#si no te cae la idea
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deepinsideyourbeing · 29 days ago
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Until the Ribbon Breaks - Enzo Vogrincic
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+18! CNC (E.R). Dom!Enzo. Age gap (implícito), biting, creampie, dacrifilia, (fugaz) degradation, dirty talk, fingering, (menciones de) sangre, sexo oral, sexo sin protección, Virgin!Reader. Aftercare. Español rioplatense.
La desolada sala de espera te hace preguntarte si realmente hay más personas en el edificio: llevás quién-sabe-cuánto hecha un manojo de nervios mientras esperás para realizarte una ecografía y desde que te sentaste no viste pasar enfermeros, doctores, personal de limpieza o personas en lo absoluto.
Y en todo este tiempo la puerta del consultorio permaneció cerrada.
Las luces blancas del corredor son tan brillantes como para provocar dolor de cabeza y permanecés con la cabeza gacha, concentrada en tu teléfono y en la hoja que te entregó la recepcionista, donde se leen tus datos y los inquietantes detalles sobre los estudios a realizarte.
La peor parte es probablemente la recomendación de utilizar falda para mayor comodidad. No hay forma de estar cómoda en una situación como la que te espera. Simplemente no la hay.   
El apellido de la persona encargada es interesante y no podés evitar sentir curiosidad sobre el origen del mismo. Parece bastante difícil de pronunciar y practicás cómo decirlo un par de veces hasta sentirte más segura. Los nervios persisten pero descubrís que es mejor concentrarte en algo que no sean los posibles desastrosos desenlaces de la consulta.
Hay una máquina expendedora en el extremo opuesto de la sala. Dejás tus pertenencias sobre la fría silla de metal y caminás casi en puntas de pie, muy lentamente, para no perturbar el extraño silencio del lugar. Estudiás las opciones durante largo rato y luego presionás los botones (el pitido que emiten resulta ensordecedor) para seleccionar un simple…
Un ruido proveniente del consultorio llama tu atención. Volteás y fijás la mirada en la aburrida puerta blanca, pero todavía está cerrada y el ruido no se repite, por lo que suponés que se trata de algún objeto sin importancia. Regresás la vista hacia la máquina expendedora y esta vez seleccionás una opción diferente.
El golpe cuando el producto cae evita que escuches el crujir de la puerta.
-¿Para ecografías…?- pregunta una voz grave a tus espaldas-. Sos la última, ¿no? Vení.
Obvio que sos la última, pensás mientras recogés tus cosas para dirigirte hacia el consultorio, ¿tiene idea de cuánto tiempo estuviste esperando? Pasaste milenios en la recepción y varios siglos en ese corredor, completamente sola y en pánico, temblando no sólo por las bajas temperaturas producto del aire acondicionado. 
El contraste entre la penumbra del consultorio y las luces fluorescentes del corredor es doloroso.
El consultorio está desprovisto de personalidad y las paredes, pintadas de un tono gris-depresión, sólo están iluminadas por una lámpara de escritorio que proyecta largas sombras irregulares hacia toda la habitación. En la pared opuesta a la puerta hay una camilla cubierta con papel blanco, impoluto, esperando por vos. Hacés un esfuerzo para no fijarte en la computadora y en los instrumentos conectados a la máquina.
-¿Es la primera vez que te hacés este estudio?- pregunta el doctor. Está mirando la pantalla de la computadora, los músculos de su espalda son evidentes bajo la impecable bata blanca y su largo cabello oscuro se mueve como seda cuando voltea para poder verte de frente-. Sacate la ropa y recostate.
Sus ojos te estudian con una intensidad que no sabés cómo interpretar y en tu estómago bajo se instala esa molesta, pesada e incómoda sensación, reflejando el pánico y el terror que llenan los recovecos de tu mente. Dirigís una mirada hacia la estantería ubicada en una esquina, llena con lo que parece ser batas descartables, pero él no se muestra consciente de ese detalle y no estás segura de poder pedirlas.
Hay un perchero donde dejás tu pequeño bolso y una silla que ocupás para retirar tu calzado. Deslizás tu falda por tus piernas mientras maldecís internamente porque… ¿No se suponía que la falda se quedaba durante la ecografía? ¿No era ese el motivo de la sugerencia? Te retirás la blusa y el sostén y cruzás un brazo sobre tu estómago. Insegura e híper-consciente.
Voltea. La manera en que sus ojos recorren tu cuerpo te hace temblar y no estás muy segura del motivo.
-Recostate en la camilla por favor.
Permanecés en tu lugar, inmóvil por unos largos segundos, intentando controlar el ritmo de tu respiración y tus nervios, para luego caminar con movimientos mecánicos hacia la camilla. Te ayudás del pequeño escalón para sentarte y cuando te recostás mantenés la vista fija en el techo del consultorio; presionás las yemas de tus dedos sobre el cuero de la camilla con la intención de concentrarte en algo que no sea tu cuerpo desnudo y la estresante situación.
El gel frío cayendo sobre tus pechos hace que te sobresaltes.
Girás la cabeza hacia la pantalla, donde esas incomprensibles imágenes en blanco y negro comienzan a aparecer, pero terminás perdiéndote inevitablemente en el perfil del doctor. La línea de su mandíbula, la manera en que muerde su labio en señal de concentración, su nariz y su ceño fruncido. ¿Deberías preocuparte? ¿Hay algo extraño o…?
Cuando sus ojos se cruzan con los tuyos creés ver algo más en ellos: un destello de interés que va más allá de lo estrictamente profesional. Sus pupilas dilatadas detrás de los cristales y sus largas pestañas negras reclaman toda tu atención y olvidás la inquietud que te generó su expresión desconcertada. Humedece sus labios e inconscientemente imitás el gesto.
-Permiso- dice sin romper el contacto visual. Sus manos están cubiertas por los guantes de látex pero igualmente percibís el calor que emana de ellas cuando mueve tu brazo para exponer mejor el área. La firmeza de sus manos es reconfortante-. ¿Podés…? Sí, eso.
El transductor, más pequeño y mucho más extraño de lo que imaginabas, es un dispositivo de plástico y metal que él sostiene con una destreza inquietante entre sus largos dedos. Mientras lo desliza por la curva de tu pecho derecho, con movimientos lentos y circulares, la placentera sensación de presión te hace temblar. Un suspiro escapa de tus labios.
-¿Muy frío?
Es sólo un segundo pero es suficiente para captar la mirada hambrienta que dirige hacia tus pechos. Tus pezones están erectos por la temperatura del gel y el contacto con el transductor –con el que está rozándolos de una forma que pretende ser accidental- sólo empeora la situación. Repite la acción y fingís que tu cuerpo no lo persigue en busca de más.
-Un poco.
El transductor desciende lentamente hacia tu costado, siempre deteniéndose en puntos específicos y permitiéndote sentir el peso de cada pausa, hasta ubicarse sobre una sección más sensible. El calor de la cercanía opaca la sensación fría del gel y cuando su mano roza de manera imperceptible tu brazo otro escalofrío recorre tu espalda.
-Relajate- ordena luego de verte reaccionar. Hay un deje de un algo extraño en su tono y te preguntás si es consciente del cosquilleo que provoca en el costado de tu pecho. Se estira sobre tu cuerpo y reposa parcialmente el peso de su brazo sobre tus costillas mientras repite el procedimiento en tu pecho izquierdo.
Tu respiración se vuelve más lenta. Más profunda. Percibís cada pequeño detalle, desde el leve crujido del papel bajo tu cuerpo hasta el zumbido distante de la máquina y su propia respiración, sincronizándose con el murmullo de tus exhalaciones. Cuando murmura algo entre dientes te perdés en el movimiento de sus labios y no podés descifrar sus palabras.
El sonido de las toallas de papel interrumpe la quietud y sin permitirte procesar la situación comienza a limpiarte. Retira el producto con movimientos expertos y cuidadosos, sutilmente ejerciendo más presión de la necesaria, mientras te dirige alguna que otra mirada y esa sonrisa sugerente que tira de sus labios. La delicadeza de sus manos es cautivadora.
El pánico se instala en tu estómago bajo y en tu estado nervioso rasgás el papel que recubre la camilla. El sonido lo obliga a voltear y en cuanto ve tus ojos vidriosos sus cejas se curvan en un ángulo de compasión. Se inclina sobre tu cuerpo para poder verte mejor. 
-¿Estás bien?- pregunta en un susurro-. ¿Es la primera vez que te hacés este estudio?
-¿Va a doler?
-Puede ser incómodo- contesta-. Pero vamos a hacer lo posible para que no duela nada, ¿sí?
-Tengo miedo.
Limpia una lágrima con su pulgar y te sonríe.
-Yo me encargo- intenta calmarte mientras toma los elementos necesarios para continuar. El transductor vaginal es mucho más intimidante de lo que esperabas y cuando ve tu expresión deja de lado el condón y el gel-. Respirá profundo. Flexioná las piernas.
Obedecés sin cuestionar. Captura tu pierna entre su brazo y su cuerpo, seguramente para mantenerte en posición, pero más allá del profesionalismo y su comportamiento metódico la proximidad hace que te resulte imposible ignorar su temperatura corporal o el bulto golpeando tu pierna. Te esforzás por controlar el ritmo de tu respiración.
Desliza el infernal objeto entre tus pliegues y luego presiona sobre tu entrada.
-¿Doctor…?
-Enzo- dice sin más-. Podés decirme Enzo.
-Enzo- repetís sólo para sentir su nombre entre tus labios. Jurás que los músculos de su brazo se contraen-. ¿Podrías hacerlo muy, muy lento? Es que…
-¿Qué?
Entrelazás tus manos sobre tu estómago en un gesto nervioso y cerrás los ojos cuando sentís su cálida mano desnuda en tu muslo. ¿En qué momento sus guantes desaparecieron? No, eso no importa, tenés que decirle que necesitás que sea cuidadoso porque de lo contrario podría…
-Es que… Yo no…
-Me imaginaba- su tono es condescendiente y no tenés idea de cómo se lo imaginaba. Da un apretón a tu pierna y agrega:- ¿Me dejás prepararte?
Parpadeás.
-¿Qué?
-¿Puedo prepararte para hacerte la ecografía?
-¿Prepararme?- preguntás con voz trémula-. Pensé que…
El fantasma de sus dedos sobre tu centro te corta la respiración.
-Estás muy mojada.
Recorre tus pliegues con caricias imperceptibles antes de separarlos y contemplar tu pequeña entrada brillante. Desliza un dígito de arriba abajo antes de llevarlo hacia tu entrada y ejercer sólo un poco de presión, aún sosteniendo tu pierna, frotándose contra tu costado. Suspira.
-No- negás mientras clavás tus uñas en el cuero de la camilla-. ¿Puede ser por el gel…?
El fugaz pero punzante dolor de su dedo colándose en tu interior te hace tensarte y jadear. Terminamos, pensás, liberando todo el aire en tus pulmones mientras tus músculos por fin se relajan. Querés preguntarle qué es lo siguiente, cómo funciona exactamente el gel (llevás toda la eternidad preguntándolo), cuánto tardarán en entregarte los resultados.
No podés hacerlo porque sus movimientos te roban la capacidad del habla. 
-No es el gel, no- mueve la cabeza en un lento gesto negativo mientras retira el dígito y vuelve a introducirlo por completo. Cuando roza algo en tu interior, un punto que te hace temblar, cerrás los párpados con fuerza y te reprende pellizcando tu pezón-. Fue por esto, ¿no? ¿Tenés las tetitas sensibles?
Golpeás su mano para que te suelte. En lugar de liberarte tira hasta hacerte gritar.
-Sh, sh, sh- ordena inclinándose sobre tu cuerpo. Su rostro bloquea tu campo visual y cuando habla no sabés si mirar sus ojos o su boca-. Calladita, ¿sí…? Total nadie te va a escuchar.
Reclama tus labios en un beso, muy húmedo y muy desesperado, que correspondés sin pensarlo. Cuando sentís su lengua colándose entre tus labios gemís y le concedés el permiso: explora el interior de tu boca sin controlarse, profundizando el beso hasta que no hay más distancia que llenar, bebiendo de tus suspiros y protestas cuando comienza a mover el dedo en tu interior.    
Deslizás tus dedos entre su cabello largo y sedoso, no muy segura de si buscás un ancla o si sólo querés sentirlo, mientras tirás de la bata blanca que lleva sobre el uniforme azul. Enzo no deja de penetrarte una y otra vez con su dedo, curvándolo hacia arriba y presionando ese punto dentro tuyo que te hace jadear, provocando sonidos húmedos con cada movimiento.
Clavás tus uñas en su brazo cuando sentís un segundo dígito posicionándose contra tu entrada y rompés el beso. El hilo de saliva que te conecta con él se rompe cuando hablás:
-No, no, no- lloriqueás-. Me va a doler.
-Tranquila- besa tu frente-. Tengo que hacerlo, princesa, ¿o cómo te voy a hacer el estudio?
El estudio.
¿En qué estabas pensando? Es tu doctor y está preparándote para un examen, ¿por qué lo besaste? ¿Por qué te dejaste llevar por sus caricias? ¿Y por qué te pellizcó como si disfrutara verte retorciéndote? Tus paredes se contraen con el recuerdo y escuchás una pequeña risa de su parte mientras tu mente grita que nada de esto tiene sentido.
Deja caer unas gotas del gel sobre tus pliegues y observa cómo caen hasta tu entrada. Intentás no ceder el control a tu irrefrenable curiosidad pero de todas formas terminás reincorporándote para ver con claridad qué es tan interesante, qué es lo que está haciendo, qué es lo que provoca que muerda su labio mientras lleva su otra mano hacia su bulto para tocarse.
Desliza otro dedo en tu interior y mordés tus nudillos para no gritar por el dolor.
-Qué conchita más linda tenés- y para remarcar sus palabras su pulgar comienza a jugar con tu clítoris mientras sus dedos medio y anular continúan masajeando tu interior. Observás el débil brillo de sus anillos mientras los músculos de tu abdomen se contraen por la sensación-. ¿Te puedo preguntar una cosa?
Fruncís el ceño y levantás la vista.
-¿Tenés novio?
-Sí.
-¿Y nunca te tocó acá?
Sí.
-No.
Tu respuesta parece ser la correcta porque te recompensa ejerciendo más presión sobre tu clítoris. Millones de veces te tocaste pero jamás lo habías hecho con algo en tu interior y el hecho de que sean sus dedos, visiblemente más largos y grandes, te hace delirar. Es un placer nuevo, diferente e intenso, que termina robándose tus fuerzas y haciéndote desplomarte nuevamente sobre la camilla.
-¿Alguna vez se la chupaste?
Intentás contestar pero lo único que deja tu boca son gemidos. Tus mejillas queman.
-Un par de veces- contestás con voz entrecortada luego de un largo rato. El ritmo de sus movimientos crece y la sensación de presión en tu estómago bajo se vuelve intolerable, peligrosa, recordándote que lo que están haciendo está mal-. Basta, no… No puedo…
Deja de tocarte cuando te removés y el gemido que surge en tu garganta, mezcla de reticencia y angustia, lucha por hacerse oír. Intentás empujarlo pero toma tus muñecas con una mano mientras dirige su miembro a tu boca: admirás, inmóvil, su generoso tamaño, la gota brotando en su punta roja y brillante, el hilo que se forma cuando esta cae en la camilla.
Humedecés tus labios y tu lengua se desliza entre ellos instintivamente, con un deje delator de desesperación, esperando lo-que-sea que él esté por ofrecerte. Cuando baña tu lengua con su excitación suspirás y tu respiración –junto con tus ojos todavía fijos en los suyos y la vulnerabilidad en tu mirada- sobre su glande sensible lo hace gemir.
Empuja lentamente hasta introducir varios centímetros que hacen doler las comisuras de tu boca. Tus ojos se llenan de lágrimas pero eso no impide que continúe empujando, utilizando tu cavidad húmeda y caliente sin importarle nada que no sea su placer.
Intentás succionar y Enzo tiene que luchar para no cerrar los ojos, pero es más difícil de lo que él esperaba y cuando el placer lo supera pierde el control, arroja la cabeza hacia atrás y mueve sus caderas. Golpea tu garganta una, dos, tres veces, cesando sus embestidas sólo cuando escucha tus arcadas. Forcejéas inútilmente para liberarte de su agarre.
Se desliza fuera de tu boca para permitirte respirar y delinea tus labios –tu labial dejó un anillo de color en su piel pero tus labios aún brillan por la mezcla de tu saliva y el líquido preseminal- hasta que te considera recuperada. Vuelve a reclamar tu boca, hundiéndose más y más con cada estocada, golpeando tu garganta hasta que un río de lágrimas corre por tus mejillas.
Tus pulmones queman por la falta de oxígeno y tus muñecas duelen. No importa. De alguna extraña y retorcida manera disfrutás que esté utilizándote, haciendo lo que quiere con tu cuerpo, demostrándote su fuerza, el poder que tiene sobre vos y su deseo de poseerte.
El indecente sonido de su asalto crece junto con sus gruñidos y gemidos, cada vez más profundos y sonoros, aunque tu mente no registra nada que no sea la expresión de placer en su rostro y el calor de sus palmas cuando toma tu rostro entre sus manos. Golpea tu garganta una última vez antes de tirar de tu cabello.
Mancha tus mejillas, tus labios, tu mentón y tu cuello con incontables hilos de semen caliente que te marcan como suya. Las últimas gotas caen sobre tu lengua y su pulgar roza tu pómulo cuando dice:
-Tragá.
Obedecés.
El repentino silencio es extraño y evitás mirarlo o dirigirle la palabra mientras limpia sus restos de tu piel. Masajea tus muñecas y después de ayudarte a reincorporarte masajea tus piernas, donde el contacto de sus manos y sus pulgares colándose entre tus muslos despiertan un hormigueo.
Te perdés contemplando las venas que recorren el dorso de sus manos y entonces…
-¿Qué pasa?
Separás las piernas. Tus muslos están manchados con el mismo rojo que decoran sus dedos y cuando levantás la vista, reclamándole con los ojos llenos de lágrimas, su expresión está libre de remordimiento.
-No pasa nada, mi vida- busca tu boca y deposita un corto beso en tus labios-. ¿Seguimos?
-¿Qué?
-Necesito terminar de prepararte.
