#otro trago
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freesomebodybyluna · 2 years ago
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sweetillnessofm · 11 months ago
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... i fucked up.
(one shot)
🗯ADVERTENCIAS/TAGS: enzo vogrincic x reader, smut, porn with plot(?), infidelidad, reader es infiel, fingering, squirting, enzo es el cuerno, moral muyyy cuestionable, sobreestimulación, un poco de size kink (no importa si reader es gorda o flaca, tetona o plana ENZO ES MAS GRANDE), age gap de 10 años (reader 20 enzo 30), sexo sin protección, sexo rudo(?), choking (muy ligero), llanto durante el sexo (de placer), un poco emocional y confuso al final.
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eran las siete de la mañana cuando ibas saliendo de tu apartamento compartido con tu novio blas. te dirigías al set de la nueva película en la que estaban trabajando él y otros dos chicos de LSDLN, enzo y francisco, ya que formabas parte del equipo de maquilladores en esta nueva película, al igual que en la anterior. de hecho, fue gracias a aquella que te hiciste pareja del rizado y formaste amistad con la mayoría de los otros actores, volviéndote más cercana con enzo.
fue el mismo blas quien solicitó a los directores y productores de este nuevo proyecto que te contrataran para trabajar como maquilladora, así que tú no podías estar más feliz pues significaba que ibas a estar cerca de él más tiempo... y cerca de enzo también.
a los tres meses de hacerte novia de blas, asististe a una pequeña reunión en casa de juani que organizaron entre todos los chicos, como matías había llevado a su novia al igual que esteban, el de rizos decidió llevarte a ti también. lo que no sabía él es que esa misma noche empezarías a guardar un secreto con enzo.
sentados en los escalones de la entrada de la casa más alejados del ruido, cada uno con una cerveza en la mano, estabas con enzo charlando y riéndote de sus incontables chistes, blas no había querido unirse ya que estaba concentrado jugando con la play4 de juani.
"no no pero ahora decime algo, con sinceridad". dijo el castaño repentinamente, haciendo que la risa que tenías cesara un poco.
"¿qué?" dijiste un poco nerviosa sin dejar de sonreír igualmente.
"¿vos estás satisfecha con blas? ¿él te hace sentir bien?"
tragaste duro sintiendo como tu boca se secaba de los nervios, ¿qué pregunta era esa?
"e-eh, a qué te refieres?"
"digo, no niego que blas sea un buen novio, he visto cómo es contigo, pero a veces lo veo muy infantil, no sé, falto de experiencia," chasqueó la lengua, sentiste como ponía su mano en tu rodilla descubierta y la apretaba.
con cada palabra que salía de la boca de enzo y con cada acción te ponías más nerviosa, aunque realmente no le faltaba mucha razón. a pesar de tener la misma edad que blas, sentías a veces que no andaban en lo mismo...
"te pregunto, ¿él te coge bien?"
te ahogaste con tu saliva.
"perdoname el atrevimiento," se retractó casi instantáneamente mientras sobaba tu espalda, ayudándote en tu ataque de tos. "creo que tomé mucho, no mido lo que digo".
cuando dejaste de toser te quedaste mirando al suelo por un momento, enzo era un hombre atractivo y muy intimidante, no lo ibas a negar, pero no captabas por completo sus intenciones y tampoco querías malinterpretarlo, tal vez te pregunta esas cosas porque te considera su amiga cercana y te tiene confianza, así que decidiste ignorar su mano en tu pierna otra vez y tanteaste el terreno.
"tranquilo, s-solo me agarró por sorpresa" le sonreíste. "nada más lo hemos hecho dos... tres veces, creo" notaste como abrió más los ojos, mirándote asombrado. "y realmente no ha sido la gran cosa" murmuraste con pena.
qué carajos estabas haciendo.
"mhm," enzo asintió y frunció el ceño, mirándote atento mientras pensaba. "¿por qué no es la gran cosa?
suspiraste recordando como han sido las experiencias con blas hasta ahora, sintiendo un poco de frustración. "perdoname el atrevimiento a mi ahora," te sinceraste "dios, que vergüenza, pero..." te acercaste un poco a su oreja, hablando más bajo como si alguien más aparte de él te fuera a escuchar. "no me he venido con él nunca, siempre termina y se duerme".
enzo tomó el último trago de cerveza que le quedaba. "no sé por qué no me sorprende sabés," soltó una pequeña risa y desechó la lata en el tacho de basura que había en una esquina. "como te dije, le falta," dijo mirándote a los ojos y acariciando tu muslo con su pulgar "no sabe todavía cómo satisfacer a una mujer".
"¿y tu qué, si sabes?" preguntaste de repente y te sorprendiste de tus propias palabras.
ya había llegado demasiado lejos la conversación, y no sabías por qué no te detenías. tal vez eran las cervezas en tu organismo, o simplemente era la atracción sexual tan fuerte que sentías por enzo que ya no lo podías ocultar.
"no te voy a afirmar nada, chiquita" acercó su cara a la tuya mientras te acomodaba un mechón de pelo detrás de tu oreja. "deberías comprobarlo tu misma".
cortaste el poco espacio que había entre ustedes y lo besaste con deseo.
rápidamente su lengua se apoderó de tu boca haciéndote soltar un pequeño gemido y poner tu mano en la parte de atrás de su cabeza, tomando su cabello.
te separaste cuando un sentimiento de culpa te llenó el cuerpo.
"e-enzo, espera" pusiste una mano en su pecho, jadeando, mientras mirabas el suelo con pena. "esto es malísimo, sabes?" negaste con la cabeza cerrando los ojos y abriéndolos despues de una pausa. "yo quiero mucho a blas, no entiendo por qué hago esto" dijiste más que nada para ti misma.
el mayor te tomó por la barbilla suavemente, obligándote a mirarlo. "nena, esto no tiene por qué significar nada, si?" acarició el borde de tu mandíbula con sus dedos, mientras observaba tus labios "pero entiendo si no quieres seguir".
tomaste aire y suspiraste temblorosa, tenías un conflicto interno. por un lado no querías hacerle esto a blas, te sentías como una mierda y sabes que si se enteraba se iba a ir todo al carajo, pero por otro... tenías tantas ganas reprimidas y acumuladas, que tus bragas ya estaban empapadas y tu coño pulsaba nada más con un roce en tu pierna y medio minuto de besos. realmente patético, pero nadie podía culparte.
"solo será esta vez, y luego seguimos como siempre, como amigos, y hacemos como que no pasó". volviste a cerrar los ojos intentando prometerte a ti misma algo que sabías sería difícil de cumplir. enzo asintió juntando sus frentes y retomando aquel beso hambriento.
enzo se separó, se levantó y se dirigió a la puerta. "espera aquí un momento".
al entrar vio a todos en un desastre, la música estaba demasiado alta y casi todos estaban borrachos ya, algunos jugando cartas y otros bailando. blas seguía jugando con la consola ahora acompañado de matías.
le dijo que te empezaste a sentir mal y que te llevaría a casa, el rizado dudó un poco pero finalmente terminó agradeciéndole. enzo tomó tus cosas y salió de nuevo.
esa noche tuviste tu primer orgasmo provocado por un hombre.
sobra decir que no fue cosa de una vez.
cuando estabas cerca de tu destino recibiste un mensaje de uno de tus compañeros de trabajo, habían rodado la grabación para otro día por un problema con los productores.
bufaste con fastidio y marcaste el número de blas.
"hola lindo, buenos días" lo saludaste cuando contestó. "oye, no tienes que venir hoy al set, no sé si te avisaron ya pero cambiaron la fecha del rodaje".
"mierda, justo salí de bañarme, eh, bueno" escuchaste su voz frustrada. "me voy a dormir otra vez, ya qué. venís?"
"voy a aprovechar de comprar unas cosas, ya que estoy acá, para no perder el día" dijiste recordando al ver un super en la esquina.
"bueno, está bien, traeme algo" dijo divertido y supiste que estaba sonriendo.
"claro, te quiero" hiciste un sonido de beso. "nos vemos".
colgaste y te encaminaste hacia dicho supermercado, cuando sentiste otra vez la vibración de tu celular en tu bolsillo.
era enzo.
"nena, estás sola?"
en menos de veinte minutos estabas en el auto de enzo dirigiéndote hacia su casa.
hablaron de cosas cotidianas y de la nueva película, tú riendo ocasionalmente de los comentarios del mayor.
era increíble el contraste entre esos momentos tranquilos e inocentes y lo que sucedía cuando estaban en privacidad. apenas cerrada la puerta de la casa enzo ya tenía sus labios sobre ti y sus manos encima de tu cuerpo.
te cargó por los muslos y enrolló tus piernas en sus caderas, los llevó a ambos a su habitación y se sentó en el borde de la cama contigo en su regazo. llevó sus besos hasta tu cuello, donde empezó a lamer y morder suavemente un punto que ya conocía a la perfección, un punto que te hacía poner los ojos en blanco y empezar a frotar tu coño contra su bulto.
enzo ya se había memorizado tu cuerpo.
te sacó el suéter que tenías y desabrochó tu brasier en el proceso, tomó una de tus tetas en su mano y acercó su boca a tu pezón, empezando a lamerlo en círculos y succionarlo con la fuerza necesaria para hacerte gemir y jalar su pelo entre tus dedos.
"me encanta lo sensible que eres, tan preciosa" jadeaste ante el apodo.
en un instante, enzo te había acostado en la cama y ahora él estaba encima de ti, repartiendo besos desde tu pecho hasta tu abdomen, donde sentías su aliento caliente bajar hasta tu vientre.
alzaste la cabeza y sus miradas se encontraron cuando empezó a bajar tu short y tus bragas al mismo tiempo, sin dejar de verte, hasta que los terminó de sacar por completo dejándote descubierta ante él.
abrió tus piernas y al encontrar tu coño brillante y húmedo, no pudo evitar relamerse los labios.
"bebé, intentemos algo" dijo mientras te jalaba por tus piernas hacía él, te apoyaste en tus codos sobre la cama para verlo mejor. "si se te hace mucho solo decime, pero tenés que dejarte llevar igual" asentiste con un poco de nervios. desde hace varios encuentros enzo te había ayudado a experimentar algunas cosas nuevas y todas te habían gustado hasta ahora, así que te preguntabas qué sería esta vez.
subió ligeramente una de tus piernas y envolvió su brazo en tu muslo, mientras que con su otra mano frotaba tus jugos en sus gruesos dedos y en todo tu coño, desde tu entrada hasta tu clítoris, el cual empezó a frotar en circulos con su pulgar haciéndote cerrar los ojos y jadear, echando tu cabeza hacia atrás.
metió despacio dos de sus dedos y los empezó mover dentro ti con un ritmo lento, curvándolos ligeramente hacia arriba sin presionar del todo tu punto más sensible, provocándote, desmoronándote ante él. por ahora no había nada nuevo, solo era enzo sabiendo usar sus dedos como un experto. hasta que aceleró el ritmo y la fuerza de sus movimientos, presionando por completo y únicamente tu punto g, con la palma de su mano rozando tu clítoris repetidamente.
todo se volvió demasiado intenso de repente, tus cejas estaban arqueadas en una expresión de placer, tus labios rojos de tanto morderlos formaban una 'o' de la cual salían gemidos y lloriqueos que iban directamente a la erección de enzo, que estaba roja y adolorida encerrada en su pantalón.
abriste los ojos y se encontraron rápidamente con los del mayor, que te miraban con adoración.
"m-me voy a venir, en-" enzo asintió, alzaste tu cabeza y bastó solo con mirar como su mano cubría completamente tu coño, para que un orgasmo te recorriera desde la cabeza hasta la punta de los pies, haciendote soltar un jadeo seguido de un fuerte gemido, mientras tu espalda se arqueaba y tus piernas intentaban cerrarse involuntariamente.
enzo no cesó el movimiento de su mano, más bien mantuvo el mismo ritmo lo cual hizo que tomaras su muñeca intentando sacar sus dedos por la sobreestimulación.
"solo un poquito más, chiquita" dijo quitando tu mano con delicadeza y acercando su cara a la tuya para tratar de distraerte con un beso.
pronto sentirías como se formaba un nuevo orgasmo en tu vientre, pero esta vez se sentía raro.
tomaste otra vez la muñeca del castaño "e-enzo, creo que me voy a-". te interrumpió una sensación de presión en tu vientre.
un segundo orgasmo más intenso que el anterior, te llevó a sentarte de golpe mientras se formaban lágrimas de placer en tus ojos, tus uñas se clavaron en la piel de la muñeca del mayor con fuerza y lo único que sentías eran los espasmos de tu cuerpo y tu coño alrededor de sus dedos.
cuando te calmaste un poco abriste los ojos, los cuales ni siquiera sabías que tenías cerrados, solo para encontrarte con la cama totalmente empapada al igual que el brazo y la mano del castaño, cuyos dedos seguían dentro de ti, ahora quietos.
te asustaste y te giraste hacia él, haciendo que salga de tu cuello donde estaba repartiendo besitos.
sacó sus dedos con cuidado de tu coño haciendote soltar un quejido, sintiendote vacía de repente, y viste como se metió ambos dedos en la boca, limpiándolos con ella. jadeaste por lo obsceno que se veía.
"qué vergüenza... perdoname". dijiste viendo otra vez el desastre que era la cama.
"nada de eso," respondió recostándote otra vez. "fue demasiado caliente ver como te venías tan duro, te gustó?"
"la verdad sí..." dijiste bajo, "mucho". lo miraste a los ojos y viste como algo se oscureció en ellos.
"decime, tu novio te ha hecho venir así, princesa?" dijo observándote, con la voz más grave y baja de lo normal.
"n-no, nunca". de repente estabas apretando tu coño alrededor de la nada otra vez.
enzo pensaba que esta era una de tus mejores facetas, cuando estabas desnuda en su cama, temblorosa y jadeante, completamente jodida por él, porque sabía que era él y solo él quien te llevaba a ese estado. tú ni siquiera debías hacer nada complicado para ponerlo caliente, le era suficiente ver como reaccionabas a las cosas que le hacía a tu cuerpo, porque tu placer era el suyo.
parecía que con cada encuentro que tenían, más atraído se sentía hacia ti, más hermosa eras en cada ocasión.
tenía tiempo sin sentirse de esa manera.
a todo esto, el mayor seguía completamente vestido, así que tomaste el borde de su camisa y la subiste intentando sacársela.
"¿todavía tenés ganas?" te miró con diversión, incrédulo, quitándose la ropa igualmente.
observaste sus anchos hombros y sus brazos, tan grandes en comparación con los tuyos. enzo como tal, era tan grande al lado tuyo, y tan fuerte. amabas como te podía cargar y mover fácilmente, como sus grandes manos apretaban tu cuerpo mientras empujaba su miembro dentro de ti.
el hecho de que no solo era más grande en físico, sino en edad también, te excitaba más de lo que le podías admitir.
cuando el castaño liberó su polla de la ropa interior que se había vuelto incómoda, sentiste que se te hizo agua la boca. la punta estaba sonrosada, brillante con líquido preseminal, y viste como una gruesa vena sobresalía a lo largo de la base.
"dejame chupartela, por favor", casi suplicaste, levantándote para quedar más a su altura y tomando su polla en tu mano, recogiendo la humedad de la punta para empezar a moverla de arriba a bajo más fácil.
