#enamorándome
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loveordrugs · 7 months ago
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Me tienes enamorada. Enamorada y enternecida. Me gusta ver tu sonrisa y tus ojos que me miran con complicidad. Más allá de una locura desmedida o un incontrol mental, me gusta que me llevas de la mano a la cordura, enseñándome qué es el amor de verdad.
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mianahi · 10 months ago
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myillicitaffair · 10 months ago
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You are in love | Esteban Kukuriczka.
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sumario: noches de pizza con tu amigo… claro, amigo.
advertencias: sexo explícito (+18) , penetración, sexo sin protección, consumo de alcohol.
créditos: las fotos del collage fueron extraídas de pinterest, más las edite yo. la canción cuya letra utilice es You Are In love (Taylor’s Version) de Taylor Swift.
notas: honestamente, no estoy muy contenta con el resultado final pero espero que puedan disfrutarlo de todas maneras xx.
No hay pruebas, no fue demasiado, pero yo vi suficiente.
Paciente, fuera de su recibidor, me encuentro parada, esperándolo con una botella de vino bajo la axila. Aliso los pliegues de mi falda varias veces con las manos, un hábito al que recurro para evitar sucumbir a la ansiedad que me atormenta. Con la cámara de mi celular, observo mi reflejo, comprobando que mi maquillaje permanezca en su lugar, que mi cabello siga viéndose inmaculado.
No recuerdo un tiempo en el que Kuku haya sido simplemente un amigo, siempre fue más; mi confidente, el protagonista de mis fantasías, quien roba mis suspiros y miradas, de quien terminé enamorándome.
Las pisadas sobre las baldosas delatan su presencia apropincuándose, luego el traqueteo de las llaves en la cerradura, las bisagras girando en su eje para revelarlo frente a mí.
La alegría tiñe su rostro al verme, redondeando sus angulosos pómulos y centrando mi atención en la mueca en sus labios. Condenadamente cerca de mí y a la vez tan inalcanzables.
Su voz dándome la bienvenida me sacude de mi subrepticia quimera, trayéndome de un zarpazo de vuelta a la realidad. Me estrecha contra su torso, con las muñecas serpenteándose por mi cintura para atraerme más cerca.
“Traje vino, Kuku”- pronuncio, a modo de saludo, mientras lo abrazo estrechamente.
“¡Gracias, ángel! Entrá que está por llegar la comida”- informa, de manera tan casual y ligera que siento mi corazón escurrirse hasta tocar el suelo.
“Ángel” me dijo, jodiéndome para siempre. ¿Cómo seré alguna vez capaz de recuperarme de tal agravio a mi integridad? Decido asentir y adentrarme a su hogar.
Me recibe una sala de estar cálidamente iluminada, las paredes blancas cubiertas de cuadros y fotos, un aterciopelado sofá rojo situado en medio de la habitación.
Me acerco a una repisa de madera, donde reposa un retrato recientemente seleccionado… todo el elenco de La Sociedad De La Nieve posando bajo el lente de su cámara, sonrisas reflejadas en nuestros rostros enmarcados.
“Esa la tomé el último día de rodaje”- me recuerda, apareciendo por detrás mío, con una mano en mi espalda baja.
No hay pruebas, un toque singular, pero yo sentí suficiente.
Mis vellos corporales se erizan ante el contacto, un escalofrío recorriéndome cargado de anticipación por lo que jamás sucederá. Asiento torpemente, deseosa de fundirme en el calor de su silueta.
Pienso en esos mismos dedos, acorralando mi piel a su paso, incendiando su sendero. Acariciando mis mejillas con ternura, colándose por mis labios, desvistiéndome con precisión.
El timbre retumbando en la sala me despierta, desarraigándome de mis maquinaciones pecaminosas. El hombre a mi lado da largas zancadas, con un caminar tímido y garbado, hasta alcanzar la puerta de madera y ojear la mirilla. Luego de cerciorarse de la identidad del intruso, le permite ingresar para que deposite el delivery entre sus brazos, marchándose luego de recibir su pago.
Sobre la mesa del comedor se halla mi bolso, el cual rebusco hasta toparme con la billetera y separar varios billetes para pagar una porción del importe de la cena.
“Dividamos los costos de la comida entre los dos, ¿te parece?”- debato, tendiéndole el dinero para así compensar la mitad de su perdida.
“Pero no, nena, ¡guarda eso! Te invito yo”- rechaza tajante al ignorar mi ofrenda, con juguetona indignación en sus facciones.
Más allá de mi recurrente insistencia, rechaza contundentemente todos mis intentos de devolverle la plata, escudándose en excusas absurdas. Una cálida sensación se apodera de mí ante su caballeroso gesto, traduciéndose en atontados vistazos en su dirección, mientras sigo cada uno de sus movimientos al sacar el par de copas de una alacena.
“Pedí pizza de ese bar que te gusta”- comienza a explicar, aun movilizándose para descorchar el vino- “la de pepperoni sigue siendo tu favorita, ¿verdad?”
Un solo paso, no fue demasiado, pero dijo suficiente.
Silencio. Silencio desgarrador y sepulcral a mi alrededor, petrificando el aire a su paso.
