Tumgik
#un joven en la batalla
ror111e · 1 year
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Si pierdo la batalla contra mi salud mental
Hay días que no fueron tan malos, estar viva fue casi divertido, me enamoré más veces de lo necesario, amé con todo mi corazón, vi muchos arcoiris y muchas flores de diferentes colores, descubrí que mi color favorito es el verde y que mi flor favorita son los tulipanes, lloré con series y películas, disfruté las noches oscuras fuera de casa, con o sin alcohol en la mano, bailé, canté, creo que una gran parte de mi vida no fue tan mala si lo veo desde este punto, pero, luego de enamorarme vomité todos mis sentimientos arrodillada en el baño pidiendo ya no sentir más el vacío que me dejaron, cuándo amé con todo mi corazón solo lo volvieron pequeños pedazos, y recogerlos era como tratar de tocar vidrio y me corté las manos más de una vez tratando de reparar lo que otros rompieron, cada arcoiris que vi llegaba a su final y nubes grises llegaban a cubrir el paisaje, cada flor que descubrí tenía espinas, y me pinchaba los dedos cada que intentaba tomar una, el verde también es el color favorito de mi papá quién prefirió a una joven de veintidós años antes que a su pequeña de once, los tulipanes son por una película dónde el ser amado muere al final, las series y películas que vi solo alimentaban mis ganas de hacer cosas incorrectas, la mayoría de noches oscuras las viví sola, ya que mi madre prefería estar en el trabajo que estar con su pequeña, siempre fue así, el alcohol solo agravó mis problemas aunque por momentos me hiciera parecer que todo iba a estar bien, canté lo más fuerte posible para que mi hermana no escuchara a mis padres golpeandose en la sala junto a nuestra habitación, bailé con muchos hombres para sentirme deseada y querida por alguien, así fiera un desconocido, creo que una gran parte de mi vida fue bastante mala desde este punto.
Cuándo un día no esté quiero que recuerden lo bueno, las risas compartidas, los viajes en carretera, las graduaciones, los días de playa y los cumpleaños, todo lo que siempre me dió aunque sea 5 minutos de felicidad.
No quiero que recuerden las cosas malas, y no quiero que mis padres me vean en el ataúd, ni mis amigos, quiero que me recuerden como la chica sonriente del cabello de colores, que me recuerden "feliz".
Lamento mucho, mamá, el decepcionarte, pero no es tu culpa.
Lo siento, papá, por dejarte solo, no fue mi intención.
A mis amigos, los quise con el alma, perdón por no aceptar sus salidas, por ser tan distante, no podía evitarlo.
A mis amores, les di todo de mí, amen como amé yo.
No quiero irme, tengo miedo, pero más miedo me da seguir aquí, encerrada con mis pensamientos, sola, agotada, triste.
Nunca fui feliz. Pero muchas veces estuve estable gracias a su compañía.
Me hubiese gustado ver la persona en la que me iba a convertir a los 28 años. Me hubiese gustado formar la familia que siempre quise, una amada y feliz.
No puedo continuar, este es el fin del juego para mí.
Si pierdo la batalla, quiero que sepan, que mi vida fue un poco menos miserable gracias a ustedes.
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coca-colaxv · 4 months
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Hazbin hotel es un serie buena. Pero tiene muchos altibajos.
En los primeros capítulos, tenemos a la princesa del infierno. Y su motivación.
1-Charlie tiene la buena voluntad de remedir a los pecadores, y eso es entendible en algun sentido.
Pero, ella la cago con su conferencia con Adam la cago literalmente;En otras palabras diciendo que solo cometieron errores y cantar sobre ello. (aunque toda la maldita serie se trata sobre cantar la mayor parte del episodio) no es una muy buena manera de convencer a alguien ue vio lo peor de la humanidad y es el padre de ella, que te imaginas si una tipa quiere que les des una oportunidad a tu familia y viste toda la mierda que te hicieron pasar a ti y a Otros. Obviamente dirías que no.
Se que Charlie tiene fe en ello, Pero no dió puntos validos en su conferencia con Adam. No dió ningún punto válido de ello.
Con ello diciendo que todos los pecadores merecen oportunidad de rendirse, me perdio totalmente más incluso cuando empezo a cantar sobre ello con dibujos que se supone que eran su presentación, no fueron más que solo una hoja con arcoiris y dibujos sin fundamento alguno, la princesa no dió fundamento válido y por eso Adam no se lo tomó en serio, es decir quien se tomara enserio esa presentación tan hueca y vacía.¿? Nadie, nadie se lo creerá.
Y cuando dijo eso me quede pensando sobre ciertas cosas es decir; ¿Charlie no pensó en las víctimas en el cielo a causa de los residentes del infierno? Porque obviamente están hay por una justa razón y lógica.
-zolofilia
-neocrofilia
-pedofilia
-canibalismo
-violaciones
-incesto (te estoy mirado creadora de halluba boss, incluiste esa cosa como un chiste (la relación entre familiares causan complicaciones futuras para ese niño)
Y algunos de estos personajes están en esa categoría.
Alastor es un caníbal, un maldita caníbal y su mamá está en el cielo( es canon, busquen lo que dijo la creadora) y alastor hubiera estado en el cielo si no hubiera matado y comido personas.
Incluyendo a los caníbales, comen personas 'incluso vivas' eso no es muy 'bueno' es jodidamente grotesco. Imagínate que alguien te este devorando vivo y sientes dolor por cada trozo de carne que te arranca.
Es un nooo.
También tenemos a sir.serpiente y la chica bomba, la chica bomba es hipócrita solo se interesó en el por sus pollas (eso en un solo capitulo, que hipocresía), literalmente ella trato de matarlo en el piloto en uno de los capítulos ¿Cómo eso no es cuestionable?
Sr, serpiente pudo haber fabricado arma en guerra y matado a personas que no tenían nada que ver. Maldición, hacen como si el asesinato de esta serie fuera un chiste. Un jodido chiste y se rien de ntr que sufrió Adam. (Solo es una opinión)
Incluyamos a lucifer solo lo hizo porque Adam es un cabron -eh, visto ese comentario muchas veces en tik tok y Twitter.
Y mi respuesta es está, lucifer y Lilith estan contando desde su perspectiva que obviamente está algo distorsionado.
Sobre lo de lucifer el literalmente le robó la esposa de un tipo que era la mitad de ella, literalmente eran los dos lados de una moneda y luego dijo que se follo con la Segunda esposa en su batalla con Adam.
¿Cómo se sentirían?
Eso fue muy cabron, literalmente hiciste algo más lucifer, romoiste mas aún hombre ya roto.
¿Acaso no notaron las ojeras de Adam y la mirada y las palabras de angustia unos segundos antes de su muerte?
No, obviamente no.
Y Lilith, ella desapareció y dejo a lucifer en su propia mierda que el mismo causó. Esa mierda se hizo por algo.
Respecto al cielo, Adam y Lilith y Eva, era mucho, pero mucho más joven que todos los angeles eso es claramente algo pedófilo si miramos bien.
Un angel miles de años mayor que un humanos Woow, no, Maldita sea no.
Más lucifer sabía lo que estaba haciendo cuando les dió la manzana. Por eso el cielo tenía reglas, una reglas estrictas para prevenir el caos pero sabemos que el angel de la víctima no hizo caso y cago todo.
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compahuitzil1416 · 22 days
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Susano’o x Okita
Fanfic AU. Pedido especial por telegram de Lariza Tv.
Fem. Por:Huitzil1416
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Durante el Ragnarok al final de la batalla como se suponía la muerte no se le otorgaba al perdedor y de hecho una vez que termino todo y los humanos se vieron perdiendo la oportunidad de salvar a la humanidad la muerte no fue lo que les aconteció sino un destino peor. Zeus pervertido convirtió a los hombres en mujeres con tal facilidad y burla para humillarlos a todos, a algunos más y a otros quizás menos, pero el castigo era claro, ser la esclava sexual del contrincante en su pelea.
Capítulo especial  Susano'o x Okita
Susano’o no Mikoto sentía una emoción como nunca en su corazón al ver al asesino de humanos sobrevivir al doloroso cambio de hombre a mujer, porque ella no lo sabía,  quizá nunca lo creería pero para él, Soji Okita era la criatura más hermosa que había visto en toda su existencia.
Como el dios de las espadas, apreciaba más una buena batalla que a una mujer. No era un misterio que No Mikoto encontrara más emocionante entregarse en cuerpo y alma a un combate que a alguna amante.
Siendo honestos, Susano'o nunca había tenido  una erección por una persona, deidad o criatura pero si que sentía su cuerpo explotar cuando se encontraba con un campo de batalla que incluía a algún espadachín o guerrero fuerte así que haber peleado con Soji Okita fue un completo sueño cumplido.
El dios sabia de la leyenda de Okita, quien fuera Capitán de la primera división del Shinsengumi y tenía conocimiento de sus habilidades superiores e incluso el sobrenombre de este al ser llamado “El demonio de la espada” lo que significaba su contrario, así que sí. Susano’o, no iba a negarlo a esta altura,  él  admiraba a Soji de sobremanera, se podría decir que era un fan de aquel joven quien había sido llevado al final de su vida por una enfermedad y no ocultaba su deseo largamente acariciado por Susano'o de poder conversar ampliamente con quien  estaba en la cima de los homicidas durante el Bakumatsu, Soji Okita.
Susano sabía absolutamente toda la historia de Okita, había leído con mucho interés todo documento que hablaba del humano, así como también había escuchado historias y leyendas que lo incluían o lo mencionaban. No es como si se hubiera obsesionado con un simple humano por su trayectoria existencial, su valor, sus habilidades con la espada,  su alma, su corazón y su hermosa sonrisa ¡Por su puesto que no!
El dios se decía así mismo que simplemente sentía una genuina admiración y respeto por un humano, solo eso. No había nada de malo en encontrar a una persona interesante y atractiva aunque se tratara alguien del mismo sexo,  así como tampoco tenía nada de malo  pensar en lo mucho que deseaba ser mas cercano para conversar, reír, bromear y ¿Por qué no? Entrenar juntos.
Es por ello que para Susano'o  tener al  humano que tanto admiraba  como “esclava sexual “ era la fantasía de todo admirador, aunque a Okita no le gustará, ahora era propiedad de un loco demasiado entusiasta.
En verdad Susano'o estaba muy emocionado de tener a Okita para él,  tanta era su felicidad que no le dijo al humano sobre qué prefería conocerlo personalmente que ocuparlo simplemente como un objeto sexual. Además no había parado de hablar sobre lo impactante y sorprendente que había sido su pelea durante el Ragnarok mencionando que él había exigido ser su contrincante molestando a Anubis en su disputa por ver quien seria el siguiente peleador.
— Cuando supe que seguirías durante el Ragnarok, no dude en ofrecerme para pelear ya que estuve esperando impacientemente a que fueras el elegido porque quería conocerte y pelear contra ti ya que eres una leyenda —
Okita iba caminando con su habitual apariencia incluso como si se tratara de una burla de dios y que definitivamente  lo había abandonado, la humana seguía viéndose igual como cuando era hombre, su apariencia de mujer no difería mucho pues a simple vista seguía siendo bajito, sus senos no habían crecido demasiado así como tampoco tenía unas prominentes caderas ni largas y hermosas piernas, a excepción de su vagina todo lo demás parecía igual.
— Te ves demasiado feliz con el dictamen de ese viejo — dijo Okita.
Susano'o no borro su feliz sonrisa — ¿Por qué no estaría feliz? — cuestiono — han revivido a todos los peleadores del Ragnarok y podemos estar juntos, es la oportunidad perfecta para conocernos mejor y poder llevarnos bien, además los dioses ahora respetan más a la humanidad y no los exterminaron como debía ser. Así que yo creo que aunque los peleadores del Ragnarok hayan perdido en sí fue una victoria para la humanidad porque siguen vivos que era por lo que pelearon tan fervientemente todos ustedes —
Okita se detuvo un poco sorprendida, era cierto lo que decía ese dios aunque ellos eran esclavas, la humanidad seguía existiendo por otros mil años y ahora existían dioses que protegían a los humanos de la ira de otros pues vieron durante el Ragnarok lo sorprendente que podía ser la humanidad.
— Vaya… de alguna manera cuando lo dices así me parecer que ser una esclava sexual es un pago mínimo por salvar millones de vidas — la humana miro el piso pensando en su compañero Kondo Isami  ¿Qué haría él en su lugar?
De alguna manera Okita se sentía perdido de nuevo sin Kondo. Sin un camino, sin una meta y el vivir como un objeto le hacia sentirse miserable.
No había tenido en vida la oportunidad de enamorarse como todos los demás. No hubo jamás una persona en su corazón por la que sintiera la misma pasión que por el arte de la espada. Y durante todo su solitario camino siempre el único que quizá lo entendía era Kondo, a quien necesitaba más que nunca.
Susano'o se regreso a ver a Okita al notar que no lo seguía y vio una expresión triste en el rostro joven de este por lo que se le acercó llamándole varias veces sin recibir respuesta alguna por lo que se agacho para que la humana lo viera.
Los ojos de Okita se abrieron mucho y la mujer dio un salto hacía atrás cuando vio tan de cerca al dios.
— ¿Qué estás haciendo? — le preguntó Okita.
— Te estuve llamando — respondió Susano'o seriamente viendo como la humana intentaba ocultar sus emociones de él pero ya fuese porque Susano'o lo había estudiado a fondo o por el simple hecho de ser un buen observador no paso desapercibida la expresión de la humana — Creo que no me di a entender antes cuando fuiste convertido en mujer y designado a mi como tu amo — el dios dejo salir un suspiro — la verdad es que me hace mucha emoción tenerte para mi Okita, sin embargo jamás haría algo que tu no quisieras ¿Entiendes? —
Okita trago saliva llevando su mano a la cintura en busca de su catana porque, aunque no estaba en peligro sostener la empuñadura de su arma le hacía sentir menos ansiedad.