"no, no, preciosa" detuvo tu mano. "necesito ya estar dentro de ti".
te empujó suavemente y tu hiciste un puchero en frustración, pero te volviste a acostar, con enzo encima tuyo.
con una mano apoyada al lado de tu cabeza como soporte, alineó su miembro en tu entrada con la otra. no te preocupaste por el condón porque ya habían hablado el tema, ambos estaban sanos y tu estabas con la pastilla.
"nena, mirame". te dijo obligándote a mantener contacto visual, le gustaba ver tus expresiones en todo momento.
un gemido de alivio salió de ambos al sentir como finalmente introducía la punta, pero cerraste los ojos con fuerza cuando siguió empujándose dentro de ti. no importaba que tan mojada estuvieras, el grosor de su miembro casi siempre los obligaba a tomar una pausa.
sentiste como su pelvis chocaba con la tuya y exhalaste fuertemente, el castaño corrió el cabello desordenado que se habia pegado a tu frente, y comenzó a repartir pequeños besos.
"estás bien? querés que me mueva?" murmuró contra tu piel, bajó su mano desocupada hacia donde ambos se unían y empezó a frotar círculos en tu clítoris con sus dedos.
el estímulo hizo que tu coño se apretara alrededor de él, sacándole un jadeo.
asentiste con fervor, moviendo tus caderas en un intento de estar imposiblemente más cerca de su cuerpo. "s-sí enzo, cogeme duro esta vez". tus mejillas se enrojecieron, ya no tenías nada de pena.
"¿ah, sí? ¿querés que te coja fuerte y que te deje sin caminar bien?" el castaño rió al verte asentir con ojos grandes mientras te relamías los labios.
"¿querés llegar a casa y que blas se de cuenta de que no está haciendo su trabajo como debe, ah, chiquita?" masculló y se irguió en su lugar, comenzando sus embestidas controladas pero duras, sus manos apretando con fuerza tus caderas y sosteniendote.
gemidos agudos salían de tu garganta mientras jalabas las sábanas en puñados, sentías como el placer hormigueaba en la punta de todos tus dedos, estabas sensible todavía por los orgasmos anteriores.
tus tetas rebotaban con cada estocada, enzo las tomó en sus manos y las amasó, pellizcando y frotando sin cuidado tus pezones, mientras aceleraba el movimiento de sus caderas. la punta de su polla llegaba a golpear tu cervix haciéndote lloriquear, pero el ligero dolor solo te excitaba más, y enzo sintió como te contraías en su miembro.
"mirá como me apretás, dios" el mayor dijo casi sin aliento. "así querías que te cogiera? hmm? querías que fuera malo contigo, princesa?"
lo miraste directamente a los ojos con una expresión de placer puro. "sí, sí, m-mierda, tan rico- ah,"
agarraste una de sus manos y la dirigiste hacia tu cuello "a-ahorcame enzo, dios" suplicaste prácticamente fuera de ti misma y tus ojos se llenaron de lágrimas otra vez, extasiada. estabas muy cerca y sabías que querías correrte con sus manos en tu cuello.
sin detener sus duras embestidas, el mayor envolvió su mano y apretó con cuidado los lados de tu cuello, haciéndote girar los ojos y echar la cabeza hacia atrás, mordiéndote el labio inferior. "qué preciosa sos-" se acercó a tu oreja dándote un beso en la mejilla antes de murmurar muy, muy bajo "no sabés cuánto te amo".
no descifraste qué palabras dijo enzo en tu oído, porque el tercer orgasmo de esa mañana te azotó con más fuerza que los dos previos.
tu vista se nubló y tu boca se abrió sin soltar ningún ruido, agarrabas con fuerza la muñeca de enzo cuya mano seguía en tu cuello, pero que yacía quieta ahora, nada más que acariciando tu piel suavemente.
con un gritito ahogado tu cuerpo pareció ganar consciencia de nuevo, y sentiste como el castaño todavía se empujaba con dificultad dentro de tu agujero, de forma más desordenada y errática por cómo tu coño se contraía repetidamente alrededor de su miembro.
tu mano se posó en su abdomen débilmente, intentando alejarlo de ti por lo incómodo que se estaba volviendo tanto estímulo, hasta que su orgasmo llegó de manera repentina, llevándolo a sacar su polla y venirse sobre tu vientre, gimiendo con el ceño fruncido mientras terminaba de exprimir hasta la última gota de semen sobre ti.
lo único que se escuchaba en la habitación eran sus respiraciones agitadas y ocasionalmente pequeños gemidos tuyos, estabas completamente sensible y podías sentir las corrientes de placer en todo tu cuerpo aún. al recomponerse, enzo bajó delicadamente tus piernas temblorosas de la posiciónen la que estaban, y se levantó a buscar un paño para limpiarte.
al llegar de nuevo a la habitación, el castaño recién pareció notar tus mejillas sonrojadas y húmedas, al igual que tus pestañas, por tus lágrimas.
"bebé, te hice daño?" preguntó preocupado analizando tu cuerpo, temía haberse pasado. "fue demasiado para vos?"
acarició tu rostro suavemente, apartando las lágrimas de tus ojos.
"estuvo más que perfecto, enzo" lo miraste con ojos adormilados y una pequeña sonrisa en tu boca, estabas tan saciada.
tan satisfecha.
la expresión en su cara se suavizó y te devolvió la sonrisa. "deberíamos ducharnos" dijo antes de darte un piquito en los labios.
"estoy taan, tan cansada sabes" te quejaste e hiciste un puchero que enzo también besó.
"no importa chiquita, nos metemos en la bañera y yo te limpio, sí?"
no entendías nunca esto. pasaban de tratarse como amigos normales... a tener sexo así de sucio, para luego tratarse con una intimidad que parecía de pareja.
cuando tu verdadera pareja te estaba esperando en el apartamento que compartían.
¿te sentías culpable? demasiado, todo esto era el resultado de un error, un error que cometiste en una noche de desliz. todo por no haberte comunicado desde el principio con tu novio sobre su situación sexual. tu estabas segura de que lo amabas, simplemente sentías que... el sexo con él era lo terrible.
la peor parte era que tal vez ya no había vuelta atrás. los meses pasaron y perdiste la cuenta de las veces que estuviste con enzo, blas no sospechaba nada pero sabías que era cuestión de tiempo para que se enterase.
sí debías poner un alto a la situación con el mayor, aunque no sabías cómo, ni cuándo exactamente.
por los momentos, solo te dedicarías a disfrutar de los dedos que masajeaban tu cuero cabelludo suavemente en aquel baño.
pensabas que no sería tan difícil dejar el tema con enzo, después de todo, antes de besarse y coger, eran amigos muy cercanos. el único sentimiento que había entre ustedes era ese, amistad.
o al menos eso creías tú.
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walker-skull · 3 months ago
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Poker face
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Intenté poner mi mejor cara de póquer y observé a Dante mientras él intentaba hacer lo mismo. Dante ya estaba casi completamente desnudo, sin nada puesto excepto por un par de calzoncillos ajustados. Si bien verlo desnudo era algo que siempre había deseado, estaba planeando algo que fuera mucho más allá de eso.
“Escalera de color”. Tiré las cartas sobre la mesa y vi cómo el rostro de Dante se desvanecía.
—¡Joder! ¿Otra vez? —Bebió un sorbo de vino pensando que había olvidado que estábamos jugando a ese tipo de juego. Lo miré fijamente, esperando a que se quitara la última prenda de ropa—. Bien —dijo, poniéndose de pie y deslizando sus manos dentro de su ropa interior. No voy a mentir, había estado ocultando una erección desde que se quitó la camisa, pero ahora se estaba volviendo insoportable. Su polla se movió hacia adelante y se rió mientras yo prácticamente me quedaba con la mandíbula abierta.
"Perdón por mirarte fijamente, pero maldita sea, eres..."
"Amigo, juguemos. La última mano". 
—Muy bien. ¿Qué te parece si apostamos algo más grande? —Bebí un trago de mi propio vino y lo observé para ver su reacción. Era evidente que estaba interesado, de lo contrario no habría indagado más.
"¿Como?"
“Como tu cuerpo”, dije.
"¿Qué quieres decir?"
—Lo único que tienes que hacer es decir que sí. Sé aventurera. —Sonreí y la base de mi vaso golpeó la mesa de madera. Lo volví a colocar en su lugar y me apoyé en mis rodillas, esperando una reacción—. Esta vez iré con calma.
—Está bien, lo que sea. —Se encogió de hombros. Eso era todo lo que necesitaba. Si ganaba esta ronda, lo cual definitivamente haría, entonces él sería todo mío. 
Se repartieron las cartas y el juego continuó. Lo observé con los ojos brillantes. Se dieron vuelta las últimas cartas y dejé que él las colocara. Estaba confiado a pesar de que solo era una escalera.
—¿Qué tienes? —Se inclinó hacia atrás, con su pene flácido expuesto y su cuerpo resplandeciente.
—Flush —le guiñé un ojo y las cartas cayeron sobre la mesa. Dante gimió mientras tomaba otro sorbo y luego se rió entre dientes.
—Entonces, ¿qué vas a hacerme? Nada de tonterías de gays. —Bebió un sorbo de vino. 
—No te preocupes. No te importará. —En un instante, salté sobre él y mi cabeza se hundió en su pecho. Dejó caer la copa de vino y forcejeó mientras yo desaparecía dentro de su torso. De vez en cuando salía y me movía dentro de él para ponerme cómodo, su rostro estaba congelado por la sorpresa. Todo su cuerpo se tambaleó alrededor del sofá mientras yo luchaba por controlarlo, encajando dentro de sus extremidades. Flexioné los dedos y sonreí cuando gané, sentándome y mirando hacia abajo a mi repentina erección.
—Mierda, esto es jodidamente caliente —dije, agarrando mi nueva polla y acariciándola. Temblé mientras se me ponía la piel de gallina. De pie, me miré a mí misma, bombeando mi miembro y flexionándolo. Siempre había querido estar dentro de su cuerpo y ahora que lo estaba era lo mejor que me había pasado en la vida. Gruñí, acariciando mis bolas mientras sentía que me acercaba cada vez más al borde, mis abdominales se flexionaban mientras mi saco se tensaba. 
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—¡Joder, sí, oh, mierda! —grité, flexionando el torso mientras me corría. Seguí corriéndose también, estirando la mano para agarrar mi pectoral y apretarlo mientras lo vaciaba.
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pondysselth · 11 months ago
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Así de caluroso || Enzo Vogrincic
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El sol del mediodía caía a plomo sobre las calles de Montevideo, convirtiendo el asfalto en un espejismo humeante. El miércoles transcurría como cualquier otro día de verano, sofocante e implacable. A pesar del calor agobiante, una chica caminaba con paso ligero por 18 de Julio, alejándose de la facultad. El pelo se le pegaba a la frente, sudaba a chorros y el agua de su botella se había convertido en un caldo tibio. La libertad después de un largo examen era la recompensa que la impulsaba.
Cada paso era una lucha contra el calor. La chica apresuraba el ritmo buscando la sombra esquiva, deseando escapar de las fauces de la ciudad que tanto amaba.
De pronto, un leve malestar se apoderó de ella. El sudor se intensificó, la respiración se volvió dificultosa y un mareo familiar la amenazó. Se detuvo, tambaleándose, con la vista nublada y puntos negros danzando en su campo visual. Ignorando las señales de alarma, bebió un trago de la repugnante agua tibia y reanudó la marcha. Su única meta: salir de 18 de Julio. A duras penas, avanzó unas cuadras más, luchando contra un nuevo malestar que se instalaba en su cuerpo.
Allí mostrándose casi burlona detrás de esa inmensa puerta de concreto que se alzaba sobre la calle Juncal se encontraba uno de sus deleites visuales favoritos, Sarandí. Ella no sabía por qué, pero esa calle siempre la llamaba a explorarla. Aunque ya la había recorrido tantas veces, siempre encontraba algún tesoro nuevo. Se debatió si debía pasar por lo que ya era el desolado calderón a fuego ardiente de la Plaza Independencia para llegar a ese oasis visual que le abría paso a Ciudad Vieja o simplemente ignorarlo e irse a casa.
La exuberante calidez de la tarde le gritaba a la chica que debía ignorar el llamado a la exploración. Sin embargo, una fuerza interior, una mezcla de aventura y algo más que no podía nombrar, la incitaba a seguir adelante. Como diablillos en el infernal ambiente, sus deseos la empujaban por ese camino que solo le estaba trayendo malestares. Ignorando las señales de su cuerpo, que no estaba preparado para resistir más tiempo en esas condiciones, se decantó por seguir la incitación diabólica y entrar en el paraíso que era la calle Sarandí.
Arrastrando los pies como si una cadena de acero los uniera al suelo, se adentró en ese rincón de alegría que tanto la llamaba. Caminó unas pocas cuadras, disfrutando del pequeño oasis que se abría paso en el desierto de calor que se había apoderado de Montevideo. De repente, un golpe seco: su corazón aceleró a un ritmo desbocado, su respiración se volvió jadeante, su visión se nubló y su cabeza comenzó a dar vueltas. La conciencia se le escapaba de entre los dedos. Así se sentía: una bajada de presión producto de su insensato deseo de continuar un camino que no debería haber tomado, en un día en el que el mismísimo señor de los infiernos parecía haberse apoderado de las calles de la ciudad. Su destino: caer desmayada por su imprudencia.
—Tranquila, que te tengo.
Esa voz no era producto de su imaginación. Los brazos que la rodeaban eran demasiado cálidos y sudorosos, evidenciando que el desconocido también sufría las consecuencias del avasallante calor que emitía el asfalto. A pesar de que la conciencia se le escapaba, de que sus ojos se cerraban y dejaban de transmitir luz, la sensación de estar en los brazos de un extraño la obligaba a volver a la realidad, alerta ante un posible infortunio. Cuando el instinto de supervivencia se apoderó de su cuerpo y abrió los ojos con miedo, se topó con un ángel. El calor se disipó de su cuerpo al contemplar sus ojos color avellana, la sensación de sudor se olvidó con solo una mirada a sus labios, el mareo se ignoró por completo al observar su rostro como un todo. Enzo Vogrincic, en todo su angelical ser, la sostenía para evitar que cayera en la fogosa calle Sarandí.
—No te preocupes que te ayudo a sentarte.
Su voz me sacó de mis pensamientos, esta vez infinitamente menos agónicos. Me tomó con delicadeza y me llevó unos metros hacia atrás, hacia unas sillas de plástico rojas, no muy cómodas, con el logotipo de una conocida marca de bebidas. Estaban fuera de un local llamado Zabala. Solo allí me di cuenta de la distancia que mis pies, que ya se podían haber fundido con el asfalto, me habían llevado. Estábamos cerca del Registro Civil y a unos pocos metros del Implosivo Artes Escénicas, la escuela de actuación. He ahí esclarecida la aparición de mi inesperado ángel salvador. Con mi mente retornando de su estado de inactividad coherente lo primero que atiné a decirle a mi salvador fue.
—Perdón.
Una simple palabra, tan tonta que parecía fuera de lugar. Sin embargo, así me sentía: avergonzada de haberlo desviado de su camino. Posiblemente le molestaba ayudar a una desconocida que caminaba imprudentemente bajo el sol abrasador, con la única compañía de una cartera que contenía sus documentos para el examen, una tarjeta de transporte y su fiel botella de agua, que ahora parecía más una sopa por lo caliente que estaba.
