#concretización
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Susanna Vela propone la mejora de las definiciones y la concretización de las funciones del depósito legal
El presidente sustituto del grupo parlamentario socialdemócrata, Susanna Vela, ha ingresado 23 enmiendas a la factura de depósito legalque se ha trabajado para abarcar los nuevos formatos digitales y audiovisuales dentro del patrimonio bibliográfico del país. En ese sentido, navegando Propone especificar mejor algunas de las definiciones existentes, especialmente la del concepto de 'depósito…
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Banco Mundial destina más de 700 millones para convenio 025, proyecto será ejecutado en setiembre del 2025
El Convenio 025 avanza con un financiamiento de más de 700 millones de soles por parte del Banco Mundial, que brindará esta suma para su concretización. Eduardo Suni, vicepresidente del comité de vigilancia, confirmó que la resolución de la operación se concretó el 31 de enero de este año.
Según Suni, el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y el Ministerio de Vivienda deben emitir una opinión favorable para continuar. Además, el Banco Mundial revisará el proyecto, mientras el Ministerio de Vivienda visitará Puno para evaluar el saneamiento físico legal. “El ministro ha sido invitado a Puno para entregar simbólicamente el inicio del proyecto”, destacó Suni.
El monto inicial de más de 700 millones de soles podría incrementarse hasta 850 millones, ajustándose a los precios de mercado. Además, se contempla una inversión adicional de 450 millones para la construcción de una planta de tratamiento, lo que elevaría el financiamiento total a más de 1,250 millones de soles por parte de esta institución.
Suni señaló que, tras la aprobación del MEF, se espera que la fase de ejecución comience durante el mes de septiembre. “Consideramos que entre julio y agosto se culminarán los trámites restantes”, afirmó. Este proyecto, es clave para el desarrollo de Puno, ya que busca mejorar la infraestructura y el saneamiento en la región.
Puno
via https://pachamamaradio.org/banco-mundial-destina-mas-de-700-millones-para-convenio-025-proyecto-sera-ejecutado-en-setiembre-del-2025/
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Ocho Años que Son un Comienzo...
Ocho años de messieral.com, ocho años que son un comienzo, un recomenzar y quizás la concretización de un sueño que, como todo, comenzó siendo algo muy pequeño. #Messieral
Soy un fiel creyente del eterno retorno, como algo puro capaz de devolvernos al principio para reescribir los pasajes más desafortunados de nuestro pasado y obtener mejores satisfacciones al respecto. O simplemente como la esperanza necesaria de que los errores no son definitivos porque siempre se pueden evitar. Cito a Vicente Gallego que, en el prólogo del poemario Microdosis de Enrique Bunbury,…
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Acuerdo con el FMI para medidas y recomendaciones clave
Tras la conclusión de la revisión del Artículo IV en Honduras, realizada por el Fondo Monetario Internacional (FMI) y que consistió en una evaluación económica y social, no se ha anunciado la concretización de un nuevo acuerdo con el FMI.Existen posibilidades de asistencia financiera si el gobierno toma las medidas pertinentes para lograrlo. Julio Raudales, expresidente del Colegio Hondureño de Economistas (CHE), manifestó que el Fondo Monetario ha expresado siempre su voluntad de trabajar con Honduras. Aunque no están cerradas las posibilidades de tener un acuerdo, es evidente que se deberán tomar algunas medidas para lograrlo. La misión técnica del FMI emitió un comunicado el 16 de junio con ocho medidas y recomendaciones para Honduras. La misión técnica estuvo en el país durante 12 días y planteó reformas estructurales de corto plazo. Venta de casa en Villas Mackay en San Pedro Sula Tenemos lotes y casas disponibles en las mejores zonas de todo Honduras aprovecha esta oportunidad. Varios expertos consultados coincidieron en señalar la falta de coherencia en la política fiscal del gobierno encabezado por la presidenta Xiomara Castro. El Colegio Hondureño de Economistas insta a las autoridades a dialogar y mantener una gestión fiscal prudente. Destacan la importancia de reformar el subsector eléctrico para promover un crecimiento económico sólido e inclusivo en el marco del Acuerdo con el FMI. Se busca mejorar las condiciones de vida de la población, afrontando retos sociales y estructurales. Venda su casa hoy con One West Realty Grupo Inmobiliario Desea vender o comprar una casa o lote en cualquier parte de Honduras, llame a: One West Realty Grupo Inmobiliario al 3376-5800 o desde Los Estados Unidos al (984) 246-2100 También visítenos en nuestra página de Facebook, nos puede encontrar como One West Realty Grupo Inmobiliario Si quieres estar mejor informado adquiere alguno de estos paguetes de noticias News WSJ | Wall Street Journal Subscription Read the full article
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El Esoterismo no es un sentido particular escondido en un texto. Es un estado de fusión entre el estado vital del lector y el estado vital del autor; esto en el sentido de la visión espiritual, espacial, sintética, la cual precisamente cesa con la concretización del pensamiento. La enseñanza esotérica sólo es, pues una evocación y no puede ser más que eso. La iniciación no recibe el texto sea cual sea sino en la cultura de la inteligencia del corazón. Entonces ya no hay nada oculto ni secreto porque la intención de los iluminados, de los profetas y de los enviados del cielo no es esconder sino mostrar.
Este último párrafo no necesita comentarios todo lo que podían implicar estas simples proposiciones ya está dicho. Ojalá pudiera el hombre de nuestro tiempo, el cual debido al supuesto confort que le proporciona su técnica -degenera cada vez en la materia-, la finalidad de la vida del cuerpo es morir, la finalidad de lo que impulsa la vida de este cuerpo es sobrevivir y liberarse de lo mortal.
El medio para alcanzar esta meta no es más difícil que vivir. Y esto es precisamente lo que pocos saben hacer. La única preocupación de la gente es distraerse, tener el tiempo ocupado; preocupación que le separa cada vez más de una muerte que por otra parte tanto temen.
Vivir no es trabajar. Si nos vemos obligados a trabajar para ganarnos la vida, esta sentencia contribuye a nuestro sufrimiento, sufrimiento a través del cual debemos adquirir la inteligencia del corazón, meta espiritual de nuestra vida. Basar la existencia en el trabajo es tan estúpido cómo basar la sociedad humana en el principio económico. El amor a la obra hace que el trabajo sea agradable y el orden económico le acompaña después. La mecánica, emanación de una conciencia equivocada y por añadidura de falsa moneda, han sido la causa y los medios de acción de los dirigentes ambiciosos para conducir a este mundo a la miseria. Se producirá una reacción que echará a perder las expectativas de los malos maestros. La chispa divina dormita en el hombre y cuando se despierta nada se le resiste.
Hemos intentado plantear las nociones de lo que significa el esoterismo; nos faltan palabras para ser más claros, a menudo las ideas ni se explican ni se enlazan y es mejor que sea así. Respecto a las palabras su sentido debe emplearse de diferentes formas. A los filósofos actuales les costará ponerse de acuerdo sobre el sentido de las palabras, razón, entendimiento... consciencia.
— R. A. Schwaller de Lubicz, Esoterismo y Simbolismo.
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El proceso del ensamble escultórico aplicado a la imagen digital
Por: Óscar del Río Sánchez
De una práctica escultórica a una digital ¿Cómo aplicar una lógica de producción escultórica a la imagen digital? Más que existir una respuesta concreta a la pregunta, debe haber una infinidad de caminos que pueden tomarse para conseguirlo. En cambio, sugiero un proceso para conseguirlo. Fue pertinente aprovechar lo que sabía como escultor para desplazarlo a la imagen digital. Quiero destacar que partir de algo familiar ayudó bastante. Comprendí que una lógica de trabajo no estaba condicionada por un medio especifico. Sin embargo, es complicado llegar a este tipo de reflexiones cuando se forma parte de un ambiente académico conservador, ya que la comunidad docente y el alumnado, tienden a inclinarse por un tipo de manifestación u otra, no conciben que el arte plástico, el conceptual o el digital pueden sumar a un mismo proceso y a una misma producción.
En tal sentido, primero traduje ciertos procesos del ensamble escultórico que había ocupado para trabajar y los apliqué a la intervención de imágenes JPG y PNG. Éstos eran, colocar color a las piezas, yuxtaponer elementos para construir una forma distinta y agregar diversas texturas. Sin embargo, las partes de esta forma de ensamblaje ya no eran físicas sino digitales (el sistema binario traducido a texto, inmerso en imágenes JPG y PNG). Ahora el color lo aplicaba previamente a las imágenes con efectos propios de Photoshop. Las texturas fueron realizadas mediante un proceso conocido como "data bending". La dinámica para generar una intervención en imágenes JPG o PNG, era un proceso que consistía en desmantelar y yuxtaponer para generar una forma distinta.
Esta práctica de ensamblaje es virtual. Según, Piérre Lévy, para comprender lo virtual habría que conocer previamente "lo real" y "lo actual". Con "lo real" se refiere a cosas con magnitudes físicas, pero también al proceso continuo que les da forma, es lo que subyace tras una apariencia. Con virtual, alude a lo que no se puede fijar en una coordenada espacio-temporal, pero que a su vez también es real, es decir, lo virtual existe sin estar ahí. Dirá que desde un sentido filosófico, lo virtual existe sólo en potencia y no en acto. Comenta que su opuesto es lo "actual", la concretización de algo en un tiempo y espacio determinado. Sin embargo, no existe un objeto puramente actual, pues siempre se entrelaza con lo virtual y lo real. Los tres espacios son modos diferentes de percibir la realidad. Sumando a esto, Lévy, agrega que una entidad virtual está desterritorializada, "es capaz de generar varias manifestaciones concretas en diferentes momentos y lugares determinados, sin estar por ello unida ella misma a un lugar o a un tiempo particular" (Lévy, 2007: 33).
Proceso de ensamblaje
Desde esta perspectiva, este proceso de ensamblaje, está "desterritorializado", es intangible, "pura inteligibilidad" (Brea, 2010: 67). Para poder realizarlo no se necesitaran materiales plásticos. Este proceso lo desarrollé emulando el "glitch arte". Éste, puede entenderse como la práctica que emplea alteraciones digitales o análogas para conseguir determinada cualidad estética. Uno de los resultados es la visualización de la estructura subyacente a la imagen digital, a saber, los píxeles con que está estructurada. También se usa para alterar datos digitales o para manipular físicamente dispositivos electrónicos. En "Glitch stuidies manifesto", Rosa Menkman, escribe que el glitch art no debe confundirse con colocar efectos a las imágenes. Menkman, dirá que este proceso sería una forma de domesticación de la práctica, cuyo resultado final valdría más que el proceso de creación, pues apuntaría a embellecer la imagen en lugar de alterarla. El glitch en la imagen, muestra cómo la destrucción puede transformarse en un nuevo lenguaje visual, "es una experiencia de interrupción maravillosa que aleja a un objeto de su forma y discurso ordinarios" (Menkman, 2010).
En este orden de ideas, el glitch como resultado estético sería una oposición critica a las imágenes con buena resolución, aparentes portadoras de una realidad más objetiva. Éstas generalmente son producidas con las tecnologías más avanzadas, ligadas a los medios de comunicación masiva. De tal forma, Rosa Menkman, señala que el discurso elitista de la tecnología es un dogma perseguido por personas ingenuas sumergidas en una cultura de actualización persistente. En tal sentido, alude que el usuario debería darse cuenta de que la idea de mejora en los dispositivos electrónicos, es un protocolo patentado y un engañado sobre la idea de progresión, que sólo apunta al consumo. Agrega que cada una de las nuevas tecnologías, siempre tendrá sus propias huellas dactilares de imperfección. Nos dice que algunos artistas se propusieron elucidar y deconstruir los usos habituales de los dispositivos electrónicos. Así, la computadora será entendida como una máquina que puede desdoblarse o usarse de muchas maneras diferentes.
Siguiendo esta línea, Nick Briz, en el texto "The glitch codec tutorial", nos dice que el glitch es un evento inesperado y a menudo desconcertante, del cual se puede generar una interacción distinta con la imagen digital. Cuenta que el glitch art busca establecer una relación crítica con las tecnologías digitales. Está alentado por libertades dentro de ciertas esferas, como las comunidades que brindan softwares con código abierto (open source). Sin embargo, enfatiza que esa libertad, se retiene y es ocultada por los mercados de software comercial.
De tal manera, el "glitching" puede ser un medio para protestar contra tales entidades y sus intereses particulares. "El glitching es una crítica a la estructura del medio (el código), al material (la interfaz) y a las políticas (abierta/cerrada, libre/no libre, propiedad/bienes comunes, etc.). El acto crítico e intencional del glitching exige esta libertad para instigar, explorar y relacionarse" (Briz, 2011).
Con base en esto, el equivalente virtual que encontré para aplicar texturas a la imagen digital fue el glitch. Éste lo pude crear por medio de un proceso conocido como "data bending". Con ello busqué generar una estética alternativa, ajena a la producción escultórica tradicional. El "data bending" es una forma para crear glitch art, se trata de un proceso que consiste en manipular un archivo digital con un formato determinado (JPG, MOV, MP3, MP4, OBJ, PNG, PPT, etc.), utilizando un software diseñado para editar archivos de otro formato. Algo pude salir mal al momento de traducir un elemento particular por medio de otra interfaz, aparecerá en nuestra pantalla un letrero que señale un error, sin embargo, muchas veces el resultado será una especie de ruido en los archivos de audio, así como la abstracción mediante píxeles y formas coloridas en los archivos de imagen o de video.
