#cuando me amabas
Explore tagged Tumblr posts
Text
youtube
0 notes
Text
youtube
Juanpalitoschinos - Cuando me amabas
Yo sé que tal vez ya no me quieras cuando llegue el amanecer Pero sólo por hoy, dime todas esas cosas que yo sé que no soy Dime por qué Yo nunca supe lo que tuve y lo solté Tú me hiciste sentir el amor Ahora pierdo la razón si tú no estás Por qué siempre te vas? No pienses más Que las cosas cambian No soy igual a cuando me amabas No dudes ya Que ya no puedo más cuando no estás Las cosas cambian, cuando me amabas No puedo más Me cuesta hacerlo No sé decirte no Por qué no encuentro lo que sentía por vos Esto es eterno Ya no tengo corazón Dime por qué Nunca pensar en todo lo que yo pasé Tú me hiciste sentir el amor Ahora no cabe más dolor cuando tú estás Por qué siempre te vas? No pienses más Que las cosas cambian No soy igual a cuando me amabas No dudes ya Que ya no puedo más cuando no estás Las cosas cambian, cuando me amabas No puedo más
18/01/2024
0 notes
Text
SAKURA OQJSOAAEBQKWV
541 notes
·
View notes
Note
por faa, hace algo doméstico con enzoo 😭😭🩷🩷
🍑 ˚. ࣪ ⊹ AMOR EN LA PIEL . . . enzo vogrincic
♫ play like the dawn by the oh hellos
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . pairing : enzo vogrincic x fem!reader.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . warning(s) : enzo estando ⠀⠀⠀completamente enamorado de r, mucho fluff, ⠀⠀⠀boyfriend material? no, husband material.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . summary : cuando es hora de hacer tu ⠀⠀⠀rutina de cuidado de piel, enzo siempre esta ahí, ⠀⠀⠀tanto como para observarte como ayudarte.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . emi's note : no sé si esto cuente como ⠀⠀⠀doméstico pero lo amé, espero te guste bellaa; este ⠀⠀⠀es mi primer pedido chiquillas, si les gustó pidan ⠀⠀⠀más, y si no, bueno na que hacerle jandkskjs. la ⠀⠀⠀rutina que use aquí. <3
tú rutina para el cuidado de la piel era fundamental, sin importar si se trataba de el rostro o el cuerpo.
cuando enzo estaba en casa, él disfrutaba de ver como hacías todas esas cositas, como él decía. le gustaba tomarte fotos cuando lo hacías o participar de lleno, poniéndose de igual manera un poco de tus productos en el rostro.
pero lo que más disfrutaba, era cuando le pedías ayuda y era él quien al final te masajeaba las piernas, brazos y hombros.
después de una ducha para relajar tus músculos tensos por el trabajo, te sentaste en su cama compartida con tu bata alrededor y los productos en las manos.
enzo no tardó mucho en aparecer por la puerta cuando escuchó que salías de la ducha, sabiendo lo que tu rutina decía que seguía.
comenzaste poniéndote una banda que el mismo enzo te había regalado, para sujetar y evitar cualquier pelo sobre tu rostro. enzo amaba particularmente este paso porque podía ver tú rostro completo, al natural y completamente despejado. solo para él.
"que hermosa te ves, eh" habló desde la puerta con una sonrisa en el rostro. lo miraste desde tu lugar y le sonreíste.
"tú también te ves hermoso" le respondiste, observando como su cabeza se iba hacía atrás al reírse.
"nunca tanto como vos, gordita" se acercó hasta la cama, rodeandola hasta sentarse detrás de ti, lo sentiste pasar sus brazos por tu cintura y entrelazar sus dedos, bloqueando el agarre.
dejo un beso húmedo en tu mejilla, observandote a través del espejo de mano frente a ustedes. le devolviste el beso antes de continuar con la rutina.
abriste tu crema de ojos, sacando un poco de producto con la espátula que venía incluida. con tus ojos y los de enzo observando el espejo, pasaste la espátula por alrededor de tus ojos, expandiendo y masajeando lo suficiente.
enzo observaba como pasabas tus dedos cuidadosamente, como esparcías cada gota de la crema por tus ojitos y le fascinaba la forma tan delicada que tus manos se movían.
no pudiendo contener el sentimiento cálido de amor en su pecho, dejo un beso en tu hombro, logrando que lo mirarás por el espejo.
"¿quieres un poquito, amor?" le preguntaste y él asintió emocionado. te giraste entre sus brazos aún agarrados y dejaste un poco de producto debajo de sus ojos.
antes de que tus delicados dedos tocaran su rostro, tomó tu mano para llevarla a sus labios, donde dejo un beso en cada dedo.
sonrió al ver tu mirada llena de amor, quería asegurarse de capturar ese momento tan íntimo entre ustedes dos con lujo de detalle. desde como estabas vestida hasta el brillo innegable de tus ojos.
"algún día de estos me vas a matar" le dijiste, acercándote para dejar un rápido beso en la punta de su nariz.
"espero que no" susurró sobre tus labios, con los ojos aún cerrados. soltó tu mano suavemente para que comenzarás a masajear su rostro con la misma delicadeza que lo hiciste contigo misma.
abrió los ojos lentamente, apreciando tu cara concentrada; desde que te había conocido, enzo había sentido que tú eras su one and only, el amor de su vida y de las próximas si es que tenía.
sus ojos se llenaban de estrellas igual que el cielo por la noche cuando te miraba. llenos de admiración y sobretodo, amor.
un pequeño puchero se plantó en sus labios cuando dejo de sentir la calidez de tus manos en su rostro. te reíste y besaste su puchero.
"fue muy rápido, gordita" dijo triste, con unos ojos de perrito, sonreíste por su ternura.
"lo siento, amor" dejaste otro beso en sus labios "si te hace sentir mejor, ahora tengo que ponerme crema en las piernas"
su puchero desapareció rápidamente, logrando que rieras con fuerza. esa era realmente su parte favorita.
"rápido rápido" te apuró, soltando su agarré en tu cintura para que pudieras sentarte frente a él.
mientras tú te acomodabas en la cama, él tomó entre sus manos tu crema corporal; cada vez que esa crema se te acababa, él siempre te la compraba, específicamente la misma, porque amaba ese aroma, porque la habías usado desde que se conocían y para enzo, ese era tú olor característico.
el que se quedaba en su ropa cuando te abrazaba o en las sábanas cuando se dormían. un recordatorio de tu presencia en sus fosas nasales.
"¿ya?" preguntó desesperado, asentiste sonriendo, levantando tus piernas hasta dejarlas estiradas sobre la cama.
ante él, cada parte de ti era simplemente perfecta. tus piernas eran una de las miles de cosas que amaba de ti. tenían un color y un brillo gracias a los cuidados que tú o él mismo le daban.
dejo caer crema desde tus muslos hasta tus tobillos, apresurandose para pasar sus manos por tus piernas.
siempre pensaste que enzo tenía las manos perfectas para ser masajista, pero cuando se lo dijiste su respuesta fue que "las únicas piernas que pienso tocar, son las tuyas" logrando que tú corazón se derritiera otra vez.
pasaba las palmas de sus grandes manos por tus muslos, haciendo pequeños círculos con sus pulgares o dándole leves apretones.
sus manos subieron hasta el costado de tu muslo, haciéndote reír.
"¿qué estás buscando, eh?" te reíste y gracias a la cercanía en la que estaban, enzo miro tus labios antes de besarte.