La risa de mi nuevo acompañante me confirmó lo tonta que había sido mi respuesta. Doblemente avergonzada, lo miré a los ojos. Solo vi diversión por mis palabras y preocupación por mi extrema palidez y mi inminente desmayo.
—¿Cómo me vas a pedir perdón? ¿Te sentís mejor ahora sentada? Te voy a comprar un refresco y un agua fría, porque estoy seguro que te bajó la presión.
El hombre se irguió, enderezando su espalda, y se dirigió al restaurante con paso firme. Su objetivo era claro: conseguir las bebidas que me ayudarían a reponerme. Al cabo de unos minutos, regresó con un refresco y un agua fría. Se agachó de nuevo junto a mí, ofreciéndome el elixir que mi cuerpo, agradecido, absorbió con avidez.
—Muchísimas gracias, y te pido perdón por las molestias. Seguro tenías otras cosas que hacer más que asistir a una pelotuda que se desmayó.
Dije con pena, mirándolo a sus ojos marrones. Sentía cómo me ardían las mejillas. Solo entonces, al contemplar mi alrededor, me percaté de la bicicleta olvidada en el piso. Probablemente se había bajado de ella al verme en mi estado.
—No me agradezcas, solo hice algo que cualquiera haría.
Expresó mientras se giraba para buscar la bicicleta. Al levantarla, se regresó hacia mí y me dijo:
—Me llamo Enzo. ¿Y vos?
Le dije mi nombre con más confianza al ver que no parecía molesto ni apurado por irse. Le señalé el refresco, aún sin abrir, ofreciéndoselo.
—Eso es tuyo, no me lo tenés que devolver. Si yo fuera vos, también tomaría de ese. El azúcar te va a ayudar a recuperarte, todavía estás muy pálida. Si me permitís.
Con esa simple petición de consentimiento, acercó su mano a mi rostro apartando algunos cabellos que se me habían pegado por el sudor, aquellos que mi peinado no había podido contener y ahora se posaban rebeldes por donde ellos deseaban. Luego de poner mis cabellos en orden, su mano se quedó allí, posada en mi cuello. La sensación de tener aquel pesado miembro cerca de donde se medía mi pulso me inquietaba. ¿Y si podía sentir el acelerado ritmo al que iba mi corazón? Su rostro tan perfecto no era lo único que me embobaba; su amabilidad y sencillez con la que estaba allí delante de mí me estaba dejando el cerebro aún más atrofiado que cualquier síntoma debido al infernal clima.
Tomando otro largo trago de agua para disipar los efectos que él estaba teniendo en mí, tomé valor, lo miré a los ojos y le dije:
—Muchísimas gracias otra vez. Siento que te lo estoy diciendo ya muchas veces, pero de verdad estoy agradecida con tu gesto. Pudiste haberme ignorado y dejarme tirada en la calle, y no lo hiciste.
—No tenés nada que agradecerme. Decime, ¿vivís por acá? Así te acompaño y me quedo tranquilo de que llegaste bien.
Me respondió aún con su mano posada delicadamente sobre mi cuello, dejándole leves caricias y sus ojos mirándome fijamente, entre preocupados y con algo parecido a ternura.
—No vivo por acá, ni cerca. Solo vine porque acabo de dar un examen y quería recorrer. Iba super bien hasta hace unos momentos.
Ya dejando un poco de lado la vergüenza, le respondí un poco más animada y sin tanta timidez. Tanta, ya que tener a alguien tan bonito enfrente de ella solo hacia que se pusiera nerviosa.
—Ok, sin ser muy invasivo, ¿dónde vivís? Tal vez te puedo llevar o algo. Me preocupa que te vayas sola después de que casi te desmayas. Si querés, llamamos a alguna amiga o alguien que te venga a buscar.
—Vivo en Manga, así que un poco lejos de acá. Y mis amigas en estos momentos...
Dije entre risas, diciendo donde vivía y luego chequeando la hora: 16:04. Para saber dónde podrían estar alguna de mis amigas para contestarle.
—Mis amigas están todas trabajando, así que no queda de otra que irme sola. Quedate tranquilo que no me va a pasar nada.
Le contesté intentando calmarlo y asegurarle de que todo estaría bien y no me volvería a pasar nada.
—Te invitaría a mi casa, pero siento que para un primer encuentro es mucho. Me conformo por ahora acompañándote a tomar el bondi.
Volviendo por la calle Sarandí, por la tan calurosa Ciudad Vieja. Ese tipo de calor que hacía que el asfalto derritiera el calzado y definitivamente el tipo de calor que hace que se te baje la presión y encuentres a Enzo, quien ahora te tiene montada en su bicicleta mientras ambos ríen y disfrutan el pequeño aire que les llega por la velocidad con la que conduce el antes mencionado. Ese era el tipo de día caluroso que hacía aquel día en Montevideo.
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quetzalnoah · 8 months ago
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Tranquilo, no es definitivo, así tenía que pasar, pero no es para siempre. No para siempre será esa sensación de que el mundo te aplasta como a Atlas. No siempre será la melancolía el sabor de tu café. No durará para siempre ese sentimiento de querer estar atado a la cama. La naturaleza es cambiante, el mundo gira y es impredecible. El universo no concede favores, pero la memoria de los valientes se fuga con decoro bajo las pupilas de las estrellas. No siempre vas a vivir en escasez y tampoco el fracaso será tu condena. No siempre la riqueza va a perdurar, habrá tiempos de abundancia y otros en los que habrá que comer menos carne. Pero no será para siempre. La flama del conocimiento iluminará tu camino. Si crees en el destino tu fe y tu entendimiento te llevarán a él. La plenitud y la desdicha son caras de la misma moneda con la que pagamos nuestra existencia y siempre están en un volado. Disfruta cada etapa, cada amigo, cada libro, cada canción, cada domingo, cada jueves, cada café, cada amargo trago, cada cerveza caliente, cada beso inesperado, cada desamor, cada sonrisa, porque todas estas cosas están hechas de la misma materia efímera con la que le damos forma a los recuerdos.
Divagaciones, Quetzal Noah
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fairlyang · 3 months ago
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Si No Es Contigo 🕷️
imagínese andar con algún amigo del chavo que realmente quieres
w/c: 999
pairing: miguel o’hara x latina!reader
tags: 18+ smut. nomas lo quieres a él, y estás segura que el se siente igual, convenciéndolo, grinding, teasing, exhibitionism, blowjob, fingering, quickie
a/n: for any of the bilingual mig lovers🫶🏼 based off the song but mostly the kali uchis remix bc DAMN it’s good
kinktober masterlist | main masterlist
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miguel ya anda con otra pero no te lo crees para nada. para empezar, todavía te compra cosas de escondidas de su supuesto amigo como joyería, ropa, y ni se lo tienes que pedir.
el se pone como el loco y defensivo que no y que ya acabó contigo de verdad pero los dos saben que no quieren a nadie más.
entonces cuando sus dos grupos están en un club y su chava se fue para otro lado y su amigo fue a ayudar a traer unos tragos, claro que lo agarraste de la mano para bailar.
“qué haces?!” exclamó en tu oído mientras guías sus manos arriba y abajo de tu cuerpo.
“no crees que ya es tiempo de ser honestos, amor?” le preguntas en voz baja y el gimió.
“nomas a ti se te ocurre hacer esto aquí.” te reclama y trata te soltarse de tu agarre.
“ay por favor Miguel, tu sabes que con ella no es lo mismo. todos lo sabemos pero te haces el necio.” le reclamas, voltiando tu cabeza para verlo bien.
his cheeks were red and he stopped struggling while you continued dancing on him, “estas loca.”
“que me vas a decir que no te gusta?” you murmur then give him a pout.
the song changed to a faster beat and you moved your hips to the rhythm making sure to grind right against him, just how he liked. he groaned again and you let go of his hands to see if he’d let go.
he didn’t.
instead his hands went up and down, purposely avoiding the places you wanted him to touch.
“bien que sabes que no quiero a nadie más eh?” he mocks in your ear and you nod as his hands went down your stomach.
“los dos lo sabemos muy bien.” you reply as his hands went back up and stayed right below your bra.
“dímelo tú primero.” he mutters and you lean your head back against his chest.
no se tomo nada para convencerte porque ya sabías lo que quieras.
a diferencia de el, no te costó nada admitirlo. fue súper fácil porque solo estabas usando a su amigo como procurador hasta que miguel se ponga las pilas.
desafortunadamente, estabas cansada de esperar.
“si no es contigo, no quiero a nadie más.” you murmur and slow down on your grinding.
his hands went down and gripped your hips, pressing himself harder against you making you moan, “no quiero a nadie más…” he purrs into your ear as you could now feel his hard on against your ass.
“no se para que te haces al rogar.” you groan and he just chuckles.
suddenly he grabs your hand, leading you out of the crowd and avoiding your friends while he made his way to the bathrooms.
he opened the door for you both and you both walk in to the crappy men’s bathroom that already had people making out in stalls, by the sinks, and some smoking by the window. he held onto your hand tightly as he lead you into one of the stalls and closed it behind you before slamming you against it and smashes his lips against yours.
your hands are immediately roaming his body when you felt him put his knee between your thighs. you gasp into the kiss prompting him to stick his tongue into your mouth while his hands started to grope your tits and ass.
he pulled away and went down to kiss your neck while he gave your ass hard smacks. your hands were entangled in his curls, pulling on them as he made sure to leave his marks on you.
to really solidify that you were his.
he pulled away only for you to quickly push him off just so you could get on your knees. you undid his belt, the button then the zipper before pulling his pants down to his thighs, “mmm todo para mi, bebé?” you ask, looking at him through your lashes.
“nomas para ti mamita, tu ya lo sabes. nada me puede separar de ti.” he murmurs while bringing a hand to your head.
his words sent shivers down your entire body and those butterflies were also going crazy, like always.
“rápido okay?” he says making your smirk, “claro.”
your hands slide his boxers down and you quickly spit on it then immediately take him into your mouth, you took as much as you could before pulling back then going back down, taking him all while he moaned above you.
the bathroom was already filled with the sounds of moans from other people and you knew no one was going to specifically pay attention to his.
you did that for a solid minute before he pulled you up to your feet and you looked at him confused until he lifted one of your legs up and started rubbing your clit through your panties, “tan bonita.”
you fight back a moan as he stood behind you, holding you steady as he went faster. after a few more seconds he got impatient and moved your panties to the side.
without any warning, he slid two fingers into you and instantly set a fast pace because you were already drenched. ���sabía que nomás me quisiste dar celos.” he mumbles making you roll your eyes.
“tu empezaste…” you mutter and accidentally moan when he goes harder.
“mhm, lo que tú digas angelita.” he teases then pulls his fingers out making you whine.
that quickly changed when he slid inside you and you had no time to adjust as he started pounding into you. his right hand was holding your right leg up while his left was around your waist, holding onto you tightly.
his thrusts were hard and deep, keeping to his word that it’ll be quick. he stretched you out to perfection, like always.
el siempre te cuidaba en todas las maneras que importaban. nunca te deja insatisfecha, ni ahorita por algún milagro que se vino adentro de ti.
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smuttysblog · 2 months ago
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Advertencia: Mención a Violación
Seguro publicaré está historia en español e inglés, Debo adaptarla y eso, es todo, disfruten
"Barely Legal" - Hong Eunchae
La joven maknae del exitoso grupo femenino LE SSERAFIM festejaba enérgicamente su cumpleaños número 18 junto a sus compañeras
Chaewon: Yeeeeih! Eunchae ya es mayooor!
Yunjin: Crecen tan rápido.. *llanto falso*
Sakura: Verte crecer me hace sentir vieja Manchae
Eunchae: Estás vieja Kura Unnie jajaja
Las demás chicas se rieron de Sakura ante el comentario de Eunchae, cuando el timbre de su casa sonó, fue Kazuha quien abrió la puerta dándole lugar a su manager, T/N
T/N se acercó a la maknae, dándole una leve caricia en su cabeza mientras la felicitaba por cumplir años
Eunchae: Oppa! ¿Y mi regalo?
T/N: Está en camino, me lo olvide en la empresa
Chaewon: ¡Que comience la fiesta!
El tiempo paso rápidamente y ya era bastante tarde, debido que Eunchae era mayor todos tomaron un poco pero aún no estaban borrachos
Eunchae: ¡Juguemos un juego!
Yunjin: ¿Que quieres jugar?
Eunchae: ¡Verdad o reto! Ahora que soy adulta puedo jugarlo con ustedes~
Yunjin: Y con la misma regla, podes saltar un reto tomando un trago de Soju, pero al siguiente turno tenés que hacerlo si o si
T/N: Me parece una buena idea, acomodense
Las chicas y su manager su pusieron en el suelo al rededor de la botella, Eunchae la giro y apunto directo a Kazuha
Eunchae: Zuha! ¿Verdad o reto?
Kazuha: Mmmh.. Verdad
Eunchae: ¿Es verdad que tuviste sexo con Oppa antes de nuestro último concierto?
Kazuha: S-si..
Sakura: Siguiente! Gira Zuha
Kazuha giro la botella y cayó en Eunchae, la niña pensó y animadamente eligió..
Eunchae: Reto!
Kazuha: Dinos tu fantasía más oscura
Eunchae: E-eso.. Desde que debutamos soñe con que T/N Oppa se metiera a mi cuarto y abusara de mi..
T/N: ¿¡Q-que!?
Yunjin: Por eso dormías con ropa suelta y sin ropa interior con la puerta abierta! Oh.. Chica astuta~
T/N: M-mierda.. Eunchae.. Eso..
Eunchae: O-olvidalo Oppa, solo es una fantasía
Eunchae giro la botella y le tocó a Yunjin quien eligió reto sin dudar
Eunchae: Besa a Oppa como lo hacen en privado
En ese momento Yunjin se tiró sobre T/N, sus labios se movían vivazmente contra los de su manager mientras sus lenguas tenían una intensa batalla de poder
T/N tenía sus manos sobre la cintura de Yunjin mientras ella sentada sobre el movía su cadera, frotando su coño mojado contra su bulto creciente
El beso era sucio e intenso, lleno de saliva, jadeos y manoseos hasta que ambos quedadon sin aire
Sakura: Que intenso..
Chaewon: Yah! Yunjin! No beses así a mí esposo!
Yunjin: *jadea* UPS.. A-amo.. *jadea* sus labios ~
Eunchae: Oppa.. Tu polla.. Está dura
T/N: Joder Jenniffer! *jadeo* Que mierda.. Luego lo pagarás zorra americana
Yunjin: Claro que sí Oppa ~ Sigamos! Mi turno
Yunjin giro la botella y cayó sobre T/N, que eligió verdad para descansar un rato pero Yunjin tenía otros planes..
Yunjin: *Sonrisa*
Chaewon: Oppa esta muerto, conozca esa sonrisa
Yunjin: Dinos T/N.. ¿Querias estirar el apretado coñito de la maknae cada vez que la veías durmiendo en su cuarto?
Un silencio se hizo en la sala mientras Sakura y Kazuha abrían los ojos sorprendidas por la pregunta
T/N: Y-yo.. Creo que mejor tomaré..
