Tumgik
#punkarra
aspaceform3 · 3 years
Text
"tengo mucho pero mucho enfado y dolor acumulados dentro, pero muchísimo"
"Oye tanto diagnostico autista y neurodivergente, el dignostico por salá no te lo han dado nunca?"
"A mi me pareces mega rock&roll tia"
"Es que el perro te pega. Te pega totalmente es super tú"
"Alba eres una punkarra que da diabetes"
"Tengo este debate aun a acabar de indagar en el, con respecto a si quien soy cuando quiero a la gente y al mundo es yo y mi corazón o si es la hiperempatía autista"
"He llegado a pasarme 3 semanas comiendo lo mismo"
1 note · View note
fabrissey-blog · 6 years
Photo
Tumblr media
#tb #atoxxxico #punksdemierda #punkarra
0 notes
mapydh · 7 years
Photo
Tumblr media
YES WE PUNK! Que tengáis buen rollo mañana amics! #yeswepunk #eleccionescatalunya #vota #fuckmocrazy #democrazy #punk #music #vivaelpunk #punkarraforever #punkarra #punkrock #punkrockidols #diy #punk77 #ilustracion #illustration #by_mapydh @mapydh #cresta #crestasforever #nofuture (en Madrid, Spain)
0 notes
fandogamia · 2 years
Photo
Tumblr media
Y SE VIENE OTRO TEBEO. De la mano de @sarajotabe tendremos en muy poquito la recopilación de TUPPER PARA TRES, el webcomic de risis que también te hace pensar en lo mal que está todo y lo poco que hacemos para cambiarlo. O no. O sí. ¡DENTRO SINOPSIS! Cayetana es una niña bien que decide salir del cascarón en su primer año de carrera universitaria. ¡Quizá meterse en un piso compartido con una punkarra y un empollón a tiempo completo no era la mejor idea! Entre examen y examen hay tiempo para escarceos amorosos, enfados y riñas, un poco de autodescubrimiento, imprevistos IM-PO-SI-BLES de arreglar y algún momento de chill. ¡Parece que sepa a poco, pero compartir un TUPPER PARA TRES puede dar para un año completo! #fandogamia #editorial #comic #instacomics #bookstagram #tebeo #webcomic #fanternet #tupperparatres #pisodeestudiantes #universidad #novedad #lanzamiento #libro #vidauniversitaria #portada #cubiertas https://www.instagram.com/p/CclcvvErOfZ/?igshid=NGJjMDIxMWI=
1 note · View note
rucamu-blog · 4 years
Text
El Cuarto de las Ratas
. El cuarto de las ratas; Hablar de los servicios de los bares —del váter, para ser más exactos— me encoje el corazón. Los niveles más altos de conciencia los he alcanzado en aquellos lugares; sucios, desconchados, pintorrajeados. Recuerdo, a mis veintitrés años, cuando iba al Perro Andaluz, en la Avenida Pedro Antonio de Alarcón. Iba sobre las cuatro de la tarde, todos los días. En esos momentos el bar relucía y apestaba a lejía. La música empezaba a sonar, mientras la camarera se preparaba un café. Yo encendía el primer cigarrillo. El humo se esparcía por el aire contaminando las paredes, tapizadas estas con cientos de posters de bandas de Rock y Heavy Metal: Hendrix, Motorhead, Marley, Sociedad Alcohólica, Status Quo, Metállica, Iron Maiden, Blind Guardian…
A mí el heavy no me gustaba, ni los heavys. Pero era el único sitio de la ciudad donde podía estar tranquilo, arropado por mugrientas paredes acariciadas por el humo de tres décadas; con historia, con drogas, con vomitonas y cachondeo. Lo mejor de todo era que por las tardes no se radiaba heavy; el heavy era para la noche, para los heavys. Hasta entonces gozaba yo de eternas canciones de rock clásico: Pink Floyd, The Doors, Dire Straits, The Smiths, The Police… El bar entonces era mío; su tiempo y su espacio.
           Lo mejor de todo, más que la música, era el precio de la birra: 1´50, medio litro de brillante y espumeante cerveza. Normalmente no bebía más de cinco. Sabía del peligro de aquella cerveza; era especial. Nadie se fiaba de la cerveza del perro, pero se bebía. Tardes las hubo que me las bebí hasta las ocho o nueve, pedo como el tío de la novia. Esto era un peligro. Cuando llegaba a tales niveles no tenía suficiente juicio para retirarme a tiempo, cuando el bar empezaba a llenarse. Entonces la pintaba de lo lindo; me arremolinaba entre canuteros, parejas de enamorados, jugadores de futbolín, metaleros, cocainómanos… hasta que acababa tirándole besos a la taza del váter.
