#disforia sensible al rechazo
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senoruhysozire · 1 year ago
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crítico una vida de mierda, pero resulta que la mierda soy yo.
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stimpunks · 2 years ago
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Seis cosas que los educadores deben saber sobre las personas neurodivergentes
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jartita-me-teneis · 3 months ago
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Lo que la gente ve en el TDAH: -No responder a los mensajes -Hiperactividad -Dificultad de concentración.
Lo que no se ve en el TDAH: -Baja motivación.
-Disforia sensible al rechazo.
-Dificultad de aprendizaje. -Impulsividad.
-Desregulación emocional.
-Dificultad para cambiar de tarea.
-Dificultad para mantener las relaciones.
@adrix.vag
El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo. ​ Se diagnostica frecuentemente en la infancia y suele persistir en la edad adulta.
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interludio-cl · 2 years ago
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En el día de la concientización sobre el autismo, queremos exponer lo que muchas personas en el espectro pueden sufrir. Aquí encontrarás estrategias para manejar la disforia sensible al rechazo, ejemplos de situaciones donde una persona dentro del espectro puede sentirla y medidas que familia, amigos y cercanos pueden tomar para prevenir que la persona en el espectro a quien conozcan, pueda sentirlo.
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staryteller · 4 years ago
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ㅤINFO ADHDㅤ‒ㅤ01/0?ㅤ
El ADHD, o también conocido como TDAH en el lenguaje español, es un trastorno neurológico que altera las zonas del cerebro que se encargan de la focalización, la organización de información y la ejecución de acciones.
A pesar de que los primeros síntomas se hacen presentes en la infancia, el ADHD es un trastorno crónico, por lo cual se debe de tratar a lo largo de la vida del individuo por medio de la terapia que sea más favorable para este en relación a su diagnóstico.
De acuerdo con el DSM existen tres tipos de variación en el ADHD:
Primariamente Hiperactivo/Impulsivo.
Primariamente Inatento.
Combinado.
Síntomas comunes del ADHD son la hiperactividad, inatención, disfunción ejecutiva, hiperfocalización, pobre manejo del concepto ‘tiempo’, impulsividad, disforia sensible al rechazo, desregulación emocional y dificultades del sueño.
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zero-psicologos-palma · 3 years ago
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¿Eres sensible al rechazo?
¿Eres sensible al rechazo?
¿Qué es la disforia sensible al rechazo y qué puedes hacer al respecto? Imagina: estás saliendo con alguien nuevo, y has estado intercambiando textos divertidos y coquetos por un tiempo. Justo le acabas de responder — algo especialmente inteligente, o eso esperas, y presionas “enviar”. Y luego… nada. No hay respuesta inmediata. Esperas, y esperas, y esperas; durante horas, o días, o tal vez solo…
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pedrink · 5 years ago
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Distimia: la depresión que se disfraza de mal genio.
¿Sueles contrariarte por pequeñeces?, ¿eres enojadizo o tiendes a mantener un estado de ánimo irritable o deprimido?, ¿tienes dificultad para encontrar las cosas positivas de la vida?, ¿vives con mal carácter o tristeza casi permanentemente?, ¿tu familia se queja de que eres un aguafiestas, pesimista  negativo o problemático? Quizás, llevas tanto tiempo viendo la vida como a través de unas gafas en blanco y negro que, ya quienes te rodean, e incluso tu mismo, piensan que esa es tu “forma de ser”. Esto, probablemente te haya generado rechazo por parte de los otros. Pero, aunque pienses que sencillamente eres de mal carácter, lo más probable es que padezcas de distimia: un trastorno del estado del animo crónico y bastante frecuente, para el que existen tratamientos seguros y eficaces que te harán ver la vida de forma más colorida.
¿Qué es la distimia o trastorno depresivo persistente?
Es un trastorno del estado de ánimo de larga duración caracterizado por una disforia fluctuante que puede estar marcada por breves períodos de estado de ánimo normal. Corresponde a uno de los trastornos depresivos incluidos en el Manual de diagnóstico y estadística de los trastornos mentales (DSM-5) y aparece junto al trastorno disruptivo de la regulación afectiva, trastorno depresivo mayor, trastorno disfórico premenstrual, trastorno depresivo inducido por medicamentos y sustancias, trastorno depresivo debido a otra condición médica, y otros trastornos depresivos.