-No quiero- negás frenéticamente-. No necesito…
Los besos en tu cuello bastan para hacerte callar y no objetás cuando te sujeta por las rodillas para dejarte peligrosamente cerca del borde de la camilla. Lo sentís golpeando tu estómago con su erección, otra vez llena gracias a la imagen entre tus piernas y tu reacción, y gemís por la sensación de placer que su calor envía directo a tu centro.
Te obliga a mirar mientras se desliza entre tus pliegues manchados -con tu humedad y sangre y ahora con líquido preseminal- y temblás de miedo cuando lo sentís presionar contra tu entrada. No pensó en ponerse un condón pero por lo menos tuvo la gentileza de bañar su extensión con el frío gel incoloro. Respirás profundamente, tus manos en su pecho, mientras esperás.
-Mirame- ordena con voz ronca.
Cuando tu mirada encuentra la oscuridad de sus ojos, abrasadora y peligrosa, Enzo captura tus labios en un beso voraz, desesperado, todavía empujándose contra tu pequeña entrada palpitante.
No duele es lo primero que pensás, pero la presión es tanta que por un segundo sentís que te vas a desmayar en sus brazos, desnuda y portando en tus piernas la evidencia de lo sucedido en la consulta.
Realiza pequeños movimientos con su cadera, todos y cada uno de ellos generándote una incómoda sensación punzante, como si fueras una muñeca de trapo y estuviera llenándote de agujas y alfileres. Te esforzás por inhalar y exhalar lentamente para no desvanecerte.
Buscás refugio en su cuello cuando la incomodidad se convierte en un dolor desgarrador y te mordés los labios para no gritar. Su cadera choca con tu centro y gemís.
No estás segura de que el motivo sea sólo el dolor.
-Estás muy apretada- besa tu cabello mientras masajea tu espalda. Ignora que desde tu reconfortante escondite podés ver el hilo rojo en la base de su miembro cuando retrocede unos centímetros. Esta vez se introduce lentamente y repite el movimiento incontables veces hasta que sólo su punta se mantiene en tu interior-. Dios…
Vuelve a penetrarte de una sola estocada y el gemido quebradizo que deja tus labios llama su atención. Te empuja para poder ver tu rostro y tenés que descansar tu peso en tus manos para no caer; la posición le brinda la vista perfecta de tus pechos moviéndose con cada una de sus embestida y le permite ver cómo su miembro te dilata.
Enzo está perdido en tu fragilidad, en tu estado indefenso y en la abstracta delicadeza de este momento, y se deleita con el sinfín de lágrimas que hacen brillar tus pestañas e irritan tus párpados. Lleva una mano a tu pecho y luego de sostenerlo, como si contemplara la manera en que tu cuerpo encaja entre sus manos, comienza a masajearlo hasta que te escucha suspirar y jadear.
Tus paredes se contraen y dificultan sus movimientos.
-¿Sí…? ¿Te gusta?
-Sí, sí, sí- repetís compulsivamente. Un hilo de saliva cae de tu boca y mancha tu mentón-. No pares.
Luego de pellizcar tu pezón lleva sus dedos a tu boca. Observa tu expresión de lujuria cuando succionás y la manera en que rodeás los dígitos con la lengua hace que pierda el ritmo de sus estocadas. Te quejás por la nula estimulación y en un gesto de coraje abrazás su cadera con tus piernas.
Cuando vuelve a hundirse en tu cuerpo su punta besa tu cérvix con un doloroso pero placentero golpe que arranca un gemido desde las profundidades de tu pecho. Enzo sonríe, complacido, estúpido por tu reacción y por la manera en que tus músculos se contraen exquisitamente sobre su extensión.
Llevás una mano a tu abdomen bajo, donde jurás que podés sentirlo llenándote, pero él la reemplaza con la suya. Balbucéas incoherencias y él no deja de embestir con fuerza, sin importarle la desesperación y la confusión en tu rostro, motivado por los obscenos sonidos húmedos y el golpe rítmico de su cadera contra tus muslos.
El placer que recorre tu cuerpo hace que tus ojos se nublen.
-Enzo- intentás advertirle-. Basta, no. Voy a…
-Sí, sí- se arroja sobre vos y muerde tu cuello-. Dale, putita, yo sé que querés.
La línea entre el dolor y el placer se evapora y cuando el calor de tu orgasmo te golpea -con una brutalidad que hasta hoy no conocías y te hace gritar su nombre-, los violentos espasmos que te sacuden no impiden que Enzo continúe abusando de tu cuerpo. Los músculos de tus piernas queman y tus uñas colándose bajo el cuello de su uniforme dejan marcas de fuego en su cuello y espalda.
Las últimas oleadas de placer son imposibles de disfrutar porque Enzo, desesperado y sin medir su fuerza, tira de tus piernas hasta que tus pies tocan el suelo. Permanecés presa entre su cuerpo y la camilla, débil y desorientada, mientras se deshace de su ropa hasta revelar del todo sus brazos musculosos, su pecho y su abdomen tonificados, sus tentadoras piernas.
Toma tus hombros y te obliga a voltear (golpeás tu cadera en el proceso y finge no oír tus quejidos) para luego empujarte, con su pesada mano entre tus omóplatos, hasta que tu mejilla impacta con la camilla. Captura una de tus muñecas y la sostiene contra tu espalda baja como un recordatorio de su poder.
El metal frío de la camilla y el calor que su cuerpo irradia instalan una placentera sensación en tu centro y temblás por la anticipación. Cuando Enzo se desliza entre tus pliegues llorás y suplicás, batallando con su agarre hasta que decide tomar tu mano.
Dirige su miembro hacia tu pequeña entrada brillante y se introduce con un rápido movimiento en tu interior caliente, donde tus paredes imposiblemente estrechas no dejan de succionarlo con hambre, tu cuerpo recibiéndolo y suplicándole.
Contempla con pupilas dilatadas cómo lo recibís, una y otra vez, reclamándole entre lágrimas por el escozor que provoca su tamaño en tu entrada para nada habituada a este maltrato. Los músculos de su abdomen se tensan cuando descubre tu excitación goteando y manchando el suelo del consultorio.
-Te voy a llenar toda- promete-. ¿Querés eso? ¿Querés que te llene toda la conchita?
Entre tus agudos gemidos rotos repetís un hilo de palabras incomprensibles e inconexas que no logra descifrar. Escucha su nombre cayendo de tus labios como un mantra, una súplica o una protesta, empujándolo cada vez más cerca de su orgasmo.
Libera tu muñeca y el calor de su pecho en tu espalda, protector y reconfortante, provoca una fuerte contracción en tu interior. Tus piernas luchan por cerrarse y todas las fuerzas en tu cuerpo se evaporan... pero no importa, porque Enzo te sostiene.
Te cuida.
-Por favor, Enzo- decís luego de tomar una profunda respiración. Estirás tu brazo y tomás su cabello entre tus dedos, tirando fuerte para provocarlo, buscando desesperadamente que cumpla con lo que prometió. Muerde tu hombro para silenciar sus gemidos-. Quiero...
Te interrumpen sus dedos jugando con tu clítoris sensible y el gemido ronco que nace en tu garganta irritada. En cada una de sus profundas y expertas estocadas su miembro roza tu punto dulce y no estás segura de que la sobre estimulación sea el motivo que hace que tu capacidad del habla se esfume.
Volteás para poder verlo y bajo la supervisión de sus ojos te dejás ir. Gemís escandalosamente y te retorcés bajo su cuerpo, sufriendo el constante roce de tus pezones con el cuero de la camilla, rogando con un hilo de voz por más, más, más.
Terminás llorando y Enzo besa tus mejillas cubiertas de lágrimas mientras golpea tu interior de manera salvaje una, dos, tres veces. El palpitar de su miembro y su liberación salpicando tu interior de blanco, llenándote como prometió, prolonga tu orgasmo dolorosamente.
Quema de una manera deliciosa.
-Ya está, ya está- repite en tu oído luego de besar tu hombro, tu cuello y tu espalda-. Ya está, mi vida, ya terminamos.
Dejás escapar un suspiro.
-¿Lo hice bien?
Sentís su sonrisa cuando contesta:
-Lo hiciste muy bien- besa tu cabello mientras masajea tu espalda con movimientos circulares-. Respirá profundo... Eso, sí, muy bien... ¿Estás bien, bebé?
-Sí.
-La voy a sacar, ¿sabés?
Te quejás por la incómoda sensación de vacío y cuando su liberación escapa de tu entrada gemís. Es un gemido de placer, de sorpresa y de incomodidad, pero Enzo intenta concentrarse sólo en la última.
Toma rápidamente unas toallas de papel y se arroja sobre sus rodillas, limpiándote con cuidado, evitando tocar directamente tu centro sensible. Besa tu cadera y tus piernas temblorosas mientras limpia el desastre provocado por la unión de los fluidos de ambos.
Tu voz es un susurro cuando preguntás:
-No te pueden sacar la matrícula por esto, ¿no?
Suelta una carcajada hermosa y escandalosa y te mira sólo para perderse en tus brillantes ojos de párpados pesados. Espera que no sea muy evidente lo mucho que te quiere, la devoción y reverencia que siente por tu persona, lo orgulloso que está de vos.
-Sabías que sos hermosa, ¿no?- pregunta luego de ponerse de pie y besar tu mejilla. Busca la botella de agua olvidada junto a tu ropa y regresa rápidamente a tu lado-. Lo hiciste espectacular, princesa.
Tu mirada está fija en su miembro flácido y cuando lo rozás con tus dedos intenta no saltar por el susto que le provoca tu inesperada acción. Trazás lentamente el halo rojo que rodea su base.
-Es como un regalo- susurrás mientras intentás contener una risa nerviosa-. Este es el moño, ¿no?
Desliza una mano por tu estómago para hacerte cosquillas y cuando intentás huir te detiene con una mano en tu cintura. Tus piernas todavía tiemblan y te indica que te sientes en la camilla.
Se posiciona entre tus piernas.
-El mejor regalo- contesta con genuina sinceridad mientras te ofrece la botella de agua-. ¿Te gustó?
Cerrás los ojos mientras bebés.
-Muchísimo- admitís luego de reunir el valor-. Pensé que...
-¿Qué?
-Pensé que no iba a poder- arrugás la nariz-. Pensé que en cualquier momento iba a empezar a gritar rojo, rojo, rojo.
Frunce el ceño en señal de preocupación.
-¿Necesitabas hacerlo?
-No- negás con simpleza-. Tenía miedo de tener que hacerlo.
-No tenés que tener miedo- une su frente con la tuya-. Si en algún momento la necesitás, cuando sea, usás la palabra de seguridad y paramos. Sin esperar y sin preguntas, ¿está...?
-Sí, Enzo.
Rodeás su cuello con tus brazos y él captura tus labios en un lento beso que hace que tu corazón palpite con fuerza.
-¿Nos vestimos y vamos a casa?- propone luego de unos minutos en silencio.
-Sí... ¿Enzo?
-¿Qué pasa, princesa?
-Te quiero.
Repite te quiero contra tus labios. Un sinfín de veces.
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florinaranja · 11 months ago
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can i have this dance? ; juani caruso
pairing: juani caruso x fem!r
summary: puro friends to lovers la verdad, eres amiga de juani y los dos estáis descubriendo nuevos sentimientos y lo que eso conlleva! 1.9k.
warnings: none
n/a: vale este no me lo ha pedido literalmente NADIE pero i'm just a girl que se monta muchas películas así que estaba escuchando highschool musical y se me vino un escenario a la cabeza y dije o hago esto o no hago nada so here we are
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—juani no me puedo creer lo que acaba de salir de tu boca. retira tus palabras o me voy ahora mismo. 
el rubio soltó una carcajada y miró a su alrededor. —¿a dónde piensas irte? estamos en la sección de patatas fritas de un supermercado. 
la joven lo miró completamente seria. él se encogió de hombros. —esta vez has tenido suerte, pero a la próxima no me vuelves a ver. 
lara cogió una bolsa de campesinas y comenzó a caminar hacia la caja, siendo perseguida por su amigo. 
—vamos lai, eres una dramática. no puedes ponerte así solo porque te haya dicho que gabriella no me cae mal —ella lo miró de reojo, estaba con una sonrisa pintada en la cara. se estaba tomando a broma todo su numerito. grave error —. además, te escuchas todas las canciones que tiene… un poco hipócrita por tu parte, si me lo preguntas.
—genial, porque no te he preguntado nada. 
llegaron a la caja y callaron su discusión. la cajera los miró curiosa mientras pasaba las patatas. 
—son 2 euros, por favor. 
por primera vez, lara miró directamente a juani, haciéndole un gesto con la cabeza. 
—ah, ¿encima tengo que pagar yo?  
—yo pongo la casa, es lo mínimo que puedes hacer.
el joven bufó y le tendió el dinero a la mujer, quien lo aceptó observando la situación bizarra que esos dos jóvenes se traían. lara cogió la bolsa y ambos salieron del supermercado tras despedirse. 
juani la seguía de cerca. les quedaban unos quince minutos de camino hasta la casa de la chica, y no le hacía demasiada ilusión pasarlos en silencio. fue a entrelazar sus brazos cuando la chica se giró de repente hacia él, haciendo que abandonara su idea.
—es que no lo entiendo. ¿qué clase de fan de highschool musical eres si te gusta gabriella? estás fallando a un fandom entero. y a mí, sobre todo a mí. 
—si te digo que era una broma, ¿queda todo arreglado? —el chico le puso un puchero al que lara ya no pudo responder con su molestia fingida. 
—por supuesto que no, estaba dramatizando por dramatizar. no me importa que te caiga bien, pero tienes que admitir que es insoportable y tóxica. 
—bueno, un poco sí, pero lo compensa con los temazos que canta. 
la chica rio, en eso no podía llevarle la contraria. como si hubiera leído la mente de su amigo, entrelazó sus brazos. balanceaba la bolsa del mercado mientras tarareaba una melodía inventada, con el vaho acompañando la escena. era un invierno más frío de lo que estaban acostumbrados, de esos que te ponen las orejas rojas y hacen que te resfries en un suspiro. juani odiaba el frío, pero a lara le quedaba genial; las hojas secas combinaban con sus ojos y las noches invernales iluminaban su piel. 
el rubio admiró el perfil de su amiga, siendo lo más discreto que pudo. rebuscó en su riñonera y sacó la cámara digital que siempre le acompañaba y que había sido objeto de burla de lara por el color tan feo que tenía. con un poco de esfuerzo, juani consiguió fotografiar la belleza de su amiga.
la chica no tardó en darse cuenta y posó para una siguiente foto, mostrando toda su hilera de dientes en una gran sonrisa.
—deberíamos hacer un canal para subir blogs. nos haríamos muy famosos, estoy segura. 
—creo que nos verían solo por ti —juani dirigió su vista al suelo, a las hojas pisoteadas.
—¿por qué dices eso? somos un pack. además, tú eres el talentoso de los dos, además del gracioso, por supuesto. yo estoy de relleno para decir estupideces —la chica le dio un leve empujón, esperando una respuesta positiva, cosa que consiguió al ver que la seriedad se iba de la cara de su amigo.
—gracias. te aprecio mucho, lai.
lara le regaló un beso tierno en la mejilla. no era nada del otro mundo que se vieran tan cariñosos el uno con el otro, eran amigos desde los últimos años de instituto y con el pasar del tiempo el afecto que se tenían solo crecía. lara había estado en cada momento en el que juani se había sentido menos, uno más del montón, alguien que no podría cumplir nunca sus sueños; en todas las ocasiones siempre consiguió darle el apoyo para que siguiera intentando. y cada vez estaba más cerca de conseguirlo, ya que hacía pocos días se había presentado a un casting para una gran película. aún sí, de algún modo u otro, el pesimismo se le escapaba de vez en cuando, como en momentos como aquellos. y lara seguiría estando para él.
—¡eh, parejita! ¿os interesaría comprar una pulsera que os recuerde vuestro amor? 
ambos pararon en seco ante el puestecito de madera en el que una mujer les enseñaba pulseras de colores a lo lejos. juani abrió los ojos sorprendido, algo acalorado.
—no, nosotros no… —el chico fue interrumpido por lara, quien comenzó a tirar de él para acercarse al puesto.
—¡por supuesto! vamos juani.
lara comenzó a observar cada uno de los modelos que la mujer tenía para ofrecer. tenía desde pulseras de plata con iniciales grabadas hasta pulseras simples, de todos los colores posibles.
juani, por su parte, no sabía dónde meterse. solo pensar que podría tener una pulsera con una "l" tallada le removía un sentimiento que quería tener lo más oculto posible. 
—mira, es del mismo celeste que tus ojos —la joven llevó dicha pulsera a la altura de los ojos del otro, confirmando que eran iguales—. decidido. me llevo esta, por favor.
juani vio como pagaba por ella, ensimismado. bajó la vista de nuevo a las pulseras, encontrándose de frente con una que también combinaba con los ojos verdes de su amiga. no lo pensó dos veces y la cogió, bajo la atenta mirada de lara. 
se alejaron un poco del puesto, recibiendo la gracias de la mujer. lara miró su pulsera y después a juani, a sus ojos.
—¿puedes ponérmela? —juani asintió torpe, anudando con un lazo la pulsera a su muñeca. sentía que se le subía el corazón a la garganta. le mostró su pulsera verde y la chica repitió sus acciones. 
ambos se quedaron por unos momentos admirando sus respectivas muñecas: lara descubriendo nuevas emociones y juani rindiéndose ante las que había estado reprimiendo por un largo tiempo. después, conectaron sus miradas. el joven se sintió indefenso ante esos ojos verdes y su boca reseca luchaba por soltar todo lo que su corazón sentía. 
—nunca me había fijado en que aquí había un jardín —gracias a dios, la joven aligeró la tensión del momento —. ¿sabes a qué recuerda? —el joven negó— a la escena de highschool musical 3 en la que gabriella y troy bailan en la azotea.
la chica le sonrió, dedicándole una mirada cómplice que juani entendió al momento. se dirigieron corriendo hacia el jardín como dos niños y una vez allí, dejando las patatas de lado, lara carraspeó para preparar su voz y quedó en frente del joven. entonces, comenzó a cantar las primeras líneas de can i have this dance? al tiempo que le tendía la mano a juani, quien la aceptó sonriente. la mano fría de ella contrastó con el calor que irradiaba la de él, estremeciendo a ambos. 
comenzaron con su espectáculo, lo más parecido que pudieron al original. lara recorría el jardín, subiendo escalones seguida por el chico. daban vueltas juntos al ritmo de sus voces, dedicándose miradas que lejos estaban de parecer de simple amistad. llegó la parte en la que gabriella se paraba en un pequeño círculo y lara, deseosa de hacer lo mismo, subió a un escalón y trastabilló. 