Eunchae: Vamos Oppa! Solo dilo.. *susurro*
T/N: B-bien.. Y-yo.. Luche mucho por no entrar ahí y meter mi polla en su apretado agujero..
Chaewon: Puto pervertido! Cariño eres un asqueroso ~
Yunjin: Demonios T/N, ¿Por eso querías conocer a New Jeans cuando debutaron?
T/N: No respondere eso.. Mi turno, sigamos jugando
Está vez fue el turno de Chaewon que eligió reto
T/N: Dale un beso a alguien de aquí
Yunjin: Puff.. Para ser un animal en la cama jugando eres taaaan aburrido
Sakura: ¿Un animal? Oppa me trata lindo..
Yunjin: Son gustos, me gusta que me trates como una zorra adicta a su polla, a ti te gusta ser una princesa
Sakura: Cierto
Mientras ellos hablaban Chaewon se acercó a Eunchae y le dió un dulce beso
Chaewon: Tu primer beso es de tu líder ~
La botella volvió a girar y cayó sobre T/N una vez más
T/N: Joder.. Esto está arreglado, reto
Chaewon: Desnúdate ~
Yunjin: Bien pensado Unnie! Muéstranos tu dura, larga, gruesa y venosa polla ~
T/N decidido hacerlo, al final.. casi todas allí tuvieron sexo con el y Eunchae ya era mayor, ¿Que podría pasar?
Mientras T/N se quitaba las prendas, las chicas lo miraban atento, con Eunchae mordiéndose el labio inferior inconscientemente
Cuando T/N bajo su boxer y lo tiró a un lado, las cuatro chicas sonrieron mientras Eunchae abría los ojos bien grandes
Eunchae: E-es.. enorme.. ¿C-como.. pudieron..?
Yunjin: No fue mi primera vez, pero fue difícil
Chaewon: No iba a dormir sin tener su polla en mi coño
Kazuha: S-solo.. Sucedió..
Sakura: Compruebalo, ya puedes hacerlo
Eunchae: U-unnie! Y-yo..
T/N: No esperaba eso de ti Kura
T/N giro la botella y le tocó a Sakura, luego de elegir reto y quedar desnuda, la botella giro cayendo en Eunchae que estaba distraída viendo la polla de su manager
Cómo antes eligió Reto, ahora le tocaba verdad...
Sakura: ¿Quieres probar su polla, verdad?
Eunchae: S-si..
Yunjin: Te ayudaré cuando quieras hacerlo, Oppa ama mi boca
Unos giros más y estaban todas desnudas, Eunchae tapaba tímidamente su cuerpo mientras la polla de T/N estaba muy dura, palpitando mientras el pre semen ya era visible..
Una vez más, Yunjin giro y cayó sobre T/N, quien eligió reto y no podía beber..
Yunjin: Ya estando en este punto.. Follate a la maknae
T/N: ¿¡QUE!? P-PERO! Ella.. N-no se..
Eunchae pensó un segundo, miro a T/N y se dirigío a el en cuatro patas como una leóna directo hacia su presa
Eunchae: O-oppa.. Hazme sentir bien, u-usame Oppa ~
Luego de eso Eunchae se acercó a T/N y lo beso descuidadamente con mucha torpeza, las manos de la joven recién legal buscaron rápidamente su enorme polla, acariciándolo por instinto
T/N: E-eunchae.. E-espera.. Y-y-
Eunchae no escucho a T/N, se alejo de sus labios y se acercó a su polla, cuando lamio su punta T/N no se pudo contener más, luego de estar tanto tiempo duro su semen explota en la cara de la joven mientras sus Unnies tomaban fotos y grababan a su maknae
Yunjin: Woah.. Oppa nunca se corrió tanto conmigo
Chaewon: Que envidia.. Eso podría dejarme embarazada..
Kazuha: Tan delicioso, espeso y caliente ~ Pruebalo Manchae ~
Eunchae escucho a su Unnie, lamio el semen de T/N en su manos, lo que recolectó de su cara y luego de su polla..
Eunchae: Mmmm~ O-oppa~ Zuha tiene razón, es delicioso ~
T/N: *Jadeo* Esperen.. *Jadeo* ¿Estan grabando?
Yunjin: Si Oppa, así tendrás la colección de nuestro grupo *guiño*
Sakura: Tenes un videos con todas cuando lo hicimos por primera vez contigo.. Y a Manche no parece molestarle
Chaewon: ¿Cómo podría molestarle? Está perdida en su mundo de lujuria
Eunchae: Oppa.. Follame Oppa, ponlo dentro ~
Eunchae se tiró en el suelo, abrió sus piernas y con una señal atrajo a T/N, que luego de verla a su dulce maknae así su mente se nublo
Eunchae le sonreía pícaramente, cuando sintió que T/N frotaba la punta de su polla contra su entrada gimió bajo, esperando el momento en el que el la reclame como suya
T/N empujó contra su entrada lentamente, sentía como la punta de su polla era apretada por las apretadas paredes vaginales de la joven que tenía los ojos cerrados mientras sujetaba las manos de Yunjin con fuerza
Yunjin: Relájate Manchae, Oppa es largo y grueso, te dolerá.. pero luego te harás adicta a su polla
Chaewon: Perras.. Es mi marido.. Me estoy cansando de verlas así con el.. *susurro*
Sakura: Acordamos que era de todas, es NUESTRO esposo, ahora haz silencio! Arruinas el vídeo
Centímetro a centímetro T/N entraba en ella, un pequeño momento de gran dolor paso por Eunchae cuando el definitivamente tomo su virginidad, a diferencia de las demás chicas.. Eunchae si sangro, pero sin querer detenerse respiro profundo mientras abría los ojos
Eunchae: S-sigue.. Oppa, no pares aunque llore..
T/N asintió, luego de tortuosos minutos su pene estaba completamente dentro de Eunchae, ella gemia de dolor y un ligero placer al sentir su polla palpitar en su interior
Con la ayuda de Yunjin, la maknae le dió la orden a T/N para que se mueva, el dolor en su coño era gigante pero no quería detener esto
Las chicas miraban atentas la polla de T/N salir y entrar lentamente de la Maknae que gemia debilmente
Unos minutos pasaron antes que Eunchae pidiera más.. T/N empezó a acelerar el ritmo ligeramente, los gemidos de Eunchae iban en aumento, cada vez más largos y fuertes
Yunjin sostenía su cabeza, ayudando a que la recién legal maknae mirara en bulto en su vientre por la polla de T/N
T/N: E-eunchae! *Jadeo* Es-estoy cerca!
Eunchae: S-sigue.. Oppa! Y-yo.. igual!
T/N embistió más fuerte y rápido a Eunchae, sus pequeñas tetas rebotaban con cada golpe, Eunchae gritaba de placer y dolor tan fuerte que podrían escucharlos desde la calle
Yunjin jugo con los pezones de Eunchae, llevándola más rápido al orgasmo, el cuerpo de la Maknae se tenso, su espalda arqueada era una señal de su orgasmo.. Junto a lo apretado que estaba su coño
Un chorro de su orgasmo inundó la polla de T/N, el orgasmo fue tan fuerte que mientras el semen de su manager llenaba su interior sus apretadas paredes vaginales empujaron su polla hacia afuera en mitad del climax
Esparciendo el semen dentro de su coño, en su vientre, pecho y hasta las piernas de Yunjin ante la sorprendida mirada de las chicas
Chaewon: Amor! Nunca te habías corrido tanto!
Yunjin: Ni tan fuerte, Demonios, mis piernas están llenas de su semen caliente
Sakura: ¿Eunchae? ¿Cómo te sientes?
Eunchae: *Jadeo* M-mas.. - Decía la maknae debilmente
Yunjin: Oh mierda, T/N Oppa! La niña quiere más
Kazuha: Definitivamente Oppa puede seguir ~
Las chicas miraron su polla aún erecta, sonriendo mientras se miraban entre si
Sakura: Manchae.. Recupérate, Oppa tiene que encargarse de otros asuntos ~
Lentamente las demás chicas lo rodearon, listas para drenar a su manager durante toda la noche.. Y el estaba feliz de poder follar a estas hermosas chicas, agradecido con su trabajo
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olee · 1 year ago
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Boludo | Enzo Vogrincic
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Para mis hispanas/hispanos: en español completito.
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Mientras caminas por las calles de Tlaquepaque en Guadalajara, decides acudir a una pizzería llamada La Valentina. Es de noche y llevas puesto un vestido negro hecho a mano, te sientes supercómoda y segura de ti misma. El mesero te pregunta si quieres ir a una mesa o al bar, y le dices que prefieres el bar. Al llegar, te sientas y le pides al bartender un Moscow Mule. Lo tomas tranquila y feliz, entablas una conversación con él, y le cuentas que eres de (tu país) con una gran sonrisa.
A medida que pasa el tiempo, te das cuenta de que el bartender está muy ocupado. Miras a tu alrededor y ves a tres chicos guapos, pero hay uno en particular que llama más tu atención. Te das cuenta de que no son mexicanos; tienen un acento argentino. Sin embargo, el chico que estás mirando tiene un acento muy peculiar.
Sigues disfrutando de tu trago, y el chico se acerca a ti, diciendo: "Disculpa, eh... es que mis amigos me retaron a que te hablara, porque te ves hermosa y, en realidad, no sé cómo hablarte. Ah... ¿te apetece un trago en la terraza y una pizza? Veo que no has ingerido ningún alimento", dice con timidez.
Sonríes y le respondes, repitiendo sus palabras: " 'No has ingerido ningún alimento', suena muy formal, ¿no? Es que cuando estás tomando un trago, la comida va al final, like the end," dices, terminando en inglés.
"Bueno... arrancamos con un traguito, supongo que eso es un Moscow Mule, y al final nos mandamos una pizza," dice con un toque coqueto.
"¡Vale! Nos vamos pa' la terraza y charlamos," le dices, esbozando una sonrisa pícara.
Cuando suben las escaleras hacia la terraza de La Valentina, te quedas asombrada al contemplar el paisaje nocturno, con una iglesia colonial antigua como telón de fondo y las coloridas calles de Tlaquepaque. Las luces de la terraza crean un ambiente relajante y romántico, y a tu lado está el chico, y comienzas a admirarlo. Sus ojos tienen un toque de caramelo, pero debido a la oscuridad de la noche, se ven intensamente cafés puya. Su nariz es prominente, al estilo de Adam Driver, y su piel tiene un tono moreno, como café con un toque de leche. Alto y hermoso. Era simplemente perfecto.
Entonces, él te mira y se presenta diciendo: "Che, creo que debería presentarme. Soy Enzo, de Montevideo. Resulta que acabo de laburar en una película, o mejor dicho, soy actor, y..."
Sin embargo, lo interrumpes diciendo sorprendentemente: "¡Oh! Con razón ese acento. Me preguntaba de dónde eras. Anyway, me llamo (tu nombre) y soy de (tu país), pero llevo casi toda una vida viviendo en los Estados Unidos".
"Y... ¿por qué estás aquí?" él dice intrigado.
"Amo viajar, y la verdad es que no soy tan amante de Estados Unidos, así que decidí recorrer América Latina. Pronto me iré a España, ya que tengo amistades en Madrid. Quizás me quede allí y trabaje como maestra de inglés," respondes.
Enzo te mira con interés y te dice: "Me encanta que hagas eso— viajar y conocer el mundo. De verdad que sos muy afortunada. Ojalá te vea en Madrid, ya que laburo bastante por allá."
"Gracias, y tú, eres muy afortunado. Yo pienso que la actuación es un trabajo de talento y valentía," le decís orgullosamente, dejando un toque de coqueteo en tus palabras.
Mientras Enzo y tú están inmersos en una conversación sobre logros y conociéndose, entran los amigos de Enzo, visiblemente tomados. Un chico guapo y argentino le dice a Enzo: "Che, yo pensé que te habías desaparecido con la boluda," mientras otro chico le pregunta a Enzo: "Pero, ¿quién es esta chica, Enzo? Preséntela." Tú te ríes ante sus comentarios disparatados.
Enzo te mira medio avergonzado y suelta: "(Tu nombre), estos son mis amigos del alma y compatriotas, Matías, Agustín y Simón. Son más locos que una cabra en patines, pero los banco a muerte".
"Un placer," decís tímidamente, mientras Matías suelta con su típico humor: "Che, vos sos muy guapa, Enzo, me la cogiste, pero como amigo te la doy." Agustín te dice: "(Tu nombre), te dejamos a vos y a Enzo tranquilo, nosotros nos vamos para una discoteca. Enzo, me mandás un mensaje para saber que vos estás vivo. Y sí, vente chico’, que nos vamos, ciao." Todos se despiden de manera cómica y se encaminan hacia la discoteca.
Tú miras a Enzo riéndote, y él, medio avergonzado, te dice: "Los quiero, pero a veces se pasan." Tú te ríes aún más y le dices que no te preocupes. Después, Enzo te dice: "Vos tenés una sonrisa hermosa," y luego, como disculpándose, agrega: "Es que es verdad."
Después de la risueña conversación, Enzo te mira y sugiere: "¿Qué te parece si caminamos un poco por la calle? Seguro encontramos algo interesante." Asientes con entusiasmo, y juntos se aventuran por las coloridas calles de Tlaquepaque.
Enzo y tú se encuentran con unos mariachis que entonan “Y…” de Javier Solís. Sin dudarlo, Enzo te toma de la mano y te invita a bailar cómicamente en plena calle, siguiendo el ritmo apasionado de la música mexicana. Ríen y se divierten, creando un momento inolvidable mientras los mariachis continúan su serenata. La noche se llena de risas, música y la magia de ese encuentro espontáneo en las coloridas calles de Tlaquepaque.
Mientras caminan, se cruzan con una parada animada de tacos. Enzo sonríe y te propone: "(Tu nombre), ¿qué te parece si paramos acá y nos mandamos unos tacos? Y, obvio, los acompañamos con una Coronita." La idea te parece re buena, y los dos se acomodan en la parada, compartiendo risas y sabores locales.
Son las dos de la mañana y de repente llegan los tres amigos de Enzo, caminando en zigzag debido a la borrachera, y le gritan a los dos: "¡Enzoooo, boludo! ¿Nos vamos?" Enzo te mira y tú le dices: "No te preocupes, ya tienes mi número." Él te dice: "Me escribís cuando llegues a casa, y nos vemos mañana por un café, ¿vale?" Tú le respondes: "Claro, ¿cómo no?" y le das un beso, a lo cual Enzo responde profundamente. Mientras tanto, los chicos están gritando: "¡Enzoooo, ya cásate, cabrón!" La noche termina con risas, besos y la promesa de un encuentro al día siguiente.
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miskhalie · 10 months ago
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Besos Robados (Parte 1) - Matías Recalt x Reader x Enzo Vogrincic
Pairing: Matías Recalt y Enzo Vogrincic
Advertencias: La parte de antes del sexo.
Notas: ¿Parte dos? Comenta!
Hacia unos días atrás, después de los Goyas, que se quedaron un par de compañeros a seguir festejando la cantidad de premios recibidos. Fueron a un after y siguieron con los tragos y la musica, en el reservado se oía mucho más floja, con la oportunidad de poder charlar aún con la música puesta.
