#la trapecista

[maribeltorija]

POESÍA A ESTE LADO DEL RÍO

En el parque de Comillas, detrás del Lázaro Carreter, tuvo lugar una mañana radiante de sábado, Poesía a este lado del río. Con artistas invitados, entre ellos el poeta estelar Benjamín Prado. Fue un honor para mí acudir a este evento. Mi corazón acongojado, se llenó de contento. No me pudo el desaliento, de dar a conocer mis versos en el micro abierto con el poema que abre mi primer…

[kookydoodleky]

The Amazing FreakShow Circus

Come and laugh with our charming harlequin Unicorn.

Discover the charisma of our more than smiling trapeze artist Jackalope.

And be amazed by the beauty of our trapeze artist Lamia.

These and more attractions you'll only be able to see them once in your short life, so don't miss them! ✨

You'll be so amazed that it'll seem that everything was just a simple dream.

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Ven a reír con nuestra encantadora Unicornio arlequín.

Descubre el carisma de nuestro más que sonriente Jackalope trapecista.

Y se maravillado con la belleza de nuestra Lamia trapecista.

Estas y más atracciones sólo podrás verlas una vez en tu corta vida, ¡así que no te las pierdas!✨

Quedarás tan asombrado que te parecerá que todo era un simple sueño.

[antologiadecajon]

Regresar.

¿Regresar a ti? ¿O tal vez regresar a mi? No lo sé, nunca lo he sabido. Lo que sí sé es que regresar a nuestros lugares es como regresar al seol después de volver a despertar. Minados de tristeza están y tal como los muertos que nada saben del pesar que causa su existir.

Su luz, brillante cual aurora perfecta, apagaría cualquier esperanza por si quedase alguna.

Sus sillas cual tronos vacíos aguardan a un rey sin nombre, llenas de una reina sin gloria. El bullicio, distante como ahora lo es nuestra felicidad, entra por mis oídos viaja a través del cerebro y se cuela hasta llegar a este triste corazón donde finalmente queda sin salida. Atrapado, sin escape, en donde nada hay, en donde nada queda, desde donde nada se sabe o se vive.

Me pregunto si alguna vez me piensas de la forma en que yo te pienso a ti, una mezcla de ciega locura y amor inagotable como si nunca hubiese conocido el dolor contigo. Y entonces me asalta la duda, esa traidora que camina por mi mente cual trapecista en la cuerda floja, levemente balanceada entre la idea de que tú ya no te acuerdes de mí y que me revivas en la memoria tanto como yo a ti.

Y tengo miedo. Miedo al tiempo dispuesto a devorar cualquier mortal como tú o como yo, al dolor acumulado a lo largo de las distancias, a los nuevos amores que han pasado por tu cama, a los suspiros triviales que pasan por mi pluma, a la vida que en alguna mala esquina me ponga frente a un fantasma disfrazado de ti que pretenda llenarme de tu reflejo, saciarme de tu rostro, borroso en él, convencerme que ya no te quiero.

¡Pero te quiero! ¡Pero te adoro! Pero te añoro y te sueño. Te sueño como se sueña lo que nunca se alcanza, con los ojos abiertos y durante las horas más largas del día. Tan lejano estás de mí como los cielos de la tierra, como un humano de la perfección. Pero te quiero, pero te adoro. Y regresar es la única forma de volver a tenerte, regresar para volver a vivirte y en ello regresar a mi, a lo que fui, a lo que soy es regresar.

[cinemaslife]

Cada cierto tiempo me gusta volver a ver Tesis, porque es una de esas películas por las que estudié cine, y porque en ella se encuentra uno de mis personajes favoritos Chema (Fele Martínez).

Chema es un estudiante de comunicación audiovisual que ve a través del cine, va más allá y no es el típico estudiante de la complutense, está fuera de la calzada, sabe quien es, la cara que tiene, y se mantiene fiel a si mismo porque no le queda otra. Y lo demuestra cuando le cuenta el cuento de La princesa y el enano a Ángela mientras recorren los pasillos del sótano de la universidad muertos de miedo.

Ángela se enamora de Bosco porque es en apariencia todo lo que una chica podría desear, juegan en la misma liga, demasiado iguales y Chema se enamora de ella porque está lo más lejos posible de parecerse a él. Cuando en el fondo Chema y Ángela lo tiene todo en común.

