#no me acuerdo si ya lo subí... pero por las dudas(?
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Había echo este también, pero no me convenció tanto.
Ahre se parece un poco a JungKook. ¿O tal vez es un intento de Jungkook? Quien sabe. :v
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Me cansé de subir montañas
Hace años, cuando aún era una oficinista, solía pasar las tardes —como es obvio, en la oficina— dilatando el trabajo y con mi mente puesta en una idea fija: ¿qué quisiera estar haciendo ahora mismo?
A menudo la respuesta era simple pero significativa: quisiera estar afuera montando en bicicleta, una idea si se quiere adolescente, poco adulta, pero sin duda la respuesta más visceral que tenía a la pregunta de “qué quisiera estar haciendo ahora mismo” (una pregunta acaso mucho más sencilla que ¿Qué es lo que quiero ser? ¿A dónde quiero llegar? ¿Cuál es mi propósito de vida? ¿Cuál es mi proyecto de vida?) y que quizás debería ser guía en nuestra existencia.
De alguna manera, que no vale la pena relatar acá, logré dejar el trabajo en la oficina y tener algo de tiempo libre para salir en bicicleta cuando quisiera hacerlo, pero entonces ya no quería solo andar en bicicleta sino también subir montañas.
Encontré una montaña, una chiquita pero muy empinada cerca de la casa en la que vivía en aquel tiempo, una casa en una vereda —porque en ese tiempo también quería vivir en una casa lejos de todo— y me empeñé en subir esa montaña, proeza que al comienzo me era muy difícil —recuerdo que casi en la cima había mucha piedra rodada y me costó un tiempo aprender a andar por esa parte— pero me empeñé cada mañana en lograrlo, ¡hasta que lo logré! y después fui a otras montañas, busqué unas más grandes, más lejanas, más empinadas, que me hicieran doler más la espalda, que me dejaran más agotada, que sonaran más impresionantes a los otros, que me hicieran sentir que era fuerte y que podía treparme a la montaña que quisiera, aunque eso no fuera del todo cierto.
De lo que pasó después ya no me acuerdo tan bien, ni quiero hacerlo. Solo sé que ya subí hartas montañas en bicicleta, que por ahora no quiero subir más montañas en bicicleta, que me cansé de subir montañas, que ya sé que soy o que fui fuerte, que de pronto otro día tenga ganas de nuevo de buscar montañas bien agrestes y encararlas yo sola, como hice tantas otras veces.
Eso sí, sigo queriendo muchas veces subirme a mi bicicleta e irme lejos, pero mejor por lo planito —¡es en serio que no me apetecen más las montañas, al menos no para subirlas en bicicleta!—.
También a veces en las mañanas, en las tardes o en las noches me pregunto qué es lo que quisiera estar haciendo ahora mismo, qué es eso por lo que mi alma clama, casi en llanto —como en esos tiempos en los que aún era una oficinista buscando escapar a ese hórrido destino— y brota de mí una respuesta tan pueril y alegre y jovial como la de las épocas en que soñaba con estar en las calles, andando el mundo en una bicicleta.
¡Al fin tengo una respuesta!
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La tormenta mental de Luis Ortega. Películas, piñas y noches de Farmacity. La sensibilidad temeraria de un artista existencial. Por Enrique Symns.
Rolling Stone - Octubre 2008
Hace unos días hablando después de muchos años con Fito Paez, le comenté que había conocido a Luis Ortega y que su presencia me resultaba impactante. “Sí, Enrique –me respondió-, es tremendo. La matriz del mundo ya no hace tipos de esa madera.”
Cuando vio Caja negra, la primera película de Luis, Leonardo Favio (a quien considero el director de cine más talentoso de todos los tiempos en estas latitudes) le escribió una carta intensa y desbordante. Una de las frases más asombrosas de ese texto fue: “Tenés que tener cuidado, porque tu sensibilidad es temeraria”.
Debo confesar que nunca vi Monobloc, la que vino después. Hace poco, a raíz de esta nota, no sin cierta pereza, le pedí que me enviara una copia de Caja negra. En cuanto la vi, lo llamé:
-Luis, es impresionante. Después de ver Caja negra mi instinto me dice que no debo ver Monobloc.
-Sí, por favor, no la veas nunca –me respondió-. Esperá la próxima. Esa va a ser como Caja negra.
Caja negra tiene algunas escenas tan extraordinarias, ciertos climas mágicos que constituyen la esencia del cine. Hay películas impecables como El padrino, pero carecen de este tipo de escenas que menciono. Rebuscando en mi memoria (y sabiendo que dejo afuera decenas de otros films de esa especie), recordé inmediatamente El enigma de Kaspar Hauser, de Herzog, y también Querelle, de Fassbinder. En realidad, todos los films de Fassbinder son alucinatorios. También comparte ese poder la filmografía de John Cassavetes. Y La zona, de Tarkovsky; y No matarás, de Kieslowski. Y, más que nadie, David Lynch, con la que es sin duda la mejor película de todos los tiempos: Imperio. En Caja negra se perciben chispazos conmovedores de ese cine.
Cuando conocí a Luis, no le presté atención. En el Bar Británico, me encontré casualmente con Julieta Ortega. Quedé fascinado con ella. Su poderosa hembritud, ciertos extraños reflejos feroces y misteriosos en su mirada y, luego, nuestras vacilantes pero sinceras charlas. Después de su embarazo, casi dejamos de vernos.
Pero esa noche, de aquellos viejos tiempos, ella me invitó a cenar a una cantina. Y allí estaban sus hermanos y su pareja, Iván Noble. Ninguno de ellos me llamó la atención, y mucho menos un tipo delgadito abrazado a una niña y en compañía del genial Fernando Noy. Es más, me pareció otro boludo más abrazado a su nenita.
Hasta que un día, en una entrevista telefónica que le hizo Gillespi en Falso impostor, por Rock & Pop, Luis pidió hablar conmigo y alcanzó a escupirme: “Yo sé que vos nunca me vas a dar bola, debés pensar que soy un boludo. Pero sos un tipo que necesito conocer. Y capaz que vos también me necesitás”. De inmediato, acepté el cariñoso reto.
Nos encontramos de inmediato en el salón de fumadores de La Perla y, cuando la noche nos arrolló, bien tarde, salí mareado, como aplastado por un alud. En su pasión por abordarme no me dejó respirar ni hablar, me largó una andanada de historias personales que me quemaron como la lava de un volcán.
Al realizar esta entrevista, comprobé alborozado que este muchacho había realizado el mismo viaje extraviado y riesgoso por esos escabrosos parajes que yo había atravesado en esta dolorosa expedición por la existencia. Por las mismas soledades, por la misma caótica infancia, por los mismos libros, películas y drogas. Este hombre me hace acordar el nombre de mi raza. Amigos. Ese es el nombre de mi país y de mi raza en extinción. Esta entrevista narra las vicisitudes de su viaje.
En la niñez, ¿cuándo empezaste a notar la diferencia con los demás niños, la diferencia que te otorgaba el hecho de ser un Ortega?
Eso me pasó casi de grande. Cuando yo era muy niño, a los 2 o 3 años, toda mi familia dejó el país y nos fuimos a vivir a Estados Unidos. En Miami fui al colegio, pero nunca entré en la sociedad, nunca me incluí en eso que llaman modo de vida americano. Más que en el colegio, me eduqué con las películas que pasaban tres o cuatro veces por día, en un canal que se llamaba Showtime. Viví en Miami hasta los 10 años. Lo primero que me acuerdo es que mi viejo me llevaba a pescar. Mi papá no era Palito Ortega, y eso fue perfecto. Yo no lo viví a él como lo vivieron mis hermanos mayores. Los más grandes lo conocieron como un ídolo. Me llevaba al mar, donde pescábamos langostas, con hilo, con tanza; después nos compramos un adminículo especial para pescar langostas. Nos cagábamos de risa. Pero “simpático” no es una palabra que defina a mi padre. No es simpático. Es alguien que te enseña desde la ausencia, no necesita estar a tu lado para enseñarte, fue alguien que siempre estuvo muy presente en mí. Creo que nunca se sentó y me dijo “esto es así o esto no es así”. Fue un hombre que me permitió descubrir el mundo.
¿No había cariño, caricias?
No con él. El tacto fue de mi madre. Mi madre me enseñó siempre desde la presencia. Es una enseñanza muy de raíz, muy básica. Mi madre me hizo un dependiente de ella, un pincheto del amor. Esa adicción al amor maternal te caga la felicidad, porque cuando deja de estar, el mono [la abstinencia] es muy doloroso. Las mamás deben querer menos. Cuando fuiste así de querido, la primera piña que te dan hace nacer el odio. Si de chiquito tenés más contactos con la realidad, si te comés palizas, resultan un entrenamiento que te prepara para el mundo.
¿Y los amigos en aquella época?
Nunca tuve amigos. Mis hermanos no eran mis amigos. Un poquito con Emanuel, pero duró muy poco, porque la diferencia de edad te distancia. Estuve en Miami hasta los 10 años, en la más hermética soledad. Después nos mudamos a Tucumán. Y recién ahí empecé a vincularme con otros.
Ahí sí, ya eras el hijo de un hombre notable, nada menos que el hijo del gobernador.
En Tucumán no necesitás ser el hijo del gobernador para hacer lo que te venga en gana. Ahí todo el mundo hace lo que quiere. Yo no sabía que los tucumanos eran tan picantes y me enteré después de un tiempo, porque yo llegué con 10 años, el pelo largo y rubio. Al principio, no me comí palizas. Todos me miraban como a una maricona demasiado atrevida. Pero cuando vi cómo se pegaban hasta matarse, empecé a tener un poco más de cuidado.
Los tucumanos se pelean todo el tiempo, se patean la cabeza y lo hacen desde muy chicos. Me subí rapidísimo al tren tucumano. Empecé a correr en motocross y no había categoría para mi edad, así que corría con los más grandes y sufría accidentes brutales para el cuerpo. Me caían motos encima, tuve accidentes fuertes. Tucumán, para un chico, es como vivir en una película de Fellini. Nosotros vivíamos al pie del cerro y pasaba de todo. Subía el viejo Batata, yo le compraba vino para que él me mostrara su huevo herniado; era enorme, grande como un zapallo. O venía la vieja Nati, que hacía monólogos en la calle y nosotros salíamos a escucharla. No te cansabas nunca de eso. Para mí, vivir en el Jardín de la República fue maravilloso.
Después, ya casi de adolescente, iba a jugar al poker. Las casas de juego de poker y ruleta estaban por toda la ciudad. Eran chocitas puestas al lado de la avenida Mate de Luna, que es una avenida que cruza todo el centro y después cambia el nombre. Yo vivía en Yerba Buena y había una o dos casitas por cuadra con los vidrios polarizados. Entrabas y había un aroma delicioso que para mí era perfume del paraíso. Después me di cuenta que era un desodorante de ambiente bien berreta marca Huevo. Entrabas y venían las ficheras, con sus polleras bien cortitas, metían la llave en la máquina y te cargaban 10, 15 o 20 mangos para jugar al poker. Cuando acertás, la máquina aúlla como un lobo, y cuanto más doblás y más ganás, más fuerte es el grito de lobo de la máquina. Yo iba por ese aullido, por el color de las bombachitas de las ficheras, por el aroma a paraíso y por la maravillosa ausencia de tiempo que tenía ese lugar.
La ausencia de tiempo… qué maravilla. Es como vivir en la eternidad. El pintor Jorge Pirozzi me dijo una frase que me salva la vida aún hoy: “Hay que sentarse frente a las puertas de la eternidad, a perder el tiempo”.
¡Maravillosa! Nos pasábamos días ahí adentro. Los pibes les robaban la plata a sus padres para ir. Yo también les robaba a los míos para ir a jugar. Los pibes se jugaban la plata del colegio al poker. Eran lugares calentitos, te servían un fernet con coca y a veces nos metían en cana porque teníamos que ser mayores para poder jugar. Pero los dueños de todo eso, los hermanos Ale, era la familia más pesada de Tucumán. Manejaban la hinchada de San Martín y el negocio de los remises y también las casas de poker. Así que los Ale nos sacaban y nos llevaban de vuelta porque el negocio del poker funcionaba más con los pibes y no tanto con los más grandes.
¿Te hiciste peleador en Tucumán?
No me gusta la violencia, pero igual soy peleador, a pesar de que no me gusta. En realidad, donde más peleas tuve fue en Estados Unidos. Porque es una sociedad cagona. Yo veía la película de Coppola Los marginados, una maravillosa película. Para mí, que era un chico de 10 años, la contracultura en Estados Unidos era llevar la navaja. Fue la primera identificación con algo terrenal. Estaba más cerca de las navajas que de las mujeres en aquel entonces. Actualmente, a veces reacciono instantáneamente ante cualquier provocación. Casi siempre he perdido las peleas, salvo en Estados Unidos, que son cagones. Viste esos tipos que entran en los colegios con metras y matan a todos. Bueno, fue por culpa de chicos como yo, que los cagaban a trompadas todos los días.
¿Cuándo empezás a acercarte a las mujeres? En mis tiempos, adolecer era no coger jamás.
Para mí fue igual. Me gustaban las chicas, pero era muy complicado, era acabar en los pantalones. Mucha franela, pero no la poníamos. Ahora las chicas están más sueltas. Me relacioné primero con prostitutas. Yo las amaba con toda mi alma y les decía “te amo”. En Tucumán cogíamos por siete o diez pesos. Y yo tenía acceso a muchos siete o diez pesos por día. Así que cogía todos los días. El burdel todavía existe. Es el Hotel Crillón. Las chicas estaban todas sentaditas mirando la tele, elegías una y te la llevabas. No existía usar forro. Y nunca me pesqué nada. A los 14 años, me agarró un ataque de pánico y le pedí a un amigo que me acompañara a hacerme un test. No tenía nada. Ni siquiera una infección. Y yo había estado con docenas de prostitutas. Nunca reparé en la roña, en la higiene ni en ningún límite que hoy día tienen todos con las prostitutas. Para mí, esos encuentros eran el amor. Ellas eran como novias para mí.
¿A qué edad llegás a Buenos Aires? Imagino que fue muy chocante.
A los 15. Yo no quería venir. No quería saber nada. Pero en cuanto entré en la ciudad, fue igual que cuando llegué a Tucumán. Me dije: ¡Esto es lo que necesito! En Estados Unidos, para mí el mundo había sido virtual, una película. En Tucumán el cine fue por la calle y las historias reales de la gente. Mientras que en Miami tenía la sensación de que si hacías un gesto poderoso todos los edificios y la gente se iban a esfumar, en Tucumán me encarné en mi cuerpo y apareció el miedo. En Buenos Aires descubrí las drogas, la gran ciudad y el cine. Ana María Picchio empezó a llevarme al cine y al teatro. Hasta ese momento, para mí no existía eso de ir al cine. Pero en Buenos Aires la soledad empezó a adquirir mucha importancia en mi vida. Así que me fumaba un porro y me iba solo al cine. Las drogas también fueron muy importantes. En esa época tomaba de todo: anfetaminas, cocaína, free base con bicarbonato. Pero la droga que más me impactó fue el LSD. Más que ir a la escuela o todas las demás influencias culturales, lo que más me formó como persona fue el LSD. Para mí el LSD era la presencia de Dios en la Tierra. Eso de consumirlos en el campo está bien. Pero yo los tomé muchas veces en la ciudad y era lo mismo. El efecto estaba más allá de dónde y cómo. Yo lo he tomado en mi casa, o para ir a comer con mis viejos y hasta para charlar con el psicólogo o ir a la escuela. Tomé cartones y también gotas, empapábamos los caramelos Mogul con ácido y los íbamos comiendo. Tomé ácido tres o cuatro años e intensamente. No dormía durante días y me quedaba solo. Al amanecer, veía salir el sol y al portero que barría la calle y la manguera que largaba el agua y daba gracias por estar vivo. No fue artificial lo que viví, porque eso que pasó quedó en mí hasta hoy. La primera piña fuerte me la di cuando los ácidos empezaron a pegarme mal. Fue el terror. Un shock de miedo. Nunca más tomé ni volvería a hacerlo.
¿Cómo conseguiste heroína en esos años?
Nunca me inyecté. Tomaba uno y uno. Un saque por la nariz y otra dosis la fumaba. No sabía picarme. Había leído Yonqui y todo lo demás de Burroughs. Sabía mucho de la heroína porque Burroughs te la explica muy bien. Tenía un amigo marinero que murió hace poco. Tenía 80 años y era dealer de toda la vida. Él vendía merca, nada más. Pero yo lo jodía siempre para que me consiguiera opio. Hasta que un día me dijo: “Lo que yo puedo conseguirte es heroína”. Durante unos meses la consumí casi a diario. Para mí la heroína no fue reveladora como el LSD. Es cierto que te lleva al nirvana, pero no te revela nada. Yo en ese momento estaba en pareja y los dos la tomábamos. Eso que llaman amor es muy parecido a la heroína: te saca el dolor y por lo tanto es como el amor. No tuve ningún mono cuando la dejé. Dicen que vomitás solamente la primera vez. Yo vomité siempre. Era muy incómodo. Era una gran pérdida de tiempo, no hacés nada. Nunca la añoré.
Y los libros… ¿cómo llegan los libros a tu vida?
Lo primero que leí fue un libro que me regaló mi hermano Sebastián y me influyó mucho, aunque no por los motivos que él tuvo para regalármelo. Era la biografía del Che Guevara escrita por Jon Lee Anderson. Pero en los libros entro de lleno con Dostoievski. El primer libro extraordinario que leí es Crimen y Castigo. Creo que es un libro sobre la moral. Es un libro que te introduce profundamente en el tormento. Si me decís que me acuerde de algo, no te puedo contar ninguna escena, y sin embargo fue un impacto tremendo. Los siguientes libros muy poderosos fueron Las enseñanzas de don Juan de Carlos Castaneda, El innombrable de Samuel Beckett y A sangre fría de Truman Capote. Fernando Pessoa me dio vuelta el mundo para siempre. Su Libro del desasosiego es uno de los textos más extraordinarios jamás escritos. Y Antonin Artaud, que fue una bomba que detonó: “¿Esto es lo que estabas buscando? –me dijo Artaud–, pues aquí lo tienes”. Él me mostró la espiritualidad denigrada en los síntomas corporales. El espíritu retorciéndose en el aparato digestivo y el respiratorio.
Tengo entendido que estudiaste filosofía.
No anduve bien en el sistema escolar. Terminé en un colegio que era un Centro Educacional de la Mujer y el Hombre, y que me permitía no hacer nada y me dejaba concurrir en el estado de conciencia que me apeteciera. Al mismo tiempo, me permitía hacer la facultad, Filosofía y Letras en la UBA. Con la filosofía no pasó nada. Pero hubo algunos libros fundamentales, como Más allá del bien y del mal o Así habló Zaratustra de Federico Nietzsche. Hubo un libro de Sartre sobre Baudelaire que también me impactó. Y, por supuesto, Cioran, que es devastador.
Creo que, a diferencia de Cioran, Nietzsche llega a esos mismos parajes desoladores, pero con una exaltación briosa y hasta entusiasta.
Alejandro Urdapilleta es un gran amigo mío, lo amo con toda mi alma. Leí una entrevista que le hicieron y él dijo una frase que es casi como leer a Cioran: “A mí, estar vivo o estar muerto me da igual”. Yo sé que lo dijo de verdad, porque lo conozco. Yo todavía le encuentro encanto y hasta romanticismo a este tremendo error de existir. Pero Urdapilleta no. Lo que él dijo no tiene que ver con esa taradez que te endilgan “es un pesimista, un depresivo”. No, eso es poesía, constatación, saber que la vida no está dividida por la muerte. Yo puedo ser un tremendo pesimista feliz. Lo que pasa es que cualquier cosa que se diga y que no intente advertir algún progreso en la vida es considerada depresiva. No existe ese progreso.
¿Y Bukowski?
La gilada cree que la poesía es solamente escribir en verso y Bukowski te cuenta una escena de la vida que es pura poesía. Bukowski dice que el amor se da cuando, en un embotellamiento, el tipo que maneja el auto de al lado te dice: “Pasá vos”.
¿Hubo directores de cine que te hayan producido el mismo efecto que esos poetas y narradores?
Tarkovski lo consigue. Sobre todo en Stalker [La zona]. Y John Cassavetes; su cine es lo más visceral, un tipo que está contando una historia desde el fondo de su alma. Imperio de David Lynch, un film excepcional. Me marcó mucho Fassbinder y también me hizo daño un libro que leí de él, porque me identifiqué profundamente con eso que afirma sobre la existencia. Para él, la vida no existía. Sólo existía el trabajo y la merca que usaba para filmar. Pero Querelle y Un año de trece lunas me volaron la cabeza. Sam Peckinpah es un grande: La pandilla salvaje es una magistral clase de cine. Andrzej Zulawski es el que más recomiendo. Su película más famosa es La mujer poseída con Isabelle Adjani. Pero hay que ver Diabel, La tercera parte de la noche, Lo importante es amar.
¿No te impactó La celebración (Thomas Vinterberg, 1998)?
Mucho. Sobre todo me impactó el hecho de que se puede hacer una muy buena película con nada, y gracias a ese descubrimiento filmé Caja negra. Actores y una cámara. Lo que me decepciona es que hay en el film una intención intelectual que supera el peso de los hechos que se filman. Es poco fresca esa intencionalidad. Es un burgués que odia la burguesía, no es que no me identifique con esa realidad, pero no debe notarse en el film.
¿Te interesaron los géneros menores? No sé, Pulp Fiction, por ejemplo.
Me daba un poco de rechazo el hecho de que pudieran meterse con la violencia con tanto desparpajo. De todos modos, Tarantino es brillante. Esa película me partió la cabeza. Pero yo no me identifico con eso. Por ahí es una cosa de sudaca resentido, pero creo que no, porque a diferencia de Tarantino, Cassavetes le está poniendo el cuerpo a su obra. Estos tipos como Tarantino me dan la sensación de que saben escribir muy bien un film, pero no hay alma.
¿Creés que en Argentina alguien haya superado el cine de Leonardo Favio?
No. Crónica de un niño solo es una obra maestra. Después de Caja negra, Favio me escribió una carta. Yo quedé congelado cuando la leí. Te hablo de cartas, no de mails. Su carta fue tan impactante que me hizo llorar.
Y el rock & roll, que siempre estuvo entre nosotros, ¿te dio su shock?
A los 15 años, el rock & roll fue lo que me orientó para saber hacia dónde me quería dirigir. Más que cualquier otro rocker, el más grande fue Lou Reed: su manera de escenificar las canciones, de mostrar a cada persona con su propia forma y su propia manera de hablar y su sentir. Fue como si Lou me susurrara: “Oye, Luis, es en esta dirección. Cuidate, este camino es hermoso pero también peligroso”.
Me dije: “Yo quiero ser puto y drogadicto”.
También fue Burroughs, porque los conocí juntos. Cuando tenés 17 años y conocés la obra de esos tipos, los amás. Son tipos que son vos y vos podés ser ellos. El hachazo del rock fue Lou Reed y sigue siéndolo. Para colmo, se casó con Laurie Anderson, una de las mujeres que más amo en el mundo. La pude conocer en Toronto, y es mágica. En esa época yo escuchaba música todo el tiempo. Ahora ya no.
Cuando llegué de Tucumán, iba a ver a Las Pelotas. Después Spinetta. Para mí fue más novedoso Pescado Rabioso que Sumo. Spinetta me ha salvado la vida, por eso uno ama a esos tipos que te acompañan desde la ausencia.
Son tipos que dijeron lo que hubieras dicho vos pero en forma perfecta.
¡Eso! Amo de esa manera a Kerouac. Él está conmigo. Como están Macedonio Fernández y Jacobo Fijman. Todos esos hombres los llevo conmigo. Qué extraña es la vida. A Yukio Mishima lo conocí en la casa de Walter Quiroz. Él tenía un libro de color rosa tirado en el piso. Se lo veía a Mishima atado con una soga. Le agradeceré toda la vida a Walter que haya dejado tirado ese libro en el piso. Eso fue hace quince años y ahora ese mismo texto de Mishima será la próxima película que voy a filmar: Verano maldito.
