#intervenida
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https://www.instagram.com/caustico_/
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Fotografia Intervenida
San Luis Potosi, Mx.
Julio, 2022.
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Dios despojo anhela la divinidad.
Pincel de instagram sobre fotografía tomada con celular.
Foto y dibujo por mí.
#foto intervenida#photo#graciasbalan#dibujo#art#gracias balan#digital illustration#intervented photo
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Más o menos bien ❤️🩹
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Retrato de Unica Zürn (Berlín 1916 - París 1970) intervenida por Rocío Bueno para su serie Ancestras.
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Una imagen de Roos, intervenida por @azulbelleth
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🇬🇧 | 40 minutos para la medianoche en Londres. "The Sun" pública la portada de su edición del martes 19 de marzo con la (aparente) primera foto de la princesa Kate Middleton con el príncipe William desde que fue intervenida quirúrgicamente hace dos meses.
Aquí el vídeo de la exclusiva lanzado hace unas horas por TMZ:
Pero, ¿y si…?
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yo con mi gorra intervenida de educación pública gratuita y de calidad siendo el menos obvio de a dónde voy y qué estoy yendo a hacer
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Salí a caminar. Había estado todo el día con bastante vocación de distraerme. Confiada en que mis tareas no eran tan desafiantes. Al caer la tarde, vencida por el cansancio decidí que mover las piernas un poco y hacer que circulara la sangre era lo que necesitaba para recuperar algo de vitalidad y terminar de una vez con mis tareas.
Rosario tiene un aroma particular a la tarde. Quizás por la humedad. En el horizonte el cielo se veía amarillo tras la puesta de sol. Le daba un lindo contraste a los árboles todavía sin hojas.
No contaba con que mi pequeño paseo me sensibilizaría. Pero a veces la visualización de algo tan sencillo como un detalle gatilla en mí la nostalgia. Una antigua puerta de hierro, con un contrastante picaporte de madera. No parecía parte de la forja original. Imaginé, que esta se habría roto con los años y alguien lo había arreglado así artesanalmente. No me detuve a examinar. Pero la madera cuidadosamente pulida era el gesto de alguien que había reparado el picaporte con esmero. Me hizo acordar a mi papá que suele hacer arreglos en la casa con lo que tiene a mano. A veces los materiales que usa no son convencionales pero siempre le dan a la pieza intervenida un toque original, una composición única.
Lo extraño, hace un tiempo que no lo veo.
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Siempre sentí que mi facultad no era parte de CU.
Así me pareció desde mi primera visita, antes de ser estudiante ahí formalmente, hasta la última clase que cursé para cubrir mis créditos.
Me lo hacía sentir su color naranja y sus impolutos pasillos blancos con azul.
También me lo hacía sentir esa improvisada entrada angosta que conectaba la facultad con el campus central, unas diminutas escaleras que parecían más una salida secreta que una entrada.
Casi todos los alumnos entrábamos por ahí, o porque veníamos caminando por Copilco o porque la parada del Pumabús estaba también ahí.
Esa entrada también era lo único reconocido de nuestra facultad, porque la gente iba a comer al célebre y horrible Psicotaco.
Siempre me dio la sensación de que la facultad le tenía miedo al campus de CU, por eso mejor darle la espalda, por eso mejor tener la entrada principal sobre Av Universidad, mirando para otro lado.
Qué mejor acto fallido que ese.
Éramos un añadido, una protuberancia puesta en la esquina, con un rídiculo pasillo que hacía de entrada.
Hace ya varios años que se modificó esa entrada, pero, conservando y perpetuando el miedo, se hizo la entrada lo más cerca a Insurgentes.
