Tumgik
#es casi un fanfic
nicecarito · 27 days
Text
Tumblr media
Amistades, solo para recordarles que Rooibos Lives son una recopilación de pequeñas historias de mis personajes en diferentes situaciones. No siguen en si una historia lineal. Lo lineal seria como la historia de fondo de cada personaje que los hacen lo que son (su personalidad,infancia,etc...)
Pero En si las historias son como oneshots de fanfics (igualmente los audios, los audios son historias en diferentes situaciones, por ejemplo "Amor agridulce" es una historia "El sustituto" es otra, no tienen nada que ver la una con la otra.
Expectativas de Amor, es al igual una de las muchas Mini historias de mis personajes. Un Oneshot donde Doppio y William están en una relación y tienen un problema como pareja. Mi objetivo es hacer una mini historia con un mensaje positivo sobre las relaciones sentimentales.
Que ya casi se acabe esa mini historia no significa que Todo Rooibos lives acabará. Eso nunca.
Tal vez Rooibos Lives sería mejor si fuese una sola historia lineal pero Para serles sincera, eso me limita mucho y prefiero la libertad de decidir y crear muchas historias que una sola.
Además es mejor para mi tomando en cuenta mi vida como adulta y todo lo que tengo que hacer.
Ojalá entiendan. Gracias x seguir mis historias y mi arte!
82 notes · View notes
chiquititamia · 6 months
Text
Lo más dulce
Tumblr media
Enzo Vogringic x female oc +18
Este es mi primer fanfic, he intentado muchas veces pero esta es la primera que logro terminarlo. Seguramente tenga muchos errores, pero ahí les va. Les pido que me digan qué les pareció y si quieren una segunda parte, sí? Disfruten :)
warnings: sexo oral, todo muy explícito
Era un hermoso día de primavera, de esos en los que de repente te das cuenta de que el viento ya no es frío. Un dulce olor a flores inundaba las calles empedradas del pequeño pueblo de montaña en el que el cast de La sociedad de la nieve se había instalado durante el rodaje.
Tenían el día libre, así que Enzo había decidido dar una vuelta al mediodía. Su bicicleta rodaba por las calles bajo el sol, había olvidado lo agradable que es pasear de esa manera. Tan sólo el sonido de la cadena de la bici y de las cigarras llenaban el aire, al fin y al cabo, era la hora de comer y la gente se encontraba en sus casas protegiéndose del sol.
Hablando de eso, Enzo notó un pequeño gruñido en su estómago, el hambre comenzaba a formarse, sería mejor que encontrase un sitio donde comer.
Dejaba que la bicicleta le llevase pasivamente, sin pedalear, aprovechando una ligera cuesta hacia abajo.
Al doblar una esquina, no podía creer sus ojos: ¡un restaurante vegetariano! En un pueblo tan pequeño no esperaba algo como eso. No se lo pensó dos veces. Apoyó su delgada bicicleta en la puerta del humilde establecimiento, sin sentir la necesidad de atarla, ya que la honestidad y amabilidad de la gente no habían hecho más que acompañarlos durante su estadía allí. De todas formas, no había nadie a la vista.
Nada más entrar al pequeño restaurante, sintió el alivio inmediato de la sombra en su piel, caliente por el sol. Dentro se estaba fresco, y un maravilloso olor a comida le enamoró, no podía creer su suerte.
Tan sólo había cuatro mesitas de madera en ese local tan lindamente decorado. Junto a la barra, una vitrina albergaba deliciosos postres caseros: lo que parecía ser una tarta de zanahoria, una de chocolate y pequeños pasteles de manzana y crema. Los ojos de Enzo brillaban devorando los manjares ante él.
Una dulce voz le sacó de sus pensamientos.
¿Hola, puedo ayudarte?
Una hermosa chica de melena larga y negra le miraba con ojos curiosos, sonriendo. Llevaba una camiseta de tirantes y una falda debajo de un pequeño delantal. Ella debía ser la dueña del local, pensó Enzo.
Buenas, sí, eh…
¿Qué le pasaba? ¿Desde cuando era así de tímido frente a una mujer? Las palabras no le salían, lo que le hizo patearse a sí mismo mentalmente por que tenía que estar quedando como un tonto ante ella.
Ella se rio ante la falta de palabras del moreno.
¿Tienes hambre?
Soltó una risa.
Sí, sí… muchísima, vengo de pasear con la bici…yo… - explicó casi tartamudeando, con media sonrisa.
Bien, ¿por qué no tomas asiento y te traigo una carta y algo de beber?
Enzo tragó duro, y asintió mirándola fijamente. Ella, se dio la vuelta grácilmente provocando un soplo de aire perfumado con su melena. El olor a coco y mango de su champú no hizo si no despertar aún más su hambre, aunque quizás no tanto la que aquejaba su estómago.
Cuando se sentó, el uruguayo dejó su mochilita de tela en el asiento libre que tenía al lado. Sacó su móvil y comprobó sin mucha sorpresa que no tenía nada de cobertura y apenas batería, pero tampoco le importó, no tardaría en comer y volvería con los chicos a su residencia.
Antes de que se diera cuenta, la chica había regresado con un menú y un vaso de agua helada, lo cual él agradeció profusamente.  Si bien no había muchos platos entre los cuales elegir, todos sonaban estupendamente para su estómago vacío, con el plus de que no tenía que limitarse entre una o dos opciones como normalmente, ya que casi todos los platillos eran veganos o vegetarianos. Se decidió por lo que más le apetecía: Wok de noodles con vegetales, salsa teriyaki y aceite de chile tostado. “Suena bárbaro”, pensó.
Enzo observaba discretamente a la que parecía ser la dueña, la camarera y la cocinera, todo en la misma persona.  La chica danzaba en la cocina entre los fogones, manejando con soltura los utensilios; alguna llamarada ocasional salía de debajo del wok, alarmándole, pero ella parecía esgrimirlas como una hechicera, sin miedo.  
No puede evitar reparar en como sus caderas y su trasero se contonean con los movimientos. “Quizá esté escuchando música” se dijo Enzo, no comprendiendo si no, el ritmo hipnótico de su cuerpo.
Y aquí está – dijo ella depositando el plato humeante frente a él.
Muchas gracias, tiene una pinta buenísima…
La camarera volvió detrás de la barra tras desearle buen apetito a su único comensal y él comenzó a devorar el plato con gusto.
Las miradas entre ambos no eran directas, si no veladas e intermitentes. Ella fingía no prestarle atención y dedicarse a sus tareas, mientras que él trataba de limpiarse constantemente la boca con la servilleta para no tener además de todo, pinta de boludo con la cara manchada de salsa.
¿Estaba loco o ese era el mejor plato que había comido en su vida? Quizás tan solo estaba hambriento… ¿O era porque ella lo había preparado?
Cuando hubo terminado el plato se levantó tomándolo y lo llevó a la barra junto con su vaso, también vacío, para ahorrarle a la chica el viaje hasta la mesa, siempre tan galante.
Ella sonrío y sacó el ticket de la caja registradora. Él le devolvió la sonrisa y le sostenía la mirada mientras buscaba su billetera en la pequeña mochila de tela.
Más pronto que tarde, su rostro se tornó preocupado. No puede ser. Su cartera no estaba más ahí. Un pensamiento le cruzó la mente como un rayo. Esa misma mañana la había cambiado de sitio a una riñonera nueva. Lo había olvidado completamente. ¿Qué carajo iba a hacer ahora?
No era muy difícil adivinar qué estaba sucediendo, él dirigía su mirada al fondo de la maldita mochila y después a los ojos de la chica, frenéticamente.
Te juro que no sabía, yo… A-ahora mismo voy a buscar mi bille-
Es que estaba por cerrar -dice la camarera sin perder la sonrisa, como divertida por la situación.
Entonces esta noche, y-yo … mierda, lo siento mucho­­- Enzo notaba sus mejillas y todo su rostro ardiendo por la vergüenza, se sentía como un idiota.
¿No se te ocurre otra forma de pagarme? - ronroneó ella.
Enzo se quedó congelado, aunque a decir verdad estaba totalmente acalorado. No podía ser que estuviera escuchando lo que acababa de escuchar. Pero tampoco cabía la posibilidad de que se estuviera refiriendo a ninguna otra cosa, ¿no?
Todas sus dudas se derritieron cuando ella paseó su mano por el pecho de él, acariciando el borde de su camisa.
¿Eso querés? -trató de sonar confiado.
Ella se mordió el labio, respirando el aliento cálido de él.
Enzo no esperó a que ella respondiera, pues sus ojos ya le estaban dando la respuesta que buscaba, y que en el fondo había anhelado desde que entró en el pequeño restaurante.
La verdad que me he quedado con ganas de algo dulce… ¿sabés, chiquita?, como con hambre de algo vegano ¿entendés?
En ese momento él lanza una rapidisima mirada por la ventana del local para comprobar que no haya nadie cerca que vaya a interrumpirles. No hay nadie. Entonces, como si algo en su cuerpo y mente hubieran mutado repentinamente, Enzo toma su rostro entre las manos con una firmeza que ella había intuido, pero que no había experimentado hasta ahora. Se lanza a besarla sin ambajes, como si no fuera la primera vez que lo hace con ella, como si ya supiera qué es lo que le gusta, qué tiene que hacer para derretirla. Su lengua entra en su boca de forma imparable, la diferencia de tamaños entre sus cuerpos cobra importancia desde ese mismo momento, siente que la va a devorar. Si bien hasta ese momento ella había llevado la voz cantante con su actitud de femme fatale, eso ahora no le servía más. Él era el que estaba al control, sus labios guiaban a los suyos, contenía su mandíbula como una pequeña jaula donde introducir su lengua como una serpiente. Lo único que ella podía hacer era intentar seguir su ritmo y disimular lo muchísimo que le costaba no empezar a gemir.
Sin casi darse cuenta, él la había ido empujando hacia el interior de la cocina, habían caminado al unísono enredados en un nudo de cuerpos en el que ya casi no quedaba ninguna pena.
Pasó sus grandes manos por su cintura mientras seguía besándola, redondeando sus formas. Agarró sus gluteos por debajo de la falda. Ella se felicitó a sí misma por haber escogido sus braguitas negras de encaje para ese día, por ninguna razón en especial. Enzo metió sus dedos por debajo del elástico que abrazaba sus caderas, amenazando con bajarlas en cualquier momento.
Me estabas poniendo malo, nena, ¿sabías?
Ella aprovechó el pequeño respiro que le dio a su boca para contestar un leve “sí”
Ah, sí, eh? Mirá vos… - sonaba divertido, pero también desafiado.
Sin ningún esfuerzo colocó sus brazos debajo de sus muslos y la subió a la encimera, junto a los fogones. Ante eso, ella no pudo contenerse más y gimió sin poder evitarlo, mientras clavaba sus uñas bien cuidadas en la nuca de él, de donde se estaba agarrando.
Me vas a dar algún dulce, gatita? Mirá que tengo mucha hambre…
Ella asintió rápidamente, como una niña obediente.
Sí…? - Decía mientras depositaba besos húmedos por su cuello, ¿qué me vas a dar? – ronrroneaba entre cada lamida.
Ahh…yo…
No podía parar de gemir, ninguna palabra, y mucho menos frase coherente iba a salir de su boca, simplemente no podía pensar, no mientras su lengua caliente recorría su cuello, no mientas sus manos invadieran el interior de sus muslos como si fuera el pan que ella misma había amasado esa mañana, sobre esa misma superficie. Sentía que estaba arruinando su ropa interior, no recordaba haber estado así de húmeda jamás.
 ¿Y? ¿qué me vas a dar? -comenzó a bajarle las bragas por la cintura ¿Una frutilla? ¿Eso tenés? – en lugar de pedirle que se levantara para poder sacarle la ropa interior la recostó en la encimera, tumbándola ligeramente, deslizando la prenda ya empapada por sus piernas.
