#silencio incómodo....
Explore tagged Tumblr posts
eloiscs · 10 months ago
Text
Tumblr media
' entonces continuaré dándote los mejores elogios para verte ruborizado ' hablaba en serio y al mismo tiempo no. no le molestaba darle cumplidos, cosa que sale natural en ella, también ayuda que es fácil pasar el tiempo con caleb. era una respiro de aire fresco entre tanto fifi y creídes. ' luego te regalo uno, vi un par de viejas con unos. sería una lástima si lo pierden ' se deja caer de hombros, dramatizando como si fuese verdaderamente triste que perdiese una sombrilla alguna mujer que tiene millones en sus cuentas de banco. ' está bien, puedes proseguir con tus maniobras ' le da la razón, que se había gastado suficiente tiempo metiéndose en aquel vestido como para que terminase siendo un desastre por su propia impaciencia. ' ¿quedó bonito? ' le pregunta, haciendo un fallido intento de mirar a su espalda. que va, no podía ver nada. solo termina dándose la vuelta, dedicándole una sonrisa de agradecimiento. ' acepto efectivo, solamente ' da la vuelva al asunto con una divertida expresión, estirando su mano en el aire. ' ¿habías venido antes a subastas? las que conozco te vendían un abrigo usado por cinco dólares. nunca nada como, ya sabes, botellas de vino de más de diez euros, si pagaré más de cinco mil espero que venga lady gaga a servirlo directo a mi copa. '
Tumblr media
‘ si lo consideras una recompensa debe interesarte saber que vas por el buen camino ’ la sonrisa se desliza entretenida, la personalidad de eloise le ha parecido divertidísima desde el primer momento que cruzó camino con ella. es fácil tontear de esa forma. ‘ va, no quisiera dejar a tus nietos sin el legado familiar ’ con cuidado, pasa la melena femenina por uno de los hombros opuestos a fin de dejar más visión de la zona. ‘ tienes que darme mi tiempo eloise, ¿quieres que haga un desastre o no? ’ ni qué decir de que le está recordando a primeras experiencias de la adolescencia que merecen la pena olvidar. ‘ va ’ recibir la luz verde le anima a hacer un nudo y, a pesar de las palabras foráneas, intenta hacer un lazo que se viera medianamente decente. la mención de los anuncios le pilla de improvisto y le hace soltar alguna que otra carcajada. ‘ toda la razón, o cuando ya lo tuviera casi listo me saldría un anuncio de treinta minutos antes de ver el segundo paso ’ gracioso, le da una pequeña palmadita en el hombro al concluir. ‘ todo listo, serán treinta euros por las molestias ’
84 notes · View notes
santpablo · 3 months ago
Text
El asunto
Todo estará bien, siempre y cuando el asunto no sea mencionado. Su nombre, sus circunstancias, sus hipótesis, su existencia; todo aquello que concierne al mismo, debe descartarse.
¿Acaso alguien duda del poder de la palabra? Que ese insensato se acerque y me permita mencionar el asunto en su cara. Quiero verlo intentar una réplica antes de derrumbarse. Quiero ver cómo aprende.
El silencio se hace escudo ahora. Nosotros lo entendimos. Un elefante en la habitación todavía deja espacio. Aquí se puede vivir. ¿Existe algún asunto? Todo estará bien, todo estará bien.
1 note · View note
sweetillnessofm · 1 year ago
Note
¡hola! antes que nada escribes muy bien, y fui fan de tu trabajo pasado, sigue así🫶
queria pedir algo de rough angry sex con enzo🫣después de una discusión!!
holii, aparezco gente, gracias por tus comentarios bonitos anon🫶 espero esto les guste 😪
kiss and make up☆
(one shot)
ADVERTENCIAS/TAGS🗯: enzo vogrincic x reader, smut, rough sex, fingering, kinda mean enzo(?), hair pulling, cum swallowing
Tumblr media
todo empezó por una mandarina.
o bueno, eso creyó enzo al principio.
desde que despertaron ambos en la mañana, el mayor pudo notar que tus ánimos no eran los mejores. apenas dándole los buenos días te dirigiste a la cocina para hacer el desayuno; sin ni siquiera un beso, o un abrazo, ni el típico rato que pasaban enrollados uno con el otro entre las sábanas disfrutando del calor corporal... pasaste de él.
trató de no hacerse mucha mente y unos minutos después bajó a la cocina donde te encontró de espaldas, frente a un sartén del cual se desprendía el olor de unos panqueques. se acercó hacia ti con pasos un tanto ruidosos para que no te asustaras cuando sintieras sus brazos rodear tu cuerpo, y apoyó su mentón en tu hombro cariñosamente, observando desde arriba los alimentos que preparabas.
"te comiste mi mandarina, enzo" espetaste con fastidio, saliendo de su abrazo y moviéndote hacia el tacho de basura para desechar unas cáscaras.
"¿cómo?" respondió con el ceño ligeramente fruncido, sintiendo genuina confusión.
"anoche, anoche cuando llegaste te comiste la mandarina que dejé en la heladera" te giraste hacia él enfrentándolo. "ya yo estaba dormida" murmuraste y devolviste tu atención al sartén caliente.
el castaño pareció recordar su travesura. "aah, sí, sí. sí me la comí, pero no creí que te molestaría, chiquita" dijo con un tono suave y se volvió a acercar a tu cuerpo "perdoname, no es tan grave, sabés que puedo salir a comprar más-".
giraste los ojos, más enfadada que antes. "déjalo, ya, no hace falta" serviste en los platos de cada uno los panqueques y le tendiste el suyo a enzo "toma, provecho".
consumieron sus desayunos en silencio, evitabas la mirada del castaño a toda costa con tus ojos fijos en el plato. confundido y pensativo, enzo quiso preguntarte si realmente era una simple mandarina lo que había causado tanta molestia en ti, cuando fue interrumpido por el sonido de una de sus alarmas recordándole que se le estaba haciendo tarde para llegar al trabajo, que era una nueva película en la que llevaba dos meses participando.
se disculpó contigo y te dio un beso en la frente antes de lavar su plato y subir a la habitación a prepararse, dejándote con la mirada perdida en la mesa y terminando tu desayuno sola.
en algún tiempo libre del día te llamaría y trataría de arreglar las cosas, pensó, no podían quedar mal por un pequeño error de él y una simple fruta. sí, definitivamente eso haría.
si tan solo hubieras contestado sus llamadas.
llegó el mediodía cuando sentiste la primera vibración de tu celular, y en vez sentir felicidad al ver el nombre de "mi vida ♡" en la pantalla, solo sentiste tu pecho llenarse con un incómodo sentimiento de enojo. lo mismo fue con la segunda, con la cuarta, y la séptima llamada, tanto así que llegó a un punto donde tuviste que silenciar por completo el aparato.
no estabas segura de por qué actuabas así, te sentías como una nena malcriada hasta cierto punto, pero supusiste que era por los días que llevabas acumulando tus sentimientos reales.
obviamente tu malestar no era por una mandarina, eso solo fue un gatillo para que se disparara tu estado de ánimo reprimido. la realidad era que te sentías descuidada por enzo.
desde que empezó con su nuevo papel pudiste notar como cada vez pasaban menos tiempo juntos; habían menos oportunidades para salir, para las actividades que solían hacer antes, para tener sexo. apenas teniendo un corto momento en las mañanas para poder sentir el calor y el cuerpo del otro antes de que el mayor se despidiera, no era suficiente. te hacía mucha falta y sentías también que no tenías siquiera el tiempo para poder expresarle cómo te sentías.
al principio era tristeza pura lo que te llenaba pero con los días se transformó en rabia. porque enzo parecía no darse cuenta y parecía que no se sentía afectado.
cayó la noche y estabas saliendo de la ducha cuando escuchaste la puerta de la habitación abrirse.
"¿amor?" escuchaste la voz preocupada del castaño "nena, qué pasó? te llamé mil veces y no me contestaste ninguna, me tenías mal" se acercó rapidamente a ti cuando te vio salir del baño envuelta en una toalla. "de verdad necesitaba hablar con vos, pero sabés como es todo, no podía regresarme a la casa" tomó tus manos entre las suyas, mirándote preocupado.
"disculpame, me quedé dormida" respondiste tosca. te soltaste de su agarre y fuiste al ropero a buscar tu pijama.
