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jgmail · 2 months
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El panturquismo y la Organización de Estados Turcos
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Leonid Savin
Las ambiciones de Turquía en Asia Central.
A pesar de las reivindicaciones de lazos culturales e históricos, la Organización de Estados Turcos (OET) lleva en su equipaje una ideología bastante dudosa.
Una nueva asociación, la Organización de Estados Turcos (OET), que antes se llamaba Consejo de Cooperación de los Estados Turcófonos, el Consejo Turco (i), comenzó a operar en Eurasia hace relativamente poco tiempo.
Inmediatamente se observó que la Organización de Estados Turcos, bajo la apariencia de unidad cultural, tiene una agenda geopolítica oculta para dominar Asia Central e incluso competir con China en la región. (ii)
Por supuesto, se trata también de un desafío definitivo para Rusia, aunque no abierto. Resulta bastante extraño que Rusia, que cuenta con numerosos pueblos túrquicos en su composición, no esté representada en esta organización. Después de todo, si hablamos de unidad cultural, y no del establecimiento de la hegemonía cultural de Turquía, no hay ningún problema en que, en nombre de los pueblos túrquicos del Cáucaso, la región del Volga, los Urales y Siberia, Rusia también esté en esta estructura. Para aclarar esta cuestión, debemos empezar por la ideología del panturquismo, cuyos fundamentos ayudarán a comprender los verdaderos objetivos de la Organización de Estados Turcos.
Inicialmente, la idea del panturquismo surgió de la visión europea del orientalismo. Edward Said describe el término orientalismo en su obra del mismo nombre como una determinada forma de comunicarse con Oriente, basada en el lugar especial que ocupa Oriente en la experiencia de Europa Occidental. Este erudito de origen palestino señaló que «desde aproximadamente finales del siglo XVIII, el orientalismo puede considerarse una institución corporativa destinada a comunicarse con Oriente -comunicarse a través de juicios expresados sobre él, ciertas opiniones sancionadas, su descripción, desarrollo y gestión- en resumen, el orientalismo es un estilo occidental de dominación, reestructuración y ejercicio del poder sobre Oriente.» (iii)
Algo similar comenzó a tomar forma en relación con el turanismo o turquismo.
Así, el término Turán fue utilizado por primera vez por el orientalista francés Barthélémy d' Herbelot de Molainville a finales de 1697, con el que designaba el territorio situado al este y al norte del río Amu Darya. Inicialmente, se trataba de un concepto geográfico, aunque formulado por Occidente.
En el siglo XIX, se incorporaron a este concepto elementos lingüísticos y etnográficos. El filólogo y etnólogo finlandés Alexander Castrén, que estudió las lenguas urálicas, altaicas y paleosiberianas, formuló una especie de unidad lingüística e incluso racial de los pueblos urálicos-altaicos. (iv) Y el científico alemán Friedrich Max Mueller utilizó el término turanismo como categoría de pueblos de Europa y Asia que no pertenecían ni a los indoeuropeos (indogermanos) ni a los semitas. (v)
Armin Vámbéry (Hermann Bamberger) es considerado el fundador y popularizador del concepto de panturquismo. (vi) Este extraordinario nativo de Austria-Hungría (una pequeña ciudad del sur de la actual Eslovaquia), procedía de una familia judía pobre, pero gracias a su esfuerzo en los estudios aprendió varios idiomas, lo que le ayudó en su futura carrera. Viajó al Imperio Otomano, Rusia y Persia. También derivó la lengua húngara del llamado grupo turco-tártaro.
En 2005, los Archivos Nacionales Británicos desclasificaron documentos según los cuales Vámbéry era un agente secreto británico.
Curiosamente, uno de los ideólogos turcos del panturquismo fue otro judío, Moses (Moiz) Cohen, de Macedonia, que adoptó el nombre de Tekin Alp. (vii) En 1914, publicó un texto propagandístico titulado «Lo que los turcos pueden obtener de esta guerra», en el que señalaba que la unidad de los pueblos túrquicos bajo el liderazgo del Imperio Otomano podía lograrse destruyendo al «enemigo moscovita».
Otro panturquista muy conocido y venerado en la Turquía moderna fue Ziya Gökalp, filósofo, periodista, escritor y líder del movimiento de los Jóvenes Turcos. (viii) También fue el principal ideólogo del Comité de Unión y Progreso. Se sabe que se convirtió en un activo predicador del panturquismo tras comunicarse en 1912 en Estambul con gentes del Cáucaso, Kazán y Crimea. Gökalp creía que el superhombre Nietzsche era turco. Por cierto, compartió la responsabilidad del Genocidio Armenio, ya que había sido Viceministro del Interior del Imperio Otomano desde 1913. También participó en el desarrollo del proyecto político-militar «Turan Yolu» (El camino de Turan) e interpretó el panturquismo y el turanismo de un modo nacionalista burgués modernista, por lo que sus ideas se utilizaron en las reformas de Kemal Atatürk.
En sus escritos, Gökalp utilizó activamente la imagen de una manzana roja. En la tradición del Estado turco, la manzana roja significaba la idea de someter a otros pueblos y Estados al control de los turcos. Gökalp también formuló el concepto del «ideal turco», o «mefkure», que aún utilizan los políticos y nacionalistas turcos.
