#la tercera es la vencida
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❗️dailyquests
Comer asado recalentado sin ahogarse.
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che me parece que se quieren pelear
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non consensual kissing.... not fun
did it again for obvius reasons. didnt know you could die from self-acceptance
however, frogs? i could die from frogs.
First thing you see after you zoom in is how you die
How you dying 👀
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Campeones del Mundo ⭐️⭐️⭐️
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Apenas inicio marzo pa' mi jajaja 😜🤙🏻
#mes#tres#vida#momentos#cambios#yellow#ánimo#mujeres#marzo#gustos#culposos#lol#inicio#la tercera es la vencida#colores
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lyon in the final oi this is personal to me
#la tercera es la vencida no? NO?#really tough match but i think our mentality has never been stronger than now#jo crec al meu equip💙❤️#fc barcelona femeni
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' descansar, terminar algunos trabajos, llenar mi heladera... ' en lo que ayudaba con la limpieza fue haciendo un recorrido mental de lo que le esperaría al regresar a su hogar. ' ―― ir al supermercado principalmente. si las tiendas no abren por la noche, pasaré un sábado de lo más divertido. ' comiendo pizza del día anterior, probablemente. un suspiro abandonó sus labios, resignado. el problema de ser una persona tan esquemática, era que lidiar con imprevistos se le daba terrible. ' ¿qué planes tenías tú? '
"Tenía mejores planes que limpiar..." ( @medchris ) ( @csaylk )
" creo que todos lo teníamos ... " no lo dice de mala manera, sino realmente la apena que todos hayan tenido que cambiar sus planes por un suceso as��. es como si hubiera habido una inundación, pero con menos explicaciones lógicas. " ¿cuáles eran los tuyos? " pregunta, en lo que agrupa los cuerpos de algunos pájaros con desagrado.
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dont let NCT go to chile guys you will either experience the biggest earthquake to date or one of the members will die on the streets for some bizarre reason, either way dont let them inside again the universe is sending you signals that chile and nct should never exist in the same plane of reality
#first time they go to jail second time biblical rainstorm drowns half of the concert those bitches carry the evil eye el mal de ojo#nothing personal against nct but just saying something WILL happen and la tercera es la vencida#they will start singing 2 baddies and the whole city will lose electricity due to a short circuit youll see
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stop making me scream murió fujimori!!
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"Mira que serás tontín para ir creyéndole a todo el mundo así como así..." Su pseudo-reproche va acompañado de una mirada medio altanera y una sonrisita que traiciona toda su fachada. Sukja siempre ha manejado una fachada tranquila, perfecta para que nadie nunca espere su lado más juguetón una vez entrada en confianza. Sin embargo, no duda que con el paso del tiempo, el contrario comience a ver a través de sus intenciones de manera mucho más clara.
Siempre termina siendo demasiado franca con aquellas personas a las que les agarra cariño.
"Mh, es su mejor cualidad, la incertidumbre. No se sabe qué va a encontrarse allí." O qué puede perderse, también. Cuántos lamentos, festejos, dudas y llantos no residían en algún lugar del fondo marino. Los suyos, incluso, han de tenerlos los peces de vuelta en la isla. "¿No creciste cerca al mar?" Ella no puede decir que la inmensidad del océano sea algo a lo que uno se acostumbra, pero sí le parece una experiencia más común el maravillarse cuando menos contacto con éste se tenga. Un suspiro entonces abandona sus labios y, con un pequeño impulsito, termina separándose de la baranda. "¿No tendrás gripe? El clima está perfecto." No podría ser mejor, piensa. "Ya, ya. Bajemos a un lugar en donde el sereno no te alcance, abuelito. ¿Imagina estar en un lugar así y tener que pasar en cama el resto de la estadía por un simple resfriado?" Entonces, le dio un par de empujones para animarlo a comenzar el descenso por los escalones de madera.
