#no me preparare nada para mañana
Explore tagged Tumblr posts
Text
#que pesada es la gente#tanto un bando como otro#discutir por la cara y ponerse a la defensiva da pereza#esque da pereza de ver#los de la UPC son mejores#ea ya lo he dicho#siempre con malos rollos y tonterías#al final uno se siente hasta incómodo#por eso dije el otro día que discutir con profes pues no#y más cuando gran parte de la nota depende de ellos 😂#tampoco les lames el culo y se lo dejas húmedo pero pfff paso#se discute con la gente a la que quieres !!!!! el resto son tonterías :)#y me giro y los del sector sud meandose de la risa#����😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂😂#a mi hay momentos que me cuesta contener la risa#😗#a veces miras a alguien y dices ‘macho como os aguantan en casa? o como os aguanta vuestra pareja?’ 👀#los tranquilos de clase ya empezamos a hablar y a poner los ojos en blanco 😀#ya hablé con una profe por estas tensiones y al final me dijo de ir a hablar con el profe afectado pero es en plan que ni me va ni me viene#teniendo todo 10 si sale algún 8 me da igual#tengo mejores cosas que hacer#hay que aprender a decir las cosas cuando toca y cuando no pues a callar#menos dramas y más felicidad#en 10 años ni os acordareis de estos profes#si esque da igual 😂#menos mal que en lo de qa y otros sitios hay gente de mi edad y mismo nivel de madurez#ahí lo dejo#porque vamos 😂😂😂😂#no me preparare nada para mañana#0 interés la vdd y más con los dramas que se saca la gente de la manga
911 notes
·
View notes
Note
lindaa podes hacer uno de esteban kuku smut, me dio tierno, corte primera vez o algo asi, si no haces de él no pasa nada, yo entiendo
hola reina!! OBVIO que escribo para kuku, estaba esperando que alguien pida aaa te adoro !! hice esto recien, super rapidito, espero que te guste ♡
𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ petit-déjeuner
pairing: bf!esteban x gf!r
sinopsis: Esteban acaba de volver de su viaje a Venecia y estas dispuesta a recuperar todo el tiempo perdido.
content: age gap sin desarrollar (ambos +18), stablished relationship, smut sin plot (jiji), fingering, p en v, mentions of breeding, fluff, no se que más.
word count: 1.7k cortito y conciso.
Hacía ya un día que Esteban había vuelto de su viaje a Venecia, donde asistió al prestigioso festival de cine. Lo habías extrañado, aunque te costara admitirlo incluso solo para vos misma. Tu cuerpo lo ansiaba.
Por eso, cuando escuchaste el familiar sonido del motor del auto apagándose en el garage, prácticamente corriste a lanzarte encima de él en cuanto entró por la puerta. Hizo a un lado su bolso para sostener tu cuerpo entre sus brazos mientras le llenabas de besos la cara.
Pasaron la noche entre copas de vino y pasta, compartiendo experiencias de Venecia, la gente que conoció, el éxito de la película y la felicidad de estar de vuelta en su queridisima Buenos Aires junto a vos. Esteban y vos llevaban once meses juntos, aunque los últimos meses habían sido caóticos debido a los rodajes, viajes y todo el trabajo de producción, dejando la vida sexual en segundo plano, sin embargo ambos tenían necesidades y estabas dispuesta a saciarlas.
Sabías que Esteban estaba cansado por el viaje, así que esperaste hasta la mañana siguiente para deslizarte desnuda en la cama que compartían. La luz matutina resaltaba los marcados rasgos de tu novio, y por un segundo pensaste, "¿Cómo puede tener una cara tan angelada?". Aunque Esteban ya estaba despierto desde que entraste a la habitación, mantuvo los ojos cerrados hasta que te subiste completamente a la cama y encima de él.
"Ah, bueno...", dijo, recorriendo con la mirada tu cuerpo y regalándote una sonrisa ladeada. Te mordiste el labio mientras comenzabas a restregarte contra él. Solo llevaba puestos unos boxers, así que frotaste tu cuerpo contra el suyo, disfrutando del calor de su piel.
"¿Estamos cariñosas hoy?", señaló con un tono burlesco pero dulce. Gemiste suavemente, besando ligeramente su muñeca cuando sentiste sus dedos entrelazándose en tu cabello.
"Estuviste lejos mucho tiempo", dijiste en un suspiro.
"Fue solo un mes, gorda."
"Mucho tiempo".
Esteban soltó una pequeña carcajada mientras te acomodabas sobre él, tus manos reposando en su pecho definido.
"Me debes algo", dijiste finalmente, mirándolo con ojos suplicantes.
Esteban arqueó sus cejas mientras sus manos se paseaban suavemente por tus muslos y costillas, a veces subiendo a tus pechos, acariciándolos con un poco de fuerza y bajando otra vez.
"¿Ah sí? ¿Y cómo puedo saldar la deuda?"
"Vos sabes perfectamente cómo, kuku."
"No, ángel, decime qué querés."
"A vos."
El mayor deslizó su pulgar por tu cadera, acariciándola con una sonrisa en su cara. "¿Sí? Pero si ya estoy acá, a mí ya me tenés hace mucho tiempo", refutó, haciéndose el desentendido.
Tu pecho estaba rojo de la vergüenza, sabías que te iba a hacer decirlo. "Quiero que me cojas", dijiste ahogando un gemido, tus caderas todavía moviéndose encima de su ya erecto bulto generando una fricción extasiante.
Esteban parpadeó ensimismado ante la vista que tenía delante suyo.
"¿Sí?"
"Sí, kuku, porfa", rogaste sobre su regazo.
"¿Cuánto?" volvió a preguntar, sus dedos estimulando tus pezones mientras se incorporaba lentamente. "Dios, te necesito adentro mío, Esteban, te necesito ya", exclamaste desesperada ante tantas preguntas.
El mayor soltó una risa, sus palmas sujetándote suavemente pero con firmeza.
"Está bien, preciosa, pero primero te quiero preparar."
"No, no, no, por favor, no hace falta."
"No es negociable, nena. Si quieres que te coja, primero te vas a tener que correr dos veces con mis dedos. Sino no hay trato", dijo, terminando de incorporarse y volteándote, quedando así en la posición en la que él estaba hace unos segundos atrás, su cuerpo por encima tuyo. Ambos sabían que tenía la fuerza suficiente para manejarte como quisiera.
Mordiste su brazo en respuesta, pero a él pareció no importarle mientras marcaba su camino hacia tus muslos con besos, así que simplemente te dejaste llevar. Después de todo, no te molestaba tener un par de orgasmos adicionales. Esteban siempre había sido hábil con sus manos y boca, pero después de tantos meses sin ningún tipo de contacto, cuando por fin sentiste sus largos dedos acariciando y estirando tus paredes empapadas, mientras su lengua jugaba con tu clítoris, llegaste a los dos orgasmos sin problema después de un par de minutos, casi rozando un tercero antes de gemir y arañarle los bíceps; tus uñas dejando marcas rojas en su piel.
"Ahora sí, tebi", dijiste sin aliento, tus piernas temblando por tus orgasmos recientes. "Por favor, no puedo más."
"Ahi va, bebé, esperaste todos estos meses ¿Qué te va a hacer unos segundos más?", murmuró coqueto, levantándose para que te sujetaras de sus hombros y te acomodaras encima suyo, tus rodillas seguían débiles, por lo que intentaste alinearte y sentarte encima de su polla con rapidez.
Sin embargo, él no te dejó apurarte y te fue ubicando lentamente encima de su duro miembro, entreteniéndote con un beso hambriento, su lengua introduciéndose en tu cavidad bucal mientras dibujaba círculos sobre tu sobreestimulado clítoris. Te estremeciste alrededor de él cuando sentiste cómo su punta se abría paso entre tu apretado interior, tan mojada que goteabas sobre su polla y sus muslos.
Cuando finalmente se hundió por completo, intentaste moverte de inmediato, deseando sentir cómo te destrozaba. Pero nuevamente te retuvo, retorciéndote y gimiendo, apretada contra él.
"Shh, disfruta un poquito", te dijo mientras presionaba besos y mordidas en tu hombro, tus uñas clavadas con fuerza en sus hombros ante la repentina intrusión y anticipación.
Cuando finalmente aflojó su agarre en tus caderas, inclinaste tu peso hacia adelante, apretándolo contra el borde de la cama, y bajaste las manos hacia su ancho pecho. Cambiaste el ángulo de manera que veías estrellas al sentir su polla tan dentro tuyo.
"Dios, kuku", dijiste en un gemido, con la voz temblando un poco mientras tus caderas empezaban a mecerse contra su pelvis. Él gimió, casi como alentándote, viendo cómo la luz del sol se filtraba por la ventana y daba contra tu cuerpo desnudo, sus palmas se encontraban ligeramente presionadas sobre tus muslos mientras su pene bombeaba en tu interior. Todo se sentía increiblemente bien.
"Dios amor, es como si hubieras sido creada solo para mí", balbuceó envuelto en el delirio del momento, y por un momento pensaste que sí;
estabas hecha solo para él.
El mayor guió tus caderas hasta encontrar un ritmo adecuado que te hacía rozar tu clítoris contra el suave vello rubio sobre su pelvis. Toda esta situación era mucho para vos, realmente mucho después de haber alcanzado el clímax dos veces, pero no paraste incluso cuando algunas lágrimas comenzaron a salir de tus ojos, escurriéndose por tus mejillas, siendo resaltadas por la suave luz del sol golpeando tu cara.
Su polla se sentía tan bien dentro tuyo, te llenaba de una manera exquisita. La punta de su miembro se curvaba contra tus paredes y rozaba perfectamente ese punto dentro tuyo. Gemiste y jadeaste ante tal estímulo mientras mordisqueabas distraídamente su cuello y clavículas y gemías su nombre en su oído.
Una de sus manos subió hasta uno de tus pechos, tomándolo en su boca, chupándolo y besándolo vorazmente mientras que la otra estimulaba tu clítoris con velocidad.
Lo montaste vigorosamente mientras sentías cómo tu tercer orgasmo amenazaba cada vez más con llegar. Tus caderas comenzaron a moverse de forma desincronizada cuando un gemido agudo se escapó de tus labios. Esteban entendió la situación al instante, por lo que tomando tus caderas, salió de tu interior y te volteó nuevamente, un quejido abandonó tus labios ante la falta de estímulo. Sin embargo, Esteban volvió a adentrarse en tu coño apenas terminaste de acomodarte en cuatro, con tus antebrazos apoyados sobre la cama y el culo alto en el aire, dándole una vista asombrosa a su parecer, lo cual lo incentivó a mover sus caderas de una forma lenta y seductora, sin embargo golpeando justo el punto adecuado.
"Amor! Por dios!", gritaste contra la almohada, saliva escapándose de tu boca hacia la sábana, tu clímax cada vez más cerca, "Por favor, que rico, seguí, seguí, justo ahí." lloriqueaste de placer, tu respiración agitada "M-mas fue-fuerte." dijiste fuera de si.
Te desmoronaste debajo suyo apenas treinta segundos después, temblando, colapsando sobre el colchón y apretando las sábanas en tus puños como buscando que eso te salve de la sensación tan abrumadoramente satisfactoria, tu espalda todavía arqueada para mantenerlo adentro tuyo. Él acarició tu espalda, suavizando sus estocadas mientras sentía cómo lo apretabas tan, tan fuerte.
"Amor", murmuraste después de un minuto, incorporándote un poco, luciendo completamente agotada.
"¿Listo?" preguntó, sacando su miembro de adentro tuyo a punto de ayudarte a levantar.
Negaste, girando tu cuerpo, quedando ahora boca arriba y volviste a abrir tus piernas, sabías que todavía faltaba él.
"Acabá", le dijiste mientras guiabas su polla hacia tu entrada una vez más, apretándote alrededor suyo y sonriendo maliciosamente cuando sus ojos se cerraron con fuerza ante la sensación. "Porfi, quiero que acabes antes de que vayamos a desayunar."
Él no esperó ni una palabra más y te sacudió fácilmente de arriba hacia abajo, penetrándote con intensidad, buscando su propia liberación y vos seguiste el ritmo felizmente, apretando tus paredes cada vez que se empujaba dentro tuyo, exprimiéndolo. Miraste ensimismada sus músculos tensándose y emitiste pequeños sonidos ante la sobreestimulación, llorando de placer y aferrándote a sus brazos, rasguñando los mismos.
Cuando él llegó al clímax, gemiste como si hubieras acabado de nuevo, inclinando la cabeza hacia atrás mientras sentías su cuerpo desplomarse encima del tuyo durante unos segundos.
"¿Eso era lo que querías?" preguntó con su respiración agitada, tus dedos acariciando sus claros cabellos mientras él presionaba suaves besos en tu mejilla.
"Mhmm."
"Dios, te extrañé tanto, preciosa", dijo incorporándose, saliendo de tu interior con delicadeza y presionando un beso en tus labios.
"Mhmm", repetiste, tus ojos estaban cerrados y tenías una sonrisa pintada en la cara. Esteban se rió por lo bajo, acomodando los cabellos que estaban en tu rostro detrás de tu oreja.
"¿Quieres ir a bañarte mientras hago el desayuno?" dijo acariciando tu mejilla con tanto amor que pensaste que podías derretirte ahí mismo. Consideraste la oferta, pero terminaste negando con la cabeza. "Bañemonos y después hacemos juntos el desayuno", dijiste mirándolo a los ojos. Esteban entendió enseguida a lo que te referías y depositó un beso en tu nariz.
"Bueno, vamos a bañarnos, el desayuno puede esperar."
#esteban kukuriczka#esteban kukuriczka fanfic#esteban kukuriczka fluff#esteban kukuriczka one shot#esteban kukuriczka smut#esteban kukuriczka x reader#esteban kukuriczka x you
358 notes
·
View notes
Note
Holi! ✨
Te gustaría escribir una fic de enzo soft sobre la mañana después de que lectora tenga su primera vez con el y ella tenga que caminar despacito porque la re cogio mal y el se preocupe porque siente que fue muy duro con ella y sea todo super tierno 😭?
(ya se que no es muy alto ni nada por el estilo pero mido 1.50 y soy bastante flaquita and I know that man would wreck me)
No se si por el tipo de request se note pero soy la del ask de gentle sex
+18!
El aroma del café te despierta por la mañana y se entremezcla con el aroma de las sábanas que te rodean, impregnadas con el perfume de Enzo y un algo más que provoca que entierres tu rostro en la almohada.
-Buenos días...
Enzo trae consigo una bandeja y también una sonrisa que, aunque borda la timidez, parece sugerir cierta complicidad e intimidad. Coloca la bandeja sobre el colchón y se estira para darte un beso, por accidente descansando su peso sobre la mano que colocó en tu cadera y haciéndote protestar.
Levanta el dobladillo de la camiseta que te prestó para dormir y frunce el ceño cuando encuentra las huellas de sus dedos en tu piel. Bajás la mirada para comprender el por qué de su mueca y no podés evitar recordar la forma en que guió tus movimientos sobre su cuerpo.
-Perdón, bebé, no...
-No pasa nada.
Pero sí pasa, porque cuando te sentás el roce de tu intimidad con el colchón arranca un quejido de tus labios. Intentás disimular y buscar una mejor posición, pero el interior y la parte posterior de tus muslos también duelen, igual que lo hace tu abdomen bajo.
-Voy al baño rápido y...
Te interrumpe la fatiga de tus músculos cuando intentás ponerte de pie. Enzo se sentiría orgulloso por la forma en que tus piernas tiemblan, pero de momento lo único que siente es culpa por ver cómo batallás con los efectos de la noche que compartieron.
-Te ayudo.
Ir al baño es otro problema, porque allí descubrís que tu entrada está aún demasiado sensible y el agua es más que suficiente para provocar un dolor que también hace presencia en la zona de tu clítoris. Casi te avergüenza un poco pensar en lo excitante que es encontrarte en tal estado luego de tu primera vez con Enzo.
-¿Todo bien?- pregunta cuando salís.
-Sí...- hacés una mueca al sentarte.
Enzo se arrodilla junto a la cama y sus manos separan tus muslos para examinarte. Tus mejillas arden pero no comprendés si es vergüenza o excitación, mucho menos luego de que decide rozar tus pliegues enrojecidos.
-Mirá cómo estás...
Apretás los párpados con fuerza.
Por mucho que disfrute pensar en arruinarte todavía más (es difícil olvidar la forma en que llorabas de placer bajo su cuerpo o ignorar el ardor de los rasguños que tus uñas dibujaron en su espalda), Enzo deja de lado esos pensamientos para cuidarte el resto del día y permitir que tu cuerpo se recupere adecuadamente.
Masajea tus músculos y también tus pies, te ayuda a tomar un baño e incluso te ordena quedarte recostada mientras él se encarga de preparar la cena, que luego cortará y te ofrecerá como último acto de devoción antes de tomar tu cuerpo nuevamente.
"La re cogió mal" es ahora mi nueva frase favorita luego de "Me desperté puta". Amo la forma en que se expresan y amo los pedidos que hacen 😭❤️
#letters to enzo#deep in thought#deep answers#enzo vogrincic#enzo vogrincic fluff#enzo vogrincic smut#enzo vogrincic x reader#lsdln cast
95 notes
·
View notes
Text
Poseedor - El corredor
Quería relajarme y despejar mi mente después de un largo día, solo necesitaba caminar un poco antes de regresar a casa a preparar la cena. No pensaba dejar mi cuerpo hoy, pero ese sujeto me esta tentando demasiado.
Desde que besé a alguien por primera vez supe que podía tener el cuerpo de las personas, es una habilidad que trato de ocultar y solo usarla cuando me obsesiono con alguien. Ese chico en licra esta pidiendo a gritos que tomé su cuerpo, solo será esta noche, mañana tengo que trabajar.
Me detengo un momento y espero a que él se acerqué. El lugar esta poco iluminado y la gente es básicamente nula. Cuando pasa a mi lado lo tomo con firmeza de la camisa y lo fuerzo a besarme. En un principio se resistía y daba gruñidos, poco a poco su agresión fue disminuyendo; estaba listo para entrar en su cuerpo.
Mi alma salió de mi boca, entro lentamente por la suya, me apoderaba de él sin que pudiera hacer nada. Me extendí por todo su cuerpo, tomé sus piernas, luego su torso y finalmente la parte superior. La primera vista que vi fue a mi anterior cuerpo desvaneciéndose en el suelo y junto a el estaba el dueño de este cuerpo. Es la única cosa que me disgusta de mi poder, la gente no “duerme” o “desaparece” siempre esta activa observando todo lo que hago con su identidad, lo favorable es que soy el único que puede verlo.
El sujeto parece confundido y aterrado, es normal, alguien más acaba de apoderarse de su cuerpo. Hice un ademan con mi mano y mi cuerpo en el suelo se levantó y siguió caminando como si nada hubiera pasado. Barro a mi nuevo yo con mis manos y me detengo en la entrepierna para darle un pequeño apretón. Doy un suspiro y me imagino la noche que tendré con este nuevo chico.
161 notes
·
View notes
Note
Hola! Qué tal? Jsjs Con lo del pedido pues si puedes y quieres, me gustaría algo con Hobie
La idea está algo rara(? No sé xd pero pensaba en algo como que rayita y Hobie pueden verse entre sí aunque son de distintas dimensiones. Como si hubiera un fallo en sus respectivas dimensiones que hace que ambos vean al otro como un "fantasma". Y no sé, que interactuen y que se les haga bonito pero frustrante porque nunca pueden "tocarse" xd.
Dejo una fotito que me hizo pensar en eso:
Medio raro pero no sé jsjsjs me gustaría algo así pensado en que ya casi es Halloween
...
Si la idea está muy rancia, estaría divertido un especial de halloween con cortitos de cómo es ver una película de terror con los spideys.
De antemano te agradezco ♡ Amo todo lo que escribes
La idea me hace acordar a un cómic que leía hace mil años en Webtoon. Pero no recuerdo el nombre.
Me gusta, vamos a ver qué sale.
Gracias por el pedido ✨.
(y te quedó hermoso el dibujito 💕)
Interdimensional (Hobie Brown x lectora)
Masterlist de mi autoría
Sinopsis: Miguel llevaba semanas investigando variaciones en las líneas multiversales. A pesar de que no empeoraban, tampoco desaparecían. Se mantenían. Y fue una se de esas variaciones extrañas que formó un vértice, uno en donde colapsaban dos puntos paralelos... Donde colapsaban dos departamentos del centro de la ciudad.
Era viernes por la tarde, una lluvia pesada caía sobre la ciudad y empapaba a los pobres transeúntes que aún vagaban por las calles. ____ era una de ellas.
La joven entró a resbalones al recibidor de su edificio, dejando un rastro de agua hasta el elevador. Sabía que el conserje la odiaría, pero no tanto como ella misma por haber olvidado el paraguas en la mañana.
El frío le calaba los huesos, solo quería ducharse, encender la calefacción, comer algo... Y dormir. Dormir 3 días seguidos de ser posible.
Abrió la puerta de su departamento, lanzando su empapado abrigo a un rincón y la mochila a los pies del sofá. En todo el camino hacia el baño fue desperdigando sus pertenencias por cada rincón, sin tiempo ni ganas de revisar su estado.
Se metió en la ducha, suspirando con pesadez al sentir el agua caliente impactar en su cuerpo.
No supo cuánto estuvo ahí parada, pero si supo que se tomó su tiempo, pues en cierto momento el agua caliente comenzó a agotarse. Fue momento de salir. Rodeó su cuerpo con una toalla, y antes de salir del baño, un extraño escalofrío la recorrió desde los pies a la cabeza. Tal vez fue cosa del cansancio, pero le pareció ver que las paredes parpardeaban. Fallaban, como sus trabajos de la oficina cuando configuraba mal algún código base. No le dio importancia.
Salió hacia la sala, esta vez deteniéndose a mirar el desastre de agua en el suelo. Lo limpiaría en un rato. Tal vez.
Finalmente entró a su cuarto, donde rápidamente buscó algo de ropa. Mientras deslizaba la camiseta por su cabeza, le pareció ver algo. Algo alto cruzar por la sala. Como si una presencia acabara de brotar del baño y cruzó la sala camino a la cocina. Le dio un escalofrío de solo pensar que había alguien en su casa. Ya no era una sensación como las paredes del baño. No. Esta vez estaba segura de haber visto eso.
Se terminó de acomodar la camiseta, y solo con la ropa interior inferior salió a la sala armada con el bendito y para nada empapado paraguas. No había nadie.
Tal vez estoy cansada. Veo cosas que no están ahi...
Intentó calmarse, pero lejos estaba de eso.
Revisó cada bendito lugar, pero no encontró a nadie. Y un resbalón en la sala la hizo recordar que debía secar el suelo. Y que seguía en ropa interior.
Se terminó de vestir, y tras poner la ropa empapada en la lavadora, secó el suelo.
—Creo que ya esta... Ahora, un sándwich.—la mujer acomodó el perchero, colgando el paraguas de una de sus ramas. Estaba por dirigirse a la cocina para preparar algo de comer, cuando le pareció escuchar algo.
~Ahí, debajo de la mesita.~
No pudo evitar dar un gritito antes de brincar y ver hacia atrás, pues podía jurar que escuchó aquella voz sobre su hombro. Pero no había nadie.
____ vivía en un departamento, no en una mansión. Si de verdad había alguien y no estaba en la sala, el baño o su cuarto, la cocina sería la última opción. Y tampoco había nadie ahí.
¿de verdad se estaba volviendo loca?
—... ¿Hola?—soltó algo nerviosa—. ¿Qué... qué mesita?—miró al techo. Una araña tal vez le contestaría, pensó.
~¿Me escuchas? Eso es nuevo.~
A la mujer la ponía de los nervios aquello. No solo el hecho de que no podía adivinar de dónde venía la voz, sino que realmente alguien le había contestado.