“¿Te acordaste?”- asevero con un hilo de voz, aunque suena más a una pregunta, reflejando mi propia inseguridad.
Mis extremidades tramitan un cosquilleo colectivo, despertándome de la anestesia que se había apoderado de mí.
“Si, obvio”- le resta importancia, sirviendo la bebida y entregándome mi copa.
Y yo entiendo lo tonto que debe sonar, pero, por un momento, me permito sentirme importante e incluso un tanto sustancial en su existencia. “Me escuchó” medito, atónita por la revelación, revolucionando todas mis ternuras dirigidas hacia él.
Mis ojos se obsesionan con su él, simplemente él y su aura dorada coronándolo como si de un halo se tratara. ¿Cómo logré tener tanta suerte?
“No me mires así, nena”- pide al devolver mi mirada, su entrecejo fruncido en concentración- “Vas a hacerme creer que los chicos tenían razón…”
Mi mueca se tiñe de confusión, no sabiendo con exactitud si se refiere a lo que yo supongo. Intento decodificar sus palabras, pero, tal vez por el prospecto de ver mi entusiasmo destrozado, me limito a repreguntar.
“¿De qué hablas, Kuku?”- atrapo mi labio inferior entre mis dientes para así detener los temblores que lo acosan.
“Ya sabes…”- se encoge de hombros, pero, al ver mi perplejidad se resigna a continuar- “Fran y Juani siempre nos cargaban con que… em, con que debíamos salir.”
Siento un hondazo envestirme de lleno y un deseo irremediable de que el mismo continúe hasta hacerme perder la conciencia.
“Ah, eso”- murmuro en voz baja, de repente completamente drenada de seguridad. Trato de difuminar mis conflictuadas preocupaciones con una risotada punzante, delatando la rigidez de mis hombros estáticos y la incomodidad en mi gesto.
¡Qué estúpida! ¿Cómo me permití alguna vez pensar que el podría sentir lo mismo que yo? Deseo tirarme al suelo y revolcarme en el bochorno que me arrima, lo suficiente para olvidarlo a él con sus grandes ojos fijos y perder la cordura a manos de la vergüenza.
“Era un chiste nada más, no deseaba hacerte sentir mal”- aclara cálidamente, rodeando la mesa hasta rozar nuestros hombros.
Es absurda la cantidad irremediables de terminaciones nerviosas que logra incendiar con solo oprimir su marco con el mío. ¡Debo frenar esta locura antes de que se me vaya de las manos!
“Claro…”- suspiro, forzando una sonrisa al tomar asiento en la silla que abuso bajo mis pálidos nudillos.
Tomando la copa entre mis palmas, la balanceo hasta verter el liquido más allá de mis labios, rezando para que el espirituoso proveniente de uva disipe su comentario furtivo.
El mayor, aún parado a mi lado, hinca sus rodillas para arrodillarse y así quedar a la altura de mis ojos.
“Ángel, lo siento si te ofendí. No era mi intención”- se disculpa, escurriendo sus dígitos entre mi cabello para plegarme un mechón tras mi oreja.
“Ya sé, Kuku… y lo prometo, ¡estoy bien!”- miento descaradamente en su cara, con las comisuras adheridas a mis tensas mejillas.
Por unos prolongados segundos- que se sienten como una eternidad- nos miramos firmemente, tratando de descifrar los pensamientos cabalgando en la cabeza opuesta. Con un afectado suspiro, se levanta del suelo para luego posicionarse en la silla contigua a la mía.
Una vez asentado en su sitio, levanta el rostro para enfrentarme y toma mis temblorosas manos entre las suyas. Inmediatamente noto su calor corporal, las asperezas desperdigadas por sus palmas, sus anillos colisionando con los míos.
“Ahora entiendo cómo mi comentario pudo haber sonado y te pido perdón por ello”- alega mientras me observa, pausando en cada pequeño lunar e imperfección.
Inhibida y un tanto cohibida ante su escrutinio, desvío mis ojos hacia un costado y muerdo mi labio inferior, aprisionándolo entre mis paletas.
“No quería hacerte mal…”- confiesa, con sus orbes ahora clavados en mis labios mordisqueándose- “Sos mi mejor amiga.”
una mueca extraña en su rostro. Pausa, luego dice “sos mi mejor amiga.” Y yo supe a que se refería, está enamorado.
Una fuerza gravitacional me empuja aún más cerca suyo; envalentonada gracias a su fijación por mi boca, empiezo a disparar la ajena sin dudarlo. Deslizo una mano por su cachete, acariciando la incipiente barba creciendo allí mientras le robo un breve pico.
Al separarme, escaneo al hombre que acabo de besar, desesperada por hallar una reacción. La confusión tiñe su cara, tiene la mandíbula presionada con fuerza y un furioso sonrojo trepando hasta su nariz. Sin perder un solo minuto más. Vuelve a unir nuestras figuras en un beso, uno real esta vez.
Sus labios en contacto con los míos consienten un hambre que venía cultivando hace meses, acelerando mi deseo de conseguir más. Mi corazón late con una velocidad alarmante, saltando implacablemente contra mi caja torácica, y agravando los temblores en todo mi cuerpo.
