#guardaba
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leregirenga · 8 months ago
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Diría yo que toda yo estaba muerta, no solo mi corazón, mi alma, mis emociones y sentimientos ya no latian. Mi sentir, mi sonrisa ya no respiraban y pecho ya no vibraba con nada.
Pero llegaste tu y todo cambio, me resucitaste, hiciste lo impensable y de nuevo en sincronía todo tomo vida y acordes de música de nuevo me acompañaron para que todo mi ser cantara y danzará al son de tu risa, de tu besos, de los abrazos calientitos y las caricias tiernas.
Amor, has hecho lo inimaginable, me reviviste y hoy vuelvo a vivir.
Leregi Renga
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howllz17 · 1 year ago
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Once you get this, you have to say five things you like about yourself, publicly. Then you have to send this to ten of your favourite followers (non-negotiable, positivity is cool~) 🌈 🌈
Ok... Me tarde por qué esto se trababa...
1: Me gusta mi rostro (Si, aún si tengo ojeras🙃)
2:Me gusta mis piernas (son largas y me gusta estar en puntitas💅✨)
3: Me gusta mi carácter Silly (Me encanta...😝
4: mi creatividad en algunas cosas (Mi mente es muy rara💭)
5: Mis pestañas (no necesito pintarlas o hacerlas grandes, ya lo son✨)
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deepinsideyourbeing · 1 year ago
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He calls me the Devil (I make him wanna sin) - Enzo Vogrincic
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+18! Needy!Enzo (unos segundos de Sub!Enzo, parpadeen y se lo pierden). Biting, choking, creampie, fingering, masturbación, (breves descripciones de) plus size!reader, sexo oral, sexo sin protección, (kind of) semi-public sex, spit kink, edades no especificadas. Uso de español rioplatense.
El vestido fue idea de Enzo.
Luego de un par de días viéndote batallar frente al espejo e intentando consolarte cuando la frustración te vencía, recordó que la caja que contenía la prenda estaba sepultada en alguna parte del armario. Enzo odiaría que lo malinterpretes y no tiene absolutamente nada en contra de la chaqueta y el pantalón de cuero que pretendías combinar con un top burdeos, pero…
-No, no sé- recuerda cómo empujaste el vestido contra su pecho-. ¿No te parece que es mucho?
-¿Para mí…? Es poco- bromeó,  refiriéndose sutilmente a los atuendos  mucho más atrevidos y extravagantes que utilizaste en ámbitos mucho menos formales.
-No son los Oscar, Enzo, es un concierto de música clásica.
-¿Y?- se mordió el labio-. ¿No te gustó el vestido? ¿Es eso?
-Me encantó, amor, pero…
La inseguridad ensombreció tu rostro por un breve momento, evocando el recuerdo del día en que le enseñaste el vestido en una página web: las únicas fotos exhibiendo el producto eran de modelos utilizando la talla small, un detalle recurrente que te aquejaba a la hora de buscar ropa. Aún puede oír la forma en que suspiraste, entre harta y triste, antes de cerrar la página y bloquear la pantalla de tu celular para arrojarlo sobre la cama.
Normalmente Enzo no se habría atrevido a husmear en tus dispositivos electrónicos, pero esa noche luego de ver tu decepción decidió revisar tu historial. A falta de una referencia fotográfica, optó por confiar en que uno de los talles se correspondía con tus medidas.
-Te queda hermoso- insistió, sosteniéndolo con delicadeza entre sus manos-. Dale, probátelo otra vez.
La forma en que te sonrojaste le pareció tierna, un tanto divertida considerando el tiempo que llevaban juntos y la inocencia del cumplido en comparación con los comentarios que guardaba para otros momentos, los cuales hacían que la sangre de tu cuerpo ardiera no sólo en tus mejillas. Observó cómo deslizabas las tiras de tu camisón por tus hombros y su respiración se entrecortó cuando vio tus pechos desnudos.
El vestido se adhería a tu cuerpo como una segunda piel, los tonos rojos de la seda resaltando tu figura y volviéndote la viva imagen de lo que Enzo llamaría la perdición.
Ahora ese recuerdo lo atormenta y se obliga a mantener las apariencias, ocultando su erección con el programa del concierto y agradeciendo por la tenue iluminación de la sala. Intenta distraerse observando los detalles del lugar, tal como lo hizo desde que llegaron al Auditorio Nacional, y por unos instantes la sincronización en los arcos de la sección de cuerdas de la orquesta es más que suficiente para cautivarlo.
Es entonces cuando siente que te movés en tu asiento y sus ojos se centran en tu figura. Tus manos se encuentran entrelazadas sobre tu regazo, cubiertas por unos delicados guantes de largo asimétrico, y al ver tus dedos jugando distraídamente con el papel no puede evitar pensar en lo bien que se verían envueltos sobre su miembro, su semilla arruinando la seda que oculta tu piel.
El súbito aplauso del público lo saca de sus cavilaciones y está a punto de sumarse al mismo, pero tu mano se cierra sobre la suya a modo de advertencia. Si la calidez de tu palma empeora su estado, la forma en que el vestido abraza la curva de tu abdomen y resalta tus pechos es prácticamente una sentencia de muerte.
-Todavía no- aclarás, señalando con la cabeza hacia el escenario-. Falta uno más.
El primer movimiento de la Serenata para cuerdas de Tchaikovsky le pareció sublime, ¿pero el cuarto…? Le resulta eterno y le cuesta horrores mantener la concentración, por lo que se muerde los labios hasta sentir el gusto metálico de la sangre en su lengua. Comienza a mover la pierna y tu mano acaricia su muslo -probablemente interpretando su agitación como nerviosismo o ansiedad- en un gesto que debería ser tranquilizador, pero que es en realidad todo lo contrario.
La preocupación en tus ojos es evidente cuando encuentran la mancha escarlata en sus labios y te inclinás para examinar el daño, ignorando que el ángulo le permite ver tu escote y el sostén de encaje rojo que contrasta con tu tono de piel. Es el mismo rojo que tiñe tus labios y que difuminaste en tus pómulos, el mismo rojo que en alguna ocasión utilizaste para dejar la marca de tus besos en su pecho, su abdomen y…
Se siente culpable cuando acerca sus labios a tu oído y susurra:
-¿Me acompañás?
La obra concluye y Enzo aprovecha el momento en que otro músico, un pianista, entra en escena. Toma tu mano y te arrastra hacia las puertas de la sala, más de una mirada curiosa posándose sobre ambos y algunos susurros, que te hacen sentir más insegura de lo que lo hicieron a tu llegada: Enzo juró que te miraban porque “¿Cómo no te van a mirar? Si estás hermosa”, pero vos no estás convencida de que ese fuera el motivo.
Ambos llegan a un corredor desierto y cuando Enzo tira de tu mano para guiarte hacia una puerta lateral, lo seguís al interior de la habitación sin hacer preguntas. Te sorprenden los estuches de instrumentos vacíos, desperdigados por doquier, y estás a punto de comentar que la puerta no debería estar sin seguro, pero el ataque de algún instrumento de viento -que no distinguís- en la habitación contigua hace que te sobresaltes.
-¿Qué pasó?- preguntás, recordando el motivo por el cual abandonaron el concierto. Cuando tomás la mejilla de Enzo para examinar su herida, sus dedos aprisionan tu muñeca-. ¿Qué…?
Dirige tu mano hacia su erección, cubierta por un costoso pantalón, sus ojos fijos en tu rostro para examinar tu reacción: tus labios se separan lo suficiente para permitirle ver tus dientes y tu respiración se torna agitada en un abrir y cerrar de ojos, obligándolo a admirar cómo el movimiento hace que tus pechos suban y bajen. Su mirada desciende hasta llegar a tu cadera y sus manos siguen el mismo camino, masajeando con fuerza tu cuerpo antes de atraerte hacia el suyo.
Soltás un gemido y, en algún recóndito lugar de tu mente, te preguntás si las personas presenciando el concierto pueden oírte con la misma claridad con la que oís el piano en este momento.
-¿Ves lo que me hacés…?- pregunta. Besa tu mejilla y sus labios trazan una línea hasta tu cuello, sus besos húmedos y su aliento cálido repercutiendo en tus sentidos-. Desde que llegamos estoy así.