—¡cuidado! 
juani llegó justo para sostenerla en el escalón. la chica estalló en risas mientras juani la miraba aún algo preocupado. 
—estoy bien, estoy bien. gracias, mi caballero. 
lara continuó la canción y juani con ella, haciendo que lara girara sobre ella, guiada por las manos firmes del chico en su cintura, tal como los protagonistas de la película. se acercaba el final de la canción, los jóvenes estaban jadeando, pero felices; confusos, pero expectantes. 
terminaron abrazados el uno al otro, cogiendo el aire helado de la tarde. lara suspiró ante la cercanía y la extrañeza de la situación. en algún punto de la tarde, sentía que algo había cambiado entre ellos dos.
cuando se encontró con sus ojos celestes, vio en ellos algo que la asustó. se separó de él como si quemara, dándole una sonrisa apenada en respuesta. 
—será mejor que lleguemos ya a mi casa, el frío se me está colando en los huesos. 
—dale. 
y así, retomaron el camino hacia la casa de la chica. lara tenía mucho que pensar en su cabeza y un remolino de sentimientos encontrados en el corazón, pero sobretodo se sentía una horrible persona por cortar de esa forma a juani. estaba claro que algo iba a pasar antes de que se separara de él. ¿una confesión? ¿un beso? pensar en cualquiera de las dos opciones hacía que le sudaran las manos de los nervios. 
llegaron a su casa con solo el viento como sonido de fondo. la casa de lara siempre había sido uno de sus lugares favoritos, principalmente porque podía estar con ella y le ayudaba a despejarse de sus propios problemas. y con solo pasar por el marco de la puerta, sentía que toda la tensión se desvanecía. 
—vamos, me he dejado todo preparado para vernos todas las pelis de una sentada. 
esa tarde habían quedado para ver la saga de los juegos del hambre, la favorita de ambos.
la habitación de la chica te recibía con un golpe de aire caliente y una luz tenue que provenía de la mesilla de noche. se desprendieron de sus abrigos y de sus zapatos y poco después se acomodaron en la cama uno junto al otro. 
—te quedas a dormir, ¿verdad? 
juani asintió en respuesta y la chica reprimió una sonrisa contenta. mientras ella se encargaba de poner la película, el joven se quedó observando la pulserita verde de su muñeca. estaba decidido a dar el paso que llevaba temiendo tanto tiempo y después de lo ocurrido, no se equivocaba al no intentarlo. puede que nunca pudiera estar con lara en la forma que él quería, pero cualquier cosa era mejor que llegar a perderla. 
—¡listo! a por la viciada. 
lara se acomodó en la cama, cogió una manta y los tapó a ambos mientras la peli comenzaba. 
después de ver la primera, el espacio que los separaba se había reducido. tras la segunda, sus hombros ya chocaban el uno con el otro. con la tercera, juani había recostado su cabeza en el cuello de la chica y esta había hecho lo mismo sobre los rizos del joven. cuando los créditos de la segunda parte de sinsajo ya estaban pasando, ambos chicos estaban profundamente dormidos: lara abrazaba el torso de juani y tenía su rostro sobre la barriga de este; juani se limitaba a arropar a la chica que tenía sobre él. 
puede que ese día en el jardín no fuera el momento en el que confesarían sus emociones, pero una cosa estaba clara: el amor que les unía nunca podría desvanecerse, sino solo unirlos más hasta que fuera irremediable que ambos dejaran el miedo atrás y se atrevieran a sentir.
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angel-amable · 11 months ago
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La idea del gay Walfrido tiene un punto interesante. Siempre hay un balde en el plato de ducha. Mientras llega el agua templada... lo rellena. De esa manera no cae agua por el desagüe y la puede utilizar de la misma manera que una/dos descargas de inodoro. Lo de aclarar las camisas mientras te duchas es, quizá, llevar el asunto un poco demasiado lejos.
¡Oh! Si lloviese un poco. Solamente un poco.
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doby-mans · 24 days ago
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Más DC x DP! Invocación fallida?
La liga de la justicia se estaba quedando sin ideas contra su actual oponente, desesperados por ayuda, Zatanna y Constantine hicieron un ritual de invocación que Batman les había pedido
Cuando dos seres aparecieron dentro del círculo de invocación, discutiendo en un lenguaje extraño
Wonder woman se apresuró a decir: ¡Necesitamos un héroe!, ¡Por favor, ayúdenos!
Ambos seres se detuvieron revelaron su apariencia, cabello blanco y trajes a blanco y negro, sin piernas, ambos flotaban pero había claras diferencias, la chica hablo
"¡Un héroe!, Solo uno, ¡Es mi turno Danny!"
"Nah-ah, es mi turno Daniela, la última vez que deje que te invocaran volviste a estar inestable"
"Sabes bien que derretirse es MI poder, no estaba inestable solo estaba bromeando"
"¡Pues bromea con algo que no atente contra tu completa existencia!"
Batman: ¡Sea quien sea necesitamos ayuda ahora!
Daniela: Yo lo haré... ¿Por qué no puedo salir del círculo?
Danny: No nos han dado nada a cambio por nuestra ayuda, Dah!
Constantine: ¿Y que es lo que quieren?, ¿Un alma?, ¿Volvernos esclavos?, ¿Comernos?
Daniela: Ay no, otro tipo con ideas raras, mejor si te dejo esto Danny
Danny: De acuerdo, quiero, un sándwich
Daniela: ¿Un sándwich?
Danny: ¿Quién dijo que necesitábamos cosas extravagantes?, Daniela, somos halfas, aún necesitamos comer, así que si, un sándwich... Sin carne
Daniela: ¿Por qué sin carne?
Danny: Estoy siguiendo una dieta vegana con Sam
Constantine: ¿En serio crees que caeré con lo del sándwich tu?...
Zatanna entrego el sándwich antes de que pudieran decir algo más, ahora ambos seres podían salir del círculo de invocación
Danny: ¿Bien?, Dijeron que necesitan un héroe, ¿Cuál es el peligro?
Wonder Woman apunta hacia arriba mostrando a un Superman que fue poseído por algo, Danny sonríe diciendo que será sencillo pero tardará un rato
Zatanna: ¿Por qué esa desconfianza de esta invocación?, ¡El chico incluso es vegano!
Constantine: Reconozco la invocación, el rey de los fantasmas, un ser peligroso que conquista mundos llamado...
Daniela: Pariah Dark era el anterior rey que fue derrotado en un combate mano a mano por mi primo que está allá, ayudando con este problema *Superman cae de golpe junto a ellos* y ganando claramente
Danny: No había tenido un combate tan largo desde hace años
La liga de la justicia queda en silencio al saber que ese chico puede derrotar a Superman en segundos
Daniela: ¡Tardaste mucho!
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elbiotipo · 4 months ago
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Hoy lei una encuesta que decia que no me acuerdo en que porcentaje que las personas entre 19 a 35 años veian las apuestas online y lo que seria participar en una economia mas especulativa como algo mejor que su trabajo actual, si bien eso habla de que los puestos de trabajo son precarios tambien te habla de una parte de la ciudadania quiere que la plata venga de arriba y sin esfuerzo. El porcentaje que pensaba asi sube mas en los sectores masculinos, y eso es lo que me parece tan extraño porque prácticamente prefieren vivir en un especulacion e inestabilidad diria en vez de buscar la estabilidad por otros medios, es como vivir en la fantasia de creerse un capo o el proximo millonario por una buena apuesta que hagan.
Creo que acá tenemos una explicación material muy obvia (los puestos de trabajo escasean y no son bien remunerados, el país ha atravesado graves crisis económicas así que la gente busca otras salidas) pero también hay algo cultural de que hace no mucho (menos de 5 años calculo) realmente se puso muy pero muy de moda la especulación financiera ya no solamente en las clases empresariales dónde siempre estuvo y ha hecho estragos con el país, sino entre la gente de a pie digamos.
Y ES especulación, porque las criptomonedas, ni hablar de las apuestas, son estafas y son lo que más llaman la atención sobre todo en la demografía joven (y muy joven) cuando la verdad es que nadie en la vida salió bien por apostar y las criptomonedas siempre fueron una estafa. Pero la gente cae en la ludopatía igual (hay gente que lo explica mejor que yo).
Yo creo que estamos viendo algo muy fácil de explicar por la situación material del país (y la crisis del capitalismo en general) pero también hay un componente cultural sobrecargado por las redes sociales y estafadores, porque de dónde un chico de primaria (cuya familia nunca hizo eso) consigue la idea de apostar y pedir plata prestado para hacerlo? Pero también, culturalmente se ha alabado la idea del empresario emprendedor que sale de un garaje con una idea y se hace multimillonario (todos los libros de autoayuda básicamente) sin nunca analizar cómo se hizo millonario, que mierda vende o hace para hacerse millonario. La idea es alabar el hacerse rico como una cuestión de actitud, como una forma de vida. Es casi religioso. Por eso creo que mucha gente piensa o quiere pensar que la plata sale de la nada y no es así.
Hay una cantidad de estafadores y de víctimas terribles y creo que todavía no vemos ni la punta del iceberg de todo esto.
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mamaporcupine · 5 months ago
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Holaa
Si Liam conociera a Jeff, Eyeless Jack y a Masky, cómo se llevaría con ellos? Alguno de ellos le caería mal?
Hola! 💙
De forma canónica no conocería a ninguno, eh de aclarar, físicamente es complicado ya que vive en Argentina ^^ de todas formas por su personalidad si llegara a conocerlos sería algo así su pensamiento.
Liam con Jeff the killer: ... —Solo se trata de un demente, no tengo ni tendré NUNCA el interés de conocerlo. ¿Quien querría? Lógicamente sería una estupidez si me acerco tan solo unos pocos metros, me libraría, pero estoy seguro que saldría herido. No sean idiotas. Un asesino serial no es uno de tus modelos de tiktok... no subestimen las enfermedades mentales y mucho menos un psicópata que asesina a todo lo que ve.
Liam con Eyeless Jack: ... —¿Que se supone que esto? Una entidad?...un fantasma? Ya suficiente tengo con mí cabeza y ahora veo muertos. Umh... ¿O es una persona viva? Discúlpame no entiendo. Hay muchas más cosas que causan pavor que este sujeto...
Liam con Masky: ... —Ey Ey amigo estás bien?... Parece que tienes un poquito de.. tos... ¿Mentitas? Oye no crees que dejar de fumar... ¿Te ayudará? Al menos un poquito, no se. Digo. Total.... No debería importarme al final.... Ese coso alto. No sé. Que se supone que debería asustar, no tiene cara y tiene tentáculos, eso, no se supone que los cuida o los recluta? Ni idea igual jajaja pero eh! Ese palo con brazos seguro los ayudará... con permiso.
En definitiva, le cae mal todo(????) jaja
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boybeblue · 7 months ago
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La lluvia no siempre es la misma, y las palabras tampoco. La lluvia cae y parece estar limpiando tu dolor, pero luego solo cae sobre ti, te moja, la sientes en tu piel, pero solo está ahí, solo forma parte de la tristeza que inunda tu cuerpo y parece aumentar el peso de tu piel. Otras veces, la lluvia cae sobre tu rostro, se desliza, entra en tus ojos, empapa tus pestañas y cabello, te hace sonreír, te hace querer beberla, te hace querer sentirla. Pero las gotas, como las palabras, son solo emociones de tu existir, un cúmulo de emociones y circunstancias que circulan por tus venas, queriendo llenar de vida tu cuerpo.
No saber qué se siente, no saber qué se quiere, no saber qué se piensa; intentar articular emociones como palabras, intentar desviar el agua por un solo torrente parece casi imposible en ocasiones, solo fluye, a veces solo debes dejar que fluya, que ese no saber sea suficiente para saber que sabes no saber.
No puedo escribir como si fuera el más erudito, no puedo expresarme como si supiera lo que siento o como si tuviera el conocimiento de mis pensamientos y emociones como un sabio podría tenerlo. Solo parece ser como una tormenta. Una tormenta que cae y cuya singularidad depende del momento.
He aprendido a respirar bajo el agua, he aprendido a sentir las lágrimas en mis ojos, he aprendido a entender ese líquido salado que parece extraño a mi ser. La coherencia de su sentir, la coherencia de su fluir. A veces olvido respirar porque no estoy en el agua; parece ser que el agua ha sido mi maestra para respirar y cuando está en mí, cuando la lluvia cae de mis ojos, parece ser momento de restablecer las enseñanzas, parece ser momento de mirar esa tormenta que fluye de mis ojos, parece ser importante entender el azul de lágrimas que fluye.
¿Coherencia?
¿Algo la tiene?
¿Mis ideas tienen coherencia?
¿La tormenta la tiene?
¿Acaso las lágrimas de una tormenta caen con coherencia, saben dónde van a caer, saben su movimiento exacto?
Quizás puedas predecir la caída de una gota en una suave llovizna,
pero cuando se trata de una tormenta, ¿qué es una gota con la bocanada de aire que aparece de la nada?
Las tormentas son distintas.
Las lloviznas son distintas.
Los colores que se forman de una tormenta son distintos.
He aprendido de las tormentas azules y de las multicolor.
Quiero atrapar las gotas que caen de mis ojos, quiero entender cada una de esas gotas.
Quiero ser capaz de percibir su tonalidad de azul, ¿acaso todas son azul marino o azul celeste?
El agua cae del cielo, se precipita, flota en el aire, cae con fuerza sobre el suelo de la ciudad y se une a todas las gotas que junto a ella cayeron.
¿Son una sola gota?
¿No son una gota?
Un charco.
Un conjunto.
Un movimiento.
Un río.
Un mar.
Un océano.
Un ecosistema.
Un planeta.
Un universo.
Se mueve, se transforma, respira y asciende de nuevo al mismo cielo que la vio caer.
Sal sabe mi boca, así como el mar.
Mis ojos están rojos, rojos como a punto de estallar de calor.
Rojos como un volcán a punto de erupcionar, o acaso ya erupcionó, está activo.
El rojo de un recuerdo, un recuerdo de lágrimas azules.
¿Coherencia, la hay?
¿Mis lágrimas son coherentes? ¿Mis sentimientos lo son? ¿Mis pensamientos lo son? ¿Lo es la existencia? ¿Lo eres tú quien lee esto?
La gota de lluvia que cae sobre mi piel no es la misma gota de la lágrima que se desliza por mi mejilla.
Agua, se mezcla y forma un solo ser, un átomo lleno de energía y de incoherencia.
Un océano completo que parece estar tan calmado como si fuese una laguna en la mitad de un páramo,
silencioso y calmado,
lleno del más mínimo sonido presente en la ausencia de ruido.
La tranquilidad en el sentir.
Los pensamientos dejan de sonar o adquieren orden,
incoherentes pero coherentes con su idea.
Lloviznas y tormentas caen sobre ese océano que solo recibe y parece ser infinito, capaz de soportar la tempestad y la calma de cada una de las gotas que caen sobre él.
Es tan azul, tan magnífico, tan transparente y penetrable, tan oscuro y envolvente,
contradictorio en calma,
calma que se precipita,
calma que respira con fuerza,
calma que quiere encontrar respiración en lo más profundo del mismo océano.
Un sin sentido que necesita ser ordenado.
El cosquilleo de buscar el orden.
El corazón desordenado.
El respirar precipitado.
La calma que se busca.
Respirar bajo el agua, entender el océano, entender el ruido,
entender la arena que se mezcla cada vez que las olas chocan en el borde de la playa.
¿Hay coherencia?
¿Hay ideas, hay palabras?
¿Hay lluvia, hay tormenta?
¿Hay yo, hay tú?
Esa arena cae de nuevo en la playa y el agua transparente deja ver el cielo completamente azul que se refleja en ella.
No necesito entender cada gota, cada llovizna y cada tormenta, pero he sido capaz de sentirlas, miedo en ellas, reírme en ellas, respirarlas, articularlas.
Se mueven al caer en el suelo, al fluir hacia el río y seguir su camino hasta desembocar en lo más profundo del océano.
El océano parece abrazarlas y aceptarlas con tranquilidad utópica.
Es océano, es profundidad, es ligereza.
Es.
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sakurakoneko28 · 8 months ago
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Tuve una idea pero no sé exactamente como etiquetarla (tanta tristeza me fundió las neuronas) es algo tipo lover to enemy to lover again sip, todo en singular 👀
Cómo nota importante: necesitaba algo de Missa en un estado hostil/rencoroso y de eso mismo sale esto...
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Philza despierta 20 años después, la isla ha sido habitada por muchas nuevas personas, estructuras nuevas y una vida semi urbana muy diferente a la que conoció.
Curioso logra llegar a su último hogar que ahora luce abandonado, sorprendentemente nada ha sido destruido, solo inundado por telarañas, enredaderas y polvo. Viendo eso piensa que entonces Missa igual se fue y ya nada queda de su familia.
Desilusionado empieza a recorrer las nuevas secciones de la isla, todo parece haber vuelto a florecer, casas, edificios, tiendas, jardines, etc tanta nueva vida que creció ajena a su existencia o la de los viejos habitantes.
Pero entonces lo ve, hablando con un par de desconocidos a escasos metros de él, sus ropas son algo distintas, el cabello más largo peinado en una trenza que cae por uno de sus hombros, y sobre todo, una mirada más apagada de lo que recuerda, incluso las orejas y cola de gato están ocultas.
Cuando corre a abrazarlo esperando ser correspondido como antes se encuentra con que Missa no reacciona, mantiene su mirada indiferente y con frialdad solo pregunta "¿que haces acá?"
Philza vacila unos segundos, no se esperaba esa respuesta, sin risas o gritos agudos que soltaba cuando se encontraban, incluso el cuerpo de su... ¿esposo? no reacciona ante el gesto, se mantiene rígido y solo uno de sus brazos se mueve para quitárselo de encima. Las otras dos personas se mantienen en silencio sin saber si deben intervenir o no.
—¿Necesitan un momento a solas? podemos adelantarnos si quieres.
—No te preocupes Aldo, no es nada importante.
Esa respuesta provoca un dolor en el pecho del rubio, su Missa nunca lo consideraría algo "poco importante" ¿porque suelta palabras como esas?
—¿Seguro? se ve que quiere hablar contigo.
—Y yo no tengo absolutamente nada que hablar con él, vámonos chicos.
