#vivirparaadorar
Explore tagged Tumblr posts
Text
¿VIVIR PARA TRABAJAR?
Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque Tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas. Apocalipsis 4:11
Tal vez seas una de las muchas personas en este mundo, que quieren conocer la respuesta a la pregunta: «¿Cuál es el propósito de mi vida?».
Lamentablemente, hemos recibido muchas respuestas equivocadas a esta pregunta, esto incluye todas las religiones y las filosofías de nuestro mundo, las cuales nos han apartado aún más del conocimiento de Dios. Este ha sido un truco astuto y eficaz del enemigo del alma humana.
Hablemos de un punto en que nosotros como profesionales podemos estar basando nuestra identidad:
Muchos insisten en que nuestro propósito central en esta vida es trabajar. No es que nos guste trabajar, pero sí hablar de lo honroso que es el trabajo. ¿Se ha detenido alguna vez a pensar qué es el trabajo? El trabajo consiste en tomar una cosa que está en un lugar y colocarla en otro. Para un observador de la humanidad, lo evidente del trabajo es el hecho de que tiene un foco a corto plazo, y nunca tiene un propósito a largo plazo.
Por ejemplo, El granjero tiene grano en su cobertizo, lo siembra en el campo y lo cubre con tierra. Después de que la naturaleza haya trabajado en la semilla tres o cuatro meses, el granjero la saca y vuelve a guardarla en el lugar de donde la sacó, en el que hay más de ella. Al año siguiente el grano ha desaparecido: se lo comió el ganado. Por consiguiente, el trabajo siempre tiene un propósito a corto plazo. Pero ¿cuál es el resultado de todo esto? ¿Por qué lo hacemos? ¿Por qué meter esa pintura verde, roja o blanca en ese cubo y usarla en una casa?
Usted me dirá: «Para que el clima no afecte a la casa, para que esté en buen estado y tenga un aspecto agradable». Eso está muy bien, pero aún no se ha construido una casa que no se haya podrido, malogrado y, al final, haya sido sustituida por algo más nuevo. Nadie puede convencerme de que he sido creado para trabajar como un mero caballo de granja, que carece de todo futuro o de otra razón que no sea trabajar. Un hombre puede trabajar toda una vida, identificarse con su trabajo y luego jubilarse. Poco después de la jubilación, se muere porque su vida ya no tiene propósito. El resultado final del trabajo es la insignificancia más absoluta.
Con esto no estamos diciendo que estamos en contra del trabajo o que debe dejar de trabajar, sin embargo el trabajo no responde al propósito eterno del por qué estamos aquí.
DIOS CREÓ AL SER HUMANO CON UN PROPÓSITO ESPECIAL, ÚNICO Y DIVINO
Este pueblo he creado para mí; mis alabanzas publicará. Isaías 43:21
Dios hizo al hombre semejante a Él y hay muchos pasajes de las Sagradas Escrituras que nos dicen que nacimos para adorar a Dios y disfrutar de Él. No ha sido creado para simplemente tomar una cosa que esté en un lugar y trasladarla a otro, es decir, trabajar. Se nos instruye que debemos glorificarlo para siempre y, por encima de toda otra criatura, conocer, admirar, amar y adorar al Dios trino.
Hemos de dar al Señor aquello que desea. En la Biblia, leemos sobre aquellos que adoran a Dios día y noche en el templo, y nunca cesan de cantar: «...Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria» (Isaías 6:3).
El hombre incumplió el propósito de su creación, que era adorar a su Creador en la hermosura de la santidad. Olvidó esto, renunció a esa capacidad por el pecado y hoy está preocupado por encontrar otras cosas que llenen ese vacío. Es terrible ver a qué cosas acuden las personas cuando pierden a Dios. Si Él no brilla en sus ojos, los llenan de cualquier otra cosa, y si no disfrutan adorando al gran Dios todopoderoso que los creó, encuentran algún otro objeto de su adoración.
La adoración es el motivo pleno de la existencia del hombre. Es la razón por la que nacemos y por la que nacemos de nuevo en Cristo. La adoración es el motivo de nuestra primera y de nuestra segunda génesis, a la que llamamos regeneración. Nuestro llamado primordial es a adorar a Dios.
Dios nos ha llamado a reconciliarnos con Él, por medio de la obra de Jesucristo y así volver al propósito eterno que es disfrutar de Él para siempre y adorarlo. Si comenzamos a adorar a Dios estaremos cumpliendo nuestro propósito en la tierra y seguiremos adorándolo mucho después de que todo lo demás haya dejado de existir.
(Texto tomado, modificado y adaptado de Diseñados para Adorar A.W.Tozer.)
0 notes