#verse: tomé las estrellas
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tomé las estrellas (de mis ojos) - roquill fic (español) - masterpost.
Fandoms: Guardians of the Galaxy Vol. 3.
Parejas principales: Rocket/Peter Quill (Star Lord).
Parejas secundarias: Menciones de un pasado Peter/Gamora, muy leve. Y puede que una pizca de Peter/Thor por ahí. Porque fácil veo a estos dos lidiar con sus traumas con alcohol y sexo en época Post-Endgame, honestamente.
Rating: Adulto, por sexo interracial que se aproxima en los siguientes capítulos. (Sip. Este no es mi primer rodeo).
Categorías: Canon Rewrite, AU de la 2da mitad del Vol. 3, Post-Resurrección, Drama, Acción y Aventura, Humor, Romance, Primer Beso, Primera Vez, Fluff, Hurt/Confort, Tensión Romántica sin Resolver porque Peter y Rocket son Unos Tontos, Final Alternativo.
Advertencias:
(1) Por violencia y maltrato animal. Aunque no más de lo que la película ya mostró.
(2) Por temas de abuso de alcohol, depresión, trauma psicológico fuerte, estrés postraumático, y trastornos de la autoestima.
Spoilers: Guardians of the Galaxy Vol 1-3, Avengers: Endgame, y un poco de Thor: Love & Thunder.
Sinopsis: Debía ser una clase de ironía muy singular que fuera el rostro de Quill lo primero en divisar, al volver a la vida. A.K.A. Justo cuando Rocket se había resignado a tener sentimientos sin corresponder hasta su último aliento, Peter Quill lo sorprende.
Notas:
(1) Titulo de la historia proviene de "Cosmic Love", Florence + The Machine.
Estatus: WIP - En progreso.
Arte: @shelbyinubakilee @crimsonkingart
Cover: @bbasmos
Ch 1 / Ch 2 / Ch 3 / Ch 4 / Ch 5 / Ch 6 / Ch 7 / Ch 8 / Ch 9
#roquill#peter quill#rocket raccoon#guardians of the galaxy#peter x rocket#rocket x peter#bbasmos story#fanfiction en español#fic: guardians of the galaxy#bbasmosfic#verse: tomé las estrellas#fic: roquill#gotg vol3#romance#drama#canon rewrite#gotg vol. 3 AU#first time#top rocket#bottom peter quill#art: inubaki#art: harebell
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day 10: fake dating
One-shot por Adori-san
Clasificación: K
@sasuhinamonth
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El plan que ellos dos habían ideado tenían muchas, demasiadas, fallas. El porcentaje de que todo saliera mal era alto, para su muy mala suerte. Pero nada importaba, porque tanto como Sasuke y ella querían aferrarse a la última posibilidad de estar con quiénes en realidad amaban. Hinata dudaba, no estaba segura de lo que haría sería correcto. El mero pensamiento de lo que sus acciones acarreaban la hacían sentir como el peor ser que una vez pisó en la tierra. Detestaba ocasionarle daño al resto. Y eso era lo que específicamente haría con ayuda de su supuesto novio, para destruir la relación de Naruto y Sakura.
No obstante, desde algún tiempo para acá, ya no estaba tan segura de querer realmente destruir aquella bonita pareja. —Estás temblando, Hinata. ¿Te sientes bien?— pregunta el muchacho al lado suyo, que además, sostenía su mano mientras caminaban. Podían verse como una pareja, pero la realidad de ellos dos, es que su vínculo era falso; no había amor verdadero en sus miradas ni en las palabras que se dirigían. Entre la Hyuga y el Uchiha, lo único que realmente los unía era un contrato, una especie de acuerdo que sólo servía para satisfacer un deseo egoísta. Cualquier ínfimo rastro de cariño entre ellos sólo era una mera actuación. Y eso, por alguna extraña razón que desconocía, le lastimaba en lo más profundo de su ser. Sólo que daba todo de sí para no demostrarlo—. Falta poco para llegar, si te ven así de nerviosa nuestro plan fallará. Si Hinata era consciente de ello, ¿por qué su corazón se aceleraba por tenerlo así cerca?
Peor aún, ¿por qué ansiaba que jamás se alejara de su lado? —L-Lo siento, Sasuke-kun. Es solo que estoy un poco nerviosa, nada más— se excusó débilmente la fémina. Claramente, el recién nombrado no le creyó ni un poco, pero tampoco le dio mucho tiempo de reprochar sus palabras cuando fue bombardeado por su amigo de la infancia. Hinata se enmudeció cuando el chico de cabellos rubios y ojos azules los saludó con tantos ánimos, teniendo junto a él, a la hermosa pelirosa de ojos jade que sonreía felizmente. Los dos eran una pareja despampanante, en el que las risas abundaban. Pese al carácter de Sakura y la torpeza característica de Naruto, los dos congeniaban tan bien como el pan con la mermelada. Eran, en pocas palabras, tan perfectos el uno para el otro... Que en varias ocasiones, la Hyug sintió envidia por ellos, por la unión genuina y verdadera que ambos compartían.
Mientras que ella, no obtenía nada bueno. Sólo aquél tumulto de sentimientos contrariados que llevaba tiempo almacenandose en su interior y que amenazaban con prontamente explotar.
Allí, se dio inicio a la cita doble que fue organizada por la propia Haruno, con la final de pasar tiempo de calidad entre parejas y amigos cercanos. Optaron por ir a ver una película. Mientras que Sasuke y Naruto se encargaron de comprar las palomitas y otras chucherías, las dos jovencitas hacían la cola para comprar las entradas. —He de admitir que me sorprendió un montón que Sasuke y tú comenzaran a salir, Hinata— estando apartada de los chicos, Sakura optó por romper el hielo. El cuerpo de la Hyuga se tensa, nerviosa debido al tema que la pelirosa sacaba a flote—. Jamás los vi interactuar a ustedes dos, pero, como dicen por ahí, el amor surge de formas muy misteriosas. —Sí, Sasuke-kun es... Él es muy especial— dijo, con el corazón latiéndole a mil por segundo. Sus mejillas adoptaron un intenso sonrojo cuando la imagen de aquél guapo pelinegro apareció en su mente.
Sakura rió un poco al ver su reacción, avergonzando aún más a la pobre Hinata. —Puedo ver que tus sentimientos por él son genuinos, Hinata. Así que como los que él tiene por ti— comenta, ésta vez, mirando en dirección a dónde se encontraba su novio junto con Sasuke—. Aunque él sea tan distante, frío, y a veces demasiado egocéntrico... En el fondo, siempre supe que poseía sentimientos cálidos. Y lo sé, Hinata. Cuándo él te ve, sus ojos, pese a ser negros y profundos... Se iluminaban como estrellas en la oscuridad de la noche. La de ojos nacarados no supo qué contestar, o siquiera pensar. Aquello debería de ser una broma; ¿qué Sasuke tuviera sentimientos por ella? No, eso no era, no podía ser así. Que el Uchiha se preocupara por ella no significaba nada. Que en varias ocasiones los dos se quedaran hablando por teléfono hasta muy entrada la madrugada tampoco. Que la tomara de la mano aún cuando Sakura y Naruto no estuvieran cerca, no... Si a veces lo atrapaba mirándole, sonriéndole e incluso sonrojándose... ¿Eso significaba que Sasuke se había enamorado de ella? Eso no era posible. Quiso exclamarle a Sakura que eso que decía no era más que una mentira.
Sasuke Uchiha no podía amarla. No debía. Él estaba enamorado de Sakura, así como ella de Naruto (o de eso fue lo que intentó convencerse).
...
—Hinata, ¿estás bien? Has estado todo el día rara.
La voz de Sasuke saca a Hinata de sus pensamientos. Sin darse cuenta, se da cuenta desde que los dos iban de camino a sus respectivas casas no le había dirigido la palabra al pelinegro.
—Sí, estoy bien. N-no es nada— esquiva, regalándole una sonrisa forzada a su (falso) novio.
—Para de mentir, se te da muy mal— le regaña, frunciendo sus cejas en un gesto disgustado—. Si algo te molesta, puedes decírmelo.
¿Qué se suponía que debía decirle? Realmente, ¿había algo por aclarar entre ellos dos o se resignarían a hacer como si nada, ignorando los nuevos sentimientos que resurgían cada vez qe estaban los dos juntos? ¿Por cuanto tiempo más soportarían el tenerse, pero a su vez, resultando inalcanzable el hecho de que entre los dos podría nacer algo más?
Hinata ya no podía soportar aquella incertidumbre que no saberse correspondida. Había sufrido en silencio por culpa de sus sentimientos por Naruto, y parecía que la misma historia se estaba repitiendo en frente de sus ojos.
La fémina calla por un par de minutos hasta que finalmente suelta:
—Ya no quiero seguir así, Sasuke-kun.
—¿A qué te refieres?— pregunta, expresando su confusión.
—No puedo, de verdad que no puedo... ¡No quiero continuar con esta farsa, ya no deseo meterme en la relación de Naruto y Sakura!— exclamó. Un par de lágrimas fueron expulsadas de sus tristes luceros, que observaban a Sasuke—. Y sobretodo, no quiero permanecer en éste tipo de relación contigo, estoy cansada de fingir este noviazgo... Me duele saber que no es real, porque tú amas a Sakura y yo...-
Sin previo aviso, Sasuke se le acerca y la estrecha entre sus brazos, dando lugar a un tierno abrazo. Hinata, siendo envuelta por la calidez y aroma de su acompañante, tranquiliza sus sollozos.
—¿Crees que yo no estoy cansado, Hinata? Me frustra tenerte cerca, pero a la vez tan lejos— admitió el contrario de forma tortuosa—. Dejé de querer a Sakura, y comencé a enamorarme rápidamente de ti. Pero nunca me atreví a insinuarte mis sentimientos, porque sabía que amabas al tonto de Naruto... Así que me resigné a mantener la distancia para no molestarte. Siempre velé por tu felicidad, y si aquella era junto a Naruto... Yo lo hubiera aceptado, con tal de ver tu sonrisa.
—Sasuke-kun...— susurró, embelesada por las palabras del muchacho, Hinata agrega:— Por favor, deja de reprimir tus emociones. Yo también te quiero.
Luego de eso, ninguno de los dos no pudieron seguir ignorando el ferviente deseo de unir sus labios en un beso que posteriormente pactó el nuevo vínculo que entre los dos surgía: eran una pareja real.
...
Notas del autor: me tomé la libertad de hacer una mención al Narusaku en esta pequeña historia. Sakura y Naruto se me hacen muy adorables juntos, y rayos, también necesitaba darle algo de sentido a ésto. Espero que sea de su agrado<3
#sasuhina#hinasasu#sasuhina month 2020#sasuhinamonth2020#shmonth2020#Sasuke Uchiha#Hinata Hyuga#day 10#fake dating#one shot#fanfic#historia corta#español#Adori-san
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El huésped.