"yo voy a hacer mi trabajo bien, y esto" dijo apretando suavemente la carne "es parte de tu pierna" sonreíste, dejándolo seguir adelante.
siguió masajeando, disfrutándolo mucho a tu parecer pero se lo permitiste. se veía concentrado y casi anonadado por tu suave piel contra su mano.
sus dedos por fin abandonaron ese espacio en tus muslos, permitiéndote sentir la perdida de su calor en tu piel. viajaron hasta tu rodilla, donde se inclinó para dejar un par de besos, susurrando palabras de apreciación por cada beso.
pasaste una mano por su cabello café, despeinandolo un poco en el proceso.
"sos mi pieza de arte más preciada, gordita" te susurró contra la piel de tu rodilla. juraste que tus ojos picaban ante la amenaza de unas lágrimas.
se estiro nuevamente, llegando hasta la última gota de crema. seguía haciendo círculos con sus pulgares, pero ahora eran más lentos, queriendo disfrutar el momento con todo su ser.
frotó y presionó cada musculo, tendón y los ligamentos de tu pierna, hasta llegar al final.
lo viste suspirar cuando se dio cuenta que había terminado, adoraba tanto cuando podía tocar tu piel de manera tan íntima, pero tan delicada, que la idea de que solo él podía hacerlo le llenaba el pecho de orgullo.
su rostro se elevó, al igual que los costados de sus labios.
"ahora la otra" susurró, deslizando sus dedos por tu otra pierna.
© CUARZOROSITA | do not copy, steal, adapt or translate my works.
#cuarzorosita 𐙚 one shot#cuarzorosita 𐙚 enzo vogrincic#enzo vogrincic x reader#enzo vogrincic#la sociedad de la nieve#enzo vogrincic fluff#enzo vogrincic one shots#enzo vogrincic one shot#enzo vogrincic fanfic#enzo vogrincic x you#the snow society
832 notes
·
View notes
Text
Así de caluroso || Enzo Vogrincic
El sol del mediodía caía a plomo sobre las calles de Montevideo, convirtiendo el asfalto en un espejismo humeante. El miércoles transcurría como cualquier otro día de verano, sofocante e implacable. A pesar del calor agobiante, una chica caminaba con paso ligero por 18 de Julio, alejándose de la facultad. El pelo se le pegaba a la frente, sudaba a chorros y el agua de su botella se había convertido en un caldo tibio. La libertad después de un largo examen era la recompensa que la impulsaba.
Cada paso era una lucha contra el calor. La chica apresuraba el ritmo buscando la sombra esquiva, deseando escapar de las fauces de la ciudad que tanto amaba.
De pronto, un leve malestar se apoderó de ella. El sudor se intensificó, la respiración se volvió dificultosa y un mareo familiar la amenazó. Se detuvo, tambaleándose, con la vista nublada y puntos negros danzando en su campo visual. Ignorando las señales de alarma, bebió un trago de la repugnante agua tibia y reanudó la marcha. Su única meta: salir de 18 de Julio. A duras penas, avanzó unas cuadras más, luchando contra un nuevo malestar que se instalaba en su cuerpo.
Allí mostrándose casi burlona detrás de esa inmensa puerta de concreto que se alzaba sobre la calle Juncal se encontraba uno de sus deleites visuales favoritos, Sarandí. Ella no sabía por qué, pero esa calle siempre la llamaba a explorarla. Aunque ya la había recorrido tantas veces, siempre encontraba algún tesoro nuevo. Se debatió si debía pasar por lo que ya era el desolado calderón a fuego ardiente de la Plaza Independencia para llegar a ese oasis visual que le abría paso a Ciudad Vieja o simplemente ignorarlo e irse a casa.
La exuberante calidez de la tarde le gritaba a la chica que debía ignorar el llamado a la exploración. Sin embargo, una fuerza interior, una mezcla de aventura y algo más que no podía nombrar, la incitaba a seguir adelante. Como diablillos en el infernal ambiente, sus deseos la empujaban por ese camino que solo le estaba trayendo malestares. Ignorando las señales de su cuerpo, que no estaba preparado para resistir más tiempo en esas condiciones, se decantó por seguir la incitación diabólica y entrar en el paraíso que era la calle Sarandí.
Arrastrando los pies como si una cadena de acero los uniera al suelo, se adentró en ese rincón de alegría que tanto la llamaba. Caminó unas pocas cuadras, disfrutando del pequeño oasis que se abría paso en el desierto de calor que se había apoderado de Montevideo. De repente, un golpe seco: su corazón aceleró a un ritmo desbocado, su respiración se volvió jadeante, su visión se nubló y su cabeza comenzó a dar vueltas. La conciencia se le escapaba de entre los dedos. Así se sentía: una bajada de presión producto de su insensato deseo de continuar un camino que no debería haber tomado, en un día en el que el mismísimo señor de los infiernos parecía haberse apoderado de las calles de la ciudad. Su destino: caer desmayada por su imprudencia.
—Tranquila, que te tengo.
Esa voz no era producto de su imaginación. Los brazos que la rodeaban eran demasiado cálidos y sudorosos, evidenciando que el desconocido también sufría las consecuencias del avasallante calor que emitía el asfalto. A pesar de que la conciencia se le escapaba, de que sus ojos se cerraban y dejaban de transmitir luz, la sensación de estar en los brazos de un extraño la obligaba a volver a la realidad, alerta ante un posible infortunio. Cuando el instinto de supervivencia se apoderó de su cuerpo y abrió los ojos con miedo, se topó con un ángel. El calor se disipó de su cuerpo al contemplar sus ojos color avellana, la sensación de sudor se olvidó con solo una mirada a sus labios, el mareo se ignoró por completo al observar su rostro como un todo. Enzo Vogrincic, en todo su angelical ser, la sostenía para evitar que cayera en la fogosa calle Sarandí.
—No te preocupes que te ayudo a sentarte.
Su voz me sacó de mis pensamientos, esta vez infinitamente menos agónicos. Me tomó con delicadeza y me llevó unos metros hacia atrás, hacia unas sillas de plástico rojas, no muy cómodas, con el logotipo de una conocida marca de bebidas. Estaban fuera de un local llamado Zabala. Solo allí me di cuenta de la distancia que mis pies, que ya se podían haber fundido con el asfalto, me habían llevado. Estábamos cerca del Registro Civil y a unos pocos metros del Implosivo Artes Escénicas, la escuela de actuación. He ahí esclarecida la aparición de mi inesperado ángel salvador. Con mi mente retornando de su estado de inactividad coherente lo primero que atiné a decirle a mi salvador fue.
—Perdón.
Una simple palabra, tan tonta que parecía fuera de lugar. Sin embargo, así me sentía: avergonzada de haberlo desviado de su camino. Posiblemente le molestaba ayudar a una desconocida que caminaba imprudentemente bajo el sol abrasador, con la única compañía de una cartera que contenía sus documentos para el examen, una tarjeta de transporte y su fiel botella de agua, que ahora parecía más una sopa por lo caliente que estaba.
La risa de mi nuevo acompañante me confirmó lo tonta que había sido mi respuesta. Doblemente avergonzada, lo miré a los ojos. Solo vi diversión por mis palabras y preocupación por mi extrema palidez y mi inminente desmayo.
—¿Cómo me vas a pedir perdón? ¿Te sentís mejor ahora sentada? Te voy a comprar un refresco y un agua fría, porque estoy seguro que te bajó la presión.
El hombre se irguió, enderezando su espalda, y se dirigió al restaurante con paso firme. Su objetivo era claro: conseguir las bebidas que me ayudarían a reponerme. Al cabo de unos minutos, regresó con un refresco y un agua fría. Se agachó de nuevo junto a mí, ofreciéndome el elixir que mi cuerpo, agradecido, absorbió con avidez.
