#pequeño tatuaje
Explore tagged Tumblr posts
Text

Solo un pequeño tatuaje que diga:
154 notes
·
View notes
Text
Catalina no tenía pensado ir al cabaret. Su plan era dejar a @highlandsailorcon ese mensaje y reirse en su cuarto mientras piensa en la cara de tonta que se le ha quedado mientras le esperaba. Realmente se la puede imaginar ya, está segura de que se la ha sacado un par de veces, pero aún así le parece una idea graciosísima.
Sabe que Maki trabaja junto a Reigna Young, la otra Regina Young, y no confía en que pueda contener sus ganas de saltarle a la garganta con una precisión mortal si se encuentra con ella. No le importaría rodear su precioso cuello de cisne con las manos y presionar hasta que dejara de respirar… si no fuera porque no es una pelea que esté segura de que vaya a ganar. Regina es una mujer más peligrosa de lo que deja aparentar, o al menos tiene aliados hasta en los rincones más inhóspitos de la sociedad. Incluso el dueño del cabaret, se ha enterado la rubia, es un ex-miembro del Team Rocket que, está segura, no va a dejar que le pase nada a una de «sus» chicas mientras él esté ahí.
Y si no consigue acabar el trabajo, esta vez ella será la presa en la mira de la otra mujer. Nyet, no se puede permitir eso.
Pero por otro lado… no le iría mal hacer trabajo de reconocimiento. Ver la ubicación del local en persona, los horarios de las chicas, las entradas, las salidas… pero lo que acaba de inclinar la balanza es lo divertido que sería. Ir al local en el que se encuentra su adversaria, pasar por debajo de sus narices y que no se dé cuenta. Quien sabe, quizá pueda incluso mandarla una foto de su propia nuca tomada desde el vestuario.
Catalina se muerde el labio. Se levanta del sofá y se va a su habitación.
Hace poco que Alex le gritó por ocupar demasiado espacio en el diminuto armario que comparten entre los tres. Desde que recuperó parte de sus cosas, irónicamente, ha echado más de menos tenerlas, en particular su ropa. Pero está segura de que dentro de una de las bolsas está el vestido que se compró para el entierro del padre de Mihail. Con un cuello de corte Mao y una falda larga y fluida, no solo hacen un buen trabajo escondiendo sus tatuajes, sino también sus curvas.
Lo deja encima de la cama y se mete un momento en el baño. Busca una lata de gomina, la que ha visto usar a Ollie, y se la pone en el pelo para echarselo hacia atrás. Posa unos segundos ante el espejo, se ve guapa con ese peinado… pero quizá en otro momento. Ahora se lo cubre, primero con una redecilla y luego con una peluca pelirroja. No tiene mucho tiempo para estilizarla, pero le gusta como le enmarca la cara. Finalmente, con un poco de base de maquillaje, se tapa la cicatriz de la cara.
Una vez vestida y con las gafas de sol, nadie diría que tiene ante así a Catalina Veloso.
El perro de San Roque no tiene rabo…Murmura para sí mientras sale de la caravana. ...porque un rabino se lo ha cortado. Para en el ultimo momento. Deja el movil apartado para darle un corto y pequeño abrazo a Rokko antes de salir, y le dice a la compañía de taxis que manden a alguien a recogerla.
Una media hora después, la irreconocible figura de la cambiada Catalina aparece ante Malachy. Ni siquiera su forma de caminar es la misma, aunque no es tanto parte del disfraz como que no le gusta demasiado ese vestido.
Buenas noches, рыбка . Le dice con una voz que no parece la suya. Se desliza las gafas por el puente de la nariz y le guiña un ojo.
58 notes
·
View notes
Text
Me encanta como quedaron estos bocetos, cada vez que veo a 016 sin maquillaje es como ver a Sonic, de no ser por el tatuaje, la ropa y el color de ojos todos creerían que ella es Sonic. Ella es su viva imagen, después de todo ella es un clon de él, ha logrado confundir a sus enemigos gracias a que ella también tiene la misma voz que Sonic.
Sobre todo, a los amigos de Sonic, les habla desde un móvil y todos creerían que se trata de Sonic, sobre todo Tails y Amy son fáciles de engañar para ella.
Una vez ella fue donde Tails para acabar con él de una vez por todas, para así ahorrar la tarea de tener a un entrometido frustrando los planes de su creador, pero apareció en un mal momento, Tails se encontraba llorando y 016 bajo su arma, ella sintió pena por él.
Tails trato de escapar, pero al notar que 016 no lo atacaría de verdad, se calmó y bajo solo un poco su guardia.
Tails entonces le conto en pocas palabras a su enemiga que él estaba enojado con Sonic, ya que Sonic siempre protegía a Tails, y no dejaba que él lo ayudara en momentos críticos, como en peleas demasiado serías y peligrosas, donde sus vidas corrían demasiado peligro.
Ella no entendía porque, pero sintió pena por el pequeño zorro, solo por esa ocasión no lo atacaría, clavo su arma en el suelo y le dijo que podía desahogarse con ella, ella podía actuar como Sonic. Tails solo debía gritarle a la cara todo lo que le molestaba de Sonic.
Resulto que ella tenía a mano unos lentes de contacto y su peineta.
#dibujos#mis dibujos#oc#digital art#bocetos#doodles#016 Robotnik#sonic the hedgehog#sonic oc#miles tails prower#tails fanart
18 notes
·
View notes
Text
En un autobús, hace diez años,
un día lluvioso de abril,
te vi por primera vez.
Pelo rizado,
ojos marrones,
mirada profunda,
audaz.
No me notaste.
Miré hacia abajo.
Observé tu brazo izquierdo
mientras pasabas a mi lado:
lleno de tatuajes,
unos pequeños,
otros salvajes.
Quise hablarte,
pero me sudaban las palmas.
Te dejé ir pensando:
“Tal vez después
te vuelva a ver”.
Y así se van las vidas,
entre sabotajes,
unos más sutiles,
otros más devastadores.
#f#tu#pensamientos#textos#mi mente#mine#poesia contemporanea#poesia#escritores en tumblr#escritura creativa#escritos de amor#lo que escribo
10 notes
·
View notes
Text
Malos hábitos, tatuajes por doquier, los cuales me llevaron hacia ti en un arranque de predilección. Gracias a ti, he llegado a la conclusión de que me enloquecen los tatuajes, gracias a ti, me he convertido en una fiel y necia creyente de que a través de esas huellas que se encuentran en ti, se cruza una persona cuyas razones tiene para hacerse un recuerdo el cual lo tatué para siempre, las cuales quiero descifrar, quiero descifrarte a ti, ¿se puede?
Quizá he llegado a pensar en que tu corazón puede llegar a ser un poco afín al mío, un corazón sabio e inteligente, el cual sabemos que debemos cuidar ¿quién diría lo contrario si puedo ver todas las señales?
Podrías llegar a ser tan detallista como yo, de tal manera que yo podría dejar huella en tu corazón, y podrías tatuar mi nombre en ti, para siempre, si así lo quieres, incluso aunque nuestra historia llegara a ser pasajera, piénsalo por tan solo un momento.
