#me cago en tus muertos Tumblr
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¿Te crees que en España nos gusta "seguir" a alguien? Qué somos, ¿Borrachos a las tres de la mañana?
Son colegas sería mejor pero decidieron servir el lado cringe del español de españa que no simpatiza ni un poco
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Me cago en tus muertos tumblr pongo que no quiero ver a MBAPPE y lo primero que me aparece es a MBAPPE
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Debo ser tan retrasado para no darme cuenta cuando la gente dice que te dirán la verdad en un mensaje ..... y al final ya ni responde cuando las necesitas
Pudrete y muerete ser insignificante
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me cago en todos tus putos muertos enterrados y pisoteados me oyes PON EL LAYOUT ANTIGUO DE VUELTA O ME PRESENTO EN LOS HEADQUARTERS DE TUMBLR Y MONTO UN TIROTEO ME OYES TUMBLR CHANGES DEL DIABLO TE ODIO
Tuesday, July 18th, 2023
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Checking out if second (2) part of GK matchup made its way. Are we good? 🤔
😭😭😭 Nooo. Since you’ve asked me If I had received it, I’ve only received a Vinland Saga request.
FUCK
If not, send me it by direct message and I can resolve by myself.
Damn you tumblr.
Me cago en las cuatro farolas que alumbran las tumbas de tus putos muertos, Tumblr.
Sorry, I’m angry. Maybe you don’t understand anything, but I’m swearing in my first language.
#golden kamuy#match up#fuck you tumblr#I want my second part of the match up#why you don't give me it???
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qué coño
qué cojones es la puta mierda esta . Tumblr q ya había empezado a ver cómo funcionabas y me iba bien y tal me cago en todos tus muertos mi abuela con diarrea hace cosas más consistentes q esta mierda de interfaz y la letra de mierda esta q te den por culo 7 veces
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"LO QUE TÚ DIGAS ME LO PASO POR EL FORRO DE MIS COJONES, Y ME CAGO Y MEO EN TU BANDERA REPUBLICANA Y PODEMITA, CABRONAZO, MUERTO DE HAMBRE!!. ACTOR, ACTOR DE QUÉ. SI NO FUERA POR TU APELLIDO SERÍAS UN VAGABUNDO 💃🏼🇪🇦🇪🇦". (en Caracas, D.F., Venezuela) https://www.instagram.com/p/CPbKG2Ogxt0_8KO0dsgrtvmu_isdOtwNEJiVe40/?utm_medium=tumblr
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01. Vegetta
Dedicada a las chicas del grupo Salseo Tumblr, quienes me animaron a plasmar esta historia en palabras. ¡Sois las mejores! <3 - - - - - (VEGETTA) Samuel de Luque llevaba tan solo cinco días viviendo en Japón y solo eso le había bastado para convencerse de que aquel lugar era tan gris como su propia vida. Quizá otro se habría dicho que era un pensamiento algo depresivo para sus escasos 16 años de vida pero a él, que ahora miraba por la ventana del que iba a ser su dormitorio durante los próximos años, no le salía encontrar un símil mejor. Entendía por qué sus padres habían querido realizar la mudanza a aquel extraño país. Al igual que entendía por qué ellos consideraban que sería lo mejor para él. Pero, y él lo sabía con una certeza que le hacía daño, todos los esfuerzos eran vanos. Nada de aquello le devolvería a Iván. El muchacho resopló con gesto abatido, avanzando un par de pasos para acercarse a la triste y solitaria cómoda que había pegada a la pared. En ella tan solo había colocada una única foto de su familia: su padre, su madre, Samuel e Iván. Reprimió un poco la mueca de tristeza que amenazó con aparecer por su rostro al rozar con los dedos la imagen de su hermano mayor. A veces era terriblemente doloroso tomar un poco de consciencia con la realidad y asumir que estaba muerto. Que ya jamás volvería. O que mudarse a un país extranjero no arreglaba absolutamente