#vestidos para niñas
Explore tagged Tumblr posts
golosinasparavestir · 1 year ago
Text
Descubre la Magia en Cada Costura: Vestidos y Trajes de Fantasía Infantil para Deslumbrar en Estilo
Discover the Magic in Every Seam: Children's Fantasy Dresses and Costumes to Dazzle in Style
0 notes
bia-lou · 1 year ago
Text
Peda en mi casa, lleven ropa chida.
-Lizzy
(It's just our favorite drones in nice clothes)
✨✨
Tumblr media Tumblr media
Tumblr media
@maryalezoo
83 notes · View notes
rushnaf · 2 years ago
Text
Vestido de verano para niña, Falda vaquera + camiseta, moda Boutique, 2023
buy now buy now buy now buy now buy now buy now buy now buy now
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
disenosadrianitaup · 2 years ago
Photo
Tumblr media
Hola😉🌹🥰 Somos Diseños Adrianita Up 💖 🌹 #CONFECCIONAMOS HERMOSOS #VESTIDOS DE #NIÑAS👗, DISTRIBUIMOS #ALPORMAYOR a #NivelNacional 🚚, Excelente Precios Para NEGOCIO. #SOMOSFABRICANTES. #DIRECCIÓN: C.C. MAYORISTAS Y NEGOCIOS ANDINOS, PLANTA BAJA, #PASILLO 14-A, #LOCAL 329. #QUITO - #ECUADOR. 🇪🇨Haz #CLIC👇para ver nuestro #CATÁLOGO en #WHATSAPPBUSSINES: https://wa.me/c/593998137402 👆 #DiseñosAdrianitaUp (en Ecuador) https://www.instagram.com/p/CoIFbKdu4ap/?igshid=NGJjMDIxMWI=
0 notes
corazon-con-curita · 4 days ago
Text
Abrí la puerta de mi habitación
Y ahí estoy...
-Ahí estás!
Mi yo pequeña
Mi yo inocente
Mi yo huida
Mi yo desesperada
Privada en llanto
Lastimada, con raspones,
la ropa holgada y manchada de panico.
Una vez más! Por que carajos lloras está vez?- grité. Que te hicieron?
No te eligieron?
No se disculparon por como te trataron?
No eres la favorita?
No te prefieren?
Vas al último?
Eres el puente a cambio de algo?
Se burlaron?
No te ven?
Tu cuerpo?
No te quieren?
No te aman?
Te engañaron?
Cuál de todas te paso de nuevo, Pequeña? - me mire y agregué-Ven, para acomodarte!
Cargue a mi niña,
Dios! Como lloraba y como no se calmaba!
Pesaba también, pero no es por su físico
Creo es por tanta acumulacion que ha tenido,
lo bueno es que tengo la fuerza suficiente
para sostenerla bien.
La bañe, la vesti, le puse su vestido favorito, le puse colonia dulce, su collar de toda la vida.
Un poco de cremita en los brazos y piernas; medias nuevas, sus zapatitos brillantes Y una chompita para que se abrigue por si tiene frio.
Le aliste una mochila de emergencia por si en algún momento yo no estaba y tenía que curarse sola, bandas, alcohol, pomada, ropa nueva, etc
Me miraba, con esos ojos de uvita y esas pestañas caidas, arrugando su nariz cuando sonría.
-Que manía la tuya de arrugar la nariz siempre! No te jales la costra, como te gusta lastimarte,no?
+Tú tambien lo haces! ... Te raspas tus pulgares...cuando estás nervio...
-Cállate!
Se paró en la cama, frente a frente, juguetona.
Me peino el cabello con sus manos
Me sacudió la casaca,
Me acomodó el collar de toda la vida
Me echo perfume dulce,
Me puso rubor,
Corrector para mis ojeras,
Un bálsamo de color encima para mis labios rotos.
Me hizo arrugar la nariz cuando me vi al espejo, estabamos bien, nos veíamos "lindas", como si nada hubiera pasado.
Me puso dentro de los bolsillos unas curitas y unas pastillas para el dolor de cabeza.
-Tú no necesitas mucho no?
+Nop, soy más cuidadosa ahora-me respondí
-Si pudimos controlarnos?
+De todas maneras- susurré
-Te extraño- casi llorando
A veces pienso en lo mucho que he avanzado
Pero tambien en algunos pasos que he retrocedido
Cada que me hieren no puedo dejar de pensar en ese plano y como pude no salvarme a tiempo.
Mi pequeña me está esperando
le dije que la cambiaré de cuarto algún un día, aún le gusta donde está porque están sus muñecas pero sabe que se merece mejores.
De todas maneras le tengo varias promesas, hay muchas cosas que me están costando pero como dice mami "nada es imposible".
Una vez más
abrazo a mi pequeña
después del desastre
Y me voy a dar una vuelta con ella.
Le cure las heridas y
tambien le calme sus miedos.
No me gusta verla asi,
No me gusta verme así.
20 notes · View notes
nebulamorada · 4 months ago
Text
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien desde el momento en el que la partera te puso en sus brazos declarándote como una niña, supo que daría todo lo que tenía con tal de protegerte del mundo y toda su crueldad.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien tan pronto como puede llevarte a Kings Landing, te presenta en el banquete de celebración que organizó su padre para ti.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien ríe ante la opulencia que reluce de los presentes que trajo Lord Corlys en dicha cena, ambos hombres decididos a ser el abuelo que tenga el lugar más privilegiado de tu corazón.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien tiene el corazón lleno de amor cada que los ve a ti y a Jace compartir la cuna en la guardería, escuchando sobre como es la única forma de hacer que ambos duerman de corrido sin llantos.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien jamás dejó que la crueldad de su madrastra te alcanzara a ti, con Jacaerys haciendo todo para ayudarla a eso cuando vio detrás de el manto de mentiras que cubre el horrible ser de las personas en la Red Keep.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien siempre tiene algún beso cálido que dejar en tu coronilla o alguna caricia suave para tus manos y mejillas.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien no te dejó conocer más que lujos y comodidades; siempre con vestidos nuevos de telas finas, joyas de piedras brillantes y extranjeras, las comidas más exquisitas de los siete reinos que en cada cena se amoldaban a tus preferencias, etc.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien desde que la sangre de tu luna llegó por primera vez, juró frente al fuego que jamás deberías conocer el desamor y la soledad se un matrimonio por conveniencia. Tu eres su niña, su única niña.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien a pesar de su espíritu ardientemente indomable, no es más que dulce y calmada al rededor de ti y de tus hermanos, siempre educandolos con gentileza y amor sincero.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, la que sin importar cuán laboriosos sean sus deberes en Dragonstone, siempre encuentra el tiempo para pasar algunos momentos durante la tarde contigo, trenzando tu cabello, compartiendo té y pasteles, contándote historias de sus días de juventud con Lady Laena o llevándote a ver a Syrax.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien luego de la pérdida de tus hermanos uno a uno, ya no te permitía permanecer lejos; tu cama fueron movidas a sus aposentos, solo se le permitió a damas de su confianza servirte y se aferró a ti durante cada noche mientras tarareaba las nanas valyrias que habías oído durante toda su infancia.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, a quien viste sacrificar todo lo que le quedaba, incluso la corona de su padre, para sacarte a ti y a tu último hermano vivo con vida de Westeros, uno a cada lado de su costado en el carruaje mientras ella los sostenía con fuerza.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, quien no escuchó los pedidos de que huya que tú y tu hermano le gritaron cuando los traidores habían dado paso a los verdes en Dragonstone.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen...la que viste frente al dragón de tu tío mientras un guardia sostenía tu cabeza para que miraras su muerte, mientras tu hermano hermano Aegon suplicaba piedad para ella.
Tu madre, Rhaenyra Targaryen, a cuyos brazos no pudiste volver cuando, durante el tiempo que Cregan Stark permaneció, irrumpió en tu habitación durante la noche cuando le dijeron que no habías salido en toda la tarde, quitándote de las manos la daga con la que habías intentado quitarte la vida...
31 notes · View notes
doncella-zombie · 1 month ago
Text
Tumblr media
Nueva versión de Bill humano, usa un parche en forma de triángulo ya que Zaniah ama los triángulos pues Bill tiene forma de uno.
No tener forma humana no era una opción ya que sería reconocido fácil por la gente de Gravity Falls.
Zaniah es una niña, porque a Bill le agradaron Dipper y Mabel (que son niños). Pero igual eligió que fuera una niña ya que le agradaba más Mabel, así decidió que quería una "hija" (aunque irónicamente no permite que le llame Padre), su vestido es rojo por el suéter de Stanford, tiene detalles amarillos para que combine con Bill.
Zaniah es bastante ligera y tiene una gran tolerancia al dolor, OJO, jamás ha sufrido ningún daño ni mucho menos Bill le ha levantado la mano, la protege a su manera.
Tienen malos entendidos con la gente ya que Zaniah no se parece a ella y normalmente nadie cree que es su padre (además de que Bill suele decir que no tiene madre, y él la hizo solo, lol). Además de que Zaniah le llama creador, aunque ya Bill intenta que le diga señor Bill.