Chema es cobarde y egoísta, irreverente y maleducado. Y por eso ella desconfía de él, Bosco es contenido y esconde lo que realmente es, Chema tampoco es lo que aparenta, pero lejos de ser un peligro para ella, en el fondo es todo lo contrario.

Chema salva a Ángela de Crespo y al final ella misma se salva de Bosco, caminan por el hospital mientras todos ven la tele donde se va a emitir una de las pelis snuff que la policía recupera cuando cae la red. Totalmente en contra posición del inicio del film cuando ella intenta mirar pero no puede.

LA PRINCESA Y EL ENANO

Había una vez una princesa que vivía en un palacio muy grande. El día en que cumplía trece años hubo una gran fiesta, con trapecistas, magos, payasos..... Pero la princesa se aburría. Entonces, apareció un enano, un enano muy feo que daba brincos y hacía piruetas en el aire. El enano fue todo un acontecimiento. Bravo, Bravo, decía la princesa aplaudiendo y sin dejar de reír, y el enano, contagiado de su alegría, saltaba y saltaba, hasta que cayó al suelo rendido. "Sigue saltando, por favor" dijo la princesa. Pero el enano ya no podía más. La princesa se puso triste y se retiró a sus aposentos..... Al rato, el enano, orgulloso de haber agradado a la princesa, decidió ir a buscarla, convencido de que ella se iría a vivir con él al bosque. "Ella no es feliz aquí" pensaba el enano. "Yo la cuidaré y la haré reír siempre". El enano recorrió el palacio, buscándola habitación de la princesa, pero al llegar a uno de los salones vio algo horrible. Ante él había un monstruo que lo miraba con ojos torcidos y sanguinolentos, con unas manos peludas y unos pies enormes. El enano quiso morirse cuando se dio cuenta de que aquel monstruo era él mismo, reflejado en un espejo. En ese momento entró la princesa con su séquito. "Ah estas aquí, qué bien, baila otra vez para mí, por favor". Pero el enano estaba tirado en el suelo y no se movía. El médico de la corte se acercó a él y le tomó el pulso. "Ya no bailará más para vos, princesa" le dijo. "¿Por qué?" preguntó la princesa. "Porque se le ha roto el corazón". Y la princesa contestó: "De ahora en adelante, que todos los que vengan a palacio no tengan corazón".

Oscar Wilde.

[pande-muert0]

Diseño base de mí nuevo OC de Circus digital :D

Linlin es la trapecista del circo digital, es muy silenciosa y sus ojos son un gran misterio

Linlin dibujada en mí estilo

Ya la ando retocando en digital y pensando mejor su historia, cuando la termine se las muestro 🫶

[cronicasdeunagudocaos]

LA TEORÍA DEL ELEFANTE ENCADENADO.

El circo... La vida sí que es un circo. Hay trapecistas (venden como espectácuo su vida), equilibristas en la cuerda floja (unos que la pasan y otros que caen), el adinerado/a o adinerados/as (que se creen suporeriores y poderosos/as por tener cantidad de billetes, simple papel con el valor que queramos darle), payasos (que no hacen reir sino llorar porque asustan), malabaristas (que viven al límite jugando con su vida y/o la de los demás), adiestradores (que apaciguan a las masas y saben dominar y/o enseñar) y entre otros, también animales, como el elefante. A continuación usted va a leer la moraleja que yo interpreto del encadenado elefante.

Bien, hablemos de él y su entorno. Desde pequeño clavado a una estaca, toda una vida esclavo de un simple trozo de madera. "Si los elefantes supieran la fuerza que tienen, romperían todas las cadenas del circo." ¿Se imagina? Qué locura, ¿no? Hay cadenas oxidadas, cadenas rotas, cadenas que en realidad están abiertas, cadenas que es mejor no romper, cadenas que influyen y otras que no, otras cosas disfrazadas de cadenas. Cadenas que nos ponemos, primero; y, segundo, cadenas que nos tocan o nos ponen. Aaaah, ya no es tanta locura.

