#señora acero
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slightly amusing to me that all my grade school spanish teachers always said that while vosotros conjugations do exist no one in the americas actually uses them so we could all safely ignore those parts of the verb charts and we'd never be tested on them, and then my teacher for the highest level spanish course I ever took in university was a native barcelonan
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Me has dado permiso para llamarte a las diez y media. Cuatro horas y media y luego otras veinte horas vacías, entre ellas tu voz. Mi habitación se me ha hecho abominable. Mi escritorio no me provoca ningún cariño; es el lugar donde solo escribo cartas para ti. Aquí estoy, tan enamorado como un operador de telégrafos. (...) Te escribo cada noche, después rompo la carta y arrojo los pedazos a la papelera. Luego renacen, vuelven a pegarse y se escriben de nuevo. Te mando todo lo que escribo. En tu cajón de juguetes rotos está el hombre que te trajo flores como regalo de despedida; lo llamaste y le diste cortésmente las gracias. En el mismo cajón, está el que te regalo el amuleto de ámbar, y otro del que has aceptado alegremente el bolsito de señora trenzado con derecillas plateadas, de hilo de acero. Siempre actúas igual: un encuentro alegre, flores, el amor de un hombre que llega un poco tarde, siempre tarde, igual que la gasolina en el cilindro del automóvil. El hombre empieza a querer un día después de haber dicho: «Te quiero». Por eso no hay que decir esas palabras.
—Viktor Shklovski, décimotercera carta a Alia (Elsa Triolet) en Zoo o cartas de no amor. Traducción Yulia Dobrovolskaya y José María Muñoz Rovira.
#viktor shklovski#zoo o cartas de no amor#зоо письма не о любви#yulia dobrovolskaya#josé maría muñoz rovira
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Dundi
Hoy por la mañana estaba haciendo fila para comprar una docena de tamales. Por lo menos había siete personas delante de mí. El local es pequeño y siempre está repleto porque los tamales están sabrosos y te los sirven calientitos. Así que la cola la hacíamos afuera del local. Ahora bien, están remodelando la plaza donde está el localito y por eso los puestos contiguos lucen a medio construir y rodeados de escombros, bultos de cemento, varillas, dos o tres instalaciones de arte contemporáneo [pilas de barro bloques] y mucha arena. Aunque nada de eso nos detuvo a nosotros los cazadores mañaneros de tamales. Ahí estaban también los albañiles haciendo mezcla, alambrando castillos y entonces uno de ellos volteó una carretilla que estaba bocabajo y de ese abajo salió una rata gorda y negra que, cuando vio que el albañil alzó una pala para darle un palazo, se fue andando a brinquitos y muy quitada de la pena justo directo a la fila de los tamales. Una señora gritó ay, y otra vio la rata y se metió corriendo a la tienda, y el señor norteño de pantalones wrangler que esperaba frente a mí, se quedó quieto, sobrio y valiente, presumiéndonos a todos los ahí presentes su sangre gélida y sus nervios de acero galvanizado. Yo tampoco me moví y no porque no quisiera salir huyendo, sino porque mi cuerpa de más de cuarenta no tuvo los reflejos para reaccionar, y por eso pude ver en primera fila de la fila cómo la ratota negra caminó ella muy tranquila por encima de las botas amarillas de avestruz del Cocodrilo Dundi de la Lindavista. El don vio la mancha negra gordísma que reptaba por sus botas y sólo se chupó los dientes y alcanzó a sacudir levemente su pie izquierdo para espantar al animal. La rata siguió su camino de brinquitos y se alejó de la fila y se refugió debajo de una escalera en obra gris. El viejón Dundi, al parecer estaba consciente de su hazaña, y, cuando la fila volvió a formarse se volteó hacia mí y con una voz increíblemente grave y rasposa, me dijo: las ratas no hacen nada; nos tienen más miedo a nosotros, que nosotros a ellas. Ah, sí, pues sí; le dije al vaquero sólo porque realmente no supe bien qué decir ante su afirmación. Primero, porque a mí sí me dio un chingo de miedo que el animal me mordiera y, segundo, porque cuando todos volvimos a nuestro lugar, volteé a inspeccionar debajo de la escalera y allí estaba: su cabeza picuda, sus ojitos perfectamente negros, profundos y redondos, sus orejas alzadas, su hocico peludo y sus dos dientones herrumbrosos. Allí estaba la rata asomando su cabezota y observándonos desde una grieta entre unos bloques. Y sí, es verdad que yo no soy un zoólogo especialista en leer las emociones de las ratas, pero ella nos observaba a cada uno de los que estaba en esa fila y lo que había en esos ojos vacíos, inhumanos, podría ser cualquier cosa, pero miedo, -no lo sé Mr. Dundi- lo que se dice miedo, definitivamente no lo era.
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P.I.G.S
—Dulce y salvaje Hibernia (& El Cid irlandés): (1588-1589; 1602).
Inglaterra tiene un objetivo claro; Irlanda está más que dispuesta a interponerse en su camino.
—El retrato de una Dama Irlandesa: (1845-1848).
Irlanda ya está demasiado cansada como para algo así.
—En la cuarta planta de Palacio (& Lo que concluyó en Compiègne): (1916-1917; 1919).
Bélgica llega a Madrid desde Londres con una misiva que debe poner en manos de su homólogo español.
—??? (& Entrevista trascendental): (1937-1939; 1942).
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—EXTRAS: Soldado inmortal.
Había mucha literatura en torno a él y a sus semejantes. Se decían fieles a sus señores, fieros guerreros que apenas se inmutaban al ser atravesados por el acero y, cuando sus enemigos lograban hacerlos sucumbir, volvían de entre los muertos para atormentarlos. Sin embargo, España a veces dudaba de las lealtades de sus semejantes, además de las suyas.
Víctimas del silencio: (1792).