Jubilarme y mudarme a un sitio más pequeño y alejado de la ciudad, fue una de las mejores decisiones que he tomado. Desde el primer momento en el que me asenté en este hogar, la sensación de tranquilidad fue inmediata, la ausencia del peso del estrés era indescriptible. Todo parecía marchar absolutamente bien y estable, pero a semejante calma le esperaba un duro golpe de la realidad, de mi realidad. Una fría mañana de un 17 de julio me encontraba leyendo las noticias por Internet, cuando un anuncio interrumpió dicha rutina. Se trataba de un aviso de un hotel situado en el medio del campo, rodeado por la maleza, que abría sus puertas ese mismo día. Interesado por alejarme aún más de la ciudad, ingresé para ver la dirección, y grande fue mi sorpresa al ver que se encontraba a solo 3 kilómetros de mi casa. Sin dudarlo, tomé parte de mis pertenencias y partí hacia ese lugar. Para poder acceder al mismo había que tomar un pequeño y angosto camino de tierra que se abría paso entre los árboles. Una vez frente al recinto, su belleza campestre me maravilló. Era como una cabaña construida en base a unos troncos color marrón oscuro que se iban intercalando con otros más claros, lo cual le daba un hermoso aspecto rústico. Dejé el auto en la parte trasera del lugar, en donde se habían podado los árboles para hacer lugar a un estacionamiento, tomé mis cosas y fui hacia la entrada. Ingresé y a unos pasos estaba la recepción, en donde fui recibido por una pareja y su nieto. Mientras la señora de aproximadamente 70 años iba anotando mis datos, su marido que aparentaba ser más grande, me daba las llaves de mi habitación. Se mostraron muy amables y siempre sonrientes, fue una recibida muy cálida. El pequeño, que no tendría más de 6 años, me ayudó a llevar mis cosas a la habitación, mientras a nuestro lado venía su abuelo que me iba mostrando el lugar. Ya instalado, el niño salió corriendo muy contento gracias a la propina que le dejé y su abuelo estaba por retirarse pero, antes de atravesar la puerta, se dio vuelta y me dijo: “Perdón por no tener la habitación de siempre, pero esta es mucho más cómoda, disfrútela”. Primero creí que me había confundido con alguien más, pero había algo aún más inquietante, sus disculpas carecían de sentido porque, según el aviso, acababan de abrir. A las 20:30 hs golpean la puerta y a los 5 segundos ingresan la pareja con su nieto. Ella me traía unas toallas, el traía la cena y el pequeño me traía un dibujo en agradecimiento por la propina. Esta vez pude prestarle plena atención a sus apariencias. El vivir alejado de la gente tanto tiempo me hizo perder muchas costumbres de la vida en una civilización, por lo que estaba muy cerrado en mí mismo. Volviendo a los dueños del hotel, lucían ropa muy antigua para la época. Ella con un largo vestido celeste con lunares que estaba cubierto por un delantal amarillento, el con un traje gris, camisa blanca y moño negro, y el pequeño lucía una boina gris, camisa blanca y pantalones cortos de color gris. Para finalizar, todos llevaban el mismo tipo de zapatos, negros y puntiagudos, desgastados en el dorso. Parecían sacados de alguna antigua taberna, pero sospeché que, como yo, se mantuvieron alejados de la ciudad, y no dejaron influenciarse por las modas. Esto sonaba lógico para la pareja, pero no así para el nieto, a menos que haya sido criado siempre por ellos y lo hayan mantenido alejado. De todas formas no quería enredarme en tales pensamientos y análisis, cosas que me recordaban a mi antiguo trabajo, así que recibí la comida y el dibujo con una sonrisa en mi rostro y me dispuse a cenar. Siendo las 22:30 hs y luego de una larga ducha, me voy a acostar. Muchos pensamientos invadieron mi cabeza hasta que conseguí conciliar el sueño, pero el más poderoso era el haberme dado cuenta de que yo era el único huésped. Finalmente consigo dormirme, situación que no duraría mucho. El grito desgarrador de una mujer me hizo despertar y quedarme parado al lado de mi cama. Miro la hora y eran las 01:32 hs, el silencio de la noche había reinado hasta verse interrumpido por el sonido inconfundible del horror. A ese grito le siguió una voz masculina muy débil que pedía ayuda, y una serie de golpes que resonaban por todo el pasillo. Salí corriendo para asistir a esas personas y llegué a la habitación de donde parecían provenir los gritos, pero ahora había solo silencio. Cierro los ojos, inspiro profundamente y abro la puerta al mismo tiempo que vuelvo a abrir los ojos. Ante mí tenía la obra de un demente, de un sádico, algo que no seguía ninguna lógica humana. La sangre bañaba el piso y las paredes de la habitación, y algunas gotas incluso habían alcanzado el techo. Sobre la cama yacía la mujer, con el rostro completamente desfigurado por múltiples cortes hechos con un trozo de vidrio, trozo que estaba sobre la mesa de luz. Tenía unas ataduras en las muñecas y los tobillos, que debió arrancar durante el forcejeo y la desesperación. En su vientre, una serie de cortes formaban una estrella pentagonal invertida, en el medio de la cual había una vela negra encendida, apoyada y pegada directamente sobre la piel. A la derecha de la cama estaba el hombre con una única particularidad, una increíble y aterradora particularidad, tenía un crucifijo invertido enterrado en el lado izquierdo de su cabeza. El escenario era completamente macabro, ningún ser humano puede ser capaz de semejante aberración. Cuando me dispongo a salir para dar aviso a los dueños, ellos estaban ahí, los 3 parados en la entrada de la habitación, mirándome fijamente. El pequeño comenzó a acercarse mientras un olor horrible y nauseabundo se apoderaba del lugar, hecho que me dejó paralizado, yo conocía ese olor. Comencé a llorar y caí arrodillado en el suelo, el niño se paró frente a mí y me dijo: “Miranos, esta es la familia que vas a destrozar. Yo soy el hijo de esa pobre pareja, y ellos los padres de la muchacha. Sé que tienes culpa, pero mañana esto será placer. Hoy es mañana, mañana es hoy, cómo todos los días desde que me dejaste entrar”. Mi demonio no me había dejado, dejar el edificio en donde comenzó todo no sirvió de nada, dejar la policía científica no sirvió de nada, ahora sé que jamás me abandonará. Totalmente entregado, comienzo a caminar de la mano del niño, mientras la pareja de ancianos dueña del lugar iba desvaneciéndose hasta formar un humo negro y espeso que ingresó por la boca del pequeño. Fuimos a mi habitación a buscar mis cosas, fue ahí cuando presté atención al dibujo que me había entregado, ahí estaba el pentagrama invertido. Salimos del lugar, y antes de ir por el auto, aquel niño me dijo: “Date vuelta a mirar de nuevo el hotel”. Al verlo, ese hotel rústico era una pequeña cabaña abandonada y desgastada, con maderas repletas de larvas que salían por cada una de las grietas que decoraban su frente. Ya nada me sorprendía, ya había aceptado mi destino. Ahora ya estoy en mi hogar listo para dormir, siguen siendo las 01:32 hs, el tiempo se detuvo desde que fui testigo de la atrocidad que voy a cometer mañana. Antes de dejar de escribir y apagar la luz doy un último vistazo a los pies de mi cama, y allí está, riéndose, burlándose de mí. Ahí está esa enorme figura con patas de carnero, con esa larga barba blanca y esa sonrisa que casi alcanza sus orejas puntiagudas. Con sus largas garras toma las sábanas y me tapa hasta la cintura. Sonríe una última vez y me dice: “Descansa que en unas horas tenemos un compromiso. Ya hoy es hoy, pero luego hoy será mañana, cómo todos los días desde que me dejaste entrar”. P.D: Para una plena comprensión del relato, pueden leer “El niño”, el primer cuento que subí.
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AMOR DE LAMIA
CAPÍTULO 29
Después de todo, ya eran una pareja.
Pocos días habían pasado desde la gran confesión de sentimientos por parte de los esqueletos, ahora eran incapaces de esconder el cariño que tontamente se habían negado, por malos entendidos y por la distancia que hubo entre ellos; así que sin más ahora compartían espontáneos y delicados besos cuando se daba la oportunidad, se tomaban de las manos al caminar y no podían parar de sonreír.
Cuando Edge le dijo a su hermano sobre que ahora Sans y él eran una pareja oficialmente lo primero que este le respondió fue:
"Vaya!! hasta que lo hicieron, uno podía cortar la tensión romántica entre ustedes con un cuchillo... bueno, me retiro porque debería estar ensayando desde hace una hora... bye!"
Y eso fue todo por parte del mayor de los Kunstler, la verdad es que el menor esperaba algo más pero tenía que recordar que Red siempre fue de ir directo al punto, así que esto de cualquier manera lo contaba como otra pequeña victoria. Por otra parte Sans estaba llegando al plazo que GP y Grillby acordaron darle de descanso, pronto volvería a trabajar, si, después de todo y de hablarlo un poco con su pareja (pero que bien se sentía decirlo) el pequeño quería seguir laborando, ahora como encargado de las finanzas del restaurante; esto fue más que nada por que a Sans le pareció que era bueno tener unos pequeños ingresos propios ya que habría cosas que necesitaria comprar con dinero que fuera totalmente suyo y a Edge le pareció justo que su novio pudiera costearse cosas sin necesidad de pedirle permiso.
Una tarde con solo tres días más de plazo para el pequeño y este se encontraba sentado en la silla de su autoproclamada propiedad dentro del estudio de Edge, con su teléfono en mano estaba viendo algunos vines tontos cuando recordó algo de pronto.
-Oye Edge, quería preguntarte algo...
-Si lo que quieres saber es a que hora cenaremos te responderé que a la misma hora de siempre- mientras tanto seguía creando una imagen digital en su computadora.
-hehehe no, no era eso... sabes... Blue, él me dió su número y no me he comunicado, ¿puedo llamarlo y pedirle que nos veamos?... solo para ponernos al día, hace muchos años que no lo veo... los dos éramos lamias en aquel entonces.
Edge dejó de trabajar en lo que estaba haciendo para girar su silla y poder directamente a Sans.
-Mira, no hay necesidad de que me pidas permiso para casi todo, no tengo ningún problema con que veas a tu viejo amigo, puedes hablarle y eso, al fin y al cabo él es pareja de strech ¿no?
-Por lo que entendí si, además es solo que... quiero saber porque ahora es un caminante, parecía ser una lamia tan feliz.
Edge sabía que dentro de esa apariencia un tanto desinteresada Sans también era excesivamente curioso, algo que le había traído problemas en algunos aspectos de su vida, pero estaba bien, mientras pudiera volver a ver la expresión de verdadera felicidad en la cara de su novio lo dejaría ser.
Luego de unos cuantos mensajes ambos esqueletos de baja estatura quedaron de verse al otro día para el almuerzo en el restaurante de Grillby, ese era un buen lugar, además Sans aprovecharía para saludar a sus amigos y recordarles que en unos cuantos días él volvería para tomar sus nuevas funciones ahí.
...
Esa tarde para cuando Sans llegó al restaurante el otro pequeño ya estaba esperándolo en una de las mesas con un vaso de agua, así que se fue directo hasta él mientras en el camino saludaba a su jefe agitando su mano, al tiempo que pudo ver a Alexa atendiendo una mesa y a un chico humano, seguramente era el nuevo mesero al que contrataron durante su ausencia.
-Sans!! estoy tan feliz que me hayas contactado... apenas y lo puedo creer, los dos aqui despues de tantos años y caminando!!
