#después me lo tomé con calma 8)
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elizabcthx · 18 days ago
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Sonríe escuchando la declaración ajena, ¿Era posible que con tan pocas palabras ya le agradara una persona? Porque en definitiva ya le había caído en gracia la contraria "Desde ya puedo decir que me gusta tu estilo" Asiente con suavidad, entendiendo la profesión contraria con las señas que hace con las manos "Todo lo que le gane al sistema tiene mi visto bueno" Incluso si muchas veces la moralidad de las acciones era dudosa, cuando se trataba de su trabajo lo único que le importaba era ganar. "¿Lo sabías?" Arquea su ceja con diversión, entonces en su mente el apellido ajeno que le había quedado resonando empezó a tener sentido, ellos eran clientes de la firma a pesar de que no había sido atendido ningún caso por ella, eran un cliente importante y su tío se encargaba de atenderlos directamente, podía decirse que en aquel sitio estaba la crème de la crème y los tenían en una actividad aburrida y que la rubia consideraba sin sentido "Totalmente fuera del área de confort y con un vestuario nada adecuado para la actividad, podían habernos avisado y poner otro código de etiqueta, ¿Cómo se supone que sea la primera en salir si estoy utilizando tacones?" Se queja con algo de gracia, porque aquello formaba parte del problema y de la dificultad adicional en la actividad "Allí hay cierta ventaja para algunos" Por eso mismo ella no consideraba que crearse algo de ventaja para si misma fuese errado. "¿Cuántos son ustedes?" Cuestiona con algo de curiosidad en su voz y luego asiente con suavidad, entendiendo a que se refería ella con un todo "Ah, lo entiendo perfectamente y es totalmente innecesario, nos ponen en estas actividades como si ya no hubiesen escogido al heredero" Comenta con gracia, en su mente todo ya estaba escrito "Nosotros somos cinco y te aseguro que los demás deben estar haciendo su mejor esfuerzo, así que dejaré que ellos sean los que lleven honor a la familia esta vez" Bromea.
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echa suspiro cansino en su lugar, pues pensaba lo mismo al ver el horizonte verde arbustoso, delineando el cielo suizo. ya se sentía cansada de solo pensar que contraria planeaba saltarlo. mirada marrón vuelve sin prisa a contraria, & con carmines presionandose con cierta satisfacción, puede predecir que contraria es abogada. & si no se equivoca, una thompson. ' ¿ganarle al sistema desde adentro?, digamos que sí, pero a mi estilo. ' cuenta, deshaciendo brazo cruzados para simular que escribe en un teclado imaginario. eso sí, duda que pueda saber quién es, siendo presentación necesaria & risa suave se libere al ver que tenía razón. ' lo sabía, ' admite, & se toma el permiso prestado ' pues beth, creo que ambas estamos fuera de nuestra área ahora mismo. ' recita, tomando inspiración honda, dejando el aire frío colmar su interior. por si verlas allí resignadas no era un materialización de sentencia. ' mi hermana debe tener mejor suerte, una de las dos. ' tanto siv o signe, pues noah & ella misma, deben estar poco interesados en llegar primero. ' es decir, una de las dos ganará todo esto realmente. ' admite al final, confesión o no, sonrisa está en carmines, segura de ello. ' & esto es un poco innecesario, ¿no crees? '
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laney-lecat · 4 years ago
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Otra vez estoy cometiendo los mismos "pre errores" de los que, afortunadamente, me salvé en mi adolescencia. No pude evitar mirar este árbol y tener mis ojos llorosos, extrañamente no brotaron lágrimas cuál lagos como creí que lo harían. No sé porqué el tema del amor, la sexualidad y mi ego siempre son temas de conflicto para mí. Tenía mucho tiempo, de verdad mucho tiempo sin que alguien se fijara en mi, todo este año apenas comencé a sentir "la soltería", porque siendo sincera desde 2013 no tengo pareja, y no le sentía sola, soy introvertida y disfruto mucho de mi tiempo a solas, pero este año creo que pudo el sentimiento de "querer tener a alguien", alguien que me abrace, con quién pueda ser yo y con quién pueda hacer cosas que fácilmente podría hacer sola pero que deseo ahora hacer en compañía. En fin, que lo que ahora pasó es que al fin alguien se fijó en mi. Pero este chico no es para nada lo que yo esperaba (qué sorpresa no? #Sarcasm Que la vida te da lo que quieres pero no como quisieras). Esta persona es completamente diferente a mi, es inteligente, muy inteligente, me saca temas de los que yo no conozco y me siento estúpida al no poder hablarlos con él, tanto así que siento que no hay forma de que pueda mantener buenas conversaciones, además de que esto afecta a mí #autoestima Siempre me he sentido inferior, es un conflicto que he estado tratando de manejar y aún no lo consigo, he hecho un pequeño progreso pero aún falta bastante, y teniendo a alguien tan brillante como él a mi lado no creo que pueda mejorar ese aspecto. Por otra parte, el chico me parece atractivo, feo no es, siendo objetiva sin dejar que el "sentimiento de amor" me nuble la vista, aún no me siento enamorada ni siento algo como un "querer intenso" por él. Entonces, si es alguien realmente inteligente y realmente atractivo... Qué rayos lo hizo fijarse en mí? No entiendo, de verdad que no entiendo sus razones. Y mira, el chico me ha dicho palabras muy bonitas, me declaró muy rápido sus sentimientos, y no para de decirme lo mucho que siente por mi. No sé si esté mintiendo, y si lo hace con qué propósito sería? Ya sé tu respuesta, me vas a decir que sexo, y sí, yo también lo pensé, así que decidí aceptar el tener relaciones sexuales con él. Pero antes de que me juzgues y me regales, déjame decirte que yo quería, yo tenía ganas de relaciones, ya tenía tiempo que no estaba con alguien en la cama, esta vez fue una decisión mía (a diferencia de mi adolescencia, donde me dejé persuadir) y lo disfruté.
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Pero ahora me tienes aquí sentada, queriendo llorar pero sin poder porque tengo miedo de estar embarazada, maldita sea, porque quise hacerlo y dejar que todo pasara muy rápido, porque mis deseos le ganaron a mi razón. Me tomé la postday y decidí que fuera coito interrumpido, pero aún así todos sabemos que existe riesgo. Yo soy muy irregular, he sospechado que incluso un ovario no puede hacer su función en la ovulación y que sólo tengo uno realmente funcional, porqué? Porque he llegado a durar 6-8 meses sin menstruar, antes me estudié y todo está normal con mis hormonas y aparato reproductivo. Entonces.... Si analizo todo: Coito interrumpido, postday a la mañana siguiente, ciclos irregulares donde probablemente no tuve ovulación.... Todo pareciera apuntar a que es poco probable mi embarazo. Pero tengo este estrés, este nerviosismo que no me deja estar tranquila, estoy en mis 10 días de vacaciones y no puedo estar en calma. Hoy estúpidamente intenté ponerme un DIU de urgencia pero obviamente los médicos no me dejaron, ni por cita ni porque necesitaba una prueba de embarazo negativa para que me lo pudieran colocar. Son razones lógicas, no los culpo. Me culpo a mi por ser tan irresponsable, por dejarme llevar por deseos, lujuria y sentimientos. Cada día me convenzo más que el suicidio es mi camino, que en verdad no tengo razón de ser, no hay verdaderos motivos para seguir con vida, no quiero tener un hijo, me van a dejar como a todas esas pobres madres solteras, la sociedad me va a juzgar como a esas pobres madres solteras, nunca encontraré a alguien que de verdad me quiera como les pasa a esas pobres madres solteras. Ser madre soltera es un gran sacrificio, es una gran lucha, es un gran sufrimiento. Soy una cobarde, #juzgame, yo sé que lo soy. Soy como esas personas que caen en las drogas porque no quieren sentir más, que quieren sentirse bien. Yo deseo librarme de mi ansiedad, de mi miedo a la crítica, de estos pensamientos que me torturan cada día.
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Aún no me hago la prueba de #embarazo, usaré la de farmacia al cumplir una semana del acto y posteriormente me haré una prueba de sangre, para que cuando salga negativa (espero con todas mis fuerzas que de verdad sea así) tenga el documento necesario para ahora sí tener un MPF.
Sé que no le estoy hablando a nadie, estoy hablando conmigo misma, es el único medio que me lo permite. Insisto en que quizá algún día, el día que me suicide al fin, alguien leerá esto, quizá se identifique, quizá no, pero al menos alguien me leerá ya estando yo desaparecida.
Después continúo contando, je, qué estúpida me siento, toda una adolescente sufriendo lo mismo que a los 15 años, a sus 27 años. No aprendo, me tropiezo con las mismas rocas una y otra vez, una y otra y otra vez.
Gracias.
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lamaria93 · 5 years ago
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Un cuento
Sólo vengo a ordenar ideas, que no me dejan dormir y si acaso existe alguien ahí por favor; corríjame. Empieza así, como cualquier tragedia/historia  de amor, 
Ya nos conocíamos y sin embargo un día me escribió y claro que me parecía interesante.  No pude declinar su oferta de salir.
Yo tenía muchos problemas en aquella época por que estaba muy enganchada a estimulantes y sustancias.  Pero entre todo ese desastre me hizo sentir especial, me tendió su mano y mejoré a su lado.   
Me fui lejos, a estudiar, me termine de recuperar y volví con la promesa de estar juntos.  De formar un hogar, de continuar siempre a su lado.  A mi regreso, no había espacio para mi.  Nadie me esperaba cuando llegué.  Al bajar del avión, me llevó a mi casa, hicimos algo parecido al sexo.  Tan trivial, sobre un colchón lleno de polvo en el piso.  No había preparado nada para mi, pero me esperé por que esa no iba a ser nuestra única parada... no se que piensa la gente de mi, pero si me gustan las flores.
Entonces, recordaba cada noche que me esperó.  Las noches que me necesitó y no pude estar, y todas esas acciones virtuales que me mantuvieron a su lado.
Visitamos a su familia, y subimos a su casa, el hogar que había preparado para los dos y que con todo el tiempo que estuve fuera pasé imaginando.  Pero tampoco encontré gran cosa.  Bueno, había conseguido electrodomésticos de cocina... seguía siendo un departamento de soltero.  
¿Pero que me merecía yo? Si, la que se fue. 
A medida que pasaban los días, quería esforzarme por agradar.  Fui ama de casa, fui empleada doméstica, fui un destapador de caños y la que sacaba la basura.  Nadie me hacía el amor en las noches. 
La ansiedad me estaba comiendo y ya no tenía medicina.  Fumé marihuana.
La fumé de día, de noche, escondidas, en presencia, con amigos, sin amigos. Todo esto en una ciudad extraña donde todos parecerían tener dos caras.  Pero yo quería que se enamorara de mí, porque he conocido el amor en sus dos direcciones, y aquí no había eso.  Y busque ocultarlo, como si fuera algo malo.  Como si esta ansiedad fuera un pecado.  
Ya tenía medio año en aquella ciudad, no conseguía empleo y sin embargo nunca sentí un apoyo real.  Como si me dijera, hey en mi negocio tengo un espacio para ti, pero eso nunca sucedió. Sin embargo, recibí una oferta y me salvó la vida.  Ayudó mucho a mi autoestima que ya estaba bajo la media. 
Sabes, estimado/a lector/a tengo esto que no me da paz.  Yo quería ayudarle, demostrarle que era útil así que busqué involucrarme.  Había una tablet vieja y le dije, descarga aquí las redes de tu negocio, en mis tiempos libres que chugcha* haré social-media.  Y así hicimos.  Se sincronizó información de su celular personal.   Se me cerró una ventana de la tablet y abrí el historial.  Pero había demasiadas pestañas y sólo yo la usaba y al fijarme leía las búsquedas:  prostitutas, porno trans, transgéneros en tal locación, porno gay, scorts en tal sitio y todas las fechas coincidían en horarios que él “salía a trabajar” 
No tengo nada en contra de la comunidad LGBTI, yo soy bisexual. 
Quiero confesar que nunca le dije el momento en el que sucedieron las cosas, deje pasar un par de semanas que tomé la valentía de escribirle una mañana... el estaba en su trabajo y le dije, será que podemos hablar, me encontré con algo que no entiendo.  Ha pasado un año y aún no entiendo.
Tal como si me acabara de dar cuenta.  Le mostré fotos y todas aquellas cosas que tenía ahí, por que se sumaron fotos de la nube, capturas y un millón de cosas que por algún motivo guardé en mi cuenta personal, información que noches como hoy reviso para torturarme.  Eso está mal, lo se. 
Le dije, ¿Por esto es que nunca me haces el amor?  Porque es mejor la paja que estar conmigo. 
Aceptó su error, me pidió disculpas.  Pero en mi ya nada era igual. 
Esa noche intentamos hacerlo, pero una vez más su pene no se erectó y yo hice el típico gesto de revolver los ojos hacia atrás.  Lo que me costó eso.
Abrió el closet, y empezó a tirar toda mi ropa y a gritarme que me largue de ahí.  Le pedía de favor que se tranquilizara, pero sólo era peor. Yo no podía parar de llorar, estaba muy nerviosa. Tomó un cuchillo de la cocina y amenazó con matarme.  Me tomó del brazo, me tiró al piso, me insultó. 
Nunca me había pasado algo así, conseguí tranquilizarme y hubo una cierta calma por unos segundos.  En un descuido, salí.  Estaba en pijama corriendo por la calle sin tener donde ir, no era mi ciudad y cuánta vergüenza sentía con mi única amiga allí que vivía una situación similar y era yo quien le pedía que se empodere.   Todo esto un 18 de marzo del 2019.
Me llamó, desde un parque cerca de casa de aquella amiga hable por teléfono con él. Me aseguró que estaría tranquilo, que lo disculpara, que estaba avergonzado y yo muy nerviosa.  Lo medite y volví.   
Me tomé un ansiolítico o dos, o tres.  Sólo para dormir.  Aquí todo se pone borroso, llegue y mi todas mis cosas tiradas por el piso.  Me dormí, y qué pena que no fuera para siempre.  Todavía tengo esta pesadilla de que sigue pasando.
Cuando miro hacia atrás pienso mucho en que esa no era yo.   No me reconozco, entre todo aquello que hice y que di.  Fueron 8 meses de convivencia desde que llegué de BCN.  Se que hay mujeres que viven esta realidad todos los días y a lo mejor esto es un pelo de gato. 
Laceró mi autoestima. 
Aunque nunca me volvió a agredir de esa manera, una mañana, un mes después con una pareja de amigos de él de visita en casa, me gritó frente de la chica.  Yo estaba escuchándole pero sintió que no, yo estaba china/fumada/volada/grifa/chantada 
Me quedé muda y avergonzada.  Él tiró los cubiertos y se fue a trabajar, quedó el desayuno que había preparado para todos sobre la mesa.  Esa chica me abrazó y me dijo ¿qué le pasa?  ...y le conté, le hablé del maltrato, le dije que le tenía miedo, le dije que no sabía qué hacer.  Lloró conmigo y me dijo “no te dejes ver las huevas de nadie” ¡Qué sacudón! Y en su abrazo sentí el calor que me hacía falta, en esos días hacía más frío que nunca.  
Esa noche me pidió disculpas, recordandome que fui una drogadicta y que bueno que si él era así conmigo era para que entendiera.  Por que yo la pase mal una vez, y sólo estaba él ahí para mí.  Que mis amigas eran falsas, que ninguna estaba para mi, que todas eran drogadictas y estaban mal.  Al parecer se sentía dueño de la verdad.
Lo que vino cuando se fue esa pareja de casa fue peor.  Todo era desdén, ya no sabía dónde iba, ni venía, ni con quien.  Miré esa tablet una vez más y lo encaré.  ¡Por qué sigues con esto! 
Me empujo, busco un martillo y frente a mi rompio la tablet a martillazos.  Yo estaba en shock.   Y al fin tenía algo de dinero de trabajar dando clases, me habían pagado ese mes por adelantado.  Llamé a mi mamá y le dije que no estaba a gusto ahí, no dije más.   Ella intuyendo algo me llamó por mi nombre y me dijo, esta no es la era en la que las mujeres deben aguantarlo todo si necesitas regresar a Gye yo te apoyo y lo hacemos.  
Le dije que se despreocupe, usé una parte del dinero que tenía para poder llevarme mis cosas que, para un año de estar ahí ya eran muchas. 
Debo mencionar que este no fue el único de mis intentos por salir de ahí.   Yo me sentía enamorada y nunca era una decisión tan firme de separarme como la de ese momento.  Lo hice.  Flete una camioneta, metí todo en maletas, llamé una amiga para que me espere en Gye,  solo dije que me regresaba y no me preguntó más.  Ella tan serena, vivía una situación mil veces peor.  Se dio el espacio, me llevó con todo y maletas a mi casa.  Me ayudó a subir en cada viaje y fue incondicional. Nadie entendía por que me separaba si nos veíamos tan felices. 