También estás grabando un disco en los estudios de Fito Páez. ¿Cómo llegaste a la música?
No sé tocar ningún instrumento. Pero hace unos dos años, un amigo mío paró en mi casa y me enseñó unos acordes. Después mi viejo me enseñó otros acordes y, en cuanto empecé, fui voraz. Hice muchas canciones seguidas. Me estaba queriendo escapar de la desesperación de no filmar. Cuando pasa el tiempo, te enloquecés… uno espera y espera para filmar, conseguir la plata. Es una espera muy angustiosa.
¿Y de dónde te vienen las canciones si no sabés un carajo de música?
Es un misterio para mí. No sé. Por ejemplo, estoy en la calle diciendo “all the medication, hallucination every day in my head”. Después de un tiempo descubrí el Re, que es el verdadero sonido, y lo empecé a tocar tanto que me empezaron a salir palabras. Redescubrí la felicidad que había olvidado. La música te permite ausentarte del mundo de una manera muy sana. Puedo hacer una película entera en una canción y no necesito de nadie.
¿Y cómo aparece Fito con esa propuesta de grabar?
No nos veíamos desde hacía muchos años y le mostré las canciones. Al toque me dijo: “Vos grabás”. Me llamó el asistente de él y me dio las fechas para grabar en el estudio. Seleccioné diez canciones y los músicos con los que estoy grabando son de primera línea. Le pasé las músicas al pianista Leandro Chiappe, un amigo mío de hace muchos años, y él me indicó el camino para que me comunicara con los músicos con imágenes. Yo tengo telepatía con el Chapa. Al final, el concepto del disco y el probable nombre es Farmacity Nights, que es de la canción final del disco, que se llama “All the Medication”, que se pregunta cómo era todo antes de la educación, antes de la medicación, antes de la formación de la percepción, antes de que las cosas tuvieran nombre. El disco lo grabó Mario Breuer. La guitarra la toca Gringui Herrera. El bajo, Sato Valiente; y la batería, el Zurdo Alaguibe. Fueron cinco días tan intensos, sobre todo los primeros tres, que me parecieron como una vida entera pasada ahí. El sonido del disco es de la concha de su madre. Yo canto y toco guitarra rítmica, pero como tocan ellos es alucinante. La mayor recompensa: la alegría de todos los que participaron. Todos teníamos 8 años. Volveré al cine, es mi pasión, pero la dicha que me suministró la música es inolvidable. La música fue como un porro alucinante que calma la desesperación de la espera. No hay mayor dolor que esperar. Y eso es el cine para mí, una tremenda espera.
Luis Ortega apareció en la escena argentina en tiempos del réquiem menemista, vuelto de Miami y con una película –Caja negra, filmada entre rateadas de la escuelita de cine– que lo convirtió rápidamente en el más díscolo y existencialista del clan tucumano. Después de ese experimento desarrolló, a fuego lento, una segunda obra (Monobloc, de la que hoy reniega) y en estos días preproduce dos largometrajes: Verano maldito, basado en un cuento de Yukio Mishima (con su hermana Julieta como protagonista), y Los elegidos, con Alejandro Urdapilleta. Pero este año fue inaugural para él en un par de sentidos. Por un lado, compuso algunas canciones, armó una banda y grabó un disco titulado Farmacity Nights. Y por el otro, concretó su debut como director de televisión bajo las órdenes de su hermano Sebastián, quien lo convenció de que formara parte de la etapa inicial de Los exitosos Pells, la nueva tira de Telefe protagonizada por Carla Peterson y Mike Amigorena. Luis dirigió el piloto y después grabó los exteriores de los primeros capítulos durante un mes de trabajo bestial. “Al principio lo hice sólo porque necesitaba la plata -confiesa Orteguita-. Pero me llevé una gran sorpresa. Terminó siendo una práctica laboral impresionante. Grabábamos diez escenas por día. Venía el productor y me decía: « ¡Pizza, pizza! Esto es pizza».” Si bien la experiencia fue aleccionadora para él, no cree que haya podido dejar su marca autoral. “La línea estaba muy bajada. Sebastián tiene muy claro el relato en su cabeza, el tipo de humor que quiere. Es la mirada desde adentro de un tipo de la televisión, pero al mismo tiempo es un fumón que se hace a un costado y delira con el mundo que conoce. Creo que es muy valioso que salga por Telefe; como tira, además, asume bastantes riesgos”. Después de eso, Sebastián le propuso dirigir un unitario sobre un paseador de perros. “Me encanta la idea -dice Luis-. Tengo muchos perros, pero tampoco estoy seguro de que Sebastián y yo tengamos la misma idea de cómo realizar eso. Él ya tuvo éxitos y se le haría difícil bajar de ahí. Y quizá yo no sea garantía de un éxito”.
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🎏 𝕷í𝖓𝖊𝖆 𝖉𝖊 𝖙𝖎𝖊𝖒𝖕𝖔
Normalmente nunca llevo la cuenta de cuando me conozco con alguien pero contigo es algo especial; cuando nos dijimos por primera vez que somos mejores amigos, cuando hicimos llamada y mucho momentos más te voy a expresar lo especial que se convirtieron para mí:
🌊 10 de Febrero y días consecutivos : El día que nos conocimos; cuando estaba en mitad de un parkour de roblox de repente me llega un "Holaa" de un tal Zack que usaba a Moonbin, en ese tiempo las personitas me empezaban a hablar de la nada y no me sorprendía, dije en el chat de capulesbian club que un Moonbin me había hablado, llegamos a la conclusión de que era Eddie y le respondí, no me recuerdo que le dije realmente pero le dije que estaba en un parkour de roblox y quisimos jugar juntos, pasaron varios días y hablábamos de temas súper aburridos y nunca se jugó roblox hasta que subí una historia donde se apreciaba que yo, Iris, era de Medellín acá ciudad de Colombia y oh, sorpresa, Zack me respondió esa historia y me preguntó si era paisa y yo obvio parcerito qué más pues; me dijo que también era paisa y me emocioné, nunca había tenido un amigo paisa y mucho menos de mi ciudad, que literalmente estamos viviendo demasiado cerca y ahí explotó la confianza.
🌊 Nuestra primer llamada : Cuando hicimos llamada me acuerdo que estaba muy nerviosa, tenía la voz temblorosa, sin embargo, Zack parecía muy confiado, como si no tuviera pena, me sorprendí mucho JSJSJS, era la primera vez que hacía llamada con alguien de rol, LA PRIMERA VEZ !!!! me acuerdo que jugamos varias cosas pero lo que más me acuerdo es como me decía piroba hijueputa y yo lo molestaba porque tenía una camisa que parecía del Atlético Nacional (se burlaba de mí por estar calva, yo solamente estaba a la moda pero existe gente aprovechada como el cuchito este) jugamos Natural disaster, que nos tocó en una gasolinera con una tienda detrás; "Vea un justo y bueno" dije, Zack se rió, (realmente amo mucho la risita de Zack, es muy tierna me hace sentir que quiero protegerlo de todo mal y que siempre ria de esa manera) luego nos subimos a un carro y me acuerdo que tomé una captura de pantalla antes de que empezara a caer una lluvia ácida y casi murieramos los dos.
🌊 Nuestra primera vez en Rave y veces seguidas : Cuando no teníamos nada que hacer en roblox porque ya habíamos jugado todos los juegos que nos entretuvieran, decidimos ir a rave y me acuerdo que empezamos a colocar canciones de los grupos que nos gustabab, Zack obvio siempre con Five de apink y luego de un momento a otro empezamos a cantar canciones de reguetón viejas, canciones de disney, ballenato, de todo, no hubo momento en el que me aburrí ese día, cuando me canté a Dios le pido y también cuando canté la canción de pocahontas y cuando me cantó las de Mulán.
Me acuerdo que el micrófono iba con retraso y para lo que él cantaba perfecto para mi me iba en un desorden total y era muy gracioso escuchar a Zack tratando de hacer agudos, maricon tan gracioso, lo amo mucho, aveces sale con unas cosas que me quedo sorprendida, con Kusuo puedo decir todo lo que se me venga a la cabeza y cuando de todo es TODO.
Y cuando vimos nuestra primer película que ya no me acuerdo sinceramente cuál fue fué muy especial.
Cuando escuchamos guaracha.
🌊 Lo más vergonzoso que nos ha pasado : Cuando lo escuché orinar por rave en un descuido suyo, fué una situación muy graciosa, KAKALXKAOZKAKAK el "AY NO" de Zack fué el ay no más sincero que he escuchado en mi vida, me acuerdo que me estaba muriendo de la risa cuando me dice Zack "que pena" y yo de ekis.
🌊 Cuando escuchamos hatsuke miku, Sailor fag, Ariana grande y reguetón con Josie : Uno de los días que más recuerdo con claridad fué cuando las dos personas más importantes para mí se reunieron, mis dos amores juntos, lo mejor que tengo, mis soulmates escuchando a mi oppa pitbull y hablando de cuando imaginábamos que éramos hatsune miku, cuando Josie saltó con lo de vive100 de piña, sin duda, la sensación más hermosa de toda mi vida tenerlos a los dos juntos, aproximadamente 3 o 4 años de amistad con Josie y Zack, la persona que se ganó mi confianza y amor por completo en poquísimo tiempo estaban juntos!!!!! repito estaban juntos, estaban conmigo!!!!!!
Recordar me llena el corazón de una calidez que no puedo describir, uno de los recuerdos más preciados con toda mi alma.
Me acuerdo que en ese tiempo estaba yo muy triste, extrañando a alguien, sin embargo, ahí estuvo Zack.
"Dale tiempo al tiempo" me ayuda tanto a sobrellevar las cosas que es hasta irónico lo que esas palabras causaron en mí y yo me sentí tan bien en ese momento que lloré pero de la felicidad, la felicidad de tener a alguien que me apoyara incluso en momentos tan insignificantes, sin duda el mayor soporte en mi estabilidad es Zack.
Puede que desarrollé dependencia emocional de Zack:(
🌊 Nuestro primer aniversario de amistad (que recordaramos) : ya teníamos al menos 2 o 3 meses de conocernos, me levanté a eso de las 3 de la tarde y como siempre le hablé a mi príncipe cuando me dice HOY CUMPLIMOS [inserte número] DE AMISTAD y yo de es verdad :0 y el muy desagradecido me dijo piroba
🌊 Cuando hablamos sobre si nos limpiamos el culo parados o sentados : Mor rarito, Zack se limpia el culo parado, ¿no le queda el culo sucio? es lo que me pregunto.
🌊 Cuando empezó a estar emocionalmente estable : Para este tiempo Zack se convirtió en Kusuo y empezó a sentirse mejor consigo mismo, empezó a estar feliz casi todos los días y a conocer a nuevas personitas bellas que llegarían a iluminar su vida. La felicidad de Kusuo es mi felicidad.
🌊 Cuando se dormía de la nada : Kusuo se dormía y se duerme exactamente a la 1 de la mañana mientras estábamos en llamada, en rave, hablando por chat.
*Se hace la 1 de la madrugada*
Kusuo automáticamente: zzzzz
Y todos los días son especiales, todos los días contigo es un carrusel de sentimientos, aprecio cada pequeñi momento contigo, cada momento que pasa es extremadamente especial para mí y sobre todo lo que es más especial eres tú, lo más especial de todo es que eres mi amigo y tu personalidad, tu forma de actuar y pensar, todo es especial.
Todo de ti es especial
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Dos de los trips mas hermosos que he tenido
Tenía al rededor de 16 años yo creo ¿? Era mi época de loquera y me metía muchas drogas XD. En esos tiempos yo todos los viernes iba a fiestas con mis 5 amigos, hacía como que iba a la escuela (cuando en realidad estaba con mis amigos), regresaba a mi casa a comer y después en la noche me iba a alguna fiesta con mis amigos.
Particularmente los viernes me gustaba meterme un ácido, no eran todos los Viernes obvio pero si era algo frecuente; En fin, uno de esos Viernes hice lo de siempre, hacer como que iba a la escuela, ir con mis amigos y después regresar a comer, ese Viernes (no recuerdo el día) me había comido un ácido, y regresé a mi casa muy ácido y me recosté en mi cama porque no quería que me descubrieran (en mi casa estaba mi abuelita), y me dijo que si quería comer, se me hizo una buena idea ya que dije tal vez si como me sienta mejor (me sentía hasta el culo), ahhh porque a parte en el taxi de casa de mi amigo a mi casa, yo me sentía super viajado, me acuerdo que el taxista venía hablando por telefono y por eso no le hacía caso XD, cuando me subí le dije a donde iba así que pensé “no tendré que hablarle en todo el camino”, y como el iba hablando por teléfono pues con mas razón pensé que no tendría que decirle nada, yo iba viendo por la ventana todo, en mi viaje, cuando vi como el taxista me volteó a ver y en eso me cayó el 20 de que me estaba preguntando que por que calle (y yo no le estaba haciendo nada de caso porque pensé que estaba hablando con la persona con la que estaba al teléfono), así que ya le contesté pero creo que le hable muy fuerte xdddd y después me empecé a cagar de la risa así como de vale vergaaaa ya la cagué XD hahaha
Llegué a mi casa hasta el culo de drogado y lo que se me ocurrió para que se me bajara un poco era relajarme y acostarme en mi cama, así no tendría que interactuar con mi abuelita y no sospecharía nada, bueno, volviendo a lo de que iba a comer, pues termine comiendo y viendo la tele, pero después mi abuelita me empezó a hacer la plática, y bueno para ponerlos en contexto, yo si hablaba con mi abuelita pero la verdad muuuuy poco, era como que me contaba algo y solo le hacía una o dos preguntas y se acabó, pero esa vez, con un ácido encima, pues por mi solo empecé a interesarme en lo que me estaba platicando, y de ahí surgió una plática super interesante y platicamos como por unas dos horas, nunca había tenido una plática así con ella, sentí en verdad como estaba conectado con ella, y ella no se daba cuenta de que estaba drogado, simplemente todo estaba fluyendo demasiado natural, ella me platicaba sobre su familia, sus sobrinos, mis tios y cosas así, sobre en lo que había trabajado ella de mas joven y wooooow, esa vez neta se sintió tan bien hablar así con ella, tan así que ni revisé mi celular, me desconecté completamente de todo y solo entre como en el trip de hablar con mi abuelita, a mi siempre me había costado ser mas extrovertido, yo era tímido, pero los ácidos me han ayudado a abrir mi mente, a cambiar mi chip y no ser así, esa vez sin duda fue de los mejores trips que he tenido con los cuadros, tuve una plática como nunca la había tenido con una persona que amo demasiado como lo es mi abuelita.
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Otro Trip muy chido es muy parecido, y es con una persona con la que no congenio mucho, mi papá.
Yo de pequeño creo que mi papá me amaba muchisimo y yo era su adoración, pero cuando crecí y cometí errores, creo que toda imagen que el tenía de mí pues se fué, y mi papá y yo somos totalmente diferentes en cuanto a forma de pensar, creo que igual es por eso que no me ha perdonado los errores que cometí en mi juventud, ya que cuando tiene la oportunidad me los echa en cara.
Mi papá es muy negativo, siempre saca comentarios negativos, o esta de malas, o de payaso, o no se, siempre le ve lo malo a todo, es algo que yo no soporto, porque me contagio de esa mala vibra, odio estar con personas así, pero debo de lidiar con eso porque después de todo pues es mi papá.
Un día como cualquier otro en el que me había metido un ácido, pasó similar, llegué a mi casa a comer pero no contaba con que no solo mi abuelita estaba en casa, sino que a parte también estaba mi papá y mi hermano Kevin.
Yo ahí la verdad no me sentía hasta el culo pero estaba consciente de que estaba drogado y podría cometer algún error o portarme raro y que me empezaran a cuestionar, o peor: que se dieran cuenta.
Comí junto con mi hermano y no se como empezaron las cosas la verdad ya no recuerdo pero no se porque empezamos a platicar de mi mamá, y después de eso como se conocieron mi papá y mi mamá, después de eso pues nos empezó a platicar que mi Papá Bruno (mi abuelo papá de mi mamá) al principio no lo quería y lo trataba muy mal, nos empezó a contar a mi y a mi hermano pues su etapa de novios con mi mamá, algo que nunca nos había contado, y tal vez era porque no nos habíamos interesado en eso y no le habíamos preguntado, tal vez yo era el mas clavado en la plática y le hacía mas y mas preguntas, me plático cuando se enteró que mi mamá se embarazó de Kevin, cuando se casaron y también cuando se embarazó mi mamá de mí, también descubrí ahí que mis padres querían que su segundo hijo fuera niña (o sea querían que yo fuera niña y pues ni modo, salí niño XD) hahaha, esa plática estuvo super interesante, conocí otra faceta de mi papá, la de un amigo, tambíen nos contó de sus novias que había tenido antes de que fuera novio de mi mamá, muchas cosas que yo no sabía y que tal vez antes no había preguntado por pena, por que no sabía como abordar el tema, o simplemente la situación no se había dado.
Algo que me encanta de los ácidos es que te conectan con las personas, te hacen darte cuenta de todo eso que existe pero no lo vemos, lo mas puro, lo mas humano, las conexiones que hay entre la gente, y es tan difícil acceder a ellas y a la vez tan simples, hay personas que les es muy fácil hablar con otras personas y sacarles plática, yo antes era así, pero después de los ácidos creo que he cambiado bastante (y para bien), ahora cambié mi carácter, sigo siendo alguien reservado, que no le gusta llamar la atención, pero creo que cuando se presenta una situación se como actuar y simplemente no me quedo paralizado sin saber que hacer.
Al día de hoy 3 de Diciembre del 2019 no podría decir que ya me llevo bien con mi papá, sigo teniendo ese disgusto porque este de negativo, pero la verdad es que él también ha cambiado, ahora es más simpático, hace más bromas, sale a mas lugares con mi mamá y así, antes pienso que el era muy aburrido, él tuvo una vida bastante dura, nada comparado con lo que yo o cualquiera de los que conozco ha vivido, y a veces pienso que el ya terminó de perdonar a la vida, que dejó todo eso atrás, pero también hay situaciones que saca a relucir muchas de sus inseguridades y traumas y me hace pensar que nunca pueda superar eso, lo que sí es que ya me llevo mejor con el, no como quisiera, el lo ha dicho y es que a cada rato dice que quiere más a Kevin que a mí, no de esa forma pero tiene sus maneras de decirlo, y de verdad eso no me causa conflicto, lo que me causa a veces mis peleas con él es que siempre siempre siempre me esta recordando todos los errores que cometí y es como, dude, yo ya lo superé, eso fue hace años, retome el camino y pues ya, dejame de molestar, pero no se porque el me molesta demasiado con eso, creo el piensa que de esa manera yo voy a tener éxito gracias a que siempre me recuerda las pendejadas que hice, pero creo que eso es lo que menos me motiva, lo que me motiva son mis propias aspiraciones personales y lo que yo quiero ser, creo que el espera demasiado de mí y por eso me “exige” de esa forma, pero la verdad es que eso no me motiva ni un poco. Y ya me salí del tema pero pues no se, haha, necesitaba hacer tiempo de aquí a la 1 AM para que me pueda dormir, así que sirvió de algo escribir esto, y es que me gusta escribir las cosas mientras las recuerde, porque con el tiempo los detalles se pueden ir olvidando y bueno, si algún día olvido como se conocieron mis padres, aquí lo tendre para recordarlo.
3 - Diciembre - 2019
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Sexy drenaje hepatico
Lo malo de que te corten un pedazo de hígado es absolutamente todo. Lo bueno es que vuelve a crecer, es el único órgano que puede hacerlo. Post Cirujia te despertas en terapia intensiva entubadisimo por todos lados y bastante falopa. Realmente salir de esa es como ganar el Tetris en nivel 20. Pero bueno paso a paso vas avanzando. Te van sacando de a uno los USB’s. La recuperación debe ser rápida para que no te quiebres psicológicamente y que a los 10 días estés en tu casa con un pequeño souvenir. La bolsita del drenaje. La tenes que vaciar de bilis dos o tres veces por día. Y bueno llevarla ahí pegada adentro de la ropa. 3 o 4 meses te dicen, como si nada. Ahora que lo pienso no se como mierda aguante esa, creo que por qué no me caía la ficha.
Gracias a esa inocencia es que hice cosas que hoy no haría. Como entrarle de vuelta al Tinder que tanto me ha dado. Asi que hice match con una vecina, de esas que meten fotos hot. Fuimos a un bar por Olivos y tomamos dos tragos, charlamos un poco y le conté que había tenido una Cirujia hace poco y me estaba recuperando, siempre sacándole bastante peso a todo para que no se espante. Pero ella entendió bastante bien el panorama, quizá mejor que yo. Después todo fluyó muy bien por suerte. La lleve a su casa y buenas noches. Los días siguientes hubo unos chats y llegó la segunda salida. El plan era ir a su casa a “ ver una película “, pero la película solo transcurría en mi cabeza , el nivel de acelere de pensamientos que tenía tratando de entender como mierda iba a hacer para ponerla con la puta bolsita llena de bilis y el tubo ese que me salía de la piel, era un mar de dudas. Pero bueno, el tren estaba pasando y me subí. Fuimos al cuarto y ahí le mostré mi verdad, era imposible de ocultar. Y para sorpresa mía ella se lo tomo muy bien, hasta me animo a decir que un poco le cabio. El sexo estuvo bien, creo que acabamos juntos. Un milagro prácticamente.
Después de eso todo bien por unos días, salimos un par de veces mas, y yo siempre ahí con la bolsita. Y la verdad no me sentía muy bien con esta cuestión. Era más fuerte que yo y me comía la cabeza. Necesitaba que me saquen esa mierda que no me dejaba pensar. Me tenía muy mal. Y creo que por esto me distancié un poco de ella y le deje de dar pelota. Necesitaba recuperarme y mostrarme completo.
Me tomo dos meses aprox. Librarme de esa situación y cuando finalmente me la sacaron, lo primero que hice fue mandarle un mensaje a la señorita. Me acuerdo que fue algo bastante concreto, onda “ ya estoy bien, me sacaron el drenaje “. Pero de nuevo contra mis expectativas me lleve una sorpresa. Me mando a la B de una, le chupo un huevo mi versión sana, algo así como si tuviera ese morbo de estar con un convaleciente. Nunca voy a saber bien qué onda, pero me quedo esa impresión.
En conclusión rescato que a veces la carta del enfermo te juega a favor y no esta mal usarla. Hoy por hoy la uso para no hacer colas en los aeropuertos y cosas así que los viejos chotos me miran con cara de orto. Hasta la usé para que no me cobren unas multas que tenia. Es raro a mi no me pinta ponerme a escalar montañas y flashear superación personal como a muchos, me pinta más tratar de sacar ventaja de algo que ya me la puso por todos lados, por que me rompe un poco las pelotas el estereotipo del que le gano al cancer y ahora ama la vida y pinta mandalas. Los oscuros también merecemos salir adelante y seguir puteando en este condenado planeta.
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Cuento 1: Bragado
Mi nombre es Nico, tengo veintidós años y vivo con mis padres en el centro de la ciudad de Mar del Plata. Estamos en la época de verano en la que siempre vamos a surfear con mis amigos, y mi madre Leona y mi padre Jasón se van a un pueblo llamado Bragado donde pasan tiempo de pareja y se relajan, ya que son abogados y tiene un año muy estresante.
Pero esta vez mis padres se van a quedar en casa, ya que, mi madre está muy enferma y mi padre no quiere que empeore. Entonces pensé una cosa… Como todas las vacaciones vamos a surfear, se me ocurrió que podríamos cambiar de planes e ir con mis amigos a esta cabaña que se encuentra lejos de aquí y está dentro del bosque, sería algo distinto.
Le pregunte a mi padre si me dejaba ir con mis amigos a pasar unos días y con una voz media preocupante me dijo: Esta bien hijo, pero cuando vayas no hagas ninguna locura y vas a tener que ser muy responsable. Sabía que estaba medio mal por mi madre que estaba mal entonces le prometí que todo iba a estar bien y le agradecí por todo.
