#el amor dura tres años
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nisalm · 13 days ago
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El matrimonio es criminal porque mata el misterio. Conoces a una criatura fascinante, te casas con ella y de repente la criatura fascinante se esfuma: se ha convertido en tu mujer. ¡Tu mujer! ¡Qué insulto, qué decadencia para ella! ¡Cuando lo que deberíamos buscar sin descanso, durante toda la vida, es a alguien que no nos perteneciera nunca!
Frédéric Beigbeder.
El amor dura tres años.
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fabbahblog · 1 year ago
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A menudo nos dicen que, al cabo de cierto tiempo, la pasión se convierte en «otra cosa», más sólida y más hermosa. Pero esa «otra cosa» es el Amor con A mayúscula, un sentimiento menos excitante, es cierto, pero también menos inmaduro. Me gustaría ser absolutamente claro: esa «otra cosa» me toca los cojones, y si el Amor es eso, entonces dejo el Amor en manos de los gandules, de los descorazonados, de la gente «madura» que vive varada en su comodidad sentimental. Mi amor, el mío, lleva una «a» minúscula pero tiene amplitud de miras; no dura demasiado pero, por lo menos, cuando está allí lo notas.
Su «otra cosa» en la que les gustaría convertir el amor parece una teoría inventada para poder conformarse con poco, y sentirse más seguros proclamando que no hay nada mejor. Me recuerdan a los envidiosos que rayan las puertas de los coches de lujo porque no tienen medios para comprarse uno igual.
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notasfilosoficas · 6 months ago
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“Tres cosas conducen a Dios: la música, el amor y la filosofía”
Plotino
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Fue un filósofo helenístico autor de las Enéadas y fundador del neoplatonismo junto con otros filósofos como Numenio de Apamea, Porfirio, Jámblico y Proclo.
Nació alrededor del año 205 d.C. en Licópolis Egipto. Su vida y filosofía fueron muy importantes en el pensamiento occidental y a pesar de haber vivido en una época llena de agitación política, Plotino centró su atención en el mundo de las ideas y en la filosofía.
Durante su juventud estudió con varios maestros filosóficos, desarrollando un carácter melancólico y reflexivo. A la edad de 28 años encontró a Ammonio, un maestro que le brindó paz espiritual y que durante 11 años lo marcó en un punto de inflexión filosófica y en su propia forma de vida.
No obstante, en un giro inesperado, Plotino se unió al ejército bajo las ordenes del general Gordiano quien planeaba una expedición a Persia. El fracaso de esta campaña hizo que a duras penas lograra salvar su vida, quien derivado de lo anterior, decidió abrazar completamente la filosofía y a desarrollar su propio sistema de pensamiento.
Durante su vida en Roma, Plotino llevó una vida inusual, se abstuvo de comer carne y realizó frecuentes ayunos, siguiendo algunos de los principios pitagóricos antiguos. Sin embargo a pesar de ello Plotino logró ganar gran prestigio como maestro público en Roma en donde sus enseñanzas atrajeron a estudiantes de diversas clases sociales.
El emperador Galeano y su esposa le tenían alta estima y estaban dispuestos a otorgar a Plotino una ciudad en la Campania para establecer una república platónica, sin embargo, los ministros imperiales se opusieron a esa idea argumentando ser inapropiado en el contexto del imperio Romano.
La propuesta central de Plotino consistía en en que existe una realidad que funda cualquier otra existencia en donde el principio básico es solamente lo “Uno”, la unidad, lo más grande, como un Dios único e infinito. De donde se funda la existencia de todas las cosas, en donde el uno está mas allá del ser.
El Uno representa la realidad inmejorable y suprema de la cual el nous y el alma provienen.
El Nous no tiene una traducción adecuada pero algunos autores lo traducen como el espíritu, mientras que otros prefieren hablar de inteligencia, mas esta vez no con un sentido místico sino intelectual. En la explicación del Nous, Plotino parte de la semejanza entre el Sol y la Luz. El Uno sería el sol y la luz como el Nous. La función del Nous como luz es la de que el Uno pueda verse a si mismo, pero como es imagen del Uno, es la puerta por donde nosotros podemos ver al Uno. Plotino manifiesta que el nous es el resultante del “contacto” con el Uno.
El tercer elemento es el alma, el cual en un extremo está ligada el Nous y tira de él, y en el otro extremo esta asociado al mundo de los sentidos del cual es creadora, es decir, el gobernante de todos los objetos y pensamientos en el mundo tangible, es decir, el nuestro, el cual se encarga de generar materia debido a la insuficiencia de producir ideas y ejecutarlas.
El enfoque filosófico de Plotino se caracteriza por su estilo razonador y dialéctico en donde cada tema se reduce a una idea fundamental. Siendo sus escritos, referentes de estudio y admiración en el mundo académico.
Plotino murió en Roma, a la edad de 66 años en el año 270 d.C. Sus obras, conocidas como la Enéadas, son una síntesis de la filosofía, y se inspira en gran medida en el pensamiento de Platón, pero también incorpora elementos del aristotelismo y el estoicismo.
Fuente: Wikipedia.
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lilietherly · 1 year ago
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[Fanfic Newcob]
Omegaverse.
Omega Jacob/Alfa Newt.
Relación establecida
Fluff. Mucho fluff. Tantísimo fluff.
Romance. ¡Demasiado romance!
Smut desvergonzado. R18 (¡pero es muy corto!).
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Hoy no habrá historia para celebrar el cumpleaños de mi hermoso y divino señor Holmes, sin embargo, cariño, una hizo lo posible para al menos traer un regalito de reyes jajaa.
Y, por supuesto, esta historia esta dedicada a mi hermosa y querida @drunkenelevator, de cuyo arte sigo enamorada y que, espero, este año siga complaciendo a nuestro pequeño fandom con sus preciosas obras 🥰✨. Bebé, espero que esta cosita te guste 💖💖💖
* * *
Luego de apenas tres días de celo, Jacob encontró su cuerpo cubierto de mordidas. Las tenía en los hombros, los brazos, los muslos, ¡e incluso había una en su pie izquierdo! Muchas de ellas se ubicaban en el estómago, en el culo y el cuello. Marcas que no incluían moretones de labios dominantes, rasguños de garras largas, irritaciones por una lengua con púas, huellas de manos o de dientes no trasformados en colmillos. El cuerpo de Jacob ardía por la devoción y la posesión impresa en él.
Newt dormía abrazándose a su cintura, su aliento suave le acariciaba la sien y su verga medio dura contra el muslo era una agradable fuente de calor, que se esparcía alrededor de su cuerpo y le provocaba suspiros. El viento salado y refrescante entraba por las altas ventanas, reemplazando por muy poco el aire viciado de la habitación. La luz del sol iluminaba las paredes angulosas, y viniendo de lo alto, conferían a la habitación casi vacía de un efecto que la hacía parecer de mayor tamaño. Ayudado por esa luz, Jacob regresó a su examen, sin moverse, de cada lesión en su cuerpo.
Desafortunadamente, ellas desaparecían demasiado rápido. Las que Newt le hiciera el primer día no eran ya sino hermosos recuerdos, y las que se marcaban solo por encima de su piel, de prestar la suficiente atención, Jacob podría observarlas desapareciendo a simple vista. La saliva de su Alfa que le impregnó desde la primera mordida en sus glándulas y la lengua insaciable que no dudaba en lamerlo de los pies a la cabeza, pocas oportunidades le daban para vanagloriarse como lo quisiera sobre sus marcas posesivas. No borraban el recuerdo, sin embargo, y eso le bastaba.
Además, por supuesto, el precioso hombre mágico siempre se encargaba de marcarlo, sea cual fuere la ocasión, —y ahí un detalle que siempre inundaba a su corazón de tranquilidad— con la boca o las manos cualquier parte de su cuerpo. Lo que, cuando no tenía a su ahora pequeña y poco convencional manada, que servía como un recordatorio constante; antaño le significó la única manera de saberse irremplazable, de tener un lugar que nadie llenaría si no estaba él; que pertenecía y ya nunca estaría solo. Hechos que hizo del conocimiento de Newt luego de que descubriera Jacob la incontable cantidad de sellos posesivos la primera vez que hicieron el amor, y Newt estuviera listo para irse de su vida para conseguir su perdón.
Examinando la media docena de mordidas en su muñeca izquierda, recodó la forma en que, al principio, ni siquiera Newt entendía cómo es que tener tan mala relación con su lado Alfa lo orillaría tarde o temprano a volverse salvaje. Y, por supuesto, incluso antes de Jacob, el feroz Alfa, que con tanto fervor Newt intentaba esconder para ayudar a criaturas, se vio empujado tan al límite por aquellos que las maltrataban, que poco había faltado para no suceder lo peor. Reaccionar así al maltrato de seres inocentes en la presencia de los mismos seres, no lo dejaba realmente en el mejor escenario delante de ellos, lo que lo obligaba a restringirse con mayor ímpetu.
Pero un Alfa no debería ser contenido de esa manera, de no ser por sí solo un hombre tan poco social —y de serlo, si se hubiera encontrado con mejores ejemplos de personas— pudo alguien informarle que no precisaba de contenerse para ayudar a las criaturas; que la feroz protección y el enojo desmedido a quienes lastimaban y mataban por veneficio propio, no tenía que ser, por fuerza, guardado en lo profundo de su alma. Que bien podía beneficiarse de la ira y sacar provecho de su posesividad. No siendo el caso, Jacob admiraba ahora los profundos rasguños que las garras de Newt le hicieron en los muslos.