Ya en la Turquía moderna, bajo el régimen laico, Alparslan Türkeş, creador del Partido del Movimiento Nacionalista y del movimiento nacionalista radical «Lobos Grises», se convirtió en un activo ideólogo del panturquismo. Fue militar de carrera y participó en el golpe de Estado de 1960. Fue responsable de los contactos con la OTAN y, de hecho, fue el comisario de la Operación Gladio de la OTAN en Turquía, es decir, de las purgas políticas de elementos de izquierda en el país. (ix)
Y si Tekin Alp habló de la necesidad del colapso del Imperio Ruso, entonces Türkeş insinuó lo mismo con respecto a la Unión Soviética.
Tras el colapso de la URSS, los panturquistas de Turquía pasaron a una política de expansionismo en los países de Asia Central, porque creían que era una buena oportunidad para que Turquía llenara el vacío político resultante.
En una publicación del director del periódico Milliyet, Sami Kohen, de septiembre de 1992 sobre este tema, se menciona que el escritor nacionalista Cengiz Candar equipara de hecho el panturquismo y el neo-otomanismo. Escribe que «Turquía se enfrenta a una misión histórica y necesita desarrollar una visión imperial. Esto no tiene nada que ver con el expansionismo o el aventurerismo. Significa libre circulación de personas, ideas y mercancías...». Y Taha Akyol argumentó que «Turquía es ahora el centro de inspiración de todos los pueblos túrquicos y Turquía tiene ahora la oportunidad y la misión de establecer una nueva relación que lleve a la creación de una Comunidad Turca o una Commonwealth Turca.» (x)
Pero, significativamente, tampoco fue sin la participación de Occidente. Aunque el propio Imperio Otomano se convirtió en víctima del orientalismo occidental, en la década de 1990 fue con la ayuda de Estados Unidos como los políticos y empresarios turcos dominaron el espacio de Eurasia.
El artículo de Sami Kohen dice que el grupo empresarial conjunto turco-estadounidense visitó todas las repúblicas túrquicas, donde se discutió el desarrollo de proyectos en el campo de las telecomunicaciones y la industria ligera. Y que las empresas estadounidenses que desean invertir en estos países ven brillantes perspectivas en el establecimiento de asociaciones con empresas turcas.
El artículo de Sami Kohen dice que el grupo empresarial conjunto turco-estadounidense visitó todas las repúblicas túrquicas, donde se discutió el desarrollo de proyectos en el campo de las telecomunicaciones y la industria ligera. Y que las empresas estadounidenses que desean invertir en estos países ven brillantes perspectivas en el establecimiento de asociaciones con empresas turcas.
Entre las acciones prácticas que tuvieron lugar en los países postsoviéticos, se habló de la admisión de diez mil estudiantes de los países de Asia Central, del lanzamiento del canal de televisión por satélite Eurasia («Avrasya») de la cadena de radio y televisión turca (TRT) para los países de los Balcanes, el Cáucaso y Asia Central, de la apertura de los vuelos de Turkish Airlines (THY) a Uzbekistán y Turkmenistán, así como de la participación activa de las empresas turcas en Kazajstán (en aquel momento se firmó un contrato de 11. 7.000 millones de dólares en la industria petrolera).
Estas acciones continuaron en los años siguientes. También se puede mencionar el concepto de «Profundidad Estratégica» de Ahmet Davutoglu, que fue ministro de Asuntos Exteriores, líder del gobernante Partido de la Justicia y el Desarrollo de 2014 a 2016 y ocupó el cargo de primer ministro durante el mismo periodo. Aunque esta doctrina no se limitaba al pan-turquismo y también incluía las ideas del neo-otomanismo (es decir, el dominio sobre los territorios históricos del Imperio Otomano desde los Estados de Oriente Medio y el Norte de África hasta los Balcanes y el Cáucaso Norte).
Así, aunque los ideólogos actuales de la Organización de Estados Turcos no declaren abiertamente sus intereses en Asia Central y más allá, donde viven los pueblos turcos, implican inconscientemente el bagaje del panturquismo que heredaron de los ideólogos de épocas anteriores, tanto del Imperio Otomano como de la República Turca de la época de la Guerra Fría.
Y del mismo modo que los rusos tienen en la cabeza la idea de Moscú como la Tercera Roma, los nacionalistas turcos conservan sus actitudes de dominación sobre otros pueblos túrquicos. Y si viven en un país tan multiétnico como Rusia, no se puede excluir que se elaboren algunos métodos para involucrarlos en su órbita, incluidas las ideas de panturquismo y panislamismo. Y a través de estas ideas también pueden penetrar enseñanzas radicales consideradas extremistas.
Sin embargo, los turcos se equivocan profundamente al considerar a Rusia como una especie de periferia para la realización de sus intereses. No sólo por el poder militar y político del país. Al fin y al cabo, la patria de los pueblos túrquicos (aceptada en la propia Turquía) es el mítico valle de Ergenekon, en el Altai ruso. Según esta lógica, Rusia es la cuna del mundo túrquico, y Turquía, con su mezcla histórica de diversos pueblos en el crisol otomano, difícilmente puede presumir de la pureza de los genes túrquicos.
En este contexto, la posición activa de Rusia ante la Organización de Estados Turcos y el mundo turco en su conjunto puede ser una buena baza geopolítica. Es importante utilizarla sabiamente, pero de forma constante y activa, para recordar tanto a Occidente, con su orientalismo, como a Turquía, el papel y el estatus de Rusia. Además, también puede ser un argumento para la preservación del patrimonio cultural histórico, junto con el recuerdo de todas las hazañas realizadas tanto por el Imperio Ruso como por la Unión Soviética, a través de sus numerosos pueblos y héroes individuales.