Al ser veinteañeros, la mayoría, decidisteis jugar a la botella, como cuando eran adolescentes. Algunos prefirieron bailar o seguir tomando tragos, pero una minoría quiso jugar. Generalmente ya ibais un poco bebidos por lo que la sensación de lo prohibido vibraba en el aire. Por suerte no eras la única chica, sino que algunos habían traído a sus parejas.
La primer pareja que quiso jugar fue la de Matías y Malena. Tú los habías visto besándose por los rincones y riendo de bromas suyas y habías tenido curiosidad. No era un secreto que Matías era un chico guapo, y que según el beso en el set que os disteis, él como Canessa y tú como Laurita, besaba de lujo. Verlos tan pegados, disfrutando el uno del otro te hizo suspirar y pensar como sería si tu fueras su novia. Si te besara y te tocara de esa manera.
Tu vida amorosa era complicada, no podías tener a Matías por quien empezabas a sentir algo y también disfrutabas de tiempo a solas con Enzo. Había empezado tras el rodaje de la película, tú estabas soltera y para él estabas super buena y eras una compañía encantadora, y viceversa. Besaba como si siempre hubiera sabido besar. Era una sensación tan sobre-acogedora que no podías evitar terminar en la cama la mayoría de veces. Y no te quejabas de ello. Pero no era nada serio, simplemente erais amigos con derecho a roce.
La segunda pareja en ofrecerse fuisteis vosotros. También se unieron varios chicos y chicas más, solteras o con pareja. La botella empezó a rodar con la tirada de Malena, quién le toco con un chico al que no conocías. Seguidamente de silbidos y gritos, era tu turno. Así como giraba parecía que fueras a besarte con Blas, pero no fue así. La botella se paró entre Enzo y Matías. Malena te dijo que volvieras a tirar que eso no contaba. Lo volviste a hacer con un resultado totalmente idéntico. Agustín dijo que eligieras quién más te gustaba, guiñándote un ojo. Para él era fácil, solo miraba con su novia al lado.
Besaste a Enzo, casi por costumbre, pero no sin sentir la pasión y la lengua cariñosa de él. El beso era suave y dulce. Había tomado un trago con sirope y podías lamerlo en el interior de su boca. Un escalofrío te subió por la espalda. Quisiste agarrarlo y nunca soltarle. Pero eso era lo que te provocaba el alcohol, una facilidad para calentarte con cualquier roce. O simplemente era Enzo, que era lo más probable.
Matías bebió de su copa un poco enfurruñado. Al parecer, no era un secreto que el joven había puesto el ojo sobre ti, un secreto a voces incluso, menos para ti. Tú solo sabías de su relación abierta pero no querías inmiscuirte, por lo que decidiste besar a Enzo, por mucho que os hubieras besado previamente. Aún así, Matías sintió un deseo extraño: los dos increíblemente atractivos besándoos como si no hubiera un mañana de la forma más pasional que hubiera. Puede que quisiera algo de eso. Suspiró y miró a sus novia, ¿le importaría si sucediera algo así? Probablemente no.
Por como avanzaba la noche, sabías que ibas a irte a la habitación de hotel de Enzo. No os dejabais de mirar y no podías resistirte a sus encantos de caballero. Te susurraba al oído y te estremecías, te daba de beber de su trago, te besaba en el cuello cuando alguien le tocaba besarse con otra persona. La fiesta no tardó en terminar y con las limusinas os fuisteis todos al hotel reservado.
Nota: ¿Qué pasara? ¿Enzo y tú pasareis la noche juntos? ¿Se unirá Matías? Eso lo veremos en la parte dos, si es que os interesa. Comentad o dad me gusta y me lo haréis saber.
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xochiquetza3autora · 7 months ago
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No cabe en mi la alegría al saber que mi esposa se dejó preñar por su propio hijo. Como cornudo voluntario disfruto ver a mi esposa coger con otros hombres (o mujeres). Lo descubrí cuando éramos novios unos días antes del día de nuestra boda la vi de rodillas chupándole el pene a un compañero de la escuela que solía molestarme cuando estudiábamos juntos.
Cuando descubrí ese fetiche, le propuse a mi esposa que cogiera con otras personas mientras yo la veía, no pensé que mi esposa aceptará tan rápido y sin dudarlo; así entré al mundo de los cornnudos voluntarios. Verla en 4 y oírla gemir como perra mientras algún hombre le daba con fuerza me hacía venir a chorros mientras me masturbaba en una esquina de la habitación. También me masturbaba cuando me contaba como se la chupo a algún desconocido en el baño de algún bar y como se trago la leche del hombre, esos relatos casi siempre terminaban con un largo beso con lenguay así saborear el semen del desconocido en la boca de mi esposa.
Sin embargo la corona de cornudo la obtuve cuando mi esposa me confesó que su mayor fantasía era cogerse a su hijo. Digo "su hijo" por qué esa misma tarde me confesó que probablemente no era mi hijo ya que me había estado siendo infiel desde antes de casarnos. Eso lejos de derrumbarme o lastimar un falso machismo me excitó muchisimo. Que seguramente el padre biológico del muchacho era o su ex jefe, o el tipo que me molestaba en la escuela y que ahora es mi gerente, o un vago que se cogió en un baño público esa misma semana. Cuando se enteró del embarazo intensificó el sexo conmigo para que yo creyera que era el padre. Esa mismo día hicimos pruebas de paternidad para el chico y nuestras dos hijas. Los resultados arrojaron que efectivamente el chico no podía ser mi hijo, pero mis princesas definitivamente eran hijas mías. No me molestó, veo al chico como hijo mío, pero saber que mi esposa es tan puta que se quiere cojer a su propio hijo me éxito mucho y quería ver ese espectáculo. Cómo buen adolescente mi hijo también estaba deseoso de sexo y no ocultaba su deseo por su madre, y posterior mente por sus hermanas. Mi esposa y su hijo hicieron el amor de forma salvaje. Le dijo a su madre "te voy a dejar a mi bebé, mami" cuando eyaculo dentro de ella, luego volteo a verme y la reclamó como suya "tu esposa ahora es mi mujer, cornudo" eso me hizo eyacular lo que sentí que fueron litros de semen sobre mi estómago.
Ellos continuaron haciendo el amor, cogiendo, follando como desesperados por toda la casa durante los siguientes días estuviera yo para verlos o no, eso ya no le importaba. era cuestión de tiempo para que mis hijas los vieran, no se ocultaban ni disimulaban; efectivamente mis hijas los descubrieron y supongo que heredaron mi pasión por el voyeurismo por qué supe que ambas se masturbaba viendo a escondidas a su hermano coger con la golfa de su madre. No se exactamente como sucedió pero el muchacho las incluyó, yo solo llegué un día a la casa del trabajo y ahí estaba el, con las tres mujeres de la casa en cuatro sobre mi cama matrimonial rompiendo les el culo a las tres.
Unas semanas después se confirmo el embarazo de mi mujer. Su hijo la había preñado la primera noche. La noche que la reclamó como suya realmente lo hizo, la hizo su mujer y madre de sus hijos/hermanos. Poco después también se confirmaron los embarazos de sus hermanas. Ver a mi hijas y a mi esposa preñadas por "mi hijo" me excita demasiado, para mí es la mayor muestra de cornudismo que podría existir. Ahora voy a tener que mantener a los hijos del hijo de un desconocido que se cogió a mi mujer. Seré abuelo y padrastro de los vástagos endogámicos producto del incesto, aunque resulta que las tres tendrán niñas. Eso me excita tanto que no puedo dejar de masturbarme cuando las veo, incluso en mis fsntasías imagino que "mi hijo" también se coge a mi mamá. Sería increíble ver al muchacho montando a mi madre, su abuela, pues ella no sabe que no es mi hijo biológico.
Esta tarde le dije a mi hijo mi fantasía de que también se coja a mi madre, que me gustaría verlo usarla como una perra. Y que es una lástima que no la pueda embarazar por su edad. El me dijo "Padre, te amo mucho, te quite tu esposa y preñe a tus hijas, no me arrepiento. Si quieres verme coger y que preñe a tu madre lo haré por tí, pero te voy a dar un trabajito. La verdad ya tengo rato cogiendo con la abuela, bueno con las dos abuelas, tu madre y tu suegra, si quieres ver cómo me las cojo y las preño a pesar de sus edades tu debes darles estas pastillas sin que se enteren durante al menos 5 días seguidos es una mezcla de estrógenos y hormonas para devolverles la fertilidad. Ese será tu trabajo, cuando esté hecho te dejare ver el par de putas lesbianas/bisexuales en el que he convertido a las abuelas ¿Trato hecho?". Supongo que no tengo que explicar que acepté de inmediato.
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pricesugarwife · 4 months ago
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No sé. Esto es pura autoindulgencia. Y quizás me estoy proyectando en el triángulo amoroso que tenemos Price, @the-californicationist y yo. Va para ti, bebé. Espero que te guste.
Otra noche calurosa de Texas. Otra ocasión donde el 141 aprovechaba el tiempo de relevo y se reunían, con un poco de resistencia por parte de un críptico Ghost, para hablar sobre cualquier tarea mundana que estuvieran haciendo en su tiempo de inactividad. Otra ronda de cervezas que Soap invitaba, mientras escuchaba las divertidas anécdotas de Cali y su Capitán, intentando adaptarse a la caótica sociedad estadounidense. 
Si alguien le hubiese dicho a John MacTavish hacía unos años atrás que viviría para ver como su Capitán se enamoraba de una dulce mujer texana, establecía su residencia permanente en U.S y los invitaba durante el verano para compartir en su rancho, probablemente se hubiera reído en la cara de esa persona. Pero aquí estaba, tomando un trago de la cerveza artesanal mientras algo parecido a Blake Shelton (si su precario oído musical no le fallaba) sonaba por los altavoces y escuchaba la estridente risa de Cali cuando Price decía otro de sus espantosos chistes de papá. 
Pero oh, todos volteaban la mirada cuando la mujer estampaba sus carnosos labios rojos contra la boca de su capitán y fingían hacer un recorrido rápido por el destartalado bar destinado a albergar vaqueros, o cualquier aficionado a la música country de mediana edad. Solo que, en uno de esos escaneos rápidos a la barra de madera donde el bartender se movía con velocidad para servir a la masa de hombres con camisas de cuadros, sus ojos azules captaron un exuberante culo forrado en unos jeans acampanados, acompañados de una cabellera negra que llegaba a las caderas. 
Embelesado por sus curvas, los jugosos labios pintados de rojo y la forma en cómo su camiseta sin mangas hacía resaltar sus tetas alegres, el sargento consideró en acercarse a coquetear un poco, quizás con la esperanza de llevarse esa dulce cosita a casa para aprovechar al máximo este viaje a norteamérica. Un pensamiento que se podía leer fácilmente en los ojos depredadores del escosés, mientras Ghost amamantaba su whisky con un semblante áspero y enojado detrás de su pasamontañas, pero tanta era el hambre de Johnny que ni siquiera se volteó a mirarlo. 
Cuando la mujer se volteó completamente, vistiendo una divertida camiseta que decía: “I LOVE DILF”, le hizo soltar una risa baja que atrajo la atención de todo el grupo que hasta el momento había ignorado el desarrollo de los acontecimientos. 
“¿Una víctima más, MacTavish?” preguntó Gaz, deteniendo sus ojos chocolates en el atractivo que su compañero había visto primero, unas buenas tetas que se movían cuando la mujer cantaba el coro de la canción. 
“No me digas que esa bonnie no se ve lo suficientemente bueno como para comer” respondió el mencionado, haciendo que Cali rodara los ojos y bufó, acostumbrada a que el escosés hiciera comentarios como esos, pensando que las mujeres son un trozo de carne
“Manténlo en tus pantalones, sargento. O al menos no nos des un espectáculo delante de todos” señaló el Capitán, que hasta ese instante se había mantenido en silencio, sin prestarle mucha atención a lo que estaba sucediendo porque la maldita falda que vestía su mujer lo estaba poniendo duro en sus jeans. 
Sin contestar el comentario hosco de su Capitán, Johnny hizo su movimiento para seducir a la dulce cosita que no dejaba de observarlos mientras remojaba sus labios con lo que parecía ser una sangría. 
“¿Cuánto apuestas a que ella lo manda al diablo?” bromeó Gaz, bebiendo el último trago de su cerveza y miró a Ghost, quien simplemente se encogió de hombros para acto seguido bufar cuando se dio cuenta que Johnny estaba abordando, de una manera tal vez demasiado encantadora. 
Por el lenguaje corporal de la mujer, parecía estar interesada en los avances del escosés, que sonreía como un lobo deseando encajar los dientes en la carne de un delicado corderito. Aunque había una leve espinita que no convencía a John, había algo misterioso en esa mujer que lo mantenía atento a la escena, al igual que Ghost, quien intentaba enfocarse en el juego que transmitían el destartalado televisor en la esquina del bar. 
“Ella no parece estar muy convencida, pero tampoco lo rechaza del todo” respondió Price, hablándole a Kyle que estaba dispuesto a arrancarle unos billetes a cualquiera de sus compañeros para demostrar que sabía en cuánto tiempo podían sacudir a Johnny. 
No transcurrió mucho tiempo para que Soap regresara a la mesa con semblante derrotado,  mientras la mujer sonreía alegremente y le enviaba un saludo al resto del grupo que yacían confundidos al otro lado del establecimiento, porque minutos antes habían visto cómo ella le escribía algo en una servilleta con un lápiz labial, impregnando la marca de sus labios en el mismo papel. Pero antes de que Cali pudiese interrogar a Johnny, todos captaron como la fémina le lanzaba una beso y hacía un gesto con las manos de “llámame”. 
“Parece que no habrá un polvo para mí. Pero ustedes tienen a alguien por si quieren hacer un trío, o tener una relación poliamorosa” les informó el hombre, poniendo la servilleta en la mano delante de su Capitán, quien rápidamente se sonrojó hasta las orejas y el cuello. 
“¿Qué?” cuestionó Cali sin aliento, mirando la servilleta que tenía el número de la mujer. 
“Como lo escuchaste, dijo que está interesada en la rubia caliente de grandes tetas y el hombre barbudo que no ha dejado de manosearla desde que llegaron” Soap insistió, alzando las cejas cuando soltó esa línea de barbaridades que en otro momento de su vida tendrían a Cali agarrando el rosario de su abuela contra su pecho.
“Wow, sí que fue directo al grano” se rió Garrick, conteniéndose para no soltar la carcajada que le había provocado la hilarante situación. 
“No sé si sentirme halagado u ofendido” soltó Price, rascándose la nuca y mirando de reojo a su mujer que no había dejado de sonrojarse desde la primera respuesta de Johnny. 
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suzukis-posts · 17 days ago
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𝐒𝐄𝐂𝐑𝐄𝐓 - 𝑇𝑂𝐷𝐷 𝐼𝑁𝐺𝑅𝐴𝑀
Todd ingram x Male!GayInCloset!Reader
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Advertencias: NSFW, sobrestimulacion, lector masculino, pronombres masculinos. Todo lo que escribo es meramente ficción.
★ Las imágenes utilizadas no son de mi propiedad, créditos a su respectivo artista.
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Todd esperaba con ansias tu llegada al pequeño espacio de ensayo. Había planeado la velada a la perfección: solo él y tú solos, durante horas. Sin Envy, sin distracciones, sin interrupciones. Solo ustedes dos, improvisando, bebiendo y, por supuesto, follando. En cuanto entraste, Todd sintió que se le aceleraba el corazón. Tu estilo metalero lucía tan sexy como siempre. Ese pelo rojo ligeramente desordenado, esos ojos oscuros intensos... Todd era como una masa en tu presencia. ── Oye, por aquí! ── Dijo Todd con naturalidad, intentando parecer tranquilo a pesar de su pulso acelerado.
