#cortante
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mintdawn · 7 months ago
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june reads
🔎🦷🔪📰 vs 👒📚🌅🧢
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zxiyuu · 2 days ago
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¡Y todas esas flores son preciosas! ¿Te gustan los chocolates? ¿Prefieres lo dulce o lo salado? ¡Oh! ¿Te gusta el día de san valentín? ¿O prefieres evitar la celebración?.
1. Me gustan los chocolates, sobre todo el amargo.
2. Depende del día, ¿no es lo normal?
3. Personalmente no la celebro. No le veo mucho sentido a la festividad pero tampoco voy a decir que la odio, ¿qué me dices tú? ¿disfrutas san valentín?
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vantajao · 1 month ago
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produtos novidades e inovação https://vantajao.com.br/product/lamin... Uma lâmina de 45 graus é usada para a maioria dos cortes de uso geral; uma lâmina de 60 graus pode alcançar o corte mais complexo e delicado; para tecido, papelão fino e couro, uma lâmina de 30 graus é recomendada. A ponta feita de carboneto cimentado ainda pode ser afiada e durável, e pode ser cortada por um longo tempo; a lâmina feita de aço inoxidável de alta qualidade por moagem e polimento pode suportar o desgaste, permitindo que você aproveite mais tempo de corte. Essas lâminas cortantes funcionam bem para cortar mídia de até 0,25mm de espessura. Eles poderiam ser usados para cortar materiais mais grossos e mais densos, como papel brilhante, folha adesiva e papel de computador, aglomerado, material de selo, cartolina grossa, folhas de espuma, papelão, madeira balsa, e alguns tecidos. Material: Aço do tungstênio Diâmetro do punho ferramenta: 2mm Comprimento total: 23,5 (mm) Especificações: 30 graus (chapéu amarelo), 45 graus (chapéu vermelho), 60 graus (chapéu amarelo) Função: autoadesivo, papel de transferência, filme reflexivo de grau publicitário, papelão fino, PE, etc.
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ibebizi · 1 year ago
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5 Más Haikus de un Corazón Roto
Palabras punzantes, eco en el corazón herido, rechazo me duele. 💔 Lamentos en aire, desencuentro se avecina, mis anhelos ignoras. 😞 Sinceridad vana, mi pasión en sordera, te amo sin oído. 🗣️ Torbellino en alma, nuestras emociones chocan, amor quebrantado. 🌪️ Verdad interior, perdida en danza fría, ardor apagado. ❄️
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enmnoticias · 2 years ago
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seguen-sd · 2 years ago
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No soy cortante, estoy triste, es muy diferente.
— Seguen
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saudade-esplin · 1 year ago
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Mi problema es que en vez de decir lo que me molesta, me vuelvo cortante y me alejo. 🛤️
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reddrudde · 1 year ago
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puedo ser la persona más tierna y cortante en segundos
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darksisterrr · 1 month ago
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𝑳𝑨 𝑵𝑶𝑪𝑯𝑬 𝑫𝑬 𝑯𝑨𝑳𝑳𝑶𝑾𝑬𝑬𝑵 +18 | DOS DISPAROS (PT 2)
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𝘎𝘦𝘯𝘳𝘦/𝘛𝘢𝘨𝘴: 𝘈𝘯𝘨𝘴𝘵, 𝘙𝘰𝘮𝘢𝘯𝘤𝘦, 𝘌𝘮𝘰𝘵𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭 𝘊𝘰𝘯𝘧𝘭𝘪𝘤𝘵, 𝘚𝘭𝘰𝘸-𝘣𝘶𝘳𝘯.
𝘗𝘢𝘪𝘳𝘪𝘯𝘨: 𝘏𝘸𝘢𝘯𝘨 𝘑𝘶𝘯-𝘩𝘰 𝘹 (𝘛/𝘕)
𝘞𝘢𝘳𝘯𝘪𝘯𝘨𝘴: 𝘔𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘥𝘦 𝘵𝘳𝘢𝘶𝘮𝘢, 𝘩𝘦𝘳𝘪𝘥𝘢𝘴 𝘦𝘮𝘰𝘤𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭𝘦𝘴, 𝘥𝘪𝘴𝘤𝘶𝘴𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘪𝘯𝘵𝘦𝘯𝘴𝘢𝘴, 𝘳𝘦𝘤𝘰𝘯𝘤𝘪𝘭𝘪𝘢𝘤𝘪𝘰́𝘯 𝘢𝘱𝘢𝘴𝘪𝘰𝘯𝘢𝘥𝘢, 𝘴𝘦𝘹𝘰, 𝘮𝘢𝘴𝘵𝘶𝘳𝘣𝘢𝘤𝘪𝘰𝘯, 𝘵𝘳𝘢𝘪𝘤𝘪𝘰́𝘯.
No olviden dar like y repostear para que más personitas lean 💕
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El año después de la tragedia en la isla había sido una prueba constante para Jun-ho y (T/N). El peso de lo vivido no se desvaneció con su rescate; al contrario, parecía anclar sus almas a esa maldita experiencia, arrastrándolos al abismo cada vez que intentaban respirar con normalidad.
