#el pañuelo lo trae en la cabeza
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juno choi ⋅˛ MISIÓN #002
#* ·⠀⠀𝐬𝐭𝐚𝐧𝐝𝐢𝐧𝐠 𝐚𝐥𝐨𝐧𝐞⠀⠀╱⠀⠀miscellany .#que dificil fue elegir algo#pero es hermoso ah#se puso tacones a los dos minutos se arrepintio#el pañuelo lo trae en la cabeza
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¿...verdad que te engañé? 🧍🏻♀️
ponte cómodo, trae pañuelos y detente a leer esto. ¿el prop��sito? que no solamente lo hagas hoy, hazlo cada vez que te sientas sin motivos para seguir luchando, cuando veas el camino perdido, cuando sientas que nada tiene sentido.
porque aunque el mundo sea muy cruel, existe la pequeña parte que no lo es y esa la conformamos cada una de las personas que te queremos, entre ellas, yo.
reiho producciones presenta: un épico regalo de cumpleaños.
“vikram, vikrancio, vik, viktorio, vikko.
es una persona más en este plano existencial llamado planeta tierra, pero también mi mejor amigo, ¿razones? ya que la ocasión lo amerita, para mí hay nada más y nada menos que 28; todas únicas, porque son parte de su persona.
y hoy me encuentro aquí, para que se sepan cada una de ellas.”
1- es una persona muy inteligente: no hay algo que no se sepa, por eso tiene temas interesantes de conversación, aunque se sienta medio nerd.
2- es gracioso sin esfuerzo: mis mejores momentos épicos los he tenido gracias a eso, porque cualquier barbaridad suya, te deja con dolor de estómago.
3- es bueno al brindar apoyo: en cualquier amistad, existe el dúo del que habla mucho y el que escucha, sin importar la situación. él dice que no tiene paciencia, pero a mí me la tiene, le pienso dar un grammy por aguantar mis crisis.
4- hace tramas muy buenas: su imaginación para escribir y construir escenas vuela la cabeza. recuerdo que la confianza empezó desde ahí, cuando nos pasamos escritos que teníamos guardados.
5- está chiflado: pones el nombre “vikram” en el buscador de google y te sale una multitud de memes que sin dudarlo, te diría un: sí soy.
6- tiene corazón de pollo: todo en él grita que es emo, pero en el fondo, es muy dulce. hay que saber tratar con su emocionalidad, cuiden el planeta, porque vikram vive en él.
7- sabe dar muy buenos consejos: tiene las palabras correctas siempre, así sea una situación buena o mala. no sólo te enseña a cómo canalizarlo, también a cómo combatirlo.
8- es muy jodido: quise incluir esto, porque después de mí, vikram es la persona que más conozco que usa groserías para expresarse. no es algo malo, pero a mí me da confianza, porque tengo el mismo mood y no todo el mundo lo avala.
9- el mejor cómplice: ¿quieres quemar una ciudad? vikram te acompaña; ¿quieres otra guerra mundial? vikram pone el grano de arena para que se haga realidad; ¿te cae mal alguien? vikram está ahí para alimentar su lado clon (vikko); ¿odias el mundo?, ¿quieres un abrazo?, ¿quizás un zape? ahí está vikram, en las buenas, las malas y las fatales.
10- es muy hábil: se le dan muy bien los juegos, cocinar, buscar sitios web recónditos y escribir. sus casas en minecraft son un ejemplo, deberían darle un segundo título, pero como arquitecto. también es mi fuente confiable para leer fanfics de los shipps que nos gustan, encuentra fanarts tan buenos... que termino llorando por todos lados. (jejejj)
11- vive el día a día, aunque se tarda en salir del hueco: no pregunten cómo 2 depresivos terminaron encajando tan bien, nos turnamos para ser el rayito de sol que nos hace falta y eso es lo mejor, porque lo hacemos sin pedir nada a cambio.
12- es muy sentimental: hasta ahora, he aprendido que el dragón que forma parte de él, sólo ha tenido que emerger debido al dolor y tiene miedos, como cualquier ser humano. sin embargo, las cosas que le conmueven (más las felices), hacen que se vuelva una masita.
13- no le da pena casi nada: hay ocasiones donde se siente imparable y va por sus objetivos, hasta que los alcanza; le tocó tener de mejor amiga a "doña penosa", así que es mi fuerte en tiempos de guerra, de mal presagio, cuando el mundo se siente una piedra en mis hombros.
14- es muy cálido: tal vez no lo sepa, pero en verdad lo es. abrazo, palabra, muestra de afecto, de apoyo, un consuelo, un agradecimiento; son cosas que hacen que sea cómodo el ambiente.
15- le pone mucho corazón a lo que hace: la frase “darlo todo, hasta sudar la gota gorda” le queda como anillo al dedo, porque realmente se esfuerza. no sólo se nota, también se le siente.
16- es justo con los demás: como amigo, es muy bueno, pero nunca te atrevas a querer verle la cara. no soporta las traiciones ni que le mientan, aunque es un poco dura su reacción, sabe dónde está de pie y no hace excepciones.
17- adora a los animales: así sea un grillo, lo tomará en sus manos y le sacará fotos para mostrarlo. ya ha tenido arañas a su cuidado, así que no me sorprende el nivel de empatía que tiene con la naturaleza.
18- nunca se rinde: en pocas palabras, es mi couch emocional. si un día se levanta con ganas de aprender a hacer origami, está ahí todo el día, las horas que sean necesarias y si nota que igual quiero aprender pero me parece complicado, ahí está, esperando que me motive también.
19- se le quedó atrapado un espíritu bailarín: la música le gusta mucho, no importa la tonada, tampoco el ritmo. siempre quiere bailar, aunque luego se queje de que no aguanta la rodilla. *side eye*
20- es organizado: ok, esta es muy rara, tengo que admitirlo. si yo soy una principiante, este ya tiene un máster, le admiro que tenga horas definidas para todo; basta con ver que ya me está dando los buenos días a las 6:00-7:00 am y yo a las 11:00-12:00 del día, —pido perdón—.
21- tiene ideas interesantes: más cuando conversas con él de temas muy profundos, no se considera bueno en organización social, pero el 99% de sus aportes terminan saliendo bien.
22- da análisis muy buenos: he tenido la oportunidad de leer sus tareas o trabajos, sólo sé que va a ser el mejor sexólogo, joder.
23- es realista: da consejos buenos, ni una sola vez ha intentado disfrazar la realidad para que no la pase mal. se lo agradezco mucho, no todas las personas son capaces de decir la verdad en la cara; él lo hace, pero nunca con fin de lastimar.
24- siempre ve más allá del presente: no por nada es mi ancla en el mar de confusiones y dudas, hace que un ambiente se sienta equilibrado.
25- hace buenas imitaciones de voces: mi animador, mi locutor, mi periodista, mi burro de shrek, mi podcaster, mi youtuber; ah, nunca cambies.
26- le sabe a las cochinadas: “pero riri, ¿por qué metiste esto aquí ÑDJSLSB?” porque sí, es la verdad. ya escribe un libro, por el amor de dios, te compro la primera copia. (!!!)
27- no hay otro igual que él: llegó a mi vida para darle emoción, para tener qué contar, para reírme, llorar, reír otra vez y emocionarme. son pequeñas cosas que le dan tanto sentido a esta amistad, al punto de que ya es más que irremplazable para mí.
28- lo amo: esto no ocupa extensión, en el fondo lo sabe, pero igual quería decirlo.
p.d: tengo más pañuelos en el cajón, por si no terminaste de llorar. 🫂
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ILM - Capítulo 169
El recuerdo seguía vivo. La miseria de ver el pañuelo que ella misma bordaba a mano hecho jirones. “¡Tiraste el regalo que hice con todo mi corazón! ¡¡Cuando no estoy allí, me llamas mujer con solo un cuerpo!! Pero ahora…. Oh, ¿no lo dijiste en serio? ¿Lo sientes por mí?” La voz exasperada de Damia, incapaz de superar las heridas acumuladas, era similar al llanto. Sus manos y hombros delgados temblaban con una rabia insoportable. "¿Cómo puedes decir todavía, con esa boca, que te gusto?" Gritó como un alarido, logró levantar la mano y golpeó a Akkard con todas sus fuerzas. Akkard sintió que la sangre brotaba de su pecho cuando las puntas de sus dedos lo golpearon. Un arma contundente o una punta de flecha de hierro le atravesó el corazón y le hizo un gran agujero en medio de su cuerpo. De lo contrario, ¿cómo podría ser tan doloroso? La helada hostilidad que emanaba de su cuerpo y la fuerte desconfianza lo corroían como un veneno mortal, matándolo lentamente. Sin embargo, como si esos no fueran todos los errores que había cometido, la ira de Damia aún no se había agotado y desahogado por completo. —Sir Akkard Valerian. Sus labios susurraron su nombre. Y habló con claridad, cada palabra llena de odio. "Te odio. Así que nunca más te acerques a mí.” Simultáneamente con esas palabras, Damia se giró con ferocidad. ¡¡Booom-!! Se fue y cerró la puerta de golpe con una fuerte ráfaga y un boom. Solo en el dormitorio oscuro, Akkard estaba completamente devastado. El lugar que había dejado después de verter toda su ira caliente y furiosa era, irónicamente, demasiado frío. Así que no podía respirar en absoluto, como si sus pulmones estuvieran congelados. Jadeó de dolor, agarrándose el pecho, como una bestia herida. Tengo que ir tras ella ahora mismo—Damia—de alguna manera debo explicarle que nunca la miré por encima del hombro… … . No podía mover su cuerpo en absoluto. "Maldición… … ." Sus ojos parpadearon. La energía tardía de las pastillas para dormir se precipitó, nublando su conciencia y dejando su cuerpo fláccido. Se dio una palmada en la mejilla, tratando de ponerse en orden. Sin embargo, su corazón herido, latiendo y latiendo violentamente, esparció la medicina a través de su cuerpo aún más rápido. Fue muy tarde. Al final, perdió el control y su cuerpo colapsó. Antes de perder el conocimiento, Akkard se dio cuenta de repente. Sabía que esta no era la única vez que llegaba tarde. Tal vez por eso. El había perdido a Damia y la dejó ir al final. •• •• Preguntó Heinrich, que estaba dispuesto a aceptar la segunda audiencia de Damia. "¿Puedes traerme un poco de perfume negro?" "Si su Alteza." Una mirada de sorpresa apareció en el rostro de Heinrich ante la sugerencia inesperada. Al ver esto, Damia respondió con calma. "Un comerciante que pertenece al gremio comercial de mi familia regresa de Berna y pronto pasará por la capital". “Si es Berna… … . Entonces hay una alta probabilidad de que el 'perfume negro' esté cargado en su carro”. De hecho, Heinrich comprendió rápidamente el significado de sus palabras. Ella inclinó la cabeza ante esto y regresó con una respuesta afirmativa. "Así es. Me reuniré con el gerente tan pronto como llegue. En ese momento, intentaré robar un poco de perfume negro”. Después de terminar sus palabras, Damia miró cuidadosamente el rostro de Heinrich. Se preguntó si el Príncipe Heredero podría descubrir algo si le trajera un poco de perfume negro. 'Por ejemplo, qué tipo de uso de aceite de perfume negro usa el Alto Templo'. Además de que Heinrich es el Príncipe Heredero, Damia lo vio solo por segunda vez. Así que no estaba segura de cuán capaz sería Heinrich. Era natural que comprobara las cartas antes de apostar. Heinrich, al notar la mirada escrutadora de Damia, sonrió. "Vaya." Afortunadamente, en lugar de ofenderse, parecía divertirse. “Tengo un alquimista muy capaz bajo mi mando. Está bien versado tanto en ciencia como en teología. Entonces, si traes el 'aceite de perfume negro' que va al Gran Comedor, lo más probable es que descubra su propósito". "Mis disculpas." Solo después de obtener una respuesta satisfactoria, Damia bajó los ojos. Así quedó establecido el trato entre Heinrich y ella. "No solo es bonita su cara, es bastante inteligente". Heinrich apretó la barbilla y miró a Damia, pensando. La última vez pensó que era una chica un poco débil porque estaba muy loca, pero la subestimó demasiado. Él no tuvo que decir las cosas dos veces para que ella notara lo que Heinrich quería, e incluso tuvo el valor de ofrecerle un trato primero. Desde su punto de vista, ella era una aliada impecablemente conveniente. Por supuesto que pensó: 'Ella es la chica de la que Akkard se enamoró, así que anticipé mucho... ... pero honestamente superó mis expectativas'. ¿Por cierto? Heinrich pensó que sería muy agradable que ella se convirtiera en la compañera de Akkard. Esto hizo que quisiera entrometerse un poco más de lo habitual. "Hmmmm, Lady Damia". "Si su Alteza." "Bueno... ... Sir Akkard". Heinrich estaba a punto de hablar y hacer una declaración en defensa de Akkard, como su subordinado. Pero la expresión de Damia cambió por completo cuando notó que el tema de conversación estaba a punto de pasar a su ámbito privado, incluso a su relación con los hombres. "¿Tiene algo que decir, mi señor?" Fue una respuesta bastante sensible y aguda, no como la tranquila Damia. En el momento en que se encontró con sus ojos azules, Heinrich se sobresaltó. No estaba seguro de si estaba imaginando cosas, pero se sentía como si el amargo frío del norte estuviera furioso en sus ojos. "… … No nada." Heinrich, quien era insuperable por ser ingenioso, decidió retirarse rápidamente. Atrás Novelas Menú Siguiente Read the full article
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el humo había llenado el aire otoñal, éste bañaba las cosas de una luz ambarina apagada que entraba a través de las ventanas rotas y pintaba la estancia como si se mirase el mundo a través de unos cristales de color grisáceo. la lluvia de vidrios finalmente había caído al suelo por completo, y siendo elevada de tal trampa de corte fácil, fémina se encuentra observando postura inamovible en rostro ajeno. sabe muy bien que no lo podrá convencer, sus orbes destellan determinación absoluta y es comentario sobre propia fuerza ( naciente de adrenalina ) la que ayuda a suspirar, dejando escapar aquella burbuja de aire que había guardado en su garganta. casi se puede descifrar aquel sonido como una risa irónica, pero el escenario era tan macabro, que no podía permitir otra emoción más que la de preocupación constante. verena mantiene el silencio mientras ve a hombre moverse, abriendo portón que trae consigo más luz con humareda sombría que no auguraba nada bueno a las afueras de aquellas paredes. ‘ leo, espera. ’ no pretende ignorar consejo, pero intranquilidad por perderlo de vista no le permitió priorizar propio egoísmo. así que allí se encuentra, en cocina ajena rompiendo una parte de propia ropa. mismo cuchillo que hace corte de tela, termina pegado con varias vueltas de cinta en lo que parece ser una barra de hierro para manejar una chimenea. no sabe qué tan utilizable pueda ser aquella arma, pero está segura que salir sin nada a las calles de safe haven era un peor destino. el pedazo de camisa es mojado rápidamente por un chorro de agua, y fémina se apresura a ir nuevamente a puerta para entregar utensilio filoso a mano ajena. ‘ no puedes salir sin nada. ’ murmura quedamente, intentando que no solo sea el humo el que los haga pasar desapercibidos. la tela húmeda vuelve a protagonismo, y son propios dactilares cuidadosos los que aseguran pañuelo improvisado para bloquear hollín de explosión. ‘ el agua ayuda a que se filtre mucho menos el humo.. ’ omite la explicación del por qué sabe aquel pequeño detalle. dedos habilidosos aun en temblor trabajan en un nudo detrás de su cabeza, mientras son orbes ambarinos los que aun observan irises ajenos. no hay vuelta atrás, y la sensación de que no sabe si lo volverá a ver se instala en vientre cual navaja. quién sabe a cuántas personas ya perdieron. ‘ sé que la encontrarás, pero ten cuidado ¿si? ’
en los tímpanos no existe más que el pitido ensordecedor posterior a la explosión, le desorienta y elimina cualquier oportunidad de reacción. antes de que pueda siquiera percatarse, yace en el suelo de la vivienda junto a verena. los párpados caen pesados un instante, lleva la palma al oído pero es tarde para protegerse. ‘ joder ’ con la visión presente de nuevo, se alza un poco, todo a su alrededor es un absoluto desastre. los vidrios rotos rodean el suelo y la repentina humareda tiñe las ventanas.