"pero por qué no me devolviste las llamadas?" siguió tu andar con su mirada y chasqueó la lengua. "mirá, no sé si realmente estés así por la estupidez de la mandarina, te dije que podía comprarte más, pero si no es eso necesito que me digas ya qué carajos tenés".
notaste como progresivamente su tono de voz dejaba de ser suave y comprensivo para volverse más alto. "desde que despertaste me tratas diferente, ni siquiera un beso nos dimos. todavía en la cocina me girás los ojos y me sacás de encima así sin más, y en todo el desayuno me ignoraste, te buscaba la mirada y nada" negó con la cabeza.
"entonces aparte de eso te llamo porque realmente me preocupa estar bien con vos, porque sos mi mujer y te amo, y qué recibo? el jodido buzón" se pasó una mano por el cabello, con estrés. "no soy adivino, necesitamos comunicarnos, entendelo".
"te preocupa estar bien conmigo?" esta vez fue tu turno de responder, alterada. "te preocupa tantísimo que en estos dos meses te has distanciado un montón y hasta ahora sigues sin darte cuenta?" estabas casi gritando, finalmente le estabas contando la verdad, aunque en una circunstancia que se pudo haber evitado. "andate al carajo" te giraste hacia el ropero de nuevo buscando la ropa, esperando de espaldas a él con la piel erizada una respuesta filosa de su parte.
"entonces era eso," rió con amargura "te costaba demasiado decirlo desde antes? sabés lo importante que es decirnos este tipo de mierdas, dios" con cada oración se iba acercando más a ti. ajena a ello seguiste buscando entre las gavetas.
continuó "parece que sí, porque tuviste que esperar y llegar a este punto, para que yo llegara cansado del rodaje y en vez de ser recibido con un abrazo al menos, soy recibido con este berriche". te diste la vuelta rápidamente hacia él para protestar cuando lo encontraste muy cerca de tu cuerpo, con sus ojos clavados en ti.
teniéndolo tan cerca pudiste observar con detalle su expresión. iracundo, con el cabello desordenado, el ceño fruncido, los ojos llenos de agotamiento y una mandíbula apretada, tensa.
realmente esta era una parte de enzo que no conocías, porque sus discusiones solían ser tan tontas y reducidas que ninguno de los dos acababa enojado propiamente. claro, hasta ahora.
algo que no esperabas en lo absoluto era que tal cosa empezara a causar una humedad entre tus piernas...
tal vez ya te estabas volviendo loca por la falta de sexo.
negaste con la cabeza tratando de deshacer tus pensamientos. "es esto solo un berrinche para ti, enzo?" soltaste con rabia. "dime, crees que no me afecta estar jodidamente sola acá en la casa? nada más que esperando como imbécil a que llegues tarde por la noche y ni siquiera podamos hablar un rato, porque llegas durmiendo. y ni hablar de los días libres donde nada más lees y lees guiones".
caminaste pasando de él y dijiste a lo ultimo "hace cuánto tiempo que no cogemos?" el tono de tu voz ya había bajado, casi en derrota.
al ver que enzo se quedó de espaldas a ti sin responder, suspiraste y te quitaste la toalla que envolvía tu figura, para empezar a vestirte.
con la mirada fija en el suelo, a punto de deslizar por tus piernas las bragas que escogiste, sentiste como enzo se abalanzó sobre ti haciendo chocar tu espalda contra la pared que había detrás de ambos, con su boca empezando un camino de mordidas y chupetones nada suaves en tu cuello, hacia tus hombros y clavículas.
gemiste agarrando sus brazos, sintiendo sus manos recorrer desesperadamente tu desnudo cuerpo y bajar hacia tu culo, el cual amasó con fuerza acercándote lo más posible hacia él. en un movimiento involuntario abriste las piernas, lo cual aprovechó el mayor para introducir una suya en el espacio entre ellas y poder rozar su muslo contra tu coño.
jadeaste al sentir la fricción de la tela contra tu clítoris y empezaste a mover tus caderas con la intención de estimularte más, cosa que no lograste por el fuerte agarre que tenía enzo en estas. en cambio, sentiste como este empujó su pierna ásperamente contra ti, restregándola de atrás hacia delante y mojando la tela con tus jugos en el proceso.
"entonces lo que querés es que te coja, no?" musitó contra tu oreja, soltando una pequeña risa sin gracia al escuchar tus agudos gemidos.
desviaste tus ojos hacia algún punto de la habitacion, evitando su pregunta.
detuvo los movimientos de su pierna mirando con sorpresa el desastre que estabas haciendo en su pantalón "mirá como estás de mojadita... acaso te calienta que discutamos? mhm? decime".
tomó con fuerza tu mandíbula obligándote a mirarlo. "te calienta que me enoje con vos".
no querías admitirlo aunque en el fondo sabías que era cierto. era algo que nunca habías sentido hasta ahora. "puede ser" dijiste sin aliento "igual, n-no puedes culparme, si estoy así es porque me has descuidado".
"ah, en serio?" dijo bajando su mano hasta tu coño e introduciendo dos dedos de golpe, haciéndote soltar un grito ahogado. "no sabía que por unos cuantos días sin sexo te volverías tan sucia, sos terrible".
esto no era nada parecido a las otras veces que tenían relaciones. esta vez eran acciones bruscas y descuidadas, movimientos en los que podías sentir el enojo de enzo y tal vez la misma desesperación que tu llevabas sintiendo hace semanas. todo muy distinto a las caricias delicadas y palabras de amor a las que estabas acostumbrada
y te estaba encantando.
enzo comenzó a mover sus dedos rápidamente dentro de ti, abriéndolos y cerrándolos en forma de tijeras ocasionalmente para poder estirarte, con su otra mano todavía sosteniendo tu cara con firmeza. sus bocas se rozaban sin llegar a besarse como tanto anhelabas, cada vez que intentabas acercarte al mayor este se separaba burlándose de ti y causando que formaras un puchero.
"aw, qué pasa amor, ahora querés que te bese?" dijo el contrario con falsa inocencia. "no fuiste vos la que me estuvo rechazando toda la mañana?"
sintió como te apretabas alrededor de sus dedos, intentando callar tus gemidos, y empezó a dar movimientos circulares en tu clítoris con su pulgar sabiendo que así no podrías contenerte. "estás cerca chiquita?"
"s-sí en, no pares, por favor-" los jadeos y gemidos comenzaban a salir de tu boca cada vez más fuertes.
curvó sus dedos golpeando con fuerza tu punto más dulce, y cuándo sintió tu cuerpo entero tensándose a punto de derrumbarse ante el orgasmo, los sacó por completo dejándote vacía, lloriqueando con tu coño pulsando alrededor de la nada.
"no, no, enzo, p-por qué?" tus piernas flaquearon por el orgasmo perdido pero el fuerte agarre del castaño en tu cuerpo te mantuvo firme.
"perdoname chiquita, pero quiero que nada más te corras conmigo adentro". llevó sus dígitos mojados de ti hacia tus labios y sentiste tus propios fluidos en ellos. "si tanto querías que te cogiera..."
"chupalos" dijo en referencia a sus dedos y abriste tu boca obedientemente succionandolos con vigor, saboreándote a ti misma, hasta que los dejaste limpios.
enzo te encaminó hacia el tocador que estaba al otro lado de la habitación, tus caderas chocando con la madera de este al llegar. te giró bruscamente dejándote ver en el gran espejo el reflejo de la imagen tan caliente de ese momento.
un enzo totalmente vestido, ocupado desabrochándose el cinturón, detrás de tu figura desnuda y llena de las marcas que dejó previamente en ella con su boca y sus manos. tus mejillas rojas al igual que tu boca de tanto morderla.
sentiste como enzo separaba tus piernas con su pie desde atrás y finalmente deslizaba su miembro entre tus labios, esparciendo tu humedad en él.