Acostumbrado a ser él quien le toma el pelo a los demás, no pudo esconder la risita que se le escapó al escuchar la explicación de la chica. —Oh, que tonto, —resopló, alejándose con naturalidad luego del espontáneo saludo— ¡Y yo creyéndote todavía!—Acompañó este último comentario de un suave golpe sobre el brazo de Sukja, intentando comunicarle la poca seriedad con que se tomaba el asunto. Y junto a eso, dejaba en algún rincón de su mente una nota mental respecto a la naturaleza traviesa de la contraria.
—Aah, que poética, —se burló— personalmente no puedo acostumbrarme al hecho de que sea tan grande...—. El ambiente, aunque de manera apenas perceptible, se tiñó de cierta seriedad. Él pudo percatarse de la severidad en el tono de la contraria, sin embargo no fue hasta que escuchó su reflexión que, realizando el mismo ejercicio, pudo dar cuenta de cómo la extensión del océano lo hacía pensar en lugares, escondites y anécdotas sobre elementos, decires, recuerdos... y también gente perdida. Se imaginó buscando en ese infinito angustioso y sofocante, y de pronto se percató de que un escalofrío recorría su columna. Eligió pensar que era la frescura de la brisa característica del lugar. — ¿No encuentras que hace frío?
#ururis#JSJSHSJSJSJSHS LO QUIERO TANTO.#no si iwal y fijo la tercera es la vencida y ya harán hasta doblr besito y todo#also: how dare you. HOW dare you.
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La tercera es la vencida🫡
#la teoria del 3#womens champions league#fc barcelona femeni#futfem#olympique lyonnais#fcb femeni#woso community
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Imposible censurar a la pelirroja más chichona y caliente de tumblr, yo te sigo mil veces si es necesario 🔥🙌🏻
La tercera es la vencida 😮💨
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high infidelity (Enzo Vogrincic x fem reader)
Capítulo 20.
Tiempo después.
—¿Qué opinas del horror?—preguntó la mujer mientras se acomodaba sus gafas, durante toda la entrevista, Alana había estado más concentrada en ellas que en las preguntas que le hacía, hace más de media hora notó que el rumbo de la entrevista estaba tomando una dirección que no le interesaba mucho.
—Eh, pues…me gusta leerlo—carraspeó.
—Bueno, no estás aquí para leer, ¿cierto? Al menos que estés buscando un puesto de editora, creo que podría conseguirte algo—dijo Leticia buscando entre los cientos de papeles de su escritorio.
—No—dijo Alana rápidamente—. No estoy interesada en un puesto de editora, como ya se lo había mencionado—le recordó por quinta vez.
Era su tercera entrevista en la semana, por ser la tercera, pensó que esta vez sería la vencida, estaba más que equivocada.
—Mencionaste que llevas un par de meses trabajando en una nueva historia, ¿cierto?—preguntó Leticia recuperando su atención, Alana sintió su corazón latir más fuerte y se acomodó en la silla, una luz de esperanza le invadió el pecho.
—¡Sí!—contestó rápidamente—. Me falta poco para terminar el primer manuscrito, ya sólo faltan pulir algunos detalles.
—¿Es una continuación de Arco de sangre?—preguntó volviendo a acomodarse las gafas.
—No, umm, técnicamente está situada en el mismo universo, pero ni la historia ni los personajes se relacionan entre sí—explicó, Leticia arqueó las cejas.
—Escucha, Alondra—dijo.
—Es Alana—la corrigió.
—Bien, Alana, por el momento no estamos interesados en otra saga de fantasía, tenemos la editorial repletas de ellas—dijo con lástima—. Sin embargo, podría hacer una excepción contigo si conviertes el manuscrito en una continuación de Arco de sangre debido a la popularidad de la serie, conviértela en una precuela, ¿qué sé yo?
Alana resopló, no tenía intención en continuar la saga, había cerrado su ciclo con ella tiempo atrás.
—Leticia, te prometo que mi nueva historia también es interesante, la he acomodado para un público más juvenil y…
—Si no está relacionada con Arco de sangre, no estamos interesados, cariño—dijo con el mismo tono de lástima falsa, Alana mordió el interior de su mejilla.