la visión se posa en el rostro femenino, se toma la libertad de apartarle mechones con delicadeza que le permitiera verla mejor, quiere asegurarse de que está bien. ‘ ¿de dónde sale ese placaje? ¿haces wrestling, verena? ’ la ola de nervios le están forzando a encontrar cobijo en el humor, incluso cuando la sonrisa que dibuja está lejos de ser tan despreocupada como de costumbre. el mensaje del helicóptero es claro, tienen que salir de ahí. ‘ no te hiciste daño, ¿no? ’ se pone en pie y le tiende la mano. ‘ no me obligues a cargarte como un saco de arroz, ¿quieres? ’ cada vez que intenta darle ánimos, se repite constantemente que funcione, necesito que funcione.
‘ quiero saber dónde está mi hermana, incluso si ahora es inviable ’ un hálito de seriedad se apodera de sí, quizá, como una inclusión sin permiso de sus emociones. da un par de zancadas hasta la puerta y, al abrirla, no ve más que desastre. ‘ verena ’ la llama, se gira para verla. ‘ usa algo para protegerte del humo ’
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TOKYO REVENGERS: Takemicchi y sus (des) enamoramientos.
ONE-SHOT
Datos a tener en cuenta:
Takemicchi tiene 18.
Mikey tiene 15.
Shinichiro 23.
Senju es hombre.
Esta idea no es mía, fue alguien que lo publicó en un grupo de FB (el nombre en la imagen).
Puede haber alguno error ortográfico referente alguna tilde.
Recuerda que esto es una práctica de mis narrativas, espero lo disfrutes ^^.
⚠️ ADVERTENCIA ⚠️
Habrá modismos mexicanos y no usare los modismos "-chan", "-kun" y esos porque no soy japonesa y no sé usarlos jaja.
Ahora sí, disfruta.
Sniff
Sniff
Sí los objetos inanimados tuvieran vida como lo vemos en las caricaturas, este bote de basura estaría furioso. Después de todo, el amigo de su dueño no deja de tirarle pañuelos llenos de mocos sin atinarle al hoyo y dejándolo un asco. Ugh.
Por otra parte, Shinichiro estaba más concentrado en ajustar una tuerca que escuchar los lamentos de su mejor amigo. Más bien, esa tuerca es parte para agregar una pieza importante de una discontinuada motocicleta.
—¡Pero hazme caso, pendejo!
Shinichiro por el impacto del golpe en la parte inferior de su cabeza, deja caer inconscientemente la herramienta en su desnudo dedo meñique del pie. Más que los llantos de Takemicchi, se escuchó un grito de dolor insufrible por al menos tres cuadras…
Auch.
—¡Y te mereces más dolor que eso por no hacerme caso! —Alegó Takemicchi inflando sus cachetes colorados en un berrinche, mientras cruzaba sus brazos.
Shinichiro lo miró fulminante, no más bien, con una sonrisa espeluznante.
Ay, Takemicchi.
•••
—¡¿A dónde me llevas, Shinichiro?!
«A tu funeral» pensó.
—A que recojas una pieza especial en mi nombre de la motocicleta que casi haces que destruya —sonrió con inocencia.
En un principio iba a ir solo por lo peligroso que era el lugar de encuentro, pero, ¿por qué no espantar un poco a su amigo, como un excelente venganza?
—¡¿No puedes ir tú?! ¡¿Acaso quieres que me roben?!
«¿Robarte qué? ¿Tu virginidad? ¿Tu novio? Seamos sinceros, ni si quieras traes 5 yenes y mucho menos lo otros dos».
A pesar que le hubiera gustado contestar eso, sigue consciente de su actual ruptura y no está para bromas más allá de su capacidad actual. Pero conociéndolo…
Sin embargo, omitiendo su pregunta: —En ese taller —señaló un viejo garaje oxidado, donde tenía pintado una extraña marca de alas sin cabeza. —Habrá alguien llamado Hanma. Él te guiará con Kisaki, quien tiene el artículo. Sólo di mi nombre y te lo entregarán.
Shinichiro obligó a Takemicchi a bajarse de la moto y arrancó sin dejarle reprochar a gusto.
—¡¿Al menos vendrás por mi?!
Takemicchi sin esperanza de una respuesta, fue el viento quien le contestó tirándole un pañal en la cara.
Él gritó en frustración, quitándose el pañal meado del rostro.
•••
Como había dicho Shinichiro, ese tal Hanma, un chico más alto que Takemicchi, quien resultó ser el segundo al mando, le dio la bienvenida a "Valhalla" y en este momento lo esta llevando con la persona quien tiene el paquete.
«Shinichiro, ¿de nuevo con las pandillas? Aunque… Estas caras feas, feas, feas… no son».
Mientras Takemicchi estaba envuelto en sus pensamientos, vislumbró unos cabellos castaños familiar entre la multitud.
«Espera, ¿esa no es…?»
—Puedes pasar —le dijo Hanma sacando de su nube a Takemicchi. El todo desorientado, entra rápido a una curiosa pero bien arreglada sala de Karaoke.
—Bienvenido, Takemicchi. Segundo al mando de la 1° generación de los Black Dragons.
«Ay, wey. ¿Cómo supo eso? ¿Shinichiro le dijo algo? Pero sí solo tenía que decir su nombre… ¿Entonces?»
Takemicchi confundido y algo atemorizado se sentó enfrente de la persona que suponía era Kisaki. Un chico moreno y de lentes que no parecía mayor a él. No pudo enviar preguntarse que en se estaban metiendo las generaciones de ahora.
—Nuestro proveedor se atrasó un poco, pero no tardará en llegar.
Justo cuando Takemicchi iba a abrir la boca, ese cuero cabelludo que había visto antes se hizo presente.
—Kisaki, aquí está el paquete que querrías. Uno de los subordinados de Koko e Inupi lo entregaron.
«Esos nombres… ¿Black Dragons?»
—¿Uh? ¿Takemichi Hanagaki? ¿Realmente eres tú? —Volviendo a salir de sus pensamientos, vio a alguien quien no pensaba que vería de nuevo.
—¿…Hina? ¡Vaya, mira cuánto has crecido! Ya eres toda una señorita —le halagó Takemicchi olvidándose por un momento donde estaba.
¿Cómo olvidar a esa niña? ¡Siempre lo seguía a todos desde el jardín de infantes! Siempre la consideró la hermana menor que nunca tuvo.
No obstante, alguien no estaba feliz con la amigable atmósfera que se estaba creando. Tosiendo, Kisaki alzó un poco la voz: —Es realmente agradable ver su reencuentro, pero Tachibana en este momento no es el adecuado —renegó tajante.
—Oh, cierto, lo lamento —Hina realizó una breve reverencia antes de salir de la habitación pero: —Espero volver a ver, Takemichi —se dirigió a él sonriendo.
—Hasta pronto, Hina —Takemicchi levantó su mano despidiéndose, mientras sonreía como habitualmente lo hace.
Pero, este torpe chico estaba tentando aguas peligrosas, si no es que ya lo haya hecho.
•••
«De acuerdo, ando perdido» declaró mentalmente mientras rascaba su cabeza.
Maldijo y se regañó para sí mismo que debió prestar atención a las calles en lugar de estar peleando con el imbécil de su ex líder.
Hace un tiempo, él vivió por estos rumbos, pero su familia consiguió un mejor trabajo en otro lugar y se mudaron. Sin embargo, eso no significó que dejó de seguir siendo el segundo al mando de su antigua pandilla. Después de todo su líder lo sacaba de su casa cada vez que podía y eso era casi siempre.
Solo cuando ingresó a la universidad, quedó cerca de Shinichiro y actualmente está viviendo en su antigua casa. ¿Y el por qué sigue perdido? Bueno, es que acaba de mudarse esta semana.
Pero recordar eso, le hizo pensar en su ex. Ambos habían planeado ingresar a esa universidad y vivir en su casa, pero este de último momento le dijo que había sido aceptado en el extranjero, terminando con él de inmediato.
Ahora estaba desanimado, perdido y nuevamente con mocos, sin mencionar que desprende el olor de orina de un bebé. ¿Puede ser algo mejor que eso?
¡Brrrum, brrrum!
«¿…Shinichiro?»
—¡Ahí está! ¡Es como dijo Kisaki! ¡Rodéelo! —Gritó en forma de comando un muchacho medio rapado con un tatuaje de un dragón en una motocicleta.
Takemicchi que comenzó a prestar atención a la conversación (sí es que lo es), se dio cuenta de inmediato que era una pandilla y estaba buscando a alguien y ese alguien fue encomendado por Kisaki. Volteó a todos lados y la única persona que estaba pasando era él.
Entonces le cayó el veinte.
¡¿Lo estaban buscando a él?!
—¡Hey! —Lo llamó el rapado-tatuado. —Robaste algo del hermano de nuestro comandante. ¡Entrégalo!
«¿Hermano del comandante…? Espera, ¿no será…?»
Antes de siquiera terminar la frase de su mente, se percató de un ondeante cabello rubio se dirigía a él. Era un poco más bajo, pero su cuerpo que solo estaba cubierto por vendas en su abdomen, estaba bien marcado.
Tragó saliva.
Entonces lo miró a los ojos. Eran negros y familiares, muy familiares. Idénticos a los de…
¡PAM!
¡K.O. PARA TAKEMICCHI!
•••
—¡Shinichiro! —Gritó un espantado Takemicchi.
—No sabía que me amabas tanto que incluso después de estar semi-muerto, al momento de despertar gritarías mi nombre.
Takemicchi lo ignoró, pero aún estaba mareado por sentarse de golpe.
—Tuve un sueño extraño. Según Senju me había cortado para ir a estudiar al extranjero, entonces fui contigo a desahogarme, pero te tiré un casco y entonces…
—Takemicchi… —le llamó Shinichiro con tranquilidad.
Sin embargo Takemicchi seguía explica cada suceso con lujo de detalle. Sin detenerse.
—Takemicchi —volvió a llamarlo, esta vez un poco más tajante.
—Y cuando estaba rodeado por una pandilla en motos más chingonas de las que nosotros teníamos…
—¡Takemichi Hanagaki! —gritó Shinichiro haciendo que el regañado se callase.
Sin embargo, para estrés del primer líder de los Black Dragons, su segundo al mando comenzó a llorar.
—Dijiste… sniff… mi nombre completo… sniff, así cuando Akkun me regañaba —sollozó más fuerte.
«Akkun…» Pensó Shinichiro rascándose la cabeza. «¿Recordando a otro ex cuando apenas estás en duelo con el anterior?»
Aunque parezca sorprendido, ya se lo esperaba.
—Por cierto… —habló Takemicchi ya recuperado, por fin se dio a la tarea de observar a su al rededor. —¿En dónde estamos?
—En un hospital.
¿Qué? ¿Cómo él había acabado ahí?
—Tu sueño… No fue un sueño. Fue lo qué pasó.
La mandíbula de Takemicchi no podía estar más en el suelo. Entonces tremendo putazo que se dio fue…
—Hey, cambiando de tema. Shinichiro, me parece que me está gustando…
—A ti te gusta todo el mundo —respondió prendiendo un cigarro. —De milagro no te gusta mi hermano.
—Tu hermano.
Ambos se quedaron mirando fijamente soltando al unísono: —¿Qué?
•••
Mientras un Takemicchi en K.O.
De un milagro, la pieza invaluable llegó intacta a manos de Shinichiro, sin embargo le extrañó que el que se lo haya dado fuese su hermano Manjiro y no un idiota con un corazón destrozado. Entonces cuando escuchó la versión de su hermano, no dudó en salir a buscar a su nauseabundo amigo.