No puede creer lo que está escuchando, esa no es la persona que dejó antes de irse a dormir, intenta detenerlo y explicarle lo último que pasó hace veinte años pero esto no inmuta al más alto. Cuando trata de tomarlo de la mano Missa se aparta bruscamente y le advierte que si vuelve a hacerlo no lo pensará dos veces para lanzarle una pócima que lo deje incapaz de moverse por un rato.
Confundido y dolido Philza empieza una pequeña discusión que poco a poco va escalando, durante el rápido intercambio de palabras Missa le dice con enojo como vivió esos veinte años y como al final decidió hacerse una nueva vida estando solo ya que "al menos de esta forma estoy seguro de que no me romperán el corazón de nuevo".
Habiendo soltado esa afirmación todo queda en silencio, las dos personas acompañantes que ahora sabía se llamaban Molly y Aldo deciden alejar a Missa de ahí, tengan el contexto completo o no, pueden notar lo poco seguro que es seguir la discusión. Mientras se alejan una última advertencia es pronunciada por el que alguna vez se hizo llamar su esposo "déjame en paz, no te necesito aquí, no quiero nada de ti".
¿Que fue lo que sucedió durante esas dos décadas? necesita averiguarlo, nunca imaginó que la radiante mirada amatista podría apagarse justo como ese día lo presenció.
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lynaferns · 9 months ago
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El Bosque Del Otro Lado Capítulo 1: Quiero irme a casa.
Ver. [INGLÉS / ESPAÑOL]
EDIT: Este fic está ahora en AO3
Una chica se pierde en el bosque y encuentra una puerta misteriosa en medio de la nada. Al otro lado conoce a un… individuo muy peculiar que parece sólo querer hacerse amigo de ella y jugar. Todo parece estar bien. Hasta que cae la noche y alguien más se une a jugar.
Esta es de alguna manera una historia más "alegre" que BIOMáquina, aún con sus temas oscuros. Escribí esto hace un año. Con esto quiero decir que me obligué a escribirlo y terminé odiándolo y quemándome. Hace un par de semanas decidí releerlo y pensé que estaba bastante bien, así que lo edité un poco para que fluyera mejor. Solía estar escrito más como un guión para el cómic que quería dibujar pero eso no pasó (coff, estresadome, coff, forzadome, coff, no os fuercéis a crear contenido a partir de un hobby, se supone que un hobby es para tu propio entretenimiento). No estoy completamente satisfecha con el borrador final, pero creo que es suficientemente bueno para ser el primer fic que he escrito.
Originalmente planeé que fuera algo de Y/N pero eso no duró mucho. Pero mantuve la idea original del POV en primera persona. Las historias de T/N que he leído siempre tienen algún narrador que te dice lo que haces y te inserta a ti en la historia. Pensé en hacer que el prota fuera el narrador, de esta manera el lector puede insertarse como si fuera su historia o puede leerla como si alguien más le estuviera contando una historia. Esto también es un poco limitante, ya que la narración es también el proceso de pensamiento del prota y, a veces, puede ser que omita detalles que el prota no pudo haber visto.
AU, Bosque mágico, centrado en DCA, Sun fnaf, Moon fnaf, Duendes Sun & Moon, OC, Autoinserción, Character & OC, platonico, amistad, slowburn (más o menos), Moon es agresivo al principio, Moon es un poco gremlin, Sun protectivo (creo), OC es un mal hablado, Protagonista Femenino, Primera persona, Angst.
El primer post donde enseñé esta AU y mi primera boceto de idea.
Archivo de Tumblr con todo el arte, ideas y preguntas respondidas.
Youtube Playlist la cual estoy bastante orgullosa de como ha salido :] está en un orden específico pero puedes ponerla en aleatorio.
Nota: aunque trato de mantener las cosas ligeras, algunas cosas pueden incomodar a algunos lectores.
CW: Ansiedad, Ideación suicida, Muerte implícita, Asfixia, Abuso no sexual.
Recuento de palabras: 9.179
Bueno.
Aquí estamos de vuelta, en la vieja casa del pueblo (yey...). Bueno, 'estoy', mi familia no llegará para instalarse hasta dentro de una semana. Me trajeron aquí de antemano hace unos días por temas de organización. Echaron un vistazo rápido antes de irse para ver el estado de la casa, si necesitaba algún arreglo y tal, y se volvieron a la ciudad. Mientras ellos terminan de prepararlo todo yo cuido de la casa y les mando mensajes de cualquier cosa que se pueda necesitar para cuando vuelvan.
Llevamos años sin venir aquí, la casa necesita unos arreglillos, y lo siento por las arañas, pero una limpieza profunda le vendría bien. No podemos hacer una limpieza profunda pero yo he ido limpiando lo que he podido estos últimos días, al menos para que se vea decente... a primera vista.
Bueno, tampoco es que vaya a venir nadie de visita.
Es un pueblo tranquilo, hasta que los críos del pueblo de al lado vienen a montar jaleo con las bicis. Juegan en nuestro descampado, espantan a los gatos y tiran latas por ahí. Son unos capullos.
De todas formas, la gente del pueblo es maja. Los adultos digo, los niños con los que solía jugar ya no me llevo con ellos. Algunos ya no son tan niños, hemos crecido y vamos por caminos distintos. Pero los que aún si son niños... todavía están interesados en la única niña mayor del pueblo que les hacía caso y les dejaba hacer lo que quisieran, hasta cierto extremo.
No quiero que vengan a buscarme para salir a jugar. Me he estado escaqueando diciendo que estoy ocupada limpiando la casa y dejándola lista para cuando llegue mi familia pero cada vez me apetece menos interactuar con ellos. Es por eso que voy a salir al bosque de detrás de la casa a perderme un rato, como siempre. Los niños no se acercan al bosque así que ahí no me van a molestar.
Hay una zona para el turismo y senderismo pero no viene mucha gente, algún coche de policia bordea el bosque de vez en cuando pero nunca se adentran. Llevan viniendo reportes de gente desaparecida en este bosque desde hace décadas, solo han vuelto algunos niños perdidos pero no hay rastro de ninguno de los adultos desaparecidos junto con el resto de niños. Las zonas marcadas con señales son seguras pero no puedes salirte de los limites a no ser que quieras desaparecer junto con esa gente.
Y yo, que ahora mismo estoy sola y sin nadie que note mi ausencia si desaparezco, voy a ir derechita para el bosque. No te pienses, no quiero desaparecer, simplemente no me gusta la gente y me suelo meter en el bosque pero no me alejo demasiado. Mientras vea mi casa a lo lejos, sé cómo volver.
Agarro mi bolsa con mi cuaderno y estuche por si me apetece dibujar (probablemente no lo haga) y salgo al porche de atrás. La puerta metálica corredera exterior que protege la interior está oxidada y cuesta abrirla. Habría igual que engrasarla pero no sé cuando se hará, considerando que la barandilla rota lleva con una tabla de madera atada por años. Ya le mandé un mensaje a mi madre hablando de eso.
Entro al bosque y empiezo a dar vueltas. Hace calor, por supuesto, estamos a principios de verano, pero es bastante notorio después de estar al fresco dentro de la casa de ladrillo y piedra. Es lo bueno de venir aquí en verano, las casas están hechas para mantenerse frías por dentro y se está genial, a veces hasta necesito llevar chaqueta. Pero fuera me estoy muriendo, los árboles no dan suficiente sombra. De hecho, faltan algunos árboles. Solía tener mis rutas memorizadas pero ha pasado tiempo y algunos caminos han cambiado, unos han desaparecido y se han creado otros. Admito que me da algo de pena... Empecé a caminar absorta en mis pensamientos sin fijarme a dónde iba.
Me estoy alejando, debería volver. Total, no voy a dibujar nada aquí y hace más calor fuera que dentro así que voy a dar media vuelta-
Oigo gritos y risas a la distancia, el sonido de las voces me produce un inmediato disgusto. Son esos críos del pueblo de al lado. Habrán venido a 'investigar' sobre las desapariciones o tal vez les da igual y han venido solo ha hacer el imbécil-
Se están acercando.
No quiero que me vean. Dios. Que no me vean. Cualquiera menos ellos. Se están acercando. Que no me vean. No puedo volver a casa ahora. Me están cortando el paso. De toda la gente que podría haberme encontrado. Tenían que ser ellos. No, por favor. Que no me vean. Tengo que adentrarme más al bosque, no puedo dejar que me vean. Se están acercando. Que no me vean. Quiero irme. Quiero irme. Me estoy alejando demasiado. Quiero irme. No veo mi casa. Quiero irme. No veo el pueblo. Quiero irme. No veo a los críos.
...
...
...
¿Dónde estoy?
Joder.
¿Dónde estoy?
Quiero irme.
Quiero irme.
Quiero irme.
Quiero irme.
Ahora estoy deambulando por el bosque. No quiero volver. Quiero irme de aquí. A pesar de que estoy caminando en linea recta siento que estoy dando vueltas, y que no voy a salir de aquí ahora. Genial. Me he perdido. ¿Ahora que? La gente que se pierde en este bosque no vuelve, nadie ha vuelto excepto algunos niños.
...
Voy a desaparecer.
...
De momento sigo caminando hasta que ocurra algo. Quizás hay algún animal que mata a la gente que se pierde, o igual es un grupo de secuestradores, o igual debería dejar de darme ansiedad a mi misma y centrarme en salir de aquí. Quizá si encuentro un campo o carretera, o hasta la zona de turismo, consiga salir de aquí y volver bordeando el bosqu-
...
Hay... pintadas de colores en los árboles. Alguien ha pintado ojos, manos, estrellas y más cosas en la corteza de los árboles...
¿Qué es esto?
No sé a dónde he llegado, no sabía que estaba esto aquí, en mitad de la nada en el bosque. Los arboles tienen hojas rojas como en otoño a pesar de que acaba de comenzar el verano... Lo primero que he pensado a sido 'culpa del cambio climático' pero hay algo que destaca en mitad de toda esta zona llana y me está inquietando.
En el centro hay una especie de portal circular de piedras sostenido por raíces.
Vale, igual no suena taaaaan inquietante como, yo que sé, un tótem con una figura humana siendo empalada o algo, pero a mi me da mal rollo. ¿Qué es este sitio? ¿Quien ha construido un arco de piedras en el centro de todo y por qué?
Un pájaro aparece volando desde detrás mio y atraviesa el portal, pero del otro lado no sale nada... ¿espera qué? ¿cómo? El pájaro a cruzado el portal ¿y ha desaparecido tras el arco de piedras? ...He tenido que imaginarlo, no es posible que eso haya pasado. Me acerco al arco no sin antes coger una piedra del suelo y la lanzo al otro lado del portal.
Sigue ahí.
...
Por algún motivo me incomoda la idea de cruzar el portal, así que lo rodeo.
...
¿...Y la piedra? No está.
Vuelvo atrás y miro desde dentro del portal.
La piedra está ahí.
...
Miro por fuera. La piedra no está. Repito esto varias veces. Piedra. No hay piedra. Piedra. No hay piedra. Piedra. No hay piedra... ¿Qué?
De acuerdo, esto es raro, esto es MUY raro.
A pesar de que está claro que esto no es normal tengo que volver, coger una rama caída del suelo y pasarla por el portal. Esta vez no la lanzo, he cogido una rama lo suficientemente larga como para verla asomar por el otro lado del arco.
...
Vaya.
Debería estar viendo no sólo la rama, sino también mi mano asomar por el costado, pero NO LO ESTOY VIENDO. OK. VALE. DE ACUERDO. SE CONFIRMA. ESTO ES RARO.
Estoy dormida ¿verdad? O inconsciente. Debo de haberme desmayado por el cansancio al deambular sin cesar por el bosque y estoy delirando o algo. No, espera, no puede ser, en mis sueños no soy tan consciente de lo que hay alrededor mio ¿Dónde estoy?
Una brisa empieza a pasar por el portal. Se va haciendo más fuerte pero no lo suficiente como para empujarme. Las hojas se levantan del suelo y flotan hacia el portal, ninguna sale por fuera, todas entrando por el arco de piedras. De repente la brisa que se había convertido en viento se detiene. Las hojas caen al suelo.
...
Miro hacia atrás un momento, como si detrás mio hubiera algo que podría ayudarme a tomar una decisión. Agarrando con las dos manos la correa de mi bolsa me vuelvo hacia al portal. Vale. De acuerdo. Esto posiblemente sea mi muerte. Voy a cruzar. Voy a pasar al otro lado. Estoy solo a un paso de cruzar. Arrugo la cara y entrecierro los ojos antes de dar el último paso.
...
No ha ocurrido nada. Todo parece igual. Sin embargo sé que no es igual... ¡O al menos no se siente igual!
Bueno, ya he cruzado. Voy a... seguir caminando, supongo, a pesar de que esto me está dando miedo y no sé si sabré volver. De momento sigo adelante. Hace ya varios metros que han desaparecido las hojas rojas. Empieza a parecer un bosque normal, excepto por los dibujos y marcas de manos multicolores que no dejo de ver en los árboles. De hecho, parece que los árboles son más altos a cada paso que doy. Tan altos que casi no puedo ver la copa. Casi me tropiezo por andar mirando hacia arriba. Si este es el mismo bosque del que vengo, ya no lo sé.
Esto ha sido mala idea. Solo espero encontrar algo que me ayude a saber dónde estoy, un poste o la carretera a ser posible.
*cling *
...?
Le he dado a algo con el pie. Hay una bola con una pequeña cadena en el suelo. Oh, no, espera. *cling diring ding * Es un cascabel oxidado, creo. No tiene el típico agujero en forma de cruz o ranura, más bien tiene varios agujeros en patrón. Parece que se puede abrir.
No hay nada dentro.
?
¿No hay nada? Pero juraría que había sonado. Lo cierro de nuevo y lo vuelvo a agitar.
*... *
Nada.
Voy a meterlo en la bolsa, es totalmente una buena idea. Ya pensaré en ello más tarde, por ahora sigo adelante.
Ya llevo un rato caminando y en todo este tiempo he estado con un escalofrío constante en la nuca, como si alguien tuviera sus ojos clavados en mí.
*din dirring * Escucho un suave tintineo en la distancia.
Vale, no estoy sola, cojonudo ¿qué hago ahora? ¿Saludo y corro el riesgo de que el posible peligro me encuentre? ¿Ignoro el sonido de cascabeles y sigo adelante? Es muy posible que lo que sea que haya hecho ese sonido me esté viendo ahora mismo...
“¿Hola?” Aún con nervios, pruebo a saludar mirando alrededor “...” “¿Hay alguien? ¿H-hola?”
“¡-HOOOOOLA!”
“¡AAAAAH-!” Me llevo las manos a la boca a la par que me giro a mirar que demonios me ha devuelto el saludo. Doy unos pasos hacia atrás mientras observo la figura de tonos tierra y soleados que me ha respondido, parece tan sorprendido como yo, creo (con el grito que he pegado, normal), al menos me parece que está sorprendido. Lleva una máscara de madera de dos tonos... parece un sol, con una luna creciente a la derecha... da la impresión de que son dos caras fusionadas en una... Joder, que alto es, mide casi el doble que yo. Parece tener dos tonos de piel dividiendolo por la mitad, su lado derecho siendo el más claro y el izquierdo más moreno, especialmente el brazo, que también tiene un tatuaje de color claro de lineas representando un símbolo de sol que cubre desde el hombro al pectoral y hasta la mitad del biceps. El brazo derecho lo cubre un guante largo sin dedos que llega hasta el hombro y se ata alrededor del pecho. Lleva unos pantalones abombados con hojas saliendole por la cintura y las piernas, unas ¿botas... de tela? con una puntera larga doblandose de forma brusca y curvandose en un remolino geométrico con un cascabel en las puntas, una bolsa le cuelga de la cintura del pantalón y cae por debajo de la cadera. Tiene el pecho y el cuello atado por cuerdas decoradas con piedras, metales y cristales colgando, lleva un colgante que acaba en un símbolo tallado de una luna con rayos. Algunos de los 'rayos de sol' de su máscara tienen cuerdas atadas entre ellos sosteniendolos en el sitio y algunos metales colgando. Unas cintas rojas junto a cascabeles le cuelgan de las muñecas.
“am... Holaaaaaa.” Vuelve a saludar, esta vez con un tono más bajo. Consigo reaccionar, doy media vuelta y me voy. “¡ah- eh- Espera-!” Nop, no pienso quedarme a esperar a ver que hace conmigo, me piro. “¡Oy-! ¡Oye!” Nop. Acelero el paso he intento perderme entre los árboles, cambiando de dirección cada vez que aparece en mi angulo de visión. “¿Humano?¿Humana-? AMIGA ¡¿Puedo llamarte amiga?!” Nop, nop, nopnop, nop, nop, nop. “¡Amiga! ¡Oye!” Dios, no, dios, dios, no ¿Por qué me sigues? “¡Mira, sé lo que estás intentando buscar...! Y créeme ¡No vas a encontrarlo~!” ¿Pero cómo me sigues todavía? ¿De dónde sales? “¡Hey! ¡Oye! ¿¡Por qué no hacemos otra cosa a parte de correr en círculos!?” Noooooooooo... “¡Hay un MONTÓN de otras actividades que podríamos hacer! Como...¡OSTRAS, mira este palo! ¿¡Te gustan los palos!?” Dejame en paaaz... “¡No lo estás mirando! Vale, de acuerdo, no te gustan los palos, ehm... que te podría interesar...” Si no lo miro no existe. “¿Podrías ayudarme un poco aquí?” Quiero irme... “¡Mira, por mucha vuelta que des, no vas a encontrar el portal-!”
“¡PARA—! ¡DEJA DE SEGUIRME! ¡DÉJAME EN PAZ!” El repentino grito le vuelve a sobresaltar, haciendo que salte en el sitio. Se queda completamente quieto mirandome. Me voy antes de que se enfade.
“P-pero yo- ...vale.” Me pareció oírle decir antes de dejarle atrás.
Parece que esta vez no me sigue, por fin... aunque no me quedo tranquila, podría estar siguiéndome todavía y simplemente no estar a la vista. De todas formas ¿creo que estoy volviendo? Espero estarlo. Quiero encontrar ese portal lo antes posible y volver a la casa- ¿qué cojon-? “¿POR QUÉ?”
Está ahí. Justo donde lo dejé. Sentado en una roca. Esperando. “...! ¡No me he movido del sitio!”
“Ya- pero- ¿POR QUÉ?”
“¡Porque sabía que ibas a volver aquí!”
“¿...Qué?”