Por lo general, cuando nos mencionan la palabra depresión, nos remitimos al llamado episodio depresivo mayor, y pasamos por alto las otras formas de presentación de los cuadros depresivos.
La llamada distimia o trastorno depresivo persistente, a pesar de ser una enfermedad bastante frecuente e incapacitante, es por lo general poco buscada, diagnosticada y tratada. Quienes la tienen, viven la vida en tonos grises y apagados y se ven muy limitados en su calidad de vida y en el desarrollo de sus proyectos de vida. Se considera que la distimia no tiene muy buen pronóstico que digamos y puede producir igual o mayor limitación funcional que la depresión mayor, ya que los pacientes con esta enfermedad se quejan de que sus síntomas interfieren de manera importante con sus actividades sociales y su funcionamiento en el trabajo, la escuela y su núcleo familiar.
¿Cuáles son las características principales de la distimia?
Tiene un curso crónico: El estado de ánimo depresivo, o llamado por muchos “mal humor” o “mal genio”, está presente de forma continua en un periodo de tiempo de por lo menos dos años, sin periodos asintomáticos mayores de dos meses. Cuando se trata de niños y adolescentes, basta con un año de humor deprimido o irritable para hacer el diagnóstico. Cuando la distimia se inicia en la infancia, puede progresar hacia la adultez, de manera que el paciente desarrolla una visión muy pesimista del mundo y tiene una pobre conciencia del estado de ánimo normal, por lo que las consecuencias de un pensamiento negativo continuo y la baja autoestima pueden ser importantes a lo largo de la vida. Se sabe que estos pacientes suelen invertir su energía en el trabajo y les queda muy poca para dedicar a actividades de ocio, familia y actividades sociales, lo que empeora su calidad de vida. 
Estos síntomas de tristeza o irritabilidad por lo general son observados por las personas que viven cerca de la persona con distimia, y en algunos casos por el mismo paciente: Lastimosamente, muchas personas que tienen distimia piensan que la vida es así, o que este estado forma parte de su personalidad, suelen conformarse y no buscar ayuda.
Presencia de otros síntomas: Además de las alteraciones del estado del ánimo (tristeza e irritabilidad), las personas con el trastorno depresivo persistente o distimia presentan al menos dos de las siguientes manifestaciones:
Alteración del apetito (disminución o incremento).
Alteraciones del sueño (insomnio o hipersomnia).
Sensación de cansancio, fatiga o pérdida de energía.
Pobre autoestima.
Problemas para mantener la concentración.
Dificultades para tomar decisiones de manera autónoma.
Ideas de desesperanza (visión negativa de la realidad en diversos aspectos).
A diferencia del trastorno depresivo mayor, cuyos síntomas se consideran «más severos», las personas que manifiestan distimia pueden dejar pasar largos periodos para consultar al médico, lo que acarrea mayor sufrimiento y menores posibilidades de recibir tratamiento y recuperarse. Por lo general, cuando acuden a las consultas sanitarias lo hacen preocupados por la sensación de cansancio crónico, los problemas con el sueño, concentración y las alteraciones del apetito, antes mencionadas.
No hay antecedentes personales de: manía, hipomanía, ciclotimia, trastorno esquizoafectivo, esquizofrenia, trastorno delirante u otro cuadro psicótico (pérdida de contacto del paciente con la realidad). Tampoco los síntomas del paciente son atribuibles a efectos producidos por alguna sustancia psicoactiva, medicamento o enfermedad física.
¿Qué tan frecuente es la distimia?
El trastorno es bastante común en la población general de EE. UU. (3 a 6 %), así como en la atención primaria (7 %) y en entornos de salud mental (hasta un tercio de los pacientes ambulatorios psiquiátricos).
Los datos del DSM V señalan que, en Estados Unidos, en los últimos doce meses, la prevalencia de distimia es de 0,5 %. En América latina y el Caribe, la prevalencia de distimia se estima en 1.8 %.