Malos hábitos, el humo sobre mi como si fuera un destello de luz el cual brinda ternura y calor en tan solo un parpadeo, y todo esto, mientras fumas nicotina que sale de tu cigarro, la cual se ha vuelto mi adicción, una de la cual no quisiera salir nunca, y con tan solo decirte que ni siquiera me atrevería a fumar cigarro, puedo decirte todo; pero se que puedo usarlo como metáfora mientras escribo este pequeño relato sobre ti.
Conozco tu pasado, y sé que te aferras tanto a él que ni siquiera quieres recordarlo, pero ¿y que si lo recordamos juntos? Yo créeme y estoy dispuesta a conocer tus lados más oscuros, así como los más brillantes, que estoy segura y puedo contar con la certeza de que tienes más luz en tu vida que incluso puedo decir que brillas, tú personalidad irradia paz y tranquilidad, y quiero conocerte, quiero saber todo de ti, y no me importa lo que haya pasado en tu anterior vida, porque sé que un largo camino te trajo hasta mi, y se que lo descubriré, pero a la vez mi corazón me dice que no estoy sola en el, tú estás ahí para acompañarme en ese camino, solo sé que ese día, pude sentir una sensación extraña en mi, la cual ya había sentido antes, pero esta vez pude ver algo mas allá, y logré ver un futuro incierto pero no imposible, de manera que tú me acompañabas de la mano, y si tan solo supieras que lo único que quería hacer ese día era tomar tu mano, entrelazadas, la tuya, la mía, el uno con el otro porque cuando estás cerca de mi, no puedo evitarlo, solo espero el momento de verte, o estar cerca de ti y tan solo sentir tu roce. Y si… puede que esto sea pronto, pero ¿y que si lo es? El tiempo es inválido para mi, no me importa, solo sé que podríamos detener el tiempo con el simple hecho de sentir tu mano en la mía, mi mano fría, tú mano tibia, la cual me brinda ternura y calma… tal cual como tu y tus malos hábitos,¿O no es así? ¿Lo has pensado alguna vez?
-Dani
#pensamientos#fotografia#a tu medida#sentimientos#escritos#textos#frases en español#frases inspiradoras#escritos de amor#citas#cosas del corazón#cosas de la vida#escrituras#poesia poema#poesia#amor#poesía en español#cosas que escribo#cosas que pienso#flagelos de um poeta#en tu orbita#soledad#silencio#citas de amor#poemas#poetavirtual#un poeta#citas de desamor#libros#nostalgia
29 notes
·
View notes
Text
La Sombra de Caelum
En las ruinas de una catedral gótica olvidada, donde los vitrales quebrados proyectaban colores sangrientos bajo la pálida luz de la luna, vivía Caelum. Su figura imponente se movía entre las sombras como un espectro, un hombre cuyo pasado oscuro había moldeado su corazón tanto como los tatuajes que marcaban su piel. Cada línea de tinta narraba una historia de pérdida, amor y redención, un mosaico de recuerdos que él nunca compartía... excepto con aquellos que lograban atravesar su barrera.
Caelum no siempre había sido una sombra. Había nacido en un pequeño pueblo devoto, donde cualquier desviación era castigada con el látigo de la moral. A los diecisiete años, su primer amor, un joven llamado Elias, había sido el comienzo de su ruina. Un beso robado bajo el cielo estrellado desató una tormenta de odio. Elias fue arrebatado de su vida, y Caelum, marcado como un paria, huyó al refugio de la oscuridad.
Pasaron años, y la culpa lo consumió. Vagó por tierras desconocidas, enfrentándose a hombres crueles y a sus propios demonios. En cada batalla, su cuerpo adquirió cicatrices y su piel nuevos tatuajes. Un cuervo negro en su pecho representaba la pérdida de Elias. Una rosa cubierta de espinas en su brazo derecho recordaba que incluso en el dolor había belleza.
Finalmente, llegó a la catedral. El lugar parecía llamarlo, un eco de su propia alma: roto, oscuro, pero lleno de historia. Allí encontró paz en la soledad, en el silencio del viento que silbaba entre las columnas derruidas. Pero también encontró otra cosa: compañía. No en humanos, sino en los hombres que aparecían de vez en cuando, viajeros perdidos o almas curiosas que buscaban refugio en su reino de sombras.
Caelum, a pesar de su apariencia intimidante, ofrecía consuelo a aquellos que lo necesitaban. Su voz grave pero gentil calmaba a quienes se atrevían a acercarse. Sin embargo, no buscaba amor. El peso de su pasado lo mantenía encadenado, temeroso de repetir la tragedia de Elias.
Una noche, todo cambió. Un joven llamado Alaric llegó, envuelto en una tormenta, empapado y temblando de frío. Su cabello oscuro caía en rizos desordenados, y sus ojos verdes brillaban con una mezcla de desafío y vulnerabilidad que despertó algo en Caelum. Al principio, lo trató como a los demás: le ofreció abrigo, comida y un lugar para descansar. Pero Alaric era diferente. No tenía miedo de las sombras de Caelum; las aceptaba. No miraba con lástima sus tatuajes, sino con curiosidad.
"Cada marca cuenta algo," dijo una noche, acariciando la rosa en el brazo de Caelum. "¿Qué significa esta?"
Caelum, por primera vez en años, se permitió abrirse. Contó su historia, sus pecados y sus pérdidas, y Alaric escuchó sin juzgar. En esos días compartidos, Caelum sintió algo que creyó haber perdido para siempre: esperanza. Pero el miedo lo retenía. ¿Qué pasaría si permitía que Alaric cruzara las barreras que había construido? ¿Y si el destino volvía a arrebatarle lo que amaba?

Una noche, mientras la tormenta rugía fuera, Alaric tomó su rostro entre las manos. "No puedes seguir viviendo en la penumbra, Caelum. El mundo no es amable, pero hay luz incluso en la oscuridad. Déjame ser esa luz."
Caelum, con un nudo en la garganta, cedió. Por primera vez en años, dejó que alguien lo abrazara no solo con el cuerpo, sino con el alma. Esa noche, bajo los arcos de la catedral, las sombras danzaron con una luz nueva, una que prometía curación y amor.

Pero el pasado de Caelum no estaba listo para dejarlo ir. Los hombres que lo habían perseguido años atrás descubrieron su escondite. El enfrentamiento fue brutal. Con Alaric a su lado, Caelum luchó como nunca antes, no solo para protegerse a sí mismo, sino para defender lo que habían construido juntos. Al final, las sombras de su pasado fueron derrotadas, y la catedral, aunque dañada, seguía en pie.
Ahora, Caelum y Alaric viven juntos entre las ruinas, transformando la penumbra en un santuario. Juntos, construyen algo más que un hogar: construyen una vida donde las sombras no son un enemigo, sino un recordatorio de que incluso en la oscuridad más profunda, el amor puede florecer.
#arabophile#arabophilia#arabization#islamization#arab superiority#male transformation#muslim man#gay#gay hypnosis
7 notes
·
View notes
Note

Intente ver y si creo que es una “t” si se puede apareciste que si y como que con el maquillaje intentaron cubrirla pero fallo
Si se ve como una t, se ve un tatuaje pequeño salvo que justo se salio el maquillaje en una sola parte y el tatuaje sea un poco más grande.
La segunda opción, es que sea el mismo tatuaje de Claire que es Noon.
9 notes
·
View notes
Text
Carta al pequeño Yo
30 de abril de 2024.