(i) https://news.am/rus/news/730922.html
(ii) https://katehon.com/ru/article/organizaciya-tyurkskih-gosudarstv-istoriya-struktura-vyzovy
(iii) https://www.icl-international.ru/caucasusatlant/wp-content/uploads/2023/02/Эдвард-Саид.-Ориентализм.pdf
(iv) https://nebrk.ru/allnews/id/33
(v) https://religious-life.ru/2018/12/f-max-muller/
(vi) https://homsk.com/begemot/arminiy-vamberi-agent-ee-velichestva
(vii) http://www.kavkazoved.info/news/2015/09/11/panislamizm-v-srednej-azii-pered-pervoj-mirovoj-vojnoj.html
(viii) https://cyberleninka.ru/article/n/turetskiy-ideal-v-filosofii-zii-gyokalpa
(ix) https://katehon.com/ru/article/rassekrechennye-fayly-raskryvayut-rol-velikobritanii-v-terroristicheskoy-operacii-nato-pod
(x) https://www.wrmea.org/1992-august-september/contacts-with-central-asian-states-a-foundation-for-pan-turkism.html
Traducción al español para Geopolitika.ru por el Dr. Enrique Refoyo Fuente: https://orientalreview.su
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soyarmenio · 3 years
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El ultranacionalista Devlet Bahceli le regaló al presidente turco Recep Erdogan un polémico mapa en que Rusia es parte del mundo turco https://soyarmenio.com/noticias-internacionales/erdogan-recibe-polemico-mapa-del-mundo-turco/ #Rusia #Panturquismo #Turquia
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munove · 4 years
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Erdogan, el fascismo y el narcotráfico
A ninguno se nos escapa la deriva expansionista de Turquía en el último lustro. Desde los conflictos armados de Siria o Libia hasta las recientes provocaciones en aguas territoriales griegas pasando por la permanente tensión en Chipre o el apoyo militar a Azerbaiyán en su guerra de baja intensidad contra Armenia. No es casualidad que este panotomanismo militarista coincida en el tiempo con la crítica situación económica del país, con una lira turca marcando mínimos tras mínimos, inflación de dos cifras, una morosidad interna marcando máximos, un déficit en la balanza comercial desbocado y una deuda externa a la que no puede hacer frente con sus correspondientes impagos. Parece evidente que cuanto peor esté la economía, mayores serán los esfuerzos de Erdogan de enaltecer el nacionalismo. Esta es una estrategia utilizada a lo largo de la historia por casi todos los sátrapas.
Se cuestiona últimamente si Turquía es realmente una democracia. Al igual que Rusia o Hungría estos regímenes personalistas ultranacionalistas no pueden ser calificados de dictadura, puesto que han llegado al poder democráticamente y celebran elecciones (con escasas garantías, eso sí) y tampoco son democracias plenas por cuanto presentan claros déficits democráticos: para este tipo de países se ha creado un nuevo término: democracias iliberales. Hay una entrada en la Wikipedia muy interesante sobre este término en el que se explica esto con mucho detalle:
es.wikipedia.org/wiki/Democracia_iliberal
De lo que no se habla tanto es de las relaciones entre Erdogan y los Lobos Grises (grupo terrorista de extrema derecha) y de la de estos últimos con el narcotráfico. Los Lobos Grises son el brazo paramilitar del MHP (Partido de Acción Nacionalista), partido de corte fascista con el que se presentó en coalición el partido de Erdogan (AKP) en las pasadas elecciones locales de 2019. El objetivo final del MHP es la creación de un Gran Imperio Turco de naciones turcas
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Recordemos que este panturquismo está detrás de monstruosidades como el genocidio armenio de hace un siglo (más de un millón de muertos).
Pero volvamos a los Lobos Grises. Como comentaba antes, son un grupo paramilitar de ideología fascista cuya rama política es el MHP, socios de Erdogan. Nacieron como un escuadrón de la muerte que asesinaba a políticos, intelectuales y simpatizantes de izquierda en los 70's en Turquía. Durante este período se les atribuyen alrededor de 5.000 muertos en diferentes actos terroristas. Con el tiempo se fueron internacionalizando y se les atribuyen diferentes ataques terroristas en todo el mundo, principalmente contra objetivos kurdos y armenios. En la actualidad los servicios de inteligencia turcos utilizan a los Lobos Grises para llevar a cabo asesinatos políticos, como se demostró en los juicios de Ergenekon. Y esta no es su única fuente de financiación. Sus vínculos con el tráfico de heroína desde mediados de los 80 les han hecho ganarse un puesto entre la élite del narcotráfico. En el siguiente vídeo se puede ver a un grupo de paramilitares turcos mandando un saludo al cartel de Sinaloa y a su jefe, Mayo Zambada. Se despiden con el saludo de los Lobos Grises, que es este:
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Este es el vídeo (el audio no tiene desperdicio):
youtube
Aquí otro vídeo mandando saluditos también a Mayo Zambada y despidiéndose con el saludo de los Lobos Grises
youtube
Estos son los compañeros de viaje de Erdogan en esta huida hacia delante que va a conseguir arruinar el país (el coste económico de mantener ese gigantesco ejército y sus operaciones es un lastre que la maltrecha economía turca no se puede permitir), desestabilizar todo Oriente Medio, ayudar a que siga vivo ISIS/DAESH y causar miles y miles de muertos.
