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El eslavismo es una carga sagrada para la raza eslava, una responsabilidad espiritual, es una cruz que llevamos. Somos más fuertes que todos, más tradicionales que todos, más militantes que todos y nuestro Estado es más fuerte que otros países donde predomina la población eslava.
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Leóntiev, un pensador en la encrucijada
Por Andrei Zworykin
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Konstantin Nikolaevich Leóntiev (1831-1891) fue uno de los pensadores rusos más influyentes en la segunda mitad del siglo XIX. Sus opiniones influyeron en filósofos y pensadores como V.S. Solovyov (1), N.A. Berdiaev (2) y P.A. Florenski (3), por lo que estudiar sus obras y puntos de vista es de sumo interés para comprender la historia de la sociología y la ciencia política rusa. Igualmente, sus ideas geopolíticas deben ser vistas como una especie de transición entre los primeros eslavófilos y los posteriores eurasiáticos. El objetivo de este artículo es presentar las opiniones de Leóntiev sobre la multiplicidad de civilizaciones, las peculiaridades del desarrollo europeo, la particularidad de la historia rusa y la relación entre Rusia y otros pueblos eslavo (un punto clave que marca la ruptura entre las ideas de Leóntiev y los eslavófilos) así como su papel en la transición de las ideas eslavófilas a las ideas eurasiáticas. La principal fuente para abordar este tema es la obra Bizantinismo y eslavismo escrita en 1875 por Leóntiev (4), a la cual le siguió una serie de artículos dedicados a este asunto que analizaremos para comprender la relación de las ideas de Leóntiev con respecto a las de sus predecesores. Además, es importante tener en cuenta que el libro de Danilevski, Rusia y Europa (5), es extremadamente importante a la hora de comprender las ideas geopolíticas del primero.
Leóntiev y Danilevski
Si queremos comprender a Leóntiev es necesario situarlo en la historia del pensamiento ruso de su época. Es algo especialmente importante y posteriormente argumentaré el por qué, pero por ahora debemos decir que las ideas de Leontiev son una especie de continuación de los eslavófilos, especialmente porque sus obras fueron muy influidas por uno de los más importantes representantes de este movimiento: Nikolai Yakovlevich Danilevski, que era un contemporáneo de Leóntiev. La obra más importante de Danilevski es Rusia y Europa (6), la cual fue publicada en 1869, sólo 7 años antes de Bizantinismo y eslavismo (7). Según Danilevski la humanidad no ha estado y jamás ha sido un todo unificado, sino que, al contrario, las diversas sociedades que han aparecido a lo largo del tiempo han sido el resultado de diferentes civilizaciones a las cuales el denomina como tipos histórico-culturales. Danilevski distingue un total de 10 tipos histórico-culturales: egipcios, chinos, caldeos, indios, judíos, griegos, romanos, árabes y romano-germánicos. De la misma manera en que los botánicos comparan las hojas de las plantas Danilevski compara las diferentes civilizaciones afirmando que cada una pasa por ciclos de nacimiento, crecimiento que dan como resultado su floración y finalmente su muerte que sirve como abono para que nuevos tipos histórico-culturales nazcan. Según Danilevski, Rusia apenas se encuentra en su primera fase de desarrollo como civilización independiente y aún debe recorrer un largo camino para revelar al resto del mundo su verdadero tipo histórico-cultural, algo que únicamente ocurrirá en el momento en que derrote a la civilización romano-germánica (la cual, dice Danilevski, se encuentra en su fase de decadencia) y logre unificar al resto del mundo eslavo. Leóntiev retoma las ideas de Danilevski de la pluralidad de tipos histórico-culturales (término que sigue utilizándose actualmente) cada uno de los cuales atraviesa por diversas fases de desarrollo. Sin embargo, realiza una serie de críticas que nos permite decir que no es un eslavófilo “ortodoxo”, diferenciándose profundamente de ellos.
El desarrollo de las civilizaciones según Leóntiev
Leóntiev sostiene que el desarrollo de cada civilización empieza con un tipo histórico-cultural preciso que, en la medida en que se va expandiendo, absorbe en su interior a los pueblos y culturas vecinos, pasando de ese modo de una forma simple a un estado complejo. Ejemplos de este proceso lo podemos observar en la Hélade tras sus guerras contra Persia y anteriormente en las Guerras del Peloponeso, la transformación de Persia durante el Reino de los Partos o Roma desde las Guerras Púnicas hasta los Antoninos. Cuando se producen estas transformaciones las civilizaciones, con tal de mantener su coherencia interna, comienzan a interpretarse a sí mismas mediante la creación de una cultura única y desarrollando una forma de pensamiento religioso, filosófico y científico. Es precisamente en esta etapa de creciente complejidad que las civilizaciones crean una imagen externa que dejan por herencia, en mayor o menor medida, a las formas político-estatales e histórico-culturales que luego aparecerán en el futuro y que ocuparan su lugar. Este proceso se da debido a que, una vez creada una síntesis exitosa de todos sus componentes, las civilizaciones se unifican y comienza a simplificarse o descomponerse: la simplificación termina por reemplazar a la complejidad y la igualación termina por sustituir a la singularidad, finalmente la materia termina por derrocar a la forma. En este último estadio las sociedades comienzan a preocuparse por la felicidad personal de cada uno de sus miembros, lo que debilita a los defensores en contra de los enemigos exteriores y finalmente lleva al colapso de las potencias más seniles. Es aquí donde debemos prestar atención a dos puntos muy importantes señalados por Leóntiev:
En primer lugar, existen casos dentro de la historia de las civilizaciones donde una civilización conquistada por otra termina resurgiendo de sus cenizas e incluso sobrevive a sus conquistadores. Leontiev señala como ejemplo de este caso a Persia que sobrevivió a la conquista de Alejandro Magno, pues Macedonia, encontrándose en una fase temprana de su desarrollo no fue capaz de crear una síntesis propia. Una vez que el imperio de Alejandro logró derrotar a los aqueménides terminó por sucumbir ante la influencia de persa que era mucho más fuerte que la griega. Esto llevó a un resurgimiento de la civilización persa una vez colapsó el poder macedónico en la forma del Reino de los Partos y luego del poder Sasánida, el cual se extendió hasta el siglo XII. El mismo helenismo acabó por ser influido por el mundo persa, algo que se puede observar incluso en la época bizantina.
En segundo lugar, la unificación de una civilización no conlleva necesariamente su decadencia y muerte, ya que puede impulsar su expansión y absorción de otros elementos complejos, esto sucedió con la civilización romana que, según Leóntiev, experimento tres expansiones y síntesis sucesivas antes de finalmente dejar de existir parcialmente: el Imperio Romano de Occidente se convirtió en la base material que dio nacimiento al tipo romano-germánico, mientras que el Imperio Romano de Oriente siguió existiendo, dando nacimiento a un nuevo tipo, el bizantino.
Leóntiev sostiene que una civilización dura al menos 1200 años, plazo que más o menos duró el Estado romano antes de dar nacimiento al mundo bizantino. Sin embargo, Leontiev considera dos tipos atípicos como importantes excepciones: Egipto y China, cuya excesiva larga duración está conectada a los cambios de dinastías (siendo estas dinastías probablemente diferentes civilizaciones que suceden a las anteriores) y al hecho de que no tenían enemigos capaces de destruirlas y suplantarlas. Es de este modo que Leontiev niega el progreso – entendido como un movimiento hacia adelante que desarrolla la civilización – como un bien absoluto, ya que cree que este deseo de progresar contribuye a la desintegración del tipo histórico-cultural, terminando en la unificación y simplificación excesiva que lleva a la decadencia o la muerte.
Peculiaridades de la historia de Europa y su destino
Leontiev dedica gran parte de su obra a estudiar el tipo histórico-cultural, comparándolo bastante con los Estados de la Antigüedad: “Había más variedad, más lirismo, más conciencia, más razón y más pasión en la vida europea que en la vida de otros mundos históricos desaparecidos anteriormente. El número de monumentos arquitectónicos de primera, de personajes famosos, de sacerdotes, monjes, guerreros, gobernantes, artistas y poetas era sin duda mayor, al igual que la magnitud de sus guerras, la profundidad de su filosofía, su riqueza, el inaudito celo por su religión (como, por ejemplo, frente a la heleno-romana), siendo su aristocracia mucho más preparada que la romana, sus monarquías individuales mucho más sólidas (hereditarias) que la romana y, en general, los mismos principios que formaban la base de la estatalidad europea eran mucho más complejos que las del mundo antiguo” (8). Leontiev considera el momento de coronación de Carlomagno como emperador la época de nacimiento de la civilización europea. Es a partir de aquí, dice, que se produce la separación definitiva de Europa Occidental de la herencia romana (representada en ese entonces por la emperatriz bizantina Irene), evento que finalmente llevó a la división del cristianismo en una religión ortodoxa (primero bizantina y luego rusa) y otra católica (europea). Carlomagno fue coronado por el Papa León III de Roma, ya que en un primer momento los Pontífices romanos tuvieron mucho que ver con la unificación de la historia europea, jugando un papel muy parecido al de los emperadores bizantinos. Los normandos también jugaron un rol en la unificación de Europa, siendo ellos los que a sangre y fuego terminaron por hacer que Gran Bretaña se uniera al resto del continente. A pesar de ser un pueblo pagano, los lideres normandos terminaron por convertirse al cristianismo, pero sus campañas dejaron profundas cicatrices que terminaron por alimentar la división entre protestantes y católicos en toda Europa.
La etapa de florecimiento complejo de la historia europea se produce durante el Renacimiento, la Cuarta Cruzada y la llegada de refugiados bizantinos a Occidente después de la caída de Constantinopla que trajeron consigo muchas de sus ideas, las cuales se superpusieron al desarrollo europeo y crearon una increíble síntesis cultural que empujaría a la civilización europea a alcanzar logros sin precedentes en términos científicos y geográficos. Sin embargo, fue este momento de síntesis el que marco, al mismo tiempo, el comienzo de su declive. Mientras que los antiguos tipos histórico-culturales desconocían las razones de su propia destrucción, Europa forjó conscientemente las armas que la harían desaparecer. Según Leóntiev la causa de la destrucción de Europa no era otra que el liberalismo nacido del espíritu protestante. El liberalismo promovía la famosa Tríada de 1789 que se resumía en la frase: Libertad, Igualdad, Fraternidad. Es precisamente al apoyarse en esos principios que la civilización europea comenzó su descenso consciente a la simplificación, destruyendo sus estamentos y dando nacimiento a Estados-nación idénticos entre sí que eliminaron por completo la vida social jerárquica basada en una religión. De ahora en adelante la política se extiende al conjunto de la población, se produce el sufragio universal igualitario y finalmente termina por llegarse a la muerte. Leóntiev sostiene que el socialismo no es más que una continuación del liberalismo después de estudiar a los dos teóricos socialistas más importantes de su época: Proudhon y Marx. Mientras que Proudhon se adhiere en líneas generales a la simplificación e igualación universal en términos estatales, termina por conservar el orden antiguo en la familia. Proudhon considera que el mundo venidero estará compuesto por una serie de federaciones libres e independientes en cada una de las cuales reinará un patriarca: el varón junto con sus sirvientes – esposa e hijos –. En cambio, Marx aboga por la creación de un Estado fuerte y todopoderoso que terminará emancipando gradualmente a toda la sociedad. Según Leóntiev, ambos predicen únicamente etapas de la futura civilización europea, quedando totalmente cautivos de viejos ideales. No obstante, Leóntiev predice acertadamente el rumbo que seguirá el liberalismo de izquierdas europeo: tras sangrientas guerras continentales, Europa terminará por formar una federación de Estados que buscará liberalizar lo más posible la sociedad. Dicha federación de Estados europeos será la última etapa de la historia de ese continente, la cual comenzó en el siglo IX y durará hasta el siglo XXI, cumpliéndose con ello los 1200 años de existencia de su tipo histórico-cultural.
Rusia según Leontiev: el bizantinismo
Cuando describe a la civilización rusa Leóntiev recurre a los eslavófilos, considerándola una civilización diferente a la europea y dándole mucha importancia a la religión ortodoxa en Rusia, siendo esta última heredera de la cultura y la historia de Bizancio. Sin embargo, existen muchos otros aspectos del tipo histórico-cultural ruso en los cuales no coincide con los eslavófilos. Por ejemplo, Leóntiev dice en Bizantinismo y eslavismo que la historia rusa comienza con el bautismo de San Vladimir (988), por lo que Rusia ya es una civilización antigua con al menos 900 años de historia y no apenas naciente como sostenían los eslavófilos. Además, Konstantin Leóntiev sostiene que la influencia corrosiva de las ideas liberales, las cuales se extendían rápidamente por Europa del Este, eran la mayor amenaza para Rusia. Con tal de evitar que el tipo histórico-cultural ruso termine por diluirse en una futura Federación de Europa, Leóntiev llama a fortalecer la estructura estatal rusa que, según él, es de carácter bizantino. El bizantinismo comenzó a influir fuertemente en Rusia desde su creación. Mientras que en Europa el legado bizantino terminó por entrar en contacto con un tipo histórico-cultural muy desarrollado y dio origen a una compleja síntesis civilizacional, en la antigua Rusia el bizantinismo llegó a una tierra vacía tanto en términos ideológicos como culturales, convirtiéndose en los cimientos que dieron nacimiento al futuro Estado ruso. De allí que, según Leontiev, en la civilización rusa terminó predominando una monarquía hereditaria absoluta que era servida por una nobleza, algo que difería fuertemente de las instituciones romanas y europeas.
La monarquía rusa tiene su origen en las ideas romanas sobre la divinidad, y posteriormente co-divinidad, de los Cesares. En Roma la formación del cesarismo fue un proceso histórico muy largo que se dio debido a la pugna entre el poder imperial, el cual luego se volvió dictatorial, en contra del Senado romano, mientras que en Europa el poder real era el resultado de que un caudillo germánico exitoso terminaba por convertirse en el rey de un país, siendo el primero entre iguales entre varios señores feudales. Sin embargo, el poder supremo le pertenecía a los Pontífices romanos como representantes de la Iglesia. En Bizancio, por el contrario, prevaleció la idea del Cesaropapismo, mientras que en Europa existió el Papocesarismo. Rusia adoptó de la ortodoxia bizantina la idea de que el emperador es el vicario de Cristo en la tierra. Ya Yaroslav el Savio era llamado Zar (César) de las tierras rusas y reclamaba una autoridad absoluta por encima de los rusos de a pie e incluso de los príncipes de la estirpe de los Rúrikovich. Esto determinó las diferencias entre la nobleza rusa, por un lado, y la aristocracia europea, por el otro. La aristocracia europea nace de la sujeción de la nobleza a príncipes germánicos mucho más poderosos, pero cualitativamente iguales. Este orden dio nacimiento a un complejo sistema de jerarquías al interior del feudalismo europeo el cual moldeo la geopolítica misma de ese continente, caracterizada por un bajo nivel de centralización que fue destruido por los Estados-nación durante sus procesos de unificación – ya que veían al sistema feudal como un obstáculo para ellos –, esta destrucción es considerada por Leóntiev como el principio de la decadencia de Europa. Por el contrario, la nobleza rusa siempre se percibió a sí misma como servidora del Zar y lo mismo se aplica al pueblo llano. Mientras que los señores feudales europeos se jactaban de la antigüedad de su familia la nobleza rusa consideraba que sus méritos se reducían al servicio que sus familias habían bridado a sus soberanos, algo que queda confirmado por el sistema de méstnichestvo (n.d.t., en la historia rusa, el méstnichestvo era un sistema feudal jerárquico que funcionó desde el siglo XV al XVII. La palabra deriva del ruso “mesto”, lugar. Se desarrolló alrededor de un concepto: el boyardo que estimara que sus orígenes eran más antiguos y sus servicios al zar más valiosos, podía reclamar un mayor cargo en el estado. Esto a menudo condujo a disputas entre los nobles sobre sus ancestros y los servicios que habían prestado al monarca).
El período de complejidad floreciente de Rusia comenzó con el reinado de Pedro el Grande, momento en que los rusos se abrieron a la influencia europea y que tuvo un impacto similar a la asimilación de la influencia bizantina por Europa un par de siglos antes. Gracias a los cambios que Occidente introdujo en Rusia esta última fue capaz de crear un poderoso imperio autónomo (idea que claramente difiere de los eslavófilos que veían negativamente las reformas de Pedro el Grande) (9). Sin embargo, la Europa de finales del siglo XIX seguía avanzando hacia su decadencia y amenazaba con arrastrar a Rusia con ella. Si Rusia deseaba salvarse de ese destino tenía que abrazar el bizantinismo, decía Leóntiev. Curiosamente, entre las recomendaciones que hacia Leontiev se encontraba la creación de un Estado socialista de carácter totalitario (10) que preservara la monarquía absoluta y la servidumbre de la nobleza, razón por la cual es considero por muchos investigadores como una especie de predecesor del estalinismo.
Rusia y los eslavos
Las opiniones de Leóntiev sobre los pueblos eslavos también difieren significativamente de las ideas de los eslavófilos, especialmente de las expresadas por Danilevski, quien proponía una alianza de Rusia con los eslavos occidentales y meridionales como el medio para alcanzar la grandeza política. En Bizantinismo y eslavismo Leóntiev no solo se muestra escéptico frente a esta propuesta, sino que analiza la trayectoria histórica de los pueblos eslavos y demuestra que no solo ellos difieren significativamente entre sí, sino que además son muy diferentes a los rusos. Leóntiev dice: “El eslavismo es y no es”. El paneslavismo de su época estaba obsesionado con la liberación de los pueblos eslavos de los Balcanes y Europa central, pero Leóntiev considera tales ideas como una copia de los nacionalismos europeos que empujarían a Rusia a aliarse con Francia, la potencia más progresista de la Europa de su época, y enemistarse con Alemania, la columna vertebral del conservadurismo europeo. Leóntiev profetiza que tal política llevaría al colapso del Reich alemán y al debilitamiento de Rusia. Los pueblos eslavos, sostiene, no se encuentran unidos a Rusia ni por una historia, cultura o incluso una religión común, ellos jamás le agradecerán a los rusos por la libertad que estos les han dado y debido a que carecen de una aristocracia endógena terminarán por ser gobernados por intelectuales fascinados por las ideas occidentales que, inmediatamente después de que Rusia los libere, le darán la espalda a los rusos como sucedió, por ejemplo, con Bulgaria. Cuando Leóntiev escribe Bizantinismo y eslavismo Bulgaria todavía formaba parte del Imperio Otomano, pero poco después de la guerra ruso-turca de 1877-1878 Bulgaria se independizó y rompió sus relaciones con Rusia (11). Leóntiev consideraba que la liberación de los pueblos eslavos era un enorme error geopolítico y prefería que los rusos siguieran una política mucho más equilibrada y realista que no estuviera orientado por el eslavismo, sino por los intereses de Rusia.
Conclusión: Leóntiev como pensador de la encrucijada
Resumiendo, las ideas de Konstantin Nikolaevich Leontiev son una especie de replanteamiento crítico de los clásicos eslavófilos. Si estos últimos señalaron las particularidades de la estatalidad rusa y llegaron a la conclusión de que existían muchas civilizaciones o, tipos histórico-culturales como los denomina Danilevski (12), que se desarrollan como organismos vivos autónomos, entonces Leóntiev intento extraer de esas ideas las conclusiones geopolíticas fundamentales para Rusia, especialmente el hecho de que la civilización rusa debía rechazar el paneslavismo en favor de una visión geopolítica realista que le diera más importancia “al suelo que a la sangre”. Este principio fue retomado y defendido posteriormente por los eurasiáticos (13). Además, Leóntiev hizo importantes contribuciones a la teoría de las civilizaciones de Danilevski, introduciendo la idea de alternancia entre la complejidad y la simplicidad en la historia de los tipos histórico-culturales, especialmente en sus momentos de expansión espacial. Es interesante señalar que en la descripción de la alternancia Leóntiev parece retomar el método dialectico de Hegel (14), cuyas obras también tuvieron una influencia significativa en los eslavófilos (15). También resulta sorprendente que en sus obras Leóntiev predijera varios acontecimientos mundiales como la destrucción del Reich alemán debido a la alianza entre Francia y Rusia, el debilitamiento de Rusia debido a ese conflicto y el peligro de las decadentes ideas liberales, el colapso de la dinastía Obrenovic en Serbia, la ruptura entre Bulgaria y Rusia e incluso el estalinismo (con la formación de una monarquía socialista absoluta) o el nacimiento de la OTAN y la Unión Europea gracias a la unificación de los estados europeos por medio de una federación construida sobre las ideas liberales de izquierda.
Por otro lado, Leontiev estaba claramente comprometido con la idea de que la civilización rusa únicamente procedía de Bizancio, incluso considerando el comienzo de la misma a partir del Bautismo de San Vladimir, ya que este periodo de la historia de Rusia es equiparable al periodo de la historia europea que va desde el bautismo de Clodoveo hasta la coronación de Carlomagno, que él consideraba como una especie de prehistoria. Este tema volvería a ser estudiado por los eurasiáticos que llegaron a la conclusión de que la historia de la unificación cultural rusa sólo comenzó con la Batalla de los Hielos en 1242 (N.S. Trubetskoi) (16) o la Batalla de Kulikovo en 1380 (L.N. Gumilev) (17). La civilización rusa como tipo histórico-cultural autónomo surge en la época de dominio mongol, la cual dotó al Estado ruso de una identidad e historia totalmente distinta a la europea. Los eurasiáticos consideraban que este modelo turanio-mongol fue el que determinó los contornos de la geografía rusa, al igual que muchas de sus particularidades políticas que Leóntiev consideraba como heredadas del bizantinismo, en especial la monarquía absoluta y la nobleza servil.
Notas:
1. Соловьёв В. С. Леонтьев, Константин Николаевич // Энциклопедический словарь Брокгауза и Ефрона : в 86 т. (82 т. и 4 доп.). — СПб., 1896. — Т. XVIIa. — С. 562—564.
2. Бердяев Н. А. Константин Леонтьев. Очерк из истории русской религиозной мысли // К. Леонтьев. Pro et contra. — СПб., 1995. — Кн. 2. — С. 29—169.
3. Куликова Т. В., Паламарчук А. М. Философия красоты в духовной традиции русской религиозной философии // Вестник ННГУ. 2014. №5-1.
4. Леонтьев К.Н. Византизм и славянство. — М. : Имп. О-во истории и древностей рос. при Моск. ун-те, 1876. — 132 с.
5. Россия и Европа : взгляд на культурные и политические отношения славянского мира к германо-романскому / Н. Я. Данилевский. — Издание 5-е, с посмертными примечаниями, статьей К. Н. Бестужева-Рюмина и указателями предметов и имен. -С.-Петербург : Издание Н. Страхова, 1895. -XLII, 629 с.
6. Россия и Европа : взгляд на культурные и политические отношения славянского мира к германо-романскому / Н. Я. Данилевский. — Издание 5-е, с посмертными примечаниями, статьей К. Н. Бестужева-Рюмина и указателями предметов и имен. -С.-Петербург : Издание Н. Страхова, 1895. -XLII, 629 с.
7. Леонтьев К.Н. Византизм и славянство. — М. : Имп. О-во истории и древностей рос. при Моск. ун-те, 1876. — 132 с.
8. Леонтьев К.Н. Византизм и славянство. — М. : Имп. О-во истории и древностей рос. при Моск. ун-те, 1876. — 132 с.
9. Малинов А.В. Образ Петра I в учении петербургских славянофилов // Кунсткамера. 2022. №2 (16).
10. Пущаев Ю.В. Отношение К. Н. Леонтьева к коммунизму/социализму. О несостоявшемся «Союзе социализма. . . с русским самодержавием и пламенной мистикой» // Вестник ПСТГУ. Серия 1: Богословие. Философия. 2019. №81.
11. Генов Г. Българската външна политика през Балканската война. – Ваньо Недков, 2005.
12. Россия и Европа : взгляд на культурные и политические отношения славянского мира к германо-романскому / Н. Я. Данилевский. — Издание 5-е, с посмертными примечаниями, статьей К. Н. Бестужева-Рюмина и указателями предметов и имен. -С.-Петербург : Издание Н. Страхова, 1895. -XLII, 629 с.
13. Трубецкой Н.С. Взгляд на русскую историю не с Запада, а с Востока // Наследие Чингисхана. М. : Эксмо, 2019. С. 15–88.
14. Г. В. Ф. Гегель. Философия права. Академия наук СССР. Институт философии. Из-во «Мысль», Москва — 1990 г. – 231 с.
15. Александров П. А. Об идейных истоках раннего славянофильства // Вестник ОмГУ. 2008. №1.
16. Трубецкой Н.С. Взгляд на русскую историю не с Запада, а с Востока // Наследие Чингисхана. М. : Эксмо, 2019. С. 15–88.
17. Гумилёв Л. Н. От Руси до России / Гумилёв Лев Николаевич. — М. : ДИ-ДИК, 1997. — 560с. — (Сер.альм.«Сочинения Л. Н. Гумилёва»/Сост. А. И. Куркчи ; Вып.4).
Bibliografía:
Соловьёв В. С. Леонтьев, Константин Николаевич // Энциклопедический словарь Брокгауза и Ефрона : в 86 т. (82 т. и 4 доп.). — СПб., 1896. — Т. XVIIa. — С. 562—564.
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Куликова Т. В., Паламарчук А. М. Философия красоты в духовной традиции русской религиозной философии // Вестник ННГУ. 2014. №5-1.
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A canção da dor e do martírio
Este nome não poderia ter sido mais apropriado para a minha quinta campanha no Victoria 2, minha nossa até em por essas imagens já tive uma pequena dose de frustração e nem este Inostrancevia saiu como o planejado. Também conhecida como The Song of Pain and Suffer pois neste jogo acento é algo inexistente, vêm a se tratar da minha jogatina com o Império Russo deste 1860 até 1913.
Nesta época de consolidação das potências europeias pelo globo, divisão americana, quebra dos vínculos coloniais paralelamente a sua ampliação minha primeira ação foi conectar todo o país por uma única linha ferroviária ao estilo Transiberiana para facilitar o envio e recebimento de bens de consumo bem como tropas, aprendi feio na campanha com o Peru, além de ter melhorado o setor bélico quando a hora de colonizar a África chegasse já que se você quiser ter respeito neste mundo é necessário ter uma colônia e poder para mante-la em suas mãos.