Llame a mis amigos y estuvieron de acuerdo, serian unas vacaciones diferentes pero entretenidas, llenas de aventuras y locuras. Mañana nos reuniríamos en el centro Leo (el menor con veinte años, friki y obeso), Male (veintiún años, hermosa, popular) y yo, para que Rodrigo (mi mejor amigo, popular, musculoso, veinticuatro años) nos pase a buscar con su camioneta.
Llego el día, era un viernes soleado y me levante con ganas de un buen viaje. Cuando voy a saludar a mis padres a su habitación, estaba mi madre en un muy mal estado. Entonces fui algo breve para no molestar y mi padre me dio las llaves sin antes decirme como todo padre: Cuidado y no rompan nada.
Cuando llego al centro estaban todos mis amigos listos para partir y Malé había traído a su hermana Moni y nos preguntó a solas: ¿Puede venir mi hermana? Es que no tiene amigos y no quiero que pase un verano sola…Le dijimos que sí, ya que estábamos todos contentos. Solamente faltaba que llegue Rodrigo y estabas completos para esta aventura.
Luego de unos diez minutos llego mi amigo con la camioneta, cargamos todo, pusimos música y comenzó este viaje a Bragado… ¿La pasaremos bien? ¿Les gustara a mis amigos? ¿Sera vieja la cabaña? ¿Tendremos vecinos?
Luego de un viaje de tres horas, llegamos a nuestra cabaña en medio del bosque, rodeada de árboles inmensos y estaba al lado del lago. Teníamos dos vecinos pero se ubicaban a maso menos un kilómetro de distancia entre casa y casa. No había mercado para comprar la comida, así que teníamos que ir al mercado que se encontraba a tres kilómetros de este pueblo por si decir.
Desempacamos y nos instalamos en la cabaña. Nos paramos todos en la parte trasera de la cabaña mirando el lago y dijimos: Que empiecen las vacaciones y la diversión amigos. Agarramos unas cervezas y empezamos a divertirnos. Estuvimos toda la tarde jugando y yo me conocí mejor con Moni, y me di cuenta que era una chica humilde, buena y que no le gustan los problemas.
Cayó la noche y prendimos una fogata, que es una tradición nuestra en el primer día de vacaciones, que por ahora nunca se rompió y la venimos cumpliendo al pie de la letra. Nos sentamos todos alrededor, yo cerca de Moni porque la verdad que me sentía atraído por ella. Contamos anécdotas y estábamos un poco ebrios por haber tomado sin medirnos. Entonces Rodrigo me dice: ¿Verdad o reto?, A lo que yo le respondo: Reto… Fue lo que nunca tuve que haber dicho.
Me dijo que tenía que ir al sótano por cinco minutos… Le tenía mucho miedo a esos lugares y no quería ir de ninguna manera. A lo que todos empezaron a llamarme gallina, cobarde y Moni me dice: Dale Nico, ¿qué puede llegar a pasar?... Entonces como quería quedar como alguien valiente, me pare y fui hacia donde se encontraba el sótano.
Tenía un candado, pero Rodrigo como es un salvaje lo rompió con el hacha que usamos para romper los troncos para la fogata. Con duda, miedo y sin pensarlo baje despacio al sótano. Prendo la luz y era un lugar lleno de cosas viejas y todo muy sucio y desordenado. Revisando entre todas las cosas que había en las estanterías encontré un cuchillo muy brillante y llamativo que me había capturado la mirada, entonces me lo guarde y volví con mis amigos.
Todos riéndonos volvimos a la fogata y seguimos con la noche. Ya cansados, apagamos el fuego y nos fuimos todos a dormir, antes de ir a dormir deje el cuchillo que parecía medio antiguo en la cocina. Rodrigo y Male juntos porque se ve que había algo y Moni, Leo y yo en habitaciones separadas.
Eran más o menos las tres de la mañana y me desperté… pero qué? Estaba en el sillón del comedor… ¿Qué hago acá? ¿Qué pasó? ¿Por qué estoy con otra ropa? ¿Qué pasó anoche?, seguramente estaba ebrio y decidí bañarme y buscar algo de comida. Y luego por estar cansado me habré dormido en el sillón.
Luego de mirar el celular un rato, escucho a Moni gritando muy fuerte y sonaba asustada. Subo con toda la velocidad posible y cuando subo a la parte de las habitaciones, estaba Moni arrodillada, llorando y tapándose la cara. No sabía que estaba pasando cuando me paro enfrente de la puerta de la habitación de Leo y miro para adentro… Estaba Leo muerto arriba de la cama con un cuchillo clavado en medio del pecho.
Y cuando miro detalladamente la situación, el cuchillo era el que yo había encontrado en el sótano…Me puse a llorar y un miedo enorme empezó a recorrer todo mi cuerpo. ¿Quién fue? ¿Hay un asesino en el bosque? ¿Qué está pasando?, sin pensar les dije a todos gritando que vayamos a la parte baja de la cabaña y llamemos a la policía. Cuando bajamos, nadie tenía señal y la cabaña no tenía teléfono. Aterrados y con mucha desesperación corrimos hacia la camioneta, pero no estaban las llaves y Rodrigo no la tenía.
En ese entonces es cuando empiezo a sospechar de mis amigos, no estaba a salvo con ninguno de ellos. ¿Quién haría esto? Rodrigo odiaba un poco a Leo, pero no creo que haya sido él. Leo siempre molestaba a Male, pero aunque sea mala no haría tal atrocidad y Moni...bueno, no conocía a Leo. Pero bueno, no puedo descuidarme en ningún momento.
Entonces volvimos a dentro y le pregunte a Moni que había pasado, si escucho algo. A lo que ella me responde con voz llorosa: Me levante para ir al baño de abajo y cuando subí, pase por la habitación de Leo y la puerta estaba abierta y bueno, lo vi ahí muerto en la cama y empecé a gritar.
Ahí fue cuando les dije a todos que cierren las ventanas y puertas de la cabaña. Rodrigo y Male fueron a la parte trasera de la casa, Moni se quedó llorando y asustada en el sillón del comedor y yo me fui con miedo a la parte de arriba. Empecé a cerrar todas las ventanas y puertas de la habitación y por ultimo me toco cerrar la de Leo… Entro para despedirme de él, ya que fue un gran amigo para mí, y luego baje por las escaleras, cuando de repente de cortó la luz…
Luego de unos minutos de suspenso y terror. Escuche a Moni que pedía ayuda porque estaba aterrorizada y agarre una linterna que encontré en la cocina y me dirigí hacia el comedor en donde estaba Rodrigo abrazando a Moni para consolarla. Entonces me puse nervioso y pregunte: ¿Dónde está Male? ¿Dónde está?
Entonces Rodrigo me dijo que la mando a apagar la luz del garaje mientras el apagaba la de la otra parte de la casa. Ahí fue cuando fuimos corriendo los tres al garaje y… Estaba Male muerta, colgada de una soga desde el techo y con la cara totalmente cortada. El miedo corrió por mis venas nuevamente y empecé a sospechar seriamente de Rodrigo que era el que estaba con ella.
Tensión entre los tres, miradas de desconfianza y miedo a la vez. Seguramente todos pensando quien había sido de nosotros el que hizo esto. Mientras volvíamos al comedor, Moni pregunta: ¿Quién le habrá hecho estas cosas a Leo y Male?... si nunca le harían nada a nadie. En ese momento veo que Rodrigo me mira de forma de odio y me dice: Vos mataste a Leo, si cuando Moni grito yo salí de la pieza con Male y vos eras el único que estaba solo.
A lo que digo a Moni: No le creas, quiere que te pongas en mi contra para tapar que él es el asesino, aléjate de él. A lo que Moni subió las escaleras corriendo y Rodrigo y yo empezamos a pelear. Luego de unos minutos de pelea, estábamos muy cansados, con lo que me quedaba de fuerza empuje a Rodrigo hacia la chimenea y cuando se tropezó se clavó en la cabeza uno de los fierros para mover las brasas.
Moni bajo por las escaleras llorando, entonces la abrazo fuerte y la consuelo diciéndole: Esta bien Moni ya estamos a salvo, Rodrigo está muerto. Y ahí veo que Moni se empieza a reír y me dice clavándome algo en la espalda: Nadie está a salvo conmigo Nico…
#relatos#cuentos#terror#locura#humano#sentimiento#suspenso#amigos#Bragado#sangre#muertes#asesino#asesina#escritura
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Suceso Raro
De repente abro los ojos y veo que me encuentro en el ático de aquella casa, pese a que nunca había estado en aquel lugar sabía que era una casa de 4 pisos; sentía que eran alrededor de las 6 am ya que todo se tornaba un color azul, el polvo y las telarañas eran lo único que adornaban ese pequeño lugar sin embargo por algún motivo sabia que en esa casa no estaba solo, no se escuchaba nada, simplemente lo sabia y para mi eso era muy extraño después de eso y en lo que duró un rápido parpadeo aparezco en otro lugar, esta vez en el sótano, un lugar frio y completamente oscuro, sabia que las maderas estaban en un mal estado por que se podía oler la humedad del lugar junto con a la madera y es en ese momento en el que logro divisar dos figuras una era delgada pero un poco corpulenta y la otra se veía muy muy gorda, teniendo tantas dudas me les acerco amistosamente a dichas personas para preguntarles que era lo que estaba pasando.
-Hola, me gustaría saber que es lo que está pasando acá ¿venimos en grupo?
Instante después escucho un grito muy fuerte de lo que posiblemente era una mujer mientras sube apresurada y con mucha dificultad las escaleras de piedra (era la figura gorda que vislumbres segundos antes, pero esta vez llevaba un vestido color verde adornado de flores) atrás de ella iba un hombre calvo con jean azul y una camisa esqueleto blanca, ambos salieron cómo dice el dicho: cómo si se los llevara el diablo.
Mientras observaba aquella rara y muy graciosa escena les gritaba que ¿por qué corrían? e inmediatamente también subí por las escaleras mientras escuchaba a señora gorda decir “abajo hay alguien, abajo hay alguien” supuse que no éramos los únicos que estaban en ese lugar.
Cuando por fin subí las escaleras que no eran tan largas cómo lo parece en este escrito pude ver en su totalidad cómo era la estancia mas importante de aquella casa de 4 pisos, todo seguía del mismo color que en el ático pero también estaba totalmente vacía y cubierta de polvo, todo esto me sorprendió mucho por que no es un lugar en el que uno espera estar y mucho menos a tan tempranas horas de la mañana, de repente llega la señora regordeta, el señor calvo con dos personas más, de ellos no me acuerdo mucho salvo que eran hombres y uno de ellos tenia unos 15 años mas o menos. Mientras la gorda se toma el tiempo de contar lo sucedido a las otras dos personas yo me atrevo a interrumpirla
-Hola, disculpen, es que yo también estaba abajo y no vi nada, me gustaría saber ¿qué está pasando, si venimos en grupo o que vaina?
Nadie me prestó atención y siguieron escuchando a la señora, cuando ella termina el joven de 15 años dice: -A mí también me asustaron en esta habitación. Procedió a señalar el cuarto que estaba al frente de ellos y el cual estaba completamente oscuro, la puerta era de un color Vinotinto gastado por el paso del tiempo y sin pensarlo el joven entró en esa habitación mientras decía: -Yo estaba viendo un armario y sonó cómo un crujido en la pared y escuché que un tornillo se caía, pero no vi nada, todo lo escuché.
En ese momento veo un tornillo de en el suelo, media unos 8cm y la cabeza estaba pintada de blanco o algún color pastel ya gastado por el tiempo, me dio la curiosidad de atornillarlo en la pared para poner algún cuadro y hacer más amena la estancia, en el momento que empiezo a atornillarlo con mis manos a la pared el joven grita muy asustado – ESCUCHEN, ¡¡¡AHÍ ESTÁ SONANDO DE NUEVO!!! - No se preocupen soy yo me atreví a responder, pero seguían ignorándome, me llené de mucho coraje y entre diente susurré – Ojalá esa puerta se les cierre en la cara, ahí fue donde todo se tornó mas raro de lo que ya era, la puerta color Vinotinto se cerró fuertemente y en ese momento caí en cuenta que existía una probabilidad de que yo fuese el que estuviera ocasionando esos sucesos extraños pero ¿cómo era posible esto? Traté de calmarme un poco y mientras veía dicha puerta dije en un susurro.
- Ahora te debes abrir suavemente.
Tal cual la puerta muy lentamente se fue abriendo, no tengo palabras de cómo explicar la cara de las 5 personas que estábamos en ese lugar. Pero mas sorprendente fue darme cuenta de que era yo el que estaba ocasionando todos esos sucesos y todo eso me llevaba a muchas preguntas.
¿Por qué estaba en un lugar en el cual nunca había estado?
¿cómo era posible que yo ocasionara tanto alboroto?
En ese momento tuve una percepción completamente nueva a la muerte (aquella a la que desde que tengo 15 años la he hecho amiga íntima) a lo que puede ser un fantasma, no recordaba nada lo que había sido en vida, si sabia yo quien era, pero no recordaba nada de mi pasado, ¿así se sentirá de verdad estar muerto? Era una sensación muy extraña pero muy reconfortarle. En ese instante desperté en mi cama a las 6:30 am y estaba lloviendo a cantaros y supe inmediatamente de que después de la muerte, seguiré siendo el mismo.
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Been there, done that...
Keys 50 miles (80 km)
+90% de humedad
+40 grados
2do lugar femenil, 3ro general 🇲🇽
Nuevo PR en 80k 💫
«Somos tiempo. Los seres humanos somos tiempo. Estamos hechos de tiempo amasado con arcilla, y tres o cuatro recuerdos. Ésa es la materia prima de la que estamos formados.
Segundos. Minutos. Meses. Años. Décadas. Siglos. Milenios.
Y yo estoy aquí sin saber qué hacer y tiemblo.
Tiemblo de tiempo.» (Eloy Tizón)
De nuevo en Key Largo, desempacando la ropa, y recuerdos de mi última vez aqui. Uno debe estar baste loco para regresar a este infierno 😥😣, el calor arriba de los 40 grados y una ruta que te va acabando rapidamente.
Querer hacer cualquiera de sus distancias forzando el paso lo mejor posible, me parecía hace unos meses un buen reto, ahora me parece una completa tontería.
Keys es una carrera que se realiza en pavimento, su distancia más larga es de 100 millas que van de Key largo a Key West (la milla 0 del estado) cruzando un montón de puentes en los que tienes unas fabulosas vistas 🏝🐬🦎, pasando por un calor endemoniado, que junto con su coqueta humedad hacen un verdadero duo dinámico.
El organizador de la carrera se llama Bob, es un apasionado de la ultradistancia. Él queria hacer su version de Badwater de 100 millas en Florida, es por esto que escogió uno de los meses más calurosos en los cayos. Asi que sí... la parte en la que sientes que vas a morir por un golpe de calor es parte del juego, y por ende, parte del contrato.
Hace dos años corrí sus 100 millas en aproximadamente 24 horas, en la carrera todo apuntaba a que haría 22, hasta que fisicamente algunas cosas ya no funcionaron muy bien. Este año el objetivo era correr las 50 millas al mejor paso posible, arriesgando, y confiando en que según yo, sé manejar el sol (esto como parte de mi proceso para las siguientes dos carreras de 100 millas o más que tengo a lo largo del año).
Mi carrera empezaba a las 10 am, tenía considerado hacer los primeros 40 kilometros un poco más rápido del paso que ya tengo aprendido en distancias largas. Salir con las punteras y tratar de jalarnos unas a otras, hasta que empezara el matadero. Plan que se vio mermado cuando nos sacaron en diferentes oleadas, esto es, por que al correr todo el tiempo en carretera hay pasos donde no es seguro ir en bola, y es mejor tomar distancias. En fin, no vi mayor problema me enfocaria el reloj y el paso.
Dan mi salida y me voy al frente, veo la velocidad, ahi es, ya la tengo, pero hay una sensacion que no reconozco 🤨, es como si no pudiera respirar, como si corriera dentro de una especie de vapor muy muy espeso, mi corazón va muy forzado, mis manos conforme avanzo me hormiguean cada vez más. Llevo varias carreras de calor, estoy acostumbrada a sus sensaciones pero estas eran muy diferentes y mucho más intensas.
Antes de entrar en crisis veo las causas, usualmente, cuando empiezo carreras en climas así, es más temprano 6 o 7 de la mañana, el calor a esa hora no ha subido y eso te permite ir adaptandote conforme sube la temperatura. Hoy no fue el caso, empezamos con el sol ya pegando de lleno en nuestras cabezas y la humedad en el ambiente, mi cuerpo se estaba esforzando de más para intentar dar el ancho, "brillante Cin! GENIO!! Y ahora?" 🤦♀️ Veía el reloj, y algo dentro de mi me decia que bajara el paso, pero nada, ni mis piernas, ni mi corazón, ni yo hicimos caso "va a pasar pronto tranquila, aguanta, va a pasar", seguí empujando, antes del km 40 las manos frias y los brazos con una sensacion muy extraña, soltaba las manos, tratando de despertarlas, "a todos nos esta tocando igual asi que tranquila, seguro todos venimos asi, estas acostumbrada a distancias más largas es solo la intensidad" llegando a la estacion me voy un poco de lado y muevo sin querer la mesa de la comida.
-"Estas bien?"
-"Si, es que...había una piedra" 😁
(mientras me veía de reojo a uno de los medicos de la estación).
-"Segura estas bien? Necesitas algo?"
-"Todo bien. Me regalas coca?"
Tomo hielos para ponerlos en mi cuello y bajarme rápido el calor "Con esto ya estaré bien 😕 Diablos!! con este calor, creo que si empece muy rápido"
Me sirven el vaso, y mi mano al tomarlo no dejaba de temblar, era muy evidente, se me acerca el doc , me ve los ojos y me dice...
-"me permites?", me los abre un poco más con los dedos, siente mis manos heladas temblando cuando estabamos a 40 grados, y mis brazos erizados...
Para no hacer el cuento largo el medico intento pararme 😨, la respuesta fue no 😡 me detuvieron unos minutos para esparar que me recuperara metiendome coca cola y yo viendo si no tenian intravenosa para acelerar el tramite 🤪 y en el primer descuido me les fui.
Los minutos ahí me dieron un segundo aire, trate de recuperar el tiempo perdido, acelerando a la peor hora del dia, el calor no cedia, me enfoque en el reloj, y en manejar mejor los tiempos de hidratación, y bajarme el calor como fuera, la comida no me entraba.
Cuando faltaban los ultimos 16 kilometros tenía en mente subir el paso y empezar el cierre, "Acelera!" Subí el paso, un dolor agudo en el abdomen como si se colapsara 😕🙄 "ahora que?!, que pasa?" No duele Cin, evádelo, qué esta fallando 🥺?". No me permití dejar de correr, aceleraba y cuando el dolor incrementaba lo bajaba. "Jurame que es lo mejor que tienes" 🤚 "lo juro!".
En el camino de esos últimos kilometros recorde porque me gusta tanto Keys, además de sus impresionantes vistas, de la alegria de la gente que apoya la carrera; keys siempre me ha parecido una marcha de paz, un monton de personas de diversas nacionalidades corriendo vestidos blanco por sus metas, van empujando, oh si... los escucho en sus respiraciones forzadas, lo percibo en sus caras de dolor, no se van reservando, el coraje, van intendo... que tanto... tanto como puedan. Llego a las estaciones los veo muertos, sedientos, sus ojos en muchos casos son un espejo de querer descubrir hasta dónde es <demasiado>, que tanto se puede sentir (me dijo un ecuatoriano) "cada puta fibra".
Yo sé que existen mil carreras cerca en México, muchas de ellas ya las he corrido, me gustan, si, pero cuando sales un poco de lo <cómodo> cuando te expones más alla y sales a dar todo en climas más extremos, en lugares más salvajes, con gente que sabes que tiene el nivel para ubicarte en carreras como Keys, Ouray, Fuego y Agua, Daytona, UTMB, Fadog, Fiord ... (seguro hay más, hablo de lo conozco) no basta con tener un plan A, no basta con ser el más rápido. Son carreras que te ofrecen no las montañas a las que estamos acostumbrados, o nuestros climas estandarizados, son carreras y lugares que van a cuestionar tu valentia, tu pasión para resistir y ver si avientas las barbies cuando las cosas no salieron como querías. He visto infinidad de buenos corredores doblarse por que las cosas no salieron como esperaban, porque no saben luchar cuando las cosas van mal, porque no saben reconocer que tienen miedo y les faltaron agallas para quedarse a intentar con la poca o nula fuerza que les quedaba. Tambien he visto corredores modestos intentarlo hasta el final con una paciencia y un carisma que sin duda inspira. En medio de tormentas y rayos he podido ver a corredores elite renunciar y he admirado a otros sacando un poncho (y alguna vez hasta un paraguas), y enfrentar las cosas como van. He visto gente en Keys empezar al mismo paso que yo, y terminar casi al corte de la carrera porque al arriesgar se puede perder o ganar, y aún con todo perdido se van arrastrando hasta la línea final. Morir en la raya, vivir en la raya... vivir.
"... un barco esta a salvo en el puerto, pero no fue para eso que fue contruido"
Pensaba mil cosas en esos últimos kilometros... ya pase la edad de la fanfarroneria, la ambicion mal enfocada, las competencias mal sanas, así que francamente puedo decirles que dentro de esas emociones me sentía libre, libre de seguir mis metas, libre, como diria Frida Kahlo "Para darme en la madre a mi misma", para saber que mis metas son los suficientemente grandes y que estan a la par de lo que estoy dispuesta a dar por tenerlas.
-"Mamá eres la mejor corredora del mundo mundial!!, ganale a todas!!! (Mi hijo, antes de que empezara mi carrera)
-"Amor... no sé si sea la mejor, deja de tu del mundo, de la carrera, jajaja pero si para tí lo soy, yo ya gane de entrada. Eso si te digo... soy la que tiene más agallas."
Doy curva en la calle que da a la a meta, el staff me recibe, escucho en el microfono
-"second femal, 3rd overall. Congratulations!!.
Se me acerca un marshal a felicitarme
- "como te sentiste?, te vi en el camino"
- "Más mal que de costumbre, trate de empujar al final"
-"y cómo salio eso?
- "jajaja, lo de tratar? O lo de empujar? 🤨 digamos que pensé que tenia más adaptacion al calor"
-"oh, sin duda la tienes... hay gente muy mal allá afuera, mas gente de lo normal ha renunciado por el clima que nos toco hoy, y yo a ti te vi... escapando del doc y empujando"
- shi 😁
Me encanta florida, es uno de mis lugares favoritos, venimos casi cada año a correr por lo menos una vez aqui, me gusta su comunidad de corredores. Los organizadores de una carrera ayudan en otra con todas las ganas del mundo, y se ponen de acuerdo para acomodar sus fechas y que las carreras no se crucen, por puro amor al arte...
La premiacion fue al día siguiente, el mar, la musica, el aire, los niños, las palomas, el dolor de cada parte del cuerpo. Dios... todo el perfecto.
Key West tiene un lugar de esos mágicos, se llama Mallory Square, a donde mires es increible, su muelle, sus veleros, los cirqueros alegrando a la gente, música cubana al fondo, y muchos espectadores esperando su famoso atardecer. Es el momento de dar gracias, es el momento de recordar, que lo que se logro hoy se desvacene mañana, tan sólo para plantearnos metas mucho más grandes. Es el momento perfecto de preguntarnos si vale la pena tanto odio, resentimiento, tristeza, apatía cuando somos testigos de que tan rápido se va la vida. Hay que soñar en grande, hay que intentar con todo nuestro coraje, cada segundo, cada minuto... somos tiempo que se desvanece. Hay que amar nuestras certezas, asi como nuestros errores, nuestro destino y a cada ser del planeta. Que asi sea. 🌅
Hasta pronto Key West 🇲🇽 este duvalin debe volver a casa. 😃
🐧 Gracias a todos los que estuvieron a mi lado ♥️, siempre serán mi fuerza. Gracias a mi equipo que este fin de semana compitió por todos lados y lo hicieron increible, sin duda me inspiraron, gracias Ruben por darnos una prueba más de fortaleza, y gracias a mi Dios por permitirme tanto.
Nos seguimos leyendo!