Ese el resultado de un Alfa que, luego de décadas, finalmente se le permitía ser visto y sentido. Jacob sonrió, ante lo que significaría una dualidad de hombre, no resultaba serlo en absoluto. No para él, siendo justos. Newt fue un Alfa ante su presencia desde que se conocieron, y todo cuanto sabía de él antes de eso se coincidía por la manera en que actuaba, volviendo fácil el deducir que decía la verdad. Cierto fue que su primer encuentro no se trató de una reclamación salvaje y un trato inmediatamente posesivo, sin embargo, aún a falta de una declaración gritada a los cuatro vientos, el hombre tuvo el atrevimiento de marcarlo con su saliva ni medio día después de su primer encuentro.
El movimiento de su risa provocó que Newt acercara la nariz a su cuello, inhalando de la fuente su buen humor y, todavía dormido, sonrió. Jacob averiguó enseguida que Newt no lo marcó de forma consciente. Su Alfa lo hizo. El mismo Alfa que se mostró ante Jacob luego de que el Omega corriera para salvar su vida de una erumpent en celo. Aquella vez, Newt no consiguió luchar contra una parte tan importante de él. Y Jacob, que ninguna queja emitió cuando Newt usó su saliva para la amalgama que pondría en su cuello, y que lo guio a Central Park para buscar una criatura que en su vida tuvo la mente para imaginar; se entregó.
Se entregó al hombre más amable, dulce y cariñoso que jamás hubiera conocido.
—Me encargaré de eso, bonito. —Jacob reaccionó dando un saltito entre los brazos de su esposo. Suspirando, sintió sus besos a lo largo de la nuca y el hombro.
—Esta bien, deberíamos tomar una ducha primero. —Newt tembló junto a él, estirándose como un gato. Jacob sonrió.
—Pegajoso…
—A eso me refiero.
Newt lo sostuvo de la cintura todo el camino al baño. Se colocó para protegerlo de primer chorro de agua fría y lentamente lo acercó, enredando los dedos entre su cabello castaño. Aunque Jacob amaba el profundo aroma de su esposo marcándolo, suspiró al liberarse de la basta cantidad de sensaciones viscosas y secas sobre su cuerpo. Las manos de su Alfa, cuidadosas, esparcieron la espuma y lo libraron poco a poco de cada rastro que su amor le dejó en la piel.
Dándose media vuelta, siguiendo las instrucciones de su esposo, Jacob pronto advirtió esas manos sobre sus hombros y espalda. Con los ojos cerrados, el Omega disfrutó de los mimos. Conocía a la perfección la forma en que su esposo seguía metódicamente una eficiente rutina para limpiarlo, casi nunca saliéndose del guion a menos que las circunstancias lo ameritaran. Jacob no podría adivinarlo a menos que fuera demasiado obvio, y aunque lo sorprendiera de vez en cuando, nada diría en contra. Así, en tanto su adorado Alfa le lavaba los muslos, ningún otro sentimiento opacó al tierno cuidado de su amado esposo.
Una vez terminó el turno de Jacob para lavar y adorar a su Alfa, Newt se encargó de secarlo de los pies a la cabeza, besando cada parte con una ternura que conmovió a Jacob hasta el alma. Su amor por Newt resonando a través del lazo que los unía y siendo devuelto con la misma intensidad. Newt se secó rápidamente y los vistió a ambos con batas ligeras. Jacob Recibió un beso en la frente y, luego de seleccionar los productos a utilizar, Newt lo colocó de espaldas al lavabo.
—No te muevas, cariño —pidió Newt, y Jacob, que en absoluto requería de la advertencia, asintió y se dejó guiar por las manos de su Alfa.
La crema especial que Newt hacía para los dos y las navajas que siempre mantenían su filo, pese a la facilidad, aún dotaba a la escena todo cuanto un Omega mimado podría desear… Tal vez, Jacob ciertamente lo sentía así. El borde fino le acarició la piel suavemente, llevándose con suma efectividad el poco y preciado bello de tres días. Newt se aseguraba siempre de sostener su cabeza y moverlo a la posición deseada tan cual un artesano toca a su obra, amoroso y tierno, temeroso de provocar algún daño, mas preciso en su actuar, consciente de que la duda ningún bien haría.
Terminado el asunto, procedió a recortar los escasos milímetros del bien cuidado bigote que el Omega logró crecer. Las pequeñas, frías y lujosas tijeras le acariciaron tiernamente el labio superior, y en tanto, el Alfa se mordisqueaba su propio labio entre dientes nerviosos. A Jacob se le volvió un imposible apartar su mirada de ese hermoso rostro; le contó las pecas, detalló su nariz, avistó las preocupadas cejas y delineó cada veta de oro inmerso en los preciosos lagos verdes cristalinos de sus ojos.
—Jacob, por favor… —Sonriente, el Omega desvió su atención a la pequeña ventana, regresándola a su esposo ni tres segundos después. Las mejillas de su Alfa, teñidas de un suave rubor, redoblaron su belleza, así como la admiración de Jacob.
—No puedo evitarlo, ya lo sabes.
Por toda respuesta, Newt le dio un rápido beso en los labios, le acarició la cintura y continuó con su trabajo. Jacob no intentó siquiera disminuir la emoción arrolladora que la atención, el calor y la vista de su esposo le imponían en cada latido. Newt tampoco se lo pidió.
Siendo apenas el tercer día de celo, ninguno contemplaba como una opción válida el separase una distancia mayor a seis metros ni apartarse del campo de visión por más de cinco minutos. Así, una vez terminara la limpieza y refrescara su piel sensible con una loción sin sabor y sin aroma, Newt rechazó aceptar que su Omega le extendiera las mismas consideraciones.
—Me encargaré de ello cuando vuelvas al nido y duermas un poco.
De la forma en que entraron, Newt lo llevó de regreso. Su hombre mágico rescató su varita de la mesita de noche y, con algunos giros de su mano, cambió las mantas, sábanas, toallas y almohadas sucias; limpió el muro que rodeaba el nido, reemplazó la pila de toallas en la mesita de noche y ventiló la habitación. Jacob aún luego de un año, no podía creer que parecía entrar a un nido nuevo cada vez que Newt lo limpiaba.
—Sé que no debería disculparme, bebé, aún así… —dijo el Omega, muy avergonzado, sin querer contar las profundas marcas en la espalda y los hombros de Newt. Aun si él cicatrizaba a mayor velocidad, la cantidad superaba las que pudiera o no recordar haberle dejado.
Newt, de espaldas entre sus piernas, rio. Jacob recibió una enorme oleada de orgullo y buen humor.
—Me gustan. Significa que hice un buen trabajo.
—¿Un buen trabajo? Tú… Bestia. —Los pies de Newt bailaron de un lado a otro, su risa golpeando cada uno de los ángulos en la habitación y una a una de las costillas de Jacob. Cariñosamente, el Omega le besó en la espalda y, preparando el gotero con esencia de díctamo, terminó de seleccionar las marcas profundas—. ¿Estás listo, Alfa? —Newt asintió, enviándole tranquilidad a través del lazo.
Jacob se aseguró de consolar el ardor y las molestias que venían con la curación acelerada, besó la renovada piel y usó lo dedos para mimarlo hasta que su esposo recupero su calor. Completada su tarea, fue el turno de Newt para buscar, entre sus heridas, las que pudieran tener un mayor riesgo de infección en tanto se curaban.
—Oh, amor, si solo pudieras verte —susurró Newt antes de acariciarle las caderas y besarle en el centro del pecho, justo sobre su corazón.
Recostado ya en el centro del nido, con su esposo entre las piernas, Jacob tembló. Los dedos de su Alfa lo sostenían ahí en donde las yemas de sus dedos quedaron impresas y lo besaba justo en la cicatriz de sus colmillos. Un rubor se fue extendiendo alrededor de su piel, subiéndole la temperatura y acelerándole el pulso, la respiración. A ese hermoso hombre pertenecía y con cuánto devoto amor portaba sus marcas.
—No entiendo cómo pueden tus ojos ser tan oscuros y brillantes, cómo es tan claro lo que sientes y cómo puedes permitir que sea yo quien lo provoque. Jacob, mi bonito Jacob..., vas a matarme.
Jacob no supo quién se levantó primero, pero en el instante en que sus labios se encontraron, nada de eso importó. Los sedosos labios de Newt tomaron su boca con la liviandad de un capullo que se abre para mostrar sus pétalos. Flor hermosa que esparció su perfume en las marcas de su pecho, estómago, vientre y muslos. Sellaba efectivamente las heridas, curaba la piel que, el Omega esperaba, no mucho después sería decorada nuevamente.
Completada la tarea, e incluso si no era el caso, Jacob instó con manos nerviosas el regreso de su Alfa sobre su boca. No cabía en sí de la urgencia que apremiaba a sus labios y a su lengua por tener el sabor de Newt bailando de nuevo junto a él. Su adorado hombre, que se había encargado magistralmente de dotarlo con tiernos cuidados, no dudó en seguir la orden, besándolo tan lento y tan profundo como lo ansiaba. Aquellas palmas, cuya suavidad se perdía entre cicatrices y parches de piel mal curados, no detuvieron los senderos dibujados sobre la piel del Omega.
La diestra del Alfa pronto halló su lugar bajo los revueltos risos castaños, sosteniendo a Jacob e impidiéndole moverse de su lugar o apartarse de sus labios; la mano izquierda se ubicó en la polla medio dormida de Jacob. Ansiosos jadeos golpearon la boca de Newt, el aliento de su Omega lo consumía, lo acorralaba, dejándolo sin ninguna escapatoria. Y Jacob nada hizo para detenerlo, al contrario, instando a sus caderas contra la palma de su esposo, incluso si se trató de un ritmo pausado, aún su Alfa pareció complacido con su cooperación. Pese a que no fue otro sino el muggle quien hubiera iniciado tal empresa, su Alfa no dudó en ponerse al mando para brindarle a su esposo cuantos placeres deseara.