Hola. Qué tal. Te escribo desde el futuro. Quizás te resulte extraño, pues creo que nunca hemos hablado anteriormente. Comenzaré diciéndote que te quiero mucho y un consejo: si está carta llega a tiempo, no juegues con las luces de bengala sobre los arreglos navideños. Evitaremos incendiar la sala.
Y bueno, ¿qué te puedo decir? la vida en el futuro no es como la imaginamos. ¿Recuerdas que queríamos ser paleontólogos? Bueno, lamento decirte que no lo logramos. Pero no te preocupes. No fue tu culpa. Fue cosa de alguien más, pero no lo culpamos ya. ¡Pero oye, nos siguen gustando los dinosaurios! Hasta nos tatuamos uno. Sí, tenemos tatuajes. ¿Quién lo diría, no? aun le tenemos miedo a las agujas y al mar, pero nos tatuamos y podemos entrar a una alberca. Pero sobre el tatuaje... por supuesto que papá se molestó. Pero fue por unos días. ¿Duele? Claro. Pero te voy a contar algo: duelen más otras cosas. Bueno, resulta que nos dedicamos a otra cosa. No dejes de dibujar, nos servirá. Resulta que estudiaste Comunicación. Así es. Tú, el niño más introvertido de la escuela. El miedo a hablar en público desaparecerá casi por completo e incluso llegarás a ser algo popular en radio.
Nos siguen gustando los comics, los superhéroes y los dibujos animados. ¡Incluso ahora es sexy! Jajaja. Bueno, creo que aún no sabes lo que eso significa. Pero es bueno, créeme. Y no te preocupes, crecerás. Ya no serás el primero en la fila. Oh, también vas a usar anteojos. Resulta que el no ver bien el pizarrón desde atrás del salón no era tan normal como pensábamos. Te darás cuenta en secundaria. Pero está bien. Te ves bien. Resulta que llegan a ser parte de tu imagen.
Te contaré que papá y mamá están bien. A papá le diagnosticaron Diabetes hace poco y ya te imaginarán con su temperamento cómo lo tomó. A veces la relación con él es difícil. Pero como tú lo ves ahora, sigue siendo un buen padre. Vas a adquirir su responsabilidad; en el trabajo y las relaciones con otras personas. De mamá copiarás su paciencia y y bondad... Tienes su cabello, de hecho. Resulta que tu cabello lacio desaparece en algún momento que no puedo ubicar bien. Con nuestros hermanos hay una relación preciosa. Oh, sí: hermanos. van a llegar otros dos. Serán tu adoración y harás todo por ellos como hermano mayor. Claro que eso hará que se te dificulte pedir ayuda a veces, pero te voy a decir algo: encontrar tu propósito en la vida ayudando a otros será un parteaguas en nuestra vida. Tendrás muchos amigos y ellos te mostrarán una imagen de Dios diferente a la equivocada que tienen todos. No juzgues a estos últimos. Muchos amigos van a ir y venir, pero realmente nunca estarás solo aunque a veces lo sientas así.
¿Recuerdas el día que comenzaste a leer El Zarco de Ignacio Manuel Altamirano? Pues bueno, resulta que es el nacimiento de un gran lector. Y posteriormente vas a escribir. ¡Sí, vas a escribir! Esas faltas de ortografía van a desaparecer y vas a despertar sentimientos tremendos en la gente que desee leerte. Vas a tener libros favoritos, autores favoritos... y qué crees... más tatuajes sobre lo que vas a leer. Jajaja. Quiero que sigas jugando fútbol, en algún momento lo dejaremos, pero lo habremos disfrutado. Ahora comemos cebolla, pero no lo lograremos con el brócoli.
En el amor... bueno... sinceramente no nos va bien. No voy a mentirte. Te enamorarás un par de ocasiones. Pero las cosas no salen tan bien, ¡Pero espera! Te juro que no es tu culpa. Quiero pedirte una disculpa enorme, Pequeño. Sinceramente no mereces todo lo que te pasará. Dabas mucho y merecías mucho, pero no podemos controlar todo. Te lo prometo: no será tu culpa. A veces... la gente solamente es como es. Lo entenderás tarde, pero te viene una lección muy fuerte e importante. Pero no te preocupes, ahí estaré. Sobreviviremos aunque primero sentiremos morir. Quiero que sepas que incluso yo llegaré a fallarte. Habrán tiempos oscuros en los que ni siquiera nosotros nos queremos. Pero en esos momentos, aunque no lo parezca, habrá gente a la que le importas muchos. Quiero que esto no te afecte, pero es una batalla por venir y sucederá.
Lo siento mucho, pequeño, de verdad. Quisiera decirte que todo estará bien, pero la vida no es así. No hay un mundo color de rosa ahí afuera. De hecho es un pantano oscuro y lleno de miedos. Pero lo harás bien. En este punto quiero ponerme muy serio contigo. Quiero que estés preparado. Un día, ya mayor y luego de vivir cosas que destrozarían a cualquiera, un doctor te dirá que un par de bichos llamados Depresión y Ansiedad están dentro de ti. No son bichos como la gripe o los que hacen que te duela la panza, pero son muy peligrosos. Quiero que seas valiente y los enfrentes. Si los conoces bien y los aceptas te dejarán vivir. A veces actuarán mal y te dirán cosas horribles. Quiero que cuando los escuches en tu cabeza murmurándote que los que te rodean y tú estarían mejor si estuvieras muerto los ignores. Quiero que seas fuerte y no los dejes ganar esa batalla. Incluso ahora sigo en la lucha con ellos y es la gente que está a mi lado quien me ayuda en la lucha, pero necesito que te prepares... al final es una lucha que tenemos que enfrentar tú y yo.
Bueno. Tengo que irme, pero quisiera estar más en contacto contigo. Eres algo bueno en mi vida, sabes. Verte en mi mente escuchando música y leyendo cómics boca abajo en nuestra habitación (incluso recordando el olor del papel y la tinta), haciendo dinosaurios con plastilina, dibujando nuestros animes favoritos o comiendo a la mesa con la familia, me hace sonreír. A veces pienso mucho en si estarías orgulloso de lo que logré. Si no estarás triste por la vida que nos conseguí y los errores que cometí. Sólo espero que de ser así, me perdones. Hago lo mejor que puedo, te lo juro. Por último quiero darte las gracias. Eres un gran niño. Ser el mejor de tu clase es un gran logro y te felicito por ello.
Sigue adelante, Pequeño. Mereces más cosas buenas de lo que crees.
Con cariño, tu Yo del futuro.
#frases#escritores#cuentos#amor#libros#novelas#frases de libros#literatura#romance#cuentacuentos#niños#niñez#carta#autores#cuentos cortos
25 notes
·
View notes
Text
06/08/23
Hola, pequeño saltamontes, espero que hayas despertado con gran ánimo y poco a poco el día haya ido mejorando. Me gusta este día porque además de celebrar tu vida es el día del año en el que seguro retomo escribir.
Es curioso como ciertas melodías, palabras, imágenes y cosas me llevan a ti, como si fueran una carretera durante el año y terminan aquí para emprender de nuevo el día de mañana, estás y sigues, como la brisa que a veces percibimos y a veces no tanto, como el ruido de las copas de los árboles que cantan aunque nadie preste atención.
Te pienso y te llevo conmigo, como un tatuaje no visible a la vista de todos, aquél que solo puede reflejarse ante cierta luz, resulta armonioso si lo podemos encasillar en una sola palabra.