Se não me falho entre as potências estava Áustria e o Império Otomano que no passar dos anos vieram a ser verdadeiros pés no saco, começarei pelo primeiro. Sendo justo meu alvo para avançar na Europa, visto que rapidamente a Prússia tornou-se a Federação Norte Germânica e ir contra ele séria suicídio, também foi o primogenitor a expandir sua influência no continente embaixo para meu grande desgosto já competição nunca pareceu uma boa ideia, então invadi seu país, destruir seu exército, dancei sob sua capital, rebaixei para poder secundário e ao invés de roubar seu domínio e aumentar a infâmia escolhi anexar parte do seu território, desconhecendo a distancia deste das fronteiras, eventualmente veio a ser meu segundo vassalo a Hungria.
A parte em vermelho representando seu domínio
Em um belo dia, acho que depois de ter colocado a Suécia sob a minha influência o Império Otomano veio causar uma crise diplomática comigo, o motivo sendo minha repressão dos movimentos de resistência polonesa e a principio não dei bola, até que França e Reino Unido entraram em seu apoio e acompanhado a dupla o meu medo de guerra direta, considerando meu estilo expansionista até o momento ( ideologia? Pan-eslavismo) tive de soltar a Polônia como um vassalo monarquista e assim a maior amizade desta campanha iniciou. Mais tarde dei um jeito no malandro, dominei Istambul e o obriguei a entrar no meu círculo de influência e desta forma se seguiu, apesar de sermos aliados não confio nos otomanos em nada, especialmente quando este tomou vantagem da mancada britânica e tomou muito espaço.
Minha antecipação foi recompensada, pode-se assim dizer
Se fosse para declarar um rival nacional definitivamente séria a Holanda, agora nem tanto, mas em 1884 o cara planejava roubar os terrenos de Portugal . Em meados da década de 70 o bug da cadeira vazia aconteceu significando que não poderia diretamente me envolver em guerras com outros Grandes Poderes ou conflitos no geral até 1912 quando eu aprendi a remover este erro nos códigos do jogo, portanto me aliei com muita gente para ter a chance de anexar alguma coisa, neste contexto melhorei as relações com os portugueses e assim ouvir seu pedido de ajuda com entusiasmo.
Quebrei a Holanda na porrada e defendi o ´´amigo´´, infama subiu e aliança sumiu após disso, entretanto a emoção não morreu pois a Mãe Rússia passou por CINCO tentativas de revoluções socialistas, sem mencionar os movimentos de independência da Estônia, Finlândia, dos anarco-liberais....dos comunistas. Eu até permitiria a mudança de regime se não me custasse prestígio e poderio militar, o que mais temo é ser impopular ao ponto da Inglaterra ou Alemanha decidir me punir na forma de uma coalizão, nestas horas meu velho amigo polaco provou-se valoroso ao sempre enviar tropas as províncias em desordem ao custo da sua própria estabilidade, sempre me apoiar nas guerras mesmo naquelas em outros continentes e ao longo da repetição das estações a simpatia por sua lealdade cresceu em meu ser.
Tantas outras coisas rolaram como minhas duas alianças com o verde-amarelo, China ascendendo para potência secundária junto ao Japão e nossa antipatia mutua um pelo outro, mantive o Alasca e de modo geral o relacionamento com os Estados Unidos manteve-se decente e nunca perdi a esperança de tê-lo como companheiro de batalha, contudo isso não rolava graças as províncias em suas cores e ideologia. Consegui resolver agora a economia é liberal e muitas fábricas fecharam...no ano que vêm volto a antiga.
O mundo em 1913, as partes em verde escuro representam a extensão da nação
Atualmente sai de outro conflito com o que? uma pequena fatia do Peru e a consolidação do tratado de defesa mutuo junto ao Ianque, dessa vez tenho mais camaradas como Suíça, Romênia, Bélgica,Sérvia e Sotoko, este último pois a Holanda planeja torna-lo seu, vai sonhando.
Interrompendo a iniciativa de construir o istmo do Panamá só para cuidar deste corno, embaixo estão alguns dos caras no meu círculo de camaradagem, na realidade o pessoal do qual tenho autoridade.
Sobre o resto do continente, bem acontece a continuação da Guerra Franco-Prussiana e espero que dure o bastante para a economia dos envolvidos quebrar e ai os novos tanques e aviões entrarem em cena haha. Isto não ocorrerá
Antes do final do ano ocorre um erro e Victoria 2 fecha de vez, suponho que não dá para prosseguir além desta barreria decorrente ao grande número de decisões individuais que o jogo precisa calcular para cada país, facção, unidade militar e etc. Vou assumir isso como o fim desta campanha e por consequente historia alternativa que foi bem legal de se narrar.
#Fruhiar Karja#1913#história alternativa#victoria 2#em português#inostrancevia#contando uma historia#The song of pain and suffer#A canção da dor e do martírio
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Buenas tardes, días o noches yo soy la representante de la Democracia, hermana de Anarquía, creada por Corrupción.
Y se lo que dirán, eres hija de corrupción, como puedes ser la buena? En primer lugar corregiré esa palabra, ´´Buena´´ no soy una heroína, no soy una líder de lo que esta bien o no, soy mas bien, soy alguien parecida a mi hermano, la diferencia radica en que yo no quiero crear mas maldad, como tampoco quiero crear mas bondad. A diferencia de mi hermano que sabe que el tambien es bueno y malo, pero prefirió el mal, que mantener el equilibro de las cosas. Y es exactamente eso, quiero el equilibrio del bien y del mal.
Como todos saben, el ser humano no es bueno ni malo, son las circunstancia que lo convierten en lo que será en el futuro, desde el nacimiento, hasta la vejez, el humano puede crearse dependiendo del lugar, los ideales, el ambiente y las personas que rodean su mundo.
Y es así que yo existo, en este mundo debe vivir el bien y el mal, como el mal, puede ser alocado o violento, el bien puede ser aburrido o pacifico. Yo existo para crear ese contraste de mi hermano, de crear el caos o crear reglas que mantengan la ´´armonía´´.
Pero primero déjenme contarles una historia.
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Hace mucho tiempo, existieron 5 continentes, esos continentes estaban hechos de toda la tierra misma, eran buenos, malos, extraños, familiares, creativos, recreadores. Pero uno de ellos se quedo atrás, el tal conocido América.
América era muy joven, veía las cosas que sus demás hermanos hacían, la determinación de Europa, la amabilidad de África, la perfección en Asia y la valentía en Oceanía ¿y el que tenia? tristemente no lo conocería tiempo despues.
Sus hermanos, poderosos y benevolentes crearon con sus propias manos, las primeras armas, conocidas como las armas de la Virtud, pero con que propósito, no era tan simple, pues cada continente la creo a su propia base y personalidad. Tristemente las utilizarían para destruirse entre ellos. y con eso, llego ese fatídico día.
Una explosión que dividió a la tierra, separando al mas joven de sus demás hermanos. américa, quien perdió un brazo en el proceso de la separación, estaba lleno de pánico y miedo, diciendo y suplicando ´´ ¿Hermano Europa, donde estas?, ¿Hermana Oceanía? ¿África?, por favor esto no es divertido, Asía diles que paren...por favor...díganme que es una broma...´´. América se había quedado solo.
En el otro lado del mundo, tras la explosión, los 4 hermanos se separaron de a poco, pues sus deseos, se hicieron mas importantes y dentro de ellos crearían el egoísmo, la avaricia y el poder. Creando por fin dentro de los continentes a la aclamada corrupción, y dentro de el se crearon otros, la guerra y la paz, el eslavismo y la libertad y por ultimo, el anarquismo y la democracia, naciendo dentro de esos 4 hermanos.
Y en América, que paso. El miedo se convirtió en valentía y amabilidad, el pánico en determinación y perfeccionismo, pues el joven continente, teniendo un poder muy importante, creo un arma que aunque pequeña, era muy resistente y fuerte, el cuchillo, pero no era cualquier cuchillo, sus hermanos crearon a base de palos, rocas y metales, pero ese cuchillo estaba echo de obsidiana pura, moldeada por el mismo América, y así se creo otro valor en esta formula, la esperanza.
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Así fue el nacimiento de mis padres, Virtud y Corrupción y el nacimiento de mi y mis hermanos.
Específicamente Virtud y corrupción son y serán los continentes, pues vivieron y se crearon de ellos, y que poco a poco se crearon muchas cosas mas. Lo bueno y lo malo, para proteger y sobrevivir.
He echo yo muchas cosas de las que me arrepiento, muchas de esas veces me aleje y muchos países cayeron en las garras de mi hermano, las reglas están para ser cumplidas como para romperse, yo se eso, pues hay países que por mi culpa perdieron cosas, pero tambien se que ganaron cosas, y se que con mi hermano ganaron cosas, pero perdieron otras, así es y debe ser, a parte de guerra y paz y su descendencia, nadie es libre de ser bueno y malo. todos somos malos, como todos somos buenos, intenciones buenas que llegan a ser malas e intenciones malas que pueden ser buenas.
No hablare mucho de mis acciones, muchas ya saben lo que soy, y lo que mi nombre produce en ustedes. solo espero poder hacer lo mejor, y que nada se vaya fuera de las manos.
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Mi waifu :v
Me gusta como se ve XD además es la única de todos que se gano la ´´confianza´´ de México de Sur, quien consiguió, el arma de la virtud de américa, el cuchillo de obsidiana. y se que muchos se dieron cuenta que es Sur XD en donde salen las armas, porque a parte de el, quien habla con groserías (Aparte de Argentina y Chile :v) y quiere eliminar a corrupción abiertamente XD
Esto aun no es 100% confirmado, pero es una base, así que tómenlo en cuenta vwv
Espero y les guste y que tengan buena semana santa X3
#organizationhumans#organizationhumans Democracia.#Countryhumans#countryhumans méxico#countryhumansMéxico sur#Democracia
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Ucrânia e Rússia juntas
O grande urso soviético estende o braço em direção ao Danúbio. E consegue acordo militar em Minsk. Ucrânia 🇺🇦 está a ponto de desfilar ao lado da URSS no dia 9 de Maio? Fato é que Rússia 🇷🇺 declara estar indisposta para retirar-se da Vizinha nação até que se esteja garantida a sua desnazificação.
O voto foi unânime dentro da Duma Estatal Russa, e Zyuganov, o líder da oposição de Extrema Esquerda, lança a emenda que dá reconhecimento para a auto-dependência (самостаятельний). As Repúblicas de Dombass e Lugansk. Ao que se adere a Antiga Capital Ucraniana, Kharkhiv e a antiga Capital (станица) da Rússia de Kiev. Atual Capital Ucraniana. Essa é a forma que os Russos intendem a Independência. Uma auto-dependência às Indústrias russas, adaptadas ao pan-eslavismo. Unánimemente aprovam que Putin ocupasse a Ucrânia.
A Ucrânia definida como um lugar de Bandas Terroristas que assassinaram impunemente a quase 14 mil habitantes do Leste ucraniano. E que segundo, está se escondendo entre as Residências; e covardemente, instalando anti-aéreos próximo a zonas residenciais. Ao que o novo pacto de Minsk, com exatos 100 anos de formação da URSS. Acarreta a uma entrada definitiva da Ucrânia na Organização do Tratado de Segurança Coletiva (OTSC).
A União de Repúblicas Socialistas, permitiu em sua formação a entrada da República do Transcáucaso 🇬🇪, enquanto a Mongólia 🇲🇳 Bolchevique permanecerá Independente. Ou seja, que Agora inverte-se e Putin que era Stalinista passa a ser Trotskista. Geórgia 🇬🇪 era menchevique. E essa informação pode ser confirmada pelo Wikipédia cubano, Ecured; na seção sobre a URSS. Ao que Nagorno-Karabakh lhe faltasse ocupar, enseguida à Ucrânia.
De qualquer direção que o Multilateralismo possa avançar, ocupar a todo o Mar Báltico será simplesmente instantâneo. A Ucrânia é a grande média potência de volta ao Multilateralismo. E se bobear ainda toma Turquia, e nações Danubianas. Quando menos se espera Geórgia, mas o que realmente nos preocupa do que será do governo Social-Democrata de Sanna Marín, se o Parlamento Unicameral vota a favor da OTAN.
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Leí hace algún tiempo Los Romanov 1613-1918. Obra histórica que narra (al modo de la Historia, que lo tiene propio, no al de la novela) el deslumbrante y terrible recorrido de la dinastía autocrática que gobernó Rusia durante esos 305 años. Ágil y muy amena, es al tiempo un panorama de la historia rusa, con las tensiones entre eslavismo y occidentalización, entre autocracia y democracia, la increíble expansión continental hacia Siberia, el imperialismo religioso en el enfrentamiento con los turcos (recuperar Constantinopla, sueño y obligación de los zares, título que no en vano procede de Cesares), y la peripecia biográfica de gobernantes absolutos que poco tienen que envidiar en punto a excentricidades a los del Imperio Romano. Saga familiar con personalidades asombrosas como Pedro el Grande (que lo era en todo, bueno y malo, y en la estatura: 2,05 cm.), o Catalina la Grande o la Ilustrada y su galería de amantes, las zarinas que la siguieron, pues en absoluto está reñida la autocracia y la feminidad, más otros que nos resultan menos conocidos hasta llegar al lamentable Nicolás II, esta Historia dinástica cuenta con documentación novedosa en base a la correspondencia mantenida entre los esposos regios o con sus amantes y reviste un notable interés, incluido el cotilleo. Por cierto que en Rusia nunca ha dejado de haber zares, es decir gobernantes autócratas, lo fue Stalin y hoy juega a serlo Putin.
No es mi propósito hacer una reseña, más allá de la recomendación para quienes gusten de la Historia sin necesidad de que sea novelada, porque lo que me ha traído hoy este libro a la memoria es encontrar en BBC Mundo una galería fotográfica del Imperio Ruso hecha por un aristócrata cercano a la familia imperial, con un procedimiento a color de su invención. Dejo aquí una muestra. Más y créditos aquí
Madre Rusia
Leí hace algún tiempo Los Romanov 1613-1918. Obra histórica que narra (al modo de la Historia, que lo tiene propio, no al de la novela) el deslumbrante y terrible recorrido de la dinastía autocrática que gobernó Rusia durante esos 305 años.
Madre Rusia Leí hace algún tiempo Los Romanov 1613-1918. Obra histórica que narra (al modo de la Historia, que lo tiene propio, no al de la novela) el deslumbrante y terrible recorrido de la dinastía autocrática que gobernó Rusia durante esos 305 años.
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Leí hace algún tiempo Los Romanov 1613-1918. Obra histórica que narra (al modo de la Historia, que lo tiene propio, no al de la novela) el deslumbrante y terrible recorrido de la dinastía autocrática que gobernó Rusia durante esos 305 años. Ágil y muy amena, es al tiempo un panorama de la historia rusa, con las tensiones entre eslavismo y occidentalización, entre autocracia y democracia, la increíble expansión continental hacia Siberia, el imperialismo religioso en el enfrentamiento con los turcos (recuperar Constantinopla, sueño y obligación de los zares, título que no en vano procede de Cesares), y la peripecia biográfica de gobernantes absolutos que poco tienen que envidiar en punto a excentricidades a los del Imperio Romano. Saga familiar con personalidades asombrosas como Pedro el Grande (que lo era en todo, bueno y malo, y en la estatura: 2,05 cm.), o Catalina la Grande o la Ilustrada y su galería de amantes, las zarinas que la siguieron, pues en absoluto está reñida la autocracia y la feminidad, más otros que nos resultan menos conocidos hasta llegar al lamentable Nicolás II, esta Historia dinástica cuenta con documentación novedosa en base a la correspondencia mantenida entre los esposos regios o con sus amantes y reviste un notable interés, incluido el cotilleo. Por cierto que en Rusia nunca ha dejado de haber zares, es decir gobernantes autócratas, lo fue Stalin y hoy juega a serlo Putin.
No es mi propósito hacer una reseña, más allá de la recomendación para quienes gusten de la Historia sin necesidad de que sea novelada, porque lo que me ha traído hoy este libro a la memoria es encontrar en BBC Mundo una galería fotográfica del Imperio Ruso hecha por un aristócrata cercano a la familia imperial, con un procedimiento a color de su invención. Dejo aquí una muestra. Más y créditos aquí
Madre Rusia Leí hace algún tiempo Los Romanov 1613-1918. Obra histórica que narra (al modo de la Historia, que lo tiene propio, no al de la novela) el deslumbrante y terrible recorrido de la dinastía autocrática que gobernó Rusia durante esos 305 años.
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EVOLA Y EL NEO-EURASIANISMO
Por Rodrigo Sobota
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Debemos entender el trabajo de Julius Evola de la misma manera que entendemos el enfoque de Heidegger hacia la metafísica y la civilización occidental.
Si bien podemos saber con certeza que el estado actual de la civilización occidental ya no se parece, en su totalidad, a la imagen idealista que alguna vez describieron Heidegger y Spengler, debemos ser conscientes de que su trabajo constituye un hito importante y vital.
El espíritu de la vieja Europa está vivo en la obra de Heidegger, tanto como en la obra de Evola. Ambos representan el espíritu de una época que conoció, íntimamente, quizás, el impulso nietzscheano hacia sus profundas raíces modernistas y su esencia, y tal vez podría describirse en cierto sentido como representando la era del (aspirante) Superhombre, el nihilista activo, y de los regímenes que buscaban un nuevo modelo de hombre --muchos de ellos fascistas, comunistas o incluso liberales-- frente a la era actual del Último Hombre, un hombre que ha perdido casi por completo el impulso fáustico y, por tanto, ha sucumbido al nihilismo pasivo, y al espíritu de una época que ha pasado por completo de la modernidad a la posmodernidad. Una época que ahora, en consecuencia, en nuestra época actual, se enfrenta a una completa disolución.
Evola aborda esta era de disolución tan intensa y concisamente como Heidegger deconstruye la esencia del logos occidental y de su Metafísica centrada en presencias abstractas irreales, en esencias cosificadas y en el sujeto pensante.
Debemos entender a Evola como un sabio profundamente consciente de su propio papel dentro del Fin de los Tiempos, y el tipo de destilación, de objetividad (sachlichkeit), que sería necesaria para enfrentar las dimensiones y desafíos de nuestra época. Debemos sentir, en él, a un hombre que comprendió la inevitable disolución y destrucción de los estándares de la época burguesa, y la época de la llamada "vieja" Europa, de la Europa que todavía era reconocible para un hombre como Oswald Spengler, y acerca de cuyo destino inevitable Goebbels proclamó firmemente - mientras hablaba, durante las secuelas del bombardeo de Dresde y el final del segundo gran enfrentamiento global: “toda la vieja Europa se derrumba y será enterrada con esta guerra. Con este conflicto, viene la ruina de la era burguesa” [traducción aproximada].
Incluso si esta intuición fundamentalmente correcta no vino al estilo de los sueños nazis pervertidos, con la construcción de la Neue Ordnung fascista, sino con la construcción de un régimen liberal demente, enfermo, geriátrico y nihilista dentro de un molde americanizado, todavía debemos ver en Evola una especie de conclusión lógica de los supuestos que hasta ahora han subrayado las últimas etapas de la reacción europea.
Evola debe entenderse como el puente que une el pensamiento continental de Europa occidental tardía a la Tradición, como deberíamos conocer, y entender adecuadamente en la concepción que debe sustentar los cimientos de una nueva civilización posliberal que nosotros, como hombres de la Medianoche, necesariamente debemos aspirar a ser.
El mismo movimiento de la vida de Evola, desde el Idealismo Absoluto de su juventud, hacia la rigidez intelectual neoplatónica, la ortodoxia cimentada y refinada del Evola “tardío”, es indicativo del camino que debemos tomar en nuestra época.
Evola escribió precisamente para nosotros, los hombres de la medianoche. Sus escritos se referían no solo a la crítica de la metafísica occidental tardía, desde un punto de vista parcial que quizás sea mucho más completo en la obra de Rene Guénon y Martin Heidegger, pero que lleva en sí la visión apocalíptica y escatológica del Fin, aunque dentro de la visión que Evola trabaja, debemos entender el trasfondo de esta visión del fin de los tiempos como fundamentalmente diferente de la bravuconería semita de emociones que han caracterizado nuestra comprensión del final dentro de la civilización cristiana.
La visión de Evola del fin de los tiempos está estrictamente alineada con una ortodoxia diferente, a saber, la del platonismo, el hermetismo, el budismo en su forma más pura y temprana, y también Samkhya, Advaita y otras corrientes similares que aún se pueden discernir en nuestra época. En ellos, mientras el fin de los tiempos y la edad oscura forman un dato coherente, hay una marcada ausencia del patetismo del tipo semítico dentro del alcance de estas enseñanzas tradicionales alternativas.
La época actual de decadencia liberal, del fin de la humanidad occidental, debe entenderse dentro de la égida y alcance del amplio movimiento de disolución, de fragmentación, que precede al fin del ciclo. Y a esto le sigue, marcadamente, la búsqueda de la trascendencia en un mundo que se ha vuelto sin sentido, informe, objetivado, banal y el receptáculo pasivo de un proceso muy similar al fetiche de las mercancías descrito por los ideólogos marxistas. Y dentro de este mundo distópico de los últimos tiempos, también podemos presenciar la correspondencia que se hace de manera muy precisa con la edad de la cuarta casta, la edad de los Sudra, caracterizada por ejemplo por la dominación del hombre informe de masas, de la pura cantidad y de las máquinas, a diferencia de la época burguesa anterior que conservaba los restos de elementos orgánicos más profundos y antiguos.
Dentro de esta época, y dentro de Occidente, debemos reconocer que todo lo que todavía era orgánico y tradicional en la anterior época “burguesa”, que terminó definitivamente en 1945, está llegando a su fin o ya ha sido destruido. La enseñanza antimodernista de la Iglesia Romana fue asesinada y enterrada junto con su núcleo ceremonial y litúrgico, al igual que los restos de los elementos sociales orgánicos, pre y antimodernos, como la aristocracia, el clero y la amplia aristocracia y las estructuras jerárquicas que aún desempeñaban su papel en otorgar un sentido profundo y efectivo de diferenciación social y personal que ya no están presentes en nuestros días.
En nuestra época, que está profundamente marcada por la erosión liberal y también ex comunista de todos los estándares restantes de la civilización orgánica, no podemos contar con el lujo de tener los viejos modelos y superestructuras presentes en nuestro medio actual. La sociedad orgánica del Renacimiento y su predecesora, la sociedad orgánica de la Edad Media, son ahora un recuerdo lejano. Lo que está presente ahora es precisamente el modelo inorgánico del mundo civilizado, liberal tardío, que se arrastra inexorablemente hacia un vórtice de imbecilidad, nivelación hacia abajo de la estructura social, y también autodesintegración. De esto, sólo podemos tomar en cuenta la brillante obra “Jihad vs McWorld”, el tipo de libro que lleva un título muy apropiado a la época actual del cesarismo temprano spengleriano, la política monetaria y la solidificación.
Ya hemos discutido brevemente aquí y en otros lugares la naturaleza de esta época. Y ahora, debemos entender que cuando Occidente se acerca a su etapa de mortalidad efectiva, la iniciativa debe tomarse con decisión hacia una nueva dirección. Esta iniciativa consiste en la reunión de los hombres de la Medianoche, los hombres diferenciados que “cabalgan el tigre”, a la construcción de un nuevo paradigma que necesariamente debe venir después de la noche profunda y oscura de la modernidad occidental, y que llegará a la antes como fuerza tradicional civilizadora necesaria sobre un mundo en ruinas. De un mundo que se ha perdido de vista y se ha sumergido en la barbarie más elemental y animal.
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La Doctrina de la Gran Perfección
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
La Vía Siniestra, como escuela particular al interior del paganismo ruso-eslavo, surgió a mediados de la década del 2000 y desde el principio suscitó un gran número de controversias e interpretaciones sobre su naturaleza y su lugar correspondiente en la tradición. No cabe duda de que esta escuela se apoya en otras tradiciones análogas como el tantrismo, el hermetismo occidental, la alquimia, el odinismo, etc. Su fundador es Veleslav, quien ofrece un camino que nunca ha existido al interior del paganismo eslavo (aunque definitivamente existen prerrequisitos y figuras mitológicas al interior de esta tradición). Desde su fundación se han publicado decenas de libros escritos por diversos autores que han trabajado en la creación de la doctrina de la Vía Siniestra, lo cual demuestra el gran atractivo que suscita en aquellos que se sienten peregrinos en busca del Espíritu.
Lo que podemos leer en La Doctrina de la Gran Perfección establece una serie de diferencias sustanciales con respecto a las doctrinas occidentales tradicionales que siguen el Camino de la Mano Izquierda y el nuevo camino que abre la Vía Siniestra para el paganismo eslavo-ruso. Los principios fundamentales del Camino de la Mano Izquierda occidental acentúan antes que nada el individualismo y la deificación de aquel que se adhiere al mismo y que es expresado por el conocido lema “No reverencies a Dios, sino conviértete en Dios”. Para el paganismo, sin embargo, esa posición no hace parte del Camino de la Mano Izquierda, sino que es una realidad fundamental sobre la que se basa la doctrina misma. La Vía Siniestra del paganismo ruso va incluso más allá, sosteniendo que la deificación del adherente se encuentra al final, pero en sí misma la deificación no es la última etapa en el Camino hacia la Gran Obra. El hecho que destaca es el de que la Divinidad en forma de imágenes, nombres y formas debe sacrificarse al Final, es lo Impensable en términos del lenguaje o las imágenes; todo debe ser sacrificado a lo Sagrado, que es absolutamente numinoso y que existe mucho más allá de los nombres y de las formas, algo que es enseñado por los místicos renanos como Meister Eckhart y John Tauler al igual que por los neoplatónicos. Veleslav hace énfasis en la tradicional definición apofática del super-ser como lo Sagrado.
En La Doctrina de la Gran Perfección, Veleslav nos hace un llamado a seguir adelante en esta búsqueda de lo Sagrado dentro de nosotros hasta cruzar el límite y con tal de trascender tanto la Vía Diestra como la Siniestra, sus enseñanzas nos llevan por la Vía que no es la vía en sí misma: es la inactividad consciente, que es el modo de volver al Estado Natural de esta Fuente Primordial.
La Doctrina de la Gran Perfección es el primer libro que es traducido al inglés de un autor tan conocido como Veleslav. Es una oportunidad para que sus enseñanzas más importantes sean accesibles a un público más amplio. Según Veleslav existen tres caminos en el mundo o tres vías para recorrer un Camino Único:
- El camino de la mano derecha: el camino que se aleja de la verdadera naturaleza, el trabajo externo.