nada. Aun así, Samuel tenía que seguir con su vida. Y eso incluía unos carísimos estudios que sus padres le habían comenzado a pagar en aquel nuevo país, por muy pocas ganas que tuviera de volver al instituto. Su mirada se desvió con algo de desagrado a la cama, sobre la cual estaba doblado el que sería su uniforme en el colegio súper pijo al que sus padres lo habían apuntado y en el cual empezaría las clases hoy mismo. Santa María de Tito Jose, se llamaba. O al menos eso aparecía bordado en el chaleco del uniforme. Algo con un nombre así no podía augurar nada excesivamente bueno pero, de todos modos, no le quedó otra que ponérselo en silencio y bajar a desayunar. Lo último que quería era que sus padres se enfadasen con él. —Nos dijo el director que a primera hora vayas a su despacho—le informó su padre mientras Samuel desayunaba tratando de poner la mejor cara posible—Para informarte sobre tu clase y tus horarios. Tienes suerte de que te hayan aceptado en pleno noviembre. —Ese tal Tito Jose parecía muy amable por teléfono—apuntó su madre. —¿Quién es Tito Jose?—inquirió Samuel. —El director—respondió ella—Ahora lo conocerás, cielo. Dijo que te estaría esperando. —Genial—medio bostezó él sin casi ánimo. Esperaba que no fuera demasiado pesado. • • • El prestigioso Santa María de Tito Jose tenía transporte propio, así que Samuel se pasó todo el trayecto hasta el centro de estudios casi al fondo del autobús y sin intercambiar ni una palabra con nadie. Miraba a su alrededor y, para qué engañarse, no le gustaba en exceso lo que veía. No tenía del todo claro que un colegio lleno de niños de papá fuese a ser la mejor idea contra su estado de ánimo. Pero no le quedaba más remedio. No más de quince minutos después llegó a su destino y, como no tenía ni idea de dónde estaría el despacho del tal Tito, optó por preguntarle a la primera persona con aspecto de profesor que vio: un señor moreno y engominado con una inmensa barriga que fumaba con demasiada fruición junto a la puerta de entrada. —Eh… Perdone...—titubeó un poco al acercarse el señor—¿Me podría usted indicar dónde queda el despacho del director? Tito Jose creo que se llama… —¿Para qué quieres saber eso?—preguntó el orondo hombre frunciendo su mirada hacia él. Tenía una voz muy ronca y un tono de voz demasiado alto, como enfadado. Además, se había echado mucha cantidad de alguna colonia demasiado intensa. —Bueno...—Samuel se había impresionado un poco ante aquel poco agradable señor.—Soy nuevo en el colegio y mi madre me ha dicho que… —¡Ah!—exclamó el hombre tras darle otra honda calada a su cigarro.—Tú eres ese tal del Pino. —De Luque. —Tito Jose soy yo—dijo con superioridad—Hablé con tus padres y me dijeron que eres un muchacho inteligente. Esperemos que sea verdad. Samuel solo se encogió de hombros. —Acompáñame a mi despacho—dijo Tito mientras arrojaba la colilla por las escaleras—¿Dónde está Jose? ¿Alguien ha visto a Jose?—vociferó acto seguido mientras caminaba a pasos muy rápidos por el hall y Samuel hacía lo que podía para seguirlo.—Grace, ¿has visto a mi hijo Jose?—se paró a preguntarle a un mujer de rizadísimo cabello rubio. —Debe estar ya en el aula. Ahora tiene clase de Literatura conmigo—respondió ella. —¿¡Qué!?—se enfureció Tito—¿¡Que se ha ido a clase sin prepararme mi café matutino!? ¡Este niño qué se ha creído…! ¡Dile que venga a mi despacho inmediatamente, Grace! La mujer asintió y se fue y Tito Jose siguió avanzando mientras Samuel lo seguía medio flipando. Lo condujo a un despacho inmenso de amplisimas paredes color crema y muebles de aspecto robusto y elegante. Se sentó detrás de un imponente escritorio e indicó a Samuel con un gesto que lo imitase. —Así que tú eres Samuel de Luque—dijo con su ronca y fuerte voz tras ponerse unas diminutas gafas frente a los ojos.