Me dio gusto poder verte, abrazarte de nuevo y volver a tenerte de frente y ver tus camanances, tu cabello teñido y los brillitos en tu ojos. No me logro sacar de la cabeza en este momento tu reacción, fueron muchos gestos en solo segundos pero qué bueno fue poder verte, aunque por lo que creo, estuvimos más cerca de lo que pensamos todo el tiempo.
Ahora bien, respira, cierra los ojos y vuelve a hacerlo, ¿que escuchas?, ¿qué percibes?, ¿qué sientes a lo lejos y al tacto con tu piel? Qué rico es disfrutar de saberte existente en este plano, ¿escuchas tus latidos? Particularmente eso me da miedo pero si te gusta, siéntelo, y respira, respira porque tienes vida y aliento para hacerlo.
Este año más que otros me ha enseñado a dar gracias de lo que tengo, nos sumergimos en situaciones minúsculas y las agrandamos hasta abrumarnos, nos preocupamos de cosas que tienen solución, nos molestamos por otras que no tienen remedio, y qué irónicos somos, pero qué delicioso es saberse existente.
No sé si tengas un espejo cerca, si no, imagínalo, si sí, mírate en él. Por favor, dile a quien veas ahí que es hermosa, que sonríe y me hierve la sangre, que es una mujer encantadora y tiene talento derrochando por cada poro de la piel. Dile que la quiero más que ayer pero que mañana la querré aún más y que cada que veo su nombre sonrío porque me hace mejor persona, es algo que probablemente olvida pero lo hace desde que la conozco. Por favor, toca su mejilla y dile que todo estará bien, y que cada que sienta que no puede más respire seis veces y sienta que la cuido aunque no pueda estar con ella. Dile que me disculpe por las veces en que le hice falta pero que nunca crea que la dejé a un lado, y que quiero que siga creciendo y convirtiéndose en la mejor versión de sí misma para ella misma, porque solo tiene 206 huesos, dos pulmones y una vida, y quiero que la viva de la mejor manera que pueda y quiera. Abrázala, abrázala mucho, hasta hacerse bolita y que sonría, porque a veces no creé y desconfía de ella, no se da cuenta que hasta dormida ilumina, qué cosa tan fantástica, ¿no creés? Un ser humano que sin intentarlo ilumina a sí y a los demás, ¡vaya maravilla!
Bien, supongo tuviste que abrir los ojos para leer lo anterior pero... ábrelos -de nuevo-. Gracias por estar donde estás, y ser quien eres. Es algo que siempre agradeceré, porque ¿quién sabe ser mejor tú que tu misma? Sí, solo tú.
Aquí y allá, a kilómetros o milímetros de distancia: ¡Feliz cumpleaños, amor de mi muerte!
Disfruta tu estancia en cada lugar que pises, cada árbol nuevo que mires, cada café nuevo que conozcas, cada nueva bebida que pruebes. Disfruta de la brisa de los días soleados y el silencio intermitentes en los días de lluvia, escucha al viento y mira las nubes, encuentrales una forma, crea historias con ellas, tírate en el césped y observa los distintos tonos. Percibe cómo la música te eriza la piel y qué sensaciones te causan los agudos de un piano y los graves de un bajo, déjate sentir y vive desmedidamente, da gracias a tu existencia hoy, ayer, y cada día que abras los ojos, abraza a tus seres queridos, besa, toca, embarrate si es necesario y no te quedes con ganas de hacer las cosas, que lo peor que puede pasar es no haberlas hecho.
Espero que hoy hayas soplado la velita de un pastel, que estés rodeada de la gente que te ama, que te sientas única, querida y disfrutes este día como ningún otro. Que hayas sonreído mucho, comido delicioso y recibido algún regalo que te abrazó el corazoncito.
Te mando las "mañanitas" en notas dispersas, un apretón de mejillas, besos en toda tu carita y abrazos hasta que te truenen los huesitos, bueno y un beso particularmente en la frente, el mensaje lo pones tú. Feliz vida, cariño mío, feliz cumpleaños y que este nuevo año sea mejor que el que dejas atrás, feliz vida, feliz... te amo.
45 notes
·
View notes
Text

En octubre de 1972 dos hermanos groenlandeses llamados Hans y Jokum Grønvold, que se encontraban cazando urogallos en la costa occidental de Groenlandia, descubrieron en la península de Nuussuaq, cerca de la localidad de Uummannaq, lo que parecía ser un asentamiento inuit abandonado hacía mucho tiempo.
Curioseando por el lugar, que luego sería conocido como Qilakitsoq, a los dos hermanos les llamó la atención un peculiar amontonamiento de rocas. Al retirar varias de ellas, descubrieron que debajo había restos humanos, por lo que volvieron a colocarlas y avisaron a las autoridades.
Tras una breve investigación, las autoridades concluyeron que aquellos cadáveres llevaban en el lugar mucho tiempo y que no era un asunto para los policías sino para los arqueólogos. No obstante, nadie pareció darle mucha importancia hasta que en 1977 el entonces director del Museo Nacional de Groenlandia, Jens Rosing, vio fotografías del enclave y se dio cuenta enseguida (pese a no ser arqueólogo) de la importancia del yacimiento y de inmediato solicitó que fuera excavado y estudiado.
En total, entre la tumba hallada por los Grønvold y otra similar que se encontraba no muy lejos, los investigadores hallaron un total de ocho cadáveres, seis mujeres de entre 18 y 50 años y dos niños, en un excelente estado de conservación.
El clima helado de Groenlandia y las corrientes de aire que circulaban entre las rocas que los cubrían habían permitido que los cuerpos se secaran y congelaran, preservándolos de la descomposición. La primera tumba contenía los cuerpos de tres mujeres con edades estimadas de 20-25, 25-30 y 40-50 años, y dos niños, uno de unos cuatro años y otro de pocos meses. La segunda contenía tres cuerpos, tres mujeres, una de unos 20 años y dos de unos 50. Los estudios arqueológicos determinaron que pertenecían a la llamada cultura Thule y que habían sido enterrados a finales del siglo XV, en torno al año 1475. En las tumbas se hallaron también diversos objetos, incluidas 78 piezas de ropa hechas principalmente de piel de reno y de foca, varias de las cuales presentaban cierto grado de ornamentación.
Para preservar la integridad de las momias, no se han llevado a cabo estudios demasiado invasivos sobre ellas. A las que están mejor conservadas ni siquiera se las ha despojado de su ropa y sus exámenes han sido fundamentalmente con rayos X. Si se han tomado muestras de ADN que muestran un parentesco cercano entre todas ellas; aparentemente, las tres mujeres de mayor edad eran hermanas, las tres más jóvenes eran sus hijas y los dos niños eran sus nietos.
Algunos aspectos de este enterramiento desconciertan a los expertos. El hecho de que los cuerpos fueran inhumados a la vez o en un espacio corto de tiempo, y que solo hubiera mujeres y niños (los inuit enterraban juntos a hombres y mujeres) llevó a algunos a proponer que podían haber muerto en un único episodio, por ejemplo ahogados al hundirse la canoa en la que viajaban.
No obstante, los estudios revelaron que las mujeres sufrían diversos problemas de salud (una de ellas tenía un tumor en la base del cráneo que es la causa más probable de su muerte) y que muy probablemente habían muerto por causas naturales.