—Muchísimas gracias, y te pido perdón por las molestias. Seguro tenías otras cosas que hacer más que asistir a una pelotuda que se desmayó.
Dije con pena, mirándolo a sus ojos marrones. Sentía cómo me ardían las mejillas. Solo entonces, al contemplar mi alrededor, me percaté de la bicicleta olvidada en el piso. Probablemente se había bajado de ella al verme en mi estado.
—No me agradezcas, solo hice algo que cualquiera haría.
Expresó mientras se giraba para buscar la bicicleta. Al levantarla, se regresó hacia mí y me dijo:
—Me llamo Enzo. ¿Y vos?
Le dije mi nombre con más confianza al ver que no parecía molesto ni apurado por irse. Le señalé el refresco, aún sin abrir, ofreciéndoselo.
—Eso es tuyo, no me lo tenés que devolver. Si yo fuera vos, también tomaría de ese. El azúcar te va a ayudar a recuperarte, todavía estás muy pálida. Si me permitís.
Con esa simple petición de consentimiento, acercó su mano a mi rostro apartando algunos cabellos que se me habían pegado por el sudor, aquellos que mi peinado no había podido contener y ahora se posaban rebeldes por donde ellos deseaban. Luego de poner mis cabellos en orden, su mano se quedó allí, posada en mi cuello. La sensación de tener aquel pesado miembro cerca de donde se medía mi pulso me inquietaba. ¿Y si podía sentir el acelerado ritmo al que iba mi corazón? Su rostro tan perfecto no era lo único que me embobaba; su amabilidad y sencillez con la que estaba allí delante de mí me estaba dejando el cerebro aún más atrofiado que cualquier síntoma debido al infernal clima.
Tomando otro largo trago de agua para disipar los efectos que él estaba teniendo en mí, tomé valor, lo miré a los ojos y le dije:
—Muchísimas gracias otra vez. Siento que te lo estoy diciendo ya muchas veces, pero de verdad estoy agradecida con tu gesto. Pudiste haberme ignorado y dejarme tirada en la calle, y no lo hiciste.
—No tenés nada que agradecerme. Decime, ¿vivís por acá? Así te acompaño y me quedo tranquilo de que llegaste bien.
Me respondió aún con su mano posada delicadamente sobre mi cuello, dejándole leves caricias y sus ojos mirándome fijamente, entre preocupados y con algo parecido a ternura.
—No vivo por acá, ni cerca. Solo vine porque acabo de dar un examen y quería recorrer. Iba super bien hasta hace unos momentos.
Ya dejando un poco de lado la vergüenza, le respondí un poco más animada y sin tanta timidez. Tanta, ya que tener a alguien tan bonito enfrente de ella solo hacia que se pusiera nerviosa.
—Ok, sin ser muy invasivo, ¿dónde vivís? Tal vez te puedo llevar o algo. Me preocupa que te vayas sola después de que casi te desmayas. Si querés, llamamos a alguna amiga o alguien que te venga a buscar.
—Vivo en Manga, así que un poco lejos de acá. Y mis amigas en estos momentos...
Dije entre risas, diciendo donde vivía y luego chequeando la hora: 16:04. Para saber dónde podrían estar alguna de mis amigas para contestarle.
—Mis amigas están todas trabajando, así que no queda de otra que irme sola. Quedate tranquilo que no me va a pasar nada.
Le contesté intentando calmarlo y asegurarle de que todo estaría bien y no me volvería a pasar nada.
—Te invitaría a mi casa, pero siento que para un primer encuentro es mucho. Me conformo por ahora acompañándote a tomar el bondi.
Volviendo por la calle Sarandí, por la tan calurosa Ciudad Vieja. Ese tipo de calor que hacía que el asfalto derritiera el calzado y definitivamente el tipo de calor que hace que se te baje la presión y encuentres a Enzo, quien ahora te tiene montada en su bicicleta mientras ambos ríen y disfrutan el pequeño aire que les llega por la velocidad con la que conduce el antes mencionado. Ese era el tipo de día caluroso que hacía aquel día en Montevideo.
#enzo vogrincic#la sociedad de la nieve#the society of the snow#matias recalt#enzo vogrincic x reader#enzo vogrincic x you#fem!reader#enzo vogrincic fluff#evogrincicedit#enzo vogrincic one shot#enzo vogrincic fanfic#enzo vogrincic fic
420 notes
·
View notes
Text
"pues sonrío muy bonito ¿ves?" sus labios se extienden en una genuina curvatura alegre que ya habíase formado desde el cruce con el contrario. "también me visto bonito" dar un giro en su lugar, haciendo que las tablas de su falda vuelen unos segundos "¿tú qué haces bonito, gus?" le consulta con curiosidad. "mmm" asiente pensativa "yo pensaba que podrían ser joyas, como una diadema de diamantes ¿crees que podría ser una diadema que te permita caminar bajo el sol? ¡sería imparable!" fantasea unos segundos antes de reírse suavemente, ya poco interés tenía de volver al sol, se había adueñado de las sombras con la alegría de poder esconderse en las mismas. aferra la mano ajena y se acerca un paso para presionar el papel con dibujo sobre la dermis ajena. acaricia la película con cuidado, logrando que la fricción funcionara a modo de trasladar la imagen a la piel ajena. despacio desprende el rectángulo blanco para descubrir el tatuaje temporal "¡mira que bonito!" expresa sonriente observando su arte antes de levantar la mano ajena hacia él para que pudiera apreciarlo también. @moonangus
sonríe ante mención de su nombre por parte de chica. ' eunseo. ' todavía no encontraba un apodo bonito para darle así que decidió llamarla por su nombre completo. ' ¿todo lo haces bonito? ver para creer ¿algo que puedas mostrarme aquí para creerme tus palabras? ' le pregunta, enarcando una ceja a la vez que sonrisa se forma en sus labios. ' entonces si te puedo acompañar. ' no quería terminar discutiendo con la chica. ' son reliquias, me imagino que deben estar asociadas a nuestros clanes o algo que nos sirva con nuestras habilidades. ' iba a decirle que también se las merecía pero no lo sentía de esa manera, al decir verdad pocas cosas se merecía según él. ' bueno. ' se queda pensando por unos segundos hasta que finalmente le extiende la mano.
#𝒎𝒚 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒉𝒂𝒅 𝒃𝒆𝒆𝒏 𝒇𝒓𝒐𝒛𝒆𝒏 ᆞᆞ dyn#como no quererlo si es un dulce de leche? :(#AYY me encanta shingeki#casi la dejo igual cuando murio (s***a)#real cada episodio que la mencionan tengo que pausar para llorar porque la amaba un montón
103 notes
·
View notes
Text
I never was the only one.
Sé que nunca fui la única y no tienes que decírmelo, porque siempre tuviste un clavo atravesado llamado “ex” el cual intentaste sacar conmigo. Oh cariño, créeme que te entiendo, porque sé lo que es vivir atado a un pasado tóxico y no poder salir de ahí, pero… ¿por qué tuve que pagarlo yo?
No lo negaré: me volví loca y obsesiva contigo (es vergonzoso recordarlo), porque sabía que mentías y nunca fuiste honesto con tus sentimientos. Sin embargo, había algo que no podía explicar que me aferraba a ti y me hacía tener una falsa esperanza, cuando por dentro sabía que tú no eras la persona correcta.
Sé que debí simplemente irme desde un principio y evitar tanto daño en mi corazón. Sé que debí hacerle caso al sabio dicho “un clavo no saca a otro clavo”; pero para mi desgracia, te amaba con locura.
Te amaba tanto que sentía que podía elevarme e ir a la luna. Te amaba tanto que dolía en cada fibra de mi ser. Te amaba tanto que creía que podía renunciar a toda mi vida por ti, incluso si esa era la decisión más estúpida.