Este espacio duró 6 meses hasta que bajé la guardia.   Ahí estaba yo, frente a él de rodillas en un parque,  llorando como un niño, no lo podía creer.  Jamás lo había visto así.  Perdóname, quiero un hogar contigo, tengamos un hijo, nunca te volveré fallar, estar sin ti no es vida, vivo como un perro, todos mis amigos son falsos, tú esto y aquello. 
Me puse firme, y le dije que no sería fácil que yo ahora tenía una vida en Gye y que pues claro si me quería, tal cual yo renuncié a todo por estar a su lado él debía de hacer lo mismo.  Y aventurarse conmigo.  Se que no estuvo bien, por que en mi corazón jamás había perdonada nada... en mi guardo rencor. 
Esta vez en la distancia, yo me sentía más valiente de reclamar, de enojarme cuando algo no me gustaba, ya nada me parecía, todo era un absurdo... Quería vengarme y también grité, insulte y humillé a quien vino a mi con la cabeza abajo.  Esto duró unos 3 meses hasta que...
La cuarentena nos agarró en la misma ciudad, por aquello esa primera semana juntos después de un feriado de carnaval fue un tanto extraña, yo le había dicho que fumaba menos.  Pero cada que veía las noticias sólo se disparaba mi ansiedad y necesitaba fumar un rato.  Me miraba con asco, y empecé a verlo como era.  Le dije, se acaba la cuarentena y esto se termina;  yo nunca dejaré de fumar marihuana.   Y para mi ya era muy fuerte tener que ver en mi casa el desprecio en su rostro, yo ya no le llenaba.  El no estaba enamorado de mi tampoco... yo era una mujer pantalla. 
Esa mujer objeto que llevas a tu lado para disfrazar tu verdadero sentir.  Y ya en la intimidad me lo había dejado claro.
Dormía junto a alguien que se sentía en la obligación de hacerlo. 
¿Qué cómo lo sé? Pues bien, siempre me decía que allá fuera había hombres peores.  Maltratadores, mujeriegos, viciosos.  “Y él no era nada de eso, él buscaba protegerme”. Pero nada me laceraba más que sus comentarios llamándome drogadicta. 
Un mes después separados, él donde su madre y yo sóla en mi apartamento aún en cuarentena.  Decidí llamarle, a pesar que me dije que no lo haría, ya que un “supuesto amigo” en común estuvo enviándome audios, fotos y videos de lo bien que se la pasaban.  Incluso me videollamaba y le dije, hey si tu quieres hablar commigo está bien, pero ya no me menciones a tu amigo ni me cuentes nada por que no me hace bien, le dije, el es una persona que siempre que le doy la oportunidad vuelve a hacerme daño.  
Me sentía tan sola, el respondió mi llamada.  Esta vez estaba yo pidiendo disculpas.  Me dijo que ese mismo amigo le había comentado cosas de mi, como que le llame a pedir droga o cosas por el estilo.  Una persona que recibí en mi casa y con la que jamás me porté mal.  Todo muy turbio, pero después entendí.  Como seguíamos hablando y él ya estaba en la ciudad donde tiene su negocio, le envié yo un detalle sorpresa.  Sin saber aquello me llamó para insultarme, todo muy “sobrado” y haciéndome de menos... diciéndome que se había acostado con alguien en esta cuarentena, que sus acciones tendrán consecuencias (embarazo), que estaba ya en planes con alguien, que yo era una drogadicta que jamás iba a cambiar.   Que lo peor fue haberme pedido volver, que yo jamás lo perdoné.  Implore disculpas.  Llamaba y me gritaba diciéndome que tenía que escuchar lo que yo era.  Yo no era nada de lo que escuché ahí.
Me siento muy culpable de fracasar.  Así le llaman a estas situaciones y por alguna razón tengo esta palabra (fracaso) metida en el vocabulario.  Me duele. 
El 30 de junio recibí las últimas llamadas.  Sólo que esta vez ya no conteste.  
Ayer ese supuesto amigo me escribía, como siempre, haciéndose el tonto con un tema equis, decidí por bloquear.  Creo que es lo más sano para mi, es gracioso porque siempre era el quien me borraba, me bloqueaba, se quitaba comentarios y más.  Está vez lo hago yo.
Me siento muy culpable por permitir todo esto.  Por que no lo puedo creer, no puedo creer que fui yo la que cayó tan bajo.  
La que marcha, la que reclama, la que se instruye, la feminista.  Estoy avergonzada conmigo, cuando pienso en ello solo puedo llorar, como ahora.  Es otra noche sin dormir.   Pronto va a amanecer.  Esta ansiedad me esta haciendo pedazos y al mismo tiempo me hace muy fuerte, creo que no puede ser peor.   Me siento tan poquita y busco en la literatura, en podcasts, en amigas y hasta el horóscopo.  
¿Qué sigue? 
¿Quién me va a matar primero?
¿Seré yo?
Quiero volver a enamorarme de mi, y perdonarme.  Tengo 26 y siento que 4 años de esto ha sido demasiado tiempo perdido.  Tampoco es todo el tiempo del mundo, me siento destruida, me siento débil, me siento muy mal.
Pero ojo, cuando me veas por la calle como si fuera un reflejo sonrío bajo la mascarilla y las gafas.  Me siento como Garrick. Espero lector/a que entiendas la referencia.  Ya van a ser las 5 am.  Creo que ya es hora de dormir.
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isabelcramirez · 5 years ago
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Sueños paradoxales
Un sonido continuo y martillante me despertó la madrugada de un jueves de septiembre. 
Mis sentidos se pusieron en alerta y me sobresalté. Entreabrí los ojos buscando un haz de luz entre la oscuridad y escudriñé mi habitación, pero estaba desolada y lo único que vislumbré fueron las sombras de los árboles que se colaban por la ventana. Conté lentamente hasta diez, respirando en cada pausa una profunda bocanada de aire, hasta que finalmente caí en brazos de Morfeo.   
La jornada laboral de ese viernes transcurrió en un tiempo de 24 cuadrantes del reloj, cada minuto se extendía el doble de sus 60 segundos rutinarios. Me tomé cinco tazas de café negro, me lavé la cara 4 veces, hice 8 pausas activas, conversé con mis compañeros… dilapidé mis horas de trabajo hasta que la manecilla marcó las 5:00 PM y pude transportarme a mi cama para recuperar el sueño desvelado, caí profunda. 
- Emiliana, Emiliana…. Ana… ana… ana – Una voz me llamaba.  ¿Estaré soñando? ¿Será que estoy alterada por los sucesos de la noche de ayer? – pensé. 
- ¿Quién está ahí? – dije con la voz quebrada y las manos temblorosas. 
Recibí como respuesta el eco de una noche estrellada. Estuve con los ojos abiertos y acostada con la mirada fija en el punto de fuga que conecta con mi imaginación.
Me paré antes que despertara el sol, me organicé y salí a trotar. Llevaba años sin cumplir mi meta de 5 km diarios, pero hoy sería el día de batir mis propios records. Corrí como si mi vida dependiera de ello, como si cada avance pudiera mitigar mi zozobra y cada paso me acercara a la tranquilidad de antaño.
En mi trayecto no saludé a nadie, aunque en las vías me topé con varios de los vecinos que me encuentro matutinamente cuando salgo para el trabajo. Realmente no conocía sus nombres ni tampoco sus familias, o sus historias de vida, ya que en dos años que llevaba viviendo en esta zona no había forjado amistades.
Cuando llegué a casa hallé la puerta ajustada y un recorrido de huellas que se adentraban hacia la sala de estar, seguían por la cocina y se perdían en el patio trasero. Caminé con pasos sigilosos y subí las escaleras con la cautela de un fugitivo. A pesar que la estancia estaba vacía opté por llamar a la policía para que realizara una inspección y por primera vez tuve contacto con la señora que reside al lado, doña Ana.  
- Vecina, ¿qué pasó? ¿le robaron algo?
- Todavía no sé – le respondí, algo desesperada. No me gustan los chismosos, bueno… mejor sería decir que no me gusta compartir mi vida privada. 
- Estoy presta a ayudarla en lo que necesite. Este barrio es muy seguro, pero usted sabe, con las cosas como están ahora, ya nunca se sabe. 
- Muchas gracias Doña Ana. Así nos despedimos.
Doña Ana, viuda de un militar de alto cargo que desapareció en batalla y que tras varios años de búsqueda dieron por muerto sin conocer realmente su paradero. Tiene una hija de 28 años, que vive en Italia mientras estudia un master en diseño de modas. Es una señora de unos 50 o 60 años de edad, siempre de negro, pero con semblante optimista. Sus días transcurren entre regar el jardín, cuidar su gato, llamado Blanco, participar en las actividades de la junta comunitaria, asistir a clubes de lectura e ir a misa diariamente. 
La policía no evidenció anomalías, ni en mi hogar, ni en los alrededores. No había señales de forcejeo en la cerradura, no se habían llevado nada, y los vecinos no habían vivenciado situaciones similares. El casó se cerró con la misma velocidad con que inició. 
Mejor era tomarme un baño de sales y relajarme con esa música de Yann Tiersen que tanto calma mis ánimos y acalla mis pensamientos. 
- Emiliana, Emiliana…. Ana… ana… ana – La misma voz me llamaba.
Apagué las canciones de piano. Esta vez, sin recordarlo muy bien, recé, recé a Dios, a la virgen, al que está en el más allá y a la fuerza superior, forcé mi rostro a permanecer inmóvil por unos segundos y cuando lo relajé y levanté la mirada visualicé unas letras en el espejo: no debiste haber dicho tu opinión sobre ese proyecto. 
Las gotas de agua resbalaban desde mi cabello hasta tocar la curva de mis talones, me erguí de un salto, corrí fuera del baño y me puse un pijama, bajé las escaleras de dos en dos y hui de casa hacia la de la vecina. Me contuve antes de descargar mi ansiedad sobre la puerta, conté mentalmente, y golpeé de manera educada, no quería parecer alarmada o histérica.   
- Buenas noches Emiliana, ¿se encuentra bien?
- Buenas noches Doña Ana. Estoy intranquila en mi casa, debido al incidente de esta tarde. ¿Le molesta si me quedo un rato aquí con usted?
- Tranquila mija, esas cosas dan susto, yo la entiendo… Adelante. ¿Le provoca una aromática caliente?
- Sí, sí. Muchas gracias.
Se alejó con movimientos pausados y yo me dirigí con pasos tímidos hacia el lugar que ella me indicó y, con pena, me ubiqué en la silla más pequeña, en la esquina, como si no tuviera más espacio para acomodarme, pero una vez sentí la comodidad del cojín, me relajé… por fin.  
No dejaba de pensar en la asertividad de la oración en el espejo. Iniciando la semana había estado en desacuerdo con mi jefe respecto a un proyecto de urbanismo que estamos promoviendo. No debí expresar en voz alta que pienso que se trata de una iniciativa cargada de diseño y arte, pero impráctica para las necesidades de movilidad de la ciudad. - Qué estúpida fui, eso me pasa por andar de sapa.  Ahora sólo tenía en mente un cuestionamiento, ¿Y si me despiden? 
- Bueno señorita, espero que esta bebida caliente le ayude a tranquilizarse – Llegó doña Ana con una sonrisa y una expresión sincera de comprensión hacía mí. 
- Muchas gracias. 
- Bueno… y… cuénteme, ¿Qué le sucede? – Odiaba que me hicieran preguntas personales, la gente… frrrr… con su interés de saber todo para después criticar. 
- ¿Existe algo en lo que pueda ayudarla? Puede confiar en mí, se lo aseguro - Odio las personas chismosas. Nunca sé qué esperar de ellas. ¿Será ella una viejita chismosa?
- No, pues… verá, creo que en mi casa espantan. Llevo varios días escuchando voces y experimentando sucesos paranormales. 
- Deben ser ideas suyas señorita. En todos los años que llevo en esta zona nunca he escuchado rumores de fantasmas por aquí. ¿Será que está estresada? ¿Está pasando por momentos difíciles?
Las preguntas inquisidoras de Ana me pusieron en una dualidad entre abrir mi corazón o esconderme tras mi hermetismo habitual.
No aguanté. El nudo en mi garganta explotó en un sinfín de palabras, de historias, de quejas y de llanto. De pronto me encontré narrándole a la vecina mis vicisitudes en el trabajo, mis diferencias conceptuales con mi jefe, mi inseguridad para defender mis ideas, mi resistencia a mostrar mi sensibilidad a mis compañeros y ocultarme tras una actitud tosca, mi temor a no ser querida porque soy obsesiva con la limpieza, con la puntualidad y con la estética, mi susto a emprender inversiones de capital sola porque no tengo con quien diversificar los gastos y el riesgo.
Le conté tanto sobre mí y nos dieron la 1, las 2 y las 3. Y al final, sentí que debía huir de ese espacio porque ella ya sabía mucho de mí y en cualquier momento podría rechazarme.
Me sorprendió su reacción.
- Emiliana, mija, usted está muy joven. No sé enrede la vida con esos imaginarios. La vida es simple. Tú eres tú, con tus blancos, grises y negros. Yo soy yo, con mis blancos, grises y negros. Podemos decidir crear una paleta de colores o simplemente tener tubos de óleo separados, la decisión es tan sencilla como decir me quedo contigo y te acompaño, o no.
- Mija, le falta todavía mucho ajetreo.
- Mejor acuéstese aquí en la cama de mi Abril, mi niña que está en Italia estudiando...  Me hace una falta! Pero bueno, como decía mi mamá: los hijos son prestados.
Me preparó la cama, me entregó cobijas recién lavadas y almohadas prácticamente nuevas. 
- Venga pues, que la cama ya está lista. Límpiese pues esas lágrimas y acuéstese tranquila, como en casa.
Su acogida y su solidaridad se sintieron bien, las sentí como una preocupación sincera por mí, comportamiento que no evidenciaba en estos momentos en ninguno de mis grupos sociales. Mis amigos, con sus vidas al límite, con sus metas inmediatas de ascenso laboral, con sus proyectos de vida para los hijos que implican cubrir matrículas y exigencias sociales de los mejores colegios de la ciudad, con su ideología de capitalización y construcción de patrimonio. Mi trabajo con su contexto abrumador: horas extra como metodología de trabajo, chismes en todos los ámbitos producto de la mezquindad de quien ambiciona poder, un salario que cubría mis gastos pero no los esfuerzos adicionales y, en particular, una inmensa inseguridad mía para mostrar mis competencias. 
Dormí plácidamente. Salí en la madrugada para mi casa a organizarme para iniciar otra semana de productividad.
De vez en cuando escuchaba ruidos en casa, incluso llegué a sentir la respiración de alguien en mi cama, pero cada que pasaba esto cerraba los ojos y me decía a mí misma que estaba siendo paranoica. Me servía. Olvidaba los sonidos extraños.
Mis tardes cambiaron y perdí la motivación de trabajar 24 – 7, mis intenciones de adelantar trabajo cambiaron por un interés de participación social. Empecé a pasar mi tiempo libre con Doña Ana, compartíamos un tinto, conversábamos, me enseñaba macramé y debatíamos sobre libros. Se me volvió rutina pasar todas las noches por su casa. Me agradaba su compañía, a su lado no tenía la constante necesidad de impresionar, de parecer, de mostrarme segura, porque ella conocía mi Mr Hyde y aun así seguía siendo incondicional y solidaria conmigo. 
Los días pasaron y dejé de pensar en el fantasma que cohabitaba conmigo. Hasta que un día…
Estaba en un cubículo de concreto, sin un ápice de luz natural, sin ventanas. Estaba trabajando en una maqueta y tenía el tiempo contado para la entrega. Sobre mi cabeza había un reloj que marcaba cada minuto con un pitido ensordecedor. De fondo escuchaba a mi jefe exigiéndome que terminara oportunamente. El sonido de su voz se sincronizaba con el minutero en un alarido que me erizaba los vellos y me irritaba hasta el punto del descontrol. En las paredes se proyectaba cíclicamente la historia de una mujer que se tiraba del veinteavo piso de un edificio porque no alcanzaba el éxito profesional que aspiraba, clic, clac, clic, clac… volvía a empezar el cortometraje, el minutero y los gritos. 
- Emiliana, Emiliana…. Ana… ana… ana – Me llamaban, alguien me instaba a salir de ese ambiente.
Ahhhhhg… mmm… mmm… Me desperté sudando. Lágrimas corrían por mis mejillas. Lloré de rabia con mi jefe, con mis amigos, pero sobretodo, conmigo misma por no ser capaz sola con la situación. Estaba triste y desgastada, física, mental y emocionalmente. Casi nadie lo notaba y yo no quería pedir ayuda. 
- Emiliana, Emiliana…. Ana… ana… ana – y ahí estaba otra vez ese maldito fantasma. 
- ¿Qué quieres? ¿Qué quieres de mí? Lloré aun con más impotencia. 
Por fin mis piernas reaccionaron al estímulo que mi mente les mandaba, y se movieron hacia el baño. Me miré en el espejo. Por primera vez, no reconocí mi imagen en esa mujer temerosa frente a mí. Mi doble estaba pálida, las ojeras le cubrían las mejillas, los labios estaban quebrados y amarillentos. Su postura era encorvada, como si cargara un peso en la espalda. 