Sin pedir permiso, abrió sus piernas para contemplar lo que sus bragas, ya tiradas por el suelo escondían. Enzo tragó saliva, provocando que su nuez se moviera por su garganta deliciosamente. De forma involuntaria apretó la mandíbula, había encontrado el postre más rico del restaurante.
¿Esta frutilla es tuya?- la miró a los ojos mientras un pulgar delíneaba sus labios ahora expuestos, como si nada.
Ella atinó a asentir con ojos suplicantes.
No,… no es tuya, es mía, chiquita. Es mía y me la voy a comer, ta? ­­– nunca una corrección le había parecido tan bien.
Sin más preámbulos bajó su cabeza hasta enfrentar su centro, que estaba húmedo estaba claro, pero es que además emanaba calor, parecía palpitar con deseo.
Y entonces empezó a comer.
Empezó a comer, comer y comer.
Abría la boca y manejaba su lengua como si en realidad le estuviera dando un beso francés, solo que en una boca distinta. Se introducía en ella como si no dispusiera de nada más que esa parte de su cuerpo para satisfacerla, con avidez.
Ella se deshacía en gemidos, no se retenía más, le daba igual gritar, sabía que nadie podía oirla, a esas horas no había nadie en la calle, no bajo ese sol abrasador. Pero, si así fuera, ¿sería capaz de parar?
Claro que no, aunque quisiera no podría pararle. Su boca mamaba de ella como un cachorro hambriento, no podría apartarle. Y sinceramente no querría por nada del mundo.
Qué rica que estás nena, sabes a miel … - dijo mientras introducía su dedo corazón en su vagina, con maestría, sin parar de lamer, en perfecta sincronía, como si su lengua y su mano fueran entes separados que sabían actuar de forma perfecta e independiente.
No faltaba mucho tiempo para que llegara a su clímax, lo notaba formándose en su bajo vientre, si seguía así no iba a durar nada.
Me voy a…!
A venir? Venite, princesa, vamos…- paró dolorosamente un par de segundos para pronunciar esas palabras, y al volver a tocarla con su lengua ella no pudó más y explotó en su boca como un fuego artificial. Grandes oleadas de placer arrasaban en ella, que gritaba y gemía. Él notaba como el único dedo que le había introducido quedaba aprisionado y recibía apretones entre sus paredes que pulsaban en su orgasmo. No lo sacó hasta que ella le hizo un gesto, recostándose ,agotada y sudorosa en la superficie donde normalmente trabajaba.  
Aún le costaba recuperar el ritmo normal de su respiración, y por una vez, su mente no se encontraba preocupada por tonterías como si estaba despeinada, o qué le había parecido al otro su ropa interior o si había gemido suficientemente sexy. Esta vez su cuerpo simplemente estaba anegado por el placer tan animal que Enzo le había provocado. Todo lo demás no importaba.
Él se había parado y se estaba echando el pelo hacia atrás, también estaba sudando. Gracias a Dios que un pequeño ventilador metálico les estaba apuntando a los dos, de lo contrario habrían muerto de calor.
Qué linda que sos, muñeca.
119 notes · View notes
centinelaprime · 2 days
Text
Part 3, Headcons Tf one Sentinel Prime.
Tumblr media
• Cuando finge reirse tiende a entrecerar los ojos.
• Le gustan las modificaciones, (esto mas que nada por los fanfics que he visto).
• Una versión de Holermeen o como se llame ese idiota de The boys.
• Le gusta el poder, y todo lo relacionado con él.
• Puede que una o dos veces haya fantaseado con los tentáculos de los Quintessons.
• El hombre esta estresado, no lo jusguen por darse un buen polvo en su oficina.
• Puedo jurar que sabia de las "investigaciones" de Orion, y le daban cierta risa la forma en la que se escapaba.
• Si se acosto con Arachind, pero la actitud fria y casi sin emociones de la femmen no le exitaban.
____
• When he pretends to laugh he tends to squint his eyes.
• He likes modifications, (this more than anything because of the fanfics I've seen).
• A version of Holermeen or whatever that idiot's name is from The Boys.
• He likes power, and everything related to it.
• You may have fantasized about the Quintessons' tentacles once or twice.
• The man is stressed, don't judge him for having a good fuck in his office.
• I can swear he knew about Orion's "research", and the way he ran away made him laugh.
• Yes, she slept with Arachind, but the woman's cold and almost emotionless attitude did not excite her.
50 notes · View notes
mirxndatano · 2 months
Text
HAUNTED
Qimir × F!OC
Tumblr media
Resumen: Un lazo invisible que los unía desde que eran padawans. Qimir era el verdadero significado de ser seducido por el laso oacuro. Un poder, secretos, deseo y su amor que parecía un hechizo inquebrantable.
Advertencias: Ninguna en realidad.
Especificaciones: PadawanJediQimir×PadawanJediOC.
Este fanfic será únicamente escrito en español y también será publicado en Ao3.
☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*:..
Haunted en Ao3
Tumblr: Part 1 Part 2 Part3 Part4 Interlude
☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*:..
Akemi Kyo fue encontrada por los jedi en un aquelarre de hermanas de la noche. Nunca supieron si era hija directa o había sido sustraída de su verdadera familia.
Al principio su entrenamiento como padawan estaba dando frutos y resultados esperados. De cierta forma era querida, sus ojos miel y cabello oscuro que contrastaba con su piel pálida eran características que nadie olvidaba. Sin embargo, una sola noche bastó para que todo se desmoronara.
Tenía 16 años y se estaba preparando para meditar en uno de los jardines del templo. Colocó en el suelo un pocillo alargado y circular que había hecho en su tiempo libre, sacó ramas secas que recolectó durante el día y finalmente dejó caer un fósforo para hacer fuego. No había nada detrás de esa pequeña costumbre, solo la ayudaba a meditar y controlar la llama. Se sentó en el suelo, pero sintió el impacto de una pequeña roca contra su cabeza. Giró rápidamente y no vio a nadie.
Llevaba días sin poder dormir, se convenció de que esa era la causa de empezar a sentir cosas que no eran reales. Hasta que nuevamente sintió el impacto, esta vez en su espalda. Entre la poca luz, por fin logró visualizar una figura humana a unos cuantos metros de ella.
Nunca olvidaría esa noche, una padawan de rango superior la atacó porque leyó sus archivos y descubrió las circunstancias en las que Akemi fue encontrada.
—¡Ya suéltame! —suplicó tratando de escapar del agarre que la otra ponía en sus brazos.
—Las brujas no deben estar en la Orden Jedi.
—¡Pero yo no lo soy!
Casi gritó del dolor cuando las uñas de la desconocida empezaron a clavarse en su piel por la fuerza del agarre.
—Las brujas como tú deben arder.
Con un movimiento rápido, la desconocida la tomó del cabello y cuello para acercar el rostro de Akemi al fuego.
—¡Basta! —gritó con tanta fuerza, que su garganta dolió.
De pronto todo se detuvo y quedó en silencio. El fuego se apagó de repente. Cuando Akemi abrió los ojos, se encontró con la desconocida suspendida en el aire, rodeada de una extraña neblina roja. Akemi se levantó del suelo y notó que aquella neblina emanaba de ella. Sus ojos se llenaron de lágrimas y miró su cuerpo aterrada y confundida. ¿Qué le estaba pasando? ¿Cómo lo detenía?
—Eso sí es fascinante —dijo una voz detrás suyo.
Cuando se giró, un padawan de su misma edad observaba la escena de cerca. Tampoco olvidaría ese cabello negro que le recordó a una noche sin estrellas y esos ojos pequeños pero llenos de brillo por lo que veía.
—¡Ayúdame! ¿Cómo detengo esto?
Antes de que el padawan pudiera responder, se escucharon pasos apresurados bajando las escaleras del jardín.
—¡Padawan, no se mueva!
Akemi no sabía para quién de los dos fue esa orden. Era la maestra Vernestra. Con eso, la joven se resigno a que estaría en graves problemas. De un momento a otro, sus piernas perdieron fuerza y su respiración se sentía cada vez más pesada. Lo último que recuerda es que cayó al suelo, mientras el padawan la miraba con intensidad.
°•°•°⋆✩⋆°��°•°
—Hasta que no encontremos el origen y la manera de controlar esa habilidad, no tendrás un maestro asignado.
Esas palabras le rompieron el corazón y confianza que tenía en sí misma. Lo único que deseaba era tener un maestro y ser guiada como todos los padawans antes de convertirse en Caballeros Jedi. Cuando la reunión terminó, salió corriendo al único lugar donde se sentía segura, su habitación. Se encerró y tan pronto como lo hizo, empezó a llorar de forma descontrolada, si alguien más la hubiera visto así, pensarían que se estaba volviendo loca.
No le importó que fuera de madrugada y otros padawans lograban oír su llanto del otro lado de las pareces. Necesitaba desahogarse.
Estuvo así por lo que pareció una eternidad. Ya solo estaba ella, pareciendo un bulto tembloroso, tumbada en su cama mirando la pared, abrazando sus piernas contra su pecho.
—¿Ya estás mejor?
El corazón casi sale de su pecho y su cuerpo salió disparado de la cama para ponerse de piel, tanto que se sintió mareada. Encendió la luz con la fuerza y se quedó fría.
El padawan de hace dos días estaba ahí.
—¿Qué haces aquí? ¿Cómo entraste? —pregunto Akemi con los ojos muy abiertos por la sorpresa.
—Quería saber cómo estabas —respondió el joven—. Deberías tener más cuidado con tú habitación, ¿siempre la dejas abierta?
Akemi estaba avergonzada por su descuido. Siempre cerraba su habitación con código, pero su mente se sentía como una laguna por los acontecimientos recientes. El joven le dio una sonrisa rápida al notar que Akemi no estaba del todo con los pies en la tierra.
—Soy Qimir, padawan de la maestra Vernestra —se presentó.
No esperó a que la joven le extendiera la mano, Qimir la tomó y estrechó con tanto ánimo que sin querer la apretó demasiado.
—Y bien ¿Cómo estás? —preguntó mientras sonreía. Ese detalle terminó de irritar a la joven.
—¿Cómo estoy? Pues ¡¿tú cómo crees que voy a estar?! Me acaban de decir que no tendré un maestro y todo por culpa de una habilidad que ni siquiera sabía que tenía.
No supo en qué momento tomó su almohada y la lanzó del otro lado de la habitación. Qimir esquivó el objeto y eso lo hizo sonreír aún más.
—Bueno, es una lástima —dijo Qimir mientras se acercó a ella para acomodar uno de sus mechones de cabello detrás de la oreja—. Toda habilidad tiene un por qué y debe ser apreciada y perfeccionada.
—El consejo no lo ve así —respondió Akemi apartando la mirada—. Estaré desamparada hasta que busquen su origen y manera de controlarlo.
—Pero… podrías practicar.
—No puedo hacerlo, debo mantener esto oculto, no quiero ocasionar otro desastre.
Akemi se recostó en su cama hasta tener la espalda recargada contra la pared. Qimir solo se sentó en el borde
—Hagamos un trato —propuso Qimir—. Vas a practicar aquí, solo los dos. Nadie tendrá que enterarse.
—¿Sin un maestro que me guíe?
—Nos tendremos a nosotros, eso será más que suficiente.
Y ahí fue cuando Akemi le regaló la primera sonrisa. Un momento que Qimir guardaría por siempre en su alma.
☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*:..
Las siguientes partes estarán próximamente disponibles ♡
22 notes · View notes
tulips-moon · 5 months
Text
Ojos azules
Ok, porque ustedes lo pidieron, fanfic de Gojo Satoru.
Advertencias: Acoso, secuestro, denigración, violencia, machismo, dime si me perdí de alguna. Nota: Espero les guste mucho, si crees que podría mejorar en algo, por favor dímelo acepto cualquier crítica constructiva.