—Y vas a entrar a 1º de bachillerato. —Sí—es todo lo que dijo él. Se sentía un poco incómodo a pesar de que Tito tampoco le había dicho nada malo. Tal vez porque aquel señor parecía estar enfadado todo el tiempo. —Bueno, estas son las normas del colegio y este es el horario de tus clases—comenzó a explicar.—Ya que por lo que veo has escogido Ciencias. —Así es. —Tu tutor es el profesor Gonzo Gonzalez, puedes encontrarlo en…¿¡QUIÉN ES!?—vociferó Tito de pronto, sobresaltando a Samuel. Acababan de llamar a la puerta del despacho. —Soy yo—dijo de pronto la cabeza de un muchacho asomándose.—Te traigo tu café. —¡Ya iba siendo hora, Jose!—vociferó con mal humor—¿¡Dónde estabas!? ¡Me cago en la Josa! —Te lo estaba preparando—dijo el chico con resignación mientras lo dejaba en la mesa. Samuel se paró a observarlo. El hijo de Tito Jose parecía menor que él (no le calculaba más de 13 o 14 años) y, al contrario que su padre, era delgado, con cara de buen tipo y una melena que le recordó a Tarzan. —¿¡Desde cuando se tarda tanto en preparar un café!?—gruñó el padre.—¡Creía que te habías ido ya a clase sin hacerlo! ¡Espero que le hayas echado mi chorrito de whisky!—añadió mirando la taza con el ceño fruncido. —Claro que sí. —Al menos haces algo bien—asintió más calmado tras dar un sorbo—Jose, ve ahora mismo a 1º de bachillerato grupo A y dile a Tsubasa Yagami que venga. —Papá, que llego tarde a mi clase… —¿¡Me estás replicando!? —No, no… —¡Ah! ¡Y después llama al pintor! ¡No me termina de gustar cómo ha quedado el tono de las paredes! —¿Algo más?—resopló el muchacho resignado. —Sí. No te juntes con gentuza, no te saltes las clases y ni se te ocurra fumar. Aprende de tu valeroso padre que dejó de fumar hace ya 15 años…¡Me cago en la Josa! —Adiós, papá… —¡Trae al Yagami! —¡Que sí! —No te preocupes por las pintas de vagabundo que tiene—tranquilizó Tito al ver la cara de susto de Samuel.—Es solo mi hijo Jose, que me hace también de secretario. Ha ido a buscar al delegado de tu clase, Tsubasa Yagami. Él se encargará de ti hoy. A Samuel no le apetecía nada que ni Tsubasa Yagami ni nadie se encargaran de él hoy… pero no le quedaba más opción que resignarse. El delegado en cuestión no tardó demasiado en aparecer y Samuel no supo si interpretar para bien o para mal el abrumador aspecto de niño pijo que traía consigo. Tsubasa Yagami tenía el cabello rubio tostado de manera tan perfectamente colocada encima de su cabeza que daba hasta rabia y encima parecía absolutamente sedoso tan solo a la vista. Alto, de piel pálida, nariz recta, grandes ojos castaños y gesto altivo, Samuel no supo interpretar en aquella primera impresión si se llevarían bien o mal. —Yagami, este es Samuel del Rey y a partir de hoy irá a tu clase—presentó rápidamente el director.—Confío en ti como responsable alumno de Matrícula de Honor para que lo guíes y lo orientes. —Claro—respondió Tsubasa con voz solemne.—Conmigo no le faltará de nada. Acompáñame, Samuel. Samuel ya se había convencido de que Tsubasa Yagami era el típico empollón remilgado cuando, a una distancia algo prudente tras salir del despacho del director, se echó a reír sonoramente. —Has tenido suerte con el director, ¿sabes?—le dijo—Es un coñazo de tío pero al menos es algo flexible. Jacinto, el anterior, no te habría aceptado ni de coña a estas alturas de curso. —Ah, ¿es nuevo?—se interesó Samuel.—Como el colegio lleva su nombre, pensaba que llevaba muchos años… —Qué va—negó Tsubasa.—Hace solo un año que compró el colegio y se puso como director. Le cambió el nombre porque le dio la gana. A mí me la suda—se encogió de hombros.