Querido N, quizá nunca te conocí realmente y es por eso que resulté tan herida. Te odié y te guardé rencor por un tiempo, pero finalmente te he liberado y es por eso que estoy escribiendo de ti aquí. Sé que ahora eres feliz junto a tu amor, y sé que después de estar perdido por mucho tiempo finalmente te encontraste. Aunque no lo creas, estoy muy feliz por ti.
Sólo espero que nunca más en tu vida le hagas a otra persona lo que me hiciste a mí.
Adiós, querido azul.
— Lo que nunca pude decir IX ; Rose Noire.
#escritos#frases#notas#acción poética#tristeza#pasado#ex#dolor#corazón roto#recuerdos#heartbreak#sadness pain#memories#desamor#artists on tumblr#writings#dark academia#spilled ink#lo que nunca pude decir#to N#rose noire#fragmentos literarixs
85 notes
·
View notes
Text
Nunca la tuve, Nunca fue mía.
Pero cuando decía que me amaba,
Por Dios, que bien se sentía.
Peregrino:
#escritos#citas#notas#frases#pensamientos#excen-tricos#textos#amor#escrituras#escritor#escritos chile#escritos breves#mi dios el tiempo#peregrino
229 notes
·
View notes
Text
Te creí cuando decías que me amabas, cuando me mirabas y sonreías.
Todo el mundo me advirtió que eras una vil mentira.
BlueGirl
#notas#frases#citas#escritos#caostalgia#textos#pensamientos#en tu orbita#amor#tristeza#desamor#blue girl#bluegirl
242 notes
·
View notes
Text
y esa persona soy yo 💔 y sabes qué? aunque me duela al menos no siento que cambie nada
pasábamos mucho tiempo juntos sí pero ay mi amor debía rogar para que pudieras tener un poquito de tiempo para mi y si me lo dabas te pensabas que iba a olvidar todas las horas días y veces que no estuviste? no claro que no lo iba a olvidar era solo cuestión de tiempo hasta que uno de los dos se hartara de ese ciclo toxico
solo le rezo a dios porque no te duelan tanto los silencios sin mi ahora tendrás más tiempo sólo y podrás jugar a tus videojuegos sin que te joda o ir de fiesta y divertirte sin que te espere a que vuelvas a casa y podrás conocer y tocar a otras
se te olvido que yo dejé mi vida entera para estar contigo día y noche pero ese fue mi error mas grande nunca se me va a olvidar que antes de un hombre debo priorizar mi propia felicidad
Nunca me dolió tanto el silencio, como al perder esa persona que lo llenaba todos los días con sus mensajes y llamadas.
#❤️🩹#yo no te perdono#que te perdone dios#y que sepas que no es que no te entienda#se exactamente por lo que estas pasando#pero no admitiste tus errores como un adulto responsable#no validaste mis sentimientos#no tuviste en consideracion lo que te decia#te pususte a la defensiva#te sentiste atacado#y decidiste que el problema era yo#asi que me sacaste de tu vida#despues de intentar hacerme creer que me amabas#tu no me amabas#tu solo decias que me amabas#pero tus acciones decian lo contrario#hacias lo minimo#y solo eso te costaba un riñon#pues ya no hagas nada#ya me voy#te querre siempe#pero se acabo#cuando estes preparado#alcanzame#si llegas muy tarde#no te culpes demasiado#te amo#adios#cuidate#amor
16 notes
·
View notes
Text
No me perdiste cuando me hiciste daño. Me perdiste cuando decidiste volver a cometer los mismos errores. No me perdiste cuando hiciste lo que me lastimó. Me perdiste cuando te dije dónde me dolía y me golpeaste allí mismo. No me perdiste cuando te di una segunda oportunidad. Me perdiste cuando desperdiciaste esa oportunidad y creiste que habría una tercera. No me perdiste cuando supiste que te amaba. Me perdiste cuando pensabas que porque te amaba nunca me iría y que aceptaría cualquier cosa. Y no fue exactamente así. No acepté todo.
¿Pero pensaste eso porque? Acaso sería porque yo te amaba tanto que tenías garantizado que me tendrías a pesar de todo. Pero me estabas perdiendo. Con cada error que cometiste, me perdiste. Con cada ausencia tuya me perdiste. Cada vez que dijiste que ibas a cambiar y no lo hiciste, me estabas perdiendo. Cada día me perdiste un poco. Y lo peor es que ni siquiera te diste cuenta. Y si quieres saberlo, con nuestra historia descubrí que quien ama también se va. Descubrí que quien ama también se rinde y se cansa.
Descubrí que el amor por sí solo no es suficiente. Y por eso abandoné lo nuestro. Me duele saber estuve con la persona equivocada. Creo que eso es lo que más duele. Ver a la persona que juraba que era diferente era una decepción más. Eso es lo que más duele. Creí que serías diferente, y me equivoqué.
_ Seguen Oríah ᥫ᭡.
#confesion#personal#dolor#tristeza#desahogo#notas#nostalgia#desamor#lagrimas#seguen#seguen oriah#lauren#realidad#escritos#frases#citas#textos#frases en español#en tu orbita#recuerdos#emociones#marzo2024#diario
168 notes
·
View notes
Text
Una noche compartida
(Enzo Vogrincic & Pipe Otaño x reader)
1/2
tw: +18, diferencia de edad (no especificada), malas palabra.
————
Tu relación con Enzo era lo que siempre habías soñado, él era y será tu chico ideal. Su apariencia tan suave hizo que te llevaras una sorpresa demasiado grande al inicio de su relación. Realmente te volvía loca la dualidad que poseía en el ámbito sexual, era un espectáculo gratificante de ver, podía ser el hombre más vanilla del mundo visualmente, pero estando caliente era irreconocible, le gustaba todo lo que tenía que ver con verte a ti a su completa merced, juego previo, palabras denigrantes durante el acto, hasta fetiches que te daba vergüenza mencionar, todo consensuado claramente. Algo que te gustaba mucho de él era su seguridad en sí mismo, jamás fue alguien celoso, sabe bien lo que vale y lo que merece.
Desde que estás con el uruguayo no podías apartar la mirada de él, y estabas bien con eso, para ti este era el "primer amor de tu vida" y él se encargaba de darte la mejor experiencia de eso. Pensabas que era casi imposible que alguien más acaparara tu atención, y esto fue así, hasta que conociste a Felipe. Un hombre encantador de ojos claros y cabello oscuro, sonrisa cautivadora y personalidad mucho más que coqueta. Desde que lo viste comenzaste a dudar de tus propios criterios, jamás habías sido alguien infiel, y entre tus planes no estaba serlo, simplemente te parecía atractivo, era atractivo.
————
(semanas despues)
Para tu sorpresa, Felipe se había vuelto muy amigo de todo tu grupo, incluido En. Jamás cruzaron palabras estando solos, siempre fue el saludo cordial y uno que otro chiste cuando compartían tiempo juntos. Te gustaba su amistad así, era alguien muy simpático y casi siempre lograba sacarle una sonrisa a todo el grupo.
Estaban todos charlando en el comedor hasta que fuiste a la cocina por un vaso de gaseosa, no te percataste de ese alguien que seguía tus pasos de manera sigilosa hasta estar solos en el otro cuarto. Estando ya ahí, te diste cuenta de quién era; enseguida te ofreciste para servile algo de beber, y él sin decir palabra alguna negó con su cabeza.
El silencio que había entre ustedes dos era agobiante, ninguno decía nada pero mantenían contacto visual. Como veías que no tenía nada para decir, ibas a salir de la cocina, pero su oportuno agarre te detuvo.