- Emiliana, Emiliana…. Ana… ana… ana – Una sombra se asomó por detrás de mí. Era la mujer suicida de mi sueño.  
- El fantasma eres tú. – Susurró a mi oído y desapareció. 
Esa noche no pegué un solo ojo. 
Una semana después, la frase murmurada seguía latente en mi memoria. “El fantasma eres tú”. ¿Qué significará eso? Decidí hablarlo con Ana. 
- Hola querida, ¿cómo estás? Llevabas tiempo sin pasar por aquí, ya te extrañaba. – Fue su saludo. 
- Hola Anita. He estado reflexiva. 
Le conté mi experiencia sobrenatural y ella respondió lo siguiente: 
- Somos también nuestros fantasmas. Nos da miedo abrirnos a los demás, nos da susto que el otro se dé cuenta que somos un bulto de inseguridades, que a veces nuestro ánimo decae, que no siempre queremos salir, mucho menos sonreír, que en ocasiones queremos una palabra de ánimo y en otras anhelamos el silencio de la soledad. Nos da miedo ser transparentes porque no queremos que nadie huya de nosotros, y nos cubrimos de capas para que nuestros defectos no se noten, es una misantropía disfrazada de rudeza. 
- No puedes huir de ti misma, no puedes vivir una vida de insatisfacción por miedo a asumir una postura. Atrévete a alzar tu voz en el trabajo, arriésgate a que te quieran con todo y tus manías, asume una posición y defiéndela. No esperes a tener 60 años como yo. 
Quedé boquiabierta. La abracé. 
Y sí… somos nuestros fantasmas. Cuando fui consciente de eso, recuperé mis sueños paradoxales. 
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elviajedelelefanteblanco · 5 years ago
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Bitácora de un encierro.
No venimos para ser iguales, venimos para irnos con algo diferente. Han pasado 3 semanas desde que estoy encerrado en casa, tan solo y únicamente saliendo por los comestibles y de todas las posibles actividades que pensé que podría hacer para pasar el tiempo fue escribir, poder plasmar lo que he ido sintiendo cada día y algún día si esto pasa, si esto termina, poder reflexionar pero sobre todo que no se me olvide la importancia de la libertad, la importancia de la salud y la importancia de lo verdaderamente importante que es estar en paz. Desde Diciembre en mis lecturas cotidianas de los diarios supe acerca de un virus que estaba afectando a algunas regiones de China, supe desde ese momento que las cosas se volteaban pues poco mas de 10 años antes, tengo fresco el recuerdo de mexicanos varados y repatriados del gran país oriental en plena época de la Influenza AH1N1 que tuvo su mayor brote en México y que dejó, según fuentes oficiales 1,170 muertes en este país.  Pasamos una tranquila Navidad y Año Nuevo para finalizar el 2019 con esa calma que suele anteceder a la tormenta. Para finales de Febrero empezaron a surgir los primeros casos en México de un virus que entonces ya se había cobrado miles de vidas mayormente en España e Italia, con ello el temor fue creciendo en algunos, de pronto el fenómeno, gente abarrotando las tiendas comprando rollos y mas rollos de papel higiénico, estanterías agotadas, todo el mundo preparándose para la llegada inevitable de la ya para entonces, llamada pandemia. Voy las ultimas dos semanas a trabajar con mas miedo que ganas, pidiendo que me manden a trabajar desde casa, pero recibo una negativa primero, diciéndome que no es una disposición oficial y hasta que no lo sea, no podré irme a casa. Llego al primer fin de semana y por primera vez veo la conferencia de las 7:00 pm con el subsecretario de salud, escucho con atención sus indicaciones y sobresale la petición mundial 3 veces: “Quédate en casa” entiendo que es momento de dejar de pensar solo en la pasta y que lo mejor para alguien de mi condición es quedarme en el encierro. Pasando la primer semana de encierro, la primer trágica noticia, un conocido de joven edad, perdía la vida victima de la implacable enfermedad, lloré un poco, mas por la relación que no era tanta, si por el talento que se perdía y por ser este tan joven. Bebí algunos tragos, intenté reflexionar sobre el acontecimiento pero durante la noche poco antes de dormir me ataco una vieja conocida llamada ansiedad, empecé a sentirme mal, el aire me faltaba, quería llorar, pensaba que moría, tomé un baño y logré calmarme. Los dias después de ese han transcurrido, intentando concentrarme en trabajar desde casa, tratando de distraerme en otras cosas, televisión, Internet, consola  Hasta ayer, que me confirmaron la muerte de alguien cercano, conocido, un joven igual, talentoso, valioso, brillante, por las mismas razones, mismos motivos, siento algo en el pecho, un vacío y es que nuestra cultura es de pronto insensible ante la muerte, la caricaturizamos, le hacemos canciones, la realidad es que pocos estamos preparados para enfrentarla, ni la propia, ni la ajena tan cercana, es cuando pega, es cuando duele.  Según las estimaciones aun quedan 8 largas semanas por delante, siempre y cuando la gente haga caso y se encierre, pero no lo están haciendo, la gente se burla, ignora, duda y mientras tanto las camas de los hospitales empiezan a agotarse y los crematorios empiezan a llenarse . Son tiempos difíciles y tristes, pero aun estamos vivos, haciendo planes para cuando esto termine viajar, reunirnos, tratar de olvidar, siendo realista, yo en realidad no creo que podamos salir tan pronto de un encierro que será tan largo.
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paxacutic · 5 years ago
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BUJO
Premisa: Te despiertas con dolor de cabeza, vas al trabajo y todos están sorprendidos de verte, te dicen que has estado desaparecido por 3 años
Tiempo: 4 horas con 4 segundos
Mientras se disipaba la neblina de mis ojos al amanecer, trataba de descifrar una serie de números escritos en la pantalla de mi teléfono, no lo tenía registrado y el mensaje que había llegado unos 40 minutos antes leía: “sé que dijimos que nunca más, pero necesito que lo hagamos una última vez”. Limpie mi rostro y me encontré con la ausencia de Verónica a mi lado, hasta su olor se había ido antes de que yo me despertara, cada día siento que se lleva tajos más grandes de sí misma, aunque su ausencia me permitió volver a leer aquel mensaje con más calma.
Traté de recordar ese orden particular de números añadidos a algún contacto que pudiera haber borrado en los últimos meses mientras entablaba mi amistad y ahora relación con Vero, pero nadie me venía a la mente, al menos nadie que mereciera una segunda oportunidad. Al borrar el mensaje pude ver la hora y tiré mi celular a un lado para poder revolcarme en la miseria de que la alarma había sonado 45 minutos antes y ya no había tiempo para el desayuno.
 Tome una ducha revoloteando entre el afeitado, el cepillado y el colirio en los ojos para sustituir superficialmente la taza de café que podría calmar este dolor de cabeza que no me deja pensar. Llegaría a la oficina y luego de los saludos respectivos iría a calentarme una taza en el microondas… no debí borrar el mensaje, pude haber averiguado quien era, seguro era un numero equivocado, pero igual, a lo mejor esa persona piensa que el verdadero receptor la está ignorando y no es justo, no debí borrarlo, y ¿si era para mí?, Verónica se ha vuelto una rutina agotadora de fingir interés en sus insignificancias extrapoladas por tanta carencia afectiva… Quizá pueda encontrarlo en alguna carpeta de mensajes borrados, y llamo al número, solo por ayudar, solo por sacar de dudas a esa persona.
 Me tiré encima la camisa blanca y la corbata amarilla de los martes, me pareció curioso que el olor a naftalina hubiera penetrado tanto mi ropa desde la última ronda de lavandería hace solo dos días y tuve que pasarle un pañito húmedo a mis cuatro pares de zapatos para quitarles el polvo que opacaba ese brillo aplicado religiosamente los domingos. Hice el chequeo correspondiente en cada uno de mis bolsillos para que no se me olvidara nada en el apuro del retraso, cartera en el bolsillo derecho del pantalón, pañuelo que hace juego con la corbata en el interno del saco a la derecha, tome mi cuaderno de apuntes y revise el celular por mensajes que me dieran pistas de la rutina del día, la pantalla estaba iluminada por un número desconocido y sus 4 llamadas perdidas, ¿es ella, o es un el?, ella seguramente, aunque “necesito que lo hagamos una última vez” suena más a él, a hombre intenso pidiendo una última oportunidad para un polvo de lastima, más tarde le escribo, en la hora del almuerzo, a lo mejor le saco un buen rato a todo esto.
 Encontré dos mensajes relevantes, uno de mi padre pidiéndome dinero para comprar sus pastillas y uno de Vero diciéndome con su versión pegajosa del amor que no olvidara la harina de trigo, ayer no la anoté, así que la había olvidado, pero escribí ambas peticiones en mi diario del día, guardé el celular en el bolsillo interno a la izquierda de mi saco y el diario con mis tareas en el izquierdo del pantalón junto a mi bolígrafo y su tapa.
  Revisé que todo excepto la nevera estuviera no solo apagado si no desenchufado y salí tan rápido como pude sin agitarme demasiado.
 En el camino le escribí a Vero, guardada entre mis contactos simplemente como Amor, me sentí tentado como tantas otras veces a cambiar ese calificativo a su nombre de pila, quizá eso haga que el final sea más sencillo, cuando se vaya no tendré que cambiarlo, y cuando venga la siguiente no tendré que explicarle por qué en lugar de crear el contacto “amor” solo modifique los datos, no quiero dejarla, eso sería demasiado ruido, quiero que se vaya, que tome la decisión propia de recoger sus maletas e irse un día dejando solo una nota de adiós firmada dramáticamente con un par de lágrimas, pero su baja autoestima le permite aguantar tantos abusos y además se culpa por ellos, ha sido imposible zafarme de esto, pero pensare en eso cuando la cabeza deje de dolerme, después del café, por ahora un mensaje de buenos días será suficiente, y un “te extrañe esta mañana cuando me desperté y no estabas a mi lado”, a ella le gustan esas cosas, yo las encuentro innecesarias, quizá sea esa la razón, quizá por eso termine de irse, quizá sería mejor si borro esa última parte.
 Al entrar al vestíbulo saludé de nombre a algunas personas que no me regresaron la cortesía y algunas otras me saludaron de una forma tan efusiva que me pareció exagerado. Me tuve que detener en la entrada de la oficina cuando mi tarjeta magnética no me dio el acceso, y fue una mujer joven que no había visto antes quien con una sonrisa amable y un carnet igual al mío me invito a pasar antes que ella. Le agradecí el gesto con una sonrisa y la típica línea de “cuando uno anda más apurado…”.
 Los pasillos me eran familiares pero las cámaras de seguridad no, había algunas decoraciones que no recordaba y tantos rostros nuevos que por un momento pensé haberme equivocado de piso. Continúe mi recorrido hasta el cubículo a la izquierda del medio donde iba a pasar las próximas 8 horas de mi vida y al llegar había un hombre de pie recostado de mi escritorio mientras hablaba con la vecina del cubículo contiguo, le pedí disculpas y el me ofreció ayuda, le pregunte que si había algo malo con mi computadora y el hombre dijo que no, entonces le pedí permiso para poder sentarme y este me respondió que no podía sentarme allí porque ese era su puesto de trabajo, sonreí buscando alrededor a alguien que pudiera aprobar el humor en la situación pero solo vi un mar de rostros apáticos.
 -              ¿nos cambiaron de puestos?
 Pero aquel hombre respondió que no sabía que decirme, que él había estado sentándose en ese puesto por… y miraba a su vecina de cubículo… ¿dos años? Y ella asentía con cada palabra. Puede ser el dolor de cabeza o la falta de café, miré alrededor para ubicarme mejor y reconocí la vista a mi derecha, los edificios más altos donde seguro había gente con mejores trabajos que el mío y mejores sueldos que el mío y con vidas menos aburridas que la mía. Y pude ver que aquel hombre entro en modo defensivo cuando dejo de recostarse del escritorio y se paró pecho a pecho frente a mí, una avalancha tibia comenzó a recorrer mi cuerpo desde el abdomen en todas direcciones y sentí el impulso de cerrar mis puños. En lugar de eso, abrí mis palmas a la altura de mi pecho y hacia el.
 -              No hay problema – le dije manteniendo un tono amable – voy a recursos humanos para que me digan que fue lo que pasó, no hay problema.
 La oficina de recursos humanos estaba al final del pasillo, detallé a cada persona y cada conversación sin escuchar familiaridad en ninguna de esas voces o rostros, pero supe que estaba en el lugar correcto porque reconocía las oficinas donde entraba a robarme grapadoras y mouse pads solo para sentir ese aventón de energía en la boca del estómago que nunca pude descifrar, pero tenía el encanto incomodo de insertar un hisopo profundo en mi oído.
 Aún estaba cerrada, antes de seguir dando vueltas preferí ir directo al área del comedor, me tomaría una pastilla y una taza de café, seguramente es un error mío, siempre se me olvida todo, por eso me gusta usar los diarios, cada vez que necesito hacer memoria solo tengo que revisarlos, año, mes, día, todo está ahí, al punto de que si no los tuviera guardados desde hace más de 10 años estoy seguro que no recordaría lo que paso ayer.
 Tomé una pastilla para el dolor de cabeza con un poco de agua en vaso de papel y me senté a masajear mis sienes con los ojos cerrados esperando que el café diera sus vueltas respectivas durante un minuto en el microondas, y un dolor que tiño la oscuridad de mis ojos cerrados con rojo se apodero de mi al sentir una palmada en el hombro derecho, solté un quejido y encontré colgada en el aire la disculpa de una voz que por fin sonaba familiar.
 -              Coño disculpa ¿Tatuaje nuevo?
 -              ¿Cómo? - Le respondí a Henry, es quien maneja Recursos Humanos, seguramente estaba en el baño aprovechando el momento en que todos están socializando en sus cubículos para estar solo en su templo
 -              En el hombro ¿o es alguna lesión?
 -              No, no sé, pero me desperté con un dolor de cabeza horrible y ahora me duele el hombro
 -              ¿Y aquí vienes a liberar la tensión?
 Ambos sonreímos pero dudo que haya sido por las mismas razones, cuando sonó el pitido del microondas le ofrecí café pero no acepto, le hable sobre el hombre sentado en mi puesto de trabajo y Henry me contesto que sí, que era “Marquitos”, y cuando le pregunte que hacía “Marquitos” en mi puesto de trabajo, Henry me contesto “tu trabajo, pero mejor”, y mientras soltaba una de sus risas corporativas sentí la vibración de mi celular iluminado con un “Número desconocido, 9 llamadas perdidas”, me apresure a escribir un mensaje de respuesta diciendo simplemente “Numero equivocado”, quise aclarar lo del tal Marcos estaba haciendo mi trabajo pero Henry hablo antes que yo.
 -              ¿Qué has hecho últimamente?
 -              ¿Ultimamen…? - - ¿desde ayer? – y sentí que mi tono no fue tan amistoso en esa última parte
 -              Si bueno, últimamente, o... ¿Qué vienes a hacer por aquí? ¿andas buscando trabajo?
 Por su expresión, seguramente levante la voz, el dolor de cabeza empeoraba y aquella lava que parecía recorrer mi cuerpo en calma apilaba unos vapores que presionaban contra mis cuerdas vocales, quería gritarle y sabía exactamente que decirle, con el pulso firme me lleve las manos al rostro y sin mirarlo directamente intente hablar en el tono más monótono que pude.
 -              ¿Me botaste y la manera de decírmelo es poniendo a otro a trabajar en mi puesto sin avisarme? – pero seguramente levante la voz…
 Henry buscaba en mi mirada algo que le diera continuación a nuestro intercambio amigable, pero lo que hallo fue una ira creciente que perfumaba el ambiente en bilis y cianuro, se puso de pie y me lanzo una de sus sonrisas condescendientes y me hizo la sugerencia de que me terminara el café y que cuando me calmara un poco pasara por su oficina, antes de irse me dijo que era un placer volverme a ver mientras me extendía la mano, le regrese el gesto sin levantarme del asiento.
 Pasaron unos 10 minutos y volví a revisar mi teléfono
 [No es un numero equivocado, Víctor, ¡te necesito!]
 Bueno, sea quien sea sabe mi nombre
 [Quién es?]
 Deje el teléfono en la mesa esperando la respuesta y presioné mis ojos con los pulgares para disipar el efecto que la luz blanca tenía sobre mis ojos sensibles. No hubo respuesta inmediata, respire profundo y me dirigí a la oficina de Henry y por allá a lo lejos escuche otra voz familiar llamando mi nombre
 -              Víctor!
 Y me preguntó que como estaba en medio de un abrazo fuerte, ella había empezado hacia unos meses y me toco a mi enseñarle donde estaba cada cosa en la oficina, los nombres, lugares cercanos para comer, nunca hemos entablado conversación fuera del entorno laboral, pero parecía muy feliz de verme, preguntó que cómo estaba, que cómo me había ido, que en qué andaba y yo trataba de responder con una sonrisa y un “bien, bien, todo bien” a cada una de sus preguntas que incrementaban exponencialmente mi propia duda de estar en el lugar correcto, hasta que se me ocurrió preguntarle…
 -              Vicky, ¿hace cuánto que no nos vemos?