Generalmente ocurrirán distorsiones en cada uno, dando como resultado una nueva forma, alejada de las cualidades previamente visualizadas o escuchadas. Pueden traducirse formatos de audio a imagen y viceversa. De cierta manera el data bending, es el aprovechamiento de los fallos que existen en nuestros productos tecnológicos para generar otra estética. Para poner en práctica el data bending, intervine dos tipos de archivo: JPG y PNG. Mi computadora es una vieja MacBook del año 2009, sin embargo, este proceso también puede realizarse con sistemas operativos de Linux o Windows (con sus respectivas variaciones). El proceso para generar texturas en la imagen con formato JPG y PNG, podría definirlo como una acción de ensamblaje.
A continuación, propongo una serie de pasos para conseguir un glitch en este tipo de archivos, parte del proceso lo extraje del texto "The glitch codec tutorial" de Nick Briz, así como de algunos tutoriales que están en YouTube. Para generar un glitch en un archivo JPG, comencé duplicando el archivo para evitar que sufriera un daño permanente. Intervenir la copia garantiza un respaldo (Figura a). El segundo paso, fue modificar la terminación del formato JPG por uno TXT (Figura b), aparecerá un letrero que pregunté si deseamos cambiar la extensión del archivo (Figura c), debemos presionar "utilizar TXT".
Observaremos cómo automáticamente la imagen en formato JPG se transforma en un archivo de texto (Figura d). Lo que sigue es abrir el archivo, será visible en el editor de texto la traducción del sistema binario de la imagen a códigos formados por letras, números y signos (Figura e). Debemos desplazar el cursos hacia abajo para editar la información que está en medio, es importante evitar intervenir la información del principio o del final, pues dañará el archivo en lugar de producir un glitch. Una forma de alterar la información es seleccionar un fragmento casi del tamaño de un párrafo (Figura f), para enseguida dar click derecho y seleccionar cortar (Figura g). Posteriormente debemos desplazarnos hacia otra parte del archivo para pegar el fragmento cortado (Figura h). Esta dinámica de cortar y pegar puede realizarse varias veces a lo largo de la parte media del texto. Asimismo, podemos seleccionar algunas letras y borrarlas (Figura i), para colocar otras en su lugar (Figura j). El penúltimo paso es cerrar el archivo y cambiar la terminación del mismo, nuevamente al formato original (en este caso JPG) (Figura k). Volverá a salir un letrero que nos pregunte si deseamos cambiar la extensión del formato, habrá que dar click esta vez en "utilizar JPG"(Figura l).
Al momento de abrir el archivo tendremos un glitch en la imagen (Figura ñ) que contrastará con el archivo original (Figura n). Este proceso es una dinámica de ensamblaje, que consiste en desmantelar el archivo de texto, generar otro orden de yuxtaposición y por ende conseguir una imagen nueva, el sentido conceptual implícito alude a una forma distinta de relacionarse con la interfaz del programa y con la imagen digital. Desde otro punto, la dinámica para conseguir un glitch en formato PNG, es básicamente la misma, pero el resultado es distinto, en lugar de aparecer bloques de color en la imagen, saldrán patrones coloridos o parecidos a la señal que generaba una televisión de bulbos (Figuras o, p, q). Cabe señalar que podemos abrir un mismo archivo para editarlo múltiples veces, así la imagen se irá alterando hasta hacerse más abstracta y perder la forma original. Este proceso como bien he comentado fue el equivalente digital de las texturas en el ensamble escultórico.
Figura a. Oscar Del Río Sánchez, Paso 1 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura b. Oscar Del Río Sánchez, Paso 2 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura c. Oscar Del Río Sánchez, Paso 3 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura d. Oscar Del Río Sánchez, Paso 4 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura e. Oscar Del Río Sánchez, Paso 5 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura f. Oscar Del Río Sánchez, Paso 6 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020 Figura g. Oscar Del Río Sánchez, Paso 7 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura h. Oscar Del Río Sánchez, Paso 8 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura i. Oscar Del Río Sánchez, Paso 9 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura j. Oscar Del Río Sánchez, Paso 10 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura k. Oscar Del Río Sánchez, Paso 11 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura l. Oscar Del Río Sánchez, Paso 12 para realizar un glitch en formato JPG y PNG, 2020
Figura n. Oscar Del Río Sánchez, Imagen en formato JPG sin intervenir, 2020
Figura ñ. Oscar Del Río Sánchez, Glitch en formato JPG, 2020
Figura o. Oscar Del Río Sánchez, Imagen en formato PNG sin intervenir, 2020
Figura p. Oscar Del Río Sánchez, Glitch en formato PNG 1, 2020
Figura q. Oscar Del Río Sánchez, Glitch en formato PNG 2, 2020
Conclusiones
Uno de los aspectos que me resultaron atractivos del data bending es que genera posibilidades creativas alejadas de las tecnologías más avanzadas. Para mí, muchas veces había sido una limitante explorar la fotografía o el video por no tener equipos con buena definición, ahora, me siento satisfecho de poder realizar una producción visual con un celular de bajo perfil y una computadora anticuada. Hacer texturas en la imagen por medio del data bending, no sólo implicó adquirir un nuevo proceso creativo, también devino como acto reflexivo sobre la manera en que solía interactuar con mi equipo de computo.
Bibliografía
- Brea, J., (compilador), (2005) Estudios Visuales. La epistemología de la visualidad en la era de la globalización. Madrid, Ediciones Akal.
- Briz, N., (2011) The glitch codec tutorial [online]. Disponible en:http://nickbriz.com/glitchcodectutorial/ [16 de Febrero de 2020]. - Estévez, P., (2012) El ensamblaje escultórico. Análisis y tipologías objetuales en el Arte Contemporáneo Mexicano. México, Universidad Nacional Autónoma de México. - Levy. P., (2007) Cibercultura. Informe al consejo de Europa. Edición de Beatriz Campillo, Isabel Chacón y Florentino Martorana. México, Universidad Autónoma Metropolitana - Menkman, R., (2011) "Glitch Studies Manifesto New" en Lovink, G. y Somers, R., eds., (2011) Video Vortex Reader II. Moving image beyond YouTube. Amsterdam, Institute of Network Cultures, pp 336-347.
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El sistema económico occidental está a punto de expirar
Thierry Meyssan
Occidente ya no logra vivir de la producción de bienes mientras que China se ha convertido en «la fábrica del mundo». Los dueños de los grandes capitales son los únicos que se enriquecen actualmente… y mucho. Todo el sistema está a punto de colapsar. ¿Pueden aún salvar sus fortunas los grandes capitalistas?
El hambre se extendió en Occidente a raíz de la crisis de 1929. Todas las instituciones se vieron amenazadas. Sólo sobrevivieron “gracias” a la Segunda Guerra Mundial.
En el siglo XVIII, los economistas británicos del capitalismo, reunidos alrededor de David Ricardo, ya se interrogaban, sobre la perennidad de ese sistema. Lo que al principio reportaba enormes ganancias acabaría convirtiéndose en algo ordinario, dejando de enriquecer a quienes inicialmente habían obtenido beneficios. El consumo no podría justificar eternamente la producción en masa. Más tarde, los socialistas –alrededor de Karl Marx predecían el inevitable fin del sistema capitalista [1].
La muerte de este sistema debió haber ocurrido en 1929. Pero, para sorpresa de todos, logró sobrevivir.
Hoy nos acercamos a un momento similar: para Occidente, la producción de bienes ya no reporta suficientes ganancias, sólo logra hacer dinero el mundo de la finanza. En todo el mundo occidental se reduce el nivel de vida de la gran mayoría de la gente, mientras que crece escandalosamente el patrimonio de unos pocos individuos. El sistema está otra vez al borde del colapso definitivo.
¿Podrán aún los súper capitalistas salvar sus enormes fortunas o veremos producirse una redistribución aleatoria de la riqueza como resultado de un enfrentamiento generalizado?
Sólo después de romper con León Trotsky y con el sueño trotskista de la “Revolución mundial”, Josef Stalin fue capaz de construir la URSS sin tener que enfrentarse a enormes ejércitos financiados por la reacción internacional.
LA CRISIS DE 1929 Y LA SUPERVIVENCIA DEL CAPITALISMO
Cuando estalla en Estados Unidos la crisis de 1929, las élites occidentales estimaron que había muerto la gallina de los huevos de oro y que era necesario encontrar rápidamente un nuevo sistema o la humanidad moriría de hambre.
La lectura de la prensa estadounidense y de la prensa europea de aquella época resulta particularmente instructiva para los interesados en comprobar la angustia que reinaba en Occidente. Inmensas fortunas se esfumaban en sólo un día. Millones de obreros se veían abruptamente lanzados a la calle y, sin perspectivas de hallar un nuevo empleo, eran víctimas no ya de la miseria sino del hambre.
Los pueblos se rebelaban. En numerosos países, la policía reprimía a tiros las multitudes enfurecidas. Nadie creía que el capitalismo fuese capaz de cambiar y menos aún de renacer. Aparecían entonces dos nuevos modelos: el estalinismo y el fascismo.
Aunque hoy, un siglo después, tenemos una visión diferente de todo aquello, en aquel momento todo el mundo estaba consciente de las taras de ambas ideologías. Pero lo más importante era saber quién lograría realmente alimentar a su población. Ya no había derecha ni izquierda, sólo un generalizado “sálvese quien pueda”.
Benito Mussolini, quien había dirigido el principal diario socialista italiano antes de la Primera Guerra Mundial –antes de convertirse en agente del MI5 británico durante ese conflicto–, devino en líder del fascismo, que se veía entonces como la ideología que iba a garantizar el pan a los obreros. Josef Stalin, quien había sido bolchevique durante la Revolución Rusa, liquidó a casi todos los delegados de su partido y renovó su dirigencia para construir la URSS, considerada entonces como una concretización de la modernidad.
Pero ninguno de los dos logró hacer prevalecer su modelo. En definitiva, los economistas siempre acaban viéndose obligados a ceder el paso a los militares. Las armas tienen siempre la última palabra. Estalló la Segunda Guerra Mundial, la URSS y los anglosajones obtuvieron la victoria y el mundo asistió a la caída del fascismo. Estados Unidos era el único país que había escapado a la devastación de la guerra y el presidente Franklin Roosevelt, al organizar el sector bancario, dio al capitalismo una segunda oportunidad. Estados Unidos reconstruyó Europa, absteniéndose de presionar a los obreros europeos… por temor a verlos volverse hacia la URSS.
El alemán Klaus Kleinfeld es el director del proyecto saudita Neom. Es miembro de los consejos de administración del Grupo de Bilderberg (OTAN) y del Foro de Davos (NED/CIA).
LA CRISIS POST-URSS
Sin embargo, con la desaparición de la URSS, a finales de 1991, el capitalismo, huérfano de rival, regresó a sus viejos demonios. En pocos años, las mismas causas producen los mismos efectos: la producción comienza a decrecer en Estados Unidos y las transnacionales trasladan los empleos a China. La clase media sufre un lento proceso de erosión. Los propietarios estadounidenses de capitales se sienten amenazados e inician experimentos tratando de salvar su país y de mantener el sistema.
El primero de esos experimentos consistió en convertir la economía de Estados Unidos en exportadora de armamento y utilizar las fuerzas armadas estadounidenses para controlar las fuentes de materias primas y de recursos energéticos en la parte no globalizada del mundo. Es ese el proyecto –la adaptación del «capitalismo financiero», si tal fórmula compuesta de dos elementos radicalmente opuestos tuviese algún sentido real–, la doctrina Rumsfeld-Cebrowski [2], lo que llevó el «Estado Profundo» estadounidense a orquestar los atentados del 11 de septiembre de 2001 y la «guerra sin fin» en el Medio Oriente ampliado. Ese episodio ha dado al capitalismo un respiro de 20 años, pero las consecuencias internas –en Estados Unidos– han sido desastrosas para la clase media.
El segundo intento consistió en frenar el intercambio internacional y tratar de forzar el regreso de los empleos y de la producción a Estados Unidos, intento que emprendió Donald Trump durante su mandato presidencial. Pero Trump había declarado la guerra a los organizadores estadounidenses del 11 de septiembre y nadie lo ayudó a tratar de salvar su país.
También se planteó una tercera posibilidad: olvidarse de las poblaciones de los países occidentales y llevarse los megamultimillonarios a vivir en un Estado robotizado, desde donde podrían dirigir sin temor los movimientos de sus inversiones. Eso es el proyecto Neom que el heredero del trono saudita, el príncipe Mohamed ben Salman, comenzó a construir en el desierto de Arabia Saudita, con la bendición de la OTAN. Después de un periodo de intensa actividad, los trabajos allí están hoy en punto muerto.
El antiguo equipo de Donald Rumsfeld –el secretario de Defensa recientemente fallecido de George Bush hijo–, equipo que incluía a los doctores Richard Hatchett [3] y Anthony Fauci [4], decidió dar inicio a una cuarta opción alrededor de la pandemia de Covid-19. Se trata de proseguir y de generalizar en los Estados desarrollados lo que ya se había iniciado en 2001. El confinamiento masivo de las poblaciones sanas ha llevado los Estados a endeudarse. El uso intensivo del teletrabajo ha abierto el camino a la deslocalización de decenas de millones de empleos. El «pase sanitario» o «pasaporte covid» ha legalizado la imposición de una sociedad basada en el control y la vigilancia masiva sobre la población.