—Ahora con él al menos puedo llevar una vida estudiantil normal. Con Jacinto me pasaba dos de cada tres días expulsado—explicó como si fuese lo más normal del mundo. —¿Y qué ha pasado con el tal Jacinto? —Tuvo que irse humillado porque todo el colegio se enteró de que yo llevaba meses follándome a su mujer. Samuel dejó escapar una carcajada, claramente interpretando aquel comentario como una broma. —Ahora en serio. ¿Qué le pasó? —Te lo estoy diciendo—el rubio seguía con un tono de lo más natural.—¡Oye, no me mires así! ¡Jacinto tenía como 50 años pero Blanca, su mujer, tiene solo 27! —¿Pero lo dices de verdad?—Samuel no daba crédito.—¿O te estás intentando quedar conmigo? —No me estoy intentando quedar contigo—bufó con exasperación—¿Es que tú nunca has estado con una mujer mayor? —Pues la verdad es que no. Samuel había tenido un par de novias en España pero siempre habían sido chicas de su edad. Desde luego, no mujeres de 27 años esposas de directores de colegios. —Pues no sabes lo que te pierdes—replicó Tsubasa.—¿Cómo decías que te llamabas? —Samuel. —Pues si quieres que te vaya bien en este sitio hazme un poco de caso, Samuel—dijo él con algo de petulancia.—Porque aquí hay cada personaje ido de la olla que… en fin, ya lo comprobarás por ti mismo. Se te ve majete, ¿sabes? ¿Cómo es que te has venido a estudiar aquí? —Me he mudado con mis padres desde España. —¿Ah, sí?—lo miró con interés.—¿Y eso? —A mi padre le han ofrecido un buen trabajo aquí—farfulló el muchacho desviando la mirada. No pensaba hablar de Iván con un completo desconocido. —Ah, pues eso mola—asintió el rubio con despreocupación.—Mira, estas son las taquillas—señaló casi acto seguido, pues habían llegado a un pasillo plagado de idénticos casilleros.—Si quieres alquilar una tienes que ir a secretaría y… ¡TAIKI ME CAGO EN TU VIDA! Todo había sucedido tan deprisa que Samuel había necesitado varios segundos para entender lo que acababa de pasar. Tsubasa y él estaban de pie junto a las taquillas cuando un manchurrón bajito y a toda velocidad había pasado por entre ellos sin ningún miramiento, haciendo que los dos adolescentes tropezasen y que Tsubasa tuviera que apoyarse en Samuel para no caerse. —Mira por dónde vas, cachorrín—dijo el manchurrón, que ya se había parado y no era un manchurrón, sino un niño pequeño y muy despeinado que no podía pasar del primer curso. Mejor dicho, dos niños pequeños, pues Samuel acababa de darse cuenta de que lo acompañaba otro crío de cara redonda y ojos achinados. —¡Deja de poner esa voz!—le increpó Tsubasa al chico despeinado, el cual le había hablado con un tono excesivamente aflautado e irritante.—¡Me pones de los putos nervios! —Hablo como me da la gana—respondió en el mismo tono, haciendo que a Samuel le chirriasen los oídos.—¿Ya te estás saltando clases otra vez? Se lo voy a decir a mamá. —Se podría decir lo mismo de ti, ¿no crees?—observó Tsubasa. —Nosotros nos vamos ya a clase—respondió el niño con la misma voz aflautada. —Taiki, creo que en realidad deberíamos ir a clase de verdad—apuntó el otro niño, el de ojos achinados, con voz insegura. A Samuel le dio lástima. —Willy, para decir esa gilipollez mejor que no hubieras dicho nada—dijo el tal Taiki antes de reírse.—Bueno, hermanito, que se lo voy a contar a mamá igualmente. —No sé qué le vas a contar—gruñó Tsubasa.—Porque yo solo he ido a recoger al nuevo de mi clase del despacho de Tito—señaló a Samuel.—Tú en cambio a saber qué coño estás haciendo. Es que ni lo quiero saber. —Haces bien—asintió el pequeño antes de volver a echar a andar.—¡Venga, Willy joder, no seas tan cagao’! ¡Te quiero ver en clase, Tsubasito! —Es mi hermano pequeño—explicó Tsubasa con algo de cansancio cuando Taiki y su amigo Willy hubieron desaparecido por otro pasillo.