#las coloradas
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Place: Las Coloradas, Yucatán
Fun fact: The pink color of the water comes from the high presence of marine microorganisms containing beta-carotene, such as shrimp, algae and plankton.
Las Coloradas is located on the northern coast of the Yucatan Peninsula, right between the Gulf of Mexico and the lagoon Ria Lagartos. Nowadays, it is a very popular tourist attraction.
The Pink lagoon is in fact a man-made salt lake. For a few years now, it is forbidden to touch the water or the salt, but it is still possible to visit it and see it up close thanks to the guided tours organized.
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Viaje de cumpleaños 23
Yucatán, diciembre 2019
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Las Coloradas posiblemente sean el Peak de Belleza mas Alto de la Humanidad.
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La Colorada, Valle De Bravo, Mexico,
Pérez Palacios Arquitectos Asociados,
Rafael Gamo Photographs.
#art#design#architecture#minimal#interior design#interiors#luxury lifestyle#retreat#a frame#cabin#la colorada#mexico#pérez palacios arquitectos asociados#sustainable architecture#sustainability#valle de bravo#rafael gamo
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klaus schätzchen lass uns mal zum strand gehen ... du solltest mal nen urlaub nehmen ... mit mir .... sand sonne meer ... fünf fötusse abtreiben ...
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privado número # uno —— @yhcns
sentada cerca del stand, bocinas hacen sonar cumbia colombiana y ve a selina que recién caminaba alrededor de la mesa, parando para poder bailar un poco. ' ¿no vas a acompañarla? ' alza el mentón para mirar al más alto, a quien la niña parece no sacarle la vista de encima. ella se sonríe en su lugar pero no se pone de pie así que no le molestaría en verdad si yohan prefiere negarse también. ' creo que comí demasiado, no me da más el estómago. ¿cómo te fue a ti probando otras cosas? '
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Trío Los Panchos - Alma, Corazón y Vida
youtube
"Recuerdo aquella vez que yo te conocí, recuerdo aquella tarde, pero no me acuerdo ni como te vi" ~
"Estas 3 cosas te ofrezco ... alma, corazón y vida. Alma para conquistarte, corazón para quererte y vida para vivirla junto a ti". ~
#Just wake up recordando this song#Recordando cantarla#Recordando la letra completa#Recordando las lineas que le inventé luego de: “y vida para vivirla junto a ti” [amoooor amooooor]. Ese amor amor solo se aloja en mi mente.#Nunca fue parte de la cancion (:#Recordando a Fabiana la prof colorada y sus zapatos#sus finos tacones#y cuando la cantabamos en la clase en el Roberto Arlt en primer grado. (6 añitos).#Recuerdo que ni sabía existía. Hoy no sé ni como apareció... pero qué lindo viaje en el tiempo y que hermosaaaa la canciooon#Youtube
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a new redhead supreme is rising...
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a un costado de su rostro, enseña aquella máscara con el orgullo delineándose sobre sus irises. ' no hay nada que un poco de papel maché pueda arreglar ~ ' significado detrás de sus palabras, de todas formas, toma un significado ambivalente para quien encontraba tanto tranquilidad en la creación como una excelente distracción de aquel dolor que pasado ataque había perpetuado en su cuerpo. ' ¿ qué te parece si a cambio de una copia de esas fotos te la regalo ? podrías otorgarles increíbles pesadillas a tus próximas victimas ' canturrea divertido, encaminándose hacia aquel museo que era el único lugar aparentemente pacífico entre la muchedumbre de gente. ' ¿ de qué yokai te disfrazaste tú ? '. @nayerimz
' acostumbro a que sigan mis sugerencias ' corrige de inmediato para no quedar tan mal cuando era claro que le había dado una orden. no puede evitar bufar una risa cuando lo ve posar y captura un par de fotos así, aunque está segura que una que otra ha quedado borrosa pero eso debe añadirle ese efecto moderlo e instagrameable que le gusta a los adolescentes de aquella época ' ¿la hiciste tú? ' sorpresa es tanta, que baja la cámara y lo mira con los ojos bien abiertos ' si te la vas a poner, vamos al museo. hay mejor luz ' ☆ @dckhwn
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✮ lust for life ✮
enzo vogrincic x reader
tw: +18, un poco de exhibicionismo jj
a/n: lo escribí rapidísimo, pero me terminó gustando un montón;) manden requests!!