Una danza desenfrenada se desenlaza, dando rápido paso a una intrépida batalla por apropiarse de la ventaja que implica dominarnos mutuamente. Una de sus manos se enreda en mi melena, tirándola hacia atrás mientras su lengua se apresura en inmiscuirse en mi cavidad bucal, cepillando la propia y paseándose por toda su extensión.
El aire comienza a escasear y el ardor en nuestros pulmones nos fuerzan a dividirnos, aprovecho el breve impase para deslizar mis extremidades por sus piernas y así, sentarme a horcajadas sobre su regazo.
“¿Sabes hace cuánto deseo hacer esto?”- cuestiona, entrelazando sus dígitos por mis curvas y asentándome sobre la junción de su torso y piernas.
Bajo mío, noto un bulto que comienza a alzarse, punzando mi centro deliciosamente. Sin siquiera razonarlo, muelo mis caderas contra él, percibiendo un curso de placer recorrerme entera ante la fricción contra sus pantalones.
En un arrojo de valentía, me deshago de la blusa que flamea en mis costados, arrojándola lejos nuestro. Como si de un arreglo tácito se tratara, el argentino adjunta sus labios con mi pecho y comienza a succionar mi piel con fiereza, yo me limito a atraerlo contra mí mediante su cabellera.
“Tantas veces fantasee con esto…”- admito, sin poder evitarlo, mientras él libera mi busto del corpiño.
Levito hacia su remera, forcejeando con ella hasta deshacerla hacia las baldosas y revelar su tórax al descubierto. Recubierto de pecas difuminándose en su blancura, dudo alguna vez haber visto una imagen más hermosa.
Sosteniéndose de mis muslos, se irgue y tropieza hasta toparse con el sillón, descargándome sobre el terciopelo con una impredecible agilidad. Allí, acostada en medio de su sala de estar, centro mi atención a sus dedos desenlazando mi falda con ternura, para luego despojarme por completo de mis confinamientos.
Imitando sus movimientos, aviento mis brazos hacia su entrepierna para desabrocharlo y librarlo de sus prendas. Aceleradamente, lo desvisto hasta que nuestras desnudeces son lo único que prevalece.
“Sos hermosa”- me halaga, recorriendo cada centímetro de mi piel con delicadeza, intentando memorizarlo para siempre.
Respondo con mi agarre volando hasta su palpitante erección y acariciándola juguetonamente, con constancia hasta donde me lo permite.
“Necesito sentirte adentro mío, Kuku…”- pido, sin sentir un ápice de vergüenza ante mi explicitación.
Un gruñido escapa su garganta ante mi directiva, deshaciéndose de mi toque para posicionar su polla entre los pliegues de mi coño y comenzar a adentrarse. Sollozos son lanzados en su dirección, animándolo a ir más allá, a continuar.
“Dios, estás tan apretada”- pronuncia cuando la cabeza de su pene logra tocar mi fondo, disfrutando los espasmos que mi canal le proporcionan.
En un frenesí ocasionado por la sensibilidad que su miembro me genera, embisto mis caderas para acercar nuestros centros aún más y luego retirarme, provocando un extasiante vaivén. Los gemidos retumban en el silencio del salón, con la danza que nuestros sexos lideran al fusionarse.
“Estoy enamorado de vos, ángel, desde la primera vez que te vi”- dice al observarme con atención, aun penetrándome hacia la culminación.
Sorprendida por lo inaudito de la situación, una lagrima se cuela por mis ojos y rueda en su sendero por mi mejilla ante su confesión, una que aguardo hace meses.
Esteban la recoge, interrumpiendo su trayecto hacia mi cuello para besarme nuevamente, con renovada emoción.
Y ahora comprendes por qué perdieron la cabeza y pelearon sus batallas, y por qué yo he pasado toda mi vida tratando de ponerlo en palabras.
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karylvsjuanii · 9 months ago
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Desvelado | Juani Caruso
tw: ningunoo, todo es súper fluff, algo cursi y menciona infidelidad pero es negada porque no sucede nada. Discusiones.
Por favor dime si hay un error o falta algo.
Basada en la canción “Desvelado - Bobby Pulido”
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Gordi, ya venís? - Pregunta Fran al otro lado de mi celular.
Estoy a 15 Fran, no empiecen sin mi porfa. - Pido finalizando la llamada después de un “no tardés más” de parte de Fran.
Iba manejando por las calles coloridas escuchando “desvelado” de bobby pulido.
“Muy buenos días a todos, y mejores por esta buenísima rolona, como están todos?”
De nuevo esa voz, si sigo así me volveré esquizofrénico.
Llevaba unas dos semanas aproximadamente enamorándome de una voz anónima que pasaba por la radio cada que tomaba rumbo a algún lugar por las mañanas, me había grabado de memoria la estación. La hora. Y la hora en la que se iba.
“Recuerden que la línea está disponible para que llamen para pedir una canción” “Oh, justo a tiempo”
Subí el volumen de la radio para poderla escuchar mejor.