El sonido del seguro llega a tus oídos.
-¿Qué hice?- fingís inocencia.
Su mano se cierra sobre tu cuello y vuelve a besarte, la intensidad de sus acciones provocando que sus dientes rasguen tu labio inferior y su lengua haciéndote gemir cuando invade el interior de tu boca. Se aferra a la parte más ancha de tu cadera con fuerza, como si la cercanía entre ambos no fuera ya suficiente, y su otra mano baja la cremallera de su pantalón.
El sonido provoca un cosquilleo entre tus piernas y mirás a Enzo de manera provocadora mientras tirás del botón de la prenda, la cual cede levemente dejando ver una franja de su ropa interior. Recorrés la tela visible con tu dedo antes de llevártelo a la boca, capturando la seda entre tus dientes para retirar el guante.
-No- te interrumpe-. Dejátelos puestos.
Le dirigís una sonrisa, intrigada y más que excitada por la situación y su petición. Tu mano colándose bajo su ropa interior hace que se muerda el labio y una expresión de dolor atraviesa su rostro, pero cuando cerrás tus dedos sobre su miembro esa expresión se transforma en placer y arroja la cabeza hacia atrás. Comenzás a masturbarlo con lentitud, tu oído atento a la orquesta percibiendo también el sonido de su piel y la aceleración de su respiración.
En cuestión de minutos y bajo las caricias que le suministran tus manos, Enzo se convierte en un desastre: sus dedos se clavan en tu carne y tenés que esforzarte para lograr mantener el ritmo de tus movimientos, el líquido preseminal brotando de su punta humedeciendo cada vez más tu guante y tus dígitos, y su miembro palpita desesperadamente en busca de alivio.
Te detiene antes de que sea demasiado tarde y te guía hacia el pequeño sofá en la esquina de la habitación, apartando unas partituras olvidadas sobre este para tomar asiento y señalar el lugar entre sus piernas. Obedecés inmediatamente, como siempre, y luego de ayudarlo a deshacerse de su pantalón y su ropa interior Enzo decide tirar de la cremallera de tu vestido y despojarte de tu sostén, liberando tus pechos.
Tomás su miembro entre tus manos para centrarte en su extensión mientras tus labios se acercan a la punta para besarla con delicadeza una y otra vez. Su excitación brilla bajo las luces de la habitación y es adictiva cuando el sabor invade tu lengua, haciéndote gemir cuando lo introducís en tu boca y provocando que las vibraciones amenacen con llevar a Enzo al borde del orgasmo nuevamente.
Sus caderas se mueven en contra de su voluntad y su punta golpea tu garganta, llenando tus ojos de lágrimas que rápidamente comienzan a deslizarse y humedecer tus mejillas. Te separás de Enzo, ya que no estás dispuesta a arruinar todo tu maquillaje, pero la solución que encontrás logra arrancar un gemido de su boca antes de que pueda procesar la imagen frente a él.
-Dios…- dice entre dientes, cubriendo su rostro con una mano luego de ver cómo rodeás su miembro con tus pechos y escupís sobre su punta. Recuerda todas las ocasiones en que lubricó el interior de tus muslos y se deslizó entre ellos hasta el agotamiento, oyéndote suplicar por un poco de placer a cambio y prometiendo hacer lo imposible para merecerlo-. Lo hacés a propósito, ¿no?
Permanecés en silencio, pero Enzo recibe una respuesta cuando tus manos presionan aún más tus pechos. Su excitación comienza a ser cada vez más abundante, gotas de líquido incoloro cayendo desde su punta hasta el largo de su miembro y entre tus pechos, llenando la habitación de los indecentes sonidos húmedos que tanto disfrutan ambos. Sus dedos contrayéndose sobre el sofá y sus nudillos blancos hacen que te detengas con una sonrisa de satisfacción.
Toma tu cabello entre sus dedos y se acerca peligrosamente a tu rostro, su pulgar delineando tu labio inferior y haciéndote sisear cuando toca la herida que sus dientes dejaron allí. Tira de tu cabello hasta posicionarte en un ángulo doloroso y te observa, el cabello cayendo a los lados de su rostro haciendo que se vea aún más imponente, y luego escupe en tu boca. Le enseñás tu lengua, su saliva mezclándose con la tuya, y tragás.
Te conduce hacia el otro extremo de la habitación sin delicadeza alguna y presiona tu cuerpo contra el espejo en la pared, el efecto de la superficie fría evidenciándose en tus pezones. Con movimientos lentos, Enzo toma el dobladillo de tu vestido y comienza a arrugarlo entre sus manos, descubriendo centímetro a centímetro de tu cuerpo y maravillándose como si fuera la primera vez que te ve.
Intenta no perder la razón al ver el encaje rojo cubriendo tu intimidad… Pero él es un hombre débil y vos, la tentación.
Se arroja sobre sus rodillas sin pensarlo y comienza a morder tus piernas con fuerza, haciéndote gemir y lloriquear debido a la sensibilidad, utilizando su lengua posteriormente como si fuera suficiente para aliviar las zonas abusadas. Aparta la prenda que lo separa de tu centro y observa cómo la humedad que cubre tu piel se adhiere en forma de hilos brillantes a la tela.
Introduce un dedo en tu interior mientras reparte besos y mordidas en tus muslos. Te oye gemir contra el espejo y sabe, aunque no puede verte, que tal imagen podría pertenecer al paraíso. Debería, asegura al introducir otro dedo y sentir tus paredes contrayéndose cuando los curva para dar con tu punto dulce, la resistencia de tus labios nula ante tus gemidos, jadeos y suspiros.
Los sonidos obscenos que producen los dedos de Enzo en tu cavidad no se comparan con la imagen entre tus piernas, tus fluidos cayendo sobre sus dedos hasta llegar a sus nudillos e incluso su muñeca. Tus piernas tiemblan y tus manos masajean tus pechos, imitando los movimientos que tu novio suele repetir para brindarte el máximo placer.
Tus rodillas están a punto de fallarte y le suplicás, pero cuando Enzo se detiene y te deja respirar la sensación de vacío junto con la desesperación te inundan. Encontrás sus ojos oscuros a través del espejo, un leve asentimiento de su parte que pretende ser un consuelo, y arqueás tu espalda para darle mejor acceso a tu entrada.
Sostiene el vestido, la tela arrugada a la altura de tu cintura, mientras acaricia tu entrada y tu clítoris con la punta goteante de su miembro. Suspirás al sentir su calor y el suspiro se vuelve un gemido cuando comienza a empujarse dentro tuyo, recibiendo el ardor que provoca su tamaño en tu entrada estrecha.
-Enzo...
-Sí, amor, ya sé- dice entre gruñidos-. Querés más, ¿no...? Vos siempre querés más.
Y él está dispuesto a dártelo todo.
Sus movimientos son delicados y mínimos para permitir que te acostumbres a la sensación, pero eso se acaba cuando ve tu expresión prácticamente pornográfica en el espejo. El placer dibuja en tus cejas una curva que acompaña la caída de tus párpados y tus labios entreabiertos permiten que un hilo de saliva caiga por tu mentón.
Desesperado por sentir más, comienza a penetrarte con fuerza y en profundidad. Adora los sonidos que dejan tu boca y aún más los que produce tu cuerpo al colisionar con el suyo, así como también adora ver los movimientos de tu carne como consecuencia de cada impacto originado entre las caderas de ambos.
El ritmo de sus estocadas es cada vez más rápido en contraste con la música (ahora muy lejana, como si la sala se encontrara a kilómetros de distancia) y te fuerza a sostenerte para no perder el equilibrio, pero la tarea resulta casi imposible cuando sentís la forma en que su punta abusa de tu cérvix de manera placentera.
Su mano repta por tu espalda y acaricia tu cuello antes de cerrarse sobre el mismo, la presión que ejerce mínima pero aún presente como un sutil recordatorio. Volvés a encontrar su mirada.
-Voy a...
-Sí- se limita a contestar. Arroja la cabeza hacia atrás.
Continúa embistiéndote hasta sentir las contracciones de tu interior caliente y te permite tocarte sólo después de atraer tu cuerpo hacia el suyo, con tu espalda sobre su pecho y su brazo rodeando tu cuello. Su otra mano sostiene tu cadera y se hunde dolorosamente en tu piel, amenazando con dejar alguna que otra marca.