Base del dibujo: Niffty y Alastor del episodio piloto
11 notes · View notes
shactividades · 2 days ago
Text
FIN DEL CAPÍTULO 4: EL INICIO DEL FIN PT. 1. 
Ambientación: 21 de Octubre, 14:30 p.m.
El sonido de los camiones militares se mezcla con el retumbar de los helicópteros que siguen patrullando sobre el pueblo. A lo lejos, las luces de los vehículos blindados iluminan las calles oscuras mientras se detienen con un chirrido. Los soldados, vestidos con uniformes y máscaras, descienden de los camiones con precisión. La tensión es palpable en el aire, pero hay un atisbo de esperanza cuando el oficial al mando, con voz firme, se acerca al grupo de residentes agolpados en la calle.
—¡Atención! Los mayores y los niños primero. Suban a los camiones, rápido. —su voz retumba, cortando el murmullo nervioso de la multitud.
Un murmullo recorre a los presentes mientras los soldados, sin perder tiempo, comienzan a organizar a los ancianos y a los niños. Los más pequeños, algunos entre los brazos de sus madres, otros sujetados de las manos de sus padres, son subidos con rapidez a los camiones, que parecen ofrecer una esperanza en medio de la desesperación. Los militares ayudan a los mayores a subir, con una delicadeza que contrasta con la urgencia de la situación.
Las madres observan, con los ojos llenos de ansiedad, como sus hijos son colocados en los camiones. Algunas no sueltan las manos de sus pequeños, pero finalmente, con un gesto de resignación, dejan que los soldados se los lleven. Un padre mira a su hija, una niña de no más de cinco años, y la abraza una última vez antes de verla subir al camión.
Un soldado se acerca a una mujer que sostiene a su hijo contra el pecho, su rostro marcado por el cansancio y la incertidumbre.
—Regresaremos por más personas en unas horas —le asegura, tratando de infundirle algo de calma—. Mantengan la calma y esperen en sus refugios. No salgan a las calles hasta que regresemos.
Ella asiente, pero sus ojos reflejan dudas. Mira el camión que se aleja con su hijo dentro, y la angustia la consume. El sonido de los motores, el zumbido de los helicópteros, y el resplandor de las luces parecen lejanos ahora, como una promesa que no puede confiar completamente.
A medida que los camiones se alejan, el pueblo queda sumido en un silencio tenso. Los helicópteros siguen sobrevolando, pero sus luces ya no iluminan tanto la calle principal. La espera comienza. Los que aún quedan en el pueblo se agazapan en sus refugios, con la incertidumbre a flor de piel. La noche se cierra sobre ellos, y mientras las luces de los vehículos se desvanecen en la distancia, sólo queda una pregunta flotando en el aire: ¿regresarán?
Pero, a medida que el último camión desaparece por el horizonte, algo más se vuelve claro: los infectados siguen ahí. Atrás, en la zona residencial, se escuchan sus gruñidos, sus pasos arrastrados, un sonido constante que recuerda la amenaza que permanece. Los sobrevivientes en los refugios, aislados y en silencio, se dan cuenta de que el pueblo ha quedado sellado, pero no a salvo. Los infectados están atrapados en la zona residencial, pero ellos, los que quedan, también están atrapados. Solos, sin más ayuda que la incertidumbre, el pueblo parece haberse convertido en una prisión de sombras, con el eco de los gruñidos como recordatorio de que la lucha sigue, aunque los camiones ya se hayan ido.
Los personajes con hijos son libres de decidir si dejaron que se marcharan en la primera ronda de rescate o si decidieron esperar para irse juntos. También son libres de decidir si las familias de los personajes se fueron en esta intervención o siguen dentro del pueblo.
El recuento de daños será publicado junto a la actividad 5.
17 notes · View notes
mara242526-blog · 22 days ago
Text
nacimiento en la iglesia
Era la boda de mi hermana no podía no asistir. Así que esa mañana súper que sería un día muy largo tenía nueve meses de embarazo y la noche anterior había comenzado a sentir las primeras contracciones al principio pensé que eran Braxton Hicks pero se sucedieron en el tiempo y supe que había comenzado solo esperaba que me dejara poder terminar la ceremonia y después me iría al hospital sin que nadie me viera durante la fiesta.Cuando me desperté pude ver mi barriga sumamente baja y tensa había podido dormir unas horas con pequeños dolores pero mientras cepillaba mis dientes mi bb me recordó que estábamos cerca de concernos.Cuando baje a desayunar mi madre y ni hermana corrían de un lado a otro ultimando detalles no notaron cuando me agarre a la mesada para sobrellevar una nueva contraccion solo le dijieron que comenzara a prepararme que en unas horas partimos a la iglesia subí a mí habitación y me senté con mis piernas abiertas mientras masajeaba mi vientre durante las contracciones Nose como logre entrar en mi vestido pero realmente no me estaba ayudando pues me estaba presionando mi barriga ayudando a mi bb a decender. Finalmente partimos pero primero debíamos hacer las fotos mi hermana tuvo la idea de hacerlo en medio del parque así que tuvimos que caminar unos 15 min una contracción me hizo determe y soltar un pequeño gemido pues estaban siendo más fuertes y continúas cada vez me costaba más aparentar que nada estaba pasando Pero no podía decir nada mi madre iba a matarme ya era una vergüenza que este embarazada sin una pareja consecuencias de una noche de boliche.Cuando subimos al coche tuve que abrir mis piernas la presión era casi insoportable mi madre me miró creo que lo supo pero no dijo nada solo me miró con su cara de no arruines esto y lo supe estaba sola en esto. Cuando llegamos a la iglesia primero entraba yo y mi madre y luego mi hermana antes de entrar una contracciones me hizo doblegarme y soltar un leve gemido mi hermana no se percató pues estaba nerviosa en su mundo y mi madre me dijo al odio que más me valía mantener esto bien hasta que la ceremonia finalize Luego de media hora y varias contracciones que nose como soporte de pie finalmente dieron el si todos aplaudieron y yo sentí como mis aguas se rompían debajo de mi vestido por suerte el ruido de la multitud opaco mi pequeño grito. Cómo pude me fue corriendo para atrás hasta que logré llegar a un confesionario de la iglesia . Una vez entre desabroché mi vestido y abri mier piernas ya no podía con la presión otra contracciónes me atacó y no pude evitar gemir en alto ya no me importaba si alguien me escuchaba mi bb estaba naciendo Justo ahora Pude escuchar que la iglesia iba quedando vacía otra contracción más y sentí que debía comenzar a pujar puse mi vestido debajo de mis piernas y me apoye en el pequeño banco del confesionario pues solo podía ponerme de cuclillas con la nueva contraccion di mi primer empujón y pude sentir como mi bb se movía cada ve más entre mis caderas Comencé a acariciar mi barriga mientras empujaba - mmmmggg vamos bb ayuda a mami sal rápido ahhhh- cada contracciónes dolía más que la anterior. Luego de unos 15 min pude sentir como la cabeza comenzaba a salir el dolor era insoportable luego de dos empujones la cabeza finalmente salio. Tuve que respirar y sentí que debía pagarme me apoye contra la pared del confesionario con la cabeza de mi hijo entre mis piernas mientras movía mis caderas para lograr que baje Más un fuerte empujón más y tuve a mi bb en mis manos era un niña. Decidí pedir ayuda en la iglesia y las monjas nos llevaron a un hospital todo habia salido bien por supuesto un año después bautice a o bb en esa misma iglesia
7 notes · View notes
by-speaker · 1 month ago
Text
Decoraciones de Halloween (Español ver.)
Prompts de @raven-cincaide-words
Missa estaba mirando a Chayanne dormir, no tenía el corazón para despertar a su niño, pero Tallulah sí tenía el corazón para despertar a su hermano, si ella tenía que levantarse temprano, él también tendría que hacerlo.  
Así que ignorando a su papá Missa parado a un lado de la cama, se subió sobre esta para empezar a saltar y despertar a su hermano. 
“Sí, ya, ya voy.” Chilló el mayor al sentir a su hermanita saltando en su cama, “Es muy temprano, ¿para qué me despiertas, tarada?” Le grito agarrándola de la pierna y tirándola a la cama. 
“Halloween” dijo en lenguaje de señas la niña gruñéndole tratando de librarse del agarre de su hermano. 
“Verdad,” dijo el niño levantándose de un golpe de la cama, “rápido apa, tenemos que empezar a decorar.” 
El niño empezó a correr hacia la escotilla para salir de la habitación, pero Missa lo atrapo antes de que el niño pudiera salir. 
“¿A dónde vas aún en pijama, Chay?” Dijo Missa sin poder contener un poco su risa. 
En ese momento Philza entro con una caja de decoraciones y dos tazas de café balanceándose sobre esta. “Creo que podemos decorar en pijamas.” 
Missa sonrió y fue a tomar la caja de las manos de su esposo, “Buenos días, querido.” 
“Buenos días, darling.” Dijo el rubio dándole un casto beso en los labios a Missa y dándole la taza de café, “tiene dos cucharadas de café, una de azúcar y dos de crema.” 