—Tiene 12 putos años y actúa como si tuviera 5. Algún día alguien le romperá la cara. Tal vez sea yo mismo el que lo haga o tal vez otra persona. Samuel asintió todavía algo impactado. El hermano de Tsubasa no se parecía en nada a Tsubasa. Además, parecía que no se hubiese peinado nunca y llevaba el uniforme arremangado y de forma muy descuidada. —¿Tú tienes hermanos?—preguntó Tsubasa cuando volvieron a andar. —No. —Pues qué suerte tienes,tío. Yo tengo dos. Este y una hermana. Pero ella es una emo y una drogata. Sale con lo mejorcito del instituto—añadió con ironía.—El día menos pensado se cortará las venas. Samuel lo seguía flipando. —Bueno… ¿Y qué clase nos toca ahora?—le preguntó a Tsubasa tras carraspear. —Ahora tenemos clase con el tutor pero no vamos a entrar porque su asignatura es una puta chorrada—explicó él mientras seguía andando como si nada. —¿¡Qué!?—se escandalizó Samuel.—¿¡Cómo que no vamos a entrar!? ¡E-es mi primer día…! No quería meterse en líos tan pronto, joder. —Es que esa asignatura es puro relleno, Samuel. Hazme caso—insistió el rubio.—Se llama Historia del Esqueleto y es una puta fumada salida de la mente fumada del puto profesor Gonzo. —¿Historia del Esqueleto?—se extrañó el muchacho. Jamás había escuchado ese nombre. —Como lo oyes—asintió Tsubasa.—¿Tú sabes lo que es el encefalo-pene? —No. —Pues estás mejor sin saberlo—le dio una palmadita en el hombro.—Ven, vamos a las pistas a ver si hay alguien. —¿Qué pistas? ¿¡Vamos a salir del colegio!?—a Samuel no le estaba gustando nada aquella idea.—¿Y si nos pilla algún profesor? ¡Que es mi primer día, joder! ¿¡Qué clase de delegado era este!? —Tranquilízate, no vamos a salir del colegio—dijo Tsubasa.—Me refiero a las pistas deportivas. Están dentro pero al aire libre, por aquí detrás. —No sé yo si es buena idea, Tsubasa… —¿Prefieres ir a que te hablen del encefalo-pene? —Pues… tampoco mucho, la verdad. —¡Pues entonces sígueme! Resignado, Samuel siguió a Tsubasa hacia unas grandes puertas con cristales que había al final de un gigantesco corredor. —Es por aquí—indicó el rubio señalándolas.—Oye, estoy pensando que también podríamos saltarnos la siguiente hora, ya que me acabo de acordar de que es la gilipollez de Teatro. —¿Teatro? —Sí…. Estamos haciendo una obra de Pulgarcita y me han dado el papel principal y es un coñazo. —¿Haces de Pulgarcita?—se sorprendió Samuel. —¡No coño! ¡Soy el Príncipe de las Hadas!—puso los ojos en blanco.—Tengo que ir subido en un puto abejorro, con la fobia que le tengo a esos bichos… Pulgarcita es una petarda súper cursi de 4º de ESO. Tampoco la aguanto. —¿Pero yo también voy a tener que hacer esa obra?—preguntó el muchacho con temor. —¡Pues claro! ¡Tienes que ser parte del elenco! Te tendrán que dar algún papel… —¿Así que tu nombre es Elenco?—Samuel se sobresaltó de golpe. Una voz ronca acababa de hablarle por la espalda y un principio le había parecido que era del director Tito Jose. Pero no era la voz de Tito. De hecho era la voz de una chica. Una chica con una coleta baja que lo miraba con interés. —Pírate, gorda—es como la despachó Tsubasa.—O le digo a Tito que te estás saltando las clases. —¡No me estoy saltando la clases!—se defendió—¡Solo he ido al baño! ¡Ay, Tsubasa! —Me da igual. Que te pires. La chica ignoró al rubio y se volvió hacia Samuel. —¿Así que te llamas Elenco? Eres muy atractivo. Mi nombre es Midori pero todo el mundo me dice Dori. —¡Elenco es un conjunto de actores, gorda estúpida!—exclamó Tsubasa antes de que a Samuel le diera tiempo a abrir la boca.