#escritoras argentinas
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soyalelibre · 2 years ago
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Día 8:
Esas... ¡no volverán!
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creatives-argentines · 2 years ago
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PLANTILLA PARA ESCRITORES
Buenas!!! les dejo el link para los 2 tipos de plantilla para escritores en .png, .pdf editable y .ai como siempre. El resto es lo mismo!
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LES ESPERO EN DISCORD!!!!
ALSO PLEASE KEEP SHARING!!!!
PLANTILLA PARA MASTERPOST ARGENTO
Buenass!! Acá les dejo la plantilla en .png, .pdf editable y .ai. Le pueden cambiar fondo, fuente, tamaño de letra, etc. mientras se entienda. Las piezas serían al estilo de lo que ya ofrecen para comisiones. Esto aplica para artistas, diseñadores, y músiques si es que tienen arte de álbum (y me mandan links o los archivos de sonido para c/u). Para escritores voy a hacer una plantilla distinta, y para animadores les voy a pedir que me manden un reel de 1 a 5 minutos y lo editaría en una compilación con el resto :0
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Para la parte que va escrita en el masterpost (texto distinto a la de la plantilla): me mandan su nombre o alias, su url donde postean sus cosas, sus pronombres y una bio tipo "x es une artista que trabajó aca, o que se especializa en tal cosa, y en su mayoria dibuja cosas con temas como ____", por ejemplo si haces arte sobre tu experiencia en tal cosa, o si preferís dibujar mechas o algo por el estilo. Si les sirve, piénsenlo como la presentación en el CV.
También mándenme cómo contactarles y/o links importantes como ko-fi, deviantart, etc.
Y SI NO TIENEN NADA ARMADO EN CUANTO COMISIONES TODAVÍA NO SE PREOCUPEN!!! HÁBLENME IGUAL!!!!
SI QUIEREN METANSE AL DISCORD
Espero sus mensajes!!! y por favor reblogueen!!!!!
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sublecturas · 3 months ago
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"Las malas", de Camila Sosa Villada en la #LíneaB
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24 de junio, 1959
    El sábado pasado me acosté con un chico. Lo curioso es que no vi su rostro. Cuando llegué a lo de Roberto, había penumbra (una atmósfera mágica hecha de sombras chinescas). El chico parecía lindo. Después bebí gin, escuché música, me puse más triste que nunca y supe que no podía esperar nada. De pronto el chico me arrastró y me desnudó y me vi en la cama, fornicando. Mientras tanto, Roberto y Cristina habían entrado. También ellos fornicaban. Cuando todo terminó, me acerqué a Cristina y después de un espacio de tiempo —¿qué resoluciones?, ¿qué deseos?— que será siempre misterioso para mí, me vi en un abrazo de Cristina, besándonos las dos, haciéndola gozar y gemir (yo no sentía placer, no sentía nada). Como un relámpago pasó la imagen de Roberto corriendo junto al chico, y los dos abrazados. Después, en la noche, tuve más sed que nunca y tomé enormes cantidades de agua y sentí miedo de morir de un ataque de sed. 
     Pienso que si pasara el chico a mi lado, en cualquier sitio, no lo reconocería. (Confieso que este detalle me seduce.) Yo debiera pintar. La literatura es tiempo. 
     La pintura es espacio. Y yo odio el tiempo y querría abolirlo. Pero ni la pintura. Hablo de poder expresarme en un arte que fuera como un aullido en lo oscuro, terriblemente breve e intenso como la muerte.
Alejandra Pizarnik (1936-1972) - Diarios
Las Flores Rotas Blog de Poesía
https://www.instagram.com/lasfloresrotas/
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i-indigo · 1 year ago
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Juré sentirte en mis huesos, Si me decías una palabra de amor. Te volviste tan sensorial Que creo quedó un hueso tuyo perdido entre los míos.
Fuiste Mis Sentidos, Ahora Todo Carece de Ello
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leonisas-stuff · 12 days ago
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Terror gótico argentino a lo Mariana Enriquez? ¡Sí señor, eso es "La séptima hija"!