—Si no están interesados en más escritores de fantasía, ¿entonces en cuáles lo están?—preguntó dándose por vencida.
—Horror, por eso te pregunté qué opinas al respecto.
Nunca se le había pasado por la mente escribir libros de horror, le encantaba el género, pero su pasión siempre había sido la fantasía.
—Tipo Stephen King o algo así—le sugirió, Alana parpadeó varias veces.
—Si te soy honesta, no estoy muy interesada en el género, no quisiera entregar algo con lo que no me sienta satisfecha—dijo Alana, si ya sufría síndrome del impostor con un género que conocía bastante bien, no se imaginaba con uno para nada explorado.
—Alondra…
—Alana—volvió a corregirla.
—He leído tus libros, considero que eres una chica brillante, pero te seré honesta, aquí en España no tienes la misma audiencia que tienes en Latinoamérica, costará el doble, si no es que el triple para que sobresalgas aquí. Usualmente exigimos un manuscrito ya terminado para iniciar el proceso de entrevistas, contigo no fue necesario porque de entrada sé que el trabajo será bueno, pero no te puedo aceptar algo que sea fantasía. Es horror o es nada. O bueno, podríamos darte un puesto de editora.
La noticia le cayó como un balde de agua fría, llevaba años sin sentirse así de perdida antes.
—¿Me lo puedo pensar?—preguntó con un hilo de voz, Leticia inclinó la cabeza y asintió.
—Por supuesto que sí—sonrió mostrando sus blancos dientes manchados de lápiz labial rojo.
—Vale, gracias por tu tiempo—respondió tomando sus cosas, estaba apunto de salir por la puerta cuando la voz de Leticia la detuvo.
—Alondra, necesitamos tener una respuesta en máximo una semana, si no, la vacante pasa en automático a otra persona.
Alana suspiró y sin responder salió de la oficina.
No tenía idea a dónde ir, Enzo le había sugerido que se pasara al estudio de grabación después de la entrevista, al principio había parecido una buena idea, pero después de haber fracasado nuevamente en otra editorial, no le apetecía en lo absoluto ir a un lugar lleno de luces y cámaras y gente gritando por doquier.
Alana se detuvo en el lobby y miró fijamente a la barra de café que había ahí, en verdad le había gustado la editorial Moore, inconscientemente, la había dejado al último creyendo que ahí se quedaría.
Se sentó en el taburete de la barra, se sentía tan decepcionada de la situación que de lejos probablemente ella lucía como si en realidad se encontrara en una barra de un bar, quizá alcohol era lo que necesitaba.
—Disculpa, ¿tienes alcohol?—le preguntó tímidamente a la barista, la cual la miró con una mirada juiciosa, Alana negó con la cabeza rápidamente, en verdad debía encontrarse deprimida para estar ordenando licor en la jodida barra de café de una editorial—. ¿Un americano frío?—sugirió con una mueca, la barista asintió y se dio la vuelta para preparar su café.
Como no tenía nada más qué hacer, decidió sacar su celular para checar Twitter, grave error, pues la primera noticia que le apareció era la de Sebastián anunciando su nuevo libro.
Sintió la furia invadirla por completo, ¿cómo mierda lo había terminado tan pronto? El libro estaría públicado a finales de año, Alana sintió las ganas de estrellar su celular, si Sebastián le hubiera dicho que lo terminaría pronto, Alana hubiera podido seguir en la jodida editorial, pero claro, Sebastián, porque quería arruinarle la vida, había dicho que no tenía una fecha clara, haciéndole creer que tardaría incluso años en publicarlo.
Alana no podía volver a su antigua editorial debido a firmar renuncia, pero incluso si pudiera volver, no regresaría a un lugar donde apoyaban a un abusador.
—Vete a la verga—soltó viendo la imagen de su ex novio en la pantalla, bloqueó el celular con fuerza y lo dejó caer estruendosamente sobre la barra.