           Antes de las cinco, solo dos o tres personas se arriesgan a recalar en el garito. Algún amigo de la camarera o un par de nenas alternativas hablando de política ante un café con leche; poco más. Uno era fijo. Llegaba sobre la y media o las menos cuarto. Era viejo, calvo, gordo; de color oxidado. Llevaba siempre una camiseta de Led Zeppelin y una riñonera donde llevaba sus juguetitos. Pedía café, luego lanzaba sus artilugios sobre la barra dispuesto para sus manualidades. El viejales le daba para bien. Se fumaba un par de ellos, normalmente. Nunca alcohol. No podía dejar de pensar, cuando lo miraba, cuanto tiempo de vida debía quedarle. No era ningún chaval, el menda. No conseguía yo ponerle edad a aquel montón de quincalla. ¿Dónde trabajaría el gachón? A su manera había vencido. Era un héroe. Se la traía al pijo; su edad, la gente, el qué dirán. Extendía el papel, deshacía el tabaco, mezclaba la mandanga, la amasaba, lo liaba en espiral y lo petaba. ¡Qué humareada! Subía hasta el techo contra las narices de Hendrix, a remolinos, acunándose sobre Picture of you the The Cure. Era una maravilla oír el metal de las guitarras, los sintetizadores, cuando la tecnología era primaria y sonaba a cueva, a eco, a reverberación. De pronto los años empezaban a descender. Desde 2006 bajaba hasta el 94, alguien gritando en la calle “Yugoslavia” o “Bukowski a muerto”; luego más abajo, al 89, el ruido plomizo del cemento berlinés crujiendo contra el barro; al 84, yo llorando, abriendo los ojos al mundo, a la luz cegadora de la creación; al 83, Europa a Muerto rugiendo a través del cielo plomizo de Gijón, para definitivamente hundirme en los años en los que el mundo aún era mundo, cuando existía gente joven que aún quería ser joven, Another Brick in the Wall… un contenedor ardiendo en mitad de la calzada y más allá, muy al fondo, al corazón de los hombres, temblando y llorando de alegría, con ansias de destrucción.
           Cierto que cuando me venían estas imágenes ya llevaba lo menos litro y medio de cerveza en la tripa. Era el momento en que el bar cubría medio aforo, sobre todo de gente tranquila, que charlaba y reía, a eso de las siete de la tarde. Entonces me encaminaba hacia el baño, cerraba el pestillo, me la sacaba y miraba la pared: «Estás aquí, ahora, y nunca más, veintitrés años ¡Dios mío! No me lo puedo creer… soy joven y estoy solo… podría morir entre estas cuatro mierdosas paredes y sería feliz… Ni hacia delante ni hacia atrás… EL AHORA; limpio, transparente, palpitante… aprensible. Lo puedo tocar, como una pompa de jabón expandiéndose peligrosamente… ¡Dejadme en paz! —repetía para mis adentros— ¡Dejadme en paz!»
El tiempo se detenía. Era mágico, no había nada que pudiese comparársele a ese momento íntimo. Sin amigos, sin familia, sin trabajo, sin dinero, sin sexo ni amor. Solo uno frente a su bella y aterradora consciencia. Y en la pared, eternos epitafios: Aquí estuvo JuanLu 12/03/87 – Marga y Luis 07-06-91 – Tonto el que lo lea, 97; también estuvo allí…
Y los quería a todos, sin excepción. Todos —en algún momento de unas vidas que jamás conoceré, que incluso ya podrían estar aniquiladas— dejaron su huella en el único lugar donde uno podía darse cuenta de estar vivo.
           Luego empezaba a sonar heavy. Yo volvía a mi sitio. El lugar se llenaba de seres atolondrados, tías apestosas, cocainómanos y punkarras transnochados… era la hora de irse.
La eternidad se desvanecía. Volvía a casa; asustado, borracho, solo, perdiéndome entre callejuelas granadinas en las que nunca había estado, hasta que la tristeza caía sobre mí como un aguacero y el único consuelo que quedaba era volver, al día siguiente. Una vez más.
           Recuerdo, de pequeño, en el colegio, cuando los profesores nos amenazaban con encerrarnos en el cuarto de las ratas. Era una puerta negra, fantasmal, que curiosamente se situaba frente a nuestra clase de parvularios.
¿¡Por qué me fascinaba tanto aquel lugar!? ¿¡Cómo podía entrar uno allí!? ¿¡Qué había que hacer!?
Existía, yo sabía que existía… El cielo: Un lugar lleno de ratas.
0 notes
punktazos-amimanera · 4 years
Text
PUNK TAZOS
Pasote ni en YouTube hay tantos vídeos soy antimilitarista.
