ser que ella era dueña de un refugio para creaturas-no-deseadas y no podía limpiar, alimentar y hacer mantenimiento diario por sí misma. También resultó ser que no tenia sentido del olfato. “Lo perdí por allá del ‘72,” me dijo. La Sra. G. me enseñó rápidamente las rutinas diarias y me dio un tour. “Puedes empezar hoy,” dijo mientras me entregaba un trapeador y una cubeta. Es difícil de creer que accedí, pero no tenia otras opciones. El refugio era hogar de una inusual colección de creaturas exóticas: gremlins, monos voladores, dragones de regazo, mantícoras miniatura, y muchas otras que fueron acogidas porque estaban extraviadas o habían sido devueltas por monstruos que no las querían. Aunque fue un trabajo duro, y no siempre fue agradable, empecé a agarrarle cierto gusto. De hecho, me sentía con más energía al terminar el día que cuando lo empezaba. Sentí que mis poderes regresaban y cada día me volvía mas fuerte. Eventualmente, se lo mencioné a la Sra. Goblin quien se rió disimuladamente “Ustedes los vampiros emocionales nunca lo entenderán — el amor que es robado no tiene calorías. No te voy a mantener por siempre.” Ella sabía que aún no lo entendía. “El amor que es entregado libremente es la fuente más poderosa de energía en el universo monstruoso. Vienes hasta aquí todos los días, cuidas de estas creaturas, eres gentil con ellas, y la única cosa que tienen para ofrecerte es su amor — y créeme, tienen mucho para dar”. No podía creer lo que me estaba diciendo. Seguramente estuve ahí parado como estúpido porque dijo, “Cierra tu boca antes de que se te metan las moscas y ve a limpiar la jaula del mono volador. Está arrojando cosas otra vez”. Me sentía aturdido. ¿Por qué nadie me había explicado eso? En vez de obsesionarme con el pasado, estaba feliz de que finalmente lo supiera.
3 de Mayo Reconozco que lo hice —robar amor— porque pensaba que eso es lo que se supone que un vampiro emocional hacía. Pero nunca se sintió correcto. Pensé que si lo seguía haciendo, después de un tiempo se sentiría bien. Pero sólo me enojaba y frustraba. Cuando Draculaura me llamó —bueno, Toralei, en realidad— pensé que si podía recuperar ese corazón que se me había escapado, cambiaría y todo estaría bien. Pero sólo estaba siendo un dolor en el colmillo para todos y me estaba humillando. Así que llegué a una conclusión: ser yo mismo debe ser más fácil que no ser yo mismo, ¿no? En ese entonces, odiaba la idea de quién era en realidad y ese conflicto interno me hizo convertirme en alguien que no era yo. Es hora de ser mi yo real, pero es aterrador.
1 de Julio Hoy era mi primer aniversario en el refugio. Al salir del garage, corrí hacía Mamá. Ella me olió. “Ya no apestas”. Era verdad — el hedor se había ido. Le di un abrazo a Mamá y le dije que seguramente se debía a lo que había aprendido al trabajar con la Sra. Goblin. Le agradecí a Mamá por decirle que necesitaba ayuda. Mamá me miró extrañada, “¿De qué estás hablando? No conozco a ninguna Sra. Goblin.” ¿Qué? Corrí hacía el refugio y cuando llegué ahí estaba tapiada y vacía. ¿Cómo? Me metí por una ventana rota. Una capa gruesa de polvo cubría todo y se veía como si nadie hubiese estado ahí en años. Después noté un pedazo de papel en la mesa donde la Sra. G. solía sentarse a tomar el té. Era una nota dirigida hacía mí: V, No hay nada más que pueda enseñarte. El resto llegará a ti cuando pongas en práctica lo que has aprendido. Eres amado por quién y lo que eres. Atentamente, “Sra. Goblin” P. D. Haz lo correcto o volveré y te haré limpiar jaulas de monos voladores otra vez.