Erdogan debería estar sentado en una Corte Internacional respondiendo de sus actos
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jgmail · 4 years
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EL "GRAN TURÁN" - EL CAMINO MÁS CORTO Al HEARTHLAND
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Por Shota Apkhaidze
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
 "Se está creando un nuevo orden mundial mediante la hegemonía estadounidense contra Rusia, a expensas de Rusia y sobre los escombros de Rusia".
  Esta es la conocida teoría de Zbigniew Brzezinski para la ciencia política mundial y que es efectivamente utilizada por las potencias occidentales contra la Federación de Rusia. La teoría de Brzezinski es uno de los principales mecanismos para lograr los objetivos geopolíticos de la estrategia del euroatlantismo.
  En la época posmoderna, el mundo posliberal (Occidente), como sistema político y económico liberal, se ha derrumbado, lo que ha provocado cambios políticos globales en la matriz de la política internacional. En el sistema del orden mundial, la geopolítica global se está transformando y las formaciones sociales de los propios Estados están cambiando de forma paradójica. El mayor impacto para el Occidente colectivo, para la geo-estrategia euro-atlántica, en su nueva etapa de evolución geopolítica, es el reformatear el mundo unipolar en uno multipolar. Occidente es muy consciente de que la formación de un mundo multipolar no es un proceso artificial y es prácticamente imposible resistirse a él con métodos clásicos, como se hizo durante la Guerra Fría.
  En este complejo paradigma geopolítico, la principal tarea de las potencias occidentales es evitar el surgimiento de un contrapeso al sistema político occidental (euroatlántico) principalmente en dos esferas. La primera es la esfera financiera y económica: el objetivo de Occidente es evitar el surgimiento de un sistema financiero y económico independiente frente a su dominación (representada por Eurasia: China, Rusia, Irán, India); la segunda esfera es la política militar y la no admisión de una alianza dentro de Eurasia hecha por esos mismos países (China, Rusia, Irán, India). El enfrentamiento tradicional entre las dos civilizaciones ya lleva más de un siglo, aunque las formas y métodos de este enfrentamiento han cambiado. La "gran guerra de los continentes" está entrando en su fase final. Inspirada por los estrategas del mundo anglosajón del siglo XIX, como Mahan, por ejemplo, la estrategia para asegurar la ventaja de Occidente sobre Eurasia es relevante incluso al día de hoy y de ningún modo ha desaparecido. Los atlantistas modernos, que han usurpado casi todos los recursos naturales del mundo, en su "juego final" ciertamente intentarán usurpar el Heartland y los recursos de toda Eurasia.
  A pesar del alto desarrollo de las potencias occidentales a nivel técnico y sus innovaciones, que les otorga una gran ventaja sobre el resto del mundo, estas mismas no se atreven a entrar en un enfrentamiento militar directo contra el mítico oso ruso euroasiático, así como tampoco contra Irán y, en primer lugar, contra China. Una guerra a gran escala con estos países no es beneficiosa para las potencias occidentales desde el punto de vista pragmático. Esto es aún más cierto cuando el principal enemigo en Eurasia es una potencia nuclear en la forma de la Federación de Rusia. La complejidad en este enfrentamiento directo debido al factor de Rusia, llevó Occidente a revisar su estrategia a la revisión para conquistar Eurasia.
  Otro factor importante para las potencias occidentales es que estás últimas no están preparadas para el enfrentamiento directo con las potencias euroasiáticas especialmente por sus principios ideológicos racionalistas y liberales, que no permite el lanzamiento de una guerra ofensiva o, siendo más precisos, de guerras que conlleven grandes bajas entre su propia población civil y militar. La sociedad occidental está imbuida de un espíritu de secularismo e impiedad, habiendo perdido por completo sus valores tradicionales y ya no persigue otros objetivos que no sean la implementación de intereses corporativos. Sin embargo, en el período posterior al colapso de la URSS, la sociedad occidental, que se regocijaba de la desaparición de la "amenaza del Este", enfrentó a continuación desafíos no menos graves y poco a poco comenzó a sentirse desencantada con los mismos fundamentos de la democracia capitalista occidental. En el contexto de la crisis política interna de la UE, el número de euroescépticos crece año tras año, los acontecimientos que se desarrollaron en torno al Brexit refuerzan aun más este escepticismo, las personas tanto en Europa como en Estados Unidos han dejado de confiar en sus medios de comunicación, que hasta hace poco disfrutaban de una autoridad incondicional...
  Además, el líder del mundo occidental, Estados Unidos, está al borde de una división civil y política, comparable a la guerra civil del siglo XIX. La OTAN ha perdido ese espíritu de lucha que impulsaba a los países miembros de su alianza (tanto durante como después de la Guerra Fría) en las décadas de 1990 y 2000, cuando todos estaban ansiosos por participar en diversas misiones militares.