- El camino de la mano izquierda: el camino de regreso a la verdadera naturaleza, el trabajo interno.
- El Camino de la Gran Perfección, o el Camino que no es el camino en sí mismo: una forma de permanecer en la Verdadera Naturaleza de uno mismo sin fragmentar lo que es permanente y tampoco la misma “inactividad” espiritual.
Veleslav dice: "El Camino de la Gran Perfección es una enseñanza atemporal donde conseguimos la auto-revelación de nuestra Verdadera Naturaleza, la permanencia espontánea de lo PRIMORDIAL sin que sea permanente y la comprensión no conceptualizada del Verdadero YO como lo NO NACIDO". La Doctrina de la Gran Perfección sienta las bases para captar ese Ser Verdadero y redescubrir nuestra verdadera esencia divina.
A continuación, una entrevista con Volhv Veleslav:
- ¡Hola! Has publicado varios libros y artículos en ruso, pero es muy posible que el público occidental no conozca nada de tus trabajos, ya que The Great Perfection Doctrine es el primer libro tuyo que se traduce al inglés; ¿Podrías presentarte y dar a conocer tu trabajo a nuestros lectores?
Hablar de mí mismo es algo fácil y difícil al mismo tiempo. Es fácil porque tú mismo te conoces mejor que los demás. Pero es difícil porque una parte importante de la experiencia interior tiene un valor primordial para cada hombre e inevitablemente está más allá de los hechos planos que suceden en tu vida diaria.
Si hablamos de hechos, entonces nací en este mundo el 8 de octubre de 1973, he vivido y estudiado en Moscú. En el año de 1998 establecí la comunidad "Rodolubie" (Родолюбие), que se llamó en un primer momento el "Satya-Veda", es decir, "El verdadero conocimiento" según su traducción del sánscrito. En 1999 fui uno de los cofundadores de una organización conocida como Fraternidad de Comunidades de la Rodnoveria: “Velesov Krug” (Велесов Круг, el Círculo de Veles). Veles es el dios eslavo de la sabiduría, el inframundo, la magia y el camino. Es el Dios de los volhvs [sacerdotes, godi] y es el Sacerdote de los Dioses. El arquetipo que representa esta figura es muy parecido al de otros dioses indoeuropeos como Hermes, Odín, Shiva...
Durante los últimos 20 años, se han publicado algunas docenas de mis libros donde investigo el paganismo eslavo y algunas otras tradiciones indoeuropeas. Y bajo el seudónimo de Satyavan también se han publicado otros de mis libros acerca del Advaita, el Tantra y el Shivaísmo.
En el 2009 escribí la mayor parte del Libro del Gran Nav, que se convirtió en mi "tarjeta de presentación" personal en todas partes. En ese libro no solo hablo del paganismo eslavo en el sentido estricto de la palabra, sino que también utilizo el lenguaje conceptual de otras tradiciones místicas, desde el Advaita y el Dzogchen hasta el gnosticismo y la alquimia.
Sin embargo, para la mayoría de los paganos eslavos, la Rodnoveria, sigo siendo, en primer lugar, el autor de libros muy importantes como Fundamentos de la Rodnoveria, Los dioses nativos de la Rus y el Libro de Rituales Eslavos.
- ¿Qué te llevó a estudiar el paganismo y a convertirte en un sacerdote de la Rodnoveria?
Fue mi deseo de conocer las raíces de mi Kin, el origen de mi Sangre [la genealogía familiar] y mi Base Espiritual, es decir, la Fuente de una Sabiduría que es más antigua y más profunda que cualquier cosa que las religiones dominantes de la actualidad nos puedan ofrecer.
El término “volhv” es algo que debemos discutir por separado. Diferentes personas en diferentes épocas podrían darle diferentes significados a esta palabra y, por lo tanto, uno debe ser lo suficientemente cauteloso como para no dejarse engañar por las apariencias y no alejarse de la esencia que está detrás de muchas interpretaciones superficiales. Si seguimos la terminología que hemos creado, entonces ser un volhv no es un oficio, sino una vocación. Una invocación espiritual de los dioses, por así decirlo. Si el sacerdote es en nuestra terminología una persona elegida por la gente para realizar algunas funciones rituales, entonces el volhv es en cierto sentido un elegido por los Dioses: es la persona que posee un Conocimiento directo (Conocimiento espiritual) y no un funcionario de la religión, sino que es antes que nada un maestro espiritual.
En realidad, no importa quién sea yo. Es más importante saber cuánto de lo que escribí y hable puede convertirse en una herramienta para el trabajo interno de todos los que me leen o escuchan.
- ¿Considera que la Rodnoveria es una restauración de la religión eslava precristiana como tal? ¿Se puede siquiera aspirar a conseguir algo semejante?
Me opongo totalmente a todo tipo de “restauraciones” en la esfera del Espíritu. Dejemos que la restauración y las copias grises de las religiones de la antigüedad sean simplemente la actividad a la que se dedican los trabajadores de los museos y los arqueólogos (en nuestro país, como en el resto de Europa, el movimiento de reconstrucción de las religiones nativas ha avanzado bastante). Para mí, el Paganismo es, en sentido figurado, la transmisión del Fuego Viviente pero no la conservación de las cenizas. Por supuesto, confiamos en el legado de nuestros antepasados, pero no los seguimos en todo. Debe entenderse claramente que hoy somos muy diferentes a nuestros primeros ancestros y eso es normal y bastante natural. No es normal el intentar en todo momento imitar las formas que han quedado por completo obsoletas y lo peor sucede cuando no somos capaces de distinguir estas formas de su contenido, es aquí cuando perdemos nuestro impulso espiritual y vivimos simplemente para cumplir toda clase de formalidades.
En mi opinión, el paganismo tiene como punto fuerte el estar libre de toda clase de dogmas rígidos, de no ser igualitario y que no está basado en ninguna “escritura sagrada”. Nuestra Escritura es, en un sentido figurado, el Libro Viviente que nos provee la Madre Naturaleza. Nuestros Maestros son la Vida y la Muerte y el Abismo de lo NO NACIDO que se esconde detrás de ellos. La vida es un fluir que siempre se mueve y jamás se detiene. La muerte es la culminación y la renovación, la Iniciación y la Transfiguración Espiritual. Juntas, tanto la Vida como la Muerte, constituyen el Círculo Eterno, la transformación cíclica de todo lo que existe. Pero en el Centro de esta Rueda de la Vida y la Muerte reina la inmovilidad: el Silencio del Espíritu. Todos somos capaces de vislumbrar lo Eterno que se reviste de muchas formas transitorias y cambiantes. Por lo tanto, no debemos temer a los cambios, a la búsqueda y a los errores; la búsqueda de la vida es superior a toda clase de formalismos muertos y al aislamiento en forma del dogmático.
Existen muchas tradiciones populares en nuestra Tierra, pero la Tradición, la auto-revelación del Espíritu en el corazón del hombre, es siempre una. Solo es diferente en las distintas culturas y en los diversos pueblos que hablan acerca de lo Inefable en diferentes idiomas y en cada época han nacido distintas formas de expresar lo Sagrado en este Mundo, y por medio de ellas el hombre funda su propio Camino personal dirigido hacia lo Eterno: pasamos de lo cambiante a lo inalterado.
- Gurdjieff obviamente ha influido mucho en tus trabajos, pero ¿podrías mencionar otras fuentes que te inspiraron?
Soy cercano a diferentes tradiciones y a diferentes Maestros Espirituales que confiaban en la experiencia directa y no tenían miedo de dar un paso en dirección hacia aquello que estaba más allá de lo ordinario. Los moralistas aburridos que siguen las religiones dominantes no me interesan, mientras que personas como G. Gurdjieff o Aleister Crowley superan de una forma consciente los estereotipos típicos que fundamentan el pensamiento de los filisteos y son un ejemplo vivo de que se debe ir más allá de los límites de esa imagen que el mundo y la sociedad le impone a la persona, ese es el reino donde existe la “dictadura de la mediocridad”.
Si una persona está buscando un lugar donde pueda encontrar todo de antemano, entonces se encuentra condenada a conocer únicamente lo que le pertenece a la multitud. Con los locos y los genios no es necesario estar de acuerdo en todo, pero podemos aprender de ellos lo que no saben los astutos empresarios de la religión ni tampoco conocen los vendedores de psico-trópicos azucarados.
Las personas mediocres tienden a confundir la excitación emocional que sienten al asistir a un evento religioso planificado con el verdadero Camino Espiritual. No es casualidad que muchos maestros sufíes o tántricos que no buscan la popularidad entre los ignorantes no sean comprendidos e incluso sean perseguidos por las multitudes, mientras que un predicador de televisión hipócrita que vive de repetir una serie de sermones triviales sea considerado como alguien respetable o termine por ser ensalzado por una sociedad donde el “sentimiento gregario” que conduce al éxito ha hecho desaparecer por completo toda clase de búsquedas personales.
- Aunque tu trabajo se centra en las figuras eslavas de Veles y Mara, ¿crees que esas figuras encierran conceptos lo suficientemente universales como para que personas con diferentes antecedentes y patrimonios culturales sean capaces de captar sus significados?
Todos los Nombres que usamos cuando hablamos de lo Más Alto (o mejor, de lo más Profundo), son palabras que intentamos usar para describir lo Indescriptible hacia lo que tarde o temprano tendemos, en ese momento podemos abandonar esas palabras. Diferentes pueblos hablan de lo Divino en diferentes idiomas, pero detrás de las descripciones que hacen de lo divino se esconde una única Realidad. Los Nombres Divinos son solo indicativos de lo Inefable que podemos convocar para ayudarnos en nuestro camino para obtener una experiencia inmediata que este más allá de cualquier juego de palabras. Para mí, que soy un ruso nativo que vive en Rusia y que piensa en ruso, es natural que llame al cielo espiritual en que vivo usando los nombres nativos que ha usado mi pueblo. Pero incluso así es posible para una persona que proviene de una nacionalidad diferente y que se ha educado en otra cultura escuchar o leer mis palabras y ser capaz de comprender que los nombres que uso indican una Realidad que él conoce y que simplemente esta oculta tras verbos diferentes.
- Un tema importante del libro La Doctrina de la Gran Perfección es el del Camino de la Gran Perfección, que usted describe como “el camino que no es el camino en sí mismo”; ¿puedes ampliarnos el significado de estas palabras?
Por lo general, estamos hablando de los Tres Caminos, o más precisamente de los tres aspectos de un Camino. Entonces, existe el Camino Diestro o el Camino de Eliminación de la Fuente; el Camino Siniestro o el Camino del Retorno; y el Camino de la Gran Perfección o el Camino sin camino. En el Camino de la Mano Derecha (Десный Путь, десница - la "mano derecha", la "mano que da" en la tradición eslava) un hombre se mueve del Centro a la periferia, del Espíritu a la materia, de sí mismo a los demás, hacia el exterior del mundo. En el Camino Siniestro (Шуйный Путь, шуйца - la "mano izquierda", la "mano que toma"), un hombre se precipita hacia sí mismo buscando su Verdadera Naturaleza, es decir, desde la periferia de la materia hasta el Centro Espiritual. El Camino de la Gran Perfección, también llamado Camino sin camino, implica una visión clara de la ilusión de cualquier “camino” condicionado, de cualquier descripción especulativa del “movimiento” desde uno mismo o hacia uno mismo. De hecho, no puedo estar más lejos de MI MISMO o más cerca de MI MISMO, de mi Verdadera Naturaleza, porque YO SOY eso originalmente: “Atman es Brahman” como se dice en los Upanishads. TAT TWAM ASI - ESO (Brahman) SOY YO (Atman).
- Según tengo entendido, usted comenzó su viaje espiritual arraigándose en las creencias paganas fundamentales eslavas, pero hoy en día parece que ha empezado a crear su propio camino bajo las influencias del hinduismo, el budismo, el zoroastrismo y el gnosticismo. ¿Estás de acuerdo con esas doctrinas? ¿O todavía te consideras un auténtico practicante del paganismo eslavo?
Aparentemente me he desviado más allá del alcance del mismo paganismo eslavo si entendemos este término únicamente bajo el rotulo de una cultura nacional, especialmente bajo su componente agrario. Esto no significa que rechace la tradición folclórica. Simplemente, puedo usar igualmente esos otros lenguajes conceptuales que conozco para describir la Realidad verdadera. Las Enseñanzas del Gran Nav son más una parte de mi propia visión personal que algo que extraigo de las tradiciones populares. Las metas y las tareas espirituales que considero como válidas para las Enseñanzas del Gran Nav no se limitan al establecimiento de metas que sean relevante para un campesino ruso, cuyo objetivo principal era antes que nada la supervivencia física en un entorno donde el clima y la sociedad eran muy duros. Ahora las condiciones de nuestra vida son diferentes y el Paganismo eslavo moderno, si quiere seguir siendo una tradición viva, debe resolverlas y no ocuparse exclusivamente de la reconstrucción del pasado.
En términos generales, el paganismo, en su más alta manifestación, es una visión no del pasado, sino de lo infra-temporal. Es decir, de lo Eterno. El Legado de los Ancestros puede contribuir a la adquisición de nuestra experiencia espiritual inmediata, pero no debe convertirse en un obstáculo para su adquisición, reemplazando la experiencia que vivimos con una serie de estereotipos extraídos de la tradición. Las cenizas que dejo el fuego del pasado no deben sofocar la Llama Viviente que aún existe.
- ¿Qué nos puedes decir de tu comunidad, el Círculo de Veles? ¿Cuáles son sus objetivos y prácticas? ¿Siempre fue su objetivo crear una comunidad o inicialmente creía que nunca podría encontrar personas con ideas afines?
La fraternidad "Velesov Krug" se creó para unir a todas las personas que buscan la sabiduría dentro del ámbito del paganismo eslavo. Debe entenderse que diferentes personas tienen diferentes oportunidades y habilidades y que los temas más importantes relacionados con la vida y la muerte, el autoconocimiento espiritual y la autorrealización, son respuestas que cada persona se ve obligada a encontrar por sí mismas. Por supuesto, en cierta etapa, aquel que busca puede beneficiarse de un mentor externo, pero solo hasta que la persona sea capaz de aprender directamente de su Maestro Interno: su Verdadera Naturaleza.
Ahora, junto con mis compañeros del Círculo de Veles, me comunico con un pequeño número de personas cercanas a mí, con las que estamos unidos no solo por la ideología general de la Rodnoveria eslava sino más bien por la similitud del Camino que transitamos.
- ¿En qué estás trabajando actualmente? ¿Estás preparando algún libro nuevo?
No me gusta hablar de mis planes futuros. Solo diré que quizás muy pronto publicaré mi nuevo libro sobre mi Eterna Amada, la Gran Diosa Oscura, conocida en diferentes tradiciones bajo distintos Nombres...
- ¡Gracias por su tiempo!
¡Gracias a ti también!
Veleslav
[4.09.2017]
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EL PAN-ESLAVISMO Y LA IDEA NEO-EURASIANISTA
Por Rodrigo Sobota
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
No puede ser que el fin supremo de la civilización deba estar necesariamente ligado a su inevitable caída. No debemos, como hombres, elegir el camino de la anarquía y el caos, sino más bien, para no perdernos en la dispersión del nihilismo moderno, luchar por la construcción de una nueva nación, un nuevo régimen, un nuevo Estado, un nuevo paradigma de la civilización.
La ruptura de la vieja noción de fronteras tradicionales es uno de esos procesos históricos importantes que debemos, por supuesto, registrar en nuestras cuentas como creación de nuevas oportunidades en lugar de ser necesariamente un momento de inevitable disolución. La disolución de los vínculos antiguos es un paso necesario para la creación de otros nuevos, y un momento tanto de oportunidad como de pérdida.
Es importante para nosotros notar que, para muchos de los Estados eslavos actuales, a saber, Bulgaria, Serbia, Eslovaquia, Chequia, etc.… que han sido creados y existen como subproducto de contingencias históricas, la expresión de la forma necesaria del paneslavismo no debe limitarse necesariamente a un etnonacionalismo estrecho, ni siquiera a las estrechas limitaciones de uno o dos Estados, o de varios pequeños en constante lucha.
Más bien, debe haber una conciencia renovada entre los Estados de Visegrad de que la civilización se basa en valores sólidos, absolutos y concretos, y también en la fuerza de realidades geopolíticas sólidas. Estos valores implican un vínculo compartido, una historia común, pero, sobre todo, la fortaleza de ánimo y la fuerza de voluntad para defender lo que es verdadero y justo en tiempos donde los hombres están perdiendo de vista cosas muy básicas. Y lo que es correcto, está por encima y más allá de las opciones que nos ofrecen actualmente las fuerzas atlantistas.
El viejo modelo liberal, con su marcada distinción entre política de "derecha" e "izquierda", se ha convertido en una molestia. Y esta molestia ahora nos amenaza, si no queremos aprovechar el vehículo del Estado más allá de las tendencias de la política de partidos mezquinos, del regateo entre hombres de mente mezquina que no se preocupan más que por el dinero o las mezquinas disputas ideológicas, y que se hunden en el barro. El vehículo de una buena gobernanza.
Debe erradicarse el individualismo, no sea que el Estado se convierta en víctima de sus componentes fragmentados y atomizados.
De la misma manera, el destino histórico del pueblo eslavo, el narod, debe aspirar al antiguo anhelo romántico del reencuentro del siglo XIX. Incluso ahora, cuando la vieja amenaza teutónica ha sido neutralizada, no debemos bajar la guardia ni a nosotros mismos ni a nuestra propia guardia para creer de una vez por todas que ha llegado el llamado “Fin de la Historia” y que podemos permitirnos el lujo de intentar luchar simplemente por un paraíso capitalista utópico.
Los eslavos fueron una vez un solo pueblo. E incluso si las divisiones étnicas se han mantenido entre nosotros durante mucho tiempo, no debemos olvidar que fue hace solo 1200 años que hablábamos una lengua común mutuamente inteligible. Y ciertamente no es hoy, ni siquiera en el corto futuro, que dejaremos esta tierra lejos o nos dejaremos traicionar por los falsos dioses y los falsos amigos del liberalismo, el capitalismo, el globalismo y el atlantismo.
Porque la civilización eslava pertenece necesariamente a las vastas estepas del Este. Fue aquí, en el área alrededor de las marismas de Pripyat, el norte de Ucrania y Polonia, donde nacimos como pueblo. Nuestra etnogénesis nos revela como un pueblo de las vastas estepas, al igual que nuestros primos indo-iraníes cercanos. Sin embargo, como también cabalgamos por las estepas, y al igual que nuestros primos bálticos aún más cercanos, también vivíamos en densos bosques y marismas.
Sin embargo, no podemos olvidar el hecho de que la cristalización del Estado-nación como una noción artificial del carácter específicamente occidental nos ha dividido profundamente. Y es sólo ahora, en esta época en la que se está produciendo el colapso gradual de las viejas verdades y los viejos cimientos de la civilización occidental, que debemos admitir necesariamente que el antiguo mito hegeliano del Estado, cristalizó como él lo veía en la venerable Alemania Imperial, que está en un declive terminal. Como las entidades supernacionales y globales como las corporaciones, las instituciones como el infame OSF liderado por Soros, los cárteles de la droga y cualquier otra cosa que crezca y extienda sus tentáculos por todo el mundo, sería muy ingenuo y provinciano pensar simplemente en las líneas de las fronteras estatales. Buscar una nueva liberación nacionalista.
El Nuevo Nacionalismo debe tomar ejemplos de lo antiguo, pero con una mirada orientada hacia un futuro sólido. Como tal, como el neoeurasianismo de hoy se inspira en el eurasianismo de Trubetzkoy, el paneslavismo de hoy debe partir del paneslavismo del siglo XIX, o más específicamente, de las convenciones y los puntos de vista de todos sus delegados particulares....
Todos ellos tienen una lección para nosotros, casi dos siglos después, uno de esos delegados fue el famoso nacionalista checo, historiador, lingüista, etc... Frantisek Palacky.
Y si bien no podemos resumir el inmenso conocimiento y dedicación de Palacky al campo de los estudios eslavos, el lenguaje, la historia, etc... sí sabemos que su leitmotiv en torno a su obra histórica giraba alrededor de un único principio: este principio se orientó fundamentalmente en torno al conflicto constante entre Bohemia, los pueblos eslavos, versus los pueblos germánicos. Pero este conflicto no solo se limitó a los teutones contra los eslavos, también fue un conflicto profundamente arraigado entre Roma y el elemento eslavo, con su propia mentalidad innata y significativamente diferente.
La historia de las tierras de Bohemia está llena de narrativas que conforman una verdadera novela, de proporciones verdaderamente intensas. Un enfrentamiento entre los elementos eslavos y alemanes, pero también una rebelión a toda regla contra la Iglesia latina, que duró siglos antes de ser aplastada y sobrevino una sujeción ignominiosa al sistema germano-latino.
Este mismo sistema, que encontró su victoria en la Batalla de la Montaña Blanca en 1620, no se puede olvidar, ya que significó que durante dos siglos la historia y la cultura de las tierras de Bohemia estuvo sujeta al proceso más cruel de germanización. Una especie de política cultural de tierra arrasada que sería una especie de mini-preludio de las luchas más intensas y titánicas de los siglos XIX y XX, y cuyo final solo se produjo con la ocupación de Berlín en 1945, ¡junto con el famoso discurso triunfal de Stalin anunciando nuestro esperado triunfo sobre las huestes teutónicas!
¡Por fin ganamos! Pero la batalla no ha terminado todavía. Porque hay nuevos enemigos, de diferente inclinación, esta vez.
¿No sería diferente la historia para la pequeña Bohemia y sus primas cercanas Polonia y Eslovaquia, si no hubiera seguido los consejos de Cirilo y Metodio, y se hubiera deshecho de los grilletes del papado franco-latino a cambio del genuino cristianismo de los Padres, y se hubieran alineado mejor con sus propios primos en la Rusia todavía naciente, o de un Bizancio que todavía gobernaba cerca como el centro del mundo ortodoxo? ¿Cuánto no son Bohemia, Eslovaquia y Polonia el subproducto de divisiones geopolíticas arbitrarias, de corrientes ciegas y deterministas, que buscaban dividir amargamente a los primos cercanos que todavía tienen mucho en común?
¿Cuánto es "Polonia" el subproducto del poder de Piast, en la medida en que Eslovaquia permaneció bajo la órbita de una Hungría que estaba igualmente ligada a las fluctuantes fortunas de los Arpad?
¡Cuánto podría haber sido diferente todo esto! ¡Y qué más fuertes y más grandes podríamos haber sido si estuviéramos atados al Este, en lugar del Oeste franco-latino!
Hoy, la batalla encuentra en sí misma nuevos enemigos: estos enemigos se juntan alrededor de las banderas del globalismo, los derechos humanos, el universalismo y las mezquinas ideologías de la Ilustración. Bajo la bandera del cosmopolitismo, buscan disolver activamente todos los límites nacionales, deshonrar cualquier historia étnica o cultural y moldean activamente a la humanidad en un experimento masivo de ingeniería social centrado exclusivamente en la abolición del hombre y la creación de lo nuevo, un mundo post-nacional, global, post-humano, esclavo de amos invisibles.
Digamos simplemente esto: si queremos sobrevivir en la era actual, que se encuentra bajo la égida de poderosas fuerzas degenerativas y bajo la amenaza de una completa disolución, solo hay una salida, e involucra precisamente lo que he escrito: así como en el ámbito de nuestro compañero A. Dugin las ideas de Trubetzkoy han encontrado un nuevo terreno en el siglo XXI, debe buscarse que las ideas de los congresos paneslavos del siglo XIX encuentren un nuevo terreno y una nueva adaptación a las realidades del siglo XXI.
¡Cuántas lecciones se pueden extraer del Congreso de Praga de 1848 y cómo se pueden extraer aún más y mejores lecciones del Congreso de Moscú de 1867! Específicamente, las nociones románticas de cierto delegado Ludovit Stur, quien dijo esto: "Cada nación tiene su tiempo bajo el sol de Dios, y el tilo [un símbolo de los eslavos] está floreciendo, mientras que el roble [un símbolo de los teutones] floreció hace mucho tiempo".
Porque muchas de mis opiniones se hacen eco de las del memorable Ludovit Stur. Reconoció que solo la unión de los narod eslavos alrededor de un Centro Común, o su miembro más poderoso en ese entonces, Rusia, era la única forma de evitar la esclavitud y el sometimiento que enfrentaban las otras naciones eslavas más pequeñas frente a las grandes potencias imperialistas de esos días, especialmente los alemanes y los húngaros.
¡Cuánto podría beneficiarse el euroasianismo releyendo esta preciosa y venerable obra, La esclavitud y el futuro del mundo, del gran Ludovit Stur!
¡Y cómo aún pueden ser relevantes hoy las nociones de una Federación Común predicadas en estos antiguos Congresos! Y también, cuán central para esto es la Iglesia de los Padres, a la que L. Stur una vez juró su total lealtad. La cumbre metafísica y el eje de la nueva confederación paneslava.
¿Dormiremos los eslavos mientras el enemigo globalista trama nuestra caída, o nos uniremos en torno a una sola bandera para evitar, de UNA VEZ y por todas, el yugo de nuestros enemigos indiscretos? ¿Aprenderemos finalmente las lecciones que la historia siempre nos ha enseñado, con mucha amargura y frialdad? ¿O tendremos que aprenderlos de nuevo, con nuestro futuro y nuestra propia existencia colgando de un hilo?
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LA ESLAVITUD Y LA CUESTIÓN DE EURASIA
Por Rodrigo Sobota
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
I. SOBRE LA CUESTIÓN DE LA IDENTIDAD ESLAVA Y LAS CORRIENTES HISTÓRICAS DEL NACIONALISMO Y LA PALIGENESIS ESLAVA VERSUS EL NÚCLEO ROMANO-ALEMÁN Y EL MUNDO
La cuestión de la eslavofilia y la cuestión del futuro de la eslavitud están íntimamente ligadas al trasfondo de la lucha cultural y de una amplia civilización que debe ser la base de los nuevos paradigmas que el neoeurasianismo tiene para nosotros.
La civilización eslava nunca ha sido completamente "occidental". Esto se debe a que nosotros, además de ser uno de los últimos pueblos europeos en abandonar nuestras costumbres, religión y costumbres sociales paganas tradicionales, tampoco caímos del todo en la órbita del Occidente latino como lo hicieron las naciones que surgieron del antiguo y tradicional Imperio franco de Carlomagno y sus sucesores.