Fuera idiota, pero seguía siendo su mejor amigo.
Entonces ahí estaba, tirado en medio de una calle desierta con un gran golpe en su cara. Comenzó a sentirse culpable y lo llevó al hospital más cercano donde lo trataron. No obstante, tan pronto cómo se despertó Takemicchi comenzó a decir estupideces.
—Lo primero que diga, es lo primero qué haces, idiota —hablo Shinichiro con un fuerte dolor de cabeza. Su actitud naturalmente amable siempre se iba por la borda cuando se trataba de este tipo.
—¿Puedo tomarlo como un "puedes ir a ligarte a mi hermano, te doy mi bendición"? —Takemicchi sólo recibió otro golpe en la cabeza.
Shinichiro estaba pensado en que hacer con su enamoradizo amigo, sin que su hermano, esté idiota y sí mismo no salieran heridos de alguna manera.
Sólo suspiró.
Después de todo, su hermano admiraba a Takemicchi como si fuese un ídolo. Si Manjiro escuchara esto, ¿cómo reaccionaría?
Pero lo que Shinichiro no sabía, era que tanto Draken como su hermano, estaban escuchando a escondidas.
Manjiro Sano, más conocido como Mikey, sonrió satisfactoriamente.
END.
;)
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LA SECUOYA ROJA segunda parte
Pajarillos cantando, solo escuchaba eso, a varios pajarillos piando en la más absoluta oscuridad. No había diferencia entre tener los ojos abiertos o cerrados. También sentía el colchón húmedo y mi cuerpo pringoso, la cara, todo. Atusé mi pelo, me restregué los ojos y me levanté. Parecía que me había pasado un camión por encima, me dolían todos los músculos del cuerpo. Fui palpando las paredes del cuartucho para encontrar la puerta. No sabía si era de noche o de día. Encontré la manivela, y al abrirla, la claridad entró en el habitáculo. Tuve que guiñar los ojos porque a pesar de su suavidad, me dañaba la vista. Saqué la cabeza e intuí que estaba amaneciendo, la espesura del bosque de secuoyas tampoco dejaba entrar la luz abiertamente. Miré hacia dentro y vi que junto al colchón, había tiradas una cantimplora de metal y una vasija de barro rota que el día anterior no estaban allí, además de cierto desorden. Todo era muy extraño.
Salí y observé mi cuerpo, lo tenía lleno de rasguños, de arañazos, como si me hubiese peleado con un tigre. Me senté en una piedra a los pies de la majestuosa secuoya roja y reposé la espalda sobre su tronco. Estaba desnudo y hambriento. Era inútil buscar alimento en mi mochila, no me quedaba nada. Lo que hubiera dado en ese momento por una tostada con aceite de oliva y un café amargo. Sin embargo, en mi petate solo encontraría licores, el de Tiburcio y el tequila de los padres del pequeño Arizona, nada recomendable para empezar el día con aquella extraña resaca.
Tenía que largarme de allí pero no tenía fuerzas ni ganas. Necesitaba asearme, desprenderme de esa capa pegajosa que envolvía mi cuerpo. Miré hacia la copa del árbol y me quedé pensando. De repente, los pajarillos cesaron su canto y se oyó un tumulto a lo lejos. Bajé la cabeza y entre los sucesivos troncos rojizos, adiviné una nube de polvo que se dirigía hacia mí. Seguía sin fuerzas para moverme, así que me quedé como estaba. Poco a poco, la nube se fue haciendo más nítida y vi que lo que se acercaba era un puto rebaño de cabras y ovejas guiado por un pastor. Cuando aquel ejército estaba a tres metros de mí, se detuvo y su capitán se me quedó mirando en silencio, como esperando una respuesta. Yo solo podía ofrecerle mi sucia desnudez.
-Buenos días —dijo el pastor que mordía una ramita—. Te veo más repuesto, aunque estás hecho una mierda.
Me pregunté quién coño sería aquel tío que me hablaba como si me conociera.
-Toma, te he traído agua y jabón para que te limpies, y algo de comer —dijo acercándose—. Ah, y aquí tienes tu ropa, estaba empapada y ahí dentro no iba a secarse nunca.
-¿Quién eres? —pregunté—. No te recuerdo.
—No me extraña —dijo esgrimiendo una tierna sonrisa—. Anda, aséate y come algo.
Con un trapo de algodón fui limpiando mi cuerpo bajo la atenta observación de su mirada. El pastor no me quitaba ojo de encima mientras extendía un manta gigante en el suelo y abría una cesta de la que sacó un termo de café, una hogaza de pan, aceite, miel, jamón y fruta.
-¿Cuál es tu nombre? —pregunté mientras me lavaba las ingles.
-Eso es lo de menos.
-Yo me llamo Matt —dije intentando forzar empatía.
-Soy un simple pastor —dijo sirviéndome una taza de café—.
No conseguí que me dijera su nombre pero me daba igual. Me sentía bien compartiendo manta con aquel atractivo pastor de brazos peludos, y devorando su generoso desayuno.
Se quitó el sombrero de paja y descubrió un pelo a mechones grandes y desordenados. Tenía los ojos muy grandes, algo achinados y negros. Y su rostro estaba salpicado de una interesante barba poco poblada como la de un adolescente descuidado, pero el pastor tendría unos 30 años, como mínimo. Llevaba un pañuelo al cuello y vestía una camisa de cuadros rojos sin mangas y unos vaqueros desgastados. Me dieron morbo sus botas de cuero cubiertas de barro, claro que siendo pastor, no podía ser de otra manera. Yo, simplemente estaba sentado frente a él completamente desnudo, muy a gusto.
Cerré los ojos y aquel café amargo me supo a gloria, lo sentí correr por mi esófago, me dio la vida. Comí de todo lo que me trajo. Hasta me llamó la atención para que no me atragantase, estaba muerto de hambre.
-¿Te encuentras mejor? —me preguntó amablemente, y yo asentí con la boca llena—. Esta secuoya sí tiene nombre, se llama "La Torre de California" —quiso amenizarme el desayuno con una curiosa historia—. Un hacendado americano emigró a estas tierras y se trajo varios ejemplares hace ya 200 años. Habrás visto que no hay mucha más vida por aquí cerca. El tipo quiso recrear los bosques de su de California natal que tanto iba a extrañar, pues no pensaba volver por allí nunca más. Por lo visto huía de un mal de amores. Un puto cobarde de los que piensan que alejándose de los problemas le van a doler menos.
-¿Y qué fue de él? —me entró la curiosidad.
-Dicen que a pesar de sus riquezas, se hizo ermitaño y se construyó esta humilde casita donde enloqueció. Acabó colgado de la primera rama que ves.
-Claramente no le sirvió de nada huir de su frustración —añadí yo mirando hacia arriba.
—Dicen que este lugar está maldito, que se aparece los días de tormenta y que es justiciero con aquellos que ofenden al amor verdadero.
-¡Joder! Entonces, no vendrá nadie por aquí, aunque veo que tú no le tienes miedo.
-Son leyendas para adolescentes. Un día me decidí romper el misterio y me encontré con este maravilloso cuartucho. No le dije nada a nadie, pero me lo apropié por mis cojones. Mi granja no queda cerca y me viene bien como refugio cuando estoy de trashumancia.
-Veo que no tienes miedo a nada —dije admirando su actitud ante la vida.
-A algunas cosas sí, pero no seré tan torpe de desnudar mis debilidades, para desnudez ya tenemos la tuya —dijo mirándone el nabo.
Mi prepucio redundante brillaba como de costumbre. Que aquel pastor buenorro me estuviera alimentando y observando con tanto interés, había estimulado mi glándula seminal sin ni siquiera empalmarme. Un descarado gotarrón me asomaba por el pellejo. Ni corto ni perezoso, acerqué la taza a mi nabo, escurrí la gota de mi prepucio en su interior y mirándolo fíjamente a sus enormes ojos negros, apuré el último sorbo de café amargo enriquecido con mi esencia.
-No olvides limpiarte por detrás —dijo el pastor recomponiéndose el paquete.
El cabrón, como no había dejado de observarme en ningún momento, llevaba la cuenta de cada uno de mis movimientos, y efectivamente, yo no había podido asearme por detrás. Los brazos y la espalda no me daban de sí. Las contracturas eran tremendas, y él se dio cuenta de mi torpeza.
-Trae, déjame que te ayude —dijo ofreciéndose.
Le di el trapo de algodón y me tumbé boca abajo sobre la manta. Con suma delicadeza, limpió mis heridas y me sacó aquella mugre pegajosa de la espalda. Cuando bajó a las lumbares, sentí una gran excitación y se me abrieron las piernas de forma instintiva. Como al acostarme me puse la polla y los huevos para abajo para no aplastármelos, sabía que al abrir las piernas, el cabrón del pastor lo tendría todo a mano.
Continuó con la limpieza de mi agradecido culo. Las pasadas eran más fuertes que las que me dio en la espalda. Yo sentía como mi rabo crecía y la punta del prepucio me humedecía uno de los muslos al rozarse con él. Pero el pastor estaba dedicado a mi culo, no me la tocó. Continuó lavándome la raja. Me la abrió con una mano y pasó el trapo delicadamente , de abajo a arriba. Lo enjuagaba y volvía a pasarlo. Aquello me hizo chorrear más todavía, me estaba dando en mi punto débil y mi rabo se empalmó por completo. Era una señal evidente de mi rápida recuperación. El cabrón tenía mi polla dura y goteante a mano pero seguía sin hacerle ni puto caso. Deseaba tanto que me la tocara que estuve a punto de decírselo, pero no me atreví. Su actitud era tan directiva, tan segura y tan sensual que no quise estropear sus eróticas caricias con mi necesidad instintiva genital. Lo dejé hacer sin más. Eso sí, mi erección, mi goteo y mis tímidos gemidos me delataban y sabía que en cualquier momento pasaría a una mayor intensidad.
Pero no fue el asunto tan rápido. El puto pastor dejó en paz la raja de mi culo y se tumbó junto a mí. El pelo me tapaba la cara y él, delicadamente me lo retiró para que pudiese verlo.
-Ahora sí estás completamente limpio —dijo en un tono de voz tan suave como las caricias de sus manos.
-Gracias —dije agradecido, aunque con el fuego encendido entre mis piernas—. Muchas gracias por todo.
Mi cara expresaba paz y gratitud con una inocente sonrisa, pero no quería que aquello acabase así, joder.
-Tienes la piel muy castigada —me decía mientras pasaba un dedo dibujando algo lentamente sobre mi espalda—. Tus músculos están agarrotados, necesitas cuidarte un poco más.
En el fondo, tenía razón, de alguna manera estaba descuidando mi cuerpo a la suerte de lo que quisieran hacer con él. Sentí una especie de pena por mí mismo.
El pastor se incorporó, se quitó el pañuelo que llevaba al cuello y lo abrió.
-Déjame darte lo que necesitas —y cubrió mi cabeza con su pañuelo rojo.
En verdad, sentía que toda mi sangre circulaba como un tornado entre mi ombligo y mis muslos, no tenía fuerzas para mover ninguna otra parte de mi cuerpo, así que, bajo la única visión de un cielo completamente encarnado, dejé que mis sentidos del tacto y el oído fueran mis únicos receptores del placer.
Escuché cómo su camisa caía al suelo y el sonido metálico de la hebilla del cinturón. También adiviné que desabrochaba los botones de sus pantalones, que se descalzaba sus sucias y morbosas botas y cómo el pantalón resbalaba por su velludas piernas. Se había desnudado y mi nabo volvió a secretar otra untuosa gotita de vida. De repente, sentí cómo se sentaba encima de mí con las piernas abiertas, sus muslos peludos aprisionaban a los míos. Y entonces, note su aliento en mi nuca. Era cálido, suave.
-Voy a darte más besos en este momento que todos los que te han dado en tu vida —me susurró al oído.
Produje más líquido preseminal con esa frase que con el mejor masaje prostático que me habían hecho nunca. Tenía el muslo izquierdo completamente empapado, ufff.
Yo solo suspiraba. Cuando noté sus labios sobre mi cuello, gemí un poco más fuerte producto del impacto. Fue como una corriente eléctrica. Y después de un beso húmedo y sonoro, vino otro, y otro, y otro. Me besó un hombro, la escápula, sentí especial sensibilidad en toda la zona del trapecio. Siguió besándome de izquierda a derecha, de arriba abajo. Disfruté de un beso en cada vértebra de mi columna. Yo me estaba deshaciendo de gusto por el capullo. Sentía toda la piel de su cuerpo erizada. El pastor se desplazó un poco más abajo y siguió besándome las costillas, las lumbares y los hoyuelos del sacro. Aquello me dio otra descarga brutal de endorfinas. Noté sus pies junto a los míos, se había bajado más para tener mejor acceso a mi culo. Entonces siguió besándome las nalgas por varios sitios. Sus labios estaban muy calientes, ufff. Con sus grandes y trabajadas manos, me abrió la raja y comenzó a besarla desde el sacro. Fue descendiendo por ella a golpe de labios ardientes. Me sorprendió que cuando llego al ojete, no me lo comió, se limitó a besarlo como me había besado el hombro o una vértebra. No le dedicó especial atención. Sus besos fueron bajando por mis muslos. Claramente evitó besarme la polla e incluso la mancha de chorreo en mi muslo izquierdo. Llegó hasta mis pies, que también besó con la misma calidez.