El ángulo actual te deja sentir cada detalle de su miembro en tu interior y no pasa mucho tiempo antes de que llegues a tu orgasmo, con sus dedos aprisionando tus mejillas para mantener tu vista al frente, la imagen de tus pechos saltando de arriba abajo casi tan hipnótica como el rostro de tu novio al ver la escena.
Cuando Enzo alcanza su propio clímax sentís sus dientes mordiendo tu cuello antes de percibir cómo su semen caliente te llena por completo. La sensación es suficiente para causarte otro orgasmo, más breve pero de mayor intensidad.
-Te amo- dice Enzo contra tu piel-. Te amo, te amo, te amo.
-Yo también te amo- tomás su mano y la llevás a tus labios-. Mucho.
-¿No tenía razón?- oculta su sonrisa tras tu hombro-. El vestido era una buena idea.
Estás a punto de darle la razón, pero te interrumpe el sonido de alguien tocando la puerta.
-Te voy a matar- jurás, apresurándote para acomodar tu ropa.
Enzo sólo suelta una carcajada.
Notas de Lu:
La inspiración para el vestido, estoy completamente obsesionada. Espero hayan disfrutado la lectura y si ven algún error..., un hechicero lo hizo ♡
taglist: @madame-fear @creative-heart @recaltiente @llorented @chiquititamia
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fragmentosadolescentes · 2 months ago
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"Mejor llorando que hablando", así pensaba él que guardaba sus penas, y de tanto guardarlas se terminó ahogando.
Efimera Lunar Intemporal
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dosukja · 1 year ago
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🍊
“¿Conoces más de su obra? Es la primera vez que me topo con algo suyo.” Admite, tal vez, sólo tal vez, con los ojitos brillosos de ilusión por saber más del genio detrás de la pintura. “¿Cómo se llama? Me gustaría saber un poco más.” Para ver los cuadros por internet y embelesarse por horas — sabría Dios cuando podría volver a cruzarse con algo de este calibre. “Te voy a ser sincera... Me da miedo preguntar precios aquí. Aún se me hace demasiado difícil dimensionar ciertas cifras.” O esta esfera social, en realidad. Desde que había llegado, todo le parecía un misterio: la etiqueta, el dinero, las apariencias. Todo.
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' es... es interesante. sin embargo, hay mejores de este artista ' sí, el arte era objetivo pero ante sus ojos esa pieza no llegaba ni a las cinco mejores que había pintado. ' si no está a la subasta puede ser porque tiene un precio fijo ' no quería suponer que todo lo que estaba en exhibición era abierto a la venta pero nunca aquello ha sido un problema si alguien de su familia quería algo. ' ¿quieres preguntar el precio? '
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regina-king-0w0-blog · 9 days ago
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"RECORDANDO"-AU
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“A veces, el alma no descansa,
cuando aún queda una promesa por cumplir.
Vuelve, no como sombra,
sino como semilla nueva,
con ojos distintos y el mismo eco en la voz.
Donde antes la magia florecía desde la frente,
ahora arde silente en los dedos.
Donde el lobo guardaba el paso,
ahora es el viento quien le susurra el camino.
Y aunque no recuerde los nombres del ayer,
su corazón tiembla ante la misma mirada.
No busca poder.
Ni venganza.
Solo aquello que el destino le robó con premura:
la oportunidad de quedarse.”
Pd:Por fin lo termine!!!, no me convence la anatomía y posición pero se muy poco o nada de composición, así que lo dejó, pero juro que intentaré mejorar aunque sea sólo pasatiempo se merece el tiempo por el amor que le tengo.
Ah, ya se nota un poco el estilo que estoy manejando pero voy a trabajar con otro estilo que se asemeje a los créditos de toa, spoiler!!!.
Ya tengo otro hecho pero para la otra semana :b, tampoco es como si alguien estuviera al pendiente, verdad?.
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anagirlc · 2 months ago
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@anahearmeanababy aqui esta lo que pediste, preciosa! (,,>﹏<,,) ♡
Rutina;
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estas son las rutinas, son para hacer en casa.
agregando algunas cosas más;
- hacia 50.000 pasos diarios o intentaba llegar a una cifra parecida.
- esta rutina completa la repetia 3 veces al dia, aveces más y aveces menos.
- puedes agregar una hora o 30 minutos de yoga o lo que desees, no afectara.
+ tip! despues de terminar la rutina bañate con agua fria, lo comence a hacer y realmente es mejor el agua fria que el agua caliente, pero es solo mi opinion y es opcional.
comidas + ayuno;
yo preorizaba la proteina e verduras/frutas saciantes, casi siempre comia esto; pollo, lo hervia y luego lo cortaba en trozos, tostandolo en una sarten, sin aceite ni nada. despues lo juntaba en una pequeña ensalada con tomate, lechuga o alguna verdura verde. lo condimentaba con sal y una cucharada pequeña de limon, sin aceite! despues, con las calorias que sobraran las agregaba en una fruta saciante; banana, manzana, etc. tambien comia otras cosas pero esto lo consumia más.
+ tip! haz una lista con comida prohibida, (aceite, azucar, golosinas, etc) y esa comida si la ingieres, haz un pequeño castigo; como 15 golpes en el estomago, más ejercicio o lo que desees.
yo te recomiendo subir tu intake a 500/450, por que teniendo el intake que yo tenia tendras más posibilidad de atracones y no queremos eso, princesa.
Ayuno;
el ayuno es importante, como comia una vez al dia y gastaba mis calorias en esa comida, en mi caso la cena. hacia ayunos largos de 18 horas o más y aveces de un dia completo, aveces más de un dia. tambien bebia 2/1.5 litros de agua al dia, aparte de que es saciante, te mantiene hidratada!
Motivacion;
la motivacion es un paso importante, yo me motivaba viendo thinspo, viendome al espejo, viendo el numero en la bascula, viendo cualquier cambio en mi. tambien guardaba ropa para usarla cuando sea delgada, me decia palabras de que podria lograrlo y algunas eran de autosabojate. lo importante es que busques tu mayor motivacion y recordarla.
en si, estas son las cosas que hice. acuerdate de la motivacion, si es muy fuerte puedes bajar los pasos o subir el intake. ten cuidado con los atracones y recuerda; tu lo podras lograr. ♡
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avalonmavis · 3 months ago
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Otra oportunidad
Tobirama Senju x fem!Reader
Sinopsis: Tobirama vivía y moría por su aldea, no fue hasta que su hermano mayor lo reprendió, que recordó a su familia y lo inundo el miedo a perderte.
Advertencia: ninguna.
Conteo de palabras: 4.7k
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Eran las 2 am, Hashirama entro a la torre del Hokage en pijamas, estaba tan molesto que no le importo como salió de su casa o si acaso alguien lo vio, a grandes zancadas llego a la oficina del Hokage.
-¿Hashirama?-especto Tobirama sorprendido sobre la presencia de su hermano a estas horas.
-¿Hace cuantos días no vas a tu casa?-interrogo con molestia acercándose al escritorio.
-Quizás poco más de una semana, perdí la cuenta-respondió el menor sin darle impotencia y volvió la vista al pergamino que estaba leyendo.
Hashirama golpeo su mano abierta sobre el pergamino pegándolo a la mesa y el peliblanco lo miro extrañado.
-¿Que te sucede?
-¿A mí?¿Que me sucede a mí?-interrogo el hermano mayor con notable ira.
Tobirama se tensó, entendió, su hermano mayor era siempre alegría y amor, para estar así en verdad debió hacer algo que lo hizo enojar hasta los huesos.
-¿Esto es porque no vuelvo a casa?¿Por qué te importa tanto? No hay nada importante en mi casa, tengo mucho de que ocuparme aquí.
-¿Por qué no amas a tu familia?
Esa pregunta desconcertó al Hokage de cabello blanco, nunca se había dado cuenta que sus palabras y actitudes transmitían ese rechazo. De inmediato la imagen de su esposa e hija pequeña se presentaron en su mente, sintió como su corazón se retorcía en su pecho, eran hermosas, amorosas, alegres... Pero cuando él llegaba se apagaban.
Se encontraba así mismo hablando de esa forma de su familia, se sentía una verdadera basura.