Jun-ho apenas hablaba sobre lo que ocurrió. El disparo de su hermano había dejado una cicatriz profunda en su pecho, no solo física, sino emocional. Aunque sobrevivió al balazo y a la caída, el dolor real provenía de saber que In-ho, su único hermano, había elegido el camino de la oscuridad. Su frustración, su rabia, se volcaba en una rutina exhaustiva de preparación. Pasaba horas entrenando su cuerpo herido, revisando archivos y mapas, siempre con el rostro endurecido.
(T/N) no era muy diferente. Tras salir del hospital, se enfocó completamente en la misión. Su herida tardó en sanar, dejando una leves secuelas que ella se negaba a reconocer. Pasaba las noches estudiando los movimientos de los organizadores de los juegos, memorizando nombres y conexiones. Pero, a diferencia de Jun-ho, (T/N) no ocultaba su dolor. Era transparente en su rabia, en su frustración, y en cómo las pesadillas la atormentaban cada noche. La caída al mar, el frío que la atravesó, el miedo de perderlo... todo volvía como una tormenta incontrolable.
Aunque ambos intentaban seguir adelante, los fantasmas de la isla los perseguían en cada esquina. La relación entre ellos comenzó a tensarse, no por falta de amor, sino por el peso de la culpa compartida. Jun-ho no podía dejar de reprocharse por no haber protegido mejor a (T/N). Ella, por su parte, se culpaba por no haber sido más fuerte cuando lo necesitaba.
Ahora, mientras preparaban la misión para infiltrarse en la fiesta de disfraces, esa tensión explotó.
(T/N) estaba de pie frente al pequeño espejo del motel, ajustando la ropa que llevaría puesta. Jun-ho, sentado al borde de la cama, miraba en silencio, su mandíbula apretada. Finalmente, no pudo más.
—Esto es una locura, (T/N). No deberías venir —soltó, su tono más cortante de lo que pretendía.
Ella se giró lentamente, cruzando los brazos. —¿Otra vez con eso? Ya lo hemos hablado, Jun-ho. No voy a quedarme atrás.
—No entiendes. No es una discusión. ¡No voy a arriesgarte de nuevo! —se puso de pie, alzando ligeramente la voz.
—¿Arriesgarme de nuevo? ¿Crees que tú tienes la única palabra en esto? —respondió, acercándose a él con los ojos encendidos.
—¡Sí! Porque si algo te pasa otra vez, no voy a poder soportarlo.
Su confesión fue como un golpe en el pecho, pero no suavizó la mirada de (T/N). —¿Y qué hay de mí? ¿Crees que no me preocupa cada vez que sales ahí fuera? ¿Que no me duele verte cargar con todo esto solo porque crees que tienes que protegerme?
Jun-ho pasó las manos por su cabello, desesperado. —Es diferente. Yo elegí esto. Tú no tienes que hacerlo.
—¡Sí lo elegí! —gritó, dando un paso más hacia él—. Elegí quedarme contigo, elegí luchar por las vidas que destruyeron. Elegí no quedarme de brazos cruzados mientras siguen matando a personas inocentes.
La habitación quedó en silencio por un momento, solo roto por el sonido de su respiración agitada. (T/N) bajó la mirada, sus hombros temblando ligeramente.
—No quiero perderte, Jun-ho. Pero no puedo ser quien te detenga de hacer lo que tienes que hacer... y tú tampoco puedes detenerme a mí.
Su sinceridad lo desarmó. Jun-ho cerró los ojos, luchando con las emociones que llevaba reprimiendo durante meses. No quería admitirlo, pero la idea de perderla otra vez lo aterrorizaba.
Cuando abrió los ojos, la encontró mirándolo con la misma intensidad, pero esta vez con un rastro de lágrimas en los suyos.
—Te amo, Jun-ho —susurró—. Pero no puedo ser la razón por la que falles en esto.
Fue entonces cuando todo se desmoronó en su interior. Con un movimiento rápido, la tomó del rostro y la besó. No fue un beso suave ni calmado; fue desesperado, cargado de la rabia, el miedo y el amor que no podía expresar con palabras. (T/N) respondió con la misma intensidad, como si ese beso pudiera sanar todas las heridas que ambos cargaban.
La discusión, las heridas, el miedo... todo se desvaneció mientras se aferraban el uno al otro en la pequeña habitación, buscando consuelo en el único lugar donde podían encontrarlo: juntos.
Las grandes manos de Jun-ho comenzaban a masajear los senos de (T/N) mientras hundía su cabeza en el cuello de la mujer, succionaba su piel con suavidad y deseo, las manos de ella acariciaban el cabello del hombre tratando de sentirlo más cerca, quería que aquel momento nunca acabara.
Con movimientos precisos y rápidos el quito el jean de su pareja dejando a la vista una ropa interior de encaje negro, Jun-ho amaba ese tipo de conjuntos de lencería qué su novia usaba a diario, el solía pagarle cada uno de ellos con la intención de que ella le modelara en un espectáculo erotico.
—Uff..., extrañare tanto este coñito—una suave palmada impacto en el lugar nombrado y sin perder un segundo más comenzó a estimularla.
—Cuando esto termine, espero que nos mudemos a una hermosa casa en las montañas...—con la respiración entrecortada (T/N) hablo mirándolo a los ojos.