—¡Parece mentira que no lo sepas, ya que la que dirige la obra es tu puta tía! —¡Doors no es mi tía, es mi prima! —Joder, pues sí que está vieja tu prima… ¿¡Quieres dejar de distraernos e irte a tu clase de mierda!? Tsubasa tiró del brazo de Samuel y se lo llevó rápidamente de allí. —¿¡Ves por qué te he dicho que aquí la gente está colgada!? ¡Pues así con todos! —No sé. Tampoco parecía mala… —¡Está chiflada, Samuel! Al final los dos muchachos llegaron a las pistas deportivas, las cuales estaban casi vacías a excepción de un chaval tirado en el suelo y abrazado a una pelota de baloncesto y dos figuras barbudas sentadas en las gradas. —Ahí están Arnold y Lou—indicó Tsubasa muy contento de verlos—¡Sabía que estarían aquí! Se acercaron hasta donde ellos estaban y Samuel los observó con interés. Los dos estaban fumando porros y parecían en otra dimensión. —¡Hey, Tsubasa!—saludaron alegremente aun así al verlos acercarse.—¿Quién es tu amigo? —Hola—saludó Samuel tratando de sonreírle a esos barbudos y drogados desconocidos. Se veían tan mayores que no podían ser alumnos del colegio.—Soy Samuel. —Encantado… Samuel… yo… soy… Arnold—dijo uno de los barbudos, el más delgado de los dos y que además tenía un extraño sombrero en la cabeza. Hablaba excesivamente lento. —Qué tal, Samuel, y yo soy ifay—dijo el otro barbudo con voz estúpida. —¡Deja de decir tonterías, Loulogio!—le regañó Tsubasa. —A ver, todos deberíais saber que cuando estoy fumado me llamo ifay—dijo. A Samuel le dio un poco de risa. —¿Y qué hacéis aquí? ¿Cómo habéis entrado al colegio?—les preguntó. —Estudian aquí—respondió Tsubasa.—Llevan aquí desde la Prehistoria. Repiten y repiten. Aunque ya han llegado a 2º de bachillerato. —Ha… sido… duro… pero… gratificante. —ifay opina lo mismo. —¿¡SE PUEDE SABER POR QUÉ HAY GENTE FUERA DE CLASE!? ¡ME CAGO EN LA JOSA! De pronto, el corazón de Samuel dio un tremendo vuelco. Tito Jose acababa de descubrirlos y se dirigía corriendo hacia ellos con un bate de béisbol en la mano. La mejor manera de empezar un primer día de colegio.
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Me cago en tus muertos Tumblr xD TENGO 3 HORAS ADORNAND---
Ya me calmo, todo sea por rolear y no andar haciendo cuentas
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MIRA, TUMBLR LABS
ME CAGO EN TUS MUERTOS ESCACHAOS
#tumblr#tumblr labs#emoticonos#joder#hasta que he caido en que sería alguna mierda de estas#con las semanas que lleva dándome por culo con cambiarme palabras por emojis de los putos cojones#a chuparla#coño ya
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Esta será la última vez que escribo algo relacionado contigo, que se que lees mi blog jeje. Porque me parece pendejo que a tus 26 años escribas indirectas para alguien en tumblr.
Estas despechado solo xq no quise nada contigo, estas despechado sólo porque probablemente me guste o no alguien más. Pero entiende, no eres el centro de mi universo. La gente no cambia, solo modificamos comportamientos. En 2013 estaba super “enamorada” de un chico que ni caso me hacía xD y o escribia en mi blog porque es MIO. En 2019 estoy engancha de otro tipo que ni caso me hace (karma (?)), y lo escribo en este blog porque es mio y puedo. ¿Que tiene que escriba lo que siento por alguien? ¿Qué tiene que sea igual a lo que sentía antes? Ahora puedo sentir algo que contigo no sentí, ahora siento la misma ilusión de cuando era adolescente y por eso lo escribo. Porque cuando lo escribo es real, y quiero que sea real, quiero que quede el recuerdo de que se puede volver a ser feliz cuando algo acaba, que se puede volver a querer.
Dices que soy distinta, después que no he cambiado nada y que perdí lo que me hacía especial. JRGKLDJGLSJDGLJG ME CAGO EN TUS MUERTOS.
Aun tengo lo que me hace especial, porqe soy una persona especial, bonita, buena, amable, cariñosa, entregada, soñadora, ilusa, esforzada, resiliente. Y eso es lo que me hace especial. Y ni tú ni ni un wea me va a venir a decir que no soy especial. Joder, que egocéntrico.
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