¿Por qué he nombrado primero las cadenas que nos ponemos a nosotros mismos? Porque ahí están nuestros cimientos, pilares fundamentales que nos definen, es decir, nuestra razón de ser y gracias a la cual prosiguen las cadenas que nos ponen. Educación, en mi opinión es la base de cada persona. A través de ella tenemos nuestra autoestima, nuestra zona de confort, nuestra empatía, nuestros pensamientos y sentimientos, nuestra forma de construir la propia vida como queremos o como se puede, nuestra forma de querer... En definitiva, nuestra forma de proyectar según lo que vamos aprendiendo. ¡Ojo! VAMOS APRENDIENDO. No escribo en pasado, es presente y este es el mañana de ayer. Y así cada día, aprendiendo y proyectando, aprendiendo y proyectando, aprendiendo y proyectando... Porque las personas no cambiamos, aprendemos; o quizás cambiamos pero porque aprendemos. Cuando somos pequeños se nos enseña con premios y castigos, bueno, por suerte cada vez es más un concepto pasado porque estudios psicocientíficos demuestran que con esta metodolgía no siempre se obtiene el resultado esperado. O almenos así me han enseñado y si a usted no se le ha enseñeado así le invito a que mantengamos una conversación al respecto, por alguna razón va a seguir leyendo este texto. Prosigo. ¿Has hecho los deberes? Sí, toma, unas chuches. ¿Recibo una nota negativa de parte del profesor/a? Este fin de semana no vas al cumpleaños de fulanito/a. Pues así es como he desarrollado depresión, TOC y TLP. Y de ahí autolesiones. Y de ahí ingresos en psiquiatría. Y de ahí medicación de todo tipo: somníferos, antipsicóticos, antidepresivos y ansiolíticos.

Yo tenía 7 años y cuidaba de mi hermano de 3 años a la vez que limpiaba toda la casa mientras mis padres trabajaban. Y mi padre es más pasota, pero mi madre ha sido más de castigos que de méritos. A parte de mis labores en casa se esperaba de mí que fuera educada, que tuviera modales, que no replicara, buenas calificaciones. Y así fue hasta que en la adolescencia, bendita edad de constantes cambios, exploté y hasta hace 6 años las cosas no cambiaron. ¿En serio era necesario explotar? ¿No había otra forma menos dolorosa? Recuerdo cuando yo sacaba sobresalientes y con 11 años suspendí un examen y mi madre me castigó 28 días sin quedar con la única amiga que tenía. Y mencionar el constante maltrato psicológico por parte de mi madre. ¿Y mi hermano? Tiene 21 años, desde los 10 años va callejeando y sigue sin pegar palo al agua. Mis padres nos han criado con lo que denomino efecto péndulo. A mí se me exigía demasiado y me sobreprotegían, y eso desencadenó en las patologías mencionadas anteriormente. El resultado de ello fue que mis padres dejaran a mi hermano a sus anchas. Así es como he aprendido que no hay que buscar el punto medio, sino el punto justo. Ni es justo que mis padres me prestaran tanta atención (porque hay cosas que debería haber aprendido por mí misma) ni es justo que pasaran de mi hermano (el cual, a pesar de ser un narcisista, tiene una gran carencia de afecto). Eso, querido/a lector/a, son cadenas. Así es como he aprendido, hacia mi persona, que a base de un error, merecer un castigo y como castigo autolesiones. Ahora, eso me ha permitido ser psicóloga de mis amigos/as porque con 11 años de experiencia con psiquiatras y psicólogos/as, la teoría me la sé de memoria. Ahora, la práctica no es tan fácil. Pero, a pesar de que yo lo siga haciendo, yo nunca voy a aconsejar a nadie autolesionarse. Va en contra de mis principios. Mi autoestima está por el suelo pero tengo unos principios y un lema de vida: "Sé el cambio que quieres ver en el mundo". Para no explayarme demasiado lo voy a dejar a su libre interpretación. Solo añadir que gracias a este lema he dado charlas motivacionales en inglés en mi instituto y fui mediadora y secretaria de grupo. Vengo a decir, saberme la teoría me ha llevado años de aprendizaje.

Volviendo al elefante y dejando de lado mi vida personal: Son muchas las cosas insignificantes que nos atan. Desde uno mismo como bien he explicado con mi ejemplo hasta factores externos que igualmente nos afectan. Como los cánones de belleza, esas "normas" estéticas irreales que tanto daño están causando. Como el bullying que podemos recibir por parte de ignorantes que nos hacen creer inferiores. Como el autoconcepto y la zona de confort que creamos. Como nuestra manera más o menos positiva de ver la vida.

Salir de nuestra zona de confort, ese espacio que nos deja la cadena atada a la estaca, nos asusta porque es desconocido y le tenemos un miedo terrible a la incertidumbre, a lo nuevo, por miedo a que sea peor que nuestro triste presente. Digo triste porque estamos a 2023 afectados por una pandemia mundial que si nos lo llegan a decir hace 6 años no nos lo hubiéramos creído. El ciclo de la vida es así. Todo comienza con una crisis, las cosas mejoran, nos confiamos y volvemos a caer. Pero tampoco voy a entrar en política.