"metemela ya, en" arqueaste tu espalda alzando tu culo hacia él, persiguiendo su polla "te lo ruego-"
"que impaciente saliste," susurró en tu oreja, y sin más demora metió de una estocada su miembro en tu agujero arrancándote un gemido lastimero. "tan desesperada por tener una pija dentro".
al instante comenzó sus embestidas duras y rápidas, jalando con su mano un puñado de tu cabello y con la otra agarrando fuertemente tu cadera, tan fuerte que estabas segura de que aparecerían marcas.
solo te quedaba gemir y lloriquear al sentir como golpeaba fuertemente tu punto dulce con la punta de su miembro. en parte sentías alivio de por fin tener su polla dentro de ti, y por otra parte un hormigueo nuevo de excitación te crecía en todo el cuerpo por la manera ruda en la que te cogía. apoyaste tus manos en la mesa del tocador como soporte y observaste en el espejo la escena que ambos hacían.
enzo se deleitaba mirando como su miembro desaparecía en tu coño con cada estocada, sus ojos fijos en la forma en la que rebotaba tu culo. jaló con más fuerza tu cabello haciendo que echaras tu cabeza hacia atrás y tu cuello quedase expuesto a su boca, con la cual empezó a succionar y moder tu piel nuevamente causando que tus ojos se pusieran en blanco.
"e-enzo, besame" drogada de placer suplicaste al mayor quien, sin reducir la rudeza de sus embestidas, soltó tu cabello y envolvió sus brazos en tu torso, pegando tu espalda a su pecho.
recostaste tu cabeza en su hombro cuando sentiste su mano tomar tu mentón y girar tu cara hacia la suya, juntando al fin sus bocas en un hambriento y desordenado beso donde sus lenguas se enredaban.
gemiste en la boca de enzo quien gruñía con desespero al sentirte apretar su miembro, por lo que rompió el beso y habló "ya te vas a venir, chiquita? sí?" sus caderas no dejaban de chocar contra las tuyas, lo miraste con lágrimas de placer formándose en tus ojos y asentiste. "venite, preciosa, venite sobre mí".
a pesar de tus intentos de mantener contacto visual, inevitablemente tus ojos se cerraron al sentir un orgasmo azotarte con fuerza. te estabas viniendo sin siquiera haberte tocado a ti misma. espasmos recorrían tu cuerpo y tus piernas se volvían débiles con temblores, mientras que tus paredes se contraían una y otra vez en la polla del mayor haciéndolo gemir por lo bajo.
la velocidad de sus movimientos se redujo, pero no la profundidad, penetrándote así a través de tu clímax y sintiendo el suyo cerca.
cuando el conocido hormigueo se hizo presente en su vientre, salió del calor de tu coño y te giró dejándote frente a él. te arrodillaste aún temblorosa entendiendo el mensaje.
"abrí la boquita, amor" jadeaba mientras masturbaba su miembro frente a ti, moviendo su mano con rapidez.
obedeciste y abriste la boca, acercándola a la punta donde con tu lengua trazaste pequeños círculos llevando al castaño al límite. sentiste las calientes tiras de semen caer en tu boca, la cual cerraste tragando entero ante la mirada oscurecida de enzo.
la abriste de nuevo y sacaste tu lengua ante él, mostrándole que no dejaste nada. te ayudó a levantarte del suelo y empezó a besarte con desespero envolviendo tu cintura con sus fuertes brazos.
"perdoname por descuidarte, mi vida" rompió aquel beso juntando sus frentes, y habló con el tono de voz calmado que usaba siempre, ya relajado. "tenías razón, no me estaba dando cuenta de lo mucho que me hacías falta".
"no, perdoname tu a mí. sí debí decírtelo antes" susurraste acariciando su mejilla suavemente con tu mano.
"crees que me pasé?" el castaño recordó de repente la rudeza de su actuar hace unos momentos, escaneando tu cuerpo y observando todas las marcas que dejó en él.
"definitivamente no," no pudiste evitar soltar una pequeña risa ante su preocupación. "de hecho, creo que deberíamos discutir más seguido, no lo sé" bromeaste y reíste más al verlo lanzarte una mirada reprochadora.
"definitivamente, te volviste una sucia" dijo enzo sin poder ocultar la sonrisa divertida que se formó en su rostro.
928 notes · View notes
deepinsideyourbeing · 11 months ago
Text
Movie Night - Enzo Vogrincic
Tumblr media Tumblr media
+18! Friends to lovers, un poco de Dom!Enzo, sexo oral (fem!reader recibe), fingering, sexo sin protección (don´t do that), posible alusión a size kink/size difference, breve orgasm denial, begging, creampie, dirty talk, edades no especificadas, uso de español rioplatense.
Es viernes por la noche y llueve, diluvia, pero Enzo insistió en ver una película.
Es una tradición que mantienen hace tiempo, pero la costumbre se vio interrumpida por el casi interminable rodaje de una película y un sinfín de eventos y premieres. Naturalmente estás feliz por él, por su éxito profesional y personal, pero extrañás a tu mejor amigo y tenerlo cerca.
-¿En qué pensás…?
Su voz te saca de tu ensimismamiento y cuando volteás a verlo notás el atisbo de una sonrisa en sus labios, pero te forzás a mirarlo a los ojos y negás con la cabeza, sin saber qué explicación dar. El silencio se apodera de la habitación pero lejos de ser incómodo, es reconfortante.
-¿Qué querés ver?- pregunta, luego de un rato de ojear las opciones disponibles en Netflix.
-Lo que quieras.
Ambos se acomodan en el sofá, sus cuerpos en sintonía adoptan la posición usual: cada uno en un extremo, tus piernas sobre su regazo y uno de sus brazos aprisionando tus pies cerca de su abdomen.  Por un segundo te preguntás cómo es que después de tanto tiempo todo sigue igual, pero te distraen los créditos iniciales de la película y la trama te absorbe en poco tiempo.
Enzo arroja algún que otro comentario, se ríen de escenas que conocen de memoria, y es casi suficiente para olvidar la tormenta y el sonido del viento tras las ventanas. Casi… Cuando te sobresaltás una, dos, tres veces, él decide que intentar calmarte con palabras no basta.
-¿Tomamos algo?
Se ponen de pie al mismo tiempo y se dirigen hacia la pequeña cocina de su departamento. En algún momento entre tu llegada a su hogar y el inicio de la tormenta, la temperatura bajó y Enzo te prestó un suéter, pero ahora tus pies descalzos sufren un poco el frío de la cerámica; esperás a su lado mientras él prepara todo y se distraen repitiendo los diálogos de la película, él imitando las escenas al pie de la letra y vos adorando su interpretación, las muecas que transforman su rostro y cómo se ven las líneas de su cuerpo bajo la tenue iluminación.
El destello de luz proveniente de la ventana pasa desapercibido y segundos más tarde el fuerte estruendo de un trueno provoca que te asustes e intentes cubrir tus oídos. Tu mano golpea una taza (tu taza, esa que él compró exclusivamente para vos)  y cae directo al suelo, haciéndose añicos y arrojando sus restos en todas las direcciones. Apretás las labios y comenzás a disculparte, pero Enzo te interrumpe.
-No es nada, nena. Cuidado ahí- te agarra de la muñeca para evitar que te muevas, su mano cálida te provoca escalofríos y un temblor te recorre de pies a cabeza. En un rápido movimiento te sujeta por debajo de los brazos y te sube a la encimera para evitar que te cortes.
-Perdón- susurrás, angustiada, por lo que se acerca para consolarte y te abraza.
-No pasa nada- asegura, masajeando tu espalda con delicadeza. Deshace el abrazo lentamente, acomoda un mechón de cabello tras tu oreja, pero su mano permanece sobre tu mejilla y su mirada se posa sobre tu boca. Su pulgar comienza a delinear tu labio inferior, tira de él casi sin fuerza mientras te sostiene la mirada de manera intensa. Tu respiración se entrecorta y tus pupilas se dilatan, pero aún así él necesita tu confirmación-. ¿Qué querés? Pedímelo.
-Enzo…
-Decime qué querés- repite.
-Besame.
Al principio sólo roza sus labios contra los tuyos de manera delicada y cariñosa, casi inocentemente, pero el beso comienza a tornarse más y más desesperado conforme pasan los segundos. Sujeta tu rostro mientras su lengua se abre paso entre tus labios, asaltando el interior de tu boca y transmitiendo la necesidad y urgencia que lo consumen. Rompe el beso para tomar un poco de aire, no sin antes morderte el labio y robarte un suspiro que te avergüenza un poco.