Andy espera, nunca hemos tenido la oportunidad de hablar solos y siempre he deseado hacerlo. —Confesó el argentino sujetando de mi brazo suavemente.
Algo sorprendida por sus palabras y sin decir nada aceptaste esa pequeña invitación a conocerse más por lo que te sentaste con cuidado sobre la encimera.
Dale pipe, aprovechemos ahora entonces. —Dijiste tratando de sonar divertida.
Estuve conversando con Enzo, hace cuanto son pareja ustedes? tengo curiosidad —Enunció él soltando una suave carcajada.
Para ti era muy curioso, el argentino dice querer conocerte más y lo primero que hace es preguntarte sobre tu relación con Enzo. De igual forma, lo dejas pasar.
Pues somos pareja hace 9 meses, casi diez. ��Le comentaste con voz dulce. Hablar de En no te molestaba en absoluto, al contrario, amabas hablar de su relación, después de todo él ha sido tu pilar durante estos meses, y haz aprendido bastante gracias al uruguayo.
¿A qué se debe tu curiosidad? Si puedo saber claramente. —Preguntaste con cierta intriga.
Pues me intrigaba el saber cuanto tiempo lleva Enzo con una mujer tan guapa y joven como vos. —Expresó mientras se acercaba lentamente a ti, quedando frente a frente, jamás evitó el contacto visual, es más, había algo en su mirada que te impedia despergarte ella, él apoyo sus manos sobre la encimera encerrandote en medio de estos.
Tenías los nervios de punta, esta cercanía tan repentina te tomó por sorpresa, más aun cuando sentías que te había coqueteado descaradamente. No podías alejarte, te era imposible. Su maravilloso aroma te había atrapado y su mirada penetrante recaía sobre ti, lo cual te intimidaba ligeramente y te impedía el habla.
No te hagas la loca, me has devorado con la mirada toda la noche, preciosa. —Dijo él con obviedad acercándose aún más a ti, estando a centímetros de tu rostro, podías sentir como su respiración tibia chocaba contra tus labios. Pero tú no eras tan fácil, y jamás le harías algo así a Enzo.
Discúlpame pipe, no puedo. —Apoyaste tus manos sobre sus hombros alejándolo rápidamente de ti. Enseguida saltaste de la encimera y caminaste hasta la sala para sentarte junto a tu novio. Felipe no tardo mucho en venir detrás de ti, sentándose justo enfrente mientras te miraba fijamente.
Enzo al instante notó que algo no andaba bien, estabas rara.
Acompáñame un segundo a la cocina, corazón. —Habló el uruguayo mientras se levantaba de su lugar buscando tu mano para guiarte nuevamente a ese lugar.
Desentendida lo seguiste tomando de su mano.
¿Qué pasó con Pipe? —Vocalizó el más alto mientras te miraba fijamente. ¿Fue tan evidente tu disgusto?
En, si te cuento lo que sucedió prometes no molestarte? —Enunciaste en tono bajito tratando de mantener la mirada firme. Él asintió esbozando esa sonrisa que te encantaba.
Felipe intentó besarme, y yo casi no puse resistencia. —Confesaste ante él, a pesar de que es algo de lo que no estabas orgullosa, querías ser sincera para evitar problemas a futuro.
Te juro que fue todo muy repentino, de la nada quizo hablar conmigo diciéndome que quiere conocer más y luego estaba ahí mismo donde estás parado queriendo romper el espacio entre nosotros. —Decías con algo de culpa.
Mira ese pendejito. Es obvio que te tiene ganas, nena. Te comía con la mirada y juraba que nadie se daba cuenta. —Comentó divertido.
Y lo entiendo perfectamente, a mí también me cuesta controlarme cuando te tengo cerca, parece que la única que no sabe lo buena que estás eres tú, amor. —Dijo posando una de sus manos sobre mi mejilla acariciándola levemente.
La cosa aquí es, vos también le tienes ganas, amor? —Preguntó con cierta emoción en sus palabras mientras se agachaba un poco para estar justo a tu altura. Su pregunta obviamente te sacó de onda, ¿a dónde quería llegar con ésto?
Nada que ver En, el único que me despierta ganas aquí, eres tú. —Le explicaste con obviedad mientras te pegabas más a él para abrazarlo.
¿Estas segura, amor? porque si queres garchartelo, hacelo, pero yo quiero mirarte. —Expresó él dejándote sin palabras. Claramente Enzo está algo pasado de copas, no está ebrio, pero siempre con un par de tragos se calienta hasta con el mínimo roce.
Decíme si querés hacerlo, yo lo converso con él, corazón. —Insistió.
No estoy segura de hacer eso, En... —La idea sí te llamaba, pero sentías que no era algo correcto, ni aunque él mismo te lo ofreciera. No negabas que el ojiazul sí te calentaba, es algo que habias imaginado en repetidas ocasiones, estando sobre él apoyando tus manos sobre su pecho mientras sentias como susurraba tu nombre en suaves quejidos. Pero siempre pensaste que se quedaría ahí como una simple fantasía.
Dale chiquita, te conozco lo suficiente como para no conocer tus fantasias más oscuras. —Expresó el más alto con voz profunda mientras te atraía hacia a él con uno de sus brazos.
Y no sabés lo mucho que me calentó la idea de verte cogiendo con otro mientras yo te miro. —Posando su mano cerca de tu nuca con un fuerte agarre; atrapó tus labios con los suyos y una apasionada danza entre estos comenzó, su lengua no perdió tiempo para explorar tu cavidad y el grotesco sonido que producían sus bocas chocando era algo que le generaba aún más placer. Su mano libre recorría tu cintura con fascinación, levantando un poco tu blusa para tener mejor acceso. Tu no perdías tiempo, mantenías una de tus manos por debajo de su camiseta y el frío contraste de tu manos con su tibia piel lo erizaba, mientras que con la otra, tímidamente la dirgiste hasta su entrepierna tocandolo suavemente por encima del jean.
Estaban tan hipnotizados el uno con el otro que habían olvidado donde estaban. Entraron en razón y la mejor decisión fue irse. Iban tan desesperados que el ascensor fue el mejor lugar para empezar. Enzo te acorraló contra la esquina apoyando tu espalda sobre el espejo, comenzó a besarte desesperadamente sin querer distanciarse ni un milímetro de ti, tus manos vagaban alrededor de su cuello enredando pequeños mechones de su cabello entre tus dedos, saboreando el exquisito sabor de su boca. Ese sabor amargo por el tabaco pero con suaves toques dulces por alcohol que había bebido. Este hombre realmente era tu perdición. Cuando las puertas del ascensor se abrieron, retomaron la compostura y caminaron normalmente tomados de la mano hasta llegar a tu puerta.
Cerrando la puerta detrás de ustedes, En se pegó a ti de nuevo, quitó tu chaqueta y tu blusa con mucha facilidad, dejándote en brasier; comenzó a desabotonar su camisa mientras caminaban sin cuidado hasta el sofá tirandote de espaldas sobre este. Te acomodaste sobre tus codos para disfrutar de la escena más erótica del mundo, ver como su torso ligeramente marcado quedaba desnudo ante ti era una de tus cosas favoritas en el mundo. Rápidamente se puso con cuidado sobre ti, y si había algo que a él le gustaba, era darte placer y hacerte sentir cosas que nunca antes habías experimentado. Besaba tu cuello con frenesí, dejando pequeñas marcas sobre esa blanquecina zona, adoraba tu sabor, tu olor, cada parte de ti para él era maravillosa. Sus besos mojados comenzaron a bajar por tu abdomen, llegando peligrosamente al borde de tu falda. Enzo cada vez carecía más de cordura, hasta que levantó sin cuidado tu falda, dejándote casi expuesta ante él. Sus dedos masajeaban tu zona por encima de la tela mojandote completamente, lo cual le encantaba.