Yo tenía todo el cuerpo erotizado, el muy cabrón había conseguido que cualquier poro de mi piel tuviera la misma capacidad de transmitirme placer. Entonces volvió a subir a la posición de inicio. Ahora era el turno de su lengua. Siguió el mismo recorrido que con los besos, pero esta vez, la humedad y el calor eran mucho más evidentes. Me lamió de arriba abajo, la nuca, los hombros, recorrió mi columna enterita, cada centímetro de mis nalgas y cómo no, sentí también su lengua en mi raja peluda. Qué delicia, qué jugosidad. Escuché con mayor claridad que en ninguna otra zona el sonido de su saliva restregando mi vello anal. Sentí mi anillo blandito, se me abrió al ponerse tierno. Jugó con mis pliegues y me metió la lengua hasta la mitad, uffff. Siguió dándome lamidas por las piernas volviendo a evitar mi rabo hasta que me empapó los putos pies. Y vuelta a empezar. En esta ocasión usó sus labios y sus dientes como herramienta seductora, pero no hiriéndome, qué va. Sus mordiscos eran tan delicados como un beso y lo suficientemente fuertes como un tímido pellizco. Esa lenta elevación de la intensidad me estaba volviendo loco. Yo no paraba de jadear y de emitir quejidos como un perrito nostálgico. El tío pinzaba mi piel, la sostenía entre sus labios o sus dientes unos segundos y luego la soltaba. En mis nalgas fue donde más se entretuvo, por supuesto. Esos mordisquitos en el culo me sabían a gloria, me hacían chorrear más y más. El beso en el ojete ya fue un morreo, una comida en toda regla. Joder, qué labios, qué lengua. Me intentaba mordisquear los labios anales y yo se los ofrecía expulsándolos todo lo más que podía hacia afuera. Escuchaba la jugosidad del asunto y sus murmullos de disfrute al saborear mi ojete, algo que me excitaba todavía más. Y mi nabo, venga a soltar otro gotarrón, ufff. Cuando me mordió los gemelos y los dedos de los pies uno a uno, no sentí menos placer.
Y llegó lo que me imaginaba. Subió de nuevo a la posición inicial y me susurró al oído divinas palabras.
-Preparar el lienzo es imprescindible para que una pintura sea de calidad.
Entonces noté que se separaba de mí, ya no sentía ni la presión de su cuerpo ni el calor de su piel sobre la mía. Me tuvo desconcertado unos segundos, hasta que posó la punta de su nabo sobre mi nuca. Un puntero caliente y mojado que dibujaba dios sabe qué sobre mi piel. Me restregó la polla por cada centímetro. Podía sentir su miel en hilos que se conectaban, tejiendo sobre mi espalda una telaraña en la que me sentía deliciosamente atrapado. No le había visto la polla, pero debía tenerla con poco prepucio porque según el trazo que hiciese notaba unos roces lisos y otros rugosos. Eso sí, tenía el rabo durísimo porque, aunque intentaba rozarme con la mínima presión, a veces me pegaba un puntazo y la notaba con más contundencia, seguramente cuando perdía el equilibrio. Debía estar en paralelo con respecto a mi cuerpo, suspendido en el aire y apoyado únicamente con las manos abiertas, los pies de punta y manejando su pincel a golpe de cadera.
Su rabo recorrió ondeando sobre las apófisis espinosas de mi columna hasta llegar al nacimiento de mi raja. Allí se detuvo. Jugó a frotarse con mayor intensidad secretando más cantidad de líquido preseminal, me dejó un charco en la rabadilla. Luego volvió a sentarse sobre mis muslos y pasó a otro tipo de trazo. De repente noté que me dibujaba algo parecido a un corazón en cada nalga y después, empezó a darme sueves pollazos como si hubiera cambiado a un pincel de brocha gorda. Bufff. Qué puta maravilla, qué dureza de rabo. Estaba loco porque me la metiera, mi ojete estaba lubricando pura baba, pero no, no me la metió. Cesaron los tiernos pollazos y se encajó en mi raja para atravesarla sin meter nada. Solo se rozaba. Mi vello le hacia cosquillas y gemía de gusto. Cuando llegó al ojete, presionaba un poco pero no llegaba a entrar más que la puntita del glande, nada, y eso que yo lo abría para que se colara, pero el cabrón tenía muy controlada la presión que debía ejercer para no adelantar acontecimientos. Entonces, su polla siguió el camino hacia mis pies tejiendo su telaraña de miel por mis piernas. Se empeñó en lubricar mucho el hueco entre el dedo gordo y el segundo de mi pie derecho, y metió la polla en el agujero. Entraba y salía lentamente, me estaba follando el pie literalmente. Desde allí, posó sus grandes manos sobre mis gemelos y fue subiendo por mis muslos hasta que alcanzó mis mollas del culo. Las abrió y noté un hilo de saliva caer por toda mi raja hasta que se encajó en mi ojete superabierto. Los dedos de ambas manos reptaron hasta allí sin dejar de manosearme el culo, parecía que estuviese amasando pan. Entoces comenzó a urgar en mi ojete hambriento, ahora sí. Me lo volvía a ensalivar y metía más, un dedo, luego dos. Me lo abría horizontalmente y me lo besaba, joder, que manejo tenía el cabrón. Después fueron tres y luego cuatro, dos de cada mano, qué gustazo. Cada vez los metía más adentro y los movía en círculo, hacia los lados y rítmicamente hacia dentro y hacia fuera. Y llegó el momento clave. Me metió dos dedos de una mano y profundizó todo lo que pudo. Buscó mi punto gozoso y empezó a dar golpes repetidos y rapidísimos que me llevaron a un nivel sideral de placer. Joder, creí que me moría del gusto allí mismo, tirado en el suelo de un puto bosque de secuoyas, rodeado de cabras y ovejas que no paraban de balar y viendo un universo rojo, rojo como debía estar ya mi ojete a esas alturas. Sentí que mi cuerpo se diluía, como si no fuera mío. Mi polla, dura como una piedra, empezó a soltar un chorro largo de líquido, como si me estuviera meando sin control. Yo no podía parar de gemir, mis gritos se habían unido al tormentoso balido de las tiernas ovejillas.
El cabronazo del pastor me hizo aquello hasta tres veces seguidas con sus tres respectivos parones para mi recuperación y con mis tres respectivos chorros largos de líquido prostático. Sabía muy bien lo que hacía, sabía sacarle partido a mi culo como un verdadero maestro.
-Ahora quiero que te sientas libre, que hagas lo que quieras —me susurró con su aliento jadeante.
Yo no dije ni una palabra, no estaba dispuesto a estropear aquella maravilla. Mi silencio e inmovilidad eran una señal de permiso para seguir a su libre albedrío, y él supo interpretarlos enseguida.
Así que se tumbó sobre mí todo lo largo que era. Juntó su pecho con mi espalda, sus piernas por dentro de las mías, y sus brazos solapados a mis brazos para cogerme las manos. Aún así, yo seguía siendo más largo que él todavía, y su boca jugaba con mi cuello, podía escuchar su sensual respiración. Ahora sí, no fue con sus manos, no con sus labios ni con su boca ni siquiera con sus dientes, pero si fue con su propio rabo con lo que rozó el mío. Noté su tronco duro entre mis muslos, como una espada que busca su estrecha funda. Lejos de sentirme aplastado, me sentía fundido con él a falta de un última conexión. Se quedó quieto durante unos minutos, la única parte que movía de su cuerpo durante aquellos instantes era su boca. Me besaba y me lamía el cuello con pasión mientras apretaba sus dedos entrelazados a los míos. Entonces, al escuchar mis murmullos de gozo, comenzó a moverse, solo meneaba sus caderas lentamente. Su rabo duro subió hasta mis cojones y se hundió en ellos, qué rica sensación. Como los tenía aplastados, la presión de los empujones de su capullo era aún más placentera. Una vez sorteados mis huevos hinchados, siguió subiendo con el meneo hasta que su glande se topó con mi jugoso y peludo ojete. Uff, estaba deseando que terminase de acoplarse. No hizo falta usar las manos para nada. Yo expulsé mi anillo carnoso hacia fuera, y con la presión de su propio cuerpo, su nabo entró en mi culo sin el mayor de los problemas. En pocos meneos de cadera ya lo tenía dentro. Se me abrieron las carnes, a pesar de estar encarcelado bajo su cuerpo. Se me erizó todo el vello. Apretó más fuerte mis manos y entró hasta el fondo. Yo solo emitía sonidos placenteros, no tenía más que decir, solo disfrutar de su manera de follarme. Sus caderas fueron tomando protagonismo incidiendo en golpearme bien por dentro. Sabía dónde hacerlo para darme el mayor de los placeres. Me petaba con suavidad pero con contundencia al final del empujón. Y otra vez consiguió que soltara un chorro continuo de líquido prostático que noté atravesar mi ardiente uretra. Joder, estaba en sus manos, mi orgasmo estaba muy cerca, no podía controlar la maestría de sus pollazos y sus consecuencias. El pastor no dejó de moverse, de petarme, de follarme y de gemir por el gustazo que le daba tenerme atrapado entre su cuerpo y la puta manta de picnic.
-Antes te he alimentado por la boca —me dijo entre gruñidos—, ahora te alimentaré el alma.
¡Joder! Era lo más bonito que me habían dicho follando. Comparar mi ojete con la entrada de mi alma fue la gota que colmó el vaso. Entre terribles temblores y contracciones anales se deslechó en mis entrañas al mismo tiempo que yo me deslechaba sobre sus muslos y su manta.
En un balar estruendoso nos convertimos en dos cabrones más del rebaño que nos rodeaba. El orgasmo parecía infinito, me sentía pleno de su rabo, preñado de su leche misteriosa, fundidos en uno.
Al disiparse el éxtasis, el pastor detuvo sus caderas y se quedó pegado a mí. Su cipote seguía erecto dentro de mi culo reventado. Pareciera que no quería salir de allí por nada de este mundo. Todavía estuvimos así unos minutos hasta que su nabo se puso morcillón y poco a poco fue saliendo de mi ojete. Era una puta gozada sentir como iba resbalando hacia fuera, parecía un pescado resbaladizo en la mano. Y por fin, salió del todo y el pastor cayó hacia un lado. Entonces, me destapó la cara y vio en mis ojos las consecuencias de su magnífica faena. Yo no podía más que mantener los ojos entornados. Se me caía la baba y mi respiración era muy pausada.
-¿Estás preparado para seguir tu camino?
Me confundieron sus palabras. Era la primera vez que uno de mis amantes del camino me animaba a largarme.
-Sí, creo que con tu alimento y cuidados tendré energía suficiente para continuar —dije sin mostrar mi confusión.
La puerta del cuartucho estaba a nuestros pies y el rebaño andaba esparcido por todas partes. Una de las cabras entró en la secuoya, su carácter no es ajeno a la curiosidad. El pastor y yo la mirábamos juguetear con todo lo que había revuelto por el suelo.
-Ayer, cuando entré al cuartucho estabas dormido. Al principio pensé que eras un vulgar ladronzuelo —dijo acariciando mi costado tumbado junto a mí—, pero me quedé observándote un rato, hasta que de repente, comenzaste a convulsionar de una forma enloquecida, dabas unos saltos increíbles y decías cosas rarísimas.
-Tengo lagunas. Sería una pesadilla —dije. Y de golpe, empecé a recordarlo todo.
-No, no fue un mal sueño. Tenías los ojos abiertos como platos y la cara endemoniada. Intenté sujetarte para que no te hicieses daño pero me fue imposible.
-¡Qué vergüenza!
-Con los brazos abiertos tiraste todas las herramientas que había colgadas, caíste sobre ellas y sinceramente, creo que yo también te hice algún que otro rasguño al inmovilizarte.
-Claro, todas estas heridas no las tenía ayer antes de entrar a la secuoya.
-Intenté darte leche de cabra recién ordeñada para calmarte, pero de un golpe, tiraste la vasija de barro al suelo.
-Así que la capa pringosa que tenía sobre el cuerpo era leche de cabra —deduje—. Entonces, ¿la cantimplora también es tuya?
-Sí, lo último que se me ocurrió fue regarte con agua para ver si se aplacaba del todo esa furia irracional, y funcionó. De ahí que estuvieras empapado.
-Lo siento tío, lo siento mucho.
-Tuvo que pasarte algo raro, algo que comiste, no sé. El caso es que, como vi que te volvías a dormir, te dejé descansar hasta esta mañana.
De repente, la cabra que había entrado en la secuoya, empezó a dar coces a todo lo que había por el suelo, embistió el colchón y lo destrozó. El pastor se alarmó bastante y ambos, desnudos, nos pusimos en pie mirando a la cabra loca.
-¿Qué le pasa? —pregunté—. Eso no es normal, ¿no?
-¿Tú qué crees? —dijo irónicamente—. Me recuerda a tu delirio de ayer.
-La leyenda, eso es la leyenda —dije ansioso—. La secuoya está maldita.
-¿Qué leyenda ni qué cojones?
El pastor entró en la secuoya, enganchó a la cabra como pudo y la inmovilizó.
-Rápido, échale agua.
Yo cogí el barreño que había usado para lavarme y se lo tiré por encima. Enseguida, la cabrita se calmó. El pastor observó aquel desastre mientras acariciaba a la cabra, y entre tanto trasto por el suelo, se quedó mirando el frasco de aceite de eucalipto macho que usé para calmar mis síntomas febriles y las rozaduras de mis piernas. Lo cogió, lo olió y me miró sorprendido.
-Esto es aceite esencial de eucalipto macho. Dime que lo diluiste antes de ponértelo.
Yo me quería morir. La cabra había chupado de aquel frasco y se había vuelto majareta. En aquel momento se me vinieron a la cabeza las palabras que me dijo Óscar cuando me lo regaló, "ten cuidado, aquí tienes un esquema con las diluciones, si te lo aplicas concentrado es neurotóxico".
-Ahora lo entiendo todo. No, no lo diluí.
-Tuviste un brote psicótico producto de la intoxicación —dijo sabiamente el pastor—. Sufriste una alucinación transitoria, seguramente muy amenazante, que te hizo desvariar.
Un poco avergonzado por lo ocurrido, propuse al pastor recoger la cabaña y adecentarla para dejarla tal y como la encontré. Así lo hice mientras él reagrupaba su rebaño.
Ya vestidos y con todo en orden, quise reiterarle mis disculpas y agradecerle sus cuidados.
-No puedo ofrecerte nada para compensarte, pastor —dije esperando su perdón.
-No espero nada de ti. No necesito nada de ti. Espero que recapacites sobre todo esto, te será útil.