-No debería decirte esto, porque se lo prometí a Mito, pero veo que ella tiene razón-dijo Hashirama ganándose una mirada pálida de su hermano menor-Ella quiere el divorcio y volver con sus padres.
Tobirama dejo de respirar y sus ojos no enfocaban a nada, todo se había vuelto borroso y el pitido de los oídos le aturdía. El divorcio, irte lejos, desaparecer de su vida junto con la niña, se ahogaba de solo pensarlo, pero sabía que no tenía ningún derecho a enojarse, él no estaba allí, él no era un esposo, él no era un padre, si ustedes decidían irse sus vidas no cambiaban porque desde un inicio su figura no existía.
-¿No piensas decir nada?
-¿E-ella te-te lo dijo?-Tobirama nunca en su vida había tartamudeado.
Hashirama sintió cierto alivio al ver que algo afectaba a su hermano.
-Mito me lo conto preocupada, no tienes una idea de cuantas tardes tu esposa va a derramar sus lágrimas con mi esposa.
Tobirama sintió otro golpe directo al pecho, un segundo camión había pisado su corazón, si, al parecer lo tenía porque estaba sintiendo cada palabra.
-Yo no tenía idea...
-Vuelve a casa y cuida lo que es importante Hermano, lárgate de aquí de una vez.
Hashirama no necesito decir ni una sola palabra más, el peli blanco se levantó de su escritorio y con una velocidad que no empleaba desde la guerra corrió a casa. Aunque sus zancadas fueran las más veloces que dio en su vida sentía que el camino era eterno, que la noche era demasiado oscura y que la misma luna le susurraba que llegaría a un hogar vacío.
Cuando estuvo delante de la puerta de su hogar estaba muy nervioso para buscar las llaves, rompió la cerradura al bajar el pestillo con una fuerza desmedida. Entro torpemente y cerró la puerta intentando arreglar lo que hizo colocando un perchero en algún intento de traba, se apresuró en la oscuridad del hogar y subió las escaleras a pasos ruidosos, entonces la luz al final del pasillo del cuarto se enciende y sintió como volvía a respirar, estabas allí, seguías en vuestro cuarto.
Se paro frente a la puerta y miro sus manos, toco su rostro y cuello, sentía asco de si mismo, no sabía que podía hacer o decir una escoria como él para arreglar todo el daño que había causado.
Como te habías despertado con todo su ruido agarraste la katana que Tobirama guardaba en el armario, en un movimiento rápido abriste la puerta y gritaste mientras dirigías la punta afilada a la figura enorme y oscura en la puerta.
El logro reaccionar a tiempo y esquivar la hoja de metal.
Al llegar la luz del cuarto al pasillo lograste divisar a tu esposo y soltaste la espada luego de chillar asustada por lo que casi hiciste.
-Ay dios mío, ay dios mío, perdóname Senju-dijiste yendo rápidamente hacia él, lo inspeccionaste y no tenía ninguna herida visible pero aun así tenía un rostro de dolor.
-Ahora me llamas por mi apellido-murmuro con un tono suave, te resulto extraño, su voz siempre era grave y demandante.
-Bueno, yo... -no sabias que decir ante sus palabras, ese hombre nunca estaba y ahora aparecía a mitad de la noche actuando raro-¿Que te sucede?-preguntaste extrañada.
Antes de que pudieras tener una respuesta oíste el llanto de tu niña de tres años, suspiraste y tus talones dieron vuelta para ir en busca de ella, con todo ese escandalo era imposible que no resultara en despertarla.
Tobirama siguió tu figura con sus ojos, estaba luchando con su mente y no ganaba, que lo llamaras por su apellido era el retroceso donde el volvía a ser un extraño, era evidente que no lo necesitabas ni siquiera para cuidarte, no dudaste en blandir su propia Katana en contra de él en señal de peligro, solo lo esquivo porque era el ninja más rápido de estas tierras, otro mortal ya se encontraba cortado por la mitad.
-Ya ya, está bien Nanami-murmuraste a la vez que la cargabas y la arrullabas en tus brazos, cada vez era un poco más difícil-Ya debes dejar de crecer, no cabes en los brazos de mami-le dijiste con una tranquilidad teñida de alegría que se denotaba en tu rostro.
Acaricias los cabellos blancos y largos de tu pequeña princesa mientras tarareas su canción de cuna favorita, sientes como su respiración se calma y sus pequeños ojitos escarlatas se relajan hasta cerrarse, te quedas con ella meciéndola en tus brazos y tomando cada detalle de su pequeñito ser, siempre te genera nostalgia recordar como era de pequeña la primera vez que la pusieron en tus brazos y ahora cada vez que la miras es como si no parara de crecer y estuviera escapando de ti.
Sentiste una opresión sobre ti y al levantar la cabeza te encontraste con Tobirama en la puerta mirándolas, de nuevo tenía esa expresión rara como si estuviera herido. Se acerco a ti lentamente y luego puso sus ojos sobre Nanami.
-¿Puedo?-murmuro levantando las manos aligerante hacia la pequeña.
Al principio dudaste porque no estabas para nada familiarizada con esta situación, pero luego asentiste, después de todo era su padre.
Observaste como el Senju la tomaba en brazos como si estuviera a punto de romperse y luego con una mano acariciaba los cabellos blancos de tu angelito. Dejaste salir un suspiro para intentar liberar la tensión y notaste como una lagrima caía en la mejilla de tu bebé.
Él estaba llorando.
-¿Tobirama?-preguntaste en un susurro desconcertada y el levanto la vista hacia ti.
Lo sabe.
Te estremeciste sintiéndote atrapada, Mito debió decirle a Hashirama y este último a él.
-No lo hagas, no se vayan-sollozo sin apartar esos ojos rojos de ti.
Pasaste saliva nerviosa y evitaste el contacto visual.
-No quiero que la angusties, recuéstala-susurraste centrándote en tu bebé y el hizo caso.
Cuando te dio la espalda tomaste la oportunidad para salir del cuarto, sentías que te sofocabas allí, no entendías que sucedía, quien era ese hombre, Tobirama Senju jamás suplicaba, jamás lloraba... Y nunca volvía a casa.
-No hare esto-murmuraste para ti misma evitando todo el agobio y fuiste a tu cuarto de nuevo, guardaste la espada en el fondo del armario y apagaste la luz, te metiste a la cama y cerraste los ojos con fuerza. Tenías la esperanza de que esto sólo era un absurdo sueño sin sentido y que a la mañana despertarías sola como cada día.
Pero tu cama peso, su peso se instaló junto a ti y sentiste su mano en tu cintura, de inmediato te tensaste bajo su contacto y abriste los ojos, estaba acostado a tu lado viéndote fijamente.
-¿Quién eres?-preguntaste menoscabada.
-La peor basura que existe en este mundo-respondió con un tono débil.
-Eso ya lo se.
Tu tono frio fue como un puñal en su pecho, sus cejas se arrugaron en su entre cejó y sus dientes se apretaron. Ningún golpe o cortada en la guerra se compara a este dolor en su pecho, pero reconoció que no llegaría a ser ni un tercio del dolor que solías sentir tu.
-No hare esto, quiero dormir-murmuraste y le diste la espalda.
El coloco la mano en tu cadera de forma insistente una vez más.
-Por favor, no quiero perderlas-su tono suplicante te estaba dañando, nunca lo habías oído hablar asi.
-¿Ahora no quieres?-tratabas de mantenerte serena pero incipientes lágrimas de tristeza luchaban por salir de tus ojos.
-Lo sé, ódiame, te lo ruego, me lo merezco.
Una vez más la mano en tu cadera intento voltearte, no querías, pero cuando un sollozo lastimero salió de su garganta se lo permitiste, cuando te volteo te rodeo rápidamente con sus brazos aprisionándote al calor de su pecho, comenzó a rogar, no sabias que el podía doblegarse de esa forma, nunca te habías imaginado a Tobirama así, un desastre de lágrimas que solo pedía perdón y otra oportunidad. Te mantuviste firme, no por ser una mujer débil habías terminado en este matrimonio, no emitiste palabra ni moviste un musculo, no estabas dispuesta a ceder, todo el dolor y soledad que habías tenido que pasar te habían quitado la capacidad de sentir alguna simpatía por él.
