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gaboespinozza-blog · 2 years ago
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Conociendo a Jorge Baylon
Conociendo a Jorge Baylon
Jueves 16 Feb 2023
Redactado por Gabriel Espinoza
Intro
En los últimos dos años viví dos pérdidas en mi familia. Mi tío y mi abuelo. Durante mi duelo, llegué a aceptar que hubo muchas cosas que no conocí de ellos como personas, como individuos. Solo cuento con la referencia familiar con la que los asocio y claro, momentos y recuerdos hay muchos, pero no me tomé el tiempo para conocerlos mejor. Entonces, espero que estas entrevistas que llevaremos a cabo, me ayuden a conocer a seres ya de por sí cercanos a mí. Cómo fue su infancia, qué pasiones tienen, qué los motiva y qué retos, tanto profesionales como personales, han superado.
¡Hola, Baylon! Actualmente vives en Estocolmo, Suecia. Oriundo de Cd. Juárez, Chihuahua, radicaste en Ciudad de México (CDMX) 9 años y en Monterrey, Nuevo León. Antes de irte a Europa, viviste en Guadalajara unos 3 años.
Gabo: ¿Tienes algún color favorito?
Jorge: Sí tengo colores que me gusta usar en ropa. Verde, azul y morado pero el verde sería mi favorito.
Gabo: Yo te recuerdo con colores claros y combinaciones con gris. Pero también le digo a Mich lo
Jorge: Intento ser colorido con lo que uso pero también tengo mis básicos. La razón es porque mi mamá siempre ha usado ropa colorida. Es fácil dar una impresión de una persona alegre, curioso o lo que sea, si usas esos colores. Por ejemplo, ahorita en Estocolmo todo mundo anda de negro. Eso yo lo siento que te hace muy unidimensional. Cómo que te combinas con el fondo. Cuando usas ropa colorida, de volada resaltas en el metro o en la calle. En la casa mi papá viste muy común, pantalón de vestir caqui y camisas de colores neutros. Mi mamá es lo opuesto y siempre me gustó eso. Se me pegó y he intentado incorporarlo.
Gabo: Qué interesante que tú, que experimentaste la Ciudad de México, con todos los colores, ruidos. Vienes de una cultura tan llamativa y fuiste a parar a una cultura más fría y homogénea.
Jorge: Sí. Lo he notado en el metro. Allá (en CDMX), era una pinche romería. Gente vendiendo cosas, peleando, gritando. Y acá todo mundo metido en el celular, con audífonos. En el trabajo, a veces, se me olvida ponerme audífonos y cuando pongo música en verdad nadie se da cuenta. Porque son introvertidos, en general. Es un contraste al que aún no me acostumbro, pero así distingues quién es de fuera y quien es sueco.  
Gabo: ¿Tienes algún libro o álbum favorito?
Jorge: Tengo un recuerdo muy cabrón de dos libros. El Quijote porque lo leí en la prepa. Había un concurso en Chihuahua en el que si ganabas ese concurso te ganabas un viaje a España a la parte de La Mancha, donde transcurre la novela, entonces me acuerdo haberlo leído pero incluso tomando notas y revisando a detalle el libro. En otra oportunidad lo releí por gusto y me gustó más. Hay otro de Carlos Fuentes, Los Años con Laura Díaz. Lo tenía mi papá en la casa y es lo que *comentábamos. Es la historia de una morra que crece en la CDMX, y te va contando su vida a través de los años. La gente que conoce, sucesos que le pasan, acontecimientos históricos pero vistos desde su perspectiva. Entonces se me hizo muy interesante que fuera algo muy común pero bien contado y contextualizado. Ese fue el primer libro que leí que me gustó que no fuera muy formal. Que contara una historia directa. Lo leí a los 15 o 16 años.
Gabo: supongo que fue una apertura de conocer lugares.
Jorge: Sí. Ese libro en particular te cuenta CDMX como algo grandioso donde todo ocurre. Y yo en Ciudad Juárez, valiendo verga. Pensaba que vivir ese tipo de vida, en el que estás expuesto a todo, lo bueno, lo malo, debe ser muy interesante. De una manera te abre el mundo.