¿Cuáles son las causas de la distimia?  
La etiología es compleja y depende de varios factores, porque hay varios mecanismos biológicos, psicológicos y sociales involucrados. Varias hipótesis han tratado de explicar la etiología de la distimia. Destacan la hipótesis genética, que incluye además factores ambientales; y la hipótesis aminérgica, que apunta a una deficiencia de serotonina, noradrenalina y dopamina en el sistema nervioso central. Hay una transmisión genética para la enfermedad depresiva de tipo poligénico, se hereda la vulnerabilidad para padecerla. Es transcendental anotar que las experiencias vitales tempranas pueden ser muy importantes, porque dichas experiencias, sobre todo si son traumáticas, producen cambios neuroquímicos importantes que pueden incrementar la vulnerabilidad a la enfermedad depresiva. Específicamente, la experiencia de eventos traumáticos durante la infancia parece asociarse con la aparición, la evolución y el pronóstico de la distimia. No obstante, se considera que tres grandes sistemas en el cerebro tienen relación o se afectan: a) el eje hipotálamo-pituitario-adrenal y el sistema del factor liberador de corticotropina (CRF); b) el hipocampo, y c) el sistema noradrenérgico. Todos los cambios, producto de los eventos adversos durante la niñez, hacen más sensibles los circuitos de CRF ante la aparición de algún nivel de estrés en el individuo durante la adultez, lo que a su vez genera una respuesta exagerada al estrés. De modo que, si la persona tiene una exposición persistente al estrés en la vida adulta, las vías del estrés antes mencionadas se vuelven hiperactivas, lo que causa un aumento exagerado y persistente de factor liberador de corticotropina y la secreción de cortisol que podría disparar la distimia.
Varios análisis de investigación recientes que analizan estudios múltiples admiten que existe un vínculo entre lo que uno come y nuestro riesgo de depresión, específicamente. Un metaánalisis publicado en el 2017 concluyó: “Un patrón dietético caracterizado por un alto consumo de frutas, verduras, cereales integrales, pescado, aceite de oliva, productos lácteos bajos en grasa y antioxidantes y un bajo consumo de alimentos de origen animal aparentemente se asoció con un menor riesgo de depresión. Un riesgo alimenticio caracterizado por un alto consumo de carne roja y / o procesada, granos refinados, dulces, productos lácteos con alto contenido de grasa, mantequilla, papas y salsa con alto contenido de grasa y un bajo consumo de frutas y verduras se asocia con un mayor riesgo de depresión.”
¿Cómo puede manifestarse la distimia?
Quienes presentan distimia suelen preocuparse por síntomas como: malestar general, sensación de debilidad crónica, alteraciones del sueño o problemas de memoria de trabajo y flexibilidad mental. Generalmente, van en busca de unas vitaminas o reconstituyentes. Muchos otros, no consultan porque asumen que la forma en que viven y sienten la vida es propia de su forma de ser. Esto hace que haya un mayor deterioro y sufrimiento mental en el tiempo. Los síntomas pueden iniciarse a temprana edad. Esta aparición en edades tempranas formará una visión negativa del mundo en el paciente y una pobre conciencia del trastorno. Es importante tener en cuenta que los pacientes con distimia no suelen presentar enlentecimiento motor, anhedonia o ideación suicida, por lo que se produce menos interferencia en las actividades habituales.
¿Cómo se trata?
Los pilares fundamentales del tratamiento son:
Las intervenciones psicoterapéuticas, que se instaurarán dependiendo de cada caso en particular. Con estos pacientes suelen emplearse  terapia cognitivo/comportamental, terapia interpersonal, tratamientos centrados en la resolución de problemas, terapia familiar o de pareja, y en algunos casos, entrenamiento en habilidades sociales y asertividad.