— En tu transformación a mujer se que sufriste mucho, fui yo quien estuvo cuidándote y calmando tu dolor, quizá por eso no recuerdas cuando te dije que no quiero tener una relación de esclavo-amo contigo, sino que de verdad quiero conocerte y tener una relación amigable y armoniosa contigo.  Tengo tantas cosas que aprender de ti y me gustaría enseñarte muchas cosas que yo sé, así  que siento que pronto nos haremos grandes amigos —
La humana asintió con la cabeza — No logró comprender del todo a los dioses, fuiste mi enemigo durante el Ragnarok y se supone que deberíamos ser rivales pero justo ahora dices cosas que contradicen las órdenes de un dios jerárquicamente más poderoso que tu y ni siquiera dudas de tus palabras —
El dios vio media sonrisa en el rostro de Okita y esa simple acción hizo que el corazón de Susano'o latiera más emocionado y feliz que nunca.
— ¿Por qué dudaría de algo en lo que fervientemente creo y quiero? Sería patético que no peleará por mis propios sueños y tu Okita siempre has sido un sueño para mi ¿Por qué debería hacerle caso a un dios que no pudo ver lo sorprendente que eran sus creaciones? —
El dios se reincorporó para acercarse a Okita y le tomo de la mano amigablemente — Ven, de ahora en adelante yo te guiare para que descubras todo lo maravilloso del Valhalla y por su puesto que tendrás de vuelta tu espada —
Con eso dicho ambos continuaron caminando ya sin dudas en sus corazones y tal y como había dicho Susano'o, Okita aunque fuese mujer disfruto mucho de la compañía del dios ya que este era amable, divertido y bondadoso. Le mostraba y contaba sobre sus aventuras, del cómo había visto a varios espadachines famosos e incluso como es que se transformaba y viajaba, entre ellos dos se formó rápidamente una sólida amistad e incluso una poderosa atracción.
La humana y el dios  les gustaba demasiado pasar el tiempo juntos haciendo cualquier cosa e incluso sin hacer nada  buscaban sin darse cuenta más contacto físico  cualquiera que fuese por pequeño que se tratara les hacia sentir cómodos y a gusto.
Okita no sabía si lo que sentía por la deidad podía ser llamado amor pero quería hacerle saber lo mucho que le apreciaba y valoraba. Sabia bien la humana lo que el dios sentía por ella, no era estúpida. El dios babeaba por ella y aunque nunca le faltó el respeto no pasaba desapercibido el sonrojo que este tenía cuando ella se acercaba demasiado a él.
La humana de alguna manera pensaba que el dios era algo “lindo” su alegre personalidad y su nata amabilidad combinadas con  su personalidad torpe y descuidada lo hacían a su parecer demasiado lindo.
“Deben ser las hormonas de mujer” se decía a sí misma Okita porque nunca había pensado que un hombre fuese lindo “Sí… definitivamente tienen que ser las hormonas de mujer”
Y aunque la humana pensaba de esa forma realmente quería que el dios la abrazara por más tiempo, la mimara e incluso pensó que no estaría mal si la besaba.
Así que una noche después de que Susano'o y Okita  tomaran cada uno un baño acabando de entrenar es que sin saber exactamente a donde iban es que por la provocación de Okita terminaron besándose fervientemente en una habitación tipo oriental arriba de un muy cómodo y fino futon.
Las lenguas de ambos se entrelazaron audazmente y lo que debía ser algo tierno pues era el primer beso de los dos se convirtió rápidamente en una pelea de dominio y pasión.
Susano’o fue quien al sentir como su miembro comenzaba a ponerse duro como si estuviera en una pelea es que detuvo el beso abruptamente alejando con ambas manos a Okita sin soltarla de los hombros pensando.
“Esto es peligroso.”
Un grueso trago de saliva dio la deidad  al ver la confusión en los ojos abiertos de la humana frente suyo, con aquellos  suaves y dulces labios aterciopelados, rosados e hinchados por su culpa. ¡Joder tan hermosa imagen tenía Susano'o frente suyo!
Okita tenia los labios entreabiertos. Su ropa estaba desarreglada dejando ver sus pálidos hombros y el inicio de sus tiernos y apetitosos duraznos ¿Qué no daría el dios por besar aquellos pequeños montes cual recién nacido destetado?
La mujer se había quedado con ganas de continuar con el beso. Detestaba que un hombre u otro ser marcara el ritmo de lo que ella quería, no permitiría que aquel dios le detuviera en algo que ella sin saber que quería ahora necesitaba.
— ¿Qué sucede? – pregunto con su voz baja —  Acaso ¿Hice algo malo? — la pregunta la hizo con un deje de dolor tan solo para ver si podía manipular al dios.
Claro esta que Susano'o, reacciono a esa sensual voz que le provocaba la sensación de mil mariposas en su estomago. Todo el cuerpo del dios se estremeció de placer y sonrió nerviosamente pues no quería lastimar a su rival.
— ¡No! — contesto apurado el dios — No haz hecho nada malo, p-pero es que… — los nervios del dios de la espada eran obvios tanto así que comenzaba a titubear algo que jamás pensó que le fuera a pasar al hablar — es q-que quiero dormir temprano —
La mirada fría que le dedico Okita al dios fue un reclamo sin palabras pero que calaba fríamente al corazón acelerado de Susano'o.
— Yo no quiero dormir todavía — ronroneo la pelinegra cambiando su personalidad  nuevamente como si el dios estuviera tratando con dos personas distintas — hazme compañía —
— D-debemos ir a dormir, mañana  quedamos de a ver a la señora Sasaki debido a su embarazo ¿Recuerdas? —
No podía Susano'o creer que estaba sudando como si hubiera hecho mucho ejercicio porque, de alguna manera pensó que la humana frente suyo iba a enojarse y sacar al demonio que tenía dentro sin embargo aquella que se había acercado estaba apoyada en sus muslos y sonreía con un deje de malicia siendo esa sonrisa algo que preocupo tanto al dios que no se atrevía a mirarla.
“Si no la miro no caeré en sus encantos, he tenido que enfrentarme a peligros y adversidades mas grandes. Vamos Susano'o no Mikoto, si no la miras estarás bien, estaré bien si no cruzo miradas con ella”
Okita tocó al dios para acercarse a su rostro para pedirle un solo beso más pero su sorpresa la hizo estremecer al notar la enorme erección que tenia Susano’o no Mikoto. Era enorme pese a estar oculta en la bata que usaba y de alguna manera saber que ella era la que provocaba los nervios y esa erección en la deidad llenaban de un orgullo siniestro a la humana.
Las finas manos de quien fue el denominado demonio de la espada buscaron lentamente el miembro duro del dios quien seguía balbuceando cosas sin sentido sobre deberes y obligaciones.
Susano'o cerro su boca de golpe al notar como las pequeñas manos de Okita tocaban su duro y adolorido miembro.
La mirada del dios se clavo en ella mientras el rostro de este se pintaba meramente de carmín y daba un grueso trago de saliva.
— O-O-Okita… — La humana sonrió al escuchar su nombre salir de los labios de este hombre.
— ¿Si? — ronroneo la guerrera al oído de su deidad — Susano'o —
De solo escuchar su nombre ser pronunciado por la pelinegra con ese tono de voz tan tierno y sensual hicieron que el dios casi se corriera en las prendas que llevaba; el dios quería llamar a Kondo Isami,  a Adán o a la señora Sasaki para que Okita se le quitara en encima pero eso no sucedió.
Para empezar Okita estaba maravillada de todas las reacciones que hacía Susano'o, y al meter las manos dentro de la ropa del dios pudo notar lo mojado que estaba, el presemen que sacaba la deidad era pegajosa y blanquezca muy similar al color de las perlas.
— Dices que  no por la boca pero esta espada de aquí exige ser atendida y lustrada — Okita no podía borrar su sonrisa pese a que no sabia que mierda estaba haciendo simplemente estaba siguiendo sus instintos y estos le decían que debía engullir aquel enorme y delicioso trozo de carne caliente que tenía enfrente.
El miembro del dios era glorioso a los ojos de Soji Okita quien no pudo hacer la comparación de su antiguo  pene con el del dios, aunque ahora la humana ya no fuese un hombre sabía perfectamente que incluso entre su especie aquella envergadura no era de tamaño normal.
La pelinegra se relamió los labios, se ato por completo el cabello hacia atrás y se agacho para engullir el miembro de Susano'o, todo lo que podía en su boca sin embargo en cuando su lengua tocó la punta de la cabeza rosa del miembro del dios este gimió por lo alto dejando salir toda su hombría en el rostro de la humana.
Okita se alejo para notar lo caliente que era el semen del dios, tan espeso como si nunca se hubiera masturbado en su vida y cuando estaba a punto de probarlo el dios le limpio la cara con la bata, pero lo hizo rápido aunque eso sí,  con cuidado de no lastimarla.
— Por eso te dije que mejor fuéramos a dormir — Susano'o parecía enojado y dejó de sonreír.
La humana lo pensó un poco y tomó al dios de la muñeca  — Quiero hacerlo — exigió.
— No quiero lastimarte — respondió el dios teniendo nuevamente una erección.
— No soy una débil muñequilla que puede romperse con unos cuantos golpes además, es mi decisión y quiero hacerlo contigo  pero solo quiero si tu estas listo —
Cuando dijo eso Okita pareció que el dios cambió su expresión a una más obscura fue cuando la humana sintió como los labios del contrario le besaron con brusquedad y deseo, rápidamente la pelinegra abrió su boca para recibir la húmeda lengua del dios en su boca en un beso asfixiante y excitante que los dejo sin aire a los dos.
Mientras se besaban Susano'o, uso una mano para masajear los pequeños senos de la humana mientras que con la otra comenzó a masturbarla acariciando y presionando la vagina de la guerra hasta que comenzó a sentír como esta movía sus caderas y que los dedos que ocupaba jugando con la vulva de su mujer estuvieran mojados por completo.
Okita comenzaba a gemir y a hacer ruidos con la boca, suspiraba largo y tendido cuando sentía los largos dedos del dios entrar en ella y salir masajeándola con maestría.
¡Dios quería más!
Fue entonces que el dios la tomó de los cabellos alejándola del beso, la examino con la mirada cuidadosamente y la sometió rápidamente en el futon subiéndose arriba de ella haciendo que la sangre de Okita se encendiera y su corazón latiera rápidamente.
— Pensar que intentarías seducirme a mi, Amanoma-Gaeshi… ¿No es un poco imprudente? — pregunto el de cabellos ondulados.
— En la próxima ¡Yo lo haré mucho mejor! — aseguro la pelinegra excitada como en su combate.
Con cierta brusquedad el dios abrió la piernas pálidas de la humana situándose en medio de ellas acomodándose mientras dejaba expuesto su gran miembro masculino chorreante de líquido seminal, erecto,  duro, deseoso de entrar en su humana porque aunque la oriental lo fuese a negar ella le pertenecía e iba a hacer de ella un desastre por completo sin contenerse.
Aun cuando Okita sentía miedo también sentía su cuerpo lleno de adrenalina. No iba a acobardarse solo porque la expresión de ese masculino dios había cambiado a una seria, casi siniestra lejos de la de una piadosa deidad.
— Ya usa esa maldita espada para cortarme — susurro Okita en una orden  — métemela —  sonrió de media vela sonrisa que no le duraría mucho tiempo.
— Cómo era de esperar del cazador de hombres más fuerte del periodo “Bakumatsu” —
La humana definitivamente no sabía las consecuencias de las palabras que ella acababa de decir, de saberlo jamás las habría dicho así que cuando la oriental le hizo aquella invitación exponiendo su vagina abriéndola con sus dedos incitando al deseo, el dios perdió toda racionalidad.
Inclinándose como un animal Susano’o mordió con fuerza a Okita del hombro derecho mientras que usaba su mano  para levantar hasta sus propios hombros la pierna de la humana, con la otra mano guio salvajemente su miembro a la entrada jugosa de la pelinegra hasta forzar su entrada en aquel apretado coño humedo.
Okita se aferró a las sabanas mientras se quedaba sin voz ante la intromisión violenta del dios en su interior. La impresión de ser penetrada fue un verdadero shock para ella pues un fuerte dolor atravesó todo su cuerpo desconectando su cerebro por un momento. Fueron solo unos segundos en los que incluso olvidó respirar y vio borroso , sin que siquiera por su cabeza cruzada algún pensamiento.
El dolor de la fuerte mordida que dio Susano’o con la estocada repentina arrancaron de la humana unas lagrimas y cuando volvió en sí se dio cuenta que nada la había preparado para semejante dolor, y aunque ella no era una cobarde ni mucho menos una débil mujer quizá no debió incitar al dios tanto.
Okita no tuvo tiempo de reponerse cuando Susano’o comenzó a moverse dentro de ella, era como si no le importara que la acabara de desflorar, como si solo de su propio placer se preocupara. Sentir el enorme trozo de carne entrar y salir dentro suyo le fue incomodo pero como la guerrera que era, apretó las muelas con fuerza soltándose de las sabanas para llevar sus manos al cuello de su rival y trago saliva dibujando una sonrisa en su rostro.
— ¿Por qué si soy yo la que esta sufriendo eres tu el que llora? — pregunto Okita viendo como Susano’o derramaba lagrimas y estas caían en sus mejillas sonrojada — dime… ¿Por qué lloras? —
El dios tembló al escuchar la suave voz de la humana sabiéndose derrotado — Para ser justo… realmente, desearía que este momento durará para siempre… — el de cabellos ondulados beso la frente de Soji con cariño y amor — este momento de felicidad, desearía que durará para siempre, mi corazón esta ardiendo —
Susano’o  sonreía ilusionado haciendo que esa ilusión se contagiara a la humana bajo suyo relajándola por completo calmándola, mientras esperaba sin decirlo a que ella se acostumbrará a tenerlo dentro.