“Gracias, querido.” Dijo el mexicano, bajando la caja de decoraciones para que los niños pudieran ver qué decoraciones tenían para empezar a decorar Casa bonita  
“¡Wow!” Dijo Chayanne, sacando una calabaza de plástico, “Si ponemos un par de velas dentro se vería genial en la entrada.” 
Tallulah había descubierto las telarañas y estaba tratando de desenredarlas, quedando atascada en el proceso. 
Philza se rio “déjame ayudarte, mi niña”  
Philza se arrodilló junto a Tallulah para quitarla de entremedio de todas las decoraciones, de que alguna manera se habían metido en su vestido y cabellos. “Ugh, estas telarañas son peores que las reales, ahora sí, Queen, ve a ayudar a tu hermano.” 
Mientras tanto, Chayanne estaba sacando pequeñas calacas de la caja, “¡Mira Lullah! Podemos ponerlos en la puerta.” Dijo el niño, para luego jadear al encontrar un esqueleto de tamaño real, “¡mira, apá, mira, es una calaca como tú! ¿Podemos ponerle tu sombrero? Por favor, por favor.” 
Missa paro lo que estaba haciendo, dándole besos a las ‘heridas’ de la niña, para pensar un poco, “Sí, podemos, pero tenemos que tener cuidado.” 
Tallulah se alegró inmediatamente, y salió corriendo a buscar el sombrero de mariachi de Missa. 
Philza empezó a sacar unas guirnaldas de cempasúchil, “Podríamos colgar estas en la cocina.” 
“¡Y estas en el patio!”, grito Chayanne sacando guirnaldas de fantasmas y calaveras. 
Tallulah jaló la manga de Missa para llamar su atención, “¿podemos tallar calabazas?” 
Missa miro a Philza, preguntando con la mirada si tenían calabazas. 
“No tenemos calabazas, pero podemos comprar unas y tallarlas mañana.” 
Tallulah bufó, pero asintió y rápidamente se unió a su hermano en el proceso de decorar el resto de la casa, rápidamente llenaron toda la sala de estar con decoraciones espeluznantes. 
“Bueno,” dijo Philza, “la casa parece un cementerio.” 
“Lo sé,” exclamó Missa, “¿no es emocionante?” 
Philza sonrió, amaba a su familia bonita, en su casa bonita, con sus decoraciones no tan bonitas. 
7 notes · View notes
almasmoons · 1 year ago
Text
Tumblr media
Virgen de los Lirios, Alphonse Mucha, 1905
Información General
Técnica: temple
Soporte o material: lienzo
Dimensiones: 247cm x 182cm .
Obra del gran maestro Alphonse Mucha (Ivaneice, 1860 - Praga, 1939). Fue un pintor, ilustrador y artista gráfico checo que vivió en París durante el período Art Nouveau.
Aunque es una de las obras menos conocidas de este artista, no deja de sorprender el nivel de técnica que lleva.
En 1902, Mucha fue comisionado para decorar una iglesia en Jerusalén dedicada a la Virgen María. La obra es uno de los murales que sería puesto en la iglesia. El proyecto se canceló más adelante por razones desconocidas, así que todo el remanente del encargo terminó en la colección Mucha Trust.
De caracter religioso, representa a María, virgen purísima según palabras de su autor. El fondo está sembrado de lirios que dejan una representación muy clara de lo que el artista quería expresar en la obra. 
La santa madre, con aspecto casi infantil, posa vestida de telas muy pesadas cubriendo su pecho y mirando hacia abajo, donde hay una niña vestida con ropa tradicional de la cultura eslava. Ella, con una expresión ligeramente triste, inclina la cabeza hacia la izquierda, lo que nos dirige la mirada hacia la Virgen. 
Ambas parecen estar conectadas entre sí por una de las telas del vestido de María. Se cree que la niña representa la vida profana cargada de belleza en el sufrimiento y la felicidad, María entonces al fondo, casi como si flotara, vigilándola desde un punto muy alto. Un encuentro del mundo real y el mundo ideal.
La imagen transmite a quien la ve una sensación serenidad y nostalgia. La virgen, con su expresión tranquila y los colores que lleva, dan la sensación de proteger al observador y la niña, quien tiene una expresión ligeramente triste.
Para dar este efecto, Mucha da uso a su característica paleta con colores poco saturados en una paleta complementaria doble que combina tonalidades azules y verdosas con amarillas y rojizas.
43 notes · View notes
rushnaf · 2 years ago
Text
Vestido con estampado de lunares para niña, traje con lazo decorativo, estilo a la moda, novedad de 2023
buy now buy now buy now buy now buy now buy now buy now buy now buy now
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
sissy-frydda · 2 years ago
Text
Tumblr media
Mis tios se reunieron a hablar por mi comportamiento, al tío Juan le preocupaba que en algún juego con mis primas, mi semen adolescente no acabará solo en una bombacha, sino embarazando a sus hijas. Mi tía Sophie por su parte estaba más preocupada por mi bienestar y anhelaba que yo pudiera ser feliz, sin ningún prejuicio.
Sophie: "Oh vamos Juan, si el chico es sumiso y más femenino que las niñas, eso no va a pasar... Me preocupa que alguien pueda abusar de él. Supe que lo hiciste sentar en tu bragueta mientras lo tocabas sobre la ropa interior... Eres un cerdo!"
Juan:"Oh vamos cariño era para darle un ligero escarmiento por usar bragas y vestidos, además tu sobrino gimió como una putita mientras lo frotaba sobre mi verga"
Sophie:"Cerdo te viniste encima y lo mojaste con semen, eso lo puede afectar."
Juan: Al menos estoy de acuerdo contigo conque el chico es un sumiso, tenía su pequeño bulto de marica en la palma de mi mano y cuando me sobrevino el orgasmo, empecé a sentir que gemia y su leche me corría por los dedos. Es un marica muy sensible a los estímulos masculinos, deberías hablar con el, tal vez prestarle alguno de tus juguetes, para que se vaya acostumbrando. Maldito marica, de solo acordarme tengo esta poderosa ereccion, ven aquí Sophie, voy a cojer tu hermosa cara"
Sophie: eres un cerdo pervertido que se excita con chicos y.... Agghhhh... Ogghhh.... Slurp...
Juan: eso es, así cariño... Tragate todos mis bebes...
Andrea, Laura y yo veíamos todo escondidas en el ropero, las tres mojamos las bragas simultáneamente, pero en la mía había además una poderosa ereccion🥰.
----------
My uncles met to talk about my behavior, Uncle Juan was worried that in some game with my cousins, my adolescent semen would end up not only in panties, but also in getting his daughters pregnant. My aunt Sophie for her part was more concerned about my well-being and wished that I could be happy, without any prejudice.
Sophie: "Oh come on Juan, if the guy is submissive and more feminine than the girls, that's not going to happen... I'm worried someone might abuse him. I heard you made him sit on your fly while you touched him on his clothes inside... You're a pig!"
Juan:"Oh come on, honey, it was to give him a slight lesson for wearing panties and dresses, plus your nephew moaned like a whore while he rubbed it on my cock"
Sophie:"You pig, you came on top of him and you drenched him with semen, that can affect him. "
Juan: At least I agree with you that the boy is a submissive, he had his little sissy bundle in the palm of my hand and when I orgasmed, I started to feel him moan and his sissy cum run through my fingers. He is a fagot very sensitive to male stimuli, you should talk to him, maybe lend him some of your toys, so he gets used to it. Damn fagot, just thinking about it I have this powerful boner, come here Sophie, I'm going to fuck your beautiful face"
Sophie: you are a perverted pig who gets turned on by boys and.... Agghhhh... Ogghhh.... Slurp.. .
Juan: that's it, like that honey... Swallow all my babies
Andrea, Laura and I saw everything hidden in the closet, the three of us wet our panties simultaneously, but in mine there was also a powerful erection .
162 notes · View notes
idoltoons · 3 months ago
Text
Opinión de los reyes sobre: Amy
Elizabeth: Es una niña divina, estoy segura que es la indicada para mi Elías. Siempre están juntos y cuando ella mira a Elías, lo mira perdidamente enamorada… Me recuerda al como mi amor Caleb solía mirarme. Elias la quiere, simplemente no cree merecerla, pero solo es un conflicto temporal que se le pasara con el tiempo. Cuando ambos crezcan estoy segura que serán rey y reina. Su amor traerá al reino un futuro prospero. No puedo esperar tranquila para que ese día llegue.
Charlotte: Encantadora! Una niña linda, adorable con sus tiernos vestidos esponjosos, es una preciosidad. Trae un toque fresco al ambiente al ser tan distinta a su padre. Cree tener solo poder monetario, pero la realidad es que tiene mucho más que dinero, tiene al hombre más fuerte en la tierra como su guardián, seguido por un hermano de fuerza divina y un siervo al que vi reducir en polvo a millones de engendros de un solo golpe. Ja! Esa niña esta más protegida que las hermanas del tiempo y no es consciente de eso. El día que se de cuenta, supliquemos piedad!