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tu novio y vos mantenían una relación privada.
era lo más razonable bajo las circunstancias en las que se encontraban; enzo pasó de nada a todo en cuestión de semanas gracias al estreno de su nueva película, y lo mas lógico era esconder a la novia del novio de internet. pero enzo nunca fue una persona privada.
cuando recién comenzaban a salir, no tardaste en notar que él tenía una manía con tenerte cerca cuando salían a la calle, o cuando estaban con amigos, o cuando iban a comer; cuando hacían cualquier cosa que involucrara a un tercero. esto al comienzo se manifestaba a través de el tomando tu mano y no soltándola, colocando sus manos en tu cintura o acariciando tu cuello mientras te encontrabas distraída haciendo algo más.
pero al pasar el tiempo, estas dulces muestras de afecto fueron escalando a sus manos sobre tus muslos, sus dedos rozando por fuera de tu ropa interior, o directamente bajarla por tus piernas para estremecerte.
como cualquier otra persona, te ves rápidamente colorada o exaltada por sus acciones, mirándolo con los ojos muy abiertos mientras el te respondía con una sonrisa ladeada sin prestarte mucha atención.
hoy no fue distinto.
te encontrabas en un bar, sentada en la esquina de la mesa al lado de tu novio y sus amigos, quienes se encontraban charlando y riendo audiblemente mientras los dedos de enzo rozaban por encima de tu ropa interior. tus ojos reposaban en su perfil, veías sus labios moverse pero tus oídos no registraban ningún sonido al estar todos tus sentidos enfocados en la sensaci��n de sus dedos, y preocupada de no hacer ningún ruido.
miraste sus ojos achinarse justo antes de dedicarte una rápida mirada de reojo, la comisura de sus labios torciéndose hacia arriba al ver brevemente tus ojos suplicantes.
sus dedos se movían lento, rozaban apenas el delgado material de tu ropa interior desesperándote aun mas, y haciéndote mover las caderas hacia adelante de vez en cuando.
no soportabas mirarlo así, pretendiendo como si no estuviese sintiendo lo mojada que estabas al escucharlo charlar tan naturalmente sobre algo que tus oídos no lograban entender.
brevemente, tus ojos brillaron gracias a una idea.
te acomodaste en la silla sin hacer mucho ruido, acercándola más a tu novio, y cerraste tus piernas, haciendo que enzo girara tu cabeza para mirarte sin dejar de hablar. le sonreíste con inocencia, ladeando la cabeza para luego apoyar tu cabeza en su hombro y abrazarte a su brazo como un koala.
escuchaste un pequeño “aw” de alguno de sus amigos gracias a la acción, y reíste al saber tus intenciones detrás.
sin tener idea, enzo siguió siendo partícipe de la conversación mientras tu mano bajaba despacio hacia su bulto, haciéndolo acomodarse en la silla y sintiendo como el agarre que tenia en tu muslo paso de ser delicado, a dejarte la mano marcada.
lentamente, enzo giró la cabeza para mirarte, tenia el ceño fruncido y su respiración se había vuelto irregular y más profunda.
“cuidado, mi amor.” susurró al bajar la cabeza para acercarse a ti.
pestañeaste varias veces, mirándolo con inocencia y confusión. “¿que, en?” dijiste mientras aplicabas más presión en el bulto, ganándote un callado jadeo que te hizo apretar las piernas.
seguiste con el juego unos minutos, hasta que te diste cuenta que ya no tenía el mismo efecto en su hablar ni en sus acciones. charlaba con normalidad, mirándote cada cierto rato y tratando de mantener la compostura frente a sus amigos. pero vos querías hacerlo sentir como el te hacía sentir siempre.
agradecida de que llevara pantalones de fácil acceso, pudiste meter tu mano despacio por entremedio, y comenzaste a frotar y dar palmaditas por encima de su ropa interior, como el acostumbraba a hacer contigo.
sus facciones se endurecieron al darse cuenta de tu acción, bajando la cabeza casi inmediatamente para suspirar y callar los jadeos que amenazaban con salir al mirar tu cara de inocencia mientras lo tocabas por debajo de la mesa.
hacer contacto visual con vos lo estremeció completamente, logrando tu propósito: llevarlo hasta el límite.
“nos van a tener que disculpar, pero tenemos otro compromiso y se nos está haciendo tarde.” dijo enzo con la voz un poco más ronca de lo normal mientras sacaba su billetera del bolsillo, sacando un par de billetes y colocándolos sobre la mesa, haciéndote sonreír y quitar la mano de dentro de su pantalón para acomodarte tu propia ropa. “un gusto verlos a todos.”
abriste la boca para decir algo pero enzo agarró con fuerza tu brazo para hacerte acercar hacia el, caminando hacia la puerta con rapidez mientras saludabas con tu mano en forma de adiós a sus amigos.
caminaron a paso rápido al auto, sin decir ni una sola palabra. “te portás tan mal vos, eh.” dijo apoyándote contra la puerta del auto, acercándose hacia ti lentamente haciendo notar la diferencia de altura entre ambos. “no te puedo llevar a ningún lado.”
habían muy pocas luces en el estacionamiento, la única iluminación presente siendo las luces anaranjadas del cartel del bar que lo hacían parecer de otro mundo con las ojos oscurecidos, el semblante molesto y el cabello desordenado.
“cogeme.” susurraste contra sus labios, ganándote una sonrisa de parte del pelinegro.
“¿así se piden las cosas, chiquita?” negaste con la cabeza. “¿y entonces?”
“por favor.”