~La mesita fea del rincón, abajo quedaron tus gafas.~
Algo insegura, ____ se inclinó frente a la mesita de la entrada, aquella donde acumulaba cosas apenas llegaba a la casa. Debajo estaban sus gafas, aún con gotitas empapando los cristales.
—Se habrán caido del abrigo...—las secó con el borde de su camiseta. Fue entonces que la chica lo vio. Una sombra deslizarse por la pared de la sala, pero no había nada ni nadie que realmente la pudiera proyectar. Solo estaba ella—. ¿Eres... una especie de fantasma? hace años que vivo aquí y nunca vi nada raro.—
~¿qué tan raro te parecería escuchar que existen muchas dimensiones, que casualmente las nuestras se han conectado por un vértice interdimensional y que como vivimos en el mismo departamento de diferentes dimensiones, coexisistimos en el mismo lugar sin poder vernos?~
La chica se colocó las gafas y caminó con algo de cautela al sofá. Por alguna extraña razón la situación ya no le parecía tan aterradora. La voz del chico no le transmitía miedo o duda, era bastante relajante... O al menos lo suficiente para no asustarse por escuchar tremenda locura.
—Si no puedes verme ¿cómo sabías de las gafas?—
~Eso es nuevo. Estaba en el sofá cuando te vi llegar y mojar mi suelo.~
—Yo no mojé tu suelo, es MI suelo.—
~Pues resulta que ahora es NUESTRO suelo.~la sombra volvió a surgir en la pared, y esta vez parecía sentarse en el sofá de enfrente~. Somos roomies interdimensionales.~
—No. No quiero... ¿qué diablos hacemos para que ya no suceda más? No me gusta tener a alguien aquí...—la chica abrió los ojos con sorpresa—. ¿¡me viste en ropa interior!?—
~... Poquito y nada.~el tono divertido de su voz hizo que la chica sintiera sus mejillas arder.
—No me parece justo...—
~¿Ah? ¿también quieres verme en calzones o qué? Me temo que lo míos no son tan coloridos como los tuyos.~
—Cállate y arregla esto.—
~No puedo, corazón. Si podría ya lo habría hecho.~la chica se quejó en voz alta~. Pero no te preocupes, estamos trabajando en eso.~
Fue así que el chico le contó a su peculiar roomie cómo su jefe estaba tratando de solucionar el asunto de los vértices dimensionales.
Al parecer su misterioso compañero era parte de una sociedad secreta que salvaguardaba la seguridad interdimensional. A esas alturas, la chicas ya no sabía qué era descabellado y qué no. Así que solo escuchó atentamente.
—Cuando hablas de dimensiones... ¿es como en End Game?... ¿la línea sagrada de tiempo y esas cosas?—____ lo meditó un segundo—. ¿cuál sería la sagrada? ¿la tuya o la mía?—miró confundida al sofá, pues en su imaginación, el chico estaba ahí sentado.
~No tengo idea de qué es eso.~
—¿No te gustan las películas de superhéroes? ¿Capitán América... iron Man?—la chica enarcó una ceja—. Incluso mi abuela los conoce.—
~Capitán América, Iron Man... ¿Spiderman?~____ sonrió enseguida, sin saber que el chico la estaba mirando. A Hobie le pareció adorable la forma en que su rostro se iluminó al escuchar su nombre clave~. En esta dimensión eso no es cosa de películas, ellos existen... de hecho, yo soy Spiderman.~
La chica reprimió la risa, y un sonido nasal extraño se ahogó en su boca.
—Lo siento.—carraspeó apenada—... Pero no digas tonterías.—
~No lo son.~
—Spiderman es mi héroe favorito... ¿Eres Peter Parker entonces?—sonrió apenas.
~De esos hay miles, yo soy Hobie Brown.~
—... ¿Quién?—
~Que graciosa...~____ le sonrió con burla al aire, levantándose del sofá y yendo a la cocina por algo de comer~. Somos muchas arañas en el multiverso que no somos Parker. Mis amigos Gwen y Pavs también son Spideys...~
—En mi dimensión, tu existencia y la de tus amigos de seguro serían para cameos de cinco minutos en una película.—soltó elevando la voz para que Hobie la escuchara desde la cocina—. ¿Qué dimensión es la tuya? ¿Cuál la mía?—
Hobie se recostó en el sofá, mirando vagamente la mancha de humedad en el techo. Se le hizo curioso que en su dimensión la mancha era incluso más grande.
~Aún no estamos seguros de qué dimensión es la tuya, amiga roomie. Pero la mía es la 138.~
—En las pelis, la línea de los Vengadores principales es la 19999. El Peter de ahí va a la uni, pero también conoce a otro Peter que de hecho salió antes y luego al original que...—
Hobie aún mantenía la mirada en el techo, cuando un sonido extraño lo hizo voltear hacia la entrada de la cocina. No veía a la chica.
~¿Chica roomie?~
—... ¿Cómo te entra ese cabello en la máscara?—
Tal vez el chico no la podía ver, pero su sentido arácnido le indicaba que estaba ahí. Y al parecer sí podía verlo.
~Ok... Eso si es nuevo.~
Miguel revisaba unos monitores concentrado, analizando la información que Hobie acababa de traerle.
Podían verse. Hobie a ella, ella a él. Pero no al mismo tiempo.
—Cuando el sol entra por la ventana, yo la veo a ella... Y cuando el último rayo de sol se desvanece, ella me ve a mi.—Hobie le mostró a Miguel unas grabaciones. La figura de la mujer se desvanecía en una cortina de destellos al anochecer. Y la de Hobie surgía como por arte de magia en su lugar.
—Ya veo... Es muy interesante... Pero aún no lo comprendo del todo. Tendré que seguir investigándolo.—Miguel lo miró serio—. Tú no te relaciones tanto con ella. Cuanto menos la involucres en esto, mejor.—
—Claro, jefe...—
—¡Entonces le lancé el café viejo a la camisa!—____ alzó su mano, simulando la situación—. Y cuando digo ciejo, es viejo.—
~¿Cuan viejo?~
—Tenía una capa de hongos por encima. Una semana de vida, calculo.—
~Que asco.~
Hobie miraba divertido como la mujer planchaba y apilaba su ropa en una enorme pila sobre la mesa.
Claro está que se pasó por el trasero el pedido de Miguel, y en su lugar se acercó tanto a ____ que la palabra roomies ya les calzaba a la perfección.
La joven programadora iba a trabajar temprano en la mañana, y volvía a la tarde. Justo una hora antes de hacer el "cambio de vistas". Habían acordado solo interactuar esas dos horas, para no invadir tanto el espacio del otro. De todas formas, Hobie casi nunca estaba en casa. Pero se tomaba el trabajo de siempre acomodar sus asuntos para estar ese par de horas en el salón, para charlar con ella.
—¿Sabes? He estado pensando en algo.—____ dobló aquella camisa, dejándola sobre la pila—. De seguro es algo parejo lo de las dimensiones... Mitad y mitad... Si el día tiene 24 horas, son 12 para cada uno.—
~Guau, es una deducción brillante.—
—Cállate, no terminé... Tal parece que la lluvia no afecta la magia, porque el cielo nublado no me impide verte... Asi que si empieza a las 7 de la tarde, hasta las 7 de la mañana podría seguir viéndote... En teoria.—
~Aja... ¿Y?~
—Y dudo que el pase sea inmediato, yo te veo materializarte en unos segundos... ¿Crees que en esos escasos segundos yo pueda tocarte?—
Ese último comentario hizo que Hobie se sentara derecho. Miró emocionado a la mujer, quien lejos de ver la emoción ajena, seguía planchando su ropa.
~¿Qué hora es?~____ miró el reloj en la pared.
—6:55, Hobbs... ¿Por qué?—
~... Ven, intentemos algo.~Hobie se sentó frente a ella, acercando su mano a la ajena. La atravesaba enseguida~. No es tangible... No aún.~
—Bueno... Pero no la encimes tanto. Mira si tus partículas se materializan sobre las mías y nuestros dedos quedan unidos como esos gemelos parasitos.—Hobie rió bajito.
~No seas rara...~
Cuando el último rayo de sol se desvaneció por la ventana, ____ percibió la bonita cortina de destellos frente a ella. Y mientras la cara sonriente de Hobie se mostraba frente a ella, lo sintió. Los cálidos dedos de Hobie rozaban los suyos, y Hobie no se demoró en entrelazarlos.
Solo fueron unos pocos segundos, pero fueron suficientes para que sus mejillas se encendieran. Hobie llegó a verla antes de perderla de vista. Y lo había adorado.
Desde aquel día, era casi un ritual que el par se sentara en el sofá a charlar y disfrutar de ese mínimo contacto. Estrechar sus manos por esos breves segundos era una sensación reconfortante.
A medida que un fuerte lazo nacía entre ambos, la unión de sus dimensiones se desvanecía. Miguel y Lyla comenzaban a solucionar el asunto de los vórtices. Y a Hobie no le gustaba nada.
—En 24 horas se cerrará por completo.—
—... ¿qué?—Hobie miraba más que decepcionado a la IA frente a él.
—Lo que escuchaste, Hobie. Ya pudimos solucionar esto. Y en hora buena, porque las estructuras dimensionales comenzaban a fallar más y más.—
—¿No volveré a verla?—
—Me temo que no. Su dimensión no tiene spideys. O bueno, no reales. Por lo que el acceso como tal a su dimensión no es posible.—
—Sé lo que piensas. Ni se te ocurra.—Miguel apareció en el laboratorio, mirando de forma severa a Hobie—. Logramos solucionar la brecha, no vuelvas a causarla. Es peligroso para tu mundo y el suyo.—
Hobie se sintió impaciente.
Claro estaba que las órdenes le importaban poco y nada. Pero Miguel tenía razón. No sabían cómo ir a su dimensión, era peligroso.
Y solo le quedaba una noche para poder convivir con ella...
Cuando ____ entró a su sala esa tarde, Hobie ya estaba en el sofá, esperándola. La vio colgar su chaqueta del perchero, y lanzar la mochila sin cuidado como solía hacer cada día.
—¿Roomie?—sonrió apenas al aire.
~Aqui, roomie ¿Qué tal tu día?~
Hobie la escuchó con la atención y cariño de siempre, intentando guardar su voz en su memoria. Pues no estaba seguro de cuando volvería a verla o escucharla.
—¿Sucede algo? Estás muy callado... y tú nunca te callas.—____ comía un poco de yogurt en el sofá.
~Ellos van a cerrarlo. Al vórtice... Y me temo que no sé si volveré a verte.~
La sonrisa de la chica de desvaneció con aquello, y con su nuevo semblante asustado, se sentó mejor en el sofá. Mirando hacia donde Hobie debía estar.
—¿Como que no... No volveré a verte?—se removió nerviosa—. Pero al menos escucharte si me-
~Tampoco. Nada. Se cerrará la brecha por completo.~
—Hobie, yo... No quiero que eso pase.—Se sinceró sin más—. Sé que me vivo quejado de que eres un ocupa pero... Voy a extrañarte.—el chico sonrió con cierto pesar, acercando su rostro al ajeno al percibir que se venía el cambio.
~Podrías buscar al Hobie de tu dimensión. No debe vivir lejos del departamento.~soltó rozando sus labios, ansiando poder sentirla rápido.
—No quiero a otro Hobie.—
~¿Me quieres a mi entonces?~
La figura de la chica comenzó a deslumbrar. Se acercaba el blip. Las manos de Hobie se posaron a ambos lados de la cabeza ajena, y en cuanto sus dedos rozaron las rojizas mejillas de la mujer, sus labios atraparon los ajenos con desesperación. Debía aprovechar cada segundo.
Aunque efímero, ese beso fue determinante para Hobie. Fue el primero, pero no sería el último, para nada.
Haría hasta lo imposible para que se repitiera.
9 notes
·
View notes
Text
Escribirte no es sentir melancolía, es estrujarte, abrazarte y dejar que mis palabras se enrosquen, a veces con rabia, en cada rincón de tu ser.
Escribirte es colocar mi corazón al borde del abismo, sosteniéndolo para que su intensidad no se escape y lleque a ti sin que nada se le escurra.
A veces, escribirte es derrumbarme y llorar, beber mis lágrimas envolverlas en palabras, disolverlas y seguir.
Escribirte es preparar para nuestro próximo encuentro, la caricia de mi rostro contra el tuyo, la certeza de que estás ahí, percibir el aroma de tu piel y descubrir junto a ti el cálido regocijo de las mañanas ateridas a veces.
Escribirte es, siempre será, entregarme a este espacio de diaria alegría, que asomándose a lo invisible me une a ti, aunque el pálpito siguiente me diga donde he de situar el inútil sueño.
Un beso infinito
18 notes
·
View notes
Text
Si alguien entrara a mi casa y viera las montañas de papeles, cuadernos, cuadernillos, libros, carpetas, hojas y fotocopias que tengo esparcidos por toda la casa... si vieran todo lo que leo y estudio, se espantarían.
La entrada a la casa ya está dispuesta al caos que me representa. Desde que se abre la puerta y se da el primer paso hacia dentro, apilados sobre la ventana descansa el primer pilar caótico de papeles, apuntes, resúmenes, libros, etc.
La primer mesita que se encuentra allí está sepultada bajo pilas y pilas de lo mismo.
El primer mueble que se divisa es donde guardo la cristalería y las porcelanas finas... pero también apila y amontona cuadernos, fotocopias, papeles... que en algún momento fueron: "los importes" o "los del día" que luego pasaron a ser "los urgentes" para finalmente solo ser una pila de pendientes o cosas ya terminadas pero que son necesarias en cualquier momento.
Entonces aparece el espacio dónde está la pc de escritorio. Debajo se encuentran dos fotocopiadoras y un sin fin de cuadernos, cuadernillos y fotocopias para anillar...
El escritorio esta abarrotadisimo, casi no se puede mover el mouse con libertad. Hay varias capetas, montones de pendrives que siempre olvido en donde está la info que necesito para el día. Me digo a mi misma que voy a marcarlos o etiquetarlos (pero nunca lo hago). Los intentos sólo me catapultaron a un caos digital. También hay ganchitos, un millar de clips, anotadores, notas pegadas por todos lados, un sin fin de lapiceras nuevas, que siempre que necesito anotar algo apurada manoteo las que no andan. Varios resaltadores, engrapadoras, agujereadoras, muchos ganchitos, pilas de foleos, carpetas y una cantidad absurda de reglas comunes y de formas extrañas con funciones específicas. También hay cables, alguna que otra moneda perdida, muchos chicles y una colección de tazas vacías.
En la cocina no merma el caos.
Sobre el microondas hay pequeñas notitas, anotadores, más útiles y monedas. Al costado sobre la misma mesita entropía en su estado más puro, ni yo sé que es todo lo que hay, pero siempre encuentro espacio para equilibrar alguna porquería más.
La heladera y el freezer llenos de papeles, horarios; recordatorios urgentes que tranquilamente podría anotar con alguna alarma en el celular... pero sonaría un día sorpresivamente y no me habría dado tiempo de preparar nada. Entonces prefiero poder visualizarlo para ir armando la semana en base a eso.
También hay pequeñas y no tan pequeñas listas de compras, faltantes y quehaceres.
El desastre de los platos queda para otro día.
Hay varias sillas pero siempre están mayormente ocupadas por las mascotas.
En el lavadero también hay más libros y cajas; pilas y pilas de cajas con libros y textos.
En el comedor hay varias sillas:
Una apila las camperas y abrigos que siempre digo: "Cuando llego lo ordeno" pero vuelvo tan tarde y cansada, que eso nunca pasa y se le suma un abrigo más.
Otra apila las mochilas y carteras, en las que todas las mañana ando perdida buscando alguna cosa que no sé nunca en cual de todos los bolsos dejé.
Y otra apila mucho material de las facus.
Entonces podemos ver la escalera que lleva al segundo piso y ahí se complica todo.
Mi pieza es la imagen que aparece al buscar "entropia" en google. Si la mesita del microondas era la definición, mi habitación es la viva imagen. No se puede ni ver el suelo de tanta acumulación, se mire por donde se mire hay papeles, cuadernos, hojas, carpetas, libros, etc, etc.
Todos los muebles colapsados, empece a usar el suelo pensando "más del suelo no van a pasar; y si ya están apoyados ahí... no se van a caer tampoco".
La biblioteca esta increíblemete llena. También guardé libros sobre ella. Cualquier superficie es valida para seguir apoyando encima más libros.
Entonces abrimos el placar y oh sorpresa! MÁS LIBROS.
Y la parte de arriba del placard esconde.... en efecto... más libros.
Un día me puse a planchar las camisas y pensé: "mientras se enfría la plancha apoyo dos segunditos esto".... y pum! la tabla de planchar ahora es una mesa que sostiene... sí, sí: MÁS LIBROS.
Tengo al menos 18 cajones repartidos entre 3 muebles. Y en todos hay libros (:
Entonces vamos a la otra habitación y si... MÁS LIBROS.
En el pasillo hay cajas con más libros y en el baño, siempre hay alguna fotocopia o cosa que era para el día, me la olvide antes de salir y al volver quedó ahí, haciéndole compañía a otras tantas cosas que también olvide.
15 notes
·
View notes
Text
•𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 1: el accidente
the accident
|NARRADOR OMNISCIENTE|
━━━UN NUEVO DÍA COMENZABA en new York, la vida de la ciudad se podía escuchar claramente; los murmullos de las personas, sus vehículos... muchos de ellos iban directo a su trabajo. y nuestra protagonista no era la excepción.
La C/P abría su puesto en el centro de la ciudad, dejando ver varios pasteles extravagantes hechos de chocolate, arandanos, entre otras especies. aquella era una de las pocas veces que se le veía en el lugar, llevaba años viviendo en el lugar y, por su bien, evitaba resaltar entre las personas, por lo que era poco común que se le viera ahí.
Pasaron al menos unas tres horas, ya habían comprado alguna que otra cosa en su puesto, aliviando un poco a la joven, al menos tendría con qué comprar cosas nuevas.
La pequeña campana del local sonó cuando se abrió la puerta, dando a entender que llegó un cliente. La joven mujer dejo de acomodar los pasteles en la estantería para ir a atender, al llegar se encontró con un joven de estatura alta y delgado, cabello rubio con franjas rosadas atados en una trenza alargada, poseía unos ojos azules como el cielo, bastante atractivo. Pero no se dejaba ver mucho ya que traía un tapabocas que le impedían ver el resto de la cara, igual no le dió mucha importancia y se acercó para preparar el pedido.
━━━ Muy buenas tardes, joven. ¿qué le puedo servir hoy? ━━━ pregunto con una sonrisa, el chico se le quedó viendo por un largo rato directo a los ojos de la fémina, algo que le incómodo un poco.
━━━ Ah, si. Me gustaría llevar cuatro pasteles rellenos y un cupcake, por favor ━━━ pidio amablemente señalando dichos pasteles, la fémina los coloco en una bolsa con servilletas adentro y se los entregó al chico.
El varón agradeció y dejo el pago antes de irse, la chica guardo el dinero en la caja. El resto del día transcurrió con normalidad luego de la incómoda presencia del chico.
Luego de que el último cliente fuera atendido, observó la hora en el reloj de la pared y ya casi heran las 09:00, la hora exacta en la que cerraba el local como todos los dias, mientras se ocupaba de guardar los pasteles y otras cosas sentía la extraña sensación de que alguien la observaba, se dió la vuelta encontrándose con absolutamente nadie. Creía que era su mente que le estaba jugando en su contra por el apuro de cerrar.
Cerro la puerta con llave y bajo la persiana de hierro asegurando mejor la tienda, dándole un último vistazo de que todo estubiera bien cerrado se subió a su coche y dió marcha hacia su casa.
El camino era tranquilo, los pájaros todavía seguían cantando, las luces de la calle se empezaban a encender al igual que las de los edificios y casas. Mientras seguía conduciendo su mente no paraba de reflectar la mirada extraña que le había dado el chico rubio de esta mañana, no era normal mirar por mucho tiempo a una persona y después actuar como si nada.
Salió de sus pensamientos al escuchar la melodía musical proveniente de su celular, lo saco de la guantera y vio que era un número desconocido, igualmente atendió aún concentrada en el camino.
━━━ ¿Hola?
Espero unos minutos hasta que la persona del otro lado de la llamada empezar a hablar.
━━━ Hola preciosa, ¿Cómo te encuentras el día de hoy? ━━━ reconocía esa irritante voz donde fuera, ¿Cómo había encontrado su número de nuevo? Con la poca paciencia que le quedaba contesto.
━━━ lo sentimos, pero el número que usted marco no está disponible en este momento. Por favor deje su mensaje después del tono ━━━ trato de hacer como puedo la voz de una contestadora mientras se aguantaba una carcajada de su propia broma.
━━━ ja, ja, ja. Eres muy graciosa pequeña, pero a mí no me engañas. Ahora volviendo a lo de antes ━━━ lo cortó en medio de la oración antes de que siguiera.
━━━ escucha idiota porque no lo volveré a repetir, no quiero volver a recibir una de tus putas llamadas o alguna de tus cartas. Es la cuarta vez en este mes que me cambio el número por tu culpa y si sigues insistiendo te haré una maldita denuncia ━━━ escupió con todo el veneno de su ser, en verdad lo odiaba. Aún seguia sin creer que hace tres años tuvo una relación con él.
━━━ awww cariño, ¿aún sigues resentida por "eso"? Ya te dije que fue un pequeño error, solo perdóname ━━━ el mencionar aquello le traía malos recuerdos, y al sacar ese tema solo la hizo enojar más.
━━━ ¡Un pequeño error que casi me cuesta la vida maldito idiota!.
━━━ okey, solo. Vamos a hablar bien las cosas, ¿Que tal si un día de estos nos reunimos para tratar de arreglar el tema? ━━━ propuso él, tenía un leve tono de esperanza en su voz.
━━━ uuuy, no lo creó, mi agenda está muy apretada estos últimos días y me temo que no se puede, bye ━━━ se despidió cortando la llamada en seguida volviendo a guardar el teléfono en la guantera, pero este seguía sonando por la misma persona.
El irritante sonido y vibraciones del teléfono solo hacian que apretara el volante con furia y por poco tira el aparato por la ventana.
No podía esperar para llegar a casa, cambiar de nuevo su número, comer algo rápido e irse a dormir con nerón, su perro San Bernardo que era prácticamente más grande que ella en tamaño pero entraba perfectamente en su cama.
De repente y con brusquedad, sintió como si su auto se estrellara contra una gran roca, la bolsa de aire se abrió al instante antes de que su cabeza se golpeara contra el volante, por suerte traía el cinturon de seguridad pero eso no impidió que quedará desmayada por el impactó.
Había chocado a alguien por accidente a causa de la frustración por las llamada que no puedo concentrarse en el camino.
Abrió los ojos lentamente y un dolor rápidamente se instalo en su cabeza y sintió como un líquido se escurría de su frente, aún aturdida por el golpe como pudo salió del auto para confirmar que había pasado. Ahogó un grito cuando vio que justo enfrente de su auto había un joven alto y musculoso. Tenía la piel ligeramente bronceada y el cabello púrpura bastante entrecortado peinado con un prominente mohawk rojo en el centro, con un solo mechón que cae entre sus ojos; su cabello está adornado con adornos de estilo tribal adornados con cuentas verdes, rojas y amarillas y plumas blancas y rojas. Al otro lado del puente de su nariz hay una cicatriz gruesa e irregular y Sus uñas son moradas.
¡Acababa de chocar a alguien! ¿que se supone que deba hacer ahora? Fue un accidente. El pánico y terror se adueñaron de su cuerpo al ver que el cuerpo del chico no despertaba por más que lo moviera o le diera cachetadas, estaba realmente asustada.
Una parte le decía que debería llevarlo a su casa y sanarle las heridas ella misma ya que el hospital ahora se encontraba muy lejos de donde estaba, pero Por otra parte le decía que tenía que dejarlo ahi y huir lo más rápido que podia porque quizás era un hombre peligroso.