—¿Esta bien así, dulzura?
Asintiendo, el Omega se entregó por entero al movimiento suave y firme sobre su polla. Los hábiles dedos envolvieron su tronco y lo masajearon de arriba abajo, extrayendo las primeras gotas de presemen. La boca insistente e invasiva de su esposo limitaba su voz, no obstante, nada le haría rechazar el placer que comenzaba a cubrirle como miel pegajosa y dulce. Newt no aceleró en absoluto, aun así, sus acciones certeras mantuvieron a Jacob inmóvil bajo su cuidado.
Envolviendo con una pierna la cadera de su esposo, Jacob se entregó a los dedos que invadieron su perineo, torturando su carne sensible y acercándose demasiado al borde de su agujero, solo para retroceder antes de tocarlo. No se movió para que su Alfa continuara ese camino y, probablemente, Newt tampoco habría reaccionado a su favor. Su hermoso hombre sabía lo que necesitaba; cómo enloquecerlo con el ritmo más suave y llevarlo al clímax sin apenas esfuerzo. Por ello es que incluso antes de pensarlo, su Alfa regresó a mimarle la verga llorosa.
Un hilillo de saliva conectó sus bocas antes de que su Alfa descendiera con besos tiernos a través de su cuello. Jacob tembló, atento a la implícita orden de no moverse y al tiempo siendo consumido por la lentitud de aquellas manos firmes. Cuando su Alfa, sin embargo, se dedicó por entero a mimarle la punta de la verga, Jacob nada logró hacer contra el anuncio del próximo orgasmo. El paulatino vaivén de aquellos dedos y la delicadeza de su afecto cubrían al Omega del placer más afable, de la lubricidad más frágil. Jacob no quería que se detuviera.
—Vamos, cariño… Déjame verte —le susurró Newt al oído, mordiéndolo después—. Omega, dame un poco de crema dulce.
Atendiendo a la orden de su Alfa, el susceptible Omega no logró contenerlo. Los dedos lánguidos de Newt se cubrieron de inmediato con eyaculación cálida mientras Jacob se deshacía entre sus brazos, cantándole agudos gemidos y ti��éndose su cuerpo lascivo del color de un hermoso fénix.
Cada agitada respiración de Jacob fue atendida por la boca de su Alfa, que lo besó en cada esquina del rostro y le susurró amorosas naderías cada vez que se alejaba. Newt lo acarició hasta que el último rastro del clímax desapareció, y en seguida, con un movimiento fluido y natural, se limpió los dedos con la lengua. Si la respiración de Jacob fallaba, al ver a su Alfa lamiendo su esencia, su corazón amenazó con detenerse.
Jacob se sabía adorado y amado por Newt, no existía en él la menor duda ni algún reticente pensamiento que le hiciera pensar lo contrario. Cómo podría cuestionarlo siendo atendido y tratado de esa forma. Estando bajo la mirada atenta de esos preciosos ojos verdes y bajo el cuidado, la protección y el obvio deseo de mantenerlo a salvo y complacido, Jacob se sentía amado, anhelado.
 Newt también lo limpió con la lengua y luego con la toalla húmeda. Besándolo en la frente, le dijo:
—Duerme un poco, ¿de acuerdo, bonito? Me encargaré de esto —acariciándose el mentón cubierto de pálidos bellos—, e iré a calentar la comida. —Jacob asintió y lo vio irse tras un casto beso en los labios.
Suspiró al cerrarse la puerta.
Ya lo extrañaba.
* * *
Cómo decirte que mi Jacob es una princesa, sin decirte que es una princesa 🤭. De todas formas, amor mío, muchas gracias por leer, realmente espero que te haya gustado.
Por favor, perdona todos los errores que te encuentres, intentaré corregirlos pronto 🫠. Me voy por ahora, deseándote un feliz día y un increíble inicio de año ❤️‍🔥, no olvides dejarme tu opinión y tu amorcito uwu.
Nos leemos pronto 🥰
¡Te adoro! 🥺💖💖💖💖💖💖
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chrryrd · 10 months ago
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A veces lo pienso, lo evalúo, lo condeno. Lo que hace querer como yo quiero y amar hasta que pierdo interés. El amor me dura nueve, diez, quince años... o dos meses, cinco días, tres semanas. No hay patrón. Quiero tanto y pido poco; a ti te pedí un poco.
Te pareció demasiado.
Esas son las cosas que se me quedan en la garganta. El decir: quiéreme como yo quiero o no me des nada. Quiéreme como yo te amo y sería suficiente. Quiéreme como una mujer quiere a otra mujer, en profundidad y reflejo. Que ni compartiendo esencia somos iguales, solo dos gotas de agua corriendo por la vecindad de alguna flor blanca, de un amor perdido. Quiéreme.
Podrías apiadarte de mí.
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Esto no es doloroso para ninguno, pero hablaré desde mi lugar. Ayer estaba en el departamento de una señora de casi cincuenta años, ella está casada, tiene dos hijos, y vive con su esposo. Bajo ese techo no hay amor, no hay nada en realidad, no se soportan pero llevan veinte años y ya están acostumbrados. Ella le habla y él responde a la defensiva, él le rueda los ojos y constantemente con una voz dura responde "ya!". Ella no le pide cosas, se las impone. Hoy en la mañana todos en el departamento estábamos despiertos y el primero en levantarse fue el esposo y entre susurros ella le pregunto si hoy le pagaban, el hombre respondió que no y se fue a instalar al comedor, en eso ella grita "oye cuando puedas báñate y lávate los dientes" con un tono despectivo y autoritario, él le respondió "ya!" empezó a estornudar con muy pocos intervalos de tiempo y nuevamente ella grito "por favor toma tu jarabe y antihistamínico que no quiero me llenes la casa de tus bichos".
Sé que ya me enamoré y quizás me pasaré el resto de la vida buscando nuevamente esa sensación, pero si no lo vuelvo a sentir al menos no quiero vivir en un infierno, no quiero dormir en camas separadas porque no te tolero, ni quiero que me rudes los ojos, no quiero que cada frase que nos digamos termine en un suspiro tuyo de desagrada pero tampoco quiero estar pegada a tí todo el día si estamos en la misma casa, sí, siendo tu pareja igual hay un momento en el que me gusta dormir sola, encerrarme en la que fue mi habitación y solo estar conmigo, me gusta tener mis secretos y perderme en pensamientos y no quiero que me arrebates quizás por celos o inseguridades esos momentos importantes para mí.
Hoy lunes 15 de enero te escribo esta carta para decirte que al entrar al departamento ví como en un mes ya estamos viviendo como ellos que llevan veinte años y esto que tenemos no vale los malos ratos que pasas tú en tu casa y yo dentro de mi cabeza. Pero no me mal entiendas, yo te estoy agradecida por estos tres mese de tenerme bajo el alero de tu hogar y eso es algo que valoro mucho.
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zopermy · 2 years ago
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Mi culpa….
König x lectora —
Después de su aniversario, König recibe una noticia que hace que su mundo se caiga a pedazos.
Advertencia: Triste
. . . . . . ╰──༄ ‧₊˚── ── ❨🫧❩
Los disparos se escuchaban cada vez más cerca, al igual que los latidos de mi corazón se escuchaban cada vez más rápidos. Solo una psicópata se acostumbraría a esta clase de trabajo.
— König, te vienen 3 enemigos, a las 9:00 — hablo un francotirador
— Recibido —
Sin mucho divagar salí de mi escondite y apunté hacia los tres soldados. Uno le dio en la cabeza, muriendo instantáneamente; otro en el hombro, solo lesionándolo y el último logró refugiarse rápidamente.
Volví a esconderme para recargar mi arma y sigilosamente me dirigí hacia donde se encontraba el último.
Este estaba tratando de ayudar al lesionado.
— I’m sorry — fue lo último que les dije para después disparar hacia sus cabezas, ambos cayeron muertos.
Llevaba más de dos meses en esta misión, lo único que deseaba para estos instantes era un abrazo de ella.
[T/N], ella era mi esposa hace exactamente tres años, hoy era nuestro aniversario. Lo primero que haré al llegar a la base será llamarla. Lamento tanto no estar con ella en estas fechas.
Sentía como la misión era tan infinita, pero era solo mi sensación ya que en comparación con otras era bastante breve.
Lo que daría por sentir sus caricias en estos momentos.
Lo bueno es que al estar casado, me otorgan un mes de descanso; si tuviera hijos, serían dos meses. Creo que ya sé que haré cuando llegue a casa, quiero pasar más tiempo con mi esposa y con nuestros futuros hijos.
Siempre que imagino a nuestros futuros hijos siento cosquillas en el estómago y me emociono. Será magnífico.
Esa mujer me traía a sus pies.
Ya casi al final del día llegamos a la base. Tome el teléfono comunitario y la llame instantáneamente.
— Diga — su voz, era tan perfecta.
— Amor, soy yo, feliz aniversario —
— ¡König! Feliz aniversario, cariño. Te extraño como no tienes una idea —
— Yo también te extraño demasiado, lamento no estar contigo —
— No te preocupes, es algo que no está bajo nuestro control, lo entiendo perfectamente. Aún que sí me gustaría que estuvieras conmigo —
— Créeme que es lo que más deseo en estos momentos —
— ¿La misión va muy difícil? —
— Es igual que otras, pero siento que el tiempo sin ti es eterno —
— En cambió el tiempo juntos dura tan poco… —
— Sí, es bastante injus… —
— Espera un momento, acaban de tocar la puerta. Llámame en cinco minutos más, claro si es que puedes, te amo —
— Claro, yo te lla… — no logre terminar la frase cuando ya me había colgado.