#esosguts#gutsmx#ultramarathon#ultrarunner#altrarunning#usa ultramarathons#zerodrop#altrarunningmx#endurance run#zerolimits
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¿Me Has Olvidado? [Pt.3]/ Tributo a Lysandro
~AVISO~
Si alguien está interesado en auxiliarme en traducir la historia al inglés acepto ayuda, me gustaría que la historia llegase a la mayor cantidad de personas posibles.
Gracias por su atención 😘, sigan disfrutando de la historia.
———————————
Me quedé observando la pantalla de mi celular, que mostraba la palabra "ENVIADO". Estaba decidido, el viernes nos veríamos.
Me pregunté que estaría sintiendo Lysandro en éste momento, mi corazón estaba en todas partes sin duda, hace no más de un día estaba tirada en mi cama llorando porque pensaba que él no querría verme de nuevo, aunque hubiera sido lo normal tomando en cuenta que somos ex-novios. Y ahora estaba al borde de explotar de la felicidad, porque nos vamos a reencontrar después de 4 años. Una duda rondaba por mi mente todavía, ¿Por qué me estaba sintiendo asi?
Si me detuviera a analizar un poco mi comportamiento y la razón por la cual me había afectado tanto todo esto creo que sería por dos factores; mis sentimientos de culpa y el amor que sentía por Lysandro cuando salíamos. Siendo honesta, llorar porque un ex-novio no quisiera verme no sonaba como algo que me permitiría hacer, sin embargo creo que la principal razón por la que me afectaba de sobremanera y permitía a ese lado de mi hacer lo que quisiera con mis emociones, era porque yo también me sentía responsable de nuestra ruptura, siempre sentí que hubiera podido hacer más y realmente quería hacer más, sin embargo tenía muchas limitaciones que siendo realista no hubieran permitido hacer ni la mitad de las cosas que mi cabeza decía que podía. El otro aspecto sentía que era fundamental dejarlo en claro para mi misma, si realmente ésta persona no me importara, no me hubiese ayudado a crecer como persona, no hubiera entrado tan profundo en mi corazón, no hubiera estado en esos momentos tan difíciles para mi incluso ni siquiera como mi pareja si no como mi amigo, creo que nunca hubiera buscado una reconciliación, tanto con el como conmigo misma y lo que estaba sintiendo, Rosalya había tenido razón en dos cosas que con mi visita, el cerrar el ciclo de esa ruptura y decidir que postura tomaríamos ahora, era sin duda lo que más me emocionaba, la esperanza de reconciliarnos, callar esas culpas, perdonar nuestras fallas, y aunque una relación no es exactamente lo que estaba buscando en ese momento, no me desagradaba la idea de empezar a crear una desde cero.
Terminé mi desayuno, me acerqué a la caja para pagar, Hyun estaba recogiendo los platos y mi taza.
—Veo que ni siquiera en vacaciones puedo evitar que te entrometas entre Hyun y Yo, te advierto que si sigues acercándote a él de esa manera no dudaré dos veces en despedirte.
—No tiene de que preocuparse Clemence no planeo intervenir más entre ustedes, solo quiero pagar mi desayuno e irme a hacer mis maletas.
—Eso me agrada más, serán $9 dólares, por favor.
Pagué, me despedí de Hyun y me encaminé nuevamente a mi habitación en el campus a preparar mi maleta.
Apareció una notificación en mi celular, era el correo de Rosa, los boletos que tenía que imprimir, antes de llegar a los dormitorios me desvié para ir a la biblioteca y poder imprimir mis pases para el autobús, que por suerte no estaba cerrada, pues dejaban la biblioteca abierta para los cursos de recuperación. Tomé una computadora, imprimí mis pases y seguí hacia mi habitación.
Yeleen ya se había marchado, la habitación había quedado un poco vacía, tomé mi maleta y comencé a empacar mi ropa, al inicio tuve dificultades en decidir que llevar, pero opté por llevar la ropa más cómoda que tuviera y uno que otro vestido para salir, al fin y al cabo estaba yendo al campo no a unas vacaciones en la playa.
Terminé de guardar mi ropa, mis pases, compré de la tienda de conveniencia productos de cuidado personal para llevar en mi viaje, ya estaba lista para el viernes.
Le envié un mensaje a Alexy para contarle un poco de la situación, hasta ahora solo Rosa sabía que me iría y prefería no ocultarle algo tan importante a mi mejor amigo.
“Hey Alex, te gustaría acompañarme el jueves en la mañana a hacer unas compras antes de irme?”
No tardó mucho en responder…
“¿Bromeas? Me encantaría, ¿a dónde vas?, no me habías dicho nada”
Me mordí el labio.
“Bueno, voy a ir a ver a Lysandro, Rosa me regaló unos pases de autobús para estar allá una semana”
Podía sentir una sonrisa dibujarse lentamente en mi rostro.
“¡¿QUÉ?!, ¿Y CUANDO PLANEABAS DECIRME? (#゚Д゚)”
“Pues te estoy diciendo ahora, si gustas puedo contarte el resto mañana que vayamos de compras”
“No tienes remedio, está bien no te diré que no me gustaría que me contaras ahora mismo, pero bueno puedo esperar, siempre y cuando no me canceles de último minuto”
“Te veo mañana frente a las tiendas a las 2:00p.m. ¿Te parece?”
“De acuerdo”
Sin más que hacer me di un baño, me puse mis pijamas y descansé el resto de la tarde viendo una película sobre un señor mayor que narraba desde el diario de su esposa con Alzheimer la historia de su amor y todas las dificultades que pasaron para poder estar juntos.
Caí dormida, sin embargo podía sentir gotas de lluvia caer sobre mi piel, estaba de pie a la orilla del muelle de un lago en el que jamás había estado con un vestido azul cielo con detalles de encaje blanco y mi cabello completamente calado por el agua, entre la neblina pude divisar a un joven, alto que vestía una camisa blanca con las mangas recogidas, un pantalón de vestir café claro, sus ropas estaban completamente empapadas de manera que dejaba ver un poco su espalda y lo que parecía ser un tatuaje, el joven estaba subiendo un bote de madera y atándolo a un soporte. Se irguió y fue cuando pude observarlo mejor, portaba un degradado negro a plateado que iba en conjunto con el largo de su cabello era muy corto en su nuca sin embargo el largo aumentaba hasta la parte superior de su cabeza, al volverse hacia mi podía distinguir perfectamente su flequillo y sus mechas con el degradado negro a plata, además de sus inconfundibles ojos ámbar y verde.
—Lysandro...te había extrañado muchisimo, disculpame por haberte abandonado en el peor momento, no me imagino todo lo que has de haber sufrido—Me disculpé.
—Yo también te eché de menos, no te imaginas el sufrimiento que me atormentó todos estos años por haberte dejado ir, sin embargo no está en mis planes volver a cometer el mismo error dos veces—Expresó melancólico.
—Para mi nuestra relación no había terminado, todavía te amaba—Confesé con mi voz quebrada
—Bueno sin duda alguna, terminó pero eso no quiere decir que haya dejado de amarte o que no me gustaría que lo intentaramos de nuevo, si estás de acuerdo—Declaró dirigiéndose a mi
Sus palabras me paralizaron, él terminó por acabar la distancia que existía entre nosotros, tomó dulcemente de mis mejillas y acarició levemente mi nariz con la suya.
—Te amo sucrette, como a nadie en este mundo.
Sus ojos no dejaban de verme, estaban brillando como nunca, estaba completamente empapado, su cabello se amoldaba a su rostro destilando gotas que parecían pequeños brillos en su piel, sus brazos se veían aun más musculosos que en la preparatoria, no se como lo había logrado Lysandro pero era todavía más guapo de lo que podía recordar, subí mis manos a su nuca y comencé a acariciar su cabello, era muy suave a pesar de ser corto, di un pequeño vistazo a sus labios para después volver a sus ojos, me miraba atentamente como si estuviera tratando de guardar en su memoria cada detalle de ese momento, sus manos bajaron lentamente a mi cintura, nuestras ansias no podían esperar más, sus labios rozaron los mios, no pude más que limitarme a cerrar mis ojos y enfocarme en mi cuerpo, en como se derretía ante lo que estaba sintiendo, esa corriente eléctrica que había olvidado cada que nuestros labios se tocaban, a las caricias de Lysandro sobre mi ropa.
Al volverlos a abrir me di cuenta que estaba aún tumbada en mi habitación, con el corazón acelerado, mi rostro completamente ruborizado y una tremenda decepción. Había sido un sueño.
Dejé escapar un largo suspiro, me senté en mi cama y tomé el celular para revisar la hora. Eran las 12:00 p.m., me levanté de un salto y tomé un baño lo más rápido posible, me había quedado dormida y si quería tener la oportunidad de arreglarme, desayunar y estar a tiempo, tenía que apresurarme.
Salí a toda prisa, para mi suerte logré llegar a tiempo, sin embargo Alexy ya me esperaba, nos saludamos como de costumbre y comenzamos con nuestro recorrido por las tiendas.
—¿Y bien?, ¿Puedo saber a que se debe tu reencuentro con Lysandro?
—La verdad, fue algo muy repentino, Rosa sugirió que yo me pusiera en contacto con el después de todos estos años y acepté pues fue algo que le había estado dando vueltas desde que regresé—dije—Por como terminaron las cosas y todo lo que pasó después de que me fui, sentí que le debía una disculpa a Lysandro, el terminó conmigo para que fuera más fácil para mi, pero no fue nada fácil para él y siendo honesta nunca me sentí cómoda después de eso—confesé con pesar
—Te entiendo, de hecho para ninguno de nosotros fue fácil tu partida, yo te extrañaba a diario, pero no creí que fuera bueno tratar de forzar nuestra amistad en linea y luego entré a la Universidad y todo se volvió más complicado, eso si Armin extrañaba bromear contigo, antes de irse siempre que jugaba videojuegos en ocasiones mencionaba cosas como "A Sucrette le habría encantado este juego" o "Sería más divertido si estuviera Sucrette aquí, sin ella todo se siente más...aburrido"
—Yo también los extrañaba mucho, también extraño a los demás a Kentin, a Iris, Violeta...Vaya incluso a Laeti la extraño muchisimo.
—Oye Su volviendo al tema de Lysandro, ¿Cuál es tu plan?, ¿Planeas hacer todo espontaneo o ya practicaste algunas frases para cuando vuelvas a verlo?
—Yo...realmente no lo sé, no tengo planeado nada, siento que si ensayo algo terminaré por ponerme más nerviosa
—Pues entonces es mejor ponerlo nervioso a el que el a ti ¿No?—Propuso pensativo
—¿Qué quieres decir?—cuestioné extrañada
—Qué si lo vas a ver después de tanto tiempo, creo que por lo menos el primer día deberías ir despampanante, como para ponerlo nervioso y ayudarte a ti a estar más confiada.
—No, ni hablar...voy a una granja, no a una fiesta o algo así.
—Oh, es cierto había olvidado ese detalle...bueno si no planeas ir muy extravagante por lo menos ve muy bien arreglada, escoge ropa con la que te sientas confiada, cómoda y puedas ponerlo nervioso—dijo para después guiñarme un ojo.
—Lo intentaré
—No digas eso, mejor piensa en que así será y que puedes hacerlo, aunque realmente pienso que deberías de por lo menos llevar algún outfit o algo con que deslumbrarlo, uno nunca sabe—sugirió alzando su cejas de manera sugestiva.
—Eres increíble, está bien pero nada muy extravagante por favor—Acepté.
—Vamos a mi tienda favorita, estoy seguro que encontrarás algo—dijo con un gran brillo en sus ojos.
Me llevó a toda velocidad, por el centro de la ciudad hasta llegar a una tienda que nunca había visto, se veía ropa bastante a la moda y muy colorida a diferencia de las boutiques de ropa que no variaban de más de los 3 colores básicos de la temporada.
Buscamos incansablemente hasta que dimos con un hermoso vestido largo floreado color negro, el patrón eran flores blancas y grandes muy bellas con mucha distancia entre unas y otras, tenía un escote en "V" pero nada muy revelador, las mangas eran acampanadas simulando holanes cortos, la falda era larga con una bella caída muy fluida decorada con un listón que se amarraba al costado derecho. La tela era muy fresca y tenía más que la aprobación total de Alexy, además de que no se veía muy llamativo o incómodo de utilizar en el campo.
Ambos salimos con una sonrisa de la tienda y platicamos unas horas más hasta que cayó la tarde.
—Sabes Sucrette, cuando estabamos en la preparatoria todo parecía que sería tan simple, sencillo, lo más divertido era estar contigo y acompañarte en todos los embrollos en los que te metías, cuando te diste cuenta al fin de los sentimientos de Lysandro y de los tuyos, no pude evitar sentirme muy feliz, así que cuando terminaron me sorprendió muchísimo. Incluso ahora que hablas de una posible reconciliación, hay algo que me dice que entre ustedes hay mucho que arreglar pero que al final valdrá la pena, así que no te guardes nada, oportunidades como ésta no se las dan a cualquiera.
—Gracias Alex, haré lo mejor que pueda, gracias por decirme eso, me anima saber que estoy haciendo lo correcto con este viaje.
—Y nunca lo olvides, siempre es mejor ir preparado para todo, especialmente para esos encuentros a media noche por "insomnio"—insinuó con una sonrisa.
—¡A-Alexy!—Grité ruborizada
—No puedes dejar de lado la posibilidad, además probablemente el pobre hombre tenga más de 4 años sin hacer nada de nada, así que...Solo digo que si se presenta la oportunidad, es mejor que estés preparada...al menos psicologicamente.
—Siento como si me lo dijeras por experiencia propia
—Tu solo toma mi consejo, todo puede pasar y si ambos quieren que esas cosas pasen pues ni quien los detenga.
—Pretenderé que no hablamos de esto—Dije completamente avergonzada.
—Se que pueda ser un poco incómodo para ti pensar que hago con estas cosas conmigo, pero mientras te cambiabas escondí en tu bolso un par de preservativos por si acaso, no tienes nada que agradecerme, como dije es mejor prevenir—Confesó divertido
—Alex...De verdad que no tienes remedio—mis manos se fueron directamente a tratar de esconder mi cara y la vergüenza que estaba sintiendo de tan solo pensar en lo que acababa de decir Alexy.
—Bueno, ya es hora de que me vaya, prometí ir a cenar ahora con mis papás y Morgan.
—Mucha suerte Alexy, que todo salga bien
—Igualmente Su, luego me cuentas como te fué—Respondió y me abrazó para después irse.
Mis nervios estaban descontrolados, ya bastantes nervios me provocaba ver a Lysandro, como para agregarle otras posibilidades a lo que pudiera pasar estando allá. Sin embargo, en dado caso de que algo como lo que insinuaba Alexy realmente sucediera, me encontré a mi misma pensando en que no me desagradaria en lo más mínimo, después del sueño que tuve ese día la idea de revivir esos sentimientos y sensaciones me resultaba bastante atractiva.
Sin más divagar, me dispuse a regresar a los dormitorios, para descansar pues el autobús salía la mañana siguiente a las 7:00 a.m. y tenía que estar allá a mas tardar las 6:00 a.m. por si ocurría algún contratiempo.
Empaqué en mi maleta el vestido que había comprado con Alexy, y recordé lo que me había comentado alexy de su travesura, vacié mi bolsa para comprobar lo que había dicho, y que para mi sorpresa había sido una mentira, al menos hasta que abrí un cierre que estaba en la parte interna de la bolsa y sentí dos pequeños envoltorios. No había mentido con eso de que llevaba consigo preservativos, los saqué de mi bolsa, contemplé durante unos segundos si sería bueno hacer caso del consejo de Alexy, y con toda la pena del mundo volví a colocarlos dentro de mi bolsa, no pasaría más allá de que solo los llevase a pasear conmigo, así que no deberían de resultar un problema.
Después de terminar con los últimos preparativos, me dispuse a dormir y descansar para el día siguiente que prometía ser un día agotador y un poco emocionante.
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Tengo las intenciones de ilustrar al Lysandro del sueño de Su, y la ropa que utilizaron, así como el vestido pues no me siento muy cómoda describiendo ropa de la manera que quiero que se lo imaginen.
Una preguntita rápida ¿Se imaginan a Lysandro de 20 y algo con el cabello largo (de un largo medio) o corto (de la nuca corto, pero manteniento su fleco)?
He visto muchas ilustraciones que lo hacen a el con su cabello largo, y me cuesta decidir que iría más con su personalidad pero que al mismo tiempo sea práctico y creíble de un joven de 20 y algo que vive en una granja haciendo trabajo pesado, bajo el sol.
¿Que les pareció?
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Lunes 19.10.2020 08:16 A.M.
Voy a pegar el mail que le mandé a mi psicólogo. Lo empecé a escribir pasado el mediodía de ayer, pero se lo envié a las 07:40 P.M. Lo pego porque sé que voy a querer releerlo en algún momento y sé que me va a dar por empezar a corregirlo. También porque, con todo lo que pasó ayer, le sigo hablando a una audiencia imaginaria. Es larguísimo.
R., Espero que dentro de todo, estés bien. Antes de cualquier otra cosa debo pedirte tres disculpas: primero, por no haber respondido antes. La verdad es que cuando me escribiste estaba pasando por un periodo en el que no quería hablar, más acentuado de lo normal, y no podía dejar de pensar en que para atenderme contigo debía pedirle dinero a mis padres, cuestión que en contexto de pandemia no me parecía correcto (o sea, más incorrecto que lo habitual). En segundo lugar, te pido disculpas porque este mail va a ser muy largo y me parece que no pagarte (porque no tengo cómo) por disponer de tu tiempo de esta manera es un abuso. Espero que sepas perdonar. Y en tercer lugar, porque te estoy escribiendo en un día domingo. Pero la situación se me está empezando a volver intolerable y no sé a quién recurrir. Durante todo el tiempo que me atendí contigo hubo un par de cosas de las que nunca te hablé y una de la que debí seguir hablándote. Ahora las tres me tienen en una de las peores crisis emocionales de mi vida. Que estemos en pandemia y que esté viviendo solo en este departamento de mierda desde abril han venido a empeorar la situación solamente.
Lo primero que debo decir es que fui abusado sexualmente por mi madre, que yo pueda recordar, al menos dos veces, pero pudieron haber sido otras tantas veces más. Todo esto ocurrió en el 2010, después de que mi padres se separaran por un tiempo, por la infidelidad de mi papá. No podría decir las fechas exactas, ni los meses en que ocurrieron, pero diría que pasaron durante el primer semestre. Puede ser que te lo haya comentado, pero durante ese año y hasta que mis padres retomaron su matrimonio, mi madre solía meterse en mi cama, en las noches, estuviera yo en Concepción o ella acá en Santiago. La mayoría de las veces solamente se metía a llorar, pero las dos veces que yo puedo recordar en que abusó de mí, fue más allá. Me abrazó y me empezó a dar besos en el cuello, debajo de las orejas, en la nuca, me hizo cariño, con una clara intención sexual, sin nunca dejar de llorar. En esas dos veces yo me paralicé y no pude reaccionar de modo alguno, y ella después de retirarse de mi pieza, se devolvió a pedirme disculpas. Así que sabía muy bien qué era lo que estaba haciendo y sabía que lo que hizo estuvo mal. Sobre todo teniendo en cuenta que ella misma fue víctima de abuso sexual de parte de su hermano, y muy posiblemente de al menos una violación. Lo cierto es que si logras recordar, yo ya había tenido episodios de pánico provocados por mujeres que me gustaban años antes de que todo esto ocurriera (hartos episodios más de los que te llegué a contar), así que también existe esa duda, ¿fui abusado por ella antes y simplemente no lo recuerdo? También te lo he dicho, mi relación con las mujeres fue destruida, principalmente por influencia de mi madre, después de ese pololeo infantil que tuve a los trece años. Desde ese momento no he besado a ninguna mujer (ni siquiera a la escort que visité un par de veces hace unos años), no he acariciado a ninguna sin sentirme horriblemente culpable, no he dejado que ninguna me acaricie porque mi cuerpo reacciona como si estuviera en peligro, los pocos escarceos sexuales que he tenido a lo largo de mi vida han estado recubiertos por esa pátina de culpa, de antes de los abusos, y siempre se han visto frustrados antes de que pudiera a llegar a algo más concreto (la causa, se entiende, soy yo). Este celibato forzoso y esta carencia afectiva tan profunda que ya lleva casi dos décadas corroyendo mi vida no parecen tener solución.
Lo segundo es que de verdad creo que me estoy volviendo loco. Tampoco podría decir con exactitud cuándo me empecé a sentir así, pero tiene que haber sido en el último par de años de universidad (2014-2015). Comentarios escuchados a la pasada, conversaciones ajenas en redes sociales, comentarios dichos directamente a mi cara, hueás horribles que me han dicho amigos mientras estaba lo suficientemente ebrio o volado como para pasar por un bulto sin consciencia, la vez que unos amigos me grabaron con el celular mientras cantaba para mostrárselo a un desconocido (fumamos una hierba que me dejó imbécil, lo más imbécil que me ha dejado la marihuana, y aún así me acuerdo clarito. Unos días después le pregunté qué onda a uno de ellos y se hizo el gil), películas, series, tuits, fotos de fotógrafos que ganan premios de fotografía, canciones de estrellas internacionales, murmullos, sombras de pelambres, todo eso me ha hecho sentir aludido de alguna manera, citado incluso. Cuando vi el poster de la película Tenet, dirigida por Christopher Nolan, mi cerebro automáticamente lo entendió como una cita a las fotos que tomo y los montajes que hago y a sus juegos con reflejos y a las fotos invertidas que subo a mi instagram, una hueá por lo bajo absurda porque no son cosas que inventé yo y no son cosas que le son ajenas al mediocre de Nolan (le eran ajenas visualmente, conceptualmente no). Incluso tú, con las veces que te pillé prendiendo la grabadora al principio de un par de sesiones, sin nunca haberme dicho nada, sumas a esta percepción que tiene mi cerebro de que soy observado, de que nunca he tenido intimidad real, de que la gente me reconoce en la calle, de que soy el protagonista de un reality constante, de que todos se enteran de lo que pasa por mi cabeza y en mi vida privada, de que todos comentan lateralmente lo que pienso, digo y hago, de que soy un Truman que no ha logrado escapar de su Show. (Tengo buena memoria, pero también pasa que no interactúo con mucha gente, al día, a la semana, al mes. Puedo recordar muchas de las conversaciones que he tenido con la gente que conozco y tengo mucha claridad de qué cosas le digo de mí mismo a cada una de ellas; es más fácil recordar bien cinco árboles que trescientos. Así que sí, sé muy bien que solo a ti te dije que la señora Mary, la persona que viene a hacer el aseo al departamento, a veces me daba la sensación de hacer las veces de espía para mis padres, por lo que no pude dejar de pensar que cuando mi madre me increpó aludiendo al tema, a pito de nada, varios meses después de haberte comunicado esa "sospecha", que ella la había escuchado de alguna forma). Todo esto partió como un granito de arena, pero pasan los años y los granitos de arena ya son una playa. Cada vez me es más difícil separar la realidad y lo que es racional de esta metaficción que mi cerebro proyecta 24/7 en las paredes de mi cráneo. Siento que me estoy perdiendo. Llevo meses desesperándome más y más y no sé cómo detener este aluvión.