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La séptima hija es mi cuento ya disponible en Wattpad con el mismo nombre, la historia ya está escrita y finalizada pero estaré subiendo los capítulos semanalmente, estas son las vibras:
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Y esta es la sinopsis:
"Argentina, 1850. La familia de los Arismendi se lleva un susto al esperar el nacimiento de su séptimo hijo, o sea, un futuro lobisón. Pero vuelven a respirar al ver que nace una niña. Lo que no saben es que esa niña no es como cualquier otra, y que tiene varios secretos esperando salir..."
DISPONIBLE EN WATTPAD
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leyendoenvezdelaburar · 1 year ago
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No me juzgues por ser lectora en Argentina.
Nací leyendo para evadir la realidad, moriré seguramente de hambre.
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luchii0210 · 4 months ago
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"Canción del Jardinero" de Maria Elena Walsh <3
Instagram @rincon.de.libross
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pcturesofus · 4 months ago
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Lo que la palabra esconde (2020)
—¿Qué es eso que, al regalar, uno conserva y, al sacar, no puede quedarse?
El muchacho de hombros estrechos apenas se esforzó por elevar su mirada en la dirección del rugido y de la criatura de la que había nacido. Sentada en frente de él, a alguna relativa distancia, una Esfinge de piel dorada lo miraba con ojos neblinosos.
Con un tono arrastrado, que a todas luces podría interpretarse como calmo, el muchacho contestó un breve:
—Veamos.
No era la primera, ni la primera de muchas, con la que había sido confrontado. Para ese entonces, enumerarlas era una labor sin importancia, si incluso posible. Las preguntas habían comenzado a enredarse y devorarse entre ellas mucho antes, y, para cuando quiso darse cuenta, nada podía hacer para revertir los hechos y recuperar lo perdido.
El muchacho no recordaba un antes a esas cuatro paredes que, si bien aún sugerían cierta profundidad en su limitada escala de grises, parecían ceñirse un poco más con cada parpadeo y con cada respiración superficial. Tampoco sabía si ese antes había existido (¿habría podido existir?). A esa altura, desconocía si habitaba la carcasa de un héroe épico cuya buena racha terminó cuando sucumbió ante una prueba sin escapatoria, o si había surgido de la ceniza apilada en las esquinas de la habitación; un fantasma eternamente anclado a los cimientos que le dieron origen. Eventualmente, perdió también la capacidad de pensar a futuro, y de habitantes en su conciencia solo quedaron el próximo segundo, el próximo minuto y la próxima media hora, como mucho.
Lo que sí recordaba eran preguntas, como la primera que la Esfinge había repetido:
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—¿Cuál es la mayor violencia?
En ese entonces poco le importaba dar una media respuesta por cortesía, prestar algunas palabras a modo de interludio. Se inclinaba más por la hosquedad y el desafío, por la pseudorebelión que, lejos de su libertad, tenía como objetivo el más mínimo reconocimiento por parte de ese Otro opresor e inaccesible, inhumano e inhumanizante, que, además, se daba el afán de ponerlo a prueba.
—Lo que hace Usted conmigo —espetó sin titubear.
La Esfinge no se inmutó. El entonces joven de hombros relativamente acordes escudriñó las facciones casi confundibles con humanas como si durante esos años (¿años?) hubiese recolectado algo de conocimiento y adquirido así mayor destreza para leerlas. Con suerte, el momento en que le otorgaba su respuesta coincidía con un pesado parpadeo, una exhalación de las hondas fosas o un ladeo de la enorme cabeza en los que pudiese verter significado. Pero nada encontró.
Y, entonces,
—¿Cuál es la mayor violencia?
La voz retumbó en las paredes y el suelo vibró con cada sílaba. La estupefacción hizo que el joven perdiera el equilibrio y, poco después, se halló más cerca del suelo, sus palmas apenas rescatándolo de un destino más desafortunado en el que su nuca protagonizaba el impacto.
—No comprendo, —carraspeó, buscando camuflar su asombro.