“¿por favor qué?”
te quejaste. “por favor cogeme.”
sonrió mirándote a los ojos mientras abría la puerta del auto entrando el primero y corriendo el asiento hacia atrás para luego sentarte a horcajadas encima de él.
apenas cerró la puerta del auto te lanzaste encima, tomándolo por las mejillas para acercarlo más hacia ti mientras el agarraba tu cintura con fuerza. el beso rápidamente se transformó en necesitado, con ambos jadeando mientras movías tu cuerpo de adelante hacia atrás sentada en el bulto entre sus piernas, haciéndolo gruñir mientras gemías en su boca por la sensación.
“sos una hija de puta.” dijo entre besos, haciéndote reír mientras bajabas por su cuello, pasándole la lengua y mordiendo cada parte que tus labios rozaban. “me vas a volver loco algún día de estos.”
“tú empezaste, enzo.” dijiste separándote de su cuello.
“mhm.” asintió con la cabeza mientras corría los tirantes de tu vestido hacia un lado. “no me puedo controlar si te ves así. parecés una muñequita.”
sentiste sus ásperas manos masajearte sin nada de delicadeza y echaste la cabeza hacia atrás; tus caderas no cesaban de moverse contras las de tu novio y tu espalda se arqueaba de placer, hipnotizando al uruguayo completamente con tu figura y los gemidos que salían de tus labios.
“¿te gusta, mi amor?” susurró burlescamente, mirando detalladamente cada movimiento de tu cuerpo y cada facción de tu cara. asentiste atontada, con los ojos cerrados buscando más fricción entre los dos. “decime cuanto.”
lloriqueaste. “mucho, enzo. sabes que mucho.”
“te ves tan bonita frotándote así, mi vida. te comería toda.” gemiste. “ah, eso querés. ¿querés que te coma? ¿querés moverte así, sentada en mi boca, hm?”
“basta, por favor” suplicaste, moviéndote más rápido. “cogeme.”
“¿como, bebé?”
“cogeme. no aguanto más.”
“pedilo bien, hermosa.”
“cogeme, por favor cogeme.”
mientras bajabas tus manos para desabrochar su pantalón, él sumergió la cabeza entre tus tetas, lamiendo y mordiendo todo lo que sus labios tocaran; haciendo mil veces más difícil la tarea de bajar sus pantalones.
mientras el se tomaba su tiempo lamiendo y besando, comenzaste a trazar circulitos en la cabeza de su miembro con lentitud, irregulando aún más su respiración y haciéndolo morderte para ocultar los gruñidos que salían de su boca.
te acomodaste encima de sus piernas, alzándote para poder sentarte encima de su miembro mientras el corría tu ropa interior hacía un lado, metiéndolo dentro por completo de un brinquito. enzo tiró la cabeza hacia atrás, gimiendo gracias a la sensación de estar dentro tuyo que a pesar del tiempo, se seguía sintiendo como la primera vez.
“mirá lo bien que me tomás, chiquita.” dijo mientras comenzabas a moverte de arriba hacia abajo, escondiendo tu cabeza en el hueco de su hombro para ocultar tus gemidos. “te sentís tan bien.” susurró mientras agarraba tu culo con fuerza, ayudándote a moverte más rápido.
enterraste las uñas en su espalda mientras te movías, mordiéndote el labio inferior tratando de no hacer tanto ruido.
“¿ahora te da vergüenza, mi amor? ¿después de todo lo demás?” dijo en un tono burlesco mientras movías tu cuerpo al compás de sus embestidas. “no te calles. deja que todos escuchen como te pongo, como te cojo.”
respondiste con un quejido, sintiendo una sensación conocida en tu cuerpo mientras escuchabas sus jadeos cerca de tu oído, y el uruguayo lo notó al sentirte estremecer y moverte más lento, apresurando sus embestidas y agarrando tu culo con más fuerza.
“te hacés la niña buena, la princesita, y estás por acabar mientras cogemos en un estacionamiento.” sentiste tus mejillas pintarse de color rojo con sus palabras. “sos una cínica.”
“es tu culpa, en.” lloriqueaste en su oído, bajando tu mano entre ambos cuerpos para frotarte. “estoy muy cerca.”
“yo también, chiquita.” dijo entre jadeos. “¿puedo?”
“por favor.”
un par de embestidas más y ambos alcanzaron el mayor punto de placer, acercando sus cuerpos a no más poder y llenando el ambiente de sus gemidos. pasaron unos segundos donde lo único que se escuchaba eran ambas respiraciones agitadas, y levantaste tu cabeza para besarlo con lentitud.
apoyaste tus manos en su pecho mientras se besaban; un beso lento y torpe mientras se acostumbraban a la sensacion y volvían a la normalidad. al separarte de el, lo miraste con dulzura.
“estás todo pintado, amor.” reíste mientras tratabas de limpiar el labial de su boca.
“y vos estás toda rojita. es parecido.” colocaste tus ojos en blanco y lo besaste, acariciando su mejilla.