“Hola?, Bien, vamos a reproducirla una vez y se acabe esta canción, gracias por su llamada, que tenga un muy bonito día”
Su voz sonaba tan tranquila, era como escuchar las olas del mar, me enamoré aunque nunca la conocí, y cada que vuelvo a escucharla, anhelo poder encontrarla por alguna de estas calles.
Sinceramente me considero un psicopata por decir todo esto, pero quien no se resistiría a esa voz de ángel?
Finalmente llegué a mi destino. Un restaurante donde se supone todos mis amigos me están esperando para pasar el rato juntos.
Mas tarde tendríamos que ir a una conferencia del cast principal, pero eso sería ya por la noche. Últimamente habíamos tenido esta rutina. Almorzar por la mañana y vernos en la noche para entrevistas, conferencias, premios.
Aburrido. Y más sin poder dejar de pensar en su voz.
Ya tienen su traje listo? Yo tengo que ir saliendo por el mío. - Felipe ríe por lo bajo.
Te acompaño. - Habla Matías antes de meter un pedazo de carne a su boca.
Listo, Juani? -
Blas iba a llevarme en su auto, ya que el mío estaba en mantenimiento y él se ofreció a hacerme el favor. Un amor.
En que tanto pensás, boludo? - Blas me pregunta sin alejar la vista de la carretera.
“No lo sé.” Suelto sin respuesta.
Blas, vos te pensás, tipo, que alto forro si alguien te contara que se está hasta las manos de una voz y no puede dejar de pensar en ella, aunque ni siquiera la conozca, pero incluso ha soñado en su querer, en estar en sus brazos, en que ella le habla. Repito. Sin conocerla. - Creo que estoy todo rojo.
Na amigo, estás re copado. Me estás jodiendo vo’ - Blas ríe haciendo montoncito con sus dedos.
No te jodo boludo, me estoy volviendo loco. Vos entendés eso? Juani, volviendosé loco por una piba que ni en pedo la conoce. -
Me siento aliviado de poder sacar mi frustración aunque un poco mufa por la reacción de Blas.
Me estás diciendo vo’ que por eso has estao’ re colgado por ella? Más bien, por una voz que probablemente sea de cualquier forra bagarta? - Se burla Blas.
Cerrá el orto cheto de mierda, no la conocés. - Quedé re picado por lo que dijo Blas, me hirvió la sangre a 1000 grados.
Ni vos tampoco, gil escracho. -
Okey, eso me envió a la concha de mi madre.
En un par de 10 minutos más, ya estabamos junto a nuestros compañeros y amigos, unos tomandose fotos, arreglandose, otros ya dentro de cabinas donde asignaron sus entrevistas, y los demas, aceptando las bebidas del lugar.
Amigos, me putearon todo. - Llega Mati riéndose.
Por que? Que hiciste pelotudo? - Pregunta Simón dejando su celular a un lado.
Naa, me llenaron de cosas que ni yo me acuerdo por quedarme colgado con la gila que estaba ahí metida en la cabina, era como una de ahí, re linda ella eh. - Matías toma un vaso de agua para llevarlo a sus labios y dar un sorbo sin dejar de vernos.
Te gustó más que Malena? - Pregunto riéndome.
Obviamente, la piba ha de ser unos 10 años o 10 siglos menor que malena. - Felipe ríe burlándose.
No estes jodiendo forrito, tampoco pa tanto, te la dejo a vos que te hace falta una manita eh. - Ríe alejándose lo más rápido de Felipe que inmediatamente fue perseguido por él.
Veía twitter tranquilamente en lo que esperaba pacientemente mi turno, me tocaba después de Enzo.
Pasé viendo todos los comentarios que hacían al respecto por mis rt. Últimamente eran solo de alguien que me gustaba y de lo mucho que me encantaba su voz. Ya se imaginarán las reacciones de todas. A veces eran re bardas las pibas.
Che, Juani, tu turno. Suerte. - Enzo toca mi hombro demostrándome amabilidad, no sin antes dejar una sonrisa y desaparecer de mi vista.
Él y todos sabíamos en sí que a veces era algo tedioso ser entrevistado. Che, cuidar que decís, que hacés, que opinás, las preguntas re incomodas que al toque hacen, vos sabés boludo.
Doy un último sorbo a mi agua helada, y me dirigí con cortos pasos a la cabina número 3, antes adueñada de Enzo.
Y hasta el momento, sigo creyendo que haber cruzado esa puerta fue la mejor decisión de toda mi vida.
Hola Juani, cómo estás? - Se acercó a mi dejando a un lado un frasco que parecía ser un gel.
Extendió su mano con una sonrisa en su rostro, mirándome.
Su voz fue lo primero que me hizo derretir, y ahora estarla escuchando de la nueva niña de mis ojos, me hizo sentir escalofríos.
Era ella. Y no lo dudé ni un segundo.
Parece alta pero no más que yo, llevaba puesta una falda color negra y una blusa color vino de manga larga la cual descubría sus hombros y dejaba ver su clavícula marcada, ese color hacía resaltar demasiado su tono de piel, era blanca como si en su vida hubiera estado bajo el sol y su cabello hacía que se viera aún más.
Qué tal?, Todo bien y vos? - Devuelvo el saludo, encantado.