2 de Julio Decidí que intentaría hacer “lo correcto” volviendo a MH y tratar de recompensar mis errores. Pensé que si me ocultaba en las sombras y ayudaba a las parejas de MH, ya sabes, ser un Cupido para el desastre amoroso que había ocasionado, podría hacer la diferencia y ellos verían que era un monstruo cambiado. Bueno, mis intenciones eran buenas, pero las cosas no salieron como lo planeé. Mas o menos, no, sí eché las cosas a perder. Afortunadamente, las cosas terminaron bien al final, creo, sólo que no como yo esperaba. No creo que Draculaura o sus amigas vayan a confiar realmente en mí nunca. Y aunque espero que algún día puedan ver que ya cambié, sé que tomará tiempo, también. Supongo que no puedo pretender que me perdonen de inmediato. Afortunadamente algo bueno salió de todo esto. Mientras intentaba esconderme en las sombras me topé con un estudiante que no reconocí. Me dijo que se llamaba Spelldon Cauldronello, que sólo llevaba un par de semanas en MH porque había estado de viaje con su hermana mayor. Conocerlo dejó mi mente flotando por el espacio y olvidé totalmente enviar un texto que se suponía iba a ayudar a Clawd. Peguntó si iba a MH y le dije que sólo estaba de visita, pero que me encantaría ir a MH algún día si podía. Dijo que me mantendría al tanto de los gruñidos que había en los pasillos si quería, así que le di mi número. Al menos no todo el viaje se sintió como una estaca. Pero me gustaría saber cómo compensar a Draculaura y sus amigos. Ahora sé que los verdaderos amigos se ayudan mutuamente con sus problemas, no intentan resolverlos por ellos.
7 de Julio Hoy tuve la tentación de quedarme en mi habitación y darme el día para estar monstruosamente melancólico, pero, en lugar e eso, salí a pasear sin rumbo hasta que me encontré sentado en la playa viendo cómo se ponía el Sol. Fue entonces cuando noté algo inusual parcialmente enterrado en la arena. Lo saqué y descubrí que era una lámpara cubierta de algas. Lo quité... ¡y me llevé el susto de mi no-vida! La lámpara empezó a vibrar y brillar, como si algo dentro de ella se hubiera despertado y estuviese intentando salir de ahí. La dejé caer como si estuviera caliente y retrocedí mientras salía humo de ella. Cuando el humo se disipó, había una ghoul flotando sobre mí. "Soy la genia de la lámpara. ¿Cuál es tu deseo?"
10 de Julio El nombre de la genio es Whisp y tenemos algo en común: la dirección de nuestras no-vidas cambiaron debido a Monster High. Compartimos nuestras historias y problemas; ninguno de nosotros ha tomado las mejores decisiones, pero ambos queremos ser mejores monstruos. Hablamos tanto que Whisp tuvo que recordarme que tenía tres deseos. Le pregunté qué debía desear y ella dijo "No puedo decirte qué desear, así como tampoco puedo decirte qué no desear, pero puedo decirte que seas cuidadoso con lo que deseas". Me reí y le dije que eso sonaba siniestro. Ella no le vio la gracia a su afirmación. "Los deseos son cosas delicadas", respondió, "a menudo tienen mente propia y no siempre se hacen realidad se espera." Me quedé pensando un momento y deseé poder volver a Monster High y arreglar las cosas que había roto. Whisp se elevó en el aire, con los ojos brillantes, y dijo: "Como desees". Al instante, estaba de vuelta en la fiesta de los dulces 1,600 de Draculaura, solo que vestido como un técnico reparador: con cinturón de herramientas y todo. La directora Buenasangre estaba delante de mí con las manos en la cadera. "¡Tienes que reparar la barrera que rodea el caldero del eterno olor corporal antes de que otro monstruo caiga en él!" Esto no era lo que yo entendía por "reparar lo que había roto", y de ninguna manera iba a acercarme de nuevo a ese caldero. Fue entonces cuando los otros estudiantes me vieron. Un minotauro muy grande me señaló con el dedo: "¡Ahí está otra vez! Tíralo de nuevo a la fosa." Deseé salir de MH y volver a mi habitación justo a tiempo para evitar otro chapuzón. Dos deseos menos, queda uno.