Pasaron cinco minutos, contados por mi mismo. La volví a llamar…
“El teléfono que usted está marcando no se encuentra disponible”
Llame otras veces pero sonaba lo mismo. Me extrañó bastante. Finalmente me rendí y me fui a “dormir”, en realidad a descansar la vista, no llamaría a aquello dormir. Ya mañana volvería a llamarla.
En la mañana nos despertaron unos disparos, me levanté rápidamente y salí de la base.
El día pasó volando y la llamada con mi esposa aún seguía en mi mente. Recordaba a todo momento que debía de volver a llamarla.
— König, El Capitán te solicita —
— Recibido —
Me levante del lugar y me encamine hacia El Capitán. Aprovecharía la ida para llamarla.
— König… —
Su tono y expresión no me agrado para nada ¿sera que la misión se alargará? ¿O me pedirá que me quede después de concluida la misión?
— Dígame, capitán —
— Ten —
Me dio unas llaves de un automóvil. Las tomé.
— ¿Hacia donde quiere que me dirija? —
— A tu hogar, König —
— ¿Qué está sucediendo, capitán?
Esto no me está gustando para nada.
— Seré breve y claro, encontraron a tu esposa muerta —
Retrocedí, negando con mi cabeza.
— No me agrada este tipo de entrenamiento —
— Desearía que fuera solo un entrenamiento. Soldado König, mis condolencias… —
No, no, no, no, no, no, no, no, no, no.
Esto no estaba pasando, en definitiva no. Mis piernas me comenzaron a fallar y en el corazón podía sentir como si alguien me lo apretara muy fuerte.
No, no, no, no, no, no, no, no, no, no.
Mi respiración comenzó a ser discontinua, esto era un entrenamiento, uno de muy mal gusto. Ahora mismo el capitán me lo dirá y me pasó las llaves solo para dirigirme hacia la otra base.
— Según me informaron, ella fue asesinada… por enemigos tuyos. Soldado, conduzca con mucho cuidado —
El Capitan palmeaba mi hombro.
— No se terminará el mundo, muchacho. Sigue adelante —
¿Qué clase de alientos eran esos? ¿Qué no se terminará el mundo! ¡Ja! Mi mundo lo acaban de asesinar… fue mi culpa…
Fue mi culpa, eran enemigos míos. Ellos querían hacerme daño y utilizaron a mi esposa…
Fue mi culpa, si yo no hubiera aceptado esta misión, a lo mejor y estaría con ella en mis brazos. Ella me acariciaría mi cabello y me hablaría con su dulce voz. Ella se reiría de algo. Ella no estaría muerta.
. . . . . . ╰──༄ ‧₊˚── ── ❨🫧❩
¡Hey! ¿Qué tal? Es mi primera historia por esta app así que realmente no sé muy bien con funciona jsjsjs pero en fin. Espero que disfruten de esta lectura y de las próximas <333
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🇮🇹#ITALIA🇮🇹
SAVIGNANO, LIBROS SOBRE LOS DIFUNTOS PARA PROCESAR EL DUELO: LOS DIRECTORES DE FUNERARIAS SE CONVIERTEN EN EDITORES PARA CONTARLE A “KATU”
Fecha 27 de febrero de 2025
Emociones para una historia de amor escrita para ayudar a procesar el duelo. El martes por la tarde, en la abarrotada sala municipal “Galeffi” del Ayuntamiento de Savignano, se presentó el libro “Katiuscia Giannessi. Historia de un amor eterno”. El volumen de la editorial Amanda, a la venta por 10 euros, ha sido editado por Alessandra Fantozzi, Cinzia Lissi y Jessica Neri, y forma parte de la serie “Artinconselling”, producida por la funeraria Magnani, empresa activa en el territorio desde hace más de 60 años.
La historia de Katiuscia
Con tan solo 47 años, Katiuscia Giannessi, conocida como “Katu”, falleció el 25 de octubre de 2021. Era muy conocida en Savignano, donde nació el 1 de junio de 1974 y donde vivió siempre, a excepción de un paréntesis de dos años en Santarcangelo.
Dejó atrás, en dolor, a su compañero Ivan Ghinelli, a sus hijos Filippo y Aurora, a su madre Giuseppina, a su hermana Mónica, a su suegra María, a otros familiares y a muchos amigos.
Le gustaba ir a bailar, comer pescado, ver películas y series de televisión. Amaba el mar y desempeñaba diversos trabajos, pero siempre estaba sonriente y disponible para todos.
Fue compañera de Iván durante 30 años, y desde su muerte él carga sobre sus hombros un gran dolor: se conocían desde niños, pues eran vecinos.
El proyecto de Magnani
«El proyecto de crear algo que vaya más allá de nuestro trabajo - dice Davide Magnani, copropietario de la funeraria del mismo nombre - me surgió en la época post-Covid, para crear un nuevo camino que no existía. Después de un primer libro, ahora publicamos éste, para mantener vivo el recuerdo de Katiuscia. Una iniciativa que pretende acompañar a quienes tienen que afrontar el duelo, con un camino de elaboración y aceptación. Una forma de compartir para ayudar a familias e individuos a sentirse menos solos en una condición que muchos comparten, una herramienta para recuperar la serenidad”.
Los costos de publicación corren a cargo de Magnani Funeral Services y las ganancias de las ventas se donarán a organizaciones benéficas.
Davide Magnani explica que en esas 70 páginas está «el deseo de seguir manteniendo vivo el recuerdo de la persona amada contando la historia de la belleza de su vida». La muerte debe ser afrontada con la debida atención y delicadeza, especialmente por parte de quienes, en esos momentos, sostienen a las personas y a las familias. Cada día entramos en contacto con personas que están pasando por este momento difícil en la vida y nos pareció correcto organizar su comodidad. La muerte suele provocar situaciones estresantes y es un tema que se olvida con demasiada frecuencia”.
Los testimonios
«Cuando me pidieron que escribiera un libro - dijo a veces emocionado Ivan Ghinelli, socio de Katiuscia - pedí inmediatamente que lo recaudado se destinara a la caridad. Han pasado tres años y todavía puedo escuchar sus pasos. Katu todavía está cerca de mí y de nuestros hijos. El proceso de duelo dura años y puede ser por un familiar, un colega o un amigo. Es una manera de vivir una situación diferente que siempre llevas en el corazón. Lo importante es seguir el camino con conciencia”.
«Escribir este libro –añadieron la psicóloga Alessandra Fantozzi y la pedagoga Jessica Neri– después de haber grabado las entrevistas y transcrito para seleccionar la gran cantidad de material recogido, nos conmovió y nos hizo querer a Katiuscia, aunque no la conociéramos en vida. Acordamos con todos donar lo recaudado al proyecto contra la violencia hacia las mujeres”.
Finalmente, se pidió al público que hiciera preguntas y llegaron seis intervenciones y recuerdos emotivos, además de sentidos aplausos a la iniciativa.
Via News del Sector Funerario Mundial
Fuente ⛲️
https://www.corriereromagna.it/savignano-sul-rubicone/savignano-libri-sui-defunti-per-elaborare-il-lutto-le-onorante-funebri-diventano-editori-per-raccontare-katu-NE1273483
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unmillondeamantes · 6 days ago
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Febrero y su ola de calor.
Era una calurosa noche de verano. Eran las cuatro once de la madrugada y yo me encontraba fumando un pito en el balcón de mi departamento, mirando las calles, oscuras y tenues. Nadie se hacía presente. Se escuchaban ruidos de música a lo lejos y pocos autos por las calles, como nunca.
Estaba desvelado y nostálgico. El calor, la noche, las luces y el ventilador apuntándome me ponían en un estado emocional. Prendo mi celular y reviso las redes sociales. "Edgard subió una historia hace trece minutos". << Edgard es alguien que conocía hace mucho. Yo debía haber tenido unos veinticinco y él treinta y seis. Nos conocimos por ahí y un día quedamos de salir. Nuestra primera cita fue en Bellas Artes. Estaba nervioso ya que yo era más chico, no tenía un trabajo que me hiciera sentir orgulloso y aún me sentía en mis años de adolescente. En cambio él ya estaba algo resuelto. Llevábamos conversando varias semanas, me contó que tenía un hijo de ocho, que llevaba cuatro años en una firma de abogados y vivía por Paseo Bulnes. Ese día nos juntamos en el GAM. Él vestía un abrigo negro, llevaba gafas ópticas y un maletín en su mano izquierda. Era otoño, Santiago estaba fresco y lo vestía un tono ocre por las hojas que estaban deambulando por las calles. Comimos en un restaurant y tomamos dos cervezas cada uno. La conversa era fluida. A pesar de que Edgard no era de mis gustos físicos, logró conquistarme rompiendo lo superficial. Como lo estábamos tan bien, no quisimos dejar la cita hasta ahí. Así que nos fuimos al cine. El Bolígrafo era lo más cerca y estaba en cartelera una película que quería ver hace tiempo. No había mucha gente de espectadores, así que fue una salida un poco más íntima. La película pasaba y mis ojos se iban cerrando, producto de las cervezas y tener el estómago lleno. Edgard me da la mano y me sonríe. Yo le toco la entrepierna y puedo sentir su zona dura. Me mira extrañado y sonriendo:"¿Qué haces?" -Déjame correrte una. -Hay gente. (Se ríe). -Nadie se dará cuenta. (Le guiño el ojo). Me mira y suspira con una mirada picante. Me pone mi mano sobre su cierre y me hace abrir su cremallera. En cosa de segundos ambos nos encontrábamos masturbándonos uno al otro. Nadie se daba cuenta, a pesar de la gente que nos rodeaba.
Pasaron varias semanas y con Edgard nos veíamos de vez en cuando. Hasta que en un momento me confesó su amor.