-Blue baja un poco la voz, no debemos llamar tanto la atención y no es necesario que nadie más sepa lo que éramos antes- casi susurró para que nadie oyera su conversación, una cosa era que ellos hubieran hecho su elección, pero si había más lamias afuera en el bosque podrían ocasionarles problemas al enterarse el mundo de su existencia.
-Oh claro!! oops perdón, tienes razón, es que estaba muy emocionado de verte, hay tanto que quiero platicarte, sobre Papy y sobre mi... estrellas por donde empezar- este era sin duda el Blue que el esqueleto de la Paciencia tanto recordaba y eso le hizo feliz también, al parecer la vida siempre era más amable con su viejo amigo.
Justo cuando Sans estaba por comenzar a hablar los dos meseros humanos se acercaron, Alexa estaba tan radiante como siempre con su larga cabellera recogida en una coleta alta y su sonrisa a flor de piel mientras sostenía del brazo a un chico alto como ella y con el cabello rizado y oscuro.
-Sansy!!! pero que gusto me da verte tan mejorado, Edge llamó hace un momento y manda decir que coman lo que quieran que la cuenta va por su parte- obviamente con ese comentario el pequeñin se puso azul y solo asintió- mira, este es Novak, el chico nuevo... anda saluda a nuestro encargado de las cuentas del lugar Novak.
El chico le extendió la mano a Sans para darle un ligero apretón de manos y una sonrisa, parecía ser una persona amable.
-Espera... ¿encargado de las cuentas? es un título demasiado raro para alguien que se encarga de la registradora.
-Ay! ¿el jefe no te ha dicho? no solo llevarás la registradora, también te enseñaran a llevar en orden las las cuentas de gastos, Edge habló con él y ambos acordaron que pueden ayudarte a aprender.
Eso... fue inesperado, claro que hacer cuentas le era fácil pero... ¿realmente podría con el trabajo aún con su novio como respaldo? bueno, al parecer tendría que averiguarlo; por el momento ambos esqueletos prefirieron ordenar unas bebidas calientes por el invierno se hacía presente y como ex-lamias los dos preferían las cosas cálidas.
Una vez que cada uno tuvo lo que pidió junto con una galletas para acompañar, fue Blue quien comenzó a hablar.
-Sabes Sans, sé que la última vez que nos vimos yo me tomé tu actitud de querer permanecer en un solo lugar como algo malo, pero ahora... con Papy a mi lado...
-Hehe, te entiendo, desde que conosco a Edge no me imagino en ningún otro lugar... pero cuéntame ¿cómo es que terminaste viviendo con Strech?
-Mweh hehe, tras unos mese de explorar el bosque cercano me dí cuenta de la extensión de la ciudad, a lo lejos podía ver la vidas que llevan los Caminantes, lo complejo que es todo aquí y tenía ganas de conocer al menos a uno, pero el instinto era más fuerte y algo me decía que no debía acercarme... sin embargo, un día de verano se dió una gran tormenta y yo no encontraba ningún refugio, quería ir a buscar tu madriguera, no estaba tan lejos pero, para el tiempo que llevaba bajo la lluvia mi temperatura corporal bajó mucho y lo ultimo que supe fue que estaba al otro lado de una cerca de alambre tratando de mantenerme despierto.
Sans estaba escuchando atentamente a su amigo, su relato aunque algo simple era algo bastante entretenido.
-De cualquier forma debí cerrar los ojos un momento porque cuando me di cuenta ya estaba en una cama bien calientito... la cerca era la de la casa de Strech, quien resulta que tiene casi como patio trasero el bosque, afortunadamente YO el magnífico Blue me encontré al Caminante más amable que pueda existir.
-Realmente eres muy afortunado, sobre todo porque no fue alguno que hubiera intentado hacer algo malo contigo, fuiste bastante descuidado, siempre te dije que esa clase de cosas podrían traerte problemas- Sans al menos estaba aliviado de ver que a pesar de todo el esqueleto frente a él se veía saludable y feliz, algo que a sí mismo le tomó mucho tiempo siendo lo que era ahora.
-Él me cuidó en esa ocasión, nos conocimos un poco y al día siguiente cuando ya brillaba el sol me dejó ir, pero no pude evitarlo y regresé, en muchas ocasiones, siempre para platicar con él, para aprender de él y bueno... una cosa llevó a otra... para cuando me día cuenta ya estaba prácticamente viviendo con Strech y locamente enamorado de ese perezoso con un corazón de oro; siempre podíamos conversar por horas y horas, él es programador de sistemas para una empresa de video juegos, así que siempre estaba en casa- Blue no pudo evitar sonreír ampliamente ante el dulce recuerdo de sus primeros días conociendo al primo de Edge.
- Eso... suena tan lindo... ¿y es por él que te convertiste Blue? al final terminaste creyendo en ese rumor que me contaste en esa ocasión.
-Mweh... sí, pero mis razones son algo...- Blue se estaba sonrojando con el color azul bebé de su magia, mientras se inclinaba para luego hablar muy bajo- la verdad es que durante ese tiempo entré en celo y bueno, no sé si te conté que soy un omega y Strech... bueno, es una Alpha, quien estaba dispuesto a ayudarme, incluso como sabía que no quería tener bebés aún me dió una píldora para el control natal, pero cuando intentamos copular fue muy doloroso para mí e incómodo para él, todo eso fue un fiasco y pensé que no querría verme nunca más y realmente dejó de tocarme por un tiempo, pero por miedo a lastimarme.
Sans estaba muy sorprendido por lo que su amigo le contó, quién diría que ese esqueleto con facha de inocente hablara de cosas como esa cuando él mismo seguía siendo virgen. Sin dilatar mucho el otro siguió con su relato.
-Nos distanciamos un poco, y no solo fue el hecho de no poder intimar con Strech... con el paso de los días me di cuenta que al yo ser una lamia no podía estar constantemente a su lado; tu me conoces Sans, a diferencia de tí nunca me vi como a alguien a quien le doliera la soledad pero me dí cuenta de lo triste que eso me hacía sentir; mis días consistían o en estar encerrado en su casa o pasar el rato en el bosque, de cualquier forma no era feliz con eso, no podía acompañarlo a la ciudad porque era peligroso y mientras estaba en el bosque él temía no volver a verme, así que...
-Hiciste el trato con la Luna... para poder estar siempre al lado de Strech.
-SI!! y fue lo mejor que pude haber hecho, fue difícil al principio para aprender a caminar y esas cosas pero me ha ido bien, me convertí en fotógrafo y con ayuda de Papy pronto podré hacer mi propia exposición.
Al parecer su amigo era feliz y eso también contribuía a la creciente felicidad que Sans comenzaba a experimentar por su cuenta, entonces fue el turno de Blue de pedir ansiosamente la historia de la transformación de el esqueleto de la Paciencia, por lo que con algo de pena comenzó su relato desde cómo conoció a Edge, de sus años juntos, de sus años separados, de cómo se dió cuenta que estaba estúpidamente enamorado y de cómo se dieron los hechos en la noche que su vida cambió por completo.
-AGH!! ese Papy tonto!! ya le he dicho que no haga esa clase de juegos, tiene la mala costumbre de hacer bromas a las personas y ahora él te causó muchos problemas, cuando regrese a casa él y yo tendremos una buena conversación.
-Oh vamos Blue, no seas muy duro con él... fui yo quien malentendió todo y además fue mi culpa por no tener el valor de preguntarle antes a Edge sobre esa noche.
Después Sans contó todo lo que vivió al lado de Edge, incluso se animó a contarle sobre el ataque de Slim con mucha pena, pero pudo sentirse algo liberado por eso, su única súplica fue que no le contara a nadie sobre eso... hasta que al fin le contó que ahora el alto esqueleto y él eran una pareja y que estaba listo para enfrentar nuevos retos a su lado.
-Vaya Sans!! que historia tan increíble... oops, ya se nos terminó la comida y pronto Papy vendrá por mí.
-No te preocupes Blue, ya tendremos más tiempo para conversar, será bueno tener a alguien a mi lado que comprenda lo difícil que es acoplarse a este mundo... y es bueno ver que tu también eres feliz.
...
Luego de unos minutos Strech apareció en el restaurante y Blue se despidió de Sans, diciendo que esperaba que algún día lograran tener una cita doble en la cual se mostrarían mutuamente el amor que sus respectivos Papyrus sentían.
El pequeño accedió a decirle a Edge para que él planeara el momento adecuado, con eso dicho y la esperanza de seguir siendo amigos ambos se despidieron por el momento.
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Para cuando Sans regresó al departamento faltaba una hora para el anochecer, estaba aún digiriendo un poco de la conversación que tuvo con Blue, y comenzó a preguntarse ¿Porque Edge no le habría pedido que intimaran aún? quizá... si, lo más seguro que ese era un límite que el más alto no sobrepasaba sin el permiso de él, así que comenzó darle algo de vueltas al asunto mientras se dirigía al estudio donde su novio trabajaba de forma concentrada en el restirador haciendo unos dibujos de forma tradicional.
-Heya Edge, ya volví.
-Humm, muy bien, ¿todo bien con tu pequeño amigo?- el arquitecto seguía concentrado en su trabajo, se veía que estaba haciendo unos de los detalles finales.
-¿pequeño? sabes que es solo unos cuantos años más joven que yo... pero si, todo bien, Blue dice que algún día deberíamos ir juntos en una cita doble- eso sí que captó la atención de Edge quien se giró en su banco para ver directamente a Sans.
-... Podría ser... espero que al menos ese cenicero con patas logre dejar sus cigarrillos por un día... - luego Edge se quedó viendo al pequeño un poco, pues desde que se declararon su amor no podía evitar sentirse atrapado por su verdadera sonrisa- sabes Sans, quisiera que mañana que es fin de semana salieramos en un pequeño viaje.
-¿Un viaje? ¿puedo saber a dónde?- y ahí estaba el viejo Sans, al que conoció desde hace años atras.
-Eso no te lo puedo decir, es una sorpresa, pero estoy seguro que te encantará.
Con eso dicho las pupilas del más bajo se hicieron ligeramente más grandes de la emoción, quizá ese sería su momento ideal, además conocería cosas diferentes al lado de Edge, de su único y verdadero amor, sentía que no podía esperar a que amaneciera y emprender ese viaje... en verdad que ahora se sentía tan feliz.
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Hola!!! soy Hanabi!!!
woww!!!! la historia de Blue... no sabía si incluirla o no, pero al final lancé una moneda al aire y pos aqui la tienen ;)... ahora nuestros chicos se van a un pequeño viaje que los cambiará en ciertos aspectos... jijijiji a Sans sobre todo.
oh estrellas!! viene momentos cursis y candentes, espero poder saciar su SED... si saben a lo que me refiero muajajajajaja
Bien queridos, me despido, hasta el proximo capitulo y no olviden NO darles sus dedos al perrito para que los mastique ;)... bye!!!
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"Morir en medio del Vuelo"
si caminas perdido en el desierto de ciudades extraterrestres
recuerda, a lo lejos siempre se ve una estrella de tonos violetas
síguela, te llevará a tu muerte segura .