Empleo de medicamentos antidepresivos como los inhibidores selectivos de recaptación de serotonina (ISRS)  y los inhibidores de recaptación de serotonina y norepinefrina (IRSN). El tratamiento farmacológico de la distimia es de mínimo dos años. Pero si la persona manifiesta una depresión doble (situación en la que en un sujeto que tiene distimia aparecen episodios de depresión mayor, que se superponen a su sintomatología habitual) se recomienda que reciba un tratamiento permanente. La depresión doble es una patología compleja y con mayor morbilidad que la distimia.
Recomendaciones para estimular el cuidado personal del paciente:
Pautas para una buena higiene de sueño.
Guías para incentivar el ejercicio físico apropiado para cada paciente y un buen manejo del tiempo libre.
Consejería para una alimentación saludable y manejo de hábitos nocivos como el consumo de cigarrillo, la automedicación y el abuso del alcohol.
Consejería a los familiares y personas allegadas al paciente, para establecer relaciones interpersonales más sanas e incrementar las redes sociales.
Para tener en cuenta:
La distimia es una forma de depresión crónica que suele instaurarse en etapas tempranas de la vida, y que limita el desarrollo de la misma. Por la manera en que aparece, lenta y agazapada, es muy posible que el paciente piense que tiene una forma de ser quisquillosa o problemática, y que eso es normal en su caso. Por eso suele no consultar al médico, y es etiquetado o estigmatizado como una persona de “mal carácter”, lo que le traerá muchos problemas sociales, laborales y familiares. Además, quienes tienen distimia podrían intentar automedicarse con sustancias psicoactivas, alcohol, tabaco o cafeína, empeorando sus síntomas.  Por otra parte, algunos estudios señalan a la distimia y a la depresión atípica como predictores importantes para el sobrepeso y obesidad, por lo que en este caso, el instaurar hábitos saludables (disminución del sedentarismo, mejoría de la calidad de sueño y alimentación) serían claves para el manejo de estos pacientes. Por esto, te aconsejo que si te consideras o te consideran una persona malhumorada, melancolica o irritable con bajones imporantes en tu estado de ánimo durante más de tres semanas consecutivas, que acudas a un buen profesional de la salud mental. Recuerda que no tienes por qué vivir amargado, viendo la vida en tonos grises. Un buen tratamiento te ayudará a mejorar tu calidad de vida, desarrollarte como persona y alcanzar esas metas que mereces alcanzar.
Por: Dra. Iris Luna
Médico Psiquiatra – Máster en Nutrición
Especialista en Sobrepeso y Obesidad
https://www.facebook.com/iris.luna.oficial
Contacto:  [email protected]
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mermaid-boo · 7 years ago
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Trastorno Límite de la personalidad Las personas con Trastorno Límite de la Personalidad hacen esfuerzos frenéticos para evitar un abandono real o imaginario. La percepción de la separación o el rechazo inminente puede dar lugar a profundos cambios en la autoimagen, afecto, cognición y conducta. Estos individuos son muy sensibles a las circunstancias ambientales. Experimentan miedo intenso al abandono  además de ira inapropiada, incluso cuando se enfrentan a una separación de tiempo limitado  o cuando hay cambios inevitables en los planes (por ejemplo, cambios de planes repentinos en una cita médica, el pánico o la ira cuando alguien importante para ellos llega con unos minutos de retraso o  debe cancelar una cita). Ellos pueden creer que este “abandono” implica que son “malos.” Estos temores de abandono están relacionados con una intolerancia a la soledad y la necesidad de tener otras personas con ellos. Sus esfuerzos frenéticos para evitar el abandono pueden incluir actos impulsivos como la auto-mutilación o comportamientos suicidas. Las personas con trastorno límite de la personalidad tienen un patrón de relaciones inestables e intensas. Pueden idealizar a sus parejas, exigen pasar mucho tiempo juntos, y compartir los detalles más íntimos , muy tempranamente, casi comenzando la relación. Sin embargo, pueden cambiar rápidamente de idealizar a otras personas a la devaluación de ellos, devalúan si cree que la otra persona no le importa lo suficiente, no da lo suficiente, no está ahí lo suficiente. Estas personas pueden identificarse con cuidar a otras