En cuanto a los dos niños, el mayor mostraba señales de padecer síndrome de Down y enfermedad de Legg-Calvé-Perthes, que provoca necrosis en la cabeza del fémur y la cadera, lo que lo habría dejado incapaz de valerse por si mismo. El bebé, por su parte, parece haber sido enterrado vivo con su madre.
Esta era una costumbre habitual de los inuit; cuando una mujer con un hijo pequeño moría y no había nadie que pudiera hacerse cargo de él, eran enterrados juntos, creyendo que no podría salir adelante sin alguien que lo cuidase y que era más compasivo proporcionarle una muerte rápida que condenarlo a una larga agonía por hambre.
Cinco de las seis mujeres presentan tatuajes faciales, consistentes en líneas negras o azul oscuro, en frente, mejillas y barbilla, algo común entre los inuit.
Los cuerpos mejor conservados, los del bebé y tres de las mujeres, se hallan en la actualidad expuestos en el Museo Nacional de Groenlandia, en la capital, Nuuk. También en el pequeño museo de Uummannaq existe una exposición permanente sobre el hallazgo.
5 notes
·
View notes
Text
Yamato suspiro aliviado, eso quería decir que estaba haciendo las cosas bien. Yamato continuaba besando a la castaña bajando sus manos a su cintura, pasando sus manos por sus hombros, rosando ligeramente con su pulgar los pechos de Mimi, pero cuando se dio cuenta la castaña no le habia molestado más bien parecía sonrojada por aquel roce involuntario. De alguna manera Yamato quería más, y parecía que el rostro de Mimi también le pedía lo mismo.
El rubio comenzó a bajar los tirantes de la jardinera de Mimi para comenzar a subir su camiseta, y ahí pudo ver aquel bonito sostén blanco con pequeños corazones rosados, Yamato se sonrojo por lo que estaba viendo, pero era demasiado hermoso para no verlo. Su vista recayó en su cadera donde se encontraba su tatuaje, su curiosidad podía más, se veía linda con ese tatuaje aquel día que se lo mostro le dio más vergüenza que curiosidad, así que delicadamente paso sus dedos por aquella marca en la piel poniendo nerviosa ahora a la castaña. Impulsivamente intento tapar con sus manos aquel tatuaje.
—Lo lamento...no fue mi intención...—Yamato se puso algo incomodo por que se dio cuenta que con el simple rose de la piel de Mimi lo hizo reaccionar y de una manera bastante brusca que le molestaba un poco—Si...quieres aquí...aquí podemos parar...—Yamato no quería incomodar más a Mimi, pero el necesitaba urgentemente ser tocado también.
Fanfic: Acoso by Toboe_M0nd
Porque lo mejor se hace esperar y siempre vale la pena💅
Actualización de no sólo un cap del fic Acoso que estamos haciendo junto a mi amora si no que viene con dos y además con un frutifantastico totalmente diferente a lo que últimamente se vio y no solo mostrar como escena porno que solo se la mete y ya como si fuera una muñeca hinchable🙄
En fin, disfruten los cap porque están uff😏🔥
#yamamimi#mimixyamato#mimato#digimon#digital sketch#yamato ishida#mimi tachikawa#digimon tri#digimon kizuna#digimon 02
41 notes
·
View notes
Text
Serie Cazadores de Sombras (The Mortal Instruments) - Cassandra Clare.
1. Ciudad de Hueso:
En el Pandemonium, la discoteca de moda de Nueva York, Clary sigue a un atractivo chico de pelo azul hasta que presencia su muer te a manos de tres jóvenes cubiertos de extraños tatuajes. Desde esa noche, su destino se une al de esos tres cazadores de sombras, guerreros dedicados a liberar a la tierra de demonios y, sobre todo, a combatir a Jace, un chico con aspecto de ángel y tendencia a actuar como un idiota...
Descargar EPUB en ingles
Descargar EPUB en español
Comprar en Amazon
2. Ciudad de Cenizas:
Si Clary Fray pudiera dejar atrás el mundo de los cazadores de sombras, tendría más tiempo para Simon, su mejor amigo, que se está convirtiendo en algo más. Pero ni el mundo subterráneo ni ese apuesto y exasperante Jace están preparados para dejarla ir. Además una ola de asesinatos sacude la ciudad. Clary cree que Valentine está detrás, pero Jace parece dispuesto a traicionar todo en lo que cree para ayudar a su padre.
Descargar EPUB en ingles
Descargar EPUB en español
Comprar en Amazon
3. Ciudad de Cristal:
Arriesgando su vida, Clary no duda en entrar en la Ciudad de Cristal sin permiso. Además, ha conocido a un misterioso y encantador cazador de sombras llamado Sebastian y está decidida a descubrir los secretos de su pasado familiar. Pero otras urgencias la apremian: lidiar con la insolencia de Jace, reencontrarse con Simon, y sobre todo, conseguir que licántropos, vampiros y cazadores de sombras dejen a un lado sus diferencias y aúnen fuerzas para vencer a Valentine. ¿Lo conseguirá?
Descargar EPUB en ingles
Descargar EPUB en español
Comprar en Amazon
4. Ciudad de Los Ángeles Caídos:
Alguien está dando muerte a los cazadores de sombras del círculo de Valentine, y esas muertes enemistan de nuevo a los cazadores de sombras con los subterráneos. Sólo Simón, ahora convertido en vampiro, podrá evitar el enfrentamiento. Mientras, Clary y Jace descubrirán un misterio que los llevará a fortalecer su relación o... a destruirla para siempre. Amor, sangre, traición y venganza... los peligros son mayores que nunca en esta cuarta entrega de la exitosa serie de Cassandra Clare, que retoma la historia donde la dejó Ciudad de Cristal.
Descargar EPUB en ingles
Descargar EPUB en español
Comprar en Amazon
5. Ciudad de Las Almas Perdidas:
Jace es ahora un sirviente del mal, vinculado a Sebastian por toda la eternidad. Sólo un pequeño grupo de Cazadores de Sombras cree posible su salvación. Para lograrla, deben desafiar al Cónclave, y deben actuar sin Clary. Porque Clary está jugando a un juego muy peligroso por su propia cuenta y riesgo. Si pierde, el precio que deberá pagar no consiste tan solo en entregar su vida, sino también el alma de Jace.
Clary está dispuesta a hacer lo que sea por Jace, pero ¿puede seguir confiando en él? ¿O lo ha perdido para siempre? ¿Es el precio a pagar demasiado alto, incluso para el amor?
Descargar EPUB en ingles
Descargar EPUB en español
Comprar en Amazon
6. Ciudad del Fuego Celestial:
Estoy de camino
La oscuridad vuelve al mundo de los Cazadores de Sombras. Mientras su sociedad se está derrumbando a su alrededor, Clary, Jace, Simón y sus amigos deben unirse para luchar con el mayor mal que los Nefilim nunca han enfrentado: El hermano de Clary. Nada en el mundo puede derrotarlo - ¿deben viajar a otro mundo para encontrar la oportunidad? Vidas van a perderse, sacrificios de amor, y el mundo entero cambiará en el sexto y último libro de la saga Cazadores de Sombras.