—¿Cuál es la mayor violencia? —concedió la Esfinge, y el muchacho podría jurar que percibió un deje de impaciencia en su voz, siempre tan monótona como la habitación que la amplificaba.
Contrario a sus mejores instintos, que desaconsejaban seguir presionando en esa dirección, aventuró:
—Creí que aceptaría la respuesta que le otorgue, sin importar cuál fuera, o si Usted la considerase correcta.
La habitación se sumió en un silencio amenazante; un silencio que se sintió eterno y bien pudo haberlo sido. Qué era una vida así sino un eterno momento presente, si no había nada a lo que dirigirse ni nada a lo que regresar.
El joven de hombros acordes se abandonó a ese silencio. Primero, por terquedad (o, como prefería llamarlo, por principios). Luego, por inercia. Después, por una creencia, animalesca en su irracionalidad, de que, en esa nada punzante, podría encontrar algo otro que más de la misma nada.
Al acallar sus pensamientos, lo que al principio vio como un vacío desolador fue desplazándose para dar lugar a algo más. Un pulso lejano, apenas distinguible, que aparecía y se desvanecía de la conciencia aleatoriamente. El pulso fue creciendo hasta volverse ensordecedor. Sudor frío, presión en el vientre, en la garganta, en la sien. Tres punzadas en horizontal a través del pecho, tres punzadas en vertical a lo largo de la columna. Imágenes, sensaciones y sonidos que le comunicaban una misma idea.
Violencia era intentar transmitirla.
Abrió los ojos con esfuerzo, si bien no registraba haberlos cerrado, y dejó caer su mandíbula para enunciar cuidadosamente lo que había rescatado del caos previo. La adrenalina, sin embargo, lo llevó a escucharse a sí mismo mientras escupía:
—El Nombre.
La Esfinge lo observó con más atención. El joven no sabía si era una mirada curiosa mezclada con fascinación por el modo en que los mecanismos de su mente habían de obrar, o meditabunda, como cuestionando qué sucesión de catástrofes debía darse para obtener un resultado tan penoso como el que enmarcaba la escuálida anatomía frente a ella.
—La mayor violencia es el Nombre —reafirmó.
La Esfinge asintió, y el Nombre pasó a no ser. Era costumbre que la bestia se ocupara de inmaterializar los objetos de cada respuesta como si se tratara de cucarachas en plena fumigación. El joven quiso preguntar si acaso se veía a sí misma como una benefactora cuando lo hacía, pero las palabras ya no le resultaban lo suficientemente precisas.
La próxima en romper el silencio fue la criatura.
—Tengo una pregunta para que respondas.
Así, como era costumbre también, la Esfinge volvía el contador a cero e inauguraba otro ciclo. Allí residía su trampa: sin últimas ni primeras, solo había preguntas encadenándose hacia el infinito. Sin posible solución que la saciara, no había nada que pudiera hacer, salvo resistirse cual insecto en la tela de un depredador descomunalmente más poderoso, o abandonarse a los brazos de su destino con la cabeza gacha. El joven estaba más allá de protestar lo injusto de ese sistema o de demandar una recompensa, razón o sentido para todo ello. Sabía qué lo esperaba si acudía a esas tácticas ingenuas: los mismos ojos arenosos del tamaño de manzanas y un duelo de miradas que se extendía hasta que el silencio penetraba tan profundo en su piel que se le hacía insoportable. Quizás no se trataba de una trampa con fin de estancarlo y obstaculizar una vieja empresa cuya premisa hace mucho ignoraba. Quizás no habían existido preguntas anteriores, y su pobre psique se empeñaba por fabricar algún tipo de linealidad para salvarlo de la pura e irremediable locura. Quizás, de hecho, el único momento real era el presente, y la única pregunta verdadera, la que rondaba por su mente en ese instante.