Así que optó por elegir la opción más razonable desde su perspectiva.
No podía creer lo que acababa de hacer, había terminado por meter al grandulón en su auto en la parte trasera y condució de nuevo a su casa, estaba haciendo la cosa más loca y estúpida que había hecho en su vida pero no podía dejarlo tirado ahí, su lado amable no se lo permitiría y su conciencia no la dejaría tranquila solo por ayudarlo.
Por el retrovisor observó como el chico aún estaba inconsciente recostado sobre los asientos con una frazada sobre su cuerpo mientras su respiración era lenta y tranquila. La tierna imagen le recordó a su perro nerón como cuando se queda dormido en los sillones Por jugar todo el día, era demaciado adorable.
Con una sonrisa plasmada en su cara ante su comparación volvió su mirada al camino, tratando de no cometer el mismo error dos veces.
Quien diría la llegada inesperada del chico ha su vida le daría un giro inexplicable.
7 notes
·
View notes
Text
One-Shot | I Give (You) My Heart | Rei x OC (Daiki) | Neon Genesis Evangelion
En una relajada mañana en Tokyo-3, Daiki se preparaba para quedarse descansando en su departamento compartido, sin saber que algo importante le sucedería ese mismo día. OC - Daiki Rokubungi. (Daiki "Persona noble, radiante y llena de luz".) Leer el Fan-Fic en Ao3.
En una gélida mañana en Tokyo-3, mis dedos sentían el frio a través del vidrio de la ventana del departamento compartido con mi tutora, Misato Katsuragi y mis tres compañeros. Un escalofrió pasó por mi cuerpo entumeciendo mis huesos, el clima frio había logrado invadir la sala principal. Tras encender la calefacción decidí que lo mejor que podía hacer era quedarme en casa, no tarde en acercarme a la cocina para preparar un delicioso chocolate caliente, fui a mi habitación en busca de un abrigo y camine para sentarme en el sofá de tres plazas del recibidor, me sorprendí por la repentina sensación del hundimiento del almohadón por causa de alguien que se sentó cerca de mí, la sorpresa no duro mucho al darme cuenta de quien se trataba, no era ni más ni menos que mi mejor amiga y una de mis tres compañeros de departamento Rei Ayanami.
—Buenos días, Rei. —La salude con una sonrisa formada en mis labios viendo como ella se acercaba a mí. Me devolvió el saludo con sus ojos inexpresivos enfocados en un libro que traía consigo—. ¿Chocolate? —Le acerque mi taza ofreciéndole mi bebida aún caliente.
—No, gracias. —Contestó agradecida mientras sacudía la cabeza en forma de negación.
Tras ver que ella abría su libro en una página marcada por un señalador creí que lo mejor sería no molestarla, así que simplemente seguí tomando mi chocolate al mismo tiempo que encendía la televisión buscando algo interesante para ver, bajé el volumen lo más pronto posible para que el sonido no incomodará su lectura.
Fue entonces que sentí una sensación que ya se estaba volviendo habitual desde que logre que ella se mudara con nosotros, dejando su feo y solitario departamento en el extremo oeste de Tokyo-3.
—Rei, ¿segura que no estas incómoda en esta posición? —Le pregunte a la chica de tez pálida, quien se encontraba enfocada en el libro mientras tenía su cabeza sobre mi regazo.
—Si —dijo sin sacar la vista del libro, ya me estaba acostumbrando a que me usara como almohadón, la primera vez ella pregunto si podía y así siguió la segunda, la tercera y la cuarta vez, hasta que en algún momento comenzó a hacerlo sin preguntar, supongo que se debe a que sabe que no me molesta.
—Bien Rei, si a ti no te incomoda a mí tampoco, después de todo yo también disfruto de esta sensación —dije sonriendo, generando que ella sacara su vista del libro, me mirará con sus hermosos ojos color rubí y me diera una pequeña pero no por eso menos cálida sonrisa, lo cual me hizo recordar que... debo proteger esa sonrisa con mi vida—. Acaso... ¿Tienes frio? Tienes las orejas y la nariz rojas. —Al tener la piel tan pálida, sus enrojecimientos eran realmente notables.
—Si... —Por alguna razón se veía nerviosa pero no le tome mucha importancia, ya que estaba más preocupado de que no se enfermará. Así, que me saqué mi abrigo y se lo puse en forma de manta—. Gracias... —Agradecida ocultaba el rubor de su rostro en mi abrigo.
—De Nada —expresé mientras arrimaba mi mano a su cabeza y comenzaba a acariciar su cabellera azul —Es tan hermoso —No me había dado cuenta que mis pensamientos habían salido por mi boca en voz alta, sentí como ella comenzaba a tensarse, quise disculparme, pero Rei hablo antes.
—G-gracias —Dijo tímidamente detrás de su “manta”.
—D-de nada —Sentí que las mejillas me quemaban por haber cometido el error de dejar salir mis pensamientos.
De pronto, escuchamos un portazo viniendo de la puerta principal lo que género que Rei sacara su cara de la “manta” para ver quién era, se escuchó una voz que transmitía enfado discutiendo con alguien, al instante supe de quienes se trataban ya me había acostumbrado a escucharlos pelearse luego de tanto tiempo.
—¡Estupido, Shinji! No puedo creer que fueras tan Idiota como para olvidarte de hacer las comprar ayer ¿Qué demonios ibas a cocinar? —Se quejó mi segunda compañera de departamento la pelirroja alemana Asuka Langley Sohryu, quien para poder soportar el frio del exterior vestía un gorro negro, unos guantes rosas y una bufanda roja, la mayoría de su ropa era de lana a excepción de su tapado de color beige.
—Tú también pudiste haber ayudado con eso —le reclamó mi tercer compañero de departamento, mi hermano mellizo, Shinji Ikari, quien contrarrestaba el clima usando la misma vestimenta que Asuka pero de diferente color.
—¿Ayudarte? Ya bastante con decirte qué demonios cocinar cada día, ya que el gran Shinji parece una chica con lo indeciso que es —comentó mientras se acercaba a nosotros—. ¡Ohhh! pero miren quienes están en mi lugar: "la chica maravilla" y "el calienta sillas" —Habló soberbia, con un tono de superioridad, mirándome con desprecio como si no fuera más que solo un insecto para ella.
—Fuera de mi lugar suplente, te agradezco que me hayas calentado el sofá, ahora respeta a los titulares y vete. —Asuka me señaló con el dedo índice e hizo un gesto haciendo referencia a que me fuera de ahí.
Quería evitar problemas así que simplemente deje mi chocolate caliente que estaba ya vacío en la mesa y luego suspiré.
—Esta bien Asuka ya me... —Trate de levantarme, pero fui detenido por Rei, quien presionó mi pecho contra el respaldo del sofa, y se levantó observando a Asuka con determinación.
—Nosotros estábamos antes, así que no, no nos iremos —le respondió Rei a modo de desafío, lo que me sorprendió, y por la expresión de Asuka puedo decir lo mismo de ella.
—Bien, da igual, acabo de acordarme que tenia que hacer algo... Además, ese sillón ya se impregno del olor a fracasado del suplente así que paso de sentarme ahí. —La pelirroja se fue molesta a su habitación, no sin antes cerrar la puerta con tanta fuerza que retumbó la habitación—. ¡Shinji Idiota, avísame cuando este la comida!
Retirando la atención de la puerta de Asuka, observé a Rei.
—Wow. Rei, estoy realmente sorprendido, no sabia que podías contestar así, eres increíble. —La felicite, viendo como ella, que en ningún momento se separó de su libro, volvía a recostar su cabeza en mi regazo.
—Estoy cómoda y no quiero tener que levantarme —dijo volviendo a poner sus ojos inexpresivos de vuelta en el libro.
Shinji quien había visto la confrontación desde lejos, pero sin interferir en ningún momento se acercó a nosotros.
—Daiki, l-lo siento por su comportamiento... No te tomes como insulto lo que dice Asuka... sobre lo de ser suplente y eso...
—Tranquilo Hermano, no es como si me afectará. —Shinji se estremeció, desde que nos enteramos de que éramos familia a estado actuando muy distante a diferencia de antes.
Debo de admitir que lo que dijo Asuka es cierto, soy un simple suplente, para ser especifico del piloto del EVA-01, cuando él no puede combatir soy yo quien tiene que salir en su lugar. ¿Porque soy suplente? Pues porque mi taza de sincronización suele ser menor que la de él y no puedo sincronizarme con ninguno de los otros EVA'S restantes.
—Bueno... Yo... iré a preparar la comida —dijo Shinji, yendo a la cocina mientras evitaba mirarme.
—Shinji... —dije con un tono bajo.
Rei se acercó a mí y susurró para asegurarse de que solo yo pudiera escucharla.
—¿Estas triste por el cambio de actitud de Ikari hacia ti?
Negué con la cabeza, quería evitar ese tema a toda costa.
—Cambiando de tema, ¿tienes hambre? —
—No —De pronto se escucharon ruidos provenientes de su estómago, sus mejillas se cubrieron de rubor—. ¿Tal vez... un poco? —Sonreí.
—Tengo un paquete de Pocky, lo compre ayer mientras volvía del colegio. Siento molestarte pero voy a tener que levantarme para buscarlo. —Rei sacó la mirada del libro para mirarme.
—Quédate aquí, yo lo buscaré por ti ¿Dónde está? —Me preguntó con su característico tono de voz inexpresivo.
—Oh, si tu insistes. Están arriba de mi cama, en mi mochila. — Ella afirmó con la cabeza, y antes de levantarse, marcó la última página del libro que estaba leyendo. Salió del sofá dispuesta a ir a mi habitación.
En el momento en que ella estuvo a punto de entrar en mi cuarto, recordé que en mi mochila había algo que no tenía que ver.
*FLASHBACK DEL DIA DE AYER*
Durante el primer recreo del colegio vi como un grupo de compañeros subían sigilosamente a la terraza, me dio curiosidad y los seguí para llevarme la sorpresa de que Kensuke Aida y Toji Suzuhara, estaban vendiendo fotos sacadas con la cámara de Aida de las chicas de nuestro curso lo cual ya se había vuelto molesto de tantas veces que lo habían intentado, su plan siempre fallaba gracias a la Presidente de clases Hikari Horaki, sin embargo, esta vez ella no fue al colegio.
Estaba yendo a enfrentarlos hasta que vi que le estaban vendiendo a un chico una foto de Rei en Bañador, eso hizo que mi sangre hirviera y agarrara al chico del uniforme amenazándolo para que me diera la foto para luego mirar a Aida y decirle que si volvía a hacer algo como esto le metería la cámara por donde no da el sol, asustado simplemente bajó la cabeza y tiro las fotos o al menos la mayoría, ya que las fotos de Rei las tenía yo, las cuales tire o al menos eso creía que haría con todas, pero me quede con una, donde estaba Rei mirando a través de una ventana abierta, sus hermosos ojos color rubí resaltaban y su pelo azul claro ondeaba a causa del viento, la imagen daba una sensación de pacifismo puro, me quede hipnotizado con esa foto y como no tenía nada inapropiado decidí quedármela. El problema fue que me guarde la foto de Rei en bañador cuando amenace al chico, me di cuenta de eso al salir de la tienda luego del colegio y tras caminar un rato revise mi pantalón y vi que tenía la foto, pero como no tenía ningún bote de basura decidí tirarlo apenas viera uno... Me olvide de eso.
*FIN DEL FLASHBACK*
Corrí para intentar evitar que pensara que era alguna clase de pervertido o degenerado, pero fue demasiado tarde, ella ya tenía las fotos en la mano ¿Cómo diablos explicaría esta situación?
—Rei... no es lo que crees —Estaba temblando de miedo sobre como reaccionaria—. Veras, lo que sucede es que Toji y Suzuhara estaban vendiendo fotos de nuestras compañeras entonces fui a detenerlos pero justo cuando iba a ir vi a...
—Esta bien —Me interrumpió mi inexpresiva compañera sin dejar de mirar las fotos.
—¿Eh? —La miré confundido, no sabía que decir.
—No me molesta, solo son fotos. —Levantó los ojos y me miró fijamente.
—Espera, no me dejaste explicarme, no es que quisiera tener tus fotos ni muchos menos. —Rei seguía con la misma mirada aunque juraría que estaba un poco desilusionada por alguna razón—. Bueno sí, pero no, es decir sí que quería una pero la otra no, aunque en realidad quería ambas pero... maldición... —Estaba demasiado avergonzado hablando sin pensar.
Rei ladeó la cabeza confundida.
—¿Mmm? No lo entiendo ¿Por qué querrías tener una foto mía?
—Es... porque... —Suspiré—. Te tomaron la foto en el momento justo. —Tenia que admitir que para ser un aprovechado degenerado Aida sabia como manejar bien las cámaras—. No pude evitar quererla, de verdad... saliste muy hermosa —dije sonrojado.
—Oh, ya veo —dijo con su clásica mirada inexpresiva pero con un leve rubor en sus mejillas.
—¿No estas enfadada? —Dudé, esperaba un golpe o algo... me había acostumbrado demasiado a Asuka y sus golpes innecesarios.
—No, no me molesta, ya que eres tú. —Ella se dispuso a salir de la habitación, pero se dio la vuelta y se puso enfrente de mi—. Ahora al menos estamos a mano —declaró con una ligera sonrisa que me impresionó por lo bonita que se veía... Aunque analizando sus palabras...
—Espera... ¿A que te refieres con “a mano”? —Ignorando la pregunta simplemente se dio vuelta y se fue hacia la sala—. Ey, Rei, espérame. —Fui detrás de ella.
Una vez volviendo a estar cómodos en el sofá nos dispusimos a comer los pocky esperando la comida de Shinji, quien era el mejor cocinero de todos nosotros, una vez terminamos de comer, Rei se enfocó en su libro nuevamente estando otra vez encima de mi regazo, admire disimuladamente sus rasgos, observando cada detalle su lindo rostro hasta que llegue a sus lindos y finos labios.
Yo ya lo sabia hace mucho, ya lo había admitido, estaba perdidamente enamorado de Rei, a diferencia de Asuka y Shinji, yo la conocía desde hace tiempo ya que a diferencia de mi hermano, mi padre me había llevado con el a los 4 años por lo cual crecí sin recordar que tenía un mellizo ya que me lo ocultaron hasta que nos reencontramos luego de tantos años.
El hecho de que mi padre me haya llevado con el no quiere decir que haya cumplido su papel como progenitor, al principio odiaba a Rei sentía celos de ella ya que Gendo se enfocaba más en ella que en su propio hijo y además la forma en que Rei me miraba sin vida, lo sentía como una burla. Con el paso del tiempo, me fui dando cuenta que no era así, si no que ella no podía demostrar ningún tipo de emoción, pensé que podría tener alexitimia, así que se lo pregunté a la Dra. Akagi pero me dijo que Rei no tenía ese problema, que simplemente ella era así, le dije que si había alguna forma de ayudarla lo cual me negó pero no por eso me rendiría, intente hacerme amigo de Rei.
Al principio fue imposible ya que simplemente me ignoraba la mayoría del tiempo, y hasta tuvimos una “discusión” por algo malo que dije de mi padre, pensé que no tendría oportunidad alguna de acercarme a ella, no fue hasta que un día algo salió mal en los test-plug donde su vida comenzaba a correr peligro ya que la temperatura del lcl estaba subiendo, al ver que la compuerta no abría de forma automática reaccione antes que todos y fui para abrirlo manualmente lo cual no funciono al principio, sentía como poco a poco iba aumentando la temperatura de la compuerta haciendo que mis manos empezaran a irritarse para luego comenzar a quemarme, por suerte llegue a abrirla ya que el calor aflojo la cerradura, al abrir vi como Rei poco a poco abrió los ojos ya que al parecer todo esto la dejo inconsciente, al ver el estado en que se encontraba subí con ella al test-plug para decirle que todo estaría bien que podía descansar hasta que vinieran por ella. Rei miro mis manos heridas para luego preguntar por qué la ayude a pesar de salir herido y yo simplemente la mire y le dije.
—Porque somos amigos. —Le di una muy cálida sonrisa. Ella solo me miró confundida.
Luego de ese día, Rei me trataba casi igual a diferencia de que ahora se detenía a hablarme y un dia me dijo que éramos amigos a pesar de que ella no sabía lo que significaba o lo que debía hacer un amigo, lo cual me dio mucha pena. Poco a poco con el paso del tiempo fuimos acercándonos más, para los demás ella no había cambiado en absoluto, sin embargo, conmigo iba socializando más y más, no demasiado, pero sí que se notaba un cambio, pasamos muchas cosas juntos, vi como ella iba mejorando, aprendiendo sobre sentimientos y nuevas sensaciones, jamás podré olvidar su primera sonrisa, con el tiempo me fui enamorando de ella.
De vuelta en el sillón luego de haber comido la comida que Shinji había preparado, mire la tapa del libro que Rei estaba leyendo, me dio curiosidad así que le pregunte.
—Por cierto, a todo esto, ¿qué libro estás leyendo? —Ella simplemente ladeó la cabeza y me ofreció el libro, lo cual agradecí, pero para mí mala suerte al agarrarlo me corté el dedo índice con una de sus muchísimas hojas—. ¡AYYY! —exprese con una mueca de dolor viendo como comenzaba a salir sangre.
Rei al ver como la sangre caía sobre mis piernas no tardo en agarrar mi mano y por alguna extraña razón se metió el dedo en la boca. Y comenzó a lamer mi herida.
—¡¿REI?! —le pregunte incrédulo a lo que ella solamente reacciono mirándome a los ojos... debo de admitir que se veía demasiado linda y muy sensual, sin embargo—. Rei....
—¿Si? —contestó sacándose mi dedo de la boca.
—A pesar de estar disfrutando de esta agradable Sensación... duele. —Aunque estuviera lamiéndome no dejaría de doler la herida.
Ambos nos miramos el uno al otro serios para de un momento a otro. Intentar aguantar la risa lo cual no funciono y nos reímos al unísono, una vez terminamos de reír me di cuenta que era la primera vez que escuchaba la risa de Rei, fue música para mis oídos, ella se veía tan hermosa, yo estaba tan feliz de ser el primero y único en escucharla ya que Shinji y Asuka estaban en sus habitaciones.
—Tienes una risa hermosa. —Fue entonces que Rei, se dio cuenta de que se había reído por primera vez, ella me miro a los ojos y dijo.
—Es raro, cuando estoy contigo por alguna razón me siento cálida y no puedo evitar estar feliz.—Mirando sus mejillas ligeramente rosadas le dije.
—Rei, yo me siento igual contigo —Conectamos miradas a la misma vez que nos dábamos una sonrisa cálida el uno al otro, pronto cambie mi expresión a una seria haciendo que ella ladeara la cabeza en señal de desentendimiento—. Rei... Me gustas —Me confesé sintiendo como en poco tiempo mis mejillas comenzaban a arder.
—Yo... yo... no sé qué debería hacer en este caso. —Su rostro estaba tan rojo que parecía un tomate y también se le notaba muy nerviosa y confundida.
—Nada, solamente quería decirlo. —Tal vez no fue muy buena idea confesarme pensé, es que quería sacarme lo que sentía desde hace mucho tiempo y creí que la situación era perfecta.
—Lo siento... estoy confundida... cuando no estas me siento sola, pero cuando estas me siento cómoda, me gusta cuando me acaricias y cuando veo tu sonrisa siento calidez en mi pecho y me agrada esa sensación... si estoy sola y pienso en ti no puedo evitar sonreír sintiéndome feliz...
—Rei...—No sabía que decir
—No sé mucho sobre sentimientos pero... según el libro mis síntomas significan que tu... también me gustas Daiki. —No lo podía creer, Rei había aceptado mis sentimientos.
—Rei... —La mire sonrojado.
Nuestros ojos se encontraron mirándose fijamente, poco a poco acerque mi mano a su mejilla, Rei recibía mis caricias con gusto, disfrute de la suave sensación de su piel bajando por su rostro hasta llegar a lo que tanto deseaba... sus labios, los cuales se relajaban con cada roce que le daba, ella no tardo en colocar su mano en mi mejilla en busca de calidez, nuestra respiración aumentaba a medida de que nos acercábamos, sentí su respiración a la vez que su aroma impregnaba mi nariz, ella entrecerró los ojos entregándose a mí, ambos nos deseábamos, me acerque inclinando ligeramente mi cabeza para que nuestras narices no interfirieran hasta acariciar mis labios con los suyos, con ternura como mi primera muestra de amor hacia ella... Al separarnos noté cómo su pecho se elevaba y descendía con más frecuencia, mi corazón latía cada vez más rápido, no tarde en volver a acercarme en busca de esa nueva sensación tan placentera, le di un suave y rápido pero intenso beso, que hizo que mi pecho saltara otra vez. Los ojos rubí de Rei me miraban fijamente pareciendo que no tenía suficiente, sentí como pedía que lo hiciéramos de nuevo. Lo que al principio había sido un simple roce pronto se convertiría en una lluvia de pasión.
Roce mis labios con amor en su mejilla la cual se había tornado de un tono rosado, ella sonrió con felicidad, al recibir esa muestra de amor, me dio un beso en la frente que hizo sonrojarme más de lo que ya estaba, empuje a Rei suavemente para que se acostara en el sofa, me puse encima de ella lo cual hizo que mi corazón se volviera loco, seguí jugando con sus labios, mientras mi otra mano acariciaba su cabello, ella envolvió sus brazos en mi cuello inclinándome, pude sentir su agradable aliento era cálido y dulce, tras conectar nuestros labios, con suavidad pero más profundo e íntimo, Rei comenzó a jadear, seguí mis instintos y me separe de sus labios para besar su cuello, ella poso sus manos sobre mi cabeza y espalda.
No me imagine que perdería el control al escuchar un leve gemido viniendo de ella lo cual hizo que me separara de su cuello para volver a su boca, agarraba sus mejillas para volver a probar de esa sabrosa sensación, esta vez tome más aire y use mi lengua para acariciar la entrada de sus labios, ella siguió el juego y peleamos torpemente por ver quien tendría el control, tras ganar, exploré su boca lo más que podía, el aroma que ella desprendía me estaba volviendo loco, su sabor era tan intenso, necesita más, quería escucharla más, sentía mucho calor y mi cara estaba ardiendo, mis manos recorrieron el cuerpo de Rei en lo que seguíamos jugando, en ese momento no importaba si atacaba un Ángel o si alguien llegaba y nos veía... en ese momento... en la tierra solo existíamos ella y yo.
No fue hasta que necesitábamos aire que nos separamos, lentamente jadeando, mientras una hebra de saliva conectaba nuestras bocas. Lo cual hizo que nos sonrojáramos demasiado, haciendo que desviemos la mirada el uno del otro.
—Esto... —No sabía que decir ya que estaba demasiado avergonzado.
—Se sintió bien —dijo una sonrojada Rei.
—Demasiado Bien. —Aún no me atrevía a mirarla.
—Daiki... —Dijo haciéndome que me girara para verla—. Te Amo —En un segundo pude ver como el rostro blanco como porcelana de Rei se volvía como o incluso más rojo que el pelo de Asuka, en ese momento quien no se atrevió a mirar a al otro fue ella.
—Yo te amo más, Rei —Dije sonriendo mientras tomaba su mano y entrelazaba sus dedos con los míos y besaba su mejilla.
A todo esto ninguno de nosotros se percató de los dos individuos presentes detrás de nuestro... Asuka y Shinji que ambos estaban boquiabiertos por lo que había pasado. No fue hasta que me di vuelta que los vi sorprendidos, sin saber que hacer pregunte.
—¿Desde cuándo están ahí parado? —dije estando avergonzado aun sosteniendo la mano de Rei, quien por vergüenza les daba la espalda a ambos sin soltar mi manos.
Asuka se animó a hablar.