12 de Julio Whisp se ha disculpado mucho, pero no tenía porqué. Deseé algo tan general que podría habérmelo concedido de muchas maneras. Lo que realmente deseaba era tener la oportunidad de hacer algo desinteresando por los monstruos a los que lastimaba: dar en lugar de no tomar. Cuando empecé a trabajar para la Sra. G., a veces deseaba que otra persona hiciera las cosas sucias para poder simplemente jugar con las criaturas. Ahora sé que sólo deseaba que fuera fácil. Cada vez que estaba en medio de algo particularmente repugnante, la Sra. G. se carcajeaba, "A veces el trabajo apesta, ¿no es cierto?" Las primeras veces que lo decía, quise abandonar todo e irme a casa. Pero lo aguanté y, aunque todavía me queda mucho camino por recorrer, soy un mejor monstruo por ello. No-vivir requiere mucho esfuerzo y creo que algunos problemas no se resuelven tan sólo deseándolo. Hablando de deseos, tengo que pensar en algo que no sea ambiguo para el último...
1 de Agosto Invoqué a Whisp para que me conceda mi último deseo. Admito que lo pospuse porque estaba siendo egoísta. Nunca he tenido una amiga como ella y, una vez concedido mi último deseo, la lámpara cambiará de lugar y probablemente no vuelva a verla nunca. Pensé en liberarla de la lámpara, pero no creo que ella quiera eso: le encanta ser una genia, aparecer en lugares nuevos y conceder deseos. Pero sé que a veces se siente sola, así que este fue mi deseo: "Whisp, deseo que podamos ser amigos por siempre." Whisp se levantó y sus ojos brillaron: "¡Como desees!" Pude verla sonreír mientras se convertía en humo y volvía a la lámpara, que salió disparada y desapareció. Por un segundo pensé que mi deseo no se había cumplido, pero entonces mi iCoffin se iluminó y vi un nuevo icono de aplicación que parecía un pequeño espejo. Lo toqué y ¡ahí estaba Whisp! Ahora, no importa en qué parte del universo monstruoso se encuentre, ¡podremos hablarnos sin importar qué! "Sí, mamá, estoy hablando yo solo aquí abajo."
SOBRE MÍ Nombre: Kieran Valentine Edad: 1602 Padres Monstruos: Vampiros emocionales Estilo matador: Nunca sé cuándo un día normal puede convertirse en uno extraordinario, así que, para que no me sorprendan mal vestido, nunca salgo del ataúd con nada menos que mi mejor traje. Entiendo que muchos piensen que es exagerado, pero prefiero tenerlo y no necesitarlo a necesitarlo y no tenerlo. Monstruosa Imperfección: En el pasado solía buscar el amor en los lugares equivocados y era un poco... okay, muy... egoísta. En el futuro, dedicaré mi vida a corregir todos los errores que cometí en el pasado. Mascota: Era demasiado egoísta para tener una mascota, pero ahora entiendo que dan tanto amor incondicional que me estoy replanteando tener una. Estoy abierto a cualquier tipo de mascota excepto monos voladores. No quiero hablar de eso. Actividad Favorita: Antes era robar amor, pero ahora es encontrar el amor verdadero y ayudar a otros monstruos a hacer lo mismo. Espantoso Fastidio: No los culpo, pero quisiera que la gente no pensara lo peor de mí. Clase favorita: Muerdología — me gustaría ser veterinario algún día. Clase Menos Favorita: Edu. Física — la vestimenta es demasiado informal y el sudor aplasta mis volantes. Color Favorito: Granate Comida Favorita: Pastel diabólico — de vez en cuando me gusta darle un capricho a mi dulce colmillo. Mejores amigos: Djinni "Whisp" Grant
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ㅤ 𔘓 ﹙ 𝔓HI⎯⎯ 𝐸𝑅𝐴𝐿 ﹚ 🪦 ̸̷ׅ ׄ ㅤ “𝑚𝑒𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑚𝑜𝑟𝑖” 27 de junio de 2024