Lo tercero y último es algo de lo que ya hablamos, un poco al menos. Es sobre P. y si lo miro con distancia, surge como una mezcla de las cosas mencionadas más arriba. Creo que hablé de ella unas pocas veces, por lo que me parece pertinente recapitular quién es, cómo la conocí y lo que ella significa para mí. A P. la conocí en tumblr, una red social dedicada al reblogueo. Ella vivía en Puerto Montt y yo acá, en Santiago. Los “likes” entre las cosas que compartíamos no eran raros, a veces hablábamos a través de los “asks”, que era la forma que tenía la red social para permitir el intercambio de mensajes. La gracia era que podían hacerse asks con el nombre de tu blog o de manera anónima, y podían ser respondidos de manera privada o pública. Creo que esa relación cordial, pero digital, y por tanto, distante, se mantuvo así desde el 2011, 2012 hasta finales del 2013. Teníamos intereses y gustos similares (series, películas, videojuegos, música, literatura, cómics), algo común en la dinámica relacional entre dos blogueros de tumblr. De a poco empezamos a hablarnos más (me acuerdo que ella hasta me joteaba a veces. Una vez salí por accidente en una nota de CHV, arrancándome por una feria de unos papazos tirados por unos pinochetistas, y subí el video y ella me comentó algo así como "ay, qué bonito". Lo mismo cuando tiempo después subí una selfie), pero lo que marcó el cambio definitivo en esta "relación" fue que un día posteó una foto de ella con una hermana en un lugar que pude reconocer, en San Pedro de la Paz, la comuna donde yo había vivido y donde aún viven mis padres. Le pregunté qué onda y así supe que su madre y sus hermanas también vivían ahí. Ese conocimiento nos llevó a agregarnos a otras redes sociales, lo que nos permitió "conocernos" más, tener conversaciones íntimas y confesionales en la madrugada, a intercambiarnos fotos, a intercambiarnos los números de teléfono. Cuando se acabaron las vacaciones de verano la invité a salir. En realidad, la invité a que me acompañara a pasear al Igor, mi perro, al cerrito y la laguna que estaban cerca de mi casa. Fue así que me enteré que su familia y mi familia vivían como a dos minutos de distancia a pie. En otras palabras, por una cantidad indeterminada de tiempo habíamos sido pseudo-vecinos. Yo nunca había invitado a ninguna mujer a salir, así que asumo que estaba el doble de nervioso que ella (que a todo esto, estaba pololeando con un saco de weas que era, según recuerdo, de Santiago). A pesar de los nerviosismos mutuos iniciales creo que todavía puedo decir con confianza que la pasamos bien. Cuando ya se habían agotado todas las excusas para seguir alargando el paseo y nos despedimos, quedamos de juntarnos de nuevo. Yo en ese entonces todavía seguía enamorado de D., una compañera de la universidad, y P. lo sabía, pero el interés por ella se había convertido en atracción. Nunca había conocido a alguien con la que tuviera tantas cosas en común, con la que tuviéramos una compatibilidad casi "perfecta" (la diferencia más importante, y de la que nunca hablamos, por ese entonces era política: en su perfil de facebook tenía puesto que era de RN. Al derechismo siempre lo he encontrado bajatula, pero con P. ni me importaba. Con el tiempo dio un giro y al menos ahora se vende a sí misma como izquierdista). Nunca he creído en el amor a primera vista, en el amor eterno, en las almas gemelas, son hueás que me parecen infantiles y en último término, nocivas para una relación; pero ahí estaba ella, propagándose poco a poco como una infección. Yo me vine a Santiago y ella se fue a Puerto Montt. Supongo que las responsabilidades académicas y la distancia (todavía maldigo esos mil kilómetros que nos separan) hicieron que la comunicación se fuera espaceando. Eso no evitó que me saludara para mi cumpleaños, con una foto de *una* frugelé, por ejemplo (algo de lo que habíamos hablado y que tenía cierta relevancia emocional para mí) o que un día, a pito de nada, recibiera una selfie suya, sacándome la lengua (cerca de la media noche, en día de semana, en un momento en el que estaba con el ánimo por el suelo. Si recuerdo bien, estaba caminando por la plaza de armas, borracho y volado, a punto de ponerme a llorar). El contacto se mantuvo a lo largo de ese 2014, pero como decía, de manera distendida, sin urgencia. Lo que de cierta forma se sentía bien. Se acabó el año y empezamos a hablar más seguido de nuevo. En enero del 2015 me quedé acá en Santiago, no me acuerdo por qué. Un día me contó que ella estaba en Santiago también, porque estaba buscándole residencia a una hermana, que se venía a estudiar para acá. Quedamos de juntarnos otra vez. Un detalle no menor, ella venía con un presupuesto limitado, me pidió que no hiciéramos nada caro, lo que a mí no me molestaba en lo absoluto. Le dije que fuéramos al Bellas Artes, que en ese entonces ya tenía su entrada liberada (o a lo mejor se pagaba un aporte voluntario, no me acuerdo bien). El mismo día que quedamos de juntarnos ella se tenía que ir, así que el reencuentro tenía que hacerse en la mañana. Me achunché y me parece que ella también. Decidimos juntarnos en la noche, en mi depto. (mi hermano no estaba), lo que significaba que ella debía quedarse una noche más en Santiago. Era o era. Y no fue, porque la ansiedad me comió y nunca la llamé para organizar el asunto. Como a medianoche hablamos por whatsapp. Ella quería venir de todas formas, me pidió que le dijera cómo llegar y venía. Era tarde, me pareció peligroso y la ansiedad, que no había decaído, evitaron que me ofreciera a ir a buscarla. A media mañana del otro día recibí una llamada que no era de su teléfono, pero asumí que la estaba haciendo desde el número de la amiga con la que se había estado quedando. No le contesté y perdimos paulatinamente el contacto. Nunca del todo, pero cada vez menos presente. Todavía siento que ese fue el momento en que eché todo a perder y todavía mi cerebro piensa que todo lo que vino después ha sido una especie de venganza de parte de P. por ese desaire. Sé que no es así, pero me cuesta controlar lo que mi cerebro piensa; y sé también que fui cobarde y penca. Sin embargo, nunca me disculpé por eso porque quería hacerlo cara a cara, no por una red social culiá. Fue más o menos en ese momento en que ella dejó de usar tumblr y borró su cuenta de instagram. Solo usaba twitter, así que los escasos contactos que mantuvimos, los mantuvimos a lo largo del 2015 y el 2016 a través de esa red social. En el 2017 yo empecé a asistir a terapia contigo, entré a trabajar a la Adolfo Ibañez y terminando el primer semestre retomamos el contacto. Con un cambio de celular había perdido su número, así que se lo pedí de nuevo. Me lo dio y retomamos nuestras conversaciones, que resultaron ser casi similares a las de antes (ella había terminado con su pololo de años hace no mucho tiempo atrás). Con el pasar de las semanas empecé a sentir que yo estaba haciendo un doble esfuerzo por conversar y me empecé a poner nervioso. Además llevaba un par de meses tomando prozac, así que con la distancia puedo decir que estaba inestable, emocionalmente hablando. Necesitaba que me confirmara que no estaba pasando nada, que no habían problemas. Me puse majadero. Un día le pedí el mail, porque, le dije, había algo que necesitaba preguntarle. Me lo pasó y le mandé un correo preguntándole si podía llamarla por teléfono, que había algo que quería decirle. Me contestó por whatsapp que no, que hablar por teléfono la ponía incómoda. Seguimos conversando por mensaje de texto, pero yo empecé a mandarle notas de audio. Creo que hablamos así, por un par de horas, yo con mis locuciones, ella por escrito. Traté de decirle que me gustaba, sin decirle que me gustaba (no quería asustarla) y de explicarle lo importante que ella se estaba volviendo para mí. Ella no me correspondió de ninguna manera, pero el diálogo se había recuperado, por unas semanas al menos. De a poco dejó de contestarme nuevamente, así que le mandé por mail un word de cuatro páginas (con notas al pie incluidas) tratando de explicarle que sentía que las cosas no estaban funcionando bien, compartiéndole mis temores. Pasaron los días y no recibía respuesta alguna, así que le pregunté directamente si lo había leído. Me dijo que sí, que estaba pensando en una respuesta, que si podía esperársela un tiempo. Después de eso las cosas parecieron volver a la normalidad, pero solo por unos días. De repente dejó de contestarme del todo. Esto fue como en agosto del 2017. Todavía nos seguíamos mutuamente en nuestras redes sociales. Creo que fue entre septiembre y octubre que hablamos una última vez. Fue más una discusión. Al final yo quedé dolido y enojado, ni idea si ella también. Durante todos esos meses ella estuvo tuiteando y retuiteando cosas que parecían aludir a este desencuentro, cosas del tipo «hombres hueones, erí amable con ellos una vez y se pasan rollos, creen que te los estai joteando o empiezan a hacer terapia con una».Se sentía como si estuviera tirándome sal en una herida sin costra. Y además, ¡ni siquiera te había hablado de ella! Entre octubre y noviembre reactivó su cuenta de instagram y me encontré con que había borrado todas las decenas de fotos que había acumulado tantos años atrás. Tenía buenos recuerdos asociados a varias de ellas, obviamente mi problema. Por unos días (o semanas) su perfil de instagram estuvo vacío, hasta que de a poco volvió a compartir fotos. Fue así como me enteré de que había vuelto con su ex. Me quise morir. Dejé de seguirla en todas sus redes sociales y la bloquee. El dolor era demasiado y sentí que era la única forma que tenía para evitarme vergüenzas y otras autoflagelaciones emocionales. Creo que fue por esa época que recién me puse a hablar contigo de ella, pero según recuerdo, tampoco fue por mucho tiempo. Se terminó el 2017 y a lo largo de todo el 2018 estuve siguiéndola y "des-siguiéndola" en sus redes sociales como un imbécil. Fue un show triste, patético, pero al final empecé a olvidarla, un poco, lo suficiente como para dejar de hacer el ridículo. En marzo del 2019 volvió a usar tumblr por unos días. Le puso "like" a algunas cosas que había reblogueado pero no hablamos. Le envié un ask (anónimo) diciéndole que la echaba de menos. "Creepy" respondió y se desapareció. Terminando el primer semestre le volví a escribir un mail, pidiéndole disculpas por mi comportamiento bochornoso, por haberla sobrecargado con mi mochila emocional y diciéndole que esperaba que algún día pudiéramos recuperar al menos la amistad, lo que en el fondo era una mentira que me estaba contando a mí mismo. Tampoco me contestó, lo que volvió a doler, pero el dolor mismo, la pena y la frustración se estaban volviendo un fantasma de lo que habían sido antes. Lo que no quiere decir que no siguiera revisando su perfil de twitter cada cierto tiempo, queriendo saber un poco de ella. A veces lograba olvidarla por semanas y meses, pero siempre se mantuvo escondida en algún recoveco de mi mente. P. es inteligente, imaginativa, perversa, pilla, manipuladora, enternecedora y a su manera, seductora, y ha sido la única persona que me ha hecho sentir deseado y entendido, al menos en parte, sin hacerme sentir como que no era suficiente, y por el contrario, haciéndome sentir como que lo que tenía para ofrecer era más grande que mis trancas y mis torpezas. Entendía mis chistes que nadie suele entender o que nadie suele encontrar graciosos y me hacía reír con facilidad. Me hacía sentir acogido. Es una estupidez, pero me enamoré de ella, y el vacío que ella me significa me duele, profundamente. Sé que no quiere nada conmigo, pero ¿se me puede juzgar por aferrarme con tanta desesperación a esa ilusión de intimidad y de cariño que existió a lo largo de tantos años? ¿Cuestiones que en la vida real no he tenido nunca por lo demás? Hace unas semanas reactivó su cuenta de instagram, empezó a compartir "stories" (algo que no había hecho nunca, según recuerdo) y hasta subió una foto nueva; pero lo más terrible de todo, es que volvió a usar tumblr. A lo largo de los casi tres años que han pasado desde que me ghosteó le seguí mandando ask anónimos, de todo tipo: historias personales, breves retratos de cómo me sentía, incluso un soneto le escribí una vez, pero también insultos (escritos en inglés o en un inglés sin espacios, regido por una especie de parodia de la gramática española [jaimaineimismarcelo: Hi, my name is Marcelo]) y mensajes sexuales, que de lo mejor podrían calificar como acoso de algún tipo. Nunca los respondió, pero no me importaba mucho, algo de consuelo había en saber que podía leerlos algún día. Ciertamente algo de consuelo había en tan solo mandárselos, sobre todo después de ese principio de 2019 tan mierda que tuve (el Igor falleció en paupérrimas condiciones y ni siquiera pude despedirme como hubiera querido, mi hermana se fue a Argentina y me enteré de que tenía un medio hermano de como nueve años y de que era el único en mi familia que no lo había sabido por todo ese tiempo). En estas últimas semanas se puso a responder algunos asks y tuve una recaída durísima, como si su atención fuera una droga. Le volví a mandar asks anónimos y por fin, después de tanto tiempo, pude volver a tener con ella algo que se parecía una conversación. Gracias a ello y a mi inestabilidad emocional, profundizada por los años de cesantía, el poco contacto humano que mantengo normalmente, toda la hecatombe psicológico-social que significó el 18-O del año pasado y la pandemia, mi estado emocional mismo ha estado desbalanceado como nunca. Todos los asks que ha estado respondiendo se los he enviado yo y lo diverso, vergonzoso y grotesco que pueden ser esos solo vienen a declarar la complejidad de lo que ella me hace sentir. A veces ella ha sido muy abierta a las burradas que le mandé, otras veces ha sido graciosa e incluso, sádica y cruel, pero siempre abriendo más opciones para el diálogo e incluso la discusión. En estas tres semanas he llorado como no había llorado en años. Han habido días en los que de tanto llorar se me han secado los labios y me he provocado jaquecas que duran horas. Cuando se trata de ella el poco autocontrol del que soy capaz se evapora, con una facilidad que me enoja, me decepciona y que sí, también me duele. Lo daría todo por cambiar y arreglar esta situación y lo daría todo por poder odiarla. Pero soy completamente incapaz de hacerlo. Ayer le envié un ask que decía algo como «alguna vez pensé que sería buena idea regalarte una foto. PD: *una talla relativa a *las* frugelés*» (que no quiero recordar, porque era inocente y ridícula). Por toda respuesta me bloqueó. En tumblr e instagram. Me bloqueó. No sé por qué, específicamente, pero se debe haber aburrido de estas parodias de conversaciones, que debieron ser un mero divertimento pandémico. Nunca me cupo la menor duda de que aunque siempre le escribí desde el anonimato ella siempre supo que yo era el autor de todos esos mensajes. Me bloqueó, algo que siempre había querido que hiciera, porque pensaba que así me iba a ser más fácil "superarla". Claramente me equivoqué y ahora solo me quiero morir.
Alguna vez lo conversamos, yo no soy feliz viviendo. La existencia, en sí misma, me pesa. Pero nunca había pensado en el suicidio con seriedad. A lo más, hubiera preferido no haber nacido o poder simplemente desaparecer. Pero ese bloqueo de ayer me hizo cambiar radicalmente de sentir. Hasta bien pasadas las cinco de la mañana de hoy día me quedé despierto organizando mentalmente un intento de suicidio. Es que estoy tan agotado de todo, no quiero más. Siento que no puedo con nada, que la pena y la rabia y la angustia y el dolor y esta soledad que no se me quita con nada ni nadie, aunque me encante estar solo, no valen el esfuerzo que tengo que hacer para seguir viviendo. Un esfuerzo que es mínimo, porque llevo como dos años sin trabajar, fumando marihuana de cuando en cuando, jugando videojuegos y corriéndome la paja a destajo, siendo mantenido por mis padres. Hace meses que dejé de buscar pega porque para qué. Mi incapacidad para establecer relaciones afectivo-sexuales normales con mujeres me tiene con el autoestima por el piso, necesitado de una ayuda que nadie quiere darme y que nadie me debe. También creo que te lo he dicho, hay algo que tengo podrido hasta la médula y todavía no sé qué es; es algo que me falta, una carencia que me hace sentir defectuoso, como si hubiera salido mal de fábrica. Soy un hombre adulto profundamente insatisfecho, incapaz de cuidarse a sí mismo, agotado de la vida misma y sus penurias, dejándose deslizar poco a poco por la pendiente terrible de la locura y la paranoia y solo me gustaría que todo se acabara de una buena vez. Toda esa gente progresista que eleva estas campañas que dicen «todo mejora» claramente no tienen ni idea de un coco, porque yo lo único que he sentido con el pasar de los años es que la cosa ha ido empeorando. Me quedé dormido mientras ya empezaba a redactar los mails que le quería dejar a mi familia explicándoles mi hipotético suicidio, como decía, bien pasada las cinco. Me desperté como a las nueve y media, pensando que antes que suicidarme era mejor internarme en un clínica psiquiátrica. Necesito ayuda, necesito alejarme de este departamento de mierda (pero no puedo ni quiero volver a la casa de mis padres), necesito ayuda para cuidarme, necesito hacerme cargo de eso que en mi cabeza se está convirtiendo en locura, necesito hacerme todos los exámenes neurológicos pertinentes para ver mi problema de insomnio, mis jaquecas y mis desmayos, necesito volver a tratarme la depresión, necesito enfrentar a mi madre, necesito olvidarme de P., incluso si necesito ayuda del electroshock. Porque ya no puedo más.
Agradezco que hayas leído todo esto. Mi intención al escribirlo y mandártelo era pedirte consejo y de ser necesario, datos de clínicas donde me pueda internar, por un buen tiempo, no sé. Si crees que es una buena manera de proseguir, obviamente voy a tener que hablarlo con mis padres (estoy cesante, recién agoté mi línea de crédito y el cupo de mi tarjeta, me desafiliaron de la isapre hace como un año y no he podido completar los trámites para meterme en fonasa, claramente necesito un apoyo económico que no tengo). Ojalá esto no te pille en un mal momento o no te haga sentir sobrepasado en tus responsabilidades como terapeuta.
Saludos cordiales.
P.D.: Asumo que vas por el Apruebo. Yo también, obviamente.
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“Voy tarde...
…y me siento fea“ pienso, mientras tomo el bus que pasa 20 minutos después del cual debería estar ya subida.
No sé si sabías, pero esas dos condiciones son grandes indicadores para sospechar que una cita puede salir mal.
“Aunque el verdadero problema está en que ni siquiera sé si debería estar yendo”. Y comienzo de nuevo con todo ese oleaje de pensamientos que van y vienen, logrando que me vaya mareando con el pasar de las cuadras. “Otro barco al que me subo a oscuras y sin salvavidas”.
Habíamos quedado en juntarnos a tomar unas cervezas.
Yo voy demorada porque me costó más de la cuenta salir de la ducha. Y ni hablar de lo que fue elegir el atuendo, que ni siquiera siento que me quede bien.
Ya llevamos varias semanas saliendo juntos. Pero son olas de dudas que no puedo evitar.
“No sé quién me manda a meterme en estos mambos”.
Sé que no es mal flaco. Solemos reírnos mucho. Somos buenos amigos. No voy a dejarlo plantado. Pero… ¿pensar en amor? La del problema soy yo, como siempre. Yo, que hace años que vengo armando muros tan gruesos para impedirle a cualquiera entrar. Yo, que soy una fiel convencida de que no estoy hecha para el romance. Yo, que alejo a cualquiera primero antes de ser alejada. Eso, y que hoy me siento mil veces más fea.
“¿Por qué es que tomé este bus?”
Me cuesta recordar. Debe ser por toda el agua salada que vengo tragando desde que me subí.
Doy la señal para bajar (cuando la única que en realidad necesito, es la de si buscarlo o salir corriendo antes de encontrarlo).
Desde la vereda, lo veo sonreír. Me estaba esperando.
No deja que termine de cruzar la calle, que corre a mi encuentro. De cerca, se aprecia mucho mejor cómo ilumina todo cuando sonríe.
—¡Estás re linda! —me saluda con un abrazo. —Perdón por la demora —me apresuro.—No sabía qué ponerme y además el bus…. — Naaa. No tengo ni medio problema en esperar tooodo lo que haya que esperarte, si siempre vas a venir así de linda. En serio. Ahora vamos, tenés que conocer ese café del que te hablé la otra vez.
Y el oleaje que me ahogaba antes de bajar, encuentra de repente la calma cuando busca mi mano y empezamos a caminar.
Mientras me cuenta con lujo de detalles una historia que lo tiene como protagonista a él de niño, se me viene a la mente los faros que están siempre funcionando en la bahía. Día y noche. Evitando que los barcos contra las rocas choquen. ¿Y cómo era que hacían para ayudar cuando estaba todo oscuro y tormentoso?
“Ya me acuerdo. Era por su luz”.
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[Jugando a...] Especial 2020 (parte 1 de 3)
Hace ya un tiempo Alf, Martín y yo nos unimos en redes para hablar de los que fueron para nosotros los juegos de 2020. No eran todos de este año ni mucho menos, pero los disfrutamos igual. Al igual que disfruté escribiendo todos y cada uno de los pequeños post que compondrán este artículo recopilatorio, que sé que llega tarde, pero en compensación lo he revisado un poco para facilitaros la lectura. Espero que lo disfrutéis. Este año decidí volver a montarme en el caballo y pasearme por esos campos infinitos que ofrece Red Dead Redemption 2. Qué decir de esta joya. Amo a Arthur, amo a la banda de Dutch y amo cada átomo de este juego. Da igual como lo hayan hecho, no cabe duda de que Rockstar ha creado uno de los juegos más detallados y minuciosos que he visto en mi vida. Y no todo se reduce al tamaño de los testículos del caballo cuando hace frío. Parece un juego hecho para fans de los westerns y para fotógrafos profesionales. Y no voy a mencionar ni un ápice de la historia, porque para mí que es de las mejores jamás escritas en un videojuego. No lo dudéis, salid a cazar, pescar, asaltad un tren y buscad todos los secretos que guarda esta joya, solos o en compañía. Estaréis meses y meses sin salir del Salvaje Oeste. Y si os atrevéis, buscadme en el online, así os enseñaré un par de cositas.
Con el descuento tan maravilloso que hizo Microsoft sobre su gamepass de pc (gracias Phil Spencer) obtuve por solo 1 euro un mes de Disney Plus y tres del susodicho gamepass. Con esto se me abrieron las puertas a una cantidad nada desdeñable de juegos maravillosos. Gracias a eso he vuelto a rejugar joyas como Hollow Knight, he pasado a los Locust por la motosierra y he vuelto a hacerle a los enemigos Wololo. Pero con diferencia a lo que más he jugado ha sido al Among Us. Sí, ese juego que en 2020 estuvo tan de moda. No lo voy a negar, las novedades y las modas tienden a generarme un escozor muy feo. Soy viejo en espíritu y si me sacas de mi zona de confort me pierdo. Pero este juego ha aunado con mucho arte distintas cosas que han logrado que dedique en muchas ocasiones horas y horas seguidas. Quizás es el hecho de poder jugar con la parienta, los primos y algunos amigos. Quizás es la maravillosa capacidad de desfogar bilis y mal rollo que tiene. No negaré sus problemas, el mayor de todos sus propios usuarios, la mayor parte niños malcriados incapaces de terminar una partida. Es una alegría encontrarse de vez en cuando una persona que siga el ritmo a tu pandilla, que dure más de dos partidas. Pero la realidad es que no es así, de 100 usuarios 90 son mocosos de mamá y papá jugando a ser sus héroes de Youtube. Pero este problema no es algo que logre tapar las bondades que te da esta joya. Es uno de esos juegos casual que disfrutarás con tus colegas. Y si a eso le añadimos el crossplay y que en móviles es gratuito ponemos sobre la mesa un juego que hará que en tus reuniones con colegas no vuelvas a sacar ese Monopoly rancio.
Hace ya casi un lustro, en un verano que recuerdo especialmente tórrido, apareció un juego en el que no pocos tenían demasiadas expectativas y que se pegó uno de los batacazos más locos que recuerdo: No man's Sky. Todo aquel que lo probó salió escaldado. Yo fui uno de esos tontos que lo compró, lo usó una vez y casi vomito. Era una basura en mayúsculas. Por aquella época muchos estábamos jugando a la versión final de Starbound y las comparaciones eran odiosas. Si tenía que elegir entre NMS y seguir con las aventuras del Capitán Serenion la cosa estaba clara. Pero este año ha sido muy largo. Y un día me dije ¿porqué no? Y probé de nuevo el NMS. Que alegría me dio. Es lo que yo considero un trabajo bien hecho. Han arreglado el juego de cabo a rabo. Podría hablaros de muchas cosas, desde la historia hasta el lore oculto, de la exploración, del combate o de esos momentos tan survival horror que puedes pasar en un carguero abandonado. No es un simulador ni mucho menos (no esperéis unas naves que se muevan como en Elite: Dangerous) pero la sensación al volar es tan maravillosa que a poco que seas de los que sueñan con las estrellas tendrás aquí un lugar donde evadirte de tu día a día, cosa que personalmente se agradece bastante. Naturalmente hay cosas que podrían estar mejor. Y no solo me refiero a algún fallo tonto o bugs, sino a cosas que son propias del diseño del juego. El diseño de las naves en algunos casos me parece horroroso. El sistema económico está roto y solo acumulando un par de materiales podrás hacerte megamillonario en cuestión de una hora. Y las razas, pues bueno, hay 4 razas de npc. Si bien con la historia (que ya os digo que es maravillosa) podrían justificar un poco el que solo hayan 4 razas a mí sigue antojándoseme escaso. Pero estos fallos no desquitan lo que este juego es y significa: es un gran juego que demuestra que si quieres que algo esté bien, simplemente hay que perseverar. Nos vemos por la galaxia, amigos.