De música, pues ya sabes, Morrisey. Aunque, últimamente, no sé si es la nostalgia de México, he estado escuchando música regional mexicana.
Gabo: ¡HAHAHA! El más orgulloso con sus botas.
Jorge: ¡Sí, wey! Corridos, norteños. Es como un homesickness de querer agarrarte a lo que tienes. Cuando estaba allá me gustaba, obviamente, porque son canciones que vas escuchando en diferentes etapas de tu vida y se te quedan. Y aquí, los primeros meses, quería recordar cosas de allá.
*Antes de comenzar la entrevista, platicamos que cualquier vida, bien narrada, es muy interesante y te  puede dejar muchas enseñanzas. Esa es una de las razones por las que se realizan estas entrevistas.
Gabo: Como sabes, me aventé todas las temporadas de Greys Anatomy en el primer año de la pandemia. Tu padre es médico cirujano, ¿correcto? ¿Cómo es crecer con un médico? ¿Cómo describirías tu infancia y adolescencia?
Jorge: Es médico cardiólogo. Recuerdo que sí es difícil. Tomando en cuenta que viene de una generación diferente a la nuestra en la que pues él era el proveedor y la mujer ama de casa y con los hijos. Lo recuerdo siempre en chinga, y hasta la fecha sigue en chinga. Ahorita tiene 67 años y todavía no para. Es muy bueno en lo que hace. Hay muchos pacientes agradecidos con él pero al mismo es como difícil la relación padre e hijo, porque siempre de alguna manera, consciente o inconsciente, priorizó el trabajo sobre la familia. Eso también le costó un chingo con el trato con mi mamá. Siguen casados pero mi mamá ha sentido que él dejó un vacío por todo el trabajo que hizo. Tampoco yo no tengo una mejor referencia de él como padre porque siempre estuvo trabajando. Pero al mismo tiempo, de él aprendí la ética en el trabajo. De buscar algo que realmente te guste para que se vuelva natural realizarlo. El esforzarte, hacerlo bien. Son cosas buenas y malas. Entonces el primer recuerdo que me viene es que fue un padre que se preocupó más por el trabajo. Obviamente porque el trabajo le exigía mucho. Era difícil porque tenía pacientes que lo buscaban en la noche o en la madrugada. Los sábados hacíamos el plan de ir a un parque pero le sonaba el beeper “Comuníquese a tal número”. Sacaba el celular enorme y llamaba y le decían “no sabemos que hacer con tal paciente” o “el paciente empeoró, tiene que venir”. Y ya se iba el sábado. Pero al día de hoy se topa gente en la calle que le agradece lo que hizo por ellos.
A mi mamá la recuerdo en la casa, aunque también trabajó mucho. La recuerdo con un sabor agridulce al saber que sus hijos estaban creciendo bien pero a costa de qué. Porque ella estudió enfermería y psicología. Ella, si pudiera trabajar o regresar el tiempo, hubiera preferido continuar trabajando. Le encantaba su profesión de enfermera pero al mismo tiempo quería cuidarnos, educarnos y darnos una buena vida y llenar el vacío que mi papá no estaba llenando. La recuerdo como una persona muy estricta. Con muchas reglas. De esas mamás muy old school.  
Tengo un hermano que es mayor que yo por un año. Recuerdo que nos llevábamos muy bien. En los últimos años nos hemos separado porque él ya tiene su familia. Éramos muy unidos, aunque él era el rebelde de la casa. Yo siempre le decía que sí a mi mamá. Él llevaba siempre la contra. En la prepa, cada fin de semana, había tensión en la casa porque él salía. Llegaba 2 o 3 de la mañana, borracho o enfiestado. Pero a veces no le contestaba el celular a mi mamá. Entonces mi mamá despertaba a mi papá “¡mira, tu hijo, no contesta, ve a buscarlo!”. Entonces se enojaba mi papá y a mi me cagaba eso porque yo estaba escuchando cuando se peleaban, porque mi hermano no llegaba. Y luego llegaba él, estacionando mal el carro, todo borracho. Esa época en particular fue muy difícil para mis papás. En la prepa, queríamos salir pero como que al hacerlo, hacíamos que mis papás se pelearan más.  