PASAROS A VERLA
https://www.facebook.com/elpunktopepe/
Tumblr media
Aquí somos 45.000 punkarras todo videos de música punk y un poco de rock
View On WordPress
0 notes
metalmagazine · 7 years
Photo
Tumblr media
Publicista valenciana que habla francés y punkarra uruguayo que produce cumbia se conocen en Barcelona y se ponen a hacer música. Y es difícil no bailarla. Ellos son Mueveloreina http://ift.tt/2G69fc6 http://ift.tt/2rAMF8w
3 notes · View notes
upja-art-blog · 4 years
Photo
Tumblr media
Cyberpunk crazy girl Punkarra macarra amb chatarra🔥⚡ #cyberpunk #punk #punkrock #punkfuturist #punkfuturism #punkfashion #futuristic #cyborg #robot , inspired in one history of #lovedeathandrobots #future #robotics #robotictecnology #ortopedicleg #futurelegend #roboticleg https://www.instagram.com/p/B-NVl2XqE8q/?igshid=16c8vy4zx4xyn
1 note · View note
zoteink-blog · 7 years
Photo
Tumblr media
Fuc&Kup Bar Z O T E I N K #work #vintage #artoftheday #instamood #design #inspiration #black #bar #artwork #draw #popart #marketing #blackandwhite #zoteink #doodle #handmade #art #illustration #graphicdesign #screenprinting #gallery #contemporanyart #arte #girlpower #modernart #punkarra #tshirt #nyc #graphic (en Barri de Gracia Barcelona)
2 notes · View notes
elenarosillo · 7 years
Photo
Tumblr media
Ayer Destino48 se quedó a 10 entradas de hacer sold out y FE DE ERRATAS LES LLEVABA EL MERCHAN. Molt fort. Se hacía imprescindible pedir una foto. Desde 1995 llevan dando guerra estos punkarras de Avilés. #gentedelanoche #FeDeErratas #punk #CafeLaPalma #muyfan (en CAFE LA PALMA)
1 note · View note
minarquia · 5 years
Text
Izquierda punkarra de los 90: “por los pueblos y no por España” Libertarios randianos de hoy:”por los españoles y no por España” https://twitter.com/roxananicula/status/1121296000356843520 …
Izquierda punkarra de los 90: “por los pueblos y no por España” Libertarios randianos de hoy:”por los españoles y no por España” https://twitter.com/roxananicula/status/1121296000356843520 …
https://ift.tt/eA8V8J from Twitter Search / minarquia_ https://twitter.com/minarquia_/status/1122150329318019073
Autor: (@minarquia_) Publicado: April 27, 2019 at 04:47PM
de nuestro WordPress http://bit.ly/2vnuXUZ Difundimos las ideas liberales, libertarias, minarquistas y anarcocapitalistas. https://ift.tt/eA8V8J April 27, 2019 at 05:41PM
0 notes
munove · 6 years
Text
Biografía de Barricada
"Me gustaría saber de qué van estos tíos”, rezaban muchos por lo bajini cuando se les hablaba de los Barri; porque, vamos, punkis no son. ¿O no les ves las melenas? Además que, con ese nombre, tienen que ser más bien jevis; los ejemplos están claros: Barón Rojo, Obús... Claro que luego te los encuentras compartiendo cartel con La Polla Records y ves su nombre siempre en boca de la movida de los grupos punkarras vascos, así que jevis como que tampoco. Vamos, que cuatro catetos aprenden cuatro acordes y venga...tampoco.
etiquetas: barricada, música, navarra
» noticia original (lafonoteca.net)
0 notes
Photo
Tumblr media
Brutalio el punkarra. Es un bicho que hacía tiempo parí en mi cabeza y que ahora he decidido plasmar sobre papel (digital). A ver que os parece.
1 note · View note
victorrvillar · 4 years
Link
via Hipersónica
0 notes
nadirelsabio · 5 years
Text
“La mujer en el espejo” (Relato):
A todas aquellas amigas y amigos que se mueven en esa frontera tan amplia que es el género.
La mirada que me devuelve el espejo basta para demostrarme que te has convertido en hechicera. La transformación casi se ha completado. Medias de rejilla, tacones de aguja, falda de lunares con un leve deje a punkarra de los ochenta, una melena rubia que cae sobre mis hombros, una blusa negra algo ajustada que no deja demasiado a la imaginación, lentillas azules que cubren mis ojos, maquillaje que me ha blanqueado la piel hasta el punto de que mi moreno subtropical se ha perdido bajo tantas capas… no cabe duda, estoy hecha un verdadero zorrón. Apareces detrás de mi en el espejo, dientes largos asomando bajo tu sonrisa de oreja a oreja. Llevas en tu mano una barra de labios que procedes a aplicar con esmero sobre mi boca. No cabe duda de que estás orgullosa de tu obra. Siento mi polla rozarse contra la tela de la falda, habíamos acordado que una de las normas era que no podía llevar bragas. Si me permites que lleve sujetador, asistido con un poco de relleno para así hacer la situación un poco más creíble. No demasiado, porque no queremos que todo esto resulte demasiado artificial. Hemos estado varias horas preparándolo. Todo el vello de mi cuerpo ha sido cuidadosamente depilado, mis brazos y mis piernas están totalmente desnudos. La parte que se halla debajo de mi falda, también, te has esmerado para asegurarte de que así sea.