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predicoperonopractico · 4 months
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Y después de casi 4 meses pude entender que a pesar de mi error, yo no tuve toda culpa. Espere 6 años para poder hacer todo lo que me dijiste que haríamos, te apoyé por 6 años, te di todo el amor y comprensión que pude por 6 largos años, me estanque para poder vivir la vida junto a ti. Y cuando más necesitaba que entendieras que también soy humana, que también me equivoco y que puedo arrepentirme, simplemente me crucificaste, me abandonaste, comprendiendo la magnitud del error que cometí, solo me culpe a mí. Me sentí inútil todo este tiempo, culpable e inservible. No te importo si volvía mi depresión, no te importo si yo quería matarme (casi lo logro), no te importo ni un carajo todo lo que dejé por ti. Me desvalorizaste al punto de borrarme de tu vida, borraste 6 años, me bloqueaste, borraste todo de mí de tu vida, me humillaste, me trataste de lo peor para estar con alguien más 2 meses después de dejarme. Intenté volver porque traté de darte el espacio necesario para que pudieras estar tranquilo, pero al final todo fue inútil y en vano, solo recibí repudio de ti. Y siento tanto el estar así por ti, tú, que jamás me diste nada, solo palabras bonitas y promesas rotas, tus te amo eran solo de comodidad, de zona de confort, nunca fue real, porque a mí no me vengan con “el que falla lo saco de mi vida”, porque si me amabas realmente no hubieses querido sacarme así de golpe. Jamás me burlé de ti, jamás te mentí después de eso. Si, cometi dos veces un error distinto, pero como un demonio, como quería arreglar lo nuestro. Solo tenías que decirme que había alguien más, y que no te costó soltarme, todo hubiese sido más fácil, me hubieses ahorrado la humillación, pero obvio tú querías que te rogara, tú querías alimentarte de mi dolor para seguir destruyendome. Ay dios! Que dolor este que me haces pasar, no era suficiente con la vergüenza y la culpa que quizás merecía, ahora también tengo que lidiar con ser reemplazada y borrada de la vida de alguien que era mi todo. Sé que lo arruine, pero no merecía tanto dolor, no merecía querer morir por alguien que no me ama y quizás jamás lo hizo en realidad.
No quiero hundirme otra vez por alguien que no le importo
Constanza A. 🌻
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miskhalie · 7 months
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Sex on the Beach - Fran/Francisco Romero x Reader
Pairing: Fran Romero
Advertencias: smut, cunnilingus, fingering, ¿Public sex?
El sol de verano calentaba el agua del mar, la piel y la arena de la playa. Tu te abanicabas con tu mano incluso dentro del agua. Metiste la cabeza dentro del mar. Cuando volviste a la superficie, miraste a Fran, que se bronceaba junto con las toallas y el bolso. Llevaba unas gafas de sol de colores que le quedaban preciosas con su tono de piel mas bronceada. Además, sus bañadores azules se veían desde la distancia.
Decidiste ir hasta allá. Fran vio como Venus surgió del mar. Tu caminabas a paso seguro mientras el agua te lamia el cuerpo y resbalaba sobre tu piel, dejando atrás gotas. ¡Que mujer!, pensó Fran. ¡Vaya vistas! Se tuvo que levantar un poco, apoyandose en sus codos y quitarse las gafas porque eras todo un espejismo. Tu pelo mojado, tu sonrisa, las gotas bajando por tu cuello a tus pechos a tu cintura y caderas hasta la arena. Se sintió afortunado, como lo había hecho muchas veces más.