Punto de fricción: (1796-1812).
Piezas cortas.
Señora mía, o vuestra: (1885).
#p.i.g.s#hws spain#aph spain#hws ireland#aph ireland#spaire#hws england#aph england#hws belgium#aph belgium#hws poland#hws prussia#hws germany#hws australia#aph australia#hws wales#aph wales#aph portugal#hws portugal#aph scotland#hws scotland#aph america#hws america#ww1#historical hetalia#aph mexico#hws mexico#guerra de melilla#tw violence#tw war mention
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If you follow me on here from the other blog that must mean you want to know about me so here goes…
Favourite books/plays:
The secret history
The count of Monte cristo
Anna karenina
Crime and punishment
Cien años de soledad (100 years of solitude)
The goldfinch
Casa de los espíritus (house of the spirits)
Romeo and Juliet
Death of a salesman
2666
The glass menagerie
Wuthering heights
Notes from underground
Movies/series (note some telenovelas are):
Breathless
City of god
Twin peaks
Before sunrise
Casablanca
Dead poets society
Gone girl
The social network
Romeo + Juliet
La Reina del flow
La Reina del sur
La madrastra
La malquerida
Señora acero
Skins uk
Breaking bad
Mad men
Gossip girl
Midsomer murders
Twin peaks
Veronica mars
Music:
Instrumental (movie scores, house music and classical)
Reggaeton
New wave
Alternative
Pop
Rock
Salsa
Bachata
Current read: far from the maddening crowd by Thomas hardy
Next read: penance or something latino I haven’t decided
Bueno, 🤍
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IMAGENES Y DATOS INTERESANTES DEL DIA 12 DE OCTUBRE DE 2023
Día de la Hispanidad, Día del Pilar, Día de la Guardia Civil, Día Mundial de la Visión, Día de la Raza, Día Mundial de la Artritis Reumatoide, Día Internacional contra la Gestión Digital de Restricciones, Año Internacional del Mijo y Año Internacional del Diálogo como Garantía de Paz.
San Serafín, San Wilfrido, Nuestra Señora del Pilar y Santa Arlinda.
Tal día como hoy en el año 1492: El primer viaje de Cristóbal Colón llega a América, a la isla Guanahaní (Bahamas), con la expedición formada por los tres navíos Santa María, Pinta y Niña.
En 1792: Se celebra por primera vez el Día de Colón (Columbus Day) en Nueva York. Actualmente también se conoce como Día de la Raza.
En 1823: El químico Charles Macintosh patenta en Glasgow (Escocia) una prenda de vestir resistente al agua: el impermeable Mackintosh.
En 1901: El presidente Theodore Roosevelt bautiza oficialmente la Mansión Ejecutiva como la 'Casa Blanca', en Estados Unidos.
En 1928: Por primera vez en la historia se utiliza un respirador artificial (o pulmón de acero), en el el Boston Children's Hospital (Estados Unidos), en una niña inconsciente con problemas respiratorios.
En 1979: Se registra el récord mundial de bajas presiones, con la medición de 870 hPa, durante el tifón Tip a su paso por el océano Pacífico, en el triángulo llamado 'trampa del cielo'.
En 2001: La ONU declara el 12 de octubre como el día Internacional para la reducción de desastres naturales.
En 2002: Ocurren los atentados de Bali (Indonesia) reivindicados por Al-Qaeda, donde varios explosivos causan la muerte a 202 personas y hieren a más de 300, siendo el ataque más mortífero en la historia de ese país.
En 2003: Michael Schumacher gana su sexto campeonato mundial de Fórmula 1 en el Gran Premio de Japón. Convirtiéndose en el piloto con más títulos de la historia hasta ese momento, recientemente alcanzado por Lewis Hamilton, ambos con siete.
En 2013: Durante la noche se derrumba la Torre 6 del Conjunto Residencial Space, en Medellín (Colombia), causando la muerte de 98 personas.
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Samhain 2024
En el cambio de puertas, cuando una se cierra y otra se abre, al final de la cosecha, de los últimos regalos de la tierra. Los fuegos arden bajos y débiles, como despidiéndose, como preparando los caminos para el partir, murmullos de crepitar en los vientos fríos que acompañan el nuevo dominio.
En esta noche, la noche, desde esta noche la noche, desde Samhain al Walpurgis, desde el Samhain al Beltane, toma esta tierra tu dominio, toma esta tierra tu terreno, cúbrela con tu manto y arrullo, cúbrela con la mirada y las plumas de los cuervos.
Allende el mar mi señora, añoran las flores y se visten de ocasos, allende el gran mar mi señora también se diseminan tus fieles, desposan tus hijas y les honran en verdad y sabiduría. Allende el mar también se riega la sangre de tu amado, allende el mar también se vierte de sus heridas convirtiéndose en manto.
Cubrirás con blancos y limpiarás finalmente de muerte las hojas, les arrebatarás por siempre a la tierra en busca de nuevos amaneceres y esperanzas, de nuevas promesas han de vestirse tus fieles y traerás el olvido de los cansados años.
¡Oh gran maestro y guía! Permite hacer su voluntad a través de nuestras manos, que se devengan nuestras palabras en la suya, que sirvan a su propósito los incomprensibles actos.
¡Oh mi señora! ¡Mi gran señora! Ahora que muchos se van como vinieron, a través de ti, dad consuelo a quienes nos retrasamos en el camino a contemplar como se apagan las ultimas flores. Que encuentren refugio los últimos granos, así como el recuerdo y esencia de quienes se fueron, han de convertirse en eternas raíces en nuestros corazones. No permitas, gran dama, se marchite el producto de sus semillas, no permitas, gran señora, se conviertan en piedra las semillas de su recuerdo y palabras. Que permanezca en la tierra su virtud y su bondad y elimina con tu acero sublime sus abominaciones.