Klaus Schwab organiza el Foro de Davos como el rey francés Luis XIV organizaba su corte en Versalles: lo utiliza para vigilar a los megamultimillonarios del mundo entero por cuenta de la NED y de la CIA estadounidenses.
KLAUS SCHWAB Y EL «GRAN REINICIO» (THE GREAT RESET)
, En ese contexto, el presidente del Foro de Davos, el alemán Klaus Schwab publica su libro Covid-19: The Great Reset, libro que no es la exposición de un programa sino un análisis de la situación y pretende anticipar las posibles evoluciones.
Covid-19: The Great Reset en realidad fue escrito por los miembros del Foro de Davos y su lectura nos permite tener una idea del lamentable nivel intelectual de esos individuos. El texto es una sucesión de clichés, donde se amontonan además una mezcolanza de citas de grandes autores y las cifras catastrofistas de Neil Ferguson, el gurú del Imperial College [5].
En los años 1970-1980, Klaus Schwab fue uno de los directores de la compañía Escher-Wyss, que tuvo un importante papel en el programa de investigación nuclear de la Sudáfrica del apartheid, contribución violatoria de la resolución 418 del Consejo de Seguridad de la ONU. Posteriormente, Klaus Schwab creó un club de jefes de empresas que acabaría convirtiéndose en el Foro Económico Mundial de Davos. El cambio de nombre se concretó con ayuda del Centro para la Empresa Privada Internacional (CIPE) que es la rama patronal de la National Endowment for Democracy –la tristemente célebre NED–, la cual es a su vez una pantalla de la CIA. Es por eso que en 2016 Klaus Schwab aparecía registrado en el Grupo de Bilderberg –órgano de influencia de la OTAN– como “funcionario internacional”, algo que Schwab nunca ha sido oficialmente.
En su libro Covid-19: The Great Reset, Klaus Schwab prepara a sus lectores para la implantación de una sociedad orwelliana, y lo hace anunciando todo tipo de hecatombes, hasta la muerte del 40% de la población mundial en la pandemia de Covid-19. Sin embargo, Schwab no propone nada concreto, de hecho ni siquiera parece preferir alguna opción. Lo único que queda claro en su libro es que él y su público no decidirán nada pero que están dispuestos a aceptar lo que sea para conservar sus privilegios.
CONCLUSIÓN
Es evidente que estamos a las puertas de un cambio trascendental, capaz de barrer con todas las instituciones occidentales. Ese cataclismo podría evitarse de una manera muy simple, bastaría con modificar el equilibrio de las remuneraciones entre el trabajo y el capital. Pero es improbable que se aplique tal solución porque eso sería el fin de las megafortunas.
Si tenemos en cuenta esos datos, veremos que la rivalidad entre Occidente y el Oriente sólo es superficial. No sólo porque los asiáticos no piensan en términos de competencia sino sobre todo porque saben que están asistiendo a la agonía de Occidente.
Es por eso que Rusia y China construyen su mundo sin apuro… y sin esperanzas de que Occidente se integre a ese mundo, porque ven a Occidente como una fiera herida a la que no pretenden enfrentarse. Sólo prefieren apaciguarla, aliviar sus dolores en la medida de lo posible y acompañarla, sin violencia, hasta su suicidio.
Notas
[1] Critique de l’économie politique, Karl Marx, 1867.
[2] «La doctrina Rumsfeld-Cebrowski», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 25 de mayo de 2021.
[3] «Covid-19 y “Amanecer Rojo”», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 28 de abril de 2020.
[4] «Publican más evidencia sobre el posible origen del Covid-19… y apunta a Estados Unidos», Red Voltaire, 7 de octubre de 2021.
[5] «Covid-19: Neil Ferguson, el Lysenko del liberalismo», por Thierry Meyssan, Red Voltaire, 19 de abril de 2020.
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Grandes batallas comerciales el mundo de las motos

Ignacio Sáenz Valiente nos cuenta las historias de enemistad que esconden las grandes firmas de todos los tiempos del mundo de las motos. Hoy traemos las anécdotas de las batallas sorteadas entre BMW y Zundapp, dos gigantes de principios del siglo XX.
Las guerras comerciales existen desde que el mundo se hizo mundo. O fue tomando forma a medida que los comerciantes y empresarios reeditaron la ancestral sed de conquista del hombre de todos los tiempos pero dirigida ahora, a la conquista de los mercados. El objetivo puede cambiar, como antaño fuera la fiebre el oro, plata, territorios y plasmarse en el mundo contemporáneo por el afán de ganar mercados y posicionar en lo más alto de la cumbre comercial los productos salidos de cada fábrica o empresa. Dice un refrán popular que “la valía de un hombre se mide por la talla de sus enemigos”. Y, en el mundo de la industria de las motos… ¡todavía mucho más! Muchas corporaciones han llevado su enfrentamiento comercial a escalas inauditas, yendo mucho más allá de lo que se pudiera esperar en una competencia económica. En el fondo es comprensible; detrás de cada marca de moto hay personas. Y personas, además, que trabajan en un mundo en el que todavía cuenta mucho la pasión por crear los mejores diseños y modelos. También el carácter histórico de cada compañía, lleva en sí gestas que honran la trayectoria y los obstáculos sorteados a lo largo del tiempo. Sin embargo, las enemistades entre las grandes corporaciones, también tienen su historia y hoy recordaremos algunos de estos casos e intentaremos explicar el trasfondo humano que subyacía en algunas rivalidades que forman ya parte de la historia de las motocicletas.
A la conquista del mundo de las motos: Zundapp, DKW y BMW
La historia de la firma alemana Zundapp-explica Ignacio Sáenz Valiente- finalizó en 1980. Hoy ya no existe pero por su trayectoria será recordada en el futuro como una de las más importantes marcas alemanas de la historia. Este otrora gigante de la industria de las motos fue uno de los fabricantes más importantes y pujantes en los comienzos del siglo XX. Su fábrica fue el orgullo de la ciudad de Nuremberg, Alemania. Por aquellos tempranos años de comienzos de siglo se disputó el primer puesto como empresa junto a otros dos fabricantes de envergadura: DKW y BMW. Se dice que entre estos tres líderes del mundo de las motos, la competencia no existía en un principio y que sus relaciones en el mercado eran amistosas. Como hombres pragmáticos y para nada deseosos de conflagraciones, los alemanes directores de estos tres gigantes habían establecido un pacto de entendimiento o de “caballeros alemanes”. En una jornada de acuerdos célebre, se dividieron para cada uno, una porción del mercado de las motos: BMW se ocuparía de las motos de más de 500cc, Zundapp de las 250/350cc y DKW de las 125cc.
De este modo, cada firma ocupaba su espacio y ninguna interfería con el negocio de las otras dos. Así, se evitaron en los primeros tiempos, tensiones y batallas innecesarias que ponían el conflicto en medio del escenario y perturbaban la tranquilidad de la que todos querían gozar para llevar adelante sus negocios. Sin embargo la paz comercial y real entre las tres firmas hasta ese entonces amigas, llegó a su fin con el advenimiento del nacional-socialismo.
Los planes de Hitlery sus huestes que querían rearmar Alemania, necesitaban como vehículos protagonistas a las motos. Estas, eran el elemento central y de decisiva importancia en el plan diseñado para cumplir con eficacia y celeridad los objetivos pautados en la concretización de su futura “Guerra Relámpago” en las ciudades alemanas. El cerebro de esta operación fue el coronel Adolf Von Schell -uno de los oficiales más brillantes de las divisiones motorizadas de la Wermacht- que fue el elegido por el Fuhrer para poner el marcha el proceso de fabricación de la que debía ser la mejor moto militar del mundo. Y la construcción de la mejor moto militar del mundo debería ser construida por los mejores en el rubro.
Para ello, como era predecible Von Schell recurrió a BMW, ya que se trataba de la mayor especialista en cilindradas grandes pero entonces pasó algo que a los bávaros les sentó como un tiro: Zundapp presentó también su prototipo de la KS750, el modelo que hasta entonces le estaba vedado fabricar por el acuerdo tácito con BMW y DKW. Sucedió que Zundapp había desarrollado estrechos vínculos con la esfera militar de Hilter por ser la empresa que había estado proveyendo al ejército alemán de los surtidos de municiones durante el período que duró la Primera Guerra Mundial (1914–18) . Por este motivo la casa tenía buenas relaciones con el estamento militar e hizo uso de ellas para conseguir que la incluyeran en el proyecto junto con BMW.
Y ahí mismo se rompió la paz, aunque Von Schell hizo lo más honrado posible el proceso: encargó unidades de ambas y las mandó al frente para que los militares evaluaran sobre el terreno las cualidades y defectos de cada una. Estos debían poner a prueba a cada unidad in situ y allí detenidamente, evaluar pros y contras para luego lanzar un veredicto final.
El resultado fue unánime: la Zundapp era mejor moto. Tenía la misma capacidad de carga y entregaba la misma potencia pero era más barata de fabricar que la R75 de la BMW y resultaba más fácil de reparar en condiciones difíciles.
Para acabar de hacerlo aún más humillante y aunque la decisión tenía toda la lógica desde el punto de vista operativo, Von Schell ordenó además que ambas motos compartieran piezas para facilitar la estandarización del recambio y BMW tuvo que repartirse a medias con Zundapp un negocio que suponía iba a ser todo suyo.
Sin embargo el tiempo pasó, finalizó el régimen nazi, quedó atrás la Segunda Guerra Mundial y cada compañía siguió su propio negocio, tomando cada una sus propias decisiones comerciales y financieras. Cuando a principios de los 80 una Zundapp en quiebra fue ofrecida a precio de saldo a BMW, ésta no quiso quedársela. Nunca se sabrá si fue porque no vio allí negocio… o por viejas cuentas que saldar.
Originally published at on https://viajeenmoto.com.ar July 26, 2022.
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Presentan estudio de impacto ambiental ante proyecto de desarrollo de Pedernales
Presentan estudio de impacto ambiental ante proyecto de desarrollo de Pedernales
Vista de una de las las playas de Pedernales. (FOTO: DIARIO LIBRE/BENJAMÍN MORALES) Con el objetivo de obtener el permiso ambiental requerido para la concretización del Proyecto de Desarrollo Turístico de Pedernales, la Dirección General de Alianzas Público Privadas y el Fideicomiso Pro-Pedernales presentaron este viernes una segunda vista pública sobre el estudio de impacto ambiental de la…

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Derivado del principio de legalidad se encuentra el de la existencia previa de los tipos penales, que tienen la función de describir la materia de regulación de las normas penales, es decir, de describir la conducta que la norma penal prohíbe u ordena, y que constituye un requisito necesario para poder hablar de delito. Y para poder hablar de pena, uno de sus primeros y necesarios presupuestos lo es precisamente la tipicidad, o sea, la concretización de los elementos del tipo penal, que exige que el órgano encargado de aplicar la ley acredite la existencia de tales elementos típicos y considere únicamente como delito el hecho que reúna dichos elementos señalados en la descripción legal y así poder concretizar la amenaza penal.
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Lo espiritual y lo mental. ¿Cuántas veces tendemos a consolarnos con palbras de aliento? ¿Cómo se que lo que entiendo sobre la persona es genuino y no suposiciones? ¿Cuando hablo conmigo soy yo quién me esta escuchando? ¿Cómo puedo diferenciar lo pertinente al espiritu y lo pertinente a la mente? Son muchas interrogantes que me sirven como brujula para tratar de definir mi percepción sobre lo que concierne a la persona, cada vez que trato de dilucidar sobre mi existencia y cómo influye esta en mi entorno me es imposible el diferenciar hasta que punto lo que pienso al respecto es creado por lo que creo o por lo que sé. Y es que por un lado la experiencia se alimenta todo los días de los sucesos que vamos vivenciando pero si no lo experienciamos con la vivencia no significa tampoco que no lo entendamos y es por lo mismo que podemos llegar a ser empáticos y no solo creer que lo somos. Entonces resulta necesario hacer este ejercicio reflexivo sobre si lo que hablamos esta contextualizado en un ámbito filosófico, psicológico, político o hasta religioso. Pero por otra parte pues todo esta impregnado de ello. Creo entonces que la única diferencia no viene desde como lo percibe el medio donde me desarollo a partir de la concretización de estos conceptos ni tampoco desde un lugar interno sino una combinación de ambas y es ahí justo donde radica el equilibrio, tanto personal como social. Si yo creo en un elote como deidad y a la vez otras 100,000 personas creen en eso, entonces se va a construir algo a partir de eso. Todo esto queda abierto, claro esta, puesto que cada quien saca sus propias conclusiones. El criterio generado a partir de estos cuestionamientos al fin y al cabo tienen una expresión propia o no... y eso también puede ponerse en duda ¡Qué maravilla! #debrayando #psicologíapractica #zinagui #reflexión #menteyespíritu
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Carta de Costanzo Preve a un traductor de francés
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Nota del editor de Rébellion: Esta larga carta del filósofo comunista italiano es un documento importante para comprender el enfoque teórico de este pensador disidente.