Entonces habían pasado tres años desde ese encuentro, para luego solo nos topábamos en la calle. No supe qué hacer con alguien que me confesara su amor. Por eso huí. >>
Hoy volvía a saber de él y por casualidad, ambos estábamos despiertos. Cuatro de la madrugada, con un calor incomparable de Febrero. ¿Qué pasa si le hablo? ¿Me responderá de vuelta? Filo, like a la story.
Cuatro treinta y nueve de la madrugada, Edgard me invitó a su departamento.
Hace unos meses que vivía cerca de mí y yo no tenía idea. Según él me veía pasar siempre. Siempre con un pito en la mano y con lentes de sol ignorando el alrededor. Me sonrojé,
Saca una botella de vino y nos ponemos al día. Muchas cosas habían pasado desde entonces. Yo ya tenía treinta, había entrado a su rango de edad. A pesar de que no nos veíamos hace mucho, todo fluía de forma natural. Lo miraba y lo encontraba interesante y cada que me miraba fijo, mi guata se ponía rara y mi sangre comenzaba a circular en partes que delataban mi sentir. Edgard se dio cuenta. Pero nada dijo. Solo me sirvió otra copa de vino. Me levanto del sofá y comienzo a explorar su nuevo departamento. Hermoso era. Edgard tenía un excelente gusto y se reflejaba por todas partes. Él vivía en el piso siete y su ventana daba al Parque Forestal, justo frente al Museo. Me poso en la ventana para tomar aire. Contemplo la oscura ciudad y suspiro. Al voltearme, Edgard me estaba observando. Se me acerca, me toma en sus brazos y comienza a besarme. En cosa de segundos nos encontrábamos desnudos en su living, disfrutándonos como nunca antes. La última vez que tuvimos sexo fue en mi antiguo departamento, hace tres años y en toque de queda (tiempos de estallido social). Pero esta vez era diferente. Para empezar yo lo busqué, no él a mí. Y a mí parecer ya estábamos más adultos. Desnudos en su living con las ventanas abiertas, las luces tenues y las copas vacías, le pregunté si era posible que sus vecinos pudieran vernos, y lo más probable era que sí. Nos fuimos a su pieza y nos tiramos en su cama gigante. Ambos desnudos. Ambos deseosos de nosotros.
No se si era el calor, el vino, o el vernos ahí, unidos sin sentir incomodidad, pero me gustaba este nuevo encuentro.
Edgard me acuesta de espalda y él se tira encima de mí. Me abre las piernas y comienza el acto sexual. Era como si nos conociéramos desde siempre. Su deseo hacia mí me hace tener el control. Y me gusta tenerlo.
Lugo de acabar, nos quedamos acostados mirando el techo, sudados como si hubiéramos corrido una maratón de 20 km. Me dice que me quede, que es rico dormir juntos. Pero no acepté. Me despedí lo más educado posible y de alguna forma, no quería volver ahí. Soy un ser extraño, lo acepto. Pero prefiero ser fiel a mis emociones. Le digo que espero nos veamos de nuevo y el se ríe sabiendo que desapareceré nuevamente. Llego a mi casa y me doy cuenta. Se me quedó mi anillo en su departamento.
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teesperoconvertidaenluna · 25 days ago
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¿Era tanto ruido el amor?
Hay cosas que tenemos tan claras, y qué alegría sentir un dejo de un norte, una pequeña huella en este bosque frondoso por descubrir.
Va un día desde que te vi, un momento que venía temiendo tanto porque no sabía como iba a reaccionar. Tenía miedo, por un momento quise olvidarme de tu cara, no quería conocer la dulzura de tu sonrisa, ni tus ojos de cachorro que con tanta locura me traen desde que te conocí. Si con tan sólo una llamada de segundos me descolocaba, mi alma caía a un pozo cada vez que la pantalla se prendía con tu número. No quería sentir que te quería ver.
Pero te vi, y no lloré, ni supe irme a la indiferencia, no supe como mostrarme dura, no podía. Lo único que me salió fue una sonrisa que no pude detener, ascendiendo desde ese pozo donde reposaba mi alma, subió a toda velocidad y arremetió con cualquier puerta que le cerré con mil candados.
No entiendo como es que siempre haz tenido el lugar más gentil de mi corazón, por más que trate de quemarlo, es imposible, no puedo mantenerme enojada contigo. Inmediatamente noté que tu bigote está más largo, lo peinaste? Fue algo que hiciste, o que sólo sucedió porque no tuviste la energía para cortar tu vello?
Siempre te tengo mil preguntas, de las cuales te hago dos, o tres si me siento con suerte. Acostumbré a hacerlo para no ser un estorbo, un dolor de cabeza entre todos tus estreses del día con cada persona que se te cruza. Pero ya no más, soy curiosa, ansiosa, necesito saber cómo piensas y por qué, necesito saber el motivo de cada paso que das y la explicación de por qué eliges cada dirección. No fueron tantas las veces en que me dejaste entrar con tanto detalle, con tanta vulnerabilidad. No sé si es porque en el fondo nunca pudiste confiar en que iba a poder cuidar tus emociones que guardas en secreto en un cristal, o si simplemente odiabas tener conversaciones frágiles. Así que ahora me abro camino, pase lo que pase, muestro mi curiosidad, mi inseguridad, mi paranoia, mi miedo tan profundo de no ser importante para ti.
Y es que son tantas las preguntas que me surgieron ayer con respecto a lo que me contaste, hasta me pregunté si fuiste totalmente sincero conmigo, o si trataste de herirme lo menos posible. Pienso y pienso, y surgen más cuestionamientos, que no me dejan tranquila y tengo que preguntarte, porque mi alma vuelve al pozo cada vez que lo pienso.
Los hechos son: compartiste intimamente, de emoción y de cuerpo, con otra persona. El 19 de enero te vieron, ella colgada de tu brazo (no sabes en cuántos pedazos quedó repartido mi corazón cuando vi la foto, pero tenía que verla), tal como tu tipo. Yo me fui el 12 de la casa con mis cosas, ese fin de semana saliste de Valdivia.
Si para esa fecha, ya andaban así, cuando yo estaba juntando mis cosas ya se conocían? cuándo empezaste a hablarle? la ubicabas de antes? instalaste la aplicación por la que dijiste "el que la instale primero debe compensar al otro"? tan luego? Ese fin de semana del 12, saliste solo o con ella?
Pensé que no me había dolido, que sólo me había molestado, porque qué rápido. Me molestó que andubieses en esa onda mientras yo estaba hecha pedazos tratando de alcanzar el aire para respirar. Y dije "filo, es su vida, está soltero y puede hacer lo que quiera". También pensé, me dije y me repetí, "este es el otro lado de donde ya estuviste, no tienes derecho a sentirte así". Pero así me siento, y no hay manera de negarlo ni resistirlo. Me ayudará la respuesta a las preguntas? sólo quiero entender, quiero sentir que esos motivos de ruptura que conversamos no hayan sido una excusa para huir hacia otras atenciones. No creo que seas capaz de hacer algo así, no creo que puedas dejarme por otra persona, no creo que caigas en tentaciones tan fácilmente. Simplemente no creo que seas ese tipo de persona, por todo lo que te conozco y lo que me has mostrado estos años, pero necesito saberlo con más fuerza. Porque si hay una tentación aquí, es la tentación a creer que no soy importante ni merecedora, es la tentación a desaparecer aún más. Y espero puedas comprender, de seguro que sí, pero espero que puedas comprender aún así.
Y perdón, mil veces perdón por todo el dolor que te causé en ese momento. Me gustaría pensar que fueron situaciones diferentes, pero ya estábamos fuertemente enamorados, lo que lo hace similar. Creo que debí conocer este dolor, debí sentirme como tú te sentiste. Debí sentirlo, sólo eso.
No quiero causarte más malestar, me imagino que te enoja que piense todo esto, imagino tu explosión interna.
De cualquier forma, recuerdo tu llegada y no puedo evitar sonreír. Siempre pase lo que pase, me haces sentir esa alegría de saber y ver que existes, especialmente cuando me miras.
Quería despedirme con el abrazo más apretado, de esos que nos dábamos cada mañana antes de que te levantes a la ducha. Perdón por no dártelo, no podía.
Hasta que creemos un nuevo abrazo.
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letrocitia · 1 month ago
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Venganza.
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Todo empezaba así: mi madre hablando en voz baja con mi padre, lanzando miradas duras hacia mí. Papá miraba al cielo, pidiendo paciencia, y luego, también me miraba, pero con amor y una sonrisa en los labios.
El sábado, cuando el olor del café recién hecho se colaba en los dormitorios anunciando el inicio del día, papá subía a mi habitación y se sentaba en el borde de la cama esperando paciente a que yo me despertara. Al abrir los ojos y verlo, la pieza final del misterio se completaba:
—¡Papá, no!
—¡Que sí! Por cierto, buenos días.
—Buenos días.
—Anda vístete. Tú decides: tu madre o yo.
—Que no quiero ir.
—Es necesario —decía hundiendo, cariñoso, su mano huesuda en los rizos salvajes de mi cabeza—. ¿Has visto el león melenudo que ruge al principio de algunas películas? Ya te pareces a él.
Mi madre, que había estado escuchando todo desde el pasillo y no confiaba mucho en la labor de convencimiento de su marido, entraba entonces para reforzar el argumento:
—Diana, ya es hora de que te veas más cuidada, más arreglada. Ve el ejemplo de tus primas. ¡Tan correctas ellas! Ya es hora de que te lleve yo al salón de belleza y dejes de ir a la barbería de tu padre. ¡No eres un chico, por Dios!