Igual que vos, un gusto. - Su mano se alejó de la mía, al igual que su cuerpo para llegar a donde antes estaba y señalarme con su dedo un asiento rodeado de cámaras, luces, y micrófonos.
Seguí su indicación y tomé asiento a donde ella señaló.
En la cabina habían más personas vestidas de negro, con cables, computadoras, micrófonos, luces por todos lados, tripiés, e incluso mates.
Empezaron a retocarme un poco el rostro con polvo iluminador, también pasaron un peine por mis rizos, un spray fijador y más polvo.
Para ser sinceros, no preste atención a lo que estaban haciendo conmigo, y no me interesaba, estaba muy ocupado viéndola.
Se encontraba anotando unas cosas en una agenda y computadora, sin dejar a un lado un mate en lo que parecía ser una guampa.
Se veía tan atenta en lo que hacía, tan bonita.
Bien, Juani, como última pregunta. Fuertemente suplicada por tus fans. Quién es esa afortunada chica de la que estás enamorado? -
“Que chota?”, Pensé.
Vos, sos vos mi amor hermosa, la tengo en frente.
Claro que eso es lo que quería gritar, lástima que soy puto.
Ah, eso, una pibita por ahí, secreto. - Digo riendo, jugando con mis manos mostrando nerviosismo. Sabía los altos edits que se venían de esto.
Mm, no es lo que esperaba, la verdad, si te soy sincera, me gustaría saber quien es esa chica. Dicen que estás muy enamorado de su voz, es eso cierto, Juani? - Pregunta mi próxima mujer y dueña de mi corazón, haciendo que una sonrisa invada mis labios.
Si, eso es cierto, me fascina su voz. - Asiento, dándole la razón.
Si? Debe ser una muy bonita voz entonces. - Veo una sonrisa formada en sus labios rosados. Que mujer más perfecta.
De repente quiero sacar el anillo.
Eso es todo Juani, muchas gracias por tu tiempo. Un gusto y que tengas linda noche. - Me dedica nuevamente una sonrisa despidiéndose.
Las cámaras ya se habían apagado. Pues yo era el último.
Gracias a vos, pero no me gustaría irme sin antes pedirte una canción para mañana en tu estación. - Puedo notar su asombro y sonrojo rápidamente.
Oh, muchas gracias, y claro que si. Cual es? - Me acerco lentamente hacia ella con una sonrisa.
Desvelado, de Bobby Pulido. -
Por supuesto, para tu enamorada, verdad? - Ella se cruza de brazos riendo.
Exactamente, oh, y podés leerle este papel cuando pongan la canción? - Saco de mi bolsillo el papel para entregárselo.
Si, no te preocupes. Gracias Juani. - Vuelve a lanzarme una sonrisa y yo salgo de la cabina con una cara de bobo. Anhelando volver a escucharla, volver a verla.
Y para despedirnos, quiero poner una canción a petición de alguien con el que tuve la oportunidad de hablar, espero estés escuchando esto. - Digo antes de dar click a la canción en Spotify.
La radio empezó a reproducir “Desvelado”.
“Será fe que yo encontré
Una voz de ternura
Que me llena de placer
Cuando la oigo hablar
Con ella me enamoré
Que nunca la conocí
Sueño en su querer
Y en sus brazos quiero dormir
Escucho cada día la radio
Seguro que la vuelvo a oír
Por el cielo busco mi estrella
A la luna quiero subir
Voy desvelado
Por estas calles esperando encontrar
A esa voz de ángel que quiero amar
¿Dónde andará?”
Antes de escuchar el último verso de la canción, bajo un poco el volumen de esta.
Y finalmente una nota dejada por él para su dichosa enamorada. - Abro la nota que Juani me dio antes de irse por esa puerta la noche anterior.
“Al final si te encontré. La dueña de esa voz” - Juani.
“Juanicar comenzó a seguirte”
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alquimistaliteraria · 4 days ago
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Me enamoré de la forma en que tus caricias me recorrían,
dejando una huella imborrable en mi piel y en mi corazón.
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-Diario abierto-
Me enamoré de la forma en que tus caricias me recorrían, dejando una huella imborrable en mi piel y en mi corazón. Cada roce se siente como una promesa, y esas marcas quedan plasmadas en mí como un recordatorio constante de lo que compartimos. Me enamoré de tus besos, esos que se incrustan en cada lugar que tocan, llenándome de una calidez que solo tú sabes ofrecer. Tus labios son un refugio, un lugar donde el mundo desaparece y solo existimos nosotros.
Me enamoré de esas palabras que se sumergían en mi alma, palabras que transforman lo cotidiano en poesía. La forma en que me hablas, la sinceridad que emana de tu voz, resuena conmigo en lo más profundo. Adoro tu manera de besar, esa cadencia que se siente como si cada latido del corazón estuviera sincronizado con el tuyo. Tus manos, fuertes y seguras, me envuelven, como si el propio universo conspirara para acercarnos y fundirnos en un abrazo eterno.