Carta de COSTANZO PREVE a B., un traductor francés. Junio de 2009.
Como me escribió una hermosa y conmovedora carta en italiano, debería responder en francés. Tienes que disculparte si no lo hago y si respondo en italiano. No es por pereza, porque mi francés es lo suficientemente bueno para una respuesta en tu idioma. Es porque quiero mostrar esta carta a amigos italianos que no saben francés, y con los que quiero discutir ciertas tesis sobre un camino espiritual que no es solo mío, sino de nuestra generación común. Evidentemente, sería necesario discutirlo cara a cara. Por ahora, estoy alineando algunos razonamientos con mi propio camino espiritual (1), para verificar si hay elementos en común. Y luego cambio al italiano.
Obviamente, no me corresponde a mí reconstruir mi viaje político y filosófico. El viejo Hegel escribió: "Todo lo personal en mi trabajo es falso". Leemos a Freud y sabemos que no podemos reconstruir nada de nuestro pasado sin caer en la falsa conciencia, en los juegos del narcisismo y la represión. Sin embargo, si tuviera que interpretar yo mismo mi camino espiritual y político, diría que se trata de una elaboración dialéctica que parte de la deconstrucción progresiva de un código adquirido en mi juventud, el código de la herejía de una herejía.
Pero expliquemos mejor.
El secreto filosófico del éxito del capitalismo radica en la mutación exitosa de una génesis particular en validez universal. El capitalismo es una globalización económica desprovista de universalismo filosófico, y es esta característica la que le hace preferir naturalmente el relativismo y el nihilismo a cualquier forma de ontología universalista. No es casualidad que los serviles aparatos ideológicos de las facultades universitarias de filosofía hayan elaborado para él y desarrollado en las últimas décadas (salvo excepciones que confirman la regla), un código teórico de identificación de tipo relativista y nihilista. Para el capitalismo, el Absoluto único es la soberanía del valor de cambio, accesible de manera diferenciada según la diversidad del poder adquisitivo; todo lo demás es naturalmente relativo. Para que este mecanismo sea reproducido, no es necesario ningún fundamento metafísico trascendente, trascendental o incluso histórico-dialéctico: por eso hablamos hoy tanto de nihilismo. El nihilismo es la filosofía espontánea del capitalismo y el relativismo su concretización ideológica.
Al Papa Ratzinger le gustaría un capitalismo sin nihilismo y sin relativismo. Me recuerda a un tonto, que quiere tener un hígado sano, mientras bebe galones de alcohol fuerte todos los días.
El capitalismo nació en Europa Occidental, en condiciones históricas y culturales muy específicas. Pero no habría podido extenderse por todas partes con tanto éxito si no hubiera "encontrado" potencialidades individualistas y mercantistas (2) preexistentes, por muy subordinadas que estuvieran, en otras partes del mundo (India, China, etc.). De modo que existe una especie de individualismo anti-comunal potencial en todo el mundo, que tuvo lugar por primera vez en Europa Occidental (uso el lenguaje aristotélico) y que luego se “actualizado” en otro lugar. Por supuesto, también se puede hablar de colonialismo, imperialismo, etc. Sin embargo, sin este sustrato potencial de individualismo anti-comunitario (ya visible en otras partes de la Grecia de los presocráticos, en el Israel de los profetas iguales, en China, etc.), y que el occidentalismo eurocentrista, imperialista y cultural ha convertido en un poder en acción, el éxito del capitalismo seguiría siendo completamente inexplicable.
En suma, el pensamiento comunista de Karl Marx tiene una génesis que procede de una elaboración racional sistemática de la conciencia burguesa infeliz (y por tanto no tiene absolutamente nada de "proletario"); y finalmente da lugar a una herejía capitalista.
Por "herejía capitalista" entiendo un pensamiento que se apoya originalmente en las mismas bases "religiosas" burguesas: el mito del progreso en la historia y la centralidad del desarrollo de las fuerzas productivas; por tanto, asume plenamente sus premisas (crítica de la religión anterior y del carácter fundacional, verídico, cognitivo y no sólo epistemológico y gnoseológico [3] de la filosofía); y sin embargo rompe con ellos de manera "herética", sobre la base del hecho indiscutible de que ni el progreso ni el desarrollo de las fuerzas productivas conducen a la igualdad y la libertad, sino a su contrario. La debilidad de las herejías en relación con las nuevas religiones proviene de que comparten con las ortodoxias lo que las relaciona con sus mismas bases dogmáticas, y que por tanto pueden ser fácilmente "reabsorbidas" en un momento posterior. La historia de casi siglo y medio del "marxismo", considerado en su conjunto, es la historia de una reabsorción en el espíritu capitalista general, desde el momento especialmente en que la crítica artística y cultural de los intelectuales de “vanguardia” divorcio de la crítica económico-social de las clases bajas (ver Boltansky-Chiapello).
Si el capitalismo es la religión que ha triunfado en los últimos tres siglos y el marxismo la principal herejía de esa religión, soy hijo de la herejía de una herejía; a saber, de esta cultura mezclada con el trotskismo y el maoísmo que realmente absorbí en el París de los sesenta, y no en Italia, donde prevaleció como mucho la herejía obrerista, de la cual el último representante posmoderno es Antonio Negri, quien fusionó el subjetivismo gentiliano (4) del obrero con Foucault, Deleuze y Guattari.
Esta "herejía de una herejía" que asimilé no carecía de fundamento, ya que partía de la observación perfectamente correcta de que el comunismo ortodoxo tradicional mostraba tendencias obvias a ser reabsorbido en el capitalismo. Sus resultados posteriores, en China y la URSS, han verificado en gran medida esta hipótesis; y al mismo tiempo, hay que partir de que esta herejía de una herejía (donde provisionalmente todavía no quiero distinguir entre el trotskismo, el maoísmo o incluso otras herejías como el concejalismo místico-proletario de Castoriadis, Lefort y Lyotard) todavía no estaba bien. Ciertamente había diagnosticado la patología real (la reabsorción gradual de la herejía comunista en la ortodoxia capitalista), pero todavía se adulaba con la ilusión de que la única terapia era radicalizar al extremo el propio modelo herético original.
Pero en todo esto, fue la herejía de la herejía del maoísmo la que siguió siendo la mejor, o si se quiere, la menos peor.
El consejismo fundamentalista de Socialisme ou Barbarie (disuelto en 1965) se basó en un mito sociológico proletario, típicamente onírico, basado en el purismo moralista injertado en un economismo sociológico.
En cuanto a la esterilidad filosófica y política del trotskismo, se debió a su carácter eurocéntrico. Mantuvo todas las premisas de la ortodoxia comunista (herejía en sí misma del capitalismo, pero basada en los mismos fundamentos del mismo): a saber, el mito de una salvación exclusivamente sociológico-proletaria, introduciendo la hipótesis fácil, y demonológico, del papel central de la corrupción burocrática, debido a un insuficiente desarrollo de las fuerzas productivas. Una vez más, lo que se llama "escasez", ese pilar de la economía política capitalista, se estaba convirtiendo en el factor explicativo fundamental de una así llamada ciencia de la historia. La herejía de la herejía trotskista (y no estoy discutiendo sobre la sinceridad moral de sus mejores militantes), permanece completamente encerrado en la visión eurocéntrica y occidentalista del mundo.
El maoísmo fue ciertamente un fenómeno profundamente chino, pero no se puede negar que algunas de sus tesis teóricas no eran de carácter universal. Sigue siendo cierto, por ejemplo (y lo siguiente lo confirma), que en la época conocida como "de transición", y de la que hoy sabemos que no fue en absoluto, la "burguesía" (término inapropiado e incorrecto para designar a todos los agentes estratégicos de la acumulación capitalista) se encontraba reunida especialmente en el Partido Comunista. Es la realidad. Y, sin embargo, una estrategia extremista (la Revolución Cultural, la Banda de los Cuatro, etc.) ha demostrado ser incapaz de frustrar este proceso, al contrario, lo ha acelerado y fomentado sin saberlo. Si Ji-Wei (cuyo libro he presentado extensamente) (5) ha demostrado claramente que, si la moralidad comunitaria es mecanizada por un proyecto político teológico, cuando este último colapsa, lógicamente lo acompaña en su ruina.
El maoísmo es, sin embargo, un modelo mejor que el trotskismo, porque es menos obrerista, menos eurocéntrico y su concepción de clases es menos mitológico. Por lo menos es vagamente consciente de la existencia de pueblos y naciones, y no los "revuelve" a todos en una improbable tortilla sociológica proletaria. La furia con la que el trotskismo se precipitó hacia el pacifismo, el feminismo diferenciador y el ecologismo oficial solo puede explicarse por una negativa (en gran parte inconsciente) a criticar radicalmente esta actitud sociológica proletaria, que cree en hacerlo más “integral” y perfeccionarlo simplemente “agregando” nuevas categorías. Pero cuando la carne se echa a perder, no es necesario añadir pimienta, especias, pimientos, etc.
Por tanto, mi viaje puede ser interpretado (al menos por mí mismo) como la elaboración dialéctica, o, si se quiere, la deconstrucción racional) de una herejía de una herejía (mucho más maoísta que trotskista). Ciertamente no he sido el único en hacerlo en el último medio siglo (1960-2010). Sé muy bien que muchos de los que tienen mi edad se han mantenido fieles en su mayor parte a su vieja referencia en la "herejía": trotskista (como Daniel Bensaïd) o maoísta (como Alain Badiou). Creo que mi relativa superioridad sobre estos dos respetables filósofos-activistas (perdóname por mi presunción) proviene del hecho de que fui más capaz de radicalizar mi deconstrucción, no quedándome en la superficie, sino logrando descender a las últimas bases metafísicas que habían constituido primero la herejía (en Marx), y luego la herejía de la herejía (trotskismo y maoísmo). Si, de hecho, uno se detiene a mitad de camino, no puede evitar ser conducido al origen por una especie de gravitación, una calamitosa fatalidad ideológica de pertenencia e identidad.
En un deseo de romper con los fundamentos religiosos anteriores del Estado turco-otomano en ruinas, Mustapha Kemal Atatürk comenzó bebiendo vino y comiendo carne de cerdo en público, luego se propuso suprimir el alfabeto árabe. No voy a entrar en la cuestión de si hizo bien o mal aquí, lo dejaré a la turcología. Me limito a señalar que Mustapha Kemal quería salvar al Estado turco y al pueblo amenazado con la disolución total, y que, basándose en esta intención subjetiva, comenzó rompiendo ciertos tabúes sobre la comida, y luego llegó a tomar la decisión, una increíble decisión, de cambiar el alfabeto.
Durante mucho tiempo he estado convencido de que hay que cambiar el alfabeto en el que se escribió la herejía marxista del capitalismo. Siempre tendrá que haber especialistas capaces de estudiar y leer el alfabeto precedente, porque sin memoria del pasado no hay futuro (y por eso estoy a favor de los eruditos confucianos y en contra de la quema de libros por orden de Qin Shi Huangdi, y consecuentemente contra las campañas extremistas de la “crítica de Lin-Biao y Confucio” al final de la Revolución Cultural China [6]). Pero hay que cambiar el alfabeto. Es el alfabeto en el que se escribieron los grandes textos de la ideología del progreso y la preeminencia de las fuerzas productivas, y además, los clásicos del economismo, historicismo, utopismo, etc. Pero hay más.
Por razones que llevaría demasiado tiempo desarrollar dialécticamente aquí (pero nada es más fácil), el pequeño mundo autorreferencial (7) de los intelectuales de izquierda ha conservado toda su intolerancia narcisista, incluso después de la secularización posmoderna del viejo tejido dogmático-religioso que les es propio. Es por eso que mi colaboración en una revista sulfurosa como la de Alain de Benoist es simbólicamente equivalente a Mustapha Kemal bebiendo alcohol, pero sin que yo tenga la fuerza militar que impide la reacción histérica de los "puros". ¡Bien! Lo hice, y peor aún: colaboro con Eurasia, etc. Este es, por supuesto, un acto simbólico; pero también algo más. Se trata de haber preferido el riesgo de la investigación a la falsa seguridad de la identidad y la pertenencia. Quizás le interese al lector cómo llegué a esta decisión. Si esto fuera solo un asunto personal, no valdría la pena hablar de ello. Para los narcisistas, el espejo del baño es suficiente. Pero creo que mi dilema ha sido el de toda mi generación política. Por eso voy a tener que usar el "yo", pronombre odioso.
Desde el punto de vista de la historia del comunismo, los veinte años que van de 1956 a 1976 presentan cierta unidad, si consideramos que parten de la supuesta “desestalinización” del XX Congreso del PCUS y que termina con el golpe contra la Banda de los Cuatro, un mes después de la muerte de Mao Zedong. Sin embargo, a pesar de que el tiempo que ha transcurrido desde entonces ya proporcionaría un registro histórico convincente, las posiciones conservadoras que existen en la comunidad intelectual se interponen en el camino. Me limitaré aquí a algunas observaciones, que son muy insuficientes.