Gabo: ¿tú no salías en la prepa?
Jorge: sí salía pero empecé a salir ya al final de la prepa. Y cuando salía, yo sí llegaba a la hora que me decían. A mi no me prestaban el carro. Entonces yo dependía de que mis amigos me llevaran a la casa. A él si le prestaban el carro. Tenía una Explorer verde. Con placas fronterizas y todo. Los domingos en la mañana esa madre apestaba a alcohol. Él agarraba el carro, pasaba por sus amigos, y en lo que iban a la fiesta compraban jugos, alcohol y todo.
Gabo: ¿Cuál es tu recuerdo favorito de tu infancia o adolescencia?
Jorge: Recuerdo haber vivido en Monterrey cuando mi papá estudió la especialidad en cardiología. No tengo un recuerdo en particular, sino que la etapa en Monterrey la disfruté mucho. De mi hermano, la familia, de dónde vivíamos. La ciudad. Cuando regresé para estudiar o trabajar, intenté experimentar lo mismo pero no fue igual. Era el contexto. Curiosamente es cuando mi papá estuvo más ocupado, pero también es cuando más recuerdos tengo de él. Y todavía al día de hoy cuando me acuerdo de eso, me dan ganas de volver a Monterrey pero caigo en cuenta que ya son otras circunstancias.
Gabo: ¿Podrías hacer un resúmen general de dónde fuiste viviendo hasta antes de decidir estudiar física en la UNAM?
Jorge: la verdad no recuerdo muy bien pero a ver:
Nací en Ciudad Juárez. Ahí viví en una casita en un lugar llamado Valle Verde. Ahí fui al kinder. Mi mamá todavía se burla de mí y esto se lo cuenta a todos los que conoce. Es más, si mañana fuéramos a comer con ella, te platicaría la historia de cuando me cagué en el kinder. De esas veces que te explota la panza en el baño y no pude hacer nada. Me quité el calzón y lo metí en la lunchera.
Al llegar a casa, mi mamá tenía amigas de visita y llegué y quitado de la pena, abrí la lunchera  y le dije “ah si, mira me cagué” y la amiga de mi mamá se quedó de “pinche niño asqueroso”.
El kinder fue ahí en Ciudad Juárez, luego unos años en Chihuahua (porque mi papá se cambió de hospital), y luego no recuerdo muy bien, pero empecé la primaria en Cd. Juárez, luego la mitad en Monterrey y volvimos a Cd. Juárez para la secundaria y preparatoria.
Gabo: ¿cómo fue que decidiste estudiar física?
Jorge: Pasaron varias cosas. En secundaria fue cuando me di cuenta que me gustaban mucho los números. Ahí me encantaban las matemáticas porque tuve varios maestros que estában muy cabrones. Participé en un concurso entre 5 escuelas y lo gané y eso me motivó mucho a querer seguir aprendiendo. A partir de ahí, en la preparatoria me siguieron gustando, así que elegí el enfoque en físico matemático y me gustó más porque empezamos a profundizar. A la par había un concurso de física en el que participé y me fue mas o menos bien, y surgió la oportunidad de una beca en el Tecnológico de Monterrey pero para físico industrial. Entonces empecé a indagar un poco más de óptica, electromagnetismo. Cosas que no había visto en la prepa. En su tiempo, los de orientación vocacional te explicaban que si estudiabas algo así, ganabas mucho dinero. Ahora entiendo que es porque te especializas mucho y llegas a tener más bagaje que un mecatrónico o alguien con el perfil similar. Ahí pasé 4 años y medio y luego me fui a CDMX para continuar con la maestría y el doctorado.  
La maestría que hice en la UNAM fue en ciencias físicas, precisamente porque todavía no había profundizado los temas que quería. En el Tec. De Monterrey siento que el perfil fue funcional en el campo laboral, pero en la UNAM era para hacer investigación desde el inicio. La verdad no fue tan sencillo irme más por el lado teórico. Le sufrí.