Sabias que el seguía implorando, pero tus oídos se apagaron, habías tenido un día pesado y tu cuerpo estaba agotado, no importaba que él no se callara, tú te dejaste llevar por tu sueño.
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Tu reloj interior nunca te fallaba, apenas salía el sol tus ojos se abrían, aun seguías atrapada en los brazos del ninja más rápido de las cinco naciones. Lo observaste con cuidado, sus líneas rojas estaban un poco borrosas, un pequeño rastro de lágrimas secas marcaba la comisura de sus ojos y aún tenía su atuendo de Hokage, eso quería decir que no te soltaba desde que te tomo en acto de imploración. Con cuidado subiste una mano para tocar su mejilla con suavidad, era el hombre de tu vida, a quien amabas con locura y por quien habías dejado todo.
Nunca olvidarías el día que lo conociste, Hashirama en ese momento era el Hokage y tenía una reunión con tu padre, el señor feudal, esa mañana fuiste en representación de tu padre ya que no podía estar presente y para tu sorpresa Hashirama tampoco estuvo presente en la reunión, en su lugar estaba su apuesto e intimidante hermano menor del cual solo habías oído lo sanguinario y audaz que era, te sentías intimidada pero cuando te tendió la mano y la tomaste ambos sintieron una electricidad recorrer todos sus nervios y dando un reinicio a sus corazones, se miraron tontamente a los ojos y soltaron una pequeña risa al unisonó.
Esa reunión para nada se trató de temas políticos, ambos comenzaron a desembocar todo tipo de cosas que querían saber del otro, incluso tonterías sobre cuál era su color favorito o la última vez que vio una abeja, no tenía sentido la necesidad que tenían de saberlo todo cuando no se conocían, pero allí estaban dejándose llevar, no había ningún tipo de barrera y sus risas adornaban la habitación, ambos sentían que por primera vez en su vida estaban donde deberían estar.
Solo dejaron de hablar porque notaron que la oscuridad atravesaba las ventanas y habían perdido todo el día, cuando llego el momento de despedrarse él te tendió la mano una vez más y no quiso soltarte, se armó de valor y te invito a salir, te sentías en un cuento de hadas y aceptaste sin dudar.
Y así muchas más citas vinieron, todas se sentían como una flor llevada al viento, la sonrisa de Tobirama siempre estaba presente para ti y tu no podías creer que este era el hombre de la guerra que todos decían que no tenía corazón. En menos de un año se casaron, el siempre encontraba la forma de dedicar su día a ti por más ocupado que estuviese con todos sus proyectos y cuando Nanami llego se había más loco por ti, tu corazón quería estallar al ver como amaba a vuestro bebé. Pero la felicidad acabo cuando la pequeña cumplido un mes, Tobirama fue nombrado Hokage y así poco a poco fue desapareciendo de tu vida, al principio se esforzaba para volver a casa antes de cenar, luego en la madrugada para al menos dormir juntos, después fueron días y volvía lleno de disculpas, luego semanas y ya no se molestaba en ponerse una excusa, solo decía "Soy el Hokage", siempre cansado, con mala cara, poco hablador. Lo intentaste, enserio, seguías siendo cariñosa y paciente... Hasta hace tres meses, Hashirama te hizo una pequeña fiesta con su esposa y niños, era tu cumpleaños y tu esposo jamás apareció, querías tolerarlo, jurar que no era nada, pero las miradas de lastima de tu cuñado y su esposa te empujaron a la realidad. Si era algo, era dolor, era soledad, era desamor, solo querías gritar y llorar, pero allí estabas, sonriendo y agradeciendo el gesto que tuvieron contigo.
Esa noche Tobirama volvió a dormir, cuando él se acostó cansado pusiste una mano en su hombro, sabias que no lo recordó asi que le dijiste una sola cosa "¿Puedes amarme esta noche?" El no puso queja alguna, te tomo como suya porque lo eras y lo sabía de sobra, guardaste cada pieza de esa noche, cada beso, cada caricia, cada empuje y lo sellaste para ti, lo usaste para tapar cada grieta que tenía tu corazón como si fueran benditas. Eras fuerte, eso lo sabía cualquiera que te conocía pero cuando esa mañana despertaste sola te rompiste al fin, sacaste todas las lágrimas que habías guardado por años hasta que dejaste de sentir esa terrible presión en el pecho.
Y ahora estabas aquí, atrapa en los brazos del hombre que te prometió el mundo y termino guardándote en un armario lleno de polvo como un juguete que ya le aburrió.
Quitaste tu mano de su mejilla, no estabas dispuesta a sentir nada, ya no querías esta vida, Tobirama Senju solo te había vendido mentiras.
Saliste de sus brazos y fuiste al baño, hiciste todo como usualmente era tu día, te bañaste y cambiaste, fuiste por tu niña que también era muy puntual para despertar y la cargaste, de camino a la cocina la llenabas de mimos antes de bajarla y dejarla ir a jugar, ella siempre corría y saltaba por toda la casa, pero esta vez se quedó mirándote con esos pequeños ojos escarlata como si quisiera decirte algo.
-¿Que pasa princesa?-te pusiste de cuchillas frente a ella.
-¿Mami como esta Itama?-pregunto Nanami ansiosa y daba pequeños saltos sobre sus pies-¿No puede salir a jugar?
Su inocencia te saco una carcajada, por más que se lo explicaras era muy pequeña para entender.
-Lo siento amor, aun es muy pequeño pero te juro que será pronto-dejaste un beso en su suave cabello blanco y te pusiste de pie-¿No quieres dibujar? Trae tus colores, mami te ayudará
-¡Si!¡Si!-esbozo emocionada y fue corriendo por sus cosas.
Tu te volteaste a la cocina y comenzaste a tomar alimentos de la nevera para realizar el desayuno.
-¿De que hablaban?-su tono grave a tus espaldas te erizo la piel.
-Quiere dibujar, ¿porque no lo haces con ella?-respondiste de forma despreocupada sin dejar de hacer el desayuno.
-Nanami-hablo Tobirama cuando la pequeña entro a la cocina, esta se congelo al verlo para acto seguido apuntarlo con uno de sus lápices.
Ambos miraron a la pequeña expectantes.
-Nana...
Antes de que Tobirama pudiera terminar de hablar el pequeño retoño de apenas tres años corrió hacia él apuntándolo con el lápiz, el Senju la esquivo y se puso nervioso.
-¿Nanami?¿Qué haces?-interrogaste atónita e intentaste atraparla pero ella seguía corriendo detrás de su padre intentando clavarle el lápiz.
-¡Es el ninja más rápido!-grito la pequeña sin dejar de intentar su cometido.
Tu angustia desapareció y comenzaste a reír, de todas las cosas que podrían pasar jamás te hubieras esperado eso, tu niña conocía más a su padre por otras personas que por sí misma y desencadeno en esto.
-No es divertido, ayúdame por favor-pidió Tobirama esquivando la punta del lápiz cada vez-No se cansa y solo tiene tres años.
-Es tu hija Senju, ¿puedes culparla?-le diste la espalda divertida para volver a tu tarea de elaborar el desayuno.
-¡Es tu fin Uchiha!-grito Nanami persiguiendo a su padre.
-¿Uchiha? Soy tu padre, no puedes insultarme así, que osadía-se quejó este mientras esquivaba a la niña, la llevaba por la casa para distraerla y sacarle el lápiz, pero en la otra mano tenía una caja llena así que solo tomaba otro.
La estaba dejando jugar, por primera vez en mucho tiempo Tobirama se sentía feliz y su pecho se llenaba de orgullo, tenía una pequeña niña con las ideas claras y una fuerte determinación, podía ver un futuro prometedor para esas patitas cortas insistentes.
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Tobirama veía a su niña, tan lista, tan vivaz, tan parlanchina, lograba verte completamente en ella a pesar de que sus rasgos eran de una Senju por completo. Ahora estaba sentado en el suelo de la sala con ella, se hizo la tarde jugando con ella, mientras tu aprovechabas para ocuparte perezosamente de algunas tareas de él hogar, últimamente carecías de energía.
-Yo quiero asi papi-dijo Nanami agarrando el pincel y entregándoselo.