 El frio que recorrió mi espina encontró un aliado en la vibración del celular en mi pecho y aquel número desconocido
 -              Cómo… ¿3 años? Más o menos.
 Me aleje de ella con la excusa de tener que atender la llamada entrante y la promesa de pasar a verla antes de irme, deslice el circulo en la pantalla hacia el icono verde y escuche un apresurado
 -              ¡No vayas a colgar!
 Era una ella, ¿quién eres? Fue la pregunta más apropiada pero nuevamente el dolor punzante en mi hombro fue alborotado por una palmada de saludo, esta vez me doblé del dolor y escuché a Henry nuevamente disculparse
-              ¡Coño marico es que se me olvida!
 -              Tranquilo – diciéndole también a la mujer al otro lado del teléfono que no iba a colgar, que me esperara un momento
 -              ¿Todo bien? - Cuestiono Vicky con mas preocupación que duda
 -              Si, dame chance y voy al baño a ver qué es lo que tengo en el hombro que me duele tanto, ya vengo
 Frente al espejo prístino de aquel baño con luces automáticas y lavamanos con sensores de movimiento, pude ver los vasos rotos que el colirio no pudo disimular en mis ojos, enjuagué mis manos hasta que estuvieran lo suficientemente frías para pasarlas por el rostro y cuello secándolas con el pañuelo amarillo antes de recoger el teléfono a un lado del lavamanos y continuar con la conversación
 -              Aquí estoy
 Dijo mi nombre completo seguido de la dirección exacta de mi apartamento, describió mi cabello castaño hasta el último detalle del corte barato, el marrón de mis ojos con una precisión pantone y mis comidas favoritas dependiendo del humor y la ocasión. Yo iba quitándome el saco y aflojando la corbata hasta notar una forma diminuta de X en puntillismo que había penetrado la tela de mi camisa blanca. Desabroché suficientes botones para poder llegar a distinguir claramente una serie de diminutos puntos equidistantes en mi espalda cruzados con una X, todos menos uno. Con el pañuelo húmedo limpié la sangre del penúltimo que estaba tan fresco, hinchado y mal curado que no pudo haber tenido más de 24 horas en mi piel, solté un quejido de dolor inesperado y ella al otro lado del teléfono se detuvo.
 -              ¿Paso algo?
 -              Tengo… algo en la espalda
 -   Los tatuajes – respondió ella sin dudar un segundo. Sin perder detalles en como tenía tanta información sobre mi le pregunte cuales eran sus intenciones
 -              Hoy no sabes quién soy, pero ayer lo sabias, y tienes que venir porque necesito que seas quien eras ayer
 El silencio era la única respuesta aceptable en ese momento y ella seguía insistiendo, llamándome por mi nombre, mi nombre que sonaba tan extraño en esa voz que no había escuchado jamás y al darle mi mejor discurso de “no sé quién eres o que quieres, pero si me vuelves a llamar voy a llamar a la policía” ella interrumpió para decirme
 -              Tus diarios, los tengo todos
 -              ¿Cuáles diarios?
 -              Los que has estado llevando durante los últimos 3 años – respondió cortante y segura – no tienes que creerme a mi Víctor, pero puedes creerte a ti mismo
 Salí corriendo del baño y hacia la puerta, el vestíbulo, la calle, el metro, mi casa. No supe si le conteste a Henry su comentario de “que no vuelvan a pasar 3 años…” y le escribí a Vero un mensaje de “dónde estás?” seguido de otro preguntándole si había recibido alguna llamada extraña el día de hoy. Subí a revisar mi caja de diarios pasados, todos estaban allí, semana a semana, mes a mes, año a año, mis rutinas, mis canciones descubiertas, mis metas logradas y las que fueron dando paso a cosas que requerían menos esfuerzo y compromiso, la pantalla de mi teléfono aun brillaba con el “Número desconocido, 15 llamadas perdidas” y en la numero 16 conteste
 -              Todos están aquí, mis diarios, no falta ninguno
A lo que ella respondió con un simple y lapidario
 -              Revisa las fechas – y colgó
 Estaban ahí todos, 2010, 12 meses, 2011, 12 meses, 2012, 2013, 2014, 15, 16 y 2017 con sus 7 meses hasta el presente que es el octavo, no falta uno solo, agosto 2017 leí en la portada del que estaba usando en ese momento, comprar harina de trigo y transferirle a papá, no hay error, yo no cometo errores, para eso son los diarios.
 Tomé nuevamente el teléfono para llamar a aquella mujer y poner en evidencia su error cuando en la pantalla de bloqueo pude leer la fecha y la hora de hoy, 10:45am, martes 7 de abril, 2020.
 Mi estómago se hizo un nudo que se deshizo al instante en un líquido frio y denso que congeló todo rastro viscoso de lava hasta la planta de mis pies, 3 años, 2017 al 2020, 3 años, debe ser un error, pero al encender la computadora me lo confirmó, intente llamar a Verónica, pero en el momento volvió a brillar mi pantalla con aquel “número desconocido”, que comenzó a recitar:
Agosto 2017, Quiero tomar toda esa amalgama de pensamientos que me invaden y exteriorizarlos.
 Y continuó:
 Entrenamos nuestras mentes para perdonar, para aceptar, para olvidar. Pero yo, yo no tengo nada que olvidar, que perdonar, pero si mucho que aceptar, he estado vigilado desde siempre, padres, maestros, jefes, cuya autoridad me ha mantenido caminando por esta línea recta de moralidad, la estabilidad y la normalidad. A tal punto que cuando ellos no están me vigilo yo mismo con sus propios métodos, sin voz ni decisión sobre mi propia vida ni mis propios actos, tomando cualquier oportunidad por insignificante que sea para darme una pequeña dosis de lo que podría ser. Pero de ahora en adelante, lo que podría ser, ¡será!
 Y concluyó diciendo:
 -              ¿Suena a algo que escribirías tú?
 Inmediatamente partí a la dirección que me había dado, me tomó poco más de hora y media encontrar el lugar y otra hora y media antes de armarme de valor para entrar en aquel edificio que albergaba el apartamento 11-B con vista al oeste.
 Cuando abrió la puerta me sorprendió su fragilidad, no más de 26 años, delgada, cabello recogido, en shorts y franela de pijama. Entré en silencio asegurándome de no ver alguna sombra extraña o escuchar algún sonido que indicara la presencia de un tercero, ella cerró la puerta detrás de mi sonriendo “no hay nadie” dijo mientras leía mis pensamientos como si hubiese entrado en un lugar familiar para ella. Se presentó como Adriana, aunque sospeche que no era su nombre verdadero, me ofreció café a lo que me negué pidiéndole de inmediato que me mostrara los diarios si no era problema, apuntó a un pasillo a la derecha que conducía a uno más breve que se bifurcaba en dos cuartos, uno usado como habitación y el otro como estudio.
 Entré en el estudio y me acerqué a una caja endeble llena páginas y páginas en orden de días, meses y años, a veces incluso horas, páginas y páginas enteras de narrativa intensa que detallaba desde el color de ojos hasta las medias de personas que nunca había conocido, la lectura de labios de conversaciones que nunca había tenido y canciones para armar playlists sugerentes que me hicieran entrar en el humor y la conciencia de aquellos personajes.
 Encontré de mi puño y letra palabras que destilaban sangre y una crueldad sin límites. Mientras ella me explicaba, yo estaba maravillado con aquel sistema que aún no entendía, pero mi naturaleza de hábitos sentía orgasmos al ver las calificaciones de 0 a 5 estrellitas debajo de cada nombre inédito en la portada, “Sancho” se leía en uno, 3 estrellas, “Homero” en otro, 2 estrellas. Adriana me explico que la calificación era dictada por el nivel de dificultad y disfrute del proyecto, 1 estrella era una experiencia vacía y demasiado fácil, 5 estrellas eran ideales, pero según ella solo lo logramos una vez. todos estaban identificados por numero en la parte de atrás, encontré niveles de sadismo y tortura que devengaban en una corriente de éxtasis catártico al centro mismo de mi sexo, y entonces, ella.
 Ella que venía a limpiar el desastre, ella que venía a degustar en donde fuera y en cualquier entonces aquel torrente de excitación enfermiza que deslizaba en su lengua despertando cada una de las papilas gustativas de su morbo, ella con sus ojos inmensos que hiperventilaba y sufría taquicardias de gusto al ver como yo terminaba una vida tras otra después de que su encanto de sirena en tierra las atraía, ella que disfrutaba saber que yo era capaz de hacerle esas cosas a cualquier persona, incluyéndola, ella que me pedía que la ahorcara como en el diario de septiembre del 2018 que tenía una calificación de 4 estrellas, ella que me pedía que me riera mientras la dejaba amarrada a la cama, llorando, cubierta de mi saliva y su sangre, supurando en hematomas y quemaduras de cigarrillo como en mayo del 2019 con calificación de 3 estrellas, ella que me pedía que le pusiera el cuchillo entre las piernas y la dejara sentir el filo rozando su piel como en febrero del 2018, ella que quería vivir en la incertidumbre de si la muerte le permitiría renacer una vez más entre mis brazos.
 Era yo en todas y cada una de esas líneas, ese yo que finalmente podía leer sus propias vísceras para complacerlas en cada capricho, era yo en cada página, y me perdí tanto en la lectura que devore casi la mitad de los diarios en la caja antes de poder reaccionar y hacer una cuenta mental, hay solo 19, dijiste que eran 3 años, 3 años son 36 meses, y ella me contesto que en total habían 28, de esos 28 solo 27 estaban terminados, pero que las condiciones nunca fueron ideales para el numero 28, por eso a tu ultimo puntito en la espalda le falta la X
 -              ¿Pero y donde están los demás? ¿Dónde está el numero 1? – sentía ese aventón enérgico mezclado con el vapor acumulándose en la parte de atrás de mi garganta
 -       ��      Vienen en camino
 Me quiero quedar con ellos, todos y cada uno de ellos, los quiero, son míos, y quiero el número 1, quiero saber cuál fue esa experiencia de 5 estrellas que nunca pude repetir con nadie más, Adriana no puso objeción alguna, pero si una condición, yo tenía que convencer al hombre que venía en camino de dármelos, pues él los quería también.
 En lo que a mi concernía todo aquello era ficción, pura ficción, yo no soy capaz de esas cosas, no tengo en mi la falta de humanidad para arrancarle la yugular a un hombre de un tajo con mis dientes solo porque el azar lo puso ese mes frente a Adriana y este cometió el pecado mortal de devolverle una sonrisa, yo no soy esta persona descrita en los 19 diarios. Pero ella insista que sí con una sonrisa de calma y me invito a seguir leyendo mientras iba a preparar café.
 -              Pero ¿cómo es que no recuerdo nada de esto?
 -              Para eso son los diarios, escribes para recordar, si no los tienes no recuerdas
 Fue entonces cuando sonó el timbre, Adriana responde a la puerta y escucho un intercambio de voces que se fueron intensificando y fluctuaban entre una conversación íntima y una discusión de la que no quieres que tus vecinos se enteren. Entre la duda de si debía salir o esperar algún tipo de señal me volví a desaparecer en la lectura de aquellos códigos, un signo para tareas pendientes, otro para tareas no completadas, había formas de conectar eventos con un simple trazo, debí estar realmente inspirado para lograr semejante simplicidad, entonces la discusión dominada por el hombre llamado Cristian empezó a ser más evidente, al igual que sus razones, él estaba fraguando un chantaje por los diarios, y Adriana no se los iba a dar, todos queríamos aquel material, el para explotarlo, ella para fantasear y yo para conocer de lo que soy capaz, traté de absorber cada línea disponible a mis ojos antes de que la inminente acción se hiciera obligatoria, y tuve que estar de acuerdo con aquella voz que se colaba por los espacios voyeristas entre el marco y la puerta cuando dijo “no sé cómo eres capaz de semejantes cosas y además de protegerlas como si fueran sagradas”.
 Adriana trataba de distraerlo negociando, la mitad para ti y la mitad para mí, 24 y 24, pero Cristian no aceptaba, era todo o la policía, y pude escuchar a Adriana cuando le dijo en voz fuerte y clara “¡Ay está bien Coño! ¡Llévatelos todos! Están aquí en el estudio, ven”
 Y entendí su plan, como siempre, ella los atrae, yo… me encargo de lo demás
 El dolor de cabeza había desaparecido por completo, mis ojos podían detallar un cabello a 20 kilómetros, sentía cada paso que daban en mi dirección y la compresión y expansión de sus pulmones inhalando y exhalando lo que él no sabía eran sus últimas bocanadas de aire.
 Lleve mi mano al bolsillo izquierdo del pantalón y le quite la tapa al bolígrafo, la boca de mi estómago se había abierto hambrienta y salivaba tanto que tuve que usar la manga de mi camisa para limpiarme la barbilla, podía sentir la sangre hirviendo desde la planta de mis pies llenando de un vapor que escapaba de mi cuerpo a una velocidad inmedible por cada uno de mis poros. Pasó solo un segundo desde que la mano de Adriana giro el pomo en la puerta hasta que mi bolígrafo azul estuvo clavado a la derecha de la tráquea de Cristian, que sacaba la lengua y abría sus ojos hasta que se desorbitaron de sus cuencas, que giraba sobre su propio eje tratando de coordinar sus manos para quitar aquel objeto que era mi emisario para robarle la vida. Mi espalda estaba contra el muro y la duda desapareció de mí, puse mi mano en su frente mientras Adriana expectante mordía sus labios y lengua exhalando como un toro sobre estimulado antes de la faena, lo lleve contra el muro y ante su intento de pelear solo tuve que esquivar sus manos torpes, retire el bolígrafo de un tirón y volví a insertarlo del otro lado de su tráquea, los orificios excitados por el aire apresurado tratando de llegar a ninguna parte expedían chorros de sangre que se achicaban y se agrandaban como el espectáculo de una fuente, boqueaba y sentí su temperatura cambiando en la palma de mi mano, sus labios transitaron del blanco al morado y sus ojos se perdieron en algún lugar detrás de su cabeza, lo deje caer y mientras su cuerpo inerte se derramaba a mis pies. Le die a Adriana
 -              los quiero todos
 -              te hago la última X si me dejas el 28 –respondió- yo puedo terminar de escribirlo
 Al llegar a mi apartamento, sin terminar de limpiarme de lo que había sucedido un par de horas antes y temiendo que la mañana se vuelva a robar mis recuerdos, saque los 27 tomos y los tiré sobre la cama buscando desesperadamente primero, di vuelta a cada uno para buscar el número que los identificaba hasta que, al fin, allí estaba, aquella descripción que mi cuerpo ansiaba, salte directamente a la última página para leer:
 No pensé que fuera tan sencillo, escribirle después de 7 meses para pedirle que habláramos con aquel cliché de que teníamos que cerrar ese ciclo definitivamente. Llegó a mi apartamento y entro a la habitación, Vero esperaba detrás de la puerta…
 Cerré el diario inmediatamente y escrito en bolígrafo azul sobre un desgastado cartón amarillo, en mi puño y letra, y con calificación de 5 estrellas, estaba aquel nombre que había resumido simplemente a la palabra “Amor”.
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yannemoore · 6 years ago
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Tropiezos en New York.
Es la primera vez que comparto mis escritos en algún lugar. Espero que lo disfruten. Es largo y voy a tratar de ir subiendo los capítulos siguientes lo antes posible.
CAPITULO 1
El ensordecedor sonido de la primera alarma de las 5 am me despertó como si un trueno me hubiera alcanzado en un sueño. Era viernes, por fin, la semana llegaba a su fin y podía tomarme el fin de semana para descansar un poco. Sacar la cabeza de esa oficina, de los títulos, de sonreír como si tuviera parálisis facial y de todo lo que pasaba en el mundo, era en lo único que podía pensar los viernes por la mañana.
Me levante de la cama instantáneamente de un salto, era mi truco para que la gravedad no me aprese y llegue a tiempo al trabajo. Ya me había quedado dormida varias veces y mi error fue pensar que mis jefes neoyorquinos serían como mis anteriores porteños. Error, me llamaron al despacho del jefe y me dijeron que como “recién llegada”, llegar tarde, no era una idea que podía siquiera pasárseme por la cabeza. Bueno, se imaginaran las maravillas que tuve que hacer para dejar de ser prisionera de mi pereza argentina.
Me dirigí al baño y tome una ducha tibia de 10 minutos, me lo podía permitir, tenía que estar en el canal a las 8:30. Como era habitual, encendí el televisor y tomé mi computadora para hacer mis búsquedas diarias. Encendí la cafetera y me senté con la bata de baño aún puesta frente al televisor. Tecleé un par de palabras claves para seguirle el hilo a algunas noticias importantes mientras bebía mi café. Es gracioso como a veces creemos que odiamos algo cuando en realidad estamos en nuestra zona de confort. Mi trabajo era lo más importante para mí, de esa forma, no tenía por qué preocuparme de los detalles de mi vida personal.