Estás hecha un putón, me dices, tus ojos color café yendo de mi cara hacia el espejo. Una leve sonrisa asoma a mis labios al ver que tenemos la misma impresión. Soy una auténtica zorra, y nunca me había sentido más orgullosa de ello en mi vida. Y todo eso ha sido gracias a ti. Terminas de aplicar el pintalabios. Bueno, creo que esto ya esta. Empiezo a ponerme nervioso, ha llegado la hora de pasar a la segunda parte de nuestro plan. Te pasa algo, me preguntas, una sombra de preocupación asomando en tu rostro. No, no, estoy bien, digo, apartándome un rizo de la peluca rubia que tapa mi corte de pelo, rapado casi al cero esa misma tarde. Es solo que, me pierdo antes de terminar. Es solo que, repites, animándome a que te haga partícipe de mis miedos. Bajo mi mirada hasta el suelo, y abro de nuevo la boca. Es solo que tengo miedo de no gustarle, concluyo, y quizás esa leve inseguridad te haga sentir una mayor ternura. Porque te conozco poco, pero lo que he visto me ha ayudado a ver que tienes una gran predilección por las causas perdidas. Y yo soy una de ellas. Con sumo cuidado tu mano enguantada en seda negra va hacia mi barbilla y haces que mi rostro mire directamente al suyo. Le gustarás, ya lo verás. Y si no le gustas a el, te puedo asegurar que a mi me vuelves loca. Y te pones de puntillas, y te acercas centímetro a centímetro, y pones tu boca sobre la mía un segundo. Solo un piquito simple, efectivo. Lo suficiente como para que en mi entrepierna se note una leve vibración. Tengo que controlarme, pienso, porque esa es otra de las reglas establecidas.
Terminamos de arreglarnos, te calzas, cruzamos de manera rauda el pasillo de tu apartamento y llegamos a una puerta con cristalera, la que da para el salón. No se oye ningún sonido al otro lado, nadie ha encendido la tele, y me pregunto si acaso el que nos espera estará tan nervioso como lo estamos nosotras. O como lo estoy yo, porque tu guardas la aparente tranquilidad de una conductora de orquesta que ve como su equipo ejecuta perfectamente las órdenes dadas por su batuta. Abrimos la puerta, él está sentado en un sofá, de espaldas a nosotras. Me coges de la mano, nuestros tacones resuenan sobre el suelo de madera. Rodeamos el sofá y nos colocamos delante de el, exhibiéndonos como un premio a reclamar. Somos las dos el descanso del guerrero. Ya le había visto una vez, la primera que quedamos tras varios años de amistad en redes. Me lo presentaste como tu compañero, amante, novio, marido… demasiadas etiquetas que confluyen, para mi él es tu Otro, tu significación. Ahora mismo lleva un traje de dos piezas gris, su barba reposando sobre el cuello de la camisa azul que asoma sobre la chaqueta. Tiene una presencia seria, hasta cierto punto intimidatoria. Tiene que tenerla incluso si me has dicho que es un cacho de pan y que tiene un corazón tan grande como su cuerpo. Sabiendo contra lo que habéis luchado, la devoción con la que se ha mantenido a tu lado, fue lo suficiente como para acceder a tu proposición.
Te gusta lo que te he traído, comienzas, rodeándome con tus brazos y dándome la vuelta para terminar de mostrarme ante el. Es preciosa, a que si. El asiente levemente, una pequeña sonrisa asomando en la comisura de sus labios. Y además solícita y educada, criada en los mejores internados de la Gran Bretaña. Venga, muchacha, no te pares y muéstrale al señor tu buena casta. Yo me apresuro a hacer una ensayada reverencia, que hace que el emita una pequeña risa. Debe ser algo gracioso, ver a una chica tan alta hacer una reverencia al estilo británico. Y bueno, no le quiero decir al señor lo que puede hacer esta chica con su boca, maravillas que le harán ver las estrellas. Sigues promocionándome, como prometiste. Yo ahora mismo no me siento mujer, me siento más bien un objeto posesión de dos mentes perversas que harán lo que quieran conmigo, y me siento extrañamente cómodo al respecto. Perdón, cómoda, quiero decir. Es casi como si hubiera nacido para ello.