  Los ejércitos occidentales se han transformado enormemente: ahora están formados casi exclusivamente por soldados contratados con el único fin de ser eficientes en la realización de algunas misiones específicas, dando como resultado que su fuerza numérica disminuyera. Pero los militares por contrato y los PMC (Private Military Company) nunca serán suficientes para librar una guerra global sin llegar a recurrir a un número significativo de reservas humanas. Por lo tanto, para alcanzar sus objetivos globales, los creadores de la política globalista occidental que buscan la subordinación de Eurasia, están tratando de encontrar una salida pragmática al desarrollar una estrategia político-militar que utilice el poder militar, político y económico de la República de Turquía, país que ha ido ganando poder en las últimas dos décadas y donde la doctrina ideológica del pan-turquismo siempre ha estado viva. En estos momentos, a esta doctrina etno-nacionalista se le ha añadido, e incluso se ha hecho destacar en su interior, la idea imperial del neo-otomanismo, decorado con tonos islamistas. Tal síntesis ideológica es la doctrina geopolítica por la que se guía Turquía, y esto no solo es aceptable, sino bastante útil para la política occidental. Por tanto, Occidente, en principio, no crítica e incluso alienta la doctrina del neo-otomanismo, intentando dirigir la energía política de Turquía, y de todo el mundo turco, hacia Oriente: contra Rusia, Irán y China. El mundo turco debería desempeñar para Occidente el mismo papel que jugaron los yihadistas en Afganistán o Chechenia en los años noventa. Pero la nueva "estrategia proxy" basada en la ideología "civilizada" de un Estado bastante desarrollado representado por Turquía, de aquí en adelante, tiene un potencial mucho más fructífero que el yihadismo de las cavernas, que a veces no puede separarse del terrorismo. El Gran Turan es un nuevo Imperio Otomano de tipo confederal, que ofrece no una islamización tosca y una subordinación total, sino una forma "suave" y "civilizada". Con ello, Occidente neutralizará a Rusia e Irán casi por completo y limitará también de forma severa las posibilidades geopolíticas de la República Popular China.
  Un punto muy importante en todo esto es el hecho de que Turquía, a diferencia de Occidente, no solo tiene Fuerzas Armadas listas para el combate (el segundo ejército más grande de la OTAN), sino que también está lista para librar guerras (incluidas las guerras terrestres a gran escala) y llevar a cabo guerras que acompañan víctimas mortales. Turquía no se ve obstaculizada por los postulados ideológicos antibélicos que están fuertemente arraigados en Occidente y que no permiten la idea de mantener su supremacía pagándola con la vida de sus soldados. En otras palabras, Turquía no solo es un país desarrollado política y económicamente, sino también un país belicoso. Es esta militancia y energía política nacional de este país relativamente joven del Rimland lo que Occidente está (tradicionalmente) tratando de usar a su favor.
  Occidente preparó a Turquía para este papel de caballo de Troya, buscando mantener su hegemonía geopolítica sobre Eurasia. El Imperio Otomano de finales del siglo XVIII, y luego la República Turca de la década de 1920, fueron usados continuamente por las potencias occidentales como un arma eficaz para frenar la creciente influencia de Rusia. Si nos adentramos en la historia, recordaremos la existencia del anti-bizantismo de Europa occidental, para el cual la existencia de un imperio ortodoxo debilitado jamás podía adaptarse a jamás a las potencias occidentales dominantes. Necesitaban o un Bizancio demasiado débil, que les obedeciera en todo sin cuestionarlos, o que Bizancio no existiera en absoluto. Al atacar a Bizancio, las tribus turcas recibieron asistencia financiera, armamento y el apoyo integral de las fuerzas anti-bizantinistas a nivel mundial. Frente al Imperio Otomano, Occidente creó una metástasis geopolítica de rápido desarrollo que destruyó a Bizancio y luego esclavizó a todo el Medio Oriente. En general, se cree que los otomanos cerraron el Bósforo y los Dardanelos a Occidente y esto dio como resultado los nuevos descubrimientos geográficos y la expansión del colonialismo, pero se olvida que el Bósforo y los Dardanelos estaban cerrados principalmente para los pueblos de Eurasia. A diferencia de Occidente, los pueblos del Heartland no tuvieron la oportunidad de hacer sus descubrimientos geográficos; los pueblos cristianos de Eurasia, con el tiempo, se vieron amenazados por la islamización. Si no hubiera sido por la centralización y la transformación de Rusia, los principados rusos que se fundieron en un Imperio, la muerte de la civilización ortodoxa hubiera sido inevitable.
  Sobre las ruinas del Imperio Otomano, después de la Primera Guerra Mundial, Occidente encontró rápidamente un idioma común con el cual reformatear a la república secular de Turquía liderada por Ataturk, pero aun así Turquía no siguió siendo un país secular-secularista de tipo europeo, sino un típico país asiático, con un sesgo social islámico tradicional en la forma de un nacionalismo integral. Fue durante el reinado de Ataturk cuando tuvo lugar la turquificación final de todas las minorías étnicas y religiosas que vivían en Turquía. Después de la entrada de Turquía en la OTAN, las ideas del pan-turquismo cobraron nueva relevancia como medio de lucha ideológica contra la URSS, con el objetivo de arrancar de ella a las repúblicas del Asia Central y Azerbaiyán. El colapso de la URSS en 1991 creó las condiciones para la restauración del movimiento pan-turco. En el espacio postsoviético aparecieron nuevos Estados turcos independientes y soberanos como Azerbaiyán, Kazajstán, Kirguistán, Turkmenistán y Uzbekistán. Turquía los veía como "hermanos menores". Además, Turquía se ha vuelto más activa dentro de Rusia, bajo la apariencia de proyectos culturales, humanitarios y científicos. A principios de los 90, se estableció en Kazán la Asamblea de los Pueblos Turcos, un evento que se convirtió en un hito importante en la historia del pan-turquismo, porque significó que el movimiento había alcanzado la fase organizada de su desarrollo.