Tumblr media
Gojo Satoru, un chico que realmente solo se acostaba con una chica y la dejaba, un chico con mucho dinero, muy poderoso y guapísimo, el hechicero más poderoso, un tipo gracioso y despreocupado... Era perfecto, ¿no? Tenía todo lo que necesitaba, ¿verdad? Nadie tiene todo lo que quiere siempre, solo Satoru, pero aún él necesitaba algo... algo que nunca encontró hasta que te conoció: Amor maternal. Si en una pareja puede ser raro, pero aunque no lo creas puede que allá chicas que cuiden de todos, que les den ese lindo amor maternal que necesitaban, esa comprensión, cuidado, atención, empatía, amor, afecto, eso que solo una buena madre te puede dar (Una madre ya sabes a lo que la gente dice por qué hay mamas que no son así y no está mal.) Desafortunadamente tú tuviste que ver a Satoru como un niño necesitado de amor, parecía que la única que lo notaba eras tú lo cual le encanto.
Al principio Satoru solo quería follar contigo y botarte, pero... Algo en ti lo atrajo, algo que quería solo fuera para él, tu empatía y afecto incondicional, eso hizo que te quisiera conservar para siempre, solo para él y talvez con tu mamá que lo trataba igual de bien que tú.
Vas caminando a tu casa tranquilamente, una noche hermosa con el cielo lleno de estrellas que adornaban preciosamente la luna, el aire era fresco con una brisa relajante, tenías un café que Satoru te compro, pero lo tiraste, pues estabas muy molesta, pues habías descubierto que él solo te quería para tener sexo contigo, además el café tenía mucho azúcar.
Cuando llegaste a tu casa casi te da un infarto, viste a Satoru Gojo sentado en tu sillón comiendo galletas y chocolate, que le preparó tu mamá. Su sonrisa estúpida cambio cuando vio que no traías el café, no había botes de basura cercanos para cuando lo hubieras terminado y tú no tirabas basura en la calle. Le hablaste en un tono de molestia y odio.
T/N: ¿Qué demonios haces en mi casa? Satoru: Solo... vine porque soy tu novio... T/N: JA... No, ahora lárgate de mi casa
Tu madre se extrañó ante este comportamiento poco usual entre tú y Satoru, pelo lo entendió después de todo, los problemas de pareja pueden ser usuales en parejas jóvenes como tú y Satoru. Ella solo sacó a Satoru mientras él te mira con furia y obsesión, algo que hace recorrer un escalofrío en todo tu cuerpo, solo viste esa mirada cuando tu mejor amiga te estaba coqueteando, **extrañamente** ella desapareció unos días después. Lo mismo que pasaría contigo, pero no lo sabías
Subiste a tu cuarto y te dispusiste a dormir. Cuando despertaste, dios, deseaste no haberlo hecho. Estaba Satoru frente a tu cuerpo encadenado y semidesnudo, él te miraba peligrosamente, con celos, odio, obsesión y crueldad. (Parte 1/3)
30 notes · View notes
dudd-ie · 8 months
Text
Tumblr media
Rocma:("es de mi talla...¿como supo esa orca mis medidas?es tan espeluznante...") <-[tiene mucho calor][usa un traje de baño comprado por idate]
Un oso polar en hawai
Tumblr media
Rocma:"¡NI SE TE OCURRA ACERCARTE A MI!"
Idate<-[está muy caliente][compro un helado para la shirokuma-chan♥︎]
¿que hace rocma en hawai?
es un larga história...pero para resumir...
Tumblr media
[Hubieron dardos tranquilizantes]
Tumblr media
[tambien hubo un secuestro♥︎]
Tumblr media
[y un oso polar que casi muere por insolación...]
Idate:" te amo tanto....no me dejes..porfavor....quedate conmigo shirokuma-chan"
Rocma:"Callate"<-[tratando de dormir]
Tumblr media
Rocma:"¿¡DONDE ESTA MI PUTA ROPA!?"
Idate:"mejor ponte uno de estos!resaltan el color de tus ojos~"
[y para empeorar las cosas...]
[los trajes de baño que idate compro para rocma no eran trajes de baños...¡eran lencería!]
////////////
Garabato basado en una idea chistosa que tuve para un fanfic donde idate llevaba a rocma a hawai¿por que?man,Él pobre hombre es tan tonto que intento hacer el juego del pocky con ella en un arte oficial ¿encerio creen que no la llevaria a hawai?🗿
52 notes · View notes
jade-sb-123 · 6 months
Text
Radioapple Fanfic "Eres Mio, Three Shot"
Tumblr media
Capítulo 2:  Consecuencias.
Al día siguiente Alastor estaba muy relajado durmiendo junto a Lucifer, a quien tiene abrazado con posesividad pues Alastor ya había aceptado sus sentimientos por el rubio, pero el rey demonio despierta sobresaltado al encontrar en su cama al demonio de la radio dormitando junto a el plácidamente por lo que lo empuja al suelo haciendo que este se despierte enojado y la defensiva interrogando a su contraparte:
¡¿Qué te sucede?! – dice Alastor aún aturdido por el sueño, sin entender la actitud de Lucifer ¡Quiero que te largues de mi cuarto! – Dice Lucifer aún en negación Esta bien … – Expresa el pelirrojo, de manera cabizbaja y triste – me ire…
Amaba profundamente a Lucifer, y su actitud de rechazo fue como una puñalada en el pecho, pero respetaría el espacio del hombre que amaba.
Los siguientes días Alastor y Lucifer se evitaron mutuamente, Alastor porque se sentía herido y lastimado por el más bajo y Lucifer por vergüenza, negación y culpa pues sabía que había estropeado su relación.
Pasaron las semanas  y la pena que sintió Alastor se transformo en rabia y rencor hacia Lucifer, por lo que decidió olvidar lo que sentía por el rey, concentrarse en sus cosas, aún que no podía negar la influencia que tenía Lucifer en sus actos, pues durante ese periodo de tiempo, Alastor estuvo más agresivo e insoportable que en muchos años, incluso yendo al mundo humano a cometer asesinatos para descargar su enojo, y sus transmisiones de radio se volvieron nuevamente frecuentes en el infierno, todo parecía presagiar que el viejo Alastor estaba devuelta.
Incluso el demonio de la radio pensaba eso de si mismo, ya que había vuelto a poner el foco en liberarse de su contrato con Lilith, solo para después vengarse del rechazo de Lucifer, de modo que le cobro a Charlie el favor que esta le debía, y por fin logro liberarse de las cadenas que lo mantenían atado la reina del inframundo. Después de ello solo debía pensar como desquitarse con su rubia perdición.
Por su parte Lucifer uso todo ese tiempo para reflexionar sobre sus sentimientos por el pelirrojo venado, y a pesar de que en un principio le costó mucho aceptarlo entendió que estaba enamorado del más alto, eso solo cuando se sentía bien, pues durante esas fechas el monarca del infierno había estado encerrado en su cuarto, más que en cualquier otra parte del hotel, era una forma efectiva de evitar a Alastor por lo apenado que sentía al arruinar las cosas entre ambos, quería pedirle disculpas por lo que había hecho, pero no se atrevía, pero la verdadera razón era que no estaba bien de salud, vomitaba mucho y estaba muy cansado todo el tiempo por lo que para no preocupar a Charlie y los demás fingió estar molesto y salir de ese lugar lo menos posible
Pasaron algunos días y Alastor se estaba volviendo más loco incluso que en las últimas semanas quería matar a Lucifer por rechazarlo, pero sus estúpidos sentimientos no lo dejaban, sabía que amaba a Lucifer con locura, pero quería hacerlo sufrir, torturarlo y que le suplicara piedad, quería hacerlo sentir el mismo dolor y desesperación que el sentía por lo ocurrido entre ellos.
Pero Lucifer aún era más poderoso que él, por lo que, decidió que debía drogarlo para conseguir su objetivo… sin embargo eso solo quedo en una idea o pensamiento fugaz pues Alastor se dio cuenta de algo que ni el mismo Lucifer noto, Lucifer estaba embarazado, estaba esperando a su hijo.
Lo noto al fijarse detenidamente en la figura del rubio mientras estaban en el vestíbulo del hotel, y a pesar de que Lucifer estaba a más de 2 metros de distancia y se encontraba vestido pudo fijarse que su cintura no era tan estrecha como de costumbre, su pecho era más grande de lo que lo recordaba, y el no era alguien que se alteraran sus recuerdos pues poseía una memoria vivida y privilegiada recordaba de manera casi perfecta esa cintura del hermafrodita que lo volvía loco, también recordaba su pálido pequeño busto, eso sumado a que si se entero que el rey del infierno se mareaba y se desmayaba con facilidad últimamente, fueron la confirmación que necesitaba de su hipótesis.
Lo anteriormente descubierto por el venado hizo que la poca conciencia que tenía sintiera arrepentimiento y culpa por lo que planeaba hacer contra el otro hombre, por lo que desecho ese plan y esos sentimientos de odio e ira que habían aflorado en él, logrando hacerlos desaparecer por completo pues el amor que sentía hacia el contrario era mucho más fuerte que todos sus sentimientos negativos algo completamente desconocido hasta ese entonces para él.
Además, ya amaba a ese bebe que aún no nacía, que se estaba desarrollando en el cuerpo de su amor.  
Continuara: ....
Notas de la Autora: Se que originalmente iba a ser un "Two - Shot", pero quiero hacerlo un poco más largo así que a partir de ahora es un Three - Shot.
34 notes · View notes
alisainbooks · 7 months
Text
Tumblr media
OCs F1 Fanfic
Sinopsis: Enemies to lovers, forced proximity entre una nueva actriz de Hollywood y el piloto de Ferrari al que no le gusta su película. Su pelea se vuelve viral y les obligan a fingir llevarse bien mientras trabajan juntos en un proyecto.
Palabras: 3.5k
Smooth Operator
Capítulo 1— @
En el vídeo salgo yo. Me habrán etiquetado al menos doscientas veces y lo han subido hace menos de tres horas. Es mi escena. Subida sobre un escenario de un cabaret como en los años 20, vestido verde de coctel, guantes blancos, los ojos pintados de negro y los labios de rojo. Unas dulces notas de saxofón y un ritmo de maracas se van extendiendo poco a poco. Levanto la vista a través de mis pestañas, el zoom se centra en mi mirada, mil veces ensayada y una docena de veces repetida, que tanto me costó conseguir. Sujeto el micrófono con suavidad y acerco los labios, como si le susurrara a un amante. Y ahí empiezo a cantar. Me pierdo en la música. Una triste historia sobre un amor que se marchó. 
Es mi escena favorita y parece que también la del público. Brillo y la gente parece comprenderlo. La película ya lleva una semana en cartelera y está siendo un éxito, esta escena es viral en internet, es la que me ha lanzado de golpe a probar el estrellato, a que a la gente al fin le suene mi nombre, a firmar otro contrato para una super producción. Pero eso no es lo interesante del vídeo. No, hay doscientos como este. Pero no me etiquetan. La gente quería que yo viera este en concreto. 
El misterio no se hace de rogar. La escena se vuelve pequeña hasta quedar relevada a una esquina de la pantalla. En primer plano aparece una entrevistadora muy mona sujetando un micrófono frente a la boca de Álex Da Silva, a la vez que le enseña el vídeo en su teléfono. Lleva la camiseta roja de Ferrari, el pelo revuelto y una toalla colgada de un hombro. Lo mira atentamente, aún sin decir una palabra. 
—En el entrenamiento de hoy estabas cantando esta canción —comenta la chica y a mí se me acelera el corazón—. Últimamente solo se habla de Laura Nazario, no hay muchas españolas por Hollywood. Así que supongo que tú, como compatriota, habrás visto la película. 
—Sí, claro que la he visto —contesta él, aún sin separar los ojos de la pantalla, como si quisiera terminar de ver la escena. 