Quizás no sea una coincidencia que los elementos principales de lo que constituiría la civilización occidental primordial, alimentada bajo la ley romana y germánica, nunca hayan estado completamente sujetos a los institutos de la Iglesia latina. Tampoco nosotros. Por definición también podemos argumentar que nuestro carácter, nuestra esencia como etnia, como narod, también estuvo profundamente marcada por elementos que nunca han sido estrictamente romano-germánicos, ni siquiera bizantinos, sino que más bien constituyeron nuestro propio carácter esencial como pueblo impregnado con un peculiar ethos anti-individualista, una cierta visión metafísica pagana particular y una cierta Geist. Esta ha sido una marca peculiar nuestra hasta tiempos muy recientes.
Al no ceñirse a los paradigmas franco-latinos civiles y religiosos, hemos sido muy distintos en nuestros caminos. Y esta distinción está muy marcada por los propios escritores romano-germánicos, especialmente los de las corrientes nacionalistas pan-alemanas. En el siglo XVIII se decía que el "mundo civilizado" - entendido en el marco peculiar de la mentalidad romano-alemana - y que reflejaba ampliamente los prejuicios de la época que aún están vigentes, aunque escurridizos, en la percepción occidental actual de Espacio de Europa “del Este” - se decía que la “Civilización”, ya en un entendimiento típicamente moderno, terminaba en Viena, y que todo al Este de esta ciudad no la constituía parte de esta como tal. Este prejuicio se mantiene hoy, en la clasificación antes mencionada de “Europa Occidental” vs. El espacio “de Europa del Este”, donde se ubica la mayor parte de la civilización eslava.
Estas clasificaciones pueden revelarnos, en términos generales, las dicotomías y las amplias diferencias que nos dan el caso de un conflicto de civilizaciones.
Y si bien debemos notar que algunas figuras relevantes, como Frantisek Palacky, Ludovit Stur, Mikhail Skobelev, Pavel Josef Safarik, los eslavófilos de antaño - Kireyevsky, Khomyakov, Aksakov - así como otros lo han notado durante sus respectivos tiempos, hay que saber que ya en los días de Cirilo y Metodio esta división se sintió ampliamente en el mundo de la eslavitud y las tribus proto-eslavas.
El alfabeto glagolítico, la Iglesia bizantina, la antigua lengua eslava y las liturgias que transmitió a la mayor parte del mundo ortodoxo antes y después del advenimiento de Moscovia como Tercera Roma, han demostrado la existencia objetiva de un polo de la eslavitud que era opuesto a el polo de la latinitas, de la Iglesia romana y del mundo occidental medieval que serviría de base para la actual civilización liberal moderna. Y debería haber sido, al menos en mi opinión, el tipo de idea, el tipo de núcleo alrededor del cual la eslavitud podría haber convergido totalmente, en lugar de solo parcialmente, si hubiera tenido la fuerza para discernirse a sí misma como una civilización separada, a distancia del espíritu romano-alemán, y converger en una unión fundamental alrededor del núcleo de una civilización común construida por valores característicamente eslavos orientales e influenciada más profundamente por el bizantinismo, en los moldes mejor expresados por Konstantin Leontiev.
Para aquellos pueblos eslavos de Occidente, como los vendos, los checoslovacos, los eslovenos, los croatas, los carantanianos e incluso los polacos, habría sido decisivo si y solo si el objetivo común de la civilización fuera compartido con Bizancio, con Cirilo y Metodio, y con sus hermanos eslavos orientales, como un firme contraste de identidad y propósito con el Occidente franco-latino y el Sacro Imperio Romano Germánico. Y, también, en la civilización y lo institucional, en los fundamentos y el espíritu.
Como tal, podríamos entender que la mezcla y el conflicto entre “Occidente” y “Oriente” ha sido desde tiempos primordiales una característica fundamental del seno mismo de la eslavitud.
O, como diría Frantisek Palacky, a través de un resentimiento, una conmoción y un conflicto profundamente arraigados entre el elemento eslavo y el romano-alemán. Si bien en ocasiones el elemento Romano Alemán fue dominante, en su esfera civil, religiosa, moral y cosmológica, nunca nos hemos despojado del sustrato esencial que nos distingue como pueblo con nuestro propio Logos y unidad diferente e inherente. No es sólo en los eslavófilos, sino también en Palacky, L. Stur, así como en el anti-occidentalismo ortodoxo y eslavo del sur, donde nuestro propio carácter distintivo se manifiesta a través de diferentes épocas de la historia.
Esta identidad, y los conflictos y dicotomías que la rodean, son el tipo de elemento que condiciona plenamente nuestra propia mentalidad como pueblo. Y esta identidad también reúne nuestra propia esencia como narod, que, al día de hoy, la era actual, se encuentra más preparada para cumplir la tarea del eurasianismo y de los desafíos que se imponen a la creación de la civilización tradicional y la preservación de la identidad étnica y cultural fundamental en el siglo XXI. Este problema también debe, entonces, ser abordado con estricta referencia al problema de la decadencia occidental, y el desvanecimiento de la hegemonía occidental y liberal y también del eurocentrismo que ha sido dominante desde 1500, junto con el advenimiento de nuevas potencias globales como China, India, el renacimiento de Rusia, Turquía y su búsqueda de una nueva identidad, etc.
La esencia del problema, planteado hace mucho tiempo por Kireyevsky, Leontiev, Danilevsky, Stur y otros románticos, consiste entonces en la síntesis de la auténtica ortodoxia y la eslavitud, y este elemento y su problemática imperante siguen siendo decisivos en nuestros días y en nuestra época. Así como, argumentamos, la reestructuración de estos dilemas de la antigua eslava y la eslavofilia romántica en la eurasianidad turca y eslava contemporánea. También podemos argumentar de manera concisa que Nikolay Trubetzkoy solo ha sido el último de una larga lista de escritores de una inclinación específica rusa o pan-eslava, para encarnar, discernir y continuar esta antítesis fundamental y criticar los fundamentos del Occidente tecnocrático tardío.
La propuesta del eurasianismo en el siglo XXI debe afrontar los desafíos del espacio posmoderno, siendo agudamente consciente de las necesidades propias de la formulación de un paradigma de civilización radicalmente nuevo.
Como tal, si bien los paradigmas del mundo burgués, la era burguesa y su mentalidad típica pueden ser usados como referencias útiles como predecesores ideológicos del movimiento neo-eurasiático, solo pueden servir en el mejor de los casos como referencias pasadas, y que de la mejor manera para adaptar los viejos dilemas planteados por estos paradigmas es a través del trabajo que hasta ahora se ha realizado para concebir la idea neo-euroasiática.
II - LA CUESTIÓN ESPIRITUAL Y LA NECESIDAD DE UNA CUARTA TEORÍA POLÍTICA PARA OBTENER LA RECUPERACIÓN ESPIRITUAL
Debe agregarse que, como resultado de su falta de marco legal inherente, la religión cristiana representó un paradigma que depende de la fuerza de poderosas autoridades seculares, en su mayoría, para retener su punto de apoyo sagrado y su dominio y fuerza efectiva sobre las mentes de los pueblos. A medida que Occidente se ha convertido en una civilización anti-tradicional, fundada sobre el liberalismo secular y nihilista, el cristianismo se ha vuelto marginado por preocupaciones seculares e intelectos seculares. El antiguo fundamento del Derecho Romano, el tomismo, etc., no puede proporcionar el marco para la restauración de un Sacro Imperio, sino que, en el mejor de los casos, puede funcionar como punto de referencia.
Más bien, lo que está en juego es que el cristianismo, que carece de un espíritu inherente, un marco legal y moral inherente tan claramente establecido como en el judaísmo, el islam o incluso los Vedas, es demasiado lógico que el cristianismo tenga una profunda necesidad de la Cuarta Teoría Política, o sucumbirá precisamente al vacío que el barón Evola ha denunciado enfáticamente. Al carecer de un marco legal, social y moral fundamental, que se encuentra principalmente en el exoterismo oriental y su encarnación en la Sharia, el Dharma y también el confucianismo, el cristianismo debe necesariamente canibalizar los cimientos de un Estado fuerte con una fuerte ley conservadora secular innata para sobrevivir...
Y debemos agregar que, si bien el triunfo de la ideología moderna en Oriente ha creado espacio para la marginación radical de sus antecedentes tradicionales y sus doctrinas exotéricas, sigue siendo la ausencia de una Ley en el cristianismo lo que ha constituido en sí mismo una crítica, sino un defecto verdaderamente decisivo, y que éste podría aducirse como una de las principales formas en que se desarrolló el mundo moderno, a través de sus lagunas fundamentales.
Una vez más, volviendo a Leontiev, Danilevsky, Spengler, nos han legado una visión circular de la historia y un espíritu fundamentalmente antiliberal y antisocialista. Su análisis histórico y crítico funciona como una refutación viva del progresismo liberal y la linealidad, y hace mucha justicia a las concepciones cosmológicas de diferentes civilizaciones. Presentan una clave fundamental para la superación del paradigma liberal actual, y es fácil ver su afinidad profundamente arraigada con las doctrinas tradicionales de Oriente, incluido incluso el Islam, y también el platonismo. Su trabajo es valioso y consiste en una perfecta refutación de los paradigmas del mundo posmoderno.
Las ideas falsas de la universalidad liberal sólo pueden contrarrestarse con las ideas auténticas de la universalidad tradicional. Solo estas ideas, hasta ahora, han podido moldear civilizaciones enteras de manera efectiva y guiarlas a través de su Edad de Oro. El olvido de la dimensión metafísica, que transmiten las doctrinas tradicionales, es uno de los aspectos clave a través de los cuales estas sociedades degeneran y finalmente se desintegran.
Por el contrario, debe ser cierto que, sin la dimensión del derecho romano y el bizantinismo, lo único que puede sostener el aspecto sagrado del cristianismo en el corazón de la eslavitud es la Cuarta Teoría Política, más que cualquier “conservadurismo” a medias, “reaccionario”, o peor aún, “liberalismo” en su cruda y pura dimensión. El advenimiento del Imperio euroasiático debe funcionar necesariamente como un paradigma a través del cual pueda proceder la restauración del ethos cristiano, sin la degeneración del mundo moderno. Sin esta restauración, estará sujeto a los mismos problemas que el liberalismo mismo, perdiendo su gravedad, su autoridad moral, su dimensión, y convirtiéndose en sí mismo, en un medio espiritual ineficaz, secularizado y sin sentido por los paradigmas de los llamados del “humanismo ilustrado” dentro de la posmodernidad nihilista.
III - LA TAREA A MANO
Como ya he esbozado antes, y podría volver a esbozar, durante décadas e incluso siglos la misión histórica del narod eslavo se ha estado desarrollando. Y podría suceder tal vez que, en el mismo siglo XXI, que la profecía fundamental del difunto y gran Arthur Moeller van den Brueck, que Rusia, o el Imperio euroasiático como un hipotético sustituto, finalmente pueda cumplir el papel fundamental de revertir en toda Europa, los efectos nefastos y el alcance malicioso que han tenido su legado en la Revolución Francesa. Como hijos intelectuales de la Revolución Conservadora, debemos estar completamente de acuerdo con eso.
Teniendo esto en cuenta, debemos por todos los medios continuar con la tarea que tenemos entre manos. Mientras podamos resistir los valores liberales y la hegemonía liberal, mientras conservemos nuestra esencia como etnia, como narod y también como cultura, enfrentaremos el ataque fundamental de valores provenientes del Occidente posmoderno que son profundamente perjudiciales para nosotros. Y la Cuarta Teoría Política vendrá como una liberación necesaria contra el espíritu posmoderno y su degeneración moral y social innata, al mismo tiempo que servirá como una herramienta de renovación civilizadora y espiritual.
No podemos lograr esto solos, sino que debemos unirnos en torno a nuestra herencia común, nuestro destino común, nuestra esencia común. Combinaremos este acto con un anhelo fundamental de un futuro mejor, superando los límites de los prejuicios del pasado, así como nuestros propios límites estrechos, mientras trabajamos por el objetivo común de Eurasia. Solo mediante este logro fundamental aseguraremos, como narod, como pueblo, que el futuro puede pertenecernos y que nunca estaremos a merced de otros actores que buscan destruir nuestros valores fundamentales.
La unión y cooperación entre los caracteres serbio y ruso de Eurasia, la creación de otras ramas de este movimiento en otros Estados eslavos occidentales y del sur, se traduce en la voluntad de cooperación y universalidad que prevalecerá sobre los modelos corruptos y decadentes de la época actual, y traerá de vuelta el logos genuino de la antigua Eslava, de Platón, de Plotino, de las antiguas devociones y ritos de fuego, de Vohlvs, de la ortodoxia, de realidades pasadas como el Mir campesino y el Povnnechestvo en el antiguo Imperio Ruso, y todas esas cosas que hasta ahora han moldeado nuestra larga y efectiva historia como pueblo con rasgos distintos a los de Occidente.
IV - PENSAMIENTOS FINALES
Como ha demostrado claramente la cuestión de Kosovo, Occidente nunca podrá ayudarnos.
Occidente es decadente y no es nuestra civilización. Más bien, debemos creer que sólo Rusia, como defensor común de los valores del mundo y la civilización eslavos, y de nuestros lazos ancestrales comunes como narod, así como la "Tradición" en el sentido guenoniano-evoliano (como centro espiritual de la Tercera Roma) - sólo esta Rusia puede ofrecernos, hasta ahora, el paradigma para una nueva civilización y para la regeneración moral del mundo eslavo. Estos pueden ser los únicos paradigmas sólidos como una roca para nuestra propia existencia como personas con rasgos distintivos y a salvo de la presión de las influencias malévolas occidentales y el nihilismo.
Occidente es el enemigo en lo que a nosotros respecta. La imposición del universalismo liberal por las fuerzas occidentales y el borrado enérgico de todas las distinciones culturales y sociales como caldo de cultivo para el nuevo globalismo es profundamente antitético no solo para nosotros, sino para todas las civilizaciones que hasta ahora han tenido distintas existencias aparte de la esfera de Occidente, en particular los que han sido víctimas históricas de los poderes marítimos anglosajones.
Más bien, debemos ser conscientes de que la hegemonía anglosajona y atlantista DEBE caer, o de lo contrario nunca podremos purgarnos, como civilización distinta, del universalismo liberal que ha llegado a tal etapa que busca la dominación global completa, y necesariamente no debe tolerar ningún otro paradigma como algo natural.
Solo debemos terminar nuestras reflexiones finales de manera adecuada, afirmando fundamentalmente esto: recordaremos el legado del gran viejo economista alemán Werner Sombart, quien dijo muy apropiadamente que: “los reclamos del individuo son siempre reclamos del espíritu comercial. Las ideas de 1789, a saber, 'Libertad', 'Igualdad' y 'Fraternidad', siempre sirven a los intereses de individuos específicos y élites plutocráticas”. Como tal, y teniendo en cuenta el valor tradicional de la Persona frente al mero individuo atomizado, así como los valores del Etnos frente a la Oligarquía degenerada, debemos ser totalmente firmes y resueltos en la defensa de nuestros valores y nuestra integridad fundamental - así como nuestra sangre - contra las maquinaciones de la élite global pervertida y su multitud de vicios degenerados, así como contra la hostilidad inherente de esa élite contra diferentes civilizaciones como la nuestra.
Solo podemos concluir esto argumentando de una manera muy concisa que debemos oponernos a cualquier interpretación de los hechos utilizando la terminología y la visión del liberalismo, del individualismo y otros subproductos modernos aberrantes similares. No es la codicia capitalista lo que nos mueve, sino la sed de mejores valores alternativos, de autenticidad, en esta lucha debemos enterrar lo Moderno en nosotros, redescubrir nuestras raíces fundamentales, mientras denunciamos con firmeza y finalmente todos los intentos de la mano maligna del imperialismo para intervenir contra nosotros, y utilizar la ideología espuria de los "derechos humanos" y nociones similares del falso humanitarismo para intervenir contra nuestra soberanía fundamental, nuestros valores, nuestra civilización y nuestros planes para el futuro Imperio.
Notas:
¹ Como ejemplo de lo que estoy argumentando aquí, se ha iniciado una investigación oficial de la CIA sobre el tema del sacrificio ritual y la bebida de sangre de niños sacrificados por las élites globalistas. Desde YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=kIZOjgpNPqE&fbclid=IwAR371jqPhTcihqKdhafQzgN9AH8R-dcgT8AdjSegL_M6Wrwa0pCNloE1RlY
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“TRUMP ES UN PASO HACIA NUESTRO OBJETIVO, PERO ES INSUFICIENTE”
Aleksandr Dugin (Moscú, 1962) es uno de los teóricos de relaciones internacionales más controvertidos del planeta, compitiendo tal vez solo con Henry Kissinger. Una notoriedad que, como la de su homólogo estadounidense, no se ha ganado tanto por su obra como por su actividad política. A Dugin y sus ideas sobre la multipolaridad y el Eurasianismo se les atribuye una influencia considerable sobre Vladímir Putin, en especial tras el giro euroasiático emprendido por Moscú en 2014. También es referencia para figuras de la derecha radical estadounidense, como Steven Bannon, y ha mediado por Moscú en crisis geopolíticas como la que tuvo lugar a finales de 2015, cuando Turquía derribó un caza ruso.
Enemigo declarado de la Modernidad, Dugin defiende adoptar valores morales conservadores y políticas económicas redistributivas. Una “Cuarta Teoría Política” capaz de superar a las tres ideologías que caracterizaron la Modernidad: liberalismo, comunismo y fascismo. A juzgar por la composición de su audiencia, no obstante, sus simpatizantes provienen casi exclusivamente de las última de estas tres tradiciones. Dugin ha visitado Madrid a mediados de noviembre para hablar en un acto convocado por organizaciones de extrema derecha y la editorial Fides, que edita sus obras en España.
La entrevista se divide en dos bloques. El primero se centra en las posiciones de Dugin en política exterior, atendiendo a los retos a los que actualmente hacen frente Rusia y Putin. En el segundo bloque se aborda la filosofía política de Dugin, así como su relación con figuras de la derecha radical estadounidense y europea, como Donald Trump y Matteo Salvini. El magnetismo que Dugin ejerce sobre sus audiencias tal vez radica en los contrastes que encarna: lector de René Guénon, Julius Evola y Karl Marx; fascinado por los imperios antiguos y post-modernos; ruso ortodoxo que realiza esta entrevista en un castellano excelente, con un leve deje italiano… el “Rasputin del Kremlin”, como se le apoda, emplea un discurso culto y deferente para defender a gobiernos que en la práctica se comportan de manera brutal.
Política Exterior (PE): Usted adquirió fama internacional en 2014, cuando Putin replantea su relación con Europa y proclama un giro de Rusia hacia Eurasia. Es frecuente escuchar que éste siempre fue su proyecto, pero durante su presidencia ha virado repetidamente. Tras los atentados del 11 de septiembre, Putin se presenta como un socio estratégico para Occidente. Incluso después de la guerra en Georgia, durante el “reinicio” con la administración Obama, colabora con Estados Unidos. De 2013 en adelante, se plantea un distanciamiento más claro, pero que parece seguir una lógica instrumental antes que ideológica. ¿Cómo valora este viraje y la figura del presidente?
Aleksandr Dugin (AD): Con el fin del comunismo, el Estado profundo ruso perdió la posibilidad de entender la política internacional. En esa época, introduje mis ideas de geopolítica en el Estado mayor ruso. Para los militares rusos, la geopolítica empezó a servir para entender lo que pasaba en las relaciones internacionales. Putin era el representante de ese Estado profundo –militar, procedente de los servicios secretos– y fue influenciado por estas ideas. La noción de una Unión Euroasiática la declaró por primera vez el presidente de Kazajistán, Nursultán Nazarbayev, en los años 90. Yeltsin no la aceptó, pero tampoco la rechazó. A Putin, que ideológicamente es menos liberal, esta concepción de la geopolítica le era mucho más natural. Esto explica algunos aspectos de su política desde el inicio. Los virajes existían, pero también un marco general euroasiático.
Podemos entender bien la política exterior de Putin si comprendemos que es realista: no es liberal, cree en la soberanía como un valor que está amenazado y no debe desaparecer. El eurasianismo como contexto geopolítico y el realismo como defensa de la soberanía son dos llaves para comprender a Putin. En algunos momentos es más realista que eurasianista: por ejemplo, con Afganistán tras el 11 de septiembre, cuando intenta colaborar en base a intereses compartidos. Putin pensaba que como los talibanes son salafistas, igual que quienes atacaban al Estado ruso en Chechenia, sería posible convencer a los estadounidenses de que se trataba de un enemigo común. Pero como señaló Zbigniew Brzeziński, los musulmanes que luchan contra los rusos son freedom fighters, no terroristas. Un doble rasero.
Los virajes que usted señala se explican por la superposición del realismo de Putin, que no está a priori contra Occidente y es absolutamente pragmático: los valores nada tienen que ver con los intereses. Pero el Estado profundo está programado con nociones euroasiáticas, así que reemerge cuando ese realismo, bastante limitado, se topa con la oposición de una geopolítica atlantista más coherente y consecuente. Podemos trazar una ritmo de acercamientos y alejamientos consecutivos gracias a esta superposición de realismo y eurasianismo, que no son conceptos idénticos.
“Putin no es ideal. En las relaciones internacionales es mucho mejor que Yeltsin, pero su comprensión de la sociedad es terrible”
PE: También escribe que para que exista un bloque euroasiático es imprescindible la cohesión entre Rusia, Bielorrusia y Ucrania, y que su teoría del multipolarismo permite abordar esa alianza “con delicadeza”. En 2013 estalla el conflicto en Ucrania y la respuesta rusa es contundente, pero no delicada. Hoy el país está partido en dos. Y las dos fuentes de influencia que usted atribuye a Rusia en Europa ���una étnica, basada en el pan-eslavismo, y una religiosa basada en la fe ortodoxa–, no han servido en Ucrania, donde ha tenido lugar un cisma entre iglesias ortodoxas y muchos ciudadanos de origen eslavo no sienten afinidad por Rusia. La identificación con el Estado-nación parece pesar más.
AD: La multipolaridad defiende la existencia de polos que contrarresten el unilateralismo de Estados Unidos. No pueden ser solo dos, como en la Guerra fría: también está China, India, una Europea independiente de EEUU… Para llegar a eso no bastan los Estados, necesitamos grandes espacios. No es suficiente Francia o Alemania, hace falta una Europa integrada. Lo mismo ocurre con Rusia, necesitamos unificar a los países que pertenecen a una civilización del mismo tipo. La integración del espacio post-soviético es la condición sine qua non para llegar a la multipolaridad. Los atlantistas dicen lo mismo: no hay que dejar que Rusia organice ese espacio, para evitar que aparezca en Eurasia una potencia que limitase el poder estadounidense.
Con Ucrania la cuestión no es el Estado nacional, sino utilizar el nacionalismo ucraniano en el contexto de la geopolítica atlantista. Ucrania es un país que no existía en las fronteras actuales, es una creación artificial tras la destrucción de la Unión Soviética. En las tierras ucranianas hay dos pueblos: ambos eslavos, ambos ortodoxos, ambos hablan ruso y ucraniano, pero poseen conciencias históricas e identidades diferentes. La mitad occidental piensan que son los europeos de Europa oriental, que Hitler les liberó de la ocupación de los judíos soviéticos moscovitas –no era un héroe, pero tampoco un dictador–. La mitad que se llama Nueva Rusia considera a Stalin como un héroe y fue liberada de los otomanos por los rusos moscovitas. Cuando miramos las elecciones en Ucrania, siempre hay una división geográfica entre esas dos partes.
PE: Existiendo esa división, la intervención rusa ha creado una zanja difícil de sobrepasar entre ellas. Una parte permanece bajo la influencia rusa, pero la otra muy difícilmente se reintegrará en ningún proyecto euroasiático. Aquella respuesta no produjo un acercamiento ni presenta una solución para la mitad que se aleja de Moscú.
AD: Dos pueblos teóricamente pueden convivir en un Estado común. Para entender el problema, tomemos el ejemplo de Bélgica. Si insistiésemos en que Bélgica es flamenca, los valones se rebelarían con el apoyo de Francia. Si los valones impusiesen su poder sobre los flamencos, estos se rebelarían con apoyo de Holanda. Lo mismo ocurrió cuando los occidentales apoyaron la revolución contra Viktor Yanukovich. Era un apoyo unidimensional contra una parte del pueblo, orientado contra la otra mitad de Ucrania. Putin cometió un gran error al no comprender la importancia geopolítica del país antes. Dejó que esta situación se desarrollase. Yanukovich no era prorruso: era totalmente corrupto, pero pragmático y menos pro-occidental que la oposición. Rusia debía haber apoyado a Yanukovich. Cuando los pro-occidentales –los valones en nuestra parábola– amenazaron con crear una dictadura contra los flamencos, Rusia promovió un referéndum en Crimea y en menor medida apoyó al Donbass. Pero Putin declaró que salvaría a los rusos en el este de Ucrania y después traicionó a esta parte del país. Dejó a muchos millones de flamencosque hoy están bajo el control de los valones.
PE: Pero forzar esa confrontación solo hubiese exacerbado la dinámica que describe.
AD: Putin desperdició la ocasión cuando Yanukovich perdió el poder y Rusia aún no había reconocido a Petro Poroschenko. Era el momento concreto para que el Ejército ruso invadiese Ucrania oriental. Ucrania hubiese sido separada, los valones por una parte y los flamencos por otra.
PE: Su opinión sobre China es mixta. También lo describe como un país dividido, en este caso entre una mitad continental y otra orientada al mar y la globalización. Propone que China es necesaria como contrapeso a EEUU, pero menciona dos puntos de fricción con Rusia: la presión demográfica en el Lejano Oriente ruso y su creciente influencia en Kazajistán. Son dos tendencias que se intensifican: por ejemplo, la Ruta de la Seda atravesará las repúblicas de Asia Central, pero ignora Rusia. ¿No representa China un reto mayor para la consolidación de un espacio eurasiático que Occidente?
AD: Describo a China como ambivalente respecto a su identidad geopolítica y su relación con Rusia y el proyecto eurasiático. No es porque tenga dudas, sino por la posición del país entre dos polos: uno continental, representado por el interior agrario y el ala conservadora del Partido Comunista de China (PCCh); otro costero, representado por los reformistas y una economía capitalista. Esta doble naturaleza define su posición. En cuanto a la hegemonía Occidental, China representa un poder luchando por la multipolaridad. Esto la convierte en un aliado natural para Rusia y todas las fuerzas anti-hegemónicas. El otro bando empuja el país hacia Occidente, la economía liberal y la estrategia globalista.