Y bien, que le parece al señor. Será una buena perra, dice el, y creo que es una de las primeras veces en las que le oigo usar un lenguaje de esa clase. Crudo, duro, sin eufemismos. Las veces previas en las que hemos quedado siempre ha dado la impresión de ser un hombre bastante comedido, hasta el punto de querer ser muy políticamente correcto. Justo lo contrario que tu, que con ese individualismo anárquico siempre tiendes a señalar los aspectos incomodos de la narrativa oficial. Será una buena perra igual que tu, añade mirándote de nuevo a ti. Y como buenas perras, ya que vais a compartir amo, estaría bien que os conocierais un poquito mejor. No se hable más, dices, y en cuanto me puedo dar cuenta ya está de nuevo tu boca sobre la mía, esta vez no dándome un pico sino uno de esos morreos mitológicos que recordaré hasta el fin de mis días. Es la primera vez que tengo tu lengua en mi boca, así que me recreo en tu sabor. Aprovecho y doy un mordisco en tu labio inferior que hace que te estremezcas, mis brazos han ido a tu espalda y están acariciando tus hombros al descubierto. Ambas hemos cerrado los ojos, estamos así un par de minutos. Noto que mi polla se endurece bajo la falda, me maldigo a mi misma por ser tan débil, por caer tan fácilmente ante ti. Se supone que mi erección era para el, y solo para el. No pareces darte cuenta, y si lo haces dudo que digas nada. Las reglas que pusimos eran una mera formalidad, ya me lo habías dicho, pero aun así, si no tratáramos de seguirlas todas entonces el juego sería menos divertido.
Suficiente, corta el desde su atalaya en el sofá. Dejamos de besarnos, alejamos nuestros rostros la una de la otra, aunque nuestros brazos siguen entrelazados. Tu vete allí, te ordena el, indicando con la cabeza la butaca que se encuentra al lado del televisor, desde donde podrás observarnos sin molestia alguna. Apenas te has alejado de mi cuando ya empiezo a echar de menos el calor de tu contacto. Y tu, se dirige ahora a mi, ven aquí, y da una palmada sobre sus rodillas. Soy una chica un tanto corpulenta, pero el me recibe sin problema alguno en su regazo, mis piernas sobre las suyas. Justo como hemos planeado en nuestras reuniones previas. El me acaricia la cara, y yo rezo a cualquier divinidad que este escuchando para que el maquillaje no se corra a las primeras de cambio. Me coge la barbilla, justo como tu has hecho antes. Te mira como pidiendo permiso, aunque sabe que no lo necesita. Tu asientes levemente con la cabeza, aun así se lo concedes, por pura formalidad. Y entonces el pasa a la acción, ahora es su boca la que busca la mía, su barba rozándose contra mi rostro recién afeitado. Noto como su polla va endureciéndose a través de la tela de su pantalón, me pregunto si el tampoco llevará nada debajo. Yo también voy endureciéndome poco a poco, tanto por el hecho de saber que yo soy el origen de esa erección como por recordar que tu estás a pocos metros observando como se desarrolla ese magnifico espectáculo. Las manos de el van recorriendo mis piernas, subiendo poco a poco, hasta deslizarse debajo de mi falda. Llega hasta mi entrepierna, acaricia mi dureza, la va rodeando poco a poco. Con cuidado tigre, sonrío mientras paro de besarle un momento, no querrás descorchar el champan antes de tiempo. Una frase sacada del mal guión de una peli porno de los años setenta, pero suena bien en ese momento, quizás porque no hay nadie más que nosotros tres para oírla. El niega con la cabeza, sonrisa picara y su nariz rozando la mía, antes de que sea yo el que me lance a seguir devorándole. Hemos venido a jugar, señoras y señores. Y yo me siento muy puta, es cierto, pero también muy empoderada.
Me levanto de su regazo y te lanzo una leve mirada solo para ver como has abierto las piernas mientras nos observas caprichosamente, y como tus dedos han ido a parar a juguetear con la humedad que empapa tus braguitas. Tu mirada esta fija en todo lo que hacemos, el resto del universo ha desaparecido para ti. Sonrío para mis adentros, y entonces me agacho para rozar con mi cara el bulto que se ha formado en su entrepierna, que ya puede percibirse a través del pantalón. Hinco la rodilla en el suelo mientras voy bajando su cremallera poco a poco, y lo que surge de esa abertura me confirma efectivamente que tu chico tampoco lleva nada debajo. Una enorme polla, esta con algo de vello en la base, se despliega ante mis ojos. Un miembro grueso y duro, con unas cuantas venas salpicando toda su geografía, muestra viril que te permites compartir conmigo y cuyo fruto me has prometido innumerables ocasiones. Te miro y mi boca forma una O mayúscula de fingida sorpresa. Ya me lo habías enseñado en fotos, pero forma parte de la actuación. Con mi mano derecha agarro ese enorme miembro y poco a poco voy acercando mi cara hacia el mismo. Tu te muerdes el labio inferior y empiezas a tocarte de manera más furiosa, como si quisieras competir con el placer que sabes que le voy a proporcionar. Pobrecita, no quieres quedarte atrás.