“¡Es lo que intentaba decirte! ¡No puedes irte! Por más que intentes encontrar el portal ¡No aparecerá ante ti!” Exclamó el hombre sol.
“…” Estoy a nada de darme la vuelta. De hecho, ya me estoy girando en el sitio.
“¡N-No, espera! ¡Por favor, no te vayas!” Me paro en mis movimientos y me vuelvo a mirarle a el. Se baja de la roca en la que estaba sentado pero se queda en cuclillas, casi a mi altura, un poco por debajo. Me muevo hacia atrás manteniendo distancias. Pone las manos en alto. “¡Mira, no hago nada! ¡No voy a perseguirte! Solo- ...no te vayas.”
“…”
“M-mira, escucha, ¡no hay manera de que aparezca! Bueno, no ante ti al menos. Pero incluso si lo encuentras de vuelta ¡no funcionará! Solo funciona cuando quiere funcionar.”
“...” Imaginemos que me fio de lo que dice “Vale... ¿y cuando quiere estar funcionando?”
“...” “¡Ni idea!”
“...”
“...”
Estoy por derrumbarme en el sitio. Al menos no parece hostil, de momento. “...” “Vale... Bien... Genial...” “...” “FanTÁS-tico.”
“...” “No pareces estarlo.”
*ಠ_ಠ* Solo pude mirar con frustración hacia el lado en respuesta a eso. Volví a mirarle con preocupación mostrándose en mi rostro y agarrando con ambas manos la correa de mi bolsa “Y... ¿qué... piensas hacer conmigo?”
Se llevó la mano a la barbilla de la máscara y con la otra se sostuvo el codo en pose pensativa cómica “¡MmmmnnNO sé! ¿Qué piensas hacer tu?” Preguntó tan despreocupadamente. Terminó de sentarse en el suelo cruzando las piernas “¡Tienes un buen rato hasta que el portal se abra de nuevo...!”
“...”
“...”
“...”
Ha empezado a balancearse en el sitio. Hace ya rato que el silencio se ha vuelto incomodo pero no consigo organizarme en que decir, y no sé si fiarme de el. Ni siquiera sé si es humano, aunque algo me dice que no lo es.
“Podrías esperar aquí.” Sugirió, sacándome de mis pensamientos “O en cualquier otro sitio, si quieres ¡Te recomendaría algún sitio alto como las copas de los árboles (no es por nada)! si vas a esperar... Pero, ¿no sería eso muy aburrido?” Había algo en su tono de voz... “Estar ahí... en la copa de un árbol... esperando... sola... sin amigos con los que pasar el rato (¿puedo llamarte amiga?). Toooda tú sola hasta que se abra de nuevo el portal.” Mira al lado por un momento “...” Y vuelve su vista a mi. “Sin nadie que esté contigo.” Repite el movimiento de cabeza “...” “sola...” Vaya... me pregunto que estará insinuando, ejem. “¿No querrías tener a alguien...? ¿...Alguien...haciéndote compañía?” Ya, ya...
“...” Supongo... “¿Su-pongo que no querría estar so-?”
Se incorpora en sus rodillas “¡Eso es lo que yo pensaba! ¿Quieres que te acompañe? ¡Solo si quieres! ¿Pero puedo?” Juntó las manos como si estuviera pidiendo un favor.
“am...”
“¿Puedo?¿Puedo?¿Puedo?¿Puedo?¿Puedo?¿Puedo?¿Puedo?” Se va acercando arrastrando las rodillas por el suelo.
Empiezo a echar en falta el espacio personal. “¡Vale! Vale, de acuerdo...”
“¿EN SERIO?” Empezó a dar brincos y saltos alrededor mío “¡OH, ojojo jO! ¡Genial! ¡Oh, hay un MONTÓN de cosas que podríamos hacer! ¡Como... Como...!” Se mueve más rápido, dando volteretas y saltos cada vez más grandes, casi pareciera que es muy ligero, como si la brisa de aire lo levantase. “¡Podríamos pintar y decorar árboles! ¡O también podemos pintar en rocas! ¡O pintar hojas! ¡O pintarnos a nosotros! ¡Oh! ¡Podemos contar historias! Soy muy bueno haciendo sombras y marionetas” Se mueve de sitio a cada frase que dice. “¡También podemos jugar a algo!” Se está volviendo tan rápido que solo veo el viento y las hojas que levanta al moverse. “¡Lo que sea! ¡Lo que quieras!” Finalmente se a parado delante mío medio agachado. “¡¿Qué dices?! ¡Mmm! ¿¡Amiga!?”
“No... me llames así” Me hace sentir incómoda.
“Oh... ¿Por qué no-? ¡Oh cierto, cierto! Que tonto ¡No sé tu nombre! ¿Cómo te llamas, potencial amiga?”
“...”
“...” “¿No... vas a decirme tu nombre?”
Retuerzo la correa de la bolsa “Depende...” He de decir que estoy un poco escéptica con esto “¿Hay alguna consecuencia por decirte mi nombre?”
“...Consecuencia...?”
“Como... No sé... Mmm-al decirte mi nombre me convierto en posesión tuya y no puedo recuperar mi libertad hasta que se cumplan... ciertas condiciones...”
“...”
“...”
“¿Por qué- cómo-? ¿¡de dónde has sacado eso!?” Si que ha sonado un poco estúpido cuando lo he dicho en voz alta.
“¡Yo que sé- es lo que dicen en cuentos infantiles viejos de duendes y hadas!” Solo espero que no se esté notando la vergüenza en mi cara.
“¿En serio?” Pude sentir como ponía una expresión de póker detrás de la máscara.
Me encogí de hombros.
“...” “Vale... Oh ¿Y si te digo mi nombre primero? ¿Me dirás el tuyo? Es justo ¡Soy Sun!”
“...”
“¿Puedo saber ahora tu nombre?” Preguntó expectante.
“¿...Cómo sé que no me estás intentando engañar?”
“...” Debo de estar sacándole de quicio con esto “Lo único que puedo hacer con tu nombre es atesorarlo en mi memoria” Juntó las manos como si estuviera sosteniendo cuidadosamente algo y se las llevó a la frente de la máscara. Le lancé una mirada de desconfianza. No parece que le hiciera desistir “¿Por favor?”
Agarro la correa desgastada de mi bolsa “...” “Fern...” Acabé murmurando.
“¿Mmm? ¿Fern? ¡OH, me gusta!” “Suena a AMISTAD.” Resaltó la última palabra haciendo un gesto como manos de jazz, inclinándose hacia un lado y acercándose más a mi con la cabeza.
“Ya... Creo que vas desencaminado.”
Volvió a erguir su postura “Nop, ¡no lo creo!”
“Sigues sin ser mi amigo.”
“Oooowwwwwnnnnnggghhh” Agacha la cabeza de forma dramática hasta que prácticamente toca el suelo “nnnnnnngggghh ¡Vale!” Hace la rueda para ponerse en pie otra vez “Así que...¿Qué será?”
“¿Mm?”
Irguió su postura y puso los brazos en jarra “Tenemos un montón de tiempo ¿Si? ¿Qué quieres hacer?”
“No lo sé, ¿Qué quieres hacer tu-?” Grave error.
“¡Ven conmigo!”
“¡aaAAAAA-!” Antes de darme cuenta ya me había agarrado del brazo y estaba siendo arrastrada por el bosque. Fuimos visitando varios lugares y el me ofreció hacer una actividad en cada uno de ellos.
Sun me trajo a un sitio donde los árboles estaban llenos de pintura de colores “¡Aquí practicamos el pintar en los árboles!” Dijo.
“Ah.” Eso explica los tachones y las formas imperfectas repetidas. Por la pinta también es donde prueba la calidad de la pintura.
“¿¡Quieres que pintemos algo!?”
“No realmente...”
“Oh, ¿Preferirías que fuera en una roca?”
“Nah.”
“¿...Y en hojas de estrella-?”
“No quiero pintar, Sun.”
“Oh... ¡Bueno, te puedo enseñar más sitios!”
“ValeeEEEEEE-” Y ya estoy siendo arrastrada otra vez.
Me trajo a otra zona del bosque, el terreno aquí parecía más nivelado. Ni un solo árbol estaba recto, todos retorcidos y hasta parecían estar huecos. “¿¡Que tal jugar a algo!? ¡Como al escondi-! No espera, no puedo perderte de vista” Murmuró por el final “¡¿Y a perseguirnos?! ¡Podemos trepar un árbol y ver quien llega antes a la copa! ¡Tenemos un sitio lleno de lianas y es perfecto para balancearse- y saltar de un árbol a otro-!”
“No... quiero moverme mucho realmente...” Con la forma en la que corre sin cansarse y yo que no hago ejercicio... me dejaría muerta.
“Oh... bueno, entonceees-”
Llegamos a un sitio lleno de vegetación y humedad. Sun parecía bastante emocionado... “¡Este sitio está lleno de insectos! ¡Podemos buscar insectos chulos!”
“Mmmmmnoooo... No quiero.” Tuve que decirle intentando mostrar el menor desinterés que pude.
“¿No te gustan?” Sonaba un poco desilusionado por oír mi reacción.
“No, si que me gustan, algunos, pero no me gusta tocarlos.” Y tengo pánico a que me vuelen a la cara.
“Oh, bueno, ¡no pasa nada!” Dijo como quitando importancia y nos movimos a la siguiente parada.
“¡Conozco ese pájaro!” Nos paró en el trayecto para señalar a un petirrojo en lo alto de una rama.
“ah.” Dije mientras me quitaba hojas del pelo y la ropa, y comprobaba que aún conservaba las gafas.
“¡Es un pequeño granuja!”
“...” Creo que el pájaro nos está haciendo el equivalente a 'un calvo'.
“¡Mira pece-! Oh, se han ido...” El ruido les debe haber espantado “¡Podemos buscar más sitios donde mirarlos si quieres!”
“...” “...no, paso...”
“…”
“¡Mira este palo!” Sun había sprintado de repente adelantándome, recogió algo del suelo y volvió igual de rápido, mostrándome el palo como si se tratase de una espada.
“oh” Es un palo guay, hay que admitirlo.
“¿¡Quieres buscar más palos!?”
“No...”
“oh...” Miró al suelo en decepción.
“¿Por qué íbamos a buscar palos? Hay por todo el suelo.” Específicamente, en esta zona el suelo era todo palos. Literalmente, solo estamos pisando palos ahora mismo. No veo la tierra.
“¡Variedad!” Sun dijo señalando el suelo con ambas manos. Se oye una rama caer a la distancia.
“¡Eso es un ciervo!” Señaló al ciervo que pasaba cerca. El ciervo se paró a mirarnos.
“Ya veo, ya...”
“¡Lo llamamos Adoquín!”
“¿...Por qué se llama Adoquí-?”
*TUMP! *
“…”
El ciervo se ha hostiado contra un árbol al intentar salir corriendo. Se queda quieto un minuto, procesando el golpe, mira hacia un lado y luego a otro, entonces sale corriendo otra vez pero ahora esquivando el árbol.
Se oye otro *tump! * en la distancia.
“...” De acuerdo.
“¿Quiereeees buscar piñas? Habrá alguna caída por aquí ¡Oh! ¡También podemos buscar setas!”
No hago más que decirle que no a todo lo que sugiere y no parece que vaya a quedarse sin ideas para pasar el rato. De hecho, es muy insistente en que hagamos algo. Supongo que en algún momento tendré que decir que si a algo. “...” “...vale...”
“¡¿Mm?! ¿Vale? ¿A qué vale?” Su exagerada sorpresa me ofende pero no le culpo.
“A... no sé ¿piñas?”
“...No te ves muy convencida.”
“…”
“…”
“…”
“¡VALE! ¡A buscar piñas pues!” Me sobresalto un poco con el repentino grito. Hace una pose señalando en una dirección, como si estuviera liderando una expedición.
Me lleva por el bosque en busca de piñas. No estamos encontrando muchas, sobre todo yo que no estoy poniendo interés. Intenta animarme a ponerle más empeño pero yo sigo mirándome las botas.
Pasamos cerca de un río con cantos. A mis pies encuentro un guijarro y me agacho a cogerlo para verlo mejor. Es como un gris azulado, tiene unas líneas rojizas en forma de ondas, se siente bien al tacto.
Oigo el suave tintineo de un cascabel y noto una sombra ponerse a mi lado. “¿Te gustan los guijarros?” Sun está agachado al lado mío con los brazos llenos de piñas.
“…” Asiento.
Bajamos al río y estamos un rato recogiendo guijarros con formas curiosas o pequeños detalles de colores, líneas, manchas, etc. Se acerca a enseñarme una cada vez que encuentra formas raras.
“…”
*rin * Esta vez está encorvado apoyando las manos en las rodillas. “Te ves... algo decaída.”
“…”
“Hey... podemos hacer otra cosa si te has cansado de los guijarros.”
“...” Dejo los guijarros que estaba mirando en el suelo.
“...” Desvía su mirada de mi hacia el cielo. No se ha hecho tarde como para estar ya anocheciendo pero si que ha pasado un buen rato entre las pateadas que nos hemos dado (el arrastrándome de acá para allá), el buscar piñas y luego guijarros en el río. Vuelve a mirarme. “¡Oh, ya se! ¿Puedo llevarte a un último sitio? ¡Un sitio mejor que los que te he enseñado!”
“…” Me levanté del suelo y esperé a que empezase a guiar para seguirlo.
Nos adentramos en el bosque cada vez más espeso. Los árboles son más altos y grandes, de hecho, empiezo a ver plataformas y puentes tendidos entre los árboles, incluso veo pequeñas chabolas en ellos.
“¡Espera aquí!” Coge carrerilla y salta a uno de los árboles con puentes. Da tres pasos corriendo por el árbol, de un salto se impulsa y trepa con agilidad hasta llegar a la plataforma y se sube. “¡Solo un momento!” No se le alcanza a ver desde aquí pero se oyen levemente unos chirridos. No tengo ni idea de que está hacien-
*rush *
“........eh?”
Una soga.
Ha caído una soga. A la altura de mi cabeza.
“.......”
¿Qué?
Dijo que conocía un sitio mejor.
No. No puede ser esto.
“¡¿Está a buena altura?! ¡¿Puedes alcanzarla?!” Dice...
No puede ser.
Un sitio mejor.
No puede referirse a esto.
Un sitio mejor.
Un sitio mejor. Un sitio mejor. Un sitio mejor. Un sitio mejor.
“¿¡Alcanzas a meter el pie?!”
“..........” Por algún motivo lo que dijo me descoloca “¿KHE-?”
“¿¡Puedes meter el pie en el lazo y agarrarte a la cuerda para que pueda subirte!?”
“..............”
“¡No puedes trepar árboles ¿no?! ¿...o si?”
… “...” Oh “....Es...¡Está muy alto!”
“¡Vale!” Se oyen unos chirridos y la soga desciende hasta el suelo.
Meto el pie en la cuerda como me dijo y me agarro a la misma. “¡V-vale...!”
“¿¡Estás lista!?”
“¡Si!”
“¡Vale!” Empieza a recoger la cuerda (que no se aprieta alrededor de mi pie al sostener mi peso) y me ayuda a subir a la plataforma. (Era para eso, obvio, ¿qué otra cosa iba a querer? Si es que soy...) “¡Vamos!” Dice de forma alegre, como siempre, y me lleva por los puentes. “Pareces tensa... ¡No me digas que te dan miedo las alturas!”
“A-algo así... no es nada.” Inclina la cabeza a eso pero no dice nada. Tengo una sensación desagradable en la garganta.
Llegamos a un sitio alto con vista hacia cascadas, no se alcanza a ver por encima de los árboles. Nos sentamos en uno de los puentes, apoyando los brazos en la cuerda que hace de barandilla y dejando colgar las piernas fuera del puente. He pensado en sacar el cuaderno para dibujar... pero realmente no me apetece ahora, así que solo observo en silencio el paisaje. Sí, es un sitio mejor.
Me siento observada. Me giro para mirarle ...Por supuesto que me estaba mirando. No sé siquiera si decirle algo o callarme. ... Decido... no decir nada y mirar al frente.
“No... eres muy de hablar, eh.”
“…”
“¡No es que sea algo malo! Mucha gente que ha llegado aquí tampoco era muy habladora al principio.” Más gente...
“...” “No tengo... nada de lo que hablar.” No quiero hablar.
“...” “Pues yo si.”
“…”
“Si te parece bien, claro.” Rió. Aunque algo me dice que va a hablar igualmente.
“…”
“...” “¿Que te trae por el bosque?”
“...” ¿En serio? “Me perdí.”
“¡Ya, ya lo sé!” Dice entre risas “Pero ¿Qué te hizo perderte?”
“...” “Había un grupo de críos a los que no me quería acercar y decidí meterme en el bosque para perderles.” Hace un sonido de 'hum' y me mira expectante esperando a que continúe “Y... me acabé perdiendo yo...”
“...” “¿Solo eso?”
“...” “Pues si.” ¿Cómo que 'sOlO eSo'?
“...Mmm...” Se lleva la mano a la barbilla de la máscara.
“...” “¿Qué?”
“¡Nada!” “...” “¿Sabes? Eres la primera humana que visita el bosque en muuuucho tiempo. Desde hace ya varios ciclos...”
“¿Ciclos?”
“Mhm” Asiente.
“¿...Que son los ciclos?”
Sun señala al cielo “¡Las vueltas que da La Luna en el cielo!” Hace énfasis girando el brazo en el aire. Está apuntando justo a La Luna que es visible en el cielo.
“Oh...” Usa los ciclos lunares para saber en que día está, tiene sentido. “...” “Entonces hace tiempo que no viene nadie por aquí.”
“¡Eso es lo he dicho! Bueno no ¡Pero si!”
“Y-y entonces los humanos que vinieron ¿siguen aquí? ¿Han estado aquí todo este tiempo?”
“¡Si...! Bueno ¡No!” Hizo una pausa. “¡Ya no están!”
“¿Cómo que ya no-?” No me dejó terminar la pregunta.
“¡Ya no están! ¡Se 'fueron'!” Sonaba como si hubiera dado esta respuesta muchas veces ya.
“¿Cómo que se fu-?”
“¡Se 'fueron'!”
“...” “¿...Quieres decir... que desaparecie-?”
“¡Nop!” “...” “¡Algo así!” “...” “Mmmás o menos...” Dudaba entre una respuesta y otra.
Parecía inútil preguntar por las personas desaparecidas. “...vale” “¿Puedo preguntarte-?”