— Tu también haces arder mi corazón y me haces sentir la sangre hervir — Okita quito las lagrimas del dios mientras comenzaba a frotarse en su dios.
Susano’o continuo moviéndose rápidamente  ambos como en su pelea no iban a dejar que el otro tuviera el control definitivo así que comenzaron a besar, morder y rasguñar en el ardiente momento de hacer el amor.
Durante su pelea ambos habían disfrutado de la gran batalla que llevaron juntos hasta el punto en que los dos habían deseado con todo su corazón haberse conocido en diferentes circunstancias.
El dios era algo violento pero descubrió como su humana disfrutaba con algo de dolor mientras la penetraba. Su gran miembro podía verse entrar y salir del vientre de Okita mientras ella gemía volviéndose sumisa a sus besos y caricias.
— Voy a correrme — gruño el dios cuando sentía como su miembro bombeaba dentro de ella y las paredes internas de su mujer lo apretaban como negándose a dejarlo escapar — Voy a fecundarte — le aseguro.
Okita negó con la cabeza sin dejar de gemir deseando que el dios siguiera penetrándola para continuar disfrutando de sus caricias mientras que su coño no dejaba de hacer ruidos húmedos cuando los testículos del dios chocaban con su piel baja mojándola aun mas ¿Cuántos orgasmos hasta este momento habia tenido?.
— No dentro — suspiro Soji sin dejar de moverse para que la verga tocara su punto más dulce mientras también sentía su cuerpo temblar anunciando el orgasmo.
— Soji… Okita  —
Fue entonces que el dios comenzó a moverse más erráticamente enterrando tan profundamente su pene en la humana mientras sentía como todo su cuerpo le abandonaba y vertía toda su semilla en el interior de su humana, lanzando un gran chorro de semen que no tardó en desbordarse e hinchar el vientre de su amada al ser disparado justo en su órgano femenino fecundándola inevitablemente mientras ella lanzaba una fuerte maldición  teniendo un escandaloso orgasmo .
Los dos se quedaron temblando ante la nueva experiencia sexual que habían tenido juntos, respiraban agitadamente tratando de componerse. El primero en hablar y quien estaba justo a lado de Okita fue Susano’o quien sonrió acariciando la mejilla sonrojada de la humana.
— Lo hiciste genial — dijo con su corazón alegre y feliz — Por favor Okita Soji, quédate conmigo y descubramos juntos este nuevo camino —
Okita le miro aun jadeando sin recuperar del todo el habla y asintió con la cabeza — Ya no estaremos solos nunca mas — le dijo devolviéndole la sonrisa, lista para otro raund con aquel adorable dios.
No era raro para nadie que el dios Susano’o pidiera ayuda a los humanos ene l pasado o presente, pero si fue una sorpresa verle tan enamorado de Okita pues nadie jamás pensó que el dios de la espada fuese a adorar tanto a una humana incluso más que a las espadas o al arte de la esgrima.
Gracias a todos por su apoyo y amor incondicional pero sobre todo a Lariza quien realizo este hermoso pedido especial y sin su paciencia este capitulo no estaría hoy entre nosotros.
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caostalgia · 1 year
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Recuerdo cuando mis letras podían hablar de amor, cuando leías suspiros entre palabras. Era entonces muy joven, y aun así, el dolor que me comía por dentro se sentía enorme. Hoy, después de años y de un sin fin de batallas; que tengo el placer de admitir que he ganado, me encuentro acá, de pie, junto a ti.
Hablé de tus ojos un millón de veces, dos millones de cómo me hacían sentir, mientras la oscuridad me engullía por diversión y me pregunto ahora, que en veinticuatro años he vivido dos vidas de desgracias, ¿Cómo te he olvidado, amor?.
Dejé de rimar tu mirada, dejé de pintar tu boca, mis únicas palabras son de tristeza, mis únicas letras gritan y lloran. A veces quiero saber cuando se acaba el dolor infinito y me concentro en contar las grietas de mi alma. Sangro, lloro y me suturo, mientras tu corazón se congela en mis manos. Soy agridulce, amor. Lamento no ser un cien, solo puedo ser un cincuenta. La vida ha sido dura conmigo, pero puedo asegurarte; en estas tristes palabras, que todo mi cincuenta es tuyo.
Habrá alguien mejor, más completo, quizás, pero me niego a admitir que pueda existir alguien que llegue a amarte como yo. Te asusta demasiado que lo diga, pero lo haré igualmente; lo que siento es tan profundo que todo pierde sentido sin tu presencia. Mi corazón es totalmente tuyo y siempre lo será. No quiero vivir una vida sin ti, no quiero sentir un amor que no sea el tuyo. Y aunque quizás ya no hable de tus ojos como en el pasado, quiero que sepas; allá lejos donde te encuentras, que te amo tanto como puede mi corazón; con cada latido, roto e insano.
— flores in caelum
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sunflowerzyk · 11 months
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Detrás del depredador - König Híbrido!Oso x lectora [Medieval AU]
Eres una plebeya de familia numerosa, tu vida es de lo más tranquila como lo puede ser para alguien de tu estatus. Hasta que una de las tantas mañanas en las que sales de tu hogar para recolectar frutos de los arbustos en lo más profundo del bosque una flecha atraviesa tu brazo. Tu no lo sabes, pero el dueño es el príncipe König , un híbrido bestia/oso, quien te tomara como su esposa, aunque no lo quieras así.
Capitulo 1!
Capitulo 2! << Siguiente aqui
Contiene: diferencia de edad, perversión, könig Yandere, konig Mayor, Diferencia de altura, obscenidad, dub-noncon, könig posesivo, daño/consuelo, violencia típica del canon, dime si me olvide de alguno.
Si este tipo de contenido no es de tu agrado ignóralo y sigue con tu camino
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König es un príncipe, dentro de lo que cabe, un candidato para  ascender al trono de su padre, es  inestable en todo sentido, fue a batallas desde muy joven,. vió morir a sus hermanos y hermanas mayores, al nunca destacar de entre todos ellos nunca fue bien recibido por su padre, incluso ahora, siendo el único vivo junto a un hermano mayor suyo, a könig nunca le interesó el trono en lo absoluto y su incompetencia para generar descendencia lo hacía un candidato inepto ante ojos de todos.
Cualquier mujer que era enviada a sus aposentos siempre era rechazada y en el mayor de los casos, ellas mismas se negaban a ir a su lado,  sin importarles ser decapitadas por rechazar a un príncipe, describen la sensación de estar a su lado como perturbadora y aterradora, un monstruo lleno de rencor y frustración.
Su padre se rindió en intentar conseguir un nieto de su parte y se limitó a suponer que su locura lo mataría.
Por su parte König se mantiene aislado en su habitación cuando está de visita en el castillo de su padre y no en su provincia, salía ocasionalmente para cabalgar por el bosque o cazar alguna pobre criatura que servirá como trofeo.  Un príncipe impredecible por naturaleza, no existía retrato alguno suyo en ninguna parte que indicara cómo lucía detrás de esa espeluznante máscara que siempre usaba fuera de su habitación y quizás también dentro de ella. Habían rumores por todo el pueblo incluso dentro de la servidumbre del mismo palacio, &lt;<'tal vez se desfiguró la cara en alguna batalla' 'él mismo intentó arrancarse su rostro en un arranque de ira' o 'es demasiado feo y vergonzoso para querer mostrarse al público'>>
Nadie preguntaba realmente, eran chismes a voces susurradas. Tampoco es que a König le importará demasiado la poca indiscreción del pueblo y los sirvientes, tarde o temprano ocurriría un terrible accidente que solo afectaría a los que tenían la lengua suelta y confiada.
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Recién amanecía en el reino, normalmente el ambiente era helado por las noches, aun recién saliendo el sol se sentía la suave brisa helada de todas las mañanas, könig disfrutaba el paisaje tranquilo cuando el sol se ocultaba, el silencio era acogedor y las luces cálidas del pueblo también lo eran.
Dió un suspiro cansado, separó su mirada de la ventana y contempló el cuerpo inerte de aquella mujer extraña para él, con marcas de asfixia alrededor de su cuello, estaba harto, no es que odiara la idea de pasar una buena noche,...solo no así, en lugar de encender sus más profundos deseos, solo se frustra más al presenciar a otra persona frente a él, ver sus inútiles intentos de cotejar y al final rendirse con nerviosismo.
La noche anterior su hermano le regaló una de sus esclavas porque en sus palabras 'Ya tengo demasiadas mujeres en mi harem, es hora de que tengas una propia' con arrogancia y un toque humorístico que claramente le ponía los nervios de punta.
Su hermano mayor sabía perfectamente que él odiaba tener contacto de cualquier tipo con la gente, tenía suficiente con tener que acudir a algunas reuniones del consejo, discutir política y estrategias de guerra. König sabía perfectamente que atrae la atención de todos, hasta cierto punto ayudaban a alimentar su ego, pero tiene totalmente metido en la cabeza que no depende de la aprobación ni la alabanza para saber lo que vale, es un hombre de casi 40 años, le gustaría decir que la edad trae madurez, pero su hermano mayor es una prueba de que no siempre es así.
A pesar de ser el hijo menor de su madre, König tiene la complexión más robusta entre todos sus hermanos, sumado a su gran tamaño era una bestia contenida en un cuerpo de hombre. literal y figurativamente. Su madre era una humana, pero tanto su padre, como sus antepasados y gran parte de sus hermanos, eran híbridos/oso. Cómo su escudo lo indicaba.
Gracias a su físico bien formado se unió a temprana edad al ejercicio, ascendiendo con esfuerzo y determinación. Antes era algo más emocionante hasta cierto punto. Ahora. Incluso su puesto como líder de la guardia real era fastidioso, batallar con los jóvenes era una astilla en la uña del dedo. Siempre quejándose, seres pequeños, débiles, queriendo demostrar ser algo que claramente no son, ya que no fueron tan inteligentes para ser maestros cultos ni tan estúpidos para ser ladrones mendigos; Esos estúpidos jóvenes no estaban hechos para la guerra, pero según las exigencias él debía cambiar eso, estaba a cargo de sus vidas y con ello la de todo el reino. Podría quebrar sus huesos cuanto quisiera para forjarlos como verdaderos hombres. La única parte medianamente reconfortante, podría dejarlos sin un brazo y costillas rotas durante los entrenamientos y nadie diría nada, ya que él es el que manda. Jefe.
König volvió en sí, identificando que había estado mirando al vacío durante algunos minutos, Una ligera sonrisa se formo en su rostro, al notar que había dos sirvientes arrastrando el cuerpo de aquella joven inconsciente fuera de su habitación con la cabeza gacha, casi arrodillados, era de esperarse, todos sabían que quien mirara su rostro perdería los ojos y la lengua. No había una razón en particular para ocultar su rostro, le gustaba mantenerse bajo el anonimato y así causar más terror en las demás personas, eso le divertía, ver sus cuerpos temblorosos del pavor.
La puerta de su habitación se cerró con lentitud, la sonrisa de su rostro se borró cuando escuchó unos pasos aproximándose.
— Apropos Teufel.
Exhaló con irritación, tomando la máscara a su lado y colocándola en su lugar nuevamente, dejando solo a la vista sus ojos color azul rey, fríos como el hielo, casi inexpresivos. Cuando los pasos se hicieron más pesados supo que su hermano estaría furioso después de ver a aquella criada inconsciente, arrastrada por los sirvientes.
Un empujón fuerte retumbó por todo el pasillo y la habitación. Ahí estaba él, su hermano mayor, Alexander, Con su cuerpo tenso, el ceño fruncido, esa característica media sonrisa arrogante y narcisista típica suya. Se quedaron viendo unos momentos, hasta que Alexander apartó la mirada, inspeccionando la cama, estaba totalmente ordenada, su ceño se frunció aún más, no había encontrado lo que buscaba.
— Eres realmente quisquilloso König
Gruñó con diversión, claramente no le importaba una mierda aquella esclava, solo quería hacerlo pasar un mal rato.
— ¿Ni siquiera esa puta extranjera fue capaz de mover tus entrañas?. Eres fuerte, yo no la hubiera dejado de follar hasta el amanecer.
König se quedó ahí en silencio, desviando la mirada de su hermano, levantando su gran figura lejos de la ventana, dirigiéndose a la puerta.
Alexander se tensó  , flanqueando su compostura despreocupada de antes, con esa tonta sonrisa.
König se detuvo a solo unos  centímetros de distancia, mirando a Alexander desde arriba, la diferencia de tamaño era abismal entre ambos, posiblemente genética, o por la ansiedad de könig que le provocaba un hambre insaciable de pequeño, más los duros entrenamientos y castigos físicos a los que su padre lo sometia por ser un bebé llorón que no salía nunca de detrás del vestido de su madre, buscando protección y consuelo.
Inclinó su cabeza hacia abajo, tomando el hombro de Alexander con una de sus enormes manos llenas de cicatrices, estrujando la carne, músculos y huesos debajo de ella. Se acercó lo suficiente para susurrar a su oído.
— Merezco algo mejor que una esclava,  es un trofeo que no me gane por mis propios medios.
Soltó con arrogancia y severidad, disfrutando de la impotencia que su hermano mayor estaba experimentando. Era bien sabido que Alexander nunca estaba presente en las guerras, siempre dirigía desde la comodidad de su carpa, könig era quien se encargaba del trabajo sucio, comandar y pelear por sus tierras. Alexander Solamente era solapado por su padre, un poco hombre de más de 50 años que solo se encargaba de firmar uno que otro papeleo en su provincia, tenía todo asegurado en la vida. Era débil. Y König disfrutaba al recordarselo de manera indirecta, como moviendo un cuchillo en círculos sobre la misma herida, abriendo más la carne y haciéndolo sangrar sin matarlo por completo.