Yo cerraba los ojos y movía la selva que era mi cabeza de un lado a otro mientras apretaba los labios muy fuerte e imaginaba que ambos se rendían y se iba cada uno a hacer lo que sea que tuvieran que hacer un sábado por la mañana, dejándome en paz. Entonces papá soltaba algo como esto:
—Saliendo de tu corte te llevo a comer y luego vemos si encontramos la guitarra que quieres —decía mientras mi madre le lanzaba miradas de reproche que él pretendía no ver hasta que ella acababa por irse.
El ofrecimiento de papá hacía que yo me vistiera, aunque sin muchas ganas, y me dejara conducir hasta la barbería, donde Genaro ya me estaría esperando, con su mirada de viejo travieso y las tijeras en la mano. Me gustaban las pláticas que tenían papá y él sobre futbol o noticias. Los dos eran muy ocurrentes y se la pasaban riendo, y sobre todo, agradecía que Genaro no me hiciera preguntas estúpidas. Con todo, los chasquidos que hacían las tijeras mientras asesinaban mis rizos me resultaban casi insoportables. Todo el tiempo yo permanecía con los ojos cerrados, incapaz de mirar en lo que me estaba convirtiendo. No los abría siquiera cuando él tomaba un espejo y lo colocaba detrás de mí para que yo pudiera echar un vistazo. Yo me bajaba de la silla a ciegas y luego, de espaldas a cualquier espejo, buscaba a papá.
—Estás muy guapa Diana, de verdad te ves muy bien.
—Ajá
—Tu madre nos dejará de molestar por un rato. Anda, vamos a desayunar.
En el carro, mis manos explorarían a ciegas mi nuevo corte. Donde antes había rizos ahora no había mas que aire y ante ese desastre ineludible, me soltaría a llorar a moco tendido ante la mirada de pena de papá, que dejaba que yo soltara mi tristeza. Luego en el restaurante, seguiría con la lloradera, ahora sobre un sabroso plato de chilaquiles o de enchiladas. Y así, comiendo y a la vez llorando, aunque cada vez con menos intensidad, comprobaría como siempre, que «las penas con pan son menos».
—¡Espera abuela, que voy al baño! —Me interrumpió Daniel—. No vayas a seguir sin mí.
—¡Apúrale! —dijeron al unísono Cristina y Felipe.
Una vez que Daniel regresó, quise retomar el hilo de los recuerdos:
—¿A ver, dónde me quedé?
—En que el bisabuelo te llevaba a desayunar —contestó Cristina, la mayor de mis nietos, y con sus once años la más avispada de los tres.
—Es verdad. Pues luego de desayunar, papá me llevaría a buscar la guitarra que tanto deseaba, pero al ver el precio, me decía que mejor esperáramos a que la pusieran en oferta. Luego íbamos a uno de los almacenes más grandes y yo saldría de ahí con una o dos bolsas de ropa nueva. Y así era cada vez que mi madre quería que me cortara el cabello.
—¡Y ahora has vuelto a ser como el león ese que dijiste! —dijo riendo Felipe, el de en medio.
—¡Sí! ¡Como ese león o como Medusa y sus mil cabezas indomables! —contesté.
—¿Medusa? —preguntó Daniel el más pequeño.
—Medusa era un monstruo que tenía el pelo como la abuela, solo que en Medusa, en vez de rizos, eran serpientes. Ella volvía piedra a todo el que la mirara —dijo Cristina con un aire conocedor, dejando a Daniel bastante impresionado.
Cuando esa tarde despedí a los chicos, pasé por el espejo del recibidor y me detuve a ver mi alocada testa, mis ahora blancos rizos, seguían igual de desafiantes que los de la niña descuidada y desarreglada que tanto molestaba a mi madre y a la que papá chantajeaba dulcemente para que se dejara cortarlos. Quizás alguna vez regrese de nuevo al pelo corto, cortísimo, un día que mis rizos me harten, pero mientras, vuelvo a los quince en venganza de las guitarras que no tuve.
Autor: Ana Laura Piera.
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jartita-me-teneis · 1 month ago
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"No sé cuántas botellas de cerveza
consumí mientras esperaba que las cosas
mejoraran.
No sé cuanto vino, whisky
y cerveza,
principalmente cerveza
consumí después
de haber roto con una mujer
esperando que el teléfono sonara
esperando el sonido de los pasos,
y el teléfono no suena
sino mucho más tarde
y los pasos no llegan
sino mucho más tarde.
Cuando el estómago se me sale
por la boca,
ellas llegan frescas como flores en primavera:
-“¿Qué carajo hiciste?
Llevará tres días antes de que puedas follarme
Una hembra dura más
vive siete años y medio más
que el macho, y toma muy poca cerveza
porque sabe que es mala para la
silueta.
Mientras nos volvemos locos
ellas están fuera
bailando y riendo
con muchachos divertidos.
Bueno, hay cerveza
bolsas y bolsas de botellas vacías de cerveza
y cuando levantas una
se desfonda
y las botellas caen
rodando
entrechocándose
derramando ceniza gris húmeda
y cerveza vieja
o las bolsas caen a las 4
de la mañana
produciendo el único sonido en tu vida.
Cerveza
ríos y mares de cerveza
cerveza, cerveza, cerveza.
La radio pasa canciones de amor
mientras el teléfono permanece en silencio
y las paredes se ciernen
y cerveza es todo lo que hay.
Cerveza.
Charles Bukowski
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crecimiento-espiritual · 2 months ago
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Salmo 77:15-20
Todos hemos escuchado la frase: “Dios no te dará más de lo que puedes soportar”. Estas palabras, aunque bien intencionadas, a menudo se sienten insuficientes frente al peso de nuestras pruebas. En los momentos más oscuros, esta idea puede incluso crear confusión, porque nos lleva a creer que deberíamos ser capaces de manejarlo todo por nuestra cuenta. Pero esa no es la promesa de Dios. Y la verdad es que, en ocasiones, la vida nos da mucho más de lo que podemos soportar.
Lisa Beamer lo entendió de una manera desgarradora. El 11 de septiembre de 2001, perdió a su esposo, Todd, en los ataques a las Torres Gemelas. En ese momento, ella estaba embarazada de su tercer hijo y enfrentaba un futuro lleno de incertidumbre. Todd y Lisa eran creyentes comprometidos: asistían a la iglesia con regularidad, enseñaban en la escuela dominical y dedicaban su tiempo a trabajar con jóvenes. Pero nada de esto la preparó para el peso de la pérdida. A los 32 años, Lisa quedó viuda, con tres pequeños a su cuidado y una montaña de preguntas difíciles que la invadían.
Sin embargo, esta no fue la primera vez que Lisa enfrentó una tragedia. A los 15 años, perdió a su padre de manera repentina. Su muerte dejó un vacío profundo en su corazón y sacudió su fe de una manera que nunca había experimentado. En su duelo, se encontró con preguntas que resuenan en cada uno de nosotros en tiempos de prueba: ¿Por qué, Dios? ¿Por qué permitiste esto? Si eres bueno y amoroso, ¿por qué no evitaste este dolor?
Tal vez conoces a alguien que esté atravesando un momento difícil. Quizás seas tú quien está enfrentando una pérdida, un dolor profundo o una prueba que parece insuperable. Un amigo que aún llora una relación rota. Un hermano intentando recuperarse tras un accidente grave. Un miembro de tu iglesia desempleado y sin esperanza. Un abuelo enfrentando los últimos capítulos de su vida. En esos momentos, es natural preguntarnos: ¿Por qué, Dios? ¿Por qué permites esto?
La verdad es que enfrentaremos más de lo que podemos soportar. La vida, con todas sus pruebas y dolores, puede ser abrumadora. Pero la promesa de Dios en 1 Corintios 10:13 no es que él evitará las dificultades, sino que, no permitirá que seamos tentados más allá de lo que podemos aguantar. La diferencia es crucial: aunque la vida a menudo nos da más de lo que podemos soportar, Dios nunca nos abandona en medio de esas duras pruebas.
Lisa descubrió esta verdad con el tiempo. Aunque soportó más de lo que podía sobrellevar, su perspectiva comenzó a cambiar. Escribió: “Dejé de exigir que Dios arreglara los problemas de mi vida y comencé a agradecer su presencia mientras los enfrentaba”. Este cambio de perspectiva le permitió comprender que los milagros de Dios no siempre eliminan el sufrimiento, pero nos capacitan para atravesarlo.
Cuando la vida nos da más de lo que podemos soportar, Dios nos sostiene de formas que a menudo no entendemos en ese momento. Nos recuerda que no estamos solos, que su gracia es suficiente y que su fuerza se perfecciona en nuestra debilidad.
Dios no promete evitar las tormentas, pero promete atravesarlas contigo. Cuando la carga sea más pesada de lo que puedas llevar, su gracia te sostendrá. Su amor no elimina el dolor, pero lo redime, transformándolo en un testimonio de su fidelidad.
Cuando no puedas más, recuerda que Dios lo puede todo. Permite que él te sostenga y encuentra en su presencia el refugio que tanto anhelas.
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relatoxxxmarqueze · 2 months ago
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Mis 2 peques pt 3
Nico prueba tres hombres mayores.
El día siguiente me levante entre excitado y asustado, me aliste lleve los 2 niños al colegio, trate de no alarmar a alejo asi que no le dije nada en especial a nico, los deje a las 7 am fui a un registraduría cerca a registrar unos papeles del  trabajo pero tenía la mente en otro lado tenía que sacar del colegio a Nico en 2 horas a las 9 am, y ponerlo a hacer cosas que no están bien para su edad, pero que a mí me tenía. La verga a explotar de solo imaginar. El policía me llamó cuando estaba revisando unos papeles.
Policía: civil buenos días quiero recordarle que tiene la reunión en el sitio acordado a las 10 am, no entrar por puerta principal, parquear por detrás y preguntar por Mario
Roberto: ok, si a las 9 estoy allá
A las 8:45 pase por Nico al colegio le dije al rector que tenía que ir a actualizar su tarjeta de identidad lo cual era cierto pero será otro día. Apenas salió se montó al carro me puso la mano en mi verga y me dijo , ya quiero jugar.