“¡Puedes preguntarme lo que sea!” Una pizca de nerviosismo escapó de su tono.
“...vale, ¿Qué es este bosque?”
“¡Mi casa! Y la casa de muchos otros animales.”
“...” “De acuerdo, y...¿Cuántos sois...? ¿Cuántos vivís aquí? Me refiero. Me has llevado a todos lados y no hemos visto a nadie de tu...” Hago un gesto señalándolo, dando vueltas con la mano en el aire. No puede ser humano, no parece que lo sea. “...” “Sinceramente, no sé lo que eres.”
“...” “Solo estoy yo... ¡Y alguien más!” Mira a otro lado, como queriendo ocultar algo.
“Oh... y ¿quién es ese alguien?”
“¡Oh! ¡N-no, no te preocupes! Es... solo un amigo... ¡Pero no es importante que lo conozcas ni nada!” Le quita importancia haciendo un gesto con las mano. “Eh-am- ¿¡Que tal si hablamos de tí!? ¿eh? ¿Qué cosas te gustan? ¡Antes como le decías que no a todo pensé que no te gustaba NADA!” Ha seguido hablando si dejar que respondiera “No sabía que hacer si me quedaba sin ideas ¡Me empecé a preocupar! Pero al menos tu no eres de los que se pasan todo el día gritando y amenazando con un arma en mano, ajaja...” Dejó escapar una risa nerviosa.
“Um-”
“Bueno, que tu saliste corriendo y gritando, si.” Empezó a gesticular ampliamente mientras se quejaba “¡Como todos-! No, no como todos, algunos no corren, ¡Pero los que a parte de correr y gritar te atacan...! ¡Quiero decir...!” Algo me dice que no se iba a callar y yo ya estaba escuchando a medias “Primero me tiran piedras a la cabeza, luego me insultan y salen corriendo ¡Y yo tengo que correr detrás de ellos porque no puedo dejar un humano solo corriendo por ahí! ¡No! ¡No puedo! ¡No en este bosque! ¡Le podría pasar cualquier cosa! ¡Pero nunca me dejan avisarles!” Sonaba cansado. “Y para cuando consigo que dejen de huir de mi me vuelven a tirar cosas y a gritarme antes de pedirme que les diga dónde están y como salir de aquí, y cuando se lo explico ¡Me gritan más y me acusan de mentir!” Se gira a mirarme con las manos apuntándose al pecho “¿¡Qué razón tendría yo para mentir!?” No sé si no se ha dado cuenta o si está ignorando la cara de póker con la que le he respondido “¡AGH! ¡No sé que hacer con esos! En fin... ¡Pero me alegro mucho de que encontrásemos algo que hacer al final!”
“¿eh?” Me baja el santo del cielo. Parece que ahora si que está llevando la conversación hacia mi.
“¡Los guijarros!” Se sienta girándose más hacia mi, dejando una sola pierna colgando del puente y la otra apoyada en el mismo. Saca del bolsillo unos de los guijarros que estuvo recogiendo conmigo “No sé por qué dí por hecho que no te gustaría buscar piedras. Igual porque no querías pintarlas antes... Aunque al final los dejaste de vuelta en el río, pensé que te quedarías alguno.”
“Ah... no sé. No pensé que me los podía llevar.”
“¡Te puedes quedar con algunos de los míos!”
“No, está bien.”
“¿Seguro?”
“Si.”
“¿Seguuuuuro??” Insiste.
“Siii.”
Me pone un guijarro muy cerca de la cara “¿Seguuuuuuuuro?” cada 'u' suena más aguda que la anterior.
“...” Aparto el guijarro de mi cara “Siiiii.”
“mmmh... ¡Vale! Pero espero que luego no te arrepientas cuando no tengas una piedra guay como éstas y pienses '¡Oh tío, podría tener una piedra guay ahora mismo!'.” Tras una mala impresión de mi se guarda las piedras en el pantalón. “Entonces... A parte de guijarros ¿Qué más te gusta? ¿Mm? No he podido deducir mucho del día de hoy.”
“No sé.”
“¿¡Cómo que no sabes!? ¡Oh! ¿Es secreto?” Se acerca y empieza a susurrar llevándose las manos a la boca de la máscara “No se lo contaré a nadie, promesa.”
“No. No sé” Miré hacia un lado “No se me ocurre... así tan de repente.”
“ooow...” Se desploma un poco sobre la barandilla, parece triste.
“…” Dudo entre si decir algo o no “...Dibujar...”
“¡¿Mmm?!” Ya no parece triste.
“Y escuchar música, supongo.” “Es... todo lo que hago... la mayor parte del tiempo.”
“¿¡De verdad!? ¡Oh! ¡A mi también me gusta dibujar! ¡Y la música! ¿Pero es realmente todo lo que haces en el día? ¿No haces otro tipo de cosas? ¡Como leer! O escribir ¿No sales a a dar una vuelta o jugar con tus amigos?” Arrugo la cara a eso último y el inclina la cabeza en confusión.
“No salgo.” “Tengo cómics, pero rara vez leo.”
“¿Cómics?”
“Am... Son historias pero en vez de narrar lo que ocurre hay dibujos y sólo se escribe lo que dicen los personajes.”
“¿...Es un libro con dibujos?”
“Si, pero con un montón de dibujos en cada hoja, de principio a fin.”
“WOAH.” Sonaba perplejo “Eso es dibujar UN MONTÓN.”
“Si, lo es.”
“Ahh, me encantaría ver como son.” Apoyó el brazo en la barandilla para sostener la cabeza en la mano “Lástima que no pueda...”
“De todas maneras no me los he traído.”
“¿Los llevas encima normalmente?”
“No, es que no me los he traído conmigo al pueblo, me los he dejado en casa.”
“...” “¡Oh!” Parece que algo le ha hecho clic “No eres del pueblo.”
“No, soy de una zona más urbana. Mi familia venía al pueblo todos los años en verano, pero dejamos de venir. Ahora parece que estamos intentando retomar la costumbre.” Suspiré.
“¿Por qué dejasteis de venir?”
“...Eso es personal.”
“Oh... vale.” Dejó pasar un minuto de silencio incomodo “¡Oye, puedo traer unos libros que tengo en mi casa! ¡Creo que podrían intere-!” Desvía la mirada de mi hacia la puesta de sol detrás nuestro, ya casi no se ve el sol. “-sarte...” Miro también a la puesta de sol y luego a el con confusión “...” “...oh...oh-OH ¡Oh-no!” Se levanta bruscamente haciendo que el puente tiemble levemente ¿Qué habrá visto? “¡Tenemos que movernos!” Extiende una mano para ayudarme a levantarme. “¡Tenemos que empezar a movernos!”
Me levanto apurada por mi misma, ignorando su mano “V-vale ¿A dónde?”
“¡Ven, corre!” Una vez más me agarra del brazo y me lleva por los puentes entre los árboles hasta llegar a una chabola en un árbol. Es pequeña y está oscura, parece un pequeño refugio. Abre la puerta y entra “Pasarás la noche aquí, quédate dentro, no salgas, procura esconderte bien y no abras las ventanas o las puertas ¿Vale? Toma, aquí hay unas mantas. Volveré más tarde.”
“¡Espera, espera, espera! ¿Qué? ¿Cómo que volverás más tarde? ¿Qué pasa? ¿¡Por qué me tengo que esconder-!?”
“Sssh-ssh-sh” Me agarra y cubre mi mano con las suyas, su mano izquierda se posa sobre el dorso de mi mano derecha. Empieza a hablar en un tono más tranquilo, con una voz que no le había oído usar hasta ahora. “Está bien, no pasa nada. Tengo que irme, volveré, pero ahora no puedo quedarme. Tu escóndete, intenta descansar, estaré de vuelta, lo prometo.”
“...” Aparto mi mano de las suyas “Vale.” “Me quedo, pero no tardes.” Por favor, no quiero estar aquí sola.
“Si. Volveré” Afirmó una última vez. Le veo irse corriendo y desaparece entre los árboles y la maleza. Entro en el pequeño refugio a inspeccionarlo.
*TAP TAP TAP* *PLOK* *TAP TAP FOOSSSH! *
…? Un sonido viene de detrás mío. Me doy la vuelta y hay un guijarro en el suelo.
Vale.
Saco la linterna del móvil para ver mejor dentro de la casa. Hay lo que parecen ser algunos baúles, armarios pequeños y una trampilla en el suelo, parece que hay rincones y puntos ciegos para las ventanas donde no alcanza la poca luz de luna que entra por las grietas. Hace un frío de espanto y no me he traído la chaqueta. Dejo la bolsa en el suelo contra la pared, me cubro con la manta y me hago una bola en la esquina más escondida que encuentro. Estoy cansada, quiero dormir, pero no puedo cerrar los ojos.
Han pasado ya unas horas.
No puedo dormir, simplemente no puedo.
No parece que vaya a volver.
*creek *
…?
*rin *
*tap tap, creek *
¿Sun?
“S-...” Pauso antes de decir palabra, tengo el presentimiento de que no debo hablar. Guardo silencio y espero.
*tap, tap, tap, creeeeeek, tap *
*rin dirrin *
Si fuera Sun ya me hubiera hecho saber que es él. Eso o me está gastando una broma la cual no tiene gracia, pero mejor me quedo en silencio. Desde la sombra miro hacia las ventanas. Noto movimiento a través de las grietas, algo acaba de pasar por la pared de al lado.
*dirriring dirring *
Me cubro más con la manta, espalda contra la pared, me quedo lo más quieta que puedo, dejo una rendija entre las mantas y el suelo para ver. Un brillo rojo se cuela entre las grietas de la ventana y escanea la habitación.
El brillo se ha ido.
*tap, tap, rin, tap, dirring, tap, tap *
Está en el tejado.
*tap, tap, tap... *
Vuelve a moverse.
*rin *
Ha sonado al otro lado de la pared.
“nghehe...”
Se ha reído ¿Por qué se ha reído? Lo que sea que hay al otro lado de la pared acaba de soltar una risa que me ha encrespado los pelos de la nuca y toda la espalda.
Oh no.
Oh no no no no no no no no.
Tengo que moverme. Tengo que irme de aquí. No puedo quedarme aquí.
*creeek *
Ha venido de la puerta. Está intentando entrar.
*rin *
La trampilla.
*rin dirring *
¿Dónde estaba la trampilla?
*creek creeeek *
Repto por el suelo haciendo el mínimo ruido, con cuidado palpando el suelo, buscando el reborde de la puerta.
*tap tap ring dirring *
…!
Lo he encontrado. Lo abro con cuidado. Está muy alto. Estoy a mucha altura no sé si voy a poder bajar.
*rin, creeek... *
A la mierda. Me escurro por la trampilla sin hacer ruido, cerrándola despacio, pero eso no evita que la trampilla cruja. Me agarro a la corteza del árbol-
Me he dejado la bolsa. Si entra y la ve sabrá seguro que he estado ahí-
Ya da igual. Tengo que centrarme en bajar del árbol sin matarme. Me duelen los dedos y no consigo apoyar bien el pie por culpa de la suela de las botas. Siento que me voy a resbalar en cualquier momento. De alguna forma consigo llegar al suelo. Estando aún pegada al árbol alzo la vista hacia la casa. No le veo-
Una sombra se asoma de detrás del árbol. Me pego al árbol y contengo la respiración. Está buscando algo. Cuando parece que no mira me muevo a un árbol cercano, el se mueve a otro árbol, me muevo al siguiente, y al siguiente, y al siguiente. Seguimos así hasta que empiezo a estar cada vez más y más lejos de él. Cuando creo que le he perdido echo a correr. Me escondo tras un árbol a recuperar el aliento.
Me asomo despacio a mirar por detrás del árbol.
*rin *
A sonado encima de mi.
No miro arriba, echo a correr.
“nnghehee...” Ríe.
Me da unos segundos de ventaja antes de venir detrás de mi. La persecución empieza.
Corro todo lo que puedo hacia delante, escucho sus pasos detrás de mi pero no miro atrás, no hay tiempo para eso. Le escucho reírse como un desquiciado mientras se mueve de izquierda a derecha, de un árbol a otro, reptando por el suelo, intentando confundirme, esperando a que cometa el mínimo error para atraparme.
“Ah-” Me tropiezo. Tan pronto como caigo al suelo me levanto rasgando las medias y raspándome la rodilla, cayendo otra vez, los nervios no me dejan ponerme en pie.
“Nnhehehhehe...” Cabrón. Ha dejado de correr, se acerca caminando. Intento hacer distancia con lo que me dejan moverme mis manos y piernas. Busco desesperadamente con la mano, algo en el suelo para lanzar. Finalmente mi mano encuentra algo.
Le lanzo una piedra “¡AGH!”
La piedra pasa por al lado suyo, sale volando a uno o dos metros de distancia de él. Ni se ha movido, no ha movido un solo músculo para esquivarlo, solo me observa quieto desde el sito. Se oye el *pof * cercano de la piedra al caer al suelo.
“...”
“...”
Me levanto y salgo corriendo. Me agarra de la pierna y caigo al suelo de nuevo. No deja que me levante, cada vez que lo intento me tira contra el suelo. Forcejeo, doy patadas, pero no me libero de su agarre. Nunca deja de reír, está disfrutando con esto. Me arrastra más cerca de él, por mucho que me retuerza no me suelta. “¡ACKH-!...Hhhh-hh...-hh-h...” Me agarra del cuello, unas pupilas rojas me miran fijamente, estoy mirando de frente a su máscara de luna creciente (o menguante, no lo sé ¿Te crees que me importa ahora mismo?). Levanta la mano libre y sus venas empiezan a brillar un color platino que se extiende hasta las yemas de los dedos. La mano se acerca a mi cara, no sé que va hacerme, tengo miedo, no quiero mirar. Cierro los ojos, me llevo las manos a la cara. Espero.
…?
No está pasando nada. Ha parado ¿Por qué?
“Mun, nïe.” Oigo la voz de Sun. Abro un poco las manos para ver lo que pasa. Efectivamente, es Sun, a varios metros de distancia de nosotros... Parece exhausto. El de la máscara de luna se le queda mirando por un momento, hasta que decide volver a mirarme mientras acerca su mano venosa resplandeciente. “¡Mun!” El hombre luna vuelve a mirar a Sun “Fehreh.” Parece hablar otra lengua, no entiendo lo que dice.
“...” “Nïe” Por primera vez le oigo decir algo más aparte de reírse. Aunque no pueda entenderle.
“Fïer pehgïer.” Sun responde.
“...” Hombre luna vuelve a guardar silencio.
“Bïelïe óubseh góuh...” Sun continúa.
“Móu txehb móunsuvïe.” Luna responde.
“Lïe bóu ¿Sóundïe mïesugïeb fehreh nïe txehtehrlïe?”
El aire se siente tenso. Probablemente por la mano agarrando mi cuello.
“¿Zkaóu fuóunbehb txehtóur tkaehnvïe nïe bóueh mehb zkaóu ïesreh rehuh óunsóurrehveh óun leh suóurreh?” La frase más larga que le he oído decir hasta ahora.
“...” “Fïer óubseh góuh.” “...” “Vóuyehmóu óuntehrdehrmóu vóu óulleh” Sun da un paso adelante. “Nïe suóunóu fïer zkaóu ehtehkehr ehbu” Otro paso al frente “Nïe sóunóumïeb fïer zkaóu txehtóurlóub... óubsïe” Otro paso “Óullïeb bïelïe óubsehn... fóurvuvïeb.”
“...” No hay respuesta del hombre luna.
“Behkehb tïemïe óub óubïe.”
“...”
La mano que me agarraba el cuello ahora me agarra de la camiseta y me tira de ella. Le agarro de la muñeca mientras me pone en pie y me arrastra hasta Sun haciéndome tropezar. Me tira contra el. Sun me sujeta antes de que me caiga.
“Ska óubpkaóurhïe óub óun gehnïe.” Luna dice algo al pasar de largo. Sun le pone una mano en el hombro antes de dejarlo ir, hay una pausa entre los dos. El hombre luna desaparece entre los árboles. Se oye pasar el viento y las hojas.
Se ha ido. Me siento mareada. Me caigo.
Una tenue luz empieza a colarse por las grietas, iluminando lo suficiente para despertarme y hacerme abrir los ojos, miro alrededor. Veo mi bolsa apoyada contra la pared. Estoy en la casa donde me dejó Sun.
Me duele el cuerpo, me cuesta mantener los ojos abiertos, parece que he estado durmiendo en el suelo duro. No, espera, hay unas mantas debajo de mi... Sigue siendo demasiado duro para dormir bien, eso o como he dicho, no debe ayudarme nada que me duela todo. Tras un rato de contemplar el techo intento incorporarme. Recalco intento. Con cada mínimo esfuerzo se me escapa un gemido de dolor.
“Oof...” Duele.
*creek, tap tap tap tap *
Esos crujidos de madera me traen malos recuerdos de anoche (que por cierto, estoy viva, wow, me acabo de dar cuenta), no puedo evitar encogerme a cada ruido, oigo unos pasos acercándose, intento moverme pero el dolor punzante me lo impide.
*creek... *
La puerta se abre.
Unas formas triangulares asoman por la puerta seguido de unos tonos tierra anaranjados “... ¡Oh...!” “¡Madrugadora!” Gracias a dios es Sun y no el otro o algo peor. “¡No te esperaba despierta tan temprano!” Dice de forma risueña.
“¿ah?”
“¿Cómo te encuentras?” Entra. Al poner un pie dentro me echo atrás, hacia la pared. “...” No sé muy bien por que he hecho eso. Sun se para en la puerta mostrando confusión con su habitual inclinación de la cabeza. “¿...Esss...tás bien, Fern?”
“...” Me he puesto tensa de repente. En verdad sigo sin saber si puedo fiarme? No me ha hecho nada aún pero eso no significa que pueda confiar en él. No sé si piensa hacer algo conmigo como lo que sea que iba a hacer ese otro, el de la luna, anoche. “...ehh...hhh...h...” No me sale palabra, tengo miedo de preguntar.
“¿Mm?”
“...” No sé que decirle. Mis ojos se van para otro lado.
Entra más en la casa, ignorando que mantenga distancia de él, deja una bolsa que cargaba en el suelo y empieza a abrir las ventanas dejando que entre la poca luz del amanecer que apenas empieza. Se arrodilla en el suelo delante mío con la bolsa. “¿Tienes hambre?” Abre la bolsa y saca una manzana “¿Te gustan las manzanas?”