König dejó de hacer presión en el hombro de Alexander al escuchar algunos quejidos de dolor, y el rostro de su hermano al rojo vivo, seguramente había dejado moretones que no se quitarían hasta después de una semana. Le dio una ligera reverencia a Alexander, lo rodeó y salió de la habitación, dejándolo con un sabor agridulce en la boca. Ante todo era su próximo rey.
König caminó por los pasillos con normalidad, con orgullo, toda la semana había sido una mierda, el regreso de la guerra lo dejó con adrenalina en su sistema, deseaba sacarlo, Incluso considero aceptar a aquella esclava dentro de su cama, pero toda curiosidad por saber acerca de ello callo por los suelos, al ver a esa mujer con una sonrisa arrogante en sus labios, juzgandolo descaradamente con la mirada, sin una pizca de decencia en su ser, se acercó incómodamente a él sin preguntar, tocándolo y dejando rastros de su saliva en su clavícula. Asqueroso. A König le pareció repugnante, pero decidió hacerlo divertido, al menos para él.
Tomó a la mujer del cuello y apretó ligeramente, la mujer gimió tan fingidamente que le revolvió el estómago, incluso sintió lástima por ella.
Sonrió debajo de la máscara y apretó más fuerte. La mujer sonrió incómodamente, jadeando por el aire. Pero König no se detuvo, siguió fortaleciendo su agarre alrededor de su cuello, mirandola indiferencia; la mujer entró en pánico, dejando de sonreír, desapareciendo esa fachada de confianza que tenía hace unos segundos. Se retorció, arañó con fuerza y pateó, todo inutil, incluso comenzó a llorar mientras su rostro pasaba de un rojo a un morado por la falta de aire. Y se desmayó.
Él deseaba el toque de una mujer, realmente lo hacía, tuvo una que otra 'experiencia'  cuando era más jóven, un aventura corta con alguna plebeya de los reinos que visitaba en incluso algunas nobles, pero todo acabó más temprano que tarde, se volvió parte de la guardia real, tenía más deberes encima, no recordaba la última vez que había tocado a una mujer.
Ahora cruzaba por los mediados de sus 30, era viejo, sin hijos, comenzó a odiar el contacto con los demás después de pasar años rodeado por viseras, excremento y huesos. Cada vez que estaba cerca de alguien no paraba de recordar la piel putrefacta, roída por los gusanos ,el terrible olor que desprendían los cuerpos enemigos cuando eran quemados.
En casi el final de su largo camino hacia los establos, König escuchó pasos acercarse a él, nunca bajaba la guardia, y a veces lo odiaba, tal vez así sus oponentes serían más interesantes.
Siguió caminando, necesitaba cabalgar un poco, tal vez cazar un venado para disminuir el estrés y divertirse.
— Señor.
Espetó su compañero de armas más cercano, Krueger.
— Kruger.
Murmuró de manera formal, girándose con las riendas de su caballo ya en mano
— Nadie me informó que saldría a cabalgar, hubiera ordenado que alistaran su caballo.
— No pensaba hacerlo
— Disculpe?
— Acompáñame.
Ordenó con una leve sonrisa, caminando al lado de su corcel hacia la salida del establo.
Krueger se quedó ahí unos segundos, solo pensando, dió un suspiro pesado medio divertido y alistó su propio caballo también, no regresarian en un buen rato, no hasta que su señor descargará toda su frustración en las pobres criaturas del bosque. Y él estaría ahí para evitar que se lanzará por el acantilado más cercano. Sin él.
Las cabalgatas con el príncipe/líder könig consistían en guardar silencio, contemplar el alrededor, disfrutar el paisaje, pero no lo suficiente para bajar la guardia por completo. König disfrutaba el silencio, estar lejos de las personas, lejos de su padre moribundo y su hermano.
Pero nunca , nunca podía faltar un trofeo de esa expedición, odiaba sentir que había perdido el.tiempo, aunque así fuera. Debía regresar por lo menos con un venado, o un jabalí atravesado y desangrado gracias a sus flechas.
Esta vez no sería la excepción, su padre seguramente morirá en unos pocos días, debía llevar algo bueno para la ceremonia.
König permaneceria como líder de sus tropas,  era experimentado y fuerte. No podrían reemplazarlo de ninguna manera pero si lo llegaran a intentar, deberían estar listos para un baño de sangre.  Alexander no deseaba poner en contra de sí mismo a sus guerreros y las tropas, no quería provocarlos, al menos no era un completo idiota como para hacer una estupidez de esa magnitud, pensó könig.
Todo estaba medianamente silencioso, a excepción de los pájaros y el viento chocando contra toda superficie..... Y algo más.
Se escuchaban pisadas ligeras y movimientos sutiles entre los arbustos, un animal debía estar escondido, könig preparó su arco y sus flechas. Disparó.
Un venado salió despavorido de entre los arbustos, comenzando a correr, con una rasgada en el lomo que probablemente causó su flecha disparada a ciegas. Inmediatamente Krueger y König comenzaron a cazar a la criatura, definitivamente era una buena presa para la ocasión, y sería suya.
El venado brinca, se escabulle y esquiva las flechas, la naturaleza de esa parte del bosque era frondosa y lúgubre, hasta cierto punto inquietante, su suelo era irregular, siendo un poco complicado seguirle el paso al animal.
La persecución los llevó a un claro rocoso lleno de arbustos con frutos pequeños comestibles.
Finalmente lograron alcanzar al animal, König apuntó con su arco y flecha,  con el caballo en movimiento y disparó de nuevo. La cercanía fue tal que la flecha atravesó el cuello matando al animal y siguiendo su camino con gran velocidad.
No esperaba escuchar un chillido tan agudo después de presenciar que el ciervo caía al suelo con el cuello perforado, pero lo hizo, hubo un grito, una persona. Krueger y él se quedaron en silencio al escuchar los gemidos de dolor y angustia mezclados con pequeñas maldiciones. König se quedó ahí en su caballo, krueger por su parte desmontó y caminó hacia los arbustos sin vacilación alguna,  observo a la criatura por unos segundos, mientras sollozaba para después tomar su brazo y arrastrarla fuera de su escondite.
Konig miro la situación en cámara lenta, tu pequeña figura fue arrastrada para que él te pudiera ver mejor, no podías hacer mucho para negarte, solo te quejabas mordiendo tus labios y lengua, estabas sufriendo, eso era obvio pero eso le hizo sentirse emocionado. Excitado.
Se Quedó totalmente petrificado, mirando tu cuerpo tembloroso y llorosos, con una flecha atravesada en tu brazo izquierdo, estabas sangrando, te examinó de arriba abajo, tu cuerpo, eras demasiado pequeño en comparación suya, en realidad todos lo eran, si así eras de pequeña en comparación a su forma humana se imaginaba lo diminuta que serías con él en su forma más animal; despreciaba a los seres más débiles hasta cierto punto, pero viéndote a ti sintió que debía mantenerte y cuidarte, protegerte. Su mirada se detuvo unos instantes sobre tus senos, luego entre tus piernas y volvió a subir su mirada.
Mirabas el suelo, intentando ocultar tus lágrimas de dolor, forcejeando débilmente contra el agarre de Krueger. Solo se escuchaban pequeñas súplicas saliendo de tus labios temblorosos, buscando consuelo y ser liberada.
— ¿Qué demonios?
Se escucho entre tus tantos murmuros y maldiciones mientras levantabas la mirada para identificar a el idiota que había enterrado una jodida flecha en tu brazo.
Tan pronto como tus ojos llenos de lágrimas enfocaron la enorme figura frente a ti las palabras se quedaron atoradas en tu garganta, tus labios se secaron como si hubieras pasado sin agua varios días.
Un gigante. Montado en su caballo color negro como la noche, vestía como hombre de la alta sociedad con toques barbaros, armadura,  piel de animal sobre su espalda, postura imponente y.... Oh. Una máscara perturbadora.
— Carajo
Lograste maldecir en un murmullo.
— Cuida tu lenguaje
Exige aquel gigante con la voz severa, pero con una pizca de elegancia que, reafirmaba tu teoría, debía ser un hombre con una gran educación, a pesar de ser tan aterrador. Mandó un escalofrío por todo tu sistema, e inmediatamente cerraste la boca y desviaste la mirada hacia un lado, buscando no ser irrespetuosa, por más encabronada que estés y quién se halla equivocado fuese aquel gigante, en el fondo sabías que podrías tener consecuencias peores.
Gracias al miedo y adrenalina casi habías olvidado por completo la flecha en tu brazo, la miraste de reojo y el dolor comenzó de nuevo a invadirte, regresando las lágrimas que picaban tus ojos para salir.
könig estaba teniendo un ataque de ansiedad, una sensación que pensó que había superado, agradece llevar la máscara, o seguramente se notaría su frustración y el nerviosismo al tensar su mandíbula; apretó los estribos de su caballo, mirando tu pequeña y figura patética desviando la mirada ¿Porque lo habías hecho? ¿Era tan horrendo a tu mirada que ni siquiera podías verlo? Él podría perdonar tu falta de cuidado al hablar, pero no perdonaría que no lo mires cuando claramente está exigiendo tu atención. no lo perdonaría. Te daría un castigo. Con una buena excusa.
Bajó de su caballo en un abrir y cerrar de ojos, le bastaron tres pasos para llegar hasta donde estabas, tomar la flecha que llevabas en el brazo y quebrarla a la mitad, sin sacarla, eso te hizo abrir la boca para protestar y dar un grito desgarrador, pero antes de eso puso su mano en tu boca, para ahogar tus demandas, y te alzó en brazos.
No planeaba dejar a una criatura tan vulnerable y débil como tu en ese lugar, para empezar, ¿Porque estabas ahí? No tenías más de 24 años, tus ropas estaban desgastadas. Tan expuesta a que una bestia como él te viera y tomará como su pequeño juguetito nuevo, uno que se encargaría de usar a la perfección y con cuidado(tal vez).
Lloriqueaste contra su mano en tu boca durante unos momentos, las lágrimas caían por tus mejillas, y eso lo hacía sentir aún más extraño, un calor doloroso se formaba en su entrepierna, el deseo de tomarte ahí mismo, y provocar tus llantos aún más.
Pero no era lo suficientemente animal(aún) como para tomarte ahí inmediatamente , podría esperar; tu herida podría infectarse y estarías muerta al anochecer, no quería eso.
Regresó a su caballo y lo montó, contigo en brazos, liberando por fin tu boca, ya no llorabas ni gritabas, solo dabas pequeños suspiros temblorosos,  el dolor fue tal que te desmayaste.
El simplemente no pudo evitar sentirse aún más extraño, te veías casi adorable, tu nariz y mejillas teñidas de rosado, acompañado de tu ceño ligeramente fruncido por el dolor, quería ver que otra caras eras capaz de hacer, específicamente debajo de él.
— Señor, Tengo el ciervo...... Ya es hora de irnos.
Se escuchó a krueger hablar en algún lugar, König estaba demasiado hipnotizado memorizando tus rasgos que fue suficiente para que Krueger haya recogido el cadáver del ciervo y montarlo en el caballo.
— ja... Gut, vamonos.
Murmuró apartando finalmente la vista de tu rostro y parte de tu cuerpo, tomando las riendas y emprendiendo el regreso al castillo.
Su bestia interior estaba ansiosa por salir a la luz, quería probarte, su pequeño trofeo, el mejor de todos.
A/N: Sinceramente, siempre he querido encontrar este tipo de fanfic con König, ¡y lo he hecho! Pero no parece haber ninguno en mi lengua materna, así que aquí estamos. Los reblogs me ayudan muchísimo para que pueda crear más contenido, ¡muchas gracias por leer!
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notasfilosoficas · 7 months
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“He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos”
El principito 
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Es una novela corta y también la obra más famosa del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry publicada en abril de 1943.
El Principito, es el libro en francés más leído y más traducido, con más de doscientos cincuenta idiomas y dialectos incluyendo la escritura braille, y uno de los más vendidos a nivel mundial, con más de 140 millones de ejemplares en todo el mundo.
El Principito está considerado como un libro infantil por la forma en que está redactado, sin embargo, en realidad es que se trata de una crítica de la edad adulta, en la que se tratan temas profundos como el sentido de la vida, la soledad, el amor, la perdida y la amistad.
El Principito es un cuento poético, en el que se narra la historia de un piloto perdido en el desierto del Sahara en donde, después de sufrir una avería, es ahí a donde conoce a un pequeño príncipe proveniente de otro planeta. La historia tiene una temática filosófica, en donde se tratan temas profundos, desde la perspectiva de extrañeza con la que los adultos ven las cosas.
Antoine Saint-Exupéry (su autor), nació en Lyon Francia en junio de 1900, quedó huérfano de padre a la edad de 4 años y fue criado en un entorno femenino de una familia aristocrática de la ciudad de Lyon, en donde su madre trabajaba como enfermera.
En 1917, terminó su bachillerato en un colegio marista en Suiza y se hizo piloto cuando estaba cumpliendo su servicio militar a la edad de 21 años.
Saint_Exupéry, fue ganador de varios de los principales premios literarios de Francia, y piloto aviador en la Segunda Guerra Mundial, ilustró el manuscrito mientras se encontraba exiliado en los Estados Unidos tras la batalla de Francia.
Vivió en Concordia Argentina y allí fue en donde conoció a su esposa, la millonaria salvadoreña Consuelo Suncin, quien era también escritora y artista.