—¿Qué me vaya a la qué?—preguntó un hombre a su lado, Alana levantó la mirada para observarlo, no lucía mayor de 35 años, lucía bastante pulcro y llevaba puesto un traje bastante planchado, no era de sorprenderse que se sintiera mortificado por el lenguaje de la chica.
—A la verga—respondió, el misterioso hombre se ahogó con su propia saliva, la barista le dejó el café en la barra y la miró como si acabara de decir la peor cosa del mundo—. Es una expresión mexicana—aclaró.
—Sé lo que es—dijo ��l, claramente tenía acento español, aunque no tan marcado.
—Pero no me refería a ti—dijo Alana—. Me refería a mi ex—dijo rápidamente, la barista se dio la vuelta nuevamente y desapareció de la incómoda interacción.
—Umm, vale—dijo el hombre mirándola como una loca y procediendo a darle un sorbo a su café—. Claramente no estás pasando un buen día, le pediste un whisky a la pobre chica.
—No pedí whisky—replicó Alana—. Para ser honesta, ni siquiera sé qué tipo de alcohol quería, y sí, es un pésimo día—exclamó dejando caer su espalda contra el respaldo de la silla.
—¿Puedo saber por qué?—preguntó con curiosidad, Alana suspiró.
—Soy escritora—dijo—. Esta es la tercera editorial que visito en la semana y si te soy honesta creí que sería la buena, es decir, ¡tienen su propia barra de café!—dijo ahora levantando las manos.
—Sí, es bastante genial—dijo el hombre riendo.
—Como sea, tuve una entrevista pero no quieren que escriba fantasía, es horror, además, la mujer que me hizo la entrevista seguía llamándome por un nombre que no es el mío.
—¿Y cuál es el problema con ello?—preguntó él.
—Que no es mi nombre—dijo con tono de obviedad.
—No—dijo él hombre soltando una carcajada—. ¿Qué hay de malo en escribir horror?
—Oh, pues nunca lo he hecho, no es o mío.
—Bueno, siempre hay una primera vez para todo, ¿no? Estoy seguro que si Leticia te está considerando para un proyecto es porque ve algo en ti.
—Supongo, pero es como vender mi alma a algo que no sé cómo va a salir por el simple hecho de estar desesperada por trabajar, hubo una situación que me hizo renunciar a mi última editorial, siempre ha estado en contra de mis valores hacer cosas de las que no estoy completamente segura, pero te repito, estoy desesperada, estoy a nada de comenzar a trabajar en un jodido establecimiento de hamburguesas, ahorita vivo con mi novio y él se está haciendo cargo de la mayoría de los gastos, digo, aún tengo dinero, aún recibo dinero por mis libros pasados pero no puedo mantenerme toda la vida de eso, tenemos una gata, ¿sabes lo qué cuesta su comida y sus vacunas?Soy de México, llegué a España por otra situación completamente diferente a esta y ahora estoy…atrapada aquí—habló tan rápido que se le secó la boca, el hombre asintió con la cabeza todo momento, como intentando seguirle el hilo—. Espera, ¿eres cercano a Leticia? Supongo que trabajas aquí, ¿cierto?—preguntó un poco avergonzada por haber hablado de más.
El hombre abrió la boca y la volvió a cerrar sin responder su pregunta.
—Señor Moore, ¿gusta más café?—preguntó la barista regresando a la barra, él negó con la cabeza y le agradeció con la mano, Alana abrió la boca ampliamente.
—Lo siento tanto—exclamó horrorizada—. ¿Eres Mauricio Moore?
—No, Mauricio es mi padre, yo soy Hector—dijo extendiendo su mano.
—El CEO de la editorial Moore—informó la barista, Alana la miró con mortificación y tomó la mano del hombre.
—Ya no le digas más cosas, parece que se va a desmayar la pobre—le indicó a la barista.
—Lo siento tantísimo por cómo le hablé—volvió a disculparse.
—No te disculpes y no me hables de usted. Te conozco bien, eres Alana Lomelí.
Alana asintió tímidamente.
—Qué vergüenza—exclamó, quería que la tierra la tragara.