“...”
“¿No?”
“...”
“Am... También he traído bayas... (Es lo que tenía a mano viniendo hacia aquí) Hay... distintos tipos, puedes elegir” Me acerca la bolsa. Me alejo más. “uhhh...”
“...” Quiero irme.
“¿Tampoco te gustan...?”
“...” No quiero comer nada. Quiero irme.
“...”
“*snif... *”
“a-am...!”
“...*snif* *sob*...” Empecé a llorar de la nada.
“¡Ahhh...! ¡N-no- no llores! ¡Ah-Yo-Am- Pu-puedo ir a buscar otras cosas que te puedan gustar-!”
Sentía vergüenza por llorar y me llevé las manos a la cara intentando secarme las lagrimas, pero no dejaban de brotar. “*hic, sniff, snif *” Miré hacia otro lado en un intento de tapar mi cara. Acabé mirando al suelo dejando que el pelo me hiciera de cortina.
“¡Puedo ir en un momento!” Sun ya estaba levantándose.
“...q-quiero irme...” Conseguí sacar un murmullo.
“¿...Q-Qué? Am...”
“...” *hic, hic *
“V-vale, am... ¡Si no tienes hambre... -podemos hacer otra cosa- uh- podemos ir a buscar piedras como ayer en el río!”
“...” No quiero hacer nada “...quiero irme...”
“¡O-o podemos hacer otra cosa! ¡Ah-bah-b-b-b- ¿¿N-no te gustaría ir a dibujar??! ¡¿A algún sitio, algún paisaje?! ¡Donde tu quieras! ¡Podemos dibujar juntos! ¡Si prefieres podemos buscar animales en lugar de paisajes!”
“...irme...quiero...ir... *hic, snif *”
“¡N-No n- uh! ¡V-vamos a... um- vamos a no- uh!” Ya no sabía como ordenar sus palabras “H-hey, ¿Por qué no vamos a-?” Extiende su mano hacia mi brazo.
“Quiero irme a casa...”
Se detiene antes de tocarme y retira la mano. “...” “¿...casa?” Hay una pausa. Se mantiene callado e inmóvil. Finalmente habla “¿Quieres...?” Su tono se volvió mas serio.
“...”
“¿...ir a... ver el portal?” levanto levemente la vista, no puedo ver entre las lágrimas y los cristales empañados de mis gafas.
“...” Asiento con la cabeza.
No caminamos mucho hasta que se empezó a hacer visible el rojo. Me ha traído de vuelta hasta el portal. La misma llanura de hojas rojas y arco de piedra en el centro de todo, como ayer.
Sun ha estado callado todo el tiempo.
Avanza hacia el portal y se queda de frente a él. Se gira. “Ven.” Extiende su mano hacia mi. “Puedes pasar a través.”
“...” Avanzo hacia el portal. Paro antes de cruzar. Si no me lleva de vuelta a casa ¿Qué hago? No me quiero quedar.
Una brisa empieza a salir del portal. La brisa se convierte en viento, las hojas se levantan, pasan a través de nosotros. Es lo mismo que pasó ayer cuando fui a cruzar. Me giro a mirar a Sun. Inmóvil, me devuelve la mirada, las hojas se detienen en el aire por un segundo como si se hubiera detenido el tiempo, el viento cambia. De donde salía el viento y las hojas ahora entra, me empujan hacia el portal. Finalmente lo cruzo.
¿Estoy en el bosque que conozco? Me giro a mirar a Sun que se quedó atrás en el portal. “... ¿Sun?” No está ahí. Miro alrededor. No está. Ya he atravesado el portal, se habrá ido.
Noto una corriente de aire repentina pasar al lado mio. Es suave, como alguien que pasa caminando por al lado tuyo. Me giro hacia el bosque, tengo que empezar a moverme, no quiero estar aquí ni un minuto más.
...La corriente de aire que notaba ha levantado unas hojas, llegan hasta los árboles, entre ellos el viento hace algo raro, forma una silueta transparente. Parece Sun, apenas puedo verlo pero juraría que es él. La figura de viento alza la mano y hace un gesto, quiere que lo siga. Cuando me acerco se da la vuelta y se adentra en el bosque dejando un rastro de hojas tras de si. Sigo el rastro de la corriente de aire. A veces para a mirarme, asegurándose de que sigo tras el. Los árboles de hojas rojas y las pintadas desaparecen de vista a mas nos alejamos. Cruzamos el bosque hasta que llegamos a la entrada del pueblo, cerca de mi casa. No hay nadie en la calle. Si entrase a la casa e hiciera como que no ha pasado nada oficialmente nadie habrá notado mi ausencia.
No estoy cien por cien segura de que la figura de viento que me ha guiado sea Sun o no, pero mínimo debería darle las gracias por traerme de vuelta.
La corriente de aire se ha disipado antes de darme la vuelta. Miro alrededor, no hay nadie.
Entro a la casa, subo a mi cuarto y tiro la bolsa al suelo. Voy al baño a lavarme. …Noto algo extraño en mis manos pero no sabría decir que. Es igual. Me cambio de ropa y me meto en la cama, el cansancio de la noche anterior hace que mi cuerpo sucumba de inmediato y me duermo al instante.
“ah...!” Me despierto con los pulmones suplicando por aire. Necesito un momento para calmar mi respiración. Miro el reloj sin levantar la cabeza de la almohada.
Son las 12 del medio día. Me froto los ojos y de los ojos paso a la cara. Sigo cansada. Me sigue doliendo el cuerpo. Me quedo mirando el techo.
Mi bolsa. Me estiro a recogerla del suelo haciendo posturas raras para no bajarme de la cama.
La abro y busco en los bolsillos. El cascabel. Me acerco el cascabel al oído. “...” Lo agito.
*rin, diring diring *
“...”
Lo abro.
Está vacío.
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2apr3 · 12 days ago
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Hoy te escribo todo aquello que guarda mi corazón y mi voz y mis palabras no pueden expresarte, todo el sentimiento que mi corazón no puede retener más... Te amo, pero un amor tan intenso que me abruma el hecho de que no puedo corresponderte, y me agobia todo el cariño que recibo y no puedo dar, te veo y no puedo evitar que mi corazón aumente la frecuencia de sus latidos, tienes una mirada preciosa, tan preciosa que cualquiera podría caer hipnotizado con tan solo ver por un segundo esos ojos tan magicos, y tu sonrisa, es tan increíblemente radiante, y tu voz, es como estar perdido y escuchar a un ángel hablar, tu cabello, cae en tu frente como una bella espiral... Tienes una manera tan peculiar para expresarte y cuando menos lo esperé tú ya te habías enamorado de mí, por más que intenté esconder lo que yo siento por tí, aún no logro entender como fué que lo descifraste... Tienes el don de endulzar mi oido pero la razón sigue siendo mas fuerte por más que mi corazón se sigue aferrando a amarte, sé que no soy el único al que hacen dudar tus palabras, y es precisamente eso lo que me detiene y me hace no creer en tí, a veces quisiese que un día simplemente me olvidaras y encontraras tu felicidad con otra persona, alguien que sí pueda corresponder a tu amor, alguien para quién no seas prohibido, alguien que no tenga estas ataduras que tengo para correr a abrazarte, besarte y decirte que me muero por tí, que anhelo la idea de dormir en tus brazos, en tu pecho y amanecer y saber que es real, pero no es real, no es así, la vida es muy injusta y aunque sé que me va a partir el alma verte con alguien más, por favor vete, vete de mi vida, vete que mi corazón no puede más... Y por más que sé que tú sientes lo mismo, lo mejor es que me olvides, que busques a alguien que te ame más y mejor que yo, alguien que pueda ofrecerte y darte lo que yo no puedo... Te amo tanto que no quiero que me ames, te anhelo tanto que quiero que te vayas, te sueño tanto que quiero que me olvides, te deseo tanto, que quiero que encuentres a alguien más... Ardo cada día en este fuego, tan inmenso tan intenso, y me lamento tanto ser tan fuerte, tan fuerte para no decirte lo que siento, no sé que fué lo que me delató, pero por favor, hago el intento por alejarme, intentar apagar la llama de este fuego, de esto que siento por tí, pero con cada palabra tuya lo avivas más, por favor haz esta tarea mas fácil y no me busques, no me hables, no me escribas, deja de tratarme como si fuera especial, olvídame y enamórate de alguien más.
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deepinsideyourbeing · 7 months ago
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La novia de Enzo dado puras indirectas de que quiere un hijo con el (mandandole TikToks de bebitos, mostrándole fotos de el y ella cuando eran chiquitos diciéndole lo perfecto que sería un nene con ambos genes, contándole que cree que va a dejar de tomar la pastilla, etc) y Enzo teniendo que confesarle en un mar de llantos que el es infertil y no se lo quería decir porque sentía mucho dolor de no poder darle lo que mas ansía en la vida 😭
youtube
Angst :c
¿En qué momento la habitación comenzó a sentirse más pequeña de lo normal? ¿Fue cuando cubriste la mesa de los viejos álbumes con fotografías arrugadas o cuando comenzaste a hablar de los rasgos que heredarán tus hijos? Enzo no está muy seguro, sólo sabe que le falta al aire y que sus ojos arden.
-¿Cuántos años tenías acá?- preguntás luego de perderte por muchos minutos en una foto suya. No tiene idea de cómo esas fotos llegaron a tus manos pero es muy probable que haya sido obra de su madre-. Lo único que tenés igual son las orejas.
Quiere reírse pero en lugar de eso en su garganta sólo surge un simple sonido de afirmación. Estás muy concentrada como para percibir su inquietud o sus pobres intentos de fingir que te sigue la corriente y él no tiene idea de cuánto tiempo más podrá mantener en secreto lo que le molesta. Unas semanas o meses, con suerte...
Llevás un tiempo libre de los efectos del método anticonceptivo que utilizaste durante años y él disfruta verte radiante, de mejor humor y mucho más sana. En principio fue divertido acostumbrarse a los efectos de tu ovulación y bromear con tu desesperación en esos momentos, pero luego comprendió que lo que denominaste baby fever no era sólo un producto de tus hormonas. Hablabas en serio. Siempre.
Ahora son cada vez más los momentos en que el tema de conversación es cómo serán los hijos que tendrán, preguntás cuántos niños le gustaría tener, querés sostener a todos los bebés durante las reuniones familiares e intentás que él, terriblemente incompetente con los pequeños, también los tenga en brazos.
-¿Vos qué decís?- deslizás dos fotos sobre la mesa-. ¿Se van a parecer a vos o a mí?
Cuando intenta tomar las fotos sus manos temblorosas lo traicionan. Sus dedos débiles no pueden despegar el papel de la madera y comienza a sentirse más que desesperado cuando recuerda que aún no contestó tu pregunta, sabiendo que no tiene una respuesta porque sería deshonesta.
Balbucea nervioso y toma su taza llena para tener con qué entretener su boca. Aún está temblando y es demasiado tarde cuando nota que pierde toda sensación en las extremidades, por lo que el aza de la taza se zafa de su agarre y esta cae sobre su regazo, derramando el líquido en todas las direcciones posibles.
El té estaba ya completamente frío pero puede sentir su piel arder.
Cuando te arrodillás frente a él con intenciones de ayudarlo con su ropa, ignorando por completo cuál era la temperatura de su bebida y sin comprender la falta de reacción de su parte, toma tus muñecas y te detiene sin dar explicaciones.
-No puedo.
-¿Qué no podés?
-Tener hijos.
-No hablo de tenerlos ahora- humedecés tus labios con tu lengua y él sabe que estás incómoda o avergonzada-. Puede ser en unos años o cuando...
-En unos años tampoco se va a poder- lamenta-. Porque no... yo no...
-Oh...
-Sí, oh- y vuelve a sentarse-. No sé por qué no te dije antes.
Acariciás su mejilla y tu pulgar deshace el rastro de sus lágrimas una y otra vez. Permanecés de rodillas entre sus piernas sin fijarte en el té derramado o la porcelana hecha añicos en el suelo, y apretás fuerte su mano para calmarlo.
-No importa- jurás-. Hay muchas formas de...
-Pero vos querés un hijo nuestro.
-Enzo- lo obligás a mirarte-. Si vos también querés entonces cualquier hijo va a ser nuestro.
Elegí el camino de la violencia, ¿no? Pero permítanme compensarlas por mi pésimo comportamiento y decirles que la letra de la canción en combinación con el video se interpreta de cierta manera, pero en realidad es sobre el amor incondicional entre una pareja y yo imagino algo así para este escenario :)
taglist: @chiquititamia @delusionalgirlplace @lastflowrr @madame-fear @creative-heart @llorented @recaltiente ♡
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rubywolffxxx · 14 days ago
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Pole Position (formula 1 x lectora)
Resumen: Tania finalmente llegó a Japón, y a pesar de que se mentalizaba su emoción con todo, no estaba ni cerca de dimensionarlo.
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Nota de autora: En el capi anterior votaron en la encuesta 24 personas y en el capítulo sólo 12. Porfi no se olviden de dar corazón, que es lo que me hace saber si les gusta o no el capítulo.
Déjenme un corazoncito ✨.
Por cierto, seguro haga malo a Hadgar. Ese chico me cae muy mal ¿Por qué? No sé. Malas vibras.
Si llega a ganar la otra opción, seguro me quede con el que hice para el accidente de Kimi.
Masterlist de capítulos
Masterlist de mi autoría
~ Capitulo anterior Capítulo siguiente ~
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~ XXXIII ~
~Ustedes no se hacen IDEA de la cantidad de tonterías que esta mujer compró en solo dos dias.~Yuki sostenía su palo de selfie erguido, grabándose tanto a él como a Tania~. Muñeco que ve, muñeco que compra... Algunos bastantes cuestionables.~
~¡No lo escuchen, es mentira!~
A pesar de que el público usual de Tania estaba acostumbrado a verla interactuar con Yuki -solían jugar Valorant juntos- verlos lado a lado, fue una completa sorpresa. Vibraban en la misma sintonía. Y la tontería de ambos se potenciaba con la presencia del otro. A eso había que sumarle la exaltación de la mujer para con todo. Era una niña en una dulcería.
~¿Saben de esa figura de Eren? Deben saber de cuál hablo...~
~No lo escuchen, es un hobbit mentiroso.~
~Oh, chistes de altura. Que creativo.~
~Tengo muchos, no me obligues a usarlos... ¿Qué podríamos hacer hoy? ¿Arcade? ¿Algo más tradicional? ¿Akihabara otra vez?~Tania revisaba su celular.
~Pensé que tal vez podíamos ver algo de drifting... Por si tu teoría descabellada del evento no se cumple y resulta ser un evento aburrido.~
~... ¿Como en Reto Tokyo?~
~Si, amiga. Justo asi.~
Lando miraba aquel stream desde su departamento, confirmando la asistencia al evento.
El mail de confirmación le había llegado junto a una nota de su representante, informándole que otro piloto asistiría también, que sería beneficioso figurar juntos en el evento. Lando accedió complacido, pensando que se refería a Tania. Pero no. No era la mujer.
Esa noche, cuando Tania y Yuki llegaron a la exposición callejera de autos, la mujer perdió la cabeza.
Siempre había disfrutado de las películas de carreras, y Tokyo Drift era su segunda favorita de la franquicia. Justo en ese momento, se sentía en la película, y no podia estar más fascinada.
—Todo es tan colorido y ruidoso... Me encanta...—
A esas alturas, Yuki era el encargado de grabar, intentando no perder de vista a la mujer que corría de un lado a otro con su cámara, fotografiando a cada auto que llamaba su atención.
—No te alejes mucho, mira si te pisa un auto.—
—¿Será muy difícil armar uno de estos?—Tania se acercó emocionada al dueño de uno de los autos, sacándole charla.
Pero lo que parecía una pequeña charla casual para Yuki, era una muy vaga y previa consulta mecánica.
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—Voy a hacer mi propio auto de drifting.—
~... ¿Qué?~
Apenas volvió a su hotel, Tania hizo un stream cortito con Franco, Ollie y Kimi. Les contó lo visto esa noche, y su idea sobre un futuro proyecto mecánico.
—Voy a comprar un auto base, y modificarlo.—
~Cariño, te salteas todas las carreras de derrape cuando jugamos al Need for Speed ¿y ahora te gusta?~
—No me gusta, me fascina. Quiero mi auto, con corazones y brillos por todos lados. Lo opuesto al Camaro. Suena divertido, y es todo nuevo. Aprender sobre la marcha.—
~A mi me parece buena idea.~intervino Oliver.
~Si ella salta de un puente, tú la sigues, Bearman.~Franco rió apenas~. Pero bueno, si ella quiere construir un auto sin tener idea, para correr algo de lo que tampoco tiene idea...~
—No es correr, es derrapar, genio... Podría ser un Honda rosa como el de Yuki... O tal vez un Celica...—
~¿Y por qué no un Skyline? ¿No era que te gustaba?~Kimi miraba distraído las fotos que la mujer compartía.
—Kiki, corazón... Ni mi sueldo anual de Formula 2, TC y mecánica me alcanzan para comprar el más destruido de todos los Skyline de Japón...—
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Apenas llegó al evento, Tania buscó integrarse a algún pequeño grupo. No conocía a nadie, pero muchos la reconocieron a ella. Y fue por eso que terminó charlando a gusto con algunos directivos de Nike.
Si consigo patrocinadores, tampoco sería tan malo ¿No?
—¿Tania?—
La mujer volteó al escuchar su nombre, sorprendiéndose al ver a Charles.
—... Que sorpresa verte por aqui.—le dio un abrazo cordial, pero algo le hacía demasiado ruido.
¿Qué diablos hacía el chico ahí?
Charles solo se explicó con "una linda casualidad". Tania no estaba nada convencida. Y terminó de molestarse al ver a Lando también en el lugar.
—¿Qué diablos hacen aqui?—
—¿Viniste con él?—Lando miraba más que dolido a Charles, quien parecía divertirse con aquello.
—Yo no vine con nadie. Ustedes me siguieron. Y no se atrevan a decir que es una coincidencia porque no lo es...—Tania miraba a ambos lados del pasillo, corroborando que nadie los estuviera viendo—. Les dije bien claro que debíamos mantener distancia... Eso incluia eventos sociales ¿Saben?—
—No pensé que él estaría aqui.—
—Ah, pues yo tampoco esperaba que tú estuvieras aquí.—
—Escuchen una cosa, par de tontos acosadores... No los quiero a menos de 10 metros de distancia.—
—Querida, está lleno de periodistas ¿No crees que sería muy sospechoso si los únicos tres pilotos del lugar se sientan super separados?—Charles sonrió.