¡Oh triple diosa de los negros vestidos! ¡Oh triple señora que trasciende los tiempos! ¡Eterna enamorada, eterna guerrera, eterna madre, eterna segadora, eterna maestra! Protege mi familia y afectos, que no se pierdan sus pasos en las nieves del tiempo, que los fríos vientos no callen su canto, que los venideros hielos no hallen refugio en su corazón. Preserva los últimos vinos, permite los brindis de los últimos tiempos.
¿Sobrevivirán los corazones livianos, los puros, sinceros? ¿Sobrevivirán los devotos? ¿Se quebrarán apenas se marche la luz? ¿Se marchitarán sus ojos como las hojas? ¿Se extinguirán sus palabras como las últimas flores?
¿Se marcharán con las últimas luces dejando sin estrellas las noches? ¿Se llevará el helado viento sus palabras? ¿Se las llevará más allá de la luna no dejando siquiera murmullos ni recuerdo? ¿Caerán en pedazos los muros que levantaron? ¿Se romperán las losas que dejaban sus pasos?
Tomaréis así vuestra última forma y reclamaréis la tiniebla, detrás de cada árbol, en cada suspirar de las hojas, en cada tajo de viento, detrás de cada gota y cristal. Tomaréis las noches sin luna, ocultaréis las estrellas. Daréis certera advertencia a través del cantar de los cuervos, del himno de los lobos, de los ojos de los negros gatos.
Revelad, mi señora, los últimos oráculos que guiarán el avance de la noche de todas las noches. Nos traerán consuelo en la partida, nos darán bendición y paciencia, guardarán las semillas, cuidarán las puertas y la cuna de los pequeños niños.
Que dejen huella de nuevo los que se han marchado, que recobre sus palabras el viento, que vuelva su tacto afectuoso en forma de fuego y aliento.
¡Oh mi señora! Bendice así mi casa, mi lecho, mi familia, y afectos. Que no se pierdan en la nieve sus pasos, que su risa no se pierda en el viento, que no se oculte su mirada en las oscuras aguas del tiempo.
¡Oh mi señora! Bendice así a quienes están lejos, a quienes afanan en su lecho de pena y dolor, que encuentren descanso en tu seno o consuelo en tu acero. A través de ti vinimos, a través de ti nos marchamos.
¡Oh mi señora! Una vez que os separéis de su lecho y corras el mundo llevad en vuestro recuerdo este mi clan, mi gente, mi pueblo, guarda mi nombre en vuestros labios y mándame hacer con el vuestra voluntad. Guarda tus hijas y adeptas, pon acero en mis manos y fórmame en guardia o altar, mándame al bosque o al templo, ordéname en la montaña o en la entraña. ¡Guía mis filos! ¡Dime dónde cortar o ser cortado si esa es tu voluntad!
¡Oh mi señora! ¡Hablad sobre mi voz! ¡Regresad de entre la obscuridad! Moved las puertas, hacedlas girar, que se vayan y regresen quienes tengan que hacerlo ¡Juntad vuestros ejércitos! ¡Guardad nuestro rey hasta clavarlo en el cielo! ¡Hacedle invencible! ¡Hacedle regresar!
¡Oh mi señora! Reina mía ¡Volverás! Revelarás tu nombre, triple diosa, gran señora; guía, juez y amante; doncella sublime, reina del mundo, ama de la noche. Vuestro pueblo os espera.
Que las llaves conferidas en tormenta tienen su resguardo, permite sean mi legado, mi regalo y recuerdo, que den forma a mi voluntad.
Perdonemos a los enemigos y a quienes daño nos hacen pues así nos perdonamos el daño que nos hacemos a través de sus manos. Cobijemos a quienes necesitan resguardo de los fríos, demos a ellos esta ultima miel. Encendamos antorcha y altar, montemos la guardia y demos calor en comunidad, pues debajo, muy debajo están iguales nuestros cuerpos, iguales se quedarán al marchar. Recuerda, mi hermano recuerda, recuerda mi amigo recuerda, pues viven ahí por siempre al encender el altar.
Vuela mi señora, posa en mi casa cuervo, gato y lobo. Que si hoy su sangre fuera vertida en frivolidad, retribúyeles mi señora con toda la furia de que eres capaz. Desde hoy y para siempre ¡Que así sea!
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lunes 14º octubre 2024, Munich, 4.19pm.
#85.521 — Una casa hecha de acero y de cristal, una maravilla de la arquitectura moderna, impoluta, con muchos espacios abiertos y líneas rectas. Cuando el gobierno llega para buscar a los niños, los vecinos aseguran que nunca hubo niños en el pueblo. Quién sabe, es posible que la señora Xavier estuviera cansada de ser un ente humano. Era una perra de cuatro patas. El pez tuvo menos fortuna que los humanos. Debido al cortocircuito la pecera estalló en pedazos y se despedazó sobre la alfombra.
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🈲BNHA 3: Deku vs La sombra roja - Capítulo 25: La Guardia de la esperanza 🟥☭
En el refugio oculto, el silencio era perturbador. Deku seguía inconsciente, tendido en una cama improvisada en una pequeña habitación, protegido por una puerta de acero reforzado. A pesar de la tranquilidad aparente, el exterior estaba sumido en el caos y la tensión.
Las Clases 1-A y 1-B en Acción
Fuera del refugio, las clases 1-A y 1-B de la U.A. se encontraban dispersas por Musutafu, realizando labores de protección y ayuda. Los estudiantes, a pesar de su juventud, demostraban una valentía y determinación inquebrantables.
Momo Yaoyorozu y Shoto Todoroki lideraban un grupo en el sector este de la ciudad. Utilizando sus habilidades, creaban barricadas y reforzaban las defensas alrededor de los refugios donde los civiles se habían congregado.