Hace ya muchísimos años que soy muy fan de Canción de Hielo y Fuego. Creo que me leí los cuatro primeros libros en 2008 ó 2009. No tardé ni una semana en hacerlo. Y no es que me enganchara por ser de fantasía, sino por ese tinte de culebrón medieval que tiene. Y es lo que me atrae en la saga Crusaders Kings. Después de haberme gastado una pasta absurda en el 2, le ha llegado el relevo al 3. Soy más que consciente de que no es un juego para todo el mundo. Estamos hablando de un hijo bastardo de un rpg con un simulador teñido de gestión. Serás el señor de una casa noble en la Europa medieval. Sobrevive a ello. Parece fácil ¿a que si? Pues nada más lejos de la realidad. Dependiendo del enfoque que le des al juego podrás dedicarte a gobernar entre mil decisiones, espionaje, diplomacia, guerras, religión... todo tiene cabida aquí. ¿Quieres conquistar Britania? Ahí la tienes. ¿La Reconquista? Te reto a ello. De hecho te reto a lo contrario: conquista toda Iberia con Al-Andalus. Las cruzadas, las tribus del este, incluso las Canarias. Sé quien quieras, procura que tu familia sobreviva y disfruta del auténtico juego de tronos.
¿Cuánto hace que se anunció Cyberpunk? Ya ni me acuerdo. Recuerdo el hype, eso sí. Siempre he sido un absoluto fan del género. De hecho mis dos primeros ordenadores murieron ejecutando el primer Deus Ex. Sí, como lo lees, dos pc's muertos por el mismo juego. Por supuesto yo también me subí al tren del hype de Cyberpunk. Maté la espera con muchos juegos del mismo estilo. La saga Deus Ex, los Shadowrun, Binary Domain, Syndicate... y una retahíla más de juegos del estilo. Supongo que eso hizo que mis expectativas fueran aún superiores, dado que CD Project hizo magia con The Witcher 3 y no esperaba menos. Pero llegó el día, más tarde de lo que esperaba. No quise escuchar a los que lo criticaban por los bugs y glitches (que los tiene, y no pocos) y me centré en la historia. Soy fan de Ubisoft y Bethesda, los bugs ya no me afectan. Pero mi subsconciente me hizo esperar una historia a la altura de Deus Ex o Shadowrun. Y no la encontré. Cyberpunk es a mi gusto un juego vacío, con una historia que quiere ser y no puede. Tiene una ciudad impresionante, llena de cosas que hacer y detalles, pero a la hora de la verdad está vacía. Ves una y otra vez lo mismo. Las mismas misiones secundarias. Es algo de lo que adolecen muchos juegos de mundo abierto. Así que al final me he visto jugando por inercia, por querer terminarlo. Pero ni la historia me ha llenado ni la ciudad me ha terminado de convencer. Tal ha sido mi decepción que he dejado el juego dos veces. Me sigo quedando con Shadowruns y Deus Ex.
No veáis las ganas que tenía de jugar a esta joyita. Le estuve sisando las vueltas del súper a mi mujer para pagar el Uplay+ durante unos meses. Y valió la pena. Céntimo a céntimo. En esta ocasión nos embarcamos en una aventura a través del animus en la Inglaterra post ejército pagano (una época muy interesante que a muchos os sonará si habéis visto Vikingos) en la que encarnaremos a Eivor, un miembro del Clan del Cuervo, en sus aventuras. Mientras en el mundo real terminaremos el arco de Layla Hassan, la famosa Heredera del Recuerdo. Qué decir de un Assassins Creed. Lejos quedaron los primeros, con su maravillosa exploración y su sistema de combate simplón pero efectista. Esta trilogía, que se inició en Origins, tiene un enfoque mucho más rpg, lo que ha hecho que el combate sea mucho más interesante. Y en este Valhalla tenemos la culminación, el cénit de esta trilogía. El combate se ha pulido hasta niveles inimaginables, Inglaterra es impresionante y tiene mil secretos. Siempre habrá algo que hacer, desde cazar a encontrar tesoros. Pero no todo es perfecto. Si bien esta saga es de mis favoritas nunca he negado los fallos de cada entrega. Y esta no iba a ser menos. No hablo de bugs, que los hay, ni de pijerías. La lucha a caballo, el combate en barco, lo inútil del sigilo, las misiones repetitivas o el hecho de que un vikingo le de por subirse a un tejado son, al fin y al cabo, pijerías. A mi gusto el mayor fallo es la duración. Sé que muchos jugadores buscan juegos largos, infinitos, en los que perderse. Skyrim, Breath of the Wild, The Witcher 3, todos dan con ese perfil. Pero hay algo en AC: Valhalla que peca: sobran misiones principales. Al igual que en un anime japonés, hay arcos completos que no aportan nada. Si los quitas, ni sabrías que existen. Y la experiencia no cambiaría nada. Y hablamos de arcos largos, extensos, de mínimo dos horas cada uno. Da la impresión de que eran misiones secundarias que convirtieron en obligatorias. Pero ojo, esto que a mí me parece un defecto puede que para ti sea una virtud. Simplemente es cuestión de perspectiva. Y no quita que si estás leyendo esto y te gustan los mundos abiertos tienes una cita. Toma tu hacha y vete a matar unos sajones. Sé un vikingo.
Como ya he dicho en anteriores ocasiones me han venido de perlas cosas como Game Pass y Uplay+ me han permitido poder jugar este año a cosas muy interesantes. No hay duda de que es un sistema muy interesante y en mi humilde opinión, el futuro de la industria. A parte de una extensa, interminable lista de juegos por solo unos quince euros al mes te ofrecen juegos el mismo día de salida. Es lo que me pasó con Wasteland 3. Lo instalé, empecé a jugar las primeras horas y... llegó el enano al mundo y tuve que dejarlo en barbecho unas semanillas. Cuando volví me encontré metido de lleno en Colorado, enfrascado en la búsqueda de los hijos de Saul Buchanan. Y no veáis que viaje. Es el clásico RPG de toda la vida, que sigue los cánones establecidos mucho tiempo atrás. Turnos, drogas, decisiones cuestionables, mal menor. Todo lo que esperáis de un juego con una temática post apocalíptica, con un mundo reducido a cenizas tras una guerra nuclear. Da igual que no te guste demasiado el género. Si eres fan de Mad Max y tienes el Game Pass, échale un ojo. Entra a Colorado, lucha contra un par de tribus y disfruta de los placeres que te puedan ofrecer en la comuna robótica. Sé el ranger que quieras ser.
Hoy toca otro juego de Ubisoft, Watch Dogs Legion. Debo decir que hasta dos semanas antes de jugar a este sandbox distópico no había tocado la saga, pero debido a la salida de este (y también al hecho de que tuve que tirar de uplay+ para poder jugar este año a algo decente) aproveché y jugué al 2, haciéndome así a la saga. Y debo decir que no es una saga que me disguste. Quizás el dos era otro tipo de juego, pero con Legion creo que han logrado algo maravilloso. Pero con matices, muchos matices. Estamos ante un juego en el que cualquier personaje puede ser protagonista. Pero literalmente cualquiera. Esto hace que la variedad de personajes sea magnífica, como si de un XCom se tratara. Y no hay dos iguales, desde la historia hasta el tipo de jugador variará. Podrás tener una obrera especializada en drones de carga y llaves inglesas o un señor octogenario experto en robots de combate. O un borracho con problemas de corazón. Sea el que sea podrás completar las misiones, de manera más sigilosa o más a saco, pero podrás. Porque una de las mayores taras del juego es que todas las misiones son, a la práctica, iguales: ir a un sitio, hacer 3 cosas (normalmente hackear) y marcharse. Y ya. No exagero si digo que las 10 últimas misiones las cumplí con un dron araña, infiltrándome con un dron de carga y saliendo por la puerta principal. Sé que suena a fallo terrible, pero ¿sabéis qué? Me encantó. Ya estoy harto de juegos imposibles en los que reiniciar una y otra vez. O de mecánicas que usas una vez y ya nunca más. A muchos os parecerá tedioso, o fácil. Hay solución: usad personajes distintos, retaos a vosotros mismos, poned la muerte permanente. No cabe duda de que con Watch Dogs Legion Ubisoft ha creado un juego que pueden jugar personas que buscan un divertimento rápido, como yo, o gente que busque retos de verdad. Si os gustan los sandbox, dadle un tiento, seguro que os gustará.
Terminé el repaso a los juegos de 2020 con un juego que seguramente llamó la atención de todos aquellos chavales de mi generación que se pasaban el día soñando y comiendo bollicaos. Ni más ni menos que Jurassic World Evolution. Seamos claros, todos los que tenéis de 30 a 40 años vivisteis el boom de Jurassic Park. Y no dudo que a 8 de cada 10 os flipó hasta puntos enfermizos. En el cole no sabríais que era una hipotenusa, pero sí un Estegosaurio o un Parasaurolophus. Qué pesaditos estábamos. Pues en este juego podrás cumplir uno de tus sueños de la infancia: montar un parque temático de dinosaurios. Tendrás una variedad burrísima de dinosaurios, a los que podrás modificar genéticamente para que sean más o menos agresivos, rápidos, duros y, obviamente, sus colores y patrones. Así podrás tener dos Brachiosaurios, uno de colores azulados y otro como el que vimos en la peli allá por el 93. Tendrás que procurarles comida, comodidad, espacio, evitar que se maten entre ellos, vigilar que no enfermen, que no se escapen y se coman a los visitantes... Básicamente lo que es un juego de gestión al uso. Si bien es un juego de gestión un poco más simple que el otro que tienen nuestros amigos de Frontier (Planet Coaster) el hecho de tener dinosaurios le da ese punch que muchos sabrán valorar y disfrutar. A todo esto le sumaremos un modo campaña (hay más campañas previo paso por caja) en el que harán su aparición distintos personajes de la saga y un modo desafío que hará las delicias de los completistas. Lo recomiendo encarecidamente si eres fan de la saga, de los dinosaurios o de los juegos de gestión, a pesar de que para los expertos resultará un pelín simple.
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MIK-EL
MANDO DE DEFENSA DE LA CORPORACIÓN GULNA
Mik-el dejó sobre la mesa de mando el trozo de corteza en el que había dibujado, con tinta de sabia, un plan de defensa que él mismo había preparado rápidamente, cuando los radares de protección de Guln habían detectado la nave. Se levantó de la mesa y ordenó que las defensas enviaran una primera andanada de misiles sónicos, de baja potencia, sobre los intrusos.
El impacto se celebró con alaridos por parte de los Gulnas que llenaban el mando de defensa. Mik-el salió de detrás de su escritorio y se acercó al enorme ventanal circular que rodeaba, mirando hacia el cielo, el puesto de mando. Su pelaje blanco y sus ojos claros destacaban entre su especie, una cicatriz dividía su rostro en dos partes iguales, casi simétricas. Le daba un aspecto amenazador, lejos de su talante real. Mik-el había sido uno de los generales que llevó a su pueblo a la liberación de los humanos, a quienes ellos llamaban Los eternos, por nuestra sabida inmortalidad. En los años de las guerras por la liberación, Mik-el fue de los pocos generales que combatió en prácticamente todas las batallas a lo largo y ancho de las galaxias conocidas. En todas y cada una de aquellas luchas solo hubo palabras de admiración para el general blanco, así le llamaban debido al color de su piel y pelo. Cuando terminó la guerra y el pueblo Gulna, junto con otros, considerados mano de obra hasta entonces, consiguieron la liberación, Mik-el se convirtió, por méritos propios en el Defensor de Guln, cargo similar al del presidente de V.I.D.A., pero que además era el encargado de proteger a los habitantes de su planeta. De él dependían tanto las decisiones relacionadas de la política, como las relacionadas con los aspectos bélicos del planeta. Él era quién decidía si se atacaba o no, cuándo y cómo. Por eso acababa de ordenarle a Axilus, el comandante en jefe del mando, que atacara la nave de Carl.
A BORDO DE LA NAVE
Como si de un pájaro herido se tratase, la nave caía libre hacía la rojiza tierra de Gulna.
Carl, en el puente de mando, ordenaba a su tripulación que se preparase para el impacto inminente. Los devotos de dioses arcanos se arrodillaban en el suelo para rezar, como si fuera a servir de algo. La mayoría gritaba ante lo que, sin duda, iba a ser el final de su vida.
Carl activó el comunicador intentando enviarme un mensaje desesperado.
– ¡Nos han atacado! No habrá ayuda, Jan…estás solo. ¡Estás solo!
Aquel grito desgarrado de Carl anunciándome que nadie iba a ayudarnos en mi pretensión de acabar con al corporación, fue el último sonido que se escuchó en la nave antes del impacto.
LA TIERRA
Ver la Tierra de nuevo me hizo estremecer. Sentía que pertenecía a esa bola azul y verde que me vio nacer. No sé cuál era la razón, pero aquel planeta era como el lugar para gritar “¡Casa!” en un juego infantil. Aunque ahora era, para mí, el lugar más peligroso del universo.
Yulma se me acercó hasta.
– No te preocupes, Jan. Todo va a ir bien.
– No es verdad, pero gracias por darme ánimos.
Sonrió y volvió al puente de mando, el lugar al que parecía pertenecer. Allí mandaba con delicadeza, pero firme, a cada uno de los integrantes de la tripulación.
Un sonido extraño, procedente del comunicador llegó a Turk.
– Es una comunicación de Carl, Jan, pero es indescifrable.- Advirtió Turk.
– Espero que sean buenas noticias, Turk. Necesitamos la ayuda de los pueblos revelados (así les llamábamos en la Tierra). Si no estamos perdidos.
– Intentaré descifrar el contenido.
Turk se acercaba a la Tierra lentamente. Nuestra estrategia consistía en no levantar sospechas, parecer una simple nave comercial en ruta, pero era difícil escapar a la corporación, ahora que, seguramente, nos estaban buscando por toda la galaxia.
Reuní a la tripulación, a mi abuela y a mi madre, y me dispuse a avanzar mis planes a todos. Seguramente no serían bien recibidos por ellos, y menos por mis familiares, pero tenia que hacerlo. No podía arrastrarles a un suicidio. Este era mi momento y no tenían que acompañarme si no querían. Solo tenían que hacerme caso en lo que les iba a pedir.
-…hacedlo por mí. Se que os puede parecer una locura, pero solo yo puedo hacerlo.
– Pero.- Intentó replicar mi madre.
– No, sabes que solo yo puedo acabar con esto. Entregadme, es la única forma.
Vale, sé que igual ahora estás pensando “¿cómo que “entregadme”? ¿pero esto no iba de un tipo que iba a derrotar la corporación más importante de la historia de la galaxia, qué digo de la galaxia, del universo?” Entiendo vuestra decepción, pero hacedme caso, al igual que me hizo la tripulación. Todo tiene sentido.
– De acuerdo. – Sentenció mi abuela, en su papel de guerrera, más que en el de abuela y añadió.- Te llevaré personalmente al puesto de control espacial de la Tierra, allí te entregaré y me cobraré la recompensa por tu entrega, que espero sea mucha…
– Yo también.
Yulma y yo entramos en un habitáculo preparado por Turk en su nave, antes me despedí de mi madre y vi en sus ojos la misma complicidad y cariño que habíamos tenido años atrás, cuando éramos una familia, cuando mi padre aún no había optado por convertirse en un holograma parlante. En ese momento me di cuenta de que tenía una madre de nuevo y ella se dio cuenta de que ya no tenía un niño por hijo sino un hombre.
El habitáculo se desprendió de Turk y Yulma y yo, en su interior, fuimos propulsados hacia la estación de control. Entramos en el hangar comercial tras pedir permiso, y antes de bajar, Yulma me enlazó las muñecas con una banda magnética y me susurró al oído un par de palabras: “Confía en ti”. Bajamos del habitáculo y Yulma se dirigió al oficial de entrada.
– Creo que la Corporación busca a este terráqueo. Su nombre es Jan y está condenado por el JIS.
El rostro del oficial cambió radicalmente al verme. Hizo una señal y dos efectivos llegaron junto a mí.
– Llevadle abajo.
“Abajo” eran los calabozos. Entré en uno de los compartimentos e inmediatamente, al acercarme, el cristal de Vex se desvaneció para abrirme paso. Los dos soldados se miraron extrañados, pero no le dieron mayor importancia. De un empujón me lanzaron en el interior y se marcharon mientras el vidrio de Vex se cerraba tras ellos.
Yulma volvió al habitáculo y éste salió de la estación espacial en dirección a Turk.
– Jan está en la estación. He conseguido más de lo que esperaba.- Dijo Yulma.
– Te esperamos aquí, mamá. Solo pido que todo vaya bien.- Deseó mi madre apenada.
NAVE DEL PRESIDENTE DE V.I.D.A.
La noticia le llegó inmediatamente al presidente. Se levantó de su silla y activó la pantalla, en ella el oficial de la estación espacial donde estaba retenido apareció en medio del salón.
– ¿Dónde está el cautivo?
– En una celda, señor.
–¡Qué demonios! Sáquenlo de ahí, vayan a buscarle rápido.
El presidente sabía algo que nadie de los suyos sabía. De hecho solo lo sabíamos él, yo y los que creyeron conveniente crear un clon del presidente de V.I.D.A., porque encerrarme en cualquier celda controlada por la Corporación no servía para nada.
El compartir ADN con el presidente no solo significaba que podía tener acceso a cualquier información a la que él tuviera acceso, también me convertía en una llave, la llave de cualquier cerradura de cualquier vidrio de Vex que estuviera bajo la influencia de V.I.D.A. Por eso cuando los soldados me acercaron a aquella celda, su puerta se abrió al detectar el ADN del presidente, bueno, el mío. Por eso cuando los soldados volvieron a cumplir las ordenes del oficial, que les pidió que me sacasen de la celda…no me encontraron dentro.
– No, no está, señor. Se ha escapado.
La comunicación se cerró automáticamente. El presidente se acercó al ventanal que le ofrecía una visión limpia de la pradera y los bosques de la Clarence.
– ¡Rumbo a la Tierra! – Gritó.
ESTACIÓN ESPACIAL
Salir de la celda fue fácil, esconderme no tanto. Primero me dirigí a los niveles dedicados a las habitaciones de la tripulación, gracias a mi capacidad genética accedí a uno de los compartimentos y me vestí con la ropa que encontré en una de las taquillas. Era un uniforme de combate al que acompañaba un casco que me puse sin dudar. Salí de la habitación y subí un nivel más, hasta el hangar de las naves. Allí, distintas naves de carga y de desembarco, estaban preparadas para una acción preventiva en la Tierra. Un grupo de soldados vestidos igual que yo se dirigían hacia una de esas naves, corrían, frente a ellos un oficial les gritaba para que fueran con mayor rapidez y cuando llegó a mi altura, al sobrepasarme, noté su mano en mi garganta y cómo me empujaba al grito de: “¿Qué haces ahí parado? Vamos, a dentro” De un manotazo me metió dentro de la nave. Cuando me quise dar cuenta estaba sentado junto a otros soldados de la Corporación, vestidos como yo, y rumbo a la Tierra, justo donde quería ir.
La nave salió de la estación y en unos segundos estábamos entrando en la atmósfera terrestre, otra vez, después de tanto tiempo. Aterrizamos en un barrio de las afueras de la ciudad de Nework donde unos altercados habían provocado una intervención rápida por parte de las fuerzas de V.I.D.A.
El oficial nos fue empujando uno a uno hacia la puerta para que saliésemos.
– Esperad a que se abra la puerta en 30 segundos. Mínima represión física, son como nosotros, es un caso leve de rebelión.
Al acercarme a la puerta, pasó lo que tenía que pasar…la puerta se abrió al entrar en contacto mi ADN con el radio de acción de la cerradura del Vex. Todos sabían que no había posibilidad de que la puerta se abriera antes de los 30 segundos, imposible, pero se abrió. Un par de soldados que estaban justo detrás de mí se miraron como si ya hubiesen asistido a algo similar, como cuando, hacia un rato, habían visto cómo la puerta de una celda se abría…eran los soldados que me llevaron “abajo”.
Sin pensarlo dos veces salí corriendo mientras me quitaba el casco. Los manifestantes me miraron ir hacia ellos y, al principio se asustaron, pero luego, al ver que estaba huyendo, empezaron a huir conmigo de los soldados que, ya habían salido de la nave tras el grito alentador del oficial. Poco a poco me fui quitando la armadura, al menos la pechera. Desde la nave, el oficial, viendo la operativa desde su despacho, gritó al suboficial de tierra para que me diese caza: “¡EL PRESIDENTE LO QUIERE!” El suboficial de tierra, a su vez, ordenó que dejasen de seguir a los manifestantes y fuesen solo a por mí, pero yo, gracias a haberme quitado el uniforme, ya era un manifestante más, tanto que empecé a correr tras ellos, ir donde iban y esconderme donde se escondieron algunos de ellos.
– ¿Qué cojones haces? – Dijo un sorprendido manifestante acurrado a mi lado. Y añadió. – Eres uno de ellos.
– No, bueno, es complicado.
Los soldados pasaron de largo junto a nosotros y yo me incorporé para irme. El manifestante me miró, se levantó y salió corriendo en otra dirección. Ya estaba en la Tierra, acababa de llegar y ya me estaban persiguiendo, mi plan no estaba saliendo del todo como yo quería.
TURK
– He conseguido limpiar el mensaje de Carl, Yulma, y lo que nos dice no es muy esperanzador.
– Reprodúcelo.
“¡Nos han atacado! No habrá ayuda, Jan…estás solo. ¡Estás solo!” El mensaje sonó en todo el puente de mando, mi madre empezó a sollozar, mi abuela se acercó a ella y le puso la mano encima, posiblemente el primer gesto de cariño que tenía con ella en años.
– No podemos decírselo, solo podemos esperar que su plan funcione y que el dinero que hemos conseguido sirva para algo.
LA TIERRA
Que la Tierra sea azul y verde desde el espacio no significa que también lo sea a ras de suelo, de hecho, a ras de suelo es, claro, color suelo…y depende del suelo que tengas bajo tus pies. El mío era marrón, tirando a marrón oscuro…¿que por qué estaba en el suelo, tan cerca, con mi boca pegada literalmente a la tierra? Pues te recuerdo que me estaba escondiendo y tras echar a correr me había cruzado con unos soldados que habían decidido hacer otra pasada por la zona por donde ya habían buscado y ahí, estaba yo. Tirado en el suelo y deseando que se marchasen cuanto antes pero, no se fueron.
– Sal de ahí.- Dijo una voz tras un casco de combate, perteneciente a un soldado.
Me levanté y puse mis manos sobre la cabeza. Me sacaron a mitad de la calle y empezaron a discutir.
– Lo quieren vivo.
– No, lo quieren muerto.
– Infórmate. Pregunta.
– ¿Vivo o muerto? – Preguntó por el comunicador.
Que diga vivo, que diga vivo.
El soldado apuntó su arma a mi cabeza y apretó el gatillo.
No funcionó. Simplemente no disparó.
– No va.- Dijo sorprendido.- Dispara tú, pero compartimos la recompensa.
El otro soldado apuntó su arma a mi cabeza y apretó el gatillo.
Tampoco funcionó.
¿Qué estaba pasando? Ninguna funcionaba… en ese momento lo vi claro, ninguna iba a funcionar, no contra mí, ningún arma de la Corporación podía matar al presidente…y yo tenía su ADN, para esa máquina yo era el presidente. No me podían matar…
– Joder, dale un golpe en la sien y fuera. – Dijo el soldado.