La vieja entrada salida se clausuró, con todo y el Psicotaco, y ahora los que van caminando tienen que casi rodear la facultad para entrar, no importando que la vieja entrada, con todas su fallas, tenía el sentido más claro de la pertenencia y de la utilidad, porque esa entrada, al menos, estaba direccionada a ese pasillo lleno de vida que conecta la facultad de Filosofía con la Central, ese pasillo donde se venden libros, tacos de canasta, cafés, donde pasas al lado del Che, ese pasillo donde, a mis catorce años, en la visita que me hizo dar cuenta de que yo necesitaba estudiar ahí, compré piratería alternativa, emocionado porque ese lugar parecía un tianguis y no una escuela, y todo CU en general me pareció un parque y no una Universidad y yo solo pensaba ¿aquí donde estudia la gente?, y yo sentí, que yo debía, si podía, si lo lograba, ser parte de aquello, por eso la escena que más me gusta de Güeros es cuando Santos, Tomás y el Sombra, perdidos manejando por la ciudad, terminan regresando a CU, y cuando se disponen a ir a la asamblea, caminando por ese pasillo se encuentran a su camarada el Inciso B, y entre la alegría del reencuentro, el Inciso les va contando como va la huelga. Eso es ese pasillo, el lugar donde te encontrabas a todo el mundo, el lugar donde esperé varias veces a amigos, donde las esperé a ellas, el lugar donde alguien me hizo un dibujo, donde siempre te encontrabas a un Inciso B que te contaba como iban las cosas y caminabas un poco, rumbo a clase, a la parada o a la biblioteca.
En mi primer día de clases, no veía la hora para salir corriendo a ese pasillo para ir por un café, para sentir que por fin estaba ahí y que ahora, yo también, era uno de esos jovenes como los que me deslumbraron en mi adolescencia.
Pero mi facultad sí era parte de la universidad. Me lo hacían sentir esos ventanales a nuestra izquierda por donde se podía ver la Central y por donde cuando no había contaminación podíamos ver a lo lejos los volcanes.
Esta vez que fui, en mi actividad favorita de volver a caminar por mis viejos trayectos, me encontré felizmente con una facultad completamente intervenida, con pintas de todos los colores y de todos los tonos en todas sus paredes, en todos sus pasillos y hasta en su explanada.
Las alumnas, porque siempre han sido mayoría las mujeres, afortunadamente no han necesitado una improvisada entrada salida para hacerse sentir parte de la universidad y de algo mucho más grande. Mi vieja conservadora facultad, que alguna vez pintó el mismo suelo de color gris, luce por fin como debió lucir siempre, como un lugar donde las estudiantes dicen, "me amo", "rompe el pacto", "aquí dolió, aquí sanó". Un lugar que no ignora la realidad, al contrario, la ve y quiere cambiarla.
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#art#clothing#ropa#ropa intervenida#punk#skull#aesthetic#argentina#anime#artwear#dreamcore#liminal#angel#draw#ink#arg
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Trabajo Final.
Fotografia Intervenida.
San Luis Potosi, Mx.
Julio, 2022.
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@enricross1964 Joder el Albertiño tiene unos huevazos , dice que lo importante de un político es que no mienta, lo dice el tipo que de cada tres datos que da , cuatro son falsos.
Y luego dice que es complicado quebrar un país, lo dice el tipo que el auto de la Audiencia Nacional la realidad de lo que había pasado con la desastrosa operación que desembocó en la desaparición de Caixa Galicia y Caixanova.
“Caixanova nunca habría sido intervenida si no se hubiera visto obligada a fusionarse con Caixa Galicia, dando lugar a Nova Caixa Galicia”,
señaló el documento judicial. La nueva caja resultante, convertida en banco, fue a parar a las manos de un banquero venezolano, Juan Carlos Escotet, que la rebautizó como Abanca en 2013.
Le costó mil millones de euros. Las ayudas públicas que había recibido hasta ese momento ascendían a 9.000 millones.
Durante los sucesivos mandatos del Feijoo en Galicia, quebró todo el sistema financiero gallego: Banco Pastor, Caix galicia y Caixanova.
Como para estar orgulloso.
Parece que no tenía nada que ver, pero las cajas de ahorro son (y eran) competencia exclusiva de la Xunta de Galicia de la que el era presidente (Artículo 30.5 del Estatuto de Galicia).
Esa quiebra costó a todos los españoles 10.000 millones de euros.
Incompetente según la RAE quiere decir "que no tiene la capacidad suficiente para hacer cierta cosa, especialmente un trabajo, o para ocupar un determinado puesto"
El Banco de España desaconsejó, repetidas veces, la fusión de las dos cajas gallegas.