Momo: "Todoroki, necesitamos más protección en el lado norte. Hay informes de patrullas enemigas acercándose."
Todoroki, con una expresión seria, asintió y comenzó a usar su poder para crear muros de hielo que bloquearan las rutas de acceso.
El Rescate de los Midoriya
Mientras tanto, Ochaco Uraraka y Tenya Iida se encontraban en una misión crítica: proteger a la familia de Deku. Inko Midoriya, junto con sus padres, Hideki y Koume, y sus hermanos y tíos, habían sido trasladados a un refugio seguro. Sus primos Michiko, Natsuki y Raito se unieron a la causa, apoyando a las clases 1-A y 1-B en sus esfuerzos.
Uraraka: "Señora Midoriya, no se preocupe. Nos aseguraremos de que todos estén a salvo."
Inko, con lágrimas en los ojos, asintió agradecida. La preocupación por su hijo Izuku era palpable, pero sabía que él estaba en buenas manos.
El Apoyo de los Primos
Michiko, Natsuki y Raito, aunque preocupados por la seguridad de su familia, estaban decididos a contribuir a la resistencia.
Michiko: "No podemos quedarnos sentados mientras otros luchan. Debemos ayudar."
Natsuki: "Tienes razón. Vamos a hacer lo que podamos."
Raito, con una determinación firme, se unió a sus compañeros de clase en las labores de protección y defensa.
La Fortaleza del Refugio
Mientras tanto, en el refugio principal, Bakugou y Kirishima se encargaban de reforzar la seguridad alrededor de la ubicación de Deku. Aunque era difícil mantenerlo en la oscuridad, sabían que su misión era crucial para el futuro de Musutafu.
Bakugou: "Maldita sea, Deku. No te mueras ahora. Aún tenemos mucho que hacer."
Kirishima: "Lo protegeremos con nuestras vidas, Bakugou. No dejaremos que Voz de Hierro gane."
La Coordinación de la Resistencia
En el centro de operaciones, los estudiantes de ambas clases coordinaban los esfuerzos de defensa. Jiro, utilizando sus habilidades auditivas, detectaba movimientos enemigos y transmitía información crucial a sus compañeros.
Jiro: "Tenemos movimientos en el sector oeste. Necesitamos enviar refuerzos."
Denki Kaminari y Mina Ashido se preparaban para enfrentarse a cualquier amenaza que se acercara.
Denki: "No dejaremos que se acerquen al refugio. Estamos todos juntos en esto."
Mina: "¡Vamos a demostrarles lo que podemos hacer!"
La Determinación de Todos
Mientras la resistencia se fortalecía y las clases 1-A y 1-B se mantenían firmes en su misión, la ciudad de Musutafu encontraba un rayo de esperanza en la valentía y la unidad de estos jóvenes héroes. Sabían que la batalla sería ardua, pero estaban dispuestos a enfrentarse a cualquier desafío para proteger a sus seres queridos y recuperar la libertad de su ciudad.
El Destino de Deku
Aunque Deku permanecía inconsciente, su espíritu indomable inspiraba a todos a su alrededor. Sabían que, cuando despertara, su determinación y poder serían fundamentales para derrotar a Voz de Hierro y restaurar la paz.
Mientras el sol se alzaba sobre la ciudad, la batalla por Musutafu continuaba. Los héroes en formación sabían que el camino sería difícil, pero con cada paso, avanzaban hacia la victoria y el renacimiento de la esperanza.
☭🧧Fin del capítulo 25🧧☭
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El inicio de la tercera guerra mundial, parte 12 (esto es solo una historia inventada y una continuación del cuento «Las flores»)
Escuché que tocaban a mi puerta. Y grité qué pasaba. Y lo vi a Juan, que entraba con mi té, sobre una pequeña bandeja de acero inoxidable.
—Juan, te quiero hacer una pregunta.
—Diga, señora, lo que usted ordene.
—Pero te prometo que por más que tu respuesta sea afirmativa, no te voy a despedir —le dije, mientras él apoyaba el té en la mesada.
—Voy a ser sincero, de verdad se lo digo. Gracias por el aumento, Hala.
—¿Sos illuminati, Juan?
—Sí —acotó tímidamente.
—¿Y qué es lo que quieren ustedes de mí? —pregunté intrigada. Y él comenzó a enrojercerse y sus cejas se juntaron. Se notaba irritado y cerraba los puños, con fuerza.
—¡No vas a ocupar el puesto de Papá! ¡No lo vamos a permitir!
—¡Pero, Juan! Yo soy musulmana y creo en un solo Dios. Nadie va a ocupar el lugar de Dios. Mírame, recién ahora puedo tener los lujos gracias a mis cuentos. Antes, en mi pasado viví una vida de miseria. Hay un solo Dios y siempre será así. ¿Quiere decir que esto es una realidad? ¿¡Dios me habla!? ¡No lo puedo creer! Yo pensé que era producto de mí estrés.
—Yo sé que no lo vamos a poder impedir, pero juntos resistiremos y no queremos que nazca la raza superior. ¡Esa cria maldita! Los illuminatis somos millones en el mundo.
—Ah, noooo. Eso no lo voy a permitir, porque tendrán que matarme. La luz de mis ojos va a nacer. Y mis hijos no serán ninguna raza superior. Entonces, Juan, eso que inventaron del Judaísmo es todo una mentira, ¿verdad? ¿Fue una burla a mi familia que todavía no nació? Solo tuve una hija que ustedes la mataron. Voy a luchar a favor de mi familia, contra ustedes y contra Dios si fuera necesario.
—Para nosotros, sos igual que cualquiera. Nada especial, porque te creerás importante, pero para nosotros no sos nada —me dijo enojado. En sus ojos asomaba un brillo de ira.