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El muchacho de hombros estrechos posó sus manos en el hueco que había sabido ocupar su estómago antes de que el Hambre se encontrase en el desafortunado lugar de objeto de una de las tantas incógnitas. No recordaba cuándo había sido la última vez que había necesitado comer o dormir, o cómo era necesitar algo otro que hallar una bendita respuesta a su respectiva interrogante.
Retomó la pregunta que había sido arrojada a sus pies, selló sus párpados y se sumergió en esa pileta de silencio que, pasado un tiempo conteniendo la respiración, le permitía acceder a la parte suya donde podía ir a pescar. Con la pregunta bajo el brazo nadó hasta ese lugar, y esperó, con la paciencia de quien había aprendido, para bien o para mal, a soltar cualquier pretensión que se alejara de la propuesta (en ese momento) (por la criatura).
Una vez que regresó a la superficie, enunció un simple:
—Una sonrisa.
La Esfinge permaneció inmóvil.
—Al regalar una sonrisa, uno la conserva, y, al sacarla, no puede quedársela.
La Esfinge se tomó su tiempo, pero eventualmente asintió, y las sonrisas pasaron a no ser. El muchacho se limitó a confiar en que no podría elevar sus comisuras de intentarlo. Y no volvió a pensar en ello.
El silencio volvió a reinar y así fue por lo que se sintió otra eternidad.
El ciclo bien pudo haberse reiniciado después. Poco a poco, cosas que supuso había conocido pudieron bañarse en ese lago de inexistencia. En algún momento, la Esfinge pasó a no ser y, en algún momento, el muchacho.
En algún momento, las paredes grises no encerraron más que espacio, y lo único que las atravesó fue el Tiempo.
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imjazimin · 8 months ago
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Entrada de diario — 05/04/2020
Domingos y tardes como hoy, busco en tus ojos un destello de compasión pero no encuentro más que una pared, un muro violáceo, oscuro.
Esta vida me aleja cada vez más, la vida… no sé si soy capaz de resistir. Tus cuencas están llenas de hilos de sangre, crean chispas de peligro a los lados de tu cabeza y mis palabras mal educadas se desbordan como si fuesen un volcán erupcionando remordimientos por la boca y una furia que no sentí jamás.
Me avergüenzo como esa vez, mi corazón era un pañuelo empapado volando detrás de tu cuerpo, rogando que me exprimas con tus manos. Ahora los prejuicios, la ira y el rencor de mi voz me hacen ver como un animal a punto de atacar, como si nunca hubiésemos sido parte de uno mismo, como si nuestra sangre no fuese la misma.
Dolerán estos años en el futuro, solo a mí. Me llevo este cuerpo de harapos destellando en los puntos rojos donde clavas tus uñas, huecos donde las hormigas se refugian para hacer su reino y hacerme explotar por dentro. Ya no soy una persona, soy tu enemiga.
Soy desagradable, se me llena la piel de agua salada. Deseé momentos efímeros dentro de un mismo corazón; yo soy el agua en calma y vos la arena que me complementa. Pero tapas mis arterias con tu sangre espesa.
Estos son pecados que mi abuela siempre me reprocha, soy una evangelia ávida y desobediente que nunca va a entender tu desdén al paraíso. Tu desdén por tomarme de la mano y morirte conmigo para que podamos nacer en un nuevo mundo… es un sueño abandonado en estas páginas. Si alguna vez, fuimos parte de un mismo mundo, deseo, Dios, poder recordarlo cuando despierte, que se borre este llanto de mis pupilas, dejame ciega de este dolor, ya no quiero ver el poco calor de su corazón arropando a alguien más.
@imjazimin
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deriiintheworld · 1 year ago
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Caos - Magalí Tajes
Capítulo "Cosas"
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soyalelibre · 2 years ago
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Día 7:
Hoy descubrimos un nuevo lugar: un sendero dentro de los perímetros de la ciudad que no sabría explicar el porqué de su desconocimiento.