—Desde hace un rato —confesó compartiendo una mirada asombrada con Shinji
—Lo siento, no los note —dije aun estando rojo, vi como poco a poco el ceño fruncido de Asuka aparecía.
—¡SI, YA ME DI CUENTA COMO IBAS A NOTARLO SI TE ESTABAS CASI TRAGANDO A LA CHICA MARAVILLA! —Jamás había visto a Asuka tan molesta —¡SHINJI A MI CUARTO! ¡AHORA! ESA ESTÚPIDA MUÑECA NO ME GANARA EN ESTO —oredenó una muy enfadada Asuka mientras arrastraba a Shinji a su cuarto quien pataleaba sabiendo lo que vendría.
—Rei, sé que hace frio pero ¿Quieres ir a por un abrigo e ir a algún lado? —le pregunte mientras acariciaba su mano y le daba una cálida sonrisa.
—Si, esta bien, siento que si nos quedamos pronto pasara algo muy incómodo —aceptó Rei comenzando a levantarse del sofá—. Aunque iré con una condición.
Incliné la cabeza hacía un lado.
—¿Cual? —La mire confundido.
—Tu ve a buscar un abrigo, yo me quedaré con este ahora —dijo poniéndose mi abrigo.
—Oye... ese era mi favorito —comenté fingiendo tristeza.
—Lastima, ahora es mío —Se río, para luego darme una hermosa sonrisa.
Sin dudas... debo proteger su sonrisa a como dé lugar.
Fin.
#neongenesisevangelionfanfic#neon genesis evangelion#nge fanfic#nge#fanfic español#evangelion asuka#evangelion#asuka langley soryu#shinji ikari#rei ayanami#oc#original character#ayanami rei#first kiss
4 notes
·
View notes
Text
Prólogo
A pesar del pronóstico soleado que se esperaba para ese sábado, _____ se había despertado por el ruido intenso de las gotas golpeando las persianas. Quería seguir durmiendo, pero se había desvelado y le estaba resultando imposible.
—Pues nada —suspiró pasado un tiempo y sin poder aún regresar al reino de Morfeo. Lentamente, se incorporó, su espalda crujiendo en el proceso, y una mueca se le dibujó en el rostro. Con movimientos vagos y torpes fue subiendo las persianas del piso para que entrara la poca luz que había.
Era temprano y su cuerpo le gritaba que volviera a la cama, calentita y suave. Extremadamente tentador, pero tenía planes para ese día y trabajo acumulado por hacer en casa. Ya descansaría el domingo.
Se paró frente a la ventana que había en la cocina y la abrió, dejando que el olor a lluvia y brisa fresca de primavera empaparan su hogar. Sus ojos cansados observaban la calle mientras el aire le acariciaba la cara apoyada sobre sus brazos en la repisa de la ventana. Junto a la lluvia, resonaban en la calle algunas rejas y persianas de vecinos y comercios, la mañana se iba desarrollando con lentitud.
Tras una última ojeada, se dispuso a calentar agua para el té, puso dos rebanadas de pan en la tostadora y sacó de la nevera el queso para untar, algunos tomates cherri y hojas de rúcula que había comprado la tarde anterior. Se había levantado con hambre y hacía días que le daba vueltas a esas tostadas. Un generoso chorro de aceite de oliva y una pizca de sal y aleh, bon appétit (buen provecho).
Como la tetera aún no silbaba, _____ sacó las plantas al balcón para aprovechar la lluvia. No le gustaba reconocerlo, pero las había descuidado un poco. A lo mejor colgando una pizarrita o algo en la pared o la nevera le ayudaría a no olvidar tan a menudo las cosas que tenía por hacer. Apuntaría esa idea en un papel para que tampoco se le olvidara.
Con un último esfuerzo sacó la maceta más pesada, soltando un quejido al dejar de aguantar el peso. Se quedó observando la planta, absorta en sus pensamientos hasta que algo rojo le llamó la atención.
—¿Y tú qué haces aquí? —preguntó burlona a una pequeña mariquita posada sobre una de las hojas de la planta que acababa de sacar—. A ver, ven aquí, hija mía, porque te me vas a ahogar—. Acercó su mano con cuidado y el insecto brillante se subió a su dedo anular. Las patitas le hacían cosquillas. A saber cuánto tiempo llevaba el pobre insecto allí, como mínimo esa noche la había pasado dentro. Con movimientos suaves dejó la mariquita en otra maceta con flores que quedaba protegida de la lluvia, de esa forma no se mojaría y cuando quisiera podría irse. Aunque tuvo que insistirle un poco porque no parecía tener intenciones de bajarse de su dedo. En su intento de enderezarse, los huesos de la espalda se le acabaron de acomodar en un crujido que hizo que se planteara _____ visitar con urgencia un osteópata.
«Una aparte de guapa, crujiente».
Con unos últimos estiramientos volvió hacia dentro para apartar del fuego la tetera que había empezado a silbar y terminar de preparar su desayuno. Entre bocados y sorbos iba poniéndose al día en sus redes sociales, llevándose un gran chasco al consultar el pronóstico para el resto del día: lluvias intensas en gran parte del territorio. Bien por el tema de las sequías, pero a la porra sus planes para salir a dar una vuelta ese día.
Pasó un buen rato hasta que decidió levantarse de la silla y empezar a ordenar y limpiar la casa. La lluvia invitaba a seguir durmiendo, o por lo menos a tumbarse en el sofá con una mantita ligera, pero el deber llamaba y si no lo hacía entonces, lo tendría que hacer el domingo o el lunes… O el martes... Para qué engañarse, seguramente lo haría cuando se empezara a amontonar todo y no tuviera más remedio que guardar bien las cosas.
Tras guardar la ropa en el armario y limpiar a fondo las estancias, puso las sábanas húmedas que había en la lavadora dentro de la secadora; tenía previsto dejarlas secar al sol, pero visto lo visto, tocaba secarlas a máquina. Tener que esperar a que terminara el programa era una excusa perfecta para llevar a cabo lo que había deseado hacer antes: tumbarse en el sofá y ver una película que tenía pendiente desde hacía tiempo.
Los ojos le pesaban de nuevo ¿Qué le pasaba que tenía tanto sueño? Su pregunta no pudo ser respondida, pues al poco rato se sumergió en un profundo y dulce sueño. Olía a miel y primavera, los botones dorados de las flores se extendían por todo el prado y ella corría entre peces de agua sobre la hierba alta que se iba alejando cada vez más a medida que subía hacia las nubes de algodón. Los hilos de viento que la elevaban cantaban su nombre. Y _____ extendió su brazo hacia arriba, hacia las manos delicadas que se abrían paso en el cielo para recogerla.
«Pronto» pensaba. «Ya casi» se decía tensando los dedos hacia ellas. Y cuando su índice derecho alcanzó una de las manos… Cayó.
Cayó en las profundidades de un mar dorado tan deslumbrante que tuvo que apretar con fuerza los párpados y cubrirlos con las manos mientras aguantaba la respiración. Para que cuando los volviera a abrir, se encontrara de nuevo en el sofá con la manta toda revolucionada tirada en el suelo. Seguía lloviendo, pero unos tímidos rayos de sol bañaban su apartamento haciendo frente a la densidad oscura de las nubes. Miró el reloj, eran pasadas las tres de la tarde.
Se sentó, un poco confusa: Había dormido más de tres horas y aun así se sentía agotada. Llegados a este punto, le preocupaba un poco la situación y se preguntaba seriamente si debería pedir cita al médico. O tal vez ese sueño tan… tan abstracto la había agotado más de lo que estaba. Aunque aún tenía el olor dulce del polen en la nariz.
Pese a no haber comido, no tenía mucha hambre, así que comió algunas de las sobras que tenía en la nevera y se dio una ducha caliente para relajar el cuerpo. Como continuaba estando cansada, decidió irse a dormir más temprano de lo habitual, disfrutando del confort de las sábanas con olor a limpio mientras escuchaba el sonido persistente de la lluvia que parecía caer con más intensidad que antes.
Notas previas 🐞 Capítulo 1
🧾Masterlist
#hetalia#hetalia x reader#hetalia x you#italy x reader#north italy x reader#feliciano x reader#feliciano vargas#x reader#reader insert#female reader#afab reader#sogni d'oro
4 notes
·
View notes
Text
Dentro de poco serán 5 años.
Aún estás vivo en mí mente pero, también estás vivo en las mentes de muchas personas en todas partes de este mundo, y me pregunto: "¿De qué sirve todo esto que estoy sintiendo?", "¿De qué sirve que te vea de esta manera tan especial, si yo en tus ojos nunca sería nada?".
Solo me queda soñar y nada más, aunque me duela profundamente cuando abro estos ojos y caigo en la triste realidad en la que vivo.
V.R
2000/2018
"Tengo opiniones muy atípicas".
"Siempre han sido una barrera en las relaciones personales con otras personas".
"Completa indiferencia y desprecio por el mundo que nos rodea".
"Odio levantarme por la mañana y luego volverme a dormir, sabiendo que mañana será como hoy, ha sido así durante 13 años".
"También odio las vacaciones. Verás, no celebro las fiestas, desprecio las empresas abarrotadas".
"Intento no dejar que la gente se acerque demasiado".
"De hecho, ni siquiera tengo amigos".
"Todo el mundo tiene algún tipo de intereses pobres".
"El miedo es la única emoción que no es falsa".
"En mi opinión, no existen personas únicas. La gente está dividida por intereses".
"Me moriría ahora mismo, no hay necesidad de levantarme por la mañana para preparar un maldito desayuno".
"Sólo los muertos son independientes".
"¿Planes? Morir".
5 notes
·
View notes
Text
Promt: 02 - “Don’t worry, I got you. / No te preocupes, estoy contigo.”
Fandom: Safir
Ship: AtFer (Ateş Gülsoy / Feraye Yilmaz)
Audiencia: E
TW: none
━━━━━━━━╰☆╮━━━━━━━━
Y llegó el día de la boda. El amanecer nublado dio paso a un cielo azul radiante, Feraye, que llegó tarde la noche anterior, se despertó con una sonrisa y lo primero que vio fue su vestido de boda y no pudo mirarlo más que con orgullo. Al final le iba a tener que dar las gracias a Yaman por romperle el vestido porque habían logrado hacer unas mejoras impresionantes. La capa iba a dejar sin habla a todo el mundo y seguro que se iban a llevar una matrícula de honor… O por lo menos aprobar la asignatura. Su madrastra rompió el encanto de la mañana.
—¿Dónde estuviste anoche? No me mientas. —Cemile se acercó a ella con el dedo acusador. —En ningún sitio que te interese mamá Cemile. —¿No querrás un escándalo? No… ¿No habrás ido a ver a Yaman? ¿Verdad? —No cabía más rabia dentro de esa señora. —Tranquila, estuve con mi prometido. Hace días que no se de él y espero no saber nunca nada más. Ahora si me disculpas tengo que prepararme para mi boda.
Según acabó de hablar entró en la habitación su cuñada, cantando y bailando haciendo que Cemile se fuera más enfadada de la habitación.
—¿Qué quería Cemile? —Cogió a Feraye de las manos e intentó que bailara con ella. —Molestar, como siempre. ¿Y tú por qué estás tan contenta? —Porque te casas ¡¡te-ca-sas!! ¡Alégrate! —Lo estoy, lo estoy. Pero también hay muchas cosas que hacer, vamos Nesrin hay que preparar las cosas. —No, tu solo tienes que dejarte hacer. Órdenes del señor Ömer Gülsoy, hoy eres oficialmente la novia de esta casa. Vas a ser una Gülsoy, así que relájate y arréglate que en breves llegarán tus amigas y empezaréis a prepararos para dar el sí. Ay, que ilusión.
Nesrin se fue bailando y cantando de alegría. Una alegría que no terminaba de sentir Feraye, empezaba a pensar que quizá no era una buena idea todo aquello de la boda cuando se fijó en el anillo azul que llevaba y sintió calidez. La noche anterior había sido especial, una noche tranquila y donde conoció un poco mejor a su prometido, bueno, más bien él a ella ya que Ateş se dedicó a preguntarle muchas cosas y a dejarle claro otras.
—Entonces te gustaría dedicarte a la moda una vez termines la carrera, ¿no? —Ateş le dio un mordisco a su kebab. —Sí pero no sé qué especialidad escoger no se si tirar por diseño puro o quizá algo de gestión. No estoy segura de nada, como puedes comprobar. —Me tendrás que enseñar tus dibujos, tengo curiosidad por ver el tipo de ropa que te gusta diseñar. —Eso es fácil. —Feraye se levantó de la mesa y se fue hacia una mesa que había en el lateral del taller, cogió un portafolios de tamaño A3 y al volver se lo pasó a Ateş —. Aquí están la mayoría de mis diseños. —¡Oh! Veo que te gusta el pret a porter y las líneas suaves y sencillas… —El chico iba pasando los bocetos y dibujos terminados—. ¡Mira! ¿También diseñas joyas? —Sí, es una de las ramas de mi carrera. Los complementos son algo fácil de diseñar, pero muy difíciles de llevar a cabo. Con la ropa es más fácil. —Son muy buenos estos diseños, me gusta especialmente este collar. —Está inspirado en mi madre. Es una cadena de plata que remata con una flor hecha de brillantes y un topacio en el centro. Era el color de ojos de mi madre y su piedra favorita. —Es una pieza digna de hacerse realidad. —Eso será difícil de realizar. —Yo no lo creo así. —Ateş se fijó en otro de los bocetos—. ¿Y esto?
Eran varios bocetos de un traje para hombre: un traje de verano, un abrigo de paño negro y una camisa blanca sencilla.
—Iban a ser un regalo. —dijo con voz apagada. —Para Yaman, entiendo. —Vio como Feraye asentía e intentaba que la tierra se la tragase—. ¿Cuándo empezó vuestra relación? —Hace varios años. Estuvimos tonteando desde críos, pero creo que Yaman se me acercó de verdad cuando te fuiste a Estados Unidos, más o menos. —Mírale, como aprovechó que yo no estuviera. —Ateş sonrió cómplice y animó a Feraye a que continuara. —Todo iba estupendamente, hasta que dejó de ir. Todavía no entiendo cómo pudo engañarme tanto tiempo. Y sobre todo si quería a Aleyna ¿por qué estaba conmigo? —Feraye se tapó la cara con las manos frustrada—. Perdona, no… —No te preocupes. Entiendo que el amor a veces es impredecible, pero no creo que mi hermano sea un hombre que juegue con dos mujeres. Pero de momento solo tenemos los hechos que son que se ha casado con Aleyna y está en modo perro del hortelano. —¿Cómo qué? —Como el perro del hortelano, que ni come ni deja comer…
Hubo un momento de silencio como si ambos estuvieran asimilando esa frase. Hasta que Feraye volvió a hablar.
—Oye, ahora que estamos hablando con sinceridad… ¿No te importa que Yaman no sepa que voy a tener un hijo suyo? —Ahora mismo no. Lo primero es que tú estés bien luego ya nos preocuparemos de lo demás. —Pero es tu hermano. —Feraye esperaba una reprimenda y, de verdad, se sentía aliviada pero no dejaba de chocarle que no tuviera un mínimo enfado. —Al final da igual si es mi hermano o un desconocido. Es tu decisión, además yo estuve en el momento en el que te enteraste y sé por todo lo que has pasado hasta ahora. Repito es tu decisión decírselo o no. Nadie más puede decirte lo contrario… Aunque los dos sabemos que a la larga es mejor decírselo, pero dejemos esta decisión para más adelante.
Ateş cerró la conversación al ver la hora y llevó a la novia de vuelta a casa. El sonido del teléfono devolvió a la realidad a la muchacha, ya era hora de ponerse en marcha sus amigas la estaban esperando.
El resto del día pasó como un suspiro entre peluquería, amigas festejando, flautas y tambores sonando e invitados llegando a la mansión Gülsoy para el gran día.
A los novios les hubiera gustado algo más discreto, pero se casaba el hijo mayor de la familia y debía celebrarse con propiedad y como manda la tradición, así que no pudieron hacer nada sobre eso. Ateş llevaba todo el día pendiente de los preparativos mientras el abuelo había protestado porque eso era cosas de mujeres que él no se tendría que preocupar de nada, pero la verdad es que Ateş quería tener vigilado todo, no quería dejar nada al azar. Concretamente que ni Cemile, ni su madre y ni Yaman hicieran nada antes y durante la boda. Dudaba de que Cemile hiciera algo antes, pero ¿durante? Había bastantes posibilidades. Esa mujer no sabe estar callada y tampoco cual es su sitio. Por otra parte, su madre estaba en modo plañidera, sabe que trama algo, pero quizá lo deje para después de la boda.
Yaman era la incógnita. No le había visto mucho estos días poque no había estado en casa y no sabe de sus movimientos, pero creyó verlo la noche anterior cuando salieron del taller. Solo esperaba que no apareciera en la boda o que, si lo hacía, que por lo menos se comportase. Por el bien de su familia.
Todo estaba dispuesto la gente estaba en su sitio esperando a los novios, los testigos estaban sentados en la primera fila esperando su turno, por parte de la novia sería Hazal y por parte del novio Okan, quien se estaba alegre por ser el testigo, pero a la vez sentía todo el desasosiego del mundo porque se consideraba un traidor al haber aceptado la petición de su hermano mayor. Yaman no le hablaría en la vida.
Ateş estaba esperando en la puerta de la habitación donde estaba cambiándose Feraye para ir juntos al altar. Picó en la puerta con suavidad.
—Adelante!! —La voz de Hazal se oía amortiguada por la puerta cerrada. —Hola, ya es la hora. —Ateş entró despacio a la habitación temiendo molestar. —Ya está lista. La novia está perfecta y nosotras nos vamos. Venga chicas, dejémosles y vamos a nuestros puestos.
Hazal se llevó a Damla y a Nesrim dejando a los futuros esposos juntos.
—Estás preciosa. —la voz de ates Ateş sonaba con admiración—. Muy hermosa. —Gracias, tú también estas muy guapo. —Feraye acarició la flor que llevaba en la solapa del traje—. Un lirio. —Para ir a juego. —el chico acarició el anillo que llevaba Feraye como muestra de su compromiso— ¿Lista? —Vamos allá.
Salieron de la habitación y se encaminaron al altar, Feraye estaba temblando como una hoja. Ateş se dio cuenta y le susurró:
—No te preocupes, estoy contigo.
No surtió mucho efecto, pero sí le dio ánimos, sabía que podía contar con él y que no pasaría nada.
La boda transcurrió como estaba previsto, justo antes de que se dieran el sí quiero, Yaman llegó de una manera discreta, pero tanto Feraye como Ateş lo vieron perfectamente.
—¿Feraye Yilmaz, quieres a este hombre como marido sin presiones y por voluntad? —¡Sí! —¿Ateş Gülsoy, quieres a esta mujer como mujer sin presiones y por voluntad? —¡Sí!
Una vez ya marido y mujer, el juez entrega el libro de familia a la novia y él le da un beso en la frente a su esposa. Uno lleno de promesas y de tranquilidad. Feraye lo abraza fuerte y Ateş hace lo mismo, no dura mucho porque los testigos también quieren abrazos y celebrar con la pareja de recién casados.
La cena transcurrió como cabía esperar, Ömer Gülsoy orgulloso de su nieto pavoneándose y recibiendo halagos de los invitados, Gülfem haciendo como que está contenta con lo que pasa pero disimulando regular, Okan centrado en la comida, Yaman y su mujer sin dirigirse a penas la palabra miraban con odio hacia la mesa donde estaban los novios. En cambio, la familia Yilmaz estaba orgullosa de Feraye, su padre estaba contento porque se casaba con un buen hombre, sin embargo, su hermano estaba contento pero porque esperaba que esa boda le beneficiase, su mujer, Nesrim, estaba orgullosa de su cuñada y rezaba por que fuera feliz. La única nota discordante era Cemile, que rezaba porque a la novia le cayese un rayo ahí mismo en vez de disfrutar de la velada porque pensaba que le había robado el momento que pertenecía a su hija.
Llego el momento del baile, Ateş y Feraye lo abrieron bailando una canción latina que ella reconoció.
—Es la canción de “Encanto”, ¿no? —Estaba sorprendida, no se esperaba esa canción en su boda. —Sí, “dos oruguitas”, creo que nos pega. Habla de un futuro incierto pero lleno de esperanza y de construir nuestro futuro. Juntos contra las adversidades. —¿Tan mal lo ves? —Echó un vistazo por encima del hombro de su marido. —Digamos que fácil no va a ser. Pero bueno, por lo pronto centrémonos en bailar y en nuestra luna de miel. —¿Luna de miel? —Feraye se separó de él para mirarle a la cara— ¿Cuándo? —En cuanto termine la fiesta. Sorpresa. —Ateş sonrió divertido—. Creo que te va a gustar. —¿Lo sabe alguien? —Hazal me ha ayudado un poco. —Traicionada por mi mejor amiga. —Feraye sonrió—. Y ¿a dónde vamos? —Eso también es una sorpresa. Te enterarás en el aeropuerto. —Hizo que Feraye diera una vuelta y el vestido desprendió sutiles destellos—. El vestido es toda una obra de arte. —Gracias a ti. —No. El trabajo lo hicisteis vosotras, yo solo os di un espacio para trabajar. Sin mano de obra no hay trabajo.
Bailaron un poco más hasta que amigos y familiares los reclamaron, llegó un punto en el cual no sabían dónde estaban el uno y el otro y con quien bailaban. Hasta que a Feraye se le paró el corazón porque Yaman le cogió la mano y se puso a bailar con ella.
—Yaman, ¿qué haces? —Bailar con mi cuñada o ¿tampoco puedo? —Yaman llevaba un par de copas de más, se notaba porque el flequillo empezaba a bajársele. —No deberías acercarte a mí. Por favor. —¿Qué tiene él que no tenga yo? —Soltería. No estaba casado. Para empezar. Y desde que hemos empezado a estar juntos no nos hemos escondido ninguna sola vez. —Excepto cuando estabas conmigo. —Incluso ahí no me escondía. —Feraye clavó otro clavo en el ataud de su amor a Yaman con esa mentira.
Ateş observaba todo desde la mesa donde estaba con su abuelo, cogió el teléfono, hizo una llamada y acto seguido se encaminó hacia donde estaba su esposa.
—Amor, ven, nos vamos. —Cogió con cariño de la mano a Feraye. —¿Ya? —La chica suspiró aliviada. —Hermano, ¿no me dejarás bailar con mi cuñada hasta que termine la canción? —No, Yaman. Nos tenemos que ir. Nos esperan.
Salieron de allí como una exhalación, directos al aeropuerto. O eso creía Feraye.
3 notes
·
View notes
Note
¿Te acordás que el otro día te dije que había escuchado una canción que me había inspirado para hacer el pedido? Bueno, la canción que me inspiró es “Enamorado Tuyo”, de Cuarteto de Nos.
La idea que tenía, en resumen, es esta:
Fran con una lectora que sea la hermana menor de Mati. Todos los chicos (incluido Mati) le insisten para que invite a la lectora a tener una cita, y declarle lo que siente por ella a pesar de que él crea que los sentimientos no son recíprocos (el crush mutuo es super notorio) . Obvio, hace lo que los chicos dicen igual a pesar de sus nervios. ¿Cómo lo hace? Invitandola a cenar a su casa y cocinando la comida favorita de la lectora, para que cuando luego terminen ambos de cenar, él le regale un osito de peluche que sostiene un corazón, y una mini nota escrita a mano por él donde expresa sus sentimientos por ella. Me imagino que él cuando ve a la lectora quedarse en silencio al ver todo eso (y leer la nota), él le pediría perdón por si la hizo sentir incómoda y que entiende si ella no siente lo mismo, pero ella lo hace callar dándole un beso y básicamente diciéndole: al fín te diste cuenta (?