Aprisiona tus mejillas entre sus dedos para obligarte a mirarlo a los ojos mientras acaricia tu cintura, tu cadera y por último tu pierna, erizándote la piel y provocándote. Tus manos en su cintura lo atraen aún más hacia tu cuerpo y es entonces cuando lo sentís entre tus piernas, duro. Estás a punto de bajar la mirada, curiosa y excitada, pero la fuerza de sus dedos te mantiene estática, volviéndote espectadora de cómo cambia su rostro cuando comienza a rozarse contra tu centro: cierra los ojos, sus cejas se contraen y sus labios entreabiertos dejan escapar una respiración temblorosa.
Sentís el calor emanando de su cuerpo a pesar de las prendas que separan su piel de la tuya y su agarre en tu muslo tornándose cada vez más fuerte, bordando esa línea que te causa más placer que dolor. En el instante en que cerrás los ojos, presa de las sensaciones, sus movimientos se detienen y él se aclara la garganta. Lo mirás, tus ojos suplicando, pero él sólo sonríe.
-¿Qué?
-Sos hermosa- besa la comisura de tus labios-. Pedime lo que quieras.
-Ya sabés lo que quiero- contestás, casi sin aire y un poco molesta-. Por favor.
-Por favor…,  ¿qué?- sus besos comienzan a descender por tu mentón hasta llegar a tu cuello y tus clavículas, alternando entre tus puntos más sensibles-. Decilo.
-Cógeme, Enzo, por favor.
Captura la piel de tu cuello entre sus dientes haciéndote gemir con fuerza, su cadera chocando una vez más con la tuya, antes de pasar sus manos por debajo de tus muslos para levantarte y poder llevarte hacia su habitación. Te recuesta en su cama, las sábanas limpias están impregnadas con su perfume y tus sentidos repletos de él, pero nada es suficiente para opacar el rastro ardiente que dejan sus labios en cada centímetro de piel que tocan.
Te despoja de tu short y tu ropa interior en un segundo y se recuesta entre tus piernas, comienza a regar besos en el interior de tus muslos y muerde tu piel hasta dejar una que otra marca, tus gemidos y suspiros incitándolo a continuar con su tortura por un tiempo prolongado. Su rostro es de concentración absoluta o devoción, no lo sabés con exactitud, pero eso deja de importarte cuando sentís su boca cada vez más y más cerca de tu entrepierna.
Uno de sus brazos te inmoviliza al rodear tu cadera, su pulgar traza una línea desde tu entrada mojada hasta tu clítoris para así lubricar la zona antes de comenzar a dibujar círculos sobre este. Observa atentamente tu reacción, casi perdiéndose en la imagen frente a él, y sólo aumenta la velocidad de sus movimientos cuando suplicás por más. Ahogás un grito cuando por fin sentís su lengua en vos, aunque es sólo sobre tus pliegues, y tus dedos se enredan en su cabello sedoso.
-Todavía no…- susurra, cesando sus movimientos.
Estás a punto de reclamarle, pero introduce un dedo en tu entrada y en lugar de una queja, de tu boca escapa un gemido. Sus labios encuentran tu clítoris y comienza a succionar con fuerza, alternando con su lengua, mientras continúa moviendo el dígito hasta sentir la forma en que te contraés. Introduce otro dedo, extasiado por el sonido que producen en contacto con tu humedad, y continúa asaltando tu interior hasta que tus piernas comienzan a temblar.
Tu orgasmo te golpea como una avalancha: cerrás los ojos con fuerza al sentir el placer extendiéndose hasta las puntas de tus dedos, tu espalda se arquea y repetís su nombre una y otra vez. Enzo no separa sus labios de vos y continúa moviendo sus dedos, cada vez con más lentitud, hasta que tu respiración vuelve a la normalidad. Retira sus dedos y observás casi avergonzada la forma obscena en que los introduce en su boca para probar tu esencia.
Comienza a desnudarse y notás, además de su bulto, que su ropa interior está humedecida con líquido preseminal. Se deshace de sus prendas rápidamente, pero incluso así percibís una sombra de inseguridad atravesando sus facciones y tu corazón se encoge por un instante. Cuando vuelve a la cama se posiciona entre tus piernas y entrelazás tus manos en su nuca, acercándolo para poder devorar sus labios frenéticamente: sentís tu rastro en su boca, en su lengua, y la idea te fascina.
Tus dedos se deslizan por su cuerpo ardiente, delineás con lentitud su pecho y su abdomen para luego tomar su miembro caliente con un firme agarre. Su respiración se torna agitada y jadea producto del placer que tus movimientos le otorgan, muerde tu cuello y tu hombro mientras la palma de tu mano y tus dedos se humedecen con su excitación. Tu pulgar juega con su punta, de un rojo furioso y tan tentadora, hasta que echa la cabeza hacia atrás. Una de sus manos se cierra sobre tu muñeca al tiempo que descansa su frente sobre la tuya, su cabello te hace cosquillas.
-¿Qué…?
 -Necesito cogerte- deposita un beso en tu sien antes de estirarse para tomar algo de la mesita de noche-. Eso es lo que querías, ¿no?
Asentís enérgicamente y ahogás un gemido cuando ves la forma en que el lubricante cae sobre su miembro, su mano masajéandolo para distribuir el producto, antes de dirigirse hacia tus pliegues y tu entrada para darles el mismo tratamiento. Coloca una de sus manos al lado de tu cabeza y descansa todo su peso en ella, bloquea tu visión del techo con su cuerpo haciéndote sentir pequeña y completamente a su merced, una sensación que adorás.
-Por favor- suplicás-. Metémela.
Desliza la punta de arriba hacia abajo, juega con tu clítoris por unos instantes antes de centrarse en tu entrada y comenzar a introducirse. Su tamaño es mucho mayor al que alguna vez experimentaste y provoca cierto ardor, así como un par de lágrimas que mojan tus pestañas antes de sentir sus besos sobre tus párpados repetidamente.
-Sh, yo sé que vos podés- susurra para calmarte. Sus caderas se mueven casi milimétricamente para permitir que te acostumbres a la intrusión, la sensación es suficiente para hacerte perder la cabeza y hundir las uñas en su piel-. ¿Así te gusta? ¿Sí…?   
-Más, Enzo, por favor.
Se adentra por completo y gritás de placer cuando sus embestidas se tornan brutales, abusa de tu interior mientras una de sus manos se cola sutilmente por debajo de su suéter y comienza a jugar con tus pechos: sus dedos se cierran sobre tus pezones, los pellizca, tira de ellos hasta hacerte llorar y pedirle que pare, que siga, suplicando hasta que tus palabras pierden todo sentido.
Se detiene por un segundo para adoptar otra posición y toma tus caderas con fuerza, acercando tu cuerpo al suyo tanto como le es posible y moviéndote completamente a su antojo. El roce de tu centro con su pelvis causa estragos en tu ser y te sentís al borde de otro orgasmo, pero lo que finalmente te lleva al clímax es su mano presionando sobre tu abdomen bajo, justo donde su miembro provoca un bulto. Tus manos encuentran sus muñecas y el placer es tan intenso que por un segundo intentás detenerlo, incapaz de tolerarlo, pero él continúa con sus movimientos.
-Dios, cómo me encanta tu conchita apretada- dice entre dientes, capturando tus muñecas con una mano y tirando de ellas hasta que quedás sentada sobre él-. Me encantás.
Su mano acaricia tu cabello, tu rostro y se desliza fugazmente sobre uno de tus pechos cubierto por su suéter. Se recuesta y colocás tus manos sobre su pecho desnudo para ayudarte, creás un suave vaivén con tus caderas mientras sentís las yemas de sus dedos recorriendo tus muslos y cómo la fricción con su piel amenaza con llevarte al borde de la sobre estimulación. Tus piernas se fatigan rápidamente y tus músculos protestan, pero aún así continuás con tus movimientos hasta perder el equilibrio.
-No puedo…- lamentás, avergonzada, pero su sonrisa es tranquilizadora al igual que sus caricias en tu costado. Incluso en un momento así, sus pupilas dilatadas no impiden que su usual calidez siga reflejándose en sus ojos oscuros y en los gestos que te dirige.
Apoya las plantas de sus pies en el colchón para darse impulso y comienza a embestirte con tanta fuerza que caés sobre su pecho. Besás su cuello, sus clavículas y cada centímetro de piel que encontrás hasta llegar a su boca y confesar entrecortadamente cuánto te encanta, cuán profundo se siente dentro tuyo, le otorgás permiso para hacer con vos lo que él quiera.