Rodeo con mi lengua la punta de su enorme miembro, y el cierra los ojos ante el contacto de mis labios con su glande, mientras riego de besos toda su enorme longitud y voy viajando con mi boca hasta la base, regando toda ella con mi saliva. Sus pelotas tienen una cantidad de vello también aceptable, lo suficiente como para que no me resulte desagradable lamerlas y sentir como vuelve a estremecerse. Es un área muy sensible, y el chico que todavía habita dentro de mi aun lo sabe. Uso su conocimiento para explorar toda esa zona, incluso acercándome peligrosamente al perineo y atisbando levemente la entrada entre sus nalgas, a pesar de que dejamos bien claro en la preparación que bajo ningún concepto se me permitiría ir allí. Solo una persona puede exigir derechos sobre el culo de tu marido, y esa eres tu. Así que retorno a mi labor de experimentada felatriz, esta vez metiéndome enteramente su polla en la boca e intentando hacer una garganta profunda, hasta el punto de que en algún momento noto el fantasma de una arcada asomando por mi tráquea. El arruga el rostro, por un momento me pregunto si eso significa que se va a correr, o si a lo mejor hay algo en mi labor que le está disgustando. Por si se da el primer supuesto, abro bien la boca para recibir mi premio, aunque admito que seria una decepción que esto terminara tan pronto. Por suerte, al final no se da el caso, pero relajo mi mamada e intento ser mas delicada, no vaya a ser que lo dejemos fuera de combate antes de tiempo.
Oigo el sonido de zapatos detrás de mi, y mientras recorro con mi lengua el dorso de su polla observo que te has puesto en pie y vienes decidida hacia nosotros. Te has quitado las bragas y las llevas en la mano, testimonio humedecido de que el no es la única persona que está disfrutando con la mamada. Llegas hasta nosotros, y mientras le metes las bragas en la boca a modo de mordaza, te agachas para acompañarme en mi misión. Tu boca acomete un lado, la mía el otro. Mientras tu le comes los huevos, yo me concentro en su glande. Las lenguas de las dos se encuentran rodeando la punta, y en cuanto menos lo esperamos ya estamos besándonos otra vez, nuestros rostros empapados con la saliva de la otra y su sudor. El nos mira, viéndonos como las diosas que somos, como la que tu me estas enseñando a ser. Se quita las bragas de la boca, y con los ojos entornados y el rostro distorsionado por el placer nos pide ir al dormitorio. Se ha puesto en marcha la última fase, y nos levantamos dispuestas a cumplir el plan a rajatabla. Cada una le agarra de una mano y le ayudamos a incorporarse, su enorme erección todavía dispuesta a gozar de nuestras atenciones. De nuevo atravesamos el pasillo, esta vez yendo hasta el final del mismo, donde se encuentra la habitación que contiene una enorme cama de matrimonio en la que sobra sitio para más de tres personas. Pero esta noche la invitada soy yo, y no otra persona. Y para mi no hay mayor honor que ese. Me siento como una humilde campesina que ha visto concedida una audiencia con dos grandes emperadores.
Llegamos al cuarto, y no perdemos tiempo antes de empezar a quitarle la ropa, dando mordiscos ocasionales sobre su piel morena, para empezar contigo cuando ya nos hemos deshecho del traje y la camisa. Me recreo en tu cuello, en tus pezones, en tus tatuajes de poesía, en tus piernas de diosa. La mayor parte de vuestra ropa queda amontonada en una esquina de la estancia. En mi caso me veo forzado a mantener al menos un mínimo de decoro, parte del escenario. Puedo quitarme la blusa, como mucho, y poner estratégicamente algún que otro mechón de la peluca rubia sobre mi pecho. Pero la falda, las medias, los tacones y el sujetador se tienen que quedar. Vamos, que va a tocar follar con ropa, pero admitiremos que no es lo mas raro que he hecho esta noche. U otras noches, que ya he relatado anteriormente. Pero volvamos a los hechos que nos ocupan. Me acuesto de lado sobre el centro la cama y separo las piernas, exhibiendo para vosotros todo lo que se haya debajo de mi falda. Un fuerte pene en erección, que pese a no ser tan grande ni grueso como el de tu pareja no ha suscitado ninguna queja por parte de mis compañeros o compañeras anteriores, así como una entrada trasera que también ha sido desprovista de vello para facilitar su accesibilidad y hacerla más atractiva al observador no acostumbrado. El está todavía de pie, tocándose como si le fuese la vida en ello y mirando hambriento mi culo como el conquistador que ve por primera vez una tierra nueva a colonizar, mientras tu le besas, entrelazando tu lengua con la suya y mordisqueas sus pezones, preparándole para la acción. Si el es el colono, tu eres el predicador. Los dos os frenáis, ya preparados, y venís hacia mi, tu por delante y el por detrás. El empieza a lamer el espacio entre mis nalgas, usando su saliva como lubricante y usando su rostro para mantenerlas separadas. Tu has bajado hacia mi polla y estás repitiendo conmigo el proceso que ambas realizamos con el, tu boca rodeando la punta y tu lengua recorriendo mi glande. Si existe el cielo, ha de parecerse mucho a esto.