Ahí comencé a vivir solo y estudiando la maestría. En algún momento sentí que era muy demandante porque acá, si perdía la beca, ya no me podría mantener. Y tenía una licenciatura en física industrial y una maestría trunca. ¿Dónde conseguiría trabajo?. Entonces fue cuando hice el cambio, al acabar la maestría, y elegí ciencias de la Tierra, también en la UNAM.
En México disfruté mucho, aunque sufrí también. Llegué en los mejores años de mi vida y la intenté disfrutar a mi manera. Hice lo mismo que ahora hago acá. Salir a caminar y perderme para encontrar lugares nuevos, zonas que me agradan. Eso lo hice mucho y por eso la disfruté mucho. Es de los recuerdos más bonitos que tengo. No tenía mucha idea de qué quería hacer, pero al mismo tiempo me definió. Todo se fue dando para ser una experiencia única.
Si regresara mañana no creo que me toque esa misma experiencia. Sí es una ciudad difícil, pero a la vez tiene muchas cosas que ofrecer.
Por otro lado, el tiempo que viví en Guadalajara lo disfruté, pero era difícil concentrarse en lo que tenía que ofrecer por cuestiones más simples como el clima o la movilidad.
Gabo: Viajaste mucho, fuera de México, por medio de la maestría y el doctorado.
Jorge: ¡Sí, un chingo! No sé cómo le hice pero sí viajé mucho. Conocí Francia, Suiza. Pero incluso viajando, siento que no los disfruté tanto porque era por trabajo. Tenía una agenda y no pude disfrutar la ciudad a mi manera.
Gabo: ¿Has pospuesto o dejado de hacer algo por temor?
Jorge: Sí. De hecho en la época del postgrado, pude haber hecho más esfuerzo por buscar relaciones de amistad y sentimentales. Varios amigos cercanos me decían que no trabajaba pero yo ya lo consideraba como una profesión con obligaciones. Tuve temor al rechazo de conocer a alguien y decir “estoy estudiando” pero ya tenía 30 años. Me imaginaba que me iban a decir “¿cómo que sigues estudiando? Ya tienes 30.”. Eso me limitó mucho a tratar de buscar una pareja o una novia. Me sentí un poco menos. Ya ahorita viéndolo en retrospectiva pienso “ah que pendejo”. Pero pude haberla hecho.
Gabo: ¡Sí, que pendejo hahaha! Digo, eres una persona muy interesante. Aparte de poder convivir con el doctorado, estoy seguro que muchas personas hubieran querido platicar o acercarse.
Jorge: es el problema. Que yo no me veía así. Iba de la casa a la escuela y viceversa. No tenía más vida que esa. Y obviamente en CDMX conocía gente que tocaba en una banda o tenían un negocio o ya tenían un puesto interesante en alguna empresa y yo pensaba que no tenía mucho que contar. No sabía cómo mostrarme. Me sentía menos comparado a otras personas en mi círculo social.
Claro, ya viéndolo en retrospectiva creo que eran pendejadas, porque aunque no me interesara ganar chingo de dinero y tener cosas, no sentía que aportara nada por estudiar algo que me gustaba. Pero ahora lo tengo claro que no necesitas estar en el mismo esquema social que todos, laborando para alguien. Mientras hagas lo que te gusta, puedes seguir aportando.
Gabo: ¿Cómo llegaste a Ternium?
Jorge: Durante mucho tiempo mi hermano y yo éramos muy cercanos. En ese entonces, cuando hablábamos de planes a futuro, me decía que él quería trabajar fuera de la Academia. En los primeros meses no encontraba nada pero se me quedó muy metido eso de “¿qué pasa si busco fuera?”. En los últimos años ya estaba muy cansado y no me daban ganas de seguir como investigador, entonces cuando salí, busqué opciones en programación de Python aunque no tenía idea del mundo de IT.