Son miles las cadenas que creamos día a día y que nos enganchamos al cuello, cargando con ese peso pesado inecesariamente. La cuestión es saber que existen esas cadenas, pero no cargar con ellas porque en realidad no nos pertenecen. Pero la sociedad nos machaca e incluso nosotros, queriendo o sin querer, machacamos a los demás. Pero hay que aprender que la vida es más simple de lo que nos la complicamos. Hay que quitarse las gafas de filtro oscuro y ver los colores y la infinita escala de grises que tenemos delante. Porque la vida es fluir. Yo no creo en Dios, pero sí en las energías. Y eso somos. Y, de alguna manera, nunca moriremos, porque aún sin vida, dejamos nuestro delego en quienes nos rodean y estos a los suyos y así sucesivamente. Hay que saber vivir con las malas vibraciones (los problemas), así como sabemos disfrutar de los buenos momentos.

No deberímos ser encadenados porque nos caracteriza la libertad y la rebeldía. Debemos vivir con cadenas pero no cargar con ellas, y quiero hacer incapié en esto. No hay estacas clavadas al suelo porque sí, hay estacas clavadas porque, simplemente, necesitamos aferrarnos a algo para sentirnos seguros/as. Que ironía, eh. ¿Es lo que quería usted leer?

Pues lamento decirle que yo soy ese elefante encadenado, porque como ya he mencionado anteriormente, la teoría para una vida más simple me la sé de memoria. Pero necesito esa estaca, soy incapaz de huir de mi zona de confort. Vivo presa de mi mente. Y no pretendo dar lástima, sino no mostraría esa forma de ver la vida tan simple, pero en mi interior, en lo más profundo, tengo una niña pequeña encadenada al sufrimiento emocional automático e inevitable que he vivido y vivo.

La vida es demasiado corta como para desperdiciarla, pero eso lo dejo para los que la valoran. Y yo no la valoro pues, a pesar de ello, no quiero morir solo dejar de sufrir. Pero todavía me queda mucho trabajo terapéutico.

En conclusión, cada uno se ata a la estaca que considera más oportuna y ese no es el problema, sino cargar con las cadenas. Es como las promesas. Yo nunca hago promesas. Para mí prometer es encadenarse y el preso pide libertad, por tanto, se rompen las promesas. Hay que vivir, y tengo que vivir. Pero no sé ni cómo.

Fuímos, somos y seremos elefantes encadenados. Y no tiene porqué ser malo. Solo tenemos que destruir nuestra zona de confort para crecer como personas. Como he dicho antes, aprendizaje, educación.

-L. L.

[softsofiasoft]

Estoy recomponiendo los trozos

Tres de la mañana me sorprende

Tic tac la hora

Quedaron solo las huellas

Pisadas sobre la playa

Las olas las borraron

Solo tu piel podrida dañarme

En bolsas mi vida aun

Esperando por ser ordenada

Esperando por una llamada

De mejilla a mejilla un verso robado

Una caligrafia perdida me sorprende

Reconozco tus manos en la tinta

Me pregunto si duermes

Si comes bien o si me extrañas a veces

Nuestra gata espera tu regreso

Excepto que solo es mia

Y tu nunca vuelves

Hoy te echo de menos

Esta noche me haces falta

Mi amor, me acuerdo de tu abrazo

Un te amo prestado podria haber grabado

Para escucharte cada noche en que necesite

Tu voz atrapada en un mezquino adios

Un dia olvidare que existes

Unicamente quisiera un abrazo

Una noche mas acurrucada en tu espalda

Otra noche escuchando tu roncar calmado

Incluso quisiera lavar tu ropa de nuevo

Quisieras no haber cometido el error

Yo se amor culpable que no me quieres ya

Yo se amor culpable que te has muerto

Pero clama el ayer sus cadaveres

Porque las mieles dichosas son amargas

Tu sonrisa en los ojos atrapada en la foto

Y la foto que no encuentro mas

Espero que una muchacha incauta me despierte

Espero callada tu respuesta

Mis gritos rebotan en un visto

Mis añoranzas se atrapan en un sinsabor

"Ya no te amo

Me cansaste

Estoy ahogado

Siempre me vas a calentar"