  El pan-turquismo se enfrenta a la reacción política negativa de todos los países que rodean el mundo turco. Rusia, China, Irán, Bulgaria, Grecia, Georgia y Afganistán tienen un número significativo de minorías turcas y esos países, junto con Armenia (por razones obvias), siempre considerarán que cualquier movimiento hacia la unidad de los turcos es una amenaza para su integridad territorial. La mayoría de los países occidentales también están preocupados, debido a sus prejuicios históricos contra los turcos (aunque este hecho no niega la existencia de una estrategia para establecer el control sobre el corazón de Eurasia con la ayuda del "Gran Turan"). Teniendo en cuenta todos estos factores, el pan-turquismo en la práctica se desarrolló gradualmente y aún no ha tenido un resultado político evidente. En la primera etapa, Turquía se comprometió a fortalecer sus lazos entre los pueblos turcos principalmente por medios culturales, sociales y económicos. La primera etapa en el camino de la estrategia del pan-turquismo se ha completado con éxito, la interacción económica y cultural ya se ha logrado en los países turcos. Ankara ha pasado a la segunda etapa, donde el objetivo prioritario es la consolidación política de los seis Estados turcos independientes. Los Estados turcos independientes se benefician enormemente del proyecto Pan-turco. Turquía, Azerbaiyán y Kazajstán están directamente interesados ​​en el desarrollo de la idea de Turan y hacen esfuerzos para crear nuevas organizaciones, foros y asociaciones.
  La unidad etnolingüística de los turcos coincide con una ruta comercial prometedora de Asia a Europa y con el acceso al Heartland a través de este Rimland.
  El Soft Power turco, basado en los pilares del pan-turquismo y el neo-otomanismo, refuerza el deseo de Ankara de convertirse en un líder regional y eso ha cambiado su comportamiento estratégico.
  La primera fase fue su inactividad, la cual está asociada con Turgut Ozal y Suleiman Demirel. El punto de inflexión fueron las relaciones entre los Estados del Cáucaso Meridional y la República de Turquía mediante la política del presidente turco Turgut Ozal (1989-1993), quien comenzó a perseguir una política exterior activa en la región a partir del uso del "poder blando".
  La segunda fase, ahora activa, fue la aplicación de una estrategia. El punto de inflexión fueron las relaciones entre los Estados del Cáucaso Meridional, Asia Central y la Federación de Rusia y la República de Turquía, siguiendo la política del presidente turco Suleiman Demirel, quien fortaleció cualitativamente la política exterior de Turquía en relación con el espacio postsoviético y turco.
  La tercera fase del "poder blando" turco fue la política exterior que estuvo marcada por las ideas de Ahmet Davutoglu, con su doctrina de "cero problemas con los vecinos" y los "tres principios metodológicos y los cinco principios de acción". La tercera fase está siendo implementada activamente por Recep Tayyip Erdogan y Mevlut Cavusoglu, quienes, combinando el poder blando con el uso del poder real en la región, han logrado ciertos éxitos y expandieron las zonas de influencia geopolítica de Turquía.
  “El siglo pasado se ha convertido en una página que hemos dejado atrás. Ahora estableceremos nuevos vínculos entre Sarajevo y Damasco, entre Bengasi y Batumi. Lo haremos en paz. No en guerra con nadie, sino respetando las fronteras. Ésta es ahora nuestra fuerza. Actualmente, todos somos países completamente diferentes, pero hace 110 años Yemen y Skopje, Batumi y Bengasi eran partes de un solo país: el Imperio Otomano. Atacándonos, ponen sobre nosotros las ardientes acusaciones de estar creando una doctrina neo-otomana, pero ¿por qué entonces los que unieron a toda Europa no se llaman así mismo neo-romanos?”, estas son las palabras de A. Davutoglu, el exjefe del Ministerio de Relaciones Exteriores de Turquía.
  La Turquía moderna es un país con población musulmana y Erdogan la ha convertido en un sistema político teocrático que compite con el mundo islámico árabe, incluso reivindicando el Califato. Pero el Califato de Turquía tiene un cierto dilema ideológico, porque hasta hace poco Turquía intentó unirse a la UE usando todos los medios disponibles y sigue siendo miembro del bloque militar occidental de la OTAN. Es decir, formalmente, desde el punto de vista del islamismo militante, Turquía está del lado de los "enemigos del Islam". Al mismo tiempo, se recuerda el papel de los británicos que apoyaron y difundieron el wahabismo en la Península Arábiga en los siglos XVIII y XIX y los ya bastante modernos lazos de las élites anglosajonas con las élites wahabitas de Arabia Saudita. Los "enemigos del Islam" tienen experiencia en adaptar las corrientes de la religión mundial más militante: el Islam mismo.
  En el siglo XX, Turquía, en compañía de los países de la OTAN y Estados Unidos, combatió activamente a favor de diversas misiones militares, actuando al nivel de la infraestructura y como apoyo político contra los países árabes, Afganistán e Irán. Por un lado, Ankara afirma ser un centro islámico y, por el otro, se encuentra constantemente al otro lado de las barricadas de la Ummah musulmana.