Mira como estás por mi, toda mojadita. —Dijo observandote fijamente, adoraba lo rápido que te ponías colorada al escucharlo hablar así. Sus dígitos seguían recorriendo el camino sobre la tela mientras que se acercaba a la altura de tu boca para besarte y calmar tus jadeos.
Enzo... por favor... —Decías entre gemidos, recién estaban comenzando y él ya te tenía como quería.
Que boquita tan linda que tenes, mi amor. Úsala, decíme qué querés. —Dijo demandante.
Escucharlo hablarte de esa manera era algo que realmente te enloquecía. Verlo sobre ti, con su cabello ligeramente largo recayendo en sus mejillas algo coloradas era todo un deleite para tu vista. Estabas por contestarle una vulgaridad, pero fuiste interrumpida por un golpe en la puerta el cual te trajo devuelta a la tierra. Enzo esbozó una sonrisa bastante sospechosa y se separó de ti no sin antes besar dulcemente la comisura de tus labios; a paso rápido se dirigió a la puerta para abrirle a quien estuviera del otro lado. Esperabas que él se encargara de hacerle saber a cualquiera que estaba ocupado, pero al contrario, escuchaste como cerró la puerta dejando entrar a alguien más junto a ustedes. Estando aún más confundida cuando viste quién era, una mirada cómplice entre ellos los delató y algo en tu cabeza hizo clic.
no sé de dónde me saqué la fuerza de voluntad para escribir esto, pero en mi mente era una idea genial, y hay parte dos. 🤓
es mi primera vez escribiendo algo así. dont judge me. 🙏🏻
#enzo vogrincic#pipe otaño#la sociedad de la nieve#society of the snow#matias recalt#blas polidori#lsdln x reader#aaaaaa#esteban kukuriczka#x reader
114 notes
·
View notes
Text
the truth comes out ✬ m. leon
summary: after the twins were led inside the stadium, mapi learns of things she didn’t know.
(1) (2) and (3)
the twins were led to a room, there were chairs—vending machines, and a pool table. mapi fell behind the others, she still couldn’t get used to the fact that they are your children.
“¿supongo que tienes preguntas sobre nuestra madre? [i take it, you have questions about our mother?]” andres said, as mapi gave him a dazed look. astrid hummed at her brother’s nonchalant words but she agreed with him.
“¿por qué se fue? [why did she leave?]” was the first sentence that escaped the center-back’s lips. a small hum was heard from the prince.
“tenía su deber para con la corona y para con suecia. pero créeme, ella no quería dejarte. [she had her duty to the crown, and to sweden. but believe me, she didn’t want to leave you.]“ andres said, as astrid hummed at his words.
“¿ni siquiera un adiós al menos? [not even a goodbye at least?]” mapi said, as she glared at the wall, a little bit furious—the twins understood her position, and their mother’s as well.
“la corte real de suecia prohíbe a mi madre despedirse de ti. [the royal court of sweden forbid my mother to say goodbye to you.]” astrid said, frido tilted her head—all this spanish was getting to her.
“te etiquetaron como una distracción para la corona, por lo que le prohíben hablar contigo. [they labeled you as a distraction to the crown, so they forbid her from talking to you.]” astrid continued, as alexia furrowed her eyebrows.
“¿me amó ella? [did she love me?]” a soft smile was seen on both of the twins’s faces—as astrid gave mapi a small nod.
“ella te amaba demasiado, y una parte de mí cree que todavía lo hace. [she loved you too much, and a part of me believes that she still does.]” andres commented, clearing his throat.
the twins chuckled as they remembered that time, you were in the office doing works as usually as the twins decided to play hide and seek with their body guards.
they had managed to stumble across a room, it wasn’t dusty like most of the unoccupied rooms in the manor—it was maintained, not even a speck of dust was seen.
“cuando éramos pequeños, nos habíamos topado con esta habitación—estaba limpia a diferencia de algunas otras. había fotos, trofeos, medallas, pero lo que nos llamó la atención fueron dos camisetas colgadas. [when we were little, we had stumbled upon this room—it was clean unlike a few others. there were pictures, trophies, medals but what caught our eyes was two hanged jerseys.]” astrid said, as andres gave the center back a warm smile.
the twins had wandered a lot, but they never saw this. as they were looking through a photo album, seated on a bench—they didn’t notice their mother slip in. she had just finished her meetings and noticed the open door.
“los apellidos andersson y leon, las camisetas que llevabais cuando jugabais juntos. por no hablar de las fotos de los dos—en las que vi realmente feliz a mi madre. sus ojos sonreian, algo que no habiamos visto nunca. [the last names were andersson and leon, the jerseys you two wore when you played together. not to mention, the pictures of you two—where i truly saw my mom happy. her eyes were smiling, something we haven’t seen.]” andres continued
there was one picture stood out, it was the only one framed by itself—when you both won the finals in a club youth team, mapi held out the peace sign while you (jokingly) bit on your medal.
“hva gjør dere to her? [what are you two doing here?]” your voice rang as the twins frantically closed the photo album—they stood up as their eyes trailed to meet yours. you had both of your hands placed on your waist, as you looked at them sternly.
“vi lekte gjemsel. isak og agnes har ikke funnet oss ennå. [we were playing hide and seek, isak and agnes haven’t found us yet.]” andres explained, as the footsteps of the said guards were heard. they had entered the room, quickly bowing their heads as they noticed your mother.
“hvem er hun, mamma? [who is she, mom?]” astrid gestured to the girl in the photos, the one you loved so much—that it hurt when you left. a small sigh was heard as the queen gestured the two guards to stand by outside.
they gave another bow before isak followed agnes, the twins were then joined by their mother who sat between the two of them.
“hun heter maria, men jeg kalte henne maz. da jeg var liten, var jeg garantert at jeg aldri ville bli tronarving—så bestemor og bestefar lot meg studere i utlandet som utvekslingsstudent. [her name is maria, but i called her maz. when i was a child, i was guaranteed that i would never be eligible for the throne—so grandma and grandpa allowed me to study abroad as an exchange student.]”
you thought about how hard it was to get the approval to study abroad, unlike your four older siblings you weren’t revealed to the public—sure, they knew of your name, but they didn’t know how you looked like.
“hun var den første som tok kontakt med meg og ble min venn. jeg husker hvor overrasket hun ble da jeg snakket flytende spansk. [she was the first person to approach me and become my friend. i remember how surprised she was when i spoke spanish fluently.]” you had chuckled, as the twins turned to meet your eyes. they shined, a spark that they haven’t seen as much.
“hun er også grunnen til at jeg ville at du skulle få vite mer om spania, kulturen og språket deres. men ikke bare på grunn av henne, jeg ville at du skulle få kontakt med dem og finne ut hvorfor jeg forelsket meg i spania. [she’s also the reason why i wanted you to know more about spain, as well as their culture and language. but not just because of her, i wanted you to connect with them, and find out why i fell in love with spain.]” you hummed as astrid gave you a small smile.
“men det er mer? du elsket henne. [but there’s more? you loved her.]” andres said, as you chuckled at his words. he was absolutely correct, a clever child he is.
“jo, det gjorde jeg. i loved—love a girl who loved me first. [yes, i did.]” you watched their expressions, afraid that they would hate you—they knew of the community, but never expressed any hatred.
“da elsker jeg henne også. Hun gjorde deg lykkelig, ikke sant? [then i love her too, she made you happy didn’t she?]” as you nodded, tears were seen as astrid slowly wiped your tears.