Descargar EPUB en ingles
Descargar EPUB en español
Comprar en Amazon
2 notes
·
View notes
Text
"Es increíble cómo dos caminos pueden cruzarse en el momento justo, para formar un solo destino. Aunque ya conocía a Denisse, hermana de un excelente amigo llamado Kay y novia de Michelle, no fue sino hasta una visita a Cuernavaca, cuando, tras mediar un pequeño conflicto entre ellos, la vi de una manera diferente. Al bajar las escaleras, encontré a Denisse en la sala, luciendo hermosa con su cabello recogido y su piel blanca y tersa. En ese instante, me di cuenta de lo mucho que me gustaba.
Pasamos casi toda la noche jugando a las cartas, riéndonos y haciendo bromas, disfrutando del momento. Pero fue al final de la noche, justo antes de irnos a dormir, cuando le comenté sobre mi tatuaje en el pecho, que es parte de la canción 'Desert Rose' de Sting, sobre las almas gemelas y la búsqueda de esa persona que completa tu ser. Cuando lo vio, me sorprendió al mencionar el significado de la frase que tengo tatuada. En ese momento, me quedé impresionado; nadie antes se había dado cuenta de eso, y mucho menos me había dicho lo que significaba. Fue como un flechazo que me hizo pensar: ¡guau, esto es especial!"
4 notes
·
View notes
Text

Conocí a varios hombres fuertes con soluciones fáciles. Fuertes de cuerpo, mente y espíritu. Eso decían. Yo dudaba siempre, al principio. Y hasta me mortificaba de pensar primariamente que era yo el que confundía, fácil, con inconsciente prejuicio de clase. Pero me equivoqué. “Las vaginas son muy raras” era la frase que #FlorencioGabrielPedraza decía y repetía cada dos por tres cuando me visitaba. Siempre la cita mi memoria, no tanto por su significado posible, sino porque nunca pensé que esos muchachos la llamaban así a la concha de una mujer. Nunca me respondió a todos mis por qué cada vez que la decía. No creo que supiera el por qué. No creo que haya habido un por qué. Mentía mal. Se hacía el dulzón. Costaba creerle. Como #EzequielChurri, que tenia las manos fibrosas, y de dedos largos y firmes, bien formados. Asombraba la perfección de sus uñas. Como la de sus dientes. Una pared era su pecho. Decía boxear de chico. Su cuerpo decía eso. Y hasta lo decía: “mi cuerpo habla”, me decía manoseándose, hondo y grosero, el ombligo y su zona pública primara. Precario y no tan pequeño, desde su omóplato derecho se le veía un tatuaje. Un triangulo sobre otro más rustico, con menos pulso parecía. Sensato, puedo contar hasta dieciocho, o diecinueve quizás, o hasta veinte los muchachos con los que me duché acá. O aquellos que de ducharon soplos y me dejaban mirarlos. Ezequiel fue el último. Murió hace poco me enteré. Lo mataron, al parecer.
2 notes
·
View notes
Text
La heredera del Infierno
El pueblo y el restaurante
La niña de cuatro años vio dos cuerpos en el suelo y la sangre cubriendo todo el suelo manchándole las pantuflas. No supo cómo después llegó a la comisaría e intentaban sacarle respuestas a algo que ella no sabía. Luego la llevaron a un edificio donde un señor la dejó en una habitación repleta de otros niños.
Todos ellos la miraban con ojos curiosos a la nueva del hogar, pero al darse cuenta que era un horario muy tarde prefirieron volver a sus pacíficos sueños. La pequeña lloró toda la noche preguntando por sus padres, pero ningún adulto le dio respuestas. Después de tanto llorar durmió, creyendo que fue solo una pesadilla, esperando a que sus padres estuvieran entre los vivos… no fue un sueño, sino una realidad.
Paso un tiempo y la niña creció apartándose de los demás pequeños que eran crueles con ella por tener los ojos de diferentes color. Se ocultó en las sombras, sumergiéndose en los libros y pocos peluches que conservaba como consuelo tras la pérdida de sus padres.
Fue un día cualquiera, cuando una niña pelirroja de ojos cafés comenzó a hablarle y la pequeña de ojos heterocromáticos le siguió la conversación desconfiada. Quizás era una trampa para que los demás niños se burlaran de sus gustos o sus penas, pero la pequeña de cabello rojo pareció no ser de los que menospreciaban el aspecto físico de las personas.
–Sos muy divertida y agradable ¿Cómo te llamas? –la niña pelirroja se acercó al rostro de la otra– ¡Que ojos tan fantásticos! ¿Uno puede descifrar la verdad o tiene algún superpoder?
–Me llamo Adelina Acosta –dijo con cierta desconfianza y la cara de la pequeña se ocultó detrás del libro– y ninguno de mis ojos tiene poderes, simplemente son así por nacimiento.
–Oh... que mal –el tono de la niña pelirroja de desilusión cambió drásticamente– Soy Daniela Ramoter ¿Qué estas leyendo? Amo leer.
Adelina despertó con el suave sonido del agua, la cabeza dándole vueltas y el lado derecho de su cuerpo agonizando. El río por el que había caído, la arrastró hacia una pequeña orilla repleta pasto y rocas molestas. Se arrastró hacia la orilla con el peso de su mochila repleta de agua y objetos como si fueran rocas y por el cansancio la quitó de su espalda.
El alivio y el mareo la inundaron. Las náuseas no tardaron en aparecer y Adelina buscó un árbol donde vomitó todo lo que su estómago no pudo digerir. No se había percatado de que su pierna y vientre le dolían hasta después de sacar todo.
Volvió con paso adolorido hacia donde estaba la mochila y tomó los primeros auxilios. Se despojó de todo el equipo de invierno, el calor la estaba asfixiando. Observó el lado derecho de su cuerpo percatándose de la sangre que emanaba y recordó lo que la daga le había hecho. Tatuajes. Todo su brazo y una parte de su abdomen estaba tatuado con la anatomía del esqueleto. Luego miró su pierna y vientre malheridos, el líquido carmesí comenzaba a generarle costras en la piel. Con delicadeza limpió la sangre seca para después ponerles alcohol y cubrió con gazas tanto las heridas de su combate como las del tatuaje. Las heridas necesitaban ser tratadas rápidamente.
De pronto, otro pensamiento la invadió. La investigación. Con pánico buscó la grabadora y la cámara. Los objetos se encontraron en un buen estado por las bolsas de plástico que Adelina siempre llevaba para proteger sus pertenencias. Buscó el mapa que había hallado en las ruinas y para su alivio no mostraba signos de daño. Por último y con temor, buscó la daga nórdica, pero esta vez usó los guantes de invierno para evitar alguna herida por culpa del arma. Al sentir que sus dedos tocaron el objeto maldito, el alivio y el terror la invadieron. Miedo a esa arma extraña y lo que le había hecho.
Necesitaba cuanto antes llegar a un poblado y contactar con Mariano. El mareo por las alucinaciones y las heridas comenzaban a cobrarle factura a Adelina, al igual que el cansancio por la lucha con el tal Smoke y su caída por la cascada.
Rápidamente tomo sus pertenencias y avanzó río abajo con la esperanza de encontrar un poblado en medio de bosques y colina. La caminata fue lenta, su pierna y vientre apuñalados hicieron que la chica rengueara y le dificulpaba aún más las rocas esparcidas y camufladas en la hierba. Sus extremidades comenzaron a pesarle después de tanto caminar y era casi de noche cuando vio humo a lo lejos.