Cuando terminé de ponerme al día con lo que estaba pasando en el mundo y de alguno que otro dato de color para aliviar las malas noticias a la audiencia, comencé a alistarme. Me quité el tallón de la cabeza, peine mi cabello cuidadosamente, debido al estrés diario+ y a las pocas horas de sueño, perdía mucho a diario. Tomé el secador y deje el viento cálido golpeé contra mi cuello, mi cara y mi melena. Cuando quedó completamente seco, seguí con el maquillaje. Diariamente me lo hacía yo misma, no es que tuviera nada personal en contra de las maquilladoras del canal, simplemente conocía mi cara mejor que nadie y sabía qué era lo que me sentaba bien y qué no.
Desde el baño pude escuchar que mi teléfono sonaba, eran las 6:00 am y sólo una persona podía llamarme a esa hora. Era mi amiga Laura, nos habíamos conocido hace dos años, cuando apenas había llegado a New York. Era una chica realmente simpática, de ese tipo de personas que resplandecen al entrar en un lugar, la auténtica alma de la fiesta. Laura era modelo y escribía para una revista digital sobre moda y como toda modelo en New York, tenía una agenda muy social. El hecho de que ambas mantengamos una amistad tan unida se debía a que a ella era muy respetuosa con mí tiempo. Ambas trabajamos mucho pero teníamos ideas de descanso muy distintas. Laura amaba salir de fiesta o a un after office después de un arduo día de trabajo, mientras yo, por otra parte, necesitaba ir a casa, darme un baño, ver alguna serie o película y morir en la cama. Después de muchos de sus intentos por sacarme de mi casa llegamos a un acuerdo. El trato era que las noches de los viernes debía acceder a hacer cualquier cosa que ella proponga.
“Tengo que sacarte de esta cueva “J” o tus niveles de palidez cambiaran de zombi a trasparencia inhumana. Además, muchas películas románticas no hacen bien al bienestar mental y menos cuando no haces ni un mínimo esfuerzo por salir de este departamento y conocer gente.”
Sus argumentos me parecieron válidos, llevaba una vida muy recluida pero, a fin de cuentas, estaba cómoda. ¿Lo estaba? Bueno, eso era lo que yo creía. Con el correr de las noches de viernes fui sintiéndome más y más cómoda con la idea de salir a tomar un poco de aire. Además encontré una razón para la cual vestir toda esa ropa que compraba tan desesperadamente por Internet y luego terminaba en la parte alta de mi armario totalmente fuera de mi vista.
- “¿Estas despierta?”
_ “No, Jane está dormida, soy su gemela malvada. ¿Con quién tengo el placer de hablar?”
- Alguien no durmió lo suficiente por lo visto. Te llamo para saber si ya conseguiste tu disfraz para la fiesta de hoy. Lo hiciste ¿no?
Mierda, me había olvidado completamente del plan de Laura para esta noche. Íbamos a ir a una fiesta en el Hotel Plaza con temática de los 80´s y según Laura, la gente más interesante y poderosa de New York asistiría. No podía solamente ir sin disfraz, iba a parecer taciturna y mala onda. Además quería esforzarme en mi disfraz, amaba la temática, “80´s Fiebre” decía la tarjeta. Sólo eso fue necesario para que comience a buscar opciones de disfraz un mes antes. Pero como mi vida era un torbellino de eventos desafortunados y lagunas mentales, me olvidé por completo del disfraz y a última hora. “Muy bien Jane, siempre triunfando”.
_ “Emmmm, sí. Ya lo tengo. Sólo tengo que pasar por el salón antes de ir a tu departamento. Este cabello necesita acción… realmente, lo tengo a la miseria”.
- “Ok, pero no tarde tanto. Tenemos que llegar temprano para encontrar un buen lugar cerca del bar y dar una entrada impactante”.
Podía imaginar a Laura mirando a lo lejos y luego darle un guiño al espejo mientras que pronunciaba esa frase.
_ HA HA HA. Muy bien niña impacto, estaré en tu departamento para las 22.
- Geniaaaaaaaaal. Te amo a pesar de que me digas esas cosas. Hoy es nuestra noche amiga, te quiero igual a Cindy Crawdford.
_ Espero no defraudarte, yo también. Nos vemos. La esclavitud del capitalismo me espera.
- Chauuuuu.
Ok, no tengo por qué entrar en pánico. Hay una tienda de artículos vintage a dos calles de mi departamento. Sólo tengo que salir del trabajo, pasar por ahí, encontrar algo “impactante”, volver a casa, alistarme, ir al salón y luego ir al departamento de Laura. Todo en dos horas y media. Dios, mantén la calma, respira, después de todo. ¿Quién dijo que la vida de las veinteañeras económicamente independientes, con trabajos consumidores de vida y amigas inusualmente entusiastas sería fácil?
Volví al baño, terminé mi maquillaje y corrí a vestirme con lo más presentablemente cómodo que encontré en el closet. Busqué un abrigo, eran finales de octubre pero la llegada del invierno se sentía en el viento mañanero camino al trabajo. Ésta era una de las actividades que más me gustaban de mi vida en la gran manzana. Caminar mientras que con la vista recorría el escenario a mí alrededor. La mismísima vida me rodeada desde las primeras horas de la mañana. Ese murmullo que se mezcla con las bocinas de los autos y las pisadas de miles de personas sobre el concreto. Dios, eso era vida. Este día en particular, no pude disfrutar de mi ritual como habitualmente hacía. Había algo que me tenía inquieta, algo un poco desconocido, raro en mí. Seguro tiene que ver con la sopa que comí ayer en la noche, sabía que estaba vencida, o quizá son los nervios respecto a las dos maratones que me esperaban. La laboral y la que más me desconcertaba, la social.
Llegué al trabajo y todo se desenvolvía de forma natural. Todo el mundo ocupando su puesto, corriendo de un lado a otro alistando todo para salir al aire. Yo, como productora, me dirigí a la sala de producción y ultimé detalles respecto a algunos contenidos que teníamos que retocar antes de salir en cámara. Todo iba bien hasta que Victor vino con una noticia que me retorció el estómago, como si no fuera suficiente el nudo que ya estaba ahí. Nuestra conductora, Amber Silla, no pudo llegar a trabajar debido a un inconveniente referido a una inyección de colágeno que salió mal.
_ “Victor, le dije que ya no podíamos soportar su falta de profesionalismo y que el colágeno no le hacía falta”.
- Jane, ya sé. Pero insiste en que la perdones por hoy pero no puede salir así en cámara. “De ninguna forma, antes muerta y desempleada” y estoy citándola.
_ “¿Tan mal está?”
Victor me mostró una selfie que Amber le había enviado para que creamos en su excusa. Por el Dios de las cirugías estéticas mal hechas, eso sí que estaba horrible. Traté de ocultar mi cara de horror y dije:
_ Dile que voy a hablar con Mark para que solucionen esta situación. Que lo lamento pero no puedo seguir saliendo al aire y conducir un noticiero matutino mientras lo produzco. Que decida si quiere o no este trabajo. Estoy segura de que muchas periodistas matarían por ocupar su lugar.
- Hablando de eso ¿por qué no tomas tu su trabajo? Digo, eres inteligente, linda y muy responsable con tu trabajo. Además la química entre Alexander y vos se puede ver desde la Luna.
_ Gracias Victor, pero estar frente a la cámara no es realmente lo mío. Lo hago porque los de arriba creyeron que era una buena idea meter a una modelo de ropa interior a trabajar como conductora de un programa matutino. Y Amber piensa que la palabra responsabilidad es hebrea.
- ¿Ves? Sos graciosa, serías mil veces mejor que Amber. Además, que quede en nosotros, aquí todos piensan que sos mucho más hermosa que Amber, incluso el mismísimo Alexander.
No pude evitar ruborizarme con la idea de que Alexander creyera que era más linda que Amber. No me mal entiendan, no tengo nada en contra de Amber, salvo el hecho de que soy una persona muy perfeccionista a la que le gusta la organización en el trabajo y ella no entiende qué viene a hacer a este establecimiento.
Quede mirando a un punto fijo como tonta mientras que Victor me miraba expectante, como esperando algo hasta que me di cuenta y dije:
_ “Gracias Victor, en serio, pero tenemos un programa que iniciar y ni siquiera estoy lista. Habla con todos y diles sobre los cambios de planes, iré al camarín y me pondré decente para salir en cámara. Te quiero al pie del cañón ahí atrás, por favor”.
- No te preocupes, ni siquiera tienes que pedirlo. Corre!
Así como terminé de hablar con Victor, corrí al camarín para que las chicas se hagan cargo de mi cadavérico semblante y me elijan algo del repertorio de Amber que no me haga parecer un fenómeno de circo. Dato curioso para ustedes. ¿Sabían que el maquillaje en televisión es super exagerado? Esto se debe a que las luces del estudio te hacen ver más muerto de lo normal si no tienes una buena capa de maquillaje encima.
Salí del camarín y corrí al piso donde me esperaba mi apuesto compañero del día de hoy y de muchos otros. Esto sucedía cada vez que Amber tenía uno de sus “días” como acostumbrábamos decirle. En otras palabras, cuando se escapaba de la ciudad para ir a pasar la semana con algún modelo italiano a quién conocía en su otro trabajo.
Pasemos a Alexander, Dios sabe lo mucho que fantaseé con el cuándo apenas comencé a trabajar en el canal. Era un hombre de 30 y pico. Muy juvenil, sin dejar de ser respetuoso y serio con su trabajo. Trabajar con él era un verdadero placer debido a su predisposición con la producción, es decir, conmigo. Pero a pesar de todas esas veces en las que insinuaba interés en almorzar conmigo o en ir por una cerveza después del trabajo, había algo en mi cabeza neurótica que me decía que estaba mal. Además, él y Amber habían tenido algo que terminó mal, y con mal me refiero a MUY mal. Ella casi lo abofetea en cámara. Ese día casi terminé en emergencias por pre infarto y porque durante el corte después de LA ESCENA, ella comenzó a arrojarle cosas y yo traté de intervenir. Lección: nunca intenten detener a una mujer decidida. “Sin querer”, terminé con un ojo morado que se debió a un codazo de Amber mal direccionado a mi cara. Pero eso era historia antigua, ya no me interesaba Alexander. ��No?
Llegué al piso y ahí estaba él, vestido de traje gris con una corbata bordó y camisa blanca. Su cabello peinado hacia atrás y sus ojos centellantes más azules que nunca. Cuando se percató de mi llegada, dirigió una traviesa mirada hacia mí y dijo:
- Miren qué traen los 17 grados de sensación térmica. Pensé que Amber venía hoy. ¿Cómo estás?
_ Agradece al Dr. Melton y a su ineficaz inyección de colágeno. Bien, algo acelerada. Debe ser porque se termina la semana.
Dije mientras tomaba el lugar a su izquierda y me sentaba para que me coloquen el micrófono.
- Me enteré de que irás a la fiesta en el Plaza. Es algo por lo que estar ansiosa o “acelerada”, como le dices tú.
¿Qué? ¿Cómo supo que iba a estar ahí? Ogh, Laura. ¿No puede cerrar la boca y dejar de insistir con que salga con Alexander? Claramente, los hecho indican que no. Lo miré con expresión de sorpresa y dije:
_ Sí, de hecho es nuestro plan de viernes. Va a estar muy buena. La temática es la fiebre de los 80´s.
- “Sí, lo escuché. Voy a ir con algunos amigos y espero que aceptes bailar “Take my breath away” conmigo”. Hizo una pausa y luego concluyó “Espero que lo de la fiebre sea solo una expresión porque espero verte el lunes a mi lado nuevamente”.
Quedé petrificada. ¿Qué acaba de decir? No lo puedo creer, el mismísimo Alexander O´Connor, de quién estuve profundamente obsesionada por casi un año y a quien le debo 3 de mis kilos de más, me invitó a bailar una de los lentos más icónicos de los 80´s con él. En ese momento una magnífica idea rozo mi mente, debía ir como Kelly McGillis en Top Gun. Sería patético y desesperado pero ¿qué más da? Valdría la pena por Alexander y como si el karma me premiara por todo lo bueno que hice en mi vida o mejor dicho, por todo lo malo que no hice, Victor me habló por el auricular alertándome que en 5 salíamos al aire. Miré a Alexander con una sonrisa y dije:
_ ¿Salvada por la campana? Nos vemos ahí.
3…2…1… AIRE!
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barbiie-man · 6 years ago
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EL DÍA QUE MÁS TUVE MIEDO
------------------------------------------------- Dejar ir y mantener vivo el recuerdo.
Por: Paulina Díaz.
El día que más tuve miedo, creo que ya ni siquiera lo recuerdo. Tenía tanto miedo que no podía ni pensar en lo que iba a suceder, en cómo reaccionar, cómo sentirme, incluso que hacer. ¿Qué hacer cuándo los latidos de su corazón han terminado?, ¿Cómo hacer que regrese a ti, si ya no hay nada que hacer? lo único que puedes hacer es esperar a que el servicio funerario haga su parte.
8 de abril de 2016, siendo aproximadamente las 7 a.m. me han dado la noticia más terrible de mi vida. Mi madre ha muerto. No hago más que voltear a verla y ver su mirada reflejada en mí. No puedo llorar, no puedo moverme, minutos después no hago más que levantarme de la cama y llamar a mi hermana de en medio para que pueda despedirse. Mi hermana mayor procede a lo mismo, yo no puedo decir nada, más que sentarme junto a ellas y comenzar a rezar.
Más tarde comienzan a llegar amigos y familiares, mismos que nos acompañan al velatorio. La llegada de muchas personas me ha sorprendido, personas que no conocía, familiares lejanos, conocidos que le tenían aprecio.
Los funerales no son para los muertos, son para los que quedamos vivos…
Ahí me encuentro, todos me abrazan, me siento perdida, no tengo fuerzas, no quiero ver a nadie, no quiero nada. A lo lejos solo logro ver su fotografía dibujando una enorme sonrisa, la fotografía que le tomé el día de su cumpleaños, el día que no paraba de sonreír fingiendo que todo estar��a bien, pensando en cómo tomarían todos cuando les dijera sobre su enfermedad.
No es nada fácil aceptar que quien te enseñó a caminar, andar en bicicleta y a sonreír a pesar de cualquier circunstancia, ya no estará más. Ya no escucharé su voz al despertar, no llegaré de la escuela y correré a besarla, no podré hacerla reír con alguna tontería.  Ya   no podre ver esos ojos verdes que me hacían sentir calma y es que, ya   no   está   más   aquí.
Siento miedo, por que me he quedado sola, porque, a pesar de tener a mis hermanas junto a mí, sé que ellas tienen a su familia y tienen mayores responsabilidades, sé que lo único que tenia en la vida se ha ido y no me quedará nada mas que seguir con mi vida, a pesar del dolor profundo que me invade, a pesar de la angustia de no saber como será comenzar de nuevo. Tengo miedo de esta nueva etapa de mi vida.
Comenzar de nuevo.
De camino al crematorio me manda la señal, algo que solo ella y yo conocíamos. La luna menguante, que para nosotras significaba volvernos a encontrar.
Volteé hacia la ventana, me sentía agotada, no había comido nada en 2 días, no había podido dormir, no sentía ganas de nada, solo quería desaparecer. Pero la vi, tan majestuosa, llena de vida. En ese momento sentí que flotaba, desaparecí por un instante y me sentí el ser más tranquilo.
Todo mi miedo y mi dolor desapareció, algo me hizo saber que ella estaba bien y ya no sentiría dolor alguno. Ella me dijo en un gesto tan maravilloso que todo continuaría y que no tenía que preocuparme por nada, porque estaría conmigo desde lo lejos cuidándome y amándome para siempre y sé que no es una despedida, por que tarde o temprano, llegará el día en que volveremos a vernos y volveremos a coincidir, y esta vez, para siempre.
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pollux6 · 2 years ago
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Memorias de un Rurouni
Expedición: Huallanca Objetivo: Extraer Muestras de suelos contaminados
Eran las 5 am. cuando desperté aún con dolor de cabeza en el cuarto de hotel del pueblo de Huallanca, me lavé la cara y me miré al espejo, las dos semanas de trabajo se reflejaban en mis ojeras. Me puse las botas de alpinismo y verifiqué el equipaje de montaña, eran apenas 8 kg. pero en una caminata larga el peso realmente fatiga. Bajé al comedor del hotel, saludé a todo el equipo, el jefe del equipo era japonés, tenía su intérprete. Recuerdo que el jefe me hizo una broma sobre lo mal que me habia puesto bloqueador, y yo con las pocas fuerzas que tenía le sonreí, terminamos de desayunar y salimos a la entrada del hotel. Nos esperaban 2 camionetas eramos 9 en total contando los choferes y operarios de muestreo. Del pueblo al punto base “A”, que era el lugar donde nos dejaba la camioneta, habían 3 horas. Pasabamos innumerables curvas para llegar. Cuando por fin llegabamos, haciamos el estiramiento de rutina para ponernos a caminar. Ese día, nos dividimos en dos grupos de 3 en expedición, y los 2 choferes y un ingeniero (de avanzada edad) de monitoreo en el punto base “A”, eran casi las 10am cuando partimos, sincronizamos relojes y comenzamos a subir.