Una risita salió de los labios de Jun-ho seguido de un asentimiento, observaba la figura de su mujer sentada en el escritorio y sudando de la excitación qué sus dedos le causaban y una idea fugaz recorrió su mente haciéndolo tensarse. El hombre bajo el cierre de su pantalón y saco su verga erecta y palpitante de su ropa interior; no quería lastimar a (T/N) por lo que con saliba la lubrico y comenzó a estimularse a si mismo un poco, para luego agarrar a su pareja del cuello contándole la respiración y dándole un beso intenso.
—Si te pierdo me perderé a mi mismo para siempre, no puedo vivir sin ti y no soporto la idea de verte lastimada por esos bastardos.
Antes siquiera de que (T/N) pudiera responder el grueso miembro masculino de su novio ingreso de manera brusca y rapida dejándola sin aliento. Abrazó por los hombros a Jun-ho y comenzó a gemir con intensidad mordiendole la piel y besandole el cuello.
Sus movimientos eran rápidos y fuertes, el glande chocaba con el fondo de la vagina haciendo que en cada estocada un quejido leve saliera de sus labios, las fuertes manos de Jun-ho alzaron el trasero de (T/N) y separo sus nalgas comenzando a follarsela como un animal, no quería dejarla, no quería separarse de ella y a toda costa deseaba protegerla, pero ella no lo permitía.
Logro identificar cuando su novia llegó al orgasmo porque su cuerpo se debilito y recostó su cabeza en su hombro gimiendo con cansancio y suavidad, aún así su ritmo no cambió y cuando el derramó su semilla en el coño de (T/N) surpiro de placer y la llevo en brazos hacia la cama recostandola en el colchón y dejando muchos besos por toda su cara, de la misma forma acariciaba con delicadeza la piel del cuerpo de ella.
—Quédate aquí, iré por algo para limpiarte—indicó Jun-ho refiriéndose al semen que escurría del coño de (T/N).
Jun-ho entro al baño y se observó fijamente en el espejo, una lágrima resbaló por su mejilla sintiendo culpa, pero no podía echarse atrás, debía protegerla a toda costa, así que a pasos largos y rápidos le echo un último vistazo a (T/N) y salió del cuarto dando un portazo y comenzando a dejarla encerrada con llave en la habitación.
La mujer se dio cuenta de lo que estaba pasando y comenzó a golpear la puerta mientras gritaba de rabia, se sentía triste y traicionada.
—¡Jun-ho! ¡No puedes decidir por mi!—con sus puños golpeaba una y otra vez la madera de la puerta—¡Me estas traicionando!
Al otro lado Hwang Jun-ho cerraba sus ojos con culpa mientras se recostaba en la pared contraria a la de su habitación con (T/N), para el eso había sido lo correcto, y esperaba que ella comprendiera.
—¡¡¡Abre la maldita puerta!!! ¡¡¡Ábrela!!!—gritó con furia (T/N) comenzando a llorar de impotencia.
—Vendré por ti mañana, mi vida..., lo juro, solo quiero protegerte.
Cegada de la ira, (T/N) buscaba la manera de salir de aquel lugar, intentó derribar la puerta pero muchos de sus intentos eran nulos, se asomó por la ventana, pero lo único que vio fue que se arriesgaría a una gran caída si siquiera intentaba hacerlo.
Dos voces se unieron a lo que estaba ocurriendo, voces familiares.
Seong Gi-hun y Choi Woo-seok.
(T/N) volvió a acercarse a la puerta tratando de descifrar si sus amigos estaban allí o solo era su imaginación.
—¿Qué sucedió oficial?—inquirió el más risueño de los tres— Hace algunos momentos estaban muy... felices.
—Estoy protegiéndola, no quiero que nada le pase—respondió él detective mirando a los dos hombres a su par.
Un golpe fuerte y seco resonó otra vez y con más rabia de la que ya tenia (T/N) pateo la puerta con fuerza.
—¡Gi-hun! ¡Sácame de aquí!—exclamó con la voz rota golpeando una vez más, pero con menos fuerza que las anteriores—No pueden dejarme aquí..., yo también quiero ayudar, tengo el derecho a ayudarlos..., yo también estuve allí.
Jun-ho negó hacia Gi-hun quien consideraba abrir la puerta.
—Gi-hun..., no puedes dejarme aquí—comenzó a hablar ella ya con un llanto prominente de la impotencia que sentía—, los dos estuvimos en ese infierno, yo también quiero vengar a Ali, a Sae-byeok...—intentó convencerlo—, no me pueden hacer esto...
—Lo siento (T/N)... Es lo mejor para ti—Gi-hun le dio la razón a Jun-ho—. Vamonos, ya casi es hora.
Un grito de rabia y más puños y patadas a la madera fue lo último que escucho Hwang Jun-ho antes de alejarse del dormitorio donde había dejado encerrada al amor de su vida.
—Perdóname, pero no lo entenderías...
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tortademaracuya · 1 year ago
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En forma de dinosaurio porque nunca crecí de los 5 años
Mis ganas de irme a mimir vs mis ganas de cocinar algo dulce para mis amigas
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dramaticadora · 9 months ago
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Há dias intensos, em que paro de respirar por alguns segundos antes de perceber que o ar falta. me sinto flutuando em uma nuvem de pensamentos acelerados, que não cessam por nada, mas há dias também que o tempo passa e eu sinto que deveria fazer mais, ser mais e isso me leva a um limite tão cortante, que me sinto a beira de enlouquecer, ai me recordo, já enlouqueci milhares de anos atrás.