Tira de tu cabello para obligarte a mirarlo a los ojos, su mano desciende hasta tu cuello y te besa desesperadamente. Entre besos te ordena que te toques y cuando lo hacés sabés que no vas a durar mucho más: no con la precisión de sus movimientos, dando en tu punto dulce repetidamente, o con la forma en que su mirada busca la tuya constantemente.
-Voy a…- un gemido le impide terminar la oración.
-Adentro, por favor- suplicás.
El ritmo de sus caderas se vuelve errático, ansioso,  pero cuando te escucha gemir su nombre y siente tus paredes contrayéndose no puede evitar salpicar tu interior con su semen. El calor de su orgasmo prolonga el tuyo aún más y te movés levemente sobre él, disfrutando la forma en que se queja a causa de la sensibilidad. Tu oído descansa sobre su pecho y oís sus latidos.
-Enzo…- cerrás los ojos por un momento al sentir sus dedos dibujando formas sobre tu espalda, alzás la vista para encontrar sus ojos-. Te quiero.
Una sonrisa se apodera de sus labios, su belleza te hace suspirar.
-Yo también te quiero- besa tu frente-. Muchísimo.
Sentís tus fluidos y los suyos sobre su abdomen, goteando por tus muslos, pero permanecen así durante largo rato mientras repiten te quiero un sinfín de veces.
taglist:
@madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
524 notes · View notes
eloiscs · 6 months ago
Text
Tumblr media
‘  no tienes que pedir gracias, eran unos estúpidos, debí decirles que mi papá es el dueño del festival o alguna mentira así  ’  chasquea su lengua, fastidiada por actitudes tan creídas cuando todos iban al mismo festival de todas formas. comentario la hace reír, terminando por sacudir su cabeza en negación.  ‘  dudo que el helado tuvo algo que ver, bebé… no es culpa tuya que la gente decida ser tonta  ’ da un par de palmaditas sobre el hombro ajeno, esperando que le hiciera sentir un poco mejor que situación había sido bastante incómoda.  ‘  ¿a mi? me gustan los sorbet, mango, frambuesa, el de limón también es rico  ’  mueve su cabeza de un lado a otro imaginando todos los sabores ricos de helado que habían, venían perfecto con el clima también.  ‘  ¿a ti de qué te gustan?  ’  cuestiona ahora, girándose hasta nara.  ‘  ay, también quería pedirte perdón por asustarte con eso de la brujería. no iba en serio.  ’
Tumblr media
hasta la hizo dudar a ella con lo del vip, ¿se había pasado por alto semejante detalle? pero es hasta que observa reacción de terceres que pequeña sonrisita se posa sobre pétalos, burlona podría decirse, divertida por ocurrencia tan veloz de mayor. ' muchas gracias... ' de camino fuera de la zona, susurra mientras maniobra para ir limpiando sus manos tras haber tirado el helado al cesto de basura. ya no tenía reparo. ' ¿y si el helado me trajo mala suerte? me sentí el tipo ese de lilo y stitch que siempre se le cae... ' si su tono de voz sigue bajo es porque ahora lo que ella misma pronuncia le parece hasta un poco tonto, ' busquemos de los que sirven en vaso. ¿de qué te gusta? '
38 notes · View notes
amar-y--ya · 8 months ago
Text
AMOR
Espero que cuando encuentre el amor, sea algo mágico e incapaz de describir con palabras. Deseo que ese amor me de paz y tranquilidad; pero a la misma vez deseo que sea un amor intenso en el que ambos estemos dispuestos a dar la vida el uno por el otro de ser necesario sin pensarnosla dos veces. Deseo que no nos de miedo demostrar cuánto nos queremos. Quiero encontrar a alguien con quien no tenga miedo de mostrarme como realmente soy, alguien a quien le gusten mis rarezas y quién conteste todas las preguntas tontas que suelo hacer. Quiero encontrar a alguien con quien pueda reír, bromear, chismear, pero a la vez alguien con quién también pueda tener una plática significativa, hablar de temas profundos, de todo aquello que por lo general no decimos en voz alta. Quiero encontrar a alguien que de repente me suelte un dato random a media plática; que entre nosotros exista una conexion genuina y que los silencios incómodos por fin se vuelvan cómodos. Deseo que me tenga toda la confianza del mundo para que me exprese cada uno de sus sueños, temores y sentimientos. Quiero que trabajemos juntos y nos esforcemos por que nuestro amor sea sano y recíproco.
Pero lamentablemente en este mundo eso es pedir demasiado, ¿verdad?...
-(Fragmento encontrado en mi diario 14/12/23)
251 notes · View notes
dariann-garcia · 4 months ago
Text
Es incómodo cuando un nombre que solías pronunciar se convierte en silencio.
73 notes · View notes
euphememoon · 10 months ago
Text
Tumblr media
"Oh, vale... está bien." Comprobó que, poco a poco, comenzaba a pensar con más claridad, el nerviosismo anterior (y poco entendido) desapareciendo a medida que la conversación ponía rumbo hacia un sendero más común entre ellos. Como era habitual, se negó a pensar en las razones de esto, sentimientos que prefería dejar apartados en un lado de su mente para un futuro análisis, que tendría que llegar, tarde o temprano. "No era mi intención entrometerme", añadió, aunque no estaba muy segura de ello, pues siempre querría conocer todo sobre Jonathan, a pesar de las repetidas ocasiones en las que este había exigido que cesara toda comunicación entre ellos. La vida ajena siempre interesaría a Mary. Por eso, agregó: "Me alegro mucho de que te vaya bien con tus clases, de verdad." Después, se encogió de hombros, mirando a su alrededor brevemente. "Estoy buscando trabajo por la zona...", explicó. Evidentemente, nunca le diría que saber que él pasaba por allí habitualmente era un incentivo más para encontrar trabajo cerca de donde se encontraban. Dadas sus conversaciones anteriores, sabía que eso no le gustaría demasiado. "Un trabajo que realmente me apasione y que no tenga nada que ver con el Ministerio." Ya había cometido ese error una vez.
Tumblr media
Notó que, por alguna razón inexplicable, o quizá simplemente porque así era su carácter, Mary se mostró nerviosa de igual forma. Pestañeó un par de veces y negó otras, sintiendo el rubor pintar sus mejillas. Al final, parecieron escapársele las palabras, y sólo pudo decir, de manera contundente: "No hay ninguna chica, Mary" aclaró. Quería que quedara bien establecido, ni idea del porque, sólo lo necesitaba. "Es una compañera más entre las decenas de compañeros que tengo" y francamente no es como que se fijara mucho en la gente que le rodeaba, más allá de Mira, su única amiga en clases. "Simplemente la mencionó y, sí, es todo eso, pero... No me interesa de esa forma" lo había pronunciado porque escuchó que le intrigaba a un sujeto con el que de vez en cuando platicaban él y su anterior acompañante. "Y él no es mi amigo, es sólo un compañero. Se llama Theodore" informó, sin tampoco prestarle mucha atención al sujeto. Tras una pausa, expresó. "Sí, están bien" corroboró. La verdad es que ir a la Academia, finalmente creer encontrar un propósito, le estaba sentando bien. Realmente le gustaba la Magizoología. "¿Normalmente pasas por aquí seguido? Siento que te veo demasiado..." Más de lo que preferiría, que era básicamente nada. De hecho, entre menos se la topara, mejor. No deseaba que Mary se creara ideas erróneas.
10 notes · View notes
flourishedbae · 5 months ago
Text
Foragissa Análisis / Foragissa Analysis
@pepper-mintzyy here is the post we promised <3 thanks to @galaxynest for the translation and support in the analysis
📌ESP
Foragissa. “Solo debes lastimar a quienes lo merecen, no a los inocentes”
Foragissa es un personaje creado por MissaSinfonia para la serie de Minecraft “El Dios de Todo”, protagonizada por JuanSGuarnizo. Foragissa hace su aparición en el capítulo 20 de la serie, como un vaquero extraterrestre con el que Juan (el personaje principal) se encuentra durante uno de sus viajes.