El sigue separando mis nalgas y lubricando mi culo con su saliva, ahora ademas animándose a meter un dedo en mi ano, para asegurarse de que estoy preparada para acometer su asalto y de que carezco de resistencia alguna. Emito un leve gemido, ahogado por mi resistencia a que ustedes puedan ver lo mucho que estoy disfrutando. No quiero que se acostumbren a que sea su zorra, no se si podría ser capaz de soportar físicamente mas encuentros de esta envergadura. El saca el dedo, y ahora prueba con dos, quizás aprovechando para ensanchar un poco mas la apertura que esta destinada a acoger su excitación. Tu sigues lamiendo mi polla y mis huevos, dedicándome además miradas de verdadera lujuria desde tu posición. No me extraña que tus dotes de liderazgo sean conocidas en todos los círculos que compartimos, porque este empeño que pones en la organización no se ve limitado en modo alguno a los encuentros sexuales esporádicos, sino que va más allá. El prueba ahora con tres dedos, cada vez me cuesta más ocultar mis gemidos, aunque me muerda los labios hasta el punto de que creo que puedo hacerme sangre. Emite un leve sonido de satisfacción desde donde no puedo verlo, parece ser que indica que ya estoy preparado. Se acuesta detrás mío, y noto entonces la punta de su polla en mi entrada, presionando poco a poco para entrar. Tu redoblas tus esfuerzos y atenciones sobre la mía, mientras que el empieza a penetrarme lentamente, gruñendo de manera gutural mientras va haciéndose paso dentro de mi. Ahora si que no puedo reprimir un gemido de puro placer resultado del dolor, y tu te frenas un momento para erguirte de manera rauda, ponerte más a mi altura y propinarme un sonoro bofetón con mirada de reproche. Por un momento pienso que vas a obligarnos a parar en el mejor momento, que me vas a obligar a vestirme para mandarme a casa, decepcionada por haber faltado a mi palabra, pero el pequeño correctivo te parece suficiente y vuelves de nuevo a tu posición anterior, echándome una última mirada para indicarme que no debo cometer de nuevo ese fallo.
El ya ha entrado del todo, y separa sus piernas de manera paralela a las mías para tener impulso mientras comienza a bombear, no permitiendo que se desperdicie un solo minuto de nuestra interpretación. La saliva y el sudor de los tres actúa como improvisado lubricante a la perfección, su polla entra y sale de mi culo con extrema facilidad. Tu sigues chupando mi erección, yo por mi parte ya me noto cerca del orgasmo. Probablemente ya no podré aguantar mucho más. Intentas replicar mi intento de hacerle una garganta profunda, y noto que ahora es tu arcada la que rodea mi polla. El sigue bombeando por detrás, su polla entra y sale de mi culo prieto con una fuerza descomunal. Lo oigo gemir a mis espaldas, mientras me muerde el hombro y noto su barba rozar mi omoplato. A el también le falta poco, no cabe la menor duda. Nos corremos casi al mismo tiempo, noto una descarga caliente inundar mis entrañas mientras al mismo tiempo yo derramo mi simiente en tu boca, que recibes con ansia a pesar de la inicial exclamación de sorpresa. La saboreas un momento para tragártela, como quien sopesa la valoración de un delicioso postre, relamiéndote después mientras nos miras a ambos, exhaustos como hemos quedado después de alcanzar la cima. El se separa de mi, su miembro ya flácido, y noto como unas pocas gotas de su esperma caen fuera de mi y sobre las sabanas blancas una vez que se ha apartado. Me pregunto si también te molestaras en lamerlas, aunque parece ser que juzgas correcto alimentarte solo de mi esta noche. A el le tienes todos los días, después de todo, yo soy solo un capricho pasajero.