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caos-mentales · 7 days ago
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Hola!!
Se puede querer, a una persona que solo esta de vez en cuando. Que te muestre afecto cuando te pones fría, cortante. Por más ocupada estés, sacas tiempo para esa persona. Pero cuando esa persona está ocupada, sólo te escribe cuando se acuerda que existes. Y sientes que estas parada en el medio de la nada con tus sentimientos.
¡Hola! Creo que esa forma de querer parece inconstante de su parte. Puedes quererla, sí, y estar en ese lugar, en el medio de la nada, pero ¿es eso lo que realmente quieres? ¿te hace sentir bien? Si no, yo creo que puedes hacer tres cosas. La primera es hablarlo y exponerle lo que sientes y necesitas: constancia, ser una prioridad en su vida, que no solo te escriba en ciertos momentos si realmente te quiere. La segunda es aceptarlo y vivir con eso (tal vez hasta que te canses), entender que esta persona no tiene mucho tiempo o, si lo tiene, parece que lo invierte en otras cosas. La tercera es irte, bien sea ahora mismo o después de hablar las cosas si te dice que no tiene la disposición para sacar más tiempo para ti.
Por otra parte, yo entiendo que es una situación difícil. He estado ahí y duele mucho. Por mi parte lo hablé y llegamos a acuerdos, pero a veces todavía es necesario recordarlos. Te abrazo a la distancia y espero que puedas hacer lo que sea mejor para ti, ponerte tú siempre en primer lugar.
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ibebizi · 1 year ago
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Corazón Herido
Mensajes cortantes, lamentos en el aire, Tus palabras como flechas, difíciles de soportar. "No soy suficiente", un eco en mi interior, El rechazo me golpea, me hiere el amor. "Deja de dar vueltas", tu voz sin comprensión, Ignoras mis anhelos, sin empatía, sin unión. "Te amo", lo digo con sinceridad y pasión, Pero pareces sordo a mi corazón. Nuestras emociones chocan, un torbellino en el alma, El rechazo duele, una herida que se desarma. No escuchas quien soy, ni mi verdad interior, En esta danza de desencuentro, se rompe nuestro ardor.
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xcallmevia · 2 months ago
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você escreve angst? se sim, faria um com o enzo? 🥹🥹
Oiee, tudo bem? Ficou bem curtinha mas gostei do resultado, espero que você também <3 eu já escrevi angst antes, você pode ler aqui📍
(A história pode conter alguns gatilhos de relacionamento tóxico)
LEITORA E ENZO TERMINANDO O RELACIONAMENTO
Você mal conseguia acreditar que estava fazendo isso. Cada passo até o carro parecia uma eternidade, como se as ruas se estendessem infinitamente, tentando te prender, impedindo que você finalmente fosse embora.
O inverno cortante não comparava com o vazio gelado que se expandia dentro de você. Havia sido uma luta constante para tentar fazer com que ele visse você, para que ele visse o que estava se desintegrando entre vocês.
Mas ele nunca conseguia.
O que você tinha, para ele, não era amor, era uma espécie de dever. Você era mais uma babá do que uma parceira. E por mais que tentasse mostrar que se importava, ele parecia estar sempre distante, sem saber ou sem querer se abrir.
Quando o celular vibrou no banco ao seu lado, você hesitou. A mensagem era de Enzo. Será que deveria ler? Pensou. Mas, ao ver o nome dele na tela, uma parte de você cedeu. Você tocou a tela com a ponta dos dedos, e a mensagem apareceu:
"Por favor, não vá. Eu sei que fiz tudo errado, mas sem você... eu não sei quem sou mais. Não consigo mais viver sem você aqui. Eu só peço mais uma chance. Me dê uma chance, eu vou lutar, eu prometo"
Você olhou para a mensagem, o peito apertado, mas as palavras não tinham mais o mesmo peso. Ele sempre dizia que ia mudar, sempre prometia. Mas você estava cansada de ser a única a tentar, de ser a única que se importava. As promessas dele não eram mais suficientes. Você havia se afundado demais tentando salvar algo que ele não queria salvar.
Sem forças para continuar olhando para aquela tela, você desligou o celular e apoiou a cabeça no volante. O silêncio tomou conta do carro, mas não havia paz. A dor da partida ainda estava fresca, e os momentos bons, as lembranças felizes, agora estavam manchados por todas as vezes que ele te afastou, pelas palavras ríspidas que ele nunca pediu desculpas.
E foi quando o som de um leve toque na janela fez seu coração disparar. Você olhou rapidamente, e lá estava Enzo, parado na calçada.
Ele parecia menor, um homem quebrado, algo que você não reconhecia mais. Seus olhos estavam vermelhos, como se tivesse chorado, mas seu rosto estava frio, como sempre. Ele não sabia demonstrar afeto, não sabia como te abraçar quando você mais precisava.
Ele se aproximou mais, até ficar ao lado do carro, com a expressão vazia, como se tudo estivesse prestes a desmoronar.