Mi verdugo no pudo ser mas cruel

Las palabras se incrustan en mi alma

Recuerdo tus besos en mi cara

Quisiera olvidarte

Quisiera que hubieras caminado lejos de mi

Ese dia fue mi condena y mis griletes

Calmate y toma tus cervezas

Respira porque te ahogo

Alejate para que vivas

Que yo volvere a callar

Quisiera no haber conocido al ayer

Hombre vitrina como has podido

Cinico huesped has desnudado el maniqui

El hilo de tus marionetas me calla

La cadenas del trapecista tiemblan

Los relojes acompañan mi llanto

Latidos de una nube negra de cenizas

Y un aroiris desvanecido son testigos

La voragine de fatalidad que te rodea

Engañada camine a un altar de roja muerte

Tus malditas manos me persiguen

La alargada sombra de tu mezquina silueta

Escapas aun de noche?

Duermes atormentado aun?

La persecucion del hombre vitrina

Un trozo de amargado personaje

La desordenada maraña de humo en tu corona

Quisieras que fuera nieve

Esperas que llegue aquella

Aunque duermes acompañado hoy

Y duele te lo prometo aquello

Marioneta del destino

Un recuerdo de la imagen

Un maritirio de recuerdo

Te odio

Te desprecio

Como pudiste abandonarnos

Lo que fue no existia

Encantada de conocerte

Manchado dejas tu camino

Recorre la vida ingenua

Recomiendo no amarte

Buenas noches profesor disculpe

[helenademena]

Día 2 que me cuesta levantarme

Aun así me ducho

Y rememoró esos sueños circenses que tuve anoche

Tal vez trapecista o payaso

La carpa me protegía del sol

Del verano despiadado

De la tristeza

De lo que siento ahora...

[ladyfantasy-art]

Unos de los actos de mi bella trapecista "la mujer sin brazos"

[ipanemaisnotinlove]

Te prometo amor

Escribir y regalar un poema sobre una planta como forma de inmortalizar el lenguaje, que en este caso es también una forma de inmortalizar el amor. La consciencia de un amor que permanece y permanecerá en mí. Vi por estos días un pedazo de un poema de Anne Sexton que también me hizo pensar en lo mismo: Nos reímos y nos tocamos. Te prometo amor. El tiempo no se llevará eso. Pienso en el cansancio que me produce contenerme. Contener el amor, dosificarlo, no mostrarlo tanto como me gustaría, no amar como quisiera amar, ni siquiera decirlo libremente cada vez que tengo ganas de hacerlo, no planear, no proyectar, no imaginar un futuro. Como una trapecista que debe balancear lo que siente frente a lo que saca a la luz, a lo que le gustaría decir, hacer, construir, planificar. Cómo manejar el momento de mirarlo a los ojos y sentir tantas cosas pero tener que contenerlas. Como si mi cuerpo fuera un contenedor de amor para entregar pero que no está autorizado para que eso salga a flote. Mira que la vida es corta, que nos vamos a morir, que lo mejor sería entregarse al amor. Que aunque lo digamos en broma, no existe cosa más real que la seguridad de la muerte. Entonces viene esa idea de que si vas a amar, mejor amar con toda. O también la angustia de no saber cuánto tiempo me quede en la ciudad, cuánto tiempo quede para disfrutar del amor. Pero saber que en el contexto actual no se puede, que no es ahora, que hay que ir despacio, que él no está listo y que justamente él decide no querer todo el voltaje que implica una relación por su situación duelo, que él está triste, que debo ser paciente, que aunque ya hayan pasado todos estos meses, todavía no es el momento. Entonces contengo. Y también sostengo esa versión mía que tiene tanto, tantísimo amor pero que solo puede querer a medias, con ese límite bien demarcado, y a la que también le encantaría que le dieran todo el amor posible, pero que entiende que es hasta aquí, que hay que ser cuidadosa, no más de eso, no por ahora. Lauri me pregunta sobre los límites de la generosidad emocional. Me habla de no ser libre, de no poder ser completamente yo y del desgaste, del estar hiperalerta y vigilante de estar haciendo las cosas "bien", de estar cumpliendo las expectativas, de que no se termine, de que las cosas funcionen. ¿Cómo alinear la manera en la que queremos estar juntos? ¿Cómo aprender a negociar las distancias entre las expectativas de cada uno? ¿Cómo proteger el corazón? En su infinito amor: "Te toca guardar tiempo y espacio para ti, Lauri. No sé cómo, pero tiene que haber alguna medida de autocuidado de emergencia para que no te quemes luego de todo este esfuerzo hermoso y monumental" No quiero llegar drenada para cuando sea el momento de entregarse 100% al amor. Allí se sitúa mi mayor miedo.