Feijóo dictó una ley en la que, prácticamente, limitaba la autoridad del Banco de España y atribuía a la Xunta toda la capacidad de decisión sobre las cajas.
Al mismo tiempo, la Caixa (catalana) hizo una oferta para comprar Caixanova.
El Banco de España lo aconsejó.
Feijoo se negó en rotundo, obligó a fusionarse a los dos cajas, que llegaron a la quiebra.
El lógico que si a un cuerpo medianamente sano, le inoculas un cáncer de otro cuerpo, hará metástesis y se moriran los dos.
Feijóo era el presidente de la Xunta, con toda la responsabilidad sobre las quiebras de las cajas gallegas.
La turbulenta historia de cómo las cajas gallegas desaparecieron y, convertidas en un banco y a precio de ganga, fueron a parar a la cartera de Escotet, estuvo plagada de ocultaciones y medias verdades por parte de los gobiernos autonómicos de Feijóo.
A pesar del dictamen de la Audiencia Nacional, no pasó nada.
Si se inyectaron 9.000 millones de Euros, realmente el Pufo fue de 18.000 millones de euros, entendéis ahora las mayorías absolutas de Albertiño ?
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Tenemos que hablar -arroba nat ❣️
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Fotografia de Miró por Ida Kar intervenida por Rrose Sélaby.
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Camino a Arzua y O Pino
Esta entrada va doble porque, por cuestiones de logística, dividimos el trayecto en más paradas de lo habitual, caminamos menos, tomamos más cañas y avanzamos lo mismo.
Camino a Arzua conocimos a Cándido, una especie de pasión de gavilanes en versión jubilado y gallego, que salió todo orondo de una casita preciosa al descubrir que la estabamos elogiando.
Nos vio afuera, salió, nos invitó a pasar, nos mostró las instalaciones, nos ofreció bebida y nos contó la historia de la casita. Era de pierda y vieja como la injusticia ("que de cuándo es, pues no se exactamente el año, pero en el impuesto figura de alta 1907". La referencia fiscal me mató). Detrás, en lo que actualmente es el jardín, había una escuadra y varios corrales, pues su abuela comercializaba huevos. "Por aquí pasaba la consigna. Aquí hacían cambio de mula partían para Madrid, a lo del mayorista". Un personaje el Cándido, generoso, fiel a su nombre, y bastante pillo, a decir verdad, porque me parece que toda la movida fue una estrategia para levantarse a la Euge.
El camino fue bello como de costumbre. Volvimos a atravesar zonas ganaderas, pero esta vez entramos a un tambo y vimos a un ternerito. Nos explicaron que la vaca gallega típica se llama marela, que es una derivación de amarela, por su color amarillento. Las vacas lecheras, en cambio, son las vacas suizas blancas y negras, como las que solemos ver en la pampa argentina.
Al llegar a Arzua descansamos y salimos a recorrer el pueblo (bue, en verdad la Euge y Frau Valdiviesen. Yo me quedé torrando porque estaba muerta). Presenciaron un choque, tomaron un heladito y se compraron unas sandalias para andar muy lindas. A la noche cenamos croquetas, papas bravas y el famoso queso de Arzua (sumamente recomendable) y volvimos al hostal.
Al día siguien partimos camino a O Pino, como siempre tarde, por lo que volvimos a cruzarnos con el grupo de los niños, los viejos y algún que otro peregrino rezagado. Ni bien comenzamos a caminar nos encontramos con unos chicos tocando música tradicional gallega, que me sorprendió porque los sonidos me recordaron otros que tenía asociados a la música celta.
Luego tuvimos que pasar y ser pasadas varias veces por dos contingentes de adolescentes y un par de newyorkinas en bicicleta con menos estabilidad que chancho corriendo en cerámica y la cara más intervenida que la duquesa de alba.
A la hora de la caña (todos los días religiosamente a las 12), nos sentamos en un barcito a la vera del camino. Casi sin darnos cuenta tuvimos una de las conversaciones más difíciles, lindas y sanadoras del viaje, que por siempre quedará en nuestra memoria.
A O Pino llegamos temprano y como no había nada para hacer nos echamos a tomar sol. Cenamos favada y caldo gallego y nos acostamos a dormir.
Buen camino!
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