  Turquía tiene presencia militar en más de 10 países y tres continentes, incluidos Asia, África y Europa. Esta es una geografía mucho mayor a los territorios del antiguo Imperio Otomano. El aumento del poder militar turco en países como Siria, Irak, Libia, Malí, República Centroafricana, Etiopía, Qatar, Bosnia-Herzegovina, Kosovo, Albania, Sudán, Chipre del Norte y Azerbaiyán indica que el poder militar de Turquía está creciendo y, en consecuencia, su influencia geopolítica está aumentando.
  Erdogan utiliza con éxito el Islam como arma geopolítica y es una parte integral de la nueva doctrina del neo-otomanismo. También se utiliza una versión más militante de la religión islámica para apoyar los objetivos ofensivos de la política turca, y se ha abierto el camino en Turquía para la creación de un salafismo modernizado. El salafismo turco es diferente del árabe y se lleva bien con el sistema político occidental y el nacionalismo (turco).
  Erdogan también utiliza con éxito el factor religioso para fortalecer su poder y manipular la política interna. Estas pintorescas palabras de Erdogan demuestran claramente el enfoque de su instrumentalización de la religión: "Las mezquitas son nuestros cuarteles, sus cúpulas son nuestros cascos, los minaretes son nuestras bayonetas y los creyentes son nuestros soldados". Con este factor, Erdogan a veces logra cubrir tanto sus problemas económicos como las crisis que inevitablemente surge en el país a raíz de una política exterior asertiva y, en parte, conflictiva. El factor islámico, en este sentido, parece un atributo positivo para Erdogan. Además, la propaganda sobre la restauración del Imperio Otomano y la creación del "Gran Turan" ahoga cualquiera de las dificultades internas de Turquía y concentra a la población de su país en apoyar la política exterior del presidente Erdogan.
  Erdogan logró reconciliar a los nacionalistas turcos (pan-turquistas) y los islamistas radicales en Turquía. Sintetizó e integró estas dos corrientes opuestas en la estrategia del neo-otomanismo moderno. Y, bajo su control, bajo el control de sus servicios especiales, se ha formado una alianza de los "Lobos Grises" con líderes religiosos radicales, peligrosa para el mundo exterior. Este segmento, como grupo social reaccionario, es utilizado muy activamente por Ankara con fines políticos.
  Occidente guardó silencio cuando Erdogan declaró oficialmente su política de expansión para Turquía, y el silencio es ciertamente una señal de consentimiento (Occidente protesta solo contra la expansión de Turquía hacia Grecia, que es un miembro de la UE, así como la interferencia excesiva de Turquía en los asuntos europeos). Rusia, en respuesta a las potencias occidentales, está tratando de establecer alguna asociación con Turquía. Pero, para Erdogan, Rusia solo puede ser un aliado situacional, momentáneo, ya que los objetivos geopolíticos de Rusia y Turquía en muchos puntos son fundamentalmente divergentes, en algunos casos incluso entran en confrontación. La tarea mínima de la geopolítico de la Federación de Rusia en relación con Turquía es que este país salda de la OTAN, después de lo cual Moscú puede esperar convertir a Turquía de un socio situacional y en un aliado estratégico. Pero, ¿la propia Turquía, su élite bajo el liderazgo de Erdogan, quiere esto? Es muy dudoso. Como mínimo, Rusia tendrá que trabajar muy duro para lograr este objetivo. Hasta ahora, Turquía definitivamente no va a dejar la OTAN. Estados Unidos tiene poderosa infraestructura militar construida en su territorio, y utiliza 60 bases e instalaciones militares que son de gran interés para el Pentágono: en ellas se encuentran una cantidad significativa de armas nucleares. Tampoco Ankara ha planteado oficialmente la cuestión a nivel internacional de revisar o denunciar los acuerdos internacionales de Estados Unidos y Turquía en el campo de la cooperación militar.
  La intervención militar y política abierta de Turquía en el conflicto de Karabaj ha puesto de manifiesto una tendencia que es peligrosa para Rusia. La escalada del conflicto en Karabaj y el resultado logrado, que ha tomado la forma de un acuerdo trilateral, es una victoria para Turquía, otro paso hacia la creación del "Gran Turan". Las fuerzas de paz turcas no se mencionan en el texto oficial del acuerdo que le puso fin a la guerra de Karabaj, pero por decisión de los Mejlis de Turquía y el presidente Aliyev, ya se ha formado una misión conjunta de mantenimiento de paz con militares rusos y turcos. Según las declaraciones de los líderes de Turquía y Azerbaiyán, este será un "nuevo formato" de control sobre la observancia del régimen de alto el fuego. Turquía, junto con Rusia, trabajará en el centro de monitoreo de Karabaj. Pero lo que es importante realmente de todo lo sucedido son las declaraciones del líder turco: "Estaremos del lado de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán, apoyaremos a nuestros hermanos de acuerdo con el principio de una nación, dos Estados". Aquí el imperativo principal que llega a predeterminar toda la política exterior internacional de Turquía es esta “única nación”. Erdogan puso su mirada en la expansión transcaucásica. A juzgar por los resultados de Karabaj, Turquía será quien tenga la nueva hegemonía del Sur del Cáucaso. En el futuro, no se puede descartar el despliegue de bases de la OTAN en Georgia y Azerbaiyán, representadas por Turquía.
  Karabaj es un modelo de exhibición que Erdogan ahora enseñará a todo el mundo islámico. El famoso concurso internacional de música de Turquía Türkvizyon ("Turkvision"), se llevará a cabo en la ciudad de Shusha (Azerbaiyán) en el 2021; este hecho también lo dice todo.