—Si soy igual que cualquiera, por lo menos no me perjudiquen. ¿Acaso creés que no me doy cuenta de que siempre me molestan? Hasta lo relaté en uno de mis cuentos, que entraron a mi casa para amenazarme —le dije de forma hostil.
—Eso es puro invento, porque Papá no nos permite atacarte, ni mucho menos entrar a tu casa.
—Y ahora entiendo por qué se unen todos es un complot mundial. Claro..., Dios no los castiga severamente porque entiende de que están enfermos de los celos —le dije, enfrentándolo, cara a cara.
—Te esterilizamos de niña, para que no tuvieras hijos, pero un óvulo creció. No entendemos cómo te creció —me confesó angustiado.
—¡Y esa familia que me pusieron, uno peor que el otro! Si yo te contara algo que no sabés, tus celos te matarían. Porque yo sé que sabés lo de la operación, pero no sabés qué me regaló Dios, además de la vida para siempre —le dije.
—¿¡Qué!? —me preguntó. Sus córneas parecían salirse de sus órbitas.
—¡El mundo entero! Dios me regaló el mundo entero para mí. Y también todo lo que hay en él —le grité. Y Juan comenzó a llorar como un niño.
—¡No puede ser! ¡Papá se ha vuelto loco! Si fuera así, no hubieras pasado la miseria que pasaste —pronunció, sollozando.
—Lo que pasa es que yo no soy como ustedes. Yo creo en la libertad; pero te digo una cosa, Juan, ¡¡¡la luz de mis ojos va a nacer!!! Y el único que lo puede impedir es Dios.
Y en ese momento entró el rubio, el otro custodio. Y se lo llevó. Yo le grité que Juan sería mi nuevo personaje del cuento. Se fueron los dos, mientras el rubio abrazaba a ese gigante, robusto. Y yo me senté a tomar el té. Y pensé: «hijo mío, ya vas a nacer. Así me dijo Dios, que estás entubado. Y cuando Dios te pone en ese lugar, es porque vas a nacer. Yo sé que estarás dormido, y que no me puedes escuchar, pero pronto te recibiré en mi vientre. Y juro por Dios que nunca nadie más te hará daño».
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Hello! I saw that you did some gifs of Carolina in Mujer del Diablo. Would you ever consider doing her in Señora Acero?
Hi! I love Carolina so for sure I want to get through all of her stuff at some point. That was a commission so it was done before my personal projects. But once I finish all my commissions, I'll get back to that list <3
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EAC - 1
Fue una larga temporada de lluvias en el imperio. Después de diez días consecutivos de aguaceros torrenciales, los ciudadanos finalmente desistieron de esperar el sol y se encerraron en sus casas. La lluvia caía indiscriminadamente sobre el palacio, la ciudad y los barrios marginales. En la parte de la ciudad conocida como Louvre, un carruaje se detuvo en un callejón estrecho. Los aleros que se alzaban sobre ellos convergían tan juntos que parecían bloquear el cielo. Aquí era difícil distinguir la noche del día. Algunos afirmaban que la única razón por la que la guardia de la ciudad se preocupaba por esta zona era porque el servicio postal todavía pasaba ocasionalmente para entregar cartas. La gente corriente evitaba por completo los barrios pobres. Por la marca del carruaje y la calidad de sus caballos, estaba claro que el pasajero que iba dentro no compartía las luchas de aquellos que apenas se mantenían con un gilly por semana. Cuando un asistente en bata bajó el reposapiés y abrió la puerta del carruaje, un zapato de mujer de cuero y seda pisó el terciopelo rojo. "Lidera el camino". Su voz era baja y elegante. De repente, un hombre surgió de las sombras, agachándose servilmente mientras enseñaba sus dientes amarillos. "E-es por aquí, mi señora." La mujer lo miró con una mirada gélida mientras se ponía una bata. El callejón estaba lleno de basura, vagabundos y animales muertos. Apestaba a pesar de la lluvia. Abrumada por el asalto a sus sentidos, las manos de la mujer, escondidas bajo su túnica, comenzaron a temblar. Era de esperarse; un lugar tan sórdido no era adecuado para un noble digno. "Mi señora" dijo su guardia a su lado. "Si está cansada, le sugiero que espere en el carruaje. Yo me encargaré de estos asuntos". "No. Me ocuparé de esto yo misma.” Anastasia Bale. Era la esposa del Marqués Gilliard Bale. El Caballero Bale no sólo era propietario de varias fábricas textiles y tabacaleras, sino que también incursionaba en la construcción naval y en las industrias del mineral de hierro. Ahora, cien años después de la guerra, la Casa Bale era tan rica y reconocida como la Casa Ihar. Entonces, ¿por qué la señora de tan ilustre familia se encontró en los barrios pobres? El hombre de dientes amarillos les sirvió de guía y abrió el camino. El guardia de la marquesa parecía más ansiosa que ella; Los siguió de cerca desde atrás, exponiendo la espada en su cintura en una postura protectora. "Quiero que sepa, mi señora", dijo el guía. "Pasé por una dura prueba para localizar a la niña. Tengo curiosidad por saber por qué deseas encontrarla." El acero de la espada del guardia sonó fríamente cuando la sacó de su vaina. "Si valoras tu vida, haría bien en callarse." El guía retrocedió ante la amenaza de violencia y retrocedió asustado. "¿Qué quiere decir? Pasamos por la taberna Nariz Roja antes, y esta es la petrolera de la Sra. Melburn. El camino parece similar pero les aseguro que es diferente." Anastasia fulminó con la mirada a su guardia, que permanecía alerta, como para reprocharle. Estos arreglos habían sido bastante difíciles de hacer; Si el guía cambiaba de opinión, podría perder su oportunidad. Su guardia envainó su espada y así continuó siguiéndolos en respetuoso silencio. Louver parecía una fortaleza--un búnker