Rosalie: Adoro a esa niña con todas mis fuerzas, pero no puedo permitirme demostrarlo. Muchas veces puedo ver sus intentos por tener mi aprobación, pero no puedo responder a sus intenciones, es la hija del hombre que más detesto en la tierra. Si esa niña es un encanto es gracias al terroncito de azúcar de Adler, porque de ser criada por esa roca desalmada seria más mala que el hambre! A veces pienso que hubiera sido si me hubiera encontrado en ese bosque durante ese día a esa hora… Hubiera podido tener a la niña más dulce como mi hija. Pero bueno… Esa niña ha vuelto el corazón del rey Everett mas blando, bien por él. Aunque no se la merece…
Zefora: Siempre permanece optimista ante el resto aunque por dentro es un diluvio de dudas. Una niña con tantas preguntas pero nadie que quiera responder. He logrado descubrir esto de ella no hace mucho, pero fue una parte importante para poder crear esta amistad que se fortalece día con día. Quiero ser ese refugio para ella, la fuente de respuestas que no encontrara en otra parte. Una vez también fui esa niña con preguntas y a la que nadie volteo a responder. No quiero que viva lo mismo, y doy mi palabra que siempre estaré ahí para ella. Ambas sabemos que no será reina de los gloymos… Ese titulo se le asigno a Ares al nacer. Pero rezo cada noche por el que su sueño de volverse la reina humana al casarse con el amor de su vida se haga realidad. Habla de Elías con el mismo entusiasmo con el que yo solía hablar de Rafael… Esos amores no se repiten. Espero que ella pueda vivir esa experiencia para toda la eternidad.
Liam: Es una nena encantadora! No se como hace para soportar tener al cara dura de mi hermano como padre! Entiendo porque siempre pasa tiempo fuera del reino, debe ser un eterno aburrimiento permanecer ahí un día. Tiene un potencial para volverse en la próxima reina de las fiestas. En cierta forma, alguien tenia que serlo, ya que Zefora no saco mucho el lado fiestero de Bahir, pero esta bien, la perdono porque es mi favorita.
Khalil: Supongo que puedo decir que le tengo algo de aprecio… Me hace reír, que ya es mucho. Raviv nunca me hizo reír…
Everett: Es la niña que le da sentido a mi deber. Mientras yo viva, jamás permitiré que una lagrima recorra sus mejillas.
Opinión de los príncipes/princesas sobre: Amy
Cervantes: Es soberbia, clasista, arrogante, molesta, ruidosa, es un completo dolor de cabeza. La gente la mira y dice "Ay mírala tan adorable!" es un monstruo! Y no de los monstruos que permitimos en nuestro reino!
Rafael: Es una niña muy curiosa y llena de energía, eso me agrada mucho de ella. Su voz suena en todo el palacio de lo alto que habla. Supongo que lo aprendió de su padre. A veces me pregunta si mamá daría una oportunidad de tener una cita con el rey del fuego… Se que ambos han hecho un buen trabajo para mantener a los príncipes y princesas mas jóvenes fuera del conflicto sucedido entre ambos reinos… Pero cada día se esta volviendo más insistente en querer que participe para que mamá inicie un romance con el soberano del fuego, y yo… Estoy considerando seriamente hacerle saber que lo más probable es que no sea posible.
Raviv: Cuando me obligaron a vivir en el palacio del tío Everett una vez cumplí 20, pensé que viviría una completa tortura con la nueva hija de este. Logre presenciar como Adler hacia lo imposible para educarla, pero parecía imposible. Era una niña completamente caótica, y sin la presencia del rey, no parecía que alguien pudiera tener control sobre ella. Incluso, una vez encontré a Adler llorando en su habitación al no saber que hacer para que Amy se comportara... Es una imagen que no es fácil de sacar de mi mente... Un día me canse y decidí ponerle un alto. Para mi sorpresa, Amy me tomo fácilmente como una autoridad y empezó a obedecer lo que le pidiera. Fue así como decidí que quería formar parte de la educación de ambos niños, pero sobre todo, de Amy. Junto a Adler nos hicimos cargo de velar por la educación de ambos...me alegra mucho ver que esa niña caótica se ha vuelto una niña bondadosa y alegre! Verla convertirse en lo que hoy es, no lo cambiaria por nada. Mientras yo siga con vida, velare por el bienestar de ambos niños. Y mientras estemos juntos, nada podrá salir mal.
Melissa: Es una perfecta compañera de fiestas! Conoce los mejores lugares donde podemos ir a divertirnos mientras nuestros padres no están en los palacios. Es divertida, creativa y fácilmente comparte de esa energía que lleva siempre. Es una de mis primas favoritas.
Ares: Amy es la mejor hermana que puedo pedir. Es la melodía en los pasillos del palacio y la luz de los Gloymos. Deseo muy al fondo de mi ser que su destino junto al futuro rey humano no sea perturbado. Amy siempre será querida y valorada en este reino… pero todos sabemos que su futuro esta en un reino lejos del nuestro, y mientras sea feliz, estoy bien aceptándolo.
Elias: Es la mejor compañera que alguien puede pedir. Amada por todos aquellos que tengan la suerte de conocerla, es la niña mas linda entre los Gloymos. No puedo pensar en un futuro donde ella no forme parte. Cada parte de mi vida, quiero que ella este ahí… Como juro yo estar para ella en cada aspecto de su vida.
Bonus: Adler: Me siento sumamente orgulloso de su constante mejora y su gran esfuerzo por cumplir con los molestos protocolos que ser princesa significa. Su apariencia adorable fue capaz de derretir el corazón más frio que la tierra ha conocido… el corazón de mi rey. Ivor: Es muy escandalosa… pero adorable. Selig: Es como si a un mono salvaje lo nombraran princesa. Zev: Su presencia hace que el rostro de mi reina se ilumine de felicidad. A pesar de la condena de nacer wendigo, la princesa Amy ha roto con todo estereotipo que teniamos de esa especie. Un completo milagro. Pero el rey Everett es muy conocido por hacer milagros. Ofelia: Encantadora y adorable. La joven princesa adora a nuestra reina, y como no hacerlo. Se que busca en mi reina la calidez de una figura materna, pero debe detener eso antes de que lastime a si misma. Odette: Es una completa burla. Mi familia fue exterminada porque nos consideraban un completo peligro, pero un wendigo si puede ser princesa? Los wendigos son una de las especies mas peligrosas que la historia ha tenido, causaron más muertes que las que mi familia causo, y aun asi hay que olvidar y perdonar porque el rey del fuego la adopto? Es un mal chiste! King Clown: No me desagrada, pero como Odette la odia tengo que apoyarla.
12 notes · View notes
alasdepaloma · 11 months ago
Text
Tumblr media
Estoy enamorada de ti, bastante enamorada, y las mariposas no van en mí, no adentro, al contrario, las mariposas del mundo han venido todas a habitar mi mundo. Violetas todas ellas, aguardando y entibiando el perdón de todas mis penas, porque, con el enamoramiento tan incauto que te tengo no puedo más que volverme perdonadora niña, no puedo más que reírme de la risa y bailar con la música que sólo suena en mi cabeza. Enamorada, sí, sólo de ti… Escribiendo con las manos de las hadas que me toman como herramienta para escribir de hechicería y de encantos de miel. Escribiendo con las plumas de un ángel dormido que ha arrebatado la realidad de mi cabeza y me ha llevado a sus sueños con él. Escribiendo con la piel que ya no es piel, sino energía, tinta etérica, la osadía de un ladrón beso que se ha vestido del rubor de tus labios, de esos labios a los que adoro hacerles el amor.
—Paloma.
30 notes · View notes
rubimoon45 · 4 months ago
Text
Mildrith of Wealas (2/3)
Pairing: Sihtric Kjartansson x fem!reader
Sinopsis: ahora que huyen de todo aquel que quiere hacerse con el sucesor de Mercia, Sihtric decide dar el primer paso a una buena amistad...o algo más.
Warning: sangre, angst, contenido adulto, mención al pasado, posesivo.
You can traslate the story and read it!
Tumblr media
Los caminos de Mercia eran duros y montañosos, pero los caballos se movían con gracia entre las rocas y la maleza que los amenazaba. Y serían rápidos si aparecían enemigos de repente. Mildrith lo intuyó por sí misma cuando los guerreros de Uthred y este se adelantaron al carro donde los niños iban y hablaban lanzando miradas por encima del hombro de vez en cuando. Los hijos de Uthred hablaban entre ellos, seguramente de alguna tontería, pero la atención de ella estaba en los niños que se agarraban al carro conducido por Osferth. Este iba callado.
Aethelstan le había insistido en aprender galés una vez más. Se había convertido en el pan de cada día, y solo llevaban unas horas a caballo desde que se marcharon de Siltwic, la residencia merciana de la reina. Solo pudo conseguir distraerlo cuando sacó un libro de debajo de los sacos que iban con ellos en el carro y se lo dio. Desde ese momento, se había mantenido callado y al margen. Ahora solo quedaba Aelfwynn. La niña lloraba y tosía de la angustia por tener que marcharse y alejarse de su madre. Aunque le dijeran que se reuniría con ella pronto, solo miraba al suelo y evitaba que la tocasen. A Stiorra le hacía gracia verla así y de vez en cuando le lanzaba comentarios, que solo eran detenidos por su hermano y por las miradas de advertencia que ella lanzaba.