—¿Y qué te pareció?
El latir en mis oídos no deja de coger fuerza, casi no escucho el vídeo. 
—No me ha gustado, siendo sinceros. La música está bien. Pero la actuación… —Creo que se me ha parado el corazón de golpe, puede que también me haya quedado sorda. Un creciente pitido se instala en mi cabeza. 
Apago el móvil y lo lanzo lejos de mí. 
La pantalla se rompe. Veo cómo los cortes se iluminan con la llamada entrante de mi representante, seguro que ella también ha visto el vídeo. 
Pero no contesto. No. Estoy ocupada, me doy cuenta, porque cuando recupero el oído soy consciente de que he empezado a gritar. 
—¡¿Que no le ha gustado?! ¡¿Pero qué cojones tiene que opinar él en esto?! ¡Ahora resulta que es crítico de cine! Que se dedique a lo suyo que no le está yendo nada bien, hace dos años que no hace un puto podio. No está como para decirle a los demás si hacen bien o mal las cosas. Joder, menos mal que somos compatriotas. Será gilipollas. 
Tengo que calmarme, tengo que calmarme. No puedo. Tengo que respirar. Uno, dos, uno dos. No funciona. 
Mi canción vuelve a sonar. Es mi maldito tono de llamada. Es la quinta vez que aparece el nombre de mi agente. Creo que las paredes se están cerrando, mi habitación nunca había parecido tan pequeña. Boqueo intentando llenar los pulmones de aire. Abro una ventana y corro para descolgar el teléfono a la sexta vez. 
Isa no me deja ni hablar. 
—No pasa nada, en serio. Seguro que a nadie le va a importar. Mañana nadie se acordará de esto. —Su voz tranquila y reafirmante tiene un efecto en mí. Es tan buena hablando que consigue convencerme. 
El problema es que mañana la gente se sigue acordando. 
No puedo abrir Instagram o Tiktok o Youtube sin que me salga ese puñetero clip de la entrevista. Lo paso lo más deprisa que puedo. 
Isa me dice que espere. Y yo lo hago. Pero nadie se olvida. 
Mis amigas no han dejado de llamarme, no he contestado ni una vez, me he limitado a mandar un mensaje a nuestro grupo: no quiero escuchar ni una palabra al respecto. 
Para pasado mañana está declarado, se ha hecho viral. Me he leído todos los putos comentarios habidos y por haber. Ya nadie está hablando de la película o de la escena. ¡No! Están hablando de la entrevista, de lo conciso que ha sido en su opinión, de si nos conoceremos ya de antes, de lo que pasará si nos encontramos. Si lo viera, lo estrangularía, lo tengo claro. 
Nuestro hastag es trending topic y yo estoy que echo humo. No puedo abrir mi teléfono sin ver su estúpida cara. Por. Todas. Partes.
No ha vuelto a hacer ningún comentario al respecto y todos esperan que yo haga una declaración, cosa que me niego a hacer. No sé qué intenciones tenía al decir eso, pero desde luego, no voy a darle la satisfacción de hacerle saber que he visto la entrevista, mucho menos que me ha molestado. 
Para la semana siguiente he borrado todas las aplicaciones de mi móvil, no me hace bien seguir torturándome de esta manera. Tengo que pasar página y esperar a que esta popularidad muera, como lo hace todo en internet. Además, hoy tengo que trabajar. 
Me visto, me maquillo y salgo de casa, todo por primera vez desde el “incidente” que es como llamaré a partir de ahora a la funesta entrevista del idiota, a quien también me dirigiré de esa forma de ahora en adelante. 
Isa pasa a recogerme. Le dedico un escueto hola antes de cerrar la puerta del copiloto. 
No se atreve a dirigirme la mirada, así que yo la estudio de reojo cavilando si aunará el valor para decirme algo o nos sumiremos en un silencio total durante este trayecto. Lleva el pelo rubio anaranjado en una trenza apretada y acicalada con sumo cuidado, el maquillaje impoluto y la blusa recién planchada. Solo tiene unos pocos años más que yo. Ha luchado con dientes y garras por su posición y su lista de contactos. Es un amor pero está hecha de acero, por eso la elegí. Por eso y porque también habla español, así que cuando me enfado es la única que me entiende. 
Al no ver indicios de conversación, saco mi teléfono para distraerme. Entonces recuerdo que he inutilizado tanto el aparato que lo he convertido en una especie de Nokia, así que no hay mucho que pueda hacer. 
—¿Qué le ha pasado? —pregunta Isa haciendo un gesto con la barbilla, sin soltar el volante, hacia mí pantalla reventada. 
Me encojo de hombros y vuelvo a guardarme el aparato en el bolsillo. 
—Ninguno de los dos hemos tenido una buena semana.
—Ya te he dicho que no es para tanto…
—Isa —la corto—, he dicho que no quiero oír nada al respecto. Esperaremos el olvido, ¿sí?
—Eres una cabezota. 
Lo soy. 
La reunión va bien. Director, productores y equipo de dirección. El contrato ya está firmado así que es una reunión sin más. Me limito a contestar las preguntas que van hacia mi persona y me permito desconectar el resto del tiempo, dejo que Isa se encargue de lo demás, que para eso cobra. 
Se habla sobre el proyecto, ya está casi todo organizado. La película cuenta unas historias entrelazadas, entre ellas la vida de Bertha Benz y la mía, una actual piloto que intenta abrirse paso en el complicado mundo de la Formula 1, un guión maravilloso, yo misma lo leí. Se ultiman unos detalles, se rodará este verano, el casting está casi cerrado, hay que buscar localizaciones y la escudería que va a colaborar en el proyecto es Ferrari…
Despierto de golpe, me atraganto con mi café de 11 dólares, por ese precio me esfuerzo en volver a tragarlo. Por desgracia y pese a que no he derramado ni una gota, he llamado la atención, todos los ojos se posan sobre mí. Sonrió quitándole importancia y cuando retoman la conversación lanzó mis ojos como un dardo sobre Isa. La muy malvada finge estar inmersa en sus papeles, lo que me deja bien claro que ella ya lo sabía y que la lista de gente que tengo que matar no deja de crecer. 
Jugueteo con mi boli. Si da la casualidad de que me encuentro a ese idiota, aunque solo sea un minuto…
—¿Qué te parece, Laura?
Joder, tengo que empezar a prestar atención a estas cosas. Es que no tengo ni idea de lo que me tiene que parecer lo que sea que han dicho pero todos me miran expectantes. 
Fuerzo una sonrisa y busco ayuda, una que Isa no me da. Intento leer el ambiente, sonrisas amabilidad…
—Pues estupendo… —me tomo la libertad de soltar una mínima risa. 
—Fabuloso, nos vemos esta tarde. —¿Qué?— Mandaremos un coche a buscarte. 
Vamos, no me jodas. ¿A que acabo de aceptar para que me líen la tarde del domingo?
Todos empiezan a recoger la mesa y a levantarse. Isa y yo hacemos lo mismo. Despedidas, apretones de manos, deseos de suerte. 
En cuanto ponemos un pie en la calle la sujeto del brazo. 
—Dime qué tengo que hacer esta tarde. 
Me mira, mira al suelo, se muerde el labio. Y yo me temo lo peor. Tendré que ir a cenar con la mafia o a beber te al infierno. 
—Bueno…
Hubiera preferido al diablo o a Al Capone. Hubiera preferido ir a nadar con hipopótamos. Hubiera preferido tumbarme en la carretera al atardecer y rezar para que pasara un miope. 
Pero no pudo ser. 
Por el contrario, me pongo un vestido precioso, elegante y azul; me plancho el pelo; me pongo los tacones negros más altos que tengo y me preparo para estar espectacular para cualquier foto “robada”, que será la primera tras el incidente. Debo aparentar que no me ha afectado nada, no, aparentar no, tengo que conseguir que no me afecte nada, eso es. 
Un elegante mercedes me recoge de mi casa y me deposita en el circuito de Long Beach, al sur de Los Ángeles. Me encargo de llegar tarde. Finjo que he olvidado el bolso antes de montarme en el coche, que tengo que ir un segundo al tocador y me paro a hacer un par de fotos para colgar luego. Lo retraso todo hasta que la carrera está a punto de empezar. Todo según mi plan porque me niego a dirigirle la palabra al idiota si me topo con él. 
Enseguida me llevan con el equipo de Ferrari, me saludan efusivamente bromeando sobre que soy su nuevo fichaje, yo finjo que me río y que me encanta estar allí y me buscan un fantástico sitio para disfrutar de la carrera. Poso disimuladamente para un par de fotos y rehúyo de forma muy poco disimulada a dos periodistas que tenían la clara intención de hablar conmigo. 
Isa viene poco después a sentarse a mi lado, ofreciéndome un refresco. 
Lo cojo gustosa. 
—Lo estás llevando mejor de lo que pensaba —me dice, ninguna de las dos apartamos los ojos de la carrera que acaba de comenzar, como si no estuviéramos hablando en realidad. 
—¿Qué esperabas? ¿Qué le rayara el coche delante de todos sus mecánicos?
—La tarde aún es muy larga…
—Por desgracia. Mi único consuelo será verle perder. 
Esta temporada lleva fiasco tras fiasco, apenas ha conseguido rascar un par de puntos. 
La carrera está interesante. Es un circuito urbano, lo llaman el Mónaco de EEUU. Hay un choque en las 10 primeras vueltas, dos pilotos se retiran. Es un circuito complicado, curvas muy cerradas. El idiota va décimo así que estoy contenta. En la vuelta 38 la cosa está muy reñida, casi todos los 8 primeros van pegados, luchando por ganar posiciones hasta que llega una curva en forma de herradura y el otro piloto de Ferrari choca contra una esquina de un edificio, en ese momento se desata el caos. Tres coches se unen en el choque y otros dos se salen del circuito para evitar a los demás. Una humarada de polvo se eleva y los alientos se contienen. De pronto, un morro asoma a través de la nube… un morro rojo…
—No puede ser. 
Pasa esquivando los obstáculos y no se detiene ante nada, acelera y acelera hasta que alcanza al primero en una recta, su rueda de atrás tocada por el otro piloto de Ferrari antes de chocar. Menos de un segundo de ventaja…
—Qué hijo de puta, tiene DRS. —Me pongo de pie sin dar crédito a mis ojos, mirando la pantalla embobada. 
—No sabía que te interesaras por las carreras. –A Isa no le podría dar más igual lo que está pasando, lleva un rato contestando emails. 
—A mi padre le encanta, a algunas de mis amigas también. Me han suplicado que los traiga. 
Pero eso da igual ahora mismo porque el idiota se pega y se pega, una curva y otra y otra. 40 vueltas. 41. Esto está acabando. Busca un hueco, un despiste. Delante de él está otro piloto español, le aprieta las tuercas, intenta defender todo lo posible, pero no puede cerrarse bien en una curva y eso es todo lo que le hace falta al idiota. Se pone en cabeza. El público está eufórico. Yo me desplomo en mi silla. 
—No me jodas, Alonso. Te has dejado adelantar por un niñato.
Cada segundo es doloroso. Cuando cruza la meta. Cuando sube al podio. Cuando le dan el trofeo. Todo. 
Tengo que tragarme todas las palmaditas, todos los vítores y todos los elogios.
Le suplico a Isa que me saque de allí o que me mate, lo que le apetezca, pero que lo haga rápido.
Se niega en rotundo, me suelta un rapapolvo sobre que no puedo ser tan infantil y que me aguante, que todavía tenemos que saludar al director y que tengo que poner una bonita sonrisa para que todo el mundo piense que estoy feliz. Y más me vale que todo el mundo lo piense. 
Me arrastra a cenar. Todo el equipo está celebrando, el champán corre por doquier. 
El jefe de equipo, sentado bastante lejos de nosotras se levanta en un momento. 
—¡Un brindis por la primera victoria de la temporada! 