El pastor me ató su pañuelo al cuello, y con una palmada en el culo, me dio permiso para marcharme. Él tomó el camino opuesto.
-Muchas gracias por todo, pastor —dije de espaldas, despidiéndome ya a unos cuantos metros.
-Por cierto, mi nombre es Eduardo —dijo gritando.
¡Joder! Eduardo. Cuando quise darme la vuelta, ya no había ni rastro de él ni del rebaño. Solo decenas de troncos de secuoyas rojas, y al fondo, la Torre de California, aquella que había dado cobijo a un delirio bastante cargado de verdad.
Ya solo quería salir de allí, dejar atrás el espeso sombraje del bosque de secuoyas rojas y dejar que un nuevo sol iluminase mi camino.
... CONTINUARÁ...
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Inej Ghafa :)
GIVE ME A CHARACTER;
and I’ll break their ass down:
How I feel about this character
Inej es la reina de mi corazón jajaja Me encanta, la amo, quiero ser ella, porfavor enséñame a ser tan cool. Me encanta el contraste que hay entre sus partes más vulnerables y sus fortalezas, me encanta cómo es badass pero al mismo tiempo sensible. Especialmente como crece de una chica que no sabe muy bien quién es, que vive pensando en el pasado, y evoluciona a alguien confiado en si mismo, con esperanzas para el futuro. The heart is an arrow.
All the people I ship romantically with this character
Kanej, the one and only. Honestamente ¿Si quiera existe otra posibilidad? Son mis padres traumatizados, porfavor adóptenme. Son tan perfectos el uno para el otro, el nivel al que están dispuestos a llegar con tal de que el otro esté bien. La manera en que se entienden. Como Kaz es la única persona capaz de sentir su presencia, la confianza incondicional que se tienen. Siempre sabiendo que el otro estará ahí para cuidarles las espaldas. La forma en que se miran y AAAAAAAH *se golpea contra el muro* I love them your honor.
My non-romantic OTP for this character
Es un empate entre Inej/ Jesper y Inej/Nina. Por un lado, Inej y Jesper son los que conocen a Kaz desde más tiempo, y amo como siempre juntan cabeza para intentar cuidarlo de si mismo. Nada me trae más placer que cuando miran a Kaz, y luego se miran a si mismos and go “Scheming face”. Y la form en que se quieren, y se preocupan el uno por el otro. So precious, sibling goals. Y luego, obviamente, está el power que son las chicas de los cuervos unidas. Like, solo imaginarme a estas dos mujeres badass lidiando con sus cuatro (5 si agregamos a kuwei) mascotas masculinas me dan ganas de levantar el puño y gritar YES QUEENS.
My unpopular opinion about this character
Me habría encantado verla moler a Tante Heleen a patadas voladoras.
One thing I wish would happen / had happened with this character in canon.
Pues obviamente quiero ver un final feliz para ella y Kaz. Un final en que ambos se sanan el uno al otro de sus traumas y aspiran a un futuro pleno. Also vi un fanart hermoso una vez que era de un beso Kanej, pero como Kaz le tiene fobia al tacto humano, Inej colocaba un pañuelo entre sus labios. Y me pareció lo mas CUTE de la vida.
#about me (thaly)#asks (thaly)#out the door (ooc)#la perfeccion existe y se llama kanej#juju gracias por mandar
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Felix Truman + his left hand.
No habla de ello, y probablemente tampoco responda si se le pregunta al respecto. De todas formas, son contadas las personas que lo han visto sin el pañuelo gastado que rodea su mano izquierda sin falta, aquel que utiliza desde que tiene 17 años, desde el instante en que las preguntas curiosas se volvieron insufribles y las miradas de desagrado o lástima de aquellos que lo veían eran insoportables. Además, es una forma de mantener a raya los punzantes dolores a las dañadas articulaciones que, de vez en vez, aún llegan sin aviso.
Se le antoja como una historia larga, más por el peso que trae consigo que por otra cosa, pero de todas formas intentará no extenderse demasiado con detalles innecesarios, como si no fuera ya lo suficientemente difícil repetir algo que pensó no volvería a contar. —Los Truman me adoptaron cuando tenía 15 años, aunque me hicieron saber desde el primer día que era por una petición de su iglesia y no porque en verdad quisieran otro hijo. Compartía el cuarto con su mayordomo, en realidad no me prestaban más atención que la que le daban a él… Y al menos él sí era útil,— añade con un sutil movimiento de la comisura derecha de sus labios, algo más parecido a un tic que a una sonrisa. —El señor Truman no es el sujeto más amable, y a veces podía pasarla mal por tonterías como comerme una manzana del frutero de la familia en lugar del designado al servicio, ya sabes, el que tiene la fruta a punto de ponerse café o aquella que no se van a comer. No es algo raro, los hogares temporales nunca son especialmente amorosos,— se encoge de hombros, restándole importancia a ello. Era una realidad a la que había estado tan acostumbrado que se le hacía normal, nada de lo que sorprenderse. Baja la mirada hacia su izquierda, ligeramente temblorosa por el dolor que algún evento climatológico trae consigo a sus dedos y nudillos. Quizá iba a llover, o quizá la temperatura estaba a punto de descender; eran indicadores inequívocos. O quizá es el recuerdo de aquel 17 de mayo del 2007. —Tuve mi primer novio cuando acababa de cumplir 17. Ni siquiera se me pasó por la cabeza que les importaría a ellos, ¿sabes? ¿Por qué debería importarles, cuando no daba problemas y tenía el promedio más alto de mi clase, cuando había sacado 1500 en los SATs y pretendían que no existía? Cuando llegué a casa de la escuela, el señor Truman ya me estaba esperando,— cierra el puño y se obliga a parar, buscando camuflar la tensión en su voz con un trago que le da a una botella de cerveza. Hacía años que no contaba esa historia, y decirla en voz alta era confirmarse una realidad que le gustaba olvidar. —Me arrastró por las escaleras hasta mi cuarto, y aplastó mi mano con la puerta hasta que su esposa lo detuvo con la excusa de que mancharía la alfombra de sangre. Nos había visto tomados de la mano y no aceptaría tener a a alguien así en su casa,— una risa baja y seca sale de sus labios mientras niega con la cabeza, levantando la mirada finalmente. —Siempre le dijo a todos que había sido un accidente doméstico, que metí la mano en la lavadora o algo por el estilo, como si fuera tan estúpido como para hacer algo así. Y, claro, nadie nunca lo cuestionó,— ¿por qué lo harían? Al final, ¿qué era la palabra de un huérfano contra la de un prominente ciudadano del pueblo, cuya familia llevaba generaciones ahí? —No curó bien y, bueno, pagar por un especialista estaba fuera de cuestión, aunque los Truman tienen plata de sobra, ni qué decir seguir un tratamiento, era impensable que gastaran más de lo necesario en mí; por eso luce así.— Por eso había dejado de tocar guitarra, había dejado de siquiera intentarlo cuando el dolor se lo hace imposible.
#tw abuso fisico#tw homofobia#weno quería tener el hc de cómo se ve su mano aquí#para futuras referencias#hoy no hice nada en la compu u_u a ver si me da para responder algo#headcanon.
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Silence - Prólogo
TRES MESES ANTES
La noche se encontraba fría y silenciosa. Sobre mi cabeza se elevaba una delgada luna creciente, que a vista profunda parecía un párpado caído. Mi espalda reposaba sobre la lápida de Emma White. No sabía quién demonios era, pero supuse que no le molestaría servirme de apoyo en estos momentos.
Al igual que en los últimos tres días, sentía que mi cabeza iba a estallar de la preocupación, la ira y la culpa. ¿Dónde podría estar Nora? Había barrido la ciudad entera, y no pude dar con su paradero. Maldición.
Vi a Hank acercarse y me enderecé. Parecía disfrutar de mi facha devastadora. Apreté los puños.
—Luces un poco peor que desgastado, Patch… ¿lo estás? —Hank dijo, deteniéndose a unos pies de distancia.
Sonreí, pero no era agradable. Estaba pensando en las miles de maneras que tenía de separar la cabeza de su cuello.
—Y aquí estaba pensando que tal vez tendrías unas cuantas noches sin sueño. Después de todo, ella es tu propia carne y sangre. Por como luces, has tenido sueños de belleza. Rixon siempre dijo que eras un chico lindo. —Escupí.
Hank dejó pasar el insulto. Rixon era el ángel caído que solía poseer su cuerpo ada año durante el mes de Jeshvan, y él era tan bueno como la muerte. Con él fuera, no había nada más que quedara en el mundo que asustara a Hank.
— ¿Y bien? ¿Qué tienes para mí? Es mejor que sea bueno—Dijo.
—Fui a visitar tu casa, pero te escondiste con el rabo entre las piernas y llevaste a tu familia contigo. —Dije en voz suave, en el medio entre desprecio y… burla.
—Sí, pensé que tratarías algo imprudente. Ojo por ojo, ¿ese no es el credo de los ángeles?
Imaginé que él deseaba ver la desesperación y la sed de sangre que sentía por dentro, pero tenía que esperarse un momento. Sabía que había traído a sus hombres, Hank no era de los que se encontraba a solas con su propia muerte.
—Cortemos las cortesías. Dime que me trajiste algo útil—demandó.
Me encogí de hombros.
—Jugar con ratas me parece sin importancia aparente, al lado de encontrar donde has escondido a tu hija.
Los músculos en la mandíbula de Hank se tensaron.
—Ese no fue el trato.
—Conseguiré la información que necesitas —respondí, estando seguro que la única parte de mi cuerpo que reflejaba todo mi enojo era mis ojos negros—. Pero primero libera a Nora. Pon a tus hombres en el teléfono ahora.
—Necesito asegurarme de que cooperaras a largo término. La tendré hasta que lo haga bien en su lado del trato.
Resulta, que estoy acostumbrado a hacer las cosas a mí manera.
—No estoy aquí para negociar.
—No estás en posición de hacerlo —Hank alcanzó el bolsillo de su pecho y recuperó su móvil—. Estoy perdiendo la paciencia. Si me has hecho perder mi tiempo esta noche, va a ser una desagradable noche para tu novia. Una llamada, y ella se va…
Antes de que tuviera tiempo para cumplir su amenaza, estiré mi brazo para golpear su pecho con fuerza y lanzarlo al suelo. Todo el aire se escapó de Hank en un apuro. Su cabeza golpeó una de las lápidas, y corrí para ponerme sobre él.
—Así es como va a funcionar —siseé. Hank trató de emitir un grito, pero mi mano estaba cerrada en su garganta. Hank golpeó mi puño, pero el gesto fue sin sentido; yo era demasiado fuerte.
En un arrebato de desesperación, Hank invadió mi mente, desentrañando los hilos que forman mis pensamientos, concentrándose fijamente en redirigir mis intenciones, intentando redirigir mi motivación, al tiempo que susurraba un hipnótico:
Libera a Hank Millar, libéralo ahora.
—¿Un truco mental? —desdeñé, y casi reí a carcajadas—. No te molestes. Haz la llamada—ordené—. Si ella no sale libre en los próximos dos minutos, te mataré rápidamente. Más tarde que eso, y te haré pedazos, una pieza a la vez. Y créeme cuando digo que disfrutaré cada último grito que pronuncies.
—¡No puedes matarme! —Hank ahogó.
¿Estaba retándome? Apreté su hombro con fuerza, con tanta fuerza que terminé por desprenderle un trozo de piel. Él aulló, pero el sonido nunca pasó de sus labios. Su tráquea estaba aplastada bajo mis manos.
—Una pieza a la vez —siseé, sosteniendo la piel frente a él. —Llama a tu hombre.
—¡No puedo-hablar! —Hank gorgojeó.
>>Haz un juramento para liberarla ahora, y te dejaré hablar.<< dije en la cabeza de Hank. >>Estás cometiendo un error, chico<< Hank disparó de vuelta. Sus dedos rozaron su bolsillo, deslizándose dentro. Apretó un dispositivo que tenía en el bolsillo. Debí suponer que de esa manera llamaría a sus hombres. Maldito cobarde.
Hice un sonido gutural de impaciencia, le arranqué el dispositivo y lo arrojé en la neblina. >>Haz un juramento o tu brazo es el siguiente. <<
>>Mantendré el trato original<< Hank devolvió >>le perdonó la vida y renuncio a toda idea de vengar la muerte de Chauncey Langeais, si me traes la información que necesito. Hasta entonces, me comprometo a tratarla con compasión. <<
¿Compasión? Por favor. Golpeé la cabeza de Hank contra el suelo.
>>No la dejaré contigo cinco minutos más, y mucho menos por el tiempo que me llevará conseguir lo que quieres…<<
Él curvó sus labios y me miró.
>>Nunca olvidaré cuán fuerte ella gritó cuando la arrastré lejos. ¿Sabías que ella gritó tu nombre? Una y otra vez. Dijo que irías por ella. Eso fue los primeros días, por supuesto. Creo que finalmente está aceptando que no eres competencia para mí.<<
Maldito. Mil veces maldito. ¿Quería jugar sucio? ¿Le gustaba la agonía? Muy bien. Le daré agonía pura.
Un momento Hank estaba a punto de desmayarse por el dolor al rojo vivo de su cuerpo golpeado, y al siguiente estaba mirando mis puños, pintados con su sangre.
Un desafiante aullido salió del cuerpo de Hank. El dolor explotó dentro de él, casi noqueándolo inconsciente. Desde algún lugar distante, escuché los pies corriendo de sus hombres Nefilim.
—Sáquenlo-de-encima-de-mí —gruñó mientras rasgaba su cuerpo con dolorosa y placentera lentitud. Cada terminación nerviosa explotando con fuego. Calor y agonía brotaban por sus poros. Él miró su mano, pero no había carne, sólo hueso destrozado. Iba a destrozarlo en pedazos. Sus hombres trataban de apartarme, pero les costaba. La ira me dominaba. Iba a matar a este maldito imbécil y luego los cazaría a todos, uno por uno.
Hank soltó brutalmente:
—¡Blakely! ¡Quítenlo ahora!