── ¿Listo para el rock? ── Asientes, echando al hombro el estuche de la guitarra. ── Sí, hagámoslo.
Los dos se acomodaron en el estrecho escenario, preparando sus instrumentos. Mientras afinabas tu guitarra, Todd le lanzó miradas furtivas. Había algo en el serio y melancólico en ti cada vez que tocabas que realmente hizo que su motor se acelerara. Una vez que estuvieron listos comenzaron a tocar.
Todd no pudo evitar mirarte con lujuria. La forma en que tu cabello oscuro se balanceaba mientras movías la cabeza suavemente al ritmo de tu guitarra, la forma en que tus pantalones abrazaban tu cuerpo ligeramente tonificado.
Todd se estaba poniendo duro de solo mirarte.
── Estuviste increíble, _______. ── Jadeó Todd, dejando la guitarra a un lado. Se acercó a ti, mirándote como un depredador a un trozo de carne.
── ¿Quieres tomar un descanso rápido? Estoy sediento. ── Dijo, mostrándo una sonrisa coqueta. Todd sabía que eras gay en closet debido a problemas familiares con tu hermana Envy. Le encantaba la emoción de estar contigo en secreto, o más bien tener relaciones. Envy nunca necesitaba saberlo.
Todd se ocupó de sacar dos latas de alcohol de su mochila, sin apartar la mirada de tu rostro. Cuando te entregó la lata, sus manos se tocaron, enviando electricidad a través de ambos. ── Gracias. ── Susurras, con voz ronca debido al cansancio. Bebes un largo trago, con tu garganta moviéndose.
A Todd le encantaba verte beber, le encantaba imaginar otro tipo de cosas. ── Eres tan sexy cuando bebes. ── Susurró Todd sin pensar con claridad con los ojos pegados a tus labios.
Sin pensarlo, extendió la mano y pasó los dedos por la curva de tu cintura, sintiendo cálida esta. ── Te necesito. ── Dijo Todd de repente, con voz baja y desesperada.
Sostuvo tu cintura y te acercó a él. Sus labios se estrellaron en un beso abrasador, hambriento y salvaje. Todd te inmovilizó contra la pared, frotando tus caderas contra las de él. Dejas escapar un gemido ahogado mientras tus manos suben para enredarse en el cabello de Todd.
El chico rasgó la camisa de tu camisa exponiendo tu tonificado pecho. Inclinándose, Todd chupó con suavidad uno de tus montículos rosados. Dejando una linea de besos húmedos hasta tu cuello. ── Déjame tenerte, otra vez. ── Suplicó Todd, con la voz entrecortada por la necesidad. ── Nadie tiene por qué saberlo. Será nuestro secreto. ── Mordió y mordisqueó tu garganta, mientras que sus manos recorrían tu cuerpo con avidez.
Todd te ansiaba como una droga, y estaba a punto de obtener su dosis.
La lengua de Todd se arremolinaba alrededor de tu cuello, dejando besos húmedos haciendote gemir entre suspiros. Estaba siendo muy oral, muy codicioso con su boca.
Sus manos vagaron por tu espalda, acariciando y apretando tus músculos a través de tu espalda expuesta sin camisa. Todd rompió la succión de tu cuello. Sus manos se movieron alrededor del frente de tu cuerpo, apretando el bulto en tus pantalones. ── ¿Tienes alguna idea de cuánto te deseo? ── Todd susurró, mordisqueando tu clavícula. ── He estado contando los días hasta que podamos estar solos nuevamente. Sueño contigo por la noche.
Sus dedos desabrocharon hábilmente el cinturón de tu pantalón abriendo el botón de tu bragueta. Todd bajó la cremallera tu pantalón, bajándolo junto a tu ropa interior, dejando al descubierto tu longitud dura.
Todd se lamió los labios y engulló tu erección en su boca, comenzando a chupar y a mover la cabeza.
Sueltas un gruñido al sentir la caliente garganta de alrededor de tu longitud. La boca de Todd era tan hábil y hambrienta. Inclinó la cabeza rápidamente, sorbiendo ruidosamente mientras tomaba todo profundamente en su garganta. Una de las manos de Todd bombeaba la base del eje de tu longitud mientras la otra acariciaba tus bolas.
A Todd le encantaba el sabor del tu líquido preseminal, buscaba ese sabor salado y dulce con su lengua. Quería probar cada gota que tenías para ofrecer. Mientras se atragantaba y quitaba tu miembro de su boca, Todd pasó las yemas de los dedos por la piel sensible de la parte interna de tu muslo acariciando tu zona vulnerable, haciéndote estremecer.
── Todd... ── Gimes, con la cabeza echada hacia atrás contra la pared. ── Todd, no puedo... h-ha pasado demasiado tiempo mmm... m-me voy a...
── ¿Vas a hacer qué, _______? ── Todd arrulló, bombeando tu miembro, aún más rápido. Sabía exactamente lo que estabas tratando de decir. Él había estado en esta situación antes contigo, y sabía exactamente cómo manejarlo. Con una sonrisa pícara, Todd tomó tu longitud de nuevo en su boca y continuó chupando y moviendo su cabeza, atragantándose levemente cuando su cabeza golpeó la parte posterior de su boca.
Le encantaba la sensación de tu eje palpitando contra su lengua, y el sabor de tu líquido preseminal era embriagador. Todd chupó más fuerte, ahuecando sus mejillas para crear más succión, sus dedos bombeando al ritmo de su cabeza que se movía. Agarras el cabello de Todd, tus caderas se sacudieron erráticamente mientras luchabas por contenerte.
Pero el implacable asalto oral de Todd pronto resultó demasiado. Con un gruñido sueltas toda tu carga en la garganta de Todd. Tu miembro estaba palpitando en la boca de Todd mientras arrojaba carga tras carga de semen espeso sobre la lengua y la garganta del rubio.
── Ah, ah, sí... ── Gimió Todd alrededor de tu miembro, lamiendo hasta la última gota. Cuando tu orgasmo finalmente comenzó a disminuir, Todd se apartó, con un hilo de tu semen que conectaba sus labios antes de romperse.
Se chasqueó los labios y había un brillo de satisfacción en sus ojos. ── Mmm, delicioso. ── Ronroneó Todd, lamiéndose los labios. Se inclinó para capturar los tuyos en un beso profundo y apasionado, su lengua bailando con la tuya mientras transmitía su propia excitación. Las caderas de Todd se balanceaban contra tu muslo, su propia erección se tensaba contra sus pantalones. Se apretó contra ti, desesperado por fricción y alivio. Con un gruñido, Todd manoseó su cinturón, desabrochó la bragueta y liberó su dura longitud que ya estaba goteando líquido preseminal con anticipación.
Todd agarró nuevamente tu cadera con una mano, la otra acariciaba su eje con urgencia mientras besaba tus labios con deseo y hambre ── Te necesito ahora, _______. No puedo esperar. ── Jadeó en el beso. Separándose, te miró con ojos suplicantes y llenos de lujuria.
── Por favor, déjame hacerte el amor. ── Rogó Todd, guiando tu manos hacia su dura longitud. ── Tócame. Hazme sentir bien. ── Envuelves tus dedos alrededor del eje de Todd, acariciándolo con movimientos lentos y provocativos. Todd gimió con sus ojos cerrados en éxtasis. Estaba cerca, muy cerca ya, y tú ni siquiera lo estabas tocando, directamente todavía.
Las caderas de Todd se sacudieron hacia adelante, buscando más de tu toque. ── Sí, así. ── Jadeó, su aliento caliente contra tu oído. ── Eres tan bueno con tus manos.
El miembro de Todd palpitaba en tu agarre goteando constantemente ahora. El líquido preseminal goteaba sobre tu puño, haciendo que tu mano se volviera resbaladiza mientras acariciabas el eje de Todd más rápido, con más firmeza. Los gemidos de Todd se hicieron más fuertes, más desesperados, y comenzó a empujar en tu palma persiguiendo su clímax que se acercaba rápidamente.
── A-Ah me v-voy a correr.. ── Advirtió Todd, con la voz tensa. ── No pares, por favor no pares. ── Se agachó para ayudarte a trabajar su miembro, deseando alcanzar ese pináculo del placer. Sus manos se movían al unísono, resbaladizas por el líquido preseminal de Todd, hasta que finalmente Todd se vino con un grito ronco, su miembro se sacudió en tu mano mientras inundaba el puño del otro chico con semen caliente y pegajoso.
── Mmm... S-Sí... ── Gritó Todd, su cuerpo temblando por la intensidad de su orgasmo. Se aferró a ti con su rostro enterrado en tu cuello, mientras sentía las olas de placer. Cuando el orgasmo de Todd se calmó, guías su miembro gastado hacia sus pantalones. Todd jadeaba pesadamente, su pecho subía y bajaba mientras recuperaba el aliento, te mira con una expresión aturdida y saciada, sus ojos entrecerrados y vidriosos por la dicha posorgásmica.
── Eso fue... increíble. ── Susurró Todd, acurrucándose en tu cuello con cariño. ── Siempre sabes cómo hacerme sentir tan bien. Sonríes, frotando la espalda de Todd con dulzura. ── Es todo para ti, Todd. Tú también me haces sentir increíble.
Las manos de Todd se deslizaron alrededor tu trasero, dándole un apretón posesivo. ── Necesito estar dentro de ti. ── Gruñó, sus caderas ya comenzando a frotarse contra las tuyas. Tus mejillas arden ante el deseo de Todd.
── Ahora, antes de que pierda la cabeza. ── Sin esperar una respuesta, Todd hizo girar tu cuerpo y lo inclinó sobre el borde del escenario. Rápidamente le arrancó la ropa que te quedaba y la arrojó a un lado, dejándote desnudo, vulnerable y expuesto. Todd se colocó detrás de ti, con su miembro duro golpeando contra tu trasero.
Intentas hablar pero reemplazas tus palabras por un gemido ahogado al sentir el agarre de Todd en tu cabello, tirando de tu cabeza hacia atrás mientras él hacía una mueca con la punta de su longitud en tu entrada. ── ¿Listo para mí, lindo? ── Susurra Todd, su mano libre se extendió para acariciar tu cintura.
── Estoy listo para ti, Todd. ── Sueltas un jadeo empujando tu trasero contra su miembro erecto. Todd gimió, sus dedos apretaron tu cabello mientras se alineaba y comenzaba a empujar dentro.
Podías sentir la gruesa longitud de Todd extendiendo tu agujero, como cabeza de su miembro empujaba contra tu próstata con cada embestida. ── Mmm, te sientes tan bien... ── Gimió Todd, sus caderas se movieron hacia adelante con creciente urgencia. Tiró de tu cabello con más fuerza, tirando de tu cabeza hacia atrás mientras embestía dentro de ti.
El escenario crujió bajo su peso, el sonido resonó a través del pequeño espacio de ensayo. Te apoyas con una mano en el piso del escenario, no pudiendo evitar arquear tu espalda, encontrando las embestidas de Todd y llevándolo aún más profundo. Sus bolas chocaron entre sí con cada embestida frenética, el sonido resbaladizo llenó el aire junto con su respiración pesada y jadeos de placer. Todd soltó tu cabello y deslizó la mano para acariciarle tu longitud, mientras la otra mano seguía agarrando tu cadera.
── Te voy a llenar... ── Gruñó Todd, sus embestidas se volvieron más rápidas y desesperadas a medida que se acercaba al borde una vez más. ── Córrete para mí, _______ Déjame verte... ── La mano de Todd sobre tu longitud se aceleró, bombeando al ritmo de sus embestidas agresivas.
── Hazlo, córrete para mi. Ahora. ── Ordenó Todd, con la voz ronca por el deseo. Su propio orgasmo se estaba acumulando, el placer se enroscaba cada vez más fuerte en su centro.
── Estoy cerca. Voy a correrme dentro de ti, voy a pintar tus entrañas de blanco. ── Con un gemido, Todd empujó profundamente y se mantuvo allí, su miembro palpitaba mientras liberaba semen caliente en tu apretado agujero. Su orgasmo pareció durar una eternidad, chorro tras chorro de espeso semen llenandote hasta que Todd estuvo exhausto y se desplomó contra ti. Cuando las réplicas de su clímax se desvanecieron, Todd se retiró lentamente, su miembro ablandado se deslizó libre con un plop húmedo. Líquido preseminal gotearon de tu agujero estirado, la vista hizo que la longitud de Todd se contrajera de nuevo. Todd dio un paso atrás, admirando el desastre que había hecho en tu trasero.
── Te ves muy desastroso. ── Dijo con una sonrisa orgullosa y perversa, pasando un dedo por la mezcla pegajosa en tu entrada y llevándola a sus labios para probarla. ── Delicioso.
Todd levantó tu cuerpo cansado y lo giró, capturando tus labios en un beso profundo y dominante. Mientras se besaban, las manos de Todd recorrieron tu cuerpo suavemente, tanteando y apretando cada centímetro de piel desnuda. Todd se inclinó atrayendo tu cuerpo a su regazo, sus ojos emanaban lujuria mientras él se lamia sus labios. Desnudo, se mantuvo erguido, su erección sobresaliendo orgullosamente. Ambos estaban en una parte oculta del escenario, mientras que Todd nuevamente estaba posicionándose entre tus piernas abiertas. Agachó y alineó su longitud contra tu entrada una vez más, ahogando un gemido antes de empujar con un gruñido.
Estabas montando a Todd.
Cuando Todd tocó fondo, se detuvo para dejar que te ajustaras a su circunferencia. Tus paredes internas se apretaron con fuerza, ordeñando el eje de Todd, haciéndolo gruñir de placer. ── Tu trasero es mejor que un juguete sexual. ── Dijo Todd, sueltas una pequeña risita para luego jadear al sentir la longitud de Todd rozar entrada.
Sus caderas comenzaron a mecerse lentamente. Se retiró hasta que solo la punta permaneció dentro de ti, luego volvió a empujar con fuerza, marcando un ritmo castigador. El escenario crujió siniestramente mientras montabas a Todd con desenfreno salvaje, la fuerza de sus embestidas hizo que rebotaras y deslizaras por la madera. Todd agarró tus caderas, usándolas para profundizar más sus estocadas. Todd se inclinó hacia delante, apoyando sus manos a ambos lados de la tus hombros mientras empujaba con fuerza su caderas.
Su longitud estaba golpeando tu próstata de con cada golpe. Gemias y jadeabas, tus dedos arañando el escenario mientras las poderosas embestidas de Todd sacudían todo tu cuerpo. El placer era intenso, abrumador, pero intentaste igualar el ritmo de Todd. El sudor goteaba del cabello de Todd, su rostro se contorsionaba en éxtasis mientras tomaba tu trasero con hambre salvaje. Sus bolas golpeaban ruidosamente contra tu agujero, el sonido lascivo se mezclaba con sus gruñidos y gemidos. ── Tómalo todo... ── Todd jadeó, sus caderas chasqueando salvajemente ahora mientras perseguía su próximo orgasmo. Inconscientemente comienzas a saltar en el regazo de Todd.