Por las dudas, para expandir un poco mas la idea, me imagino que ellos tienen este tipo de relacion: la lectora a pesar de dar claras señales de que tiene un crush con Fran, es más discreta. Por otro lado, Fran es totalmente obvio con su crush. Siempre mirándola fijo, sonriendose y sonrojandose cada vez que la ve (o la lectora le da algún halago), usando cualquier excusa para hablarle o tener contacto físico, ligando con ella a “modo de chiste” (cofcof), etc etc. Todos lo cargan mucho por ser así con la lectora, aunque él niega su crush hasta la muerte (?
¡Gracias por considerar mi pedido, nena! ♡ Obviamente no te tenés que sentir presionada, ni mucho menos obligada a hacerlo. Si querés hacerlo y necesitás modificar algo del pedido, por favor sentite libre de hacerlo. Tampoco hace falta que escribas todo a fondo, el resto de lo que escribí son sólo detalles para que te des una idea de su relación 🤭 ¡Te quiero un súper montónnnn, que tengas un excelente día! 😘
— totalmente no soy @madame-fear, cofcof, para nada (? ayuda por favor me estoy muriendo de vergüenza me siento super ñoña y cringy AHJSJDK
Fluff ♡
Francisco despertó más temprano de lo normal y con el estómago cerrado. Llevaba toda la semana (y más) preparándose para este día, pero aún así estaba nervioso y los mensajes de apoyo de sus amigos no eran de gran ayuda. Sólo logró reírse con Matías, que le envió un audio amenazándolo y luego, más que seguro del éxito del plan, agregó "Cuidame a mi hermana eh".
Gran parte de la mañana del sábado la pasó en el supermercado. Compró los ingredientes necesarios para preparar tu comida favorita, preguntándose en medio de un pasillo si en verdad sabía cuál era tu plato favorito o si estaba equivocado, se aseguró de comprar un par de snacks en caso de que aceptaras quedarte a ver una película, y luego hizo una rápida parada en un vivero para escoger una planta.
Cuando el timbre sonó su corazón se detuvo por una fracción de segundos y la inseguridad paralizó su cuerpo. ¿Y si no sentías lo mismo? ¿Si te incomodaba? ¿Si Matías y todos los demás estaban equivocados y no sentías por él nada más que un amor fraternal, si lo veías como a un hermano? Si... Sacudió el cuerpo y sus dudas y abrió la puerta para encontrarse con tu dulce sonrisa.
-Hola, hadita- le sonreiste y besaste su mejilla. Hizo una mueca de molestia por el apodo, pero internamente reía cada vez que lo llamabas así-. ¿Todo bien?
-Todo bien- contestó, aunque con lo nervioso que se sentía estuvo a punto de decirte todo lo contrario-. Ya está la comida.
La conversación fluyó con naturalidad, como siempre, con las risas y anécdotas que normalmente compartían en momentos como ese. Francisco estaba aliviado, todo parecía seguir el libreto que imaginó durante las incontables noches en vela que le dedicó a este, su gran día. Sus nervios sólo volvieron a florecer cuando llegó el momento de entregarte el regalo y la nota que había preparado.
-¿Y esto?- preguntaste con una sonrisa temblorosa que lo alarmó.
-Perdón por mi letra- fue todo lo que dijo mientras te veía desdoblar el papel y comenzar a leer. Observó las expresiones que transformaron tu rostro conforme tus ojos avanzaban sobre las palabras en las que volcó su corazón: sorpresa, confusión, algo que podría jurar que era ¿decepción? ¿Estabas decepcionada de él?-. Perdón, perdón, te juro que no quería que te... Tu hermano...
Bajaste la carta y sonreíste mientras observabas el oso de peluche entre tus manos. Cuando tu mirada encontró la suya su cerebro comprendió que era momento de hacer silencio y él te miró desde su asiento, inexpresivo y preparado para lo que estuvieras por decirle, sin importar qué fuera.
-Ya era hora...- suspiraste-. Pensé que sólo yo me sentía así.
Parpadeó lentamente. Procesó tus palabras. Soltó una risa histérica y deshizo la distancia entre ambos para abrazarte, la fuerza del impacto amenazando con hacerlos caer a ambos. Besó tu mejilla, todavía demasiado tímido como para considerar besar tus labios, y sus manos acunaron tu rostro.
-Me volvió el alma al cuerpo- confesó.
Reíste ante sus palabras y tus ojos brillaron. Dios, pensó, ¿cómo podía ser tan afortunado de tenerte en su vida y ahora de que correspondieras sus sentimientos? La respuesta era un misterio, pero él tenía en claro que jamás te dejaría ir.
Espero que lo hayas disfrutado, hermosa ♡ taglist: @madame-fear @creative-heart @chiquititamia @delusionalgirlplace @recaltiente @llorented @lastflowrr ♡
#deep inside - love letters#letters to fran#francisco romero#francisco romero fluff#francisco romero x reader#lsdln cast#lsdln x reader
19 notes
·
View notes
Text
Hijos del Este
El libro perdido
Comentarios: Como odio septiembre, osea hay cosas que me gustan de este mes pero es el mes que más agota mi pila social por las festividades del día de la independencia en Chile. De hecho, el agotamiento se produce en agosto porque la comida familiar se organiza desde antes y para variar mi familia nunca se pone de acuerdo. discuten cada dos días antes del 18 hasta que llega ese día y luego todos se aman...En fin, reescribí este capítulo porque no me gustaba, y no me acaba de convencer, pero ha pasado un mes desde el último y no me gusta dejar las cosas a media.
Capítulo 24: El rumor tras la muralla
El frío de la mañana despierta sus músculos y ayuda mantenerlo atento a las guardias que comienzan a relevarse en cada acceso del fuerte, pero incluso en medio de ese ajetreo la figura dominante y orgullosa del hijo de la Gran Khan destaca por su presencia imponente. Nada en sí mismo se ha dejado al azar, desde las botas con punta de hierro hasta los colores sutiles que se esconden en sus ropas. Sus pensamientos, ideales y aspiraciones deben seguir una única línea y representar aquella que visión que sólo un descendiente de la Diosa Eutuken puede dictar, incluyendo uno que ha nacido alfa.
Mientras cruza el enorme arco de piedras del castillo, los soldados hacen una pequeña reverencia y quienes poseen mayor rango detienen sus pasos para saludarlo directamente con un apretón de manos. Katsuki se toma su tiempo para conservar su talante con la misma firmeza e imparcialidad mientras confirma la asistencia de los generales a una de las tantas reuniones que presidirá su padre, ahora que la comisión de recaudación de impuestos partirá en un lapso de 2 días para informar el cobro de suministros que regirá a partir de la próxima primavera.
Mas esta vez, conserva cierta distancia y concluye las conversaciones mucho más rápido que antes debido a un solo problema. El olor de deku, el omega que todos tienen prohibido, incluyéndolo, sigue persiste en las ropas que esconde dentro de su bolso y aunque se preocupó de hacer un barrido con piel de Manul para evitar sospechas, todavía tiene que ser cuidadoso.
Sus últimos pasos en el interior del castillo se desvían estratégicamente hacia los aposentos que tomó como propios luego de que se desvelara por tres noches consecutivas en la encuadernación y traducción de los pocos libros que disponía la biblioteca del castillo. Allí mando a preparar una mesa de trabajo, guarda dos o tres mudas de ropa y sobre todo tiene oculta armas en caso de que alguien decida tomar como debilidad su descanso entre estas frías paredes.
Últimamente ha comenzado a resentir el hecho de dormir tanto tiempo alejado de su manada, pero tampoco los invitaría a quedarse aquí con él. Si bien es cierto que el castillo tiene un encanto artificial bastante majestuoso, debido a la forma de los arcos, los contrafuertes y techos abovedados, a veces estar dentro de sus murallas se siente como estar sepultado bajo la tierra, especialmente bajo las noches profundas donde incluso las enormes lámparas colgantes son insuficientes para eliminar las sombras que se ciernen sobre la guardia que recorre los pasillos.
A veces, incluso la luz de la mañana es insuficiente para eliminar el aura amenazante de las murallas. Katsuki está convencido de que no son sólo sus aprensiones por la estabilidad de una arquitectura que no entiende del todo, o la sensación de amenaza injustificada por la caída de alguna de las piezas que conforman estos arcos engalanados.
Aquello que se admira y respeta de estas construcciones guardan secretos, allí donde la inquietante desproporción de sus cuartos, salas y recovecos denota la falsedad de sus murallas. Le ha tomado un tiempo, pero Katsuki sabe que este castillo esconde mucho más que el pasadizo de las mazmorras y, por ende, se ha tomado como misión personal encontrar cada trampa y puerta escondida. Hasta ahora los esclavos solo han delatado tres pasadizos, dos de los cuales, conectan el salón de la torre del homenaje con la cocina y la biblioteca, sin embargo, sospecha que otro mes más en las mazmorras será suficiente para que hablen de los que todavía faltan por descubrir.
Pero no sólo le interesa conocer cualquier vía de escape o trampa que un espía pueda querer usar en su contra en un futuro, sino el hecho de que todo el castillo está lleno de ratas. Son una plaga pestilente, inquietante y tremendamente inteligente. Evaden las trampas, son difíciles de ver o no prueban los alimentos envenenados, incluso han comenzado a evitar los pasillos y despensas a tal punto que podría pensarse que ya fueron erradicadas, pero cada vez que eso pasa, su bulliciosa presencia repica como un rumor distante tras las paredes, despertando soldados y manteniendo atentos a los guardias que hacen sus rondas.
Quizás, no sería tan inquietante que existan si el eco del castillo no resonara fuerte con el más mínimo sonido, como las voces de los soldados que ahora bajan las escaleras y las propias pisadas de Katsuki. Más en el fondo, es un alivio cuando se deambula en soledad, hasta que ellas aparecen. De pronto, todo su instinto despierta con fuerza como un león agraviado, alertado por un ruido abrazador e impropio. Es un estruendo grave, oscuro, como una marea furiosa que hace vibrar las murallas, desestabilizando los cimientos mientras hilos de polvo se desprenden de las grietas en el techo. Cada chillido se mezcla en tantos tonos diferentes, cada uno superpuesto de forma tan irreal que se asemeja al murmullo de miles de voces ininteligibles. Con la mandíbula tensa, casi puede sentir el alud pasar entre sus piernas, rasqueteando la piel de sus botas, acaparando todo su temple como una prueba al valor. Su piel se eriza al tiempo que la mano diestra se aferra contra la empuñadura en el mismo momento en que el sonido cruje y abalanza sobre su cabeza, asfixiándolo.
El rumor promete agitación, enfermedad y es frío como las ventiscas de la estepa, con sombras espesas como el barro humeante de los pantanos, pone a prueba todo su coraje. Enojado retira media espada de su funda justo en el mismo momento en que las malditas alimañas desaparecen, o se alejan por alguno de esos recovecos inexplorados…
—¡Hermano! — llama alguien y Katsuki se sobre salta. Su pecho se duele de forma extraña, pero Kirishima no le da tiempo para responder o pensar en el rumor tras las murallas mientras cruza una esquina del pasillo, apareciendo como un fantasma rojo. Su rostro refleja impaciencia y preocupación y luego le arroja un nuevo chaleco y una camisa limpia. — Como no te encontré arriba, supuse que estabas ocupado con alguien, así que tomé esto de tus cosas…— murmura con precaución, tomando el bolso de Katsuki. Pero mientras dice esas palabras comienza a dudar de que Katsuki se haya apareado anoche. Su piel luce más pálida que de costumbre, tiene ojeras y mientras se cambia la camisa, nota como el sudor estaba acumulado en su cuello. Luce enfermo o más bien sobre exigido, como si hubiera pasado toda la noche en vela.
—Estuve ocupado hasta hace unas horas, pero no creo que se repita— responde Katsuki, para que Kirishima llene los espacios en blanco y la conversación se dé por terminada. Tienen un código y Katsuki se vale de esa regla para evitar revelar sus intenciones por cortejar a Izuku. No es el momento.
—Están todos abajo en la cocina, adelántate. Yo iré a dejar esto por ti —dice apuntando hacia el pasillo que tienen detrás y Katsuki asiente antes de irse. Eijiro se queda observando la espalda de Katsuki, frunciendo el ceño cuando es testigo del momento exacto en que el hombre regresa la espada a su funda sin soltar el mango.
Una vez dentro de los aposentos, nuevamente se lamenta de que Katsuki se esté quedando aquí. Son un lugar demasiado estéril para su gusto, carecen de todo tipo de protección espiritual y casi no tienen luz natural, excepto por una ventana estrecha en forma de cruz. Entonces cuelga la capa en un clavo situado en la muralla y luego vierte todo el contenido del bolso sobre la cama encontrando la piel de manul y un pañuelo que huele exactamente como el Omega esmeralda.
.
.
.
En la mesa de la cocina, Mei está sentada al medio con una taza de leche de cabra caliente y una variedad de quesos, carne, frutas secas y carnosas. Tenya se sienta a mano derecha, con el rosto serio y concentrado en el libro que se niega a soltar. Frente a ellos Fumikage, Sero y Ochako charlan brevemente mientras comienzan el desayuno. Cualquiera que pase por ahí pensará que es sólo una comida de manada, más nada de eso es espontáneo.
Tenya mueve las manos con impaciencia por debajo de la mesa, como único signo de ansiedad y Mei tiene una daga escondida en cada pierna y en su cinturón en caso de que los rumores más ridículos sobre el hijo Bakugo resulten ser ciertos. Katsuki por su parte toma un plato para servirse algo de cada cosa mientras se interpone a propósito entre ellos para alcanzar algo de queso. Luego toma asiento junto a Fumikage y comienza a comer una vez que Kirishima recupera su lugar en la cabecera, junto a Mashirao que descansa la cabeza sobre la mesa.
—Tengo demasiado sueño— se queja Mashirao.
En la mesa se forma un tenso silencio, interrumpido apenas por el sonido de la comida y los últimos soldados que pasan por ahí para llevarse una porción del desayuno antes de iniciar su guardia. Sólo es cuestión de tiempo antes de que el primero de ellos anuncie por qué acepto reunirse aquí y ahora.
—Supongo que los ejercicios se han extendido demasiado—dice, de pronto, Tenya mirando brevemente a Ojiro. El otro tarda en comprender que ese mensaje era para él, se incorpora con lentitud mientras que todos en la mesa dejan de comer y se concentran en la pareja.
—No más que de costumbre, pero Mashirao insiste en estar presente en cada ejercicio— responde Fumikage tras el silencio incómodo de la mesa.
—Es que siento que antes entrenaba todo el tiempo y ahora todo me cansa…Además, Mina sigue cuidando de su cachorro y sin ella, esa es la única forma que tenemos de acercarnos hacia los omegas que no aún no han tomado una decisión— repuso Mashirao, recargándose en el hombro de Eijiro. — Nuestra mayor ventaja sigue siendo aquellos que han peleado con nosotros, que saben cómo funciona nuestra manada en tanto la situación con los omegas apareados no se resuelva…
Ésta última declaración en realidad es un tanteo sobre las aguas que están cruzando en este punto. La próxima temporada estival será definitoria para la floreciente tribu del éste, se elegirá a un nuevo Khan del tras 20 años desde que Mitsuki presidiera el cargo. Será la reunión más grande de los hijos del este en décadas.
—Creo que algo entiendo de eso, y puede que este libro aporte con nuevas ideas— responde Tenya, pero lo que parecía un marcapáginas hecho de piel esconde una cinta de tela impregnada con la esencia natural de Tenya. —Mei no estaba segura, pero quiero ser parte de sus trabajos. En realidad, no me importa compartir este u otro libro, en especial con otros omegas y los que haga falta—informa mirando directamente a los ojos rojos de Katsuki y luego hacia la mirada evaluadora de Fumikage. —Pero sólo tengo una exigencia, quiero conocer al omega esmeralda y hablar a solas con él.
.
.
.
Izuku va tarde nuevamente a casa, pero por una razón diferente. Antes de irse, su jefe Shinso le ofreció unas monedas extras para ir al campo grande de las afueras del bosque, a descubrir los túmulos maduros y extraer carbón junto con ciertos minerales cristalizados del corazón del horno de tierra. Ahora sabe que incluso las cenizas del carbón se pueden usar para algo y que el calor aplicado por largos periodos de tiempo puede hacer que las cosas se transformen con un tipo de magia que llaman alquimia.
Por eso se limpia las manos manchadas con hollín y tierra tanto como puede, a media que se interna en el mercado. Pocas personas se cruzan por su camino, es de esos días flojos donde la gente permanece por más tiempo en su casa sin llenar los puestos del mercado. Incluso, todas las dependientas reparan en él y casi como único comprador, no les queda otra alternativa que atenderlo y despedirlo tan rápido como les es posible, aunque un par de ellas comenta sobre que podría usar para mantener más sanas sus manos.
Dentro del bolso mete una rueda completa de queso, teniendo cuidado de no aplastar la codorniz que Katsuki trajo la noche pasada y algo de verduras. Un hombre le pregunta si le interesa un saco entero de legumbres surtidas, un desastre que no quiere arreglar e Izuku lo recibe de buena gana convencido de que Kota podrá entretenerse separando los diferentes tipos de granos.
Al llegar a la plaza central, donde la estatua de los dioses adorna las calles, algunos nómadas bostezan de aburrimiento y en medio de eso, un hombre mayor se encorva sobre un puesto de forma lúgubre. Tiene el cabello rubio largo, lacio y reseco cubriendo sus facciones. Su altura es intimidante pese a su forma delgada, casi enfermiza y por unos segundos, sus ojos profundos miran en su dirección con un brillo de reconocimiento, sin llegar a decir una sola palabra, en cambio, le da la espalda llevándose a duras penas un bolso repleto de cosas y una jaula con una gallina dentro. Lleva tantas cosas encima que ni siquiera se percata de que algunas cosas se caen por el camino.
Los píes de Izuku corren para alcanzarlo tras recoger un libro y un chaleco, prto rd obvio que no puede llevar todo soló, así que se ofrece a acompañarlo hasta el distrito nómade.
—Eres un muchacho amable—murmura el hombre esbozando una sonrisa liviana y para mala suerte de Izuku, por más que piensa en ello, no logra recordar cual fue el nombre que le dijo aquel día en que sus caminos se cruzaron por primera vez. —Soy Toshinori, de nuevo nos vemos —dice de forma sorpresiva, con voz grave y cansada.
—Lo siento mucho, pero no recuerdo haberlo visto antes por aquí…
—Ni deberías, me escapé—confiesa el hombre con cierta vergüenza. —Como puedes ver mi salud no me acompaña, pero no soportaba más tiempo sin hacer estas cosas por mí mismo. Además, Escribir y escuchar historias se vuelve tedioso después de un tiempo. —dice lentamente mientras Izuku asiente y se pregunta que hace falta para un hombre se vea así, más no se atreve a preguntar, sería grosero incluso si el sacó el tema a relucir.
Casi sin darse cuenta, ambos llegan al distrito nómade, la parte más intimidante donde las carpas son reemplazadas por Yurtas. Rara vez pasa por esta parte porque aquí es donde los omegas de las jaulas deambulan en compañía de sus alfas, y desde que todo paso nunca deja de preguntarse si acaso lo odian por ser el único que todavía conserva su libertad. Entonces, por un momento se arrepiente de venir, las pocas personas que deambulan a esa hora lo observan con gran sorpresa o se apartan de su camino en cuanto el suave olor de Toshinori los alcanza.
—¿Historias? —pregunta Izuku, aunque esa no es la mayor duda que tiene ahora mismo. Su padre siempre le dijo que los alfas tienen olores intimidantes, y que son peligrosos por eso, pero es extraño como un mismo olor puede dibujar tantos mensajes, ordenar y asustar a ciertas personas, mientras que con otros como él se reduce a una pequeña incomodidad, donde a veces su omega arma una disputa silenciosa con esos aromas invasivos.
Su instinto omega actúa como un ente independiente, salta al frente insinuando cosas, murmurando o incluso dando órdenes tácitas. “oye, no haremos eso”, “Esto no es para nosotros” “Pon atención, ese es un olor de mierda”, pero el de este hombre es un olor sordo que despierta muy poca alarma en su omega, aunque definitivamente está consciente de su presencia.
—Historias de tus compañeros— responde Toshinori mirándolo de reojo. — Todos, tienen la oportunidad de hablar en los círculos de reeducación, yo estoy ayudando a escribir los cuentos tradicionales de la región, pero no tienen mucha creatividad…
Algo en el rostro del hombre hace sonreír a Izuku mientras se detienen en una yurta mediana, donde una bandera azul con franjas rojas cuelga desde su astil. Izuku cree entender a que se refiere el hombre, pero no puede juzgarlos, la única razón por la que conoce tantas historias era por su abuela cuando olvidaba lo mucho que a su esposo le incomodaban sus cuentos y refranes
—No los culpo, sólo los charlatanes contaban más cuentos que mi abuela y a menudo las historias venían con intentos por vender productos extravagantes, así que no era apropiado quedarse a escuchar sus historias.
Toshinori ríe de buena gana al escuchar al omega, tomando atención sobre el tono de voz usado en la palabra “apropiado”. — Prohibido, prohibido, ustedes no dejan de repetirlo—murmura más para si mismo que para Izuku. —aunque me parece, que hay quienes sabían muy bien como vadear tantas reglas.
Ante lo dicho por el hombre, Izuku es boza una sonrisa avergonzada, pero no niega nada. En realidad, la prohibición no era por las historias en si, sino porque muy a menudo Hombres y alfas como su padre se aglomeraban en torno a los trovadores, entonces, no era buena idea quedarte solo con tantos betas y alfas. Sin embargo, si él quería siempre encontraba formas enterarse de los relatos nuevos que creaban los charlatanes, especialmente cuando Kota iba con ellos al mercado.
—Quizás—aceptó Izuku mientras puede sentir un nuevo golpe de sueño tras sus ojos.
—Bueno, esta es mi casa, pero te dejo ir. Tienes cara de estar cansado, lamento molestar tanto, muchas gracias por acompañarme.
—Oh, no se preocupe, no es un problema. —se apresura a decir Izuku mientras retrocede al recordar al cachorro que debe estar esperándolo en las caballerizas.
—Espera, creo que sería bueno escuchar un poco más sobre esos famosos “Charlatanes”, no se mencionan a menudo aunque tienen una reputación interesante ¿Sería mucho pedir que vinieras más tarde, otro día quizá?
—No estoy seguro de poder decir algo nuevo a los demás mi señor, pero podría hacer el intento—promete Izuku. Entonces se despide para luego correr de vuelta a casa. En su mente, Kota está muriendo de hambre y aburrimiento.
Pero cuando lo alcanza su hogar el niño no llora tal y como lo hizo la última vez, en realidad, pasan 3 noches más para que su cachorro se acostumbre. No llora y hasta Inasa alaba la madurez rápida del niño, sólo que Izuku no comparte ningún tipo de alivio mientras una voz en su cabeza le advierte que no es un tipo de aprendizaje bueno. Así que lo compensa tanto como se puede.
El trabajo doble es pesado para sus huesos, pero nunca es lo que debería por y gracias a Katsuki. El alfa llega cada noche anunciándose con un silbido que imita el ulular de un pájaro e Izuku decide que está vez responderá con otro igual. No es perfecto, pero Katsuki enarca una ceja y se ríe con fuerza al notar la barbilla en alto de puro orgullo del omega.
Sus olores también son diferentes ahora. Izuku puede sentir como las feromonas de Katsuki siempre tienen un lenguaje tibio y solapado bajo todo el orgullo alfa. La caña de azúcar se torna más dulce cuando Izuku lo sorprende con una pregunta inteligente y se vuelve robusta a medida que practican diversas formas para defenderse. A veces, si no tiene el suficiente cuidado, su propio aroma se libera con notas suaves y determinadas. No hay emociones demasiado profundas ahí, pero de alguna forma es suficiente para que el alfa baje la guardia. Cualquier agarre o ventaje sobre él se vuelve floja por una fracción de tiempo que ni siquiera dura un suspiro, pero Izuku está casi seguro de que, si sigue poniendo atención y practicando, ese lapsus podría ser suficiente para darle otra sorpresa.