La pendiente es realmente impactante, y los abismos de más de 80 metros. Yo estaba con una ingeniera y un operario, en un punto avanzamos tanto que la cantidad de muestras que teníamos nos impedía continuar. La ingeniera tomó una decisión muy arriesgada, separarnos... yo debía llegar al punto base A con el saco de muestras y ella me  daría el alcance. El operario de muestreo, quien era un señor que conocía la zona mejor que nosotros, me indicó que siga una dirección estipulada por la brújula N30°E. Haciendo caso a sus recomendaciones caminé por alrededor de 2 horas, cuando llegué a un abismo, efectivamente se veía el punto Base A, pero el abismo me impedía llegar a él. Estaba sólo y eran aproximadamente las 14:00. Sabía que mi equipo iba a salir por otro lado, era imposible que vayan por el camino que había seguido. En este punto tomé la decisión de lanzar los 20 kg. de roca lo más cerca al punto base A, y regresar por donde había llegado. La naturaleza estaba que me jugaba en contra comenzó a llover fuertemente, felizmente había llevado pantalones de lluvia, lo saqué de mi mochila y me cambié en una parte relativamente segura. Caminé por otras 2 horas, cuando recordé que una parte la habíamos pasado con equipo de montaña (que no tenía), es decir, con cuerdas y soportes por una estrecha saliente de unos 30cm. El tramo era corto felizmente, eran unos 30 metros, pero estaría a merced de los elementos frente a un abismo de al menos 120 metros. Los primeros 10 metros estuvieron relativamente sencillos, unos pasos más adelante casi resbalo, sucede que el musgo en la roca con la lluvia se hizo muy resbaladizo, en ese momento el cuerpo quiere acabar lo más rápido con la tarea peligrosa, recordé en mi formación, que perder la calma en un momento así te puede costar la vida, me quedé unos minutos al medio de este saliente, y me puse a pensar en mis familiares, amigos y en todo lo que había vivido en ese momento y me dije, no me puedo quedar aquí, esta vez teniendo en cuenta el musgo mojado, comencé a dar pasos lentos hacia el final del saliente. Logré pasar el saliente, sabía que después de eso, todo era una bajada segura, es donde tomé esta foto, sabía que lo había logrado. Cuando llegué en el punto base A, todos estaban preocupados, habían pasado 6 horas, que yo no las sentí. A mi jefa le amonestaron. Esta es una de mis tantas memorias.
Dudo mucho que alguien lea esto, pero que bien se siente finalmente compartirlo.
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todopasa87 · 7 years ago
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Bossa & People
La primera vez que
escuché Bossa & People
íbamos en el bondi
alejandonos del conurbano
para adentrarnos
a Capital.
Me pasaste los auriculares
terminó la canción
y la escuchamos de nuevo.
Compramos chipa
caminamos sin apuro
vimos la gente andar pisándose los talones
dormimos la siesta en la plaza
también durmiendo de
costado y entreabriendo los ojos
el asfalto parece una pared de espejo,
recree una escena de una película
una mariposa se paró
en tus zapatillas
(y en otro lado del mundo un tsunami se llevó todo puesto)
calma.
Después dejamos la Ciudad
nos tomamos el 8
volvió a sonar Bossa & People
miré la gente amontonada
y el paisaje del montón
te mire a vos
miré el paisaje
te mire a vos
nos reímos de algo que yo
entendí después de un tiempo
caí de la estratosfera
al centro de la tierra
al asiento del bondi entrando a General Paz
miré el lago de espejo
bordeando la ruta
y me imaginé una sucesión
de imágenes
yuxtapuestas unas con otras
era la banda sonora que encuadraba la escena.
El sol baja
los colores del cielo se degradan
desde los celestes naranjas violetas.
Hoy me tomé el 8
me bajé en Liniers
y me olvidé que ya no estabas.
Será este el caos que nos toca vivir?
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elisaenparis2018 · 7 years ago
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Diario de París: Semana 4
Lunes 11 de junio
Con toda calma y sin prisa me levanté, desayuné y me arreglé para salir, pues el día amaneció lloviendo un poco y aún no decidía exactamente a dónde iría. Tomé mis cosas, incluyendo el paraguas, porque aunque había dejado de llover ya que salí, no quería arriesgarme a que me agarrara la lluvia a medio paseo. Me bajé del metro en St. Michel, cerca de Notre Dame, porque quería buscar la famosa librería de Shakespeare and Company. La encontré fácilmente y entré a conocer este lugar tan mencionado entre los amantes de la literatura. Pues tenían toda la razón: es un lugar maravilloso y mágico, como sacado tal cual de un libro. Los estantes rebosan de libros de todos los géneros existentes, la mayor parte en inglés, pues la librería la abrió originalmente en 1922 la estadounidense Sylvia Beach. La librería original estaba en otra ubicación y cerró en 1941durante la ocupación nazi de París. En 1951, George Whitman abrió otra frente a Notre Dame, llamándola igual como tributo a la de Sylvia y por el 400 aniversario del nacimiento de William Shakespeare. La primera librería fue frecuentada por escritores célebres de la “Generación perdida”, como F. Scott Fitzgerald, James Joyce y Ernest Hemingway.
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La recorrí de arriba abajo, curioseando en todos sus recovecos y rincones de lectura, hasta que encontré un libro que llevaba muchos años queriendo tener y que era prácticamente imposible encontrar en México. No lo solté y casi de inmediato lo compré, saliendo muy feliz de la librería con mi libro en mano. En ese momento empezaba a llover, abrí mi paraguas y caminé hacia Le Marais, la zona de shopping de París. Hice algunas compras de artículos de belleza que necesitaba y merodeé en una tienda que tenía de todo, bonito y barato. Después caminé con todo y lluvia hacia el Pont des Arts que no conocía. Recorrí la calle de nuevo hasta llegar a una parada del camión que me deja en mi calle y después de unos minutos lo tomé.
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Había mucho tráfico y llegué a casa media hora más tarde, con hambre y con ganas de un kebab. Desafortunadamente, el restaurante de kebabs más cercano estaba cerrado, así que mejor volví a improvisar algo para la comida. Pasé la tarde trabajando, haciendo algo de limpieza y cocinando para la semana. Terminé el día leyendo y me fui a dormir satisfecha de haberme sentido más contenta hoy.
 Martes 12 de junio
Llovió toda la noche y seguía lloviendo en la mañana, así que salí bien cubierta y resguardada por mi paraguas. Llegué a tiempo al ICM y como no había llegado casi nadie más, de nuevo estuve un rato sin hacer nada. Casi una hora después llegó la directora y me explicó lo que había que hacer para digitalizar una colección de revistas de los años 50 que la Embajada de México en Francia publicó durante varios años. Pasé toda la jornada fotocopiando la revista y seleccionando los artículos que valía la pena digitalizar, haciendo una pausa para comer a medio día.
Camino a casa pasé a la panadería a comprar éclaires (pan dulce relleno y cubierto de chocolate o café) para la cena, porque en las tres semanas que llevo aquí todavía no había comido ninguno. La tarde seguía nublada y algo lluviosa para salir, así que la pasé adentro alternando entre relajación y trabajo en mi reporte.
 Miércoles 13 de junio
En el Instituto, de nuevo estuve toda la mañana fotocopiando y seleccionando artículos de las revistas; terminé con la espalda adolorida y muy hambrienta. Antes de llegar a casa, intenté encontrar un restaurante de kebabs para por fin comer uno, lo cual fue un éxito total. Volví al departamento a comer y descansar un rato antes de aprovechar la tarde para hacer un paseo. Hoy escogí ir al Musée du Quai Branly- Jacques Chirac, el cual no conocía. Tomé el metro y fue un largo camino, pues estaba hasta el otro lado de la ciudad.
Lo primero a lo que entré fue a una exposición sobre fantasmas e infiernos en Asia, cómo cada nación interpretaba los demonios y las apariciones fantasmales y las leyendas que hicieron en torno a ellas y cómo protegerse de ambos. Desde pinturas de Hokusai, películas de horror japonesas, el taoísmo en China y Japón, hasta reliquias de fetos tailandeses para protegerse de los fantasmas. Incluso había una sala en la que pusieron máquinas retro de videojuegos originales sobre fantasmas o demonios, como Pac-Man.
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Después subí a ver una muestra acerca de la historia de los exploradores y sus viajes por el mundo descubriendo nuevas civilizaciones. Estaba dirigida más a un público infantil, pero me gustó porque tenía mucho material de todo tipo, como libros, cuadernos de viaje, cartas, cómics, postales de colección, juguetes, etc. Finalmente, me aventé completa la colección de Oceanía, Asia, África y América del museo, que contiene piezas originales y excelentemente conservadas de las civilizaciones antiguas de cada región. Es bastante abrumadora porque hay muchísimo por ver y el recorrido es un poco atropellado, pues sí está separado por continentes pero hay un montón de vitrinas regadas por todos lados y pequeñas salas aparte para destacar ciertas piezas, entonces una no sabe por dónde empezar o hacia dónde seguir. No obstante, me encantó todo y terminé mi paseo llena de imágenes en mi cabeza de los vestuarios típicos, máscaras y artesanías de civilizaciones diversas.
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De vuelta en casa me preparé la comida de mañana, cené, me puse pijama y me dispuse a relajarme hasta el final del día porque acabé exhausta.
 Jueves 14 de junio
Ni para qué les cuento que de nuevo estuve todo el día fotocopiando las revistas, pues así estuvo hoy en el ICM. Conforme pasaban las horas se fue haciendo más y más tedioso el asunto, pero es para una causa importante: la conservación de un archivo histórico y de difusión cultural. Volví a casa en la tarde, pasando antes por algo para la cena y me dispuse a ir al cine a ver la de Ocean’s 8. Me está gustando mucho esto de ir al cine sola, además de que me ayuda a que pasen las horas cuando no quiero estar encerrada en el departamento porque me voy a sentir mal. Regresé a cenar y a hablar con familia y demás y a cerrar un día no muy eventual.
 Viernes 15 de junio
Hoy me aventé un doble paseo, para aprovechar el día y no quedarme encerrada demasiado tiempo. Primero fui al Château de Vincennes, una fortaleza cuya torre del homenaje terminó de hacer en 1370 Carlos V, para defender París de los invasores. El lugar está impresionante y maravillosamente bien conservado y señalizado para seguir las exposiciones sin necesidad de guía alguna. Conocí la Santa Capilla, con la campana original que sonaba en la torre del homenaje, una serie de vitrales en torno al Apocalipsis y una pequeña exposición sobre arquetipos femeninos y de mujeres criminales.
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Después recorrí de pies a cabeza la torre del homenaje, que incluía las torres de defensa y batalla, los aposentos del rey con su vestidor, estudio, tesorería y letrinas y las celdas donde encerraron después a los prisioneros que traicionaban a la patria. Adicionalmente, tenía una exposición sobre grafitis en el castillo y en general sobre el arte urbano, las marcas que los artistas o la gente dejaban en los lugares patrimoniales y cómo antaño no eran mal vistas como ahora.
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 En lo que eran los pabellones clásicos o residencias que mandó a construir después Ana de Austria, ahora está un centro de historia militar y  una biblioteca accesible sólo a quienes estén en el servicio militar. Ahí tenían una exposición sobre la aeronáutica en las guerras y otra con piezas de cerámica hechas por alumnos de alguna clase actual. Tenía pensado pasar el día, después del castillo, recorriendo el Bosque de Vincennes, que está atrás del castillo e incluye un hipódromo, un parque floral y un zoológico, pero en ese momento me sentí sola, cansada y vulnerable, así que mejor volví a casa para comer y decidir qué más hacer en la tarde.
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Después de comer fui a una exposición inmersiva sobre Gustav Klimt y toda su obra. En una sala enorme, se proyectó un espectáculo de videomapping con imágenes correspondientes a la carrera y cambios de estilo de Klimt a lo largo de su vida. Fue una experiencia maravillosa, acompañada de música bellísima e imágenes sobrecogedoras, las obras de Klimt cobraron vida frente a mis ojos. Después hubo una más corta sobre un artista austriaco llamado Hundertwasser, con un estilo que recordaba mucho a Klimt, también muy llamativo y colorido. La última fue una con temática más tecnológica, sobre la poesía de la inteligencia artificial.
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Finalmente volví a casa a relajarme después de un día de paseos y experiencias lindas. Todavía hay momentos en los que me siento muy sola y me gustaría estar compartiendo lo que descubro con alguien más, pero ya muy pronto viene Denisse, una vieja amiga, a quedarse conmigo unos días, y luego Mario por dos semanas. Viajar sola ha sido muy enriquecedor, pero también hay cosas nuevas que se disfrutan más compartiéndolas con alguien.
 Sábado 16 de junio
Soñé que estaba en casa con mi familia y, por supuesto, me desperté llorando. Por suerte, Mario estaba todavía despierto y me calmé hablando un rato con él en lo que me levantaba y él se dormía. Pensaba quedarme en la mañana lavando ropa y limpiando, pero todavía estaba muy sensible y necesitaba salir a distraerme, así que después de desayunar y arreglarme, fui al Musée de l’Orangerie. Este es un hermano del Orsay y primo del Louvre, por así decirlo, pues tiene una colección de los nenúfares de Monet y varias obras de otros impresionistas como Renoir, Cézanne, Gauguin y  Sisley, además de obras de Picasso en su época pre cubista, Marie Laurencin, André Derain, entre otros.
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En dos salas ovaladas, desde inicios del Siglo XX están expuestos unos lienzos enormes y curveados con una serie de ocho de los nenúfares de Claude Monet, la estrella del museo. Son realmente impresionantes y los colores y el ambiente de las salas generan una sensación relajante. Abajo tienen, junto con la colección de impresionistas y otros, una exposición temporal que compara las obras de Monet con el movimiento abstracto americano de Jackson Pollock, Mark Rothko, Willem de Kooning, Joan Mitchell y otros tantos. Nunca había visto un Pollock en persona y hoy pude ver dos de ellos, fue algo que pude tachar de mi lista, pues aunque no es mi favorito, es una figura importante en el mundo del arte como uno de los que más impacto causaron rompiendo estándares.
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Saliendo del museo volví a caminar por Jardin des Tuileries, pues el día estaba hermoso y con clima maravilloso. Me senté un momento en una banca para escuchar mensajes de mi mamá, y un señor se sentó al lado. Me preguntó la hora y se puso a decirme que estaba lindo el día y preguntándome qué hacía en París. Le contesté muy vagamente, me preguntó qué haría en la tarde y le dije que vería a un amigo (había quedado de tal vez ver a Gilberto). Me puse muy nerviosa y le dije que ya tenía que irme, me dijo que me lo había preguntado porque quería saber si quería ir con él a tomar algo pero le dije que no, gracias, y me fui. Arruinó un poco mi paseo por el parque porque intenté perderme entre la gente, paranoica de que me estuviera siguiendo, pero ya no volví a verlo.
Llegué a la otra entrada, frente al Louvre y luego crucé el parque de nuevo hasta el otro lado para tomar el metro a casa. De vuelta en casa comí y puse ropa a lava, pero la llevé a la lavandería a secarla porque ya no había sol para dejarla afuera. De pasada saqué copia de la llave del buzón que Brigitte me pidió. Justo antes de llegar al departamento me topé con una señora y sus hijos que paseaban a una corgi, me alegró mucho la tarde porque me fascinan esos perros y me saludó muy efusivamente. El resto de la tarde ya se la saben: leer, escribir, ver televisión en francés y dormir.
 Domingo 17 de junio
La mañana la dediqué a limpiar el departamento, que ya le hacía falta. Al mediodía fui a comprarme una chamarra más cubridora, porque no pensé que fuera a necesitar una, pero los días nublados o lluviosos han estado bastante fríos. En la tarde tenía una invitación para ir a ver el partido de México contra Alemania; no soy nada fan del fútbol, pero francamente no quería perderme la oportunidad de estar acompañada de paisanos en un día como este. No fue una mala idea, porque el ambiente estuvo muy agradable y animado, con personas muy entusiasmadas y familiares por ser mexicanos. Después del partido compramos unas cervezas y vino, bebimos un poco al lado de un canal y bailamos, pasamos un buen rato. Hoy fue el primer día en que no extrañé México porque me sentí como en casa acompañada de tanta gente apasionada por su país. El fútbol no será mi afición, pero admito que une a las personas cuando están lejos de su hogar.