Adelina siguió avanzando esperanzada y al poco tiempo llegó a una aldea pequeña y pacífica. Campesinos preparándose para descansar y otros dirigiéndose a un restaurante, algunos animales parados en la puerta expectantes en la puerta del local. El barullo del lugar y el olor a comida atrajo a Adelina. No comió nada durante mucho tiempo y su estómago rugió ante el olor de la carne y las especias.
Al lado del establecimiento había una posadera en la que se acercó. Hubo algunos curiosos que la miraron, otros ni se percataron de una chica extrajera, desaliñada, golpeada, mojada de pies a cabeza y rengueando. Entró a la posadera y esperó a que alguien la atendiera. Apareció el dueño y la miró con mala cara.
–No aceptamos vagabundos.
–No lo soy –dijo Adelina y puso una buena cara–. Me perdí de mi grupo de escalada y acabé aquí por accidente.
El hombre siguió juzgándola con su mirada. Parecía no creerle por todos los vendajes que tenía en su cuerpo y su rostro con moretones.
– ¿Y las heridas?
–Caí por una colina de los alrededores, fue como caer de una cascada en medio de una montaña.
Adelina sacó su mejor sonrisa inocente y buscó en su mochila algo de efectivo para darle al hombre. Le dio a la chica una llave con el número de su habitación y la muchacha pidió amablemente si podría darle algunas gazas y medicamentos para las heridas. El hombre prometió entregárselo en cuanto estuviera en sus aposentos.
Adelina caminó a la habitación y cerró la puerta. Una vez dentro, toda la adrenalina se esfumó y sus piernas se convirtieron en plomo, pero antes tenía que tratar con mayor cuidado todo su lado derecho, pierna y vientre. El tatuaje le dolía a horrores y sentía que su brazo dejó de funcionar.
Soltó la mochila con un sonido sordo en el suelo, tuvo el impulso de tirarse al colchón para no despertar jamás y olvidar a los Lin Kuei y los sueños macabros. Pasaron unos minutos en los que Adelina desempacó todas sus pertenencias cuando tocaron la puerta, el posadero le había traído los materiales. Tras un gracias y otra mirada juzgona del hombre, la muchacha se dirigió al baño para quitarse la suciedad.
El agua caliente hizo que los músculos adoloridos de la joven se relajaran y a la vez le provocaron molestias en las heridas abiertas. Se mojó el cabello negro sucio de tierra y pasó jabón por todo su cuerpo, masajeándose las áreas que más le dolían. Luego quitó las costras de las heridas y los tatuajes y salió de la ducha más relajada. El cabello de Adelina comenzó a ondularse tras cepillarlo, mientras sus ojos heterocromáticos reflejaban su cuerpo magullado en el pequeño espejo. Se puso ropa limpia para ocultar los vendajes nuevos, lamentándose no poder cubrir los raspones y moretones hechos en el rostro y salió a comer.
El olor a comida le invadió las fosas nasales y se le hizo agua a la boca ante diversos platos humeantes de carne, fideos y verduras. Gente sentada en todos lados hablando y riendo sin parar, también bebían como si no hubiera un mañana. La chica se sentó en una mesa para uno y tuvo algunas miradas entre la multitud. Esperó a que una camarera la atendiera y en ese instante apareció una anciana con un rodete en su cabello canoso entregándole el menú con una mirada curiosa al ver los golpes del rostro de la joven. Lo aceptó con gusto e intentó leer la carta, le costó un poco ya que todavía le dificultaba el chino. Acabó pidiendo costillas agridulces y arroz tres delicias.
En un momento, la anciana recibió a dos muchachos con sombreros y por el modo en el que les hablaba quizás fuera su madre o tía, les preparó una mesa y el dúo se acomodó. La señora se alejó, Adelina esperó pacientemente y para matar el tiempo divagó sobre la daga nórdica y el por qué había runas nórdicas en un monasterio chino. No se había percatado de que la anciana llegó con su cena y luego de disculparse y sacar el cuaderno, Adelina devoró la comida.
El sabor a carne de cerdo y el arroz se apropiaron de su paladar y no pudo haberse sentido más feliz. El hambre la estaba volviendo loca, no había comido desde que se fue de Buenos Aires ni cuando llegó a las montañas y su estómago había estado rugiendo desde su caída de las cataratas. Después de dejar limpio los platos quiso pedirse una segunda ronda, pero prefirió cuidar lo poco del dinero que tenía. Adelina pidió la cuenta y tras pagarle a la señora y darle las gracias regresó a la posada, ocultándose en su habitación.
En las cuatro paredes, quitó de las bolsas de plástico ya casi secas a la radio. Se hallaba seca y sin ningún tipo de problemas y eso alivió bastante a Adelina. Tenía más posibilidades de comunicarse con Mariano y que la pudiera buscar lo antes posible.
Buscó la frecuencia correcta para ver si su amigo recibía la señal y tras varios minutos parecía que había encontrado la indicada. Hubo un poco de interferencia, pero esperaba que no le fuera problema para su llamada.
–¿Mariano? ¿Estás ahí? –se escuchó interferencia–. ¿Mariano? Soy Adelina, necesito que me pases a buscar.
Una vez más los ruidos de la radio se apropiaron del cuarto de la joven. Siguió probando varias veces más hasta frustarse. No sabía en que parte de China se encontraba concretamente y necesitaba volver cuanto antes a Buenos Aires.
–¿Adelina? –La voz de Mariano adormilada se escuchó en la radio.
La alegría se apoderó de la joven y con una sonrisa le contestó.
–Mariano, soy yo. Ade. –la chica no supo cuántas emociones la invadieron–. ¿Cuántos días hace que me fui? ¿Podes ubicarme?
–¿Tenes idea de la hora que es?
–Sinceramente no.
–Las ocho de la mañana de un domingo.
La risa de la muchacha salió repentinamente. Mariano odiaba que lo despertaran temprano a menos que él lo quisiera.
–Aquí es de noche deben ser las nueve o diez creo.
–¿Qué querés de mí a las ocho de la mañana de un domingo? Un puto domingo me tenías que despertar.
–Quiero que me pases a buscar lo más rápido que puedas.
–¿Me estas jodiendo verdad? –dijo el chico indignado.
–Nop. –Adelina tomó una pequeña exhalación–. Descubrí cosas bastantes fuertes en Arctika y casi me mata un boludo con barbijo.
–¿Barbijo?
–No miento.
–Está bien, pero no me voy a levantar ahora mismo –Mariano comenzó a bostezar mientras hablaba–. Tengo sueño así que calcúlate que en unas horitas me voy a despertar y prepararme para ir al hangar.
–Me sirve para que yo duerma.
–Pásame tus coordenadas que ya veo que puedo hacer por vos.
La chica buscó entre sus cosas un pequeño GPS que compartía con Mariano en caso de emergencias como la que estaba ahora. Activó el aparato y esperó una respuesta.
–Perfecto, ya lo recibí. Anda para el sur que ahí tengo un conocido que te puede hospedar hasta que yo vaya para China. –Volvió a soltar otro bostezo– Es como media hora en caminata.
–No hay problema. Después de que haya dormido voy para ver a tu amigo. Quiero que también traigas primeros auxilios y todo lo que tengas de medicina.
–¿Para qué necesitas eso?
–Porque me pelee con el boludo del barbijo y me lastimó. Por eso. –antes de cortar recordó a su amiga–. Ah, quiero que también le avises a Dan-Dan de cómo me encuentro.