La geopolítica regional añade otras dimensiones. La Ruta de la Seda también es ambivalente. No hay problema con Eurasia en lo que concierne los mares del sur y el Pacífico, pero se convierte en una amenaza cuando se orienta hacia el norte. La Ruta puede ser parte de una visión de integración euroasiática, pero se concibió por liberales y la facción globalista del PCCh, como una herramienta geopolítica para enlazar el este de Asia con Europa evitando territorio controlado por los rusos.
PE: Pasamos al bloque de preguntas sobre su teoría política. Cuando usted habla del enemigo opuesto a su cosmovisión eurasianista, a veces se refiere al liberalismo como una ideología política y económica apoyada en el individuo moderno; otras, personaliza en élites con nombres y apellidos, como George Soros. ¿Cómo se explica entonces el capitalismo moderno? ¿Es una élite que gobierna el mundo, o una estructura impersonal?
AD: Ciertamente es una estructura. No se trata de una conspiración o conjura de algunos personajes malvados. Soros es un símbolo, no un autor. El liberalismo es una ideología del capitalismo: hoy, no las ideas, las cosas mismas son liberales. Coincido con el análisis de Gramsci, de la izquierda, mucho más que con teorías de la conspiración. El liberalismo representa para mí la liberación del ser humano de todas las formas de identidad colectiva: empezó con la religión, los estamentos, las naciones, el género y, en su última fase, la liberación del ser humano de sí mismo como identidad colectiva, a través del posthumanismo y la inteligencia artificial.
En este sentido, creo que la lucha contra el liberalismo no pasa por ser de izquierdas o de derechas, sino por constituir un bloque contra-hegemónico apoyado en la noción de ser humano. Es la última lucha de la humanidad orgánica, en sentido propio, contra la alienación. Creo que la crítica estructural de la izquierda al capital es una parte muy importante de esta lucha; pero concuerdo con John Hobson, autor de The Eurocentric Conception of World Politics, cuando muestra que el marxismo también es etnocéntrico, porque cree en el progreso y en Occidente como ejemplo universal. En este aspecto, sigo la línea de la antropología actual de Viveiros de Castro, Escola, Eduardo Kohn… que critican este etnocentrismo racista del ser humano occidental.
PE: Usted afirma que no existen valores universales porque cada civilización tiene valores diferentes. Distingue así entre Occidente, basado en los derechos humanos, el individualismo, el libre mercado, el feminismo o los movimientos LGTBI, y la civilización oriental, representada por Rusia, que no comparte esos valores. Pero en el caso de Rusia, el colapso de la URSS y la destrucción del tejido social que supuso dejó como resultado lo que Yuri Levada llamó el “homo sovieticus”: personalidades aisladas, temerosas, amantes de la autoridad. Es la destrucción de las relaciones colectivas que también narra Carrère en Limónov. ¿Cómo se puede construir una “civilización rusa” cuando, debido a la historia de la región, el tejido antropológico ha quedado tan dañado? No preguntamos aquí por el Estado o Putin, sino por la sociedad.
AD: Es una pregunta muy, muy difícil. Putin no es ideal. En las relaciones internacionales es mucho mejor que Yeltsin, pero su comprensión de la sociedad es terrible. No comprende nada. La cultura hoy está orgánicamente, emocionalmente a favor de cierto conservadurismo, pero no es suficiente para resolver el problema que usted evoca. Este tejido social fue dañado por los bolcheviques y finalmente destruido por los liberales en los años 90. Creo que, a pesar de esta tragedia y trauma profundo, vemos que resurge la Iglesia rusa. El cristianismo vive, a pesar del vacío ideológico y cultural de los valores, de las relaciones colectivas. Todo ello fue destruido, pero con la Iglesia vemos que no todo se ha perdido. Después de una aniquilación total del espíritu y la aniquilación de lo trascendente en los corazones de la gente, Rusia vivía en una prisión materialista, como en un manicomio. Y sin embargo la tradición, el pueblo en sus raíces orgánicas puede resurgir.
Para explicar cómo es posible esta resurrección del pueblo, recurro al concepto heideggeriano de Dasein [ser-ahí]. La sociedad puede desaparecer o desagregarse totalmente, pero el pueblo es una entidad existencial. Es “ser-ahí”. Si eso es así, al menos teóricamente es posible cambiar el régimen de existencia del ser-ahí, como decía Heidegger, y volver a un régimen auténtico. Es una decisión: el despertar o no despertar depende una decisión profunda. Según Heidegger, Occidente ha tomado ya esta decisión, y ha decidido no ser. Yo no creo que el pueblo ruso haya tomado esta decisión. Con Putin esta decisión no es posible, es demasiado limitado. Después de Putin llegará el momento de tomar esta decisión; y puede ser, teóricamente, una decisión a favor del despertar, como en el caso de la Iglesia.
PE: En Europa occidental, usted identifica toda la historia de la Modernidad con el liberalismo. No parece considerar que puede haber un resurgir desde la tradición de la democracia, que viene desde la polis griega. En nuestra Modernidad –es la distinción que hace Carl Schmitt– conviven un hilo liberal y otro democrático. ¿Puede Occidente recuperar esa visión colectiva, donde se cruzar lo nacional y lo popular, según se inauguró con la Revolución Francesa? ¿Podría ser esta tradición popular, cívica, republicana en algún sentido equivalente al papel que considera que juega la Iglesia en Rusia?
AD: Creo que el liberalismo es la esencia de la Modernidad; el comunismo y nacionalismo, que son anti-liberales, pertenecen también a la Modernidad, pero representan su tendencia menos moderna. Al mismo tiempo, creo que es posible una revolución estructural contra el liberalismo: se está realizando con el populismo. Un análisis un poco más profundo muestra que el populismo no es un fenómeno moderno. El concepto de pueblo como sujeto de la política está ausente en todas las formas de la política moderna. El liberalismo opera con el individuo; el comunismo, con la clase. Para los representantes de la tercera vía, existe la raza y la nación compuesta de ciudadanos. El ciudadano es el burgués, el hombre o mujer que vive en la ciudad. Esto es importante porque en la tradición europea y la tradición rusa no es en la ciudad, sino en pequeñas poblaciones, donde el modo de vida es campesino. La nación representó la muerte de los campesinos: los campesinos son el pueblo premoderno. Yo creo que el pueblo son los campesinos.
PE: Sin embargo, la Revolución Francesa es un buen ejemplo de régimen que supo incorporar al pequeño campesinado.
AD: No, los campesinos fueron aniquilados durante la Revolución Francesa, que comprendía la democracia sólo como ciudadanía. El campesino era el héroe de la Vendée, defendiendo la tradición: familia, patria, catolicismo, Rey. Luchaba contra la ciudad. Creo que la ciudad es la Bestia, el Anticristo: el capitalismo. Todos los vínculos naturales, las relaciones personales orgánicas que son posibles en la vida del campesino se destruyen en la ciudad. En este sentido simpatizo con Proudhon, Bakunin o los naródniki. El populismo actual es la resurrección precisamente del pueblo olvidado bajo los conceptos de la Modernidad. Por eso soy también post-moderno, no como continuación de la Modernidad liberal, sino como anti-moderno.
“La Lega y el Movimiento 5 Estrellas son la derecha moral y la izquierda social. Esto es la imagen de la esperanza del futuro”
PE: Volviendo a la actualidad. En las fuerzas de derecha radical o iliberal, hay dos líneas muy distintas. Por una parte, una línea conservadora-identitaria, heredera del conservadurismo europeo, anti-liberal, que emplea un discurso social, representada por algunas facciones del Frente Nacional. Por otra, una línea que conjuga valores morales conservadores –anti-feminismo, anti-aborto– con el libre mercado y la desregulación en lo económico, como hizo el Tea Party en EEUU. Sería la línea de Bolsonaro, Orbán o Trump, que Steve Bannon intenta traer a Europa. Usted elogia a Trump por ser un muro de contención frente a la globalización. ¿Cómo valora estas tendencias? Parece existir el peligro de, por aferrarse a valores morales reaccionarios, venderse a fuerzas que son neoliberales pese a su estatismo y autoritarismo.
AD: La pregunta es hermosa. Bernanos decía: “La burguesía es de izquierdas o de derechas; el pueblo no”. Hoy, la burguesía no es ya de derechas o de izquierdas: es liberal. El liberalismo hoy es económicamente de derechas y moralmente de izquierdas. Aborto, progresismo y gran capital. Eso es precisamente la globalización: Hillary Clinton, la Unión Europea… El populismo por el que abogo es precisamente lo opuesto: económicamente a la izquierda, unido a valores conservadores tradicionales. Estos dos aspectos han sido abandonados por los liberales. En la Modernidad, la izquierda era progresismo cultural unido a justicia social, y la derecha tradicionalismo y libre mercado. Con el liberalismo actual, la parte tradicionalista y la justicia social se abandonan y demonizan. El establishment no reconoce a la derecha tradicional de los valores, que demoniza como fascismo; tampoco la lucha por la justicia social, que demoniza como estalinismo. El populismo debe unir la derecha de los valores con el socialismo, la justicia social y el anticapitalismo. Es la posición de mi Cuarta Teoría Política, de mi propuesta de “populismo integral”.
PE: ¿Cree que hay algún partido actual en Europa occidental que lo lleve a cabo?
AD: Sí, el gobierno italiano.
PE: ¿Matteo Salvini?
AD: No Salvini; Salvini y Di Maio. La Lega y el Movimento 5 Stelle (M5S) son la derecha moral y la izquierda social. Esto es la imagen de la esperanza del futuro. Conozco personalmente a Salvini, he hablado con él sobre esto y está de acuerdo: se define como populista de derecha. Di Maio es un populista de izquierda. Cuando se unifican política y prácticamente, es un paso hacia la superación, hacia el populismo integral.
A diferencia de esto, Trump es la derecha. No es liberal, porque une la derecha económica y la derecha política. Lo segundo es positivo, lo primero negativo. Bolsonaro es una marioneta, un simulacro de populismo, un dictador liberal como Pinochet. Habría que acabar con personajes como Bolsonaro. Bannon es otra cosa. Siendo económica y geopolíticamente americano, está a favor del populismo integral, habla elogiosamente de Bernie Sanders, propone a Marine Le Pen acercarse a Jean-Luc Mélenchon, ha leído a Julius Evola… No es ideal, pero es una rareza, un político de alto nivel, mejor que todos los políticos americanos de los últimos 200 años. Es posible hablar con él, discutir conceptos. Trump es útil, porque crea una posición en torno al polo de la derecha. Es un paso hacia nuestro objetivo, pero solo uno, todavía insuficiente. Putin está a favor de valores tradicionales, pero no es intelectualmente antiliberal como lo es el populismo, la Cuarta Teoría Política o el Eurasianismo. Esto es importante para comprender los límites de Trump, Orbán o de Putin: los límites de las figuras pragmáticas.
Pero, en todo caso, creo que el que haya hoy tantos ejemplos para ilustrar los ejemplos que discutimos sería impensable hace 10 años: está claro que algo está cambiando, que al menos la posibilidad de la decisión existencial de los pueblos contra las élites existe. Es difícil porque el enemigo es muy fuerte, omnipresente. Por ejemplo, vuestro país está bajo el control absoluto liberal de Bruselas. Creo que el momento del populismo español debe llegar. El pueblo español está vivo, no puede ser la víctima sin oposición ni agonía contra esta dictadura. Comparado con otros países europeos como Francia, Italia, Alemania o Reino Unido, la situación es mala. Pero creo que en España la salvación tal vez llegará desde la izquierda.
PE: ¿Se refiere a Podemos?
AD: Podemos tiene algunos elementos populistas de izquierda, de ahí su éxito; pero, tal y como es hoy -quizás me equivoque-, está bajo control de los liberales y globalistas, de figuras como Soros. Si Podemos siguiera el ejemplo del M5S, podría transformarse en un populismo original y revolucionario. Para llegar a este objetivo, hay que repensar la relación con la derecha antiliberal. Hoy, anticomunismo y antifascismo sirven a los liberales: son criminales porque distraen nuestra atención de la verdadera dictadura, que es la liberal. Nos dividen y nos hacen luchar contra los elementos revolucionarios que quieren liberarse de esta dictadura en vez de luchar juntos.
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MIJAÍL BAKUNIN: EL SECRETO DEL ANARQUISMO RUSO
Por Alexander Dugin
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Mijaíl Bakunin nació el 30 de mayo de 1814 y se convirtió en un autor repudiado por todos en Rusia. Los conservadores lo despreciaban porque atacaba la monarquía; los bolcheviques lo rechazaban porque Bakunin odiaba a Marx y era un paneslavista y nacionalista ruso; los cristianos ortodoxos les horrorizaba su impiedad; los ateos lo consideraban un místico que predicaba la extraña idea de un hombre interior.
Ninguno de ellos simpatizaba con el anarquismo de Bakunin. Sus ideas nunca llegaron a hacerse realidad. Las organizaciones anarquistas (sin las cuales la victoria de los bolcheviques en 1917 hubiera sido imposible) fueron eliminadas en toda Rusia debido a que sus eran incompatibles con la doctrina marxista del Estado revolucionario y la imposición de una dictadura. Los anarquistas rechazaban la instauración de cualquier forma de poder organizado y preferían crear una federación de trabajadores libres compuesta sobre todo por comunidades rurales y campesinas.
Pero Bakunin amaba a Rusia. Él estaba dispuesto a hacer cualquier sacrificio en su nombre: pensaba sacrificar a otros, pero, sobre todo, pensaba sacrificarse a sí mismo. Tales ideas contrastan con los millones de cobardes que están dispuestos a someterse al poder con tal de conseguir comida y abrigo sin jamás desafiar a Dios o al diablo. Si una persona no encuentra ninguna diferencia entre el bien y el mal, entonces podemos decir que aquello que considera el “bien” es simplemente basura. Esos son los verdaderos cobardes y no quienes eligen el mal o algo muy parecido al mal como sucedió con Bakunin. El cobarde es aquel que elige someterse a la obediencia ciega y no quiere ser libre.
Bakunin es, ante todo, un modelo existencial. No debe importarnos tanto las ideas por las que luchó y defendió, sino más bien la forma en que lo hizo... En su vida apoyó por igual a ladrones italianos como a intelectuales suizos, buscó derrocar al Zar y también le propuso al emperador de todas las Rusias la conquista de Europa. Llamó a los eslavos a que se rebelaran en contra del dominio de los alemanes y soñó con la creación de una nueva civilización antiliberal, anticapitalista, donde se defendiera la libertad y la dignidad. Por esas ideas se sacrificó, actuó y luchó sin parar... No vivió, sino que acabó quemándose por medio del combate, la creación y la destrucción. Bakunin realizó toda clase de conspiraciones, formó órdenes y redes de inteligencia con tal de lograr sus objetivos.
Bakunin era un ruso bastante violento. Eso nos hace muchísima falta. Tal forma de vida es peligrosa, pero es mucho peor el veneno que desprende un mundo gris sin vida donde todos se encuentran dispuestos a cambiar sus puntos de vista a la mínima oportunidad.
Mijaíl Bakunin era un verdadero ruso. Pensaba las cosas de forma penetrante y aguda, pero en otras ocasiones simplemente deliraba, para luego poner en práctica sus pensamientos. Se rompió la frente, tropezó con obstáculos, cambió de estrategia, admitió sus errores y cometió muchos otros errores, pero vivió: vivió de verdad, por medio de la acción, la lucha, el conocimiento y el servicio.
Para él era tan importante entablar relaciones tanto con sus amigos como con sus enemigos. Se podía confiar en él, pero era imposible manipularlo. Podía ser derrotado o incluso despedazado, pero simplemente se rebelaba de nuevo con tal de quitarse los grilletes que lo ataban para así continuar su lucha.
Quizás el momento más importante de la vida política de Bakunin fue cuando él, como reconocido líder del pan-eslavismo y defensor de la liberación de Europa del Este, le ofreció al Zar luchar juntos en contra del capitalismo europeo, el nacionalismo alemán y el marxismo rusofobo. Fue una oportunidad única cuando el Imperio uniría fuerzas con la libertad y la monarquía le prestaría su apoyó al anarquismo agraria pan-eslavo. Después de todo, el orden impuesto por un Estado poderoso y el amor a la libertad hacen parte de la identidad del ruso de a pie. Los rusos, contrariamente a lo que todos piensan, aman profundamente la libertad y la voluntad. La anarquía duerme en lo más profundo del corazón del pueblo ruso.
Pero también entendemos que este deseo infinito de la voluntad rusa es muy peligroso para nosotros. No conocemos fronteras y por esa razón hemos creado el Estado más grande del mundo. Amamos que el poder nos ponga cadenas porque solo un poder fuerte es capaz de contenernos, de lo contrario destruiríamos el mundo entero. Nos sometemos ante un Estado poderoso porque amamos mucho la libertad y porque dentro de nosotros habita la anarquía: dentro de nosotros vive Bakunin.
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EL DESCUBRIMIENTO DE LA EURASIA ETERNA: NIKOLAI TRUBETSKOY Y SU OBRA
Por Maxim Medovarov
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Mientras nos aproximamos al 130° aniversario del natalicio del fundador del eurasianismo, el príncipe Nikolai Sergeevich Trubetskoy (1890-1938), se hace necesario que revivamos las ideas y la herencia que nos dejó como legado. Tal vez resulte sorprendente, pero a pesar la influencia que alcanzó este pensador y científico es casi desconocido fuera de un estrecho círculo académico. Solo tenemos que observar que la única biografía completa que existe de él (la de Ksenia Yermishina) estuvo durante mucho tiempo agotada y no se encuentra a la venta en las tiendas, y mucho menos en Internet, y el único artículo importante que hace una revisión sistemática de su pensamiento es el de Viktor Toporov. Tales revisiones académicas son insuficientes ante la labor de este clásico del pensamiento ruso emigrado al extranjero.
Últimamente, los opositores al eurasianismo argumentan con cada vez más frecuencia que Trubetskoy supuestamente abandonó sus puntos de vista eurasiáticos después de 1929. Eso no es verdad. La escisión que sufrió el eurasianismo lo hizo caer en la desesperación, por lo que se alejó de toda actividad organizativa (que jamás le agradó) y prefirió sumergirse en los muchos problemas científicos que lo abrumaban. Pero su estatus como científico e ideólogo al interior del movimiento eurasiático fue siempre mucho más importante que su trabajo como organizador, entre tanto, sus opiniones como gran lingüista y pensador no cambiaron para nada. Eso queda demostrado en todos los artículos que publico durante los años 30, los cuales aparecieron en colecciones euroasiáticas. Finalmente, fue detenido por la Gestapo: le confiscaron todos sus manuscritos y subió una muerte repentina a los 48 años, al parecer causada por el trauma que vivió a partir de su detención.
Nikolai Trubetskoy era un personaje sumamente complejo y contradictorio que pasó su vida luchando constantemente consigo mismo y con su herencia familiar. Descendiente de los Gediminidas (1), desde su nacimiento perteneció al círculo íntimo de la élite imperial. Su padre Sergei y sus dos tíos, Yevgeny y Grigory Trubetskoy, fueron figuras importantes y defensores del liberalismo moderado y la filosofía rusa que surgió después de Soloviev. Durante toda su vida Trubetskoy se esforzó por disociarse tanto como pudo del legado de su familia e intento construir una filosofía propia que fuera opuesta a la cosmovisión que defendía su padre (a quien perdió a la edad de 15 años) y a la de sus tíos. El excesivo rigorismo de Trubetskoy en relación con la filosofía clásica rusa, que no era completamente compartido por Savitsky y Suvchinsky, terminaría enfrentándolo posteriormente con las ideas de Lev Karsavin quien fue el filósofo más importante que entró al movimiento euroasiático cuando este alcanzó su apogeo entre 1925 y 1928. El conflicto entre los dos provocó el cisma de Clamart. Pero esto sucederá mucho más adelante. Antes de que todo eso aconteciera, Trubetskoy comenzó su carrera a los 14 años desplegando su gran genialidad adolescente, en ese entonces escribía artículos sobre lingüística y etnografía para revistas científicas, mientras debatía como igual con científicos especializados. La estrella de Trubetskoy como lingüista ya brillaba en el cielo incluso antes de que estallara la Revolución Rusa, la cual no le permitió defender su tesis de doctorado. Fueron sus conocimientos en la filosofía del lenguaje y en la etnología lo que le llevó a escribir su libro Europa y la humanidad (1920), después de lo cual creo el movimiento euroasiático en 1921.
Todos los fundadores del eurasianismo en ese momento pasaron a ser parte del movimiento blanco, pero se desilusionaron rápidamente de él, ya que todos sus integrantes querían encontrar una manera constructiva de superar el bolchevismo. Al mismo tiempo, los caminos y temperamentos personales de Trubetskoy y Savitsky, Suvchinsky y Vernadsky, Sadovsky y Karsavin, Malevsky-Malevich y Arapov, Tsvetaeva y Svyatopolk-Mirsky, Bromberg y Chkheidze, Klepinin y Khara-Davan eran tan diferentes que es imposible imaginar que los primeros euroasiáticos tuvieran "una única perspectiva". Me gustaría enfatizar aquí las especificidades que Trubetskoy introdujo en el eurasianismo tal y como fue fundado por él.
En primer lugar, introdujo sus ideas acerca de la igualdad fundamental que existía entre todas las diferentes civilizaciones y culturas. La cultura de Europa occidental es solo una entre muchas otras culturas y esta cultura europea no tiene ningún derecho moral a considerarse como superior a la cultura rusa o a la africana. Después de trabajar durante años en Europa, Trubetskoy nunca llegó a odiar a los europeos como tales. Pero la hostilidad fundamental que sentían los euroasiáticos hacia cualquier tipo de racismo, ya fuera cultural o biológico, se extiende como el hilo conductor de todo el pensamiento de Trubetskoy después de haber escrito Europa y la humanidad y todavía resuena en su último artículo "Sobre el racismo". Estas ideas siguen siendo imperativas para el actual Movimiento euroasiático.
También esa es la razón por la que Trubetskoy siempre partía de una defensa enérgica de la fe ortodoxa y era ajeno a cualquier clase de sectarismo o eclecticismo religioso. A veces se olvida que, además de sus escritos sobre lingüística y política también publicó muchas conferencias y artículos sobre la literatura rusa basados en la cosmovisión que tenía de la ortodoxa (escribió tanto sobre El cantar de las huestes de Igor como sobre la Vida del proto-pope Avvakum y también sobre Dostoievski y Tolstoi).
Los logros en el campo de la lingüística que alcanzó Trubetskoy requieren ser expuestos por separado. Existen una serie de ideas que coinciden con las tendencias de su época y que posteriormente fueros descartadas (como por ejemplo la comprensión estructuralista de las familias lingüísticas), pero eso no elimina muchos de sus principales logros: la formulación de conceptos como unidad lingüística y sus innovadoras teorías sobre la formación de las lenguas literarios. En esa época las ideas de Trubetskoy eran completamente nuevas, pero ahora se han vuelto parte integral de la lingüística a nivel mundial. Explicaremos brevemente las ideas más importantes de sus descubrimientos.
La unidad lingüística significa antes que nada el desarrollo que se produce cuando diferentes pueblos entran en una estrecha comunicación los unos con los otros, aquí se producen toda clase de rasgos fonéticos, morfológicos y sintácticos que son comunes a todas las lenguas que existen en una misma área geográfica, esto sucede independientemente del origen que tengan las lenguas que se encuentran en la zona designada. Junto a la unidad lingüística que existe en Europa Occidental, en los Balcanes, la India y el Asia Oriental existe también una clara unidad lingüística euroasiática que Trubetskoy y Roman Yakobson descubrieron sorprendidos al aplicar métodos exclusivos extraídos de la lingüística: ambos notaron que la frontera de esta unidad coincidía con los límites que tenía el Imperio Ruso/Unión Soviética con respecto a Occidente mientras que se producía cierta erosión de su continuidad en las zonas donde sucedía la transición hacia el Cáucaso e Irán en el Sur.
En cuanto a la formación de las lenguas literarias codificadas y la historia de la lengua rusa, Tubetskoy atacó a los separatistas ucranianos y demostrando que la nueva lengua literaria rusa de los siglos XVIII-XIX llegó a desarrollarse gracias a los esfuerzos de los escritores ucranianos y bielorrusos y, por lo tanto, el ruso se convirtió en un idioma que no le pertenecía únicamente a los grandes rusos, sino que era un idioma único usado por todos para la ciencia y la educación al interior de Ucrania. Si el ruso era abandonado, entonces la consecuencia de esa decisión causaría una degradación intelectual completa, una inmensa barbarie y llevaría a la profanación de todos los elementos sanos de la sociedad que sería promovida por el odio de los nacionalistas sin control. Las tesis de Trubetskoy acerca de la cuestión ucraniana y bielorrusa siguen siendo un faro que ayuda a iluminar el camino no solo de los euroasianos, sino también de toda clase de patriotas rusos.
Aún más importantes son las conclusiones euroasiáticas a las que llegó el mismo Trubetskoy. Mediante el uso de una gran cantidad de material etnográfico (canciones y mitos, música y costumbres populares) planteó en su artículo "Sobre el elemento turaniano en el interior de la cultura rusa" que a grandes rasgos existen muchos elementos comunes en la cultura espiritual y material de todos los pueblos del Interior (Norte) de Eurasia y estos elementos han unido durante siglos e incluso milenios a los rusos, turcos, finno-ugrios y a todos los pueblos de Siberia, el Cáucaso e incluso parcialmente a influido en los judíos y a los gitanos rusos, pero de ninguna manera en los eslavos exteriores a este círculo o a ciertos pueblos turcos, etc. Él llegó a esta conclusión basándose únicamente en los datos históricos disponibles y no mediante la imposición de una agenda política externa. Estas ideas resultan claves para luchar contra las peligrosas quimeras que siguen agitando al pan-eslavismo, al pan-turquismo y al pan-finno-ugrianismo que tienen como único objetivo destruir la unidad del Estado ruso dentro del espacio euroasiático en tanto que agitan la falsa "hermandad" que existe con los pueblos de otras regiones del mundo. Al mismo tiempo, siendo un brillante académico eslavo y habiendo trabajado durante varios años en Bulgaria, Trubetskoy no quiso menospreciar el "elemento eslavo que existía en la cultura rusa" (este es el nombre de uno de sus artículos), pero le da un lugar legítimo y honorable al interior del mismo.