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crosscountryrally · 4 years ago
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Comentarios de los pilotos chilenos después de durísima Etapa 5 del Dakar 2021
Los pilotos del Dakar esperaban una etapa muy dura en el camino desde Riyadh a Al Qasuimah y la quinta especial ha cumplido con las amenazas. Una primera sección con muchas piedras y de muy difícil navegación ha complicado a varios pilotos, entre ellos Pablo Quintanilla. El sanantonino ha cedido algunos minutos pero se mantiene con chances en 11° en la general. Su rival en las motos, Nacho Cornejo tuvo una jornada brillante abriendo ruta la mayor parte de la especial a un excelente ritmo lo que fue reconocido por los pilotos de punta. Cornejo terminó segundo y sube a tercero en la general. Otro que tuvo un brillante día fue Chaleco López, ganando su segunda etapa del Dakar 2021 y extendiendo de buena forma su liderato en la general.  
Ignacio Casale no se ha sentido muy cómodo en toda la especial, donde el recorrido lo ha desafiado y ha privilegiado terminar la etapa sin novedad. El chileno cede tiempo pero de todas maneras se mantiene sexto en la general de los camiones. Finalmente, Giovanni Enrico e Ítalo Pedemonte vivieron su etapa más complicada en los Quads, pero se mantienen dentro de los seis primeros de la general, aunque algo más lejos del primer puesto de Nico Cavigliasso.
Chaleco López (1° en vehículos ligeros, 1° en la general): “Fue una etapa compleja porque partimos con mucha roca y navegación. Pudimos apretar al principio, luego mantener un ritmo sólido y finalmente sacar ventaja en los últimos 50 kilómetros. Este viernes iremos por la última etapa antes del día de descanso, así que esperamos pasarla de mejor manera. Agradezco todo el apoyo de los chilenos que me han estado animando por las redes sociales ¡Grande, Chile!”
Ignacio Casale (8° en camiones, 6° en la general):  “Hay etapas y etapas, y la de hoy siendo súper sincero, no me gustó ni me acomodó en lo absoluto. Nunca nos sentimos cómodos, cometimos un error en la navegación que nos costó cerca de 9 minutos, y nunca me sentí seguro para acelerar a fondo, no logramos adaptarnos bien al camino en toda la etapa. Pero bueno, lo importante es que superamos la jornada de hoy, llegamos dentro de los 10 primeros y todo sirve para aprender y seguir creciendo, seguimos metidos en el grupo de avanzada dando la pelea, en una categoría que es sumamente competitiva y que no debemos olvidar que es nuestro primer año en ella, así que vamos excelente, cumpliendo las metas y objetivos, donde además el camión va perfecto, ni siquiera nos hemos tenido que bajar una vez en toda la competencia a reparar o cambiar algo”.
“Mañana será un nuevo día y estamos seguros será mucho mejor que el de hoy. Mantendremos nuestra estrategia de ir de menos a más, sin perder la cabeza y acelerando a fondo cuando sepamos y sintamos que es el momento de hacerlo, pero hasta el momento vamos perfecto y por lo mismo mantendremos la estrategia. Sabemos que nos enfrentaremos a bastante arena, tierra y muchas dunas, pero mañana es la última etapa antes del día de descanso, así que es un último esfuerzo, donde vamos a dar lo mejor de nosotros para luego descansar un poco”.
Pablo Quintanilla (10° en motos, 11° en la general): “Fue una especial muy difícil hoy, larga, agotadora y con una primera parte muy complicada en la navegación. En el km 40 íbamos por un plató con muchas pistas paralelas poco visibles, cometí un error, tomé un camino 200 metros antes del correcto y avancé 5 km y me di cuenta que iba por el rumbo equivocado”
“Intenté cortar por fuera de pista para intentar encontrar el rumbo correcto, pero este plató era todo blanco, con piedras del mismo camino y no pude encontrarlo. Me tuve que devolver mucho para retomar el camino bueno y perdí varios minutos”
“Queda mucha carrera por delante todavía, ni siquiera es tiempo de mirar la tabla general; dentro de todo lo que perdí, pude recuperar algo y no fue tan malo el día. Lo importante es mantener la calma, tener el ritmo y buscar soluciones para sacar las etapas difíciles”.
Nacho Cornejo (2° en Motos, 3° en la general):  “Esta quinta etapa ha sido muy larga y también muy dura. Ha habido un poco de todo: piedras, trialeras y zonas rápidas. Al inicio de la especial había una zona complicada donde muchos se perdieron, por suerte, yo la pude pasar bien con lo que gané mucho tiempo. He atrapado los pilotos de delante y he abierto pista durante 320km. Estoy muy contento con el resultado. No era lo que nos habíamos planteado como estrategia, pero he aprovechado la oportunidad. Esperamos seguir teniendo etapas solidas y luchar por los puestos delanteros.”
Giovanni Enrico (3° en Quads, 4° en la general):  “Día durísimo. Terminamos tercero en la etapa pero perdimos mucho tiempo en la general. Estaba muy compleja la navegación y perdí mucho tiempo encontrando un par de waypoints. Mañana será otro día y seguimos avanzando”
Imágenes: 1) Red Bull Content Pool 2) Twitter Ignacio Casale 3) Honda HRC 4) Prensa Husqvarna 5) Prensa Enrico Rally Team
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coloresfrios · 7 years ago
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reglas: ¡Contesta las preguntas que se te den, escribe 11 nuevas preguntas y etiqueta a otros para que respondan esas preguntas!
Me etiquetó: @creepywonderland-pony​​ (cariñitos para ustéh)
Lo hago en español porque mi inglés sirve solo para traducir, idk.
1) ¿Cuál es tu canción favorita y por qué? (Puede elegir 2 si es demasiado difícil elegir solo una)
Me costó decidir, pero estoy conforme con mi elección. (igual haré trampa, sorry not sorry) Principalmente escucho música chilena y canciones puntuales en inglés, ya sea antigua, de hace unos años o recién salidas del horno. Por eso la pelea de mi top uno estaba entre Violeta parra, Victor Jara y Manuel García (¡grande manolo!) pero mi favorita de todos los tiempos es “Run Run se fue pa’l norte”
¿Por qué?
Como todo ser viviente en este mundo (y supongo que en otros mundos igual btw) tuve parejas y esa canción define toda mi vida (tanto amorosa como en otros ámbitos.) Yo fui Run Run en algunos momentos, en otros fui la parra que espera en el sur. Recibí cartas vacías pero también las escribí; tomé el tren y al mismo tiempo me quedé. Es medio complicado expresar lo que me hace sentir esa canción en especifico, pero siempre termino rememorando algo que potencia la letra y me llega más profundo al cora.
La otra sería “Time in a bottle” de Jim Croce, no sé, algo en el ritmo, en la letra, quizás todo junto, pero me recuerdan a mi abuela que partió cuando yo tenía cinco años. En ese tiempo yo no cuestioné nada, simplemente la dejé marchar sin ni una lagrima en los ojos. Ella ya sufría mucho para que viera que yo igual lo hacía. “If i could make days last forever... If words could make wishes come true” es lo que más me marca ahora, 14 años después.
Mi carta trampa es “Potomiru Piñera” de Misamirú, why? se preguntarán, pero la verdadera pregunta es: Why not?      
2) Si tuvieras la capacidad de entrar al universo de alguna historia, ¿cuál elegirías y por qué? (Puedes escoger cualquier cosa: videojuegos, libros, comics, películas, etc)
De preferencia ninguno, creo que estoy bien en nuestro mundo no tan tranquilo. Pero igual me voy por el universo de The walking dead, tengo curiosidad de ver si sería capaz de sobrevivir o morir indignamente en los primeros días.
3) Dime, ¿cuáles son tus 3 cosas favoritas de ti?
sinceramente no tengo xD, pero gente que conozco me han dicho cosas positivas y que les gustan de mí, supongo que igual cuenta ya que en estas es doy la la razón.
1) Soy amable y me nace espontáneamente ayudar si veo a alguien con algún problema por la calle o algo. una vez una señora me apapachó como cinco minutos por recogerle el monedero con su pensión en el supermercado no saia naah que yo se lo había robao *jijibromi*
2) Soy tan neutral en los grupos de amigos que tengo, que siempre soy la mediadora cuando se pelean y volás así, y cuando se separan igual termino siendo amiga de todos xD
3) Soy cariñosa. Me gusta demostrar físicamente cuando le tengo afecto a la gente.
4)  Si pudieras pedir un deseo sin ningún límite, ¿cuál seria?
Tener tiempo.
5) ¿Qué harías si el apocalipsis zombie iniciara ahora mismo? ¿Cuál es tu plan?
lo primero sería hacerles un mini curso o introducción al mundo de los zombies a mis viejos, total necesito refuerzos para sobrevivir, y mi plan es llegar hasta donde viven mis abuelos, es un barrio con más plata por lo que habrán más recursos para robar cuando ya todos se aweonen y mueran ridículamente, viven cerca del cerro, donde hay conejos, zarzamora, y da hacia un lago si caminas por 30 minutos, además allá hay arboles frutales por las calles y vive gente en retiro de carabineros, armada, y militares, osea que hay armas.
6) ¿Cuál es tu época histórica favorita y por qué?
yo creo que es el proceso de conquista e independencia de Chile, porque fue simplemente la tormenta perfecta y con muchas coincidencias no tan coincidencias (?) es apasionante leer sobre ella, el como por el sur existía una guerra tan sangrienta y larga, el como se reconstruían los poblados que ahora son ciudades una y otra, y otra vez, el como en el centro la gente intentaba sobrevivir con lo poco y nada que existía, se las ingeniaron para lograr lo que hoy somos. y cuando ya habían logrado asentamientos no tan decentas incluso para la época...empiezan las disputas por la independencia.
7)  ¿Cuál sería tu vida futura ideal?
Trabajar en algo que me guste, tener una casa propia e intentar ser feliz con alguien y quizás con dos hijos y uno que otro cachupín por ahí.
8) ¿Tus 5 escritorxs favoritos de la vida, y por qué? (pueden ser tanto libros como fanfics)
Libros:
Jorge Baradit (puta que escribe bonito ese hueón)
Ray Bradbury
Julio cortazár
Gabriel García Márquez
Fanfics:
Erelbrile
9)  ¿Mejor recuerdo de 2017?
Fue un año que preferiría suprimir de mi vida, perdí gente, casi muero, puros problemas y estrés. Creo que el mejor recuerdo será hoy, en fin de año. Dicen que después de la tormenta viene la calma. ojalá sea así.
10)  ¿Tienes algún oc? Si es así, ¿te gustaría contarme un poco sobre ellos? Si no, cuéntame un poco sobre tu personaje favorito y por qué te gusta!
No tengo oc´s, y lo del personaje favorito es difícil...
Supongo que Allen Walker de D.Gray-man, es un chico maldito que entra a la orden oscura para ser exorcista, aunque por fuera parece la persona más amable y buena del mundo...por dentro es alguien lleno de traumas y con una vida dura. lo peor es que no para de sufrir, cada vez la vida (y la mangaka) se empeña por joderlo un poco más, ya sea física o psicologicamente. Pero el sigue adelante. Supongo que eso me gusta de él, esa fuerza que tiene para seguir en pie aunque todo indique lo contrario. Ahora lo gracioso (según yo) es que, de los 8 años que llevo leyendo el manga, aún no sé quien es, fue o será Allen Walker, literalmente tiene como 4 vidas (hasta el momento) y solo conocemos la actual ;u;  
11) Si pudieras ser una criatura mágica, ¿cuál escogerías ser y por qué? ¿Cómo lucirías?
Nunca lo había pensado... y no sé si cuente, pero me gustaría ser una bruja de Chiloé, y así ayudar a otros seres mágicos además ser parte de la tripulación del Caleuche y ayudar a las embarcaciones en problemas (y dicen que las fiestas en él son las mejores en toda la vida btw)
supongo que luciría igual que ahora.
Estaban bélicas las preguntas, pero entretenidas :D
se supone que tengo que etiquetar a otras personas...so; @surprise-madafacka​ @tothefuckwithme​ @samgett​ @http-opti​ @lololex​ @leochamposa​ @creepywonderland-pony​ (sorry xD)
11 preguntas
1) ¿Qué es lo primero que recuerdas en tu vida? (no importa la edad)
2) Mejor año que hayas tenido, explica a grandes rasgos el por qué
3) recomienda un libro y haz una reseña a tu gusto.
4) tienes la oportunidad de revivir un momento exacto de tu vida, ¿cual sería? explica.
5) cuenta algo que en algún momento dijiste que nunca harías pero al final lo terminaste haciendo.
6)¿Conoces el programa televisivo “31 Minutos”? si es así, ¿que personaje te identifica más y por qué?
7) genero musical que odies y otro que te guste.
8) ¿por qué te hiciste un Tumblr?
9) solo cuentas con 10 dolares como reserva monetaria, ¿como los invertirías?
10) festividad favorita, explica por qué
11) ¿te gusta tu vida actual? justifica.
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poliantum · 5 years ago
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25 Instantáneas de Romualdo Gallegos o Ven y calma mis angustias con un poco de amor/ Héctor Alvarado Díaz
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1. ¿Escribes hasta en el baño?
 Sí, escribo con frecuencia notas que según yo son parte de un proyecto. Sobre cualquier cosa que sea papel. Mi casa está llena de palabras.
 2. ¿Te la piensas mucho?
No tanto. Creo en la intuición, pero dejo que el texto madure. Las palabras son como la fruta, tienen un punto de madurez, puede ser que se queden verdes o que se pudran y se reintegran en el universo paralelo de las palabras perdidas.
 3. ¿Encuentras más satisfacción al escribir o al leer?
Leo en forma bastante caótica y tengo pésima memoria. Adicto al texto escrito, leo de todo y sin precaución. Somos lo que leemos y en lo que creemos. No puedo dejar de escribir y disfrutarlo. Me gusta lo que escribo.
 4. ¿Te has retirado de algo?
Me retiré del ruido, de fanatismos, de hablar sobre política, de las discusiones. Encuentro en el silencio un buen aliado.
 5 ¿Eres celoso?
No, los celos me dan risa, pero luego finjo que lo soy.
 6 ¿Has publicado lo suficiente?
Según yo, ya viejo, o sea ya, publicaré mis mejores libros. Estoy corrigiendo dos o tres libros que deben ser buenos. Los inicié hace más de diez años. Arribo a una madurez suave y sencilla.
 7. Cinco narradores/as esenciales.
Dostoyevsky, Kundera, Capote, Camus, Rulfo,Vargas Llosa,a golpe de mala memoria.
 8. ¿Nunca has querido ser mujer?
Soy mujer de closet. Soy madre, mis hermanas, mis amigas. Me identifico plenamente con todas las mujeres golpeadas, ofendidas y asesinadas en este país. Pero vestirme de mujer y salir a protestar con vestido, no lo creo.
 9. Tus cuentos ¿salen de la calle o de la imaginación?
Mis cuentos se construyen escuchando a las personas, observando las calles y leyendo los diarios. La imaginación hace su trabajo después que ya tengo la semilla o el primer ladrillo.
 10. ¿Te gustan las rancheras?
Escucho todas las canciones que puedo, desde rancheras hasta reguetón. La clásica, y lo pop, los Beatles, Rolling, Tin Tan; me gusta el tango y el rock en español. Sabina me parece un narrador extraordinario.
 11. ¿Te arrepientes muy seguido?
Sí, me arrepiento inmediatamente de las estupideces que digo y los errores que cometo. He buscado a personas a las que ofendí sólo para pedir disculpas. Esa persona me dice, yo ni me acuerdo, yo ni te conozco. En cuanto al arte de ofender, pretendí cometer el crimen perfecto, nada, dejé más evidencias que un elefante ciego y con pistola.
 12 ¿Sueles dar consejos?
Sí, doy consejos, pero nadie me cree. Hasta el gato se me queda mirando. Tengo un árbol de mandarinas a quien le hablo y le digo que se cuide. El árbol me escucha con atención lleno de mandarinas radiantes. El otro día me dijo: Yo doy mandarinas, no consejos.
 13 ¿Te han servido de algo los talleres?
Sólo tomé el taller de Jesús de León y cuando fui becario del Centro de Escritores que tú coordinaste. Agradezco tu asesoría y que nos hayas tomado en serio. De eso no me olvido.
 14 ¿Cómo comenzó todo?
Vendía periódico y lo leía. Mi padre leía novelas sobre la Segunda Guerra Mundial. De niño leí a Marx, no sé como. Historietas mexicanas y gringas. Las fábulas de Iriarte y toda la narrativa de hadas, creo. En la Normal, como estudiante, organizamos una huelga y pintamos muros. Tenía buen pulso y conocía trucos de rotulista, redacté las consignas en las mantas y me volví el dibujante del movimiento, y del dibujo al texto, sólo hay un paso. Eso de escribir poemas políticos en las bardas lo hice a los 16 años.
 15 ¿Aprendiste de tus alumnos?
Soy docente frente a grupo. Trabajo con niños inteligentes que siempre tienen una palabra ingeniosa para mí. Ellos se ríen de mí, y yo de ellos. Negociamos  con la risa y nos divertimos.    