–Está bien ¿Algo más?
–No, nada más por el momento.
Se despidieron y apagó la radio. El cansancio tomó su cuerpo y los párpados se volvieron peso muerto, tratando de llevarla al mundo de los sueños. Una vez que Adelina sacó sus pertenencias de la cama, se dejó absorber por el colchón y envolverse en las cálidas sábanas. Se durmió sin dar demasiadas vueltas.
–¡DESPIERTA CARAJO! –La voz estruendosa de Mariano en la radio azotó los oídos de Adelina.
La chica con un gemido angustioso sacó la mano de las profundidades de las sábanas. Buscó a ciegas en la mesita hasta dar con la radio. Con dificultad intentó buscar el botón para iniciar la conversación hasta que pudo dar con este.
–¿Qué? –Su voz quedó amortiguada por el sueño.
–Ya estoy despierto y acá son cerca de las doce del mediodía –hubo un poco de interferencia–. Entre terminar el almuerzo e ir al hangar sería una hora. Agrégale las once o doce horas que tengo que hacer de viaje.
–Está bien ¿qué hay con eso?
–Era venganza por despertarme a las ocho y media de la mañana de un domingo.
–Morite.
–Y que cuando esté pasando por Europa te voy avisando que vayas a lo de mi conocido.
–Está bien –un bostezó la invadió momentáneamente–. ¿Ya puedo irme a dormir?
–Sip.
Adelina tiró su cabeza hacia la almohada con la radio aún en su pecho. El sueño volvió a tomar su cuerpo y continuó durmiendo hasta que la luz del sol invadió las ventanas y el barullo de la calle se hizo fuerte. Levantarse le fue una tortura, los músculos le dolían con cada movimiento que hacía.
Una vez fuera de la cama, sin pensar en lo que hacía, sus dedos hallaron la daga nórdica. El arma estaba envuelta en un trapo atado a una goma de plástico. Los tatuajes aún le dolían cuando recordaba lo que el arma le hizo.
La desenvolvió con cuidado y pánico a que esa cosa volviera hacerle un daño, pero tras sacarle el trapo y el arma tocara sus dedos nada ocurrió. Era un hermoso artefacto a ojos de la muchacha, pero peligroso. El mango repleto de pequeñas costillas y el cráneo en la punta. Sacó la daga de la funda usando el trapo y observó la hoja afilada. No había perdido filo con el pasar de los años, y podía verse el reflejo de la joven como si fuera un espejo. Mientras estudiaba la hoja con cuidado, su ojo derecho destelló de un verde como su iris y detrás suyo los muertos miraron fijamente a Adelina. Todos acercándose, rugiendo y lamentándose. Sus gritos los pudo escuchar como si estuviera en la cueva de la montaña otra vez.
Se dio la vuelta. Nada. Ningún muerto agonizante ni colérico.
Pero sí que escuchó los gritos y aún los escuchaba pasado los minutos como una melodía estruendosa que se negaba a marcharse de los oídos de Adelina.
Asustada y confundida, guardó todo y salió de la posada caminando hacia el restaurante. Vio a muchos clientes marchar hacia sus trabajos en el campo, supuso Adelina y había pocos todavía desayunando. La joven se sentó en el mismo lugar de la noche anterior y esperó a que alguien la atendiera.
Mesas esparcidas por los dos pisos, en las que algunas todavía había tazas de té a medio terminar. Algunos carteles desperdigados en las columnas. Pilas de tazas, platos y cubiertos sin usar. Linternas apagadas y colgadas por todo el local. Un establecimiento encantador y pacífico.
La anciana de anoche una vez más atendió a Adelina y le entregó la carta. Acabó pidiéndose un té Oolong con galletitas de almendra y mientras esperaba su bebida caliente, vio a los dos supuestos hijos de la señora acercándose a ella. Adelina pudo escuchar un poco de su conversación, no había mucho que hacer por el sitio así que ser una chismosa no estaba descartado.
–Vamos Kung Lao. Deja de comer tenemos que ir a cosechar –el rechinar de la silla chocando con la madera–. Podrás seguir comiendo en la noche con la cena que hace la señora Bo.
–Dame un segundo Raiden –habló el chico mientras masticaba–. Tengo hambre.
–Siempre tienes hambre y eso nos impide hacer más trabajo.
Adelina apenas vio a esos dos jóvenes de casi su misma edad marchándose a las corridas, sin antes mirar a la muchacha con curiosidad y perdiéndose en la multitud del pueblo. La anciana, por lo que escuchó llamada Bo, le dio su pedido y con una sonrisa empezó a beber. El agua caliente pasó por su garganta y la satisfacción de un buen desayuno hizo feliz a la joven. Después del primer sorbo tomó una galletita y la masticó. La sensación de las almendras abrazó su paladar, pero ese pequeño placer se esfumó.
–Adelina.
La voz de Mariano interrumpió la paz de la joven.
–¿Qué?
–Estoy pasando Europa. Te recomendaría que vayas preparándote para irte a lo de mi conocido.
En la radio se escuchaba el estruendoso motor de la avioneta y las interferencias, pero a pesar de eso pudo entender el mensaje de su amigo.
–Perfecto, ya termino mi té.
–¿Me compras uno? –La voz del muchacho se tornó expectante.
–No.
Cortó la llamada de la radio y se apresuró a beber el té. Guardó las galletitas en su bolsillo y después le pagó a la anciana. Antes de marcharse del restaurante, le preguntó la dirección del sur y tras indicarle la joven salió del sitio.
Ya era casi media mañana cuando salió del pueblo. Atravesando los campos de cultivo con la luz del sol en su punto más alto, no hizo un calor tan agobiante para sorpresa de Adelina, mientras veía cómo el pueblo se volvía más diminuto hasta desaparecer. La caminata duró hasta que fue pasada la hora del almuerzo y pudo dar con una pequeña cabaña en la que un hombre observaba en la dirección de la joven.
–¿Adelina Acosta?
–Depende de quién la busca.
–Soy el amigo de Mariano –el hombre mostró una sonrisa amistosa–. Me dijo que te esperara y hasta me contó de que te enfrentaste a alguien con barbijo y que por eso aparecerías con varios golpes. Ese imbécil no se equivocó en lo que decía.
Eso sorprendió mucho a la joven.
–Que encantador que Mariano haya contado eso.
–Sí, parece un niño en el cuerpo de un adulto.
–Lo sé.
El hombre le permitió entrar a la residencia para esperar a Mariano. Un ambiente pequeño y humilde. Una mesa de madera en la que había un plato, vaso y un par de cubiertos. En frente, un cuarto con una cama desarreglada. Algunas sillas desperdigadas fuera de su sitio.
La muchacha se sentó y soltó un suspiro de alivio. La camina la cansó bastante y necesitaba cuánto antes un gran vaso de agua. El hombre le otorgó la bebida y la tomó tan rápido como se la dio.
Después de entablar una buena conversación con el amigo de Mariano, la muchacha comenzó a escuchar el sonido de un motor a lo lejos. Sintió que estaba más cerca de casa.
#mk x reader#smoke x reader#tomas vrbada x reader#tomas x reader#mk1 x reader#scorpion x reader#kuai liang x reader#bi han x reader#sub zero x reader#liu kang x reader#heredera del infierno#mk x oc
12 notes
·
View notes