—Desde luego ese no es su primer brindis de la noche… ¡Ay! —Isa me da un fuerte puntapié por debajo de la mesa. 
Me vuelto como un látigo hacia ella, me señala efusivamente que coja mi copa y la alce como ella. Lo hago a regañadientes y murmurando y solo para que no me dé otra patada, cosa que haría seguro. 
Hay por lo menos otros tres brindis antes del postre y juro por Marylin Monroe que si hay uno más se me van a caer las cejas de tanto fruncir el ceño. 
Mientras remuevo mi copa de helado de chocolate transformada en sopa marrón, suena un ritmo de marimba. Isa coge rápidamente la llamada y cuchichea rápido y furiosa. 
Me mira fijamente, colocándose el pelo por detrás de la oreja y el bolso en el hombro, como si fuera una niña pequeña dando instrucciones a su hija.
—Tengo que irme. —Un coro de ángeles canta a mi alrededor. ¿Es acaso la salvación lo que oigo?— Tú te quedas. —¿Lo cualo?—  Tienes que saludar al director y tomarte una copa. 
—Pero…
—¡Pero nada! —me ladra, poniéndose de pie—. Volveré pronto a buscarte. Puedes coger un taxi si tardo mucho, solo y exclusivamente si la fiesta se te hace tediosa e inhumanamente insoportable. Ni un segundo antes. —Me clava la mirada, con una promesa de muerte si la desobedezco.— ¿Estamos?
—Sí, mamá…
Me da un capirotazo en la cabeza. Le enseño los dientes, frotándome el pelo. 
—Casi, casi. Sonríe. —Remarca la palabra alargando su propia sonrisa con los dedos.  
Me duele la cara de sonreír. Creo que para este punto se me ha olvidado y que en la cara no tengo más que una especie de mueca torcida. Me han arrastrado hasta una especie de bar. Luz morada y oscura, música para bailar pero al volumen justo para poder hablar también, gente, alcohol. El alcohol fue lo primero de lo que me percaté. Voy por mi segundo mojito para soportar esta mierda. Me han presentado a tantísima gente que ya todas las caras me parecen igual. Y, ahora, ¡al fin!, he cogido por banda al director. Me está contando cosas del proyecto, ropa, escenas, giros. No sé, desconecto entre sorbo y sorbo de ron. Y sonrío, ¿sonrío? Sí, creo que sonrío… o algo así. 
Hasta que veo un pelo negro entrar en la sala. Ahí ya no sonrío. Todos se giran hacia él, le dan palmaditas en la espalda y lo felicitan. 
—¡El campeón de la noche!
—¡A disfrutar que te lo has ganado!
Mi director, John, escucha el alboroto y centra su atención en él. 
—Pero si es Álex, vamos a saludarlo. 
Que majo y que educado. Creo que soy buena actriz, pero no sé si tan buena. Titubeo, buscando una excusa muy rápido porque me da la impresión de que el idiota se está acercando a nuestra órbita y si me cruzo con él vamos a colisionar. 
—Ve tú primero, yo voy a por algo de beber. –Le doy un suave toque en el brazo y saco mi expresión más dulce. Asiente convencido. 
Y yo huyo. 
Me refugio en la barra, hay bastante gente concentrada, es más fácil camuflarse. Me refugio en un lateral, algo más vacío y apoyo la espalda contra la encimera de metal. 
—Buenas. —Me sorprende escuchar español bien pronunciado y por un segundo me temo lo peor. Por suerte, es el otro español de por aquí. Rozando la cuarentena por arriba ya peina canas pero la sonrisa sigue siendo la misma que cuando levantaba la copa del mundo que emocionó a toda España. Parece amable.– Solo quería decirte que me gustó mucho tu película. —Es amable. Ya me cae bien. Vale, puede que sea fácil de encandilar. 
Creo que me sonrojo, pero el mojito no me deja pensarlo mucho. 
—Te lo agradezco, significa mucho para mí. 
—Hay que apoyar el producto nacional. —Se ríe de su propia broma y yo lo acompaño. “Hay quien no piensa igual…”
—Enhorabuena a ti también por el podio. —También hacía mucho que no quedaba segundo.— Mi padre es fan tuyo desde siempre y te aseguro que está muy contento. 
—Me alegro de no decepcionarle. Laura, ¿verdad?
—Eso es. 
—¿Tu primera vez por aquí?
—Así es pero creo que a partir de ahora me vas a ver mucho… 
—¡Alonso! —Nos interrumpe una voz un poco más para allá. Y yo solita me he encerrado en una esquina. ¿Y si finjo que me desmayo? Quizá podría hacerlo creíble.— ¡Qué bien que estés aquí! —Ha llegado. Apoya el codo sobre el hombro de Alonso y lo zarandea un poco. Entonces, fija sus ojos castaños en mí y tiene la desvergüenza de mirarme de arriba abajo con una pasada rápida. Rechino los dientes.— Y con buena compañía. 
Alonso pasa su mirada de uno a otro. 
—Laura, Álex —nos presenta—. ¿Os conocíais?
—Por desgracia —dice él. Por suerte, pienso yo–, no.
—No nos habían presentado oficialmente —concuerdo yo.
—Vi tu película.
—Algo he oído…
Parece reflexionar. 
—Oh… has visto el vídeo.
—Así es.
—No te habrá parecido mal, ¿verdad? —Retira su codo y se acerca un paso a mí con una sonrisa apaciguadora. 
—No, claro que no. Me encanta que digan que mi trabajo es una mierda.
Mi respuesta le pilla desprevenido. Duda por un segundo antes de recomponerse. 
—Eh, yo no dije eso.
—De hecho, sí. 
—Solo daba mi opinión.
—No pasa nada, al parecer eres entendido en todo. Bueno, supongo que en todo menos en lo tuyo, ya que has llegado último en las tres últimas carreras. 
Parpadea una, dos veces y frunce el ceño. 
—¿Intentas molestarme?
—Solo daba mi opinión. —Me encojo de hombros con expresión inocente.   
—Los 15 minutos de fama se te han subido a la cabeza. —El calor pesado sí que me está llegando a la cabeza. 
—Ya veremos a quién le duran más los 15 minutos. Al menos, la gente viene al cine a verme a mí. —Un paso. Otro paso.  
—Al menos, el final de mis carreras se entiende. 
Se acabó. 
Le lanzo en contenido de mi copa a la cara. Está empapado y decorado con hojas verdes. 
Las cabezas empiezan a girarse hacia nosotros. 
—Que te follen, a ti y a tus carreras. 
Y me marcho. Rápidamente. Furiosa. 
Cojo un taxi. Me voy a mi casa. Y me meto en la cama. 
Dedico solo un pequeño rato a pensar en mi enfado y me duermo.
Por la mañana, mi canción consigue despertarme. Medio dormida aún, estiro la mano hasta coger el teléfono. 
—¿Sí?
—La has jodido pero bien. 
20 notes · View notes
Note
De donde eres bb?? me encantan tus fics y ya había visto que hablas español y ahora ando curiosa jiji
soy de texas! yo uso español (casi) todos los días con mis estudiantes y sus padres/familias, o cuando voy a la tienda, pero mi español es muy básico. leo libros, fanfics, y algunas noticias españolas, y soy un gran fanático de la música como corridos (tejano/norteño/tumbado). mi abuela era de cuba, pero nunca habló con nosotros, así que mi habla es muy mala. estoy tratando de mejorar. ¡así que eso soy yo!
14 notes · View notes
michito202 · 1 month
Text
Missing Halloween AU
Notitas random:
-no se si vuelva esto una especie de fanfic que suba aqui o no, pero aprovechando que estoy muriendo en mi cama y no puedo dormir decidi escribir mas antes de que las medicinas me hagan efecto jaja xd
-este sera el punto de vista de martin, de como acabo en el bosque y de un poco de su vida antes de eso (solo un poco)
-mencion de mutilacion y muerte
10 de septiembre
Un grupo de 4 amigos se encontraba reunido en la casa de uno de ellos, la casa de Jimmy si somos mas especificos, los 4 niños estaban en la sala mientras la madre del de cabello naranja horneaba galletas y algunos otros bocadillos para los niños, los cuales habían decidio hacer una pijamada, cosa que para nada era raro
Los 4 amigos eran muy unidos, la mayoria se conocian desde muy pequeños, martin y aviva se conocian prácticamente desde que nacieron asi que se consideraban hermanos, a koki la conocieron cuando empezaron a estudiar, eran compañeros y no tardaron en entablar una conversación que llevo eventualmente a una estrecha amistad, y el ultimo en unirse al grupo habia sido jimmy, el cual se habia mudado a ese vecindario con su madre y padre cuando tenia 7 años y se habia unido al grupo desde entonces
No era raro verlos paseando juntos por el vecindario, jugando, riendo, o buscando algo nuevo para observar, y aquel dia habian decidido hacer una pijamada, aunque ese no era el motivo principal de su "reunion"
-debemos ir pensando en que trajes usar para halloween- dijo aviva mientras dibujaba en un cuaderno que solia llevar a casi cualquier lado -deberiamos tener una tematica-
-si pero aun es pronto para pensar en eso, faltan...- martin empezo a contar con sus dedos -amm... Como... Dos meses?-
-solo no quiero que se nos haga tarde y no consigamos trajes lindos-
-porque no nos disfrazamos de mermeladas como el año pasado?- pregunto jimmy mientras estaba sentado en el suelo al frente de aviva -a mi me gusto ser una mermelada de melocoton- concluyo con una sonrisa -mmm... Mermelada de melocoton...- murmuro casi saboreando la mermelada, podia ser algo gloton en especial cuando se trataba de algo dulce
-yo no quiero ser una mermelada otra vez- se unio koki a la conversacion con un leve tono de reproche mientras se cruzaba de brazos -ademas a martin ya no creo que le quede ese traje, ya se hizo mas alto-
-claro porque soy un niño grande- dijo en un tono orgulloso, era el mayor del grupo por unos pocos meses, aun asi portaba ese título con orgullo -pero es verdad ya no me queda el disfraz de mermelada-
-y porque no se disfrazan de animales? A ustedes les gustan no?- pregunto esta vez la madre del pelinaranja mientras dejaba un plato de galletas recien hechas en medio de ellos
Los ojos de los infantes se iluminaron de emocion, no se les habia ocurrido realmente pero sonaba como una buena idea
-si! Pero... De que animal nos disfrazamos?- koki miro a sus amigos en busca de ideas, mientras la madre de jimmy reia un poco y volvia a alejarse para darles su espacio a los niños
-debe ser algo a juego- el rubio penso un poco - que sean animales marinos!- dijo sonriendo, no era misterio para nadie que a martin le encantaban los animales marinos, aunque la cara de sus amigos le hizo saber que ninguno estaba de acuerdo con esa idea
-no, porque seriamos peces fuera del agua- jimmy fue quien se cruzo de brazos esta vez, ganandose una risa por parte de martin ante aquel comentario
-ya se- aviva tomo la palabra con una sonrisa entusiasta -animales nocturnos! Pediremos dulces de noche, asi que animales nocturnos es la mejor idea, de nada-
-oh si! Yo quiero ser... Uhm... Un mapache!- dijo emocionado con la idea
-yo quiero ser una luciernaga, son pequeñas pero hermosas- koki sonrio ya imaginando el disfraz
-y yo un buho! Y jimmy podria ser... Uhm...- intento pensar en algun animal que encajara con su amigo, aunque no supo bien que decir -que quieres ser jimmy?- aquello hizo reir a koki pues era claro que a aviva no se le habia ocurrido nada
-quiero ser un zorro rojo- dijo feliz
-los zorros son nocturnos?-
-lo eran la ultima vez que lei sobre ellos- dijo simple tomando una galleta antes de comerla
-sera divertido- dijo martin antes de tomar una galleta, pronto siendo imitado por ambas niñas pues si no comian ya, seguramente jimmy se comeria todas las galletas
Estuvieron hablando sobre eso por horas, dibujando como imaginaban los trajes, comiendo galletas y buscando imagenes de aquellos animales pensando en como imitar la apariencia de los animales, aunque claro ninguno de ellos sabia realmente sobre costura, aviva estaba aprendiendo pero aun no podria hacer un traje decente, por lo que al final fueron las madres de koki y martin quienes se ofrecieron a hacerlos
El tiempo paso, y mas pronto de lo esperado aquel dia habia llegado
31 de octubre, Halloween
Martin, koki y aviva se habian preparado y disfrazado antes de atardecer, la idea era ir a pedir dulces pronto y asi obtener, segun aviva, los "mejores dulces", aunque cuando fueron a buscar a jimmy este se habia tomado una siesta asi que aun no estaba listo
Decidieron esperarlo, claro que no irian a buscar dulces sin el, se aburrieron en unos 5 minutos, comieron algunos dulces que koki tenia aunque martin guardo el suyo en su disfraz para comerlo luego, esperaron un poco mas, se aburrieron de nuevo, pero aun asi estaban decididos a esperar a jimmy
-deberiamos jugar a las escondidas- propuso martin para que no se aburrieran -seguramente jimmy apenas se esta metiendo a bañar, asi que juguemos para no aburrirnos-
-bien pero tu cuentas!- koki sonrio y apenas martin empezo a contar fue a esconderse junto a aviva
Estuvieron jugando durante un rato, escondiendose en diferentes sitios como los arbustos, detras de las decoraciones, detras de alguna casa, incluso aviva habia subido a un arbol en una de esas ocasiones
No tardaron realmente mucho en alejarse de la casa de jimmy, aun asi aun podrian ver si este salia de su casa, pero necesitaban mas escondites mientras esperaban
Esta vez le tocaba a koki buscar, aviva y martin ya no sabian donde esconderse, y entonces lo notaron, no estaban lejos de la cerca que dividia al bosque del vecindario
Ninguno de los dos habian entrado nunca ahi, sus padres siempre les decian que no entraran a pesar de que ellos habian querido ir en algunas ocasiones en busca de algun insecto nuevo, se miraron con complicidad y ambos sonrieron, se esconderian en el bosque
Rápidamente pasaron la cerca, aviva no se adentro mucho al bosque, en parte por el miedo de no saber volver, asi que subio a un arbol y se quedo arriba, llego a escuchar los pasos de martin pero debido a que estaba concentrada en no caer mientras escalaba no se habia percatado de donde se habia escondido, aun asi confio en que no seria muy lejos, seguramente solo se habia metido en un arbusto no?