Vaya, para eso mi ADN no tenía ninguna protección. El soldado preparó su arma y yo mis piernas. Eché a correr como nunca había corrido, a sabiendas de que no podrían dispararme. De hecho cuando salí corriendo empecé a ver al resto de soldados. Todos empezaron a apuntarme y a apretar los gatillos de sus armas con el mismo resultado, ninguna funcionaba ante la incomprensión y desesperación de estos. Alguno, al creer que el arma estaba obstruida hizo lo que nunca se debe hacer, mirar el cañón del arma y…sí, disparar, con el consiguiente cerebro desintegrado, cabeza por los aires y sangre pintando la pared más cercana. Habría sido cómico si no hubiese dado tanto asco.
Corrí tan rápido que cuando me di cuenta los soldados ya habían desaparecido de mi campo de visión. Me oculté en una nave de residuos biodegradables…basura asquerosa, vamos. Esperé respirando como pude hasta que la nave empezó a moverse, elevarse y dejar atrás la zona de influencia de los soldados.
La nave llegó al área del vertedero, dese una altura de unos 3 metros la nave vertió su contenido sobre una montaña de basura putrefacta y cuando digo “contenido” también me refiero a mí.
Caí de espaldas afortunadamente sobre la alfombra acolchada de la basura, apestaba sí, pero me salvó de romperme la espalda. Estaba a salvo, pero no del todo, un intenso olor a gas empezó a llenar el ambiente. Supuse que sería la propia putrefacción de la basura, pero en cuanto vi la primera chispa y la siguiente llama, se me fue de la cabeza esa idea. Estaban quemando la basura…y cuando digo “basura” otra vez quiero decir a mí.
Corrí, otra vez. Creo que nunca he corrido tanto en un día y creo que nunca nadie ha corrido tanto por encima de la basura en llamas en todo el universo conocido.
Llegue a la parte superior del vertedero y salí exhausto. No podía correr más, ya no quería correr en los próximos 50 años o más. Tenía que descansar, pero no podía. Mi plan tenía que seguir adelante, tenía que llegar hasta el edificio de V.I.D.A., pero esto no era una película de Star Wars, de las que le gustaban a mi padre, esas donde Luke iba a un planeta desierto para encontrar a Yoda y su nave caía justo al lado de la casa del enano verde… Yo no tenia tanta suerte. Yo estaba en la Tierra, sí, pero a 1500 km de donde estaba la corporación.
Ahora solo tenia que saber cómo llegar hasta allí.
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Caso N°777 fanfic wigetta – Capítulo 11
Narra Samuel:
Los disparos ahora eran más frecuentes y venían en diferentes direcciones, yo sentía pasos de gente correr, por lo que me escondí en una esquina con mi arma levantada por si se presentaba cualquier inconveniente.
Ciertamente debo estar loco para haberme metido en la boca del lobo yo solo, pero ¿Qué otra opción había? Uno de los dos tenía que pedir refuerzos y no podíamos arriesgar que alguien resultase herido… no otra vez.
Frank mencionó que el amigo del chico desaparecido se encontraba por aquí, ¿Por qué? ¿Qué escondía ese chico para venir a estos lugares tan alejados de su barrio? Después de que apenas apareció, los disparos empezaron a presentarse, no hay duda que la desaparición de ese tal Alex y este tiroteo, tenían una relación.
Los pasos se empezaron a acercar a donde yo me encontraba, por lo que me agaché cauteloso, había un grupo disparando a una persona que corría a una velocidad impresionante, las balas apenas alcanzaban el rastro del chico y este no parecía detenerse.
Una vez pasaron todos, me apresuré a seguirlos sin perder mi estado de alerta, los disparos sonaban por las bodegas y debía evitar la mayor confrontación, me superaban en número y no tengo balas suficiente para poder defenderme, después de todo, este arma no es para uso diario, solo en casos de emergencia estamos obligados a disponer de ella, pero… todo pasó tan rápido que ni tiempo de dio de cargarla con suficientes balas, solo me queda confiar en mis habilidades.
Me fui por un costado y subí velozmente a un andamio, recorrí despacio alrededor de la bodega viendo por los ventanales hasta llegar a una zona que parecía despejada.
Abrí sin hacer mucho ruido una de las ventadas y me introduje hasta poner mi espalda en una pared al escuchar un fuerte estruendo.
Alcé mi vista a la planta de abajo y veía al grupo de hombres de hace un rato caer impactados contra el suelo. Fue la oportunidad para moverme al otro lado de la pared y bajar las escaleras para acercarme.
Más ruidos de golpes, fierros y cosas rompiéndose, se escuchaban al otro lado de la puerta, me acerqué a unos de los hombres que estaba tirado en el suelo para quitarle el arma y revisarlo. Para mi sorpresa, usaba un arma muy peculiar, una magnum 44 que ya había ocupado tres balas, generalmente son muy difíciles de controlar por su retroceso, pero tiene muy buena potencia, estos tipos son expertos por lo que debo andarme con cuidado.
Aproveché de que los sujetos estaban en el suelo, para sujetarlos por si trataban de despertar y me sorprendían con la guardia baja, en eso, se escucha una conversación que provenía al otro lado de la habitación seguido por una serie de golpes.
-Dalton solo necesita de Alex para llegar al diamante, tu solo eres un estorbo-.
¿Alex? ¿El chico desaparecido? y… ¿de qué diamante hablan? Rápidamente me levanté para asomarme a una ranura de la entrada de la habitación, podía presenciar a un hombre de negro apuntando a la cabeza de un chico que estaba ya ensangrentado.
Era la misma persona que había visto correr a gran velocidad… podría ser que… ¿Este chico sea Guillermo?
El sujeto de negro pateó con gran fuerza su estómago haciéndolo estremecer de dolor, estaba siendo demasiado cruel aún teniendo la oportunidad de haberlo matado de un solo tiro.
Saqué el arma mientras el hombre de negro se reía, me acerqué hasta quedar a sus espaldas y apunté su cabeza antes de que pudiera hacer su siguiente movimiento.
-¡Policía, manos arriba!- grité apresurado para poder detener el dedo que se encontraba ya apenas rozando el gatillo.
El sujeto quedó paralizado al saber de mi presencia, quiso voltear, pero puse el cañón en su nuca para que entendiera que no era un juego.
-Quieto, deja el arma suavemente en el piso y pone las manos sobre la pared- dije sin dejar de apartar el arma.
No podía ver con claridad al chico que estaba en el suelo, él estaba al frente del sujeto y lo que más me importaba era que no intentase hacer una acción, no sabía sí al próximo que pudiera atacar sería al chico o a mí, por lo que tenía que aguardar hasta verificar que tenía el control de la situación.
-Tranquilo policía, no queremos problemas con ustedes, sería mejor que se apartase de este sitio y hiciera como si nada ha pasado- dijo de pronto el hombre de negro aún disponiendo del arma.
-¿Crees que soy esa clase de policía? Afuera está mi escuadrón listos para arrestarlos si se los ordeno, por lo que las condiciones las pongo yo, suelta el arma ahora- es cierto, no tenía a tal escuadrón afuera, pero debía poner al sujeto acorralado para que el chico pudiera salir ileso, no sé qué tan herido esté y si hay más personas implicadas como él.
- ¿Sabes con quién te estás metiendo a acaso?- dijo después de soltar una pequeña risilla.
-Con un delincuente que no temeré disparar si no hace caso- dije empujando más el cañón de la pistola a su nuca para que empezara a desistir.
-De acuerdo, de acuerdo… dejaré mi arma…- dijo mientras dejaba de apuntar al chico.
Su movimiento era lento, formaba una tensión en el ambiente que no me dejaba tranquilo, no solo me preocupaba este tío, sino, que también había escuchado y visto más gente como él, debía prestar mucha atención a mi alrededor, ahora mismo podría ser un blanco fácil y sería yo el que acabaría con la nuca llena de plomo.
-¡Ten cuidado!- dijo con gran potencia el chico ensangrentado alertándome al movimiento repentino del hombre de negro.
Había dejado la pistola en el suelo para sacar una daga escondida, el hombre se abalanzó contra mí y me hizo botar el arma con el que le estaba apuntando.
Caí hacia atrás como acción al sorpresivo ataque y volví a poner mi vista al frente, el hombre se volvió agachar para recoger el arma que había tirado y yo me dispuse a dar un salto intuitivo a uno de mis costado para esquivar sus disparos.
-jajaja ¿Quién es el sometido ahora? Vamos policía, no te escondas- dijo mientras seguía disparando por donde yo me encontraba, me movía por el rededor agachado intentando que ninguna de las balas me diera.
Llegué a unos estantes metálicos y pude observar mejor al chico que estaba contra la pared mal herido, tenía que alejarlo de él para que pudiera escapar, por lo que debo de seguir haciendo de señuelo hasta llegar a la otra habitación y conseguir un arma de los otros tipos que habían caído inconscientes.
Los disparos y gritos burlescos del sujeto, seguían mi paso más y más cerca, trataba de arrojar cosas para distraerlo y así moverme a otro sitio que pudiese cubrirme más.
-Estás jugando con fuego policía, este sitio es nuestro territorio, aún si vienen tus colegas a ayudarte, no saldrás con vida- gritaba a carcajadas mientras volvía a cargar su arma.
Aproveché la situación para correr deprisa a las afuera de la habitación donde había caído el arma y rodé al escuchar un disparo detrás de mí.
-Veo que te las ingeniaste para dejar de estar en desventaja, pero no será suficiente contra mí- dijo mientras volvió a apuntar a donde estaba y disparar.
El chico herido, se levantó con dificultad, y le dio un fuerte golpe en la cabeza, haciendo que el sujeto perdiera el control del arma y la botara, pero no cayó al suelo como hubiera querido el chico.
-¡Pequeño mocoso!…- dijo quejumbroso por el dolor. Se las arregló para estabilizarse y le dio al chico un derechazo en todo el estómago haciéndolo toser sangre.
El sujeto iba a volver a atacar cuando lo detuve con una bala impactándole en el brazo.
-¡¡AAhhh!!!- gritó el sujeto mientras corrí hacia donde estaba el chico para levantarlo y arrastrarlo lejos de él.
El chico seguía tosiendo mientras huíamos y no parecía poder correr después de ese golpe, lo llevé a una habitación cercana y me apegué rápidamente a una pared, hice que el chico se agachara y con una mano tapé su boca, para que no hiciera ruido.
Podía sentir los pasos acercándose al lugar donde estábamos, por lo que tensé mi mano con el que tapaba su boca y con la otra recargaba el arma.
Estaba sudando como loco, la tensión me mantenía tan nervioso que podía escuchar casi todo mí alrededor, los pasos, las balas, mi respiración… hasta el ritmo acelerado de mi corazón...
Terminé de cargar la pistola y apunté sin demora a donde se encontraba la puerta, los pasos ya parecían estar al frente, la voz de rabia que producía el sujeto se oía a través de la pared de la cual nos estábamos escondiendo.
El cuerpo tembloroso del chico hizo presión en el mío, traté de ponerme más adelante para protegerlo de cualquier bala que pudiese entrar, y el chico, solo pudo cerrar sus ojos.
La voz de pronto dejó de oírse, las pisadas parecían alejarse por los pasillos y sentía que podía volver a respirar.
No estaba bien seguro que tan lejos se encontraba, por lo que aún agachado, miré al chico para hacerle reaccionar, pero aún seguía manteniéndole callado para que escuchara atentamente mis instrucciones.
-Escucha… soy policía, investigo el caso de tu amigo y estoy dispuesto a ayudarte, necesito que no hagas ruidos fuertes si no quieres que ese sujeto u otros vengan a liquidarnos, ¿entiendes?- susurré mirándole a los ojos.
Él asintió después de quedarme mirando fijamente y se tocó el estomagó con una mueca de dolor. Yo me dispuse a soltarlo y le pregunté sobre su condición.
-¿Estás bien? ¿Crees que podrás moverte hasta la salida?- dije aún susurrando. Él chico movió la cabeza con negación y con pequeños gemidos se apoyó en la pared.
-Yo… aún no puedo irme…- dijo del chico con voz gastada.
-¿Qué dices? Un chico como tú no tiene porqué seguir estando en este tipo de lugar, en la salida te espera Frank quién fue el que me habló de ti, te llevará a un lugar seguro y hará que tengas una atención medica de inmediata- dije acelerado al escuchar tan necias palabras.
-No… Alex, él… él está…- dijo antes de ahogarse en tos.
-¿Tu amigo? ¿Estás tratando de decirme que él se encuentra aquí?-.
El chico, trató de reponerse y soltó una pequeña expresión de enojo –ese idiota… gracias a su estúpida imprudencia pudimos escapar, pero… esos sujetos no se detendrán hasta atraparlo, debes… ayudar a Alex… si de verdad te haces llamar policía…- el chico se giró para quedar frente a mí y me agarró fuertemente los hombros.
-Por favor… ¡no dejes que Alex caiga en las manos de esos mafiosos!- sus palabras retumbaron por mis oídos, era una sensación extraña… sentía… que esa voz de auxilio no era solamente del chico, mi pasado, la imagen de Lucía volvía aparecer en mi cabeza.
Lo ojos del chico reflejaban mi dolor, me hacía revivir aquella angustia de no poder hacer nada cuando la persona que más quería, estaba en peligro… eso me molestaba… ¿otra vez no podré ser capaz de hacer algo? ¿También este chico sufrirá a causa de mi incompetencia?
Tomé la mano del chico que sujetaba mi hombro y la agarré fuerte para darle un mensaje que pareciera estárselo dando a mí mismo.
-Yo no dejaré que eso pase, te prometo que lo rescataré, si aún mi vida depende de ello- el chico quedó completamente congelado ante mis palabras. Yo me levanté del sitio y avancé a donde estaba la puerta para echar un vistazo de que no hubiera nadie y poder salir.
-Iré a buscarlo, por eso tu ve a donde se encuentra Frank, haré que estos sujetos presten su atención en mí para que te puedas escabullir- después de eso, salí corriendo de la habitación con la pistola en mano y me dirigí a la parte alta de la bodega.
Podía escuchar más personas por el lugar y me detuve hasta ver mis posibilidades de escape, una vez cubierta y analizaba la zona, respiré profundo y disparé intencionalmente a la rodilla de uno de los sujetos.
-¿¡Quién anda ahí!?- gritó uno de los que presenció a su compañero caer de dolor tras el disparo.
-¡Es un policía!- mencionó otro al verme apenas llegó tras escuchar el sonido del disparo.
Una vez llamado la atención, corrí apresurado esquivando las balas que empezaron a ser lanzadas hacia mí. – ¡atrápenlo, que no escape!-.
De repente me convertí en el objetivo de la persecución, podía aproximar que había quince personas tratando de embaucarme, había cometido tanto escándalo que no me extrañaría si su líder se apareciese frente a mis narices.
Le había entregado la oportunidad perfecta al chico para que escapara, con la gravedad de sus heridas, necesitaba que los hombres estuviesen lo bastante alejados para que no siguieran su paso lento.
Pero… no fue solamente por esa razón la que dejé que estas personas me siguieran, hice una promesa, debía rescatar al amigo desaparecido, por lo que tenía que recorrer el lugar hasta encontrar un rastro de él.
Me arrinconé a unas estructuras y comencé a disparar devuelta para defenderme, no podía correr para siempre, tenía que ver la situación con calma, habiendo tantas personas, era cosa de segundos para que me cansara y me atraparan.
Miré por el costado y había un lugar con dos bodegas enormes, pareciera donde se guardan los trasportes o maquinaria pesada, me dirigí ahí con la intensión de perderlos y encontrar a Alex, pero debía tener cuidado, como bien dijo antes ese sujeto, no era mi territorio, estos tipos… son asesinos profesionales, sus armas y su resistencia física eran dignos de admirar.
Me adentré al sitio y una sombra me impactó contra el suelo, era un sujeto de negro con un cuchillo en la mano dispuesto a enterrarlo en mi cuello. Yo rápidamente forcejeé con mis brazos impidiendo que el cuchillo se clavara.
Traté de inclinarme un poco y le di un cabezazo que me ayudó a liberarme de su dominio, otros dos pasos más se escuchaban aproximarse y yo me apresuré para agarrar nuevamente la pistola.
El hombre se percató de lo que iba hacer y lanzó el cuchillo que tenía cercado a mi cadera, el rocé me lastimó, pero no podía detenerme, debía encontrar al chico, tenía que volver con Frank, debía alertar a mi jefe sobre lo que está pasando, como estos tipos hacen estas cosas bajo nuestra vigilancia, es cierto, desde que pasó lo de las joyas, hemos invertido más de nuestro personal a su búsqueda, pero… esto ya pasaba.
Los secuestros, el contrabando, la mafia seguía haciendo de las suyas en las sombras, recorrían España como si nada y nadie de nosotros, podía dar con sus respectivas localizaciones. ¿Estábamos tan ciegos?
Dos hombres se acercaron y me golpearon a mis espaldas, yo me giré con algo de dolor y me enfrenté a ambos esquivando y dando una serie de golpes, pero nada de eso sirvió cuando los otros hombres llegaron y me acorralaron.
Uno de ellos se acercó y tomó mi arma para que no pudiera volver a defenderme, los otros se reían de tan patética había resultado ser mi intromisión, yo sabía que desde el principio las cosas podían resultar de esa manera, pero… por lo menos… ese chico, Guillermo… ¿está a salvo no?
Un hombre de negro que salió detrás de sus compañeros, con una sonrisa burlona y gastada, apuntó su arma contra mi cabeza y empezó a decir.
-Te dije que no tenías oportunidad policía, este es el territorio de los Sicases, el hacerte el héroe no te ayudará de nada- era el hombre de las bodegas, al que habíamos perdido junto con el chico.
Ciertamente me desconcertaba la situación en la que me encontraba, pero… un nombre en especial hizo que mi cuerpo perdiera casi toda las fuerzas… los Sicases… entonces, estos tipos… otra vez habían vuelto a aparecer, después de años… después de ese maldito tormento, otra vez tenía que enfrentarlos… y yo… ya estaba perdiendo.
El hombre mostró una pequeña mueca de dolor a causa del disparo que le había hecho en su brazo y no tardó en nada para mostrar un rostro con sed de venganza hacía mi.
-Lo hiciste bien allá atrás, pero como dicen las buenas lenguas… ojo por ojo ¿no?- apenas mencionadas esas palabras disparó el gatillo bajando hacia mi brazo, donde el impacto hizo que me retorciera de dolor al estar tan cerca.
Los sujetos parecían disfrutar de la escena, les alegraba sentirse más poderosos acabando con un policía, como si sus deseos internos salieran para tomar venganza de todo lo que la justicia había hecho contra ellos, solo que yo era su representante, el que debía pagar aquellas cuentas pendientes que estos sujetos anhelaban fulminar.
-Es suficiente Dave, ya te has divertido con él- retumbó una voz de gran profundidad, una que mis memorias apenas reconocían, pero provocaban un gran impacto en mí.
Saliendo de la multitud, la silueta de un hombre se presentaba a hacerme frente, con unos ojos parecidos a los de un halcón arrinconando a su presa, enormes patillas y con un puro en la boca, despertaba el odio que aún seguía cautivo en mi interior.
-Así que estabas tú envuelto en todo esto… Dalton…- dije al no dudar de su identidad.
-Veo que no eres tan tonto después de todo, muy pocos policías saben mi verdadero rostro, me sorprende que alguien como tu haya podido reconocerme tan fácil, nadie vive para contarlo- respondió con aire irónico.
-Jamás olvidaría a una sabandija como tú… eres la razón de que muchas vidas inocentes se hayan perdido… aún si pasaran décadas… seguiría recordando el maldito rostro del que me arrebató a Lucía-.
El sujeto me quedó mirando sin pronunciar una palabra, disfrutaba de su puro naturalmente como si apenas mis palabras fueran más que brisas que no llegaban a afectarle.
-¿Lucía?... lo lamento, no recuerdo los patéticos nombres de los que no hayan podido ser un reto para mí, ¿era tu noviecita? Ajajaja si quieres podemos arreglar eso ayudándote a volver a juntarte con ella… en el otro mundo- dijo después de partirse de risa.
Mi ira incontenible no podía seguir aguantando tanta basura saliendo de su boca, mató a Lucia y tiene las agallas para burlarse de ello, no podía permitir que el recuerdo de ella fuera pisoteado de tal forma.
-Quieto policía- dijo después de dispararme en la parte donde mis costillas se encontraban.
Mi cuerpo se entumecía de dolor, sudaba frio por tener que lidiar con dos disparos, estaba seguro que el siguiente sería el definitivo.
-No dudaría ningún instante en acabar con tu patética existencia, pero… hay algo que todavía no me para de molestar- dijo acercándose a paso lento y agachándose hasta quedar a mi altura.
-¿Qué haces tú en este sitio? ¿La policía está al tanto de nuestros movimientos?- dijo con un semblante serio.
Yo jadeaba exhausto mientras trataba de encontrar la mejor respuesta, Dalton estaba envuelto en algo más grande y tenía que averiguarlo, me daba igual si después todo fuera en vano, tenía que calmar mi curiosidad, no podía irme tranquilo sin saber de las canalladas que estaba realizando.
-No somos tontos Dalton, sabemos de su presencia, yo solo me encargaba de espiar su escondite hasta que vi movimientos sospechosos, ya he advertido a mi escuadrón del tiroteo, no tardaran en llegar con refuerzos… así que… aunque yo muera… se te hará imposible escapar- dije sin vacilar, realmente no sabía nada, pero quería hacerle pasar estos minutos intranquilo, tal vez pueda soltar algo de su plan, incluso me llegue a contar la razón por la que estos chicos estaban envueltos.
Unos hombres aparecieron a un costado con heridas, estaban algo exhaustos, pero parecían haber controlado el problema.
-Jefe, ya hemos capturado a Alex, lo estamos escoltando en el coche mientras está inconsciente, lamentablemente no dimos con el otro mocoso-.
¿Capturaron a Alex? ¡Maldición!... ya había perdido la oportunidad de poder rescatarlo, la verdad… hasta dudo de si puedo hacer algo más… ya estaba perdiendo sangre y con suerte podía mantenerme consiente.
Pude ver una ligera sonrisa en su rostro y pararse hasta retroceder con sus hombres.
-Bien, lo que menos me interesa es el otro chico… ya tengo lo que necesitaba, pero si realmente es cierto lo que me dices policía… no me queda más remedio que destruirte a ti y toda evidencia… ¡quemen todo!- dijo fuerte como última voluntad antes de marcharse.
Me dejaron en el suelo al ver que ya no podía moverme y sacaron unos líquidos que empezaron a esparcir por todo el lugar.
El olor a bencina no me dejaba respirar con claridad, apenas veía las siluetas de los hombres que salían y recorrían las bodegas mientras que también se llevaban unos cuantos cargamentos.
Yo trataba de arrastrarme a una salida, pero me era inútil, las fuerzas ya se me habían agotado, mis heridas se abrían a acusa de mis bruscos movimientos, por lo que solo… me quedó aceptar mi destino.
Los hombres ya se estaban marchando, un ligero sonido fue lo que incitó a que una ola enorme de calor empezara a expandirse por el suelo.
La bodega estaba comenzando a arder, yo me puse en el lugar más apartado que pude, pero ya no podía hacer más, estaba cansado, el fuego, los disparos y mi enfrentamiento con los Sicases… me habían superado, al parecer ya no iba al volver al cuartel, no volvería a reunirme con Frank para resolver otro caso… y también… no podré cumplir mi promesa.
El fuego se expandía a mi alrededor, mis ojos ya no podían seguir manteniéndose despiertos, el sonido de unas sirenas apenas empezaron a presenciarse, pero mi cuerpo ya había dejado de reaccionar.
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Nop… no es una ilusión xD después de 4 meses… wow… ¡4 meses sin poder continuar! Se ha subido el capitulo ajajaj lo lamento, ya sé me ha escapado de las manos el arreglarme con mi horario, he estado muy mal, incluso iré a un especialista que me ayude porque tengo una gran depresión u.u bueno, pero no quería seguir incumpliendo con lo me gusta hacer, siempre he tenido presente que debo continuar, pero ,as circunstancias no me ayudan, solo espero poder mejorar, que la universidad deje de consumir tanto mi tiempo y también mi trabajo, apenas y duermo 3 horas y para más rematé tengo que superar esta maldita enfermedad de la depresión, que me está destruyendo.