Te sentaste sobre tu toalla y lo miraste con esos ojos que le expresaban ternura.
- ¡Que buena esta el agua! - dijiste - Metete si quieres, yo guardo el bolso.
Pero Fran tenia otras intenciones. Lo volvías loco y lo hacías actuar fuera de si. Queria recorrerte la piel con la punta de sus dedos.
- No, gracias. Estoy bien así. - te respondió.
Quizás si debía meterse en el agua, porque estaba empezando a sentir un cosquilleo dentro del estomago que solo podía significar una cosa: te quería allí mismo.
Él también estaba irresistible, con su piel morena, la arena pegada al cuerpo en pequeños granos y el cuerpo reluciente por el aceite corporal. De sus labios colgaba una sonrisa misteriosa y picara. Como si ya estuviera maquinando su siguiente movimiento. Su pelo al sol relucía tanto que parecía Apolo. Y olía a after-shave y a aceite de playa.
Te acercaste a él y juntaste tus labios con los suyos. Sabía a la macedonia que habías comprado de camino. Su lengua era suave, dulce y cariñosa. Por como profundizaba el beso, sabías que estaba necesitado. De ti. Sin separar los labios, te tumbaste a su lado. Un brazo voló a agarrarte de la cintura. Por suerte, habíais colocado en un lugar un poco remoto de la gente, en una pequeña cala a solas.
Su boca bajó de tus labios a tu cuello, donde dio un lametón caliente y sentiste un escalofrío. Suspiraste. Fran se puso sobre ti y poco a poco fue besando tu cuerpo, lamiendo y mordiendo. Cuando llegó a tu braga, beso sobre el forro de esta y sin previo aviso, metió la mano suavemente. Se tumbó a tu altura y siguió besándote con lengua. De momento solo sujetaba tus partes intimas como si lo reclamara, pero tu te sentía tensa, impaciente.
Un dedo hizo camino a tu agujero y se mojó ligeramente para poder acariciar tu punto más sensible, tu clitoris. Con la primera caricia, soltaste un gemido sutil. Fran se comió este al posar su boca sobre la tuya para hacerte callar. Te tapaste la boca después de que te besara y le concediste paso a tu cuello, donde dejaba marcas y besaba con pasión. La combinación de los besos húmedos y calientes con la euforia que sentías por como te tocaba te hacía mojarte más.
La rena de su cuerpo y el agua del tuyo se mezclaban creando una fricción que aunque te irritaba la piel también causaba sensaciones placenteras. El olor a Fran, a playa y el sol que calentaba, todo te traía a un trance del que no eras consciente. Tan profundamente estabas en ese trance que no notaste cuando Fran despego sus labios de tu cuello y fue dejando un camino de os labios de tu cuello y fue dejando un camino de besos hacia tu entrepierna. Hizo a un lado la tela y empezó a lamer. Tu tensabas tus músculos al gemir y no podías ya negar que te gustaba estar así en un lugar medio publico.
Fran te lamia con dulzura, con largos lametones de arriba abajo. Tú levantabas las caderas presa de las sensaciones. Tu cuerpo pedía más y formaba un nudo en la base de tu estomago. Se sentía tan bien que agarraste a tu novio del pelo, por lo que empezó a hacer vibrar su lengua y a lamer en círculos tu nudo más sensible. Justo cuando pensabas que no podías más, te introdujo un dedo, después de que lo aceptaras con facilidad, fueron dos, hasta que fueron tres. Sin parar de dar atención a ese punto donde los nervios de tus genitales se juntaban.
En unos minutos más te derretiste sobre sus dedos. Ambos jadeabais, tu casi perdiendo el conocimiento de tal climax y él asombrado por como habías estado.
- Che, no sabia que podías hacer eso. - se rió.
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