...
Empezo a preocuparse cuando pasaron mas de 10 minutos sin señales de el desde que ella habia sido encontrada por koki
Martin habia acabado por perderse
Ni siquiera el lo noto, talves se habia emocionado mucho adentrandose al bosque, talvez tuvo que esconderse con aviva, o al menos haber llevado su linterna con el pues la luz de la luna no era suficiente
Ahora caminaba por el bosque, perdido, intentando volver sobre sus pasos para volver con sus amigos, aunque tenia la sensacion de estar dando vueltas en circulos
No estaba seguro de cuanto tiempo llevaba caminando, minutos? Horas? No lo sabia, pero ya estaba agotado, logro visualizar un pequeño claro con un gran arbol en el centro y decidio que iria ahi, comeria el dulce y talvez tomaria una siesta, seguramente por la mañana tendría mejor vision y podria volver a su casa
Empezo a caminar hacia aquel arbol, y lo siguiente que sintio fue un dolor agudo en su pierna derecha, cosa que lo hizo gritar y caer al suelo
No sabia que era peor, el dolor o el hecho de que habia reconocido el sonido y sabia de que se trataba
Una trampa para osos
Una trampa para osos que ahora tenia su pierna dentro
Ni siquiera quiso ver, empezando a llorar sin consuelo, sabia que su pierna ya no era parte de el
Grito y suplico por ayuda, esperando que alguien lo escuchara y salvara, pero sus gritos fueron escuchados únicamente por el viento
Como pudo se arrastro hasta el arbol, recargandose sobre el antes de observar los daños, debido a sus ojos llorosos y la poca luz de luna no podia ver con completa claridad, aun asi pudo notar la sangre salir a montones de donde antes estaba su pierna, el corte era irregular, la trampa se habia quedado con la mayor parte de su pierna, y dolia como nunca creyo que algo podria doler
Intento temblorosamente hacer presion en lo que quedaba de su pierna para parar el sangrado, pero no habia nada que pudiera hacer, no tardo en empezar a temblar por el frio y a sentirse aun mas cansado
No queria morir, no asi, tenia miedo, queria abrazar a su madre, a sus amigos, queria volver a su casa, deseaba despertar y que solo fuera una pesadilla
Pero sabia que no era un sueño, era real, estaba muriendo, desangrado y completamente solo
Con sus manos temblorosas tomo el dulce que habia guardado antes, comiendolo esperando que al menos el azucar hiciera un poco llevadera su muerte mientras observaba el empaque con dificultad
"me encontraste"
No... Nadie lo encontraria... El lo sabia...
Cerro los ojos aun con lagrimas bajando por sus mejillas, mientras su corazon dejaba de latir y su ahora palido cuerpo empezaba a enfriarse
Para cuando abrio los ojos de nuevo, no era mas que un fantasma... O talvez era mas acertado llamarlo un alma en pena? No lo sabia, dejo su cuerpo ahi sin siquiera volver a verlo y camino durante un rato hasta salir del bosque
Intento pedir ayuda, pero nadie lo veia, el simplemente no existia para nadie, eso lo hizo ponerse aun peor, si aun tuviera corazon estaria latiendo con desesperacion
Completamente derrotado fue a sentarse frente a la acera... Siendo sorprendido por un niño vestido como demonio de tasmania, el cual parecia demasiado inocente y pequeño como para que martin tuviera el valor de mencionar el pequeño detalle de que estaba muerto
8 notes · View notes
daltoon · 4 days
Text
Fanfic-trolls
Solo quiero publicar las ideas que tengo para futuros fanfics, todavía no tengo portada de ninguno pero si decido escribirlos la habrá.
Solo escribiré lo que podría ser la futura reseña ya que lo mas probable es que si escriba algo de esto y no quisiera entrar mucho en la trama.
LOBOTOMIA
Clay esta harto del comportamiento desastroso y testarudo de su hermano mayor, John Dory, lo único que quiere es que de alguna manera deje de ser así y pueda tranquilizarse y dejarlo en paz aunque sea un poco.
Clay es el encargado de la biblioteca en Pop Village y se encarga de administrar casi todo lo que sucede ahí y en la villa, un día llegan libros nuevos y como siempre, el se encarga de asegurarse que todo este en orden, así encontrándose con un libro bastante viejo.
La curiosidad le gana y decide leerlo, parece que este libro le da la solución que estaba buscando para su problema, un método para hacer que las personas puedan ser mejores.
Sin dudarlo le aplica este procedimiento a John.
Funciona, pero....no de la manera que esperaba, y ahora tiene que afrontar las consecuencias.
INOCENCIA INTERRUMPIDA
Todos sabemos que el Rey Peppy guarda muchos secretos y no sabemos casi nada acerca de su vida.
Poppy y Viva desean mas que nada saber mas sobre su padre, pero el nunca les dirá nada sin desviar el tema o decir que no tiene importancia.
Los otros lideres no tienen mucho conocimiento acerca de el, solo saben que no les ha contado muchas cosas a sus hijas y al pueblo en general, cosas que se supone son importantes de saber para todos, como las cuerdas, pero solo eso.
Pero, ¿Qué pasa si una entidad desconocida decide mostrarles el pasado de Peppy?, mostrarles su infancia, la vida que tuvo antes y después de tomar el reinado, ¿Qué tantos secretos puede ocultar y porque?.
La vida del ex rey del pop no pudo ser tan mala, ¿verdad?....¿verdad?.
LO SIENTO, NO TE CONOSCO
Los hermanos de John no pudieron encontrarlo para el rescate de Floyd, a pesar de haberlo buscado por todos lados no lo hallaron y tuvieron que ir sin el, afortunadamente pudieron sacar a Floyd y llevarlo a Pop Village.
Pasaron algunas semanas antes de que retomaran nuevamente la búsqueda de su hermano gracias a Floyd.
Logran encontrarlo después de un tiempo, pero John parece bastante confundido, ¿Por qué dice no conocerlos?.
.
Esas son todas las ideas que he tenido, es muy probable que si las escriba en algún momento pero primero quiero terminar una de mis historias para poder empezar a escribir una de estas ideas.
La historia de Peppy me emociona bastante escribirla, he visto historias con esa temática donde un ser les hace ver la vida de una persona en particular y quise hacer lo mismo con Peppy porque creo que quedaría genial.
9 notes · View notes
chiquititamia · 6 months
Text
Make you feel better
Tumblr media
Enzo vogrincic x reader Primera parte de mi segundo fanfic 💕Enzo es tu mejor amigo y entiende que necesitas sentirte mejor con la regla ❤️‍🔥warnings: de momento el smut es leve, pero la segunda parte será explícita. 💬Agradecería mucho vuestras opiniones. Os leo!
Make you feel better
Nunca te había dado tan fuerte. Es decir, sí, la regla normalmente te daba más hambre de lo normal o náuseas, según el mes. Algunas veces también experimentabas dolores de cabeza muy profundos, que te tenían en la cama durante tardes o días enteros.
Otros meses sin embargo…los síntomas eran otros.
Una especie de celo, de heat, se apoderaba de tu cuerpo; a menudo te despertabas con una sobreestimulación que había transcendido de un sueño y te había hecho meter tu mano entre tus piernas. Después de trabajar, a veces incluso antes de prepararte la cena te tumbabas en tu cama para aliviar la calentura que habías arrastrado durante el día.
Aquel día habías tenido que cumplir con varios mandados desde por la mañana: que fuera tu día libre en el trabajo no quería decir que pudieras descansar, al fin y al cabo, vivías sola y tú eras la única que se iba a encargar de las tareas de la casa como limpiar, cocinar e ir a la compra.
Muy para tu desgracia tu healthy you era quien había ido al supermercado, comprando todo tipo de comida sana, que, además, implicaba una elaboración, la cual no estabas dispuesta a realizar en ese momento. Matarías por un poco de tu chocolate favorito.
Te apresuraste a meterte a la ducha, debías estar algo presentable: tu mejor amigo, Enzo, vendría a pasar el rato contigo y quizá ver una película.
Ya tenías puesta ropa cómoda para andar por casa: una camiseta que te quedaba gigante y unos shorts. Te habías puesto un sostén al salir de la ducha, pero tus pechos se notaban tan hinchados que decidiste quitártelo, dolorida.
Te estabas peinando tu largo cabello mojado hacia atrás cuando el ruido del timbre te sobresaltó.
-Cómo vas, chiquita? -Enzo te saludó con dos besos.
- Podría estar mejor… - te lamentaste.
- Y eso? – Enzo pasó a tu lado y colgó su chaqueta en el colgador de detrás de la puerta.
-No es nada…
-Ah, bueno, mira lo que te traje – Enzo sacó del bolsillo un par de kit-kats de fresa-tus favoritos-y los agitó delante de ti.
Si fueras un dibujo animado se verían estrellas brillantes sobresaliendo de tus ojos.
Sin mediar palabra se los arrebataste de las manos y le abrazaste.
- ¿Che, qué bicho te picó? - dijo Enzo divertido.
Ignorándole corriste hasta tu cuarto con la chocolatina en la mano dispuesta a sentarte en tu cama.  Estaba anocheciendo, así que iluminaste la habitación con la guirnalda de lucecitas que colgaba en el cabecero de tu cama, en adición con la lámpara de lava que casi siempre estaba encendida.