El episodio se desarrolla en Coyotia, un planeta desértico donde existe un pueblo con el mismo nombre y donde se realizan carreras de naves. En este lugar, más específicamente en el bar local, es donde el espectador y el personaje principal conocen por primera vez a Foragissa. Él es presentado como un vaquero temido por todos en el pueblo, conocido por su mal carácter, su vocabulario grosero, su temperamento explosivo y su tendencia a burlarse de los demás.
Al principio, la personalidad de Foragissa parece ser la de alguien conflictivo, a quien le gusta causar problemas y disfruta del silencio incómodo que genera su presencia en el bar. A medida que avanza el capítulo, se da a entender que Foragissa disfruta haciendo sentir mal a las personas, ya que suele insultarlas con frecuencia. Sin embargo, hacia el final del episodio, se revela que en realidad proviene de otro lugar donde insultar a alguien es una muestra de buena fe y aprecio. Además, sus insultos no son tan fuertes como parecen.
Después de este capítulo, Foragissa no vuelve a aparecer hasta el episodio especial titulado "El día de Oday". Lamentablemente, hay poca información disponible sobre este episodio, ya que no se encuentra en YouTube y los clips que circulan son escasos. En este capítulo, se revela que Foragissa tiene un hijo llamado Billy, con quien mantiene una relación cercana, ya que el chico parece admirar mucho a su padre. Billy tiene 18 años, y el episodio gira en torno al Día del Progenitor en Coyotia.
A través de los pocos clips disponibles en Twitter (@BauldeMissa), se muestra que Foragissa tiene un lado cómico. También se menciona que, debido a su especie, no puede envejecer de forma normal. Su skin está inspirada en el logo de su canal y en un personaje de Star Wars (Kad Vein). Además, se insinúa que Foragissa tiene 15 esposas, aunque esta información no fue confirmada ni desmentida por el propio personaje.
Durante el episodio especial, en una escena donde Oday, Foragissa y Billy están en un puesto de feria, aparece una paloma negra. La comunidad de Missa (los "Missaurios") interpretó que esta paloma negra era en realidad un cuervo, lo cual consideraron un cameo de Philza. Esto dio lugar a la idea de que Crowfather (un personaje interpretado por Philza) y Foragissa podrían tener algún tipo de relación. Además, cuando los personajes se preguntan quién es la madre de Billy, muchos fans especulan que podría ser Maffy (la pareja en la vida real de Missa). El capítulo también juega con la idea de la bisexualidad de Foragissa, ya que en el mismo episodio se menciona que el personaje también tiene novios.
A pesar de su carácter, Foragissa es querido en Coyotia, aunque no es particularmente reconocido. El sheriff local lo conoce y, en el capítulo especial "El día de Oday", prefiere defender a Foragissa antes que a unos bandidos que afirmaban que él les debía dinero. Sus secuaces le tienen mucho respeto y lo llaman "jefecito", lo que refuerza la idea de que son como una familia.
Si bien Foragissa inicialmente presenta una fachada de rudo y mal hablado, un análisis más profundo revela una personalidad mucho más compleja. Su comportamiento puede interpretarse como una forma de defensa, una máscara que oculta sus verdaderas emociones. La cultura de su planeta natal, donde los insultos son una muestra de afecto, influye significativamente en su forma de comunicarse. A pesar de que insultar es parte de su cultura, comprende que en Coyotia estos son considerados una falta de respeto, por lo que siempre evita decirlos y regaña a su hijo para que no hable de esa forma con gente a su alrededor, aquí también se puede vislumbrar un lado más vulnerable y protector, especialmente en su relación con su hijo Billy.
Cómo paréntesis: En la cultura Hispanohablante, tenemos grados de insultos, desde los más suaves hasta los más fuertes, por más suaves pueden ser palabras como tonto, bobo, etc. hasta los más fuertes que pueden ser hijo de puta, pendejo, puto, etc. Por eso, cuando el personaje de Foragissa fue introducido, nos dimos cuenta de que sus insultos eran los más suaves, sin quitarles el peso de que son insultos.
Un aspecto importante para destacar es que las personalidades de los personajes de Missa suelen desarrollarse de manera natural. Aunque muchos de estos personajes pueden parecer fuertes o tener personalidades extremas, en el fondo, siempre se revela que tienen un buen corazón. ¡No dudes en añadir más información en los comentarios si sientes que nos hace falta!
📌ENG
Foragissa. “You only affect those who deserve it, not the innocent.”
Foragissa is a character created by MissaSinfonia for the Minecraft series “El Dios de Todo”, starring JuanSGuarnizo. Foragissa makes his appearance in chapter 20 of the series, as an alien cowboy that Juan (the main character) meets during one of his trips.
The episode takes place in Coyotia, a desert planet where there is a town with the same name and where ship races take place. In this place, more specifically in the local bar, is where the viewer and the main character first meet Foragissa. He is introduced as a cowboy feared by everyone in the town, known for his bad temper, his rude vocabulary, his explosive temper and his tendency to make fun of others.
At first, Foragissa's personality seems to be that of someone conflictive, who likes to cause trouble and enjoys the awkward silence that his presence in the bar generates. As the chapter progresses, it is implied that Foragissa enjoys making people feel bad, as he tends to insult them frequently. However, towards the end of the episode, it is revealed that he actually comes from another place where insulting someone is a sign of good faith and appreciation. Also, his insults are not as strong as they seem.
After this chapter, Foragissa does not appear again until the special episode titled "El dia de Oday (Oday's Day)". Unfortunately, there is little information available about this episode, as it is not found on YouTube and the clips that circulate are scarce. In this chapter, it is revealed that Foragissa has a son named Billy, with whom he maintains a close relationship, as the boy seems to greatly admire his father. Billy is 18 years old, and the episode revolves around Progenitor's Day in Coyotia.
Through the few clips available on Twitter (@BauldeMissa), it is shown that Foragissa has a silly side. It is also mentioned that, due to his species, he cannot age normally. His minecraft skin is inspired by his channel logo and a Star Wars character (Kad Vein). Additionally, it is hinted that Foragissa has 15 wives, although this information was neither confirmed nor denied by the character himself.
During the special episode, in a scene where Oday, Foragissa, and Billy are at a fair booth, a black dove appears. The Missa community (the "Missaurios") interpreted this black dove to actually be a crow, which they considered a cameo by Philza. This gave rise to the idea that Crowfather (a character played by Philza) and Foragissa might have some sort of relationship. Also, when the characters wonder who Billy's mother is, many fans speculate that it could be Maffy (Missa's real-life partner). The episode also plays with the idea of ​​Foragissa's bisexuality, as in the same episode it is mentioned that the character also has boyfriends.
Despite his character, Foragissa is well-liked in Coyotia, although he’s not particularly recognized. The local sheriff knows him, and in the special episode, he prefers to defend Foragissa rather than bandits who claimed he owed them money. His Henchman are very respectful of him, and they call him "Jefecito" reinforcing the idea that they are like family.
While Foragissa initially presents a rough, foul-mouthed facade, a deeper analysis reveals a much more complex personality. His behavior can be interpreted as a form of defense, a mask that hides his true emotions. The culture of his home planet, where insults are a sign of affection, significantly influences his way of communicating. Even though insults are part of his culture, he understands that in Coyotia they are considered disrespectful, so he always avoids saying them and scolds his son not to speak that way to people around him. Here, too, we can glimpse a more vulnerable and protective side, especially in his relationship with his son Billy.
As a parenthesis: In the Spanish-speaking culture, we have degrees of insults, from the mildest to the strongest, as mild as words like stupid, bobo, etc. can be, to the strongest, which can be son of a bitch, pendejo, etc. That is why, when the character of Foragissa was introduced, we realized that her insults were the mildest, without taking away the weight of the fact that they are insults.
An important aspect to highlight is that the personalities of Missa's characters usually develop naturally. Although many of these characters may seem strong or have extreme personalities, deep down, it is always revealed that they have a good heart.
Feel free to add more information in the comments if you feel we are missing something!
Links to Foragissa “Silly” side:
Links to some sources from the lost media “El dia de Oday”: Some Clips:
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
113 notes · View notes
olee · 1 year ago
Text
Amor y Odio II | Enzo Vogrincic
Tumblr media
Para: los que quieren volver con su ex!
Parte 2:
Lo primero que cruza por tu mente es recordar todo lo compartido con la persona con la que te has encontrado de manera inesperada. Al mirar a Enzo, percibes sorpresa en su rostro, y te das cuenta de que la colisión ha causado que tu nariz sangre.