En un momento pensé buscar trabajo en la policía, porque eran de los únicos lugares donde aceptaban gente que supiera Python o tener una licenciatura en matemáticas. Eso o también pensé en el Oxxo de cajero, porque supuse que no importaría mi título y podría trabajar ahí.
Empecé a buscar y tecleaba “python”, así directo. Pero no tenía claro, aunque más o menos sabía en qué enfocarme pero enfocado en python. Les escribía y les explicaba que aunque mi CV dijera físico matemático, sabía de programación con Python pero casi nadie contestó. En CDMX me contactaron unos weyes en Galería Plaza de las Estrellas. Es un lugar donde hay un paseo de la fama estilo Hollywood, pero de Carmen Salinas, Jorge Ortíz de Pinedo. Una plaza pero con estrellas de la fama de la televisión mexicana. Y ahí hay una compañía que hacían reportes. Todas las construcciones que van a pasar en México, juntan la información para proveedores para que los proveedores busquen la concesión o el proyecto. Ellos querían modernizar todo, usando Power BI, SQL, y cosas así.
Yo siento que me hablaron porque el wey que me habló era del Tec. Y mi jefe también con un perfil de físico matemático pero truncó la maestría. Con ellos duré 3 meses, porque no me había titulado. Me enfoqué en la tesis y la presentación y en cuanto terminé el proceso, tuve la entrevista con Ternium. Ahí no me gustó por el trato que había hacia el contratista, aunque me gustó mucho lo que hacía. No me sentí a gusto en la ciudad. La cultura organizacional no me gustó tampoco. Ahí viví en Monterrey otra vez, pero luego luego llegó la oportunidad de Baxter en Guadalajara.
Gabo: en Guadalajara te fuiste con todo. Ahí compraste carro, casa. Nomás te faltó el perro.
Jorge: Ahí me desaté (en Guadalajara). Las primeras semanas en Baxter pensaba, aquí es donde tengo que empezar a vivir. Ya no podía tener los pedos que tenía en CDMX, de no abrirme o no buscar socializar. Quise cambiar la dinámica y traté de conocer gente. Siempre me ha costado iniciar las cosas. Cuando alguien más lo inicia, soy bueno siguiendo. Por ejemplo, soy muy malo iniciando la conversación conociendo a alguien. No tengo la iniciativa de preguntar el número o haciendo amigos.
Soy de seguir y aportar cuando las cosas ya están en movimiento, pero me cuesta dar el empujón inicial.
En Baxter, llegó la pandemia, y el proyecto con el que estábamos trabajando lo extendieron pero la verdad es que ya no estábamos avanzando tanto como yo quisiera. Así que surgió la oportunidad con Apex, donde el cliente era AT&T. Comencé ahí y me gustó mucho. Lo de Suecia empezó con Brenda (mi novia), porque ella tenía una amiga con la que trabajaba en UXD de videojuegos. Al principio estaba como freelance y después se abrió una posición directa y pues aquí estamos. Yo me puse a buscar trabajo. Afortunadamente, Lendo me habló. Había una oportunidad con Volvo pero era en otra ciudad. Así que decidimos vivir mejor en Estocolmo que es donde a Brenda le habían ofrecido. Me vine yo primero y actualmente ella está en proceso de obtener su permiso de trabajo.
Gabo: ¿Qué le dirías al Jorge de hace 15 años?
Jorge: Creo que conecte más consigo mismo. Que se permitiera fallar. Que se permitiera conocerse y conocer a la gente. No tomar los problemas de los demás como propios. Que se haga responsable solamente de él mismo.
Siento que si sueltas eso, puedes ser más libre, más tú y conectar mejor con tus sentimientos y así conectar mejor con las personas.
Gabo: ¿Cómo te ves en tu vejez?
Jorge: No veo llegando a viejo, no sé por qué. Algo estaba pensando, pero me veo llegando a los 45 o 50 años. Me gustaría llegar acompañado. No ser una carga. Disfrutar las cosas que disfruto.
Me gusta mucho correr, pero aquí es muy difícil por que el pavimento se congela en esta época. Es bien importante para mí seguir activo, en movimiento.
Gabo: ¿Te ves envejeciendo en Europa?