Era viernes de películas: el mejor día de la semana. Desde hacía un tiempo, os habíais propuesto ver una película de terror cada fin de semana. A veces de horror clásico, como El exorcista o La Matanza de Texas, y otras, sobre todo cuando las eligías tú, de terror ‘elevado’, como Hereditary o Babadook. Enzo era, como siempre le decías para molestarle “un viejito en cuerpo joven”, y tenía debilidad por el cine del siglo pasado. Ambos cedíais en vuestros gustos con el fin de pasar un buen rato. Aunque os gustase joder, en realidad erais muy buenos amigos.
¿Amigos? “Sí, amigos”- te tenías que recordar a ti misma de vez en cuando, cuando te despertabas totalmente excitada por haber soñado que hacíais todas esas cosas que no hacen los amigos. Enzo era innegablemente atractivo, sobre todo cuando le mirabas con esa sopa de hormonas que era tu cuerpo en esos días. Pero atractivo o no era tu amigo, y eso se respetaba. Además, ¿qué pasaría si un día hicieras un comentario o un movimiento fuera de tono? Toda vuestra amistad se vería arruinada por algo tan mundano. Ni hablar.
Enzo no era el único que había traído un detalle. Esa misma mañana, en la universidad habías ido a hablar con el “proveedor” oficial de vuestro grupo de amigos y te había dado hierba de la mejor calidad.
La tarde transcurría entre el humo del porro que os estabais pasando mientras veíais la película Déjame salir de Jordan Peele.
-Ese chabón está muerto- comentó Enzo intentando adivinar el destino del pobre protagonista.
Tú apenas le estabas prestando atención a lo que dijo, ni a la película, tu mente se estaba perdiendo por unos lugares absurdos de los que nada bueno podía salir. Te sorprendiste a ti misma saboreando la boquilla del pucho, por el simple motivo de que se encontraba mojado con su saliva. De repente estabas visualizando su boca, sus labios. Despierta, pendeja, ¿qué te pasa?. Te pateaste a ti misma mentalmente por si quiera atreverte a explorar esos terrenos.
Tal y como si fuera un castigo divino por tus pensamientos impuros una tremenda punzada te atravesó el bajo vientre haciendo que contrajeses la expresión de tu rostro y gimieras de dolor por lo bajo. Aunque trataste de disimularlo, tu amigo se dio cuenta mirando un par de veces para cerciorarse de que te había visto retorcerte por el rabillo del ojo. Rápidamente alcanzó el control remoto de la televisión y paró la película.
-Bo, qué tenés? -su expresión contenía más gravedad que la que el asunto requería, por la cara que su amiga ponía podría estar sufriendo un ataque al corazón- Habláme!
Hiciste un gesto con la mano y negaste con la cabeza, dándole a entender que no sucedía nada y que ibas a estar bien, pero su cara decía todo lo contrario, a juzgar por sus ojos aún fuertemente cerrados.
-Contáme qué tenés, boluda, me estás asustando!
-Es solo un…calambre- gruñiste tú luchando por mantener la compostura. Si no lograbas recomponerte le tendría que explicar en detalle lo que le pasaba y, además de la pena que te daba, no tenías ningunas ganas de hablar con aquel dolor apuñalándote.
-¿Comiste algo malo? -se alarmó- ¿fueron mis chocolates?- Sus ojos se habían encendido como dos alarmas de incendio, era hasta adorable el repentino miedo que su amigo estaba sintiendo por ella.
¿Qué te pasa, tarada? ¿Cómo puedes estar disfrutando que tu mejor amigo se preocupe por ti y la pase mal? - te mortificaste.
-Che, Enzo, tranquilízate, sólo es mi periodo … - trataste de sonreír.
Él pegó un resoplido digno de un caballo de carreras, aliviado. Sólo era eso.
-Dale, mirá que sos dramática nena, por un poco de sangre de nada El moreno se rio sin ser consciente de la mirada asesina con la que le estabas fulminando. Si tuvieras poderes ahora mismo tu amigo habría estallado en llamas y estaría corriendo en círculos por tu pieza.
-No…voy a opinar. Seguí con la peli- trataste de respirar profundo como te había enseñado tu terapeuta, no había caso de comenzar una pelea con tu amigo, y menos en esa situación. Tu apartamento podría convertirse en La casa de las dagas voladoras.
-No, dale, chiquita, no podemos seguir viendo la peli como si no pasase nada, no soy tan así, te estaba jodiendo.
Buscaste un atisbo de diversión en su mirada, anticipando que se fuese a burlar de ti una vez más. Algo que en realidad te hubiera dolido. Pero no lo encontraste, parecía hablar en serio.
-Lo que te duele es la panza, ¿no?
Bajaste la mirada y asentiste.
-Mirá, no tienes que avergonzarte ni preocuparte, me he criado con mi madre y mi hermana, y también he tenido novia, sé de qué va
-No me digas -respondes sarcástica. Como si haberlo contemplado le pudiera hacer entender qué era lo que carajo sentías.  
-Bueno, a ver, nunca lo podré saber, soy un varón, pero si que puedo intentar ayudarte. – al decirle esto le puso una mano en su bajo vientre, el cual notaba arder por dentro. Al notar su mano grande y cálida te estremeciste, cosa que pareció asombrarle. No le había sonado exactamente a un sonido de dolor por tu parte – ¿qué más te duele, chiquita?
Estaba claro que Enzo no era consciente del impacto que un solo roce y un solo nombre podía significar para ti viniendo de él, especialmente en ese momento tan hormonal del mes. Sentías que tu aliento era tan cálido que te quemaría la garganta y qué él notaría esa temperatura saliendo de tu interior si llegabas a exhalar cerca de él.
-Y bueno, los senos – dijiste en un tono bajo, aunque intentabas sonar confiada. Con lo que no habías contado es con que ese comentario habías dirigido su mirada directa hacia Tus pechos, que, para más inri estaban desprotegidos de una capa protectora extra de un sostén. ¿Se adivinarían demasiado tus pezones a través de la gastada camiseta que estaba vistiendo?
-E-eso es normal- Enzo tampoco estaba haciendo un gran trabajo sonando casual- ¿querés que te traiga una infusión o algo?
-No, eres muy dulce, pero eso no me ayudaría.  ¿¿Qué?? Ahora le llamás dulce a tu mejor amigo. No, nena, estás perdida. Además, ¿para que le dijiste que te dolían las tetas?
-Está bien, pues no se me ocurren más ideas, nena.
-Sigamos viendo la peli, de veras que estoy… casi bien.
-Si vos decís…
Pasaron unos minutos, quizá una media hora y continuaste viendo la película, que estaba llegando a su punto más álgido de tensión, aunque eso poco te importaba.
Otra oleada de dolor inevitable te inundó nuevamente, y, aunque trataste de disimular, esta vez había sido un pinchazo aún más fuerte que el anterior. Sentiste como si alguien hubiera logrado meter la mano en tu vientre y estuviera estrujando tu útero con el puño como quien escurre una esponja. Además, podías jurar que notabas tus pechos como dos globos a punto de estallar, y, a la vez como si la superficie de estos se encontrase cubierto de hematomas, como si realmente te hubieran dado una paliza.
Enzo, sin apartar demasiado la mirada de la pantalla – al menos que tú hubieras visto- pasó uno de sus brazos por tus hombros, acercándose más a ti, para después empezar a acariciar tu panza con una mano y tu hombro derecho con la otra. Tras un par de caricias de tanteo, su diestra comenzó su arriesgado viaje hacia tu pecho. No podías creerlo, te habías congelado y no querías hacer ningún movimiento, por leve que fuera, que pudiera ser malinterpretado, no querías parecer ofendida y que parase. Lo que más deseabas que sucediera estaba ocurriendo. Un deseo nublado por las hormonas revolucionadas que parecían salir de tus poros y por el dolor, sí, puede ser, pero en ese momento no se te ocurría ninguna buena razón para pedirle que parase.
Sin mayores miramientos, su manó abarcó tu pecho con cuidado, su pulgar y su índice rozaban tu pezón con delicadeza, mientras que el resto de sus dedos masajeaban el resto de tu seno.
-Enzo… -comenzaste por lo bajo
-Shh…- te mandó callar como si la película fuera lo más importante de ese momento.
De alguna forma que no supiste explicar, el calor de tu entrepierna estaba sustituyendo más pronto que tarde al dolor que hasta hace unos minutos estabas sintiendo, lo cual te avergonzó, ¿no era que te dolía tanto?
Continuó ejerciendo la presión necesaria para que tu sufrimiento se suavizara. Estabas usando todas tus fuerzas para no gemir de placer, el volumen de la televisión no sería la suficiente para tapar el sonido que luchaba por salir de tu garganta.
La película termina.
Enzo se aparta de ti suavemente para volver a alcanzar el control remoto y parar la reproducción automática de Netflix.
-Y, ¿qué querés hacer ahora? – preguntó como si nada.
-La puta madre, Enzo, ¿¿cómo que qué quiero hacer ahora?? – estabas entre divertida e indignada
-Sí, ¿querés ver otra peli? Nos queda pendiente Midsommar, eh.
-Enzo, ¿vos me estás jodiendo? ¿Hace dos segundos me estabas tocando una teta y ahora me decís que quiero hacer? – intentabas que no te temblase la voz.
-Y, sólo quería ayudarte, vi que te estaba doliendo.
Eso te desarmó parcialmente, ¿qué podías responder a eso? Guardaste silencio.
-Nena, yo no quiero que estés mal, y si te puedo ayudar, ¿qué tiene?
-…
-Yo sé que hay ciertas cosas que pueden ayudar a las mujeres cuando se sienten así – dijo mirándote a la cara, clavando sus ojos negros en los tuyos. Ahora, por fin, podías notas un ligero tinte en sus mejillas, al menos un atisbo de igualdad de condiciones.
-¿Ciertas cosas? -Sí, bo, seguro que tus ex noviecitos te intentaban hacer sentir mejor, ¿no?
Ouch. Eso había escocido. No, ni mucho menos tus anteriores parejas habían movido nunca un dedo por hacerte sentir mejor acerca de eso (ni acerca de nada en general). ¿Y por qué ese tonito burlesco y eso de decir “ex noviecitos”?
Enzo pudo adivinar por tu expresión que no había sido así, pero decidió no hurgar más en la herida.
-¿Querés que te haga sentir mejor?
Notabas tus mejillas y todo tu cuerpo arder, notabas tu pulsación tan fuerte que creíste que se podía advertir a simple vista en tu piel, que todo tu calor y excitación era visible, pero no se lo querías dejar ver.
-¿Y qué pasa con nuestra amistad? Se arruinará todo y yo no quie-
Enzo te calló posando su dedo índice estirado en tus labios.
-A mí no me vas a perder nunca.
Suficiente. Eso fue suficiente para romperte y que se formaran lágrimas en tus ojos. Bastante sensible estabas ya como para que se le ocurriese ser así de lindo. A Enzo siempre le había gustado molestarte. En honor a la verdad, tú también le molestabas a él, pero siempre habías sabido que te quería a su manera, después de todo, eran muchos años los que habías compartido juntos.
Él se dio cuenta de que tus ojos estaban vidriosos y se acercó para abrazarte en la cama.
-Hey, no… no llores
En ese momento te liberaste de su abrazo para besarle. No en la boca, aún no tenías el coraje, si no en su perfecta mandíbula, entre otras cosas, para hacerle saber que aceptabas su oferta.
Él entendió el mensaje y acarició tu cara, limpiando tus lágrimas con delicadeza.
-Te voy a hacer sentir bien, chiquita.
Entonces, te dio un beso en la frente y separándose levemente puso sus manos en tus hombros y te presionó hacia atrás, para indicarte que te recostaras.
Tú obedeciste y miraste al techo que estaba iluminado por tus luces azules de ambiente, era vuestro cielo particular.  