Era la primera vez en mucho tiempo que oía a esa pequeña salvaje usar esa palabra y podía sentir como su pecho se llenaba.
-¿Qué quieres princesa?-sujetando el pincel y esas pequeñas manitos tocaron sus mejillas, se refería a las líneas rojas que él siempre tenía.
Nanami se trepo al regazo de su padre y espero emocionada. Tobirama pinto con cuidado el delicado rostro de su hija sin poder evitar que unas lágrimas escaparan de sus ojos, en verdad se estaba perdiendo todo esto por ser el idiota más grande del mundo.
-¿Mhm?¿Papá?
El negó rápidamente y limpio sus mejillas.
-No te preocupes hija, son de felicidad-dejo el pincel una vez su tarea estaba echa y dejo un beso en su frente, la niña se rio suavemente.
-¿Ya soy la ninja más rápida?-pregunto con gran emoción.
-Si, ya lo eres-afirmo riendo-Pero creo que te falta mucho, tu no das miedo, eres lo más tierno que piso estas tierras-la atrapo en un abrazo.
La pequeña de cabello blanco bostezo y balbuceo cosas, Tobirama intento no reírse, estaba peleando con él mientras se quedaba dormida, tomo con detalle como esos ojitos escarlatas luchaban por no cerrarse hasta que se acurruco en su pecho y su respiración se calmó.
Te asomaste por el marco del living y los espiaste unos segundos, pusiste una mano en tu pecho intentando calmar tu corazón revoltoso, te sentías estúpida y te estabas enojando contigo misma, no por pasar unas horas en casa debías perdonarlo todo, tienes que ser más fuerte que eso.
Fuiste a la cocina repitiéndote a ti misma que en cuanto lo necesitaran volvería a ser el mismo de antes y que no te dejases engañar. Miraste por la ventana, las flores del jardín ya han comenzado a florecer junto con la llegada de la primavera.
Comenzaste a divagar en tus pensamientos, si acaso seria fácil o posible volver a casa de tus padres, cuanto dañaría a Nanami.
-¿Podemos hablar?
Su voz grave pasa como una brisa por el cuarto, es tan natural pero ronca al mismo tiempo. Sacudiste un poco la cabeza para fingir que te estabas ocupando de algo, entonces recuerdas la hora y tomas el bote de vitaminas que esta sobre la heladera y tragas dos.
-¿Estas enferma?
Él se acercó a ti y agarro el frasco de tus manos para leerlo, su cercanía te dejaba sin espacio para dar un paso, pero a él no parecía importarle, su semblante se relajó al leer que eran vitaminas.
-Pero te alimentas bien... ¿No?
Solo asentiste.
Tobirama coloco el frasco sobre la heladera donde estaba antes.
-¿Cuándo volverás?-tu pregunta lo tenso, se paró derecho y presiono sus labios en una línea-Sabes que volverás, para ti ese es tu hogar.
-Tu eres mi hogar, tu y Nanami-dijo negando mientras tomaba tus dos manos, se arrodillo y pego su frente al dorso de ambas-Te amo y hare todo lo que sea necesario para remediar mis errores.
-TobiBaka-murmuraste y soltaste un suspiro pesado.
El levanto la vista rápidamente mirándote con los ojos lleno de esperanza, tu arqueaste una ceja de forma interrogativa.
-No me llamaste por mi apellido o nombre, es un avance para mi-canturreo feliz y lleno de besos tus manos.
-Tobirama, ya lo decidí, estoy cansada-murmuraste evitando mirarle a la cara, pero sabias bien que mirada te estaba dando, una desesperada.
-Te lo ruego cariño, no volveré a fallarte de esta manera jamás, nunca jamás volveré a dormir en la oficina y pase lo que pase volveré a casa, ya no me comportare como un idiota, no lo merecen... -al ver que no respondías su desesperación aumento-Te llevo hasta los huesos, lo juro, sin ti mi vida no tiene sentido, yo puedo...
Lo cortaste.
-¿Cuándo fue mi cumpleaños?
La pregunta lo extraño, pero luego se dio cuenta que ya había pasado y él nunca lo noto.
-Mierda...
-Si, mierda-murmuraste apartando su mano de las tuyas-Tuve una triste fiesta en la casa de tu hermano mayor a la que nunca llegaste.
Tobirama se pone de pie y su cerebro se esfuerza para volver a ese día, él lo recuerda, esa noche fue de las pocas que regreso a casa y no hizo nada especial porque lo había olvidado, entonces recuerda lo que le pediste esa noche, probablemente la única muestra de amor que tuviste en mucho tiempo.
-Ódiame... -murmuro agachando la cabeza-No merezco nada más que tu odio.
Tu querías controlarte, ser fría hasta el final, pero era imposible, culpaste a las hormonas. Tus ojos se llenaron de lágrimas y sollozaste el nombre de tu esposo de una forma lastimera.
El corazón del Senju se encogió en su pecho, tenía delante de él a la mujer que le prometió el mundo entero y la estaba haciendo llorar llena de dolor.
Se puso de pie escondiéndote en su pecho a la vez que te rodeaba con sus brazos, soporto los golpes que le diste a sus pectorales mientras sacabas los mares de agonía y tristeza que guardabas dentro de ti.
-No te odio-murmuraste entre el llanto.
El muro de seguridad que colocaste se deshizo.
Tobirama te estrechaba en sus brazos mientras dejaba besos en tus cabellos y tu sien.
-Todo estará bien, lo remediare, ya no más trabajar hasta tarde o días enteros, primero están ustedes y luego la aldea, quien intente reprocharme que se las vea conmigo.
Lograste calmarte un poco y lo miraste, querías comprobar que lo decía en serio, que no eran palabras al aire, cuando sus ojos miraron a los tuyos su seriedad se quebró y te miro como no lo hacía en mucho tiempo, era inexplicable como dos personas podían sentir amor con solo verse.
-Podría vivir mil vidas y no merecerte.
Las manos del ninja se colocaron sobre tus mejillas y fue dejando pequeños besos en el camino que dejaron las lágrimas.
-Está bien Tobi, una oportunidad... Solo una más.
-¡Te juro que no te arrepentirás!-estallo de alegría y comenzó a llenar de besos tu rostro.
Te quejaste entre risas e intentaste apartarlo, pero cada empujón inútil que le dabas a su pecho él lo tomaba como una señal de darte besos más grandes y ruidosos, hasta que se quedó mirándote unos segundos en silencio, te preocupaste, pero te sonrió.
Allí estabas una vez más, sus ojos escarlatas te robaban el aire y sus grandes manos acariciaban tu espalda baja. Se quedaron en silencio mientras sus ojos se encontraban, se extrañaban, se anhelaban, eran el eco de todo lo que había quedado sin decir, de las heridas aun cerrándose. Sus miradas eran una vez más aquella que se dieron ese hombre y esa mujer la primera vez que se vieron en la oficina del Hokage, ingenuos de lo que la vida les tenía preparado, encontraron un punto medio, donde la nostalgia y el deseo de empezar de nuevo se entrelazaban.
Él levantó una mano con cautela, como si temiera que un movimiento brusco pudiera deshacer el momento, y con la yema de los dedos rozó tu mejilla. Cerraste los ojos un instante, inclinándote apenas hacia su tacto. No hubo palabras, solo el latido acompasado de sus corazones llamándose en la quietud.
Entonces, él se acercó despacio, dejando que el aliento compartido fuera el primer puente entre ustedes. Sus labios se encontraron con la suavidad de una promesa silenciosa, rozándose con la delicadeza de quien temía perder lo que acababa de recuperar. Fue un beso pausado, donde no cabía la prisa, solo la certeza de que el amor aún estaba ahí, esperándolos.
Cuando se separaron, sus frentes quedaron juntas, sus respiraciones mezcladas, y en sus ojos brilló la certeza de que, esta vez todo estaría bien.
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Pasaron los días y Tobirama Senju cumplido con su palabra, comenzó a llegar a casa todos los días por las tardes, incluso se llevaba a Nanami los días que sabría que estaría tranquilo en el despacho para que tu pudieras tener tus propios momentos de libertad y salieras con Mito. Te sentías llena de paz y plena, recuperando el sueño entre sus brazos cada noche y el calor en tu interior cada mañana cuando era difícil soltarlo solo podías recordar que casi lo dejaste todo y él no se rindió, día a día se esforzó para ganarse su lugar de nuevo y llenarte de seguridad como amor.