“llevame a casa.” dijiste mientras el comenzaba a besar tu cuello, indicando que no quería parar. “no podemos hacer tanto acá.”
“pero tenemos que esperar que los vidrios se desempañen.” dijo pasando un dedo por el cristal del auto, haciéndote notar que todo el auto estaba así.
te tapaste la cara riéndote, mirando como era demasiado obvio lo que estaban haciendo. “sos un idiota.”
“a veces.” dijo sonriendo, y dibujó una carita feliz en el cristal.
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la colorada ~ ppaa arquitectos | photos © rafael gamo
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PORFAVOR ESCRIBI DE PIPEEE 😩😩 nadie escribe de el no encuentro nada
2/Catorce | Felipe Otaño
tw: Lector Femenino x Felipe Otaño, sexo sin protección, hablando sucio, sobre estimulación, squirting/chorros.
Quiero aclarar que los diálogos son en Argentina pero mi narración será latina. Avísenme si me olvido de algo por favor.
Últimamente Felipe había estado ocupado con su trabajo en el nuevo proyecto que tenía. Y claro que tú lo entendías pero eso no quitaba que lo extrañaras mucho.
Lo último que hablaron fue hace un día, por mensaje.
Te comentó que tenía que entregar papelería personal a la empresa de la película y necesitaba la computadora. Y así fue, recogió la computadora en tu casa pero tu no estabas para verlo, así que llevabas dos semanas y media, sin verlo, sin tocarlo.
Felipe y tu siempre fueron de mucho afecto físico, les encantaba estar abrazados y besarse cada que podían, incluso si había demasiada gente, el adoraba besarte frente a todos.
Donde sea.
El había estado bastante ocupado pero así como tú, se la pasaba pensándote.
Llevaba dos días buscando fotos de documentos e información. Por lo que decidió seguir con eso y mandar todo de una vez. Le aburría estar buscando ese tipo de cosas.
Iba bajando entre tantos documentos y carpetas hasta que vio una carpeta sin nombre por lo que decidió darle click.
La computadora abrió en grande tus fotos.
Tus fotos, esas fotos que lo ponían increíblemente cachondo y hacían que quisiera dejar todo e ir a tu casa para que le arregles esa calentura que había tenido estos días.
Quiso salirse rápido de esa carpeta para no torturarse pero hubo una en especial que robó su atención.
Era la foto que te había tomado justo una semana antes de comenzar con su trabajo pesado, donde estabas tú debajo de él con su polla en la boca. Estabas toda colorada y lograba verse solo el inicio de tus tetas, en las cuales caía tu cabello y tapaba un poco tu clavícula marcada. Tus ojos llorosos mirando fijamente la cámara hacía que Felipe volviera a entrar en ese momento.
Realmente quería repetirlo.
…
Habías terminado tu turno de trabajo en la oficina, tu carro estaba en mantenimiento ya que recién habías tenido un problema con una llanta.
Por lo tanto esperabas pacientemente el autobús justo afuera de tu empresa para tomar rumbo a tu hogar. Sabías lo tardado que iba a ser esto, así que te pusiste a ver qué había de interesante en tus redes.
Abriste instagram y viste que Felipe había subido una historia, dudaste un poco en abrirla pero finalmente decidiste presionarla.
Hace 5 horas. Era una foto de el en un espejo.
Ibas a responderla hasta que escuchaste el pitido de un auto. Alzaste la mirada y pudiste ver justo frente a ti a Felipe en su auto deportivo.
Te quedaste helada.
Este hizo una seña de que subieras y fuiste sin pensarlo dos veces.
Llevaban unos 10 minutos de camino y ninguno decía nada. Tan solo se dieron un saludo de piquito. Y fue suficiente para ponerte nerviosa.
Siempre te ha hecho sentir así. Y te encanta.
Te extrañé. - Felipe soltó sin despegar la mirada de la carretera.
Por qué no me habías mandado mensaje? - Respondes poniendo tus ojos en él.
Verlo manejando siempre fue una de tus adicciones, su cabello largo que te volvía loca moviéndose un poco por el aire frío que el carro soltaba. La maña tan atractiva que tenía de manejar con un brazo, ver cómo sus venas se marcan y sus trabajados músculos se notan gracias a la camisa juvenil que traía. La típica de manga corta que hace ver sus bíceps apretados.
Estuve muy ocupado, vos sabés todo lo que se me fue encima, disculpame bebé. - Felipe responde con sinceridad.
Llegan a tu casa y él baja enseguida para abrirte la puerta.
Ya fuera, te acercaste a la entrada pero no sin antes girarte. Volvió a entrar al auto.
Te quedaste parada haciendo un gesto de extrañeza. No sabias que hacer.
Te acercaste de nuevo a él sin más.
No vas a pasar? - Lo miras detrás de la puerta del auto.
Para qué? - Dice acomodándose el cabello.
Te quedaste sin palabras.
Cómo que para qué? Qué le pasa? Se aburrió de mi? Ya tiene a otra?