“så er det det som betyr noe for oss, ikke at hun er jente - men at hun gjorde deg lykkelig. [then that’s what matters to us, not that she’s a girl—but she made you happy.]” andres continued, as astrid agreed with her twin.
“creo que fue entonces cuando supimos de usted por primera vez. gracias por hacer feliz a mi madre durante sus tiempos aqui. [i believe that was when we first found out about you. thank you for making my mother happy during her times here.]” astrid said, giving mapi a small bow—frido’s eyes widening in surprised. hell, she wasn’t the only one—the team looked at her in surprised as andres followed.
“y puedo ver por que se enamoro de españa, sobre todo de ti. tienes un corazon de oro, maria leon. [and i can see why she fell in love with spain, most importantly you. you have a heart of gold, maria leon.]” andres said, as his eyes looked at the doorway—where you stood.
“mamma! [mom!]” andres said, as agnes and isak bowed their heads. astrid ran while andres followed behind—quickly tackling your legs as you quietly grunted at the actions.
“hvordan visste du at vi var her? [how did you know we were here?]” andres asked, as you chuckled.
“dere dukket ikke opp til middagen, dere kom kanskje noen minutter for sent. men dere to var tydeligvis populære, de svenske barca-fansen har tvitret om dere to og samspillet dere hadde med laget. [you didn’t show up for dinner, might have been a few minutes late. but you two were apparently trending, the swedish barca fans have been tweeting about you two and the interaction that you had with the team.]” you softly explained as the twins let go of you.
your eyes met the team, but you had slowly locked eyes with the only one you fell in love with.
“ha pasado tiempo, maz. [it’s been a while, maz.]”
#woso x reader#woso imagine#woso series#mapi leon#mapi león#mapi leon x reader#mapi leon imagine#espwnt x reader
316 notes
·
View notes
Text
¿Qué si te extraño?
La verdad te hará libre, aunque sea una condena, y en el proceso te sacude, te golpea, te deja moretones, para que no te olvides de que las apariencias engañan, que lo que empieza como antídoto puede ser al final lo que te envenena. Hace que te mires en el espejo y lo rompas con la frente, para que dejes de verte como idiota e inocente, para que asumas tu desidia y te confrontes. El tiempo ha pasado y entre desgarros de reproches y esfuerzos de olvido se ha perdido. Quise amputarle los pies al recuerdo, para evitar ese paseo constante tuyo por mi memoria, cercenar los brazos de este corazón ambivalente para dejar de arrullar sentimientos en mi pecho, y contener la propagación de la gangrena rencorosa, cauterizándome con el poco orgullo que me quedaba, tan insuficiente; en carne viva la herida continuaba. Me habitué al charco sucio donde te revolcabas para salpicarme tu cariño retorcido; aunque lo mío no estaba tan lejos de lo mismo, esperarte siempre fue síntoma de un mal sueño inducido. ¿Qué si te quería? ¿Aunque me fingías? Quise creer que en el fondo algo había. Me conmovían tus ojos tiernos, aunque tu mirada fría siempre fue una estocada que me traía de vuelta a la realidad. Eras un infierno g��lido, un invierno abrasador, abrigo que congela, hielo que incendiaba, fuego desquiciante que entumecía. Si me disfracé de valiente fue por pura cobardía. Soñar era más fácil cuando nada advertía. Y es que a veces lo que crees que te cura, es lo que te dejará en el alma una fractura, lo que juras que es un remedio se te volverá el más torturante de los tedios, lo que vivías como un milagro se te descompone y vuelve agrio, lo que sentías que te sanaba se transforma en la enfermedad, lo que ingerías como medicina también será la toxina que paralice tu voluntad. Y a veces quiero maldecir lo que un día me bendijo, pero me muerdo la lengua, porque a pesar de todo, quizás, aún creo que algo había. Aún sigo preguntándome a diario como es que estarás, si lograste de una buena vez darle cara a lo que tanto te asustaba. ¿Qué si te amaba? ¿Qué si te adoraba? Ya no importa nada. Memoria Selectiva.
#mis dedos tienen vida propia#versosdisonantes#antipoesía profana#frases#frases en español#letras#letras en español#citas#citas en español#notas#notas en español#escritos#escritos en español#textos#textos en español#verborragias#meditaciones irreflexivas#que escriban lo que saben#textos fallidos#pretextos#frasesquizofrenicas#letrastornadas#malescritos#textos para degustar y escupir#memoria selectiva#del ayer y sus fantasmas#del pasado y sus delirios#disculpa los malos pensamientos#reflexiones de una mente trastornada#necrosis dactilar
52 notes
·
View notes
Text
Recuerdo cuando te conocí, observé el azul del cielo aclararse, las nubes despejarse, los planetas alinearse.
Al instante, supe que tu nombre formaría constelaciones en mi universo.
Explotamos en una química que, con el tiempo, fue causando estragos debido a lo irresponsable que fuimos por no cuidar lo que era nuestro.
Nos herimos y dejamos cicatrices.
Lo intentamos una vez más, tratamos de recordar cómo enloquecimos de amor por el otro al principio, pero las cosas ya no eran iguales.
Nada puede permanecer dorado.
La magia dejó de impresionarnos. La fuerza magnética con la que te atraía dejó de tener efecto en ti, así como tu electricidad dejó de encender mis luces.
Y el aire veraniego se tornó invernal.
Tenías esta esencia que llamaba la atención de los demás cuando entrabas a algún lugar. Todos querían mirarte, todos querían acercarse para entrar en contacto contigo.
Siempre tuve la sensación de que te rompías por dentro cuando deleitabas al mundo con una de tus bonitas sonrisas.
Y de que las cosas comenzaron a torcerse porque querías seguir mostrándome una versión que poco a poco te estaba consumiendo.
Intenté quitarte ese peso, darte a entender que te amaba en todas las formas posibles, pero supongo que tu miedo a poner en evidencia tu vulnerabilidad fue mucho más fuerte que tu valentía.
Y, por ese lado, te entendí, pero sigo lamentándome haberte dejado ir.
Incluso cuando me dijiste que era lo mejor para ambos. Incluso cuando te sentías mejor sanando a solas. Incluso cuando sólo querías evitar hacerme más daño.
-Dark prince
#dark prince#black beauty poetry#rogger maya#citas#frases#frases tristes#notas#escritos#escritos para dedicar#quotes#fragmentos#fragmento#en tu orbita#versos#poemas tristes#corazón roto#poetas#poetas en tumblr#poetas en español#de poesía y poetas#poets#poets on tumblr#new poets society#derechos de autor
68 notes
·
View notes
Note
amo como escribess, te puedo pedir un one shot también medio doméstico pero de enzo y su hijo? donde su esposa espera otro bebé 😭😭😭
por favorr y amo tu one shot lo leo cada cinco minutos 💘💘💘💘
💐 ˚. ࣪ ⊹ UN RECUERDO . . . enzo vogrincic
♫ play beautiful boy by john lennon
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . pairing : enzo vogrincic x fem!reader.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . warning(s) : enzo siendo un poco ⠀⠀⠀sobreprotector, embarazo, mucho fluff.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . summary : dejar un recuerdo familiar es ⠀⠀⠀todo lo que necesitas para llenar el corazón de tu ⠀⠀⠀esposo.