Mi carro es todo polarizado y yo quería que él me chupara la verga antes que a ellos, para que se fuera calentando,  así que me desabroche tenia puesto un pantalon gris y unos boxers blanco, me saqué la verga y lo puse a mamar mientras íbamos algo lejos al punto de encuentro, 
En el camino iba Nico chupándome la verga de una forma muy rica ponía mi cabeza en sus labios rosados y la apretaba y con la lengua me lamía el tronco, y me decía:
Nico: papi hoy no te sabe a feo hoy si esta mas rica
Roberto: si mi amor hoy esta limpia, cállate y sigue chupando
Así manejé alrededor de 20 min con el niño chupándome la verga, cuando parábamos en un semaforo me daba mucho morbo ver los buses de al lado o los carros, y ver a la gente al lado mio normal, mientras mi hijo de 11 años me hacia un garganta profunda, fui manejando hasta las afuera de la ciudad en el sur una zona, llamada juan mina o via juan mina en el cual hay muchas residencias de lado y lado, veo la direccion en el google map, y era casi la ultima residencia del sector, le quite la verga a nico el cual se veia hermoso con su uniforme de educación fisica, y le dije que ya íbamos a llegar. nico se limpio la boquitra conla mano y siguio con su mano en mi bulto yo solo me habia guardo la verga en el boxer pero aun tenia los pantalones abiertos. el iba masajeándome el bulto. 
cuando por fin llegue era un motel viejo creo que de los mas viejos del sector llamado paraiso ,.Entré en el carro por la zona de mantenimiento no por la entrada principal como me explico el policía, cuando entro había una 4 puertas, yo pite y salio un hombre mayor, enseguida le dije  a nico que se agachara. 
Un hombre de unos 65 años cómo de 1 90 más alto que yo, con un pantalón negro una camisa blanca se le veía un cuerpo muy
musculoso y una barriga dura de un hombre mayor, me dijo:
Mario: eres, Roberto adelante parquea en la cabaña 30 y no salgas hasta que cierre la puerta del garage, 
Al parquear cierran la puerta del garage, habia una escalera en espiral metalica que daba hacia un cuarto ewn el 2 piso,  le cojo de la mano a Nico para que salga y al subir las escaleras, era un cuarto con una gran cama doble, una barra de stripteasse, una ducha con vidrio y una bañera tambn en una plataforma, y la tipica silla erotica para culear, tenia muchos años que yo no iba a un motel y eso me pareceio, demasiado arrechante. en eso entra mario al cuarto, era bastante serio no sonreia ni hablaba miro a nicolas y se agarro un poco la verga, nico estaba pegado a mi mano,
Mario cogio un control encendio el tv y habia una escena porno gay de un hombre gordo culeandose a un niño de 16 años o menos era demasiado rico,
Mario: bueno a la orden esta es una guaca, es una residencia para gays que le gusta este tipo de diversion de adultos. quieres que empezemos ya o esperamos a Alberto (policia) ya viene en camino.
yo me sente en la cama a ver la escena que estaban mostrnaod, era un video independiente se ntoaba que era un video caseor de un real papa e hijo. 
Nico estaba asustado atrás mío,
Mario: no tengas miedo campeón, hoy te vas divertir mucho, quieren tomarse algo ?
pedí una cerveza pa relajarme un poco y Nico pidió una Coca-Cola
Mario: vale ya se los sirvo, puedo ir quitándole la ropa a tu niño roberto? pregunto educadamente mario
Roberto: no estoy seguro de nada la verdad, puedes darnos un momento mientras nos ponemos cómodos un poco
Mario: claro que si para eso les puse la película para que vaya a entrando en ánimos
Me tome la cerveza y le di coca a Nico
Nico no se me separaba tenía los ojos fijo viendo la película, era un hombre barrigón de 60 años o más. Con un chico de apariencia de 16 besándolo mientras el viejo se pajeaba
Al rato me empecé a sentir acelerado y nico se levantó y se acostó boca arriba con las piernas abiertas en la cama y se toqueteaba el cuerpo
En eso veo que Mario se acerca a la cama y de una veo como se saca su pedazon de verga que se veía gigante y le pega con el peso de la verga a Nico en. La cara sin decirme nada, el hombre educado desaparecio, estba mario solo con su camisa puesta y un boxer de tela de cuadros y una verga gorda como de 20 cm golpeando la caraa nico, yo me quedé congelado al ver esa escena un hombre más grande que yo musculoso poniéndole la Verga en la cara a mi hijo sin ni siquiera preguntarme
Nico cogio la verga sin agarrarla con la mano y se pegó a ella cmo si fuera un ternero , no lo reconocía parecía el niño actor de la película estaba boca arriba ya tumbado comiéndose la verga de ese hombre delante mío
Nicolas sin. Ninguna pena, se sentó en la cama y empezó a besar a Mario mientras los dos me miraban fijamente no me pude resistir y empecé a sobarme la verga mientras me tomaba la cerveza, volvi  a ver la pelicula y me di cuenta que el hombre vergon de la pelicula era mario, este tipo hace año hace estas cosas.
Mario se quitó los pantalones tenía un boxer de cuadros azul con un bolsillo por dnde tenía su verga de 20 cm y cabezona por fuera colgando mientras Nico lo besaba y le agarraba los huevos
En ese momento llegó el agente de la poiclcia Alberto,
Policía: vayan vaya si ya empezó la fiesta , que bien.
De inmediato se quitó su camisa de la policía quedando en camisilla mostrando un barrigón y pecho velludo pero muy sexy y se desabrochó el pantalón tenía un boxer. que le marcaba una verga gigante la cual no se sacaba solo se tocaba por encima
Mientras veía la escena  De mi hijo besando apasionadamente a mario mientras con su manita le sobaba los huevos gordos y velludos. no entendia por que se puso aasi de un momento a otro, me levante a buscar agua y encontre una droga que usan para las violaciones y eh tenido que investigar como abogado en juicios de abuso sexual, le habian dado en la cocacola por eso nico estba como poseido. sin importarle que yo estuviera ahi.
El policia se me sentó al lado y se empezó a tomar una cerveza y me dijo que me relajara que es más común de lo que parece esta situación y mario es su CONTACTO para un sitio seguro, que esa droga solo duraba maximo media hora y es para que estuviera el niño relajado.
En eso se levantó el policía jaló a Nico y lo tiró en la cama a entrepiernarse con él mientras lo besaba salvajemente en eso veo que mario le trae el vaso de Coca-Cola y hace que se lo tome completo
Ahí me di cuenta que le habían echado mas gotas a su Coca-Cola y a la mía por que yo tambien estaba hirviendo de lo caliente y acelerado que estaba y Nico estaba irreconocible, era cmo si no fuera él se besaba con uno, volteaba se ponia en cuatro en la cama con su shorcito de edufcion fisica y buscaba la boca de mario para besarlo a el polciia  les agarraba sus vergas y los besaba como una puta
En eso mario le quitó el shorcito del colegio dejándolo con los medias y su boxer de spiderman que tenía. Y su camisa del colegio.
Mario le quitó la camisa, y empezo a chuparle y morderle sus tetillas mientras el policia estba dandole lenguetazos a su culito.
Se acostaron los dos hombres en la cama, alberto el agente por fin se quitó el Boxer y le salió una verga de 22 cm morada cabezona y con unos huevos afeitados grandes
La escena era digan de una foto estaba los dos hombres acostados en la cama piernas abiertas y mijo en cuatro patas chupando una verga y pajeando otra así se intercalaba y dandome de vista su culo redondo apuntado hacia a mí con una de sus nalgas por fuera del calzoncillo
Yo no me aguanté más y me saqué mi verga y empecé a pajearme viendo la escena
Lo que me echaron el whisky me estaba poniendo demasiado caliente hasta que me levanté de la cama le bajé el calzoncillo y le empecé a dar lengua a ese huequito rosado, le metí la lengua por su agujero y le metía un dedo se lo sacaba y mientra se iba abriendo le daba más lengua así duramos cmo 20 min
Mario se levantó y me dijo que quería tambien chupar culo, me senté en la cama y mi Nico se me tiró encima a besarme estaba súper caliente, me asustó que le fuera dar algo de lo caliente que se sentía. Yo lo besaba y su boca sabía a orines de macho a verga de hombre. Tenía pendejos en su carita , pendejos negros, grises, de tanto chupar mientras nos besasabamos el policía se puso de pie entre nosotros y nos puso su verga en el medio. Ahí tenía en primera plana mi hijo de 11 años como le hacía garganta profunda a una verga de 22 cm, que era más gruesa que sus brazos
Me provocó y le saque con una mano la verga a mi hijo y empecé a chuparle la verga al policía también estábamos mi hijo y yo compartiendo una verga morada , me la sacaba yo de la boca y se la ponía a mi hijo, mario al ver la escena se puso tambien de pie y puso su verga en nuestras caras ahora teníamos 2 vergas grandes en la cara que nos turnábamos para chupar
La escena era hermosa ver a mi hijo chupar una y coger otra. Luego yo me levanté y me puse en la mitad, estaba mi hijo mamándomela
Fondo blanco garganta profunda mientras pajeaba con cada mano una verga, era increíble un niño de 11 año como manejaba 3 vergas a la vez
A los pocos minutos Mario empezó a gemir y le llenó la cara completa de leche espesa a Nico el cual seguía mamándo la del policía y la mia, era hermoso como la chupaba con la cara llena de leche, se trataba de meter las 2 vergas ala ves pero su boquita era muy pequeña para las 2 vergas, en esas el policía le explotó en leche en su boca lo cual lo hizo atragantarse y torcer leche encima de Ia verga al sentir ese chorro de leche que me escupió eyaculé en su boca mientras estaba tosiendo y se la metí hasta la garganta el pobre Nico se estaba ahogando en leche. Me dejé caer en la cama mientras el niño tocía Mario se levantó por agua y hizo que tse la tomara  para que le bajara
Estaba yo acostado en la cama con la verga aún dura el policía a mi lado sonriendo y Mario a mí lado chupándole las tetillas a Nico mientras le dedeaba el culo.