Pues no lo sé, sólo decía. - Decías quitando la mirada de él.
Qué querés hacer? - Felipe pregunta con una sonrisa en el rostro, burlándose.
Ya sabías a dónde iba todo esto. Estaba jugando contigo.
Te quedaste callada sin poder conectar su mirada con la suya.
No tenés nada que hacer? - Abre la puerta de su coche para salir y quedarse frente a ti.
Muy junto para ser real.
Bajaste la mirada al sentir su perfume recorrer tus fosas nasales, te prendió tanto su olor a hombre, siempre te había gustado su perfume.
Tendras que encontrar con qué distraerme si querés que me quede. - Felipe sonríe maliciosamente y te toma de la muñeca para entrar a tu departamento.
Cierra la puerta detrás de ustedes y avanza hacia tu sofá. Este se sienta con las piernas abiertas y los brazos detrás de su nuca.
Que caliente, Dios.
Y la verdad no sabías que hacer, verlo así te provocaba demasiado, podrías hincarte frente a él.
Y bien? - Pregunta Felipe después de recorrer con la mirada tu acogedora casa.
No decías nada y lo empezaba a desesperar.
No diras nada? - Preguntó un tanto serio despegando sus manos de la nuca.
Otra vez te quedaste callada.
Bien. Me voy. - Dijo finalizando la conversación para levantarse del sofá rápidamente y acercarse a la salida.
No, Felipe, ven. - Lo seguiste hasta tomarlo de su camisa por detrás.
Que pasa ahora? - Te pregunta conectando su mirada con la tuya al fin.
Quedate. - Dices mirándolo sin soltarlo de su camisa.
Felipe baja la mirada hacia tu mano aferrada a su camisa y vuelve a mirarte en un par de segundos.
Para ser sinceros, Felipe en serio quería desnudarte ahí mismo y cogerte hasta hacerte llorar, pero se contenía por verte así de sumisa e indecisa, no quería incomodarte.
Tanto me extrañas? - Suelta con una sonrisa en el rostro.
Asientes con la cabeza mordiendo tu labio levemente.
Demostramelo. - Te toma de la mano y te lleva nuevamente al sofá.
Sientes un empujón al sofá pero rápido decides pararte.
Estabas muy caliente ya y no querías hacerte esperar más.
Él se quedó confundido por tu acción, pero antes de que pudiera reclamar algo, lo empujaste y te pusiste encima suyo. Comenzaste a besarlo mientras te quitabas el saco y camisa de botones.
Felipe notó que necesitabas ayuda con eso y no tuviste que esperar demasiado para sentir sus dedos fríos retirarla con delicadeza.
Disfrutaste verlo comiendo con la mirada tus lindos pechos para después relamer sus labios rosados.
Comenzó a besar tu cuello y clavícula cuando quitaba tu sostén a la vez. Al final toda tu ropa quedó por algún lugar de la sala.
De un momento a otro su cabeza ya se encontraba hundida en tus tetas y tu en desesperación comenzaste una serie de movimientos frotándote contra el.
Suaves gemidos salían de tu boca por el placer que sentías en tu coño y tetas, cosa que a Felipe le volvía loco.
Puta madre, vos no sabes lo mucho que ya te ocupaba así. - Felipe te carga y hace a un lado, empieza a quitarse la camisa y pantalones rápido.
Pensabas en mi? - Preguntas viendo su trabajado cuerpo.
No tenés idea de cuanto. - Te dice antes de hincarse frente a ti.
Abre tus piernas y toca desesperadamente tu coño vestido.
Tus gemidos empiezan a hacerse presentes y a Felipe la saliva.
Da pequeñas lambidas con tus bragas aún puestas y agrega un dedo para frotar tu botón. De un momento a otro arranca la tela que le impide continuar e inicia devorándote como un hombre hambriento.
Mhm, igual de rica. - Suelta Felipe haciendo a tu coño vibrar.
Sientes a tu coño temblar de placer, enredas tus dedos en el cabello de Felipe para jalarlo fuertemente demostrando desesperación por correrte.
Felipe moviendo la lengua más rápido te hace estar a punto del clímax pero vuelves a bajar cuando despega su boca de tus jugos.
Te ves tan hermosa, me dan ganas de correrme en todo tu culo mientras te meto los dedos en tu bonito coñito. - Felipe te mira acariciando tus muslos.
Decide cambiar de posición y te acuesta después de bajar sus bóxers seguido de otro dedo frotando tu clitoris.
Sientes un cambio drástico de sus dedos a su polla frotar tu botón ya rojo. Arqueas la espalda sin dejar de soltar gemidos que cada vez lo prenden más.
Te tocaste mucho sin mi? Espero que si porque yo me corrí todos estos días pensando en vos y lo puta que te ves cuando me chupas la pija. - Felipe mete su polla de una sin dejar de acariciarte los brazos y piernas, lo que hace te quedes sin aire y tus ojos rueden a blancos.