repleta de la escoria de la sociedad. Visiblemente conmocionado, el guía siguió lanzando miradas nerviosas a sus visitantes mientras los guiaba el resto del camino. Entonces, de repente, una expresión de inmenso alivio inundó su rostro cuando señaló una residencia marcada con una cinta roja. Las casas no estaban separadas; toda la estructura parecía una especie de muralla, y simplemente señaló una de las muchas puertas del edificio. “Ahí está. No tienes idea de lo difícil que fue para que yo encuentre a la mocosa. La mujer que se hace llamar su madre la aprecia mucho. Si fuera tan amable de ahorrarme diez gillies por mis molestias... " Era el único lugar del Louvre que no estaba oculto por aleros. Allí, sentado bajo la lluvia torrencial, estaba el niño que habían estado buscando. Cuando la mirada de la Señora Bale pareció cambiar, su guardia arrojó una bolsa de cuero al suelo. El sonido del tintineo de las monedas resonó en el espacio parecido a un túnel. El guía no pudo controlarse. Se zambulló en la bolsa, comprobó cuánto había dentro, esbozó una sonrisa e inclinó la cabeza hasta que casi tocó el suelo mojado. Luego comenzó a retroceder lentamente antes de girar abruptamente y echar a correr. Era probable que le hubieran pagado más de lo que esperaba. “Asegúrate de silenciarlo adecuadamente. ¿Lo entiendes?" El guardia hizo un gesto decidido a la marquesa. "Como usted ordene." Anastasia le lanzó una mirada subrepticia y caminó bajo la lluvia. La humedad se filtró en sus zapatos y la horrible sensación hizo que le temblaran los labios. Agachada bajo la lluvia, la niña estaba tan concentrada en algo que no se dio cuenta de que alguien se acercaba. Tenía las mejillas manchadas de suciedad y su cabello rubio miel le llegaba hasta la cintura. ¿No dijo que tenía doce años? La niña era más pequeña que la mayoría de su edad y parecía mucho más joven. Llevaba harapos cosidos y, en ese momento, estaba concentrada en tallar un trozo de madera. El ceño de Anastasia se frunció más profundo cuando vio el cuchillo afilado en las pequeñas manos de la niña. Sin embargo, a pesar de su proximidad, la niña no notó la presencia de nadie más. Anastasia se detuvo y se paró en el camino inclinado mientras la lluvia seguía cayendo. "Hola niña." La niña dejó caer su cuchillo, se sobresaltó y miró hacia arriba. Sus ojos tomaron a Anastasia con la guardia baja. Eran una brillante mezcla de turquesa y esmeralda--un tono que le resultaba demasiado familiar. La ira que había tratado de reprimir durante años inmediatamente comenzó a aumentar. Haciendo uso de toda su paciencia, lo obligó a bajar. Miró hacia la puerta y luego de nuevo a la chica. "Está lloviendo. ¿Qué estás haciendo aquí afuera?" Los labios de la niña se torcieron levemente mientras se quitaba la tela que cubría sus orejas y se la ataba alrededor de la cintura. "Mi madre todavía está trabajando. ¿Quiénes son ustedes?” ¿Laboral? Anastasia sonrió. A través de las gruesas cortinas se oían los gemidos de una mujer y las maldiciones de un hombre. Hermosa camelia. Una flor en un prostíbulo. Una piedra preciosa brillante nacida en un burdel. Así la llamaba la gente de los barrios pobres. Hace algunos años, se decía que una mujer de notable belleza y que estaba embarazada, llegó a Louvre en busca de refugio. No tenía adónde ir, así que dormía entre las personas sin hogar y iba de puerta en puerta pidiendo por bocados de pan. Vivía en un estado de miedo constante, casi como si la estuvieran persiguiendo. Entonces, un día dio a luz en la calle. Anastasia había oído que era un día lluvioso como hoy, y que la mujer dio a luz a un ángel de ojos esmeralda junto a un apestoso cadáver de un perro. Durante un tiempo tuvo dificultades para amamantar a su hija porque no podía alimentarse por sí misma, por lo que la gente se apiadó de ella y le dio comida y ropa. A pesar de todos sus problemas, la mujer nunca dio nada por sentado y se preocupó profundamente por su hija. Pero para criar a una niña en la calle, uno tiene que arriesgar toda su vida. Llegó la temporada de abundancia y el invierno llegó con venganza. Cuando la niña tuvo una fiebre terrible a causa del frío, a la mujer no le quedó más remedio que ofrecerle su cuerpo al médico del pueblo. Muy pocos hombres podrían rechazar a una mujer tan hermosa, incluso si tuviera una hija. Dio la casualidad de que ella también era viuda. El médico accedió a salvar a la hija a cambio de hacer lo que quisiera con su madre. Eso había sido exactamente hace doce años. "Tú debes ser Lia. ¿Correcto?" La niña asintió inocentemente en respuesta a la amable voz de la marquesa. "¿Me conoce?" "Sí. Tu madre... He oído que está muy enferma. Por eso estoy aquí" Los ojos de la niña se agrandaron. "¿Madre? ¿Madre está enferma?" Se giró para correr hacia adentro. Al borde de las lágrimas, estaba a punto de tocar la puerta cuando el guardia de Anastasia la golpeó en la nuca. La niña ni siquiera pudo gritar mientras se tambaleaba hacia adelante impotente. Gruesas gotas de lluvia golpeaban su diminuta figura. El guardia recogió el pequeño y fláccido cuerpo de Lia y frunció el ceño. "Es liviana para tener doce años". Anastasia miró a Lia y asintió. "Vamos. No quiero que esto provoque una conmoción. Consigue algunos hombres para limpiar las cosas aquí." Se detuvo a medio paso y giró la cabeza, mirando fríamente al edificio donde todavía se podían escuchar los gemidos de una mujer a través de la lluvia. Una leve sonrisa se formó en su rostro mientras suspiraba. "¿Qué crees que pasaría si hubiera un incendio en un día lluvioso?" Las siniestras palabras, aunque