El calorcito que me das es un regalo invaluable; es el refugio en un mundo que a veces se siente frío y distante. Esa mezcla de tu voz penetra en mi ser y se convierte en la melodía que acompaña mis pensamientos, una sinfonía que me hace querer escuchar más. Me enamoré de tus gemidos, de tus ganas, de esa entrega sincera que proviene de un lugar tan puro que me hace sentir viva. Te estás entregando a mí con una fuerza intensa, y yo sigo cada momento, atrapada en la magia de lo que somos.
Y no puedo dejar de mencionar la conexión que siento con tu corazón. Esa mirada tuya, que dice sin palabras y remarca todo lo que siento, es un lenguaje que solo nosotros entendemos. Tu respiración fuerte, su cadencia salvaje, me inunda de una emoción indescriptible. Me siento viva, basada en nuestra esencia compartida, en esa conexión que va más allá de lo físico; es un lazo profundo que nos une.
Tú y solo tú, en altos y en bajos, en las risas y en las lágrimas, me has cautivado. En resumen, me enamoré de ti, de quien eres en tu totalidad y de la forma en que me haces amar cada día más. Ahora, mañana y siempre, me encuentro enamorándome de ti una y otra vez. Cada día es una nueva oportunidad para descubrirte, para conocer cada faceta de tu ser, y con cada pequeño detalle, mi corazón se llena más y más.
Así que aquí estoy, rendida ante la maravilla que eres. Mi amor por ti crece con cada amanecer, y sé que mientras siga explorando lo que eres, seguiré enamorada, cada día un poco más.
Con todo mi amor,
Yls.
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triste-pensante · 4 months ago
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Me he enamorado muchas veces. De personas que posiblemente ya no vuelva a ver nunca más. Y seguiré enamorándome. En algunas habrá química verdadera. En otras, simplemente atracción sexual. Sin embargo, el amor siempre existirá. Hay un sinfín de expresiones del amor. Y todas ellas igual de bellas y únicas a su manera.
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principito2604 · 3 months ago
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De mi para ti
Optaste por la distancia, sin importarte mi sufrimiento. No tuviste la decencia de ofrecer una explicación, quizás guiado por tu ego y considerando que no merecía tal claridad.
Puede que no le concedas importancia, ya que solo perdí como un fan entre miles que te admiran, a diferencia de mí, que experimenté un dolor desgarrador enamorándome de alguien como tú.
No obstante, tras superar la tormenta, pude ver de nuevo el sol, sentir su calor y comprender que erré al idealizarte, pensando que eras especial, cuando en realidad no lo eras.
No albergaré odio, pues sería una pérdida de energía. Aunque carezco de tu posición de poder, confío en mi amigo karma, quien siempre cobra sin importar quién esté en su camino.
Agradezco, ya que contigo aprendí que merezco lo mejor y no debo conformarme con menos.
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elbiotipo · 7 months ago
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biotipo creo que estoy enamorándome
qué hago?
Yo por lo general en estos casos suelo cagarla debido a una serie de situaciones y coincidencias tragicómicas que después puedo relatar en una juntada mientras cantamos temazos de Serú Girán. Pero te deseo mucha suerte.
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a--z--u--l · 1 year ago
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No sé por qué creo que, irremediablemente, voy a acabar enamorándome de ti.
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deydemendez0702 · 1 year ago
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Adiós Hoy te suelto después de tanto, hoy me elijo a mi aunque con eso te tenga que dejar ir. Sabía que me destruirías por completo. Pero necesitaba que lo hicieras, porque es que seamos honestos, todos sabíamos que nada mataría mi amor por ti, excepto que lo hicieras tú mismo. Te amé aun cuando todos me odiaron por hacerlo, te perdone a pesar de que cada acción o palabra que venía de ti solo me hacía daño y aun así decidí morir de la forma más bonita que conocí, enamorándome de ti, aun cuando más has de lastimar, me quede contigo  cuando ni tú mismo soportabas tu propia compañía. Quiero que sientas lo que yo he sentido contigo, aunque no valla hacer conmigo, quiero que entiendas a lo que me refería cuando con mis ojos te decía te quiero  y no importa que sigas soñando con ellas,   yo seguiré soñando a que sueñas conmigo. Yo seguiré anhelando que un día me veas y notes que perdiste a la única que te amo aun cuando más la habías destruido, porque para mi perderte o tenerte, en ambas sentí morir... Y si otra podrá calmar tu deseo desenfrenado, pero créeme que, cuando los miedos se te pongan de frente y la oscuridad te alcance, ella no se detendrá a tomar tu mano y alumbrar tu camino, ella no aguantara el infierno que llevas dentro, no invitara a pasar a tus demonios a su vida, ella no estará cuando el huracán que llevas contigo intente destruir todo lo que este a tu alrededor, ella no se sentara junto a ti cuando tu ego te haga alejarte de todo. Refúgiate en fiestas, rodéate de miles de mujeres a diario, pero ambos sabemos que al llegar a casa solo, te hare falta, te hará falta que mi mundo gire en torno a ti, que mi amor te ahogue como solías decir y te hare falta el día que llegues necesitarme pero ya no contestare, porque al fin entendí que no debí amarte más de lo que me amaba a mí. Sé que un día todo lo que te amé lo notaras y solo te pido que jamás pienses en regresar, porque no necesito que experimentes lo que es perderme solo para que sepas que me quieres, porque no quiero que otra vez te lleves todo rastro de felicidad en mí… Hoy al fin te digo adiós, porque ya entendí que de ti solo recibiría dolor, que de esta relación la única que se enamoró fui yo, que lo que tuvimos jamás fue algo verdadero, me rompiste el corazón pero no te odiare por eso, tal vez éramos muy jóvenes para algo tan complejo como estar en una relación, yo quise disfrutar mi vida contigo y tu simplemente querías disfrutar la vida, con el daño que me hiciste, me diste a ver que estaba muy claro que jamás me querrías   y yo no me merezco eso. Hoy al fin digo adiós, porque al fin me aprendí a amar primero a mí Hoy yo elegí mi felicidad, antes que a ti Así que adiós.