Finalmente, el pensamiento de Nikolai Trubetskoy alcanza su cúspide en dos de sus obras "Sobre el nacionalismo verdadero y falso" y el "Nacionalismo pan-euroasiático". Sus tesis siguen siendo utilizadas por los euroasiáticos de hoy. La lógica científica de Trubetskoy sostenía que después de la muerte de la dinastía Romanov y dada la fragilidad política de la idea comunista para unir a todos los pueblos de Rusia-Eurasia era necesario encontrar una constante que ayudaría a preservar la unidad de este enorme país y que permitiera el desarrollo exitoso de la autarquía económica (es decir, de una relativa independencia frente al mercado externo) que daría surgimiento a una gran potencia soberana que no estuviera asediada por toda una serie de contradicciones interétnicas internas. Durante la década de 1920 Trubetskoy comprendió que algunos "nacionalistas" eran incapaces de entender que incluso cien años después un país con un 1/3 de población no-rusa ocupa casi 2/3 del territorio eurasiático y que todos los intentos de reemplazar el poder del zar o del partido comunista con ideas que ensalzarán a las "naciones rusas", mientras consideraban que la otras "naciones titulares" debían ser expulsadas, solo terminarían por poner en peligro al Estado. El amor hacia la propia etnia, hacia la lengua materna y la cultura tradicional no contradice en absoluto la unidad política y la lealtad a un ideal euroasiático que congrega a cientos de grupos étnicos por medio de un pueblo único que compone la totalidad de Rusia-Eurasia: este es un pueblo que tiene un destino común el cual ha sido forjado gracias a grandes guerras y a grandes proyectos. Trubetskoy señaló perspicazmente que las medidas que estaba implementando el gobierno soviético eran una violación flagrantemente del principio de unidad y que todo esto llevaría al separatismo y al colapso del país. No es culpa de Trubetskoy que los líderes soviéticos no escucharan estas advertencias. Y, sin embargo, no es demasiado tarde para escuchar esas advertencias ahora, especialmente porque ellas nos ayudaran a regular las relaciones interétnicas al interior de la Federación de Rusia y al implementar un proceso de integración euroasiática en todo el espacio postsoviético, asumiendo las tesis de Trubetskoy, seremos capaces de combinar la diversidad cultural de nuestros grupos étnicos con una lealtad común hacia el gobierno, mientras se reprime duramente el separatismo político. Es por eso que el nombre del Príncipe Trubetskoy, que aparentemente solo fue un científico genial, podrá algún día dejar de ser solamente conocido por un estrecho círculo de especialistas en fonología y se convertirá en el estandarte de todos los que luchan por la futura Eurasia eterna.
Notas del Traductor:
1. Los Gediminidas (lituano: Gediminaičiai, samogitiano: Gedėmėnātē, polaco: Giedyminowicze, bielorruso: Гедзімінавічы, ucraniano: Гедиміновичі, ruso: Gediminovichi) fueron una dinastía del siglo XVI. Una de sus ramas familiares fue conocida como la dinastía jagellónica que reinó también en el Reino de Polonia, el Reino de Hungría y el Reino de Bohemia. Varias otras ramas se clasifican entre las principales dinastías aristocráticas de Rusia y Polonia hasta el día de hoy.
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EL PANESLAVISMO EN EL SIGLO XXI: ENTREVISTA DE BORIS NAD A RODRIGO SOBOTA
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Mi nombre es Rodrigo Sobota, soy un eslavo que trabaja a tiempo parcial y que siente un profundo interés por todos los campos de la cultura, la civilización, etc., los cuales han sido rasgos comunes de la civilización eslava a lo largo de los siglos. Pronto volveré a mi país de origen y al llegar espero presentar algunos proyectos propios. Uno de esos proyectos es la apertura de un nuevo capítulo eurasiático ruso-checo, para el cual ya he encontrado muchos potenciales amigos que comparten mis ideales frente a una cooperación ruso-checa. Esperó que, por medio del uso de los más recientes paradigmas históricos, metapolíticos, sociales, ideológicos y demás, seamos capaces de impulsar esta misión y conseguir gradualmente el cumplimiento de nuestras ideas.
Estoy muy interesado en el eurasianismo porque, conscientemente o no, comparto muchos de los elementos comunes de la visión que tiene Dugin, los cuales coinciden con mis ideales, entre los que destacan mi admiración propia por la eslavofilia, Platón, el anti-occidentalismo, la Rusia primigenia, Oswald Spengler, René Guenón y Julius Evola, al igual que la idea de un Sacro Imperio, etc�� Así como mi gran desdén por el liberalismo y el individualismo como paradigmas específicamente occidentales - y que para nada son universales – los cuales contradicen el espíritu de las sociedades tradicionales más antiguas.
***
Los eslavos todavía son el grupo étnico más grande de Europa hasta hoy. Los eslavos hablaban, hasta hace unos 1.200 años, un único idioma. Incluso hoy, comparten una herencia común y una cultura común. "La civilización de los eslavos", escribiste, "pertenece a las vastas estepas del Este", y la etnogénesis de los eslavos está estrechamente relacionada con los pueblos indo-iraníes de Eurasia y del Este de Europa.
Según tus palabras, "la civilización eslava nunca ha sido completamente occidental", esto se aplica incluso a los pueblos eslavos que cayeron bajo la autoridad espiritual de la Iglesia Católica. Los eslavos nunca "entraron completamente en la órbita del Occidente latino", a diferencia de las naciones que nacieron del Imperio franco de Carlomagno. ¿Una de las razones importantes de esto es la aceptación tardía del cristianismo (tardía en comparación con las naciones occidentales)? ¿O más bien se trata ciertas características de la cultura eslava?
- Los eslavos se encuentran entre los últimos pueblos que decidieron adoptar plenamente el cristianismo. Incluso durante la época mongola, muchos de los pueblos eslavos orientales, bajo la órbita de la Horda Dorada, no eran cristianos, sino que mezclaban prácticas paganas eslavas y de los pueblos de las estepas como lo eran los túmulos funerarios de los kurganes (1). Incluso entonces, es necesario recordar que como grupo todavía estábamos unidos hasta hace realmente poco, mientras que otros grupos étnicos, como los germanos, ya comenzaban a diferenciarse.
Dicho esto, no se trata únicamente del núcleo pagano, sino también del hecho de que Cirilo y Metodio nos dieron la oportunidad de construir los cimientos de nuestra sociedad de una manera totalmente distinta, al adoptar el alfabeto glagolítico e igualmente el bizantinismo y la ortodoxia, que se mezclaron con nuestra propia esencia, creando una especie de "sarmatismo" cultural, que es muy parecido a la corriente polaca barroca que lleva el mismo nombre (2). La extraordinaria presencia del sarmatismo y la peculiar y divergente estructura etno-social del elemento rutenio y cosaco, al interior de las tierras de la antigua mancomunidad polaco-lituana, atestigua esta divergencia fundamental y también nuestra esencia común como pueblo de Eurasia, incluso cuando los polacos y otros eslavos occidentales hayan adoptado los fundamentos del Occidente latino.
Así que este tipo de dicotomía, atestigua precisamente a lo que me refería más arriba como la dicotomía fundamental de nuestra propia identidad. Sin duda, los rusos estaban aún más separados de todo eso, ya que eran ortodoxos, siendo en sus usos y costumbres esencialmente euroasiáticos. En sí, eran el subproducto de una mezcla turaniano-eslava (de la cual hablan Dugin, Gumilev y, antes de ellos, Danilevsky), en el sentido de que existe una mezcla bastante fuerte entre los elementos de las estepas nómadas con las costumbres, usos y formas bizantinas de los eslavos orientales. Sin duda, el mejor escritor que abordo este tema fue Konstantin Leontiev, pero Dugin recientemente lo ha superado.
El propio análisis de Dugin del Dasein ruso y de su Logos también arroja bastante luz sobre este problema, entre los cuales podemos enumerar sus especulaciones sobre el por qué Rusia nunca desarrolló una filosofía particular, ya que nunca tuvo un sentido acentuado del "otro", diferencia clave con respecto a la perspectiva occidental, entre muchas otras cosas. Otros autores que ayudan a comprender esto, hasta donde llegan mis conocimientos, son Leontiev, Spengler (aunque parcialmente), pero también Ivan Kireyevsky (3). Ivan Kireyevsky notó de manera correcta que la perspectiva cosmológica de la sociedad rusa era un subproducto de la perspectiva del bizantinismo, que era esencialmente diferente a la que había precedido a la Modernidad, estando la primera más centrada en el platonismo, razón por lo cual él mismo se opuso a la perspectiva moderna de Occidente y también a la perspectiva aristotélica y romana encarnada en el individualismo y el logocentrismo de los alemanes y que tempranamente impregnaron a Occidente a partir de la Edad Media. La civilización rusa siempre tuvo tendencias marcadamente divergentes y el concepto de una individualidad diferenciada nunca apareció realmente entre nosotros como sí lo hizo en Europa Occidental.
¿Existe o ha existido una civilización eslava en el pasado? ¿Pueden los eslavos hoy distanciarse completamente del espíritu romano-germánico con la intención de formar una civilización distinta o esto sigue siendo solo algo potencialmente remoto?
- Sí, ha existido uno civilización eslava, y tal civilización se encuentra marcada por una acentuada tendencia que mezcla el sarmatismo y el bizantinismo, y también posee una perspectiva platónica que es genuinamente holística, y que, por ejemplo, tiene ciertas características que se encuentran en los escritos de Dostoievski.
Los ejemplos de civilizaciones pasadas que tomaron prestado el molde bizantino son: los eslavos rusos, los rutenos y los malorrusos bajo Polonia, los Zaratos de Bulgaria y Serbia, e incluso el antiguo Reino de la Gran Moravia. Su única contraparte latina significativa sería Polonia. Pero incluso Polonia, a pesar de estar muy fuertemente alineada con Occidente, todavía posee muchos aspectos de esta realidad y comparte muchas características que son cultural y espiritualmente distintivas del espíritu latino. El sarmatismo polaco es, en realidad, su iteración más famosa.
La división religiosa de las iglesias católica occidental y ortodoxa oriental, producto del gran cisma de 1054, tuvo trágicas consecuencias para los eslavos, especialmente para los eslavos del sur. En su opinión, ¿esta división impidió de forma permanente la unidad política de los eslavos del sur?
- Sí, en muchos aspectos, aunque lo verdaderamente significativo fue la falta de un fuerte poder centralizado. La Gran Moravia podría haber adoptado, en mi opinión, el bizantinismo y podría haber sido un bastión del eslavismo en Europa Central, pero su rápida disolución impidió que esto sucediera. Como resultado, este vacío de poder fue asumido por los húngaros, los polacos y los alemanes latinos, mientras que las lenguas eslovacas y checas comenzaron a separarse hasta tal punto que, ya para el siglo XVI, eran mutuamente ininteligibles.
Para los eslavos del sur, la división entre el reino de Croacia y el reino de Serbia fue un hecho fatídico, al igual que las mismas divisiones provocadas por el Cisma, junto con la anexión de Croacia a la Hungría latina después del 1100. El polo occidental de civilización también provocó que el mundo eslavo fuera un sujeto pasivo frente a poderes que no eran ni eslavos ni bizantinos, sino que pertenecían al Occidente latino, lo cual tendría implicaciones decisivas en el bienestar de la civilización eslava, al igual que en su identidad y su unidad. No sería sino hasta acabado el apogeo del reino de Serbia, con la emergencia de la Rus de Moscovia, que se produjo el momento donde seriamos testigos de la creación de una poderosa organización política eslava que al mismo tiempo se convirtió en un polo de civilización autónomo, que podría considerarse como totalmente diferente de Occidente en todos los sentidos.
Hoy en día, los pueblos eslovenos también están divididos en "Estados-nacionales", que por lo general están opuestos entre sí y se encuentran bajo un engaño. Tanto el "Estado-nación" como el concepto de moderno de nación son, en tus palabras, "creaciones artificiales que son características típicas de Occidente". ¿Puedes explicar esto con más detalle?
- Comparto la misma opinión de Dugin sobre este problema, en el sentido de que creo que las sociedades y sus formas tradicionales de organización no conocían el Estado-Nación, ya que la esencia de dicho modo organización es muy típica del mundo romano-germano y tiene un carácter eminentemente moderno. Incluso sería posible decir que en la constitución y mentalidad romano-germana primitiva estos elementos no existían. También podemos aplicar esto a otros polos y civilizaciones aún más remotos, como la India primigenia, China o incluso el mundo islámico; podemos afirmar que antes de Sykes-Picot, el mundo islámico tampoco conocía lo que era el Estado-nación, e incluso hoy sigue siendo un elemento confuso y controvertido entre los musulmanes, muchos de los cuales buscan abolir ese concepto junto con las subsiguientes divisiones que produjo.
De manera similar, aunque ahora los pueblos eslavos se encuentran divididos en Estados-nación, todo ello es una invención muy reciente. Antes de esto, y durante mucho tiempo, la unidad de los pueblos se había cristalizado alrededor de imperios multiétnicos específicos, en monarquías hereditarias como los Habsburgo, Rusia, Polonia e incluso el Imperio Otomano. Si seguimos de cerca todo lo anterior, podemos decir que no solamente que la creación de etno-Estados particulares es un acontecimiento muy reciente, y mucho menos que sea algo absoluto o definido, por lo que necesariamente se trata de un aspecto que debe cambiar según la naturaleza del momento y la época en que nos encontramos.
Divididos, los eslavos son presa fácil de los colonizadores. Hoy en día, es el Occidente atlántico y liberal (no la Europa Romano-Germánica), la que impone sus propios valores (o "principios"): los valores de una civilización materialista, contrarios a la "visión del mundo" eslava, a la tradición cultural y la espiritualidad eslava, a la herencia espiritual eslava.
Ofreces un esbozo histórico que está dividido en nueve etapas principales, donde se plantea el desarrollo de la identidad eslava en relación con la polaridad Oriente-Occidente. La primera es la que ocurre en la Rus de Kiev, la época de San Cirilo y Metodio, la Gran Moravia...
La "segunda fase" del polo dominante de la identidad eslava (y bizantina) fue la del Imperio Serbio (el emperador Dušan), junto con el Imperio Búlgaro.
La historia del mundo eslavo se encuentra marcada por el conflicto entre el eslavismo latino (Polonia) y la Rusia bizantino-ortodoxa y euroasiática, la "Tercera Roma" ortodoxa. En tu opinión, tomando en consideración el caso de Polonia, ¿podemos decir que se trata de la "pseudomorfosis" spengleriana o es, por el contrario, una auténtica cultura y movimiento eslavo-latino?
- Es una pseudomorfosis, pero ha terminado por afectar a Polonia de un modo mucho más profundo y esencial que a los rutenos, malorrusos y bielorrusos, y ciertamente mucho más que a los rusos.
Mientras que la latinidad se ha convertido en una parte esencial de la identidad polaca, lo mismo no puede aplicarse a la identidad rutena, que siempre mantuvo sus diferencias, incluso durante los tiempos de la supremacía polaca, poco después de la Unión de Lublin en 1569. Para los rusos se trataba de un carácter, de una esencia, de un factor de civilización, completamente diferente. Estoy totalmente de acuerdo con las palabras de Leontiev de que el bizantinismo se fusionó con los elementos mongoles y turanienses, y de allí surgieron los elementos fundamentales de la identidad rusa. No solo eso: debemos tomar en cuenta que esta forma de identidad fue dominante hasta el advenimiento de la pseudomorfosis petrina y la enérgica imposición de la modernidad occidental por parte de las élites del Imperio ruso.
De hecho, después de la Reforma, el carácter primordial y esencial de la civilización romano-germánica quedó fundamentalmente destrozado. Solo faltaba que se desarrollase el paradigma central del eurocentrismo occidental, el cual era “fáustico” y al mismo tiempo poseía un claro trasfondo protestante que también daría lugar al liberalismo. Pero, sin contar a Polonia, el molde fundamental de la civilización tradicional occidental se disolvió rápidamente en cada uno de los Estados eslavos que cayeron bajo la órbita romano-germana, por lo que muchos de ellos se protestantizaron y acabaron sujetos a influencias de tipo proto-liberal y de la modernidad temprana.
En mi opinión, la eslavofilia tiende hacia el bizantinismo, hacia el romanticismo y el tradicionalismo, es una visión cosmológica que nunca fue dominante y ni siquiera fue apreciada por el pan-eslavismo occidental. En el mejor de los casos, muchos de ellos siguieron siendo católicos tradicionalistas en los albores de la Edad Moderna, pero al mismo tiempo muchos de ellos buscaron las raíces del auténtico eslavismo en Oriente. El eslovaco Ludovit Stur es un claro ejemplo, pero existen otros. También en Polonia, como señala Konrad Rekas, fuimos testigos de figuras intelectuales de la época romántica que defendieron la esencia "oriental" inherentemente del eslavismo y buscaron aproximarse mucho más a Rusia. Los vínculos serbio-rusos también fueron extremadamente poderosos, al igual que los vínculos búlgaro-rusos. Soy de los que cree que el eslavismo podría haber sido discernido como un fundamento integral eslavo-bizantino, en lugar de una mezcla fragmentada entre sustratos eslavos, elementos orientales, restos del catolicismo y, en la cima de todo ello, una sociedad moderna irreligiosa y proto-liberal.
El siguiente gran conflicto (después del conflicto con la Polonia católica) es uno que ocurrió durante varios siglos y que enfrentó al mundo germánico (teutónico) y al mundo eslavo, liderada por Rusia. Este conflicto acabó en 1945 (con una victoria rusa). ¿Por qué crees que el mundo alemán ya no es una amenaza para los pueblos eslavos? El pangermanismo ha sido durante mucho tiempo la "gran antítesis" del eslavismo, antítesis que terminó por convertirse en el nazismo alemán.
- Al día de hoy, el mundo germánico ha sido derrotado de manera definitiva. No solo eso: la ingeniería social y las taras que los atlantistas liberales le han impuesto a la Alemania vencida la han cambiado para siempre.
En cierto sentido, la Alemania de 1870 a 1945 nunca regresará. Esta Alemania está muerta y ha sido enterrada, y también lo fue el concepto del pangermanismo que concluyó en la catástrofe histórica del nazismo. Además, el pueblo alemán en su conjunto ya no posee el mismo espíritu que tenía hasta ayer y, en mi opinión, se ha americanizado demasiado, se ha vuelto demasiado liberal y está perdiendo las características de su identidad étnica. A pesar de que todavía lideran la economía, su población está envejeciendo y disminuyendo, la mitad de todas las mentes científicas de Alemania no tienen hijos y el espíritu de la postmodernidad es muy fuerte en su interior. También podemos decir que su brillantez en todos los campos de la cultura como el arte, la ciencia, la filosofía, etc. ... ya no existe desde los días de la Alemania Guillermina.
Alemania corre el riesgo de convertirse en otra Holanda, en otra Suecia, y hundirse en la existencia depravada de la postmodernidad liberal, que no es otra cosa que el abismo sin fondo y en el que no penetra la luz del sol. Algunos de sus elementos tratan de romper con este paradigma, pero en general, veo mucho más futuro entre nosotros, los eslavos, que entre los europeos occidentales posmodernos, que han alcanzado el cenit de su importancia histórica y civilizatoria. El futuro pertenece a Oriente, a nosotros los eslavos, a China, a la India e incluso a Turquía y otros pueblos. Por el otro lado, Francia, Gran Bretaña e incluso Alemania representan, para mí, el pasado. Sus días de gloria como imperios mundiales que eran los abanderados del espíritu occidental moderno han quedado atrás, mientras que la amenaza de la islamización y la pérdida de su identidad es cada vez más profunda.
El código cultural predominante de los alemanes, según el profesor alemán Wolfgang Wipperman, fue y sigue siendo el antieslavismo. Sin embargo, siempre ha existido igualmente otra corriente en Alemania, que es eslavófila y pro-rusa.
- Sí, es verdad. E incluso antes, durante la Revolución Conservadora, cuando existía una influencia rusa muy fuerte en todos los campos de la cultura. Los emigrados rusos ejercían importantes papeles intelectuales y entre ellos podríamos contar a Ivan Ilyin, a un tal Boris Brasol que tenía vínculos muy definidos con Alemania, mientras que igualmente existía la presencia considerable de una especie de sociedad secreta de emigrantes que tenía contactos directos con Goebbels y los nazis. Se llamaban a sí mismos la Aufbau Vereinigung (4) y han sido abordados por un libro publicado en Estados Unidos donde se detalla ampliamente la influencia del ocultismo ruso y de los Emigrados Blancos reaccionarios en la cosmovisión nazi. Incluso los más anti-eslavos entre los nazis les daban espacio a ciertos elementos extremistas entre los Blancos, los cuales estaban en natural consonancia con sus objetivos.
Previamente, Rusia había derrotado a los polacos, a los suecos, a los otomanos... Finalmente, derrotó al Tercer Reich (nazi) y se consolidó como el polo dominante del eslavismo. ¿Cuál crees que es hoy la posición y el papel de Rusia en relación al resto del mundo eslavo?
- Rusia permanece, en virtud a su legado histórico y también debido a sus grandes dimensiones como potencia, como la pieza clave del tablero de ajedrez eslavo. La Rusia de hoy es liberal, pero mi convicción es la de que, después de la desintegración de Yugoslavia, Rusia necesariamente debe, antes que nada, afirmar e impulsar su particularidad como civilización euroasiática, para que luego esto pueda servir como el centro de gravedad de una Revolución Conservadora de carácter turaniense mucho más amplia. Esta dimensión eslava debe abarcar desde el Asia Central hasta Europa del Este. En ese sentido, muchas personas que provienen del mundo eslavo occidental y meridional, y especialmente de la ex URSS, están de acuerdo con mis ideas. Las actuales fronteras y las divisiones geopolíticas resultantes son demasiado artificiales como para reflejar una realidad o una síntesis profunda interna del eslavismo, y los recuerdos de épocas pasadas se encuentran en nosotros todavía muy frescos. No existe unanimidad alguna, pero todos estamos de acuerdo en que esta síntesis euroasiática nos ofrece un paradigma muy superior, este ya esta operando y es posible ponerlo en práctica desde el 2019.
Lo que llamo la "octava fase" del desarrollo del eslavismo se refiere a Tito y el titoísmo, que es la "gran síntesis de los pueblos eslavos del sur", un tipo especial de "socialismo patriótico" opuesto a Occidente.
La "novena fase" del eslavismo es en la que nos encontramos hoy: la fase eurasiática. La eslavofilia no se opone al (neo) eurasianismo, especialmente cuando no es entendida como un nacionalismo étnico de carácter estrecho y que enfrenta a los eslavos con todos los demás pueblos no eslavos. Los eslavos siguen siendo una etnia importante en Eurasia, conectada a otras naciones por medio de varios vínculos al interior de un espacio eurasiático común.
Al día de hoy, también existen pueblos eslavos cuyas élites consideran que han sido asimilados por completo por Occidente y el mundo occidental. De hecho, aceptan una posición subordinada dentro de esta supuesta civilización occidental superior, renunciando a sus nombres y a sus orígenes eslavos. En tu opinión, ¿es algo temporal o se trata de una elección civilizatoria permanente?
- Es algo temporal. Incluso en mi país Republica Checa o en lugares como Eslovaquia, incluso en Polonia, donde la mayoría generalmente desdeña el comunismo, el Pacto de Varsovia y el legado ruso, existe un poderoso disenso.
La elección de ser parte de la OTAN es algo reciente y muy relativo. Seguimos siendo muy diferentes de Europa occidental. Acabamos de salir del comunismo y somos, en muchos sentidos, mucho más "primitivos" que la mayor parte de Europa occidental, que ha estado sufriendo los efectos del liberalismo durante mucho tiempo. Todavía permanecemos profundamente conectados con nuestra esencia y con nuestra identidad, somos pueblos independientes y también somos muy conscientes de cómo el comunismo nos hizo diferentes, teniendo incluso aspectos mucho mejores que el actual paradigma liberal, especialmente en lo que respecta a la preservación de nuestra identidad étnica. Las obras y las amplias investigaciones de Dugin, al igual que los análisis de estos fenómenos, resuenan con fuerza en nuestro interior, seamos conscientes o no de ello. Esto demuestra que todavía tenemos una mentalidad muy distinta y avanzamos de un modo muy distinto al del núcleo duro del euro-americanismo occidental. Y también tenemos un objetivo fundamental diferente.
"La cuestión de Kosovo", has escrito, "ha demostrado que Occidente nunca nos ayudará" (también dices: "Occidente no es una civilización eslava"). Hablas sobre la cooperación y la unificación del eurasianismo ruso y serbio, ya que este "capítulo del eurasianismo ruso y el serbio" es una prioridad. En tu opinión, este movimiento debería extenderse a otros pueblos eslavos occidentales y del sur. ¿Podrías explicárnoslo con más detalle?
- Estoy totalmente de acuerdo con esas ideas. En mi opinión, Occidente es demasiado decadente. Todas las acusaciones de Leontiev y Spengler (y también de Nietzsche) sobre la decadencia occidental, fueron formuladas ya hace bastante tiempo y todas se han cumplido en nuestra época. La civilización occidental está muriendo y deberíamos buscar un nuevo modelo geopolítico y cosmológico. En este sentido, el eurasianismo es la mejor solución que tenemos, ya que nos ofrece las respuestas y es fruto del trabajo de los paradigmas que me planteé durante mis primeros años y que al fin han contestado mis preguntas.
En términos generales, podemos estar de acuerdo en que la civilización occidental está en decadencia. La mayoría de los musulmanes estarían de acuerdo conmigo. Muchos checos también. Y, sin duda, muchos serbios, turcos, rusos y demás pueblos. Incluso muchos brasileños están de acuerdo conmigo. Occidente hoy no tiene nada concreto que ofrecer y está al borde de un derrumbe total. El paradigma euroasiático es, por el contrario, muy joven, es nuevo y se basa en paradigmas sólidos que son definitivamente el camino hacia el futuro. Ya nadie se preocupa por Occidente ni lo respeta, y ciertamente ya no lo hacen del mismo modo en que lo hacían a principios del siglo XX, cuando el poder occidental estaba en su apogeo. Hoy en día, la mayoría de las personas que orbitan fuera de Occidente no sienten más que desdén por él, y es ahora, en una época como la nuestra, que tenemos la oportunidad dorada de acabar con el dominio del paradigma occidental de una vez por todas.
En tu opinión, ¿de qué manera debería reformarse y adaptarse la ideología del pan-eslavismo en el siglo XXI?