Me levanté lo jalé del brazo y les dije, ya está bueno déjenlo descansar. A lo que Nico me agarra la verga colgando ya medio flácida y me dice yo quiero seguir papá
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catadoradeoceanos · 3 months ago
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Dash & Lily
Una historia de amor en navidad, uno de mis clichés favoritos. El frío del invierno, las luces en las ciudades, el consumismo, los colores, los aromas… todo bañado con la luz del amor romántico
Me devuelve a mi primer amor, lleno de idealismo y de ilusión. Un par de adolescentes desconocidos que hablan a través de una pantalla y nunca se han visto.
Así se sentía el amor entonces. Todo era nuevo, emocionante, ilusorio, divino, frondoso. El amor imposible. Viviendo tan lejos, demasiado jóvenes para viajar sin temores, demasiado peligroso. Lo recuerdo y suspiro como una anciana recordando su niñez. Pero los años pasaron y la dura realidad se reveló de a poco. Él conoció a alguien, yo también. Ambos teníamos la urgencia de ser amados, de ser vistos, de recibir afecto.
Un día nos conocimos y su presencia me resultó ridículamente terrenal y absurda. Completamente alejada de lo que había soñado que fuera él. Pero él se enamoró más de mí, y yo sólo quise huir. Rompí su corazón y él se refugió en un nuevo amor. Tiempo después supe que sería padre.
Los años siguieron pasando, con sus temporadas y amores que iban y venían. Nos convertimos en adultos distantes que dejaron de compartir una ilusión. Cada cierto tiempo se despedía de mí para vivir su vida real y cada cierto tiempo él volvía buscando a la que nunca fui.
Un día, de una vez por todas decidí cerrarle las puertas de una vez y para siempre.
Han pasado 17 años. Ya no soy una adolescente. Ya no soy interesante, creativa, única, bonita, irreemplazable.
Quisiera viajar en el tiempo y quedarme un rato más viviendo por primera vez ese amor maravilloso a distancia que me hacía creer que estaba hecha para alguien. Que alguien atravesaría la distancia en tiempo y espacio solo para estar conmigo.
Aún recuerdo el aroma del cybercafé al que acudía a su encuentro. Recuerdo las canciones que compartimos y como el tiempo se hacía poco mirando la pantalla
Debo recordarme que ya no soy una adolescente, que ya no estoy llena de vida y que mis ilusiones están muertas y enterradas. Que el amor romántico es solo mentira y que no hay nadie que apostaría su vida por mí. Ya no hay libros en mis estantes, ya no hay historias de fantasía, ya no hay príncipes azules y yo tampoco fui princesa.
Los años siguen pasando y debo convencerme de que todo eso es solo un producto a compraventa. El amor ideal no existe y yo tampoco soy el ideal de nadie. Esas historias están fabricadas meticulosamente para manipular a las masas, para vender la idea de que una no es nada sin un amor para navidad.
Trato de renunciar a esas tontas ilusiones que sólo me hacen sentir miserable. Intento recordar que el amor está en mi gato tocándome la cara a las cuatro de la mañana, en mi hermana abrazándome cuando llego a casa, en las amigas que se alegran por mí. Debo aferrarme a la idea de que el amor no es lo que me han dicho toda la vida.
Pero maldita sea. Por mas feminismo, por más cuestionar la monogamia, por más deconstrucción del amor romántico que intenté tragar, no se me extinguen las ganas de ser el centro del mundo para un hombre. Que estúpido montón de basura tengo en la cabeza
Hoy hace tres años conocí al último hombre del que me enamoré. Como era de esperarse, todo terminó mal. La ilusión nunca dura, el amor no basta. Y yo nunca estaré a la altura de una historia digna de ser contada.
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darylrtx · 4 months ago
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¿He llegado a un punto sin retorno?
Qué fácil es ordenar mis pensamientos cuando voy a dormir; todo fluye dentro de mi mente, y expreso mi dolor con facilidad. Encuentro el motivo de mis sobrepensamientos y el porqué de mi malestar. Pero al momento de pasarlos a notas, la mayor parte desaparece y se vuelve un enigma.
Tal vez sea miedo a dejar algún rastro para alguien... no lo sé.
¿Realmente estoy mejorando? Todos en mi círculo personal o familiar me dirían claramente que soy una persona irreconocible en comparación a quien era hace uno, dos o cuatro años. Pero ¿eso acaso es verdad? ¿O simplemente es una muestra de lástima ante mi situación? Todo esto que he vivido, aprendido y experimentado en estos cuatro años, ¿me ha ayudado?
No tengo una respuesta, pero lo que sí tengo claro es que nunca pienso que sea un "sí".
Veo mi pasado de forma triste; cómo de un día para otro todo se vino abajo, y durante mucho tiempo no pude recuperarme de nada de lo que pasó.
¿Estoy mal de la cabeza? ¿Acaso esto me afectó tanto que simplemente ya no puedo ver un futuro mejor? ¿Por qué me sigo sintiendo mal conmigo mismo, aun cuando soy objetivamente mejor que hace cuatro años? Pero sigo roto por dentro. Mi vida dejó de tener sentido después de ese día.
No siento motivación en nada de lo que hago últimamente. Hace mucho tiempo, algunos hobbies que una vez me ayudaron a pasar los días ahora no me generan ninguna pizca de sentimiento. Comer es una tortura para mí; leer no me genera ninguna emoción. Dejé de jugar hace semanas por decisión propia, y solo mis amigos me obligan a participar. El piano está cubriéndose de polvo en el segundo piso, junto a algunas guitarras que me acompañaron tantos años en la escuela de música. Ir de fiesta empezó a aburrirme poco tiempo después, y ahora solo me queda escuchar música. Pero siento que llegará el momento en que ya no me genere nada.
Estoy tan consciente de haber desperdiciado estos cuatro años de mi vida por esta maldita enfermedad, fobia, problema mental, o como se le quiera llamar. Fue un "punto sin retorno" que condicionó que toda mi vida futura sea, sin duda, peor en comparación a cómo debería haber sido proyectada hace cuatro años. Eso nunca me lo voy a sacar de la cabeza.
Nunca he podido formar un vínculo fácilmente con alguien. Me cuesta realmente considerar una amistad con alguien; tras una semana ya me da completamente igual. Las relaciones sentimentales no son diferentes.
A veces pienso si realmente he sentido amor verdadero hacia alguna chica después de todos estos años, o si solo ha sido un deseo fugaz que se esfuma a los dos meses de haberlas conocido, como casi siempre pasa. ¿Por qué ese "amor" desaparece tan rápido, un amor que tal vez confundí con el deseo de estar con ellas, cuyo acto final termina aburriéndome, sin interés en proteger, cuidar o prolongar eso que alguna vez juré amar?
Viéndolo ahora, solo me siento mal por todas esas chicas que alguna vez me quisieron de verdad, y yo, de alguna u otra forma, terminé jugando con sus sentimientos, tal vez sin ser consciente de ello.
Ahora todo es diferente. Ahora todo es peor.
No siento interés alguno en cualquier chica que conozco; el mínimo interés que me provoca alguna mujer dura solo tres o cuatro días, luego solo es un chat archivado y ghosteado tanto en redes como en persona. Nada me llama la atención, todo es lo mismo para mí; siento que hablo con la misma persona, solo con una voz y cara diferente. No me dan ganas de seguir.
En estos cuatro años, solo he tenido dos verdaderos intereses amorosos. Uno terminó en nada, y el otro... terminó todo mal.
Desde hace tiempo era consciente de este problema, pero no le había tomado importancia porque sentía que mis gustos y sentimientos eran demasiado específicos para la mujer promedio que podría encontrar en cualquier lugar... Hasta que volví a hablar con ella después de mucho tiempo.
Ahí toqué fondo y supe que yo era el problema, un problema que terminó llevando a alguien al psicólogo. ¿Cómo es eso posible?
No me puedo considerar una buena persona. Simplemente he estado actuando en mi propio beneficio, llenando mis vacíos sentimentales durante mucho tiempo, sin ver el daño que pude causar a los demás. Hasta que llegó ese día... alguien terminó lastimado, alguien a quien un tiempo atrás consideré amar.
Después de esto, pienso que realmente no he mejorado nada como persona; tal vez solo he empeorado, y mi mente está ahora tan dañada que tal vez solo finjo una empatía falsa con los demás. Si yo no me importo, ¿por qué deberían importarme ellos?
Para terminar, solo pienso en lo que pasó hace unas semanas. Esa experiencia con la parálisis del sueño me ha estado invadiendo los pensamientos, haciéndome preguntas que no han cesado al dia de hoy.
¿Por qué, después de tantos años sin que una parálisis del sueño me provocara incomodidad, malestar o temor, ahora vuelve, tan cruda y voraz? Esta vez no fue solo un vacío, sino una voz... irreconocible, y al mismo tiempo, tan personal, como si hubiese estado dentro de mí desde siempre, esperando el momento justo para salir y hablarme. En esos pocos segundos, me gritó cien cosas al mismo tiempo, cada una más afilada que la anterior, llevándome en un remolino de ideas a un solo lugar.
A ese lugar oscuro, donde se murmura una y otra vez el mismo deseo:
El de estar muerto.
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