—Sé también quién es tu ex novio, recién anunció su nuevo libro, ¿cierto? Supongo que por eso andas tan cabreada—dijo—. No pienses que soy un chismoso, pero digamos que todas las editoriales se enteraron de lo sucedido, lamento que hayas tenido que pasar por eso.
Era la primera persona que le confesaba saber lo sucedido y sentía compasión por ella, no lo verbalizó, pero se sintió verdaderamente agradecida por ello.
—Por cierto—comenzó a decir—. Yo fui el que le dio la orden a Leticia de que no te aceptara en la editorial si querías publicar fantasía, así que no la odies a ella.
—¿Por qué?—preguntó con genuina curiosidad.
—Bueno, si te tenemos en la editorial más importante de España, nos gustaría hacerte un re-brand, además, el horror es mi género favorito, quisiera leerlo desde tu narrativa.
Alana lo miró incrédula, no podía creer que la orden había sido directa del CEO por un simple capricho.
—No contratamos gente latina, pero contigo podríamos hacer una excepción, además, no es mentira que ya no tenemos lugar para otro autor de fantasía, y lamento escuchar que la entrevista no salió como esperaba, le di órdenes claras a Leticia de que si te parabas en su oficina, no salieras de ella sin un contrato.
—Le dije que me lo pensaría—carraspeó.
—Bueno, espero que en verdad te lo pienses—sin decir más, Hector Moore abandonó la barra.
˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖
—Hola, chiquita, pensé que te vería en el estudio—dijo Enzo entrando a la sala y colocando un beso en su coronilla para después dejar otro beso en la cabeza de Zola, la cual se encontraba en su regazo—. ¿Fue muy pesada la entrevista?—preguntó dejándose caer en el otro sillón.
—Demasiado—respondió Alana, aunque se refería más a la conversación que tuvo con Hector que con Leticia.
—¿Y bien?—preguntó Enzo llevando su barbilla a su puño.
—Creo que firmaré con ellos—dijo Alana no muy emocionada.
—¡Eso es genial!—exclamó, Alana apretó los labios—. Me dijiste que es la editorial más importante de España, ¿por qué no estás emocionada?—preguntó moviéndose de sillón y sentándose a lado de ella, Zola rápidamente comenzó a ronronear y se pasó ahora a sus muslos.
—Hay una condición para que pueda trabajar con ellos—dijo.
—¿Cuál es?
—Quieren que escriba horror—dijo con tono abatido, Hector no se había cansado de recordárselo en el resto de la conversación que tuvieron en el café.
—Pero, ¿qué ocurrirá con la historia que llevas escribiendo por meses?—preguntó.
—Pues, supongo que va para la basura—dijo riendo tristemente.
—Lana, llevas meses enteros trabajando en ella, y no es porque sos mi novia y mi autora favorita en el mundo entero, pero es genial, me atrevo a decir que podría ser incluso mejor que Arco de sangre.
Alana sintió las lágrimas formándose en sus ojos, sabía que Enzo tenía razón, le había puesto mucho empeño, esfuerzo y cariño a la historia, la había logrado sacar adelante a pesar de las situaciones tan horribles por las que había pasado.
—Están repletos de autores de fantasía en la editorial.
—Pero ninguno de ellos son vos—dijo Enzo.
—Pero son españoles y yo no—dijo—. El público los prefiere a ellos, no estoy en Latinoamérica, además, soy considerada ahora la escritora más polémica del habla hispana, la editorial sólo me va a aceptar si hacen un re-brand.
—¿Y un re-brand es obligarte a escribir un género que no soportás? Lana, es una completa boludez.
—Me gusta el horror.
—Sí, para leerlo antes de dormir, no para pasar horas enteras escribiendo sobre monstruos debajo de la cama, vos me lo dijiste una vez, preferís escribir cualquier otro género antes que horror. No aceptarás, ¿verdad?
—Enzo, no tengo mucha opción, no tengo trabajo.
—¿Qué decís con qué no tenés trabajo? Te la pasas día y noche en el teclado, trabajás más que nadie.