Anoche me desperté revolcándome en la cama, sudorosa y exhausta. Había estado gritando, lo podía sentir en la garganta. Caminé a la cocina, la oscuridad en las ciudades como esta ya no existe, todo es siempre luces neón, y gritos de borrachera en este lugar donde la noche está extinta
Abrí la cortina las estrellas parpadeaban sofocadas por el smog, no pude evitar sonreír mientras prendía el cigarrillo en mi mano.
Mientras el este se consumía cree mil metáforas e ironías alrededor de él. Al final nada se convirtió en más que cenizas.
Tomé las llaves del departamento y me apresuré al estacionamiento, pude sentir el viento acariciar sutilmente mi piel, ahí me quedé hasta que la lluvia se le unió al aire y fue entonces todo caricias húmedas y roces acrecentados por el agua.
Al final me encontré empapada, semi desnuda, encantada. No pude hacer más que reírme y gozar.
Todas las noches desde esa noche no conseguí dormir.
A veces cuando paseo por las calles veo a las personas caminar cansadas, hablando mecánicamente, todo parece siempre monótono en ellas, les grito,- ¡despierten! , entonces se molestan, siempre se molestan, otras veces opto por darles un golpe directo en la sonrisa que se les perdió hace mucho tiempo.
Hace poco conocí Luna en el callejón de la calle "Reforma", la vi reírse durante 40 minutos antes de acercarme a saludar. Desde entonces siempre alegra los día, juntas salimos correr por el bosque. Un día la asesiné, ella era una briza marina perdida en un cementerio de cemento. Cada vez que hablaba mi corazón se revolvía en mi pecho, tenía ese tipo de risas que hacen brillar el mundo. Había días en los que ella simplemente aparecía en mi casa a mitad de la noche y gritaba con todo el aire que soportaban sus pulmones, hasta que me veía obligada a olvidar mis ensoñaciones o abandonar la comodidad del imaginario literario en el que solía desaparecer, y salir a perseguirla todo el camino hasta el bosque entre aullidos y risas histéricas.
Ella disfrutaba perdiéndose en la densidad de los árboles más altos, en alguna forma supongo que le gustaba la sensación de volar.
Una noche me pregunt��
Luna.- ¿Cómo es que siempre pareces ausente, perdida en lo inmenso ?
Mar.- Me gusta desaparecer, olvidar el significado de todo y simplemente descubrirlo por mi misma
Luna.- A qué te refieres?
Mar.- Mi misión en esta vida es descubrir
Luna.- Pero, siempre estás viendo todo hacía arriba
Mar.- Y tú siempre ves todo hacía abajo ¿es por eso que disfrutas volar no es así?. Todo en este mundo es inmenso e infinito sin embargo tú pareces disfrutar de cuán pequeño puede verse.
Luna.- A veces no tengo idea de lo que dices
Y nos sentamos ahí en el frio de la noche hasta que amaneció.
Esa noche llegué a casa y sentí una calidez nueva dentro del estómago, pasé todo el día pensando en ella, incluso olvidé que el resto del mundo existía mientras caminaba absorta.
La siguiente noche incluso logré dormir, no, no sólo eso, logré soñar. Soñé que la abrazaba y nos convertíamos en astros, soñé que nuestros cuerpos eran lo único que existía, soñé con sus manos, su pelo, sus ojos, sus labios. Al despertar todo seguía ahí, zumbando por mi cabeza, llenándola de ruido, inundándome con su belleza. Mi cuerpo se sentía tan... liviano, tenía que parar. Tomé unas tijeras del baño y las clave directo en mi brazo, ¡ Despierta! Me gritaba a mi misma ¡ Despierta!.
La sangre chorreaba por el piso. -¡estúpida! ¡¿qué te pasa?! ¡¿ Qué me pasa?!
Así fueron todas las noches durante todo el resto de la semana. El miércoles siguiente ella se presentó antes del anochecer en mi casa, parecía enferma, tenía la cara hinchada y parecía fuera de si.
Mar.- ¿Qué tienes?
Luna.- Eso justo iba a preguntarte yo, ¿qué te pasó en los brazos?
Mar.- Nada, a veces tenemos que recordarnos quienes somos
Luna.- Sí, creo que sé de qué hablas
Mar.- ¿enserio?
Luna.- Yo también sueño contigo
Mar.- ...¿ cómo lo...?
Luna.- Por eso creo que deberías asesinarme
Mar.- No voy a mentir el pensamiento sí cruzó por mi cabeza, pero, no me veo capaz
Luna.- Tienes que, es la única forma. Estoy perdiéndome Mar, cada día soy menos yo y más... bueno, tú. Eso no está bien, estás irrumpiendo quién soy, te admiro pero no puedo ser tú.
Mar.- No quiero que lo seas, pero ¿ por qué no tú me asesinas a mi?
Luna.- Sabes que no puedo, esa no soy yo. Pero tu sí, tu sí harías eso. No te estoy juzgando, en serio, pero tu entiendes esas cosas, no le temes a la muerte, lo ves como algo común a diferencia de mi. Si yo te matara no podría vivir sabiendo lo frágil que es la vida para que alguien tan débil como yo la terminara.
Entonces subimos todos los escalones de edificio hasta llegar a la azotea y con todo el amor que logré encontrar en mi, le planté un beso en los labios y la empujé fuera del bloque de cemento, por unos segundos ella voló suspendida en el aire , riendo a carcajadas, hasta que su cuerpo se estrelló contra el pavimento.
Una patrulla que pasaba pudo verlo todo, pero para cuando la ambulancia llegó, ya era muy tarde.
Después de eso el ruido se hizo cada vez más fuerte y las luces cada vez brillaron más, hasta que eventualmente subieron por mi.
FIN.
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Qué estuve jugando #3
Qué estuve jugando, número 3.
En esta ocasión es para el primero de tres juegos de una colección conmemorativa de un plomero muy famoso.
Super Mario 64 - versión incluída en Super Mario 3D All-Stars (Switch)
Super Mario 3D All-Stars, desde su origen, vino plagado de críticas. Que el menú inicial es horrible -y lo es-, que los juegos no se ven todo lo bien que deberían verse para una consola como la Switch, que Nintendo está haciendo la gran Disney al sacar el juego y luego retirarlo de circulación en marzo de 2021, que en físico salió en unidades limitadas, que no incluye Super Mario Galaxy 2, y así podría seguir.
¿Qué veía yo en esa compilación? La oportunidad de jugar Super Mario Galaxy por primera vez. Lo pensé bien y adquirí la colección.
Antes de hincarle el control a Super Mario Galaxy, tomé la determinación de darme vuelta los otros dos juegos de la colección. Las veces que jugué Super Mario 64 fueron con una Nintendo 64 prestada, y si bien tengo Super Mario Sunshine para GameCube, nunca le pude dedicar el tiempo necesario a jugarlo como corresponde. Este artículo es sobre el primero.
Aquí Lakitu, reporteando en vivo dentro de los subterráneos del castillo Toadstool, donde Mario está por hacer un mortal para entrar a un mundo de lava.
Super Mario 64 me hizo recordar lo horrible que era el control de Nintendo 64. Me hacía preguntar si sería capaz de pegarme un bajón de consola, conseguirme el original de 64, y jugarlo ahí. La respuesta es no. Es mucho más cómodo tener el juego en un control mucho mejor como el Control Pro de la Switch. Y esa fue una buena experiencia… hasta que me tocó lidiar con el sistema de cámara del juego.
En el Super Mario 64 original, hay disponibles dos tipos de cámara, los cuales son intercambiables si así se requiere: Una con Mario en perspectiva, y otra con Mario en primer plano. Si la cámara está en perspectiva, se puede girar para ver qué hay alrededor, pero como es un personaje el que está haciendo de camarógrafo, no se puede girar a todos lados ni poder mover suavemente la cámara para poder ver una perspectiva más cómoda, y eso es crítico en un juego de plataformas. Si quiero ver hacia dónde voy a saltar o estoy caminando, tengo que tener una buena perspectiva de adonde estoy saltando o caminando, y eso es lo que no me ofrece la cámara de Super Mario 64. Más encima la perspectiva va cambiando dependiendo de a donde esté, y eso hace que el movimiento de Mario se sienta más incómodo, y más si tengo que estar en un nivel donde no tengo mucho ancho para moverme, y tengo que depender de la cámara para que sepa adónde me estoy moviendo.
Sé que suena injusta la comparación, pero compárenlo con la cámara de Super Mario Odyssey, y la libertad de movimiento que me da esa cámara. No le incluyeron nada adicional que permita decir “hey, esto es un Super Mario 64+. El mismo juego, pero con mejor cámara”. No sé qué tanto va a ayudar, pero al momento de escribir esto, ya hay anunciada una actualización que incluye una opción para invertir la cámara de los tres juegos.
Es una lástima que el juego no lo hayan remasterizado… podrían haber corregido cosas como esta: Un bully que queda atrapado entre la lava y una caída hacia la lava.
Con Super Mario 64 no para ahí. El juego se ve a resolución completa… pero en un cuadrado rodeado de barras verticales y horizontales. No se ve mal a todo ese ancho, considerando su antigüedad, pero hey, si no lo vas a dejar remasterizado, no costaba nada poner opciones para jugarlo en su resolución original o en la resolución completa de la pantalla. Los Mega Man X de la Mega Man X Legacy Collection (al menos de la primera colección) me dejaban cambiar la resolución, me dejaban hasta incluir qué iba a figurar en las barras verticales si estoy jugando el juego en su resolución original, y costaban mucho menos de lo que costaba toda esta colección, y eso sin mencionar todo el material adicional que le incluyeron.
Fuera de todo eso, y salvo unos detalles menores, el grueso del juego está intacto. Mario salta, corre, gatea, hace Ground Pound, y salta por los muros igual que en su versión original, en búsqueda de rescatar a Peach y de encontrar las 120 estrellas. Nada que decir respecto de ello, es el mismo juego. Pero de nuevo: Estás haciendo una compilación, que se supone que es para conmemorar los 35 años de Mario, ¿y no le das nada más? Ok, para ser justo: Sí incluye el soundtrack del juego, accesible desde el menú principal. Pero el reproductor que le pusieron a la compilación, es en extremo de básico. No tiene una interfaz como sí la tiene Super Smash Bros. Ultimate, tan solamente controles para reproducir y pausar. Y además se le incluyeron varios idiomas, de los cuales el español no es uno de ellos. Y sería todo.
Se los dije: El menú inicial se ve HORRIBLE.
Si fuera Super Mario 64 la decisión única para ver esta compilación: Si nunca lo han jugado, o lo han jugado pero nunca se lo han dado vuelta entero, quizá quieran darle la oportunidad. Pero si ya se saben Super Mario 64 de memoria, pasen de largo, no hay nada nuevo que ver aquí.
Si no pasa nada raro o me engancho con otro juego, el siguiente Qué estuve jugando va a ser el Super Mario Sunshine de la misma compilación. Ahí es muy probable que entre a comparar la versión de la compilación con su edición original para Gamecube. Delfino Plaza, nos veremos pronto.
Super Mario 64 es parte de la compilación de Super Mario 3D All-Stars para Nintendo Switch. Por tiempo limitado, está disponible en físico en su tienda de videojuegos preferida, o en digital vía la Nintendo eShop.