  Lo más importante es que Ankara ya ha logrado el consentimiento de Armenia, que a cambio del acceso a Stepanakert, a través del corredor de Lachin, Turquía podrá crear un corredor similar entre el territorio de Azerbaiyán y la región de Nakhchivan, que limita directamente con Turquía. Si se implementa esta cláusula del acuerdo de paz, Turquía obtiene acceso terrestre al Mar Caspio a través de tierras exclusivamente habitadas por turcos (con la excepción de una pequeña sección del extremo Sur de Armenia), restaurando así el gran mundo turco en términos geográficos.
  Tampoco debe pasarse por alto que después de la firma del acuerdo de paz en Karabaj, el ministro de Relaciones Exteriores de Turquía, Cavusoglu, dijo: “Hay otros problemas en nuestra región: Georgia, Crimea, Moldavia”.
  Crimea es otra "manzana de la discordia" entre Turquía y Rusia. Ankara apoya activamente a Kiev, considerándose responsable del destino de los tártaros de Crimea. Desde 2014, las relaciones entre Ankara y Kiev se han fortalecido. Turquía se niega a reconocer los resultados del referéndum mediante el cual la península de Crimea se convirtió en parte de Rusia. La diáspora tártara de Crimea en Ucrania todavía juega un papel clave en el establecimiento de las relaciones entre Ucrania y Turquía. Kiev comprará casi cincuenta drones de ataque turcos, que Azerbaiyán utilizo activamente en Nagorno-Karabaj.
  También, la solidaridad turca ha entrado en acción: el presidente Aliyev está dispuesto a reconocer el Norte de Chipre. Ilham Aliyev invitó al jefe del Norte de Chipre, Ersin Tatar, a realizar una visita oficial a Azerbaiyán.
  Erdogan ignora todos los acuerdos con la Federación de Rusia en Oriente Medio, África y el Cáucaso. Ankara promete, pero no cumple. Recientemente acordó al comprar la vacuna Sputnik-V a Moscú, pero al final compró la Pfizer a los EE. UU.
  En las relaciones comerciales y económicas entre Rusia y Turquía, Ankara recibe muchos más dividendos económicos y financieros que los que obtiene Moscú. Las empresas turcas están ampliamente representadas en el mercado ruso. El negocio de la construcción turca ocupa la posición de líder, el 70% de los productos agrícolas turcos se venden en el mercado ruso y también el 70% de los turistas en Turquía son rusos.
  ¿Qué política exterior debería seguir Rusia en relación con Turquía? La Rusia moderna se declara oficialmente como un Estado laico, un país multinacional y multirreligioso. Las élites políticas y financieras de Rusia, que también dan forma a la política de la Federación Rusa, son cosmopolitas. La Rusia moderna no es la histórica Rusia zarista, que conservó la idea de la "Tercera Roma" y que, en muchos aspectos, siguió una política adecuada, protegiendo a la civilización cristiana y a los eslavos; y tampoco es la URSS, que apoyó al bloque socialista y defendió el comunismo mundial, cortando de raíz doctrinas como el pan-turquismo y el islamismo. Hoy no hay solidaridad cristiana, ni tampoco comunista, la realidad de hoy presenta a Rusia muchos nuevos desafíos, por lo que debe tomar forma una política pragmática y tomar decisiones en la política externa que no vayan en detrimento de sus intereses geopolíticos. En este caso, Rusia no puede ceder su zona de amortiguamiento, el espacio postsoviético y, en particular, el Sur del Cáucaso a Turquía. Pero es difícil desarrollar una estrategia de este tipo, ya que la matriz geopolítica de la Federación de Rusia todavía está fragmentada y la idea nacional no ha sido definido completamente.
  Erdogan está construyendo un "mundo turco" en la zona de los intereses vitales de Rusia: "Turquía de un mar a otro, desde los Urales al Adriático". La dinámica que llevan los principales hechos y tendencias de la política exterior de Turquía en el contexto del pan-turquismo y el neo-otomanismo demuestra que la creación del "Gran Turán" se está convirtiendo en una realidad. El "Gran Turan" se está construyendo como el camino más corto al Heartland, construido según la fórmula universal de Brzezinski: "a expensas de Rusia y sobre las ruinas de Rusia". 
Fuente: https://www.geopolitica.ru/article/velikiy-turan-samyy-korotkiy-put-k-hartlendu
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soyarmenio · 3 years
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Azerbaiyán y Turquía planean unir al mundo turco con el corredor Zangezur que conectará Azerbaiyán con Najichevan a través de Armenia https://soyarmenio.com/noticias-de-armenia/azerbaiyan-turquia-quieren-unir-mundo-turco-con-zangezur/ #CorredorDeZangezur #Armenia #Panturquismo #Azerbaiyán #ConflictoFronterizo
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soyarmenio · 3 years
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En noviembre, Turquía anunciará el establecimiento de una Unión Turca, que tendrá como objetivo el desmantelamiento de la OTSC https://soyarmenio.com/noticias-de-armenia/en-noviembre-nacera-la-union-turca-fin-de-la-otsc/ #OTSC #Turquia #Azerbaiyán #Panturquismo
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soyarmenio · 3 years
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Turquía colocó cuatro de sus comandantes como representantes en el Comando General de las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán. https://soyarmenio.com/noticias-de-armenia/crean-grupo-turquia-manejara-ejercito-azerbaiyan/ #Antiarmenio #Azerbaiyán #Turquia #Panturquismo
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