Enzo, también asombrado, busca rápidamente una servilleta en la cafetería y te la ofrece para cubrirte la nariz. Sin embargo, con un tono agresivo, le retiras la servilleta de la mano y le dices: "Déjame, yo me encargo". La tensión en el aire es palpable mientras tratas de manejar la situación de manera independiente, incluso en medio de la sorpresa de encontrarte con tu ex en un lugar tan inesperado.
Enzo te mira, aún visiblemente impactado, y te pregunta de manera titubeante: "¿Cómo estás?" Luego, señala la mesa cercana en la cafetería para que te sientes. Asientes y lo observas con seriedad, sosteniendo la servilleta en tu nariz. Él busca dos vasos de agua y te entrega uno, sentándose a continuación, mientras el silencio se instala, cargado de pensamientos reflexivos.
La realidad es que todavía estabas impactada, como si el universo los hubiera juntado sin explicación. Al mirarlo seriamente, Enzo rompe el silencio y pregunta de nuevo: "Eh... ¿cómo estás? Veo que no andas por Uruguay". Respondes bruscamente, "¿no es obvio?" Enzo te mira y corrige su tono, "Cierto. Eh... ¿cómo va todo?" Tú le respondes con seriedad, sin mirarlo a los ojos, "bien, trabajando... ¿y vos?" Enzo pone una sonrisita y te dice, "muy bien, mejor dicho, me siento fantástico". En ese momento, lo miras a los ojos y te reís cortamente con sarcasmo, comentando, "me imagino".
Un tenso silencio llena la cafetería y decides levantarte del asiento, tomando tu cartera. "Bueno, si es así, me voy", anuncias. Enzo, rápidamente, se pone de pie y te detiene: "¡Espera! Por favor, (tu nombre), hablemos. Si quieres, nos vemos mañana o algo, eh... ¿hasta cuándo vas a estar aquí?" Tu respuesta es contundente, con un tono de rechazo: "Yo no quiero hablar contigo para nada. Vos decidiste dejarme, y ahora no me tenés. Así que vete pal carajo", expresás antes de marcharte rápidamente por las calles de Madrid.
Entonces, en medio de la calle que estabas cruzando, Enzo te agarra y te dice con urgencia: "(tu nombre), porfa, hablemos". Tu mirada se encuentra con la suya en un tenso intercambio, la luz se pone roja y los autos detrás comienzan a tocar bocina. Ante la presión del momento, decides ir con él al Parque del Retiro para hablar. La tensión persiste en el aire mientras se adentran juntos en el parque, dejando atrás el caos de la calle y permitiéndose un espacio para desentrañar las complejidades de sus emociones.
Caminando por el Retiro, intentas evitar mirar a Enzo y él hace lo mismo. Un silencio incómodo envuelve la conversación, pero él finalmente comienza a contarte las cosas que le han sucedido desde que se separaron. "Pues, en dos días voy para Los Ángeles para una audición con, puede ser que sea con la producción de Star Wars y...", pero tus pensamientos se dispersan observando a la gente haciendo ejercicio, los pavos reales, los niños jugando en el parque. Intentas no prestar atención a Enzo.
Sin embargo, él se detiene y te pregunta, "¿todo bien?" No puedes contenerlo más y lo miras intensamente, como si estuvieras a punto de llorar, y le dices, "tú no sabes lo preocupada que estaba por vos. No sabes las noches que no he dormido pensando que estabas sufriendo. Y ahora, horas después, estás súper bien. Nunca viniste a buscarme, me dejaste como una cucaracha muerta, tirada. Ahora, no quiero saber nada de vos. Mejor quédate con esas actrices, fóllatelas a todas y vive tu vida en Hollywood. Yo estoy súper bien aquí en mi trabajo", dices, temblando de enojo y con ganas de soltarle más verdades.
Enzo te mira intensamente y admite: "Vos tenés toda la razón. Yo no te voy a decir un pero. Sé que me alejé y no volví. La verdad es que no sabía cómo, y estoy sumamente de acuerdo en que es mi culpa", se apuñala metafóricamente en el pecho mientras te mira con tristeza y esperanza. "Así que por favor, perdóname. Sé que me odias, me odias demasiado, pero por favor, perdóname".
Tú lo miras y, a pesar de tus esfuerzos por contener las lágrimas, una se escapa. Le respondes: "Enzo... de verdad no sé qué hacer. Me he quedado esperándote, una llamada tuya, un mensaje, pero solo recibía mensajes de tu manager, no de vos. Era como si me odiaras o te diera asco, es que—" Él te interrumpe apresuradamente: "Asco para nada, amor. Yo nunca te odié. Vos sos todo para mí. ¿Cómo que asco, (tu nombre)?", te dice agitado.
Tú te tapas la cara con las manos, sintiendo la tensión y el coraje que te genera Enzo. Internamente, sabes que lo amas y que deseas volver al pasado, anhelas esos besos, tocarlo, abrazarlo como hacían todas las noches. Extrañas las caminatas por Montevideo, los cafecitos con la abuela, extrañas todo lo que compartías y decías con Enzo. Pero en ese momento, no sabes realmente qué decir. Solo logras murmurar: "Creo que es muy tarde ya".
Enzo te mira fijamente y te pregunta con sinceridad: "(tu nombre), ¿eso es realmente lo que quieres? ¿Sabes algo? No he dejado de pensar en vos, te amo demasiado. El amor es tan intenso que siento que mi pecho quiere salirse. Vos conoces todo de mí, eres la única que me entiende. No me importa lo que haya pasado hasta ahora, y le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de volverte a ver. ¡Vos no sabes cuántas veces le he pedido a Dios!", dice con emoción, como si estuviera al borde de las lágrimas.
Tú lo miras, sorprendida por la intensidad de las palabras de Enzo. Nunca lo habías escuchado hablar de esa manera. Siempre fue tranquilo y ansioso, pero en ese momento, su desesperación parece temblarte a ti también. Enzo confiesa: "Te amo, (tu nombre)". Mirando a ambos lados y contemplando el atardecer, los rayos del sol iluminan el rostro de Enzo. Respondes, un poco más relajada y con una pequeña sonrisa: "Enzo, por favor, deja esa bobería de romántico que eso no es vos".
Enzo te mira, sonríe pero a la vez llora, y te dice: "Te puedo decir algo". Miras justo en la terminada del atardecer y le animas: "Dale, dime". Con sus ojos enrojecidos, Enzo confiesa: "Quiero besarte, pero todita". Tú le sonríes sarcásticamente y le respondes: "Como si yo quisiera lo mismo". Él se acerca, acariciando tu brazo y llegando a la muñeca, masajeándola en círculos. "Ven acá, chiquita,” te dice, tomándote del rostro y dándote un beso apasionado mientras el sol completa su despedida. Fin.
VOLVIMOS CON EL EX! 😬
Tumblr media
210 notes · View notes
fragmentosadolescentes · 6 months ago
Text
Yo sólo te esperaba para poder recostar mi cabeza en el hombro de alguien y comenzar a llorar amargamente. Obviamente no estabas entonces sólo me quedé en silencio mirando hacia la nada, tragandome el dolor; desde ese día llorar se ha hecho incómodo y sentir lo es aún más.