personas, pero sólo con la expectativa de que la otra persona va a “estar ahí”, a cambio de satisfacer sus propias necesidades . Estos individuos son propensos a los cambios repentinos y dramáticos en su punto de vista de los demás, suelen considerar apoyo o estorbo a alguien muy querido. Estos cambios suelen reflejar la desilusión hacia sus parejas que habían idealizado. Puede haber una alteración de la identidad caracterizada por la culpa y una inestabilidad persistentemente sobre la autoimagen o sentido de sí mismo. Hay cambios repentinos y dramáticos en la autoimagen, caracterizados por objetivos cambiantes, valores y aspiraciones profesionales. Puede haber cambios bruscos de opiniones y proyectos acerca de la carrera, la identidad sexual, valores y tipos de amigos. Estos individuos pueden cambiar de repente desde el papel de un suplicante necesitado de ayuda a un vengador justiciero de los malos tratos del pasado. Aunque por lo general tienen una imagen de sí mismo que se basa en ser malo o el mal, las personas con este trastorno pueden a veces tener sentimientos que no existen en absoluto. Estas experiencias suelen ocurrir en situaciones en las que el individuo siente la falta de una relación significativa o el apoyo de sus seres queridos. Estos individuos pueden mostrar un peor rendimiento en el trabajo o la escuela cuando no son situaciones estructuradas o hay cambios repentinos en sus trabajos diarios. Los individuos con trastorno límite de personalidad muestran una impulsividad en al menos dos áreas que son potencialmente dañinas para sí mismos. Pueden jugar, gastar dinero de manera irresponsable, comer en exceso, abusar de sustancias, relaciones sexuales sin protección, o conducir imprudentemente. Los sujetos con trastorno límite de la personalidad también pueden a veces mostrar un comportamiento suicida recurrente, gestos o amenazas, o algún comportamiento de automutilación. El suicidio consumado se produce en el 8% -10% de esas personas, y los actos de automutilación (por ejemplo, cortes o quemaduras) y amenazas de suicidio son muy comunes. La tendencia suicida recurrente es a menudo la razón que estos individuos presentan para obtener ayuda. Estos actos autodestructivos suelen ocurrir por amenazas de separación o rechazo o por las expectativas de que asuman una mayor responsabilidad. La automutilación puede ocurrir durante experiencias disociativas y a menudo trae alivio al reafirmar la capacidad de sentir o expiando el sentido individual de ser malo. Los sujetos con trastorno límite de la personalidad pueden mostrar inestabilidad afectiva que es debida a una notable reactividad del estado de ánimo (por ejemplo, episodios de intensa disforia, irritabilidad o ansiedad, que suelen durar unas horas y rara vez más de unos pocos días). El estado de ánimo disfórico básico de las personas con el trastorno límite de la personalidad es a menudo interrumpido por períodos de ira, pánico o desesperación y rara vez se alivia con períodos de bienestar o satisfacción. Estos episodios pueden reflejar la reactividad extrema del individuo a las tensiones interpersonales. Los sujetos con trastorno límite de la personalidad pueden ser perturbados por sentimientos crónicos de vacío. Suelen aburrirse fácilmente, buscan constantemente algo que hacer. Los sujetos con trastorno límite de la personalidad con frecuencia expresan intensa ira o tienen problemas para controlar su ira. Pueden mostrar sarcasmo extremo, amargura persistente o arrebatos verbales. La ira es a menudo provocada cuando un cuidador o amante es visto como negligente, indiferente, o existen amenazas de abandono. Tales expresiones de ira suelen ir seguidas de la vergüenza y la culpa, y contribuyen a la sensación que tienen de ser malos. Durante períodos de estrés extremo suelen presentarse síntomas adicionales como una ideación paranoide transitoria (sensación de ser maltratado injustamente) o síntomas disociativos (por ejemplo, la despersonalización) pero son generalmente de la severidad o duración insuficiente como para justificar un diagnóstico adicional. Estos episodios ocurren con mayor frecuencia en respuesta a un abandono real o imaginario. Los síntomas tienden a ser transitorios, durando minutos u horas . El desinterés, real o percibido, de sus seres queridos puede resultar en una remisión de los síntomas.
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