Su unión matrimonial duró 15 años, y fue una relación muy turbulenta por la profesión de piloto aviador en la compañía Aeroposta, en donde su fama como escritor, y su bohemia y múltiples infidelidades los distanciaba, pero a la vez los reencontraba en momentos de gran felicidad. De hecho la rosa en el principito, se dice es un homenaje a su esposa. Su infidelidad y dudas acerca del matrimonio se ven simbolizadas por el campo de flores que se encuentra el pequeño príncipe en la tierra. Sin embargo, la rosa es especial, porque es a ella a quien realmente quiere.
Saint-Exupéry muere en un accidente de avión a la edad de 44 años, se especula pudo haber sido derribado por un caza alemán piloteado por el joven aspirante Robert Heichele, muerto más tarde en Francia. 
En septiembre de 1988, un pescador encontró, a casi un kilómetro de la isla de Riou, una pulsera de plata con la identidad de Saint-Exupéry, con su nombre y el de su esposa, y en mayo del 2000, un buzo encontró los restos de una aeronave P-38 Lighting, esparcidos en el fondo del mar cerca de donde fue hallado el brazalete.
Fuente: Wikipedia.
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idoltoons · 1 month
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Por el reciente cómic de cua do Amy era pequeña, se ve que Raviv se parecía mucho a su madre. ¿Será que en ese entonces se esforzaba a ser idéntica a ella para ser tomada en serio y no fue qué por su estancia en el reino de fuego comenzó a ser ella misma? Lo pregunto recordando cosas como los estándares de belleza de los reinos elementales (por el hecho de que se ve algo llenita en la actualidad) así como cosas que a hablado de Raviv.
Dentro de pocos capítulos después se dará una explicación respecto a Raviv y el porque de su cambio de apariencia y personalidad actual.
Aunque por ahí va la cosa, ya tienes más o menos la idea.
Digamos que... cosas sucedieron durante su época de guerrera, su propio orgullo la condeno a estar en una constante condición en la que debe tener control de sus emociones... Por eso se vio obligada a cambiar, aunque el ambiente en el palacio de Everett le ayudo mucho a hacerlo posible, pues conocer a Amy, Ares y a Adler la harían reflexionar mucho de su comportamiento y lo mucho que tenia que mejorar en ser mas dócil, gentil, bondadosa, vio un nuevo estilo de vida y le agrado.
En cuanto a su físico, digamos que sin decir mucho, su hambre se triplico tras su condición y tras retirarse de las grandes batallas físicas su cuerpo si subió algo de peso, aunque para ella es un reto adaptarse a esa nueva versión, es más feliz de lo que nunca fue cuando joven.
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yelek-galleries · 8 months
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Tremendo HSKWBDKWHDK ,todo fue impulsado por @zaikobt
Nombre: Akumu hayami
Apodo: Akabana
Edad: 14 años
Padres: desconocidos
Hermanos: desconocidos
Cumpleaños: 18 de agosto
Posición: Kinoto (Tsuguko del pilar del sonido)
Tutoria de:Sanemi pilar del viento/uzui pilar del sonido
Tipo de Respiración: Respiración del dragón,
Una mezcla de todas sus tutorias y una derivada de todas las Respiraciónes que aprendió
Posturas: 18
Primera postura: Dragón de tres cabezas
Segunda postura: muerte roja/Yamata no Orochi
Tercera postura: llama venenosa
Cuarta postura: rugido sonoro
Quinta postura: Mizuchi
Sexta postura: Ryūjin
Séptima postura: garras de acero
Octava postura: furia nocturna
Novena postura: escamas ardientes
Décima postura: Kiyo-hime
undécima postura: llama fluida
duodécima postura: ácido explosivo
trigésima postura: rugido silencioso
Cuatrigésima postura: aguijón veloz
quindecima postura: vuelo ágil
septendecima postura: cola de espinas
duodécima postura: Danza del Dragón
La mayoría de sus posturas utilizan acrovacias en el aire o saltos que alcanzan alturas grandes,no suele atacar en el suelo,siempre ataca desde las alturas y en silencio
Datos
• es demasiado bruta cuándo pelea puño a puño
• tiene una personalidad algo explosiva y 'llamativa'
• iba a acompañar a rengoku con diocito
Cuando le dijeron que murió,el corazón se le paro por unos segundos,su respiración se volvio agitada y sudaba frio,mientras le daba un ataque de pánico y ansiedad y se desmayó, pero su respiración no era notable y la mayoría pensaron que se petateo,por suerte shinobu confirmó que seguía viva
•cuando uzui se retiro se nego a ser pilar,y para no presionarla la tratan como s una cazadora normal,pero siempre se le llama a las juntas de los pilares y se le toma en cuenta como a uno
•su cabello era largo,hasta que en la batalla con gyotaru lo perdio,evitando morir decapitada
• cuando era más joven era una ladrona muy astuta,sus brazos están tatuados con esas marcas y tiene sicatrices en su cuerpo se los golpes que recivia cuándo la atrapaban robando
• considera a todo el equipo de casadores como su familia
• considera a inosuke,tanjiro y zenitsu como sus hermanos y a genya como su mejor amigo (aeseselohagarradesuburrito-)
• si sale viva después de derrotar a muzan,quiere rehacer su vida, tal ves casarse con alguien,tener un pequeño ranchito con vacas,caballos,pollitos,gallinas,gallos y cerditos y cumplir su sueño de ver los fuegos fuegos artificiales desde cerca...
@soutenir-les-artistes ✨️
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LA LEYENDA DEL AVE FÉNIX:
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El Fénix era un ave maravillosamente bella que vivía en el paraíso, junto con el primer hombre y la primera mujer, a los que seguía a todas partes...
Cuando Adán y Eva fueron expulsados, un ángel portador de una espada de fuego fue designado para cuidar las puertas del paraíso e impedir que la pareja pudiera volver al Edén...
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Empujado por el amor y la lealtad, el ave Fénix intentó impedir que las puertas se cerraran definitivamente para sus amigos...
Entonces, una chispa saltó de la espada del guardián y el hermoso plumaje del ave se encendió, terminando con su vida en una llamarada multicolor...
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Quizá como un premio por haber sido la única bestia que se había negado a probar el fruto prohibido, o quizás porque era injusto que un acto de amor terminara en una muerte así, el caso es que todos los ángeles estuvieron de acuerdo en concederle al ave Fénix varios dones, como el de sanar las heridas de otros seres vivos con sus lágrimas y el de la vida eterna...
Su inmortalidad se manifestaba en su eterna capacidad de volver a la vida resurgiendo de entre sus cenizas...
Según la leyenda, cuando le llegaba la hora de morir, el ave Fénix hacía un nido de especias y hierbas aromáticas y ponía en él un único huevo...
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Después de empollarlo durante algunos días, una noche, al caer el sol, el Fénix ardía espontáneamente, quemándose por completo y reduciéndose a cenizas...
Gracias al calor de las llamas, se terminaba de empollar el huevo y al amanecer, el cascarón se rompía, resurgiendo de entre los restos aún humeantes el ave Fénix...
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No era otra ave, era el mismo Fénix, siempre único y eterno, aunque siempre más joven y fuerte que antes de morir... Siempre más sabio porque tenía, además, la virtud de recordar todo lo aprendido en su vida anterior...
El mito del ave Fénix existe en casi todas las culturas ancestrales; y no solamente en las más antiguas tradiciones sagradas de oriente –egipcios, hebreos, sumerios y chinos– sino también en los mitos y leyendas del Nuevo Mundo –mayas, aztecas, incas y mapuches– tienen equivalentes similares...
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Volverlo a intentar...
En casi todas las latitudes es un animal de buen augurio, garantizando la vida y el eterno crecimiento de la raza...
En China, es una parte muy importante de la cultura tradicional...
Allí se describe clásicamente como un enorme pájaro con cabeza de serpiente, cuerpo de tortuga, alas de dragón, pico de águila y cola de pez, representando para algunos los cinco dones más virtuosos:
justicia, fiabilidad, coraje, compasión y humildad...
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Los que amamos los cuentos sabemos que, cuando una historia está tan presente a lo largo y a lo ancho de la geografía y de la historia , no puede significar más que una necesidad universal y compartida, una enseñanza o un aprendizaje que debe pasarse de generación en generación:
Aprender de los fracasos, volver a intentar lo que no se consiguió, enriquecido por la experiencia, y crecer en la adversidad...
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Un mensaje de los ancestros que hoy definiríamos como un elogio a la resiliencia y que, para los estrategas de la guerra, se resume en aquella conocida frase que anuncia que perder en la más cruel de las batallas, pero no morir en ella, solo consigue hacernos más fuertes...
Hay una etapa de la vida en la que tienes que renacer...
Así que levántate y emprende el vuelo...Amén...DTBM.!! 🙌🦋🌼🍃
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kamas-corner · 3 months
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El que abraza a una mujer es Adán. La mujer es Eva. Todo sucede por primera vez. He visto una cosa blanca en el cielo. Me dicen que es la luna, pero qué puedo hacer con una palabra y con una mitología. Los árboles me dan un poco de miedo. Son tan hermosos. Los tranquilos animales se acercan para que yo les diga su nombre. Los libros de la biblioteca no tienen letras. Cuando los abro surgen. Al hojear el atlas proyecto la forma de Sumatra. El que prende un fósforo en el oscuro está inventando el fuego. En el espejo hay otro que acecha. El que mira el mar ve a Inglaterra. El que profiere un verso de Liliencron ha entrado en la batalla. He soñado a Cartago y a las legiones que desolaron a Cartago. He soñado la espada y la balanza. Loado sea el amor en el que no hay poseedor ni poseída, pero los dos se entregan. Loada sea la pesadilla, que nos revela que podemos crear el infierno. El que desciende a un río desciende al Ganges. El que mira un reloj de arena ve la disolución de un imperio. El que juega con un puñal presagia la muerte de César. El que duerme es todos los hombres. En el desierto vi la joven Esfinge, que acaban de labrar. Nada hay tan antiguo bajo el sol. Todo sucede por primera vez, pero de un modo eterno. El que lee mis palabras está inventándolas.
La Dicha, Jorge Luis Borges
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jose92gt · 3 months
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Pequeña descripción de los nuevos personajes que tendran participación en esta segunda temporada de Vanguard Divinez, ademas Hikari tendrá participación en duelos se revelo su carta as
Aikawa Kuon: estudiante transferido que llega a la clase de Akina y Suo, es alguien que ha ganado variedad de premios académicos en conferencias es todo un genio
Yuna Saionji: normalmente esconde un secreto, pero tiene por idolo a Mikoto Saito
Kyoma Kurosaki: vicepresidente del grupo Seizo y el presidente de la empresa que es Taizo, han sido amigos cercanos desde la Universidad
Kanae Senka: vieja amiga de Nao y es una joven luchadora y talentosa tiene una personalidad peleonera es amante a las batallas
Hikari Myodo: gracias a su hermano goza de buena salud, debe estar en buenos terminos, pero. Que pasara alrededor de la hermana Akina me preguntó
Esto es lo mostrado de los nuevos personajes y extra lo de Hikari
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carolinemoon · 4 months
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"Lord Unwin Peake fue incapaz de seguir conteniéndose y se abrió paso para ponerse al frente. «¿Y este quién es? —exigió saber—. ¿Quién eres tú?» El joven se quitó la capucha. Cuando el sol se reflejó en el cabello de hebras plateadas y doradas que ocultaba, el rey Aegon III sollozó y se arrojó a sus brazos para envolverlo en un intenso abrazo. El «tesoro» de Puño de Roble era Viserys Targaryen, el hermano perdido del rey, hijo menor de la reina Rhaenyra y el príncipe Daemon, a quien nadie había visto durante los cinco últimos años y todos creían muerto desde la batalla del Gaznate"
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Este momento siempre será mi favorito de fuego y sangre 🩷, es tan bonito que a Aegon no le haga falta escuchar hablar a Viserys para reconocerlo, no duda ni por un momento que es su hermanito del alma con el que creció y por cuya supuesta muerte se culpó durante años, imagino que Aegon en esos momentos en los que miraba al cielo estrellado pensaba mucho en su hermano y le pedía perdón por no haberlo podido salvar 😞, pobrecito era imposible que pudiera hacerlo, pero era demasiado duro consigo mismo como para verlo de esa manera. Definitivamente cuando Viserys volvió le dio vida a Aegon y creo que en cierto modo su hermano lo ayudó a sanar esa herida y a darse cuenta de que él no tenía la culpa, ya que no hay ni un ápice de rencor en Viserys hacia Aegon, siempre fue su mano derecha y su persona de mayor confianza.
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x-z-x · 2 years
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ARENA Y METAL
→ Seth x Diosa!OC [Habibah]
✦ Sinopsis: Hathor genera su primer descendiente y Seth es el último en enterarse.
✦ Palabras: 5226
✦ Advertencias: Incesto / Smut + Asfixia erótica.
✦ English Version: Sand and Metal
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—¿Qué le sucede a Hathor?
Los presentes voltearon ante la nueva voz, y algunos rostros mostraron desagrado al ver quién era el nuevo integrante de la habitación. Seth alzó una ceja por las reacciones, mientras Sekhmet sonreía ampliamente, dispuesta a dar respuestas.
—Al parecer, su hija está causando problemas —rió con malicia.
—¿Desde cuándo ella tiene descendientes? ¿Quién de ustedes fue? —preguntó, ligeramente agresivo por la confusión.
—Ninguno —suspiró Maat, cruzando los brazos—. Hace tiempo tuvo una aventura y...
Seth hizo un sonido que manifestaba su opinión sobre lo idiota que era por caer en embarazo, y luego los observó con desconfianza, preguntándose si esto había sido un secreto que habían guardado solo para él.
—¿Qué hizo para que Hathor corriera por los pasillos entre sollozos?