El se queda dormido enseguida, su cabeza reposando en mi hombro y sus brazos rodeándome desde atrás. Yo también estoy a punto de caer en los brazos de Morfeo, después de tan extenuante ejercicio en los vuestros, pero tu me mantienes despierto todavía, tu nariz contra la mía a modo de un beso esquimal. Me preguntas si he estado cómodo en todo momento, si hay algo que me hubiese podido hacer sentir mal. Yo te contesto que no, que en todo caso ha sido una de las mejores experiencias de mi vida. Me vuelves a besar, de nuevo un breve pico, conciso pero efectivo para mostrar el cariño y el respeto de dos seres humanos que a veces se sienten demasiado solos, aunque estén rodeados de gente que los apoya. Dos bichos raros que han venido a encontrarse, a compartir sus filias y perversiones, a rodearse de gente igual de extraña y extravagante. Mañana por la mañana, en cuanto despierte, me quitaré la falda y las medias. Por ahora dormiré con ellas, esta noche a modo de pijama improvisado. Porque en este momento, aquí yaciendo entre ellos dos, soy la persona que el resto del tiempo no puedo permitirme ser. Mañana volveré a ser otro, alguien quizás más aceptable para el resto de la sociedad, para mi familia, para mis amigos o para mis compañeros del curro. Mañana volveré a mi ciudad, cogeré el autobús en la estación y retornaré a mi trabajo, a mi vida insulsa y sin sobresaltos. Todo esto quedará como un encuentro de fin de semana, pero no por ello deja de ser menos significativo. Han creado un espacio seguro a mi medida, y nunca dejaré de estarles lo suficientemente agradecido por ello.
Cerramos los ojos con nuestros labios aún pegados, y es así como los encuentro al despertar la mañana siguiente. Y tu nombre es la primera, la única cosa que me viene a la mente.
Te quiero, mi hermosa Judit.
0 notes
nextnnet · 5 years
Text
Hoy Suda51 ha tenido uno de esos días ajetreados. Para empezar confirmó su nuevo proyecto junto a Swery65 y Devolver Digital: “Hotel Barcelona”, un nuevo indie de terror del cuál prometen que tendrá una atmósfera agobiante. Pero ahí no acababa la cosa. En el mismo streaming organizado por IGN Japan, el bueno de Goichi Suda actualizó el estado del desarrollo de No More Heroes III, ofreciendo nueva información del proyecto y de dos personajes que volverán de entregas anteriores a verse las caras con Travis Touchdown. Como personalmente considero que la saga No More Heroes es una saga de personajes y jefes tengo que recomendaros que si seguís leyendo lo hagáis bajo vuestra responsabilidad a riesgo de que haya spoilers. ¡Avisados estáis!
  Nuevos detalles y vuelta de dos personajes a No More Heroes III
  ¿Un momento? ¿No habíamos dicho que los dos personajes mostrados hoy eran personajes que ya conocíamos? Y así es.-Esta de aquí arriba es Kimmy Howell. Si, esa Kimmy Howell. La misma estudiante que estaba obsesionada con Travis en No More Heroes 2 y que tras graduarse se puso a entrenar como una loca para derrotar a nuestro otaku favorito cuando volviese de su retiro espiritual. En esta ocasión el diseño no corre a cargo de Yūsuke Kozaki‎, si no que se encarga Mari Shimazaki, diseñadora de entre otras cosas los personajes humanos de Bayonetta. La verdad es que se le nota bastante.
  #gallery-0-5 { margin: auto; } #gallery-0-5 .gallery-item { float: left; margin-top: 10px; text-align: center; width: 33%; } #gallery-0-5 img { border: 2px solid #cfcfcf; } #gallery-0-5 .gallery-caption { margin-left: 0; } /* see gallery_shortcode() in wp-includes/media.php */
  El otro personaje que vuelve es Destroyman, ese super héroe malvado que terminó cortado por la mitad en No More Heroes y se enfrentó a Shinobu en la segunda entrega. En esta ocasión se han presentado tres diseños diferentes. El primero es Destroyman “MPD”, una versión diseñada para ser producida en masa en cadenas de montaje. La siguiente versión recibe el nombre de Destroyman “MPD – T” y se supone que es la verdadera forma de esta nueva versión, pero esa no es su verdadera forma final. Por último tenemos a “Final Destroyman”. Ni el propio Suda51 sabe si veremos a esta última forma en No More Heroes III o la dejarán para un posible No More Heroes IV. Ojito que con esto no ha querido confirmar una cuarta entrega, es solo una posibilidad que puede o no ocurrir. Para finalizar Suda ha confirmado que Josh Keaton volverá a ponerle voz y también comentó que originalmente el retorno de Destroyman estaba pensado para Travis Strikes Again, pero que fué sacado del proyecto por falta de tiempo y otros factores.
  Por último el creativo más punkarra de Japón confirmó que en estos momentos él y su equipo andan preparando un tráiler de unos cinco minutos de duración, por lo que deberíamos de saber bastante información nueva del título dentro de relativamente poco.
  Fuente
No More Heroes III desvela el nuevo aspecto e información de dos veteranos de la saga. ¡Cuidadito con los spoilers! Hoy Suda51 ha tenido uno de esos días ajetreados. Para empezar confirmó su nuevo proyecto junto a Swery65 y Devolver Digital: "Hotel Barcelona"
0 notes