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Primera Vez
Hola, hola por primera vez, soy yo, la persona que ya habías conocido pero que te gustaría conocer todos los días; me acuerdo de ti la primera vez que te viví de verdad, creo que hay una enorme diferencia del día que te vi por primera vez y la primera vez que te viví de verdad; algo así como la diferencia entre el nacimiento biológico y el psíquico, el real, el intenso.
Sigo pensando que siempre hay un poco de magia en el primero, ya sabes, los ojos, la risa, la emoción, la adrenalina, la conexión y superficialidad de un nacimiento físico siempre va a ser atracción. Aunque bueno, esta es mi versión, no conozco la tuya tan a fondo, pero estoy ansiosa de contarte la mía.
Mi primera vez contigo, mi primer nacimiento biológico a tu lado fue un caos, escribo “caos” pensando en una estrella que explota y el cielo se llena de colores morados y azules en mi cabeza y sé que nunca nos hemos metido coca pero imagina la sensación de subir al cielo por la adrenalina de que sabes que algo realmente bueno está sucediendo; llevándolo más a tu realidad de playa, imagina la ola que te revolcó por primera vez (entiende que “primera vez” va a aparecer mucho en esto) y ahora recuerda cómo sentías que la arena te raspaba el cuerpo, que el agua te movía de arriba abajo, de un lado a otro y no encontrabas la salida, que de repente sentiste que todo el resto del mundo desaparecía y tú estabas ahí, luchando contra el caos de las olas pero saliste y tomar aire fue como volver a nacer.
Un caos así sentí cuando te conocí por primera vez, tenías algo en tus palabras, en tu humor, en tus respuestas, que me alborotaba por completo, desde el día uno descubrí tu cerebro, tu facilidad para hacerme sonreír, para hacerme caminar un poco más derecho, simulando confianza, como cuando el animal infla el pecho para verse más valiente, algo así, pero en mí y la chamarra negra de cuero que llevaba esa noche.
Y entonces, por primera vez desesperarme por querer 5 minutos más contigo y desear como el deseo que se le pide a la estrella, a la velita de cumpleaños, a la carta de reyes magos, así, fuerte FUERTE, como pensando que nuestras mentes si tienen superpoderes y podemos comunicarnos con otros, apretando los ojos y esperando que tú te sintieras igual y quisieras hablar conmigo, tenerme 5 minutos más.
Y por primera vez, pasó, alguien me dijo que tenías un mensaje para mí y lo tomé como el recado en la botella que llega del mar, si sientes la analogía como quiero que la sientas, entenderás que fue algo así como “salvación”, como “deseo cumplido”; y te escribí por primera vez, me desvelé contigo, me reí y ahora, el caos de sentimientos buenos y malos, de cuestiones morales, de no saber si estaba bien o mal, de dudas y misterio y ganas de resolverlo todo, de resolverte toda… No te deje.
Y empezaron las primeras veces, primera vez en tu carro, en mi sillón, viendo una película, tomando una cerveza, conociendo la playa, el centro, tu rutina, la mía, me llené de ti, te llenaste de mí.
Me acariciaste por primera vez, te acaricie por primera vez, quise lanzarme a ti, sentí deseos indescriptibles de abrazarte toda, de llevarte a mi cama, de que durmieras conmigo y había respuestas a medias, canciones incompletas, bromas disfrazadas de verdades, de intenciones, de ganas y con mi necedad, tu miedo, el caos, el mar, lo bonito de las diferencias… entraste por primera vez a mi cama y sentí POR PRIMERA VEZ tu cuerpo cerquita del mío, el calor que tiene tu piel porque al parecer el sol de la playa lo llevas contigo, lo suavecito de tus mejillas y los choques que sentían mis labios y el cuerpo entero cuando rozaba con ellas.
Mis piernas por primera vez se acercaron a las tuyas y no sé si te haya pasado, pero yo sentí un contraste de temperaturas que de nuevo generó colisiones y caos y al parecer una vida nueva que estaba empezando, algo así como otro nacimiento más.
Me empeñe en estar cerca de tus labios, hacia zoom en ellos porque son tan pequeños que parecen pintados con acuarela, son preciosos mi amor y tenían unas ganas enormes de besarme, ya habían hablado conmigo, ya me habían visto y yo ya había aceptado.
Una y otra y otra vez luché contra tus barreras, destruía una y ponías otra, hasta que, por fin, el deseo que tenías en el cuerpo pudo más que tú.
“No soy de piedra”dijiste, y entonces, por primera vez tus labios y los míos explotaron juntos; nunca voy a dejar de encantarme con la suavidad de tus besos, con la paz que sentí por primera vez, con la revolución en el estómago y las explosiones en el cuerpo.
El cuarto se llenó de silencio y hubo una paz en mí que detuvo el caos, por primera vez sentí el mar balanceando la cama, como masajeando nuestros cuerpos al ritmo del beso que me estabas dando, con la suavidad, la paz y lo bonito que estaba siendo llenarme de ti.
En ese momento tuvimos unas primeras veces que hicieron que nuestra piel se erizara al mismo tiempo, tú con miedo, yo con ganas, tú con dudas, yo con respuestas, tú confundida, yo emocionada… hasta que, por primera vez te leí el cuerpo entero con las luces apagadas, te acaricie despacio, con calma, con cariño, con cuidado, esperando que, con cada roce, con cada beso se te fuera una duda, se te quitara el miedo y confiaras en que por primera vez ibas a tocar el cielo.
Y entonces… por primera vez llovió en tu cuarto, bailaste como nunca lo habías hecho en la nube que era tu cama y sentimos que estábamos hechas de nada, que explotar juntas y en tu oído era la canción más bonita que habíamos escuchado.
Terminamos, por primera vez, terminamos juntas, tu respiración se cortaba y yo me quedaba en tu cuello como si ese camino me llevara a las estrellas más bonitas de todas – tus ojos-.
Habíamos nacido otra vez…
Aun escribiendo todo lo anterior, sigo pensando que el nacimiento psicológico del que te hable al principio no había llegado, sí fue vivirte de cierta forma, pero vivirte de verdad, sucedió después.
Nos seguimos llenando de primeras veces, había paisajes preciosos cada que despertaba con tus ojos cuidándome los sueños, con tus labios besándome los hombros; empecé a notar que las estrellas también se veían en el mar cada vez que pasábamos por ese camino que me gustaba tanto y hasta la fecha sigo sin saber si era todo lo bonito que estaba viviendo contigo lo que me hacía ver el agua como si brillando se comunicara con el cielo y esos dos también tuvieran algo que ver.
Pero vivirte por primera vez, para mí fue cuando entendí tus miedos, me explicaste tus sueños, te desnudaste por completo y en alma para mí y me dejaste ver que efectivamente no eres de piedra, que aunque ya lo sabía, lo dijiste tú “te amo, siento por ti y quiero lucharte y ganarte”. Creo que fue entonces cuando por primera vez, te vivi entera, te vi nacer, sentí tu vulnerabilidad, tu amor, tu falta de miedo, tu deseo, tu valentía, todo eso que no te dejabas enseñarme, todo eso que dejo de importar porque por primera vez te sentiste segura y completa conmigo.
Hoy, es la primera vez que voy a vivir un cumpleaños contigo, tu primera vuelta al sol al otro lado del mundo, tus primeros 27 años y si algo quiero que salga de todo esto, es darnos cuenta de que todas esas primeras veces, también son las últimas. Por eso, quiero decirte que te amo, que eres mi playa, mis vacaciones, mi paz, lo más bonito que tengo.
Quiero desearte que tengas muchas primeras veces, que las aproveches todas, que tu vida se llene de todo lo que estas deseando, que el miedo sea solo un impulso para ser valiente, que todo aquello que quieras luchar lo luches, lo ganes o lo pierdas, lo intentes, nunca dejes de intentar nada que te mueva, porque tú solita mueves el mundo, mueves mi mundo, yo me muevo contigo y estoy muy orgullosa de tenerte a mi lado, de poder ser yo quien te bese por primera y última vez.
Que deseo una vida contigo, con primeros paisajes, viajes, días, noches, citas, sueños, con primeras y últimas veces en todo.
Gracias por aparecer en mi vida, por cuidarme, por darme y llenarme de tanto.
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#NidiaAndino#MAC#LuzDeCiudad#DanielOtero. -Expone durante estos días, la artista santotomesina #NidiaAndino, con su muestra intitulada “Romance de un autito rojo”.
En primer lugar, dentro de lo que es el marco conceptual de la obra son historias construidas desde el plano ficcional, que tiene como ambientación temática, Rusia. Un profuso aluvión de palabras (¿son precisas las palabras para definir una obra todavía?) en letras ilegibles de pequeñas, tratan de ilustrar al visitante sobre la intencionalidad de la autora.
Pasando a otro tema, para quienes conocemos la obra de Nidia, puede verse una transición muy marcada desde lo que es su anterior estilo cuasi expresionista (ver en este blog la muestra de Mónica Rodríguez). La forma en esta muestra adquiere trazos que, muestran un firme compromiso con lo figurativo.
OBra de Nidia Andino
En lo que respecta al color se advierten fuertes contrastes en la paleta de la autora, con marcados rojos y amarillos sin transiciones, lo cual sumado a las formas genera raras sensaciones en el espectador. Tanto las composiciones simétricas en las paredes como las asimétricas, o el proyector que aprovecha la angulación de una de las salas, proponen una interacción lúdica con el espectador. Esto se potencia con un sensor térmico o de movimiento en la sala, el cual actúa un campo de percepción que incide sobre la imagen, transformándola desde el “Kinen” y resemantizando la obra misma, desde la inmovilidad del trazo a la movilidad del “autito rojo”.
Un objeto construido en el centro de la sala, con reminiscencias de bicicleta de gimnasia o similar, luce, un tanto disidente como informal, creando una fuerte referencia de peso visual entre tanta liviandad de leds y proyecciones. Cabe recordar que el hierro -a la par de la piedra- fue uno de los primeros soportes de la humanidad para dejar registro de sus acciones.
Cumple de esta manera #NidiaAndino, con su cometido de asombrarnos siempre con sus producciones, y el #MAC, intenta esta vez desde lo genuino como museo de arte contemporáneo, sin videítos de la Galindo y el tiburón en formol, armar una propuesta que haga honor a sus décadas de participación en la ciudad y al fabuloso patrimonio que tiene, pero principalmente tejer redes y dialogar con la comunidad (ese es el objetivo), recordando las experiencias con Claudia Kozak el año pasado y en el 2013 -2014, con Ana Aldaburu, que fueron de una resonancia inusitada.
La muestra puede verse en el Museo de Arte Contemporaneo, en Boulevard al 1500. De paso visitan la Galería de Guillermo Aleu y se dan una vuelta por MADE, en las proximidades. Y aprovechen ver la muestra de Marcos López en la Sala del Colegio de Arquitectos. (en Edición)
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Creador de los “Encuentros para el pensamiento”
Daniel Otero|Concierto en el Paraninfo de la UNL homenaje Esteban Laureano Maradona
Fundador de la Orquesta Municipal año 1981
Fundador del Museo ferroviario año 1994.