Con un grito de placer, Todd embistió tu agujero una última vez, su miembro palpitaba mientras soltaba una nueva carga en tu interior. La intensidad de su clímax pareció sacudir el escenario debajo, y Todd se desplomó hacia adelante, enterrando su rostro en tu cuello mientras disfrutaba. Cuando el orgasmo de Todd se calmó, levantó la cabeza de tu cuello, jadeando en busca de aire.
Su longitud ablandada se deslizó fuera de tu agujero con un chapoteo húmedo, el semen y el líquido preseminal gotearon para mezclarse con el sudor en su piel. Te estiras, limpiando tiernamente el sudor de la frente de Todd antes de inclinarse para depositar un beso suave y relajante allí. ── Gracias por el viaje.
Todd con los ojos entrecerrados por la satisfacción sonrió. Se sentó sobre sus talones, haciéndote señas para que te acerques a él. Bajas obedeciendo con tu cuerpo todavía zumbando de placer.
Todd te atrajo hacia sí para un beso lento y sensual, sus lenguas se entrelazaron lánguidamente mientras sus corazones se desaceleraban por el esfuerzo. Separándose, Todd te miró con un brillo travieso en los ojos. ── Abre tu linda boca. ── Lo persuadió, guiando tu cabeza hacia su miembro ahora flácido pero todavía resbaladizo. ── Veamos esa talentosa boca tuya, de nuevo. Sonríes separando tus labios, invitando a la longitud de Todd a tu boca.
La longitud de Todd se deslizó suavemente sobre tu lengua, el calor y la humedad eran un agradable contraste con el aire fresco. Dejó escapar un suspiro de satisfacción cuando comienzas a succionar suavemente, tus labios formando un sello hermético alrededor de la sensible cabeza. Los ojos de Todd se cerraron de placer, su mano libre subió para acariciar tu cabello suavemente mientras saboreaba la tierna atención oral.
Trabajas con la longitud de Todd con cuidado, tu boca era un paraíso extasiado para el rubio. Las caderas de Todd se balancearon sutilmente, alentando el ritmo lento y sensual. Podía sentir que ya comenzaba a moverse, respondiendo a las suaves atenciones de su boca favorita.
Cuando te apartas para recuperar el aliento, Todd lo miró con adoración. ── Eres increíble... ── Murmuró, trazando tu labio inferior con su pulgar. ── Un chico tan bueno... ── Todd se inclinó para darte otro beso profundo y apasionado, enredando su lengua con la tuya mientras él transmitía su gratitud y afecto.
Cuando se separaron de nuevo, Todd te miró con un brillo decidido en los ojos. ── Mmm... ya sabes como continúa. ── Ronroneó, colocando tu polla frente a su cara. ── Quiero saborear tu orgasmo, de nuevo. ── Con un gemido hambriento, Todd descendió sobre ti.
Todd envolvió tu longitud en un movimiento rápido, su boca cálida y húmeda envolvió el eje por completo. Comenzó a chupar con intensidad urgente, su lengua girando alrededor de tu parte inferior sensible mientras sus manos agarraban la base de la tu miembro con firmeza. Jadeas, tu espalda se arqueó cuando la boca experta de Todd te llevó rápidamente al borde. Las vibraciones de los gemidos de Todd alrededor de tu miembro se sumaron a la estimulación, enviando escalofríos por tu columna.
── Todd, mmm... y-yo... ── No pudiste terminar tu oración, tu orgasmo lo golpeó como un tren de carga mientras Todd lo chupaba hasta secarlo. Tu longitud palpitaba y se retorcía en la boca de Todd, disparando chorro tras chorro de semen espeso y caliente directamente sobre la ansiosa lengua de Todd.
Todd se lo bebió todo, saboreando el sabor dulce mientras extraía hasta la última gota. Finalmente, se apartó con un chasquido de satisfacción, sus labios y su barbilla brillaban con tu semen. Todd te mira con una sonrisa satisfecha y petulante, sus ojos brillaban con diversión y afecto. ── Mmm, delicioso. ── Ronroneó, lamiéndose los labios hasta dejarlos limpios. ── Siempre tienes un sabor tan rico.
── Me dejaste seco. ── Jadeas sonriendo con cansancio, tu cuerpo todavía hormigueaba por la intensidad del clímax y el fuerte sexo que acababas de tener con Todd.
Todd se puso de pie y te abrazó, sosteniéndote cerca mientras recuperas el aliento.
Luego de unos minutos toman la decisión de ponerse nuevamente sus ropas, ya que no era un lugar para estar necesariamente desnudo. Sus cuerpos ya vestidos se apretaron, el calor se filtraba de piel a piel mientras Todd acariciaba tu cuello con ligero cariño y cansancio.
── Te amo. ── Susurró Todd, su voz suave y sincera.
Un pinchazo de culpa se apodera de tu cuerpo ante las palabras de Todd. Sabías que lo que hacías estaba mal. Meterte con el novio de tu hermana no era ciertamente correcto. Pero tu sabías cosas de Envy que si Todd supiera su relación con ella acabaría
── Yo también te amo. ── Respondes apretando tus brazos alrededor de la cintura de Todd.
No podías negar que te habías enamorado de este chico.
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imaven · 9 months ago
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𝑙. salón vip de bebidas. / en qué momento se vio envuelto en otro viaje de ida en su cabeza y sin retorno aparente. no suele beber, aún así un vaso con un trago que no pidió descansa a un lado de la pequeña tabla de quesos y un poco de carne. entierra uno de los mondadientes, y lo lleva hasta su boca. ' ¿uhm, quieres? ' ofrece cuando observa a una silueta a su lado, de reojo, le reconoce como parte de la academia. ' también está ese ¿vodka naranja? ni idea ' se refiere al brebaje, que no planea comenzar a beber ni ahora. ni más rato. suficiente tiene con el ajetreo mental que no se calla.
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silvertice · 2 months ago
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Confession Love.
Hugh jackman x female reader.
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summary: Tras una noche de celebración con el elenco, Hugh, tu amigo y compañero de escena, comienza a mostrar sentimientos ambiguos, confesando cosas bajo los efectos del alcohol. Aunque intentas restarle importancia, su mirada y sus palabras te dejan una duda inquietante.
Categories: friends to lovers, slow burn, unresolved tension, emotional conflict, mild angst, drunk confessions, theater setting, mutual pining, unspoken feelings, bittersweet ending. {TW} alcohol consumption, subtle emotional tension, hints of jealousy, minor angst, potential infidelity (emotional).
...
La función acaba de terminar, y el teatro aún retumba con los aplausos. Aunque no eran los protagonistas, tú y Hugh han recibido más de un cumplido en los pasillos. "Parecen realmente una pareja", han dicho algunos miembros de la audiencia sin saber que todo es pura actuación. Entre risas y abrazos, los planes para continuar la celebración empiezan a surgir.
Hugh, con una sonrisa radiante y esa energía chispeante que siempre tiene en el escenario, se acerca a ti. "¿Vienes, cierto? Sería casi un crimen celebrar sin ti." Su tono es ligero, pero la forma en que sus ojos brillan al mirarte le añade un toque que te hace preguntarte si sigue actuando o si hay algo más.
"Claro que sí, no me lo perdería por nada." Le devuelves la sonrisa con la misma facilidad de siempre, recordándote que, aunque la química que comparten en escena a veces parece real, ambos saben que son amigos, muy buenos amigos.
Poco después, el grupo de actores se dirige a un bar cercano. El lugar tiene ese ambiente acogedor perfecto para relajarse tras la función, con luces tenues y una música suave que invita a la conversación. Mientras buscan lugar, Hugh se queda cerca de ti, asegurándose de que tengas un asiento a su lado. Durante la primera ronda de bebidas, los compañeros bromean sobre cómo sus personajes encajan tan bien juntos y lanzan algún que otro comentario sobre la química que ambos transmitieron en escena. La conversación transcurre entre risas, y aunque a ti nunca te ha incomodado la idea de que alguien piense que hay algo entre ustedes, notas que esta vez Hugh parece un poco más callado, sus ojos reflejando algo que no logras descifrar.
La noche avanza con rapidez entre risas, brindis y algún que otro chiste sobre la función. Decides pedirte algo para beber, aunque sabes bien que tienes buena resistencia al alcohol, a diferencia de Hugh, que, con apenas unos tragos, suele empezar a desinhibirse. Esta vez no parece diferente: mientras tú mantienes la calma entre copas, él acepta uno, dos, hasta tres shots que le ofrecen, y su risa se vuelve cada vez más contagiosa, un poco más desenfadada.
Desde tu asiento, observas cómo se inclina hacia ti cada vez que dice algo, con esa actitud juguetona que le hace irresistible. Su voz, un poco más arrastrada de lo habitual, suena cálida, y sus gestos te hacen reír de forma espontánea. Sabes bien que, al paso que va, esta noche no va a llegar a casa por su cuenta.
"Sabes que no deberías mezclar tanto," le dices entre risas, empujando suavemente su hombro.
Hugh te lanza una mirada divertida, casi infantil, y se encoge de hombros. "Es celebración, ¿no? Además, me gusta cuando puedo... hablar sin filtro." Termina la frase con una sonrisa que tiene algo de misterio, algo que normalmente no dejaría ver tan fácilmente.
"¿Ah, sí? ¿Y qué cosas dices cuando hablas sin filtro?" Lo dices en broma, pero notas cómo él baja la mirada, como si pensara bien su respuesta, lo cual no deja de intrigarte.
Hugh se ríe suavemente y toma otro sorbo, más lento esta vez, como si buscara la manera de responder. "Quizás... cosas que me guardo porque somos amigos." La palabra queda flotando en el aire entre ustedes, y de repente, el ruido del bar parece desvanecerse a su alrededor.
Tus ojos se agrandan un poco, sorprendida, y no puedes evitar reírte ante su comentario. Niegas con la cabeza, como si eso pudiera disipar la extraña sensación que te deja su actitud esa noche. Él siempre ha sido un poco más desinhibido cuando toma, pero esta vez parece distinto, como si hubiese algo importante que quisiera decirte, y no logras descifrar si es solo el alcohol hablando.
Justo en ese momento, Hugh se pone de pie con un poco de dificultad, levantando su copa con un entusiasmo exagerado. "¡Un brindis!" anuncia, llamando la atención de varios en la mesa. "Por... por la mejor compañera de escena que cualquiera podría pedir..." Su voz se vuelve un poco más seria, y su mirada, a pesar de estar algo vidriosa, se clava en la tuya. "Por alguien que hace que todo sea mejor, incluso los días largos de ensayo..."
Sientes el impulso de detenerlo antes de que vaya demasiado lejos, así que te pones de pie y lo tomas del brazo, sonriendo y diciendo entre risas: "Creo que ya hemos brindado suficiente, Jackman. ¿Por qué no mejor te sientas antes de que hagas algo de lo que te arrepientas?"
Él, un poco mareado pero aún con esa sonrisa, te mira como si estuviera a punto de decir algo más, algo que parece debatirse en su mente. Pero finalmente, accede a tu pedido y se deja caer nuevamente en su asiento, sin soltar tu mano. "Tienes razón, tienes razón... Pero quería que supieras que eres especial para mí. Más especial de lo que probablemente entiendes..." murmura, con una sinceridad que te deja en silencio por un momento.
El ruido a tu alrededor sigue, las risas y las conversaciones de fondo, pero entre los dos parece haber un silencio suspendido, una tensión que no habías sentido antes, y no sabes si lo que acaba de decir fue simple entusiasmo o si hay algo más detrás de sus palabras.
A pesar de tu broma, Hugh parece estar completamente decidido a no bajar el tono de su discurso. Se recarga en el respaldo de la silla y, con los ojos brillando y una sonrisa cómplice, te mira intensamente. "¿Sabes qué? Quizás tienes razón... ¿qué tal si me callo un rato?" Pero su voz se eleva de nuevo, como si fuera imposible dejar de hablar. "Pero es que, en serio, ¿cómo es posible que no te hayas dado cuenta antes de lo genial que eres?"
Sientes la familiaridad de sus palabras, la misma que has escuchado tantas veces en los ensayos y en las charlas que solían tener. Pero ahora, hay algo diferente en la forma en que lo dice. No es solo un cumplido amigable, es como si estuviera buscando algo más, algo más allá de la actuación, algo real.
"Vamos, Hugh, en serio..." Le dices, intentando desviar el tono de la conversación mientras te echas un poco hacia atrás, casi queriendo poner algo de espacio entre ambos. "Ya basta de tanto drama, solo disfruta la noche." Lo empujas suavemente en el brazo, buscando hacerle ver que no es el momento para ponerse tan intenso.
Pero en lugar de sentarse y seguir la corriente, Hugh se levanta de nuevo, casi tambaleando un poco, y te mira con esa expresión traviesa en la que no puedes evitar ver la mezcla de niño travieso y adulto algo desinhibido por el alcohol. "¿Sabes qué? Tengo una idea," dice, antes de que puedas detenerlo. "Voy a hacer el brindis más épico de todos, y tú... tú vas a ser la primera en escucharme."
Antes de que puedas reaccionar, él agarra su copa, levantándola con un dramatismo exagerado, y te lanza una mirada cómplice. "Por la mejor persona en este mundo, por la que hace que todo lo que hacemos en el escenario valga la pena... y por ti, que, no sé, eres como un faro en medio de todo este caos."
Tu risa escapa sin querer, porque es una mezcla de ternura y vergüenza ajena. "¡Hugh, basta!" dices, tratando de retener la risa mientras le pides, con cariño, que se siente. "Ya, ya. Tienes que calmarte, ¿qué tal si mejor tomas agua y dejamos el show para mañana?"
Sigues intentando contener la risa mientras le dices, "En serio, Hugh, te vas a deshidratar más rápido que cualquier cosa con ese ritmo de tragos." Pero al decirlo, te das cuenta de que él ya no está tan atento a tus palabras. En su lugar, te observa fijamente, con una mirada que no puedes leer del todo, como si estuviera tratando de analizarte, de entender algo más allá de la simple broma.
La sonrisa en su rostro se suaviza, y por un segundo, parece que ha dejado de escuchar el bullicio del bar a su alrededor. El tiempo parece ralentizarse, y todo lo que puedes hacer es sostener su mirada, sintiendo una extraña mezcla de incomodidad y algo más, algo que no logras identificar del todo.
A pesar de tu intento de restarle importancia a la situación, Hugh no responde. Su silencio se hace más notorio y te provoca una ligera incomodidad. ¿Acaso está pensando en algo más? ¿O se está dejando llevar por el alcohol?
El ambiente a tu alrededor parece desvanecerse, hasta que finalmente, él rompe el silencio. Pero no con palabras. Solo se inclina un poco hacia adelante, su mirada fija en la tuya, como si estuviera buscando algo, algo que tú no sabes cómo darle.
Tu corazón da un pequeño salto, y te haces la pregunta: ¿realmente estaba solo tomando demasiado, o hay algo más en todo esto?
El momento se alarga, y por un segundo, piensas que podría decir algo que cambie la noche, que cambie todo. Pero entonces, con un suspiro, Hugh se endereza nuevamente y se aparta de ti, como si todo lo anterior fuera solo una fantasía pasajera.
"Perdón, creo que me fui un poco... ya sabes," dice finalmente, sonriendo y levantando su copa como si nada hubiera pasado. "Solo estoy contento de estar aquí con los mejores, ¿no?"