— Você não vai me deixar— ele murmurou, quase como uma afirmação. — Não é possível, você não pode fazer isso...
O som da sua voz te atravessou. Você engoliu em seco, sem saber o que dizer. Os anos de frustração, de tentar fazer com que ele se importasse, de tentar de todas as formas que ele te amasse como você o amava, tudo parecia estar condensado naquele instante.
— Eu já não posso mais, Enzo — você respondeu, a voz tremendo. — Eu tentei, mas... não é o suficiente. Eu fui mais que uma namorada para você, fui uma espécie de babá. Sempre tentando te agradar, te salvar, mas nunca recebendo nada em troca. Você nunca me viu.
Enzo olhou para você como se tivesse sido atingido por uma pedra. Ele tentou abrir a boca, mas nada saiu. Ele queria falar, queria dizer algo que a fizesse mudar de ideia, mas as palavras pareciam lhe faltar.
— Você não sabe como demonstrar, Enzo. Você não sabe como amar... E, por mais que eu queira, não posso mais estar aqui esperando que você mude —Você engoliu as palavras com dificuldade, o aperto no peito quase te sufocando. — Eu já perdi demais de mim mesma tentando salvar algo que você nunca quis salvar.
Enzo deu um passo atrás, os olhos marejados, mas ele não as deixou cair. Ele estava ali, imóvel, como se estivesse preso, como se a dor de te ver indo embora o tivesse paralisado.
— Mas eu vou mudar... Eu prometo— ele disse, as palavras saindo em um suspiro, sem a convicção que costumava ter.
Você sentiu um frio mais intenso, uma sensação de vazio ainda maior. Ele sempre dizia que ia mudar, que ia tentar, mas nunca conseguia. E você estava exausta de tentar, de esperar por um homem que não sabia nem ao menos como te amar.
Sem olhar para trás, você colocou a chave na ignição e virou a chave com a mão trêmula. O som do motor foi como um grito quebrando o silêncio da noite.
Você respirou fundo, mas a dor ainda estava lá, se espalhando por todo o seu corpo. Quando olhou pela janela, Enzo estava parado, olhando para você, com os olhos vazios e o rosto sombrio. Ele não se movia.
Você deu partida, e ao sair dali, sabia que não havia mais retorno. As promessas, as palavras de arrependimento, nada disso poderia trazer de volta o que vocês tinham sido. Ele se perdera em algum lugar, e você finalmente se encontrou, mesmo que fosse sozinha.
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nominzn · 9 months ago
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are you in?
parte dois!! jaemin x leitora sugestivo eu avisei que isso ia tomar rumos inusitados, mas ainda tem mais uma parte então me aturem.
parte um
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no primeiro ano de namoro tudo fluiu tão bem entre você e jaemin que era comum ouvir frases como “vocês foram feitos um pro outro”, ou “quero ser que nem vocês um dia”. sinceramente, você entendia porque viveram a fase da paixão de forma intensa e entregues que chegava a ser contagiante. 
no segundo ano, entretanto, as primeiras dificuldades começaram a aparecer: ele foi transferido temporariamente no trabalho novo sem ter opção de negar a proposta. por longas e cansativas semanas tiveram de se esforçar muito para passarem tempo juntos, você pegava trens expressos tarde da noite; ele transportava a casa quase inteira para ficar mais perto de forma mais conveniente. 
por vezes mal tinham energia para interagir, apenas ficavam em silêncio um ao lado do outro, enganando-se de que tal quietude era confortável. aos poucos o cansaço foi tomando conta da relação e os dois percebiam, mas não queriam dar o braço a torcer. adiaram por meses a fio a conversa sobre a impaciência nos diálogos, sobre a distância emocional que se instalou mesmo após a volta de jaemin para a cidade, sobre a falta de vontade de estar juntos como antes.
até que a gota d’água transbordou o copo, e você pediu um tempo ao namorado. não foi nada calculado, quando percebeu o que tinha dito quase se arrependeu porque encontrou os olhos desapontados de jaemin. naquela noite gélida, tudo que havia sido retido durante os meses anteriores foi dito. lágrimas caíram e palavras cortantes machucaram os dois pobres corações, porém quando assistiu o possível ex partir com o semblante chateado, mas pacífico, pôde suspirar aliviada. 
acostumar-se com a sua ausência estava matando jaemin, a saudade também te corroía por dentro. toda vez que algo minimamente diferente acontecia, você abria a guia do whatsapp web e quase enviava o relato completo por mensagem. ele se iluminava toda vez que via o digitando… embaixo do seu nome na conversa fixada, mas nunca recebia nada. 
durante a noite ficava mais difícil ainda, ele nunca resistia a enviar um áudio perguntando sobre seu dia, contando anedotas aqui ou ali com a voz manhosa de preguiça. num dia normal você estaria ao lado dele, dormindo abraçadinha, fugindo das piadas sensuais porque estava cansada demais (os dois sabiam que seu risinho dizia o contrário). 
que droga de tempo! como foi que deixaram chegar nisso? ele se pergunta desde o dia em que conversaram. por um lado, sabiam que algo precisava mudar porque estava sufocante; por outro, terminar de fato não passava pela cabeça dos dois. 
ao atingir a marca de quinze dias, a falta de jaemin estava quase te deixando maluca. sem aguentar mais, chamou duas amigas para te ajudarem a voltar à sanidade. 