Fundador de la Sala Candace, año 2010
Fundador del Espacio La Casona, año 2015
Fundador de la Camerata de la Ribera
Nota de Felicitaciones del premio Nobel de la Paz Alfredo Perez Esquivel año 2010
Distinción como compositor provincia año 1995 |
Medalla de plata al mejor promedio Egreso año 1988
Nota de felicitaciones del Gobernador Jorge Obeid año 2001 Sitio Web del ferrocarril
Capacitación Taller Aula Drag Queen. Año 2017. Reina Heels. Museo R.G.De Rodríguez.
Acto de apoyo a los jóvenes del Birri. Plaza Soldado Año 2013
Capacitación Taller “Ver y Coleccionar”, Año 2017. Museo Rosa Galisteo de Rodríguez.
Capacitación Taller Laboratorio Arte + Educación. Florencia Magril. Año 2017. M.R.G.de Rodríguez
Capacitación Taller “Introducción a la Estética Electrónica”, F.Gloriani. año 2017. Museo R.G.de Rodríguez
Curso de Verano Taller de Fotografía en ATE año 2015- Profesora Carolina Niklison
Tecnologías digitales y obras de arte con los chicos de la comunidad mocoví. Tostado año 2010
Presentación Software Interactiv en el BarCamp de ATE año 2011
Seminario Códigos del Arte contemporáneo Año 2013 – STELLA ARBER .M.A.C. de la U.N.L
Seminario Filosofía y Arte. Año 2013. M.A.C. de la U.N.L. ANA ALDABURU
Ensayo junto a jóvenes de la Escuela Almirante Brown con Orlando Veracruz año 1994
Seminario Códigos del arte contemporáneo año 2014. Prof. Stella ARber. M.A.C. de la U.N.L
Participacion en la F.A.V.E., Año 2014.
Seminario Privacidad y vigilancia entornos digitales. Año 2015. Fundacion Via Libre
Participación en el Sem. Filosofía y Arte. Año 2014. Prof. ANA ALDABURU. M.A.C. de la U.N.L
Taller de trabajos junto a Jóvenes en Crespo, año 2014. Escuela Walter Heinze
Curso de “Estéticas de lo Extremo”, con Gabriel Valansi y Elena Oliveras. Esc. Prof. Juan Mantovani
Fundación Vía Libre|Arte y cultura en circulación. Año 2014
Intervención en la Legislatura de Santa fe, año 2012, y Zonas Adyacentes. 200 años de la Bandera Argentina
Taller de arte Urbano junto a Jóvenes en Crespo, E.R., año 2014. Escuela Walter Heinze
Trabajo final año 2014 sobre Transhumanismo. Aprobado. Docente Stella Arber. M.A.C. de la U.N.L.
Trabajo final año 2015 sobre “el cuerpo humano, interacciones, texturas” Docente Stella Arber. M.A.C. de la U.N.L.
Alliance Francaise. Año 2009, participación en Maratón Cultural.
Músico sinfonico Invitado y de refuerzo ocasiones especiales (Aleluya de Haëndel), (Sinfonía 1812 de Piotr Illich Tschaicovsky 1983 Colegio Adventista del Plata con la Sinfónica de Entre Ríos y Paraná.
|Cosquín 85, 86, 88. Con Leòn Gieco y Eduardo Falú.
Medalla de plata 1988 al mejor promedio Liceo Municipal de Santa fe
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Gabriel Nardachione en el Rosa Galisteo
Año 2008- Juan ARancio en la Legislatura
Como pedir cerveza en veinte idiomas
Película San Martín el Cruce de Los Andes
Fuerte vínculo de “La Casona” con entidades de la cultura
Familia de Artistas, en el Rosa Galisteo
10 paginas donde descargar videos de alta calidad
82 sitios donde conseguir recursos creativos
Mirta Narosky UNLAM
Procesos de Hibridación en Brasil
Políticas de sonido en la UNTREF
EL Alero taller de fotografia
La visita guiada de Raquel Garigliano al Museo Histórico Provincial
Incendio de la biblioteca de Colastine. 6000 libros perdidos
Perfil de tribus y consumidoras contemporáneas
Alicia Herrero en Buenos Aires
Consumidoras contemporáneas
Cesar Cortazzo en Uruguay
El legado de Juan Pikazon
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Hitler y su intento de asesinato con el vudu
Diez relevantes inventos hecho por mujeres!
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Un Batman en la versión latinoamericana
Como pintaban los chicos del campo de concentración en Terezin
Gabriela Genovese en el Lawn Tennis Club de Santa fe
Tatiana Corte y Domingo Sahda en el Club El Orden de Santa fe
Iconos de la festividad del dia de los muertos
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Flisol| Software libre en Demos
Muestra de #JoséSedlacek en el #MuseoSorJosefaDiazYClucellas
Divinas geometrías de Geraldhyne Fernández
Andrea Esquivel en #LaCasonaStafe
Junio de Colores en Libreria Pablo VI
Artistas exponen en La Peatonal
Hackaton en Santa fe|Demos
Mónica Rodríguez en #LaCasonaStafe
La Cuarta Revolución Industrial
Tour de Bicicletas para celebrar el 104 Tour de París
Visitas en La Casona
Muestra en el Museo Sor Josefa
El Mural de Robert Romero
Nos deja un amigo. La partida de Ricardo Scholtus
Andrea Pallero en La Casona
Junio de Colores en La Librería Pablo VI
Mónica Rodríguez en La Casona. Su muestra
Pamela Anderson|Lenceria a los 50 años
Juguetes que se conectan a Internet
Abel Monasterolo expone en el Colegio de ARquitectos
Muestra de los alumnos de Luis Gervasoni
Santa fe a la Carta
Enzo Trapani, santafesino, triunfa en Milan, Italia
Dia de los muertos|Iconografía y simbolos
Andrea Eletti – Tangos entre Piazzolla y Gardel
Gustavo Wedertz – Muestra en la Legislatura de Santa fe
Guillermo Aleu es reconocido en la legislatura de Santa fe
Señal Santa Fe – Un GPS ahi
Espacios Culturales en Santa fe| De la desconexión de la Realidad al Vituperio del Marginal
Alicia Herrero- la Distribucion
Block Chain-Criptomonedas
Ballet Nacional del Sordre
Opera Prima de Agustín Falco
La foto del Diario Uno que fue sacada por Daniel Otero
Negocios entre chinos-Syngenta compra Nidera
Museo Estrada Bello de Santo Tomé|Muestras de dibujo y pintura
Miembro del equipo de Daniel otero fue seguida una cuadra antes de una filmación
Fusionar el Ministerio de Cultura con Desarrollo Social.
Diez citas célebres sobre profesores
Tutuca Porno . Cuando pintó el descontrol
Salario emocional|Su valor
La bailarina que llevas dentro
Festividad de San Expedito
Soledad frente a la escuela
Jovenes de la Prefectura
Feria popular en Santa fe
Acampe y protesta social
Cuando protesta el obrero
Caballito a salvo
Silla abandonada
Obreros pavimentando
Por el Boulevard
Artistas protestando
Iglesia de Guadalupe
Antiguo Liceo Municipal
La Salle Jobson
Patrimonio abandonado
Carro de venta callejero
Pescador Callejero
Manual para una crítica en la época de la posverdad 1 – Su nombre no necesariamente debe figurar dentro de los personajes con un grado considerable de influencia en el medio artístico. No es un requisito que su voz esté autorizada,como tampoco lo es tener una hoja de vida hiperextensa para presentar sus ideas a una audiencia.
2 – Mantenga una posición relativamente independiente de las instituciones. Si bien es difícil hablar sobre cualquier tema sin estar inmerso en el mismo, al hacer crítica, es preferible que la posición que usted ocupa no interfiera con el libre desarrollo y publicación de sus ideas. Eso no quiere decir que al tener vínculos con instituciones se deba renunciar a la crítica, por el contrario, es una razón para que sus argumentos se desarrollen con una mayor consciencia y responsabilidad con la audiencia.
3 – Encuentre una plataforma de divulgación con la que usted esté cómodo. Desde la típica publicación impresa que puede hacer circular entre sus amigos pasando por las páginas web, blogs y foros de discusión hasta las nuevas redes como Facebook, Twitter o Instagram. Cualquiera es válida en esta actualidad hiperglobalizada donde cualquier opinión es capaz de transgredir los límites geográficos en cuestión de segundos. Tenga en cuenta que todo lo que diga puede ser usado en su contra, pero tranquilo, las polémicas en la época de la posverdad no suelen durar más de un día especialmente en Twitter. Una vez haya seleccionado su medio, escriba -o twitteé- ideas valiosas que hagan al público reflexionar así sea durante dos segundos de su vida.
4- Elija con sabiduría. Probablemente no sea la mejor idea hablar sobre esa exposición de ese artista que no soporta. Hacer crítica y hablar mal de algo o alguien no son sinónimos. En últimas, llamar la atención resaltando lo menos virtuoso de una situación resulta fácil -se llama amarillismo- pero mantener el interés de su público al exaltar las bondades de la obra a la vez que se intenta transmitir la experiencia que tuvo al estar allí, presenciándola, es lo que cualquier crítico debería proponerse: un reto. Elija con sabiduría. Plantéese retos.
5 – Evite la codicia, no se puede tener todo como tampoco se puede hablar de todo. Al asumir un rol de crítico debe entender que tiene limitaciones (humanas específicamente), por lo que, le va a ser imposible salir de una inauguración en el centro de la ciudad para ir al lanzamiento de cierta publicación en el norte a la misma hora. Siga su intuición y seleccione aquellas situaciones que le parezcan valiosas. Acepte que no todos los eventos van a ser increíbles y que muy probablemente habrá semanas -tal vez meses- en los que ninguna obra o artista moverán las fibras más internas de su ser para motivarlo a escribir de manera obsesiva sobre ello.
6 – No hable de más. En esta práctica menos es más. No necesita una introducción de tres párrafos para hablar de ese detalle ínfimo que captó su atención durante toda la visita. Ocúpese de lo más importante -de su idea principal- de entrada. No le enrede la vida al lector que ya bastante tiene con no entender el arte per se.
7 – Humildad ante todo. Un crítico es una persona pensando y escribiendo, que puede cometer errores o cambiar de opinión. Entienda que, así como usted tiene el valor de publicar sus ideas sobre una situación en específico, también debe tenerlo a la hora de haber cometido un error y pedir públicamente disculpas. No dé las cosas por hecho, permítase dudar y dé lugar a la duda en sus textos. Hacer crítica no es un absoluto, es un inicio a las múltiples lecturas que el arte permite.
8 – Escribir es saber escoger palabras. El lenguaje es un arma de doble filo. Así como puede facilitar la tarea el seleccionar las palabras adecuadas también puede ser el fin de sus días como crítico el uso de términos incomprensibles e irrespetuosos. Haga uso de un lenguaje que atraiga, que quiera ser leído y no de uno que imponga una barrera entre usted y su audiencia. No se trata llenar sus textos de ornamentos lingüísticos, pero sí de hacer amena la lectura a la vez que se presenten ideas claras, concisas y con un estilo ojalá propio.
9 – Autoedítese.