pronunciadas con elegancia, pusieron la piel de gallina al guardia. "Es broma", dijo la marquesa. "Sólo quiero que ella esté a salvo, eso es todo. Vámonos." Sus sombras se fundieron en la oscuridad. A su alrededor, las ventanas empezaron a abrirse a lo largo de la calle tranquila. Los residentes se habían escondido, sintiendo que algo malo estaba en marcha. Ahora se miraron el uno al otro como si nada hubiera pasado, y poco a poco y en silencio volvieron a cerrar las ventanas. Las gotas de lluvia se espesaron y parecía que el torrente comenzaría una vez más. Se sentía como si la noche se estuviera haciendo más profunda en todo el imperio. "Despierta, niña". Aromas agradables, una superficie suave... ambas sensaciones que nunca antes había sentido. ¿Era esto el cielo? Si era un sueño, no quería despertar. Pero alguien la despertó con una sacudida y sus ojos se abrieron de golpe. "¡Ahh!" Asustada y sin sentido, Lia se despertó gritando. Tenía los ojos muy abiertos por el miedo mientras miraba a su alrededor. No tenía idea de dónde estaba. El lugar más bonito que había visto en los últimos diez años era el ático de la Señorita Lauren una vendedora de telas de Louver. Había un lindo perro llamado Polly y una variedad de textiles de hermosos colores. Cuando Lia los vio revolotear en el viento, la hizo sentir como si estuviera en un palacio digno de una princesa. A ella le encantaba visitar sólo para contemplar esa maravillosa vista. Este lugar, sin embargo, no se parecía en nada al ático de la señorita Lauren. La pura decadencia de la habitación estaba más allá de su imaginación más descabellada. Había una cama diez veces más grande que la propia Lia y una ventana que se extendía desde el suelo hasta el techo. No pudo contener su asombro ante todos los hermosos libros apilados sobre la lujosa alfombra, así como ante la enorme y acogedora chimenea. "¿Estoy en el cielo?" La mujer que había despertado a Lia dejó la bandeja que sostenía y sonrió ante su ingenua pregunta. "Debes tener hambre. Deberías comer algo antes de que te lavemos. Ese olor... hmmm... No, ciertamente no servirá". A Lia se le hizo la boca agua al ver la sopa frente a ella, pero no se atrevió a comer. A pesar de la gran cantidad de preguntas que tenía sobre su propio paradero, lo que más le preocupaba era su madre. ¿Me quedé dormido en la calle mientras hablaba con esa bella dama? "¿Por qué no estás comiendo?" preguntó la mujer mientras Lia estaba sentada parpadeando. "¿No tienes hambre?" La niña negó con la cabeza mientras se agarraba las rodillas y se acurrucaba en una bola. "Señora, ¿dónde está este lugar? ¿Qué pasa con mi madre? ¿Dónde está la bella dama que conocí antes?" "¿Por qué?" A la mujer le costó encontrar las palabras para responderle y dudó con cada respuesta. Se escucharon sonidos de conmoción desde afuera de la puerta antes de que se abriera de repente. Allí de pie, brillando como un ángel, estaba un chico con cabello rubio miel y ojos esmeralda. Él conoció el rostro de Lia con una sonrisa radiante. Era la primera vez que había visto a alguien tan hermoso. Escondió sus manos sucias mientras el niño caminaba hacia ella. "Hola, Camelia." IndiceSiguiente Capitulo Read the full article
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La ley del hambre
En una noche de tormenta, el cabo Caín Álvarez, de la Guardia Civil, acude con la patrulla a la llamada de los vecinos de Candasnos, un pequeño pueblo de los Monegros, que escuchan gruñidos aterradores en la balsa. Al llegar, un animal monstruoso les ataca y huye, dejando en el agua un brazo amputado. Caín pronto descubrirá que esta víctima no es la primera ni será la última. En Barcelona, Vera es despedida de su periódico por publicar un artículo donde denuncia la mala praxis de Semilia, una empresa de semillas transgénicas ubicada en Candasnos. En lugar de resignarse, decide viajar al pueblo para continuar su investigación y descubrir los oscuros secretos que la empresa esconde. Cuarenta años atrás, Calixta, presencia un hecho terrible en la casa donde trabaja como criada, la de los Crispos, los caciques, durante décadas, de Candasnos. Tras quedar viuda, viaja a Barcelona e inicia una carrera como vedete en El Molino, pero no podrá sustraerse a su destino y, finalmente, terminará por regresar al pueblo. Con una prosa directa como un disparo a quemarropa, Ana Ballabriga y David Zaplana entretejen estas tres historias hasta su impresionante final. ¿Por qué Candasnos parece ser el centro de una oscura red de misterios y secretos tejida sobre sus piedras? ¿Conseguirán sus habitantes liberarse del control de los Crispos y de la maldición que parece, desde siglos atrás, ensañarse con algunos de ellos? ¿Qué papel juegan Caín, y Calixta, y Vera, en esta historia coral tan impactante como adictiva? "Renata extendió la fina lámina de plomo sobre el altar de mármol. Los pesados cortinajes de las ventanas apenas dejaban pasar la luz del mediodía; el ritual funcionaba mejor envuelto en sombras. Tenía que reparar el error cometido. El viernes advirtió a la Pilar que ella y solo ella debía hacer la faena, pero la Pilar era demasiado vieja y pidió ayuda a Calixta. Resignada, continuó con el rito; ya no podía hacer otra cosa. Con el clavo de acero escribió sobre el plomo, maleable y resistente, el texto memorizado al final de su infancia. Mercurio, guardián de las fronteras, jefe de los sueños, príncipe de los ladrones, espía nocturno, escucha mis plegarias y castiga a Calixta Lapena Pena. Arrebátale la salud, el cuerpo, el color, las fuerzas y las energías, conduce su alma a Plutón, para que la ate y