—Muy bien, hoy es mi turno de hacer preguntas —espeta Katsuki mientras ayuda a Izuku a levantarse del piso.
El omega se soba los cuartos traseros con delicadeza. Tiene todo el cuerpo lleno de moretones y pequeños rasguños, aunque sus manos lucen más sanas luego de que probara ciertas cataplasmas. —Pero ya te dije que no tengo mucho para decir, sólo soy un campesino…
—Igual que todos los demás, pero tú si sabes montar a caballo y te vi degollando a una maldita gallina como si nada, cuando los otros lloraron dos días luego de que los obligaran a hacerlo. No puede ser que toda tu familia haya sido puros campesinos tontos, durante siglos y siglos…Parece una especie de castigo o maldición.
—Oh, ya entiendo, como no sabes nada de la tierra y los cultivos, crees que es sencillo, pero eso no es correcto. El primer Midoriya que llegó a esta región, era soldado de la capital pero dejó la espada y escribió sus memorias en nuestro árbol de parientes…—Katsuki por su puesto no se tomó en serio nada de lo que dijo y sólo se centró en cómo no sabía que eso se llama genealogía.
—Si dejó la espada seguro que era un tonto debilucho…
—¡Deja de burlarte! Bueno, si es vergonzoso por que dejó su deber y luego se cazó con un omega huérfano tras convivir con él de forma ilegítima, pero luego se casó y trabajó muy duro para salir adelante. Los Duraznos tardan 10 años en dar sus primeros frutos y la tierra no estaba lista para ningún cultivo, estaba lleno de árboles que talar, luego tuvo que sacar las raíces con sus manos porque no tenía un arado…Dudo que alguna vez hayas intentado sacar un árbol desde sus cimientos.
—No tengo idea, pero todo eso se hizo ¿En cuánto tiempo? ¿3 años? No soy tan ignorante en esas cosas. —espeta Katsuki e Izuku suelta una risa indignada
— ¿3 años? Eso es para preparar bien la tierra, en un tamaño muy justo para para vivir. Pasaron unos 3 o 4 generaciones antes de que la casa dejara de ser una choza. El cuarto más antiguo de la casa, que es de roble tiene como 500 años. Eso lo se bien porque mi padre siempre estaba mirando esa viga. Era roble puro y antes de que digas nada, el roble puro no envejece…Las tierras de sembradío son importantes porque tienen todo el sudor de los alfas y betas Midoriya.
—Y omegas—acota Katsuki mientras sopesa lo que debe ser para una familia vivir en la pobreza desde hace tanto tiempo. No es de extrañar que Izuku sea tan humilde o que se subestime tanto. Seguramente nunca ha visto una recompensa justa por su trabajo en toda su vida. —Los omegas de tu casa seguramente dejaron más sangre que cualquiera en esa casa deku, no deberías olvidarlos como a tu madre. ¿Por qué nunca hablas de ella?
—Por que de ella tengo menos para decir…Murió cuando era muy joven, aunque se supone que tengo mucha más familia por ese lado—divaga Izuku mientras se juega con sus manos—sólo conocí a mis abuelos y… ¡Eso puede que te guste! El abuelo era un soldado jubilado, llegó a capitán pero rechazó los nuevos puestos porque mi abuela tuvo muchos hijos y no quería dejarlos por meses en servicio.
—Ajá, ¿Cuántos son muchos? ¿2? —murmura Katsuki con los ojos cerrados mientras parece que respira con dificultad.
—¡No! Tuvo unos seis y mi bisa abuela tuvo unos 9, dos fallecidos. Pero no preguntes que hacen ahora porque no tengo idea, ni sus nombres me sé, pero ninguno se quedó a vivir aquí, todos se fueron al norte hacia la capital.
—¿Entonces la mitad de tu familia busco huir lo más lejos de la capital y la otra esta devolviéndose? Qué estupidez ¿Y encima jamás preguntaste una mierda? No puedes ir por ahí sin saber quiénes son tu familia ni donde estan.
—¡¿Por qué no?! Son muchos y además nadie sabe tanto de su familia—se defiende Izuku pero la vena en la frente del alfa termina de explotar.
—¿Qué acabas de decir?¡Te habrías casado con un primo y no te habrías dado cuenta!- brama e Izuku se encoge en su puesto. —Ahora ¡Dime una generación y te diré todo de ese Bakugo!
— ¿Nueve? —dice Izuku con un mohín preocupado y Katsuki comienza a relatar una historia fabulosa de un Bakugo omega que hablaba 6 idiomas, con cientos de caballos, o al menos esa era la parte que más le interesó el resto eran detalles terriblemente minuciosos sobre el número de libros que restauro, las amistades que hizo entre otras cosas que no entendió del todo.
Katsuki hinchó el pecho mientras hablaba de su antepasado, imaginando cada proeza. Ella había dicho que las mejores guerras se ganaban con tinta y había demostrado que tenía mucha razón cuando logró desestabilizar un reino pequeño, destruyendo los bulos de la corte y distribuyendo los escritos prohibidos por el rey. Más cuando bajo la vista y reparo en Izuku, no encontró una pizca de esa viva curiosidad. —Para que te digo una mierda si no te interesa
— Es que no le veo el sentido a saber esas cosas Katsuki—refunfuña.
—Porque son importantes Deku, y son motivo de orgullo—espeta haciendo un gesto hacía él con el mentón.
— ¿Po-por qué de orgullo? No digo que esté mal saberlas, pero ninguna de esas cosas las hiciste tú ¡así que parece que sólo estas alimentando tu ego!—espeta Izuku y las orejas de Katsuki se oscurecen al mismo tiempo que su mandíbula se tensa.
—Conocer lo que hacía tu gente antes de ti es importante porque te ayuda a entender porque estas donde estás y te ayuda a no repetir sus errores.
—Sí, tienes razón en eso, pero no puedes culparme por no conocer a mis tíos.
Entonces Katsuki se remueve en su asiento, sin poder contradecirlo. —Me cuesta entenderlo porque nosotros aunque nos separemos por meses, e incluso cuando conformamos nuestra propia manada, siempre volvemos a nuestro origen. —murmura Bakugo mientras observa las flamas de la fogata difuminarse en el aire.
Para ellos, la sangre es más importante que la tierra, y más espesa que el agua que compartes con tu manada. Katsuki siempre lo supo desde niño, porque todos decían que se iría joven de su hogar. Masaru se encargó se explicarle cada noche de su infancia que el apellido es una insignia, el único legado que nunca puede transformarse. Son las raíces que impulsan los primeros pasos sobre la tierra, y que ese impulso debe ser pagado y retribuido con honor y méritos. Katsuki ha trabajado toda la su vida para honrar a su familia e incluso si a veces no es tan satisfactorio como pensó que sería…
—Mi casa siempre estuvo abierta para la familia Kacchan pero creo que ellos no estaban interesados en volver…— el tono de voz de Izuku se apaga, la melancolía se filtra mientras los ojos verdes parecen concentrados en un solo pensamiento. Habían vivido felices sin nadie más que ellos tres en casa, mientras la abuela y el abuelo fingían no estar preocupados o dolidos por la partida de sus hijos, de hecho, había un alivio extraño en la pareja mayor cuando hablaban de Inko y una felicidad casi desmedida por ser parte de la vida de sus nietos. Casi como si fueron los únicos, cuando eso no era posible.
Lo peor de todo es que ahora que está completamente sólo comprende lo inconcebible que fue eso. Incluso, cuando la guerra se avecino sobre ellos, todas las palabras que sus abuelos tuvieron al despedirse fueron para y por ellos, “Por que esa es nuestra familia” murmura una voz tras su cabeza.
—No creo que para ser parte de una familia baste con compartir apellidos o tener la misma sangre—sentencia mientras algo se revuelve en sus entrañas, como una masa espesa y desagradable, lanzando punzadas pequeñas en su vientre— Sé que hay muchos Midoriya y Kawakami por la región, pero ellos no son parte de mi familia
— ¿Por qué? A veces, para hacerte un nombre y honrar a tu familia tienes que dar pasos más lejos que nadie. Y que no estes presente todo el tiempo no debe ser un condicionante, todos siempre vuelven.
Entonces Izuku se ríe un poco, casi sin ganas mientras sigue dando forma a sus pensamientos—Mi padre habría dicho algo parecido, porque de hecho su apellido era el más antiguo de la región y literalmente ningún de sus antepasados se movió de la casa. Pero, pese a que todos sabían eso, mi familia no tenía un escudo o un emblema, sólo un libro con los nombres de los que se quedaban…
—Pero los demás omegas si tienen un emblema, saben de donde vienen, con el mismo detalle que yo—espeta mientras rebusca el suyo en sus bolsillos. — Esta bien, puede la vida que eligieron no les permitiera regresar, pero definitivamente se llevan esos recuerdos consigo…
—Pero no es de eso de lo que hablo. Si hubiera vuelto habría sido mi tío, pero no habría tenido el peso que tenía mi abuela o nuestra vecina.
—No estoy entiendo
—Mi madre murió y no había primos o tíos a los que pedir ayuda, como si los tenía todo el pueblo…Mi padre se arrodilló dos días sobre el kimono de mamá y nadie vino para despertarlo de esa pesadilla, salvo la señora Iwa, nuestra vecina...La casa se cayó a pedazos Kacchan y sólo éramos nosotros tres con los abuelos. Y ahora es raro, pero incluso ella desaparece…
La voz de Izuku se desvanece, pero no hay lágrimas ni dolor, tampoco ira o frustración. Sólo un profundo vacío. Tan franco y realista que estremece la piel, sofocando incluso sus propios pensamientos. Los omegas tienen ese poder dice su instinto, pero Katsuki está demasiado ocupado luchando con la sensación y la culpa. Izuku no es una hoja en blanco y ha luchado con la vida mucho antes de la guerra. La herida que dejó su madre fue profunda y cruenta, pero arrastra esa cicatriz sin miedo o desorientación, algo que muy pocos pueden hacer.
Así que ahora lo entiende mejor. Deku teme que Kota desaparezca cuando tengan que separarse, pero hay algo no entiende y es porque un niño que no esperaba podría haber ocupado un lugar tan profundo en su corazón. Siempre pensó que los omegas querían ser madres o no querían y aunque es claro que Deku no estaba preparado para serlo, se aferró a ese lazo con uñas y dientes. No lo dejará ir sin luchar y Katsuki se pregunta entonces como es que nace el amor.
Le gusta Izuku porque es fuerte y determinado, lo atrae su olor dominante y la chispa combativa que a veces sale a relucir en sus peleas. Su alfa lo eligió y puede sentir la resonancia casi perfecta de sus instintos, pero en el fondo sabe que todo eso es una ilusión si no encuentra algo que los conecte más allá del destino. Algo que pueda ser tanto o más fuerte que el niño. Y es desolador comprender cada noche que en realidad no tienen nada en común.
—¿Ese es tu emblema? —pregunta sorpresivamente Izuku y Katsuki se la entrega casi sin pensar, sólo que Izuku se apega más hacia su costado donde la luz del fuego es más potente.
Los ojos verdes toman la insignia con cuidado, como si en vez de una pieza de metal estuviera manipulando un libro viejo y quebradizo. Cada detalle es claro como el agua aunque ninguna de esas letras pertenece a su idioma. Envalentonado por la genuina curiosidad del omega, Katsuki entonces lee cada inscripción mientras sus manos se rozan de esa forma tímida que sólo Izuku podría inspirar.
—Los mirlos de la diosa Eutuken, representan a la gente de la tribu del este y son tres por las tres grandes rutas, aunque la ruta del este no existe desde hace muchos siglos.
—Si son azules —murmura Izuku de forma distraída.
—Sí y tal vez para ti sea un trozo de metal, sin valor, pero Deku cuando los cachorros se van, porque siempre lo hacen, esto es lo que nos da valor para volvernos fuertes, esto nos trae recuerdos porque es un trozo de tu hogar.
Entonces, los ojos verdes lo observan directamente con la pregunta casi tatuada en su frente. —Para evitar rivalidades entre nosotros, formamos manadas y nos emparejamos con omegas y betas de distintas tribus. La medalla te la dan cuando estás listo para incorporarte a una nueva tribu, yo fui el alfa más joven en ganarla —declara hinchando el pecho, mientras resopla lleno de orgullo infantil.
—¿Incluso ahora? Quiero decir, tu padre está aquí
—Sí, pero se siente raro salir de mi guarida y no tenerlo encima…
—¿Raro?— pregunta Izuku con una sonrisa pequeña, sin una pizca de burla.
—Raro —confirma mientras su piel hormiguea con intranquilidad al ver como Izuku parece alejarse con su medalla.
Peor, realmente no quiere devolverla y casi como si eso fuera un detonador abrasivo Katsuki lo maldice mientras intenta derribarlo, solo para que esa risa melodiosa lo aturda al mismo tiempo que empuja lejos la bruma espesa que se había instaurado entre ellos.
Dioses, ¿En qué momento le dio tanta confianza?
3 notes
·
View notes
Text
La mitad de mí Epílogo
Capítulo 33
youtube
Dado que los dos culpables en el asesinato de Daliah estaban muertos, el caso de dio finalmente por cerrado. No tenían a nadie a quien interrogar salvo a Jane y a mí, con nuestros testimonios. Se asumió que Grace y Daliah se debieron reunir después de grabar algunas escenas y, con esa excusa de hablar, Grace tendió una trampa a Daliah en la que Ralph también estaba involucrado, siendo él el que la asesinó, mientras que Grace grababa todo para continuar con el plan de torturarme. La explicación de Jane a la policía fue que, mientras Ralph estaba ocupado conmigo intentando matarme, ella intentó defenderse de Grace, dándola una patada, haciendo tirar el cuchillo a la furgoneta y a partir de ahí, arrastrarlo a sus manos para desatarse. El resto es que se pelearon entre las dos hasta lograr matar a Grace y luego fue a por Ralph, pillándole desprevenido. Sé que dudaban de esa historia, pero era lo que podía decir para evitar contar que Jake estaba ahí para ayudarla. Y más porque encontraron huellas de una moto todavía sin identificar. Así que, solo quedaba el caso de Irma Roth y sus acusaciones sobre que nos drogo a Daliah y a mí, siendo la acusación un crimen pasional, porque decía que su marido y Daliah tenían jn romance, algo que gracias al diario de Daliah se comprobó que no tuvieron un romance, haciendo así que el señor Serrano se divorcie de la señora Roth, no ayudándola en su defensa. No quería saber nada de aquella mujer tras haber cometido un crimen tan horrible. Irónico viniendo de él ¿Verdad? ¿Y pensaba que iba a librarse de sus crímenes? Al final Carter decidió hablar ante la policía sobre el segundo empleo de Serrano, lo que hizo que también a él le detuvieran. Una familia de criminales es como yo los veo. Por supuesto, tuve que darle al final a la policía el ordenador de Daliah, pero no sin antes haber impreso algo importante que ciertas personas tenían que leer. Mi hermana había escrito muy bien de cada uno de mis amigos, sintiéndose feliz por haberles conocido. Quiero que ellos también lean ese pedacito que ella me dejó, estoy segura de que les harán feliz.
He pasado unas semanas en casa de mis padres hasta que las cosas se han calmado y por fin mañana iré a Duskwood, así que es hora de regresar a casa para hacer la maleta. Me arreglo un poco y bajo las escaleras, para ir a la cocina. Veo a mi madre sentada en el comedor, con una taza d café. Así que cambio de dirección, para ir hacia ella. —Bueno, ya me voy mamá —digo besando su cabello—, tengo que preparar la maleta. Me ajusto el bolso y me alejo, pero sus palabras me detienen. —Conocía a Janis Krebs. Me quedo congelada en el comedor, para después dar media vuelta y mirarla. —¿Qué estás diciendo? Mi madre suspira y mueve la silla de al lado para que me siente. Me acerco y coloco el bolso en el respaldo, sentándome en la silla. —Era verano y siempre íbamos al lago Montura todos mis amigos, entre ellos, Janis Krebs —comienza a narrar, con una voz calmada—. Un año, él vino con su hermano pequeño, tenía que cuidarlo. Tendría seis años —inspiro profundamente con miedo, cruzando los brazos delante de mí, protegiéndome—, nos dejó un momento a su cuidado mientras él iba a por unas bebidas que nos habíamos olvidado comprar, así que empezamos a bromear con el niño. —¿Bromear? —pregunto confusa— ¿Qué quieres decir con bromear? Traga saliva, temblándole el labio. —Nos pasábamos su juguete favorito, intentando que lo cogiera —me muerdo el interior del labio, controlándome y preparándome para lo peor—, así que, en plan broma, tiramos el juguete al lago y le incitamos a que fuera a buscarlo- —¿Matasteis a un niño? —pregunto incrédula de lo que estaba oyendo. —Sé cómo suena, pero no fue así, cariño —me va a coger la mano y la aparto, enfadada con ella—, fue un accidente. —Un accidente que causó la creación de un monstruo —digo con dureza, apretando los puños— ¡Cabreasteis a Krebs hasta el punto en que decidió vengarse por lo que hicisteis! —Él y su familia se mudaron después de lo ocurrido ¿Cómo querías que supiéramos años más tarde que era él quien estaba matando a nuestros hijos? —No sé, ¿quizás porque justamente los niños que mueren eran los hijos de los que causó la muerte de su hermano? —alzo la voz dando un golpe en la mesa— ¿Y papá también está involucrado en ese asesinato? —No, él no estaba en el grupo todavía cuando sucedió —responde frotándose las manos— y no lo digas de esa manera, MC, parece como si hubiésemos matado a alguien, fue un accidente. —Pero es como yo lo veo —me levanto de la silla furiosa. No es que sienta ahora pena por Krebs, por supuesto, solamente quiero marcharme. Ella es la chispa que hizo que matasen a mi hermana. O al menos una de esas personas. —¡MC, espera! —escucho cómo me llama y se levanta de la silla arrastrándola, pero no me detengo. Llego a la puerta y mi madre me detiene, colocando sus manos en mis mejillas. Llorando. —Lo siento mucho cariño, sé que habéis sufrido mucho Daliah y tú por mi culpa —me acaricia el cabello, colocando sus manos en mis hombros—. Por favor, no me odies, yo no tengo la culpa de lo que les sucedió a esos niños ni a Daliah, tampoco el que aquel niño muriera, solo estábamos jugando, no hacíamos nada malo. Clavo mi mirada en ella, sin saber qué decir exactamente. O eso creía. Bajo sus manos, alejándome de ella. —Creo que lo he decidido —le digo con una voz neutra, sin emoción alguna—, cuando todo el juicio contra Irma Roth termine, voy a marcharme para siempre de Rosenschwarz- —No, por favor, MC, no me dejes también tú —intenta abrazarme, pero la aparto. Inspiro profundamente, intentando calmarme. Mis emociones en estos momentos están todos confusos, quiero a mi madre, pero no sé qué pensar en lo que me ha contado. Sé que las personas cambian con los años, que maduran, pero no puedo verla ahora como la madre amorosa que tenía después de lo que me ha contado. —No te dejo, mamá —intento contestar de la manera más calmada posible—, simplemente quiero seguir mi propio camino, lejos de aquí —coloco la mano en el picaporte, abriendo la puerta. —No, MC, espera, por favor, no te marches —mi madre intenta detenerme, pero me separo— ¡Perdóname! ¡Por favor! Me detengo en mitad del porche, soltando un suspiro. Me giro y la miro a los ojos. —No es conmigo con quien debes disculparte, sino con Daliah —le contesto con dureza— y espero que algún día puedas perdonarte por todo lo que le hiciste pasar. Mi madre cae de rodillas, llorando. Evitó mirarla para que no me duela. Lo sé, es mi madre, pero no puedo ahora pensar con claridad sobre lo que ahora siento por ella. La figura protectora de mi madre se ha desvanecido y no sé cuándo regresará. Pero de momento, decidiré lo que quiero hacer por fin: Romper el cristal que yo misma creé encerrándome en mí misma.
Cuando llegó a casa, lo primero que hago es poner mi nueva tarjeta de móvil en el de Daliah, teniendo fotos que en ordenador no había. De momento no he cambiado el fondo de bloqueo de pantalla, no he encontrado algo apropiado o que me inspire, pero el fondo de pantalla al menos lo voy a dejar. Al fin y al cabo, está mi familia en ella. Mis amigos. Pongo en contactos el primer número de teléfono. Bueno, más bien, un chat especial. ----------------------------------------------------------------------------------------
MC Hola Jake, aquí estoy de nuevo después de mucho tiempo con número de teléfono nuevo 😊 Quería solo añadirte el primero, voy a hacer la maleta
------Nym-0s se ha conectado-----
Nym-0s Hola MC. Todo un honor en ser el primero :)
MC Hola 😊 Por supuesto, es el único número que me sé de memoria Aunque me avergüence decirlo...
Nym-0s Jaja. La chica que hace canciones no se sabe los números de sus amigos se memoria.
MC Oh, no me hagas sentir peor 😮💨
Nym-0s ;) ¿Y qué es eso de hacer la maleta?
MC Sí, me voy a Duskwood unas semanas antes de prepararlo todo para el juicio de Roth Necesito alejarme un poco de Rosenschwarz
Nym-0s Entiendo. ¿A qué hora te irás?
MC Supongo que iré temprano a la estación Cuanto antes esté, mejor Por qué quieres saberlo?
Nym-0s Para calcular cuándo llegas a Duskwood.
MC Mmm... Eso da un poco de miedo...
Nym-0s No sería bueno si te meter en otro caso más sin quererlo ¿No crees?
MC Eso espero, necesito un poco de paz 😩 ----------------------------------------------------------------------------------------
Y ojalá que no, ya he tenido suficiente. Este es el último que haré. Ya se acabaron las investigaciones para mí. Veo que Jake me hace llamada y la acepto. —¿Qué pasa? —pregunto preocupada. —Tan solo no soportaba más el no escuchar de nuevo el sonido de tu voz. Sonrío notando mis mejillas arder. No puedo negar que yo también lo echaba de menos. Y es entonces que me acuerdo de la conversación de esta mañana con mi madre y entiendo que no puedo guardármelo, necesito su apoyo. —¿Puedo contarte algo? —pregunto pensando que quizás rompo el ambiente. —Claro ¿Qué sucede? Le cuento todo lo ocurrido, sin dejarme nada. Poco a poco me voy sintiéndome mejor y escucho a Jake diciéndome que continúe cuando paro a veces, pensando que le aburro o que no era algo que esperaba oír ahora que nos hablamos por teléfono. —¿Crees que podrás volver a hablar con ella? —me pregunta en un tono preocupado. —De momento necesito alejarme de ella —termino de hacer la maleta y me tumbo en la cama, mirando el techo—, no sé qué pensar ahora. —Lo comprendo —su voz suena en calma, me gusta—, después de todo, si te lo hubiera contado antes, habríamos entendido mucho mejor todo este asunto. —Supongo que con el tiempo lo olvidaré —contesto haciendo una mueca. —Es tu madre al fin y al cabo —dice y escucho una risa floja—, siempre va a estar ahí para lo que necesites. —Sí, pero de momento necesitamos ambas un tiempo para pensar en lo que ha sucedido —suelto un suspiro, decidida a cambiar de tema— ¿Y cómo llevas eso de arreglar el edificio? —Por suerte ya estoy más concentrado que antes y Rudy me ha dicho que siempre seré bienvenido si alguna vez necesito esconderme en algún lugar. —¿No se meterá en problemas si lo hace? —Según ella, está acostumbrada a los problemas. Me río por su forma de decirlo, suena divertido.