Efimera Lunar Intemporal
77 notes · View notes
grccve · 1 year ago
Text
Cuando el aroma a cerezas, aunque tenue, se libera lentamente en el ambiente, el corazón de Ayame da un brinquito de emoción. No entender nada, no saber nada, es una realidad que tiene presente desde el momento en que encontró al par de alfas en el bosque. No preguntar más allá de los límites de cortesía permitidos es otra realidad a la que se aferró; no porque la situación deje de interesarle o provocar su curiosidad, sino porque no tiene el derecho a cuestionar. Y aun así, incluso cuando la distancia que debería imponer es más clara que el agua, la omega no puede dejar de entrometerse, sutil y dulce, camuflando las dudas y mil preguntas dentro de la cabeza con sonrisas. Es por eso que aprecia el perfume de la cereza, lo considera su pequeña victoria personal, pues ha sido ella quien consiguió (aunque sea mínima) forjar cierta comodidad entre ella y la misteriosa chica que no abandona sus pensamientos. “Soy Ayame”. Responde en el acto, sin ápice de recelo para revelar su preciado nombre. Si hay algo que la define a la perfección es su extroversión. Adora conocer personas nuevas, forjar vínculos y, en resumen, ser amiga de cuanta criatura pueda. Un primer paso, no proveniente de sí misma, la entusiasma; si un halo de luz pudiera formarse alrededor de su rostro, seguramente resplandecería en cálido amarillo, iluminando también la sonrisa de oreja a oreja que porta. La castaña rebusca en los bolsillos del viejo delantal que usa, extrae un objeto pequeño en forma cuadrada que es revelado tras desenvolverlo de la tela protectora. Es un pastel herbal, opaco y con bordes irregulares, de coloración verde oliva y tintes pardos, el fuerte olor a plantas medicinales revela sus características aromáticas, aunque eso no lo convierte en un bocado apetecible. “Primero, come esto”. La medicina es colocada en el regazo ajeno, una mirada de aliento le es dedicada a Jisu, como indicándole que se lo lleve a la boca lo antes posible. “Mamá dijo que te lo entregara en caso de que despiertes. Tiene un sabor horrible, pero te hará sentir mejor”. Los ‘pasteles energéticos’ de su madre son realmente apreciados por la comunidad, nadie sabe a ciencia cierta la combinación exacta de plantas (ni la cantidad a usar), pero funcionan y eso es lo importante. Tras rellenar el cuenco con agua, consciente de que la foránea lo necesitará para que esa masa de hierbas resbale mejor por la garganta, regresa al taburete en el que estaba, procurando no hostigar más a la paciente herida. “Bienvenida a la aldea Kon, en las estribaciones de la cordillera del Norte. Las personas normalmente no han escuchado de este lugar, podríamos decir que es un poblado ¿secreto? ¿oculto entre las montañas? Hay muchos médicos por aquí, así que quizás el universo sabía lo que hacía cuando te encontramos, y a Eunho-kun también. ¡Es el lugar perfecto para recibir tratamiento médico exprés!” Orgullosa de su explicación, infla un poco el pecho, luciendo como un pajarito a punto de piar.   
Tumblr media
El  dolor  es  constante  y  punzante,  honestamente  desea  volver  a  dormir  para  no  sentirse  como  si  estuviese  siendo  apuñalada  cada  que  respira,  pero  también  debería  estar  agradecida  de  que  sigue  con  vida.  Nunca  se  había  separado  de  su  grupo  de  amigos,  con  quienes  creció  y  entrenó  durante  años,  pero  ahora  que  sus  caminos  se  separaron  y  sus  ideales  cambiaron,  no  podía  seguir  dependiendo  de  ellos.  Ella  siempre  ha  sido  de  las  más  fuertes  entre  todos,  ¿cómo  estarán  ellos  si  ella  se  encuentra  en  tan  deplorable  situación?  No  quiere  pensar  en  la  muerte  de  ninguno  de  ellos,  porque  viene  la  culpa  y  solo  amarga  aun  más  el  sabor  de  su  boca,  aquella  que  se  siente  como  hierro  y  tiene  que  obligarse  a  cerrar  los  parpados  para  dejar  de  pensar.  Se  concentra  mejor  en  una  dulce  voz,  que,  acompañada  de  un  agradable  aroma,  le  relajan  y  le  tranquilizan,  obligándose  a  abrir  los  parpados  de  nuevo  para  fijarse  en  la  muchacha.  -  —¿Jisu-chan?  —  -repite,  ladeando  un  poco  la  cabeza  en  cuestión.  Si  había  conseguido  su  nombre,  quería  decir  que  se  ganó  la  confianza  de  Eunho  y  aunque  Jisu  lo  sobreprotegía,  el  otro  era  un  alfa  que  se  estaba  aclimatando  a  una  guerra  y  sabía  cuando  y  cuando  no,  confiar  en  alguien  nuevo.  Que  no  estuviese  ni  él  u  Orza,  indicaban  que  ambos  confiaban  en  la  muchacha  como  para  dejarla  sola  con  ella.  Está  cansada  de  pensar  cada  movimiento  por  lo  que  se  relaja,  neutralizando  su  esencia  amenazante  y  dejándola  en  la  buena  combinación  de  caoba  y  cerezas  dulces,  menos  acidas  que  las  anteriores.  -  —Está  bien,  me  has  salvado  la  vida,  creo  que  es  lo  de  menos  un  nombre  —  -no  comenta  más  sobre  la  clara  imagen  de  vergüenza  en  las  facciones  redondeadas,  porque  a  pesar  de  sentirse  agobiada  por  lo  que  dijo,  no  deja  de  cuidarla  y  pensar  en  su  bienestar  conforme  sigue  enumerando  cosas  que  podrían  hacer,  que  debería  hacer.  Debe  lucir  asquerosa,  tal  vez  una  ducha  no  sonaba  tan  mal  si  solo  le  habían  dando  baños  de  esponja,  no  tiene  hambre,  aunque  sabe  bien  que  debería  probar  bocado.  Levanta  una  mano  para  detener  el  tren  de  pensamientos  y  vocablos  de  la  otra,  negando  con  la  cabeza.  -  —Tengo  más  curiosidad  que  cualquiera  de  las  otras  cosas,  estoy  en  desventaja  contigo  porque  desconozco  tu  nombre…  —  -hace  una  pregunta  implícita,  queriendo  ahora  entablar  conversación,  aunque  ella  no  fuese  muy  sociable.  -  —Y  también  me  gustaría  saber  dónde  estamos.
Tumblr media
12 notes · View notes
a--z--u--l · 9 months ago
Text
Me gusta el silencio y no lo veo como algo incómodo, perdón.
115 notes · View notes
caostalgia · 1 month ago
Text
Hay cosas que puedo soportar, por ejemplo:
Las temperaturas bajas, el calor intenso y los silencios incómodos.
Tus desplantes, indiferencias y desdenes ya no.
-Cinthyacabalga
53 notes · View notes
unicornio12am · 1 year ago
Text
Aunque parezca que quiero pasarme la vida practicando el acto reproductivo (cosa que uff si quiero jaja) no solo me interesa eso, a veces solo quiero, alguien que sepa entender mis bajones emocionales, que quiera ver el atardecer conmigo, alguien con quién hablar hablar y hablar y luego estar en silencio, sin que el silencio sea incómodo, que sea pacífico, alguien que no me abandone a la primera dificultad que surja. 地狱
307 notes · View notes
rivlcy · 1 year ago
Text
Tumblr media
" no hace tanto, ¿una media hora? quizás un poco más. pero no creo que hayan operativos, nadie sabía que vine aquí " y cree que nadie se imaginaría verla allí tampoco, mala combinación " ¿es así como comienzan las películas de gente extraviada? " risa sale después, ya sintiéndose confiada en que no tendría que pasar la noche a merced de lo que fuese que viviera entre los árboles " bueno, es cierto, por eso no ocupo personal trainer, así solo me pongo mis audífonos y puedo pretender que me ejercito cuando ya me he cansado " pone manos a cada lado de su cintura, observando a su alrededor, tiene que darle la razón a que la vista aquí era mucho mejor que la de señores sudados en el gimnasio " ¿de regreso? se supone que iba de subida " y ahí da cuenta de lo realmente confundida que estaba " bueno, debo confesar que me salí del sendero apenas un rato " y allí estaban las consecuencias " ¿tú ya ibas de regreso? "
Tumblr media
se percató de cómo sus propios labios se curvaron con gracia. inseguro sobre exhibir la diversión que le provocó es que llevó su rostro a un punto lejano de la montaña: ' ¿hace cuánto te perdiste? quizás hay un operativo en marcha. ' el camino de regreso, de todas formas, era ahí donde la rubia se estaba dirigiendo. ' pero te pierdes las vistas. o la tranquilidad de no tener que lidiar con un tipo corrigiéndote cada dos series. ' tan pronto como terminó de hablar sintió que comentario había sido muy personal, por eso, entre que se rascó rápidamente el lóbulo de su oreja para lidiar más con incomodidad que picazón verdadera, buscó pasar página. ' ah, te... ―― cómo es, esto, ¿te acompaño de regreso? ' quería subir al mirador, pero no la obligaría a seguir ascendiendo, no.
4 notes · View notes