Vos serás mi putita hoy? Vas a dejar que te trate como una puta y zorra? - Felipe toma tus muñecas y las junta, volviéndote más inmóvil.
Lo único que podías hacer era gritar y arquear la espalda.
Contestame, pendeja. - Felipe te golpea el coño buscando respuesta.
Ah, si, si pipe, soy tu putita, solo de vos. - Nunca se te había hecho tan difícil formular una oración. Estabas babeando.
Mostrame mi amor, mostrame lo puta que te volvés por mi, correte como toda una necesitada de mi pija. - Felipe empieza a empujarte el coño más fuerte que antes.
Sientes que tu cuerpo no se puede controlar y empiezas a ver borroso por el placer, tu espalda dolía de tanto arquearse y tu garganta de tanto gritar. Tus muñecas atadas por Felipe estaban rojas, tus tetas reboteando por todos lados y saliva embarrando todo tu cuello.
Los graves gemidos de Felipe resuenan en cada estocada, te asombraba el placer que te estaba demostrando, incluso comenzó a gemir tu nombre junto con lo hermosa que eres.
Sientes a su dedo corazón palmear tu clitoris y enseguida frotarlo con ganas, solo eso bastó para que comenzaras a chorrearlo.
Felipe se corrió ferozmente al ver esa imagen, estabas gritando, temblando y aferrándote a sus fuertes brazos mientras de tu coño rojo salían tiras de agua como cascada, el disfrutaba de su corrida y tu seguías mojándolo, todo aún sin sacar su polla de tu apretado coño.
Se recostó sobre ti sin dejar todo su peso caer.
Fuertes suspiros sonaban en tus oídos y su perfume te invadía completamente. Sabias que habías acabado cuando pipe dejó de moverse lentamente y tu dejaste de tener espasmos.
Sos lo más precioso que hay mi amor, te amo. - Dice Felipe recostándote en sus brazos.
Tus cachetes colorados lo hacen sentir el hombre más afortunado del mundo.
No debí dejarte tanto tiempo solita, de verdad perdoname, princesa. Te adoro. - Felipe toma tu rostro y deja piquitos por tus cachetes y nariz.
Yo también te amo, Pipe. - Dejas un suave beso en su mejilla antes de cerrar los ojos y quedar profundamente dormida.
#felipe otaño x reader#pipe otaño x reader#pipe otaño#felipe otaño#lsdln cast#matias recalt x reader#enzo vogrincic x reader#enzo vogrincic#felipe otaño fic#felipe otaño smut
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' no son deprimentes, solo estas honrando los muertos y rezando por ellos. ofensivo que algunos lo tomen como desfile de modas ——— ' para ella era tanto una formalidad como un ritual que merecía sumo respeto, pero no importaba mucho ahora cuando se apresura a chasquear la lengua. obviamente no estaba del mejor humor. ' para responder a eso, no lo sé. probablemente en breves me estén pateando fuera del límite de mi propia ciudad natal, ¡qué ridículo! ' por supuesto, no se tomó bien esa parte de la noticia. malditos lasombras siempre arruinándole la vida y no-vida.
' pf, odio los funerales ' le dice a la persona que más cerca se encuentra en los exteriores del cementerio. ' son deprimentes— y nunca creí que asistiría al de un príncipe ' añade, desviando la mirada hacia lo lejos, sabiendo que no quería adentrarse mucho aún. ' ¿qué crees que suceda ahora? ¿nos tendrán aún más vigilades? '
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shut up, ¡please!
viktor modern au - academic rivals
genero neutral - drabble en español
viktor, quien es conocido en la academia como alguien de gran intelecto.
viktor, quien es el pupilo y ayudante del profesor.
viktor, quien simplemente asumía que sería la persona por encima del resto en la lista de notas.
claro, hasta que tu presencia se hizo notar de la forma más molesta posible.
no sociabilizaba con el resto, se la pasaba estudiando lo máximo que las horas del día le alcanzarán, no fallaba en sus proyectos y era quien se llevaba los puntos al momento de atravesar debates durante las clases. ¿cómo podía ser que alguien tan contrario a el tuviera los mismos resultados? le molestaba tu voz, tan alegre y llena de energía.
hace relativamente poco habías llegado, pero ya te habías ganado el cariño de tus compañeros, profesores e incluso aquellos que no coincidian en clases con tu persona. para rematar, tu habitación estando a dos paredes de la suya, lo que causaba que pudiera escuchar cuando ponías música alta durante tus periodos de estudio. ¿quien en su sano juicio estudiaba con música?
la primera vez que hablaron, no fue como esperabas. lo conocías, todos hablaban de él y de como nunca habían visto a alguien llevar su nivel, por lo que imaginabas que podrían incluso ser amigos y estudiar juntos.
no era muy tarde, tal vez las siete y tantas de la tarde. aún sin entender cómo, lograste escuchar un leve golpe en tu puerta, por lo que aún con la manta puesta sobre tu cabeza, la cual protegía tus mejillas del frío que se asomaba a medida que el invierno se acercaba, te apuraste a abrir ésta.