Pero ahora tenías otro problema, habían pasado dos meses y ya no podías seguir escondiendo tu secreto, Tobirama era un hombre pasional de manos muy inquietas y aunque algunas noches se lograba saciar contigo en la oscuridad, seguía intentándolo con la luz encendida a la vez que denotabas cierto descontento cuando no podía tocar cierta parte de tu cuerpo, tu vientre.
Tobirama tenía una idea equivocada, te llenaba de elogios y besos, diciéndote que eras perfecta sea cual sea tu peso, que eras lo más sensual del mundo, que no tenías nada de malo pero el simplemente no lo sabía, aunque aún no fuera notorio sabias que si te palpaba justo allí te descubriría.
Nanami estaba durmiendo su siesta de la tarde, así que estabas tranquila en el sofá leyendo, fue entonces que la puerta se abrió y te sorprendió ver a tu esposo.
-Es temprano-cerraste tu libro y lo dejaste aun lado.
-¿Esta durmiendo?-junto con la pregunta plasmo sus ojos sobre ti con una sonrisa de lado, él ya sabía la respuesta, esos ojos carmesí se encontraban hambrientos.
Asentiste lentamente y cuando se apresuró hacia ti, saltaste del sofá escapando de sus brazos. Su capa de Hokage ondeo por su velocidad y su risa suave inundo la habitación.
-Nada de juegos, me gusta que seas mi presa, pero no podemos hacer ruido-dijo justo antes de tomarte por detrás y enredo tu cintura con sus brazos.
Te helaste, sus manos fueron directo a tu vientre y ambos se quedaron en silencio.
-¿____?¿Acaso esto... -palpo sobre tu piel y te pusiste nerviosa.
-Fue el regalo de cumpleaños que me diste-dijiste entre risas nerviosas.
-Eso fue hace cinco meses-murmuro impresionado y siguió palpándote haciéndote reír.
-Me haces cosquillas-te quejaste.
Te estrechó más entre sus brazos y beso tu cuello, lo sentía insuficiente así que comenzó a llenarte de besos a la vez que te volteaba para atacar tus labios.
Eran besos descuidados llenos de emoción, se sentía el hombre más afortunado del mundo y no te soltaría.
-Que mala eres ____, ¿Cuánto tiempo más esperabas esconderlo?-te regaño.
-Te adelantaste solo un poco, quería decírtelo en la cena, eres el único que no lo sabía-rodeaste su cuello y le robaste un pequeño beso-Perdón.
-¿El único?¿Incluso Nanami sabe?
-Fue la primera en saberlo, está ansiosa por ser hermana mayor de Itama.
El peliblanco esbozo una sonrisa enorme.
-¿Ya lo sabes?¿Es un niño?-asentiste-Dios mujer, no te merezco, podría vivir mil vidas y no merecerte-te cargo en el aire haciéndote girar-Esto debemos celebrarlo-se detuvo y te sujeto en sus brazos al estilo nupcial-Te amo ____, soy tuyo por siempre y para siempre.
-Te amo Tobi-murmuraste feliz escondiendo tu rostro en su cuello-¿A dónde vamos?
-Al cuarto, vamos a celebrar.
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nyukis · 2 years ago
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‘ lo dejaré a tu imaginación ’ contesta, suponiendo que podría ser más interesante que contarle la verdad. al final, lo cierto es que simplemente insistió lo suficiente como para que fuese más fácil ceder que continuar resistiéndose. ‘ wow, ahora estás siendo incluso más violenta que antes — ser especial es mi objetivo en la vida, es un ataque duro ’ juega, incluso mostrándose algo divertido ante las palabras contrarias. ‘ ¿no te está gustando la fogata? ’ era suficiente para aburrir a cualquiera, eso no lo negaría; sin embargo, él mismo no diría que tiene algo en particular para arruinar humores. pero, claro, desconoce cómo lo vive ella. ‘ mhm, la paciencia de muches aquí parece ser más... tolerante de lo imaginado — pero no, no me gusta pelear porque sí ’ admite. ‘ tú, por otro lado... ¿ya te has peleado con alguien? ’ inquiere, preguntándose si sería capaz de verse involucrada en alguna situación como esa. ‘ dijo que estuvo encontrándose en secreto con vivianne, pero no dio muchos más detalles — y si lo hizo, me lo perdí ’ admite. ‘ ¿tienes idea de por qué un dato como ese podría ser relevante? ’ por su parte, no consigue encontrarle sentido a la actitud que ha visto repetirse entre varios de los otros legados.
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' quizás qué fue lo que hiciste para que te la prestara ' especula, posibilidades siendo infinitas mas no deseando saber realmente el actuar de masculino hacia tercero al ser imagen la que no quería tener en su mente. ríe por ello, inevitable la diversión que ocasionan propios pensamientos. limitándose a ser negativa la que entrega como mera respuesta a primeras interrogantes por parte contraria, después de todo compañía no resulta una molestia pese a que sistema no hace más que frustrarse por el secretismo que mantiene reunión. ' sólo estoy de mal humor— no te creas tan especial, yuki ' molesta, hombros alzándose con falsa inocencia a la par que son comisuras quienes se alzan traviesas ante lo cómico que le parece propia actitud. ' quizás no has llegado al punto de colmar la paciencia de alguien, ¿o es que acaso si quieres terminar a golpes con alguien? ' escepticismo haciéndose notorio en facciones, no dudando de facilidad de hastío mas siendo este el que cree poco necesario si se trata de enfrentar a otros legados sólo por el morbo de un violento encuentro. ' supongo que es por la poca información de meera ha dado, ¿o acaso ya contó su secreto y me lo perdí? '
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esallaum1995 · 1 year ago
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Por lo que fuimos y nunca más seremos...
Por todo lo que un día fuiste para mí yo nunca podré olvidarte, porque dejaste tu huella en mi alma y mi corazón... Porque te ame con todo lo que soy.
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Recuerdo tantas cosas sobre ti. Y es que aunque sea por un pequeño instante me hiciste sonreír y olvidar todo el dolor que guardaba en mi interior.
Tan solo fue un instante y nunca pensé que duraría tan poco tiempo y tal vez... Eras demasiado bueno para ser verdad! Y te fuiste como una estrella fugaz.
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Te recuerdo recostado en mi pecho y yo acariciando tu cabello rizado con tanta ternura y sentía paz, por un instante, pero lo hacía.
Te amaba con todo mi corazón, con locura y pasión con ternura.
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Te recuerdo en la cocina con tu camiseta favorita escuchando tu música en francés. Recuerdo nuestra hora de almuerzo viendo esa serie anime, mi pierna sobre la tuya y tu diciendo "buen provecho" con un beso.
Nos recuerdo en la ducha luego del gimnasio tu lavando mi cabello y yo también el tuyo. Siempre me prestabas tus camisetas lo recuerdo tan bien!
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Recuerdo el día que fuiste por mi y luego salimos, tomabas mi mano y yo llegue a pensar que nunca me soltarias y creí que tu me amabas y estabas tan enamorado como yo de ti.
Y tú música es una de las cosas que nunca olvidaré...
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Recuerdas el día que te dedique Moonlight de Chase Atlantic, ese recuerdo lo tengo tan presente sabes.... Recuerdo que también te gustaba Dancer in the dark y Tidal Wave también me recuerda a tí.
Dime? Aún recuerdas cuando me dedicaste Doomed de Bring me the Horizon, esa fue nuestra primera vez lo recuerdas?
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Las noches contigo, cuando dormíamos juntos y te encantaba tenerme cerca tuyo y era tan lindo sentir tu cariño y amor.
Contigo sentía paz y no sabes cuánto extraño tenerte conmigo. Tu amor y ternura tantas cosas de ti que a pesar de cuánto daño me hiciste yo siempre recuerdo lo bueno que viví contigo.
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Pienso en ti y en lo que teníamos y yo solo espero que cuando me vaya lejos de aquí pueda olvidarte para siempre o al menos ya no sentir nostalgia al pensarte y al recordar lo que solia ser... Siempre te recuerdo llamando me Esallaum.