El camino a Caester al menos se conservaba en bien estado. El carro se movía bien y no necesitaban hacer paradas por las ruedas y los baches. Hacía calor, aunque de vez en cuanto se levantaba viento y lo volvía en su contra. En la primera hora ya tuvo el pelo enredado. En la tercera, una mujer apareció en una yegua blanca camino abajo al encuentro por sorpresa con quienes encabezaban la marcha. Mildrith se llevó una mano al costado, hasta recordar que era la única que no iba armada. Aethelstan levantó la vista por primera vez en el viaje para atender.
Era pálida y pelirroja, con una gruesa trenza colgándole al lado. No supo qué más pensar, más que el parecido que tenía con ella exceptuando algunos de los rasgos y el tipo de vestuario entre ambas. Mientras que Mildrith llevaba el vestido fino y rojo con el que habían salido, cubierto por una capa gris, la dama iba vestida al completo con tonalidades moradas y varias joyas adornaban sus dedos y cuello. Sus ojos altivos miraban de pies a cabeza encima del caballo a Uthred mientras hablaban.
Mildrith miró a sus espaldas. Stiorra y el joven Uthred miraban sin palabras lo que pasaba delante de ellos. Aelfwynn y Aethelstan se habían tirado sobre los sacos hacia el frente para observar, sin vergüenza alguna. Incluso Finan y Osferth miraban con sorpresa lo que esos dos hablaban; ambos estaban cerca y podían escucharlo bien. El único que se mantenía firme y serio era Sihtric, con una mano como de costumbre en la empuñadura de alguna de sus armas. Se había alejado para observar el camino por el que había aparecido la mujer.
Dos pares de ojos marrones se posaron sobre ella, entonces. No necesitó que se acercarse para saber cuáles eran sus intenciones. No había maldad en ellos, a simple vista. Y era...bella a la vista.
-No necesito probar mi confianza, solo sigo órdenes. Pero para que creáis que estoy de parte de Lady Aethelflaed, supongo que tendré que demostrarlo -lanzó una risa seca, pero no cruel-. Dijo que usted sería la única en saber lo que me dijo.
Mildrith se encogió de hombros. Bajó del caballo, con cuidado, y le entregó las riendas al joven Uthred para que el animal no marchase. Las piernas le tiraron del esfuerzo por caminar, habiendo perdido la costumbre a hacerlo. El que la dama la mirase desde encima de su caballo solo la estremeció. No hizo ademán de bajarse, a diferencia de ella. Mildrith se detuvo frente a la yegua blanca.
-Supongo, dígame.
-Tiene pesadillas desde que su arco hirió a uno de sus hermanos, pero es buena de corazón pese a eso. Canta en galés todas las noches para Lady Aelfwynn y conoce los ritos celtas de sus ancestros -decía. A cada palabra, a ella le recorría un escalofrío que aumentaba en intensidad-. Le dijo una vez que los intentó imitar pero que las monjas la pillaron y castigaron.
-¿Todo eso te ha dicho? Ahora me conoces más que mi madre.
La sonrisa tirante de la mujer no desapareció. Era astuta como un zorro, pero no parecía tener malas intenciones. Y si no iba armada, no supondría una amenaza. Pero también podía ser una mentira para distraerlos y hacerles caer en la trampa. Supuso que era el motivo por el que todos tenían cuidado con ella y en si creerle.
Ahora todos los ojos estaban sobre ella. Mildrith tragó con fuerza. Eso era algo que solo ella y Lady Aethelflaed sabía Mildrith asintió.
-Es cierto -y alzó el tono-. Dice la verdad. Solo Lady Aethelflaed sabría eso.
-Ahora viene con nosotros -anunció entonces Uthred.-Cambio de planes. Iremos a reunirnos con Aethelflaed a las ruinas del priorato de santa Milburga.
Pero a Mildrith se le quedó un mal sabor de boca. Osferth ya estaba volviendo a subirse al carro para conducirlo, cuando la miró y estuvo un rato en silencio a la espera de que subiera a su caballo. Los demás ya estaban moviéndose. Osferth esperó con ella. Los niños la miraban con curiosidad. Y ella...simplemente era incapaz de moverse. ¿Tan fácil era sacarle información a una persona y usarla? No a las malas porque esa mujer demostraba ser de confianza sabiendo algo que solo una dama con Aethelflaed conocería. Si los capturaban, ¿qué haría esa? ¿Pediría que le cortasen el cuello como la última vez que la acorralaron o aceptaría las condiciones que le impusieran? ¿Qué era lo mejor?
La última vez que había intentado llevarse bien con alguien, otra persona la había golpeado por su elección. Y no se arrepentía, pero sí confundía. Hiciera lo que hiciese, parecía que el mundo no estaba hecho las decisiones de las mujeres. Ni siquiera en una sociedad moderna como anunciaba ser Wessex.
Mildrith se pasó la lengua por los labios, secos. Luego, se dio la vuelta y subió a su caballo inundada en las voces de sus propios pensamientos.
Tumblr media
-Cuando seas mayor lo comprenderás.
-Pero...
-¿Para qué quieres saber lo que significa? Solo eres un niño.
-Tengo diez años -debatió él. Mildrith sacudió la cabeza.
Estaban donde Eadith había dicho que estaría Aethelflaed. Las ruinas del priorato eran menos que el tamaño de una habitación, pero supuso que las ruinas primitivas de su religión eran todas así. Su padre solían ir mucho de peregrinación cuando era pequeña, probablemente siguiera haciéndolo, y cuando regresaba siempre decía que era como purificar su alma en suelo de sus ancestros. Las ruinas del priorato estaba en la cima de una colina, marcadas con una cruz de piedra y el grabado en latín de qué suelo estaban pisando. Uthred había dicho que esperarían hasta que la reina apareciera como se indicó, pero ella tenía otras cosas en la cabeza. Los niños se habían tumbado en el suelo bajo el sol mientras que los demás hacían guardia esperando a Aethelflaed.
Sihtric y ella habían hablado brevemente al desmontar. Tuvieron que dejar los caballos lejos de su ubicación al descubrir que una enfermedad plagaba las tierras y cualquier comerciante o viajero tenían prohibido moverse por los caminos porque los habían cerrado. Moverse a pie ahora era más complicado, lente y agotador para los niños, que necesitaban descansar más de seguido. Sihtric lo había advertido, que no aguantarían mucho a pie, y hacer paradas era igual de peligroso que quedarse expuesto en una batalla. Antes de eso una mujer y un hombre los habían asaltado y robado parte de la comida, pese a las patadas de Stiorra. El hombre había agarrado a Stiorra y Finan estaba de los nervios con miedo porque se contagiase. Sihtric la había cogido a ella del brazo y limpiado solo para que Finan se callase, ambos riéndose de su comportamiento.
Finan dejó de juntarse con ella cuando supo lo de la enfermedad. Ninguna la tenía, pero él decía que era mejor ser precavido que acabar echando las entrañas por el culo. Mildrith se alejó con los niños todo lo posible de él solo con una mirada, pero Stiorra era más valiente y le respondía a cada queja que tenía.
-Aparta a los niños del sol. Le hará mal.
-No creo que les haga tanto mal. Solo se pondrán un poco morenos, pero lo perderán.
Uthred le dio una mirada vacilona.
-Era para Stiorra.
-¿Por qué tengo que seguir cuidándolos? Llevo meses haciendo lo mismo y a cambio de nada.
El joven Uthred y ella compartieron una mirada cómplice. Se rieron, poco después, y ella se levantó del caído muro de piedra para estirar las piernas. A lo lejos, las montañas cubiertas de bosque se extendían. En medio, una gruesa y negra humareda ascendía hasta el cielo. El viento arrastraba el honor de los cuerpos carbonizados, dijo Finan como advertencia, sabiendo que eso era más dañino que ver a un hombre moribundo desangrándose... El recuerdo se revivió. Los dedos de Mildrith temblaron suavemente, y ella se acarició el brazo sin mangas del vestido.
-Es parte de tu entrenamiento como esposa.
-¡No quiero! No entiendes nada. ¡Ninguno lo hace!
A sus espaldas, los pasos de Stiorra se alejaron dando zancadas. Mildrith no necesitó darse la vuelta. Eadith y ella compartieron una larga mirada que aumentó su divertida sorpresa, para su sorpresa. Una parte de ella lamentó que se sintiera así, pero si dejase que las emociones la inundasen por cada mujer que pensaba como ella entonces estaría sepultada por tener ideas contrarias a la Iglesia. Se tocó la cabeza ardiente por el sol, pensando en las probabilidades que había de que la reina apareciera a tiempo y estuvieran a salvo de las amenazas que la perseguían. Pensó en el ya difunto rey. Los hombres solo pensaban en una cosa: poder. Y cuando no lo tenían, se veían obligados a actuar para beneficiarse.
Finan puso los ojos en blanco cuando la vio caminar hacia ellos, y murmuró algo antes de alejarse casi corriendo. Ella lo retó observándolo, viendo cómo se acercaba a la bolsa donde guardaban las provisiones y buscaba en ella. Sihtric sacudía la cabeza intentando contener la risa por su modo de actuar.