 16 ¿Te rindes ante los elogios?
No puedo con los elogios. Hago como que no escuché. Ante la crítica. Afino el oído. No me defiendo ahí, voy a casa y me pongo a leer y pensar cómo perfeccionar este cuento que no gustó.
 17 ¿Qué sientes cuando tu libro sale de la imprenta?
Emoción, siempre me emociona terminar algo. Todos los libros nuevos me emocionan, hasta los míos.
 18 ¿Vas mucho al cine?
Veo todo el cine posible. Me aburren las explosiones, las naves espaciales y las balaceras. Sufro insomnio y veo películas hasta queda dormido.
 19 ¿Te has quedado sin palabras?
Al opinar de pronto me quedo mudo. Últimamente observando lo que sucede en el país, sí, me quedo sin palabras. Digo, esta vez ya llegamos al límite, y me vuelvo a quedar sin palabras.
 20 ¿Bailas o te vas de lado?
Cada año nuevo, ya en casa, sin que nadie me vea, bailo. Inventé un ritual que consiste en bailar frente al espejo. Me pongo a hablar con él de aquel lado del espejo y le digo las groserías mas culeras.   Sólo mi esposa sabe eso. Hace años me tocó compartir el cuarto de hotel con un compañero, estábamos en un congreso nacional de lectura. Hice el ritual y me olvidé que mi compañero estaba ahí y me escuchó. No volvió a saludarme.
 21 ¿Tienes muchos amigos?
Amigos del barrio bravo donde nací y viví infancia y adolescencia. Todavía voy y siempre me invitan una cerveza. Actualmente tengo una banda de locos que escuchamos música y bebemos una cerveza. La Banda de la Zarigüeya.
 22 ¿Has andado en líos de faldas (o pantalones)?
Cometí muchos errores y pagué.
 23 ¿A veces escribes bajo presión?
No me gusta escribir por encargo o bajo presión. Prefiero no hacerlo.
 24 ¿Te autocensuras?
No creo en la censura. Pero creo que soy autor del peor cuento que se ha escrito en la historia universal de los cuentos mal escritos. Soy autor de un libro publicado con más de doscientos errores. El editor pretendió ayudar y se colgó un rosario de erratas.
 25 ¿De dónde sacas tus títulos?
Me da un pavor eso de poner títulos. Podría escribir un libro con los títulos que imagino. Un libro de puros títulos, sin libro.
__________
Romualdo Gallegos. Pinos, Zacatecas, 1960.
 Maestro de Normal Básica. Licenciado en lengua y literatura Normal Superior del Estado. Licenciado en psicología Normal Superior del Estado. Maestría en lengua y literatura Posgrado y en Psicopedagogía
Ha publicado: Nostalgia por los marcianos (Crónica, 1992); Didácticos y pedagógicos (Poesía 1995); El Zorro, Mis Mundo y un vecino que no dijo su nombre (Cuento, 1996); El operador y otros relatos (2002); Cuentos cortos, escritores largos (2008); Informe gallina negra (Poesía urbana, 2010); El docente en su laberinto  (Ensayo, 2017), y Elefantes ciegos (Cuento, 2017).
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ignaciobenedetti · 5 years ago
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La noche que no sé si recuerdo
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Recuerdo la noche en la que supe de la muerte de Kurt Cobain. Habían pasado tres días desde que se quitó la vida. No sé si exista algo más duro que una muerte en silencio, sin nadie que nos haga sentir que seremos extrañados. Nadie debería experimentar, tan en carne propia, la crueldad del olvido.
Iba en el carro con mi padre. Mis calificaciones escolares estaban por el suelo y la reacción natural era castigar mi pereza. Mis padres, tan gentiles como siempre fueron, decidieron que la penalidad que debía cumplir estaría ligada con el bochorno: sería mi padre quién me llevara y me buscara a casa de una novia que tenía en aquellos tiempos. Para un adolescente de apenas diecisiete años, aquello era un atentado en contra de la imagen rebelde y autosuficiente con la que quería mostrarme ante el mundo.
Mi padre tenía un Chevrolet Malibu azul oscuro que me gustaba mucho. En esos días empezaba a picarme el bichito de querer conducir y en mi soledad debatía entre conseguir un viejo Jeep descapotado, preferiblemente negro, o heredar el malibu. Aquel auto tenía un radio reproductor que permitía escuchar las emisoras radiales de frecuencia modulada, algo que en aquellos tiempos me parecía suficiente. Entre mis cassettes y los programas de radio estaban cubiertas mis necesidades musicales.
Recorríamos el camino que nos llevaría hacia la urbanización El Cafetal, en Caracas. Mi papá había sintonizado la “Emisora Cultural de Caracas”. Por esas cosas que tiene la vida, diez años después de la noche del 8 de abril de 1994, aquella fue la casa en la que desarrollé y conduje un programa de rock que me hizo muy feliz. El pasado también es emoción.
No tengo muy claro qué música escuchábamos. Mi padre posee un amplio gusto musical; esa noche bien nos podrían estar acompañando Mozart o Bola de Nieve, no lo sé. Aún me persigue la angustia de no tener idea de qué sonaba antes de que el locutor interrumpiera. Me jode realmente no recordar cosas tan importantes.
Quiero creer que estábamos fumando. Tampoco es clara esa imagen. Mi padre ha sido siempre tan comprensivo que hasta toleró que su hijo mayor, en un intento de hacerse el interesante, se entregase al cigarrillo. Su paciencia era tal que permitía que encendiese alguno en su presencia. Aún así, no estoy seguro que estuviésemos fumando y me jode mucho no recordarlo.
Tampoco tengo idea de la hora exacta ni el nombre del locutor. Todo parecía parte de un viernes más, con la sola excepción de que mi atención estaba puesta en cómo convencer a mi padre de que me dejase a una cuadra de la casa de mi novia y conseguir así que nadie me viera bajar de su auto. A pesar de mi ensimismamiento, la voz del presentador era lo suficientemente grave como para interrumpir la construcción de mi plan de escape.
“Interrumpimos nuestra programación habitual para informar que ha sido hallado sin vida el cuerpo de Kurt Cobain, líder de la agrupación norteamericana Nirvana. Se sospecha que su muerte es producto de un suicidio”. Palabras más, palabras menos, eso fue lo que escuchamos en el malibu. Me jode la vida no recordarla con exactitud.
Mi memoria almacena datos sin mayor importancia. Hace un par de días rememoraba junto a un amigo como en 1994, tras ver el film “Amada Inmortal”, debatíamos, junto a dos chicas que nos acompañaban y que siguen siendo nuestras amigas, sobre la posibilidad de que a Trent Reznor, músico que representa como ninguno a mi generación, no le harían, doscientos años más adelante, una película similar a la que protagonizó Gary Oldman. Comparábamos a Beethoven con Reznor. Éramos jóvenes y atrevidos.
La memoria es un ente caprichoso. No olvido algunas siestas que tomé en el colegio al que acudía durante aquellos días. Tampoco se han desvanecido las meriendas de esas mañanas Sin embargo, no alcanzo a divisar con exactitud detalles como los que aquí he intentado plasmar.
Tras el anuncio, la “Cultural” continuó con su programación. Eran los tiempos en los que no había internet; cualquier noticia generaba un estado de angustia que solamente desaparecería en el momento en que apareciese algún complemento, algo que ayudara a darle contexto a los hechos.
Recuerdo el silencio que siguió a la noticia. No sé si mi padre comprendió la dureza de la misma, lo que esta podía generar en mí o si apenas le dio importancia. Nunca lo hemos hablado y a estas alturas no la creo una conversación importante.
Recuerdo alguna lágrima, también a la ansiedad que sentí. Era la misma que experimenté un par de años antes con la muerte de mi bisabuelo Carlos Antonio. Fue la sensación de haber perdido a un ser querido. La diferencia es que a Cobain apenas lo conocí a través de sus canciones, mientras que a “Totó”, como lo llamaban cariñosamente, lo quise por ser como fue y también por haberme querido por como yo era.
No sé si tras el anuncio encendí un cigarrillo. Hace diez años que dejé el tabaco. Aún así quiero creer que lo hice, que bajé el vidrio de la ventana y fumé. Siento muy real el filtro del cigarro humedecido por alguna de aquellas lágrimas. Necesito creer que fumé porque me calma. Escribir estas líneas me da la misma tranquilidad, aunque cada día que pasa me jode más no recordar cosas sobre las que he construido mucho de lo que soy.
Tengo otras reminiscencias de aquella noche de un 8 de abril de 1994. Unas con las que ya no poseo ningún lazo emocional y otras que no sé si en realidad pasaron como sugiere mi memoria. El paso del tiempo tiene la costumbre de modificar aquellas imágenes para hacerlas potables y así restarles lo malo, lo indeseado. No obstante, la muerte de Cobain aún me conmueve; pienso en todo aquello que fue y que por estar viviéndolo lo di por sentado. No pienso en el pasado como un tiempo mejor sino como aquello sobre lo que se sostiene todo tiempo por venir.
Tantos años después puedo asegurar que me joden aquella noche y aquella muerte. Me jode, mucho, que pase el tiempo y pierda un poco de aquello que pude ser.
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mcdla · 7 years ago
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Lanzamientos latinos 2017
Este año varias bandas han mostrado un marcado interés por lograr una mejor producción, con LPs y EPs donde destacan músicos talentosos de la mano de una producción de calidad. Entonces, es importante que nosotros, como plataforma de difusión de bandas autogestionadas, destaquemos el esfuerzo que hacen las bandas de nuestra región y cómo el trabajo en conjunto entre músicos, sellos y medios de difusión consolida un año más el rock DIY.
En orden de las más ligeras hacia las más ruidosas:
Split: Archipiélagos / Diente de Oro
No podemos tener una lista de los mejores lanzamientos del 2017 sin mencionar esta colaboración. De lo mejor que se ha producido de mathrock este año.
archipiélagos / Diente de Oro split by archipiélagos / Diente de Oro
Canción favorita: Araucaria
Arrecifes — Arrecifes
Por las letras, la armonía, la bella ejecución instrumental y vocal y la producción en este lanzamiento, creo que Arrecifes EP debería estar en esta lista de todas maneras. Este disco transmite una sensación muy bonita y siento que evitan caer en una etiqueta al tomar elementos de diferentes subgéneros, para crear una personalidad musical propia y consecuente.
Arrecifes EP by Arrecifes
Canción favorita: Al Fin
Tilde — ~
Recuerdo que Víctor y Sajid de Löri, me hablaban de Tilde, y sobre cómo les sorprendió verlos en vivo. El sentimiento que transmite este material es desolador, tanto instrumental como en las historias que las letras cuentan y la forma cómo se ejecutan las canciones vocalmente. Si aún no los has escuchado, métele.
~ by tilde
Canción favorita: Nocturna
Procrastinación 1 Yo 0 — El Mejor Regalo de Nuestras Vidas
Honestamente, nunca había escuchado tanto a P1Y0 hasta que fui al lanzamiento de este, su primer disco. Este disco es la celebración al buen trabajo de la banda de todos estos años. Y lo transmiten en las canciones, sin pretensiones, solo sinceridad.
El Mejor Regalo De Nuestras Vidas by Procrastinación 1 Yo 0
Canción favorita: Santa Rosa
Bolas Criollas / Uklao
2x1 csm. Estas canciones son dos proyectos (?) que aparecen en el compilatorio MMXVII de la plataforma de difusión El Fuego Es Nuestra Lengua Madre, ambas igual de bellas.
El Fuego Es Nuestra Lengua Madre by El Fuego Es Nuestra Lengua Madre
Haikus — S/T
Borra eso men está muy sed :v
Un disco que transmite el caminar de la mano con calma y escuchar cómo te susurran nostalgia en los oídos. De los más adictivos de esta lista.
s/t by haikus
Canción favorita: Arizona
Incendios Forestales del Viejo Continente — Principios Y Fundamentos De La Fauna Moderna
Desde el planeta donde las personas tienen 8 dedos en cada mano, llega IFVC. Basta con escuchar el primer tema para entender que lo que tienes en tus primitivas manos de solo 5 dedos es inusual. Ejecución instrumental brillante, pinceladas de voces y una producción musical bien realizada, hacen de este mi disco favorito del género de este año.
Principios Y Fundamentos De La Fauna Moderna by Incendios Forestales del Viejo Continente
Canción favorita: Haru Ora Ora
Tenemos Explosivos — Victoria
Victoria no es el mejor disco, en mi humilde opinión, de la banda, pero considero que debe estar aquí porque cada vez que sacan un disco se siente el estilo propio cada vez más cimentado, se aferran a la fórmula, y la superan disco a disco. Inconfundible e imperdible.
Victoria by TenemosExplosivos
Canción favorita: La Libertad Absoluta y el Terror
ZAT — ZAT
Después del 3-way split en el 2015, ZAT regresa con una nueva producción. Debo haber escuchado este disco solo un par de veces, para ser honesto. Rescato coros que quedaron pegados por horas en mi cabeza, ritmos y cambios inesperados que destacan entre las canciones y el juego con los efectos de las guitarras que crean una atmósfera personal.
ZAT (2017) by ZAT
Canción favorita: Turistas
Desventura — Sonhos Tangenciais
Escuché por primera vez a Desventura revisando los discos de las bandas participantes del compilado en el que estamos trabajando. Fue una de las bandas que más recuerdo, tal vez por el ritmo que es diferente a los discos de esta lista o por la voz desesperante con la que interpreta cada canción.
Sonhos Tangenciais by Desventura
Canción favorita: Sobre o espaço
Fia — Todos los intentos no son suficientes
No vas a encontrar un disco más variado, a nivel de intensidad, ritmo y velocidad que este en esta lista. Y de hecho, es de las cosas que más me llamaron la atención de este material. Su buena ejecución y producción casi me obligan a tenerlo en esta lista. 
Todos los intentos no son suficientes by Fia
Canción favorita: Todos los intentos no son suficientes
Sad Affleck — Helio
Me gusta que naveguen en el límite imaginario entre el post-hardcore, screamo y post-rock desolador.
Helio by Sad Affleck
Canción favorita: Descansar
Beatriz Viterbo — EP
No me puse a escuchar con paciencia este disco hasta ahora que escribo esta reseña. ¿Entonces por qué está aquí? Porque es un disco diferente. Las canciones están entre los 3 y 5 minutos, lo que les da tiempo para desarrollar pasajes instrumentales largos con cambios naturales, lo que crea una dinámica bonita.
EP by Beatriz Viterbo
Canción favorita: Untitled
Ostende — No olvidar los faros en la niebla
Destacan los matices en las voces de este disco, la velocidad y las historias de autocrítica. Con este EP, Ostende entra en hiatus hasta nuevo aviso. 
No olvidar los faros en la niebla by OSTENDE
Canción favorita: Seizan
90s — Desidia
Es increíble cómo dos personas pueden crear tanto caos. Conocí a esta banda gracias a Samuel de La Fábrica del Ruido. Desde entonces no he dejado de escucharla y de todas maneras debe estar aquí por incómoda y violenta, pero sobre todo por su intensidad.
90s - Desidia by How Much? And, Why So Expensive?
Canción favorita: Embrace It / Ayahuasca
Antiklesis — S/T
Este disco está en el top 3 de esta lista. La creatividad que posee cada canción, la excelente ejecución musical y el hecho que te transmitan esa madurez y experiencia lograda solo por la unión de músicos que han participado en proyectos destacables como Ostende y Hogvuera. Puristas de la violencia.
Antiklesis by antiklesis
Canción favorita: Discernir
Eu Sozinho — Da falência à barbárie
Mi favorita de este sonido del 2016 es Obtusión//Aversión de Löri. Este año esa posición se la lleva Eu Sozinho. Instrumentos pesados y una voz oscura y desgarradora, hacen que este material destaque por la fiereza de sus composiciones.
Da falência à barbárie by Eu sozinho
Canción favorita: Profana a Matéria
Dasiden — Sexta Etapa
Emoviolence metalizado desde La Plata. Oscuro, rápido y lleno de maldad. Como una tormenta en un bosque profundo.
Sexta Etapa by Dasiden
Canción favorita: Las Aves / Las Almas
MICO — Segunda Muerte
Metal tan filoso que acaba contigo después de cada pasada al disco completo. Hacía tiempo que no escuchaba este tipo de intensidad, tal vez la última vez fue con Burn de Titan. Algo que debes escuchar si te gusta el sonido oscuro, pesado y metálico.
Segunda Muerte by MICO
Canción favorita: Resquicio
¿No encontraste tu favorito?
Quiero aclarar que esta lista no pretende ser objetiva, es una lista sobre lo mejor que pude escuchar durante este año, que por diversas razones llamaron mi atención y se volvieron mis favoritas. Estoy seguro que estoy dejando fuera muchos buenos lanzamientos latinoamericanos de este año, entonces te invito a dejar en los comentarios tus favoritas y decirme por qué la debería incluir aquí.
Algunos puntos que tomé en cuenta para hacer esta lista fueron: ejecución musical, intensidad vocal/instrumental y producción del material.
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