viktor juro que pudo oír un tropezón previo a ver tu cara aparecer con las mejillas completamente coloradas. desconocía si era debido al frío o la posibilidad de que hubiera oído la caída. tomo unos segundos en hablar, pues verte de una forma no "arreglada" lo tomaba por sorpresa. quien era su par, tan sociable, tan arreglado, siempre dando una buena impresión frente al resto, completamente desalineado.
soltó un bufido, ¿la gente los comparaba? no eran para nada iguales, e incluso comenzaba a creer que por cada día que pasaba las similitudes se dispersaban cada vez más, si es que siquiera existían. acomodo su corbata, tosiendo un poco en búsqueda de que su voz apareciera luego de caer en que tal vez se había quedando observando tu figura más de lo debido. no que fuera de manera indecente, pero no era lo planeado.
— me parece que alguien estudia con el volumen algo... alto, ¿me equivoco?
pestañeaste una. dos. tres veces.
debía haberte tomado por sorpresa, pues no parecías consciente de que otros tal vez oían lo mismo a la hora de tus sesiones de estudio. nadie se había quejado antes, ni siquiera sabías que el se encontraba tan cerca.
— ¡oh! cuánto lo lamento, viktor. juro por dios que no era mí intención, en absoluto.
sabía que no era tu intención, en realidad y para ser sincero, ni siquiera le molestaba. la distancia hacia que fuera un zumbido con letras casi indistinguibles, pero el simple hecho de que fueras tu quien estaba en esa situación lo molestaba de alguna forma, por lo que decidió devolver el favor e interrumpir.
— ¿en serio? pensé que lo hacías adrede, que bueno saber que no es así.
sonrió con una falsa simpatía la cual no te fue difícil distinguir. ¿que le pasaba? tal vez lo que decían de el realmente era verdad. sarcástico, fanfarrón y mal compañero. tu ceño se frunció al instante arqueando una ceja ante tal actitud.
— si, claro, bueno... bajaré el volumen entonces, mis más sinceras disculpas nuevamente, viktor, bonito día.
y con eso cerraste la puerta, imitando la sonrisa tan simpática que te había ofrecido segundos atrás. percibiste que tardo un poco en volver por dónde vino, pero no bien escuchaste a la lejanía el portazo de su habitación, volviste a encender la música, acercándote al parlante para poder bajar el volumen.
que lástima que no fue lo que hiciste.
si antes viktor no entendía las letras, ahora las había con completa claridad. ¿que demonios? era a propósito, por supuesto que lo era. se dio una bofetada a si mismo en su cabeza, insultandose por haber creído que serías la amabilidad en persona sin el serlo. estaba errado, odiaba equivocarse, pero esa personalidad que no mostrabas con el resto se lo recordaba cada segundo, complicando el estudio.
así fue por meses, riña iba, riña venía.
debates, proyectos, exámenes. se palpaba la tensión en el aire cuando ambos entraban en un argumento denso del cual ninguno pensaba soltar la cuerda. viktor conoció algo que al resto no le habías mostrado, una competitividad feroz junto al desagrado por su desdén. te odiaba, le resultaba insoportable, si pudiera te haría callar para no tener que oírte nunca más. pero no podía, porque así como te quería lejos, no podía evitar sentirse atraído a la idea de discutir contigo.
te buscaba, eso era obvio a la vista de varios. la competencia que se generaba ante la mínima tarea iba fogueada por pequeños comentarios que terminaban escalando en conversaciones intensas sobre lo que cada uno creía. en cierto punto, le entretenía.
no sabe en qué momento dejo de parecerle una molestia y en cambio algo necesario de su día a día. te odiaba, si, pero la necesidad de ver tu cara contraerse en enojo cuando te superaba en algo le era más gratificante que no verte en todo el día.
por tu lado, dicho comportamiento no se alejaba demasiado de tus ideas. sabías que trataba de pincharte en cada oportunidad que tenía, y te exponias al peligro que significaba recibir un comentario de doble filo por su parte.
tal vez respondías incorrectamente a algo, y su respuesta sería "que considerado de tu parte dar siempre el ejemplo de la respuesta errónea". ambos se sentaban delante, por lo que dichas proclamaciones no eran necesarias hacerlas en voz alta, llegaban a tus oídos de manera perfecta sin necesidad de que el resto lo oyera, excluyendo a quienes estaban cerca, rodando los ojos y soltando bufidos, algún que otro comentario de "deberían resolver esa tensión de otra forma", cosa que claramente ambos ignoraban.
aún así, las dagas no las lanzaba el solamente, puesto que ante la mínima oportunidad de molestarlo la aprovechabas al máximo. debía ser más sutil, tenías una imagen que mantener, lo que resultaba en disculpas y pequeñas risas sin mucho sentimiento cada que pasabas por su lado y tiranas sus lápices al suelo. o pateando su silla, aunque nunca su bastón, había límites. viktor agradecía eso internamente, sería un decepción que incluso tu te metieran con eso.
era divertido para ambos, esperaban que dichas situaciones se dieran durante el transcurso del día, sin temer a alimentarlas o crearlas por qué si, ninguno lo admitía, pero se convertía en una necesidad por la atención del otro.
aunque claro, no era divertido para los profesores quienes notaban como esto entorpecia el desarrollo de ambos, no que sus notas se vieran afectadas, pero la atención puesta en clase era nula, podían contar las veces que viktor miraba el pizarrón, pues eran escasas en comparación a las miradas que te dirigía.