[historiasconarteok]

De trapecista a pintora, Suzanne Valadon se destacó en Montmartre. Su estilo audaz y su capacidad para mezclar colores y patrones la hicieron única en el mundo del arte impresionista. Su vida intensa y su resiliencia la convirtieron en un ícono de la modernidad.

[maribeltorija]

ESTRENO DE LA TRAPECISTA EN EL TROTAVERSO

En las catacumbas de la librería el Trotajueves y no encuentro mejor forma que morir enterrados bajo una pila de cientos de libros, comenzó el escritor argentino Carlos Salem la presentación de esta edición de El Trotaverso el pasado jueves 25 de mayo. Silvia Campos, que lleva viviendo siete años en España, publicó su primer poemario “Soñar con canguros” en plena pandemia. Soñar con canguros…

[wysteria-comic]

Introducción a Hope

Uno de los protagonistas del Circo Melodia, el cual se ha asentado una temporada en Lunaria. Demasiado talentoso para ser solo un niño, parece ocultar un secreto junto con su hermano. Desearia que Ivory se quedara con ellos para siempre...

Era la primera noche que el Circo Melodía se presentaba en Lunaria. Bajo el cielo estrellado, la enorme carpa se alzaba de manera maravillosa, rodeada de lamparitas resplandecientes.  

Hope, el pequeño que hacía de acto principal del circo, miraba nerviosamente lo que había tras la cortina: un montón de gente de todas partes de Lunaria que habían llegado a apreciar el novedoso espectáculo. El ambiente era colorido y animado, y sus nervios se transformaron rápidamente en emoción. 

Talent, su hermano mayor, le revolvió el cabello de manera juguetona. Hope sabía que si estaban juntos podían lograr cualquier cosa. 

Era hora del show. 

Los otros miembros del circo abrieron la carpa y los hermanos se encargaron de recibir a la gente, quienes snacks en mano entraron emocionados en busca del mejor lugar. Habían escuchado maravillas del Circo Melodía. Todos estaban a punto de ver un espectáculo que prometía no decepcionar. 

La actuación comenzó con un despliegue impresionante de acrobacias y magia. Los actores del circo tenían un encanto que atrapaba al público, quienes coreaban una serie de “oh’s y ah’s” en cada momento. Todo el mundo se encontraba al borde de su asiento cuando los hábiles trapecistas volaban por el aire, cuando el hombre de fuego retaba a las llamas en increíbles hazañas y cuando Talent lanzaba cuchillos anotando siempre en el blanco. 

Lo mejor estaba a punto de comenzar cuando Hope se preparaba para el acto siguiente: un despliegue fantástico de marionetas bailarinas de todas formas y tamaños controladas por Hope. Las figuras desfilaban, actuaban y bailaban libremente por la tienda, sin ataduras ni mecanismos, dejando al público encantado. 

Para su acto final, Hope necesitaba un voluntario. Cuando su mirada cayó sobre cierto trio aventurero y ojos azules conectaron con negros, algo dentro de Hope cambio. Una voz en su cabeza le hizo pensar que se había topado con algo impresionante, y estaba a punto de descubrirlo. 

“¡Usted, la señorita de negro!” Llamo Hope. 

Las luces cayeron sobre una pequeña niña pálida cubierta por una capa negra. La niña sonrió emocionada, girándose hacia sus acompañantes para pedir permiso. 

Los jovenes guardianes se miraron con duda, pero terminaron por dejarla ir. La observarían muy de cerca de todos modos. 

Cuando la niña bajo a la arena, Hope la recibió con una reverencia. El público aplaudió.  

“Hola, soy Hope.” Susurro el pelirrojo con una sonrisa. 

Cuando tomo su mano para dirigirla al espectáculo, una visión peculiar lo detuvo. Miro detalladamente el brazo de Ivory, más específicamente las costuras que mantenían unidas sus articulaciones. Sus brazos, su cuello, sus piernas. Todo estaba cosido de manera experta.  

“Eres... una muñeca.” 

Ivory guardo su usual silencio. 

“¿Quién te...” Hope enmudeció repentinamente. Se quedo pensativo, como si estuviera escuchando algo que nadie más podía. 