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loveordrugs · 10 months ago
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Te quiero, te veo y sonrío sin querer, solo sintiendo. Y me río de que estemos de la mano, caminando sin rumbo enfrente de un lago viendo el atardecer.
Me gustan tus flores tiernas, tus flores que huelen a conquista, me gusta tu ímpetu de sentirme cerca tuyo, me gusta que seas tú quien me desvista.
Enciéndeme, explórame, sumérgete en mi ser.
Que tú y yo somos amor, lujuria y diversión, un cóctel suave de dicha y de placer.
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melancolirio · 2 years ago
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Estoy enamorándome de ti y eso me tiene muy preocupada, cuando me enamoro soy medio tonta, miro con ojos embelesados y todos alrededor parecen desaparecer para mí, y ahora mismo, solo tengo ojos para ti, nariz para el olor de tu perfume, oídos para tu voz grave y seductora, piel para sentir la tuya cuando me abrazas y solamente sueño con probar esa boca tuya que quisiera devorar toda...
Overthinker
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iamalexxsoto · 6 months ago
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Deseo entre Estrellas y Labios.
Mientras la mayoría de las personas elevan sus deseos hacia las estrellas, confiando en su brillo distante y misterioso, yo me encontraba frente a unos labios que destellaban más que cualquier constelación. Con el corazón palpitando en mi pecho, le pedí un deseo a la boca de una musa, un anhelo que surgió espontáneamente y que me atrapó sin remedio. En el momento en que sus labios formaron una sonrisa, supe que había caído irremediablemente, enamorándome perdidamente de ella. Esa sonrisa me cautivó de una manera que ninguna estrella podría lograr, y cuando nuestros labios finalmente se encontraron en un beso suave y apasionado, sentí que el universo entero se detenía. En la intimidad de un momento privado, con luces rojas y una playlist con música diseñada para esa ocasión, con nuestros corazones latiendo al unísono, comprendí que mi deseo no solo había sido concedido, sino superado en cada posible sentido.
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baul-de-frases · 1 year ago
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Estoy enamorándome de ti y eso me tiene muy preocupada, cuando me enamoro soy medio tonta, miro con ojos embelesados y todos alrededor parecen desaparecer para mí, y ahora mismo, solo tengo ojos para ti, nariz para el olor de tu perfume, oídos para tu voz grave y seductora, piel para sentir la tuya cuando me abrazas y solamente sueño con probar esa boca tuya que quisiera devorar toda...
Overthinker
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alasdepaloma · 1 year ago
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Tumblr media
Carta al koala:
Tomaste asiento sobre la pila de libros —favoritos míos—, abriste uno y comenzaste a leer. Fue difícil para ti comprender mi mundo, lo sé. Rara soy y así nací. En alguna etapa anterior de mi desarrollo pude haber rechazado ciertos rasgos de mi personalidad: mi inclinación a la soledad, a no hacerme de amigos, a mi ansiedad social, a mi mutismo selectivo, a mi hipersensibilidad, a mis crisis repentinas de llanto… A inclinarme hacia la fantasía lejos de ser concreta y real y hacer de la irrealidad mi vida, enamorándome aquí y allá de la poesía, de las letras, de las novelas e historias románticas. Hoy no sucede eso ya. Han sido cuarenta y dos largos años —la mayor parte del tiempo caminando de la mano de la soledad— conociendo a esta loca alma que le da vida a mi cuerpo, ¿y sabes? Finalmente he aceptado quién soy. Me amo así. Luego vinieron las duras enfermedades, tener que dejar ir anhelos, tener que soltar una y otra vez a una mujer que ya había aprendido la lección y necesitaba madurar en base a aquellas. A diario me enseñó la vida la conciencia de la impermanencia. Día con día se encargó de entrenarme en el arte de observar con la mirada de lo finito… Y dolió bastante. Luego llegaste tú y me observaste con esa mirada embriagada de paz, ¿si sabes que jamás volveré a encontrarme con una mirada así? ¿Si sabes que a pesar de todo, de lo áspero que ha sido el camino, de que la vida se aferró a mantenernos distanciados y de que en todas tus decisiones te priorizaste más que a nuestra relación, yo te amo? Y te amo con un amor que agradezco estar viviendo. No es un amor común, incluso yo lo estoy conociendo a penas y con él me estoy conociendo yo misma y a esa fuerza interior de la que estoy hecha. Este amor que te guardo, koala, no es de este mundo. Es el amor de la galaxia que tiñe de colores a su oscuro fondo. Es el amor del sol que le da abrigo