- Quizás la mejor respuesta a esto es que el pan-eslavismo sea capaz de sintetizar las ideas del eurasianismo turco-eslavo, que incluirían a Hungría, Turquía, o lugares como Kazajstán y otras más. Pero también a Macedonia y toda la esfera del mundo eslavo, siendo los eslavos los que desempeñarían el papel principal. Hay muchos elementos comunes entre nosotros que pueden ser reforzados en este sentido. Todo lo que digo es que debemos seguir adelante.
Notas del Traductor:
1. El origen del término cultura de los kurganes se debe a la arqueóloga lituana Marija Gimbutas (1921-1994), que lo utilizó en 1956 para englobar a una amplia variedad de comunidades originarias de las estepas del medio y bajo Volga, que, según ella, habrían invadido Europa central modificando su carácter étnico y cultural. Esta teoría ha sido criticada y matizada. El término kurgán proviene de la palabra rusa (de origen turco) que designa un enterramiento provisto de un túmulo, debajo del cual está la cámara funeraria, normalmente construida en madera. Este fue el método de enterramiento usado por muchos pueblos de las estepas euroasiáticas desde el IV milenio a. C. (los grupos kurganes de Gimbutas) hasta los siglos V y VI d. C. (cuando los utilizaban los hunos y los nómadas magiares).
2. Sarmatismo (también conocido como sarmatianismo) es un término usado para referirse al estilo de vida, cultura e ideología de la szlachta (nobleza) de la Mancomunidad de Polonia-Lituania desde el siglo XV hasta el XVIII. Unido al concepto de la "Libertad Dorada", formó un aspecto esencial de la cultura de la Mancomunidad. Su fundamento era la creencia de que los nobles polacos descendían de los antiguos sármatas. A lo largo de los siglos posteriores se ha conmemorado el concepto en la misma medida en que ha sido duramente criticado. La literatura polaca se hizo eco del término y estuvo asociada a la cultura polaca sobre todo durante el siglo XV, como por ejemplo en las memorias de Jan Chryzostom Pasek o los poemas de��Waclaw Potocki. Los sarmatistas polacos pugnaban por el reconocimiento de su condición de caballeros, por la igualdad entre todos ellos ("Libertad Dorada") y por demostrar invencibilidad ante otros pueblos. El sarmatismo glorificaba las victorias pasadas del ejército polaco y exigía que los nobles polacos continuaran acrecentando esa tradición. La nobleza polaca solía vestír un largo abrigo ribeteado de piel llamado żupan, botas de caña alta y portaban un sable llamado szabla. Los bigotes también eran populares, así como diversos tipos de plumas para decorar el tocado de los hombres. Un elemento inseparable de su vestimenta durante las celebraciones era el sable llamado karabela.
3. Ivan Vasilyevich Kireyevsky (en ruso: Ива́н Васи́льевич Кире́евский; 3 de abril de 1806 en Moscú - 23 de junio de 1856 en San Petersburgo) fue un crítico literario y filósofo ruso que, junto con Aleksey Khomyakov, es considerado como uno de los fundadores del movimiento eslavófilo. En sus pocas obras escritas, Kireyevsky contrastó la filosofía de Platón y los Padres de la Iglesia griega (en particular Máximo el Confesor) con el racionalismo de Aristóteles y los Doctores de la Iglesia católicos medievales. Culpó a Aristóteles "por moldear la mente de Occidente en una especie de jaula de hierro de la razonabilidad", que definió como una clase de prudencia tímida (en oposición a la verdadera sabiduría) o que "luchaba por establecer lo mejor dentro del círculo de lo común". Las doctrinas de Hegel fueron vistas como la última emanación del enfoque analítico de Aristóteles, que divorciaba la mente del alma, los pensamientos de los sentimientos (religiosos). Kireyevsky aspiraba a recuperar la integridad perdida del Hombre en las enseñanzas de la ortodoxia oriental. Su devota esposa lo presentó ante los ancianos (principiantes) del monasterio de Optina, que frecuentaba en los últimos años de su vida. Aunque no compartía el entusiasmo radical de Yuri Samarin por todo lo pre-petrino, Kireyevsky ensalzaba los tesoros espirituales de la Rusia medieval. Según él, los monasterios de la antigua Rus "irradiaban una luz uniforme y armoniosa de fe y aprendizaje" a las tribus y principados eslavos dispares. La red de iglesias y monasterios que cubría a Rusia tan densamente, fueron los 'lazos de una comunidad espiritual' que unificaron al país en "un solo organismo vivo".
4. La Aufbau Vereinigung (Organización de Reconstrucción) fue un grupo conspirativo contrarrevolucionario que tenía su sede en Munich y fue formado a raíz de la ocupación alemana de Ucrania en 1918 y de la Intervención de Letonia de 1919. En él se reunieron los emigrados rusos blancos y los primeros nazis alemanes, con la pretensión de derrocar a los gobiernos de Alemania y la Unión Soviética, reemplazándolos por regímenes autoritarios de extrema derecha. El grupo fue conocido originalmente como Die Bruecke (El Puente). La Aufbau era también el nombre de una publicación periódica que pertenecía a dicha agrupación.
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Laurent Guyénot - ¿Acabará la Des-Nazificación Alguna Vez?
Otro excelente artículo del investigador y escritor francés Laurent Guyénot presentamos traducido aquí, que fue publicado hace dos meses en
unz.com
. El tema que trata aquí el autor es la razón que está detrás de la persistente y sistemática difamación, la satanización, tanto de Adolf Hitler como del Nacionalsocialismo, a nivel planetario, por parte de la judería internacional, que sería, en este enfoque, el deseo de acabar con la raza blanca, que se opone a dicho dominio, dado que el judío sólo podría dominar sobre una Humanidad compuesta por bastardos raciales, creyéndose éste, sin embargo, una raza pura, no siéndolo en absoluto sino más bien, como se ha dicho, una
cloaca gentium
.
¿Acabará la Des-Nazificación Alguna Vez?
No hasta la Aniquilación del Hombre Blanco
por Laurent Guyénot
6 de Septiembre de 2020
Auschwitz es el nuevo Sinaí. La judeidad ya no es más sobre ser la gente más amada por Yahvé, sino sobre ser la gente más odiada por los hombres [1]. Esta nueva versión de la elegibilidad requiere que el sufrimiento judío sea "excepcionalmente único", sin paralelo en toda la historia humana. Eso por su parte requiere que la crueldad "nazi" contra los judíos sea suprema, absoluta, la manifestación sin precedentes del mal metafísico puro. En esta nueva religión del "Holocausto", los milagros realmente suceden. El profesor Simon Baron-Cohen no sufrió ninguna burla por decir en su libro The Science of Evil (2011) cómo, entre «los muchos "experimentos" que ellos habían realizado», «los científicos "nazis" habían cortado las manos de la señora Goldblatt, las intercambiaron y las cosieron de nuevo de modo que si ella ponía sus manos con las palmas hacia abajo, sus pulgares quedaban por fuera y sus meñiques por dentro» [2].
[1] Los judíos son "el pueblo elegido para el odio universal", había proclamado en 1882 el pionero sionista Leo Pinsker en Auto-Emancipation.
[2] Simon Baron-Cohen, The Science of Evil: On Empathy and the Origins of Cruelty, 2011. Este pasaje es reproducido, en una forma ligeramente alterada, en el New York Times.
La santificación judía no es el único propósito detrás de la interminable demonización de Hitler y de su Movimiento. Otro objetivo es hacer inexpresables e impensables las bases antropológicas del Nacionalsocialismo. Algunas ideas fundamentales que una vez pudieron ser reconocidas como verdaderas, y hasta evidentes, por una mayoría de gente, están prohibidas ahora del discurso público bajo el pretexto de que ellas recuerdan al Nacionalsocialismo.
La "más nazi" de esas ideas es, por supuesto, la grandeza de la raza blanca. Hitler habló de la raza aria, por lo cual él quería decir todos los pueblos germánicos, incluyendo a los holandeses, los suecos, los noruegos, los finlandeses, los suizos, así como los ingleses, cuyo principal ethnos es sobre todo de ascendencia anglosajona y normanda.
«Toda la cultura humana, el arte, la ciencia y las invenciones que nos rodean son casi exclusivamente el producto creativo de la raza aria. Este mismo hecho justifica la deducción de que sólo el ario fue el fundador de un tipo superior de vida humana y es el prototipo de lo que queremos decir con la palabra "hombre" hoy. Él es el Prometeo de la Humanidad de cuya brillante mente siempre ha surgido la chispa divina del genio, siempre reavivando el fuego que, en la forma de conocimiento, ha iluminado la noche de los inefables misterios, y así ha enviado al hombre hacia arriba al señorío sobre las otras criaturas de esta Tierra. Sáquelo, y quizá dentro de unos miles de años una profunda oscuridad descenderá otra vez sobre la Tierra, la civilización humana desaparecerá, y el mundo se convertirá en un desierto» (Mein Kampf I, cap. 11, pp. 255-256) [3].
[3] Todas las citas de Mein Kampf son de la edición de Wewelsburg Archives, 2018, https://archive.org/details/ahmk1488 Todas las otras citas de Hitler están tomadas de Adolf Hitler, Collection of Speeches, 1922-1945, https://archive.org/details/AdolfHitlerCollectionOfSpeeches19221945993pg
Casa de la Ópera de Viena, por Adolfo Hitler, 1912
Hacia el final de su vida, Frederick Lindemann (1886-1957), el consejero judío de guerra de Churchill [4], y el inspirador del bombardeo "estratégico" británico de ciudades alemanas, «hizo un comentario en más de una ocasión con tal aire de seriedad que él parecía considerarlo como su testamento de sabiduría: (... ) "¿Sabe usted qué considerarán los futuros historiadores como el acontecimiento más importante de esta época? (...) Será la abdicación del hombre Blanco"» [5]. En otras palabras, la derrota de los nacionalsocialistas marcará el principio del fin de la civilización Blanca. Los Blancos pagarán por lo que los nacionalsocialistas hicieron, hasta que ellos sean destruídos moralmente, psicológicamente, demográficamente y genéticamente. El demencial "Plan Morgenthau" de 1944 contra Alemania, que el Secretario estadounidense de Guerra Henry Stimson condenó como "semitismo [judaísmo] vuelto loco de venganza" [6], no fue totalmente puesto en práctica, pero la venganza judía se convirtió en un plan de mayor alcance contra la raza blanca. La actual anulación de la raza blanca es la fase final del proyecto de "des-nazificación". Por eso el anti-nazismo (o anti-fascismo) es, todavía hoy, la bandera de la conspiración contra los Blancos y sus valores tradicionales.
[4] Hijo de un ingeniero alsaciano y de la viuda de un banquero apellidado Davidson, Lindemann está enumerado entre las Personalidades Judías de Oxford por la Oxford Chabad Society. Según Ronald Hilton (“Men behind Roosevelt and Churchill”), él fue miembro de un grupo de intelectuales judíos de Oxford congregados alrededor de Isaiah Berlin.
[5] Según lo reporta Roy Harrod en The Prof: A Personal Memoir of Lord Cherwell, 1959, pp. 261-262. Citado de Mike King, “The Evil Professor Frederick Lindemann”, http://tomatobubble.com/id1275.html
[6] Citado en David Irving, Nuremberg: The Last Battle, 1996, p. 20.
Estudiando a Hitler
El excelente Andrew Joyce recientemente escribió: "Realmente no hay ninguna cuestión sobre el hecho de que la política de identidad Blanca es el único mal político radical de la post-modernidad, y Adolf Hitler es su Gran Satán, que surge sobre una multitud de demonios menores contemporáneos" [7]. Joyce sugiere que, ya que el nacionalismo Blanco es identificado en el discurso dominante como irredimiblemente malo, no puede luchar desde aquella posición con argumentos racionales. Lo que se necesita es una estrategia de "combatir el fuego con fuego", es decir, exponiendo los males de aquellos que, so pretexto de principios morales, se están simplemente involucrando en un lento genocidio de su propia raza. «¿No están ellos llenos de las más malévolas de las intenciones? ¿No se quejan ellos sin parar de políticas eugenésicas de antaño mientras preparan el terreno para el "aborto después del nacimiento"? Ellos no están equivocados, mis amigos, ellos son malvados».
[7] https://www.unz.com/article/latter-day-flagellants-christianity-and-the-politics-of-evil/
Estoy de acuerdo, pero quiero sugerir un acercamiento complementario. Ya que la elaborada mitología de la perversidad "nazi" es el armamento del asalto post-moderno sobre la civilización Blanca, no se puede ganar esta guerra cultural sin neutralizar aquella mitología, rompiendo el hechizo de la falacia de la Reductio ad Hitlerum. Antes de que los nacionalistas Blancos o "realistas raciales" puedan esperar surgir de sus trincheras y lanzar una ofensiva exitosa, ellos tendrán que primero seguir destruyendo lo que Brenton Bradberry llama "El Mito de la Villanía Alemana" [8]. Lo que la cultura dominante llama "nazismo" es un monstruo imaginario para atemorizar. Necesitamos desconstruír esa fantasía, estudiando el asunto real. Eso comienza llamándolo por su propio nombre: Nacionalsocialismo.
[8] PDF en https://archive.org/details/TheMythOfGermanVillainy
Me acuerdo de la historia —no puede recordar dónde la oí— de un hombre europeo que una vez se hizo un corte de pelo en India. No complacido con el resultado, él se quejó: "¡Parezco como Hitler!". El barbero, halagado, contestó con una gran sonrisa: "¡Sí, sí, se ve muy bien!". Aprendamos de los indios. La próxima vez que alguien le diga que usted suena como Hitler, diga "¡Gracias!".
Ya más seriamente, des-demonizar a Hitler y el Nacionalsocialismo no es lo mismo que idealizarlos o promoverlos. Hay mucho que criticar en las opiniones filosóficas, antropológicas y políticas de Hitler (su anti-eslavismo, por ejemplo). Ellas tienen que ser contextualizadas, de todos modos. Ian Kershaw escribió en su introducción a su biografía de Hitler: "La respuesta al enigma de su impacto tiene que ser encontrada menos en la personalidad de Hitler que en las cambiadas circunstancias de una sociedad alemana traumatizada por una guerra perdida, la agitación revolucionaria, la inestabilidad política, la miseria económica y la crisis cultural". En verdad, la personalidad de Hitler fue formada por las circunstancias de Alemania. La Historia es la madre de la psicología. Al final de la Primera Guerra Mundial, Alemania había sido apuñalada por la espalda, engañada, humillada, desmembrada, saqueada, privada de comida, y Hitler sintió como Alemania.
Independientemente de lo que pensemos acerca de la personalidad de Hitler, no hay ninguna justificación para la prohibición de valoraciones equilibradas o incluso positivas de su pensamiento. ¿Deberían los estudios favorables al Hitlerismo ser prohibidos debido a los presuntos crímenes del Tercer Reich contra la Humanidad? Comparemos, entonces. La teoría política de Karl Marx inspiró los regímenes más sangrientos en la Tierra, responsables de la muerte de hasta cien millones de personas por medio de tortura, ejecución de masas, deportación, trabajo forzado o hambruna planificada, según los autores de El Libro Negro del Comunismo (1997) [9]. Y sin embargo, a los comunistas todavía se les permite afirmar que la teoría de Marx es verdadera, y que el Comunismo ideal no debería ser confundido con —y ni siquiera culpado por— los horrores cometidos en su nombre. Por contraste, la incruenta revolución nacionalsocialista de 1933 es universalmente condenada como una malvada conspiración contra la Humanidad, aunque realizó un milagro social y económico a partir de 1933 hasta 1939. Después de visitar Alemania en 1936, el ex Primer Ministro británico David Lloyd George escribió (Daily Express, 17 de Septiembre de 1936):
«He visto ahora al famoso Líder alemán y también algo del gran cambio que él ha efectuado. Independientemente de lo que uno pueda pensar de sus métodos —y ellos ciertamente no son los de un país parlamentario—, no puede haber duda de que él ha conseguido una maravillosa transformación en el espíritu de la gente, en su actitud hacia el otro, y en su perspectiva social y económica. Él correctamente afirmó en Núremberg que en cuatro años su movimiento había hecho una nueva Alemania. No es la Alemania de la primera década que siguió a la guerra, rota, abatida e inclinada hacia abajo con un sentido de aprehensión e impotencia. Está ahora llena de esperanza y confianza, y de un renovado sentido de determinación para conducir su propia vida sin la interferencia de ninguna influencia fuera de sus propias fronteras. Hay por primera vez desde la guerra un sentido general de seguridad. La gente es más alegre. Hay un mayor sentido de alegría general del espíritu en todas partes del país. Es una Alemania más feliz. Vi aquello en todas partes, y los ingleses con los que me reuní durante mi viaje y que conocían muy bien Alemania estaban muy impresionados por el cambio. Un hombre ha llevado a cabo este milagro. Él es un líder innato de hombres. Una personalidad magnética y dinámica con un propósito determinado, una voluntad resuelta y un corazón intrépido. (...) En cuanto a su popularidad, especialmente entre la juventud de Alemania, no puede haber ninguna clase de duda. Los viejos confían en él; los jóvenes lo idolatran. Ésa no es la admiración concedida a un líder popular. Es la adoración de un héroe nacional que ha salvado a su país del desaliento completo y la degradación» [10].
[9] Stéphane Courtois, ed., Le Livre Noir du Communisme. Crimes, Terreur, Répression, 1997. PDF en castellano en
https://archive.org/details/ElLibroNegroDelComunismoCrmenesTerrorYRepresiin
[10] Publicado en el Daily Express, September 17, 1936. En castellano en
http://editorial-streicher.blogspot.com/2014/03/david-lloyd-george-yo-converse-con.html
Los méritos de la teoría política de Hitler deberían ser juzgados por lo que ella consiguió en tiempo de paz, como se pretendió. «Si la Providencia conserva mi vida», declaró Hitler el 30 de Enero de 1942, «mi orgullo serán los grandes trabajos de la paz que todavía tengo la intención de crear». Lo que sucedió durante la guerra es una materia diferente. Así que aquí está mi modesta contribución a un estudio desapasionado de la filosofía política de Hitler. Ella arrojará luz a la profecía de Lindemann.
Alemania y la Teoría Política Orgánica
Primero, un poco de perspectiva histórica y teórica. La filosofía política de Hitler estaba arraigada en una tradición alemana que incluía a Fichte, Nietzsche, Kant, Hegel y Schopenhauer (cuya obra Hitler dijo que él la llevó consigo "durante toda la Primera Guerra Mundial") [11]. Yvonne Sherratt, en su libro Los Filósofos de Hitler (Yale, 2013), afirma que Hitler los interpretó mal a todos ellos. Y por supuesto, no podemos saber cómo aquellos grandes pensadores habrían juzgado a Hitler. Pero sabemos al menos que Martin Heidegger, el mayor filósofo de su generación, se unió al NSDAP en 1933, y hay bastantes otros ejemplos para descartar la tonta noción de que la popularidad de Hitler se debió sólo a su dominio de la propaganda, lo cual era indiscutible.
[11] Yvonne Sherratt, Hitler’s Philosophers, Yale University Press, 2013, p. 23.
Todos los "filósofos de Hitler" eran críticos hacia los judíos. Fichte, por ejemplo, escribió en 1793: «Dentro de casi cada país de Europa yace un Estado poderoso, animado por sentimientos hostiles, que está continuamente en guerra con todos los demás, y que, en algunos de ellos, oprime terriblemente a los ciudadanos; me refiero a los judíos». Fichte recomendó tratar a los judíos con la compasión debida a todos los seres humanos, pero añadió:
«Pero en cuanto a darles derechos civiles, por mi parte no veo ningún otro modo que cortar la cabeza de cada uno de ellos una buena noche y sustituírla por otra carente de cualquier idea judía. De otro modo, no sé cómo defendernos contra ellos, si no es conquistando para ellos su tierra prometida y enviándolos a todos ellos allí» [12].
[12] Este texto no ha sido traducido al inglés. La versión alemana está en http://docs.mises.de/Fichte/Fichte_Revolution.pdf Yo lo he traducido desde la versión francesa: Johann Gottlieb Fichte, Considérations Destinés à Rectifier les Jugements du Public sur la Révolution Française (1793), Paris, 1859, pp. 183-185.
https://gallica.bnf.fr/ark:/12148/bpt6k945574.texteImage
Los Discursos a la Nación Alemana (1808) de Johann Gottlieb Fichte tuvieron una importante influencia sobre el nacionalismo alemán. En su Octavo Discurso, él procura contestar la pregunta "¿Qué es un pueblo?", como un requisito previo para responder la pregunta "¿Qué es amor a la patria?". En el proceso, él define una nación como un ser colectivo cuya existencia depende de aquellos que lo aman más que a sí mismos. Su premisa es que el hombre encuentra significado en su vida al contribuír al "progreso interminable en la perfección de su raza". La sangre es lo que une a la Naturaleza y la cultura.
«¿Qué hombre de mente noble existe que no desee seriamente volver a vivir su propia vida de un modo nuevo y mejor en sus hijos y en los hijos de sus hijos, y seguir viviendo en esta tierra, ennoblecido y perfeccionado en las vidas de ellos, mucho después de que él esté muerto? (...) A fin de salvar a su nación él debe estar listo incluso a morir para que ella pueda vivir, y que él pueda vivir en ella la única vida que ha deseado alguna vez. (...) El que considera su vida invisible como eterna, pero no su vida visible como de manera similarmente eterna, puede quizás tener un cielo y allí una patria, pero aquí abajo él no tiene ninguna patria. (...) Pero aquel a quien una patria ha sido entregada, y en cuya alma el cielo y la tierra, visibles e invisibles, se encuentran y se mezclan, y así, y sólo así, crea un cielo verdadero y duradero, tal hombre lucha hasta la última gota de su sangre para transmitir intacta la preciosa posesión a su posteridad» [13].
[13] https://en.wikisource.org/wiki/Addresses_to_the_German_Nation/Eighth_Address
La teoría política de Fichte pertenece a lo que T. D. Weldon llama la "Teoría Orgánica del Estado", opuesta a la "Teoría Mecánica" (States and Morals, 1947) [14]. "En cualquier organismo", explica Weldon, "las partes están subordinadas y dominadas por el todo. Ellas por lo tanto necesariamente pierden su carácter esencial cuando son separadas de ello". Por contraste, "una máquina está compuesta de un número de piezas separadas cada una de las cuales existe antes de que sea puesta en la máquina y cada una de las cuales puede ser sacada y usada en una máquina diferente sin ninguna pérdida de realidad o, salvo por accidente, de importancia".
[14] T. D. Weldon, States and Morals: A Study in Political Conflicts, 1947, online en https://archive.org/details/in.ernet.dli.2015.12606
Con la categoría de "mecánica" se quiere significar sobre todo las teorías del "contrato social", iniciadas por Thomas Hobbes (1588-1679). Para Hobbes, los hombres son sociales sólo por necesidad; por naturaleza, "los hombres no tienen ningún placer (sino al contrario, mucho sufrimiento) en mantener compañía". Ellos hacen contratos sociales por miedo a la muerte violenta. Hobbes era un monárquico, pero con Locke y Rousseau, el modelo contractualista fue asociado con el liberalismo y la democracia. Aquello triunfó en la Revolución francesa y permanece hasta este día como la retórica política francesa dominante; ése es posiblemente el paradigma básico de los ideólogos cosmopolitas, que quieren reemplazar el patriotismo etno-nacional por una "lealtad basada en la racionalidad" a la ley constitucional (Jürgen Habermas) [15].
[15] Clare Ellis, The Blackening of Europe, vol. I. Ideologies & International Developments, 2020, p. 119.
Las teorías orgánicas definen a la nación principalmente por la ascendencia común, y consideran a la familia, más bien que al individuo, como la célula básica del organismo social. Esas teorías se desarrollaron como reacción a la democracia y al efecto disolvente de su cosmovisión individualista subyacente. «Si la democracia exige la igualdad de status político para todos los seres humanos», escribe Weldon, «entonces ninguna teoría orgánica de la sociedad puede ser puesta en armonía con aquélla, ya que la idea entera de un organismo es que los elementos en él tienen funciones diferentes que realizar y que esas funciones no son igualmente importantes para el mantenimiento del todo». En reacción a la Ilustración francesa, y luego al imperialismo francés, el nacionalismo alemán se cristalizó alrededor de una definición orgánica y racial del Volk. Antes de Fichte vino la teoría étnica de las nacionalidades de Johann G. Herder (Ideas sobre la Filosofía de la Historia de la Humanidad, 1784-1791). Herder rechazó la antropología individualista francesa, que postulaba una naturaleza humana invariable. Las naciones son seres colectivos que tienen cada una un "genio" particular (un alma inmortal), y la nacionalidad no es un atributo casual del individuo sino la parte más esencial de su ser. Hitler era el heredero de esa tradición.
La premisa antropológica de Hobbes de que "El hombre es un lobo para el hombre" hace evidente el límite inherente del modelo contractualista. Aquello es refutado por la antropología moderna, que confirma la percepción de Aristóteles de que el hombre —al igual que el lobo, en cuanto a esto— es un animal social, y muestra que todas las sociedades humanas tradicionales son mantenidas unidas de manera orgánica. Ludwig Gumplowicz formuló en 1883, en Der Rassenkampf (La Lucha de las Razas), la ley natural del "Singenismo", refiriéndose al sentido natural de parentesco entre miembros de la misma raza. En el origen de la formación del sentimiento singénico, está sobre todo la consanguinidad, aunque la educación, el lenguaje, la religión, la costumbre, la ley y el estilo de vida juegan su parte [16]. Más recientemente la investigación de Philippe Rushton ha mostrado que la empatía tiende a estar naturalmente correlacionada con la similitud genética [17]. La sociabilidad humana no es primordialmente racional. Es emocional, y está arraigada en la biología.
[16] Ludwig Gumplowicz, Der Rassenkampf, 1883, citado de la traducción francesa, La Lutte des Races. Recherches Sociologiques, 1893, pp. 242-261. https://archive.org/details/laluttedesraces00bayegoog
[17] Kevin MacDonald, Cultural Insurrections, p. 32-33.
Eso no quiere decir que no hay procesos contractuales en la formación de la polis. Las leyes, por supuesto, son en gran parte contractuales. El punto es simplemente que la cultura de la sociabilidad está arraigada en la naturaleza humana, y que la sociabilidad natural está condicionada por el parentesco o la similitud genética. Si suponemos que la mayor parte de las naciones son mantenidas unidas por un cierto equilibrio de principios orgánicos (singénicos) y contractuales, el Nacionalsocialismo es una teoría política orgánica radical. Esto es mejor ilustrado en palabras de su teórico legal Werner Best: "El principio político nacionalsocialista de la totalidad, que corresponde a nuestra visión orgánica e indivisible de la unidad del pueblo alemán, no permite la formación de ninguna voluntad política aparte de la nuestra propia" [18]. Eso funcionó para los alemanes en ese entonces: recuperó a su país, socialmente, moralmente y económicamente. Ésta es la razón de por qué los alemanes amaron a Hitler.