10 – Disfrúteselo. Disfrute su ida al museo que no visita hace diez años o a la galería de un colega, el performance que lo pone nervioso, la instalación que lo invita a acercarse, el juego de palabras que usa el artista, ese color sienna que siempre le ha gustado y no se explica el porqué, las tertulias que se forman alrededor del evento, los sentimientos que cada cosa le generan. Disfrútelo, experiméntelo, organícelo, escríbalo y publíquelo.
ROMANCE DE UN AUTITO ROJO | NIDIA ANDINO EN LA PROPUESTA DEL MAC. #NidiaAndino#MAC#LuzDeCiudad#DanielOtero. -Expone durante estos días, la artista santotomesina #NidiaAndino, con su muestra intitulada “Romance de un autito rojo”.
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CAPÍTULO CUATRO
La jornada de fotos fue extenuante, pero entre un cambio y otro Aylen se la pasó pensando en como se vestiría una vez que termine la sesión. Imaginaba ese momento en el cual quedaría a solas con Alejando, el fotógrafo. Recordaba lo bien que la habían pasado la ultima vez que se vieron. Esa efervescencia de los recuerdos que de a ratos se iba volvía abruptamente con mayor ritmo e intensidad.
Tres horas después Aylen lo miraba fijo con su boca perfecta y se sacaba la ropa suavemente mientras él la admiraba acostado en la cama. Su cámara de fotos ahora descansa en la mesa de luz de ese hotel tres estrellas. Eran solo sus ojos mirándose y fundiéndose en el deseo que les provocaba verse. El día había sido largo, lleno de fotos, tomas, y poses. En el set hubo química desde el principio y el cansancio que tenían ambos no contaba.
Lo primero en caer fue su vestido floreado. El mismo que uso para el segundo cambio de ropa en el backstage. A pesar de no ser de gran tamaño sus pechos naturales desbordaron de su ropa interior por estar algo corrida debido a la previa que habían tenido. Su mirada fija en el bóxer del fotógrafo la incentivaba. Esa repentina erección la alentaba a desabrochar su corpiño y a taparse sus tetas rápidamente para que él no tenga el placer de verlas tan fácilmente. Con una sonrisa improvisada dejar de taparlas provocativamente y empezó a masajearlas como si se tratara de un cortejo a su rey. Solo tenia pegada al cuerpo su bombacha chica y de encaje.
Se acercó pgateando hacia la cama y pasó por encima de las piernas de Alejandro hasta quedar su cara a la altura del bóxer. Con una mano acarició el contorno del pene y lo hizo tan lento que parecía no tener fin. Al llegar al borde bajó el bóxer y quedó al encuentro con ese pene recto y duro que tanto había deseado. Lo beso y él se dejó llevar. En su pensamiento no pudo descubrir si fue su sobre excitación o el trabajo de esos labios de otro planeta, pero sintió la succión como nunca la había sentido en su vida. Intentó alejar de su mente el peor miedo; irse rápidamente en la boca de esa hermosa mujer y morir cansado ahí.
Aylen lo sabia, estaba acostumbrada a llevar el ritmo, no era solo una mujer bonita, además era independiente y nunca fue el premio de nadie. Lo masturbó despacio mientras lo comía sin apartar la vista de los ojos de Alejandro. Lo hizo sufrir y lo puso en una situación de vulnerabilidad extrema. No era fácil aguantarse cuando ella sacaba lo mejor de sí misma. En ninguno momento pensó en su novio. Esa noche ella también había tenido su permitido.
Me encontraba dentro del auto cerca en la esquina de la casa de Pablo y Adriana. No había pensado qué palabras iba a decir, pero si estaba seguro del objetivo de mi misión. Hacer que Adriana recapacite y que terminara con esa aventura amorosa que acabaría con Pablo, pero también con parte de la vida profesional de mi amigo. La esperé a que llegara de Pilates, sabia que a esa hora iba a Pilates, porque me lo había confirmado Aylen unas horas antes de terminar su backstage de fotos en Mendoza. De hecho, ese fue el ultimo mensaje que recibí de ella hasta el momento.
Necesitaba calmar la ansiedad o elevarlas, pero no me podía quedar así. Cualquier cosa que me estimule estaría bien. Abrí la guantera del auto y no había nada, revisé mis bolsillos, tampoco. Me agaché para ver si había dejado algo dejado del asiento del auto y no encontré absolutamente nada. Al levantarme vi pasar por mi costado izquierda el auto de Adriana que estaba a punto de estacionar en la puerta de la casona en la cual la pareja vivía hacia varios años.
Ella descendió del auto y yo hice lo mismo apurado. Me acerqué con velocidad para lograr que no entrara y poder cruzarla en la puerta. Lo logre un minuto después, nos cruzamos y se sobresalto sorprendida al verme. Nos saludamos como hacemos habitualmente.
-Que estas haciendo por acá -me preguntó sorprendida.
-En realidad estoy acá porque necesito hablar con vos -dije ansioso e impaciente.
- ¿Estas drogado? -me cuestionó descolocada y con tono de madre.
- ¿qué? Yo no hago esas cosas… -me defendí sabiendo que jamás me creería.
-Bueno… supongamos que no -respondió - ¿Querés hablar acá o entramos?
-Prefiero que hablemos dentro -dije tajante.
Adriana abrió el portón de la casa sin entrar el auto. Caminamos por un parque enorme que era la entrada a la casa y estaba llena de arboles y plantas. Una casona antigua se encontraba detrás de toda esa hermosa vegetación que Pablo se encargaba de mantener en perfecto estado a través de sus jardineros.
Los chicos salieron a saludarme, pero Adriana entendió que debía mandarlos a sus cuartos para poder hablar tranquilos. Dejó las llaves en un tazón de porcelana sobre un hogar enorme y lleno de leña que prácticamente nunca lo habían usado. Se frenó en dirección a la cocina.
- ¿Vas a tomar algo? -consultó con la amabilidad que la caracterizaba.
La miré de los pies a la cabeza. Era la mujer que uno jamás creería que podría engañar a su marido. Estaba terriblemente equivocado.
Ambos caminamos hasta el juego de sillones que estaba en el centro del living y nos sentamos enfrentados. La casona por dentro era increíble a pesar de tener más de cien años, estaba impecable y la sala de estar rodeada de ventanales gigantes que, a pensar de ser de noche, aun se podía admirar todo el parque y su imponente vegetación.
-Mira Adriana, voy a hacer franco se que estas engañando a Pablo. -las palabras salieron de mi boca como balas. Quizás debería haber trabajado el volumen de mi voz porque Adriana se incomodó y miró hacia los costados sin decir nada.
-No es lo que vos pensás… -dijo con un hilo de voz.
-Mira sé que eso es lo que decimos todos cuando estamos en una situación así, vos me conoces yo soy un santo, pero… -no me dejo terminar la frase.
-Antes de que sigas hablando tengo que decir que no es como vos pensás. Estoy metida en problema enorme… -no pudo terminar la frase porque se tapó la cara con sus dos manos y comenzó a llorar modulando el volumen para que nadie además de ella y yo pudiéramos escuchar.
- ¿Adriana te enamoraste? Mira si es eso tenes que priorizar tu familia. Vos sabes qué mal podés hacerle a Pablo si el se entera… yo te aseguro que el hoy no sabe nada, pero tampoco es tonto. Siempre uno termina cometiendo algún error y todo sale a flote no es mejor … -otra vez no me dejo terminar de hablar.
-Basta por favor. No es eso. -hizo una pausa eterna -Estoy embarazada.
Sonó a una confesión entre llantos. Firme, como si tratara de liberar de toda la culpa que sentía por dentro.
No supe qué decir. No hizo falta entrar en detalles. En decirme que ese bebé no era de Pablo, que pensaba decir, que iba a hacer.
En un estado de shock me levanté y abrí la puerta de entrada. De manera surrealista me alejé atravesando ese jardín con forma de bosque de cuento infantil. Recién al estar en la puerta tomé una bocanada de aire renovador. Me subí al auto y al no poder ordenar mis pensamientos me perdí entre las calles del barrio sin saber hacia donde iba. Solo tenia una certeza. Ahora si iba a necesitar calmar mi cabeza con cualquier cosa que me alejara de la realidad. Tomaría lo primero que encontrará.
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Quiero contarte algo - Capítulo 5
Capítulo 5 - Cuando fuimos jóvenes
La vida sigue
No, los días que le siguieron no fueron perfectos, fueron normales, la vida siguió y con ella yo también, es difícil de entender cómo puede ser que uno se sienta a morir cuando deja a la persona que le roba el aliento y aún así, la vida deba seguir, sientes que morirás porque tu corazón no quiere latir si no es cerca a ella o él, y aún así la vida debe seguir.
No fueron días, no fueron meses, fueron interminables 6 años los que transcurrieron sin poder volver a verla, y por increíble que parezca, yo pensé haberla olvidado, mis ojos ya veían otros ojos, el rostro pálido de mi niña azul lo cambié por unos del color rojo que tienen las mejillas de quienes viven en el frío de una montaña, ojos negros pero nada profundos, cabellos más claros y hasta rubios, que nada tenían que me recuerden al dorado que tiene la arena quemada por el sol, y entre esos años, entre tantos rostros, conocí a Alejandra.
Una niña linda, de un corazón tan bello, que aún pasados los años puedo contarla como cercana, sus ojos brillaban como el agua al orilla de la playa, un viernes con un cielo despejado, entraba ella en el salón, con su falda de jeans, sandalias color café y una blusa de vuelos blancos, tan bonita era que entre tanta gente destacaba, su cabello tan rizado y largo que al caminar parecía tener vida y ser feliz, ¡quien no lo estaría viviendo junto a ella! Me dije cuando la vi, -Alejandra mucho gusto- dijo al entrar al salón de clases, sentándose junto a mí me miró y preguntó de dónde provenía, -de la costa- respondí, ella sonrió y nos hicimos muy amigos, conversamos todo el día, todos los días. En esos años los niños no llevábamos celulares en los bolsillos, así que era a la antigua, llegando del colegio yo la llamaba, a escondidas para que mis padres no me regañen por la cuenta del teléfono, media hora hablábamos y ella llamaba después, y así la tarde se convertía en noche, y en la mañana nuevamente juntos, nos hablábamos.
Un día, cuando ella faltó por enfermedad, su mejor amiga me preguntó dijo -si tanto pasan juntos, y tan bien se llevan ¿porque mejor no son novios?- ¿porqué no? Dije yo, decidido a pedírselo, desesperando por hablarle pasé el día sin pensar en nada más que en ella, en como pedírselo, como me respondería, en que era lo que pasaría después, y el tiempo pasó, y el timbre sonó, y yo volé a casa para llamarle y contarle todo lo que había pasado; ella contestó y lo hizo con más ánimo del acostumbrado, ¿será que ella también lo siente? Me pregunté, ¿será que ella sabe lo que le preguntaré? Continuaba pensando, -tengo algo que quiero decirte- me dijo muy emocionada, -dímelo por favor- le rogué, el corazón se me quería salir, no sabía qué hacer, cuando su voz tan bonita me dijo, -soy la novia de José-.
¿Es necesario decir cuánto dolió? José era un extraño, un chico de unos años superiores al nuestro, hijo de la directora de aquel colegio, no era alguien con quien ría como conmigo, no conversaba con él como conmigo, no era ella con él, como lo era conmigo. Él era un extraño para ella, y ella era extraña para mí cuando estaba con él, o quizá ella era la misma, y mi tristeza era mayor a su encanto desbordante, en fin dolió y dolió mucho.