—Nació con la belleza propia de su madre. Le gusta bailar y viaja con un grupo a distintas ciudades para dar espectáculos, pero su rostro está llamando bastante la atención —explicó Bastet.
—¿En serio, el problema es que tiene muchos pretendientes? —burló con un bufido.
—Va más allá de eso; algunos son divinidades que están comenzando a pelear y a generar caos —dijo Maat, marcando la importancia del asunto—. Pedimos que Hathor pusiera orden y exigiera que su hija actuara acorde a su título de diosa, pero...
—¿Diosa? ¿Su hija ascendió? —preguntó con menos simpatía.
—Es la Diosa de las Piedras Preciosas y Metales. Todo lo que usamos fue confeccionado por ella —dijo Thoth, señalando el impresionante collar que lo adornaba.
Isis sonrió con burla, pero Seth desechó la situación como una pérdida de tiempo y abandonó el lugar, dirigiéndose a su templo. Al llegar, contrariamente a lo que había dicho, ordenó a sus sirvientes más leales que buscaran a la joven que cautivaba a todos. Sin embargo, la información llegó varios meses después y, para entonces, cualquier interés había desaparecido.
Aún así, Hathor no dudó en enfrentarlo cuando se enteró de que él sabía que su preciada hija vendría a la ciudad. Nerviosa y alterada, no ayudó en absoluto que el hombre evitara minimizarla.
—¡No te metas con mi bebé! ¡Me encargaré de los pretendientes, eliminaré cada rastro de afecto y nada sucederá! —gruñó, frunciendo el ceño.
—¿Ahora decides actuar? Batallas y conflictos se han originado por su culpa, y ese es mi territorio.
—¡Ella es la víctima, no la responsabilices! Si le haces algo…
—¿Qué? —Seth enarcó una ceja, sonriendo desafiante—. ¿Crees que puedes enfrentarte a mí?
Hathor se puso bordó y la pupila de sus violáceos ojos se volvieron verticales, el aura que la rodeaba siendo sumamente amenazante.
—Haré lo que sea necesario para acabar contigo si te metes con ella, no me importa si debo cambiar los sentimientos de cada ser viviente para que la protejan y vayan contra ti —aseguró, mientras chispas surgían de la punta de sus dedos. Luego dio la vuelta y salió del salón.
—¿Desde cuándo se atreve a hablarme así? —murmuró molesto, golpeando con las uñas el trono que ocupaba.
Eligiendo ir sin importar las circunstancias, indicó que prepararan ropa menos llamativa y que cubriera bien su cabello rojo para pasar desapercibido. Se envolvió en lino y partió al anochecer hacia la zona indicada, donde frunció el ceño al ver la gran cantidad de gente que ya ocupaba los lugares delanteros.
—Señor, venga por aquí —avisó una joven con fina joyería y amplia sonrisa.
—No me toques —gruñó al sentir que lo sostenía del brazo.
—Por favor, tengo instrucciones de la intérprete principal para llevarlo a la primera fila —explicó sin perder la gracia.
Seth entrecerró los ojos y avanzó, notando que varios mortales vestidos como ella organizaban a los espectadores. Mujeres y hombres lo observaron pasar, preguntándose quién era para evitar quedarse atrás. Al detenerse, lo colocaron en un área con almohadones a pocos metros del escenario desmontable.
Con la puesta del sol, las antorchas fueron encendidas y los músicos se acomodaron en sus bancos, comentando en voz baja entre sí. Pasó un tiempo antes de que el espectáculo comenzara y, al cabo de un rato, un hombre finalmente dio la bienvenida y anunció el inicio de la interpretación. Los primeros en salir fueron un grupo mixto que danzaba en parejas o pequeños conjuntos, antes de romper formación para interactuar con los presentes. Seth admiró la presentación, preguntándose dónde habían encontrado a tanta gente hermosa y talentosa, mientras el público reía y aplaudía al contagioso buen ánimo de los artistas.
Los minutos fluyeron en una actividad diferente para él, el acto final arribando y levantándose una tela que reveló varias siluetas femeninas que acapararon toda la atención. Un ritmo diferente empezó a sonar, y el paño fue soltado por los hombres que se sostenían en escaleras. Nueve mujeres mostraron sus espaldas, con una destacándose en la punta de la formación en V. Poco a poco giraron, y finalmente apareció el rostro de la chica que Seth había venido a conocer, su boca quedando entreabierta en asombro.
Con una sonrisa confiada y seductora, y labios rojos como rubíes, la diosa levantó los párpados y reveló irises de un púrpura oscuro, con largas pestañas heredadas de su madre. Caminó lentamente mientras las demás mujeres se dispersaban por el escenario. En sincronía, comenzaron su coreografía con una actitud increíble. Cristales y cuentas doradas se entrelazaban y volaban al girar, las decoraciones brillando tanto como ella, mientras quitaba el aliento de todos los presentes.
Los rojos ojos de Seth siguieron cada movimiento, admirando las curvas que se ondulaban con picardía y lo ignoraron hasta que decidió aproximarse a la zona privilegiada. Se agachó con aire depredador y avanzó al borde del tablón apoyándose en manos y rodillas. La gente gritaba emocionada mientras ella mantenía el contacto visual, en un punto levantándose y meneando despacio las caderas. Recorrió sus piernas, muslos, cintura y cuello en un espectáculo sumamente sensual, antes de dar media vuelta y llamar a uno de los hombres que danzaban cerca.
La euforia se desató ante lo que podría suceder, con Seth apretando los dientes y observando casi sin pestañear mientras ella colocaba ambas manos en los hombros del masculino y comenzaba a rozarlo. Él la sostuvo y la hizo girar, reconociendo sus intenciones, y acarició el expuesto vientre, manteniendo una mirada desafiante hacia el dios. En ese punto, gracias al calor de las grandes antorchas y el baile, ella brillaba en leve sudor y poseía las mejillas sonrosadas como bellos granates.
—Te esperaré —indicó, la voz perdiéndose entre la música y el bullicio.
Seth entendió lo dicho por el movimiento de labios y observó cómo tiraba una pulsera a sus pies. Algunos intentaron estirarse para recogerla, pero él la cubrió con una mano y los miró con tal severidad que retrocedieron.
Una vez que el evento terminó decidió esperar alguna señal, de golpe el accesorio comenzando a calentarse y enseñar cierta fuerza que lo impulsaba a seguir una dirección. Se dejó guiar a través de un par de calles concurridas hasta doblar en un callejón, donde la mujer lo esperaba apoyada contra una pared, mirándose las uñas.
—Supe de tu existencia hace poco, a diferencia del resto —explicó con cierta recriminación.
—Es entendible. Según me dijeron, tu ánimo es bastante volátil y agresivo —dijo, encogiendo los hombros como si no le importara demasiado—. ¿A qué se debe tu visita? —inclinó la cabeza, acortando la distancia, pero pronto se vio incapacitada al arena envolver sus piernas.
—Como Dios de la Guerra y el Desierto, he venido a encargarme de los problemas que generas con tus conquistas.
Ella desvió la mirada y rodó los ojos en silencio, lo que llevó a Seth a emitir un sonido de advertencia que la instó a hablar.
—¿Tienes algún lugar más privado?
Seth consideró la pregunta entrecerrando los ojos, antes de tomarla del brazo y desaparecer en un torbellino.
—Esto es… —dudó al ver lo que la rodeaba.
—Mi templo —terminó la frase mientras se despojaba del lino innecesario, el colorado cabello quedando libre y adornándole los hombros.
—Wow —exclamó tocando suavemente un mechón—. Podría crear tantas cosas para realzar este color, es tan bello…
Seth la tomó alto por la muñeca en señal de advertencia, permitiendo que ella sonriera y le lamiera la mano sin desviar la mirada.
—Cuidado o te cortaré la lengua.
Bufando, se liberó del agarre y le dio la espalda, avanzando con elegancia hacia las enormes escaleras que llevaban a la edificación principal. Las joyas y hilos de gemas que colgaban de ella resonaban armónicamente en cada paso, brillando intensamente al acercarse a las antorchas.
—Es enorme, no me importaría pasar algunas semanas aquí —rió traviesa rozando una de las paredes.
Seth la seguía a una distancia prudente, sus pupilas distinguiendo cada movimiento y admirando todo lo que era. Desde que la vio por primera vez, una necesidad de origen desconocido crecía sin frenos en él, y ciertamente resultaba frustrante.
—¿Acaso ofrecí que te quedaras?
—¿No quieres? Soy buena compañía —volteó, retrocediendo de espaldas—. ¿Por qué crees que quienes me conocen pelean por tenerme? —guiñó un ojo.
—Sexo.
—Si fuera solo eso, ¿por qué no se olvidan de mí cuando me voy? ¿Qué los hace apegarse tanto? —aminoró la velocidad para quedar cerca—. Hoy mismo lo has visto, el público se excita al verme… Incluso tú.
Seth apretó los dientes en descontento, y ella sacó la lengua en burla.
—¿Tienes el permiso de tu madre para relacionarte con dioses?
—Hace siglos que no necesito su aprobación —rió—. Hoy le dije que intentaría evitar causar caos. Quién sabe, tal vez acercarme al Dios de la Guerra sea la solución.
—Serás más un dolor que placer.
La frase hizo que ella carcajeara antes de fingir una profunda reflexión.
—¿Tienes músicos? Tal vez un baile privado te cambie de opinión.
—Primero debemos resolver ciertas cuestiones —dijo indiferente, pero ella sabía bien que con un empujón caería—. ¿Cuál es tu nombre?
—Te lo diré dependiendo de lo que decidas luego de mi danza.
Él apretó la mandíbula, detestando la ligereza con la que hablaba y el brillo malicioso en sus ojos. La sonrisa permanente le ponía los nervios de punta, haciéndola lucir como si estuviera en control de la situación.
—¿Por qué vives como nómada haciendo espectáculos?
—Mortales o inmortales, cada ser nace con una familia a la que puede apreciar, o no. Mi madre es una de las mejores cosas que me han sucedido y siempre estará en mi corazón, pero el resto realmente no importa mucho. Conocí a personas con intereses compartidos, con quienes disfruto pasar los días. Confían en mí y yo confío en ellos, así que los escogí —explicó, un nuevo aire rodeándola—. No abandonaré esa caravana, no cuando todos los que aprecio tienen fecha de caducidad.
—Tienes sentimientos poco propios de una divinidad.
—¿Qué es un dios sin humanidad? Si no entiendes a la gente que debes proteger, representar y servir, ¿cómo puedes ser un soberano empático y respetable? —preguntó con pura seriedad en los ojos—. Sé que nunca reinaré Egipto, pero eso no me hace indiferente a quienes me rezan.
—Por cómo hablas, no me quedan dudas de que eres cercana a Osiris e Isis.
—Bien pensado, ambos participaron mucho en mi crianza —respondió, cruzando los brazos y poniendo peso en una cadera.
—Como sea —imitó su postura, observándola de arriba a abajo—. ¿Eres incapaz de ordenar a tus amantes que dejen de pelear por ti?
—La mayoría ni siquiera ha podido tocarme un pelo; solo luchan por el mero deseo de hacerlo. He intervenido, pero quien realmente debería ponerse a trabajar aquí es Nephthys y fomentar la paz.
—No cuestiono eso. Deberían haber recurrido a ella desde el principio.
—Es tu hermana. Si no actúa, podrías pedírselo.
—¿Quién crees que soy, un mensajero? —enarcó una ceja.
—Vaya —suspiró, inclinando la cabeza—. ¿Entonces qué, nos acostamos y dejamos que el rumor corra para asustar a los dioses?
—Realmente eres insistente. ¿Tanto me deseas? —chasqueó la lengua, sonriendo socarrón.
La pregunta arrancó un ruido seco de la chica, quien se acercó.
—No voy a negar que eres sumamente atractivo, pero desde antes de que asistieras al espectáculo sabía que esta noche tenías ganas de pasarla bien. Si no me acompañas, iré a buscar a alguien más que me complazca.
Seth inspiró y le sostuvo la mirada, su corazón acelerándose y debiendo contenerse de desviar la vista por como parecía acercarlo al abismo.
—Creo que ofreciste bailar para cambiar mi opinión, ¿o no?
—Al fin pasamos a lo importante —dijo complacida, retrocediendo un poco—. Guíame hacia tus músicos.
Inmediatamente tomó la delantera y le hizo esperar mientras ingresaba a una habitación. Desde el exterior, ella escuchó cómo hombres y mujeres lo saludaban apresurados, acatando sus órdenes y generando algunas notas accidentales mientras se movían. Una considerable fila de personas salió y la miró, ella sonriendo y disfrutando al ver cómo varios dejaban caer la mandíbula en sorpresa.
—¿Con qué se distraen? —preguntó Seth desde el fondo, su voz haciendo que todos abandonaran la estupefacción y aceleraran el paso.
—Si decides no tener sexo conmigo, me alegra saber que no tendré que buscar lejos.
Él le lanzó una mirada de reojo, apretó los dientes y luego sacudió el cabello hacia atrás.
—Vamos.
Caminaron con calma, y Seth entró primero en una enorme habitación donde un inmenso colchón reposaba casi a nivel del suelo. Postes con enormes cortinas estaban dispuestos para cubrir la cama del exterior, mientras cuatro sirvientas encendían incienso y preparaban alcohol.
—Suelten las telas laterales.
Otro pequeño grupo se apresuró a cumplir, liberando los nudos y dejando solo un sector descubierto.
—Interesante —comentó la diosa, dando algunos pasos por el ambiente.
Los músicos llevaron sus instrumentos y se acomodaron en lugares donde los gruesos paños los cubrieran, dejando claro la intención de solo observar a la invitada.
—Prepárate como desees —dijo Seth, haciendo un gesto indiferente antes de dirigirse a la cama y recostarse contra una gran montaña de almohadas.