[18] Johann Chapoutot, La Loi du Sang. Penser et Agir en Nazi, 2014, p. 271.
Hitler sacó mucha inspiración de Benito Mussolini, que dio la expresión más clara al ideal orgánico y anti-democrático en La Doctrina del Fascismo (1932):
«El fascismo ve en el mundo no sólo aquellos aspectos superficiales y materiales en los cuales el hombre aparece como un individuo, estando por sí mismo, egocéntrico, sujeto a la ley natural, la que instintivamente lo impulsa hacia una vida de egoísta placer momentáneo; el fascismo ve no sólo al individuo sino a la nación y al país; los individuos y las generaciones unidos por una ley moral, con tradiciones comunes y una misión que (...) construye una vida superior, fundada en el deber, una vida libre de las limitaciones de tiempo y espacio, en la cual el individuo, mediante el auto-sacrificio, la renuncia al interés propio, mediante la muerte misma, puede conseguir aquella existencia puramente espiritual en la cual consiste su valor como un hombre».
Hay que enfatizar que para Mussolini, así como para Hitler, la unidad orgánica de la nación no viene naturalmente: ella es una realidad superior creada por el Estado. «Anti-individualista, la concepción Fascista de la vida acentúa la importancia del Estado y acepta al individuo sólo en cuanto sus intereses coinciden con aquellos del Estado, que representa la conciencia y la voluntad universal del hombre como una entidad histórica».
Tanto el Duce como el Führer despreciaban la democracia parlamentaria porque no es conducente a la aparición de un verdadero liderazgo, que es el encuentro fusional y energizante entre la vocación interior de un hombre para conducir, y el anhelo interno de un pueblo de ser conducido. Desde el punto de vista orgánico u holístico, los hombres tienen una necesidad natural de jerarquía y autoridad, que los lleva a subordinar colectivamente su propia voluntad a la voluntad más fuerte de un líder, por el bien del todo.
El "Estado Nacionalista Basado en la Raza" de Hitler
El objetivo de Hitler, como él explicó en Mein Kampf, era crear un "Estado nacionalista basado en la raza". Él creía que el más precioso tesoro de una nación dado por Dios es su herencia genética colectiva, y que el deber más sagrado de hombres y mujeres es protegerla y transmitirla, a fin de hacer eterna a su gente.
Tal como el Fascismo italiano, el Nacionalsocialismo es holístico, heroico y de sacrificio.
«Si nos preguntamos qué fuerzas conservan a un Estado, podemos agruparlas a todas ellas en una sola categoría: la capacidad y disposición de un individuo para sacrificarse a favor del todo. Esas virtudes no tienen nada en absoluto que ver con la economía. Podemos ver esto en el hecho simple de que el hombre nunca se sacrifica por la economía. La gente no da su vida por negocios sino por ideales» (Mein Kampf I, cap. 4, p. 129).
«Esta voluntad de sacrificio, de dedicar el trabajo personal y, si es necesario, la vida misma a otros, está muy altamente desarrollada en el ario. El mayor poder del ario no está necesariamente en sus cualidades mentales, sino en el grado de su disposición a dedicar todas sus capacidades al servicio de la comunidad. En él, el instinto de auto-conservación puede alcanzar su forma más noble porque él voluntariamente subordina su propio ego para la prosperidad de la comunidad, y está incluso dispuesto a sacrificar su propia vida a favor de ello, si es necesario. (...) Este espíritu de colocar la prosperidad de la comunidad antes que los intereses particulares del propio ego de alguien, es el primer elemento esencial para cada cultura verdaderamente humana. Sólo este espíritu ha ocasionado todas las grandes obras de la Humanidad. Ello le trae sólo una pequeña recompensa al creador, pero ricas bendiciones a futuras generaciones. Sólo esto hace posible entender cómo tantas personas pueden soportar una vida miserable pero honesta llena solamente de pobreza e insignificancia; ellas saben que están poniendo el fundamento para la existencia de la comunidad. Cada trabajador, cada campesino, cada inventor y cada funcionario que trabaja sin alcanzar alguna vez la felicidad y la prosperidad, es un pilar de este alto ideal, aunque el sentido más profundo de sus acciones esté para siempre escondido de él» (Mein Kampf I, cap. 11, pp. 263-264).
Para Hitler, no puede haber ninguna nación sana sin justicia social: ése es el sentido del "Nacional Socialismo". Apuntaba a la creación de una sociedad sin clases, no mediante la destrucción violenta de la clase burguesa, sino reduciendo el conflicto de clases por medio de la cooperación en el interés nacional más alto. «Sólo podemos prevalecer si tenemos paz social, es decir, si no todos pueden hacer lo que quieren (...) ¡cada uno está llamado a mostrar consideración mutua a los demás!» (4 de Octubre de 1936). El 1º de Mayo de 1933 Hitler anunció un período de servicio de trabajo obligatorio para cada uno, a fin de llevar al Volk alemán «a la comprensión de que el trabajo manual no desacredita, no degrada, sino más bien, como ninguna otra actividad, honra al que lo realiza de manera dedicada y honesta». Hitler se enorgullecía de haber vencido la hostilidad de clases y creado una genuina Volksgemeinschaft (comunidad del pueblo):
«Fue la conversión voluntaria y persistente del antiguo estado de clases en un nuevo organismo socialista, un Volksstaat, la que únicamente hizo posible para el Reich alemán hacerse inmune a todas las tentativas de la infección bolchevique. (...) La Historia registrará un día como uno de nuestros mayores logros el que hayamos tenido éxito en comenzar a llevar a cabo la revolución nacionalsocialista en este gran Estado, sin destruír la riqueza nacional y sin restringir los poderes creativos de las viejas clases, y, haciendo eso, obtuvimos una igualdad completa de derechos para todos» (30 de Enero de 1944).
El Estado Nacionalsocialista afirmó traer una revolución en la Ley, restaurando la primacía de la ley natural. En su orgullo desmedido, la tradición judicial liberal ha "negado que el mundo natural fuera el fundamento de los valores", explica el abogado Hans-Helmut Dietze en Naturrecht in der Gegenwart (Ley Natural en el Presente, 1936). En reacción, "la nueva ley natural quiere traducir en términos legales el orden que existe en la Naturaleza". Las leyes raciales de 1935 son "una lealtad a las leyes de la Naturaleza" [19], porque la preferencia por los propios parientes de alguien por sobre los extranjeros es un derecho natural de todos los hombres, y la preservación de la homogeneidad genética es un deber público.
[19] Chapoutot, op. cit., pp. 201-202.
Otro abogado nacionalsocialista, Werner Best, opone dos "concepciones de la vida": La concepción "individualista-humanista" (o individualista-universalista) postula que "el individuo singular es el valor más alto", y que "los individuos son de igual valor". Para ella, ningún fenómeno humano es superior al individuo, aparte de "la suma aritmética de todos los individuos, que llamamos la Humanidad". En esa visión, el fin del Estado es proteger a los individuos. En contraste, en la "concepción racial", el Volk es visto como "una entidad que trasciende a los individuos y pasa a través del tiempo, una entidad definida por una unidad de sangre y espíritu". El pueblo es el valor supremo. "Todos los valores vitales inferiores, incluyendo a los individuos, deben ser subordinados a la preservación de este valor vital supremo. Si es necesario, ellos deben ser sacrificados por el bien de ello" [20].
[20] Ibid. pp. 263-264.
El énfasis en la ley natural como el fundamento de los valores morales significa que no hay ningún lugar para cosas tales como el feminismo o el homosexualismo, para no mencionar tendencias todavía inimaginables en los días de Hitler: «La mujer alemana nunca necesitará emanciparse en una época que apoya la vida alemana. Ella poseía lo que la Naturaleza le dio automáticamente como un bien para mantener y preservar, tal como el hombre, en tal época, nunca tuvo que temer que él fuera expulsado de su posición con respecto a la mujer» (Hitler, 7 de Septiembre de 1934).
Hitler y los Judíos
Hitler creía que los alemanes eran los portadores del espíritu creativo ario más puro, y que eran los líderes naturales en la jerarquía de las naciones europeas continentales. Él reconoció, sin embargo, que Inglaterra era el amo legítimo de los mares, y previó una sociedad con ella para el gobierno pacífico de Europa.
La concepción de Hitler de la superioridad de la raza aria no era muy diferente del Anglo-Sajonismo que había florecido en la Inglaterra victoriana [21]. Era aún más sobria que la propaganda del "Destino Estadounidense" que prosperó durante la guerra con Méjico, sosteniendo que "los anglosajones eran una raza superior destinada a gobernar sobre otras razas o a asegurar su extinción" [22]. Y el libro de Madison Grant La Desaparición de la Gran Raza [23], extremadamente racista, fue publicado menos de diez años antes que Mein Kampf.
[21] https://en.wikipedia.org/wiki/19th-century_Anglo-Saxonism
[22] Reginald Horsman, Race and Manifest Destiny: The Origins of American Racial Anglo-Saxonism, Cambridge University Press, 1981.
[23] PDF en inglés en https://archive.org/details/in.ernet.dli.2015.527634
Comparadas con las de Grant, las opiniones eugenésicas de Hitler eran también bastante moderadas. Dado que la eugenesia es un elemento clave de la leyenda negra del Nacionalsocialismo, hay que recordar que la "eugenesia" fue inventada por el británico Francis Galton, primo de Charles Darwin, para corregir el efecto perverso de la civilización que "disminuye el rigor de la aplicación de la ley de la selección natural y conserva vidas débiles que habrían perecido en tierras bárbaras" (Galton, Genio Hereditario, 1869). Leonard, el hijo de Charles Darwin, fue el primer presidente de la Sociedad Británica de Eugenesia fundada en 1911. Winston Churchill resultó ser un fuerte defensor de la eugenesia, y actuó como el vicepresidente honorario del Primer Congreso Internacional de Eugenesia en 1912. "El mejoramiento de la raza británica es mi objetivo en la vida", escribió él a su primo Ivor Guest el 19 de Enero de 1899. En Diciembre de 1910, como ministro del Interior, Churchill escribió una carta a Herbert Henry Asquith, declarando que "El crecimiento antinatural y cada vez más rápido de las clases de débiles mentales y locos, junto con una sistemática restricción de todos los linajes prósperos, enérgicos y superiores, constituye un peligro nacional y racial que es imposible exagerar" [24].
[24] https://winstonchurchill.org/publications/finest-hour-extras/churchill-and-eugenics-1/
De este modo, si el supremacismo alemán y las opiniones eugenésicas de Hitler estaban lejos de ser radicales de acuerdo a los estándares británicos o estadounidenses, ¿qué hizo de Hitler alguien tan inaceptable para las élites británica y norteamericana? La respuesta es simple: fue su fuerte hostilidad hacia los judíos. Hitler venía de una tradición alemana judeofóbica, y sintió fuertemente la fuerza corrosiva de los judíos. Él veía a los judíos no sólo como responsables de los levantamientos bolcheviques que casi habían vencido a Alemania, sino también como la fuente de la corrupción moral de la República de Weimar. Si el pueblo alemán iba a formar un organismo sano otra vez, los judíos tenían que ser denunciados y neutralizados como una nación ajena y parásita.
«La vida del judío como un parásito dentro del cuerpo de otras naciones y Estados es el origen de una inusual característica que hizo que Schopenhauer describiera al judío como el "gran maestro de las mentiras". Esa clase de existencia lleva al judío a mentir y mentir con regularidad y metódicamente de un modo ordenado y serio que les viene tan naturalmente como la ropa cálida a aquellos que viven en climas fríos. Su vida dentro de una nación sólo puede proseguir si él convence a la gente de que los judíos no son un pueblo separado sino simplemente una "comunidad religiosa", aunque una extraña. Pero ésta en sí misma es la primera gran mentira» (Mein Kampf I, cap. 11, p. 270).
Cuando él escribió que «La religión de la ley mosaica es solamente una doctrina para la preservación de la raza judía» (Mein Kampf I, cap. 4, p. 128), Hitler estaba repitiendo lo que muchos judíos, y sobre todo los sionistas, decían. Lucien Wolf, periodista, historiador y editor de Jewish World, había escrito en 1884 que "en el judaísmo la religión y la raza son términos casi intercambiables" [25]. Y en un Ensayo acerca del Alma Judía, escrito cuatro años después de Mein Kampf, Isaac Kadmi-Cohen describió al judaísmo como "la espiritualización que deifica a la raza, el jus sanguinis"; "Así la divinidad en el judaísmo está contenida en la exaltación de la entidad representada por la raza" [26]. No es de extrañar que algunos judíos como Harry Waton consideraran, erróneamente, que "el Nacionalsocialismo es una imitación del judaísmo" [27].
[25] Lucien Wolf, "What Is Judaism? A Question of Today", en The Fortnightly Review XXXVI, (1884), pp. 237-256. Online en http://www.manchesterjewishstudies.org/wolf/
[26] Isaac Kadmi-Cohen, Nomades: Essai sur l'Âme Juive, 1929, pp. 115, 98, 143, 27–28. https://archive.org/details/NomadesByKadmiCohen1.1/page/n5/mode/2up
[27] Harry Waton, A Program for the Jews and an Answer to All Anti-Semites: A Program for Humanity, 1939, p. 54. https://archive.org/details/AProgramForTheJewsAndAnAnswerToAllAntiSemites
En contraste con la judeofobia de Hitler, el orgullo racial anglosajón de las élites británicas se había combinado con una fuerte judeofilia desde el tiempo de Oliver Cromwell. Aquello fue más manifiesto en lo que es conocido como Anglo-Israelismo, la teoría de que los ingleses son los descendientes directos de israelitas (las tribus perdidas de Israel). Que esta extraña teoría hubiera permanecido influyente a lo largo de toda la Era victoriana [28], es testimonio del ascendiente cultural de los judíos sobre la aristocracia británica. Había realmente alguna verdad en esta última en el sentido de su judeidad, ya que durante los siglos XVI y XVII muchos matrimonios habían unido a ricas familias judías con la empobrecida vieja aristocracia terrateniente, al grado que, según Hilaire Belloc, "con la apertura del siglo XX aquellas de las grandes familias inglesas territoriales en las cuales no había sangre judía eran la excepción" [29].
[28] Con publicaciones tales como Lectures on Ancient Israel and the Israelitish Origin of the Modern Nations of Europe (1840) de John Wilson, o The English Nation Identified with the Lost Israel (1870) de Edward Hine, mencionadas en André Pichot, Aux Origines des Théories Raciales, de la Bible à Darwin, 2008, pp. 124-143, 319.
[29] Hilaire Belloc, The Jews, 1922, p. 223. https://archive.org/details/jewsbello00belluoft
Churchill tenía a los judíos en la más alta estima, y sus pensamientos personales, dijo él una vez, eran "en un 99% idénticos" a los del intrigador sionista Chaim Weizmann [30]. Él escribió en 1920 un artículo para el Illustrated Sunday Herald titulado "Sionismo versus Bolchevismo: Una Lucha por el Alma del Pueblo Judío" que comenzaba con estas palabras:
«A algunas personas les gustan los judíos y a otras no; pero ningún hombre juicioso puede dudar del hecho de que ellos son sin duda alguna la más formidable y más notable raza que haya aparecido alguna vez en el mundo. Disraeli, el Primer Ministro judío de Inglaterra, y líder del Partido Conservador, que fue siempre fiel a esa raza y orgulloso de su origen, dijo en una famosa ocasión: "El Señor trata con las naciones como las naciones tratan con los judíos"» [31].
[30] Martin Gilbert, Churchill and the Jews: A Lifelong Friendship, 2007.
[31] Artículo de Churchill entero en castellano en http://editorial-streicher.blogspot.com/2011/08/blog-post_07.html
Esto es altamente revelador de los motivos últimos de Churchill y, en realidad, de su personalidad. Sustituya "las naciones" por "los individuos" en la última oración y usted tiene la explicación de las políticas pro-judías de Churchill. Su odio a Hitler estaba fuertemente motivado por la hostilidad de Hitler hacia los judíos.
El propio Hitler se refirió más de una vez a Benjamin Disraeli, diciendo por ejemplo el 26 de Abril de 1942: "El judío británico Lord Disraeli una vez dijo que la cuestión racial es la clave para la historia mundial. Nosotros los nacionalsocialistas hemos sido criados en esa creencia" [32]. Hannah Arendt escribió que Disraeli era un "fanático racial" que había "desarrollado un plan para un Imperio judío en el cual los judíos gobernarían como una clase estrictamente separada" [33]. Disraeli expresó sus pensamientos más profundos por medio de Sidonia, un personaje que aparece en tres de sus novelas, el cual era realmente una mezcla de Disraeli y su amigo íntimo Lionel de Rothschild, según Robert Blake [34]. "Todo es raza. No hay ninguna otra verdad", afirma Sidonia en Tancred. Y en Coningsby:
«El hecho es que usted no puede destruír a una raza pura del grupo caucásico. Eso es un hecho fisiológico, una ley simple de la Naturaleza, que ha desconcertado a reyes egipcios y asirios, Emperadores romanos e Inquisidores cristianos. Ninguna ley penal, ninguna tortura física, pueden conseguir que una raza superior sea absorbida en una inferior, o ser destruída por ello. Las mezcladas razas persecutoras desaparecen; la raza pura perseguida permanece» (lib. IV, cap. 15).
[32] Hitler había hecho el mismo comentario el 8 de Noviembre de 1941.
[33] Hannah Arendt, The Origins of Totalitarianism, vol. 1: Antisemitism, 1958, pp. 309–310.
[34] Robert Blake, Disraeli, 1966, p. 202.
Por "una raza pura del grupo caucásico", Disraeli / Sidonia quiere decir aquí los judíos, y la idea implícita es que los judíos prevalecerán finalmente, a condición de que ellos permanezcan como una raza pura y sus enemigos no. Las opiniones de Hitler realmente parecen reflejar a Disraeli, cuando él escribe que el judío
«quiere destruír a la odiada raza blanca por medio de la bastardización. Él sigue haciendo entrar a negros como una inundación y forzando la mezcla de razas. Esa corrupción acaba con la cultura Blanca y la distinción política, y levanta al judío hasta ser sus amos. Un pueblo racialmente puro, que está consciente de su sangre, nunca puede ser derrotado por el judío. En este mundo, el judío sólo puede ser el amo de bastardos. Es por eso que él continuamente trata de rebajar la calidad racial envenenando la sangre de los individuos entre los pueblos que ha puesto en la mira» (Mein Kampf I, cap. 11, p. 290).
Hitler sólo sentía desprecio por el "crisol" estadounidense, que él veía como una idea judía para los Goyim (la expresión "melting pot", un ambiente de fusión, un crisol, fue acuñada por Israel Zangwill, que resultó ser una figura principal del sionismo). «Es increíble», declaró Hitler el 18 de Enero de 1927, «que el judío que ha estado en medio nuestro durante miles de años y aún ha permanecido como un judío, haya logrado persuadir a millones de nosotros de que la raza es completamente carente de importancia, y sin embargo para él la raza es de suma importancia». Benzion Netanyahu (el padre de Benjamin) pudo escribir que el casamiento con un no-judío es "incluso desde un punto de vista biológico, un acto de suicidio" [35], pero a usted lo llamarán un "nazi" si usted, un no-judío, sostiene tal pensamiento.
[35] Benzion Netanyahu, The Founding Fathers of Zionism, 1938.
De la siguiente declaración del activista Earl Raab de la judía Liga Anti-Difamación en el Jewish Bulletin en 1993 (citada por Kevin MacDonald en La Cultura de la Crítica, 1998), podemos entender mejor por qué, todavía hoy, la posibilidad misma de una raza aria pura tiene que ser permanentemente destruída:
«La Oficina del Censo acaba de reportar que aproximadamente la mitad de la población estadounidense será pronto no-Blanca o no-europea. Y ellos serán todos ciudadanos estadounidenses. Hemos pasado más allá del punto donde un partido "nazi" y ario sería capaz de prevalecer en este país. Nosotros [los judíos] hemos estado alimentando el clima estadounidense de oposición a la intolerancia durante aproximadamente medio siglo. Aquel clima no ha sido todavía perfeccionado, pero la naturaleza heterogénea de nuestra población tiende a hacerlo irreversible, y hace nuestras coerciones constitucionales contra la intolerancia más prácticas que nunca».
La misma agenda ha prevalecido en Europa. Clare Ellis muestra en El Ennegrecimiento de Europa (The Blackening of Europe; lea la revisión de Andrew Joyce aquí [36]) que la Unión Europea se ha convertido en "un proyecto cosmopolita políticamente diseñado" por medio del cual
«los europeos autóctonos y sus instituciones e identidades políticas y culturales están experimentando procesos de borradura —estigmatización, marginalización, privación y reemplazo— mediante un obligado inmigracionismo, multiculturalismo, y otros métodos de diversificación forzada, mientras la resistencia a su marginalización política y cultural y desposeimiento demográfico es criminalizada» [37].
[36] https://www.theoccidentalobserver.net/2020/08/25/review-the-blackening-of-europe-by-clare-ellis/
[37] Clare Ellis, The Blackening of Europe, vol. I. Ideologies & International Developments, 2020, p. 6.
Conclusión: ¿Existe Esperanza?
Hitler escribió en Mein Kampf, volumen 2: «Si se permite que los actuales acontecimientos se desarrollen libres de impedimento, el resultado final será la realización de la profecía pan-judía, y el judío devoraría los pueblos de la Tierra y se convertiría en su amo» (II, cap. 5, p. 413). Hermann Goering compartía la visión de Hitler: «Esta guerra no es una Segunda Guerra Mundial. Ésta es una gran guerra racial. En el análisis final, es sobre si el alemán y el ario prevalecen aquí, o si el judío gobierna el mundo, y es por eso por lo que luchamos ahí» [38]. Los alemanes perdieron la guerra, y aquí está el resultado hoy, como lo ha descrito Benton Bradberry en el párrafo final de su libro El Mito de la Villanía Alemana:
«A comienzos del siglo XX, la raza blanca dominaba el mundo. La Primera Guerra Mundial dio a la civilización occidental un golpe mortal, aunque Europa pudiera haberse repuesto de eso. Pero hoy, aproximadamente seis décadas y media después de la devastadora Segunda Guerra Mundial, una guerra que podría haber sido fácilmente evitada, la raza europea blanca enfrenta el peligro de su eventual extinción. Su índice de natalidad ahora se cierne por debajo del nivel de mantenimiento demográfico, mientras las hordas de hombres de color, inmigrantes no-cristianos, pululan desde todos lados —tanto en Europa como en Estados Unidos— contaminando, diluyendo, dividiendo en facciones y balcanizando nuestras poblaciones alguna vez homogéneas, hasta el punto que el proceso parece ahora irreversible. Si "Demografía es destino", entonces el destino de Occidente está en una decadencia inexorable, mientras la fortuna de la Judería Internacional está en ascendencia» [39].
[38] Citado en Michael Burleigh, The Third Reich: A New History, 2000, p. 591.
[39] Benton L. Bradberry, The Myth of German Villainy, 2012, p. 288 de la edición electrónica.
NOTA: Del libro El Mito de la Maldad Alemana de Benton Bradberry pueden verse en castellano el prefacio y cuatro capítulos en
https://editorial-streicher.blogspot.com/2015/12/sobre-la-mentira-de-la-maldad-alemana.html
https://editorial-streicher.blogspot.com/2017/05/el-objetivo-aliado-la-destruccion-de.html
https://editorial-streicher.blogspot.com/2017/05/alemania-y-occidente-victimas-de-la-2agm.html
Richard von Coudenhove-Kalergi, el fundador de la Unión Pan-Europea en 1946 (apoyado por Churchill y financiado por los banqueros Warburg), había profetizado en 1925 tanto la desaparición de la raza blanca en una mezclada "raza euroasiática y negroide del futuro", como la supremacía de los judíos, la única raza pura restante: "En vez de destruír a la judería europea, Europa, contra su propia voluntad, refinó y educó a ese pueblo como una futura nación líder por medio de este proceso de selección artificial. (...) Por lo tanto una graciosa Providencia proveyó a Europa de una nueva raza de nobleza por la Gracia del Espíritu" [40]. ¿Deberíamos aceptar lo inevitable (sea por la Providencia o por ley darwiniana), permitir a los judíos gobernar el mundo, y olvidarlo? A veces contemplo esa idea. Pero siempre vuelvo al mismo punto: el poder judío es el gobierno de la Mentira (lea mi artículo El Truco del Diablo. Desenmascarando al Dios de Israel [41]).
[40] Conde Richard Nikolaus Eijiro von Coudenhove-Kalergi, Praktischer Idealismus: Adel – Technik – Pazifismus, 1925, pp. 22-23 and 27-28. https://archive.org/details/RichardCoudenhoveKalergiPraktischerIdealismus/page/n9/mode/2up Esta cita apareció en la página de Wikipedia de Coudenhove-Kalergi, pero fue borrada poco después. Para una detallada presentación del “Plan Kalergi” y su influencia, lea de Clare Ellis, The Blackening of Europe, vol. I. Ideologies & International Developments, 2020, pp. 10-29.
[41] http://editorial-streicher.blogspot.com/2020/06/laurent-guyenot-desenmascarando-al-dios.html
"La Verdad es Dios". No he leído mucho de las palabras de Gandhi, pero este aforismo me golpea como la más profunda y más práctica sabiduría. No "Dios es la Verdad", sino "La Verdad es Dios", lo que significa que los buscadores de la verdad son amantes de Dios, no importa lo que ellos piensen sobre el concepto de "Dios". La palabra egipcia para la Verdad es Ma’at, que también se traduce como Justicia o Sabiduría, la Sofía de los griegos. Los antiguos egipcios esperaban que su alma fuera pesada contra la pluma de Ma'at después de que murieran. Espero que eso todavía funcione de esa manera, porque tengo la intención de seguir el consejo de Gerard Menuhin: "Diga la Verdad y Avergüence al Diablo" [42].
[42] Gerard Menuhin, Tell the Truth and Shame the Devil, 2015. PDF en https://archive.org/details/MenuhinGerardTellTheTruthAndShameTheDevilHolohoax/page/n7/mode/2up
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