“¡No importa!” Sonrió. “¿Te gustaría formar parte del espectáculo?” 

La niña había ensayado su respuesta un millón de veces. “¡Si!” 

“¡Queridos invitados!” Anuncio Hope, pero no miraba al público. Al menos no a nadie que Ivory pudiera ver. “¡Hoy presenciaran un acto más allá de su imaginación! ¿Podrías pararte frente a esta lampara?” 

Algunos miembros del circo colocaron una farola convenientemente posicionada para reflejar la sombra de la niña en una pantalla improvisada. 

“Por favor mantente en posición. Y recuerda que todo es parte del show.” Añadió. 

El público miraba expectante. 

Hope levanto las manos. 

La niña sintió como perdía el aire. 

Y su sombra empezó a bailar. 

Con movimientos extraños pero hábiles, Hope dirigió a la sombra de la niña en una danza fantástica. No conforme con hacerla bailar en a la pantalla, arranco a la sombra de su lugar y la hizo pasear por toda la arena. El público exclamo enloquecido. Nadie podía creer lo que estaba viendo. No conocían de un truco mágico capaz de manipular las sombras de esa manera.  

La niña seguía congelada en su lugar, como detenida en el tiempo. Sus acompañantes se levantaron alarmados para ayudarla, pero algo invisible los devolvió con fuerza a sus asientos. 

Hope termino el acto devolviendo la sombra a su lugar. El público aplaudió una vez más. 

Los aventureros finalmente liberados de su contención corrieron a toda prisa para recoger a su niña. Cuando volvió en sí misma, salieron del lugar con Hope pisándoles los talones.  

“¿Cuál es tu nombre?” Grito Hope, pero los aventureros ya se encontraban demasiado lejos como para escucharlo. 

Desanimado, entro nuevamente a la tienda. Finalizado el acto la gente abandono el recinto, dejando a Hope y Talent atrás. 

“No te preocupes hermanito.” Le dijo su hermano mayor. “Tengo el presentimiento de que la volverás a ver.” 

[solocontenido]

Solo queda hacerse el loco

Como trapecista tendido en la red

2013

[ateneomuseoutoplia]

Aquí la muestra arranca con Dos centinelas sobre suelo óptico (1990), cuyo parquet perspectivo recibe a los espectadores con una ansiedad barroca en el espacio. Una serie de piezas e instalaciones se suceden en el interior de la sala: barcos suspendidos en un viaje sin fin, mesas preparadas para el engaño en el juego, balcones que remiten a una espera o tambores inalcanzables y para siempre mudos. El espacio central culmina en Plaza (1996), una congregación de 27 personajes asiáticos que socializan a través de una risa compartida, cuyo origen escapa a todo espectador. Esta instalación coral fue concebida para el Palacio de Velázquez en la exposición que le dedicó a Juan Muñoz el Museo Reina Sofía en 1996 y regresa ahora a Madrid por vez primera. Los pasillos de las galerías superiores complican las narrativas de la planta baja, con fragmentos decorativos que señalan umbrales, figuras que contemplan su reflejo enmascarado en un espejo, tentetiesos que vigilan, un coche accidentado que guarda una inquietante arquitectura en su interior e incluso armarios que permiten acceder a todo un vocabulario escultórico en miniatura. Pendido en suspensión sobre la exposición, Con la corda alla boca (1997) es un homenaje a una trapecista que a finales del siglo XIX había cautivado a Degas al elevarse del suelo sujetando su cuerpo a una anilla con la boca. Una ascensión pero también una tregua ante la necesaria bajada o la posibilidad de su caída.

Todo lo que veo me sobrevivirá,

Exposición de gran intensidad por la

Fuerza de sus piezas y por las emociones

Que despiertan en el visitante, nos acerca

A uno de los artistas más excepcionales

Del arte del último tercio del siglo XX.

La selección de las obras expuestas en la

Sala Alcalá 31 permite analizar los temas

Que preocupaban a Juan Muñoz, como la

Articulación del espacio, la comunicación,

La soledad, lo visible y lo invisible, temas

Que aparecen en los elementos distintivos

De sus obras: los suelos ópticos, las

Figuras antropomórficas y los tentetiesos.

[letrocitia]

Lo que une el circo, no lo separe nada. Microteatro.

Personajes:

El padre de Valeria y dueño del circo. Valeria Benito, el payaso Ángel Escenario:

El interior de un desordenado tráiler, dentro un hombre obeso y calvo contando dinero. Además, está su hija Valeria, vestida como trapecista. Hay mucho calor y el ambiente es opresivo. Ambos se limpian continuamente el sudor.