Gracias a todos por esperar tanto, de verdad lamento todo, cuando comencé a escribir… yo estaba mal, no comía, quería morir, pero gracias a su apoyo me dieron ganas de poder continuar mis historias, así hasta que me di otra oportunidad, es difícil, porque no tengo mucho apoyo aquí en mi vida, pero bueno… tenía que sacarlo, este dolor me comía viva y ya no quería seguir callando…
Si alguno de ustedes pasa por lo mismo, de verdad no se aíslen, aún si la gente piense es una molestia escuchar sus problemas, habrá alguien que sí les importa y te ayudará, háganlo por ustedes, ya que esta vida se volvió más agresiva, menos tolerante y más crítica, sean como quieren ser, vivan por ustedes y esfuércense mucho :)
Bueno, dejaré estas palabra, tal vez nadie las lea, pero eso no me importa, necesitaba decirles las razones de tanta ausencia, espero disfruten el capitulo que hice más largo.
Cuídense hermosas personitas.
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4. "(It's Hard) Letting You Go"
Parece que tienes más de un admirador - comentó en voz alta Erick, o quizás sea el mismo tipo que te ha estado acosando últimamente…
No pude más que poner los ojos en blanco y pensar: ¿Realmente es a estas alturas que vienes a celarme? Meses atrás esa actitud suya hubiese cautivado mi corazón en un instante, pero ahora con el nuevo giro en mi vida, estoy agradecida de que no sea así, entiendo su reacción perfectamente, ahora él, quién en el pasado había sido objeto de mi adoración y completa atención ya no lo es más, Atlas me tenía completamente, aun cuando he intentado darme mil argumentos abarrotados de sensatez, sé que en algún momento caeré en sus redes… solo espero que ésta ocasión la caída no sea tan estrepitosa como la última vez, al menos ésta vez él se está esforzando, me argumenté a mí misma, dejé esos pensamientos de lado y abrí la caja, descubrí lo que de acuerdo a mis cálculos a primera vista, era una docena de rosas de tallo largo, las admiré por un momento deslizando las yemas de mis dedos por los pétalos, permitiendo que su aroma me embriagara, estaba impresionada por su belleza, lo hubiese estado aún más si hubiesen sido orquídeas…
Pregunté a mi compañero de asiento si había visto a la persona que llevó el paquete, el respondió con una negativa. Casi al instante mis compañeras me abordaron cuestionándome referente a su origen y la persona que las había enviado, al mismo tiempo hicieron comentarios tales como " si yo recibiera algo así", " mi novio una vez.." tenía una ganas inmensas de poner los ojos en blanco en señal de fastidio total, era un tema que me tenía sin cuidado realmente sin embargo en aras de la paz mundial me contuve, segundos después y por fortuna llegó nuestro profesor, en apariencia nadie se percató del rótulo escrito en el sobre, ¡Tanta insolencia!, ocupé el asiento en el lugar de atrás dejando las rosas donde estaban para poder admirarlas, en la tarjeta contenida en el sobre se podían leer las palabras que me había dicho la noche anterior: " Bésame, pruébame, pídeme que sea tuyo… lo seré". Ciertamente éstas palabras se removían dentro de mi cabeza, pero aún mas de mi corazón, si, contra cualquier pronóstico mi corazón se comienza a derretir por aquel individuo, insolente, arrogante y con tiernos detalles… No presté mucha atención a la clase, era una fortuna que yo fuera buena en aquella asignatura, de lo contrario representaría un grave problema para mi matrícula. Y ahí estaba yo, con la tarjeta en la mano sonriendo como tonta y con mi imaginación en su modo más activo, sopesando mis posibilidades, posibilidades infinitas de una gran aventura, así como de una gran caída en caso de que las cosas en realidad fueren como siempre en mi vida, una felicidad que solo dura unos instantes pero que deja detrás un dolor inmenso, y justo con ese pensamiento el profesor dio por terminada la clase.
Pude verle de pie fuera de mi salón de clase, por un momento me cuestioné si ya se encontraba ahí desde un inicio y no me percate de su presencia, sería imposible me dije a mi misma. Decidí no moverme de mi lugar, esperé a que toda la audiencia saliera, resultó inevitable que algunos curiosos nos dirigieran miradas furtivas. Entró y cerró la puerta tras de él, sentí un vuelco en el estómago, tremendamente sexy, lo que llevaba puesto no importó, eran sus ojos lo que me tenía cautivada, esos ojos azul intenso, tan cambiantes como su humor, en ocasiones azul profundo, casi negros, en ocasiones un poco más claros y totalmente dulces, caminó hacia mí, solo un ápice más lento de lo que usualmente lo hace, pero sin duda con esa seguridad que me encanta, me derrite y al mismo tiempo me tiene embobada.
Le mostré la tarjeta rompiendo en ambiente de tensión que había creado - ¿Patea Traseros? ¿Enserio? ¿No pudiste ser menos… tú?, Ahora tú tienes mi atención definitivamente, ¿Pruébame y no querrás dejarme ir? Eres tan injusto - le grité, deseas continuar jugando un juego en el que solo yo saldré lastimada ¿Qué sucederá cuando yo no quiera dejarte ir y tú decidas abandonarme de cualquier manera? No, no jugaré tu juego - Le lancé la tarjeta al pecho, él permaneció impasible, - ¿quieres impresionarme con rosas de tallo largo? No soy como cualquier mujer grábatelo bien, las rosas son mi flor menos favorita, ¡¡te atreves a ponerme al nivel de cualquiera de las rubias con las que te besas!! le escupí las palabras en la cara.
Para ser una mujer a quién no le gustan las rosas, identificaste muy rápidamente que se trata de rosas de tallo largo. Honestamente esperaba otra reacción, y continuas sorprendiéndome - respondió calmadamente ante aquel arrebato de locura de mi parte.
A cualquier mujer se le derretiría el corazón con aquel detalle aun cuando no le gusten las rosas, yo no fui la excepción, solo que no lo reconocería y menos aún con todo lo sucedido en las últimas horas, por lo que atiné a decirle - ¿Qué esperabas? Que me lanzara a tus brazos y me entregara a ti en un arrebato de pasión, ó ¿quizás imaginaste que comenzaría a besarte y desnudarte?
Me gusta tu respuesta - sonrio - un simple "Gracias" hubiese bastado.
¿Gracias? ¿Porque debería? yo nunca las pedí, si ésta es tu manera de disculparte por el mal rato que pasé ayer, tu disculpa se quedó corta, muy pero muy corta, le confirmé.
Sí no te gustan , puedo deshacerme de ellas…, intentó tomarlas, lo cual impedí en un acto por impulso y sin pensar, cuando vio mi reacción, su mirada reflejó cierta satisfacción. Si mi disculpa se quedó corta, permíteme compensarte de alguna otra manera, has resultado en una enigma que deseo descifrar, tienes completamente mi atención y uno de mis principales deseos es hacerte feliz a mi manera.
¿Donde habías estado hasta ahora? - pensé.
Ya que te tomaste la molestia, las puedo aceptar, dije en un tono más calmo. Las dejaré en mi trabajo, si las llevo a casa, mis papás comenzaran a hacerme preguntas que posiblemente no podré responder.
Es tu decisión a donde llevarlas y qué hacer con ellas, y sin duda me sentiría halagado si las llevaras a casa y pudieses decir la verdad
No, dije rápidamente, tú no eres quien estará a mi lado el resto de mi vida, no les diré de tu existencia a mis papás, aclaré.
Tú tampoco puedes asegurar tu permanencia a mi lado, sin embargo yo poseo algo de lo que tu careces: "Paciencia", esperaré el momento en que decidas darme la oportunidad de conquistar tu corazón, sere yo quien elimine cada una de las capas de armadura que has elegido vestir, es una promesa.
Nuevamente me dejó boquiabierta, con esas declaraciones no estaba jugando limpiamente, mi corazón brincaba ante cada una de sus "confesiones", pero mi mente, tan sensata como siempre me invitaba a permanecer con los pies en la tierra, aquel personaje no podría poner sus ojos en alguien como yo, todo era una ilusión, un capricho de su parte, solo tu saldrás lastimada, me recordó.
Entonces, puedo hacer con ellas lo que me plazca, ¿cierto?, puedo hacer con ellas lo que yo quiera? Tirarlas, quemarlas, destrozarlas.
Si, respondió el con toda la seguridad del mundo, dame una instrucción y la ejecutaré de inmediato, solo que antes debes decirme cuáles son tus flores favoritas, así la próxima vez te dejaré completamente complacida.
Levanté una ceja, sus palabras contenían una doble intención sin duda, y yo soy débil…
Las conservaré - dije finalmente - mis flores favoritas son las orquídeas.
Caminó a mi lado durante el trayecto hacia mi trabajo y comienzo a acostumbrarme a ello, debo encontrar la manera de evitarlo - pensé.
Mañana comenzaremos el día desayunando, pasaré por ti 8AM en el lugar de siempre, hasta que decidas no avergonzarte más de mí, dijo en tono dramático, entonces pasaré por ti a la puerta de tu hogar como es mi deseo.
Le di un golpecillo en el brazo, no me avergüenzas dije, te aclararé el punto, en casa únicamente presentamos a nuestros novios y/o prometidos, esperando que una no ande desfilando con un novio diferente cada semana.
Tienes la opción de presentarme como tu amigo.
Si puedo, pero la cuestión es ¿realmente lo eres?, Además preguntarán de dónde y cómo te conozco, me cuestionarán porque me subí a tu coche, blah blah, sin mencionar el hecho de que aún no tengo la certeza de que pueda quedarme con ustedes, que me encantaría debo reconocerlo, solo que hay algunas cosa que debemos aclarar antes creo yo, y si finalmente termino fuera de su lista "elite", espero realmente que dejes de molestarme, por supuesto mentía, pero no iba a revelar mis verdaderos sentimientos.
Elijas aceptar o no su propuesta, te sugiero comiences a pensar en presentarme con tu familia, de lo contrario ¿Cómo explicarás que sea tu pareja el día de tu graduación? - dijo sonriendo.
Wow, me detuve en seco, y le miré perpleja solicitándole que repitiera nuevamente aquella declaración..
Tranquilamente volvió a decir - "¿Cómo explicarás que sea tu pareja el día de tu graduación? "
Pero no gané la apuesta- dije, no tienes ninguna obligación de hacerlo, ¿o lo haces solo para que no vaya sola? Porque si es así…
Continuó caminando al tiempo que decía - contrario al pobre concepto que tienes de mí, lo hago porque deseo hacerlo, porque pienso es una buena oportunidad para verte lucir un bello vestido y no los pantalones poco femeninos que siempre usas, me guiñó un ojo, al tiempo que volteaba y se dio cuenta que había detenido mi paso, me extendió la mano y me hizo una señal para que continuara mi camino.
Quedé sin palabras, eso realmente me llenó el corazón, lo deseaba y ahora lo tenía, era como un sueño hecho realidad.
No bromees, dije, eres muy cruel diciendo algo tan casual si no lo vas a cumplir. Comencé a caminar ahora yo adelante de él, mi edificio estaba a unos cuantos pasos por lo que pensé que eso terminaría ahí. Sentí que me alcanzó y me abrazó quedando él a espalda mía, me susurró al oído, " Yo no digo nada que no sea verdad" me mostró el boleto para el banquete e invitación a la misa de mi graduación, estamos en la misma mesa, dijo, me besó el cuello, encendiendo cada fibra sensible de mi ser, mi piel se encendió también ante aquel contacto, espero también que ese día al menos sea digno de recibir un beso de tu parte. Me sentí en las nubes. ¿Cómo hiciste para saber la mesa en que estaba? Y además conseguir boleto e invitación.
Carcajeó, cuento con los medios y los recursos ¿Recuerdas?
Definitivamente ahora si tienes toda mi total atención, dije.
Él sonrió y me abrazó nuevamente, esas palabras me han hecho el día - confesó y como hoy es viernes, permíteme invitarte a comer, me pidió. Accedí de inmediato y sin ninguna objeción, comentándole únicamente que contaba con una hora destinada para esa labor y no po día retrasarme.
Es tiempo más que suficiente - afirmó.
Durante la hora de la comida, me llevó al mismo restaurant donde cenamos hace la noche anterior, ya tenían todo preparado a la hora que llegamos, comenzaron a desfilar los platos, e incluso nos quedó un poco de tiempo para la sobremesa.
Estoy ansiando el día de mañana - me reveló.
Asistiré a escuchar la propuesta que tengan para mí Atlas, si soy honesta tengo la inquietud de saber por qué saben mi segundo nombre si nunca lo mencioné, adicional he de decir que yo tengo una familia, no quiero sonar insensible, pero para mí la familia lo es todo, a menos que sea un asunto de vida o muerte les daría la espalda si eso les diera al menos una oportunidad de continuar con vida, sencillamente no los dejaría atrás por un capricho mío. Aquel día fuimos interrumpidos, y créeme que de no ser por todo el drama que me has hecho vivir estos últimos días, la curiosidad me estaría carcomiendo y probablemente no hubiese podido dormir, comprenderás que no me han dado motivos para confiar mucho, voy con reservas y dispuesta a salir huyendo de ahí, aunque ahora quizás no sea un plan tan eficiente dado que ya te lo he confesado…
Él sonrió y por primera vez pude ver a través de sus ojos, él sabía algo…
Pero todo lo que te digo no te causa extrañeza, dije ¡tú sabes toda la historia!
No te mentiré - dijo, - conozco la historia en su totalidad, pero es una historia que ellos necesitan contarte y no diré nada más.
Interesante, esto se pone cada vez más interesante.
Atlas, dije de manera honesta, te agradezco por todos éstos extraños gestos que has tenido conmigo, por alguna extraña razón me siento motivada para contarte cosas que no contaría tan casualmente a un extraño, me generas confianza y me disculpo ya que mi entorno me ha mostrado que no debo confiar en las personas, pero sinceramente, gracias por todo, no sé lo que pasará mañana, y si no vuelvo a verte quiero decirte que me la he pasado muy bien incluso con todos los malos ratos que hemos pasado juntos.
Señorita, voy a patearte el trasero, esto solo el inicio, es difícil para mí dejarte ir, te invitaré una vez más, pruébame y no querrás dejarme ir, pídeme que sea tuyo y lo seré, no será la última vez que tengas noticias mías lo desees o no, me verás por mucho tiempo, incluso si decidieras que no quieres verme más continuarás haciéndolo, yo he encontrado a la persona con quien quiero pasar el resto de mi vida.
Fuertes declaraciones, me dije a mi misma.
Atlas, no juegues conmigo, no me has dado razones para desconfiar, por el contrario, únicamente me has dado motivos para querer estar a tu lado, y eso enciende mi alarmas aún más, mi abuela tiene un dicho " la burra no era arisca" y creo que aplica perfectamente en ésta etapa de mi vida.
Sonrió, eso lo supe desde el momento que quisiste patear mi trasero, paciencia, dijo, yo soy muy paciente y siempre obtengo lo que quiero, es cuestión de tiempo, observa y te sorprenderás.
Pagó la cuenta y nos retiramos de ahí, caminamos hacia mi lugar de trabajo, estaré aquí puntual a tu hora de salida, ésta noche te dejaré en la puerta de tu hogar, me anticipó dejándome algo congelada por la noticia.
Mi felicidad fue inmensa, todo parecía indicar que su interés en mi era genuino, pero… siempre existía un pero, quizás solo soy yo saboteándome, él nunca se fijaría en mí, soy menos que normal, me dije a mi misma, debe haber algo que me está ocultando, esto no es normal, pero sin duda me sentía feliz, extrañamente feliz y Erik fue testigo de mi felicidad, hace tiempo que no lucías tan feliz - dijo.
Sonreí sin revelar más información, que siendo honestos él no tenía por qué saber.
¿Te parece bien ir al cine el día domingo? Preguntó, cambiando completamente el tema.
Honestamente no recordaba esa cita… Si, claro, tú elige la peli, respondí un poco dubitativa, ahora ya no me siento muy entusiasmada por la cita, sin embargo soy una mujer de palabra.
Bien entonces ¿Nos vemos ahí? - preguntó él.
Si claro, respondí, y casi sin poder evitarlo hice la comparación mental en lo mucho que Atlas insistía pasar por mí, y Erik por el contrario me pedía vernos en el lugar de nuestra "cita", cada vez me convenzo más de que realmente he estado confundida acerca de lo que espero de mi "príncipe azul".
Reconozco que me sentí nerviosa a la hora en que sabía vería a Atlas, fui al tocador a arreglar mi cabello un poco y a poner un poco de brillo en mis labios, si, le dije a la imagen del espejo, estoy tratando de lucir más bella solo para él, ¿acaso es eso de malo?.
¿Nuevamente vendrán por ti? - preguntó Erick
Sonreí y traté de responderle de la manera más educada posible, Si, dije.
Respondió con una sonrisa algo forzada, ¿Será el tu pareja el día de la graduación? Esa pregunta era innecesaria, pensé, tenía mis dudas pero esto lo confirma, ahora que no tiene toda mi atención, es ahora que muestra interés…
Aún no está nada decidido - dije. No era completamente verdad, pero tampoco era una mentira.
Si ese día luces realmente guapa, podría invitarte a bailar, dijo con cierto grado de autoconfianza, fomentada por mí, debo reconocerlo.
Le miré a los ojos, agradecida de tener una pareja ya. Creí que no te interesaba dije, al menos no en ese plan. Él sonrió, tranquila BB solo bromeo..
Lo sabía dije, pero no te preocupes seguro te sorprenderás de lo radiante que luciré ese día, e incluso aceptaré bailar contigo si me lo pides de buena gana.
Mis palabras lo sacaron de balance, se lo merece, pensé. Le guiñe el ojo y me despedí de él, le di un beso en la mejilla, lo cual lo sorprendió aún más, tiempo atrás dejé de besarle pues el dolor de haber sido rechazada por él fue inmenso que decidí dejar cualquier contacto físico con él, aun así lo tuve que continuar viendo por todo éste tiempo, pero ahora había superado ese dolor, no quiero sonar trivial, pero la llegada de Atlas sin duda cambió este hecho, Erick ya no significaba nada para mí, quizás ese era el propósito de la entrada de Atlas en mi vida después de todo..
Bajé las escaleras impacientemente sin percatarme de que había olvidado mi bolso. Atlas ya estaba esperando por mí, recostado en su coche, con una pierna sobre la otra, lucia genial con lentes negros, jeans y playera negra, lucia despreocupado y terriblemente sexy, él estaba ahí esperando por mí, solo por mí. Se acercó a mi apenas me vio, y me tomó de la mano, segundo después llegó Erick, automáticamente Atlas me movió detrás suyo, Erick siendo una persona muy segura de él mismo, titubeó por unos momentos,
Tu bolso, me dijo estirando su brazo hacia donde yo estaba.
Atlas lo tomó, eres muy amable le dijo sarcásticamente.
Erick no lo soltó, arrebatándoselo de la mano, BB, tu bolso, dijo nuevamente en un tono más fuerte, mirando a los ojos a Atlas, éste no hizo ningún movimiento más permitiéndome acercarme a tomar el bolso, sin embargo no me soltó en ningún momento.
Gracias Erick, - dije sin saber que hacer después.
Gracias Erick, - repitió Atlas en un tono rudo.
Llámame si necesitas algo, - dijo Erick.
Gracias, - le dije, y me despedí de él.
Erick es mi amigo dije, ¿puedes comportarte y ser educado?
¿Amigo? Se lo has presentado a tus papás, pregunto Atlas.
Nunca se ha presentado la oportunidad dije riendo.
Lo único que concluí es que ambos estaban celosos, ambos eran posesivos, ninguna de las dos actitudes la comprendo completamente, parecían dos animales en plena caza, donde el premio ¿ soy yo?
Estaba nerviosa, le pedí a Atlas que tomara la ruta larga, antes de que pasara a dejarme a la puerta de mi casa.
Mañana es el día - dije, me encuentro nerviosa, se detuvo en la esquina de mi casa, no te daré más stress por el día de hoy, dijo, nos vemos mañana 8AM.
Al día siguiente estuve puntual a la hora, llevaba un vestido, a él claramente los ojos se le iluminaron al verme e inconsciente ( o muy conscientemente me alegré), No siempre uso pantalones sonreí, aunque mi vestido no era corto sino más bien largo, mis hombros se
encontraban al descubierto, el cabello lo llevaba suelto con mis ondas naturales y un poco de maquillaje, me perfumé solo para la ocasión.
Abrió la puerta del coche, y me introduje en él, rodeó el coche pro la parte de enfrente y no dejó de mirarme ni un segundo, logré el objetivo.
Antes de encender el coche, ¿Me dirás que usaste el vestido para complacerme?
Quisiera decirte que sí, solo para complacerte, sin embargo diré que el clima me presentó la oportunidad perfecta para usarlo, yo creo que luzco muy femenina y me hace sentir muy bien.
Luces espectacular dijo, se colocó sus lentes negros y arrancó el coche.
Dentro del Restaurant eligió un lugar al aire libre, donde la suave brisa propia del mes de Julio, acariciaba mi piel y de vez en vez removía mi cabello, el me miraba con mucha atención.
En lo que los meseros se acercaron con los platos, me preguntó referente a mi graduación, ¿ A que hora debo pasar por ti?, ustedes las mujeres cuentan con un ritual muy elaborado desde la elección del vestido hasta su arreglo personal, si gustas puedo enviarte un chofer para éstos detalles.
No soy igual que todas las mujeres - le recordé- . Hice acopio de toda mi fuerza de voluntad y me mordí la lengua para no confesar, que dentro de aquel sobre iba el dinero que tenia destinado para ésta fecha, y que definitivamente no le pediría a mis papás que invirtieran en algo tan superficial. Referente a que hora pasarás por mí - Esta ocasión no será así y no esta sujero a discusión, mi familia ha esperado por esta celebración incluso mas que yo, tenemosplanes para estar todos juntos ese día, y nos moveremos en el mismo automóvil, por lo que te veré en cada uno de los lugares donde tendrán lugar las diversas celebraciones ese día.
Bien, asintió.
¿No sientes curiosidad por el traje que usaré?
Mientras vayas vestido, no creo que importe mucho, ademas me aventuro a afirmar que vestirás de acuerdo a la ocasión, casi me atrevo a afirmar que tienes un guardarropa mas grande que el mio, reí un poco.
Excelente - dijo - toquemos un tema que has dejado en el olvido. Colocó el sobre de dinero con el que pagué la muñeca sobre la mesa diciendo que tenía las siguientes opciones:
Tomas ese dinero en este momento y pensaremos que nada pasó.
O asume las consecuencias, te haré pagar este acto de rebeldía tras haber pactado algo que no estas cumpliendo, lo cobraré con intereses, te enfadarás y yo lo disfrutaré, por lo que te enfadarás más, solo que he descubierto lo bien que luces cuando te enfadas, y solo para mi deleite lo haré de esta manera, pero te advierto, elige bien tu respuesta, después de escucharla no la debatiré y la tomaré como definitiva.
¿Cómo Diablos respondo a eso de manera que pueda conservar un poco dignidad?
Atlas, es una deuda y como tal la estoy liquidando, por favor no toques nuevamente el tema.
Bien dijo, tomó el dinero y se lo guardó en la bolsa trasera del pantalón, como dije, no discutiré más al respecto, asume las consecuencias Patea traseros, me dio un pequeño golpecito en la nariz.
Terminamos el desayuno y nos dirigimos al lugar donde todo comenzó, al llegar ya era natural para mi esperar a que Atlas abriera la puerta del automóvil para mí, ellos, todos ellos estaban esperando fuera de la oficina de Mario por nosotros, quizás solo era mi imaginación pero ahora que tuve la oportunidad de verles un poco más a detalle, observé lo Altos y seguros que lucía, Dios esta gente de por si es extraña…
Nos invitaron a pasar, me pregunté si Atlas se quedaría ahí para escuchar todo, tengo que preguntar ¿cuál es el papel que desempeña exactamente Atlas en todo esto? no quiero llevarme alguna sorpresa ahora que comienzo a pensar que tiene serias intenciones con migo…
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