Después de ese breve, pero intenso, momento de silencio, te apartas un poco, buscando algo de distracción. Miras a tu alrededor y te das cuenta de que, sin que te dieras cuenta, ya ha pasado mucho más tiempo del que pensabas. Las luces del bar parecen más cálidas ahora, y el murmullo a tu alrededor es más fuerte, los risueños comentarios se mezclan con la música, creando un ambiente de pura jocosidad.
Observas a los demás, todos se han soltado, el alcohol ha hecho su efecto, y aunque algunos ya están un poco desinhibidos, no puedes evitar notar lo felices que parecen. Hay algo en sus caras, algo entre risueño y algo un poco tonto, que hace que el lugar se sienta más como una fiesta entre amigos que una simple salida después del trabajo. Todo el mundo parece un poco más relajado, casi como si el trabajo hubiera quedado atrás y lo único que importara ahora fuera disfrutar del momento.
Tienes que reprimir una risa cuando ves a algunos de los actores del elenco actuando un poco más... curiosos, y te preguntas en qué momento todo el grupo se fue transformando en una especie de burbuja de alegría boba, donde las palabras son más risueñas que coherentes.
Pero lo que más te llama la atención es Hugh. De alguna forma, parece que el ambiente lo ha atrapado de la misma manera. Mientras sigues observando a tu alrededor, te das cuenta de que él sigue allí, tan cerca, pero ahora con una copa en la mano que ni siquiera recuerda haber llenado. Su expresión sigue siendo juguetona, pero algo en su postura parece diferente, como si él también estuviera intentando comprender qué está pasando en este juego de risas y bromas.
Cuando sus ojos se encuentran con los tuyos nuevamente, hay una chispa en ellos, una que te hace sentir incómoda, pero también te provoca algo dentro, una especie de anticipación. Pero justo antes de que puedas decir algo, él vuelve a sonreír, esta vez de una manera más torpe, como si fuera incapaz de mantener el tipo de seriedad que había tenido antes.
Sigues observando a Hugh, quien sigue sonriendo como si estuviera en un mundo paralelo, moviendo la copa de un lado a otro sin mucha intención. Al final, decides romper el silencio con algo ligero, pero que aún refleja ese toque de diversión.
"¿Sabías que no tienes tolerancia al alcohol?" le dices, sin rodeos, mientras lo miras fijamente. "Lo digo porque siempre en los eventos o entregas de premios, siempre te veíamos con una botella. Pero el segundo trago ya te tenía dando vueltas."
Hugh te mira, un poco sorprendido por tu observación, pero después se echa hacia atrás en su silla y se ríe. "¡Vaya, vaya! ¿Así que has estado observándome, eh? Pues sí, soy un desastre con el alcohol," responde con una sonrisa traviesa, como si estuviera bromeando, pero hay algo en su tono que suena más sincero de lo que esperabas. "Nunca he sido de aguantar mucho. Pero es que... ya sabes, cuando te dan una botella en cada evento, es difícil decir que no."
Te ríes ante su comentario, sabiendo que él tiene razón. Los organizadores de esos eventos solían mimarlo un poco más de la cuenta, y aunque a veces lo hacía parecer encantador, otras veces simplemente terminaba siendo un desastre adorable. Pero ahora, al verlo de cerca, algo en sus ojos te dice que tal vez no solo estaba bebiendo por diversión, sino también como una forma de desconectarse, de olvidarse de algo por un rato.
"¿Y cómo es que nunca te pasó factura?" preguntas con tono curioso, sin dejar de mirarlo. "Con todo lo que tomabas, me sorprende que sigas de pie."
"Porque tengo una habilidad especial para dar la apariencia de estar bien," dice, levantando la copa como si estuviera haciendo un brindis por su propia habilidad. "Pero ya ves, esta vez no estoy tan seguro de qué está pasando... parece que mi tolerancia ya está a cero. Y tú, ¿te has dado cuenta de que me estás observando demasiado?"
La tensión en sus palabras es sutil, pero ahí está. Y aunque su tono es juguetón, sabes que en el fondo hay algo más que tal vez no está tan claro ni siquiera para él.
En ese momento, tu teléfono vibra en tu bolso, sacándote de la burbuja de complicidad en la que te habías sumido. Sacas el móvil y ves que es un mensaje de un amigo, simplemente preguntando cómo va la noche. Sonríes mientras lees y, al responder, no puedes evitar que tus labios se curven en una sonrisa sutil, más por el mensaje que por la situación en sí.
Hugh, que te había estado observando con más atención de lo que te habías dado cuenta, se queda en silencio unos segundos más. Luego, en un tono que te parece ligeramente más suave, dice: "¿Sabes? Eso... eso es lo que me gusta de ti. Siempre tan... genuina, tan... fácil de hacer sonreír."
Es una de esas frases que te hace detenerte un instante, porque aunque parece una observación simple, hay algo detrás de la forma en que la dijo. Algo en su mirada, que ya no tiene la chispa juguetona de antes, sino una suavidad que te toma por sorpresa.
Te giras hacia él, intentando entender el cambio, pero no es fácil leerlo en ese momento. "¿Genuina?" repites, ligeramente confundida, mientras guardas tu móvil en el bolso.
"Sí," responde, arrugando un poco la frente como si estuviera buscando las palabras adecuadas. "Es raro... pero, no sé. Es como si todo en la vida fuera más fácil contigo, más... claro." Sus ojos se encuentran con los tuyos, y por un segundo, parece que no está seguro de lo que acaba de decir. "Es solo que, ya sabes, algunas veces no entiendo por qué todo se siente tan... tan natural entre nosotros."
Tienes que hacer un esfuerzo para no dejar que la confusión te gane. No sabes qué está tratando de decir, si realmente lo sabe o si está hablando solo por el alcohol. Pero algo en sus palabras te hace pensar que esto es más de lo que parece.
"¿Natural, eh?" le preguntas con un tono ligero, intentando aligerar la tensión que se está formando en el aire. "Será porque llevamos mucho tiempo trabajando juntos, Hugh. Es normal que se sienta así. Nos conocemos bien."
Sin embargo, él no parece tan convencido. Posa su copa sobre la mesa, su mirada ahora centrada en ti con una intensidad que no habías notado antes. "Sí... supongo," responde, pero con un toque de inseguridad que no encaja con su usual confianza. "Pero, a veces... no sé, siento que hay algo más. Como si no fuera solo por el trabajo, sabes..."
Y en ese momento, la realidad de lo que está intentando decirte empieza a colarse en tus pensamientos, pero antes de que puedas procesarlo completamente, Hugh da un sorbo a su bebida, como para calmar los nervios que parecen aflorar.
¡Perfecto! Aquí te dejo cómo podría continuar la escena, manteniendo la tensión mientras la protagonista intenta racionalizar lo que está pasando y tratar de restarle importancia al comportamiento de Hugh
Sientes que la incomodidad empieza a crecer dentro de ti, como una pequeña bola que se va haciendo más grande. Sus palabras, tan sinceras pero confusas, te dejan con una sensación extraña. Intentas mantener la calma, pero no puedes evitar preguntarte si está siendo más directo de lo que debería, o si solo está dejando que el alcohol hable por él.
Suspiras disimuladamente y te recargas en la mesa, tratando de aliviar la tensión. "Hugh, creo que el alcohol te está afectando más de lo que crees," dices con una risa nerviosa, como si fuera todo una broma. "Deberías relajarte, estás diciendo cosas que... bueno, no suelen ser muy claras."
Te esfuerzas por mantener el tono ligero, como si todo fuera un malentendido, como si no tuvieras idea de lo que realmente está pasando. En tu mente, piensas que quizás solo es el efecto del alcohol, que está hablando sin pensar, y que en la mañana se olvidará de todo esto.
Pero a medida que lo miras, te das cuenta de que él sigue allí, mirando con una intensidad que no puedes ignorar. Hugh parece pensarlo un momento antes de hablar, y cuando lo hace, su voz suena más baja, casi como si fuera un susurro.
"No, no creo que sea solo el alcohol," dice, jugando con la copa de nuevo. "Es solo que... no sé, a veces siento que hay algo que no decimos, algo entre nosotros. Pero tal vez estoy equivocado. Tal vez soy solo yo siendo demasiado... emocional."
Lo miras con una sonrisa tensa, intentando no darle más vueltas al asunto. "Vamos, Hugh. Lo sé, ya sé. Solo estás un poco borracho y mezclando las cosas. No te preocupes, en un par de horas ni te acordarás de lo que dijiste."
Pero incluso al decirlo, algo en su mirada te hace dudar. No sabes si lo está diciendo en serio o si, como pensabas, está solo dejado llevar por el alcohol, pero la verdad es que... algo te dice que esto podría no ser tan simple como parece.
La conversación se queda suspendida en el aire, y cuando Hugh te mira con esa mezcla de duda y algo más, decides darle un toque más ligero, como si todo fuera un malentendido. Pero cuando él habla nuevamente, su tono es bajo, directo, y algo más serio.
"Es solo que..." empieza, la voz un poco más grave de lo habitual, "a veces me pregunto si... si podría haber algo más, ¿sabes? Entre nosotros."
La suavidad con la que lo dice te atrapa, y por un momento, parece que el mundo se detiene a tu alrededor. El calor sube a tu rostro sin que puedas evitarlo, y sientes que el rubor se extiende rápidamente por tus mejillas. Intentas disimularlo, pero no puedes evitar que tu corazón lata más rápido, como si estuviera sintiendo cada palabra en su totalidad.
No sabes qué responder, así que el silencio entre los dos se vuelve incómodo, y el peso de sus palabras comienza a hacer mella en tu mente. Todo lo que habías pensado como un malentendido, de repente parece mucho más real. Y es en ese instante de silencio cuando algo te hace sobresaltarte.
Un par de manos cálidas y familiares rodean tu cintura, interrumpiendo tus pensamientos. Un suave beso se posa en tus labios, y, al abrir los ojos, te das cuenta de que es tu novio, que ha llegado para buscarte.
"¿Te he dejado mucho tiempo?" te pregunta, su voz un poco cargada de preocupación, pero al mismo tiempo, con una sonrisa tranquila. "Era tarde y vi que habías estado tomando un poco... pensé que sería mejor irte a casa."
El gesto de su llegada te hace soltar un suspiro de alivio, pero también una sensación extraña se instala en tu pecho. Te preguntas si Hugh había notado el cambio, o si había algo más que no habías querido ver antes. La idea de la confesión, o tal vez lo que era, se desvanece un poco al ver a tu novio, pero la sensación de incomodidad persiste.
"Todo está bien, de verdad," dices con una sonrisa cansada mientras te giras hacia tu novio, tratando de disimular la sensación extraña que se ha formado en tu pecho. "Solo estoy un poco cansada, no te preocupes," añades rápidamente, con la esperanza de que no note la tensión que aún persiste en el aire.
Sin embargo, mientras hablas, tus ojos se desvían brevemente hacia Hugh. El cambio en su rostro es inmediato y claro: su sonrisa se desvanece y la tristeza comienza a inundar sus ojos. La chispa juguetona que solía brillar en su mirada ha desaparecido, reemplazada por una sombra que te golpea de frente. Te das cuenta de que, a pesar de tus palabras, algo ha quedado en el aire, algo que no puedes borrar tan fácilmente. La incomodidad crece en ti, pero intentas ignorarla, no sabes si es porque el alcohol lo ha dicho todo o porque, en el fondo, tú también has sentido una verdad entre sus palabras.
Para no darle más importancia al momento, decides actuar con rapidez. Mirando a uno de tus compañeros de trabajo, le haces una seña. "¿Podrías llevar a Hugh cuando terminen? Creo que no va a poder regresar solo." La petición sale natural, casi como un mecanismo para evitar un conflicto innecesario, para desviar la atención de la situación incómoda en la que te encuentras. El amigo asiente, aceptando sin preguntar, pero puedes ver que hay algo que no encaja en su mirada.
Recoges tus cosas rápidamente, el sonido del crujido de tu bolso siendo cerrado rompiendo el silencio, mientras Hugh permanece sentado en la misma posición, con la vista fija en el vaso que aún sostiene. La imagen de su rostro triste te persigue un momento antes de que te acerques a él. Es un gesto suave, casi mecánico, pero te sientes obligada a despedirte. Le sonríes con una leve sonrisa, una que sabe a despedida más que a bienvenida, pero que intentas que suene amable.
"Cuídate, Hugh," le dices en un susurro, esperando que esas palabras sean suficientes para cortar la tensión del momento. Pero no sabes si las palabras lo son, o si, de alguna forma, no han sido más que un intento por convencerte a ti misma de que todo está bien.
Justo cuando te giras para irte, tu novio toma tu mano, tirando suavemente de ti hacia la salida. El sonido de tus pasos resonando en el suelo parece llenarlo todo de ruido, como si el silencio entre tú y Hugh aún persistiera en el aire. Pero en el último momento, antes de cruzar la puerta del local, tu mirada se vuelve involuntaria hacia atrás. Tus ojos se encuentran con la figura de Hugh, todavía sentado, mirando al frente con un aire perdido, como si estuviera atrapado en sus propios pensamientos.
Un nudo se forma en tu estómago, y por un instante, te preguntas si realmente has hecho lo correcto. El recuerdo de su confesión, la incertidumbre en su mirada, la suavidad de sus palabras... todo se entrelaza en tu mente, y un pensamiento fugaz cruza por tu cabeza: Las personas dicen la verdad cuando están borrachas. Pero, ¿qué significaba eso en realidad? ¿Era todo solo una confusión, o realmente había algo más detrás de esos ojos? Sientes una mezcla de curiosidad y desconcierto, y por un momento, el camino hacia la salida parece más largo de lo que realmente es.
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quetzalnoah · 8 months ago
Text
Tranquilo, no es definitivo, así tenía que pasar, pero no es para siempre. No para siempre será esa sensación de que el mundo te aplasta como a Atlas. No siempre será la melancolía el sabor de tu café. No durará para siempre ese sentimiento de querer estar atado a la cama. La naturaleza es cambiante, el mundo gira y es impredecible. El universo no concede favores, pero la memoria de los valientes se fuga con decoro bajo las pupilas de las estrellas. No siempre vas a vivir en escasez y tampoco el fracaso será tu condena. No siempre la riqueza va a perdurar, habrá tiempos de abundancia y otros en los que habrá que comer menos carne. Pero no será para siempre. La flama del conocimiento iluminará tu camino. Si crees en el destino tu fe y tu entendimiento te llevarán a él. La plenitud y la desdicha son caras de la misma moneda con la que pagamos nuestra existencia y siempre están en un volado. Disfruta cada etapa, cada amigo, cada libro, cada canción, cada domingo, cada jueves, cada café, cada amargo trago, cada cerveza caliente, cada beso inesperado, cada desamor, cada sonrisa, porque todas estas cosas están hechas de la misma materia efímera con la que le damos forma a los recuerdos.
Divagaciones, Quetzal Noah
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verso-abstracto · 1 year ago
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Eres muy cruel, después de que te lloré demasiadas noches un día por fin el llanto cesó y mi corazón sano.
Y ahora regresas como si nada, no te perdonó, vete y no vuelvas más, ya tuve suficientes tragos amargos no necesito otro.
-Pattinson_v
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