Dos mujeres se acercaron con copas doradas llenas de vino, que ambos aceptaron antes de que el dueño del templo ordenara que se retiraran.
Mientras bebía con calma, la femenina se acercó a los músicos para discutir que deseaba. Ellos siguieron cada indicación e intercambiaron opiniones hasta llegar a un acuerdo. Satisfecha con el resultado, se colocó a varios metros del lecho, justo frente a la sección abierta.
—¿Listo? —preguntó.
—¿Tú lo estás? —respondió ella, enarcando una ceja mientras el incienso comenzaba a llenar el ambiente.
Guiñando un ojo, vació su copa de un solo trago y la levantó en el aire. Al recibir la señal, los artistas comenzaron a tocar mientras ella le daba la espalda, manteniendo el brazo extendido sobre su cabeza.
Meciendo despacio las caderas, el oro que sostenía empezó a derretirse y cambiar de forma. Chorreó por su brazo, formando primero una pequeña cabeza y luego un alargado cuerpo, la serpiente recién nacida enrollándose y descendiendo hasta posarse en su cuello. Con ambas manos sobre esta sensible zona, giró lentamente y sonrió con los ojos cerrados, dejándose llevar por el sonido. Acarició las clavículas y los hombros antes de extender los brazos, mientras el ficticio animal se movía por su pecho y la rodeaba. De repente, un trozo de lino cayó, revelando un seno.
Como si nada hubiera sucedido, continuó con su danza, el metal acariciando y abrazando cada parte de su cuerpo en el descenso. Sus decoradas muñecas y dedos rozaban la piel y creaban movimientos perfectos en el aire, fascinando a los presentes, quienes contuvieron el aliento cuando la serpiente llegó a la prenda que cubría su mayor intimidad.
Sin importarle nada, ella giró y colocó ambas manos en la zona posterior de sus piernas, levantando cuidadosamente un poco del paño. El reptil ató una de sus palmas al muslo para evitar que la retirara, aprovechando la oportunidad para deslizarse bajo la falda.
Un murmullo se escuchó desde el lado izquierdo y la femenina volvió la vista sobre el hombro para observar cómo Seth no despegaba la mirada, aunque una de sus cejas se contrajo involuntariamente al comentario que ella no llegó a descifrar. Con una sonrisa, lanzó la cabeza hacia atrás y s dobló el cuerpo hasta el punto de casi poder verlo, sus dedos libres acariciando desde el vientre hasta el seno expuesto, apretándolo con deleite.
La cola del animal la liberó de a poco y ella giró para mostrar como ésta emergía por el frente y empezaba a subir, así arrastrando la tela hasta el borde de revelar su entrepierna. De todos modos, no daría tal panorama e hizo que ligeramente cambiara de dirección y fuera de una forma donde no enseñara de más. Rotó sobre un pie, preparándose para el inminente golpe de tambor, y en ese instante cayó de rodillas con las manos extendidas y todo el cabello desparramado hacia adelante.
Lentamente fue irguiéndose y los músicos apreciaron los movimientos para acomodar el ritmo, al sentarse separando las piernas y acomodándose entre ellas. Conectó miradas y sintió cómo el rojo de los iris contrarios ardía, lo que le provocó una sonrisa antes de volver el rostro para observar a una de las mujeres que previamente había llamado su atención. Era bonita y toda una tentación si Seth decidía dejarla ir, y en menos de un segundo pensó en qué decirle para seducirla, hasta que la voz del dios resonó.
Todos salieron del trance y detuvieron sus acciones, los músicos apresurándose a recoger los instrumentos y abandonar la habitación. En unos minutos, quedaron a solas, y la mujer se acercó al pie de la cama, inclinando la cabeza con curiosidad.
—¿No te gustó la presentación?
Seth respiró hondo y bebió hasta la última gota de vino, descartando la copa fuera de la cama con un fuerte sonido. Se acomodó mejor y movió el dedo índice en un gesto que indicaba que se acercara. Ella sonrió y dio unos pasos en la cama antes de ponerse en cuatro, gateando hacia él hasta quedar encima. La serpiente, erguida con curiosidad, avanzó sobre el cuerpo del pelirrojo mientras ellos se observaban.
—Fue irrespetuoso que observaras a otra persona cuando debías convencerme a mí.
—¿Por eso cortaste el baile? Solo analizaba la mejor opción si decidías pasar de tal increíble oportunidad —justificó antes de acercarse más, dejando sus rostros a pocos centímetros—. ¿Cuál es tu respuesta?
Manteniendo silencio unos momentos, colocó la mano derecha en su cabeza para cerrar la distancia. Sus labios se encontraron y se enredaron rápidamente, los del masculino sintiéndose increíblemente suaves mezclados con el aroma del vino que habían bebido.
—Cuando decidiste conocerme, ¿habías planeado esto? —preguntó al separarse, él acariciándole la parte baja de la espalda.
—Eres la primera descendiente de Hathor y ella te había ocultado celosamente de mí. Solo fue curiosidad —respondió—. ¿Y tú? ¿Por qué me diste la pulsera?
—¿No es obvio? Me atrajiste desde el momento en que te vi. Definitivamente quería que compartiéramos la cama.
Seth esbozó una pequeña sonrisa de costado y le pasó el cabello hacia atrás, las líneas de gemas entrelazadas brillando en su mano mientras lo recogía.
—¿Cuál es tu nombre? —preguntó, deslumbrado aún más por su increíble aspecto desde cerca.
Ella sonrió e inclinó la cabeza hacia una de las cortinas, como si estuviera decidiendo si debía revelar la información. Finalmente, se volvió y besó la palma que reposaba en su mejilla.
—Habibah, que significa “aquella que es amada” —confesó, con una mirada que denotaba complicidad.
—Tu madre realmente sabía lo que hacía, porque es lo que todos parecen sentir al conocerte.
—¿Incluso el Dios de la Guerra y el Desierto?
—No soy como los demás. ¿Crees que podrás hacer lo mismo conmigo? —dijo con un toque de desafío, pero sonando más como una invitación a continuar lo que habían comenzado.
Aceptando el reto y todo lo que implicada, lo besó introduciendo la lengua y Seth tensó el agarre para enseguida tomarla de la cintura. Acarició la caliente piel y luego empujó hacia abajo, de esa forma ambas entrepiernas encontrándose y ella logrando sentir la erección. Con ninguna duda empezó a mover las caderas y el masculino soltó un pequeño suspiro complacido, sus dedos aventurándose a sostenerla del trasero.
Habibah pasó una mano entre los mechones rojos y descendió lentamente, recorriendo el pecho hasta centrarse en uno de los pezones. Seth apretó los dientes, deshizo el prendedor de la tela superior, y comenzó a acariciar lo que estaba a su alcance, ordenando que ella se acostara.
Sin cuestionar, movió algunas almohadas y se recostó contra el mullido colchón, observando cómo la serpiente se enrollaba en el brazo del hombre como un perfecto y hermoso accesorio. Él apenas tomó conciencia del oro y se enfocó en devolver las atenciones, Habibah cerrando e inspirando profundo cuando arribó a sus senos con los labios. Le acarició hombros y espalda, apenas arañando mientras lo sentía arder como el desierto bajo el sol y se concentraba en consumir cada cosa que tocaba.
El incienso comenzaba a hacer efecto, aligerando sus mentes y abriendo paso a un deseo intenso que los impulsaba a sostenerse con urgencia. Ambas caderas se buscaban frenéticamente hasta que jadeaban contra el otro en besos entrecortados, con piernas y brazos entrelazados en una conexión sin principio ni fin. Ambas caderas se buscaban frenéticamente hasta el punto de que jadeaban contra el otro en besos rotos, piernas y brazos entrelazándose en una conexión sin inicio o fin.
Habibah filtró una mano entre ambos y buscó con gran necesidad la erección, a la cual atendió con hábiles movimientos hasta que levantó la tela que tapaba su intimidad. Seth puso distancia y se apoyó en las rodillas deshaciendo la escasa vestidura y dejándola a un lado antes de encargarse de ella. Completamente desnudos y adornados solo con joyas, la femenina se acomodó mientras él la tomaba de las piernas y la arrastraba sobre sus muslos. El movimiento arrancó una pequeño sonido sorprendido de Habibah y él le miró expectante en el proceso de acariciarle la cara exterior de las piernas.
—Hazlo —animó ella, rozándole el estómago con una mano.
Seth apretó el agarre, dejando marcas momentáneas antes de soltarla y tomar su erección. Con un solo movimiento, introdujo la cabeza y luego empujó a buen ritmo hasta el fondo. Ambos gimieron, y la femenina inclinó la cabeza hacia atrás con una gran sonrisa, su espalda despegándose del colchón mientras tiraba de las sábanas.
—Sí que estás húmeda —gruñó, con los pómulos enrojecidos por la satisfacción.
—L-Lo dices como si fuera algo extraño. ¿Acaso las mujeres no se excitan contigo?
Ella tembló de emoción y placer cuando una mirada roja y afilada emergió entre los cabellos ardientes. La sensación de intenso cosquilleo la hizo reír divertida, hasta que casi gritó cuando él comenzó a embestir con fuerza. Quedó sin aliento y trató de recomponerse entre sonidos de puro impacto, el calor y el placer expandiéndose como olas desde el centro a cada rincón de su cuerpo.
—No deberías competir con el Dios de la Guerra —dijo, mostrando una expresión orgullosa.
—No me importa perder —respondió sinceramente, aunque sabía que eso solo avivaría más la llama.
Seth entrecerró los ojos y pronto recuperó la compostura, con falsa calma colocando ambas manos en el colchón mientras ella rodeaba sus caderas con las piernas. Ondeó las caderas sintiendo el falo pesar y el masculino reanudó el movimiento con gran potencia después de un siseo. Habibah lo atrajo hacia ella desde la nuca para besarlo, temblando al sentir cómo la lengua ingresaba y tomaba el control. Las embestidas eran constantes, con una resistencia propia de una persona que batalló incontables veces para defender Egipto.
Con ojos llorosos, admiró al hombre que se movía sobre ella y le apartó los mechones con ganas de verlo mejor, en ese instante notando los aros que se movían violentos al compás de su dueño.
—Te haré unos más lindos —dijo, rozando la fina y rectangular placa de oro.
—¿Cómo puedes pensar en eso en medio del sexo?
—Tal vez deberías esforzarte —presionó, notando cómo el ambiente cambiaba en un parpadeo.
La habitación cayó en silencio, y la piel de Habibah se erizó al darse cuenta de que había cometido un error.
—Date la vuelta —ordenó mientras salía de ella, aunque no esperó a que se moviera y la agarró del brazo empezando a acomodarla.
Cualquier duda desapareció cuando perdió nuevamente la capacidad de respirar, al sentir a Seth penetrándola de golpe y sosteniéndola del cuello con una fuerza considerable. Quedó como pez fuera del agua e intentó agarrarle la muñeca, pero la arena hizo que dejara las manos pegadas a la cama.
—Tal actitud con alguien que ha nacido mucho antes que tú es muy inadecuado —gruñó, con sus abdominales tensos y cambiando gradualmente el ángulo para rozar el punto que la volvería loca—. Hablar menos y aprender te haría mucho bien.
Involuntariamente, los ojos de Habibah se pusieron en blanco cuando él encontró el área más sensible, las piernas queriendo ceder pero sin poder hacerlo gracias a la fuerza con la que la sostenía.
—Se… th… —llamó, al tiempo que sus músculos se sacudían de una forma que nunca antes había experimentado.
—¿Hm? —preguntó, dejando de cortar la circulación de sangre.
Un poco de conciencia regresó a la femenina e intentó pedir un respiro por como estaba reaccionando a las perfectas administraciones. Sin embargo, Seth intensificó su empeño, impidiendo que pudiera hablar.
Maldiciendo internamente, dejó caer la cabeza mientras humedad escurría por los muslos, manchando ligeramente las sábanas. Seth la sostuvo de las caderas para mayor estabilidad, y le enrolló arena en el cuello, la picazón intensificando el efecto del placer y la estrangulación. Cualquier grito y gemido quedó ahogado o salió cortado, algunos jadeos logrando abandonarla mientras él respiraba pesado y ocasionalmente gruñía en profunda satisfacción.
Luchando por tragar y adorando el desafío, Habibah se concentró brevemente y puso en movimiento a la serpiente. Las caderas del dios perdieron ritmo, y ella miró sobre su hombro cómo la dorada criatura se mantenía firme alrededor de la garganta del pelirrojo.
—D-Dos… —trató de decir, y a propósito él aflojó las grava—. Dos pueden jugar… este juego —sonrió orgullosa, aunque pronto rodó los ojos y se apoyó en ambos codos.
Él respiró con dificultad, el metal sin ceder ni un poco y aumentando sus propias sensaciones.
—Sabía que serías un dolor si t-te traía al templo —gruñó con el ceño fruncido.
Habibah intentó reír, pero un sonido extraño escapó mientras veía cómo el orgasmo comenzaba a formarse.
—Pero tam… también te doy... placer —defendió, sintiendo los pulmones arder y forzando el oro para que sufriera lo mismo que ella.
Una queja desesperada y frustrada emergió del hombre, quien notó cómo la constricción enviaba ondas eléctricas a su erección. Apretó la mandíbula y echó la cabeza hacia atrás, con nueva urgencia arremetiendo contra ella para provocar el éxtasis que empezaba a asomar como una explosión.
Ambos parecían haber perdido el control de sus conciencias y cuerpos mientras se movían, abrumados por la necesidad de liberarse del placer que los consumía. Estaban al borde del desmayo, permitiendo breves momentos de calma en los cuellos antes de regresar rápidamente a la privación.