Pasaron meses y de a poco nos distanciamos, José no era por obvias razones uno amigo cercano, y yo no iba a mantenerme junto a alguien que me doliera, terminamos el año lectivo y dejamos de hablarnos, incluso de vernos. Llegadas las vacaciones recibí una llamada suya, debo admitir que la recibí con cierta emoción, esperaba que me diga que ya no existía José, que todo era como antes, que ella había vuelto; pero ¿cuándo tendré lo que yo quiero? Nunca al parecer, su llamada fue corta, bastante contundente, como ese golpe que le da la victoria a un boxeador, -me cambié de cole- comenzó diciendo - ya no nos volveremos a ver- sentenció, bastante orgulloso era yo para pedir más información, así que con una voz que no era la mía, con palabras que no eran mías, dije -suerte- y después de un corto e incomodo silencio ambos cerramos la llamada.
Pero las vacaciones no fueron tan tristes, antes de salir nos comunicaron que tendríamos un paseo de fin de año, y como es costumbre en tierras altas, el destino casi siempre es hacia la playa, y ?donde habrá una más bella que la mía? Ninguna lo es, no para mí. Viajamos juntos hacia mi ciudad soleada como ella sola, dorada como si el sol viviera en ella, para el curso una playa increíble, para mí lo increíble era volver.
El hotel donde nos hospedamos era muy grande, con esa elegancia y casi solemnidad que tienen los lugares antiguos, amplia era su entrada, caminar por ella significaba ser visto por todos desde lejos, las habitaciones rodeaban las piscinas, a mis amigos les encantaba esto ya que así podrían verse desde los balcones, mi habitación no, yo no estuve incluido en ningún grupo para compartir cuarto, ya que mis padres me inscribieron tarde como acostumbraban, mi habitación separada de todos mis amigos era pequeña, solitaria, casi una covacha, de las primeras que construyó el hotel según me dijeron, para muchos era fea, perfecta para mí, la vista daba hacia el mar, hermoso mar de mis desvelos, una escalera que bajaba hasta la playa y una puerta pequeña y sencilla pero que para mí era la entrada al paraíso.
Pase gran parte del tiempo contemplando el mar sentado a la puerta de mi habitación, mientras todos disfrutaban el bufete o la piscina, -cuanto te he extrañado- dije entre dientes casi suspirando, horas pasaron mientras el mar parecía inmóvil frente a mí, y yo correspondiendo sin mover un músculo, como queriendo grabar cada segundo, ya que no sabía cuándo podría volver.
Llegada la noche nos convocaron al gran salón para cenar, yo no tenía apuro, así q me tomé mi tiempo, mientras caminaba por los largos pasillos me di cuenta que habían alumnos de otros colegios hospedados con nosotros, lo cual no me importaba en realidad, era la playa de mis sueños y era todo lo que yo esperaba, terminando de cenar y ya con mucho sueño busqué el camino hacia mi habitación, caminando como quien no quiere llegar a ningún lado y viendo cómo quien no quiere ver nada la encontré frente a mí, eran sus ojos, tan oscuros como un abismo, profundos y enigmáticos, tan encantadores, irresistibles para mí, que volví a sentir el misterio que había en ellos, y su piel, ya no era blanca, pálida como la luz cuando la noche se estrella, era ahora dorada como la arena cuando el sol muere en el atardecer, sus labios morados cambiaron a un rojo tan fuerte que era imposible recordar otro color que no fuera el de sus labios, como el mismo sol los hubiera besado, y el frío ya no podía alcanzarla, el azul que veía en ella ya no estaba, ¿has visto la majestuosidad de un atardecer? ¿Te has detenido a contemplarlo? Como si antes de unirse al mar el sol brillara con toda su fuerza, incendiando el azul del cielo, convirtiendo las nubes en brasas, mostrándole al mundo que el más fuerte solo se rendirá ante su eterna dueña, la mar, en un segundo eterno, sublime, glorioso, un beso eterno, el atardecer; y después al morir el día, aunque puedas escucharle, al mar no lo verás como antes, por que su sol ya no está.
Ella entonces era el sol de ese día, mi mundo ardía al verla, solo parada ahí, ya no era una niña mi niña, la mujer que tenía frente a mi opacaba las luces, todas, incluyendo el sol, cuando decidí caminar a su encuentro, cuando decidí decirle que la extrañé como si fuera el primer día de mi vida sin ella, después de una vida juntos, de la nada, como esas casualidades que tiene la vida, y justo después de corresponder su espléndida sonrisa con un intento mediocre de una sonrisa decente por mi parte, alguien tomó su mano.
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𝑀𝑜𝓃𝑜𝓇𝑜𝓁 𝟤
Al llegar al edificio,apurada y agitada, ingresó y se quedó esperando al ascensor que parecía no andar. De nuevo. Ella que pensaba en tener una tarde tranquila y sobretodo ahora que Greg consiguió hacerla admitir sobre la relación seria.; Claro que primero había tenido que pasar por su casa a buscar su portafolio de trabajo, si iba de nuevo lo necesitaria. Claro que lo había dicho para que la conversación terminase de una buena vez. Ella seguía firme en lo que quería: no relación, no familia propia, nada que pudiese poner en peligro a quien estuviera a su alrededor.
Por ello prefería enfocarse en su trabajo, era lo único que tenía y quería tener. El apegarse emocionalmente nunca traia nada bueno según O´Connell. Cuando el ascensor por fin llegó, subió nerviosa. Apretó el botón del quinto piso y éste se echó a andar. Mientras subía su móvil comenzó a sonar de nuevo. Lo atendió.
— Si, si, señor ya estoy cerca, solo 5 minutos..
Del otro lado le cortaron y ella también lo hizo, guardó el móvil. Soltaba bufidos pesados, intentaba calmarse. Sabía lo que sucedería si perdía el control. La paciencia era una virtud y en su caso, algo muy necesario para no explotar.
Por fin llegó al quinto piso. Recorrió medio pasillo, por suerte tenía llave así que abrió la puerta de entrada por sí misma. Fue hasta la puerta del fondo y golpeó dos veces. Del otro lado se escuchó un leve "Pase". Abrió la puerta e ingresó. Vio la cantidad de papeles en las que su jefe estaba hundido: expedientes, formularios, pedidos. Ya de por sí habían cantidades de papeles hoy era peor.; Usualmente ella solía dejar todo ordenado antes de irse, incluso los lunes cuando salía más temprano del trabajo ¿Cómo era posible que en menos de 5 horas el caos de pepeles volviese?.
— Lamento haberte hecho venir ahora, Dagby pero en verdad necesito tu ayuda.
Soltó el doctor Cross denotando algo de molestía. Ella solo asentó
— No hay problema, señor. ¿Qué sucede?
— Necesito que catalogues estos expedientes y te familiareces con el caso Consterm. Mañana irás al tribunal conmigo y me ayudarás allí.
Dagby entreabrió los labios sin poder creer lo que oía. Era la primera vez que le pedía que fuera con él al tribunal. Rápidamente la pelirroja asentó, tomó algunos de los expedientes que estaban sobre el escritorio y puso en la cima de la pila el caso que él marcó. Salió de la oficina y fue directo a su escritorio. Agregó notas, pies de página, ordenó los archivos, todo lo que pudo....
Así pasaron dos horas. Podía ver por el ventanal de la sala como ya anocheció. Se había pasado escribiendo, anotando cosas importantes en su cuaderno sobr el caso. Todo lo importante que tenía que saber para mañana. Miraba el movil cada tanto para ver la hora. Nunca se quedaba hasta tan tarde, su horario era hasta las 7 como máximo un día normal. Sabía que no podía decir nada o la sacaría del caso. Necesitaba esto, necesitaba avanzar en su carrera. La cena y lo que arreglaron con Greg para esa noche debería de esperar. Por fin, el doctor Cross salió de su despacho ya con su maletín en mano y su saco en la otra. Apagó la luz y miró a su asistente.
— Puedes llevarte el expediente a casa para seguir si lo necesitas, O´Connell.
— De acuerdo, igual ya tomé lo que necesitaba y creo estar en condiciones.
— Bien. Mañana, 9 am en el tribunal. Ve preparada.
Decía mientras caminaba hacía la puerta de salida. Parecía desinteresado. Ella le seguía con la mirada y con una tenue sonrisa orgullosa dibujada en su rostro.; Se levantó de su asiento, guardó sus cosas en el portafolio y fue hasta la puerta. Apagó las luces generales y salió de allí. Su jefe ya había bajado, quizás ya estaba en su auto en la cochera de enfrente. Ella se tomó su tiempo para irse. Total, no tenía apuro ahora, ya perdió varias horas allí y tendría que seguir estudiando aquel caso en casa.
Una vez en el loby saludó al portero que aún se encontraba sentado en su lugar.;Salió a la calle y caminó con calma por la vereda. Nada raro, solo tranquilidad. Sin embargo había algo que no le cuadraba: el clima, de repente se levantó un viento terrible como si una tormenta se estuviese acercando, el cielo estaba oscuro, ni una sola estrella podía verse. Incluso ella misma se sentía fuera de lugar, podía sentir como su magia se descalibraba, sabía que se trataba de una energía extraña pero no estaba segura si se trataba de un objeto o alguien cercano. Miró a todos lados como buscando respuesta. Fue entonces cuando lo oyó. Una estallido como una bomba o algo más. Dagby dirigió su mirada hacía el cielo, un color rojizo y una bruma negra alzándose sobre el cielo.
Fue allí cuando algunas sirenas de bomberos y policias empezaron a resonar por todos lados. La preocupación de la joven bruja la llevó a presentir algo, algo terrible. Una punzada en el pecho. Ahí decidió usar su proyección, se concentró y trató de ver de que se trataba: Todo era borroso, rápido, sirenas, ruidos. Fuego, varios edificios venidos abajo. Consiguió reconocer dos de ellos: uno era donde vivía Greg.
No....no podia ser....
Entró en pánico. Corrió buscando un taxi para pode ir. Todos los que encontraba le decían que había habido una explosión en el laboratorio. Greg vivía cerca de allí. Tenía que llegar a como diera lugar, necesitaba llegar allí. Sabía que no la dejarían acercarse, por lo que no tuvo otra opción que irse a casa, intentar calmarse, averiguar si él estaba bien.
Todo el camino a casa estuvo marcando el número de Greg. Una y otra vez. Nada. No atendía, solo el contestador. Estaba demasiado preocupada. Al llegar a su departamento, la mujer tiró todo por el suelo, se sentó en el piso y trató de concentrarse específicamente en Greg: de nuevo, todo era confuso, mucho ruido, escombros, fuego, los bomberos...Una ambulancia. Allí su proyección se enfocó, no entendía que o porque, intentaban transportar un cuerpo. Cuando consiguió verle bien, pudo notar que se trataba de Greg: estaba muy malherido, destrozado prácticamente, parecía como si algo se le hubiese caido encima o peor...
Salió de su trance y entró en pánico. Miedo, terror, dolor....miles de cosas. Quería ayudarlo, no podía perderlo ahora que habían llegado tan lejos...
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