Jorge: No. Creo que no. Si ahorita, que me siento pleno, siento que si llego a una vejez, siento que puede ser complicado. Aunque la ciudad está preparado para eso, pero por el clima. Los mismos locales no se ven viviendo aquí después de su vida laboral. Es una ciudad difícil por el tema social, es cara, el clima. Es complicado.
Jorge es de las personas más disciplinadas e interesantes que conozco. Le gusta salir a correr 10km diarios. Cuida su alimentación y es una persona que le gusta probar cosas diferentes. Ha comenzado una nueva etapa en Suecia, con su pareja Brenda. Es alguien muy interesante que le gustan diversos temas. Y cuando digo le gustan, es porque cuando se apasiona por algo, en verdad busca conocer el trasfondo y tiene una manera muy amena de compartirlo.
Parece serDo-ctor Baylon.
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amorypalabras · 3 years ago
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"Pero si una cosa tuve clara ese día, fue nuestra vulnerabilidad. La fragilidad de las mujeres frente a la brutalidad del mundo de los hombres. Por eso llevo toda la vida preparándome para que no me tiemble el pulso el día en que me sienta amenazada por ellos." Ponte en mi piel (Emma Lira) 🔻 Una novela histórica que se basa en los personajes reales que inspiraron, o pudieron inspirar, el clásico de La Bella y la Bestia, y nos cuenta su historia, lo que vivieron, lo que ocurrió mientras lo vivían, y cómo terminaron juntos. Es un libro con intrigas palaciegas, que nos habla de una época convulsa de la historia en la que hubo mucha muerte, mucho temor, y mucho odio, sobre todo en cuanto a las religiones se refiere (como siempre, en realidad). Un libro que no ha sido lo que esperaba, en el que no me he encontrado un retelling como iba buscando, y en el que quizá la historia de amor es lo menos importante, pero que he conseguido disfrutar mucho. Sé que es una reseña distinta a lo que os suelo traer, pero quería que tuvierais claro lo que es este libro y lo que no, para que no os pasara como a mí o llegue a decepcionaros. Y os lo recomiendo, sin duda alguna, si os gusta la novela histórica, las intrigas de la Corte, la historia de reyes y reinas, las conspiraciones y las traiciones, porque os encantará. 🔻 Tenéis la reseña en el blog. ¿Os pasáis a verla? Link en la bio (linkup) y en historias. 🔻 ¿Habéis leído algún retelling de La Bella y la Bestia? ¿O el clásico? Este no es retelling, no os confundais como yo 🤭 🔻 🔻 🔻 #Ponteenmipiel #EmmaLira #LaBellaylaBestia #ficcionhistorica #novelahistorica #romanticahistorica #personajesreales #PetrusGonsalvus #leoyrecomiendo #leoyreseño #leoycomparto #recomiendaunlibro #recomiendolibro #recomiendoestelibro #recomendacionesliterarias #reseñasliterarias #reseñaliteraria #reseñolibros #bookstagramlover #bookstagramespañol #bookstagramcommunity #librodeldia #leoautoras #booksofinstagram #librosylecturas #librosquerecomiendoleer #librosqueemocionan #librosquesorprenden #librosquerecomiendo https://www.instagram.com/p/CZNADqpLh1d/?utm_medium=tumblr
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realidadincorporada · 8 years ago
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rollullaby-blog · 8 years ago
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321ocio · 4 years ago
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El espía del Ritz de Pilar Rahola
#Reseña de El espía del Ritz de @RaholaOficial publicado por @Planetadelibros @edit_planeta #novela #personajesreales #segundaguerramundial #posguerra #pilarrahola #editorialplaneta
Conozco a esta escritora por su labor como periodista y sus distintas colaboraciones con los medios, pero ya hacía un tiempo que me interesaba conocerla en su faceta como escritora, Rosa de Cendra me quedó pendiente y este El espía del Ritz era sin duda una atractiva elección para empezar.
Barcelona, 1942. La ciudad hierve con miles de personas vinculadas al régimen nazi: miembros de las SS, de…
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