No lo suficientemente rápido, fui arrastrado lejos. Hank tendido en el suelo, jadeando. Estaba mojado con sangre. Haciendo a un lado la mano que Blakely ofrecía, Hank con esfuerzo se puso de pie.
—¿Lo encerramos, señor?
Hank presionó un pañuelo contra su labio, el cual estaba abierto y colgaba de su rostro como un pulpo.
—No. No nos servirá encerrarlo. Dígale a Dabber que la chica no tendrá nada más que agua por cuarenta y ocho horas. —Su respiración era entrecortada—Si nuestro chico aquí no puede cooperar, ella paga.
Con un asentimiento, Blakely se fue de la escena, marcando en su móvil.
Hank escupió un diente ensangrentado, lo estudió detenidamente, luego lo metió en su bolsillo. Él puso sus ojos en mí, cuyo único signo exterior de furia vino en forma de puños.
—Otra vez, los términos de nuestro juramento, así no hay más malentendidos posteriores. Primero, te ganarás de nuevo la confidencialidad de un ángel caído, reincorporándose a sus filas…
—Te mataré —dije, con una calmada advertencia. Aunque estaba sostenido por cinco hombres, ya no luchaba. Me quedé sepulcralmente quieto, con una sed de venganza que punzaba en mi interior.
—…siguiendo, los espiarás y me reportarás sus negocios directamente a mí.
—Juro ahora —dije, mi respiración controlada pero elevada, ignorando sus palabras—, con todos estos hombres como testigos, no descansaré hasta que estés muerto.
—Una pérdida de aliento. No puedes matarme. ¿Tal vez usted se ha olvidado de que una Nefil reclama su derecho de nacimiento inmortal?
Un murmuro de diversión rodeó a sus hombres, pero Hank les hizo callar.
—Cuando determine que me ha dado información suficiente para exitosamente prevenir que los ángeles caídos posean cuerpos Nefilim para el próximo Jeshvan...
—Cada mano que ponga en ella la devolveré multiplicada por diez—continué.
La boca de Hank se retorció en una sugestión de sonrisa.
—Un sentimiento innecesario, ¿no crees? Para el momento que terminé con ella, no recordará tú nombre.
—Recuerda este momento —dije con vehemencia helada—. Volveré para asustarte.
—Suficiente de esto —Hank espetó, haciendo un gesto de disgusto y mirando hacia el coche—Llévenlo al Parque de Diversiones Delphic. Lo queremos entre los caídos tan pronto como sea posible.
Y así, para cerrar el juramento…
—Te daré mis alas.
Hanks se detuvo en su partida. Él ladró una risa.
—¿Qué?
—Haz un juramento para liberar a Nora ahora mismo, y son tuyas. —sonaba demacrado. Música para los oídos de Hank.
—¿Qué uso tendría con tus alas? —replicó sin gracia, pero sabía que había capturado su atención. Por lo que él sabía, ningún Nefil había rasgado nunca las alas de un ángel. Lo hacían entre su propia clase de vez en cuando, pero la de idea de un Nefil teniendo ese poder era la novedad. Bastante tentación.
Historias de su conquista pasarían por las casas de los Nefil cada noche.
—Estás pensando algo —dije, con una fatiga incrementada.
—Juraré liberarla antes de Jeshvan —Hank contrarrestó, suavizando toda la impaciencia de su voz, sabiendo que revelar su placer sería desastroso.
—No lo suficientemente bueno.
—Tus alas podrían ser un lindo trofeo, pero tengo una agenda más grande. La liberaré al final del verano, mi oferta final. —Él se volteó, caminando lejos, tragándose su codicioso entusiasmo.
Maldición.
—Hecho —dijé con una amplia resignación, y Hank dejó salir una lenta respiración.
Él se volteó.
—¿Cómo se hará?
—Tus hombres las sacaran.
Hank abrió su boca para discutir, pero lo interrumpí.
—Son lo suficientemente fuertes. Si no peleo, nueve o diez de ellos podrían hacerlo. Volveré a vivir debajo de Delphic y le haré saber a los arcángeles que me arrancaron las alas. Pero para este trabajo, no podemos tener ninguna conexión —advertí.
Sin demora, Hank lanzó unas cuantas gotas de sangre de su desfigurada mano al césped debajo de sus pies.
—Juro liberar a Nora antes de que el verano termine. Si rompo mi promesa, declaro que debo morir y retornar al polvo del cual fui creado.
Bien, aquí vamos.
Tiré de mi camisa por la cabeza y apoyé las manos sobre mis rodillas. Mi torso subía y bajaba con cada respiración.
—Manos a la obra—Dije.
A Hank le habría gustado hacer los honores, pero mi advertencia había ganado.
—Arranquen las alas del ángel y limpien cualquier desastre. Luego lleven su cuerpo a las puertas Delphic, donde va a asegurarse de ser encontrado. Y tengan cuidado de no ser vistos.
Y así, siendo estas sus últimas palabras, se marchó.
Sus hombres se marcharon minutos luego detrás de él, dejando dos enormes heridas abiertas en mi espalda. Con la sangre bañando mi espalda y cayendo al suelo, yo también dije unas últimas palabras:
>>Si no cumplo mi juramento, el fuego eterno será mi propio castigo<<
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PD: Con “Fuego eterno” se refiere al infierno chicas. Espero que les haya gustado este primer cap^^
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En los últimos dos años tuve cuatro casas distintas en dos provincias bastante lejanas entre sí. No hay nada específico que me lleve siempre (salvo mi computadora, la cual es una representación de mi vida en bits). Lo que sí descubrí, es que hay un objeto que me acompañó siempre, desde “anda a saber” cuando (anda a saber cuando=muchisimo tiempo atrás). Se trata de una cinta roja en mi tobillo. Esta cinta está bendecida y tiene un dije de San expedito. Siempre lo digo, no creo en Dios pero creo en San Expedito. Tenerla me tranquiliza, me da paz. Es un amuleto de protección y suerte (a pesar de que a veces pasen cosas chotas de cualquier forma). Con esa cinta me siento a salvo. No siempre es la misma cinta. Muchas veces la cambio por una nueva, especialmente cuando mi vieja va a Itatí y trae muchas de ellas que tienen escrito “Rdo de Itati” con corrector blanco. La cambio de vez en cuando, porque, como todo en la vida, llega un momento en que se desgasta mucho.
Hace un año, quise ponerme una nueva cinta pero me quedó chica y la alargué con un pedazo de un pañuelo verde que tenía. Siempre verde abortero. Ame esa combinación. El amuleto recobró más fuerzas. Se completó.
Cuando le saqué la foto me di cuenta que los colores del santo y los colores de las cintas eran los mismos, quedó una combinación perfecta sin querer. Me voló la cabeza como todo se junta y termina en el lugar en que tiene que ser, de la forma que tenga que ser.
Muchas veces me olvido que la tengo pero, como buena supersticiosa, creo que no podría estar sin ella. Ya es parte de mi, como todo lo que representa.
Palabras que se suman: Combinación, amuleto, representación.
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Glee «Happy Father´s day»
Junio de 2042
-Papá…¡estas super elegante!… —exclamó Noah tomándose la cara, estaba parado en la puerta del dormitorio de sus padres y se había quedado como paralizado de la pura impresión. -Gracias cariño… —respondió Kurt arreglándose la chaqueta que vestía, se miró una vez más en el espejo y se dio media vuelta para mirar a su hijo a la cara— y debo decir que tu también lo estás… —agregó acercándose. -Gracias Papá… fue lo que acordamos con mis hermanos en nuestra reunión… —respondió el pequeño mirándose los pantalones. -¿Es verdad eso?... —Noah gesticulo un si bien exagerado— pues un día me gustaría escabullirme en la habitación y escuchar todo lo que dicen en esas reuniones.… —dijo Kurt mientras bajaba a su altura y le corregía un poco la posición de la corbata. -¡Pero no puedes!.. —exclamó Noah llevándose las manos a la boca. -¿Por qué no? -Porque es solo para hermanos… y tú eres nuestro Papá… -Ah… no había reparado en ese detalle… ¿asumo y estás listo bebé? -Si, ya hable con Liverpool Westbrook Stewart y todo… -¿Si?... ¿y como esta? -Muy bien, me mostró que le volvió todo el pelo para siempre… —Kurt sonrió mientras se encargaba esta vez del pañuelo del bolsillo de la chaqueta. -¡Eso es una super noticia!… ¿qué es esto bebé?... —pregunto al ver un sobre que se asomaba detrás del pañuelo.
-Es una invitación, me la dio Lincoln Garcia el otro día… -¿En serio?... ¿y puedo ver de qué se trata? -Sí… —respondió Noah sacándola de su bolsillo, estiro un poco el sobre y se lo entregó a su Papá para que lo viera— es de su cumpleaños, hará una fiesta en su casa que tiene cinco pisos.. -Como si no fuera suficiente con la isla esa de la que presumen… —murmuró Kurt entre dientes mientras habría el sobre y leía la invitación. -¿Te gusta? -Es muy bonita cariño, y original con estos monitos en tres dimensiones… pero aquí dice que la fiesta es en Agosto, ¿porque la traes contigo? -Porque Lincoln Garcia dijo que era super importante cuidar la invitación. si no, no podremos entrar a su fiesta. -Eso es lo que dicen todos y al final todos terminan entrando a todas partes… -¿Crees que podre «asipstir»? -Por supuesto que sí bebé… el «Papáblen» no tiene giras este verano, así que no habrá problemas. -¡Si!... —exclamó Noah dando un pequeño salto. -Pero no es necesario que la lleves contigo a todos lados... ¿te parece bien que yo guarde esta invitación aquí, con las otras cosas importantes?... —pregunto Kurt señalando una caja sobre el dintel de la chimenea. -Si, allí estará bien «repsguardada»... -Lo estará… no te preocupes… —respondió poniéndola encima de todo lo que había dentro— ahora… ¿de qué hablábamos?... —agregó metiéndose al baño para salir de inmediato con un cepillo de cabello. -De que Liverpool Westbrook Stewart tiene su pelo de vuelta... -Verdad… ¿y que más te dijo bebé?... —quiso saber su Papá acomodandole el peinado. -Eso y que el Tío Dylan Westbrook le dijo que tal vez podían venir el cuatro de julio de Estados Unidos… -Lo se bebé, es lo que nos dijo al «Papáblen» y a mi el otro día que hablamos con él… -¿Y por que no me lo habías contado? -Porque… —comenzó a excusarse Kurt mientras se incorporaba— cuando tuvimos esa conversación intercontinental, el Tío Dylan aún no estaba seguro si podría hacer coincidir las fechas de su banda con los días libre que disponía, así es que con el «Papáblen» decidimos no decirte nada hasta que estuviéramos seguros, para que no te hicieras falsas expectativas bebé… -¿Qué son las falsas «epspectativas»? —quiso saber Noah ladeando la cabeza como un cachorro curioso lo haría. -Es cuando uno espera que suceda algo con muchas ansias y esta seguro que sucederá, pero al final no sucede… —explicó Kurt tirando el cepillo sobre la cama para tomarle la mano después— como cuando creímos que Miss Estados Unidos sería Miss Universo y terminó siendo la pesada esa de Francia...— Noah pensó un segundo en silencio para luego exclamar un gran y alargado «Oh».— ahora ven a mirarte al espejo conmigo, veras lo guapo que nos vemos los dos… —agregó su Papá guiándolo hasta el espejo de cuerpo entero que había en una de las esquinas de la habitación. -¿No son los dos hombres más guapos de todo New York?... —pregunto Blaine llegando a la habitación, se quedó en la puerta apoyado en el marco y se puso las manos en los bolsillos del pantalón como si quisiera quedarse allí observándolos un buen rato. -¡«Papáblen»!, mira, el Papá y yo estamos super elegantes… —dijo Noah parándose al lado de Kurt. -Así los veo… muy guapos los dos… —agregó terminando de entrar. -Gracias… que pena que no puedo decir lo mismo de ti… —respondió Kurt señalando el atuendo de ejercicio que llevaba su esposo y que no tenía nada que ver con los trajes que él y el pequeño Noah llevaban. -Lo se… me tarde un poco, pero fue porque el día estaba tan maravilloso, que hubiera seguido corriendo hasta Vermont… —dijo sentándose en la cama, se quitó el reloj y las zapatillas con toda la calma del mundo, Noah abrió sus ojos al máximo al imaginarse a su «Papáblen» corriendo de un estado a otro. -¿Sabes que hora es?... ¿verdad?... —pregunto Kurt mirando el actuar de su esposo con una ceja levantada. -Lo se… pero te juro y estoy listo en cinco minutos o menos...—agrego Blaine levantándose, le dio otro beso y se encaminó hacia el baño. -¿Seguro?, porque Henry y Lizzie deben estar por llegar, bien sabes que insistieron con que estuviéramos listos a las seis… —insistió Kurt mirando la hora en su teléfono móvil -Y ni un minuto antes… salgo enseguida… —termino por decir metiéndose al baño, Kurt tomó aire y murmuró un par de palabrotas seguidas de unas cuantas advertencias que decían que no seria por su culpa que se atrasaría toda la celebración que sus hijos habían organizado por el «Día del padre». -Habrá que creer en eso entonces... —agregó mirando a Noah— ¿bajemos bebé?, tus hermanos deben de estar por llegar… —dijo estirando su mano para que su hijo la cogiera. -Si… —respondió el pequeño tomándose de su Papá de inmediato.