—Si no tengo editorial, no sirve de nada—dijo ella elevando los hombros.
—Te quisieron convencer, ¿cierto?—preguntó.
—¿Cómo lo sabes?
—Porque te conozco y la Lana con la que vivo y tanto adoro, jamás aceptaría ese tipo de condiciones.
Alana jugó con sus dedos, mentiría si dijera que Hector no pasó horas persuadiendo para que se adentrará al mundo del horror.
—¿Crees que no puedo escribir un libro como ese?
—No—negó Enzo—. Sé que podrías escribir un libro como ese y eso es lo que temo, porque podrías escribir el mejor libro de horror de la historia y no ser feliz ni un sólo segundo al hacerlo.
Alana no pudo evitarlo más y rompió en llanto.
—Vení—dijo él arrastrándola hacia su cuerpo—. Sabes que te apoyo, pero sólo quiero lo mejor para vos, quiero que vos seas feliz.
—Me siento atrapada aquí, en esta ciudad, este país, siento que no pertenezco aquí, nunca lo haré.
Enzo la miró con compasión, sabía que él la entendía, sabía que él se sentía de la misma manera y sabía que él también haría lo posible para salir de Sevilla.
—Quiero estar en México, con mi familia y mis amigas, aunque sea un instante.
Enzo se despegó de ella y sacó su celular.
—¿Qué haces?
—Comprándote un vuelo de avión a México—dijo simplemente.
—Enzo.
—Mirá cómo estás, estar aquí no te hace bien, necesitas ver a tu familia aunque sea unos días, quizá eso te haga sentir mejor y puedas pensar con la mente más fría.
Alana se limpió las lágrimas, su novio tenía razón, no visitaba México desde que se había mudado a España.
—Ojalá pudieras venir conmigo—dijo Alana apoyando su cabeza sobre el hombro de Enzo mientras veía cómo procedía el pago, era una fortuna pagar un boleto de avión redondo de un día para otro, no tenía idea cómo agradecerle.
—Pronto, ¿sí?—dijo él calmándola. Serán unos días para despejarte, sabes que te estaré esperando acá cuando vuelvas.
Alana lo abrazó, sabiendo que eso era verdad.
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* reconoce la voz de su hermano de forma inmediata, dejando su teléfono en el bolsillo de su vestido prestándole toda su atención. baja su mirada hasta el brazo de su hermano donde puede ver aquella marca que la hace verlo con decepción. ‘ te tomaste lo de pelear con niños en serio, woo ’�� menciona sosteniendo ahora el antebrazo del mayor para verlo mejor. ‘ vamos a desinfectar antes de que te den rabia ’ lo suelta, solo para tomar su muñeca y guiarlo entre las personas hasta donde conoce que hay un botiquín. ‘ en serio, ¿cómo terminaste siendo víctima de niños? ’
⁎ terrazas : ‘ ¿te parece esto normal? ’ en el costado del antebrazo que le mostraba a la persona que acababa de ocupar un lugar al lado suyo, se podía ver la marca de una mordedura. ‘ los niños se están poniendo agresivos ahora, debe ser el agua ’ sugirió, masajeando la zona. ‘ si no te mueves, te van a pasar por encima ’ advirtió, desde la experiencia. par de criaturas corría hacia ellos, trepándose en los sillones, que al parecer eran obstáculos que formaban parte de su carrera.
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su mirada registra por tercera vez el salón en busca de aquel rostro tan familiar, hasta el momento le ha tocado huir de casi de todas las personas conocidas pero no de ella. rhia se convirtió en un sitio seguro para ella por lo que no se da por vencida al volver a registrar el salón y el alivio que siente cuando la encuentra por fin se extiende por todo su interior. casi corre hasta donde se encuentra ella y antes de que pueda volver a perderla de vista la toma del brazo, esbozándole una sonrisa para que sepa que es ella. "dime que no habías estado escondiéndote de mí, por favor" dice con ojos brillantes, bromeando un poco aunque en el fondo deseando que realmente no sea el caso.
privado para @rhicrim0n
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