⠀⠀⠀𐙚 ˚. ࣪ ⊹ . . . emi's note : muchas gracias mi niñaa, me ⠀⠀⠀alegro mucho que te haya gustado y espero este ⠀⠀⠀también. esta es la referencia que use para que se ⠀⠀⠀hagan una idea del cuadrito y dios mio enzo papá ⠀⠀⠀me mata. gracias por el apoyo <3.
sonreíste cuando escuchaste la puerta de entrada abrirse y los pasos apresurados de su hijo.
enzo había ido a comprar un pequeño lienzo junto a su hijo, y tú, que no podías hacer mucho esfuerzo, te quedaste en casa.
habían escogido los colores desde antes, buscando tres de ellos que combinaran perfectamente, los habías ordenado ya en la mesa a la espera de los dos hombres.
¿y para que lo querían? pues bien, habías visto una tonelada de vídeos donde los padres con sus hijos marcaban sus manos en un cuadro, dejándolo como un recuerdo.
y no pudiste evitar querer lo mismo.
así que se lo contaste a enzo, tu esposo, que ante tu emoción y ojos estrellados, claramente no iba a decir que no.
"llegamos, chiquita" escuchaste a enzo antes de ver su figura atravesar el pasillo hasta la sala.
"¡mami!" eloy, tu hijo, apareció detrás de su padre, saltando al sillón donde estabas. reíste levemente cuando viste los ojos de enzo abrirse por la preocupación.
"ten cuidado, hijo" le dijo, acercándose y arrodillandose frente a ti. su mano cálida acarició tu vientre abultado con una sonrisa.
"¿y vos?, ¿te portaste bien?" acercó sus labios hasta tu vientre; dejaste un beso en la cabeza de tu hijo cuando este la apoyo en tu hombro y acariciaste el pelo de enzo.
"siempre se porta bien" respondiste por tú bebé por obvias razones, enzo subió sus ojos hasta tu rostro, observandote con una sonrisa.
"me alegro mucho, mi gordita" sus dos manos viajaron a los costados de tu vientre, acariciandolo mientras seguía dejando besos.
por mucho que amabas las caricias de enzo, tenías muchas ganas de hacer el cuadro, así que te estiraste con la intención de ponerte de pie. enzo bufó, demasiado concentrado en darle besos a su bebé.
"dale, gordita. déjame ayudarte" se puso de pie rápidamente, tomando una de tus manos y poniendo la suya en tu espalda baja.
te reíste de lo preocupado que era enzo en tu embarazo. no te sorprendió, el era exactamente igual en tu primer embarazo.
siempre queriendo cuidarte de lo más insignificante para ti, pero para él, todo era un peligro. no podía arriesgarse a que algo les pasará.
después de todo, eran su familia.
su hogar.
entrelazaste tus dedos con los de enzo y con los de eloy, caminando hacía la mesa donde anteriormente ya habías ordenado todo.
enzo frunció levemente su ceño cuando vio las cosas ordenadas "gorda, no tenías que ordenarlo todo" te dijo al oído, dejando un beso en el costado de tu cabeza.
sonreíste "pero quería hacer algo también" enzo asintió resignado.
te entrego el lienzo que le habías pedido. uno pequeño pero lo suficientemente grande para que sus manos entraran.
"muchas gracias, amor" con tu mano unida, lo atrajiste hasta ti, besándolo suavemente.
sentiste como enzo sonreía en medio del beso, llevo su mano hacía tu cintura, donde acarició y apretó suavemente.
no podía evitar tener sus manos fuera de tu cuerpo cuando, sobretodo ahora, que estabas embarazada. la idea de que tenías a su hijo dentro, cuidándolo y protegiéndolo hacía que sus ojos se llenaran de lágrimas.
"¡wakala!" escuchaste a tu hijo gritar y no pudiste evitar reírte justo en la boca de enzo, que de igual manera se reía.
"boe, cuando vos tengas novia no vas a decir lo mismo" lo señaló con su dedo, mostrando sus blancos dientes cuando su hijo negó con la cabeza.
"mentira" respondió eloy cruzándose de brazos. mientras enzo discutía con un niño de 4 años, te encargaste de desenvolver el lienzo, tiraste el plástico a la basura y te giraste a los dos vogrincic.
"dejen de discutir, bobos" llamaste su atención "vengan" enzo tomo a su hijo entre sus brazos, dejándolo sentado con cuidado sobre la mesa.
su brazo se posó en tu cintura mientras él se deslizaba a tu lado. dejo descansar su cabeza en tu hombro, haciendo un camino de besos hasta tu mejilla.
río levemente cuando observó tus movimientos nerviosos por sus besos. llevaban más de 10 años juntos y aún lograba ponerte nerviosa.
era su simple presencia la que te hacía tener una respiración acelerada.
le pegaste un codazo leve en el estómago, logrando llenar el pincel con pintura "vení, elo" tu hijo se acercó lo suficiente a ti, dejando su pequeña mano sobre tu palma.
deslizaste el pincel sobre su manito y sonreíste cuando lo escuchaste reír.
"me da cosquillas, mami" dijo el niño, dejando que guiaras su mano hasta el centro del lienzo.
su pequeña mano quedo pintada, destacando sobre el blanco del fondo. sentiste a enzo ajustarse a tu alrededor, sonriendo ante la marca.
la manito era tan pequeña, que te entristeció pensar que algún día dejaría de ser así.
un beso reconfortante llego a tu mejilla, al igual que las caricias en tu cintura. enzo entendía que a veces las hormonas golpeaban tus sentimientos más sensibles.
"¡te toca, mami!" sonrió eloy. enzo tomo el pincel de entre tus dedos y lo sumergió en el agua, buscando quitarle el color anterior.
lo saco y secó, colocándole el color que tu habías elegido; con la mano que tenía en tu cintura, tomo tu mano delicadamente, llevándola hasta sus labios antes de pasar el pincel desde la punta de tus dedos hasta la palma.
trazó tu mano con agilidad como si fuera un pintor, pero con delicadeza como si te fueras a romper.
cuando terminó, dejaste caer tu mano sobre la marca que la mano de tu hijo había dejado, haciendo presión para que quedara completamente marcada.
la quitaste, apreciando como la marca había quedado justo con la mano de tu hijo en medio, completando tu mano.
"es precioso" enzo juro casi derretirse en tu hombro ante la imagen.
eran las manos de aquellos que más amaba. las manos que se deslizaban por su cabello en las noches o por su rostro cuando querías un beso.
las manos que se estiraban hacía él para ser tomado en brazos o para envolverse en su cuello en busca de un abrazo.
enzo había formado un sentimiento de amor tan profundo y desorbitante por ti, por tu hijo, que podía dar su vida por la de ustedes.
y por último, fue el turno de la suya.
repetiste el proceso de limpiarla y llenarla de pintura, lo pasaste por su mano y la acomodaste para que quedara perfectamente centrada.
dejo caer su mano en el lienzo, haciendo la misma presión para que no sea su mano la que arruinará el lienzo.
cuando la quito, el recuerdo estaba terminado.
su mano era mucho más grande que la tuya o que la de tu hijo, pero parecía que las tres encajaban como piezas de rompecabezas.
una mano sobre la otra, sellando un vínculo como lo es la familia.
"me encanta" susurraste, acercando a tu hijo en un abrazo. enzo no tardó en envolver sus brazos alrededor de los dos.
bueno, tres.
los mecio de lado a lado, sintiendo un sentimiento de protección en su pecho. es aquí donde él pertenece. en ningún otro lugar más que con ustedes en sus brazos.
"te amo, gordita, mucho" susurró en tu oído.
© CUARZOROSITA | do not copy, steal, adapt or translate my works.
#cuarzorosita 𐙚 one shot#cuarzorosita 𐙚 enzo vogrincic#enzo vogrincic x reader#enzo vogrincic#enzo vogrincic x you#enzo vogrincic fluff#enzo vogrincic fanfic#enzo vogrincic one shot#la sociedad de la nieve#the snow society
549 notes
·
View notes