-¿Alguna nueva de Lady Aethelflaed?
-Ni un caballo -sacudió la cabeza. Los rizos oscuros se movieron con él-. Ya he dicho que ella no aparecerá hoy. Uthred piensa lo contrario.
-Nunca ha sido una mujer que use su palabra en vano. Vendrá, y si no lo hace es porque habrá cambiado de planes.
No hubo respuesta, no una inmediata. Ya estaba jugando con los dedos, intentando no respirar profundamente. El aire apestaba al humo que llegaba de la otra montaña, movido por el viento. Difícilmente podía distinguirse aquello de una matanza. Por si fuera poco, los que morían por la enfermedad no tenían acceso a una confesión. A una redención. Jamás irían al Cielo. Como los cuerpos empalados del camino... Apartó el recuerdo de su mente que está tanto ansiaba evocar, como una advertencia a lo que se le vendría encima además de huir con los niños y unos daneses.
-¿Por qué la princesa se llevaba un arco?
Mildrith recordó el arco que Aelfwynn había cogido de su baúl, y casi se sintió culpable por haberlo dejado en el carro con el resto de cosas inútiles y los caballos.
-Cuando era pequeña mi padre insistió en enseñarme. Al principio mi madre se negó porque no es lo estipulado para una dama de alta cuna y menos de sangre real -indicó, recordando la discusión y las tensiones de la Corte. Los gritos de su padre y los sollozos de su madre-, pero acabó accediendo. Mi padre me regaló uno antes de abandonar Wealas para que siguiera aprendiendo por mi cuenta. Aelfwynn juega con él algunas veces.
-Un buen arma. Los arqueros de Wealas están bien adiestrados, supongo, para ser cristianos.
Mildrith arqueó una ceja.
-Es por los celtas -respondió ella-. Eran buenos guerreros. Algunos linajes siguen vivos.
-Tengo entendido que eran tribus bárbaras.
-Solo son bulas de los salones de Mercia, que construyeron un muro para separarse de nuestra barbarie pero que no consiguieron completar. Los nuestros convirtieron para sobrevivir con los romanos. Aunque con otros ritos -sonrió ante la idea de que podía no estar entendiendo nada y todavía la miraba con curiosidad-. Hay rumores de que en el norte, en Escocia, continúan celebrando el paganismo. El rey Constantino es un hombre flexible cuando se trata de sus creencias.
Sihtric arrugó el gesto. Probablemente nunca lo hubiese conocido, solo escuchado de él como un monarca al norte de Northumbria y algunos rumores que llegasen. El norte estaba muy desconectado normalmente, pero el rey Eduardo se esforzaba en mantener buenas relaciones con todos y en evitar conflictos que pudieran debilitar todos los reinos frente a los daneses. Sihtric jugó con el mango de un cuchillo, atado a su cinturón, envolviendo los dedos en las empuñadura una y otra vez.
-Nunca lo he conocido, señora.
-Bueno, yo tampoco. Pero...dicen que también es pelirrojo. Su sobrino también, el que lo sucederá...
Puede que también tuvieran una gota de parentesco. La abuela de su padre era escocesa, miembro de la familia real, entregada para unirse a una coalición contra los daneses que asomaban por las costas y ansiaba hacerse con el control de algunas islas del oeste. Jamás los había conocido, pero los rumores decían que eran igual de bárbaros que los paganos pero que con Constantino los valores cristianos casaban en la sociedad cada vez más. Tal vez porque fuera uno de los mejores reyes que la historia recomendaría estudiar.
-¿De qué madera era?
-De roble. Mis ancestros siempre han creado armas con el roble porque es el que más abunda, pero creo que mi padre quería que fuera más un recuerdo a mis raíces para que los sajones no me hiciesen olvidar de dónde vengo.
Por sus relaciones. Britanos y sajones no se llevaban bien desde siglos. Por disputas comunes, se habían unido de escasas ocasiones y enfrentado al mismo enemigo para volver a separarse y hacer vida en común. El único motivo por el que ella estaba ahí era, aparte de para ser la pupila de Lady Aethelflaed, era por petición de su madre que también era merciana y confiaba en la educación que la corte le daría ahí.
-Aquí no hay robles, señora.
-Bueno -lo desafió, dándole una sonrisa juguetona y a la vez que intentaba infundir una confianza de la que dudaba tener más que para cuando jugaba con los niños o recitaba las horas de seguido-, usted mismo ha dicho que los míos son guerreros fieros. Cualquier árbol podría servir.
Lo vio desatarse las pieles que usaban para beber en los viajes. Las conocía porque ella en el suyo propio había bebido de ella y también en aquel ven varias ocasiones. Se aseguraba de que los niños hicieran lo mismo. En ese momento, Osferth se había quedado con ella y la mantenía a buen recaudo.
-Cualquier árbol-repitió él, limpiandose la barbilla con la parte interna de la muñeca. Gotas resbaladizas de agua bailaron desde su barbilla hasta su cuello, descendiendo en una carrera que ella seguía fijamente dado que era lo primero que tenía a la vista antes que el rostro. Por la diferencia de altura...y eso-. Bebe.
Mildrith se mojó os labios, a la vez que él le tendía su petaca de agua. Aceptó, tomándola para beber, teniendo cuidado de que Finan no la viese beber del recipiente por miedo a que montase otra escena... Los ojos de Sihtric la siguieron en todo momento. Desde su cercanía, podía ver la diferencia clara entre colores que no se veía a la distancia que solían mantener. La hacian sentir invadida, pero no incomoda. Sabia que si le pasaba algo, aunque fuera bebiendo, al menos tendria la seguridad de tenerlo cerca para protegerla. Mildrith bebió, con cuidado, tratando de no quedar empapada.
-Gracias.
Él la tomó de vuelta. Mildrith estaba a punto de irse cuando vio la mano de Sihtric volar en el aire. Hacia ella. Hacia su rostro. Tuvo el reflejo de apartarse demasiado tarde, dándose cuenta de que el impacto no era una invasión de su espacio vital indeseado o una amenaza. Al parecer, desde fuera podía verse más cuando una era un desastre. Los dedos de él se posaron sobre su mejilla, una sensación extraña que le atascó el aire en los pulmones. Sus dedos... Sus dedos, largos y gruesos por el manejo diestro de las armas, le limpiaron el desastre que era. El polvo de la tierra sobre su mejilla, en su cuello, el recorrido del agua descuidada en sus labios. Mildrith no se movió, no se apartó, una escena que podría haberle sentenciado una vida de clausura o la consternación de cualquier monja que lo viera.
El decoro era su lema. El que le habían impartido desde niña. A todas las niñas. A todas las mujeres de su familia que aspiraban a casarse o a vivir en silencio con las monjas de clausura lejos de los lujos de un castillo. Pero en ese momento... Ella se sentía ligera. Como la nada misma. Como la nada que había sido todo tras la acción de Dios en siete días. Le limpió los labios, pasando tiempo de más sobre su labio inferior como un curandero examinando su cuerpo en busca de la enfermedad. Su estómago tiraba de ella. Pensó en el momento que pasaron juntos encerrados en ese armario, en el señorío de Lady Aethelflaed, cuando contuvieron el aire mirándose a los ojos en esa oscuridad, en el calor que hacía ahí dentro...
Contuvo el aliento. Él la miraba como si fuera la cosita más adorable del mundo, un pajarito necesitado, como el pájaro que Aelfwynn había mantenido hasta que su ala se recuperase. No era un pájaro. Pero, en ese momento, se sentía uno. Quizás algo más pequeño. Y a su parecer, bien podría haberlo sido con el cuidado que él le brindaba. Solo respiro cuando él apartó la mano, los ojos también, como si se diera cuenta de recién del efecto que causaba.
Pero aún con esas, y la insistencia de él el mantenerse apartado de ella como si se hubiera convertido en la enfermedad misma, pegado a Finan o pasos por delante haciendo guardia al retomar el camino, a Mildrith se le hizo algo confuso. Solo tenía unas pocas cosas claras a esas alturas.
Que ella era una princesa cristiana y él un pagano.
De cómo él la miraba cuando pensaba que ella no se daba cuenta.
Y de lo que ella sentía en su cuerpo.
Tumblr media
La aventura se detuvo para descansar en medio del bosque. Siguiendo el cauce y ruido del río, acabaron en un paraíso vegetal donde podrían descansar para felicidad de los niños y de sus piernas. Uthred les permitió disgregarse tras un examen rápido del terreno y que estaban bien escondidos entre la maleza, la cascada y que si a ellos ya les había costado encontrarlo nadie se adentrará en el bosque huyendo de los caminos bloqueados por la enfermedad.