-¡Feliz dia del Padre!... —exclamo Lizzie en cuanto su Papá abrió la puerta para ella. -Gracias cariño… —contesto Kurt al tiempo que se fundía con su hija en un abrazo largo y apretado. -Eres el mejor Papá del mundo… —agregó apartándose— tú y el «Papáblen»… siempre lo he dicho y siempre lo diré... —sentenció señalándolo— ¿él está en la sala? —agrego caminando hacia donde dijera. -No cariño, se le ocurrió salir a correr —respondió cerrando la puerta— por lo que estoy seguro y tardará más de lo que se supone y… en este momento mejor me callo porque ahí viene… luciendo de ensueño como siempre —dijo Kurt al ver que su esposo venía caminando por el pasillo todo arreglado y listo para partir, se veía tan guapo que sintió que su temperatura corporal subía un par de grados— y lo peor es que lo sabes… te odio Blaine Anderson-Hummel —murmuro al verlo acercarse como si caminara en una pasarela de alta costura. -¡Princesa!... —exclamó Blaine abriendo sus brazos. -¡«Papáblen»! —exclamó de vuelta la chica corriendo hacia él— ¡Feliz día del Padre!...—agregó colgándose de su cuello. -Gracias Princesa… -Eres el mejor Papá del mundo... -Gracias Princesa… —repitió Blaine mirándola un instante— ¿cómo estás?... te noto más delgada… ¿Kurt?... —añadió como buscando la opinión de su esposo al respecto. -¡Ay «Papáblen»!, nada que ver, estoy súper extra obesa… ¡hola!... -Como extrañaba esos «hola»… —agrego Blaine haciéndole un cariño en la cara. -Y yo a ustedes… -¿Y a mi me «epstrañabas» Lizzie Anderson Hummel?... —quiso saber Noah levantando una de sus manos. -¡Pero obvio que si «Goblin»!… eres mi cosa favorita de esta casa… —agregó Lizzie dándole una vuelta entre sus brazos, sus padres miraron esa escena sonriendo con ternura. -¿Te ha ido bien cariño?... -Super bien… -¿Como esta James?... —pregunto Blaine mientras se ajustaba los «cufflinks» -Bonito como siempre… y con respecto a él… tengo que contarles una super noticia, resulta que el otro día... -¡Ay!... debe ser Henry… —dijo Kurt al sentir la puerta— disculpa cariño... -No te preocupes Papá… uy, espera... se me ocurrió... ¡yo le abro!... —exclamó Lizzie levantando una mano— vamos «Goblin» hagámosle una broma… —agregó meneando a su hermano, el pequeño río como si no hubiera mañana. -¿Tienes algo que decirme?... —dijo Blaine acercándose a su esposo. -No… ¿por que habría de tener…? —respondió Kurt cruzándose de brazos como haciéndose el interesante. -Porque me demore los cinco minutos que dije… —agregó su esposo abrazándolo desde atrás. -No me referiré a eso, porque creo que hiciste trampa… -¡Como podría haber hecho trampa!... —exclamó Blaine riendo. -No lo se, pero lo hiciste…—respondió Kurt riendo también— te ves muy guapo, a propósito… -Lo se… -Engreído… -También lo se… —añadió haciéndole un arrumaco en el cuello. -¿Cual crees que sea esa super noticia que Lizzie tiene que contarnos? —pregunto mirando a su hija que abría la puerta junto a Noah y ambos gritaban «sorpresa», Henry dio un salto de susto y se tomó el pecho en señal de impacto extremo. -No lo se… —respondió Blaine dándole unos besos en el cuello— solo espero y sea algo bueno para ella. -Pues si involucra al tal James, permíteme dudarlo… —dijo Kurt ladeando un poco la cabeza para hacer más espacio a los labios de su esposo. -Vamos… ella es feliz,con él y eso es lo único que importa… -Si tú lo dices… —agregó Kurt levantando una ceja— a todo esto… ¿te dije «Feliz Día del padre»?... —pregunto mirándolo de medio lado. -No… solo me criticaste por salir temperando y llegar tarde. -Claro… ambas críticas justificadas por cierto… -Por cierto… —dijo Blaine riendo al ver que Henry fingía desmayarse para el deleite de Noah. -Entonces y como corresponde a la ocasión… «Feliz día del Padre» Blaine Anderson Hummel… eres un padre maravilloso... -«Feliz día del Padre». Kurt Hummel Anderson… y tu me has hecho ser un padre maravilloso… todo lo que se, lo he aprendido de ti… —respondió Blaine abrazándolo mas. -Eso no es verdad… pero lo aceptaré como todo lo que me dices...—termino por decir Kurt sonriendo presuntuoso.
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El matadero
Esteban Echeverría fue un muy importante poeta del primer período romántico en el Río de la Plata. Fue también, quien utilizó la temática del indio y del desierto en la manifestación poética, y es considerado el autor del primer cuento argentino, "El matadero", aunque críticos posteriores señalan, que este escrito tiene dos temáticas o nudos paralelos.
Se ubicaba entre los años 1838 y 1840 (Durante los gobiernos de Rosas). El relato se basa en la descripción de la sociedad de la época, comienza con la descripción de un gran diluvio que duró 15 días y afectó la economía del país causando una crisis y la imposibilidad de utilizar el matadero en este período de tiempo, por lo que hubo falta de carne. Esta escasez, que iba acorde a las órdenes de la iglesia en lo referido a la abstinencia de carne por tiempos cuaresmales, produjo una subida en los precios de los otros productos como aves y pescados, y la muerte de mucha gente.Los hechos transcurren en el matadero de la Convalecencia o del Alto, sitio en las quintas del sur de la ciudad de Buenos Aires.
La llegada del realismo en latinoamérica
Esteban Echeverría con esta obra anuncia la llegada del realismo debido a su manera de describir y representar la cotidianidad con la veracidad de su obra; la manera que describe a sus personajes y los sucesos por los que ellos están pasando. Este realismo parece casi contraponerse al romanticismo de la obra, sin embargo, es admirable la forma en que se combinan.
Las siguientes citas demuestran temáticas importantes de la obra respecto al realismo y al romanticismo:
AMOR POR LA PATRIA
-La librea es para vosotros, esclavos, no para los hombres libres.
-A los libres se les hace llevar a la fuerza.
-Sí, la fuerza y la violencia bestial. Ésas son vuestras armas; infames. El lobo, el tigre, la pantera también son fuertes como vosotros. Deberíais andar como ellas en cuatro patas.
-¿No temes que el tigre te despedace?
-Lo prefiero a que maniatado me arranquen como el cuervo, una a una las entrañas.
-¿Por qué no llevas luto en el sombrero por la heroína?
-Porque lo llevo en el corazón por la Patria, por la Patria que vosotros habéis asesinado, ¡infames! -No sabes que así lo dispuso el Restaurador.
-Lo dispusisteis vosotros, esclavos, para lisonjear el orgullo de vuestro señor y tributarle vasallaje infame.
-¡Insolente! Te has embravecido mucho. Te haré cortar la lengua si chistas.
-Abajo los calzones a ese mentecato cajetilla y a nalga pelada denle verga, bien atado sobre la mesa.
FASCINACIÓN POR LO GROTESCO
“No quedó en el matadero ni un solo ratón vivo de muchos millares que allí tenían albergue. Todos murieron o de hambre o ahogados en sus cuevas por la incesante lluvia.”
DESCRIPCIÓN DE LO SUBLIME
El joven, en efecto, estaba fuera de sí de cólera. Todo su cuerpo parecía estar en convulsión: su pálido y amoratado rostro, su voz, su labio trémulo, mostraban el movimiento convulsivo de su corazón, la agitación de sus nervios. Sus ojos de fuego parecían salirse de la órbita, su negro y lacio cabello se levantaba erizado. Su cuello desnudo y la pechera de su camisa dejaban entrever el latido violento de sus arterias y la respiración anhelante de sus pulmones.
-¿Tiemblas? -le dijo el Juez.
-De rabia, por que no puedo sofocarte entre mis brazos.
-¿Tendrías fuerza y valor para eso?
-Tengo de sobra voluntad y coraje para ti, infame.
-A ver las tijeras de tusar mi caballo; túsenlo a la federala.
Dos hombres le asieron, vino de la ligadura del brazo, otro de la cabeza y en un minuto cortáronle la patilla que poblaba toda su barba por bajo, con risa estrepitosa de sus espectadores.
-A ver -dijo el Juez-, un vaso de agua para que se refresque.
-Uno de hiel te haría yo beber, infame.
PAPEL DE LA NATURALEZA
El Plata creciendo embravecido empujó esas aguas que venían buscando su cauce y las hizo correr hinchadas por sobre campos, terraplenes, arboledas, caseríos, y extenderse como un lago inmenso por todas las bajas tierras. La ciudad circunvalada del Norte al Este por una cintura de agua y barro, y al Sud por un piélago blanquecino en cuya superficie flotaban a la ventura algunos barquichuelos y negreaban las chimeneas y las copas de los árboles, echaba desde sus torres y barrancas atónitas miradas al horizonte como implorando la misericordia del Altísimo. Parecía el amago de un nuevo diluvio.
DESCRIPCIÓN DETALLADA, CUIDADOSA, CASI QUIRÚRGICA, Y DESPEGADA DEL NARRADOR
Atáronle un pañuelo por la boca y empezaron a tironear sus vestidos. Encogíase el joven, pateaba, hacía rechinar los dientes. Tomaban ora sus miembros la flexibilidad del junco, ora la dureza del fierro y su espina dorsal era el eje de un movimiento parecido al de la serpiente. Gotas de sudor fluían por su rostro grandes como perlas; echaban fuego sus pupilas, su boca espuma, y las venas de su cuello y frente negreaban en relieve sobre su blanco cutis como si estuvieran repletas de sangre.
-Átenlo primero -exclamó el Juez.
INTERÉS POR LAS CLASES MENOS PRIVILEGIADAS Y SU PAPEL SOCIAL
Los abastecedores, por otra parte, buenos federales, y por lo mismo buenos católicos, sabiendo que el pueblo de Buenos Aires atesora una docilidad singular para someterse a toda especie de mandamiento, sólo traen en días cuaresmales al matadero, los novillos necesarios para el sustento de los niños y de los enfermos dispensados de la abstinencia por la Bula y no con el ánimo de que se harten algunos herejotes, que no faltan, dispuestos siempre a violar las mandamientos carnificinos de la Iglesia, y a contaminar la sociedad con el mal ejemplo.
INTENTOS DE IMITAR EL LENGUAJE TAL Y COMO SE USA EN LA VIDA COTIDIANA
-Son para esa bruja: a la m…
-¡A la bruja! ¡a la bruja! -repitieron los muchachos-: ¡se lleva la riñonada y el tongorí! -y cayeron sobre su cabeza sendos cuajos de sangre y tremendas pelotas de barro.
-Hi de p… en el toro.
-Al diablo los torunos del Azul.
-Mal haya el tropero que nos da gato por liebre. -Si es novillo.
-Perro unitario.
-Es un cajetilla.
-Monta en silla como los gringos.
-La mazorca con él.
-¿Por qué no traes divisa?
BIOGRAFÍA
Echeverría, Esteban. El matadero. En Perusquia, Ana (2019). Antología de literatura latinoamerica del siglo XIX (Pp 33-42)
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IMAGINA BANGTAN: TARDE DE PELÍCULAS
SeokJin:
- Compraría muchos chocolates, palomitas, patatas fritas...
- sj: ¨Jagiya ¿pido pizza?¨ *pregunta con un puchero muy adorable*
- A cada rato cuenta algún chiste de los suyos.
- Se ríe todo el rato con esa típica risa de limpia cristales.
- Abrazos todo el rato.
*imagina que tú eres hoseok*
YoonGi:
- Nada más empezar se queda dormido
- “ Cariño ¿ha terminado ya la película? vaya, se me ha pasado muy rapido”
t/n: “`Yoongs te has dormido toda la película” *mirada fulminante para yoongi”
- Apoya su cabeza en tu hombro para estar cómodo y... para volverse a dormir ㅠㅠ
HoSeok:
- "Cariño no pongas una película terror" *suplica haciendo morritos*
- Al final decides poner una película de terror
- Te abraza y te da besos toda la película
- " t/n mejor dejemos de ver está horrible película y vayamos a hacer algo más interesante" *dice con voz pervertida*
JiMin:
- Veis películas de romance, amor/comedia...
- Te repite todo el rato lo mucho que te aprecia y te quiere
- "Jagiya amo cuando paso rato contigo. Te quiero"
- Después de ver las películas decide llevarte a cenar a algún lugar y a dar un paseo por las calles de Seúl.
TaeHyung:
- Os pasais toda la tarde viendo anime
- Tae se la pasa haciendo preguntas todo el rato
"Jagi en serio que no entiendo ¿Por qué taki no le escribió su nombre?"
"Taetae no lo sé" *te ríes*
- Decide que la película de Your Name es genial y la volveis a ver
- Pide hamburguesas y trae mantas para que no tengas frío
NamJoon:
- Veis películas tristes
- Te la pasas llorando por cualquier cosa (eres muy sentimental) y nam al verte llorar también llora
- " t/n no llores porque lloro yo" *te pasa unos pañuelos*
- Te consuela y para que te pongas feliz pone tu película favorita
- Te besa y te recuerda lo mucho que te aprecia
JungKook:
- Jungkook y tu amabais las películas de Marvel así que siempre terminabais haciendo maratón
- " Veamos el conjuro"
T/n: "Esa la hemos visto mil veces"
"Bueno... ¿Black Panther?"
- Os divertis viendo las películas porque os gusta comentarlas
- "Jagi yo soy iron man" *grita haciendo una pose divertida*
T/n: "y yo soy Batman" *le imitas y se ríe como loco al ver lo adorable que eres*
- Te abraza todo el rato
#bangtan#bangtan scenarios#bts imaginas#hoseok#jhope#jimin#jungkook#jin#kim namjoon#kim taehyung#namjoon#rm#suga#taehyung#yoongi#bts reaccion#bts army#bts smut#bts imaginas español#bts hot#bts gifs#v bts#armynet#bangtan boys#bangtan smut#bangtan imagines#bts español
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Puedo asegurar que una gran actriz, Argelia y yo estábamos en esa escena de @laislamisteriosartvc y aquella mañana mostramos la mejor de las risas y sonrisas y mojamos nuestros labios en una cerveza con sabor extraño a acetona del maquillaje. ¿Estaremos en el montaje final o nos borraron mágicamente? Esta noche le sabré. Ya sé lo que es descartar mi escena, pero lo de “desaparecer” no lo he experimentado aún. Si no salgo, está claro que el pañuelo en la cabeza no me trae suerte en pantalla 😂😂 #actor #pvil https://www.instagram.com/p/Caj9-S9IGiH/?utm_medium=tumblr
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Guiones desconocidos
Me trae la rueda del ratón, en sumatoria de ideas asimilo un ratón en su jaula de experimentos, -estoy asimilando términos tecnológicos en este viejo nuevo tiempo-, sube-baja este escrito por Word, a la izquierda y a la derecha para subir el volumen del reproductor, otra vez, volviendo a ser desconocido, pero aceptando la amabilidad de desconocerse, a través de guiones usted podrá resolver la ecuación de las temáticas que busqué en aquella sala de tiempo experimental, a su vez percibieron mis tantos e inequívocos… ¡peros!