En primer lugar, la descripción de Stalin como "jefe de burócratas soviéticos corruptos" dominaba en los círculos intelectuales occidentales. La paradoja es que el movimiento trotskista organizado, que es pequeño en número, era de hecho una mayoría en el dominio intelectual y que, como resultado, la desestalinización fue sentida subjetivamente por los intelectuales (pero no ciertamente por los trabajadores comunistas) como un fenómeno político de "izquierda". Se necesitaron decenas de años para darse cuenta de que estaba mal, que era todo lo contrario. Esta observación no implica respaldo a Stalin o su sistema político; pero dado que los círculos intelectuales pueden cometer un error de 180 grados, uno tiene que preguntarse por qué toda una cultura política se basa en ilusiones tan frágiles e inconsistentes. Aquí es donde comenzaría lo que Franco Fortini (8) en su tiempo llamó "la cadena de los porqués".
En segundo lugar, el enigma histórico de lo que se conoce como "mayo del 68" aún no se ha resuelto satisfactoriamente. Nadie sostiene ahora que este fue el "ensayo general" de una revolución democrática y socialista en los países del capitalismo avanzado. Pero al mismo tiempo, su imagen como mito fundador "juvenil" de un capitalismo liberalizado en sus costumbres y ética sexual (v. Boltansky, Lipovetsky) no es del todo satisfactoria. ¿Es posible que se haya abusado de toda una generación hasta este momento? Esencialmente, sigue siendo cierto, ahora se verifica históricamente, que el capitalismo se ha fortalecido y no debilitado al "despojarse" de la vieja ética familiar burguesa, que debería dejar claro que “capitalismo” y “burguesía” no son idénticos. Sin embargo, los valores libertarios y comunitarios de la generación de los sesenta no pueden reducirse a una pura y simple “artimaña de la producción capitalista” (9). Realmente es posible ver en mayo del 68 un fenómeno de gestión de crisis por parte de las oligarquías dominantes, que saben distinguir entre demandas aceptables e inaceptables, y con ello dividir a las que dominan, satisfaciendo a unas y aislando a otras.
“Uno se divide en dos” (10). En este punto, la filosofía china tenía razón. Algunos se contentaron con la presunta victoria de la liberalización de las costumbres, otros, los vencidos, y yo - y creo que puedo decir: somos - vi rechazada su reivindicación de una sociedad diferente.
Voy a hablar un poco de Italia y solo de Italia. La década 1976-1986 vio morir al comunismo en su dimensión política tradicional de masas, aunque en lo puramente electoral resistió parcialmente (en gran parte inercial, basada en la identidad y relativa al poder local en ciertas regiones italianas); que ocultaba una ausencia crítica de perspectivas políticas.
Desde el punto de vista de la imaginería ideológica, esta década ha visto a los intelectuales italianos pasar del historicismo progresista a un desencanto posmoderno con los epígonos subordinados de los "nuevos filósofos" (11) y Lyotard. Vattimo (12) reemplazó a Gramsci, y el binomio Nietzsche-Heidegger al anterior de Hegel-Marx. Lukács y Bloch fueron enterrados, pero también Althusser, y vimos la proliferación de estudios de género (13) del feminismo diferenciador. Con la distancia de ahora un cuarto de siglo, la unidad de este fenómeno es ahora evidente. Pero este no es el aspecto principal, porque este aspecto ideológico-filosófico concierne solo a pequeños grupos universitarios. La principal fue la “reconversión ideológica” ligada a la persona de Berlinguer, y que se manifestó alrededor de 1980.
De hecho, hemos dejado de hablar de la superioridad del socialismo sobre el capitalismo y del comunismo sobre el imperialismo; empezamos a hablar de la “superioridad moral” de los comunistas (entendida como clase política: el PCI se ha convertido en PDS; DS, PD, etc. [14]), y de la “inferioridad moral” de los demócratas cristianos y socialistas. El enemigo se ha convertido en un enemigo moralmente corrupto (Craxi primero, luego Berlusconi), y así nos preparamos ideológicamente para afrontar sin dolor la inminente ruina de la Casa Comunista de Referencia, mediante una especie de "putsch moralista". La legitimación del acceso al poder (no para el socialismo, sino para un capitalismo "moralizado") ya no consistía en una mayoría electoral obtenida pacíficamente, sino en una suerte de "putchisme" judicial eterno, que pretendía reemplazar al corrupto y poco ético por la gente decente.
Así comenzó el escenario de la campaña Mani pulite (15).
Entonces, ¿qué es Mani pulite históricamente? (además de la subjetividad de sus actores políticos y los hechos muy reales de la corrupción).
Fue, en 1992 y 1993, un golpe judicial extraparlamentario que pretendía destruir el anterior sistema de poder co-asociativo, basado en la representación proporcional de partidos, en un marco keynesiano de soberanía monetaria del Estado nacional. Se había preparado ideológicamente en el período anterior a través de esta ideología del "golpismo moralista", que abogaba por reemplazar a los corruptos por "gente honesta". La premisa era toda la cultura del Partido Acción piamontesa (Gobetti, Robbio, etc.), para quien los "italianos" son un pueblo corrupto (el pueblo de los simios, Gobetti había escrito sobre unirse al fascismo). Dado que la mayoría de los italianos votan mal (Mussolini, la Democracia Cristiana, Craxi, y ahora Berlusconi, etc.), necesitamos un suplemento de moral desde fuera (la prensa extranjera, el liberalismo inglés, actualmente Obama, jueces periodistas honestos, valientes, etc.).
De mala gana tengo que hacer un breve paréntesis sobre el fenómeno Silvio Berlusconi. Los periodistas e intelectuales extranjeros, franceses, ingleses y alemanes finalmente tienen un blanco fácil para expresar su tradicional desprecio por los italianos. Encuentran en Italia una especie de "quinta columna" en el partido llamado "anti-italianos" (Montanelli, Scalfari, etc.), los que siguen pensando que una hermosa reforma protestante - pero a la manera inglesa, y no a la francesa o alemán – en Italia fracasó, y a quién le gustaría que este último fuera aprobado en el mundo anglosajón, y por lo tanto en un mundo presumido de total capitalismo-liberal, pero donde se respeta la cola en la oficina de correos, por supuesto.
Los capitalistas delegan poderes secundarios a la clase política, formada por empleados desprovistos de conciencia infeliz y de malestar filosófico. Sin embargo, monitorean indirectamente a esta clase política a través de dos tipos de personas aún más confiables: periodistas y jueces. La campaña judicial y periodística contra la Primera República, desatada entre 1992 y 1994, habría complacido a Marx, por el carácter estructural de fenómenos de apariencia superficial.
Berlusconi fue un resultado involuntario de Mani pulite, y debe su poder exclusivamente a este golpe judicial extraparlamentario, apoyado en una campaña de prensa invasiva y capilar, en el marco ideológico de este espíritu del "golpismo moralista" sembrado en todas partes desde la disolución del difunto Partido Comunista Italiano entre 1976 y 1991. Los jueces destituyeron a toda la clase política que había gobernado desde 1948 hasta 1991: la Democracia Cristiana, el Partido Socialista Italiano, el Partido Republicano Italiano, el Partido Social -Demócrata italiano, el Partido Liberal Italiano. La intención original no era dar poder a los mercenarios nihilistas del PCI-PDS, sino promover un golpismo de mafias oligárquicas (Segni, etc.) (16). Pero resultó lo contrario. De hecho, la única clase política profesionalmente capaz de liderar la transición del anterior capitalismo de Estado asistido al nuevo escenario neoliberal globalizado fue de hecho el mercenarismo burocrático y nihilista del PCI-PDI, igualmente desprovisto de conciencia infeliz y completamente convertido a el espíritu golpista moralista-judicial.
Berlusconi, como capitalista "privilegiado" por el anterior gobierno de Craxi, temía que su principal enemigo (el grupo financiero Scalfari-De Benedetti de los periódicos L'Espresso y La Repubblica) se aprovechara de ello para arruinarlo y ponerlo en la cárcel. Por tanto, se dispuso a ponerse a la cabeza de ese setenta por ciento de los votantes italianos que habían sido privados de representación política por este puts-chisme moralista periodístico-judicial. Esta y solo esta es la base estructural del éxito de Berlusconi. Y esto es obviamente lo que los golpistas moralistas no pueden reconocer, por lo que recurren a los lugares comunes tradicionales del partido “anti-italiano” (los italianos serían mafiosos naturalmente, con un espíritu de familia inmoral, el culto de Mussolini al líder, un egoísmo exclusivo, harenes de niños ambiciosos, etc.).
Por lo tanto, durante veinte años nos hemos visto obligados en Italia a soportar este vil escenario, donde ninguna de las dos partes contrarias es digna del más mínimo respeto o la más mínima preferencia.
Como si este golpe de Estado judicial extraparlamentario de 1992 no hubiera sido suficiente, que llevaría al poder al mercenarismo nihilista “metamórfico” PCI-PDS-DS-PD, hubo otro en 1999, que llevó a Italia a la guerra contra Yugoslavia, a pesar de la carta de la ONU, que no lo permitía, y de la propia constitución italiana, que tampoco lo permitía explícitamente. Sabemos muy bien hoy que fue una guerra geopolítica librada por Estados Unidos y la OTAN, cubierta con el manto de la nueva ideología políticamente correcta de los derechos humanos (aunque proporcional a la escala del bombardeo irresistible). Para gestionar este segundo golpe, llamamos a Alema, ese cínico bigote, exlíder de la Juventud Comunista del PCI. Les ahorraré los detalles, que serían interesantes (escribí un libro al respecto, Le bombardement éthique, publicado en 2000 por las ediciones CRT, que ha sido traducido al serbocroata).
Si abro este breve paréntesis es porque la historia de Italia tal como la viví entre 1992 y este año 2009 tomó el aspecto de un verdadero teatro del absurdo, que recuerda La lectura de Lenin de la Ciencia de la Lógica de Hegel, donde todo se vuelve su contrario, y la civilización en la barbarie (en este caso, la guerra de 1914). En cuanto a mí, he experimentado el vuelco del comunismo italiano y su transformación en un mercenarismo cínico y nihilista del Imperio estadounidense. En consecuencia, si mi pensamiento ciertamente nace de mis capacidades dialécticas personales únicas, el "factor externo" se puede resumir de la siguiente manera:
1) Rechazo de la religión capitalista-burguesa transmitida por mis padres, que pertenecían a la generación fascista decepcionada, menos por el fascismo (al que hubieran aplaudido con entusiasmo si hubiera ganado), que por su desastrosa derrota militar y los bombardeos desde 1943-1945.
2) Adhesión al comunismo ortodoxo a través de una reacción mayoritariamente edípica a la religión capitalista, y cuestionamiento crítico progresivo de esta herejía de la herejía.
3) Pertenencia, al principio vagamente trotsko-maoísta, al mundo extremista y crítico de la herejía de la herejía. Pero las herejías izquierdistas más precisamente (cf. Richard Gombin, The origins of modern leftism, 1971) nunca me han interesado, por su completa ilusión de que la herejía de la herejía podría constituir en última instancia una religión lo suficientemente eficaz como para derribar al capitalismo.
3) La crítica radical de la herejía de una herejía, sin empujarla hasta el punto de abandonar la crítica comunista del capitalismo. Esta crítica radical me ha llevado a violar la "corrección política" de la izquierda, que es la única base de su código de identidad de pertenencia (y recuerdo aquí los gestos de Mustapha Kemal). De ahí mi crítica a la teología intervencionista de los Derechos Humanos, al código de lo políticamente correcto, a la nueva religión del holocausto que avala el sionismo y el americanismo, al antifascismo mantenido en completa ausencia del fascismo, de la indiferencia general hacia el "putchismo" puramente moralista del código anti-berlusconiano de los intelectuales italianos, etc.
4) Finalmente, la observación de que el mundo al revés de las dos últimas décadas (y particularmente en Italia) requiere una adecuada inversión del código teórico de interpretación del mundo. Y creo que es sobre esto, y precisamente sobre esto, que la sistematización conceptual y la coherencia de mi pensamiento se ha injertado en la historia de mi vida desde hace diez años. Como podemos ver, todo pensamiento es libre, pero todos juntos están determinados históricamente. Y así finalmente podemos hablar de filosofía.
Llegó un momento, cuando Mustapha Kemal se dio cuenta de que no bastaba con beber vino en público, y reemplazar el fez y el turbante por el sombrero y la gorra (me disculparás si insisto en esto analogía inocente: también estudié turcología). Entendió que también teníamos que cambiar el alfabeto por completo. Pero mi analogía no significa que apruebe sus elecciones (y como buen helenófilo, prefiero incluso el viejo multinacionalismo del mundo otomano). Sólo significa que mientras no escribamos el antiguo lenguaje de Marx, siempre bueno y válido, en un nuevo alfabeto, seguiremos haciendo, como los miniaturistas de los manuscritos árabes, maravillosas obras maestras artísticas, pero siempre en los márgenes de los mismos textos religiosos de legitimación.
Intentemos plantear el problema correctamente desde el principio. Sostengo que la terminología de Marx y Engels sobre el "comunismo primitivo" es incorrecta. El término "modo de producción comunitario" hubiera sido mejor, aunque es algo que difiere mucho de un lugar a otro. La terminología de Hosea Jaffe (17) es correcta: el modo de producción comunal originalmente sin clases, donde la división del trabajo se basa en las dos complementariedades de hombres: mujeres y joven-anciano, luego se convirtió en despotismo comunal. La legitimación del despotismo comunal es de naturaleza religiosa, todavía no hay filosofía. El modo de producción esclavista, luego feudal (como en Europa y Japón) son excepciones, y no la regla, dentro del despotismo comunitario (Jaffe), que Samir Amin llama “sociedades tributarias”. Lo que se ha llamado el "modo de producción asiático", con castas (en India) o sin castas (en China) representa la evolución del despotismo comunal.