Mildrith se atrevió a mirarlos de lejos. A ambos, arrodillados en el riachuelo sin mediar palabra. Hacía mucho tiempo que conocía a Aethelstan, desde que llegó por indicaciones de la reina viuda de Wessex a la residencia de Saltwic, pero jamás lo había visto apartar la mirada de algo que no fuera un libro. Sin embargo, ahora veía lo que realmente era: un niño jugando a ser un niño. Y Mildrith lo comprendió, observando cómo la barca que habían hecho Finan y él con un trozo corteza, un palo y una hoja se deslizaba corriente abajo. Una vida recluido y apartado de otros niños con sola opción a la que aspirar en la vida trastocaban el alma. Sin miles de ojos que observasen sus pasos, dagas apuntando en su dirección, en ese momento Aethelstan estaban experimentado lo que toda una viuda de prohibiciones le habían impedido disfrutar. Y de la mano de una persona que negaba ser bueno con los niños. No puedo hacer más que sonreír cuando las comisuras de los pequeños labios del niño se curvaron hacia arriba en una de las más tiernas expresiones que habría visto jamás.
Tumblr media Tumblr media
No pudo evitar pensar en lo triste de aquello. ¿En qué acabaría toda esa historia? Cuando se encontrasen con la reina, Aelwynn estaría segura y Aethelstan también. Probablemente volverían a la vida de siempre una vez la sucesión estuviera asegurada tras la muerte del rey. El destino de ella era incierto, pero estaba segura de que su padre ya estaba al tanto de lo que ocurría al otro lado de su reino, en su vecino próximo. Y Aethelstan... Tendrían que hacer algo con él. No podría residir en el palacio a no ser que tuviera una justificación. Vio esos ojos llenos de alegría, la forma en la que Finan lo levantaba en brazos para cruzar más rápido al otro lado del río, y solo vio el destino de un niño marcado por las sombras y los peligros que le ocurrirían si se descubría quién era y cuál era su destino.
-Una vez vi esa mirada y supe que no eras sajona -hablaron a sus espaldas. Mildrith miró por instinto al suelo bajo sus pies-. Los sajones son demasiado remilgados.
-Y una vez usted me dijo que había nacido sajón y forjado danés.
Uthred se limpiaba las manos mojadas en los pantalones, pero miraba en la misma dirección que ella hacía unos instantes. Las marcas de lucha eran cada vez más evidentes con los años, sumándole experiencia y valor. Un danés de corazón, tendría que haber dicho.
Tumblr media
-Estoy pensando en el futuro. Lo que pasará con Aethelstan. Harán con él lo que quieran y solo es un niño.
-No es nuestro tarea preocuparnos de esto ahora mismo -insistió él, por su parte-. Sobrevivir es lo que tenemos que hacer. Y tu futuro...todavía puede ser una ventaja para nosotros en caso de encontrarnos con los soldados de Mercia.
Por supuesta, por su herencia. Porque enfrentarse a Wealas abiertamente después de haberse aliado contra los daneses enemigos era y sería un problema. Uno grande. Pero ella conocía la corte mejor que él. Los juegos que se hacían para ganar poder y para apartar a otros de él.
-¿Alguna vez han jugado con usted, señor?
Los ojos de Uthred parecieron perderse en miles de pensamientos.
-Más veces de las que uno imagina -dijo, pero no dio más detalles o informó sobre lo que se le pasaba por la cabeza. Tenía el pelo sucio y enredado como los demás-. Una vez estuve casado con una chica de tu mismo nombre porque jugaron conmigo, a sabiendas de que había cosas que ignoraba y tardaba en aprender. Fuimos felices un tiempo, hasta que el destino hizo lo suyo. Alfredo me la impuso y mis acciones la apartaron.
-Me enseñaron a no creer en el destino.
-El destino lo es todo para la gente como nosotros, incluso para ti -contestó, y apoyó el peso de su cuerpo sobre una pierna. La otra se había subido a una roca y ahora Uthred trabajaba en los nudos de sus botas. Parecían desgastadas-. Hazme un favor y sube ahí para decirle a Sihtric que tiene tiempo para comer con nosotros antes de cambiar de guardia.
¿De guardia? Sonaba como el campo de entrenamiento de una fortaleza. Mildrith suspiró, y vio donde había visto e incordiado a Sihtric minutos atrás. Permanecía ahí subido, camuflado pero visible desde donde estaban. ¿Alguna vez hacía algo más que vigilar o mantenerse alejado de otros hombres?
-No creo que me haga caso.
Uthred le lanzó una mirada significativa.
-Depende del tono que uses con él -respondió, y se rió él de su propia broma-. A veces parece que es él quien se haya comido un perro -rememoró la conversación que habían tenido antes de abandonar los animales y comenzar a caminar-. Tu hazlo y verás que obedece.
Le tocó hacerlo. Y casi de mala gana. Resultaba que a parte del coraje que tenían los daneses en el campo de batalla y en el día a día, resultaba que también tendían a ponerse en los lugares más altos. Por alguna razón. Una obsesión enfermiza que la hizo sufrir cuando tuvo que recogerse las faldas para subir el ascenso de tierra y árboles y arbustos que cubrían la cascada de ojos indiscretos. Los tacones de las botas se le hundía en la tierra húmeda, o alguna rama la hacía tropezar.
Cuando por fin llegó a la parte alta, se sorprendió de hacerlo viva. E intacta dadas las circunstancias. Sihtric estaba en el final de la pendiente, en la punta oculta que daba al claro desde el que se escuchaba el curso del río y la caída del agua. Un lugar idílico... Si no fuera por la naturaleza que intentaba matarla. En un momento la capa se le había enganchado en un arbusto y roto al tirar de ella para sacarla. Su estómago tiraba de allá hacia atrás, recordando lo sombrío que se había mantenido desde que huyeron del bosque cuando encontraron a los soldados de Mercia descansando, o la tensión que habían cortado cuando él había acariciado sus labios con la suavidad de un sastre a sus prendas más lujosas.
-Lord Uthred dice que puedes comer con nosotros. Si quieres.
Añadió eso último para no sonar como una imposición. En aquellos momentos, no era una princesa ni un miembro de sangre real como para dar órdenes a las personas que se ocupaban de ellos. Una carga, más bien seria. Fuera lo que fuese, los ojos de Sihtric se movieron hacia ella y de un momento a otro ya estaba levantándose y dándose media vuelta, hacia el camino improvisado por el que habían ascendido. Tenía tierra en los pantalones y las botas de cuero manchadas, con los cordones empapados de lo que podría ser el agua del río mientras lo seguían. Cuando se las había manchado si habían caminado codo con codo, no tenía respuesta.
-Alguien tiene que hacer la guardia, señora -dijo él, colocándose bien el cinturón sobre la cintura y asegurándose las armas.
Mildrith miró nuevamente hacia ellas. Una daga, con la cuchilla afilada y reluciente, y una pequeña hacha de oja curva y también afilada en los bordes. Los demás llevaban espadas así que le llamaba la curiosidad que pudiera usar ambas en batalla tan a la ligera, y si había algo que se le diera mal.
-Deben de pesar mucho después de tantas horas en camino, pero qué sabré yo -le sonrió, apartando la mirada hacia otro punto. El viento meció las copas de los árboles en una canción silenciosa. En Escocia decían que la naturaleza intacta estaba poblada por espíritus. Sus niñeras le contaban esas historias sobre esprititus salvajes y traviesos para que en las cazas de la familia real no se marchase por libre como sus hermanos mayores-. Esperemos que su esposa no tenga que encargarse de afilarlas cuando regrese a casa. Tampoco quiero vivir un derramamiento de sangre innecesario.
-Lo hago yo -respondió, y añadió al final con cuidado-, señora.
-¿No lo hace tu mujer? Lord Uthred dijo una vez que sus hombres no estaban solo prometidos con su empresa.
Sihtric la miró a los ojos tan despacio que pareció una respuesta obvia acompañada de timidez natural. Se pasó la lengua por los labios, solo para empezar a caminar hacia la bajada que ella había ascendido hacía unos minutos.
-Soy un hombre libre, señora.
Mildrith lo miró con los ojos muy abiertos. Hasta que lo comprendió, y la vergüenza la consumió.
Tumblr media
-Lo lamento -respondió con sinceridad. Una pesadez se acopló en su pecho-. ¿Los daneses podéis divorciaros tan...?
-Fácil -añadió, y lo siguió un cabeceo que asumió como una afirmación. Su rostro era piedra pulida, hermosa y con la cicatriz que solo lo hacía parecer más hermoso. Un rostro hermoso, la visión del pecado que las monjas de su crianza la habían advertido. Pero no podía apartarse, otro consejo del que le habían advertido que fuera precavida...-. No hay votos ni formalidad. Tenemos nuestros rituales, pero nunca ligados a las normas de una institución como la vuestra. Rompemos ese acuerdo y a la mujer se le devuelve parte de la dote. Son nuestras costumbres.
Mildrith asintió con educación. Su educación cristiana le hacia incomprensible una sociedad así. Romper los votos del matrimonio, volver a casarse sin queja alguna, que a la mujer se le devuelva parte de la dote... Si el rey Alfredo quería una Inglaterra unida, con una sociedad sajona, tendría que haber percibido cuánta profundidad había en las tradiciones de sus enemigos. Y tal sus ancestros también. Su propia familia tenía raíces de otra cultura, que aún recordaban y veneraban mezcladas con la cristiandad de los romanos. ¿Como de difícil iban a tenerlo los sajones en eso? ¿Cómo iban a hacerlo sin tener en cuenta que el enemigo podía ser una ventaja?