Los espasmos de Habibah se intensificaron, alcanzando un clímax que abrió un nuevo mundo de goce. Las piernas temblaban incontrolables, emitiendo sonidos lascivos mientras la humedad aumentaba considerablemente con la liberación. El exceso era tal que Seth no pudo soportar la presión de esas paredes, y el estímulo lo llevó al límite, culminando dentro de ella. Tembló y gimió en voz alta, dando las últimas estocadas con cierta dificultad hasta que la estimulación se volvió abrumadora y se detuvo.
Tanto el metal como la arena se aflojaron y los dos respiraron acelerado y pesado, con parpados bajos dejándose caer en el colchón y apreciando la comodidad. Habibah, boca abajo, giró lentamente para mirar al hombre, que tenía un brazo cruzado sobre la frente mientras se estabilizaba. Él lucía igual o incluso más hermoso que antes, con un perfil envidiable y un color de ojos y cabello que amaría destacar con varias creaciones.
—Eso estuvo bien —suspiró la joven mientras levantaba los brazos y se estiraba.
Seth le observó y sin saberlo hizo lo mismo que ella, en silencio admirando la belleza que con un solo vistazo logró capturarlo. Conversaron un poco y decidieron que esa sería la única ronda, aunque sus bocas no se salvaron de enredarse con algunos roces extras hasta que se rindieron al sueño.
Cuando el sol estaba en lo alto, el dios entreabrió los ojos y somnoliento tardó unos minutos en tomar conciencia de su entorno. Las esencias florales llenaban el aire, y ninguna era familiar, así que miró a su alrededor notando la ausencia de Habibah. Frunció el ceño y se sentó, dispuesto a levantarse para averiguar si ella se había ido, pero entonces escuchó un ruido en la habitación y, con cautela, corrió las cortinas.
De espaldas a la ventana, la diosa se miraba en el espejo mientras aplicaba un tipo de aceite a su rostro. El cabello lo tenía mojado y tirado hacia atrás, el sol que entraba y la iluminaba dándole de lleno para exitosamente eliminar la humedad con rapidez. Se hallaba visiblemente concentrada y no tomó conciencia de que Seth despertó hasta que sus descalzos pies hicieron leve ruido en el suelo.
—Buenos días —sonrió Habibah mientras se aplicaba perfume.
—Veo que encontraste los baños.
—Sí, después del espectáculo y nuestro enredo, necesitaba asearme.
—Aún tengo la pulsera que me lanzaste.
—Es tuya —dijo, mirando el objeto—. Con ella, si algún día estás aburrido y me extrañas, podrás encontrarme donde sea que esté y repetir lo de anoche —guiñó un ojo con aire pícaro.
Seth chasqueó la lengua y observó el accesorio, sintiendo cómo se le retorcía el estómago. Las piedras brillaban tanto como ella al sol.
—Lo tendré en cuenta.
—Aún así, deberás estar preparado para cuando mi madre te vea usando algo mío —advirtió, estirando el cuello para observar las marcas que él había dejado.
—No podrá hacer mucho —restó importancia, colocando una mano en su cadera—. ¿Te irás a la caravana?
—Sí, debo avisar que estoy bien y lista para la presentación de esta noche.
—¿Cuánto tiempo permanecerán en la ciudad?
—Hasta la próxima luna llena.
Guardaron silencio por un momento, y Seth cruzó los brazos, mirando hacia la ventana y el claro cielo.
—Quédate.
—¿Cómo? —Habibah alzó ambas cejas, admirando su cincelado rostro.
—Durante la noche, no duermas en la caravana. Ven aquí.
—¿Todos los días? —preguntó, sorprendida.
Seth asintió, y ella pestañeó consternada antes de asentir rápidamente.
—Me encantaría, gracias.
—Iré a bañarme. Haz lo que desees en el templo.
—¿Los problemas están incluidos? —inquirió con malicia, y él inclinó la cabeza.
—No.
—Pero…
—En caso contrario, te castigaré.
—De alguna forma, eso suena muy prometedor. Tal vez deberías darme una lección —rió, divertida y seductora.
—Recién me levanto —dijo entre un bostezo, con el rezago de la noche anterior aún presente—. Nos vemos después.
—Por supuesto, te despediré antes de irme.
Mientras veía su espalda, Habibah abandonó cualquier fachada y sonrió con astucia, sabiendo que el hombre estaba cayendo por ella. No era diferente a cualquier otro humano o divinidad, pero sin duda Seth era el que realmente deseaba y al que le daría todo si se rendía a sus pies.
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marias07 · 13 days
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🈳BNHA 4: Shattered Boundaries🈂️🌎 (Cover)
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🌍🈂️Coming Soon🈳🌏
🈳Sinopsis🈂️
Después de la épica batalla que salvó a Musutafu del comunismo, Deku, ahora considerado el héroe número 1 a tan solo 17 años, enfrenta nuevos desafíos. Aunque la ciudad se restablece y la U.A. se renueva con instalaciones mejoradas y un enfoque internacional, una oscura amenaza se oculta entre los nuevos estudiantes que llegan a la academia.
Una joven maltratada, en su desesperación por escapar de los abusos de Lisa Risotto, una tirana italiana con un pasado aterrador de destrucción de quirks, encuentra refugio en la U.A. Sin embargo, el terror de Risotto no se detiene; su influencia y poder amenazan a todos en la academia. A medida que Deku y sus amigos se adentran en la oscuridad que rodea a la joven, deben unir fuerzas para desmantelar el imperio de miedo de Risotto y proteger a aquellos que han sufrido bajo su régimen.
En "Shattered Boundaries", la lucha por la justicia se intensifica, y Deku descubrirá que ser un héroe no solo significa luchar contra villanos, sino también proteger y sanar a los vulnerables. Con la amistad, el sacrificio y el coraje como armas, el equipo de jóvenes héroes se embarca en una misión para liberar a la joven y acabar con la tiranía de Lisa Risotto, enfrentando límites que nunca imaginaron que tendrían que romper.
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apocarus · 2 months
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El egoísmo me lleva a tu puerta, el amor no regresa, aunque le suplicamos, ya hemos cumplido su condena, mis lágrimas han secado el fuego, tu ignorancia ha llenado la biblioteca, estaremos bien. Mis pies están en tu alfombra, el silencio viene de la tumba, quiero decir lo que mis palabras atragantan, pero, alargamos los segundos, tan cambiados, extranjeros en las tierras de cada uno, la piel ha mutado. No veo mis labios en tus venas, tú no encuentras tus huellas en mis parpados, Dios, el tiempo nos ha mutilado, el té saca el calor de nuestras almas, hay un reloj, en la demencia, sonando los minutos, la partida está cerca, esto, fue una medianoche. El cansancio me llevo a buscar tu balcón, tuve que trepar las escaleras, no recordaba los escalones, no sabemos bien que nos trajo aquí, nuestros cuerpos imanes descompuestos, tus labios secos, mis brazos fríos, esto no es el baile conocido. Esperas sin paciencia, me callo sin silencio, está el cuerpo temblando, la jeringa sería más cómodo que esto, quieres preguntar, la respuesta la tienes, la pregunta la dejaste al entrar. Estamos en el pasillo, tu sentado en la mesa, yo apoyada en la silla, recuerdas la manera de la luz del televisor en mis ojos, tengo el sabor de tu cabeza reposada en mis hombros, esta, todo instante de la habitación, los fantasmas al borde de nosotros. El amor se nos retiró en primera escena, sin embargo, llegamos a tres actos, estamos acá luego de cortinas, las reverencias quebró nuestras espaldas, no decimos a que venimos, las rosas muertas entre nuestros puños. Nuestras miradas aún no se cruzan, aún atestiguamos cada pasado que nos roza, me hablas, distante, voz de una mentira, te escuchó, oídos tapados de un culpable, estamos buscando una charla, que sucedió antes de nosotros. Te ríes, gimo, esto está doliendo en alegría, te tapas en la mano, la que sostuve en pena, muerdo los labios los que rozaste en ira, esto, no tiene una gran manera de ser. Estamos en la ventana, tus piernas se balancean en la caída, mis manos sostienen todo, menos tu cintura, no nos miramos, la puerta está abierta. Jamás nosotros, el amor nos abandonó a primera hora, tu nombre no sabe el mío, mi apellido no acosa el tuyo, estamos, detenidos, contenidos, si retenemos, la obra no termina. Pero, pero, el final se aproxima, el punto nos acosa, y, miramos el atardecer, mis pasos dan tres atrás, los tuyos dan cinco atrás. Batalla de amanecer a la reversa, las pistolas bajas, la despedida perdida, nos miramos al reflejo, te ves joven, ligero, bello, no mío, me ves libre, feliz, suelta, no tuya. La puerta se cierra detrás de mí.
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xjulixred45x · 11 months
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Estuve pensando....Satoru Gojo con un hermano mayor.
Ya sea que fueras varios años mayor que Satoru o solo un año, tan pronto como nació fuiste completamente olvidado por todo el clan Gojo, por supuesto, te mantuvieron con vida y continuaron amándote, pero definitivamente ya no eras una prioridad en absoluto a diferencia de tu hermano menor nacido con los Seis Ojos.
Al principio duele, pero rápidamente te das cuenta de que en realidad no es tan bueno ser tu hermano pequeño. Lo miman sin parar, sí, pero incluso cuando es sólo un bebé, ves como el resto de clanes lo ven como una amenaza, un incordio, algo más que un alguien.
y eso te duele aún más.
Entonces decides ser un buen hermano mayor para Satoru, incluso si él tiene el mundo sobre sus hombros, siempre intentas dejarlo ser lo más niño posible, ya sea mimándolo con dulces o sacándolo de las sesiones de entrenamiento , mostrándole juegos de Digimon (te lo agradece DE POR VIDA), etc.
y Satoru no es ajeno a esto.
todos lo saben, es un niño mimado cuando se trata de su "Gran hermano mayor" quien, aunque más débil que él, definitivamente se mantiene muy cerca mientras crecen. Satoru está muy agradecido de que intentaras darle una infancia aunque no fuera posible por su contexto, lo trataste con un gran cariño diferente a los demás, era tierno, dulce, genuino.
Gracias a esto siempre tuviste más "control" sobre Satoru que todos en el clan Gojo, ya sea para hacerlo comportarse o al menos no causar tantos problemas.
Satoru literalmente cambia su rostro por completo cuando fuiste TÚ quien le habló. ¿Viste esa escena en la que caminaba solo por la ciudad cuando era niño? Puedes apostar que lo estuviste buscando durante media hora y cuando te vio, fue de: "que me ven debiluchos" a "holi, hermanito mayor: D" en segundos.
En general Satoru es muy pegajoso con su hermano mayor, si tiene que salir con él, va agarrado a su pierna o a su mano, sobre sus hombros, a cuestas, etc. Su favorito personal es cuando su hermano lo carga, con los brazos alrededor del cuello y las piernas alrededor de el, incluso puede quedarse dormido así.
y ten por seguro que Satoru protege ferozmente a su hermano mayor, aunque no sea débil, la diferencia de poder entre ambos es abrumadora, por lo que Satoru no dudará en ponerse a la defensiva por su hermano. no solo en la batalla, sino también contra personas ignorantes que intentan dañarlo de alguna manera, ya sea manchando su reputación, haciéndolo sentir menos, cualquiera de esas cosas son una gran ofensa a los ojos de Satoru, no lo va a tolerar. .
Solo se vuelve más apegado a su hermano a medida que crece, si tienes novia/novio, Satoru los estará juzgando sin parar, para él nadie es digno de su hermano, pero si te hacen feliz, él es feliz. pero tendrían que cumplir un número mínimo de requisitos para entrar a la familia (incluso el Clan Gojo lo respalda con esto).
Satoru aprecia mucho la ideología de su hermano ahora que está en Jujutsu Tech, ahora que cree entender mejor lo que significa ser el más fuerte. pero cuando la realidad lo golpea con lo sucedido con Geto y Amanai, su hermano es el primero en consolarlo, incluso pensando que les ha fallado de alguna manera, pues se supone que ÉL es el hermano mayor quien protege al menor, y que No puede decir que era completamente joven, siente que le falló por completo a Satoru. que ha sido un mal hermano.
y Satoru no escuchará estas tonterías.
Satoru se niega a dejar que te menosprecies a ti mismo y a tus esfuerzos por cuidarlo, para evitar todo esto, eres el mejor hermano que podría pedir. el único.
(Imagínense su reacción cuando descubrió que Satoru había adoptado impulsivamente un niño de alguien que casi lo mata y además el MATÓ)
Ambos hermanos maduran con el paso de los años, puede que incluso tengas tu propia familia (con alguien a quien amas que milagrosamente pasó los requisitos de Gojo y Satoru) y si tienes hijos, carajo, Satoru los malcriaría MUCHO, es el por excelencia. tío divertido (y guapo, dice)
Los compañeros de trabajo de Gojo no entienden, ¿cómo diablos alguien como Gojo tiene como hermano a un hombre de familia dulce y considerado? Es un misterio para todos.
Satoru estaría algo más tranquilo si su hermano decide no seguir siendo hechicero, pero si continúa siendo hechicero, definitivamente hará que vaya a todas sus misiones con él, su hermano no es como él y él lo sabe, ellos Ambos tienen las mismas ideas, odian a los que están a cargo y se NIEGAN a permitir que les roben la juventud a estos niños.
pero Satoru no tiene una familia a la cual regresar, Satoru no tiene un hogar con personas que dependan de él de manera genuina y amorosa, su hermano sí. pero a los superiores no les molestaría si muriera simplemente porque no es él.
Por la misma razón, Satoru Gojo protegerá a los débiles aunque parezca agotador, salvará el mundo si es necesario, porque también en este mundo está su hermano, y además el mundo que su hermano quiere proteger es solo la mitad del suyo.
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