— é só vocês abrirem o relacionamento? duh. — giselle sugeriu com seriedade enquanto se esparramava no seu sofá. 
larissa riu escandalosa e quase engasgou no vinho, mas giselle não a acompanhou. 
— você não tá falando sério. — larissa afirmou. — ah, você tá… bom, você é maluca. não escuta ela. — a amiga te implorou com o olhar. 
— eu nunca tinha pensado nisso, na verdade. nem sei como me sentiria numa relação assim. — você diz mais para si mesma do que para as meninas que vieram te consolar no ápice da dúvida. 
— amiga, eu acho de verdade que seria ótimo. vai dar uma apimentada, vai ser divertido e é isso. — giselle explicou, ignorando a exclamação de escárnio da outra. — sugere isso quando forem conversar. 
— particularmente, eu preferiria mastigar linha de pipa e beber cerol. — larissa rebateu o péssimo conselho. — mas cada um com seu cada um… 
nunca pensou que isso fosse te perturbar tanto, demorou até para dormir pensando na possibilidade. que besteira, mas… será? não, isso tem outro nome. será que o jaemin se sentiria ofendido se eu sugerisse isso? não tem nem cabimento eu trazer isso à tona. 
foi na primeira recaída que o assunto apareceu a primeira vez. a respiração ofegante de jaemin depois de matar a saudade da tua pele na dele ficou presa na garganta quando você, entrelaçada nele, no auge da adrenalina do orgasmo e do efeito do álcool, perguntou sobre relacionamento aberto. 
— você diz, tipo, ter outras pessoas? — jaemin umedeceu os lábios, contemplando o teto para se concentrar em não reagir com exagero. 
— é, mas… casual, assim.
deu para notar a insegurança na sua voz, que merda havia feito. houve uma pausa longa antes que jaemin batesse o martelo. você estava prestes a desfazer o abraço e fugir de vergonha quando ele finalmente se decidiu. 
— a gente pode tentar. 
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batx-ian · 6 days ago
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SPIDER ON THE RUN - capítulo 1
Prólogo(anterior)
🕸️ ➥ Damian Wayne X Spider¡!Leitora
Sinopse :: Sem amigos, sem família e sendo vista por aqueles que deveriam ser seus protegidos como nada mais do que uma fera aracnídea que se pendura entre seus prédios. Nada poderia ser tão ruim, até que ela descobriu que era um erro, uma anomalia. Fugindo, ela cai em um universo sufocante, sem estrelas, onde a loucura se esconde sob capas negras e a noite nunca termina.
Avisos :: Eu tenho quase certeza de que o Killer Croc tinha alguns comportamentos canibais em alguma HQ(provavelmente estou errada), a história se passa antes dos acontecimentos em Aranhaverso 2, Damian e a leitora tem idade para estarem no ensino médio + eu não entendo absolutamente nada sobre os números das dimensões da Marvel/DC, então ignorem qualquer erro.
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Você mancou até a borda do terraço e atirou uma teia no prédio ao lado, se grudando contra a parede de tijolos antigos e começando a escalar. Guinchos e gemidos de dor ocasionalmente escapavam por detrás da sua máscara, a dor no seu lado se estendendo até o tórax e o seu braço direito, mas você finalmente chegou ao topo.
Se empoleirando no ponto mais alto daquele terraço, seus olhos captaram o cenário com cautela. Os prédios pareciam mesclar a modernidade com o clássico, mas a maioria deles pareciam desgastados ou meio corroídos. Uma neblina escura persistia até onde a vista alcançava, assim como o ar escuro e pesado que cercava a atmosfera da cidade.
Fechando os olhos, você se concentrou.
Vozes alteradas discutindo por entre paredes abafadas e repletas de sujeira, bem como soluços baixos e gemidos dolorosos nos espaços sujos e apertados entre os prédios. Passos apressados pela calçada, ameaças baixas e o uivo cortante do vento ecoando por todos os lados naquela cidade que parecia ter sido esquecida por quaisquer entidades que deveriam protegê-la. Seu coração doeu.
Pulando de volta para o terraço, você ergueu o relógio novamente e tentou discar contra a tela rachada, não recebendo mais do que letras embaralhadas e um ruído agudo e baixo. “Ah! Ótimo! Era isso o que eu precisava para melhorar o meu dia!” O veneno na sua voz quase escorreu pela máscara.
“Certo, quem precisa de um relógio inter dimensional quebrado quando você pode criar o seu próprio? Mesmo que isso vá demorar umas sete ou seis semanas e que o seu chefe aranha super bombado obcecado pelo multiverso consiga te encontrar em metade desse tempo.” Passando a mão pelos cabelos - ou onde eles estavam por baixo da máscara -, um suspiro profundo ecoou de você.
“MERDA!!!”
Um berro gutural veio do fundo dos seus pulmões e queimou na sua garganta, os estilhaços do relógio quebrado se espatifando no chão de concreto molhado enquanto lágrimas começavam a se formar sobre a irritação nos seus olhos. Quando o último estilhaço rolou até seus, a percepção surgiu como uma estaca no seu peito.