Tumblr media
A Mildrith le vino un recuerdo de un pasado cercano. Uno que todavía recordaba, que de vez en cuando se le venía a la cabeza a medida que pasaban horas y horas caminando en silencio o atendiendo a los niños.
-Pensaba que tenías hijos.
Sihtric tardó en responder, como si se le hubieran atascado las palabras. Los ojos le brillaban, cada uno de un tono, pero con una familiaridad alarmantemente conocida. Molestia. O incomodidad. A sus hermanos también les costaba hablar de sus emociones.
-No eran míos. Tanta batalla le dio tiempo a hacer de su antiguo trabajo un hábito.
Mildrith separó los labios. La pendiente era inclinada, y la suela de los zapatos parecían oponerse a continuar la bajada sin probar la resistencia de su durabilidad. Hubo un momento en el que pensaba que iba a resbalarse, pero su compañía fue un respaldo para ayudarla tomándola del brazo.
Las piezas no tardaron en encajar, para su consternación.
-¿Era una fulana?
La sonrisa pícara le hizo vacilar, y avergonzarse de decirlo con ese tono de sorpresa. ¿Qué esperaba?
-¿Sorprendida? Las prostitutas también pueden casarse, mi señora.
Mi señora. Retuvo ese detalle en cuenta. La había llamado así antes, cuando hablaban con formalidad, pero en ese momento... Ese detalle era un desperdicio pudiendo hablar sin tapujos. Que lo hiciese de aquella forma, en ese momento, en ese instante donde solo estaban ellos dos... Mildrith tragó saliva e intentó recomponerse.
-Un hombre puede casarse con quien le plazca, creo. Pero consideraría a una prostituta como una persona al margen de esa decisión -fue lo que respondió, generando que él le diera una mirada extraña.
La ayudo dándole la mano a bajar de unas piedras en el camino. Se escuchaba la voz de Finan a lo lejos, discutiendo aparentemente con el niño, pero no a tanta distancia como pensaba que quedaba. Mildrith se sintió extrañamente decepcionada.
-Fue amor juvenil, señora. En ese momento no sabía distinguir amor de necesidad y pensaba que era lo que mejor me convenía -dijo, solemnemente, con una pizca de comprensión a medida que lo decía en alto. Cayó en la cuenta de que aún no le había soltado la majo, y que la guiaba por el bosque gracias a eso yendo a la velocidad que ella arrastraba-. ¿El amor es tan raro en su mundo?
Su mundo. Otro detalle a tener en cuenta. Un recordatorio de lo que realmente eran. Una niña princesa y cristiana y un adulto pagano cuya vida era dar la cara por su señor y matar gente por su lealtad. Mundos distintos. Mentes distintas. Personas distintas.
-No creo que en todos sea así, pero en general las alianzas valen más que una emoción. Mis reyes, mis padres, no son la representación del cariño pero se respetan el uno al otro y creo que eso es importante -le respondió, tras pensarlo un rato-. Sin embargo, creo que el rey Alfredo y su dama sí que lo hicieron. A su manera, pero lo hicieron.
-Pregúntale a Osferth.
Mildrith le miró mal.
-Has fastidiado mi buena respuesta con una broma cruel.
-¿No se casaría por amor, mi señora?
-Entre gente como yo el amor el escaso, pero de hacerlo lo haría con quién me quisiese por cómo soy y no por el valor que tengo. Los nobles son...complicados.
Y gente que solo se movía por influencias. Su educación se había basado en el matrimonio y la religión, lo poco que se le pedía a las mujeres por esos tiempos. Lady Aethelflaed la había educado en ambas por insistencia de la reina de Wealas. Solo para que a ella la vendieran al primer noble que ofreciera algo de interés a la Corona y acabase en manos de un señor con tierras y ventajas. Seguramente menos religioso de lo que aparentas y mucho más...adecuado a romper los votos.
-¿Tú que opinas de los señores, Sihtric?
-No me importan sus vidas, señora -se pasó la lengua por los labios, dando rienda suelta a sus pensamientos-. Si tengo que agachar la cabeza la agacharé, pero si mi señor no jura lealtad a ninguno es porque ninguno es mejor o peor que el anterior.
Rumió su respuesta.
-Ciertamente nuestras opiniones pueden ser diferentes, por nuestras vivencias.
No hubo respuesta, solo una mirada larga y tendida. Mildrith se detuvo, clavando los tacones en la tierra. Sihtric dobló el cuello para mirarla, con los mechones negros y rizados bailando en su rostro.
-Los nobles solo quieren acercarse al poder para cumplir sus beneficios, y otros mantenerse al margen para protegerse a ellos mismos -explicó en voz baja-. Y aún así, los condes de Mercia ahora luchan después de haber elegido a su rey hace pocos años. Para disputar el trono a una niña.
-Es una niña -repitió, sereno.
En otro momento esa respuesta la habría enfadado. Por supuesto que era una niña, una que no podía distinguir la maldad del bien y que se había criado lejos de las crueldades de los adultos y de la corte. Incluso ella, que vivía lejos de su tierra natal, conocía las intenciones delos hombres del consejo de su padre. Y sus intenciones. Mildrith inspiró, mirando a su alrededor. Ya veía la melena trenzada de la mujer, de Eadith, moviéndose alrededor de quien supuso que era Aelfwynn y un hombre apenas un poco más alto a su lado.
-¿Puedo hacerte una pregunta?
Una inocente cargada de ansia. Sihtric volvió a centrar su atención en ella, apartandola de los pájaros que los sobrevolaban. Eran cada uno de un color diferente, uno más claro y otro más oscuro. Pero con la mismas curiosidad de saber qué rondaba por su cabecita pelirroja para que ahora fuese tímida con él. Su lengua resbaló, vacilante, en su paladar. Aún no se acostumbraba a la lengua de los sajones, pero hacía lo que podía aunque se denotase su acento y el arrastre de algunas letras.
-¿Por qué apuñalaste el cuello de ese enfermo?
-¿Lo viste?
Se encogió de hombros.
-Iba a acercarme, pero Finan empezó a gritar que la enfermedad iba a por nosotros y... No tuve valor.
Sobre todo porque la había cogido del brazo y tirado de ella para alejarla, para ponerla con Stiorra antes de lanzarse a los brazos de Uthred por el tema de la enfermedad. Después de eso, había visto cómo Sihtric empuñaba la cuchilla y la clavaba en el cuello del hombre en la pica y la sacaba para limpiarla. Aún sentía sus dedos sobre su piel cuando le lavó el brazo que uno de los hombres que los habían sorprendido había sujetado para bajarla del caballo. Una extraña sensación que le calentaba el corazón.
-Fue por misericordia -le respondió, en voz baja pero firme-. Estaba sufriendo por la enfermedad y su situación.
Mildrith asintió suavemente, no muy convencida si tuviera que aceptarlo en voz alta.
-¿Hubieses hecho lo mismo de ser uno de nosotros?
-Creo que cada uno podría buscárselas para acabar con su sufrimiento -se burló, torciendo los labios en una sonrisa-. Menos cierto monje.
-Finan quería dejar a los niños en el bosque, pero tu dijiste que no iban a conseguirlo si íbamos andando.
Entrelazó las manos tras la espalda, esperando algún cambio en su expresión. La tela de las mangas crujió en el gesto, pero no le dio importancia. La suave corriente mecía las copas de los árboles, sus ramas. A veces se preguntaba cuáles eran las diferencias entre Wealas y Mercia si eran tan parecidos por su vecindad, y qué mal veían los suyos en las tierras de los sajones. Tal vez nunca pudieran hacer las paces, pero ella conocía la verdad.
Sihtric tensó los labios.
-Tu rey no hubiera permitido que te atravesasen y dejado moribunda en el bosque -comentó, apuntando al pequeño claro protegido-. Nos hubiese costado más que la cabeza.
Mildrith sonrió.
-Mi padre puede haber unificado muchos territorios en Wealas, Sihtric, pero la muerte de su hija mediana solo conseguiría que atacasen una pequeña parte Wessex.
Volvieron a caminar. Salieron al pequeño claro, conscientes de que les miraron con sorpresa al verlos aparecer, volviendo a concentrarse en sus asuntos tan pronto como supieron que eran ellos. Uthred les lanzó una mirada, pero pronto volvió a hablar con Osferth. Mildrith iba agarrada a su brazo por su insistencia, temiendo que resbalara con las piedras mojadas del río o tropezase de nuevo con alguna raíz.
-¿Solo una pequeña?
-¿Le parece poco, señor? -inquirió, divirtiéndose con esa conversación sobre las intenciones de su padre. Que nunca haría, por supuesto. Si le hiciesen algo a una hija del querido Hywel el Bueno, ya podían temblar los reinos que hasta sus contrarios en su mesa se unirían con tal de invadir las tierras sajonas.
-Wessex es extenso -habló él, convencido. Los ojos le resplandecían.
Mildrith lo miró con visible diversión.
-Un pequeño trozo de Wessex es para Wealas todo el territorio.
Tumblr media
8 notes · View notes