El comunismo según Marx podría definirse como el restablecimiento del modo de producción comunal, pero obviamente sobre la base del desarrollo de las fuerzas productivas industriales, y de la constitución irreversible del individuo moderno, que no pudo soportar su hipotética desaparición en el seno de los agregados sociales orgánicos pre-modernos. Las dos condiciones previas para el restablecimiento de un modo de producción comunitario siguen siendo, por tanto, fuerzas productivas sociales desarrolladas y esta constitución irreversible del individuo moderno. Y el problema pasa entonces, planteándolo brevemente: ¿cómo liberar el desarrollo de las fuerzas productivas de su sometimiento e incorporación a la reproducción capitalista y, por otro lado, liberar la constitución del individuo moderno de su incorporación a la anomia individualista y atómico de los últimos siglos?
Hasta ahora, lo que estoy diciendo sigue siendo completamente compatible con el marxismo tradicional, excepto por notables innovaciones terminológicas, pero que no son suficientes para efectuar una verdadera revolución del paradigma científico (uso este término en el mismo sentido que Thomas Kuhn [18]).
Si el diagnóstico marxista que implica la transición del capitalismo al comunismo fuera esencialmente correcto, es obvio que no se mencionaría la comunidad y el comunitarismo. Pero no es correcto y por muchas razones. En primer lugar, no es cierto que la burguesía capitalista se vuelva, en un momento determinado de su desarrollo, parásita como las clases feudales y señoriales, que viven de rentas y no de lucro, y que no es más capaz de desarrollar fuerzas productivas. En segundo lugar, no es cierto que existan dinámicas internas al modo de la producción capitalista que conduzcan a la constitución de un trabajador colectivo por asociación cooperativa, desde el director de la fábrica hasta el último de los trabajadores. En tercer lugar, no es cierto que dentro de la producción misma se forme un intelecto general potencialmente comunista, sin la necesidad de injertar en él prácticas comunistas y comunales fundadas filosóficamente. Cuarto, no es cierto que las clases trabajadora, asalariada y proletaria estén produciendo progresivamente una conciencia revolucionaria que desintegra el sistema. En quinto lugar, es absolutamente ilusorio que estas clases puedan ser “reemplazadas” por nuevos sujetos colectivos determinados biológicamente (mujeres, jóvenes, etc.) o geográficamente (campesinos pobres en países ex colonizados, etc.)
Me quedé con esos cinco puntos, pero podría haber puesto muchos más, diez o quince. La reforma comunitaria del comunismo parte de ahí, y no de cuerpos reaccionarios o "irracionalistas", como proclaman los científicos marxistas de todo tipo (en Italia, el althusserismo italiano, especialmente).
Sin embargo, hay que tener cuidado de no esconder la cabeza en la arena como una trufa para no ver que el antiguo modelo marxista era capaz de adelantar una deducción científica (aunque fuera errónea) de la transición histórica y política del capitalismo al comunismo, mientras que el nuevo modelo comunitario no lo es, y sólo recurre a argumentos muy débiles y completamente externos al sujeto (crítica al productivismo, al "horror económico", al individualismo anómico, exhortación a la solidaridad, etc.). Los opositores al modelo comunitario obviamente explotan esta debilidad, ya sean partidarios del individualismo capitalista o del marxismo ortodoxo. Por tanto, sería absurdo ocultarlo. Pero la mejor forma de no ocultarlo es reclamándolo en voz alta, como una fuerza. Al no hacer esto, preferimos callarnos y confundirnos. No es así como saldremos del lío en el que estamos. Tenemos que convertir la debilidad en fuerza y no insistir en taparla con vergüenza.
La transformación del Gestalt (19) es ese fenómeno de percepción visual por el cual, mirando un mismo dibujo, vemos las grandes orejas de un conejo en lugar del pico de un ganso.
La filosofía de la crítica de la comunidad comunista al capitalismo necesita una transformación gestáltica radical. Es al final de esta operación cuándo tendremos que pasar a cambiar el alfabeto, y entonces Marx se convertirá en uno de los grandes pensadores de esta crítica, y ya no en el único, y menos en el infalible. Pero en este momento, todavía no estamos en condiciones de sugerir un cambio del alfabeto. No nos entenderían, nos excluirían de inmediato.
Se necesitan cinco operaciones principales para lograr una transformación gestáltica:
1. Abandonar el llamado materialismo dialéctico para pasar a una ontología del ser social.
2. Abandonar la teoría de las cinco etapas de la evolución histórica del llamado materialismo histórico y avanzar hacia una concepción multilineal y ya no absurda y mecánicamente unilineal.
3. La primacía explícita de la filosofía sobre la llamada "ciencia", no en general, sino exclusivamente en el campo de la sociedad y la historia y, por tanto, del comunismo comunal.
4. El cambio radical de perspectiva sobre el lugar de Marx en la historia del pensamiento. Pasar de una concepción "futurista" de Marx, según la cual Marx habría proyectado a Hegel hacia el futuro añadiéndole el futuro comunista, a una concepción "tradicionalista", según la cual Marx es un episodio de una tradición, nacida con los pre-socráticos, y que se opone cíclicamente a las tendencias disolventes y destructivas de la acumulación, desordenada, anómica, de la riqueza individual, tendencias contrarias de retorno a la asociación y la comunidad.
5. Reconstrucción de la historia universal comparada de los pueblos, a partir del concepto (casi ausente en Marx) de un modo de producción comunitario, según sus siempre diferentes escisiones y recomposiciones.
Se nos dirá que de nada sirve poner en la agenda el abandono del materialismo dialéctico, ya que ahora es un "perro muerto" que ya nadie defiende. Esto no es enteramente verdad. Los sistemas escolares de enseñanza del marxismo en China y Cuba continúan predicándolo por inercia, lo que demuestra no solo inercia, sino una completa incapacidad de valentía e innovación. El hecho de que el materialismo dialéctico, en diversas formas, fuera defendido por Engels, Lenin, Stalin, Trotsky, Mao y muchos autores occidentales (Sève, Geymonat, Rizakis), frena a todos aquellos que creen que sería imposible pensar libremente sin comenzar por sacrificarse a las autoridades sacrosantas. Pero no es así. El gran Hegel escribió: "En el estudio, la forma real y suprema es pensar por uno mismo".
En resumen: el materialismo dialéctico es una variante positivista tardía de un código conceptual primitivo, basado en la indistinción y fusión del macrocosmos natural y el microcosmos social. Pero si los miembros de las comunidades primitivas tenían todo el derecho a pensar así, porque la supervivencia de su propia comunidad dependía directa y estrictamente de la naturaleza y era absolutamente inconcebible el estar desconectada de ella, los positivistas tenían un motivo completamente diferente, que fue la primacía del modelo epistemológico de las ciencias naturales en la ciencia del conocimiento de la sociedad (y de Auguste Comte a Althusser pasando por Engels, aquí hay una continuidad tragicómica).
Muy pocos todavía apoyan la forma tradicional de materialismo dialéctico, es cierto; pero aún perdura su nefasta influencia, en la idea de que el conocimiento y la transformación de la sociedad derivarían de la estructura conceptual de las ciencias naturales, unificando todo ello de manera expedita y arbitraria bajo el único término de “ciencia”.
No hay compromiso posible entre el modelo del materialismo dialéctico y el modelo de una ontología (exclusiva) del (único) ser social. Tal ontología del ser social no es en principio ni idealista ni materialista y, por tanto, rechaza esta dicotomía innecesaria basada en la gnoseología. Por su propia naturaleza, requiere un pensamiento de la totalidad expresiva (su elemento idealista), complementado por un método de examen de la estructura de un modo de producción particular (su elemento materialista). Georges Lukacs dio un primer modelo del mismo, que en mi opinión debería ser modificado y perfeccionado, porque todavía trata de mantener esta dicotomía inútil entre idealismo y materialismo, y además de "salvar" a Marx siempre y frente a lo que sea sin reconocer jamás sus errores, de los que "acusa" únicamente a Engels, y así sucesivamente. El mejor modelo filosófico para el pensamiento de la comunidad comunista es, por tanto, una ontología del (único) ser social, pero lamentablemente todavía estamos muy lejos de él.
La obligada teoría unilineal de la sucesión de las cinco etapas de la historia universal (comunismo primitivo, modo de producción esclavista, modos de producción feudal y capitalista y comunismo como fin de la historia) está hoy desacreditada y completamente abandonada. Se trata de una occidentalización eurocéntrica impropia, extendida arbitrariamente a todo el mundo, y que iba a servir (lo hizo durante al menos medio siglo) como ideología para legitimar la universalidad del modelo ruso de la revolución socialista bolchevique. No fue difícil agregar el "modo de producción asiático" a esto, porque él mismo se infiere de la Sagrada Escritura: los Grundrisse de Marx (Fundamentos de la crítica de la economía política). Luego agregamos los modos de producción “anti-oriental” (Egipto, Mesopotamia), “mesoamericano” y “africano”. Hablamos de "modo de producción tributario" (Samir Amin) y "despotismo comunitario" (Jaffe). Los estudios históricos de Perry Anderson acabaron por hacer estallar el modelo estalinista y, por supuesto, podríamos continuar.
Y, sin embargo, aunque ha perdido su legitimidad, la teoría de las cinco etapas ha seguido ejerciendo su influencia negativa, porque el sentido común de lo que queda de los militantes comunistas “de base” todavía se caracteriza por el economismo, por el determinismo y por la teleología forzada. El andamiaje de las cinco etapas se ha derrumbado formalmente, pero queda el economicismo, en cuanto al paso de un modo de producción a otro, y el finalismo ideológico de la pacificación final de las luchas históricas en un comunismo comunitario sin conflictos. El esquema de Stalin es abolido, pero permanece la idea de la "gran narrativa" (Lyotard) y la secularización de la escatología judeocristiana en el lenguaje de la economía política (Löwith).
Por lo tanto, debemos completar el proceso de abandonar este patrón y declarar abiertamente que no es la regla que haya una sucesión evolutiva "progresiva" en el curso de la historia; que no hay absolutamente ninguna ciencia de la historia que sea comparable, aunque sea por analogía, a las ciencias naturales y la medicina; y que a lo sumo, sin pretender nada más, puede existir una filosofía universalista de la historia sobre una base ontológica que utilice un método de análisis deducido de la teoría de Marx y sus categorías. Absolutamente no podemos ir más allá de eso. Como el perro de Esopo, que tenía un trozo de carne en la boca, se soltó para morder su reflejo que vio en el agua, y así no comió ninguno en lugar de dos; del mismo modo, si rechazamos la filosofía universalista y ontológica de la comunidad para llegar a la llamada “ciencia”, no solo no tendremos ciencia, sino que también perderemos la filosofía que ya teníamos.
Pero todo esto necesita profundizarse.
Después de más de cuarenta años de reflexión, he llegado a la bien pensada conclusión de que el conocimiento filosófico es superior al conocimiento llamado "científico", y que uno no debería avergonzarse de reclamarlo abiertamente. Evidentemente, esto suena a ridícula blasfemia reaccionaria e irracionalista en los círculos denominados “marxistas”, pero tanto desde un punto de vista puramente individualista-capitalista, que en este punto (y esto no es casualidad) es en general, más "marxista" que incluso los marxistas más extremistas.
De todos modos, esta formulación es ambigua e incorrecta; en lo que a mí respecta, pertenezco a la escuela filosófica que considera que hay una "ciencia filosófica" (en Aristóteles, Hegel y Marx leídos según los códigos de Aristóteles y Hegel), que se opone a filosofías basadas en la indecidible soberanía (20) de las opiniones, el relativismo, el empirismo, el nihilismo, etc. Pero usamos aquí el lenguaje ordinario, donde la filosofía es considerada como una forma de cuestionamiento cuestionable sobre el significado de la totalidad social, y la "ciencia" como el método de las ciencias naturales modernas desde el siglo XVII, con todas las transiciones y las deficiencias internas de la medicina, la farmacología, la astronomía, la física, la química, la biología, la genética, etc.
Se trata de romper con un lugar común, confirmado por el positivismo de Auguste Comte entre 1830 y 1850, y que posteriormente produjo, entre 1875 y 1895, el código teórico del marxismo como “ciencia”, que todos los marxistas mantienen como si se mantuviera el uniforme militar de una guerra que terminó hace tiempo. Soy plenamente consciente de todas las razones de la fuerte inercia de estos hábitos que tardan en morir.
En primer lugar, de inmediato parece que la afirmación de la superioridad del conocimiento filosófico sobre el llamado conocimiento científico (desarrollado en su tiempo para dar respuesta al problema del conocimiento de la naturaleza, y solo de esta última) es un retorno a formas de superstición, atraso, conservadurismo tradicionalista, etc. ¡Qué! ¿No estamos en la modernidad? ¡Cómo podemos decir tales cosas en la modernidad! Ante tal tautología, que pretende ser un argumento racional, he llegado a responder como lo hizo Roland Barthes en su época: "¡Llegó un momento en que de repente me volví indiferente a pertenecer más o menos a la modernidad!" No se podría decir mejor. La ortodoxia capitalista, la herejía comunista y la herejía trotskista y maoísta tienen en común la misma base dogmática: el fetichismo historicista del progreso irreversible de la modernidad, tomado como un artículo de fe religiosa. Pero ha llegado el momento de desafiar a los dioses falsos.