Continuamos hablando hasta que cae la noche, sobre todo lo que ha pasado con el grupo de Rosenschwarz. Aunque Jake no lo admita, sus preguntas hace que le note curioso por cada cosa que explico. Y le parece bien incluso la idea de que Jane y Carter se tomen un tiempo tras lo que él hizo. Cuando le cuento que Jane me preguntó sobre si tenía un hermano gemelo, él se rió y me contestó: —¿Quién sabe? Ya sabes que aún guardo muchos secretos para no exponer mi vida de antes. Realmente sabe cómo mantenerme en suspense. Después compartió pantalla conmigo, diciendo que tenía un momento para relajarse y vimos una película. Para cuando ya me tocaba dormir para despertarme temprano, dejé el móvil al lado, con una sonrisa. —Buenas noches, Jake —digo mientras me arropo con la manta, cerrando los ojos—, me lo he pasado bien hoy, gracias por animarme. —Gracias a ti por hacerme olvidarme por unas horas de mis problemas —miro hacia el móvil, sonriendo con cariño—. Buenas noches, amor. Suspiro comenzando a dormirme, sin borrar la sonrisa. Se siente increíble cuando no tienes una pesada carga contigo.
Cuando me levanté para vestirme y desayunar, vi que la llamada ya no estaba. Esta vez no se quedó en llamada todo el tiempo. Mejor, no quiero tampoco ser una carga, tiene cosas que hacer.
Al llegar a la estación, me quedo esperando al tren. Estoy nerviosa, no sé por qué, solo es ir a Duskwood como siempre. Suena el aviso de que el tren está a punto de llegar, mi corazón late deprisa. Creo que parte de mí sabe que la próxima vez que venga, sea para marcharme para siempre. —¿Te ibas sin despedirte de nosotros? —escucho detrás de mí. Cuando me giro, veo a Mason, Seo-ah, Carter y Jane acercándose a mí. Sonrío al verlos, para luego abrazarlos, sorprendida. —¿No estáis rodando el corto? —pregunto confusa. —Lo hemos estado hablando todos —Carter dice mirando al grupo y luego a mí—, hemos decidido no terminarlo, así que tenemos que buscar otro tema en el poco tiempo que tenemos. —Lo hemos hecho por Daliah —sigue Seo-ah y veo cómo Mason coge su mano. —Muchas gracias —les sonrío feliz de escuchar sus palabras—, significa mucho para mí. —Aún si quieres puedes participar —me dice Mason con una risa— ¿Participarías en un corto de terror que sea musical? Suelto una risa, pero niego con la cabeza. —Seguiré quedándome detrás de las cámaras —contesto y él pone los ojos en blanco. —¿Regresaras? —Me pregunta Jane y veo cómo las manos de ella y Carter se controlan por cogerse la mano. No creo que tarden en volver. —Sí, tendré cosas que hacer —giro la cabeza en cuanto escucho el tren acercarse y los miro—. Pues ya está aquí... —Avísanos cuando hayas regresado —Seo-ah me abraza y recuerdo entonces que no tengo sus números. —Oh, esperad, dadme vuestros números —saco el móvil preparando para añadir contactos. —Empiezo yo —responde Mason. El tren se para abriendo sus puertas, mientras yo continúo apuntando los números. Aún tengo tiempo todavía. —¡Ah! —alzo la vista al oír a Jane gritar y veo la cara de Seo-ah como si hubiera visto un fantasma. ― ¿Qué pasa? ―pregunto preocupada? ― ¿Jane? ―Carter la llama, colocando una mano en el hombro, haciéndola reaccionar― ¿Estás bien? ―Yo... ―me mira a mí y luego a Seo-ah y otra vez a mí― ¡SÍ! ¡Perfectamente! Mason me mira arqueando una ceja y me encojo de hombros, no entendiendo nada. Termino de apuntar los números y me abrazan de nuevo para despedirnos. ―Cuídate mientras estés ahí ―me dice Mason, haciendo un gesto con la mano a modo de despedida. Carter me abraza y le noto menos tenso. Es entonces cuando me susurra algo que me hace feliz. ―Gracias por tu consejo ―entiendo a lo que se refiere―, haré todo lo posible para cuidar de mis hermanos. ―Eso espero ―le contesto, separándome despacio. Me sonríe y hace unas señales a las chicas, que se acercan a mí en un gran abrazo. ―Haz todo lo que yo no haría ―me susurra Jane y noto su voz un tono burlón. ― ¿Qué? ―pregunto separándome de ellas. ― ¡Que pases unas buenas vacaciones! ―Seo-ah le da un codazo a Jane― Te lo mereces. ―Gracias ―sonrío soltando aire cargado en mi pecho. Sí que las necesito. Alejarme de todo. Voy entonces dirigiéndome al tren, mientras que Carter me ayuda con la maleta. Una vez dentro, los miro a los cuatro. Tenía una imagen totalmente diferente de ellos y ahora, ya puedo decir que se han convertido en mis amigos.
Empieza a sonar el aviso de que las puertas se van a cerrar y dejo la maleta en la zona de carga. Veo que el tren está vacío, a excepción de una persona durmiendo. Aún es temprano para que se llene, por eso escogí venir a esta hora, para estar sola. Procuro no hacer ruido y me siento al lado de la ventanilla, sacando el móvil. Me coloco los cascos y veo un vídeo de los que Daliah tenía. Me los he visto en repetición desde que obtuve el móvil, me hace reír. Estamos todo el grupo juntos, divirtiéndonos en el bar Aurora. Aunque veo que hace zoom por la ventana, enfocando la calle, Thomas y Hannah, en uno de sus momentos de tranquilidad. ―Ahora es cuando él le pasa la mano por el hombro y la mira con esos ojitos de enamorado ―dice Daliah y veo que Thomas hace lo que dice― ¡Nunca fallo! Eres predecible Thomas ¡Cambia de táctica! Suelto una risa y cambia al enfoque, estamos Dan, Jessy y yo en una mesa, charlando. Cleo iba a venir luego, porque no quería pisar el bar. ―Hola, hola ―dice Daliah con voz cantarina― ¡Aquí tenemos a la futura pareja! ―dice haciendo zoom a Dan y Jessy, que ella pone los ojos en blanco y él se incomoda por la grabación. Si no era porque él se grababa, no le interesaba― ¡Y la gran MC! En vez de hacer zoom, me puso el móvil en la cara y yo la aparto con una risa. Lo que hace que me ría de verdad ante su respuesta. ―Aburrida ―veo cómo le saco la lengua, porque ella me lo hizo. Graba los alrededores de manera disimulada, para después enfocar a Phil. Está hablando con una chica, o más bien, flirteando. ―Lo siento Phil, pero no va a caer ―dice en susurro, para enfocarse―, la he advertido sobre ti, alguien tiene que pararte alguna vez o vas a acabar siendo perseguido con antorchas por todas las mujeres de Duskwood, pero Ssssh ―hace el gesto de silencio con la mano―, nunca sabrás que fui yo. Pongo los ojos en blanco. Claro, como que de verdad no estaba enamorada, usaba sus trucos de manipulación para otra cosa: Tener alejada a todas las chicas porque te interesaba de verdad. ― ¿Qué estás grabando? ―pregunto yo de fondo. ―Nada ―Daliah nos enfoca y se ríe―, tan solo grababa el bar. ―Vas a incomodar a los clientes, siéntate ya ―respondí sin demasiado interés, mientras que Jessy se reía. Creo que quizás ella se había dado cuenta. Supongo que es lo que pasa cuando nunca has notado las señales. Vuelvo a reír cuando enfoca por última vez a Phil. Era verdaderamente increíble que de verdad lo hiciera. Paso a otro vídeo y es de la misma noche en casa de Cleo, en una cena. Reíamos, decíamos tonterías... Daliah después se enfoca, con una sonrisa maliciosa. ―Sabéis quién va a recoger todo esto luego ¿verdad? ―pregunta como señalando que ella no lo va a hacer. ―Todos me ayudaréis ―le responde Cleo apareciendo en cámara. ― ¡Por supuesto! ―Cleo le lanza una mirada y se marcha, para luego Daliah negar con la cabeza diciendo que ella no lo haría. Vuelvo a reír, divertida de ver la escena. ―Eres demasiado escandalosa ¿lo sabías? Me acabas de despertar ―un escalofrío me recorre al escuchar la voz. No me había dado cuenta de que me había quitado el auricular. Me giro y me encuentro cara a cara con Jake. Aunque lleva una mascarilla, puedo ver por sus ojos que sonríe. ― ¿Qué haces aquí? ―pregunto entre la sorpresa, la felicidad y la preocupación. ―Voy a Duskwood ―se levanta de su asiento y se sienta a mi lado―. Contigo. Abro la boca para decir algo, pero la cierro enseguida lanzándole una mirada. ― ¿No podías ir desde la parada de Colville? ―le pregunto preocupada― Aún está el FBI en Evergreed ―susurro mirando que la siguiente parada es esa. ―Tranquila, todo está bien. ―Vuelves a arriesgarte ―me cruzo de brazos, enfadada con él. ―Y yo me alegro de verte, amor. Pongo los ojos en blanco, relajándome. Me coge la mano y me acaricia la mejilla. Noto cómo empiezo a notar mis mejillas calientes. Dije que iba a cambiar, pero esto es superior a mí. Siempre me va a tener nerviosa por cada cosa que haga conmigo. ―Yo también me alegro de verte ―admito con un suspiro. Llegamos a Evergreed y empiezo a ponerme nerviosa cuando veo que está a punto de subir a inspeccionar un agente. Le miro a los ojos mí me guiña un ojo ¿Qué habrá hecho esta vez? Veo a Rocco aparecer y se acerca, flirteando. El agente entonces se detiene de sus obligaciones y veo cómo Rocco nos mira con una sonrisa. Al final las puertas se cierran y me echo para atrás, inspirando y espirando profundamente. ―Has jugado con la suerte, Jake ―frunzo el ceño mirándole enfadada. Jake hace lo mismo, echándose hacia atrás en el asiento, todavía sin bajarse la mascarilla. ―Lo sé, perdona ―me dice claramente sintiéndose culpable―, última vez que lo hago. Me muerdo el interior de la mejilla, no aguantando más. Le abrazo con fuerza y él me corresponde. Su aroma me reconforta, es como si me sintiera más en casa en la mía propia. Me separo mirándole a los ojos, casi me cuesta respirar. Trago saliva y entonces pronuncio mi pregunta, un poco nerviosa. ― ¿Puedes... ¿Puedes besarme? Jake se baja la mascarilla despacio, colocando su mano detrás de mi nuca, atrayéndome más a él. ―Será un placer ―susurra en mis labios, y tiemblo. Recibo un beso con mucho cuidado, pero a diferencia de la última vez, no le aparto. Me encuentro mucho mejor y llevaba tiempo soñando con volver a besarle. Coloco mis manos en sus hombros, apretando con fuerza. Me privaron de esta sensación que ahora lo necesito. A él. Me separo en busca de aire y veo cómo sonríe. ―Realmente me echabas de menos, MC ―Me dice, haciéndome sonrojar. Escondo mi cara en su chaqueta y se ríe, acariciándome el cabello. Pero sigo sonriendo. ―Necesito pedirte un favor ―le escucho entonces nervioso y levanto la vista para verle―, no solo voy a Duskwood por ti, también porque Lilly me lo pidió. ― ¿Ha pasado algo? Jake toma aire, pasándose una mano por el cuello. Incómodo. ―Quiere verme ―su voz tiembla un poco― y también que vea a Hannah. ―Y quieres que te acompañe yo a la reunión ―digo ladeando la cabeza. ―A ser posible. ―Claro que sí ―cojo su mano, apretándola con cariño, pero él lo hace con fuerza. Me tumbo un poco en el asiento, colocando mi cabeza en su pecho―, no te preocupes, saldrá bien. Jake me besa en la cabeza, acariciándome el cabello. Sé que todo saldrá bien. Confío en ello.
Se supone que tenemos que ir al lago Schwarzwasser a encontrarnos con ellas. Por suerte no me aterra estar cerca, no tengo miedo. Pero el que parece que sí lo tiene es Jake, que me agarra con fuerza la mano, tanto que parece que me la va a romper. Habíamos ido tras dejar las maletas en la habitación del motel, y él no ha parado de temblar. Nunca le había visto tan nervioso. Lilly cuando me ve y ve que estoy con un chico, empieza a comprender quién es aunque jamás se han visto. ―Tú... ―empieza a decir, llevándose una mano a la boca― Dios mío... ¿Eres... ―Sí ―dice Jake con timidez―, soy Jake. Lilly mantiene la distancia sin saber qué hacer tampoco. Es como ese momento en el chat, en que estaban nerviosos. Despacio, ella se acerca a él, abrazándolo. Jake también le responde el abrazo, comenzando a relajarse. Después se separan despacio. Lilly tiene los ojos rojos de llorar. ― ¿Y Hannah? ―pregunta Jake. ―En el coche ―su hermana echa un vistazo hacia atrás, en donde vemos a Hannah sentada en el asiento del copiloto―, le he dicho que se acerque, pero quiere hablar contigo a solas. ―Vale ―Jake espira y nos mira―. Dejarnos entonces un minuto. ―Claro ―respondo, mientras veo que se va acercando despacio. Lilly se coloca a mi lado, mirando también. Hannah sale del coche despacio y se va acercando a Jake a su mismo ritmo. Cuando están en frente del uno al otro, al principio no hablan, solo se miran. Hanna extiende su mano a su cara, pero la echa para atrás. Comienzan a hablar y veo cómo fluye la conversación. ― ¿Crees que se lo va a tomar bien? ―pregunto con duda, sabiendo que Hannah en el pasado sentía algo por Jake. Hannah se lleva las manos a la cara y se puede notar como tiembla. Al final, acaba por abrazar a Jake con fuerza. ―Parece que sí ―responde Lilly, con una sonrisa. ― ¡Lilly! ¡MC! ¡Acercaos! ―exclama Hannah, sin soltar el brazo de Jake. Soltamos una risa y comenzamos a acercarnos, haciéndola caso.
Pasamos el día los cuatro solos en el lago, escuchando cómo Hannah se siente y sobre lo que quiere hacer. Lo tiene muy claro y más aún después de lo que me ha pasado. No quiere seguir dejando las cosas atrás, quiere enfrentarse a lo que hizo. A Lilly le sigue pareciendo una mala idea, pero acepta su decisión, Jake simplemente asintió, diciéndole que entiende su posición y que la apoyará aunque sea desde lejos. Me siento como una intrusa en este momento, viéndolos pasar un momento entre hermanos. Quizás me debería haber ido. Hannah entonces me mira y luego mira a Jake, son una sonrisa. ― ¿Estáis juntos? ―nos pregunta. Noto mis mejillas arder ante esa pregunta. Jake me coge la mano acariciándola con cariño. ―Podría decirse que sí ―respondo con timidez―, si no te parece mal. ― ¿Parecerme mal? ―Hannah niega y nos abraza― Me alegro saber que él no está solo. Jake y yo nos miramos y sonreímos, respondiendo el abrazo de Hannah. Lilly se une a nosotros, con una risa.
Tras la reunión, nos quedamos un poco más en el lago, mirando el movimiento del agua. Tomo aire con una sonrisa, sin soltar la mano de Jake. ―Descubrieron que no fue un empleado quien envió el vídeo de Roth ―dice Jake rompiendo el silencio. Le miro con miedo entonces. ― ¿Qué quieres decir con eso? Jake inspira profundamente, mirándome a los ojos. ―Sospechan que he sido yo, sabiendo que tenemos una conexión y que el caso giraba en torno a ti. Me muerdo el interior de la mejilla con fuerza, negando con la cabeza. ― ¿Significa que vas a tener que marcharte del piso? ―pregunto confusa― ¡Dijiste que era seguro! ―Y lo es ―coloca sus manos en mis mejillas, acariciándolas con cuidado―. Será solo un tiempo hasta que las cosas se calmen, luego volveré. Asiento intentando entenderlo. Bueno, tengo que entenderlo, al fin y al cabo, estoy saliendo con un criminal ¿no? Le miro a los ojos con una sonrisa, Jake nunca ha roto sus promesas. Al final regresó ¿no? ― ¿Me echarás de menos cuando no estemos juntos? ―pregunto a pesar de saber la respuesta. Lo sé desde hace mucho tiempo. ―Aún no me he marchado y ya lo estoy haciendo, amor ―dice susurrando en mis labios―. Te amo, MC, te prometo que no me vas a volver a perder. ―Te amo también Jake ―contesto mordiéndome el labio― y sé que jamás voy a perderte, ya formas parte de mí. Suelta una pequeña risa, besándome la frente. Le doy un pequeño beso que se acaba transformando en uno largo, notando su mano en mi cintura. No quería separarme de él, pero lo entendía. Confío en que volverá.
No solo tras ese día me dio uno de los mejores días, sino también una de las mejores noches. Dejó cada trazo suyo por mi cuerpo, creo que me hizo incluso olvidarme de quién era yo. Y aunque no se viera, llevo su nombre tatuado por todo el cuerpo. No hay nadie más en mi vida salvo él. Y jamás lo habrá.
Fue duro despedirme de él, ver cómo se subía a ese tren en dirección contraria a Colville. Pero así son nuestras vidas y tenemos que vivir de esta manera. Decido entonces ponerme en marcha en mi misión. Llevo en mi bolso impreso una parte del diario de Daliah, preparada para entregárselo. Entro en el bar Aurora y veo a Phil limpiar la barra del bar. En cuanto me ve, hace un gesto con la cabeza, saludando. ― ¿Alguna vez vas a estar en el punto de mira de la policía? ―me pregunta en tono burlón― Las chicas buenas no deben meterse en problemas ¿lo sabías? ―Si tanto te preocupa, no habrá ya más casos ―contesto acercándome, sacando la funda con el papel―. He venido a darte esto, creo que necesitas leerlo. ― ¿Qué es? ―pregunta bajándose las gafas de sol un poco. ―Quiero que sepas que Daliah era en realidad la única persona que de verdad te apreciaba ―digo mientras me ajusto el bolso―, creo que tú mejor que nadie vas a entender lo que quería decir de ti ―aprieto la correa con fuerza―. Bueno, pues ya está, me marcho. ―Espera un momento MC ―me detiene y me mira, para luego asentir―. Me alegro de que estén muertos los asesinos de Daliah ―se coloca las gafas en la cabeza, moviendo la funda mientras habla―. La voy a echar mucho de menos, me caía mejor que todo el pueblo entero. ―Lo sé ―le sonrío con cariño―. Nos vemos entonces por aquí. ―Estás invitada a una copa gratis cuando quieras ―me guiña el ojo y pongo los ojos en blanco. ―Adiós Phil. Me voy alejando y cuando llego a la puerta, me giro para verle. Ha comenzado a leer la hoja, incluso se ha sentado. Veo que sonríe al leer sus palabras. Orgullosa, me marcho del bar, esperando que haya servido de algo empezar a dejar un legado de ella en todas las personas que quiso.
Han pasado cuatro meses desde todo lo ocurrido. El juicio contra Irma Roth fue incluso más rápido de lo que esperaba, todos sus empleados testificaron en su contra, aunque ella también se declaró culpable, pero porque ya no le quedaba otra salida. Lo había perdido todo. Lo dijo mientras me miraba con odio, pero no me importaba. Me mantuve firme todo el tiempo, no mostrándome débil. Ahora vivo en Duskwood, trabajando en una pequeña academia de música, enseñando a los niños a tocar la guitarra. Todos los viernes nos reunimos para hacer una cena, recordando los buenos momentos y los malos, apoyando también a Hannah, en su cercano juicio. Estaremos con ella pase lo que pase, a pesar de que es una situación dura, hemos aceptado todos su decisión. Es curioso, nunca había pensado en estar viviendo aquí, con un grupo de amigos que me quieren tal y como soy, que me han apoyado en todos los momentos malos. Daliah, si aún siguieras aquí, seguramente seguirías fingiendo que te gustan los memes de Dan, comerte la comida deliciosa de Cleo, escuchar las historias tenebrosas que Jessy escribe, hablar con Lilly sobre las últimas tendencias en videoblogs y pensar una idea juntas, tener que escuchar las conversaciones un poco frikis de Thomas y asentir como si le entendieras, hacerle trenzas a Hannah cuando ella se sentía mal y la escuchabas. Tendrías que haberlos visto discutir sobre quién era tu favorito cuando leyeron lo que escribiste sobre ellos, era... ¡Cómo ese vídeo de las ratas peleándose! ¿un poco rara la comparación? Era demasiado divertido verlos diciendo sus cualidades como amigos.
Jake y yo hemos estado comunicándonos por mensajes y hablando por teléfono como jamás lo he hecho en la vida. Una vez incluso no me di cuenta de que estaba amaneciendo ¡Me había pasado toda la noche hablando con él! ¿Te lo puedes creer? Acabé durmiéndome un poco en clase y mis alumnos se rieron. Les hice prometer que no dijeran nada. Le eché la culpa porque él es capaz de quedarse despierto toda la noche, pero yo no.
Sobre Phil... Bueno, sigue un poco como siempre, pero creo que flirtea mucho menos de lo que me esperaba. O mejor dicho, se comporta diferente ante las chicas. Creo que le gustó saber que viste algo bueno en él... Aunque no sé exactamente. Incluso no sé qué ha pasado, que le dio por querer hablar con Jessy en privado y parece que ¿Vuelven a ser hermanos? Quizás tu muerte le hizo entender que hay que valorar a la familia porque nunca sabemos cuando es hora de decirles adiós. En serio ¿Tan profundo calaste en él? Y luego dices que yo era la increíble.
Aún sigo hablando con el grupo de Rosenschwarz. Mason y Seo-ah están oficialmente juntos, tendrías que ver las fotos que tienen de sus perfiles, son de esas fotos compartidas. Y estoy segura de que también sus fondos de pantalla deben de ser igual. En cierta parte, están un proco preocupados por cómo algunos los miran, pero intentan que no les afecte demasiado. Cuando la madre de Mason se enteró, Seo-ah me contó que le hizo muchas preguntas, pero no de las incómodas, sino interesándose por su vida, saber si ha estado bien con su padre. Así que, tras contarle la verdad, denunciaron a su padre por maltrato durante años y ahora, la madre de Mason ha decidido hacer un documental entrevistando a la gente transexual y poder recaudar dinero para ayudarles. Mason me dice que a diferencia con él, está enfadada por lo que hizo a sus compañeros. Así que trata más a Seo-ah como si fuera su propia hija que a él. Pero se reía cuando me lo contaba, así que tan mala no debe de ser la situación, porque le ha puesto a trabajar en llevar materiales en sus películas, para que se gane algo de dinero si quiere hacer su propio corto de manera limpia. Son una familia unida.
Carter y Jane... De momento, aún no están juntos. Pensaba que sí lo harían, pero no. Aun así, Jane ayuda a Carter porque le sigue teniendo cariño tras años de estar juntos y sabe todo lo bueno que hace por sus hermanos. Así que, su padre le buscó un trabajo en unos almacenes y con contrato para toda la vida. Lo que muy posiblemente si sigue trabajando bien, puede que le asciendan. Tengo fe en él, porque si es por sus hermanos, seguro que continuará esforzándose. A veces, ambos me confiesan que se echan de menos, que quieren estar juntos, pero Carter sabe que le ha hecho mucho daño a Jane y Jane que aún no está lista para regresar con él. Creo que el tiempo en ser amigos les hará mejorar de nuevo en su relación, confío al menos en eso.