a la flor. Es el amor del infante que corre hacia el tronco del árbol cuya fuerza le hace imaginar la energía del padre que jamás conoció. Sí. Así te amo y eso es algo que no tengo intención de negar aún cuando observe tu distanciamiento, tu indiferencia, y tu poco ánimo de luchar por algo que nos costó bastante encontrar. Puede lastimarme, sí, esa acción que de repente tomaste, el poco interés por volver a hablar conmigo y escuchar cómo es que me estaba sintiendo y así mismo abrirte tú a platicarme sobre tus sentimientos, sobre tus anhelos, sobre el amor que conjugábamos juntos y de repente dejamos de hacerlo. Sí, me gusta conjugar a diario el amor, y si yo veo que un día tú lo conjugas conmigo y al día siguiente ya no, me embarga la incertidumbre y el desasosiego. La relación de pareja, siempre te dije, es para tejer alas, para sanar, para escuchar sobre todo esas cosas que no nos gusta oír pero que son necesarias de comentar a fondo pues gracias a ellas la relación se fortalece. Eso creo. Sin embargo vi cosas que me rasgaron más que fortalecerme. No se lleva a cuestas un pasado cuando ya estás iniciando un nuevo camino. Cargas aún con un pretérito y con una gran responsabilidad encima de ti. Has perdido el enfoque de tu felicidad. Estás sobre explotando a tu alma. Me duele verlo. Me duele saberlo y sé que aunque te lo diga, no lo entenderás, te molestarás y continuarás dándote a todos olvidando lo esencial: tu propia plenitud. Y en ese olvido me vas olvidando a mí, y en ese olvido vas olvidando lo nuestro, y en ese olvido poco a poco nuestra magia se va tiñendo de realidad. Una realidad que me ha costado mucho aceptar. Una realidad que duele bastante al alma pues te amo y no por ello dejaré de amarte. Sin embargo siento que ya no puedo resistir a seguir esperanzada a un tiempo que tal vez jamás llegue, aunque lo anhele como jamás anhelé nada con nadie, pues eres el amor de mi vida y eso también lo sabes. ¿Cuántas veces has tecleado la fecha de ella en cada compra que haces? Quiero pensar que aún no la olvidas y es por eso que te aferras tanto a tu retoño y a esa vida que hubiera sido increíble seguir viviendo, vida que se esfumó cuando me conociste a mí. Y te amo aún así.
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vale-fran · 17 days ago
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Y me dijo...
-Deja de pensarlo y hazlo...
Desde entonces la pasión fue cómplice de cada uno de mis pensamientos.
Se que todo debía ser estrictamente profesional.
Pero aquella tarde encontramos un noviembre acompañado de una primavera.
Cuando me abrazo encendio todo el fuego qué surgía de mi interior, el miedo desapareció, sentí una sensación intoxicante, él era como un veneno que me hacía adormecer, endiabladamente sexy, extremadamente seductor, cuando sus manos rozaron la piel qué escondi debajo de mi ropa desbordaron las ganas acumuladas durante todos estos años.
Sus besos saciaron mi sed, sentir su sexo duro entre mis piernas desencadenó un deseo profundo de fundirme con él, me sentí mojada, caliente, jadeante.
Cuando me quito la ropa, no me dejo decir una sola palabra, sus manos callaron mis labios, sus labios probaron el liquido bendito que mi cuerpo regaba y se introdujo dentro mi, duro, caliente, húmedo, no logré comprender si toque la gloria o el mismo infierno, cada embestida erradicaba en mi cualquier duda o sensación de querer huir, de mis incontables intentos de olvidarle por otoños prolongados.
En aquella habitación que él hizo oscurecer llena de gemidos y secretos, quedaron grabados mis pecados más grandes, esos pecados que el beso lleno de ganas de probar más, más que mi sexo, mis pies, más que mi piel o mis senos. Mi cuerpo siguió completamente su ritmo, fue lento, medio violento, como un tren sin frenos ni salidas de emergencia, endemoniadamente fuerte pero adictivo. No fui capaz de razonar, cerré los ojos y me dejé llevar cada vez más, fue la conexión más íntima qué he tenido, fue excitante, hizo con mi cuerpo lo que sus deseos indicaban, enredandose en el lienzo perdido de mi piel y despeinando mi cabello.
Ya habitaba en mis pensamientos, se adueñó de todos ellos como la luz del sol se cuela por las persianas, como las gotas lluvia que mojan lentamente cualquier superficie, despacio pero constante.
...Yo no quería escribirle, no quería que el supiera que había preparado mi cuerpo desde que hablamos, que había encendido mis ganas,  que había abierto mi corazon... porque sabía que si lograba expresar todos los pensamientos que en mi mente no lograba procesar terminaría enamorándome. Entre risas, inquietud y soledad, siempre estuvo ahí, en mi lado izquierdo.
He quedado completamente expuesta....
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