Empezamos a caminar alrededor de las 16:30 hs, el día estaba espléndido por lo que había bastante gente. Nos adentramos con respeto, como quien se presenta por primera vez ante lo desconocido, lo sagrado. El camino, estrecho por momentos, se abría entre la frondosa vegetación que serpenteaba el arroyo. Mientras que el sol tibio de primavera, penetraba por cada intersticio que dejaban ver los árboles, los que de vez en cuando se abrazaban por las copas formando oscuros y mágicos túneles.
El silencio habitaba en cada centímetro de ese lugar: las flores crecían lentamente, al igual que los brotes en los tallos; hasta el agua que bajaba con suavidad por entre las piedras y el canto perdido de alguna que otra ave, llevaban un silencio intrínseco. El silencio nos habitaba a nosotros también.
Caminamos poco más, expectantes, presentes. Al cabo de unos metros, tras dejar atrás el monte, nos topamos con un puente desde el cual se accedía a la segunda parte del recorrido. Aún atravesados por la curiosidad, que nos animaba a continuar, decimos dejarlo para una próxima vez, porque sí, habría una próxima vez. Nos quedamos un rato y luego regresamos.
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siendofilo · 10 months ago
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Carta informal
Hurlingham, conur, 17 de octubre del 2024.
Hola, quién:
Preparate que lo que sigue no tiene sentido sino que siente lo que sigue y no prepara nada.
Me incendia el agua y dentro mío el fuego suda. Me pica el dulzor de tu boca salada y mis oídos no ven dónde se saborea tu risa. Como oscurece la luz y se vacía la luna llena, se deslizan inertes, inmóviles y movilizadas, apolíticas e inescrupulosas palabras de amor y mora. Esta es la mermelada salada de dulce lágrima, con teclas cletas y chancletas que zapatean. Es que la razón vacila mentirosa verdadera pero pupitre vacío no escribe ni piensa, no.
El conocimiento es de la experiencia, la ignorancia no se queda quieta.
Poesía de arte que es ciencia sin técnica y patrimonio político de nuestra izquierda; y nuestra mano derecha en el corazón y aún late que delata sin sonar, pero ¡cuánto ruido hace! En silencio cómplice del populismo violento y la aporía fundamental dijo Castel alguna vez, o eso no creo. 
Un fuerte abrazo, te dije que no ibas a entender, y –sigo– sé qué nada sabe el que cree que no cree en cada cosa que sostiene insostenibles conclusiones sin argumentos. Y es que empty está la papelera no desechaste ni una idea. Genuino transparente opaco y falso el expediente. Quién pudiera documentar el pasado si pisadas las cabezas y enterrados los cuerpos desaparecen sin poder despedir ni saludar la vejez, la descendencia. Ascenso social, educación popular, nutrición, poesía, paloma de la libertad que picotea el ojo del león tramposo, cultura, política, salud emocional, aprender a gestionar el Cuerpo y el Estado. Se me olvida inolvidable, siempre la música, nunca silencio, porque y es que, tus palabras y tus slaps pulsan el beat de este heart. Don't stop me now, ya lo sabemos todos tenemos un poco de miedo –Europa y tu simiente de choreo y de muerte– yo te quiero querer vos te hacis de rogar y en la hermosa noche de plenilunio, sentado en la esquina pensando cómo fui tan gil, ah. El pollito pío y la calesita me dan vueltas en la cabeza porque nunca vas a olvidar dónde tomás el mate cuando sos feliz. Me rescatarán tus dedos en el resorte de mi pelo y el impulso nos hará volar como paloma en el aire.
La colorada situada y chillona de comunicación, arte y filosofía.
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sublecturas · 9 months ago
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"Nuestra parte de noche", de Mariana Enríquez
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lasfloresrotasblogdepoesia · 2 months ago
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Poetas haciendo cosas: Alfonsina Storni saliendo de su casa. Buenos Aires, Argentina, c. 1930. Archivo General, Argentina.
Las Flores Rotas Blog de Poesía
https://www.instagram.com/lasfloresrotas/
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i-indigo · 4 months ago
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Peligrosa,
pero no es mi primera vez
por estas calles...
si yo me adentré
a la boca tuya
a propósito...
Mujer Lobo
Comprá mi libro acá
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