En segundo lugar, a menudo existe un oscuro miedo a caer en posiciones irracionalistas de desprecio por lo que se llama "ciencia". Pero es un miedo infundado, inducido por la presión conformista del cientificismo que domina a nuestro alrededor (aquí citaré a Marx: las ideas dominantes son las de la clase dominante). La ciencia natural moderna es una idea cognitiva maravillosa, incomparable en las ciencias naturales y la innovación y mejora tecnológica, incomparable en lo que respecta a la naturaleza supuestamente "separada" de la esfera humana y social. Pero esta maravilla se vuelve absolutamente inútil con respecto a la orientación del hombre en el mundo y la legitimación de una opción comunitaria frente al individualismo desordenado. El conocimiento científico aquí no sólo es inútil, sino también ilusorio, porque hace imaginar lo que no es, que, por necesidad, tarde o temprano, decepcionará: que el método científico podría guiarnos, tocando no solo lo que se denomina los "valores", pero también la valoración de la naturaleza de la totalidad expresiva de la vida humana, privada y/o comunitaria.
El bombardeo científico será terrible, difundiremos insultos e invectivas (metafísica, atraso, nostalgia, tradicionalismo, conservadurismo, anti-modernidad, anti-posmodernidad, irracionalismo, etc.). Digámoslo de manera muy simple: tal vez quienes puedan resistir y contraatacar con éxito esta batería de insultos "modernos" podrán contribuir a una nueva forma de pensar. Pero el que está aterrorizado y retrocede demuestra que no comprende la naturaleza del problema cultural que tenemos ante nosotros.
Podemos decir que, en más de un siglo, la marxología lo ha hecho bien. La gran mayoría de las obras inéditas de Marx se publicaron en el siglo pasado. Todavía hay algunas, pero es poco probable que de la marxología pueda surgir una imagen completamente nueva de Marx. Algunos puntos son ahora bien conocidos. Sabemos que no se puede encontrar en Marx la justificación del materialismo dialéctico. Sabemos que no se puede encontrar allí la teoría de las cinco etapas prefijadas del desarrollo histórico. Sabemos que la teoría de la ruptura epistemológica y la eliminación de la categoría de "alienación" (21) no tienen prueba filológica. Sabemos que Marx nunca rompió con Hegel, sino que lo metabolizó de diversas formas, y que en sus últimos años llegó a "a un acuerdo" por completo con la filosofía de Hegel. Sabemos, por tanto, que un marxismo anti-filosófico y antihegeliano es una leyenda nacida de un positivismo atrasado. Aún sabemos mucho más.
El secreto de Marx es, sin embargo, absolutamente independiente de estas disciplinas necesarias, pero enteramente secundario y auxiliar, que son la marxología, la filología y la citatología justificadora. En la perspectiva de un seminario universitario serio y bien realizado, ellos son el cien por ciento del problema. El de una inserción "metafísica" de Marx dentro de una percepción global de la historia universal tomada como un solo concepto reflexivo trascendental (22), no hacen el cinco por ciento, no son nada. De hecho, se trata de elegir entre dos imágenes holísticas (23) de Marx. ¿Es Marx un pensador "futurista", que futuriza a Hegel y abre un período cualitativamente nuevo en la historia de la filosofía (y por lo tanto de la "historia histórica"), o un pensador "tradicionalista", que está conectado con un nuevo camino hacia una antigua tradición que se remonta verdaderamente al griego presocrático (por no hablar de sus equivalentes indio y chino): la tradición de la reacción solidaria y comunitaria que se produce precisamente para frustrar la descomposición privada y comercial?
Sobre este punto la exégesis marxológica guarda silencio, porque es posible extraer del propio texto de Marx tantos elementos (e interminables cadenas de citas) para sustentar la tesis futurista como la tesis tradicionalista. Y estoy dispuesto a admitir nuevamente, no solo que la tesis futurista corresponde mejor a las intenciones subjetivas de Marx, sino que surge más de una lista completa de citas. Y, sin embargo, en mi opinión, si no se rechaza esta tesis, la crisis de validez y utilidad política e histórica del pensamiento de Marx para el presente nunca podrá superarse. Comprender este punto crucial es ahora el ochenta por ciento del problema que algunos llaman el de "Marx hoy" (24).
A primera vista, parece que la interpretación "futurista" de Marx es una simple "futurización" dialéctica de la filosofía de la historia de Hegel (como por ejemplo en Ernst Bloch). Esto es solo parcialmente cierto, y en todas las cosas, especialmente en filosofía, una verdad a medias da un error completo. En realidad, la tesis de la "futurización" de Hegel por parte de Marx presupone una falsa valoración del mismo Hegel, que lo convierte, en cierto sentido, en la corona suprema de la filosofía de la Ilustración. Eso no es lo que pienso. Ciertamente, Hegel no tuvo una actitud de rechazo hacia la filosofía de la Ilustración (como toda una corriente, que va de Burke y Maistre a Horkheimer y Adorno); la trató según su método característico de la “Aufhebung” (ir más allá, donde se conserva lo reprimido), sin embargo, el aspecto principal de su Aufhebung de la Ilustración fue el desborde, no la conservación, es decir: la crítica a los fundamentos individualistas, y el “mal infinito” del mito del progreso.
En lugar de que la interpretación futurista de Marx permanezca íntegramente en el ámbito de una sistematización cada vez más dura y coherente del mito burgués del progreso, un mito relacionado ideológicamente con la nueva primacía del lucro (de tipo lineal), que reemplaza a la antigua primacía de la renta (de tipo cíclico, porque estaba ligada a las estaciones y las cosechas). La estructura ontológica del progreso se relaciona con lo infinito y con lo ilimitado, exactamente como a la que se opusieron los primeros filósofos griegos (Anaximandro, Pitágoras, etc.), quienes vieron precisamente en tal estructura ontológica la causa de disolución individualista, privada y crematista de la sociedad. Además, el futurismo de la teoría del progreso va de la mano de la idea de la aceleración de la historia (excelentemente estudiada por Kosellek), que se relaciona con el positivismo, que ve en la ciencia y su aplicación los únicos instrumentos prácticos posible para darse cuenta seguramente de la aceleración del tiempo.
Sin embargo, la filosofía de Hegel, tomada en su conjunto, debe verse como una reacción comunitaria al individualismo ilustrado anterior (aunque es evidente que es comunal-burgués, y no comunitarista-comunista). Si, por el contrario, hacemos de Hegel el gran continuador y de su pensamiento la síntesis de la Ilustración, y que Marx está (correctamente) ligado a él, se sigue que el pensamiento de Marx aparece como la síntesis suprema de la misma Ilustración: desde el mito del progreso al empirismo basado en el individualismo: tenemos aquí todas las condiciones que preparan la reabsorción de la herencia marxista en las concepciones progresistas-burguesas del mundo; y así es como la interpretación futurista de Marx conduce dialécticamente al suicidio de la dialéctica.
La interpretación tradicionalista de Marx que propongo invierte por completo la perspectiva, y solo es posible sobre la base de una transformación gestáltica radical. En abstracto, las condiciones serían favorables, sobre la base de al menos dos factores históricos: la ilimitada deriva destructiva del actual hipercapitalismo posburgués y posproletario, y por otro lado el balance de la economía de la quiebra total del marxismo histórico “futurista”, participante de la Ilustración y el positivismo; pero en realidad no lo es, porque el noventa y cinco por ciento de la comunidad intelectual "marxista" no está dispuesta, ahora y durante mucho tiempo, a abandonar el viejo modelo. Vico habría hablado del "orgullo de los sabios"; se dice que Ennio Flajano (25) dijo “la situación es desesperada, pero no grave”.
Y sin embargo está en el pensamiento individualista de Thomas Hobbes, abiertamente anti-aristotélico, en el empirismo de John Locke, en la corrosiva crítica de Voltaire, en la economía política de David Hume y Adam Smith, sin fundamento filosófico y comunal y basado solo en uno mismo, etc., que radica en la innovación decisiva de la modernidad. Y a tal novedad empírico-individualista (a la que, en última instancia, pertenece la crítica de Kant), Hegel y Marx responden, con un movimiento conservador y comunal, que en última instancia procede de la tradición filosófica griega.
Si el tema apenas ha comenzado, creo que por naturaleza ya es comprensible.
Para resumirlo en extremo, podemos decir que la estrategia de Marx concierne a la comunidad humana, y su táctica concierne a la clase proletaria. O, en otras palabras: el comunitarismo es la estrategia, la lucha de clases la táctica. El movimiento comunista convirtió la táctica en estrategia, lo que ciertamente era inevitable en las condiciones de entonces; por eso no escucho la más mínima crítica fácil y pedante. La causa última de su provisional quiebra histórica consiste precisamente en la disolución dinámica de este fin táctico tomado como el fin estratégico. Si se entiende la sociedad comunitaria como una radicalización despótica de la lucha de clases (como Stalin, la Banda de los Cuatro, Pol Pot, etc.), es inevitable que, tarde o temprano, surjan contraataques de masas. Revolución social restauradora, de la cual los estratos medios (viejos y nuevos) son la base de la clase.
La transición teórica de la lucha de clases al comunitarismo no borra, por tanto, las buenas razones históricas y sociales para ello; sólo los inserta en una nueva concepción de la historia más cíclica y menos progresiva (es decir, más griega y menos ilustrada), y no pretende sobre todo romper con la mejor parte del legado de Marx. Por ejemplo, el concepto marxista del modo de producción sigue siendo válido, y hasta el día de hoy insuperable (si lo desechamos de sus desviaciones economistas, historicistas, deterministas y mecanicistas, todas las cuales en última instancia se reducen al modelo positivista de la primacía de una ciencia sin fundamento filosófico y a la "administración de las cosas" saint-simoniana). Es por ello que debe legitimarse el concepto de "modo de producción comunitario", que prevalece tanto sobre el concepto de "comunismo primitivo" como sobre el de "comunismo futuro", este sueño individualista, o esta pesadilla, la desaparición de la familia, la sociedad civil y el Estado. Nadie lo ha hecho todavía: eso no significa que no puedas hacerlo, de manera abierta y metódica.
Dos palabras, en conclusión, sobre el marxismo italiano. Prácticamente ha desaparecido de la arena pública durante veinte años. Creo que, en el exterior, no se comprendía del todo, ni siquiera entre los italianistas, el poder disolvente del antiguo PCI, que actuaba de forma narcisista, con personajes tragicómicos y grotescos como Armando Cossuta y Fausto Bertinotti, por no hablar de la “reconversión” mediática de ex extremistas como Soffri, etc., en propagandistas del Imperio americano y el sionismo. La tierra de Labriola y Gramsci es hoy una de esas donde el legado de Marx es más ridiculizado y marginado. Sé que es lo mismo en Francia, pero en menor grado, creo.
¿Quién es el marxista italiano vivo más grande de la actualidad? Pregunta sobre el café comprado en la tienda, pero si tuviera que responderla, diría que es Domenico Lossurdo. Lossurdo mantiene la relación entre Hegel y Marx (aunque la presenta como realismo político y justificación histórica), la crítica al imperialismo, la legitimidad geopolítica de la defensa contra el imperialismo estadounidense, la condena al sionismo, etc. Estos son aspectos "fundamentales", y en ese sentido sería deseable terminar con la tragicómica era de Bertinotti, ese destructor confuso y narcisista. Y Lossurdo y sus ideas son, francamente, las “menos malas”.
Dicho esto, sin hipocresía ni falsa modestia, no oculto que me considero un pensador en conjunto mejor y más profundo que Lossurdo, por un "radicalismo" crítico mejor tocando la herencia filosófica del pasado (los griegos, Hegel y Marx especialmente). Es por eso que, aparte de mi reconocimiento por parte de los demás (que apesta, de todos modos), debería decir que el mejor pensador italiano de orientación marxista soy yo. Entiendes que no hay ni paranoia ni megalomanía en esta convicción, sino una simple valoración del trabajo que he realizado durante casi treinta años. Los textos hablan por sí mismos, si queremos leerlos.
Sin embargo, estoy condenado a la soledad y la exclusión. No me importa la difamación, no me importa; pero lo que, psicológicamente, no me es indiferente es la falta de defensa pública por parte de quienes me conocían bien, como el mismo Lossurdo, que no tenía ni una palabra en público, pero ni uno solo, para apoyarme, aunque en privado, por teléfono, me aseguró varias veces su insignificante y "platónico" apoyo. No hay salida. No puedo renunciar a mis creencias, sean correctas o incorrectas, para acceder a la corrección política de la izquierda. Desde lo políticamente correcto la izquierda quiere a toda costa que le digan que la modernidad es irreversible, que Marx es una buena persona porque está a la vanguardia del futurismo, que no permanece nada más de los griegos si no algo que es objeto de estudio para eruditos con pelucas empolvadas, que Berlusconi es el equivalente mediático del fascismo eterno, que la dicotomía derecha/izquierda es un dogma indiscutible y un artículo de fe, que el antifascismo sigue siendo válido incluso en la evidente ausencia del fascismo, que la religión es sólo una manipulación de los sacerdotes basada en la ignorancia de lo simple, que la geopolítica es una invención de los fascistas, que basta entrar contacto con Alain de Benoist para contaminarse, etc.