“Merda…”
Você não poderia replicar um relógio sem ter a base para isso, a base que estava totalmente espatifada ao seu redor. Você se ajoelhou no chão e se inclinou para catar pedaço por pedaço e reuni-los novamente, mas, quando seu braço se esticou para agarrar um estilhaço de vidro, seus sentidos dispararam como um alerta vermelho dentro da sua cabeça.
Antes que você percebesse, você estava na beirada do prédio e encarando uma figura anormalmente grande na escuridão abaixo de você. Pele reptiliana sendo visível apenas sob a suave - e quase inexistente, devido a poluição atmosférica fora do comum naquele lugar - luz do luar, apenas o suficiente para que você o visse desaparecendo dentro de uma saída de esgoto - que você tinha quase certeza de que não deveria ser legal por estar tão perto de uma região residencial.
“Mais um dia, mais um universo, mais um lagarto.” Com um suspiro, você caiu do prédio, se certificando de guardar os cacos do relógio em um dos bolsos frontais e caindo em frente à saída de esgoto. “Urgh, o que as pessoas desse lugar comem?” Adentrando o túnel, um cheiro pior do que a podridão invadiu as suas narinas.
O esgoto era escuro e abafado, tinha teias de aranha e ratos por todo lado. Umidade pingava do teto e marcas de cigarro e pichações decoravam as paredes. O único olho intacto do seu traje ajustou a visão noturna quando a luz parou de chegar até você. Depois do que pareceu uma eternidade - oito minutos - caminhando pelo esgoto, você chegou a um encontro de túneis e avistou um saco de couro que deveria ter pelo menos a metade da sua altura, jóias e notas verdes quase transbordando.
Antes que seu corpo pudesse se mover, a figura grande e imponente do Lagarto surgiu no encontro. Ele usava calças jeans rasgadas e sujas, seu rosto parecia diferente - mais escamoso e bruto - e as cicatrizes decoravam sua forma corpulenta. Seja lá que tipo de dimensão fosse essa, você percebeu que ela não pegava leve com ninguém.
“Dr. Connors, você não acha que isso é baixo demais?” Sua voz ecoou pelos túneis quando você deixou sua presença visível. O Lagarto se virou bruscamente e sibilou para você, suas grandes mãos se fechando em punhos pesados. “... Quero dizer, de cientista renomado a… ladrão de jóias? Purff, fala sério.”
“Vocês, morcegos, estão ficando cada vez mais irritantes.” Ele avançou na sua direção e acertou os punhos onde você estava há exatamente um segundo, sua voz desfigurada urrando tão alto que ecoou pelas paredes como ferro batendo no chão. Você se pendurou no teto e arremessou uma teia em sua nuca, puxando-a e acertando um chute em cheio na cabeça dele.
“Eu sou uma aranha, caso você não tenha percebido o símbolo ENORME no meu traje.” Connors cambaleou para trás e tentou acertar outro soco, falhando ainda mais. “É sério, cara, o desenho é tão estranho? Fui eu mesma quem fiz.” Um rugido veio dele, que correu até você e acertou múltiplos golpes na parede, alguns deles quase te pegando em cheio.
“Você fala mais do que os outros.” Ele se virou para onde você está agora, o rosto monstruoso piscando para você como a visão de um pesadelo daqueles que te fazem sentir mais agonia do que medo. “Eu gostei de você, passarinho.”
“Outros? Há outras aranhas por aqui?” Sua cabeça tombou e ele rosnou para você, não ameaçador, mas como se tivesse acabado de ouvir algo tão absurdo que chegasse a ser irritante. “Dr. Connors, eu preciso que você me diga-” em um movimento inesperado, o Lagarto agarrou o saco de jóias e arremessou em você com a habilidade de um arremessador olímpico.
O saco atingiu a parede, se espatifando no chão com o som estridente das jóias contra o cimento e o ouro tilintando. Sem mais delongas, você se lançou contra o Dr. Connors e o atacou com chutes e socos, desviando de suas mãos pesadas e usando a força dele contra ele mesmo várias vezes.
“Eu não sei quem é esse Dr. Connors de quem você tanto fala, mas eu tenho certeza de que ele não é tão forte quanto…” você desviou de mais um soco inútil, se inclinando para a direita onde o antebraço dele te parou na metade do caminho, a mão que se esticou agora voltando com um outro soco em seu lado direito. “... Eu.”
Um grito surdo se prendeu na sua garganta quando o golpe atingiu a sua costela, a dor se tornando aguda e se espalhando por todo o seu corpo em questão de segundos. Você caiu no chão com um baque abafado, tentando se arrastar para longe até sua perna direita ser envolvida por uma das mãos dele e você ser erguida no ar como uma pena.
“Você deveria ter pedido a ajuda do morcego antes de vir aqui.” A mão dele apertou ao redor do seu tornozelo e os olhos verdes brilharam na escuridão, língua reptiliana lambendo os cantos de sua boca enquanto ele te puxava para mais perto, a boca monstruosa se abrindo com as presas afiadas e grossas e-
“MERDA!” Algo o atingiu no ombro. Era pequeno e afiado, como uma estrela ninja, mas em formato de morcego e com uma luz piscante no meio. O Lagarto te soltou no chão e arrancou o projétil com facilidade, mas já era tarde demais quando a percepção de que aquilo era uma bomba o atingiu.