¿le sorprendió a alguno de los dos ser juntados en un proyecto? no, ¿les incomodaba la idea? en lo absoluto. fingir que no les agradaba era sencillo, y tampoco pusieron mucha resistencia ante la situación, intentaron, claro, ¿pero realmente se opondrian a algo que los dejaba tan expuestos a las discusiones? para nada.
viktor optó por que fuera en su cuarto, insististe en llevar tu parlante pues trabajabas mejor de esa forma. no le agrado la idea, pero sabía que luego podría hacertelo saber, cosa que no se hizo esperar mientras ágilmente resolvían los problemas que al resto se le complicaban más.
— que música tan molesta.
— ¿ah sí? me alegra que así te parezca.
intercambiaron una mirada llena de intensidad, eso no quedaría ahí, pero por el momento lo haría.
minuto tras minuto, la tensión se hacía palpable en tan pequeño espacio, no tardó en haber otro encontronazo.
— esto es realmente ridículo, deberías callar ese parlante.
espero ahora si, irritado. ¿realmente lo estaba, o le irritaba que no le hubieras seguido el juego?
tu respuesta no decepcionó.
— creo que en realidad tu deberías callarte, viktor.
cuánto le encantaba que dijeras su nombre, podría haber suspirado en ese preciso instante. dejo su lápiz y apoyo su mentón sobre su mano, mirándote fijamente. no tardaste en devolverle la mirada, se encontraban enfrentados y a poco de distancia, una mesa sobre la que trabajaban los mantenía con la suficiente distancia para no sentir la respiración del otro.
te cruzaste de brazos sobre la silla que te había prestado, observándolo con la misma intensidad que te dedicaba. el estaba sobre su cama, pierna estirada sobre una almohada y hojas desparramadas sobre las sábanas de color azulado.
ambos se quedaron en silencio unos momentos, el pensando su siguiente movimiento, o más bien dicho respuesta. por tu lado, expectante a qué respondería, esperando que aquella cabeza que tanto se parecía a la tuya a la hora de pensar inteligentemente respondiera lo que tanto querías oír.
— ¿te molesta mí voz? encuentran la forma de callarme entonces.
¿como definir lo que sentiste? comencemos por tu reacción, completamente perpleja ante tal seguridad en dicha afirmación. ¿era lo que esperabas? completamente, ¿lo esperabas aún así? para nada. tu sorpresa se hizo notar, pues viktor comenzaba a sentir la inseguridad de que tal vez lo había llevado muy lejos, demasiado lejos.
— sabes que no... no me refería a-
y no, no sabías, pues estabas con la seguridad suficiente de que si se refería a eso, y cumpliendo su pedido lo callaste antes de que pudiera seguir de la forma que tanto ansiabas hace tiempo. viktor solo oyó como lápices caían al suelo viendo tu rodilla se hizo espacio en la pequeña mesa que los separaba, abalanzandose a su figura y tomandolo por las mejillas para plantar un beso torpe en sus labios. tardo en reaccionar, por lo que te separaste pero sin dejar mucha distancia de por medio.
— cállate, por dios. si no era a lo que te referias, al menos déjame disfrutarlo unos segu-
y está vez fue su turno de callarte, tomandote por la nuca para acercarte a el nuevamente, retomando lo que habías dejado momentos antes. era torpe, la necesidad de tal suceso mostrándose en cada movimiento que ambos daban. era incómodo con la mesa de por medio, pero ninguno pensaba soltar al otro, no cuando el deseo había escalado día a día hasta la fecha.
labios inexpertos se movían sobre otros, tratando de dar un balance a la desesperación y la necesidad. tus manos pronto llegaron a su cabello, aferrándose a este como si tu vida dependiera de ello. su otra mano pronto encontró tu antebrazo, al cual se sostenía con la suficiente fuerza para no permitir que te alejaras.
volvieron a abrir los ojos y verse cara a cara cuando el aire no fue suficiente para continuar. agitados, con las pupilas dilatadas, viktor fue el primero en hablar.
— ¿cómo no me iba a referir a eso? las grandes mentes piensan igual, ¿no?
— claro, aunque no catalogaria la tuya como una gran mente.
un simple beso no haría que la relación cambiase, y de aquello viktor se sentía agradecido. las risas no tardaron en hacerse un espacio en el intercambio, volviendo a retomar lo que habían dejado segundos antes en busca de que el otro no logrará decir algo más inteligente que el contrario.
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