Escena I

Valeria: Papá, ¿cuándo nos iremos de Santa Rosa?

Padre: (Mirando los fajos de billetes) Estaremos acá una buena temporada. Este pueblo es una mina de oro para nuestro circo. ¿A poco ya te quieres ir?

Valeria: El calor es insoportable y hay un chico del público que me anda enamorando.

Padre: Ya sabes lo que pienso, lo mejor es que tu pareja sea alguien del circo, que entienda tu vida.

Valeria: Por eso quisiera que ya nos fuéramos. Ángel me gusta demasiado, pero sé que solo serían problemas. (Cabizbaja)

Padre: (Enojado) ¿¿¿Ángel??? ¡Cuánta familiaridad! ¡Hasta su nombre sabes!

Valeria: Su nombre completo es Ángel Gabriel. ¿No es el colmo de la perfección? (Se lleva las manos al pecho y pone los ojos hacia arriba)

Alguien toca la puerta del tráiler y sin esperar respuesta asoma la cabeza, se trata de un hombre maquillado como payaso tipo «clown»

Payaso: Jefe, alguien pregunta si mañana habrá función.

Padre: ¡Todos los días! No vamos a desperdiciar esta buena racha.

El payaso mira hacia el público y pone cara triste (exagerada), y luego cara feliz (exagerada). Después se retira.

Padre: Mira, tú necesitas alguien como él. Benito es un buen hombre, con uno de los oficios más tradicionales del circo. La gente lo ama porque sabe hacerlos reír.

Valeria: ¡Benito llora por las noches, papá! Se oyen sus sollozos por todo el campamento. Lo sabes porque también lo habrás oído. (Su padre se hace el loco). Yo necesito alguien de verdad alegre.

Padre: Ricardo es otro buen partido.

Valeria: (Arrugando el ceño) ¡Ricardo! ¡Ay, no! Me da mala espina. ¡No me gusta como trata a los animales!

Padre: No exageres. Es muy trabajador y entiende la vida cirquera hija. Además, creo que le gustas.

Valeria: Prefiero quedarme sola. No estaré con alguien que no me agrada.

Padre: ¿Y a qué se dedica ese tal Ángel… Gabriel?

Valeria: Tiene un puesto de fruta en el mercado del pueblo.

Padre: (Lanza un bufido de desprecio). Pues lo mejor es que ya no lo veas.

(Valeria sale triste y enfadada)

Escena II

Pista central del circo, Valeria está terminando de practicar en las alturas. Su padre la espera abajo impaciente, manos en la cintura y moviendo un pie.

Padre: (Molesto). Me dijo Ricardo que anoche tu tráiler parecía lancha de tanto movimiento. ¿Estás viendo a ese muchacho de nombre ridículo, verdad?

Valeria: (Enojada) ¡Tenía que ser el malintencionado de Ricardo! Pues, si, es verdad. (Enfática) ¡Amo a mi «ángel»!

Padre: (Escandalizado) ¡Mañana mismo nos vamos de Santa Rosa! Si nos quedamos más tiempo eres capaz de quedarte y eso no lo voy a permitir. ¡No me quedaré sin mi trapecista favorita!

En eso entra un muchacho vestido como un ángel, con túnica blanca, alas disparejas en la espalda, aureola que no le queda del todo bien, pero haciendo espléndidos malabares con siete anillos.

Padre: Y este, ¿quién es?

Joven: Soy Ángel, y por Valeria me vuelvo cirquero. ¿Me acepta?

Padre: (Con interés). A ver… vuelve a hacer lo que acabas de hacer.

El joven repite los malabares. El padre y Valeria están muy asombrados.

Ángel: (A modo de explicación). He estado practicando. (Sonríe satisfecho y mira con amor a Valeria).

Padre: (Mirándolo fijamente) Mañana partimos de Santa Rosa ¿Quieres venir con nosotros?

Ángel: (Emocionado) ¡Sí!

Padre: En ese caso, ¡estás contratado! y tienes mi permiso para cortejar a mi hija.

Ángel y Valeria se abrazan. Se escuchan sollozos, alguien está llorando pero no se ve a nadie.

Padre: ¿Será Benito?

Valeria: No. ¡Es Ricardo! (Valeria y Ángel se abrazan con más fuerza y se dan un beso)

Autor: Ana Laura Piera.