Papá sigue trabajando en la inmobiliaria, fue él incluso el que me ayudó a encontrar un apartamento en Duskwood porque la empresa que lleva en Rosenschwarz, también está en Duskwood, así que hablaron entre ellos y me consiguieron un pequeño apartamento, cerca de Jessy. Se podría decir que somos vecinas. Papá se alegró cuando le dije que me quería ir de Rosenschwarz, apoyándome en mi decisión de buscarme mi propia vida lejos del pueblo. Dijo que lo necesitaba, porque sabe que mis amigos viven aquí y que eso me haría mucho más feliz. Sobre la relación con mamá, está todavía un poco fría. De vez en cuando nos hablamos, para saber cómo estamos, cómo lleva la tienda o cómo estoy dando clases. Aunque sigo esperando que le diga a papá la verdad. Quizás tiene miedo de que se divorcie de ella si sabe que todo fue por su culpa. Pero si llega a pasar, al menos estaría orgullosa de ella por haber tenido el valor de hacerlo. Tan solo quiero que se descargue de esa culpa que tiene por dentro.
Supongo que de momento, las cosas fluyen bastante bien. La vida en Duskwood es un poco como la de Rosenschwarz, la gente le gusta cotillear, pero ¿hay algún pueblo que no lo haga? La única diferencia es que aquí tengo a la gente que más he querido en el mundo, así que poco me molesta. ¡Oh! Y ayer fui a dejar un ramo de flores en la cabaña en la que Richy me enseñó por videollamada. Aunque hizo cosas horribles, creo que no puedo evitar en acordarme de él y en nuestros buenos momentos que tuvimos ¿fueron verdaderos? ¿fueron falsos? No lo sé, solo sé que para mí fueron importantes.
Voy preparando la mesa del jardín para cenar. Esta noche hay barbacoa. Escucho el sonido de notificación y veo que es Jake. Sonrío al ver que tiene su nombre en el chat de Nymos. Ha podido mejorarlo. Pero lo que me envía es lo que más me sorprende. ----------------------------------------------------------------------------------------
-----Jake se ha conectado-----
Jake No te enfades conmigo, ¿de acuerdo? [Nicolas Amstrong.PDF] Es la ficha de adopción de tu sobrino. Lo sé, no querías que me metiera en más problemas, pero pensé que querías saber sobre él cuando leí los archivos. Ahora es tu decisión escoger si hablar con sus padres o no.
MC Jake, esto es! No sé qué decir!
Jake No digas nada, tan solo piénsatelo. Escojas lo que escojas, estaré de acuerdo contigo. Aunque puede que Mike no, que es el que le ha costado dinero. ;)
MC Vaya, entonces no puedo rechazar a echar un vistazo en el archivo 🤭 Pero voy a tener que pensarlo bien Harán muchas preguntas
Jake Diles que eres investigadora profesional. Seguro que tras todo lo que has hecho, consigues que confíen en ti :)
MC Lo dices como si fuera fácil
Jake Y lo es. Para ti. Es fácil confiar en ti cuando te conocen bien. Yo lo hago :)
MC Tonto... ❤️ Muchas gracias por esto
Jake De nada amor. Disfruta de la cena con tus amigos.
MC Gracias Y... Te echo de menos
Jake Yo también. Pero no te preocupes, pronto volveremos a vernos. Te lo prometo.
MC Lo sé Hasta mañana, Jake 😊
Jake Hasta mañana, MC. :)
-----Jake se ha desconectado----- ----------------------------------------------------------------------------------------
Guardo el móvil con una sonrisa. El grupo empieza a salir al jardín y les miro con los ojos a punto de llorar. ― ¿MC? ¿Qué ha pasado? ―me pregunta Jessy, acercándose a mí corriendo. El resto también viene deprisa y yo me seco las lágrimas. ―Nada malo ―contesto con una risa―, tan solo me alegro mucho de haberos conocido a todos y... ―tomo aire y me río nerviosa― Quizás vaya a conocer a mi sobrino. ― ¿Qué? ―mi amiga grita en el oído para luego abrazarme, feliz. ― ¡Eso es genial! ―exclama Thomas, dándome un apretón en el brazo cariñoso. ―Supongo que tenemos que celebrarlo entonces ―Dan comienza a des encorchar la botella de vino, empezando a servirnos en las copas. Daliah, sé que tú no querrías que lo conociera, pero quiero hacerlo, lo necesito. Quiero al menos saber si está bien o si puedo serle de ayuda en algún momento difícil en su vida, como hicimos ambas la una con la otra.
Daliah...
Muchas gracias por toda la vida que hemos tenido juntas. Ahora por fin sé lo que querías para mí y era esto. Tener una vida. Amigos. Un amor.
Vivir mi propia vida.
Y lo haré intensamente por las dos.
✨ FIN✨
#duskwood#duskwood jake#duskwood mc#duskwood jake x mc#duskwood español#duskwood fanfic#duskwood everbyte#everbyte#everbyte studio
2 notes
·
View notes
Text
Marlén
Capítulo 8
El comienzo de una puta
Algunas personas me preguntan como es que me encanta el sexo, lo que les cuento en el relato titulado "Mi secreto infiel", me sucedió hace varios años, después de esa única noche, mi vida matrimonial se volvió rutinaria, aunque cómoda, pues no me faltaba nada. Pero extrañaba esa noche lejana en la que experimenté dos orgasmos deliciosos.
Cuando Oscar el esposo de mi cuñada regresó a la ciudad, empezó a buscar oportunidades para charlar conmigo, nos hicimos confidentes sin mencionar nunca aquella vez en que entró al cuarto mientras mi esposo dormía de borracho.
Nuestras conversaciones eran al principio normales y rutinarias, pero poco a poco nos tomamos más confianza y salieron a flote los problemas con nuestras respectivas parejas. Ya se hacía costumbre que me visitara por las mañanas y tomara un café, yo no le veía nada de malo, pero si me daba miedo que alguien se enterara de nuestras charlas.
La amistad fue de más porque en varias ocasiones me regalaba joyas, vestidos, y como sabía que mi marido tenía problemas económicos en su negocio, a veces me daba dinero, según él para que me ayudara, aunque yo la verdad, no estaba tan necesitada como para eso, pero me decía que lo tomara como un regalo.
En las fiestas navideñas del año 2002, él me regaló ropa interior roja, esa vez me sentí incómoda, ya que ni siquiera mi marido me había regalado algo igual, esa fue la primera vez, porque después me regaló un baby doll azul, muy sexy, que al parecer había comprado para una amiga, pero como no la vio, no pudo dárselo y no quería que su esposa, o sea mi cuñada supiera que lo tenía en su coche.
Cuando lo recibí temblaban mis manos, se fue de inmediato y por la tarde me llamó y le dije que me tranquilizaba el hecho de que no lo había comprado pensando en mí, claro que lo negó, pero era su plan, conquistarme. Se tomó la libertad de seguirme regalando ropa interior, me sorprendía que supiera mis medidas, y me sentía extraña cuando las usaba, sentía que él me observaba con esas prendas.
Llegó el fin de año, estabamos entre familia, todos nos deseábamos feliz año, y cuando nos topamos, nos dimos el abrazo, pero fue más allá porque me abrazó y el beso fue en la boca, yo sorprendida, no supe que hacer, nadie vio nada y ahí quedó todo. Y en nuestras conversaciones posteriores, no hablamos de ello.
Pero la mañana de un 14 de febrero, dia del amor y la amistad, yo deseaba tener sexo, andaba algo excitada, pensé que mi marido al menos me daría un "rapidín", como dicen, pero el desgraciado ni siquiera me felicitó, solo se arregló y se fue a su oficina. Yo me quedé llorando y enojada pensando que ese día seguro iba a tener intimidad con su secretaria.
Yo me quedé sin otra cosa que hacer más que el aseo de la casa y a seguir con la vida. De pronto Oscar me llamó para felicitarme, me dio gusto que me llamara, él notó que estaba triste, y la verdad me hice la víctima, esperando su reacción, me dijo que iría para darme mi regalo y que sería muy especial i yo quería.
Esa mañana quería que me viera guapa, y como adolescente me arreglé, me puse un vestido corto, amarillo, una bikini blanco que se metía entre mis nalgas, por supuesto que era regalo de él y mis tetas estaban libres, sin sostén. Esperé ilusionada y ansiosa de su llegada. Media hora después de la llegada llegó, le había indicado que la puerta estaría abierta, que solo empujara para yo preparar el café.
Cuando llegó, yo estaba en la cocina, se dirigió a mí para abrazarme y felicitarme, hice los mismo, pero no me soltó de las manos, me miró a los ojos y como toda una actriz, fingí estar triste por lo que me sucedía con mi esposo, tiernamente volvió a abrazarme y me recargué en su pecho, puso su mano en mi mentón levantó mi cara para verme a los ojos, no dijimos nada, solo nos mirábamos, ansiaba que diera el primer paso, y creí que adivinaba mi pensamiento porque me besó, yo cerré mis ojos y me dejé llevar, lo tomé de la nuca prendiéndome a sus besos, me sentía rara besar a otro que no fuera mi marido, y besos de ese tipo, ya los había olvidado.
Sus manos bajaron por mi espalda, levantó el vestido sin dejar de besarme la boca y el cuello. Me estremecí cuando sus manos palparon la desnudez de mis glúteos, sus dedos recorrían la separación de mis nalgas, no tardé en sentir mi parte húmeda y urgida de sentir algo duro dentro de ella.
La parte de debajo de mi vestido estaba en mi cintura, acarició mi entrepierna;
--¿ESE BIKINO TE LO REGALÉ YO VERDAD?.—y asentí con la cabeza y gimiendo, me separó para voltearme y admirar mi trasero;
--¡QUE RICA ESTAS MARLEN, DIME QUE SERAN MIAS!.—
--¡SI, SERAN TUYAS PERO HAZLO ANTES DE QUE ME ARREPIENTA!.—Me volteó hacia él y desabotonó la parte superior del vestido liberando mis tetas;
--¡AHHH, ESTO DE VE DELICIOSO!.—Su boca se posó en mis senos que delataban mi temperatura, porque mis pezones estaban erectos, los cubrió con su boca haciéndome estremecer, yo lo tomaba de su cabeza para que siguiera mamándome las tetas, nunca nadie lo había hecho así, con esa lujuria y deseo.
Sus manos no dejaban de acariciar mis nalgas, y estiraba el bikini para meterlo entre ellas, no supe como lo hizo pero cuando quise frotar mi mano en su entrepierna, su verga ya estaba de fuera, al sentirla en mi mano bajé la mirada y me sorprendió su tamaño, pensaba que era un sueño, y trataba de recordar lo sucedido con él hacía años, no sabía del tamaño de su pene, y ahí estaba en mis manos que se veían pequeñas sosteniéndola.
Notó que mordí mis labios para saborearme su palo, entonces con sus manos en mis hombros me bajó, yo sabía lo que quería y estaba dispuesta a complacerlo.
Al tener su verga en mi cara, sin perder tiempo lamí de arriba abajo, el recorrido me pareció eterno, cuando llegué a la punta, miré unas gotas que salían del glande, apreté su verga para sacarle más gotas y con mi lengua las recogí y me las tragué, por primera vez iba a mamar una buena verga sin miedo a que me critiquen, ya que mi esposo tenía la idea de que si la mujer demostraba cachondez en el sexo, es que era una puta, y cuando se la mamaba a él, siempre fue con la luz apagada, pero no le demostraba mi gusto por mamar verga.
Así que me prendí de tremendo palo y me di gusto, esa verga era mía y no estaba dispuesta a perder esa oportunidad de dar un buen sexo oral. Oscar gemía mientras mi lengua, labios y boca se entretenían con su masculinidad. Me excitaba ver su expresión de placer mientras mi lengua pasaba por sus huevos que colgaban majestuosos.
Oscar se agachaba para acariciar mi trasero, luego me levantó y me sentó en la mesa, puso mis piernas en su cintura, hizo a un lado el bikini y colocó su verga en la entrada de mi raja y sin perder tiempo metió profundamente su verga, parecía que legaba a mi garganta de lo larga que la tiene, su boca mordía con suavidad mis tetas que rebotaban y sus manos apretaban mis nalgas.
--¡MAMI, AL FIN ERES MÍA, AL FIN TE TENGO!.—
--¡SI PAPII, POR SEGUNDA VEZ SOY TUYA!.—Se quedó pensando en lo que mencioné.
--SII, BIEN QUE RECUERDO ESA NOCHE, ¿TE GUSTÓ?.—
--ME ENCANTÓ, Y DESDE ESA VEZ TE DESEO.—
--¡MMMM, CREÍ QUE LO HABÍAS OLVIDADO!.—
--¡NO OSCAR, ¿CÓMO OLVIDAR LOS ORGASMOS QUE ME PROVOCASTE?.—
--PUES YO DESDE QUE REGRESÉ, TENÍA LA IDEA DE COGERTE.---SI, IMAGINABA TUS INTENCIONES CON TUS REGALOS, SABÍA QUE LO DE TU AMIGA ERA UN TRUCO.—
--¿Y PORQUÉ LO PERMITISTE?.—
--DIGAMOS QUE TAMBIÉN DESEABA ESTO.—
Como nunca, moví mi cadera demostrando el placer que sentía de ser cogida por alguien, la verga es tan larga y venosa que con facilidad frotaba mi clítoris y provocó un orgasmo largo y rico.
--¡AHHH, AHHH. AHHHH ME VENGOOOO OSCAR. SIGUEE SIGUEEE COGIÉNDOME PAPI, HAZME TUYAAAAA!.—
--¡YA ERES MIA MARLEN, PERO QUE RICO COGES MAMITA. ME SORPRENDE LO GANOSA QUE ESTAS!.— Yo no contestaba, estaba gimiendo y gritando mi venida, Oscar no dejaba de bombear mi panocha.
--¡TU TIENES LA CULPA POR CALENTARME LA CABEZA DE IDEAS Y LOCURAS, AHORA SOY UNA INFIEL!.—
--¡NO MARLEN, ESTO LO HACES PORQUE TÚ LO QUIERES Y LO DESEAS, YO SOLO SACO LO PUTA Y CALIENTE QUE LLEVAS DENTRO!.—
--¡SIII AMOR ES CIERTO, SEMPRE MA HA GUSTADO COGER!.—
La intensidad de mi orgasmo había desaparecido, entonces sacó su verga y me bajó de la mesa, mi calzón estaba empapado, me agachó y otra vez con gusto mamé su verga que estaba muy mojada de mis jugos vaginales, no me importaba nada, y me entregué a la mamada maestra, como si fuera una experta para eso, lamí sus huevos y lo masturbaba al mismo tiempo, él tomó su verga y se la jaló en mi cara, mi lengua seguía lamiendo sus bolas mojadas, se retiró un poco, apuntó a mi cara, y quité su mano de su verga para hacer el trabajo yo, abrí mi boca para succionar su palo y lengüetear su glande, hasta que ya no pudo y dejó escapar su semen en mi garganta, no supe cuanto duró la venida pero sus chorros eran eternos y abundantes, toqué sus huevos que se contraían con la eyaculación, la saqué de mi boca y expulsó los últimos chorros menos intensos que cayeron en mi cara, nos miramos y perversamente tomé con mis dedos el semen que estaba en mi cara y lo dirigí a mi boca para tragarlo, él apretó mi boca con su mano para que lo tragara todo.
Me levantó y me besó rico. Pensé que ya era todo, pues ya nos habíamos venido, pero él siguió acariciándome, de nuevo me sentó en la mesa y abrió mis piernas, se agachó para mamar mi panocha, yo estaba en el cielo sintiendo su boca en mi raja y sus dedos tratando de entrar a mi ano, mis nalgas gustosas aceptaban al intruso, sentí como lubricaba mi ano con mis jugos, y logró meter su dedo por completo.
La sensación era tan placentera que me perdí en el placer sin poder contener otro orgasmo, pero este fue tragado por mi amante, yo deseaba ser penetrada de nuevo, y mi amante con toda su experiencia me bajó y e volteó, mis nalgas estaban a su vista, mi calzón en mis rodillas, quise quitármelo pero no me dejó, se agachó y lamió mi culo, su lengua trataba de entrar a mi hoyo trasero, yo respondí moviendo mis nalgas en su rostro.
En esos momentos me sentía otra, pues tenía a un hombre muy sexual entre mis nalgas mordiéndolas, besándolas y acariciándolas.
Luego se levantó y me inclinó un poco más, pensé que me la metería por el ano, pero se agachó un poco para cogerme por la vagina, su verga entraba y salía por completo, mientras sus manos atendían mis tetas que rebotaban sudorosas y cachondas de ser tomadas en cuenta, luego pasaba sus manos a mis nalgas tratando de abrirlas, un dedo entraba a mi ano, después se detuvo, sacó su verga y puso la cabeza de su palo en medio de mis nalgas, las abrió y sentí su glande en mi culo.
--¿QUIERES QUE LO HAGA ASÍ?.—Me dijo susurrando.
--¡SI AMOR, HAZME LO QUE QUIERAS, COMO QUIERAS!.—
Lentamente su verga entró a mi recto, sentía que me partía en pedazos, ya que lo único que había entrado ahí, era su dedo, ni siquiera con mi esposo había experimentado el sexo anal, se esforzaba por penetrarme;
--¡SIGUE ASÍ PAPI, POCO A POCO Y DESPACIO, NUNCA LO HE HECHO ASÍ MI AMOR, ERES EL PRIMERO!.—
--MAMI, ¿CÓMO ES POSIBLE QUE NO LO HAYAS HECHO, SI TIENES UN CULAZO DELICIOSO?.¡QUE PENDEJO TU MARIDO!.—
--¡SI, AUNQUE SABÍA DE ESTO, NUNCA ME LLAMÓ LA ATENCIÓN, PERO CONTIGO ES DIFERENTE, CONTIGO ESTOY PERDIDA PAPI, COMO DIJISTE, ESTAS SACANDO LA PUTA QUE LLEVO DENTRO, MUY ESCONDIDA!.—
--¡NI TAN ESCONDIDA, SALIO DE INMEDIATO!.—
--¡NO TE BURLES DE MÍ OSCAR!.--
--¡NO MAMITA, ES LA VERDAD, SOLO NECESITABAS UNA BUENA VERGA, ESO ERA TODO!.—La platica cachonda hizo que mi culo se relajara, pasé mi mano por debajo, y me asusté al sentir la mitad de su verga afuera, mi culo ya no aguantaba, parecía que reventaba. Oscar pasó su mano por mi raja y frotó mi clítoris, eso permitió que me olvidara del miedo, y empezó a sacarla y a meterla, yo no dejaba de tocar su palo, sentía que en cada metida era más su penetración, cada vez menos carne se quedaba afuera.
Pero de repente se detuvo, sus dedos seguían trabajando mi clítoris, yo detuve el movimiento de mis nalgas para disfrutar la sensación de ser cogida analmente, y de pronto dejó ir el resto de su verga, mi vista se nubló de dolor y placer, sentía que lloraba de dolor, pero mi trasero demostraba otra cosa con sus movimientos circulares. Momentos después mi ano estaba totalmente y como nunca relajado, lo sentía muy amplio y deseaba ver la abertura que dejaba su verga cuando la sacaba por completo.
Tocaba mi culo perversamente, no imaginaba lo abierto que estaba de la cogida. Mis tetas dejaban caer a la mesa gotas de mi sudor, mis gritos y gemidos aumentaron sin importarme los vecinos, quería que supieran la gran cogida que me daba el cuñado de mi esposo, quería que su mujer, la hermana de mi marido viera como me cogía, y como gozaba con mi culo, Oscar intentaba callarme poniéndome su mano en mi boca, pero lo mordía para que la quitara, deseaba que supieran lo puta que era.
Un sin fin de imágenes pasaron por mi mente, como si fuera un colash, vi en mi mente a mi esposo, a mi cuñada, comparaba la verga de mi marido con la de Oscar, etc., y al final, de nuevo estrellas en mi pensamiento, mi vagina explotó y aumenté mis movimientos girando mis nalgas, tratando de apretar su verga, pero era imposible, me había dejado el culo muy abierto, entonces sentí sus gemidos, sus metidas aumentaron de ritmo, y en eso eyaculó en mi recto, su leche caliente acompañó los últimos espasmos de mi venida.
--¡AHHH, AAHHH, QUE RICOOO PAPIII, QUE RICO ME COGES!.—
--¡AHH, AHH, AHHH, QUE CULO TIENES MARLEN, EL MEJOR, PARA SER L PRIMERA VEZ, VAYA QUE LO SABES USAR, ME ENCANTAS MAMITA, Y ME ENCANTÓ MÁS SER EL PRIMERO QUE TE COGE POR EL CULO!.— En esos momentos no pensaba en otro hombre más que en él, de hecho creí estar enamorada e ilusionada.
--¡SI OSCAR, Y SOLO ES Y SERPA TUYO PAPI!.—
--¿CUÁNDO YO QUIERA SERÁ MÍO?.—
-¡AJÁ, SOLO PÍDELO Y LO TENDRÁS, PERO NO QUIERO QUE SEAS DE NADIE MÁS, SOLO YO, SOLO A MÍ CÓGEME!, ¿OK?.—
Tiempo después entendí la expresión de ese momento, él solo buscaba sexo. Pero aún así dijo;
--¡SI AMOR, ESTA VERGA ES PARA TI, SERÁ TU TRONO CUANDO ESTES SENTADA EN MI PALO, ENTONCES TE CONVERTIRÁS EN LA REINA DE LAS PUTAS!.—Lo que dijo me causó gracia y me halago. Seguía su verga en mi culo, me enderezó y me besó en la boca, sacó su verga un poco caída, y nos metimos a bañar.
En la ducha no quise sacar su semen de mi culo, deseaba tener por más tiempo algo de él, y que mejor que su semen en mi recto.
Mientras se ponía la ropa admiraba su cuerpo atlético, su verga relajada colgaba orgullosa, no me vestí, me quedé con la toalla puesta. Cuando lo despedí, notó que no dejaba de mirarlo, y es que sentía que me estaba enamorando, preguntó que pasaba y le dije que él había provocado dos orgasmos, y él se vino dos veces;
--¿Y QUÉ SUGIERES?.—No respondí, solo me agaché y desabroché el zipper de su pantalón, saqué su verga y la endurecí con unas ricas mamadas, no tardó en pararse por completo, dejé caer la toalla y quedé desnuda ante él, puse sus manos en mi cabeza, empezaba a gustarme ser sometida, lamí sus huevos como loca, estaba dispuesta a darle el placer supremo de una mamada, respiré profundo y traté de meterla toda en mi boca, cosa imposible, apenas pasaba la mitad, la mamada fue tan intensa que hasta lágrimas me sacaba, mis nalgas empezaron a dejar escapar el semen de mi macho amado, sus piernas se tensaron y de nuevo el chorro de leche caliente inundó mi cavidad bucal, el semen chocó con mi campanilla haciéndome toser, tomé respiración de nuevo y succioné hasta la última gota de semen, que me parecía el más delicioso, dejé que viera como me tragaba el líquido, cuando terminó de venirse, metió su verga y se marchó, yo me quedé hincada saboreando el semen de un buen macho y amante, dueño de la mejor verga, Oscar, mi concuño.
Hasta ese momento no sabía que tanto iba a cambiar mi vida sexual, creía que Oscar sería mi único amante, pero solo era el primero.
Como les comenté, sentía que me enamoraba de él, pero luego me advirtió que solo era sexo, me sentí un poco mal, pero luego de no estar con él por casi un mes, lo busqué y le pedí que me cogiera, que no me importaba ser otra más, pero que no dejara de cogerme.
Cierta ocasión me dijo que no le molestaría que me viera con otro, al fin y al cabo, no era su esposa, solo una amante.
No creí que sucediera, yo era feliz teniendo sexo con Oscar, hasta que la ocasión se presentó y de pronto me vi enredada con mi vecino Iván, después de él le siguieron varios más, como Sandro, el mejor amigo de Iván, mi compadre y otros.
Cada uno de ellos me han llenado de placer y lujuria, y fui descubriendo nuevas experiencias, al grado de separarme de mi marido y casi olvidarme de mis hijos.
Así es como me convertí en lo que soy, este fue el comienzo de una puta.
©Marlén
9 notes
·
View notes