—¿Te divierte esto, Leclerc?—se encogió de hombros divertido—. Pues no pienso compartir notas con ustedes, no disimulan nada.—
—Eso lo iremos viendo sobre la marcha...—
Cuando la cena dio inicio y Tania buscó su mesa, ellos estaban ahí..
—Te dije, bien juntos.—Charles le dedicó una mirada fugaz a la silla vacía entre ambos.
—... Esto no puede estar pasando.—
—Prometo portarme bien.—
—Se metieron a un evento ultra cerrado sobre algo que no les importa un carajo solo para molestarme... Eso no es portarse bien, Lando... Y por supuesto que te bloquearé luego de esto.—
El rostro del chico demostraba cierto terror, pero entonces la comida empezó a llegar, y con ello el cuarto y último integrante de la mesa. Un periodista.
—La chica de oro y dos pesos pesados de la parrilla actual... Mejor asiento no pudo tocarme.—bromeó el hombre, pero a Tania no le causó gracia.
—Podría haberte tocado junto a Tania, el mejor lugar... pero me temo que ése lo tengo yo.—Lando se relajó en la silla.
La mujer quería apuñalarlo con el tenedor.
Durante la cena, Tania intentó mostrarse relajada y amable. Cuestión que le costó un poco teniendo en cuenta de que tenía a ambos lados a dos pilotos con los que se habia acostado, y justo enfrente a un periodista que podría ventilar esa cuestión con medio mundo con solo una nota.
Y los comentarios del par no ayudaban en nada.
—¿Usted sabe de qué será el anuncio?—Tania intentó desviar la atención del periodista.
—No realmente, pero se dice que será una edición especial de un modelo clásico.—
—¿Un Skyline tal vez?—Tania sonrió, y el hombre no pudo reprimir una pequeña risa.
—Es probable, sí... Generalmente en este tipo de eventos muestran autos edición limitada, y los presentes pueden ser capaces de comprar y asegurarse un ejemplar antes que el público general ¿Estarías interesada en eso, Tania?—
—Lo dije justo hoy en un directo con mis amigos... Éste tipo de autos, son cosas que aún no puedo permitirme. Solo armar el Camaro me llevó meses, un Skyline sería... Algo platónico.—
—¿Y si yo te regalo uno?—Charles llamó su atención, pero también lo miraron los restantes.
—Ah, si. Es comparable al regalo de Navidad que te di.—la chica alzó las cejas.
—¡Oye! No menosprecies tu regalo. A mi me encantó.—
—¿Qué le regalaste?—Lando intervino—. No sabía de eso.—
—No tienes porqué saberlo todo, Norris.—Charles le sonrió.
—Le regalé una motocicleta a escala... La que usamos en Argentina para pasear.—Tania respondió antes de que empezaran los problemas.
—Serás una buena participante para el santa secreto...—
—Un regalo tiene que ser especial, o al menos eso creo.—miró a Charles—. Asi que no quiero un auto de 3 millones, gracias... Regálame uno pequeño, para poner en mis estantes del estudio.—
—Tu estudio ya esta lleno de cosas, no necesita más autos de colores.—
—Eso que no viste los que me compré aquí en Japón...—el chico sonrió.
Siguieron cenando en un tenso ambiente, uno que por suerte el periodista no terminó de comprender. Hasta que anunciaron que en unos minutos se habilitaría la sala contigua.
—Te ves emocionada.—Lando miró con una pequeña sonrisa a la mujer a su lado, quién revisaba su celular a cada rato, intentando encontrar alguna novedad del evento.
—Bastante emocionada, si.—la chica sonrió apenas—. Si de verdad se trata de un nuevo modelo... Dios.—Lando notó su pequeño ataque de emoción. Adoraba cuando los tenia—. Nunca he asistido a un evento así, y poder verlo antes que mucha gente... es emocionante.—
—Bueno, no muchos en este lugar aprecian tanto los autos como tú. Eso es seguro.—descansó el mentón en la palma de su mano, mirándola con cierta fascinación.
—... ¿Dónde está Charles?—
—A nadie le importa, estamos charlando aquí.—
—Si ese idiota dice algo que no debe...—
—No te preocupes por él. Tú misma lo dijiste, estabas esperando este evento ¿no? Disfrútalo... Que yo disfruto que tú lo disfrutes.—la chica sonrió.
—Eres una idiota.—
—... lamento haber venido de repente. Porque si, vine por ti... Al menos tendría que haberte consultado.—
—No lo hiciste porque sabías que te diría que no.—sonrió apenas.
—¿Vas a bloquearme?—
—Obvio.—
—¿hay algo que puedo hacer para que no lo hagas?—
—¿Qué te importa si te bloqueo o no? Si tampoco me envías mensajes.—
—Bueno, espero que tú me lo mandes a mí.—
—Eso no sucederá.—
—No lo sé... Puede que algún dia necesites un duo en Overwatch...—
—Tengo fácil... 3 compañeros mejores que tú.—
—Auch...—
Una voz en off anunció que ya empezaría la exposición, que debían acercarse al salón. Y en cuanto Tania vio el Skyline en el centro del salón, su rostro se iluminó.
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santiclaus · 1 month ago
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día 19.
no tengo un estilo marcado. más que funcionar de acuerdo a una idea que me identifique, yo me [des]envuelvo en todo lo que me cautiva. de todo un poco es lo indicado.
hay días en los que la mejor opción son sandalias de tiras largas, aunque después de una hora las pantorrillas se te hagan agua y los pies te estén punzando. en otras ocasiones, unos zapatos deportivos no caen nada mal, pues te ayudan a moverte con facilidad y es menos probable tropezar. aunque, claro, a veces un buen día requiere estar descalza en casa y que el fresco de las baldosas te ayuden a enfriar la cabeza.
así mismo, hay salidas que requieren un pantalón flojo, como si fuese una pijama, y que el viento te haga sentir que estás volando. aunque también hay paseos en los que un jean son la mejor opción, porque si caes al suelo, la tela absorberá el golpe y con algo de suerte tu piel quedará apenas magullada.
varío mucho, al igual que mi ropa. todo depende del propósito y no siempre la prioridad será verse linda. después de todo, mi clóset tiene ideas que expresar y cada trozo de tela que se encuentra dentro es especial, aunque no todas hablan de mí con tanta claridad.
mi prenda favorita eres tú.
no todos los días sé que llevar puesto, pero si hay algo que siempre debe acompañarme, es mi corazón.
ese corazón tan preciado para mí a veces se materializa en forma de abrigo, dispuesto a cubrirme de la lluvia torrencial o de las frías corrientes de aire que me visitan durante las madrugadas de invierno, o verano, no sé. aunque a veces esas mangas largas con las que me envuelve, contrario a lo que cualquiera pensaría, son tan frescas que detienen las flamas del sol que intentan caerme encima y nada más le da paso a sus rayos gentiles, atrayendo la calidez y ese aire que, pese a no verse, se nota dorado.
ése de quien tan enamorada estoy es intrépido. de vez en cuando se vuelve cadena y me ayuda con el nerviosismo, dejándome que le acaricie cuando mis alrededores se sienten confusos. es mañoso, porque hay ocasiones en que lo descubro como un brazalete bien aferrado en mi muñeca, tan reacio a alejarse de mi mano aunque sea por media jornada.
la persona que más amo se niega a no estar conmigo, al punto que halló la forma de ser quien me hace lucir tan bonita. no combinamos todos los días, pero es algo que a ninguno le conflictúa. no hay pena en lucir medias rosadas con botas pesadas.
no hay pena en ser de todo un poco cuando el /todo/ se resume en mi enamorado.
después de todo creo que sí tengo un estilo definido.
eres indispensable y te amo por eso.
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latinotiktok · 1 year ago
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Propaganda:
Reigen
-Reigen me recuerda a mi tío dominicano
-Reigen. Tiene ideas de negocios que seguramente ayudan a la economia de la region.
-reigen es colombiano he would thrive here tiene malicia indigena le pelearia a una viejita por el puesto en el transmi se pararia en el centro al frente de monserrate a venderle chucherias a los gringos sería popular con las señoras y entre ellas mi mamá se identificaria con shakira conocio a serizawa en la primera de mayo he is everything ❤
-reigen es argentino (y cordobes) no tengo pruebas pero tampoco dudas
-Reigen tiene al menos una gotita de argentino en la sangre es literal la palabra trolo encarnada solo mirenlo
-Reigen de mob psycho 100 es caracteristico por ser un chanta y hablar moviendo mucho las manos. este hombre es argentino y nadie me puede convencer de lo contrario
-Reigen. Tiene alma d latino
-reigen arataka simplemente es cierto
-Arataka Reigen. ¿Han visto al tipo? Vive en un estado de constante desvergue que tiene un marcado sabor latine.
-Arataka Reigen é literalmente o estereótipo do malandro brasileiro, ele é um dos caras que trancou a faculdade em São Paulo e decidiu virar maloqueiro
-Reigen. Iba a decir que es chilango pero me convencieron que es argentino, me da risa en la tele pero si lo veo en la calle le saco la vuelta
#reigen genuinamente uno de los personajes mas latinos del mundo
#I fully believe Reigen could survive brasil#And I do not believe that for almost anyone
#reigen is Colombian fr
#su doblaje latam me ha convencido que reigen es latino#mob también
#i dont even watch mob mentally ill 100 but if reigen got honorary argentine brasileiro and colombian citizenship it has to be for something
#o cara SIMPLESMENTE vence tudo na lábia se o homi conhecesse Augustinho Carrara eles iam ou abrir um esquema de pirâmide ou iam#se odiar charlatão que rouba charlatão tem mil anos de sabão
Koby
Koby/Coby de one piece, el compa tenia fe en el mundo hasta que se enteró de la corrupción
Koby de One Piece, me da las vibes
Koby One Pice, ya sea anime o el live action, lo ponían a trapear y le pegaban si no
Koby o Coby como se escriba, el de pelo rosa de juan piz, ese wey es policía amigo de un criminal y trata de que no lo arresten
Koby One Piece, le pegaban en su casa
Koby One Piece, se escapó de su casa con su amigo cholo para después unirse al ejercito y hacerse amigo (o novio) del hijo del patrón
Koby Juan Piz, se escapo con su amigo el cholo
Koby One Pice, nomás míralo wey
Koby, ta convenciendo al abuelo de su mejor amigo que no lo mate alv
Koby One Piece, me cayó bien el compa, tiene daddy issues
Koby One Piece, quedó atrapado en medio de un conflicto familiar
Koby One Piece, míralo, se parece a mi en prepa
Koby One Piece, me cae bien
#KOBY GAY TRANS Y LATINO UN PASO MÁS CERCA DE SER CANON 🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥🔥#one piece
#koby es re latino#koby es ese pibe que vive con su abuelo y lo hace mierda para que sea buen pibe#y el nieto de ese abuelo trucho que te cuida anda re desaparecido pero te cae bien#tipico nieto criminal que se agarra a piñas con todos#koby latino real#one piece#koby one piece
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chileanhypnotist · 2 months ago
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Hypnovember Day #10
La siguiente es una historia que siento que le hace falta algo para cerrar, de todas formas la comparto ya que fue hecha hace mucho tiempo y es una forma de reivindicar esas ideas que no vieron la luz.
Si es de alguien más (no lo recuerdo), mis excusas y si es debido daré los créditos respectivos.
I
Últimamente siempre que llegaba a casa estaba cansada, el agobio del día la estaba superando y la necesidad de llegar a recostarse la consumía en el trayecto.
Las cosas iban bien, ya estaba volviendo la normalidad y el encierro por confinamiento ya no era motivo para permanecer en casa.
Pero el agotamiento mental era más fuerte, necesitaba recostarse y descansar del agobio y sus problemas, al menos un momento.
Físicamente estaba bien, en forma y a pesar del cansancio no era un tema que le preocupara mayormente, así que su alimentación sí bien era saludable, no tenía una pauta definida.
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Una buena chica cae profundamente en trance
II
Pese a todo lo anterior, siempre había tiempo para hacer lo que más le gusta, leer un buen libro, ver alguna película o salir con sus amigos.
Y si bien estaba cansada y algo estresada, quería de alguna forma relajarse y dejar que el resto de la tarde pase sin más.
La mayoría de las veces cuando llegaba, poco a poco y lentamente se quitaba la ropa de, de ese modo aseguraba comodidad y libertad a la hora de su descanso.
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Una buena chica cae profundamente en trance
III
Eso la calmaba un poco, le permitía por un momento quitarse ese disfraz que semana a semana debía llevar, el ser una trabajadora responsable.
Y estaba bien, tenía suerte y éxito en su trabajo, la consideraban un buen aporte en la organización y pensaba que si hacía bien las cosas, seguramente podría lograr un ascenso.
A medida que se desnudaba, más se deslizaba en esos pensamientos que la hacían sentir plena y a gusto, cómoda y segura.
Era en esos momentos en los cuales lograba tener una desconexión total del día, quitarse la ropa era la forma de dejar todo eso atrás, nada la detenía y eso sentía aún más liberador.
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Una buena chica cae profundamente en trance
IV
El agotamiento es un factor relevante pero es fácil hacerle frente, sólo tienes que seguir las palabras y repetir lo que has leído a lo largo de la historia.
Ha sido un día especial, te has dejado llevar más y más profunda y lo seguirás haciendo. Más allá del cansancio, la relajación y las buenas sensaciones, sólo me gustaría que recuerdes muy bien porque estás aquí.
Una vez que lo hagas, aquí o en un mensaje sentirás que una ola de relajación y placer combinada caen sobre ti, te sentirás muy bien y a gusto.
El único propósito de esta historia es que te enfoques en las palabras que aquí están y con tu imaginación, más lo que has visualizado, vas a alcanzar muy pronto ese estado natural y normal que espero pruebes.
La idea es sacarte del agobio diario, pensar que tú mente es capaz de visualizar escenarios y al mismo tiempo dejarse llevar más y más a través de la sensación.
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Una buena chica cae profundamente en trance.
V
Y cada vez que lo hagas, disfrutes y te dejes llevar. Vas a poder decir o escribir esa frase aquí o donde gustes, justo antes de dejarte ir por completo.
Una historia sobre cualquier cosa puede fácilmente captar toda tu atención y que permanezcas alerta y lista para más.
Si ese es el caso, haz una cuenta hacia atrás de 5 a 1 y una vez que escribas el 1. Vas a repetir y escribir lo que aprendiste en esta historia.
En caso contrario, lo dejas hasta aquí y sólo comentas que te pareció esta historia , cuyo único propósito era conseguir que te dejes llevar más y más profundamente.
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Una buena chica cae profundamente en trance.
PS: Es en español y sin advertencia, como dije antes es algo pretenciosa y sólo con el ánimo de alimentar una fantasía. Hasta mañana.
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flan-tasma · 1 year ago
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Buenas noches (Genshin men x Reader) Spanish ver.
💖~ Estos hombres están ocupados y puede que no estén contigo físicamente, pero te recuerdan y se aseguran de estar contigo cuando vayas a dormir, de una forma u otra.
I didn't have enough space to post the translation;;;;; then it will be in another post
Warning: Nope 💖, Fem!Reader
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Tighnari tiene un marcapáginas hecho con tu flor favorita. Cuando es muy tarde en la noche y siente sus ojos cansados, se toma un tiempo para acariciar la flor con las yemas de sus dedos. La caricia es distraída, su cola y orejas están bajas, pruebas de su cansancio. La textura del marcapáginas le recuerda que estás dormido ahora, siendo abrazada por las sábanas, bajo una calidez que no es la suya. Siente celos por un momento, celoso de tu sueño y celoso de la cama que te acompaña ahora, y decide que es buena idea irse a dormir.
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Albedo está acostumbrado a pasar toda la madrugada junto a sus experimentos y notas, pero casi nunca se une a ti para dormir. Suele despedirte luego de cenar, te acompaña un rato luego de que termines de lavarte y besa tu mejilla cuando le dices que te vas a dormir, pero su presencia no suele estar contigo. Si dejas la puerta abierta, puedes escuchar el sonido de la candela crujir, probablemente hirviendo agua para más café. Puedes escuchar los talones golpear contra el suelo, las hojas pasar y el cristal chocar entre sí. Y puede que Albedo un día se sienta triste, que deseé estar contigo más tiempo, y es en ese momento cuando entra a tu habitación y te abraza. Siempre es un placer despertar contigo entre sus brazos.
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Alhaitham tiene la costumbre de leer antes de ir a la cama. Puedes estar junto a él leyendo, cada uno en su respectivo sillón, acompañados con algo de beber, no le importa, es bueno saber que estás ahí. En algún punto de la noche tu voz lo llama para decirle que te vas a dormir y él te despide, espera a que te metas en las sábanas y sigue con su libro unos minutos más. Debe levantarse temprano para trabajar, cierra su libro mientras recuerda las cosas que hará en la mañana y elige ordenar todo antes de acompañarte a dormir.
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Cyno tiene una gran responsabilidad y lo sabías, por eso no es raro despertar en la madrugada para ir a baño y notar que estaba junto a ti, a pesar de que no había llegado para la cena. Lo frecuentas más en las mañanas, pero en las noches solo lo notarás si en la madrugada sientes un peso nuevo en el colchón, unos brazos atraerte y un hombre cansado que cae dormido junto a ti. Puede que sus fuerzas le valgan para hablar un poco contigo, te escuchará y te dirá si tiene planes tomarse un día libre mañana, todo mientras su voz adormilada se iba perdiendo en tus oídos, mientras tu pareja dormía profundamente junto a ti.
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Ayato considera que la disciplina es esencial para su puesto como jefe del clan Kamisato. Su rutina está repleta de trabajos, documentos y mensajes que debe leer, analizar, aceptar o rechazar, y todo eso es muy tardado, pero es un trabajo que hace minuciosamente. Y a pesar de que siempre intenta dedicarte tiempo en medio de toda su agenda, hay veces en las que debes acostarte sola, sabiendo que en su oficina el hombre estaba revisando aún los últimos documentos del día. Desearía dejarlos para mañana y acostarse contigo, pero entre más serio es el tema, más aleja esa idea de su cabeza. Y no es hasta que por fin logras conciliar el sueño que él llega, por fin, se recuesta junto a ti y te admira antes de soñar con un nuevo día libre, planeando llevarte a un pícnic alejado de todos.
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