Como puede ver, si aceptara este código tradicional de corrección política, tal vez podría "regresar" parcialmente al circo (o al medio, como dicen los marselleses), pero tendría que suicidarme como pensador radical y original.
Me disculparás por este texto demasiado largo. Pero insistí en escribirlo, querido B., para perfeccionar tu conocimiento de mi pensamiento, del que ya tienes una idea desde que me tradujiste. Te estoy agradecido por eso más allá de lo que puedas imaginar, porque, por razones personales, me considero aún más apegado a Francia que a Italia.
Yo etc.
Costanzo.
Notas:
1. Habremos notado este término utilizado por Costanzo Preve, que concuerda perfectamente con su concepción de una "ontología del ser social" que no es "ni materialista ni idealista". v. § 21
2. Preve usa el adjetivo mercatistico, neologismo que deriva de "mercatistica", nombre que corresponde en italiano a "mercatique", palabra que los defensores del francés proponen para "marketing", pero que más bien significa "el estudio de la comercialización", que “comercialización”; pero le da a "mercatiste" (mercatistico) un sentido muy amplio, calificando con este neologismo la tendencia del mercado a crecer y dominar la sociedad, a convertirse en una economía artificial que prevalece contra todo.
3. Este último personaje proviene de la filosofía de Kant. Ver infra, sobre Kant.
4. Alusión al subjetivismo actualista de Giovanni Gentile (1875-1944).
5. El libro de Ci Ji-Wei Dialectic of the Chinese Revolution: From Utopianism to Hedonism, traducido al italiano en 2002, no existe en francés, pero se pueden leer las ideas del autor a través de un artículo publicado en 2008 en la edición de enero de la revista "Diógenes": La crisis moral de la China posmaoísta.
5. 1973-76. Este período coincide exactamente con los últimos tres años de la vida de Mao Zedong. Este último, en sus últimos meses, ya medio paralizado, volvió a lanzar, en la primavera de 1976, una campaña de "crítica a los vestigios de la derecha burguesa en el régimen socialista" y recordó que "la burguesía estaba en el partido”.
6. "Hay auto-referencia cuando el discurso se toma a sí mismo como referente". (Diccionario de filosofía de Christian Godin, Fayard, 2004)
7. (1917-1994) Importante ensayista, poeta, crítico literario y traductor italiano. Estuvo vinculado entre otros a Eugenio Montale y Pasolini. Traductor de Ramuz, Proust, Brecht, Goethe, Simone Weil, etc.
8. Alusión a la “astucia de la razón” según Hegel.
9. Máxima taoísta china en cuatro caracteres (Yin fen wei er), que a Mao Zedong le gustaba repetir en sus artículos, discursos y ensayos filosóficos, para resumir y en cierto modo "chinizar" la dialéctica marxista. (ver Sobre la contradicción (1937), Sobre la solución justa de las contradicciones dentro del pueblo (1957), etc., en Cinco ensayos filosóficos, Beijing Foreign Language Publishing, 1971).
10. Obviamente, en francés en el texto.
11. Gianni Vattimo, (nacido en 1936 en Turín) es un filósofo y político italiano, ex alumno de Luigi Pareyson. Introdujo el pensamiento de Karl Löwith y Hans-Georg Gadamer en Italia. A cargo de la cátedra de hermenéutica filosófica en la Universidad de Turín, se le considera un representante típico de la posmodernidad. Ex miembro del Partido Radical Italiano, fue de 1999 a 2004 miembro del Parlamento Europeo, elegido con los colores de los Demócratas de Izquierda. Fue reelegido en 2009 bajo la etiqueta de la Italia de los valores.
12. Estudios de género: "Aparecidos en la década de 1970 en los Estados Unidos, los estudios de género han renovado profundamente el estudio de las relaciones hombre/mujer al plantear que la diferencia en el sexo es una construcción social" (Sandrine Teixido, en" Human Sciences.com")
13. El Partido Comunista Italiano se disolvió en 1991 para convertirse en el Partido de los Socialdemócratas.
14. En italiano: "Manos limpias"
15. Mario Segni (nacido en 1939) en Cerdeña, es un político italiano de la Democracia Cristiana. Miembro del Parlamento Europeo de 1999 a 2004 en el grupo Unión por la Europa de las Naciones, tras haber fundado “El Pacto”, aliado de la “Alianza Nacional” en 1999. En 2003, prefirió aliarse con un Liberal Demócrata, Carlo Sco-gnamiglio, para fundar el Partido Liberal Demócrata, que asumió el símbolo del Pacto.
16. Hosea Jaffe nació en Ciudad del Cabo en 1921. Matemático, activista anti-apartheid, es autor de numerosos libros sobre la historia de África, el colonialismo y el sistema económico mundial. Ha enseñado en Sudáfrica, Kenia, Etiopía, Gran Bretaña y Luxemburgo. En 1943 fue uno de los cofundadores del Movimiento de Unidad No Europea, una organización anti-apartheid y antiimperialista.
17. La epistemología de Thomas Kuhn (1922-1996) aborda el problema de la sustitución por un paradigma superior de las teorías científicas imponiendo su marco y su contenido durante un tiempo determinado; paradigma es un término platónico sinónimo de "idea", "forma", y se toma en el sentido de "modelo".
18. Según la Teoría de la forma, desarrollada por Köhler (+1967), Wertheimer (+1943) y Koffka (+1941), una percepción no es un conjunto de sensaciones aglomeradas, sino inmediatamente la captación de una totalidad - como lo muestran las ilusiones ópticas.
19. Propiamente dicho en la lógica clásica de una proposición de la que no se puede establecer ni el carácter contradictorio ni el carácter no contradictorio con el conjunto de la teoría de la que forma parte. Derrida lo convirtió en la herramienta de su "teoría y práctica de la deconstrucción", perdiendo la indecidibilidad su carácter de singularidad lógica para convertirse en la regla común de las palabras y el significado. El equívoco y la flotación de términos subvierte radicalmente la jerarquía del Logos.
20. Esta es la teoría de Louis Althusser.
21. Subrayado por el traductor.
22. Término que debe tomarse aquí en un sentido lógico y metodológico de "relacionarse con el todo, con el todo" (de la obra).
23. Este es el tema, por ejemplo, de la revista francesa "Actuel Marx".
24. Ennio Flajano (o Flaiano) (1910-1972) colaboró notablemente en los guiones de I. Vitelloni, La dolce vita y Ocho y medio, de Federico Fellini. Uno de sus chistes es particularmente famoso en Italia: “En Italia, los fascistas se dividen en dos campos: los fascistas y los antifascistas”. Pasolini lo retomó alusivamente en los títulos de dos artículos sobre "El fascismo de los antifascistas" recogidos en sus Ecrits Corsaires (1975).
Fuente: http://rebellion-sre.fr/lettre-de-costanzo-preve-a-un-traducteur-francais/
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0-DISPOSITIVO METODOLÓGICO: FENOMENOLOGÍA DEL ENSAMBLAJE
Dentro del lenguaje y la fenomenología tecnomecánica encontramos conceptos operativos que permiten reconocer algunos de los códigos y las prácticas que legislan las articulaciones entre las imágenes técnicas y las parcelas sensibles corporales en la actualidad. Proponemos el ensamblaje como método para centrar la atención del campo de estudio en los modos de actuar de diferentes realidades (sociales, políticas, culturales) que tienden a transformarse: se acoplan, agencian, impactan unas con otras para generar funcionalidades diversas. Las multiplicidades ensambladas son por eso cuerpos que ponen en relación muchos campos vectoriales y atractores diversos.
Esta forma de conceptualizar las mediaciones/modulaciones entre cuerpos que ofrece el lenguaje tecnomecánico, plantea una alternativa para pensar los cuerpos-artefactos como una interfaz que vertebra la estructura y las dinámicas de producción y funcionalidad de dispositivos y tecnologías digitales. Planteamos así lenguajes, imágenes, conceptos y prácticas que intervienen en la construcción del discurso tecnocientífico y en la elaboración de fusiones y transformaciones entre ficciones científicas y realidades sociales.
Motivado por el pensamiento de Flusser sobre la concretización y en una teoría de la superficie serán estos fenómenos accidentales los que consideraremos como maneras de hacer arte. La tensión que provocan las fuerzas de los diferentes cuerpos genera un compromiso artístico de diálogo cósmico sobre, con, a través de los aparatos para producir imágenes técnicas.
En estas propuestas, encontraremos que las máquinas no son conocidas y utilizadas a través del saber científico-técnico, sino a partir de la práctica artística. Podríamos considerar que la relación del usuario con el aparato es inadecuada, porque el artista opera sobre y con los aparatos sin que este gesto prolongue la actividad de su invención. Por eso, entenderemos que estas prácticas proponen nuevas imaginaciones, exploran y hacen táctiles otras funcionalidades con los aparatos que rompen en gran medida con programaciones y obsolescencias.
En este contexto, los cuerpos emergentes que proponemos no son exclusivamente físicos o únicamente vivientes; el acoplamiento híbrido se constituye en base a diferentes modulaciones en distintas dimensiones de existencia o fases del devenir. Entre las distintas modulaciones destacamos la idea prótesis (aquella acción acoplada por otros cuerpos instalados) y un flujo virtual (la capacidad del cuerpo físico de convertirse en código digital que se da sincrónicamente en su existencia). Como vemos, no proponemos un eje lineal de tiempo que discurra a la par de la individuación, sino que se da una confluencia de las distintas diacronías o individuaciones particulares en un proceso holístico general entre cuerpos diversos.
De hecho la relación (o fusión) ensamblada tiene que ver con una interacción que altera los entornos de relación social; alteración que se vuelve aún más significativa, desde el punto de vista cultural, cuando las máquinas no ejecutan sólo una operación física sino que ahora están íntimamente relacionada con la subjetividad.
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Sin investigar las denuncias y las pruebas sobre el fraude electoral la JCE proclama a Gonzalo Castillo candidato presidencial del PLD La decisión del pleno de la junta ha provocado una grave crisis política en el país, la cual apunta hacia la concretización de la división del PLD, con la salida de su presidente, Leonel Fernández, lo que se afirma sacaría al partido bajo el control del Gobierno del poder en las elecciones 2020.
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Todavia pienso en ti. Y me enojo tanto por extrañar tu tacto insípido e interesado. No entiendo qué es lo que aun me causa nostalgia si todo fue tan frio y distante. Este sentimiento de extrañar ese momento en el que nos haciamos daño pero se sentia tan bien.
Es el masoquismo lo que hace replantear la forma de relacionarme. Es todo este lugar y tiempo que me marca y me hace vivir el apego de forma dañina. El apreciar las formas dañinas de cariño que soliamos frecuentar hace preguntarme: por qué quiero a alguien que me hace daño? Y la respuesta es obvia; el maldito aprecio por el cuerpo y el alma propias tan deficiente, tan coartado por años de agonía social y ansiedad mundana. Las formas de querer que me enseñaron, que se basan en la indiferencia y el perdón, el daño y el suelo. Quiero abortar todo este curso de emociones clandestinizadas y siento que la mejor forma es hablándolo.
Sinceramente, me da miedo hablar sobre ti con los demas; sobre este sentimiento arrojado del suelo que me cubre a veces y me arroja tierra a los ojos de la lucidez estomacal. Finalmente, le hablo al publico sobre ti porque el personal me juzgaria y me da miedo. Me da miedo que sepan los calores clandestinos con los que nos envolviamos entre humo y necesidad. Me da miedo que sepan que te pienso aun despues de la basura y lo peor de todo: ni siquiera quiero hacerlo. Pero son las imagenes las que me distraen, el cine y el romanticismo que ciegan que ciegan mis sentimientos y reducen al tacto físico todo el torbellino emocional en que nos encontramos. La necesidad y su cara de hereje me ataca me ataca me ataca y desploma mi autoestima, rompe las murallas de etica que me costó tanto trabajo construir y expone un interior frágil, una coraza quebradiza que se parece a todos los amores rotos que me han atraído debido a mis carencias sentimentales; mientras mas vacío mejor es el sexo y peor la intención.
Expones la cara mas dificil de afrontar para mi cuerpo; la aceptacion del sentimiento y el deseo es dificil y peor aun la concretización. Me haces sentir atascada, nostálgica y necesitada por completo. Expuesta en el mejor de los casos y herida en el peor. No te quiero ni estaria de nuevo contigo, solo quiero aprender a vivir y expresar. Quiero aprender a soltar.
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Euskal Photo en Hondarribia
Euskal Photo en Hondarribia

Que haya una feria como Euskal Photo por segunda vez en Hondarribia es una victoria a la vez que un lujo. Concretización del esfuerzo y enorme trabajo de Antonio Hurtado Zambrano, de Málaga y Álvaro del Val Tobalina, de Hondarribia, esta segunda edición, por lo que he podido ver y sentir de cerca, ha sido un éxito.
Pese a la ausencia inesperada de Chema Madoz, el cartel ha sido muy…
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