Siempre quise bailar contigo bajo la lluvia, tener nuestro propio apartamento y vivir juntos, siempre soñe con una relación así y llegué a pensar que sería contigo incluso pensamos en tener una hija "Emma Francesca" se llamaría lo recuerdas?
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Recuerdas que prometimos vivir juntos? Recuerdas que querías que siguiera estudiando y que decías que yo era inteligente lo recuerdas?
Decías que me admirabas, porque era fuerte porque sabías que pase por tantas cosas y aún así seguía viva, recuerdas que una vez lloraste cuando te planche el cabello? Llorabas como un niño y te pregunté por qué? Dijiste que no podías creer como alguien como yo tenía que pasar por tantas cosas malas y me abrazas te fuerte. Y yo también te abrace en serio pensé que nunca me soltarias.
Pensé que nunca me dejarías caer como lo hiciste y sabes que me dejaste en el peor momento fuiste tan cruel.
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Te recuerdo sentado en la cama recostado en la pared ese día recién volvimos del gimnasio, cuando nos bajamos de carro llovía y me diste tu suéter para que no me mojara, recuerdo que lo hicimos y luego hablamos tenías cosas que decir... Me dijiste que te pedía demasiado, que para mí no era tanto, pero para tí si, porque solo quería que al menos te preocuparas más por mi que estuvieras pendiente que me demostraras que yo te importaba que tú aún me amabas, pero ya no era así tenías a alguien más justo cuando a mí me decías "no estoy listo para una relación" y si querías, pero no conmigo!
Recuerdo también una vez en el carro que me dijiste: "No sé porque siempre que estamos juntos ambos tenemos problemas no sé si es que esto no puede ser o tal vez no es el momento". No sé si algún día tu vuelvas a mí no lo sé... Solo espero que tú y yo no volvamos a vernos nunca más... No en esta vida!
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Recuerdas cuando volvimos y dijiste: "Ya que todo lo sabes de mi, sabías a caso que a veces me muero porque vayamos a la playa de noche a solo sentarnos y ver el mar, sabías eso?"
Yo también quería salir contigo y caminar de la mano dónde sea y que tú no me escondieras como lo hiciste después, porque no tienes idea de cuánto me rompiste el corazón con todas tus acciones.
Por lo que un día fuimos y nunca más seremos... Te recuerdo volviendo a casa me abrazaste fuerte y parecias tan feliz de verme.
Así que volvimos una y otra vez... Cuántas veces te deje volver a mi? Cuántas fueron porque te di tantas oportunidades y sabías que te amaba y que estaba dispuesta a todo por ti. Esa vez en el carro al verte después de tres meses de no saber nada el uno del otro la recuerdas? Fuimos a comprar helado y fresas y de nuevo veía ese brillo en tus ojos me dijiste tantas cosas que te creí sin juzgar nada de lo que decías y volvimos a ser uno solo, lo hicimos y fue inolvidable sentir tu pasión,tus labios, tu piel, tu respiración... Todo de ti me extasiaba porque eras todo lo que yo quería y solo deseaba que estuviéramos juntos de nuevo porque mi corazón nunca pudo olvidarse de ti. Y te juro que trate de dejarte ir... Pero no pude.
Por lo que un día fuiste y nunca más serás para mí Javier Lobo.
_Esallaum. 📝🥀☕
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p-r-o-m-i-s-e-s · 25 days ago
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Rompiste mi corazón una tarde y la mañana siguiente escribiste como si nada, porque tu vida siguió como si nada; el dolor no te importaba porque no era el tuyo. Y yo te dije que estaba bien, aunque al otro lado de la pantalla había sido una noche llena de lágrimas.
Te volviste frío conmigo pero yo seguí estando para ti. Me seguiste platicando de tus días, como si nada, porque para ti no había pasado nada; mientas yo me esforzaba en poder comer una vez por día, no veías mi dolor porque no te interesaba.
Me hacías saber cada día lo mejor que te sentías, yo guardaba mi dolor y me alegraba por ti. Subía el volumen de la música para no escuchar mi llanto, recordando que eras feliz sin mí.
Pensé que era especial al seguir estando allí para ti, al mirar atrás sólo me veo patética.
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dariann-garcia · 11 months ago
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Entre todas las sonrisas, la mejor era la que guardaba para mí.
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kissbell469 · 20 days ago
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“El hombre que vivía mañana”
Cada noche, cuando el sol caía, Tomás se decía lo mismo: "Mañana empiezo a vivir de verdad."
Guardaba cartas sin enviar, versos sin leer, besos sin dar. El tiempo era su excusa, y el mañana, su destino favorito. Nunca pensó que el reloj también podía cansarse de esperar.
Una madrugada, el reloj se detuvo. El aire olía distinto. No hubo alarma, ni aviso. Solo un vacío.
La vecina dijo que lo encontró sentado en su silla, con los ojos abiertos como quien espera todavía.
En sus manos, un papel arrugado:
"Hoy sí iba a vivir."
(©) 🖋🦋I&M469☁
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caostalgia · 2 years ago
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Yo no sabía nada del amor y aún así estaba consiente que lo que tú y yo hacíamos no lo era. Porque lloraba más de lo que reía, guardaba mis ideas y silenciaba lo que sentía para que no te enojaras, hice todo para tratar de entenderte.
nosequee
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enchantingsongbouquet · 8 months ago
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I wanna know about the headcannons about Chema from tesis pls, Spanish or English is fine! I’m dying for more stuff about him lol
Chema theis headcanons (spanish version)
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thanks for askinggg ⁽⁽`o(≧ᗜ≦)o´⁾⁾ , i been wanting to do so but since thesis is a really underground type of film and spanish, barley anyone knows it. So im gonna do this headcanons in spanish and then a copy in english (by the way if you are dying for more stuff of him you can check out my bots in c ai of him too :3, you can find me as kissycloud )
Okay, para empezar tengo que aclarar que la mayoria de headcanons son cosas que he notado de la pelicula ya que se nota que Alejandro amenabar se inspiro de un amigo y de la epoca en la que hizo la peli (1996). y quiero señalar estos detalles pero tambien hare headcanons (˘͈ ᵕ ˘͈)
Por el nombre "Chema" y la epoca se da ha entender que chema no es de Madrid (aun que su actor tenga acento madrileño), si no del pais vasco. Es mas, el mismo dice que sus padres no viven en madrid
Chema es un friki total, que en 1994, donde ocurre la peli, no era algo popular como hoy en dia
y cuando me refiero a friki total, es friki total.
No solo ama el gore o el cine del terror. Su cuarto es lleno de cosas como el poster de Alien en su puerta y en el baño.
donde guardaba las cintas, la puerta esta llena de pegatinas de Star wars, y si te fijas en la pared en un escena, tiene colgada una camiseta de darth vader.
Le gustaba tambien los comics pues en el suelo se ven tirados cariaas ediciones del "conan el barbaro" y "weapon X", el ultimo es un comic de marvel sobre wolverine
sobre las cintas, las que mejor se leen es hellraiser 2 (de cual tiene varios posters), terminator 2, carpenter (seguramente una coleccion del director) y halloween. tambien tiene varias revistas llamadas "creepy"
Chema tiene un crush en elvira, no tengo prueba ni tampo dudas
aun asi siento que el tipo de Chema es Angela. Alguien que se viste y es mas "soft" pero que en el fondo le gusta las mismas cosas como el
le gusta el rock, black metal y seguramente el punk
PInta y dibuja, no solo por las paredes de su apartamento que estan pintadas pero tambien tiene viñetas y dibujos que ha hecho el en su cuarto y en su escritorio
esto han sido unos headcanons mas enfocados el personaje en si pero me encantaria tambien hacer headcanons fluff y hasta nsfw, asi que si quieren pidanlos en comentarios o requests, muchisimas gracias por escribirme <(˶ᵔᵕᵔ˶)>
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loredwy · 2 years ago
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SIII, por eso tamb tenian diferentes dibujos de animales, ya que coincidian con los del dato que te daban
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Dulce o truco 👁👁🎃
Have my favorite candy from when I was little!
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They are like a strawberry and cream taste? And have animal facts on the wrapper! When I was like 5 or so I would save them up to play 'guess the animal' with my classmates but my mom always ended up finding them and throwing them out 😔
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