Díganme si tienen ganas de que suceda!!
Parte 2
66 notes · View notes
fan-de-underverse · 2 months
Text
The Amazing not Digital Cards
Tumblr media
Probablemente este mal escrito, lo admito me dio flojera buscar como se escribia bien xD. Este es un AU obviamente de Digital Circus, he estado viendo que ultimamente son muy populares, anteriormente incluso más y quise unirme.
Ultimamente he estado jugando mucho yuigioh y pues decidi que de eso se trataria este AU, los personajes son la combinación de un personaje de yugioh original con otro de TADC más mis propias ideas, y sus personalidades casi no estan basadas en alguna de las dos series, ademas quiero hacer un AU muy rapido de este universo, sacar algunos conceptos, "comics" (que seran más bien dibujitos en una sola pagina con mucho texto), y algunos dibujos sobre todo.
Pronto quiero subir más contenido de este AU, empezando por algunos datos de los personajes más sus cartas insignias.
No voy a dejar barado mi fanfic de Undertale pero... quiero visitas xD
The Amazing not Digital Cards: Yop
14 notes · View notes
mirxndatano · 1 month
Text
HAUNTED: INTERLUDE
Qimir x F! OC
Tumblr media
Resumen: Un lazo invisible que los unía desde que eran padawans. Qimir era el verdadero significado de ser seducido por el laso oacuro. Un poder, secretos, deseo y su amor que parecía un hechizo inquebrantable.
Advertencias: Ninguna en realidad.
Especificaciones: PadawanJediQimirXPadawanJediOC. Esto también puede ser Qimir x reader, no me gusta poner T/N ♡ Friends to lovers, slowburn (EN VERDAD, SLOWBURN)
Este fanfic será únicamente escrito en español y también será publicado en Ao3.
☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*:..
HAUNTED AO3
Tumblr: Part1 Part2 Part3 Part4 Interlude
☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*:..
—Qimir… ¿a qué se refiere?
—¡No es nada, olvídalo! —exclamó.
En un movimiento rápido se levantó y tomó a Akemi por los brazos y empezó a correr hacia la nave prácticamente arrastrándola. La joven estaba confundida por las palabras de la bruja ¿había algo que Qimir le estuvo ocultando todo ese tiempo? Él pudo sentir su confusión, pero no podía enfrentarla ahora mismo. Cuando llegaron a la nave, casi empujaba a su amiga para que entrara mientras trataba de evitar el contacto visual, su mente era un torbellino de emociones y pensamientos.
—Qimir ¿Qué quiso decir la bruja?
—No lo sé… ella solo estaba… diciendo tonterías —dijo forzando su voz para que sonara indiferente.
—¡No, ni se te ocurra mentirme! —advirtió Akemi—. Acabas de verme en mi momento más vulnerable ¿aún así piensas ser deshonesto?
Se quedó paralizado cuando le recriminó su mentira, finalmente la mirada de ambos se encontró. Había culpa en su rostro y arrepentimiento por querer engañarla. Quería decirle la verdad, pero no sabía cómo.
—Hay… algo que no te he dicho —dijo con voz tensa.
—Dímelo, no importa qué sea —respondió ella—. Te prometo que no diré nada.
—He hecho cosas… cosas de las cuales no estoy orgulloso.
Podía sentir que su corazón aceleraba mientras admitía eso. Akemi lo tomó del brazo para que se sentara a su lado y buscó su mano, pasando su pulgar por el dorso. Akemi quería que confiara y se sintiera tranquilo con ella. Él sintió un poco de consuelo, pero volvió a bajar la mirada. Tenía tanto miedo de la reacción de Akemi, de cómo lo miraría después de escucharlo.
—¿Qué has hecho? —preguntó con tranquilidad.
—Cuando era más joven; mis habilidades no eran las mejores y eso me frustraba bastante —respondió Qimir—. Sobretodo cuando veía a los demás padawans avanzar, mientras que yo me quedaba en el camino.
Formó una leve sonrisa cuando sintió los dedos de Akemi acomodando su cabello.
—Pero tuve suerte de que Vernestra me escogiera como su Padawan. No quise decepcionarla o que llegara a pensar en que tal vez era mala Maestra, porque es todo lo contrario. Es ahí donde comenzó… Cada vez que fallaba me exigía a mi mismo, toda la ira, la frustración… el odio empezó a tomar control de lo que hacía.
Empezaba a sentir un nudo en la garganta, por el recuerdo de sus errores y arrebatos pasando por su mente.
—Y a medida que pasaba el tiempo, empeoró —siguió hablando—. Perdía el control y atacaba de forma antideportiva a mis oponentes de entrenamiento. El dolor seguía aumentando, me resistí a esas emociones. Pero con el tiempo, comencé a ceder. Sabía que estaba yendo en contra de todo lo que enseñan los Jedi, pero no pasó mucho hasta que acepté la oscuridad dentro de mí en lugar de resistirme a ella.
—Y al final… ¿Lo hiciste, verdad? —preguntó Akemi, que con suavidad tomó el rostro de Qimir para que la mirara a los ojos. No había decepción en ella, sólo compasión.
—Sí... sí lo hice —admitió— Permití que la oscuridad tomara el control y comencé a usarla a mi favor en las peleas, cediendo a mi ira y agresión. Me volví más fuerte, ágil… lo que siempre quise.
—¿La Mestra Vernestra sabe de esto? —preguntó Akemi, notando que Qimir nuevamente se tensaba.
—Sí, sí lo sabe —respondió—. Ella puede sentir cualquier indicio de mi oscuridad, y me ha castigado por eso… muchas veces.
—¿A qué clase de castigos te refieres?
—Dolor.
Akemi se sorprendió ante esas palabras, sintiendo el impulso de levantarse.
—¡Ella no puede hacer eso! —exclamó, teniendo el impulso de levantarse.
Estaba dispuesta a ir en busca de la maestra, ninguno en la orden jedi tenía permitido castigar infringiendo dolor a un Padawan. Eso iba en contra de sus principios, Qimir estaba siendo víctima y nadie sabía de eso. Pero él la detuvo tomándola del brazo.
—¡Espera… por favor, no puedes hacer nada! —dijo Qimir, sabía que eso solo empeoraría las cosas para él.
—¿Qué no haga nada? —preguntó Akemi, podía sentir algo de ira por la situación—. ¡Te está lastimando!
—Solo cálmate —respondió suavizando su agarre—. Escucha… nadie debe saber esto y de cierta forma yo me merezco estos castigos.
Akemi empezó a respirar despacio para recuperar su tranquilidad. Los escenarios que estaba creando su mente eran devastadores, tan solo pensar que Qimir pudo sufrir dolor intenso la hizo sentir un escalofrío en toda su columna vertebral.
—Dejemos las cosas como están —dijo Qimir rompiendo el silencio, sentó a la joven nuevamente y pasó su brazo sobre su espalda—. Sólo… piensa que Vernestra me ha entrenado más duro que a otros padawans… eso es todo.
—¿En serio quieres que esta conversación termine aquí? —preguntó Akemi.
—No quiero preocuparte más de lo que ya estás.
Akemi tragó saliva con fuerza para quitar el ardor de su garganta. Sintió que sus niveles de energía bajaron de forma abrupta, Qimir pudo notar su cansancio.
—Debes descansar un poco —dijo Qimir con voz suave—. Ha sido un día muy largo para ti.
Puso su mano en la parte baja de la espalda de Akemi, la guió hasta una de las cabinas de descanso de la nave. Ella se acostó, el agotamiento era evidente en su rostro. La revelación de su pasado, su ataque de ansiedad, el asunto de Qimir… todo lo ocurrido la había llevado al límite. Qimir se recostó a su lado, sus cuerpos estaban a pocos centímetros de distancia, ambos en silencio perdidos en sus propios pensamientos. La tensión de la conversación anterior aún persistía en el aire.
Akemi podía sentir sus emociones y enojo persistente, pero no podía hacer más para sacar todo a flote.
—Qimir… ¿cuál es tu mayor sueño? —preguntó ella mirando al techo.
Esto lo tomó por sorpresa y se tomó un tiempo para pensarlo. A pesar de la oscuridad que había aceptado, las marcas, todas las reglas; creía en la justicia y en sus sueños.
—Mi mayor sueño es convertirme en Caballero Jedi —respondió él—. Proteger a quienes lo necesitan en esta galaxia, ser defensor de la paz.
Akemi sintió alfileres clavarse en su pecho hasta llegar a su corazón. Desde que pisó el templo por primera vez, cuando fue a Illum para obtener su cristal Kyber, cuando la fuerza la hacia vibrar en armonía; ese también había sido su sueño, su meta. Y… después de todo lo que descubrieron hoy ¿ese sueño se haría realidad, o se quedaría así? Como una fantasía que se desvanece al volver a parpadear. Las lágrimas regresaron y dejó que fluyeran en silencio, nada cambiaría su percepción de que ese día era el peor de toda su vida.
Eso pensó.
—Lo lograrás… ambos lo haremos —dijo Akemi, manteniendo aún su esperanza de que así pasaría.
Buscó la mano de Qimir y entrelazó sus dedos con los de él. La sensación de tener sus manos juntas fue reconfortante, mientras que Qimir sintió un aleteo en su corazón al sentir la calidez que recorría desde su mano hasta todo su cuerpo.
—Lo haremos, juntos —respondió él con voz firme, pero llena de afecto—. Nos protegeremos mutuamente.
*:・゚✧ *:・゚✧ *:・゚✧ *:・゚✧
Akemi y Qimir fueron vencidos por el agotamiento, quedando profundamente dormidos mientras sus piernas colgaban en el borde de la cama y con el rostro mirando el techo. La Maestra Vernestra llegó tiempo después, ni siquiera el sonido de la compuerta al abrirse logró despertarlos. Sus manos aún seguían entrelazadas, pero ella no lo notó por las mangas de sus túnicas. Los siguió observando por algunos segundos y suspiró, el consejo tendría una reunión de emergencia en cuanto regresaran a Coruscant. De algo estaba segura:
Ninguno de los dos padawans tendría la culpa de lo que pasaría horas después.
☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆.。.:*・°☆*:..
8 notes · View notes
rius-cave · 7 months
Note
Hay una duda que no me deja en paz...
Y tal vez no tenga mucho sentido, pero...
¿No es peculiar que Lucifer y Lilith tengan un peinado y tonalidad de cabello similar?
Casi como si... Hubieran creado a Lilith para ser <casi identica> a Lucifer...
Como si... intentaran darle un compañero a Adam que sustituyera a Lucifer
Como si... ellos hubieran sido realmente amigos antes...
Como si... hubieran tenido algo más intimo en el pasado...
Como si... La historia del capitulo 1 que narra Charlie le faltara una parte... ¿Qué opinas al respecto? Porque pasaria que de repente algunos fanfics tendrian sentido y la muerte de Adam doliera todavia más :´v
Anon el hecho de que Lilith y Lucifer se parezcan un poco se me hace a mi simplemente un detalle interesate. Pero Adam y Lucifer teniendo algo antes de que Lilith fuera creada? Si, 100%, me encanta eso lolol
16 notes · View notes
latinotiktok · 11 months
Note
El primer smut q lei era un limon(no sabia q era) omegaverse(tampoco sabia q era) mpreg(ni idea casi ni hablaba inglés) de Levi x Eren de AoT. Claro, pa colmo era no-consensual y Eren era teen. Fue en fanfic dot net y obviamente no tenia ni un solo aviso. Anyways ese dia aprendi a no leerme nada de AoT, y eso es algo que he mantenido hasta el dia de hoy. La proxima vez que vaya a terapia mental lo menciono.
DIOS ESTA TODO MAL ACÁ NO HAY ABSOLUTAMENTE NADA SALVABLE EN ESTE ASK, DE INICIO A FIN ES UN DESASTRE 😭
31 notes · View notes