Seu corpo se moveu o mais rápido que pôde para longe da explosão, mas você sabia que ainda estava perto o suficiente da zona de alcance quando algo - alguém - te envolveu em uma capa escura e te puxou para longe dele. Você tapou os ouvidos e se encolheu ao máximo que o seu corpo dolorido conseguia. Quando seus olhos se abriram de novo, você percebeu os braços que te protegeram da explosão e o peitoral duro pressionado contra as suas costas.
Você se afastou e tentou ficar de pé outra vez, mas a visão à sua frente era…
Aquela coisa tinha pelo menos 1,98 de altura, corpo largo e cheio de músculos, envolto por uma capa negra que se arrastava pelo chão como uma sombra viva. Ele parecia fazer parte da própria escuridão, um pedaço da noite arrancado do abismo e moldado em forma de predador. Seus olhos brancos opacos seguiam cada um de seus movimentos, mas não com a hesitação de um homem, e sim com a precisão impiedosa de algo que não deveria existir.
Aquilo não fazia barulho. Nem sequer respirava como um humano deveria. Sua presença era um peso na alma e no ambiente, como se o próprio ar tivesse ficado mais denso, quase impossível de respirar. A única coisa que sugeria que ele fosse feito de carne e osso era uma pequena fatia de pele abaixo do nariz, um detalhe tão insignificante que parecia um erro, uma pequena armadilha para os desavisados.
“Batman!” Uma voz gritou do encontro de túneis, te arrancando do seu êxtase e fazendo o zumbido desaparecer. Você pareceu voltar à consciência quando a figura de um garoto surgiu ao lado do corpo abatido do Lagarto, mas foi só quando a coisa na sua frente se moveu, se mostrando não ser uma alucinação - ou um demônio - da sua cabeça, que você conseguiu fazer algo.
“O que… o que acabou de acontecer?” Sua voz falhou enquanto o corpo chamuscado do Lagarto chamava a sua atenção. A figura à sua frente pareceu notar a sua preocupação e negou com a cabeça, estendendo uma mão para te ajudar a se levantar.
“Ele não está morto.” Relutantemente, você aceitou a ajuda. “Vai ficar apagado por algumas horas. Tempo o suficiente para ser mandado de volta para Belle Reve e as jóias e o dinheiro roubado ser devolvido.” Você arrastou seus pés pelo túnel até estar próxima do corpo caído, seu coração se apertando.
“Ele vai ficar bem, não vai? Quero dizer, uhn-eu não acho que um cientista seria bem tratado em uma prisão… pelo menos, não pelos motivos certos.” Quando você disse isso, o garoto ao seu lado bufou e arqueou uma sobrancelha.
“Waylon Jones não é um cientista, ele é um criminoso.” Zombou. “Batman, você ouviu isso? A dona aranha aqui acha que o Killer Croc é algum tipo de gênio.” Ele riu de você e isso te fez franzir as sobrancelhas e o encarar com raiva.
“Eu não-” sua fala foi cortada pelo homem de preto se aproximando de vocês dois. Ele ergueu a mão para o garoto em um sinal para manter silêncio, o que ele obedeceu imediatamente, mas com uma expressão nada satisfeita no rosto.
“Você parece machucada…” seus olhos te percorreram mais uma vez. “Tem uma costela quebrada. Precisa receber ajuda médica.” seus olhos se arregalaram com as palavras e suas mãos se moveram de maneira frenética enquanto você tentava dizer algo.
“Nada de médicos! Eles vão fazer perguntas demais, vão pedir muitos exames e-” sua mente correu pelas milhões de possibilidades e nenhuma delas te agradou. O que os enfermeiros pensariam quando te vissem coberta de hematomas e com sangue da cabeça aos pés? E, Deus, você deveria parecer nojenta agora.
“Calma aí, dona aranha, nós não vamos te levar para o médico.” O garoto falou novamente, mas agora ele era mais calmo e, de certa forma, acolhedor. “... Mas você com certeza precisa de uma ajudinha aí. Você tá um caco.”
O homem lançou outro olhar para ele, mas dessa vez ele não pareceu se importar. “Robin está certo, você precisa de ajuda. Nós podemos te ajudar, mas só se você quiser.” silêncio se instaurou entre vocês três - quatro, se contar com o corpo desacordado de um réptil humanoide de mais 200 quilos - enquanto você ponderava.
O que era melhor? Vagar por uma cidade que você não conhecia com uma costela quebrada, um traje destruído, sem a menor ideia de para onde ir ou como voltar para casa, ou ir com dois estranhos que você nunca viu ou ouviu falar, que tinham acabado de desarmar um homem de dois metros em menos de vinte segundos e que pareciam diretamente saídos de uma safira de um filme de terror dos anos 90?
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Deveria ter saído ontem, mas eu acabei clicando no botão para salvar, ao em vez do botão para postar💔
Sei que algumas pessoas que estão lendo não são brasileiras, então eu só queria explicar que a maneira como Damian se refere à leitora como "Dona Aranha" faz referência à uma canção infantil brasileira.
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