Signos de admiración, entre la palabra y el arte de admirar. Volviendo a re-buscar; sí, alto rebuscado para escribir, para dejar por fuera ese objeto que vuelve al inicio (incorporo tecnicismos tecnológicos), muy bien, te «cancelé».
Esas ideas que voy recopilando de los textos con los que bailé estando quieto, desafíos que están en el oficio del lector. Creo que es necesario tomarlo como un trabajo para poner en marcha el engranaje de la mente, comentarle a las hormigas que están detrás de las apariencias de la conciencia para poner en marcha todo su ejército, aunque las mismas, -según algunos- no posean este universo de la regla con la que trabaja la percepción, a usted, o… a la entidad omnipresente que le enseño a ser invisible para poder identificarse detrás de la pauta de la comunicación, por eso soy un des (guión) conocido. Esa posibilidad que limita a la representación creo que queda exhausta para escribir lo que no sentimos y la necesidad de nombrar la máxima del concepto, esto es, abrirlo…
Personalmente creo que Nietzsche le dio martillazos a un sistema de pensamiento al mejor estilo The Wall en Pink Floyd, obras que quiero poder pensar e involucrar-(te). Esas experiencias que llevan al autor a auto-superarse; el guion está en el medio para que haga una relación entre la autonomía de la meditación.
Para mí, él tenía una inclinación espiritual, por fuera del logoi de la religión y la época, en suma de ideas metafísicas; más tarde comencé a preguntar-(me) por mi malestar en esta causalidad epocal que me atraviesa como “ser” humano.
Hablé con mi maestro sobre la posible vuelta hacia el retorno más primitivo del ser humano, devorando imágenes que se aproximan y trastornan la comunicación en este plano temporal; ¿Cómo puede excitarse esa luz a través de un mensaje que no comunica? lo que más me enferma es esa experiencia que quiere tocar la puerta de lo real para nombrar aquello que vuelve a una representación, quizás al seno, pero no, aquí percibo más resistencias.
Hace unos días charlé con mis predecesores, creo ver la mesa como un símbolo, no sé dónde leí que forman una especie de sistema astrológico, figúrese que usted está almorzando o cenando y ve desde arriba la mesa, con primeras personas sin saludarse o, a través de pantallas… simulando un sistema de funcionamiento, aunque rebusqué demasiado la idea.
Extraño esa experiencia táctil de rozar a las emociones y leer lo que me dice a través del velo, la voz de la mujer del más allá, la voz que se esconde detrás de una experiencia particular de poder conocerse.
Por eso veo al amor como una idea magna que no puedo capturar en su mínima, -esta sería estar con vos-, con términos…
Quiero pensarme con términos de libertad y dejen de esclavizar a las personas con sus proyecciones. Si pudiéramos ver su fluidez como un río que busca su canal a través del agua y así figurar más poesías a la humanidad en la que pueda surgir un movimiento literario (lo dije más arriba) a través de su existencia y cuando sean omnipotentes, recordarán « l a i n e x i s t e n c i a » . En la súbita idea de pensar un escrito describiré las señales con números en mi mano, números maestros -gran causalidad-.
Estuve leyendo sobre la necesidad que tienen las culturas de pensar un sistema espiritual por encima de ellos -abstracción que hago- sobre lo divino; siento que puede ser más responsable poner en marcha los mecanismos psíquicos para que el azar este a su favor, que lo invisible se haga visible a través de la responsabilidad de que pueda tomar una imagen y representarla, ser consciente de nuestros rasgos invisibles y de nuestra posibilidad de locura, aunque sea para integrar ese costado omnipotente, para experienciar la divinidad de cada cual.
Hace un tiempo soñé con alguien que me decía que “debo formar mi propia moral”, conformar tu propio lado ético, tu propio sistema de normas dentro de tu presente «aquí-ahora». Este fue mi abuelo paterno, en el sueño figuraba una voz que salía a través de un cuadro y abarcaba la posición donde yo me sentía presente en esa experiencia.
Diálogos a través de imágenes que se dicen cuanto se estiman entre sí… y a la vez dudo de ser real por el componente virtual; creo que nos estamos enfermando y sería bueno poder ser autónomo en las vísperas de la locura colectiva, quizás cuando vuelva a verme tenga ojos de pantalla táctil.
Por eso digo que rozo tu mirada subiendo, bajando y caminando entre el sentido temporal perdido a través de la experiencia corporal de la piel, tengo la experiencia física de percibir, sin hacerlo.
Si somos atemporales quiero estar en cada uno de los granos de arena que fueron pasando en esos rostros que se esfuman, los pozos detrás de la lupa del mirar, las patas de gallo que sonríen a través de lo que hablo… quisiera ser niño, ellos tienen una experiencia más fabulosa de existir a través del juego, pero también compadezco su desarrollo, no tienen la culpa del devenir del mundo tecnológico, quiero que puedan explotar su máximo desarrollo y ser conscientes de la moralidad que adviene este nuevo mundo oceánico, mundo líquido, donde la estructura del ayer se liquida disolviéndose en su síntesis.
Pienso y no, que los medios tecnológicos ya no existen para transmitir una representación amable de la realidad y que cada uno pueda hacer provecho de la conciencia que se tenga en este plano, aunque en este escrito no existo más allá del expediente de mi futuro. Mientras piensa en el pasado, -se ha levantado a tomar un café- y en segundos han pasado siglos, como edades en minutos.
Volví a experienciar la soledad que experimenta el desdichado antes de dormir, con la cama más fría que un rechazo cálido.
Se desdibuja y se enferma, sintiendo una serena enfermedad que le invita a procrear a través de conceptos, para estar por debajo del lenguaje. Tan arriba como tan abajo, y más abajo del costado íntimo abrazando las pérdidas que nunca fueron pérdidas según la concepción que se tenga de la muerte.
¿Quién no se habrá preguntado por la muerte? Y hago empatía con aquel que esta por morir pero a su vez existe en la representación de haber existido, nada más que ahora no pertenece a este plano, aunque pertenezca a estas hojas, a los pañuelos que han ocupado las lágrimas ajenas de un color de luto… no sé porque se le tiene miedo a la muerte, podrían presenciar un ascenso álmico y ser conscientes de la función que tienen en este plano físico en función de responsabilizar cada una de las causas y acciones que tiene cada ser humano. Se podría ayudar la humanidad, aunque se resquebraje el ser.
Es la noción que tengo del tiempo que disuelve y pasa, todo pasa, aunque logro conquistar ideas sin territorializar pensamientos para invitar a pensar, a salvarnos y zafarnos de este sistema. Lo publicitario nos ha quitado el lado salvaje para ser más dócil, ¿Qué hay de malo en esto? Sentir la primavera por las zonas erógenas, florecen pieles, florecen arbustos del lado más selvático de la raza humana… donde vuelven a quererse sin perfumes en la presencia del sabor más agónico, cual primer relación sexual. Sabor a muerte y dolor, dolor y amor, de estar más allá de nombrar a una persona en su representación, sabiendo que cuando se muere despide sus órganos, pero existe en mi cabeza, ¿Qué contradictorio no? Si ya no existe es atemporal a la representación.
Escribiré sin las manos, besaré sin mis labios… te amaré sin mi cuerpo a través de la imagen mía en ti, sin ser alguien palpable, intangible, pero teniendo el recuerdo de haber existido en la voz del pensamiento.
¿Qué pasaría si los diablos juzgaran a los ángeles?...
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El Precio a Pagar
N/M
Era un día como cualquier otro acababa de llegar tarde a la escuela Alya y Nino estaban afuera esperándome me doy la vuelta y veo a Adrien llegar también creo que esta vez no soy la única que está llegando tarde
Ad:*corre* hola
Ma: hola
Alya: apúntense ya empezó la clase
Ni: si la maestra Bustie seba a poner furiosa si llegamos más tarde
Ma:*ríe* pues que esperamos andando *lo ve a lo lejos* que
¿?: *La ve*
Ma:*entre dientes dice* Archie *se pone blanca *
Alya: pues vamos* la ve* Marinette ¿Qué pasa?
Ma: na… nada vámonos si*entran a la escuela*
N/M
Mi corazón esta acelerado ¿porque Archie está aquí? Tengo más de 3 años que no lo veo a él a Esteben y a Albert que abra pasado para que me esté buscando recuerdo muy bien haberles dicho que no me buscaran debió haber pasado algo muy serio para que este aquí…. El día transcurrió normal como cualquier otro al salir de clases note a Archie que estaba parado en frente del colegio sin más nada que su distinguido traje color celeste sus zapatos de vestir negros y su pañuelo rojo su cabellera se movía con la brisa sigue siendo el mismo chico de hace tres años no avía terminado de distinguirlo bien cuando sale corriendo y me abraza y carga los chicos se quedaron sin habla
Archie: Marinette cuanto tiempo* feliz*
Ma: Archie *feliz *como has estado
Archie: bien pero veo que tu estas mejor que nunca
Alya:…ah
Ma: *los ve* chicos quiero presentarles a un viejo amigo él es Archie Cromwell
Los tres: un placer
Ma: Archie ellos son mis amigos Alya mi mejor amiga, Nino mi amigo y novio e Alya y Adrien mi amigo
Archie: un placer conocerlos chicos
Ma: pero disculpa que te pregunte esto pero ¿Por qué estás aquí?
Ar: te necesitamos Albert te necesita
Ma: ¿Qué paso con Albert?
Ar: tranquila está bien pero debe hablar contigo sobre un asunto muy serio
Ma: está bien, vámonos
N/M
Subí al auto con Archie y no dijo ni una sola palabra sobre lo que Albert quería hablar conmigo solo hablamos de cosas sin importancia como cuanto ha cambiado el y de cómo he cambiado yo al llegar a la mansión Andri mi corazón empezó a latir muy rápido me trae recuerdos buenos como también malos espero hablar con Albert he irme pronto de aquí
Ma:*baja del auto*
¿?: ¡¡Marinette!! *la abraza*
Ma: Esteve como has estado *lo abraza*
Es: no también como tu Marinette
Llega
Albert: bienvenida
Ma: Albert *lo abraza*
Albert: cuanto tiempo mí querida prima
Ma: lo mismo digo ¿pero por qué estoy aquí?
Albert: toma asiento lo que quiero hablar contigo es lo siguiente
Escucho cada palabra que él tiene para decir y cuando termina mi mente está en un gran conflicto ya que yo elegí dejar esta vida no sé si podré volver ahora
Al: quiero que seas la cabecilla dela familia junto conmigo marinette
Ma: ¿Qué?
Albert: si serias como lo es la tía abuela cuando yo no este estas tú y todo estaría en orden eres la única mujer Andri espero que puedas ayudarme te daré tiempo para que lo pienses pero si es posible hazlo rápido para anunciarte como la segunda al mando en una semana en el baile de otoño está bien
Ma: ¿Qué estás loco? No voy a volver a vivir el infierno de hace tres años Albert
Albert: sé que lo que paso fue duro pero
Ma: duro fue horrible y no olvides lo que Nil y Eliza me hicieron pasar mi respuesta es no
Albert: Marinette por favor si no eres tú pondrán a otra
Ma: que lo hagan no quiero hacerlo y menos por lo que paso con ya sabes
Albert: tú no fuiste la que lo mato y lo sabes
Ma: si lo sé pero yo tenía que haber hecho algo ese día y no lo hice no pude hacerlo *con voz llorosa*
Albert: Mari te entiendo pero por favor necesito tu ayuda no te hubiera buscado de no ser serio por favor sé cómo llevas tu vida aquí sé que eres feliz pero te necesito
Ma: está bien lo hare
Albert: piénsalo
Ma: si lo pienso te diré que no lo hare tomare mi puesto en la familia Andri como la segunda cabeza
Albert: te lo agradezco tanto prima pero ninguna palabra a tus amigos hasta que sea oficial
Ma: está bien adiós Albert me alegro mucho verte
Albert: a mi igual Mari te veré mañana
Ma: si * se va*
Al día siguiente
Ma: *ríe* adiós chicos*lo ve*
Esteve: hola señorita
Archie: bella Mariam
Ma: *ríe* chicos
Esteve: tengo que enseñarte algo vienes
Ma: no sé qué decir
Archie: yo si*la toma por el brazo* vámonos
Ni: que raro
Alya: ¿qué es raro?
Ni: que ayer ese chico Archie vino por Mari y ahora vuelve a venir y acompañado con otro chico no les parece extraño
Alya: ahora que lo pienso si Mari no me ha dicho nada de eso debo hablar con ella
Ad: chicos tal vez sean amigos de ella
Clo:*los ve* oh por dios son Archie y Esteven Cromwell Andri
Alya: ¿Quiénes?
Cloe: que ignorante, ellos son los hermanos Andri esa familia es la más prestigiosa de todo Estados Unidos *la ve* ¿pero qué hacen con la panaderita? Esto es ridículo totalmente ridículo
Alya: Andri
Ad: creo haber escuchado de ellos pero…
Los tres: ¿Cómo es que Marinette los conoce?
Ma: ¿nos vamos a ir o qué?
Este: esa es nuestra Mari vámonos
En algún lugar de Paris
CONTINUARA...
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