consuma. Llévale la fiebre terciana, cuartiana, cotidiana, para que infecten su sangre; envíale las diez plagas del averno; manda a los lobos para que le saquen las entrañas; pide al perro de tres cabezas que despedace su cuerpo y devore el corazón. Haz que se le caigan los ojos, dientes, uñas, cabellos y pezones; haz, Mercurio, que se le pudran las manos, dedos, brazos, cabeza, pies, vientre, ombligo, pecho, cuello, boca, labios, barbilla, ojos, frente, cejas, espalda, hombros, nervios, huesos, vientre, genitales y piernas. Yo te pido, Mercurio, que la eches a perder, que la arruines, que esparzas sus huesos y entregues su alma a Plutón. Había pasado mucho tiempo desde la última vez que Renata realizara el conjuro. César era un chico listo y sacó adelante a la familia sin necesidad de tablillas. Estaba orgullosa de su hijo pequeño, el mejor de todos. Los demás eran blandos y maleables como el plomo que tenía entre las manos. con cuidado la lámina de plomo, ahora escrita, cortó un trozo de la tela del delantal de Calixta y lo introdujo dentro del rulo. Calixta tenía fama de discreta, por eso la contrató. Poseía una belleza impactante, pero su humildad le impedía utilizar argucias de ramera para manejar a los hombres de la casa. Renata había elegido bien: Calixta consiguió mantener a raya incluso al puerco de su marido. Y Renata lo sabía por experiencia. Con quince años no dudó en meterse por primera vez en la cama del amo Crispo y logró ocupar el lugar de la señora Florentina. Atrás quedó la miseria y el hambre, el dolor por un padre suicida, una madre melancólica y un hermano muerto por el frío del invierno. Sí, su hermano de tres meses murió congelado. Entre sus ropas escondió Renata la primera tablilla a Mercurio. En ella maldecía a su familia paterna, esa que abandonó a su suerte a una viuda enferma con dos hijos. La escribió con letra irregular, pero funcionó. El apellido Garza, el de su padre, desgracia a desgracia, desapareció de Candasnos." Read the full article
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En la medida en la que se haga, La Música Ligera se hará ahora desde Kiev, donde vine a trabajar, también como periodista, en el mes de febrero. La ciudad presenta, en principio, un aspecto de perfecta normalidad en el que la guerra sólo asoma en los erizos de acero que sacaron a la calle cuando se pensaba que se necesitarían para entorpecer el avance de los tanques rusos. Hoy reposan en las aceras y las isletas del tráfico como ornamentos. Si esto fuera España se confundirían con los que adornan el centro de las rotondas. La guerra también se ve en los sacos de arena que se amontonan para tapar ventanas bajas y estatuas y en las sirenas antiaéreas. Suenan algunos días varias veces pero poca gente las sigue. Sólo quienes están cuando se activan en el McDonald’s o en el mall, porque las grandes empresas tienen miedo de que pase algo y les acusen de no aplicar los protocolos. Cuando te estás comiendo un Big Tasty y salta la alarma una señora que siempre es muy amable en el McDonald’s te da un envoltorio ‘para llevar’ y te invita a salir y bajar al metro. O a acabar de comértelo en la terraza. Los mismos empleados aprovechan la pausa para salir a fumar. Todo esto cambia, claro, si los objetos de metal que anuncia el ulular de las sirenas caen cerca, o dentro, de tu casa. El jueves pasado después de las siete de la tarde oí desde casa una auténtica mascletá con olor a chamuscado. Veinte minutos seguidos de explosiones que, supimos después, fueron provocadas por misiles y munición ucraniana que derribaba uno tras otro los misiles y drones kamikaze Shahed de fabricación iraní con que Rusia había elegido atacar Kiev esa tarde. Al día siguiente la alarma volvió a sonar por la tarde, en vez de por la noche, que es cuando normalmente lanzan sus enjambres de drones, y me metí en twitter para ver qué pasaba. Usuarios de Kiev hablaban de angustia, pánico y prisa en las calles para llegar a casa o refugiarse en el metro. Mi ventana da a una zona verde entre bloques en la que hasta corren ardillas. Haya o no sirenas está vacía y decidí bajar a comprar y ver el ambiente, que no tenía nada que ver con la tensión dramática que se describía en twitter. En los bancos al sol la gente hablaba fumando y a veces bebiendo cerveza. La gente hacía las compras con toda normalidad en la tienda del barrio y en las cafeterías ajenos al anuncio de misiles decenas de jóvenes bebían. Esto no significa que no haya peligro o exageren los medios. Es más bien que la gente se ha acostumbrado a vivir bajo la amenaza muy concreta de objetos de hierro que pueden caer sobre sus cabezas. Durante la mascletá del jueves las defensas ucranianas derribaron uno de sus propios drones, un Bayraktar turco que había perdido el control, mientras sobrevolaba la plaza de la Independencia, más conocida como el Maidán, en el mismo corazón de Kiev. Un vídeo aparecido en redes sociales muestra el momento del impacto y cómo cae al suelo dejando atrás una llamarada. Lo más bonito del vídeo es la reacción de la gente, que responde con vítores festivos al derribo del dron. Hay otro vídeo desde otra posición en el que se ve también a un grupo de transeúntes mirar al cielo fascinados y grabar el objeto volante con sus teléfonos. En esos momentos el ejército ucraniano no había anunciado de que se trataba de su propio dron. Todos, por tanto, pensaban que era un dron ruso. Y sin embargo lo miraban señalándose unos a otros y lo grababan, como si fuera, como decimos en valenciano, ‘un castell de focs’.
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